Capitulo 1
Capitulo 1
Capitulo 1
Aquellas cosas que lo cambia todo Hace varios aos en el pasado de Thundera -Esto no es gracioso Pamhela, no lo es. -No me importa lo que pienses molestia con patas, ve a morirte a alguna otra aparte, quiero esta sola. La chica de una corta y lacia cabellera pelirroja le dio la espalda y se cubri con una sbana blanca de encajes dorados. -Cre que eras mi amiga. -Eres un verdadero idiota, a nadie le importas un carajo. Ella habl en una voz montonamente baja. La nica razn por la que ellos fingen ser tus amigos es por una orden. -No es verdad! Mientes! La chica se gir y con unos ojos vacos e inexpresivos habl con suma mordacidad.
-Incluso tu padre no te soporta, lo veo en sus ojos, l te detesta tanto como el resto, tanto como yo. Su respiracin era agitada con un dolor que les escoca el pecho y bajaba a su estmago. -Si t no existieras, si tan slo fuera Tygra, lo hara sin ninguna duda, pero ni siquiera me mira y yo tengo que fingir, ahora ya no importa, estoy arruinada gracias a t, espero que sufras por esta humillacin. Haciendo una rabieta, la chica se cubri nuevamente con la sbana que apenas cubran sus largas piernas. -Eres muy cruel, yo te he tratado como un amigo cercano desde un principio. -Amigos cercano dices? La chica se levant con enojo del camastro empujando al adolecente cuya cabellera larga y rojiza le caa por los hombros, no era demasiado fuerte, ella en cambio era vital, sin problema alguno lo arrincon contra la pared aplastndole de los hombros. Nadie en este maldito lugar es tu amigo enano, yo estoy obligada por mi padre sabes lo que es eso?, lo que es no tener la libertad de elegir, me rio de tu amistad. -Por qu me odias tanto? Nunca he hecho nada Pamhela le dio una potente bofetada derrumbndole aparatosamente en el suelo. -No te atrevas siguindote todo el tiempo, tolerando tus rarezas, teniendo que fingir una sonrisa que no siento, ser la amiga no solo eso!, sino la prometida de tu imaginacin, no sabes la vergenza que siento al estar con mis amigos, el rechazo social que me produce estar cerca de ti, ser tu niera. -Pero ellos nunca han sido malos con nosotros, son nuestros amigos.
-Nuestros amigos? Pequeo, pequeo tonto, no tus amigos son como yo, obligados a tolerarte, a sonrerte, ellos no tienen opcin, eran mis amigos y ahora ahora son enviados por sus padres a servirte, a servir a nuestro pobre y dbil futuro rey. -No lo saba, lo juro. -Lrgate. Dijo en una voz apenas audible con esa mirada poseda por el odio. -Lrgate! Y agarrndole del brazo ella le sac del cuarto de castigo y cerr la puerta de un portazo. Quera decir un argumento a su favor, un argumento que cambiara las cosas, iba a darle una buena noticia, iba a decir que gracias a su intervencin, gracias a un gesto noble de su parte, ella no tendra que irse de su lado, que l la perdonaba. De rodillas en el suelo, siendo observado por un soldado, ese mismo soldado que le trataba cortsmente o se detena a saludarlo, a bromear con l y Pamhela, esa vez no lo hizo, parte de una actuacin, un deber, al que chico haba despertado, y entonces ya no haba ms necesidad de hacerlo. Se qued unos momentos en el suelo, hasta que ella pate su puerta para que se marchara de una buena vez, entendiendo que segua en ese lugar. El resto de la noche fue una espera horrible por el siguiente da, su vida haba dado un giro imprevisto, se parta la cabeza de pensar lo que suceda realmente a sus espaldas, eso lo haba cambiado todo. Tal vez fue por el tono de su voz o la manera en que se comport, que el consejero del rey no le dijo nada cuando este le solicit su ayuda para evitar que su padre tomara acciones por la grave ofensa de Pamhela. La delicada situacin no haba sido comunicada al padre de esta, pero la gente especulaba, el movimiento de tropas se increment a tal punto que perturb a los seores feudales, miembros de la corte y de la familia real, que se vieron presionados por los rumores de un grave incidente que podra acarrear una sangrienta purga. Asociar, unir puntos, era una profesin en la corte real, nadie abra la boca, aunque todos y cada uno de ellos preparaban sus salvaguardas. Con los primeros rayos del Sol, no se detuvo a saludar a la guardia como siempre haca, no pas a visitar a sus supuestos amigos, el guardia neg con la cabeza a su otro compaero cuando este asumi su usual actuacin cercana. Pamhela no se haba levantado, pero cuando lo hizo no haba ningn molesto chiquillo esperando por ella con una rosa. Se observaba intranquila, esperaba poder desahogarse con sus amigos, esos amigos que se vean obligados a fingir, ninguno, ni siquiera el ms rezagado en la escala social se atrevi a cruzarse con ella, y eso le brind la experiencia ms terrorfica de toda su vida. Si Lion-O pas un infierno esos das, la felina comenz su calvario de paranoias cuando se dio cuenta de lo que se armaba a su alrededor; pronto su padre lo sabra, la noticia de que una de las aspirantes a convertirse en esposa de uno de los prncipes, haba sido defenestrada de la corte por una ofensa contra el rey, precisamente aquella que por su amistad con uno de los prncipes haba sido la candidata ms probable a convertirse en su esposa y futura reina del imperio thunderiano. Pamhela siempre detest tener que ser la prometida de un pequeo y dbil len, en cambio, si hubiese sido la prometida de su hermano, de mil amores se postrara a sus pies agradecida, esos das lleg a reconsiderar su decisin y la manera en que se enemist con el nico que le segua como un perrito faldero de un lado a otro.
-Miren! all va nuestra orgullosa reina, dijo abiertamente una de las hijas de una de las tantas damas de la corte al pasar a su lado. Su madre le corrigi, aunque fue sumamente indulgente con el desliz de su hija, como muchas otras damas de la corte que le dirigieron burlas ms discretas. -Es que ya dejan entrar a mestizas a la corte? Otra dama se aventur a decir. -La magia de los clrigos es tan grandiosa, mira como tornan a curiosa pueblerina en una furiosa leona real, si tan solo arreglaran el defecto de los ojos una pena. -Ji, ji. Se rean con mucha discrecin, eran mordaces e hirientes con sus gestos refinados, como si ella no perteneciese a ese crculo lleno de halagos y promesas vacas. Huy de ese sitio y se refugi en su cuarto, manchando su precioso vestido blanco con la tierra del patio mojado, le haban expulsado sin apenas mover una ceja, Lion-O no dejaba de observarle, no dejaba de ver como la chica que por un lado le negaba toda posibilidad de amistad, a su ver era una persona engaada, ciega ante su propia situacin, sin ver los intereses montados en torno a ella. El castillo de naipes se derrumbaba para Pamhela, la orgullosa leona que una vez se dio el lujo de rechazar a un futuro rey, Jaga que vea como el prncipe le torturaba, no se opuso a que continuara, pues finalmente Lion-O comparti la pena de verle en aquella situacin, sin obtener la menor satisfaccin. Con el paso de las semanas todo pareca como antes y Pamhela ya completamente desentendida de esa paranoia que sinti, volvi a su rutina habitual. La corte pareca haber superado el traspi y aunque el rey no pas por alto la ofensa, por alguna razn no hizo nada al respecto. Aunque el rey estuvo muy enojado en un principio, pareca que en efecto, mediante su splica a Jaga, Lion-O haba conseguido que no hubiera ninguna represalia. Nada ms lejos de la realidad, como descubrira tiempo despus. Ajeno a estos problemas, el prncipe Tygra regresaba con los cadetes, y todo mundo pareca recibirle como el hroe de una gesta heroica, Pamhela se encontraba con sus inseparables amigas de la corte, le sonrea orgullosa, ajena a lo pasado, ajena a l, eso agri su corazn que se llen de celos y un odio puro que le quemaba las entraas. Para colmo, el general Lynx-O le dijo que al ser tan pequeo, ellos haran una excepcin con l permitiendo integrarse a sus filas, el general no intentaba ser cruel, pero si ahorrarle una mala experiencia, por lo que se desisti, su padre no hizo el menor intento por corregir a su general. Lo ms duro era ver lo orgulloso que su padre biolgico se senta de su hijo adoptivo. Es su ingenuidad esper por la disculpa de Pamhela, esper por un gesto amable que recompusiera su relacin, se la pasaba en su cuarto y de all Jaga le llevaba a la sala de estudio, distrado y aptico, se aburra entrenando esgrima con un viejo felino que con poca fuerza responda a sus lances, con un anticuado estilo muy distinto al intenso entrenamiento que el general Jaga daba a la lite de sus soldados, entre los que se encontraba su hermano. Regresaba a su cuarto para meditar las palabras de la que crea su inseparable amiga, no poda concebir ese rechazo tan profundo que ella tena por l, dos das pasaron y cada vez que Jaga vena por a l para las diversas actividades del da, deca que estaba indispuesto. El mdico de la corte lo visit y al ver sus ojos deprimidos y sin vida, nicamente le recomend reposo, pues la debilidad del chico comenz a desarrollarla desde su dcimo cumpleaos.
Nadie fue a verle en los das posteriores, tal vez, al advertirle tan enfermo, pens que ella se preciara a hacerle una visita, slo una palabra y todo volvera a la normalidad. Pero nada, se cans de estar en cama y se levant, dndose cuenta que ya le esperaba uno de sus maestros. Estaba completamente distrado, as que al final, viendo su angustia, el maestro fue paciente con l y le permiti que regresara a su cuarto. Comenz a considerar la posibilidad de que era el nico culpable de lo que pasaba, eso le llev a la idea de que deba ser el primero que ofreciera una disculpa, posiblemente ella esperaba precisamente eso y sin saberlo, l estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua por estar encerrado en su cuarto. Con ese pensamiento se lleno de esperanza, era despus de todo alguien enamorado que no conoca de lmites, ni de lgica. Escapando de la vigilancia de la guardia, se sali por una de las ventanas, dirigindose, ya en el suelo, a los largos patios donde la corte real se asentaba, al lado las construcciones dedicadas al reposo y entretenimiento de sus infantes. Lo que encontr le parti el corazn, no exista esa chica que le esperaba arrepentida, esa chica con quien fantase, dispuesta a trabajar en una amistad rota. Ese felino era uno de los hijos de los seores feudales, era alto y guapo, el tpico chico que una princesa seguramente vera de reojo, un chico popular en toda la extensin de la palabra. Se estaban besando, su propia boca tembl al ver la escena, sin preocuparse de que les vieran, desprendidos de toda vergenza, plcida y complaciente Pamhela y ese sujeto se besaban entre risitas cmplices, se divertan con el resto de sus amigos, una diversin a la que era completamente ajeno. Si poderse mover, les mir y les mir, escuch cada palabra que sala de sus bocas, la forma en que se dirigan a sus sirvientas, los juegos que hacan cambiando de parejas, girando una botella, soplando al odo de su rival, ofreciendo la mano, dando un clido beso en la mejilla, no importaba el gnero, un juego despus de todo. Pamhela estaba extasiada, libre de un peso enorme que amenazaba con aplastar su cordura, los chicos se tienen que divertir y sin esa cadena a sus espaldas, poda vivir la vida que siempre haba soado. La lluvia empez a caer, aumentando su intensidad con el paso de los minutos, los truenos, los relmpagos danzaban en el cielo distrayendo su amena reunin, el instante que ella le vio hizo que tirara su taza de porcelana, que en mil pedazos se revent antes de que la sirvienta pudiera hacer nada para evitarlo. -Sucede algo? Le pregunt su acompaante, la sirvienta se aproxim a la ventana que fue agitada con violencia por el viento, prendi la luz elevando una vara que ilumin con un brillo amarillento el exterior. -No, nada, regresando lentamente a su asiento se qued mirando al exterior, lo que hizo que gradualmente todos se callaran, incluso los msicos. Nerviosa pareci palidecer. Su cara fue adquiriendo una expresin terriblemente enojada e indignada. -Ese mocoso maldito! Dicho esto se levant asustando a su corte y de un portazo sali al exterior a paso marcial, dirigiendo sus esfuerzos a los aposentos reales, a donde se meti para buscarle, pero al abrir la puerta de cuarto y ante el asombro de los guardias, no se encontraba. ####
Palacete de la Corte real La vida demostraba jugarle una mala pasada al joven len, no conoca a esa gente en absoluto, la corte que cada semana se reuna a la mesa del rey, era rgida e impaciente en su presencia, un lugar dado a las malas caras del rey, sus disgustos, sus discusiones con su hermano adoptivo, el prncipe Tygra. Pero esa noche rean, el rey, su hermano y amigos, los seores feudales y sirvientes, todos rean, Lynxana y el Conde, el alcohlico padre de Pamhela que miraba sin decoro a una joven mucama, que hizo de la vergenza de una chica un tema de comidilla del que todos, incluso el rey participaban. La madre de Pamhela estaba cerca del rey Claudus, sentada a su derecha, demasiado cerca, quien afirmaba con la cabeza a lo que ella deca, no haba rigidez alguna en su rostro, era lo contrario, ambos hacan cosas que l nunca esperara de la mujer de alguien sentado a unos pocos asientos de ellos, la manera en que acercaba sus manos, que cerraba sus ojos y abran sus bocas en una guerra de flirteos. Tygra no prestaba atencin ignorando lo evidente, era el rey despus de todo, pero Lion-O temblaba en clera, no era nicamente la inmisericorde lluvia que hizo que los guardias se retiraran a las protegidas almenas sobre los accesos a palacio, senta una indignacin autntica, una vergenza ms all de lo conocido. Se limit a observar, a su padre con la mirada, intentando entender aquello a lo que toda su vida haba sido ciego, l rey fue el primero en levantarse, todos ya lo saban, incluso el esposo de esa mujer, que daba ala ancha a su oficioso vicio manoseando a la impotente joven, Tygra sigui con sus amigos, retirndose a su cuartel al hacer la reverencia al rey que le felicit por su desempeo en la academia militar, la madre de Pamhela desapareci. Los gemidos de una mujer eran algo completamente desconocido para Lion-O, pero no haba placer en ello o inquietud, ningn misterio en absoluto de su temprana adolescencia despert, era el dolor de la mentira, de aquellas cosas que lo cambiaron todo, que rompieron su idea de lo real. Era impotente ante lo que vio y escuch, a las nuevas experiencias de un mundo al cual haba estado ciego, viviendo una ficcin de nobles caballeros, reyes de gestas interminables, con rectitud y rigor, eran personas despus de todo, pero Lion-O no escuchaba sus propias razones. Salida de la nada, Pamhela le jal con fuerza para protestar creyendo que l intentaba acusarle con su padre, l no se movi, ella gritaba y pataleaba sin que atinara a entender de qu se quejaba, Lion-O movi el brazo y de un fuerte movimiento plant su palma en el rostro de la felina, que se derrumb al suelo mojado con total asombro. Con el ajetreo, los guardias por fin despertaron hacindose de la vista gorda, Pamhela estaba en el suelo de la duela donde el pequeo rey como muchos le decan, estaba parado frente a la puerta de las habitaciones del verdadero gobernante de Thundera. El clrigo Jaga y el general Lynx-O llegaron a su lado alarmados. La madre de Pamhela con su bata blanca y casi transparente revelando su desnudez, apareci primero, se escuch el ruido de su trquea pasando la saliva, no supo por quien lo haca, si por su hija que no pareca ajena al suceso o al chico con una espeluznante mirada fija en su cara. El rey al que nicamente le dio tiempo a acomodarse los pantalonillos, mostrando su enorme abdomen, sali despus. Un simple gesto bast para que todos sin excepcin se retirasen del lugar, pero Lion-O estaba firmemente erguido, pese a su ropa mojada, pese al enojo que presionaba su corazn convulsivamente. -Escucha pequeo Lion-O apart la mano del rey de un golpe de su mano.
#### Los das pasaron y Lion-O que fue llevado a un cuarto sin ventanas, pas su tiempo recluido cuando se abalanz contra el rey para atacarle, para lavar una ofensa demasiado grande. Lo que est hecho, est hecho. Fue la respuesta de su padre luego de abofetearle, no haba motivo para llorar, ni para estar triste, su cara no atinaba a formar una expresin. Sobrevivi los das posteriores como un mero milagro, su salud se vino abajo y su mirada que era deprimida en un principio, pas a una completamente hundida con ojeras oscuras muy marcadas en sus cuencas, cuyos ojos no se dirigan a ningn punto en particular. Fue bastante extrao, porque cuando Pamhela le visit -lo que no hizo en todo ese tiempo- no hubo alegra o sosiego a su corazn, ella dijo algo, no recordaba qu, para l no haba excepciones, era como si ella no se diera cuenta del cambio que haba provocado por sus crueles palabras y actitudes. La nica respuesta que encontr, fue la nica posible; l intent estrangularle con sus dbiles manos, tirndola al piso. Voy a matarte mestiza de mierda! Voy a matarte! Repeta encima de la chica que le daba de puetazos en la cara, cuando Jaga intervino para separarlos, l estaba convulsionndose en un charco de sangre. La noticia de que el joven rey estaba agonizando dio un duro revs al propio rey, cuya posicin con un heredero dbil, no se sostena salvo por una espada, pues la corte real no se compona de seores feudales lo suficientemente representativos y esto demostr lo vulnerable que era a una sublevacin para imponer a otro rey o un nuevo heredero, aunque sin Grune a la vista, los rivales populares entre el populacho no abundaban. Desde luego su vida personal tampoco pasaba por un buen momento, de molestarse con la sola presencia del chico, ahora era este quien se negaba a recibirle, si le obligaban, las cosas eran mucho peores y debido a que su dbil corazn no pareca soportar ese estrs, el rey, humillado en su propio orgullo, esperaba fuera, sentado en una banca de madera hecha para los sirvientes, quienes deban esperar la salida de sus amos por la maana. Lion-O se quedaba con su hermano en su cuarto, la nica persona que pareca tolerar, quien descansaba sus piernas sobre un respaldo a lado cama destinado para ese propsito, leyendo en su silla sin perturbarle demasiado, por lo general el chico era muy parlanchn y vivaracho, hasta el punto de fastidio, pero en todas esas horas despierto, no dijo una sola palabra. Vomitaba continuamente la comida, ya en un punto en la que los mdicos de la corte no vean futuro en su salvacin, el viejo Jaga no se rindi y eso nicamente alarg su sufrimiento. Jaga desaconsej la estancia de su hermano, el pequeo prncipe pareca ajeno al mundo y eso no ayudaba a la salud de ambos. Al salir a despedir el regimiento del general de generales Lynx-O, de viva voz pudo apreciar el sepulcral silencio en todo el reino, Tygra que no pareca dispuesto a aceptar lo que pasaba, intent justificarlo como una actuacin ms de su atolondrado hermano, senta mucha preocupacin por su padre, pero el rey le inst de manera vehemente a que se fuera con el general. Claudus nunca le dijo la verdad, de que la verdadera razn de enviarle lejos, era para que el ejrcito regular le protegiera en caso de que su hermano muriese y se desatara una sublevacin generalizada.
