Callon, M. (1998), El Proceso de Construcción de La Sociedad. El Estudio de La Tecnología Como Herramienta Del Análisis Sociológico

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Callon, Michel; El proceso de construccin de la sociedad. El estudio de la tecnologa como herramienta para el anlisis sociolgico.

En Domnech, Miquel y Tirado, Francisco (comps.): Sociologa simtrica, Ensayos sobre ciencia, tecnologa y sociedad; Ed Gedisa, Barcelona, 1998.

El proceso de construccin de la sociedad. El estudio de la tecnologa como herramienta para el anlisis sociolgico
Michel Callon
Los cientficos sociales, sean stos historiadores, socilogos o economistas, han tratado de explicar durante mucho tiempo el alcance, los efectos y las condiciones del desarrollo de la tecnologa. Consideran que la tecnologa es un objeto especfico que presenta un amplio conjunto de problemas que esos expertos han intentado resolver usando los distintos mtodos al alcance de las ciencias sociales(1). Pero de ninguna manera han considerado que el estudio de la tecnologa pueda ser transformado en un instrumento para el anlisis sociolgico. La tesis que se desarrollar aqu plantea que esta inversin de perspectiva es tan posible como deseable. Ello no slo ampliara el campo metodolgico de las ciencias sociales sino que facilitara tambin la comprensin del desarrollo tecnolgico. Para llevar a cabo esta inversin, mostrar que los ingenieros que elaboran una nueva tecnologa, as como aquellos que participan en una fase u otra de su diseo, desarrollo y difusin, constantemente construyen hiptesis y formas de argumentacin que les empujan al campo del anlisis sociolgico. Lo quieran o no se transforman en socilogos, o lo que yo llamo ingenieros-socilogos. Contemplar de esta manera el proceso de innovacin tecnolgica y el papel jugado por los ingenieros, desafa ciertas ideas ampliamente aceptadas. Al optar por esta perspectiva no estoy simplemente repitiendo las ya incontables crticas lanzadas contra la nocin de innovacin como proceso lineal. Dicha nocin describe el desarrollo tecnolgico como una sucesin de pasos que van desde el nacimiento de una idea (invento) a su comercializacin (innovacin). Todo el mundo reconoce ahora que los vaivenes o ensamblajes que continuamente ocurren entre la tecnologa y el mercado son extremadamente importantes.(2) Tampoco cuestiono en este captulo la idea de que el papel y la importancia del respaldo financiero o de las estructuras organizativas varan considerablemente entre los perodos de elaboracin y desarrollo de una innovacin.(3) Lo que aqu cuestiono es la pretensin de que es posible distinguir durante el proceso de innovacin entre unas fases que son claramente tcnicas o cientficas y otras que estn guiadas por una lgica econmica o comercial. Por ejemplo, a menudo se cree que al comienzo de un proceso de innovacin los problemas a resolver son bsicamente tcnicos, y que las consideraciones econmicas, polticas, sociales o especialmente las culturales, entran en juego en una fase ms tarda.(4) Sin embargo, ms y ms estudios estn mostrando que esta distincin nunca es tan ntida. Esto es particularmente cierto en el caso de las innovaciones radicales: ya desde el principio, las consideraciones tcnicas, cientficas, sociales, econmicas o polticas estn inextricablemente ligadas en un todo orgnico.(5) Dicha heterogeneidad y complejidad, que todo el mundo reconoce al final del proceso, no son introducidas progresivamente a lo largo del camino. Estn presentes desde el principio. Los anlisis sociolgicos, tecnocientficos y econmicos estn permanentemente entrelazados en un tejido sin costuras (Hugues, 1983). Usando el estudio de caso de una innovacin, mostrar cmo es posible usar esta caracterstica para transformar el estudio de la tecnologa en una herramienta para el anlisis sociolgico; esto conllevar, por tanto, una nueva interpretacin de la dinmica tecnolgica.

Ingenieros-socilogos Para ilustrar la capacidad de los ingenieros para actuar como socilogos (o historiadores o economistas), describir algunos aspectos del desarrollo de lo que se pretendi que fuese una gran innovacin: la introduccin del coche elctrico (VEL) en Francia.(6) Este proyecto fue inicialmente presentado por un grupo de ingenieros que trabajaban para EDF (Electricit de France)(7) a principios de la dcada de los 70. Perfilaron el proyecto en una serie de publicaciones tcnicas y en solicitudes de financiacin a agencias gubernamentales.(8) De ninguna manera es fcil crear un nuevo mercado de esta ndole en una sociedad organizada enteramente alrededor del automvil tradicional. El proyecto supona no slo que los problemas tecnocientficos podran superarse, sino que tambin las estructuras sociales francesas cambiaran radicalmente. Los ingenieros de EDF presentaron un plan para el VEL que determinaba no slo las caractersticas precisas del vehculo que deseaban promocionar, sino tambin el universo social en el que ste debera funcionar. Veremos que, adems de su destreza tcnica, los ingenieros de la EDF usaron habilidades que comnmente se asocian con los cientficos sociales. Se asemejaban a sus ilustres predecesores del Renacimiento, que tan diestramente jugaban diversos papeles al mismo tiempo (Gille, 1978). Como Edison hace casi cien aos, mezclaron continuamente las ciencias tcnicas y sociales.(9) En primer lugar, EDF al dibujar una sociedad de consumidores post-industriales involucrados en nuevos movimientos sociales, defini una cierta historia. El automvil ocup en este esquema una posicin muy expuesta, pues formaba parte de un mundo bajo cambio. As, serva como punto de partida para la construccin de unas demandas radicales y de largo alcance que llevaran a un futuro slo discernible a duras penas. El motor de combustin interna es la descendencia de una civilizacin industrial que nos antecede. El ciclo de Carnot y sus deplorables subproductos fueron estigmatizados para demostrar la necesidad de otras formas de conversin de la energa. Por un lado, se consideraba que el vehculo a motor era el responsable de la polucin del aire y del ruido que atormenta nuestras ciudades. Por otro lado, estaba irremediablemente ligado a una sociedad de consumo en la que el automvil privado constitua un elemento primordial de estatus. Sin embargo, la propulsin elctrica convertira al automvil en algo corriente al reducir sus prestaciones y convertirlo en un mero objeto de utilidad. En manos de nuevos grupos sociales que estaban luchando por mejorar las condiciones de la ciudad a travs de la ciencia y la tecnologa, el coche elctrico nos llevara a una nueva era del transporte pblico. La meta sera poner la ciencia y la tecnologa al servicio del usuario y suprimir aquellas categoras sociales que se distinguan por sus estilos de consumo. EDF bas esta visin en una evaluacin de las trayectorias de desarrollo para los diferentes tipos de bateras electroqumicas(10). Inicialmente, el transporte pblico podra equiparse con acumuladores de plomo mejorados. Despus, los acumuladores y las pilas podran abrir el ms amplio mercado del transporte privado al permitir al VEL alcanzar velocidades de hasta 90 km/h, todo esto bajo la condicin de que se pudieran desarrollar catalizadores seguros ms baratos que el de platino (ya se haban encontrado catalizadores ms baratos, pero eran txicos). Al predecir la desaparicin del motor de combustin interna como resultado de la aparicin de los generadores electroqumicos y al ignorar a los consumidores tradicionales para as satisfacer a los usuarios que tenan nuevas demandas, EDF no slo defini una historia social y tecnolgica, sino que tambin identific a los fabricantes que seran responsables de la construccin del nuevo VEL. A la CGE (Compagnie Gnrale d'Electricit) se le encargara el desarrollo del motor elctrico, la segunda generacin de bateras y el perfeccionamiento de los acumuladores de plomo que se usaran en la primera generacin del VEL. Renault movilizara su pericia en la produccin de automviles tradicionales para ensamblar el chasis y hacer la carrocera de los coches. El gobierno tambin sera enrolado: este o aquel ministerio subvencionaran a esos ayuntamientos interesados en la traccin elctrica. La lista continuaba: las compaas que gestionaban los sistemas de transporte pblico se aadiran a los centros de investigacin, cientficos, etc. EDF defini los papeles y trat de enrolar a otras entidades. Tambin limit las funciones de ese conjunto de roles al conformar un mundo en el cual todo tena su lugar particular. Hay consumidores, movimientos sociales y ministerios. Hasta ese punto, las entidades manejadas resultan familiares al

