Yunus
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y, a menudo con encanto sobre cmo lleg a ser uno de los defensores de la pobreza celebrado contra la mayora de nuestra era." Finanzas "El Banco Grameen idea ha ayudado a millones en todo el mundo para mejorar sus vidas: Tome buena gente con poca riqueza, pero mucha energa y visin, aadir de buena fe, las normas de sonido sobre el dinero de prstamos, y algunos buenos principios para vivir, y tiene un receta para la prosperidad -. "Parade Magazine En 1983, Muhammad Yunus fund el Grameen, un banco dedicado a suministrar los ms pobres de Bangladesh, con prstamos minsculos. Veintitrs aos ms tarde gan el Premio Nobel de la Paz por su trabajo en la erradicacin de la pobreza. Esta es una historia inspiradora de la realizacin de un hombre que el acceso a incluso una pequea cantidad de crdito puede transformar la vida de los ciudadanos ms pobres del mundo. Yunus tuvo como objetivo ayudar a los pobres mediante el apoyo a la chispa de la iniciativa personal y la empresa en la que podran salir de la pobreza para siempre. Fue una idea que nace en un da en 1976 cuando prest 27 dlares de su propio bolsillo a cuarenta y dos personas que viven en un pequeo pueblo. Estos micro-empresarios slo necesitan crdito suficiente para comprar las materias primas para su comercio. pequeo prstamo de Yunus les ayud a romper el ciclo de la pobreza para siempre. Su solucin a la pobreza en el mundo, fundada en la creencia de que el crdito es un derecho humano fundamental, es brillante y simple: prestar dinero a los pobres en trminos que son adecuados para ellos, ensearles algunos principios financiera, y ellos se ayudan. el trabajo de Yunus teoras. El Grameen Bank ha concedido prstamos por un total de seis mil millones de dlares a siete millones de familias en zonas rurales de Bangladesh. Hoy en da, ms de 250 instituciones en casi 100 pases operan programas de micro-crdito basado en la metodologa Grameen, poniendo Grameen en la vanguardia de un movimiento mundial creciente hacia la erradicacin de la pobreza a travs de micro-prstamos. Ttulo original: Muhammad Yunus, banquero de los pobres "la caridad no es un buen negocio" Su permanente sonrisa y sus modales orientales parecen contrastar con la firmeza de sus convicciones. Muhammad Yunus es una especie de Quijote que se enfrenta al sistema. Su objetivo es contribuir a que haya cada vez menos pobres en el mundo. Sabe muy bien que con las reglas del juego actuales no tiene chances. Por eso plantea barajar y dar de nuevo. Cambiar la mentalidad apostando al inters propio sumado a la conciencia social.
As fue que este graduado en Economa en la Universidad de Vanderbilt que vive en la ciudad de Dhaika, Bangladesh, fundo el Grameen Bank, el primer banco que otorga microcrditos a gente que no tiene absolutamente nada en la tierra, "ni siquiera oportunidades". En el Grameen -que significa aldea- no se requieren avales ni garantas, pero la tasa de recupero de crdito es envidiada por los bancos ms eficientes de Wall Street. Yunus, que acaba de recibir el premio Prncipe de Asturias de Espaa y que ha sido recomendado por Bill Clinton para recibir el Nobel de la Paz, tambin es pragmtico a la hora de convencer sobre la efectividad de su propuesta. "La caridad no es un buen negocio; en cambio crear las condiciones para que haya trabajo s lo es", asegura. Lo que sigue es un resumen de la entrevista que mantuvo con 3 puntos:
Cul es la responsabilidad que tienen los gobiernos en la creacin de pobreza? Los gobiernos son responsables de no crear un marco legal e institucional que erradique la pobreza. Los pobres no crean su propia pobreza. La crean otras personas, instituciones y polticas errneas que no contemplan los problemas de fondo. La responsabilidad es crear polticas y ambientes donde los individuos puedan desarrollarse sin sufrir restricciones a sus capacidades. Hasta ahora lo nico que plantea el sistema actual es la ayuda a los pobres desde los Estados pero sin crear un marco social que fomente el desarrollo de la gente. Los organismos multilaterales de crdito cuentan con los fondos y con el consenso de los gobiernos para terminar con la pobreza. Qu es lo que falla? La forma de encarar el problema. No se trata de tener dinero para ayudar a los pobres. Se trata de modificar profundamente las estructuras convencionales del desarrollo. El marco terico en que estos organismos trabajan no est dirigido a mejorar la calidad de vida de los pobres. Su principal propsito para por lograr polticas que promuevan el crecimiento de las economas. Lo que sucede en realidad es que en el proceso fomentan el enriquecimiento de unas pocas personas y empobrecen cada vez ms a la mayora, y todo en nombre del crecimiento econmico. Es simple: ellos creen que si la economa crece, la sociedad en su conjunto crecer. Esta teora del derrame no funciona y se ha demostrado una y otra vez. Este tipo de marco terico es vlido slo creando ms pobreza, no eliminndola. La que se necesita es un nuevo comienzo con una nueva clase de instituciones y polticas activas que vayan directamente a la solucin del problema. Que empuje hacia adelante a los pobres, que les brinde las condiciones para que puedan desarrollarse y crecer. No se puede continuar con la teora de que slo unas pocas personas ricas pueden ayudar a la gente pobre y que slo unos pocos pases ricos pueden ayudar a los pases pobres. Cmo cree usted que debe comenzar a repensarse este nuevo modelo?
