Risa y Penitencia Paz
Risa y Penitencia Paz
Risa y Penitencia Paz
noche, fundidos a la sombra, perdieron su identidad; ahora, Adivino ya que esa un papagayo cabecea
carbonizado, es el sof y la lmpara; ese buey degollado entre sacos de arena negra, es el escritorio; dentro de unos instantes la mesa volver a llamarse mesa rendijas de la ventana del fondo entra el sol. lejos y tiene fro. pedazos dispersa diminutos nubes. al tocar Las el muro. Afuera, Por las Viene de el viento como
El sol no tiene cuerpo y est en todas partes. Ha entrado al fin y, como si su propia recorre del a tientas trepa la habitacin. la escalinata Busca de los
Atraves montaas y mares, camin toda la noche, se perdi por los barrios. luz lo cegase, algo. rojas y libros. estante, verdes
Palpa las paredes, se abre paso entre las manchas cuadro, Los estantes se han vuelto una pajarera y cada El sol sigue buscando. Diccionario etimolgico En el tercer de la lengua entre el
castellana y La Gardua de Sevilla y anzuelo de bolsas, reclinada contra la pared recin encalada, el color ocre atabacado, hinchados
los por el
ojos sueo
felinos, feliz,
los tocada
prpados por un
Paz, Octavio. Risa y penitencia. Prlogo a Magia de la risa: textos de Octavio Paz y Alfonso Medelln Zenil, fotografas de Francisco Berevido, coleccin de Arte de la Universidad Veracruzana. Mxico, 1962. Sigo la versin de Los signos en rotacin y otros ensayos, Carlos Fuentes ed., Madrid, Alianza, 1971, pp. 15-32.
acenta la deformacin de la frente y sobre la cual una lnea dibuja una espiral que remata en una vrgula (ah el viento escribi su verdadero nombre), en cada mejilla un hoyuelo y dos incisiones rituales, la cabecita ra. se detiene y la mira. pestaear. De quin o por qu se re la cabecita del tercer estante? luz. Re con el sol. Hay una complicidad, cuya naturaleza no acierto a desentraar, entre su risa y la Con los ojos entrecerrados y la boca entreabierta, apenas la lengua, juego con el sol como la El calor solar es su elemento. Re Re mostrando El sol Ella re y sostiene la mirada sin
Re para s y porque s.
existencia; est viva y re con todo lo que est vivo. para germinar y para que germine la maana. pudiese rer como ella, sin saber por qu vivo y ro. guijarros cada, manera de nacer (la otra, la nuestra, es llorar).
como los otros, bajo el mismo sol de todos los das, estoy Mi risa resuena en el cuarto con un sonido de en un pozo. un La risa en humana el es una Me los hombres agujero alma? cayendo
tenemos
Despus, me ro de m mismo.
Otra vez
palabras
olvidado, si alguna vez lo supe, el lenguaje del sol. La cabecita es un fragmento de un mueco de barro, encontrado en un entierro secundario, con otros dolos y cacharros rotos, en un lugar del centro de Veracruz. sobre mi mesa La una ma coleccin fue como el hacia de una con sol fotografas de ellas: expresin de la de figurillas. levemente Tengo esas cara gozo 183
levantada
indecible; los brazos en gesto de danza, la mano izquierda abierta y la derecha empuando una sonaja en forma de calabaza; el cuello y sobre el pecho, un collar de piedras gruesas; y por toda vestidura, una estrecha faja sobre los senos y un faldelln de la cintura a la rodilla, ambos adornados por una greca escalonada. la falda, un mono de los llamados La ma, quiz, tuvo araa, la cola otro adorno: lneas sinuosas, vrgulas y, en el centro de graciosamente enroscada y el pecho abierto por el cuchillo sacerdotal. La otras cabecita del tercer estante deidades de el es contempornea con de un la criaturas dios turbadoras: doble, narigudas, mujer, parto
tocado en forma de ave que desciende; esculturas de XipeTlazoltotl, figuras de vestido en cubierta parte inferior del rostro con un antifaz de piel humana; mujeres muertas (cihuateteos), armadas de escudo y macana; palmas y hachas rituales, en jade y otras piedras duras, que representan un collar de manos cortadas, un rostro con mscara de perro o una cabeza de guerrero verde muerto, de los ojos cerrados y en la boca la del piedra inmortalidad; Xochiquetzal, diosa