Para su alivio, el fatal desenlace que todos esperaban no ocurri y el joven len salv la vida por los esfuerzos de su clrigo, quien milagrosamente mantuvo su vida, aferrndose hasta el ltimo aliento del muchacho, l pareci mejorar su humor, mostrando una tmida risa. Muchas caras -la mayora- se vean relajadas de que no pasara de un susto, de un bando u de otro, si una sangrienta sucesin se desataba, nadie estara a salvo, y en el proceso de elegir un bando definitivo, habra perdedores y ganadores, no haba ninguna garanta de ganar y el alivio recorri sus pulmones. El intento de suicidio del pequeo prncipe sucedi no muchos das despus, cuando la luz menguaba y la vigilancia se relajaba. No hubo ningn melodrama, Lion-O se arroj de lo alto de una torre, estaba arrepentido un instante despus de saltar, porque se dio cuenta que en verdad no deseaba morir, conforme descenda las lgrimas se apoderaron de l y supo que se haba equivocado nuevamente. Para el guardia que le vio arrojarse desde una de las torres, el horror en su rostro era indescriptible, fue quien llam la atencin al rey que ya le buscaba. Temiendo lo peor, el rey corri presa de una angustia de padre que raramente le mostraba a su hijo, llegando al patio norte seguido de Jaga y la guardia de palacio. Cruzaron la verja, mientras Jaga con los ojos totalmente desubicados, era incapaz de correr a gran velocidad, arrepentido de haber perdido de vista al chico, definitivamente no quera ser el primero en verle. Pero eso que pareca ser un fatdico da, adornado por la tragedia de los odios de un pasado que no desapareca, all encontraron al chico que intentaba levantarse, sin dao aparente. -Hijo mo! Claudus abraz al pequeo que tena una mirada perdida pero tranquila. -Prncipe?! qu ha sucedido? Te has lastimado?! Jaga casi gimote al borde de las lgrimas. -Me salv. Dijo con una voz que se fue cortando hasta las lgrimas. Su padre recorra con sus manos la cabeza del chico. -Quin? cmo? -Fue un ngel, un ngel me ha salvado la vida. Y sin dejar de sonrer, por fin pudo conciliar el sueo, envuelto en una nueva fantasa, lleno de dicha. -Qu tienes en la mano Jaga? El viejo clrigo mostr al rey una pluma blanca, de un cuerpo largo y grueso, que no pareca pertenecer a nada de lo que ninguno de los dos hubiese visto antes y eso les llam poderosamente la atencin. Jaga y Claudus miraron a lo alto de la torre y se maravillaron de un suceso demasiado irreal para ser cierto y aunque Jaga no dej de interesarse en ello, el tema qued como un tab, que el mismo Lion-O pareci olvidar rpidamente. #### Con el transcurso de los das su humor fue dando paso a su habitual estado natural; risueo y feliz, jugaba con ese extrao felino que das despus apareci mgicamente rascando a su puerta, por mucho que intentaron separarlos, ambos se haban vuelto como ua y carne, era tan alegre que el chico pareci olvidarse de todo aquello que le haba atormentado esas semanas, regresando a su anterior rutina que dej satisfecho a su padre, quien mand a desmontar las torres que rodeaban palacio, expandiendo an ms un patio lleno de rosas.
De Pamhela poco o nada volvi a saber, su madre rompi el acuerdo matrimonial con su esposo y tomaron caminos separados, no intent averiguar cual, ella haba dejado de existir para l, como cada aspecto relacionado a su memoria. Si bien las cosas no empeoraron en el corto plazo, lo cierto era que la relacin de Lion-O con su padre se haba fracturado de una manera sutil, pero radical, el prncipe ya no peleaba por ser aceptado, los insultos e indirectas que le lanzaban en la corte o los habitantes del reino las ignoraban. De la noche a la maana se volvi alguien terriblemente introvertido, no tena amigos, ni intentaba buscarlos, no se apareca en ningn evento pblico, ni molestaba con su presencia las reuniones del rey con la corte, las nuevas candidatas apenas le conocan, si le esperaban con sus padres a la entrada del recinto, l desapareca y regresaba cuando ya se hubiesen marchado. Sus aficiones por la tecnologa comenzaron no mucho tiempo despus, llenando su cuarto de dibujos extraos. Si por orden del rey requisaban lo que tuviera en sus inventarios, todo desapareca como por arte de magia tras una pared falsa que aos antes haba descubierto. El rey Claudus vio que su hijo biolgico era desatendido y ocioso, no volvi a mostrarle el afecto que l siempre rechazaba. Se tom ms enserio aquellas clases que Claudus odiaba que tomase, ajenas a las tradiciones de los reyes, l no iba a ser arquitecto o ministro de finanzas, cnsul o negociador, sino un rey y eso fue la fuente de sus conflictos en los aos venideros y una fuente de dolores de cabeza para su padre y hermano. Y es que aquellas cosas que lo cambiaban todo, aquellas cosas que reescriban la historia de la noche a la maana, ya no se podan dejar atrs, y pese al dolor o las risas, las rencillas y las reconciliaciones, las distancias se mantienen, como una regla inexpugnable que separa los corazones trascendiendo el tiempo en maneras indeterminadas y misteriosas, recordndonos que no hay segundas oportunidades, y aunque volvamos sobre nuestros pasos, esa huellas permanecen marcadas indelebles, no importando cuando nos esforcemos en desdibujarlas, como una muda prueba de que estuvimos all y no nos hemos ido del todo.
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Semanas despus de la cada de Avista 1 DCT (Despus de la cada de Thundera) El tanque felino sacaba humo y en los esfuerzos por apagarlo, los avisitianos lanzaron una espuma blanca en inodora que apag el fuego, de cualquier manera el dao estaba hecho, un enorme boquete apareci en la superficie del tanque. Se escuchaba como si el interior fuese golpeado por pequeas piedritas. Panthro y Ro-Bear-Bill se rompan la cabeza gritndole al consejero Horus por la mala calidad de Thundrillium, Lion-O no saba por qu hacan tanto escndalo por un tanque que nunca haba dado muestras de haber funcionado, las aleaciones del motor no soportaban las enormes temperaturas que el thundrillium sucio generaba, y sin una caldera que soportase el proceso de conversin a vapor, l tanque se iba derritiendo poco a poco hasta quedar slidamente unido el metal al combustible, que con el fri se endureca casi instantneamente formando una dura roca de aspecto cristalino.
Estaba bastante deprimido, as que sigui en su lugar con las cabezas de Wily Kit y Wily Kat entumeciendo sus rodillas. Cheetara en cambio retozaba al lado de Tygra sin preocuparse demasiado por el contratiempo, de cualquier manera poda correr a gran velocidad y en su estado actual no le sera difcil llegar primero. Cheetara le mir cerrando los ojos en un gesto amable, l slo bajo la vista y cerr sus ojos, quedndose dormido unos instantes despus sin un gesto de cortesa hacia la clrigo. Para cuando Snarf le mordi la mano exigiendo comida, apenas terminaba la madrugada, en el cielo ya se vea el brillo de la segunda luna que anunciaba con su paso el despuntar de la maana. Carg a los dos felinos en sus hombros y los dej caer sobre su capa que se desabroch para formar un improvisado cobertor que les protega de la humedad del suelo. El alimento de Snarf era muy variado, evitaba darle sobre todo frutas dulces, porque provocaban urticaria y si eso ocurra no dejaba de maullar y chillar durante horas. -Vamos a tener que ir en esas naves de los lagartos. Cheetara habl con su usual tono calmado, sin inquietarse por el desaire del chico, que frotndose la nariz respondi con un cabeceo, bostezando y flexionado su cuerpo. -Deberamos dejar a los nios, dijo Panthro que en sus manos llevaba parte de la suspensin del tanque, Lion-O le seal con el dedo uno de los costados que se haba derretido con el calor, eso enfureci ms a la pantera que lo tir al piso. -Yo Aaahhh, estoy dentro. Wily Kat alz el pulgar. -Yooo, ahummm, igual, le secund su hermana. Lion-O sin responder y quitando a Snarf el cazo vaci de comida, levant a los pequeos, siguiendo al improvisado embarcadero montado sobre una trinchera. -Esto no ser un viaje de campo, si quieren ir deberan dejar de hacer el tonto, dijo Tygra, que usualmente no se meta con los pequeos. -T slo quieres probar ese rifle. Panthro, frustrado, hizo una mueca, no le gustaba volar y haba hecho lo imposible por evitarlo. -Si acabo con unos cuantos lagartos y te salvo el pellejo, no te quejaras tanto panterita. -Madura! Lion-O se puso la vieja armadura de su padre, de cuando este era un adolescente unos aos ms joven que l, era increble que un da entrara en esa armadura tan pequea para su enorme cuerpo. Pas sus dedos por donde un boquete se haba marcado con la esquirla de una explosin. Rasc la superficie, pero no se senta, era un trabajo de restauracin asombroso. -Vas a dejar la espada? Vaya que te has vuelto confiado, dijo Tygra. Lion-O pas sus manos por el cinto de sus pantaloncillos, era verdad, no llevaba la espada, deba haberla dejado en algn lugar que no recordaba, hasta que se dio cuenta que la haba metido en su bolsa de viaje. Su mandbula temblaba de slo pensar en tocarla o llevarla al cinto, y descubri que su respiracin se aceleraba, por qu temblaba? Era la misma espada de siempre, era su cuerpo el que reaccionaba as. Se tom de las manos intentando relajarse a s mismo, temblaba de los pies a la cabeza, una reaccin inesperada, senta miedo de su propia espada. -Pasa algo? Con la mirada de todos puestas en l, Lion-O se volvi para ver el rostro de Cheetara que se recarga sobre su espalda, colocando su mano sobre su hombro, Tygra puso una cara contrariada, pero fue Lion-
O quien tuvo el comportamiento ms anmalo, pues se quit la mano de Cheetara con suma agresividad, y sacando la espada de su bolsa, se apart de la clrigo dedicndole una mirada llena de desagrado. -No! No pasa nada. Dejando atrs a Cheetara con una expresin llena de desconcierto, el joven rey len camin seguido por su mascota sin detenerse a reflexionar su comportamiento. -Dale su espacio, Pumyra ha sido una mala experiencia que ha sacado muchas cosas malas a la superficie, dijo la pantera que sin una mala intencin le record a Cheetara la situacin de las cosas, y sin imaginar lo mucho que cambiaran o que tan lejos llegaran, tenan que seguir adelante, siempre adelante, aventurndose nuevamente en esos oscuros bosques que rodeaban una extraa ciudad, a orillas de un interminable desierto, un ciudad venida del cielo, una historia por dems estrafalaria, si no es porque ellos la convertiran en su hogar y refugio en los meses venideros, de una gesta que se debatira en los libros de historia como un mero mito de ficcin y en eso se haban convertido, en leyenda.
Fin parte 1 de 5
Responder Respuestas 1. Matius Lenin15 de agosto de 2013 18:49 Va a regresar. Responder 3. Annimo31 de agosto de 2013 18:06 Leon-O suisidandose, en que pensas? Y por lo que pusiste de Pamela mejor no la pongas mas Y si la pones Leon-O la reconoceria? Y que fue esa esena que no entendi, Leon-O la golpeaba o fue al reves Responder Respuestas 1. Matius Lenin31 de agosto de 2013 23:13 Si se intenta suicidar, lo hace porque no tiene nadie que le aconseje o una manera de alejar sus demonios personales, pero como ves, a pesar de ello sobrevive para ser alguien ms fuerte de carcter y con un gran corazn, ms que Tygra que nicamente ve su sufrimiento por las cosas que no obtuvo. Lion-O lidia con la prdida y eso es lo que realmente hace crecer a las personas. Pamhela va a regresar, es muy importante para Lion-O, pues es debido a ella que Lion-O pierde el rumbo de su vida y se distancia de su padre. Cuando regrese, dado que es la nica leona, ser a pesar de Lion-O la pretendiente ms probable al trono como Reina. Lion-O intenta ahorcar a Pamhela, pero esta lo golpea a puetazo limpio para librarse de sus manos. Responder 4. Jack Alisson8 de septiembre de 2013 17:41
me fascino, realmente es excelente, la historia y todas esas cosas, pero... me gustaria saber como haces esos dibujos que son perfectos, los haces con algun programa o los escaneas desde tu computador?, me seria de gran utilidad saber eso, ya que a mi me encanta hacer dibujos pero me gustaria mostrarlos en internet, pero paint es una mier.... para eso, en fin, estaria muy agradecido si me respondes Responder Respuestas 1. Matius Lenin8 de septiembre de 2013 19:47 Pues hay varios programas Opencanvas, MyPaint es gratuito, Paint Tool Sai, yo uso una tableta digitalizadora Wacom para hacer los dibujos. Responder 5. Annett Rivero9 de septiembre de 2013 16:39 Una vez ms pues Dios mo pero que pobre infancia y adolescencia de Lion-O! y si es por la Pamhela tampoco era muy felz que se diga, otra traumada ms, ah el unico ms o menos era Tygra, o al menos el que menos le paraba bola a los problemas, el que segn cree la vida fu muy injusta con el no dandole el trono a mi parecer un simple capricho. Pa que carrizo quiere Tygra el trono? acaso eso lo va a hacer ms felz? est bien pelao=equivocado, Lion-O naci destinado a ser rey y le va bien? una vida llena de sufrimiento, ni siquiera es querido ni respetado entonces cual es la envidia que le tiene? Responder 6. Annett Rivero9 de septiembre de 2013 16:48 La mam de Pamhela amante del rey Claudou XD Responder 7. van goldberg22 de septiembre de 2013 19:57 me fascina todo lo que sucede hasta ahora, Lion-O tiene problemas para estar con alguien. cuando lo subirs la siguiente parte? Responder Respuestas
1. Matius Lenin22 de septiembre de 2013 20:35 Estoy editndola este da, creo que tardar al menos cinco horas en subirlo.
Un lugar inhspito lleno de pendientes traicioneras, que una vez fueran cinceladas por el paso de grandes caravanas que soportasen el endurecido terreno rocoso de basalto y sus traicioneras pendientes de hondos precipicios.
A sus pies yacan los restos de la ciudad muerta, la ciudad sin nombre, que una vez fue erigida en toda la cordillera, tragada por el paso de los aos por el denso follaje de los bosques que descendan a los valles del sur y que escalaban los montes del norte hasta perderse en la eternas arenas de la desesperanza, donde las enormes rocas gneas se erosionaban por el choque de poderosos vientos fros y calientes que se encontraba en ese preciso punto. Una vez se entraban en sus interminables grutas, poco o nada se poda hacer si se extraviaba de ellas. La paz de esos parajes solitarios fue eclipsada por el movimiento de vehculos venidos del sur, que en un sepulcral silencio se desplazaban flotando a menos de un metro del suelo, con tan mala suerte a veces, que un mal movimiento se precipitaban por escoriadas horadaciones en la tierra tragndose en el acto decenas de lagartos que gritaban desgarradoramente. En el denso follaje de una de las laderas, se asomaban unos binoculares adornados por un destello color azul de las pupilas del posiblemente ltimo miembro de la tribu de los leones, Lion-O, Seor de los ThunderCats y defenestrado rey de la extinta Thundera.
Su hermano, el prncipe Tygra, seal a uno de los vehculos apuntando con su rifle de plasma, parecan esclavos de algn tipo, el joven rey no estaba seguro e hizo una sea con la mano presenta una trampa o simplemente mostraba nuevamente su inseguridad? Nadie lo saba, Cheetara le puso una mano en el hombro, l le miro recelosamente y continu mirando. -Si no ests seguro, vmonos Lion-O. Le dijo con su usual tono amable, aunque no sin un dejo de duda. Tygra se perturb ligeramente por el gesto de apoyo al obcecado de su hermano, se qued firme en su sitio conteniendo su enojo.
Sobre la plataforma de una de las naves, un lagarto de cuerpo corpulento y cuello corto, pate a uno de los esclavos, nicamente se les vea las orejas peludas, fuera de eso, era difcil saber si eran thunderianos, el esclavo ocult sus pies bajo un andrajosa y gruesa capa de tela sin emitir quejido alguno. Las seales con espejos podan apreciarse en los riscos a ambos lados del camino, delatando la posicin de los lagartos que protegan con francotiradores el convoy. Una cosa le llam poderosamente la atencin a Lion-O, era la primera vez que vean lagartos encadenados en las plataformas de las naves, exhibidos con las marcas de los traidores, muchos de ellos atados sobre largas vigas metlicas soldadas a la proa. -Lion-O! A qu demonios ests esperando? Casi susurrando, el prncipe sigui con la mira telescpica apuntada a la frente del lagarto que con su rifle a contraluz, era incapaz de verles, pero la clrigo hizo que bajara el arma. Un completo desperdicio, pens Tygra; encontraron ese lugar por pura casualidad, un camino secreto que pasaba por debajo de sus narices, siendo usado para el transporte de tropas, insumos y provisiones importantes por los ejrcitos invasores que asolaban la regin Septentrional y las tierras Ecuatoriales en busca de ingentes cantidades de Thundrillium para refinar. Tal era su sed de provisiones y combustible, que los pueblos neutrales fueron obligados a pagarles tributos, ya sea con parte de su cosecha, el oro de los impuestos y desde luego, levantando a cientos y cientos de esclavos que haban obligado al desplazamiento de los pueblos cercanos al desierto y sus arenas movedizas. Si muchos de estos pueblos se regocijaron de la cada de Thundera, el nuevo amo era inmisericorde, tanto como para aorar los aos de relativa tranquilidad, en que la bota de Thundera estaba sobre sus cuellos, una bota que pesaba cada da menos, pues agonizaba como su influencia, producto de las continuas guerras con perros, lagartos y entre los mismos felinos, que le hizo perder casi la novena parte de su territorio en el gris gobierno del rey Claudus. En ese perodo de tiempo, las noticias de ataques a los reinos neutrales se conocan en todo el continente, haban cado en manos de los generales del Seor Oscuro; como le llamaban a cadavrico ser, que se paseaba a sus anchas por el Tercer Planeta, imponiendo su dominio y asegurndose de mermar el apoyo de futuros aliados del fugado sucesor de la Casa de Claudus y la reina Leona. El cambio de los vientos se senta en el ambiente y eso haba ayudado a Avista a lograr mejores tratos de los wolos y otros comerciantes vidos por proteccin, por no decir que la creciente enemistad de los habitantes de los territorios baldos a base de crueldad y malos tratos, rendan sus frutos; pues las naves de estos reptiles mostraban sendas marcas de ataques, algunos transportes llevaban los cadveres de lagartos envueltos en mantas amarillentas sobre sus toldos. La guerra no era ms que una marcha militar, tanto as que los refugiados thunderianos se dispersaron de camino a Thundera, donde les esperaban las tropas de asalto de los lagartos, mismos que demoraban cada vez ms tiempo en regresar sobre sus pasos para contener a los rebeldes que pululaban todo el oriente del continente. En doce meses de conflicto ininterrumpido, los lagartos no haban establecido un reino en las tierras del sur y las tierras que obtuvieron para la cosecha, se llenaban de maleza, prefiriendo el saqueo y la rapia. Se rumoreaba que haban erigido una ciudad en las antiguas ruinas de Lizarnia la Grande, desplazando en un feroz ataque a la famosa ciudad portuaria de los simios y peleando con los piratas por el control de los mares, eso desat reyertas entre las tribus controladas por Slithe y su locos generales, quienes se negaban a perseguir a un rey derrotado que pese a su poder, no pareca ser capaz de nada ms que huir, tribus en las cuales la
verdadera situacin de lo que ocurra en el sur del continente era escaso, como para no saber que haban sufrido una fuerte derrota, muchos de ellos portaban largos tubos que caan por sus narices, as que no todos eran ignorantes de su situacin. Esas guerras por el dominio de una porcin del continente rica en minerales haba consumido los recursos de un ejrcito no muy distinto a una horda desorganizada de rufianes con armas poderosas Haca una semana atrs que una de las aves les alert de la presencia de los lagartos cuando recolectaba insectos para criarlos en los invernaderos de la ciudad de Avista, dicha ruta se dirigan a una zona de interminables cavernas subterrneas, guarecindoles en sus oscuros pasadizos, lejos de cualquier potencial atacante y con razn, porque rastrearles fue espantosamente difcil como peligroso, as lo atestiguaban el elevado nmero de heridos entre las aves y los perros que en el mejor de los casos se fracturaban las patas. Las naves de los reptiles cargaban tanto combustible que no podan volar demasiado alto, ni desplazarse demasiado rpido, eran un objetivo demasiado apetecible para dejarlo ir, sin embargo era la tercera vez que suceda. Lion-O dudaba y eso le haba hecho perder gran parte de la popularidad que haba ganado defendiendo Avista, la gente prefera pensar que haba sido una solitaria nave de Avista que lanz un gas nervioso desconocido, la responsable de la victoria, que un pequeo rey len indeciso, ms cuando el origen de esa falta de arrojo se deba a un enredo amoroso. -A qu demonios estas esperando?! Repiti su hermano crispando los nervios de las aves, quienes aferraban sus armas como una guila a su presa. El joven rey se detuvo a pensar unos momentos y ech un vistazo a Panthro en busca de apoyo, el general pareci decepcionado, aunque finalmente decidi estar del lado de su seor e ignorando los cuchicheos que se escucharon, asinti con la cabeza. "Retirada" Alz el puo cerrado la pantera, seguidamente le dio una palmada a los cachorros, Dobo, el gladiador, con gruidos parecidos a los de un oso advirti a sus guerreros replegarse, siendo imitado por los voluntarios de Avista. Subieron las pendientes en silencio para regresar a casa, conteniendo la respiracin cuando Lion-O resbal torpemente, pateando accidentalmente una piedra, la cual, rebot amenazando con caer por la pendiente y descubrir su posicin. -Rayos! Lion-O se quej por su mala fortuna. Frurrummm! -La tengo! Panthro estir su brazo neumtico varios metros y tom la piedra entre sus dedos mecnicos, debajo de l un lagarto alz la vista, pero no fue capaz de ver nada. Se arrastraron hasta que todo estuvo despejado, escalando para bajar nuevamente por el accidentado terreno, Cheetara le ofreci la mano a Lion-O, quien a pesar de la dificultad que le representaban los escarpados, no acept su ayuda. -Gracias, puedo hacerlo slo, dijo en un tono montono dedicndole una mirada fra. -Pues no lo parece nio desagradecido. Tygra le dio un fuerte puetazo en el hombro con hasto sin que Lion-O se defendiera. Los perros miraban con un poco de asombro por la manera en que el tigre se diriga al joven len que calificaba de su rey.