Observando lo que pasa en el mundo. Teniendo en cuenta la experiencia global. Por ejemplo: los microcrditos -que ya existen- cuentan con un marco institucional y funcionan muy bien ayudando a gente pobre en el mundo entero. No estamos hablando de caridad, de dar dinero sin esperar nada a cambio. Estamos hablando de crear oportunidades de negocios a travs de los crditos y de esta manera crear las condiciones para que los sectores sumergidos de la sociedad accedan a la tecnologa de la informacin. De esta forma mejorarn su trabajo y comenzarn a cambiar sus vidas. La tecnologa puede ayudar particularmente a la gente joven que es mucho ms receptiva y se adapta ms rpido a los cambios. Tambin las mujeres pueden beneficiarse por que lograrn desarrollar su propia vida e independizarse de otros miembros de su familia. stas son algunas de las cosas que pueden hacerse para llevar educacin, salud y trabajo a una gran parte de la humanidad que tiene cada vez mayores problemas para enfrentar al mundo moderno. Este tipo de herramientas les brinda una oportunidad para hacer negocios y, como usted sabe, en un negocio ambas partes salen ganando. Si es un buen negocio, por qu no lo hace la banca privada?
Porque de acuerdo al marco conceptual del negocio bancario es un instrumento absolutamente inaceptable. Es un problema de mentalidad. Tanto la banca privada, como la banca de fomento y desarrollo que existe actualmente tienen parmetros muy rgidos de comportamiento. Lo que se necesita es una nueva clase de banqueros que se desarrollen en este nuevo tipo de negocio bancario. Es muy difcil para las nuevas generaciones de banqueros
llevar adelante un cambio semejante porque mueve las estructuras conocidas y pone nerviosa a mucha gente. El negocio bancario tradicional est basado en las garantas. En microcrditos es diferente, las entidades sienten que su dinero desaparece, se pierde. No hay un sistema que garantice sus fondos ni que les brinde un marco legal que castigue al deudor. Todo se basa en la confianza. sta es la gran diferencia y sa es la dificultad para pasar de un sistema a otro. Qu me dice de la banca pblica? No sera ste el rol para el que fue creada? Personalmente considero que la banca pblica no funciona. En primer trmino porque se maneja con compromisos polticos y en segundo lugar porque se mueve fuera de consideraciones financieras. Implementar los microcrditos desde la banca pblica sera desastroso porque habra motivaciones polticas, y los polticos quieren rditos inmediatos. Adems, para llevar adelante un proyecto de este tipo se necesita disciplina financiera y usted sabe bien que las motivaciones polticas no tienen buena qumica con la disciplina financiera. La nica alternativa que yo veo es desarrollar este tipo de proyectos sociales desde el sector privado. Pero desde una clase de organizaciones no gubernamentales con conciencia social que busque ayudar a crear un ambiente propicio para el desarrollo. Est sugiriendo que deberan dejarse de lado las polticas de ayuda humanitaria? No, no creo que haya que dejarlas de lado. Creo que deberan cambiar su metodologa. Todava necesitamos organizaciones globales de ayuda como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados o la Cruz Roja Internacional, por nombrar algunas. La cuestin es cambiar el tipo conocido de organizaciones de caridad por una que cree un ambiente para que los pueblos encuentren su desarrollo. Organizaciones globales que miren hacia adelante, que sean futuristas, que marquen un rumbo y le digan a la gente qu cosas dan resultado y qu no. Organizaciones que inviertan en la gente en lugar de darles dinero o comida. La caridad no es un buen negocio. Pero crear las condiciones para que haya trabajo s lo es. Usted ha dicho que la poltica para otorgar microcrditos es la misma en todo el mundo. Son iguales los pobres de Bangladesh, Europa Oriental o Amrica Latina? Todos los seres humanos somos muy parecidos. Las diferencias que usted ve entre Amrica Latina, Asia o frica son superficiales. Bsicamente la gente es la misma, por lo menos en un 95 por ciento. Por lo tanto en vez de enfocarnos en ese cinco por ciento, trabajemos para la mayor parte de la humanidad. Si algo funciona en Asia, por qu no puede funcionar en Amrica Latina o en Europa? Eso es exactamente lo que pasa con los microcrditos. Los pobres son siempre expulsados de las sociedades en donde viven y no tienen oportunidades para salir de ese crculo vicioso, cualquiera sea el pas que habiten. La idea de los microcrditos ha dado resultado en todos los lugares donde se implement porque las fuerzas que deben enfrentar los pobres son las mismas. Cul es el futuro de los microcrditos?
Una cosa es segura y es que no desaparecern. Crecern lentamente y se volvern universales. Se usarn en todo el mundo porque se necesitan en todo el mundo. Por otra parte, creo que el sistema se perfeccionar con el tiempo. Hoy es un sistema bsico pero gradualmente se irn definiendo estrategias ms eficientes.
