Cabrera C. Comision Tecnica Mixta de Salto Grande
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Catedra I de Derecho Internacional Pblico Facultad de Derecho - Universidad Catlica de La Plata http://www.dipublico.com.ar
HECHOS: En un juicio laboral, la Cmara declar la inconstitucionalidad del art. 4 del acuerdo de sede -ley 21.756- firmado por la demandada, Comisin Tcnica Mixta de Salto Grande, con la Repblica Argentina por vulnerar el derecho a la jurisdiccin del actor y, por ende, asign la causa al juzgado de origen. Contra dicho pronunciamiento, el organismo internacional interpuso recurso extraordinario federal. La Corte Suprema de Justicia de la Nacin confirm la sentencia recurrida.
SUMARIOS: 1. Las organizaciones internacionales intergubernamentales, incluidos los entes binacionales como es la Comisin Tcnica Mixta de Salto Grande pueden gozar de la inmunidad de jurisdiccin, como consecuencia y derivacin de lo que establezcan los tratados constitutivos y acuerdos de sede, pero ese privilegio debe traer aparejada la previsin de procedimientos apropiados para resolver las controversias de derecho privado, en las que sea parte la organizacin intergubernamental de que se trate. En cambio, en el acuerdo aprobado por la ley 21.756 (ADLA, XXXVII-A, 94), no se ha previsto ningn procedimiento apropiado para resolver las controversias que se susciten en asuntos de carcter laboral por reclamos en casos de despido, cuestin salvada con posterioridad a la iniciacin de la causa, mediante la creacin del Tribunal Arbitral Internacional de Salto Grande y, posteriormente, por resolucin 339/81 y fueron tambin aprobados los textos definitivos del Estatuto, y del Reglamento de dicho tribunal. 2. Es inconstitucional el art. 4 del acuerdo celebrado entre el gobierno argentino y la Comisin Tcnica Mixta de Salto Grande, aprobado por ley 21.756 (ADLA, XXXVII-A, 94), en cuanto establece, a favor de dicha Comisin, inmunidad contra todo procedimiento judicial o administrativo y por ello, es competente la Justicia del Trabajo para entender en la demanda deducida contra sta (en su voto, el Presidente de la Corte Suprema doctor Gabrielli y el Ministro doctor Guastavino, consideran que es invlida aun en la propia esfera del derecho internacional la clusula de inmunidad absoluta, lo que torna innecesario examinar las serias objeciones que ella plantea en la perspectiva de los arts. 27, 31 y concordantes de la Constitucin Nacional, por cuanto la declaracin judicial de inconstitucionalidad es la "ltima ratio" del orden jurdico slo practicable como razn ineludible del pronunciamiento a dictarse).
TEXTO COMPLETO: Opinin del Procurador General de la Nacin. Contra la sentencia dictada a fs. 112/115 por la Cmara Nacional de Apelaciones del Trabajo, sala IV, por la que se declar la inconstitucionalidad del art. 4 de la ley 11.756 y consecuentemente la competencia del Juzgado de Primera Instancia del Trabajo de la Capital Federal, interpuso la demandada, Comisin Tcnica Mixta de Salto Grande, el recurso extraordinario de fs. 118/129, concedido a fs. 129. I - Aduce el apelante que el a quo ha excedido los lmites de las cuestiones que le fueron propuestas a decisin,
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fallando en consecuencia "ultra petitum", ya que el actor, si bien manifest la colisin de la ley 21.756 con preceptos de orden constitucional no requiri la declaracin de inconstitucionalidad del art. 4 del Acuerdo de Sede ratificado por aqulla. Tambin se agravia la recurrente por la relacin que establece el a quo entre la ley 21.756 y las normas de materia laboral contenidas en el dec. 2296/72 y sostiene que este ltimo slo alcanza al personal obrero dependiente de contratistas y no directamente de la Comisin Tcnica Mixta de Salto Grande. Se agravia igualmente la demandada en cuanto a la indicada declaracin de inconstitucionalidad en s misma y afirma al respecto que "el derecho a la jurisdiccin del actor, reconocido y amparado por el art. 18 de la Constitucin Nacional, no ha sido vulnerado por la inmunidad jurisdiccional de que goza" la Comisin Tcnica Mixta, "dado que existen los medios adecuados para ejercitarlo con total amplitud". II - En la audiencia de fs. 91, la parte actora expres que "para el supuesto de que S. S. considerase que el planteamiento de la demanda se encuentra jurdicamente encuadrado en la excepcin de incompetencia (...) deja desde ya planteada la inconstitucionalidad del acuerdo de sede celebrado entre el gobierno de la Nacin Argentina y de (sic) la demandada y de la ley 21.756 que ratific dicho acuerdo por ser violatorio de elementales principios constitucionales que hacen al derecho de defensa, a la proteccin del trabajador contra el despido arbitrario y al principio de que los habitantes de la Nacin no pueden ser sacados de la jurisdiccin de sus jueces naturales". Posteriormente, ante el auto en virtud del cual el juez de primera instancia declar su incompetencia, la misma parte, en el escrito de apelacin de fs. 99/101, tras recordar que aqul se declar incompetente luego de haber admitido inicialmente su competencia, ampli los