Canseliet - El Fuego Purificador

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El Fuego Purificador y su

Mensajero Apocaliptico

Eugne Canseliet
Atlantis Febrero 1936



Eugne Canseliet














Porque habr entonces gran tribulacin, cual no la ha habido desde el principio
del mundo hasta ahora, ni la habr. (SAN MATEO, XXIV, v. 21).

Segn la interpretacin casi unnime de los Padres de la Iglesia, "el signo del Hijo del
hombre", que aparecer en el cielo al final de los tiempos, ser la cruz sobre la cual Jess
fue muerto. No es la cruz, en efecto, a la que se da abreviacin INRI, puesta por Pilatos
sobre el instrumento de suplicio del Salvador, su significado secreto? Estas cuatro
siglas generalmente interpretadas por "Iesus Nazaraeus Rex Iudarum" - Jess de
Nazaret Rey de los Judos - o esotricamente por "Igne Natura Renovatur Integra" - la
Naturaleza entera se renueva por el fuego. No es pues sin razn que los viejos
alquimistas eligieron la cruz como smbolo grfico del crisol (creuset en francs)
(antiguamente croiset) en el cual su materia sufre las purificaciones gneas, y que las
Escrituras nos dicen que en el da del Juicio, de negar las rdenes, se separarn del
malvolos (malignos) de la misma manera que se extrae, por el fuego, el oro de los
metales impuros.

***

Etteilla, su verdadero nombre es Alliette (ledo al revs), este singular peluquero-
alquimista de Pars que, segn una nota manuscrita de un ejemplar que poseemos, viva
en el 48, rue lOseille, en le Marais (el pantano), seala la misma verdad filosfica, en la
pgina 14 de este pequeo Tratado que se ha convertido en muy raro y que se estudiar
la plancha simblica, as como las explicaciones originales informadas por el autor:

"As el mundo, que perece primero por el agua, debe perecer por el fuego, y es
necesario que nuestros cuerpos sean putrefactos (corrompidos) y estn
clarificados por el fuego antes de venir delante de Dios. "
Los Siete Matices de la Obra filosfico-hermtica, consistente en un tratado
sobre la Perfeccin de Metales puesta bajo el ttulo de L.D.D.P. (Le Denier Du
Pauvre, El Dinero De los Pobres)


El alquimista lleva a la prctica la terrible revelacin del apstol que rechaz tres veces
a Maestro antes de que el gallo cantara, segn el comportamiento mismo del mercurio,
resultante de la Piedra (Pedro) , y no cantando la seal ms que a la tercera vez:

Ya que ellos pretenden que se ignore esto, que los dos existan antiguamente, y
una tierra, del agua y por medio del agua que se consolida por la va de Dios; por
que las cosas, de este mundo fallecen entonces inundadas de agua. Pero los dos
que son mantenidos, y la tierra, por este mismo Verbo son guardados, y para el
fuego reservados en el da del juicio la parte de los hombres impos

Ciertamente, no habramos citado el famoso cartomante si en ese aspecto nosotros no
hubiramos revisado nuestro sentimiento, bastante poco favorable, a pesar de la
observacin de Magophon (Pierre Dujols de Valois) que, en su brillante Hypotyposis
del Mutus Liber, editado de nuevo en 1914, ya rehabilitaba, sin proporcionar la razn, al
alquimista- adivino, aparentemente interesado, como el ms vido titiritero.

En efecto, algunos aos despus en nuestra larga experiencia trajimos de nuevo, la idea
que vino a nosotros de la doble razn que impulsaba el astuto Eteilla a mantener
pacientemente la misma coccin en su trastienda. All, a cambio de un derecho de
entrada, no ofreca all un espectculo realmente muy maravilloso, tanto por las formas
como por los colores, de la amalgama comn - llena de seduccin por la va larga -
sometida, en el globo, a la accin del fuego de la lmpara, suave, invariable, y continuo!
Obviamente, la invitacin, que nosotros elevamos en nuestro pequeo volumen, apenas
se muestra de acuerdo con la tradicional y rigurosa consigna del secreto absoluto, sin
cesar reafirmada por los escritos y las imgenes:

Los verdaderos curiosos de la Gran Obra, as como vienen a mi casa para seguir
mis indicaciones, en vez de dar diariamente tres libras, prefieren tener el rango de
mis pensionistas por treinta libras al mes: lo que les facilita de amanecer a veces
con un cientfico, o a veces con un aficionado (5).

