Huidobro Vicente - Poemas Articos Y Otras Alquimias
Huidobro Vicente - Poemas Articos Y Otras Alquimias
Huidobro Vicente - Poemas Articos Y Otras Alquimias
Sans Pareil), con poemas que se oponen a las tendencias surrealistas. Tambin Manifestes (Pars, Revue Mondiale), en donde recoge una serie de ensayos y proclamas que expresan su posicin esttica. 1926 - Publica en la revista Panorama de abril, a los 33 aos, un poema que sera un fragmento del Canto IV de Altazor. Otra anticipacin de esta obra figura en Favorables Paris Poema de octubre, dirigida por Juan Larrea y Csar Vallejo. Aparece el Indice de la Nueva Poesa Americana , Mxico y Buenos Aires, que prologa Huidobro junto a Alberto Hidalgo y Jorge Luis Borges. El escndalo sacude a la gran burguesa chilena cuando conoce y se enamora de su concuada, la joven Ximena Amuntegui, perteneciente a una familia con fuerte influencia poltica. Refirindose a esta relacin, publica el poema Pasin y muerte un viernes santo en La Nacin de Santiago. La familia de la muchacha los descubre en un encuentro furtivo y hace que la polica detenga a Huidobro, quien es obligado a dejar el pas bajo amenaza de muerte. Este hecho causa la separacin definitiva de su mujer e hijos. Publica Vientos Contrarios (Santiago de Chile, Nascimento). 1927 - El 28 de enero se realiza en la Salle Comoedia de Pars, una presentacin de poemas actuados, con obras de Tzara, Apollinaire y Huidobro. Viaja a Nueva York donde conoce por medio de Edgar Varse a Charles Chaplin, Douglas Fairbanks y Gloria Swanson. Su novela Cagliostro es premiada por las posibilidades de ser llevada al cine con USD 10.000 por The League for Better Pictures. Escribe el Canto to Lindbergh poema de tono pico que exalta la hazaa del aviador. 1928 - Se mantiene en comunicacin con Ximena Amuntegui quien acababa de alcanzar la mayora de edad, al conseguir la muchacha su pasaporte, la rapt a la salida del Liceo y se march de nuevo a Pars, en donde la feliz pareja se instal en el barrio de Montparnasse. Este hecho conmueve a la sociedad santiaguina. Una vez instalado en Europa dirige junto a Tristan Tzara la seccin literaria Feuille Volante de Cahiers d'Art Comienza a escribir su novela Mo Cid Campeador, para lo cual realiza estudios genealgicos de su familia. Descubre que es heredero del marquesado de Casa Real, ttulo nobiliario que su madre, en los aos siguientes, se encarga de tramitar. 1929 - Contina el trabajo de Altazor y comienza el de Temblor de Cielo. Aproximadamente en esta poca, se casa con Ximena segn el rito mahometano, para lo cual Huidobro debe hacer votos dentro de esta fe religiosa. Publica Mo Cid Campeador (Madrid, Compaa Iberoamericana de Publicaciones), con ilustraciones de Santiago Ontan. 1930 - Escribe en los Alpes italianos la novela de anticipacin, La Prxima, mientras pasa una temporada con su amigo Roberto Surez Barros. En esta obra narrativa proyecta construir una colonia de hombres nuevos. Publica en la Revue Europenne su poema Chanson de I'oeuf et de l'infini, recogido luego en espaol, en Ver y Palpar, (1941). Publica un fragmento de Altazor, en francs, en la revista Transition de junio. 1931 - Viaja a Madrid donde permanece enero y febrero gestionando la publicacin de Altazor y Temblor de Cielo. Asiste al recital de Poeta en Nueva York de Federico Garca Lorca. Se genera una breve disputa epistolar con Luis Buuel por motivos polticos. Estando con Hans Arp de vacaciones en Arcachn, escriben los textos de Trois Nouvelles Exemplaires . Inicia amistad con el pintor uruguayo Joaqun Torres-Garca. Publica Portrait of a Paladn, Londres y Nueva York; versin en ingls del Mo Cid Campeador; Temblor de Cielo (Madrid, Editorial Plutarco) y Altazor o el Viaje en Paracadas (Madrid, Compaa Iberoamericana de Publicaciones). 1932 - En viaje a Palma de Mallorca planea la aclimatacin de ruiseores en Chile. Regresa a Chile presionado por la crisis econmica mundial. Publica Gilles de Raiz (Pars, Totem), con un retrato de Joseph Simma y Tremblement de Ciel (Pars, L'As de Coeur), excelente versin francesa del poema en prosa Temblor de Cielo con un retrato de Juan Gris. 1933 - Ya en Chile, vive una intensa actividad poltica en pro del Partido Comunista chileno. Ejerce influencia y se relaciona con la generacin artstico-literaria joven. Dicta conferencias en la librera de Julio Walton en Santiago, de carcter antibelicista, con amplia participacin de la juventud. En la revista Europa de Barcelona, publica el artculo Manifiesto a la juventud de Hispanoamrica donde propone la creacin de una repblica conformada por Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay. 1934 - Escribe crtica cinematogrfica en la prensa santiaguina. Nace su quinto hijo Vladimir, nombre dado en honor a Lenin. Publica, en un ao de intensa actividad editorial: Cagliostro, (Santiago, Zig-Zag), novela-film; La Prxima. Historia que pas en un tiempo ms (Santiago, Walton); Pap o el diario de Alicia Mir (Santiago, Walton), novela escrita en forma de diario ntimo; y En la Luna (Santiago, Ercilla), teatro. Funda con Omar Cceres y Eduardo Anguita la revista Vital/Ombligo.
1935 - Se desata la polmica entre Huidobro y Pablo Neruda al aparecer el primero en forma ms relevante en la Antologa de Poesa Chilena Nueva de Eduardo Anguita y Volodia Teitelboim. Del ttulo de la revista fundada el ao anterior sobrevive nicamente Vital con el nuevo y satrico subttulo de Higiene social. Esta le sirve de frente para polemizar con Neruda. Publica Tres Novelas Ejemplares (Santiago, Zig-Zag). Debido a la brevedad de stas debe agregar dos textos ms de los escritos con Hans Arp, por sugerencia de su editor. 1936 - Junto a Pablo Picasso, Hans Arp, Vasily Kandinsky, Robert y Sonia Delaunay, entre otros, firma el Manifiesto Dimensionista. Escribe artculos polticos antifascistas para el diario La Opinin, en que alude la situacin de Italia, Alemania y Espaa. Adhiere al Frente Popular Chileno y escribe profusamente sobre la poltica contingente. Recibe la colaboracin, entre otros, de Pablo Picasso, Andr Breton, Salvador Dal, Hans Arp, Paul Eluard, Juan Larrea, y de algunos escritores chilenos para la revista Total, fundada por Huidobro. Organiza a los escritores chilenos en solidaridad con el pueblo espaol. Publica en Escritores y Artistas Chilenos a la Espaa Popular su poema Est sangrando Espaa. Viaja a este pas donde participa activamente en la guerra. 1937 - La polmica con Neruda se acenta al encontrarse ambos en Espaa apoyando la causa republicana. La Association Internationale des Escrivains pour la Dfense de la Culture (A.I.D.C.) interviene desde Pars, en mayo, envindoles una carta a ambos donde les insta a deponer su actitud. Firman, entre otros, Tristan Tzara, Alejo Carpentier, Csar Vallejo y Juan Larrea. Estada en Valencia, participando en el Congreso de Intelectuales Antifascistas. De regreso a Chile, publica el poema en prosa Fuera de aqu contra militares fascistas italianos que visitan el pas, lo que provoca una agresin en su contra. Publica el poema Gloria y Sangre en Madre Espaa: Homenaje de los poetas chilenos, Santiago. 1938 - Nace Mandrgora, movimiento surrealista chileno que se gesta en reuniones en casa de Huidobro. Muere Mara Luisa Fernndez, su madre. Publica en julio, el segundo y ltimo nmero de Total. 1939 - Participa en la revista Multitud, dirigida por Pablo de Rokha, colaborando con los poemas que forman ms tarde sus dos ltimos libros. Publica Stiro o el Poder de las Palabras (Santiago, Zig-Zag). 1940 - En El Mercurio y La Nacin de Santiago aparecen sus tres Cartas al To Sam. 1941 - Publica Ver y Palpar (Santiago, Ercilla) y El Ciudadano del Olvido (Santiago, Ercilla), con recopilaciones. de poemas inditos y publicados en revistas nacionales y extranjeras. 1942 - Aparecen publicadas en Santiago de Chile, segundas ediciones de Temblor de Cielo, Cagliostro y Mio Cid Campeador. 1944 - Funda Actual, ltima revista creada por Huidobro, cuyo nico nmero aparece en septiembre. Rumbo a Europa, en noviembre, se detiene en Montevideo donde dicta la conferencia Introduccin a la poesa. Llega a Pars donde se une al ejrcito francs. 1945 - Transmite desde Pars sus crnicas para La Voz de Amrica, mientras participa en la Segunda Guerra Mundial como corresponsal. Recibe carta de su mujer Ximena, anuncindole la separacin definitiva. Entra con las tropas aliadas en Berln. Es dado de baja y regresa a Santiago con su tercera mujer, Raquel Seoret. Trae consigo diversos objetos de guerra como trofeos, entre ellos lo que Huidobro seal como el telfono de Hitler. Se publica la Antologa (Santiago, Zig-Zag) de Vicente Huidobro, recopilada por Eduardo Anguita. 1946 - Se instala en Cartagena, balneario costero de la regin central del pas. Publica Trois Nouvelles Exemplaires (Pars, Fontaine), que contiene slo los textos escritos con Hans Arp. 1947 - Escribe en septiembre a Juan Larrea, acusando en estas lneas el enorme cansancio y desnimo que trajo de la guerra y lo invita a venir a Chile. A finales del ao sufre en Cartagena un derrame cerebral que se atribuye a una consecuencia de sus heridas de guerra. 1948 - El 2 de enero muere en su casa de Cartagena y es enterrado, de acuerdo a sus deseos, en una colina frente al mar. Su hija mayor, Manuela. Manuela publica una recopilacin de textos inditos y publicaciones dispersas en revistas en Ultimos Poemas (Santiago, Talleres Grficos Ahus). AL FONDO SE VE EL MAR. Las actividades de Huidobro, de su vida y su obra no es lineal: poeta radicalmente innovador, novelista, dramaturgo, autor de guiones de cine, poltico, polemista de temer, corresponsal de guerra en el campo de batalla. Busc un nuevo arte -que correspondiera a su poca-, pero tambin aspir a transformar la vida. Escritor vanguardista chileno, fundador de su propio movimiento potico y defensor entusiasta de la experimentacin artstica durante el periodo de entreguerras. Hijo de madre escritora, estudi en su ciudad natal, Santiago, y ya
desde pequeo mostr un gran talento literario: sus primeros poemas los escribi a los doce aos. Siendo an adolescente, public un manifiesto en el que rechazaba toda la poesa anterior a l. Se traslad a Pars, donde pronto entrara en contacto con la literatura de los poetas surrealistas Guillaume Apollinaire y Pierre Reverdy, junto a los cuales fundara la revista Nord-Sud. Se distanci poco despus del surrealismo, al no aceptar la opinin de que el artista es un mero instrumento revelador de su inconsciente. Ya en Madrid (Espaa), fund el grupo creacionista, y su gran habilidad de comunicador contribuy a extender el entusiasmo por la experimentacin en la Europa de entreguerras. El objetivo que hay que precisar es la creacin pura; la naturaleza es slo una va para concluir en la creacin instantnea del poeta, una corriente revolucionaria que situaba al poeta a la altura de un dios, dedicado a crear un nuevo tipo de poesa que compitiera con la naturaleza en lugar de reflejarla, el artista descubre y acoge elementos del mundo objetivo; los transforma y as los transmite de nuevo al mundo, pero con un toque creativo y artstico que slo el poeta es capaz de entregar. Hay que romper con la poesa de reproduccin de la naturaleza para crear una obra independiente que tenga una arquitectura propia. Este concepto constituy el eje de su obra potica, sembrada de impactantes imgenes, de yuxtaposiciones efectistas y de letras y secuencias de palabras de carcter aleatorio. para Huidobro y el resto de los creacionistas que inmediatamente cerraron filas en torno a estas propuestas tan originales como transgresoras, el artista no deba limitarse a reflejar la Naturaleza, sino que deba mantener con ella una especie de competicin en la que poda mostrar el vitalismo de su propia obra. Lgicamente, esta concepcin del arte en general (y, en el caso del propio Huidobro, del hecho literario en particular) llevaba aparejada la necesidad de crear nuevas imgenes, tan coloristas como animadas e sorprendentes, e incluso, un novedoso lenguaje potico capaz de romper con todos los niveles de la lengua y generar tambin su propia sintaxis; de ah que la yuxtaposicin (de oraciones, vocablos o sonidos extraamente puestos en contacto) se convirtieraen una de las caractersticas ms acusadas del Creacionismo, al tiempo que las largas secuencias y enumeraciones de palabras y sintagmas contribuyeran decisivamente a dar al poema esa apariencia de objeto aleatorio, mera creacin de un dios absorto en las posibilidades estticas del material con que moldea su obra. En Poemas rticos (1918) aparece la nostalgia y se recupera imgenes del lugar de origen en el Nuevo Mundo. No slo la fuerza de estos recuerdos perfora la clausura del mundo creado: emergen tambin experiencias, pulsiones, deseos reprimidos, asociaciones que entran en conflicto productivo con la voluntad esttica del sujeto, alcanzando a sustituirla en mayor o menor medida. Los primeros aos de la dcada del veinte fueron muy activos para Huidobro. Funda Creacin, Revista internacional de arte -ms tarde Cration: aparecen en total tres nmeros- en que colaboran Raymond Radiguet, Gerardo Diego, Francis Picabia, Jean Cocteau, Tristn Tzara, Ivan Goll, Juan Larrea, Paul Derme, etc., se reproducen partituras (una de Schnberg), obras de Lipchitz, Braque, Gris, Picasso, etc. Publica artculos en L'Esprit Nouveau revista que quiere representar una modernidad constructiva-, disea "poemas-ropas" con Sonia Delaunay, Edgar Varse estrena en Nueva York una pieza musical con textos suyos, toma posiciones crticas frente a las concepciones poticas del naciente surrealismo, en especial, frente a la escritura automtica, escribe el guin de una pelcula "cubista" sobre Cagliostro, que realiza el director rumano Mine Miz, da numerosos recitales, pronuncia conferencias en Pars, Madrid, Estocolmo, Berln, procurando legitimar a nivel internacional sus ideas estticas, publica varios libros, entre ellos, uno sobre el imperialismo britnico (Finis Britannia,1923), finge que agentes britnicos lo secuestran como represalia, pero la polica descubre el fraude, perdiendo Huidobro para siempre a un amigo, Juan Gris, y tambin algo de crdito en los crculos en que se mueve. Fue en este periodo que da vida a los caligramas, que son figuras dibujadas con letras de poemas. Algunos de su poemas recuerdan los caligramas de Apollinaire. As, mientras algunos crticos literarios afirman que se trata simplemente de la produccin, muy poco interesante, de un charlatn empeado en promocionar su imagen, otros, en cambio, encuentran en Huidobro la voz de un poeta serio, capaz de expresarse con viveza, humor y gran inventiva. En los aos en que recopila una serie de textos sobre poesa y creacionsmo -publicados en Manifestes, (1925)- su poesa ha traspasado con demasiada frecuencia la clausura de la autonoma absoluta de sus representaciones y tambin la identificacin entre el sujeto y la conciencia activa y vigilante. Su escritura amplifica el mundo y el sujeto abrindose a una referencia, por supuesto, que va ms all del realismo. Por esa misma fecha, el ensayista peruano Jos Carlos Maritegui (1895-1930) constataba que, en esos momentos, "el realismo nos alejaba de la realidad", recubra o reduca las dimensiones de una realidad en acelerada transformacin. Y aada, en plena euforia revolucionaria: "slo podemos encontrar la realidad por los caminos de la fantasa". La situacin de Vicente Huidobro es la de un poeta ambivalente. Ambivalencia dada por su condicin de poeta bilinge que maneja ambas lenguas con igual maestra. Ambivalencia dada por su contradiccin esttica, por su balancearse entre lo americano y lo europeo. El intelectual de paises subdesarrollados est ms expuesto acaso que cualquier otro a desarrollar una personalidad bablica por la que hable la confusin de las lenguas, a adoptan una conducta cultural incongruente : Como si mi cerebro estuviese dividido en dos compartimientos absolutamente independientes, me senta atrado con igual pasin por el estudio de las ciencias, lo que me hizo seguir cursos en la Sorbona y otras universidades europea, sobre Biologa, Fisiologa y Psicologa Experimental, y por el estudio de lo maravilloso, lo que me hizo dedicar muchas horas a la Astrologa, a la Alquimia, a la Cbala antigua y al ocultismo en general. Su relacin con la historia de la cultura puede ser igualmente arbitraria, y, en el caso de Huidobro, su irrealismo, su individualismo y su diletantismo de coleccionista cultural se corresponden. Tambin su espritu de contradiccin que no conlleva una actitud o una vocacin especiales para el juego dialctico de las ideas sino que surge de una relativa imposibilidad de ponerse de acuerdo consigo mismo o para
poner de acuerdo ideas a las que se suscribe, procedentes de distintos, antagnicos o irreconciliables campos ideolgicos. Poesa de la poesa, crtica de la poesa, demolicin y construccin simultneas de un edificio verbal que niega los materiales de que se constituye, postulacin de una verdad artstica que empieza all donde termina la verdad de la vida pero que acusa por todas partes sus interrelaciones con un discurso ms vasto -el de la aspiracin de las escuelas de vanguardia a fundar una realidad vital de verdad-; horror de la vida y xtasis de la vida (Baudelaire). "Total" -un manifiesto algo desatendido hasta hace poco, pero de fundamental importancia para comprender el desarrollo de la obra de Huidobro- proclama una decidida voluntad de cambio del poeta en su comprensin del trabajo literario. Fue publicado en francs en 1932 -en Vertigral, revista del orfismo-; luego, en 1933 en La Nacin de Buenos Aires, pero tambin en el primer nmero de Total (1936), revista fundada por Huidobro en Chile como "contribucin a una nueva cultura". "Total" impugna violentamente las representaciones fragmentarias del hombre. Critica a los poetas, sus "pequeas voces sutiles", sus preocupaciones por su "yo mezquino", su tendencia alienada a comprender la realidad en trminos de antagonismos insuperables. Huidobro proclama ahora "el canto del ser realizando su gran sueo, el canto de la nueva conciencia, el canto total del hombre total". El manifiesto finaliza pidiendo "un ancho espritu sinttico, un hombre total, que refleje toda nuestra poca, como esos grandes poetas que fueron la garganta de su siglo". La decisin de hacer literatura de esta especie -que pretende una visin totalizante del hombre y la sociedad, que establece una relacin entre literatura y cambio social- est notoriamente vinculada al fuerte compromiso poltico que asumi Huidobro a partir de su vuelta a Chile en 1933, poca en que -segn Ren de Costa- habra comenzado a militar en el Partido Comunista. Pero en esta " gran sntesis " -como advierte David Bary- la voluntad de cambio, de representacin social no puede perder de vista la angustia metafsica y el anhelo de comunicacin amorosa. No es simplemente realismo socialista -reduccin, falsificacin- en cualquiera de sus variantes. La insurreccin de Francisco Franco galvaniz an ms el trabajo poltico de Huidobro. Funda asociaciones de intelectuales en apoyo de la Repblica Espaola, escribe artculos y poemas, pronuncia discursos encendidos. En 1936 viaja a Espaa y participa activamente en el conflicto. Visita el frente de batalla y quiere alistarse como voluntario, pero el General Lister decide que puede hacer ms con su palabra por la libertad de Espaa. Asiste en 1937 al Congreso de Intelectuales Antifascistas que se celebra en Valencia que rene a intelectuales de Europa y Amrica. En 1941, el poeta publica dos libros simultneamente: Ver y palpar y El ciudadano del olvido, que renen poemas escritos desde 1923.Ver y palpar delata que el creacionismo no ha sido abandonado del todo en la prctica potica de Huidobro. El poeta ya no afirma la independencia de las imgenes respecto a la experiencia o la identidad absoluta entre sujeto y conciencia; el sujeto potico queda ms suelto, oscila, juega entre diversas posiciones, el sujeto de la escritura recurre a la imagen creada, a las "situaciones creadas" para representar experiencias en que la libertad abre el espacio del juego, la asuncin ldica de la vida y la muerte. El "non sense" (Lewis Carroll), la reiteracin obsesiva de formas paralelas, la sucesin de palabras semejantes en el sonido o el significado, la circularidad de los poemas. En 1944 -deseoso de participar en la Segunda Guerra Mundial -Huidobro parte a Europa como corresponsal de guerra. Es autorizado a llevar uniforme norteamericano. Trabaja para las emisiones de la Voz de Amrica. Segn recuerda Juan Larrea, fue "herido en la cabeza, como Apollinaire. Entr con las tropas libertadoras en Berln, trayendo como botn de guerra un telfono personal de Hitler. Regres a Santiago en 1945 unido a su tercera esposa, una chilena esplndida (Raquel Seoret) que descubri en la Embajada de su pas en Londres". Supo mantener su vigor creacionista hasta en el epitafio que dej escrito para su lpida: "Abrid esta tumba: al fondo se ve el mar". Frente al mar, en Cartagena (Chile), muri Vicente Huidobro en 1948, y frente al mar (o tal vez sobre l, como reza su epitafio) reposan sus restos en el camposanto de la bella localidad chilena. LORD CHESELIN.