Esta historia comenz hace 30 aos. Un banco, dos empleados y un visionario subversivo. Muhammad Yunus invent los microcrditos, prstamos sin aval para desfavorecidos. El sistema que ha sacado de la miseria a millones de personas e invita a soar con el fin de la pobreza Si alguien comienza un discurso predicando la firme, profunda, apasionada conviccin de que podemos "Las mujeres gestionan mejor los prstamos"
Muhammad Yunus A FONDO Nacimiento: 1940 Lugar: Chittagong La noticia en otros webs webs en espaol en otros idiomas crear un mundo libre de pobreza, como hace invariablemente Muhammad Yunus, podemos admirar la intencin pero dudar del hombre. Si entonces nos enteramos de que es catedrtico de Economa, es posible que le escuchemos con un poco ms de atencin, pero nos esforzaramos para eliminar la sospecha de que es un excntrico bienintencionado, un quijote musulmn. Hasta que uno descubre que el orador es uno de los capitalistas ms triunfadores del mundo, un hombre de negocios que hace 30 aos puso en marcha un banco con tres empleados, incluido l; que hoy da trabajo a 20.000 personas, y que ha creado otras 18 empresas, entre ellas, la mayor red de telfonos mviles del sur de Asia. Entonces, uno empieza a pensar que sus teoras utpicas quiz tengan una credibilidad ganada a pulso, que tal vez la visin de este soador tenga su lgica. Ante todo, porque el tipo de capitalismo al que ha dedicado su vida no tiene como misin principal obtener beneficios, sino ayudar a los desdichados de la tierra. Muhammad Yunus es a la pobreza lo que Bill Gates al software. Salvo que Yunus ha alcanzado objetivos inimaginables, en un ciclo irreprimible de crecimiento exponencial, en un entorno empresarial infinitamente ms duro que el de la frondosa Seattle. Una de las razones que permiten creer que tal vez haya encontrado la frmula para acabar con la maldicin ms antigua de la humanidad, para abordar la situacin de mil millones de personas que carecen de las necesidades bsicas para vivir, es que ha conseguido que funcione en las circunstancias ms extremas. El laboratorio en el que lleva a cabo su experimento es Bangladesh, un pas que tiene el tamao de Andaluca y una poblacin de 145 millones de habitantes, la mayora de los cuales vive en una pobreza profunda. Pero Yunus, que naci en Bangladesh en 1940, cuando su pas segua siendo parte de India y todava estaba bajo dominio britnico, se ha planteado un desafo incluso mayor. Como un trapecista de circo que dijera al pblico si pensaban que lo anterior era peligroso, fjense en esto, ha escogido como objeto de su experimento a las personas ms pobres entre los pobres de Bangladesh, el grupo ms sometido y con ms limitaciones mentales y materiales en este pas de abrumadora mayora musulmana: las mujeres. Era una locura, dice sonriendo Nurjahan Begum al recordar los comienzos de Grameen Bank y la primera oficina en la que trabaj: un cobertizo con tejado de chapa de zinc, una mesa, una silla, dos bancos, y sin luz ni telfono. Nurjahan es una de las dos estudiantes de Econmicas que en 1976 ayudaron al profesor Yunus a poner en marcha el proyecto. Su
cometido a pesar de la oposicin de sus padres, que queran que permaneciera encerrada en casa esperando a que le escogieran un marido consisti en hacer el trabajo de campo preliminar, reunir datos que permitieran ver si era factible construir un banco especializado en prstamos para mujeres muy pobres. Una absoluta locura!, repite, y se re, mientras menea la cabeza, asombrada del insensato idealismo de su juventud. Es una mujer menuda de rostro amable e inteligente, que lleva gafas redondas y un sari azul celeste, sentada detrs de una mesa desde donde controla sus dominios. Nos encontramos en el octavo piso de la sede central de Grameen Bank, un edificio de 21 pisos que, en el contexto de la capital banglades, Dhaka, es como el Empire State Building. Nurjahan, que lleva la cabeza cubierta, es una de los tres administradores generales del banco, responsable del programa de formacin e internacional, y directora general de un programa de becas para nios que se cre hace tres aos llamado Grameen Shikkha. Nurjahan me cuenta que la ltima vez que la reina Sofa estuvo en Bangladesh le dio 30.000 euros para el programa Shikkha. La reina de Espaa, cuya foto tiene en la pared Nurjahan, ha estado en Bangladesh apoyando los proyectos de Grameen tres veces en la ltima dcada. El dinero que nos dio servir para financiar 60 becas universitarias y 50 para nios de edad escolar. A pesar del calor y la humedad asfixiantes de Dhaka, el despacho de la declarada fan nmero uno bengal de la reina espaola no tiene aire acondicionado, slo ventanas abiertas y ventiladores. En la mesa tiene un pequeo botn, como un timbre. Cada vez que lo aprieta, que es aproximadamente cada 10 minutos durante la hora y media que estoy con ella, aparece un hombre. Para traer una taza de t, o un documento, o un libro, o una estadstica, u otra taza de t. Y no siempre acude el mismo: he podido ver, al menos, a cuatro de estos genios de la lmpara. Era una locura, insiste, por toda la discriminacin contra las mujeres que exista en aquellos das. Toda la ignorancia y la supersticin que tuvimos que vencer. Era terrible. Las mujeres tenan siete u ocho hijos, mientras los hombres tenan un montn de esposas y podan abandonar a la que quisieran con slo decir me divorcio de ti tres veces. Las mujeres no tenan ninguna movilidad. No podan salir de casa, ni siquiera para visitar a sus madres, sin permiso del marido o de los suegros. El marido poda pegar a la mujer por cualquier razn. En mis recorridos por las aldeas para hacer mis investigaciones, me encontr con la opinin frecuente de que, si una mujer reciba habitualmente una paliza, acabara yendo al cielo. La idea inicial de Yunus una idea que, ms que revolucionaria, fue trascendental era dividir sus prstamos al 50% entre hombres y mujeres. El primer problema fue que ninguna mujer quera aceptar nuestro dinero, porque todas tenan miedo de recibir una paliza, explica Nurjahan. Adems, nunca haban manejado dinero. Lo teman. Y, por si eso no fuera suficiente, varios imanes nos criticaron. Deseaban que las mujeres se quedaran en su sitio. Mientras tanto, Yunus deba afrontar otra batalla. Para poder poner en marcha su banco, tuvo que convencer a los bancos convencionales de que le prestaran dinero. Y eso, mientras planeaba echar por tierra un principio fundamental del mundo financiero: que slo se presta dinero a quien ofrezca pruebas documentales inequvocas de que va a poder devolverlo. El plan de Yunus, original y totalmente subversivo, consista en prestar pequeas cantidades de dinero a los pobres sin garantas; prestar el dinero basndose en un sistema de confianza, no en contratos legales. Segn cuenta Yunus en su autobiografa, Banker to the Poor (El banquero de los pobres), los responsables bancarios a los que acudi al principio le miraban como a un loco. Yunus cree que los que estn locos son los banqueros, o el sistema que representan. Los bancos ejercen un apartheid financiero escandaloso, dice Yunus. Dicen que dos terceras partes de la poblacin mundial no tienen derecho a emplear sus servicios. Que no son solventes. Definen las reglas y los dems las aceptamos porque son poderosos.
