La Alienación en Marx El Cuerpo Como Dimensión de Utilidad

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Departamento de Ciencias Sociales Universidad Arturo Prat. Iquique REVISTA CIENCIAS SOCIALES N 25 Segundo Semestre 2010 pp.

37-55 ISSN 0717-2257

LA ALIENACIN EN MARX: EL CUERPO COMO DIMENSIN DE UTILIDAD


Alexis Sossa Rojas1

Si bien Marx no es un autor que est en el pice de la sociologa actual, ni siquiera en trminos de la teora sociolgica, en este artculo se busca presentar las aportaciones de Marx como vigentes, tanto en sus planteamientos tericos como epistemolgicos, en una materia que ha venido tomando relevancia actualmente, y que autores como Turner (1989) o Le Breton (2002), sealan que no alcanza a tener cinco dcadas: la sociologa del cuerpo. En este sentido, el presente artculo persigue desplegar las reflexiones de Marx, sobre todo la de alienacin econmica, y exponer cmo en sus planteamientos el cuerpo cumple una funcin clave para entender su crtica al capitalismo, y cmo este tipo de mirada ofrece significaciones para la sociologa contempornea. Palabras claves: Marx, Alienacin, Capitalismo, Cuerpo, Sociologa del Cuerpo. Though Marx is not an author who is at the apex of the current sociology, not even in terms of sociological theory, in this article one seeks to present the contributions of Marx as current in his theoretical and epistemological expositions, within an area that has come taking relevancy today, and authors such as Turner (1989) or Le Breton (2002), have indicate that it doesnt manage to have five decades: the sociology of the body. In this respect, the present article attempts to deploy the thoughts of Marx, particularly that of economic alienation, and to expose how in his approaches the body fulfills a function key to understand his critique to the capitalism, and how this type of look has meaning for contemporary sociology. Keywords: Marx, Alienation, Capitalism, Body, Sociology of the body.

Licenciado en Sociologa. Correo electrnico: [email protected]

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INTRODUCCIN En este artculo se parte de la premisa de que en vez de descartar las contribuciones de Marx por fundamentos polticos ideolgicos, la sociologa actual tiene la posibilidad tanto de evaluar como de rescatar lo que puede considerarse una de las primeras aproximaciones sociolgicas a la relevancia del cuerpo como fenmeno importante para la comprensin de ciertos acontecimientos sociales. En este sentido, buscamos poner en discusin a Marx y a la sociologa del cuerpo, dos temas que usualmente se ven como antpodas en el debate disciplinar. Si bien hay que entender a Marx como un socilogo-economista, pues le era imposible entender a la sociedad moderna sin referirse al funcionamiento del sistema econmico2. Al analizar sus planteamientos podemos indicar que aunque no hay una clara mirada al cuerpo, el inters de Marx en su anlisis socio-econmico estaba en gran medida en los individuos (Fromm, 1966; DHondt, 1974; Dussel, 1990; Pea, 2007; Hinkelammert, 2008), en entender cmo ellos vivan e interactuaban inmersos en una determinada forma econmica: el capitalismo. El abordaje al cuerpo dentro del razonamiento de Marx no es una prioridad, sino que est implcitamente latente, pues emerge a la hora de exponer conceptos como alienacin econmica o trabajo vivo. Sus planteamientos nos ayudan a reflexionar cmo el cuerpo es el lugar en donde se da gran parte de las relaciones, la socializacin que genera consecuencias tanto en el yo como en el mundo, y de esta manera entender que es una categora moldeada por la interaccin social. Marx en su proceso analtico de la historia, denuncia cinco tipos de alienacin (Kinnen, 1969; Marcuse, 1972): la alienacin religiosa; aquella de que el hombre crea a la religin y a Dios. La alienacin filosfica; aquella de que la filosofa no refleja la realidad autntica, sino que es expresin de una vida enajenada. Alienacin poltica; aquella que ve al Estado como instrumento de dominacin utilizado por la clase dominante. La alienacin social; aquella que expone la divisin de la sociedad en clases antagnicas. Finalmente, la alienacin econmica o del trabajo, la principal para Marx y la causa de todas las dems alineaciones. Esta pasa porque en el proceso de trabajo no se toma en cuenta ni a los individuos ni a un inters de conjunto, lo que le interesa al modo de produccin capitalista es guiarse por las leyes de la elaboracin de mercancas. En esta lgica, este artculo despliega principalmente la explicacin de la alienacin econmica, para luego vincularla y discutir cmo estas aportaciones pueden tener relevancia para el anlisis sociolgico actual, en tanto son una primera aproximacin a la realidad social

2 Para Marx la estructura de la sociedad est constituida por niveles articulados y determinados por una base econmica o infraestructura. La base econmica representa la unidad de fuerzas productivas y relaciones de produccin, mientras que la superestructura comprende dos niveles: la jurdico-poltica y la ideolgica.