A Juan Gris y Jacques Lipchitz Recordando nuestras charlas vesperales en aquel rincn de Francia
HORAS El villorio Un tren detenido sobre el llano En cada charco duermen estrellas sordas Y el agua tiembla Cortinaje al viento La noche cuelga en la arboleda En el campanario florecido Una gotera viva Desangra las estrellas De cuando en cuando Las horas maduras Caen sobre la vida.
EXPRES Una corona yo me hara De todas las ciudades recorridas Londres Madrid Pars Roma Npoles Zurich Silban en los llanos Locomotoras cubiertas de algas Aqu nadie ha encontrado de todos los ros navegados Yo me hara un collar El Amazonas El Sena El Tmesis El Rin Cien embarcaciones sabias Que han plegado las alas Y mi cancin de marinero hurfano Diciendo adis a las playas Aspirar el aroma del Monte Rosa Trenzar las canas errantes del Monte Blanco Y sobre el Zenit del Monte Cenis Encender en el sol muriente El ltimo cigarro Un silbido horada el aire No es un juego de agua Adelante Apeninos gibosos Marchan hacia el desierto Las estrellas del oasis Nos darn miel de sus dtiles En la montaa El viento hace crujir las jarcias Y todos los montes dominados Los volcanes bien cargados Levarn el ancla. ALLA ME ESPERAN HASTA MANANA Buen viaje Un poco ms lejos Termina la Tierra Pasan los ros bajo las barcas La vida ha de pasar
NOCHE Sobre la nieve se oye resbalar la noche La cancin caa de los rboles Y tras la niebla daban voces De una mirada encend mi cigarro Cada vez que abro los labios Inundo de nubes el vaco En el puerto Los mstiles estn llenos de nidos Y el viento gime entre las alas de los pjaros Las Olas Mecen El Navo Muerto Yo en la orilla silbando Miro la estrella que humea entre mis dedos
ALERTA Media noche En el jardn Cada sombra es un arroyo Aquel ruido que se acerca no es un coche Sobre el cielo de Pars Otto Von Zeppeln Las sirenas cantan Entre las olas negras Y este clarn que llama ahora No es un clarn de la Victoria Cien aeroplanos Vuelan en torno de la luna Apaga Tu Pipa Los obuses estallan como rosas maduras Y las bombas agujerean los das Canciones cortadas Tiemblan entre las ramas El viento cortisona las calles Como Apagar La Estrella Del Estanque.
CAMINO Un cigarro en el vaco A lo largo del camino He deshojado mis dedos Y jams mirar atrs Mi cabellera Y el humo de esta pipa Aquella luz me conduca Todos los pjaros son alas En mis hombros cantaron Pero mi corazn fatigado Muri en el ltimo nido Llueve sobre el camino Y voy buscando el sitio donde mis lgrimas han cado.
EMIGRANTE A AMERICA Estrellas elctricas Se encienden en el viento Y algunos signos astrolgicos Han cado al mar Ese emigrante que canta Partir maana Vivir Buscar Atado al barco como a un horscopo Veinte das sobre el mar Bajo las aguas Nadan los pulpos vegetales Detrs del horizonte abierto El otro puerto Entre el boscaje Las rosas deshojadas iluminan las calles.
CANTAR DE LOS CANTARES Cantar Todos los das Cantar Ella vendr tan rpida Que su sombra se quedar olvidada Sin poder encontrar En el camino Las nubes hidrfilas Se rasgan en las cimas de las hojas La lluvia Detrs del agua El sol Al final de una cancin Alguien doblar los aos Y caer en mis brazos.
ASTRO El libro Y la puerta Que el viento cierra Mi cabeza inclinada Sobre la sombra del humo Y esta pgina blanca que se aleja Escucha el ruido de las tardes vivas Reloj del horizonte Bajo la niebla envejecida Se dir un astro de resorte Mi alcoba tiembla como un barco Pero eres t T sola El astro de mi plafn Yo miro tu recuerdo nufrago Y aquel pjaro ingenuo Bebiendo el agua del espejo.
NIO Aquella casa Sentada en el tiempo Sobre las nubes que alejaba el viento Iba un pjaro muerto Caen sus plumas sobre el otoo Un nio sin alas mira en la ventana Los peces temen trizar el agua Y bajo la sombra de los mstiles El balandro resbala Se olvid el nombre de la madre Tras la puerta que bate como una bandera El techo est agujereado de estrellas El abuelo duerme Cae de su barba Un poco de nieve.
CASA Sobre la mesa El abanico tierno Un pjaro muerto en pleno vuelo La casa de enfrente blanca de yeso y nieve En el jardn ignorado Alguien pasea Y un ngel equivocado Se ha dormido sobre el humo de la chimenea Para seguir el camino Hay que recomenzar Quin Escondi Las Llaves Haba tantas cosas que no pude contar.
RUTA Ultima lluvia Los ngeles heridos Dejarn hoy el hospital He olvidado la cancin comenzada Aquel pjaro que vol de mi pecho Ha perdido el camino Bajo los puentes el ro muere de trecho en trecho Dnde Ests Sigue tu marcha tras de mis canciones La ruta ciega como los lagos secos Todas las estrellas han cado Y las que cuelgan en las ramas Caern tambin En el boscaje oblicuo Se qued mi cancin Ultima lluvia La luna y el pauelo Se secaban al sol.
GARE La tropa desembarca En el fondo de la noche Los soldados olvidaron sus nombres Bajo aquel humo cnico El tren se aleja como un mensaje telefnico En las espaldas de un mutilado Las dos pequeas alas se han plegado Y en todos los caminos se ha perdido una estrella Las nubes pasaron Balando hacia el Oriente Alguien busca su propia huella Entre las alas olvidadas Uno Dos Diez Veinte Y aquella mariposa que jug entre las flores de los cuadernos Revolotea en torno de mi cigarro.
EGLOGA Sol muriente Hay una panne en el motor Y un olor primaveral Deja en el aire al pasar En algn sitio un cancin En Dnde Ests Una tarde como sta Te busqu en vano Sobre la niebla de todos los caminos Me encontraba a m mismo Y en el humo de mi cigarro Haba un pjaro perdido Nadie responda Los ltimos pastores se ahogaron Y los corderon equivocados Coman flores y no daban miel El viento que pasaba Amontona sus lanas Entre las nubes Mojadas de mis lgrimas A qu otra vez llorar lo ya llorado Y pues que las ovejas comen flores Seal que ya has pasado.
BALANDRO Los recuerdos se han fatigado de seguirme La Senda Era Tan Larga Este viento vena de unas alas Y los das pasan aullando al horizonte Como un balandro joven Cruc muchas tormentas Entre canciones marineras Todas las gaviotas dejaron plumas en mis manos Tras la ltima montaa los meses descendan Un pstumo cantar nos cerr la salida.
INVIERNO La rubia agreste De los ojos trizados Muerta esta maana El invierno pasaba por las calles Aquel rbol frgil guarda todas las lluvias Estrellas prisioneras Iban Hacia las fras celdas Esta llovizna Humedece mis pupilas En un tiempo los pjaron cantaron Y cogieron nuestras manos Las flores que crecan sobre el ro Hay Una Luz Que Nos Sostiene Del Vaco.
HIJO Las ventanas cerradas Y algunas decoraciones deshojadas La noche viene de los ojos ajenos Al fondo de los aos Un ruiseor cantaba en vano La luna viva Blanca de la nieve que caa Y sobre los recuerdos Una luz que agoniza entre los dedos Maana Primavera Silencio familiar Bajo las bujas florecidas Una cancin asciende sobre el humo Y t Hijo hermoso como un dios desnudo Los arroyos que van lejos Todo lo han visto los arroyos hurfanos Un da tendrs recuerdos.
HORIZONTE Pasar el horizonte envejecido Y mirar en el fondo de los sueos La estrellas que palpita Eras tan hermosa que no pudiste hablar Y me alej Pero llevo en la mana Aquel cielo nativo Con un sol gastado Esta tarde en un caf he bebido un licor tembloroso Como un pescado rojo Y otra vez en el vaso escondido Ese sueo filial Eras tan hermosa que no pudiste hablar En tu pecho algo agonizaba Eran verdes tus ojos pero yo me alejaba Eras tan hermosa que aprend a cantar.
VERMOUTH Bebo en un caf al fondo de las horas olvidadas MONTMARTRE Vasos de vino ardiente y estrellas fermentadas Todas Las Vendimias De Las Horas Pasadas Una angustia de amor cierra los ojos Y pesa sobre los sueos este ramo Llevo los siglos entreabiertos en mis hombros Llevo todos los siblos y no caigo Bebedores de vinos rojos Y de cielos gastados Algo se esconde al fondo de los vasos Bebedores de mares y de vidas Yo os doy mi sangre en hostias lricas Mi sangre que hizo rojas las auroras boreales Viene de enfermedades vesperales Filial Licor Campesinos frangates Ordeaban el sol Los rboles tienen orejas para esta voz que canta Todos los siglos cantan en mi garganta.
LLUEVE Todo oscuro bajo la lluvia electrizada La casa junto al mar vaco Y entre los hilos de agua Se sostiene un nido Donde me he ocultado Sea yo un astro quebrantado O bien una lucirnaga Hay mariposas en mi pecho Y sobre la cancin que asciende Una luz coloniza los desiertos Esta alondra de nieve se me muerte Un Da Partiremos Los barcos hacia mares en sordina Mi estrella hacia la yerba viva Acaso esta obscuridad viene del armario En Donde Me He Ocultado El patio y la vida llenos de musgos Del sexto piso desciende el ascensor mejor que un buzo.
ADIOS Pars Una estrella desnuda Se alumbra sobre el llano Esta estrella la llevara un mi mano En Notre Dame los ngeles se quejan Al batir las alas nacen albas Mas mis ojos se alejan Todas las maanas Baja el sol a tu hostia que se eleva Y en Montmartre los molinos la atmsfera renuevan Pars En medio de las albas que se quiebran Yo he florecido tu Obelisco Y all cant sobre una estrella nueva Adios Llevo sobre el pecho Un collar de tus calles luminosas Todas tus calles me llamaban al irme Y en todas las banderas Palpitaban adioses Tus banderas de los nobles ardores Al pasar arrojo al Sena un ramo de flores Y entre los balandros que se alejan Tus balandros que pacen en las tardes Dejar quisiera el ms bello poema El Sena bajo sus puentes se desliza Y en mi garganta un pjaro agoniza.
LUNA Estbamos tan lejos de la vida Que el viento nos haca suspirar La Luna Suena Como Un Reloj Intilmente hemos huido El Invierno cay en nuestro camino Y el pasado lleno de hojas secas Pierde el sendero de la floresta Tanto fumamos bajo los rboles Que los almendros huelen a tabaco Media Noche Sobre la vida lejana Alguien llora Y la luna olvid dar la hora.
CRUZ Algo se ha quedado Sobre las ms tibias lejanas En todas las rutas Haba sangre de mis plumas Al querer recogerlas He visto que eran muchas No es el Cristo que ha pasado Lento como las horas del Oriente Mi cruz no carg mis espaldas Ni vuela sobre los techos En La Campaa Haba Puntos Rojos Mi cruz sin alas iba en mi pecho Y no ha querido nunca cerrar los ojos Un pjaro se quema en el Ocaso Cuntas cosas hemos olvidado Mirando hacia la vida He visto mi cigarro Que humea en las ms tibias lejanas
OSRAM Dame tus collares encendidos Bajo el azul simtrico En el rbol inverso Donde nacen las lluvias Tanto bati las alas Que desat la nieve Y los pinos blancos all sobre los lagos Eran mstiles reflorecidos Jarcias bajo la bruma Jarcias entre la espuma En las olas gastadas Cuerdas de arpas naufragadas Alumbra El Faro Boreal Mira las islas que danzan sobre el mar Nunca fuiste tan bella Al borde del camino arrojas una estrella Vamos Mi clarn llamando hacia los mares rticos Y tu pupila abierta para todos los nufragos.
PAQUEBOT He visto una mujer hermosa Sobre el mar del Norte Todas las aguas eran su cabellera Y en su mirada vuelta hacia las playas Un pjaro silbaba Las olas truenan tan roncas Que mis cabellos han cado Recostada sobre la lejana Su vientre y su pecho no latan Sin embargo sus lgrimas vivan Inclinado sobre mis das Bajo tres soles Miraba all lejos El paquebot errante que cort en dos el horizonte.
MARINO Aquel pjaro que vuela por primera vez Se aleja del nido mirando hacia atrs Con el dedo en los labios Os he llamado Yo invent juegos de agua En la cima de los rboles Te hice la ms bella de las mujeres Tan bella que enrojecas en las tardes La luna se aleja de nosotros Y arroja una corona sobre el polo Hice correr ros que nunca han existido De un grito elev una montaa Y en torno bailamos una nueva danza Cort todas las rosas De las nubes del Este Y ense a cantar un pjaro de nieve Marchemos sobre los meses desatados Soy el viejo marino Que cose los horizontes cortados.
ZENIT lejos de los llanos oblicuos Las campanas cantando sobre el Zenit Ayer crucificados en la neblina Pas das y das Con los brazos abiertos Entre los barcos que se iban Donde no encontrar mis huellas Algo Me Encierra Por Los Cuatro Costados La noche El sacristn equivocado Que apag las estrellas Rezaba entre las vrgenes de cerca
NADADOR Esta noche El cielo tan obscuro Que los cabellos eran slo humo En mis dedos hay secretos de alquimia Apretando un botn Todos los astros se iluminan Y t que te alejas cantando entre delfines Y planetas vivos Nadador pensativo De todos los jardines Una tarde traas en tus manos Cientos de astros enanos Nadador pensativo Entre la niebla vesperal Anoche La luna enferma muri en el hospital.
CUATRO El mar electrizado Y las piletas de ballenas clavadas Levando el ancla Las cuatro estaciones van a la isla de Pascua All sin florecer me esperas Al despertar te elevas Tu vida es una hostia matinal Y escucho graznar el guila en la roca natal Entre sombras que pasan Se desprenden del pecho los recuerdos Esos navos han levado el ancla Yo te envo los corderos nativos de mis versos En medio del Pacfico enmohecido La Isla de Pascua es un ramo Que muere todos los aos All En La Vida Los Adioses Y t desnuda entre tus brazos Durmiendo sobre cuatro horizontes.
DEPART La barca se alejaba Sobre las olas cncavas De qu garganta sin plumas brotaban las canciones Una nube de humo y un pauelo se batan al viento Las flores de solsticio Florecen al vaco Y en vano hemos llorado Sin poder recogerlas El ltimo verso nunca ser cantado Levantando un nio al viento Una mujer deca adis desde la playa Todas Las Golondrinas Se Rompieron Las Alas
DONJON El castao en medio del cielo Palpando como un ciego Una campana ha llorado sobre el mal y el bien Los frutos que caen son olvidados Y las horas tambin En la crcel de enfrente Las auroras cautivas Cantaban y geman Los ahorcados de hace siglos Al morir miraron los caminos Donde los otros pasaran En marcha En marcha El amor se exalta Tras la alondra filial de tu garganta
CIGARRO Aquello que cae de los rboles Es la noche El mar en mi vaso de aguardiente Y sobre el mar tu sombrero vertical A Dnde Vas Eternamente Alguien ha muerto en tu jardn La golondrina indiferente Duerme sobre una cuerda del violn Yo he tenido en mis manos todo lo que se iba Y esta luna malherida Indecisa entre el mar y los jardines Perfumando los aos Una nube montaba de mis labios Y mi cigarro Es la nica luz de los confines.
LUNA O RELOJ Las tardes prisioneras En los rincones fros Y las canciones cnicas de los jardines Golondrinas sin alas Entre la niebla slida Angustia en mi garganta Sobre la Frente la corona seca Y en tus manos una estrella fresca Despus en el valle sin sol Un mismo ruido La luna y el reloj.
PRIMAVERA El postre electrizado Orillas del arroyo Aquel pjaro adormilado Cantaba como un trompo El violinista ha muerto esta maana Pero canta el violn de la ventana En todas las ramas Mil canciones mecnicas Unas venan otras se alejaban La Primavera Da Vueltas Al Manubrio Mas no vimos las notas Esas alondras Anidan en los tubos La tarde boreal se aleja sobre el humo.
ETERNIDAD Palabras puntiagudas en el azul del viento Y el enjambre que brilla y que no canta La Noche En Tu Garganta Acaso Dios se muere Entre almohadones blancos Bajo el agua gastada de sus prpados El aire triangular para colgar estrellas Y sobre la verdura nativa de aquel mar Ir buscando tus huellas Sin mirar hacia atrs.
CAMPANARIO A cada son de la campana Un pjaro volaba Pjaros de ala inversa Que mueren entre las tejas Donde ha cado la primera cancin Al fondo de la tarde Las llamas vegetales En cada hoja tiembla el corazn Y una estrella se enciende a cada paso Los ojos guardan algo Que palpita en la voz Sobre la lejana Un reloj se vaca.
UNIVERSO Bajo la enramada Una cancin solidificada En dnde estamos El mundo ha cambiado de lugar Y estrellas falsas brillan en el cielo Cordajes de guitarra sobre el mar La sombra es algo que alza el vuelo Junto al aire voltaico Un aeroplano daba vueltas En el aire un pauelo Y ninguna casa tena puertas Un lago oblicuo El camino sobre Hace el espacio el campo inverso Maana ser el fin del universo.
EN MARCHA Cantando se alejaban sobre el meridiano En Cada Mano Un Nido El vagabundo cotidiano Recorri todo el siglo De los aos pasados Hicieron sus collares Tan largos que cruzaban los mares Iban buscando el primer da La sombra de aquel que se qued perdida Sobre la ruta la encontr dormida Adis Adis Otro planeta ocupa el sitio del sol.