socilogo. Pero sera errneo limitar el inventario. Tambin hay acumuladores, pilas, electrodos, electrones, catalizadores y electrolitos, pues si los electrones no hiciesen su parte, o si los catalizadores se contaminasen, el resultado no sera menos desastroso que si los usuarios rechazasen el nuevo vehculo, las nuevas regulaciones no se instaurasen o Renault decidiese obstinadamente construir el R5. En el mundo diseado y desarrollado por EDF, como mnimo tres nuevas entidades esenciales deban ser aadidas: los acumuladores de zinc/aire, los acumuladores de plomo y las pilas con sus elementos asociados (catalizadores, electrones, etc.). Los ingenieros de EDF no slo determinaron el repertorio de entidades que deban enrolar y las historias en las cuales tomaran parte, sino tambin su tamao relativo. Para los ingenieros de EDF, Renault dejara de ser una compaa poderosa que busca constituirse como el mayor fabricante de coches europeo. De hecho, nunca recobrara ese estatus. Ms bien, se la redujo al nivel de una modesta entidad que intervendra en el ensamblaje del VEL. Lo mismo puede decirse de los reputados grupos de antao que daran lugar a nuevos movimientos sociales con sus consecuentes demandas. Los ingredientes del VEL son los electrones que saltan sin esfuerzo entre los electrodos; los consumidores que rechazan el smbolo del automvil y que estn listos para invertir en el transporte pblico; el Ministerio para la Calidad de Vida, que impone regulaciones en el nivel aceptable de polucin acstica; Renault, que acepta su conversin en fabricante de carroceras para coches; los acumuladores de plomo, cuyo rendimiento se ha mejorado; y una sociedad post-industrial, todava por llegar. Ninguno de estos ingredientes puede situarse en una jerarqua o distinguirse segn su naturaleza. El activista a favor del transporte pblico es tan importante como el acumulador de plomo que puede recargarse centenares de veces. Este caso muestra cmo los ingenieros revolvieron Roma con Santiago. Fueron de la electroqumica a las ciencias polticas sin establecer solucin de continuidad alguna. El anlisis de la sociedad francesa que propusieron era notablemente incisivo y plenamente elaborado. Cinco aos despus de la gran revolucin cultural de mayo del 68,(11) y un ao antes de la primera crisis del petrleo, esbozaron el curso de un movimiento evolutivo que llevara a la sociedad francesa de la era industrial a la post-Industrial. Este cambio iba a ocurrir a travs de la presin ejercida por nuevos movimientos sociales y con la esperada ayuda de los electrones.(12) El socilogo que estudia el proyecto VEL no puede menos que asombrarse ante la similitud que guardan los argumentos "sociolgicos" desarrollados por los ingenieros de EDF con los anlisis propuestos en la misma poca por uno de los socilogos franceses ms respetados, A. Touraine. Esta similitud, a la que volver en breve, obviamente sugiere una pregunta: no podran las ciencias sociales, de una manera u otra, hacer uso de las sorprendentes facultades que los ingenieros poseen para concebir y probar los anlisis sociolgicos, al mismo tiempo que desarrollan sus habilidades tcnicas? Para responder a esta pregunta, se presupone que es posible comparar la sociologa de los ingenieros con la sociologa profesional. Presentar a continuacin los anlisis propuestos por Touraine y las controversias que generaron. La sociologa y el problema del consumo Hacia dnde iba realmente la sociedad francesa en 1973? Y, en particular, qu destino le esperaba al automvil tradicional? Los ingenieros de EDF se plantearon este tipo de preguntas y las respondieron ideando el proyecto VEL. Pero no slo ellos se planteaban tales cuestiones. Los socilogos tambin intentaban darles respuesta y los anlisis que elaboraron muestran gran diversidad. Varias escuelas se confrontaron. Para mi propsito tan slo necesito retener la oposicin entre Touraine (1973, 1979) y Bourdieu (1979; Bourdieu y Darbel, 1966; Bourdieu y Passeron, 1970). Ambos dieron interpretaciones de las dinmicas de consumo radicalmente distintas. Touraine forma parte de la tradicin sociolgica que enfatiza el papel que tiene el conflicto de clases en el funcionamiento de la sociedad y en la produccin de su historia. A diferencia de los marxistas cree que el conflicto central de la sociedad occidental ya no es la lucha entre la clase trabajadora y la burguesa. El desarrollo tecnolgico ha puesto en juego nuevos factores. Por un lado, existen ahora grandes intereses (enormes corporaciones, agencias de investigacin y desarrollo), que orientan la investigacin cientfica y definen y controlan la aplicacin de la tecnologa. Por otro lado, encontramos al consumidor, cuyas