As, pensemos pues, en primer lugar, que Etteilla, tomando la figura de charlatn
desprovisto de conocimiento real, se pona a refugio de todo peligro que hubiera podido
implicar para l la reputacin slida de alquimista; que a continuacin, recogiera el
dinero que le faltaba y que le era necesario para proseguir, en la sombra, esfuerzos ms
serios, reclamados por esta va seca que hace, por sus cuadernos, el objeto infinitamente
discreto y velado bajo el iluminismo del siglo que termina (Pi XXVIII).
Se imagina fcilmente qu intensa curiosidad suscitaba en estos aficionados indignos,
tanto codiciosos como perezosos, qu fascinacin ejerca sobre ellos la lenta sucesin de
las fases de la creacin microcsmica, de este calidoscopio policromo que reproduce,
dentro del Matras de vidrio, la atraccin panormica que se desarrollar al comienzo del
mundo:

Pero nosotros esperamos, segn sus promesas, cielos nuevos y una nueva tierra,
en las cules more la justicia.
(Novos vero caelos, &: novam terram secundum promissa ipsius expectamus, in
quibus justifia habitat. (Ptri Epistola secundo, Cp. III, v. 13).

De la estratagema de Etteilla, lo dijimos ms arriba, nos callamos y nos hicimos la muy
exacta idea, para poder, en 1931, llevar la operacin durante catorce meses y haber
admirado, todo a la largo, el desarrollo de los fenmenos as minuciosamente descritos
por Filaleteo en sus regmenes.

Eso sin que, por ltimo, y a pesar de toda la decepcin del fracaso, nosotros habamos
tomado la libertad de concluir que la tentativa haba sido la expresin engaosa de una
va sofisticada y solamente propuesta para que iluminara, por la analoga, la va que
sera nica y verdadera.

Sobre este punto Etteilla no seala su sentimiento, si slo formula la observacin que
sigue, respecto a las dos causas de obstculo inevitable, y opuestas, diametralmente, en
cuanto a su respectiva naturaleza, segn que se trata de una o de otra va, esta
observacin descubre, en cualquier caso, que el filsofo- adivino utiliz por lo menos los
dos caminos filosfales, aunque nunca lleg hasta el maravilloso y comn resultado:

"En las dos vas, seca y hmeda, lo ms a temer es, en la primera, la desecacin de
las aguas, y en la segunda, la sofocacin de las aguas: una quema o deseca, y la
otra ahoga o descompone; &: en los dos casos, la Naturaleza en vez de producir
el sujeto propuesto, nos ofrece otro que no es ms de la Obra, (Tratado sobre la
Perfeccin de los Metales o L.D.D.P., ya citado, p. 51.)

* * *
No es de dudar que exista una perfecta identidad entre el microcosmos del filsofo
hermtico y el macrocosmos de Dios; esta es la razn por la que los Adeptos afirman que
existe un espejo en el cual se ve todo el mundo - "est est spculum in quo totus Mundus
videtur " - en el cual el artista puede examinar toda la Naturaleza al descubierto. Se
admirar, por esta gran ventana totalmente abierta, el estupendo panorama de los
misterios de la Naturaleza, que nos muestra el filsofo annimo Janitor Pansophus y
que acompaa el texto completo de la Tabla Esmeraldina (Esmeralda) de Hermes (Pl
XXIX).

