El Folklore
El Folklore
El Folklore
Introduccin
El patrimonio Cultural Tradicional se nutre de todo aquello que las comunidades y agrupaciones humanas han sabido seleccionar y adoptar para "bien decir" y expresar sus inquietudes y necesidades. Estas, que son de carcter material y espiritual, han acompaado - y acompaan - al Hombre en todo su transitar cotidiano, sumndose a sus anhelos y esperanzas y afianzando la pertenencia. Este hacer y quehacer del Hombre a travs del tiempo ha permitido crear un legado cultural que - en mayor o menor grado - contribuye a formar un perfil y dar identidad al grupo usuario, permitindole variadas formas expresivas y comportamientos sociales que en ocasiones, lo constituyen en grupo nico, original y definido. Estas caractersticas son las que, en definitiva, conforman el fenmeno de carcter folklrico. Los hechos y fenmenos tradicionales del pueblo se manifiestan en diversos aspectos: Materiales: como la vivienda, la vestimenta, la comida, los instrumentos musicales, etc. Espirituales: como la msica, la danza, los cuentos, leyendas, supersticiones, refranes, creencias, etc. Tambin hay que tener en cuenta las manifestaciones sociales, religiosas y estticas. En los ltimos tiempos se ha discutido mucho sobre cundo un hecho es folklrico o no. En este trabajo se resumen las ideas generales sobre folklore, caractersticas, folklore argentino, regiones, etc. Tambin se describe al gaucho como personaje tpico del folklore argentino y las diferentes opiniones que genera.
Desarrollo
El Folklore El trmino deriva de una expresin inglesa que al traducirse al castellano significa: Folk (pueblo) y Lore (saber). Es una ciencia que trata las manifestaciones o bienes culturales, ya sea de su vida material y espiritual (costumbres, vestidos, danzas, msica, creencias, mitos, etc.) del pueblo, que en l se han arraigado y que han sobrevivido por varias generaciones a la poca cultural a la que pertenecen. Cuando un hecho es considerado folklrico? Cuando es: Colectivo: Porque deja de ser creacin personal al ser incorporado al patrimonio tradicional. Popular: porque ha sido asimilado por el pueblo (folk). Emprico: porque se transmite sin que medie una enseanza escrita o terica, sino prctica, gestual, a travs del ejemplo. Oral: porque la transmisin se hace oralmente, por experiencia directa de un individuo a otro, de una a otra generacin. Funcional: porque el pueblo solo adopta el hecho folklrico si se identifica con su idiosincrasia, descartando lo que no llene una funcin en la vida de la comunidad. Annimo: porque se desconoce el nombre del autor o autores, que la obra del tiempo ha borrado y se considera como herencia comn. Regional: porque la naturaleza circundante influye en lo folklrico y le da un matiz local, aunque luego se difunda en toda una regin, a varias o an sea adoptado por todo el pas. El folklore en la actualidad se divide en dos modalidades: Folklore vivo: es aquel que se conserva an y se practica espontneamente en la poblacin sin mediar la accin de profesores y escuelas de danzas. Ejemplo: Gato, Chacarera, Zamba, Cueca y muy pocas ms. Folklore extinto: es aquel que no se practica naturalmente, cayeron en desuso, no en el olvido, y constituyen elementos que la obra de los cultores de la tradicin trata de revivir. La palabra folklore fue utilizada por primera vez por Williams John Thoms el 22 de agosto de 1846, en una publicacin de la revista Athenacum, resumiendo una definicin de todo aquello que involucre la cultura de los pueblos y su idiosincrasia, a travs de los tiempos. Dentro de las definiciones, la ms aceptada es: que estudia la tradicin en los pueblos. Cabe aclarar que tanto por una cuestin de aceptacin universal, ms que nacional se acepta que se escriba con k, pero es aceptado el escribirlo con c. Segn William Thoms, el Folklore debe estudiar "los usos, las costumbres, las ceremonias, las creencias, los romances, los refranes, etc. de los tiempos antiguos". El trmino folklore tiene diversas acepciones, comnmente no diferenciadas en el uso corriente: - Como complejo, conglomerado o contextura integral de fenmenos folklricos funcionalmente trabados en un mbito determinado (lo que suele llamarse el folklore de tal lugar, regin o provincia).