Yunus habla no en el ltimo piso de su edificio, como suelen hacer los presidentes y directores generales de las grandes empresas, sino cuatro plantas por debajo de la de Nurjahan, en un despacho tan desnudo como el de ella (salvo una foto suya junto a la reina Sofa en una aldea), y tambin sin aire acondicionado. Lleva una camisa marrn sin cuello y tiene una juvenil mata de pelo blanco. Cargado como est de premios internacionales y doctorados honoris causa, se muestra sinceramente entusiasmado cuando le digo que EL PAS ha querido destacarle entre los ganadores histricos del Prncipe de Asturias. Su aspecto y su forma de actuar son los de un hombre 20 aos ms joven, no de 66, y es una de esas personas espontneas, siempre dispuestas a rer y sonrer, que desprenden buen humor, entusiasmo, curiosidad y brillantez mental. Los bancos dicen, contina, animndose con el tema, que si uno no tiene avales, no pueden hacer negocios con ellos. Quin ha dicho que hace falta una garanta? No! Y sa fue mi primera lucha, eliminar la necesidad de avales y demostrar que podemos seguir considerndolo un negocio bancario. Por increble que resulte, eso es exactamente lo que ha hecho Grameen Bank. En un plazo de seis aos, Yunus consigui, primero, convencer a los bancos institucionales (a base de garantas personales que l mismo dio) de que le prestaran el dinero necesario para ofrecer microcrditos, un concepto de repercusin mundial que l invent; y, en segundo lugar, logr alcanzar la paridad entre los sexos, prestar dinero al mismo nmero de hombres y de mujeres. Y lo que descubrimos, dice Yunus, fue que no slo las mujeres eran ms fiables que los hombres a la hora de devolver el dinero, sino que las cantidades pequeas de dinero que pasaban por manos de las mujeres rendan muchos ms beneficios para la familia. El motivo es que la mujer, sin darse cuenta, adquiere una habilidad muy especial, aprende a administrar los recursos escasos. Si no lo hace, no slo es que la familia pase hambre: es que el marido se enfada y le pega. As que, cuando le prestbamos un poco de dinero 30 dlares, 50 dlares, saba sacarle el mximo provecho para el bien del hogar. Las prioridades del hombre son otras. l quiere pasrselo bien fuera de casa, presumir ante sus amigos. Si nos fijamos en la lista de prioridades de la mujer, nunca empieza por ella misma. Empieza por sus hijos y la familia. Si su nombre figura en la lista, es en ltimo lugar. Yunus aplic la leccin. En 1983 constituy formalmente Grameen que significa aldea en bengal como banco y, desde entonces, su estrategia ha estado clara: prestar dinero a mujeres. El principio ha sido siempre el de ofrecer la mxima flexibilidad y los mnimos tipos de inters a los prestatarios. Hoy en da, Grameen trabaja en 70.000 pueblos, posee 2.200 sucursales y cuenta con 6,6 millones de prestatarios; el 97%, mujeres, y todos pobres. En un pas en el que el analfabetismo es galopante y la electricidad escasa, el sistema de microcrditos de Grameen funciona, como le gusta decir a Yunus, como un reloj. El porcentaje de incumplimiento en los prstamos es inferior al 1,5%, la envidia de cualquier gran banco. Salvo en 1983, 1991 y 1992, Grameen ha tenido siempre beneficios anuales, todos ellos reinvertidos en el banco, que no ha dejado de crecer. El modelo de microcrditos de Grameen se ha imitado en ms de 80 pases, entre ellos Espaa y Estados Unidos, y alcanza a 100 millones de personas en todo el mundo. El pueblo de Sadipur Sonargoan no est ms que a 42 kilmetros de Dhaka, pero los 20 primeros, pura expansin ininterrumpida de la capital, duran una eternidad. Pero eso no es lo peor. Lo peor es la sensacin de que no voy a poder salir de Bangladesh con vida. Es posible que haya sitios en el mundo en los que el trfico sea ms catico que en Dhaka, una ciudad de 12 millones de habitantes espantosamente apiados, pero lo dudo. Rickshaws de colores chillones (los taxis bicicleta, en los que una persona tira de un carrito para dos), taxis motocicleta, viejos coches herrumbrosos que parecen mantenerse unidos con gomas elsticas, autobuses inclinados que llevan a tanta gente encima del techo como en el interior, otros autobuses de dos pisos (del modelo vigente en Londres durante la II Guerra Mundial), masas de peatones suicidas, a menudo descalzos: todos se disputan un mismo espacio y tienen que
tomar constantemente decisiones en las que la diferencia entre vida y muerte es cuestin de milmetros. Es una visin del infierno, tras la que Sadipur me parece el paraso. Carreteras de suaves curvas cubiertas por las copas de rboles inmensos, de vez en cuando un rickshaw que pasa en silencio los colores brillantes, aqu, no son amenazadores, sino bellos, tranquilos arrozales, vacas solitarias que pacen entre los bananeros de anchas hojas y, en el pueblo propiamente dicho, pulcras casas de madera con suelo de barro, situadas a intervalos regulares. Acompaado por el gerente del banco del pueblo, un joven de 25 aos y ojos brillantes que me dice que tiene un ttulo de master en Geografa, me reno con unas setenta mujeres de las 4.883 a las que atiende la sucursal local que se han beneficiado de los prstamos de Grameen, y oigo los relatos detallados de una docena de ellas. La historia es siempre la misma. Una mujer solicita un prstamo inicial de unos 3.000 taka (alrededor de 35 euros) y con ese dinero acumula reservas para una tienda rudimentaria de