Lecciones Sobre Filosofía de La Historia Universal
Lecciones Sobre Filosofía de La Historia Universal
Lecciones Sobre Filosofía de La Historia Universal
HEGEL)
1. LA FILOSOFA DE LA HISTORIA Una Filosofa de la Historia? Puede sorprender () que pretendamos tratar filosficamente la historia.
Introduccin general P. 411
La historia se refiere a lo acontecido. El concepto, que se determina esencialmente por s mismo, parece, pues, contrario a su consideracin.
Introduccin general P. 41
La historia () es tanto ms verdadera cuanto ms exclusivamente se atiene a lo dado () La labor de la filosofa parece hallarse en contradiccin con este fin
Introduccin general P. 42
La filosofa, pues, al ocuparse de la historia, toma por objeto lo que el objeto concreto es, en su figura concreta, y considera su evolucin necesaria (p. 46) Dicha paradoja culmina en un reproche El reproche que se hace a la filosofa () que lleva pensamientos a la historia con arreglo a los cuales trata la historia.
Introduccin general P. 42
Solucin a dicha paradoja La filosofa de la historia no es otra cosa que la consideracin pensante de la historia.
Introduccin general P. 41
El nico pensamiento que aporta [la filosofa] es el simple pensamiento de la razn, de que la razn rige el mundo y de que, por tanto, tambin la historia universal ha transcurrido racionalmente.
Introduccin general
1
G.W.F. HEGEL, Lecciones sobre la Filosofa de la Historia Universal, Alianza Editorial, Madrid, 2004.
Captulo I P. 43
La filosofa opera () a priori, puesto que supone la idea. Pero sta existe ciertamente, tal es la conviccin de la razn
Introduccin general Captulo I P. 46
Es necesario llevar a la historia la fe y el pensamiento de que el mundo de la voluntad no est entregado al acaso. Damos por supuesto () que en la historia universal hay una razn () divina y absoluta.
Introduccin general Captulo I P. 44
Adems [Aunque la] primera condicin, [es] la de recoger fielmente lo histrico () son ambiguas las expresiones tan generales como recoger y fielmente. El historigrafo corriente, medio () no es en realidad pasivo en su pensar.
Introduccin general Captulo I P. 45
Objeto de la Filosofa de la Historia Vamos a considerar, de este modo, lo esencial en la historia universal, omitiendo lo inesencial.
Introduccin general Captulo I P. 46
La consideracin filosfica no tiene otro designio que eliminar lo contingente = la necesidad externa, esto es, una necesidad que remonta a causas, las cuales son slo circunstancias externas.
Introduccin general Captulo I P. 43-44
El punto de vista de la historia universal filosfica () Su principio espiritual es la totalidad de los puntos de vista.
Introduccin general Captulo I P. 46
Y de este modo los principios de los pueblos se suceden, surgen y desaparecen. Mostrar en qu consiste la conexin de este movimiento es la tarea propia de la historia universal filosfica.
Introduccin general Captulo II P. 69
Lo ms importante, el alma, lo principal en la concepcin y comprensin filosfica de la historia, es tener y conocer el pensamiento de este trnsito.
Introduccin general Captulo II
P. 74
La historia universal, no slo podra () dejar a los individuos sin mencin y enteramente fuera de juego () Las formas individuales que este espritu haya tomado en el terreno de la realidad podran quedar entregadas a la historiografa propiamente dicha.
Introduccin general Captulo III P. 142
Papel activo de la Filosofa de la Historia Estimamos que el pensamiento est subordinado al ser, a lo dado, haciendo de ste su base y su gua. A la filosofa, empero, le son atribuidos pensamientos propios, que la especulacin produce por s misma, sin consideracin a lo que existe; y con estos pensamientos se dirige la historia, tratndola como un material, y no dejndola tal como es, sino disponindola con arreglo al pensamiento y construyendo a priori una historia.
Introduccin general P. 41
La filosofa debe llevarnos al conocimiento de que el mundo real es tal como debe ser. () Dios gobierna el mundo () Comprender esto es la tarea de la filosofa de la historia universal () pues la razn es la percepcin de la obra divina. () La Filosofa no es, por tanto, un consuelo; es algo ms, es algo que purifica lo real, algo que remedia la injusticia aparente y la reconcilia con lo racional, presentndolo como fundado en la idea misma y apto para satisfacer la razn.
Introduccin general Captulo II P. 78
La Filosofa de la Historia, una Teologa de la Historia? Si se concede, pues, que la Providencia se revela en estos objetos y materias [plantas, animales, vida de los individuos humanos], por qu no en la historia universal?