Como fenmenos particular que integra ese complejo y que puede ser identificado y aislado mediante el anlisis (las danzas, las supersticiones, las fiestas, etc.) - Como proyeccin. - Como trasplante, trmino elegido para denominar a la expresin que habiendo sido originariamente fenmeno folklrico, es trasladada de su mbito geogrfico y cultural por quienes fueron sus propios portadores y protagonistas, a otros ambientes, por lo general urbanos, donde es cultivada en forma personal o en el seno de crculos familiares, de amigos, de compatriotas o paisanos, perdiendo en consecuencia, alguno de sus rasgos originarios. - Como elemento trasculturado, proveniente de un complejo que pasa a integrar el patrimonio cultural colectivo propio de otra cultura, habitualmente urbano, con lo que dicho elemento modifica lo que su funcin y matiz regional sin llegar a imprimir carcter y fisonoma distintos a la cultura que lo absorbe (supersticiones, amuletos, refranes, etc.) - Como ciencia, el estudio sociolgico e histrico-filosfico del alma popular, cuya expresin es precisamente el folklore. El folklore no deriva de la naturaleza intrnseca de los bienes o fenmenos. Se convierte en folklore debido a una peculiar asimilacin cultural, a una tpica actitud colectiva frente a ellos. En consecuencia, el folklore debe ser concebido como un proceso, no como un hecho esttico e inmutable. Nada es folklrico por el slo hecho de existir, sino que llega a serlo si se cumplen las etas y condiciones de la trayectoria. El criterio que no debe faltar para apreciar lo folklrico es el de relatividad y especialmente: a) espacial o geogrfica (cambios por localizacin en regiones distintas); b) temporal (cambios a travs de pocas y perodos histricos); c) cultural (traspasos de un estrato social a otros, cambios de funcin, etc., por ejemplo, fenmenos folklrico que se transforma en proyecciones que dan origen a nuevos fenmenos folklricos, tras aculturaciones procedentes de niveles superiores e inferiores. Folklore en Argentina El folklore incluye los bailes, la msica, las leyendas, los cuentos, las artesanas y las supersticiones de la cultura local, entre otros factores. Se trata de tradiciones compartidas por la poblacin y que suelen transmitirse, con el paso del tiempo, de generacin en generacin. El folklore es distintivo y propio de cada pueblo. En tiempos de globalizacin, la cultura tiende a homogeneizarse y los pases dominantes imponen sus creaciones. Por eso el folklore supone un mbito de resistencia para la identidad. Existen peas, centros culturales y organizaciones que se encargan de defender el folklore y transmitirlo a los ms jvenes con la intencin de perpetuarlo. De esta manera, el folklore garantiza su subsistencia intergeneracional y no depende solo del grupo de personas de mayor edad.
La historia del folklore argentino lleva arraigada la influencia de los misioneros que llegaron a Amrica en la poca de la cristianizacin de los pueblos indgenas y la influencia de los esclavos llegados del frica, con sus sonidos autctonos. A eso hay que sumarle tambin, otros movimientos migratorios posteriores, que tambin traan consigo su cultura, costumbre y tradiciones. Esta mezcla de ritmos, fue abrindose paso por todo el territorio argentino, y de sus mezclas derivaban estilos musicales que se arraigaban en cada regin como la expresin caracterstica de ese mbito. Durante el siglo pasado, distintos intrpretes de cada regin fueron moldeando los diferentes estilos que se convertiran en los ms populares de nuestra msica popular. Esto, en cierta parte, no fue muy positivo. Porque tambin quedaron en el olvido otros estilos y danzas, que algunos hoy luchan por reflotar. Haciendo una recorrida apresurada en la historia del folklore argentino, nuestra msica comienza a nacer, como ya dijimos, con la influencia de los misioneros. Esto ocurra en el siglo XVI, cuando Juan Gabriel Lezcano (Nuo Gabriel) llega a Buenos Aires junto a don Pedro de Mendoza, y rene a los indgenas del lugar y comienza a ensearles nuevos cantos, con los cuales intentara "civilizarlos". Pero la primera provincia en recibir el aporte cultural hispano sera Tucumn, donde los indgenas de la zona recibiran de los misioneros llegados al lugar la influencia de su msica. Ya en el siglo XVII, la msica, la danza y el canto alcanzaran un progreso ms que interesante, varias provincias del territorio nacional comenzaran a organizar reuniones donde predominan todas estas formas de expresin artstica. A esto hay que sumarle la cantidad de instrumentos que ya en esa poca existan. En el siglo XVIII se intensifica el aporte europeo a travs de calificados msicos que llegan a estas tierras, con nuevos instrumentos, partituras y libros de msica. Pero en este siglo tambin comienza a haber una influencia, pequea, pero importante, de los esclavos, que con su msica trada del frica, darn un aporte importante a la msica popular. El siglo XIX es el momento culmine de nuestra msica popular. Ms all de la creacin del Himno Nacional y del Teatro Coln, comienzan a surgir las primeras orquestas y coros que difundirn por todo el territorio nacional lo que ser nuestra msica folclrica. Con la llegada del siglo XX, comienzan a surgir grupos representativos de cada regin de nuestro pas, interpretando nuestra msica popular, a travs de las chacareras, zambas, vidalas, huaynos, gatos, cuecas y otros ritmos, que sern los preponderantes en el folklore nacional. En la dcada de 1940, el folclore comenz a difundirse en las grandes ciudades y, en los aos 60, alcanz una de sus mximas expresiones: el Festival de Cosqun, el ms importante y representativo festival de nuestra msica popular, estrenado en 1961. El aporte de este encuentro no ha sido slo musical, sino tambin social y poltico. Entonces se conjugaron conjuntos populares, como Los Chalchaleros o Los Fronterizos, intrpretes notables como Atahualpa Yupanqui o Eduardo Fal, msicos como Gustavo "Cuchi" Leguizamn y poetas como Jaime Dvalos o Hamlet Lima Quintana. Los inicios de Los Chalchaleros, quizs el grupo ms exitoso del folclore argentino, se remontan a 1948, cuando dieron su primera presentacin en vivo en su Salta natal. Con el tiempo convertiran su nombre en una leyenda, siendo los responsables de crear varias de las zambas ms bellas que nuestra msica dio. Tras sufrir varios cambios en su formacin, an se mantienen en actividad concluyendo con su gira despedida por todo el pas. Otro grande de nuestra msica fue el santiagueo don Andrs Chazarreta. Quizs el ms antiguo de todos. Su composicin ms importante, que lo llevara a dedicarse de lleno al
