Quechua Floyd1997 o
Quechua Floyd1997 o
Quechua Floyd1997 o
Editora:
Mary Ruth Wise
Rick Floyd
MINISTERIO DE EDUCACION
Instituto Lingüístico de Veraiio
1997
Primera edición, 1997
Instiruto Lingüístico de Verano
Lima. Perú
l. INTRODUCCION
El presente estudio trata de la manera en que los hablantes del quechua wanka
codifican la fuente y la veracidad de la información. Las descripciones que se han
hecho de los sistemas evidenciales -especialmente los de las lenguas quechuas--
se han orientado m6s a la fuente de información y la responsabilidad que el hablante
asume, y han descuidado significados extendidos de importancia te6rica que
aclaran la naturaleza dc la estructrrra de las categorías lingiiisticas.
Utilizando datos recogidos en conversaciones naturales, se ha analizado el
sistema evidencia1 del qiiechua wanka desde 1n perspectiva de la gramática
cogrioscitiva (Langacker 1987a, 1991 en especial). Se trata de demostrar que la
iinidnd así coino la diversidad de los empleos de los tres sufijos evidenciales se
puede explicar a base de principios de categorización propuestos en el trabajo de
Wittgenstein (1953) y ampliados posteriormente por Zadeh (1965), Berlin y Kay
(1969), Rosch (1978), Lakof'f'(1987) y Langacker (l987a, 1991) inter nlin.
Se reconoce que los evidenciales so11 rle nat~~ralsxa polisémica y se han
analizado como categorías reticulares complejas. Los evidenciales poscen u11
significado prototípico que se caracteriza principalmente en términos de la fuente
de información. El prototipo sirve de base para los significados extendidos, que a
su vez motivan otros sentidos extendidos. Mcls aún, la red de sentidos convencio-
nales de cada uno de los evidcnciales posee un significado esquetnático abstracto
que puede caracterizarse cn términos de algún aspecto de modalidad epistemoló-
gica. Los esquemas de dos de los evidenciales tienen que ver con el grado de
responsabilidad que el hablante asume por la validez dc la proposición marcada
con el evidencial, mientras que el esquema del tercero tiene que ver con el rango
"mirativo": es decir, con la posibilidad de sorpresa que añade a una proposición
cuya origen está fuera del conocimiento del hablante.
La investigaci6n de este campo relativamente inexplorado de la estructura
lingiiística se inició, en parte, al observar que los evidcnciales del wanka exhiben
tendencias obvias a aparecer con determinados marcadores de persona y de tiempo.
Partiendo de la presuposición de que la conceptualización motiva y afecta la
estructura lingiiística, trato de encontrar una explicación de este fenómeno en la
última parte de este trabajo.
El objetivo principal del prcsente estudio es presentar una explicación
unificada de los feiiómenos evideilciales del quechua wnnka dentro dc una pers-
1. INTRODUCCION
El término "evidencial" aparcce eri Swadcsh (1339) y eri I3oas (1947), pero
sólo sc refiere a un tipo de S~ier-itc
de iriforrnrici611,la de "ililkrcncia" (de la quc nos
ocuparemos cn detalle más adelante), y 110 a la rnnrcacióri de la fuerite dc
iiiformacihn en general. El trabajo dc Jakobson sobre las leriguas eslavas ( 1 77 1
119571) hace dos contribuciones importantes: iritroducc del término como un rijtulo
tentativo para una categoría grainaticril dictinta del modo que tienc cluc ver coi1 la
marcacióli de la fuerite de infoi-inacióri en geiicral, y lambiéil sugiere qile la
categoría cxistía en el búlgaro, lo ciial introduce la idea dc qiie la tnarcaciíin
grarnnticali~adade la fiieiite de informacjrin podría ser i i ~ concepto
i importante eti
13 descripción de I:is Iciigiias no americarins. Desde csc: cntonces, el tCrinino
"cvidencial" sc ha aplicado a una amplia gama de estriicturas sintricticris y
sernint icas.
[,a inarcación grari~aticalde la fi~entedc información es rn~ichoin6s difiindida
de lo que se había crcído. Parece qric las distincionec de la fiiente de inforrnnción
constitiiyen 1111 rasgo prevalente de las lengiias norteainericanas. Eri la investlg:lci6ii
de Lnc lcnguns del norte dc México realiziida por Sherzer (1976) menciona
tilarctidores gramaticales dc fuente de inli1rinaci611qiie caracterizan lcnguas de las
fnrnilias wakasha, srilisha, sioua, ria-detié, athabaska, chemakua, uto-a7tcca, algoil-
quia, hoka y penutia.
Desaliirtudarnente rio se h:i realizado iilia ii~vcstigaciói~del tipo de 13 de
r las lenguas del rcsto de la ~méric:i.' Coi1 todo, iina mirada superficial
S h e r ~ c cn
i: las descripciones gramaticales cluc existen muestra qric los idiomas qiie poseen
partículas qiie marcan inSorin:ici6n "de oídas" y partíciilas "citativa.;" son ubicuos;
por ejemplo el cora (utn-ayteca [México], Casad 1992); otomí (otomringuc [Mdxi-
col, Hess 1968); izotil (maya [México], rowan 1969. Haviland 1987); iirul~u-ka:i-
por (íupí-giiarnni [Brasil], Kakurnasii 1986); sanurna (yailomnmi [Veaeztieln,
Rrasil], Borgmnn 1990): ap:ilaí (caribe [Brasil], Koehn y Kochn 1986); hixkaryariri
(caribe [Brasil]. Derbyshire 1979); piraha (mura [Brasil], Everett 1986): guarani
(tupí-guaraní [Paraguay], Gregores y Siiárez 1967); bora (hiiitoto [Perii], Tliicscn,
1996): y piro (arriwako rnaipuran [Perú], Matteson 1965 y Wise 19SG). El ejemplo
que sigue del guaraní (Maura Veliízquez, coniuriicación personal) ilustra el einpleo
del reportativo -je:
' N o ciihe diiki de que esto ?cría uiia tarca Ioriiiid;ihle,sin einhargo, I)crhysliirc y Pulluiii, ~ d s(1086.
.
1990) preseiitaii inucha iiiforiiiación para Iciigiias qiie cuhreo uii drca cxiciisa y dc iiiia aiiiplia vaticdad
de lainilias dc la Aiiic'rica dcl Siir.
24 l . INTRODUCCION
2~~iii~u nicnudo
ca es el caso, iio cs sic~iipreciei-io q ~ i csi un idioiiia posee uii solo iiiarcador tle t'uciiic
(le iiitiirmnciói~es el reportativo. Viasc Nichols 1986 para uii cstudio de la inarcacióii de la ini'ereiici:~
en el ruso chapurrado de la Chiiia.
a ~ o o i n b sct al. no dati las glosas inorf6iiiicas de los cjcii~pliis,
1.S CONCEPTOS PRELIMINARES 25
(H. Lec 1985); y el japonés (Akatsuka 1985; Aoki 1986; Inoue 1978; Kuroda 1973;
Shinziito 1991), para mencionar solamei~tealgiinas.
Algunos de estos trabqjos se ocupan eii detalle dc la nat11r:ilcza y cl origcn
de iiil sistcma, mientras qire en alrol; stílo se ha invcstigado el tcina para podcr dar
una descripción superficial del sistema. La irregularidad de profiiiididrid de la?
descripciones dificulta cl cstudio del fetióineno en la.; lengua7 del mutidci. Al
comparar el número de ai-ialistas qiie mencionan sistemas evidenciales en el csttidici
de una lengua, el número de los que han renllzado una ilivestigaclcíii general cnlrc
lcnguas tipológicamerite distinta? es bastantc tncnor. Hasta donde yo sepa, ola-
mente Anderson (1986) y Willett ( 1988) han intentado eqtiidiar el tema desde una
perspectiva más global. Pero a pesar de la dificiiltad, las coi-itribucioncs de
Anderson sobre las correspondcncias del "espacio evidencial" y la de Willett ?obre
tipolcigía evidencia1 son miiy significntivas.
El estudio de la evidencialidad está, pues, en un estado relativamente inicial.
Es de esperar que el preseiite estudio amplie la compre~isiónque se tiene de las
ciiestiones irnportantcs cn este campo y que a la vez sirva de estiinulo para
descubrimientos teóricos en esta disciplirin en general.
1.2 Conceptos preliminares
1.2.1 Prestlposiciones teóricas sub,yac'ente.v
La base teórica de la que parto sc encuentra en la gram5tica cognoscitiva no
inodtilar elaborada principalinente en los trabajos de Langacker (1987a, 199 1 ) y
Lnkoff (1987). La gramjtica coyiioscitiva considera que toda separación tr?jarite
entre Iri sintaxis, la semintica y 13 prngmjtica es totalmente arbitraria y hasla
insosteiiible. Los que propilgnaii la perspectiva cognoscitiva, coino es de suponer,
sostienen puntos de vista divergentes en muchas cuestiones. pero existen algiiiios
principios que los caracterizan de una manera general. (Los piintos que se tratan a
continuación se basan priiicipalmente en Geeraerts 1988b.)
l . Los conceptos léxicos posee11 linderos vagos: contienen piii-itos centrales
claramente identificablcs rodcados por áreas periféricas. Esto se diferencia del
concepto de que las categorías son entidades discretas y bici1 detinidas.
2. Los conceptos léxicos son conjiintos polisémicos cuyos matices setnánticos
se traslapan, lo cual contrasta con la idea de que los sentidos diferentes de un ítem
léxico pueden separarse totalincnte.
3. No necesariamente existe u11 jucgo de atributos que defina a todos los
miembros de una categoría.
4. La inclusión en una categoría puede basarse en la seme+jannay no en el
hecho de poseer un atributo considerado "esencinl".
5. Todos los atributos (o los miembros) de una categoría no poseen el misino
grado de importancia. Los qiie no son comunes a la mayoría de los micinbrtis de
una categoría son menos importantes que lo5 que son coinuncs a la mayoría. Cuailto
m i s frecuentes soti los atributos, mayor es su importancia y por lo tanto son más
importantes para la definición. De la misma manera, algiinos miembros dc la
categoría saltan a la vista como los m5s representativo.; porque poseen un número
mayor de los atributos importantes.
6. Piiesto que los conceptos l6xicos pueden definirse in5s bien en terminos
de similitud que de identidad, las categorías conceptuales son miiy tlexibles. Esto
aumenta su potencial de utilidad y da como resultado un sistema inuclio más
económico al aumentar al máxíino la cantidad dc información que piicde coin\iiii-
carse con iin esfuerzo cognoscitivo mínimo (vkase Geeraerts 1988a:20X).
7. Los conceptos léxicos deben estudiarse en el trasfondo de la cognicihn
humana en gencral. Esto es diametralmente opuesto al estudio de los conceptos
léxicos como parte de iina estructura lingiiísticn autónoma .
8. Por último, la perspectiva cognoscitiva rechaza una diferencia tajailte eiitre
el coiiocimietito semántico y el conocimiento enciclopddico. En consecueiici:i, los
estudios scm6nticos no pueden ignorar el trasf'ondo de la ciiltura y la experiencia
del hablante.
Estos principios se ven claramente cn el trabajo de Larigacker qiic sosticne
que las categorías est5n forinadas por los nódulos de una red enlazados por
rclacioiics catcgorjzanles de tipo especial (Langacker 1987a:378). Los sentidos
co~~venciotirilesdc uil item léxico est6n correlacioiiados con los nódulas. que
pueden ser estructuras conceptuales de complc.~idadmiiy diversa.
Tales sentidos puedci~estar vinculados mediante relaciciri de especializaciói-i
(es dccir, elaboración). La relación [A] -> [B] (donde la flccha iiidica "elnbora-
cihn") puede interpretarse como que [A] es totalmente esquein5tico para [B], es
decir que el carácter de [B] corresponde exactarne~itecon el de [A], pero cxprcsado
con m i s detalle. Por otro lado, dos sentidos pueden estar vii~culadospor medio dc
una relación de extensión. La rclación [A] - - > [B] (donde la flecha punteada
representa "extensión") indica que existe algíln tipo de conflicto de identidad entre
esas dos entidades.
1.2 CONCEPTOS PRELIMINARES 27
entidad circular
- 'm 9
/
/
'1(
1 joya circular 1
joya circular que se
lleva en el dedo
-- joya circular que se lleva
eii el tabique nasal
(1989) sobre nsk, y Maldonado (1992) sobre el reflexivo se del castellano, cntre
otros, Aquí trataré de establecer redes de este tipo para los trcs evidenciales dcl
quechua wanka.
El estudio de otros aspectos teóricos de la Gramática Cognoscitiva se
encuentra en el capítulo 3 donde influye más directamente en las ciiestiones tratadas
en el presente trabajo.
1.2.2 Los datos
El análisis se basa en el estudio de discursos naturales del quechua wankn,
de manera especial en conversaciones recopiladas entre los años 198 1 y 1986, y
entre 1989 y 1991 bajo los auspicios del Instituto Lingüístico de Verano y el
Ministerio de Educación. El enfoque en la conversación refleja presuposiciones
especiales en cuanto al objetivo propio del estudio lingiiístico.
Siguiendo a Levinson (1983), considero que la conversación representa el
empleo prototípico del idioma. Es la forma del lengiiaje a la qiic primerainente se
expone el niño -"el modelo para la adquisición del lenguaje". Longacre dice al
respecto:
No se debe subestimar la importancia del diálogo para la estructura del
lenguaje ....el diálogo debe considerarse como una función bhsica del
lenguaje: es decir, el intercambio conversacional entre las personas, la
comunicación. Desde este punto de vista, es el nionólogo lo que es el
desarrollo especial. l,a expresión larga cn la que una persona habla a
i i t i grupo qiic adopta el papel pasivo de oyelile es sin duda i i i i desarrollo
secundario (Longricre 1976: 165).
A la calidad prototípicn de la conversación, se añade el hccho de que provec
iin tipo dc "autocoinprobación" rinalítica. Scgtín Leviiison:
L,a conversación, a diferencia del monólogo, ofrece 31 analista un
recurso analítico invalorable: al ser cada iina de las intervencioncs
respondida por una segunda, se ve en la segunda un anilisis de la
primera realizado por el oyente .... En consecuencia, se puede presentar
un argumento en favor de la prioridad metodológica del estudio de la
conversación sobre el estudio de otros tipos de lenguaje hablado o de
otros tipos dc texto (Levinson 1983:321).
Levinson habla de la importancia de la convcrsación en la coinpreiisión de
los campos deícticos y dice que "los usos no marcados de codificación gramatical
de los parámetros temporal, espacial. social y del discurso sc organizan a partir dc
1.2 CONCEPTOS PRELIMINARES 29
Cuadro 2. Vocales
anterior central
..
alta I 1: U u:
a a:
/f/ f
/S/ S
/g/ sh [no reconocido]
/S/ shr sh
/h/ j h
lml m
/n/ n
/ñ/ ñ
/1/ 1
/A/ 11
Ir/ X
/w/ W
/Y
/i/
/i:/
/a/
/a:/
/U/
/u:/
(S) Ynnr1-tn-yl~ac.hrn-ynIp~1-~~1i-~.~hi-110-k-~nan-
negro-C'NV-ITEIt-IMI'V-CAUS-AY1
i 4 - ~ 5-1, >2-POT-
~ ~
laa-tnk-chuchr kn-IZ-si.
rodiivía-ADM-NI;G=CONJ ser-3-iiuti
'Ten cuidado; además podríamos todavía ayudarte a ennegrecerlo vei ti-:is
VCZ'.
L,a información que dan los siifijos del waiika puede rererirsc a:
,~iueloy objeto: por e.jemplo, tnlcu-v~n-rtki'tú mc golpeas (o 'tú mc golpearSs')
donde -mn indica que el objeto es la prirncra persona y -nki que el sujeto
es la segiinda persona:
tienzpo: por e.jemplo, /nl;ct-mrrn-la-nki 'tú me golpcnste', donde -10 indica tieii~po
pasado;
nsl)erfo: por e.jernplo, tnk(1-ylrnrhrn-mcia-In-11ki'tú ine cstabas golpeando
repetidas vcccs' donde -yknchrn indica acción iterativa;
r e l ( ~ ~ ' i o r~t T~ C, s~ I I Z ~ I I C CdeI ~TCI.FO:
PS por ejemplo, wnllpcr-p ltinturl-tn-PIZ
n~il;~i/z
'él
coinc huevos de gallina', donde -p iiidica caso genitivo y -tn indica caso
acusativo.
rnoclcrlidnd episternológicn: por ejemplo, ~ ~ n n k ( l y r r t ~ r h r i / ~ yachrlrn
~ - ~ * h r nél vive
probablemente cii Hiiancayo', donde -chrn indica iilcertidumbre por parte
del hablante.
~ E sutljo
I -iijs/ti iiidic;~'ayudar para realizar iiiia tarca'.
d. / HEARD slze won ir, But nobody told me what the yrize WAS.
'ME DIJERON que lo gan0, pero nadie me dijo lo que ERA el premio'.
que dan origen a todas la posibilidades que se ven en la figura 2 (tomada de Willett
1988:57):
Visual
Directa -Atestada Auditiva
Otro sentido
Tipos de evidencia De segunda mano
De tercera mano
Indirecta Folklore
Resultados
Inferencia
Razonamiento
No se debe pensar que la figura 2 implica que un idioma debe distinguir todas
las posibilidades mencionadas. Lo miis común es que un idioma muestre una
distiiición principal; por ejemplo. entre directa e indirecta, o entre atestada,
reportada e inferencia, y que no especifique con más exactitud la naturaleza de la
evidencia en esa categoría.
Consideremos el carácter de las distinciones evidenciales. La evidencia
directa es aquella que el hablante percibe a través de los sentidos. En la oración
siguiente del wanka, el sufijo -m(i) indica que el hablante es testigo presencial del
evento que comunica.
(9) Kuchiki-m ukshriillnatn lliw chraklnntintn knntakañn.
tu:chanchu-DIR n1i:papa:AC' todo su*~hacra:AC' tcrniiiiado
'Tus chanchos han destruido completamente mi chacra de papas. (Yo lo
vi.)'
Los estados internos, las emociones, etc. también están dentro de esta
categoría de evidencia directa. Por e-jemplo, en el japonés, el sherpa y el jaqriru,
los enunciados que se refieren a la alegría, la sensación de hambre u otros estados
de naturaleza intrínsecamente personal se expresan con la marcación evidencia1
directa. Se puede predecir que en esos idiomas, los estados internos de otra persona
no podrían marcarse como informacidn directa, sino que se codifican con algún
otro marcador.
2.2 EVIDENCIALIDAD: CONCEPTOS CENTRALES 41
ILa evidencia auditiva directa difiere de la cvidcnciii reportada que utiliza uii iiiedio aiiditivo pero
difierc cri inodos que trataremos riiiis adelaiite. La diferencia ciitre la evidencia auditiva dircctli y iiiia
iiifcrciicia hasada eii algún tipo dc evidencia se pucdc apreciar al considerar la dil'creiicia entre (a) o
(b).
a Uiia atiibulancili acaba de pasar.
b. Acaha (le ocurrir u11accidciiie.
Lii oriicidii cti (a) corresponde de inanera 111&3 direcia ii la percepcidri audiliva que la oraciúii cri (b).
2 ~ i i r n e sno da uiia glosa rnorfthnica dc los cjeinplos.
3-0 es cl marcador de evideiicia visual directa de pcrsotia quc 110 es la tercera cii cl iicinpo presei~te.
4 ~ eso clara la clif'erencia ciitrc cl conociiuiei~todcl tipo quc se expresa cii cl ejcinplu (1 1) y la catcgoria
de "conociiiiieiito supiiestn" quc cl iuyuca tatnbidii cxprcsa y que será tciiia dc estiirlio más adclanic.
42 2. UNA DEFINICION DE LA EVIDENCIALIDAD
5 ~ x i s t e ivarios
i puntos inciertos cn clianto a algunas dc las clasificaciones de Willett. I'or ejemplo CII
el cuadro 2 de la pagina 59 bajo las lenguas que poseen un solo marcador evidcncial, dice qiie tina
lcngua de su muestra poscc un marcatlor úiiico que cubre lo percibido con la vista, el oido y otros
senticlos. No rcsulta clara la difkrciicia cntie esa coluiiiiia y la siguiente eii la quc aparecen dieciséis
idiomas que iio especifican cl modo sensorial. Scría interesante saber qud idiomas eiitraii eii cada utia
de las catcporías. Aunque se da u11aptndice en la pagina 97 que debería mostrarlo, noto que diccioclio
idiomas que tienen un marcador de evidciicia atestatla no cspccificada y dos que iiidicaii evidencia
atcstada no especificada con marcador cero. Scría Útil tener una mayor inforniacibti sobre cóiiio sc lleg6
a establecer alguiias dc cstas clasificacioiics.
hlie aiiadido la glosa 01D (de oídas). Según Ulass, 'de oídas' es s61o uiia dc las futiciones que esie
iiiarcador posee y en cotisecuencia le dü la glosa 'IM (marcaclor dc uso interpretativu)'.
2.2 EVIDENCIALIDAD: CONCEP'TOS CENTRALES
o parece peculiar dada la dcfiiiición que prcseiila de lo que es evidericia de segunda y de tercera
7 ~ s t iiie
iiianu. La tnotivación del agrupainietito rcsultü confusa y merece mayor iiivestigacióii.
2 . UNA DEFINICTON DE LA EVIDENCIALIDAD
(véasc Barnes 1984) las inferencias pueden diferenciarse entrc las que se basan c n
el resultado observable de algún evento, como se vc en los ejcrnplos anteriores, o
en alguna intuición, en la lógica, en un sucño o en lo que Willett considera alguna
otra "interpretación mental" de naturaleza no especificada.
Barnes se refiere a este segundo tipo de inferencia coino "evidencia asiiini-
da", que tiene que ver con el "conocimiento previo acerca del estado de las cosas
o acerca de patrones de comportamiento habituales o generales" (Barnes
1984:262). Los ejemplos siguientes ilustran la diferencia. (las anotaciones entre
paréntesis son de Barnes):
( 15) a. díiga apk-yi
'El jugó fútbol. (He visto evidencias de que ha jugado: siis huellas
características en el campo de juego. Pero no lo vi jugando.)'
b. diiga npé-hyi
'El jugó fútbol. (Es lógico pensar que lo haya hecho ...por lo general lo
hace en estas circunstancias.)'
En el wintu sc registra una extensión interesante de este segundo subtipo de
inferencia: Schlichter (1986:53) mcnciona varios casos en los que el siifijri que
normalmente se emplea para marcar una inferencia basad:^ en expericncias ante-
riorcs o patrones regulares, se emplea como un tipo de marcador de información
de segunda mano.
El "espacio de In fiiente de información" puede estar formado por las Arcas
"directa", "reportada" e "inferida" como se ve eii la figura 3, que ademfis muestra
lo que para mí son casos perifericos de esas categorías. Considero qiie loc tipos dc
tilentes de inforinnción que aparecen en ncgrillas son los ccntros prototípicos por
las razones que se meiicionan en los capítulos siguientes.
Hasta aquí, la cvidencialidad se Iia co~isidcradosolamentc desde la perspcc-
tiva de In codificación dc la fi~eiitedc información. Eii la sección que sigue se
considera la relación cntre la marcación de la fuente de información y el conccpto
de validación.
2.2 EVIDENCIALIDAD: CONCEPTOS CENTRALES
tacto
VISTA
/ [ información de 1
segunda mano \ / RESULTADOS
OBSERVABLES
citativos
REPORTADA
2.2.2 Validación
La validación o la responsabilidad que el hablante asume por el contenido
del enunciado, es el otro concepto central principal que, por lo general, se vincula
con la evidencialidad. Considero que la validación es una manera de especificar el
grado en el que un hablante incorpora una proposición dentro de su percepción de
la realidad. Una proposición que se considera verdadera (es decir, es fidedigna) ha
sido aceptada por el hablante como partc de su percepción personal de la realidad.
Naturalmente, u n hablante no considera que todas las proposiciones so11verdade-
ras, y las que no lo son pueden diferenciarse en cuanto a la probabilidad que tieneri
de ser vcrdaderas. Las evaluaciones de veracidad dc una proposición est6n
tradicionalmente dentro dcl campo de la modalidad.
46 2 . UNA DEFINICION DE LA EVIDENCIALIDAI)
--u -.
~ N seO irilcrita aqui hacer (111 csiudio cxhiiiisiivo dc la m<>tlalidricl.F,I lecror iiiieresado puerle ~orisultai
cspccialiiieiite Priliiicr (1 986) p;ir:t iiii cstudici aiiiplio dc cste tciiiii dcsdc uria percpeciiva tipiil(ígic;i.