Introduccin general Captulo I P. 52
Los cristianos estn iniciados en los misterios de Dios, y de este modo nos ha sido dada tambin la clave de la historia universal.
Introduccin general Captulo I P. 52
Lo concreto, los caminos de la Providencia son los medios, los fenmenos en la historia, los cuales estn patentes ante nosotros; y debemos referirlos a aquel principio universal [que la razn rige la historia].
Introduccin general Captulo I P. 51
Ahora bien Pero la mencin del conocimiento del plan de la divina Providencia nos hace recordar () la cuestin de la posibilidad de conocer a Dios.
Introduccin general Captulo I P. 51
El cristianismo habla de Dios, lo conoce como espritu, y ste no es lo abstracto, sino el proceso en s mismo, que establece las diferencias absolutas
Introduccin general P. 42
En qu se diferencia, pues, de la Teologa de la Historia al servicio de la Fe? La diferencia y hasta la oposicin entre esta fe y nuestro principio () Aquella fe [religiosa] es () indeterminada; es una fe en la Providencia en general , y no pasa a lo determinado, a la aplicacin, al conjunto, al curso ntegro de los acontecimientos en el universo () se dice que este plan se halla oculto a nuestros ojos e incluso que sera una temeridad querer conocerlo.
Introduccin general Captulo I P. 50
[La fe religiosa] administra la Providencia al por menor [para fines subjetivos, y adems es meramente] abstracta e indeterminada.
Introduccin general Captulo I P. 51
El conocer, en cambio, penetra adems los fundamentos, en la necesidad del contenido sabido, incluso el contenido de la fe, prescindiendo de la autoridad de la Iglesia y del sentimiento, que es algo inmediato
Introduccin general Captulo I P. 56
[Por esto Hegel plantea una Filosofa de la Historia y no una Teologa de la Historia, aunque en realidad aqulla es una inmanentizacin de sta]. En conclusin Nuestra consideracin es, por tanto, una Teodicea, una justificacin de Dios.
Introduccin general Captulo I P. 56
Categoras que maneja la Filosofa de la Historia Categoras en que la faz de la historia se presenta, en general, al pensamiento: 1 La VARIACIN: Surge a la vista del cambio de los individuos, pueblos y Estados El aspecto negativo de este pensamiento () provoca nuestro pesar Pero se enlaza en seguida con esta categora (): que una nueva vida surge de la muerte. 2 El REJUVENECIMIENTO del Espritu: No es un simple retorno a la misma figura; es una purificacin y elaboracin de s mismo. Como ente espiritual, para quien el fin no es la obra, sino la propia actividad Cul es el fin de todas estas formas y creaciones? 3 La RAZN misma: Existe en la conciencia, como fe en la razn que rige el mundo Su demostracin es el tratado mismo de la historia universal, la cual es la imagen y la obra de la razn.
Introduccin general P. 42
2. LA HISTORIA UNIVERSAL Concepto La historia universal es la exposicin del espritu, de cmo el espritu labora por llegar a saber lo que es en s.
Introduccin general Captulo I P. 67
La historia universal representa la idea del espritu, tal como se revela en la realidad como serie de formas exteriores.
Introduccin especial Captulo II P. 161
La palabra historia rene en nuestra lengua el sentido objetivo y el subjetivo: significa tanto historiam rerum gestarum como las res gestas mismas. () [De hecho] la narracin histrica aparece simultneamente con los hechos y acontecimientos propiamente histricos () El Estado () da un contenido que no slo es apropiado a la prosa de la historia, sino que la engendra () Los espacios de tiempo que han transcurrido para los pueblos, antes de la historia escrita () carecen de historia objetiva, porque no tienen historia subjetiva, narracin histrica () no la tenemos porque no ha podido existir.
Introduccin general Captulo III P. 137
Sobre el Espritu No debemos pensar el espritu como algo abstracto, que recibiera posteriormente su contenido de la naturaleza.
Introduccin general Captulo II P. 162
Pasemos ahora a considerar el espritu () en su forma () El espritu es esencialmente individuo () El espritu, en la historia, es un individuo de naturaleza universal, pero a la vez determinada, esto es, un pueblo en general. Y el espritu de que hemos de ocuparnos es el espritu del pueblo.
Introduccin general Captulo II P. 65
La consideracin de la historia universal ha dado y dar por resultado el saber que ha transcurrido racionalmente, que ha sido el curso racional y necesario del espritu universal, el cual es la sustancia de la historia
Introduccin general Captulo I P. 44
El Espritu y la libertad La sustancia del espritu es la libertad. Su fin en el proceso histrico () es la libertad del sujeto, es que ste tenga conciencia moral y su moralidad, que se proponga fines universales y los haga valer; que el sujeto tenga un valor infinito y llegue a la conciencia de este extremo. Este fin sustantivo del espritu universal se alcanza mediante la libertad de cada uno.