matrimonio, con un nio; el jaguar de la tierra, entre las fauces una cabeza humana; Ehcatl-Quetzalcatl, seor del viento, antes de su metamorfosis en el Altiplano, dios con pico de pato casi entre Estas obras, unas aterradoras pertenecen IX de nuestra y otras a la era, las fascinantes, pueblo que, todas el admirables, I y el
civilizacin totonaca si es que fue realmente totonaca el siglo levant los templos de El Tajn, fabric por miles
figuritas rientes y esculpi yugos, hachas y palmas, objetos misteriosos sobre cuya funcin o utilidad poco se
184
sabe
pero
que,
por
su
perfeccin,
nos
iluminan
con
la
belleza instantnea de lo evidente. Como sus vecinos lo huastecas, nacin de ilusionistas y magos que, dice Sahn, no tena la lujuria por pecado, los por totocanas esto revelan un una arte vitalidad menos de tensa la y ms dichosa que la de los otros pueblos mesoamericanos. crearon equidistante teotihuacana y de la opulencia maya. Teotihuacn, movimiento petrificado, Quiz
severidad es
son siempre sublimes pero pocas veces nos marean, como los mayas, o nos aplastan como los del Altiplano. y la economa, ya que no la fuerza. de La Venta por y Tres Zapotes, el as, de su la sobrios a un tiempo, heredaron de los olmecas la solidez Aunque la lnea de la genio piedra es (o ms como libre e escultura totonaca no tiene concisa energa de los artistas imaginativo. obras, Mientras decirlo escultor olmeca extrae sus
escribe
Westheim: No crea cabezas, crea cabezas de piedra), el totonaca transforma la materia en algo distinto, sensual o fantstico, artistas: servidores. monumental equilibrio. y siempre se sorprendente. de la Dos familias son de sus unos sirven materia, otros
Sensualidad y ferocidad, sentido del volumen y porque sabe que la verdadera grandeza es
de la lnea, gravedad y sonrisa, el arte totonaca rehsa lo Pero es un equilibrio en movimiento, una forma
recorrida por un soplo vital, como se ve en la sucesin de lneas y ondulaciones que dan a la pirmide de El Tajn una animacin que no est reida con la solemnidad. Esas piedras estn vivas y danzan. El arte totonaca es una rama, la ms prxima y vivaz, del tronco olmeca? No s cmo podra contestarse a esta 185
Quines fueron los olmecas, cmo se llamaban Algunos sus arquelogos son han buenas, sealado que presencias hubo los
realmente, qu idioma hablaban, de dnde venan y a dnde teotihuacanas en El Tajn. razones de Por su parte, Medelln Zenil tambin etctera, Y quines fueron,
influencias totonacas en Teotihuacn llamaban, fue obra de dnde constructores de Teotihuacn? grupos totonacas, obras. popoloca-mazatecos,
venan,
Jimnez Moreno aventura que nahuatotonacas toltecas: Olmecas, Los Quedan las nombres.
Entre los escombros de los templos demolidos por el Su risa es contagiosa. olvidado y la revista Ren de
chichimeca o por el espaol, sobre el montn de libros y de hiptesis, la cabecita re. etimolgico, el clsico los cristales de la ventana, la cortina, el Diccionario vanguardia; todos los objetos se ren del hombre inclinado sobre el papel, buscando el secreto de la risa en unas fichas. El secreto est afuera. En Veracruz, en la noche rojiza y verde de El Tajn, en el sol que sube cada maana la escalera del templo. rer. Regresa a esa tierra y aprende a Siete: el Mira otra vez los siete chorros de sangre, las siete
nmero de la sangre en el relieve del Juego de Pelota en Chichen-Itz; siete: el nmero de semillas en la sonaja de fertilidad; siete: el secreto de la risa. La actitud y la expresin de las figurillas evoca la imagen de un rito. Los ornamentos del tocado, subraya Medelln Zenil, corroboran esta primera impresin: las vrgulas son estilizaciones del mono, doble o nahual de Xochipilli; los dibujos geomtricos son variaciones del signo nahui olln, 186
sol
del
la
Serpiente a
Emplumada, de
es la
casi greca
designa
serpiente,
fertilidad que se
danzantes naciente,
al sol y a la dicha
expresa en todas las gamas del jbilo, cmo no asociarlas con la divinidad que ms tarde, en el Altiplano, se llam Xochipilli (1 Flor) y Macuilxchitl (5 Flor)? embargo, que se trate de representaciones No creo, sin del dios.