folclore, es la Zamba de Vargas, compuesta en 1906. A partir de entonces, recorrera todo el pas con su Conjunto de Arte Nativo, el cual representaba sobre el escenario las diferentes danzas de nuestro pas. Otra agrupacin exitosa han sido Los Hermanos valos, quienes dieron sus primeros pasos como profesionales en 1939, y fueron los primeros en incorporar el piano al folklore. Los Fronterizos se formaron en 1953 y pronto se convirtieron en un xito mundial. Junto a Ariel Ramrez y al clebre charanguista Jaime Torres hicieron conocer el folklore Argentino en Europa con la Misa Criolla. En su formacin se realizaron numerosos cambios por motivos diversos. Sus actuales integrantes son exponentes del repertorio tradicional, y aunque ya no estn las voces del pasado, su sonido respeta el del conjunto primitivo. Los Fronterizos saltaron a la fama en el Festival de Cosqun del verano de 1964, gracias al xito de su cancin "Puente Pesoa". Tambin en 1953 se forma el cuarteto Los Cantores de Quilla Huasi, que adquieren rpidamente gran renombre y como los anteriores llevan su arte a los escenarios del mundo. Con lgicos cambios en su formacin llegan a nuestros das manteniendo la identidad del conjunto original. Los Cantores del Alba hicieron su primera presentacin en 1957 y desde siempre los acompa el xito, tanto en su tierra como en el exterior, llevando su canto en reiteradas giras a escenarios de Europa, Estados Unidos y Centroamrica. En los 60 se registr una venta masiva de discos de folklore y aparecieron numerosas publicaciones sobre este gnero musical, como por ejemplo la revista "Cantando". El folclore se haba convertido en un fenmeno comercial, y surgieron una gran cantidad de msicos que, en su mayora, y, a pesar de los aos, siguen manteniendo un contacto activo con la msica de nuestra tierra. Entre ellos podemos nombrar a Horacio Guaran, un referente, una leyenda popular, que sedujo al pblico con su voz de protesta y denuncia social, como an hoy lo sigue haciendo. Y siguiendo con la misma tesitura de compromiso poltico, hay que nombrar a Jos Larralde, exponente de un estilo "campero", especialmente en el mbito de la milonga y los aires pampeanos. Como uno de los mximos exponentes del folclore nacional es deber nombrar a Atahualpa Yupanqui. Perseguido y exiliado a la fuerza, por la persecucin a la que lo sometieron las diferentes dictaduras de nuestro pas, don Ata, a partir de su msica, pero por sobre todas las cosas, de la poesa, se convirti en un estandarte de generaciones pasadas y actuales, que an lo recuerdan y lo toman como bandera que simboliza la lucha y la libertad. Ariel Ramrez, creador en 1964 de una de las obras ms importantes del folclore nacional e internacional, La Misa Criolla. Estrenada en Alemania, esta obra tuvo una trascendencia mayor en esos momentos, siendo reconocida y presentada en todo el mundo. Quienes ayudaron a grabarla fueron, Flix Luna, en textos, y Los Fronterizos y Jaime Torres, en la msica. La msica folclrica canaliz una sensibilidad popular y nacionalista, de mltiples vertientes estticas, polticas e ideolgicas, caractersticas de las dcadas de 1960 y 1970. La tucumana Mercedes Sosa, fiel representante de nuestra tierra y, sobre todo en el extranjero, donde es sumamente aclamada y premiada, posee una voz prodigiosa y ha compartido escenario con grandes del rock nacional como Charly Garca y Fito Pez. Sin embargo, las dcadas posteriores no fueron tan fructferas. Eduardo Fal es uno de los ms grandes intrpretes folklricos de la guitarra. Su virtuosismo fue aplaudido en Argentina y en muchas partes del mundo.
Habiendo hecho una seleccin de los artistas ms representativos de la historia del folclore argentino, hemos nombrado a aquellos que se convirtieron en un referente para las formaciones venideras, por su estilo y porque su canto represent a nuestra tierra (y en algunos casos lo siguen haciendo) en distintos lugares del mundo. Estos msicos abrieron una puerta a las generaciones posteriores, y formaron e influenciaron a otros grandes msicos actuales. Juan Bautista Ambrosetti es uno de los sabios precursores del estudio del "folklore" argentino. Su libro "Supersticiones y leyendas" constituye un valioso aporte para el conocimiento de la cultura calchaqu. Salvador de Benedetti, ha escrito: "Ambrosetti, en la historia del pensamiento argentino, tendra que aparecer como creador de tendencias de orientaciones nuevas, y como padre de un obra que no ha de perecer, aun cuando le haya tocado actuar en una poca, que casi podramos llamar precursora de la Arqueologa Argentina". Siempre sinti atraccin por el noroeste argentino, tal Samuel Lafone Quevedo. En su viaje a Tucumn descubri los famosos "menhires" de Taf, que describe en uno de sus libros. Existen distintas manifestaciones folklricas de acuerdo a las zonas, as tenemos un Folklore cuyano al que se cultiva en San Juan, Mendoza, San Luis y parte de La Rioja; el Folklore pampeano es el que encontramos en Buenos Aires, La Pampa y sur de Crdoba y Santa Fe; el Folklore norteo agrupa los cantos y danzas originarios de Santiago del Estero, norte de Crdoba y Santa Fe, y parte de Tucumn; el Folklore andino o salteo, que involucra los que se cultivan en Salta, Jujuy, La Rioja, norte de Tucumn y Catamarca, existiendo aqu la denominacin de folklore calchaqu para designar los motivos locales y, por ltimo, el Folklore correntino o guaran, propio de Corrientes, norte de Entre Ros, litoral del Chaco y Formosa y Misiones Danzas argentinas La cultura es unidad profunda entre lo recibido y el espritu. As, lo que llega al folklore, es lo ntimamente incrustado en el alma popular, lo decantado, lo acendrado. Todo lo cual tiene a la postre un sello, un cuo, que denota la incorporacin; la fisonoma fsica tpica, inconfundible, de cada expresin folklrica. En esto reside "lo nuestro" y no en la procedencia de sus elementos. La clave estar dada por su asimilacin funcional a una cultura tpica y caracterstica, ya sean aqullos heredados o imitados y no slo por su procedencia local.