')~xisicuii paralelo ciiirc cl áiiibito oracioiial de lii rn~dalidadcpisteinológica y la iiatiirillez:i "oracioiinl"
dc los siií'ijos cvideiiciales, es dccir qiie, por lo tirerios e11 cl wairka. estos últirnos nci periciicccii
cspecíl'icaiiicrite a lii inorlología verb;il -pucdcn añadirsc a otras clases Iéxicas.-- mietiiras quc lo típico
c$ q11c los liiarcadores dc niodalitlatl dcoiitolbgica pcriciicicaii a la moilblogía verbal. 1<1iiiihitci
(iraci«iial iatiihiCi1 e s t i rclacioi\ado coi1 el concepio quc sc lrata eii el cüpitulo 3. donde se dcscriheii los
cvidciiciiilcs dcl waiika cciiiio ~ircdicacitiiicsdc fotido qiie scfialaii esc~iiemiiicaiiiciiteuiia proposiciiíii.
2.2 EVIDENCIALIDAD: CONCEPTOS CENTRALES 47
--
IO~aliiicr(IYHli:O1) dicc, ademds, quc los juicios epistcinolóyicos del iiiglCs piiedeii calificarse o
inadificarsc iiiüs mediante lo que son tiirnialiiicnie marcadores de tiempo pasado ( i n ~ v> iirighl, cvill
(coiiibiiiaciones ariiiótiiciis) tales conio I 'rri sirre
> ivonld) y por iiiediii ilc Irnrrriril~rr~~oinhirzrrtir>ris
'estoy seguro', caertairrly 'dc veras', etc., y niarcas que sirve11para acentuar n atciiuar la inodalidad cii
la escala de cettidumbrc. Sin embargo, iiic piirece, lo misino que U otros a quienes he preguntado, que
éste no cs siempre el efccto dc 1:)s "comhiiiacioiies ariniínicas". Considérese la dilerencia entrc:
a. That 'S Melartic ot thc door.
vs.
b, 1 'rrt stire tizar 'S M~lltiziccit flre r/uor.
Idasegunda ciración, IU que tiene cl "rcherzo" explíciio iiie parecc iiiás iiicierta que la que iici lleva
iiiarcüciúii cspccial. La oraciciii (b) Iliiina la atención a la ~iosibiliriadde duda. iiiiciitras quc cii (a) 111)
se encuciitra ese aspecto.
48 2. UNA DEFINICION DE I,A EVIDENCIALIDAT)
muy be there I)y now 'El ya debe de estar allí'. La escala de juicios epistemoldb'
T l ~ o ~
de Palmer forman la escala que se presenta en la f'igur 4:
1 ISe piicdc peiisnr que la figura 5 iniplicn que los rcporiiiiivos cstán, por lo geiicral, asociados coi1 los
iiiistilos iiiveles tlc rcspoilsiibilidad qiie la cvideiicia direci;~.Creo que los rcpori;iiivos (por lo iiiciios
los del q~icchuawaiika) s61o sc asocia11 iiidirectiiiiieiitc coi1 la validacióii, pero esiiín iiitierc~ileinciitc
bicn identificable de conceptos de fueritc de informacj6n y varios valorcs de
responsabilidad asociados coi1 ellos.
- MAS
RESPONSIBILIDAD ASUMIDA
MENOS -
La asociación dc la evidencia con el grado de responsabilidad nsiimida por
el hablante sobre la veracidad dc una propoqicidn cs una característica muy coniiin
de los sistemas evidcnciales. Boas (1947) se reficrc a los evidencinlcs del kwakiiitl
como un grupo de sufijos que "expresaci la fuente y la certeza del conocimierito"
(it6licas mías, RRF). I,os inarcadores de la fuente de información del patwin
indican también grados de coiif'iabilidad (Whistlcr 1986:69 y sgts.). Payne y Payiie
(1 990:424 y sgts.) dicen qiie el yrigiia posee un enclítico que pucde estar relacioilndo
cori el verbo 'decir' y quc iiidica 'creen~inpero sin certidiimbre' o 'apare~itemente
es así'. La descripción de Weber (1986) del sistema evidencia1 del quechua dcl
1.1iiallaga muestra el mismo tipo de vínculos ciitre estos dos campos semiínticos.
Lo típico cs que eiitre la fuente de informacióri y la validacióri exista una
relación bastante clara. Segiin Givcín, los juicios dc certidumbre son "un resultado
inferencia1 del aspecto testimonial, presencial del conocirnicnto" (1982:25). Es
asociados coi1 otro aspecto dc la iiio(ki1irlad cpistciiiolóyica: la iiiiraiivi(liid. I,a posición dc los
reportativos cii relacidii coii la viilidiiciúil sc traia de iiiaiiera detallada en cl capít~ilo6.
2. UNA DEFINICION DE LA EVIDENCIALIDAD
decir que uno esti mucho mas inclinado a creer lo que ha visto que lo que ha oído
a través de otros o algo sobre lo que esta simplemente especulando. Lo que Givón
implica es que la validación sigue a la evidencia. Friedman afirma lo contrario en
su anfilisis de las lenguas eslavas de los Balcanes y considera quc la fuente de
información se deriva de la responsabilidad asumida por el hablante (Friedman
1986:168-169). El hecho de que existe una conexión bien definida entre la
validación y la fuente de información se ha atestado en las lenguas del mundo. En
principio, la validación y la evidencia son independientes. Es muy posible, por
ejemplo, que alguien vea algo pero no lo crea o no lo acepte sólo a base dc la
apariencia qiie tiene. Pero las asociaciones prototípicas -la evidencia directa con
fuerte responsabilidad asumida y la cvidencia indirecta con responsabilidad débil-
es lo que gramaticalmente codifican los idiomas. (Trataré estos asuntos de natura-
leza m6s formal en lo que sigue del estudio.)
La validación es sin duda un ejemplo selecto de un concepto epistemológico.
Pero muchas lenguas codifican otras actitudes del hablante con marcadores que en
el paradigma contrastan con los qiie se emplean para la fusnte de información y la
validación, lo cual demuestra que la modalidad epistemológica va m6s alla de la
simple validación. Por ejemplo, en el piraha, las partículas quc marcan "observa-
ción", "de oídas" y "deducción" -conceptos de fuente de información- contra?-
tan con otros que marcan "intensidad", "érifasis" y "comienzo o terminación
frustrados de la acción" (Everett 1986:297 y sgts.). En el tercna, la fiiente dc
información y los sufi.jos validacionales para "de oídas", "suposición" y "certi-
dumbre" contrastan con los que significan " pobrecito". "como acostumbran", "sin
efecto, frustrado" y "error de In memoria" (Derbyshire 1986:526). En el waiirá, el
inarcador de información "dc oídas" contrasta con otros que indican dos grados de
certidumbre, dos grados de inccrtidumbre y tambidn los que indican urgencia,
impaciencia y disgusto (Derbyshire 1986:526-527). En el apalaí las partículas que
marcan "testimonio prcscncial", "deducción, suposición" y "afirmación de cono-
cimiento por parte del hablante" contrastan con las partículas de validación que
indican "ccrtidumbre", "posibilidad" e "incertidiirnbre, duda", así como con las
partículas que indican "impaciencia", "cortesía", "inminencia", "irritación",
"compasión por iina persona en problcrnas" y "énfasis e indilkrencia por la opinión
del que recibe la orden" (Koehn y Koehn 1986: 1 17 y sgts.).
El asunto es el siguiente: dada la gama dc actitudes epistemológicas que se
encuentran en los idiomas, es de csperar que en una lengua que posec un juego
limitado de marcadores, éstos estén asociados con m5s de un aspecto de la
modalidad epistemológica. Un marcador puede estar asociado con la fuente de
inforinacirín y un valor validacional, y otro puede estar asociado con la fuente de
2 . 3 ALGIJNAS CUESTIONES FORMALES 51
I wintu
l .... enclíticos
("sufijos oracionales")
jaqi
quechua
auxiliares
verbos
"léxicri" .... adverbios inglés
frases
.-
El empleo de una estructura para expresar conceptos de fuente de inforinacióii
o validación no hace que esa estructura autoináticamente adquiera la categoría dc
cvidcncial. Uno de los puntos principales del presente estudio no es, obviamel-itc,
determinar si es posible expresar lingiiisticainente conceptos de fiiente dc iilfor-
macicín y validación ---la cvidencja muestra qiic cllo es po~ible- sino el cnr8ctcr
2 . 3 ALGIJNAS CUESTIONES FORMALES S3
cian, por cjcrnplo, según los tipos dc percepción visual. Es posiblc que el tuyiica
posea ítemes léxicos que exprescn los misinos tipos de diferencia semántica coino
la que se ha indicado para el inglés, pero puesto que no son gramaticalizados,
Barnes no los coloca con los evidcilciales.
L,a cuestión de la gramaticnlización afecta taiiibién la compreiisión de I:i
relaciói~entre validación y evidencia. Eii iina lengiia como el inglés, el cmpleo de
tina frase "evidencial" puede llevar matices sem6nticos que iio existcn cii los
idiomas que poseen sistemas más gramaticalizados. Compárense los siguiciiles
e-jeinplos.
( 17) a. My grnnllrnother '.Y ,fnther 'S nanze w o . .John.
~
'El padre de mi abucla se llamaba Juan'.
b. ff iís said rltlir rriy grnndr~zorhcr'sfilrher 's nnrne wcrs Jolzrz.
'Dicen que el padre de mi abuela se llamaba Juan'.
En comparacióii con (17a), la oración (17b) que lleva uria frase reporlativa
explícita expresa un grado de falta de responsabilidad por parte del hablante qiic
la oración equivalente en el qiiechua wanka ilo necesariamente tendría. Dahl dice:
Esle matiz ...[en las oraciones del inglcs] se debe a iina implicacióli
coiiversacional de Grice: el oyente presupone qiie el hablante no
proveer5 el evideiicial si no existe una buena razón para cllo. Pero
nótese que si el empleo de iin niarcadoi. evidelicial es obligatorio, esta
implicacióii se debilita o desaparece -el hablante no necesita una buena
razdn para su empleo salvo qite la gram6tica lo cxija ( 1 990:úSS).
Por lo tanto, a pesar de la gama de fenóineiios a los que se ha llamado
"cvidencinlcs", existe base fiindainciitadri qiie restringe el núincro de fenómenos
que se consideran cn el presente estudio. Ida siguiente sección da una visidn
panorjmica de diferentes aspectos formales del sistcina evidencial del wankn.
Solainente nos ociiparemos dc las estructuras altnmente gramaticalitadas que
coinunican fiiente de iriforinacióii/validacióticorno lnetacomentarios acerca de tina
propoqicitin. No se consideran los indicadore? léxicos de coiiceptoq evidenciale$,
ec decir, fuciitc de información y validacicín.
2 . 3 . 2 Los o.vpecto,sgramaticnles del sistemo ci~idcncialdcl quechilo wnnkn
Como olras lenguas quechuas del Perú central, el wanka posee un jriego
paradigin5lico formado por trcs inarcadores evidenciales: -nr(i) 'evidencia directa',
-.vh(i) 'evidencia reportada' y -c.hr,(o) 'conjetura', que se ilustran cn los ejeinplos
(1 8-20),
2.3 A1,GUNAS CUESTIONES FORMALES
L ' c ~ m ~ i ~ "el
i e ~material
", tcinatico aparece a la izquierda del sufijo cvideiicial y el
remrítico sigue al últiino -qrr preverb:ilW (Wcber 1986: 147). Idos puntos cruciales
de la narración - tales corno la collclusiói~de iiri episodio, entre otros- se marcrin
por medio de iin cainbio del patrón gciicral y por lo tanto podría ser considerado
como 11ii reciirso retórico.
Habría que investigar hasta qué plinto estas geiieralizacioi~csson válidas para
el waiika pcro este asiirito queda para un estudio posterior.
Al cxiimiriar lo? textos coiiversacior~ale~se nota cliic no todas las oraciones
llevan niarcadorcs evidencialec. Por cjcinplo, en iina conversacióii quc contiene
i~iiris 125 oraciones, sin considerar las estructuras que nrinca Ilevart rnrircacióli
evidcncial (como los mandatos), solamente el 66% dc las restantes aparecen con
un evidencial. Las oraciones qiie rio llevan inarcación tienden a aparecer e11 grupos.
Obsérve~eel sigiiicntc pasa.je de uri texto C17 CI que iin hombre habla a su csposa
qlie.j6ridose de su inal comportamiento:
(36) Mclrzcl tuas4rr~cc-ku-1tlci-chzi.Mnizrr yrrnic-lczl-nki-rhi,. Mona
111) 1avar.ropii-RBF-2-NEG iio cociiiai.-R17F-2-NEC; nci
1 3 ~ iiic
0 I)ropoiigo iiisíiíicilr I;i iiiai.~aciúiicvidcncial cero -iiiiicliit iiivesíigacic511q~icdiitcidnvín por
hacer. Sin enibargo, crco ~ L I Cla cxplicaci6ii de lii marcaciiíii irula csti cii la propiedad semántic;i dc los
evidciici:ilcs coiiio "prediciicioiies dc foiido" (vinsc C I capíitilo 3) y coi1 la difcrciicia ciiirc "tipo" y
LhcaSo73 presentada cii l.aiigackcr (199 1 ) . Liis prerlicnciniics dc foiido pcriiiiicii a los piirticipaiites cii cl
acto tic liahln cstnblcccr coiii;icio coi1 iiiia situaciíiii coiicchid;i y relaciuiiarla coi1 su coiiociiiiiciilo y
circuiislaiicins (Laiigacker 1001 '90) fiii coiiclusióii, "iiiia pi-edicacibii de fondo prcsupoiic que 1111caso
de alg~iiiaeiilidatl ya ~c Iia cstahlccido" (L,aiigiickcr 109 1 ,SS).
60 2. UNA DEFINICION DE LA EVTDENCIALInAL)
I 4 ~ ~ : i i i sK~iiodii
c (1973). liiouc ( 1 978). Akatsuka (1085). Aoki (1980) y Shiiiznto (1001 ) qiic
iiieiicioiiiiii C I iriislapo de los evidciicialcs coi1 uiras árcas de lii grai~xí~ic:i
dcl japo~iés.
2.5 EL DESARROLLO DlACRONlCO DE LOS EVIDENCIALES 0I
"apoyarse" en lo qiie otro ha dicho para corroborar una afirmación. Algo semqaiitc
se nota en el marcador que el piraha emplea para la evidencia visuallrn,íxiina
certidumbre que proviene de una frase que significa 'brazo fiierte (lit. brazo
grosor)' (Dan Everett, comunicación personal).
No se ha comprobado que los evidenciales del quechua tengan Riciites como
las que acabamos de describir. Sincrónicameiite, los verbos que podrían ser los
candidatos m i s probables desdc el punto dc vista semántico 110 llevan ~iingiina
scine+janzafonológica con los evidenciales actuales de ninguna de las variedades.
Considéreilse los siguielites datos del quccliiia de Tarma:
conjetural de las variedadcs quechuas del sur, aunque existen problemas para
justificar una nfricada retrofle-la que se encuentra en las variedades del centro. Los
paralelos semánticos son obvios y no necesitan mayor explicación.
Lat~dermantambién ha sugerido que el evidencia1 -mi puede haber siirgido
del proto jaqi ?ni 'ir-3persoila'. Recordemos que el evidciicial del tibctano poyec
u11 origen semejante.
Esto de quc iina lengua preste Senómeiios cvideiiciales dc otra lengiia cs ~ i i i
proccso que tiene precedentes. Sherzer ha sugerido la posibilidad de cllo e n varios
idiomas:16 el desarrollo de la evidencialidad en el washo (hoka) puede ser el
resultado del cont:lcto con el penutia y con las 1engu:is uto-aztecas. El colitacto con
las lcnguas apachcs puede haber dado como resiiltado la presencia dc evide~icinlcs
en el kiowa, y su presencia en el tonkawa puede atribuirse 31 contnctci con Ias
lerigiias sioux y caddo (Sherzer 1976:83, 163).
Figura 7. Hipotenusa
a. b. C.
3.2.3 La interpretación
La estructura semántica incorpora la habilidad del hablante de interpretar una
situación desde perspectivas alternativas sin importar la posición que ocupe. y esto
ticne un efecto en la estructura lingüística (Langacker 1987a: 138 y sgts.). Mas aíín,
la interpretación que se escoja está naturalmente relacionada con 13 coinprensión
del enunciado por parte del aycnte. Considérese la manera en que la intcrprctricióri
afecta el empleo y la comprensión de expresiones deícticas cn la ilustración
siguientc. (En la sección 3.3 se trata con mtis detenimiento el tema de la deixis.)
Un día mi hijo Ryan me explicaba un dibujo de un bote y algunos peces que había
hecho. Teniendo el papel delante suyo cn el piso hizo líneas que iban de cada uno
de los peces al bote y decía: "Thnt orze cornes ttp nnd thnt one comes L ~ nrzd
I this
one comes up 'Ese sube y ese sube y este sube"'. This y rhnt son expresiones
deícticas que típicamente se refieren a entidades ubicadas a diferentes grados de
proximidad del hablante. La expresión corne up 'sube' se ha empleado en un sentido
dcíctico que implica movimiento vertical hacia el hablante.
Desde la perspectiva de su ubicación en el cuarto donde Rynn hizo el
comentario, su empleo de las expresiones deícticas resulta peculiar en el mejor de
los casos. En primer lugar, los tres peces estaban en la misma hoja de papel, a una
distancia de unos tres centímetros el uno del otro, así que no había una diferencia
68 3 . EVIDENCIALIDAD Y DETXIS
por ejemplo, en el empleo más básico de los marcadores, identifica la base de una
declaración como la experiencia directa del hablante, como una conjetura o como
informacióri de segunda mano, como se ve en los ejemplos siguientes:
( 3 7 ) Chny-chruu-mi achkn wnmlrr-pis wnlashr-pis
ese-LOC-DIR inuclios iiiiichachn-TMB iiiiichacho-'rMR
olrna-ku-Ekaa-ñn.
hafiar-REF-IMPFPL-PNARR
'(Vi que) Muchas muchachas y m~ichaclioscstaban nadando'
(38) Daañil pawn-shrn-si Ircr-yo-n-chr-an.
d:iño tcriiiiiiar-PAW-auil scr-IMPF-3-('0N.I - 6 N F
'(Creo que) Debe estar totalmente dañado'.
( 3 9 ) Ancha-p-shi wn'n-clzi-nki warnlcr-n-tn ni-mu-slzru.
deinasiado-G LN-REI' llorar-CAIJS-2 mucliaclia- 1 P-AC decir-LE.1-l FIJT
'Le diré: "(Me dicen que) haces llorar mucho a mi hi-ja"'.
Los evidenciales pueden también refle-jar el grado de responsabilidad que el
hablante asume por la veracidad de lo que dice. Esto es especialmente cierto en
cuanto a los evidenciales directo y conjetural del wanka que están asociados con
responsabilidad y no responsabilidad, respectivamente. (M6s adelante y en los
capítulos subsiguientes se habla de estos asuntos de manera más detallada.)
Teniendo en mente estas generalidades, consideremos algunos ejemplos
específicos del inglés. El pronombre de segunda persona you 'tú', posee tanto uli
significado deíctico como no deíctico. En la oración When yo11're hot, yo21're hot
'Ciiando te va bien, te va bien', Anderson y Keenan (1985:260) dicen que cl
pronombre de segunda persona es impersonal y que no se refiere espccificamente
al oyente de un acto de habla. Lo que ocurre es más hiel1 que yozi es un personqe
abstracto, un tipo de oyente poteiicial, cuyo referente verdadero no depende del
contexto de la declaración. La figura 10 indica el ámbito máximo de la predicación
encerrado en el recuadro y el Bmbito inmediato de la predicación marcado por la
línea punteada. Nótese que el fondo está fuera del ámbito de la predicación, y refleja
la disposición de observación Óptima.
El sentido deíctico dc you es evidentc cn la oración You are now rending this
sentertcc 'Tú estás leyendo esta oración'. Al designar al oyente en un evento rcal
de "habla" se destaca iin elemento del fondo, y la identidad de you cambia
dependiendo de quién es la persona que lee. Ida figura 11 ilustra esto colocando al
oyente dentro del ámbito inmediato dc la predicación y al hablante como un punto
de referencia que está fuera de esccna, pero que está dentro del imbito rnáxilno de
la predicación.
3. EVIDENCIALIDAD Y DEIXIS
O
Figura 1l . You 'tú' deíctico
de habla. Es decir que para este sentido de martes. la interpretación del fondo es
lo más subjetiva posible, pero está aún dentro del ámbito de la predicación.
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2 ~ a r c c eque el cinpleo de Laiigacker del iériiiino epicteiiiol0gico es un poco difcrente del quc Ic dan
otros. Por ejemplo, cn Givbn (1984) y IJaliner (1986) se emplea principalmente eii rclacion con In
iiiodalidad, quc refleja aspcctos del coiioc~iiiieritoo la opinidn del hahlaiite. Langackcr, eii cainbio,
emplea cl tCriiiiiio para describir la iiaturaleza dc los caiiipos dc las predicacioiics de foiido. y iio estií
restringido a la opiiiióii o el coiiociinici~to.
3.4 LOS EVIDENCIALES COMO PREDICACIONES DE FONDO
En las secciones que siguen, el punto central será el carácter deictico general
de los evidenciales como predicaciones de fondo. El tratamiento de los aspectos
específicos del sistema wanka; es decir, las formas morfológicas, la polisemia, los
prototipos, los esquemas, etc. se tratan en los capítulos siguientes.
3.4.1 El evidencia1 directo
Ert su empleo prototípico, el evidencial directo -mi (véase el capítulo 4) indica
que una declaración se basa en la percepción sensorial directa (por lo general,
visual) de alguna situación por parte dcl conceptualizador/hablante. Si, por +m-
plo, digo en quechua el equivalente dc Lzlcns estd dando unupnliza a ,rus hermanos
76 3. EVIDENCIALIDAD Y DEIXIS
evento de percepción
evento de habla
3.4.2 El reportativo
Por ahora diremos que la información "de oídas" es lo típico de las
situaciones reportativas (véase el capitulo 6). En la información "de oídas", el
hablante comunica al oyente que no es testigo presencial de la escena, sino que ha
recibido un reportaje verbal de algún otro individuo.
Aun a riesgo de sobresimplificar, para los fines que buscamos aquí, podría-
mos decir que la información "de oídas" comprende una situación de evidencia
directa en algún nivel. Volviendo a nuestro ejemplo, supongamos que Lucas golpea
a su hermano Ryan con un bate. Ryan está en una situación de percepción directa
por excelencia, y puede decirme: Lucas me está golpeando con el bate-D~K (véase
la figura 16). Si mi esposa me pregunta cuil es la razón del alboroto, le puedo
informar Lucns e.rtii golpeando a s u hermano otra vez-REP y marcar la declaración
como reportativa. La marcación indica que lo que digo se basa solamente en el
reportaje de otro individuo no especificado.
Podríamos, pues, pensar que la información de segunda mano involucra
inicialmente la percepción de alguna situación O por parte de un conceptualizador
y la comunicación de esa percepción a un oyente. La situación se convierte
específicamente en información "de oidas" cuando el OY de la situación de
evidencia directa se convierte en H en un evento comunicativo subsiguiente que
transmite el contenido esencial de O a otro oyente (véase la figura 17). De manera
que a diferencia de la evidencia directa, cl conceptualizador de O en el evento
anterior de habla y el H del evento actual dc habla son individuos distintos. Es rnh,
78 3. EVIDENCIALIDAD Y DEIXlS
evento de percepcib
Es preciso aclarar aqui la diferencia que existe entre ser un "testigo auditivo"
(en el caso de oír golpes secos y quejidos en el episodio mencionado líneas arriba)
y ser el destinatario de u n reportaje dado por otra persona. La cuestión aqui es cl
grado de separació~ientre el hablante y el contenido de la declaración. Un "testigo
auditivo" es el que en realidad percibe el evento mencionado en la oración. Ese no
es el caso del reportativo. Es verdad que en una situación reportativa, el reportaje
constituye un estímulo auditivo, pero el contenido del estímulo es una encapsula-
ción de las percepciones de otro. El hablante solamente percibe el reportaje y no
la situación mencionado en él. Es decir que aunque los reportativos emplean un
medio auditivo, la relación del hablante con el contenido proposicional es diferente
de lo que típicamente se entiende como evidencia directa.
3.4.3 El evidencial conjetural
Por razones que se explican en detalle en el capítulo 5, consideraremos a las
inferencias como conjeturas prototípicas. La parte esencial de una inferencia es
una conceptualización extrapolada de la experiencia o el conocimiento del hablante,
pero su contenido no es ni lo 11110 ni lo otro. Veamos un ejemplo simple.
3.4 LOS EVIDENCIALES COMO PREDICACIONES DE FONDO 79
*,
. eventode
l
percepción evento de
inferencia
l
l
o o
l
o
evento de habla
3.5 El comportamiento gramatical de las predicaciones de fondo
1,angacker (1985) dice que las predicaciones de Sondo del inglés exhiben iin
comportamiento gramatical espccial: no piicden aparecer en la posici6i-i de predi-
cado de cláusula, y el clemento de fondo que fiinciona como el punto de referenci:~
debe quedar implícito, es dccir que no puede expresarsc por medio de un:i expresión
nominal de valor scmántico semcj:inte. Para Langacker, este comportamiento es
iiria consccuericia del fondo interpretado lo rn5s subjetivamente posiblc dentro del
ámbito de predicación de la expresión.