necesidades y aspiraciones son manipuladas por los tecncratas que manejan los grandes intereses. Este conflicto explica el nacimiento de los movimientos sociales que cuestionan (ya sea a travs de demandas categricas o de vindicaciones por un "retorno" a lo bsico) el poder de la tecnocracia o sus orientaciones en el desarrollo econmico y social. Estos movimientos son relativamente amplios y efmeros. Los socilogos deben aprender a descifrar sus demandas y los tecncratas deben tomarlas en consideracin si desean salvaguardar la legitimidad de sus elecciones y decisiones. Esta nueva clase de conflicto define lo que Touraine llama sociedad post-industrial. Punto por punto, se puede contraponer la visin de la sociedad de Bourdieu a la de Touraine. Para Bourdieu, la sociedad no se organiza a partir de una confrontacin primordial entre clases dominantes y clases dominadas que luchan por el control del desarrollo tecnolgico. La confrontacin est fragmentada entre varias esferas de especialistas (el campo de la poltica, de la ciencia, del consumo, etc.) que mantienen relaciones mutuas de intercambio y subordinacin. Cada uno de estos campos es el lugar donde ocurren confrontaciones estratgicas entre agentes sociales que luchan para ocupar posiciones de poder. Pero estos diferentes campos, que en su multiplicidad abarcan la diversidad de la prctica social y expresan la diferenciacin progresiva de las sociedades, estn atrapados en una lgica grupal que da cohesin a la sociedad. Esta unificacin se organiza en torno de un modelo cultural dominante, el de las clases altas, en relacin a las cuales las otras clases sociales se definen y orientan. Cualquiera que sea el campo concreto que se considere, estas clases estn en constante competencia para definir sus diferencias y disputarse posiciones en una escala de estatus. En ningn sitio esta competencia es tan evidente y animada como en el campo del consumo. El lector reconocer aqu los elementos esenciales de la teora de la estratificacin social, en la cual la distincin, la diferenciacin y la movilidad juegan un papel esencial. Ms all de la clsica oposicin que muestran entre una sociologa de las clases sociales y una sociologa de la estratificacin, Touraine y Bourdieu comparten la caracterstica de situar la cuestin del consumo en el centro de su anlisis. Touraine lo hace para mostrar que el consumo es ampliamente manipulado por la industria y las grandes agencias tecnolgicas; Bourdieu para establecer su irreductible autonoma. Touraine ve en la definicin de demanda o de necesidad el lugar para la emergencia de nuevos conflictos sociales, mientras que Bourdieu afirma que los bienes y servicios, sean cuales fueren sus caractersticas intrnsecas, son ineludiblemente reinscritos por los consumidores en la lgica de la distincin social. Aunque atribuyen al consumo el mismo valor estratgico, estos dos esquemas analticos llevan a dos interpretaciones radicalmente diferentes de su evolucin. El automvil y su futuro proporcionan ejemplos particularmente significativos de esta evolucin. Si se apuesta por la llegada de una sociedad post-industrial, el coche tradicional est destinado a perder terreno porque es parte integral del sistema social que est desapareciendo; representa tanto el smbolo como la piedra angular de ese sistema. Los movimientos sociales que restan importancia y critican el uso del automvil anticipan y expresan la necesidad de esta evolucin. En el esquema tourainiano, los tecncratas, los que toman las decisiones, disean productos para atender esas demandas de manera que les sirvan de apoyo: este doble juego, por el cual la protesta popular es usada por los tecncratas para servir a sus propios fines, es la fuerza motriz de la historia. La aparicin de una nueva tecnologa, como VEL, es, pues, mucho ms probable porque introduce una ruptura en la sociedad industrial y est apoyada, al mismo tiempo, por movimientos sociales y tecnocracia. En la perspectiva de Bourdieu el futuro del automvil se inscribe en una lgica diferente. La total vulgarizacin de un objeto de consumo que juega un papel central en las luchas por la distincin parece altamente improbable. Los movimientos sociales que protestan contra el smbolo Automvil estn, sin duda, completamente en lo cierto al ver en l la piedra angular de nuestras sociedades; pero en vez de creer en su capacidad para crear una nueva era, deberan aprender la leccin que les da contra su voluntad. El automvil est en el centro neurlgico de la sociedad, tan incrustado socialmente que slo puede ser modificado con enorme cuidado. Debe experimentar una evolucin, pero no se trata pura y simplemente de hacerlo desaparecer de manera que pueda ser reemplazado por una tecnologa radicalmente nueva; la nica estrategia realista es transformarlo gradualmente a travs de la introduccin de mejoras tcnicas que le permitan responder a las nuevas demandas del usuario. La mejor respuesta que puede darse a los movimientos sociales es introducir an ms diferenciacin, pero no hacer tabula rasa del pasado.

Quin est en lo cierto? Cul era, en 1970, el futuro del automvil en la sociedad francesa? Esta cuestin estaba en el centro del proyecto VEL tal y como fue desarrollado por los ingenieros de EDF. Ms an, es una cuestin que no debera haber sido ignorada por los socilogos, porque, tal y como acabo de mostrar, el consumo y su evolucin ocupaban un lugar central en el aparato terico que haban elaborado. De hecho, los socilogos tenan poco que ver con la aventura de EDF y se abstuvieron de establecer vnculo alguno entre sus teoras y esta sorprendente historia que se desplegaba ante sus ojos. Una historia tanto ms sorprendente cuanto que, como veremos, los ingenieros de EDF iban a encontrarse implicados rpidamente en una controversia en la que su sociologa tourainiana se situara frente a la sociologa la Bourdieu empleada por los ingenieros de Renault. La controversia era, sin embargo, de un matiz diferente, puesto que el xito o el fracaso iban a ser medidos en trminos de cuotas de mercado. Los ingenieros de EDF no tenan que defender sus ideas en la arena acadmica. Cualquier originalidad o brillantez en el anlisis que desarrollaran era de escasa importancia. Para ellos el anlisis era una cuestin de vida o muerte porque el futuro econmico de su proyecto estaba en juego. Basta de argumentos sofisticados y de teorizaciones! Lo que importaba era estar en lo cierto: ser capaz de probar, mediante el propio xito de la innovacin, que la sociedad francesa estaba evolucionando tal y como ellos aseguraban que lo haca, de la mano de las aspiraciones de los movimientos de protesta, el apoyo de los cuales, por otra parte, esperaban conseguir. Lo dems no contaba. En resumen, si un ingeniero-socilogo debe demostrar que tiene razn, tiene que crear un nuevo mercado; el xito se mide por la cantidad de beneficio obtenido. sta es, en toda su simplicidad y crudeza, la prueba de la verdad. Durante tres aos, los ingenieros de EDF creyeron que estaban en lo cierto. Nadie se atrevi a interrumpir su discurso. Los fabricantes de coches, con Renault al frente, permanecieron mudos, aterrorizados ante el futuro que se les prometa. Para intentar mantenerse empezaron a trabajar febrilmente en el proyecto VEL. Saban poco o nada sobre electroqumica, y tampoco saban cmo hacer frente a la previsin de EDF de que a finales de los 80 estaran disponibles pilas baratas y de alto rendimiento, abriendo as el mercado general del transporte privado. Para contrarrestar su desventaja, firmaron contratos con laboratorios de investigacin especializados para adquirir el conocimiento y la pericia de que carecan. Para empezar, los electroqumicos confirmaron las optimistas predicciones de los ingenieros de EDF. Cmo podra alguien resistirse a un movimiento que emparentaba las aspiraciones de los consumidores con los deseos de las autoridades y los recursos cientficos disponibles (o, mejor dicho, recursos supuestamente accesibles en un futuro no demasiado lejano)? Nada quedara en pie ante el paso de esta ola gigantesca. Adems de estas fuerzas existentes, otro acontecimiento vendra a debilitar an ms la posicin del automvil tradicional: el incremento repentino de los precios del petrleo que haca mucho ms caro ir en coche. Lenta pero inexorablemente, la ola a favor del VEL y su sociedad empez a girar, o, usando los trminos * acuados por Hugues (1983), empezaron a surgir cuas invertidas". Las cosas empezaron a ir mal para los ingenieros de EDF. Se pusieron en marcha resistencias como las que describe Castoriadis cuando define la realidad.(13) Como en la guerra de guerrillas, aparecieron espontnea e inesperadamente en diferentes lugares. Muy pronto, los catalizadores rehusaron jugar su papel en el escenario preparado por EDF: aunque baratos, a diferencia del platino, los catalizadores tenan la desafortunada tendencia a quedar rpidamente contaminados, convirtiendo las pilas en inservibles. Como en un espejismo, el mercado de masas desapareci repentinamente. El VEL, reconocieron los ingenieros de EDF, necesitaba bateras cuyo rendimiento fuera suficiente para el usuario medio, y producir esta clase de batera sera bastante caro durante algn tiempo ms. Adems, Renault cuestion el futuro de otros generadores electroqumicos El concepto de cua invertida proviene, como el propio Hughes (1983) explica, de la terminologa propia de los historiadores militares y sirve para describir el efecto producido en una lnea de avance, o frente, cuando alguna de las secciones que la componen se repliega [N. d. T. ].
*