-Por favor, no hagas esas cosas Tygra, no es bueno para la credibilidad de Lion-O. Le dijo la clrigo, quien a pesar de su expresin reprobatoria, mostraba un aire intranquilo, de nada sirvi el inters que mostraba al rey intentando apoyarle, pues lo que quera Lion-O era algo en lo que ninguno de de su grupo estaba de acuerdo, su distancia sigui incrementndose hasta el punto en pasaban das sin hablarse o verse, le trataba de manera cortante y eso le sacaba quicio a Tygra, quien trataba de protegerle o celarle innecesariamente si ella insista demasiado. Lion-O, posedo por una depresin y la tristeza creciente, se despertaba abruptamente en medio de la noche gritando y sollozando hasta darse cuenta que nicamente haba tenido un sueo. Segn les cont noches despus el joven rey, era un pesadilla recurrente en la que su padre, envuelto en lamentos, suplicaba por perdn para que le liberasen de una oscura prisin de la que se le podan ver sus gruesos brazos emerger intentando alcanzar la luz, Pumyra entonces llegaba con un cuchillo de hoja negra con la que trat de asesinarle, hasta que Lion-O se encontr frente a ella con su espada desenfundada lista para detenerla, enterrndosela en el vientre, que momentos despus mora en una horrible agona entre sus brazos, Cheetara y Anet estaban de acuerdo en que era una premonicin. Anet le dijo que Claudus representaba a Thundera y Pumyra el odio que acechaba su futuro, la espada de LionO representaba una decisin dolorosa pero necesaria, Tygra inmediatamente asumi sin dobles lecturas que Lion-O deba hacerse cargo de Pumyra, una cosa que a su hermano slo de pensarlo le causaba mucho dolor y le llenaban de demasiadas dudas, porque aunque l no quera aceptarlo y pese a lo mucho que le doli su traicin, deseaba salvar genuinamente a Pumyra. Recorrieron un largo trecho hasta el lugar donde los elefantes Anet y Aburn meditaban alzando sus largas trompas, mismas que podan sentir las vibraciones a decenas de kilmetros a su alrededor, mostrando una perfecta postura de meditacin de loto. Los cachorros como Panthro y Cheetara se acercaron atrayendo a los lderes del consejo de Avista y los gladiadores de la ciudad de los perros o ciudad de Khan, al que los felinos nunca se referan por su nombre, pues rememoraban al Gran Khan, el ms poderoso lder de la jaura de los chacales, que mil aos atrs haba provocado una de las mayores derrotas de Thundera, arrebatndoles el desierto y largas porciones de pantanos, as que los perros no estaba impacientes por traer esas viejas rencillas del pasado. Los canes eran muy leales una vez encontraban un lder que consideraban poderoso y justo, Dobo haba visto una prueba del poder genuina de joven len y pese a las reticencias y creciente incertidumbre de sus subalternos, pareca ser el nico que apoyaba al felino de forma slida, aunque su manera de hacerlo distaba de lo que una persona pudiese calificar de amistosa, poniendo a sus perros para formar un muro de separacin entre l y su grupo, sabiendo lo que sucedera a continuacin. Y es que Tygra, aprovechando el descuido de Cheetara detuvo a Lion-O, tena un molesto orgullo y no importaba si era su hermano, ofender a su mujer estaba fuera de los lmites, as que le dio donde ms le dola. -Qu demonios te pasa?! Por qu ordenaste la retirada? No entiendo porqu te portas como un nio, esa traidora no lo vale. -No he dicho que lo haga por ella, as que djame en paz. Le respondi con murmuraciones, evidentemente menta. -O si no qu?, vas a empezar con otro de tus teatritos?, ests llamando la atencin como hacas antes, cando manipulabas a nuestro padre, tu terquedad un da va a hacer que uno de nosotros muera en manos de esa bruja. Lion-O intent avanzar, pero en el forcejeo era evidente que no ganara nadie si se alzaba la voz. -Dijiste que me seguiras a donde fuera esto lo mximo a lo que has llegado?
-No saques esto de contexto, no es mi culpa que no puedas aceptar lo evidente sin usar la espada. -Evidente? No hay nada evidente aqu, todos fuimos engaados. -Habla por t, saba que esa chica era una manzana podrida, apostara la espada a que nunca hubo nada real entre ella y nosotros. -Seguramente lo sabes, en vista de que ya la apostaste una vez. De un movimiento rpido, finalmente se deshizo de su agarre y avanz hasta Anet, siendo dejado pasar por el muro de perros en torno a l. Tygra con ambos brazos daba un manotazo al aire cansado del berrinche del joven rey al ser observado fijamente por la clrigo. -Has encontrado algo? -No puedo asegurar que sean lagartos o naves, nicamente que hay un grupo numeroso de personas apostadas al otro lado del risco, siento las vibraciones de sus herramientas, aunque es curioso, es como el sonido producido al picar la piedra. Anet alz la trompa ajustando su capacidad de deteccin. -No se los dije?! Es una trampa. Lion-O dijo con optimismo. -Esto no significa que haya naves esperando por una emboscada cabeza hueca, es una regin de mineros y forajidos. Y pensar que hemos perdido das valiosos en una mera corazonada... Tygra buf humo de su boca. Horus rodeado de varias aves del consejo de Avista pareca desencantado y no ocultaban su falta de confianza en el rey. -Yo no estoy de acuerdo con las maneras de Tygra, pero si te soy sincero, esta es una forma efectiva de cortar una de sus rutas principales de abastecimiento, abarca todo el Este y fuera de los pasos de la cordillera, si damos un buen golpe aqu, podremos respirar sin una soga al cuello permanente y los flancos de ataque se reduciran sensiblemente. Panthro se expres seguro del plan de Tygra sin un tono petulante. -Sigo pensando que no es una buena idea, debemos ser cuidadosos en este caso, ellos usan esta ruta para evitar las emboscadas, as que vigilarlos y trazar un plan de accin debe tener prioridad sobre -No digas estupideces, la nica razn por la que no nos atacan es por tu causa, piensan que eres una clase de monstruo salido del infierno, cuando esos supersticiosos pierdan el miedo nos darn nuestro merecido y todo porque no eres capaz de atacar a esa ridcula traidora. Tygra le interrumpi sin mucho tacto en delante de todos. Cheetara le jal del brazo levemente y Panthro como los cachorros no parecan muy contentos. -Qu?! Es que ya se les olvid lo que platicamos ayer? Ustedes estaban de acuerdo, no lo negarn verdad? Cheetara, Panthro y los cachorros alzaron las manos negndolo todo. -De qu ests hablando?, cual pltica? Si hubo una pltica, Lion-O no estuvo invitado y eso le sorprendi, la verdad es que su gente pensaba darle su espacio, pero despus de tanto tiempo de inactividad no se sentan a gusto, pensaban que sera sano continuar su viaje, pues las aves ya podan valerse por s solas. -Fua! Has hecho tu santa voluntad estas semanas y no nos hemos quejado, pero ya es demasiado luto, tenemos una misin y no podemos seguir as en un duelo constante por ti, atacamos o nos vamos. Lion-O fue arrinconado por las palabras de su hermano, no se haba dado cuenta de lo que se construa a sus espaldas, se qued pensativo y luego de unos segundos les mir al rostro.
-Es lo que opinan todos? Nadie le respondi a pesar de ello en sus caras se vea la respuesta. Khamai escuchaba muy atentamente y registraba los movimientos de sus enemigos con sus vivarachos ojos que daban la impresin de ser dos motas rojas diminutas, uno de los pequeos le mir por un momento, hasta que esos dos puntos rojos desaparecieron. El chico dio un salto hacia atrs. -Qu sucede? Le dijo Lion-O. -No lo s. La frase era enigmtica para el mismo cachorro, Lion-O no crey que estuviese tonteando, "no lo s" podra ser cualquier cosa, lo que fuera estaba cerca, escuch un leve aleteo de las largas hojas de aquellos rboles, tal si fuera un brisa movida por el viento. -Si no lo sabes no es tiempo de tontear, regresemos a casa. Le inst para que se subiera en su deslizador y continuara. El camalen bajaba en silencio por la barranca y sigui por varios kilmetros hasta dar con una gruta apenas visible, protegida por sombras intensas. -Y bien, cuando ser? Le dijo un corpulento lagarto con unas hombreras llenas de puntas de acero, un rastreador de nombre Sauro. -Je, a lo sumo tres das, no sabrn ni que les peg, les dije que picaran. -Asumir es un riesgo innecesario, ese imbcil de Slithe ha ordenado abrir an ms las lneas del frente al Oeste y sin suministros yo no me pondra muy contento, si no tenemos soldados suficientes ser un problema. Kask era el lder de ese grupo de destacados soldados lite de las tres tribus ms numerosas de los lagartos, era muy cauto luego de que el general Slithe estuvo a punto de mandarlos al otro mundo devorados por el fuego de las llamas, Khamai saba que ellos tenan un buen tiro. -Es una emboscada perfecta viejo, deberas dejar de quejarte, si hacemos esto nos libraremos de estos viajes de una vez por todas. nicamente un ataque areo en ese sitio tan cerrado y adis gatitos. -Mientras seas t quien vaya en el seuelo. -Por qu? No eras acaso la mano derecha del teniente. -Cuida el pico Khamai o servirs de postre para Sauro, si fallamos ese miserable nos dejar por nuestra cuenta como lo hizo la ltima vez. -Slithe tiene que pagarnos ms, pero es un pobre diablo, aplastamos a los thunderianos nicamente para que pusiera a uno de ellos al frente y luego de que este desapareci, llegaron esos dos locos. Sauro devoraba los restos irreconocibles de algn ser que se puso en el camino de su robusta quijada. -Trata de impresionar a su jefe, mientras tanto nosotros estamos en la indigencia, antes estbamos mal, hoy ni la comida que recolectamos es nuestra, por eso viejo debemos atacar Avista, han acumulado mucho alimento y el invierno est a la vuelta de la esquina.
-Eres un optimista, no quieren lanzar un ataque, estn planeando algo, ese monstruo que todo lo ve lo hace a nuestras espaldas. -Un descuido lo tienen cualquiera, digamos que las cosas se nos fueron de las manos, un pequeo grupo puede hacer la tarea, si quieren Avista indemne que se la queden, limitmonos al botn. Khamai estaba tentando a su jefe, no era el nico y si no podan tomar la comida que transportaban a Lizarnia, los motines no dejaran de sucederse, mirando a sus dos subalternos finalmente cedi. -No quiero ver mi nombre en esto, si eres capturado por cualquiera de los dos bandos, ser mejor que reces porque nadie ir a por ti. -Es justo. #### Ruinas de construcciones desconocidas 20 kilmetros al este de Avista Tygra tena clara su idea tctica, saba que ese sitio deba ser destruido y l deseaba dirigir el ataque personalmente sin preocupacin del costo o los recursos empleados, nunca haba tenido tropas bajo su mando, sera una oportunidad nica de mostrarse en el campo de batalla. Dibujaba sobre el terreno con los mapas que haba dibujado un cartgrafo de las aves y con tiza roja y negra sealaba las tropas enemigas y aliadas. -Supongamos que lo que dice Lion-O es cierto, el principal obstculo sern las aeronaves de apoyo, as que debemos destruir el paso de caravanas antes de un posible contraataque, en estos sitios hay lagartos apostados con armas ligeras y visores trmicos por lo que vi con mi rifle, imagino que para evitar habilidades como la ma, posiblemente dos torretas pesadas en las pendientes de esta rea, lo nico que queda es atacar con bombas de humo y explosivos, minar el puente y la entrada de la caverna, distrayndoles tanto como sea posible por el flanco derecho y luego retirarnos, si bien nos va, dejaremos un montn de muertos y sus lneas de abastecimiento completamente desorganizadas. -Slo no te olvides del thundrillium, si nos hacemos con algunos de esos contenedores podremos tener combustible suficiente para ese ridculo tanque felino. Era sorprendente que Panthro se refiriera as a su tanque, pero cuando no estaba cerca de los berbils mostraba su desagrado.
-Eso nicamente nos retrasara, para sacar el thundrillium debemos recorrer una larga vereda expuesta y si esas naves estn all podran atacarnos indiscriminadamente, el tanque puede esperar. -Tal vez el tanque puede esperar, Avista no, sin ese combustible la ciudad no podr despegar. Recalc la pantera. -El tiempo que emplearamos sera demasiado y de tomar los vehculos, estaramos expuestos a un zona demasiado visible, si hacen una contraofensiva area ser un desastre. Cheetara seal el lugar protegido por una ladera montaosa en el mapa en algn punto de esos terrenos escarpados. -Ya veo, cuando conviene hablar de las naves de respaldo, podemos hacerlo. Panthro se quej. -Si es lo nico que tenemos y necesitamos el combustible, debemos encontrar un camino mejor, si usamos esos pasajes subterrneos respondi Lion-O, su hermano le mir como un bicho raro y le interrumpi groseramente. -Eso slo nos quitara ms tiempo! Debemos hacerlo cuando todava no ponen a tantos vigas, en este da no hemos podido acercarnos tanto como la primera vez. -Y qu pasa con los prisioneros? Si Lion-O tiene razn podran haber thunderianos entre ellos, Cheetara acarici la cabeza de Wily Kat, quien llevaba en sus brazos a Snarf, quien se recuper rpidamente de su heridas a un ritmo mucho mayor que la del mismo Lion-O, quien todava tena cicatrices. -Puede ser un engao Kat para ponernos una emboscada o rehenes para protegerse de un ataque, ya lo han hecho antes. Dijo la clrigo que no olvidaba el tipo de tcticas usadas por los lagartos que casi acaban con los tres cuando por su cuenta el rey quiso atacar solo, donde ya le esperaban los nuevos generales de ese ejrcito de monstruos.
-Las potenciales bajas pueden ser muy elevadas, creo que deberamos esperar. Lion-O insista. -Es que no lo entiendes? No has estado nunca en el ejrcito, no tienes idea de estrategia, an as ya deberas saber el valor de una accin rpida y decidida. -Y qu tiene que ver eso con salvar vidas? -Porque si ese es el caso, no podemos hacer nada sin un ataque directo a gran escala, este es un sitio muy cerrado, pelear ser muy difcil y si estamos aqu cuando sus aliados lleguen seremos nosotros los que estaremos en peligro. Reflexion Cheetara con una mueca del felino que vea en ella a un perro faldero de su hermano. -Pensaremos en como rescatarles una vez los lagartos busquen otro camino. Exclam Tygra, que en el fondo haba conseguido el apoyo de las aves o al menos de la faccin ms importante. -Claro, si es que los lagartos no deciden ejecutarlos primero. -T nicamente temes que la amante de esa momia salga herida, deberas madurar de una maldita vez. Tygra asumi una postura de reprobacin. -No le he mencionado o s?, aunque si es capaz de usar a nuestros propios compatriotas como rehenes, con ms razn no podemos aventurarnos sin estar seguros. -Si nicamente te preocupara Thundera no habra ningn problema, pero tienes miedo de enfrentarle, miedo de realizar tu papel como es debido y eso no es digno de un rey, es una traidora. -Cllate! Es Mumm-Ra quien le manipula, ella no es responsable de sus actos. -Estas completamente fuera de tus cabales, t mismo estabas de acuerdo en que ella era una amenaza, decas que le odiabas qu te ha pasado?, por eso padre estaba avergonzado de ti, eres un completo idiota. Lion-O se lanz furioso contra su hermano, este le repeli de una patada hasta que ambos se conectaron a puetazos. -Chicos, chicos por favor, Dobo, Panthro, Cheetara, incluso el pequeo Snarf les separaron, los cachorros como los elefantes se quedaron pasmados. -S que no ha sido fcil, pero debemos mantenernos fros; Tygra, si vamos a hacer esto debemos explorar todas las posibilidades y no atacar slo porque s, Lion-O, yo me siento igual de mal por lo que ocurri con Pumyra, todos lo hacemos por ti, sin embargo, debes aceptar que nos traicion por Mumm-Ra, tratar de postergar por demasiado tiempo este ataque se puede volver en nuestra contra. Cheetara puso su mano sobre el hombro de Lion-O, l se liber de las manos de Panthro con enojo. -Muy bien!, quieren hacerlo? Adelante! Si ya lo han decidido a mis espaldas no veo la necesidad de consultar nada, slo djenme tranquilo de una buena vez. -Lion-O, no es de eso de lo que se Lion-O se alej de ellos enojado. Tygra alz la mirada y buf con enojo. -Es un tonto que siempre hace las cosas as, nunca escucha, por eso le salen las cosas tan mal. -Siendo su hermano podras apoyarle ms. Panthro cruzado de brazos era mirado fijamente por Dobo, que en todo ese tiempo haba guardado silencio y luego a Bejira, su lugarteniente, un viejo perro de abultado pelaje que
ocultaba sus redondos ojos negros, quien en su tiempo lleg a ser uno de los mejores gladiadores de la venerable arena de la ciudad de los perros y que recientemente haba sido mandado a traer para ayudar a entrenar a las aves voluntarias. -No soy yo quien se porta como un nio. -Cortemos con esto y regresemos al campamento, sera peligroso permanecer aqu si cambia la direccin del viento, muchos lagartos son buenos olfateadores. Panthro que dudaba de haber hecho lo correcto no saba si. -Qu remedio, ya hablaremos luego... siento haberles hecho perder el tiempo, sobre todo a ustedes amigos elefantes, no es verdad Cheetara? Cheetara? Tygra esperaba que Lion-O lo escuchara, pero l y Cheetara haban desaparecido, los cachorros y Snarf se lo tomaron como otra de sus habituales peleas, as que despus de un buen susto, estaban de vuelta con su carcter risueo y despreocupado. #### Tygra se paseaba de un lado a otro con una cara llena de frustracin buscando disimuladamente en cada rincn. Panthro tom su rifle y se prepar para marchar siendo seguido por los cachorros, las aves no esperaban a nadie para regresar a su casa y se adelantaron varios kilmetros pese a las recomendaciones de Panthro de que sera ms cansado para ellos dado que no podan volar sin arriesgarse a ser delatados. Wily Kit se volte a mirar a Aburn y Anet, quienes padecan el cansado viaje de regreso, de unos saltos se mont en la espalda del lder de los paquidermos. -Puedo llevarles en la bolsa si quieren, ella gui un ojo mostrando la bolsa mgica sin fondo requisada al mapache Tookit, con la que el ladrn robaba a los pobladores de la ciudad de los perros. -Te lo agradezco pequea amiga, pese a ser una manera simple de mover objetos, el aire no parece venir incluido en el paquete. Se quej Aburn. -Tal vez necesite de unas cuantas plantitas, le dar una del tipo relajante a Lion-O, dijo la gatita que saltaba entre las rocas con mucha vitalidad hasta subirse a la cabeza de Aburn.