Probablemente son figuras de su squito o personajes que, de una manera u otra, participan en su culto. parece podra que sean retratos, a como se ha inclinarnos aceptar esta Tampoco me aunque la insinuado,
hiptesis
individualidad de los rasgos faciales y la rica variedad de las expresiones risueas, a mi juicio sin paralelo en la historia entera de las artes plsticas. civilizaciones. demonios, llamamos, con Pero el retrato es un gnero profano, que aparece tarde en la historia de las Los muecos totonacas, como los santos, y otras representaciones arte popular, de son lo que inexactitud figuras ngeles
solar, al cual indudablemente pertenecen, oscila tal vez entre la religin propiamente dicha y la magia. justificar mi suposicin ms adelante. posee una resonancia ambivalente. El oficio que desempea entre nosotros la causalidad, lo ejerca entre los mesoamericanos la analoga. La La los causalidad es abierta, sucesiva y prcticamente infinita: una causa produce un efecto que a su vez engendra otro analoga o correspondencia es cerrada y cclica: Por lo pronto dir
Cada imagen cambia, se funde a su contraria, se desprende, forma otra imagen, se une de nuevo a otra y, al fin, vuelve al punto de partida. El ritmo es el agente del cambio. Los Las expresiones privilegiadas del cambio son, como en la poesa, la metamorfosis; como en el rito, la mscara. dioses son metforas del ritmo csmico; a cada fecha, a cada comps de la danza temporal, corresponde una mscara. Nombres: fechas: mscaras: imgenes. Xochipilli (su nombre en el calendario es 1 Flor), numen del canto y de la danza, que empua un bastn con un corazn atravesado, sentado sobre una manta decorada por los cuatro puntos cardinales, sol nio, es tambin, sin dejar de ser l mismo, Cintotl, la deidad del maz naciente. del maz pero asimismo que del Como si se tratase de la rima oro, dios el solar y gensico de un poema, esta imagen convoca a la de Xipe-ttec, dios (nuestro seor el desollado y el que tiene el miembro viril). Divinidad encarna principio masculino, Xipe se funde con Tlazoltotl, seora de las cosechas y del parto, de la confesin y de los baos de vapor, abuela de dioses, madre de Cintotl. Entre este ltimo y Xilonen, Ambos diosa joven del maz, hay una estrecha relacin.
estn aliados a Xochiquetzal, arrebatada por Tezcatlipoca al mancebo Piltintecutli que no es otro que Xochipilli. El crculo se cierra. pueblo de El Tajn, lo en que complicado enumeracin. que Es muy posible que el panten del la gran poca, haya esta sido menos deja entrever apresurada
No importa:
el principio
transformaciones divinas era el mismo. Nada menos arbitrario que esta alucinante sucesin de divinidades. sol. Las metamorfosis de Xochipilli son las del Tambin son las del agua, las de la planta del maz
todos los elementos, que se entrelazan y separan en una suerte de danza circular. Universo de gemelos antagonistas, gobernado por una lgica rigurosa, precisa y coherente como la alternancia de versos y estrofas en el poema. Slo que aqu los ritmos y las rimas son la naturaleza y la sociedad, la agricultura y la guerra, el sustento csmico y la alimentacin de los hombres. nico tema de este inmenso poema es La la muerte de resurreccin del tiempo csmico. historia Y el y la los
hombres se resuelve en la del mito y el signo que orienta sus vidas es el mismo que dirige a la totalidad: nahui olln, el movimiento. Poesa en accin, su metfora final es el sacrificio real de los hombres. La risa de las figurillas empieza a revelarnos toda su insensata sabidura (uso con reflexin estas dos palabras), apenas se recuerdan algunas de las ceremonias en que interviene Xochipilli. En primer trmino, la decapitacin. Aparece desde la poca Por lo dems, la (Saba Algunos