Considcrernos una predicación de fondo nominal como la representada por
un demostrativo como this 'este' o thnt 'ese'. Langacker considera que this es tina
designación esquemática nominal que designa una entidad visible tanto para el
hablante como para el oyente y ubicada en un área relativamente cercana al hablante
(Langacker 1991:91 y sgts.). No se menciona al hablante, pero está dentro del
ámbito de la predicación como un punto de referencia necesario. Una paráfrasis
"equivalente" tal como nenr speaker nnd appnrent to speaker and ~tddres,ree'cerca
del hablante y a la vista del hablante y el oyente', en cambio, hace que el punto de
referencia. sea completamente objetivo mediante la mención explícita, y que por lo
tanto contrarreste el rasgo que define una predicación de fondo; es dccir, la
subjetividad mhxima del fondo dentro del 6mbito de la predicación. Langacker
3.5 EL COMPORTAMIENTO GRAMATICAL 81
demuestra que una paráfrasis semántica de ese tipo exhibe, por consiguiente, un
comportamiento gramatical diferente del nominal esquernhtico. Por ejemplo, el
demostrativo no puede emplearse como el núcleo de una cliusula:
(41) a. *The hoy is this. 'El niño es este'. [con el significado de h.]
b. The hoy is nenr me and appnrent to both oj'us.
'El niño está cerca de mí y es visible para nosotros dos'.
Más aún, this 'este' puede fiincionar coino iiri nominal completo lo que no
es posible para la paráfrasis:
(42) a. I like this. 'Me gusta éste'.
b. */ like near me und npparent to yoti and me.
I,os evideticialcs del wanka cxhiben paralelo.; con las predicaciones de fondo
del inglCs, especialmenle el tiempo. Tanto el tiempo como los evidenciales tienen
clue ver con el contenido n o objetivo de una oració~i.Esto sc ve en quc se
caracterizan por tener un fondo interpretado lo m6s sub.jetivamente posible dentro
de los iírnbitos de prcdicación que les corrcsponde. El ticmpo, por un lado,
especifica 13 ubicación de una acción con relación al momento de habla; los
evidencialcs, por otro lado, er;pecificaii la ubicacióii de un evento en relación con
13 estructura dcl conocimiento general del hablante.
Es prcciso mencionar clue el empleo del término "ámbito" en n'mbito de la
predirrrrión difiere del empleo tradicional que se le da para determinar cl campo
de opcr:iciÓn de un elcrnento lingüístico. Sin embargo. el tiempo y loq evidenciales
son semejantes en este sentido tradicional de ámbito. Como dice Steele: "Dejando
a iin lado los detalles del an5lisis, existe 1111 consenso general c n cuanto a que el
Ambito del tiempo es oraciorial" y lo que es m6s "los modales abarcan al tiempo
dentro dc su ámbito" (Steele 1973:224-225). En su calidad de modales epi~temo-
lógicos, entonces, lienen a toda la ~1:íusuladentro de su imbito semántica, al igual
que los inarcadores de tiempo.
En vista de estas seme+janza semánticas, resulta lógico esperar que el
comportatnicnto gramatical de los evidenciales sea en cierto modo paralelo al
comportamiento de la marcación de tiempo, digamos, cil relación con la aceptabi-
lidad o inaceptabilidad de las paráfrasis serniínticas. Coino ya se dijo, lo típico del
evidcncial directo, por ejemplo, cs que indique que la relaci6n interpretativa que
existe entre el hablante y cl objeto de la concepción sea de percepción directa:
( 4 4 ) Akshru-kta-m tnlpzd-la.
papa-AC-DIR ceinbrar-PSD
'El sembró papas (el hablante lo vio sembrando)'.
( 4 5 ) Tnki-ya-n-mi.
cantar-IMPF-3-DIK
'El está cantando (el hablante lo oye cantar)'
En una par6frasis que especifica explícitamente la naturaleza de esta relaciói-i
interpretativa por medio de un verbo explícito como likn- 'ver' o rlyali- 'oír', cl
elemento de fondo se vuelve objetivo. (La parifrasis requiere. además, que se
nominalice el verbo en la oración original.) Sin embargo, la paráfrasis por sí misma,
sin el marcador evidencial, produce la oración mal formadx3
3('ahe iiiciicioiiar aquí quc cii la co11vers:ici0tifluida U iiiciiudo se eiiiplenii oracioiies que iio Ilcvaii
iiinrcacii5ii evidciicial. I'ero cuaiido se le prescnta a un hablaiitc ilativo uiia dc csas oracioiies cri
aislainieiiio, Ins corrige añadiciido el inaicador evideiicial.
3 .S EI, COMPORTAMIENTO GRAMATICAL
-- -
1 ~ a r ~ c n t(1982)
er y Cole (19X5) se I-eficrcnU los evidcnciales del qiiicliiiii ecuatoriano coiiio "su fijos
iiidcpendieiitcs". El tbriniiio se reficrc :i los sufijos qire no pcrtciieceii a tina cliise ItCxica dereriniiiada,
"que pueden aparccer despues dc p;iliihras inorfolbgicas iiomiiialcs y verbales" (Carpeiiter 1982:301).
2 ~ t i i i ~ i iWcbcr
e (1980) rcconoce cl empleo valid:icioiial del evirlencial directo (coiiio lo recotioccii
otros). rio estíí de acuerdo coi3 la descripcibti geiieral qtic Adelaar Iiace del sistciiia evidencial, y clice
quc al considerar a -/nicoino u11 sufijo principaliiieiite validacio~ial,surgen ciertos tipos de problciii;~~.
Esto 110 cs u11prohlcina para el presente cstridio en el que la estructura. de la criiegiiría sc ve desde las
perspectivas del proioiipo y dcl csqiieina.
3 ~ d c i i i i sde las caracterizaciciiies dcícticas coiiio ésiiis quc recurren a varios aspectos del evciilo de
Iiahla iiiisiilo, cl evidericial directo tainbiéii se Iiíi asociado con ciertas tiinciiincs a nivel de discrirsu.
Eii sii descripciirri dc la variedad wanka, RQcz(101 7 : h S ) dice quc en iilguilos ciisos "sc sobreeiiticiidc
que se ha de hablar coi1 riiifasis ó se hace para dar ~iropieclnd5 la dicciiíii ó se habla cii sentido eiidrgico"
[sic]. Otros autores, colno Quesrida ( 1 976: 157) o ccrrúii-I'aloiii~iio (1 976a: 100 y sgts.) iiiencioiiaii
asociaciones seiiiejantes dcl cvidencial directo con las iileas dc 'énfasis' o 'eiifoquc', pero por lo general
tio se explica el significado dc los térininos. Aunq~icaquí no sc exlilora cslc punto dc vista, el Icclor
puede rckrirse a 1,cvinsohii (1 975) que da iiii aiiilisis seriicjante y detallado de los evidciiciales del
iiiga.
86 4. -MI: EL EVIDENCIAL DIRECTO
ESQUEMA PROTOTIPO
PERSONA: un participante del hablan te
evento de habla
RELACION DE certidumbre certidumbre corroborada
PROXIMIDAD: mediante experiencia visual
directa
FONDO: cualquier espacio mental realidad
~ s ~ u e m á t i c a r n e kel
t eevidencial directo invilucra un sentido de certeza, una
de las muchas relaciones de proximidad (véase el capítulo 7), entre un participante
en un evento de habla y una circunstancia en algún espacio mental. Prototípica-
mente el evidencial directo indica certeza que se justifica a base de la experiencia
directa del hablante en general (y en la modalidad visual en particular) dentro del
contexto del espacio bbsico, es decir, la realidad presente.
El esquema del evidencial directo no pucdc, por supuesto, apreciarse a cabalidnd
hasta que toda la red semántica se haya trazado y se haya explicado de manera bastante
detallada, lo cual involucra la prescniación dcl prototipo y sus extensiones.
4.3 Un estudio general de la red semántica de -mi
Al considerar el significado de unos trescieiitos setenta casos del evidencial
directo surge una red semántica formada por tres regiones principales de espacio
semántica ilustradas en la figura 2 0 . ~La región comprendida dentro dc la línea
4 ~ i ~ i i i c n dao Laiigacker (1987~1,iriter olio), eii todas las figuras que ilustrarr redes seiiiániicas, lar;
tlechiis coi1 asta coiiiiiiua iii(licaii detalles o cspecillcacioiies seiiiiiiticas, y las flcchas coi1 asta piiiiicadri
iiidicaii exteiisioiics seii~ríiiticas.
~ 4.3 UN ESTUDIO GENERAL DE LA RED SEMANTICA DE -M1 87
gruesa representa los casos prototipicos (48%), en los que parece que la certidum-
bre se basa en algún aspecto de la experiencia personal. Esto se ver5 de manera
más completa en la sección 4.4.1. La región que lleva el rótulo "control" contiene
los casos -20%- en los que la certidumbre está presente, pero no se basa en una
percepciónlexperiencia directa. La tercera área del espacio semántico -(32%)-
comprende casos en los que el evidencia1 directo se ha convertido en un marcador
interrogativo gramaticalizado. En la sección 4.6 sostengo que este sentido tambicn
está motivado en factores validacionales inherentes en el prototipo. El concepto
general presente en toda la red semántica es la certidumbre del hablante.
control: 20%
/
/
/
interrogativa:
32%
Ejemplos: Marcador: % de a: % de b:
PREGUNTAS SIINO
71 mi 26% 36%
13 chan 5%
11 tan 4%
PREGUNTAS DE CONTENIDO
48 mi 18%
28 chrn 10%
3 shi .l%
46 O 17%
24 ta n 9%
19 taa 7%
8 la 3%
campo externo de la observación visual y el egoic field 'campo del ego', un campo
en el que se realiza el proceso de la experiencia interna y no visilal. En el campo
del ego, las experiencias "se sienten como inmediatas al experimentador" en
contraste con las entidades que "ociipan un espacio" en el mundo externo.
La difercncia que existe entrc la experiencia interna y externa ayuda a
explicar las tendencias de la marcación evidencial con relación a ciertos campos
conceptuales. Para la expresión de un estado emocional, por ejemplo, existe una
afinidad semintica natural entre el marcador de primera persona y la codificación
del evidencial directo. La combinación tercera personalevidencial directo en este
mismo campo es mucho menos congruente de lo que seria la codificación de tercera
personalconjetural, como se verá más adelante. (Nos ocuparemos de esto nueva-
mente en el capítulo 7 que trata de la proximidad conccptual.) Aquí solnmcnle
delinearemos e ilustraremos los campos importantes.
En cuanto al campo del ego de experiencia no visual interna, el evidencial
directo marca diversos aspectos de la concicncia de si mismo que el hablante posee
basada en la propia experiencia como ser sensitivo: sus estados internos, su
conciencia de lo que sabe, su autovaloración, y algunas otras actividades y
experiencias personales.
Los ejemplos que siguen ilustran el empleo del evidencia1 directo con v:irios
aspectos de la conciencia que de si mismo tiene el hablante. El siifijo -/niaparece
en enunciados acerca de las condiciones psicológicas y físicas internas del hablante.
Por ejemplo, de los veintisCic casos en los que se menciona explícitamente el estado
emocional del hablante por medio de un verbo, como en ( 5 0 ) y (SI), diecinueve
están marcados con el evidencial directo; es decir, el 73%.
( 5 0 ) "Yan W~znillcu-ktn Il-.~hn'' ~zi-pti-ki k - h - ka-la-cr.
yo Iluiriuco-AC' ir- l FCIT dccir-SU-2 tristc-N'RIB-D1R ser-PSD- i
'C:iiando dijiste que ibas a Huánuco estuve triste'.
( 5 1) Kzmhi-kzl-lka-a-ñn-m-un kuti-ilrr-nlr-mu-pti-I1i-c1,
alegre-RP1;-IMPF-I -ahora-L)lR-T:NI: rcgrcsar-ASI1-I'L-LtJJSr)-2-.1 OP
'Cuando regresaste, estuvimos alegrcs'.
( 5 2 ) Pnta-yuu-ñn-m-avi kn-,ya-cr yaa.
barriga-TND-ahora-1)IK-ENF ser-IMFF-l yo
'De veras estoy embarazada'.
Es cierto que los estados emocionales pueden ser percibidos por otros
mediante manifestaciones externas como las lágrimas o la risa. Del mismo modo,
cl embarazo es un estado que con el tiempo resultar5 obvio. Sin embargo, las
4.4 EL PliOTOTIPO DEL EVIDENCIAL DIRECTO 91
( 6 3 ) Ákwi-i-wan-mi likcl-10-0.
ojo-I P-con-DIR ver-PS1)- 1
'[Los] vi con mis propios qjos'.
( 6 4 ) Yna, yan-si juk-lruna-rnnn-m-aa shra-ko-wril-u; nzcrno-m
yo yo-'I'MU otro-P1,-MET-UIK-ENF vciiir-IZEF-LE.\-l iio-UIR
S N resiilia
~ cliiro si cs posiblc iiiloriiiür accrca dc cvidciiciü seiisorial iio visiial dcsdc lii perspectiva dc
oir:i pci-soiin; por qjeiiiplo: ?[-'ara 61 es salado-titi, o ?El rto pricdr oíl*.ve liuhlortdo-irti. Ni se sahc si cs
aceptahlc uiia oracióii coi110 Flll~tttorlc rrrl ttriici r i ~ rslleño-nli. Es de slipoiiei-que coiilo cuatido se expres:l
cl estado iiiieriio dc otras pcrsoiias. el evideilcial dirccto iiidicaría certiduiiihrc por parte (le1 hablaiiic
qiic implicarla quc la pcrsoiia que ha expciiiiiciiiado el eveiito lo ha coiiitiiiicarlo al hahlaiitc y Cstc lo
Iia a c e p t ~ d ucoino vcrdadero. Siii eiiihargo, csto dcbc iiivesiignrse i~iása foiido.
96 4. -MI: EL EVIDENCIAL DIRECTO
En este último caso, parece que el evidencia1 directo impusiera una interpre-
tación realis sobre un evento que cs esencialmente irrealis. Pero esto resulta
problemático sólo si se conserva una semántica estrictamente objetivista. En
cambio, al adoptar los conceptos de Faiiconnier (1985), es posible considerar que
los sueños involucran espacios mentales múltiples o fondos substitutos desde donde
se puede construir una escena.
La figura 21 muestra un conccptualizador (c) en el espacio basico de la
realidad actual (R), en correspondencia con otro que sueña o sea el sofíador ( S ) en
un mundo de sueños (MS). Los eventos del siiefio ( e ) son relevantes para la
"realidad" del MS sin importar el status (es decir, si son verdaderos o no) que
pudieran tener en relación con el espacio básico. La relación interpretativa evocada
mediante -mi se realiza entre s, que sirve como el observador objetivo del sueño,
y el evento soñado e, no los eventos del espacio básico.
Figura 2 1. Sueños- 1
tales como estados emocionales que no puede coinunicar cuando los mismos
campos semánticos corresponden a individuos que no participan en el acto de habla.
Esto podría corroborar la posición especial dc la experiencia interna.
interna externa
4.4.2 Certeza
Hasta aquí no hemos tratado a fondo la cuestión de la responsabilidad asumida
por el hablante que se asocia con un evento experimentado. Weber (1986: 139)
emplea el término validación para referirse a la responsabilidad que el Iiablante
asume por la veracidad de una proposición. Dentro del marco conceptualista que
he adoptado en el presente estudio, interpretaría la validación (es decir, la
responsabilidad, la convicción, etc. del hablante) como algo relacionado con el
grado en que el hablante cree que una circunstancia comprende la realidad como
él la conceptualiza. A un nivel más abstracto, considero que la convicción personal
es la manifestacion de la proximidad conceptual en el campo validacional. NOS
ocuparemos de esto en el capítulo 7.
En el campo validacional, entonces, -mi indica que el hablante esta conven-
cido de que lo que dice es "verdadero". La experiencia directa tiene un vínculo tan
íntimo con la convicción de la realidad de un ovento que resulta un tanto artificial
separarlas. Pero lógicamente pueden distinguirse, puesto que se pueden dar
aberraciones, o desviaciones, del enlace de la experiencia personal directa con la
convicción. Por ejemplo, creo que sería posible comunicar en cualquier idioma:
"LO vi, pero no lo creo" (aunque creo que se expresaría por medios léxicos y no
mediante un marcador gramaticalizado 'incredulidad en la experiencia personal').
Más aún, como se vera m6s adelante, además de marcar las proposiciones que se
basan en algún tipo de experiencia directa, -mipuede indicar también la certeza
del hablante sobre un evento o estado aunque no lo haya experimentado directa-
mente. Lo que quisiera dejar establecido es que la certeza y la experiencia directa
4.4 EL PROTOTIPO DEL EVIDENCIAL DIRECTO 101
681 hecho de quc la vista dB la justificación mas sdlida a la certidumbre del hablante se ve en uii caso
cri cl que se recurrc a ella auii cuando el eveiito es irrealis. Cotisidérese la diferencia que existe entre
las dos oracioiies siguientes, quc sólo se tlistingucti por el marcador evidciicial que llevati.
a. A - i - a - t i - u r - n i - a ~.lioy-~./triituki-160-[J ni-no-yn
xi-dciir-IOAJ-SD 3 TOP giii.ir-LI;J-I FUT wa-l,OC bonito-LIM4 EN decir NOM-PROP
lima-pna-nu-pa ltiki-110-ktu-ni,
Iinhlrr-REN-NOM-PROP Ihiniro-LIM. AC-DIK
b. Aunirnal)titi 'n pushrnrrrirukru ~.lin.vchrrirukillal~nitiapn
1iriia~)aanapati~killuki«-chr.
'Si 61 esti dc acuerdo, lo tracrd a c i p;iril que hahlcinos bien cori 61'.
102 4. -MI: EL EVIDENCIAL DIRECTO
base para las extensiones semánticas. Si esto es así, lo mBs probable sería encontrar
el prototipo de la evidencia directa expresado en un campo concreto, tal como la
experiencia realis, en vez del campo de crecncia qiie uno tiene pero que no es
corroborada por la experiencia.
E1 aspecto realis de la semántica inherente en el prototipo se ve corroborado
por la relación que existe entrc la vista y la validación. Ya hemos dicho qiie la
coi~vicciónmás firme que un hablante puede tener cs la que se basa en su
expcrieiicia directa en general y cn la modalidad vicual en particular. Esto se debc
a que cualquiera sea la escena que el hablante presencia puede también verificarse
por medio de la experiencia visual de otros, mientras que loc tipos miís internos de
experiencia directa, que aunque verdaderos no son tan si~sceptiblesde corrobora-
ción independiente. Puesto que otros pueden ser testigos presenciales del mismo
evento, esto da credibilidad al hablante y afirma su posición.
La posición prototípica de la experiencia dirigida hacia afuera, y en particular
I n vista, es una cuesti6n f~~ndamcntalmente empírica. Aunque no se han verificado,
surgen varias hipótesis. Si se les da varios ejemplos del evidencial directo en su
contexto, mi hipótesis es que los hablantes nativos escogerían como los mejores
e-jemplos de lo que considera11 el significado de -mi aquellos cn los que marca 1111
evento presenciado en vez de los que solamente indican conviccicín person:il.
Además, producirían primero ejemplos de orientación visual, y por Últiino, darían
la interpretación visual de una oración fuera de contexto inarcada con el cvidcncial
directo.
4.5 Marcación evidencia1 directa sin evidencia directa
\$asta aquí hemos hablado del evidcncial directo colno un indicador de la
responsabilidad asuinida por el hablante por la veracidad u o1,jetividad dcl evento
mencionado, y que esa responsabilidad se justifica con mayor claridad a base dc
la experiencia directa. En esta sección se examinan algunos de los casoq no
prototípicos en los que el evidencia1 dirccto comunica la certidumbre del hablante
que no tiene tina basc en los sentidoi ni en la experiencia.
Scgúil i i i i asesor quechunhahlaiitc, (a) da la idca de que el Iiahlaiitc cstií inis scguro de la ;iccidii
de t i iicr a alguieii que (b) I ,as tradilccioiics que sc dicto11 parii estas oraciones iiiiiesirati que: se ~ i ~ i c d c
recurrir ii la vista pai-ii corrohoiar el grad«-dc certeza auiiquc el eveiito es iirealis. (h) coi1 cl cotijeiiiriil
puede traiducirse cu111o "scguro que voy a traerlo" iiiiciitras que (a) coi1 el evideiicial dirccto pudría
tradticirse coiiio "es visihlc que vny a lracrlo". Es iiiiportaiitc iiotar qiic auiique el evciiio iio ha ocurrido
todilvíi~+I vcrho e s i i eii ticinpo fiittiro-- cl h;ihlaiitc recurre al seiiiido de la vista para fuiidaiiiciitiir
CI iiinycir grado de certeza eii ( a )
4.5 MARCACION BVIDENCIAL DIRECTA SIN EVIDENCIA DIRECTA
7~edenbach-salazar(1991:7) explica u n cainbio semejante de -slii a -nzi en los iextos del quechua de
Huarochirí como comentarios personales dcl autor sobre los eventos del relato.
4. -MI: EL EVIDENCIAL DIRECTO
Esto no implica que otros considerarían loco a mi asesor quechua porque emplea
el evidencia1 directo al relatar la historia de su pueblo, sino que hace resaltar la
naturaleza de la interpretación general a la que se podría llegar. Es como si cl
hablante tomara la perspectiva de un testigo presencial, aunque se sabe que tal n o
sería el caso.
En Flnyd (1 989) sugiero que la coiniinidad y su historia se interpretan coi-iio
extensiones del campo personal propio dcl hablante. En csc caso, se podría pcnsni-
que tienen el mismo car6cter que las experiencias pcrsonnles o cualcluicr otro
elerncnto comprendido dentro dcl campo del hablante. La tiierz~ide la nsociacióri
pcrsorial quc el hablante ticne can la comunidad contrarrcstn el hecho de cluc la
iriforrn~lciónes estrictainente de segunda mano. En la terminología dc Slobili y
Aksu, la "proximidad psicológicn" enirc los hechos y el hablante es muy es~rech:~,
pues f'orman parte del bagaje de conocimierito cultural, y por lo tanto se prcscntali
como parte del "conjunto mental gcneral" que ha sido moldeado y desarrollado n
través de la repetición de determinados hechos, creencias, etc. diirante un período
de tiempo (Slobin y Aksu 1982:196). (Esto también podría explicar el hecho de
que la información sobre la ficsta del cóndor se marcó con -,rhi: la ficstn ya 110 se
celebra de esa manera y por lo tanto es cornpletamerite ajena a la experiencia del
hablante. El sufijo -,rhi aprovecha del carácter de "~jenci"de la interpretacihn
reportativa.)
La pregunta que originó la narración, que Te ve en (79), corrobora la idca de
que se trata de una interpretación muy personal. Una pregutltn como "dC'~tbl e.7 la
hlsrorirr de Pihz~ns.?"es bastante diferente de "iCucil dicrrz que cs la I~r,v(orirrd r
Pihi~ns7" Mientras que en el castellano las doc preguntas poseen eqtructuras
diferciites, la diferencia semhntica sc marca en el tvanka inedinrite el elnplco del
evidencial.
( 7 9 ) ¿,/mn-nidy-mi Piwns-pn mila-y-nin kn-la?
quC-SIM-DIR Pihuas-GEN auniciitar-NOM-3P ser-I'SI)
'¿Cuál es la historia de Pihuas?'
~ E S I Oparccc iin casci claro dc lo quc Sacki. y Schcgloff Ilaiiiaii "recipieiit dcsigii (discliiido para el
dcstiiiaiario)" (Kwong 1989 [ciiiiiirlo a Sacks y Scheglol'f' 19791) o Iri que Chiife llarna "ciiipailiy
(~inpatía)"o "packiigiiig (empaque)". Segúii Chafe: "lcll fiiiidümento cognoscitivo [de lii einp~tíal
parccc que est8 en el Iicclio dc que las persoiias piicdeii iiiiagiiiarsc que ven el niiiiido a través de los
<';osdc ntras persunas así coiiio dcsdc su propio puiito dc visia, y eii quc esa habilidad iiene un cfccto
eri el crnpleo del lengurzje" (Cliale 1976:54 [cl fiifasis es iiiío]). Véase tainbiéii SchifTiri (1987) doiitlc
se habla de la iiiaiicra en que la forii~aliiigiiística dc la Iircguiita :iiiiolda la respucsta.
106 4. -MI: EL EVTDENCIAL DIRECI'O
9 ~ s t caso
c específico no se ha iiivcstigado, iii tampoco la cuesticin geiieral de la inarcaciiiii evideiicial
ciitre pares pregunta-respuesta,
4.5 MARCACION EVIDENCTAL DIRECTA SIN EVIDENCIA DIRECTA 107
control. Pero esto no quiere decir que la noción del control esté completamente
ausente del cuadro. En esta Última categoría de eventos -los que correcpondcri a
los demis- surgen ciertos efectos retóricos tales como estimulo, crítica, etc.
esfera de dominio
Hasta aquí hemos hablado de los tipos de justificación que un hablante piiedc
tener para estar seguro acerca de iin evento. Lo inris válido es la experiencia directa
como testigo presencial. Si la experiencia directa no existe, el hablante puede basar
sil conf'ianza en el grado cn que el cvento est6 dentro dc su esfera de control.