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que considera temticas propias del cuerpo no como algo dado, sino como algo construido socialmente. Para el abordaje a Marx, se dividir el artculo en cuatro secciones. En la primera se expondrn los razonamientos de Marx en relacin a su vinculacin con el concepto de alienacin econmica. La segunda reflexiona respecto de la categora cuerpo en el pensamiento de Marx. La tercera presenta algunos alcances que conlleva el cmo est presente el cuerpo en el entendimiento de Marx. Finalmente, se presentan conclusiones generales. La alienacin econmica en Marx Si bien Hegel y Feuerbach ya haban utilizado el concepto de alineacin, ambos lo hicieron de manera distinta y con valoraciones diferentes (Israel, 1988). Para el primero, tiene una connotacin positiva, la realidad es la idea, el espritu. Esta idea es dialctica, tiene en s misma una contradiccin que le lleva a salir de s, a alienarse. Para el segundo, tiene una connotacin negativa, el concepto se restringa al mbito religioso. La alienacin consista en la deshumanizacin o negacin del ser humano, creando un ser sobrehumano: Dios (Marx y Engels, 1994). De esta forma, Marx hereda principalmente este trmino de Hegel, pero en otro sentido, toma connotaciones negativas (Kinnen, 1969). Para Hegel el sujeto de la alienacin es la idea, para Marx el sujeto es el hombre concreto, por tanto, la alienacin, tal como se sucede en la sociedad capitalista, no es algo natural, sino una consecuencia nociva e histrica de una estructuracin social y econmica especfica. Bajo estos lineamientos, Marx extender el concepto de alienacin a todos los alcances de la actividad humana, empezando por la actividad esencial del ser humano: la produccin de bienes para la satisfaccin de sus necesidades, vale decir, el trabajo. Y si bien este planteamiento, bajo el concepto de alienacin, est presente principalmente en lo que algunos llaman el joven Marx3, se hace extensivo y necesario para entender la crtica central que Marx realiza al capitalismo. Marx (2003) explica que los hombres son parte de la naturaleza, y por tanto la vida fsica y espiritual del hombre dependen de la naturaleza. Sin embargo, a diferencia de los animales, los hombres producen los medios materiales de subsistencia; es decir, crean bienes para satisfacer sus insuficiencias, por ejemplo fisiolgicas como vestir, y para ello ocupan un medio material, cultural y tecnolgico que es heredado por la historia y por ende es producto
3 Como nos indica Althusser (2004), si bien algunos conceptos como alienacin o fetichismo, se disipan conforme fue evolucionando el pensamiento de Marx (donde estaran ms presentes sera desde su trabajo de doctorado, pasando por los Manuscritos Econmicos-Filosficos de 1844, hasta llegar a La Sagrada Familia). En este artculo nosotros entendemos, tal como lo sealan Dussel, 1990 o DHondt, 1974, que su preocupacin por la realidad del ser humano (su subjetividad y corporalidad) est presente en toda la obra del autor y no sera slo una caracterstica del joven Marx.

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humano. La accin del hombre siempre est dentro del proceso de creacin, satisfaccin y nueva creacin de necesidades. En este transcurso, el hombre trabajador se crea a s mismo, se forma, se desarrolla, se potencia a s modificando la naturaleza, despliega su personalidad dominando el ambiente mediante el trabajo. El trabajo se presenta como medio de existencia, como un proceso vital y emancipado en donde los hombres, en un sentido genrico, median, regulan y controlan su organismo en relacin a la naturaleza, en l ponen en movimiento las fuerzas naturales que pertenecen a sus cuerpos y a su ser; inteligencia, brazos, piernas, manos, etc., a fin de apoderarse de los materiales de su entorno bajo una forma favorable para su propia vida. Este proceso es una actividad consciente, y por ende pensada, libre y gratificante (Fromm, 1966). El hombre es un ser natural que obedece a las leyes de la naturaleza, pero, al mismo tiempo, las trasciende mediante la praxis. El trabajo tiene as un sentido positivo, est emparentado estrictamente con la necesidad de ser, de ser hombre. La actividad productiva otorga un sentido a la vida humana. El trabajo expresa las facultades fsicas y mentales del individuo. El trabajador se contempla a s mismo en el producto de su faena, se realiza a s mismo y disfruta en esta actividad libre. Por lo tanto, esta labor humana productiva est recubierta de un valor antropolgico y tico trascendente (Fromm, 1966; Kinnen, 1969; Israel, 1988; Dussel, 1990; Maidana, 2005; Hinkelammert, 2008). Ahora bien, esta situacin cambia ostensiblemente en el capitalismo. El trabajo se reduce a una actividad lucrativa. La idea de que los productos inventados por el hombre mediante su trabajo sirvan para la produccin de la vida, no produce este encuentro: el hombre va por una direccin y los productos van por otro distinto. No le han servido para la produccin social de la existencia, han existido slo para ir a parar a manos de unos pocos: los propietarios de los medios de produccin. Por lo dems, el acto mismo de la creacin de estos productos, el trabajo, ha cambiado. El sistema de produccin capitalista se nos presenta como una inmensa elaboracin y acumulacin de mercancas que se intercambian en el mercado. En este sentido, es la cantidad de trabajo del hombre el que da valor a una mercanca (Marx, 2003). Vale decir, para que un objeto tenga valor, tiene que ser til y debe tener inserto en su origen, o en su manipulacin, cierta cantidad de trabajo humano, situacin que se mide a travs del tiempo de trabajo necesario para producirlos. Todas las mercancas son trabajo humano materializado4. Marx distingue entre valor de uso y valor de cambio, el primero es la utilidad que, en virtud de sus propiedades, tiene una mercanca para satisfacer determinadas necesidades. Sin embargo, el valor de cambio de esa misma mercanca es la proporcin cuantitativa por la que
4 Adam Smith y David Ricardo se preguntaron en su poca por cunto valen las mercancas, respondiendo de acuerdo con el tiempo de trabajo necesario para producirlas, mas los planteamientos de Marx van ms all, pues no slo se pregunta por el valor de las mercancas sino que por qu el trabajo humano genera valor? (Kohan, 2005).