Introduccin general Captulo II P. 68
El espritu, segn su naturaleza, est en s mismo; es decir, es libre. () La libertad es la sustancia del espritu () todas las propiedades del espritu existen solo mediante la libertad.
Introduccin general Captulo II P. 62
Naturaleza y Espritu Las variaciones en la naturaleza, con ser tan infinitamente diversas como son, muestran slo, que se repite siempre () slo en las variaciones que se verifican en la esfera del espritu surge algo nuevo. Esto que acontece en lo espiritual nos permite ver que el hombre tiene otro destino que las cosas meramente naturales.
Introduccin general Captulo III P. 127
[En los entes naturales] entre el concepto y su realizacin () no puede introducirse nada. En cambio, el espritu es distinto. Su determinacin pasa a realizarse mediante la conciencia y la voluntad.
Introduccin general Captulo III P. 129
La evolucin () es, en el espritu, una dura e infinita lucha contra s mismo. Lo que el espritu quiere es alcanzar su propio concepto; pero el espritu mismo se lo encubre, orgulloso y rebosante de satisfaccin, en este alejamiento de s mismo. () La libertad. ste es el objeto fundamental y, por tanto, el principio director de la evolucin.
Introduccin general Captulo III P. 129
El proceso dialctico Aqu slo se ha de advertir que el espritu comienza por su infinita posibilidad; la cual es una mera posibilidad que contiene su absoluto contenido como algo en s, como el fin que el espritu slo alcanza en su resultado, resultado que slo entonces es su realidad. El progreso aparece as en la existencia como avanzando de lo imperfecto a lo ms perfecto; pero lo imperfecto no debe concebirse en la abstraccin, como meramente imperfecto, sino como algo que lleva en s, en forma de germen, de impulso, su contrario, o sea eso que llamamos lo perfecto. Asimismo la posibilidad alude, por lo menos, de modo reflejo a algo que debe llegar a realidad; la dynamis aristotlica es tambin potentia, fuerza y poder. Lo imperfecto, pues, es lo contrario de s, en s mismo; es la contradiccin, que existe, pero que debe ser abolida y resuelta; es el impulso de la vida espiritual en s misma que aspira a romper el lazo, la cubierta de la naturaleza, de la sensibilidad, de la enajenacin, y llegar a la luz de la conciencia, esto es, a s mismo.
Introduccin general Captulo III P. 132
El tiempo y la negatividad como motor del movimiento El modo abstracto en la progresin del espritu de un pueblo es el curso sensible del tiempo () El movimiento ms concreto es la actividad espiritual.
Introduccin general Captulo II P. 69
Es conforme al concepto del espritu el que la evolucin de la historia acontezca en el tiempo. El tiempo contiene la determinacin de lo negativo. Un acontecimiento es algo positivo para nosotros; pero la posible existencia de su contrario, la referencia al no ser, es el tiempo.
Introduccin general Captulo III P. 129
El tiempo es la negacin, en lo sensible. El pensamiento es tambin la negacin; pero es la ms ntima forma, la forma infinita en que todo ser se deshace () porque destruye todo contenido determinado () Ahora bien, esta destruccin, obra del pensamiento, es necesariamente a la vez la produccin de un nuevo principio. El pensamiento, siendo universal, es destructor; pero esta destruccin contiene, en realidad, el principio anterior, solo que ya no en su primitiva determinacin. Se ha conservado la esencia universal. () Lo que anteriormente exista en una individualidad concreta, es elaborado ahora en la forma de la universalidad. Pero tambin existe algo nuevo, una determinacin ms amplia.
Introduccin general Captulo III P. 147
Pero el espritu no puede permanecer en medio de la oposicin; busca una unin, y en la unin est el principio superior. Este proceso, que proporciona al espritu su ser mismo, su concepto, es la historia.
Introduccin general Captulo II P. 74
En realidad, en ninguna parte hay mayor estmulo para tal conocimiento conciliador que en la Historia universal
Introduccin general Captulo I P. 56
Esta reconciliacin slo puede ser alcanzada mediante el conocimiento de lo afirmativo en lo cual lo negativo desaparece como algo subordinado y superado-, mediante la conciencia de lo que es en verdad el fin ltimo del mundo.