identificados por EDF. Por ejemplo, Renault mostr que los acumuladores de zinc/ aire elogiados por los ingenieros de EDF eran, de hecho, una incierta empresa elaborada por un puado de investigadores de CGE (14) que haban estado promoviendo el programa sin estar seguros de que fuese realista. Ms an, argumentaron los ingenieros de Renault, si los acumuladores de zinc/aire iban a ser usados por el VEL, esto presupondra el establecimiento de una enorme red de estaciones de servicio a lo largo de todo el pas donde pudieran cambiarse peridicamente los electrolitos usados. Qu grupo industrial, se preguntaron, se atrevera a retar a los todopoderosos consorcios del petrleo en su propio terreno? En contraste con las optimistas perspectivas sobre la innovacin tecnolgica sostenidas por EDF, los ingenieros de Renault dibujaron un sombro cuadro de estrategias inciertas y de grupos industriales rivales con intereses contrapuestos. Los ingenieros de Renault no se pararon ah. Llevaron su crtica ms lejos al mostrar que lo que EDF detect como signos de una prxima era post-industrial eran, de hecho, slo pequeas dificultades tcnicas de la era actual. Segn ellos, la crtica esgrimida al coche tradicional no cambiaba el equilibrio de las fuerzas sociales existentes, ni era un signo de la demanda de una nueva forma de desarrollo. Simplemente expresaba insatisfacciones locales y temporales por la falta de dinamismo de la industria del automvil y por el pobre estado del transporte pblico. La polucin podra reducirse fcilmente y la reorganizacin del transporte pblico de las ciudades poda mejorarse, en concreto, usando autobuses ms confortables y con mayor rendimiento. Argumentaron que en el espacio de tres aos los movimientos de protesta se habran calmado, especialmente aquellos que haban sido ms virulentos en su denuncia de la sociedad del automvil. La recesin se vislumbraba importante y se hablaba ms de reindustrializacin que de sociedad post-Industrial. As que fueron los ingenieros de Renault, aliados con los catalizadores contaminantes y ayudados por la creciente debilidad de los movimientos de protesta, los que rehabilitaron completamente al automvil tradicional, aunque ste sufri algunos cambios sutiles a lo largo del proceso (polucionaba menos, usaba menos petrleo, costaba menos de fabricar, etc.). Al mismo tiempo, reconstruyeron la sociedad francesa (presente y futura) de una manera diferente. Esta vez guardaron silencio los ingenieros de EDF. Haban perdido completamente su posicin de fuerza. En el espacio de unos pocos meses el VEL se haba convertido en una ficcin en la que ya nadie poda creer por ms tiempo. La proclamada revolucin no haba llegado a materializarse. Los ingenieros de EDF haban perdido. Su "fracaso" puede resultar efmero, ya que nadie sabe lo que nos depara el futuro. Pero en la dcada de los ochenta, contrariamente a lo que los ingenieros de EDF confiadamente haban pronosticado, la sociedad francesa reafirmaba al motor tradicional, con sus luchas intrnsecas por el estatus, y dejaba al VEL sin mercado. sta fue una controversia singular. Los ingenieros-socilogos de Renault, que desarrollaron una sociologa cercana en sus argumentos y anlisis a la de Bourdieu, salieron al encuentro de los ingenieros-socilogos de EDF. Por tanto, EDF contra Renault es, en otro estadio y con diferentes apuestas y nuevas reglas, Touraine contra Bourdieu. El fracaso del VEL puede ser legtimamente ignorado por los socilogos. Ellos tienen el perfecto derecho a desear que sus anlisis sean juzgados en otros lugares que no sean los de la esfera econmica. Esta actitud, tan defendible como se quiera, me parece convincente slo a medias. Dada la similitud de las controversias No deberan los socilogos interesarse por los ingenieros-socilogos, no para tomarlos como modelos, sino para enriquecer sus propios anlisis y diversificar sus propios mtodos de investigacin? Recorrer este camino, implica dejar atrs la diferencia radical que separa a los socilogos de los ingenieros-socilogos. Los socilogos, cuando desarrollan, como hicieron Bourdieu y Touraine, anlisis que son absolutamente contrapuestos, pueden coexistir sin problemas, tal y como sucede en esas situaciones pre-paradigmticas tan bien descritas por Kuhn (1970). Para los ingenieros- socilogos, esta clase de situacin ambigua no tena sentido alguno. O el VEL encontraba un mercado y eliminaba las tcnicas competidoras, o se converta en una ficcin sin futuro, dejando, por tanto, el camino libre para el coche tradicional. Tanto el VEL como el automvil tradicional no podan ser desarrollados al mismo tiempo y para el mismo propsito. Para transformar el estudio de las tecnologas en un instrumento de anlisis sociolgico, considero apropiado responder a esta pregunta: cul es esa facultad particular que los ingenieros tienen (y de la que los socilogos carecen en este caso) para poder evaluar los mritos comparativos de interpretaciones sociolgicas contradictorias? Para responder a esta pregunta considerar brevemente la nocin de actor-red,

