El Amor de Rodillas - Dick Eastman

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ErAMOR

DE
RODILLAS
DICK EAsTMAN
viIa
DEDICADOS A LA EXCELENCIA
EDITORIAL VIDA es un ministerio misionero
internacional cuyo propsito es proporcionar los
recursos necesarios para evangelizar con las buenas
nuevas deJesucristo, hacer discipulos y preparar para
el ministerio al mayor nmero de personas en el
menor tiempo posible.
ISBN 0-8297-2029-4
Categora: Vida cristiana
I
Este libro fue publicado en ingls con el ttulo
Love on its knees por Chosen Books.
1989 por Dick Eastman
Traducido por Luis Bernal Lumpuy
Edicin en idioma espaol
1995 EDITORIAL VIDA
Deerfield, Florida 33442-8134
Reservados todos los derechos
Cubierta diseada por Gustavo A. Camacho
A
Jim y Joy Dawson
Jim, un hombre de Dios extraordinario
cuyo espritu apacible y grandes talentos
administrativos han posibilitado
la ampliacin de los dones apostlicos
de Joy para el cuerpo de Cristo ...
y
Joy, a quien Dios ha usado
para conmover poderosamente
a lderes como yo mismo
en el santo y sagrado arte
de la oracin intercesora.
RECONOCIMIENTOS
L
a esencia misma de la intercesi6n es el
espritu de servicio. As que es apropiado
reconocer a los siervos selectos que me han apo-
yado entre bastidores para ayudar a hacer UJ:la
realidad El amor de rodillas.
En primer lugar, agradezco efusivamente a
cada uno de nuestros intercesores consagrados
que vienen regularmente a nuestro cuarto de
oraci6n intercesora en Every Home for
[Cada hogar para Cristo]. La oraci6n de ellos
posibilita una continua cosecha que ya ha vi&to
ms de quince millones de tarjetas de decisin
llegar a nuestras ms de cincuenta oficinas en
todo el mundo en los ltimos treintay cinco a()s.
Estoy muy agradecido a Tami Baldwin y a
John Sherrill. La dedicaci6n de Tami como
va es extraordinariamente ejemplar. Ella es
miembro de la iglesia en la que me cri, y dedtc6
muchsimas horas a este proyecto mientras
mantena su ya estricto programa de
mecanografiando una y otra vez las numerOSas
6 El amor de rodillas
revisiones de El amor de rodillas, insistiendo en
no aceptar remuneracin alguna.
John Sherrill, de igual manera, merece espe-
cial reconocimiento. Es uno de los escritores
cristianos genuinamente talentosos de esta ge-
neracin, y ha dejado sus huellas en la mayora
de las pginas de este manuscrito. Sus talentos
editoriales han ayudado a eliminar la verbosi-
dad y a resaltar la genuina esencia del mensaje:
que el destino del mundo est en las manos de
los santos que oran.
Dick Eastman
Canoga Park, California
,
INDICE
Prlogo 9
1. La intercesin
Una manera de vivir 13
2. La piedad en accin
Las funciones de la intercesin.............. 29
3. Intensidad en la visin
Las prioridades de la intercesin 51
4. Contienda ordenada
Estableciendo estrategias de lucha
para la intercesin 70
5. Intercesin con autoridad
Claves para derribar fortalezas............. 89
6. Oracin por los perdidos
(Una semana de intercesin)
Lunes: Seis preguntas de la intercesin.. 105
7. Oracin por las autoridades
Martes: Invadiendo las esferas
de influencia 113
8. Oracin por las naciones
Mircoles: Enfrentndose a las
fortalezas enemigas 123
8 El amor de rodillas
9. Oracin por los que trabajan
en la obra de Cristo
Jueves: Colaboradores en el conflicto...... 133
10. Oracin por la iglesia
Viernes: Luchando por el despertamiento
espiritual. 144
11. Oracin por los enfermos y afligidos
Sbado: Factores bblicos para la
restauracin fsica 154
12. Oracin por la familia
Domingo: Pautas de oracin para
hogares saludables 168
13. El conflicto del alma
Asumiendo la autoridad contra las
tinieblas espirituales 184
14. Viajeros de oracin
Movilizando un contingente de
misioneros de oracin mundial 208
PRLOGO
S
610 rara vez nos encontramos con esas
pocas personas que parecen encarnar su
mensaje. Dick Eastman personifica su mensaje.
En mi mente asocio de inmediato la crisis de
estado con Winston Churchill y la evangeli:z:a-
ci6n con Billy Graham. Asimismo cuando pienso
en la oraci6n por la evangelizaci6n mundial,
pienso en Dick Eastman. Su pasi6n para movi-
lizar a la iglesia como una fuerza de oraci6n por
la Gran Comisi6n parece emanar de l a cada
paso. No creo que yo haya odo jams a un
ministro que pueda llegar tan profundamente a
mi espritu y alentarme como Dick Eastman.
Ha pasado ya ms de una dcada desde que
respond al llamado de Dios en mi vida para que
lo buscara en oraci6n. No poda imaginarme
entonces todo lo que Dios hara. Ahora tengo el
gran privilegio de ayudar a Dick y a otros en el
llamamiento del cuerpo de Cristo a la oraci6n, el
mayor de todos los llamamientos. A lo largo del
camino, el Seor me ha favorecido con buenos
10 El amor de rodillas
consejeros. DickEastman y suChange the World
School ofPrayer [Escuela de oracin para cam-
biar el mundo] han sido una fuente extraordina-
ria de incentivo para m y miles ms.
Ahora Dick ha destilado su sabidura y su
experiencia, y se la ofrece a usted en este libro.
Todos los libros de Dick son excelentes, pero El
amor de rodillas tal vez sea su mejor obra. En
estas pginas usted ver la entusiasta descrip-
cin de un hombre y su familia que se han
dedicado de un modo extraordinario a la oracin.
Usted sentir el latido del corazn de un hombre
que sufre delante de Dios por su generacin.
Usted pudiera recibir una exhortacin como
nunca antes. Mucho ms importante es que us-
ted conocer las medidas concretas a tomar para
transformar el mundo para Jesucristo.
Como presidente de Every Home for
ChristlWorld Literature Crusade [Cada hogar
para Cristo/Campaa mundial de literatura],
1
Dick parece estar preparado como ningn otro
para despertar a la iglesia al vnculo inseparable
entre la oracin constante y la meta de la Gran
Comisin. Dick est extraordinariamente dota-
do para atravesar las barreras sectarias y deno-
minacionales a fin de convocar a toda la Iglesia
a sus ms nobles llamamientos. Su pasin por
las misiones mundiales es insuperable. Su inte-
gridad es intachable. Y, en una poca de cinismo
desenfrenado, su corazn permanece puro.
1 En algunos pases se conoce como Cruzada a cada hogar y en otros como
La Palabra a cada hogar.
Prlogo 11
Dios tiene un propsito para la vida de usted.
Tambin tiene un propsito para este planetlt.
Cuando la vida de usted est en armona con eSe
propsito supremo para la humanidad, entonces
se sentir verdaderamente satisfecho. Usted Se
beneficiar mucho de la lectura profunda de este
libro y de la exhortacin que tiene para usted.
Mi oracin por usted es que, por la gracia de
Dios, no slo acepte las verdades didcticas, sino
que sienta el palpitar del corazn del hombre qUe
las escribi.
Larry Lea
Pastor principal de Church on the Rack
Rockwall, Texas
I
,
LA INTERCESION
'JIH4 lHO#U!IlQ, eJe ~
IIace varios aos, en mayo de 1986, me
II:stabapreparando para llevar el adies-
tramiento de la escuela de oracin a Polonia a
invitacin de un joven y dinmico pastor de
Pittsburgh, Mark Geppert. Seis semanas antes
de mi partida hacia Europa oriental, me reun
con Mark para darle los toques finales a nuestro
plan.
- Ha habido un cambio en mi itinerario
- dijo Mark -. Me encontrar contigo en Var-
sovia como habamos planeado, pero antes pasa-
r un mes en la Unin Sovitica.
- La Unin Sovitica? - pregunt descon-
certado -. Qu vas a hacer all?
- Voy a orar - respondi Mark -. Dios me
habl hace algunos das y me dijo que yo deba
ir a Rusia s610 para orar. Me dijo exactamente
adnde ir y por qu orar. Voy pedirle a Dios que
conmueva a toda Rusia. Le pedir que use los
acontecimientos actuales, cualesquiera que
14 El amor de rodillas
sean, para estremecer lo que pueda estremecer-
se, de modo que se abran las puertas para el
evangelio y los creyentes tengan nueva libertad
para adorar.
Conmovido al saber que alguien ira a algn
lugar "slo para orar", le ped a Mark que me
enviara una copia de su itinerario de modo que
nuestro ministerio pudiera estar orando por l
antes que nos encontrramos en Varsovia. Lleg
el itinerario y no le di mucha importancia a los
detalles hasta unos das antes de mi partida. De
repente, la presencia de Mark en la Unin Sovi-
tica pidindole a Dios que estremeciera esa na-
cin tena una importancia extraordinaria. Poco
antes de mi partida a fines de abril de 1986, los
titulares daban la noticia de un estrernecedor
accidente que ocurri en una central elctrica
nuclear de una pequea ciudad llamada Cherno-
bit. Chernobil, informaban los peridicos, estaba
a corta distancia de la gran ciudad de Kiev. No
estaba acaso Kiev en el itinerario de Mtuk? En
realidad, si recordaba bien, no era Kiev el lti-
mo lugar que Dios le haba ordenado visitar?
De inmediato saqu la carta que Mark me
envi, en la que indicaba los lugares que Dios le
dijo que visitara. Mi memoria haba sido precisa.
La misin de Mark iba a terminar aquel mismo
fin de semana en Kiev con un viaje en tren a
Polonia que lo llevara a travs de la ;tona del
desastre. He viajado antes en tren con Mark, en
China. Para Mark un tren es slo una larga
reunin de oracin sobre rieles, que se traslada
de un lugar de oracin a otro.
La intercesin 15
Al verificar el itinerario ms cuidadosamen-
te, not que Mark haba planeado salir de Kiev
la noche del veinticinco de abril de 1986, y pasa-
ra cerca de Chernobil al amanecer del da si-
guiente. Fue exactamente cuando ocurri6la ex-
plosi6n de la central elctrica nuclear de Cher-
nobil.
S610 ms tarde los analistas observaran que
Chernobil desempe un papel importante en
los acontecimientos delglasnost, la palabra rusa
para apertura. Bajo circunstancias normales los
soviticos habran mantenido en secreto las no-
ticias de tal desastre. Pero eso no fue posible con
Chernobil. En cuesti6n de horas despus del
accidente nuclear, los cientficos localizaron una
repentina elevaci6n de radiacin en Suecia. Pu-
dieron rastrear el origen con absoluta precisi6n
hasta encontrarlo en Ucrania.
As que en el caso de Chernobil, el glasnost
presion6 a los soviticos. Mantenerlo en secreto
no era una opci6n. De repente, quisiranlo o no,
se vieron obligados a darlo a conocer.
Sent ungran deseo de encontrarme conMark
en Varsovia. Habra mantenido su itinerario?
De ser as, c6mo Dios le haba pedido que orara?
Apenas nos habamos registrado en un hotel
de Varsovia cuando ya yo estaba haciendo mis
preguntas. En efecto, Mark haba mantenido su
itinerario, exactamente como lo gui6 el Seor.
Inclua cuatro das de oraci6n en Kiev, que ter-
minaban el viernes veinticinco de abril. Ese da
haba de ser la culminaci6n de su misi6n de
16 El amor de rodillas
intercesin. Y ahora yo estaba ms ansioso que
nunca de or cmo Dios lo gui a orar.
- Bueno - dijo Mark mientras se acomoda-
ba en su silla en nuestra habitacin del hotel -,
fui al parque que est en el centro de la ciudad
de Kiev y me sent bajo una enorme estatua de
Lenin. Cada quince minutos cambiaba el enfo-
que de mi intercesin por los creyentes rusos.
Saba cuando pasaba un perodo de quince mi-
nutos porque haba un reloj gigantesco en el
parque que daba una campanada cada cuarto de
hora.
Le pregunt a Mark si sinti algo extraordi-
nario durante esa oracin.
- Slo al final - respondi Mark -. Fue el
ltimo da, el da que hice mi ltima visita de
oracin al parque de la ciudad. Poco antes del
medioda me convenc de repente de que Dios
haba odo y de que incluso entonces algo estaba
ocurriendo. Algo que estremecera la Unin So-
vitica. Algo que Dios usara para dar ms liber-
tad.
Mark mostraba entusiasmo al hablar.
- Comenc a alzar la voz en alabanza, sen-
tado all bajo la sombra de la estatua del funda-
dor del comunismo en Rusia. Pero al mismo
tiempo yo necesitaba una confirmacin de que
Dios me haba odo, de modo que clam: "Oh
Dios, dame una seal, aunque sea una seal
pequea." Esper, preguntndome qu sucede-
ra despus. Y precisamente entonces, a lo lejos,
las manecillas del enorme reloj se movieron a la
posicin de las doce.
La intercesin 17
Mark ri mientras segua contando.
- Y sabes qu sucedi, hermano Dick? No
son. Cada hora, durante cada uno de los cuatro
das que yo haba estado orando, el reloj haba
tocado cada hora. As que esper las doce cam-
panadas, pero nunca se oyeron. Era como si Dios
estuviera diciendo que haba terminado un viejo
orden de cosas. Al siguiente da comenc a or las
noticias sobre Chernobil.
Semanas ms tarde, despus de leer much-
simo sobre la importancia de Chernobil, me en-
contr con informacin fascinante que pormeno-
rizaban los sucesos respecto al desastre. Los
cientficos determinaron que el primer gran
error haba ocurrido doce horas antes del derre-
timiento que caus el accidente. Tal error habra
ocurrido minutos despus de la expresin de
alabanza de Mark, cuando sinti en su espritu
que el Seor convertira en una bendicin lo que
estaba ocurriendo.
Poco despus o a un comentarista de televi-
sin que analizaba el efecto a largo plazo del
desastre de Chernobil. "Chernobil significa
amargura en el idioma ruso - dijo l-o No
sera interesante si dentro de una dcada lleg-
ramos a descubrir que el desptico sistema so-
vitico haba desaparecido del escenario, susti-
tuido por una sociedad ms abierta, y que ese
cambio sucedi como resultado de un simple
error en una instalacin nuclear en una pequea
ciudad ucraniana llamada ... Chernobil?"
Pareca entonces que el glasnost estaba sur-
tiendo efecto con ms rapidez de lo que se hubie-
18 El amor de rodillas
ra esperado, abriendo puertas donde se haba
estorbado el evangelio antes. Apenas dos aos
despus del accidente de Chernobil, se formula-
ron nuevas leyes que significaron un extraordi-
nario repliegue del poder por parte de las auto-
ridades soviticas. Nada menos que el ministro
de justicia sovitico, Mijail P. Vyshinaky, dijo:
"Aqu est ocurriendo una revolucin. No todo el
mundo se da cuenta de eso, pero de eso se trata.
Es una revolucin."
y entonces lleg la gran noticia.
En la histrica asamblea general de todos los
lderes del partido, la primera en cuarenta y
siete aos, el entonces lder sovitico Mijail Gor-
bachovhizo una serie de declaraciones en cuanto
a los cambios venideros. Entre ellas hubo un
llamamiento a la tolerancia hacia las creencias
religiosas en la entonces Unin Sovitica. Desde
luego, el comunismo sigue siendo ateo en sus
races, y siempre se debe tener en cuenta eso
cuando se trate de supuestos cambios.
Los intercesores como Mark rara vez se sor-
prenden cuando llegan las respuestas. En reali-
dad, estoy convencido de que, cuando nos pre-
sentamos delante de Dios con el testimonio de
xitos y fracasos espirituales, sabremos que la
oracin intercesora tuvo ms que ver con los
cambios positivos de nuestro mundo que cual-
quier otra ~ c t i v i d a d espiritual.
Los intercesores, en resumen, tienen la llave
para poner en accin el plan de Dioa para el
mundo. Y en este libro examinaremos algunos
principios de la intercesin eficaz.
La intercesin 19
Estos son principios que salen de millares de
horas pasadas en la oracin a travs de los aos
en una pequea capilla que mi esposa y yo
construimos en el traspatio de la casa. Es apenas
un pequeo cuarto de herramientas que hemos
convertido en un lugar exclusivo de oracin,
acabado con entablado de madera y alfombrado
grueso. En las paredes hay mapas y otros recor-
datorios que nos ayudan a orar por un mundo
perdido.
All oramos cada da (bueno, cada da cuando
estamos en casa) por nuestras dos hijas, Dena y
Ginger; por nuestro trabajo, nuestra iglesia y
nuestra nacin; por otras naciones; por nuestra
economa; por las personas necesitadas; por los
ministerios necesitados. La lista puede conti-
nuar indefinidamente. Ms adelante trataremos
sobre la disciplina de la intercesin. De otro
modo, incluso la oracin puede dispersarse y le
puede faltar poder.
Los principios que examinaremos tambin
salen de Escuela de oracin para cambiar el
mundo, un curso de adiestramiento que result
de mi llamado al ministerio de la oracin hace
casi diecisiete aos.
Esas dos experiencias - mi propia vida de ora-
cinintercesora y nuestra escuela de oracin - me
han hecho descubrir los principios que presenta-
r en el resto de este libro.
Somos el fruto de la intercesin
Yo soy el fruto de la intercesin, como lo somos
20 El amor de rodillas
todos los que conocemos a Cristo como nuestro
Salvador personal.
En primer lugar, somos seguidores de Cristo
porque nuestro intercesor eterno, Cristo mismo,
se inmol en una cruz como un ''mediador'' - o
intercesor - hace casi veinte siglos. Por lo tanto,
somos creyentes en Cristo porque otros interce-
sores, algunos que ni siquiera conocemos, han
influido en nuestra vida a travs de los aos,
dispersando las tinieblas demoniacas que se
ciernen sobre nosotros y que de otra manera
hubieran impedido que tuviramos un pleno co-
nocimiento de Cristo.
Mi madre fue la primera intercesora de mi
vida. Cuando yo era un joven rebelde de catorce
aos, enredado en el robo y otras truhaneras,
mi madre combati las tinieblas que me esclavi-
zaban, pidindole a Dios que la luz de Jesucristo
brillara en mi corazn.
Recuerdo sobre todo el da en que las oracio-
nes de mi madre parecieron alcanzarme. Mike,
mi joven cmplice de fechoras, estaba en el
telfono, pidindome que fuera con l a la gran
piscina del pueblo.
Mike y yo habamos ideado una treta que
ponamos en prctica en los lugares donde los
nadadores ponan sus toallas, junto con bolsas
de playa e incluso monederos y billeteras. Cuan-
do los nadadores se metan en el agua, pasba-
mos por all, escogamos una toalla de playa y
algn monedero o alguna billetera, y ponamos
nuestra propia toalla sobre ella. Despus de
jugar con una pelota de playa durante algunos
La intercesin 21
minutos, recogamos nuestra toalla - con el mo-
nedero ola billetera ahora debajo de ella - y nos
bamos andando poco a poco como si nada hubie-
ra ocurrido.
Aquel domingo, sin embargo, cuando llam
Mike, me sucedi algo raro. No le dije slo que
no; tambin le dije que nunca ms volvera a
hacer tal cosa. No pude explicar por qu. Slo
pude decirle que mi vida estaba cambiando.
Mike decidi ir solo aquel da; y, sin que l se
diera cuenta, un hombre sentado cerca de la
piscina observaba lo que l estaba haciendo y
avis a la polica. Mike fue arrestado y llevado a
la crcel.
Aquella noche, como era domingo, fui a la
iglesia. Dios haba comenzado a responder las
oraciones de mi madre.
En realidad, estoy convencido de que, cuando
nos acercamos a Dios en preparacin para nues-
tro eterno reinado con Cristo, descubrimos que
cada alma que llega a un conocimiento de Cristo
estuvo de alguna manera relacionada con la
oracin intercesora.
No slo est nuestra salvacin relacionada
con el poder de la intercesin, sino que todo lo
que Dios hace en y por medio de su pueblo est
constantemente afectado por ella. En realidad,
cuando desarrollamos el ministerio de la inter-
cesin, Dios quiere hacer por medio de nosotros
cosas ms grandes que las que hemos visto hasta
ahora.
Qu es exactamente el ministerio de la inter-
cesin?
22 El amor de rodillas
Hay que pagar el precio
Soy un entusiasta de las palabras. Puedo
fcilmente ensimismarme durante una hora en
un diccionario o una concordancia. Lo que ms
me interesa son las antiguas races de una pala-
bra, y me gusta averiguar cmo se originaron las
palabras que empleamos todos los das.
Eso es ms que un simple pasatiempo para
m, porque siento que el estudiar la historia de
una palabra me ayuda a comprender los concep-
tos representados por ese trmino en particular.
Por eso a menudo dedico tiempo, cuando estoy
escribiendo sobre la oracin, para contar la his-
toria de algunas de esas palabras. Eso me ayuda
- y espero que ayude al lector - a comprender
el meollo de esos conceptos.
La intercesin, por ejemplo, se deriva de las
dos palabras latinas inter y cedere: inter que
significa "entre", "participar", ''intervenir''; y ce-
dere que significa "entregarse", "ceder", ''incli-
narse a", o "pagar el precio de".
Consideremos esos derivados en el orden ob-
servado anteriormente.
En primer lugar, las races sugieren que in-
tercesin significa "mediar", como cuando hay un
mediador entre alguien y su enemigo en la bata-
lla. En segundo lugar, esos vocablos describen a
alguien que "se entrega a s mismo" entre los que
son dbiles y necesitan ayuda.
En tercer lugar, la intercesin es "inclinarse
a la participacin" en cuanto a las necesidades y
sufrimientos de los dems, nada diferente' de la
generosidad mostrada por el buen samaritano
La intercesin 23
que, como dice la Biblia: "Y vindole [al hombre
herido a la orilla del camino], fue movido a mise-
ricordia; y acercndose, vend sus heridas ..."
(Lucas 10:33-34).
Por ltimo, la intercesin significa "pagar el
precio de la intervencin". Cristo mismo da el
ms digno ejemplo de esa definicin. l fue a la
cruz a pagar el precio de la intervencin por
nuestros pecados. En este sentido, Cristo es el
ejemplo supremo de todas las definiciones refe-
rentes al tema de la intercesin. Por ser la er
l
-
carnacin de la perfeccin, Cristo es en realidad
el ''mediador'' perfecto.
Tal vez lo ms fundamental para una equili-
brada comprensin de la intercesin sea un r ~
conocimiento de que la intercesin es mucho m ~ s
una manera de vivir que un tipo de oracin. ~ s
cierto que la intercesin es un aspecto especfico
de la oracin, pero es mucho ms que eso. Es un
estilo de vida. Cristo no participaba simplemeIl-
te en el ministerio de la intercesin, por ejemplO,
cuando oraba por los dems. Su mismsima mtl-
nera de vivir se caracteriz por un espritu de
intercesin. Cristo fue un dador amoroso y SU
mayor regalo fue l mismo. La Biblia dice q
e
l dio "su vida en rescate por muchos" (MarcOs
10:45). Y as como el mayor don de Cristo para
un mundo perdido es l mismo, nuestro mayOr
regalo para un mundo perdido es nuestra inter-
cesin. Mediante esa intercesin el mundo l1egtl-
r a conocer a Cristo.
24 El amor de rodillas
Fundamentos de la intercesin
Un intercesor es un hombre, una mujer o un
nio que lucha en favor de los dems. En s, la
intercesin es la actividad que ms nos identifica
con Cristo. Ser intercesor es ser como Cristo
porque eso es l. l vivi siempre para interce-
der! (Hebreos 7:25; Romanos 8:34).
Pero dnde comienza exactamente nuestra
bsqueda para llegar a ser intercesores como
Cristo? Cuatro conceptos sencillos y fundamen-
tales nos ayudan cuando comenzamos nuestro
viaje.
En primer lugar, debemos comprender nues-
tro ''privilegio'' como intercesores. Cristo est
siempre a la diestra de Dios, y desde su posicin
l intercede continuamente por los santos. En la
Biblia se menciona el estar a la diestra de Dios
como un gran privilegio y placer: "... Delicias a
tu diestra para siempre" (Salmo 16:11). As que,
cuando participamos en la oracin intercesora,
es nuestro privilegio y placer unirnos con Cristo
a la diestra de Dios en esa emocionante tarea.
Qu pudiera ser ms emocionante que estar en
la sala del trono en el corazn de la actividad
transformadora del mundo? All estamos rodea-
dos por seres angelicales que participan en in-
cansable adoracin cuando nos unimos a Jesu-
cristo en la destruccin de las obras de Satans!
En realidad, el trabajo de un intercesor es un
privilegio al ms alto nivel. Es ser compaero de
Cristo en su ministerio supremo de reconciliar a
toda la humanidad con Dios el Padre.
En segundo lugar, debemos comprender nues-
La intercesin 26
tra ''posicin" como intercesores. Por supuesto,
aqu posicin no tiene nada que ver con la posi-
cin fsica de uno como intercesor - es decir, ye.
sea de rodillas, sentado, de pie opostrado - sinO
ms bien con la posicin espiritual de estar "sen-
tado" con Cristo en ''lugares celestiales". Com<)
dice Pablo en su carta a los creyentes de feso,
Dios "nos resucit, y asimismo nos hizo sentaf
en los lugares celestiales con Cristo Jess" (Efe-
sios 2:6).
Surgen varias ideas interesantes cuando con-
sideramos cmo Cristo nos lleva a esa posicin.
Enprimer lugar, l nos imparte energa cuan,-
do estamos "muertos". Pablo dice: "Pero Dios,
que es rico en misericornia ... aun estannO
nosotros muertos en pecados, nos dio vida junta-
mente con Cristo ..." (Efesios 2:4-5). Dar "vida"
significa impartir energa. Es renovar y revita-
lizar.
Adems de eso, Cristo exalta al intercesor.
Pablo explica que Dios "nos resucit". Tal exal-
tacin es importante en el andar del creyente
cuando se refiere a nuestro traslado espiritual ti
una esfera ms elevada de actividad divina, el
mundo invisible y celestial. Como personas que
libran batallas en favor de los dems, funciona-
mos desde ese lugar exaltado, con Cristo, en 1013
lugares celestiales.
Por ltimo, estamos entronizados con CristD
en la intercesin. Se nos permite "sentarnos" coIl
Cristo junto al trono del Padre, lo cual sugiere
que no somos simples observadores de la luchti
26 El amor de rodillas
espiritual sino compaeros que participamos en
la administracin de su autoridad divina.
Ese concepto de intercesores entronizados
que administran la autoridad espiritual es ex-
traordinariamente importante. Nos da una nue-
va comprensin de las instrucciones de Cristo de
hablarles directamente a las montaas, ordenn-
doles que se quitaran (vase Marcos 11:22-24).
Cuando estamos entronizados como interceso-
res, no slo estamos pidindole a Dios que haga
cosas; en realidad estamos facultados con su
autoridad, compaeros de l cuando declara su
voluntad. Los intercesores valientes saben que
las promesas de Dios los capacitan para actuar
en su nombre para ordenarles a las montaas
espirituales que se quiten. Y es a este nivel que
debemos entender la autoridad de los interceso-
res. No somos mendigos que expresan deseos
personales sino "comandantes de la sala del tro-
no" que reciben rdenes del Comandante Supre-
mo, Jesucristo, quien nos ha permitido usar su
autoridad para que caigan las fortalezas.
Nuestro tercer concepto fundamental: debe-
mos comprender nuestra "promesa" como inter-
cesores. Es un hecho patente que se alcanzar
nuestro objetivo primordial en la oracin. Ese
objetivo es ver su reino establecido plenamente
en la tierra, y es un objetivo establecido en la
Palabra de Dios. Isaas predic con toda clari-
dad: ''La tierra ser llena del conocimiento de
Jehov, como las aguas cubren el mar"
(Isaas 11:9).
El Apocalipsis de Juan describe el aconteci-
La intercesin 27
miento trascendental de la venida del reino de
Cristo en su plenitud como anunciado por ull
ngel que toca una trompeta mientras grande13
voces en el cielo dicen: ''Los reinos del mundo hall
venido a ser de nuestro Seor y de su Cristo; y
l reinar por los siglos de los siglos"
sis 11:15).
No se puede eludir la importancia de que ni
ese ngel ni a los seis que le precedieron se le13
permite tocar sus trompetas hasta que primer()
"otro ngel", con un incensario de oro (Apocalip-
sis 8:3), se detiene ante el altar delante del trono
de Dios y con "mucho incienso" (smbolo de
racin) ofrece ese sacrificio "con las oraciones de

Juan contina la descripcin de su visin,
afirmando que "de la mano del ngel subi a lti
presencia de Dios el humo del incienso con las
oraciones de los santos" (Apocalipsis 8:4).
Slo entonces, despus que las oraciones de
los santos se combinan en el altar con las ala-
banzas del pueblo de Dios (simbolizadas por el
incienso), el Seor les permite a los siete ngeles
que comiencen a tocar sus trompetas.
Sin duda es significativo que todas las activi-
dades que siguen son el resultado de la libera-
cin inicial de la oracin mezclada con "mucha"
adoracin en el mismsimo trono de Dios (Apo-
calipsis 8:1-6).
Todo eso nos ayuda a recordar que como in-
tercesores estamos actuando conforme a las pro-
mesas de Dios de que nuestras oraciones s in-
fluyen en el mundo que nos rodea. Los investi-
28 El amor de rodillas
gadores sobre misiones dicen que hay unos die-
cisiete mil grupos tnicos que todava no han
conocido el evangelio. Los intercesores saben que
sus oraciones rompern finalmente las cadenas
que impiden que esos grupos y esas personas
lleguen al conocimiento del amor de Cristo.
Por ltimo, debemos comprender nuestro po-
der como intercesores. Cristo reuni a sus disc-
pulos y les dijo: ''He aqu os doy potestad de
hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda
fuerza del enemigo, y nada os daar" (Lu-
cas 10:19). Aqu descubrimos una enrgica pro-
mesa de poder que la mayora de los creyentes
rara vez ejercen. Nuestro Seor est indicando
que quienes se inclinan a la participaciny estn
dispuestos a pagar el precio de la intervencin
tendrn todo el poder necesario para enfrentarse
a las fuerzas demoniacas en sus fortalezas.
Acompeme a una consideracin ms preci-
sa de este glorioso ministerio de lucha compasi-
va.
LA PIEDAD EN ACCIN
rJe La
I.Iace siglos, durante una de las
llEs sombras en la historia de la Igle-
sia, una de las pocas luces que brillaron fue
n
joven llamado Francesco de Pietro Bernardon
e
.
Francesco estaba destinado a llegar a ser uno de
los guerreros espirituales ms notables de la
historia, y ciudades, parques, hospitales, igle-
sias y seminarios llevaran su nombre en
honor.
Francesco naci en la opulencia, al ser el hijo
de un comerciante italiano. Pareca dirigirse a
una vida de abundancia siguiendo los pasos de
su padre.
Sin embargo, todo eso habra de cambiar urla
soleada tarde cuando el joven Francesco iba en
su caballito por las afueras de la ciudad donde
su padre haba ganado su fortuna. Al dar vuelta
en un recodo del polvoriento camino, de pronto
el caballito se detuvo y luego retrocedi. El pal'O
estaba cerrado por un espectculo horripilante.
30 El amor de rodillas
Un leproso, con sus brazos casi comidos por la
enfermedad, suplicaba que alguien lo ayudara
en sus ltimas horas de sufrimiento.
Francesco clav la vista en l slo un instante
y luego tuvo que volver la mirada. Sinti que se
le revolvi el estmago, y agarr fuertemente las
riendas, dispuesto a volver su caballo hacia la
casa.
Pero en aquel instante sucedi algo extrao.
Los ojos de Francesco se abrieron de repente a
las realidades eternas. La presencia de Dios
llen el corazn del joven, y ste se volvi otra
vez para mirar al leproso. Esta vez no vio al
hombre enfermo; se vio a s mismo en el hombre.
Se vio como Dios lo vea, espiritualmente depra-
vado. Y Francesco saba que lo que Dios estaba
viendo era mucho peor que la lepra del hombre
moribundo.
Al instante Francesco salt de su caballito y
cay de rodillas junto al hombre que tanto sufra.
Estrech con un brazo al enfermo contagioso,
mientras que con la mano que le quedaba libre
desat una bolsa de oro que llevaba atada a la
cintura. Poniendo la bolsa en las manos casi
comidas del leproso, el joven se inclin un poco
ms y bondadosamente bes al hombre.
La vida de Francesco de Pietro Bernardone
qued transformada por completo. Se entreg a
su Salvador aquella tarde, encontrando un bau-
tismo sobrenatural de compasin. Yese "bautis-
mo" ocurri precisamente en las afueras de la
ciudad italiana de Ass, una ciudad cuyo nombre
sera conocido en todo el mundo por los siglos
La piedad en acci6n 31
venideros cuando se hablara reverentemente de
San Francisco de Ass.
Canales de compasin
La oracin intercesora comienza con esa mis-
ma compasin sobrenatural; y tan extraordina-
ria preocupacin por los dems es un don que
slo puede venir de Dios. l se lo da a cada uno
y a todos los creyentes que estn dispuestos a
ejercerlo. Sin embargo, como slo Dios puede dar
esa identificacin con el dolor de los dems,
debemos acercarnos a l para recibirla. Pablo
les dijo a los creyentes que anduvieran "en amor"
(Efesios 5:2). Para andar en amor hay que estar
lleno de amor. Como Dios es amor, andar en
amor es estar lleno de Dios. Eso requiere que
dediquemos mucho tiempo a la comunin con l
en su presencia.
De modo que la compasin es el meollo de la
intercesin. Compasi6n se deriva de las dos pa-
labras latinas com ypati; com que significa "con"
o ' ~ u n t o " , y pati que significa "sufrir". Combina-
das, esas expresiones describen a alguien que
sufre con algn necesitado o que sufre junto con
quienes padecen angustia.
La compasin es ms que simple lstima. Es
amor en su fase dinmica; es el amor puesto en
accin. Es una vida de participacin en las lu-
chas de los dems. Cristo nos dio la ms plena
expresin de la compasin activa cuando fue a la
cruz para quitar el sufrimiento que caus el
pecado en la humanidad. Jess no slo fue un
intercesor cuando oraba, como ya hemos visto,
32 El amor de rodillas
sino que l llevaba una vida de intercesin.
Jesucristo es compasin. Cuando l oraba, era
la compasin orando. Ver a Cristo en la oracin
es ver el amor de rodillas.
La manera de vivir de una persona determi-
nar cmo esa persona ore. Como escribiera An-
drewMurray: ''Los hombres oran como viven. Es
la vida que ora."
Por lo tanto, la obra de un intercesor no co-
mienza tanto con una carga de oracin como con
una carga de amor; una carga que finalmente
lleva al intercesor a intensas sesiones de oracin
compasiva que surgen de siete funciones de la
intercesin.
Un llamado a servir
En primer lugar, interceder es servir. Es po-
nerse a disposicin de los dems. Considere el
ejem:plo de Jesucristo, nuestro Intercesor supre-
mo. El dijo: "Y el que de vosotros quiera ser el
primero, ser siervo de todos. Porque el Hijo del
Hombre no vino para ser servido, sino para ser-
vir, y para dar su vida en rescate por muchos"
(Marcos 10:44-45).
El espritu de servicio es la esencia misma de
la intercesin. Nadie ora eficazmente por los
dems si no tiene el espritu de siervo de Cristo.
La palabra griega para "servir" en Marcos 10:45
es doulos, que significa "en esclavitud por deci-
sin propia". Significa someterse voluntaria-
mente al ministerio de servir a los dems.
Al reflexionar sobre el desarrollo de nuestras
dos hijas desde la infancia hasta la adolescencia,
La piedad en accin 33
todava me asombra que nunca tuvimos que
contratar a una niera. Eso fue a pesar de que
Dee y yo hicimos numerosos viajes misioneros.
Tuvimos esa facilidad porque una joven y afable
maestra de escuela, Brbara Blake, mientras
pasaba un largo tiempo en oracin por la familia
Eastman, oy que Dios le deca: Te estoy llaman-
do a servir en la familia Eastman. Brbara
haba dejado su empleo de maestra seis meses
antes para unirse a nuestro centro de oracin
donde jvenes universitarios y otros jvenes
adultos solteros nos ayudaban a mantener una
vigilia de oracin de veinticuatro horas.
Poco despus, Dee y yo recibimos una llamada
de Brbara, que haca una asombrosa oferta,
una que estbamos seguros de que durara slo
algunas semanas. Brbara nos dijo que, sin im-
portar cunto tiempo fuera ni con cunta antici-
pacin le avisramos, ella cuidara de nuestras
nias mientras viajbamos hasta que tuvieran
edad suficiente para cuidarse a s mismas.
Decidimos probar, de modo que llam a Br-
bara la noche despus de su oferta. Al principio
Brbara sencillamente cuidaba a las nias du-
rante algunas horas mientras Dee y yo pasba-
mos juntos algunos ratos de quietud, algo que
tanto necesitbamos. Aquel fin de semana hubo
una reunin de ministros, de modo que llam a
Brbara otra vez. Ella no slo convino en ayudar,
sino que lo hizo con un deleite extraordinario. Y
cuando volvimos a casa Brbara nos hizo prome-
ter que la llamaramos otra vez sin que importa-
ra con cunto tiempo de anticipacin le avisra-
34 El amor de rodillas
mas. Despus de eso, si no bamos a ninguna
parte durante una o dos semanas, no era raro
que Brbara llamara para preguntar si tena-
mos algn plan de modo que ella pudiera cum-
plir con su programa.
Tal vez lo ms admirable fue la decisin de
Brbara de mudarse quinientos kilmetros al
sur desde Sacramento, California, hasta Los n-
geles cuando Dee y yo recibimos el llamamiento
a desarrollar un ministerio mundial de oracin
mediante Campaa mundial de literatura. Br-
bara tuvo que buscar un nuevo empleo y un
apartamento. Sencillamente deca que haba he-
cho una promesa y quera cumplirla lo mejor
posible.
Pero la historia no termina con la llegada de
las nias a la enseanza secundaria y universi-
taria. Brbara todava llama y va a ayudarnos.
Cuida de nuestra casa, del gato y del perro cada
vez que est fuera la familia. Slo espero estar
cerca de Brbara cuando se distribuyan las co-
ronas de 'justicia" alrededor del trono de Dios!
(2 Timoteo 4:8).
Un llamado a luchar
En ~ e g u n d o lugar, interceder es luchar. Es
participar en la batalla. A primera vista eso
parece una desviacin de la funcin de servir.