fundamentos de su planteo, si bien en el petitorio, en lugar de pedir expresamente la declaracin de inconstitucionalidad, solicit se "tenga presente el caso federal articulado", etctera. Aunque es cierto que no basta la reserva en trminos generales, de la cuestin federal ni su introduccin genrica y que se necesita un mnimo de demostracin de la inconstitucionalidad alegada y de su atenencia al caso, tambin lo es que no se requiere, en el pedido que una de las partes formula al respecto, solemnidades especiales ni trminos sacramentales. Y en lo que a la materia especfica se refiere, lo exigido por la reiterada jurisprudencia de esta Corte (Fallos, t. 190, p. 142 -especialmente ps. 155/156 -Rev. LA LEY, t. 23, p. 251-, entre muchos ms), es que exista en pleito una cuestin que proporcione a los componentes del Poder Judicial la oportunidad de examinar, a pedido de alguno de los litigantes y no de oficio por propia iniciativa, si la ley conforma sus disposiciones a los principios y garantas de la Constitucin Nacional. Planteada en autos la cuestin como ha quedado expuesto, no corresponde entender, a mi juicio, que el a quo ha hallado "ultra petitum" al formular la declaracin de inconstitucionalidad. III - Lo relativo al contenido y alcance del decreto 2996/72, expuesto en el consid. III de la sentencia de fs. 112/115, no da lugar para un agravio especfico, ya que constituye un aspecto tangencial de la argumentacin del a quo con respecto al examen de la cuestin de constitucionalidad en debate. IV - As las cosas, el tema a resolver es liso y llanamente si es inconstitucional el art. 4 de la ley 21.756 en cuanto establece, a favor de la Comisin Tcnica Mixta de Salto Grande, "inmunidad contra todo procedimiento judicial o administrativo" y priva por ello al actor del derecho a la jurisdiccin. El agravio del recurrente contra la sentencia del a quo que resuelve el punto afirmativamente, se funda en que no existe tal privacin del derecho a la jurisdiccin, dado que la inmunidad jurisdiccional que el citado art. 4 acuerda a la Comisin Tcnica Mixta de referencia no priva al actor de los medios adecuados que le permitan ejercer aquel derecho consagrado por el art. 18 de la Constitucin Nacional. En tal sentido -razona el apelante hacindose eco de dictmenes del Procurador General del Trabajo y del procurador Fiscal de la Cmara Federal producidos en otros juicios-, haba razones para indicar al Estado nacional como posible sujeto pasivo de la accin incoada, toda vez que este ltimo, al otorgar las prerrogativas contenidas en el Acuerdo de Sede suscripto con la Comisin Tcnica Mixta de Salto Grande, ha asumido la eventualidad de transformarse en tal, con respecto a las reclamaciones judiciales dirigidas contra el organismo internacional, en tanto ste no consienta la sumisin a la jurisdiccin de los tribunales argentinos.
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Salta, pues, a la vista que, aunque entrelazadas, dos son las cuestiones en debate: a) el alcance de la "inmunidad de jurisdiccin" de que goza la Comisin demandada en autos; b) la eventual privacin del derecho del actor a la jurisdiccin. En caso de incompatibilidad entre las soluciones que correspondan a cada una de ambas cuestiones, la decisin a dictarse en la causa deber resolver el conflicto entre una norma pactada por la Repblica Argentina como una organizacin internacional, por una parte, y el art. 18 de la Constitucin Nacional, por otra. V - La "inmunidad de jurisdiccin" es el derecho reconocido a cada Estado, en razn de su soberana, a no ser sometido a la potestad judicial de otro Estado, si bien con "ciertas limitaciones establecidas por la doctrina y la jurisprudencia, al considerar la naturaleza o esencia del acto administrativo realizado" (conf.: Isidoro Ruiz Moreno, "El Derecho Internacional Pblico ante la Corte Suprema", p. 89, 2 ed., 1970), entre las cuales limitaciones se encuentran, por ejemplo, el comparendo voluntario de la persona internacional demandada o citada a juicio (Fallos, t. 125, p. 40, entre muchos ms) y la preceptuada en el art. 31, 1, c) de la Convencin de Viena sobre Relaciones Diplomticas -para el caso especfico de embajadores extranjeros-, a la que me refera en el dictamen que emit el 29 de noviembre de 1979 en la causa "Profexin Americana Americana, S. A. c. Boulharanf, T." (transcripto en E. D., t. 86, ps. 787/790 y que corresponde a la esencia de esta Corte en Fallos, t. 301, p. 1223 -Rep. LA LEY, t. XL, A-I, p. 308, sum. 245-). Cuando se trata de Estados, esta Corte ha sido rigurosa en la aplicacin del "principio de derecho internacional relativo a la inmunidad de los Estados" y, sealando "la necesidad de respetar estrictamente las inmunidades de los Estados extranjeros para el ejercicio de esta clase de privilegios", ha dicho que se debe dar adecuada solucin a ese tipo de problemas, "segn principios del derecho de gentes, de modo que no resulten violadas las bases del orden pblico internacional" que son de aplicacin prioritaria. (Fallos, t. 295, p. 176). En lo que a las organizaciones internacionales intergubernamentales se refiere, se admite actualmente su carcter de "sujetos" de derecho internacional. Ese carcter, empero, emana o deriva de la voluntad comn de sus Estados miembros, por lo cual gozan o no aqullas del privilegio de la inmunidad de jurisdiccin de conformidad con lo que establezcan los respectivos tratados constitutivos y, en su caso, los pertinentes acuerdos de sede (estos ltimos los celebrados entre la organizacin internacional y el Estado en cuyo territorio se asientan y operan los rganos de aqulla). Conforme a la Convencin adoptada por la res. 179 de la Asamblea de las Naciones Unidas el 21 de noviembre de 1947, sobre Prerrogativas e Inmunidades de los Organismos Especializados, de la que es parte la Repblica Argentina en virtud de su aprobacin por dec.