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se permuta (ya sea por otra mercanca, ya sea por dinero). Este valor de cambio no se acoge a la naturaleza misma de las mercancas, sino al valor que sta tiene en el mercado5 (Marx, 2003). Por tanto, el valor de cambio se presenta como algo relativo, condicionado y externo a las mercancas, que aventaja al valor de uso. La mercanca constituye nicamente un medio para obtener dinero, valor de cambio universal. El dinero finalmente obtenido en este tipo de economa es semejante al dinero provisto al comienzo, ms un excedente: la plusvala. Para incrementar un valor cambiable a travs del uso de una mercanca, es decir, para ampliar el valor de una mercanca en el mercado, se hace necesario entonces, utilizar en la circulacin una mercanca que al manipularla o consumirla, como fuente de valor cambiable, cree valor agregado. Esta mercanca que el capitalista encuentra en el mercado y que posee esta virtud, es la fuerza de trabajo. La nica mercanca cuyo valor de uso ha de ser una fuente de no slo de valor, sino de ms valor que el suyo propio (Marcuse, 1972: 76) es el trabajo humano6. Por fuerza de trabajo Marx entiende las facultades fsicas y espirituales que existen en la corporalidad de un ser humano (Dussel, 1990; Osorio, 2006; Hinkelammert, 2008). De esta forma, el obrero, en la jornada laboral, invierte una cantidad de energa y a cambio recibe un salario. El capitalista ha comprado esta energa y la consume, pero es un consumo especial, porque incorpora esta energa a las dems mercancas. La fuerza de trabajo vivo es la fuente creadora del plusvalor, del valor que se valoriza como esencia del capital, mientras las cosas se valorizan por medio del trabajo del hombre, este se desvaloriza por medio del uso excesivo de su fuerza de trabajo en vano. El objetivo primordial del capitalista primeramente es producir un objeto til que contenga valor cambiable, una mercanca. Al mismo tiempo, el capitalista desea que el valor de esta mercanca sea mayor al valor de las empleadas para producirla; vale decir, mayor al valor de los medios de produccin y del valor de la fuerza de trabajo en cuya compra invirti su capital. La clave para la obtencin de la plusvala, del plusvalor, est en el trabajo del obrero, y este trabajo se puede comprar a un precio inferior al de la mercanca, obteniendo as ganar mayores beneficios. El capitalista puede comprar a bajo coste la fuerza de trabajo del obrero, despojndole parte del valor de su trabajo (Marx, 2007b). El trabajador no gana precisamente con las ganancias del capitalista, pero s pierde necesariamente con ella. Este modo de produccin capitalista trastoca las relaciones de produccin, de intercambio y las relaciones sociales. La lucha que se produce entre el capitalista y el obrero pasa por una relacin de explotacin. Por ejemplo, por la determinacin del salario, pues el capitalista ha de sacar una victoria siempre. El capitalista puede vivir ms tiempo sin el obrero, que el obrero sin
5 Cabe aclarar que un valor puede ser valor de uso sin ser un valor. En otras palabras, puede ser til al hombre sin que venga de su trabajo. A modo de ilustracin tomemos el caso del agua que corre por un ro, y que eventualmente puede ser til para satisfacer ciertas necesidades del hombre, pero no tiene valor en s. Por qu? porque un valor de uso adquiere valor cuando se le agrega cierta cantidad de trabajo humano. 6 Dussel nos expone: En efecto, la subjetivad corpreo-personal puede ejercer una actividad creadora (1990: 373).

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el capitalista. Invariablemente el capitalista es libre de emplear o no a un obrero, mas el obrero est obligado a vender su fuerza de trabajo para subsistir. As, como el trabajo es escaso se vuelve un premio trabajar (Kinnen, 1969). El dinero que el trabajador percibe por su mercanca, bajo la forma del salario, slo flucta en torno al valor de los bienes que necesita para reponer sus fuerzas fsicas, para que no se extinga la raza de los obreros (Marx, 2006a). Por lo que el salario siempre es igual a su mnimo, no alcanza para acumular algo de l, y as el obrero pueda romper con su condicin de hombre despojado de medios de produccin y de subsistencia. Por lo tanto, el sueldo tiene el mismo significado que la mantencin de cualquier otro instrumento productivo. Al mismo tiempo, el capitalista no slo gana a travs de este salario, sino que conjuntamente por las materias primas adelantadas por el trabajador antes de que ste reciba su remuneracin. Al mismo tiempo, el problema consiste en que al desear el capitalista aumentar cada vez ms su capital, absorbe todo el trabajo posible para crear ms y ms plusvala. Para ello utiliza a un obrero en un trabajo especializado en donde al ser tan rutinario logre una mayor velocidad y pericia. No obstante, esa forma de trabajo tiene caractersticas desvergonzadas: El obrero fraccionario convierte su cuerpo entero en rgano maquinal de una sola operacin simple, ejecutada por l durante su vida, de modo que llega a efectuarla con ms rapidez que el artesano que ejecuta toda una serie de operaciones (Marx, 2003: 57). Esto produce que el trabajador fraccionario llega a ser tanto ms perfecto cuanto ms incompleto es (Marx, 2003: 62). El artesano que efecta operaciones diferentes, y que determina sus propias condiciones de trabajo, no slo comprende el fruto de su faena, sino que tambin tanto el proceso de su elaboracin como el resultado final, le pertenece y complace. En cambio, el trabajador especializado aflige su cuerpo realizando una labor montona en la que logra, al ser slo una, una mayor rapidez y destreza. Sin embargo, en este proceso ni su trabajo, ni las fuerzas de su cuerpo que puso en l, ni el producto final, le conciernen o lo gratifican. De este modo, el razonamiento de Marx va dando cuenta que el hombre, su cuerpo, en el modo de produccin capitalista se transforman en funcin del trabajo, y no el trabajo en funcin del hombre. Dicho en otros trminos, el trabajo se vuelve contra el trabajador, pues ya no se torna una actividad vital, sino por el contrario, una actividad perjudicial e injusta. No es el obrero quien utiliza los instrumentos de produccin, sino que de un modo opuesto, son los instrumentos los que ocupan al obrero. En vez de ser el obrero quien las consume como elementos propios de la actividad productiva, son ellos los que lo consumen a l. Al transformarse el medio de trabajo en autmata, en el proceso de trabajo, la maquinaria como objeto muerto tortura y absorbe la fuerza de trabajo viva (Trotsky, 2004). En palabras de Marx: el trabajo mecnico sobreexcita hasta el ltimo grado el sistema nervioso, impide el ejercicio variado de los msculos y dificulta toda actividad libre del cuerpo y del espritu (Marx, 2003: 81). Es decir, este trabajo mecaniza, fatiga y amarga al obrero, y