En las secciones siguientes sc continúa el estudio del papel del control para
detnoslrar que el evidencia1 directo hace más que imponcr una interpretación de
certidiimbre en iin cvento no experiincntado directamente por el hablante. Me baso
pri~icipalmcnteen las ideas expuestas en Lnngacker (1990) y mi propósito cq
demostrar que el concepto de control produce varios efectos retóricos tales como
los inencionados líneas arriba. y Iinalincnte se vincula con la grarnaticalizacióii dcl
evidencia1 directo como marcador dc pregiintn.
4.5 MARCACION EVIDENCTAL DIRECTA SIN EVIDENCIA DIRECTA 111
asociada con un verbo en tiempo futuro y en tercera persona. o sea con el marcador
conjetural -chrn, que implicaría que el regreso sería un evento probable pero
incierto.
Las expresiones que el oyente puede considerar aún menos informativas son
las que describen sus propias acciones. Tales expresiones motivan la pregunta:
¿,Por qué se debe informar al oyente acerca de lo que probablemente él conoce
mejor que el hablante? Parece bastante cxtraíío que expresiones relncionadns
principalmente con el oyente estén motivadas por el desco de comunicaciót~,y esto
se refleja en el hecho de que en mi corpus la mayoría de los ejemplos de - m i con
la segunda pcrsona en tiempo presente o pasado son gramaticalmente interrogativos
(treinta de cuarentidós, o sea el 80%).
Por otro lado. creo que existen razones por las que es prcciso "informar" al
oyente acerca de sí mismo. Labov y Fanshel (1977: 100) dan ciertas ideas acerca
de la situación al hablar de las reglas generales del discurso que operan segiii~las
siguientes clasificaciones de conocimiento compartido:
lndican que si A dice algo acerca de iin evento-B, que básicainente está
relacionado con algo que desconoce, el enunciado se escucha principalmente como
una solicitud de confirmación. En otras palabras, el acto perlocutivo es diferente
del acto ilocutivo. Si la categoría de "eventos-R" abarca enunciados acerca del
oyente (principalmentc en los que el sil-jcto es la segunda persona), eso ayudaría a
explicar un aspecto interesante dcl corpus de textos coriversacionales del wankn:
casi todos los eventos de segunda persona en tiempo futuro marcados con el
evidcncial directo son interpretados como mandatos atenuados (y no como iinpe-
rativos gramaticales, como se verá más adelantc). Esto, y la prepondcrancia de los
sujetos de segunda persona en las formas interrogativas mencionadas anteriorrnen-
te, da la idea de que los enunciados de eventos-E3 producen efectos no informativos
y retóricos "rnanipiilativos". Es decir que tienen la intención velada de lograr quc
el oyentc proporcione información o realice algiina acción, y no la de simplemente
informar. Veamos esto de una manera más detallada.
4.5 MARCACION EVIDENCIAL DIRECTA SIN EVIDENCIA DIRECTA 113
Sin embargo, antes se debe notar que e1 quechua wanka posee una forma
morfológica imperativa diferente de la forma de segunda persona que veremos más
adelante. El ejemplo (86) ilustra el contraste:
(Cabe mencionar que las formas verbales de segunda persona tiempo futuro
pueden también llevar el inarcador evidencia1 conjetural; es decir, shramunkichr,
que es iin maridato aún miís atenuado que cualquiera de las demjs. En el capitulo
5 se vuelve a mencionar este punto.) La forma en (86a) es imperativa y no puede
marcarse con el evidencia1 directo (b). Pero (86c) puede interpretarse como ticinpo
presente, tiempo futuro o como un mandato. Cuando se interpreta como un
mandato, resulta mucho miis cortes y correcto que la forma en (86a).
Es también necesario explicar una ambigüedad que se registra en la inarcación
de concordancia de scgunda persona. El cuadro 4 muestra que en la primera y la
tercera persona las formas son diferentes para el tiempo presente y el futuro,
mientras que en la segunda persona existe una ambigüedad formal.
del habla. En otros casos, la referencia temporal puede determinarse por medio de
otras considsraciones contextuales.
Veremos ahora algunos ejemplos específicos. Aunque las oraciones que
tienen un sujeto de segunda persona (eventos-B) por lo general no son informritivos
en el sentido de comunicar información desconocida para el oyente, logran efectos
que van rn6s a116 de la simple comunicación de una observación objetiva. Consi-
deremos (87-89):
(87) fistidiyn-mn-nki-m kandcr his.
~astidiar-lOí3J-2-DIR cada vez
'Me fastidias todo el tiempo'.
convencer a la hija de que debe ir a la escuela antes de llegar a una edad en que ya
no podría hacerlo. Al considerar de cerca el contexto de éste y otros ejemplos. se
ve que al informar al oyente de algo que ya debe saber, el hablante prepara el
escenario para efectuar de alguna manera un cambio.
Consideremos los ejemplos siguientes sacados de plegarias:
( 9 4 ) An-mi yachra-la-nki yaa-pn shrztn'u-lla-a-ta taytdy.
tú-DIR saber-PSD-2 1-GEN corazón-CKT-1P-AC padre:VOC
'Tú conocías mi corazón, padre mío'.
(95) Am tayta-a-mi yachra-nki llapa Ilnki-kzi-y-nin-fa.
tú padrc-I P-DIR conoccr-2 todo cstar:tristc-REF-INF-3P-AC
'Tú, padre mío, conoces
C
toda su tristeza'.
En (94) y (95) el hablante se dirige a Dios y le "informa" hasta quC punto
llega su conocimiento: lo cual, naturalmente Dios sabe bien. Coino en algunos de
los ejcmplos anteriores, aquí el hablante hace afirmaciones acerca de un campo al
que no tiene acceso directo por medio de la percepción; es decir, el cstado
psicológico o emocional de otro ser (en este caso un ser sobrenatural). El empleo
del evidencial directo puede ser comprendido sin dificultad como una indicación
de la convicción que el hablante tiene en cuanto a la omnisciencia de Dios. Sin
embargo, a difcrencia de (87-93), los ejemplos no expresan criticas, sino que
indican mucho respcto y reverencia. No obstante, conllevan una finalidad igiial-
mente manipulativa: el concepto convencional de la plegaria es que es una súplica
en la que se pide a Dios que conceda algo o que intervenga en favor del hablante,
lo cual produce iin cambio del status cluo.
La asociacifili del cvidencial directo coi1 una intención manipulativa resulta
mlis obvia en expresiones en las que -mi aparece con verbos en segunda persona y
tiempo futuro. Como se mencionó anteriormente, casi todos los casos de verbos en
segunda persona y tiempo futuro marcados con el evidencial directo se interpretan
como mandatos atenuados, como lo ilustran los ejemplos (96-102).
(96) y (97) presentan cierta indicación Iéxica que permite interpretarlos como
mandatos atenuados. En el ejemplo (96), la inter+jecciÓnjaa implica una amenaza
de peligro (proveniente de algo no especificado) si la acción no se realiza.
( 9 6 ) Li-nki waala-~nnn-mi jaa.
ir-2 iiiañaiia-MET-DIR [aineiiaza]
'Irás mañana, si no ya verlis'.
4.5 MARCACION EVIDENCIAL DIRECTA SIN EVIDENCIA DIRECTA 117
intención, estímulo, critica o reverencia, etc. Aunque una afirmación de ese tipo
no carecería de precedente. La crítica, por ejemplo, sin duda refleja una actitud
evaluativa por parte del hablante, y como tal, posee vínculos conceptuales con otras
actitudes del hablante que a veces se codifican gramaticalmente en algunos
idiomas. Por ejemplo, Koehn y Koehn (1986) describen las partículas del apalai
que indican impaciencia, cortesía, irritación y compasión (entre otras) que aparecen
en el mismo paradigma morfológico con los marcadores de fiiente de información
y validación. Aun el wankn posee un marcador gramatical que indica desprecio
-tan, que se excluye mutuamente con el juego de marcadores evidenciales:1°
(101) ¿Mnynn-tn-wnn-tan likn-nki?
cluiiii-Ar-COM-DESI'I<ECIO ver-2
'¿,Con QUIEN lo viste?! '(con la idea de "iAh! ¡No lo viste con nadie!")
vs. la pregunta que solicita información:
(1 0 2 ) i,Mnynn-ta-wnn-mi likn-nki?
quikii-A(:-COM-DIR vcr-2
'¿Con quién lo viste?'
El asunto que deseo explorar en la siguiente sccción es el concepto de la
sub+jetivacióny el rol que puede desempeñar en la extensión de la red sem6nticn
para incorporar convencionalmente efectos retóricos como éste.
1 O ~ i CIi wniika -toa aparece mayciriiieiite eii preguiitas pcro tainhi611aparece eii de~liiri~cioiic~.
C:nrliciitcr
(1 Y8213 18) inciicioiia uiia situaciirii semejaiiie para cl sulTjo quicliua -1rrlr (que correspoilde üI iiinrcador
dc prcg~iilta-/nq en la iiiayoría de las varicdadcs quechuas del Perú). Aiiics dc vcr cl trabajo de C:arpciiler,
~ > e i i ~ ~~ bU; iel
C wanka cra tina leiigiia extraña al pcrniitir que eii las oraciones dec1:iraiivas aparcciera
i i i i sulljo que ~inrcccscr cxclusivaineiite iiii iiiarcndor dc prcg~iiitaeii la mayoría de las v:iricdndcs. [,os
la tos del cliiicliiiii del Ecuador sugieren que esto podría ser algo iiiis difundido de lo que había creído
y qiie por lo laiito tiierecc inayor iiivesligacióii.
4.5 MARCACION EVIDENCIAL DIRECTA SIN EVIDENCIA DIRECTA 119
Se ha visto que existe rin vínculo natural de compromiso con las circiinstari-
cias que el hablante conceptualiza como algo que estíl bajo si1 control, y que en el
caso dc cvcntos aún no experimentados, los que se conceptualizan coino cvcntos
del futuro inmediato son los potencialmente más controlables. El control y la
inminencia son por tanto aspectos de la interpretación subjetiva de u11 evcnto ii cn
primera persona tiempo futuro, como se ve en la figura 27.
Lo normal es que el hablante no interprete el futuro del oyentc (ni el dc otras
personas) como si estuviera sujeto al mismo grado de control con el que podría
percibir su propio futuro. Pero como un efecto secundario de la irnposicióri de una
interpretación sobre un evento que está inherentemente fuera de su control, el
hablante puede ejercer cierta influencia sobre cl oyentc en el momento de habla.
Esto es precisamente lo que se logra con los efectos retóricas: consigueli la
rnanipiilación y el control de la interpretación del oyente de un evento determinado,
A mi parecer, los efectos retóricos asociados con el cvidencial directo -los intentos
de afectar la condición psicológica del oyente o de dirigir sus acciones- reflejan
el concepto de "reorientación" del control hacia otro elemento del fondo. (Véase
la figura 2 8 . ) 1 1
control inminencia
control
inminencia
1 2 ~ o i n oun cjcinplo, mc indicaron (Peter Harder, comunicaci6n personal) que en danés en el leiigiiajc
de los iiifios la palabra,/ej 'cobardemente' no se limita U la "l'alta de coraje" sino que sil significado sc
ha exteiidido para expresar "injusto", y puede cmplcarsc para dcscrihir cquipiis formados dc manera
dispareja en una competencia. Esta extensiúii estd motivada en coiiocimietito de tipo iiiuy pragiiiático.
En el caso (le tina dispuia entre dos personas, si uno no hacc frente al adversario puede ser considcrado
cobarde e11el sentido prototípico. Si, por ejemplo, tal persona atacara a su adversario por la espalda,
tamhien se podrla considerar cobarde, quizá porque no tiene el valor de atacarlo de frente. Pcro atacando
por la cspalda, el atacantc ticne una ventaja injusta sohre su adversario. Nútese que eii su seiiticlo
protcitlpico "cohardeiiiente" no requiere la refkreiicia a un niodelo cogiioscitivo que iiivolucre una
ventaja desigual. Sin cmhargo. cs ese conocimiento "pragm6tico" y aparentemente "perifkrico" lo que
conduce a un nuevo uso por extensiúii.
131)e paso diremos que en el turco, el desprecio y el elogio son conceptos setiiáiiticaiiicntc opucstos
que a pesar de cllo están asociados con el mismo morfema. Esto se asemeja al caso ineiiciotiado aquí
en que la crítica y la reverencia estan "asociados" de una manera imprecisa con el evidencial directo.
4.5 MARCACION EVIDENCIAL DIRECTA SIN EVIDENCIA DIRECTA
1 4 ~Iiccho
1 de que la evideiicialidad no se niarque es iin iciiia iiiirigaiite que rieiie qiic tratarsc de una
iiiüiiera más sistcinatica que Ia qiie sc ha ciiiplcado aquí. Siii eiiibargo, por ahora iiiis ~ciiiuciiiiiciitos
liiiiitados sólo iiie pcrmiteii hacer iilguiios coiiiciilarios.
podría llevar marcación de conjetura (véase cl capítulo 5) p e s t o quc no sc trata
de una especulación: no se puede espccular sobrc lo que se sabe que no es verdadero.
Puesto que ni la marcación directa ni conjetural parecen vtílidas (según los criterios
prototípicos) la altcriiativa seria la marcación cero.15
Sin embargo, ninguna de estas alternativas se acomodan a los hechos. Eii
cuai-ito a la segunda hipótesis, ya ce ha demostrado qiie cl hablante pucde ii-i-ipoi-ici-
una interpretación sobre una coiiceptualización bastante independiente de lo qiie
pudiera en realidad ser la base de evidencia. Pcro la primera alternativa, en la que
la falta de marcación se toma como un valor cero equivalente a la evidencia directa
es también incorrecta. Mi asesor quechuahablante me informa que, por 10 ineiios
en el caso de (1041, -mi implicaría que la persona a quien sc dirigc cl hablantc
conoce la ciudad de Huánuco y que podría ideiitificar los lugares en referencia. Es
decir que se atribuiría experiencia directa prototipica al oyente fiituro. Pero pucsto
que cl hablante sabe (o por lo menos cree) que el oyeiitc nunca ha ido a esa ciudad,
no emplea el evidencia1 directo. I 6
Recnpitulemos lo dicho hasta aquí. Al comienzo dijimos que ciialqiiier evento
que es verdadero para el hablante pero que no lo ha experimetitado directameiite
puede expresarlo con -!niy puede ser considerado coino una exlen~lóndel prototipo.
Aunque, en una situación dada, la experiencia directa no pucdc scr In base de la
responsabilidad personal asumida, el grado con el que el hablante considera que el
evento está siljeto a su control puede motivar iin f~iertesentida de resporisabilid:id.
El caso paradigmático sería el de los eveiitos qiic ticnen que ver con el fiitiiro
inmediato del hablante. En todos los demás casos (es decir, eventos futuro? dc 13
segunda y tercera personas) las circunstancias estan por naturaleza menos su.jetas
al control del hablante. En este último grupo es que se presentan los distintos efectos
retóricos (estimiilo, crítica, etc.). Los efectos retáricos resultan de la imposicióii
de un elemento de control por parte del hablante sobre un evento que por i~aturnlcza
está fuera de su control. Pero con el efecto retórico, cl ob.jeto verdadero del control
del hablante no es el evento mencionado sino cl oyente: el liablatite iinpoiie cl
elemento de control con el propósito de mai~ipularde alguna manera la intcrpret:i-
ción que el otro participante en el evento de habla da a la proposición.
I 5 ~ o siipiiesio
r que inarcnr la expresidii coi1 el reportativo -.s/r~serla absurdo.
I ~ N U una explicaciúii basada cii el "conociiiiieiiti~mutuo". VCasc Spcrbcr y Wilsoii ( 1 986)
iiiteiiio dar
(loiitle se preseiita una crítica amplia de tales arguiiieiitos. El cleiiici~tofuiidaiiiciital ~ i q u iio
í es i i i i ilsiiiiio
y la iiitcrpretacióii del hahla~ite.
dc las coiidicioiies dc vcrdad, siiici de la ~oiiccliiu~ilizacióii
4.6 EL EVIDENCIAL DIRECTO Y LAS ORACIONES INTERROGATIVAS
I7~:reoque csto podría apoyarse cii cl hecho de que las iiarracioiics persoiiales piiedcii a nieniido riiiiiiir
la marcacidn evideiicial directa, iiiieiiiras quc las preguntíüs que prototipicameiite solicitati iiiforn~iiciíiii
casi nunca la omiten. Véasc tainhién la secciíin 4.6.4 sohre el inarcador dc preguntas aliriiiativas/iic-
gativas.
presiiposicióti o es dcl triisfondo--- pero el hablante desconoce 1111 elernelito de In
proposición" (Givóii 1990:793).
BAsicainente, estas descripclo~~es
gener~ilcsde Iris ii-iterrogacionesme parecen
correctas, sólo añadiría que una prcgunta prototip~camentecontiene una "precoli-
ciición preparator~a"de cluc cl oyente puede proporcionar la inSorrnrición que 1':iI~a
(vCnse Levinson 1983:240). Desarrollaremos esta idea, pero antes considerai-cinos
In naturaleza formal de las preguntas del wanka.
4.6.2 Ln estructura gramatical de 1rr.rpreguntas del wanlln
Las preguntas de contenido del wanka se forman con un prri~ioinbrcintcrro-
gativo (como imn 'qué', imay 'cuándo', mnycrn o pi 'quién', ctc.) seguido por el
evidencia1 directo -mi, como se ve en (107).
( 106) ¿I~iiny-mi Wnnkayi~u-pi kuti-rntl-la?
cuiíiido-U1R Huaticayo-ARl, regresar-LEJOS-1'SL)
'¿Cuárido regresó 61 de Huancayo?'
Idos dem6s evidenciales (-rlzra y -shi) pueden aparecer cn lugar dc -mi, coino
t~iinbiénpueden aparecer los sufijos -tan, -rntr y -1n. Solamente me ocuparé de los
evidericiales, y en este capitulo hablaremos espccíficamente del evidencia1 directo.
(Se IiablnrA de la presencia de los dem6s evidenciales en interrogacioncs en los
capítulos correspondientes.) Los siifijos no evicicricinles que aparecen en 1:is
interrogaciones se refieren a efectos retóricos que no corresponden al prcscnte
estudio. l8
Las preguntas afirmativaslncgativas se indican por medio del sufijo -clizlrt.
como se ve en (l07a y b).19
1 X ~ e r r d t ~ - l ' a l ~ i(1076:1:235)
i i ~ i ~ i ~ dice qiie las preguntas de coiitciiido cun -tizi "resultari iiictros corlescs"
qiic las prcgLiiii:is coi1 -torr, lo cual iiiiplica que csic iIliiiiio es el iiiarcador prcfcrciicial rlc las preyuiitns
de coti~eiiidiio que se ciiiplca eii siiseiicia de otro. Auiiquc es cierto qiie eii otras varicdadcs parece qiic
-toq (que histiiricainciitc cori-espoiide al -tnn del waiika) I u c r ~el iiiarcadiir por auseticia dc otro, la
itivcsiigacicíii cliie he realizado iiidica prccisaiiiciite lo coiiirarin eii el waiika. BI cvidciicial dii-ccio parece
ser cl qiic aparece por ;iuseiicia de otro, iiiiciitras quc -ton, coiiio se dijo ariterioriiiciitc, sc :isoci:i coi1
uiiii actiiiid rle desprecio por parte dcl 1i:ibl;iiiie. Los siiil.ios -con y -1rr se asocia11 taiiibitrii coi1 otros
cfcctos rctcíricos y su estutlio no correspoiidc al prcseiitc irab-ju. Eii caiiihio. eii el quichua dc Iiiibahtii-ii
17;irew que uiia prefiiiiita inarcadn coi1 el cvidciicial tlirecto es rctiirica puesto que lil perstiria que hacc
la pregiiiiia coiiocc la rcspucsta (C:olc 1985:17). Véaiise Ployd (1985) para iiii esiudio de -ton cii el
warika y Diaiia Weber (1 976) pan1 1111estiidio de la ~lifercnciaciitrc -taql-rnq en el quechua de Hudiiiico.
l 9 ~ cxliortaiivo
l lieiie t;iinbieii la fornia -chuii 'imperativo de tercera persoila' como cii c.h(,ytii~lirr(.lti,rt
'que se:i así' Nii tratareiiios dc esto aquí.
4.6 EL EVIDENCTAL DIRECTO Y LAS ORACIONES INTERROGATIVAS 127
2% un grupo de variedades quc sc hablan desde Ancash hasta Dos de Mayo el inarcador de preguntas
afirrnativaslnegativas es - k c ~ .
se omite. Una expresión corno Tannnkfn linchu se interpretarí:~ como negativa.
Adelanr ( 1 977:78, nota 2) obscrva lo inisrno cii el quechua dc ' ~ ' a r i n a . ~ ~
Datos de variedades vecinas corroboran 1111 aniílisis según cl c~ialel rnarc:idoi-
de preguntas dc afirmacióti/1iegacibn -chzlrz se ha dcrivado del iiegntivo -clll~
seguido por cl cvidencial directo -/n/.El marcador de pregunta de afirninciólilnc-
gación es -rhzirn en el cluechua de TTuancnvclica y Ayacucho (véasc Solo K L I I /
1976: 120), y también en algunos dialectos del wanka (véase R6ez 19 17:67). (Como
se recordarti, un evidencial pierde la vocal final cuando se afiade a ' ~ i i ~síla1ii:i
a
abierta: es decir, -rhum< chu+ml.) La alternancia morfofonCmica cntrc -mi y -11
se registra cn por lo menos dos lugares: cn el Cusco donde -11 es la forma reducida
del cvidcnciiil directo (véase Cusihuamán 1976:240-241) y en Ancn~h,donde
Parker (1976:147) sugiere que iino de los marcadores de pregiintris de contenido
-rrtn podría ser la fiisión de -rnq y -mi.22
El hecho de que -chut1 se deriva de la combinación negativo-cvidenci¿il
directo queda corroborado ademhs con evidenci:~que se cncucntrri dciitro de la
inisma variedad. El negativo se ha fusionado también con los otros dos cvidcncinlcs
para formar los sufijos -rhuchr y -rhtl.rlzr. I,a ctiinologin dc -chutvl~r.,qiie ~ntlica
'preguiiiarsc' (véasc cl ejeinplo [ l 121) es sin diida la f ~ ~ s i óden -chu y el corijetiir:il
-r.hrn. El ~iegativotambién se ha fiicionado con el reportalivo -ski para formrir
-c.hus'lzr (véase [ l 1311, ciiyo qignificado preciso no se ha dctcrrninado todavía, pero
110 posee un elemento reportativo quc sc pucda identificar claramente. Sil forma
inicial habría sido -cliu.rh, con una sibilante no retrofleja [S]. Coii In pérdida de s ~ i
sentido reportativo, sc habría registrado iiiia erosión foriológica al ~ ~ I ~ c : I I . s c cl
proceso normal que convicrtc a [S] en In retroIle.ia [S] en el ambiente de ~ i n avocfil
no anterior. De esta manera, -chun, -chtrrhr y -c/tiishr forman Lin priradigma regiiliir,
cluc, scgún Lehrnnn~i(1985) (citado en Hopper 1991 :20), cs a imeniido coricomitrinte
con la gramaticalización.
-- -
p
.----
2 1 K . Wchcr y N. Wchcr (1970:22-23) hliccii Iri iiiisiiia ohicrvacicíii para el quechua dc fluayl:is, pci-o
ailadcii adciiiis quc sc diferciiriaii por el seiiiido de cortesía que coii~uiiican:la Ioriiia qiie i i o Ilev;i
iiiaiiaiii sc considera inás briisca. y descoríés.
2 2 ~ proceso
1 de gri1maticalizaci611que el evideiicial tlirecto Iia suliido cii csicis casos es hastiiiitc tíliico
[iiics iiivolucr~crosi6ii Ioiiolfigica y debilitaiiiieiilo seiiiáiitico. Ihrpciitcr ( l OX2:3 16) iiiciicioiin iiiiii
~~eciili;iridad iiiteresaiile eii el proceso de graniaticalizaciiiii: parcce q ~ i ccii :iIgiiii:is viii-ie<l:~tlesclcl
Eciiador el evidencia1 directo se ha coiivcrtitlo eii 1111vcrhn iiidcpciidiciitc. El e.jeiiiplo que da cs cl
eqiiivaleiite de nli.nii 'es huetio' del Iriihahiira eii el qiiichiin de Salasaca:
4.6 EL EVIDENCIAL DIRECTO Y LAS ORACIONES INTERROGATIVAS
alli.lladi rni.shka
'Es buenolEst&bien'.