El ttulo de una obra tan curiosa como abstrusa, y aparecida a finales del siglo XVIII
subraya, a partir del inicio, la estrecha conexin que existe entre los trabajos del
alquimista y la actividad de la Naturaleza, as como su obediencia a las grandes leyes
csmicas de las que depende el comn destino de los hombres:

El Gran Libro de la Naturaleza o el Apocalipsis filosfico y hermtico. Obra
curiosa en la cual se trata de la Filosofa oculta, de la Inteligencia de los
Jeroglficos de los Antiguos, de la Sociedad de los Hermanos de la Rosa -Cruz,
de la Transmutacin de los Metales y de Comunicacin del Hombre con el Seres
superiores e intermediarios, entre el y el Gran Arquitecto. Visto por una
Sociedad de PH... Inc... (Fil... Desc...) y publicado por D... desde el 1
o
hasta el
ao 1790. Al Medioda y en la Imprenta de la Verdad.

La inicial designara a Duchanteau como el autor probable de este tratado cientfico, es
decir, Touzay, pintor de profesin, que emprendi la famosa experiencia, al ms alto
punto desconcertante y sin ninguna relacin con la sabidura profunda del pequeo libro
por l publicado.

Cul puede ser la explicacin de esta intencin inconcebible, de esta experiencia
fisiolgica, en la cul Duchanteau quiso ser, sin repugnancia y simultneamente,
atanor y cohobatorio? El iluminismo, venido de Alemania y que reinaba, en esta poca,
en las asambleas masnicas, puede muy bien dar la razn de la empresa peligrosa y
filosficamente desrazonable. En cualquier caso, por ello Touzay, alias Duchanteau, de
la importante logia Les Amis Runis (los Amigos Reunidos), pretendi concentrar, en
su propio lquido urinario, esta sal que pensaba que era el harmoniaco de los viejos
alquimistas y que con ella pudiera volver a hacer, por este reprobable proceso, la
Medicina universal. Mientras absorba, sin discontinuidad y con exclusin de cualquier
otra comida, solamente la orina de sus emisiones sucesivas!
Podra ser igualmente, que la muerte sorprendiera durante el desarrollo de su tcnica
peligrosa, al imprudente filsofo?, de quien el coraje y la determinacin, del mismo modo
desmesurados hasta el ms increble sacrificio, si se admite que fue el artesano del
Grand Livre de la Nature (Gran Libro de la Naturaleza), no estuvieran al igual que su
conocimiento excepcional de cabalista experto?
He aqu lo que declara nuestro autor annimo, que fuera mltiple o solitario:

"III - descubro los secretos y la sabidura del ms grande de los Reyes. Las
lenguas antiguas se me vuelven familiares, y yo enrojezco del error en el que haba
estado hasta entonces. "

En el prrafo siguiente, puesto en romano al igual que otros en los nueve captulos, hace
estado de una preocupacin que no le habra debido permitir la insensata tentativa, muy
rpidamente terminada en la ms oscura tragedia:

"IV - Algunos aos haba pasado en el estudio y en el silencio; mi genio no me
haba dejado. Era tiempo de retornar a la prctica; pero era necesario algo adems
para poder volver a entrar en el laboratorio sin correr el riesgo de perder la vida. "

Tanto es la cbala, para el hermetismo, un instrumento precioso de investigacin y
control, y se tiene derecho a pensar que los discpulos de Cristo hayan tenido a su
disposicin, bajo los auspicios de su Maestro divino, los mltiples recursos del Verbo
iluminador. Empleaban, por otra parte, en el relato de los cuatro evangelios, una lengua
muy particular, lo que llamaba la atencin a los testigos de su apostolado predestinado:

Y un poco despus, los que estaban all se acercaron, y le dijeron a Pedro:

"Y realmente eres tu de aqullos, ya que por tu lengua te haces reconocer. "

* * *
El Apocalipsis, que es el libro cabalstico por excelencia y que se puede ver, en la Santa-
Capilla, los distintos captulos, puestos en escenas multicolores sobre los
compartimentos del gran Rosetn, parece tener su jeroglfico escultural, en una noble y
severa estatua ecuestre. sta esta erigida bajo una arco en plena curva que se encuentra
sobre el prtico septentrional de la iglesia de Saint-Hilaire, en Melle, departamento del
Deux-Svres le Metallum de la Galia romana.