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pese a que posee la libertad de no hacerlo, acepta este hecho, ya que si no vende su fuerza de trabajo no puede subsistir, por lo que al venderla, no lo hace aisladamente, con ella se vende a s mismo. Toda venta de una mercanca significa para el vendedor desprenderse de ella al consumarse el proceso, y entregarla al comprador para que ste disponga de la misma como mejor le convenga. No obstante, a diferencia de las mercancas, el trabajo no es susceptible ni de acumulacin ni de ahorro. La fuerza de trabajo es vida, en la venta y compra de sta se hace presente un hecho paradojal: las capacidades fsicas y creativas que permiten trabajar no son ajenas a la corporeidad viva del trabajador. Esto implica que no es posible separar materialmente la fuerza de trabajo de la existencia misma de su propietario (Osorio, 2006). Por ello el trabajador se vende a s mismo, en la medida que se desmejora y se pierde de s, el capitalista se apodera de otro y prospera. En este sentido, el trabajo en Marx estara comprendido bajo dos formas, el trabajo vivo, en cuanto trabajo humano en donde el obrero -su subjetividad, su cuerpo y su dignidad- realiza una actividad como fuente creadora de valor. La segunda forma sera el trabajo objetivado, es decir, la cosa, el producto, el valor producido (Dussel, 1988). De esta manera, El sistema de produccin capitalista reproduce, pues, por s mismo, la separacin entre el trabajador y las condiciones de trabajo. Solamente por esto reproduce y perpeta las condiciones que obligan al obrero a venderse para vivir y permiten al capitalista comprarlo para enriquecerse (Marx, 2003: 120). La fuerza de trabajo del hombre se compra y se vende como una mercanca ms que obedece a las leyes del mercado, olvidando al ser humano que est detrs de ella. En El Capital, Marx fundamenta que en los procesos de trabajo insertos en el sistema capitalista, todo el esfuerzo, ya sea mental o fsico que se despliega, queda atrapado en el producto, que se independiza del trabajador, y ste cuanto ms se exterioriza del objeto, que se vuelve extrao a l, ms se pierde de s mismo, ms desdichado se torna su mundo interior (Marx, 2003). El trabajador se hace tanto ms pobre, en cuanto produce ms riqueza, en cuanto ms valores elabora, tanto ms se desvaloriza, pues el obrero se entrega, da parte de su esfuerzo vital para obtener un producto que beneficia slo a otro. Consiguientemente para el obrero, el trabajo es un medio de subsistencia, en vez de ser una manifestacin de su personalidad. El trabajador ya no se afirma en su trabajo, sino que se niega, no se siente cmodo, sino desventurado, no despliega una libre actividad intelectual y fsica, sino que martiriza su cuerpo y empobrece su espritu. Por lo tanto para Marx, el hombre de la sociedad industrial es un hombre especializado que est encerrado en una actividad parcial, repetitiva y montona que no lo deja desarrollarse, pues es slo una mercanca obligada a venderse al detalle (Marx y Engels, 1997). Este trabajo continuo y uniforme concluye por fatigar al organismo, que encuentra alivio y solaz en la

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actividad variada (Marx, 2003: 57). Vale apuntar entonces que si el trabajo capitalista se vuelve enajenado, alienante, es porque en l, el hombre se vuelve slo un medio, en donde le queda anulada la libre y vivificante actividad humana. En suma, el obrero -su cuerpo y su espritu- es explotado y slo est consigo cuando est fuera del trabajo, y cuando est en el trabajo se siente fuera de s, su labor ya no le place ni le pertenece. Es por esto que el trabajo en el modo de produccin capitalista ya no es voluntario, sino obligado. No es la satisfaccin de una necesidad, un fin en s mismo, sino un medio para satisfacer otras necesidades; obtener un salario y con l comer, vestir, etctera. Ahora bien, cabe determinar entonces que la alienacin econmica o del trabajo es la principal para Marx, pues ataca al hombre natural (el ser de la especie), logrando con ello ser la fuente de las dems alienaciones7. En esta lgica, podemos exponer como sntesis que la alienacin econmica estara dividida a su vez en dos; respecto del producto y respecto del acto de la produccin, o en otras palabras, alienacin del objeto (la alienacin de la cosa) y alienacin de la actividad (la autoalienacin). La alienacin del objeto: el trabajo es la actividad creadora del hombre, es parte de la esencia y de la naturaleza humana. El hombre, al trabajar, se proyecta sobre los productos de su trabajo: pone en cada producto algo de su ser, mas en el sistema capitalista, la propiedad privada de los medios de produccin forja que los objetos confeccionados por la actividad del obrero no le pertenecen a l, los vive como ajenos, el producto hecho por el obrero no le conciernen ms que al capitalista8. Adems, el objeto se presenta como algo forneo en un razonamiento ms principal: en el sistema de produccin capitalista, el productor se somete o subordina al producto en el sentido de que el productor es un mero medio para producir el objeto, por lo tanto, en este proceso lo importante no es la conformidad del trabajador (su salud, el perfeccionamiento de sus facultades fsicas, psquicas o espirituales) sino la mercanca producida. La desvalorizacin del mundo del hombre crece en proporcin directa a la valorizacin del mundo de las cosas (Marx, 2006a: 106). La alienacin de la actividad: surge en el proceso del trabajo, el trabajador se enajena de sus propias facultades creadoras, no vive su actividad como algo que realmente le pertenezca, no es una actividad que forma parte de sus aspiraciones, es un autosacrificio. El trabajo se vive como algo exterior y forzado. Dicho de otro modo, el trabajo debiese ser un medio para la autorrealizacin del obrero, mas si el obrero comercia su fuerza de trabajo es por dinero, no porque la actividad en s misma le sea atractiva. Para Marx el trabajo est mucho ms all de ser una simple actividad
7 8 Como la alienacin poltica, religiosa, social y filosfica. A esto denomina Marx la inversin de la ley de apropiacin.