SOMBRA La sombra es un pedazo que se aleja Camino de otras playas En mi memoria un ruiseor que se queja Ruiseor de las batallas Que canta sobre todas las balas Hasta Cundo Sangrarn La Vida La misma luna herida No tiene una ala El corazn hizo su nido En medio del vaco Sin embargo Al borde del mundo florecen las encinas Y La Primavera Viene Sobre Las Golondrinas
BAY RUM En tus cabellos se ha dormido Aquella que vol cantando Cul Era Mi Camino Nunca pude encontrarlo Las cascadas Pequeas cabelleras en la orilla Sus estrellas resbalan y no brillan En el cielo despoblado Tan solo tu cabellera sideral Suelta sobre la tarde Aquellas llamas que arden Oracin o cantar Dame tu mano Vamos Hay un poco de msica en el musgo Huir hacia el ltimo bosque Y en la noche Vaciar tu cabellera sobre el mundo.
WAGON-LIT Camino de otras constelaciones El tren que se desprende de los astros Va cortando la noche Mis secretos al borde de la almohada Esta celda errante atraviesa los aos Y contra los uros se rompieron mis alas En el aire dos manos Tu y yo Nunca ms habr sol Mas seguiremos la jornada Valles Selvas Montaas El invierno Viene de aquel cementerio
PUERTO Cruzamiento de alas Bajo el cielo nuevo El azar de los dados en el alma Y la estrella domstica que canta Con las velas al viento Adonde van mis das En donde naufragaron mis naves florecidas El puerto es una selva que se mece Entre mstiles y jarcias La alondra momentnea se alejaba Anclar All en el aura vesperal El astro corriente en los arroyos Ha perdido el piloto Aquella cabeza flotadora es un escollo.
HP Pronto llegaremos Al ltimos paralelo La tarde Mi mano Dirige el automvil Igual que un autopiano La estepa en silencio 80 caballos de fuerza La estepa Ir cruzando la tierra Alguien ha dejado sus alas en el suelo Y hay golondrinas en tu pecho Esta maana Cruzaremos las playas Entre los pjaros vuelan Las primeras campanadas Sobre los mares y las primaveras El barco en que se alejan las mujeres ms bellas.
VASO La puerta abierta hacia la noche Y el pjaro sonmbulo en los bosques Bebe Estas auroras rojas Los dioses blancos de tu boca Ahogndose en el vaso Aquel mar es tan profundo Que temblaban los barcos Sigamos Mis ojos entre el humo Y a la orilla del mundo Tu mano tendida a los naufragios Ahora nadie canta El planeta vaco que dorma en la copa Est en mi garganta Pequeo ruiseor Por Qu Muri He buscad en tu cuerpo la cancin Alguien lleva un tesoro entre las manos Es Un Astro Apagado
O Una Rosa Madura Tantas plumas Tantas plumas Y mi pecho desierto Ayer henchidos de versos
MARES ARTICOS Los mares rticos Colgados del ocaso Entre las nubes se quema un pjaro Da a da Las plumas iban cayendo Sobre las tejas de todos los tejados Quien ha desenrollado el arco-iris Ya no hay descanso Blando de alas Era mi lecho Sobre los mares rticos Busco la alondra que vol de mi pecho. [Estos poemas escritos en Pars entre 1917 y Abril 1918 fueron publicados en agosto del mismo ao por la imprenta Pueyo de Madrid].
ARTE POTICA
Que el verso sea como una llave que abra mil puertas. Una hoja cae; algo pasa volando; cuanto miren los ojos creado sea, y el alma del oyente quede temblando. Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra; el adjetivo, cuando no da vida, mata. Estamos en el ciclo de los nervios. El msculo cuelga, como recuerdo, en los museos; mas no por eso tenemos menos fuerza: el vigor verdadero reside en la cabeza. Por qu cantis la rosa, oh poetas! hacedla florecer en el poema. Slo para nosotros viven todas las cosas bajo el sol. El poeta es un pequeo Dios.
Basta seora arpa de las bellas imgenes De los furtivos comos iluminados Otra cosa otra cosa buscamos Sabemos posar un beso como una mirada Plantar miradas como rboles Enjaular rboles como pjaros Regar pjaros como heliotropos Tocar un heliotropo como una msica Vaciar una msica como un saco Degollar un saco como un pingino Cultivar pinginos como viedos Ordear un viedo como una vaca Desarbolar vacas como veleros Peinar un velero como un cometa Desembarcar cometas como turistas Embrujar turistas como serpientes Cosechar serpientes como almendras Desnudar una almendra como un atleta Lear atletas como cipreses Iluminar cipreses como faroles Anidar faroles como alondras Exhalar alondras como suspiros Bordar suspiros como sedas Derramar sedas como ros Tremolar un ro como una bandera Desplumar una bandera como un gallo Apagar un gallo como un incendio Bogar en incendios como en mares Segar mares como trigales Repicar trigales como campanas Desangrar campanas como corderos Dibujar corderos como sonrisas Embotellar sonrisas como licores Engastar licores como alhajas Electrizar alhajas como crepsculos Tripular crepsculos como navos Descalzar un navo como un rey Colgar reyes como auroras Crucificar auroras como profetas Etc. etc. etc. Basta seor violn hundido en una ola ola Cotidiana ola de religin miseria De sueo en sueo posesin de pedreras
EL ESPEJO DE AGUA
Mi espejo, corriente por las noches, Se hace arroyo y se aleja de mi cuarto. Mi espejo, ms profundo que el orbe Donde todos los cisnes se ahogaron. Es un estanque verde en la muralla Y en medio duerme tu desnudez anclada. Sobre sus olas, bajo cielos sonmbulos, Mis ensueos se alejan como barcos. De pie en la popa siempre me veris cantando. Una rosa secreta se hincha en mi pecho Y un ruiseor ebrio aletea en mi dedo.
EL ESPEJO DE AGUA
Mi espejo, corriente por las noches, Se hace arroyo y se aleja de mi cuarto. Mi espejo, ms profundo que el orbe Donde todos los cisnes se ahogaron. Es un estanque verde en la muralla Y en medio duerme tu desnudez anclada. Sobre sus olas, bajo cielos sonmbulos, Mis ensueos se alejan como barcos. De pie en la popa siempre me veris cantando. Una rosa secreta se hincha en mi pecho Y un ruiseor ebrio aletea en mi dedo.
Ests atada al ruiseor de la noche Que tiene un ritual sagrado en la garganta Qu me importan los signos de la noche Y la raz y el eco funerario que tengan en mi pecho Qu me importa el enigma luminoso Los emblemas que alumbran el azar Y esas islas que viajan por el caos sin destino a mis ojos Qu me importa ese miedo de flor en el vaco Qu me importa el nombre de la nada El nombre del desierto infinito O de la voluntad o del azar que representan Y si en ese desierto cada estrella es un deseo de oasis O banderas de presagio y de muerte Tengo una atmsfera propia en tu aliento La fabulosa seguridad de tu mirada con sus constelaciones ntimas Con su propio lenguaje de semilla Tu frente luminosa como un anillo de Dios Ms firme que toda la flora del cielo Sin torbellinos de universo que se encabrita Como un caballo a causa de su sombra en el aire Te pregunto otra vez Iras a ser muda que Dios te dio esos ojos? Tengo esa voz tuya para toda defensa Esa voz que sale de ti en latidos de corazn Esa voz en que cae la eternidad Y se rompe en pedazos de esferas fosforescentes Qu sera la vida si no hubieras nacido? Un cometa sin manto murindose de fro Te hall como una lgrima en un libro olvidado Con tu nombre sensible desde antes en mi pecho Tu nombre hecho del ruido de palomas que se vuelan Traes en ti el recuerdo de otras vidas ms altas De un Dios encontrado en alguna parte Y al fondo de ti misma recuerdas que eras t El pjaro de antao en la clave del poeta Sueo en un sueo sumergido La cabellera que se ata hace el da La cabellera al desatarse hace la noche La vida se contempla en el olvido Slo viven tus ojos en el mundo El nico sistema planetario sin fatiga Serena piel anclada en las alturas Ajena a toda red y estratagema En su fuerza de luz ensimismada Detrs de ti la vida siente miedo Porque eres la profundidad de toda cosa El mundo deviene majestuoso cuando pasas Se oyen caer lgrimas del cielo Y borras en el alma adormecida La amargura de ser vivo Se hace liviano el orbe en las espaldas Mi alegra es or el ruido del viento en tus cabellos (Reconozco ese ruido desde lejos) Cuando las barcas zozobran y el ro arrastra troncos de rbol Eres una lmpara de carne en la tormenta Con los cabellos a todo viento Tus cabellos donde va el sol a buscar sus mejores sueos Mi alegra es mirarte solitaria en el divn del mundo Como la mano de una princesa soolienta Con tus ojos que evocan un piano de olores Una bebida de paroxismos Una flor que est dejando de perfumar Tus ojos hipnotizan la soledad Como la rueda que sigue girando detrs de la catstrofe
Mi alegra es mirarte cuando escuchas Ese rayo de luz que camina hacia el fondo del agua Y te quedas suspensa largo rato Tantas estrellas pasadas por el harnero del mar Nada tiene entonces semejante emocin Ni un mstil pidiendo viento Ni un aeroplano ciego palpando el infinito Ni la paloma demacrada dormida sobre un lamento Ni el arcoiris con las alas selladas Ms bello que la parbola de un verso La parbola tendida en puente nocturno de alma a alma Nacida en todos los sitios donde pongo los ojos Con la cabeza levantada Y todo el cabello al viento Eres ms hermosa que el relincho de un potro en la montaa Que la sirena de un barco que deja escapar toda su alma Que un faro en la neblina buscando a quien salvar Eres ms hermosa que la golondrina atravesada por el viento Eres el ruido del mar en el verano Eres el ruido de una calle populosa llena de admiracin Mi gloria est en tus ojos Vestida del lujo de tus ojos y de su brillo interno Estoy sentado en el rincn ms sensible de tu mirada Bajo el silencio esttico de inmviles pestaas Viene saliendo un augurio del fondo de tus ojos Y un viento de ocano ondula tus pupilas Nada se compara a esa leyenda de semillas que deja tu presencia A esa voz que busca un astro muerto que volver a la vida Tu voz hace un imperio en el espacio Y esa mano que se levanta en ti como si fuera a colgar soles en el aire Y ese mirar que escribe mundos en el infinito Y esa cabeza que se dobla para escuchar un murmullo en la eternidad Y ese pie que es la fiesta de los caminos encadenados Y esos prpados donde vienen a vararse las centellas del ter Y ese beso que hincha la proa de tus labios Y esa sonrisa como un estandarte al frente de tu vida Y ese secreto que dirige las mareas de tu pecho Dormido a la sombra de tus senos Si t murieras Las estrellas a pesar de su lmpara encendida Perderan el camino Qu sera del universo? "Altazor" Vicente Huidobro
POEMA FUNERARIO
El pjaro de lujo ha mudado de estrella Aparejad bajo la tempestad de las lgrimas Vuestro atad a vela Donde se aleja el instrumento del encanto En las vegetaciones de los recuerdos Las horas en torno de nosotros hacen sus viajes Va rpido Va rpido impulsado por los suspiros El mar est cargado de naufragios Y yo he alfombrado el mar para su paso As es el viaje primordial y sin pasaje El viaje instructivo y secreto En los corredores del viento Las nubes se apartan para que l pueda pasar Y las estrellas se encienden para mostrar el camino Qu buscas en los bolsillos de tu chaqueta Has perdido la llave En medio de ese zumbido celeste Vuelves a encontrar en todas partes tus horas envejecidas El viento es negro y hay estalactitas en mi voz Dime Guillermo Has perdido la llave del infinito Una estrella impaciente iba a decir que hace fro La lluvia aguzada comienza a coser la noche De Automne rgulier , 1925
MONUMENTO AL MAR
Paz sobre la constelacin cantante de las aguas Entrechocadas como los hombros de la multitud Paz en el mar a las olas de buena voluntad Paz sobre la lpida de los naufragios Paz sobre los tambores del orgullo y las pupilas tenebrosas Y si yo soy el traductor de las olas Paz tambin sobre m. He aqu el molde lleno de trizaduras del destino El molde de la venganza Con sus frases iracundas despegndose de los labios He aqu el molde lleno de gracia Cuando eres dulce y ests all hipnotizado por las estrellas He aqu la muerte inagotable desde el principio del mundo Porque un da nadie se pasear por el tiempo Nadie a lo largo del tiempo empedrado de planetas difuntos Este es el mar El mar con sus olas propias Con sus propios sentidos El mar tratando de romper sus cadenas Queriendo imitar la eternidad Queriendo ser pulmn o neblina de pjaros en pena O el jardn de los astros que pesan en el cielo Sobre las tinieblas que arrastramos O que acaso nos arrastran Cuando vuelan de repente todas las palomas de la luna Y se hace ms oscuro que las encrucijadas de la muerte El mar entra en la carroza de la noche Y se aleja hacia el misterio de sus parajes profundos Se oye apenas el ruido de las ruedas Y el ala de los astros que penan en el cielo Este es el mar Saludando all lejos la eternidad Saludando a los astros olvidados Y a las estrellas conocidas. Este es el mar que se despierta como el llanto de un nio El mar abriendo los ojos y buscando el sol con sus pequeas /manos temblorosas El mar empujando las olas Sus olas que barajan los destinos Levntate y saluda el amor de los hombres Escucha nuestras risas y tambin nuestro llanto Escucha los pasos de millones de esclavos Escucha la protesta interminable De esa angustia que se llama hombre Escucha el dolor milenario de los pechos de carne Y la esperanza que renace de sus propias cenizas cada da. Tambin nosotros te escuchamos Rumiando tantos astros atrapados en tus redes Rumiando eternamente los siglos naufragados Tambin nosotros te escuchamos
Cuando te revuelcas en tu lecho de dolor Cuando tus gladiadores se baten entre s Cuando tu clera hace estallar los meridianos O bien cuando te agitas como un gran mercado en fiesta O bien cuando maldices a los hombres O te haces el dormido Tembloroso en tu gran telaraa esperando la presa. Lloras sin saber por qu lloras Y nosotros lloramos creyendo saber por qu lloramos Sufres sufres como sufren los hombres Que oiga rechinar tus dientes en la noche Y te revuelques en tu lecho Que el insomnio no te deje calmar tus sufrimientos Que los nios apedreen tus ventanas Que te arranquen el pelo Tose tose revienta en sangre tus pulmones Que tus resortes enmohezcan Y te veas pisoteado como csped de tumba Pero soy vagabundo y tengo miedo que me oigas Tengo miedo de tus venganzas Olvida mis maldiciones y cantemos juntos esta noche Hazte hombre te digo como yo a veces me hago mar Olvida los presagios funestos Olvida la explosin de mis praderas Yo te tiendo las manos como flores Hagamos las paces te digo T eres el ms poderoso Que yo estreche tus manos en las mas Y sea la paz entre nosotros Junto a mi corazn te siento Cuando oigo el gemir de tus violines Cuando ests ah tendido como el llanto de un nio Cuando ests pensativo frente al cielo Cuando ests dolorido en tus almohadas Cuando te siento llorar detrs de mi ventana Cuando lloramos sin razn como t lloras He aqu el mar El mar donde viene a estrellarse el olor de las ciudades Con su regazo lleno de barcas y peces y otras cosas alegres Esas barcas que pescan a la orilla del cielo Esos peces que escuchan cada rayo de luz Esas algas con sueos seculares Y esa ola que canta mejor que las otras He aqu el mar El mar que se estira y se aferra a sus orillas El mar que envuelve las estrellas en sus olas El mar con su piel martirizada Y los sobresaltos de sus venas Con sus das de paz y sus noches de histeria Y al otro lado qu hay al otro lado Qu escondes mar al otro lado El comienzo de la vida largo como una serpiente O el comienzo de la muerte ms honda que t mismo Y ms alta que todos los montes Qu hay al otro lado La milenaria voluntad de hacer una forma y un ritmo O el torbellino eterno de ptalos tronchados
He ah el mar El mar abierto de par en par He ah el mar quebrado de repente Para que el ojo vea el comienzo del mundo He ah el mar De una ola a la otra hay el tiempo de la vida De sus olas a mis ojos hay la distancia de la muerte De ltimos Poemas Pstumo, 1948
ELLA
Ella daba dos pasos hacia delante Daba dos pasos hacia atrs El primer paso deca buenos das seor El segundo paso deca buenos das seora Y los otros decan cmo est la familia Hoy es un da hermoso como una paloma en el cielo Ella llevaba una camisa ardiente Ella tena ojos de adormecedora de mares Ella haba escondido un sueo en un armario oscuro Ella haba encontrado un muerto en medio de su cabeza Cuando ella llegaba dejaba una parte ms hermosa muy lejos Cuando ella se iba algo se formaba en el horizonte para esperarla Sus miradas estaban heridas y sangraban sobre la colina Tena los senos abiertos y cantaba las tinieblas de su edad Era hermosa como un cielo bajo una paloma Tena una boca de acero Y una bandera mortal dibujada entre los labios Rea como el mar que siente carbones en su vientre Como el mar cuando la luna se mira ahogarse Como el mar que ha mordido todas las playas El mar que desborda y cae en el vaco en los tiempos de abundancia Cuando las estrellas arrullan sobre nuestras cabezas Antes que el viento norte abra sus ojos Era hermosa en sus horizontes de huesos Con su camisa ardiente y sus miradas de rbol fatigado Como el cielo a caballo sobre las palomas De Ver y palpar,1941
CANCIN NUEVA
Dentro del horizonte ALGUIEN CANTABA Su voz No es conocida DE DNDE VIENE Entre las ramas No se ve a nadie Hasta la luna era una oreja Y no se oye ningn ruido Sin embargo una estrella desclavada Ha cado en el estanque EL HORIZONTE SE HA CERRADO Y no hay salida
1914
Nubes sobre el surtidor del verano De noche Todas las torres de Europa se hablan en secreto De pronto un ojo se abre El cuerno de la luna grita Halal Halal Las torres son clarines colgados AGOSTO DE 1914 Es la vendimia de las fronteras Tras el horizonte algo ocurre En la horca de la aurora son colgadas todas las ciudades Las ciudades que humean como pipas Halal Halal Pero sta no es una cancin Los hombres se alejan De Halal, 1918 Traduccin de Jos Zaartu
AEROPLANO
Una cruz se ha venido al suelo Un grito quebr las ventanas Y todos se inclinan sobre el ltimo aeroplano El viento que haba limpiado el aire Naufrag en las primeras olas La vibracin persiste an sobre las nubes Y el tambor llama a alguien Que nadie conoce Palabras tras los rboles La linterna que alguien agitaba era una bandera Alumbra tanto como el sol Pero los gritos que atraviesan los techos no son de rebelda A pesar de los muros que sepultan LA CRUZ DEL SUR Es el nico avin que subsiste De Horizon carr, 1917
18
Heme aqu al borde del espacio y lejos de las circunstancias Me voy tiernamente como una luz Hacia el camino de las apariencias Volver a sentarme en las rodillas de mi padre Una hermosa primavera refrescada por el abanico de las alas Cuando los peces deshacen la cortina del mar Y el vaco se hincha por una mirada posible Volver sobre las aguas del cielo Me gusta viajar como el barco del ojo Que va y viene en cada parpadeo He tocado ya seis veces el umbral Del infinito que encierra el viento Nada en la vida Salvo un grito de antesala Nerviosas ocenicas qu desgracia nos persigue En la urna de las flores impacientes Se encuentran las emociones en ritmo definido De Tout- - coup, 1925
AFORISMOS
Conoc un hombre interesante: no tena principios. Un hombre, un verdadero hombre, no tiene principio ni fin. Como Dios. Los perros le ladran porque iba vestido de Excepcin. El reloj del cementerio se adelanta un poco. No hay nada ms difcil que saber ser loco. Qu cantidad de buen criterio se necesita para ser loco! Aydate, que Dios no te ayudar. Desarrolla tus defectos, que son acaso lo ms interesante de tu persona. Un hombre desnudo pesa ms que vestido. Ver la paja en el ojo ajeno y la viga tambin. Has despedazado las leyes de tu corazn para someterte a las leyes de tu tribu. En nombre del Arte. En nombre de la Belleza. En nombre de la Verdad. En nombre del Orden. En nombre de la Ley. En nombre de la Bondad. En nombre del Deber... Palabras, palabras He odo un ruido de cadenas que se rompen. Ha nacido un hombre. No hay amor ilegtimo. El mayor enemigo del poema es la poesa. Axioma para los msicos: Los pjaros cantan mal. Otro axioma para los msicos: Los barcos cantan mejor que las sirenas. La vida es una cuestin de vida o muerte. Es incomprensible que un individuo que haya estudiado profundamente la sociedad actual no sea comunista. Es incomprensible que un individuo que haya estudiado profundamente el comunismo, no sea anarquista. Un juez que en el momento de dar una sentencia no se est riendo interiormente de s mismo y de la sociedad es un perfecto imbcil. -Soy abogado, soy ingeniero, soy... -Y a m qu? Eso slo prueba que posees un diploma de limitacin. Una cortesana llena de melindres es tan repugnante como un ladrn econmico Estpido, para qu arrojas cscaras de pltano en mi camino? Consejo a los pintores: Para estrangular a la Naturaleza hay que tener dedos de hada. Mis versos son clculos de evasin. Nada amo tanto como lo imprevisto. Una gitana en Budapest me ley el porvenir en las lneas de la mano. Yo me ech vitriolo y las borr. La mayor de las degeneraciones y de las morbosidades es el espiritualismo. Era tan mal actor, que lloraba de veras.