Aunque no da la glosa morFémica, la comparación entre los dialectos indica que alli cs 'bueiio',
-1ladi es uiia variante de -llataj, un intensificador, y -skka es un afijo verbal. Según Peter Landerinün
(cornunicacióii persoiial), sc Iian registrado casos semejantes de reinterpretaciún sufijo-a-verbo en otros
dialectos del quechua del norte.
130 4 -MI: EL BVIDENCIAL DIRECTO
2~[:usihuatiián dice que el reportativo aparece eii pregiiiitas, pero Pcier Liiiideriiiaii (coinuiiicaciliii
pcrsoiial) dicc qiie cualcluicra dc los cvidciiciales pucdc aliarecer.
c r986:48) inciicioiia algo setiicjailte en SLI aiiálisis del evideiicial sensorial iiri visual del
2 4 ~ ~ h l i c h i (1
wiiii~icuaiido dicc: "La expcrici~ciasetiscirial iio visual es sieilipre la que correspoilde al habliiiiie salvo
cii las intcrrogricioiics cn cuyo caso es dcl oycnte". Los daius del wiii\u tanibi&ilsiigiereii que Iii presencia
de evideii~ialese11 prcguiiins cs iiiucho iiiis difuiidida dc lo quc sc esperaría.
4.6 EL EVIDENCIAL DIRECTO Y LAS ORACIONES INTERROGATIVAS 13 1
evidencia1 directo en los sueños y en las citas textuales. Se dijo que el fondo que
sirve de base para la interpretación de una escena posee ramificaciones para la
comprensión del oyente. Este concepto resulta relevante aquí también; sugiero que
una pregunta es un estíhulo por parte del hablante para obtener la perspectiva sobre
una conceptualización que solamente podría ser provista desde el fondo del oyente.
Consideremos el rol del oyente en una comunicación típica. En una
declaración (véase la figura 29) el hablante (H) da una conceptualizaci6n junta-
mente con la interpretación elegida, mientras que el oyente (O) es el observador
objetivo.
La figura 29 muestra que H tiene una relación directa con cierta conceptua-
lizacií,ti [II],mientras que OY tiene una relación directa con toda la escena de H
expresando la declaración. La relación de OY con [II]es indirecta, en el sentido de
que su conceptualización de [ p ] sólo proviene de la declaración y la interpretación
de H. Es posible pensar que el fondo de H es un fondo substituto para OY a través
del cual éste tiene acceso a la conceptualizaci6n de H. En una pregunta (figura 30)
esta configuraciOn se invierte, es decir que el hablante interpreta la relación entre
el oyente y la proposición enunciada como una relación directa; su relación con
b]es sólo una relación indirecta. En tal caso, el fondo de OY es un fondo substituto
para H a través del cual éste trata de obtener la perspectiva de OY.
4. -MI: EL EVIDENCIAL DIRECTO
2s1.a dilerciici:i ciiirc prcguiitas inarcadns coi) -chra y las iiiaicadas ciiti -1'1 tio sc ha deteriiiiiiado aiiii
4.7 RESUMEN
4.7 Resumen
Los datos presentados en este capitulo destacan dos aspectos rluc se ci-ilrcla-
znn: la naturaleza radial de la categoría cvidci-icial directa y el rol que iin tipo de
su~jetivaciiiii desernpeíía en 13 cxtcnsiiin del li~iderode la categoría. Se ha
demostrado que es preciso cconsiderar el evidencia1 directo desdc 1:is pcrspccliv:~.;
dcl esquema y el prototipo. El valor e.;q~ieiniticcide -lnl cs quc indica la rcspoii-
sabilidad que un participante en uri evento de habla asurnc en cuanto a la veracid,icl
de una prcdicaci0n. El valor semántrco prcitotipico dc -171r es, en cainbio, el de
marcar 13 fuente de iliiormncióri: indica la cxpcricncia directa del hablante corno
testigo prese~icialsobre la que se basa sil resporisabilidnd vnlidacional.
Aunque la experiencia dirccta provee la justiiicación principal para la ccrtc/a
del Iiablantc, la justificación no se limita a la experiencia directa. La certidumbre
puede basarse en el nivel de control que el hablante considera tener sobrc uno
circuilstancia; el mejor ejemplo de ello so11los cventos que corresponderi al fiitiiro
inmediato del hablaiite. Se deinostrí, liiego que varios efectos retóricos surgeri por
la imposición de itn eleincnto de control por parte del hablante en evento? que por
~iatiiralezano cstán dentro de su ámbito de control, y que esos efectos podrían
ii-ilcrprctarsc como un tipo de control iubjetivizado. Por último, sc ha dcinoslrado
cómo la sub.jetivacióri de la responsabilidad y la ininiilencia motiva el enipleo dcl
evidencial directo en las preguntas.
El anjlisis describe el evidencia1 directo cn oraciones dec1:irativas c ii-iteri-o-
gativns en los mismos térmiiios; cs dccir que implica una relaciói-i de interpretación
directa ei-rtrc un conceptualizador y una conceptualización (véase el capíiulo 7).
5. -CHRA: INFERENCIA Y ATENUACION
5.1 Introducción
En este capitulo se estudia la semántica del evidencial conjetural del wanka
-chra. Como en el caso del evidencial directo, veremos aquí el esquema y el
prototipo así como varias extensiones. En cuanto al esquema, -chra indica atcnua-
ción en algún campo. El caso prototipico se relaciona con la atenuación en el campo
validacional, donde -chra indica que el hablante no asume responsabilidad por su
evaluación de la factibilidad de un evento no experimentado o no corroborado.
Como marcador de "fuente de información", -chra puede marcar una declaración
como una inferencia; es decir, como algo derivado por medio de un proceso mental
en el que se llega a una conclusión a base de algún tipo de evidencia.
El efecto atenuante esquem6tico de -chra en el campo de los mandatos se
evidencia en eventos en segunda persona y tiempo futuro. En lo que se podría
llamar "el campo psico-emocional", -chra atenúa el grado en el que el hablante se
identifica con una proposición. En esta categoría se encuentran varias extensiones
convencionales: "aquiescencia", el empleo de -chrn en construcciones interroga-
tivas, ironía e inferencias en primera persona (IPP) -un tipo de "pregunta"
retórica. Como en el caso del evidencial directo, estos últimos casos muestran que
la subjetivación intra-fondo de algún aspecto central de la interpretación es un
factor importante en la extensión de la categoría.
5.2 Marcadores conjeturales en las lenguas quechuas
El sufijo conjetural de las lenguas quechuas se presenta en varias formas:
-ch(i), -ch(a), -chr(i), o -chr(a) según la variedad. El evidencial conjetural tambiCn
puede perder la vocal final cuando sigue a una sílaba abierta.
Las descripciones de este sufi-jo, por lo general, son muy breves, expresadas
a base de conceptos tales como especulación, falta de responsabilidad. probabilidad,
posibilidad, duda e incertidumbre (véanse Coombs, Coombs y Weber [1976: 1541:
Cerrón-Palomino [ 1976a:239]; Cusihuamán [ 1976:245 y sgts.]; Soto Ruiz
[1976:124] inter nlia). Weber (1989:425 y sgts.; 1996:551 y sgts.) es el único que
nota aspectos muy intrigantes del conjetural en el quechua del Huallaga, tales como
el hecho de no poder aparecer en casos cuya semántica es claramente conjetural.
Por ejemplo, a la pregunta: ¿Por qué no,funciona tu reloj? dice que aunque las dos
respuestas (1 16 a y b) son gramaticales solamente (1 16a) es aceptable como
respuesta correcta:
5.2 MARCADORES CONJETURA1,ES EN LAS EENCiIJAS QUECHUAS
para la totalidad semintica del sufijo, que comprende conceptos sobre la "fuente
de información" tanto como conceptos "validacionales". En lo que se refiere a la
fuente de información, el sufijo marca una gama de fenómenos que se extiende
desde una inferencia, descrita aquí como una concl~isiónplausible pero no corro-
borada que se extrapola a base de la evidencia disponible, hasta una especulación
o conjetura; es decir, una hipótesis que, en comparación con una inferencia, se
formula sobre una base no tan claramente identificable. En cuanto a lo validacionnl,
el sufijo comunica que el hablante no asume responsabilidad sobre una proposicitin,
un concepto graduable del que nos ocuparemos más detenidamente en la sección
5.6.
5.3 Significados de -chra
La red semántica del sufijo conjetural del wanka -chra se da en la figura 3 1.
Desde el punto de vista esquemático, -chra comunica atenuación de los campos de
la verosimilitud, el psico-emocional, el de los directivos. Los porcentajes indican
la frecuencia de su empleo en cada uno de sus significados convencionales en los
datos. Mis adelante se vuelve a mencionar esto.
En cuanto a la responsabilidad asumida por el hablante, el efecto atenuante
de -chra da un significado de falta de responsabilidad que se manifiesta como
evaluaciones de la probabilidad. La verosimilitud es un concepto graduable que
posee por lo menos tres valores: posibilidad, probabilidad y necesidad epistemo-
lógica (vedse la sección 5.6).
El efecto atenuante de -chra es evidente en otros campos. Cuando marca
eventos de segunda persona en tiempo futuro, disminuye la fuerza del mandato y
lo convierte en una exhortación suave. Aparecen también otros sentidos conven-
cionales que corresponden a algún campo psico-emocional. La aquiescencia, las
inferencias de primera persona (que tienen cierta seme+janzcon las preguntas
retóricas), las expresiones irónicas y el empleo de -chra en oraciones interrogativas
pueden considerarse como extensiones de un concepto prominente que se encuentra
en el centro de la probabilidad y la inferencia. La aquiescencia cubre un juicio de
verosimilitud con una actitud de resistencia. Los otros tres sentidos son el resultado
de la subjetivación intra-fondo de la conjetura. La presencia de -chra en las formas
gramaticalmente interrogativas indica una situación en la que el hablante no está
seguro de la relación entre el hablante y la proposición expresada. En los dos
empleos "retóricas" -la ironía y las "inferencias de primera persona" (un tipo de
"pregunta" retórica)- el hablante no participa en la formulación de la inferencia.
Sin embargo, el efecto retórico del enunciado proviene de una inferencia que se
espera que el oyente haga. Los empleos interrogativos y retóricos de -chra podrían,
pues, considerarse coino la reorientacibn, ya sea del aspecto validacional O
evidencia1 de la interpretación prototipica de la proposicií,~~
cn cuestión, hacia el
oyerite. En las secciones 5.8.1-5.8.5 se prcscntan estos sentidos de manera inás
detallada.
ATENUACION
inferencia
exhortación suave
10%
I
l .
,
I = inferencias. 21%
no pirdiera llegar a casa hasta m6s tarde. O podría scr una llamada de la policía
para inforinarrne que está detenida por golpear a iin cajero impertinente de la tienda.
Como una extensión de la figura 32, la figura 3 3 muestra que un trozo de
"evidencia" (EV) puede servir de entrada para que el conceptualizador reconstrirya
un núinero cualquiera de cadenas de eventos o historias (H., Hh, H, ...). Una porcióil
de la historia puede luego elegirse y marcarse como una inferencia (I,, Ib, 1, ...).
Hb
&
0
/ I
4
0
H, irrealidad
0
'* ----,,
d ----
cónceptualizador
Cabe enfatizar dos asuntos. En primer lugar, es importante notar que el evento
elegido como la inferencia se refiere a una conceptualización no corroborada. Aiin
en el caso en que la extrapolación fuera en realidad basada en hechos, al momento
en que se formula la hipótesis es, desde la perspectiva del conceptualizador, tina
especulación de tipo inherentemente irrealis, y por lo tanto no abarca parte de la
conceptualización que el hablante posee de la realidad en ese momento. En segundo
lugar, es la situación hipotética, y no 13 situación percibida lo que típicamente se
144 5 . -CHRA: INFERENCIA Y ATENUACION
2til hecho de que sciliiineii~eel 1 S%)de los casos dc -c.lir.u reflcja iiifcrciicias propianiciitc dichas iio va
contra sil status prototfpico. 1.a iiecueiicia estadística iio sienilire ccirrespoiide coi1 la 131-ototipic~litlxl
(vdase Shirai 1990).
5 . -CHRA: INFERENCIA Y ATENUACION
pllli-mzt-ln-a] ni-.rhnn-chra.
andar-1,E.I-I'SD- l dccir- IIWT-CONJ
'Les dire [He viajadoIaiid3do por todos los alrededores de Ilu,?~ii~co.]'
b. P: [ M a s knlu-kzlnn-ktn li-la-u] ni-nki-chra-YL.
iil~s IC~OS-PI,-A(' ir-PSI)-1 decir-2-C:ONJ-ENI:
'Si, diles [Hc ido rnis lejos]'.
(C'oino muchos ejemplos anteriores, (13 l a y b) coi-itienen discurso incrustado,
la diferencia 3ql1í es que las citas iricriistadns no llevan 1n:ircadores evidenciales.
Pero csto no tiene relación con lo tratado aquí, puesto clue lo qiie nos ocupa es la
innrcacici~xqiie aparece en el verbo cjtativo.)
Veamos especialmente la rcsp~iestade Iri inujer en (13 lb). E1 contexto 110
sugiere qiie lo cluc dice es el resultado claro del proceso de infercii~ia;es decir que
n o parece ser iiiia conclusión quc c113 hubiera sacado a base de uii:i observación o
la percepción del contcxlo inmediato, o de algUn otro modo. MAS bien reafirrria y
cstiinula 13s ideas del esposo.
La situación en ( 1 31b) no se intcrpreta como inminente ni temporal rii
Gsicainentc; cs sólo una posibilidad que sc percibe coino rcalizríndose cn algún
tiempo no especificado en el fiituro, quizA días o meses después del tiempo dcl
evento dc hiibla, y en iin lugar bastantc alejado del lugar donde se rcaliza la
co~ivcrsacióri.Es dccir que existc iina distancia tcmporal (y física) considerable
entre el evcnto de habla y la posible rcnlimción del evento lndicado en la expresión
marcada cori cl conjetural.
Tal separacicíii sirve para dismiriiiir el control del hablaiite sobre el oyente y
suc acciones. Puesto yiic no est6ii cn la situacióri en la qiie el hoinbre podría cn
5 . S EMPLEOS NO PROTOTIPTCOS 153
realidad hacer lo que sil mujcr le dice que haga, la mujer e-jerce iiiuy poco control
sobre lo que el hombre haga o prieda hacer. En consecuencia, (13 1b) no se entiende
como una "exigencia" para que el oycnte responda inmeditarncnte; el oyente cst6
poco obligado o no esta obligado a realizar la accióri. El efecto de (131b) pucde
ser el de estimular las acciones del oyente eii un sentido determinado, pero, según
los hablantes nativos, no posec la fuerza o el impacto que la misma declaración
tendría con el evidencia] directo.
De la misma manera, en cl contexto anterior a (1 32) la m ~ i j e había
r expresada
duda en cuanto a algo quc su esposo había dicho sobre su visita reciente a iin miisco.
E11 ( 1 32). el hornbrc le dice qric preguritc al amigo que estuvo con él para confirmar
13 veracidad de lo que h a dicho:
(132) [Rnnsun-ch~~rzc.hoy-nz~ kn-ña] ni-rzkl-chr-nri
tlc.veras-SN? ese-SXM ser-PNARR decir-2-C'ONJ-ENF
'Entonces pregúlilalc si verdadcrarnente fue así. (Lit. Eilionccs dile [i,f.iie
de veras así?])'
Puesto que el amigo no est6 prcsente en la conversacióil, la orden no pucdc
realizarse, por lo menos no inmediatamente. Así que rcsulta lógico pclisar que en
(132) el esposo solamente anima a sil esposa a investigar el asunto en algún
niomento no especificado en el futuro. Como en el ejeinplo anterior, el hablante
no corisidera que tiene un grado fuerte de control sobre las acciones del oyente, y
por lo tanto la respuesta de éste tiene poca importancia. Solamente le importaría
si esperara que la oyente hiciera lo que le sugierc. Pero no me parece que esa
expeclativa sea parte del cuadro.
( 1 33) Pctagcr-llnn-shrnyki-chrn-n.
pagar-CRT- l>LFIrI'-CONJ-EN I'
'Supongo qiic te pagaré, entonces'.
( 134) Tn1)n-chi-rnzl-flan-shrn lciki-n dcrañiril-lczr-kn~-chr.
sciiihrar-CAUS-I,T:J-(zl<l.-IFUTiiiisiiio-3 dailo-KEF-DEF-A('-(:ONJ
'Creo que sembraré semilla allí mismo dondc fue el daño'.
A diferencia de los ejemplos que vimos en cl capítulo 4 en relaciói-i con la
intericionalidad, el sentido que se comunica aquí es el de resignación con respecto
a un evento.
Otro c.~emploproviene de la discusión doméstica mencionada aiiteriormentc
cn la que el hombre ha dejado a su esposa por varios días. Cansado de oír las quejas
dc 1a mujer sobre su comportamiento, el hombre dice entre dientes ( 1 353) coi1 el
evidencia1 directo -mi. El contraste entre csta oración y (135b) con -clircr es
aleccionador:
recultado
Dijimos que en una pregunta con -miel hablante interpreta al oyente como
que mantiene una relación directa con la proposicibn y por lo tanto estB en posición
de dar la respuesta solicitada. Es decir que las preguntas marcadas con -mi esperan
respuesta.
Se puede proponer un análisis paralelo para las preguntas marcadas con -c.hrn.
I,a responsabilidad validacionnl que típicamente se asocia con la conjetura -fi~lra
de responsnOilidnd- es lo que se establece entre el hablantc y la metaproposición,
es decir que el hablante no esta seguro o no asume responsabilidad en cuanto a si
158 S. -CHIZA: INFERENCIA Y ATENUACION
Sperbcr y Wilson dan la descripción cl6sica de ironía coino "decir utia cosa
y querer decir, o implicar, lo cotitrnrio" (Sperber y Wilsoii 1986:240). Siii embargo,
scfialnn que ~ i n adefinición coino 6stn iio es adecuada para describir la iiatiirnlczn
gciicral de la iroiiin; no explica la diferencia entre lo que ?e reconoce como caqos
de ironía propiamente dicha de lo que seria tina "prhcticn extraha" de tincer
deliberadamente declaraciones falsas para coiniinicrir la verdad. M6s bicn, sugici*cn
que la ironía propiamente dicha "hace eco", cs decir quc "es una 111lcrprct:lciríndc
tin pensamiento de alguien que iio es el hablantc" (Sperbcr y Wilson l9X6:24 1 ).
Ilaiinan sostjene algo scrncjante a lo que diccn Sperber y Wilsori en ciiriiilo al
160 S . -CHRA: INFERENCIA Y ATENUACION
sarcasmo (forma muy cáustica de ironía)J cuando dice: "El sarcasmo es posible
-y en efecto, es casi lo que se espera- sólo en los casos en los que existc nlgiiiz
reconocimiento de los dos marcos de referencia: el del hablante y el de la persona
que cita al hablante" (Haiman 1989: 149).
Para que haya ironía, entonces, el hablante hace eco del pensamiento o la
opinión de una persona cspecifica. Pero el hecho de hacer eco de la opinión de iina
persona no constituye en sí ironía. Sperber y Wilson (1986:240) dicen que los
enunciados de eco pueden cubrir una gama completa dc actitudes del hablante
"desde la aceptación y la aprobación completas hasta el rechazo y la desaprobacirín
completos". La ironía involucra lo que Haiman (1989) llama "alienación"; es dccir,
iin tipo de distancia psicológica entre el hablante y la situación mencionada. Dc la
misma manera, para Sperber y Wilson, la finalidad principal de la ironía cs
ridiculizar la opinión repetida como eco: "La opinión expresada por iiri enunciado
irónico es siempre de rechazo o desaprobación. [...] La hablante se dcsvincula de
la opinión repetida c indica que na es su propia opinión" (Sperber y Wilsoti
1986:239).
Teniendo en cuenta estas observaciones, consideremos el papel de -r.hrrr en
el siguiente di6logo. Los intercambios convers:~cionales de (143a y b) sigiicn
inmediatamente despiiés que la mujer se ha quejado de que su esposo había estado
tomando por varios días y le había dejado todo el trabajo a ella. Nótese especial-
mente la respuesta de la mujer en (b):
(143) a. Pero chay-pna-rhr-nri wnlmi-i Xrn-nki nila.
pero ese-PROP-CONJ-ENFmiijer-1P
ser-1 qué
~Irnn-pan-tan knrujil nn?
quC-PKOP-DESP carajo ja
M: 'Pero eso eres mi mujer. [Si no es para eso] ¿entonces qué,
carajo?'
3 ~ ~ e r bye Wilsoii
r (1986) iio mencionan diferencias ciitrc la ironía y el srircasiiio, qiiizd porquc iio es
itiiportaiite para sus fines. Adoptarf aquí esc inisino criterio. Siii cmbaryo, Ilaiiiiaii (1990:187-lRfi)
señala varias diferencias que vale la pcna iiieiicioiiar. La iriinla puede scr inocente: "LIII hahlaiiie iio
tiene que cstar coiiscienie dc que siis palabras son 'falsas"'. I'ero para ser sarcástico, el hüblaiitc debe
sahcr que lo quc dicc no cuincidc con Ia verdad. Los ckcios dc la ironía son, adciniis, mucho inis
suavcs, inieiilras quc cl sarcasiiio cs agresivo y cáustico. Eii efecto, su etiiiiología [dcl gricgo snrko,strrti,s
i-elacioiiado con sorlirr,-eiri 'arrancar la carne'] rctleja la iiiteiicifiii primordial quc tiene de Iicrir,
ridiciilizar o de soineicr a otro a vilipendio.
5.8 EMPLEOS NO PROTOTIPICOS
4 ~ s t eejemplo sc difcrci~ciadc otros casos de ciiscurso incrustado tiiciicioiiados aiiieriormeiite eii qiic
lleva iiiarcador evideiicial s61o cti la ci~n/peiisatnieiitoiiicrustado y tio cii cl verbo priiicipal.
162 S. -CHRA: INFERENClA Y ATENUACION
INFERENCIA
hablante
IRONIA
situación >> inferir >> enunciado -chra >> inferir >> metamensaje
hipotética I I
1 1
1 1
hablante oyente
5.8 EMPLEOS NO PROTOTIPICOS 165
5 ~ qire
o "aislado" a inenudo implica es una situaciúil sin contexto. pero la existeiicia de ese tipo de
situacirin es materia dc debate (vi5ase I)insmore 1979). [,o mhs probable es que el oycntc construya un
contexto en el que sería válida la iiiterpretacidn prototípica
166 5 . -CHRA: INFERENCIA Y ATENUACION
de vista; por e.jemplo, los discursos políticos. la propaganda, etc. En efecto, J. Fiank
(1 990:737) sugiere -..a diferencia de Brown y Levinson (1978)- que las preguntas
retóricas 110 sirven para "norinalizar las relaciones sociales al balancear la nececi-
dad de 'guardar las apariencias' del hablante y el oycnte. C...] Las PK ...se
eizcontraron con más frecuencia en coriversaciones en las que predominaba el
conflicto". Parece que son el reciirso principal utilizado por el hablante para
persuadir a su interlocutor o "ganar" el argumento. (Véase IIaviland (1 987) sohrc
la conexi61i entre los evidenciales y los argumentos en el tzotzil y el warlpiri.)
LJn:i IPP no es, en efecto, grainaticalmente interrogativa. En cuanto a su
forma, marca con -chra un evento realis cuyo s~ijetoes la primera persona, como
se vc el1 el ejemplo (148):
( 148) Y L I ~trnhcrjzd-zl-to-ch~'~~-flupyn-km-rnzl-u.
yo iraba~o-l I>-AC'-(:ONJ-'IOIJ tornar:licor-KEF-LEJ-1
'(Siipongci) que bebo mi trabajo (es decir, lo que gano)'.
Pero cxisten dos iiidicaciones para que estos fenómenos pucdan considcrrirse
31 lado de las preguntas retóricas inrís prototipicas. Por un lado, las glosas dadaq
para eslas construcciones por los asesores quechuahablantcs a mciludo ticncn la
fiirrn:i dc pregiiritas retóricas. El ejemplo :interior podría también tl-ndiicirse corno
~ Q Ii~nportn
I ~ s i l~eholo que gnno.? Se encuentra tambiéii 1111 paralelo de la
setnejrinza entre las preguntas propiamente diclias y las inferencias prototípicas y
la semejanza que existe cntre Iris 1'R y las IPP. Tanto las preguntas que solic~tan
informacicín como las inferencias prototípicas señalan vacíos en el conocimiento
del hab1:intc que se lleilail de maneras diferenteq como se ha mencionado cn o t r a s
secciones del presente estudio. Pero cn las PR (en una definición) y las IPP -que
tienen formas idénticas a las de sus contraparte? antes rnencioriadas-- iio cxisten
v~iciosen el conocimiento del hablante, ~ i n oqiic se einplean para presentar iin
plinto que debe discutirse (véase el cuadro 5). Como en el caso de la ironía, la
elcctividad de estas dos constr~rccionesdepende de quc el oyentc haga la inferencia
correcta, y por lo tanto la subjetivacirín intra-fondo de alguna faceta del prototipo
desernpeiía también un papel en este caso.
iarnhiiln puiitos dc vista coiillictivns eii cii:iiiio :l !a firiiciúii de Ins preguntas retiíiicas. Fraiik dicc rluc
las prcguiitas rctóricas se eiiiplciiii para pei-iiiitir al tiahlairte haccr dcclaracioiics inds í'ucsics que liis
que Iiaríii por medio de asercioiies siii~ples( J . Praiik 1990:726). Pero esto parece estar eii coiitlicto coii
Urriwii y Lcviiisori qiiiciics coiisidcraii qiic Iüs pi-eyiiiitas retciricas iiidircctatiiciitc scalizaii 'accioiies
q i ~ camciiazaii las huenas ayiaricilcias' (vtnsc Drowii y Leviiisoii 1978). y así ateiiúan la fiicrza dc In
declaraciiíii.