imagen del sol como una cabeza separada de su tronco se presenta espontneamente a todos los espritus. clebre poema con la frase: Soleil cou coup?) Apollinaire que repeta una vieja metfora al terminar su ejemplos: el Cdice Nutall muestra a Xochiquetzal degollada en el Juego de Pelota; y en la fiesta consagrada a Xilonen se decapitaba a una mujer, encarnacin de la diosa, precisamente en el altar de Cintotl. es el nico rito. sacrificio y totonaca. por La decapitacin no
Diana, aunque menos casta, Tlazoltotl es la patrona del flechamiento. originario de la costa, precisamente de la regin huasteca Parece intil por ltimo, detenerse en los 189
sacrificios asociados a Xipe el desollado; vale la pena, en cambio, parte sealar tambin de un que del esta clase a de sacrificios el pues, formaban Cdice no es culto de Xochipilli: mono. As
Magliabecchi representa al dios de la danza y la alegra revestido pellejo descabellado suponer que las figurillas ren y agitan sus sonajas mgicas en el momento del sacrificio. existencia, como el chorro de sangre del Su alegra se sobrehumana celebra la unin de las dos vertientes de la decapitado convierte en siete serpientes. El Juego de Pelota era escenario de un rito en el que el victorioso ganaba la muerte por decapitacin. que este rito era efectivamente un juego. un elemento ldico. es la raz del rito. Pero se corre el riesgo de no comprender su sentido si se olvida En todo rito hay Inclusive podra decirse que el juego La razn est a la vista: la creacin Los Lo Al jugar, crean.
es un juego; quiero decir: lo contrario del trabajo. dioses son, por esencia, jugadores. juegan y nosotros trabajamos.
que distingue a los dioses de los hombres es que ellos El mundo es el juego cruel En todas las por s de los dioses y nosotros somos sus juguetes. Los hombres no son necesarios; no se
mitologas del mundo es una creacin: un acto gratuito. sostienen mismos sino por una voluntad ajena: son una creacin, un juego. El rito, destinado a perseverar la continuidad del La frontera mundo y de los hombres, es una imitacin del juego divino, una representacin del acto creador original. entre lo profano y lo sagrado coincide con la lnea que separa al rito del trabajo, a la risa de la seriedad, a la creacin de la tarea productiva. En su origen todos los juegos fueron ritos y hoy mismo obedecen a un ceremonial; el trabajo rompe todos los rituales: durante la faena no 190
En el rito reina la
paradoja del juego: los ltimos sern los primeros, los dioses sacan al mundo de la nada, la vida se gana con la muerte; en la esfera del trabajo no hay paradojas: ganars el pan con el sudor de tu frente, cada hombre es hijo de sus obras. su fruto: Hay una relacin inexorable entre el esfuerzo y el trabajo, para ser costeable, debe ser
productivo; la utilidad del rito consiste en ser un inmenso desperdicio de vida y tiempo para asegurar la continuidad csmica. ganancias, sacrificio juego; vctima. por El rito asume todos los riesgos del juego y sus como se eso sus es prdidas, con el centro son y la incalculables. en la lgica de consumacin El del la inserta naturalidad
ceremonia: no hay juego sin prdida ni rito sin ofrenda o Los dioses se sacrifican al crear el mundo porque toda creacin es un juego. La relacin entre risa y el sacrificio es tan antigua como el rito mismo. risotadas. divina. pone en La violencia sangrante de bacanales y saturnales se acompaaba casi siempre de gritos y grandes La risa sacude al universo, lo pone fuera de La risa terrible es manifestacin Y una As, s, revela sus entraas.
no slo porque es una interrupcin de la tarea sino porque suspensin y en ocasiones, una prdida del juicio. mundo.
retira toda significacin al trabajo y, en consecuencia, al En efecto, el trabajo es lo que da sentido a la El trabajo humaniza al mundo La risa extraeza su indiferencia y naturaleza: transforma su indiferencia o su hostilidad en fruto, la vuelve productiva. devuelve el universo a y esta humanizacin es lo que confiere sentido.
humana.
