AUTOLIBERACIN INTERIOR

ANTHONY DE MELLO

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INTRODUCCIN
A mediados de 1987, el jesuita indio Anthony de Mello, gran autor de libros espirituales (El canto del pjaro, El manantial, Sadhana, Quin puede hacer que amanezca?, La oracin de la rana) fallece en Nueva York a los 56 aos. El padre de Mello se hizo famoso por sus cursos, ejercicios y conferencias sobre liberacin interior. Toda su obra estuvo dirigida a lograr una sntesis entre la espiritualidad de Oriente y la de Occidente, en beneficio de la libertad y la realizacin total de la persona. Despertar a estas posibilidades era el objetivo de sus antologas de cuentos, tomados tanto de la tradicin cristiana como de la budista y la suf, sin ocultar nunca su predileccin por Jess. Hacia la poca de su muerte, Tony de Mello iba a dar un curso de autoliberacin interior en Madrid. Este propsito no pudo cumplirse, pero su palabra clara y potente lo ha sobrevivido y llega hasta nosotros en una transcripcin que hiciera una de sus alumnas del curso que imparti en Barcelona en agosto de 1986. De Mello, sntesis tambin l de psiclogo y telogo, en su deseo de llegar a las races de las personas, hace planteamientos verdaderamente radicales. Sin embargo, se debe tener en cuenta que su trabajo de conciliacin de espiritualidades y la validez de su accin pastoral vienen refrendados por numerosos testimonios de todo el mundo y, desde luego, por el extraordinario xito de sus libros. En efecto, lo que aqu propone el padre de Mello puede parecer heterodoxo y cuestionable (l mismo reitera que se debe cuestionar todo), pero tiene muchos puntos de contacto con los maestros ms destacados de nuestra historia y nuestra tradicin. Se trata de la profundizacin en la propia vida, para liberarse de las cadenas interiores que nos impiden vivir intensamente. A veces, hasta la misma religin, mal entendida, es fuente de trabas psicolgicas para vivir la libertad interior que nos aleje de los intensos dolores y las extensas depresiones que caracterizan al mundo moderno. Publicamos este texto, revisado y ampliado, con la intencin de proporcionar un material valiossimo para la reflexin y, por qu no, la discusin, en la certeza de que todo lo que contribuya a tales actividades, eminentemente formativas, contribuir tambin al crecimiento vital y espiritual del lector. Los Editores

1 DESPIERTA! LA FELICIDAD ERES T!

Despertarse es la espiritualidad, porque slo despiertos podemos entrar en la verdad y descubrir qu lazos nos impiden la libertad. Esto es la iluminacin. Es como la salida del Sol sobre la noche, de la luz sobre la oscuridad. Es la alegra que se descubre a s misma, desnuda de toda forma. Esto es la iluminacin. El mstico es el hombre iluminado, el que todo lo ve con claridad, porque est despierto. No quiero que os creis lo que os digo porque yo lo digo, sino que cuestionis cada palabra y analicis su significado y lo que os dice en vuestra vida personal; pero con sinceridad, sin autoengaaros por comodidad o por miedos. Lo importante es el Evangelio, no la persona que lo predica ni sus formas. No la interpretacin que se le ha dado siempre o la que le da ste o aqul, por muy canonizado que est. Eres t el que tiene que interpretar el mensaje personal que encierra para ti, en el ahora. No te importe lo que la religin o la sociedad prediquen. La sociedad slo canoniza a los que se conforman con ella. En el tiempo de Jess y ahora. A Jess no pudieron canonizarlo y por ello lo asesinaron. Quines creis que lo mataron? Los malos? No. A Jess lo asesinaron los buenos de turno, los ms respetados y credos en aquella sociedad. A Jess lo mataron los escribas, los fariseos y sacerdotes; y si no andas con cuidado, asesinars a Jess mientras vives dormido. Despertarse es la espiritualidad, porque slo despiertos podemos entrar en la verdad y la libertad. Ests dormido Y cmo sabr si estoy dormido? Jess os lo dice en el Evangelio: Por qu decs Seor, Seor, si no hacis lo que os digo? Si no hacemos lo que Dios quiere y nos dedicamos a fabricarnos un Dios tapa agujeros, es que estamos dormidos. Lo que importa es responder a Dios con el corazn. No importa ser ateo, musulmn o catlico; lo importante es la circuncisin y el bautismo del corazn. El estar despierto es cambiar tu corazn de piedra por uno que no se cierre a la verdad. Si ests dolindote de tu pasado, es que ests dormido. Lo importante es levantarse para no volver a caer. La solucin est en tu capacidad de comprensin y de ver otra cosa que lo que te permites ver. Ver lo que hay detrs de las cosas. Cuando se te abran los ojos, vers cmo todo cambia, que el pasado est muerto y el que se duerme en el pasado est muerto, porque slo el presente es vivo si t ests despierto en l. Metanoia quiere decir despertarse y no perderse la vida. Es vivenciar el presente. Para saber esto hay un criterio: T sufres? Es que ests dormido. Es igual que sepas muchas cosas y te dediques a salvar a las

personas. "El ciego que gua a otro ciego" quiere decir que los dos estn dormidos. Si sufres es que ests dormido. Me dirs que el dolor existe. S, es verdad que el dolor existe, pero no el sufrimiento. El sufrimiento no es real, sino una obra de tu mente. Si sufres es que ests dormido porque, en s, el sufrimiento no existe, es un producto de tu sueo; y si ests dormido, vers a un Jess dormido, que t te has imaginado, que nada tiene que ver con el Jess real, y eso puede ser muy peligroso. Caldern dice: "Todo es segn el color del cristal con que se mira." Si ests dormido no sers capaz de ver ms que cosas dormidas, y no te dars cuenta hasta que despiertes. Pasar la vida por ti sin que t la vivas. Si tienes problemas es que ests dormido. La vida no es problemtica. Es el yo (la mente humana) el que crea los problemas. A ver si eres capaz de comprender que el sufrimiento no est en la realidad, sino en ti. Por eso, en todas las religiones, se ha predicado que hay que morir al yo para volver a nacer. ste es el verdadero bautismo que hace surgir al hombre nuevo. La realidad no hace problemas, los problemas nacen de la mente cuando ests dormido. T pones los problemas. Estar despierto es aceptarlo todo, no como ley, no como sacrificio, ni como esfuerzo, sino por iluminacin. Despierta Se puede decir que en estos ltimos das no te has sentido como un hombre libre y feliz, sin problemas ni preocupaciones? No te has sentido as? Pues ests dormido. Qu ocurre cuando ests despierto? No cambia nada, todo ocurre igual, pero t eres el que ha cambiado para entrar en la realidad. Entonces lo ves todo claro. Le preguntaron a un maestro oriental sus discpulos: "Qu te ha proporcionado la iluminacin?" Y contest: "Primero tena depresin y ahora sigo con la misma depresin, pero la diferencia est en que ahora no me molesta la depresin." Estar despierto es aceptarlo todo, no como ley, ni como sacrificio, ni como esfuerzo, sino por iluminacin. Aceptarlo todo porque lo ves claro y ya nada ni nadie te puede engaar. Es despertar a la luz. El dolor existe, y el sufrimiento slo surge cuando te resistes al dolor. Si t aceptas el dolor, el sufrimiento no existe. El dolor no es inaguantable, porque tiene un sentido comprensible en donde se remansa. Lo inaguantable es te ner el cuerpo aqu y la mente en el pasado o en el futuro. Lo insoportable es querer distorsionar la realidad, que es inamovible. Eso s que es insoportable. Es una lucha intil como es intil su resultado: el sufrimiento. No se puede luchar por lo que no existe. No hay que buscar la felicidad en donde no est, ni tomar la vida por lo que no es vida, porque entonces estaremos creando un sufrimiento que slo es el resultado de nuestra ceguera y, con l, el desasosiego, la congoja, el miedo, la inseguridad... Nada de esto existe sino en nuestra mente dormida. Cuando despertemos, se acab. Importa la vida El ir contra la realidad, haciendo problemas de las cosas, es creer que t importas, y lo cierto es que t, como personaje individual, no importas nada. Ni t, ni tus decisiones ni acciones importan en el desarrollo de la vida; es la vida la que importa y ella sigue su curso. Slo cuando comprendes esto y te acoplas a la unidad, tu vida cobra sentido. Y esto queda muy claro en el Evangelio. Importaron todas las transgresiones y desobediencias para la historia de la salvacin? Importa si yo asesino a un hombre? Import el que asesinaran a Jesucristo? Los que lo asesinaron crean estar haciendo un acto bueno, de justicia, y lo hicieron despus de mucho discernimiento. Jess era portador de la luz y por ello predicaba las cosas ms raras y contra rias al judasmo, a sus creencias e interpretaciones religiosas: hablaba con las mujeres, coma con los ladrones y prostitutas. Pero, adems, interpretaba la Ley en profundidad, saltndose las reglas y sus formas. Los sabios y los poderosos tenan que eliminarlo. Poda ser de otra manera? Era necesario que muriera as, asesinado y no enfermo de vejez. Cuentan que un rey godo se emocion al or el relato de Jess y dijo: "De estar yo all, no lo hubieran matado!" Lo creemos as, como ese rey godo? Dormimos. La muerte de Jess descubre la realidad en una sociedad que est dormida y, por ello, su muerte es la luz. Es el grito para que despertemos. No te ates Qu hace falta para despertarse? No hace falta esfuerzo ni juventud ni discurrir mucho. Slo hace falta una cosa, la capacidad de pensar algo nuevo, de ver algo nuevo, de ver algo nuevo y de descubrir lo desconocido. Es la capacidad de movernos fuera de los esquemas que tenemos. Ser capaz de saltar sobre los esquemas y mirar con ojos nuevos la realidad que no cambia. El que piensa como marxista, no piensa; el que piensa como budista, no piensa; el que piensa como musulmn, no piensa... y el que piensa como catlico, tampoco piensa. Ellos son pensados por su ideologa. T eres un esclavo en tanto y en cuanto no puedes pensar por encima de tu ideologa. Vives dormido y pensado por una idea. El profeta no se deja llevar por ninguna ideologa, y por ello es tan mal recibido. El profeta es el pionero, que se atreve a elevarse por encima de los esquemas, abriendo camino. La Buena Nueva fue rechazada porque no queran la liberacin personal, sino un caudillo que los guiase. Tememos el riesgo de volar por nosotros mismos. Tenemos miedo a la libertad, a la soledad, y preferimos ser

esclavos de unos esquemas. Nos atamos voluntariamente, llenndonos de pesadas cadenas, y luego nos quejamos de no ser libres. Quin te tiene que liberar si ni t mismo eres consciente de tus cadenas? Las mujeres se atan a sus maridos, a sus hijos. Los maridos a sus mujeres, a sus negocios. Todos nos atamos a los deseos y nuestro argumento y justificacin es el amor. Qu amor? La realidad es que nos amamos a nosotros mismos, pero con un amor adulterado y raqutico que slo abarca el yo, el ego. Ni siquiera somos capaces de amarnos a nosotros mismos en libertad. Entonces, cmo vamos a saber amar a los dems, aunque sean nuestros esposos o nuestros hijos? Nos hemos acostumbrado a la crcel de lo viejo y preferimos dormir para no descubrir la libertad que supone lo nuevo. Lo peor y ms peligroso del que duerme es creer que est despierto y confundir sus sueos con la realidad. No confundas los sueos Vosotros estis dormidos porque, si no, ya no necesitaras venir a este curso. Si ya lo vierais todo con ojos nuevos, ya no necesitarais venir a despertaros. Pero, si sois capaces de reconoceros dormidos, ser conscientes de que no estis despiertos, ya es un paso. Pues lo peor y ms peligroso del que duer me es creer que est despierto y confundir sus sueos con la realidad. Lo primero que necesitis para despertar, es saber que estis durmiendo y estis soando. La religin es una cosa buena en s, pero en manos de gente dormida pue de hacer mucho dao. Y lo podemos ver muy claramente por la historia de una religin que, en el nombre de Dios, cometi tantas barbaridades creyendo que haca el bien. Si no sabes emplear la religin en esencia, en libertad, sin fanatismos ni ideologas de un color u otro, puedes hacer mucho dao y, de hecho, se sigue haciendo. Para despertar hay que estar dispuesto a escucharlo todo, ms all de los cartelitos de buenos y malos, con receptividad, que no quiere decir credulidad. Hay que cuestionarlo todo, atentos a descubrir las verdades que puede haber, separndolas de las que no lo son. Si nos identificamos con las teoras sin cuestionarlas con la razn -y sobre todo con la vida- y nos las tragamos almacenndolas en la mente, es que seguimos dormidos. No has sabido asimilar esas verdades para hacer tus propios criterios. Hay que ver las verdades, analizarlas y ponerlas a prueba, una vez cuestionadas. "Haced lo que os digo", dice Jess. Pero no podremos hacerlo si antes no nos transformamos en el hombre nuevo, despierto, libre, que ya puede amar. "Aunque diera todo a los pobres, y mi cuerpo a las llamas -dice Pablo, de qu me servira si no amo?" Este modo de ver de Pablo se consigue viviendo, y este modo de ser nace de estar despierto, disponible y sin engaos. Cuando la relacin entre amigos no funciona lo bien que t quisieras, puedes aliviarla. Puedes pararte y comenzar una tregua, pero si no has puesto al aire las premisas que estn debajo, el problema sigue en pie, y seguir generando sentimientos negativos. Qu lo! Mi vida es un lo. Soy capaz de reconocerlo? Necesito tener receptividad. Estoy dispuesto a reconocer que el sufrimiento y la congoja los fabrico yo mismo? Si eres capaz de darte cuenta, es que comienzas a despertarte. Ordinariamente, buscamos alivio y no curacin. Cuando sufres, ests dispuesto a separarte de ese sufrimiento lo necesario para analizarlo y descubrir el origen que est detrs? Es preferible dejar que sufras un poco ms, hasta que te hartes y ests dispuesto a ver. O despiertas t, o la vida te despertar. Las componendas y alivios son manejos comerciales del buen comportamiento que te ha metido en la mente tu sentido de buena educacin. Si los miras, bien despierto, descubrirs que no son ms que utilizacin, comercio de toma y daca y chantaje, ms hipocresa. Cuando ves esto, quieres quitarte el cncer, o tomar un analgsico para no sufrir? Cuando la gente se harta de sufrir es un buen momento para despertar. Buda dice: "El mundo est lleno de dolor, que genera sufrimiento. La raz del sufrimiento es el deseo. Si quieres arrancarte esa clase de dolor, tendrs que arrancarte el deseo." El deseo es cosa buena? Es una cuestin de lenguaje, pues la palabra "deseo", en espaol, abarca deseos buenos, que son estmulos de accin, y deseos estriles, que a nada conducen. A estos deseos, para entendernos, vamos a llamarlos apegos. La base del sufrimiento es el apego, el deseo. En cuanto deseas una cosa compulsivamente y pones todas tus ansias de felicidad en ella, te expones a la desilusin de no conseguirla. De no haber deseado tanto que tu amigo te acoja, te contemple y te tenga en cuenta; de no desearlo tanto, no te importara su indiferencia ni su rechazo. Donde no hay deseo-apego, no hay miedo, porque el miedo es la cara opuesta del deseo, inseparable de l. Sin esta clase de deseos, nadie te puede intimidar, ni nadie te puede controlar o robar, porque, si no tienes deseos, no tienes miedo a que te quiten nada. No hay pareja ni amistad que est tan segura como la que se mantiene libre. Slo es eterno lo que se basa en un amor libre. Los deseos te hacen siempre vulnerables.

El amor no duerme Donde hay amor no hay deseos. Y por eso no existe ningn miedo. Si amas de verdad a tu amigo, tendras que poder decirle sinceramente: "As, sin los cristales de los deseos, te veo como eres, y no como yo deseara que fueses, y as te quiero ya, sin miedo a que te escapes, a que me faltes, a que no me quieras." Porque en realidad, qu deseas? Amar a esa persona tal cual es, o a una imagen que no existe? En cuanto puedas desprenderte de esos deseos-apegos, podrs amar; a lo otro no se lo debe llamar amor, pues es todo lo contrario de lo que el amor significa. El enamorarse tampoco es amor, sino desear para ti una imagen que te imaginas de una persona. Todo es un sueo, porque esa persona no existe. Por eso, en cuanto conoces la realidad de esa persona, como no coincide con lo que t te imaginabas, te desenamoras. La esencia de todo enamoramiento son los deseos. Deseos que generan celos y sufrimiento porque, al no estar asentados en la realidad, viven en la inseguridad, en la desconfianza, en el miedo a que todos los sueos se acaben, se vengan abajo. El enamoramiento proporciona cierta emocin y exaltacin que gusta a las personas con una inseguridad afectiva y que alimentan una sociedad y una cultura que hacen de ello un comercio. Cuando ests enamorado no te atreves a decir toda la verdad por miedo a que el otro se desilusione porque, en el fondo, sabes que el enamoramiento slo se alimenta de ilusiones e imgenes idealizadas. El enamoramiento supone una manipulacin de la verdad y de la otra persona para que sienta y desee lo mismo que t y as poder poseerla como un objeto, sin miedo a que te falle. El ena moramiento no es ms que una enfermedad y una droga del que, por su inseguridad, no est capacitado para amar libre y gozosamente. La gente insegura no desea la felicidad de verdad; porque teme el riesgo de la libertad y, por ello, prefiere la droga de los deseos. Con los deseos vienen el miedo, la ansiedad, las tensiones y..., por descontado, la desilusin y el sufrimiento continuos. Vas de la exaltacin al desespero. Cunto dura el placer de creer que has conseguido lo que deseabas? El primer sorbo de placer es un encanto, pero va prendido irremediablemente al miedo a perderlo, y cuando se apoderan de ti las dudas, llega la tristeza. La misma alegra y exaltacin de cuando llega el amigo, es proporcional al miedo y al dolor de cuando se marcha... o cuando lo esperas y no viene... Vale la pena? Donde hay miedo no hay amor, y podis estar bien seguros de ello. Cuando despertamos de nuestro sueo y vemos la realidad tal cual es, nuestra inseguridad termina y desaparecen los miedos, porque la realidad es y nada la cambia. Entonces puedo decirle al otro: "Como no tengo miedo a perderte, pues no eres un objeto de propiedad de nadie, entonces puedo amarte as como eres, sin deseos, sin apegos ni condiciones, sin egosmos ni querer poseerte." Y esta forma de amar es un gozo sin lmites. Qu haces cuando escuchas una sinfona? Escuchas cada nota, te deleitas en ella y la dejas pasar, sin buscar la permanencia de ninguna de ellas, pues en su discurrir est la armona, siempre renovada y siempre fresca. Pues, en el amor, es igual. En cuanto te agarras a la permanencia destruyes toda la belleza del amor. No hay pareja ni amistad que est tan segura como la que se mantiene libre. El apego mutuo, el control, las promesas y el deseo, te conducen inexorablemente a los conflictos y al sufrimiento y, de ah, a corto o largo plazo, a la ruptura. Porque los lazos que se basan en los deseos son muy frgiles. Slo es eterno lo que se basa en un amor libre. Los deseos te hacen siempre vulnerable. Disparar gratuitamente Hay dos tipos de deseos o de dependencias: el deseo de cuyo cumplimiento depende mi felicidad y el deseo de cuyo cumplimiento no depende mi felicidad. El primero es una esclavitud, una crcel, pues hago depender de su cumplimiento, o no, mi felicidad o mi sufrimiento. El segundo deja abierta otra alternativa: si se cumple me alegro y, si no, busco otras compensaciones. Este deseo te deja ms o menos satisfecho, pero no te lo juegas todo a una carta. Pero existe una tercera opcin, hay otra manera de vivir los deseos: como estmulos para la sorpresa, como un juego en el que lo que ms importa no es ganar o perder, sino jugar. Hay un proverbio oriental que dice: "Cuando el arquero dispara gratuitamente, tiene con l toda su habilidad." Cuando dispara esperando ganar una hebilla de bronce, ya est algo nervioso. Cuando dispara para ganar una medalla de oro, se vuelve loco pensando en el premio y pierde la mitad de su habilidad, pues ya no ve un blanco, sino dos. Su habilidad no ha cambiado pero el premio lo divide, pues el deseo de ganar le quita la alegra y el disfrute de disparar. Quedan apegadas all, en su habilidad, las energas que necesitara libres para disparar. El deseo del triunfo y el resultado para conseguir el premio se han convertido en enemigos que le roban la visin, la armona y el goce. El deseo marca siempre una dependencia. Todos dependemos, en cierto sentido, de alguien (el panadero, el lechero, el agricultor, etc., que son necesarios para nuestra organizacin). Pero depender de otra persona para tu propia felicidad es, adems de nefasto para ti, un peligro, pues ests afirmando algo contrario a la vida y a la realidad. Por tanto, el tener una dependencia de otra persona para estar alegre o triste es ir contra la corriente de la realidad, pues la felicidad y la alegra no pueden venirme de fuera, ya que estn dentro de m. Slo yo puedo actualizar las potencias de amor y felicidad que estn dentro de m y slo lo que yo con siga expresar, desde esa realidad ma, me puede hacer feliz, pues lo que me venga desde afuera podr estimularme ms o menos, pero es incapaz de darme ni una pizca de felicidad.