-ley 7672 del 13 de setiembre de 1963 (art. 1), se establece que los bienes y haberes de tales organismos "disfrutarn de inmunidad de toda jurisdiccin", salvo renuncia expresa (artculo III, seccin 4 de la Convencin), y que, debido a ello, estarn obligados a prever procedimientos apropiados para la solucin, entre otras, de "las controversias a que den lugar los contratos u otras controversias de Derecho Privado en las cuales sea parte el organismo especializado" (art. IX, seccin 31). Adems, dispone la citada Convencin que as un Estado parte en la presente Convencin estima que ha habido abuso de un privilegio o de una inmunidad otorgados por la presente Convencin, se celebrarn consultas entre dicho Estado y el organismo especializado interesado a fin de determinar si se ha producido tal abuso y, de ser as, tratar de evitar su repeticin y prev asimismo, para el supuesto de que tales consultas no den resultado, un recurso por el cual se somete la cuestin de determinar si ha habido o no abuso de una inmunidad a la Corte Internacional de Justicia (art. VII, seccin 14). Aunque esa Convencin no rige para los acuerdos de sede en los que es parte un ente binacional, como ocurre en el "sub judice", sino para los "organismos especializados que especifica" (Organizacin Internacional del Trabajo, Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura, Fondo Monetario Internacional, etc.) marca una clara tendencia actual del derecho internacional pblico. (Confr. arts. 8 y 10 de la Declaracin Internacional de los derechos humanos de 1943 -a los que aludo "infra", en el pargrafo VI-; arts. 3 y 14 del Pacto Internacional de derechos civiles y polticos art. 18 de la Declaracin Americana de los derechos y deberes del hombre de 1948). En el Acuerdo de Sede firmado el 15 de abril entre la Comisin Tcnica Mixta de Salto Grande y la Repblica Argentina se establece, conforme a su art. 4, la inmunidad de la primera "contra el procedimiento judicial o administrativo, excepto en los casos especiales en que aqulla renuncie expresamente a esa inmunidad", pero no se prev, a diferencia, como se ha visto de lo establecido en la acordada Convencin de Viena, procedimientos apropiados para la solucin de controversias como la planteada en la presente causa. Se trata evidentemente de
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una grave carencia, prueba de lo cual lo constituye el citado posterior de normas a las que he de referirme a continuacin y que no existan al tiempo de trabarse y resolverse el "sub lite" en 1 y 2 Instancia. En efecto, el 9 de diciembre de 1979 -es decir, varios meses despus de ser entablada la demanda de autos- se aprob mediante res. 718/79 de la Comisin demandada la creacin del Tribunal Arbitral Internacional de Salto Grande y, posteriormente, por res. 339/81, fueron tambin aprobados los textos definitivos del Estatuto, y del Reglamento de dicho tribunal, tarea que culmin con la res. 363/81, dictada el 25 de setiembre de 1981, conforme a la cual quedaron designados los integrantes de aqul por un perodo de 4 aos a contar del mencionado da. Esa solucin ha sido sin duda la respuesta a la demanda de la doctrina puesta de relieve por el doctor Heber Arbuet en la conferencia dictada el 1 de setiembre de 1975, en la Facultad de Derecho de Ciencias Sociales de Montevideo (vase: Jornadas, sobre "Cuestiones Jurdicas relativas a las Obras Hidroelctricas de Salto Grande", edicin oficial de la Divisin Publicaciones y Ediciones de la Universidad, ps. 62-63, Montevideo, 1976), al sostener que si bien la inmunidad de jurisdiccin acordada debe ser amplia, tambin debe ser respetuosa de los legtimos derechos de los terceros que no poseen idntica condicin a la del organismo", e indicar algunos mecanismos para evitar que aquella inmunidad se convirtiera en una "proteccin desmedida e injusta", sealando, como ejemplos, la previsin de "medios sustitutivos de recomponer el derecho sin recurrir al procedimiento comn, tales como la constitucin de tribunales administrativos internos para los conflictos con el personal, la provisin de una jurisdiccin arbitral para resolver las contiendas civiles en que se vea envuelta la organizacin, etctera. En lo que aqu interesa, corresponde sealar que el art. 1 citado "Estatuto" establece la competencia del Tribunal Arbitral incluyendo expresamente, entre otras las controversias que se susciten en asuntos de carcter