Por la risa el mundo vuelve a ser un lugar de El nihilismo de la Su funcin no es distinta a la divinidad El mundo no est hecho muerte y la risa le
juego, un recinto sagrado, y no de trabajo. de la risa sirve a los dioses. la del sacrificio: restablecer
para el hombre; el mundo y el hombre estn hechos para los arrebatan su mscara de gravedad. Entre hombres y dioses hay Por la muerte y la risa, una distancia infinita.
el mundo y los hombres vuelven a ser juguetes. Una y otra vez, por los medios del rito y el sacrificio, el hombre accede a la esfera divina pero slo para caer, al cabo de un instante, hombres parecen pueden a nosotros. Aparece para de de emplear un los he en su contingencia a los y los ms dioses tratado dioses; extrao, hombres all son de Ajeno entre la original. ellos el como un nunca es dios de En Los se la parecerse
conocida
inaccesible, entre
embargo,
carcter aterrador del numen y la experiencia, acaso ms profunda, del horror sagrado1. Lo tremendo y terrible son atributos del poder divino, de su autoridad y soberana. Pero el ncleo de la divinidad es su misterio, su otredad radical. produce repulsiva Ahora bien, la otredad propiamente dicha no temor o, sino ms fascinacin. Es una experiencia en un exactamente, revulsiva: consiste
abrir las entraas del cosmos, mostrar que los rganos de la gestacin tambin son los de la destruccin y que, desde cierto punto de vista (el de la divinidad), vida y muerte
192
El horror es una experiencia que equivale, el dios es una presencia fondo. En la presencia
divina se manifiestan todas las presencias y por ella todo est presente; al mismo tiempo, como si se tratase de un juego, todo est vaco. el reverso del ser. demasiado La aparicin muestra el anverso y los atributos de la La diosa Coatlicue aparece como lo
existencia, presencia en la que se concentra la totalidad del universo; y esta pltora de smbolos, significaciones y signos vaco. terrible crtica es tambin un abismo, Despojar y de arte, a los dioses como a lo equivale horrible, la gran boca maternal mexicanos intenta a veces del de su carcter nuestra como Toda Y doblemente:
amputarlos
los dioses de los antiguos mexicanos poseen una carga de energa sagrada que no merece otro calificativo que el de fulminante. Por eso nos fascinan. Ambos atributos se funden en Presencia tremenda, el dios es inaccesible; misterio fascinante, es incognoscible. la impasibilidad. humanizan, como Cristo.) (La pasin pertenece a los dioses que se Los dioses estn ms all de la Cierto, los dioses griegos del
seriedad del trabajo y por eso su actividad es el juego; pero es un juego impasible. indiferencia. periodo arcaico sonren; esa sonrisa es la expresin de su Estn en el secreto, saben que el mundo, los hombres y ellos mismos nada son, excepto figuras del Hado; para los dioses griegos bien y mal, muerte y vida, son palabras. La sonrisa es el signo de su impasibilidad, la Sonren: 193 seal de su infinita distancia de los hombres.
mscara es doble; como un abanico, esconde y revela a la Mejor dicho: oculta su esencia y manifiesta sus De ambas maneras interpone entre los En el atributos terribles.
juego de las divinidades impasibles qu lugar tiene la Las figurillas totonacas ren a plena luz y con la cara descubierta. atributos divinos. No encontramos en ellas ninguno de los No son un misterio tremendo ni una
voluntad todopoderosa las anima; tampoco poseen la ambigua fascinacin del horror sobrenatural. divina pero no son dioses. que sirven, aunque una misma mano Viven en la atmsfera las haya modelado. No se parecen a las deidades
Asisten a sus sacrificios y participan en sus ceremonias como supervivientes de otra edad. los dioses, tienen un evidente Pero si no se parecen a aire de familia con las
estatuillas femeninas del periodo preclsico del centro de Mxico y de otros lugares. psquico, como las No quiero decir que sean sus representaciones de la descendientes sino, apenas, que viven en el mismo mbito innumerables fecundidad en el rea mediterrnea y, asimismo, como tantos objetos del arte popular. de humor y de sensualidad las variedad Esa mezcla de realismo y mito, inocente, y de explica los tambin la rasgos faciales.
expresiones
Aunque no son retratos, denotan una observacin muy viva y aguda de la movilidad del rostro, una familiaridad ausente casi siempre mismo artesanos en el arte religioso. en a muchas una de las Las poca No encontramos de las el espritu creaciones figurillas a nuestros grandes 194
contemporneos?