Introduccin general Captulo I P. 57
Este proceso, por tanto, comprende esencialmente fases, y la historia universal es la manifestacin del proceso divino, de la serie de fases en que el espritu se sabe y se realiza a s mismo y realiza su verdad. Todas son fases del conocimiento de s mismo. Esto lo lleva a cabo en la historia universal, producindose en formas determinadas, que son los pueblos en la historia universal.
Introduccin general Captulo II P. 76
Tres maneras de considerar la Historia Hay tres maneras de considerar la historia. Existe la historia inmediata, la historia reflexiva y la historia filosfica. La primera () Herdoto, Tucdides y dems historigrafos semejantes () El contenido de estas historias no puede ser, por tanto, de gran extensin () El autor describe lo que l mismo, ms o menos, ha contribuido a hacer () Semejante historigrafo no reflexiona, sino que presenta a las personas y los pueblos mismos () Manifiestan () la propia cultura de los que hablan. Segundo gnero () consiste en trascender del presente () referencia () al espritu [Varias especies] 1) Intntase hacer sinopsis () historia general () son necesariamente compilaciones () Se conexiona ntimamente con la anterior 2) Historia pragmtica (...) anula el pasado y hace presente el acontecimiento () propsito moral () Pero las abstracciones morales de los historigrafos no sirven para nada. 3) El tercer modo() es el crtico. () Constituye la manera como en Alemania () es tratada la historia. No es la historia misma la que se ofrece aqu, sino la historia de la historia, un juicio acerca de las narraciones histricas y una investigacin de su verdad y del crdito que merecen. 4) La ltima esfera () la historia especial, la de un punto de vista general, que se destaca en la vida de un pueblo, en el nexo total de la universalidad () trnsito a la historia universal filosfica. La historia universal filosfica () su punto de vista es universal, no particular () El punto de vista universal de la historia universal filosfica no es de una universalidad abstracta, sino concreta y absolutamente presente. Es el espritu, eternamente en s, y para quien no existe ningn pasado.
Introduccin especial Captulo I P. 153 ss
10
Cmo llega el espritu a tal contenido [el inters]? () Hemos de contemplar la historia universal segn su fin ltimo. ste fin ltimo es aquello que es querido en el mundo.
Introduccin general Captulo II P. 61
11
3. EL FIN DE LA HISTORIA Introduccin al problema Vemos en la historia () diversas formas del arbitrio humano y de la necesidad externa. Por otro lado ponemos frente a todo esto el pensamiento de una necesidad superior, de una eterna justicia y amor, el fin ltimo absoluto. Es una contraposicin () Nuestro propsito es mostrarla resuelta en s y por s en la historia universal.
Introduccin general P. 42
La ley es la objetividad del espritu y la voluntad es su verdad; y slo la voluntad que obedece a la ley es libre, pues se obedece a s misma () desaparece la oposicin entre la libertad y la necesidad. (p. 104) Debemos buscar en la historia un fin universal, el fin ltimo del mundo, no un fin particular del espritu subjetivo o del nimo. Y debemos aprehenderlo por la razn.
Introduccin general Captulo I P. 44
Cul es el fin de la Historia? Se dice que el fin ltimo es el bien. Esta es, en primer trmino, una expresin indeterminada.
Introduccin general Captulo III P. 148
La glorificacin de Dios. ste es, en efecto, el fin ms digno del espritu y de la historia () El fin del espritu es, por tanto, adquirir conciencia de lo absoluto () dar honra a Dios o exaltar la verdad (p. 149). Hemos de contemplar la historia universal segn su fin ltimo. Este fin ltimo es aquello que es querido en el mundo. Sabemos de Dios que es lo ms perfecto. Por tanto, Dios slo puede quererse a s mismo y a lo que es igual a Dios. Dios y la naturaleza de su voluntad son una misma cosa; y sta es lo que filosficamente llamamos Idea. Lo que debemos contemplar es, por tanto, la idea; pero proyectada en este elemento del espritu humano. Dicho de un modo ms preciso: la idea de la libertad humana.
Introduccin general Captulo II P. 61
El fin ltimo del mundo, es que el espritu tenga conciencia de su libertad y que de este modo su libertad se realice. () La libertad en s misma encierra la necesidad infinita de llegar por s a la conciencia () y con ello a la realidad. La libertad es el fin que ella misma realiza, y el nico fin del espritu.
Introduccin general Captulo II P. 68
El fin () consiste en que el espritu llegue a la conciencia de s mismo o haga al mundo conforme a s mismo-ambas cosas son idnticas-.
Introduccin general Captulo II P. 75
12
La ltima conciencia [es decir, la ltima conciencia del pueblo, el fin al que tiende la toma de conciencia de los pueblos], a la que se reduce todo, es que el hombre es libre.