alimentacin, o financia la compra de un telar de madera, o compra una vaca, o arrienda una parcela en un arrozal. Convierte el prstamo en beneficio, devuelve el dinero al banco con un 20% de inters y luego obtiene otro prstamo, esta vez, por ejemplo, de 5.000 taka. Con l ampla un poco ms su negocio, cumple los pagos normalmente, semanales o quincenales y pide otro crdito mayor para construir una casa, para lo que le conceden un inters ms bajo, del 8%. Al cabo del tiempo, abre una cartilla de ahorros y luego, quiz, obtiene un crdito escolar al 5% de inters para ayudar a enviar a sus hijos a la Universidad. se es el caso de una mujer vestida de negro de los pies a la cabeza, llamada Jahana, cuyo sueo es que su hijo Muhammad, de 15 aos, pueda llegar a ser mdico. Ese sueo, inconcebible antes de que Grameen apareciera en escena, podra hacerse ahora realidad. En el pueblo hay cuatro estudiantes universitarios. Uno es el hijo de una seora llamada Rashida que ganaba 60 taka diarios (menos de un euro) antes de obtener el primero de sus prstamos de Grameen, hace cinco aos; ahora, su microtienda de alimentacin va viento en popa, y gana 400 taka diarios. Luego est Aulia Begum, cuya bella hija de 22 aos, Roshanunina, est pasando unos das en casa descansando de sus clases de ciencias polticas en la Universidad de Dhaka. Aulia, como todas las dems mujeres con las que hablo, es totalmente analfabeta. Gracias a los prstamos de Grameen concedidos a su pequea farmacia, y a una beca universitaria tambin proporcionada por el banco, su hija se ha adentrado en un terreno que su madre no poda ni imaginarse cuando naci la nia. Me interesa especialmente la poltica internacional, dice Roshanunina, una joven alta, esbelta y sonriente, de unos rasgos exquisitos enmarcados como si fuera una Virgen Mara en un velo rosa que parece de satn. Para la generacin de su madre, la Universidad era un concepto desconocido. Hoy, Grameen Bank reparte sus 18.000 becas por igual entre chicos y chicas. Pregunto a Roshanunina si tiene algn sueo. Ir a estudiar al extranjero, responde con gran seguridad. Canad sera estupendo. No hay unos horizontes tan amplios para las ocho mujeres mendigas con las que hablo a continuacin. El programa de Grammen para los mendigos, conocido como Prstamos de lucha, comenz slo hace tres aos, pero cuenta ya con 80.000 beneficiarios en todo el pas. En su caso, un prstamo habitual suele ascender a 1.000 taka (alrededor de 12 euros), con un inters del 0%, pagable cuando sea posible, si es que es posible alguna vez. Sabitum, que tiene 54 aos, lleva 10 aos mendigando desde que su marido se qued paraltico y eso no le dej otra opcin. Iba de casa en casa pidiendo arroz o trapos viejos para vestirse. Ahora, lo que hace lo que hacen todas las mendigas que disponen de prstamos bancarios es lo mismo pero, en vez de limitarse a pedir, vende chocolate, o pltanos, o galletas que ha comprado previamente con el dinero prestado. Las historias son terribles; la pobreza, de absoluta miseria. Mojiton, que tiene 60 aos y ha dado a luz nueve hijos, todos los cuales murieron a causa de diversas enfermedades, ha logrado hace poco comprar una cabra con su prstamo y confa en empezar pronto a
vender leche. Amina, de 54 aos pero que parece de 74, lleva mendigando 10 aos desde que perdi la vista en un ojo. Vende pasteles de arroz y pitas, pero sigue mendigando, aunque me asegura que preferira no hacerlo. Sabitum, la que mejor parada ha salido del grupo, obtuvo el prstamo hace un ao y lo est devolviendo en plazos de 20 taka semanales. Con el dinero que he ganado he comprado tres gallinas y tres patas, me cuenta, mirndome desde el suelo, sentada sobre sus talones, delgada y descalza. Ahora vendo huevos y he dejado la mendicidad. Todava voy de puerta en puerta, pero ahora tengo mi pequeo negocio. Las mendigas, claramente enfermas, hablan en voz baja, a veces ronca. Pero cuando pregunto a todo el grupo si se sienten ms felices y orgullosas desde que obtuvieron los prstamos de Grameen, por primera vez veo sonrisas. Asienten y murmuran su aprobacin de forma unnime. En comparacin con el tono apagado en el que haban respondido individualmente, es una autntica conmocin. Con esa referencia, la escena que presencio poco despus, en una reunin de 50 miembros de pleno derecho de Grameen as se denominan a s mismas, es tan eufrica como una final de la Copa del Mundo. Las 50 mujeres, vestidas con sus mejores saris, componen una imagen rica y colorida situadas geomtricamente en unos bancos dentro de un cobertizo que sirve tambin de aula, con techo de chapa y estructura de madera. Han venido, como hacen todas las semanas, a reunirse con el joven director de la sucursal local de Grameen, para discutir los temas pendientes, proponer nuevos prstamos y devolver los antiguos. La persona escogida para dirigir el grupo, una mujer alta y con gafas llamada Mazeda que tiene aspecto de abogada (aunque tampoco ella sabe leer), me explica lo que ya haba odo en la sede central: que las prestatarias de Grameen tienen que organizarse, como condicin para el prstamo, en grupos de cinco. Cada grupo se supervisa a s mismo, vigila que no se rompa el pacto con el banco, permite que se animen unas a otras y sirve, ms o menos, como garanta de buen funcionamiento. Si una de ellas no paga una letra, no es que las dems tengan que poner el dinero, pero deja en mal lugar al grupo, y