pertenecen,
espiritualmente,
anterior
religiones rituales antes de la sonrisa indiferente y de la mscara aterradora, antes de la separacin de dioses y hombres. las cosas. Talismanes, todos y la son todo. las y, amuletos Una sola de la metamorfosis, anima al la la mundo las terracotas rientes nos dicen que todo est animado y que energa separan creacin. en dos se Mientras la magia afirma la fraternidad de todas las cosas criaturas, religiones en porciones: los creadores y su creacin. comunicacin consecuencia, En el mundo mgico metamorfosis, Vienen del mundo de la magia, regido por la creencia en la comunicacin y transformacin de los seres y
logra por procedimientos como la imitacin y el contagio. No es difcil descubrir en las figurillas totonacas un eco de recetas mgicas. es una invitacin Su risa es comunicativa y contagiosa; a la animacin general, un llamado La
tendiente a restablecer la circulacin del soplo vital. imitan los ruidos de la lluvia y la tormenta. sera improbable que existiese una relacin
sonaja encierra semillas que, al chocar unas con otras, La analoga ms precisa con los tlaloques y sus vasijas salta a los ojos: no entre las estatuillas y Tlaloc, una de las divinidades ms antiguas de Mesoamrica. fasto. Y hay ms: el nmero siete, Era un nmero dice Alfonso Caso, significa semillas. abundancia.
Aqu me parece que evoca la idea de fertilidad y Entre la seriedad contrada del trabajo y la
impasibilidad divina, las figuritas nos revelan un reino ms antiguo: la risa mgica. La risa es anterior a los dioses. ren. A veces los dioses En Burla, amenaza o delirio, su risa estentrea nos
descubri sus pechos, se alz las faldas y danz. del cielo. salir.
dioses empezaron a rer y su risa hizo temblar los pilares La danza de la diosa japonesa obliga al sol a La risa csmica es una Risa del primer primer llanto: Basta En el principio fue la risa: el mundo comienza con Hoy slo los nios ren con una risa que y cerca todava del
acuerdo con le mundo, dilogo sin palabras, placer. universo ra. separacin.
alargar la mano para coger el fruto, basta rer para que el Restauracin de la unidad entre el mundo y Los nios juegan a mirarse frente a frente: La risa se apaga. El mundo se ha vuelto sordo y el hombre, la risa pueril anuncia tambin su definitiva aquel que ra primero, pierde el juego. Ha dejado de ser contagiosa.
de ahora en adelante slo se conquista con el esfuerzo o con el sacrificio, con el trabajo o con el rito. A reduce medida la de que la se ampla la esfera hombre del es trabajo, aprender se a risa. Hacerse
humanizar la naturaleza, deshumaniza al hombre. literalmente desaloja al hombre de su humanidad. confunde su vida con su oficio.
porque convierte al trabajador en asalariado sino porque Lo vuelve inseparable de Y El trabajo devora el su herramienta, lo marca con el hierro de su utensilio. todas las herramientas son serias. rer.
ser del hombre: inmoviliza su rostro, le impide llorar o Cierto, el hombre es hombre gracias al trabajo; hay Hasta la 196 que aadir que slo logra serlo plenamente cuando se libera de la faena o la transmuta en el juego creador.
poca
moderna,
que
ha
hecho
del
trabajo
una
suerte
de
religin sin ritos pero con sacrificios, la vida superior era contemplativa; y hoy mismo la rebelin del arte (tal vez ilusorio y, en todo caso, aleatoria) consiste en su gratuidad, eco del juego ritual. El trabajo consuma la victoria del hombre sobre la naturaleza y los dioses; al mismo tiempo, lo desarraiga de su suelo nativo, seca la fuente de su humanidad. vocabulario del trabajo. La palabra placer no figura en el Y el placer es una de las claves
del hombre: nostalgia de la unidad original y anuncio de reconciliacin con el mundo y con nosotros mismos. Si el trabajo exige la abolicin de la risa, el rito la congela en rictus. derraman sangre. significase Los dioses juegan y crean el mundo; al repetir ese juego, los hombres danzan y lloran, ren y El rito es un juego que reclama vctimas. danza, entre los aztecas, que es penitencia. Regocijo No es extrao que la palabra tambin
penitencia, fiesta que es pena, la ambivalencia del rito culmina en el sacrificio. el rostro de la vctima. En vano los psiclogos valederas Una alegra sobrehumana ilumina La expresin arrobada de los nos hasta ofrecen que sus ingeniosas una nueva Esa las
mrtires de todas las religiones no cesa de sorprenderme. explicaciones, hiptesis: ertico. surge
algo queda Al
por decir. de la
alegra exttica es insondable como el gesto del placer contrario figurillas totonacas, la vctima provoca nuestro horror y nuestra fascinacin. Es un espectculo intolerable y del Nos atrae y que, no obstante, no podemos apartar los ojos. distancia infranqueable.