Introduccin general Captulo II P. 65
Este fin ltimo se alcanza procesualmente La determinacin de la razn en s misma () el fin ltimo del mundo. Hay que considerar aqu dos cosas, el contenido de este fin ltimo, la determinacin misma como tal y su realizacin.
Introduccin general Captulo II P. 59
Lo esencial es que este fin es un producto. El espritu no es una cosa natural [que es] como es inmediatamente () Este proceso, que es una conciliacin del espritu consigo mismo, mediante s mismo () Este proceso, por tanto, comprende esencialmente fases
Introduccin general Captulo II P. 76
El progreso Este progreso, esta serie de fases, parece ser un progreso infinito () Algo que el concepto no [puede] disolver () el pensamiento mismo () ste sera el fin ltimo del mundo () El concepto del espritu es la vuelta sobre s mismo () luego el progreso no es un progreso indefinido en lo infinito, sino que existe un fin, a saber, la vuelta sobre s mismo.
Introduccin general Captulo III P. 148
13
4. EL MATERIAL DE LA HISTORIA: EL ESTADO Cul es la configuracin del fin en la realidad? () Cul es el material en que se verifica el fin ltimo de la razn?
Introduccin general Captulo II P. 100
Concepto de Estado El Estado es, por tanto, un conjunto orgnico de naturaleza moral.
Introduccin general Captulo II P. 119
Llamamos Estado al individuo espiritual, al pueblo, por cuanto est en s articulado, por cuanto es un todo orgnico.
Introduccin general Captulo II P. 103
Estado e individuo. El Estado totalitario hegeliano. El Estado no es una abstraccin que se oponga a los ciudadanos, sino que estos elementos, en los cuales, como en la vida orgnica, ningn miembro es fin ni medio.
Introduccin general Captulo II P. 101
Es el orbe moral () la realidad, en la cual el individuo tiene y goza su libertad; pero por cuanto sabe, cree y quiere lo universal. El Estado es, por tanto, el centro de los restantes aspectos concretos: derecho, arte, costumbres, comodidades de la vida.
Introduccin general Captulo II P. 100
14
Slo en el Estado tiene el hombre existencia racional. Toda educacin se endereza a que el individuo no siga siendo algo subjetivo.
Introduccin general Captulo II P. 101
La verdad es la unidad de la voluntad general y la voluntad subjetiva; y lo universal est en las leyes del Estado, en las determinaciones universales y racionales (p. 101). La esencia del Estado es la vida moral. sta consiste en la unificacin de la voluntad general y de la voluntad subjetiva (pp. 101-102). La ley es la objetividad del espritu y la voluntad en su verdad; y slo la voluntad que obedece a la ley es libre, pues se obedece a s misma () desaparece la oposicin entre la libertad y la necesidad (p. 104). La cultura cientfica, la persecucin de fines universales y la obediencia a principios universales es un bien comn, que los ciudadanos comparten con el gobierno y el gobierno con los ciudadanos, por cuanto todas las esferas, que pertenecen a la administracin, estn comprendidas en el concepto. En semejante situacin, la aprobacin de los individuos es ms o menos indiferente. () Lo que constituye el Estado es el conocimiento culto; no el pueblo.
Introduccin general Captulo II P. 125
Cul es el mejor Estado (el Estado que se corresponde con el fin de la Historia)? El mejor Estado es aqul en que reina la mayor libertad.
Introduccin general Captulo II P. 102
15
5. LOS PUEBLOS Qu son los pueblos? Esto lo lleva a cabo en la historia universal, producindose en formas determinadas, que son los pueblos en la historia universal.
Introduccin general Captulo II P. 76
Lo racional es el ser en s y por s, mediante el cual todo tiene su valor. Se da a s mismo diversas figuras; en ninguna es ms claramente fin que en aquella en que el espritu se explicita y manifiesta en las figuras multiformes que llamamos pueblos.
Introduccin general Captulo I P. 44
Los pueblos son el concepto que el espritu tiene de s mismo. () La conciencia del espritu debe tomar forma en el mundo. El material de esta realizacin, su terreno, no es otro que la conciencia universal, la conciencia de un pueblo.
Introduccin general Captulo I P. 65
La conciencia del pueblo depende de lo que el espritu sepa de s mismo; y la ltima conciencia, a que se reduce todo, es que el hombre es libre (p. 65) Esta conciencia contiene y por ella se rigen- todos los fines e intereses del pueblo; esta conciencia constituye el derecho, la moral y la religin del pueblo (p. 65)
El pueblo y el individuo El individuo existe en esta sustancia. () Los individuos desaparecen ante la sustancia universal, la cual forma a los individuos que necesita para su fin.