Dentro de m suena una meloda cuando llega mi amigo, y es mi meloda la que me hace feliz; y cuando mi amigo se va me quedo lleno con su msica, y no se agotan las melodas, pues con cada persona suena otra meloda distinta que tambin me hace feliz y enriquece mi armona. Puedo tener una meloda o ms, que me agraden en particular, pero no me agarro a ellas, sino que me agradan cuando estn conmigo y cuando no estn, pues no tengo la enfermedad de la nostalgia, sino que estoy tan feliz que no aoro nada. La verdad es que yo no puedo echarte de menos porque estoy lleno de ti. Si te echase de menos sera reconocer que al marcharte te quedaste fuera. Pobre de m, si cada vez que una persona amada se va, mi orquesta deja de sonar! Cuando te quiero, te quiero independiente de m, y no enamorado de m, sino enamorado de la vida. No se puede caminar cuando se lleva a alguien agarrado. Se dice que tenemos necesidades emocionales: ser querido, apreciado, pertenecer a otro, que se nos desee. No es verdad. Esto, cuando se siente esa necesidad, es una enfermedad que viene de la inseguridad afectiva. Tanto la enfermedad, necesidad de sentirme querido, como la medicina que se ansa, el amor recibido, estn basados en premisas falsas. Necesidades emocionales para conseguir la felicidad en el exterior, no hay ninguna; puesto que t eres el amor y la felicidad en ti mismo. Slo mostrando ese amor y gozndote en l vas a ser realmente feliz, sin agarraderas ni deseos, puesto que tienes en ti todos los elementos para ser feliz. La respuesta de amor del exterior agrada y estimula, pero no te da ms felicidad de la que t dispones, pues t eres toda la felicidad que seas capaz de desarrollar. Dios es la Verdad, la Felicidad y la Realidad, y l es la Fuente, dispuesta siempre para llenarnos en la medida que, libremente, nos abramos a l. T ya eres felicidad Despertarse es la nica experiencia que vale la pena. Abrir bien los ojos para ver que la infelicidad no viene de la realidad, sino de los deseos y de las ideas equivocadas. Para ser feliz no has de hacer nada, ni conseguir nada, sino deshacerte de falsas ideas, ilusiones y fantasas que no te dejan ver la realidad. Eso slo se consigue mantenindote despierto y llamando a las cosas por su nombre. T ya eres felicidad, eres la felicidad y el amor, pero no lo ves porque ests dormido. Te escondes detrs de las fantasas, de las ilusiones y tambin de las miserias de las que te avergenzas. Nos han programado para ser felices o infelices (segn aprieten el botn de la alabanza o de la crtica), y esto es lo que te tiene confundido. Has de darte cuenta de esto, salir de la programacin y llamar a cada cosa por su nombre. Si te empeas en no despertar, nada se puede hacer. "No te puedes empear en hacer cantar a un cerdo, pues perders tu tiempo y el cerdo se irritar." Ya sabes que no hay peor sordo que el que no quiere or. Si no quieres or para despertar, seguirs programado, y la gente dormida y programada es la ms fcil de controlar por la sociedad. Dentro de m suena una meloda cuando llega mi amigo, y es mi meloda la que me hace feliz; y cuando mi amigo se va me quedo lleno de su msica

2 DESPROGRMATE! S T MISMO!
Lo importante es ser capaz de darte cuenta de que no eres ms que un yo yo, siempre de arriba para abajo, segn tus problemas, tus disgustos o depresiones; que eres incapaz de mantener una estabilidad. Darte cuenta de que te pasas la vida a merced de personas, de cosas o situaciones. Que te manipulan o t puedes manipular. Que no eres dueo de ti ni capaz de mirar las situaciones con sosiego, sin enfados ni ansiedad. Toda esa actitud slo depende de tu programacin. Estamos programados desde nios por las conveniencias sociales, por una mal llamada educacin y por lo cultural. Vivimos por ello programa dos y damos la respuesta esperada ante situaciones determinadas, sin pararnos a pensar qu hay de cierto en la situacin, y si es consecuente con lo que de verdad somos esa respuesta habitual y mecnica. Tenemos programadas ideas convencionales y culturales, que tomamos como verdades cuando no lo son. Como la idea de patria, de fronteras y hbitos culturales que nos llevan a conflictos cuando nada tienen que ver con la verdad. Lo que haces como hbito, te hace dependiente porque te lo han programado. Slo lo que surge de dentro es tuyo y te hace libre. Desprogrmate! Cuando vena hacia aqu, en el avin, me dijeron: -Mira, ya salimos de la India, ah est la frontera.

Yo me asom y por ms que miraba no vi ni una lnea, ni una barrera natural de separacin. Es que existen las fronteras en la naturaleza? No estn ms que en nuestra mente. Toda tierra es de todos, y toda cultura no es ms que ideas que nos separan. Hubo un nio blanco que se perdi en la selva y se cri en una tribu con cultura distinta. Cuando creci se cas con una nativa de aquella cultura. Ocurri que a una amiga de su mujer se le muri su marido en la guerra, y aquella noche, al pensar en su amiga sola, la mujer nativa le dijo al marido blanco: -Oye, me gustara que fueses a consolar a mi amiga, que est sola, y como ya no tiene marido te acostases con ella. El marido, que recordaba an rasgos de su cultura, se negaba, horrorizado, pero al final complaci a su mujer. Cuando volvi, la mujer le dijo: -Ya saba que eras un buen hombre y ahora te quiero ms, porque eres compasivo y me siento orgullosa de ti. Qu bella su cultura, pero qu difcil de entender y seguir para nosotros! No existe separacin de razas, slo distintas culturas programadas en nuestras mentes. En la naturaleza no existen fronteras. El honor, el xito y el fracaso no existen, como tampoco la belleza ni la fealdad, porque todo consiste en una manera de ver de cada cultura. Es lo cultural lo que provoca esas emociones ante el nombre de patria, raza, idioma o pueblo. Son distintas formas de ver que estn programadas en nuestra mente. La patria es el producto de la poltica, y la cultura es la manera de adoctrinar. Cuando eres un producto de tu cultura, sin cuestionarte nada, te conviertes en un robot. Tu cultura, tu religiosidad y las diferencias raciales, nacionales o regionales te han sido estampadas como un sello y las tomas como algo real. Te ensearon una religiosidad y una forma de comportarte que no has elegido, sino que te vinieron impuestas desde fuera, antes de que tuvieses edad o discernimiento para decidir, y sigues as, con ellas colgadas, como una piedra al cuello. Slo lo que nace y se decide adentro es autntico y te hace libre. Lo que haces como hbito y que no puedes dejar de hacer porque te domina, te hace dependiente, esclavo de lo que crees, porque te lo han programado. Slo lo que surge de dentro lo analizas, lo pasas por tu criterio y te decides a ponerlo en prctica asumindolo; es tuyo y te hace libre. Tienes que liberarte de tu historia y su programacin para responder por ti mismo y no de personaje a personaje. Lo mismo ocurre con lo que creemos amor y que no es ms que un modelo cultural aceptado por la mente. No se puede vivir influenciado por el pasado. Lo menos que se puede hacer por el amor es ser sincero, tener claridad de percepcin y llamar a cada cosa por su nombre. Ser capaz de dar la respuesta precisa sin engaar ni engaarte. Porque te amo te doy la respuesta, desde mi realidad, que te corresponde a ti y a tu realidad, en este momento. Ms tarde no s lo que puede ocurrir, y por ello no te hago promesas que no s si podra cumplir. Esto es lo menos que puedes exigirle al amor: sinceridad. La espiritualidad consiste en ver las cosas, no a travs de cristales de color, sino tal como son. La espiritualidad ha de nacer de ti mismo; y cuanto ms seas t mismo, sers ms espiritual. Lo cierto es que el dolor existe porque rechazamos que lo nico sustancial es el amor, la felicidad, el gozo. No seas fotocopia No imites a nadie, ni siquiera a Jess. Jess no era copia de nadie. Para ser como Jess, has de ser t mis mo, sin copiar a nadie, pues todo lo autntico es lo real, como real era Jess. La culpabilidad y la crtica no existen ms que en la mente de la cultura. Las personas que menos se preocupan de la vida de ahora, de vivir el presente, son las que ms se preocupan por lo venidero. Preocpate por estar despierto, vive ahora y no te importar el futuro. Cuando tu mentalidad cambia, todo cambia para ti, a tu alrededor. Lo que antes te preocupaba tanto, ahora te importa un bledo y, en cambio, vas descubriendo cosas maravillosas que antes te pasaban inadvertidas. Lo que ms les preocupa a las personas programadas es tener razn. Tienen miedo a perder sus ideas, en las que se apoyan, porque les dan pavor el riesgo, el cambio, la novedad, y se agarran a sus viejas ideas porque estn fosilizadas. Nuestra vida se convierte en un lo porque tomamos por realidad lo que no son ms que programaciones que no nos sirven de nada y nos agarramos a ellas porque no sabemos descubrir otra cosa. En el fondo, tenemos una enorme inseguridad y, para sentirnos mejor, vamos a consultar a los que creemos que saben ms que nosotros, creyendo que ellos nos van a solucionar los problemas. Pero los problemas, que slo existen en nuestra imaginacin, slo despertando los solucionaremos. Fcil y difcil Se cuenta que haba un gran maestro llamado Buso, que viva con su esposa y una hija, todos con fama de sabidura y santidad. Un da se acerc un hombre al maestro y le pregunt: -La iluminacin, es fcil o difcil? Y Buso le contest: -Es tan difcil como alcanzar la Luna. No conforme, el hombre se acerc a la mujer de Buso y le hizo la misma pregunta, a lo que ella le contest:

-Es muy fcil. Es tan fcil como beberse un vaso de agua. Intrigado se qued el hombre y, para salir de dudas, le hizo la misma pregunta a la hija del maestro, que le contest: -Hombre!, si lo haces difcil es difcil, pero si lo haces fcil... Lo ms difcil es la capacidad de ver, ver simplemente, con sinceridad, sin engaarse, porque ver significa cambio, nada a qu agarrarse, y estamos acostumbrados a buscarnos asideros y a andar con muletas. En cuanto llegas a ver con claridad, tienes que volar; y volar es no tener nada de qu agarrarte. Necesitamos desmontar la tienda en la que nos refugibamos y seguir por el sendero adelante sin apoyos. El susto mayor es por la aniquilacin de todo miedo, puesto que los miedos han sido el manto en el que te envolvas para no ver ni ser visto. Dejar las cosas atrs y enfrentarte a la felicidad, cuando no quieres ser feliz a ese precio. Una felicidad que has de expresar t y no esperar a que te la den hecha. Aunque vas diciendo que buscas la felicidad, lo cierto es que no quieres ser feliz. Prefieres volver al nido antes que volar porque tienes miedo, y el miedo es algo conocido y la felicidad no. En mi profesin de psiclogo advierto cada da esto. Lo primero que tiene que entender el buen psiclogo es que el que viene a l no busca la curacin, sino el alivio, la comodidad, pero no quiere cambiar; es demasiado expuesto y comprometido. Es como aquel que est metido en la porquera hasta la boca y que lo nico que le preocupa es que no le hagan olas, no que lo saquen de all. Lo malo es que la mayora equipara la felicidad con conseguir el objeto de su apego, y no quiere saber que la felicidad est precisamente en la ausencia de los apegos, y en no estar sometido al poder de ninguna persona o cosa. En la naturaleza no existen fronteras. No estn ms que en nuestra mente. Toda tierra es de todos, y toda cultura no es ms que ideas que nos separan. Conocerse a fondo Para despertarse, el nico camino es la observacin. El ir observndose. El ir observndose uno a s mismo, sus reacciones, sus hbitos y la razn de por qu responde as. Observarse sin crticas, sin justificaciones ni sentido de culpabilidad ni miedo a descubrir la verdad. Es conocerse a fondo. El indagar e investigar quin es Jesucristo es muy loable, pero para qu sirve? Te puede servir para algo si no te conoces a ti mismo? Te sirve para algo si ests controlado y manipulado sin saberlo? La pregunta ms importante del mundo, base de todo acto maduro, es: Yo, quin soy? Porque, sin conocerte, no puedes conocer ni a Dios. Conocerte a ti mismo es fundamental. Sin embargo, lo curioso del caso es que no hay respuesta para la pregunta quin soy yo?, porque lo que tienes que averiguar es lo que no eres, para llegar al ser que ya eres. Hay un proverbio chino que dice: "Cuando el ojo no est bloqueado, el resultado es la visin. Cuando la mente no est bloqueada, el resultado es la sabidura, y cuando el espritu no est bloqueado, el resultado es el amor." Hay que quitar las vendas para ver. Si no ves, no puedes descubrir los impedimentos que no te estn dejando ver. El observarte a ti mismo es estar atento a todo lo que acontece dentro y alrededor de ti, como si esto le ocurrie se a otra persona, sin personalizarlo, sin juicio ni justificaciones ni esfuerzos por cambiar lo que est sucediendo, ni formular ninguna crtica ni autocompadecerte. Los esfuerzos que hagas por cambiar son peores, pues luchas contra unas ideas, y lo que hay que hacer es comprenderlas, para que ellas se caigan por s solas una vez que comprendas su falta de realidad. Hay que cuestionar todo esto para ver si se comprende como una verdad y entonces te pondrs a observarte. La vida observada A veces te sientes mal, hecho un lo, no sabes funcionar solo y te vas al psi clogo a que te arregle. El psiclogo no puede hacer nada que t no hagas. No puede conseguir nada que t no es ts dispuesto a hacer. Puede escucharte y ayudar a que t mismo vayas aclarndote mientras hablas. En verdad, lo que haces all es observarte, y eso es lo que has de hacer t, pero de continuo. Yo soy psiclogo y puedo decirte que la terapia, la mayora de las veces, lo que hace es un intercambio de problemas: te quita uno, pero te mete otro. La espiritualidad es la que intenta solucionarte. Busca solucionar el problema del yo, que es el que est generando los problemas que te llevan al psiclogo y al psiquiatra. La espiritualidad va directamente a la raz, a rescatar tu yo, el autntico, que est ahogado por barreras que no lo dejan ser libremente. El hacer esfuerzos por cambiar es contraproducente, pues lo que te va a cambiar es la verdad: observar la verdad y comprender que tu programacin no te deja ser t mismo. El observador es lo que te va a cambiar. "La vida no observada, no examinada, no vale la pena vivirla, porque no es vida", deca Scrates. Es preciso darse cuenta de todas las reacciones que surgen al mirar a una persona, un paisaje o a uno mismo. Observa cmo sueles reaccionar frente a determinadas situaciones. Mirar con objetividad, como si no fueras t, tomando conciencia de lo que pasa dentro y fuera de ti, estando atento (como cuando conduces). Hacerlo sin juicios valorativos, porque si te pones etiquetas, ya no ves las cosas como son. Caer en la cuenta, sin prejuicios, slo entendindolo.

Si no cambiamos espontneamente es porque ponemos resistencia. En cuanto descubramos los motivos de la resistencia, sin reprimirla ni rechazarla, ella misma se disolver. Cuando en nosotros hay sensibilidad, no se necesita violencia alguna para conseguir las cosas que necesitamos, pues todo se resuelve entendiendo, comprendiendo; y nos sorprendemos al ver cmo todo se resuelve segn comprendemos la realidad y no luchemos contra ella. Tenemos que darnos cuenta de que, con la palabra, o con el pensamiento, solemos etiquetar las cosas y las personas, y luego, como consecuencia de ello, vivimos el personaje de la etiqueta, y no la persona. Ponerse en contacto con la realidad es mirar sta sin querer interpretarla, ni cambiar nada, sino dejar que la rea lidad cambie el orden de las cosas luciendo por s misma. Para ser como Jess, has de ser t mismo, sin copiar a nadie, pues todo lo autntico es lo real, como real era Jess. Mtodos para ser feliz Darte cuenta del dolor, de la afliccin o del desasosiego que sufres y cul es el motivo; de dnde sale, en verdad, ese sufrimiento. Si te sientes molesto, darte cuenta en seguida de ello, y de dnde nace este malestar. (Si dices que ests molesto porque alguien se ha portado mal contigo, no se puede entender que t te castigues porque otro se comporta mal. Tiene que haber otro motivo ms personal y escondido. Obsrvalo.) Darte cuenta de que el sufrimiento o las molestias se deben a tu reaccin ante un hecho o una situacin concreta y no a la realidad de lo que est ocurriendo. (Si vas a ir al campo y llueve, el enfado no est en la lluvia -que es la realidad-, sino en tu reaccin porque se han contrariado tus planes.) Solemos echar la culpa a la realidad y no queremos darnos cuenta de que son nuestras reacciones programadas las que nos contraran. Tenemos unos hbitos inculcados, que funcionan como una maquinita automtica: a tal pregunta, tal respuesta; a tal contrariedad, tal reaccin. Y funcionamos como autmatas. La cultura nos inculca unas leyes rgidas, cuya nica razn es que as se ha hecho siempre. Y con esta razn tan endeble somos capaces de matarnos por defender: honor, patria, bandera, raza, familia, buenas costumbres, orden, ideales, buena fama y muchas ms palabras que no encierran ms que ideas sin sentido real, que nos han inculcado como cultura. Y lo mismo ocurre con las ideas religiosas. Lo importante es el ser, y no el figurar. La verdad es que estamos tan metidos en esa programacin que actuar con claridad de percepcin, desde esa cultura, casi parece un milagro, y ms si pretendemos reaccionar sin disgusto. Hay que despertarse antes para comprender que lo que te hace sufrir no es la vida, sino tus alucinaciones, y cuando consigues despertar y apartas los sueos, te encuentras cara a cara con tu libertad y con la verdad gozosa. Lo cierto es que el dolor existe porque rechazamos que lo nico sustancial es el amor, la felicidad, el gozo. Cuando somos capaces de encontrar el camino despejado, para ese amor-felicidad que somos, nos topamos con el dolor, que no es nada concreto ni sustancial por s mismo, sino la ausencia de la percepcin del amorfelicidad. Como la oscuridad, que no existe, sino que es consecuencia de la menor percepcin de la luz. La vida es, en s, un puro gozo y t eres amor-felicidad como sustancia y potencial para desarrollar. Slo los obstculos de la mente te impiden disfrutarla plenamente. Son las resistencias que pone tu programacin lo que te impide ser feliz. De no tropezar con tu resistencia, dnde estara el dolor? Habra una armona en ti, igual a la que existe en la naturaleza. Ms aun, pues t eres rey de esa naturaleza y dotado de una sensibilidad para captar la bondad, la felicidad y la belleza, que te hace creativo y capaz ya, no slo de ser feliz, sino de dar amor-felicidad a manos llenas. Con slo observar todo esto ya ests dando un paso para tu despertar. Todo depende de tu reaccin, y sta depende de tu programacin; y si eres capaz de observar esto y comprenderlo, ya tendrs bastante. Lo ms difcil es la capacidad de ver, ver simplemente, con sinceridad, sin engaarse, porque ver significa cambio.

3 RECONOCE TU AADIDURA!
Toda programacin y todo condicionamiento te llevan a ser un robot. Los hbitos sirven para cosas prcticas (capacidad de andar, de hablar un idioma, de conducir un coche... ), pero para ver las cosas con profundidad, en el amor y la comunicacin, los hbitos son como anestesiar la creatividad, lo nuevo, y no desear vivir el riesgo del presente. Lo malo es que hasta la espiritualidad ha sido objeto de programacin, de desfiguracin, pues la espiritualidad es como la realidad;.pero todo lo valioso es susceptible de distintas interpretaciones y manipulaciones. Cada persona tiene una forma de reaccionar y de interpretar. Yo conozco a un sacerdote que est deseando tener un cncer para morir sufriendo... Otros, la mayora, se llevaran un gran disgusto al saber que tienen cncer. Tanto una actitud como la otra no dejan de ser producto de una programacin religiosa o cultural.