repele y de ambas maneras crea entre ella y nosotros una Y sin embargo, ese rostro que se contrae y distiende hasta inmovilizarse en un gesto que es 197
penitencia
regocijo:
no
es
el
jeroglfico de la unidad original, en la que todo era uno y Ese gesto no es la negacin sino el reverso de
La alegra es una, dice Baudelaire; en cambio, la risa es doble o contradictoria; por eso es convulsiva.2 otro pasaje o del por mismo venir, ensayo: recuerdo En o el paraso (pasado profeca, Y en lo terrenal segn
imaginemos como telogos o como socialistas) la alegra no est en la risa. estas lneas: de la la Si la alegra es una, cmo podra estar La respuesta la encuentro en y est y asociada el dolor al se La risa risa es satnica cada excluida la risa del paraso? accidente antigua
expresan por los rganos donde residen el gobierno y la ciencia del bien y del mal: los ojos y la boca. en el paraso nadie re porque nadie sufre? Entonces, Ser la
alegra un estado neutro, beatitud hecha de indiferencia, y no ese grado supremo de felicidad que slo alcanzan los bienaventurados y los inocentes? bien, que la las alegra trasciende categoras de No. nuestro Baudelaire dice, ms no es humana y que A entendimiento. paradisaca
diferencia de esta alegra, la risa no es divina ni santa: es un atributo humano y por eso reside en los rganos que, desde el principio, han sido considerados como el asiento del libre albedro: los ojos, espejos de la visin y el origen del conocimiento, y la boca, servidora de la palabra y del juicio. libertad La risa es una de las manifestaciones de la a igual distancia de la impasibilidad Y es humana,
Curiosits Esthtiques: De lessence du rire el gnralement du comique dans les arts plastiques (1855).
198
satnica porque es una de las marcas de la ruptura del pacto entre Dios y la criatura. La risa de Baudelaire es inseparable de la tristeza. No es la risa Es pueril la sino lo que l la mismo risa llama humana lo por cmico. excelencia. la que ha risa moderna,
Es la que omos todos los das como desafa o Esta risa es tambin desde ms hace varios e temerarias y dado el de y arte occidental, obras Bosch, Entre
resignacin, engreda o desesperada. siglos, Daumier, Marcel algunas Brueghel Duchamp y sus Jernimo Max Ernst
impresionantes.
Guadalupe Posada y, a veces, el mejor Orozco y el Tamayo ms directo y feroz. unidad csmica, es un La antigua risa, revelacin de la secreto perdido para nosotros.
Entrevemos lo que pudo haber sido al contemplar nuestras figurillas, la risa flica de ciertas culturas negras y de Oceana y tantos otros objetos inslitos, arcaicos o Por remotos, que apenas empezaban a penetrar en la conciencia occidental cuando Baudelaire escriba sus reflexiones. y que abrazaba muchas cosas que despus esas obras adivinamos que la alegra efectivamente era una parecieron grotescas, brutales o diablicas: la danza obscena de Uzam (baile de monos, dicen los japoneses), el alarido de la mnade, el canto fnebre del pigmeo, el prapo alado del romano Alegra es unidad que no excluye ningn elemento. La conciencia cristiana expulsa a la risa del paraso y la transforma en atributo satnico. Desde entonces es signo Hace apenas unos del mundo subterrneo y de sus poderes.