Augusto Ral Cortazar
Las formas folklricas americanas son muy variadas: desde las precolombinas hasta las originadas en las danzas europeas - principalmente de Espaa - a partir del descubrimiento de Amrica, llamadas mestizas o criollas. Estas ltimas evolucionaron y adquirieron la personalidad propia necesaria para representar a los distintos pueblos americanos. Los indgenas desconocan la pareja y tambin los instrumentos de cuerdas. Despus del descubrimiento surgieron las danzas de pareja, las de grupo y tambin las de hombres solos, tales como el Malambo, el Solo Ingls y el Zapateado. En cada zona fue formndose un grupo de danzas propias, influidas por el clima, la cultura y la raza de de los extranjeros y la conformacin del contexto social. Revisar hoy estos bailes - con formas coreogrficas tan diversas - es revivir la historia, las
costumbres y los mitos de cada uno de los pueblos americanos, unidos por lazos de idioma, cultura y religin. Argentina y sus formas coreogrficas El amor - el espiritual y el profano - anima tanto a las danzas rituales como a las de saln o de espectculo. Se perciben en las coreografas la totalidad de los matices del sentimiento, en una perfecta amalgama de espritu, sonido y expresin corporal. En las coreografas de las danzas argentinas puede observarse la gran influencia del medio y la transposicin de las danzas extranjeras a nacionales. Los primeros criollos fueron captando las danzas que los espaoles diseminaron durante la conquista, y les insertaron su propio aporte. Con el transcurso del tiempo, se produjo no solamente la asimilacin sino tambin la transformacin hacia una coreografa criolla sensible a los ideales y caracteres locales. En Argentina, a diferencia de la mayora de los pases americanos, cada provincia tiene sus propias expresiones. La Zamba es mayormente aceptada como la mxima expresin de la nacionalidad. Otra coreografa interesante es la del Triunfo - cuya msica procede de Espaa - relacionada con la dcima y los estilos. Diseminada por todo el pas, canta a los triunfos de guerra. Tambin destaca la sencilla Chacarera, a la que Leopoldo Lugones adjudic un matiz no imitacin - beethoviano, con ritmo fuerte y viril, con un encanto que surge de su propia rudez. La danza a la que se adjudica vivencia en el bro, compostura en la vehemencia y gracia en el vigor, es el Gato. La danza que representa la virilidad es el Malambo, en la que el bailarn - solo - exhibe su destreza en el zapateo frente a otros competidores que no pueden repetir las figuras ya realizadas por otro. La Condicin, de ceremonia y distincin, fue elevada por Belgrano a rango de expresin histrica y tradicional. Otras danzas, como El Escondido, La Firmeza, El Cielito, El Cuando, La Huella y La Refalosa, (sin olvidar a las danzas grupales, como La Media Caa, El Pericn y El Carnavalito) dan fe de la riqueza coreogrfica en Argentina.
Msica folklrica Como ejemplo, se puede citar la Zamba de Vargas (msica solamente), mximo exponente de lo que la ciencia cataloga como (msica) folklrica, porque rene las condiciones que se citaron: annima, porque surge repentinamente, a la orden de los msicos en la batalla del Pozo de Vargas; es popular (surge de una gesta histrica, dentro del marco de las luchas argentinas); y es tradicional, porque qued incorporada al pensamiento popular y se mantuvo a travs del tiempo. Instrumentos folklricos En la descripcin de los instrumentos autctonos de nuestro pas se pueden agrupar en cuatro categoras. Se denominan idifonos a aquellos instrumentos en los que vibra el cuerpo entero del mismo y en los que no hay tensin adicional como por ejemplo la maraca, el sistro, etc. membranfonos son los que producen sonido por medio de un parche o membrana, como por ejemplo el bombo, la caja, el kultrun; cordfonos son los que lo hacen por medio de las cuerdas, como el charango, y aerfonos aquellos en los que el sonido se produce por la vibracin del aire contenido en la columna del instrumento como el erkencho, la quena, etc.
