Tema3 - La Donacion Salvifica de Dios Por El Espiritu Santo

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3.

LA DONACIN SALVFICA DE DIOS POR


EL ESPRITU SANTO
OBJETIVO: DAR A CONOCER AL ESPRITU SANTO
COMO DON DE SALVACIN EN NUESTRAS VIDAS
POR DESIGNIO DE DIOS TRINO.
11. El discurso de despedida de Cristo durante la Cena pascual
se refiere particularmente a este dar y darse del

Espritu Santo.
Dar: Porque esta hablando de lo que les enviara [ 15:26
Cuando venga el Parclito que yo les enviar desde el
Padre, el Espritu de la Verdad que proviene del Padre, l
dar testimonio de m. (Jn. 15, 26)]

Y el Darse: Hablando del Don que se dona. Del Espritu


Santo significa tanto, del don del que es dador el Espritu
Santo, como el don que es el propio Espritu Santo.
El Espritu Santo como don, como regalo, como ofrenda, como
entrega, como el modo de salir de Dios de dentro de s
mismo, por as decirlo, en el acto de recreacin para inhabitarnos
en lo ms profundo de nuestro ser. (Inhabitarnos es hablar de
la presencia del Dios uno y Trino en el alma del que
est en gracia de Dios).

San Agustn dice l nos es dado como don de Dios. De tal


modo, que es tambin l, en cuanto Dios quien se da. Nos es dado
como don de Dios, y es Dios mismo quien se nos da en el Espritu
Santo. El don del Espritu Santo no es otra cosa que el propio
Espritu Santo.
Si conocieras el don de Dios, el texto se est refiriendo al
despus en el contexto del agua viva, hablado a la
samaritana de ese torrente de vida que brota de lo ms
profundo de nuestro ser, al Espritu Santo que nos
inhabita en lo ms profundo de nuestro ser.

Y para que este Don?, no es solo para tener dones y carismas


si no mas bien para profundizar el gran amor de Dios y
entender los misterios y por ende el misterio salvfico contenido
en el designio eterno de Dios como expansin de la inefable (Que
no se puede explicar o describir con palabras) comunin del Padre, del Hijo y
del Espritu Santo. Es la lgica divina, que del misterio de
la Trinidad lleva al misterio de la Redencin del
mundo por medio de Jesucristo. La Redencin
realizada por el Hijo en el mbito de la historia terrena
del hombre realizada por su partida a travs de la
Cruz y Resurreccin
COMENTARIO: Es decir hermanos no hay resurreccin si no
hay cruz o no ha vida si no hay muerte, pero que
muerte.muerte al pecado, a lo que nos ata, a lo que
nos provoca, a lo que no me deja caminar, etc.
es al mismo tiempo, en toda su fuerza salvfica, transmitida al
Espritu Santo: que recibir de lo mo. (16:14 l me

glorificar, porque recibir de lo mo y se lo


anunciar a ustedes. 16:15 Todo lo que es del Padre
es mo. Por eso les digo: "Recibir de lo mo y se lo
anunciar a ustedes". [Jn. 16, 14-15]). Esto indica que
segn el designio divino, la partida de Cristo es condicin
indispensable del envo y de la venida del Espritu Santo,
indican que entonces comienza la nueva comunicacin
salvfica por el Espritu Santo.
COMENTARIO:
Por qu la nueva comunicacin?, es acaso
que ya Dios se haba comunicado con nosotros?, claro
que si es decir hermanos ya en los tiempos antiguos
Dios haba empezado su plan salvific para con el
hombre as, como Dios Padre anunciaba o hablaba y
preparaba o adverta a su pueblo a travs de sus
elegidos o ungidos para no pecar, para no ser esclavos,

para obedecer, para agradecer, para regresar a l


entre otras cosas, porque l desea lo mejor para
nosotros, as el Verbo en la plenitud de los tiempos
tomo la condicin humana y se hizo hombre como
nosotros menos en el pecado, para que? Para que
vino? Para hablar como los profetas, para hablar que
no debemos pecar, solo para eso? No hermanos l
mismo Dios se hace hombre para cumplir las
promesas y alianzas del Padre Celestial con el hombre,
es decir viene el Mesas prometido, Jesucristo
trayendo buenas nuevas de gran gozo, para que se
cumpliera la profeca: 4:18 El Espritu del Seor est
sobre m, porque me ha consagrado por la uncin. l
me envi a llevar la Buena Noticia a los pobres, a
anunciar la liberacin a los cautivos y la vista a los
ciegos, a dar la libertad a los oprimidos 4:19 y
proclamar un ao de gracia del Seor. (Luc. 4:18-19).
Es en base a este gran amor de Dios por su creacin
que enva a su Hijo para que por medio de l seamos
salvos y vivamos una vida plena: 3:16 Porque Dios
am tanto al mundo, que entreg a su Hijo nico para
que todo el que cree en l no muera, sino que tenga
Vida eterna. 3:17 Porque Dios no envi a su Hijo para
juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por
l. (Jn. 3:16-17). Ahora bien nos habla de la nueva
comunicacin salvfica por el Espritu Santo, es decir
hermanos, ese Espritu Santo presentado por Jess, el
que ensear todo y nos har recordar todo lo que l
Seor ha dicho, l, que convencer al mundo en lo
referente al pecado, el que es el Espritu de la verdad,
que nos guiar hasta la verdad completa, l, que
glorificara al Seor, l que es una Persona, y que le