Introduccin general Captulo II P. 66
El principio de los pueblos y su desarrollo interno Pero los pueblos son existencias por s () y como tales tienen una existencia natural. Son naciones, y, por tanto, su principio es un principio natural. Y como los principios son distintos, tambin los pueblos son naturalmente distintos. Cada uno tiene su propio principio, al cual tiende como a su fin. Alcanzado este fin, ya no tiene nada que hacer en el mundo.
Introduccin general Captulo II P. 69
16
[Los pueblos son el espritu en s, pero naturalmente son por s] Hay que considerar, por tanto, el espritu de un pueblo como el desarrollo [necesario, ineluctable] del principio, que est encubierto en la forma de un oscuro impulso.
Introduccin general Captulo II P. 69
Su actividad [de un pueblo] consiste en hacerse un mundo real () Su religin, su culto, sus costumbres, sus usos, su arte, su constitucin.
Introduccin general Captulo II P. 70
Cuando el pueblo ha hecho de s mismo su propia obra, desaparece la dualidad entre lo que es en s, en su esencia, y lo que es en la realidad. () Su actividad ya no es excitada; su alma individual ya no entra en actividad () Conseguido esto comienza el hbito de vivir P. 72 Cae en la costumbre, donde ya no hay vida () La costumbre es una actividad sin oposicin, a la que slo le queda la duracin formal. () Pierde su significacin para la historia universal
Introduccin general Captulo II P. 71
Y as, el espritu, aboliendo por un lado la realidad, la consistencia de lo que el espritu es, gana a la vez la esencia, el pensamiento de lo que fue. Su principio ya no es este inmediato contenido y fin, tal como fue, sino la esencia de ello. () Hemos de exponer el trnsito de un espritu de un pueblo al del otro () el espritu subjetivo se separa del universal. () Con ese retraimiento del espritu () Surgen las ciencias. As, las ciencias y la ruina, la decadencia de un pueblo, van siempre emparejadas. Pero aqu est el origen de un principio superior. La dualidad implica, trae consigo la necesidad de unin () El resultado de este proceso es, por tanto, que el espritu, al objetivizarse y pensar su ser, destruye por un lado la determinacin de su ser, pero aprehende por otro lado lo universal del mismo, y de este modo da a su principio una nueva determinacin.
Introduccin general Captulo II P. 73-74
La sucesin de pueblos a lo largo de la Historia El espritu particular de un pueblo particular puede perecer; pero es un miembro de la cadena
Introduccin general Captulo II
17
P. 66
Los espritus de los pueblos son los miembros del proceso en que el espritu llega al libre conocimiento de s mismo.
Introduccin general Captulo II P. 68-69
Cada nuevo espritu de un pueblo es una fase en la conquista del espritu universal, en el logro de la conciencia, de su libertad.
Introduccin general Captulo II P. 75
Los principios de los espritus de los pueblos, en una serie necesaria de fases, son los momentos del espritu universal nico, que, mediante ellos, se eleva en la Historia (y as se integra) a una totalidad que se comprende a s misma.
Introduccin general Captulo II P. 76
Si la Historia es procesual, por qu conviven diversos pueblos al mismo tiempo? Pero los pueblos son existencias por s () y como tales tienen una existencia natural. Son naciones, y, por tanto, su principio es un principio natural. Y como los principios son distintos, tambin los pueblos son naturalmente distintos
Introduccin general Captulo II P. 69
Las variaciones espirituales acontecen en el tiempo, es porque cada una de ellas es la transfiguracin de la anterior. () Por lo dems, los pueblos, como formas espirituales, son tambin seres naturales en cierto sentido. Por esto los distintos productos se presentan tambin coexistiendo y perdurando en el espacio, indiferentes unos a otros.
Introduccin general Captulo III P. 130
Los pueblos que nosotros consideramos son los que se han organizado racionalmente.
Introduccin general Captulo II P. 102
Un pueblo pertenece a la historia universal cuando en su elemento y fin fundamental hay un principio universal, cuando la obra que en l produce el espritu es una organizacin moral y poltica.
18
() El espritu no puede contentarse con que exista un orden y un culto; lo que l quiere es este conocimiento de sus determinaciones.
Introduccin general Captulo III P. 145
19
6. LOS MEDIOS DEL ESPRITU. EL INDIVIDUO Irrelevancia del individuo Parecera que Si nos avenimos a considerar los individuos bajo la categora de los medios, hay sin embargo en ellos un aspecto que vacilamos () Ya cuando se habl de que los individuos realizan el fin de la razn, hube de indicar que el aspecto subjetivo de ellos, su inters, el inters de sus necesidades e impulsos, de sus opiniones y evidencias, aunque es el lado formal, tiene, sin embargo, un derecho infinito a ser satisfecho. () Los hombres no se comportan nunca, en este sentido completamente exterior, como medios para el fin de la razn. A la vez que ste, y con ocasin de ste, satisfacen tambin los fines de su particularidad.