Sin embargo, un espritu de lucha caracteriza
sin duda la intercesin intensa, representada
mejor que nadie por Cristo en su experiencia de
"lucha" en Getseman (Lucas 22:39-44). Como
Lucas es mdico, vale la pena estudiar la inten-
La piedad en acci6n 35
sidad de su descripcin: ''Y estando en agona,
oraba ms intensamente; y era su sudor como
grandes gotas de sangre que caan hasta la tie-
rra" (Lucas 22:44).
La palabra agona empleada por Lucas pro-
viene de la palabra griega agona. Se refiere a
un ''lugar de torneo" o a un campo de batalla. Sus
races estn en la palabra griega agon, que des-
cribe un lugar de reunin donde los griegos cele-
braban susjuegos ms importantes. Adiferencia
de nuestros modernos juegos olmpicos, sin em-
bargo, no era nada raro que los contrincantes
lucharan hasta la muerte en un torneo. El gana-
dor era el que sala vivo.
Alabado sea Dios porque Jesucristo sali vivo
de Getseman, victorioso en una lucha tan inten-
sa que pudo haberlo matado antes que llegara a
la cruz. Incluso su muerte en la cruz, donde
Cristo lleg a ser la encarnacin viva de la inter-
cesin, no fue una derrota como Satans debe de
haber credo, sino una victoria sellada con el
milagro de la resurreccin. Cristo sali vivo del
sepulcro!
Pablo emplea ese tema de la lucha cuando
pide las oraciones de los creyentes de Roma:
"Pero os ruego, hermanos, por nuestro Seor
Jesucristo y por el amor del Espritu, que me
ayudis orando por m a Dios" (Romanos 15:30).
Aqu la palabra griega para "ayudar orando" es
sunagonizomai, donde la raz agonia aparece
otra vez, que es la misma palabra traducida
"agona" en la descripcin que Lucas hace de la
lucha de Cristo en Getseman. Pablo est indi-
36 El amor de rodillas
cando: ''Mientras ustedes oran, libran una bata-
lla contra las fuerzas que pudieran limitar mi
eficiencia en la difusin del evangelio."
Cuando intercedemos por otros estamos li-
brando una batalla en su favor. Ylo ms intere-
sante es que ia veces la victoria que ganamos en
oracin en favor de los dems en realidad vuelve
a nosotros como una bendicin!
Durante aos he tenido la costumbre de ano-
tar en mi diario de oracin los nombres de los
ministros que he conocido. Por supuesto, esa
lista de oracin ha crecido a travs de los aos,
obligando a una selectividad ms cuidadosa en
cuanto a qu nombres aadir. Los criterios fun-
damentales eran que en realidad yo conociera a
la persona y que el Espritu Santo me indicara
que aadiera el nombre.
As que cuando un estudiante de instituto
bblico se me acerc en una convencin pidindo-
me que aadiera a mi lista de oracin a un amigo
suyo que acababa de partir rumbo a Arabia
Saudita, yo saba que era muy improbable hacer
tal cosa. En primer lugar, el amigo tena un
trabajo secular y mi costumbre era poner en la
lista slo a los ministros. Y no me haba encon-
trado cara a cara con el amigo ni con su esposa.
Antes que yo mencionara siquiera mi reserva, el
estudiante dijo:
- Se llama George Puia, y su esposa es Lynn.
Deletre rpidamente el nombre y explic
que, aunque George tena un trabajo secular, su
deseo era ayudar en el inicio de pequeos grupos
La piedad en accin 37
de oracin, as como predicarles a los musulma-
nes cuando se presentara la oportunidad.
Haciendo una anotacin mental del nombre,
le dije con toda sinceridad:
- Mi hermano, tengo que decirle que slo
puedo hacer eso si me lo indica el Espritu Santo.
El estudiante entendi que eso era correcto.
Mientras l se iba, descart de mi mente el
asunto, en parte porque sencillamente no pare-
ca que la pareja correspondiera a los criterios
de la lista.
Sin embargo, dos das despus sucedi algo
extrao. Cuando comenc a orar por los hombres
y las mujeres en la lista de oracin de aquel da,
me vinieron a la mente los nombres de George y
Lynn Puia. Sent tambin una tierna insinua-
cin: Quiero que los aadas a tu lista.
Durante dos otres aos or por George y Lynn
Puia. Siempre me preguntaba cmo seran ellos,
y qu clase de trabajo secular hara George.
Entonces un da llegu a sus nombres en mi lista
y me pregunt si mis oraciones estaban dando
algn resultado. Despus de todo - pens -, no
tengo la menor idea de quines son esas personas.
Me pareci or en mi espritu que haba llegado
el momento de dejar de interceder por ellos. Sin
pensarlo dos veces, tom una pluma y tach sus
nombres en la lista.
Varias semanas despus fui a Chicago para
aparecer en un programa de la televisin cristia-
na. Cuando iba hacia el estudio, dobl una esqui-
na y tropec con un hombre que iba de prisa en
38 El amor de rodillas
direccin opuesta. Le ped que me disculpara, y
l hizo lo mismo. Luego me mir atentamente.
- Oiga, yo lo conozco a usted! - me dijo -.
Usted es Dick Eastman. Usted ha estado orando
por mi esposa y por m. Yo soy George Puia.
Me puso una mano en el hombro y me condujo
amablemente al estudio.
- Mi esposa Lynn y yo acabamos de llegar de
Arabia Saudita, y ahora soy director administra-
tivo de este canal de televisin.
Para mi asombro, George y Lynn regresaron
a los Estados Unidos alrededor del da en que los
borr de mi lista. Por lo visto el Seor quera que
intercediera por los Puia sobre todo mientras
estaban en Arabia Saudita.
Sin embargo, el verdadero estmulo para m
fue cuando George explic que nuestro libro y
nuestros casetes eran instrumentos que l y su
esposa usaron para iniciar grupos de oracin en
ese pas estrictamente musulmn. Eso resultaba
interesante, ya que los castigos pueden ser seve-
ros por introducir tales materiales en pases
como Arabia Saudita.
He aqu un ejemplo del resultado de las ora-
ciones de apoyo de las personas que estaban
intercediendo por George y Lynn. En una oca-
sin en que iban pasando por la inspeccin de
aduana, George sinti un extrao impulso que
los hizo dar un paso atrs y dejar que un rabe
que estaba detrs de ellos pasara primero. De
repente se produjo un disturbio en el mostrador.
Se precipitaron hacia l un grupo de policas
armados. El rabe que haba pasado delante de
La piedad en accin 39
George y Lynn haba sido sorprendido pasando
de contrabando videocasetes pornogrficos, un
delito que significaba el arresto inmediato.
- Debido al disturbio - dijo George -, el
agente aduanero nos indic a Lynn y a m que
recogiramos nuestro equipaje y nos furamos.
Un llamado a identificarse
En tercer lugar, interceder es identificarse. A
menudo un intercesor consagrado descubre que
el participar con los dems afecta las normas
mismas de la vida. Como Pablo les recordaba a
los creyentes corintios: "Siendo libre de todos, me
he hecho siervo de todos para ganar a mayor
nmero. Me he hecho a los judos como judos,
para ganar a los judos ... Me he hecho dbil a
los dbiles, para ganar a los dbiles; a todos me
he hecho de todo, para que de todos modos salve
a algunos" (1 Corintios 9:19-20a,22).
Tanto el espritu de servicio como el espritu
de lucha estn vinculados con el espritu de
identificacin. Servir es someterse a otros yayu-
darlos. Luchar en favor de los dems es entrar
en guerra, desviando los ataques de Satans.
Semejante ministerio sin duda requiere un esp-
ritu de identificacin con los necesitados as
como la disposicin de adaptar el estilo de vida
de uno, si es necesario, a fin de ayudar a satis-
facer esas necesidades.
Qu significa identificarse en la intercesin?
Es ser cada vez ms sensible a las necesidades
de los dems, incluso hasta el punto de negarse
40 El amor de rodillas
a uno mismo cualquier cosa que sea necesaria
para ayudar a mitigar esas necesidades.
Los intercesores, por ejemplo, aprenden a es-
cuchar "entre lneas" dondequiera que estn. En
realidad, la conversacin comn y corriente se
convierte en una lista de oracin no oral para los
intercesores sensibles.
Aprender a identificarme con los dems en la
oracin fue una extraordinaria leccin que Dios
me ense hace ms de una dcada. Durante
varios das, los informes periodsticos y televisi-
vos haban estado llenos de detalles con respecto
al secuestro de ciento cincuenta y tres nios
holandeses de la escuela primaria, que perma-
necan comorehenes de una banda de terroristas
en Holanda. Los terroristas amenazaron con
ejecutar a los nios uno a uno si no se satisfacan
sus exigencias.
Desde el da que comenz la crisis le ped a
Dios que protegiera a los nios y los sacara de
all sanos y salvos. Entonces sucedi algo extra-
. Varios das despus se intensificaron las
amenazas de los terroristas. Aquel da en la
capilla de oracin del traspatio, a primeras horas
de la maana, ocurri algo asombroso. Apareci
una imagen en mi mente. Era ms que una
imagen inmvil. Pareca real, y yo estaba en
medio de ella. Me sent dentro de la escuela
donde se mantenan cautivos a los ciento cin-
cuenta y tres nios holandeses. Poda ver a los
nios y a las nias con mis ojos espirituales.
Entonces observ algo alarmante. 8lo ciento
cincuenta y uno de los nios eran holandeses; las
La piedad en accin 41
otras dos eran nuestras hijas, Dena y Ginger, de
seis y nueve aos de edad respectivamente.
En el mundo real saba que eso no poda ser.
Ambas nias estaban a una distancia de menos
de cien pies, profundamente dormidas en cmo-
das camas. Pero yo haba olvidado eso. Haba
pasado rpidamente a desempear el papel de
identificacin del intercesor, y el Espritu Santo
me haba llevado a una intensidad en la oracin
que jams haba sentido.
Me arrebat la indignacin y comenc a orde-
narles a los terroristas que dejaran en libertad
a los nios. Di puetazos en la palma de la mano
mientras oraba. Apunt el dedo con autoridad,
agitndolo reiteradamente ante los terroristas
mientras les exiga que liberaran a los nios.
Llor. Grit. Tembl. Yde repente sent la victo-
ria. La oracin termin tan abruptamente como
haba comenzado. I
Minutos despus sal de la capilla de oracin
del traspatio y me dirig a la oficina. Tan real fue
el sentido de victoria que no volv a pensar en el
asunto hasta que me sent a cenar aquella noche
con Dee y las nias. El televisor estaba en la sala
y con el rabillo del ojo poda ver la pantalla. Me
estaba llevando una cucharada de pur de papas
a la boca cuando se oy la noticia. El locutor
Walter Cronkite dijo: "Tenemos buenas noticias
desde Holanda!" Me qued inmvil y luego me
volv hacia la pantalla mientras l prosegua.
Acabamos de recibir la noticia de que
hay un cambio en la crisis de los rehenes
42 El amor de rodillas
en Holanda. Tres de los ciento cincuenta
y tres nios han sido puestos en libertad.
Pudiera ser el principio del fin de esta
terrible crisis.
Me sorprendi mi reaccin. En vez de una
expresin de victoria, se me salieron las lgri-
mas y volv al plato la cuchara llena de papas.
Mi familia no tena idea de lo que yo estaba
haciendo. Seor - dije en mi corazn -, noped
por tres nios; ped que todos ellos fueran puestos
en libertad. Y esa fue una oracin nacida de tu
Espritu.
En aquel instante sent un nuevo arranque de
osada y di un puetazo en la mesa, declarando
ante mi asombrada familia: "Y reclamo el mila-
gro ahora mismo!"
Recordar hasta que muera lo que ocurri
despus. En el preciso instante en que golpe la
mesa se interrumpi el programa para un bole-
tn de noticias. En vez de Cronkite, era un repor-
tero de un canal local afiliado a la CBS:
Interrumpimos este programa para
presentarles las ltimas noticias sobre la
crisis de los rehenes en Holanda. El in-
forme dado por el seor Cronk.ite fue gra-
bado haee algunas horas para los televi-
dentes de la costa occidental y est
incompleto. Los ciento cincuenta y tres
nios fueron liberados en las primeras
horas de hoy.
Fue un momento de victoria que nunca olvi-
La piedad en accin 43
dar. Por supuesto, yo no era el nico creyente
que haba orado; pero saba que mis oraciones
haban surtido efecto. Estaba sobre todo impre-
sionado por el medio que Dios us: el poder de la
identificacin.
La senda hacia la intercesin comienza con
una disposicin a identificarse con los sufrimien-
tos y preocupaciones de los dems. Debemos
recordar que Jesucristo vino desde las glorias de
la eterna belleza a "habitar entre" los seres hu-
manos (o "establecer su tienda", como lo implica
la palabra griega) de modo que pagara el precio
de la participacin (vase Juan 1:14).
Un llamado a compartir
En cuarto lugar, interceder es compartir. Es
poner lo que uno tiene a disposicin de los de-
ms.
Al enviar a sus discpulos, Cristo les imparti
una serie de rdenes que resumen los fundamen-
tos del ministerio de ellos. Uno de los deberes de
la lista total inclua: ''De gracia recibisteis, dad
de gracia" (Mateo 10:8).
Es lamentable que muchos creyentes tengan
que aprender todava el secreto de dar sin reser-
vas. Dan, pero no con una generosidad sin res-
tricciones. Observamos que la orden de Cristo a
sus discpulos iba ms all del simple dar. l
dijo: "Dad de gracia."
En el fondo de la intercesin significativa est
la disposicin de dar. Ya menudo esa disposicin
nace no de un ambiente de prosperidad, sino de
condiciones de pobreza. Al describir las iglesias
44 El amor de rodillas
de Macedonia, Pablo dice: "Que en grande prue-
ba de tribulacin, la abundancia de su gozo y su
profunda pobreza abundaron en riquezas de su
generosidad" (2 Corintios 8:2).
Respecto a esa iglesia Pablo aade: "Pues doy
testimonio de que con agrado han dado conforme
a sus fuerzas, y aun ms all de sus fuerzas,
pidindonos con muchos ruegos que les concedi-
semos el privilegio de participar en este servicio
para los santos. Y no como lo esperbamos, sino
que a s mismos se dieron ..." (vv. 3,5).
Enuna oportunidad- enlos primeros tiempos
de nuestro ministerio de escuela de oracin-
necesitbamos con urgencia cinco mil dlares
para pagar cuentas que se vencan aquel mismo
da. Se me cay el alma a los pies cuando fui al
correo y encontr slo un puado de cartas de los
creyentes que nos sostenan. El abrir la primera
no pareci resolver nada. Contena setenta y un
centavos.
Pero entonces le el testimonio que acompa-
aba aquella ofrenda, escrita por una madre de
parte de su hijita de seis aos de edad. Durante
varios aos la mam haba apoyado nuestro
ministerio, enviando un ofrenda mensual que
ahorraba de su presupuesto para comprar los
alimentos. El mes anterior haba enviado veinte
dlares, que habamos reconocido con una nota
de gratitud y una peticin de que orara respecto
al dinero que necesitbamos para pagar los suel-
dos. Y ella orq, de verdad. Su hijita de seis aos
alcanz a or sus oraciones. La carta de la madre
me deca lo que sucedi entonces.
La piedad en accin 45
Elisa ama de veras a Jesucristo. Le
pidi que entrara en su corazn cuando
tena cuatro aos. Esta noche, en su cuar-
to, mientras le quitaba su rOl'ita, me "'or-
prendi or suvoz. "Mami - dijo Elisa -,
Dios acaba de decirme me que le d todo
el dinero que he ahorrado al ministerio
de Dick Eastman, el hombre por el que
oraste hoy."
Segn la mam de Elisa, la niita de seis aos
tena lgrimas en los ojos mientras hablaba,
hasta cierto punto porque el dinero que haba
ahorrado, un total de setenta y un centavos, lo
haba apartado con mucho cuidado para com-
prar un juguete que deseaba muchsimo.
Fue algo difcil para Elisa dar todo lo
que haba ahorrado - escribi la madre
de la niita -, porque en realidad quera
aquel juguete. Pero me dijo que quera
obedecer a Dios an ms que tener el
juguete. As que, hermano Dick, va ad-
junta una ofrenda de setenta y un centa-
vos. En realidad es mucho ms de lo que
yo haya enviado porque, aun cuando
cada ofrenda que yo d sea un sacrificio,
nunca he enviado todo lo que he tenido.
Casi pareca como si se hubiera desatado un
espritu de generosidad entre los creyentes que
nos sostenan. Cuando se abri el resto de aquel
puadito de cartas aquella maana, habamos
recibido ms de ocho mil quinientos dlares en
46 El amor de rodillas
ofrendas, y todo comenz con los setenta y un
centavos de Elisa.
Un llamado a gobernar
En quinto lugar, interceder es gobernar. Es
mandar con autoridad. Al profeta Jeremas, a
quien pudiera describirse ms apropiadamente
como un "intercesor proftico", Dios le dijo: "Mira
que te he puesto en este da sobre naciones y
sobre reinos, para arrancar y para destruir, para
arruinar y para derribar, para edificar y para
plantar" (Jeremas 1:10).
Jeremas no era rey ni dirigente poltico. Sin
embargo, se le orden gobernar sobre
y "reinos". Es significativo que haya dos esferas
de autoridad: naciones y reinos. Aqu reinos se
refiere a los gobernantes espirituales sobre el
mundo invisible, mientras que naciones se refie-
re al liderazgo fsico sobre el mundo visible.
Se perfila con toda claridad la misin de J e-
remas como intercesor.
Su llamamiento comienza con la tarea de
"arrancar". Ser un intercesor eficiente significa
ir al mismsimo origen de un problema: sus
races. Las races son la escondida fuente abas-
tecedora de una planta. Cuando se trata de la
decadencia moral, las races se refieren a las
fuerzas invisibles de maldad que alimentan esa
decadencia. Por eso a Jeremas se le dio la tarea
de arrancar, mediante la intercesin, las "races
de decadencia" que corrompan su nacin.
"Arrancar" en la oracin es adentrarse tan pro-
fundamente en una circunstancia espiritual que
La piedad en accin 47
seamos capaces de enfrentarnos directamente al
origen primario de esa situacin.
Adems de eso, a Jeremas se le encomienda
la tarea de "destruir" los obstculos que hay
frente al plan de Dios para su pueblo.
Destruir significa quitar de una posicin fija.
_El hecho mismo de que estamos "destruyendo"
algo sugiere que estamos quitando un objeto que
se ha elevado y est establecido en esa alta
posicin. Eso pudiera referirse hoya los dictado-
res que se han elevado al poder y se han atrin-
cherado en esa alta posicin.
Despus a Jeremas se le ordena que "arrui-
ne" esos obstculos. Arruinar tiene aqu la con-
notacin de "someter o derrotar a alguien o algo
por completo". Al intercesor se le confa un poder
imponente, en especial la capacidad de erradicar
las influencias de Satans "por completo".
Hay todava ms. AJeremas se le ordena que
"derribe" lo que Satans entroniza. Derribar es
incluso ms fuerte que destruir. Derribar signi-
fica "desechar o extirpar algo rpidamente con
gran fuerza".
En mi primer viaje a China en 1978 a menudo
vea mesas con enormes pilas de ejemplares del
"libro rojo" de Mao Tse-tung, una coleccin de
proverbios polticos saturados de atesmo. La
devastadora revolucin cultural de la dcada de
los aos sesenta result mayormente de una
lealtad rigurosa a los dogmas expuestos en ese
mismo "libro rojo".
Decid llevarme un ejemplar a casa para usar-
lo en mi tiempo de oracin intercesora. Puse el
48 El amor de rodillas
librito en la capilla de oracin del traspatio y
cada vez que comenzaba mi intercesin se me
recordaba que orara por la liberacin espiritual
de China. Da tras da durante ms de dos aos
agarraba fuertemente en la mano el librito cu-
bierto de vinil rojo, ordenando que fuera quitado
como un factor de la sociedad china. Mis oracio-
nes eran casi violentas. Gritaba contra la in-
fluencia de ese libro, recordando a menudo que
haba visto a los jvenes en los campos de China
leyndolo como si estuvieran estudiando la Bi-
blia.
Imagnese mi asombro cuando despus visit
Hong Kong y vi una noticia extraordinaria de
primera plana que informaba que se estaba des-
colgando - derribando - el retrato de Mao Tse-
tung en toda China. Le cada palabra del artculo
en idioma ingls. Un prrafo resaltaba con espe-
cial entusiasmo: ''Yen cuanto al 'libro rojo' de
Mao Tse-tung, es como si hubiera desaparecido
de la faz de la tierra."
Pero el llamamiento de Jeremas no est an
completo. Faltan dos responsabilidades esencia-
les. Lo que comenz negativamente de repente
se vuelve positivo. Ahora se le dice a Jeremas
que "edifique" y "plante". Edificar quiere decir
"dar forma a algo conforme a un plan o proceso
definido", o "establecer y fortalecer". Los interce-
s ~ r e s no slo deben quitar los obstculos median-
te sus oraciones, sino que deben ayudar a poner
algo en lugar de lo que se ha quitado. De modo
que el intercesor no slo pide que sea eliminado
La piedad en accin 49
un dirigente malvado; tambin debe pedir que
se ponga en su lugar al dirigente adecuado.
Tambin el plantar es un componente funda-
mental de la oracin intercesora eficaz. Plantar
significa "poner algo en un lugar donde tenga la
capacidad de crecer". Aqu la intercesin es ms
que orar por una necesidad. La intercesin que
"planta" tiene que ver con hacer, con poner en
ejecucin las respuestas a nuestras propias ora-
ciones. En los ltimos captulos de este libro
veremos cmo eso se logra en la prctica.
Un llamado a llorar
En sexto lugar, interceder es llorar. Es que-
brantamiento delante de Dios. El salmista habl
de ese aspecto de la intercesin sensible cuando
dijo: ''Los que sembraron con lgrimas, con rego-
cijo segarn. Ir andando y llorando el que lleva
la preciosa semilla; mas volver a venir con
regocijo, trayendo sus gavillas" (Salmo 126:5-6).
Las lgrimas que derramamos son de impor-
tancia vital en la intercesin victoriosa. Nota-
mos que con frecuencia se mencionan las lgri-
mas en la Biblia. Hay, por ejemplo, lgrimas de
quebranto y sufrimiento (2 Reyes 20:5) y lgri-
mas de gozo y compasin (Gnesis 33:4,
Juan 11:35). Hay lgrimas de desesperacin
(Ester 4:1,3) as como lgrimas de congoja
(Isaas 42:14) y de arrepentimiento (Joe12:12-13).
En la Biblia se describen las lgrimas como algo
que Dios guarda en un frasco (Salmo 56:8), lo
que indica que Dios aprecia mucho a los compa-
sivos.
50 El amor de rodillas
Las lgrimas son agua para las semillas espi-
rituales que sembramos, asegurndonos as una
abundante cosecha como resultado de nuestro
quebrantamiento. Ms que un simple ornamen-
to emocional para nuestras oraciones, las lgri-
mas se vuelven oraciones. Como aclar Carlos
Spurgeon: "Las lgrimas son oracin lquida!"
Un llamado a morir
Por ltimo, interceder es morir. Es la muerte
del yo. A los creyentes de Roma Pablo les escri-
bi: "As tambin vosotros consideraos muertos
al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jess,
Seor nuestro" (Romanos 6:11). Aqu el trmino
traducido considerar significa "ver algo como si
estuviramos". Como intercesores, hemos de ver
cada situacin y circunstancia como si estuvi-
ramos "muertos" a todas las presuposiciones o
consideraciones terrenales. Muertos quiere decir
"estar sin sensaciones".
Es decir, hemos de tratarnos como si en rea-
lidad estuviramos muertos. La intercesin efi-
caz requiere la muerte del yo. Y en trminos
espirituales es una muerte genuina!
3
INTENSmAD
,
EN LA VISION

S
e dice que los buitres, al caer sobre un
animal herido, van de inmediato a los ojos
de su vctima. Es como si supieran que, si queda
alguna posibilidad de vida, tienen que quitarle
la visin a la vctima.
Satans, como un buitre, comprende el valor
de la visin para el intercesor. Tambin Pablo
reconoci ese valor, y le peda a Dios que "alum-
brara" los "ojos del entendimiento" de los creyen-
tes (Efesios 1:18).
Desafortunadamente, muchsimos discpulos
de Cristo logran poco porque carecen de visin.
Por lo general, su enfoque est disperso. Se
necesita una visin peculiar. Como dice Jack
Hayford: "Cuando se reduce la esfera de una
actividad o de la vida, aumenta la fuerza de esa
actividad ode la vida." El agua que corre a travs
de un tubo con una circunferencia de tres pulga-
52 El amor de rodillas
das, por ejemplo, va a aumentar mucho en fuer-
za si se reduce el tubo a una pulgada.
As ocurre con el intercesor que aclara su
visin. La Biblia tiene mucho que decir en cuan-
to a ese aspecto de nuestras instrucciones sobre
la intercesin.
Claridad de la visin
Cuatro pasajes bblicos fundamentales pro-
veen a los intercesores de un fundamento para
desarrollar la claridad de la visin.
En primer lugar, Proverbios 4:25-26 me ayu-
da a determinar mi direccin: 'Tus ojos miren lo
recto, y dirjanse tus prpados hacia lo que tie-
nes delante. Examina la senda de tus pies, y
todos tus caminos sean rectos." Los intercesores
deben saber a dnde van. Deben fijarse nuestros
ojos en las cuestiones ms cerca del corazn de
Dios. Por quin especficamente me ha pedido
Dios que ore hoy? Qu naciones o grupos sern
conmovidos hoy por el tiempo que hablo con
Dios?
En segundo lugar, Job me ayuda a creer en
la victoria! l exclam con angustia: ''Mi justicia
tengo asida, y no la ceder; no me reprochar mi
corazn en todos mis das" (Job 27:6).
En medio de su intenso sufrimiento, Job se
aferr firmemente a su creencia de que un Dios
soberano estaba desarrollando algo mucho ms
all de la comprensin humana. Es cierto que
hubo veces en que seguramente Job debe de
haber dudado de cualquier posibilidad de victo-
Intensidad en la visin 53
ria. Pero l se neg a ceder. Se aferr a sus
promesas.
Como creyentes, sobre todo creyentes que
terceden, tenemos que ser persistentes.
mos volvernos fanticos y decir como Job: "No
ceder la justicia." Una vez se acus a Winston
Churchill de fanatismo. "Me declaro culpable",
dijo l, aadiendo su definicin de fantico:
guien que no puede cambiar de opinin y que no
cambiar el tema. A los intercesores que tienen
carga por un mundo perdido, por ejemplo, les
resulta difcil guardar silencio. Nadie puede
cambiar la opinin de ellos y ellos jams
rn el tema. Han estado cerca de la sala del trono
tanto tiempo que, en realidad, les importan
cas otras cuestiones. Se han vuelto fanticos y
no cedern.
En tercer lugar, Filipenses 3:13-14 me ayuda
a recibir mi premio! Pablo habla del ''premio" que
est delante de los creyentes como "el supremo
llamamiento de Dios". Opino que ningn supre..
mo llamamiento es mayor que la intercesin,
Pablo les dijo a los filipenses: ''Yo mismo no
pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa
hago: olvidando ciertamente lo que queda atrs
y extendindome a lo que est delante, prosigo
a la meta, al premio del supremo llamamiento
de Dios en Cristo Jess" (Filipenses 3:13-14).
Para recibir nuestro premio como interceso..
res, Pablo seala algunas virtudes del espritu
que nos ayudan. La humildad es un requisito
esencial. Debemos decir como Pablo: "Yo mismo
no pretendo haberlo ya alcanzado." La perseve..
54 El amor de rodillas
rancia es otro requisito de la intercesin eficaz.
"Pero una cosa hago!" dice Pablo. Una triste
realidad de la iglesia actual es que tantas perso-
nas intentan tantas cosas que terminan logran-
do poco. Y debemos llegar a ser olvidadizos en
cuanto a fracasos se refiere. Debemos aprender
de los fracasos; sin embargo, como sugiere Pablo,
tenemos que olvidar lo que queda atrs, yexten-
demos a lo que Dios ha preparado para nosotros.
Por ltimo, 1 Corintios 9:26 me ayuda a esta-
blecer mi meta. Pablo dijo: ''De esta manera
corro, no como a la ventura." A los efesios les
escribi: "Por tanto, no seis insensatos, sino
entendidos de cul sea la voluntad del Seor"
(Efesios 5:17).
Tenemos metas claras? Son fundamentales
para la intercesin eficaz. Hacia dnde debemos
mirar mientras establecemos esas metas? La
respuesta ha de encontrarse en nuestro supremo
ejemplo de intercesin, Cristo mismo. Debemos
descubrir cules prioridades estableci Jess, y
entonces hemos de practicarlas con pasin.
Las prioridades del Gran Intercesor
Mientras lea el Evangelio segn San Juan
hace varios aos, me detuve a meditar sobre la
fuerza de una sola frase de los labios de Jess:
''Me es necesario hacer las obras del que me
envi ..." (Juan 9:4). Fue la expresin me es
necesario la que atrajo mi atencin. Jess no
dijo: "Espero", o"Pienso tratar". Ms bien afirm
enrgicamente: ''Me es necesario."
La expresin me es necesario indica la deter-
Intensidad en la visin 55
minacin categrica de cumplir con una tarea.
Sugiere insistencia o un firme propsito, y des-
cribe un requisito o un deber ineludible, tal
como: "Necesito comer."
Me preguntaba cuntas veces Jess se refiri
a su misin intercesora al emplear la expresin
ser necesario. Con la ayuda de una buena con-
cordancia descubr que hay casi noventa mil
palabras en el texto de los Evangelios; sin em-
bargo, al describir sus propsitos, Jess emple
la frase me es necesario slo ocho veces. Esos "me
es necesario" describen prioridades especficas
en la vida de Cristo. Tomadas en conjunto, son
de incalculable valor para nosotros cuando tra-
tamos de seguir su ejemplo como intercesores.
Ellas incluyen:
Primera: Consagracin al sufrimiento
En el orden tradicional de los Evangelios, la
primera afirmacin categrica de Jess registra-
da en las Escrituras (en este caso expresada en
tercera persona) se encuentra en la descripcin
de Marcos: "Y [Jess] comenz a ensearles que
le era necesario al Hijo del Hombre padecer mu-
cho, y ser desechado ..." (Marcos 8:31, cursivas
aadidas).
Aunque refirindose a s mismo en tercera
persona como "al Hijo del Hombre", es significa-
tivo que Jess emplee la expresin categrica le
era necesario. Es nuestra introduccin a su estilo
de vida como intercesor. Cristo est planteando
que todos los que se conviertan en intercesores
deben reconocer la relacin entre la intercesin
56 El amor de rodillas
y el sufrimiento. Nuestra prioridad fundamental
como intercesores es sencilla:
Para ser como Cristo, me es necesariopadecer.
Jess vincul el sufrimiento con el rechazo. A
menudo se entiende mal a los-intercesores con-
sagrados debido a su tendencia a creer con mu-
cha seriedad las cosas y porque con frecuencia
oyen de Dios con respecto a asuntos importantes.
A veces su intensidad provoca la crtica de que
estn"desequilibrados" en su andar cristiano, de
que estn tan interesados con el cielo que no
sirven para nada en la tierra.
Los intercesores no estn exentos del sufri-
miento fsico. Resulta interesante que la Biblia
nos mande a sufrir. Pablo les dijo a los creyentes
corintios: ''No haya desavenencia en el cuerpo ...
De manera que si un miembro padece, todos los
miembros se duelen con l" (1 Corintios 1 2 : 2 5 ~ 2 6 ) .
Alos romanos, Pablo les dijo: ''Llorad con los que
lloran" (Romanos 12:15). Aun cuando nosotros
no estemos sufriendo, hemos de buscar a quienes
sufren y sufrir con ellos. El que se les mande a
sufrir es muy apropiado para los intercesores.
Eso n quiere decir que debamos causarnos
dolor fsico, sino ms bien comprender que el
conflicto puede dejar cicatrices cuando nos diri-
gimos a la victoria suprema. Jesucristo sabore
la victoria de la resurreccin slo despus de la
agona del Getseman y del Calvario.
Segunda: Consagracin al deber
De las primeras palabras registradas de Cris-
to a la edad de doce aos, aunque en segundo
Intensidad en la visin 57
lugar en el orden bblico tradicional de los Evan-
gelios, surge una verdad que nos provee del
segundo principio prioritario de Cristo (vase
Lucas 2:48-49). Como cualquier nio judo de
doce aos, Jess fue llevado a Jerusaln para la
ceremonia en que se consagra a los muchachos
de esa edad. Haba llegado a ''la mayora de
edad", y esa era la oportunidad en que se reco-
noca su llegada a la pubertad. Muchos miem-
bros de la familia participaban en las fest:ivida-
des. Eso hace ms fcil entender cmo, cl
1
ando
salieron del templo ,para emprender el largo
viaje de vuelta 'a su hogar, los padres de Jess
pensaron que su hijo estaba en otra parte en la
gran compaa de los miembros de la familia.
Transcurrieron tres das antes que los padres
de Jess se dieran cuenta de que el muchacho
no estaba en ninguna parte donde pudieran
encontrarlo. Volviendo de prisa, se asombraron
al descubrir que Jess haba permanecido en el
templo, y que estaba sentado entre los maestros
hebreos, respondiendo a sus preguntas. Lucas
describi ese momento: "Cuando le vieron, se.
sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, por qu
nos h ~ s hecho as? He aqu, tu padre y yo te
hemos buscado con angustia. Entonces l les
dijo: Por qu me buscabais? No sabis que en
los negocios de mi Padre me es necesario estar?"
(Lucas 2:48-49, cursivas aadidas).
De modo que las primeras palabras de Cristo
registradas en las Escrituras incluyen untl afir-
macin categrica. Ese imperativo puso de relie-
58 El amor de rodillas
ve su consagracin al deber. Y el "negocio del
Padre" era la redencin de la humanidad.
En esto hallamos un segundo principio para
el intercesor:
Para ser como Cristo, debo estar en los nego-
cios de Dios.
Cristo introdujo su llamado a sus primeros
discpulos con las palabras: "Venid en pos de m,
y har que seis pescadores de hombres" (Mar-
cos 1:17). Pudieran tratarse de muchas maneras
los negocios de Dios, pero no puede soslayar;e la
caracterstica predominante: Jesucristo vino, vi-
vi y muri por la redencin de la humanidad.
Salvar almas es el "negocio" del Padre, y los
intercesores consagraaos a) negocio ae) Ptlare
mantendrn la evangelizacin mundial en pri-
mer lugar en su lista de las prioridades de su
oracin personal.
Tercera: Consagracin a la obra
misionera
La tercera afirmacin divina del gran II1ter-
cesor tiene que ver con la obra misionera. Del
recorrido de Jess por algunas ciudades d e ~ i e r
tas cerca de Capernam, Lucas dijo: "Cuando ya
era de da, sali y se fue a un lugar desierto; Yla
gente le buscaba, y llegando a donde estaba, le
detenan para que no se fuera de ellos. Pero l
les dijo: Es necesario que tambin a otras citlda-
des anuncie el evangelio del reino de Dios, porque
para esto he sido enviado" (Lucas 4:42-43, cll
r
si-
vas aadidas).
Aqu Cristo pone de relieve su consagracin a
Intensidad en la visin 59
la suprema misin de su vida, la del estableci-
miento del reino de Dios en todas partes.
Jess haba terminado su ministerio en Ca-
pernamy estaba a punto de entrar en un lugar
desierto cuando una muchedumbre corri en pos
de l. Las personas que estaban all haban sido
testigos del impacto de su ministerio con los
muchos milagros que lo acompaaban y que
ocurran en todas partes adonde iba Jess, y
queran ms. Hacan lo que hacen algunos en la
iglesia actual que quieren acaparar las bendicio-
nes de Dios. Piense en esas congregaciones que
construyen enormes edificios para adapttlrse a
su crecimiento extraordinario, con el propsito
de que ms tarde haya enormes sumas de dinero
para las misiones. Pero por alguna razn cuando
llega ese da surgen nuevos proyectos locales,
posponiendo para ms adelante la entrega de
tales recursos.
Pero obsrvese la reaccin de Cristo ante los
que acaparaban las bendiciones: ''Es necesario
que tambin a otras ciudades anuncie el evan-
gelio del reino de Dios."
Aqu descubrimos el tercer principio priorita-
rio para los intercesores:
Para ser como Cristo, debo ir a algn lugar
con el evangelio.
Es un principio que pone de relieve una con-
sagracin a la obra misionera. A todos los cre-
yentes se les manda a participar en la Gran
Comisin. A la iglesia se le llama a ir a todo el
mundo. Debe evangelizarse a todas las personas
en todas partes. Y para que la iglesia vaya a
60 El amor de rodillas
todas partes, cada creyente debe ir a algn lu-
gar.
Muchos pueden hacer eso mejor de rodillas!
Por eso nos referimos a este principio como una
consagracin a la obra misionera, en singular,
ms bien que una consagracin a las misiones,
en plural. Todos tenemos una misin especfica
en la vida. Sin que importe lo que hagamos en
cuanto a la Gran Comisin, nunca debemos con-
siderarla slo en sentido general. Los misioneros
no van a todo el mundo; van individualmente a
lugares especficos del mundo. De modo que ha-
cen .un impacto en todo el mundo de manera
colectiva. Pero slo cuando aceptemos nuestra
misin individual como intercesores haremos
una contribucin a la evangelizacil). de ''todo el
mundo".
Cuarta: Consagracin a la perseverancia
Mientras Jess continuaba su ministerio en
todas las ciudades y aldeas cerca de Jerusaln,
se acercaba la hora en que iba a inmolarse en la
cruz. Cuando l predicaba en una de las aldeas,
un grupo de fariseos fue a verlo con una adver-
tencia severa: "Sal, y vete de aqu, porque Hero-
des te quiere matar" (Lucas 13:31).
Jess respondi rpidamente: "Id, y decid a
aquella zorra: He aqu, echo fuera demonios y
hago curaciones hoy y maana, y al tercer da
termino mi obra. Sin embargo, es necesario que
hoy y maana y pasado maana siga mi camino;
porque no es posible que un profeta muera fuera
Intensidad en la visic5n 61
de Jerusaln" (Lucas 13:32-33, cursivas aadi-
das).
Cuando Jess habl de terminar su ol>ra el
tercer da, se estaba refiriendo a su batalla en la
cruz que tendra lugar slo tres das despus.