pertenece un obrar propio, de carcter personal. En


efecto, Jess, hablando del Espritu Santo, dice a los
Apstoles: Vosotros le conocis, porque mora con
vosotros y en vosotros est (Jn 14, 17)..
12. Es un nuevo inicio en relacin con el primero,
inicio originario de la donacin salvfica de Dios que
se identifica con el misterio de la creacin. As leemos ya
en las primeras pginas del libro del Gnesis: En el principio
cre Dios los cielos y la tierra ... y el Espritu de Dios (ruah
Elohim) aleteaba por encima de las aguas. (Gn 1, 1 s.). Este
concepto bblico de creacin comporta no slo la llamada del ser
mismo del cosmos a la existencia, es decir, el dar la existencia,
sino tambin la presencia del Espritu de Dios en la
creacin, o sea, el inicio de la comunicacin salvfica de Dios a
las cosas que crea. Lo cual es vlido ante todo para el hombre,
que ha sido creado a imagen y semejanza de Dios: Hagamos al
ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra. (Gn

1, 26). Hagamos, se puede considerar que el plural,


que el Creador usa aqu hablando de s mismo, sugiera
ya de alguna manera el misterio trinitario, la presencia
de la Trinidad en la obra de la creacin del hombre?
COMENTARIO:
As Hermanos como esperamos nacer y
renacer de nuevo. As como el primer hombre formado
del barro recibi el soplo, el hlito, el viento de la boca
de Dios, que llen de vida su ser, as el nuevo hombre,
el hombre nuevo que nace de Jess, en comunin con
l, necesita tambin de este soplo, del Espritu. En
comunin con Jess, recibiendo el don de lo alto.
El lector cristiano, que conoce ya la revelacin de este misterio,
puede tambin descubrir su reflejo en estas palabras. En
cualquier caso, el contexto nos permite ver en la creacin del
hombre el primer inicio de la donacin salvfica de Dios a la

medida de su imagen y semejanza, que ha concedido al


hombre.
13. Parece, pues, que las palabras pronunciadas por Jess en el
discurso de despedida deben ser ledas tambin con referencia a
aquel inicio tan lejano, pero fundamental, que conocemos por
el Gnesis. Si no me voy, no vendr a vosotros el
Parclito; pero si me voy, os lo enviar. Cristo,
describiendo su partida como condicin de la
venida del Parclito, une el nuevo inicio de la
comunicacin salvfica de Dios por el Espritu Santo
con el misterio de la Redencin. Este es un nuevo
inicio, ante todo porque entre el primer inicio y toda la
historia del hombre, empezando por la cada original
, se ha interpuesto el pecado, que es contrario a la
presencia del Espritu de Dios en la creacin y es,
sobre todo, contrario a la comunicacin salvfica de
Dios al hombre. Escribe San Pablo que, precisamente a
causa del pecado, la creacin ... fue sometida a la
vanidad... gimiendo hasta el presente y sufre dolores
de parto y desea vivamente la revelacin de los hijos
de Dios. (Rm 8, 19-22).
14. Por eso Jesucristo dice en el Cenculo: Os
conviene que yo me vaya; Si me voy, os lo enviar.

(Jn 16-7). La partida de Cristo a travs de la Cruz


tiene la fuerza de la Redencin; y esto significa
tambin una nueva presencia del Espritu de Dios en la
creacin: el nuevo inicio de la comunicacin de Dios al
hombre por el Espritu Santo. La prueba de que sois
hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el
Espritu de su Hijo que clama: Abb Padre!, escribe
el apstol Pablo en la Carta a los Glatas. (Gl 4, 6; cf.

Rm 8, 15). El Espritu Santo es el Espritu del Padre,

como atestiguan las palabras del discurso de


despedida en el Cenculo. Es, al mismo tiempo, el
Espritu del Hijo: es el Espritu de Jesucristo, como
atestiguarn los apstoles y especialmente Pablo de
Tarso. (Cf. Gl 4, 6; Flp 1, 19; Rm 8, 11). Con el envo
de este Espritu a nuestros corazones comienza a
cumplirse lo que la creacin desea vivamente, como
leemos en la Carta a los Romanos.
El Espritu viene a costa de la partida de Cristo. Si esta
partida caus la tristeza de los apstoles, (Cf. Jn 16, 6). y
sta deba llegar a su culmen en la pasin y muerte del Viernes
Santo, a su vez esta tristeza se convertir en gozo. (Cf. Jn

16, 20). En efecto, Cristo insertar en su partida redentora


la gloria de la resurreccin y de la ascensin al Padre. Por tanto
la tristeza, a travs de la cual aparece el gozo, es la parte que
toca a los apstoles en el marco de la partida de su Maestro,
una partida conveniente, porque gracias a ella vendra otro
Parclito. (Cf. Jn 16, 7). A costa de la Cruz redentora y por
la fuerza de todo el misterio pascual de Jesucristo, el Espritu
Santo viene para quedar se desde el da de Pentecosts con los
Apstoles, para estar con la Iglesia y en la Iglesia y, por medio
de ella, en el mundo. De este modo se realiza definitivamente
aquel nuevo inicio de la comunicacin de Dios uno y trino en el
Espritu Santo por obra de Jesucristo, Redentor del Hombre y
del mundo.

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