que permite la caracterizacin de la contribucin original de los ingenieros- socilogos: la concepcin de asociaciones heterogneas. Actores-Red Tal y como se ha sealado en la controversia EDF-Renault, los proyectos de los ingenieros haban mezclado y asociado elementos heterogneos cuyas identidades y relaciones mutuas eran problemticas. Por ejemplo, electrones, bateras, movimientos sociales, firmas industriales y ministerios quedaron engarzados en una misma cadena. El xito de la construccin se midi por la solidez y longevidad de las asociaciones heterogneas que fueron propuestas por los ingenieros.(15) Para ellos no se trataba simplemente de dar o restar apoyo a una interpretacin sesgada de la sociedad francesa y de los gustos de los consumidores. Estaban tratando de engarzar las pilas, los automviles elctricos y los consumidores que iban a aceptar el uso del VEL como simple medio de transporte a pesar de su mediocre rendimiento. Las asociaciones propuestas y, en consecuencia, el proyecto mismo, slo se mantendran juntas si las diferentes entidades implicadas (electrones, catlisis, firmas industriales, consumidores) aceptaban las reglas que les eran asignadas. Para describir estas asociaciones heterogneas y los mecanismos de su transformacin o consolidacin, introduzco la nocin de actor-red, El actor-red no es reducible ni a un simple actor ni a una red. Est compuesto, igual que las redes, de series de elementos heterogneos, animados e inanimados, que han sido ligados mutuamente durante un cierto perodo de tiempo. As, el actor-red se distingue del actor tradicional de la sociologa, una categora que generalmente excluye cualquier componente no humano, y cuya estructura interna muy raramente es asimilada a la de una red. Pero el actor-red no debera, por otro lado, ser confundido con una red que liga de manera ms o menos predecible elementos estables que estn perfectamente definidos, ya que las entidades de las que se compone, sean stas naturales o sociales, pueden en cualquier momento redefinir sus identidades y relaciones mutuas y traer nuevos elementos a la red. Un actor-red es, simultneamente, un actor cuya actividad consiste en entrelazar elementos heterogneos y una red que es capaz de redefinir y transformar aquello de lo que est hecha. He mostrado en el caso del VEL que esta dinmica particular puede ser explicada por dos mecanismos: simplificacin y yuxtaposicin. La simplificacin es el primer elemento necesario en la organizacin de asociaciones heterogneas. En la teora, la realidad es infinita. En la prctica, los actores limitan sus asociaciones a una serie de entidades discretas cuyas caractersticas o atributos estn bien definidos. La nocin de simplificacin se usa para dar cuenta de esta reduccin de un mundo infinitamente complejo. (16) Por ejemplo, las ciudades consisten en algo ms que transporte pblico, el deseo de preservar los centros de la ciudad y los ayuntamientos con sus regidores. Difieren de unas a otras con respecto a su poblacin, historia y localizacin geogrfica. Encubren una vida oculta en la que interactan destinos annimos. Sin embargo, en lo que a los ingenieros de EDF concerna, las ciudades podan reducirse a ayuntamientos cuya tarea es el desarrollo de un sistema de transporte que no incremente el nivel de polucin. Los ingenieros de EDF no necesitaban saber ms. Mientras se mantuviera la simplificacin en la que se basaba, sta sera una definicin realista. Dicho de otro modo, tales simplificaciones pueden mantenerse en la medida en que no aparezcan otras entidades que conviertan el mundo en algo ms complejo al calificar de revelacin agotada la realidad propuesta por aqullas: el ayuntamiento de la ciudad no es representativo; las condiciones de vida en los diferentes vecindarios no pueden reducirse a esas del centro de la ciudad; y el sistema de transporte pblico es slo un aspecto de una estructura urbana mayor. Lo mismo era aplicable a las pilas. Si los catalizadores y electrolitos en los que se confi se contaminaban o desestabilizaban, la pila, que se esperaba impulsase al VEL, se converta en algo terriblemente complejo. En lugar de ser fcilmente domesticables, las pilas se transformaron en un aparato cuyos elementos, que no dejaban de incrementarse, quedaron fuera de todo control. Una caja negra cuya operacin haba sido reducida a unos pocos y bien definidos parmetros dio lugar a un enjambre de nuevos actores: cientficos e ingenieros que proclamaban tener la llave para el funcionamiento de las pilas, los tomos de hidrgeno que rehusaban ser atrapados por los catalizadores ms baratos, los pases del tercer mundo que subieron el precio de los metales preciosos, etc.(17)

Detrs de cada entidad asociada se oculta otro conjunto de entidades reunidas de manera ms o menos efectiva. No podemos verlas o conocerlas hasta que no se desenmascaran. Las pilas de hidrgeno y los acumuladores de zinc/aire eran dos de los elementos que componan el mundo edificado por los ingenieros de EDF; sin embargo, las controversias que se desarrollaron en su nombre rpidamente los dividieron en series de otros elementos (igual que cuando un joyero desmonta un reloj para averiguar qu es lo que le pasa). Por tanto, la simplificacin nunca est garantizada. Siempre debe ser probada. Los catalizadores cedieron y las pilas se rompieron, causando as la cada de EDF. Al igual que los catalizadores, los electrolitos pueden ser descompuestos en una serie de elementos constituyentes: los electrones en el platino y los iones migratorios. Solamente si son llevados a una controversia, es decir, a una prueba de fuerza en la que la entidad est bajo sospecha, pueden salir a la luz estos elementos. Por supuesto, lo que se pueda decir sobre las pilas, catalizadores y electrones es tambin cierto para los ayuntamientos y las administraciones. En el proyecto de los ingenieros de EDF, la ciudad se redujo al ayuntamiento que quiere preservar el centro de la ciudad a cualquier precio. Pero para preservar su integridad, el ayuntamiento debe estabilizar los elementos que lo sostienen como un todo: el electorado de clase media que lo apoya, la zona peatonal que empuja el flujo de trfico a los mrgenes del centro de la ciudad, la expansin urbana y el sistema de transporte pblico que permite a los habitantes de los suburbios venir y hacer sus compras en el centro de la ciudad. Tal entidad simplificada existe slo de manera contextualizada, esto es, en yuxtaposicin a otras entidades a las cuales est ligada. Las pilas, Renault, como fabricante de carroceras de coche para el VEL, y los usuarios, que ya no considerarn el coche como un smbolo de estatus, estn todos interrelacionados. Quita uno de estos elementos y la estructura entera mutar y cambiar. El conjunto de las asociaciones postuladas es el contexto que da a cada entidad su significado y define sus limitaciones. Y hace esto asociando la entidad con otras que existen en una red. Hay, por tanto, un doble proceso: simplificacin y yuxtaposicin. Las simplificaciones son slo posibles si los elementos se yuxtaponen en una red de relaciones, pero, a la inversa, la yuxtaposicin de elementos requiere que sean simplificados. Estas yuxtaposiciones definen las condiciones de operacin para la construccin que llevan a cabo los ingenieros. De hecho, la coherencia, consistencia y estructura de relaciones que se da entre los componentes que forman las asociaciones proviene de tales yuxtaposiciones. Si no fuesen situados en una red, estos elementos estaran condenados a desaparecer. Se trata de relaciones variadas que definen la contribucin de cada elemento, as como la solidez de la construccin como totalidad. Se debe abandonar el anlisis sociolgico convencional que trata de adoptar la fcil solucin de limitar las relaciones a un conjunto restringido de categoras sociolgicas. Por supuesto, puede haber relaciones de intercambio (el usuario intercambia dinero por un VEL), relaciones subcontractuales (CGE trabaja para EDF), relaciones de poder (EDF pone de rodillas a Renault) o relaciones de dominacin. Pero a menudo las relaciones entre estas entidades convergen simultneamente y desbordan a tales categoras, de manera que algunas de estas relaciones escapan completamente al vocabulario de la sociologa o de la economa. Cmo pueden describirse las relaciones entre las pilas y el motor elctrico en otros trminos que no sean aqullos de las corrientes elctricas o las fuerzas electromagnticas? No slo los elementos que componen las asociaciones son heterogneos, sino que tambin lo son las relaciones que se dan entre ellos. Sea cual fuere su naturaleza, lo que cuenta es que convierten en predecibles y estables una secuencia de acontecimientos. El hidrgeno alimenta a las pilas que impulsan el motor que asegura el rendimiento del VEL, por el cual los usuarios estn dispuestos a pagar cierto precio. Cada elemento es parte de una cadena que garantiza el funcionamiento apropiado del objeto. Puede compararse a una caja negra que contiene una red de cajas negras, que dependen unas de otras para su correcto funcionamiento individual y para su correcto funcionamiento como conjunto. Qu sera de la batera sin el hidrgeno? En qu se convertiran los consumidores sin sus VELs? Por tanto, las operaciones que llevan a cambios en la composicin y funcionamiento de un actor-red son extremadamente complejas. La medida en que una entidad es susceptible de modificacin es una funcin del modo en que la entidad en cuestin sintetiza y simplifica, en nombre de otra, una red. Si deseamos construir una representacin grfica de una red usando secuencias de puntos y lneas, debemos ver cada punto como una red que, a su vez, es una serie de puntos que se mantienen por sus propias relaciones. Las redes se prestan su fuerza unas a otras. Las simplificaciones que realiza cada actor-red son medios poderosos de