Delante de ellos, Cheetara no sigui el consejo de Tygra de dejar que Lion-O acomodase sus ideas, deseaba ayudarle a superarlo, porque de otra manera se cerrara an ms, Snarf no pareca demasiado preocupado, prefera mantener su distancia durmiendo en la bolsa de viaje de Wily Kat, Lion-O demostr ser una persona demasiado introvertida y terca, cuando se cerraba lo haca con bastante empeo sin detenerse a pensar si lo que haca era bueno o malo. -Qu pasar con el Feliner? Cheetara se dirigi al joven rey que traba de dejarle atrs, pero era tan malo escalando, que le tom en sus brazos cuando este amenazaba con resbalarse, aunque le pona muy difcil la tarea. -A menos que tengas una guardada en esa bolsa de los cachorros, tendremos que buscar entre la chatarra o esperar a que los Berbils construyan otra, la que perdimos pareca ser la nica intacta y sin Thundrillium estamos como al principio, pero ya que no lo necesitan, no veo para que ocuparse de construir una nave para el entretenimiento de Tygra. -No te ests tomando esto del plan muy personal? Es obvio que necesitamos una nave. -An si la construysemos, est el problema del alma de datos que mencion Ro-Bear-Bill, no basta con construir un Feliner o ponerle energa, parece que despus de todo, esas chatarras poseen un alma de alguna clase. -Pues entonces deberamos pedirle a ese ser llamado Soul Server que nos haga un alma de datos para el Feliner, esa es su especialidad no recuerdas lo que hizo con Tygra?, adems, esa hojalata nos debe un tanque. Panthro, quien cerrando los ojos subi la pronunciada pendiente, record a ese monstruoso ser ciberntico obligado a vivir eternamente como una mquina, no sin un escalofri. -Si por deberamos te refieres a ti buena suerte con eso, segua resentido por que le obligu a que dejara libre
a los espritus de su familia, cuando le ped que me ayudara a sacar la nave, poco falt para que nos lanzara a sus Necromecas. -An as lo conseguiste, deberas creer ms en tu propia fuerza de voluntad. Cheetara presumi su argumento a favor de Lion-O, algo que l no apreci en absoluto, la clrigo insista en lo mismo cada vez, as que el felino empezaba a evitarla con la misma proporcin. Tygra apareci inmediatamente despus, como alguien que haba sido dejado solo en el altar, quien segua en una actitud insoportable para Lion-O, fingiendo que ayudaba desinteresadamente a los rezagados para molestarle, que luego de unas horas, eran todas las aves que se quedaron rezagadas por el agotamiento, incluso detrs de los mismos elefantes. Lion-O desvi la cara con enojo y volvi con su pesimismo de siempre. -Eres nuestro rey muchacho, que no se te olvide. Panthro solt una bomba sin saberlo. -Ja, solo cuando les conviene salen con eso, pero nada les cuesta hablar a mis espaldas. -Lion-O, Panthro no lo dice con malas intenciones, el cree en ti, yo lo hago, creo en ti. Lion-o hizo una mueca an ms desagradable. Tygra pensaba que la reaccin de Cheetara pareca un tanto fingida, lo que no ayudaba a su hermano y le daba pie a humillarla, por eso se opona a que lo hiciera. -Qu?! Saldrs de nuevo con tu discurso de que crees en m? Bah, ambos sabemos dnde terminaron t y tu creencias frreas en m. Murmur en voz apenas audible la ltima parte, Cheetara hizo una expresin amarga, as que Panthro, para cortar ese mal ambiente cambi de tema. -L-Los Berbils son buenos constructores, aunque ltimamente no paran de equivocarse, ese tanque que construyeron es peor que si me montara en una roca. -Si el Feliner no se hubiera quemado, especialmente la computadora de abordo, podran haberla reparado, no deberas quejarte, por lo menos tienes un transporte. Lion-O, que demostraba su falta de inters en la tecnologa, buscaba cualquier excusa para evadirse. -Haran uno excelente con un poco de tiempo libre, si se los permitieras, dijo Panthro suspirando. -No son nuestros sirvientes, ya es suficiente trabajo con la reparacin de Avista, una nave completa les tomara mucho tiempo con este nivel de energa y el desgaste de sus componentes debera preocuparte, por no decir que en poco tiempo estaremos volando en la ciudad hacia Thundera. -Ja, eso si no lo arruinas primero. Se burlo Tygra. -No hablo de una nave, algo ms pequeo como mi tanque, este armatoste es horrendo y se avera constantemente, no vale el tiempo invertido en repararlo. -En eso tiene la razn la panterita, los deslizadores ya no funcionan como al principio, los berbils dicen que no saben el motivo, aunque yo creo que han perdido sus habilidades por falta de energa. Wily Kat sobre un deslizador, record el enorme chichn que se hizo cuando su deslizador se apag en pleno vuelo. -Eso no me importa, una vez lleguemos a Thundera avanzaremos a la ltima piedra con o sin esos estpidos trastos, toda esta basura tecnolgica no vale los problemas que genera. Lo primero que har cuando reconstruya Thundera y derrote a esa maldita momia, ser prohibirla, estbamos mejor sin ella. Cheetara, Panthro y el cachorro pudieron apreciar una mirada llena de odio en los ojos del felino.
-Habla por ti, estas pistolas de plasma son geniales. Tygra intervino hacindose visible. -Confas en algo que te puede fallar en cualquier instante. -Claro que no, yo siempre apuesto a lo seguro, Tygra bes a Cheetara en la mejilla y le recarg el brazo, Lion-O desvi la mirada e hizo un gesto burln, pues Tygra haca parecer que las palabras de Lion-O se dirigan a ella. -Nios, ustedes s que deben trabajar su relacin de hermanos, la pantera se lament, los dos tenan el interior de su crneo lleno aire caliente evitando mirarse el uno al otro. -No soy un nio, sino tu rey. -Pues deberas portarte como tal, dijo Tygra bufando de enojo. -Podran echarnos una mano por aqu?! Dijo el rezagado elefante Aburn. -Tienes suerte que te haya salvado Aburn, o sabras de que hablo nio. Tygra y Panthro regresaron sobre sus pasos y empujaron a ambos elefantes para ayudarles a subir las rocas ms altas, Lion-O intent imitarles, por desgracia no lo pasaba mejor. -Oaaao! Lion-O se volvi a tropezar al bajar la pendiente y rebot golpendose estpidamente. -Lion-O!! Grit Wily Kit, Cheetara, quien apenas logr agarrarle de la armadura, amortiguando levemente el golpe, Wily Kit, al notar el eco en el valle, cerr la boca. Ya estaban lejos de los lagartos, as que no haba mucho de qu preocuparse, aunque decir en voz alta el nombre del rey de Thundera pareca un riesgo muy elevado. -Rayos! Lo que faltaba. El golpe fue tan duro que el faldn de su armadura se parti a la mitad completamente, se haba abierto el brazo con el golpe, dejando caer una ligera hilera de sangre. -Cielos amigo len, deberas entrenarte ms. Dobo que fue quien finalmente le ayud a incorporarse. -No servira de nada Dobo, nunca he sido especialmente bueno en estos terrenos rocosos. -Curioso... viniendo de un felino. -Y que lo digas, pero as son las cosas. -No te ocupes tanto chico, as es con todos los leones, no son buenos trepadores. Dijo Bejira con su rugosa voz. -Lo dices en serio? Lion-O se maravill. -En mi juventud conoc a algunos de tu clase, yo estoy viejo y prefiero estas sandalias con garras de acero, deberas hacer unas. -Hmm, pues no sera una mala idea, los berbils podra ayudarme. -No te hagas ilusiones nio, te aseguro que padre era increblemente bueno trepando, tal vez esos leones era igual defectuosos que t, se ri Tygra, mientras el chico avergonzado por la manera en que las aves le miraban, tuvo que atravesar por la vergenza de volver a escalar solo. -Siempre tienes que tenerla la ltima palabra verdad Tygra? El chico salt de una piedra a otra para demostrar que podra hacerlo. -Bueno, por lo menos
sabe saltar. Tygra dijo irnicamente. -Te doy un consejo chico, deberas estar al tanto de que no es sabio retar constantemente a un len de su tipo, Cheetara y Panthro vieron que Tygra empezaba con su usual tnica pedante. -No veo porque preocuparme, le he derrotado en cada encuentro en todo salvo la corona. -No me refiero a eso, pero como aliado Dobo puso su garra sobre el hombre del can y apretando un poco hizo que se quedara callado. -Alguien de su tipo? Cheetara pregunt detenindole bruscamente. -Es un pequeo len, si no fuera por la espada estara frito. Tygra continu con su manera despectiva de referirse a las habilidades combativas de su hermano. Bejira se exasper, porque claramente lo saba, saba quin era ese chico. -Escuchen gatitos, soy un viejo gladiador, ms que ningn otro y lo he visto con mis propios ojos, tal vez no lo not al principio, pero las marcas son inequvocas para estos ojos cansados. -De qu demonios ests hablando viejo perro? -Detn esto Bejira! No te he trado para que te pongas a chochear. Dobo mascull a su viejo guardia y mentor. Tygra alz la vista y se burl cuando de un gruido Dobo le indic que no quera que dijese nada ms, Cheetara junt sus cejas en una expresin que mostraba que no le haban gustado para nada las palabras de aquel sujeto, ms porque haba visto algo en Lion-O que nadie ms pareca reconocer. -Y pensar que tenemos prisa, suspir el tigre, Anet y Aburn esperaban colgados de una cuerda asida a poleas, jalando una campanilla hasta que se dignaran a ayudarles a subir. #### El camino era agotador y Lion-O, quien remont una larga pendiente se notaba agotado, Cheetara intentaba ayudarle manteniendo sus brazos abiertos o jalndole de la armadura, lo que haca que Tygra se burlara con ms fuerza de l. -Puedo hacerlo solo. -No es lo que veo... Sultame he dicho! Lion-O jal su brazo mostrndole una mirada llena de ira. -Seguro Lion-O... dijo Cheetara bajando el brazo. -Pero qu demonios te pasa? Tygra intervino defendindola, Cheetara no le permiti ir ms adelante con su defensa. -Yo lo siento, sigamos o no saldremos de este maldito lugar. -Est bien, no te preocupes por eso. Respondi la clrigo en un tono calmado sin que l se detuviera a esperar su respuesta. Nuestro pequeo rey tiene un carcter bastante irascible ltimamente no?, dijo Dobo con un poco de desagrado. Panthro se rasc la cabeza. -El chico tiene que reponerse, aceptar lo que pas y hacer pagar a esa mentirosa por sus crmenes. -Hmm, no cre que construyera lazos tan fuertes con esa miserable en tan poco tiempo, debo aceptar que yo tambin me siento mal por haber confiado en ella. -Slo necesita su espacio, ya se los dije, regresar a la normalidad con la primera felina que vea. Tygra con simpleza suprema minimiz la situacin por su propia inseguridad. -La traicin es un sentimiento que deja profundas cicatrices, s de lo que hablo, nicamente espero que pueda lidiar con ello y no sea consumido por el odio, dijo Dobo. Cheetara hizo una mueca que mantuvo, no dijo una sola palabra escalando de un par de saltos sin usar su bastn. -Pens que le gustara ayudarme con ese tanque que los berbils construyeron, pero lo detesta. Cuesta trabajo hacer que recoja una pequea pieza de metal. Se la pasa deprimido buena parte del da y la otra persiguiendo a esas aves. Panthro se rascaba el cuero cabelludo para que con sus largos brazos neumticos, se impulsara hacia adelante siguiendo a Tygra que tiraba las cuerdas a los elefantes. -No creo que lo diga en serio. Prohibir la tecnologa es una estupidez. Tygra record el enorme apego y aficin de su hermano por lo mecnico. -Para nada chico, es una de las razones por las que no quiere ir con Soul Sever, no tolera su presencia. -Te digo que desde que tengo memoria ese nio siempre se ha vuelto loco con la tecnologa, as que con el tiempo regresar a sus extravagancias de siempre. Tygra insisti. -Un gran amor puede convertir en un gran odio de la noche a la maana, deberan entenderlo en vista de lo que pas con Pumyra, la tecnologa ha sido responsable de la cada de su ciudad, as que no es de extraar. Eso que dijo Dobo hizo que Cheetara observar con atencin al rey que caminaba sin ver el aerodeslizador de Wily Kat, que vena hacindose el tonto para llamarle la atencin. -Yo no he dicho que no le apoye, es mi hermano despus de todo, pero se comporta como un nio y es un rey, por eso las aves me prefieren para dirigirles. -Competir con Lion-O en este momento es como patear a alguien en el suelo. -No estoy compitiendo con l General, es l quien todo lo toma como una competencia y asume que merece cosas slo por ser rey sin haber luchado por nada en su vida, as es como se ha daado a l mismo. -En algo tiene razn el prncipe Tygra, tu rey ha perdido la confianza de las aves por sus inseguridades y eso no es bueno. Dobo no se menta as mismo y sus palabras no se alejaban de la realidad. -Se supone que estamos aqu para apoyarle. -Si no mal recuerdo, fuiste t quien dijo que Lion-O se haba vuelto muy inseguro y que deberamos ayudarle a dar el paso Cheetara, no estoy de acuerdo en la manera en que se ha expresado Tygra, pero tiene un punto; de una u otra manera Lion-O debe resolverlo, y si no quiere nuestra ayuda deber hacerlo a su manera, pero debe hacerlo. -Hacer que se vuelva un asesino... -Ya lo habamos discutimos, Pumyra es una traidora, yo podra hacerlo, pero y qu pasar cuando se presente otra Pumyra? l debe tomar este asunto en sus manos estamos de acuerdo? Tygra sentenci con seriedad. Panthro fue condescendiente con la chica,
aunque era claro que su postura era la misma. -No lo s, me sabe mal hacer esto a sus espalda. -Es por su bien y si verdaderamente te preocupa, debes aceptarlo, que Pumyra no se convierta en su propio Grune. Panthro lo vio como un acto inevitable, as que no se puso a pensar en las consecuencias de sus acciones. -nicamente espero que cuando lo haga no pague con sus brazos, como t con Grune. Dijo Cheetara que se senta incmoda con esas amenazantes manos metlicas sobre su cuello. -Yo tampoco pequea, yo tampoco. #### Campamento improvisado, horas despus Haban pasado varios das reconociendo la zona y se prepararon para marcharse cuando sus suministros se agotaron, por no decir que las caravanas de los wolos se alejaban ms al este para vender sus productos en Avista y sin ellos no tenan nada que les ayudase a soportar una larga estada. Los elefantes se fueron primero completamente fatigados sobre las plataformas capturadas a los lagartos, seguido de los perros que parecan disfrutar bastante del viaje, mostrando sus lenguas al aire como el mismo Dobo, quien tuvo que cerrar la boca ante la mirada atnita de sus subordinados, las aves fueron partiendo intermitentemente, muchos se internaban en los bosques en direccin a los pueblos comprando provisiones a sus habitantes, la mayora mostraban una enorme pobreza y desnutricin, pero estaba felices de poder hacer trueque con las aves que adquiran ingentes cantidades de insectos. Panthro a su pesar, pas una media hora adicional intentando arreglar la suspensin del motor de su vehculo con un grupo de pelotas metlicas que se desplazaban por la superficie de aquel armatoste compuesto de piezas recicladas. -Si este maldito tanque no funciona les juro que voy a cargarlo de explosivos y tirar ese acceso por mi cuenta con l. -Esperas demasiado de este trasto, no puede subir pendientes muy elevadas, imagnate una pendiente de cien metros de alto, je. Tygra dijo sumamente divertido. La Panthera pareci desfallecer al imaginar la altura, Ro-Bear-Bill le miraba intrigado con sus brillantes ojos cristalinos. -Gulp! Pensndolo bien, voy a darle una segunda oportunidad, funcionar verdad amiguito? Los cachorros se burlaron con el tigre sonoramente. -Alguien sabe donde est Lion-O? Pregunt Cheetara que cargaba toda clase de hierbas curativas y olorosas que haba comprado a los Bolkins del bosque cercano, donde muchos habitantes de las tierras baldas tenan sus pueblos, la mayora eran nmadas y cada cierto tiempo dejaban sus pueblos para internarse al interior del continente. -Mm, estaba aqu hace un rato, creo que debe estar en la segunda nave, segua esa paloma despistada. Respondi Wily Kit que alimentaba a Snarf con pequeos peces asados muy salados que su hermano aborreca, pero el animal se tragaba sin pensrselo dos veces. -Sigue con eso? Pens que hablaras con ese sujeto, Panthro dio una ojeada al prncipe Tygra que no iba a dejarlo en una respuesta corta. -Ese tal Horus no quiere saber del tema, se lo he dicho a ese cabeza hueca, rogarle a esos cerebros de pjaros es rebajarse a su nivel. -Qu es lo que quiere con ellos? -No tengo idea, una persona supongo. -Una persona?, un ave? -No lo s, ese pajarraco me dijo que el nombre que buscaba Lion-O era el mote de una tribu de aves, una clasificacin que segn ellos est en desuso. -Mhh puedo saber cul es el nombre? -Qu?! Por qu querras saber eso? Tygra puso sus penetrantes ojos sobre la clrigo que pareca pensar demasiado sus palabras. -Acaso tengo que pedirte permiso cada vez? -No es eso, pero -Pero qu? Cheetara alz la voz. Panthro intercambiaba miradas con los cachorros, porque la manera en que Tygra se manej, era como si le intentase decir que eso no era asunto suyo y dado que era una clrigo, nada ms lejos de la realidad. -Hmp! Era una palabra en el idioma de las aves, la traduccin es difcil, son sonidos guturales, ya sabes, chirridos, no seras capaz de reproducirlos si lo intensases. Ataj Panthro. -No conocimos a muchas aves fuera de Vultaire y el consejo? Replic la clrigo. -Estuvo en el hospital, pudo conocer a cualquiera, es por eso que no veo caso a buscar una persona que pudo ser parte de sus delirios. -La enfermera del hospital se llama Zira y conocemos a sus amigas, de hecho vinieron con nosotros en la nave mdica, Wily Kit interrumpi a Tygra metiendo a Snarf en el tanque, durmiendo plcidamente acurrucado en su canasta. -Orla! Busca a alguien llamado Orla. Wily Kat dijo en voz alta saltando al hombro de Panthro, que con sus brazos neumticos lo alz envuelto en una risa incontrolable. -Y cmo sabes eso bola de pelo? Respondi Tygra. -Ah? Ese concejal que vino a verte. Wily Kat le respondi en un tono suspicaz con una sonrisa pcara. -Me has estado espiando mocoso? Tygra sin mucho tacto quiso alcanzarlo pero Panthro se interpuso en su camino. El chico se escondi tras la pantera. -No, no, no. Dijo con sin realmente sentirlo, palmoteando con sus manos en un gesto gatuno. No he escuchado nada de lo que te han ofrecido las aves, pero nada, nadita. -De qu est hablando? Ofrecerte qu? -Hmm! Parece que Lion-O no es el nico que nos guarda secretos Cheetara. Respondi Panthro, por lo que Tygra luego de unos momentos exhalo para subir las manos rendido. -Ahh! No tiene la menor importancia, quieren saber si me puedo hacerme cargo de los voluntarios y la seguridad de Avista, empiezan a desconfiar de la capacidad de Lion-O, ya te lo dije antes. -Qu?! Y t dijiste que no por supuesto. Indic en un tono muy preocupado Cheetara. - Tygra se qued en un gesto como si lo que hubiera hecho no