168 5. -CHRA: INFERENCIA Y ATENUACION
forma gramatical
no-
interrogativa
interrogativa
Es interesante notar qiie las traducciones que se da11 para las expresione? relevante?
iio hacen ninguna referencia a una fucntc dc información dc segunda inano, pcio
desrifortunadfimcntc Webcr no da ninguna explicación en ciianto a la motivncióil
para ~odificarloscori el reportativo. Aquí también estos hecho? sugiere11 qiie In
categoría -shi es m5s cornplcja dc lo qiic parecería a siniplc vista.
Alg~inosestudios un poco inhs amplios de los reportativos en otras leiigiiLi\
sc encuelitrnn en Casad (1992), Slobin y Aksu ( 1 9X2), Aksu-Koc y Slobiil (1986)
y Blass (1990). Estos estudios n o solamcntc idcntific:in un iiúmero de LISOS
aparentemente dcsjgualcs, sino que tambiéii trata11de uiiificarlos de algu~iamaiici*u
cohereiltc.
Blnss (1990) rebate de modo convincente el plinto de vist:i de Palmer ( 1 986)
que corisidera al report:itlvo coino u11 evidcncial con una fiinción inad:il. El
reportativo ré del sissala (iin idioma dc la faii-iilia níger-congo) poscc iniichas
fiincioiics. introduce cl cstilo directo e indirecto (funciones del tipo de "inforina-
ción de segunda mano") así como varias "actitudes proposicionalei" lales como
p~nsnr-,rreer y querer. Aparece también en preguntas. Este último einpleo es algo
totalmente inesperado en la descripción de Palmer (recuérdese que en el capítulo
4 se habló de la dificultad aparente para reconciliar el empleo del evidencia1 directo
en preguntas) piiesto que, como Rlass dice: "Al hacer un:i pregunta, el hablante iio
asume responsabilidad por la veracidad de la proposicióri expresada; así qiic, í,cóii~o
puede la presencia de ré debilitar la responsabilidad del hablante (Blass 1990:100).
La solución que presenta es considerar el reportativo del sissala como un indicador
de "riso interpretativo" (en vez de "dc~criptivo").~ (VCase Sperber y Wilson 19R6.)
Slobin y Aksii (19821, y Aksu-Koc y Slobin (1986) dicen que u110 de loc dos
marcadores de tiempo pasado del turco, -ntIs, pasee sentidos que abarcan inferen-
cia, información de segunda mano c ironía, así como conceptos aparcntcmcntc
co~itrariosde desprecio y elogio. Según ellos, lo que sirve de enlace a todos estos
usos es que cl cvento se prcscnta como una situación que el hablniite no est6 al
momento completamente preparado para experimentar o asimilar mentalmelite,
"siti~acioiies que se encuentran al borde de la conciencia" (l986:163). Este
coi~ceptoes importante para la comprensión de la presencia de -shi en las
adivinanzas y las preguntas de desafio en particular (véase la sección 6.3.2.1).
Casad, por su parte, identifica seis empleos del reportativo yec del cora, y
dice que las escenas coiiceptuales relacionadas con cada uno de los iisos "se basan
en la recapitulación dc 1111 evento verbal, mental o de habla" (1992:176). El
resultado es una categoría radial con miembros cuyos sentidos "se diferenciari
principalmente en que un hablante puede decidir destacar un juego u otro de rasgos
de un esquema conceptual básico de conversación" (1992:176). Esta manera de
ver las cosas permite que muchos sentidos entren en una sola categoría, sin que
todos esos sentidos tengan que poseer los mismos elementos semánticos. Como se
ver& algunas facetas de un evento de habla recapitulado da origen a las extensioiies
que también resultan en una estructura de categoría radial para el reportativo del
wanka.
Resulta, pues, evidente que es preciso explicar con más detenimiento los
empleos del reportativo en los idiomas quechuas, y que la aplicación de los
conceptos y los métodos empleados en otras descripciones puede ser de utilidad.
En lo que sigue del capítulo se trata de llenar en lo posible ese vacío.
6.3 Los empleos de -shi
La red semántica del sufijo reportativo se da en la figura 39. (Veánse los
comentarios sobre los porcentajes en las secciones posteriores.) Esqiiem5ticamcn-
te, -shi marca la información como reveladora. La información revelada cs
conceptualmente diferente de la información a la que uno llega por medio de In
experiencia o de un proceso lógico. Existe un elemento de "descubrir" y no de
simplemente mostrar lo que trae consigo la posibilidad de sorpresa. Desarrollare-
mos estos conceptos en lo que sigue del estudio.
La categoría está formada por dos 6reas principales de espacio semántica que
se traslapan. La primera está formada por la información de segunda mano, los
cuentos folklóricos y las adivinanzas. Aunque estos cmpleos son muy diferentes,
tienen en comiín un sentido "reportativo" en que ilustran información que podría
en algún nivel interpretarse como de segunda mano. Considero que la información
de segunda mano es el prototipo de toda la categoría -shi por las razones que
expongo a continiinción. Los cuentos folklóricos y las adivinanzas son extensiones
especificas del prototipo de información de segunda mano.
En la segunda área semántica están las adivinanzas y lo que he llamado
preguntas de "desafio", y ambas involucran miratividad; es decir, la reacción
subjetiva de sorpresa o admiración (véase DeLancey 1989). El empleo de -slzi en
los desafíos no es de carácter reportativo, pero puede considerarse como una
extensión motivada en características menos centrales de los demás usos, especial-
mente de las adivinanzas. Analizaré los sentidos mirativos de -shi parcialmente en
términos de la subjetivación de aspectos cspecíficos del prototipo (Langacker
1990).
6.3 LOS EMPLEOS DE -SHI
REVELACION
REPORTATIVO
Es preciso mencionar qiie los datos empleados para este capitulo se diferen-
cian un tanto de los que se emplearon para el análisis de -mi y -chrn. El corpus cluc
ha servido para el estudio de la evidencialidad en el wanka está en su mayor parte
formado por coiiversaciones y contierle muchos casos de los evidenciales directo
y conjctural. Sin embargo, el número de veces en que aparece el reportativo cs
coinpnrativamente menor; de 780 enunciados marcados con evidenciales, solamen-
te treinta (3.8%) son reportativos. Eii csos treinta casos solamente estan repre-
sentados la información de segunda mano (29 ejemplos) y los desafios (1 ejemplo).
Sin embargo, sabiendo que el reportativo posee una distribución mucho mayor,
para dar una explicación adecuada de su campo semántico, me ha parecido
necesario ampliar el corpus con otros géneros aparte de la conversación, especial-
mente cuentos folklóricos y adivinanzas. Los porcentajes del empleo de -shi en
estos géiieros no darían indicaciones importantes para su fiinción normal en la
conversación, y por lo tanto no aparecen en la figura 39.
Después de esta introducción, estudiemos en más detalle cada uno de los
empleos.
176 6 . -SHI: I N F O R M A C I O N DE SEGUNDA M A N O
evento comunicativo 2
evento comunicativo 1
2 ~ s t : iresiriccióii es difcrcrilc dc lo q ~ i ccs pcrtnitido cii c l cora, por ejeinplo, doiide LI~I hahlaiile podría
ct~iplcarcl rcportativo para citar al oyente o aiiii citarse a sí tiiistiio (véase Cüs:itl 1992).
178 6 . -SHI: INFORMACION DE SEGUNDA MANO
(152a) esta en estilo directo, (152b) está en estilo indirecto, (152c y d) son
ejemplos de reportativos, información de segunda inano en particular, que se
diferencian en el grado en el que el marcador reportativo se ha gramaticalizado.
En castellano, por supuesto, no existe la posibilidad que aparece en (2d). (Véanse
Andersoti 1986, y Thompson y Mulac 1991 para la marcación de epistemicidad en
el inglés.)
Podríamos pensar en el estilo directo, el estilo indirecto y los reportativos
como perspectivas diferentes de la misma base conceptual ---la de la recapitulación
de un evento de habla (Casad 1992)- en la que el hablante selecciona las porciones
que va a enfatizar. En el estilo directo, el OR se menciona explícitamente y por lo
tanto esta "en escena". Una cita directa es la repetición par excellnnce (véase
Sperber y Wilson 1986) del enunciado puesto que el hablante actual coloca la5
palabras de OR en sus propios labios, por así decirlo, y así "recrea" la interpretación
original de OR. Como se dijo en el capitulo 4, el estilo directo involucra el cambio
de perspectiva del hablante entre dos espacios mentales diferentes. Esto justifica
el hecho de que, además de las discrepancias en la referencia temporal y proiiominnl
que normalmente acompañan a una cita directa, en un idioma como el wanka pueden
aparecer varios marcadores evidenciales en la misma oración, lo cual de otra
manera seria agramatical. Por lo tanto, una oración como El dijo: "Iré n Huancayo
mañana" aparece en wanka con el marcador conjetural -chra o con cl evidencia1
directo -mi:
180 6. -SHI: INFORMACION DE SEGUNDA MANO
311:ira atribuir pcnsainieiiios también sc ciiipleaii las citas tlirecias, Este qciirplo podría también
eiiieiidcrse coiiici Ell)erzsó qrre irirr a Hunncoyo rrrnñnno. (V4ase Larsoii 1978 para u11estutlio ininuciosci
dc lcrs eiiiplcos del eslilo directo eii cl ayuiiruiia de la füinilia jíbaro.)
6.3 LOS EMPLEOS DE -SHI 1S 1
4 ~ priiiier
l sigiiificado adqliirido por los iiiños taiiibi8ii sirve para iiidicai. proiolipicalid:itl. Auiiqiie iio
tctigo coiiociiniento de estutlios que iraten de cstc tciiia, supoiigo qiic este uso es el que se adquie1.e
priincro.
6.-SM:INFORMACION DE SEGUNDA MANO
El hombre piensa hablar más tarde ese día c«n los maestros e a cuanto al trato
que su hija recibe en la escuela. Lo que quiero enfatizar cs que cuando se recapituln
el cvcnto de habla en presencia dc la maestra, aunque no se menciona explícita-
mente la fuente de informacicíil, saberno5 del cot~tcxtoque la fuente cs la inuchacha,
y podeinos estar seguros de que ocupa un lugar prominente en la mente del hablante
al anticipar la confrontacióri.
Consideremos finalrncnte el ejemplo (1 57) extraído de un texto mencionado
nnteriormcnte que tambicn ilustra la manera en que -slti presupone prototípicamen-
te una fuente de información identificable.
(1 57) a. Ii: Wnsi-i-tn nm-shi ynyku-flan-la-nki.
casa- 1-AC tú-REP entrar-LIM-PSD-2
R: '(Dicen que) entraste a mi casa'.
b. M ¿Ml~yan-tan ni-n.
qiiiéri-DESP decir-3
M: '¿QUIEN dice eso?!'
C. R: Nuna likn-n-niki kn-fin nchkll-m
per soria ver -AG-2P niiicho-DIK
ser -PNARR
R: 'Hay muchas personas que te han visto'.
Existen dos indicaciones de que -shi evoca a ui-i individuo cognoscitivame~~te
prominente como la fiiente de información. La primera cs que eso es lo que M
parece quc entiende como la implicancia de (157a): en su rcspuestn en (157b) exige
que se le diga quién es la persona o person:is quc dan origen a estas acusaciones.
Además, nótesc la presencia del evidencia1 directo eii la respuesta dc R cn ( 157c).
Aunqirc la identidad de la fiicnte original de información no se menciona en ningún
lugar del contexto, cl asesor quechua dicc que el evidencia1 directo implica
claramente que la hablante ha tenido contacto personal COI] los individuos cspecí-
ficos y sabe quiénes son los testigos.
Vemos, entonces, que en su primcr empleo "reportativo", -,shi indica infor-
mación de segunda mano que sirve como el prototipo de toda la categoría. -Shi
tecapitiila un evento de habla anterior en el que, para el hablante, la fiienle de
información es un individuo cognoscitivamente prominente e identificable.
de este género. (Puesto que algunos puntos que deseo exponer aquí y en otros
lugares requieren de pasajes extensos de textos, por asuntos de espacio no se dar6
siempre la glosa morfémica.)
(158) "El zorro"
"Unay-shi pulila juk atu llnki llaki mikonaashra mikzryta ashishtiri.
h~haypulishanchruu-shitinkuulun kuniijuwan. CChaychruu-shikunii-
ju nin, "Uy kunpaari, kay wankaapa luliininmanmi jiyakuykun jatu
jntun llutu. d ~ h a l n s h r aniyaa rnikunaykipanmi. 7 Yanapaamcty!"' ~ i p -
fin-shi atuuka: "¿Rasunpa.~""Rasunpam.h ~ o o p ikayta s chnlwkuy ".
i ~ i l k u l - s hkuniiju
i tan'alaachin alli allikta wichayman. j"Uy, yanña-
takmi yaykushra chay llutu chalamu". k~iprin-shiatuzlka chalalnyan
chay wankaata ...
"Hace mucho tiempo-shi un zorro hambriento estaba andando buscado
comida. b ~ oelr camino-shi se encontró con un conejo ....CEntonces-shi
el conejo dijo: "Hola, compadre, una codorniz bien grande se acaba de
meter debajo de esta peña. d ~ s t a b apensando cazarla para que tú la
comas. CAyúdame". r " ¿ ~ everas?", el zorro dice-slzi. g"iDe veras!
h ~ o m aagarra
, esto". ¡ ~ i c i e n d oeso-shi, el conejo lo tiene empujando
[la roca] hacia arriba J "Ahora voy a sacar esa codorniz". k~ así-shi el
zorro está alli sujetando esa roca...
La semejanza principal que las leyendas y los cuentos folklóricos tienen con
el empleo prototípico del marcador de información de segunda mano es el hecho
de que se transmiten oralmente de generacióti en generación y por lo tanto se
consideran como información "dc segunda mano". En efecto, según Utley
(1965: 13) la característica de la literatura folklórica es que se transmite oralmente.
Pero no comparto el punto de vista de que los cuentos folklóricos sean casos de
información de segunda mano porque tal análisis no considera ciertos factores
importantes.
Para mí la diferencia entre información de segunda mano y los cuentos
folklóricos está en cómo se conceptualiza la fuente de información. La diferencia
que Willett (1988:96) hace entre informacióil de segunda y de tercera mano es
importante en este caso. La información de segunda mano es la que se obtiene de
un testigo directo, mientras que la información de tercera mano viene de un testigo
indirecto. Parece que esa es la distinción gramatical en algunas lenguas, por
ejemplo, el cora (Casad 1984); los cuentos folklóricos caen naturalmente dentro
de esta última categoría. Lo que deseo enfatizar es que la prominencia cognoscitiva
de 13 fuente de información en la información de segiinda mano se ha eliminado
6.3 LOS EMPLEOS DE -SHI 1 SS
Una comparación rápida dc "El museo" y "El zorro" muestra otras diferen-
cias. La naturaleza del tema merece comentario. "El museo" se parece más a la
narración de experiencias que uno podría haber tenido durante el día; tiene que ver
con eventos triviales basados en la realidad: lo que uno hizo, lo que vio, quién
estuvo allí, lo que dijeron, etc. Pero los eventos mencionados en los cucntoc
folklóricos, por lo general, poseen algo espccial que los distingue de las narraciones
triviales. Por ejemplo, Bascom (1965:33) dice que "...los personajes de los cuentos
folklóricos y los mitos pueden hacer cosas que se consideran chocantes en la vida
diaria. Para citar solamente un ejemplo, Old Man Coyote (El viejo coyote) tiene
relaciones sexuales con su suegra, mientras que en la vida diaria el indígena
norteamericano que se entretiene con estos cuentos debe guardar estricta distancia
de su suegra". Así también en el texto wanka ("El zorro") existe una divergencia
significativa de la realidad experimentada: los animales no conversan.
La conexión entre el marcador reportativo y esta característica de ser algo
"insólito" en un cuento folklórico se ha observado en el turco:
Hay algunos tipos de eventos para los que uno nunca está preparado
-eventos que tienen una calidad de irrealidad o de pertenecer a otro
mundo. Por lo tanto la forma -mis [del morfema de tiempo pasadolrc-
portativo] se emplea siempre en narraciones tdes como mitos, cuentos
folklóricos y cuentos de hadas, y ésta es la forma que se emplea para
contar las partes de los sueños quc son más ajenas a la experiencia diaria
(Slobin y Aksu 1982: 198).
NOtcsc que no equiparo lo insólito con lo increíble puesto quc los quechuas
creen que antiguamente los animales hablaban aunque ahora ya no lo h a c ~ n .La ~
enorme separación temporal entre el presente y el tiempo en que los animales
hablaban podría impedir la verificacibn personal de los eventos narrados; pero esto
no trae corno resultado el que ciertos aspectos del relato scan increíbles para los
hablantes mismos.
Me parece que la característica inverosímil se deriva, por lo menos en parte,
de la naturaleza de OR que ya se ha mencionado. Como una actividad colectiva,
una narración que pasa de una persona a otra sufre modificaciones leves y adornos
por parte de cada uno de los narradores, y así se convierte en efecto en el producto
de la "creatividad anónima" (Bascom 1965). Por lo tanto no debe parecer extraño
que el cuento muestre cada vez menos similitud con el evento verídico en el que
pudiera haberse basado.
5 ~ u g e ~Casad
ic (co~nuiiiciiciónpersonal) dice que ésta es una crccncia muy difundida entre las culturas
ii~dígenasrle la AiiiCrica.
6.3 LOS EMPLEOS DE -SHI 187
los mejores ejemplos de toda la categoría -shi, poseen ciertas características que
las separan como una clasc diferente.
( 160) "Condenado"
i ... Andahziaylnslanjuchru
"Tiyuu willnrnnnln knynuzlto. h ~ n a y - s hwik
trnliajala. CTrabajnalul-shi rhaychru lipnakun I~yujikrn hrn nchkn
muulnwan .... d~ntoizsitutny lnzl~unliynlknn kargawcln .... V~zrkllnymuu-
lnlla-sh punta puntakta lin. f~pnnta-shlipankun pnrti. Whny punta
liikanlln-sh ima kuptin suspichnkun. h ~ h n y - s htutapaulzln
i liynllroptin.
'Intonsi kumu dyes unsi de In nuuchiñntnkpuntn rniirila liilcna purztnmnn
lin ipnman kurikuyan, punramnrz lin ipnmnn kutikziynn. jchny-shi
"'iImatan?" nin. k h a y - s h i dzlyñu, muulakuriap duyñilnñntnk nin tiyuu-
fa: "Kundinandlr siguuru shrnynnmun. ' ~ a n u mlin'achtd mnstn, " nin
.... *Llapan llnpnn puntakn shrnykuiduptin llnpnn nzuulnkn shraykuu-
lun. "Chay-shi ... "Wik punta punta muulap linlintnm likanki. "Ninom
wnalaalun'o nsul asulta Ictlundinandu kaprin'a" nin. PChnypii-slii
rnnnn pcry kriyinchu ....
"Mi tío me contó esto. b ~ n c mucho
e tiempo-shi trabajaba en Aridahuay-
las. CComo parte de su trabajo-shi viajaban con miichas mulas. d ~ b a n
día y noche con sus cargamentos. esolamente lina mula-slzi iba adelan-
te. resto seguía atrás-shi. gLa de adelante-shi sospecha si hay algo
malo. h~ntonces-shimientras iban anocheció. k o m o a las 10, las 1 1
de la noche, la primera mula corrió adelante y luego regresó, avanzó
y regresó. J~ntonces-shi"¿Qué es eso?", dijo [el tío]. k~ntonces-shiel
dueño de las mulas le dijo a mi tío: "Probablementc viene iin kundi-
naadu. I L ~mula no irá rnBs adelante". "Cuando la primera mula se
paró, todas las demás se pararon. "Entonces-shi "Mira las orcjas de esa
primera mula. OVan a brillar como fiiego si hay un kundinandu".
PAsí-shi él [mi tío] no le crey cí....
Como los textos "El zorro" y "Pie", este textu es también un monólogo quc
exhibe la misma regularidad formal de la marcación evidencial: -.rhi aparece en
casi todas las oraciones qiic no están en estilo directo. La fuente de informaci0n
del hablante es sin duda cognoscitivamente prominente puesto qitc dice que su tío
le contó la experiencia; y como en el caso de "Pie", el texto habla de las experiencias
personales de un miembro de la familia inmediata. Pero la naturaleza del tema se
parece mucho a la de "Pie". Elementos de tipo mitológico entran en un relato de
un viaje a Andahuaylas que por lo dcmás es trivial.
Aquí vuelvo a remarcar que su c:ilidad "insólita" no hace que el relato sea
ficticio. Los quechiias creen en kundinnndus; son parte de sil cosmovisiói~,y
muchos, como el tío del hablante, afirman haberse encontrado con ellos. Sin
embargo, parece que los encuentros son la excepción; la mayor parte de la gente
192 6. -SHI: INFORMACION DE SEGUNDA MANO
I
Museo
Pie
I
Kundinaadu
I
Zorro Y Conejo
6.3.1.4 Adivinanzas
6 ~ e u c h a (t1 965) presenta una descripción detallada dc la naturaleza y la cstructurü de las adivinaiiz~s
del bantú, pcro no he encontrado u11 estudio semejante sobre adivinanzas en un idioma que posee un
sistema gramaticalizado de evidenciales.
194 6 . -SHI: INFORMACION DE SEGUNDA MANO
quizá la in6s obvia sea el hecho de que estin dentro de los géneros qiie típicamente
se transmiten oralmente (Dundes 1965:3).
Pero aquí también pueden hacerse objeciones semejantes a las quc se leva~itfin
contra consider:ir a los cucntos folklóricos como casos de información de segunda
mano. En una adivinanza -shi casi ha perdido un OR cogrioscitivamente proiniiieil-
te. No creo que la pcrsona qiie dice una adivinanza trate de pensar en la persona
que se la dijo. Por el contrario, lo más típico es que las adivinanzas, como los
cuentos provengan de una fiiente ainorfa y anónima. Además, las respuestas no
contestan directamente la segunda parte de la expresión introductoria: nykcrlln.rlt?
'i,cuAnto?' Esto da la idea de que por lo menos e.rn parte de la expresión formulaica
es un conveiicionalismo que no da mucha importancia al significado. Pero quizii
lo más significativo sea que como en el caso de los cuentos folklóricos, las
adivinanzas que se improvisan tienen la misma forma que la que el hablante podría
haber escuchado en otros ambientes. Esto se asemeja al caso de los ciientos
folklóricos en que la marcación parece estar vinculada con el género mismo.
Para la inclusión de las adivinanzas dentro de la categoría reportativa, resulta
igualmente significativo el hecho de que están claramente relacionadas con los
ciieiitos y la información de segunda mano por la naturaleza de "revelación" del
conociiniento que se transmite. Como ya se dijo, este aspecto puede involucrar la
presencia de elementos que van contra la expectación normal, lo cual resulta ser
un elemento crucial en toda adivinanza. Una adivinanza se basa en la referencia
semhntica errónea e intencional.
Consideremos el ejemplo siguiente de Flores Canchanya (1983):
7 ~ e g ella
~ i iiiarcii
~ "circiiiista~iciasiiiiliosibles cle lograr o dcsctis iiialcüiizables", Ilcsafoiiiiiiad:~~iie~i~e
iio coiisegui uii cjciiililo eii quechua.
o(:rco rccordar un caso quc surgiii diirüiiíc 1111 tallcr dc iraduccióii del evaiigclio scgúii Sriii Marcos ;il
quechita waiika cuaiido -slli iiiarcaha la reacción de los rliscíp~iloscuando Jcsús aiidiivci snh1.e cl agu:i.
Desalbrtiiiiadanic~ileese e-jernplodesaparcció diii-aiiteel proceso editorial y iio iiie es posihlc iccoiistruii
los delalles.
198 6. -SHI: TNFORMACION DE SEGUNDA MANO
respuesta verbal, más aún una que esté marcada con el evidencia1 directo (véase
la sección 4.6). En el caso de las preguntas marcadas con -chra, el hablante no est6
seguro en cuanto a la relación del oyente con la proposición, y por lo tanto no tienc
expectaciones fuertes en cuanto a la naturaleza de la respuesta del oyente. Vimos
además que en el caso de la ironía y las inferencias de primera persona -dos casos
que involucran siibjetivación intra-fondo en constri~ccionesno interrogativas- las
mismas expectaciones son válidas, es decir que para que el enunciado marcado con
-chra sea efectivo, el oyente debe participar en la inferencia para sacar una
conclusión determinada (véase la sección 5.8).