laboral "provocados por reclamos de agentes o funcionarios de la C. T. M . de S. G., en casos de despido o retrogradacin de los mismos, con exclusin de las reclamaciones relativas a ascensos o promociones". A la vez, el art. 3 fija las facultades del tribunal en los asuntos laborales, y, por otra parte, el ltimo artculo del "Procedimiento", que lleva el nmero 21, dispone que "el Tribunal no podr establecer medidas ejecutivas o compulsivas para obtener el cumplimiento del laudo arbitral" y que "las partes debern recurrir para ello, a las autoridades judiciales de cada Estado, las que procedern con arreglo a las disposiciones procesales vigentes". Los antecedentes examinados permiten arribar a las siguientes conclusiones con relacin a la primera de las cuestiones en debate: a) que las organizaciones internacionales intergubernamentales -incluidos los entes binacionales, como lo es la demandada- pueden gozar de la inmunidad de jurisdiccin, como consecuencia y derivacin de lo que establezcan los tratados constitutivos y acuerdos de sede; b) que ese privilegio debe traer aparejada la previsin de procedimientos apropiados para resolver las controversias de derecho privado, en las que sea parte la organizacin intergubernamental de que se trate; c) que la Comisin Tcnica Mixta de Salto Grande goza de la inmunidad de jurisdiccin en los trminos que resultan del art. 4 del Acuerdo de Sede respectivo, aprobado por el art. 1 de la ley 21.756; d) que en el mencionado acuerdo de sede no se ha previsto ningn procedimiento apropiado para resolver controversias que se susciten en asuntos de carcter laboral por reclamos de agentes o funcionarios de la Comisin de referencia en casos de despidos; e) que esa laguna ha sido salvada con posterioridad a la iniciacin de la presente causa mediante las mencionadas resoluciones, la Comisin, las que, por lo mismo, no constan en autos, pero son de pblico conocimiento, y de las cuales resulta que, en ltima instancia y a los efectos de las medidas ejecutoras o compulsivas que fueren necesarias para el cumplimiento del laudo arbitral, slo sern competentes las autoridades judiciales de cada Estado. VI - La segunda cuestin concierne a la privacin del "derecho a la jurisdiccin" que podra afectar al actor en el caso de autos. Se ha dicho con razn que "en nuestra Constitucin hay un verdadero derecho a la jurisdiccin, o sea, a demandar
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la prestacin del amparo jurisdiccional" (...) y que "una de las mejores garantas para la seguridad jurdica es la de poder acudir a los rganos jurisdiccionales para obtener, mediante adecuado proceso, el pronunciamiento que en justicia corresponda" (Germn J. Bidart Campos, "Derecho Constitucional", t. II, p. 473). Ese derecho, que integra el de la defensa en juicio, consiste, pues, en la posibilidad efectiva (la Declaracin internacional de los derechos humanos de 1948 dice al respecto en el art. 8: "un recurso efectivo ante los tribunales nacionales, competentes" lo que cumplimenta el art. 10 al reconocer a toda persona el derecho "a ser oda pblicamente y con justicia por un tribunal independiente o imparcial para la determinacin de sus derechos y obligaciones"). De ocurrir ante algn rgano competente -judicial, administrativo o arbitral, en su caso- que permita ejercer todos los actos razonablemente encaminados a una cabal defensa de la persona o de sus derechos. Decididamente, no puede hablarse del derecho de defensa ni de "debido proceso", como garanta adjetiva, sin la presencia de un tribunal, que, de acuerdo con un procedimiento legal, d cauce a las acciones enderezadas a hacer valer eficazmente los derechos individuales. En tal sentido, tiene repetidamente dicho esta Corte que la garanta constitucional de la defensa en juicio, consagrada por el art. 18, supone elementalmente la posibilidad de ocurrir ante algn rgano jurisdiccional en procura de justicia (Fallos, t. 193, p. 135, t. 198, p. 618; t. 246, p. 87 -Rep. LA LEY, t. IV, p. 17, sum. 3; Rep. LA LEY, t. 36, p. 305; t. 98, p. 289, con nota de Werner Goldschmidt- entre muchos ms). En consecuencia, y con respecto a la segunda cuestin, corresponde concluir que el actor en estos autos es titular, con rango constitucional, del derecho a la jurisdiccin, es decir, a acudir ante un tribunal competente para hacer valer su derecho. VII - Cmo resolver el conflicto entre la norma que, por obra de un tratado, acuerda "inmunidad de jurisdiccin" a una de las partes y la norma constitucional que reconoce a la otra el "derecho a la jurisdiccin". En el dictamen que emit en la causa "Protexin Americana, S. A. c. Boulharouf T." y a que hice referencia en el parg. V del presente dije, bien que con respecto a la inmunidad de jurisdiccin propia de un diplomtico, que ello no priva al particular interesado de recurrir ante los Tribunales del Estado extranjero, con lo que no parece quedar conculcado su derecho de defensa, sean cuales fueran las dificultades de orden prctico que pueda traer aparejadas una accin de ese tipo. "Agregu en esa oportunidad que una interpretacin del art. 18 de la Constitucin Nacional