eso es algo que nadie quiere hacer, porque es una cuestin de honor. El sistema de prstamos de Grameen, que, como deca Yunus, se basa en la confianza, acaba siendo tan vinculante como el tradicional, basado en contratos legales. Escucho historias de muchas mujeres, tan decididas como podra serlo un grupo equivalente en Europa occidental. Orgullo y dignidad es lo que muestra Mazeda cuando, al final de la reunin, se aproxima a dar al joven director de la sucursal un fajo de billetes, 500 taka: su pago de la semana. Le siguen otras que depositan el dinero en la mesa, cada cantidad meticulosamente anotada en un libro por un ayudante del director. Una de las mujeres me pregunta qu me ha parecido la reunin. Le digo que crea que vena a un pueblo sumido en la miseria absoluta, pero que lo que he visto es que, aunque no son ricas, dan la impresin de ser unas mujeres tan seguras de s mismas, saludables y felices como cualquiera. Le digo que me han contado que, antiguamente, en Bangladesh, a las mujeres les enseaban a mirar siempre hacia abajo y no abrir nunca la boca. Pero que aqu he visto lo que han cambiado las cosas. Cuando termino de hablar, estallan todas en una alegre ronda de aplausos. Antes de subirme al coche para el viaje de vuelta a Dhaka, Mazeda me dice: Por favor, dle muchos saludos a la reina Sofa. Estuvo aqu con nosotras y la recordamos con mucho cario. De vuelta en la sede central de Grameen recuerdo a Yunus una cosa que dijo durante un discurso en la Harvard Business School. Que el sistema de microcrditos es una herramienta que libera los sueos de la gente, da a los pobres dignidad y respeto, y llena de contenido sus vidas. S. Eso es lo ms importante, responde Yunus. Mi trabajo rpidamente me llev a la conclusin de que la pobreza no la crean los pobres. No podemos aferrarnos a la idea convencional de que son perezosos, les falta empuje. No es culpa suya. No son ellos quienes crean la pobreza. La pobreza la crea el sistema que hemos construido. Los pobres tienen tanta energa y tanta creatividad como cualquier ser humano en este planeta.
Entonces, es todo cuestin de liberar energa? Exacto. Preste dinero a una mujer pobre, aydela a empezar, y vea cmo se produce el milagro. Toda su vida ha pensado que no era nada, y ahora, por primera vez, siente que es alguien. Que puede cuidar de s misma. Que puede desarrollarse como persona ms all de la supervivencia. Por eso digo que estos prstamos son el dinero de los milagros. Permiten que esas personas empiecen a vivir como seres humanos por primera vez. Yunus opina que el capitalismo, tal como se concibe tradicionalmente, debe cambiar. Empezando por el sistema bancario. Pero no es que propugne una revolucin marxista ni nada parecido. Lo que quiere es que se ample la definicin de la palabra capitalismo ms all de la mera obtencin de beneficios. Porque es claramente partidario de la libre empresa y est totalmente en contra de la caridad como estrategia a largo plazo para afrontar los desequilibrios mundiales entre ricos y pobres. En definitiva, mi argumento es que, cuando se dan limosnas, se impide que la gente tenga iniciativa. Qudate como ests y yo cuidar de ti. Pero es la iniciativa lo que empuja a la gente a subir del primer nivel al segundo, y del segundo al tercero. Sin ella, no somos nada. As que, en mi opinin, es mucho mejor recibir un prstamo que una limosna, porque con el prstamo el beneficiario asume una responsabilidad. Voy a usar tu dinero y voy a ganar lo suficiente para devolvrtelo con intereses y an quedarme con algo: se es el trato. El que vive de limosnas se queda en las limosnas. Fjese en lo que pasa con muchos de los que viven de la ayuda estatal en Estados Unidos o Europa. No slo viven de la beneficencia ellos, sino que sus hijos tambin, porque no han aprendido a hacer nada ms. Est en contra de toda proteccin social, entonces? No, no. No es eso lo que digo. Lo que digo es que hay que dar a la gente una opcin, un incentivo. Fjese en los mendigos con los que trabajamos. No les digo que dejen de pedir, sino por qu no probis tambin esta otra opcin?. Les digo que, si aceptan el prstamo, tienen que devolverlo, pero que, si lo hacen, obtendrn un prstamo mayor. Con la primera opcin, uno renuncia a tener el control de su propia vida; con la segunda, lo recupera. Me voy a hacer una segunda visi- ta a un pueblo. En esta ocasin, uno llamado Rajabar, a 50 kilmetros de Dhaka, y vuelvo a encontrarme en medio de la orgistica danza de trfico mortal que mantiene esta ciudad. Mi conductor mi brillante conductor entra y sale de las calles, da rodeos y maniobra con la intensidad de un conductor de frmula 1. Como los dems desde los rickshaws hasta los conductores de autobuses de dos pisos, hasta los peatones, l tambin muestra unos reflejos propios de Fernando Alonso. Y no durante hora y media. Durante todo el da. Y no se ven cinturones de seguridad, ni cascos de motos. Ni uno. En Rajabar (donde tambin recuerdan una visita de la reina de Espaa!) hablo con otra docena de mujeres. Una de ellas se llama Nilufer Begum. Cree que tiene 40 aos. Me cuenta que, hasta hace 16, cuando lleg el dinero milagroso de Grameen, viva en casa de su madre y dorma sobre una alfombra, en el suelo, compartiendo la habitacin con la vaca de un vecino. Haba huido de su marido, que era vago y pobre, y le pegaba. Al principio recib 5.000 taka y con eso compr una vaca. Vend