Esos iban a ser das difciles, das que inchliran
la lucha de Getseman, su traicin y el Caivario
mismo. Es probable que cualquier persor1a co-
mn y corriente, sabiendo que le aguardaba
semejante lucha, se habra retirado a un lugar
solitario para descansar antes de la batalla. Pero
Jess tena una tarea que realizar y debti pre-
dicar hasta llegar a la cruz. Cuando se le dijo que
se escondiera por temor a Herodes, JesS res-
\londi "Es necesario hoy y; ma-
ana y pasado maana siga mi camino." }i'ue su
manera de decir: "Debo seguir perseverando
hasta que llegue el tiempo sealado para m!"
En el fondo de la intercesin hay un espritu
de perseverancia, una virtud que Cristo II10str
en esas ltimas batallas de su ministerio. Al
hacerlo as l nos estaba proveyendo de uA fun-
damento para nuestra cuarta prioridad:
Para ser como Cristo, debo negarme a desistir.
Cristo nos estaba mostrando que la victoria su-
prema exiga consagraci6n a la perseverafl,cia.
Jess saba que iba a morir tres das de@pus.
Sin embargo, reconoci que todava le quedaba
trabajo por hacer. En realidad, incluso en la cruz
continu su ministerio terrenal cuando amoro-
samente le habl al ladrn moribundo.
Obsrvese sobre todo el verbo terminar en
Lucas 13:32. Derivada de la palabra griega te-
62 El amor de rodillas
leioo, "terminado" significa completar o acabar
una tarea, o darle el fin deseado a algo. Cristo
iba a trabajar abnegadamente en sus ltimos
das en la tierra, perseverando siempre, hasta
que pudiera "terminar" o "completar" su obra
suprema en la cruz en Jerusaln.
Tal es la descripcin del verdadero intercesor.
La perseverancia es la clave de su consagracin.
Es, por definicin, la disposicin a seguir un plan
a pesar de la dificultad o la oposicin. Los genui-
nos intercesores, como Jesucristo, se desempe-
an a causa de una consagracin a la perseve-
rancia.
Quinta: Consagracin a las relaciones
humanas
Un da el ministerio de Cristo lo llev a la
prspera ciudad de Jeric, donde grandes multi-
tudes se haban reunido para verlo. La noticia
de sus milagros atrajo multitudes que esperaban
ver a ese predicador galileo. Una persona, un
recaudador de impuestos de Jeric pequeo de
estatura, avanz lentamente a travs de la mul-
titud. Zaqueo qued fascinado por lo que haba
odo de ese obrador de milagros y por ltimo
decidi subirse a un rbol para ver por s mismo.
Lucas explica: "Cuando Jess lleg a aquel
lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo:
Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoyes
necesario que pose yo en tu casa" (Lucas 19:5,
cursivas aadidas).
Jess quera un encuentro personal con Za-
queo. Vio el valor de esa alma solitaria, y estuvo
Intensidad en la visin 63
dispuesto a invertir el tiempo que fuera necesa-
rio para presentarle el evangelio del reino.
Cristo se interesa por las personas, una vir-
tud esencial para el estilo de vida del intercesor.
A Zaqueo le expres el inters con estas pala-
bras: "Hoyes necesario que pose yo en tu casa."
Parece ser slo un comentario casual, pero inclu-
ye otra prioridad para los que aspiran a ser
intercesores:
Para ser como Cristo, debo interesarme por
los dems!
Jess se haba consagrado a las relaciones
humanas. Quera estar cerca de la gente. Obsr-
vese que l no dijo: "Zaqueo, estoy celebrando
una serie de reuniones en el templo este fin de
semana. Espero verte all." Jess fue directa-
mente a la casa de Zaqueo. Fue al encuentro de
l donde l viva.
La mayora de las personas no encuentran a
Cristo en una reunin evangelstica sino porque
alguien se relaciona con ellas all mismo donde
viven. Incluso las que s encuentran a Cristo
mientras asisten a una reunin de la iglesia por
lo general son llevadas all por un amigo que ha
dedicado el tiempo a relacionarse con la necesi-
dad de esas personas.
Cunto ms eficaz sera la evangelizacin
moderna si volviramos a la norma neotesta-
mentaria del ministerio de casa en casa! En el
encuentro de Cristo con Zaqueo, toda la familia
del recaudador de impuestos result transfor-
mada por la visita de Cristo. El intercesor que
transforma con el evangelio slo a una persona
64 El amor de rodillas
donde vive pudiera estar transformando a toda
una generacin con el mensaje de Cristo de vida
eterna.
Sexta: Consagracin al sacrificio
La intercesin y el sacrificio estn estrecha-
mente relacionados. Como se subray antes, es
fundamental la muerte del yo para la interce-
sin. Al referirse a su sacrificio en la cruz, Jess
emple la afirmacin categrica: "Ycomo Moiss
levant la serpiente en el desierto, as es necesa-
rio que el Hijo del Hombre sea levantado, para
que todo aquel que en l cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna" (Juan 3:14-15, cursivas aa-
didas). Empleando la tercera persona, Cristo se
refiere a s mismo como "el Hijo del Hombre" que
"es necesario que sea levantado".
Amenudo los predicadores han empleado ese
versculo para exhortar a los creyentes a ''levan-
tar a Cristo" para que el mundo se acerque a l.
En realidad, Cristo hizo esa declaracin respecto
a que l haba de ser levantado en la cruz.
Estaba haciendo una comparacin con la poca
de Moiss, cuando una plaga azot al pueblo de
Dios y a Moiss se le orden que levantara una
serpiente sobre una estaca. Eso fue una evidente
mirada al futuro poder de la cruz para destruir
los planes de la serpiente.
Aqu Cristo nos da otro principio prioritario:
Para ser como Cristo, debo levantar mi cruz
cada da. La cruz simboliza una consagracin al
sacrificio, una virtud esencial para la interce-
sin.
Intensidad en la visin 65
Tambin Pablo describi ese principio cuando
escribi: "Pero cuantas cosas eran para m ga-
nancia, las he estimado como prdida por amor
de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las
cosas como prdida por la excelencia del conoci-
miento de Cristo Jess, mi Seor, por amor del
cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura,
para ganar a Cristo" (Filipenses 3:7-8).
La cruz es la descripcin perfecta de la inter-
cesin. All vemos a Jesucristo, levantado entre
cielo y tierra como mediador, y que pronto ocu-
para su posicin como Intercesor eterno a la
diestra de Dios. Como intercesores que llevamos
nuestras propias cruces de sacrificio, tambin
nosotros nos levantamos entre la humanidad
que sufre y un Padre amoroso, llevando sus
inquietudes a Dios en oracin.
Sptima: Consagracin a la oportunidad
Ensaye este sencillo ejercicio en cuanto a te-
ner conciencia de la oportunidad. Detngase un
instante, cierre los ojos y en silencio cite de
memoria Juan 3:16.
Es probable que no le tome ms de diez segun-
dos decir: ''Porque de tal manera am Dios al
mundo, que ha' dado a su Hijo unignito, para
que todo aquel que en l cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna." Lamentablemente, en ese
mismo espacio de tiempo, morirn unas quince
personas. Es decir, cinco mil cuatrocientas per-
sonas en la prxima hora, oms de ciento treinta
mil maana a esta misma hora, y la mitad de
ellas no saben que Cristo muri por sus pecados.
66 El amor de rodillas
Qu gran necesidad de intercesin presentan
esas cifras! Nunca debiramos perder una opor-
tunidad de servir. Sin duda, aqu Jess es nues-
tro modelo. Reconoci el valor del momento opor-
tuno. Nunca perdi una oportunidad de servir.
Cuando le sali al encuentro un hombre ciego de
nacimiento, sus discpulos se interesaron en la
causa de esa enfermedad, y le preguntaron:
"Rab, quin pec, ste o sus padres, para que
haya nacido ciego?" (Juan 9:2).
Sin embargo, Cristo vio la situacin desde un
punto de vista diferente. "Respondi Jess: No
es que pec ste, ni sus padres, sino para que las
obras de Dios se manifiesten en l." Luego aa-
di: "Me es necesario hacer las obras del que me
envi, entre tanto que el da dura; la noche viene,
cuando nadie puede trabajar" (Juan 9:3-4, cur-
sivas aadidas).
Aqu encontramos otro principio prioritario
de Cristo para el intercesor:
Para ser como Cristo, debo hacer algo hoy!
Eso expresa una consagracin a la oportunidad
y un sentido de urgencia divina.
Un ejemplo de eso es una historia de hace
algunos aos en la que particip un consagrado
obrero de Cada hogar para Cristo de Brasil, que
distribua mensajes evanglicos impresos. Iba
por las bulliciosas calles de una zona comercial,
repartiendo tratados y hablando de Cristo cada
vez que le era posible. Al entrar en una barbera,
se produjo una conversacin entre el obrero cris-
tiano y un cliente del barbero, a quien aqul le
daba testimonio de su fe. De pronto el barbero
Intensidad en la visin 67
mismo comenz a hacer preguntas. En pocos
minutos reconoci que era pecador y pregunt si
poda recibir a Cristo como Salvador personal en
ese momento. As que mientras un sorprendido
cliente observaba silencioso sentado en la silla,
el barbero recibi a Cristo como Salvador.
El obrero continu visitando las tiendas de la
barriada, yal atardecer comenz a caminar de
vuelta hacia su casa. Observ que haba un
tumulto cerca de la misma barbera donde antes
haba guiado al hombre a Jesucristo. La entrada
estaba atestada de personas. Esperaba una am-
bulancia. Al obrero le result difcil creer lo que
vea. El mismo barbero a quien haba guiado a
Jesucristo algunas horas antes yaca muerto
junto a su silla. Al obrero se le salieron las
lgrimas; pero eran lgrimas de alegra, no de
tristeza. Haba estado en el lugar preciso, en el
momento propicio, y haba aprovechado la opor-
tunidad. Y lo mejor de todo era que el barbero
estaba en el cielo!
Octava: Consagracin a acabar
la carrera
La ltima afirmacin categrica sobre la in-
tercesin aparece tambin en el Evangelio segn
San Juan (vase Juan 10:1-18). Aqu Jess se
describe a s mismo como el Buen Pastor que "su
vida da por las ovejas". l dice: 'Tambin tengo
otras ovejas que no son de este redil; aquellas
tambin debo traer, y oirn mi voz; y habr un
rebao, y un pastor" (Juan 10:16, cursivas aa-
didas).
68 El amor de rodillas
Pronto Cristo iba a terminar su mlslon y
cumplir su propsito al venir a la tierra. Falta-
ban pocos das para llegar a la cruz. La premura
con que camin y trabaj, am y vivi, ahora
estaba a punto de culminar en un glorioso esta-
llido de cumplimiento eterno. Seguira su prop-
sito hasta la cruz, y ms all. Su intercesin a la
diestra del Padre, junto con nuestros esfuerzos
de oracin en la tierra en unidad con l, sera
parte de su plan "debo traer" para llegar a todo
linaje y lengua y pueblo y nacin (Apocalip-
sis 5:9).
Terminara lo que vino a hacer. Yen la ora-
cin ms larga de Cristo registrada, en Juan 17,
encontramos un esclarecimiento de esa consa-
gracin a la terminacin de la obra: "Yo te he
glorificado en la tierra; he acabado la obra que
me diste que hiciese" (Juan 17:4).
Cuando Jess dijo que hay otras ovejas que
no son de este redil que l deba traer, nos estaba
proveyendo de un fundamento para el ltimo
principio prioritario de Cristo:
Para ser como Cristo, debo acabar la tarea que
se me ha asignado. Es una consagracin a la
consumacin, siendo la consumacin la termina-
cin o el cumplimiento de un plan o de una meta.
Lo que Jess dijo antes de ir a la cruz, "he
acabado la obra", se ampli en una frase de
consumacin en la cruz; "Consumado es!"
Aqu est el espritu del intercesor. Vendre-
mos a ser compaeros de Cristo, nuestro Inter-
cesor eterno, al llevar a cabo el cumplimiento de
su consagracin a "otras ovejas". Daremos, ire-
Intensidad en la visi6n 69
mos, lloraremos y trabajaremos hasta que todo
linaje y lengua y pueblo en este globo terrqueo
le rindan tributo a la majestad de Cristo, jy lo
coronen Seor de todo!
4
CONTIENDA ORDENADA
C ~ ~
J e ~ ~ J a ~
IIa sentido alguna vez que Satans lo
IIhaya escogido a usted para un ensayo
especial? Es como si estuviera adiestrando a un
nuevo demonio y necesitara un individuo idneo
para practicar con l jy usted fuera el elegido!
Cualquier seguidor de Jesucristo en estrecho
contacto con la Palabra de Dios reconoce la rea-
lidad de las fuerzas satnicas invisibles. Estn
bien organizadas y procuran sobre todo hacer
estragos en nuestras metas de intercesin. De
seguro que si Satans tiene una estrategia sera
bueno que nosotros, como creyentes y guiados
por la Palabra y el Espritu de Dios, desarroll-
ramos nuestra propia estrategia.
Orden: Instrumento clave del intercesor
La Biblia es muy clara con respecto a-la im-
portancia espiritual de poner en orden nuestra
Contienda ordenada 71
vida de oracin. David, al describir su deseo de
oracin diaria, dijo: "Oh Jehov, de maana
oirs mi voz; de maana me presentar delante
de ti, y esperar" (Salmo 5:3).
Carlos Spurgeon escribi de ese pasaje lo si-
guiente:
Si sencillamente leemos ese texto en
nuestro idioma, y queremos una explica-
cin de esas dos oraciones, la encontra-
mos en la figura de un arquero: "Te diri-
gir mi oracin." Es decir, "pondr mi
oracin en mi arco, la dirigir hacia el
cielo, y entonces cuando haya disparado
mi flecha, esperar a ver adnde ha ido".
Pero aqu la expresin hebrea tien un
sentido mucho ms amplio que "dirigir
mi oracin". Es la palabra que se emplea
para la colocacin en orden de la lea y
los objetos del sacrificio sobre el altar, y
tambin se emplea para cuando se pone
el pan de la proposicin sobre la mesa.
Significa precisamente esto: "Poner en
orden mi oracin delante de ti." De ma-
ana la colocar sobre el altar al igual
que el sacerdote colocaba los sacrificios
de la maana. Dirigir hacia arriba mis
oraciones. Las pondr en orden. Invocar
todos los poderes a mi alcance, y orar
con todas mis fuerzas, de manera acepta-
ble.
La palabra hebrea empleada aqu para "pre-
sentar" es, arak. Un equivalente de esa palabra
72 El amor de rodillas
en castellano es poner en orden. Arak es una
palabra que se empleaba con frecuencia en el
Antiguo Testamento y dondequiera que se use
se refiere a establecer orden a cierto nivel o en
cierto grado.
Como indicara Spurgeon, un uso muY fre-
cuente de arak en la Biblia est relacionado con
el orden que los sacerdotes daban a sus sacrifi-
cios diarios. Obsrvense las instrucciones de
Dios para Moiss al establecer la adoraCin del
tabernculo: ''Pondrs en l el arca del testimo-
nio, Yla cubrirs con el velo. Meters la mesa Y
la pondrs en orden . .." (xodo 40:3-4, cursivas
aadidas). La palabra hebrea empleada en este
'Pasaje .'Para poner en orden es arak.
La Biblia se refiere a que la sabidura pone
las cosas en orden antes de que [email protected] al
Seor con nuestras intercesiones. Proverbios
dice que la sabidura "puso su mesa" (Prover-
bios 9:2). En este caso puso significa "puso en
orden". El pasaje quiere decir que la sabidura
pone en orden las cosas tal como se pone la mesa
para una comida. Tambin Isaas emple arak
cuando dijo: "Ungid el escudo ... pon centinela
..." (lsaas 21:5-6, cursivas aadidas). Aqu se
emplea arak para describir una ordenad@. prepa-
racin antes de poner un centinela n la torre.
Obsrvense las insinuaciones de la locha es-
piritual en esos pasajes, particularmente intere-
santes para nosotros como Tam-
bin Jeremas emplea arak en un contexto de
guerra en que l profetiza: "Preparad escudo Y
pavs, y venid a la guerra!" ([email protected] 46:3,
Contienda ordenada 73
cursivas aadidas). Aqu arak se traduce "pre-
parar".
Lo ms interesante con respecto al empleo de
arak en un orden de batalla es la confrontacin
entre Israel y la rebelde tribu de Benjamn como
se relata en Jueces 20. Respecto al plan de
batalla de Israel contra Benjamn, dice que "or-
denaron la batalla contra ellos ..." (Jue-
ces 20:20). Establecer un "orden de batalla"
(arak) significa desarrollar una ordenada estra-
tegia antes de entrar en el conflicto.
Obsrvese la importancia que eso tiene para
el intercesor. Debemos estar preparados antes
de entrar en cada batalla. Job emple la palabra
arak cuando dijo: "He aqu ahora, si yo expusiere
mi causa, s que ser justificado" (Job 13:18).
Una definicin original de arak en el lxico he-
breo es exponer una causa ante un tribunal de
justicia.
En resumen, tenemos que desarrollar un plan
de ataque antes de trabar combate con el enemigo
en la lucha de la oracin. No hay nada antibbli-
co en cuanto a orar con orden. Decir que "oro
segn me gua el Espritu Santo" parece correc-
to, pero puede volverse una excusa para descui-
dar la intercesin ordenada e inteligente. En
realidad, los intercesores veteranos muestran
una absoluta dependencia del Espritu Santo
para recibir poder y direccin en la oracin, pero
asimismo reconocen que el Espritu Santo dar
rdenes e ideas que nos ayuden a orar eficaz-
mente. Se concibieron muchas de las pginas
74 El amor de rodillas
que siguen para ayudar a los intercesores a
desarrollar tal orden bblico en su oracin.
Estrategias para la lucha victoriosa
La estrategia es un plan de accin. Tres pasa-
jes bblicos fundamentales nos guan a estrate-
gias esenciales para la lucha victoriosa.
En primer lugar, como intercesores debemos
considerar el llamado de Pedro a la vigilancia.
Pedro escribi: "Sed sobrios, y velad; porque
vuestro adversario el diablo, como len rugiente,
anda alrededor buscando a quien devorar; al
cual resistid firmes en la fe ..." (1 Pedro 5:8-9).
El sobrios empleado aqu significa que hemos de
tener dominio propio en vista de los continuos
planes de nuestro enemigo para destruirnos me-
diante innumerables tentaciones. Aqu velar sig-
nifica vigilar, es decir, estar alerta. El empleo de
la expresin resistir firmes es particularmente
importante. Se deriva de la misma palabra grie-
ga traducida "estar firmes" en la exhortacin de
Pablo a los efesios: "Estad, pues, firmes, ceidos
vuestros lomos con la verdad ..." (Efesios 6:14).
Resistir firmes sencillamente significa hacer re-
sistencia. Y no es simplemente una resistencia
pasiva y defensiva. Es una actitud agresiva que
procura hacer huir al diablo.
En segundo lugar, como intercesores debemos
considerar el llamado de Santiago a la resisten-
cia. l dijo: "Someteos, pues, a Dios; resistid al
diablo, y huir de vosotros. Acercaos a Dios, y l
se acercar a vosotros" (Santiago 4:7-8). Aqu el
verbo resistir proviene del griego anthistemi, que
Contienda ordenada 75
significa "combatir" u "oponerse". Se deriva de la
misma raz empleada en el captulo de lucha de
Pablo (Efesios 6) en el que nos dice que debemos
"estar firmes contra [histemiJ las asechanzas del
diablo".
Es notable en la exhortacin de Santiago la
conexin que hace entre la sumisin y la oracin
para la lucha victoriosa. Pudiera llamarse el
"emparedado de guerra" de Santiago. El "resistid
al diablo, y huir de vosotros" del apstol est
insertado entre sumisin ("someteos a Dios") y
oracin ("acercaos a Dios"). Esa ltima exhorta-
cin es especialmente fundamental porque se
refiere a nuestra comunin con el Padre. Ycuan-
to ms nos acerquemos a Dios, tanto ms tendr
que huir el enemigo. Lo que ms teme Satans
es la presencia de Dios.
En tercer lugar, como intercesores debemos
considerar el llamado de Pablo a la preparacin.
El apstol comenz su exhortacin con el doble
llamado a ''fortalecerse en el Seor" y a ''vestirse
de toda la armadura de Dios" (Efesios 6:10-11).
Luego Pablo esboza sistemticamente la na-
turaleza de nuestro conflicto espiritual, las es-
tructuras de los seres invisibles en los lugares
celestiales, y la importancia de estar adecuada-
mente preparado para la lucha venidera. Es
aqu que l emple la analoga de la armadura
para mostrarnos precisamente lo que necesitan
los creyentes a fin de prepararse de manera
adecuada para hacer frente a los ataques de
Satans.
De inters especial en cuanto a nuestro arse-
76 El amor de rodillas
nal de pertrechos espirituales es que cada aspec-
to de la armadura es una analoga, salvo uno.
Por ejemplo, en realidad no podemos ver nuestra
coraza de justicia ni nuestro escudo de la fe. Son
tipos o analogas de realidades que pueden en-
tenderse slo en trminos espirituales. Ni tam-
poco podemos tomar en nuestras manos un yel-
mo literal de la salvacin. Pero ese no es el caso
con el ltimo aspecto de nuestra armadura, la
espada del Espritu, que es la Palabra de Dios.
Podemos tomar literalmente la Palabra de Dios
en nuestras manos y emplearla como un arma
espiritual. Eso es lo que hizo Jess en su lucha
del desierto, cuando su reiterada respuesta a las
insinuaciones de Satans fue: "Escrito est"
(vase Mateo 4:4,7,10).
Nuestro "escrito est" es la Palabra de Dios
empleada en la oracin. La Palabra, en realidad,
es la nica arma ofensiva mencionada en el
arsenal del armamento espiritual de Pablo. To-
dos los dems aspectos de la armadura son de-
fensivos.
Despus de la exhortacin de Pablo a vestirse
de toda la armadura de Dios, que incluye el
tomar la espada, el apstol declar: "Orando en
todo tiempo con toda oracin y splica en el
Espritu, y velando en ello con toda perseveran-
cia y splica por todos los santos; y por m ..."
(Efesios 6:18-19).
Aqu hallamos una verdad esencial: La ora-
cin no es otra arma en nuestra lista de arma-
mentos sino que es la batalla misma. Es el campo
de batalla en el que trabamos combate con nues-
Contienda ordenada 77
tro enemigo. Al finalizar su exhortacin a los
creyentes de feso respecto a la lucha espiritual,
Pablo nos provey de una sxtuple estrategia
extraordinaria.
Un llamado a la intercesin ''incesante"
Pablo present su estrategia de lucha en la
oracin con la exhortacin a "orar en todo tiem-
po". En otra carta el apstol dijo: "Orad sin cesar"
(1 Tesalonicenses 5:17).
Pablo no estaba indicando, por supuesto, que
alguien ore veinticuatro horas al da, sino ms
bien que continuemos en disposicin de orar
cuando surgen las necesidades. La expresin sin
cesar se deriva del griego adaleptos, una pala-
bra que se empleaba comnmente en la antigua
Grecia para describir a alguien con una tos seca.
Sin duda, la persona no poda planear su tos
durante todo el da, pero tosa cada vez que fuera
necesario. La necesidad causaba la reaccin.
As ocurre con los intercesores de experiencia.
Como la tos que se produce cuando surge el
impulso, se ora por cada necesidad que uno se
encuentre"
Puede usarse el orar sin cesar tanto como una
disciplina intercesora individual o colectiva. Po-
cos relatos son ms conmovedores que el de la
gran reunin de oracin de cien aos instituida
por los creyentes moravos en 1727. Creyentes
perseguidos de Bohemia y Moravia buscaron
refugio en 1722 en los estados del conde Nicols
von Zinzendorf, un noble piadoso que viva en
Sajonia (la Alemania moderna). Zinzendorf le
78 El amor de rodillas
haba puesto a la comunidad el nombre de
Herrnhut, que significa "el reloj del Seor".
Lamentablemente, durante los primeros cin-
co aos de existencia de Herrnhut la comunidad
difcilmente se asemejaba a su nombre. A prin-
cipios de 1727, Herrnhut, que para entonces
tena unos trescientos habitantes, estaba destro-
zada por el desacuerdo. Era imposible cualquier
esperanza de avivamiento. Desesperados, el con-
de Zinzendorf y otros convinieron en buscar a
Dios pidindole uno de los puntos ms funda-
mentales de todas las oraciones intercesoras, el
despertamiento espiritual.
Y entonces ocurri el doce de mayo. Una inu-
sitada visitacin de Dios recorri Herrnhut. En
pocos das desapareci todo desacuerdo, y se
convirtieron todos los incrdulos. De aquella
poca dira ms tarde el conde: "Todo el lugar
representaba una genuina y visible morada de
Dios entre los hombres."
Se apoder de toda la comunidad un espritu
de intercesin. Para el 27 de agosto veinticuatro
hombres y veinticuatro mujeres haban prome-
tido dedicar una hora cada da a la oracin
intercesora, manteniendo as la oracin incesan-
te. Poco despus, muchos otros hicieron iguales
compromisos. Las intercesiones siguieron sin ce-
sar, mes tras mes, ao tras ao, dcada tras
dcada. Citado en la revista Decisin, el histo-
riador A. J. Lewis cuenta lo siguiente: "Durante
ms de cien aos, todos los miembros de la
iglesia morava participaron en la 'intercesin
por horas'. Dentro y fuera del pas, en tierra y
Contienda ordenada 79
mar, ese reloj de oraci6n se elev6 sin cesar hasta
el Seor."
El espritu de intercesin de los moravos se
hizo tangible cuando comenzaron a enviar mi-
sioneros al extranjero. Durante los primeros dos
aos despus de comenzar su intercesi6n por las
naciones, haban muerto veintid6s obreros mo-
ravos. Los futuros misioneros moravos se referi-
ran a esa poca como ''la Gran Mortandad".
Pero an as persistieron, y siguieron orando.
En sesenta y cinco aos los moravos enviaron
trescientos misioneros a todo el mundo. En rea-
lidad, algunas de sus victorias cambiaron la
historia. Por ejemplo, s610 once aos d e s p u ~ del
inicio del reloj de oraci6n incesante, un joven
afligido por profundas dudas y aprensionetl es-
pirituales andaba sin rumbo y entr6 en una
reuni6n de oraci6n de los moravos en Londres.
Aos despus l deca de aquella noche que su
coraz6n estaba "raramente entusiasmado" cuan-
do lleg6 a un conocimiento personal de Jesu-
cristo. El nombre del hombre era Juan Wealey,
y lo dems es historia.
Un llamado a la intercesin "completa"
La estrategia de oraci6n de Pablo contina
con la fraBe con toda oraci6n. Hemos de incluir
toda forma de oraci6n bblica como parte de
nuestra lucha espiritual.
Hay muchos tipos de oraci6n bblica que pue-
den clasificarse. A mediados de la dcada de los
aos setenta el Seor me pidi6 que "velara" con
l una hora cada da (vase Mateo 26:41), y
80 El amor de rodillas
como me mostr doce categoras de la oracin,
me di cuenta de que el dedicarle slo cinco minu-
tos a cada asunto equivaldra a una hora.
Por supuesto que esto era slo una gua, y
cuando les he explicado a otros ese concepto
siempre he tenido cuidado de no transmitir un
sentido de legalismo.
La lista completa, que despus lleg a ser el
libro La hora que cambia al mundo (Editorial
Vida, 1983), incluye lo siguiente:
1. Alabanza: un tiempo de exaltacin! El
salmista dijo: ''Porque mejor es tu misericordia
que la vida, mis labios te alabarn" (Salmo 63:3).
Alabar a Dios es reconocerlo por quin l es. Es
exaltar a Dios con nuestras palabras. La alaban-
za debe ser el punto de partida de toda oracin.
2. Espera: un tiempo de adoracin. Aunque
estrechamente relacionado con la alabanza, el
esperar es un tiempo de adoracin silenciosa a
Dios por lo que l es. El salmista dijo: ''Esper
yo a Jehov ... Mi alma espera a Jehov ms
que los centinelas a la maana" (Salmo 130:5-6).
Mientras que la alabanza significa reconocer de
palabras a Dios por su grandeza, el esperar es
ms un tiempo de slo amarlo a l en silencio.
3. Confesin: un tiempo de examen. Este es un
tiempo dedicado a la evaluacin personal de
nuestra condicin espiritual como creyentes. El
salmista dijo sencillamente: ''Mi pecado te decla-
r ... Confesar mis transgresiones" (Sal-
mo 32:5). Pablo les dijo a los creyentes corintios:
"As que, amados, puesto que tenemos tales pro-
mesas, limpimonos de toda contaminacin de
Contienda ordenada 81
carne y de espritu, perfeccionando la santidad
en el temor de Dios" (2 Corintios 7:1). La confe-
sin es nuestra parte en el proceso de purifica-
cin. La parle de Cristo es la cruz.
4. Oracin bblica: un tiempo de apropiacin.
La oracin equilibrada necesita tiempo de lectu-
ra de la Palabra de Dios. Debiramos leer la
Palabra y orar conforme a la Palabra. Eso se
pudiera calificar de "oracin de la promesa". Es
tomar la Palabra de Dios, que produce fe, y
apropiarse de esa fe mediante la oracin.
Por medio de Jeremas Dios dijo de su Pala-
bra: "Noes mi palabra como fuego, dice Jehov,
y como martillo que quebranta la piedra?" (Jere-
mas 23:29).
5. Vigilia: un tiempo de observacin. Aqu se
dedica el tiempo a cultivar una agudeza silencio-
sa en cuanto a cuestiones que necesitan oracin.
Pronto estaremos intercediendo por otros y su-
plicndole a Dios por nosotros mismos. El velar
nos ayuda a prepararnos para esas cuestiones.
Pablo ense a los creyentes a perseverar "en la
oracin, velando en ella con accin de gracias"
(Colosenses 4:2, cursivas aadidas).
6. Intercesin: un tiempo de intervencin.
Ningn tiempo devocional pudiera completarse
jams sin por lo menos dedicarle una parte de l
a ministrar en oracin en favor de los dems. La
intercesin es esencialmente lucha compasiva.
Es intervenir en la batalla de otra persona.
Obsrvese el llamado de Pablo a ser guerreros
compasivos: "Que me ayudis orando por m a
82 El amor de rodillas
Dios, para que sea librado de los rebeldes que
estn en Judea" (Romanos 15:30-31).
7. Peticin: un tiempo de expectativa. La peti-
ci6n se concentra en nuestras necesidades per-
sonales. Se pudiera describir como la expresi6n
de nuestros deseos al Seor. Ms de cincuenta
pasajes de los Salmos, por ejemplo, incluyen
expresiones como lmpiame, aydame, o fortal-
ceme. Jess recalc61a petici6n cuando les dijo a
sus discpulos: "Todo lo que pidiereis orando,
creed que lo recibiris, y os vendr" (Mar-
cos 11:24).
8. Accin de gracias: un tiempo de gratitud.
Otro aspecto importante de la oraci6n ordenada
es la acci6n de gracias. El salmista dijo: "Entrad
por sus puertas con acci6n de gracias" (Sal-
mo 100:4). Tambin Pablo mostr6 que ese es un
aspecto importante de la oracin cuando escri-
bi6: "Perseverad en la oraci6n, velando en ella
con accin de gracias" (Colosenses 4:2, cursivas
aadidas).
9. Canto: un tiempo de edificacin. El canto
no tiene que estar limitado exclusivamente a la
adoraci6n colectiva. Este aspecto de la adoraci6n
no s610 exalta al Seor sino que edifica al creyen-
te. El salmista cant6: "Mis labios se alegrarn
cuando cante a ti" (Salmo 71:23). Cuando Pablo
les dijo a los creyentes que fueran llenos del
Espritu, que trae edificaci6n, aadi6: "Hablan-
do entre vosotros con salmos, con himnos y cn-
ticos espirituales, cantando y alabando al Seor
en vuestros corazones" (Efesios 5:19). En varios
pasajes bblicos vemos el ministerio de la msica
Contienda ordenada 83
vinculado con la lucha espiritual eficaz (2 Crni-
cas 20:20-22; Hechos 16:25-26).
10. Meditacin: un tiempo de anlisis. Otro
aspecto importante de la oracin es la medita-
cin. Esto incluye un anlisis espiritual de la
naturaleza y del carcter de Dios como se revela
en su Palabra as como en la creacin. El salmis-
ta dijo: ''Meditaba en todas tus obras" (Sal-
mo 143:5). La meditacin es especficamente es-
cudriar la naturaleza de Dios, sus caminos y
sus obras con cuidadosa intensidad. Cuando uno
se concentra en la Palabra de Dios, analiza cui-
dadosamente un pasaje, descubriendo toda ver-
dad secreta. Tambin el salmista dijo: "[La per-
sona piadosa] en su ley medita de da y de noche"
(Salmo 1:2).
11. Atencin: un tiempo de revelacin. Tam-
bin el escuchar con atencin es un tipo de
oracin necesaria para una equilibrada estrate-
gia de lucha. Es una receptividad sosegada que
permite que Dios nos revele lo que pudiera lla-
marse discernimiento de revelacin respecto a
las actividades de cada da en particular. Pablo
se refiri a esa receptividad cuando or por los
creyentes de feso para que Dios les diera "esp-
ritu de sabidura y de revelacin" (Efesios 1:17).
El escuchar, por supuesto, no es ms que uno
de los varios aspectos de la oracin silenciosa en
nuestra lista. Como esos aspectos parecen simi-
lares, es importante comprender cunto se dife-
rencian. Esperar, que es nuestro primer aspecto
silencioso de la oracin, es amar a Dios. La
meditacin, tambin un aspecto de la oracin
84 El amor de rodillas
silenciosa, es estudiar a Dios. Escuchar, por otra
parte, es or a Dios. As que esos tres aspectos,
aunque silenciosos en esencia, tienen funciones
extraordinariamente distintas.
12. Alabanza: un tiempo de regocijo. Volve-
mos al lugar donde comenzamos en la oracin:
alabanza! Lo hacemos porque Cristo nos ense
a comenzar y a terminar nuestra oracin con
alabanza (vase Mateo 6:9,13). Pero mientras
que comenzamos con un tiempo de exaltacin en
alabanza, ahora terminamos con un tiempo de
regocijo en alabanza. Los intercesores de expe-
riencia reconocen la importancia de cultivar un
espritu de regocijo en la oracin. Regocjese!
Sienta jbilo! y recuerde que a los verdaderos
adoradores nunca les faltan razones para la
alabanza. El salmista dijo: "... yo esperar
siempre y te alabar ms y ms" (Salmo 71:14).
Mientras usted pone en prctica los pasos
anteriores, o cualquier otra forma de interce-
sin, prudentemente evite la oracin ritualista y
muerta, que es oracin sin el Espritu Santo. La
agudeza espiritual le ayudar a permanecer sen-
sible a las insinuaciones del Espritu Santo.
Si pone en prctica los doce pasos anteriores,
recuerde que varios pudieran ocurrir simult-
neamente. Por ejemplo, pudiera cantar la Pala-
bra en la oracin, lo cual combina la oracin y los
cantos bblicos. Si primero medita en el pasaje
que ha de cantar, est aadiendo meditacin a
esa oracin. Y si todo eso se concentra en una
nacin, como el cantar una cancin de las Escri-
turas por una nacin, reclamando que la gloria
Contienda ordenada 85
de Dios toque ese pas, se ha aadido otro aspec-
to de la oracin, la intercesin.
En realidad, es posible usar un plan y mante-
nerlo vigoroso.
Un llamado a la intercesin "vigorizada"
La estrategia de lucha de Pablo prosigue con
su exhortacin a orar con "splica en el Espri-
tu". La splica representa una forma vehemente
de intercesin. Deesis, la palabra griega para
splica (Efesios 6:18), se refiere a una interce-
sin constante, firme e incesante.
Santiago describi ese nivel de la oracin
cuando escribi: "La oracin eficaz del justo pue-
de mucho" (Santiago 5:16). La palabr griega
traducida "eficaz" en este pasaje es energeo, de
la cual se deriva nuestra palabra energta, sin-
nimo de vigor. Santiago estaba hablando de ora-
cin vigorizada por el Espritu Santo. Tal vez por
eso Pablo no se refiri sencillamente a la splica
en su estrategia efesia sino a splica "en el
Espritu". Es la ferviente intercesin que adquie-
re un carcter "sobrenatural" gracias al Espritu
Santo.
Tambin observamos ese nivel de intensidad
vinculado con nuestro Seor. El autor de He-
breos nos dice que Cristo ofreci ''ruegos y spli-
cas con gran clamor y lgrimas" (Hebreos 5:7).
Aqu notamos que la palabra splicas est en
plural. La intensidad de la oracin de Cristo no
fue un momento de demostracin emotiva en
Getseman la noche antes del Calvario. Sus in-
86 El amor de rodillas
tercesiones estuvieron constantemente llenas
del vigor y de la fuerza del Espritu Santo.
Un llamado a la intercesin "sensible"
Despus de la exhortacin a los creyentes a que
oren con "splica en el Espritu", Pablo aadi el
mandato de hacerlo "velando". Como se expres
antes, velar en la intercesin es cultivar una agu-
deza sensible a las insinuaciones del Espritu San-
to. El intercesor tiene que saber por qu orar.
Pablo les dijo a los creyentes de Roma: "Pues qu
hemos de pedir como conviene, no lo sabemos,
pero el Espritu intercede por nosotros ..." (Ro-
manos 8:26).
Al principio del versculo Pablo dijo: "Y de
igual manera el Espritu nos ayuda en nuestra
debilidad." La palabra griega traducida ayuda
es una de las palabras griegas ms largas del
Nuevo Testamento: sunantilambanomai. La pa-
labra significa "ayuda conjunta". Describe el vi-
gor y el apoyo provistos por dos personas que
trabajan unidas. Otra defmicin es ''la misma
carga llevada por dos personas". Eso sugiere que
el Espritu Santo no hace todo el trabajo por
nosotros en la oracin sino que trabaja con
nosotros! Es un esfuerzo conjunto. Cuando de-
pendamos del Espritu de Dios en oracin, l nos
mostrar cmo y qu pedir en oracin.
Un llamado a la intercesin persistente
Despus Pablo les orden a los guerreros que
oraran con "toda perseverancia". Esa expresin de
dos palabras, del griegopr08kartero, significa "afe-
rrarse firmemente a" o "ir sin cesar en pos del
Contienda ordenada 87
objeto buscado". Tambin significa "empearse
siempre en la meta que hay delante de uno".
La unin de esos significados sugiere un esp-
ritu de intercesin que nunca olvida su verdade-
ro propsito. No estamos orando para parecer
ms espirituales. Ni estamos orando para obte-
ner bendiciones. Nuestra meta es mucho mayor.