Es bello escuchar, todava ahora, en esos pueblos perdidos de nuestra rica y exquisita geografa argentina, sin influencias modernistas, a paisanos cantar y tocar sus canciones con instrumentos nativos. nicamente de esta forma, al escuchar un erke, violn de una cuerda, una flauta de hueso, una quena, un siku, un tambor de agua, un bombo legero, un kultrn, una flauta de pan, una tarka, una anata, etc., instrumentos que permiten expresarse a sus ejecutantes con sus sonidos particularsimos, se puede entender medianamente, qu quisieron dar a entender por sus autores ignotos. Cul era el sentir del pueblo. Qu quera decir y qu expresaba ese ignoto hombre (sus alegras, penas, rigores, sentimientos, religiosos, etc.) Los instrumentos no siempre eran producto de la casualidad, estaban fabricados en funcin de los medios para resaltar lo que se quera demostrar, decir, manifestar. Se dio la incorporacin y el uso ya tradicional de guitarras y violines, de pianos y acordeones, porque se aceptaron desde muchsimo tiempo, como costumbre desde la colonia, y en algunos casos para reemplazar a otros, como el acorden, lo cual pas a ser tradicional, o la guitarra de origen rabe espaol, pero an hoy, no se ponen de acuerdo los estudiosos si se pueden considerar folklricos.
Folklore correntino El chamam En el chamam, toda esa inquietud queda centralizada en su hermosa msica. Y es por eso, que toda reunin es propicia para el alma correntina, sea para una alegre musiqueada, ya para una rueda de fogones o para el clsico convite, en que se festeja el cumpleaos de la patroncita y en donde no pueden faltar, junto al matiz que ponen las bromas o las personas conocidas el suculento asado y el vino abundante y generoso. Existen varias lneas de estilos en la ejecucin de la guitarra en la msica tradicional de Corrientes: a) Estilo de rasguito lineal simple: para acompaar al instrumento lder (acorden, violn, armnica, bandonen, etc.), que lleva el canto o meloda principal. Se limita solamente a acompaar. B) Estilo de rasguito en contrapunto: con solos de guitarras que puntean breves fragmentos junto a los instrumentos lderes ya mencionados. Aqu ya se establece el rasguito tpico del chamam. C) Estilo del rasguito y ejecucin de la meloda principal: no solo acompaa, realiza contrapuntos, sino que la guitarra asume la meloda principal unindose al instrumento lder, emplea el punteado y el desarrollo armnico de acordes, melodas completas con arreglo y gran liderazgo de la guitarra. Realiza dos con los instrumentos lderes del conjunto. d) Estilo creativo contemporneo: la guitara asume el liderazgo del conjunto. Realiza arreglos con otras guitarras o con un instrumento aerfono (acorden, bandonen) teniendo gran participacin y protagonismo en el desarrollo armnico del tema originando sonido sobre el rasgueo adquiere significaciones trascendentes, el ritmo se enrique con el aporte de recursos tcnicos y sonoros que determinan una rica variedad de frmulas tmbricas. Mitos y leyendas Los Mitos y las Leyendas tienen que ver con nuestras races, nuestra historia cultual, y la tradicin como pas. En su origen fueron historias contadas de Padre a hijo, durante generaciones as conservadas, y luego llevadas al lenguaje escrito con la ayuda de los jesuitas quienes por su misin, incorporaron la magia de la msica y la enseanza de los instrumentos.
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Son historias simblicas, donde el personaje principal tiene que ver con un hroe, alguien que es capaz de un esfuerzo extraordinario, y as logra su meta, o una situacin difcil donde hay que salvar un obstculo para lograr el objetivo. En las leyendas siempre hay algo de un obstculo o situacin a resolver es un smil de nuestra vida diaria, donde siempre se enfrentan desafos. Ejemplos de Mitos y leyendas: Cara Octubre Segn dicta la tradicin ancestral, el primer da de octubre llega el Cara, un duende malfico que visita las casas y, en donde ve pobreza se queda, trayendo an ms miseria. Mientras que en la casa donde se cocina el guiso tpico conocido como Yopar (un locro, pero con porotos) Cara Octubre no se queda. En esta regin, donde la mitologa guaran sigue vigente y marca los ritos cotidianos, como la caa con ruda que se toma el 1 de agosto para alejar las pestes, el yopar que se cocina hoy para atraer los duendes de la abundancia y que no falte el pan. Segn un estudio realizado por el investigador alemn Wolf Dietrich sobre los lugares donde an se habla la lengua guaran, deriv en un Atlas lingstico guaran romnico que indica que en los pueblos como Santo Tom, Paso de los Libres, Alvear, Monte Caseros, entre otros, el idioma prcticamente est extinto, y con l se estima que tambin quedaron atrs, la mayora de los ritos. En cambio, otras regiones como San Luis del Palmar y toda la zona de los esterales Maloyas, es donde ms viva se mantiene la lengua, los vocablos pasan de generacin en generacin y todos los miembros de la familia lo hablan fluidamente. Las tradiciones estn estrechamente relacionadas con la lengua guaran, segn relatos de la zona rural de estos departamentos, existen costumbres en esta poca, como por ejemplo levantarse temprano con un arreador en mano y pegar en todos los rincones de la casa diciendo Para que se retire cara octubre de esta casa, o bien dejar comida en la puerta principal para que el que pasara por all se la llevara.