accin porque cada entidad convoca o enrola una cascada de otras entidades. Las pilas movilizan y hacen trabajar para ellas a catalizadores, electrones e iones. stas, a su vez, trabajan para el VEL y el actor-red EDF. A travs de estas sucesivas simplificaciones (que nunca son tan evidentes como cuando fracasan) los electrones, los especialistas de Renault, el electorado de clase media y los investigadores en CGE han sido todos alistados y movilizados. Los ingenieros de EDF ven y conocen slo pilas, acumuladores, representantes del ayuntamiento y autoridades del transporte pblico. Pero cada una de estas entidades enrola una masa de otras entidades silenciosas de las que obtiene su fuerza y credibilidad. Entidades que son fuertes porque cada una rene a otras. La fuerza de EDF y la durabilidad del VEL se construyeron por medio de estas entidades simplificadas y movilizadas. Por tanto, una red es duradera no slo debido a la durabilidad de los enlaces entre los puntos (ya sean estos lazos concernientes a intereses o a fuerzas electrolticas) sino tambin debido a que cada uno de estos puntos constituye una red duradera y simplificada. Es este fenmeno el que explica las condiciones que llevan a la transformacin de los actores-red. Slo es posible modificar el rendimiento de las pilas para dar cuenta de las nuevas demandas de los usuarios si los catalizadores o las posiciones rotatorias del electrn pueden ser modificados para incrementar, por ejemplo, el poder y la longevidad de la pila. Cada modificacin afecta, pues, no slo a los elementos del actor-red y sus relaciones sino tambin a las redes simplificadas por cada uno de estos elementos. Un actor-red es una red de entidades simplificadas que son, a su vez, otras redes. La transformacin depende por tanto de probar la resistencia de los diferentes elementos que constituyen nuestro actor-red.(18) Qu es ms fcil cambiar, las expectativas de los usuarios, las demandas municipales, los intereses de Renault o la longevidad del platino? sta es una pregunta prctica que se responde a travs de los ajustes continuos que son tambin cambios negociados. Adaptar el VEL, cambiando ste o aquel aspecto de su rendimiento, es actuar sobre el actor-red, y su xito depende, por tanto, de la capacidad de experimentar los lmites de ciertas resistencias, ya surjan stas de grupos sociales, flujos monetarios, o electrodos que deben ser mejorados. Un actor-red, como el descrito en este captulo, puede, a su vez, simplificarse. La solidez del conjunto viene de una arquitectura en la cual cada punto est en la interseccin de dos redes: una que simplifica y otra que es simplificada. Un actor-red puede ser movilizado en otro actor-red. Por ejemplo, el VEL podra ligarse al TGV (tren de alta velocidad) o al Airbus, formando as parte de una nueva poltica francesa de transporte. Aunque simplificado en un punto y, por tanto, desplazado, el VEL seguira an compuesto de entidades asociadas que, aunque fueran susceptibles de ser moldeadas o modeladas, podran todava transformar al actor-red del cual forman parte. El actor-red describe las dinmicas de la sociedad en unos trminos totalmente diferentes a los utilizados usualmente por los socilogos. Si los usuarios de automviles rechazan el VEL y mantienen sus preferencias por distintas clases de motor tradicional, se debe al conjunto de una serie de razones, una de las cuales es el problema de esos catalizadores que se vuelven venenosos. Estas asociaciones heterogneas son las que los socilogos no acaban de tener en cuenta a pesar de que son las responsables del xito de un actor-red particular. La sociedad post-Industrial que Touraine cree que est llegando depende, en este caso particular, no tan slo de la capacidad de los nuevos movimientos de protesta para influir en las elecciones de los tecncratas, sino tambin del comportamiento de los catalizadores en las pilas. La teora sociolgica tourainiana, como muchas otras teoras sociolgicas, se queda en una construccin inteligente y, a veces, perspicaz; pero est condenada a seguir siendo hipottica y especulativa ya, que simplifica la realidad social al excluir de las asociaciones que toma en consideracin todas esas entidades -electrones, catalizadores que contribuyen a explicar la coevolucin de la sociedad y sus artefactos. Esta crtica se aplica igualmente a la interpretacin de la sociedad que da Bourdieu. Aunque su teora ofrece mejores resultados (puede explicar el xito del actor-red Renault), ello se debe a la fortuna, pues en sus explicaciones de las preferencias de los usuarios de automviles omite la mayor parte de elementos que constituyen e influyen en tales preferencias. Aunque Bourdieu acierta y Touraine se equivoca, esto es una cuestin de azar. Aunque Renault acaba estando en lo cierto, ello se debe a que las asociaciones heterogneas propuestas por los ingenieros de EDF se desintegran una a una: si se hubiera descubierto un catalizador ms barato que el platino, Bourdieu, finalmente, se habra equivocado y, en cambio, la teora sociolgica de Touraine habra quedado rehabilitada.