Estamos extendindonos en la oracin con el
propsito supremo de ver el reino de Cristo final-
mente establecido en toda la tierra. Ycon ese fin,
debemos persistir. Hay que tomar en serio todas
las promesas de Dios. Como Daniel, que persisti
durante muchos das porque se empe en su
meta (Daniel 10:2,12-13), los intercesores deben
cultivar la virtud de la firme persistencia.
No es un ejemplo perfecto. En el relato del
diluvio (vase Gnesis 5-6) notamos que pasaron
cien aos desde la poca en que Dios le advirti
a No de un diluvio hasta que cayeron las prime-
ras lluvias que lo causaron. Imagnese la posible
desconfianza de s mismo unida a la casi segura
burla y crtica de los dems! Sin embargo, No
persisti en construir algo que nadie haba visto
jams, un arca, a fin de prepararse para algo que
nadie haba experimentado nunca antes, un di-
luvio. Yle llev todo un siglo. Noes de extraarse
que la Biblia diga: "No hall gracia ante los ojos
de Jehov" (Gnesis 6:8).
Un llamado a la intercesin "enfocada"
La estrategia de lucha de Pablo concluye con
una doble splica por la oracin enfocada. l su-
plica: "Orando en todo tiempo con toda oracin ...
88 El amor de rodillas
por todos los santos; y por m." Pablo estaba
proponiendo tanto un enfoque general ("por to-
dos los santos") como un enfoque especfico ("por
m").
Un enfoque general para la oracin pudiera
incluir la oracin por categoras generales de
necesidades respecto a la obra de Dios y a quie-
nes la sostienen. Orar por varios pases cada da,
por ejemplo, pidindole a Dios que fortalezca y
bendiga la obra cristiana y a los obreros en esos
pases, es un enfoque general. El incentivo para
esta clase de oracin puede venir de diversas
fuentes, incluso los peridicos, los noticieros de
televisin, los boletines de la iglesia o revistas
misioneras regulares. Por supuesto, cuanto ms
detalles incluya esa informacin, tanto ms se
mueve uno hacia un enfoque ms especfico, lo
cual Pablo recalc con su splica de que se orara
por l "a fin de que al abrir [su] boca [le fuera]
dada palabra para dar a conocer con denuedo el
misterio del evangelio ..." (Efesios 6:19).
Es significativo que, cuando pidi oracin por
s mismo, Pablo no pidi bendiciones materiales,
tales como recursos econmicos o salud, sino las
palabras apropiadas y el denuedo para procla-
mar el evangelio. Una vez ms vemos la priori-
dad primordial de la oracin: glorificar a Cristo
en todo el mundo y as ''llevar muchos hijos a la
gloria"! (Hebreos 2:10). En realidad, la oracin
que casi no menciona las misiones es una oracin
que le falta el sentir mismo de Dios. Despus de
todo, "de tal manera am Dios al mundo, que ha
dado ..."
5
,
INTERCESION
CON AUTORIDAD

A
l ayuno pudiera llamrsele la oracin
que no es una diversin!
Al describir una batalla especialmente
sa con este aspecto de la oracin, Martn
dijo: "Mi carne se acostumbr a quejarse de Una
manera espantosa."
Por supuesto, es difcil la persistencia en la
oracin a cualquier nivel. Es porque, como Una
vez escribi un nio, "Satans tiembla cuando ve
arrodillado al ms dbil de los santos".
Pero de todos los niveles de intercesin l3te
parece que es el que ms aterra a nuestro ene-
migo. Satura nuestras peticiones con una auto-
ridad que no tendra de ninguna otra manera.
Combinar el ayuno con la intercesin es aila-
dir un poder especial a nuestra oracin. Es Ota-
cin con autoridad que nos permite derribar las
fortalezas enemigas.
90 El amor de rodillas
Se define la autoridad como poder para in-
fluir o persuadir a causa del conocimiento o de
la experiencia. Es tambin el poder legtimo
para mandar o actuar en situaciones especficas.
Cmo se relaciona el ayuno con la interce-
sin? La intercesin es la negacin de s mismo
en la oracin de modo que nuestra oracin se
concentre en los dems; y el ayuno es una forma
fsica de humildad y negacin de s mismo para
la cual la Biblia seala un poder especial. El
ayunojunto con la oracin intercesora es oracin
con autoridad a su ms alto nivel.
Ayunar, por supuesto, es la prctica de abste-
nerse deliberada y voluntariamente del alimen-
to acostumbrado, que, cuando se realiza en el
contexto de la oracin, le da poder sobrenatural
a nuestra oracin. Ayunar es prescindir de algo
necesario, o practicar la negacin de s mismo.
Puede ampliarse su sentido para incluir la abs-
tinencia temporal de cualquier cosa a fin de dar
atencin ms concentrada a los asuntos espiri-
tuales. Las Escrituras revelan cinco aspectos
caractersticos de esa categora dificil de enten-
der de "oracin con autoridad".
Quebrantamiento en la intercesin
En primer lugar, el ayuno es una humillacin
voluntaria del corazn delante de Dios que au-
menta el quebrantamiento espiritual.
El salmista dijo: "Llor afligiendo con ayuno
mi alma, y esto me ha sido por afrenta" (Sal-
mo 69:10).
La humildad es el meollo del ayuno. La hu-
Intercesin con autoridad 91
mildad es una virtud que se expresa en cmo ul10
acta con relacin a Dios y a los dems. Es
rebajar el concepto de s mismo al elevar el
concepto de los dems.
y como el ayuno lleva esa virtud de la humil-
dad al reino fisico y tangible, origina un que-
brantamiento delante de Dios que no puede pl'O-
ducirse de otra manera. Tal quebrantamiento no
slo honra a Dios sino que hace ms dcil el
corazn del intercesor para que pueda orlo. pe
ese modo el intercesor es ms eficiente al llevar
a la prctica los planes del reino de Dios.
Dominio en la intercesin
En. , eL es uno, consgl'e-
cin al dominio propioque capacita a un creyert
te
para que muera a s( mismo.
Pablo se refiri a la templanza (o el domiro
propio) como un fruto del Espritu (Gla-
tas 5:23). La templanza es la virtud de la mode-
racin en el apetito y las pasiones. Es dominar
la carne de uno al no permitir que nada aumente
hasta el punto del exceso. En este caso es darle
muerte a lo que es impuro o excesivo.
Obsrvese cmo el ayuno ampla esa acci6n.
El salmista dijo: "Peroyo, cuando [mis enemigoS]
enfermaron, me vest de cilicio; aflig con ayuno
mi alma, y mi oracin se volva a mi seno" (Sal-
mo 35:13).
Afligir es un verbo fuerte en el texto que
igualmente pudiera traducirse atormentar. Sin
duda, cualquiera que haya ayunado por cual-
quier espacio de tiempo puede fcilmente iden-
92 El amor de rodillas
tificarse con el empleo de esa expresin para
describir el ayuno.
La segunda parte de ese versculo pudiera
parafrasearse as: ''Me di muerte." El ayuno en
realidad ayuda a que muera el yo, y la muerte
del yo es la clave para la vitalidad y productivi-
dad espiritual.
En una poca en que muchos creyentes (inclu-
so lderes espirituales destacados) estn sucum-
biendo a las obras de la carne, sin duda se
requiere un renovado llamado al ayuno y a la
oracin.
Acaso sea el ayuno la clave para enfrentarse
a los crecientes ataques de Satans contra el
bienestar moral de incluso nuestros lderes espi-
rituales?
Sin duda Pablo comprenda su necesidad de
mantener su cuerpo en sujecin. Por eso les
escribi a los corintios: "Golpeo mi cuerpo, y lo
pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido
heraldo para otros, yo mismo venga a ser elimi-
nado" (1 Corintios 9:27). Pablo no estaba ha-
blando de participar en alguna forma de peni-
tencia por sus fracasos sino de mantener el do-
minio de s mismo al enfrentarse a los deseos de
la carne. Y sin duda ese gran apstol saba que
el ayuno y la oracin estaban en primer lugar en
la lista del mantenimiento de esa autoridad.
Receptividad en la intercesin
En tercer lugar, el ayuno es una actividad de
adoraci6n que aumenta la receptividad espiri-
Intercesin con autoridad 93
tual al crear un ambiente para que hable el
Espritu Santo.
A menudo el ayuno intensifica la sensibilidad
de los que toman decisiones individuales o colec-
tivas.
El autor de Hechos describi tal circunstancia
en cuanto al envo de obreros: ''Ministrando stos
al Seor, y ayunando, dijo el Espritu Santo:
Apartadme a Bernab y a Saulo para la obra a
que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado
y orado, les impusieron las manos y los despidie-
ron" (Hechos 13:2-3, cursivas aadidas).
Aqu vemos la combinacin de un espritu de
adoracin con un espritu de ayuno.
Los discpulos no slo vieron el valor del ayu-
no cuando se enfrentaron a la cuestin de evan-
gelizar a los perdidos, sino que como resultado
de su ayuno pudieron recibir direccin especfica
del Espritu Santo. En realidad, es posible que
si no hubieran ayunado el Espritu Santo no
habra hablado.
Tambin Esdras reconoci el poder del ayuno
al buscar la direccin de Dios. Cuando el escriba
proclam un ayuno antes de sacar al pueblo de
Dios del cautiverio babilnico (vase Es-
dras 8:21-23), mencion tres enfoques especfi-
cos para el ayuno:
En primer lugar, Esdras llam al pueblo a
humillarse delante de Dios y a pedirle "camino
derecho" para ellos. La direccin fue sin duda el
primer enfoque para el ayuno de ellos.
En segundo lugar, mientras ayunaban le pi-
dieron a Dios respecto al cuidado de sus "nios".
94 El amor de rodillas
Por ltimo, durante el ayuno el pueblo de Dios
le pidi al Seor la proteccin de "todos [sus]
bienes".
Al considerar los detalles de ese ayuno, de
inmediato notamos la importancia del primer
enfoque. Esdras saba que era posible que los
enemigos los atacaran a lo largo del camino. Ya
le haba ~ i c h o al rey que no necesitaban escolta
militar. Pero de repente Esdras se enfrent a la
realidad de la situacin. No era suficiente la
oracin comn y corriente. Era esencial un tiem-
po de ayuno y oracin. El ayuno es clave para
conocer el "camino derecho"!
Poder en la intercesin
En cuarto lugar, el ayuno es la preparaci6n
espiritual concentrada para el servicio facultado
por el Espritu Santo que aumenta el poder espi-
ritual del creyente.
Recuerde el bautismo de Jess como lo descri-
be Lucas: "Jess, lleno del Espritu Santo, volvi
del Jordn y fue llevado por el Espritu al desier-
to" (Lucas 4:1).
En ese pasaje observamos que Jess fue "lle-
vado" a ese tiempo de ayuno por el Espritu
Santo. El Espritu de Dios debe ser siempre
nuestra Gua cuando encontramos cualquier
grado de lucha espiritual.
El ayuno de Jess dur cuarenta das, duran-
te los cuales Satans lo confront reiteradamen-
te. Pero Cristo volvi "en el poder del Espritu" a
Galilea. Obsrvese cunto difiere esto de las
anteriores palabras de Lucas de que Cristo esta-
Intercesin con autoridad 95
ba "lleno del Espritu" antes de entrar en el
desierto (vase Lucas 4:14).
Eso parece sugerir que, por cuanto Cristo
estaba lleno del Espritu antes del ayuno, des-
pus del ayuno sali en el poder del Espritu de
Dios, con el Espritu desbordndose en l. Jess
entr en el desierto con poder interior, pero sali
con poder exterior.
Algo haba ocurrido durante aquellos cuaren-
ta das de ayuno que aadi poder espiritual. Y
de manera significativa se puso en accin ese
poder por primera vez durante el ayuno mismo
para frustrar los intentos de Satans por hacer
caer en tentacin a nuestro Seor. De modo que
Jesucristo no slo derrot a Satans con el poder
de la Palabra - "Escrito est" - sino tambin
con el poder de un ayuno que de seguro ampli
el empleo de la Palabra.
En todo eso hallamos una vez ms que Cristo
es nuestro ejemplo supremo de un intercesor. Y
aqu vemos que el ayuno tuvo que ver con su
victoria. As que quienes pidan ser como Cristo
tarde o temprano seguirn su direccin hacia
una vida salpicada de tiempos de oracin y ayu-
no.
El ministerio de intercesin
Por ltimo, el ayuno es un ministerio especia-
lizado que aumenta la eficiencia espiritual del
creyente plenamente consagrado.
Una de las ms notables mujeres de la Biblia
consider el ayuno su llamamiento. La Biblia
dice: "Estaba tambin all Ana, profetisa, hija de
96 El amor de rodillas
Fanuel ... de edad muy avanzada, pues haba
vivido con su marido siete aos desde su virgini-
dad, y era viuda haca ochenta y cuatro aos; y
no se apartaba del templo, sirviendo de noche y
de da con ayunos y oraciones" (Lucas 2:36-37).
Ana tena un ministerio que ningn otro per-
sonaje bblico posea: Serva da y noche a Dios
mediante la oracin y el ayuno.
Por supuesto, eso no quiere decir que Ana
nunca comiera ni durmiera. Dios nunca llama a
nadie a un nivel de ministerio que requiera tal
intensidad de esfuerzo que termine destruyendo
el templo mismo (nuestro cuerpo) que l nos ha
mandado que no destruyamos (vase 1 Corin-
tios 3:16-17).
Sin embargo, resulta interesante observar
que la Biblia se refiere e ~ plural a los "ayunos"
y "oraciones" de Ana. Eso sugiere que Ana expe-
riment ocasiones peridicas de ayuno y oracin
constantes. Obsrvese tambin la frase de noche
y de da. Ana fue sensible a la direccin del
Espritu Santo, aun cuando eso significara lar-
gas horas de oracin nocturna. El ayuno y la
oracin fue el ministerio especializado de Ana
como creyente consagrada. Es un llamamiento a
disposicin de cualquier creyente que comience
su ministerio de oracin y ayuno con peridicas
citas con el Seor, durante las cuales se niega a
s mismo por parte de un da (o incluso todo un
da o dos) como el Seor lo gue.
El ayuno fructfero
Cualquiera que procure entrar en este emo-
Intercesin con autoridad 97
cionante ministerio de ayuno y oracin hara
bien en seguir varias sugerencias sencillas:
1. Debemos ayunar con sensatez.
El peligro de mencionar slo aquellos perso-
najes bblicos o lderes cristianos histricos que
participaron en largos tiempos de ayuno, como
siete, veintiuno y cuarenta das, es que pudira-
mos estar describiendo los ayunos prolongados
como la norma. La verdad es que a menudo la
Biblia se refiere a ayunos de veinticuatro horas
o menos.
Obsrvese, por ejemplo, la guerra de Israel
contra la rebelde tribu de Benjamn. Cuando los
israelitas vieron las circunstancias y temieron lo
peor, subieron "y vinieron a la casa de Dios; y
lloraron, y se sentaron all en presencia de
Jehov, y ayunaron aquel da hasta la noche"
(Jueces 20:26). David ayun de igual manera
(2 Samue13:35), como lo hizo Cornelio, el centu-
rin, quien ayun hasta "la hora novena", que
era a media tarde (vase Hechos 10:30). En to-
dos esos casos el ayuno fue de veinticuatro horas
o menos.
Cuando se fund la Iglesia Metodista, Juan
Wesley consideraba tan importante el ayuno que
exiga que todos los candidatos para la ordena-
cin ayunaran hasta las tres de la tarde, los
mircoles y los viernes. Wesley reconoci que el
ayuno y la oracin surtan efecto aun cuando se
ayunara slo durante parte del da.
De modo que no se necesita comenzar un
ministerio personal de ayuno y oracin estable-
ciendo metas poco prcticas. Comience de una
98 El amor de rodillas
manera sencilla, tal vez con la abstinencia de
una o dos comidas cada semana. Ayunar hasta
las tres de la tarde significara renunciar al
desayuno y al almuerzo ese da. Pudiera no
parecerles tanto a quienes hablan de ayunar tres
semanas o cuarenta das, pero su estmago le
har saber dentro de un rato que incluso el pasar
por alto una sola comida es una negacin de s
mismo que mantiene el cuerpo en sujecin.
2. Debemos ayunar secretamente.
Cuando se refiri al tema del ayuno en su
Sermn del monte, Jess dijo: "Cuando ayunis,
no seis austeros, como los hipcritas; porque
ellos demudan sus rostros para mostrar a los
hombres que ayunan; de cierto os digo que ya
tienen su recompensa. Pero t, cuando ayunes,
unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar
a los hombres que ayunas ..." (Mateo 6:16-18).
Cristo no estaba indicando que nunca le diga-
mos a nadie que vamos a ayunar. Los miembros
de la familia necesitan saber por qu no vamos
a comer, y tambin los amigos que se pregunten
por qu de repente hemos interrumpido el com-
paerismo acostumbrado. Ms bien Jess esta-
ba reprendiendo a las personas que trataban de
parecer ms "espirituales" que lo que en realidad
eran al aparentar que ayunaban. El texto no dice
que los hipcritas ayunaban sino que trataban
de aparentar que estaban ayunando. Por lo tan-
to, ayunar secretamente tiene ms que ver con
la humildad que con el secreto.
3. Debemos ayunar con sensibilidad.
Cuando los israelitas ayunaron antes de su
Intercesin con autoridad 99
batalla contra los hijos de Benjamn, observa-
mos que ''preguntaron a Jehov" durante su
ayuno (vase Jueces 20:26-27). Uno de los resul-
tados ms importantes del ayuno es que aumen-
ta nuestra sensibilidad hacia la direccin. Esa
sensibilidad puede desarrollarse mucho ms al
dedicar bastante tiempo a la meditacin en la
Palabra de Dios durante un ayuno.
4. Debemos ayunar sistemticamente.
Es fcil pasar por alto la frase con la que Jess
comenz a ensearles a sus discpulos sobre el
ayuno: "Cuando ayunis" (Mateo 6:16). Observe
que l no dijo: "Si ayunis." Cristo estaba po-
niendo en claro que el ayuno deba ser parte de
su progresivo desarrollo espiritual. Y para que
eso suceda de modo significativo, debemos con-
siderar un enfoque sistemtico a los tiempos de
ayuno.
Ayunar sistemticamente es apartar tiempo
de manera regular con el propsito de acercarse
a Dios con ayuno y oracin. Pudiera comprender
un da a la semana, o un da al mes, o slo parte
del da. La clave es que se haga el ayuno de
manera regular.
Durante varios aos en nuestro ministerio,
centenares de intercesores nos han ayudado a
mantener un ayuno constante por el desperta-
miento espiritual y la evangelizacin mundial.
Cada uno dedica un da a la semana o al mes
para ayunar y orar por la iglesia y su misin de
evangelizar a un mundo perdido. Ellos no oran
todo ese da sino que ayunan y oran algn tiem-
po durante ese da.
100 El amor de rodillas
Como esos intercesores ayudan a nuestro mi-
nisterio a abrirse paso a travs de obstculos
difciles, los llamamos "compaeros que abren
brechas". Muchas iglesias estn respondiendo a
ese llamado y estn exhortando a congregacio-
nes enteras a participar en sus largos das de
ayuno. Se puede lograr fcilmente si s6lo un
puado de personas dedican un da especfico, o
parte de un da, de manera sistemtica.
Siete personas, por ejemplo, cada una ayu-
nando un da diferente de la semana, abarcaran
la semana. S610 treinta y una personas, cada una
dedicando un da sealado al mes, tambin ha-
ran posible un ayuno constante. Lo nico que
requiere es coordinaci6n y un poco de facultad
creadora y disciplina espiritual. Fijar a la pared
un gran calendario hecho a mano y cubierto de
un material plstico, por ejemplo, en el que
pudieran aadirse o quitarse nombres, ayuda a
estimular a otros para que se alisten.
5. Debemos ayunar como sacrificio.
Andrew Murray dijo del ayuno: "El ayuno
ayuda a expresar, a profundizar ya confirmar la
resoluci6n de que estamos dispuestos a sacrifi-
car cualquier cosa, incluso a sacrificarnos a no-
sotros mismos, a fin de lograr lo que buscamos
para el reino de Dios."
Para la persona que rara vez desayuna, casi
no sera sacrificio el pasar por alto el desayuno
por algn tiempo. Sacrificarse es negarse algo
por el bien de otro. Los dolores del hambre que
sentimos durante un ayuno nos ayuda a recor-
dar que en efecto est teniendo lugar la negaci6n
Intercesin con autoridad j.01
de s mismo. Es indudable que el ayuno da poder
porque nos cuesta algo que podemos sentir.
6. Debemos ayunar de manera especfica.
Cuando Dios reprendi a su pueblo por la
hipocresa y futilidad de sus celebraciones reli-
giosas, incluso de su ayuno, concluy: "No es
ms bien el ayuno que yo escog, desatar las
ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opre-
sin, y dejar ir libres a los quebrantados, y <lue
rompis todo yugo?" (Isaas 58:6).
Dios debe escoger el enfoque de nuestro aYU-
no. Recordamos cmo ayunaron los discpuloel de
manera especfica antes de enviar a Bernab Y
a Saulo en su viaje misionero (Hechos 13:2-3).
Fue un aYUno enfocado. TambinEsdras recb"IO
una clara direccin cuando ayun antes de sacar
al pueblo del cautiverio para llevarlo de vuelta a
Jerusaln (Esdras 8:21-23).
Cuando comience un ayuno, pdale al Seor
que le d una clara direccin en cuanto a sus
propsitos para el ayuno.
7. Debemos ayunar de modo sobrenatural.
Una caracterstica especial del ayuno es que
requiere fe y confianza en Dios. La naturaleza
misma del ayuno requiere dependencia del po-
der sobrenatural de Dios para ayudarnos a salir
de un apuro.
Observe adems el ayuno colectivo de los que
participaron en la misin de la Iglesia primitiva.
Las Escrituras dicen que mientras los creyeI1tes
adoraban y ayunaban, "dijo el Espritu Santo"!
(Hechos 13:2). Su ayuno de sacrificio result en
una visitacin sobrenatural del Espritu SaJIto,
102 El amor de rodillas
durante la cual se les dieron direcciones espec-
ficas.
El regalo de los mircoles
Ha considerado alguna vez el darle a un ser
querido el regalo del ayuno?
Poco antes de Navidad hace siete aos, le ped
a Dios que me mostrara lo que yo poda darles a
nuestras dos hijas, Dena y Ginger, como regalo
navideo. "Un regalo, Seor, que influya en ellas
por el resto de su vida."
Qu oracin tan extraa! Fue casi como si no
hubiera salido de m sino de Dios mismo. Qu
poda yo darles a dos adolescentes que influyera
en ellas todos los das de su vida?
Entonces o una pregunta concreta susurrada
en mi corazn: Ests dispuesto a darles a tus
hijas un ao de mircoles?
Yo estaba confundido. Quera Dios que can-
celara mi programa para cada mircoles durante
el ao venidero de modo que pudiera pasar ms
tiempo con mis hijas? Yo saba que la idea no era
prctica. Muchos mircoles estara fuera de la
ciudad en las actividades de mi ministerio. Otros
mircoles ellas estaran en actividades escola-
res.
Entonces me pareci or una pregunta ms
esclarecedora. Pudieras reservar cada mirco-
les como un tiempo de ayuno por tus dos hijas?
Qued aturdido.
"Oh Seor, nunca pudiera hacer eso!"
;Por qu?, fue la respuesta apacible.
Intercesi6n con autoridad 103
''En primer lugar - respondi mi corazn -,
se me olvidara."
No se te olvidar si marcas cada mircoles en
tu calendario como da de ayuno - indic el
Seor -. Pudieras orar durante el da a la hora
que acostumbras a comer algo.
"Pero hay otra razn para que yo no pueda
ayunar as - aad a la ligera -. En realidad,
no quiero, Seor!"
y me re entre dientes.
Pero saba que Dios me haba hablado. l me
estaba diciendo: Ven. Djame ensearte una ma-
nera de orar que no conoces.
De modo que le respond positivamente a
Cristo aquel da hace siete aos. A medida que
pasaron las semanas se form un nuevo hbito,
uno que permanece hasta el da de hoy. Estoy
c o ~ v e n c i d o de que nuestras hijas han tenido un
vallado espiritual alrededor de ellas cuando se
han enfrentado a los problemas personales de la
juventud.
y estoy convencido de que la mayor a;yuda en
la construccin de ese vallado fue la indicacin
del Seor de que yo les diera a nuestras hijas el
regalo de los mircoles.
Una compaa de donantes
Los que ayunan siguen los pasos de una glo-
riosa compaa ... Moiss, el legislador; David,
el rey; Esdras, el maestro; Elas, el profeta; Da-
niel, el primer ministro; Nehemas, el estadista.
Los creyentes que ayunan acompaan a Lu-
tero, a Calvino, a Knox ya Juan Wesley; cami-
104 El amor de rodillas
nan con Jonathan Edwards, David Brainerd,
Carlos Finney y Hudson Taylor.
Pero sobre todo siguen los pasos de Jess,
quien se neg a s mismo mediante el ayuno, y
quien sigue entregndose como nuestro Interce-
sor supremo a la diestra de Dios.
6
,
ORACION
POR LOS PEROmOS


A
l evaluar una estrategia equilibrada de
la intercesin, surgen siete categoras
diferentes. Aunque son apropiadas para cual-
quier da, pudieran asignarse convenientemente
a los siete das de la semana para un plan
prctico de intercesin.
La primera categora, nuestro enfoque del
lunes, son las almas perdidas. La evangelizacin
mundial y la Gran Comisin representa un tema
bblico no limitado al Nuevo Testamento. Cuan-
do el pueblo de Israel llev el arca de Dios y la
puso en medio del tabernculo, por ejemplo,
David pronunci un hermoso salmo que inclua
la exhortacin: "Cantad a Jehov toda la tierra,
proclamad de da en da su salvacin. Cantad
106 El amor de rodillas
entre las gentes su gloria, y en todos los pueblos
sus maravillas" (1 Crnicas 16:23-24),
Antes de su ascensin al cielo, Cristo les dio
esta orden a sus discpulos: "Por tanto, id, y
haced discpulos a todas las naciones, bautizn-
dolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espritu Santo, ensendoles que guarden todas
las cosas que os he mandado ..."(Mateo 28:19-20).
Es lamentable que, mientras hoy meditamos
en esos pasajes, casi la mitad de la poblacin
mundial espera el mensaje del amor de Cristo.
Se necesita un ejrcito de intercesores consagra-
dos que intercedan por los perdidos para que
stos tengan acceso al evangelio de Jesucristo.
El ejemplo de Jesucristo
A fin de enfocar de modo inteligente esta
cuestin, tenemos que hacer primero una pre-
gunta: Se nos da de veras autoridad para orar
por los perdidos? Considrese la oracin de Cris-
to como sumo sacerdote:
Mas no ruego solamente por stos, sino
tambin por los que han de creer en m
por la palabra de ellos, para que todos
sean uno; como t, oh Padre, en m, y yo
en ti, que tambin ellos sean uno en no-
sotros; para que el mundo crea que t me
enviaste.
Juan 17:20,21
Isaas describi ese cuadro del Mesas venide-
ro: "Y fue contado con los pecadores, habiendo l
llevado el pecado de muchos, y orado por los
Oracin por los perdidos 107
transgresores" (Isaas 53:12). La Biblia al Da
dice: "Fue tenido por pecador, y llev los pecados
de muchos, e intercedi ante Dios por los peca-
dores."
Interceder por los pecadores es orar por los
perdidos.
Obsrvese tambin la exhortacin de Pablo:
"Exhorto ante todo a que se hagan rogativas,
oraciones, peticiones y acciones de gracias, por
todos los hombres ..." (l Timoteo 2:1-2). Ellla-
mado a la intercesin en favor de "todos los
hombres" sin duda incluye a los perdidos. El
pasaje sigue diciendo que Dios "quiere que todos
los hombres sean salvos y vengan al conocimien-
to de la verdad" (v. 4).
De modo que tenemos segura autoridad bbli-
ca para orar por los perdidos. Cmo procedere-
mos?
Poco despus de mi primer viaje a China
continental, comenc a orar diariamente para
que los chinos oyeran de Jesucristo. Pero me
enfrent al problema de cmo orar por personas
que yo no conoca y que vivan en ciudades cuyos
nombres ni siquiera poda pronunciar.
A! pedir sabidura (Santiago 1:5), de inmedia-
to record un pasaje en Romanos que revela
cmo el hombre no regenerado por naturaleza
cumple algo de la ley aun cuando jams la haya
odo (Romanos 2:14). Del juicio de Dios Pablo
dijo: "Porque todos los que sin ley han pecado,
sin ley tambin perecern; y todos los que bajo
la ley han pecado, por la ley sern juzgados;
porque no son los oidores de la ley los justos ante
108 El amor de rodillas
Dios, sino los hacedores de la ley sernjustifica-
dos. Porque cuando los gentiles que no tienen
ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley,
stos, aunque no tengan ley, son ley para s
mismos, mostrando la obra de la ley escrita en
sus corazones, dando testimonio su conciencia, y
acusndoles o defendindoles sus razonamien-
tos" (Romanos 2:12-15).
De modo que haba puntos de contacto con
esos pueblos desconocidos, lugares donde la ley
ya estaba escrita en el corazn de ellos. Pensan-
do en esas palabras, le ped al Seor que me
diera un plan de oracin que hiciera contacto con
ese lugar en el corazn de ellos.
De repente record las seis preguntas que
aprend en una clase de segunda enseanza:
Quin, cul, cundo, por qu, cmo y adnde. Yo
saba que Dios me haba dado esas preguntas
para ayudarme a orar.
En quin puedo. confiar?
En primer lugar, yo pudiera interceder por las
almas perdidas al pedirle a Dios que sean con-
frontadas con preguntas respecto a la confianza.
Pudiera pedir que Dios ponga en el corazn de
los perdidos escepticismo sobre las mentiras que
ellos oyen, ya sean filosficas, sociales o polti-
cas.
Esto es pertinente sobre todo cuando se ora
por las personas que viven en pases oprimidos
del mundo como las naciones comunistas o mu-
sulmanas. Podemos pedirle a Dios que los lderes
polticos hagan algo que provoque la desconfian-
Oracin por los perdidos 109
za en ellas. Una vez que las personas comier
1zan
a sospechar, se preguntarn en quin pueden
confiar en realidad. Pronto descubrirn que no
es posible confiar en nadie que no sea absoluta-
mente perfecto. Finalmente esa bsqueda diri-
gir sus pensamientos hacia Dios.
Cul es mi razn de ser?
Pudiera tambin interceder por las pers.:
mas
no evangelizadas al pedir que comiencen a pre-
guntarse: "Cul es el propsito de mi vida?"
Pdale a Dios que ponga en el corazn de ~ l l a s
un sentido de urgencia respecto a esa pregUnta.
Eso motivar una reevaluacin de su razn de
~ e - r ~ l a ~ '&U\.a-r a cQn.side-ra-r u.n. \\-rQ\\s-\.to un
hallado a nivel humano. Eso tambin dirigir la
atencin de ellas hacia el cielo.
Cundo ser realmente libre?
Cuando se intercede por personas que viven
en lugares donde hay relativamente poca liber-
tad, podemos pedirle a Dios que use esa necesi-
dad para atraerlas a l.
Cuando se ora por las almas perdidas etl las
naciones musulmanas pudiramos cambiar lige-
ramente esa pregunta: "Soy verdaderamente
libre?" Los musulmanes tienen una profunda fe,
pero tenemos que reconocer que no estn ]jbres
del pecado. Pida que sientan un vaco que slo
puedan satisfacer al recibir a Cristo en su vida.
Cuando se intercede por los perdidos etl las
naciones libres, se pudiera pedir que la persona
pregunte: "Cundo ser libre de este vacio en
mi corazn?"
110 El amor de rodillas
Por qu las personas rechazan a Dios?
La cuarta pregunta intercesora tiene que ver
con la realidad de Dios. Esta pregunta de la
oracin tiene que ver sobre todo con los que viven
en pases ateos. Pdale a Dios que haga que las
almas perdidas se pregunten por qu sus lderes
rechazan con tanta vehemencia la existencia de
Dios. Formulada con bastante frecuencia, esa
pregunta lleva a las personas a una profunda
bsqueda sin,cera. No slo se preguntarn si hay
un Dios; pronto estarn buscndolo activamente.
Unos dos aos despus de emplear esas pre-
guntas en la oracin, le acerca de un piloto de
guerra sovitico que desert volando hasta Ja-
pn en su avin MIG. Qued sorprendido al leer
que casi todas esas preguntas de nuestra lista
fueron preguntas que el piloto se haba hecho
durante meses antes que decidiera desertar. La
ltima pregunta tena que ver con la existencia
de Dios. Durante semanas se haba estado pre-
guntando: "Por qu, si nuestros lderes guber-
namentales estn tan convencidos de que no hay
Dios, tienen que luchar tanto contra el concepto
de su existencia?" Su razonamiento lo llev a la
conclusin de que deba de haber un Dios, y poco
despus desert.
Cmo puedo salir adelante
con mis problemas?
Esta pregunta de la intercesin es pertinente
para todas las almas perdidas por las que ora-
mos. Pudiramos pedirle a Dios que ponga una
sensacin de desesperanza enel corazn de ellas.
Oracin por los perdidos ].11
Cada persona se enfrenta a algn problema rr
1s
all de sus capacidades. Nuestras oraciones de
intercesin haran que esas personas se d.en
cuenta de su necesidad de salvacin y prepaJ"en
as el corazn para el da en que se les presepte
el evangelio.
Comprendemos, por supuesto, que el fOrIPu-
lar esas preguntas en forma de oracin no hjlce
que una persona acepte la salvacin, sino n
1s
bien le prepara el corazn para el evangelio. En
realidad, la intercesin es fundamental para. la
preparacin de todos los corazones que final-
mente reciben salvacin. Raro es el creyente Clue
t\.Q e.Qn..Q'l.e.a a la Q a lae. <J.ll.e
oraron por la salvacin de l.
A dnde ir cuando muera?
Por ltimo, pudiramos pedirle a Dios que
haga que los incrdulos pregunten: "Adnde ir
cuando muera?"
Se comprende la realidad de la muerte en
toda cultura. Todo el mundo desea saber sobre
la muerte en algn momento de la vida. En las
regiones ms pobres del mundo siempre est
cercana la realidad de la muerte. Debemos pedir
que Dios convierta esas preguntas en una bs-
queda de una respuesta eterna, que l ponga en
los corazones el anhelo de solucionar el asuI1to.
Imagnese la reaccin de alguien por quien
mos orando si una noche pregunta: "Adnde ir
cuando muera?" Y al da siguiente recibe un
folleto evanglico sobre la vida eterna!
112 El amor de rodillas
Haga algo!
Cuanto ms estudiamos la intercesin, tanto
ms nos percatamos del amplio campo de esa
actividad espiritual. Cualquiera de las pautas
presentadas en estas pginas pudiera absorber
toda una hora de oracin intercesora. Los inter-
cesores veteranos saben que cuanto ms nos
conmueve una carga, tanto ms tiempo requiere.
Resulta fcil de comprender cmo Ana lleg a ser
intercesora constante (vase Lucas 2:36). Ana
pudo ayunar y orar da y noche porque estaba
conmovida con las grandes preocupaciones de
quienes la rodeaban.
Aplicado a nuestra oracin, debemos conmo-
vernos con la suprema carga del corazn de Dios,
que es la total evangelizacin del mundo y la
resultante consumacin de la Esposa de Cristo.
Cuando eso ocurra llegar su reino! (Vanse
Mateo 24:14; Apocalipsis 11:15.)
7
,
ORACION
POR LAS AUTORIDADES
M ~ J ~
I M ~ J e ~
P
ablo exhort a Timoteo a que orara por
"todos los que estn en eminencia, para
que vivamos quieta y reposadamente en toda
piedad y honestidad" (1 Timoteo 2:2).
La intercesin por nuestros lderes, indica
Pablo, dar por resultado que seamos capaces de
seguir los mandamientos de Cristo para que en
todas partes la gente conozca su amor. Esta
conclusin se confirma en la afirmacin de Pablo
de que Dios "quiere que todos los hombres sean
salvos" (1 Timoteo 2:4).
Un enfoque primordial
En la Biblia se expresa con toda claridad que
la salud espiritual de una nacin tiene que ver
con la salud espiritual de sus lderes. En Prover-
114 El amor de rodillas
bios dice: ''Por el hombre entendido y sabio [la
tierra] permanece estable" (Proverbios 28:2).
Cuando tom las riendas del liderazgo de
David, Salomn dijo: 'T sabes que mi padre
David no pudo edificar casa al nombre de Jehov
su Dios por las guerras que le rodearon, hasta
que Jehov puso sus enemigos bajo las plantas
de sus pies. Ahora Jehov mi Dios me ha dado
paz por todas partes; pues no hay adversarios,
ni mal que temer" (l Reyes 5:2-4).
Es casi imposible cumplir el plan supremo de
Dios para una nacin si est de continuo enre-
dada en conflictos. Por eso oramos por la paz.
Hablando en trminos generales, un ambiente
de paz es el mejor clima para la evangelizacin.
y como es en las naciones oprimidas donde ms
se estorba la difusin del evangelio debido a
leyes restrictivas decretadas por sus dirigentes,
debemos hacer de esos lderes un enfoque pri-
mordial para nuestras oraciones.
Orando con el ''Plan Miqueas"
En Miqueas 6:8 encontramos el fundamento
para lo que llamo el Plan Miqueas que nos ayuda
a orar por los lderes mundiales. Aqu Miqueas
describe el estilo de vida y la conducta de un
lder: "Oh hombre, l te ha declarado lo que es
bueno, y qu pide Jehov de ti: solamente hacer
justicia, y amar misericordia, y humillarte ante
tu Dios?" (Miqueas 6:8). De esas palabras surgen
tres puntos centrales sencillos que nos ayudan a
orar por los lderes.
En primer lugar, debemos pedir que un deter-
Oracin por las autoridades 115
minado lder "haga justicia". Eso quiere decir
orar para que gobierne con la verdad, con un
espritu de sinceridad.
Cuando la Biblia habla de hacer justicia se
refiere al cumplimiento de las funciones de uno
basndose en lo que es justo y correcto. El voca-
blo justo significa tico, imparcial y razonable.
De modo que podemos pedirle a Dios que un lder
se incline hacia lo que sea igual a esas virtudes
esenciales.
En segundo lugar, pudiramos pedir que un
lder "ame misericordia". Eso quiere decir que l
gobierne compasivamente, con un espritu de
generosidad. "Amar misericordia" es conducirse
humanamente. Pdale a Dios que los lderes
sean inundados de un espritu altruista mezcla-
do con mucha benevolencia hacia sus sbditos.