cuantos siglos ocup un lugar cardinal en los procesos de hechicera, como sntoma de posesin demonaca; confiscada hoy por la ciencia, es histeria, desarreglo psquico, 199
anomala. antigua
Y sin embargo, enfermedad o marca del diablo, la risa no pierde su poder. Su contagio es
irresistible y por eso hay que aislar a los enfermos de risa loca. La risa une; lo cmico acenta nuestra separacin. Nos remos de los otros o de nosotros mismos y en ambos casos, seala Baudelaire, afirmamos que somos diferentes de aquello que provoca nuestra risa. Expresin de nuestra distancia del mundo y de los hombres, la risa moderna es sobre todo la cifra de nuestra dualidad; si nos remos de nosotros negativa. escindida. ms mismos de Si es la afirma stira, porque somos dos. Nuestra la risa es No poda ser de otro modo, puesto que es una conciencia esto, burla moderna, conciencia no es asientes polmica: niega o aquello;
manifestacin
En sus formas
acusa, pone el dedo en la llaga; alimento de la poesa ms alta, es risa roda por la reflexin: irona romntica, humor negro, blasfemia, epopeya grotesca (de Cervantes a Joyce); pensamiento, es la nica filosofa crtica porque es la nica que de verdad disuelve los valores. mtodo del pensamiento crtico es negativo: El saber El a tiende de la conciencia moderna es un saber de separacin.
distinguir una cosa de la otra; para lograrlo, debe mostrar que esto no es aquello. de juicio A medida que la meditacin se hace al conocimiento, a la verdad. ms amplia, crece la negacin: el pensamiento pone en tela a la realidad, Vuelto sobre s mismo, se interroga y pone a la conciencia en entredicho. Hay un instante en que la reflexin, al Nacida reflejarse en la pureza de la conciencia, se niega. absoluta.
de una negacin de lo absoluto, termina en una negacin La risa acompaa a la conciencia en todas sus 200
aventuras: si el pensamiento se piensa, ella se re de la risa; si piensa lo impensable, ella se muere de la risa. Refutacin del universo por la risa. La risa es el ms all de la filosofa. empez con una carcajada y termina con otra. la misma del solitario Nietzsche, libre El mundo Pero la risa ya de la
de los dioses japoneses, en el seno de la creacin, no es naturaleza, lo que espritu que juega inocentemente, ahora se ha llamado santo, lo es decir, bueno, lo no
sin intencin, por exceso de fuerza y fecundidad, con todo hasta intangible y lo divino (Ecce homo). La inocencia
consiste en la ignorancia de los valores y de los fines sino en saber que los valores no existen y que el universo se mueve sin intencin ni propsito. La inocencia que busca Nietzsche es la conciencia del nihilismo. la risa es tambin la nica respuesta. Ante la
vertiginosa visin del vaco, espectculo realmente nico, Al llegar a este punto extremo (ms all slo hay: nada), el pensamiento occidental se examina a s mismo, antes de disolverse en su propia transparencia. No se juzga ni condena: re. La risa es una proposicin de esa ateologa de la totalidad que desvelaba George Bataille. naturaleza tocar nunca misma, no es Proposicin que, por su sino irrisoria: no fundamental
funda nada porque es insondable y todo cae en ella sin el fondo. Quin reir hasta morir?, se Pero si, al pregunta Bataille. Todos y ninguno. La antigua receta,
racional y estoica, era rerse de la muerte. re? El sol no se va. Sigue en la pieza, terco.
Qu hora es?
de
mi
prdida
definitiva.
Porque
estoy
perdido
en
el El
sol vive en otro tiempo, es otro tiempo, finito e inmortal (finito: se acaba, se gasta; inmortal: nace, renace con la risa pueril y el chorro de sangre). Sol degollado, sol desollado, son en carne viva, sol ni y viejo, sol que est en el secreto de la verdadera risa, la de la cabecita del tercer estante. Para rer as, despus de mil aos, hay Slo No: la cabecita est La miro de nuevo: que estar absolutamente vivo o totalmente muerto. las calaveras ren perpetuamente? viva y re. una vrgula. Slo los vivos ren as.
sobre su tocado una lnea dibuja una espiral que remata en Ah el viento escribi su verdadero nombre: me llamo liana enroscada en los rboles, mono que cuelga sobre el abismo verdinegro; me llamo hacha para hendir el pecho del cielo, columna de humo que abre el corazn de la nube; me llamo caracol marino y laberinto del viento, torbellino y cruce de caminos; me llamo nudo de serpientes, haz de siglos, reunin y dispersin de los cuatro colores y de me las cuatro edades; y me me llamo noche e ilumino con el un pedernal; me llamo da y arranco los ojos como el guila; llamo jaguar llamo mazorca. Cada mscara, hombre; cada nombre, una fecha. Me llamo tiempo y agito
una sonaja de barro con siete semillas adentro. Pars, 4 de febrero de 1962
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