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econmica, sino que es una actividad existencial. Esta actividad alienante hace que el hombre slo se sienta libre en sus funciones animales, en el comer, beber, engendrar, y todo lo que toca a la habitacin y al atavo, y en cambio en sus funciones humanas se siente como animal. Lo animal se convierte en humano, y lo humano en animal (Marx, 2006a: 110). La auto alienacin del hombre tiene su raz en una dependencia econmica. En el trabajo alienado, el obrero es slo un objeto que aislado no tiene utilidad, en la faena La actividad personal del hombre es un gasto de las fuerzas que est dotado su cuerpo (Marx, 2003: 41). Sin embargo, este gasto resulta contraproducente pues el trabajo no lo recompensa, y si tomamos en cuenta que el trabajo mismo es vital para la actividad del obrero, y esta actividad vital la vende para poder subsistir, el trabajador resulta en el trabajo slo un cuerpo-engranaje, en el mercado slo un accesorio a la venta9. En consecuencia, esto conducira a otros dos tipos de alienacin. La primera, la del ser genrico, la del hombre, pues tanto su cuerpo, su espritu, su naturaleza, su esencia humana ha sido quebrantada, se vuelve externa a l como ser genrico. Segundo, hay una alienacin del hombre respecto del hombre, pues no slo el hombre se enfrenta consigo mismo, sino que tambin se enfrenta a otro hombre. Si tanto la actividad como el producto del trabajo le es ajeno al trabajador, a quin pertenece entonces? esta fuerza extraa colocada por encima del hombre, no es ms que otro hombre que ve al primero como una cosa. De lo planteado nacen las principales crticas de Marx tanto al capitalismo como a los economistas10 de su poca. Por un lado tenemos su teora de la alienacin econmica y sus derivaciones. Por otro lado, su teora del fetichismo de la mercanca11. Ambas comparten la inversin de sujeto y objeto. El capitalismo relaciona a los hombres entre s a travs de las mercancas que intercambian. La posicin social del individuo, su nivel de vida, la satisfaccin de sus necesidades, su libertad y su poder, estn todos determinados por el valor de sus mercancas (Marcuse, 1972: 19 - 20). Mas, la economa no trata de cosas, sino de relaciones entre personas (Marx, 2006b), y en el capitalismo estas relaciones no hacen ms que perjudicar, alienar al ser humano en su actividad principal: el trabajo.

Marx nos muestra que el capital es una relacin social, en esta el trabajo est dispuesto para la explotacin de una clase a otra, por lo que la dominacin y la lucha de clases son inherentes al proceso de produccin. los obreros han dado al capitalista el trabajo de todo un ao en cambio del valor de medio ao; y de esto proviene la desigualdad de riqueza y de poder, y no de una supuesta desigualdad de las fuerzas fsicas e intelectuales de los individuos (Marx, 2007b: 59 - 60). 10 La crtica a los economistas se basa en el ocultamiento por accin u omisin de la interaccin humana detrs del movimiento de las mercancas, es decir, la no explicacin de esto por parte de algunos economistas, como si las mercancas por s mismas se pudiesen relacionar con otras sin previa mediacin humana. Marx est en contra de plantear que el sistema de mercado est gobernado por leyes impersonales y objetivas. 11 El fetiche de la mercanca consiste en tergiversar valor de cambio y valor de uso, de manera que los valores de uso son degradados a meros apndices de la produccin de mercancas al igual que lo es la fuerza de trabajo viva a apndice del capital (Negt, 2004: 67).

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El cuerpo y Marx Bajo las nociones previamente descritas, en Marx el cuerpo porta una relevancia significativa, emerge como un componente elucidario para entender el reproche que el autor realiza a la sociedad capitalista, pues en sta tanto el trabajo como el hombre se distorsionan, pierden su valor. A este respecto Fromm aclara que: La crtica principal de Marx al capitalismo no es la injusticia en la distribucin de la riqueza; es la perversin del trabajo en un trabajo forzado, enajenado, sin sentido, que transforma al hombre en un monstruo tullido (Fromm, 1966: 52-53). Es decir, dos de las crticas fundamentales al funcionamiento del capitalismo no pasan slo por el aspecto econmico, sino por el contrario, por el aspecto humano. La primera, la demostracin que los hombres pierden al momento de trabajar, pues van maltratando su cuerpo y desgastando su alma. La segunda, la indicacin de dominacin prctica de una persona por sobre otra. La mirada antropolgica y tica de Marx expone argumentos en relacin a cmo en el trabajo y en el contacto con la naturaleza el hombre se genera a s mismo, y esta confeccin no est exenta de la elaboracin de aspectos corporales (pensemos en las necesidades ms bsicas como las biolgicas), que conllevan en definitiva una relacin con el propio ser. Cabe acentuar por tanto, que en el anlisis de Marx la vinculacin con el cuerpo est silenciosamente presente, sobre todo, porque la filosofa de Marx representa una protesta contra la enajenacin del hombre, su prdida de s mismo y su transformacin en una cosa (Fromm, 1966: 7). El concepto de alienacin encarna una distorsin en la naturaleza humana, producto de la dominacin del trabajador por la voluntad ajena del capitalista. En consecuencia, la enajenacin econmica est inexorablemente ligada con el factor corporal, con la relacin del individuo y su cuerpo como valores, no como mercancas. El cuerpo, aquello que somos, que tenemos y nos tiene, se ve afectado por el medio de produccin capitalista, y este hecho no obedece slo a un malestar fsico, sino que el ser, la personalidad, el espritu del trabajador se ve tocado, pues el cuerpo no es un mero envoltorio, es en donde se desenvuelve la vida. La enajenacin (o extraamiento) significa entonces para Marx que el hombre no se experimenta a s mismo como el factor activo en su captacin del mundo, sino que el mundo (la naturaleza, los dems y l mismo) permanece ajeno a l (Fromm, 1966: 55). El individuo pierde trascendencia, se siente vaco, solo, con un cuerpo corrodo. En una palabra: deshumanizado. Las reprobaciones de Marx hacia el mundo polticamente burgus y econmicamente capitalista, advienen principalmente por dos ejes que se complementan. Primero, porque el hombre en el proceso del trabajo no esclavice y aliene su cuerpo (y su espritu), pues, es una