En tercer lugar, pudiramos pedir que el lder
"se humille ante Dios". Eso quiere decir que
gobierne humildemente, con un espritu de sen-
sibilidad. Esas virtudes estn en conflicto direc-
to con las races del pecado original: un espritu
de orgullo. Como afirma la Biblia: "Antes del
quebrantamiento es la soberbia, y antes de la
cada la altivez de espritu" (Proverbios 16:18).
Fue la altivez de espritu la que hizo que Lucifer
cayera. y es la altivez de espritu la que hace que
caigan los lderes. Por lo tanto, nuestras oracio-
nes por los lderes deben incluir la lucha contra
toda forma de orgullo y arrogancia que disminu-
ya la eficiencia de esos lderes.
116 El amor de rodillas
Lucha concentrada
Como el Plan Miqueas muestra varios enfo-
ques de oracin generalizados, es importante
que expongamos diversos enfoques de oracin
especializados por los intercesores que desean
conducir una lucha m ~ concentrada por los que
estn en eminencia.
En primer lugar, podemos pedirle a Dios que
los lderes injustos cometan errores que contri-
buyan al progreso del evangelio de Jesucristo. El
salmista or acerca de los calumniadores: "Sean
vestidos de ignominia los que me calumnian.
Sean cubiertos de confusin como con manto"
(Salmo 109:29).
A menudo los misioneros han contado que se
han abierto, las puertas para las actividades
evangelsticas sencillamente debido a los errores
cometidos por los lderes polticos. En una nacin
comunista, por ejemplo, el gobierno procuraba
aminorar el impacto poltico de la Iglesia Cat-
lica. Por esa poca Cada hogar para Cristo,
organizacin de la que soy presidente, estaba
procurando el permiso para llevar Biblias de
casa en casa por toda esa nacin. El gobierno
accedi al pensar que el permitirle tal libertad a
un grupo protestante debilitara a los catlicos.
En realidad, stos se pusieron contentsimos de
que millares de personas de su pas recibieran
Biblias.
En segundo lugar, podemos pedirle a Dios que
los lderes despticos caigan del poder al recibir
consejos desacertados.
Cuando David clam acerca de quienes esta-
Oracin por las autoridades 117
ban persiguindolo, dijo: "castgalos, oh Dios;
caigan por sus mismos consejos" (Salmo 5:10).
La Biblia al Da dice: "Oh Dios, llmalos a
cuentas! Hazlos caer en sus propias trampas,
hazlos derrumbarse bajo el peso de sus propias
transgresiones, porque se han rebelado contra
t
"
l.
Es la voluntad de Dios que caigan del poder
los lderes malvados? Lo que leemos en la Pala-
bra de Dios es su voluntad. Si estamos conven-
cidos, segn su Palabra, de que una promesa
determinada corresponde a una situacin, debe-
mos reclamar esa promesa con plena autoridad
en esa situacin. De modo que si vemos a un lder
desptico que neciamente aparta a una nacin
de Dios, asesinando multitudes de su propio
pueblo en el proceso, tenemos todo el derecho a
orar como David: "Hazlos caer en sus propias
trampas!" Debiramos pedir que se vuelvan con-
tra ellos las trampas que esos lderes despticos
les tienden a los dems.
En tercer lugar, podemos pedirle a Dios que
.todos los lderes piadosos descubran la sabidura
espiritual para gobernar a sus naciones.
No son impos todos los lderes. Algunos estn
buscando sinceramente la verdad: ''Por la rebe-
lin de la tierra sus prncipes son muchos; mas
por el hombre entendido y sabio permanece es-
table" (Proverbios 28:2).
Muchos lderes mundiales pudieran tener la
semilla de la verdad sembrada en el corazn. Por
lo general eso se manifestar de una manera
~ e n c i l l a , avisndoles a los intercesores sensibles
118 El amor de rodillas
que oren. Cuando tal evidencia aparece, debi-
ramos pedir que esas semillas crezcan hasta
producir sabidura espiritual que ayude a esos
lderes a gobernar rectamente.
En cuarto lugar, podemos pedirle a Dios que
todos los lderes reciban un mensaje personal del
amor de Dios.
Despus que Isaas se refiri a los "pies her-
mosos" que traen alegres nuevas (Isaas 52:7),
dijo del Mesas: "As asombrar l a muchas
naciones; los reyes cerrarn ante l la boca,
porque vern lo que nunca les fue contado, y
entendern lo que jams haban odo" (lsaas
52:15).
Sabemos que es la voluntad de Dios que todas
las personas lleguen a un conocimiento de la
salvacin. Por lo tanto, tenemos la seguridad de
que estamos orando en la voluntad de Dios cuan-
do pedimos que todos los lderes reciban el cono-
cimiento del amor de Dios. Durante aos minis-
terios como Cada hogar para Cristo (antes lla-
mado Campaa mundial de literatura) han
procurado diversos medios para comunicarles el
evangelio a los lderes al ms alto nivel. De esos
lderes se han recibido centenares de acuses de
recibo especficos de mensajes, Biblias u otros
materiales evanglicos. Se han sembrado las
semillas y hay la posibilidad de que den fruto en
el futuro si nosotros oramos.
En quinto lugar, podemos pedirle a Dios que
los lderes de naciones con disturbios se sientan
hastiados del continuo derramamiento de san-
gre en sus pases. Recordamos de nuevo la inca-
Oracin por las autoridades 119
pacidad de David para edificar el templo por
causa de las guerras que lo rodearon (vase
1 Reyes 5:3-4). Debemos pedirle a Dios que pon-
ga en el corazn de los lderes de esos pases con
disturbios el reconocimiento de que ellos necesi-
tan ayuda de una Fuente superior.
En sexto lugar, podemos pedirle a Dios que
los lderes corruptos reconozcan su conducta
malvada y se vuelvan a Dios.
Cuando Manass, rey de Jud, fue atado con
cadenas y llevado a Babilonia, su afliccin hizo
que se humillara y se volviera al Seor (2 Crni-
cas 33:11-13). Oremos para que los lderes co-
rruptos se enfrenten a circunstancias que los
acerquen al Seor.
Por ltimo, podemos pedirle a Dios que todos
los lderes reconozcan que fue Dios quien les dio
sus puestos de autoridad.
Al describir la soberana de Dios, Daniel dijo:
"Sea bendito el nombre de Dios de siglos en
siglos, porque suyos son el poder y la sabidura.
l muda los tiempos y las edades; quita reyes, y
pone reyes; da la sabidura a los sabios, y la
ciencia a los entendidos" (Daniel 2:20-21). Como
slo Dios pone a los lderes en sus puestos, y slo
l tiene el poder para quitarlos, tenemos que
pedirle que esos lderes reconozcan esa realidad
y sepan que tienen que responderle a Dios.
Intercesin por las esferas de influencia
No todos los lderes eminentes de un pas, por
supuesto, se clasifican en la categora de gobier-
no. Hay por lo menos ocho esferas de influencia
120 El amor de rodillas
en la sociedad moderna para las cuales podemos
encontrar figuras de autoridad que necesitan
oracin. Pdale al Espritu Santo que le muestre
qu esfera especfica pudiera usted incluir de
manera regular en sus momentos de intercesin.
Esas esferas abarcan:
1. La arena poltica. Esta esfera de influencia
incluye funcionarios elegidos o designados que
participan en cada sector del gobierno. Bajo esta
categora estaran presidentes, primeros minis-
tros, dictadores y todos los consejeros polticos
que ayuden a tomar decisiones en la direccin de
un pas. Tambin se incluiran grupos tales como
los que forman parte de los tribunales islmicos
(que hacen las leyes fundamentalistas) y los
miembros del partido comunista. Bijo cualquie-
ra de esas categoras, por supuesto, la lista de
funciones polticas especficas pudiera ser ms
bien larga. Como intercesores debemos pedirle
al Espritu Santo que nos gue a su eleccin de
enfoques especficos en cualquiera de esas cate-
goras.
2. La arenajudicial. Esta esfera incluye a los
que tienen la responsabilidad de interpretar y
ejecutar las leyes que rigen un pas. Debemos
orar por nuestros jueces, tribunales y organis-
mos ejecutores de las leyes. En algunos pases,
tambin los lderes militares pudieran estar en
esta categora porque tambin tienen la respon-
sabilidad de mantener la ley y el orden.
3. La arena espiritual. La Biblia nos dice que
oremos por todos los que estn en eminencia. Eso
quiere decir que necesitamos recordar a tales
Oracin por las autoridades 121
figuras de autoridad como pastores, sacerdotes,
rabinos, mullahs, ayatollahs y otros lderes reli-
giosos. Si no son creyentes, debemos luchar por
la salvacin de ellos. Si conocen a Jesucristo,
debemos orar por su desarrollo espiritual y por
su integridad. Considere la influencia extraordi-
naria que algunos lderes evanglicos han desa-
rrollado en aos recientes mediante la televisin
y la radio. No es de extraarse que Satans
haya procurado desacreditar esa esfera funda-
mental!
4. La arena educativa. Esta esfera de influen-
cia incluye a los maestros de cualquier nivel,
desde la escuela primaria hasta la universidad.
Es en el nivel primario de la enseanza que los
nios comienzan a formar conceptos que deter-
minarn su manera de pensar y de vivir en los
aos futuros. Los padres que creen en el poder
de la oracin deben mantener una lista de ora-
cin de los maestros que instruyen a sus hijos.
5. La arena cultural. Esta amplia esfera de
influencia incluye tales categoras como la in-
dustria del entretenimiento, las artes y los de-
portes. Los artistas atraen la atencin de millo-
nes de personas en todo el mundo, y deben ser el
enfoque de la oracin inteligente y sistemtica
de los intercesores consagrados.
6. La arena comercial. El comercio y los me-
dios publicitarios, que unimos en la categora
comercial, necesitan intercesin con suma ur-
gencia. La arena comercial incluye personas in-
fluyentes en la publicidad y los medios de comu-
nicacin, como son la televisin, la radio y los
122 El amor de rodillas
peridicos, as como todos los que desempeen
puestos de liderazgo relacionados con el comple-
joindustrial de una nacin. Deben incluirse a los
grandes empresarios y a los personajes de los
noticieros televisados en las listas de oracin de
los intercesores llamados a concentrarse en esa
arena.
7. La arena cvica. Aunque estrechamente
relacionada con la primera esfera, hay tantos
lderes influyentes que prestan servicios en el
gobierno civil que se reserva una categora espe-
cial slo para ellos. En realidad, esos lderes
ocupan cargos polticos; pero como no estn en
lo que por lo general consideramos las funciones
polticas principales, tales como puestos guber-
namentales de alto nivel, a menudo no nos ocu-
pamos de orar por ellos. Son esenciales, sin em-
bargo, para la salud y la moralidad de la colecti-
vidad y son merecedores de la oracin constante.
8. La arena social. Esta ltima categora ata-
e a todos los lderes con autoridad sobre cual-
quier grupo que no se incluya en las siete ante-
riores. Incluye todos los lderes eminentes sobre
grupos sociales, clubes y asociaciones estudian-
tiles. Incluso un ncleo familiar, con el jefe de
esa familia, pertenecera a esta clasificacin.
Observe otra vez estas palabras de Pablo: "Todos
los que estn en eminencia."
Cuando alzamos el manto de la intercesin
por "los que estn en eminencia", estamos apre-
surando el da en que llegue plenamente el reino
de Cristo y de veras reine la paz en la tierra.
8
ORACIN
POR LAS NACIONES
M ~ C ~
~ b u ~ ~
H
ay unas doscientas treinta y cinco enti-
dades geogrficas que llamamos nacio-
nes,l y de ellas unas noventa y siete estn casi
cerradas a la acostumbrada actividad misionera
permanente. Ms de tres mil millones de perso-
nas viven en esas noventa y siete naciones "ce-
rradas". Si han de tener acceso al evangelio, debe
ocurrir un milagro de intercesin.
La intercesin debe ser fervorosa y global si
hemos de ver ese milagro en nuestra generacin.
El salmista dijo: "Dios tenga misericordia de
1 Cuando dIgo nCU:ln, me refielo a todas las entidades geogrficas que
pudieran considerarse pases dlstmtos Algunos pudieran ser protectora-
dos de naCIones ms grandes, como lo es Guam para los Estados Umdos,
pero debIdo a su distanCIa o aIslamIento del protectorado, los llamamos
nacIones o paises
124 El amor de rodillas
nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su
rostro sobre nosotros; para que sea conocido en
la tierra tu camino, en todas las naciones tu
salvacin" (Salmo 67:1-2). Ntese la frase de
cuatro palabras en todas las naciones. Nuestra
intercesin debe abarcar todo el mundo y dar por
resultado actuacin por parte de nosotros.
Considrese la parfrasis del versculo dos:
''Envanos por la redondez del mundo llevando
la noticia de tu poder salvador y de tu eterno
plan para toda la humanidad." El salmista no
dice: ''Enva obreros", sino que dice: "jEnvanos!"
El factor redentor
Juan describe una visin del trono en la que se
canta un glorioso himno de redencin. Cuando el
Cordero (Cristo) toma el libroensus manos, cuatro
seres vivientes y veinticuatro ancianos se postran
delante de l. Cada uno tena una copa. de orollena
de incienso, que son las oraciones de los santos
(Apocalipsis 5:8). Luego Juan describe el factor
redentor en el eterno plan de Dios con este cntico:
Digno eres de tomar el libro y de abrir
sus sellos; porque t fuiste inmolado, y
con tu sangre nos has redimido para
Dios, de todo linaje'y lengua y pueblo y
nacin; y nos has hecho para nuestro Dios
reyes ysacerdotes, y reinaremos sobre la
tierra.
Apocalipsis 5:9-10
Como la Biblia nos dice que la humanidad
redimida vendr de todo linaje y lengua y pueblo
Oracin por las naciones 1
25
y nacin, sabemos que estamos intercediendo en
la voluntad de Dios cuando oramos por esas
cuatro categoras de manera sistemtica en
nuestras oraciones.
Intercediendo por "todo linaje"
De la palabra griega phulee proviene nuesf
ro
primer enfoque. Aqu phulee se tradujo "linaje",
pero se traduce muchas veces "tribu", tal cm
TIO
la tribu de Rubn o la tribu de Jud. Como una
tribu no es una nacin completa, pudiramoS
deducir que se refiere a un grupo ms pequeo
dentro de una nacin, algo as como un gruPO
cultural. Cultura significa la totalidad de npr-

socialmente transmitidas. Tales grupos tniCOS
dentro de una nacin tienen normas de conducta
o creencias claramente definidas que se diferen-
cian de la poblacin mayoritaria de esa nacin.
Si hemos de interceder por esas personas
que acepten el evangelio, necesitaremos mto-
dos muy diferentes de los mtodos empleaJos
para evangelizar a las dems.
La tarea es enorme. Se calcula que hay die-
cisiete mil de tales grupos dispersos alredeJor
del orbe sin un misionero residente ni una igle-
sia que trabaje entre ellos, o ni siquiera un
testigo evanglico.
Cmo pudiramos convertir esa oportunidad
en intercesin significativa?
Debemos orarpor los campos no evangelizadoS.
Gracias a Dios, varios ministerios han res-
pondido a la necesidad de evangelizar a los
126 El amor de rodillas
blos escondidos" de la tierra. Puede identificarse
a la mayora de esos grupos tnicos, pero nadie ha
dedicado tiempo para llevarles el evangelio. Minis-
terios pn..:ursores como Cada hogar para Cristo y
el centro norteamericano de Misiones Mundiales
han procurado movilizar a los cristianos para que
concentren las oraciones en esos grupos.
Intercediendo por toda ''lengua''
De la palabra griega glossa proviene nuestra
siguiente categora de oracin. "Lengua" se refie-
re a idiomas y dialectos. Durante la dcada de
los aos ochenta el Instituto Lingstico de Ve-
rano lleg a ms de mil en el nmero de idiomas
que entonces posean por lo menos alguna parte
de las Sagradas Escrituras. Hay, sin embargo,
ms de seis mil idiomas y dialectos conocidos que
todava necesitan el evangelio, lo cual significa
que hay mucho trabajo por hacer. Sin embargo,
la Biblia dice que los convertidos saldrn de todo
"linaje y lengua".
Para convertir esa promesa en intercesin
eficaz, debemos orar por la traduccin evangels-
tica. Grupos como el Instituto Lingstico de
Verano y Traductores Luteranos de la Biblia
estn trabajando abnegadamente en este cam-
po. El importante manual para intercesores de
Patrick J. Johnstone, Operacin Mundo/ pro-
porciona nombres de muchos otros ministerios
que participan en la traduccin evangelstica, y
es una gua diaria para orar por el mundo.
1 Centro de LIteratura Cristiana, 1988
Oracin por las naciones 127
Intercediendo por cada ''pueblo''
De la palabra griega laos proviene nuestro
tercer enfoque en cuanto a las naciones. Emplea-
da 143 veces en texto neotestamentario, laos
sencillamente significa "pueblo". Es una referen-
cia a los seres humanos y a las personas de una
raza determinada. /
Hay tres clasificaciones principales de razas
en el mundo: caucsica (blanca), negra y mong-
lica (amarilla e india). Los misioneros veteranos
saben que para evangelizar a una nacin deben
movilizar al pueblo de ese pas a fin de que
realice la tarea de evangelizacin. Sencillamen-
te los misioneros ayudan a los creyentes del pas
a comenzar su trabajo en la direccin correcta.
Dicho en las palabras de un enfoque para la
intercesin, debemos orar por la evangelizacin
nacional. Debemos exigir sana instruccin bbli-
ca que prepare a los creyentes nacionales para
que evangelicen a su propio pueblo. Tambin
debiramos pedir que los misioneros tradiciona-
les aprendan a ceder la autoridad a quienes se
educaron en esa cultura.
Intercediendo por toda "nacin"
La palabra nacin en nuestro texto se deriva
de la palabra griega ethnos. Aparece ciento se-
senta y cuatro veces en el Nuevo Testamento y
se traduce comnmente gentiles. El trmino se
refiere por lo general a todas las naciones del
mundo menos Israel.
Por lo general las fronteras definen las nacio-
nes. Algn da podremos entender ms plena-
128 El amor de rodillas
mente el significado espiritual de las diversas
fronteras geogrficas. Se ha sugerido que repre-
sentan en el reino visible las fuerzas espirituales
dominantes que operan desde el reino invisible.
Dios s se refiere en la Biblia al establecimiento
de fronteras (Salmo 16:6).
Cmo podemos interceder por las naciones
que viven dentro de esas fronteras? Debemos
orar por la evangelizacin sistemtica. Aqu la
palabra clave es sistemtica. Tenemos que orar
por todos los aspectos de la evangelizacin que
procuran sistemticamente hacer impacto en
una nacin, como por ejemplo la evangelizacin
mediante la distribucin de puerta en puerta de
materiales impresos, todos los planes de evange-
lismo personal, y programas regulares de radio
y televisin.
Para contribuir al desarrollo de la intercesin
con un nfasis sistemtico, he preparado un
mapa de oracin mundial que divide a los pases
en treinta y un grupos, uno diferente para cada
da del mes. Incluye una relacin de los jefes de
estado de esas naciones, y una lista de los prin-
cipales ministerios evangelsticos del mundo que
trabajan con todas las categoras mencionadas
en este captulo.
Enfrentndose a las fortalezas
Los misioneros que visitan los "lugares tene-
brosos" de la tierra (Salmo 74:20) reconocen que
ciertas regiones son extraordinarias fortalezas
de Satans. Satans est trabajando en toda
nacin, pero parece que ha escogido algunas
Oracin por las naciones 129
regiones para dominar de una manera flagrante.
Vemos esto sobre todo en los pases comunistas
y musulmanes.
Cuando se ora por una nacin, se debe tratar
de determinar qu fortalezas satnicas hay all,
y entonces ejercer nuestra autoridad espiritual
dada por Dios para enfrentarnos a esos bastio-
nes. Creo que llegar el da en que Dios les
revelar a los intercesores sensibles los detalles
especficos sobre esas fortalezas. Ellos pudieran
incluir descripciones de las fuerzas predominan-
tes del reino invisible que influyen en las activi-
dades de Satans en ese pas.
Por ahora s sabemos de varias categoras
generales de fortalezas que merecen atencin
especial.
1. Fortalezas gubernamentales. Los interceso-
res deben prestar atencin especial a las carac-
tersticas polticas de una nacin. A menudo las
leyes decretadas por gobiernos malvados estor-
ban la difusin del evangelio. Las restricciones
impuestas por los gobiernos comunistas corres-
ponden particularmente a esa categora. En Al-
bania, por ejemplo, el gobierno comunista haba
aadido a su constitucin un artculo que esta-
bleca el atesmo como la religin oficial del
estado. Cualquier otra religin se consideraba
una amenaza al estado, y era ilcita. Ocurrieron
ejecuciones como resultado de esas restricciones.
En un informe desde Albania, en los ltimos
das del comunismo, se relata que un turista
haba dejado en un hotel una Biblia en idioma
albans, con la esperanza de que cayera en ma-
130 El amor de rodillas
nos de alguien interesado en leerla. Das des-
pus, cuando iba saliendo del pas, un agente
policiaco le entreg la misma Biblia al tiempo
que le haca una advertencia: "Usted dej esto al
inicio de suviaje. Se lo devuelvo, pero nunca ms
vuelva a hacerlo." Cmo hemos de orar en cuan-
to a las fortalezas gubernamentales en ambien-
tes polticos tan difciles? Jess nos mand a
hablarles directamente a las montaas (Mar-
cos 11:23). De modo que debemos orar contra la
montaa espiritual de leyes de inspiracin sat-
nica. Hay que enfrentarse a esas montaas en
el poder y la autoridad del nombre de Jesucristo.
2. Fortalezas culturales. Cada nacin posee ras-
gos distintivos de conducta. Colectivamente nos
referimos a ellos como la cultura de un pueblo, y
en algunos casos tales caractersticas limitan la
difusin del evangelio. Un espritu de nacionalis-
mo da un ejemplo. Los ciudadanos de una nacin
pudieran decir: "Nuestra manera de vivir es supe-
rior a la de ustedes." Esta tendencia dificulta que
alguien de otra culturalleve el evangelio a quienes
viven en un mundo tan cerrado.
Otro ejemplo es el rasgo distintivo de conduc-
ta de la xenofobia, que se manifiesta en algunas
culturales orientales como lajaponesa ola china.
La xenofobia, aversin a lo extranjero, hace que
el pueblo rechace a quienes vienen de otra cul-
tura a predicar el evangelio.
Cmo nos enfrentamos a esas fortalezas cul-
turales en nuestras oraciones? Debemos orar
contra las actitudes de influencia satnica. De-
bemos pedir que el Espritu Santo nos revele qu
Oracin por las naciones 131
actitudes satnicas hay en una nacin determi-
nada, y entonces de manera sistemtica ordenar
que se quiten esas fortalezas.
3. Fortalezas religiosas. Este enfoque atae a
las caractersticas espirituales de un pas. La
religin mahometana es un ejemplo excelente.
Es una fortaleza religiosa que estorba seriamen-
te la difusin del evangelio en muchas regiones
del mundo. Adems, estn el budismo, el hin-
duismo, el taosmo, el confucianismo, el jainis-
mo, el sikhismo y el zoroastrismo. Lamentable-
mente se informa que, mientras que el cristia-
nismo ha crecido un 47% en los ltimos
cincuenta aos, el budismo ha crecido un 63% y
el hinduismo un 117%durante el mismo perodo.
En algunos pases del mundo actual es prcti-
camente imposible participar en la libre evangeli-
zacin por causa de las restricciones religiosas.
Cmo oramos contra tales fortalezas religio-
sas? Debemos orar contra las creencias de inspira-
cin satnica que esclavizan naciones enteras o
grupos tnicos importantes de una nacin. Debe-
mos convertirnos en"trillos nuevos" de la clase que
Dios prometi levantar en la poca de Isaas: "He
aqu que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo,
lleno de dientes; trillars montes y los molers, y
collados reducirs a tamo" (Isaas 41:15).
4. Fortalezas materiales. Un ltimo enfoque
en cuanto a fortalezas en las naciones tiene que
ver con las caractersticas materiales de un pas.
Algunas naciones parecen ser libres y han te-
nido prosperidad. Sin embargo, a menudo hay
tibieza en las iglesias de esas naciones. Pronto la
132 El amor de rodillas
apata hacia las cosas espirituales inclina a un
pueblo hacia el humanismo, el cual pone el n-
fasis en el desarrollo humano y rechaza los valo-
res espirituales. Como sucede con las dems
fortalezas, ese espritu materialista puede estor-
bar mucho la difusin del evangelio, sobre todo
en sociedades consideradas libres. Los lderes
misioneros de Europa, por ejemplo, informan
que la evangelizacin resulta ms dificil en la
Europa occidental materialista que en la Europa
oriental ex socialista. Es tan intenso el materia-
lismo, y tan grande su apata correspondiente,
que muchos se niegan incluso a escuchar el
evangelio.
Cmo debemos luchar en oracin con una
fortaleza tan poderosa? Debemos orar contra los
ideales de inspiracin satnica. Hay que orar
por autoridad directa contra los ideales de Sa-
tans. Los movimientos sociales, polticos o re-
ligiosos que inclinan a las personas hacia un
punto de vista materialista o humanstico de la
vida deben ser asuntos de importancia para la
oracin intercesora.
A esas "montaas", como a las dems ya tra-
tadas, hay que enfrentarse directamente. Los
intercesores no son simples suplicantes sosega-
dos. Son ms bien movedores de montaas.
9
,
ORACIONPOR
LOS qUE TRABAJAN
EN LA OBRA DE CRISTO
IHSUU: eH eL
L
a idea me cruz6 por la mente comO un
relmpago mientras me preparaba para
un viaje a los antiguos pases de
Europa. Tena que llevar las notas de instrv
cto
-
res para nuestra escuela de oraci6n, de modo que
los lderes all pudieran traducir y distribuir
esos materiales. Pero haba odo relatos sobre
c6mo registraban regularmente a los norteo-
me
-
ricanos que iban a esa determinada regin Y
c6mo a menudo les confiscaban todos los mate-
riales impresos.
Record la petici6n de Pablo a los creyentes
de Roma cuando suplicaba: "Que me ayudis
orando por m a Dios, para que sea librado de los
rebeldes ..."(Romanos 15:30-31). Yo necesitaba
intercesores que no s610 ''me ayudaran orapdo"
134 El amor de rodillas
en sentido general mientras estaba en esa mi-
sin, sino especficamente mientras cruzaba las
fronteras para entrar en esas naciones goberna-
das por hombres obstinados.
As que me puse en contacto con un puado
de nuestros ms consagrados intercesores dis-
persos por todo el pas y les dije los perodos
exactos comprendidos. Tuve el cuidado de pedir-
les a los que respondieron favorablemente que
me protegieran en oracin por lo menos una hora
antes del momento de cruzar y una hora des-
pus, a fin de tener en cuenta la posibilidad de
una llegada antes o despus de la hora sealada.
Debido a la dIferencia de hora entre Europa y los
Estados Unidos, muchos participantes tendran
que levantarse a altas horas de la noche.
Sin embargo, muchos respondieron y pronto
tuve una pgina llena de nombres de interceso-
res que haban prometido orar conmigo. Como
quera poder ''ponerme de acuerdo con ellos en
oracin", llev la lista en mi viaje.
No comprend cun importantes seran esos
intercesores. Varias semanas antes de mi parti-
da, un joven enlace cristiano de Europa occiden-
tal, que trabajaba con un grupo que auspiciaba
mi visita, tuvo la tarea de ir al pas para que
planeara mI programa de trabajo. Llevaba con-
sigo una sola hoja de papel, cuidadosamente
escondida, en la cual estaban mecanografiados
todos los detalles de mi visita. Inclua la fecha de
mi llegada, el hecho de que yo llegara proceden-
te de Varsovia, Polonia, y mis planes de adies-
Oracin por los que trabajan. .. 135
trar lderes en cuanto a la movilizacin de la
oracin.
Ms tarde me enter de que el joven hermano
estuvo detenido en la frontera durante unas
cuatro horas y que las autoridades haban des-
cubierto y confiscado todos los detalles de mi
visita. Mortunadamente para m, mi nombre y
apellido, tal como aparecen en mi pasaporte, no
estaban en la hoja. Ms bien se haban referido
a m slo con la abreviatura DK (de Dick). Tam-
poco la hoja mostraba los detalles precisos de mi
vuelo, sino slo que yo iba a llegar desde Varso-
via el da en cuestin.
Mientras me preparaba a salir de Varsovia,
no tena la menor idea de que las autoridades
estaban buscando a DK, un norteamericano, que
llegaba procedente de Varsovia aquel da. Desde
luego, si yo hubiera sido el nico norteamericano
que llegaba, ellos habran sabido que yo era esa
persona y que el DK haba sido un cdigo. En
realidad, hasta ese momento yo haba sido un
norteamericano solitario que luchaba por encon-
trar a alguien que supiera suficiente ingls como
para que me indicara la correcta puerta de sali-
da.
O de repente a alguien que hablaba mi idio-
ma sin acento extranjero. Luego o a otro, y
despus a otro. Me volv para hablar con una
seora de edad madura que preca estar dn-
dole instrucciones a un grupo. Yo haba tomado
un vuelo lleno de turistas norteamericanos. La
seora era agente de viaje de New Jersey y se
era un viaje de turismo a Europa Oriental que
136 El amor de rodillas
su agencia proyectaba slo una vez cada tres
aos. Ahora, en vez de un norteamericano en el
vuelo, haba treinta!
Todo ese tiempo llev conmigo aquel pedazo
de papel en que estaban los nombres de los
intercesores que esa noche estaban levantados
orando por m. Mientras el avin se deslizaba por
la pista met la mano en el bolsillo, agarr la lista
y or: ''Estoy de acuerdo con stos que ahora
estn orando conmigo y pidiendo por mi absoluta
proteccin."
A mi llegada me mezcl entre los turistas
norteamericanos, charlando con los que estaban
cerca de m mientras pasbamos frente a los
funcionarios de inmigracin.
Entonces lleg la muy difcil tarea de pasar
con mi equipaje por la inspeccin de aduana.
Delante de m haba cinco grandes mostradores.
En cada uno haba un agente aduanero que
registraba con vigor cada maleta. Sabiendo cun
importante es pasar frente al agente adecuado,
me detuve durante algunos segundos para orar
en silencio. Met la mano en el bolsillo y toqu el
pedazo de papel - ponindome de acuerdo otra
vez con los que estaban orando -, y escog un
agente.
Ahora yo esperaba que el viajero que estaba
delante de m pasara la inspeccin. Sacaron y
examinaron cada artculo que llevaba en su
enorme maleta. Luego el agente gru y seal
otra de las maletas del hombre que estaba junto
a mis pies. Hacindome a un lado a fin de que el
hombre tuviera espacio para levantar su maleta,
Oracin por los que trabajan . .. 137
me e n c o n t r ~ frente al agente. Estbamos a me-
nos de tres pies de distancia. Sin decir una
palabra, el agente chasque los dedos dos veces,
me seal directamente y me indic la puerta de
salida. Yo saba que estaba indicando que poda
irme, y mi espritu salt hacia la puerta, aunque
mi cuerpo anduvo con indiferencia como si no
estuviera sucediendo nada fuera de lo comn.
Ms tarde me enter de toda la historia, cuan-
do habl con varios norteamericanos que tam-
bin haban llegado aquella semana. Todos ha-
ban estado detenidos, algunos durante cuatro
horas, y a muchos de ellos los agentes aduaneros
les haban confiscado los materiales evanglicos
impresos.
Al examinar el papel que desempe la ora-
cin en esas circunstancias, algunos dijeron que
tambin tenan amigos que estaban orando por
ellos en sus iglesias. Pero cuando pregunt si
estaban seguros de que esos amigos haban es-
tado orando en el momento preciso de la confron-
tacin, cada uno respondi negativamente. Ni
siquiera tenan una lista de los nombres de in-
tercesores que pudieran tocar de personas que
se hubieran puesto de acuerdo con ellos en ora-
cin. Slo pudieron decir que algunos amigos les
haban prometido orar por ellos mientras estu-
vieran fuera.
Yo saba que Dios haba permitido esa expe-
riencia para mostrarme el poder de ponerse de
acuerdo en la oracin.
138 El amor de rodillas
La sentencia de muerte
Pablo se refiri a la importancia de quienes lo
ayudaron a librar sus guerras espirituales me-
diante la oracin. Alos cristianos corintios Pablo
les escribi: ''Porque, hermanos, no queremos
que ignoris acerca de nuestra tribulacin que
nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados
sobremanera ms all de nuestras fuerzas, de
tal modo que aun perdimos la esperanza de
conservar la vida. Pero tuvimos en nosotros mis-
mos sentencia de muerte, para que no confise-
mos en nosotros mismos, sino en Dios ... coope-
rando tambin vosotros a favor nuestro ..."
(2 Corintios 1:8,9,11).
No slo hemos de pedir que el Seor de la mies
"enve" obreros a su mies (Mateo 9:37-38), sino
que tambin debemos pedir por los que ya estn
trabajando en esa mies. Pablo vio esa necesidad.
A menudo habl de ''hacer mencin" de sus cola-
boradores en la oracin (vase Romanos 1:9).
Una pauta de oracin que Pablo emple para sus
colaboradores es particularmente significativa.
Comienza: ''Por lo cual tambin nosotros, desde
el da que lo omos, no cesamos de orar por
vosotros ..." (Colosenses 1:9). Luego Pablo enu-
mera varios objetivos que le peda al Seor que
lo ayudara a alcanzar. Pudiramos llamarles a
esos objetivos las diez "peticiones colosenses"
para los obreros cristianos.
La primera serie de cinco peticiones se rela-
cionan con una ddiva de revelacin: Dios le
revela sus resultados deseados al obrero. La
segunda serie de cinco peticiones se relacionan
Oracin por los que trabajan . . , 139
con un aumento de bendiciones del Seor para
ese obrero.
Es til al emplear esas peticiones en la ora-
cin el formarse una imagen mental de uno
miBmo como que extiende ambas manos para
tocar a la persona por quien se est orando. Los
cinco dedos de una mano nos recuerdan que
oremos por las primeras cinco categoras, mien-
tras que los. cinco dedos de la otra mano nos
recuerdan que oremos por las cinco bendiciones
adicionales. Esas diez peticiones en dos series
cada una son:
Revelacin
En nuestro primer paso de intercesin por los
obreros cristianos, debemos pedir una revelacin
de la voluntad de Dios para el obrero. Esa peti-
cin tiene que ver con la direccin divina. Pablo
peda que sus colaboradores fueran "llenos del
conocimiento" de la voluntad de Dios. Al mencio-
nar a un obrero de nuestra lista de oracin,
tenemos que pedirle a Dios que revele su deseo
acerca de ese obrero para ese mismo da.
En segundo lugar, debemos pedir una revela-
cin de la sabidura de Dios para ese obrero. Esa
peticin tiene que ver con la percepcin divina.
Pablo peda que el obrero fuera lleno de "toda
sabidura". Aqu pedimos que Dios le revele a un
obrero cmo pudiera aplicar el plan de Dios para
ese da. La sabidura es simplemente sentido
comn. Hablando en trminos espirituales, es
sentido comn espiritual. Un predicador la defi-
ni como saber adnde se va y saber cmo llegar
140 El amor de rodillas
all. La sabidura es aplicar en la prctica lo que
sabemos tericamente.
En nuestro tercer aspecto de la intercesin,
debemos pedir una revelaci6n de la inteligencia
de Dios para el obrero. Esa peticin tiene que ver
con la comprensi6n divina. Con demasiada fre-
cuencia los obreros cristianos consideran los pro-
blemas como los ve el hombre, pasando por alto
la perspectiva de Dios. Pablo peda que sus cola-
boradores fueran llenos de 'lnteligencia espiri-
tual". Aqu inteligencia significa percepcin o
comprensin de la esencia e importancia de una
cosa.
Al mencionar a un obrero, tenemos que pedir-
le a Dios que, como resultado de su experiencia
en el Seor, sepa lo que ha de hacer en situacio-
nes que se presenten ese da.
En cuarto lugar, debemos interceder por una
revelaci6n de la santidad de Dios en el obrero.
Esa peticin tiene que ver con la perfecci6n divi-
na. Pablo peda que los creyentes de Colosas
anduvieran "como es digno" delante de Dios. Eso
quiere decir que el creyente debe vivir en una
comprensin de la santidad de Dios mientras
sta fluye a travs de l. Una parfrasis del
versculo pudiera rezar as: "Para que vivan una
vida digna del Seor y le agraden desde todo
punto de vista." Aqu pedimos que la santidad de
Dios se manifieste tanto en el obrero como por
medio del obrero por quien oramos ese da espe-
cfico.
Nuestro quinto aspecto de la intercesin pide
una revelaci6n de la voluntad de Dios en ese
Oracin por los que trabajan . .. 141
obrero. Esa peticin tiene que ver con la satis-
faccin divina. Pablo peda que sus colaborado-
res anduvieran como es digno del Seor "agra-
dndole en todo". Es pedirle a Dios que cada cosa
que haga un obrero ese da complazca al Seor.
Pablo anhelaba ver a sus amigos espirituales
convertirse en tesoros para el Seor mediante su
conducta y testimonio. Sin duda que esa es una
virtud muy deseada por todos los obreros cristia-
nos!
Aumento de bendiciones
Despus de pedir revelacin en esos cinco
aspectos, debemos interceder por un aumento de
la bendicin de Dios para el obrero eh cinco
categoras adicionales.
En nuestro sexto aspecto de la intercesin
pedimos un aumento de eficiencia del obrero.
Aqu el enfoque es la productividad creciente.
Pablo peda que sus colaboradores llevaran ''fru-
to en toda buena obra". Estaba pidiendo que la
eficiencia de ellos aumentara a todos los niveles.
Cuando oramos por los obreros cristianos de
nuestra lista, debemos pedirle a Dios que les d
fruto duradero como resultado de las actividades
de ese da.
En sptimo lugar, debemos pedir un aumento
del desarrollo espiritual del obrero. Aqu el en-
foque es la espiritualidad creciente. Pablo pide
que sus compaeros en la fe crezcan "en el cono-
cimiento de Dios". Slo es posible crecer en nues-
tro conocimiento de Dios con una slida vida
espiritual. As que debemos pedir que cada obre-
11
142 El amor de rodillas
ro de nuestra lista crezca en un deseo de Dios y
de su Palabra.