En cuanto al reportativo, he tratado de enfatizar la característica de "cono-
cimiento revelado" en dos aspectos. En primer lugar, la naturaleza de la revelación
es tal que entra en la realidad de conceptualizador sin advertencia previa; e11
segundo lugar, involucra la presencia potencial de elementos que podrían ser
contrarios a toda expectación o que de alguna manera no encqan en sus contextos.
Si es posible pensar en la miratividad como la reacción subjetiva de sorpresa a esta
evaluación de elementos como "ultram~ndanos",~ de donde sc desprende que una
pregunta marcada con -shi (cuyo prototipo involucra tales elementos) podría
interpretar al oyente como que está en una relación mirativa coii la respuesta
solicitada por la pregunta.
Para resumir esta sección, hemos presentado la motivación para la marcacidn
reportativa en las adivinanzas desde varios puntos. Como en el caso de la
información de segunda mano y los cuentos folklóricos, las adivinanzas son
información que típicamente se transmite oralmente. Las adivinanzas tienen otra
semejanza con los cuentos folklóricos en que la fuente de información ha perdido
su identificación como una persona específica. Además, hemos demostrado que las
adivinanzas. la información de segunda mano y los cuentos folklóricos tienen que
ver con conocimiento revelado que puede provocar una reacción sub.jetiva mirativa
por parte del hablante. La marcación reportativa cn una adivinanza es consistente
con el anhlisis de las preguntas y facetas del prototipo en que anticipa la reacción
de sorpresa dcl oyente cuando se resuelven los conflictos semánticos presentados
en la adivinanza. Así que el mismo proceso de subjetivación intra-fondo que se ha,
observado en los sentidos extendidos de los otros evidenciales también se presenta
aquí.
A través de todo el estudio sc ha mostrado cómo el concepto de fuente de
información cambia y ya no es el hablante previo e identificable que se encuentra
cn la información de segunda mano, sino una entidad despersonalizada, anónima
Aunque maa siempre sc traduce al castellano como 'a ver' es preciso notar
que es una partícula exclamativa y no una forma verbal. Puede también traducirse
en algunos contextos como 'hmmm'. La partícula mna es lo que categoriza la
pregunta que sigue como un desafío.
Parece que esta construcción también se encuentra en la variedad del Callejón
de Huaylas aunque Parker (1976) no la menciona.I0 La observación de Willem
Adelaar (comunicación personal) de que en el quechua de Tarma -shi puede indicar
el resultado anticipado de un experimento sugiere que en esa variedad también se
registra algo parecido. Weber (1996:568), por su parte, menciona los desafíos
(como un tipo especial de preguntas incrustadas) en la variedad del Huallaga, pero
no habla de la motivación para la marcación evidencia1 que llevan. Sostengo que
aunque los desafios no tienen un sentido reportativo, su inclusión en la categoría
-shi se justifica a base de la miratividad que podría compartir con las adivinanzas.
Aunque son un tanto raros en los datos, iin ejemplo del empleo de -shi en los
desafíos aparece en un cuento cuyo contexto se presenta en (167). Un zorro se
encuentra con un cóndor que le dice que va a la montaña que está al otro lado del
valle para buscar una oveja para comer:
( 167) aAtuu-shi puliñn unay. b ~ h n ptili.~hanchruil-shi
y rinkuulun
juk kundurwan. CChaychruu-shi r~in:d ~ ykurnl~aari
, kundirr,
maytata liyanki? CKtlndurnin: f ~ a liyaa
a wik chimpakta-nt,
uwish ashii-mi. gmikunnapaa-mi.. .
"Una vez andaba un zorro-shi. h ~ n d a n d opor ahí-shi se
encontró con un cóndor. CEntonces-shi dijo: d ~ y ecompadre
,
cóndor, ¿a dónde vas? eEl cóndor dice: f ~ o aly otro lado-mi
allá a buscar-mi una oveja, gpara comer-nri ...
habido una conversación entre 61 y sus padres a la que se retiera el -shi. -Shi
tampoco se refiere al reportaje recibido del vecino que es el primero que Ics ha
informado acerca del incidente, puesto que él tampoco sabía lo que el muchacho
había hecho con el dinero.
En ninguno de los ejemplos (168) y (169) -shi se refiere a una comunicacióii
anterior. Los dos casos tienen que ver con las circunstancias que involucran algún
tipo de revelación inminente -en un caso es el resultado de tina vigilia; en cl otro,
el resultado de una investigación.
Tanto las adivinanzas como los desafios comparten la anticipación de un
resultado, de alguna solución futura para un vacío informativo. Es posible vislum-
brar el resultado final del desafio como el equivalente conceptual de iiiia respuesta
a una adivinanza. Sin embargo, la fuente de la revelación; es decir, el "campo"
donde se encuentra la respuesta de un desafío y de una adivinanza es diferente. En
una adivinanza, la respuesta ya sc conoce y será revelada por el hablante. Pero la
revelación final del resultado de un desafío esta solamente en el campo dc un futuro
despersonificado, abstracto y desconocido. Por lo tanto el "origen" se ha deshu-
manizado completamente y se ha vuelto abstracto. De esto se desprende que la
revelación de un desafio no sería verbal, como lo es en una adivinanza, sino que
es m6s bien "de acción" en términos de las circunstancias subsccuentes que luego
se desarrollarán. I
Tanto en los desafíos como en las adivinanzas, existe la posibilidad de
"~orpresa" al punto dc que el rcsultado imaginado piiedc no coincidir coi1 el
rcsultado. Puesto que la revelación afccta la conciencia de los dos particip~intesen
el evento de habla, ninguiio de los dos participantes sabe cu5l ser6 la soliicióri. Por
lo tanto, la tnarcación evidencia1 dc un desafío anticipa una reacción mirativa
potencial, en este caso, tnnlo del hablante ronlo dcl oyente.
Para resumir esta sección diremos que la concxión que u n deqafío time con
otros miembro.; de la categoría -shi es a través de la semejanza quc tiene con las
adivinanzas. Ambos son interrogativos, ambos esperan una revelación, y ambos
tienen que ver con situaciones quc pueden ii-ivolucrar la reacción subjetiva dc
sorpresa por parte de los participantes en el evcnto de habla. !,as diferencias entrc
las adivinanzas y los desafíos estan relacionadas con la naturaleza del campo de
donde surge la revelación inminente, la naturaleza de la revelaciiin misma y el
1 IMe parccc que la nüiuralcza esliecinl de la revclaciiíii estd relacioilada coi1 uii nspccto prcsciitativo.
Es decir que el proceso de revelar algo cs difereiite dcl proceso dc niostrarlo. No s i si se podría dccir
que ~ s l ispcctii
c se retlcja eii las exprcsioiies Iorinulaicas asociadas con los dos cmpleos iiiirntivcrs de
-ski.
6.3 LOS EMPLEOS DE -SI31 203
hecho de que los dos participantes en el evento de habla están sujetos a una reacción
mirativa, en vez de solamentc el oyente.
La figura 46 resume los aspectos del proceso de la subjetivación intrri-fondo
asociados con -shi, desde una evaluación del origen de la información como
extrínseca para el hablante hasta las reacciones mirativas por parte de los partici-
pantes en cl evento de habla.
suficiente para suponer que los demas miembros del sistema poseen algún tipo de
vinculación con la modalidad en un sentido amplio" (Salkie 1988:241). A base de
esto, se puede justificar la suposición de que pudiera haber también algún concepto
validacional asociado con -shi. Parece que también se podría corroborar estc punto
de vista. Weber dice, por ejemplo, que aunque en el quechua del Huallaga -shi
señala principalmente la fuente de información, puede tener la interpretación
validacional de "no estar convencido" (1986: 142). Sobre el quechua del Pastaza,
Zahn (s.f.) dice, ademis, que los traductores quechuahablantes al traducir narra-
ciones bíblicas a veces se muestran reticentes en cuanto a emplear este sufijo en
pasajes largos que el hablante considera verdaderos. Parece que estos datos colocan
a -shi en el extremo opuesto de -mi en una escala de validación.I2
Sin embargo, existen algunos asuntos en contra de este punto de vista. En
primer lugar, -mi y -chra cubren todo el campo de la responsabilidad asumida por
el hablante. Si -shi significara 'no convencido' como sugiere Weber (1986), ~ c u 8 1
sería la diferencia entre 'no convencido' dc -shi y 'no responsable' del marcador
conjetural?
La evidencia que corrobora esta posición proviene indirectamente de una
investigación que en principio se realizó para tratar un asunto (estructural)
totalmente diferente. Se trataba de estudiar la restricción de ubicación de los
evidenciales en una oración. Para investigarlo construí una prueba de la siguiente
forma: borré todos los evidenciales de varios textos conversacionales y entregué
las transcripciones a un asesor quechua para ver si colocaría el evidencial original
en sir posición original.
En vez de revelar algo realmente novedoso en cuanto a las restricciones
posicionales (véase el capitulo 2), surgió algo bastante inesperado. Siempre había
pensado que los evidenciales directo y conjetural, -mi y -chrn, abarcaban regiones
miiy diferentes del espacio semántica. Por lo tanto, resultó sorprendente la
fluctuación aparente de estos dos sufijos en algunos casos. A menudo en lugar del
evidcncial directo del texto original, la versión "reconstruida" llevaba el evidencial
conjetural. En otros casos un conjetural del original había sido reemplazado por el
evidencia1 directo.
Como se explicará de manera más completa en el capitulo 7, la fluctuación
entre -mi y -chra se basa en su caracterización esquemática como marcadores
validacionales: existe una parte del espacio validacional al que estos dos evidcn-
ciales pueden tener acceso.
1 2 ~ 0mismo he notado en mi propio trabajo. Eugeiie Casad tarnbiéii me iiil'ormó que lo Iiabía iioirido
ciitrc los traductores de la TIiblia a idiomas de México,
6.3 LOS EMPLEOS DE -SHI 205
Sin embargo, lo que nos ocupa aquí es la posición validacional del reporta-
tivo. Lo interesantc es que en los textos reconstruidos, no se registró fluctuación
entre -chrn y -shi. Si iin significado validacional de 'no convencido' fuera
importante para la caracterización del reportativo, parece que la substitución entre
esos dos marcadores se hubiera registrado.13
En segundo lugar, pürecc que los marcadores rcportativos de algunos idiomas
no comunican en ningún momento falta de responsnbilidrid asumida por parte del
hablante. Esto parece que ocurre en el guarani (Maura Velhzquez, comunicación
personal), el kashaya (Oscvalt 1986) y el tuyuca (Harnes 1984 y cornunicaciól~
pcrsonnl). Por lo tanto, no existe una raz6n npriori para suponer que el reportativo
wanka dcbería necesariamente tcner un sentido validacional. Finalmente, los datos
relacionados con la rnancra en que -shi se emplca llevan a la conclusión de que no
existc un grado especial de responsabilidad asumida por el hablante que esté
inherentemente asociado con él.
Veamos algunos ejemplos desde el punto de vista de la validación. En los
textos "Museo" y "Pie" mencionados anteriormente no se ve ninguna indicación
de quc -shi esté automática o necesariamente asociado con la falta de responsabi-
lidad asumida por el hablante. Por ejemplo. en "Pie" no se sugiere en ningUn
mornciito que la mujer dude dc la veracidad de lo quc relata, aunque todos los
eventos están marcados con -shi. Cuando se le preguntó al asesor quechuahablante
si parecía que la miljer creía lo que había relatado, el asesor respondió afirmativa-
mente. Esto podría deberse a que esta persona conocía a la narradora y al
protagonista del relato, y que pudiera ser que él mismo lo considerara verdadero.
Sin embargo, lo que vale la pena notar es que la presencia de la marcación
reportativa no crea en si un conflicto entre la responsabilidad asiirnida por el
hablante y la naturaleza de información de segunda mano del relato.
Recuérdese también que en el texto sobre el dinero prestado, cuando el
hombre informa a su mujer que el hijo había ido a pedir un préstamo al vecino,
dice:
131,os rcsultados de este aspecro de la investigación iio soti coiiclusivos. Uiia investigación conio ista
es u11concepto totalmente foriiico para los hablaiites del wanka que no jucgan este ~ i p ode juegos con
sil idioina. Adcinis, coino csic caso de tluctuacidii se rcgistró poco antes rlc ini salida del Perú no ine
fue posihlc prcparar a un iiúinero suficiente de hablantcs para poder sacar conclusiones vilidas. C:oii
todo. los rcsultados iniciales siigiereii tenias que iiicrcccii inayor invcstigacióii.
6. -SHI: INFORMACION DE SEGUNDA MANO
rclación entre la fiiente de información (puede haber sido sil padre) y los eventos
narrados como una relación directa. Sin embargo, en el cuento del zorro y el conejo,
el origen cs difuso y ningún individuo ha tenido relación dc testigo presencial de
los cventos. y por ende no existe verdadera responsabilidad por la vcracidad d c loq
mismos. Por lo tanto lo m6s probable es que el hablante tainpoco asuma responsii-
bilidad. Esto implica que el contenido del cuento folklórico seria inás diidosn qrie
un caso de información de segiinda mano. (Pero, tambidn e11 este caso iio tienc cliie
figurar la incredulidad; como se ha visto, aun algunos aspectos dc los cuentos
piicdeii ser creídos.)
Las interpretaciones conflictivas del origen podrían jiistificar, por lo menos
en parte, la indecisión de los traductores para marcar ciertos tipos de pasajcs colno
reportativos. El proceso de traducción debe tratar de conservar no sólo 13 vcrdadern
relación evidencia1 del autor con los eventos, sino también su iiiterprctacióii
validacioiial. Puesto qiie el hebrco bíblico y el griego koiiié no tiencn marcacihn
evidencial, los manuscritos bíblicos no ayudan a resolver este asunto cspiiioso dc
codificación.
Considérense, por ejemplo, los problemas que se encontraron al tradiicir la
genealogía con que se inicia el evangelio según San Mateo:
( 172) Abraham fue padre de Isaac, éste lo fije de Jacob y éste de Jud6 y siis
hermanos ...
1 4 ~ e.; 0 preciso clccir y ~ i c l siiiiplc Iiccliii dc ciifocar así 1111clciiiciiio tlc la hasc iiivatlc parrc dc s i i
~ i ; i t ~ i r ~ ~ili ci hxeür e ~ i i e i i i e ~~i fl ~ h - j c t i vQa .i i i ~ Si C i i ú i i l ctiiiiliariir esto coi1 tiiihii iiiiiiierii tlc eiitiicar e l iiciiilio
vcrh;il dcl castcllaiio. S i se prugiiii1:i ii u i i hisliaiioli:iblaiiie si iiiia oi,acicíii coiiiri "171 viciic iii;ili;iii:i"cs
. ' e o i r c ~ i : ~ "O 110, ~ i u c d eIierisiir que cs iiicorrccia IJlJeSlO quc "viciic" c s i i cti prcseiiic y "iiiaiiaiia" cs
liiitiici.
I<espccio n csio c i i o a Rosch ( 1 '37X:36) ~ ~ ~ i dicc i c i ique I;IS ciicsiioiies catcgcíiic:is conio 6si:is ~ii-ociic;iii
i i i ~ i c l i acoiiliisicíii sobre e l cciiicepto de proioiipci. IJI cci~iccptoh:i íciitlidci :i sci- rcdiicirlo coiiiii s i ac
ir2iiür;i (le 1111 iiiiciiihio de ~iiili calcgoríii ~ s l > c c í l i c adc la esiiiicliii-:i iiieiiial. I.ucgo se Ii:iccii 1ircgiiiii;is
d c l i i p o "es ti iiu es" sohre si algo cs o i i o es e1 prototipo o parte del p i u i o i i l i o cx;iciaiiieiltc de i:i iiiisiiia
iiiaiicia e11qiie se hahría prcguiitado previ;iiiieiile ~ i o Iro d í i i i i i c s rlc I:i c:iLegorí;i. lista l i i i t i i a tlc ~iciis:ir
v:i coi1ii.a l a idca dc Witt,gciisiciii c i i e l seiiíido de q ~ i ces ~ i o s i h l ejiizgiir qiié tni1 c l i i i o es 1111c:iso y ii-:ii;ii-
liis catcgoiíasa hhiise de los ciisos claros cuaiido i i c i exisie iiiliiriii:ici<íii sohic los líiiiites.
6 . -SRI: INFORMACION DE SEGUNDA MANO
Figura 5 1. Distancia 2
7.2 SORRE LA INMEDIATEZ 2 1S
A al punto B. En este caso, al pasar desde A hasta B necesariamente hay que pasar
por una entidad intermedia X (véase la figura 53).
Figura 54.Próximo
- ámbito relevante
Figura 5 5 . Distante
- ámbito relevante
218 7. INMEDIATEZ, PROXIMIDAD, CAMPOS DEL FONDO. EVIDENCIALES
CAMPO: TIEMPO
"llegada"
- Ambito relevante
9:OO
220 7 INMEDIATEZ, PROXIMIDAD, CAMPOS DEL FONDO, EVIDENCIALES
Pucde ser que una de las razones por las quc consideralnos que la distancia
eri 5Sb es mayor que la de 58a es cliie toma m5s tiempo recorrer meritalmeilte 1;i
traycctorin de SXb, puesto que es 1n6s dificil captarla como una unidad.
7.3 SOBRE LA PROXIMIDAD 22 1
directa
próxima 0
indirecta
distante
m
En la sección siguiente consideraremos con cierto detalle la naturaleza de los
campos de fondo, primero en términos generales, luego desde la perspectiva del
concepto esquemático de la proximidad presentado en los párrafos anteriores.
222 7 . INMEDIATEZ, PROXIMIDAD, CAMPOS DEL FONDO, EVIDLNCIAl,t;,S
Cuando iiri elemento del fondo se toma como punto de referencia, se considera qiic
los campos del fondo estan organizados egocéntricamente y algunas regiones est5ri
in6s "próxitnas" al coi~ceptualizadorque otras. Según esto, en la sección 7.6, la
naturaleza de las experiencias que los inarcadorcs evidencialcs típicamente codi-
fican se examina desde el punto de vista dc 13 inmediatez y la proximidad
esquemática.
7.4 Campos del fondo
Como se ve a lo largo de todo este estudio, los evidenciales son expresione5
deícticas que se refieren implicitarneiite a algún aspecto del fondo. Sin embargo.
la naturaleza del fondo se ha dado por sentada y se ha dejado casi sin explicacibn.
Sigiiiendo a Langacker (1987a:126), he crnpleado el termino fondo (ground) para
referirme colectivamente a todas siis facetas. En términos generales, la caracteri-
zación del fondo involucra la referencia a los campos de realidad-irrealidad,
iibicació~icn el tiempo y el espacio, así como tainhién a los hablantes y oyeiitei.
su conocimiento y los ob-jetivos de la cornunicaciíiii, sus interacciones, y miictios
otros posibles campos.
Langacker (1991) da tina descripción de lo qiie entra en la caracterizaci6n
del fondo a un nivel muy bisico, y enfoca especificamentc la ubicación del evento
dc habla en los campos de la realidad y el tiempo. Los dos están tan entretejidos
que cs hasta cierto punto difícil concebir uno aprtc del otro, pero para los fines
del prescnte estudio, diremos que es posible conceptiializarlos separadamcritc.
A este nivel básico, la realidad abarc:i el c~n~i~iiiiito
de situaciones y circuns-
tancias que un coticeptualizridor acepta como verdaderas, "lo que una persona
determinada sabe (o cree que sabe)" (Langacker 1991:242, nota 1). Comprendc
extensión espacial multidireccional como el cainpo en el qiie se ubican los oh.jetos
tangibles y dondc ocurren los eventos. Al rnisino tiempo que iiiteractuamos cciti
cosas que existen, imaginamos cosas que no existen. Rccoiiocemos que las
csperanzris, los sueños y los deseos, por ejemplo, participan dc alguna ciiülidad
muy diferente de la de los ladrillos. los alimentos y el dolor. Por lo tanto, eii u11
sentido primario y elemental se establece una diferencia entre Iri realidad y la
irrealidad. La tigura 60, basada en Langacker (1991:242).~ muestra la división del
2('iihe señalar qiic el iiiodclo que he sugerido aquí sc diferciici;i. del de I.angacker cii un aspecto. Bii el
iiiodclo episieiiiol6gico hiísico dc Laiigackcr la rcalidad se rcprcseiita cciiiio uii ciliiidro que sc desari'crll;~
cii cierta direcci0ii. donde la "rcalidad iiiincdiatü" sc dcscrihe cciiiio "rcnlidad eii su ultiiiia etapa dc
~\/oliicicíii"(1,aligiickcr 1901 :243). Pcro iiie p;irecc qiie la idea dc cvolucidti y:i prcsupone 111 iiiiposiciii~i
dc uii ctiiicepio de tieiiipo qiic I,aiiyacker iiieiiciona iiiis adelitiiie coiiio riecesürio eii uiiii el;ihoi-~iciiíii
tlilerciiic de esic iiiodclo hdsico.
7.4 CAMPOS DEL FONDO 223
irrealidad
realidad
realidad desconocida
realidad
,#' realidad
;' potencial
irrealidad II
I
realidad
', realidad
irrealidad
- tiempo t
realidad
realidad
inmediata
31'uesiii quc las expresiones deíc~icascoiiio ,rloiin/tu o rrqltí se rclieren a aspcctos cspccílicos del i'oiido
y puesto quc los cvideiiciales so11 tanihiéii cxprcsioiies deícticas, puedc surgir la cucs~ióiitle si la
evidciicialidntl es uii campo que dcfiiic cl í'oiido coiiceptual del misiiio iiivcl que Iü (ir)realidad. el ticinpo
y los participantes eii el cvciiio dc Ii;ihla. La iiiisiiia cucsticíii podría surgir coi1 respccto a los caiiipus
coiiceptualcs dc otros deícficos tales coiiio los títiilos honr>rílicosy el sexo dcl Iiablatiie. No tiie parece
que los evideiicialcs scaii ciiinpos que defincti el loiido por dos razoiies, Auriquc la disiaiicia social y
226 7. INMEDIATEZ, PROXIMIDAD, CAMPOS DEL FONDO, EVIDENCIA1,ES
el sexo del hahlante son ohvianieiitc relacionados con licctas dcl fondo, no so11Iuiidaiiientales tlestlc
cl punto cle vista coticeptual coino los dcinds campos ~iieiicioiiados aiiterioriiieiiie. Creo que la
evideiicialidad, los títulos honoríficos, etc. depeiiclen coiiccptualrnenle de un caiiipo inás fuiidüiueiiial
cii cl setitido de cliie ya presuponen un participaiite.
Más aún, la dil'erencia de status entre los campos que se iiecesiia para caracterizar el Ioiido y los
c:iiiipos coino la evideiicialidad, los tfiulos honoríficos y el sexo se observa eii todas las leiiguas dcl
inundo. Todos los idiomas indican de alguna manera el hablante y el oyentc. pero iio todos los idioiiias
codificaii iiicirliilógicameiite el habla dc honibreslinujcrcs. Mis aún, inuchos idioiiias graniaticali~~iii el
tiempo. Sospcctio que los idioiiias quc codificiiii grriniaticalriieiite la evideiicialidad soti tnucho iiieiios,
aui~c[i~e esto requicrc iiiayor investigación.
7.5 PROXIMIDAD DEL SUBCAMPO 227
4~arnbiéiidebe notarse cluc la distancia coiiccptual entre la realidad iiiiiiediata y las "irrcalidüdes" se
rcpresen1üii icdiiicaiiiciitc eii las marcacioiies iiiisn~aspor incdio de la distaticia liiigiiísiicü (vtiase
Il~iiiisn1985): -12-c.lli-a indica realidad proyectada; -ti-nzrrii-rhrrr iiidica 1-ealidadpotciiciíil; -ri-~rioir-c.lri-cl
l~nlrrindica coiitral+a~tualidad.
228 7. INMEDIATEZ, PROXIMIDAD, CAMPOS DEL FONDO, EVIDENCIALES
wik
.---l-----..-S wik
wik -
wik -._
-- . _.
+
wik
Nótese que las regiones marcadas por estos términos comprenden "cantida-
des" espaciales diferentes, Kay 'aqiiiieste' indica el espacio inmediato que podría
percibirse como el área que está al alcance de la mano en todas las direcciones. Es
el que tiene el alcance miís próximo y más restringido. Chay 'allálese' abarca iIn
Are, m6s grande y menos rígida, un Area que no necesariamente debe estar accesible
al contacto tactil, pero por lo general se limita en su dimensión m6s extensa a lo
7.5 PROXIMIDAD DEL SUBCAMPO 229
que está dentro del campo de visión del hablante. Es decir que mientras la visión
y el contacto fisico delimitan la región indicada por kv,la visión es lo que
principalmente determina la región indicada por chay. El área más grande es la
indicada por wik 'aculli/aquel'. Wik no se limita al campo de visiOn del hablante
y típicamente va más all5, pero puede traslaparse con el irea indicada por clzny.