de la que resultare el rechazo de aquella inmunidad, "resultara contradictoria con los postulados de los arts. 67, inc. 19 y 86, inc. 14 de nuestra Carta Fundamental, toda vez que el desconocimiento de los principios que rigen las relaciones diplomticas internacionales no tendra otro desenlace que conducir al aislamiento de nuestro pas dentro del concierto de las naciones". Comentando esa opinin, se ha dicho con autoridad: "No participamos de la idea de que haya indefensin para quien no logra someter a juicio a un diplomtico extranjero. Por similitud, atisbamos que la cuestin se asemeja a la de quien intentara una accin ante tribunal argentino, y ste declarara carecer de jurisdiccin internacional por entender que, conforme al derecho internacional privado, esa jurisdiccin est radicada en un Estado extranjero. El actor sigue el fuero del demandado. Si el derecho de gentes incorporado al derecho interno argentino conduce a interpretar que la justiciabilidad de los embajadores extranjeros ante la Corte est supeditada al acatamiento de su jurisdiccin, el actor frustrado deber elegir las vas apropiadas para lograr satisfaccin a su pretensin, pero no podr alegar que se lo ha privado de su derecho a la jurisdiccin o a la defensa" (Germn J. Bidart Campos, "jurisdiccin originaria de la Corte en causas concernientes a embajadores extranjeros", en: E. D., t. 86, p. 789). No parece que quepa discusin sobre el tema en tanto y en cuanto se trate de la inmunidad jurisdiccional reconocida a los Estados y, por extensin, a sus agentes diplomticos. Pero, en el muy erudito dictamen del Procurador Fiscal de la Cmara Federal, emitido en la causa "Kaier, S. R. L. c. Comisin Tnica Mixta de Salto Grande" (Rev. LA LEY, t. 1979-D, ps. 489-495, del que se hace eco el recurrente, aqul con todo acierto se plantea la insoslayable cuestin: "Cabe examinar si corresponde aplicar tales principios a la entidad demandada", precisamente a la misma demandada en la presente causa (organizacin internacional intergubernamental -entidad binacional-). El mencionado fiscal, tras examinar largamente las razones que fundamentan posiciones contrapuestas, llega a la conclusin de que no obstante las diferencias entre los Estados y las organizaciones internacionales, los principios en materia de inmunidad de jurisdiccin aplicables a los primeros lo son tambin a las segundas, y acto seguido, hacindose cargo de la privacin de justicia que esa conclusin puede generar, sostiene que, sin perjuicio de aquel principio general, hay que buscar, en cada caso particular, al juez competente.
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"Es menester, pues -dice- encarnar tal hallazgo", lo que logra en el caso dictaminado. A mi juicio, el tema ha sido debidamente encuadrado, desde hace tiempo por la doctrina nacional para distinguir los distintos casos en que puede producirse la privacin del derecho a la jurisdiccin. "El vaco jurisdiccional operado en sede interna exclusivamente, viola el derecho a la jurisdiccin, y al dejar a la parte sin juez produce indefensin. El vaco jurisdiccional en sede interna, cuando hay jurisdiccin internacional exclusiva en otro Estado, no implica privacin de justicia, ni permite al nuestro asumir la administracin de justicia. El vaco jurisdiccional en sede interna y extranjera puede asimilarse por excepcin a la privacin de justicia, y autorizar la intervencin de nuestros tribunales para que el litigante no quede a la vez sin juez dentro y fuera de nuestro pas" (Germn J. Bidart Campos, "El derecho a la jurisdiccin y la jurisdiccin internacional", t. 15, p. 955). El tema tambin ha sido objeto de tratamiento por el Procurador General del Trabajo, en el dictamen que luce en la presente causa, a fs. 108/111. Recuerda all el representante del Ministerio Pblico que en un litigio anterior con similares alegaciones ("Copolechi, Daniel Julio c. Comisin Tcnica Mixta de Salto Grande s/ despido") haba admitido "en plenitud la proyeccin de la ley 21.756, especficamente en lo que hace al art. 4 del Acuerdo de Sede"; pero, advierte que la cuestin tiene en el "sub examen" una variante fundamental cual es "el planteo de inconstitucionalidad formulado por la demandante". Pone asimismo de relieve la inexistencia (vase al respecto el pargrafo V del presente dictamen) de organismos "para la solucin de conflictos individuales por ningn sistema jurisdiccional, fueren stos judiciales o arbitrales, por lo que quedara configurada una situacin lmite, dado que de esta forma no habra ms tutela, para el particular lesionado, que aquella que resultara de la buena voluntad y el respeto del derecho por parte del organismo internacional titular del privilegio". Sostiene igualmente que la inexistencia de una frmula o procedimiento para dirimir el diferendo "desemboca en un cuadro que podra ser calificado como impunidad dentro del mbito territorial argentino, con eventual compromiso del orden pblico, por cuanto el desarrollo del trabajo, en relacin de dependencia cumplido para la Comisin Tcnica Mixta, no tendra amparo jurisdiccional de ningn tipo, lo que evidentemente pugna no slo con la Constitucin