Introduccin general Captulo II P. 97
Sin embargo La historia universal, a la que los individuos sirven como medios en su progresin.
Introduccin general Captulo II P. 77
La historia universal, no slo podra () dejar a los individuos sin mencin y enteramente fuera de juego () Las formas individuales que este espritu haya tomado en el terreno de la realidad podran quedar entregadas a la historiografa propiamente dicha.
Introduccin general Captulo III P. 142
Los medios Los medios son, en cambio, algo externo; son lo aparente.
Introduccin general Captulo II P. 79
Esta inmensa masa de voluntades, intereses y actividades son los instrumentos y medios del espritu universal, para cumplir su fin.
Introduccin general Captulo II P. 84
Se puede llamar a esto el ardid de la razn; la razn hace que las pasiones obren por ella
Introduccin general
20
Captulo II P. 97
Las pasiones, los fines de inters particular () son, en parte, lo ms poderoso; fndase su poder en que no respetan ninguna de las limitaciones que el derecho y la moralidad quieren imponerles, y en que la violencia natural de las pasiones es mucho ms prxima al hombre que la disciplina artificial.
Introduccin general Captulo II P. 79
Mediante las acciones de los hombres, surge algo ms que lo que ellos se proponen y alcanzan, algo ms que lo que ellos saben y quieren inmediatamente.
Introduccin general Captulo II P. 85
Lo que slo es en s, constituye una posibilidad, una potencia () Es necesario un segundo momento para su realidad; y este momento es la actuacin, la realizacin, cuyo principio es la voluntad, la actividad de los hombres en el mundo.
Introduccin general Captulo II P. 81
Para que yo haga y realice algo, es preciso que ello me importe; necesito estar en ello, encontrar una satisfaccin en realizarlo; es preciso que ello sea mi inters.
Introduccin general Captulo II P. 81
El primer principio de la idea () es, como se ha dicho, esa idea misma, en abstracto; el otro es la pasin humana. () Estos son los extremos; y el medio que los enlaza y en el que ambos concurren es la libertad moral.
Introduccin general Captulo II P. 82
De igual modo satisfacindose las pasiones () desarrollando sus fines () levantan el edificio de la sociedad humana, en el cual han proporcionado al derecho y al orden poder contra ellas.
Introduccin general Captulo II P. 82
[A travs de la fuerza de las pasiones se levantan muros contra ellas] Las pasiones son el elemento activo () Lo universal debe realizarse mediante lo particular.
Introduccin general Captulo II P. 83
21
Los hombres de ms talento son aqullos que conocen el espritu del pueblo y saben dirigirse por l. stos son los grandes hombres de un pueblo, que guan al pueblo, conforme al espritu universal. () vierten en la realidad lo que el espritu del pueblo quiere.
Introduccin general Captulo II P. 66
Actividad del individuo, que traslada lo interno a la realidad y que hace que eso que se llama falsamente realidad, la mera exterioridad, sea conforme a la idea.
Introduccin general Captulo II P. 86
En este sentido hay que llamarlos hroes () Su justificacin no est en el estado existente () para quien el mundo presente es una cscara () discrepa de lo existente.
Introduccin general Captulo II P. 91
Tienen el derecho de su parte, porque son los clarividentes: saben lo que es la verdad de su mundo () lo que hacen es lo justo.
Introduccin general Captulo II P. 92
Aunque en realidad Aquellos grandes hombres parecen seguir slo su pasin, slo su albedro; pero lo que quieren es lo universal.
Introduccin general Captulo II P. 94
Estos son los grandes hombres de la historia, lo que se proponen fines particulares que contienen lo sustancial, la voluntad del espritu universal.
Introduccin general Captulo II P. 86
Los individuos histricos son los que les han dado a los hombres lo que stos quieren () lo afirmativo.
Introduccin general Captulo II P. 93
La Filosofa va detrs, como justificadora Se puede distinguir aqu los fines del individuo histrico y la concepcin de que tales fines son slo momentos en la idea universal. Esta concepcin es peculiar de la filosofa. Los hombres histricos no deben tenerla; pues son hombres prcticos.