En vez de que sea la visión el factor determinante, se podría decir que el 5rca de
wik es lo que puede ser accesible por medio de algún equivalente mcntal de la
visión, "conceptualizablc" aunque no percibido con la vista.
Parece plausible esperar que exista un status cognoscitivo que se atribuya a
la región inmediata al conceptualizador. El hecho de que los individuos de
diferentes culturas conceptualizan regiones de "espacio personal" es algo bien
conocido. El área más próxima al conceptualizador es la que, al ser invadida. lo
expone a la amenaza de peligro fisico inminente. Esa es también la región siijeta
a mayor observación. Ademis. los objetos ubicados en esa región son aquellos con
los que el conceptualizador puede entrar en contacto físico con el menor esfuerzo.
El wanka posee un sistema deíctico espacial en el que toda la extensión
espacial se divide en tres regiones, siendo la mcls pequeña aquella a la que el
conceptualizador tiene acceso más inmediato. Se ven paralelos de este patrón en
la concepción del campo temporal.
7.5.3 El tiempo y la proximidad
El tiempo, como el espacio, no se conceptualiza como una masa no diferen-
ciada, sino que comprende regiones o subcampos que se perciben en varios grados
de proximidad con relación al conceptualizador. Propongo que para el conceptun-
lizadorlhablante el presente es el siibcampo del que está m5s enterado. A partir de
un punto de vista intuitivo fundamental. es la única porción del campo temporal
que en realidad "ocupa". El presente es el punto en el que el Iiablaiite manifiesta
reaccioiics, evaluaciones y el procesamiento de lo precedente. Es el punto desde
donde típicamente se calcula la orientación temporal de todos los dem5s eventos.
Es el momcnto en el que. como hablante, está realizando el esfuerzo físico de la
vocalizacicín; y es el momento que demanda la atención del oyente en términos de
interacción, procesamiento cognoscitivo, etc.
El pasado esta menos próximo que el presente. Posee cierta medida de
tangibilidad puesto que consiste en el juego colectivo dc "presente" sucesivo
anterior, por lo tanto de momentos reales. Pero a medida que los eventos experi-
mentados se convierten en memorias del pasado que ya no son totalmente tangibles
en la experiencia, se vuelven también conceptualmei~temiis remotos (véase
Fleischman 1989).
230 7. INMEDIATEZ, PROXIMIDAD, CAMPOS DEL FONDO, EVIDENCIALBS
El futuro se relaciona con lnomentos reales que se espera tengan lugar. Pcro
puesto que los momentos que siguen al presente todavía no se han experimentado,
el "futuro" cs aún más inaccesible y presenta bastante coincidencia con el campo
de la irrealidad. En efecto, Chung y Timberlake (1985) dicen que aunque existe la
codificación de tres tiempos (es decir, pasado, presente, futuro) en una lengua
determinada no se trata de algo común. Lo más irsual es que las distinciones de
tiempo coincidan o se traslapen con el campo de la realidad-irrealidad; por ejemplo,
que exista pasadolno pasado o no futuro/futuro, como se ve en la figura ~ 5 . ~
i I
.-- - - - ,,Realidad Irrealidad , ,,, - -F
*-------,---I------ - - - - - - - - * - - - - - - - - - +
Pasado Presente Futuro
Nótese que las regiones del pasado y el futuro abarcan porciones amplias dc
la extensión temporal. Ambas están limitadas por el momento de habla (es decir,
el presente), por un lado, pero por el otro lado están abiertas indefinidamente n
medida que uno se ale+jadel momento de habla ya sea en la dirección del pasado o
del futuro. Nótese que el momenlo de habla en sí no es un evento estrictamentc
piintiial, sino que tiene una duración temporal (véase Langacker 190 1 :243).
Puesto que el pasado y el futuro abarcan extensiones tcinporales tan amplias,
esos subcainpos como un todo no tendrían la misma proximidad psicológica para
el conceptualizador; m i s bien es posible que dentro de ellos existan subregiones
de proximidad cognoscitiva variada. Por ejcmplo, una región de "pasado reciente"
sería más accesible cognoscitivarnente que el "pasado lejano" por su proximidad
-
~ C"preseiite"
I puedc aparccer eii cualqiiicra de las dos caiegorías. IJiia r a ~ ó idc
i cllo podría relaciciiiarsc
coii la dilerciicia eiitre la perfcctividad Jc uii evcrito, que fípicaiiieiitc sc correlacioiia con cl pasado, y
la irrealidad, que es uiia ciialidad que corrcspoiide clar:iiuciitc a los eveiiios Iiitiiros. !,os eveiiios qiic
se ectin expcriiiieritaiido (es decir que están eii "tieiiipo preseiiie") iio sc Iiaii teriiiiii:ido y por lo taiifo
iio cahcii fáciliiiente eii la categoría prototipica de "evciiio verdadero". I'or otro lado, exisie iiii sciitido
eii el quc la irrealidad de 1111 evento esperado cs difereiiie dcl dc u11eveiiio todavía iio teriniiiado.
7.5 PROXIMIDAD DEL SUBCAMPO 23 1
temporal al momento de habla; el recuerdo de los eventos de ese período sería más
claro que el de los de períodos anteriores.
Es posible aplicar comentarios semejantes al subcampo del fiituro: una región
dc "fintiiro inminente" tendría un grado de accesibilidad conceptual o de proximi-
dad mayor que el del "futuro remoto". Se justifica cierto grado de predecibilidad
de los estados o eventos subsecuentes, aun si esos estados y eventos son descoi-io-
cidos o no experimentados (vLase Langacker 1991:275 y sgts.). La precisión de
tina predicción sobre cl fuhiro cercniio es más probable que la de una. predicción
proyectada Iiacia algún tiempo distante en el futuro, pueslo que cuanto inayor cs
13 extensión temporal entre el momento de predicción y el tiempo proyectado.
mayor es la probabilidad de que más elementos intervengan y alteren cl cuadro
resullante.
La división del campo temporal en términos de subregiones próximo/no
próximo se teflqja en las distinciones formales de tiempo que se encuentran en
muchos idiomas. Por e.jemplo, el quechua wanka distingue tiempo pasado "recien-
te" y "remoto". El haya (véase Comrie 1985:29) distingue tres tiempos pasadas:
"lcmprano en el día", "ayer" y "antes de ayer". El dialecto wasco-wishram del
chinook distingue morfológicamente cuatro tiempos pasados: inmediato, reciente,
lejano y remoto (Silverstein 1974).
Cornrie (1985:87) dice que las distinciones temporales inúltiples son más
comunes en el pasado que en el f~ituro,lo que inc parccc qiie presenta evidencia
de una proximidad conceptual mayor dcl pasado frente al futuro. Son m5s raros
los idiomas que presentan diferencias paralelas en el pasado y el futuro, pero es
posible encontrarlos. Givón (1972). por ejemplo, dice que el chibemba posee cuatro
grados de distancia en los siibcnmpos pasado y futuro, y especifica esos grados n
partir del presente:
pasado remoto (antes de ayer)
pasado distante (ayer)
pasado cercano (hoy)
pasado inmediato (por ejemplo, en las últimas
tres horas)
futuro inmediato (muy pronto, dentro de tres
horas)
futuro cercano (mis tarde hoy)
futuro distante (mañana)
futuro remota (después de mañana)
232 7. INMEDIATEZ, PROXIMIDAD, CAMPOS DEL FONDO, EVIDENCIALES
(l~udieracxistir tanibi6ii algúii paralelo conceptual con la dtiracióii teiiiporal del evento dc liahla; cl
cveiito (le habla cii ~i
tiene duracióii pcro el espacio dc ticii~poes iiiiich» iiiis corto en coiiiporaci6ii coi1
los abarcados por oiras divisioties temporalcs.
7.5 PROXIMIDAD DEL SUBCAMPO 233
7 ~ a h cprcguiitarsc si. adeiiiis dcl iicnipo, iin existiría cierto rcHcjv de una prcdisposici61i coiiceptuai
egockiiirica seinc,janie vis-a-vis las rlistincioiics aspectualcs. De paso iiiciicioiiar8 la obscrvaciciii dc
Adelaür ( 1 988) qiie dice quc cii el quechua de 'Tarnia los sul'ijos dc pcrfcciivo e itnperlkctivo iio liuedeii
apareccr con un verbo negado (y por lo iniito co~iccpiualiiientcdistante). Esto ~iareceríascr u11ejeinplo
dc uiiü distinción coiiccptual perinisihlc cii un caiiipo inis príixiino de la realidad que no es pcriiiiiido
eii el caiiipo irrealis inds distante.
234 7.INMEDIATEZ, PROXIMIDAD, CAMPOS DEL FONDO, EVIDENCIALES
a ~ o supuesto,
r iio todos los oycntes soti huiiiaiios. Eii el coiitexto de uii eveiiio de hahla. el propósiio
tlcl hablaiiic dc coinuiiicar algo itiiponc uti tipo de enipiitla hacia el oyeiite Los seres huinaiios a iiiciiudo
dirigci~coiiiuiiicacidi~a entidades que están iiiiicho mis abajo eii la escala dc ciiipatía, como por cjeiliplo.
iiiiiscotiis o pliiiilas. El ohjeto de la coiiiuiiicacióii sc "eleva", por así decirlo, al nivel del hablaiiie cii
algúii sciitido. Idasdifereiicias se rniiiirniurii cciiiccptualiiiciitccuando cl hahlanie iiiterpreta a una eiitidad
criiiio capaL de coiii~iiiicarsc,dc doiidc rcsulta la empatía, siti iiiiportar si eüii capacidad existc o 110.
7.5 PROXIMIDAD DEL SUBCAMPO 735
[n]
Figura 6S. Experiencia directa: -rnl
evento de percepción
..... .. .. . .. .
Figura 70. Inferencia: -chrn
m
. evento de
.percepción
. inferencia
evento de habla
9% podría elaborar tina prucba cii la que la inmediaicz de 1:i trayectoria dc procesamiento esiuvicra
corrclaciotiada con las respuestas a ciertos tipos de preyiriitas. Por ejciiiplo, sc podría tiiostíar a la
persoiia soiiictida a la prueba u11cuiitlro <!e uii iiiño quc lleva u11 gorro, guaiites y uiia caiiiisa abrigada.
L'uedci predecir quc la prcguiita 2QirP ves? (rliie solicita evidencia directa) sería coiiicstada coi1 iriás
Idas respuestas para estas úItiiii:ls
í o o ~ C t r r i i i t o sririos Iiene cl rrrr~~hncho?
proiititud que ~ t l n c ~ e f r nllí?
pregiiiitris cxigcii que priinero se exaiiiiiic la figura para sacar la iiihrinacióii iiiiportaiite y luego se
Iiagaii iiiferencias sobre esa basc. La tcinpcratura puedc iiifcrirsc del hecho de que el niuchaclio llcva
puestris un gori-o, guaiitcs y una camisa abrigada; y su cdad, de su fisonomía cn geiicral.
7.6 EVIDENCIALIDAD, INMEDIATEZ Y PROXIMIDAI) 239
La itimediatez es lo que con m,ls exactitud explica los aspcctos m5s o menos
"objetivos" del proceso a través del cual se obtiene prototipicamente información.
Capta el hecho de que para -shi (información de segunda mano) y -chrn (inferencia)
una entidad interrumpe un:i irailsición unitorrne cntre una percepcirín original y
una proposición exprcsnda, mientras quc para -mi (directo) no cxiste interrupción
de ese tipo.
Por otro lado, el sistema puedc también verse eii tkrminos de los conceptos
de proximidad presentados en la sección 7.3. Colno cs de esperar, el evidcncial
directo refleja típicamente elerncntos centrados el1 cl conceptualizador a varios
niveles. Primero se evoca cierto concepto rudimentario de proxiinidad espacial.
puesto que para quc cl conceptualizador sea iin testigo presencial de un evento
(prototipicamentc hablando), debe estar relativaniente cerca del centro de activi-
dad. Podríamos considerar qiie el hablante es15 cn una relación de proximidad
máxima al lugar de los eventos ciiando dcscribe un estado o experiencia interna.
En contraposición con el evidencial directo, las experiencias codificadas
mediante los cvidenciales indirectos son conceptualmente distantes a varios niveles
240 7. INMEDIATEZ, PROXIMIDAD, CAMPOS DEL FONDO, EVIDENCIALES
con respecto a la relación que el hablante tiene con la situación mencionada. Por
ejemplo, n i en la información de segunda mano ni en la inferencia puedc el
coliceptiializador ser un testigo presencial (o experimentador directo) del evento
mencionado. Aunque las sitiiaciones reportativas pueden en algíin nivel involiicrar
la perspectiva de evidencia directa de algún conceptualizador, el que lleva esa
perspectiva a la situación mencionada no es el hablante del evento actual de habla.
Es decir que el evento se realizó en un lugar alejado de la realidad del hablante.
Lo mismo se puede decir en relación con la inferencia. Recuérdese que una
inferencia se describió en parte como la reconstrucción de una circunstancia
hipotética qiie podría explicar de manera plausible algún tipo de evidencia dispo-
nible al inomento. Mientras que la evidencia pucdc estar cercana al hablanlc de la
misma manera que lo está ciialquier otra situación directamentc cibser\~adn. 13
situaciíin mencionada mediante la inferencia misma no lo esti, piiestci que cs
puramente especulativa. También está ubicada fuera de la realidad del hablante.
Dije anteriormente al hablar de la evidencia directa, que cl hablante posee el
status de observador en el evento original de percepci6ii. Debido a que tiene acceso
perceptual a la escena original, puede enfocar o desenfocar determinadas facetas
a discreción para amoldar el eniinciado según sus objetivos. Est5, pues, en la
posición óptima para controlar la interpretación de la percepción original qiic cs
lo que en última instancia se presenta al oyente. El control, como se dijo eri cl
capítulo 4, presupone entidades ubicadas dentro de una esfera restringida de
doininio (por lo tanto próximas espacial o metafóricamente) qiie el coiiccptu a 1'iza-
dor piiede manipular. La cvidencia directa iiivolucrn iin grado alto de centralidad
del conceptualizador, no solamente en lo situacional, sino también en términos de
otros factores de una naturaleza muy personal. tales coino conocimietito de la
historia del enunciado y de la imposición interpretativa, cte.
Creo que se puede sostener que las inferericias, coino las sitiiacionec de
cvidencia directa, tienen que ver con rictividiid qiie es en sii mayor parte centrada
en el conceptualizador y conducida por el conceptualizador, que surge del hccho
de que, como en el caso dc 13 evidencia, para tina inferencia, el hablante e5 el
observador del evento original de percepción. Dije en el capitulo 5 que una
inferencia involiicra las percepciones/expericncias propias del conceptualizador y
sus propias extrapolaciones a base de sus propias presuposiciones. Así como e i ~
una evidencia directa, las inferencins tienen que ver con la actividad inental del
conccptualizador propiamente dicho: 13 percepción prodiice el procesamiento que
produce el enunciado. Así que, como en la evidencia directa, la "historia" de tina
inferencia es accesible al hablante de una manera que no lo es la de los reportativos.
7.6 EVIDENCIALIL)AD, INMEDIATEZ Y PHC)XJMJDAI) 74 1
Por lo tanto, parece rnzonablc considerar :i una inferencia como uii producto dc la
iilteraccicín iniiy personal del hahlaiite con u11 conjunto particular de circutistanci:is.
Por otro lado, no mc parece que la iriformricidii de segutidri mano involucra
cste tipo de interacción persoiinl. I ~ un I caso dc informaciói-i dc segiindn mano. I:L
sitiiación tneilcionada cn el eniinciado ha sido lcgada al hablrintc corno iina irnrigcli
ya hecha. El hablante, como iin tipo de "intérpreic no original", cst5 limitado por
la estructiira de la conccptualizaciói~qiie ha recibido, en el sentido dc que 110 piiedc
escoger, enfatizar o dese~ifatizarfncetas de la situación origii~iilsegun 711 piwpio
criterio. Por último, cic~ipauna posición diferente cualitativamente dc la qiie
iicuparin como diseiiadrir de un enunciado acerca de una percepción propia. Ciinndo
pasa la infortnrición al oyentc del evento actual de habla, su f~inciónprincipal c s
ser i i t i tipo de enlace cn iiiia cadetia inforinativa, coino interinediario y no con10
origen. Al emplcar -.vhi, el hnb1:iriic. aunque dc iina manera no perfilada, evoc:i su
rol antcrior dc oyente, así como cl hecho de que otro conceptualizador estuvo
involucrado antes cluc 61. Así se interpreta a sí mismo como alejado de la posicion
dc "observador original".
El observador original eqtá eiitonces en la posici8n óptima para proceqar y
m:inipiilar las facetas de la percepción original en térinirios dc imposicjriri de la
interpretación. Esto cotiducc directarnentc a la ciiestióil dc la validaciríi~. Hc
dcscritci la validación coino el piirito hasta el que una liroposición esti incorporada
eii la rcalidad del hablante. Me parecc, ademAs, que el potencial de tal incorporacióii
no puede determinarse extrílisec:irt~eilte;debe scr evaluado por algiiiei-i que poicc
ititcrn:i7' y qiie por lo tanto está en posición de juzgar 113st3q ~ i kpli~lto
L'it~i¿irinrición
iiiia proposición clelermiiiada sc entreteje con sil cotiocimiei~toactiial. Esto iiigiere
qiie cuaiito in6s ceiitrado cn el concepiualizador es ilri proceso evidericial, cs miís
probiible que un juicio tal pueda potcncialinerite cfcctuarse.
I'iiesto que la proximidad evoca una escala y algúii tipo de esfera relcvniite,
parece muy adecuada para tratar las facetas esquein6ticas validacionalcs del
sistema evidencial. Tomando a1 hablante coino piiilto de referencia, y a sil realidad
coino la esfera relevantc sobre la que :;I. cvalUa la proximidad, entonces la
responsabilidad asumida por cl hablatite que sc asocia con -nti pucdc comprenderse
comci la ubicación de una proposición delitro dc la región indicada en la figura 7 1.
-Cl71-n,en cambio, iibica la proposicióii no solamente hiera dc la realidad del
hablante, sino fuera de ella en grados diversos (viasc la figura 72). cn t6rminos de
iiecesidad, probabilidad y posibilidad.
242 7. INMEDIATEZ, PROXIMIDAD, CAMPOS DEL FONDO, EVIDENCIALES
ámbito relevante:
la realidad del hablante
ámbito relavante
la realidad del hablante
7.6 EVIDENCIALIDAD, INMEDIATEZ Y PROXIMIDAD 243
El hecho de que todo el campo validacional esté comprendido entre estos dos
evidenciales trae de nuevo a la mente la cuestión de la posicicín validaciorial de
-ski y puede considerarse como iin factor más en favor de que el reportativo no se
considere esencialmente validacional.
Aunque tanto -shi conio -chrn representan valores "distantes" de la no
incorporación de una proposición dentro de la realidad del hablante, existe tina
diferencia. Esa difcrcncin es15 en que -rhrn indica que una proposición no esti
incorporada en un grado X frente a lo que -shi comunica. es decir que tina
proposición es una revelación y por lo tanto no esti incorporada. Comparten el
iispecto de la no incorporación pero según pnrámetros totalmente diferentes. Para
-rhrn, cl status de la proposición como que es15 fuera de la visión dc la realidad
del hablante se toma como el factor semántico principal; para -shi, el hecho de
estar " a f ~ ~ e r aes
" un subproducto del hecho de ser una "revelación" y por lo tanto
es seciindario. Esto se refleja en que -rhrn tiene varios valores de la no responsa-
bilidad asumida por el hablante, mientras -shi no posee esos valores. Así también,
a difcrericia de -c.hnz, ninguna dc las extensiones del reportativo son de car6cter
exclusivamente validacioiial.
Por último, la prueba de llenar los espacios en blanco mencionada en el
capítulo 6 corrobora también la clasificación de -mi y -chra como diferentes de
-shi respecto a algún paráinetro. Dijimos allí que se han observado alguiias
substituciones entre -miy -chrn pero que no se habían observado substitiiciones
entre -rhra y -shi.
En el capitulo 4 vimos casos, aunquc no frecuentes, e11 los que un eveiito que
tecnicamente es irrcalis (el campo típico de -rhrn) sc ha marcado con el evidencia1
directo; y aunque con relativamente poca frecuencia, los valores de "necesidad"
de -chr-a indican una regi6n del espacio scrnántico que se encuentra apenas fiicra
dcl limite de 13 responsabilidad asumida por el hablante. Es decir que mientras la
cvidencia directa y la con.jetura son bastante diferentes en muchos aspectos, esa
[email protected] que existc una región del espacio semántico a la qiie -rni y -chra
pueden tcrier acceso. Aiinqiie na he examinado todos los factores invol~lcrados,
sospecho que para explicar este feiióineno sería preciso tener en cuenta la posición
céntrica o no céntrica del conceptualizador.
I.,as lenguas del mundo corroboran una caracterización centrada en el con-
ceptualizador de la validación. No sé de ninguna lengua qiic posea un juego de
marcadores gramaticales que scnn exactamente paralelos a los evidenciales que
codifican la responsabilidad asuinida por alguicn que no es el hablante. El sistema
del nambiquara podría considerarse corno iin movimiento en esa dirección puesto
244 7. INMEDIATEZ, PROXIMIDAD, CAMPOS DEL FONDO, EVIDENCIALES
-n~i -shl
iiúin. 9% núm. "/o
futuro 30 49.76% 1 3.85%)
potencial 21 7.39%) 18.01%1 0 O 00%
presente 135 47.54% 22.27% 4 15.38%
pasado 98 34.5 1 %, 9.95% 21 80.77(#~
total 284 21 1 26 -
núm.
1 152 53.52% 33.188
2 26 9.15% 33.65% 15.38'Z~ i
3 104 84.62%
12 2 0.70% O.OOC%
total 284 26
.- --
I,a mayoría de los eiiuriciados inarcados con -mitienen siljeto de priinera persoiia
(aproxiinadamente el 54%), u11 37% tiene sitjeto de tcrccra persona, y scílo i i i i 9%
tienc sii.jcto de segiinda persona. El iiiimero total de enunciados marcados coi1 -c.lr/-rr
tlenc sujetos de primera, segunda y tercera pcrsona divididos dc inanern rnsís o
inenos pareja. Del número total de eriunciados marcados con -shi,la gran mayoría
85%) nparcce con siljeto de tercera persona. Por último, los sujetos dc priinera
persona incliisiva solamente se encuetitran 9 veces, 13 mnyorin de las cualcs
aparecen eti eiiunciados inarcados cori -c.ilrn.
Creo rluc la estrecha ccirrelación que cxiste entre el evidcncial diredo y In
marcación de primera pcrsoria se debi: al aspecto "próximo" que compnrtcn. El
número alto dc sii7jetos de irrccrn persona q ~ i cse encuentrai~cii los enunci:idos
marcridos con -shi, se dcbc supuestaincnte a la naturaleza de la itiform:iciíiti de
cegunda mano prolotípica qiie casi sicmpre tiene que vcr con las actividades (le no
particip:intes en el evento de habla. I,a razón por la quc los etiiiriciados con -c.lirn
tienen iina distribución de marcadores de siijeto inrís o inelioc equi1ibr:ida no resulta
clara, aunque pddría deberse al caricter del evidencia1 conjetiiral qiie e5 a 121 ~ c z
próxiino y distante.
roiisidero que coaparicio~lescomo Cstas soii matiifestaciones protiind~isdc
ciertos aspectos de la coiiceptualizacióri qiie ejerccil influeiicia eri cstos cainpoq.
El alineainietito de los subcnmpos abarca parte de 1111 inodclo cognoscitlvo ideali-
zado m5s amplio de la convcrinci6ii. Sugiero, adem6s, que los significados
prototipicos de los cvidenciales se cilcolitrnrán dentro de ciertos alincainicntoq de
siibcampos; por ejemplo, los significados evidcncialec deben aparecer cori aliiicn-
mientos de subcainpos próximos. I I c m o ~visto que eito posee cierta brisc, ~ o i i i ose
ve en ejemplos preseiitndos a~iteriorineizte:
248 7. INMEDIATEZ, PROXIMIDAD, CAMPOS DEI, FONDO, EVIDBNCIA1,ES
Palmcr dice que piiede scr dii'ícil y aun iinprisible identificar un prototipo
para el área gcneral de la gramátic:~como la modalidad (1986:3). En efecto, puede
qer tarea imposible describir la complejidad de la modalidad en general cn térmirios
de un solo prototipo. La idea de quc toda la modalidad sc trate brijo cl título de
"actitud del hablante", por ejemplo, es quizá demasiado esquemática para scr
relevante o útil. Espero haber dc~nostradoque por lo menos un subcampo de la
modalidad puede describirse en términos de redes de sentidos relacionados y
orgai~izadosalrededor de prototipos, y que en principio esa manera de abordar el
tcinri puede aplicarse al campo de La modalidad como un todo.
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