En octavo lugar, debemos interceder por un
aumento de fortaleza del obrero. Este enfoque
tiene que ver con la estabilidad creciente. Pablo
desea que sus colaboradores sean 'fortalecidos
con todo poder, conforme a la potencia" de la
gloria de Dios. Cada obrero necesita una renova-
cin diaria de su fortaleza fsica y espiritual. Al
mencionar a un obrero cristiano en la oracin,
debemos pedir para el obrero un bautismo de
"aceite fresco" ESalmo 92:10).
En noveno lugar, debemos pedir un aumento
de la paciencia del obrero. Esa peticin se refiere
a la tenacidad creciente. La tenacidad es la vir-
tud de aferrarse bien a una tarea o promesa sin
que importe cul sea la circunstancia. El deseo
de Pablo para sus compaeros de lucha es que
sean fortalecidos "para toda paciencia y longani-
midad". La paciencia es ~ a capaddad para espe-
rar bajo presin. La longanimidad es la car.1.ci-
dad para soportar situaciones difciles durante
prolongados espacios de tiempo. La longanimi-
dad es una forma especial de lo que pudiera
llamarse paciencia prolongada. Pdale a Dios
que les d a los obreros de su lista una confianza
sosegada en l que se manifieste en un creciente
grado de paciencia.
Por ltimo, llegamos a la maravillosa peticin
de un aumento de gozo del obrero. Esa interce-
sin tiene que ver conel deleite creciente. Cuando
Pablo dice que sus compaeros sean fortalecidos
"para toda paciencia y longanimidad", aade
Oracin por los que trabajan . .. 143
"con gozo". La palabra gozo en este pasaje pro-
viene de la misma palabra griega traducida en
otros pasajes como "muy grande gozo" (Ma-
teo 2:10).
Obsrvese la palabra con en ese pasaje, la
cual muestra que todas las peticiones de esa lista
han de saturarse con gozo. La capacidad de dar
fruto debe mezclarse con gozo. La espiritualidad
debe estar saturada de gozo. La fortaleza lSale
del gozo: "El gozo de Jehov es vuestra fuetza"
(Nehemas 8:10). El gozo, en realidad, es un
ingrediente especial que hace muy agradable
todo lo que hagamos en Cristo.
Debiramos trasladar ese gozo de
corazn a los que estn en nuestras listas cada
vez que los ayudamos en oracin. Uno de los
antiguos estatutos de Israel dice: ''Te alegrars
delante de Jehov tu Dios de toda la obra de tus
manos" (Deuteronomio 12:18), Dios quiera que
recordemos esa exhortacin cuando extendamos
diariamente las manos en oracin, con
para llegar hasta los obreros cristianos en las
lneas del frente de la guerra espiritual.
10
,
ORACION
POR LA IGLESIA
V ~ . P . ~ ptJ'I- el,
~ ~
U
no de los despertamientos espirituales
ms importantes de este siglo comenz
en Gales en 1904, el resultado de un llamado a
la oracin unida. Segn cuenta el historiador
J. Edwin Orr, un evangelista presbiteriano lla-
mado Seth Joshua visit la universidad Newcas-
tle Emlyn en Gales, en la que un Joven llamado
Evan Roberts se estaba preparando para el mi-
nisterio. Roberts era un minero gals de veinti-
sis aos cuando sinti el llamado a predicar.
Durante la visita de Seth Joshua a la univer-
sidad, los estudiantes se sintieron entusiasma-
dos por un profundo deseo de oracin y pregun-
taron si podan asistir a su prxima serie de
reuniones en una ciudad vecina. Concedido el
permiso, se suspendieron todas las clases y ass-
Oracin por la iglesia 145
ti todo el cuerpo estudiantil. Fue all donde los
estudiantes oyeron a Seth Joshua orar con vehe-
mencia: "Oh Dios, doblega nuestra voluntad."
Aquella noche Evan Roberts pas al frente mien-
tras clamaba: "Oh Dios, doblega mi voluntad."
Cuando terminaron las reuniones, Roberts
volvi a la universidad con sus compaeros de
clase, pero se dio cuenta de que no poda concen-
trarse en sus estudios. Algo estaba ocurriendo
en su corazn. "Sigo oyendo una voz - le dijo
Roberts al rector - que me dice que debo irme
a mi pueblo para hablarles a los jvenes de mi
iglesia." Roberts se preguntaba si era la voz del
diablo o la voz del Espritu. El rector le respon-
di: ''Nunca el diablo da rdenes como esa. Puede
tomarse una semana de asueto."
El joven Roberts regres a Loughor y le dijo a
su pastor que haba vuelto a su pueblo a predi-
car. Al pastor no le resultaba nada agradable,
sin embargo, el permitir que aquel estudiante
sin experiencia se dirigiera a toda la congrega-
cin, de modo que le sugiri a Evan Roberts que
diera testimonio en la reunin de oracin del
lunes por la noche. Evan accedi, agradecido de
que por lo menos tendra oportunidad de hablar-
les a algunos miembros de la congregacin.
La asistencia fue mayor de la que se esperaba.
El pastor decidi no llamar a Evan Roberts hasta
que terminara la reunin. Cuando ya las perso-
nas estaban a punto de salir, el pastor dijo:
"Nuestro joven hermano, Evan Roberts, siente
que tiene un mensaje para ustedes, si estn
dispuestos a esperar."
146 El amor de rodillas
Slo se quedaron diecisiete personas. Roberts
les dijo: 'Tengo un mensaje para ustedes de
parte de Dios. Deben confesarle a Dios cualquier
pecado conocido y pedirle perdn a cualquiera a
quien le hayan hecho mal. En segundo lugar,
deben abandonar cualquier hbito dudoso. En
tercer lugar, deben obedecer de inmediato al
Espritu. Por ltimo, deben confesar pblica-
mente su fe en Cristo."
Segn testigos presenciales, antes de las diez
de la noche los diecisiete haban respondido. El
pastor se sinti tan conmovido que le pregunt
a Evan Roberts si estaba dispuesto a hablar en
el culto sobre las misiones la noche siguiente.
Luego le pidi que hablara en la reunin regular
del mircoles por la noche. Se proyect un cuarto
culto para la noche siguiente, y despus otro
ms. Se decidi continuar una segunda semana
cuando parecieron abrirse los cielos.
Pronto la carretera frente al templo estuvo
llena de personas que asistan al culto deseosas
de encontrar a Dios. Incluso los tenderos cerra-
ban temprano para poder conseguir un asiento
en el gran pero atestado templo.
Una marejada
El avivamiento fue tan poderoso que los pe-
ridicos enviaron a sus reporteros para que in-
formaran sobre los acontecimientos. Como una
marejada, el despertamiento se extendi por
todo Gales. En cinco meses cien mil personas
conocieron a Cristo en toda la regin. Los jueces
no tenan ningn caso que juzgar. No haba
Oracin por la iglesia 147
robos, ni violaciones ni asesinatos. Los
cvicos se reunieron para determinar qu
con la polica ahora que el delito haba desflpa-
recido. En un vecindario, un reportero le pregun-
t al sargento de la polica:
- En qu invierten el tiempo?
- Antes del avivamiento - respondi -, te-
namos dos tareas importantes: prevenir el (leli-
to y controlar las multitudes que asistan a los
partidos de ftbol. Desde que comenz el aviva-
miento prcticamente no hay delincuencia. De
modo que hacemos lo que hacen los dems.
Cuando se le pregunt lo que quera decir, el
sargento respondi:
- U'Ot'Cd'C'O 'C'Otl). \.'0.'0
Estn llenando las iglesias.
- Pero cmo afecta eso a la polica? - pre-
gunt el reportero.
- Tenemos diecisiete policas en nuestrlol es-
tacin - respondi el sargento -. Cinco de ellos
no hacen otra cosa que controlar las multiwdes
cuando se dirigen a las reuniones de oraciI1
- Y qu hacen los otros doce?
- Hemos organizado tres cuartetos con esos
agentes - respondi el sargento -. CantaI1 en
las iglesias. Si alguna iglesia quiere un cuarteto,
sencillamente llaman a la estacin de polica.
Al transcurrir los meses la embriaguez des-
cendi cincuenta por ciento; los nacimientos ile-
gtimos, cuarenta por ciento en algunos
Incluso hubo un retraso en las minas debido a la
conversin de tantos mineros del carbn. Esos
mineros no se declararon en huelga; sencilla-
148 El amor de rodillas
mente eliminaron las palabras obscenas en su
manera de hablar. Los caballos que tiraban de
las carretas en las minas no entendan el lengua-
je "puro" de los mineros y tuvieron que ser adies-
trados de nuevo.
El despertamiento de Gales se extendi por
todo el mundo dando origen a una oleada de
actividad misionera que sigue haciendo impacto
en el mundo actuaL
Qu ejemplo de avivamiento! Se ganar al
mundo para Cristo slo con iglesias llenas de
vida que "enven" obreros. Por eso Pablo les dijo
a los creyentes tesalnicos que l oraba por ellos
de noche y de da "con gran insistencia", para que
l y sus colaboradores pudieran verlos cara a
cara y completar lo que faltara a su fe (1 Tesalo-
nicenses 3:10). Luego aadi: ''El Seor os haga
crecer y abundar en amor unos para con otros y
para con todos . .. para que sean afirmados
vuestros corazones, irreprensibles en santidad
delante de Dios ..." (l Tesalonicenses 3:12-13).
Esas palabras de Pablo proporcionan una cu-
druple pauta de oracin extraordinaria que alu-
de especficamente a la intercesin por la iglesia.
El enfoque de la restauracin
En primer lugar, debemos interceder en ora-
cin por el perfeccionamiento de la Iglesia. Pablo
le pidi a Dios que lo capacitara para ayudar a
completar lo que faltara a la fe de los creyentes
tesalnicos. Pablo anhelaba ver renovada a la
iglesia para que sta pudiera realizar' su tarea
suprema: evangelizar a los perdidos.
Oracin por la iglesia 149
Cuando Pablo habl de perfeccionar la igle-
sia, emple una palabra griega, kartartizo, que
en otros pasajes del Nuevo Testamento describe
a pescadores que remiendan sus redes. stas
slo podan volver a usarse para pescar cuando
eran reparadas o llevadas a su condicin origi-
naL
Se encuentra la misma palabra griega cuando
Pablo dice que Epafras, un creyente de Colosas,
siempre ruega fervientemente para que los colo-
senses se mantengan "firmes, perfectos y com-
pletos en todo lo que Dios quiere" (Colosen-
ses 4:12). Tambin se emplea la palabra en He-
breos 6:1: "Vamos adelante a la perfeccin." En
Apocalipsis hallamos la exhortacin del Seor a
las siete iglesias. Hablndole a la iglesia de
feso respecto a la renovacin, dijo: 'Tengo con-
tra ti, que has dejado tu primer amor" (Apocalip-
sis 2:4).
Para que la iglesia cumpla su misin de evan-
gelizar a los perdidos, debemos orar para que
ocurra la restauracin.
El enfoque de la unidad
En segundo lugar, debemos interceder por la
cooperacin de la Iglesia. Pablo oraba por un
espritu de unidad y compasin, para que la
iglesia tesalonicense abundara "en amor unos
para con otros" (l Tesalonicenses 3:12).
La Iglesia primitiva estaba unida. Surgi de
un grupo de personas que estaban ''unnimes''
juntas (Hechos 2:1). El tema se repite en Hechos
cuando, despus de una fulminante reunin de
150 El amor de rodillas
oracin, "la multitud de los que haban credo era
de un corazn y un alma" (Hechos 4:32).
Pablo se refiri a ese asunto cuando trat
despus sobre las divisiones en las iglesias. Alos
corintios les escribi: "Os ruego, pues, hermanos,
por el nombre de nuestro Seor Jesucristo, que
hablis todos una misma cosa, y que no haya
entre vosotros divisiones, sino que estis perfec-
tamente unidos en una misma mente y en un
mismo parecer" (l Corintios 1:10).
La palabra para abundar en nuestro texto
(1 Tesalonicenses 3:12) proviene del vocablo la-
tino undare, que significa ondular o levantarse
en olas. Pablo exhortaba a los tesalonicenses a
que permitieran que el amor de ellos entre s
levantara grandes marejadas, como las olas del
mar se levantan como reaccin a las corrientes.
Nuestra reaccin ante el amor de Dios debe
producir olas de amor hacia nuestros hermanos
en la fe. Si no podemos amar a los que estn en
la iglesia, no amaremos jams a los que estn
fuera de la iglesia.
Alabado sea Dios por los conmovedores infor-
mes de ese mismo espritu de unidad que hoy se
propagada por toda la iglesia! Las escuelas de
oracin, los conciertos de oracin y las campaas
evangelsticas interdenominacionales de casa en
casa estn uniendo a millares de creyentes en la
tarea suprema de la Iglesia: la evangelizacin
mundial. Los intercesores deben proteger ese
inapreciable don de la unidad. Es, despus de
todo, una respuesta a la reiterada oracin de
Oracin por la iglesia 151
Jesucristo de que sus discpulos sean uno
(Juan 17:11,21).
El enfoque de la visin
En tercer lugar, debemos interceder por la
comisin de la Iglesia. Cuando Pablo peda que
los creyentes tesalnicos abundaran en amor
"para con todos", estaba pidiendo que el amor de
ellos entre s rebosara hasta que llegara a todo
el mundo. 'Todos" no es la mayora, ni algunos
ni siquiera muchos. Como afirm un predicador:
"Todos significa todos, y es todo lo que todos
significa!" La misin de la Iglesia es evangelizar
a todo el mundo. Y a cada creyente se le manda
a participar en esa tarea.
Cristo se refiri especficamente a esa comi-
sin cuando dijo: "Alzad vuestros ojos y mirad los
campos" (Juan 4:35). Los ojos son los instrumen-
tos de la visin. Cristo estaba llamando a sus
discpulos a extender los horizontes de su visin
interior. Ms adelante dijo: "Paz a vosotros.
Como me envi el Padre, as tambin yo os envo"
(Juan 20:21).
Lo que se necesita en la iglesia de hoyes una
interiorizacin de nuestra intercesin. No es que
dejemos de orar por la iglesia local, sino que
reconozcamos su importancia universal.
Una pauta de oracin para mantenernos en
pos del objetivo en cuanto a todo el alcance de la
intercesin es la norma de Hechos 1:8, en la cual
hay tres objetivos para la oracin. El enfoque en
Jerusaln me recuerda que ore por las necesida-
des prximas al hogar, como la familia, los ami-
152 El amor de rodillas
gos y las necesidades de la comunidad local. El
enfoque en Judea y 8amaria me recuerda que
ore por las necesidades de mi estado (o provincia)
as como por las de mi nacin. El enfoque en "lo
ltimo de la tierra" me recuerda que ore por
actividades que tienen que ver con llevar el
evangelio a remotas regiones del mundo.
El enfoque del desarrollo
Por ltimo, debemos interceder por la firmeza
de la Iglesia en lo que cree. Esto atae al desa-
rrollo espiritual en el cuerpo de Cristo. El creci-
miento numrico, aunque deseable, no tiene sen-
tido a no ser que la iglesia crezca espiritualmen-
te. La pureza y la integridad son
Pablo concluy su deseo de oracin por los
tesalonicenses al pedir que sus corazones fueran
"irreprensibles en santidad delante de Dios". En
otra ocasin Pablo escribi: "Salid de en medio
de ellos [el mundo], y apartaos, dice el Seor, y
no toquis lo inmundo; y yo os recibir" (2 Corin-
tios 6:17).
Para los creyentes de Colosas el apstol aa-
di:
Por tanto, de la manera que habis
recibido al Seor Jesucristo, andad en l;
arraigados y sobreedificados en l, y con-
firmados en la fe, as como habis sido
enseados, abundando en acciones de
gracias. Mirad que nadie os engae por
medio de filosofas y huecas lSutilezas,
segn las tradiciones de los hombres,
Oracin por la iglesia 153
conforme a los rudimentos del mundo, y
no segn Cristo.
Colosenses 2:6-8
Cuando Pablo habl de estar "confirmados en
la fe", emple la palabra griega sterizo, que sig-
nifica afirmar. Debemos participar en aquellas
actividades que nos ayuden a afirmar nuestra
fe. Como intercesores, tambin debemos pedir
que los creyentes en todas partes deseen nuevos
niveles de desarrollo que afirmen su fe genuina.
II
POR LOS
ENFERMOS Y AFLIGIDOS
gJaJo.. 1lJk04
eua La /i-ca
P
uede resultar difcil enfrentarse en ora-
cin a la enfermedad y el sufrimiento.
Casi todos los intercesores se han enfrentado a
circunstancias en las cuales sus oraciones pare-
can ineficaces. Sin embargo, se habla mucho en
la Biblia sobre la oracin por los que sufren, y
ningn libro sobre la intercesin estara comple-
to sin mencionar este asunto.
El apstol Santiago emplea dos palabras
cuando trata este asunto: enfermos y afligidos.
l dijo: "Est alguno entre vosotros afligido? ...
Est alguno enfermo entre vosotros? Llame a
los ancianos de la iglesia, y oren por l ..."
(Santiago 5:13-14).
Se emplean dos expresiones griegas en este
pasaje. Kakopatheia, la palabra griega traduci-
Oracin por los enfermos y afligidos 155
da "afliccin", es una referencia a cualquier cosa
que cause angustia, refirindose por lo general
al intenso sufrimiento causado por circunstan-
cias que no sean la enfermedad. En este sentido,
la angustia social se vuelve un enfoque. No ha
de olvidarse a los desamparados y hambrientos.
Al mencionar a los enfermos, Santiago em-
plea una palabra griega diferente, asthenes, tina
expresin que se refiere a los dbiles, endebles o
enfermizos.
De modo que, al hablar de interceder por los
enfermos y afligidos, incluimos no slo a quienes
estan atados por enfermedades fsicas, sino tam-
bin los oprimidos mental, fsica, social o espiri-
tualmente.
Una vez ms miramos a Jesucristo como
nuestro ejemplo supremo de intercesin. Cristo
sinti carga por los enfermos y afligidos. Cualdo
Jess entr en la sinagoga despus de su bautis-
mo y tentacin, se le entreg el libro de Isaas y
comenz a leer. Sus palabras describieron su
propia misin sanadora: ''El Espritu del Seor
est sobre m, por cuanto me ha ungido para dar
buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a
sanar a los quebrantados de corazn, a pregonar
libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a
poner en libertad a los oprimidos, a predicar el
ao agradable del Seor" (Lucas 4:18-19).
Al comisionar a sus discpulos, Jess los nom-
br sanadores, y les dijo: ''Y yendo, predicad,
diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.
Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad
156 El amor de rodillas
muertos, echad fuera demonios; de gracia reci-
bisteis, dad de gracia" (Mateo 10:7-8).
La intercesin por los enfermos se registra
por primera vez en la confrontacin de Abraham
con Abimelec cuando Abraham habit en Gerar
(Gnesis 20:1). Como Abraham tema que les
costara la vida el decir la verdad sobre su esposa
Sara, le minti a Abimelec, dicindole que Sara
era su hermana. Abimelec llev a Sara a sus
habitaciones, con la indudable intencin de ca-
sarse con ella ms tarde. Aquella noche, sin
embargo, Dios se le apareci a Abimelec en un
sueo y pronunci una maldicin sobre l y su
familia porque haba tomado a una mujer casa-
da.
Abimelec se quej amargamente por causa
del engao de Abraham. En realidad, ni siquiera
haba tocado todava a Sara y Dios le dijo que
haba actuado con integridad. Pero todava se
necesitaba un intercesor si haba de revocarse la
maldicin. Entonces Dios le dijo a Abimelec:
"Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido;
porque es profeta, y orar por ti, y vivirs" (G-
nesis 20:7).
Abimelec obedeci la voz de Dios y acudi a
Abraham. ''Entonces Abrahamor a Dios; y Dios
san a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, y
tuvieron hijos ..." (Gnesis 20:17).
De tales relatos bblicos podemos establecer
conceptos que nos ayuden a desarrollar una es-
trategia de intercesin por los enfermos y afligi-
dos. Sirven de gua siete factores.
Oraci6n por los enfermos y afligidos 157
El factor de la sabidura
En primer lugar, para interceder por los en-
fermos o afligidos debemos buscar la sabidura
de Dios. "La sabidura es lo principal - dice
Proverbios -. Y con la sabidura adquiere inte-
ligencia" (vase Proverbios 4:7).
La sabidura es fundamental. Cul es la
voluntad de Dios en una circunstancia determi-
nada? Jess nos ense a orar: "Venga tu reino.
Hgase tu voluntad ..." Pero a veces es difcil
determinar su perfecta voluntad en cuestiones
relacionadas con la sanidad fsica. Algunos que
estn enfermos, por ejemplo, necesitan oracin
por disciplina en cuanto al cuidado adecuado de
su cuerpo ms bien que por sanidad de una
enfermedad causada por tal descuido. Dios bus-
ca sanidades que duren ms bien que "curitas de
mercurocromo" que lleven a peores condiciones.
Dios pudiera sanar la hipertensin arterial cau-
sada por el peso excesivo en un instante; pero l
pudiera optar por permitir esa sanidad slo me-
diante la disciplina de la persona para perder
treinta o cuarenta libras. Como intercesores,
necesitamos sabidura para saber orar sobre
tales cuestiones.
Considere el ejemplo de Pedro cuando le infor-
maron de la muerte de Dorcas (Hechos 9:39-41).
Pedro or antes de ordenarle a Dorcas que se
levantara de los muertos. Aunque especulativo,
esa oracin inicial pudo muy bien haber sido por
la sabidura que necesitaba acerca de la volun-
tad de Dios en el asunto. S sabemos que cuando
al fin Pedro ejerci su autoridad, no le pidi a
158 El amor de rodillas
Dios que hiciera algo por Dorcas, sino ms bien
le pidi a ella que se levantara.
Es fundamental la sabidura en cuanto a la
voluntad de Dios. Hace aos o el testimonio de
una madre cristiana cuya hijita de tres aos de
edad haba sido atropellada por un automvil.
La prognosis del mdico era sombro. Era proba-
ble que la nia muriera. En caso de sobrevivir,
sin duda la nia sera un ser "vegetante" mien-
tras viviera.
Poco despus que el mdico pronunci su
diagnstico, una amiga de la madre la oy gritar
una enojada oracin de insistencia. "Dios - exi-
ga ella -, deja que viva mi hija o no te volver
a servir jams!"
La hija sobrevivi de manera milagrosa, pero
nunca pudo pensar ni funcionar ms all de la
capacidad de un nio de pecho. Cuarenta aos
despus la madre estaba todava cambiando los
paales de su hija. Nunca tuvo siquiera un da
de descanso y quietud.
No sera acaso que en la sabidura de Dios
era mejor llevar al cielo a su hija? Sin duda
nuestro Padre sabe ms que nadie sobre esas
cuestiones difciles y debemos buscar su sabidu-
"-
ra mientras oramos.
El factor de la disposicin
En segundo lugar, para interceder por los
enfermos o afligidos debemos determinar la dis-
posicin de la persona a ser sanada. Algunas
personas que sufren no anhelan sinceramente la
sanidad. Una persona pudiera disfrutar de la
Oracin por los enfermos y afligidos 159
atencin que provoca una enfermedad. Otras
pudieran rechazar secretamente la restauracin
porque tal sanidad exigira ms responsabilidad
de su parte.
Debe establecerse el factor de la disposicin
al orar por los enfermos si ha de ser eficaz
nuestra intercesin. Pida que el enfermo apro-
veche con sensatez su sanidad. Pdale a Dios que
esa persona se adapte a las ramificaciones de la
vida saludable.
El factor de la debilidad
En tercer lugar, para interceder por los enfer-
mos o afligidos debemos procurar prudentemen-
te descubrir cualquier debilidad espiritual que
impida que sean respondidas nuestras oracio-
nes.
Segn la Biblia, el pecado impide que poda-
mos ver el plan de Dios cumplindose en sus
hijos. Isaas declar: ''He aqu que no se ha
acortado la mano de Jehov para salvar, ni se ha
agravado su odo para or; pero vuestras iniqui-
dades han hecho divisin entre vosotros y vues-
tro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar
de vosotros su rostro para no or" (Isaas 59: 1-2).
Debemos evitar el ser arbitrarios, pero tam-
bin tenemos que pedirle al Seor que revele
cualquier estorbo que limite la eficacia de nues-
tras oraciones. Como Santiago vincul la confe-
sin de pecados con la sanidad fsica (Santiago
5:16), tenemos un fundamento bblico para alen-
tar a la persona por quien estamos orando a que
identifique y confiese cualquier pecado conocido.
160 El amor de rodillas
Los intercesores de experiencia saben que la
victoria sobre el pecado es exactamente tan im-
portante como la victoria sobre la enfermedad.
A veces enfrentarse al pecado es la primera
etapa al enfrentar la enfermedad. La liberacin
del pecado puede ser la clave para la liberacin
de la enfermedad.
El factor de la Palabra
En cuarto lugar, para interceder por los en-
fermos o afligidos debemos aprender a emplear
el poder de la Palabra de Dios como nuestra
arma suprema de ataque.
El salmista vincul la restauracin fsica con
el poder de la Palabra de Dios cuando dijo: ''Cla-
maron a Jehov en su angustia, y los libr de sus
aflicciones. Envi su palabra, y los san, y los
libr de su ruina" (Salmo 107:19-20).
En los seminarios de nuestra escuela de ora-
cin exhortamos a los participantes a que satu-
ren sus oraciones de textos bblicos. Una manera
de hacerlo es escuchando pasajes bblicos graba-
dos en casetes mientras se ora. Acepte las pro-
mesas de Dios y pronncielas en oracin por
necesidades especficas que haya en su lista.
Una hermana que particip en la escuela de
oracin acept esa exhortacin y compr todo el
Nuevo Testamento en casetes despus del semi-
nario. Varios das despus, mientras visitaba a
una amiga en el hospital, se le ocurri la idea de
usar ese nuevo instrumento. Su amiga haba
estado en coma durante varios das. Los mdicos
daban poca esperanza de mejora. No obstante,
Oracin por los enfermos y afligidos 161
la mujer le pidi permiso a la jefa de enfermeras
para ponerle los casetes de las Sagradas Escri-
turas a su amiga herida.
Se le concedi el permiso, y unos minutos
antes del medioda coloc una grabadora en la
mesa de noche, la puso a funcionar y se dirigi
al comedor del hospital para almorzar algo.
Mientras todava estaba de pie en la fila del
comedor, la mujer oy que la llamaban por los
altoparlantes del hospital y se le pidi que vol-
viera a la habitacin de su amiga. Corri escale-
ras arriba. SU amiga se haba incorporado y
estaba hablando con una enfermera! Un estado
de coma de doce das haba terminado con slo
algunos minutos de escuchar las Sagradas Es-
crituras grabadas. Dios haba enviado su Pala-
bra, usando a un mensajero humano que crea
en sus promesas, y la san.
El factor de la adoracin
En quinto lugar, para interceder por los en-
fermos o afligidos debemos reconocer la impor-
tancia de saturar nuestras oraciones con alaban-
za y adoracin.
A menudo un espritu de alabanza est vin-
culado con la lucha victoriosa. Cuando el pueblo
de Dios estuvo bajo la amenaza de Moab y de
Amn, el rey Josafat clam a Dios pidindole su
estrategia para la batalla. Despus de un tiempo
de adoracin constante, J osafat le dijo al pueblo:
"Odme, Jud y moradores de Jerusaln. Creed
en Jehov vuestro Dios, y estaris seguros; creed
a sus profetas, y seris prosperados" (2 Cr6ni-
162 El amor de rodillas
cas 20:20). Entonces el rey mand que los can-
tantes entraran primero en el campo de batalla.
Los resultados fueron espectaculares! Leemos:
l'Y cuando comenzaron a entonar cantos de ala-
banza, Jehov puso contra los hijos de Amn, de
Moab y del monte de Seir, las emboscadas de
ellos mismos que venan contra Jud, y se mata-
ron los unos a los otros" (2 Crnicas 20:22).
Tambin el salmista vincul la adoracin con
la guerra: ''Regocjense los santos por su gloria,
y canten aun sobre sus camas. Exalten a Dios
con sus gargantas, y espadas de dos filos en sus
manos, para ejecutar venganza entre las nacio-
nes, y castigo entre los pueblos; para aprisionar
a sus reyes con grillos, y a sus nobles con cadenas
de hierro" (Salmo 149:5-8). La victoria de Pablo
y Silas en la crcel lleg tambin como resultado
de la oracin mezclada con cantos de alabanza
(Hechos 16:25-26).
Mi introduccin al poder de la alabanza co-
menz con un sencillo himno de adoracin can-
tado por nuestra hija menor hace aos durante
un grave ataque gripal. La temperatura de Gin-
ger era 39 y segua subiendo cuando entr en su
cuarto a orar. Se necesitaba ms que una oracin
improvisada.
Recordando la victoria de Jud en 2 Crni-
cas 20:22, comenc a cantar una cancin de ala-
banza por Ginger. Al instante se cort la fiebre
y el sudor comenz a baar su frente y a caer en
mis manos.
Aos despus cont esa experiencia en la te-
levisin. Una mujer de California oy el testimo-
Oracin por los enfermos y afligidos 163
nio apenas das antes de la fecha fijada para una
operacin quirrgica a que deba someterse a
causa de una afeccin que amenazaba su vida.
En un momento crtico su temperatura comenz
a subir abruptamente. Los monitores mostraban
ese y otros signos vitales. Las enfermeras y los
miembros de la familia se daban cuenta del
peligro.
Recordando el testimonio televisado, la mujer
le pregunt a una enfermera si su familia poda
cantar un canto de victoria por ella. La enferme-
ra accedi y la familia comenz a armonizar sus
voces en alabanza.
De repente todos los ojos se fijaron en los
monitores que mostraban los signos vitales de la
mujer. La temperatura iba bajando grado a gra-
do. La enfermera se qued boquiabierta. Jams
haba visto nada como eso. Cuando termin la
meloda, el termmetro marcaba casi 37. Dios
les haba respondido en su cntico.
El factor de la lucha
En sexto lugar, para interceder por los enfer-
mos o afligidos, debemos entender y aplicar prin-
cipios de lucha espiritual respecto a la afeccin
de la persona.
Ya se ha dicho mucho en cuanto a desarrollar
una estrategia de lucha en la oracin. Esto se
aplica sin duda cuando se ora por los enfermos o
afligidos. Como intercesores que funcionan des-
de una posicin de autoridad sentados en los
lugares celestiales (Efesios 2:4-7), debemos con-
frontar directamente en oracin la montaa de
164 El amor de rodillas
enfermedad que hay delante de nosotros (Mar-
cos 11:23). Recordamos de nuevo la experiencia
de Pedro en la oracin con autoridad a la puerta
la Hermosa (Hechos 3:1-6).
Pedro no le pidi a Dios que concediera un
milagro. No le pidi nada a Dios. Ms bien le
orden al cojo que se levantara y anduviera. Su
enfrentamiento era directamente con la enfer-
medad.
Observe que Pablo les dijo a los efesios que
estuvieran "firmes" contra las asechanzas (arti-
maas) del diablo (Efesios 6:11). No hay dudas
de que la enfermedad es una artimaa de nues-
tro enemigo para desalentarnos o derrotarnos.
Como intercesores nos enfrentamos a esas arti-
maas mediante la lucha espiritual. Nuestra
actitud no es defensiva, sino agresiva. La enfer-
medad es nuestro enemigo. El remedio es el
nom,bre de Cristo. Debemos llevar el remedio al
conflicto y aplicarlo mediante nuestras oracio-
nes.
El factor del testimonio
Por ltimo, para interceder por los enfermos
o afligidos, debemos reconocer que el supremo
propsito de Dios para conceder milagros es re-
velarse a s mismo. La sanidad es un testimonio
a la maravilla de su persona.
Cuando Jess y sus discpulos pasaron cerca
del hombre ciego de nacimiento, como ya hemos
visto, sus discpulos preguntaron: "Rab, quin
pec, ste o sus padres, para que haya nacido
ciego?" (Juan 9:2). Nuestro Seor respondi: ''No
Oracin por los enfermos y afligidos 165
es que pec ste, ni sus padres, sino para que las
obras de Dios se manifiesten en l" (Juan 9:3).
La afeccin del hombre fue una oportunidad
para que Dios revelara la plenitud de su poder.
Los milagros hacen que muchos entiendan la
misericordia de Dios. Recuerde que la curacin
del cojo a la puerta la Hermosa dio por resultado
al menos cinco mil conversiones (Hechos 3:1-8;
Hechos 4:4).
Tambin en el Antiguo Testamento encontra-
mos que el propsito de Dios al responder la
oracin era revelarse a s mismo. Cuando Salo-
mn pronunci su oracin de dedicacin del tem-
plo, incluy una peticin con respecto a los ex-
tranjeros. Or as: ''Y tambin al extranjero que
no fuere de tu pueblo Israel, que hubiere venido
de lejanas tierras a causa de tu gran nombre y
de tu mano poderosa, y de tu brazo extendido, si
viniere y orare hacia esta casa, t oirs desde los
cielos, desde el lugar de tu morada, y hars
conforme a todas las cosas por las cuales hubiere
clamado a ti el extranjero; para que todos los
pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te
teman ..." (2 Crnicas 6:32-33).
Cuando Ezequas recibi cartas acusatorias
del rey Senaquerib, en las que se censuraba la
fe de Ezequas, el rey sencillamente extendi las
cartas delante del Seor. Luego or: "Ahora,
pues, ohJehov Dios nuestro, slvanos, te ruego,
de su mano, para que sepan todos los reinos de
la tierra que slo t, Jehov, eres Dios" (2 Re-
yes 19:19). Otra vez el enfoque de la interven...
cin milagrosa de Dios era que todos los reinos
166 El amor de rodillas
de la tierra conocieran al Seor. Conocer a Dios
es el mayor milagro que resulta de nuestras
oraciones de intercesin. En los primeros aos
de nuestro ministerio de oracin de veinticuatro
horas, hall ese importante secreto en una carta
de gran estmulo personal. La carta deca:
El 29 de enero llam a su
ministerio pidiendo oracin por
mi hermana Mary Jane. Ella
acababa de sufrir lesiones graves
en un terrible accidente
automovilstico. Oramos juntos y
la persona con quien yo hablaba
me dijo que volviera a llamar
cuando ocurriera el milagro.
Bueno, Mary Jane muri mientras
la llevaban al hospital. Pero
desde entonces han ocurrido
muchos milagros. Mary Jane y su
esposo haban estado orando para
que el Seor los usara de la
manera que l quisiera para
ayudar a la gente de su pequeo
vecindario a buscar al Seor.
Alabado sea Dios! En el culto
fnebre de Mary Jane unas
cincuenta personas respondieron a
la invitacin y pasaron al frente
para recibir a Cristo. Se han
consagrado varios primos, y
parece estar mejorando una mala
relacin de largos aos entre
nuestra madre y su cuada.
Alabado sea el Seor! Claro que
nos causa dolor la ausencia de
racin por los enfermos y afligidos 167
Mary, pero sus cinco hijos
siguen al Seor, y parece que
les va bien. Estoy segura de que
ocurrirn ms milagros. Gracias
por sus oraciones.
Sera acaso la partida de Mary rumbo al delo
el verdadero milagro en la batalla por su sani-
dad? Cincuenta personas conocieron a Cristo en
su culto fnebre. Esos amigos y seres queridos
vieron el milagro que hizo Cristo en la v i d ~ de
Mary Jane, y en esa tragedia comprendieron que
tambin necesitabanlo que ella haba descubier-
to. Lo que originalmente pareci la derrobl de
una intercesora fue una victoria cincuenta veces
m.s. glo"rios.a. Ma-ry Jan.e n.o lo hu.bie-ra qu.erido
de otra manera.
12
,
ORACION
POR LA FAMILIA
! b ~ PcudtJe ~
~ ~ ~
D
espert lentamente ante los ademanes
de la mano de mi esposa. Pude or a Dee
refunfuando: "Quin pudiera ser a esta hora?"
Fue antes de las siete de la maana del sba-
do. Nuestra hija mayor Dena, que entonces tena
seis aos, haba invitado a su amiga Sara, que
viva en la casa de alIado, a que pasara la noche
en casa.
Tratando de despabilarme, abr la puerta y
me encontr con Julie, hermana de Sara, que
tena entonces nueve aos y era la mayor de
cinco hermanas. Julie haba estado llorando.
Pregunt si su hermana ya estaba despierta, y
le dije que Sara estaba dormida en el cuarto de
Dena. Mientras se enjugaba las lgrimas, Julie
Oracin por la familia 169
insista en que Sara volviera a casa en seguida,
porque era muy importante.
Despert a Sara y en pocos minutos se fue a
su casa. No recibimos ninguna explicacin por lo
sucedido, y tanto Dee como yo nos preguntamos
si haba ocurrido alguna tragedia.
Dos horas despus, alrededor de las nueve, se
escuch otro toque en la puerta. Sara haba
vuelto para llevarse algunos de los efectos per-
sonales que haba dejado en su salida apresura-
da. Ahora Dena estaba despierta y pude or a las
dos nias de seis aos conversando.
- Por qu tuviste que salir tan temprano?
- le pregunt Dena.
- Mi papito tena que conversar con nosotras
esta maana - respondi Sara -. l nos pidi
que nos sentramos todas de modo que pudiera
decirnos algo penoso.
La voz de Sara se quebr, y sonaba como si
estuviera conteniendo las lgrimas.
- Papito nos dijo que iba a irse de casa esta
maana, porque ya no quiere a mamita.
Procurando defender a su padre de la mejor
manera posible, Sara aadi rpidamente:
- Pero, Dena, no te preocupes por nosotras.
l prometi que jams dejara de amarnos. Lo
nico que pasa es que ya no ama a mamita.
Al decir eso, ambas nias comenzaron a llo-
rar. Casi se poda leer la mente de Sara: "Si en
realidad papito am antes a mamita, y ahora
est dejando de amarla, cmo puedo estar se-
gura de que me cumplir su promesa?"
La oracin era la nica esperanza para sanar
170 El amor de rodillas
aquel hogar. La Biblia nos asegura la victoria si
oramos en la voluntad de Dios (1 Juan 5:14-15)
y yo saba que Dios desea que las familias per-
manezcan unidas. Tan seguro como que s quin
soy, saba que Dios quera que sus hijas fueran
criadas por una mam y un pap que se amaran
mutuamente. As que comenc a orar.
Para el martes siguiente un extrao denuedo
saturaba mis oraciones. Sent de repente como
si estuviera enfrentndome a un espritu de
lascivia que Satans haba usado a fin de enga-
ar a ese esposo para que deseara a una mujer
que no era su esposa. Una oracin extraa sali
de mis labios. Le orden al hombre que se enfer-
mara del estmago, en ese preciso instante,
mientras se enfrentaba a la realidad de su peca-
do. Recuerdo que dije con vigor: "Que lo que has
hecho te d asco! Lo pido en el nombre de Cris-
to!"