Eva en el Paraso regalaba la manzana; despus sali del Paraso y empez a venderla. Las mejores cosas sobre m las han dicho mis enemigos. La Poesa soy yo. Huir del hombre, huir de la naturaleza y sentarse encima del arco iris con una pluma en la mano. Poco no importan los errores o las verdades en un gran autor. Por mi parte puedo asegurar que muchos autores me gustan ms en sus imperfecciones que en sus aciertos. Lo que nos interesa en Nietzsche no son las verdades de Nietzsche sino la nietzschesidad de Nietzsche. Oh, qu delicia! Jugar con fuego. Las creencias religiosas tienen como origen la ley del menor esfuerzo. Mascar cadenas, he ah el plato ms delicioso para el Hombre. Las caricias son araazos de animal domstico.
NARRATIVA
Tragedia
Mara Olga es una mujer encantadora. Especialmente la parte que se llama Olga. Se cas con un mocetn grande y fornido, un poco torpe, lleno de ideas honorficas, reglamentadas como rboles de paseo. Pero la parte que ella cas era su parte que se llamaba Mara. Su parte Olga permaneca soltera y tom un amante que viva en adoracin ante sus ojos. Ella no poda comprender que su marido se enfureciera y le reprochara infidelidad. Mara era fiel. Qu tena l que meterse con Olga? Ella no comprenda que l no comprendiera. Mara cumpla con su deber, la parte Olga adoraba a su amante. Era ella culpable de tener un nombre doble y de las consecuencias que esto puede traer consigo? As, cuando el marido cogi el revlver, ella abri los ojos enormes, no asustados, sino llenos de asombro, por no poder comprender un gesto tan absurdo. Pero sucedi que el marido se equivoc y mat a Mara, a la parte suya, en vez de matar a la otra. Olga continu viviendo en brazos de su amante, y creo que an sigue feliz, muy feliz, sintiendo slo que es un poco zurda.
Procreacin
Es la noche. Una noche castellana de mediados de agosto en el ao 1040. El calor sofocante del da ha calmado un poco, gracias a un viento sin sol que sopla infatigable desde hace tres horas cargado de olor a campo y de rumores de chopos. Durante el da el cielo se haba dejado caer con todo su sol sobre la tierra, la pobre tierra sedienta, sofocada, tratando de sacar la cabeza y poder respirar brisas verdes. La noche ha trado una tregua y todo duerme pesadamente, como embotado, como embrutecido. La casa de Diego Lanez, una inmensa casona de piedra en el pueblo de Vivar, medio fortaleza, medio casa de campo, tratando de mantenerse fra a fuerza de piedra, levanta sus lneas duras y precisas, su adusta majestad en medio de un sueo de piedra. Piedra. Piedra. Piedra. He aqu la casa de Diego Lanez. Casa de silencios de piedra, de sueos de piedra, de palabras de piedra, de honradez de piedra, de sentimientos de piedra (quin ha dicho que las piedras no tienen sentimientos?; oh error!), de energas de piedra, de hombres de piedra. Casa sealada por el dedo de piedra del Destino! Diego Lanez, gran guerrero, ganador de batallas, sostn del trono de sus reyes, heredero de la sangre de Lan Calvo; Diego Lanez, que pele en la batalla en que el conde Fernn Gonzlez venci a Almanzor, ha vuelto de una consulta a que le llamara el rey y no puede conciliar el sueo. Mil preocupaciones le asaltan. Desnudo sobre el lecho, en vano se revuelve de un lado a otro. La respiracin inquieta de su pecho fuerte retumba en las paredes como golpes de encarcelado. Las imgenes del insomnio se cruzan en su cabeza, pasan, repasan; se precipitan unas sobre otras y dilatan su cerebro en fiebre. Espaa se le aparece como una olla de grillos, despedazada, diseminada, deshecha en mil trozos separados e incongruentes. Provincias, ciudades, fortalezas independientes. Un reyezuelo por aqu, un condado por all, un general moro proclamndose amo de un terruo conquistado. Cristianos luchando contra cristianos, moros contra moros. Alianzas de moros y cristianos para luchar contra otros cristianos u otros moros. Rotos los pactos al da siguiente, los efmeros aliados se destrozan entre s. En el momento de calarse las armaduras de combate no se sabe contra quin se va a pelear. Este es el cuadro que aparece a Dego Lanez. Hace ya ms de trescientos aos los musulmanes invadieron Espaa, y el imperio visigodo cay con el rey Rodrigo en las aguas del Guadalete y se deshizo en ondas hasta el mar. El gran imperio musulmn, despus de llegar a su cenit y de haber sometido a toda Espaa a excepcin de don Pelayo, empezaba tambin a disgregarse en guerras intestinas y deshacerse en molicies de apogeo. Del califato de Crdoba, que haba sido de una magnificencia de cuento oriental, quedaban como restos dispersos, como trozos de un planeta que ha estallado, los reinos moros de Granada, de Sevilla, de Murcia, de Denia, de Valencia, de Badajoz, de Toledo, de Zaragoza. Don Pelayo, ese solo trozo independiente de la pennsula, desprendindose de roca en roca desde la cueva de Covadonga haba empezado la reconquista. Don Pelayo no es un hombre, es un aluvin, es una bola de nieve. Cmo admira a don Pelayo Diego Lanez! Se le aparece como el dragn de las grutas del destino, lanzando fuego por los ojos, triturando moros entre los dientes, aplastando fortalezas bajo las garras. Debido a don Pelayo, los cristianos poseen ahora, en medio de esos reinos moros, los condados de Barcelona, de Aragn y de Castilla; los reinos de Navarra, de Galicia y de Len. Diego Lanez adora a Castilla. Piensa en las hazaas de sus condes, vasallos del reino de Len; las proezas de esos condes castellanos que han dado a sus tierras un olor a poema y a sangre de eternidad, desfilan en su memoria. Castilla presenta ya una fuerza hecha, una personalidad; tiene sabor a patria. Diego Lanez no puede contenerse y exclama en voz alta: - Es preciso que nazca otro don Pelayo, es preciso que salte una voluntad unificadora, otra fuerza invencible, otro destino. Al ruido de las palabras de Diego Lanez, su mujer, que duerme junto a l, se despierta sobresaltada. -Qu te pasa, Diego Lanez? Ests enfermo? -pregunta-. Por qu no duermes? -Pienso -responde el hombre. -Qu piensas? -No es cosa de mujeres lo que pienso. -Poltica o guerras; comprendo. -Salvar a Espaa. La mujer guarda silencio y siente un orgullo que le recorre toda la piel, orgullo del hombre a quien pertenece. Los pensamientos de Diego Lanez son elevados y nobles. Nunca ella ha sentido en sus pensamientos los pasos de terciopelo de la traicin, con ese odo que tienen las mujeres para los pensamientos de quienes las rodean. Ella ama la integridad de ese hombre, porque ella es hija de otro varn semejante. Ella, Teresa Alvarez, es hija de Rodrigo lvarez de Asturias, gran guerrero, conquistador del castillo de Ubierna, noble hacendado, poderoso por su influencia y su fortuna. -Hace calor -dice ella-; sera bueno abrir las ventanas. -Duerme.
Diego Lanez se levanta y abre las ventanas. Vuelve el silencio y vuelve el insomnio. Ese simple gesto, abrir una ventana, que parece tan nimio, tan sin importancia, es una cosa grave. Abrir una ventana es como abrir el alma, es como abrir el cuerpo. Por la ventana abierta entra la noche, detrs de la noche entra Castilla y detrs de Castilla entra Espaa. Millones de estrellas se precipitan por esa ventana como el rebao que aguarda que abran las puertas del corral; miles de fuerzas dispersas corren como atradas por un imn y se atropellan entre los gruesos batientes, todo el calor y las savias descarriadas de la naturaleza se sienten impulsadas hacia el sumidero abierto en el muro de aquel aposento que se hace la arista de todas las energas, de todos los anhelos. Innumerables corrientes elctricas convergen haca esa habitacin, nico punto interesante del mapa en aquella noche. Diego Lanez siente todo ese enjambre de alientos profundos y substanciases llegar hasta l. Un vigor inmenso se apodera de su cuerpo, su pecho se hincha, se dilata y desborda en la noche. El mundo es tina usina de energas, un acumulador de fuerzas ebrias, una fbrica de hidrgeno. Y l traga, traga, aspira por todos sus poros esa riqueza que afluye hacia l y viene a ofrecrsele como el manjar del mundo. Qu transmutacin, qu destino va buscando esa aglomeracin de irradiaciones? Diego Lanez siente una vaga inquietud. La carne se rebela y un cosquilleo le agita las arterias. Afuera la noche se pone lnguida, blanda. Una ancha brisa nacida en quin sabe qu jardines recnditos trae caricias de flor, suavidad de hierba. Un ruiseor silba a su hembra en castellano y la noche se hace envolvente como una cabellera de mujer. Diego Lanez contempla a la que duerme a su sombra. Hermosa, regordeta, Teresa Alvarez es la hija del campo, del hacendado noble, de sangre bien nutrida. Hermosa, regordete, frutal. Carne apetitosa, apta a la caricia, pronta al amor. Sus senos potentes, con perfumes de huerta como grandes melones, palpitan con un ritmo sereno de corazn y de mar. Mirar esa mujer rejuvenece, dulcifica, aclara los problemas del mundo. Todo junto a ella se hace natural, primario, alegre. No se comprenden el vicio, ni las complicaciones, ni los retorcimientos de falsos placeres. El amor directo, lgico, el acto sexual rotundo de un hombre y de una mujer enlazados cumpliendo una funcin orgnica imperiosa y suprema. Diego Lanez la coge entre, sus brazos, le acaricia todas las blanduras. Ella le ofrece los labios carnudos y pletricos. El se crispa en cada roce. Ella se muere en cada beso. Es un instante solemne, ese instante en que el mundo parece hacerse silencioso para escuchar, recogerse para dar un gran salto. Se prepara una fiesta. El hombre ahora es el macho, y el macho no resiste ms sus impulsos; la mujer es la hembra, y la hembra se abre como una rosa de pie. Diego Lanez, fogoso, rudo, infantil, se precipita sobre su mujer y entra en su carne, se hunde debajo de su piel con energas de guerrero descansado, ansioso de batallas, impaciente de victorias. La tierra toma el ritmo de esos cuerpos resollantes y suspira como una montaa. El infinito se vaca, el universo vacila y durante un minuto el sistema planetario se detiene. Dios, mirando por el ojo de la cerradura del cielo, sonre. -Ah! Diego, esposo mo, nunca he sentido un estremecimiento semejante, cre perder la razn. -Teresa ma, es curioso; se me figura hacer el amor por primera vez. Y Diego Lanez lloraba de alegra anunciadora y csmica. -No s, no s qu tengo, mujer; pero se me figura que no soy yo el que ha realizado el simple acto de amor, sino todo el universo el que lo ha realizado en m. Se me figura que he cumplido un designio. -Esta noche tiene gusto a milagro. Y otra vez la obsesin de don Pelayo se apodera de] alma de Lanez. Don Pelayo, don Pelayo, la obra inacabada, trunca, cortada a mitad del camino. La sombra del guerrero gigante se pasea en los sueos de Diego Lanez y la noche se hace fuerte, heroica. La noche es don Pelayo y afuera el ruiseor sigue cantando a don Pelayo. -S, efectivamente, esta noche tiene sabor a milagro.
MANIFIESTOS
El Creacionismo
El creacionismo no es una escuela que yo haya querido imponer a alguien; el creacionismo es una teora esttica general que empec a elaborar hacia 1912, y cuyos tanteos y primeros pasos los hallaris en mis libros y artculos escritos mucho antes de mi primer viaje a Pars. En el nmero 5 de la revista chilena Musa Joven, yo deca: El reinado de la literatura termin. El siglo veinte ver nacer el reinado de la poesa en el verdadero sentido de la palabra, es decir, en el de creacin, como la llamaron los griegos, aunque jams lograron realizar su definicin. Ms tarde, hacia 1913 o 1914, yo repeta casi igual cosa en una pequea entrevista aparecida en la revista Ideales, entrevista que encabezaba mis poemas. Tambin en mi libro Pasando y pasando, aparecido en diciembre de 1913, digo, en la pgina 270, que lo nico que debe interesar a los poetas es el "acto de la creacin", y opona a cada instante este acto de creacin a los comentarios y a la poesa alrededor de. La cosa creada contra la cosa cantada. En mi poema Adn, que escrib durante las vacaciones de 1914 y que fue publicado en 1916, encontraris estas frases de Emerson en el Prefacio, donde se habla de la constitucin del poema: Un pensamiento tan vivo que, como el espritu de una planta o de un animal, tiene una arquitectura propia, adorna la naturaleza con una cosa nueva. Pero fue en el Ateneo de Buenos Aires, en una conferencia que di en junio de 1916, donde expuso plenamente la teora. Fue all donde se me bautiz como creacionista por haber dicho en mi conferencia que la primera condicin del poeta es crear; la segunda, crear, y la tercera, crear. Recuerdo que el profesor argentino Jos Ingenieros, que era uno de los asistentes, me dijo durante la comida a que me invit con algunos amigos despus de la conferencia: "Su sueo de una poesa inventada en cada una de sus partes por los poetas me parece irrealizable, aunque usted lo haya expuesto en forma muy clara e incluso muy cientfica." Casi la misma opinin la tienen otros filsofos en Alemania y dondequiera yo haya explicado las mismas teoras. "Es hermoso, pero irrealizable." Y por qu habr de ser irrealizable? Respondo ahora con las mismas frases con que acab mi conferencia dada ante el grupo de Estudios Filosficos y Cientficos del doctor Allendy, en Pars, en enero de 1922: Si el hombre ha sometido para s a los tres reinos de la naturaleza, el reino mineral, el vegetal y el animal, por qu razn no podr agregar a los reinos del universo su propio reino, el reino de sus creaciones? El hombre ya ha inventado toda una fauna nueva que anda, vuela, nada, y llena la tierra, el espacio y los mares con sus galopes desenfrenados, con sus gritos y sus gemidos. Lo realizado en la mecnica tambin se ha hecho en la poesa. Os dir qu entiendo por poema creado. Es un poema en el que cada parte constitutiva, y todo el conjunto, muestra un hecho nuevo, independiente del mundo externo, desligado de cualquiera otra realidad que no sea la propia, pues toma su puesto en el mundo como un fenmeno singular, aparte y distinto de los dems fenmenos. Dicho poema es algo que no puede existir sino en la cabeza del poeta. Y no es hermoso porque recuerde algo, no es hermoso porque nos recuerde cosas vistas, a su vez hermosas, ni porque des criba hermosas cosas que podamos llegar a ver. Es hermoso en si y no admite trminos de comparacin. Y tampoco puede concebrselo fuera del libro. Nada se le parece en el mundo externo; hace real lo que no existe, es decir, se hace realidad a s mismo. Crea lo maravilloso y le da vida propia. Crea situaciones extraordinarias que jams podrn existir en el mundo objetivo, por lo que habrn de existir en el poema para que existan en alguna parte. Cuando escribo: "El pjaro anida en el arco iris", os presento un hecho nuevo, algo que jams habis visto, que jams veris, y que sin embargo os gustara mucho ver. Un poeta debe decir aquellas cosas que nunca se diran sin l. Los poemas creados adquieren proporciones cosmognicas; os dan a cada instante el verdadero sublime, este sublime del que los textos nos presentan ejemplos tan poco convincentes. Y no se trata del sublime excitante y grandioso, sino de un sublime sin pretensin, sin terror, que no desea agobiar ni aplastar al lector: un sublime de bolsillo. El poema creacionista se compone de imgenes creadas, de situaciones creadas, de conceptos creados; no escatima ningn elemento de la poesa tradicional, salvo que en l dichos elementos son ntegramente inventados, sin preocuparse, en absoluto de la realidad ni de la veracidad anteriores al acto de realizacin. As, cuando escribo: El ocano se deshace Agitado por el viento de los pescadores que [silban presento una descripcin creada; cuando digo: "Los lingotes de la tempestad", os presento una imagen pura creada, y cuando os digo: "Ella era tan hermosa que no poda hablar," o bien: "La noche est de sombrero," os presento un concepto creado. En Tristan Tzara encuentro poemas admirables que estn muy cerca de la ms estricta concepcin creacionista. Aunque en l la creacin es generalmente ms formal que fundamental. Pero el hombre que ha escrito los siguientes versos es, sin la sombra de una duda, un poeta:
En porcelaine la chanson pense, je suis fatigu - la chanson des reines larbre crve de la nourriture comme une lampe. Je pleure vouloir se lever plus haut que le jet d'eau serpente au ciel car il n' existe plus la gravit terrestre l'cole et dans le cerveau. Quand le poisson rame le discours du lac quand il joue gamme la promenade des dames, etc
A veces, Francis Piccabia nos abre en sus poemas ventanas sobre lo insospechado, probndonos que no slo es pintor:
Enchan sur l'avenir de I'horloge des rcreations dans un empire missel; Le jour puis d' un court instant parcimonieux chappe la sagacit du lecteur d'esprt. Les jeunes femmes compagnes du fleuve logique viennent comme une tache sur I'eau pour gagner un monstre enfum d'amis aimables dans l'ordre du suicide enrag. Emporter une histaire pour deux force de joie dans la chevelure des syllabes
(1)En porcelana la cancin pensada, estoy fatigado - la cancin de las reinas el [rbol revienta de alimento como una lmpara. Lloro querer alzarse ms alto que el juego de agua serpiente en el cielo, pues ya no [existe la gravedad terrestre en la escuela y en el cerebro. Cuando el pez rema el discurso del lago cuando toca el diapasn el paseo de las damas, etctera. (2) Encadenado sobre el porvenir del reloj diversiones en un imperio misal; El da agotado por un corto instante parsimonioso escapa a la sagacidad del lector fino Las jvenes mujeres compaeras del ro lgico llegan como una mancha sobre el agua para ganar un monstruo ahumado de amigos amables en la orden del suicida enrabiado. Llevar una historia para dos a fuerza de alegra en la cabellera de las slabas. Tambin Georges Ribmont Dessaignes tiene versos que nos sacan de lo habitual:
Il y a des femmes dont les yeux sont comme des morceaux de sucre il y a des femmes graves comme les mouvements de l'amour qu' on [ne surprend pas,
d'autres, comme le ciel a la veille du vent. Le soir trinait des hirondelles. Les hibous partageaient le soleil et pesaient sur la terre. Los dos poetas creacionistas espaoles, Juan Larrea y Gerardo Diego, han dado sendas pruebas de su talento. Cuando Gerardo Diego escribe:
una fuerza de expansin, que es femenina, y una fuerza de concentracin, que es masculina. En ciertos hombres domina una en detrimento de la otra. En muy pocos aparecen ambas en perfecto equilibrio. En el fondo, es en esto donde hallaremos soluciones para el eterno problema de romnticos y clsicos. Todo sigue en el hombre a esta ley de dualidad. Y si llevamos en nosotros una fuerza centrfuga, tambin tenemos una fuerza centrpeta. Poseemos vas centrpetas, vas que nos traen como antenas los hechos que ocurren a sus alrededores (audicin, visin, sensibilidad general), y poseemos vas centrfugas, que semejan aparatos de emisiones y nos sirven paya emitir nuestras ondas, para proyectar el mundo subjetivo en el mundo objetivo (escritura, palabra, movimiento). El poeta, como todos los hombres, tiene dos personalidades, que no son, hablando con propiedad, dos personalidades, sino por el contrario la personalidad en singular, la nica verdadera. La personalidad total se compone de tres cuartos de personalidad innata y de un cuarto de personalidad adquirida. La personalidad innata es la que Bergson llama yo fundamental; la otra es el yo superficial. Tambin Condillac distingua entre un yo pensante y un yo autmata. En el creacionismo proclamamos la personalidad total. Nada de parcelas de poetas. El infinito entero en el poeta, el poeta ntegro en el instante de proyectarse. La obra de arte tiene como cuna estos dos elementos, que tambin constituyen una dualidad paralela: la sensibilidad, que es el elemento afectivo, y la imaginacin, que es el elemento intelectual. En el dictado automtico, la sensibilidad ocupa mayor espacio que la imaginacin, pues el elemento afectivo se halla mucho menos vigilado que el otro. En la poesa creada, la imaginacin arrasa con la simple sensibilidad. Nada me afirm ms en mis teoras que la crtica violenta, que los comentarios burlescos de mis poemas, sobre todo los hechos a mi libro La gruta del silencio, publicado en 1913. Todos los crticos sufran una crisis nerviosa precisamente ante los versos que me gustaban, y sin saber tal vez por qu. Nadie adivinar nunca cunto me hizo pensar este hecho sin importancia. Sin proponrselo, los crticos me ayudaron mucho en mi trabajo al recortar con tijeras precisas versos o imgenes como las siguientes: ...En mi cerebro hay alguien que viene de lejos, o bien:
Las horas que caen silenciosas como gotas de agua por un vidrio. La alcoba se durmi en el espejo. El estanque estaado. Una tarde me aproxim hacia la orilla del libro.