la leche, pagu el prstamo y recib otro de 10.000. Con ese dinero arrend un trozo de tierra y cultiv un poco de arroz. Devolv los 10.000, consegu 15.000 y establec una pequea tienda. Luego consegu un prstamo mayor y constru una casa. Y as sucesivamente. Ahora tiene un par de casas que alquila y unos ingresos de 6.000 taka mensuales, y tiene pensado emplear el crdito de 70.000 que pronto va a recibir en comprar un microbs para transportar a la gente de los pueblos vecinos. Acompao a Nilufer a su tienda. Su marido trabaja all y es, a todos los efectos, empleado suyo. Ella se coloca junto a l para hacerse una foto y queda bien claro quin manda; quin es el orgulloso y quin el sumiso. La tienda es rudimentaria y no tiene frigorfico (otro deseo en la lista de Nilufer), pero tiene una mercanca tan variada como cualquier supermercado pequeo: refrescos, pasta de dientes, pltanos, galletas, aspirinas, huevos. Y es una especie de caf, con gente bebiendo t o leche de coco, disfrutando de la mayor atraccin del pueblo, un viejsimo televisor.
El director de rea de Grameen en Rajabar y responsable de 10 sucursales, Rahman, lleva 19 aos trabajando con Grameen, pero no parece que su entusiasmo haya remitido. Mientras comemos un almuerzo de pollo al curry con arroz y berenjenas, me explica, con una conviccin casi religiosa, la satisfaccin que le da su trabajo. Me encanta dar a la gente la oportunidad de soar, ayudar a que Bangladesh sea un buen pas, un modelo para el mundo, dice. Es el mismo espritu que encuentro en todos los empleados de Grameen con los que me encuentro y, sobre todo, en el propio Yunus, del que Nurjahan sigue hablando, tras 30 aos de trabajar con l, con la devocin de una ferviente discpula. Es nuestro lder, nuestro maestro, me dice, echando chispas por los ojos. Dice que debemos poner un sueo en el corazn de las personas. Yunus no es solamente un visionario, y probablemente un santo; es, adems, seguro, un genio. Un hombre que tuvo una idea que ha cambiado las vidas de millones de seres humanos. Y, sin embargo, no tiene esa vanidad ni esa soberbia que, muchas veces, posee a los poderosos de los que dependen miles (en su caso, millones) de personas. Es un hombre con una misin, pero no un fantico. Est seguro de lo que cree, pero no parece que tenga una gran opinin de s mismo. Ni tampoco, por ejemplo, de George W. Bush. Cuando lleg el nuevo siglo, hubo una gran corriente de buena voluntad en el mundo, recuerda Yunus. Haba un optimismo tremendo; sobamos con otro tipo de mundo. Por primera vez en la historia de la humanidad, todos los pases se reunieron y fijaron una fecha, con los Objetivos del Milenio de la ONU, para mejorar el mundo. Queremos reducir el nmero de pobres a la mitad de aqu a 2015, dijeron. Y... lleg Bush. Que da marcha atrs en todo. Crea desconfianza entre la gente, desautoriza a la ONU y dice que puede ocuparse l de todo. Y as estamos hoy, en este lo del que no sabemos cmo salir. No se hubiera llegado a semejante lo si Bush, o ms bien la gente que lo rodea, hubiese sabido entender el mundo con ms sencillez. Una firme conclusin a la que lleg Yunus cuando estudiaba Economa hace 40 aos en, precisamente, Estados Unidos es que las teoras complejas impiden ver la verdad. De dnde nace el terrorismo? Muy fcil. De un fuerte sentido de injusticia. Puede ser injusticia religiosa, puede ser injusticia poltica, puede ser injusticia econmica, puede ser verdadera injusticia, puede ser una injusticia imaginaria. No importa. Para m es real, dice el terrorista. As que reacciono ante esa injusticia y, como no tengo otra opcin, como no puedo vencerte, te asusto. Contra eso no se puede luchar con armas ni bombas. Bush escogi una respuesta equivocada y, como consecuencia, ha habido ms y ms sangre; es decir, empezamos el siglo llenos de buena voluntad, pero ahora vemos todo ese odio. No era el momento de dedicarse a esto, sino de ocuparse de la pobreza, y Bush lo estrope. Qu oportunidad tan desperdiciada!. Yunus, en cambio, aprovecha todas las oportunidades que produce la inacabable fecundidad de su mente empresarial. Su aventura ms reciente ha sido la creacin de una empresa mixta llamada Grameen-Danone. En colaboracin con el gigante francs del sector lcteo, abrir en noviembre una fbrica en Bangladesh para suministrar un yogur muy barato, lleno de vitaminas y de hierro, a los desnutridos nios bangladeses. El ao pasado me reun a comer en Pars con el presidente de Danone, Franck Riboud, y le dije que, en mi opinin, el capitalismo estaba encerrado en una definicin demasiado estrecha. Que la empresa no puede consistir slo en hacer dinero, sino en enriquecer la vida de la gente. Que es posible disfrutar y hallar satisfaccin cuando se crea una empresa cuyo principal objetivo no es hacer dinero, sino, por ejemplo, llevar agua potable a los pueblos pobres. Una empresa as sigue siendo capitalismo, pero de un tipo ms amplio, ms generoso y, al final creo, ms gratificante. Habl con Riboud de lo que yo llamo mi concepto de creadores de empresas sociales. Y respondi de inmediato. De inmediato! Dijo que le pareca fascinante y acept, durante esa misma comida, crear Grameen-Danone. Nuestro plan es sencillo: vamos a hacer un yogur que los pobres puedan comprar. Y, si todo sale bien, pronto tendremos 50 fbricas. Cada una ser capaz de cubrir sus propios costes y todos los beneficios se quedarn dentro de la compaa.