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Cuando una persona programada te ofende sin motivo, tan programado ests t como ella, por dejarte ofender, porque las dos reacciones son igual de absurdas e irreales. Ocurre que, cuando ests dormido, te molestan las personas que estn dormidas, porque la programacin del otro afecta la tuya, te la recuerda, y eso es lo que ms te molesta, aunque no quieras reconocerlo. Si cuando un nio o un mono te hacen una mueca, reaccionas enfadndote, seal de que eres tan nio o tan mono como ellos. Estar despierto es no dejarte afectar por nada, ni por nadie. Y eso es ser libre. T eres el que ha de elegir tu propia reaccin frente a las cosas, situaciones y personas, no los hbitos ni tu cultura. Si sigues programado, tienes que saber ver que esa programacin es el control del que se vale la sociedad para imponerte sus criterios. Estamos siendo controlados en la medida en que seguimos dormidos: por el consumismo, por la poltica, por el poder, por el trabajo y por el ocio. Las competiciones han pasado de ser un juego entretenido y saludable, a ser actos de odio. Antes se jugaba por el puro placer de jugar; ahora, en las competiciones, se contamin el deporte con el veneno de vencer y elevarse por encima del vencido. Lo mejor del hombre es el amor, y no lograr una marca, humillando a los vencidos. Yo soy mejor que t y por ello consigo la admiracin y la fama; pero en qu eres mejor que yo?, en correr?, en saltar?, en meter una bola entre dos palos y dentro de un cesto? Y eso, para qu sirve?, amas con ello?, te haces ms persona? Lo peor de todo esto son las comparaciones que miden al hombre ajustndolo a una medida ideal, rgida, y ponen en acercarse a ese modelo del dolo, toda energa y todo condicionamiento; para qu?, para que resplandezcan los valores autnticos, genuinos. Vivimos en una era adoctrinada. Hasta al Santo Padre, al asistir a la consagracin de un grupo de carde nales, se le escap decir: "Estos 150 cardenales que han tenido el honor de ser elegidos..." Es un honor ser car denal? No es ms bien un servicio? Estamos adoctrinados y nos dejamos arrastrar por las programaciones. Vivir libremente, siendo dueo de uno mismo, es no dejarse llevar ni por persona ni situacin alguna. Saber que nada ni nadie tiene poder sobre uno ni sobre sus decisiones. Eso es vivir mejor que un rey, y saber or esa hermosa sinfona de la vida y disfrutarla. A veces puede haber emociones o depresiones, por trastornos fsicos o psquicos, pero eso ya no te trastor na, porque ya no te quita la capacidad de ser feliz y alegrarte con lo mucho hermoso que se produce a cada momento ante tus ojos. La depresin est ah, t la observas, pero ya no te identificas con ella. Es algo que est sucediendo por un motivo que conoces y, por lo tanto, est controlada. Nada puede contra ti. Ocurre fuera de tu ser. Lo contrario al miedo es el amor. Donde existe el amor no hay miedo alguno. Y el que no tienen miedo alguno no teme la violencia, porque l no tiene violencia alguna. Toda violencia viene del miedo y crea ms violencia. En cuanto metes tu yo... Santa Teresa dijo que Dios le concedi el don de desidentificarse de s misma y poder ver las cosas desde fuera. ste es un gran don, pues el nico obstculo y raz de todo pro blema es el yo. Des identificarse significa no afectarnos por lo que est ocurriendo -vivirlo como si le ocurriese a otro-, pues en cuanto metemos nuestro yo en cualquier persona, situacin o cosa, preparmonos para sufrir. Vivir desidentificados es vivir sin apegos, olvidados del ego, que es el que genera egosmo, deseo y celos, y por el cual entran todos los conflictos. Otra cosa que nos muestra que estamos programados es creer que cada uno est en posesin de la verdad. Cada religin cree tener la verdad y ser la nica, la exclusiva. Por qu? Temen perder si reconocen que pue de haber verdad en cada una y en todas ellas. Si vivisemos desidentificados de nuestras creencias, no nos preocuparamos por lo que lleven de acertado o no. Las creencias pueden cambiar, lo importante es lo esencial que descubramos dentro de nosotros y que nos lleva a ir buscando la verdad, y saber que es de todos. Despertarte es despertar a la realidad de que no eres el que crees ser. Esto es desidentificacin. Slo podrs conseguir esto cuando seas capaz de atribuir tus tribulaciones a tu programacin y no a la realidad. Cuando uno se aflige, intenta cambiar la realidad para ajustarla a su programacin, pues cree que sa ser la solucin a su problema; pero como no lo consigue, su frustracin viene a sumarse a su afliccin y el problema no se aclara. Si el problema viene de tu programacin, no puedes cambiar la vida y a los dems, sino desprogramarte o ver, por lo menos, claramente, de dnde viene el problema. Si cambias y te abres a la realidad, vers cmo todo cambia a tu alrededor, pues era tu mente la equivocada, y al cambiar tu mente y abrirte a la realidad, cam biar tu manera de ver y de vivir llamando cada cosa y situacin por su nombre. Recuerda aquello de: "En vez de alfombrar todo el mundo para que no tropieces, es ms fcil que te calces unas zapatillas." Se consigue la felicidad en esta vida? Cuando sueltes tus alucinaciones, te dars cuenta de que la felicidad siempre estuvo en ti, pero se metieron las exigencias de por medio, la cultura, los deseos, los miedos, con sus mecanismos de defensa, y la fueron ahogando. Darnos cuenta de esto ya es dar un gran paso. Una persona, con tantas exigencias y problemas, no puede amar, ni encontrar la felicidad, porque ya tiene bastante con defenderse de lo que cree que la est atacando. En ese estado, lo que llamamos amor es egosmo, amor a nuestro ego, inters propio. Nos sentimos tan mal y con tantos miedos, que slo podemos mirarnos a nosotros mismos, vigilndonos con recelo porque, en verdad, tampoco nos amamos. Amor es pura gratitud, y nosotros nos ponemos condiciones. Y si nos ponemos condiciones a nosotros mis mos, cmo no vamos a ponrselas a los dems? Convertimos eso que llamamos amor en un egosmo

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refinado que utilizamos, o para darnos placer, o para evitar sensaciones desagradables, sensaciones de culpabilidad, o miedo al rechazo. Para evitar esto, comerciamos con lo que llamamos amor. Si somos capaces de ver esto y de llamar las cosas por su propio nombre, ya vemos claro. Las acciones pueden ser malas o buenas, siempre dependern de la madurez y cordura del que las cometa. Reconoce tu aadidura A Dios slo se lo encuentra por un proceso de sustraccin. Sabiendo lo que no es, no aadindole nombres, conceptos y etiquetas, encontraremos a Dios. Dios es, y por ello es inaprensible, no lo podemos enmarcar ni clasificar porque escapa a toda objetivacin. Por eso, el ser humano es tambin inaprensible, porque es semejante a Dios. Cuantas ms aadiduras le pongamos al ser, menos lo conoceremos. Hemos de dejarlas caer todas. Y lo mismo con la realidad. Si yo le exijo a la realidad unas condiciones, o le pongo unas aa diduras, me alejar de la realidad, la verdadera, y estar siempre chocando con lo falso. Los msticos son los que se han abierto confiadamente a la realidad, sin preocuparse por el resultado, pues sa ben que slo en la realidad habita la verdad. Meterse en la batalla de la vida, pero con el corazn en paz, es la nica manera de vivir la realidad de la vida. Es cumplir la voluntad de Dios. Para ello, el primer paso es reconocer la aadidura, darte cuenta con sinceridad de tus bloqueos y obstculos. El segundo paso es mirar la causa, sabiendo que est fuera de la realidad. Sin culparte ni justificarte. T no tie nes la culpa de esa programacin, y cuando caes en los hbitos, no lo haces adrede. T eres vctima de tu propia diagramacin. No ests descontento, irritado y molesto contigo mismo, porque eso no te va a ayudar. Y si sufres, si te afliges, no tomes tu afliccin por tu ser. Desidentifcate de ese sufrimiento. El yo, quin es? Soy un cuerpo? No, porque las clulas de mi cuerpo son renovadas continuamente y, en siete aos, no queda ni una de las anteriores y, sin embargo, sigo siendo el mismo. Yo no soy mi cuerpo, pero tampoco soy mis pensamientos, pues ellos cambian continuamente y yo no. Ni tampoco soy mis actitudes, ni mi forma de expresarme, ni de andar. Yo no puedo identificarme con lo cambiable, que abarca las formas de mi yo, pero no es mi yo. T eres el ser, lo que es. El cielo es, no cambia; las nubes s. Lo nico que puedes buscar es lo que no eres, pues en cuanto puedes objetivarlo ya no lo eres, sino que es una forma, una expre sin de lo que realmente eres. Puedes buscar lo que no eres, y al ir apartando tus formas y aadiduras, te irs liberando de ideas equivocadas sobre ti y, detrs de todo esto, ir surgiendo tu ser. As es que el tercer paso es no identificarte con las formas que cambian, ni apegarte a ellas, ni rechazarlas, ni ponerles etiquetas, ni valorarlas dndoles una importancia que no tienen. Llamarlas por su nombre: son formas nada ms, y si les das batalla, toman una importancia que, en s, no tienen. Cuando las mires tal como son, perdern importancia y se replegarn a su lugar. Hay que comprenderlas, entender por que estn ah, para que no te estorben ni molesten. Entonces la importancia que les hayas dado hasta ahora se va, porque no es real, no existe, y descubres que no eran ms que alucinaciones del sueo de un ser dormido. No hay que violentarse con nada ni para mejorarlo ni para cambiarlo. Lo que es, es, y slo lo es por su propia causa, nada lo puede daar si est despierto. Estar despierto es no dejarse afectar por nada, ni por nadie. Y eso es ser libre. Resultado de nada El mstico vomita antes el fruto del bien y del mal para poder entrar de nue vo en el Paraso. No enjuicies nada, sino comprende el porqu y el lugar de las cosas. La felicidad no es el resulta do de nada. Ella es, en s misma, y la descubres cuando te libras de todo juicio y aadidura. Cuando quieres arreglar las cosas, metes en ellas tu yo endemoniado, tu apego, y lo estropeas todo. Entra solo en la realidad. No te apegues, ni siquiera a la liberacin, porque ella no es aprensible, no se deja apresar, y lo que hars es crearte otras cadenas, otra esclavitud. Slo tienes que ver las cosas como son. Las cosas slo sern cuando deban ser, por mucha prisa que te des. La realidad no es algo que se pueda forzar ni comprar. Se trata de ver la realidad tal como es. Lo cierto es que ya ests en ella, siempre lo has estado, pero la buscas, como aquel pez que iba loco buscando el ocano. Lo nico que no te deja es tu programacin y tus exigencias. Nadie hace el mal sin una justificacin. Es la justificacin la que lo engaa. Nadie se daa a s mismo conscientemente, sino inconscientemente. El que hace el mal es un loco que no merece castigo, sino cura. No se puede condenar al que peca, sino el pecado, que es un error. Las acciones pueden ser malas o buenas, y siempre depender de la madurez y cordura del que las cometa. No puede llamarse malo al que comete actos equivocados creyendo que los hace bien, o al que hace eso compulsivamente, defendindose de peligros que slo estn en su imaginacin. se es un loco, un ser dormido al que hay que despertar, o un enfermo al que hay que curar. Nadie hace las cosas malas adrede, framente, por maldad, por la sencilla razn de que el componente sustancial de nuestro ser es el amor, la bondad, la felicidad, la belleza, la inteligencia como luz de la verdad. Si esta sustancia est ahogada por los miedos, por el sufrimiento, la nica solucin es sacar lo que estorba.

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Las cosas se observan para ver la verdad que hay detrs de las formas con que se cubren. Uno puede tener en la mano un papel sucio creyendo que es un cheque de mucho valor. Si lo haces renunciar a l o se lo quitas antes de que descubra su valor real, esa persona siempre estar creyendo que le quitaron algo de valor y se comportar como un ser estafado, engaado, despojado, y sus reacciones sern de autodefensa. As nunca despertar a la realidad. Primero habr que despertarlo y luego l mismo ser el que tire el papel sucio, rindose del engao en que estuvo metido. Y entonces s quedar liberado. Y si renuncias voluntariamente a algo, creyendo que es un valor y que has hecho un sacrificio con ello, siem pre te vanagloriars de lo que has hecho y pedirs aprobacin y admiracin de los dems. Pero si antes despiertas y comprendes que en esa renuncia tuya no hay nada de valor, que lo que has hecho es buscarte a ti mismo, cmo te vas a vanagloriar de renunciar a algo que no serva para nada? Al contrario, te sentirs bien por haberte liberado de algo que te impeda ser ms t mismo. Pero adems, entonces, comprenders con humildad a aquellos que an se sienten apegados a lo que t ya has renunciado por estar despierto. Estamos siendo controlados en la medida en que seguimos dormidos: por el consumismo, por la poltica, por el poder, por el trabajo y por el ocio. No tengas miedo Cmo sera Jess para que todos los sencillos se sintieran tan a gusto con l? Jess no se senta superior a los dems porque viva en la realidad. La seal de estar en contacto con la realidad es la sencillez. El miedo es lo que nos lleva a quedarnos en la programacin. Lo contrario al miedo es el amor. Donde existe el amor no hay miedo alguno. Y el que no tiene miedo alguno no teme la violencia, porque l no tiene violencia alguna. Toda violencia viene del miedo y crea ms violencia. El que se enfada es que tiene miedo. Nosotros huimos de los enfados porque provocan nuestros miedos y, a la vez, nos ponen violentos. Nos asustamos de la agresividad porque despierta nuestra propia agresividad. Nos defendemos no por justicia, sino por miedos. El mstico es el que es capaz de liberarse completamente del miedo, por eso no es violento. El enemigo del amor no es el odio, sino el miedo. El odio es slo una consecuencia del miedo. El miedo genera los deseos. Los deseos son otra consecuencia del miedo. El que nada teme est seguro y nada desea. Hay un deseo comn, que es el cumplimiento de lo que se cree que va a dar felicidad al yo, al ego. Ese deseo es apego, porque ponemos en l la seguridad, la certeza de la felicidad. Es el miedo el que nos hace desear agarrar con las manos la felicidad, y ella no se deja agarrar. Ella es. Esto slo lo descubrimos observando, bien despiertos, viendo cundo nos mueven los miedos y cundo nuestras motivaciones son reales. Si nos agarramos a los deseos, es seal de que hay apego. El pez tena sed Tienes dos maneras de ver, de observar. Una manera intelectual, terica, sin profundizar. La otra manera de ver es existencial, mirando desde tu propia vida, desde tu ser. San Pablo dice: "Veo lo que debo hacer, y hago lo que no quiero." Al decir esto se refiere al ver intelectual, que a nada compromete porque no es un ver revelador. Cuando lo ves desde lo existencial, lo ves desde la libertad que te da la verdad y entonces lo ves tal cual es, y esa revelacin hace que despiertes a la realidad. Haba una vez un rabe que viajaba en la noche, y sus esclavos, a la hora del descanso, se encontraron que no tenan ms que 19 estacas para atar a sus 20 camellos. Cuando lo consultaron al amo, ste les dijo: -Simulad que clavis una estaca cuando lleguis al camello nmero 20, pues como el camello es un ani mal tan estpido, se creer que est atado. Efectivamente, as lo hicieron, y a la maana siguiente todos los camellos estaban en su sitio, y el nmero 20 al lado de lo que se imaginaba una estaca, sin moverse de all. Al des atarlos para marcharse, todos se pusieron en movimiento menos el nmero 20 que segua quieto, sin moverse. Entonces el amo dijo: -Haced el gesto de desatar la estaca de la cuerda, pues el tonto an se cree atado. As lo hicieron y el camello entonces se levant y se puso a caminar con los dems. sta es una buena imagen que puede ilustrar nuestra estupidez humana cuando estamos programados e incapaces de ver por nosotros mismos ni decidir por nosotros mismos, sino por hbitos, por unos gestos determina dos, por la costumbre y por nuestra programacin. Lo del pez que tena miedo a ahogarse sera la mejor definicin del hombre frente a su realidad. Cuando estamos dormidos no tenemos miedo de los sueos, pero s tenemos miedo de despertar a la realidad, porque supone un cambio. Supongo que preferir el sueo a la realidad es de idiotas, pero as es. Kabir deca: "Me re mucho al ver que el pez en el agua tena sed." sta es nuestra propia realidad de dormi dos. Slo se despiertan los que desean despertarse. Tratar de convencer a los que no lo entienden es como irritar al cerdo. Despertarse es despertar a la realidad de que no eres el que crees ser. Menudo descanso El sufrimiento que padeces es el equivalente a tu resistencia a la realidad. El resistirte a la verdad hace que choques con la realidad, que te est diciendo que no es por ah, que revises tus planteamientos para que se

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ajusten a la verdad. Si lo comprendes as, crecers. Si no lo comprendes y te empeas en seguir obcecado y dormido, sufrirs sin remedio. En cuanto entiendas esto, por la observacin que te d luz para descubrir tu realidad, se acabarn tu sufrimiento y tu irritacin. Es muy importante, pues, ver, observar lo que te perturba para entender lo que anda mal en ti. Al descubrir esto, vers cmo cambia tu escala de valores. Vas descubriendo tesoros por todas partes, mientras se va cayendo, por s slo, lo que no vale. No sabes bien lo que supone, la paz que consigues, cuando dejas caer la carga de tu supery de una posicin que te empeabas en mantener y que supona tantos esfuerzos y frustraciones; la razn que siempre queras tener, el afn por defender tu imagen, tu nombre, tu prestigio, y todo lo que mantenas para impresionar, para que te valorasen o te tuviesen en cuenta. Puf!, para qu serva todo eso? Menudo descanso cuando lo tiras todo por la borda. Y lo paradjico es que lo mantenas porque buscabas en ello remedio a tu inseguridad, y la verdadera seguridad la alcanzas cuando lo sueltas todo. se es tu premio, con el que te sorprende la realidad. Y resulta que tienes motivos para estar siempre contento, pues las experiencias buenas son siempre gratificantes, y las malas te proporcionan crecimiento, al sealarte los obstculos. Incluso las personas que te dan la lata, son motivo para que cambies, al conocerte mejor; y ya no te empeas en cambiarlas a ellas. No hay nada ms clarividente que el amor. En cambio, la emocin del apego, que tomas por amor, te hace ciego. Si ests apegado a tu amigo, no podrs verlo, porque te lo impedir tu emocin. La emocin del apego trae consigo reacciones, pero no acciones. Para las acciones tienes que estar despejado y despierto. Meterse en la batalla, pero con el corazn en paz, es la nica manera de vivir la realidad de la vida.

4 AMAR ES ESCUCHAR TODOS LOS INSTRUMENTOS

Yo no soy nada de lo que creo ser: mis cosas, mi cuerpo, mis sentimientos. Mi yo es indefinible porque no hay nada que lo defina. Cuando yo me relaciono con otra persona, con quin me relaciono?, con una imagen? Cuando me relaciono tengo nocin del otro como unas experiencias, unos recuerdos, y con estas nociones construyo su imagen. As es que no me relaciono con esta persona, sino con la memoria que tengo de ella. Cuando abrazo a un amigo, a quin abrazo? Abrazo un recuerdo. Es as, y lo cierto es que, si yo fijo la persona a la memoria que tengo de ella, la estoy fijando a un prejuicio. Y as funcionamos por la vida, juzgando por prejuicios. Como consecuencia de ellos, si conocemos a una persona slo por sus hbitos, cuando esa persona cambia, lo notarn slo las personas despiertas o los que acaben de conocerla, pues para los otros sigue fijada a sus hbitos, que son lo que recuerdan. Por ello, nadie es profeta en su tierra ni entre su familia, por regla general. Porque all prevalecen los datos anecdticos, las apariencias, y la persona queda apegada a esos recuerdos para sus convecinos o familiares. De Jess dijeron sus paisanos: "No era ste el hijo del carpintero?" Y Natanael, an tes de conocer a Jess, dice: "De Galilea puede salir algo bueno?" Nos movemos a base de prejuicios, de recuerdos y tpicos. Es peligroso vivir de la memoria, del pasado. Slo el presente est vivo, y todo lo pasado est muerto, no tiene vigencia. Incluso el futuro no existe. Slo hay vida en el presente, y vivir en el presente supone dejar los recuerdos, como algo muerto, y vivir las personas y los acontecimientos como algo nuevo, recin estrenado, abierto a la sorpresa que cada momento te puede descubrir. Es el ahora el que importa, porque ahora es la vida, ahora todo es posible, ahora es la realidad. La idea que la gente tiene de la eternidad es estpida. Piensa que dura para siempre porque est fuera del tiempo. La vida eterna es ahora, est aqu, y a ti te han confundido hablndote de un futuro que esperas mientras te pierdes la maravilla de la vida que es el ahora. Te pierdes la verdad. El temor al futu ro, o la esperanza en el futuro, es igual, son proyecciones del pasado. Sin proyeccin no hay futuro, pues no existe lo que no entra en la realidad. Cuentan que un indio, condenado a muerte, se escapa y como lo persiguen de cerca se sube a un rbol que est colgado sobre un precipicio. Abajo lo esperan sus guardianes. No tiene escapatoria. Pero, de pronto, descubre que el rbol al que se subi es un manzano. Entonces coge su fruto y se pone a saborear las manzanas que estn a su alcance. Esto es saber saborear el presente, sin proyectar el pasado en el futuro. Sera posible vivir sin angustias ni preocupaciones? Eso slo lo descubriris cuando estis despiertos y viviendo en presente. Cuando san Juan de la Cruz habla de la purificacin de la memoria, se refiere a purificarla de toda emocin. No anclarse en los recuerdos, ni sufrir de nostalgia, ni de aoranzas. Liberarse de las emociones del pasado; liberar la memoria de toda emocin para recibir limpiamente todo lo nuevo. Estar disponible, para recibir a la persona en cada momento, limpio de todo recuerdo y emocin. Cuando te encuentro, para percibirte con clari dad, he de dejar atrs todo lo pasado -tanto lo bueno como lo malo para estar abierto a tu presente sin relacionarte con ninguna imagen, sino con la realidad de ese presente. El amor va siempre unido a la verdad y a la libertad, y por eso nunca es dbil.