Nacional sino con los principios fundamentales que hacen a la vigencia del derecho nacional", y seala que, al ratificar el Acuerdo de Sede, la Repblica Argentina "ha preferido hacer prevalecer los principios del derecho de gentes y las bases que nutren el orden pblico internacional por encima de los intereses particulares, pero ello no implica que de tal decisin slo puede emerger la desproteccin de los eventuales afectados por el privilegio". Recoge tambin el argumento de que en definitiva podra ser demandado el Estado argentino y expresa que "no constituye ms que una alternativa que no responde a las previsiones legales vigentes y posee slo una fundamentacin doctrinaria que la convierte ms en una proposicin de "lege ferenda que una que pueda derivarse con respaldo singular y concreto en el derecho positivo". En concordancia con el recordado dictamen y con los slidos fundamentos contenidos en el voto del vocal preopinante, al margen de la aplicabilidad al caso del decreto 2996/72, el a quo declar la inconstitucionalidad contra la que se recurre. El fallo ha dado lugar a un enjundioso comentario (Germn J. Bidart Campos, "Inmunidad total de jurisdiccin de entes internacionales y privacin de justicia en sede interna e internacional -Derecho constitucional y jus congens-", LA LEY, t. 91, ps. 194/200), en el cual su autor, luego de expresar que el caso disea ntidamente una absoluta y completa privacin de justicia que hace decaer el ejercicio del derecho a la jurisdiccin totalmente, por la inmunidad de jurisdiccin del ente, no justiciable en ninguna parte, recuerda la doctrina de que los tratados internacionales no prevalecen en nuestro derecho constitucional sobre la Constitucin, porque la rigidez de sta no tolera que normas emanadas de los rganos del poder constituido la alteren o violen, pues ello equivale a reformarla, y porque el art. 27 es terminante en exigir que los tratados estn de conformidad con los principios de derecho pblico de la Constitucin. Tales premisas lo llevan a la conclusin de que "la clusula contractual que, por la inmunidad de jurisdiccin hace declinar la justiciabilidad de la Comisin, en sede argentina, sin prever la radicacin de jurisdiccin en otro Estado, es ostensiblemente inconstitucional". (En igual sentido: Ral Emilio Vinuesa, "La inmunidad de jurisdiccin de las organizaciones internacionales", Rev. LA LEY, t. 1982-C, p. 668, parg. VI a). Aunque con citas de precedentes de esta Corte que no tratan especficamente la cuestin, Rafael Bielsa ha sostenido la opinin, no controvertida en la doctrina nacional, de que "la ley que aprueba un tratado que contiene clusulas inconstitucionales puede ser impugnada con respecto a esas clusulas como cualquier disposicin legal, puesto que el principio del art. 31 de la Constitucin Nacional no admite excepcin. Basta que viole un derecho o garanta constitucional" ("Observaciones sumarias sobre algunos puntos de derecho pblico concernientes al
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carcter jurdico de ciertas leyes" en: LA LEY, t. 120, p. 1079). Y esta Corte ha declarado categricamente la supremaca de la Constitucin Nacional con respecto a los tratados internacionales, con arreglo precisamente al art. 31 de aqulla (Fallos, t. 208, p. 84 -Rep. LA LEY, t. IX, p. 1195, sum. 2-). VIII - No dejo de tener presente que, ante la obligacin contrada por el Estado argentino conforme al artculo 4 del Acuerdo de Sede, cuya inconstitucionalidad resulta, a mi juicio, de lo que llevo dicho, la sentencia judicial que as lo declare podra dar lugar a reclamaciones por un ilcito internacional por el cual estuviere aqul hipotticamente obligado a responder. Pero esa eventual y nada fcil reclamacin no slo podra encontrar fundada respuesta en el propio derecho internacional pblico, sino que, adems, a mi manera de ver, estara privada de bases jurdicas suficientes ante la carencia de que, en pugna con la actual sentencia de dicha rama del derecho, adolece el Acuerdo de Sede, segn ha sido reconocido implcitamente por la propia demandada a travs de sus resoluciones posteriores, como lo he sealado en el parg. V del presente dictamen. IX - Por lo expuesto, es mi opinin que, admitida la procedencia del recurso extraordinario interpuesto, corresponde confirmar la sentencia de fs. 112/115. - Febrero 15 de 1983.- Mario J. Lpez, Buenos Aires, diciembre 5 de 1983. Considerando: Que los suscriptos comparten las consideraciones y la conclusin del voto de la minora del tribunal, en cuanto fundadas sustancialmente en el derecho de gentes. Que ello no obsta a que tambin participen de los fundamentos del dictamen del Procurador General sobre la inconstitucionalidad de la norma cuestionada; la procedencia de una declaracin en tal sentido se impone al tribunal por su funcin primordial de custodio de las garantas y principios consagrados en la Constitucin Nacional y la jerarqua axiolgica del derecho a la jurisdiccin, afectado en la especie. Por ello, se confirma la sentencia recurrida. Vuelvan los autos al tribunal de origen a efectos de que el juez competente reasuma su jurisdiccin.- Adolfo R. Gabrielli (segn su voto).