fuese un problema. -Chico, realmente no le tienes ninguna fe a tu hermano. Panthro se sorprendi porque la decisin de ayudar a Avista recaa por completo en el joven rey. -Ni a tu rey nunca discutimos dar un golpe de estado. Cheetara hizo una mueca agria estupefacta. -Escuchen, estn sacando esto fuera de contexto, Lion-O ha estado demasiado opaco estas semanas y eso nos trae incertidumbre cuando el enemigo se mueve frente a nuestras narices, es mi hermano, pero no soy ciego y s que no podemos seguir esperando. -Propones pasar completamente de l y tomar t las decisiones. -l no tiene necesidad de ser un general. -Pero tiene que decidir si hace o no la guerra, esto no es una cosa que t puedas decidir por propia iniciativa. -Cheetara, t bien sabes cmo es l cuando las cosas no le salen bien, siempre se aleja de todos y hace cosas estpidas, recuerda lo que hizo porque no estaba de acuerdo con lo nuestro cuando haba dicho que s lo estaba, casi nos lleva a la muerte por rescatar a unos lagartos, por no decir que casi muere l mismo. -Pero habas dicho que le seguiras a donde fuera. -No estoy diciendo que sea desleal, nicamente digo que l duda demasiado en el momento menos indicado, est dejando escapar una oportunidad nica, cuando intent suicidarse aos atrs, padre pas por un infierno debido a su terquedad -Lion-O intent suicidarse?! Panthro, Cheetara y los cachorros pusieron una cara de incredulidad mirando fijamente al felino que vio como sus argumentos se vena abajo. -Arghhh denme un descanso! Fue hace mucho tiempo, l lo ha superado Cheetara! La clrigo se alej de ellos. Panthro puso una de sus manos sobre el pecho de Tygra e hizo lo mismo con los cachorros impidindoles el paso. -Amigo, si no quieres perder a tu novia, ser mejor que dejes as las cosas, ya tendrs el momento de arreglarlo, si es que no lo arruinas, t y tu hermano tienen un psimo registro cuando dejan que sus vejigas hablen por ustedes. Tygra baj la cabeza y se sent alborotndose el peinado con sus garras, Panthro que no tom partido le puso su metlica mano en la cabeza. -De momento vamos a terminar de reparar el tanque, estar de ocioso no aleja los problemas por arte de magia. Tygra entonces not que la ausencia de Pumyra le haba trado un problema inesperado; un avivado inters de Cheetara en resolver los problemas emocionales de Lion-O, y por supuesto, l no deseaba que fuese ella la que consolase esa prdida, deba alejarla definitivamente de su hermano, senta pena por l, pero era su pareja y su futura esposa, esa actitud suya era incorrecta, despus de todo le haba elegido a l. Lo mejor sera si Lion-O encontrase a una sustituta lo ms rpido posible y para ello tena que regresar con los refugiados, o eso pens en su borrachera de celos. No se detuvo a pensar lo que haca que ella reaccionase de esa manera, en el fondo su relacin no avanzaba y eso le preocupaba, no estaba acostumbrado a esa clase de competencia, no poda jugar a la vctima como lo haca Lion-O. Su solucin era la misma de siempre; necesitaba demostrarle nuevamente su valor o iba a perderle definitivamente y de eso se encargara esa operacin, que le volvera a demostrar que no se haba equivocado al elegirle. #### Lado sur del campamento Lion-O salt por los aires rechazado por un largo y esbelto caballo, un hermoso animal que raramente se poda ver en esos parajes, eran pardos de crestas negras y ojos dorados, relinchaba sin cesar moviendo la cabeza de un lado a otro, nunca fueron demasiado abundantes y no era fcil para un felino educarlos, pues tenan un pavor endmico a su raza, por lo cual no eran usados por el ejrcito, que prefera usar monturas felinas, una especie de animales bpedos de pelaje azulado y cabeza pequea, que slo despus de la crianza controlada tuvieron el suficiente rendimiento para esas tareas. Los caballos eran balanceados cuadrpedos y si uno lo quera, poda permanecer sobre ellos todo el da, mientras que las monturas se inclinaban hacia el frente o se dejaban caer sobre sus posaderas si el jinete venca su resistencia a estar sobre sus dos patas. Era hermoso pens Lion-O mientras caa en el suelo pesadamente. Un wolo se colg de las bridas del animal y lo mont con extrema facilidad que finalmente desato las risas de los presentes para volver a ofrecerle las bridas. -Parece que tienes mala suerte muchacho, no te aceptar, tiene miedo, siempre es as. Dijo jalando sus espesas barbas grises y acomodando su largo sombrero de ala. -No le pasar nada, es ms de lo que puedo decir de m. -Puedo dejrtelo hasta que regrese, pero nada ms -Est bien, est bien, le necesito por un corto ayyy! Lion-O volvi a caerse de una zancada del animal, que le alz varios metros en el aire para caer en su armadura dolorosamente, lo que acab por romperle otro pedazo muy grande del faldn de su armadura que tuvo que quitarse y probar montar sin armadura para el mismo resultado. -Ja, vas a necesitar ms que equilibrio si quieres domarlo, siente que eres un depredador. El caballo relinch colocndose tras el wolo que lo palmeo en el cuello. -No pareca tan difcil. -Es que yo lo conozco desde que era un potrillo, si quieres puedo traerte una montura felina, tendrs que esperar a que regrese una semana. -Oh no, no creo que tenga tiempo para esperar. Adems, estos caminos no son para esas bestias, su patas podran romperse, un caballo es bueno en estos terrenos. -No tienen garras, una mal paso y el golpe ser an ms terrible qu es lo que buscas? -Un pasaje hacia las pendientes del centro de la ciudad muerta. -Hm, no te lo recomendara, la mayora son pozos verticales inundados, los nicos que conozco
con entrada recta dan la vuelta sobre el paso de las caravanas. -Suena bien, voy a empezar por all precisamente. -Buena suerte, es un laberinto. -No te preocupes, tengo mi manera de hallarlo. Me habra gustado ir con Ponzi, una de sus pcimas me habra ido muy bien. -Ese wolo embustero? Por qu querra un rey relacionarse con alguien as? Lion-O ya haba escuchado de la notoriedad que Ponzi se gan entre su clan por sus pcimas falsas, como fuera, l crea en el bonachn y amable wolo, que despus de todo le haba demostrado ser una buena persona. Haba notado la misma bondad en Pumyra, no poda dejarlo de lado sin al menos intentarlo o su dignidad de rey, no, su propio orgullo como persona no valdra nada. Tena que creer que era posible y hacer as algo contra esa tristeza que se negaba a marcharse. El wolo se mont en su carreta tirada por tres orugas de mediano tamao, llevaba a toda su familia, lo pequeos le saludaban con mucha emocin, a lo que l respondi con una tmida sonrisa, una gesto del que ya no se senta capaz. Era sorprendente lo que los wolos podan llevar en esa minscula carreta con enormes farolas de aceite, envases metlicos, coladeras, cucharas de aluminio y centenares de objetos que las aves ofrecan como trueque. -Acaso vas a alguna parte? Cheetara apareci, LionO desvi la mirada ocultando su gesto. -Algo por el estilo, dijo sonriendo, subindose al animal sin pensarlo, este nuevamente fue lanzado al cielo, cayendo pesadamente en la tierra, agarrndose de la espalda dolorosamente. -Va a tomar un poco de tiempo qu?! El felino pregunt al leer esa expresin un poco desubicada de la clrigo. -No parece importarte demasiado. -Uno o dos golpes no me harn mal, ouch! El chico se acomodaba sus maltrechos huesos con una sonrisa estpida. -Me refiero al Consejo. -Ah! Eso. -No te sorprende? -Bueno, ustedes ya decidieron y si las aves quiere que Tygra los dirija por qu habra de preocuparme? -Pero t eres el rey. -Las aves no tienen ningn compromiso conmigo, pueden decir lo que crean conveniente, ellas votan y eligen a sus representantes de su pueblo de manera justa y no podemos salvo respetarlo, podramos aprender basta de su cultura sabes? -No puedes dejar que Tygra decida lo que quiera, si comete un error ser a ti a quien culpen. -Y de qu tanto te quejas? A l siempre le salen las cosas bien, por no olvidarnos de no es como si tu siguieras fielmente mis rdenes para venirme a hablar de la fidelidad de mi hermano, qu ms da si le siguen? Cheetara mir al suelo en una mueca en su boca. Lion-O suspir y se maldijo. -No quera ser grosero. -Es tiempo de que se apresure su majestad o se quedar atrs de nuevo. Dndole la espalda ella se marcho sin mostrar lo que senta, para Lion-O el acto de darle la espalda era lo suficientemente ofensivo. Ya cuando se retir desvi la cara con disgusto. -Idiota, como si ella fuera ms que un montn promesas y palabras vacas. Bien amigo mo, te voy a dar dos alternativas dado que no aceptas mi amistad, la primera; Hoy comer una sabrosa carne de caballo, y no tienes idea de cunto deseo comer carne con tantos das de insectos y gusanos o dos; puedes dejarme montar. Decide pronto, que ya hace hambrecita. Sobando su panza y mostrando su puntiagudos colmillos como esperando que hiciera lo primero, Lion-O mir al caballo con sus ojos azules y una sonrisa un tanto diablica, lo que intimid al pobre equino. -Eso es, todos parecen preferir a un tirano en sus vidas que a un tonto de buen corazn, excepto claro, cuando ya lo tienen encima. Vamos! Y dndole con la fusta sin contenerse, hizo que el animal avanzara sin que esta vez lanzara un slo quejido. #### Al regresar con el grupo, Lion-O se dio cuenta que todo mundo estaba muy silencioso, aunque Tygra era el nico con una expresin feliz. Wily Kit y Wily Kat intentaron llegar hasta el caballo pero este dio un golpe con la pezua de su pata derecha, advirtindoles de no acercarse, de un salto se posaron en los hombros de Panthro, grundole como posesos, aunque el animal buf despectivamente. -A menos que quieran que los lagartos pongan un pueblo, sugiero que nos vayamos O debemos esperar hasta que se sienta en sus cabales alteza? Cheetara aferrando su bastn, fue la primera que con una cara larga se puso en la entrada del tanque, Lion-O por un momento tuvo el temor de que esa fiera de mujer le dejara caer un bastonazo en la cabeza, pero l tena otra idea. En silencio avanzaron mientras ella daba de golpes en el piso hasta que el joven rey agit la brida de su caballo, mismo que se resisti porque pensaba que all le daran una encerrona. -No voy a ir con ustedes. -Ahh?! La declaracin les tom a todos por sorpresa. -Que, qu...? Cheetara con el rostro desencajado se acerc a joven rey. -Creo que es momento que tomemos caminos separados. Fue la sentencia que hizo que Cheetara se tragara su enojo e hiciera a los otros verle a la cara. -Qu no vas a venir! Qu rayos significa eso? Y por ciento, para qu demonios quieres a esa bestia, no me digas? Tygra habl por todos, pero fue Cheetara la que avanz hacia l. -Quieres decir que te has cansado de nosotros?, es eso? Ya no soportas que no actuemos como tu infantil carcter nos marca, si deseas que sacrifique a tu hermano, a todos los que te han seguido hasta este sitio por un capricho, bien, pero vas a vivir con las consec Lion-O alz la mano con los dedos ndice y anular formando una V, aunque luego pareca un II. -Qu?! -Dos das -Dos das qu? -Regresar dentro de dos das, buscar con la espada otro camino, uno por debajo de la montaa. Cheetara
se qued helada en su sitio con los ojos desencajados y la boca abierta en una postura graciosa, el resto del grupo mir hacia un lado, salvo Tygra que vea a donde iba. -Ya... te he dicho que es absurdo, vas a arriesgar la vida por una -Dos das! -Lion-O espera! Pero el chico no esper y dando la vuelta, arranc a todo galope en direccin del camino de las caravanas de los wolos. -Ay cielos, ese chico nos va a matar de un susto un da! Dijo Wily Kit echndose a rer, viendo la reaccin de Cheetara abriendo sus ojos. -No podra decirlo mejor hermanita. Respondi Wily Kat chocando sus puos mientras la clrigo le apretaba del cuello. Fin parte 2 de 5 Anterior Cap. 1 parte 1 | Siguiente Cap. 1 Parte 3 Publicado por Matius Lenin en 00:45 Etiquetas: Canon, Capitulo 1 4 comentarios: 1. neverdie29 de septiembre de 2013 22:22 ajajjaaj excelente cap...realmente muy esperado....hay muchos cambios, y siento que la historia ahora va mas oscura genial...conti conti Responder Respuestas 1. Matius Lenin30 de septiembre de 2013 01:00 Pues una disculpa por la demora, me compr el Thundertank para hacer el dibujo de arriba y otros que utilizar como modelo, todava tengo que comprar algunos personajes ya tengo a la mayora, espero as tardar menos. Responder 2. Samir Rodriguez2 de octubre de 2013 12:42 Esta muy bueno lo esperava aunque deberias reconsiderar de hacerle un harem a Lion-O el pobre leon esta cada vez peor en serio en este capitulo nadie lo respetaba, solo algunos perros. harem,harem,harem, no muy grande con unas 4 chicas mas que suficiente asi no se centira solo xD. Responder Respuestas 1. Matius Lenin2 de octubre de 2013 12:55 Lo tendr. Pero no ser para lanzar campanas al vuelo.
"Estigma"
"La historia no siempre se apega a la realidad, la idealizacin y el doble rasero est a la orden de da, la verdad llega a ofender." 2 kilmetros sobre la ruta de caravanas de los comerciantes Wolo-Bolkins Lion-O se despert con un terrible dolor de cabeza sobre la duela de madera de una carreta de comerciantes wolos, quienes le ayudaron a incorporarse, se maravillaron que no se hubiese matado con el golpe. -Qu una mano te empuj?! No quiero contradecirte seor mio, pero evidentemente no hemos visto a nadie, escuchamos el golpe, te auxiliamos, nada ms omos. Dijo un wolo de barba negra y bastante joven. -Estoy seguro de que fui jalado hacia atrs, el caballo caminaba tranquilamente y alguien me jal con fuerza, ella... -Ella? Bufo otro wolo de un sombrero negro y cara rechoncha que se rea entre dientes. -Me pareci ver, cre Era la segunda vez que Lion-O vea una aparicin de Panthera, estaba parada a un lado del sendero labrado en la roca por donde los wolos transitaban en sus caravanas evitando a los forajidos y lagartos que rondaban la zona. No pareca feliz en absoluto, cubierta con una caperuza gris, le sigui con los ojos hasta que l perdi la consciencia con el golpe.
-Fuiste afortunado, de caer ms cerca de la barranca abras tenido una muerte segura, parte del sendero se desprendi con la cada, tu animal se lastim un pata, si se la hubiera roto le habramos tenido que sacrificar. -Rayos, no esperaba que me fuera as. Es raro, me siento diferente, como si una opresin en el pecho que llevaba de semanas atrs hubiera desaparecido. -Ya les habamos advertido muchacho, esos son los efectos del bosque negro, conforme nos alejamos de la ciudad muerta parece como si quisiera atraparnos en su embrujo y llevarnos de vuelta, yo estoy acostumbrado, ustedes los jvenes nunca aprenden, deberan huir mientras an conservan la vida. -Viejo, en serio, esos cuentos de Bolkins nicamente asustan a los nios, dijo el wolo ms joven. -No seas estpido muchacho, piensas que es lgico que nadie haya reclamado estas tierras frtiles? Ni siquiera los lagartos se atreven, aquellos que la han posedo acaban murindose de formas crueles. El venerable wolo ataviado con una ropa de estilo ganadero pegaba con su bastn en el piso de manera reiterada despostillando la duela. -Y si es as por qu te has aventurado a estas tierras? El wolo ms joven puso una cara de muy pocos amigos. -Soy viejo, an as tengo familia, lo hago por ellos, no por el afn de la aventura. Lion-O no necesit pensarlo mucho, comprendi que cada uno de ellos haba dejado su estilo de vida para aprovechar la oportunidad de vender sus productos en Avista a expensas de la cofrada, a expensas de cualquier situacin peligrosa. -Cunto tiempo ha pasado?
-A lo sumo seis horas seor, queramos regresar el camino andado, de haberlo hecho habra sido un problema, el campamento tiene tiempo de haber sido levantado, as que pensamos llevarte con nuestro doctor, has tenido mucha suerte en que estuviese por el lugar. -Hmm, esperaba alcanzar la zona de cavernas en un par de horas. -Por eso no tienes que preocuparte muchacho, esta es la zona que andabas buscando, generalmente hacemos nuestro campamento en invierno, por ti hicimos una excepcin porque eres un cliente preferente. -Deseaba visitar una posada forajida al sureste antes de mi regreso, parece que eso no va a ser posible, voy a tardar das en encontrar un pasaje subterrneo hacia las montaas interiores. -En estas cuevas vive la gente de las races, no tienen dinero, por lo general nos ignoramos mutuamente, aunque por un cargo adicional podemos contratarles para que hagan el trabajo ms fcil para ti, si quieres te damos un crdito. -No gracias, ustedes los wolos son muy creativos con las finanzas, prefiero el efectivo. Algunos wolos dejaron escapar tmidas risas. -Me parece que no eres de los que trae efectivo. La insinuacin de que le haban esculcado no poda dejarla pasar, aunque su prioridad era encontrar un pasaje y dado que la espada estaba a su lado, supuso que uno de ellos haba sufrido el rechazo de la espada, pues uno de los wolos tena apretadas vendas en sus manos producto de las quemaduras, nadie en ese lugar le dira su nombre verdadero, un apodo como El viejo, Joven rasgado, Barba gris, Agitado sombrero pardo, Descocido Doe, eran apodos comunes usados por esos comerciantes que no intimaban con los extraos fuera de lo necesario para sus negocios. El felino sac una daga, desabrochando una tapa de rosca en la empuadura, sac un par de monedas de platino con un aro de oro rodendola, se miraba el escudo de La cofrada de mercaderes wolos y bolkins asociados del Ducado de Aspirin. Muy listo Se observaba estampado en las caras de aquellos wolos que le haca de alguien bastante ingenuo. -Un ducado de la cofrada de Aspirin?! No saba que tenamos un duque por estos lares, menos un Aspirin? Se burl un wolo de abultada barba gris, que le recordaba al viejo Ponzi. -Tcnicamente no, pero dado que soy un rey -As que te aceptaron el oro despus de todo?! Se maravill el ms joven. -S bien que el oro carece de valor con el comercio colapsado, cuando esto pase, el dinero de un ducado wolo no ser un mal activo, ms si su valor es reconocido por un rey. -Hmm, eso slo si los lagartos no alzan su bandera en Thundera primero, por lo que he odo se estn haciendo fuertes al noroeste Y t esperas que la cofrada confe en ti cuando no puedes con tus propios sbditos? -Nadie se resiste a invertir en un par de nombramientos reales, no importa si provienen de un rey sin poder, pues de nada sirve tener riqueza si esta no es legitimada por un escudo, una de las razones por las que la cofrada se esconde, deberas saber eso muchacho. Le dijo el wolo de ms edad al ms joven. El felino sonri con un poco de petulancia, as fue siempre en Thundera, con su padre vendiendo ttulos nobiliarios a comerciantes sin abolengo que necesitaban de un escudo que protegiera sus riquezas frente a los terratenientes y seores feudales, as que no representaba una afrenta a la dignidad de su linaje.
Los wolos se miraron, todos se rieron, aunque el joven len no cambi su expresin de seguridad que incomod a los wolos. -Primero tenemos que consultar a la cofrada, mandaremos una salamandra voladora mensajera. Dijo el que pareca ser su lder. #### Entrada de Avista Dos horas despues La gruta era estrecha y reblandecimiento de la tierra hizo ms angosto un camino lleno de piedras volcnicas, el tanque felino simplemente se aplast contra la roca slida, envuelto en un rechinido tortuoso sacando chispas, que hizo que Cheetara y Tygra, que estaba discutiendo en el interior, saltaran y se golpearan. Panthro mir a Ro-bear-bill que neg con la cabeza, estaba acabado, el tndem del tanque se haba contrado con el peso y las orugas de la cadena del tanque se deformaron hacia los lados. -As que no se podra peor? Dijo a regaadientes a Tygra, que mareado alcanz la escotilla donde alguna vez hubo una portezuela que sali disparada al aire cayendo cerca del concejal Horus, que trag saliva del susto. -Es todo. Panthro sali conteniendo las ganas de destruirlo con sus brazos, sacando con cuidado a Ro-bear-bill que no alcanzaba a entender la pobra manufactura de su creacin. Cheetara pas delante de los dos sin apena mirarle, se observaba deprimida y se sent para clavar en la tierra su bastn del que cre una especie de respaldo donde se sent. -Ese tal Soul Sever, finalmente dijo. -Qu hay con l? -Aprovechemos estos das, si usamos uno de los transportes podramos pasar la cordillera. -No irs a por Kit y Kat? -Ellos saben cuidarse mejor de lo que crees, estarn mejor con ese imbcil que con nosotros, por otro lado"" Cheetara se qued en silencio, era la primera vez que usaba un trmino tan despectivo hacia Lion-O y estaba impresionada, pas su mano derecha sobre su quijada, apret sus puos que aterrizaron sobre ambas rodillas. -Bueno slo espero que no pongas esa cara ante ese monstruo o nos convertir en un bonito secador de pelo. Tygra brome, se acerc e intent abrazarla, pero ella lo apart, comportndose de la misma forma que Lion-O hizo horas atrs con ella. Se par y se enfil a la entrada donde la expedicin le miraba atentamente. -Y bien?, vienen o se quedan? Ella corri a toda velocidad, si deca o gritaba, la velocidad se encargaba de distorsionarlo, resonando como un relmpago cargado de furia y malas palabras. -Vaya fierecilla. Panthro no atinaba a decir nada. -Demonios, esto se est convirtiendo en un jardn de nios. -Y precisamente t dices eso ahora? Panthro le hizo un gesto completamente incrdulo.