El gaucho y el Paisano Son dos tipos diferentes. Paisano gaucho es el que tiene hogar, paradero fijo, hbitos de trabajo, respeto por la autoridad, de cuyo lado estar siempre, aun contra su sentir. El gaucho neto, es el criollo errante, que hoy est aqu, maana all; jugador, pendenciero, enemigo de toda disciplina; que huye del servicio cuando le toca, que se refugia entre los indios si da una pualada, o gana la montonera si sta asoma. El primero, tiene los instintos de la civilizacin; imita al hombre de las ciudades en su traje, en sus costumbres. El segundo, ama la tradicin, detesta al gringo; su lujo son sus espuelas, su chapeado, su tirador, su facn. El primero se quita el poncho para entrar en la villa, el segundo entra en ella haciendo ostentacin de todos sus arreos. El primero es labrador, picador de carretas, acarreador de ganado, tropero, pen de mano. El segundo se conchaba para las yerras. El primero ha sido soldado varias veces. El segundo form alguna vez parte de un contingente y en cuanto vio la luz se alz. El primero es siempre federal, el segundo ya no es nada. El primero cree todava en algo, el segundo en nada. Como ha sufrido ms que la gente de frac, se ha desengaado antes que ella. Va a las elecciones, porque el Comandante o el Alcalde se lo ordena, y eso se hace sufragio universal. Si tiene una demanda la deja porque cree que es tiempo perdido, se ha dicho con verdad. En una palabra, el primero es un hombre til para la industria y el trabajo, el segundo es un habitante peligroso en cualquier parte. Ocurre
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al juez, porque tiene el instinto de creer que le harn justicia de miedo, y hay ejemplos, si no se la hacen se venga, hiere o mata. El primero compone la masa social argentina; el segundo va desapareciendo. Para los que, metidos en la crislida de los grandes centros de poblacin, han visto su tierra y el mundo por un agujero; para los que suspiran por conocer el extranjero, en lugar de viajar por su pas; para los que han surcado el ocano en vapor; para los que saben dnde est Riga; ignorando dnde queda Yavi; para los que han experimentado la satisfaccin febril de tragarse las leguas en ferrocarril, sin haber gozado jams del placer primitivo de andar en carreta, para todos sos el gaucho es un ser ideal. Lucio V. Mansilla (1870) Aunque se la utiliz en todo el ro de la Plata - y an en Brasil - no existe absoluta certeza sobre el origen de la palabra gaucho. Es probable que el vocablo quichua huachu (hurfano, vagabundo) haya sido transformado por los colonizadores espaoles utilizndose para llamar gauchos a los vagabundos y guachos a los hurfanos. Tambin existe la hiptesis de que los criollos y mestizos comenzaron a pronunciar as (gaucho) la palabra chaucho, introducida por los espaoles como una forma modificada del vocablo chaouch, que en rabe significa arreador de animales. La denominacin se aplic generalmente al elemento criollo (hijos de espaoles) o mestizo (hijos de espaoles con indgenas), aunque sin sentido racial sino tnico ya que tambin fueron gauchos los hijos de los inmigrantes europeos, los negros y los mulatos que aceptaron su clase de vida. El ambiente del gaucho fue la llanura que se extiende desde la Patagonia hasta los confines orientales de Argentina, llegando hasta el Estado de Rio Grande del Sur, en Brasil (gacho). El proceso evolutivo del gaucho y el uso de esa palabra se desarroll sin solucin de continuidad. Distintos tipos de gaucho existieron en Argentina antes de 1810, es decir antes de ser conocidos con ese nombre. Peones de campo existieron desde que comenzaron a formarse las primeras estancias, aunque hayan sido pocas al principio. El tercer tipo - que luego se llam gaucho alzado- existi en reducido nmero. Pero no fueron los primitivos peones ni los "fuera de la ley" quienes le dieron la caracterstica suficientemente fuerte para llamar la atencin. Es indudable que el tipo de gaucho que tuvo realmente fisonoma peculiar - el primero que fue llamado as - fue el gaucho nmada, no delincuente, que estuvo implcito en el gaudero oriental del s. XVIII. Este gaucho fue algo ms que un simple vagabundo. Adquiri en la Argentina, a lo largo del s. XIX rasgos propios bien definidos. Y cuando se difundi suficientemente - es decir, a medida que fue creciendo la poblacin rural fue llamado gaucho, como tambin se haba llamado al paisano oriental del s. XVIII. Hbiles jinetes y criadores de ganado, se caracterizaron por su destreza fsica, su altivez, su carcter reservado y melanclico. Casi todas las faenas eran realizadas a caballo, animal que constituy su mejor compaero y toda su riqueza. El lanzamiento del lazo, la doma y el rodeo de hacienda, las travesas, eran realizados por estos jinetes, que hacan del caballo su mejor instrumento; en el caballo criollo no slo cumpla las faenas cotidianas sino que con l particip en las luchas por la independencia, inmortalizando su nombre con las centauras legiones de Gemes. Fue el hombre de nuestro campo, principal escenario de su vida legendaria y real. De vida solitaria ya en grupos de tiendas, como las tribus nmades ya en rancheros aislados como en la pampa surea.