Sinceramente, no poda creer que esas pala-
bras hubieran salido de mis labios. Pero an as
saba que el Espritu Santo estaba guiando mi
oracin.
La confirmacin lleg el sbado siguiente
cuando habl con la joven madre por encima de
la cerca del fondo. Su rostro estaba radiante.
- Dick, tengo buenas noticias! Bob llam
ayer por primera vez desde que se fue. Est
ocurriendo algo extrao. No puedo decir que
haya habido un cambio total, pero l s me dijo
que se ha estado sintiendo raro.
- Qu quiere decir con 'sentirse raro'?
- Bueno, el mircoles pasado Bob decidi
Oracin por la familia 1'71
ir a ver a un psiclogo para pedirle consejo
- explic ella -. Dijo que comenz a sentirse
culpable el martes por la tarde al pensar fn
nuestras nias que no tenan un papito. ESO
afect tanto su estmago que sinti asco y corfl
0
que iba a vomitar.
El milagro completo iba a llevar algunos dFls
ms. Para la semana siguiente, regres Bob y lFlS
nias tuvieron a su papito en casa.
La familia que ora
La oracin transforma los hogares! La mayO-
ra de los creyentes estaran de acuerdo con eElo.
Sin embargo, cuando se trata de convertir
\.a.
insuficiente.
Cuando comenc a elaborar una enseanza
sobre la intercesin para (yen) la familia, fu a
nuestra bien surtida librera cristiana local. An-
daba en busca de ttulos relacionados con la
oracin como familia o la oracin por las faJ1li-
Has. Hall un sinnmero de libros sobre temas
relacionados con la familia; sin embargo, yne
sent desalentado al no encontrar nada que J'li-
ciera nfasis en la oracin en o para la familitl.
Por ejemplo, vi un libro que trataba sobre
cmo criar buenos muchachos. De seguro que
ste incluira un captulo sobre la oracin. Des-
pus de todo, cmo podemos criar buenos mU-
chachos sin oracin? Pero no se inclua nada en
cuanto a este importante asunto. Otro libro u
a
-
taba sobre cmo amar de veras a los hijos. Pens
que sin duda all deba estar incluida la oracin;
172 El amor de rodillas
pero una vez se haba pasado por alto. Haba un
libro que trataba sobre cmo ensearles a los
hijos a administrar el dinero. Estaba seguro de
que tocara el tema de la oracin, ya que la
mayordoma y la oracin van de las manos. Pero
tampoco mencionaba la oracin. Incluso encon-
tr una obra sobre la crianza de nios espiritual-
mente sensibles, convencido de que incluira un
captulo sobre la oracin. Una vez ms se haba
pasado por alto la oracin.
Slo ms tarde leera La familia cristiana de
Larry Christensen, y con jbilo encontrara un
captulo acerca del sacerdocio de los padres, en
el cual se analizaba la importancia de la oracin.
No pude eludir la importancia, sin embargo,
de tantos libros sobre el tema del enriquecimien-
to de la vida familiar en los que, en su mayor
parte, la oracin fue totalmente pasada por alto
o mencionada slo de pasada. No mereca un
tratamiento mejor un tema tan fundamental?
Una piedra de recordacin
Recordamos la disposicin de Josu en cuanto
al bienestar espiritual de su familia cuando se
present delante del pueblo de Dios y dijo: ''Es-
cogeos hoy a quin sirvis; si a los dioses a
quienes sirvieron vuestros padres, cuando estu-
vieron al otro lado del ro, o a los dioses de los
amorreos en cuya tierra.habitis; pero yo y mi
casa serviremos a Jehov" (Josu 24:15).
J osu confirm esas palabras colocando una
piedra de recordacin, sobre la cual le dijo a todo
el pueblo: "He aqu esta piedra nos servir de
Oracin por la familia 173
testigo, porque ella ha odo todas las palabras
que Jehov nos ha hablado; ser, pues, testigo
contra vosotros, para que no mintis contra
vuestro Dios" (Josu 24:27).
En el jardn del frente de nuestra casa en
California hay una gran piedra sobre la cual he
dicho esas mismas palabras. Inspirado por un
mensaje de mi pastor, Jack Hayford, me presen-
t delante de esa piedra y dije en voz alta: ''Yo y
mi casa serviremos al Seor."
Reflexionando en esa disposicin, comprend
cun esencial es la oracin para el que Dios ha
nombrado jefe de familia. Una falta de oracin
por parte del jefe de familia por ltimo disminui-
r la capacidad de esa persona para tomar deci-
siones prudentes, y sufrir toda la familia.
Ms tarde le las palabras del salmista que a
menudo se citan cuando se estn construyendo
nuevos templos: "Si Jehov no edificare la casa,
en vano trabajan los que la edifican" (Sal-
mo 127:1). El contexto de este salmo trata sobre
la familia. Los versculos subsiguientes dicen:
''He aqu, herencia de Jehov son los hijos; cosa
de estima el fruto del vientre. Como saetas en
mano del valiente, as son los hijos habidos en la
juventud" (Salmo 127:3-4). Sencillamente,
cuando el salmista habla de edificar una casa,
est describiendo el establecimiento de una fa-
milia saludable.
Tambin otros mandatos bblicos se concen-
tran en el bienestar espiritual de la familia.
Respecto a las lecciones que Israel aprendi en
su peregrinacin por el desierto, Moiss dijo:
174 El amor de rodillas
"Por tanto, gurdate, y guarda tu alma con dili-
gencia, para que no te olvides de las cosas que
tus ojos han visto, ni se aparten ,de tu corazn
todos los das de tu vida; antes bien, las ensea-
rs a tus hijos, y a los hijos de tus hijos" (Deute-
ronomio 4:9), El autor de Proverbios aconseja:
''Instruye al nio en su camino, y aun cuando
fuere viejo no se apartar de l" (Prover-
bios 22:6). Sin duda que la oracin debe estar en
el centro de la enseanza de la senda recta a un
nio.
A los efesios, Pablo les escribira despus: "Y
vosotros, padres, no provoquis a ira a vuestros
hijos, sino criadlos en disciplina y amonestacin
del Seor" (Efesios 6:4), Resulta interesante que
esas palabras sobre la salud familiar anteceden
al ms profundo anlisis bblico de la lucha
espiritual (Efesios 6:10-18)!
Como la oracin es tan fundamental para
transmitir consejos piadosos y disciplina amoro-
sa, consideremos ms minuciosamente varias
sugerencias para establecer una familia que ora.
La oracin en la familia
''De tal palo tal astilla" es un refrn muy
elocuente cuando se trata de la oracin, Estn
nuestros hijos aprendiendo la importancia de la
oracin con nuestro ejemplo?
Considere el ejemplo de Abraham (Gne-
sis 18:16-22), El patriarca habla con los ngeles
que le revelan su misin de destruir Sodoma y
Gomorra por causa del pecado en esas ciudades.
El pasaje dice:
Oracin por la familia 175
y los varones se levantaron de all, y
miraron hacia Sodoma, y Abraham iba
con ellos acompandolos. YJehov dijo:
Encubrir yo a Abraham lo que voy a
hacer, habiendo de ser Abraham una na-
cin grande y fuerte, y habiendo de ser
benditas en l todas las naciones de la
tierra? Porque yo s que mandar a sus
hijos y a su casa despus de s, que guar-
c,len el camino de Jehov, haciendo justi-
cia y juicio, para que haga venir Jehov
sobre Abraham lo que ha hablado acerca
de l.
Gnesis 18:16-19
La confianza del Seor en el talento de Abra-
ham para administrar su familia se revela en
esta frase: "Porque yo s que ..."Abrahamsent
ejemplo de alguien que busc a Dios. Repetidas
veces vemos a Abraham levantando altares al
Seor como centros para la adoracin.
Ven nuestros hijos esa virtud en nosotros? Si
no, pudieran ser tiles las sugerencias siguien-
tes.
En primer lugar, se ha de crear un ambiente
de oracin en el hogar. Eso comienza al informar-
le a su familia la importancia de la oracin.
Durante los primeros aos de su vida, nuestras
hijas vean siempre a Dee leyendo la Biblia
cuando llegaban a desayunar al comedor. Tal
vez algo insignificante, pero esencial. Mostraba
la importancia del alimento espiritual.
Tambin se ha de llevar la oracin a las acti-
176 El amor de rodillas
vidades familiares, tales como cuan<to se sale de
viaje o se hacen otros planes para la familia. La
oraci6n es apropiada cuando se c&'stiga a los
hijos. Cuando castigaba a cualquieta de nues-
tras hijas en los primeros aos de su vida, siem-
pre les aseguraba que el castigo no era porque
yo no las amara. Luego abrazaba a la. nia mien-
tras hacamos una breve oraci6n de sensible
dependencia del Espritu Santo pa.ra que nos
ayudara a vivir mejor.
En segundo lugar, se ha de crear un lugar de
oracin en el hogar. Le llamo a lugar en
nuestro hogar la "brecha", basndome en el men-
saje de Dios en los tiempos de Ezeq\tiel: "Y bus-
e&w....eeJ),n51JMwh:re Rt}}1100y que
se pusiese en la brecha delante de mi, a favor de
la tierra, para que yo no la destruYese; Yno lo
hall" (Ezequiel 22:30).
Una "brecha" es un lugar para loq momentos
de oraci6nYdevoci6n de la familia. P11diera estar
ubicado en un gran c16set, una habitqci6n que no
se usa, o incluso un cuarto de herra.mientas en
el traspatio. Nuestra ''brecha'' familiar comenz6
con un pequeo cuarto de aluminio ele menos de
diez pies cuadrados. Todo el costo, el enta-
blado de madera, alfombra Ycalefacti6n elctri-
ca, era mucho menos de lo que mUcflas familias
gastan en recreaci6n Ygastos impI'evistos du-
rante algunos meses en un ao.
Una "brecha" familiar debe miniqtrar a toda
la familia. Tal vez quiera comprar libros que
sirvan de inspiraci6n espiritual y sean apropia-
dos para miembros de la familia dE:l diferentes
Oracin por la familia 177
edades. Un peridico mural poco costoso puede
mostrar peticiones de oracin de misioneros o
ministerios evangelsticos como Cada hogar
para Cristo. El mapa de oracin mundial de CHC
sera especialmente til. Un mapa m u ~ d i a l
puesto en una pared puede dar un amplio am-
biente global. En una agencia de viajes se pudie-
ran conseguir carteles pintorescos de lugares
exticos.
Sea creativo en su planificacin y el resultado
ser un lugar especial de oracin.
En tercer lugar, se ha de crear un programa
de oracin en el hogar. Pdale al Espritu Santo
que le revele un plan sencillo para desarrollar
una estrategia de oracin diaria que pueda usar
con su familia. Por ejemplo, tal vez quiera adop-
tar los siete enfoques de la oracin (uno para
cada da de la semana), como se esbozaron en los
captulos anteriores de este libro. Con un poco
de facultad creadora, todos esos siete enfoques,
entre ellos el enfoque familiar, se pueden adap-
tar a grupos de cualquier edad.
La oracin por su familia
Dos pasajes bblicos proporcionan los modelos
de la oracin diaria en la familia. Uno se refiere
al rey David, mientras que el otro se refiere a
nuestro Rey de reyes, Jesucristo.
En la oracin de David pidiendo perdn en-
contramos nuestro primer modelo: "Crea en m,
oh Dios, uncoraznlimpio, y renueva unespritu
recto dentro de m. No me eches de delante de ti,
178 El amor de rodillas
y no quites de m tu santo Espritu" (Sal-
mo 51:10-11).
Nuestro segundo modelo surge de la descrip-
cin neotestamentaria que Lucas hace de los
primeros aos de vida de nuestro Seor. Lucas
escribi: "Y Jess creca en sabidura y en esta-
tura, y en gracia para con Dios y los hombres"
(Lucas 2:52).
Mientras crecan nuestras hijas a menudo
emple esos dos pasajes en la oracin diaria
como un recordatorio de las necesidades espiri-
tuales y materiales de nuestra familia. Comen-
zaba pidiendo un corazn limpio, siguiendo la
splica de David. Luego oraba por un espritu de
pureza que penetrara en toda mi familia. Des-
pus peda que el Seor renovara un "espritu
recto" dentro de m, y que pasara tambin esa
virtud a toda la familia. Peda una revelacin
especial de la presencia de Dios para cada miem-
bro de nuestra familia cuando comenzbamos
las actividades del da. (Por s;upuesto, yo estaba
pidindole ms un reconocimiento de su presen-
cia que pidindole que hiciera algo que no estaba
dispuesto a hacer. Dios est con nosotros ya sea
que nos demos cuenta o no, pero el reconocer
nuestra dependencia de l a menudo resulta en
bendiciones que de otro modo no experimenta-
ramos.) Y por ltimo oraba como David: "No
quites de m tu santo Espritu", pidiendo una
uncin especial del Espritu Santo para cada uno
de nosotros a fin de que llevramos una vida que
agradara a Cristo.
Al pensar en la descripcin que Lucas hace de
Oracin por la familia 179
los primeros aos de Cristo, surgi una cudru-
ple pauta de oracin para nuestras hijas.
En primer lugar, oraba por el desarrollo espi-
ritual de ellas. Lucas mencion el crecimiento de
Jess "en gracia para con Dios", una referencia
al desarrollo espiritual de nuestro Seor. Aun-
que nacido sin pecado, Jess tuvo que pasar
tiempo en oracin y en el estudio de las Sagradas
Escrituras. Aos despus, l se enfrentara a
Satans en el desierto citando slo el pasaje
bblico preciso para cada tentacin. Eso no fue
porque Jess estuviera programado desde la
eternidad para que conociera las Escrituras,
sino porque estudi las Escrituras cuando era
joven. Recuerde que, cuando Cristo vivi en la
tierra, fue un hombre sometido a todas las lu-
chas que cada uno de nosotros debe enfrentar, y
tuvo que madurar espiritualmente para enfren-
tarse a esas tentaciones sin llegar a pecar.
En segundo lugar, oraba por el desarrollo
fsico de nuestras hijas. Jess no slo creci en
gracia para con Dios sino tambin "en estatura".
Este enfoque me permiti concentrar un mo-
mento de oracin en el desarrollo fsico de mi
familia, en especial sanos hbitos alimentarios
y un juicioso cuidado de nuestro "templo" fsico.
Mis continuas excursiones a los campos de tenis
con nuestras hijas antes de su adolescencia no
fue ms que un resultado de esa oracin. Dio por
resultado que las dos sobresalieran en ese depor-
te durante sus cuatro aos de segunda ensean-
za. Durante ese enfoque de desarrollo fsico tam-
180 El amor de rodillas
bin peda la salud fisica para -cada una de
nuestras hijas.
En tercer lugar, oraba por su desarrollo inte-
lectual. Lucas nos dice que Jess creca en sabi-
dura. Yo le peda a Dios que ayudara a nuestras
hijas a aprender a emplear con sabidura sus
aptitudes mentales. Peda por sus calificaciones
en la escuela y que Dios las dirigiera en la
eleccin de las asignaturas que mejor se ajusta-
ran a su campo de servicio al que finalmente l
las guiara.
Por ltimo, oraba por el desarrollo social de
las nias: Cuando la Biblia nos dice que Jess
creca en gracia para con los hombres, quiere
decir que se haba ganado el respeto de quienes
lo rodeaban. l no era un intil social. Era la
esencia de la espiritualidad pero nunca fue reli-
giosamente ofensivo. Basado en el ejemplo de
Cristo, le ped a Dios que les diera a nuestras
hijas un buen equilibrio en sus relaciones socia-
les. Tambin ped por los amigos que nuestras
hijas escogieran, y por la capacidad de las nias
para darse cuenta de las amistades peligrosas.
Mientras desarrollaba esas sencillas formas
de oracin, record reiteradamente que no hay
regalo ms grande que un padre (o un abuelo o
nieto) pueda dar a un hijo que el orar por l.
Como dijera el clebre maestro bblico noruego,
Profesor Halesby: ''Mi amigo, si usted no puede
dejarles a sus hijos una herencia en forma de
bienes, no se preocupe. Y no se desespere tanto,
ya sea fsica o espiritualmente, por acumular
gran cantidad de bienes races para sus hijos.
Oracin por la familia 181
Pero ocpese, da y noche, de orar por ellos. As
les dejar una gran herencia de respuestas a la
oracin, que los seguir todos los das de su
vida."
La oracin como familia
Cristo se refiri a la importancia del pequeo
grupo de oracin: "Otra vez os digo, que si dos de
vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra
acerca de cualquiera cosa que pidieren, les ser
hecho por mi Padre que est en los cielos. Porque
donde estn dos o tres congregados en mi nombre,
all estoy yo en medio de ellos" (Mateo 18:19-20).
Tal vez sea la familia el ms natural de todos
los pequeos grupos. En qu otra parte tenemos
una oportunidad igual para un pequeo grupo
de oracin que puede reunirse de manera regu-
lar?
Pero para hacer eso de modo significativo
necesitamos un plan bsico. He aqu una pauta
de oracin familiar que usted pudiera encontrar
til:
En primer lugar, comience con un enfoque en
la adoracin. La adoracin es el meollo de una
experiencia de oracin robusta. La adoracin
incluye todos los aspectos de la oracin que se
concentran en la naturaleza y el carcter de
Dios. Aqu pudiera incluirse la alabanza, la ac-
cin de gracias e incluso el canto.
En segundo lugar, incluya un enfoque en la
Palabra. Pablo le dijo a Timoteo: ''Desde la niez
has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te
pueden hacer sabio para la salvacin por la fe
182 El amor de rodillas
que es en Cristo Jess" (2 Timoteo 3:15). Alguien
dedic tiempo a sembrar la Palabra de Dios en
el corazn de Timoteo mientras era todava muy
joven. Consideremos lo que le escribi Pablo:
"Doy gracias a Dios ... trayendo a la memoria
la fe no fingida que hay en ti, la cual habit
primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eu-
nice ..." (2 Timoteo 1:3,5). Parece que fueron la
madre y la abuela del joven Timoteo quienes
ensearon la Palabra de Dios a ese futuro gue-
rrero.
Nunca se sabe al plantar la Palabra de Dios
en el corazn de un nio hasta qu punto Dios
usar algn da esas semillas para transformar
a las naciones.
Tal vez desee usar un clsico manual devocio-
nal como Manantiales en el desierto. Para los
nios ms pequeos puede usar libros ilustra-
dos. Otro posible plan es el estudio sistemtico
de la Palabra de Dios por el autor como se
presenta en el libro La Universidad de la Pala-
bra (Editorial Vida, 1986). Como en este estudio
se ponen de relieve doce principios bblicos dife-
rentes, los conceptos pueden volverse un enfoque
devocional de la familia para doce meses. Cada
mes el enfoque sera un principio diferente del
desarrollo espiritual.
En tercer lugar, siguiendo sus importantes
enfoques en la adoracin y en la Palabra, conclu7
ya con un enfoque mundial, intercediendo por un
mundo perdido y necesitado. Tal vez usted quie-
ra seguir la pauta de Hechos 1:8, que se refiere
a los creyentes que recibieron poder despus que
Oracin por la familia 183
fueron tocados por el Espritu de Dios. Como
resultado, llegaron a ser testigos de Cristo en
"Jerusaln ... Judea, en Samaria, y hasta lo
ltimo de la tierra" (Hechos 1:8).
Aqu encontramos un excelente triple plan de
oracin para el altar familiar. En primer lugar,
oramos por nuestra Jerusaln. Esto atae a las
necesidades locales, tales como la de nuestro
vecindario y nuestra ciudad. En segundo lugar,
oramos por nuestra Judea y Samaria. Eso abar-
ca nuestro estado (o, en algunos pases, nuestra
provincia o departamento) y nuestra nacin. En
tercer lugar, oramos por lo ltimo de la tierra
que abarca las naciones que nunca han sido
evangelizadas por completo.,
13
EL
DEL ALMA


n el ltimo captulo me refer a un lugar
de intercesin familiar al que llamo la
''brecha'', en nuestro caso el cuarto de herramien-
tas en el traspatio dedicado a la oracin. La idea
de la brecha como un lugar para la intercesin
familiar y personal surgi a fines de la dcada
de los aos sesenta durante el movimiento de los
hippies.
Haba un peligro muy real de que la juventud
de nuestra propia iglesia cayera en semejantes
estilos de vida, yeso me preocupaba. Losjvenes
estaban en serio peligro a menos que se les
enseara la importancia de la oracin.
As que comenc a planear retiros de oracin
de fines de semana en las cercanas montaas de
Sierra Nevada, especficamente para los joven-
El conflicto del alma 185
citos de nllestra iglesia. En el primer retiro hubo
veintids participantes. Todos ramos inexper-
tos en sesiones prolongadas de oracin. Ni uno
solo de nosotros, por ejemplo, saba orar toda
una noche y, para ser sincero, todos estbamos
a punto de rendirnos despus de menos de una
hora.
Entonces el participante ms joven, de trece
aos de edad, nos pidi que comenzramos a
orar de una manera diferente, como guerreros.
l se vea a s mismo y vea a sus amigos como
que luchaban contra las tinieblas del estilo de
vida de alcohol, sexo y drogas de las viviendas
colectivas de los hippies, y nos pidi que lo ayu-
dramos toda la noche a ''luchar contra el dia-
blo". Ese joven tena lgrimas en los ojos cuando
hablaba, y todos estuvieron de acuerdo en ir a la
guerra junto con l.
A eso de las tres de la madrugada un espritu
de quebrantamiento se haba asentado sobre
nuestra casa de retiro. La habitacin estaba
calurosamente iluminada por un resplandor de
los troncos que ardan en una gran chimenea,
pero tambin por un fuego que arda dentro de
los jvenes mismos. Todos comenzamos a llorar
y a clamar. Una estudiante de diecisiete aos
estaba postrada en medio de la habitacin llo-
rando por los jvenes de California que estaban
dominados por los drogas.
Yo estaba presenciando lo que nuestros ante-
pasados llamaban un "espritu de congoja", una
frase relacionada con la frase dolores de parto,
como cuando una mujer da a luz.
186 El amor de rodillas
Claro est que prosperaron los retiros de in-
tercesin de nuestra iglesia, hasta que estuvie-
ron participando ciento setenta y cinco jvenes.
Un ao despus se inici el Movimiento de Jess
en muchas partes de California. Por lo menos
"ochocientos mil jvenes encontraron a Cristo en
'aquellos das emocionantes.
En medio de todo eso, estaba ocurriendo algo
en lo profundo de mi propia vida. Dios estaba
poniendo en mi corazn un deseo vivo de recibir
ms de l, un anhelo que iba a transformar mi
vida un mircoles por la noche en 1971.
Aquella noche llegu a la iglesia hora y media
antes de nuestra reunin juvenil regular de me-
diados de semana de oracin intercesora. Avanc
hasta un cuarto de almacenamiento que hay
detrs de la plataforma de nuestra iglesia donde
a menudo yo iba en busca de un lugar tranquilo
para orar. Escondido entre las cajas de vestua-
rios y decorados para dramas de Navidad y
Semana Santa, comenc a pedirle al Seor un
derramamiento de su Espritu sobre lajuventud
de nuestra iglesia.
Al principio no ocurri nada fuera de lo co-
mn. Luego, sin pensarlo mucho, le hice a Dios
una pregunta sencilla y directa. El or su voz en
mi corazn fue una experiencia totalmente nue-
va, pero aquella noche yo saba que estaba espe-
rando una respuesta.
"Qu quieres que haga con mi vida?", le pre-
gunt al Seor.
O de repente la ms asombrosas de las res-
puestas. Las palabras fueron sorprendentemen-
El conflicto del alma 187
te claras: Como me lo has preguntado esta noche,
te lo dir esta noche.
Jams haba odo al Seor hablar con tanta
claridad. Comenc a llorar mientras esperaba lo
que haba de seguir.
La respuesta no lleg como una voz sino como
un cuadro animado, con movimiento. Vi un ejr-
cito del pueblo de Dios en marcha. Era un espec-
tculo extraordinario. El ejrcito, de seis a ocho
soldados en cada escuadra, se extenda tan lejos
como el ojo poda ver. Formaba una inmensa
columna que pareca no tener fin.
son esas personas, Seor - excla-
m -, y adnde van?"
Sigui una respuesta silenciosa: Este es un
ejrcito de intercesores que transformar dl mun-
do. Te pido que ayudes a movilizar este ejrcito.
El cuadro cambi antes que yo pudiera res-
ponder. Me qued contemplando una gran man-
sin de estructura blanca. Entrando y saliendo
del edificio haba jvenes de aspecto sano que
llevaban Biblias, algo raro en una poca en que
haba viviendas colectivas de hippies por todas
partes y en que era comn ver a jvenes de pelo
largo viviendo juntos.
stos residen en una casa de oracin, me dijo
el Seor.
Cada joven se haba comprometido a dar un
importante "regalo de tiempo" para la oracin
intercesora. Algunos estaban all durante un
verano, la mayora durante todo un ao.
Entonces el Seor me llev adentro del edifi-
cio. Haba un gran rtulo en la puerta que estaba
188 El amor de rodillas
a mi derecha a la entrada. El rtulo estaba
pintado a mano, como si fuera por uno de los
jvenes, y citaba un pasaje de Ezequiel: ''Y bus-
qu entre ellos hombre que hiciese vallado y que
se pusiese en la brecha delante de m, a favor de
la tierra ..." (Ezequiel 22:30). Encima del texto
bblico estaban las palabras La brecha.
Se abri lentamente la puerta. Al mirar den-
tro de esa habitacin denominada ''La brecha" vi
a una joven, tal vez de diecinueve aos de edad.
Llevaba largo cabello castao y espejuelos de
armadura plateada, y estaba arrodillada delan-
te de una mesita redonda sobre la cual descan-
saba un globo terrqueo. Mientras la observaba,
ella levant el globo algunas pulgadas de la mesa
y comenz a llorar.
Entonces un joven entr en la "brecha" y la
jovencitale pas la carga a l. Despus de un rato
tambin ste le pas a otro el globo terrqueo.
Eso continu mientras yo observaba en silencio.
"Seor, esto es hermoso", dije suavemente.
l respondi con la exhortacin: Quiero que
hagas realidad exactamente lo que has visto
aqu(.
Haba terminado la visin. All, en el cuarto
de almacenamiento detrs de la plataforma de
nuestra iglesia, o que nuestros jvenes comen-
zaban a llegar para la reunin de la noche.
Aquella noche les cont la visin a nuestros
jvenes. Hubo un entusiasmo extraordinario y
los jvenes me aseguraron que estaban dispues-
tos a contribuir para hacer realidad mi visin.
Supe aquella noche que Dios quera que yo bus-
El conflicto del alma 189
cara el edificio de estructura blanca y lo convir-
tiera en un centro de oracin.
Seis meses despus Dios nos dio nuestra lJri-
mera "casa de oracin" en Sacramento, Califor-
nia. Cinco aos despus Dios me dio a Clen
jvenes, cada uno dedicado a un ao de interce-
sin. Se sostenan a s mismos al "orar por" los
recursos econmicos que nos ayudaban a cOIlti-
nuar nuestro ministerio. De esas cincuenta mil
horas continuas de oracin, da y noche, incluso
das feriados, Dios dio origen al adiestramiento
de oracin que finalmente alcanz a ms de un
milln de creyentes en ms de ciento veinte
pases del mundo.
Todo comenz cuando un centenar de jveIles
se entreg a la oracin durante un ao. Ms
tarde, cuando se me preguntaba cmo comeIlZ
mi ministerio de oracin, poda decir: "ComeIlZ
con un siglo de oracin." Cien jvenes que consa-
graron un ao de su vida equivala a todo un
siglo de oracin.
Transformando nuestro mundo
Una segunda visin impresionante OCUITi
nueve aos despus. Para entonces la p r i m ~ r a
visin se haba hecho realidad. Dios nos haba
dado nuestro centro de oracin, y haban surgido
millares de ''brechas'' ms en casas e iglesias en
todo el mundo, a menudo en circunstancias J
1U
-
sitadas. Una maestra luterana de prvulos e.di-
fic una ''brecha'' como si fuera el arca de No.
All sus alumnos preescolares iban a orar durl:l.n-
te treinta minutos cada da. Amenudo era difcil
190 El amor de rodillas
lograr que los nios terminaran de orar. Ellos
haban descubierto que la oracin puede ser algo
divertido.
Aos despus visit una iglesia en Malasia
que haba llegado a casi cinco mil miembros en
menos de ocho aos. Esa iglesia, floreciente en
un pas donde la ley prohbe que se le hable de
Cristo a un musulmn, tena un centro a donde
los intercesores iban durante varios das a con-
centrarse en la oracin. Al entrar en el centro
observ que cada puerta llevaba a un cuarto de
oracin que tena un rtulo similar al que haba
visto en mi visin. Ms tarde me enter de que
un hermano de Nueva Zelanda estaba presen-
tando nuestra visin en todas partes. l haba
pasado por la regin varios aos antes.
A medida que pasaron los aos y el ejrcito
comenz a crecer, Dios abri las puertas para
que yo llevara esa visin de la oracin a muchas
naciones mediante el ministerio de Campaa
mundial de literatura, ahora llamado Cada ho-
gar para Cristo. El fundador, doctor Jack McA-
lister, al enterarse de nuestro ministerio de ora-
cin y creyendo que la oracin es esencial para
la definitiva evangelizacin del mundo, me pidi
que me uniera a su grupo para elaborar el adies-
tramiento de oracin para creyentes de todas las
denominaciones.
Sin saber que algn da yo sera el presidente
internacional de Cada hogarpara Cristo, me un
al ministerio y desarroll Escuela de oracin
para cambiar el mundo, que fue (y sigue siendo)
un curso de adiestramiento ideado para fortale-
El conflicto del alma 191
cer a los creyentes en sus hbitos devocionales
diarios y prepararlos para que oren eficazmente
por la evangelizacin mundial. Un aspecto im-
portante del adiestramiento es la exhortacin a
los creyentes a que consideren el darle a Dios un
regalo de una hora diaria de oracin. Basados en
la pregunta de Cristo a Pedro - "No has podido
velar una hora?" -, se han comprometido ms
de doscientos mil creyentes. Millares ms han
estado de acuerdo en invertir quince o treinta
minutos al da.
Pero cuando el ejrcito comenz a crecer, me
interes cada vez ms en cuanto a concentrar
todo el vigor de esa oracin en lo que diera ms
gloria a Cristo. La oracin, d ~ s p u s de todo, no
se da como un medio para obtener ms placer
material o espiritual, aunque s resultan bendi-
ciones personales de una experiencia de oracin
robusta. Ms bien, la oracin es el supremo don
de Dios para ayudar a la iglesia en el estableci-
miento de su reino en toda la tierra.
Amedida que prosegu mi investigacin bbli-
ca en cuanto a la importancia de la oracin,
llegu a convencerme de que los creyentes par-
ticipan en una guerra espiritual que debe librar-
se segn los principios bblicos. Al igual que
Satans tiene un orden establecido en el reino
invisible, as los creyentes deben desarrollar una
estrategia para combatir eficientemente contra
esas fuerzas. Cuanto ms viajaba, tanto ms
convencido estaba de que cada regin del mundo
tiene un espritu dominante que gobierna sobre
192 El amor de rodillas
ella. Resultaba evidente que algo deba desarro-
llarse a fin de contener esas fuerzas.
Cul es el contexto de la segunda visin
importante de mi vida? Ocurri despus de va-
rios das de ayuno y oracin durante un viaje a
Michigan. Mi tiempo devocional en el cuarto del
hotel junto al lago Michigan comenz muy pare-
cido al de cualquier otro da. Haba llegado a los
ltimos captulos del libro de Apocalipsis en mi
lectura bblica diaria, y al detenerme a meditar
sobre la naturaleza literal del libro de la vida del
Cordero, de repente sent el anhelo de orar por
nombres que estaban an por aadirse al ms
extraordinario de los registros celestiales. Y sol-
t abruptamente una oracin inusitada.
"Seor, permteme participar en un movi-
miento que aada ms nombres al libro de la
vida que los que se hayan aadido en toda la
historia."
Fue una oracin valiente, en realidad, pero
por alguna razn sent que el Espritu Santo me
haba guiado a decir las palabras. Se me salan
las lgrimas cuando me puse de pie y camin
hasta la ventana de mi cuarto del hotel. Delante
de m estaba la vasta extensin del lago Michi-
gan tendido serenamente como una gigante capa
de crIstal. Cuando los rayos del sol brillaron
sobre el lago, vi millones de minsculos y dia-
mantinos destellos de luz que danzaban a lo
lejos. Me record la descripcin en Apocalipsis
de la multitud de la humanidad redimida que
algn da estar de pie sobre un mar de vidrio
(Apocalipsis 15:2). Entonces record la promesa
El conflicto del alma 193
de que las almas lavadas con la sangre del Cor-
dero saldran de todo linaje y lengua y pueblo y
nacin (Apocalipsis 5:9). Me convenc de que
Dios haba sealado el momento de revelarme la
misin de los intercesores en la evangelizacin
mundial.
Alzando con expectacin el rostro, tuve la
segunda visin que hara tanto impacto en mi
ministerio.
Delante de m, en un gran estadio, estaba de
pie una multitud que representaba a grupos de
todas las edades. Me di cuenta de que todas las
personas que estaban en el estadio eran interce-
sores consagrados. Cada una tena una pgina
con una lista de nombres.
Me preguntaba qu simbolizaban esos nom-
bres, y por qu todos los que estaban en la gran
reunin de los creyentes tenan una lista perso-
nal.
De repente mi atencin fue en direccin
opuesta. All vi un trono y a un ngel que tena
un libro enorme. Mientras yo observaba, cada
intercesor lleg al trono y present su lista de
nombres.
Una anciana atrajo mi atencin. Pareca te-
ner ms de setenta aos de edad. Sin embargo,
aunque su rostro estaba arrugado y su cabello
encanecido, rebosaba de la alegra de Cristo.
Pronto tambin ella estaba de pie delante del
ngel presentando su lista de nombres. Cuando
el ngel comenz a anotar los nombres en el gran
libro, le pregunt al Seor qu significaba todo
eso.
194 El amor de rodillas
"Estos son los nombres de las almas que estos
guerreros ayudarona traer a un conocimiento de
mi salvacin."
"Dnde consiguieron los intercesores esos
nombres?", pregunt en oracin.
"Ven y te lo mostrar", fue la respuesta.
Al decirme eso, vi a aquella santa. anciana, de
rodillas, volando velozmente por lugares ce-
lestiales. Fue un extrao espectculo. En mi
espritu saba que ella estaba entrando en un
nivel de lucha que yo nunca haba visto, y que
estaba volando miles de kilmetros. En un ins-
tante descendi hasta flotar sobre una aldea que
me que eTa en la India, au.nque nunca
haba estado all. Me atrajo la atencin una
choza que pareca ser el enfoque de la intercesin
de la santa.
{
La choza era humilde, incluso para los niveles
de la aldea. Dentro haba una mesita, una silla
y una cama. Su nico ocupante ere. un hombre
de edad madura que pareca ser de descendencia
india, lo ms probable un hind.
Mientras la intercesora segua en oracin so-
bre la choza, observ que, aun cuando brillaba el
sol, la choza estaba oscura.
Entonces prest atencin al movimiento la
aldea. Un hombre estaba distribuyendo folletos
evangelsticos. Se detuvo ante la choza y toc
suavemente. Cuando el que estaba dentro abri
la puerta, el obrero cristiano le entreg un folleto
evanglico.
Durante todo ese tiempo la santa anciana
El conflicto del alma 195
p e r m a n ~ inmvil en los lugares celestiales
como si esPerara algo.
Despus de cerrar la puerta, el hind ley
algunas frases que le hablaban de un amoroso
Padre celestial que vino a la tierra en forma de
hombre, el Hijo unignito de Dios, un concepto
fuera del alcance de la comprensin hind. l
crea que haba muchos dioses, tal vez millones.
Un mono, una vaca o una serpiente poda ser un
dios. Incluso un rbol poda ser objeto de adora-
cin. Un Dios, un Hijo - pens l -. Es un
disparate. Tir el folleto encima de la mesa.
Pareca que la oscuridad de la habitacin impe-
da su comprensin de la verdad.
El rechazo del mensaje por parte del hombre
pareca ser la clave que la intercesora estaba
esperando. Ella se lanz a la oscuridad, a travs
del techo de la choza, cayendo de rodillas. El
hind no supo que ella estaba all.
Extendiendo las manos a lo largo del piso, con
las palmas hacia arriba, la anciana pareca estar
levantando algo. Entonces comprend lo que ella
estaba haciendo. Estaba levantando las tinie-
blas en la habitacin! Cuanto ms ella oraba,
tanto ms se movan las tinieblas. Cuando ella
la haba levantado lo bastante alto, se puso
lentamente de pie y comenz a empujar las ti-
nieblas hacia el techo algunas pulgadas a la vez,
mantenindose en cuclillas y mientras continua-
ba su intercesin. En poco tiempo haba empu-
jado las tinieblas que estaban sobre el hombre y
segua de pie con las manos extendidas todo lo
196 El amor de rodillas
que poda, luchando todo ese tiempo contra las
tinieblas satnicas.
En el mismo momento en que las tinieblas se
elevaban sobre la cabeza del hombre, ste volvi
otra vez a la mesa, fijando resueltamente la
mirada en el mensaje que antes haba rechaza-
do. Ahora haba un aire distinto en su rostro, un
aire de aoranza.
Fue hasta la mesa y tom el folleto enla mano.
Yo poda or sus pensamientos mientras l lea
lentamente las primeras palabras por segunda
vez. Tal vez fui impaciente al rechazar ese men-
saje, pens l. Cuando ley de nuevo las afirma-
ciones de Cristo, ocurri algo asombroso. Alz el
rostro hacia el cielo, teniendo a su lado orando a
la husped invisible que contenda contra las
tinieblas que estaban junto a l, y clam al
Seor: "Creo que t eres el Hijo de Dios!"
El gozo inund el rostro del nuevo convertido
y de la santa anciana intercesora. Estaba ocu-
rriendo un milagro delante de mis ojos. En aquel
instante un refulgente rayo de luz penetr en la
choza y entr en el corazn del nuevo creyente.
l haba visto la Luz ... literalmente. Se desva-
necieron todas las tinieblas en la habitacin.
Haba terminado, al menos por el momento, la
obra de la intercesora.
Todava invisible para el indio jubiloso, la
intercesora se alej de la choza y sac del bolsillo
un pedazo de papel. Lo reconoc de inmediato.
Era la lista que ella le haba presentado al ngel
con el libro. La guerrera feliz aadi el nombre
del hombre a su larga lista. Entonces, con un
El conflicto del alma 197
grito de alabanza, meti la lista en su bolsillo y
se dirigi a una choza al otro lado de la calle.