Una nueva herramienta metodolgica De qu manera pueden ser tiles para la sociologa los anlisis y experimentos desarrollados por los Ingenieros-socilogos? Fue para responder a esta pregunta que introduje la idea de actor-red, una nocin que nos permite medir la distancia entre la heterognea e "impura" sociologa de los ingenieros y la "pura" y homognea sociologa de los socilogos. En un caso, las consideraciones sociolgicas y tcnicas estn inextricablemente ligadas; en el otro, estn rigurosamente disociadas. Si la sociologa de EDF y de Renault no puede compararse con la de Bourdieu y Touraine, esto es debido a que su xito depende no slo de la conducta de actores sociales tradicionales sino, en igual medida, de la conducta de catalizadores o bateras de zinc/aire. Es posible quedarse satisfecho con esta declaracin y mantener el esplndido aislamiento de la sociologa acadmica, subrayando la diferencia radical entre ella y la de los ingenieros-socilogos. Deseara sugerir ahora que esta posicin defensiva, que busca salvaguardar la ortodoxia a cualquier precio, no es la nica posible. En la medida en que uno est ms o menos dispuesto a transformar a la propia sociologa, pueden vislumbrarse elecciones ms o menos radicales. Todas ellas llevan a la transformacin del estudio de la tecnologa en instrumento de anlisis sociolgico. En primer lugar, y esto de ninguna manera pone en peligro a la sociologa, es posible utilizar las controversias en las que estn implicados los ingenieros-socilogos como herramientas de investigacin particularmente poderosas. Para aprender sobre la sociedad, los socilogos emplean herramientas que han sido desarrolladas y probadas durante aos: encuestas, entrevistas, sondeos de opinin, observacin participante, anlisis estadsticos, etc. Otra forma de aprender sobre la sociedad, como se ha mostrado en este captulo, es seguir a los innovadores en sus investigaciones y proyectos. Este mtodo es particularmente efectivo en los casos en los que, debido a que estn trabajando en innovaciones radicales, los ingenieros se ven forzados a desarrollar explcitamente teoras sociolgicas. En tales casos, este mtodo permite al socilogo explorar grandes parcelas de la sociedad (atisbando por encima de los hombros del ingeniero). Es de esta manera que cualquier socilogo, sepa o no sepa alguna cosa sobre Touraine, habra podido encontrar en los anlisis de los ingenieros-socilogos de EDF una preciada ayuda para el desarrollo de un anlisis del papel de los movimientos sociales en la evolucin del consumo. El estudio del ingeniero- socilogo puede suministrar ms que una simple fuente de inspiracin. En efecto, la sociologa desarrollada por los ingenieros -socilogos se evala, concretamente, en trminos de cuota de mercado, tasas de expansin o porcentaje de beneficios. Con el fracaso del VEL, las teoras de EDF sobre la sociedad francesa y su futuro se colapsaron (aunque quiz slo provisionalmente). El socilogo tiene aqu una poderosa herramienta para evaluar diferentes marcos sociolgicos de anlisis. Los ingenieros-socilogos, por tanto, trabajan para el bien de la sociologa. Los socilogos pueden quedarse satisfechos siguiendo a los ingenieros-socilogos, tomando sus anlisis y examinando la manera en que son refutados o validados por el xito o fracaso de los aparatos tcnicos que los ingenieros- socilogos han contribuido a hacer posibles. Los resultados de la prueba pueden no ser necesariamente positivos o negativos en su totalidad. El caso bajo discusin resulta ser un completo infortunio. Pero en otras situaciones los ingenieros pueden llegar a una solucin de compromiso y cambiar progresivamente sus interpretaciones sociolgicas, esto es, sus asociaciones, y, consecuentemente, cambiar la forma de los aparatos tecnolgicos que desarrollan. En cualquier acontecimiento, los socilogos que estudian acerca de ingenieros que desarrollan tecnologas, tienen una oportunidad para evaluar la validez de ciertas interpretaciones y seguir sus sucesivas adaptaciones a la luz de las resistencias que encuentran. Pero los socilogos, si lo desean, pueden ser an ms audaces, pueden desplegar una audacia similar a la de los ingenieros-socilogos. Pueden, y este es el camino que invito a concebir, cuestionar la naturaleza misma del propio anlisis sociolgico. Desde este punto de vista, el estudio de la tecnologa puede jugar un papel crucial. En lugar de ser alguien de cuyas ideas y experimentos pueda aprovecharse el socilogo, el ingenierosocilogo se convierte en el modelo al que el socilogo se aboca para inspirarse. La nocin de actor-red, entonces, se vuelve central, pues reconoce el estilo sociolgico particular del ingeniero- socilogo. Transformar la sociologa acadmica en una sociologa capaz de seguir a la tecnologa a lo largo de su

elaboracin significa reconocer que el objeto de estudio apropiado no es ni la sociedad misma ni las as llamadas relaciones sociales, sino los actores-red que dan lugar, simultneamente, a la sociedad y a la tecnologa. Como he sealado, el funcionamiento de lo que propongo llamar actor-red no se describe adecuadamente mediante los marcos usuales del anlisis sociolgico. En sntesis, el repertorio de las entidades asociadas no slo se extiende ms all del que es aceptado por lo general en las ciencias sociales, sino que la composicin de este repertorio no obedece a ninguna regla definitiva. Cmo pueden aislarse los elementos sociales cuando un actor-red asocia directamente el movimiento rotatorio de un electrn con la satisfaccin del usuario? Cmo puede establecerse interpretacin alguna sobre la interaccin social cuando los actores-red tratan constantemente de transformar tanto las identidades y tamaos de los actores como sus relaciones? El hecho de que los actores-red creen constantemente nuevas combinaciones de entidades hace todava ms difcil esta tarea. La nocin de actor-red ha sido desarrollada para manejar estas dificultades. Esta nocin hace posible abandonar el marco constrictivo del anlisis sociolgico, con sus categoras sociales pre-establecidas y su rgida divisin social/natural. Dota al anlisis sociolgico de nuevas bases analticas, con lo que, de golpe, accede al mismo espacio de maniobra y a la misma libertad que exhiben los ingenieros. Dedicada a la comprensin del funcionamiento de los actores-red, cuyo anlisis est an por hacer, la sociologa de ahora en adelante se encontrar en un nuevo terreno: el de la sociedad en proceso de construccin. Tambin progresar resolutivamente en la senda abierta por Hugues en los diferentes estudios (1983) que ha consagrado a los sistemas tecnolgicos. Sin embargo, si preferimos la idea de actor-red a la de sistema es esencialmente por dos razones. Primero, los ingenieros involucrados en el diseo y desarrollo de un sistema tecnolgico, particularmente cuando se trata de innovaciones radicales, deben combinar permanentemente los anlisis cientficos y tcnicos con los sociolgicos: las asociaciones propuestas son heterogneas desde el principio del proceso. El concepto de actor-red puede utilizarse para explicar tanto los primeros estadios de la invencin como la institucionalizacin gradual del mercado, presentado, a veces, como mero resultado, sin que se distinga entre las sucesivas fases. Ello es aplicable al conjunto del proceso porque abarca y describe no slo alianzas e interacciones que ocurren en un momento dado, sino tambin cualquier cambio y desarrollo que ocurran con posterioridad. Ciertas simplificaciones resultan imposibles de implementar; las asociaciones ya no son consideradas como indubitables. El actor-red se modifica bajo la influencia de las fuerzas que intenta, no siempre con xito, enrolar, pero su estructura permanece como la de un actor-red cuyo desarrollo se puede trazar y seguir. El concepto permite a los socilogos describir, de una forma dinmica, asociaciones heterogneas dadas y seguir el paso de una configuracin a otra. Esto lleva al segundo punto que deseara mencionar brevemente. El concepto de sistema presupone que se puede hacer una distincin entre el sistema mismo y su entorno. En particular, ciertos cambios pueden, y a veces deben, ser imputados a factores externos. El concepto de actor-red tiene la ventaja de evitar esta clase de problemas y las dificultades metodolgicas que conlleva. Por ejemplo, cmo definimos los lmites de un sistema y explicamos con concrecin la influencia del entorno? Para responder con precisin a tales preguntas deberamos desarrollar una ciencia formal de los sistemas, con lo que, probablemente, privaramos al anlisis de todo su valor descriptivo y explicativo. Para evitar este escollo, Hughes maneja el concepto de sistema de una manera pragmtica.(19) Al subrayar continuamente todas las conexiones que unen el "interior" y el exterior del sistema, se acerca al concepto de actor-red. Al abandonar el concepto de sistema por el de actor-red, creo que estamos llevando el anlisis de Hugues -claramente sintetizado en el ambivalente ttulo de su libro Redes de Poder- un paso ms all. Notas 1. Agradezco especialmente a Ruth Schwartz Cowan y Gerard De Vries sus agudas crticas, a las cuales no he sido capaz, la mayor parte de las veces, de dar respuesta. 2. Se han hecho diversos estudios para clarificar la perspectiva y los roles representados por la ciencia, la tecnologa y el mercado en el origen y desarrollo de una innovacin. En estos trminos, la pregunta no