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La historia del gaucho rioplatense en la poca pos-colonial en la Repblica Argentina se caracteriza por su marginalidad social y persecucin por parte del gobierno. El gacho, como el indio, el inmigrante, entre otros, es un tipo social, clave en la historia argentina del siglo XIX. Se define por su estilo de vida vagabunda; viva fuera de las ciudades sobre la pampa, sin tierra alambrada, sin los modos civilizados del mundo occidental y moderno, el mundo que nosotros nos acostumbramos desde la infancia. En Argentina el gaucho como tema literario se consolida a fines del siglo XIX, ente 1870 y 1900. Aunque para entonces, ya los haban transformado sustancialmente a travs de varios factores histricos, polticos y econmicos. Sin embargo, la fundacin de la poesa gauchesca data al principio del siglo en la poca revolucionaria. En el contexto de las guerras de independencia, Bartolom Hidalgo escribi Cielitos y Dilogos Patriticos, los cuales revelan el carcter del gaucho, su modo de vivir y sus opiniones y sentimientos sobre los eventos histricos que le rodeaban. Aos despus en el contexto del caudillismo, el caos de la poca pos-colonial y el auge de Manuel de Rosas, Domingo Sarmiento escribi Facundo, Civilizacin y Barbarie, que trata de entender la situacin problemtica de la nueva nacin. En esta obra Sarmiento, gran enemigo del guacho como encarnacin de la barbarie americana, la cual quera eliminar, delinea las caractersticas del gaucho con un tono profundamente negativo y adems desde una perspectiva europea, o sea desde una perspectiva basada en la hegemona britnicafrancesa. Al fin del siglo, durante la poca de modernizacin y europeizacin y de gran corriente inmigratoria en Argentina surgieron diversas obras que exploraban el destino trgico del gaucho pobre y maltratado, incluso la ms famosa, Martn Fierro, escrito por Jos Hernandez. Otras obras importantes incluyen Juan Moreira, por Gutierrez Podest, y La Gringa, por Florencio Sanchez. El tema del gaucho como renegado de la civilizacin no es limitado al contexto de la zona rioplatense. Cada una de las obras ofrece una perspectiva distinta en cuanto a la figura del gaucho, o del renegado de la sociedad. Adems enfatizan distintas ideas segn el contexto histrico-poltico en el cual fueron escritos. Los Primeros GAUCHOS: Hacia el ao 1600, aparecen en el Litoral los GAUDERIOS o CHANGADORES. Estos fueron los primeros gauchos. Pocos aos despus los encontramos ya en la campaa bonaerense. El ganado cimarrn tuvo mucho que ver, con la presencia del gaucho en estas tierras. En efecto, haba por entonces en las desiertas llanuras pampeanas, miles de cabezas de vacas y caballos salvajes, sin dueos, denominados cimarrones. Y esos hombres que luego se llamaron gauchos empezaron a alejarse hacia la campaa donde podan subsistir sin mayor esfuerzo, pues con ese ganado de nadie satisfacan sus necesidades de sustento. Para comer bastaba con faenar un animal; lo dems lo brindaba la naturaleza: no les haca falta nada ms. De este modo empieza a dibujarse la imagen del gaucho libre, sin trabajo ni vivencia fija, recorre a caballo grandes distancias y duerme al descampado sobre su recado cuando lo sorprende la noche en la soledad de la llanura. Lleva una vida nmade y apartada de las ciudades. Por entonces, las autoridades dan permiso a los dueos de tierras para realizar VAQUERIAS, es decir, para recoger y faenar el ganado cimarrn. El gaucho trabaja en
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ellas y debido a las expediciones que tienen que hacer para buscar el ganado, se van alejando cada vez ms de los centros poblados y se diseminan por las pampas. Fueron pues los primeros paisanos que fundaron una sociedad campesina. Las diversiones: La taba, las carreras de caballos y de sortijas, las payadas, el pato, la ria de gallos, la caza de avestruces, los juegos de naipes, fueron todas diversiones de los gauchos. La pulpera era su principal centro de reunin y el lugar donde pasaban muchas horas probando su suerte en juegos de azar, mientras alguno punteaba en la guitarra un melanclico yarav y otros se convidaban con aguardiente. El pulpero atenda a sus clientes detrs de una fuerte reja , que divida el negocio, porque a menudo haba peleas y no era cuestin de que le destrozaran la mercadera. Estos establecimientos eran tambin almacenes y tenan frente a la casa una cancha para el juego de carreras, que fue uno de los entretenimientos favoritos del gaucho. En las carreras intervenan dos jinetes, que iban en camisa, descalzos y con una vincha en la frente para sujetar el cabello. Montaban en pelo a sus caballos y mientras los espectadores hacan sus apuestas se preparaban para la largada. A la orden de los jueces partan al galope a travs de los 300 400 metros, que deban recorrer. Las rias de gallos fueron otro pasatiempo predilecto. En este juego se enfrentaba a dos gallos especialmente entrenados para la pelea y se los haca luchar hasta que uno de ambos mora. Aunque hoy nos desagrada la crueldad de esta diversin, los gauchos se entusiasmaban y eran capaces de apostar todo cuanto tenan. La figura del gaucho no puede separarse de su vestimenta. As como la llanura fue su ambiente y el caballo su medio de movilidad, el traje lo individualiz. Recortado contra el paisaje pampeano, parado en la puerta de su rancho o empeado en un juego de taba o bebiendo en la pulpera, el gaucho es ese hombre callado que hace sonar con orgullo , al caminar , las espuelas que lleva sobre su botas de potro. Muchos pintores de la poca sintieron la necesidad de retratarlos en distintas actitudes. En todos esos cuadros resulta admirable el porte del gaucho, luciendo sus calzoncillos amplios y con grandes bordados calados que asoman debajo del chirip y que sujetan a su cintura con un cinto. Del mismo modo, lo vemos trabajando en el corral, protegido por un poncho de lana de brillantes colores, que a veces usa recogindolo sobre el hombro a manera de capa, o enroscado en el brazo, como para pelear. Pero imaginmoslo tambin vestido de fiesta , luciendo con orgullo su chaleco abierto , prendido con dos botones , que deja ver los pliegues de la camisa ; o bien bailando un cielito, enfundado en la casaca corta que adornaba con botones de plata y con lujosa rastra en la cintura. Protega su nuca con el pauelo serenero que coronaba con un sombrero de copa alta. Esta es la figura que todos recordamos a travs de dibujos y otras evocaciones gauchescas, pero hay diferencias entre la ropa que usaron los primeros gauchos y los de pocas posteriores, el chirip reemplaz al primitivo pantaln corto de tipo andaluz y el tirador tachonado de monedas y patacones de plata , reemplaz al cinto. Por otra parte, el cuchillo, en lugar de usarse sujeto al costado izquierdo o adelante, se empez a colocar sobre los riones , enganchado al tirador , como lo llevan actualmente nuestros paisanos.