- Abelardo F. Rossi. - Elas P. Guastavino (segn su voto).- Julio J. Martnez Vivot. - Emilio P. Gnecco. Voto de los doctores Gabrielli y Guastavino. Considerando: 1 - Que la sentencia de la Cmara Nacional de Apelaciones del Trabajo, sala IV, revocando lo decidido por el juez de grado declar la inconstitucionalidad del art. 4 del Acuerdo de Sede celebrado el 15 de abril de 1977 entre el Gobierno de la Repblica Argentina y la Comisin Tcnica Mixta de Salto Grande aprobado por la ley. 21.756, invocando cmo fundamento, esencialmente, los arts. 14, 14 bis y 18 de la Constitucin Nacional y el derecho a la jurisdiccin, y por lo tanto asign la competencia de la causa al juzgado de origen. Contra ella la parte demandada interpuso recurso extraordinario, que fue concedido. 2 - Que la cuestin de autos se motiva a raz de la demanda incoada por supuesto despido incausado del actor, que era empleado de la Comisin Tcnica Mixta de Salto Grande, producido el 15 de diciembre de 1978, y que revistaba como Jefe de Divisin Tesorera. 3 - Que la recurrente, al agraviarse, sostiene en lo esencial: a) que no corresponda el tratamiento de la inconstitucionalidad del art. 4 del acuerdo sede aprobado por la ley 21.756; b) la inaplicabilidad al caso del dec. 2996/72; c) que el ente binacional demandado es equiparable a un estado extranjero y por lo tanto goza de igual inmunidad jurisdiccional que stos, salvo la declaracin del Poder Ejecutivo de falta de reciprocidad; d) que en todo caso, la accin debi incoarse contra el Estado nacional sede. 4 - Que corresponde en primer trmino establecer que el fallo recurrido satisface el requisito de sentencia definitiva en los trminos del art. 14 de la ley 48, habida cuenta que lo resuelto ocasiona a la parte accionada un perjuicio irreparable, atento a la inmunidad absoluta jurisdiccional que alega con base en la ley 21.756 (doctr. de Fallos, t. 303, p. 1708 y sus citas). 5 - Que el recurrente cuestiona la inteligencia dada por el a quo al art. 4 del acuerdo sede citado, aprobado por la
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ley 21.756, norma de carcter federal, lo cual hace procedente el recurso extraordinario deducido por resultar la decisin apelada contraria a la validez del derecho fundado en dicho precepto (Fallos, t. 302, p. 1280, entre otros). 6 - Que respecto a los reparos reseados con las letras a), b) y d) del consid. 3, el tribunal comparte y hace suyos los fundamentos y conclusiones del dictamen del Procurador General que antecede, los cuales da por reproducidos por razones de brevedad. 7 - Que ante la invalidez inconstitucional declarada por el a quo conviene destacar que esta Corte tiene la funcin de salvaguardar la vigencia de la Constitucin Nacional y tambin el deber de preservar por razones de prudencia la estabilidad de los pactos internacionales vlidos celebrados por la Repblica Argentina segn el derecho de gentes. Base y sustento de la seguridad en la comunidad de las naciones y en los cuales est solemnemente empeada la fe pblica. Por ello, corresponde ante todo tratar la validez o no de la clusula de inmunidad absoluta inserta en el acuerdo sede a la luz de las normas vigentes en el propio derecho internacional conforme lo autoriza el art. 21 de la ley 48. 8 - Que entendida la inmunidad jurisdiccional como la exencin por razones propias del derecho de gentes de sometimiento compulsivo a los tribunales, en el presente caso han de precisarse sus lmites y alcances cuando pretende ampararse en ella, como sujetos de tal rama del derecho, una organizacin internacional intergubernamental. 9 - Que si bien dichos entes gozan de la referida prerrogativa conforme los convenios internacionales que les dieron origen y, en su caso, los respectivos acuerdos sede, ha de recordarse que la convencin sobre prerrogativas e inmunidades de los organismos especializados a que se refiere la res. 179 de la Asamblea de las Naciones Unidas del 21 de noviembre de 1947 (aprobada por el dec.-ley 7.672 de 1973) contiene categricas estipulaciones respecto a la necesidad de establecer procedimientos apropiados para la resolucin de controversias de derecho privado que se susciten y, asimismo, consultas y procedimientos ante tribunales internacionales en supuestos de abusos sobre otorgamiento de inmunidad (arts. III, seccin 4; VII, seccin 24; IX, seccin 31). Aunque tales estipulaciones no son especficamente aplicables al caso de autos, evidencian un claro lmite a la facultad de convenir internacionalmente la exencin jurisdiccional, en congruencia con diversos documentos internacionales que garantizan una suficiente y adecuada tutela de los derechos involucrados en las mencionadas controversias (ver entre otros Declaracin Universal de los Derechos Humanos de 1948, arts. 8 y 10; Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, arts. 3 y 14; Declaracin Americana de los Derechos y Deberes del Hombre de 1948, art. 18; ver asimismo Convencin Americana sobre Derechos Humanos "pacto San Jos de Costa Rica", art. 8). Tal limitacin -por su propia ndole y atento los derechos que pueden verse afectados como ocurre en el caso- constituye una norma imperativa de derecho internacional general, aceptada y reconocida por la comunidad internacional de Estados, insusceptible de ser dejada de lado por acuerdos en contrario conforme al art. 53 de la Convencin de Viena sobre el derecho de los tratados de 1969, aprobada por ley argentina 19.865, aplicable en virtud de los arts. 3 y 5 de aqulla y por su carcter autoejecutorio segn la mira o propsito de los Estados contratantes atento sus posibilidades de real y concreta vigencia (doctrina de Fallos, t. 150, p. 84; t. 165, p. 144; t. 252, p. 262; t. 267, p. 215, consid. 