Durante los siguientes minutos me mantuve
sentado en silencio queriendo saber sobre el
extrao cuadro que acababa de presenciar. Se
haba desbordado mi imaginacin o yo haba de
veras observado a una intercesora en accin? La
Palabra de Dios tendra una respuesta para m.
Cualquier visin debe tener confirmacin en la
Palabra de Dios.
Casi de inmediato comenc a recordar pasajes
confirmatorios en cuanto al poder de la luz de
Dios para penetrar en las tinieblas:
Levntate, resplandece; porque ha ve-
nido tu luz, y la gloria de Jehov ha
nacido sobre ti. Porque ... tinieblas cu-
brirn la tierra, y oscuridad las naciones;
mas sobre ti amanecer Jehov y sobre ti
ser vista su gloria. Yandarn las nacio-
nes a tu luz, y los reyes al resplandor de
tu nacimiento. Alza tus ojos alrededor y
mira, todos stos se han juntado, vinie-
ron a ti; tus hijos vendrnde lejos, y tus
hijas sern llevadas en brazos. Entonces
vers, y resplandecers; se maravillar y
ensanchar tu corazn, porque se haya
vuelto a ti la multitud del mar, y las
riquezas de las naciones hayan venido a
ti.
Isaas 60:1-5
Aparecieron otros pasajes confirmatorios.
Mientras evaluaba esos conceptos bblicos, sur-
198 El amor de rodillas
gieron cuatro verdades respecto al conflicto del
intercesor con las tinieblas en favor de las almas
perdidas.
El deseo del Seor
Primera verdad: El Seor desea ver que cada
persona en la tierra tenga acceso al evangelio de
Jesucristo.
Se expresa esa realidad a lo largo del Nuevo
Testamento. Pedro escribi: ''El Seor no retarda
su promesa, como algunos la tienen por tardan-
za, sino que es paciente para con nosotros, no
queriendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento" (2 Pedro 3:9). La
Biblia al Da lo traduce as: ''El Seor no demora
el cumplimiento de su promesa, como algunos
suponen, sino que no quiere que nadie se pierda
y est alargando el plazo para que los pecadores
se arrepientan."
De inters especial es la parfrasis del ver-
sculo 15: ''Y recuerden que si no ha venido
todava, es porque nos est concediendo tiempo
para que proclamemos el mensaje de salvacin
al mundo entero."
Tambin otros pasajes expresan la importan-
cia de que ''todo el mundo" y ''toda criatura"
(Marcos 16:15) tengan acceso al evangelio.
Cuando Cristo trat sobre los acontecimientos
de los postreros tiempos con sus discpulos, ex-
pres con toda claridad que el pleno cumplimien-
to de la Gran Comisin era fundamental para la
terminacin del mundo actual. Marcos anota
estas palabras de Cristo: "Y es necesario que el
El conflicto del alma 199
evangelio sea predicado antes a todas las nacio-
nes" (Marcos 13:10). Mateo incluye la promesa:
"Yser predicado este evangelio del reino entodo
el mundo, para testimonio a todas las naciones;
y entonces vendr el fin" (Mateo 24:14).
En cuanto a la predicacin del evangelio a
todos los hombres, y en un contexto de oracin,
Pablo le escribi al joven Timoteo: ''Exhorto ante
todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peti-
ciones y acciones de gracias, por todos los hom-
bres; por los reyes y por todos los que estn en
eminencia, para que vivamos quieta y reposada-
mente en toda piedad y honestidad" (1 Timo-
teo 2:1-2). Luego el apstol aade el ltimo re-
sultado importante de esas oraciones: ''Porque
esto es bueno y agradable delante de Dios nues-
tro Salvador, el cual quiere que todos los hom-
bres sean salvos y vengan al conocimiento de la
verdad" (vv. 3-4).
El mensaje es claro. Dios desea que todos
tengan acceso al evangelio, y la oracin es esen-
cial para que eso sea posible. Pero hay que
entender una segunda verdad si hemos de dedi-
carnos a la oracin hasta su mxima eficacia.
El plan del enemigo
Segunda verdad: El plan de Satans es impe-
dir que cada creyente tenga .acceso al evangelio
de Jesucristo. Visto de manera superficial, eso es
obvio. Sin embargo, a menudo no comprendemos
que las almas perdidas, ya sean miembros de la
familia o grupos de personas no evangelizadas
en otros pases, estn cubiertas de tinieblas es-
200 El amor de rodillas
pirituales que, en realidad, no han escogido. Es
cierto que son culpables de sus pecados y no
pueden ser redimidos si rechazan la salvacin,
pero ellos no escogieron el nacer en pecado.
Pablo le ordena a Timoteo que predique el
evangelio para que los incrdulos "se arrepien-
tan para conocer la verdad, y escapen del lazo
del diablo, en que estn cautivos a voluntad de
[Satans]" (2 Timoteo 2:25-26).
Satans mantiene a los incrdulos bajo su
control. Estn "cautivos a voluntad de l". La
condicin de oscuridad espiritual del incrdulo
es tal que no puede ver la luz hasta que no se
quiten las tinieblas. De modo que hay que en-
frentarse a las tinieblas a nivel sobrenatural
para que la persona se abra paso hacia el res-
plandor de la eterna luz de Cristo.
Cuanto ms reflexionaba en ese concepto,
despus de mi visin de la anciana intercesora y
el hind, tanto ms me preguntaba si algn
pasaje bblico especfico deca expresamente tal
cosa. Para mi asombro, en mi lectura bblica
sistemtica del da siguiente hall un pasaje que
yo haba ledo muchas veces antes, pero nunca
haba visto su significado en el contexto de la
lucha contra las tinieblas en favor de las almas
perdidas.
Se encontraba en la segunda carta de Pablo a
los corintios:
Pero si nuestro evangelio est an en-
cubierto [escondido], entre los que se
pierden est encubierto; en los cuales el
El conflicto del alma ~ O l
dios de este siglo ceg el entendimiento
de los incrdulos, para que no les resplan-
dezca la luz del evangelio de la gloria de
Cristo, el cual es la imagen de Dios.
2 Corintios 4:3-4
Obsrvese la parfrasis de este pasaje: "Si
algunos no entienden el evangelio que predica-
mos es porque marchan hacia la muerte eterna.
Satans, el Dios de este perverso mundo, los ha
cegado y no pueden contemplar la gloriosa luz
del evangelio que brilla ante ellos, ni entender
el mensaje de la gloria de Cristo, que es la
imagen del Dios invisible."
Es obvia la inferencia en ese pasaje. Qutense
las tinieblas ybrillarlaluz. Sin embargo, el que
est cubierto de tinieblas no puede quitar esas
tinieblas por s mismo.
Adems de eso, cuando una persona recibe el
evangelio, de inmediato nuestro enemigo procu-
ra arrancar la semilla (vase Marcos 4:14-:15).
Se enrazan al fin las semillas porque un inter-
cesor se opone al enemigo, impidiendo que se
arranquen las semillas?
Esa pregunta es esencial porque la cosecha
depende de que echen races las semillas. Eso
nos lleva a la tercera verdad.
El deber de la Iglesia
Tercera verdad: Es deber de la Iglesia llevar
el evangelio de Jesucristo a todas las personaS de
la tierra.
Este es otro concepto bblico fcilmente acep-
tado por casi todos los creyentes de experiencia.
202 El amor de rodillas
Sin embargo, la mayora de ellos no tiene parti-
cipacin sistemtica alguna en transmitir el
evangelio, ya sea en su pas o en el extranjero.
Creo que pronto eso cambiar por completo.
Obsrvese adems el conocido pasaje del
Evangelio segn San Mateo en que aparecen las
siguientes palabras de Cristo:
Toda potestad me es dada en el cielo y
en la tierra. Por tanto, id, y haced disc-
pulos a todas las naciones, bautizndo-
los en el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espritu Santo, ensendoles que
guarden todas las cosas que os he man-
dado ...
Mateo 28:18-20
El Evangelio segn San Marcos lo dice as:
Id por todo el mundo y predicad el evan-
gelio a toda criatura.
Marcos 16:15
Incluso pasajes del Antiguo Testamento pro-
fetizaron el cumplimiento de la Gran Comisin.
Del Mesas, el salmista escribi: ''Todos los reyes
se postrarn delante de l; todas las naciones le
servirn ... Ser su nombre para siempre, se
perpetuar su nombre mientras dure el sol. Ben-
ditas sern en l todas las naciones; lo llamarn
bienaventurado" (Salmo 72:11,17). Isaas senci-
llamente dijo: ''Porque la tierra ser llena del
conocimiento de Jehov, como las aguas cubren
el mar" (Isaas 11:9).
La iglesia tiene el deber de llevar el amor de
El conflicto del alma 203
Cristo a cada rincn sombro del planeta Tierra.
y es all donde la obra del intercesor se hace
absolutamente esencial.
La misin del intercesor
Cuarta verdad: Es responsabilidad del inter-
cesor detener las fuerzas invisibles de las tinie-
blas satnicas dondequiera que se hable del
evangelio de Jesucristo.
Sabemos por la Biblia que, aunque los seres
humanos ocupan un plano fisico, sus acciones y
actividades estn dominadas desde el reino in-
visible. Toda lucha por un alma tiene lugar en
ese mismo mundo invisible. Recuerde el mensaje
de guerra de Pablo para los creyentes de feso
de que luchamos "contra ... [los espritus domi-
nantes que son] los gobernadores de las tinieblas
de este siglo, contra huestes espirituales de mal-
dad en las regiones celestes [en la esfera sobre-
natural]" (Efesios 6:12).
Debido a que Pablo estaba consciente de la
lucha espiritual es que les suplicaba a las igle-
sias reiteradamente que lo recordaran en ora-
cin, como les pidi a los tesalonicenses: ''Por lo
dems, hermanos, orad por nosotros para que la
palabra del Seor corra y sea glorificada, as
como lo fue entre vosotros, y para que seamos
librados de hombres perversos y malos; porque
no es de todos la fe" (2 Tesalonicenses 3:1-2).
En trminos igualmente fuertes Pablo les es-
cribi a los romanos: "Pero os ruego, hermanos,
por nuestro Seor Jesucristo y por el amor del
Espritu, que me ayudis orando por m a Dios"
204 El amor de rodillas
(Romanos 15:30). Pablo estaba convencido de
que su ministerio no poda ir ms all de lo que
permitiran las oraciones de sus compaeros de
lucha.
El intercesor tiene una funcin fundamental
que desempear al ayudar a los incrdulos a que
se arrepientan y "escapen del lazo del diablo"
(2 Timoteo 2:25-26). Ycuanto ms yo reflexiona-
ba sobre esas verdades basadas en la Biblia,
tanto ms convencido estaba de que los interce-
sores que luchan por las almas perdidas contri-
buyen en realidad a aadir nombres al libro de
la vida del Cordero. Ellos pudieran no e s t ~ r
enterados de que estn recorriendo los lugares
celestiales de rodillas, o de que estn conten-
diendo contra las tinieblas por un alma que
acaba de ser confrontada con las afirmaciones de
Cristo, pero sus oraciones posibilitan la cosecha.
La visin confirmada
Seis aos despus de mi inusitada visin de
la anciana intercesora y su misin de oracin
mundial, Dios confirm la validez de la visin de
una manera extraordinaria.
Sucedi cuando hice mi primer viaje a l
India. All visit todas las regiones ms impor-
tantes de ese inmenso y complejo pas. Mientras
viajaba por las zonas rurales qued sobrecogido
por las muchas chozas que eran exactamente
como la choza que haba visto en mi tiempo de
oracin seis aos antes.
Sal de la India con destino a mi pas con una
carga extraordinaria por esas multitudes. En
El conflicto del alma 205
algn lugar de la vasta extensin del Pacfico le
un libro fascinante que me haban dado en Cal-
cuta, la obra de Paul Pillai India's Search for the
Unknown Christ [La bsqueda de la India por el
Cristo desconocido]. De repente, cuando llegu a
la pgina 212, no pude contener las lgrimas. El
autor contaba de un dirigente hind de la secta
Arya Samag que vivi hace muchos aos en la
regin de Rayastn. Era un hombre iracundo
dominado por la pasin de luchar contra toda
obra cristiana. Ms de una vez haba detenido a
jvenes creyentes que estaban dando testimonio
y les haba quitado las Biblias para quemarlas
pblicamente.
En una ocasin as Paul Pillai mismo haba
formado parte de un equipo que se enfrent a esa
hostilidad. Haban estado visitando de casa en
casa y se haban puesto en las esquinas de las
calles para distribuir libritos del Evangelio se-
gn San Juan.
El hombre iracundo apareci de repente y
exigi que le entregaranlos libritos. Quedndose
slo con uno, tal vez como prueba documental,
les prendi fuego a los dems. Luego amenaz
con matar a cualquiera del grupo que siguiera
hablando de Jesucristo. El hombre encolerizado
dej la escena llevando consigo la prueba docu-
mental, un solo ejemplar del Evangelio segn
San Juan.
Tres semanas despus Paul Pillai recibi una
carta de aquel mismo hombre. ste escribi que
se haba llevado a su casa el Evangelio segn
San Juan y que despus de leer algunas pginas
206 El amor de rodillas
lo tir encima de la mesa de su choza, convencido
de que estaba lleno de mentiras. Pero aquella
noche, en medio de la oscuridad, sinti que una
extraa presencia entr en el cuarto. El hombre
no poda dejar de pensar en el librito que estaba
sobre la mesa. Por ltimo se puso de pie y se
abri paso en medio de la oscuridad hasta la
mesa.
Cuando tom el librito en las manos aquella
segunda vez, una luz sobrenatural ilumin la
habitacin. Abri el librito y ley: ''El que en l
cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha
sido condenado, porque no ha credo en el nom-
bre del unignito Hijo de Dios. Y esta es la
condenaci6n: que la luz vino al mundo, y lti&
hombres amaron ms las tinieblas que la luz,
porque sus obras eran malas. Porque todo aquel
que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la
luz ..." (Juan 3:18-20).
En aquel instante se arrodill y recibi a
Cristo como su Salvador. Ms tarde manifest
que, en su bsqueda de la verdad, aus ojos ha-
ban sido cegados por sus propios prejuicios.
Aunque mi visin de seis aos antes tena
varias diferencias con el relato que le, qued
sobrecogido por las similitudes. Hlba sido la
presencia inusitada en la habitacin del hind
la obra del Espritu Santo en respuesta a las
oraciones de un intercesor? O en realidad haba
estado all el intercesor, en espritu, como resul-
tado de la obra del Espritu Santo en accin
mediante las oraciones de ese intercesor?
No tuve ninguna respuesta. Pero llegu a
El conflicto del alma 207
convencerme de que la oracin desempea un
papel fundamental en el conflicto por un alma.
Me haba sucedido a m. En realidad, por un acto
de mi propia voluntad, yo haba optado por creer.
Pero en algn lugar, por alguna razn, un inter-
cesor se enfrent a las tinieblas en mi favor. En
mi caso conozco la identidad del intercesor. Fue
mi madre. Ella me am de rodillas. Su interce-
sin disip las tinieblas de modo que la luz de
Cristo pudiera penetrar en mi corazn durante
los tiempos de la rebelda juvenil.
Amado intercesor, el mundo espera el amor
de usted. Lo invito a que participe hoy en la
oracin que procura que se aadan nombres a
ese glorioso registro celestial que Juan describe
en Apocalipsis. Nuestro ltimo captulo explica
cmo participar, mediante la oracin, en la ma-
yor cosecha en la historia de la Iglesia.
14
,
VIAJEROS DE ORACION


talentoso escritor S. D. Gordon dijo: "La
victoria en todo servicio se
gana de antemano en oracin. El servicio es
sencillamente la cosecha de los resultados."
Ampliando esa idea como relacionada con la
Gran Comisin, el lder misionero W. Stanley
Mooneyham aade:
Dejemos de quejarnos de que no tene-
mos ni dinero, ni instrumentos ni perso-
nas suficientes. Sencillamente eso no es
cierto. No hay escasez de nada que nece-
sitemos, salvo de visin, oracin y volun-
tad. La oracin es el nico recurso que
est de inmediato a la disposicin de to-
dos nosotros. Si hubiera ms creyentes
orando de rodillas, habra ms creyentes
avanzando en la evangelizacin.
Viajeros de oracin 209
Robert Speer, un gran pionero y lder
de las misiones presbiterianas, escribi:
"La evangelizacin del mundo depende
en primer lugar de un avivamiento de
oracin. Ms profunda que la necesidad
de obreros; mucho ms profunda que la
necesidad de dinero; en lo ms ntimo de
nuestra vida espiritual, est la necesidad
del olvidado secreto de la oracin cons-
tante por el mundo. Las misiones han
progresado lentamente en el extranjero
porque la piedad y la oracin han sido
superficiales en nuestro pas."
Llamado de los misioneros
de oracin mundial
La visin que recib en 1971, de la santa
anciana que luchaba contra las tinieblas, fue el
incentivo para una obra muy concentrada que
llamamos misioneros de oracin mundial.
Dicho de una manera sencilla, un misionero
de oracin mundial es cualquier seguidor de
que ir cada da en oracin a una
regin especfica del mundo para participar en
una estrategia cuidadosamente planeada de la
lucha espiritual.
El misionero de oracin mundial escoge un
pas especfico, una regin o provincia de ese
pas, e incluso una ciudad de base cuando sea
posible. Al igual que un misionero tradicional
debe determinar qu pas Dios quiere que evan-
gelice, y en qu ciudad de ese pas ha de vivir, el
misionero de oracin mundial debe definir cui-
210 El amor de rodillas
dadosamente sus enfoques especficos de ora-
cin. Y al igual que un misionero tradicional
debe buscar a Dios para una estrategia evange-
lstica respecto a su campo de responsabilidad,
el misionero de oracin mundial debe pedirle al
Espritu Santo una estrategia de oracin espec-
fica respecto a su campo focal de la oracin.
Un fundamento bblico para el misionero
de oracin mundial
Desde un punto de vista bblico el misionero
de oracin mundial tiene una cudruple funcin:
En primer lugar, el misionero de oracin mun-
dial es un precursor. Isaas escribi: "Por amor
de Bion no caJJar, y por amor de Jerusaln no
descansar, hasta que salga como resplandor su
justicia, y su salvacin se encienda como una
antorcha. Entonces vern las gentes tu justicia,
y todos los reyes tu gloria ..." (Isaas 62:1-2).
El profeta contina: "Pasad, pasad por las
puertas; barred el camino al pueblo; allanad,
allanad la calzada, quitad las piedras, alzad
pendn en los pueblos" (Isaas 62:10).
En ese pasaje Isaas se refiere a un precursor,
es decir, una persona que ayuda a preparar el
camino para que otros lo sigan. El misionero de
oracin mundial desempea esa funcin. Entra
en la lucha espiritual mucho antes que los obre-
ros tradicionales entran en el conflicto. Debido a
que los obstculos que estorban la evangeliza-
cin se originan en el reino invisible, tenemos
que enfrentarnos a ellos en ese mismo reino. De
modo que el misionero de oracin mundial entra
Viajeros de oracin 211
en el conflicto antes que el misionero o el obrero
cristiano. Va a lugares a donde ni siquiera pue-
den ir los misioneros.
En segundo lugar, el misionero de oracin
mundial es una verdadera arma de guerra espi-
ritual. Un misionero de oracin mundial se vuel-
ve en realidad un arma en las manos de Dios. El
profeta Isaas se refera al hombre de Dios como
"corona de gloria en la mano de Jehov, y diade-
ma de reino en la mano del Dios tuyo"
(Isaas 62:3). Obsrvese la descripcin que hace
Dios del rey Ciro: "Martillo me sois, y armas de
guerra; y por medio de ti quebrantar naciones,
y por medio de ti destruir reinos. Por tu medio
quebrantar caballos y a sus jinetes, y por medio
de ti quebrantar carros y a los que en ellos
suben" (Jeremas 51:20-21). En realidad, este
pasaje se refiere a un rey terrenal, Ciro, y no
especficamente a intercesores. Sin embargo,
nos recuerda que en cada generacin Dios levan-
tar a su pueblo para que cumpla su propsito.
En tercer lugar, el misionero de oracin mun-
dial es un trillo. Aqu encontramos una descrip-
cin extraordinaria de alguien que es llamado al
ministerio de destruir las obras de Satans me-
diante la oracin. Isaas escribi: ''He aqu que
yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de
dientes; trillars montes y los molers, y colla-
dos reducirs a tamo" (Isaas 41:15).
Cuando Isaas se refiri al "trillo", emple el
trmino hebreo mowrag, que significa pulveri-
zar por completo, o aplastar y triturar al mismo
tiempo. Los dientes del trillo son nuevos. Pueden
212 El amor de rodillas
pulverizar todo lo que Satans levante para
obstaculizar el plan de Dios.
Esa es la obra del misionero de oracin mun-
dial. Escoge una regin del mundo, identifica las
fuerzas espirituales opositoras en esa regin, y
mediante la oracin las pulveriza por completo.
En cuarto lugar, el misionero de oracin mun-
dial es una autoridad gobernante. Por medio de
Jeremas Dios dijo: ''Mira que te he puesto en
este da sobre naciones y sobre reinos, para
arrancar y para destruir, para arruinar y para
derribar, para edificar y para plantar" (Jere-
mas 1:10).
El misionero de oracin mundial es un gober-
nante. En la oracin, bajo la plena autoridad y
supervisin de Jesucristo, el Jefe de la Iglesia,
gobierna sobre las regiones geogrficas de la
tierra.
Requisitos
Obsrvesen estas palabras de Cristo a sus
discpulos: 'Tened fe en Dios. Porque de cierto os
digo que cualquiera que dijere a este monte:
Qutate y chate en el mar, y no dudare en su
corazn, sino creyere que ser hecho lo que dice,
lo que diga le ser hecho" (Marcos 11:22-23).
Una evaluacin de ese pasaje revela tres re-
quisitos en cuanto a los candidatos para el ser-
vicio de misionero de oracin mundial.
En primer lugar est el factor de idoneidad.
Observe las palabras cualquiera que dijere a este
monte. Cualquier creyente en buenas relaciones
con el Seor es idneo para ser movedor de
Viajeros de oracin 213
montaas. Sin que importen cules sean los
dones o talentos de una persona, el guerrero
dispuesto est calificado para ser misionero de
oracin mundial. La clave est en la disposicin.
Es como si el Seor estuviera diciendo: "Denme
a un creyente que est dispuesto a trabajar, y
puedo elaborar todos los detalles necesarios para
darle la fortaleza para que cumpla cualquier
tarea a la cual yo lo llame."
En segundo lugar est el factor de autoridad.
En Marcos 11:22-23 Jess describe a un discpu-
lo seguro que asume autoridad directa contra un
objeto inanimado. Un intercesor seguro est con-
vencido de su posicin en Cristo y expresa en
palabras su seguridad. Se pone en accin el
poder no tanto por su fe como por la declaracin
de sus labios que expresan esa fe.
Por ltimo, est el factor de certidumbre. Aqu
vemos el nfasis de Cristo en nuestra necesidad
de la garanta absoluta de que l realizar lo que
nosotros ordenemos con nuestros labios, siempre
que nuestras rdenes sean iguales a su volun-
tad. l dijo: "Cualquiera que dijere . . . y no
dudare ..." (Marcos 11:23). Observe las pala-
brasy no dudare. Un espritu de certidumbre es
absolutamente esencial para el xito de un mi-
sionero de oracin mundial. Hasta el punto en
que estemos seguros de que Dios va a responder
anuestras oraciones ser el punto hasta el cual
veremos hacerse realidad esa respuesta.
Definiendo nuestro enfoque
Cmo determina usted su pas, regin y ciu-
214 El amor de rodillas
dad de base como misionero de oracin mundial?
Los pasos son sencillos:
En primer lugar, establezca una est1'ategia de
oracin sistemtica. Aparte tiempo durante los
prximos das para orar por la regin que Dios
quiere que usted convierta en objeto de sus ora-
ciones. Tal vez quiera usar un libro misionero o
un mapa mundial de oracin.
En segundo lugar, ore de manera sistemtica
por varias naciones para que eso le ayude a
escoger su pas. Si usted usa el mapa de oracin
mundial, notar que el mapa est dividido en
treinta y un grupos de siete pases. Eso le per-
mite orar por todo el mundo cada mes. Tal vez
quiera dedicar todo un mes al proceso de escoger
un pas. A medida que ore diariamente, anote
cualquier pas al que se sienta atrado para una
oracin ms concentrada. Sea sobre t()do sensi-
ble a los pases bajo el dominio comunista o
musulmn.
En tercer lugar, estreche en la oracin su
enfoque para abarcar una regin ms bien que
todo el pas. China proporciona un buen ejemplo.
Ese inmenso pas tiene ms de mil millones de
personas. Concentrarse en toda China pudiera
ser demasiado generaL Por lo tanto, el misionero
de oracin mundial pudiera orar cada da por
una de las casi treinta provincias y regiones
autnomas de China. Lo mismo se aplicara a la
antigua Unin Sovitica con quince
o a la India con veintids estados. A medida que
aumenta el ejrcito de misioneros de oracin
Viajeros de oracin 215
mundial, se abarcarn todas las provincias y
regiones del mundo.
En cuarto lugar, busque la informacin espe-
cfica que usted pueda usar como incentivo de
oracin para el enfoque de su regin. Un libro
misionero o informacin sobre las misiones en
distintas partes del mundo pueden ser recursos
excelentes que le pueden ayudar a comenzar. Si,
por ejemplo, fuera a escoger a Albania, un pas
ex comunista, pudiera anotar en tarjetas de 3 x
5 pulgadas la siguiente informacin para usarla
ms adelante en su estrategia de oracin diaria:
Albania tiene una poblacin de tres millones de
habitantes. La ciudad capital es Tirana, con una
poblacin de ciento setenta y cinco mil personas.
Habitantes especficos de Albania: albaneses
(95%), griegos (2,5%) y gitanos (2,4%). Albania
es el pas europeo ms pobre y menos desarro-
llado. Su gobierno comunista fue uno de los ms
despiadados de los regmenes marxistas de Eu-
ropa. Los dirigentes del gobierno albans se jac-
taban de que su nacin fuera el primer estado
oficialmente ateo del mundo. El atesmo fue
durante muchos aos la religin oficial de Alba-
nia.
Incluya cada uno de esos datos porque es de
esa lista de la que ms adelante compilar una
estrategia de oracin de siete das.
En quinto lugar, haga un recorrido de desa-
rrollo estratgico por la biblioteca pblica de su
localidad. Una visita a la biblioteca le ayudar
mucho en la planificacin de su estrategia. Al
llegar pregntele a la bibliotecaria dnde estn
216 El amor de rodillas
las enciclopedias y los atlas mundiales. Si se lo
permiten, haga una fotocopia del mejor mapa
que pueda encontrar del pas que escoja. Lea el
artculo principal sobre ese pas en Ulla enciclo-
pedia. A medida que investiga, comience a con-
vertir simples datos sobre una nacin y sus
habitantes en peticiones de oracin eficaz.
Tome, por ejemplo, la provincia de Cantn en
el sur de China, con una poblacin que sobrepasa
los cincuenta millones de habitantes. :Hay por lo
menos veinte grandes ciudades en la provincia,
con Cantn como su capitaL Todas esaS ciudades
deben estar en su lista. Ms adelante, cuando
ponga en prctica su estrategia de oracin de
siete das, "pudiera "poner en la lista varias de
esas ciudades para cada da, permitindole as
orar por todas las ciudades principales de esa
provincia cada semana. Recuerde que un plan
misionero para ir a una regin necesitara el
estudio de ciudades convertidas en objetivos
para el ministerio. Como misioneros consagra-
dos a la oracin mundial tenemos qlle aceptar
nuestro llamamiento con la misma seriedad.
Tambin usted querr determinar su ciudad
de base como misionero de oracin mundiaL Por
lo general, sta ser la ciudad capital de la
nacin o la provincia.
Cuando lea el artculo principal sopre el pas,
asegrese de hacer una relacin de otros artcu-
los que hay en esa enciclopedia y que se relacio-
nan con el mismo asunto.
En sexto lugar, desarrolle una estrategia de
lucha espiritual para el enfoque de su ttegin.
Viajeros de oracin 217
Despus que haya recogido alguna informacin
fundamental respecto al pas seleccionado, sela
como el fundamento para desarrollar una estra-
tegia de oracin de siete das.
Para llevar a cabo eso, tendr que preparar
"Tarjetas de estrategia de lucha en oracin" para
cada da de la semana. Finalmente usted pudie-
ra tener tantas como dos o hasta tres tarjetas
para cada da.
Divida despus todos los datos en siete gru-
pos. A partir de esas listas usted desarrollar
una estrategia de oracin de siete das para su
nacin.
En una cara de cada tarjeta, anote el da de
la semana y los datos de oracin para ese da.
Algunos datos que usted querr incluir cada da
son su ciudad de base y otros objetivos generales
de la oracin, como la poblacin total del pas.
Luego para cada da de la semana escriba los
nombres de varias ciudades que sern sus obje-
tivos de intercesin. Si est orando por un pas
ms grande como China ola India, y nose siente
inclinado a concentrarse slo en una provincia,
divida las provincias, orando por varias cada da
de modo que una vez a la semana las haya
incluido a todas por nombre. La meta es incluir
lo suficiente en la oracin diaria a fin de abarcar
todas las regiones cada siete das.
Para dar un ejemplo hipottico, si su lista
maestra de datos generales sobre el pas selec-
cionado incluye veintiocho enfoques, y si, ade-
ms, hay veintiuna ciudades principales, usted
orara por cuatro datos diferentes y tres ciuda-
218 El amor de rodillas
des distintas (adems de su ciudad de base) cada
da. En total usted tendra ocho oportunidades
separadas de oracin por da.
En el dorso de cada tarjeta tal vez quiera
escribir con letra de imprenta varios versculos
bblicos clave que pueaa usar para mantener el
poder de la Palabra de Dios en su oracin. Anote
sus versculos favoritos, ms algunos de los mu-
chos versculos positivos copiados en este libro.
Algunos versculos pudieran ser J ere-
mas 51:20; Isaas 41:15; Jeremas 1:10;
1 Juan 4:4; Mateo 28:18; Mateo 19:26; Lu-
cas 9:1-2; Ll1cas 10:19; Miqueas 3:8; Mar-
cos 11:23 y Mateo 16:19.
En otra parte de esas tarjetas tal vez quiera
incluir alguntls de las sugerencias de oracin
corno se exponen en nuestra gua semanal para
la intercesin presentada anteriormente en este
libro.
En sptimo lugar, desarrolle su misin de
oracin tanto dentro como fuera de su cuarto de
oracin. Jesl3 se refiri a "la necesidad de orar
siempre, y no desmayar" (Lucas 18:1); y Pablo
el2.cdbiQ. sin. cel2.a-r" (1
ses 5:17). Ese es el espritu del misionero de
oracin mundial. Debiramos llevar nuestra car-
ga de oracin tldondequiera que podamos. Cuan-
do un misionero va a un pas, se apasiona con
esa cultura. Sin que importe lo que haga ese
obrero ni adoIlde vaya en ese pas, sigue siendo
un misionero.
El misionero de oracin mundial debe culti-
var esa misma virtud. El enfoque del pas que
Viajeros de oraci6n 219
hemos escogido debe ir con nosotros adondequie-
ra que vayamos. Es fcil meter las tarjetas con
la estrategia de un da en el bolsillo o el bolso
para orar por ese pas cada vez que haya un
descanso en el da. Ysiempre recuerde que, como
misionero de oracin mundial, usted pudiera ser
ama de casa, maestra de escuela, vendedor de
automviles o carpintero; pero su verdadero lla-
mamiento es una misin de oracin. Pudiera ir
fisicamente a un centro de trabajo, pero su cora-
zn va a ir a Europa, a Asia o a frica.
La victoria suprema
Varias semanas despus que se introdujera
por primera vez el concepto de oracin mundial
en nuestro ministerio, comenzamos a recibir
gran cantidad de tarjetas de compromiso de los
intercesores que mostraban su deseo de alistar-
se. En cada tarjeta el intercesor anotaba el pas
que haba seleccionado para la oracin diaria.
Cuando comenzaron a llegar las tarjetas, de-
cid que sera bueno tener una oracin especial
por esos primeros frutos de un programa que yo
consideraba que exaltara mucho al Seor en el
futuro.
Result ser nuestro acostumbrado da men-
sual de oracin y varios de nuestros intercesores
regulares se haban reunido, junto con un nuevo
hermano de ms edad a quien yo nunca haba
visto. Se present como Armando, y reconoc un
acento que provena de algn lugar de Europa.
Ms tarde supe que Armando naci cerca de la
frontera albanesa.
220 El amor de rodillas
Dios haba enviado a Armando aquel da para
que diera un mensaje importante.
Nos reunimos en nuestra pequea capilla de
oracin y despus de un tiempo de adoracin
comenzamos a orar por las numerosas tarjetas
de compromiso de misionero de oracin mundial.
Se apagaron las luces en el cuarto de oracin y
slo qued iluminado un globo terrqueo cerca
del centro de la pequea habitacin. El globo
serva de foco especial para lo que estaba a punto
de ocurrir.
Cuando cada guerrero tom un puado de
tarjetas, comenzamos a orar, uno a uno. Sostu-
vimos las tarjetas delante del Seor, dndole
gracias por esos precursores misioneros de ora-
cin. stos fueron los primeros de lo que yo
consideraba que llegara a ser un enorme ejrci-
to de intercesores consagrados. Yo crea que
llegara a ser un ejrcito que finalmente atara
o limitara la potestad satnica sobre cada re-
gin geogrfica de la tierra. En un momento en
nuestra oracin expres esos sentimientos con
este comentario: "No sera hermoso si algn da
se levantara un ejrcito de intercesores y limit-
ra toda actividad demoniaca, confrontando a
cada demonio al mismo tiempo en todo el mun-
do?"
No pens en las repercusiones teolgicas de
ese comentario hasta que le toc orar a Arman-
do. Incluso el sabor del acento del hermano aa-
da algo de significado a lo que Dios estaba a
punto de decir.
Armando comenz a pronunciar una sencilla
Viajeros de oracin 221
oracin pidiendo la bendicin de Dios sobre todos
los que se estaban alistando en el nuevo
Entonces hizo una pausa, y mostraba admira-
cin en el rostro. Comenz a inclinar la cabeza,
mientras las lgrimas le corran por las mejillas.
Agarr con fuerza su puado de tarjetas de com-
promiso y las levant hacia el globo terrqueo,
apuntando con las tarjetas.
"Dios ... acaba de hablarme al torazn - dijo
Armando -. Me dijo que les informara que ven-
dr su reino tan pronto como ustedes levaIlten
un ejrcito que ate a todo demonio en la tiefra.
Ese hermano habl con una autoridad ex-
traordinaria. Su afirmacin fue tan categrica
que me dej pasmado. Me pregunt si hioa
algn fundamento bblico evidente para hacer
tal afirmacin. Despus de todo, solamente la
Palabra de Dios es la regla sobre la que debemos
fundamentar toda direccin divina.
Pocos das despus le la descripcin de Juan
de una batalla que termina todas las guerras en
los lugares celestiales (Apocalipsis 12:7-11). All
encontr una confirmacin extraordinaria del
discernimiento de Armando.
Como se describe en Apocalipsis, Miguel, uno
de los principales dignatarios angelicale3 de
Dios, conduce su ejrcito de ngeles contrll las
fuerzas demoniacas de Satans y las vence. La
derrota de Satans es tan definitiva que l y sus
hordas demoniacas son sacados para siempre de
los lugares celestiales. Lo ms notable eS el
hecho de que, aunque las fuerzas angelicales
derrotan a Satans, lo consiguen porque los san-
222 El amor de rodillas
tos en la tierra estn aplicando su armamento:
"La sangre del Cordero y . .. la palabra del
testimonio de ellos" (Apocalipsis 12:11).
Mientras meditaba en esos pensamientos le
una nota en el margen de la Biblia. El comenta-
rio explicaba que algo sucedera en el futuro, un
milagro inescrutable en los lugares celestiales,
que dejara a Satans incapaz de seguir actuan-
do con sus potestades demoniacas en esa arena
inmensa e invisible. El comentario sugera que
nadie poda estar seguro de lo que sera el mila-
gro, pero por alguna razn la aplicacin de la
sangre del Cordero y la palabra del testimonio
de los santos impedira que Satans actuara por
ms tiempo en esa esfera invisible.
Pudiera ser ese un gran ejrcito de interce-
sores, sumamente adiestrados y muy consagra-
dos, que formaba parte de la limpieza de los
lugares celestiales en esta ltima batalla espiri-
tual? Era eso lo que Armando estaba sintiendo
en su espritu?
Claro est que se sabr la respuesta slo
cuando se escriba toda la historia y estemos
delante de Dios en los umbrales de la eternidad.
Podemos saber esto. Nuestras oraciones no
s610 pueden transformar la vida de los dems,
sino que ante los ojos de Dios ellas son la trans-
formacin misma. Si las oraciones de una perso-
na pueden sujetar a un espritu demoniaco, mil
intercesores que concentran sus oraciones en
regiones especficas del mundo pueden sujetar a
los espritus demoniacos que reinan all.
Imagnese lo que pudiera suceder si nuestro
Viajeros de oracin 223
ejrcito de 9racin creciera hasta el punto que se
sujetara a todo espritu demoniaco sobre cada
regin geogrfica del mundo en el mismsimo
instante! Tan pronto como todo espritu sea ata-
do en oracin, lo cual permitir que el evangelio
se predique plenamente en todas las naciones,
se establecer su reino.
Tal vez eso sea lo que Jess tena en mente
cuando dijo: ", , . Ser predicado este evangelio
del reino en todo el mundo, para testimonio a
todas las naciones; y entonces vendr el fin"
(Mateo 24:14),
Dick Eastman es presidente internacional de
Euery Home for Christ [Cada hogar para Cris-
tO],
l
un ministerio evangelstico mundial que
ayuda a las iglesias de todo el mundo en la
distribucin sistemtica de materiales evangli-
cos impresos a cada hogar de una regin. Hasta
la fecha, se ha llevado el programa a ms de cien
pases, donde se han distribuido mil seiscientos
millones de tratados y porciones del evangelio y
se han recibido ms de quince millones de tarje-
tas de decisiones y respuestas en las cincuenta
y cinco oficinas de CHC en todo el mundo. Dick
es autor de varios libros ms sobre la oracin,
entre ellos La hora que cambia al mundo.
1 En algunos pases se conoce como Cruzada a cada hogar y en otros como
La Palabra a cada hogar.

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