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Los trabajos del gaucho: El gaucho y su caballo son casi una misma imagen, nada haca el gaucho sin su caballo y nadie montaba como l. Mostraba en ello una naturalidad que slo puede conseguir quien desde nio prefiere cabalgar antes de caminar. Caballo, lazo, rebenque y boleadoras lo acompaaban en todas sus andanzas. Los primeros gauchos cazaban vacas con el lazo o las boleadoras para sacarles el cuero. Ms tarde, cuando ingresaron a las estancias, el trabajo aumento y se hizo ms variado. El gaucho entonces, no tuvo rival en el rodeo, ni en la doma, ni en la yerra, y fue un experto en enlazar y pialar. En la yerra enlazaba a la presa con verdadera maestra, bien afirmado sobre el recado, revoleaba el lazo con movimientos precisos y luego arrojaba en direccin del animal. Este quedaba aprisionado por la cuerda de cuero para que otro gaucho pudiese pialarlo, es decir, sujetarle las manos y voltearlo. Tambin era hbil en el rodeo, que en esta poca consista en reunir al ganado en un lugar para revisarlo, separar animales para la compra y la venta o vigilar su estado. Con las boleadoras su puntera tambin era infalible, poda bolear un and o un novillo a grandes distancias. Las boleadoras, el lazo y el rebenque, junto con el cuchillo, fueron para el gaucho herramientas de trabajo y tambin armas. Basta recordar que durante las Invasiones Inglesas y la Reconquista, los ingleses cayeron atontados al ser enlazados o boleados por los gauchos.
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Conclusin
Hacer folklore no es volver al pasado, sino, por el contrario, traer el pasado histrico, costumbrista, que significa rescatar los valores culturales del pueblo, tan declamado en la actualidad y tan poco respetado culturalmente. El repertorio del folklore comprende: Folklore Narrativo: fbulas, cuentos, leyendas, chistes, etc. Folklore Potico: los romances, canciones, refranes, coplas, adivinanzas, dichos, etc. Folklore Mgico: Lo espiritual, las supersticiones, y la misma magia. Folklore Social: Bailes, costumbres, juegos, tertulias, actividades sociales, familia, etc. Folklore Lingstico: Los aforismos, pregones, deformaciones del lenguaje. Folklore Ergolgico: Todo aspecto material, utensilios de trabajo, aperos, arte popular, la alfarera, pintura de arte popular. Adems de estudiar la recopilacin de bebidas, comidas, etc. La historia, la buena y ms acertada Historia narrada por buenos historiadores, es parte indisoluble para comprender nuestro folklore. El folklore forma parte de la historia y degradar o distorsionar cualquiera de ellas o ambas, es negar y hacer desaparecer de la mente de los pueblos sus verdaderos orgenes, consecuencia, y por ende aceptar formas y costumbres que o slo son nefastas sino que colaboran para una involucin cultural de los pueblos. Resulta incomprensible cuando se escucha decir: debemos mantener y rescatar los valores nacionales y, seguidamente, se acepta que el folklore se modernice. Esto es una contradiccin. Entendemos entonces que folklore es mucho ms: es una palabra, un hecho cultural, una ciencia, y un comportamiento social. El gaucho, el habitante de la pampa, era un jinete extraordinario. El gaucho a caballo daba y da una idea de independencia: la cabeza erguida, aire resuelto, los rpidos movimientos de su bien diestro caballo, todo contribuye a dar la imagen de la libertad. Conocedor de la pampa por la aguada, el pasto, el ave, el viento, conform un tipo especial en un medio ambiente tambin nico. Es un tipo histrico inconfundible, ejecutor de la gesta de la independencia. No pudo ser agricultor porque la agricultura es una actividad sedentaria. Su carcter trashumante se modific cuando se inicia la tecnificacin de la explotacin ganadera. El horizonte del gaucho queda reducido a tres alternativas: trabajar, huir o llevar una vida azarosa de proscripto.
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Bibliografa
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Anexo