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actividad que debera, por el contrario, liberarlo. Segundo, que el hombre, su corporalidad, no se convierta en una mera cosa que el capitalista pueda comprar y disponer a su antojo12. Los estudios a Marx, primeramente, entienden al cuerpo asocindolo con la fuerza de trabajo, con la capacidad de produccin, con el elemento activo de la produccin. No obstante, la propia produccin del capital como relacin entre fuerzas produce cambios en la corporalidad. La nocin del trabajo sobre la naturaleza al ser la actividad humana bsica, puesto que nuestros cuerpos son parte de la naturaleza, el trabajo debe comprender el trabajo sobre nuestros cuerpos, los que son transformados de modo constante por las prcticas corporales, sociales y polticas (Turner, 1989). De esta manera, en las consideraciones de Marx, la nocin de trabajo se desliza necesariamente por la relacin tica del obrero con su labor y su cuerpo, pues esta relacin est inserta en un dinamismo esencial para el ser humano. Siguiendo estos lineamientos, el cuerpo est asociado e incorporado en el anlisis del modo de produccin capitalista, pero tambin, y no deja de ser un punto sustancial, el cuerpo vinculado a fenmenos como la enajenacin, el trabajo de las mujeres y de los nios13, el trabajo exhaustivo, las enfermedades, la muerte prematura, la reduccin del tiempo para las comidas o el sueo, etc., forman los sustratos y fundamentos que declaran las miserias de la vida corporal con los cuales Marx ejemplifica y critica el funcionamiento interno del capitalismo. As, por medio de la ejemplificacin y la relevancia implcita del carcter social de la corporeidad, los planteamientos de Marx convergen en la necesidad del emplazamiento de reformas o, de manea ms radical, al compromiso revolucionario. A este respecto Le Breton (2001) seala: En El capital (1867), Marx proporciona un anlisis clsico de la condicin corporal del hombre en el trabajo. Estos estudios tienen urgencias diferentes y no les interesa proporcionar herramientas tiles para pensar el cuerpo de manera metdica, aunque contienen en germen la primera condicin de un enfoque sociolgico del cuerpo, ya que no lo consideran como una naturaleza cuyas claves se encuentran solamente en factores biolgicos, sino como una forma moldeada por la interaccin social (Le Breton, 2002: 16). En otros trminos, el cuerpo tendra tres relevancias claves en los planteamientos de Marx. Primero, el hombre es, sin dilacin, ser corpreo, sensible, condicionado y limitado. Precisa de elementos externos a su cuerpo; abrigo, alimento, etc., necesidades naturales que para satisfacerlas debe recurrir fuera de s. Segundo, es la forma encarnada con la que se puede ver la explotacin y las consecuencias de la que son objeto en el sistema de produccin capitalista aquellos que slo tienen su fuerza de trabajo. Por ltimo, el cuerpo no sera un elemento
12 Guiados por estas consignas, marxistas contemporneos como Terry Eagleton afirman: Slo a travs del comunismo podremos llegar a experimentar nuevamente nuestros cuerpos (Hounie, 2010). 13 Marx aclara que el desarrollo de ciertas maquinarias, hacen innecesarias la fuerza masculina, y por ello permite emplear a trabajadores de escasa fuerza fsica o sin un desarrollo corporal completo como lo son el caso de las mujeres o los nios.

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netamente orgnico, fisiolgico, sino que por el contrario, un constructo moldeado por las relaciones y condiciones sociales14. Es preciso aclarar por tanto, que el factor cuerpo no es de fcil lectura dentro del entramado terico de Marx. Sin embargo, si vemos las intenciones y la base que generan sus reflexiones, logramos atestiguar que el cuerpo, la corporeidad, no constituyen una omisin, sino que ms bien estn subsumidas por los indicadores vinculados con los problemas a la salud de los trabajadores, su alimentacin, sus aflicciones, sus viviendas, su libertad15, etc. Hay una contemplacin a la relacin fsica del obrero, con su cuerpo, con su trabajo, y con el mundo que lo rodea. Podemos exponer entonces dos argumentos. Primero, que en Marx el vnculo social del hombre con su cuerpo, con su conciencia, estn entrelazados con la actividad material de los hombres, vale decir con su posicin social. Segundo, que Marx utiliz la palabra hombre en un sentido genrico, por lo que hubo un anlisis menor hacia las mujeres y sus cuerpos en la sociedad capitalista. Por ltimo, las reflexiones de Marx se acercan al principio kantiano de que el hombre debe ser siempre un fin en s mismo y nunca un medio para realizar un fin (Fromm, 1966; Negt, 2004). Marx manifiesta que el hombre es un ser corpreo, viviente, real. Ahora bien, para su anlisis, ste debe vincularse con estructuras mayores. el sujeto del intercambio entre el hombre y la naturaleza es la colectividad social la cual posee una historia y una forma especfica; no es el ser sensorial individual, sino la colectividad social estructurada, en donde los individuos laboran y se reproducen (Turner, 1989: 227). Alcances del entendimiento del cuerpo en Marx Entendemos que en la motivacin tica y antropolgica de Marx conceptos como ganancia, precio, salario, mercanca, etc., son expuestos en un ltimo trmino para explicar nociones como trabajo vivo, vida humana robada, cosificacin, alienacin o explotacin. En este sentido, el mbito en que se mueve Marx no es el fenomnico, sino el real (Dussel, 1990), aquel donde hombres de carne y hueso se ven en profundas contradicciones en un sistema de produccin que los ve slo como una mercanca a la que puede comprar16.
14 Se podra aadir al mismo tiempo que el cuerpo est presente en tanto que instrumento y herramienta de lucha y resistencia en el proceso revolucionario, mas esta indicacin es una interpretacin ms indirecta, pues conlleva implcita una utopa visionaria, en donde, parafraseando a Marx; los cuerpos de los proletarios a travs de la toma de conciencia pasaran de cuerpos en s a cuerpos para s. 15 Ya el joven Marx intervena a favor de los individuos ms pobres a travs de las pginas de la Gaceta Renana, en sta hablaba acerca del robo de la lea, la inversin entre medios y fines, la miseria de los campesinos y el aprovechamiento de los propietarios de los bosques (Marx, 2007a). 16 Gran parte del mrito de Marx en El Capital consiste en dar carne a las palabras, en dar vida a las voces del capitalismo (Berman, 2002: 70).