#### Lobos Tiempo despus La caravana de wolos form un crculo frente a las grutas de un camino de terracera para hacer su campamento, el caballo relinchaba inquieto amarrado a una de tantas carretas de forraje donde otros animales repostaban alimento, aunque no era la mejor comida, el caballo la prefera a la escasa comida desrtica, que era dura y difcil de digerir. -Dice que ha visto lobos pardos rondando las entradas del bosque. Un rechoncho wolo hablaba con un pequeo habitante de los grandes bosques negros, cuyas grutas atravesaban por debajo, usando las races para subir al exterior. -Lobos? Pens que estaban extintos. -Los grandes lobos quiz lo estn, estos lobos anodinos no suelen aventurarse a las tierras bajas, es muy raro, dice que atacaron un pueblo al sur. -No he visto ningn pueblo, de hecho me sorprende lo vaco de estos parajes. -Evidentemente alguien como t seor no habr odo de ellos. Los senderos dentro del bosque se dirigen hacia los fuertes de los que han escapado a la tirana del Shogunato, nosotros pagamos impuestos, bueno, quiero decir, pagamos a algunos impuestos, je, estos pobres diablos no tienen donde caerse muertos y se esconden. -No te parece que eres un poco cruel? -Creme muchacho, esos malnacidos no duraran en matarte mientras estas dormido y si les sigues al bosque, harn que pierdas el rumbo y mueras, no son buenas personas, ese bosque les ha cambiado, por eso dicen que est maldito, es sabio de tu parte querer pasarle de largo, aunque encontrar el camino correcto es otra cosa. Lion-O alz su antorcha e inspeccion los diversos grabados que se internaban en largas cavernas. Con chirridos y pegando con piedras, los dos pequeos marsupiales con una larga concha en la cabeza tal si fuese alguna clase de casco, sealaban a los otros que regresaban de su expedicin. -Qu estn diciendo? -No muy buenas noticias me temo, hay un tiro vertical que parece llegar a la zona de riscos, dicen que no estn abandonados, se mueven cosas en su interior, de all es imposible seguir las corrientes de aire, no hay un nico sentido. -Quizs sean lagartos. El viejo wolo pregunt a los pequeos el aspecto de esos seres. -Es posible, solo que no lo creen. -A no, y qu son entonces? -No lo saben. -Me tomas el pelo? -Dicen que no lo saben, al parecer esas cosas no necesitan de luz y cuando intenta verles es como si nadie estuviera all, aunque escuchan la respiracin.
-Eso es nuevo. #### A esa profundidad el efecto de la espada era muy dbil, funcionaba con un gran costo, Lion-O intent nuevamente, poda sentir una clase de dolor en la frente que le recorra el cuerpo lentamente. -Espada de los augurios djame ver ms all de lo evidente. El resultado fue el mismo, una interferencia atroz. -Has tenido suerte muchacho? -Veo manchas, nada ms. Lo que ms me preocupa es la sensacin, la opresin, como si me voltearan las entraas. -Ya te lo dije amigo mo, esta regin est marcada, un terrible suceso ocurri en este lugar, un suceso que ni las antiguas crnicas de los bolkins tienen registradas. El pequeo nativo hizo varios chasquidos y seal al suelo.
-Qu son? Pregunt el joven rey. -Heces de lobo, estuvieron aqu hace bastante. -Cre que habas dicho que no se acercaban a estos lugares. -Raro s, pero posible. Hmm! Es curioso. -El qu? -No parecen haber marcado el territorio y te aseguro que siempre lo hacen, eso solo significa una cosa y no muy buena
-Un depredador an ms grande. Respondi el joven rey. Los wolos no se crean su falta de miedo. -Ests seguro de querer ir ms adentro? -Sea lo que sea, si se pone en mi camino, sabr por qu esta es una espada legendaria. -Joven tenas que ser, aunque no es lo nico que te tiene que preocupar, dijo el ms viejo de ellos. -Mira all! Ese hueso. Seal un pedazo de fmur enorme. -Qu le ocurre? Lion-O vio que se haca ms pequeo conforme le aproximaban la luz. -Licntropos! Ya era suficientemente malo con la mierda del lobo. Exclamo con fuerza el primero. -No seas estpido muchacho, por su aspecto se dira que lo han trado aqu hace meses, posiblemente en la poca de estiaje. Le peg el ms viejo con su bastn. -Qu en el nombre de los ancestros es un licntropo? -Bestias malditas. Los lobos son cuadrpedos, pero estn las especies mgicas que se transforman y viven erguidas, son muy peligrosas, peor an, piensan y pelean como lobos, no cre que vivieran en los bosques negros. -Trabajan para los lagartos? Pregunt Lion-O. -No, los lobos nunca respetan la autoridad de nadie por muy fuertes que sean, son asesinos que se soportan entre ellos, no hay honor, ni lealtad, la nica manera en que puedes ordenarles es con las leyes de la manada. Los mismos hechiceros les evitan porque son indemnes a la hechicera. -As que estos licntropos, si trabajasen para los lagartos, no les seran completamente fieles verdad? Podra intentar convencerles para que se unan a mi causa. -Eso no, ya se ha intentado en el pasado y no result, no pueden ser domesticados, as que tampoco se puede razonar con ellos, es su modo de vida, les gusta, si deseas convencerles slo lo hars con su mismo lenguaje. -Sin olvidarnos que si son lobos de lomo azul estars en problemas muchacho, aun estamos en verano, cuando inicie el invierno, si el aullido es largo y seco, ser mejor no te quedes, suelen cazar donde se asientan y con los aullidos forman sus gigantescas jauras. -Puedes saber qu clase de lobo era ese? -Difcilmente con un hueso, los de lomo gris generalmente cazan en las montaas y no les gusta ser vistos, los de lomo azul cazan donde se asientan sus hembras, ellas deciden el lugar, ambos son grandes, ambos tienen licntropos, la diferencia se encuentra en el tipo de presas. -Alguna vez viste uno de lomo azul? Pregunt interesado mientras los pequeos habitantes del bosque suban por enredaderas que daban al exterior. -Slo como un cuento del folclor de mi aldea, mi abuelo deca que cierto da una manda de lobos atacaron a una gran caravana del que no qued casi nadie vivo, el nico que pele con los lobos sin importarle su propia vida, fue perdonado por los lobos.
-Y cmo lo hizo? Digo, no se aprecia que ustedes sean grandes guerreros. -Ese valiente aparentemente haba perdido a su familia y al borde de la agona, fue observado detenidamente por uno de los lobos que tena agarrado a su hijo del cuello con su poderoso hocico, misteriosamente le solt y de un aullido hizo que los dems lobos se retirasen. -Dej ir al nio? -Ese nio fue el nico que sobrevivi, su padre le cont lo que ocurra mientras el pequeo conduca la carreta en la que muri das despus, deca que un lobo azulado, que a veces caminaba erguido, les haba seguido todo el trayecto, como protegindoles. -O esperando a que muriera su padre. Complet Lion-O que ya senta el frio de la noche acercarse. -Es un cuento extrao, pero tiene lgica, slo respetaban la fuerza del lder alfa, es como un miedo endmico entre ellos, si el macho alfa de la manada lo percibe, es dejado solo por la manada, los alfas deben pelear solos con otros alfas y por eso deben sentir miedo de alguien que no teme morir y prefieran evitar el combate. -Qu pas con ellos? -Ese invierno fue demasiado crudo, por lo que dicen dur casi dos aos, nunca he visto una cosa as en mi vida, por eso pienso que es una fbula, como sea, es demasiado crudo para ser ficcin, una vez que la primavera arrib ya no se supo nada de ellos, algunos decan que encontraron una ruta para moverse ms all de las costas de los piratas. -Este mudo maldito est fuera de balance, de suceder ahora no tardara en notarse. El otro wolo acompa las palabras de su colega macabramente. -Ah s? Vaya, los lobos entonces son enemigos temibles, Lion-O estaba un poco intimidado, los wolos se vieron al rostro satisfechos y estallaron en carcajadas sorprendindole. -Pfff, pero cmo vas a creer en semejante disparate muchacho, aja, ja, este viejo estafador nicamente trata de venderte sus buscapis, si les tiras unos a las patas de los lobos, estos huyen despavoridos, son unos cobardes. -Ja, creo que exager un poco, si son licntropos no importa demasiado, son prcticamente imbciles, procrearse con los ms fuertes a veces hace que la mayora de ellos nazcan un poco idiotas, je. Se limpi la nariz con una sonrisa, el len no estaba complacido en absoluto. -Lo que me faltaba, un par de bribones sin oficio, no pienso comprarles un miserable cerillo. -Bueno muchacho, de todas maneras no te confes tanto, estas tierras han visto mucha sangre correr por su superficie, puede sentirse en la tierra, no se ha ido ese mal en tanto el causante no expe su pecado. -Tena un maestro de nombre Passer que hablaba de este sitio, si uno se aventura en estas grutas y se pierde, puede que nunca vea la luz del da nuevamente, deca que las ruinas prohibidas del valle de los reyes estaban interconectadas. Dijo Lion-O que tuvo un mal recuerdo de su adolescencia. -En eso tienes razn, estas grutas pasan por todo el continente Thuriano, hay grutas gigantescas donde quedan ruinas de antiguas civilizaciones erigidas que perduran hasta nuestros das casi intactas, este piso de piedra cortada lo prueba, si tus lagartos saben la ruta correcta, nunca podrs cacharlos.
Las primeras estatuas que vieron eran de cierta manera felinas, estaban tan desgastadas y llenas de salitre, que sus colas se haban borrado, las caras en todos los casos estaban destrozadas. -Sabes de que son estas estatuas? -Mi pueblo les llama la Adoracin de Seth, parece una especie de chacal o un felino, es difcil saber porque no hay ninguna que conserve su rostro. Proceden de los primeros asentamientos thunderianos cuando Thundera estaba engarzada en un combate contra el rey Tygelius. Por lo que s, el breve imperio fallido de los tigres y los cola-orejas se construy sobre una ciudad muy anterior a todo lo conocido. -Te refieres a la ciudad muerta? -El ttulo es bastante curioso si te los pones a pensar. -Por qu lo sera? -Muchacho, si tu ciudad estuviese maldita an tendra nombre, como el pueblo maldito de Khan, o el pueblo hechizado de los nenfares, pero ciudad muerta ms pareciera una moraleja. -No es tal el misterio, una ciudad muerta es una ciudad sin habitantes, porque lo que hace de un pueblo una ciudad son el nmero de habitantes. Respondi Lion-O, viendo a otro wolo que cargaba una de las estatuillas que pensaba era de algn valor, pero luego la dej cuando el ms viejo de ellos le dio un golpe. -Y all est el misterio muchacho A dnde fue esa poblacin tan avanzada y refinada? Por lo que sabemos no se encontraron nunca restos de ningn tipo, nicamente desaparecieron de la historia, pero mira la monumentalidad de estas obras, sin olvidar que aqu ocurrieron las tragedias que dieron el legado de terror a Thundera y los otros reinos decadentes de la primera guerra de las siete tribus hasta el alzamiento de Ratilla. -Conoces demasiado de nuestra historia para ser un wolo comn y corriente viejo. -Lo que me asombra es lo mucho que ustedes desconocen de la misma, por eso estn condenados a repetirla. El viejo tena razn, desconocan demasiadas cosas importantes por el secretismo del clero que guardaba la interpretacin de los libros sagrados de la historia del reino. -El camino est bloqueado seor. Deberamos volver. Anunci el wolo ms joven que dej caer una piedra a un tiro vertical donde todos los caminos convergan y luego de caer varios segundos, el chapoteo del agua se escuch con una fuerte reverberacin, el pozo estaba anegado. -No! Necesito encontrar ese camino. -De nada sirve ser obcecado muchacho, recorrimos las grutas que podran dar tras la cordillera y han sido cortados intencionalmente, este es el nico camino que quedaba, no han tenido que repetir su hazaa, esta anegado y no deben ser unos cuantos metros, estos tiros dan a tramos de kilmetros de largo, son imposibles de cruzar. -Y qu se supone que debo hacer?! Grit el chico con una oscura furia atemorizando a sus acompaantes, el viejo wolo que conoca ese efecto, intent tomar una posicin calmada y estable. -Lo primero es calmarte, nada ganas peleando con nosotros. La gente de las races pueden hacer el trabajo, en tanto la oferta sea justa y no perturbes su hogar, suficiente tienen de los lagartos para lidiar con un len, de momento ven con nosotros a comer, no veo qu ganaras. Chasqueado sus labios el joven rey se sinti abatido, pero el viejo tena razn, no haba nada ms que hacer, salvo confiar en otros nuevamente, una cosa que senta era cada da ms difcil de hacer.
#### Wily Kit y Wily Kat armaron conmocin entre los wolos, hambrientos atacaron junto a Snarf una canasta de comida, la cara de Lion-O se estir graciosamente cuando les vio, finalmente tena que pagar por todo eso.
An as los wolos no parecieron prestar demasiada atencin luego de unos instantes porque escucharon un sonido que conocan muy bien. -El aullido de un lobo! Sacando sus antorchas y lo que parecan ser armas de plvora, viejas y oxidadas, los wolos estaban atemorizados. -Cre que habas dicho que los lobos eran idiotas? Lion-O pens que todo era consecuencia de otra de sus ridculas bromas, pero la expresin de terror del ms viejo le hizo ver que no era as. -Esto no es natural, los lobos nunca bajan al valle... a menos que fuera de lomo azul y nunca he visto uno, nicamente como cuentos. -Pues me parece que un cuento nos acaba de alcanzar. Lion-O apunt a los ojos centelleantes de un animal que les miraba a cuarenta metros bajo la pendiente. Los wolos le lanzaron buscapis que nicamente dejaron ver que era un animal grande que no se movi de su lugar, luego de unos momentos, mostrando una larga cola peluda que era pintada de rojo por los cohetes, se intern en el follaje del bosque. -No parece que tenga miedo en absoluto, incluso para un animal, es raro no temer al fuego. Dijo el len. Los ojos de los wolos estaban abiertos intensamente, hasta que uno rompi inmediatamente el encanto, precisamente el viejo que modificara su actitud hacia el joven len. -Bu-bueno mi seor, quizs debamos pasar a comer, nos gustara que se quedara a recibir un poco de nuestra hospitalidad de wolos. Lo dijo en un tono extraamente alarmado, lo suficiente para hacer que los dems wolos sacaran la comida que tenan oculta.
Wily Kit y Wily Kat estaban ajenos a todo, Snarf se qued apoyado en sus piernas respirando copiosamente con su aliento gatuno. -Qu prdida de tiempo, mirando las estrellas de la noche no estaba siquiera impresionado y sus pensamientos volaron hacia ella, negndose a aceptarlo, el destino era cruel y no le permitira regresar sobre sus pasos, pero deba intentarlo, l no era un asesino a sangre fra y lloraba en su interior por cada alma que esa absurda lucha le haba obligado a tomar. Quiso tomar el guante y ponrselo nuevamente con la espada engarzada pero la desesperacin en su corazn hizo que se la quitase de golpe, Snarf se levant y dio un giro antes de golpearse contra una roca. -Has sentido eso? Le pregunt a Snarf que pareca despertarse de su sueo sin sufrir dao alguno, desde cierto punto de vista era la quintaesencia de lo raro, no haba nada parecido a Snarf en su mundo, era una criatura fascinante que asemejaba a un gato sin serlo. Lion-O sonri y coloc a su amigo entre sus brazos. -Estoy que me reviento, hemos pasado un montn de horas buscndote gatito. Dijo Wily Kit sacando su flauta, Lion-O la detuvo. -No creo que sea el mejor momento para hacerlo, sealando a los wolos que miraban inquietos hacia el bosque del fondo del valle. Wily Kat recogi el deslizador y lo meti en la bolsa con su conjuro. -Veo que lo han reparado. -Podemos usar uno al menos si se descompone el otro. Una de las orugas sigui a Wily Kat para comerse la fruta dulce que Lion-O estaba a punto de quitarle porque se le picaban los dientes. -Un da iremos a El-Darah y nos llevaremos todo la gente con nosotros y nunca pasaremos hambre, est llena de oro, comida abundante, buen servicio y trato. Lion-O se ri mientras Wily Kit se recost sobre su costado izquierdo cubrindole con el brazo. -Creo que eso es un cuento de nios Kat. Le dijo Lion-O que saba el cuento de la ciudad de la abundancia que ellos contaban de memoria. -Existe, ya lo veras, entonces te haremos un prstamo nuevamente para que reconstruyas Thundera. -Ja, es una buena idea Kat, aunque el problema es que ahora mismo el oro no tiene valor y si me prestaras todo el oro, no habra diferencia. -Llevas diciendo eso desde hace semanas Por qu el oro no tendra valor? -Es algo de lo ms simple mi querida gatita, dijo el viejo y refunfun wolo. -Si tienes dinero, primero debes tener un mercado donde gastarlo, el oro es valioso porque todos lo usan como moneda de cambio al ser un bien escaso, pero imagina que en vez de un mercado hay slo una tienda y t tienes demasiado oro, si el oro es ms abundante que las mercancas que compras con l, es evidente que su valor se desploma y la gente estar tentada a usar otros materiales o el trueque directamente, en este momento nosotros somos como una pequea tienda luego de que el mercado cerrara. -Y ese mercado es Thundera? El viejo wolo asinti ofrecindole un pedazo de carne falsa que usaban los felinos para limpiar sus dientes, aunque a Wily Kit ni a Wily Kat le gustaba el sabor de las hojas, Lion-O les obligaba a hacerlo, pues ambos ya estaban en la poca en que comenzara a mudar sus dientes.