El sujeto, que es muy impresionante, haba pedido que se le pusiera al sur y que fuera
expuesto all a los rayos ms calientes (ardientes) del sol, manifestando obviamente que
el caballero mstico (cavalier o cabalier), anunciado por San Juan, debe revelarse en la
plenitud de la luz y surgir del fuego como un espritu puro:

Y yo vi, y he aqu un caballo blanco, y el que lo montaba tena un arco, y se le dio
una corona, y parti triunfante a fin de que el venciera.

As el justiciero del Apocalipsis porta el arco y la corona, en medio de la inefable gloria
divina, el que con su resplandor fulgurante consume todo lo que ilumina, y si no muestra
ya el arma simblica, en la imagen que nos ocupa, aparece sin embargo coronado. Su
actitud rgida, casi hiertica, as como su alta estatura, anuncian la potencia, mientras
que su fisonoma parece impresa de alguna tristeza. Sus caractersticas se acercan
singularmente a las de Cristo - el Rey de reyes, y el Seor de seores - de este Hijo del
hombre que, segn Lentulus, no se le vio nunca rer, aunque si se le vio a menudo llorar.

Eterno enviado de su Padre, no es, en efecto, sin una melancola profunda que vuelve de
nuevo aqu abajo, al lugar de su Pasin, con el fin de imponer al mundo pervertido la
ltima prueba y "cosechar", inexorablemente, la humanidad avergonzada y madura para
el castigo supremo? Es ella, esta humanidad culpable, la que representa el personaje
aplastado y atascado por el caballo, sin que el conductor manifieste la menor
preocupacin.

***
A sus discpulos, quines le preguntaban preocupados por los signos de la generacin los
das a venir, el Sabio hizo muy larga la respuesta que consigno en el Apocalipsis etope,
llamado Fekkr lyasous (Explicacin de Jess), del que la Iglesia rechaz el beneficio de
su autenticidad y del cual extraemos algunas palabras:

"O mis hermanos, tengan cuidado sobre ustedes. En estos das, habr numerosas
injusticias... Los hombres vendern por nada a sus amigos, sus hermanos y sus
prjimos... Lo que han dicho en la noche, no lo repetirn en la maana; lo que han
dicho en la maana, no lo repetirn en la noche.

"Mis hermanos, tengan cuidado. En estos tiempos, nacern seductores y
bromistas, que harn amistad con los genios como malos cristianos diciendo: Un
tiempo feliz vendr. No les crean y dganles: No lo necesitamos...

"Mis hermanos, tengan cuidado... En estos das, los hombres sern perturbados
por la vista y por el odo. Los que ellos vern y oirn no lo retendrn en su
espritu.

"Mis hermanos, tengan cuidado... En estos tiempos, habr dos soles y dos lunas;
la tierra ser perturbada por la violencia del fuego. A continuacin, el invierno se
mezclar al verano y llover de un ao al otro... La bendicin de la comida se
reducir a un tercio; todo disminuir cada da y cada ao. "(Conf. Ren Basset.
Apocryphes thiopiens (Apcrifos etopes), XI. Pars, Librairie de L Art
Indpendant, 1909)

***

Ireneo Filaleteo carga el numerario fascinador, este culpa a la bestia anticristiana -
"fulcrum hoc belluae antichristianae" - de la responsabilidad de toda mal y declara en un
brusco impulso, por eso generoso en su libro:

Creedme, jvenes aprendices, y ustedes, ancianos, porque el tiempo est en
nuestras puertas...

Anuncio estas cosas al mundo como un profeta, para que no sea enterrado, intil
a la humanidad. Sea, mi libro, el precursor de Elas (, Elios, sol) que
prepara el camino real del Seor .

Y el discpulo bien amado, en su profeca de Patmos, Justifica la prediccin misteriosa
del alquimista, aadiendo el suave blsamo de la consolacin y la esperanza:

Y vi un nuevo cielo y una tierra nueva. Porque, el primer cielo y la primera tierra
han desaparecido (pasaron), y el mar no exista ya ms.

Febrero de 1936.
ATLANTIS

Traduccin: Guillermo Olenchuk Pea (Aeth+Ophis)

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