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La complejidad del cuerpo que podemos denotar en los planteamientos de Marx, a la vez como fenmeno natural y como producto social, pasan por visualizar que el hombre en sus relaciones y procesos debe ser libre (Berman, 2002; Negt, 2004). La libertad fsica, espiritual e intelectual debe ser una premisa en cualquier sociedad, situacin que no se cumple en el capitalismo. De este modo, la manifestacin de nuestro ser por medio de nuestro cuerpo en nuestras actividades conllevan una idea fundamental en Marx: ayudan a nuestra autorrealizacin. Como expone Mauss: el cuerpo es el primer y ms natural instrumento del hombre. O, el primer y ms natural objeto tcnico del hombre, y al mismo tiempo su primer medio tcnico, es su cuerpo (1934: 391). Este tipo de reflexin fue la que despleg Marx, la importancia del cuerpo para manifestar las energas de su portador, no para alienarlo. El cuerpo logra una mediacin entre la psique, el yo, y el mundo, y conceptos como la alienacin nos hace referencia a cmo se hallan procesos en donde existe un desprendimiento en el que nuestro cuerpo resulta algo distinto de nuestro yo. A modo de ejemplo, la enfermedad puede ser entendida como un fallo del desplazamiento del cuerpo orgnico, biolgico, y no como una disgregacin del mundo de la persona, mas la disgregacin del mbito del hombre puede afectar claramente en el funcionamiento del cuerpo biolgico. Es decir, el cuerpo acta como articulacin entre cmo captamos el mundo y cmo con esta afinidad nos construimos a nosotros mismos. Marx alude a que el cuerpo est moldeado por el contexto social y cultural, es producto y productor de los aspectos sociales, el cuerpo es una forma que nos ayuda a relacionarnos con la naturaleza. Existir significa, desplazar nuestro ser, nuestro cuerpo, por el mundo. El uso fsico que le damos a nuestro cuerpo en una determinada actividad, como en el caso de Marx, en el trabajo, conlleva necesariamente una relacin con nuestro ser. El cuerpo no es una naturaleza indiscutible, universal e inmutable, el cuerpo est unido al mundo, al contexto y la cultura en que ste se desarrolla y por lo tanto se va construyendo y moldeando socioculturalmente. La divisin del trabajo no es negativa por s misma (ya que sta es un hecho de todas las economas), sino que la subordinacin esclavizante17 del individuo a la divisin del trabajo, en donde el trabajador queda reducido invariablemente a un engranaje, coercionando, restringiendo la corporeidad, sin duda que forja que nuestro organismo se deteriore, pues, con nuestro cuerpo en buena proporcin captamos el mundo. Turner expone que: Si bien el problema sociolgico de la accin y la estructura ha sido un tema del pensamiento social contemporneo, el carcter del agente humano ha sido en realidad bastante menospreciado por la filosofa y la teora social de nuestro tiempo. [] carecemos de una investigacin sociolgica de los rasgos sociales de los cuerpos y de la encarnacin humanos en la sociedad capitalista industrial contempornea (Turner, 1989: 9).
17 Cabe destacar que la realidad a la que alude Marx es totalmente diferente a la de nuestros das, con jornadas laborales de 16 horas, con la utilizacin de nios de 10 aos, etc.

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Por lo que las ideas de Marx, en tanto la relacin sociolgica que se produce entre una determinada actividad, y el individuo, pueden seguir siendo investigadas tomando en cuenta las consideraciones que sta conlleva para el cuerpo y el ser de la persona que la ejecuta. El cuerpo, por ejemplo, puede ser visto como un promotor o un retardante a la hora de realizar ciertas actividades como la educacin, el deporte o el trabajo, vale decir, en la medida que el cuerpo se siente cmodo en una determinada actividad, sin duda que sta conlleva un mejor proceso y mejores resultados tanto para la actividad como para la propia persona. Asimismo, existen actividades o contextos que actualmente pueden resultar en procesos de reificacin o ser alienantes, pinsese, por ejemplo, en la actual divisin social del trabajo, y es interesante investigar qu factores sociolgicos18 estn influyendo para que esto se produzca, y qu rol juega el cuerpo en estos problemas. Asimismo, pensemos en la anorexia, la obesidad, el consumismo, la drogadiccin, o en los mismos procesos del trabajo actual, etc. Ahora bien, estos lineamientos pueden exponerse y explayarse en distintas esferas, por ejemplo, se puede intentar hacer extensiva la nocin de Marx de la alienacin como problema sociolgico, al debate de la enfermedad y de las dolencias que conllevan ciertas actividades sociales19, presupuestos, por ejemplo, de lo cuales los anlisis de Turner son deudores. As, el problema de la enfermedad en el cuerpo humano mostrara la produccin, a su vez, de las experiencias subjetivas y objetivas de la corporeidad. Marx nos recuerda que las acciones y relaciones que tejen los procesos de la vida cotidiana, por un lado, no slo implican la corporeidad (como al momento de trabajar), sino que adems afectan a la corporeidad. Asimismo, el anlisis de Marx por va de las relaciones sociales de produccin, al tener como fundamento las relaciones de propiedad, nos lleva ineludiblemente al problema del poder, la autoridad, la disciplina y la ideologa, en donde el hombre y su cuerpo toman un rol principal. Siguiendo este lineamiento, el anlisis a la corporalidad y las estructuras de observacin que nos entrega Marx para la interpretacin de la realidad humana desde la modernidad, principalmente en el estadio capitalista de la misma, constituyen una plataforma para considerar los alcances biopolticos de la explotacin o la alienacin. En esta lgica, cabe resaltar a Foucault quien analiz los mecanismos de poder que operan en la sociedad capitalista y su influencia en la conformacin de la subjetividad de las personas. As, al exponer la vinculacin existente entre formas de saber-poder, tcnicas disciplinarias y relaciones econmicas, Foucault mostr con otra perspectiva lo que Marx denominaba relaciones de produccin. Castro nos especifica: el modo de produccin que interesa

18 Para abordar este tipo de temticas desde una perspectiva ms psicolgica encontramos, por ejemplo, los planteamientos de Maslow (1998). 19 Cabe destacar que en anlisis posteriores a Marx el concepto de alienacin fue utilizado: Erich Fromm, Herbert Marcuse, C. Wright Mills, Mizruchi, Maurice Zeitlin (Israel, 1988), Swift, Binswanger (Gabel, 1973), entre otros.