-Me temo que as es, antes de una u otra forma el dinero pasaba por las manos de Thundera y ese reino tena el control del comercio, consumiendo y dando valor al oro, pero cuando cay en manos de los lagartos, ese mercado desapareci y el oro perdi gran parte de su valor al hacerse abundante y ahora es ms valiosa la moneda de los feudales de cobre y latn con el que se hacen sus armas, que un dobln de oro thunderiano. -Oh, vamos chicos no se depriman, esto ser temporal, cuando regrese Thundera no tendrn esa clase de necesidades, vivirn conmigo, les dijo el joven felino, pero no era lo que ellos queran y no podan explicarle la razn, un gesto que Lion-O no pas por alto, ellos le escondan algo y eso le molestaba. Ambos chicos se quedaron pensativos un rato dirigindose miradas cmplices, Lion-O los abraz con una falsa ternura, se arrepinti en su momento de haberles casi abandonado, pero ahora eso le traa constantemente el recuerdo de Pumyra muriendo llena de rencor, enterrada en las ruinas de Thundera los tres das en que pudieron rescatarle, estaba lleno de ira para detenerse a pensar que podra haber supervivientes. Ella se haba entregado a su oscuro seor, lleno de celos y enojo, deseaba huir, apartarse de esa maldita espada, de esos amigos desleales, llegando a cuestionarse siquiera si era una buena persona, mostrando su verdadera cara. Deseaba tener un momento a solas para reflexionar las cosas que tendra que hacer, no poda acudir a nadie. Panthro no era el ms listo de los generales que haba conocido, siendo traicionado por Grune, su recompensa por su obsesin con derrotarle haba tomado sus brazos, Tygra no era la persona a que confesara sus dudas, l lo vea con ligereza suprema cuando no se trataba de sus propios deseos, ya Cheetara prefera evitarla. Tal vez se haba visto obligado a superar su relacin con su hermano, a que se rindiera ante el enemigo por l, pero no podra recurrir a alguien as cuando ni siquiera tuvo palabras de consuelo en su peor momento, todo entre ellos haba cambiado, tal y como l haba sentenciado, as que no quedaba nadie que realmente entendiera por lo que estaba pasando y en su mente el nico consuelo que poda tener radicaba en entender el propsito de su misin de reconectarse con aquello que haba perdido sentido. Poda ver como al intentar cumplir con los deseos de Jaga, a su vez haba inmiscuido a otros pueblos, que eran blancos de un enemigo sin moral y no saba qu hacer, pues no se senta capaz de salvar a todo el mundo. Cuando se despert por la maana, las malas noticias continuaron, los habitantes de las races haban tomado ms tiempo del deseado en regresar y todava no volvan, los wolos intentaban marcharse por su encuentro con el que crean era un lobo, Lion-O tuvo que ir abajo del peasco para mostrarles que no haba ningn peligro, la peor noticia era que su caballo segua con la pata hinchada. As que viajaron en los deslizadores prometiendo volver antes del largo atardecer de finales de verano, Lion-O pensaba que no necesitaran de ir tan lejos, pero le asombr la distancia, habra tardado varios das antes de darse cuenta de su despropsito, era raro en l esa clase de errores con tanta prctica. Wily Kit fue la que le seal hacia abajo lo que con sus ojos pudo ver era una pelea. Una esbelta felina que pelaba con tres salteadores de caminos sosteniendo un objeto con ambas manos, era bastante buena en ello, porque de varios saltos los evadi hasta ser alcanzada por un cuarto que sali de entre los arbustos de improvisto. Lion-O no crey que ella sobrevivira cuando ese trol de puente, tan grande como una casa, la aporreo lanzndola al suelo. Sin ponerse la garra, se lanz hasta que con la espada bloque el segundo ataque, no eran ms fuertes de nada a lo que no estuviera acostumbrado, sin embargo no ponerse el guante le trajo un inconveniente, pues cuando el ms grande de esos sujetos carg contra l, casi pierde la consciencia, la chica que pareca intentar recuperarse, huy a toda prisa para ser interceptada por otro sujeto que le arrebat parte de su atavo, mostrando su larga
cabellera amarillo crema, desconcertando a Lion-O, que reconoci una cara que no perteneca a su tiempo, tropez al cruzar sus miradas cuando uno de los atacantes intentaba huir del lugar. A punto de ser aplastado el monstruoso ser, este ltimo cay al piso desmayado por un firme y poderoso golpe. -Hattanzo! Dijo con alegra Lion-O, mientras los cachorros se lanzaban en picada para alejar al resto de bandidos que se metieron en los matorrales entre saltos, algunos eran sapos con armaduras que no cubran por entero sus cuerpos. -No aprendiste tu leccin la primera vez joven cabeza de chorlito?, dijo el sujeto con una espada mientras se bajaba de la cabeza del enemigo derrotado. -Ah? No digas tonteras orejudo, he venido por un tema diferente. Lion-O se acerc a la chica que gritaba en un idioma extrao, alejndose corriendo, cubrindose la cara con su caperuza parda. -Debes disculparla, los herreros y sus mujeres son de lo ms huraos que puedas encontrar hasta que les conoces de cerca. -Hace aos que no vea a un herrero en persona, aunque la nica vez que haba visto a alguien como ella era en un lugar que no me creeras. -Los herreros son nmadas, generalmente no se acercan a los pueblos, pero son mis amigos desde que yo era una cra, esta pequea viene a venderme su aleacin a cambio de comida, hoy no han tenido suerte, el pueblo de los mercenarios est sin provisiones desde que el Duelista trajo a los lagartos con l y desvalij medio pueblo. Puesto que no hay negocio, tampoco comida, la mejor arma que vers de m ahora es un vaso o una cuchara que se acumulan en la bodega, los wolos dicen que hay una nueva ciudad al Noroeste de aqu, nos han birlado el negocio los muy descarados. -Eso, bueno hmp, ya me tema que alguien como el duelista quisiera unrseles. -En fin, una vez se llevaron todo el metal de la fundicin se fueron, aunque sin compradores cmo si me hiciera falta, una lstima que esos pobres herreros se queden sin comida t no sabes nada al respecto? Digo, veo que vienes precisamente del Noreste -...Ki-Kit, Kat! Denle a esa fiera un poco de la comida que nos dieron los wolos! Pobre gente. Dijo en un tono fingidamente compasivo evitando ver a Hattanzo a los ojos. -Vaya, pero que amable, mascull el maestro del forjado de espadas que puso su hocico cerca del chico que apresur a los cachorros. -S Majestad! Los chicos respondieron de muy buen humor, salieron a toda prisa en sus deslizadores mientras Hattanzo finalmente se decidi ayudar a incorporarse al monstruo que les atac, que pareca tener un poco de retraso y miraba con un dedo sobre su boca la rara escena con el famoso chico que hizo la gran marca a la roca del valiente, misma que era usada para determinar la fama de un guerrero que luego era contratado como mercenario. -Ya te he dicho que no te juntes con esos vagos, acabaras herido y te dejaran detrs. Chupndose una fruta que le rob a Lion-O, este se fue en silencio hacia el bosque guiado por su amigo que saboreaba una rama de alguna clase en su boca.
-Vaya, parece que eres todo un caso, ya no eres el mismo despreocupado de Thumb!El sonido de un fuerte objeto que impact en su pecho y le derrib al suelo, la chica le grit con gestos guturales, Wily Kit y Wily Kat se molestaron al ver lo que finalmente hizo una vez le dieron la comida, ella dijo unas palabras en ese idioma suyo y dio la vuelta fuera de s, les quit la comida a los cachorros y se intern en el bosque.
-Se me olvidaba mencionarlo, la tribu de los herreros es bastante orgullosa, no aceptan regalos y si lo haces a una chica, bueno... prcticamente es como reclamarla en matrimonio. -Quee?! -Oh, pero no te preocupes tonto, ella te ha tirado algo del mismo valor. -Quieres decir que mi propuesta ha sido rechazada? Dijo de forma hilarante. -Me temo que no... es tan simple, ha dicho que lo considerar, pero que eres algo enano y preferira casarse con un pigmeo. Ha sido muy suave, de haber trado una espada te habra arrancado la cabeza, no soportan a los leones por algun razn. -Me tomas el pelo? -No completamente si te soy franco, ya lo dijo, es una tribu bastante ruda, ha visto la espada que traes y est interesada, seguro volver. -Lo que sea viejo, tengo cosas ms importantes de que hablar. #### La casa de Hattanzo haba cambiado mucho, en el porche se encontraba una enorme cantidad de varillas aplastadas de metal oxidado con la que haca espadas, cuchillos, cucharas y otras cosas de metal. -Se ve que no has perdido el tiempo. -Una vez recuperas el peso acabas con los pies en la tierra, as me gano la vida.
Snarf encontr un lugar para acurrucarse, los cachorros se dedicaron a pasear entre las casa del fuerte abandonado, donde las miles de espadas usadas para hacer un impresionante cerco metlico haban desaparecido dejando la fundicin principal a la vista sin un alma en sus cercanas. -Y bien, no me vas a decir como escapaste? -Dado que la cuestin era no ser encontrado, di de vueltas por aqu y por all, visit a mi familia... la parte que poda, aunque no mucho tiempo, las visitas son muy complicadas cuando dos hermanos estn enamorados de la misma mujer. -T tambin? Eh, quiero decir, cuntame sobre eso. Lion-O se meti un dedo en sus finas orejas felinas y desviaba la mirada.
-Cre que habas dicho importante. -He venido porque necesito un poco de consejo, pero tambin porque siento que necesito una espada nueva. -Debes estar loco? No es como si tu espada fuera de las que se vendiese en las tiendas. -No necesito una rplica, quiero una espada normal. -Una peticin bastante rara si me lo preguntas, de cualquier forma te escucho, una venta es una venta. Lion-O comenz a hablarle de lo que le haba ocurrido en ese entonces, los problemas de su grupo, la traicin de Pumyra y de que en su interior algo le deca que no debera usar la espada todo el tiempo, una opresin terrible que carcoma su paz desde adentro, cuando le relat el triste episodio del ataque de los lagartos lloraba como un nio y Hattanzo, entendi que el chico trataba de desahogarse ms que pedir ayuda o consejo. Wily Kit al escuchar los sollozos de Lion-O, se aproxim con su hermano y Snarf, pero Hattanzo les cerr la cortina negando con la cabeza.
Puso una tetera y le agreg plantas que resultaron en un sabor amargo que hizo tomar al joven rey que se qued en silencio por largo rato en silencio, mientras Hattanzo fumaba de su pipa de opio reflexionando lo contado. -Hm, es difcil decirte nada que podra consolarte muchacho, la vida de un lder tiene un lado amargo, llevas un peso demasiado grande y no has sabido separar tus emociones de tu deber. Ya comprendo la razn de que tu espada empiece a comportarse as. Hattanzo se sent en una silla y cruz las piernas. -Cada da es peor, intentar ver por el ojo de Thundera me hace querer vomitar y extender la espada es como si la sangre me fuese extrada. Siempre con una actitud despreocupada, con sus pequeos ojos negros mir la hoja de la espada exhalando el humo de opio y con su fuerza de voluntad logr que se extendiera sorprendiendo al felino. -Cualquier objeto mgico se comporta igual, te va chupando las emociones positivas, esta espada no se supone que debera usarse en batallas normales, tienes que aprender a limitar la fuerza vital que ofreces a la espada, cortar rocas para ganar apuestas no es un buen motivo para desenfundarla, para que esta espada corte no hace falta filo, solo su peso. De un movimiento rpido, Hattanzo despostill un poste de madera que se vino abajo. -Lo ves muchacho, es una cuestin bsica, mi espada es filosa, pero contra una espada ms robusta podra romperse aunque fuese de una material de baja calidad. -Eso no es fcil, la espada de los augurios parece obligarme a hacerlo, me da ese sentimiento del corte perfecto, de la defensa suprema. Lion-O le mostr como la garra creca a lo largo de su brazo y parte de su pecho formando una armadura dorada. -Increble! Si no lo viera no lo creera, pero ya te lo he dicho, usar una reliquia mgica tiene un costo, necesitas de sentimientos positivos, juntar buenas experiencias que fortalezcan la voluntad de tu espritu, pues son las emociones de donde la magia y la hechicera se nutren, si te quedas vaco de los sentimientos positivos, tu furia y resentimientos se vuelven la sangre de la espada. -Entonces cuando la us despus de lo que me ocurri con Pumyra fue un completo error. -Era un momento muy bajo de tu estado emocional, fue un riesgo muy grande por tu gran desconocimiento, que no est justificado, pues como rey deberas saber cada cosa respecto a tus propias armas. -He pensado que si me prestases tu espada tendra tiempo para recomponerme Hattanzo neg con la cabeza. -No, una katana no es tu tipo de espada, solo mira tus brazos, demasiado torpes e hinchados, necesitas una gladius con escudo o una espada curva, una cimitarra quizs, una espada ligera como la katana hace que pierdas la fuerza del golpe si es demasiado larga o demasiado corta, las espadas ligeras no estn hechas para ti. -Una espada mandoble tal vez. -Tampoco, si fueras ms alto podras usarlas, pero con tu tamao crearan problemas en la defensa, deberas tener una espada que te haga sentir lo suficientemente seguro, pero a la vez cauto, como las mancuernas de los magos elementales, dado que no podemos usar nada parecido para limitarte, debemos darte una espada que corrija mentalmente tu falta de autocontrol. -Y cul sera esa espada? -Hmm primero necesitas una espada que contenga tus ansias homicidas. -Oh vamos, debes estar bromeando. Hattanzo sac una espada de madera con mango pesado para aprendices.
-Adems una espada de combate cercano, esos lagartos tienen rifles, la nica oportunidad que tendrs es atacarlos es a corta distancia, dar un golpe y alejarte. Era una espada horrible con forma de diamante, no tena filo. Si l la usaba ms que cortar, apaleara. -Con esas cosas terminar en una fosa en un tris. -Ingenio muchacho, no has aprendido nada, t me demostraste que no dependo de una espada fuerte para ser alguien, tengo mis manos y mi inteligencia para salir adelante por m mismo. Recuerda lo que has aprendido. La espada se senta muy cmoda para su brazo y poda usarla sin problemas, pero entonces Hattanzo vio como el felino se movi de una manera particularmente inverosmil, dejando una estela cuando giraba para hacer un corte suave con la espada de metal que reban un junco con un corte casi perfecto. -Wow, creo que podra acostumbrarme a esto, dijo el chico, Hattanzo no le quit su penetrante vista. -Bien pues parece que est todo resuelto, creo que es hora de que te marches. Con su aspecto que recuperaba su tristeza de las ltimas semanas, baj la mirada por hacer lo contrario a lo que el herrero le haba dicho que hiciera. -Lo siento, a veces me olvido de lo que la gente me advierte. -Pues parece ms cotidiano de lo que crees, en las dos veces que nos hemos encontrado, en las dos has hecho lo mismo. -Prometo ser ms cauto, y sobre lo dems Lion-O hizo una cara dubitativa, el herrero volvi a exhalar profundamente. -No hay una solucin sencilla, en un inicio yo era herrero en una familia de varios, yo y mi hermano ramos los mejores herreros de la regin, todo cambi cuando empezamos a amar a la misma mujer, la mejor herrera que jams hayas conocido, vital, hermosa y fuerte. -Qu pas? -Lo que supones, ella le eligi a l y ya no podamos estar los tres juntos, era doloroso para m, me di cuenta que al verle feliz hacia que me sintiera miserable, supe que no haba lugar para m all y tom mi rumbo, ella tuvo a sus hijos y cuando menos lo supe, ya haba superado el prestigio de mi propia familia de herreros como Hattanzo, un nombre que me fue dado por otros, as que tambin les negu el reconocimiento de mi apellido. -No les visitas desde entonces? Hattanzo neg con la cabeza. -Lo hago pero no tan a menudo, antes de que perdiera la espada un par de aos atrs, se me daba bien presumir y torturar a ambos con mi fama, no supe manejar mi rabia, a pesar de que las cosas han cambiado y he tratado de estar en buenos trminos con ambos, ya no poda regresar al tiempo anterior de que les dej, ni tener una amistad sin que mis propios sentimientos intervinieran arruinndolo y luego pas un evento desafortunado -Una desgracia? -Peor, comenc a orbitar nuevamente a su esposa, cansada de las frustraciones de su marido por su falta de reconocimiento, cruzamos la lnea Lion-O. -Le besaste? -Ja! No seas nio, si eso hubiera sido todo las cosas no estaran como estn en este momento.
-La embarazaste?! Eso es terrible. Hattanzo se agarr la cabeza, jalndose las orejas. -No s lo que estaba pensando en ese momento, ese deseo me hizo olvidarme de todo, por no decir que mi hermano lo sospecha, sabe que algo cambio porque no me ha perdonado y desde luego no me he atrevido a ver el fruto de esa relacin prohibida, estoy en un punto donde con una palabra puedo destruir a una familia entera y no quiero eso, pero l no lo hace fcil, se comporta como un idiota.
-Es diferente conmigo, Cheetara no me ama, era un encargo del que se deshizo sin pensarlo dos veces. Lion-O baj la cabeza meditando. -Dices eso, pero por como hablas y el enojo que se miran en tus ojos, tus sentimientos por ella son intensos. Es sabio que te alejes si no puedes separar tus emociones de tus deberes, seguir juntos te llevar a una desgracia como la ma y no tiene que ser por un desliz, en su afn por ayudarte puede dar paso a malos entendidos. Has pensado lo que pasar cuando ellos tengan una vida ms cercana o ella finalmente quede preada de l? -Tampoco deseo ser cruel, es que no s como decrselo, estoy la mayora del tiempo enojado, frustrado en su presencia porque mis expectativas propias se han ido a la mierda y me he ensaado con sus buenas intenciones. -Ambos tienen sus propias responsabilidades como adultos, no puedes esperar que la novia de tu hermano sea tu confidente o dejarle tu vida en sus manos, pues cuando se vea obligada a elegir, lo har por l, es mejor librar a su corazn de tamaa responsabilidad. -No haba pensado en eso. -Yo ya comet el error, deb mantenerme alejado, en vez de eso siempre mantuve la esperanza, he recibido varias cartas de ella desde entonces, me rompe el corazn..., pero la decisin parece ser una sola y no s cmo reaccionar mi hermano. -Veo que eres un poco ms pesado que antes. y mejor vestido. Lion-O acot al tiempo que elevaba la cara al techo, ciertamente las ropas de Hattanzo no eran las del vagabundo que conoci, ni tampoco su casa desordenada o destartalada, as que asumi que la decisin que haba tomado no sera sencilla.
-Me he llenado de preocupaciones mundanas amigo mo, necesito el dinero si quiero traer a esa pobre mujer ya sus hijos a mi vida. Una victoria sin gloria pens Lion-O en silencio por ese contraste de Hattanzo, se preguntaba si haba hecho lo correcto al buscar a una persona completamente diferente a la que tena delante, el Duelista haba visitado el pueblo y l pareca poco preocupado, de ser as, la posibilidad de que sus movimientos fueran seguidos no deba descartarse, pero tambin podra ser su paranoia a ser traicionado. Miraba lo que pareca ser un poste alargado verdoso, en realidad descubri que era una gran hoja de metal con la ptina formada por la oxidacin que sostena el techo de la casa. -Por los bigotes de mis ancestros, qu demonios es esto?! Abstrayendo a Hattanzo de su mal sabor de boca, cambi su postura y se burl con disimulo al recordar la historia. -Esa espada muchacho, es una espada para cortar jinetes con todo y sus monturas de tajo. -Asombroso, debe ser maravillosa verla en batalla! -Lo sera, claro que s, si no es por el pequesimo detalle de que nadie es capaz de usarla, es horriblemente pesada. -Es puedo verlo sin preguntar. Y era cierto, la espada meda fcilmente cinco metros de altura con un mango de mandoble ataviado de cuero negro sobre el que un travesao serva de tndem para la base del techo. -Un shogun estpido me pidi hacerla, era su idea para crear una unidad lo suficientemente poderosa para acabar con la caballera de sus enemigos, el problema es que el muy tonto no tena a nadie capaz de usarla y la dej aqu ya que fundirla o transportarla resultaba imposible, fue derrotado das despus porque en vez de hacer muchas espadas y contratar muchos soldados, dedic sus recursos en crear una sola que nadie pudo levantar. -Alguien capaz de levantar una espada as de pesada sera nico, ni Panthro podra. -La espada de los Augurios no es muy distinta a esta espada, la diferencia es que al contrario de esta cosa, no pesa lo que debera, el material con el que est hecho escapa a mi comprensin, cuando seas ms diestro con la espada, podrs controlar no solo su filo, sino su peso, eso te lo puedo asegurar. -Djame en paz, pedazo de gigantona Se escuch a lo lejos, Lion-O alarmado sali corriendo seguido de Hattanzo que poda adivinar a sus molestos invitados. Era esa chica que vieron en un inicio, estaba peleando con los cachorros, mientras uno de sus dos compaeros pate a Snarf que sali disparado para caer detrs de uno de los techos vecinos chillando, eso enfureci a LionO que sac la espada de los augurios, pero Hattanzo diestramente evit que siguiera adelante.
-Suficiente! El que pareca ser el ms viejo de ellos llevaba la comida que puso en el suelo. -Quin demonios eres t y por qu atacas a mis nios?! -Siento mucho los modales de mi hija y su prometido su seora, sea piadoso con nosotros por la rudeza de nuestra intromisin, mi nombre es Hammer-Sung, lder de la tribu de los herreros, veo que realmente eres el hijo de Claudus. -Y qu quieres? -Me temo que mi hija cometi un error mi seor, no podemos aceptar su comida a cambio de una de nuestras mujeres, mi hija ha estado cambiando nuestro metal por su cuenta sin nuestro consentimiento, pero este da se extralimit. -No s nada al respecto, le di la comida porque pens que la necesitaba, no porque me diera ningn metal o me ofreciera mujer alguna. Hattanzo morda su ramita de olor, l pareca saberlo perfectamente. Snarf que volaba para caer en el suelo lleno de espadas oxidadas con las puntas arriba, fue detenido en su cada por una misteriosa mujer alada, Snarf abri los ojos reconociendo a su interlocutora. Colgndole una pendiente en el cuello. -Has hecho bien tu trabajo precioso? -Niii! Snarf! -Quiero que hagas algo por m. -Niii. El felino acept y dejndole en el suelo la figura desapareci.
Lion-O con sorpresa observ Snarf regresar como si nada le hubiese pasado a pesar del golpe, traa una pluma en la boca que escupi y luego se sacudi como si algo le molestara en el cuello, pero Hammer-Sung atrajo su atencin. -Siendo as es mucho peor, las reglas de nuestra tribu no permiten tales actos, Cougara no tena derecho a hacer lo que hizo, nosotros decidimos a quien debe entregarle su metal, no creo que lo haga con mala intencin, pero aceptar comida de un extrao, atenta contra nuestro orgullo propio. -Pues debe saber muy bien el orgullo, vaya seor mo, alimntese con l Hey? Un momento Tomaste ese metal que lanz la chica?! Le susurr al odo de Hattanzo con disgusto, que con disimulo intent una retirada estratgica, pero fue agarrado de la escafandra por el felino, colgando de su musculoso brazo hasta que se lo quit de encima a manotazos. -Cielos pero que pesado, as me gano la vida cabeza hueca, esa chica es la nica con sentido comn en toda esa tribu de veinte tontos, se mueren de hambre y encima se toman su orgullo muy en serio. Cougara, soltando a los chicos hizo sus ruidos habituales, argumentado a su padre en su propio idioma, este la agarr de una de sus largas orejas pardas para que callara. -Siento que no podamos aceptar su oferta de matrimonio, ella ya se ha comprometido con su primo Unrick. El chico que pate a Snarf hizo un gesto desagradable, por lo que supuso que l era Unrick. -Pero de qu rayos hablan ahora? Yo nunca le hice ninguna oferta matrimonial?! Miro a Hattanzo que se rascaba la boca. -Ya te lo dije, ofrecer un regalo preciado por los herreros se considera un dote, si ella te regresa su metal ya te imaginars el resto, la muy tonta seguramente se confundi, debi pensar que ese ataque era una encerrona para pedirle matrimonio, aunque no lo es tanto, sabe que ese aspecto saludable que tienes no es por pasar penurias alimenticias, por no hablar de la espada que llevas.
