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Comunidad Cantera

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Pennsula de Cantera: 10 aos de Proyecto La comunidad de la pennsula de Cantera surge, como muchas otras en Puerto Rico y en el resto del

mundo, en el contexto de patrones migratorios y asentamiento de personas de trasfondo humilde y escasos recursos econmicos. La comunidad es una de cimiento pobremente planificado que, a pesar de existir en el entorno del sector financiero de Puerto Rico, se ha desarrollado de forma marginada y rezagada en aspectos de desarrollo econmico, social, educativo y de salud. No obstante, a pesar de estas limitaciones, la comunidad de Cantera nos ha servido de ejemplo a todo el pueblo puertorriqueo sobre lo que el deseo de superacin y el motor de la autogestin pueden lograr. Ha demostrado ser una comunidad que ha escogido rechazar el conformismo y el estancamiento a cambio de la mejora y el progreso. La experiencia en la comunidad de Cantera tambin nos ensea que un mejor pas es posible si convergen la voluntad y la cooperacin colectiva entre diversos sectores del pas, liderato e iniciativa por parte del gobierno. Resulta verdaderamente impresionante lo que la fuerza de voluntad, el esmero, la perseverancia y la energa de una comunidad pueden lograr. Las mejoras para subsanar necesidades de vivienda, educacin, habilitacin profesional, deficiencias en el debido manejo de desperdicios y acceso a servicios de salud han conformado el eje central en las metas de progreso para la comunidad de Cantera. Cabe sealar que a pesar de que para la comunidad de la pennsula de Cantera los obstculos no se han hecho extraar, es innegable que la labor llevada a cabo es testamento positivo y ejemplo a emular en otros sectores en Puerto Rico. Las lecciones aprendidas de los obstculos encontrados y las soluciones consecuentemente formuladas proveen un elemento fundamental para el sostenimiento de lo alcanzado y sirven, a su vez, como plataforma para logros futuros. Estas experiencias tambin deben de tener un propsito algo ms trascendental en tanto y en cuanto pueden servir para perfilar la rbrica de proyectos anlogos en otras partes del pas. A mi juicio, esta es la gran enseanza que la experiencia en la comunidad de Cantera tiene para compartir con todos nosotros: la comunin de diversos sectores del pas para obtener mejoras medibles, reproducibles y sostenibles, con carcter de continuidad y comprometidas con el reto constante y cambiante del mejoramiento social. Lo anterior no significa, sin embargo, que la labor ya haya sido culminada. Todava existen brechas y deficiencias importantes que hay que subsanar e incluso, recuperar logros que desafortunadamente se han ido deshilando como, por ejemplo, en los servicios de salud. Adems, al contemplar la posibilidad de exportar el modelo de la comunidad de Cantera a otros sectores, resulta menester contemplar la magnitud de la encomienda y la importancia del esfuerzo interdisciplinario para llevar a cabo proyectos de tan importante envergadura. Las comunidades desventajadas necesitan apoyo y habilitacin, no mantenimiento. Adems, no podemos perder de perspectiva de que el mejoramiento y progreso de comunidades como la de Cantera rinde frutos y beneficios para todos ya que logramos, en conjunto un pas ms prspero y equitativo.

Las lecciones de la prctica mdica en Puerto Rico son amplias. En primer lugar, hay que reconocer que en nuestro pas existe un vaco importante en la prestacin de servicios de salud, especialmente para quienes pertenecen a niveles socio-econmicos desventajados. Las comunidades marginadas usualmente no lo son solamente en algunos aspectos, sino ms bien en un sentido relativamente amplio. Una parte focal de los esfuerzos para aminorar la brecha que existe entre los diversos grupos socio-econmicos es la de acceso a servicios de salud. En Puerto Rico el problema puede enmarcarse como uno de carcter multifactorial. Puede incluir barreras econmicas (los servicios de salud pueden ser muy costosos); barreras geogrficas, en tanto y en cuanto puedan haber pocos mdicos dispuestos a operar en reas de escasos recursos; y barreras educativas en lo que respecta prcticas salubres. Estos son retos que la comunidad mdica debe de afrontar si aspira a cumplir su rol en nuestra sociedad a cabalidad. El vivir en sociedad implica un cierto grado de responsabilidad comunal y, por ende, si nos visualizamos y aceptamos como sociedad puertorriquea, tenemos que asumir la responsabilidad y el reto de establecer esquemas de acceso uniforme para los distintos sectores del pas. Las pautas para la poltica de salud en Puerto Rico deben de ser igualmente honestas y autocrticas en el pobre desempeo que hemos demostrado hasta el momento. De igual forma que la experiencia con la comunidad de Cantera nos ha enseado que el trabajo colectivo puede tener xito, la poltica de salud en Puerto Rico debe ser definida y enmarcada en un contexto de cooperacin interdisciplinaria que se atempere a las necesidades y recursos de cada comunidad en particular. Tambin es importante reconocer la importancia y la necesidad de la educacin y del acercamiento a las comunidades ms marginadas en el pas. En otras palabras, hay que sacarlas de la periferia, integrarlas y asistirlas en su camino de superacin.

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