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El ser y la imagen Si alguien me preguntase quin soy, para darle datos tendra que referirme a cosas registradas en la memoria. Tendra que formar una imagen llena de etiquetas, y yo no soy nada de eso. Yo soy. Un ser imprevisible como la vida misma, que no cabe en ninguna imagen porque mis formas son cambiantes, y mi verdadero ser es inaprensible, imposible de referir. Cuando vivimos dormidos, llevamos con nosotros una imagen propia, un yo ideal que nos hemos fabricado con trozos de recuerdos y otras cosas soadas por nuestro idealismo. Cuando alguien dice de m algo que no me gusta, es la imagen lo que se ofende, pues nadie puede herir al que no tiene imagen propia. Yo no soy nunca la imagen que tengo de m mismo ni la que tienen los dems de m. Yo soy, y el ser no cabe en ninguna imagen porque las trasciende todas. Es peligroso vivir de la memoria, del pasado. Slo el presente est vivo. Es el ahora lo que importa, porque ahora es la vida, ahora todo es posible, ahora es la realidad. El amor es A la persona no se la puede desear, porque en cuanto deseas a una per sona has dejado de amarla como tal. Yo no soy una cosa. No soy deseable ni indeseable. Soy lo que soy y nada ms. T llegars a amar a las personas en cuanto no te importe lo que son las personas. El amor es impersonal. En el amor no se mete la personalidad. El amor es, y fluye por medio de ti; t no lo fabricas y en el amor la persona se queda a un lado. Por eso, el amor te deja libre y disponible. El yo es un impedimento para amar. Cuando eliges, o comparas, o pides compensaciones, es porque necesitas a esa persona para amarte a ti mismo. Cuando desaparecen los recuerdos, los prejuicios y las visiones subjetivas, entonces ya surge el amor que fluye desde donde es. La personalidad, el yo, es un impedimento para amar, porque considero a las personas amadas como algo mo. Amo a mi hijo, a mi marido, a mi familia, porque son algo mo, distinguindolos de los que me quedan ms lejos. Entonces estoy cosificando lo ms cercano como pertenencias a las que debo amar. Y el amor no sabe de deberes ni de gratificaciones, porque el amor es libre y gratuito. "Te amo, te quiero, te necesito, no puedo vivir sin ti" significan: me agarro a ti porque llenas mi necesidad y mi apego. Eso es egosmo. El amor existe aunque no haya nadie all. Es nuestra esencia y se manifiesta en una manera de ser, un estado del alma, y est en consonancia con la capacidad de ver y existir, y en cuanto veamos y seamos nosotros mismos libremente, no podremos ser otra cosa que amor. Jess ama as. Tenemos una idea equivocada del amor como algo muelle, dulzn y consentidor. El amor va siempre unido a la verdad y a la libertad, y por eso nunca es dbil. Puede ser brusco, pero tambin puede ser suave y ms dulce que nada. Jess fue amor siempre, y en su vida se manifest unas veces brusco, duro incluso, y otras tierno, dulce y sensible. El amor da siempre la respuesta acertada, no se equivoca. Por eso no puedes imitar a Jess, cmo vas a imitarlo?, acaso t eres l? Cada uno tiene que ser autnti co, ser uno mismo, y Jess lo fue hasta el fin. El da que seas tan autntico como lo fue Jess, entonces no tendrs que imitarlo, pues en cada momento sabrs lo que hacer. El da que llegue a ti la iluminacin, sers amor y vivirs la eternidad en cada instante. Yo soy, y el ser no cabe en ninguna imagen porque las trasciende todas. El fuego es el amor Lo que la sociedad te ense a atesorar no vale nada. Lo que la historia te leg como honor, patria, deber, etc., no vale nada, porque tienes que vivir libremente el ahora, separado de los recuerdos, que estn muertos; slo est vivo el presente y lo que t vas descubriendo en l como real. Lo que llamas yo no eres t, ni eres tampoco tu parentela, ni tu padre, ni tu madre, porque eres hijo de la vida. Dondequiera que haya sufrimiento, hay identificacin con el yo, con una cosa, y en donde hay conflicto es que existe identificacin del yo con un problema, con un obstculo que pone la mente. Esto es matemtico. Tomamos de la vida lo no real. Le tenemos mucho miedo a la verdad, y preferimos hacer dolos con la mentira. Dicen que hubo un seor que descubri en la antigedad el arte de hacer fuego. Lleno de alegra quiso comunicar su arte a las dems tribus. Se fue a una tribu del norte, donde haca mucho fro, y les ense el invento. Lo aprendieron en seguida y estaban tan contentos que fueron a darle las gracias al maestro. Pero ste ya se haba ido, porque era un gran hombre al que slo le importaba el bien del prjimo. En tonces fue a otro lugar a ensear el arte de hacer fuego; pero en esta tribu, primero lo recibieron los sacerdotes, que se quedaron perplejos: de dnde vena la magia con la cual haca este hombre el fuego? Al ver el xito que el fuego tena en la tribu, los sacerdotes tuvieron celos y asesinaron al maestro, pero -para que el pueblo no los culpase- hicieron una gran escultura de l y lo subieron a un pedestal, junto con el invento de hacer fuego, para que toda la tribu lo venerase. Y en aquel pueblo ya nunca hubo fuego, sino veneracin y alabanzas. Es necesario comprender que la verdadera oracin es el fuego, y no la veneracin ni la adoracin de una imagen. Dnde est el fuego? "Yo he venido a traer fuego para que arda", dijo Jess. Hay muchos sacerdotes, pero pocos que sepan hacer fuego. El fuego es el amor. T no puedes tener el amor, es el amor el que te tiene a ti, y te cambia y te acrisola. La felicidad y el amor van juntos, pero no produ cen emociones, ni excitacin, porque esto es enemigo de la felicidad. Tampoco producen aburrimiento, porque la felicidad nunca harta cuando es, de verdad, felicidad. Y no harta porque existe donde no existe el yo. La felicidad es un estado de continua

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conciencia. Si t eres consciente de una cosa, la puedes controlar siempre y verla tal cual es. Si no eres consciente, esa cosa te domina. Slo si amas sers feliz, y slo amars si eres feliz. Y amar es un estado que no elige a quin amar, sino que ama porque no puede hacer otra cosa, porque es amor. Or un solo instrumento en la sinfona del amor, es privarse de la armona del concierto. Amar es escucharlos todos. Slo si amas sers feliz, y slo amars si eres feliz.

5 EL MIEDO SE APRENDE
La felicidad no tiene contrapuesto porque nunca se pierde. Puede estar oscurecida, pero nunca se va porque t eres felicidad. La felicidad es tu esencia, tu estado natural y, por ello, cuando algo se interpone, la oscurece, y sufres por miedo a perderla. Te sientes mal, porque ansas aquello que eres. Es el apego a las cosas que crees que te proporcionan felicidad lo que te hace sufrir. No has de apegarte a ninguna cosa, ni a ninguna persona, ni aun a tu madre, porque el apego es miedo, y el miedo es un impedimento para amar. El responsable de tus enfados eres t, pues aunque el otro haya provocado el conflicto, el apego y no el conflicto es lo que te hace sufrir. Es el miedo a la imagen que el otro haya podido hacer de ti, miedo a perder su amor, miedo a tener que reconocer que es una imagen la que dices amar, y miedo a que la imagen de ti, la que t sueas que l tenga de ti, se rompa. Todo miedo es un impedimento para que el amor surja. Y el miedo no es algo innato, sino aprendido. El miedo es provocado por lo no existente. Tienes miedo porque te sien tes amenazado por algo que ha registrado la memoria. Todo hecho que has vivido con angustia, por unas ideas que te metieron, queda registrado dentro de ti, y sale como alarma en cada situacin que te lo recuerda. No es la nueva situacin la que te llena de inseguridad, sino el recuerdo de otras situaciones que te contaron o que has vivido anteriormente con una angustia que no has sabido resolver. Si despiertas a esto, y puedes observarlo claramente, recordando su origen, el miedo no se volver a producir, porque eliminars el recuerdo. No tengis miedo Con la religin nos han metido muchos miedos que estn ah y que hay que solucionar. "No tengis miedo", dice Jess en el Evangelio. Todo el Evangelio est lleno de estas advertencias: "No temis..., no os preocupis..., no os aflijis..." pero nosotros hemos hecho una religin llena de tabes y temores, llena de ideas falsas y de falsos dolos. Haba una madre que no consegua que su hijo pequeo regresara a casa antes del anochecer, despus de jugar. Para asustarlo, le dijo que haba unos espritus que salan al camino tan pron to se pona el sol. Desde aquel momento, el nio ya no volvi a retrasarse. Pero cuando creci tena tanto miedo a la oscuridad y a los espritus que no haba manera de que saliera de noche. Entonces su madre le dio una medalla y lo convenci de que, mientras la llevara consigo, los espritus no se atreveran a atacarlo. El muchacho sali a la oscuridad bien asido a su medalla. Su madre haba conseguido que, adems del miedo que tena a la oscuridad y a los espritus, se le uniese el miedo a perder la medalla. La buena religin te ensea a liberarte de los fantasmas, y la mala a fiarte de las medallas. No metamos a Dios en los fantasmas. A Dios slo se lo puede conocer por la vida, que es su manifestacin. l est en la verdad, y de despertar a la verdad se trata. Estamos programados Para m, muchas veces es difcil combinar los roles de padre espiritual y de psiclogo. Vienen a ti a que les des un consejo moral que los tranquilice y, si resulta que lo que necesitan es una terapia y se la das, se escandalizan, y entonces creen que los has daado en sus sentimientos o creencias. A nadie has hecho dao, sino que has llamado las cosas por su nombre. Es nuestra programacin la que nos hace sufrir. Un da vino un seor, desesperado porque otro, seor haba estado tocando los genitales de sus dos nias de pocos aos, y l, que lo sorprendi, quera matarlo. Y las nias estaban ahora llenas de miedo. No por lo que sucedi, sino por la reaccin de los padres ante el hecho. El padre no quera ver esto y me miraba como si estuviese loco. Su programacin no le permita ver que, si l hubiese reaccionado como si nada hubiese pasado, delante de las nias, stas lo tomaran como un juego y nada alarmante quedara registrado en sus mentes. Puedes pedir explicaciones, romperle las narices o tratar de reaccionar con el seor que toc a las nias. Pero si ests programado para pensar que la accin en s es pecaminosa y que las nias han sido mancilladas, y todas esas cosas de nuestra cultura, estars atrayendo hacia ellas tu alarma y tus miedos. Mucho ms que los tuyos, pues ellas, que no estn programadas, registrarn en su mentes una alarma que unirn al acto en s: sin

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ms explicaciones y para siempre, tendrn miedo a todo lo que se relacione con ello. Un miedo que ser inconsciente, irracional, y por ello mucho ms peligroso. En cuanto al seor que toc a las nias, en el peor de los casos es un ser enfermizo, con una sexualidad sin desarrollar, y no el sdico y pervertido que se suele ver en l. Que hay que defenderse de l? De acuerdo, pero si ests despierto, llamars las cosas por su nombre y te dars cuenta de que los miedos que provocas sobre l son los mismos que metieron en tu infancia ante actos similares. Si piensas con realismo, vers que el prjimo -igual que t- es miedoso, infantil, egosta y estpido. Y no es que lo sea, sino que es su programacin la que hace que se muestre as; nadie te defrauda en la realidad. Es el juicio que tenas de la persona (de cmo debera ser) lo que te ha defraudado. Cuando te enamoras de una persona, lo haces de una imagen (la imagen de tus sueos); as tambin el mundo de la realidad que vives (de lo que t crees realidad) es falso, porque est sujeto a conceptos. Los conceptos no son ms que aadiduras que ha puesto tu cultura. La felicidad es tu esencia, tu estado natural. Arrepentimiento: una trampa En la crcel real, es el guardin el que tiene la llave. Pero en la crcel psi colgica (en la que estamos metidos por nuestra programacin), es el prisionero el que tiene la llave, pero lo malo es que no se da cuenta. Ay de ti, si ves esto claro, porque irremediablemente vas a salir de tus prisiones psicolgicas y vas a cambiar para llamar a las cosas, personas y situaciones por su nombre! Entonces ya no hay vuelta atrs. Te va a ser duro, pero ms duro es vivir a ciegas, adormilado. Jess insiste en la metanoia, en vivir la vida bien despiertos, sin perderse nada. El arrepentimiento es morir de verdad al pasado para instalarse en el presente mirndolo con ojos nuevos. El concepto de arrepentimiento, tal como nos lo explicaron, era como una trampa. Si no hubiese arrepentimiento quiz no habra pecado, porque mucha gente peca para arrepentirse. Es un juego psicolgico con nosotros mismos en el que buscamos terminar el juego con el arrepentimiento. Es una forma de desahogarse emocionalmente y recibir aceptacin, aprobacin, con el perdn. Por eso, metanoia no quiere decir estar arrepintindose una y otra vez, sino despertar a la verdad. Todo miedo es un impedimento para que el amor surja. Y el miedo no es algo innato, sino aprendido. Cambia tu programacin Los hombres buscan y huyen de muchas cosas, y no entienden que, tanto lo que buscan fuera como aquello de lo que huyen, est dentro. Ests intentando escapar de algo que est dentro de ti: tu inconsciente, en donde estn grabadas todas tus programaciones. Y lo que buscas, el amor, la felicidad, est dentro de ti, eres t mismo. Es el despertar a tu suficiencia lo que va a liberarte. La resolucin de todo est dentro de ti, y si consigues ser suficiente, ya has llegado a ser t mismo. Pero mientras no se te vayan tus neurosis de adormilado, no intentes cambiar el mundo; antes despierta t. Mientras duermes y sueas, ves a las personas y al mundo igual que te ves t. El da que cambies, cambiarn todas las personas para ti, y cambiar tu presente. Entonces vivirs en un mundo de amor. El que ama, termina siempre por vivir en un mundo de amor, porque los dems no tienen ms remedio que reaccionar por lo que l los impacta. Ahora piensa en las personas con las que ordinariamente vives y trabajas, y en los problemas que tienes con ellos. Sabes la solucin? Te voy a decir un remedio mgico, porque no falla nunca: cambia tu programacin y todo cambiar. Renuncia a tus exigencias: lo ms importante para vivir el presente, tanto contigo mismo como con los dems, es renunciar a las exigencias. Las exigencias son la fuente de todo problema de relacin y convivencia. Exiges que el otro no sea egosta, que no sea indiferente, y te autoconvences de que lo haces por su bien. Que lo haces por su bien? Y entonces, por qu te molesta su actitud?; no ser que est reflejando algo que no te permites a ti mismo? No te engaes, llama las cosas por su nombre. No seas exigente contigo mismo y comenzars a no exigir a los dems. Sal de esa programacin que te tiene prendido en el rbol del bien y del mal y comenzars a aceptar la realidad sin juicios ni crticas. Cuando te molesta que tu amigo sea exigente, es que t lo eres tambin. Cuando te molesta que no reaccione, no seas exigente y no le pidas lo que no est dispuesto a hacer en ese momento. Pero puedes comprenderlo y no juzgarlo, sino esperar que l sepa por s solo salir de su pasividad. Eso puede ayudarlo, y en cambio la exigencia no. No te compete a ti apresurar los resultados, porque t no ests para arreglar el mundo, sino para amarlo y comprenderlo. No te das cuenta de que, cuando buscas un resultado y luchas por l, lo que haces es buscarte a ti mismo? Quieres, en el fondo, tener razn y demostrarlo. Olvidas que, para cada persona, la vida tiene reservados un ritmo y una ocasin. Mira a las personas tal como son, resptalas, acptalas y trata de comprenderlas all en donde estn y dales la respuesta que a ti te corresponde: la del amor y la comprensin. El mundo de la realidad que vives es falso, porque est sujeto a conceptos. Los conceptos no son ms que aadiduras que ha puesto tu cultura.

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Ejercicio de fantasa Piensa en una persona conocida y date cuenta de las veces que le has exigido comportarse de determinada manera, y pdele perdn por haber querido cambiarla. Habla con ella con sinceridad, sin miedos. Puedes decirle algo as: "T haz tu propia vida. Yo no voy a enfadarme porque obres de una manera distinta a como yo lo hara. Entiendo que eres libre de hacerlo, pero eso no quiere decir que no voy a prote germe de las consecuencias de tus actos. Yo me proteger cuando lo crea necesario, pero no voy a protegerte de ti mismo." La persona libre es la que es capaz de decir s o no con la misma sencillez en cualquier circunstancia. Si a veces dices s por no desilusionar a la gente, eso no es amor, es cobarda. Un gran ejercicio para el amor es saber decir no. Cuando alguien te pide algo insistentemente, como si le fuese la vida en ello, y t no ves lo positivo de que accedas, s capaz de decir sencillamente, y todo lo enrgicamente que sea necesario, que t no sueles hacer regalos ni concesiones a las personas si no tienes claros los medios ni los motivos psicolgicos para hacerlos. Porque, si no, te vas a quedar resentido de su imposicin, y l va a ser una vctima de ese resentimiento que provoca y, adems, estars retrasando su crecimiento y su autonoma como persona. Ser disponible, estar abierto, no es eso. Eso es miedo a perder la imagen y cobarda ante la verdad, porque decir la verdad es, a veces, difcil. No quieres darle un remedio, pero quieres que se cure y, en cambio, no aguantas que se porte as. Cobarde, egosta, hipcrita!, qu hay de bueno en tu actitud? Si hubieras estado completamente libre del sentido de culpabilidad, le hubieras dicho sencillamente que no. El egosmo es exigir que el otro haga lo que t quieras. El dejar que cada uno haga lo que quiera es amor. En el amor no puede haber exigencias ni chantajes. Algunos me han preguntado cundo voy a hablar de Dios. Y yo creo que, en lo dicho hasta ahora, lo nico que he hecho es hablar precisamente de Dios. A Dios slo se le puede conocer por la vida, que es su manifestacin. l est en la verdad, y de despertar a la verdad se trata. Se cuenta que un rabe fue a visitar a un gran maestro y le dijo: -Tan grande es la confianza que tengo en Al que, al venir aqu, no he atado el camello. Y el gran maestro le contest: -Ve a atar el camello, idiota, que Dios no se ocupa de lo que t puedes hacer! Dios es Padre, pero un buen padre que ama en libertad, y quiere y propicia que su hijo crezca en fuerza, sabidura y amor. El nio que est apegado a sus padres es un nio enfermizo psi colgicamente, por culpa de sus padres. El nio es incapaz de amar, pero necesita ser amado. Es un ser que nace espontneo y libre para buscar y aprender desarrollando su experiencia con sus cinco sentidos y la atencin alerta para captar la vida. Si sus padres le condicionan el amor que necesita a una obediencia y a unas reglas, perder su libertad, y por miedo a perder el amor de sus padres, su acogida y sus caricias, comenzar el apego. Tiene miedo a la angustia que le produce el rechazo de sus padres, y slo por eso se someter. Eso es un chantaje afectivo que va a pagar muy caro durante toda su vida. Ese nio crecer creyendo que el amor, el cario, hay que comprarlos, y ten dr una dependencia y un apego que confundir con el amor. Su mente estar programada. Las personas programadas van buscando siempre hacer las cosas mejor. Van ansiosos de victorias, de conquistas, de logros y nunca estn satisfechos, por eso sufren tanto cuando no alcanzan las metas que su exigencia les impone. Son seres que no viven ni disfrutan con lo real. Estos seres extienden su exigencia a los dems y por eso estn incapacitados para amar. Buscan la felicidad donde no est. Slo en la libertad se ama. Cuando amas la vida, la realidad, con todas tus fuerzas, amas mucho ms libremente a las personas. Si disfrutas de mil flores, no te agarras ninguna; pero si agarras slo una, no disfrutas del resto. La causa de mi felicidad no es el amigo, pero brota cuando estoy con l. Antes crea que la sinfona sonaba slo cuando estbamos juntos, pero ahora veo que la felicidad no es casual. La felicidad es evidente siempre si no le pones estorbos. Los estorbos ms grandes de la felicidad pueden ser los apegos. Lo que importa no es ni t ni yo, sino la relacin, libre de exigencias, del amor. Hagas lo que hagas no tengo miedo a que me ofendas ni a ofenderte. No tengo ningn deseo de impresionarte. Prefiero ser sencillamente lo que soy, con mis formas, y deseo que me aceptes as. Precisamente con esta relacin tiene sentido el matrimonio, y no por las promesas ni los contratos. Ya que no te necesito para ser feliz, no te ato ni me ato. T eres mi instrumento favo rito, pero no renuncio a escuchar los dems. El amor es una sensibilidad que te capacita para escuchar todos los instrumentos, precisamente por que uno despert ms hondamente esa sensibilidad. Y la armona se logra cuando, juntos, estis disponibles y sensibilizados para escuchar todas las melodas. El amor y la felicidad estn dentro de ti: eres t mismo. Otro ejercicio Piensa en alguna temporada en que te sentiste rechazado, desatendido o humillado. A ver si consigues comprender la situacin con realismo, mirndola con sinceridad, en profundidad; y puedes descubrir que, si t no te dieras por ofendido, no existira rechazo ni humillacin alguna. Quiz encuentres que haya existido una actitud de rechazo o de desaprobacin, pero qu tiene que ver la actitud del otro con tu ser?