Sabis qu poetas citaba yo en la primera pgina de ese libro? Rimbaud y Mallarm. Y sabis qu citaba de Rimbaud?
un solo poema en el mundo, slo se han hecho algunos vagos ensayos de componer un poema. La poesa est por nacer en nuestro globo. Y su nacimiento ser un suceso que revolucionar a los hombres como el ms formidable terremoto" A veces me pregunto si no pasar desapercibido. Dejemos, pues, bien establecido que cada vez que yo hablo de poeta slo empleo esta palabra para darme a entender, como estirando un elstico para poder aplicarla a quienes se hallan ms cerca de la importancia que a ella le asigno. En la poca de la revista Nord-Sud, de la que fui uno de los fundadores, todos tenamos ms o menos la misma orientacin en nuestras bsquedas, pero en el fondo estbamos bastante lejos unos de otros. Mientras otros hacan buhardas ovaladas, yo haca horizontes cuadrados. He aqu la diferencia expresada en dos palabras. Como todas las buhardas son ovaladas, la poesa sigue siendo realista. Como los horizontes no son cuadrados, el autor muestra algo creado por l. Cuando apareci Horizon carr, he aqu cmo expliqu dicho ttulo en una carta al crtico y amigo Thomas Chazal: Horizonte cuadrado. Un hecho nuevo inventado por m, creado por m, que no podra existir sin m. Deseo, mi querido amigo, englobar en este ttulo toda mi esttica, la que usted conoce desde hace algn tiempo. Este ttulo explica la base de mi teora potica. Ha condensado en s la esencia de mis principios. 1 Humanizar las cosas. Todo lo que pasa a travs del organismo del poeta debe coger la mayor cantidad de su calor. Aqu algo vasto, enorme, como el horizonte, se humaniza, se hace ntimo, filial gracias al adjetivo CUADRADO. El infinito anida en nuestro corazn. 2 Lo vago se precisa. Al cerrar las ventanas de nuestra alma, lo que poda escapar y gasificarse, deshilacharse, queda encerrado y se solidifica. 3 Lo abstracto se hace concreto y lo concreto abstracto. Es decir, el equilibrio perfecto, pues si lo abstracto tendiera ms hacia lo abstracto, se deshara en sus manos o se filtrara por entre sus dedos. Y si usted concretiza an ms lo concreto, ste le servir para beber vino o amoblar su casa, pero jams para amoblar su alma. 4 Lo que es demasiado potico para ser creado se transforma en algo creado al cambiar su valor usual, ya que si el horizonte era potico en s, si el horizonte era poesa en la vida, al calificrsele de cuadrado acaba siendo poesa en el arte. De poesa muerta pasa a ser poesa viva. Las pocas palabras que explican mi concepto de la poesa, en la primera pgina del libro de que hablamos, os dirn qu quera hacer en aquellos poemas. Deca: Crear un poema sacando de la vida sus motivos y transformndolos para darles una vida nueva e independiente. Nada de anecdtico ni de descriptivo. La emocin debe nacer de la sola virtud creadora. Hacer un poema como la naturaleza hace un rbol. En el fondo, era exactamente mi concepcin de antes de mi llegada a Pars: la de aquel acto de creacin pura que hallaris, como una verdadera obsesin, en cualquier parte de mi obra a partir de 1912. Y an sigue siendo mi concepcin de la poesa. El poema creado en todas sus partes, como un objeto nuevo. Debo repetir aqu el axioma que present en mi conferencia del Ateneo de Madrid, en 1921, y ltimamente en Pars, en mi conferencia de la Sorbona, axioma que resume mis principios estticos: "El Arte es una cosa y la Naturaleza otra. Yo amo mucho el Arte y mucho la Naturaleza. Y si aceptis las representaciones que un hombre hace de la Naturaleza, ello prueba que no amis ni la Naturaleza ni el Arte." En dos palabras y para terminar: los creacionistas han sido los primeros poetas que han aportado al arte el poema inventado en todas sus partes por el autor. He aqu, en estas pginas acerca del creacionismo, mi testamento potico. Lo lego a los poetas del maana, a los que sern los primeros de esta nueva especie animal, el poeta, de esta nueva especie que habr de nacer pronto, segn creo. Hay signos en el cielo. Los casi-poetas de hoy son muy interesantes, pero su inters no me interesa. El viento vuelve mi flauta hacia el porvenir. Notas 1 Podis verlo anunciado en la lista de Obras del autor de mi librito: El espejo de agua, publicado en 1916 en Buenos Aires.
La Poesa
(Fragmento de una conferencia leda en el Ateneo de Madrid, el ao 1921 ). Aparte de la significacin gramatical del lenguaje, hay otra, una significacin mgica, que es la nica que nos interesa. Uno es el lenguaje objetivo que sirve para nombrar las cosas del mundo sin sacarlas fuera de su calidad de inventario; el otro rompe esa norma convencional y en l las palabras pierden su representacin estricta para adquirir otra ms profunda y como rodeada de un aura luminosa que debe elevar al lector del plano habitual y envolverlo en una atmsfera encantada. En todas las cosas hay una palabra interna, una palabra latente y que est debajo de la palabra que las designa. Esa es la palabra que debe descubrir el poeta. La poesa es el vocablo virgen de todo prejuicio; el verbo creado y creador, la palabra recin nacida. Ella se desarrolla en el alba primera del mundo. Su precisin no consiste en denominar las cosas, sino en no alejarse del alba. Su vocabulario es infinito porque ella no cree en la certeza de todas sus posibles combinaciones. Y su rol es convertir las probabilidades en certeza. Su valor est marcado por la distancia que va de lo que vemos a lo que imaginamos. Para ella no hay pasado ni futuro. El poeta crea fuera del mundo que existe el que debiera existir. Yo tengo derecho a querer ver una flor que anda o un rebao de ovejas atravesando el arco iris, y el que quiera negarme este derecho o limitar el campo de mis visiones debe ser considerado un simple inepto. El poeta hace cambiar de vida a las cosas de la Naturaleza, saca con su red todo aquello que se mueve en el caos de lo innombrado, tiende hilos elctricos entre las palabras y alumbra de repente rincones desconocidos, y todo ese mundo estalla en fantasmas inesperados. El valor del lenguaje de la poesa est en razn directa de su alejamiento del lenguaje que se habla. Esto es lo que el vulgo no puede comprender porque no quiere aceptar que el poeta trate de expresar slo lo inexpresable. Lo otro queda para los vecinos de la ciudad. El lector corriente no se da cuenta de que el mundo rebasa fuera del valor de las palabras, que queda siempre un ms all de la vista humana, un campo inmenso lejos de las frmulas del trfico diario. La Poesa es un desafo a la Razn, el nico desafo que la razn puede aceptar, pues una crea su realidad en el mundo que ES y la otra en el que EST SIENDO. La Poesa est antes del principio del hombre y despus del fin del hombre. Ella es el lenguaje del Paraso y el lenguaje del Juicio Final, ella ordea las ubres de la eternidad, ella es intangible como el tab del cielo. La Poesa es el lenguaje de la Creacin. Por eso slo los que llevan el recuerdo de aquel tiempo, slo los que no han olvidado los vagidos del parto universal ni los acentos del mundo en su formacin, son poetas. Las clulas del poeta estn amasadas en el primer dolor y guardan el ritmo del primer espasmo. En la garganta del poeta el universo busca su voz, una voz inmortal. El poeta representa el drama angustioso que se realiza entre el mundo y el cerebro humano, entre el mundo y su representacin. El que no haya sentido el drama que se juega entre la cosa y la palabra, no podr comprenderme. El poeta conoce el eco de los llamados de las cosas a las palabras, ve los lazos sutiles que se tienden las cosas entre s, oye las voces secretas que se lanzan unas a otras palabras separadas por distancias inconmensurables. Hace darse la mano a vocablos enemigos desde el principio del mundo, los agrupa y los obliga a marchar en su rebao por rebeldes que sean, descubre las alusiones ms misteriosas del verbo y las condensa en un plano superior, las entreteje en su discurso, en donde lo arbitrario pasa a tomar un rol encantatorio. All todo cobra nueva fuerza y as puede penetrar en la carne y dar fiebre al alma. All coge ese temblor ardiente de la palabra interna que abre el cerebro del lector y le da alas y lo transporta a un plano superior, lo eleva de rango. Entonces se apoderan del alma la fascinacin misteriosa y la tremenda majestad. Las palabras tienen un genio recndito, un pasado mgico que slo el poeta sabe descubrir, porque l siempre vuelve a la fuente. El lenguaje se convierte en un ceremonial de conjuro y se presenta en la luminosidad de su desnudez inicial ajena a todo vestuario convencional fijado de antemano. Toda poesa vlida tiende al ltimo lmite de la imaginacin. Y no slo de la imaginacin, sino del espritu mismo, porque la poesa no es otra cosa que el ltimo horizonte, que es, a su vez, la arista en donde los extremos se tocan, en donde no hay contradiccin ni duda. Al llegar a ese lindero final el encadenamiento habitual de los fenmenos rompe su lgica, y al otro lado, en donde empiezan las tierras del poeta, la cadena se rehace en una lgica nueva. El poeta os tiende la mano para conduciros ms all del ltimo horizonte, ms arriba de la punta de la pirmide, en ese campo que se extiende ms all de lo verdadero y lo falso, ms all de la vida y de la muerte, ms all del espacio y del tiempo, ms all de la razn y la fantasa, ms all del espritu y la materia. All ha plantado el rbol de sus ojos y desde all contempla el mundo, desde all os habla y os descubre los secretos del mundo. Hay en su garganta un incendio inextinguible. Hay adems ese balanceo de mar entre dos estrellas. Y hay ese Fiat Lux que lleva clavado en su lengua.
YO
Nac el 10 de enero de 1893. Una vieja medio bruja y medio sabia predijo que yo sera un gran bandido o un grande hombre. Por cul de las dos cosas optar? Ser un bandido es indiscutiblemente muy artstico. El crimen debe tener sus deliciosos atractivos.Ser un grande hombre? Segn. Si he de ser un gran poeta, un literato; s. Pero eso de ser un buen diputado, senador o ministro, me parece lo ms antiesttico del mundo. Despus de pasar por algunos de esos graciossimos colegios en que una doa Mariquita o doa Zoila o doa Carmelita, nos ensean y nos doctoran en Silabario y nos amarran los pantalones cada vez que vamos para adentro, pas al colegio de los jesuitas. Ah sufr mi primer desengao. Haba credo que los sacerdotes eran siempre gente dulce, amable y cariosa, que dan caramelos, santitos y medallitas, como los haba visto en mi casa, llenos de afabilidad y suavidad, llenos de cordero pascual, y me encontr con unos padres enojones, estrictos, iracundos y muy castigadores. Haban cado ante mi vista los vellones de oveja, dejando en su lugar a unos gneros negros y severos. En vez de caramelos, santitos y medallitas, haba psimas, arrestos y algo muy miscelneo que consista en afirmarse en los pilares en los tiempos de recreo o vigilar la puerta del padre prefecto como los guardas de la Moneda. Los dos primeros aos fui estudioso y aprovechado, despus me bot a flojo, con excepcin de los ramos que no eran matemticas, hasta el cuarto ao de humanidades en que volv por mis perdidos fueros. Estudi muy bien la literatura, y en el examen obtuve una distincin, lo cual era perfectamente injusto, pues haba sido el primero de mi clase y no comet un solo error. En el examen de Historia obtuve dos distinciones. Ah aprendimos que Isabel de Inglaterra fue una mala reina; que Felipe II, aquel hombre repugnante, de alma negra y estpido como un histrin, que muri en el Escorial, lleno de piojos y oliendo a letrina, haba sido un gran rey; que la Inquisicin era una obra santa, y Maquiavelo era un bandido. Los padres jesuitas no se dan cuenta que atacan a Loyola cada vez que atacan a Maquiavelo. Ese ao tuvimos un charadesco profesor de francs que llegaba tarde a la clase todos los das y con la cara amarrada. En mis nueve aos de colegio conoc muy bien el espritu de los padres jesuitas, por eso s odiarlos, quererlos y admirarlos. Odiar a algunos por intrigantes, por chismosos y por espas, porque siempre en sus palabras haba algo de traicin, de sombra y de olor a subterrneo. Querer a otros por ser hombres, buenos, rectos, sin dobleces, almas sin arrugas, amplios y comprensores de todas las cosas de la vida. Admirarlos a todos porque son una falange macednica, una mquina infernal, insuperables en la guerra. Creo que nadie los ha calificado tan admirablemente bien como Santa Teresa de Jess cuando escriba desde Toledo a la Priora del convento de Sevilla, Sor Mara de San Jos, el 26 de noviembre de 1576 y le recomendaba tomaran a los padres jesuitas como directores espirituales. La carta dice as: "No ser poco bien si el Rector de ah, el P. Acosta, se quisiere encargar de la direccin espiritual del Convento como dice; y as para muchas cosas sera gran ayuda. Ms quieren que les obedezcan; y as lo haga, que, aunque alguna vez no nos est tan bien lo que dicen, por lo mucho que importa tenerlos, es bien pasarlo. Busque cosas que les consultar, que son muy amigos de esto" (1). Ese prrafo me parece una irona digna de Voltaire o de Anatole France. Es admirable. Ah est condensado todo el carcter de los jesuitas: su sed de mando, y su afn de ser consultados para pontificar y darse humos de sabios. El ao siguiente entr a quinto ao de humanidades. Estudi Historia Literaria y supe que Vctor Hugo haba sido un sinvergenza, un cochino, un asno, un canalla, un cerdo, un borracho, etc., etc. Ante un juicio crtico tan profundo y convincente no haba ms que inclinarse. Qu cosas dice ese padre Ladrn de Guevara! Dios le haya perdonado. Y qu texto el de don Rodolfo Vergara Antnez! Dios conserve su inocencia. All aprendimos que un padre Tira... creo que Tirabosky, jesuita, haba llenado su siglo con su nombre. Y esto no lo dice el padre Hurtado, digo Ladrn, sino nos lo deca el profesor, un padre muy simptico y con una meliflua voz de corista de opereta. Este padre gorjeaba las clases de Literatura y se saba muchas cosas antiguas de memoria. Tambin ese ao entramos a una especie de Academia Literaria en que se hacan discursos y poesas sobre Prat, el Papa, San Martn, el telescopio, Dios, Rancagua, Chacabuco, el fongrafo. El telescopio, que permite ver tantas estrellitas de colores, el fongrafo, que nos regala los odos con tanta msica bonita como hay en este mundo que tuvo que ser creado por Dios, porque de lo contrario cmo se habra creado solo? etc., etc. Ah! Bendito telescopio, cuntas veces me hiciste ver estrellas? Ese mismo ao, a la mitad del curso, me sal del colegio. Mi salida de los jesuitas es digna de contarse: Un buen da del mes de junio el R. P. Rector me mand llamar. Yo estaba en el estudio cuando lleg un Hermano y me dijo: -El padre Rector le necesita; est en su aposento. -All voy, hermano, le respond. Y llegu a la pieza del padre Rector. Golpeo. Se puede entrar? Y una voz entre mstica e inquisitorial, dice desde adentro: Adelante.