Introduccin general Captulo II P. 92
El resto de individuos Las personas que, por razones morales y, por tanto, con una noble intencin se han opuesto a lo que el progreso de la idea del espritu haca necesario, sobrepujan, sin duda, en valor moral a aquellos cuyos crmenes se hayan convertido en medios para poner por obra la voluntad de un
22
orden superior. Pero en las revoluciones de este gnero, ambos partidos quedan dentro del mismo crculo de perdicin, y lo que defienden los defensores de la autoridad legal es un derecho puramente formal, condenado ya por el espritu viviente y por Dios.
Introduccin general Captulo III P. 142
23
7. EL COMIENZO DE LA HISTORIA Lo nico propio y digno de la consideracin filosfica es recoger la historia all donde la racionalidad empieza a aparecer en la existencia terrestre; no donde slo es todava una posibilidad en s, sino donde existe un Estado. () [La] prehistoria cae () fuera de nuestro fin.
Introduccin general Captulo III P. 136
Los espacios de tiempo que han transcurrido para los pueblos, antes de la historia escrita () carecen de historia objetiva, porque no tienen historia subjetiva, narracin histrica () no la tenemos porque no ha podido existir.
Introduccin general Captulo III P. 137
Pero la historia universal no comienza con ningn fin consciente () comienza con su fin general: que el concepto del espritu sea satisfecho slo en s, esto es, como naturaleza () asunto de la historia universal consiste () en la labor de traerlo a la conciencia
Introduccin general Captulo II P. 84
Errores que se han convertido en prejuicios El comienzo de la historia del espritu, segn el concepto () [no es ni puede ser] un estado de naturaleza
Introduccin general Captulo III P. 133
El hombre no puede haber empezado por una rudeza animal () pero s de una rudeza humana () El comienzo es, pues, el espritu. Pero el espritu existe primero en s, es espritu natural.
Introduccin general Captulo III P. 135
El primero () que el hombre es libre por naturaleza () Es totalmente exacto que el hombre es libro por naturaleza () en s.
Introduccin general Captulo II P. 104
La libertad como idealidad () no es inmediata ni natural, sino que necesita ser adquirida y ganada mediante una disciplina infinita del saber y el querer. Por lo cual, el estado de naturaleza es ms bien el estado de la injusticia, de la violencia, del impulso natural desatado, de los hechos y de los sentimientos inhumanos.
Introduccin general Captulo II P. 105
En segundo trmino () el Estado patriarcal es considerado como la relacin en que el elemento moral y afectivo encuentra su satisfaccin al mismo tiempo que el jurdico. ()
24
La familia es tambin un todo moral. Pero aqu el espritu existe en el modo del amor () Pero el espritu del Estado () no es el espritu en la forma del amor, del sentimiento, sino de la conciencia del querer y del saber.
Introduccin general Captulo II P. 105
25
8. FASES DE LA HISTORIA Introduccin La historia universal representa el conjunto de las fases por que pasa la evolucin del principio, () porque el espritu () requiere mediacin
Introduccin general Captulo III P. 131
Fases de la Historia La primera fase, la fase inmediata () sumersin del espritu en el elemento de la naturaleza; en el cual el espritu existe con una individualidad sin libertad (es libre uno solo). La segunda fase es la expansin del espritu en la conciencia de su libertad; pero esta primera liberacin es imperfecta y parcial (son libres algunos). () La tercera fase es la ascensin desde esta libertad (es libre el hombre como tal hombre).
Introduccin general Captulo III P. 131
Los orientales no saben que el espritu, o el hombre como tal, es libre en s. Y como no lo saben, no lo son. () La conciencia de la libertad slo ha surgido entre los griegos () slo supieron que algunos son libres, mas no que lo es el hombre como tal. () Slo las naciones germnicas han llegado, en el cristianismo, a la conciencia de que el hombre es libre como hombre.
Introduccin general Captulo II P. 67
La primera poca () espritu infantil () mundo oriental () mundo patriarcal, el espritu es una sustancia a la que el individuo se aade slo como un accidente. La segunda fase del espritu es la de la separacin, la de la reflexin del espritu sobre s () Esta fase se divide en dos. La primera es la juventud del espritu () es el mundo griego. La otra la edad viril () el mundo romano. En cuarto lugar sigue la poca germnica, el mundo cristiano.
Introduccin general Captulo III P. 132
26
CONCLUSIN Suele aconsejarse a los gobernantes, a los polticos, a los pueblos, que vayan a la escuela de la experiencia en la historia. Pero lo que la experiencia y la historia ensean es que jams pueblo ni gobierno alguno ha aprendido de la historia ni se ha actuado segn doctrinas sacadas de la historia () No hay un caso que sea completamente igual a otro.
Introduccin especial Captulo I P. 158
27