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T eres lo que eres, independientemente de lo que digan o piensen los dems. Las formas, las actitudes, los pensamientos y los sentimientos cambian y t sigues siendo t, y de la misma forma cambian los pensamientos, actitudes y sentimientos de las otras personas mientras ellas siguen siendo lo que son. Entonces, qu es lo que te ofende, la persona o sus formas? Las formas no te pueden ofender, porque son cosas cambiables que no existen. Los juicios que las personas hacen de ti nos expresan mucho ms de sus formas, de su programacin, que de ti. No tiene sentido que te ofendas. Y si no, acurdate de Buda, al que una vez insultaron y l no se inmut, y dijo que no poda afectarlo; y explic que si alguien le traa un regalo, y l no lo aceptaba, de quin era el regalo? De la persona que lo trajo, verdad? "Pues si no quieres enfadarte, no aceptes el insulto ni el regalo." El enfado, qu es? Que t no te conformas con las exigencias de mi programacin. Que no te gusta mi forma de actuar. No tiene lgica. Puede que tengas buena intencin, pero no puedes hacer al otro segn tu buena voluntad. Resulta que, mirado claramente, lo que est ocurriendo es que, porque uno se porta mal, al otro le sube la presin. El entender esto bien, sin identificaciones, es una liberacin. En la violencia del mstico no entra nada personal. No hay en l violencia que venga del miedo, ni del desprecio, ni de exigencia alguna. Puede violentarse con el otro para defenderse del mal del otro, pero lo har sin emociones, aunque estar lleno de amor. Solemos reaccionar ante las imgenes que nos reflejan los otros. Vemos en el otro lo que estamos deseando ver (lo idealizamos), o ponemos en l nuestros miedos (lo rechazamos), y as nos impedimos conocer al otro en su realidad. Qu es el pecado? Cuanto ms libre albedro tengas, menos posibilidad de pecar. El pecado es una enfermedad de la esclavitud: pecas si eres esclavo de la Ley; pero si eres consciente de que Cristo te liber, eres libre, y la libertad de la que habla Jesucristo es la de estar despierto. Antes de cambiar a los dems, cambia t. Limpia tu ventana para ver mejor. Pon la atencin en la causa negativa que te ha hecho sufrir, no en el que te ha ofendido. La causa es la programacin. Esa programacin te la metieron desde nio, t no tienes la culpa de ello, como tampoco la tiene el otro. Al llegar a este estado, vers que todo lo que te sucede es bueno. Como el agricultor que tiene pozos de agua y est tranquilo porque ya no depende de que llueva o no. Todo lo vers bien y con sosiego. Si no sabes el origen de tu enfermedad, no la curas, sino que la reprimes y siempre estars sufriendo por ella. Si sabes su origen, ya tienes su curacin a mano. Todo cambio autntico se efecta sin esfuerzo alguno. La persona humana tiene unas energas fabulosas en reserva, para cuando necesita ponerlas en marcha. Lo importante es descubrir lo que est ocurriendo en ti y a tu alrededor para saber lo que anda mal y sus causas. Importa el estar despierto. El ir al templo no te va a cambiar, ni el hacer novenas a los santos. Eres t el que ha de cambiar. Recuerda que no sirve el decir Seor, Seor!, sino hacer la voluntad del Padre. Y la voluntad del Padre es que seamos fieles a la verdad, porque slo la verdad nos har libres. Hace falta despertar. El miedo slo se te quita buscando el origen del miedo. El que se porta bien en base al miedo es que lo ha domesticado, pero no ha cambiado el origen de sus problemas: est dormido. Todo cambio autntico se efecta sin esfuerzo alguno. La persona humana tiene unas energas fabulosas en reserva, para cuando necesita ponerlas en marcha.

6 EL TESORO EST DENTRO DE TI

Nadie sabe quin es Dios, y lo dice santo Toms de Aquino: Como es imposible saber la naturaleza de Dios, es imposible hablar de Dios. No es posible comprender a Dios, porque escapa a todo razonamiento. Me preguntan si lo que yo explico es la teologa de la liberacin y yo contesto que lo que yo explico es la liberacin de toda teologa. Yo estoy de acuerdo con la liberacin, pero no con la palabra teologa, para hablar de la liberacin. Para liberarte, lo que necesitas es darte cuenta de tu programacin y de las premisas falsas en que apoyas tus acciones. Te enfadas. Por qu te enfadas? Porque eres exigente. Eres capaz de dejar esas exigencias y darte cuenta de todo esto? El conflicto viene de las insatisfacciones e intolerancias que tienes contigo mismo. Si no te aceptas a ti mismo, cmo vas a tolerar a los dems? Andars exigindote a ti y a los dems continuamente, y siempre insatisfecho. Si no cambias, ay de ti y de los que te rodean!, pues te con vertirs en un fariseo intolerante. El secreto de la liberacin te llegar cuando te hartes de sufrir. Necesitas encontrar el tesoro escondido que slo est dentro de ti. Al hombre sabio es imposible hacerlo esclavo. La verdadera libertad est por encima de las leyes, de las razas, de polticas, de fronteras y de idiomas. Recordad aquellas palabras que dijo un sabio griego cuando iban a venderlo como esclavo: "Aqu est un maestro, hay algn esclavo que desee comprarme?" Gandhi deca que la libertad de la patria le importaba un bledo, porque lo importante era la libertad del hom bre. Tena una visin clarsima de las prioridades: primero Dios y descubrir ese tesoro que est dentro del hombre.

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Deca: "Tengo para m que el fin de la vida es la visin de Dios, y he de conseguirlo, si es preciso, sacrificndolo todo: familia, patria y hasta la vida." Desgastamos la vida en tonteras que nada valen. Y la vida es el ms preciado regalo que se puede desear. Intentar impresionar a la gente, buscar riquezas, honores, prestigio... para qu sirve eso? Pero vuelvo a decir que esto lo habrs de descubrir t para despertar. Tienes que cuestionarlo todo. Cuidado con aceptar las cosas que digo sin analizarlas sinceramente, desde tu centro que no te puede engaar. No hay que tragar nada -slo conseguirs una nueva programacin encima de la que tienes-, sino cuestionarlo, analizando esto y lo opuesto. Hacerlo supone apertura. Hay que ser receptivo sin ser crdulo. Si no te aceptas a ti mismo, cmo vas a tolerar a los dems? El dichoso nio El que est en el Reino de Dios es el que se ha convertido en nio, pero bien despierto, sin que lo puedan ma nipular ahora. Cada nio lleva dentro a Dios al nacer, pero nuestros esfuerzos por moldearlo hacen que convirtamos a Dios en un demonio. Si ves a un nio, vers el egosmo en forma pura. Slo es capaz de pensar en s mismo, pero es natural que sea as. El egosmo del nio es cosa divina, pues necesita toda su energa concentrada dentro de l. Nosotros intentamos cambiarlo y estropeamos los planes de Dios en l. Estropeamos su espontaneidad introduciendo en l los miedos. El miedo hace al nio mentir y amoldarse por no perder la aprobacin de los padres. Deja al nio ser todo lo egosta que quiera. El nio slo piensa en darse placer a s mismo y, poco a poco, va descubriendo el exterior y, con l, el placer refinado de extender su placer a los otros. Su creatividad se mues tra destrozando todo por curiosidad. Le gustan el movimiento y el ruido. El conflicto entra porque no coinci de lo que le gusta al nio con lo que les gusta a los padres. El nio tiene que crecer, poco a poco, descubriendo las cosas por s mismo y a su tiempo. El nio ha de hartarse primero de chocolate antes de ofrecerlo. Si te empeas en que lo comparta con su hermanito, odiar al hermanito. En realidad, a todos los niveles, lo que llamamos caridad y altruismo no es ms que un egosmo refinado. Nos damos gusto dando gusto a los dems, porque cada uno se busca a s mismo. As somos todos. Les ponemos nombres muy liberales a las cosas que no lo son, aunque tengan su explicacin y su razn. Tendremos que aprender a llamar las cosas por su nombre para no engaarnos. Cada uno va buscndose a s mismo, porque si no nos encontramos a nosotros mismos, no podremos salir hacia los dems. Si yo quiero cambiarme a m mismo tendr que ser en base a la comprensin, intuicin, conciencia, tolerancia, sin violencia. Violencia cultural Nos aburrimos por la memoria, cuando est contaminada por la emocin, pues si olvidsemos por completo lo anterior, con sus emociones, todo nos parecera nuevo. Lo que ocurre es que solemos petrificar las emociones en la memoria. La realidad es que todo cambia continuamente, y si pudiramos verlo as, todo nos sorprendera por su novedad. Cuando hacemos favores, si los hiciramos sin llevar cuenta, no esperaramos luego agradecimiento; pero llevamos cuenta y luego nos hacemos la ilusin de que lo hemos hecho por altruismo. Si cuando haces algo por otro, lo haces a gusto y eres feliz hacindolo, por qu esperas entonces correspondencia? El amor desinteresado, existe? Y, sin embargo, es el nico al que se pue de dar el nombre de amor. Quin quiere ser objeto de un amor sacrificado? Te gusta que el otro disfrute amndo te, y tambin que disfrute al hacerte un favor. Entonces por qu cuando eres t el que ama o hace el favor esperas una compensacin?, no es bastante la alegra de poder amar y compartir con el otro lo que tienes? La gratitud es un gancho. Nuestra cultura la convirti en una obligacin, y la sociedad de consumo ha montado un gran negocio con ello. "Moyto obrigado" (muy obligado), dicen los portugueses, en una definicin exacta de lo que ha llegado a ser el agradecimiento. La cultura contamina lo que toca, porque es un elemento manipulador. El nio es otra vctima de la violencia cultural. La cultura dice: "Hay que reformar al nio", con lo que se da por supuesto que el nio es malo, y con la consigna de que hay que prepararlo para la vida (qu vida?) se lo domestica metindole una programacin de leyes y reglas de conducta. El nio, pre cisamente, nace con toda su capacidad despierta para agarrarse a la vida, pues la vida es la nica maestra que no se equivoca y lo educa en libertad. En la India hay nios de seis aos que se ganan el sustento para ellos y sus familiares; y la vida y la necesi dad son las que se lo han enseado. Al nio le hace falta la libertad. "Ms vale un barrendero feliz que un juez o un gran poltico infeliz." Con toda la mejor voluntad del mundo, la gente religiosa es opresora. Lo que suele llamarse respeto es una forma de miedo. Hay que darle al nio de seis aos el mismo respeto que al presidente de la nacin. La funcin que haga cada uno no tiene ninguna importancia. Todos somos necesarios. El valor para tener en cuenta es ser feliz y buscar tu sitio en la vida.

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Odiarse a s mismo En el corazn de cada joven existe un trono que le ha sido usurpado. Cuando se restituya ese trono, el joven estar curado. Hay que aprender slo porque se quiere aprender, y para ello hay que respetar y salvaguardar la curiosidad innata del nio. De adentro viene la demanda. Al nio le gusta la enseanza, lo que rechaza es el mtodo y la manipulacin. Al nio se le ensea desde pequeo a odiar su cuerpo. Se le hace sentir vergenza por ciertas partes de su cuerpo. Y es nuestra cultura quien lo hace. En las tribus no hay problemas de violacin ni de infidelidad, porque no existen traumas sexuales. Si no hubiera ley no habra pecado. La ley slo sirve para las personas programadas, para las libres no. No se puede comenzar la vida con autodesprecio. Los nios van pasando de una experiencia a otra cuando se sacian de la anterior. Si t detienes esa experiencia, se la cortas, hacindole creer que es algo malo. No slo provocas un misterio y rompes una evolucin natural, sino que habrs metido en l un miedo a algo que desconoce, porque no existe una razn convincente para hacerlo. Si le dices que est mal, lo habrs introducido en la ley expulsndolo del Paraso. Si yo logro que te odies a ti mismo, me ser ms fcil dominarte, domesticarte; y eso es lo que hace nuestra mal llamada educacin. La sociedad te ensea a estar siempre insatisfecho, para dominarte y controlarte. Con ello, la sociedad se ha beneficiado, pero ha pagado un precio muy alto: la guerra. Nunca podrs amar a los dems si te detestas a ti mismo. El amor significa no hacer violencia y respetar la libertad. El amor es: yo estoy de tu lado, no estoy en contra de ti. Los nios crecen con la sensacin de que los padres estn en su contra. Si t no haces violencia al nio, l tampoco tendr ganas de ser violento con nadie. Lo primero para cambiar al nio reprimido es destruirle la conciencia, la ley que le impusieron. La conciencia del bien y del mal es lo contrario de la toma de conciencia. La toma de conciencia es la sensibilizacin, la sensibilidad que no necesita la conciencia. Si eres consciente ests despierto y sensible a todo. Tendremos que aprender a llamar las cosas por su nombre para no engaarnos. El amor no castiga Castigar o no castigar? El amor no castiga nunca. El respeto no es ms que miedo y, de la misma forma, el castigo no es ms que venganza. El acto de llamar a reflexin (que puede ser incluso violento) no es castigo, sino un acto de amor, porque lleva en l la curacin como fin. El castigo como venganza es un acto de odio, que engendra ms odio. Cuando el nio no respeta tu libertad o la de los dems, puedes pegarle una palmada en ese momento, para que asocie de dnde viene el golpe; no hay dificultad, porque l aprender y comprender sin dejarle ms residuos. El acto comenz y termin con un resultado lgico, como ocurre en la vida. Cuando le echas un sermn que no entiende y percibe tu disgusto y tu rechazo, que s entiende, comienza a sentirse culpable de algo que es la moral, el deber y las normas, que l no llega a entender pero que necesita cumplir para tenerte contento, entonces s le ests haciendo mucho dao. Y si percibe en ti el resentimiento de la venganza, estars fomentando en l un violento, vengador y resentido; no lo dudes. Si se sube a un rbol y se cae hacindose dao, aprender a ir con ms cuidado otra vez y no tendr sentido de culpabilidad. De la misma manera, el cachete que le puedes dar inmediatamente lo asociar a lo que acaba de hacer, pero ah no entran la moral ni la culpabilidad, sino la realidad. Pero hazlo siempre sin estar molesto, para que no haya rastro de recriminacin ni de acusacin, consciente de que eso es amor. Lo que no te privar de consolarlo si llora, como haras si se cayera del rbol. Esto es lo que lo diferencia. Si yo quiero cambiarme a m mismo tendr que ser en base a comprensin, intuicin, conciencia, tolerancia, sin violencia. Pues eso mismo necesitan los dems. Todas las represiones tienen un solo motivo; la insatisfaccin de ti mismo, tu intolerancia. No puedes dar libertad si t no eres libre. No puedes amar, si no te amas. Y no podrs fingirlo, pues tu boca puede decir una cosa, pero tu voz, tu actitud y todo tu cuerpo estarn diciendo otra. Habr una contradiccin que contaminar el ambiente. Es preferible hacer ver tu verdad a los dems, mostrando el estadio en que ests, con sencillez, y tu capacidad real en ese momento. Cuando haces el bien desde toda tu persona, como una expresin natural de tu ser, no eres consciente de ello. Cuando eres consciente y te enorgulleces de ello, es que ha entrado en ti el yo que todo lo complica, y despus te crees ms que los dems. Lo peor de todo es la hipocresa de los padres y maestros, haciendo de modelos que luego no son capaces de cumplir, y de ah llega el desconcierto y la desconfianza de los nios, cuando el odo se viene abajo. De esa desilusin de los nios surge luego el odio. El amor desinteresado existe: es el nico al que se puede dar el nombre de amor. El amor no es una droga El amor es la nica necesidad que tiene el ser humano. Amar y ser l mis mo. La sexualidad no es amor. El amor dice: "No soy yo quien te amo, sino que es el amor el que est aqu, es mi esen cia, y no puedo menos que amar." Eso surge libremente cuando ests despierto y se han cado tus programaciones. Cuando comprendes que eres felicidad no tienes que hacer nada. Slo dejar caer las ilusiones. El apego se fomenta porque t te haces la ilusin (porque as te lo han predicado y lo has ledo en mucha literatura barata) de

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que tienes que conseguir la felicidad buscndola fuera; y esto hace que desees agarrarte a las personas que crees te producen felicidad, por miedo a perderlas. Pero como esto no es as, en cuanto te fallan, o crees que te fallan, vienen la infelicidad, la desilusin y la angustia. La aprobacin, el xito, la alabanza, la valoracin, son las drogas con las que nos ha hecho drogadictos la sociedad, y al no tenerlas siempre, el sufrimiento es terrible. Lo importante es desengancharse, despertando, para ver que todo ha sido una ilusin. La nica solucin es dejar la droga, pero tendrs los sntomas de la abstinencia. Cmo vivir sin algo que era para ti tan especial? Cmo pasarte sin el aplauso y la aceptacin? Es un proceso de sustraccin, de desprenderte de esas mentiras. Arrancar esto es como arrancarte de las garras de la sociedad. Habas llegado a un estado grave de incapacidad de amar, porque era imposible que vieras a las personas tal como son. Si quieres volver a amar, tendrs que aprender a ver a las personas y las cosas tal como son. Empezando por ti. Para amar a las personas has de abandonar la necesidad de ellas y de su aprobacin. Te basta con tu aceptacin. Ver claramente la verdad sin engaos. Alimentarte con cosas espirituales: compaa alegre, camaradera sin apegos, y practicando tu sensibilidad con msica, buena lectura, naturaleza... Poco a poco, ese corazn que era un desierto siempre lleno de sed in saciable, se convertir en un campo inmenso produciendo flores de amor por todas partes, mientras suena para ti una maravillosa meloda: has en contrado la vida. Piensa en uno de los pasajes del Evangelio en que Jess, despus de despedir a la gente, se queda solo. Qu hermoso es ese amor! Slo el que sabe independizarse de las personas sabr amarlas como son. Es una independencia emocional, fuera de todo apego y de toda recriminacin, lo que hace que el amor sea fuerte y clarividente. La soledad es necesaria para comprenderte fuera de toda programacin. Slo la luz de la conciencia es capaz de expulsar todas esas ilusiones y pesadillas en las que estamos viviendo y, con ellas, expulsar tambin los rencores, todas las necesidades y los apegos. Cmo empezar? Llamando las cosas por su nombre. Llamar deseos a los deseos y exigencias a las exigencias, y no disfrazarlas con otros nombres. El da en que entres de pleno en tu realidad, el da en que ya no te resistas a ver las cosas como son, se te irn deshaciendo tus ceguedades. Puede que an sigas teniendo deseos y apegos, pero ya no te engaars. Alimntate bien con placeres naturales: disfrutando de la naturaleza, ejercitando los placeres del tacto, del odo, de la vista, del gusto, del olfato. Hay un mundo por descubrir desde nuestros sentidos atrofiados. Te dars cuenta de que no hace falta otra cosa para ser mucho ms feliz de lo que consigues ser ahora. Sentirte libre, autnomo, seguro de ti a pesar de reconocerte con todas las limitaciones, o quiz por ello, porque has aceptado el ser sin lmites que eres, pero con todas las formas mediocres en las que te desenvuelves. Slo co nectarte con la realidad te har fuerte y no necesitars apoyos ni apegos. Todos somos necesarios. Poder decir a tus amigos: "No pongas tu felicidad en m porque yo puedo morirme o decepcionarte. Pon tu felicidad en la vida y te dars cuenta de que, cuando quedas libre, es cuando eres capaz de amar." El amar es una necesidad, pero no lo es el ser querido, ni el deseo. El vaco que llevamos dentro hace que tengamos miedo de perder a las personas que amamos. Pero ese vaco se llena slo con la realidad. Y cuando ests en la realidad ya no echas de menos nada, ni a nadie. Te vers libre y lleno de felicidad, como las aves. Date el gusto de vivir El Reino de Dios est aqu y es ahora. Es posible que hayas ganado el mundo con el aplauso, pero perdiste la vida. La vida es algo que pasa mientras t ests ocupado haciendo cosas. No te has dado nunca el placer de vivir y vas a llegar inconsciente hasta la muerte, sin ser nunca libre como el pjaro que planea majestuoso, vi viendo y siendo. Se dice que un gran sabio le dijo a un emperador romano: "Cuando lle gue el da de tu muerte, morirs sin haber vivido." Despertemos, para que este epitafio no sirva para nuestra tumba. Qu bien se siente uno haciendo lo que quiere! Deja, mientras, a los burros que se renan para criticarte. El ser libre y estar despierto a la realidad te permite vivir como un rey. Si t eres el rey de la Creacin, qu te importan el ministro, el car denal o el presidente? No hay ms que distanciarse uno de s mismo -como santa Teresa y darte cuenta de cundo acta la programacin en ti y de cundo eres t mismo. Al darte cuenta de tu programacin y de cmo acta a travs de ti, ya te has disociado de ella, y ya no tiene fuerza sobre ti, ya no te puede, porque t eres algo muy distinto a tu programacin; ella no es ms que una forma de expresin que usas por hbito, pero nada tiene que ver con tigo. Entonces, cuando observas esos hbitos, los tomas con humor: "Ya se me pasar!" Y entonces ya no ests molesto, porque a tu yo verdadero no lo afecta. La vida se escapa y hay que aprovecharla hasta el fondo. Importa fijarse en la ofensa, para aprender, pero no en el ofensor, que acta por su programacin. Se cuenta de un oso al que metieron en una jaula de seis metros de largo, que caminaba de un lado a otro, sin parar. Al cabo de un ao le quitaron la jaula y el animal segua paseando los mismos seis metros, ida y vuelta, incapaz de ir ms all. Se haba acostumbrado. As, los hombres somos incapaces de salir del espacio de la programacin.