Yunus cree y ahora tambin el presidente de Danone que asumir estas ideas capitalistas subversivas sirve para acercar un poco ms el santo grial del mundo sin pobreza. Y no es que no se haya avanzado ya mucho. No slo en los 30 aos desde que Yunus fund Grameen, sino en los ocho transcurridos desde que obtuvo el premio Prncipe de Asturias. En conjunto, Grameen ha prestado ms de 5.000 millones de dlares a los pobres. La idea ms fantstica de las que ha tenido Yunus en la ltima dcada es la de la enorme empresa de mviles que ha creado y que, a su vez, ha generado un nuevo fenmeno, las seoras del mvil en los pueblos. Son prestatarias de Grameen que reciben telfonos a precios especialmente bajos y los alquilan a locales. (Y en una ocasin a la reina Sofa, que llam al Rey a Espaa desde uno de estos mviles). No slo ellas ganan ms dinero, sino que ha revolucionado las comunicaciones rurales. Cul es la leccin ms revolucionaria que ha aprendido de los pobres?, pregunto a Yunus. Lo ms grande que he aprendido es que cada ser humano posee un potencial ilimitado. Esto lo tengo clarsimo. La lstima es que nos limitamos a araar la superficie. A nuestra especie le queda mucho camino por delante. No pueder ser que tantos millones de personas nazcan en este planeta para pasarse la vida buscando qu comer. sa es una actividad de los animales. Pero soy optimista. Realmente creo que podemos acabar con la pobreza en el mundo. Es cuestin de invertir el mismo ingenio y el mismo empuje que hemos dedicado a acabar con injusticias polticas, enviar un hombre a la Luna o la tecnologa informtica en encontrar la manera de dar a los pobres la oportunidad de realizarse como seres humanos. Se trata, sobre todo, de querer lograr ese objetivo. Dar a los pobres las mismas oportunidades que hemos tenido nosotros, y ver cmo se produce el milagro. 1998: premio de la Concordia cuatro luchadores. Muhammad Yunus recibi un galardn compartido por su trabajo abnegado y tenaz, y su contribucin ejemplar, en reas geogrficas y en actividades distintas, al progreso y a la mejora de las condiciones de vida de los pueblos. En la imagen posa sin chaqueta con sus compaeros de premio. (La candidatura conjunta fue iniciativa de Mensajeros de la Paz). De izquierda a derecha: el obispo misionero Nicols Castellanos, que lucha en Santa Cruz (Bolivia) por mejorar las condiciones de vida de sus habitantes; el mdico Joaqun Sanz Gadea, que ha desarrollado su carrera como gineclogo en reas desfavorecidas de la Repblica del Congo, y el ex jesuita Vicente Ferrer, quien ha dedicado su vida a los desfavorecidos en la regin india de Anantapur. Muhammad Yunus tiene un sueo: la erradicacin total de la pobreza. En 1983, en contra de los consejos de la banca y de las autoridades de su gobierno, el profesor Yunus fund Grameen, un banco dedicado a suministrar prstamos minsculos a las personas ms pobres de Bangla Desh. Su objetivo no era simplemente ayudar a que los pobres sobrevivieran, sino generar un mecanismo de ignicin de la iniciativa y el espritu emprendedor que les ayudara a salir por s mismos de la pobreza. Aquella idea naci un da de 1976 cuando, de su propio bolsillo, Yunus prest una cantidad equivalente a 27 dlares a cuarenta y dos habitantes de una aldea de Bangla Desh. Eran fabricantes de taburetes que no necesitaban ms que el crdito suficiente para adquirir la materia prima para su oficio. El prstamo de Yunus les ayud a romper el devastador crculo de la pobreza y a cambiar sus vidas. Su solucin a la pobreza en el mundo, fundada sobre la creencia de que el crdito es un derecho humano fundamental, es de una brillante simplicidad: presten dinero a las personas pobres, fomenten una serie de principios financieros sensatos que regulen sus vidas y ellas se ayudarn a s mismas. En El banquero de los pobres, Yunus describe los mltiples obstculos que ha tenido que ir venciendo para poner sus ideas en prctica sus batallas con los burcratas de los bancos, los temores profundamente arraigados en sus primeros prestatarios y prestatarias provisionales-y tambin sus victorias. El autor cuestiona nuestra forma habitual de percibir la relacin econmica entre ricos y pobres, sus derechos y deberes respectivos, sus orgenes y su futuro. Llevadas a la prctica, las teoras de Yunus funcionan. El Banco Grameen ha proporcionado ms de 2.500 millones de dlares en microprstamos a ms de dos millones de familias del
Bangla Desh rural. Casi el 95% de los clientes de Yunus son mujeres y el ndice de reembolso de los prstamos es prcticamente del 100%. Por todo el mundo estn surgiendo nuevos programas de microcrdito siguiendo el modelo de Grameen.