25; t. 284, p. 28; t. 302, p. 1493, consid. 6 -Rev. LA LEY, t. 107, p. 382; t. 126, p. 293; DT, 973-335; Rev. LA LEY, t. 1981-C, p. 145-). 10. - Que, como se deriva de lo expuesto, uno de los objetos y fines de la Convencin de Viena de 1969 sobre el derecho de los tratados es resguardar la invulnerable supremaca de las normas imperativas de derecho internacional general (art. 53). De acuerdo con criterios elementales del derecho internacional consuetudinario, aplicables por esta Corte en virtud del ya citado art. 21 de la ley 48 y de la doctrina de Fallos, t. 176, p. 218; t. 178, p. 174, entre otros y receptados por la propia Convencin en el art. 18, los Estados -en supuestos vinculados a derechos de la especie que se ventilan en autos- deben abstenerse de actos en virtud de los cuales se frustren aquel objeto y fin si, como es el caso del Uruguay, firmaron el tratado a reserva de ratificacin, mientras no hayan manifestado su intencin de no llegar a ser parte; y si, como sucede respecto a nuestro pas, manifestaron su consentimiento en obligarse por el tratado y la entrada en vigor no se ha retardado indebidamente, circunstancia esta ltima que no media, pues la mencionada Convencin ha entrado en vigor a partir del 27 de enero de 1980. 11. - Que la clusula 4 del acuerdo sede suscripto el 15 de abril de 1977 entre el gobierno de la Repblica Argentina y la Comisin Tcnica Mixta de Salto Grande -aprobado por ley 21.756-, al establecer una exencin no
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slo ante los tribunales argentinos sino tambin ante los de cualquier otro Estado y aun ante tribunales internacionales, con completa privacin de justicia y negacin al derecho a la jurisdiccin, vulner la mencionada norma imperativa de derecho internacional general. Padece, pues, del vicio de nulidad "ab initio" conforme el ya citado art. 53 de la Convencin de Viena de 1969, susceptible por su carcter absoluto, y dada la ndole laboral del juicio, de ser declarado por el tribunal aun sin peticin de parte (art. 1047, Cd. Civil y doctrina de Fallos, t. 301, p. 294; consid. 8 -Rev. LA LEY, t. 1979-C, p. 84-), sin perjuicio de cual sea el encuadramiento definitivo de la relacin jurdica que medi entre las partes. La invalidez se retrotrae a la fecha misma del acto nulo como si ste nunca hubiera tenido lugar, reasumiendo jurisdiccin de los tribunales respectivos (arg. arts. 69 y 71, Convencin de Viena de 1969). Por ello y aun con prescindencia de la constitucionalidad del art. 27 de la Convencin citada -relacionado con el derecho interno y la observancia de los tratados-, corresponde estimar invlida la inmunidad jurisdiccional absoluta invocada por la demandada en el propio mbito jurdico formado por el derecho internacional consuetudinario y los tratados aprobados por la Argentina de acuerdo con el principio segn el cual las normas del derecho internacional aprobadas por el Poder Legislativo y debidamente ratificadas se incorporaron como regla al derecho interno siendo aplicables dentro del Estado cuando revisten el carcter de autoejecutorios o autosuficientes. No obsta a tal conclusin el procedimiento a seguir con respecto a la nulidad de los tratados, previsto por los arts. 65 y 66 de la Convencin de Viena; esto as, por cuanto el 9 de diciembre de 1979, luego de incoada la demanda que origina el presente juicio, se aprob mediante res. 718/79 de la Comisin Tcnica de Salto Grande la creacin de un tribunal arbitral internacional, tendiente a subsanar los reparos suscitados por la anterior situacin de inmunidad jurisdiccional total, ajustndose de tal modo a lo contemplado en el art. 71, inc. a) de la mencionada Convencin. 12. - Que, por los fundamentos indicados, siendo invlido aun en la propia esfera del derecho internacional la clusula de inmunidad absoluta analizada se torna innecesario examinar las serias objeciones que ella plantea en la perspectiva de los arts. 27, 31 y concs. de la Constitucin Nacional, por cuanto la declaracin judicial de inconstitucionalidad es la "ultima ratio" del orden jurdico slo practicable como razn ineludible del pronunciamiento a dictarse (Fallos, t. 260, p. 153; t. 300, p. 1087 -Rev. LA LEY, t. 118, p. 270; t. 1979-B, p. 274sus citas y otros). Por ello y lo concordantemente dictaminado por el Procurador General, se confirma la sentencia recurrida. Vuelvan los autos al tribunal de origen a efectos de que el juez competente reasuma su jurisdiccin.- Adolfo R. Gabrielli. Elas P. Guastavino.
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