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La sociedad ensea a estar siempre insatisfecho, para dominarte y controlarte.

7 EL SER ES LO QUE VALE

El hombre se afana en descubrir a Dios, pero no se afana en descubrirse a s mismo. Cmo es ese hombre que busca a Dios? Si no te conoces a ti mismo, no podrs conocer a nadie. Te movers como un autmata. Si provienes de una familia que se deprima, t seguirs deprimindote. Si tu familia ha sido agresiva, t tomars la agresividad como lo ms corriente. En otras culturas, cuando un hombre decide morir, elige al hijo mayor para que sea el que tenga el privilegio de tirar de la cuerda para ahorcarse, y los amigos y parientes celebran ese ahorcamiento con un banquete. Pues esto es una clase de programacin como otra cualquiera. No es mejor ni peor que la que nosotros te nemos. Si las cosas que consideras malas no las haces porque te programaron para no hacerlas, qu mrito tienes? El sentido de culpabilidad y el miedo que te han metido en el cuerpo, son la causa de que evites hacer las cosas que consideras malas. Actas como un robot programado. Si no te paras, bien despierto, cada vez que vayas a decidir una cosa, a sopesar la realidad y las consecuencias que puedan sobrevenir de lo que vas a hacer, cmo vas a ser responsable de lo que decidas? De la otra manera, aun cuando no seas culpable de una programacin que te han impuesto sin tu consentimiento, s eres culpable de decidir por hbito sin preocuparte de las consecuencias. Tienes la obligacin de despertar, y una vez despierto y consciente, ya eres libre para decidir lo que quieres. Concete bien a ti mismo y de dnde proceden tus motivaciones antes de juzgar malo o bueno nada ni a nadie. Dios nos libre de los que se creen santos! Deca santa Teresa: "A ese seor, si no fuese tan santo, sera ms fcil convencerlo de que anda equivocado." Los que mataron a Jess, si nos creemos que eran malos, es que no hemos entendido para nada el Evangelio. Los fariseos eran los buenos, y los publicanos eran considerados bandidos, porque cobraban los impuestos a los pobres y se sometan a los ricos. Se los consideraba -con razn- los exprimidores de los pobres, pues los ricos nunca pagaban. El recaudador era un hombre protegido por el Gobierno, y por eso se lo llamaba publicano. Pues bien, Jess trataba con ellos, y de entre estos publicanos, Jess sac un amigo, uno de sus Apstoles. Dicen que Gandhi hablaba primero y despus practicaba, y que Jess practicaba antes de hablar, y por eso nadie poda prever lo que iba a hacer. Si hoy viviese con nosotros sera, a lo mejor, hasta capaz de ir a comer con Reagan (que ya es mucho!), escandalizndonos a todos los que creemos tenerlo todo claro. Jess desmont y rompi todos los esquemas y cuestion las palabras sagradas de la Biblia. Cuestion su interpretacin y la manipulacin que se hizo de ellas. A Jess no le interesaba que lo reconociesen como Mesas, el Mesas que ellos esperaban, sino que quera ser l mismo fiel a la verdad. En la presencia de Jess todo ser queda desvelado; no hay medias tintas, porque Jess es la plena autenticidad. "Si no odias a tu padre y a tu madre..." no eres t mismo y no podrs seguirlo. Odiar la figura del padre y la de la madre, no a la persona, es lo que est diciendo Jess. Si an vives de lo que tus padres grabaron en tu mente, y no eres capaz de emanciparte, es como si tus padres y su cultura respondieran por ti. Ms vale la conciencia que la adoracin, por que la conciencia es, en s, adoracin, despertar a la verdad de Dios. "Ms vale el hombre que el sbado", dijo Jess, contrariando la programacin ms seguida por la religin juda. Y por eso mataron a Jess, por blasfemo. Cuntas veces habremos crucificado a Jess con nuestras buenas intenciones! Krisnamurti dice: "Todo conocimiento corrompe. Todo pensamiento y concepto corrompen. Somos esclavos de ellos." "Perdnalos, Padre, que no saben lo que hacen." No crucificaban a Jess sino sus conceptos. Al decir hombre, a quin me refiero? Si nos referimos a la palabra "hombre", sin concepto, es un nombre genrico, un hombre libre de toda aadidura, como cuando digo rbol. Estoy nombrando a un hombre sin historia, sin cultura, sin sexo, que se puede aplicar tanto al hombre cavernario como al de ahora; al nio y al viejo; a la mujer y al varn; al chino como al africano. Cuando hablamos del hombre general, pues, hemos de desnudarlo de todo concepto. Ningn concepto puede definir a Dios. Santo Toms dice que hay tres maneras de conocer a Dios: en la Creacin, en la actividad (la vida) y en la oracin, pero que la manera ms real es conocerlo como El Gran Desconocido. Si no te conoces a ti mismo, no podrs conocer a nadie. Te movers como un autmata. Poco sirven las palabras La realidad siempre es concreta, pero los conceptos slo pueden acercarse a la realidad si son abstractos. Cada uno de nosotros tenemos unas peculiaridades que nos son esenciales -salen de nuestra identidad esen cial-: es algo especfico lo que hace que cada uno sea uno, y para lo cual no existe adjetivo que lo defina. No sirven las palabras. Entonces, al intuir lo especfico de una persona, me formo una imagen y la registro en la

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memoria, en un recuerdo, lo cristalizo en un solo aspecto de su ser, y adems queda aprisionada en un concepto que le queda chico, porque es incapaz de definir lo que capt la intuicin. La persona es siempre evolutiva, en movimiento, mostrando distintas y continuas facetas que son infinitas y no se pueden fijar. Prate a escuchar a una persona -pero con la mente limpia de recuerdos y conceptos prefijados de ella- y vers cmo te sorprende a cada instante con facetas desconocidas, siempre nuevas e imprevisibles. Ahora piensa que, si al hombre no se lo puede clasificar, a Dios que es la Unidad, menos. Los prejuicios son los que fijan a las personas. Prueba a verte a ti con ojos nuevos, luego a las personas ms cercanas, luego a la naturaleza y, as, estars ms cerca de poder ver a Dios. A Dios sin conceptos, despojado de los dolos en que lo convertimos. Lo cierto es que la realidad concreta es el concepto abstracto, porque la realidad siempre fluye, siempre est en movimiento como la persona. Las clulas de la persona se van renovando en cada instante mientras la persona sigue siendo la misma, se va mostrando de mil formas, por lo que es imposible enmarcarla en una de ellas. As, somos cambiantes como un ro siempre en movimiento. Tener conceptos para la realidad es una in justicia. Es como querer cristalizar las olas, que no son cosas, sino acciones. Igual le pasa a toda la Creacin, y con ms razn a las personas. No puedes meter un huracn en una caja, y tampoco puedes meter la realidad en una caja. Los lmites de la realidad son inmensos y movibles. Lo que ocurre es que el mundo en que estamos acostumbrados a movernos no es la realidad, sino un conjunto de conceptos mentales. Slo los msticos son capaces de ser tan libres como para vivir la realidad tal como es. Lo cierto es que tal libertad asusta, nos impone, porque supone romper con todo o, por lo menos, cuestionarlo todo. Ellos le ponen interrogantes a todo. Ms vale la duda que la oracin, acordaos. Lo que ocurre es que no tenemos la verdad sino la frmula. Hay que pasar por encima de la frmula para llegar a la verdad. En la presencia de Jess todo ser queda desvelado; no hay medias tintas, porque Jess es la plena autenticidad. Ejercicio 1 Acordmonos del camello que crea estar atado. Cules son las cosas que me causan miedo? Ordinariamente, resulta ms fcil romper las paredes de cemento que las de tu mente. Es que el hombre no quiere salir de la crcel porque prefiere lo conocido al cambio. Le es ms cmodo hacer lo acostumbrado. Tu miedo brota de la manera que tienes de ver las cosas y de las consignas de tu mente. Analiza sinceramente, sosegadamente, cules son tus crceles imaginarias y el porqu de tus miedos. Cuestinalo todo y saca la realidad que hay detrs de los cuestionamientos. El da en que sientas el vaco de quedarte sin nada a qu agarrarte, buena seal! Entonces ya puedes comenzar a construir con realidad. Las fronteras slo estaban en tu mente, como las fronteras que queran que yo viese desde el avin. Eso es querer fragmentar la realidad, y la realidad es global, es unidad. En cuanto me creo indio, ingls, cataln, vasco o castellano, soy un producto de mi cultura, y como tal pienso y acto como una mquina, como un robot. Hay que ver y obrar por propia visin y libre albedro. Es que el fin justifica los medios? La realidad no conoce fronteras y la naturaleza tampoco. Tu esencia, tu ser, no es ser espaol, ni cataln, ni francs. Entre t y el otro tampoco hay fronteras, porque ambos pertenecis a la unidad. Lo que ocurre es que, de no tener palabras, no habra cosas; por eso, la realidad se capta mejor en el silencio. Se capta fluida, en movimiento. Estdiate a ti mismo y estudia las reacciones que se disparan en ti ante las cosas. Ver las cosas y las personas sin nombre, sin conceptos, tal como son en cada instante. El da que veas a un nio embobado, atento y admirado de ver volar un pjaro, si vas y le enseas la palabra "pjaro" para definirlo, el nio se quedar con la palabra pero dejar de ver al pjaro. Krisnamurti dice: "Veis cmo los nios miran con admiracin a los pjaros? Si les dices un nombre, creern que todos los pjaros son iguales, puesto que tienen el mismo nombre." Son los nombres los que fijan las cosas. Si no sabemos el nombre de una cosa, nos sentimos desasosegados, como si necesitsemos clasificarla. Hay que entender que los nombres se les ponen a las cosas porque es ne cesario en la prctica, pero que es muy peligroso quedarnos en el nombre, como en el concepto, porque es as como funciona la ciencia del bien y del mal, que clasifica sin profundizar. Hay que vomitar la ciencia del bien y del mal -como hacan los msticospara volver a entrar en el Paraso. Prueba a verte a ti mismo con ojos nuevos, luego a las personas ms cercanas, luego la naturaleza y, as, estars ms cerca de poder ver a Dios. Ejercicio 2 Mira todo lo que alcance tu vista sin poner ningn nombre. Pasa ms all del concepto y ve la realidad que hay detrs de cada cosa, sin fragmentacin, englobando, tratando de descubrir la unidad. No podrs explicarlo con palabras. No existen las etiquetas para la realidad. Por eso, al mstico no le dan ganas de hablar. Cmo explicara el mundo que l descubre viviendo metido en la realidad que le descubre la sabidura? Slo te cuenta parbolas, para ver si saca su esencia.

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Eso mismo hacen los poetas. Len Felipe dice: "La distancia entre un hombre y la realidad es un cuento." El poeta, por medio de un cuento, te hace captar una realidad sin etiquetas. No se puede narrar lo inefable sin disparates que parecen sin sentido, que van ms all de los conceptos, como ocurre en los Evangelios. Lo que nos narran los Evangelios es un misterio, pero luego, la Iglesia ha querido encerrar ese misterio en una crcel de conceptos y normas. Si no eres capaz de expresar la esencia del rbol con el nombre rbol, cmo vas a tratar de expresar a Dios? "El que sabe, no dice. El que habla, no sabe": esto dicen en Oriente. El mismo idioma constituye una forma de programar a las personas. En realidad, nadie tiene la capacidad de ofenderme. Lo que me ofende es la forma en que interpreto el lenguaje. Ocurre cuando yo relaciono esa palabra que has dicho con una imagen determinada o un concepto. Es la etiqueta que lleva colgada la palabra. Slo algo de la realidad queda desvelado por la palabra que empleamos continuamente, y con esa fraccin nos movemos, sin indagar dnde queda lo dems. Hasta los cientficos reconocen no conocer ms que una parte pequesima de la realidad. Algo nos dan a conocer el concepto y la palabra, pero el movimiento, la inmensidad, el no poder expresarla ni encajarla, ni definirla, eso, lo tenemos que deformar cuando queremos expresarlo con palabras. El ciego, cuando le describen con palabras lo que es el color amarillo, no tiene ni la menor conciencia de cmo es ese color. Para comprender la realidad, el mstico hace como el pjaro, no se agarra a nada. La realidad no se deja encerrar en frmulas. Todas las religiones creen, o quieren tener la verdad, poseer toda la verdad. La Realidad, la Verdad, por ser Una, no es de nadie en exclusiva, porque es de todos, pero menos lo es de los que quieren cristalizarla, porque eso que se deja atrapar, ya no es Verdad. "Cuando el sabio seala la Luna, el necio se queda mirando el dedo." Eso es lo que ocurre con las religiones cuando quieren atrapar la verdad. E igual ocurre con los idealistas en poltica, y en cualquier campo en que se trata de poseer la verdad. El terrorista es un hombre programado para morir por su tierra, por su poltica, por su religin o por algo que cree su verdad. Y lo hace creyendo liberar el mundo y encontrar en ello la felicidad. Y lo nico que ocurre es que son unos adoctrinados: no conocen la sabidura. Es posible que alguno no lo sea, pero la mayora son producto de un fanatismo proporcionado por su programacin cultural o religiosa. Y lo peor es que no tienen la menor conciencia del dao que, con su fanatismo, pueden hacer. Los adoctrinados dieron pie a cosas tan crueles como quemar en la hoguera a los considerados herejes o brujas, en nombre de su religin fantica. La verdadera religin tendra que liberarnos, quitarnos miedos y no esclavizarnos. No predicamos que la eucarista es un banquete de amor? La religin ha querido sacar -traspasar- relatos del Evangelio al pie de la letra. Si hubisemos nacido en Oriente, nos daramos cuenta en seguida de que las parbolas del Evangelio, y muchos hechos narrados en l, son slo como cuentos para que extraigamos de ellos la realidad. All se habla de ti. Cuando plantea si eres cabrito u oveja, no se refiere a los dems, sino a ti. Y cuando menciona los terrenos ridos, pedregosos o con espinas, no se refiere a diferentes personas, sino a que t analices cunto tienes de rido, de pedregoso, de espinoso y tambin de buena tierra que da el ciento por uno. La Buena Nueva no est hablando de un mundo separado, sino de ti, y te anuncia que todo lo malo se destruir y lo bueno aflorar. Pero si, en vez de esto, predicamos miedo y reglas terrorficas, qu Buena Nueva es sa? Jess trataba de liberar de la opresin a la gente. La mayora de las personas religiosas son idlatras. Todas las cosas que se dicen de Dios, si las tomramos al pie de la letra, a dnde nos conduciran? Qu tipo de Dios predicamos? Hay que tener cuidado, pues si no cuestionamos todo, fcilmente caeremos en esa idolatra. Dios es tan inefable que no se puede explicar. Dios es lo Incomprensible. El Misterio absoluto. Al olvidarnos de esto, formamos un dolo de conceptos. Dios se manifiesta en la vida, y la vida, si la metemos en conceptos, nos resulta tan misteriosa como Dios. Slo podemos conocer la vida viviendo, y a Dios slo llegamos viviendo y conocindonos. San Juan de la Cruz se pregunta: Qu hacemos nosotros al hablar de Dios? l intuye la imposibilidad de en cerrar a Dios en palabras y slo lo expresa con poesa. Slo con analogas que en nada se parecen. Santo Toms de Aquino dice: "Todo el intelecto humano es incapaz de describir la esencia de una hormiga. Cunto ms la esencia de Dios!" Pero quiz mirando la esencia de esa hormiga podamos acercarnos a la esencia de su Creador. Las ideas son las que nos confunden y pueden ser un gran obstculo para conocerlo. Las mismas preguntas que se hacen acerca de Dios, son absurdas. Dionisio -el mstico- dice: "l no es luz ni tinieblas; no es persona, ni bueno, ni malo, ni esta cosa ni la otra, pues a l no se lo puede encerrar en una palabra." A Krisnamurti lo quisieron entronizar como jefe de la orden que lo haba educado, pero l, en el discurso que dijo el da que lo queran entronizar, desbarat todo al decir: "No me podis seguir a m, ni a nadie. El da que sigis a una persona, dejar de existir la verdad." Si seguimos a alguien nos que damos con la frmula; hay que ser iluminado, no seguir a los iluminados. Hay que mirar la Luna, y no quedarse mirando el dedo. Quiz una prostituta pueda entrar en el Cielo antes que una monja porque la prostituta, a fuerza de vivir y conocer la vida, puede llegar a amar, pero la monja puede, por buscar amar a Dios, dejar de amar a todo el mundo. "Cuando el ojo no est bloqueado, el resultado es la visin. Cuando el odo no est bloqueado, el resultado es poder escuchar, y cuando la mente no est bloqueada, el resultado es la verdad." Cuando el corazn no est

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bloqueado ya existe el amor, y cuando no hay apego en la persona, ya existe la felicidad. Bien mirado, el ateo no existe, pues si no podemos concebir ni expresar a Dios, tampoco podemos negarlo. No se niega lo que no se conoce. Los ateos, lo que niegan son los conceptos. La vida no tiene sentido para unos, pues la ley de la vida, como la de la selva, desborda toda forma y todo con cepto; pero para los msticos, el fondo de la vida -la realidad- es un campo maravilloso, inagotable de luz, de amor, de paz y felicidad. Cmo explicar esto? Hay que ver y obrar por propia visin y libre albedro. Ejercicio 3 Qu es lo que uno desea de verdad? Siempre estamos deseando cosas, pero como la sabidura es descubrir lo que uno no necesita, qu es lo que, en realidad, no necesito de lo mucho que tengo a diario? Busca, como si estuvieses en un gran supermercado, las cosas que no necesitas, antalas y aprtalas. T no podrs llegar a la paz, si no descubres antes los obstculos que te impiden llegar a ella. T llevas la paz dentro: Descbrela! Haz tambin ejercicios de sensibilizacin, escuchando los ruidos que te rodean y el silencio que hay detrs de ellos para sensibilizarte con lo que est pasando dentro de ti y descubrir tu alrededor con ojos nuevos. El maestro no es el que gua, sino el que ayuda a que te descubras t mis mo y descubras, desde ti, la realidad. l no puede definirla ni explicarla, pero s ayudar a sensibilizarte para que puedas percibirla por ti mismo. La verdadera religin tendra que liberarnos, quitarnos miedos y no esclavizarnos.