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a Foucault no es, como en Marx, el de la produccin de capital, sino el de la produccin de sujetos que son constituidos bajo el signo de la verdad (2005: 116-117). De esta manera, este giro biopoltico nos ayuda a recordar que la produccin capitalista logra crear no slo objetos sino tambin sujetos y subjetividades. El capital es siempre una relacin de fuerzas, de poder, que conllevan un proceso de fabricacin. En palabras de Marx: La produccin no crea pues nicamente un objeto para el sujeto, tambin crea un sujeto para el objeto (Marx en Hounie, 2010: 141). Bajo estas consideraciones, si advertimos que los debates fundamentales que han configurado a la sociologa desde sus inicios hasta nuestros tiempos, pasan por las relaciones entre las dicotomas: naturaleza/cultura, individuo/sociedad, mente/cuerpo, actor/estructura, micro/macro, lo psicolgico/lo simblico20, distinguiremos que son bifurcaciones cuya bisagra es el cuerpo. Es decir, si se quiere una mayor comprensin de los fenmenos sociales, esto puede ser conseguido a travs de un anlisis profundo, conciliador y creativo respecto de estas dicotomas, en donde claramente el cuerpo y la corporalidad desempean un papel enmaraado pero muy significativo y revelador. Conclusiones Marx sirvindose de especificaciones sociohistricas para explicar la divisin del trabajo y la produccin mercantil, alude al concepto de alienacin en dos sentidos. Primero, como una reprobacin contra realidades improcedentes del hombre. Segundo, como una protesta contra los espejismos derivados de dichas situaciones. La alienacin bsica es la econmica pues afecta la actividad esencial del hombre: el trabajo. Este trabajo alienante produce que el hombre mismo, su cuerpo, su espritu y su mundo, le sean ajenos y hostiles. En sus anlisis a la sociedad capitalista y a las relaciones sociales del individuo, expone que las condiciones que ayudan a la enajenacin del hombre son tres. Primero, la propiedad privada de los medios de produccin. Segundo, el proceso de la divisin del trabajo. Por ltimo, el hecho de que el trabajo humano, el cuerpo del obrero, se convierta en una mercanca ms dentro del mercado de la sociedad capitalista. Bajo este orden de ideas, subyace una idea trascendental, en el trabajo, el hombre, a travs del despliegue de su ser, es decir, de su inteligencia, de su cuerpo y de su espritu, produce valor, as mismo, cuando en el trabajo el hombre no despliega su ser, sus potencialidades fsicas, se desvaloriza. En consecuencia, los anlisis de Marx nos hablan de la intrincada conexin que hay entre el mundo (el trabajo, las relaciones sociales, la economa) y el hombre (su cuerpo, sus necesidades, su espritu). Para Marx, la esencia humana no reside en la biologa, sino en la
20 Tambin podemos agregar las disputas con respecto a: gnero, razn/emocin, los estudios de sexualidad, etc.

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capacidad y potencialidad del ser humano para trabajar y con ello trasformar tanto la naturaleza como a s mismo. Ahora bien, si tomamos estas ideas bajo los planteamientos actuales, sobre todo siguiendo los pasos de la sociologa del cuerpo, sabemos que la categora cuerpo otorga conocimiento y visualidad al sujeto, nos permite distinguir la relacin del hombre con los dems y consigo mismo21. Al mismo tiempo, nos concede un valiossimo dilogo con otras disciplinas, pues unifica la existencia humana en todas sus formas: biolgica, psicolgica, cultural, simblica y social. En este sentido, al corresponder los planteamientos de Marx con el cuerpo, se nos recuerda el valor que conllevan ciertas actividades, como el trabajo, en el ser humano, pues las relaciones materiales de los hombres influyen de manera preponderante en distintos mbitos, incluido el mbito corporal. El cuerpo, aquello que es nuestro objeto y sujeto a la vez, aquello con lo que el hombre se presenta, se desenvuelve y se hace visible, resulta muy significativo y revelador, en tanto que es el lugar en donde se da gran parte de la interaccin de los individuos. Igualmente, la alienacin como concepto que suprime la personalidad, el sentirse ajeno, resulta interesante de comprenderla a la hora de pensar en los procesos educativos, en el trabajo, en la alimentacin, en la sexualidad, etc. El hombre no se separa de su cuerpo a la hora de realizar alguna actividad. Como nos seala Fromm: el fin mismo de Marx es liberar al hombre de la presin de las necesidades econmicas, para que pueda ser plenamente humano (Fromm, 1966: 16). Vale decir, para Marx la emancipacin del hombre no acontece slo por una libertad econmica y poltica, sino por una independencia ms amplia de tipo antropolgico o existencial, la emancipacin sera el resultado de la liberacin del hombre de su propia alienacin. Y as como en la sociedad burguesa estudiada por Marx el trabajo se tie de negatividad, el capital se independiza y libera, mientras que el obrero permanece dependiente y esclavo, de la misma manera podemos repensar cmo esta idea de alienacin puede ser re-significada a la hora de analizar fenmenos biopoltico actuales. Por ltimo, resulta revelador considerar tres elementos a partir de la lectura de Marx. Primero, el cuerpo ligado a la alienacin econmica y el capital como relacin social, pues la corporeidad en tanto estructura social, cultural y simblica, no deja de lado conductas, dolencias, legitimaciones, representaciones que nos permiten entender nuestra realidad. Segundo, el cuerpo es un libro donde se asienta la realidad. El cuerpo nos habla de las condiciones de trabajo, los hbitos alimenticios o de consumo, las enfermedades, las significaciones de la clase social a la que se pertenece, etc22. El cuerpo es aquello en donde se da la existencia y aquello con que captamos la vida. Por ltimo, la naturalidad de los cuerpos debe ser construida y
21 A modo de ilustracin, pensemos cmo la identidad de gnero est anclada fuertemente al cuerpo. 22 Para profundizar en algunos de estos estudios que involucran una perspectiva donde el cuerpo es una categora central, vase los siguientes trabajos Pedraza (2007); Porzecanski (2008); Vallejo y Miranda (2008).

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reconsiderada en cada proceso histrico, pues las condiciones socioculturales modelan no slo nuevos fenmenos, sino tambin nuevos cuerpos. BIBLIOGRAFA
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