Estaban all reunidos, adems del Rector, mi confesor y el padre Prefecto. Entro. Y el R. P. Rector, jugando con los dedos entre el rosario, con un caramelo en la boca y bajando los ojos y luego clavndolos en m de vez en vez, me dice: -Hijo mo, tengo contra ti una acusacin grave. -Cul es, padre?, fue mi respuesta. -Dicen por ah que t lees a Zola y le haces propaganda entre los nios de tu curso. -Falso, reverendo padre, yo nunca he ledo a Zola, nicamente conozco las crticas de Clarn sobre sus novelas y de ellas he hablado, lo cual es muy diferente. -Sin embargo, quien me lo ha dicho no miente. -Que lo diga delante de m. Durante este dilogo el padre Prefecto haca gestos con los ojos y la boca, mova la cabeza, golpeaba el suelo con el pie y mi confesor, un padre muy simptico e inteligente, a quien siempre he querido, me miraba con ojos cariosos. Luego se march. Yo qued ante los otros dos y volv a decir: -Que lo diga en m presencia. -No es necesario, replic el Rector bajando la vista, cuando se habla mucho de una cosa algo hay. -Es que a m me parece que no se debe hacer caso de las murmuraciones. -Hay un refrn castellano que dice: Ro que suena, lleva piedras. Aqu mi desprecio lleg a su colmo, y con toda la indignacin de que era capaz le respond: -Es el nico refrn que nunca puede estar en labios de un jesuita porque desde que se fund la Compaa de Jess hasta el da de hoy que se habla mal de ella, luego ro que suena lleva piedras. Ante tan imprevista y verdadera respuesta el pobre padre quedse patitieso y yo comprendiendo mi papel sal de su aposento, fui al estudio, tom mi sombrero y sal del colegio, cuidando antes de avisarle a mi confesor la determinacin que haba tomado de no permanecer un da ms en el colegio con una calumnia encima. El padre me aconsej que aquello no era prudente, que aguardara tranquilo, pero yo no hice caso y me march a mi casa. Y aqu una nota psicolgica para Monsieur Le Bon. Yo que en realidad no haba ledo a Zola, despus de aquello me entr curiosidad y lo le y pude admirar sus maravillosas novelas, sus cuadros titnicos que parecen de un Miguel Angel novelista, y me re de sus pigmeos enemigos aunque no est del todo de acuerdo con sus ideas estticas. A los pocos das de mi salida del colegio lleg una carta del padre Prefecto, que hasta hoy conservo, en que deca a mis padres que yo poda volver al colegio. Buen cuidado tuve de no volver jams. Sin embargo, de todas estas cosas y muchas otras ms, guardo para algunos padres del colegio gran cario y profundo reconocimiento. Para esos padres que poseen la dulzura de Cristo, cuyas almas amplias, comprensivas y serenas son como una pgina de Biblia, no para los otros, almas obscuras, fanticos, ridculos e intransigentes en cuyos ojos fulguran todava las Hogueras de la Inquisicin. Muchas veces he pensado cmo sufrirn los padres de verdadero talento y sabidura entre esa manada de vejigas infladas de estupidez y de ignorancia. Cmo se revelarn sus almas nobles contra ese ambiente de mentiras en que envuelven a los muchachos! Entre esas mentiras voy a narrar unas cuantas tomadas al azar. Se les cuentan a los nios los milagros de San Ignacio. Uno de ellos el famoso milagro de la gallina. Que una vez el Santo Padre Ignacio vio a una niita llorando porque se le haba cado una gallina a un pozo y se haba ahogado. San Ignacio compadecido bendice el pozo, suben las aguas y saca la gallina y la resucita. Yo me tengo por cierto que esta gallina era hermana de aquel hermano lobo que domestic el santo de Ass. Ese es el famoso milagro de la gallina. Y as como ese nos contaban muchos otros. Ahora vamos a la verdad histrica y absoluta. El padre Rivadeneira, contemporneo de San Ignacio y que fue su mano derecha, dice en la Vida del santo que Dios Nuestro Seor no quiso honrar con milagros a San Ignacio ni en vida, ni en muerte. Esto puede leerlo el que quiera. Para comprobar ese ambiente de falsedad y de engao en que viven los alumnos, aadir dos casos ms. 1 En cierta ocasin me dieron una estampa que representaba la muerte de San Ignacio y en la cual apareca un cardenal administrndole los ltimos sacramentos. Esto es falsear la Historia. San Ignacio muri sin que se le alcanzaran a administrar los ltimos auxilios religiosos segn puede leerse en carta escrita por el padre Polanco al padre Rivadeneira en que narra la muerte del santo. Como tambin es falso que haya estado presente un cardenal, porque si bien es cierto que el cardenal Tarasio se encontraba all, era entonces un muchacho y fue nombrado cardenal ms de treinta aos despus de muerto Loyola. 2 Mucho hablan los padres jesuitas de la obediencia, dicen que San Ignacio les ense a ser hijos de obediencia, pues para ser obedecidos hay que saber obedecer. Tambin dicen que San Ignacio predic, no slo con la palabra sino con los hechos, la obediencia de inferior a superior. Esto resulta cmico. No puede negarse que Loyola predicara la obediencia, pero s negamos que la practicara. Y vayan los hechos. Despus de recibir los fundadores de la Compaa la Bula de su constitucin del Papa Paulo III, se tomaron la libertad de discutirla, corregirla y aceptar lo que les pareca bien y rechazar lo que les pareca mal como lo prueba
este documento de 4 de marzo de 1541: "Queremos que la Bula sea reformada, id est, quitando o poniendo , o confirmando, o alterando cerca de las cosas en ella contenida, segn que mejor nos parezca y con estas condiciones queremos y entendemos de hacer voto de guardar la Bula". He aqu un modelo de obediencia. Esto prueba que el inconmensurable orgullo de los jesuitas es herencia atvica. Y vase ah cmo el Santo Padre Ignacio obedeca al Romano Pontfice. Esto es histrico. Creo que nadie pretende negarlo. Alguien a quien lea esto me deca que los jesuitas eran temibles como enemigos. Yo no les temo. Los he conocido algo de cerca... y me tienen muy sin cuidado. S que ellos, en un gesto grotescamente cmico, han pretendido hacer clebre a ms de un fantoche de la poltica o de las letras. No aspiro a celebridad de conventos, a renombre entre sacristanes, ni inmortalidad entre beatas... No pretendo que mi retrato ande oliendo aposentos de legos, ni que mi nombre pase entre los dientes postizos de cuatro viejas, de esas que mueren a los ochenta aos, de clera infantil. Por mucho que ensalcen los jesuitas a Garca Moreno (es un ejemplo), siempre quedar en la Historia como un tirano vulgar y mediocre! Quizs me equivoque y hayan tambin Tiranos Santos, como hay Crmenes Santos, crmenes que se cometen en nombre de Dios. El Santo Crimen de la Bendita Inquisicin. Pero dejemos tranquilos a los padres jesuitas y pasemos a otra cosa, advirtiendo antes que siempre guardo para algunos de ellos gran cario, como para otros, todo el desprecio que me queda libre. Una vez salido del colegio, pude dedicarme con ms tiempo a la Literatura y al arte en general. Aquel ao, por adelantar curso, di once exmenes de los cuales aprob diez. Obtuve en Filosofa primer ao, dos distinciones y en Filosofa segundo ao, tres distinciones . Ambas votaciones eran justas, pues haba estudiado la Filosofa con verdadero inters. En Latn obtuve dos distinciones, lo cual era perfectamente injusto, pues apenas saba para tres blancas. Obtuve en Historia Literaria dos distinciones, lo cual era perfectamente injusto, pues saba y contest para tres distinciones. Los dems exmenes, alternando entre una negra y tres blancas, los aprob todos, menos uno que creo fue Qumica. Esos no me importaban. Estas cosas tan de colegial no tena para qu decirlas, pero como hube de narrar mi vida de estudiante... Y ahora entro de lleno en mi corta vida literaria y de hombre. Empezar por decir que desde hace cinco aos, o sea desde los quince, leo generalmente seis horas diarias. Al principio le con desorden, lea por leer, despus poco a poco he aprendido a leer, estudiando y sacando de la lectura observada el mayor provecho posible. Siempre he encontrado en mi madre un apoyo entusiasta para mis aficiones de arte. Recuerdo una ancdota que para m tiene singular encanto: Tena yo ms o menos doce aos y escrib una composicin en versos, la primera de mi vida, que se titulaba "Eso soy yo". Como haba ledo muchos versos, tena el odo algo acostumbrado y casi ningn verso cojeaba. Se los le a mi madre. Ella se admir de la armona, pero encontraba que las ideas eran muy repetidas y los guard para corregrmelos. Al otro da me los entreg corregidos. Yo los le, y recuerdo que ingenuamente me rea con ella al ver que, si bien era cierto que las ideas eran ms romnticas y poticas, los versos estaban casi todos cojos. Este era mi mayor placer, ver que ella tena ideas ms bonitas, pero no poda metrificarlas. Qu blancas ingenuidades aquellas! Y ya que se trata de mostrar mi espritu tal como es completamente al desnudo, har gala d mi sinceridad. Soy feliz, exceptuando la gran tristeza del Arte y su dolorosa inquietud. Me cas a los diez y nueve aos. Amo sobre todas las cosas de la vida a mi esposa y a mi hija, despus a mi madre y a mi padre. Creo que esto es una perogrullada dentro del humano querer. Tengo completa fe en m mismo. Tengo tal seguridad de las cosas que hago que, si el mismsimo seor D'Annunzio me atacara literariamente, lo sentira mucho por l. He publicado dos libros: "Ecos del Alma", poesas de los diecisiete aos, y "La Gruta del Silencio". El primero es un libro romntico, demasiado retrico y hueco. Sin embargo, no ha faltado imbcil que cante su superioridad sobre "La Gruta del Silencio". Este segundo libro es de todo mi agrado. Ha sido muy discutido. Armando Donoso, que hizo el Prlogo, le encontr a ciertas partes del libro influencias de Rollinat, a quien no tena el gusto de conocer, ni de nombre. Algunos crticos que leyeron esto de Donoso lo han repetido como borregos. Max Jara, con su clara inteligencia de verdadero artista y de maestro, supo negar muy bien todas esas falsas influencias que algunos nios quisieron adivinar en mi obra. Con esto no quiero decir que Donoso no sea artista. S que lo es. Pero en este caso se equivoc, acaso por ese marcado afn de desenterrar influencias de autores raros; cuanto ms raros y desconocidos, mejor. Yo desafo que me muestren esas influencias. He perseguido mucho la originalidad por el estudio de m mismo, por la auscultacin de mis ms mnimas impresiones. Y tengo plena conciencia de haberla conseguido. Mi poesa, como muy bien lo advirti Max Jara, no es la poesa de un influenciado, sino la de uno que ha estudiado y sentido la poesa universal. En mis versos no hay sensaciones reflejas, recibidas por intermedio de otro autor, sino recibidas directamente de la
naturaleza misma. Esto lo aseguro y lo sostengo ante quien quiera. Ahora claro est que todos los poetas por muy originales que sean, hasta el mismo Baudelaire, Verlaine y Mallarm, han llegado a su originalidad por medio del conocimiento de todas las Literaturas. Porque la originalidad absoluta no existe! Pero yo no he sentido la gran incomprensin de mi libro. Muy al contrario me agrada sobremanera. Lo nico que deseo para mis libros es el aplauso de unos cuantos, de esos exquisitos, de esos refinados y quintaesenciados cuyo espritu alcanza hasta las mayores sutilezas y observaciones, y el ataque rudo de la noble mediocridad imperante en estas tierras. Quiero que mis libros queden muy lejos de la visual de las multitudes y del vientre de la sana burguesa. "La Gruta del Silencio" debi aparecer mucho despus que "Canciones en la Noche" que contiene versos del ao 1912 que no estn con mi manera actual, exceptuando algunos pocos. Tal vez los tres ltimos. "La Gruta del Silencio" apareci antes por cuestiones de la impresin. Este libro lo publico slo por el capricho de tener unos cuatro libros a los veinte aos. Capricho ingenuo, pero capricho. Espero que este libro no caiga en manos de Celui qui ne comprend pas. Obras en proyecto tengo muchas, pero no quiero hablar de ellas. Este ao, 1913, escrib una comedia en colaboracin con Gabry Rivas "Cuando el amor se vaya" que fue estrenada por la compaa Daz de la Haza con gran aplauso del pblico. No as de la crtica que vio en ella muchas reflexiones y bellas ideas, pero poco movimiento. He fundado dos revistas literarias, "Musa joven" y "Azul". La muerte de cada una de ellas ha sido para m un gran dolor. Cuando Rubn Daro anunci su venida a Chile escrib un entusiasta artculo crtico sobre su obra, lleno de sinceridad y de fervor, del cual publiqu un fragmento en el nmero de "Musa joven" que le dediqu a l. All tambin apareci una poesa ma, "Apoteosas" sobre Daro, muy mala y que algunos encontraron muy buena. En Literatura me gusta todo lo que es innovacin. Todo lo que es original. Odio la rutina, el clich y lo retrico. Odio las momias y los subterrneos de museo. Odio los fsiles literarios. Odio todos los ruidos de cadenas que atan. Odio a los que todava suean con lo antiguo y piensan que nada puede ser superior a lo pasado. Amo lo original, lo extrao. Amo lo que las turbas llaman locura. Amo todas las bizarras y gestos de rebelin. Amo todos los ruidos de cadenas que se rompen. Amo a los que suean con el futuro y slo tienen fe en el porvenir sin pensar en el pasado. Amo las sutilezas espirituales. Admiro a los que perciben las relaciones ms lejanas de las cosas. A los que saben escribir versos que se resbalan como la sombra de un pjaro en el agua y que slo advierten los de muy buena vista. Y creo firmemente que el alma del poeta debe estar en contacto con el alma de las cosas. Y qu ms puedo hablar de mis ideas? Creo que todas ellas estn diseminadas en mis artculos y estudios y fcilmente pueden adivinarse en mis versos. Pero dir que no se crea que desprecio el pasado. No. Repruebo el que slo se piense en l y se desprecie el presente, pero yo amo el pasado. Para m no hay escuelas, sino poetas. Los grandes poetas quedan fuera de toda escuela y dentro de toda poca. Las escuelas pasan y mueren. Los grandes poetas no mueren nunca. Yo amo a todos los grandes poetas. Homero, Dante, Shakespeare, Goethe, Poe, Baudelaire, Heine, Verlaine, Hugo. Esas, son las cumbres que se pierden en el Azul. Entre esas cumbres hay muchas ms pequeas y hay muchos abismos. Yo amo las grandes cumbres y los grandes abismos. Lo que da vrtigo. Mirando a esas grandes montaas no se ve la cspide. Mirando a esos grandes abismos no se ve el fondo. Por eso los miopes bufan. Mientras menos ojos nos alcancen, ms alto o ms hondo vamos. En mi corta vida literaria he sido muy querido y muy odiado. Puede darse mayor triunfo? He tenido muchos enemigos y muchos amigos. He tenido enemigos que se han dado el trabajo, alentados por la envidia, de ir a desacreditarme, uno por uno, ante muchos pobres inocentes. Generalmente les ha salido mal el juego de la mano negra, pues casi todos se quedan compadecindolos y muchas veces me lo cuentan a m mismo. A estos enemigos mos les he arrojado, como un pedazo de pan, el desprecio que me ha sobrado de otros desprecios ms importantes. Cuando las locomotoras resbalan su majestad devorando las distancias, infinidad de quiltros salen a ladrarles.
Tanto me han ladrado a m los quiltros literarios que tengo derecho a sentirme locomotora... literaria. Nunca he, podido comprender la envidia. Acaso sea porque mi gran orgullo me impide envidiar a nadie. Bendito orgullo Siempre he tenido la seguridad de que yo har mi obra y llegar al Triunfo; por eso no temo gritar alabanzas con todos mis pulmones a los que creo las merecen. Si ellos hacen su obra, yo tambin har la ma. Si ellos llegaran al Triunfo, yo tambin estoy seguro de llegar. Qu triste debe ser esto para los que se sienten sin fuerzas, se sienten impotentes, para los eunucos del arte que se miran y no ven nada... Bien se les puede perdonar su envidia! Algunas veces he sentido verdaderos disgustos literarios. Cuando nombraron prncipe de los poetas franceses a Paul Fort y no a Francis Jammes o a Jules Rornain. Cuando Rubn Daro se ocup en un artculo de la suntuosa mediocridad de don Alberto del Solar. Y otras veces que no recuerdo. Lo nico que he comprobado hasta ahora es que la estupidez humana es inconmensurable, infinita, grandiosa, elocuente, avasalladora, apocalptica. Que basta ser imbcil para ser amado y respetado y escuchado, para surgir, para ser diputado, senador, ministro, presidente, director de diario y miembro de respetables academias. Leer a don Juan Antonio Cavestany. Que Dostoievski, Zola, Verlaine, Baudelaire, Poe, France, D'Annunzio, Hermant, Daro, siempre sern unos estpidos, mientras Sielikiewiez, Oliuet, Isaacs, Salgari, Braerneii, Nuez de Arce y Quintana sern genios. Este prrafo viene a comprobar el prrafo anterior! Que si algn da se le ocurriera al msmisimo Dios la humorada de escribir un libro de versos sin que los mortales supieran que eran suyos, esos versos seran muy inferiores a los de Homero, Virgilio, Horacio, Dante, Milton y hasta los de Fray Luis de Len, de Herrera, Caldern y Lope. Todos caeran all. Sera gracioso desde el mismsimo don Marcelino Menndez Pelayo, Faguet y Lernaitre hasta el inofensivo y simpatiqusimo seor Omer Emeth Y cuando por otra humorada de ser Satans supieran el nombre del autor qu azoramiento ms trgicamente cmico, qu disculpas ms resaladas. Claro, el seor Menndez Pelayo lo haba ledo muy a la ligera por estar ocupadsirno en un profundo estudio sobre Pereda y el seor Faguet haba hablado de referencias, pues su juicio sobre Musset lo tena embotado y hasta el inocentsimo seor Omer Emeth se habra pasado por alto las mejores partes, pues en esos das se encontraba muy atareado, buscando galicismos, para un artculo sobre Hurtado Boine. No habra un solo valiente que, al menos por despecho, dijera que prefera con mucho las "Fleurs du Mal" de Baudelaire o cualquiera de los "Poemes Satumiens" de Verlaine! Los mismos ataques que, en poesa, recibira Dios si se pusiera a filosofar, sin su firma. Aquello no servira para nada por no seguir las huellas de Aristteles, de San Agustn, Santo Toms, Alberto Magno, del reverendsimo padre Surez y hasta no faltara algn mochito que se acordara del padre Ginebra. Hoy no creo firmemente en nada, estoy convencido que los filsofos slo dan palos de ciego y que la verdadera verdad slo est en la mdula cerebral de Dios Nuestro Seor suponiendo que Dios exista. Quiero ser un gran Sincero toda mi vida y vivir convencido de que yo soy tonto para los tontos e inteligente para los inteligentes.