8 DIOS EST EN LA VIDA

La palabra y el concepto distorsionan la realidad. Si de un animal que nunca has visto, te ensean slo la cola, no podrs saber cmo es el animal. No conoces su conjunto y, por lo tanto, ni siquiera sabrs el sentido de realidad que encierra la palabra cola, porque, separada de su conjunto, pierde la rea lidad global que le da sentido. La palabra Navidad crea, en nosotros, una serie de emociones y sentimientos que nada tienen que ver con la realidad. En la naturaleza no existe la Navidad. La Navidad est programada en la mente cristiana como el Ramadn en los rabes y la Pascua en los judos. Todo es ilusin de una palabra que crea unos conceptos y unas emociones. De igual manera, en la prctica, la religin no existe, puesto que en realidad no la constituyen ms que un conjunto de palabras y conceptos. Qu tiene que ver la palabra Dios con la realidad? Nos hemos olvidado de la realidad, con la sustancia que la palabra trata de indicar, y nos hemos quedado con la palabra. Lo que importa no es la palabra, ni el concepto, ni los smbolos. Todos los smbolos son imprecisos, y lo importante es que ellos slo nos sirvan para ponernos en contacto con la realidad que esconden. Hay que ser conscientes de que Dios no se deja prender por conceptos ni encerrar en palabras. Dios no se deja encerrar En la Universidad te ensean teoras, frmulas y tcnicas, y la teologa debiera de servir para hacer ignorantes que cuestionen todo antes de adoptarlo. En la Universidad te ensean y en la Facultad de Teologa debieran slo despertarte atacando tus errores y tus frmulas. Sabis lo que le ocurri a un canbal que se comi a un misionero catlico, a un protestante y a un metodista? Pues que tuvo un movimiento ecumnico en sus tripas. Slo nos separan las palabras y los conceptos. En el fondo todo es lo mismo. Dios es slo uno y no se deja encerrar. Lo que llamas t no tiene base, pues t no eres nada. Slo la realidad existe, y slo entrars en esa realidad a base de liberarte de tus programaciones y meterte en la noche oscura del no-saber, de los no-conceptos. Aunque antes dije que el nio es incapaz de amar, creo que no lo dije bien, pues los nios, seguramente, saben amar de una manera tan pura y sin conceptos, tan espontnea, que no los entendemos con nuestra mentalidad programada. Los nios son los nicos que ven las cosas como son. Ven a las personas sin etiquetas, sin prejuicios, y responden con espontaneidad a la realidad, sin interferencias. Los prejuicios, las etiquetas y los miedos se los metemos luego nosotros, los mayores, de la misma forma inconsciente que usamos de esa programacin mecnicamente como hbito. Qu peligrosa es la inconsciencia! Para liberarte de los prejuicios slo tienes la conciencia. Es la conciencia la que te puede liberar. Siempre sers esclavo de las cosas de las que no eres consciente. Hay que ser conscientes de que Dios no se deja prender por conceptos ni encerrar en palabras. Por eso, los nios estn ms cerca de Dios mientras nosotros no deformamos su espontaneidad con imgenes y conceptos de malo y bueno. La tesis de que Dios es incomprensible siempre ha estado presente en la teologa catlica. Para Toms de Aquino, era evidente. Y para Rahner, incluso en la visin inmediata de Dios, en la eternidad,

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segua siendo incomprensible. La incomprensibilidad de Dios es el centro que debe iluminar toda teologa. El mejor telogo es el que sabe explicar la teologa como Jesucristo: por medio de cuentos, sin conceptos. Por medio de la vida, como haca Jess con las palabras y con sus hechos en la vida cotidiana. Si nos aferramos a los smbolos, olvidaremos la realidad que encierra el smbolo. Tu accin debe venir de tu sensibilidad, y no de tu ideologa. Las matanzas, las injusticias y las guerras provienen de la ideologa que ciega a uno a la realidad y lo endurece. El valor de la realidad Jess ensea lo que es la vida y, por ella, cmo es el Padre, su Creador. Qu colegios conocemos nosotros que usen como texto al hombre, la comunicacin, el respeto y cmo es la vida y cmo se debe respetar a los hijos y prepararlos para que sean felices? Comenzamos con unos medios para llegar a un fin, pero en seguida olvidamos el fin para quedarnos enredados en los medios; al final hacemos un fin de los medios. Absolutizamos el medio. La espiritualidad -como la flor-, ha de mostrar simblicamente la realidad, cuidando que no nos quedemos en los smbolos y matemos al Mesas. El smbolo no es lo sagrado -como no es sagrada la flor-, lo sagrado es la realidad que descubre. Es el perro el que mueve la cola, no podemos quedarnos fijados en la cola creyendo que es sta la que mueve al perro. Dios no se encuentra en el templo, sino en la vida. La oracin se hace para que tengas cada vez ms conciencia de ti. La religin puede ser de gran ayuda mientras no la hagas ms importante que Jesucristo. "Al leer mi poesa de Dios, no te dejes llevar por la idolatra", dice Tagore. Por esa idolatra la gente sigue crucificando al Mesas. Dios es el Misterio. Cuando el hombre se hace religioso es capaz de cometer las mayores crueldades por defender un concepto de verdad creyendo que cumple la voluntad de Dios. El comunista adoctrinado se molesta mucho cuando se critica al comunismo. Los religiosos adoctrinados tambin se molestan cuando se critica la religin. Ellos se creen no slo los poseedores de la verdad, sino los vengadores y justicieros de quien no la cumple. Se sienten los guardianes de Dios, sus abogados, y en nombre de esa fantica creencia, hay que reconocer las enormes crueldades que se producen aun en los conventos. Se hace de forma inconsciente, creyendo que es un servicio a Dios. Es preciso que despertemos a esta realidad de que la religin no existe -y puede ser muy daina- si en ella no est la realidad, la vida. Porque slo la vida y la realidad nos muestran la verdad. Tambin Pablo fue cruel inconscientemente, por fanatismo, creyendo que haca un servicio a Dios. Era su programacin la que lo guiaba, y pona todo su entusiasmo y su fuerza en ello. Pero l fue golpeado y despertado por la realidad que lo tir del caballo y le dio la luz. Es la realidad la que nos tie ne que despertar. Si hay tanta crueldad en el mundo es porque nos falta sensibilidad para despertar a la verdad. Caernos del caballo del poder y la violencia para dar de cara contra el suelo de la realidad y despertarnos a la luz de la verdad. No renuncies a nada, pero no te apegues a nada. Eso es muy comprometido Si nos cuesta tanto caernos del caballo es porque la religin se ha identificado con el poder, endurecindose, embrutecindose, en vez de sensibilizarse con la verdad. La religin no quiere ver la realidad del Tercer Mundo, porque si la viese, tendra que cambiar y soltar su poder. Cuidar a los pobres no es hacer un programa de ayuda desde el poder, sin sensibilizarse con la injusticia que provoca su pobreza. No se puede hacer un programa de amabilidad y ayuda sin bajar hasta ellos y vivir su vida como hizo Jess. Desde arriba no puedes ver a los pobres como son. La ama bilidad no es sonrisas ni buenas palabras mientras das una limosna. La amabilidad es hacer lo que ms conviene a la otra persona, segn lo que necesita en ese momento. El mstico es amable, pero no deja de ser enrgico y duro cuando hace falta, y sabe responder, precisamente porque es libre de prejuicios, de miedos, de poderes y de honores y por ello es capaz, en todo momento, de ser fiel a la verdad. Por eso no se amarga nunca ni se altera. T accin debe venir de tu sensibilidad, y no de tu ideologa. Las matanzas, las injusticias y las guerras provienen de la ideologa que ciega a uno a la realidad y lo endurece. La teora puede servir en algn momento, pero siempre que no desborde u oculte la realidad. Jess era mstico, hombre de vida, y por ello obraba sensibilizado con la vida. Por ello, Jess, para la gente programada, re sulta inconsistente, imprevisto, inaprensible, y asusta. Prefieren hacerse una ideologa que se pueda programar y utilizar. Algo que no escape de toda categora y todo esquema. Jess predicaba con la vida y eso es muy comprometido. La conciencia social no existe. El no dejar ver las cosas a los pobres y querer mirarlas nosotros por ellos, es ser adoctrinados, es manipularlos y no respetar su derecho a la liberacin por s mismos. Cuidado de no quitarles su espontaneidad, su alegra y su cultura primitiva, con la idea progra mada de liberarlos. El trabajo social que no brote de la sensibilidad y el respeto es peligroso. Con el nombre de salvacin tambin existen la utilizacin, la persecucin, la explotacin y la crueldad.

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Yo he conocido pobres, muy pobres, que se sentan felices a pesar de que no coman ms que una vez al da. Ellos estaban a un nivel espiritual mucho ms alto que el mo. Sencillez, alegra y vivir libres de preocupaciones futuras es algo que tiene un sentido mucho ms real en los pobres que en nosotros, los pro gramados. Ellos estn libres de conceptos. Jesucristo se sensibiliz a la vida y no a la religin. Cmo puedes amar lo que no has vivido y ni si quiera has visto con ojos despiertos? Tu vocacin es ser Cristo, no cristiano. Ser sensible y abierto a las personas y a la vida. Ser libre, directo, inconsistente, imprevisible como l lo fue. Lo que hace falta es estar despierto a la vida. Opcin por la verdad Tom Jess opcin de clase? No te va a ser fcil saber dnde est el pobre. Jess tom opcin por la verdad. La pobreza no es un estado de felicidad, sino de injusticia. Hay pobres que necesitan que se sea duro con ellos para que despierten. Hay que tratar a cada persona segn lo que ella necesita. Sensibilzate con la injusticia siendo t justo y as comenzars a comprender la injusticia. El mstico es el revolucionario por excelencia. l no hace nada, porque todo se hace por medio de l. Se deja llevar por una fuerza que ni siquiera puede resistir: la fuerza de la verdad. Ha habido msticos violentos, pero all no se meta su ego. Cada uno sabr lo que debe hacer si est despierto y abierto y sensibilizado a la verdad, como Jess. No hace falta saber de dnde vino el mal, sino saber el porqu del mal que tienes ahora, de dnde procede. Una vez que yo est sensibilizado con las cosas, con las personas y conmigo mismo, no har falta que me digan lo que es bueno y lo que es malo, porque me ser imposible cerrar los ojos a la realidad, y por ello no podr optar por el mal. Yo, entonces, no podr aprobar lo que haces t, si es un mal objetivo, pero tampoco podr obligarte a hacer lo contrario, ni dirigirte o reformarte. Tratar de ayudarte a que ese mal no exista, y esperar a que despiertes. Gandhi deca: "El que quiera venir a luchar conmigo para liberar a la patria, tendr antes que purificarse, pues, de lo contrario, acabaramos liberndonos de una opresin para caer en otra peor." Hay que lanzarse a la batalla sin ningn rastro de odio para que esa batalla sirva para algo. Liberarte del odio es lo mismo que liberarte de tu miedo, pues el miedo es lo que produce el odio. Y si el miedo es por ti mismo, es que te ests odiando, y si anida el odio en ti, odiars a todo el mundo. Para ser mstico no necesito estar en un monasterio. Se puede muy bien ser pobre e ignorante de teoras y de leyes y ser mstico. Lo que hace falta es estar despierto a la vida. Lo importante es liberarte t mismo, y eso lo puede hacer tanto un seglar como un monje. Quiz un monje, con la dificultad de una comunidad cerrada, donde se originan tantos roces, te da pie para descubrir ms claramente tus enfermedades, y sobre todo sufrir. Es el sufrimiento lo que ayuda a despertar. El encuentro con la realidad. El estar despierto y mirar sin engaos no quiere decir que desaparezca tu programacin, sino que all estar, pero la vers claramente, y al apego lo llamars apego, y a lo que creas amor lo llamars egosmo. El apego habr perdido la batalla cuando lo descubras, y ya no tendr el poder que la inconciencia le daba. T mandars sobre l. Liberarte del odio es lo mismo que liberarte de tu miedo, pues el miedo es lo que produce el odio. Ejercicio Has experimentado alguna vez un sufrimiento grande? Recuerda la situacin y trata de comprender que si hubieras usado tu comprensin no habra surgido el sufrimiento. El sufrimiento, qu es? Es un deseo contrariado. Es un desear que las cosas ocurran como t quieres que ocurran, o que las personas se comporten como t quisieras y, al no ser as, el deseo choca con la realidad, y de esta friccin surge el sufrimiento. El problema est en mi insistencia de que ocurra algo distinto a la realidad. Es la pretensin de distorsionar la realidad para conformarla a mi apego. Cuando yo deseo retener a un amigo, y ese amigo me abandona, en realidad mi sufrimiento ser el creer que, porque l se va, yo soy despreciado. Mi deseo de ser querido y mi apego por determinada persona hacen que cifre mi felicidad en retenerla. Y si no lo consi go, mi creencia y mi apego se estrellan contra la realidad. Y esto es el origen del sufrimiento. Lo cierto es que todo es un engao de la mente. T no eres mi felicidad! Es mi ilusin la que me hace creer que, si te tuviera a mis pies, yo sera feliz. Lo cierto es que no necesitas de nadie para ser feliz, y que el amor no es eso. El amor dira: "Deseo disfrutar libremente de ti sin miedo a perderte." S que puedo gozar de tu amistad si la tomo tal cual es. El amor se produce en m y en ti de una forma distinta, y yo no puedo exigir que sientas lo mismo que yo siento. T no puedes exigir a nadie que te quiera, pero en cuanto no seas exigente y sueltes los apegos, podrs reconocer cuntas personas te quieren as como eres, sin exigirte nada, y comenzars a saber lo que es amor. La realidad es aquella que traspasa todo concepto. Observar cundo sufres y ver todo lo que se presenta en la pantalla de tu conciencia para reconocer lo que la realidad te dice, fuera de todo concepto, y separado de tu sufrimiento. Poco a poco, abrir tu conciencia a las cosas que hasta ahora vivas como hbitos y, por ello, te

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pasaban inadvertidas. Saber lo que hay detrs de todo concepto y de todo sufrimiento. sta es la liberacin de la mstica. No renuncies a nada, pero no te apegues a nada. Disfruta de todo lo que te deparen la vida y las personas, pero no retengas nada. Dejar que pasen es disfrutar de todas y renovar a cada instante la felicidad. "Dios no muere el da que dejamos de creer en un ideal personal, pero nosotros morimos el da que nuestras vidas no estn iluminadas por una actitud de admiracin de la realidad ms all de la razn con un respaldo constante, renovado cada da." Si no tenemos esto, moriremos. Qu decir del concepto Dios? Los cristianos hemos de apearnos de los conceptos de Dios, como los ateos que, en eso, nos llevan ventaja. Conceptos, todos podemos tenerlos, con tal de que no los confundamos con la realidad. El concepto de Dios no deja de ser un concepto de una realidad inefable y, si tienes ese concepto, por lo menos, que sea un concepto de un Dios bueno, generoso, magnnimo y lleno del verdadero amor. Pero, por favor, que no sea un concepto tan raqutico que lo convierta en un Dios justiciero, poderoso y vengador. Hagamos por lo menos un Dios ms grande y generoso que nosotros. El pintor Peruchini se estaba muriendo y dijo a su mujer: "Djame en paz, mujer, que quiero saber, tengo la curiosidad de saber, qu ocurre si me muero sin confesar. Yo he sido de profesin pintor, y Dios tiene como profesin perdonar, y espero que l sea tan bueno en su profesin como he sido yo en la ma." Ha habido en Oriente muchas personas que han sido iluminadas sin necesidad de tener un concepto de Dios, ni siquiera hablar de l. El Reino de Dios est dentro de ti, no lo busques ni le pongas etiquetas fuera de ti porque hars un dolo. El padre Rahner, al hablar de los sacramentos, dice: "No es la invasin de una fuerza divina exterior a ti, ms bien es la accin por medio de la cual el cristiano da ms fuerza a lo que ya exista all." El mundo es el Cuerpo de Cristo. El sacramento es una fuerza que da ms eficacia a lo que ya exista, a lo que ya tena. sta es la forma en que lo expresa Rahner. Rahner es tan radical como lo es Hans Kng, y sera tambin conde nado si fuese tan fcil entenderlo como lo es Hans Kng. Como ejemplo de lo dicho antes, pensemos en el beso. El beso se considera como el sacramento del amor. Se puede dar el amor sin beso, pero el beso sin amor no es nada. Pero el beso puede dar ms significado a un amor que ya tenas. Cuidado, pues, con el concepto que tenis de Dios, no os quedis en el concepto, hay que ir ms all, a la esencia. "Cuando el padre ayuda a su hijo pequeo, todo el mundo sonre. Cuando el padre ayuda a su hijo mayor, todo el mundo llora." No se puede crear una dependencia, ni aun de Dios. Dios quiere que te liberes de esos conceptos para ayudarte a confiar en ti mismo, para liberarte. Recuerda aquello de "vete a atar tu camello, idiota". Has olvidado encontrar quin eres t, y en vez de buscar los obstculos que te lo impiden, clamas a Dios para que te solucione el problema. Bus cas la felicidad sin darte cuenta de que es una cosa que ya tienes, y no reparas ms que en los obstculos, sin molestarte en descubrir lo que hay detrs. Toda la Creacin es Cuerpo de Cristo, y t crees que slo est en la eucarista. La eucarista seala esa Creacin. El Cuerpo de Cristo est por todas partes, y t slo reparas en un smbolo que te est apuntando lo esencial, que es la vida. La vida que en la eucarista se est anunciando. Sabes que el amor incondicional es el que te ama as como eres, hagas lo que hagas; pues as es como Dios nos ama, y se es el sacramento de la penitencia, que celebra ese amor incondicional. El bautismo es celebrar que el nio viene a Dios, es de Dios; y vamos a celebrar esto con el agua bautismal. El amor incondicional es el que te ama as como eres, hagas lo que hagas.

9 EL AMOR, ESA MARAVILLA

Cuando se te dio el regalo de la vida humana, se olvidaron de darte un manual de instrucciones. Algunos no lo necesitan. Pero a otros se les ha dado equivocado. Estos ltimos ven la vida como algo que los angustia, los llena de ansiedad, de miedos y deseos. Esto es el resultado del manual que les ha proporcionado su cultura. No es la naturaleza la causa del sufrimiento, sino el corazn del hombre lleno de deseos y de miedos que le inculca su programacin desde la mente. La felicidad no puede depender de los acontecimientos. Es tu reaccin ante los acontecimientos lo que te hace sufrir. Naces en este mundo para renacer, para ir descubrindote como un hombre nuevo y libre. La atraccin que brota de nosotros no es amor. Eso que llamamos amor es un gusto por s mismo, un negocio de toma y daca, y de condicionamientos: tanto como me ames te amar. Es una dependencia, una necesidad de lograr una felicidad que nos reclama desde dentro (porque nosotros somos felici dad y hemos nacido para ser felices), pero nuestra propia inseguridad hace que la reclamemos al exterior y lo ha gamos con exigencias, compulsivamente y con miedo de que se escape. Lo manifestamos con un deseo de posesin, de controlar al otro, de manipularlo, de apegarnos a l, por la ilusin de creer que, sin l, ya no podremos ser felices. Cuando amas de verdad a una persona, ese amor despierta el amor a tu alrededor.