-No me jodas! El color del rostro de Lion-O cambiaba de color, esa chica junto sus labios y creo bombas de saliva balanceado sus caderas de un lado a otro, mientras los cachorros la miraban hacer el tonto con una cara constreida.
-De ninguna manera! Lion-O, no puedes casarte con semejante idiota. -Grrr! La chica le respondi abriendo la boca de Wily Kit, que hizo lo mismo. -Por todos los ancestros, podran dejar de hacer mofa de cada cosa. Lion-O le jal de las orejas a Hattanzo que pareca participar del hecho. -Como fuese mi seor, no deseamos ser desagradecidos, nos han dicho los wolos que usted ha instalado una ciudad al noreste de aqu, hemos visto los productos de ese sitio y me gustara ofrecer nuestros servicios como pago de la comida si eso le complace, porque en comparacin con sus herreros somos infinitamente superiores. -Bueno, ya que lo pones as, todos cometemos nuestros errores de vez en cuando o no amigo Hattanzo, je, je. -Habla por ti seso hueco, suspir escupiendo su varita de olor, se retir a su casa y de un empujn les cerr la puerta. Cougara, que peleaba por zafarse de Wily Kit, hasta que su padre le plant un coscorrn que le sac lgrimas, haciendo un puchero mientras ambos cachorros se rean en su delante. -Mi compleja trama de crimen y traicin se ha venido abajo, dijo el joven rey que de pronto pareca sumergido en problemas de lo ms triviales, lo que no le pareci malo en absoluto. ####
Noroeste de Avista Varias horas despus, casi al anochecer y ante el asombro de los wolos que ya se iban, el len regresaba con una veintena de seres de la tribu de herreros en rapidsimas monturas que escoltaban una carreta de magnfica manufactura, donde Lion-O vea a Cougara gruirle mientras a regaadientes volva a aceptar una paleta de carne seca que su padre hizo que soltara, luego de mucho forcejeo la chica se sali con la suya, actuando como toda una salvaje sin ninguna clase de pudor, retozando ronroneando satisfecha sobre sus piernas, abri su boca mostrando sus dientes cuando el felino intent apartarla, empujando a Snarf que gir en el piso sin despertarse. -Qu es lo que le pasa? Pregunt por fin Lion-O que no comprenda los cambios de humor de la felina y su falta de habla, pasando sus dedos por la mscara que cubra los pmulos que los herreros portaban. -Es de esperarse, ha perdido a su madre y hermanas, fue cerca del paso abandonado al Valle de los reyes, fuimos atacados por los lagartos y no parece que deba contarte como nos trataron, asesinaron a la mayora de nuestras mujeres y nios, a los varones se los llevaron como esclavos y nosotros hemos estado huyendo desde entonces hasta acampar cerca de las forjas de los mercenarios. -No saban lo que ocurra en Thundera? -Tal vez no lo sepas, pero nuestra tribu y Thundera nunca han estado en buenos trminos, usbamos las grutas de la ciudad abandonada que cruzan debajo del reino, no tenamos comunicacin con sus habitantes as que nos tom por sorpresa. -El orgullo y el odio siempre dan esos resultados, por lo menos no acabaron como la tribu de los tigres un momento te refieres a las ruinas prohibidas del valle de los reyes? No saba que existiese ninguna ciudad que pasara por debajo, son slo pozos de agua. -Se deca que en el pasado grandes ciudades cubran el continente, por alguna razn desaparecieron y las que sobrevivieron fueron erigidas dentro de la maraa de tneles que cubre todo Thundera, un prueba de que sus habitantes existieron. -Y ustedes las usan para vivir? -Para nada, como ya te debe haber dicho Hattanzo, no somos gente de este continente, somos nmadas y cada dos aos una parte de nuestra tribu es enviada para recolectar comida. -No lo entiendo, de dnde recolectaban la comida? Si no mal recuerdo los nicos que deben tener comida a esta altura del ao son los seores feudales. -Usamos las grutas que pasan por debajo del continente para recolectar comida en conserva por aqu y por all sin llamar la atencin, luego traemos una partida de caravaneros y regresamos con el cargamento de vuelta a nuestro pueblo, por desgracia esta vez nos confiamos y expusimos a nuestra tribu innecesariamente, perdimos un gran nmero de personas. -Significa que esa comida sigue all y ustedes an deben recogerla? -Me temo que eso ya no es una opcin, las cercanas de la entrada estn atestadas de lagartos su majestad y con nuestro nmero no haremos ninguna diferencia, permanecimos un mes sobreviviendo de la comida recolectada de los bosques, el invierno se acerca y ni en las villas y pueblos conseguimos nada, para colmo de males perdimos casi todas nuestras herramientas, nos queda esperar a que este trabajo permita a los que sobrevivimos conseguir la suficiente comida como para completar el viaje de regreso majestad.
-Imagino que incluso los lagartos pasan por mucho trabajo para conseguir comida para el invierno, al dejar los pantanos para hacer la guerra sus cosechas se echaron a perder y estn emigrando en gran nmero hacia las tierras que cruzan el desierto hacia los reinos brbaros. -Perdimos un par de compaeros hace unos das en una emboscada, los wolos hablan mucho de Avista y el rumor se extiende, estn dejando sus habituales rutas para venir a su ciudad, fue en una de esas caravanas donde vimos su orfebrera y la comida en conserva que usaban para comerciar. -Lo dices en serio? Vaya, no cre que se extendiera tan pronto hemos improvisado mucho con la tecnologa de Avista y se me ocurri, viendo como conservaban sus insectos, que podramos usarla para hacer trueques con las comarcas del interior. Debiste verlo! El proceso de envasado inyectando aire caliente crea un vacio que hace que las conservas duren meses y mes Lion-O se palp el rostro por la reaccin de Cougara y su padre, tal si un loco les hablase de las maravillas del viaje al espacio exterior, no poda ocultar la pasin que la tecnologa le despertaba y se reprendi por ello recuperando la compostura. -En verdad le apasionan estos temas, majestad. -Qu va, es que a veces me pierdo en estas tonteras. Aja, ja, hmp, han sido afortunados, tenemos problemas con las aleaciones de las estructuras que sostienen a la ciudad y los berbils no parecen capaces de resolverlo. -Es verdad que es una ciudad que cay del cielo? Lion-O afirm con la cabeza. -Usaban una piedra mgica para mantenerla en el cielo, la piedra de la tecnologa, Horus, uno de los concejales de Avista, dijo que generaba un campo antigravitacional por qu se cubren los ojos? Cougara y HammerSung se taparon sus ojos bajando la cabeza aplastando sus orejas contra sus pmulos. -Debe perdonarnos majestad, le suplicamos omita mencionar los principios del estigma, nosotros somos gente humilde que hemos renunciado a ese camino. -Estigma? A qu te refieres? -La prohibicin de la tecnologa majestad, fue una orden real de Thundera a la que aceptamos adherirnos en pasado y sigue vigente en nuestra memoria aunque su actual rey lo haya olvidado. -Prohibicin? Saba que la tecnologa era considerada una fantasa en Thundera, pero nunca escuch de ninguna prohibicin. -Por favor majestad, no pregunte ms, le ayudaremos con lo que solicita, es solo que no necesitamos saber nada ms, seguiremos sus instrucciones y saldremos de su vida cuando lo hagamos. -Ustedes son una pequea caja de misterios no? Hammer-Sung y Lion-O fueron llamados por el prometido de Cougara, indicando que estaban por cruzar los puestos de guardias de Avista, a lo largo del camino sobresalan sus rifles de plasma y caones de fusin que mantenan a raya a los intrusos, aunque eran ms perros que aves, lo que impresion a Hammer-Sung, que no haba visto a diferentes razas servir en un mismo ejrcito. Lion-O hizo una sea donde el viejo Bejira le divis, dando rdenes inmediatas a los dems puestos de viga para que les abriera el paso, aunque la caravana de enormes orugas se junt al del curioso grupo de nuevos visitantes que era mirados con recelo por los bolkins y saludados con cordialidad por los wolos. Snarf, quien era mirado por el padre de la chica, lo auscultaba como si nunca hubiese visto nada parecido, hasta ver el pendiente que llevaba en el cuello, muy similar al suyo y eso hizo que mirase a la cara del joven rey, sin atreverse a decir nada.
#### Entrada Sur de Avista Noche temprana Fue muy reticente a traer a esos herreros de vuelta al campamento y menos llevarles al corazn de Avista, si no fuera porque Hammer-Sung conoca a Hattanzo desde que era una cra y fue su maestro de herrera, pero eso tambin sembraba dudas en su corazn, no poda quitarles un ojo de encima. Cuando Lion-O reprendi a los wolos por contar cosas que podran ser perjudiciales para todos, estos revelaron que los herreros eran gente de confianza y poco dados a las habladuras, de las pocas personas con las que ellos se atreveran a negociar. No poda negar que la sensacin de estar rodeado de personas de su propia especie con las que no tena compromiso alguno, era refrescante, pudo hablar del seor oscuro, la muerte del rey y las tcticas viles de sus enemigos sin tapujos, ellos no le cuestionaban o le miraban raro, incluso Cougara pareca interesado en su historia y se emocionaba por lo mismo, tena momentos de lucidez sobre momentos de completa desconexin que en una tribu autosuficiente, se miraba como un eslabn peligrosamente dbil. Siendo gente sencilla, tenan poco que contar y no todo lo que contaban era demasiado vago, decan que pertenecan a un lugar fuera del continente, omitan cmo llegar o describir demasiado el sitio, fuera de que era desrtico y cerca de playas extensas como una isla, vivan del comercio de metales y orfebrera, eso no pareca ser suficiente para alimentarles, por lo que viajaban al continente Thuriano ofreciendo su mercanca a precios bajos que mostraban lo mucho que eran estafados para evitar notoriedad. Algunos utensilios conseguidos en Thundera eran evidentemente producidos por ellos sin que nadie lo supiera y como iban las cosas, nadie lo sabra nunca. Se detuvo a hablar con los habitantes de las races que encontraron una serie de conductos por los que podra ir debajo de la cordillera, segua siendo imposible no perderse y en una completa oscuridad, haban escuchado el sonido de grandes piedras ser arrastradas y las presencias malignas que lo produjeron, fueron desapareciendo, haciendo ms difcil su rastreo, Lion-O, cuyo corazn pareca ms calmado, se haba resignado a la idea de que tendra que hacer un ataque donde Pumyra podra resultar herida o muerta, aunque extraamente ese viaje le hizo que la olvidase por completo y luego se le ocurri; -Un momento, Hammer-Sung, habas dicho que recorras las grutas subterrneas que interconectan todo el continente. -S, lo haba mencionado. -Cmo sabes a donde ir? -Uso un mapa lunar, mostrando su pendiente, Lion-O mir una cadena que sostenan una forma circular con la impresin de una luna en cuarto menguante. -Podra servirme? Busco un acceso a las grutas que pasan por debajo de la ciudad muerta, Hammer-Sung neg con la cabeza. -Me temo que los mapas lunares funcionan como un recordatorio de rutas por las que has transitado, esa memoria se mantiene generacin tras generacin al heredar el mapa, este collar es de mi familia y llevan recorriendo esos pasajes por siglos, pero nunca tan al norte, crame, lo sabramos, antes no quise ser inoportuno, pero ya que saca el tema, usted parece tener ya uno.
-Y eso cmo es posible? -Ese animal al que llama Snarf, tiene un mapa lunar colgando del cuello Hammer-Sung vea en los cristalinos ojos de Lion-O su completa ignorancia del tema, agarr a Snarf y mir el pendiente que no haba notado hasta ese preciso instante. -Dnde has conseguido esto Snarf?! -Niii, Snarf gir su cabeza con aparente inocencia. -Veo que realmente no lo sabe eso es un sextante lunar, es diferente a mi mapa lunar que a nuestro pesar usa parte del estigma tecnolgico para funcionar. -Por qu esto sera diferente? -Ese sextante lunar en especial es una creacin de un elemental y necesitas de alguien que sepa o est en armona con la magia elemental para utilizarle. -Has visto antes algo parecido? -S, es como los mapas hechos para los mineros, he odo que ellos tiene una especial comunin con la tierra, las personas comunes, ni los propios hechiceros seran capaces de entenderlo pero un elemental podra. -Ya que lo mencionas, me dijeron que esta es una regin de mineros, si este mapa encaja en el perfil podra servir, aunque no sepa cmo lleg a manos de Snarf. -Es una posibilidad, lo difcil ser conseguir un minero dispuesto a ayudarte. -Supongo que no me queda ms remedio que pedrselo a Cheetara. Quizs Lion-O no saba cmo haba llegado al cuello de Snarf ese pendiente, pero la pluma en su mano tena un olor caracterstico que conoca muy bien, era que no recordaba de donde. Hattanzo, quien no le acompa, se decidi a reunirse con su familia o la parte que le interesaba de ella, prometiendo ayudar una vez reubicase su casa, pues vea que el pueblo de los mercenarios era cosa del pasado, o nuevamente, eso quera hacerles pensar, Lion-O sigui pensando en un complot a pesar de todo lo que los wolos le haban contado. En esta nueva historia, Hattanzo se diriga para avisar que los herreros haban hecho contacto y le traicionaran pronto, cuando durmiera pasaran las navajas, Cougara se recost en el suelo con Snarf, su padre se disgust sin hacer un escndalo, ms cuando ella se neg a subirse al asiento, Unrick que asom su cabeza por la ventana, pareca maldecir de que esa fuese su futura esposa, pues ronroneaba como Snarf en sincrona, Lion-O haca un gesto intentando no rerse para luego voltear su cara ante la cara ofuscada del padre. Escucharon los aullidos de lobos mientras viajaban a un acceso secundario, el silencio se apoder del largo contingente y los guardias apuntaron sus luces al horizonte. Los herreros reaccionaron atemorizados ante los aullidos, la misma Cougara se acurruc al lado de su padre mostrando su horror en el rostro. Lion-O se pregunt si haba un vnculo entre ambos, pues el lobo que vino una noche atrs, pareca estar rastreando ms que cazando, estaba seguro de que esa persona a quien buscaba, era precisamente a l. Mumm-Ra empezaba a mover sus fichas. ####
Avista medianoche, Sur de la ciudad Wily Kit y Wily Kat, intentaron montar guardia para proteger al rey como Cheetara les pidi, pero se quedaron dormidos y no supieron cuando llegaron o en que tienda se quedaron, aunque era lejos de donde estaba Tygra y compaa, que no haban vuelto de su viaje con Soul Sever, Wily Kit no pudo decir una sola palabra, se durmi como el mismo Wily Kat, quien abri los ojos brevemente para quitarse el oloroso pie de la pequea que durmi perpendicularmente a l y pens en ese momento que un bao no le hara nada mal a su hermana. La ciudad pareci sentirse ms tranquila al ver que ellos arribaban y pese al desaire del consejo y de los mismos voluntarios, Lion-O para su sorpresa segua arropado por el afecto de las clases ms humildes, quienes por su tamao eran relegados a tareas ms bsicas de recoleccin de alimento, cocina y limpieza. Lanceros de puntas explosivas, armas de plasma, tubos de improvisado como morteros, entre otros utensilios de guerra, eran acumulados por los voluntarios guiados por un grupo de perros preparndose para lanzar un ataque que marcara su regreso a la cima, haban puesto a punto dos naves reparadas que capturaron a los lagartos, estaban bastante envalentonados cuando no haban peleado en un conflicto directo, fuera de atacar a lagartos desquiciados por un ataque de gas nervioso, no tendran esa suerte dos veces. Aburn se arregl el pelo y se reuni con Lion-O que sinti que una sombra pas por detrs de l a toda velocidad hasta perderse. -Sucede algo amigo Lion-O? -Es mi paranoia habitual, necesito unas vacaciones. Se rio sin apenas emocin. Ro-Bear-Bill gui a Lion-O y Hammer-Sung que fue acompaado por su hija que cargaba a Snarf como a un juguete. Durante el trecho que recorrieron en total silencio, Lion-O les explic la situacin y de lo que tena en mente, una idea que no se poda sacar de la cabeza, Hammer-Sung le hizo serias advertencias. -Una idea que surgi de la nada majestad, es que no le resulta curioso? -S que es una locura, pero es una idea que tengo desde que vi Avista, cada vez es ms clara y dado que est destruida, siento que es momento de llevarla a cabo. -Como un mapa en su mente? Igual que con el mapa lunar. -Si lo pones as, es lo ms parecido. -No quiero hablar de esto majestad, aunque debo advertirle de cuidarse de estar en contacto constante con la tecnologa, especialmente la heredada de ese ser oscuro. -Otra vez lo del estigma? Ayudara si lo explicases. Hammer-Sung le mir fijamente, desvi la cara para mirar a Unrick, que estuvo de acuerdo. -Pues bien se ha preguntado alguna vez majestad, cmo es que sabe manejar estos aparatos demoniacos con tanta facilidad?, no digamos nicamente usarlos, repararlos e incluso construirlos, explicar la manera en que funcionan o cosas del estilo. -Hablas como si la tecnologa fuera una reliquia mgica, la tecnologa no se basa en la magia.
-Es posible, an as, el estigma del que hablo le afecta a ciertas razas en particular, los felinos por su puesto son muy susceptibles a ella, observe esta piedra. -Qu hay con ella? -Vea como soy capaz de hacer que se ponga al rojo vivo, hasta el punto en que se derrite sin fuego alguno, por no obviar que nuestros ojos estn diseados para soportar la intensa luz de la forja, lo ms atpico viene cuando tomamos un mazo de herrero, de alguna manera podemos adquirir el conocimiento. -As que cada que toco una mquina esta me dice cmo funciona y por eso han sido expulsados? HammerSung asinti. -Cada tribu reacciona diferente ante la tecnologa, en todos los caso hace ms fcil usar un arma o una nave sin el menor entrenamiento, cada tribu felina est orientada de origen, nosotros somos una de las tribus que muestran con ms intensidad ese estigma. -Nuestro estigma es el poder para la forja y por eso fuimos maldecidos y expulsados de Thundera, un recuerdo del pasado, del origen de los thundercats. Agreg Unrick que tena agarrada a Cougara de la mano que no atinaba a sostener a Snarf que con tanto ajetreo quera irse a dormir a otra parte. -Estas sugiriendo que hemos sido diseados como una herramienta a los servicios de Mumm-Ra? Eso es blasfemo, nosotros ramos esclavos de ese maldito ser, no sus creaciones. -Los Ancestros decan que estbamos malditos desde nuestra creacin misma y la condenacin que sufrimos era un ciclo interminable hasta que el ltimo sacrificio se realice y la decisin sea tomada. -Y eso que rayos significa?! Lion-O estaba enojado y le grit a Hammer-Sung que no cambi su actitud paciente. -Una de las razones por las que fuimos expulsados de Thundera, era que adems de nosotros, solo otra tribu estaba a altura de este estigma maldito, pero ellos no fueron culpados o sealados, convirtieron su maldicin en un signo de divinidad. -Y de quin es esa tribu? Unrick trag saliva no estaba de acuerdo con revelarle tanto, pero Hammer-Sung no se detuvo. -Del len... majestad. Fin parte 3 de 5
para cuando esta el siguiente cap Responder Respuestas 1. Matius Lenin22 de octubre de 2013 14:45 Espero que el domingo una vez terminemos estos se publicarn ms rpido los siguientes captulos.
2. Annimo22 de octubre de 2013 19:32 Mazeltov! 3. Matius Lenin22 de octubre de 2013 19:40