Total
Basta ya de vuestros pedazos de hombre, de vuestros pequeos trozos de vida. Basta ya de cortar el hombre y la tierra y el mar y el cielo. Basta de vuestros fragmentos y de vuestras pequeas voces sutiles que hablan por una parte de vuestro corazn y por un dedo precioso. No se puede fraccionar el hombre, porque hay todo el universo, las estrellas, las montaas, el mar, las selvas, el da y la noche. Basta de vuestras guerras adentro de vuestra piel o algunos pasos ms all de vuestra piel. El pecho contra la cabeza, la cabeza contra el pecho. El ojo contra la oreja, la oreja contra el ojo. El brazo derecho contra el brazo izquierdo, el brazo izquierdo contra el brazo derecho. El sentimiento contra la razn, la razn contra el sentimiento. El espritu contra la materia, la materia contra el espritu. La realidad contra el sueo, el sueo contra la realidad. Lo concreto contra lo abstracto, lo abstracto contra lo concreto. El da contra la noche, la noche contra el da. El Norte contra el Sur, el Sur contra el Norte. No podis dar un hombre, todo un hombre, un hombre entero? El mundo est harto de vuestras voces de canario monocorde. Tenis lengua de prncipes y es preciso tener lengua de hombre. Es preferible or los discursos de un picapedrero, porque l al menos siente su clera y conoce su destino, l est en la pasin y quiere romper las limitaciones. En cambio, vosotros no dais la gran palabra que se mueve en su vientre. No sabis revelarla. La gran palabra que ser el clamor del hombre en el infinito, que ser el alarido de los continentes y los mares hacia el cielo embrujado y la tierra escamoteada, el canto del ser realizando su gran sueo, el canto de la nueva conciencia, el canto total del hombre total. El mundo os vuelve las espaldas, poetas, porque vuestra lengua es demasiado diminuta, demasiado pegada a vuestro yo mezquino y ms refinada que vuestros confites. Habis perdido el sentido de la unidad, habis olvidado el verbo creador. El verbo csmico, el verbo en el cual flotan los mundos. Porque al principio era el verbo y al fin ser tambin el verbo. Una voz grande y calma, fuerte y sin vanidad. La voz de una nueva civilizacin naciente, la voz de un mundo de hombres y no de clases. Una voz de poeta que pertenece a la humanidad y no a cierto clan. Como especialista, tu primera especialidad, poeta, es ser humano, integralmente humano. No se trata de negar tu oficio, pero tu oficio es oficio de hombre y no de flor. Ninguna castracin interna del hombre ni tampoco del mundo externo. Ni castracin espiritual ni castracin social. Despus de tanta tesis y tanta anttesis, es preciso ahora la gran sntesis. Nuestra poca posee tambin sus bellas cabezas de algodn. De algodn con pretensiones explosivas, pero absolutamente hidrfilo. Ah, ya s! La medida, la famosa medida. Sois todos muy medidos. Si a veces esto no fuera un pretexto, si a veces ello no sirviera sino para esconder vuestro vaco. Habis nacido en la poca en que se invent el metro. Todos meds un metro sesenta y ocho, y tenis miedo, miedo de romperos la cabeza contra el techo. Pero necesitamos un hombre sin miedo. Queremos un ancho espritu sinttico, un hombre total, un hombre que refleje toda nuestra poca, como esos grandes poetas que fueron la garganta de su siglo. Lo esperamos con los odos abiertos como los brazos del amor.
ENTREVISTAS
Antes de seguir hablando de los poetas creacionistas, dgame qu otras tendencias sobresalen en la literatura francesa.
La escuela de los "unanimistas" fundada por Jules Rornains y George Duhamel y la de los "simultanestas", representada por H. Barzun, Sebastin Voirol y Fernand Divoire.
Los "smultanestas" anhelan presentarnos en conjunto la simultaneidad de los sentimientos diversos, haciendo que hablen en sus poemas varias voces a la vez. Anteriormente a ellos, Jules Romains, jefe de los "unanimistas", haba presentado, en 1909, en un teatro de Pars, su poema "L'eglise", a cuatro voces, y un poeta rumano Tristn Tzara haba hecho lo mismo con su poema a cuatro voces "Fievre puerperale". Villiers de L' Isle Adam hizo un ensayo de poema a varias voces y Mallarm en un ensayo esttico habl de la oda, a mltiples voces. Ejemplo de "simultanesmo", aunque algo rudimentario, hallamos tambin en la Edad Media en un poema del Arcipreste de Hita. Fuera de estas reformas no raciales, los unanimistas y simultanestas siguen siendo en el fondo simbolistas.
Qu opinin le ha merecido el artculo de Canssinos Assns sobre su obra, publicado en el primer nmero de Cosmpolis?
Estoy muy agradecido porque es demasiado elogioso para m; pero me parece que hay en l dos errores que es necesario desvanecer. En ese artculo aparecera yo como habiendo recogido en mi libro Horizon Carr, el evangelio prctico de Les Ardoises du toit, de Reverdy, lo cual es imposible, pues mi obra es anterior; y adems, mucho antes de conocer a Reverdy haba yo escrito y publicado en Buenos Aires casi toda la primera parte de Horizon Carr, en una plaquette titulada El espejo de agua, algunos de cuyos poemas, como 'El hombre triste" y "El hombre alegre", le en esa misma ciudad en el Ateneo Hispano-Americano el ao de 1916. No pretendo con esto dar a entender que yo haya influenciado a Reverdy, eso sera tan falso como que l me hubiera influenciado. Fue solamente una analoga espiritual, y as el primer da que nos hallamos en Pars pudimos constatarlo leyndonos mutuamente poesas en las cuales haba cierto fondo esttico semejante. Sin embargo, fuera de este pequeo fondo semejante bastara leer nuestras obras para percibir la absoluta diferencia que existe entre ellas. Mientras Reverdy es un poeta eminentemente dramtico, yo creo ser un poeta puramente lrico. Adems, como usted ha visto en sus libros, Reverdy es todava un poeta descriptivo. El otro error de Canssinos ha sido el de incluir en nuestro grupo los nombres de Roger Allard y Louis de Gonzaque Frick, dos poetas sin ningn valor original y absolutamente simbolistas. Tambin he visto mezclado en el grupo aludido los nombres de Apollinaire y Max jacob, los cuales apenas pueden ser considerados como un puente entre el simbolismo y nosotros.
-Y el dadasmo? Ha sido una desinfeccin, una escoba barredora de falsos valores, una higiene. Otro da hemos hablado de Chile. He pedido una respuesta global, la que d la primera impresin que siente el ausente durante muchos aos antes que consideraciones locales, comparaciones y clculos adapten su juicio al medio. Me dice Huidobro: Primera impresin de Chile? Ningn adelanto. Creer en adelantos es vivir de ilusiones. Siempre las mismas caras tristes. La gente baila llorando y me han dicho que en el Parque Forestal a las parejas las alumbran los guardias con una linterna... -S, pero... al fin y al cabo el baile y las linternas no son... -Son! Una linterna en si no representar gran cosa, pero s representa un valor como smbolo de la mentalidad de un pas. Es un sntoma de la idiotez reinante. Querer reducir toda una ciudad a un patio de colegio jesuita vigilado por el paco de la esquina y que 500.000 habitantes queden tan tranquilos, significa ms que una linterna sola, significa un sntoma de enfermedad mortal. -Un remedio? No veo otro ms que la inmigracin. Para hacer de Chile un pas grande, el grito de guerra de todo verdadero patriota debe ser: ahogar, confundir al criollo en sangre rubia del norte de Europa. Otro da, hablando de arte Sur-Americano: -Qu hay de cierto de los triunfos suramericanos en Europa? -Mentira! La opinin que hay en Europa sobre las artes y letras suramericanas es que ellas se arrastran peniblemente tras las europeas. Por desgracia, esto es cierto; prueba de ello es que no se ha visto nunca a ningn suramericano que haya sido iniciador de una nueva esttica o teora filosfica, ni que haya participado en algn movimiento europeo, cuando el movimiento se desarrollaba. Los suramericanos, sea por falta de temperamento o por ignorancia o cobarda -no lo s-, viven con aos de aos de retraso, mecindose en dulce pereza intelectual. As, el Romanticismo aparece aqu cuarenta aos ms tarde que en Francia; el Simbolismo, veinte aos; el Impresionismo, treinta aos; etc., etc. En resumen, aqu slo se aceptan los cadveres y los museos. Al menos si entendieran la leccin del museo, que es evolucin constante! Pero no. Existe la eterna desconfianza criolla... Creo que en Amrica desde el polo norte al polo sur, slo ha habido dos poetas: Edgar Poe y Rubn Daro. Lo dems: arpegios de loros! -Y qu ms sobre nuestras letras? -Una cosa que he notado al recibir de varios poetas jvenes de distintos puntos del pas, sus revistas y libros. Veo que an sguese aqu con la creencia de la poesa grandiosa, vigorosa, hecha por el simple empleo de adjetivos y sustantivos inmensos, confundiendo la fuerza externa, la grandilocuencia y la declamatoria, con el verdadero vigor. Creen algunos que por hacerse una pequea lista de sustantivos y adjetivos formidables, que por decir: huracn, infinito, montaas, planetas, destino, ya son grandes, cuando la verdadera fuerza consiste en ser fuerte sin necesidad de usar nada fuerte. Rafael es ms fuerte al pintar la mano de una madona que un pintor yanqui pintando los biceps de Jack Dempsey. En este caso, la fuerza est en Dempsey y no en el pintor. Creer lo contrario, es una simple confusin de valores. Lo colosal es siempre dbil por ser infantil. No hay que dejarse dominar por los elementos. Los poetas de aqu me dan la impresin de seres aplastados por lo inmenso. La verdadera fuerza consiste en dominar. Estas palabras me recuerdan la frase dicha por Huidobro en una conferencia, frase que fue aplaudida por la juventud intelectual que le escuchaba. Un poema es una partida de ajedrez jugada contra el infinito. Muchas cosas ms me ha dicho Huidobro. Por el momento terminemos. Ya seguir anotando sus ideas para prximas crnicas. La Nacin (Santiago de Chile), 29 de abril de 1925
Dar definiciones de la poesa es muy fcil y muy difcil; se pueden dar cientos y todas, en el fondo, son insuficientes. La poesa es revelacin, es vida en esencia, es el universo que se pone de pie. En realidad, la poesa nos hace ver todo como nuevo, como recin nacido, porque ella es descubrimiento, iluminacin del mundo. Cuando sentimos que nos salen alas en la garganta y que todo nuestro cuerpo tiembla, estamos en presencia de la poesa. La poesa da vida a la muerte y ms vida a la vida. La poesa es la vida de la vida, por eso podemos decir que es el juego de la vida y de la muerte. Pero, en verdad, todas las definiciones son insuficientes y acaso una de las mejores sera decir que la poesa es aquello que queda fuera del alcance de toda definicin. Lo que es evidente, es que la poesa no es una entretencin inofensiva como creen muchos, ni es tampoco un compuesto de relaciones irracionales como han dicho otros. Lo que hay es que, la poesa tiene razones que la razn no conoce, tiene derecho a entrar en campos vedados, a construir su mundo con una lgica suya propia que no es la lgica habitual. As su irracionalidad no es sino aparente. Ella es profundamente racional dentro de su razn de ser, de su ntima realidad. S la verdadera poesa contiene siempre en su esencia un sentido de rebelin, es porque ella es protesta contra los lmites impuestos al hombre por el hombre mismo, y por la naturaleza. La poesa es la desesperacin de nuestras limitaciones, la poesa tiene hambre de infinito, de absoluto, de eternidad. An el Poema que os aparece como ms sereno o ms risueo, est lleno de ansias contenidas. No os fiis de l, en cualquier momento pueden estallar sus dinamitas disimuladas y haceros mil pedazos. La poesa siente ms que nada el destino del hombre, y cuando creis que est cantando, ella est llorando la libertad que es el paraso perdido o, mejor dicho, el paraso nunca hallado del ser humano. Por otra parte, debo declararle que pensar en la poesa como una catstrofe de la razn, no me asusta ni asusta tampoco a la poesa.
Cules son, para Ud., los valores ms altos que Ud. admira en esas escuelas pasadas?
Baudelaire, Rimbaud, Lautramont, Mallarm, Jarry, Apollinaire. Pero si le he de decir verdad, prefiero los poetas de mi tiempo a casi todos los pasados. Para m, la poesa que ms me interesa comienza en m generacin y para hablar claro, le dir que empieza en m. Esto no quiere decir que no admire a las grandes figuras de otros tiempos, les admiro y respeto mucho, pero prefiero a los mos, a los que estn ms cerca de mi pecho.
carrasperas de fantasmas y fro, de catedrales o humedad de cementerios. Escribir bien, para un espaol, es escribir como se escriba antes. Por eso la literatura espaola tiene tan poca vida. No han producido nada en una cantidad de ramas y subramas de las letras. No tienen un solo gran dramaturgo, ni un novelista de primer plano, ni un siclogo, ni un gran pensador. No hay en Espaa un Dostoievski, ni un Gogol, ni un Tolstoy, ni un Stendhal, ni un Balzac, ni siquiera un Proust, ni un Meredith, ni un Goethe, ni un Hlderlin, ni un Nietszche , para no nombrar sino autores de todos conocidos. Lo mejor que ha tenido la literatura espaola en los ltimos tiempos es acaso Valle Incln, a pesar de su voz engolada. No hubo en Espaa un Victor Hugo, un Musset, un Baudelaire, un Rimbaud, un Lautramont, un Mallarm, ni nada comparable. Mientras Inglaterra posea un Byron, un Shelley, un Black, Espaa no tena sino un Zorrilla, un Espronceda, un Nez de Arce o novelistas como el seor Pereda, que todava se atreven a editar los editores hispanos. Frente a esas montaas, unos tres o cuatro melones huecos. Desde el Siglo de Oro, las letras espaolas, son un desierto intelectual hasta Rubn Daro. sta es la verdad, la muy triste verdad.
Cree Ud. que esa poesa que Ud. llama gelatinosa puede hacer escuela en Amrica?
Es posible, pero slo entre los mediocres. Es una poesa fcil, bobalicona, al alcance de cualquier plumfero. Es, como dice un amigo mo, la poesa especial para todas las tontas de Amrica.
Qu piensa de la obra de Pablo de Rokha, la Mistral, ngel Cruchaga, Max Jara y Pablo Neruda?
De esos que Ud. me nombra, el que ms me interesa es Pablo de Rokha; Max Jara es un hombre inteligente, le aprecio mucho como amigo, pero en lo que respecta a la poesa no nos hemos podido entender jams. Nos rechazamos como dos antiimanes, lo que no nos impide ser viejos amigos. Pero se olvida Ud. de Winet de Rokha y Rosamel de Valle, que son dos verdaderos poetas, sin dulsainas gelatinosas ni barro verde.
No slo mi potica sino toda mi persona y mi manera de mirar la existencia y de sentirla tienen que haberse transmutado. Un amigo me deca que la vida ha sido demasiado generosa conmigo y que, en estos tiempos tan artificiales y tan llenos de mediocridad, yo soy uno de los raros poetas con vida de poeta... Yo opino que la mediocridad triunfante ha existido siempre; es natural que as sea, porque lo fcil es ms asequible que lo difcil. Lo fcil desaparece pronto, pero lo difcil, ms duro de masticar, lleva siempre semillas de eternidad. Panorama Actual y Futuro El miedo a la bomba atmica, Puede traer la paz y acabar definitivamente con las guerras? No. Lo mismo se dijo hace aos a propsito de los gases asfixiantes. Ningn progreso bueno para la guerra lo es para la paz, salvo que los hombres sean capaces de volverlo al revs completamente. Lo que sera un problema de adelanto espiritual y no material. Es lamentable que la utilizacin de la energa atmica haya empezado en el plano blico. Es una mancha en el destino de la humanidad que nada podr borrar y que autorizar a nuestros descendientes para mirarnos con muy legtima compasin. Cmo ve usted el panorama del mundo actual y los problemas en que nos debatimos? El hombre pasa por un mal momento de su historia. El gusano est dentro de su capullo, en una larga noche, devorndose a s mismo, para luego salir convertido en algo ms espiritual, menos grosero. Desgraciadamente hay demasiadas fuerzas oscuras que se oponen a toda metamorfosis. El primer asunto es que todos los dirigentes polticos son tontos, ciegos, sordos y, oh, calamidad!, no son mudos. Se dira que la inteligencia ha emigrado a otros sectores: ciencia, poesa, artes plsticas, ingeniera, arquitectura o medicina. Esos angelitos de la poltica pretenden resolver conflictos del siglo XX con mentalidad del siglo XIX..., y de la peor poca de esa centuria. Hay que jugar con otro naipe que ellos no conocen. Ya no hay reina de pique, ni as de trbol, ni caballo de copas, ni siete de bastos; los que conocen la nueva baraja no encuentran sitio para sentarse y empezar la nueva gran partida histrica..., a menos que saquen a los otros por la solapa. Parntesis que ser de violencia y confusin en la sala. Toda esa batahola de vulgaridad nos est desilusionando. El hombre moderno est sufriendo de una especie de vrtigo de ausencia: no sabe a quin creer ni en qu creer. Contradicciones y confusionismo lo arrastran a la exasperacin; de pronto oiremos la trgica alarma, el "slvese quien pueda", y entonces veremos un lindo caos ("Slvese quien pueda" es el ttulo de un acpite en una de mis obras). Nunca hubo tanto asco sobre la tierra. Sin embargo, en medio de la desilusin general, jams ha habido un mayor nmero de ilusiones particulares. No perdemos la esperanza; deseamos ser mejores y lo seremos, pese a todas nuestras cadas, nuestros tanteos, nuestras vacilaciones. No obstante, hay todava quienes creen que esta guerra se hizo para conseguir la supervivencia del mundo ms reaccionario y ms antihistrico. Cunto esfuerzo se ha desplegado en perfeccionar los mtodos para aplastar al hombre! Cun poco en desarrollar los que ensearan a libertarlo, a dignificarlo y elevarlo! Poltica, Cosa de Tontos Concibe usted al poeta en funcin poltica? Lo concibo en funcin potica, o sea, en funcin de su oficio, que es un oficio largo y difcil, y tan absorbente que un espritu serio no tiene margen para otras ocupaciones que exijan tambin atencin y estudio. Peligrosa es la absorcin de la poltica. En general, los polticos son bastante estpidos, mentes vulgares sin cultura; estn llenos de ambiciones pequeas y obsesionados por el xito inmediato, son resbaladizos, tramposos. Qu saben ellos de poesa? Nada; por eso proclamarn a los mediocres y no comprendern a los realmente superiores. Slo los poetas semejantes a ellos pueden avenirse con ellos; la mediocridad habla el mismo lenguaje. Casi todos los poetas con una dominante poltica entregan la dignidad de su profesin, no solamente porque no la comprenden ni la sienten, sino adems por razones de arribismo. Tal es el fenmeno corriente. Las tiendas polticas poseen hoy da un aparato muy bien montado para la propaganda de sus feligreses. Ayer eran los jesuitas los que tenan la ms excelente tcnica propagandstica; ahora, otras sectas y partidos son los herederos de esa tcnica. Pero el confusionismo sembrado es momentneo y a corto plazo. Se achaca a ciertos bandos de extrema izquierda el monopolio de inflar peleles , pseudoartsticos. Pero, puede olvidarse el nmero de imbciles literarios que inflaron el nazismo en Alemania y el fascismo en Italia? Y a ese seor Jos Mara Pemn, el supremo paquidermo de la lengua castellana hinchado por el falangismo hispico? Cul es la cuestin vital de nuestro tiempo? sta es una tremenda pregunta que necesitara muchas pginas para ser contestada. El mal del siglo, lo repito, es un vrtigo de la nada, un vaco que siente el hombre que no tiene fe en nadie ni en ninguna doctrina, y que no puede tenerla porque ni los sujetos que se presentan como dirigentes ni las doctrinas la merecen. En todas las criaturas verdaderamente conscientes reina un estado de angustia; ningn espritu se siente cmodo en este ambiente de hoy, tan gaseoso y catico. Smanse los desequilibrios hasta formar un desequilibrio total; y no se oye una voz que pueda resolverlos, coagular la catstrofe, presentar una solucin tangible y satisfactoria. Mi problema, muy personal, se resuelve en vivir en armona con los seres circundantes y en consagrarme a mi oficio. En poseer el sentido de la grandeza, en construirse uno mismo cada da y en sentir fuertemente esta construccin ntima en tal forma que ella alcance caracteres universales,
Los que han vvido largos aos en la desarmona saben toda la importancia del vivir armnico. Lo conocen y aspiran a ello. Fundamental es establecer en el globo el mayor bienestar posible y la seguridad de todos, no de unos cuantos privilegiados. Se trata de fundar un nuevo idioma que no sea defensivo, temeroso, equvoco, sino firme, slido, de hombre a hombre, no de tramposo a tramposo. Los Escritores Atacarn... Nos detenemos en una vertiente de cristalinas y delgadas aguas. Huidobro enmudece, admira un rato el cielo que se va poniendo tenue de luz; y, despus, se dobla a recoger al borde de la sonora cascada unos hongos gigantes. Y con delectacin de abate de la Edad Media, me anticipa los sabores de la prxima cena: la sopa de cebollas, la carne y el vino, los, hediondos y magnficos quesos, los postres innumerables. Vicente, qu ha hecho usted despus de haber sufrido el hambre en Europa? Comer con ms ganas que antes. Y al cabo de una pausa, le interrogo sorpresivamente: A quines deben atacar los escritores? A todos los valores falsos que obstruyen el paso de la verdad. A los fanticos de cualquiera doctrina que entorpezcan la marcha de la libertad. A los esclavos de sus propias pasiones que impidan el desarrollo de la bondad. En una palabra, a todos aquellos en los cuales domina la animalidad de los ancestros primates sobre la razn. Felizmente hay una favorable reaccin. El nmero de los que despiertan a la realidad aumenta cada vez ms. A pesar del odio y de los ataques de la mediocridad, a pesar de las negras intrigas de todas las cofradas de izquierda o de derecha, a pesar de todos los "esclavos de la consigna", la luz seguir creciendo y aumentando su calor vivificante dentro del cerebro humano para equilibrar a la tierra que se enfra. Los falsos valores levantados por conveniencias del momento van desinflndose con rapidez pasmosa. Un amigo me declaraba el ao pasado, en Pars: Si Paul Eluard, obligado por consignas, declarara que Flix Potin o el pequeo Picetti eran grandes poetas, nadie le creera. Todos nos reiramos. Hace algn tiempo, muchos jvenes lo habran tomado en serio. Esto es exacto. La seriedad va imponindose. La ltima Etapa He ledo en un peridico ingls que a usted lo colocan, junto con Andr Breton , Paul Eluard y Elliot, entre los ms grandes poetas de esta era. Qu piensa usted de ellos? Qu artistas prefiere? Breton es un hombre de inteligencia asombrosa; habl mucho con l, ltimamente, en Nueva York; es uno de los pocos que no han decado en absoluto en la hecatombe intelectual paralela a la guerra. Es un poeta de verdad. En cambio, Elliot es un mediocre, un pequeo Claudel pueblerino y latero. Me gusta Hans Arp, el nico con quien he escrito un libro entero; me gustan Ren Daumal, que muri durante la guerra; Jacques Prevert, que era para m un oasis de poesa y cordura y Henri Michaux y Ribemont-Dessaignes. En resumen, mis amigos del corazn y los que ms frecuent en los das en que iba a Pars con permiso desde el frente. Cul es su ltima etapa potica? Me referir primero a la penltima, a los libros nacidos en la guerra. Uno se llama Sin das y sin noches, y trata principalmente de esa sensacin de estar fuera del tiempo que yo experiment, sobre todo, al final del conflicto. Otro se llama Utilidad de las estrellas, y se refiere a la sensacin de verse protegido y guiado por un destino especial, como defendido por la misma poesa cual un hijo invlido por su madre. El tercero es un libro de poemas que titul El precio del alba (anunciado ya hace ms de un ao en Francia y en el Uruguay). Estos poemas muestran el precio que yo he pagado -y que fue casi mi vida- por un renacimiento espiritual completo, por la plenitud, por la renovacin absoluta de mi ser. Respecto a la ltima etapa, puedo adelantarle que ella se compone de poemitas en un tono muy diferente, quiz con algn parentesco con Tout Coup. Algunos que han ledo esos versos inditos los encuentran demasiado desprendidos o desencarnados. Tal vez lo sean. En todo caso, obedecen a un momento muy primordial de mi vida. Pronunciadas estas frases con timbre grave y sereno, el poeta se envuelve en hondas reflexiones. En lo alto de la colina, destacndose en el crepsculo, surgen las giles siluetas de su esposa, de su hijo. Lo llaman insistentemente, y l, sacudiendo las dulciamargas ideas, alegrado de sbito, acude a los frescos clamores. Yo permanezco solo y pienso: Huidobro es la imagen del desencantado. No cree como antao, con entusiasmo, abiertamente, en los prodigios del gnero humano. Ms no se desespera. Y busca nuevas y apacibles frmulas de luchar por ese bien que le est faltando a los hombres. No quiere que le sigan los proslitos ni se ilusiona en una virtud contagiosa de sus lecciones. El dice una verdad que a todos alcanza, que habamos olvidado, pero inesperada y muy amplia. Y eso le basta. Zig Zag (Santiago de Chile), 26 de septiembre de 1946.