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Qu es el amor El amor de verdad es algo no personal, pues se ama cuando el yo programado no existe ya. Esforzarme por ver cmo eres t, y comprenderte y aceptarte tal cual eres: eso es el amor. Esto no excluye que tenga preferencias. Yo prefiero la relacin con personas determinadas porque esa relacin es ms gozosa, pero esa preferencia ha de dejarme libre para gozar con la amistad de los dems, para escuchar los dems instrumentos. Cada relacin tiene un sabor y unas caractersticas distintas. Hay proyectos que se dan en una relacin y no en otra, pero ninguna de ellas puede, cuando se ama, excluir a las dems. Cuando amas de verdad a una persona, ese amor despierta el amor a tu alrededor. Te sensibiliza para amar y comienzas a descubrir belleza y amor a tu alrededor. El enamoramiento, en cambio, es de lo ms egosta. El amor de verdad es un estado de sensibilidad que te capacita para abrirte a todas las personas y a la vida. Y, cuando amas, no hay nada ms fcil que perdonar. Aceptar a las personas que todo el mundo rechaza, y no porque no veas sus fallas, sino precisamente porque los ves como realmente son, de dnde proceden y cmo se parecen a los tuyos, que ya tienes aceptados. Aceptas tambin no tener razn, escuchando las razones de los dems con inters. Y, sobre todo, sabes responder al odio con amor, no porque te esfuerces en ello, sino como milagro de la comprensin del amor verdadero, que ve a la persona tal cual es. Las tres seales de estar despierto son: perdonar, aceptar y responder ante todo con amor. Hasta que no veas inocentes a las personas, no sabrs amar como Jess. Ms o menos iguales Cuando sabes amar es seal de que has llegado a percibir a las personas como semejantes a ti. Nadie hay mejor ni peor que t. Es posible que el otro haya obrado mal en determinada circunstancia y t no, pero habr sido por su programacin, o por circunstancias anteriores que ahora le han hecho, por miedo, comportarse as. Todos tenemos las mismas inclinaciones, y la prueba es que, si nos molestan las fallas de los dems es, precisamente, porque nos estn recordando nuestras propias fallas, y si nosotros no nos permitimos fallar (o no queremos reconocerlo), cmo vamos a aceptrselo a los dems? En cuanto se reconoce lo propio, ya no molesta verlo en los dems. De haber sido yo vctima de la violencia, de la crueldad o el sadismo y, adems, estar drogado por una programacin que me da inseguridad y dispara mis deseos de poder, quin sera yo? Sera seguramente dictador, o asesino, o cualquier otra clase de malhechor. Jess se daba cuenta de que, como todo hombre, no era mejor que los dems. Y lo dijo: "Por qu me llamis bueno...?" Era mejor porque estaba despierto, con los ojos bien abiertos a la realidad, porque haba vivido mucho, conocido a muchas personas y haba aprendido a amarlas de verdad, pero saba que eso no es ser ms que los dems. Jess no rechazaba a los malos, porque los comprenda, pero s rechazaba a los hipcritas que falseaban la verdad y eran crueles con los dbiles. Lo que rechazaba era su actitud, y se lo deca en la cara para que despertasen. Hasta que no veas inocentes a las personas, no sabrs amar como Jess. Si lo comprendes todo, lo perdonas todo, y slo existe el perdn cuando te das cuenta de que, en realidad, no tienes nada que perdonar. El mal no existe Prate a pensar si, en algn momento de tu vida, has hecho mal a sabiendas; y si no lo has hecho, por qu crees que los dems s son capaces de hacerlo? Algn enfermo mental puede que lo haga, pero ste no es responsable de sus actos. Todos, sin excepcin, buscamos nuestro bien, aunque lo disimulemos, pero la mayor parte de las veces ese bien es equivocado, no es bien en realidad. El miedo y el recelo a perder el bien nos hacen egostas, interesados y hasta crueles. Cuando el verdade ro bien es libre y gratuito y est dentro de nosotros! Cuando creemos atrapar el bien nos volvemos vanidosos: tontos, pero si ha estado siempre con nosotros y no es obra nuestra! El bien existe, es la esencia de la vida. Cuando no sabemos verlo o dis frutarlo, a esa sensacin la llamamos mal, pero en s el mal no existe, lo que apreciamos es una ofuscacin o menor percepcin del bien, y a eso lo llamamos mal y nos da miedo, porque estamos hechos para el bien y la felicidad, y el perderlos de vista nos asusta, nos inquieta hasta el sufrimiento cuando no somos capaces de ver la realidad tal cual es. Si lo comprendes todo, lo perdonas todo, y slo existe el perdn cuando te das cuenta de que, en realidad, no tienes nada que perdonar. As es el perdn del Padre. La civilizacin no ha avanzado lo suficiente para comprender que el criminal es un enfermo que no es responsable de sus actos, como no lo son los locos. Ambos necesitan cura y no que los encierren. Todos cambiamos en presencia del amor, aun cuando el amor puede ser muy duro. No olvidemos que la respuesta del amor es siempre la que el otro necesita, porque el amor verdadero es clarividente y comprensivo. Siempre est de parte del otro. Un nio malo no existe y un hombre malo no existe. Pero s equivocados, mal programados y locos. Pegando al hombre o encerrndolo, no lo curas. Puedes hacerle cambiar su conducta presionndolo mucho, por miedo,

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pero no cambiars la enfermedad que lo hace funcionar as, su compulsin. La puedes reprimir, pero saldr luego y saldr con ms agresividad y ms violencia. Los actos compulsivos vienen, la mayora de las veces, por la represin sexual, que sale con una forma simblica, como la cleptomana, para satisfacer deseos que estn reprimidos en el inconsciente. Como no llegues a descubrirlo y des libre paso a esa represin, los actos compulsivos se guirn ah y no se curarn nunca por mucho que te empees en cambiar la conducta. Si descubrisemos el origen de nuestras represiones, nos curaramos para siempre; por eso es tan importante que nos conozcamos a fondo; bien despiertos y conocindonos nosotros, fcilmente conoceremos a los dems. El inconsciente humano tiene una enorme importancia. Es algo muy delicado y enormemente complicado en su sensibilidad, con casos de efecto causa que, al descubrirlos, se logran resultados mgicos. Pero si esto no se conoce, cmo se puede cambiar? El mal que haces a los dems es lo mismo que hacerte el mal a ti mismo. El da que comprendas esto, el perdn ser muy fcil. Podrs defenderte del otro, lo parars, pero no sentirs ningn odio, sino la comprensin del amor clarividente. El hombre es libre, pero no existe libertad para distorsionar el bien. Slo un loco o un dormido hacen el mal -los que no saben lo que es la libertad o no tienen libertad para ser ellos mismos- porque son esclavos de sus compulsiones o sus miedos. Son llevados por su resentimiento y su egosmo que los hacen crueles. Te tienes que defender de sus modos, pero no confundir al enfermo con su enfermedad y condenarlo. Existe el pecado, pero es un acto de locura. Ejercicio Piensa en algo que hayas hecho en el pasado y que al recordarlo tengas sentido de culpabilidad. Entiende que, como para ti lo que hacas tena una parte de agrado, esa parte no te dej ver tu injusticia o pudo ms que ella. T actuabas bajo los efectos de la programacin; paralizado e hipnotizado por ella, creas que tu felicidad estaba en hacer aquello, no? A ver si eres capaz de ver lo que sucedi como consecuencia de una enfermedad de la que quieres sanar. Si te das cuenta de ello, es que despiertas a la realidad, es que te ests sensibilizando y, en donde hay sensibilidad -apertura hacia la verdad-, no puede haber pecado. Puedes estar enfermo y necesitar curarte, despertarte ms a la realidad, pero si ya lo puedes observar, seal de que lo ests consiguiendo. Ya sabes el porqu de tu obrar as. A ver si eres capaz de perdonarte t, sin ms sentido de culpabilidad ni resentimiento. Si de verdad has comprendido la situacin y aceptado tu papel en ella, ya no habr remordimiento ni rechazo alguno al recordarlo. Ahora piensa en algn rechazo, ofensa o injusticia que has recibido de otro. Era una ofensa? O es que tu miedo y tu inseguridad hicieron que te sintieras ofendido? Es posible que el otro no supiese obrar debidamente, pero piensa que, al actuar as, a quien hizo ms dao fue a s mismo, no a ti. Eres capaz de verlo? El otro es inocente, aunque en ese momento haya reaccionado ofuscadamente, como un loco. Pero lo importante es que l no est capacitado para ofenderte, ni con palabras, ni con acti tudes, ni con gestos. Es tu inseguridad la que se sinti atacada e hizo que tus mecanismos de defensa se pusieran en guardia. Recompn la situacin y vers cmo es as. Qu es el pecado? Existe el pecado, pero es un acto de locura. T preocpate de desmontar tu programacin y no te preocupes de lo que te digan. S, pero... Hay un juego psicolgico, el del tringulo, que se suele llamar el juego del "S, pero..." Es como una transac cin entre dos o ms personas. Un psiclogo, que era un genio, pens que t, en ese juego, irremediablemente haces uno de esos tres papeles del tringulo: rescatador, perseguidor o vctima. El rescatador acta bajo el influjo de la culpabilidad. El perseguidor acta bajo el influjo de la agresividad. La vctima acta bajo el influjo del resentimiento. Si t entras en el tringulo, irremediablemente cargars con las consecuencias: te quemars. Supongamos que estoy cansado y necesito tiempo para m. Y t vienes a m con cara de vctima reclamando mi atencin. Yo, que soy incapaz de decir que no a nadie, te doy una cita para despus de cenar. Inmediatamente me voy sintiendo cada vez ms resentido por tu intromisin, me pongo furioso por haberte dicho que s. Entonces vienes, y me contengo y te recibo bastante bien, pero cuando veo que no son ms que banalidades lo que me dices, empiezo a impacientarme y el enojo se me sale por los poros. As es que, violentamente, te corto para decir: "Pero para este problema me vienes a molestar a estas horas!" Y estalla la tragedia. Con decirte que no poda atenderte a esa hora se hubiese evitado todo esto; pero al no saber decir que no, hice: - de rescatador cuando dije que s, - de vctima cuando me dol por dar un tiempo que no quera dar, - de perseguidor porque te di un palo. Qu hay de bueno en esto?

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Pero an no para all, pues por la noche me siento culpable y arrepentido; con lo que, por la maana voy con mucha amabilidad a preguntarte qu tal ests. Y t aprovechas mi buena disposicin para pedirme otra entrevista. Ves el juego? He querido hacer de rescatador y no slo me he dejado utilizar, sino que, a consecuencia de ello, he pasado a ser vctima y perseguidor y,"adems, t sigues con la misma ac titud, no aprendiste nada. La culpa en verdad la tengo yo, por meterme en el juego y dejarme enredar en l, en vez de ser sincero y decir que no puedo. Es como aquel proverbio: "Si dejas la puerta abierta, los que se meten son los fuertes y quedan fuera los dbiles." Dejar la puerta abierta para todos, sin discernimiento, es peligroso. Alardeas de servicial y de bueno y no caes en la cuenta de que no saber decir que no, es de cobardes, egostas e hipcritas, pues te gusta parecer bueno cuando por dentro ests echando chispas. Todos, alguna vez, dijimos s cuando desebamos decir no, y lo hacemos por el sentido de culpabilidad metido en nuestra mente y por las buenas apariencias, por lo que puedan pensar de nosotros. En el pecado llevamos la penitencia. Slo el da que no nos importe lo que piensen de nosotros las personas, comenzaremos a saber amarlas como son y darles la respuesta adecuada. Lo cierto es que nuestro ego es el que propicia esa necesidad de que nos necesiten para sentirnos importantes. Vamos a poner unos ejemplos, que muestran cuatro casos de "rescatador": 1) Cuando me lanzo a darte ayuda, pero, en realidad, no lo veo claro o no veo la necesidad de que tenga que hacerlo yo y no otro; o cuando sin pedrmelo t, yo me ofrezco. 2) Cuando me presto a ayudarte porque me lo pides, pero yo no quiero ayudarte. 3) Cuando intento ayudarte yo, sin antes insistir para que seas t quien te ayudes. 4) Cuando t necesitas algo de m, pero no lo dices explcitamente, esperando que yo lo adivine. Slo el da que no nos importe lo que piensen de nosotros las personas, comenzaremos a saber amarlas como son y darles la respuesta adecuada.

10 EL TEXTO ES LA VIDA
Lo importante es despojarte de ilusiones y emociones que no tienen cabida porque no son reales. Ilusionndose, uno no alcanza la libertad ni la mstica. Dice Scrates: "La vida no conocida, no vale la pena vivirla." Hay que disfrutar de todo, pero sin apegarse a nada. Cuando te desapegues, vers cmo disfrutas mucho ms de todo, pues sers mucho ms libre para recrearte en cada cosa sin quedar fijado a ninguna. El dudar es esencial para la fe. El nico enemigo de la fe es el miedo, no la duda, pues si no dudas, no cuestio nars ni robustecers tu fe, y entrars fcilmente en el fanatismo. El fantico es el que no puede resistir el cuestionarse las cosas, y si alguien las cuestiona en su presencia se horroriza, porque teme que le hagan dudar. No olvides que, segn vives en esta vida, sers en la otra. Es ahora cuando has de buscar la verdad por ti mismo. Una persona que camina hacia la iluminacin, lo primero que se cuestionar es: Estar loco yo, o es que estn locos los dems? Si cuando atacan tu doctrina, te molestas, mala seal. Por qu no escuchas y luego cuestionas? Tampoco te es vlido poner tu seguridad en las personas que piensan como t. Lo importante es escuchar y cuestionar desde ti mismo. Esa responsabilidad es slo tuya y no puedes apoyarla en otro, por mucho prestigio y credibilidad que tenga. La apertura, as, se llama fe. La fe no es inamovible y has de renovarla continuamente para que est viva. Nunca puedes estar seguro de a dnde esa fe te va a llevar. Es sa la fe que redime la vida, dejando muerto el pasado y empujndote al presente. El presente es la vida, y slo all estn Dios y la eternidad. Por ello hay que vivir despierto, vigilante, para no perderte nada de ella. Si no te agarras a ningn concepto, cosa o ideologa, te ser fcil descubrir dnde estn la verdad y la realidad. Cuestinate Te despertars a base de cuestionarte cada creencia tuya y todas las que te vengan del exterior. Si no te agarras a ningn concepto, cosa o ideologa, te ser fcil descubrir en seguida dnde estn la verdad y la realidad, que son la voluntad de Dios escrita en la vida. Pero hay quien no est dispuesto a hacerlo. Convence al capitalista de que cuestione su capital! O al poltico sus ideas cerradas! Estn demasiado apegados a sus razones materiales. La palabra no describe la realidad, sino que la indica. La realidad no puede expresarse en su profundidad y sus matices, porque la palabra no es capaz de contenerla. Y, por ello, los msticos aseguran que es imposible expresar la realidad de Dios. De la misma manera, en la Biblia se nos seala solamente el camino, como ocurre con las escrituras musulmanas, budistas, etc. Por ello, con las Escrituras se han cometido abusos de interpretacin al querer aplicarlas literalmente. Ya hemos hablado de lo que ocurri en los siglos pasados por tomarlas al pie de la letra, con la quema de herejes y otras barbaridades.

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Todos los fanticos queran agarrar a su Dios y hacerlo el nico. Tambin los catlicos tomamos al pie de la le tra lo del nico Dios, y quisimos hacerlo nuestro. Las barbaridades y crueldades que se han hecho para defender que "slo dentro de la fe catlica est la salvacin" y que el que no est bautizado se condena eternamente, no se suelen publicar. Todo esto se podr develar en los siglos venide ros. An hay mucho fanatismo que oculta los errores, por miedo a perder una imagen a la que nos agarramos. Lo mismo ocurre con los fanatismos histricos en los cuales tambin la religin estuvo presente. Coln no descubri Amrica, pues ella ya se haba descubierto a s misma. Era una tierra poblada que tena una forma de vida, unas creencias y una cultura. Lo que se descubri al arribar a ella fue la ignorancia de los europeos, que no saban que exista. All no se respet nada por parte de los descubridores. Se les cambiaron nombres y apellidos, creencias y una forma de vivir y de expresar su cultura. En nombre de una civilizacin y de una religin se destruy todo, sin discriminacin alguna y, a cambio, se le saquearon sus tesoros antes de que se enteraran de su valor. Ningn misionero comprendi la riqueza de su cultura, de sus conocimientos, de su filosofa y de su creencias. No podan reconocer otra cultura y otra fe diferentes, porque estaban adoctrinados y programados por su papel de salvadores. Estaban apoyados por la creencia de toda una Iglesia cuyo Papa se tom toda la potestad del mundo para repartir aquellas tierras entre espaoles y portugueses, para convertirlas. Y esto lo hizo por tomar las Escrituras al pie de la letra. Otro tanto ocurri con Galileo, que en su reunin con obispos y cardenales slo peda que mirasen por el telescopio, y se negaron; porque mirar era dudar de la Palabra de Dios, ya que se interpretaba la Biblia como que era el Sol el que daba vueltas alrededor de la Tierra, y dudarlo supona hereja. "La vida no conocida, no vale la pena vivirla." (Scrates) La Biblia y el telescopio Por eso os digo: Cuidado al leer la Biblia! Leerla con lgica, teniendo presente la cultura de las gentes que la escribieron, pues la iluminacin que trasmiten nada tiene que ver con el contexto desde donde la escriben. Una cosa es el mensaje, y otra son el tiempo y las formas. Hay que leerla con apertura, sin apegarse a las formas, sabiendo comprender su esencia. Tambin a Jess lo rechazaron por hereje. Cuando leis las Escrituras, tened en una mano la Biblia y en la otra el telescopio. Buscar siempre la verdad. La verdad es lo importante, venga de donde venga, de la ciencia, de Buda o de Mahoma, lo importante es descubrir la verdad en donde todas las verdades coinciden, porque la verdad es Una. No se puede tener miedo a mirar por el telescopio. Hay muchos santos que, sin conocer la Biblia, se han encontrado con la realidad. El verdadero texto es la vida. La Biblia nos refiere la vida, y por ello es un medio; pero tambin es un mito que trata de expresar lo inexplicable en palabras, en forma de historias, para que de ella saquemos el significado de la vida, que es el mensaje de Dios. Algunos mitos son histricos y otros no. La vida de Jons no es histrica, la de Jess s. Nuestra mente humana no est preparada para ver la realidad de la vida y se queda en los conceptos que tratan de expresar el mensaje de esos mitos. La vida histrica de Jess se ha convertido en un mito y hay que desmitificarla para recobrar la frescura de un mensaje que est vivo. Dejar fuera de la Biblia los fanatismos, los lmites culturales, costumbres y prejuicios del pueblo judo de aquella poca. Jess, al celebrar la eucarista, toma el pan y el vino que eran la comida corriente del pobre, lo ms asequible en su pas. En otros pases tienen que importar el pan y vino para celebrarla, por qu? Unos jesuitas misioneros se escandalizaban porque algunos orientales celebraban con pan de arroz y zumo de frutas, que era lo ms asequible all. Qu es lo ms importante, la esencia o la for ma? El mensaje o el modo? Distinguir lo esencial de lo adicional y no considerar los errores como verdades. Einstein lleg a probar con la teora de la relatividad que no siempre la distancia ms corta entre dos puntos es la lnea recta, sino que, en algunos casos, la curva puede acercar esos puntos. Si ves una cosa clara y la experimentas, necesitars mucha valenta para demostrar algo que va en contra de las creencias generales aceptadas por la sociedad y la religin. Te llamarn loco. Los cientficos tienen la ventaja de poder demostrarlo, los iluminados slo pueden vivirlo. Y, sin embargo, las teoras no curan y la fe s. Ambas pueden ser acertadas o equivocadas. Hay que quitarles los aditamentos culturales y fanticos para probar la verdad. Lo importante es mirar, no el dedo, sino hacia donde seala para descubrir la verdad. En eso nos es de gran ayuda la Biblia, que nos revela los datos y las actitudes que nos acercan a la verdad. Buscar siempre la verdad. La verdad es lo importante, venga de donde venga. El amor es clarividente Le preguntaron a Beethoven lo que quera expresar con la Tercera Sinfona, y el gran msico contest: "Si yo pudiera expresar lo que significa con palabras, no necesitara expresarlo con msica." Slo los sensibles son capaces de disfrutar de la belleza. Slo los que tienen sentido del humor pueden comprender el aparente despropsito de la vida. Precisamente porque tenemos la palabra Dios y asociamos a esa pa labra las ideas con las que nos han programado, somos incapaces de descubrirlo en la vida corriente y cotidiana, y en las personas que estn pasando a nuestro lado. Los que aman la belleza son capaces de captar a Dios, porque aman la vida y a las personas. Slo el amor es clarividente. Cuando ya no te haga falta agarrarte a las palabras

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de la Biblia, entonces es cuando sta se convertir para ti en algo muy bello y revelador de la vida y su mensaje. Lo triste es que la Iglesia oficial se ha dedicado a enmarcar el dolo, en cerrarlo, defenderlo, cosificndolo sin saber mirar lo que realmente significa. La mejor manera de acercarte a la verdad es que pases un tiempo mirando el mar, el campo, la naturaleza y, sobre todo, que repares en las personas como seres nuevos, sin conceptos, sin memoria, y que las escuches desde adentro con tu corazn abierto de par en par, comprendindolas, amndolas. sta es la mejor oracin. Un da sentirs el asombro de haber estado prisionero de los conceptos y de tu ego. Entonces vers lo bella que se te hace la Biblia, que te acerca a la vida y no te aleja de ella ya. Entonces habrs encontrado la interpretacin de la Biblia y, en ella, el manual para comprender mejor la vida. Una vez haba un cachorro de len que se perdi y se meti en un rebao de ovejas. Creci all y se crea una oveja como ellas. Pero un da un len adulto lleg por all y las ovejas corrieron espantadas a ponerse a salvo y, entre ellas, el pequeo len tambin corri asustado. Pero el len, que lo haba descubierto, le da alcance y el cachorro asustado le dice: "No me comas, por favor!" Mas el len, sin decir nada, lo arrastra hasta el borde de una charca y lo obliga a que mire las dos imgenes reflejadas en el agua. El cachorro, al verse como en realidad era, como un len, despert y, desde ese momento, ya fue todo un len. Esto es lo que nos tiene que ocurrir al leer este libro: que despertemos para ver claramente que somos leones y no ovejas. NDICE Introduccin 1. Despierta! La felicidad eres t! Ests dormido Despierta Importa la vida No te ates No confundas los sueos - Qu lo! El amor no duerme Disparar gratuitamente T ya eres felicidad. 2. Desprogrmate! S t mismo! Desprogrmate! No seas fotocopia Fcil y difcil Conocerse a fondo La vida observada Mtodos para ser feliz 3. Reconoce tu aadidura! En cuanto metes tu yo... Reconoce tu aadidura Resultado de nada No tengas miedo El pez tena sed Menudo descanso. 4. Amar es escuchar todos los instrumentos El ser y la imagen El amor es El fuego es el amor 5. El miedo se aprende No tengis miedo Estamos programados Arrepentimiento: una trampa Cambia tu programacin Ejercicio de fantasa Otro ejercicio. 6. El tesoro est dentro de ti El dichoso nio Violencia cultural Odiarse a s mismo El amor no castiga El amor no es una droga Date el gusto de vivir 7. El ser es lo que vale Poco sirve las palabras Ejercicio 1 Ejercicio 2 Ejercicio 3 8. Dios est en la vida Dios no se deja encerrar El valor de la realidad Eso es muy comprometido Opcin por la verdad Ejercicio. 9. El amor, esa maravilla Qu es el amor Ms o menos iguales El mal no existe Ejercicio S, pero... 10. El texto es la vida Cuestinate La Biblia y el telescopio El amor es clarividente.

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