Nuevos Horizontes, que diriga Mara Teresa Snchez, ah Joaqun Pasos pronunci la conferencia de Prensa sobre Huidoro, explicando como l era discpulo de la doctrina creada por Huidobro que es el Creacionismo. Actualmente Poeta Alvaro Urtecho, a qu est usted dedicado? Aparte de mi libro que acaba de salir sobre Antologa de Daro y Vallejos, estoy terminando mi libro de Ensayo sobre la poesa nicaragense, que va desde Alfonso Corts hasta los ltimos poetas, aparte de eso tengo unos ensayos darianos y una serie de artculos, ms de cincuenta artculos sobre Artes Plsticas Contem-porneas que pienso coleccionarlos y publicarlos en forma de libro. Mis poesas reunidas me las publicar el Centro Nicaragense de Escritores este ao, que es un libro que abarca mis libros actualmente publicados y lo indito o disperso que tengo de cinco aos para ac.
CARTAS
Pars 17 de mayo 1945 Querido Lucho: Hoy llego a Pars en el avin correo. Sal esta maana del campo de aviacin de Kanfbergupnte Kempten y Munich -para tomar el avin me levant a las seis de la maana en Luidan a orillas del hermoso lago Constanza y tuve un largo viaje en auto-. Al llegar a Pars despus de andar en avin desde las diez de la maana hasta las ocho y media de la noche, me encuentro una carta de un amigo de Chile en la cual me da la buena noticia de que Uds. con Henriette' se van a ir a pronto a vivir a la casa de Los Leones. No sabes cuanto me agrada y veo que al fin hacen algo bueno en mi casa. Va entrando la cordura. Ella es lenta, pero al fin llega. Dile a Vladito' que todo este ao no he recibido ni una lnea suya y que eso me prueba muchas cosas. Ahora que ests a su lado espero que tu amistad para conmigo te har darle buenos consejos. Por favor arrncalo de toda atmsfera cafetista y hueca. Aydalo, en mi ausencia, a ser un hombre y no un charlongn fofo, con voz de almacenero pedante. No sabes cunto te lo agradecer. Yo ya no le escribir ms. Ir a Chile a tomarlo bajo mi proteccin, porque es mi deber y lo har. De mis heridas voy mejor. Me har una operacin en la cara, que es carsima, pero me aseguran el xito. Me va a costar como doscientos mil francos -cierto es ahora que un bock, un dernie de mala [ilegible] vale doce francosHe pasado trece das en Alemania. No te imaginas qu das, los das ms histricos del mundo. Algo vertiginoso. Unos das que valen un siglo de existencia. Llegu al frente con ansias de vengar mis heridas -pistola en mano y con mi Mauser quitado por m mismo a un oficial alemn. Con dos amigos, slo los tres hicimos seis prisioneros. Fuimos citados a la orden del da. En Kipten yo solo con Lambert hicimos prisionero a un cabo S.S. y con Jacques Farr y un oficial hicimos otro prisionero de marca mayor: un capitn S.S. grandote que se esconda en la foret cerca de Bladeshwald y que tena aterrorizada a las gentes que se haban rendido, con toda clase de amenazas. El gallo apenas nos vio llegar levant las manos y Kaput. No dispar ni un solo tiro. Qu degonflados estn! Las mismas gentes del pueblo nos sealaron donde se esconda. Recorr otra vez todos los frentes de batalla en avin y en auto. Asist a la rendicin del ejrcito alemn. (Podrs hacer un artculo para El Siglo con estas notas) Fui el nico periodista que vio al Kromprins cuando fue hecho prisionero.Viva en un manois sobre una colina con un chambeln y una gubernanta (yo creo que era su querida) muy buena moza, con unos ojos maravillosos, no muy joven pero de unos treinta aos, l tiene 66. Acept ser prisionero con cierta serenidad, aunque con ojos inquietos. Me dijo que nunca le haba gustado el nazismo y que por eso se haba retirado a ese rincn para terminar sus das lejos del mundo. Iba vestido de verde azuloso, con pantalones de golf. Cuando iba prisionero en el auto declar al comandante francs que lo llevaba al P.C. del general De Lettre' que cuando HitIer meta la pata, cada vez l beba con sus amigos una copa de champagne, etc., etc. Asist a la liberacin de los godos franceses, de Paul Reynard, de Daladier, Gamelin, Weigand, el hijo de Clemenceau, Michel, etc., ete. Les mando esa foto en que estoy hablando con Daladier. Luego les mandar otras con Respand y con Leen Lonheny. Com con ellos la noche de su liberacin en el hotel de Bad Shadren, en Luidan. No tengo tiempo ni espacio para contarte mil cosas interesantsimas. He vivido plenamente la grande historia: Estoy contento de m mismo y muy optimista a pesar de que Glory ha vuelto a caer a la cama y que su familia me culpa a m de la enfermedad. Pero ella se siente mejor y me asegura que se levantar buena y sana en tres das. Est muy linda. Se parece algo a SiIvita Balmaceda pero es mejor. Es como una hermana menor de Silvita. Toca el piano que es una maravilla y era estudiante de Filosofa superior en Sorbonne. Tiene un gusto potico excelente y una cultura fantstica. Sabe griego y latn, y ahora est estudiando castellano slo para leer mis poemas y mis libros en espaol. Hace progresos que asustan, ya comprende todo. Es cierto que con el latn se facilita mucho el estudio del espaol. Te contar que en Berln los M. P. son mujeres. Son chicas rusas, algunas muy guapas y que dirigen el trfico con una bandera amarilla y otra roja en cada mano. Van vestidas con blusa militar y una falda color madera que les llega hasta la rodilla. Son muy serias y algunas hablan un poco de ingls. Berln est hecho pedazos. S ves a Nicolai dile que estaba equivocado cuando deca que era casi imposible destruir una gran capital. Durante cuarenta minutos, que pone el auto desde el campo de aterrizaje de Templehof hasta donde estaba la casona donde deba reunirse el general De Lettre con los jefes Soviticos, slo se ven ruinas por todas partes, Muy pocas casas en verdadero buen estado. La rendicin se firm el da ocho pero no se anunci hasta el da siguiente. Tuvimos tiempo de tomar el avin para Pars y para el da nueve aqu para volver a Alemana el diez a las siete de la maana otra vez en avin. Qu das de ms trajeteo y ms formidables! En Pars, el delirio. No tuve tiempo ni de dormir. Me fui durmiendo en el avin tendido en el suelo. Si pasan en Chile actualidades completas de estos das, me vers en muchas de ellas. El diez en la maana llegamos otra vez a Alemania, fuimos a nuestro Press Camp de la premire Arme a Luidan y en la tarde partimos a Berchtesgaden. Dormimos en Salzburg, una ciudad preciosa, de gran carcter y con muchas lindas mujeres. T que eres pintor sabras apreciar esos cuerpos y qu pechugas. Al da siguiente por la maana bajamos hacia Berchtesgaden y all subimos hasta la montaa de Hitler y su famoso Nido de guila (Adler Nast) En el primer plateau de la montaa estn las casas de Goebbel' y de Goering' y el chalet donde Hitler reciba a embajadores y polticos. Todos estn muy destruidos. Del primer plateau se sube en auto al otro plateau en donde est la torre privada de Hitler que tiene doce pisos, algunos de los cuales estn tapiados con cemento. Ah me acord de la entrevista a Hitler de Carlitos Vattier'. La descripcin de la torre por Carlitos es casi mejor que la
realidad. La verdad es algo demasiado teatral y para epatar provincianos y alemanes romanticones. Hay cosas de un mal gusto que dara risa. Tu amigo, el autor de Altazor, se rob el telfono de Hitler para su museo particular de recuerdos de la guerra. otros picaban cosas de valor intrnseco, pero qu puede tener ms valor histrico que ese telfono? y nadie le dio importancia.Tom tambin algunos libros de su escritorio. Un libro sobre el soldado ruso, otro sobre el antisemitismo, etc., etc., una taza con su platillo. Dile a Vladito que su taita ha picado muchas cosas para l. Le lleva un rifle de saln alemn. Dos pistolas de sealero con tiros de fusil en colores diferentes (como juegos artificiales) que se usan para sealar el peligro, para dirigir el tiro de los caones, para sealar campos de aterrizaje a los aviones en la noche, etc., etc. Tu amigo ha picado tres autos: un Mercedes Benz y dos Opel, aparte de otros que regal al campo de Prensa y a varios amigos. Te mando una foto en que estamos tomndonos un auto y muchos neumticos (estos valen en Pars treinta mil francos cada uno) En las fotos, en una estoy con un muchacho prisionero ruso que nos ayud a requisicionar dos autos magnficos. Eso es lo que querr y no hay que olvidar que los alemanes en Francia se robaron todo, no slo los autos sino caballos, muebles, ropas, todo lo que pudieron. Y as en todos los pases conquistados por ellos. Esa foto es del otro viaje, pocos das antes de ser herido. Pregntale a Vladito si recibi las fotos en que estoy con el general De Lettre y otras con el general Patch. Te escribo a la carrera pues estoy cansado y quiero dormirme pronto. Figrate que el avin sali esta maana de Kanfbeseren, dio toda la vuelta a Alemania, dejando y tomando el correo en todos los aeropuertos para regresar a Pars a las 8 de la noche. Desde las 10 1/2 de la maana. Te aseguro que hoy da yo conozco el arte de la guerra mejor que todos los generales sudamericanos (lo que no es muy difcil) y que podra dirigir una batalla como ninguno de ellos. No te imaginas lo que he vivido en slo seis meses. Nadie se imagina lo que es esto. Quien no lo haya experimentado no puede tener una idea. Yo estoy contento de haber pasado estas experiencias y por nada del mundo querra no haberlas pasado. Todos me dicen que soy otro ser, que debera hasta cambiar de nombre. Por qu no? Acaso lo haga. Borrarlo todo y empezar la vida de nuevo. No se puede negar que es tentador. Estuve en un hospital en Magdbury, luego un medio da y una noche en otro en Heidelberg, mirando desde mi ventana correr el ro Neckar a cuyas orillas vivi Holderlin'. Tendido en la cama me recitaba de cuando en cuando algunas de sus mejores estrofas para no or los lamentos de los heridos. Qu cosa atroz! Es algo increble. Al compaero de la derecha le cortaron una pierna. No te imaginas qu cara cuando volvi del anestsico y se dio cuenta. Lloraba como un nio y se cubra la cara con las sbanas. Yo, que me he puesto duro como granito, no pude sujetar una lgrima que me fue quemando la carne. Y vala por muchas de otras pocas. Mis poemas van a quedar heridos por muchos aos. Pero no importa; nunca he escrito mejor. Holderlin no es tan estupendo como cremos cuando descubrimos y lanzamos hace unos 20 aos. Adems cay ahora en manos de loros cafetistas y ya se vulgariz. Hay que empezar a atacarlo. Ya no nos sirve. Glory tiene un estudio muy interesante sobre un gran poeta francs casi desconocido, Maurin Sceve" que escribi una maravilla hace cuatrocientos aos, un poema que se llama: Delie, objet de plus haute vertu es un canto a la pureza y al amor ideal, que tiene versos que parecen escritos hoy da. Ella sostiene en su tesis que Delie no es el nombre Delia sino el anagrama de 1' Ide, el ideal, la idea de la ms alta virtud. Delie era el sobrenombre de la diosa Diana, la luna en el cielo, Diana en la Tierra. Es una tesis muy interesante. No lo cuentes all porque de repente sale un seor en tres meses, que se cree que l lo ha inventado y la repite como loro por todas partes y lo repite mal. Ahora est haciendo un estudio sobre mi poesa. Ella dice que no ha existido jams ningn poeta con el sentido csmico de tu amigo, ni con ms potencia creadora. Quiere que yo escriba un libro y lo titule Microcosmos que es un lindo nombre y ms humilde y menos pretencioso que otros en que entra el cosmos, el universo, el mundo, etc. Dile a Vlady que me gustara que le enviara un retrato suyo a la enfermera que me cuid durante mi primer da y que se port muy cariosa -con dedicatoria: A miss Mary Ausburn, Hospital Militar de Magdbury- O mejor que me la mande a m y yo se la har seguir pues ella iba a irse pronto de all y acaso la foto no alcanzara a llegar. Saludos mos a Henriette. Dime se necesitas algo de ac para tu taller y un buen recuerdo mo
V. Huidobro
Saludos a Ontaon" y Nana si los ves. Y a todos los buenos amigos, los raros buenos amigos.
V. Huidobro
Notas 1. Luis Vargas Rosas: Pintor chileno, perteneciente al grupo Montparnasse que toma este nombre como signo de renovacin y rebelda. Su pintura tiende a ser dinmica, acercndose al futurismo. Crea un universo autnomo basndose en el trascendentalismo espiritual. 2. Henriette Petit: Pintora chilena, perteneciente al grupo Montparnasse. Su pintura sigue la corriente expresionista mezclando estilos arabescos con el primitivismo de los pueblos aborgenes, llegando algunas veces a una expresin profunda y desgarrada de suyo interno. 3. Vladimir Garca-Huidobro Amuntegui: Hijo de Vicente Huidobro con Ximena Amuntegui.
4. General De Lettre: General de la resistencia francesa, que tuvo destacada participacin, a fines de la Segunda Guerra Mundial. 5. Adolf Hitler: (1889-1945) Fundador del partido nacional socialista obrero. Asume en 1933 como canciller y presidente de Alemania. Autoproclamado como el Tercer Reich, remilitariza a Alemania y provoca el segundo conflicto mundial. 6. Joseph Goebbels: General nazi al que Hitler hace responsable en Berln, la propaganda del partido. Goebbel fue un hbil propagandista de la ideologa nacional socialista, la que propag a travs de un sofisticado sistema de penetracin sicolgica. Mantuvo durante un largo periodo programas radiales, en los que difunda los principios del nacismo. 7. Hermann Goering: Fue general y una de las principales figuras del rgimen fascista. Encargado del surgimiento del recurso de la mano de obra barata a travs de los prisioneros de guerra. Obtuvo la cesin de 10.000 a 12.000 detenidos para trabajos forzados en Auschwtiz, posteriormente estos campos adquiriran la misin de exterminio colectivo. 8. Carlos Vattier: (1911-1956) Cuentista, dramaturgo y redactor de prensa. Entre sus obras destacan: Cuento para gente simptica Noche de judos y rase un rey, entre otras. 9. Friederich Hlderlin: (1 770-1843) Escritor alemn. Siendo an muy joven sus primeros poemas son antologados en 1793. Durante una estancia en Jena conoce a Schiller y Goethe y comienza la escritura de su novela Hyperion. Su poesa se caracteriza por la relacin entre el canto y la reflexin filosfica. Entre sus obras destacan: La muerte de Empedocles, Hiperion y la elega Pan y vino, entre otras. 10. Maurice Scve: (1501-1564) Poeta francs, autor de varios versos latinos, se hizo clebre por el de scubrimiento simblico de la tumba de Laura (amada de Petrarca). Influenciado por los grandes rtoricos de su poca expres el misterio del mundo a travs de la poesa. Entre sus obras destacan: Delia, objeto de la mayor virtud, El saucedal y Microcosmos, entre otras. 11. Santiago Ontan: Amigo de Vicente Huidobro, ilustr el libro el Mio Cid Campeador.
Vicente Huidobro