tiene una respuesta general. La primera razn para ello es que resulta difcil dibujar una frontera ntida entre ciencia y tecnologa. La sociologa de la ciencia de los ltimos diez aos ha mostrado empricamente que es imposible dar una definicin general de la actividad cientfica (Knorr-Cetina y Mulkay, 1983) y ha cuestionado la idea de una distincin no controvertida entre ciencia y tecnologa (Callon, 1981). Adems, para una innovacin determinada es, a menudo, imposible mostrar una genealoga en la cual las contribuciones cientficas y tecnolgicas que se vinculan a una innovacin puedan ser separadas incuestionablemente. Esto es lo que han mostrado dos estudios HINDSIGHT (Sherwin y Isenson, 1967) y TRACES (Illinois Institute of Technology, 1968). En cualquier caso, es difcil distinguir las influencias del mercado de las de la ciencia y la tecnologa. sta es la conclusin de C. Freeman tras haber revisado la literatura relativa a esta cuestin. Siguiendo a Mowery y Rosenberg (1979), su crtica de dos modelos, la tecnologa empuja y la demanda tira, le llevaron a proponer la nocin de acoplamiento, que deja abiertas todas las posibilidades de interaccin y reconoce que las incertidumbres en el mercado y en las ciencias son el motor real de la innovacin. La fascinacin de la innovacin yace en el hecho de que tanto el mercado como la tecnologa estn cambiando continuamente. En consecuencia se da una sucesin caleidoscpica de nuevas posibles combinaciones emergentes (Freeman, 1982, p. 111). O, la prueba del empresariado exitoso y la buena gestin es la capacidad de conectar estas posibilidades tcnicas y de mercado combinando los dos flujos de informacin (Freeman, 1982, p. 111). Freeman correctamente capta que la nocin de un conocimiento "perfecto" de la tecnologa o del mercado est totalmente alejada de la realidad de la innovacin, as como de la nocin de equilibrio (1982, p. 111). Ello es porque la innovacin est atrapa da entre dos series de incertidumbres, la primera concerniente al mercado y al estado de la sociedad y la segunda relacionada con el estado del conocimiento, que es imposible de describir si no es como un proceso interactivo (Nelson y Winter, 1977). Adems, este punto es confirmado por autores como Peters y Austin (1985) cuando tratan de identificar las formas organizacionales que favorecen la innovacin. Apoyndose en numerosos estudios de caso, muestran que la innovacin es siempre un compromiso que resulta de una larga serie de ensayos, que son al mismo tiempo tcnicos y socioeconmicos. Hugues (1989) desarrolla este argumento en detalle. Ver tambin K dder (1982), Jewkes et al. (1969), y Callon y Latour (1986). 3. Para este punto, ver los ilustrativos estudios de C. Freeman (1982) concernientes a la investigacin y desarrollo de materiales sintticos y electrnicos. 4. Esta hiptesis la sostienen a menudo aquellos que estn interesados en las innovaciones radicales. Para dos ejemplos de esta perspectiva en los campos de la economa y la historia, ver dos libros excelentes: Mensch (1979) y Constant (1980). 5. En lo concerniente a este punto, ver la ilustrativa demostracin proporcionada por Hugues (1983). Los estudios de casos de Bijker y Pinch (1984; tambin Bijker, 1989) usando la nocin de flexibilidad interpretativa, muestran igualmente la imposibilidad de separar la definicin de problemas tcnicos del contexto socioeconmico al cual los inventores los asocian. Ver tambin Callon (1986). 6. Tal y como Woolgar ha mostrado (1989), los ingenieros no se contentan simplemente con analizar la sociedad que los rodea. No vacilan, si es necesario, enjugar a psiclogos y proponer interpretaciones de las capacidades cognitivas de los humanos. 7. La EDF es una compaa pblica que tiene un monopolio sobre la produccin y distribucin de la electricidad. Dedica gran parte de su presupuesto a la investigacin y desarrollo de posibles usos de la electricidad. 8. Para estudiar este proyecto, pude consultar todos los archivos de diferentes ministerios que en un momento u otro apoyaron la financiacin del VEL. Se llevaron a cabo diversas entrevistas con diferentes protagonistas. 9. Esto ha sido bien analizado por Hugues (1983), quien muestra cmo Edison concibi la lmpara incandescente. 10.En este texto se usa el trmino "batera" como trmino genrico para designar cualquier mecanismo qumico porttil que genere electricidad. 11.Para dos anlisis contradictorios del movimiento de mayo del 68, ver Aron (1968) y Touraine (1968).

12.Estas alianzas imprevistas entre seres humanos y no-humanos, animados o inanimados, han sido analizadas en detalle por Latour (1984) y Callon (1986). 13.Castoriadis argumenta que la tecnologa crea lo que la naturaleza no es capaz de alcanzar. Cmo lo logra? Jugando con las diferencias en las resistencias que existen en el entorno que la tecnologa usa y transforma, ya que este entorno no se resiste ni tenazmente ni de una manera particular. La realidad no es esttica porque consiste en intersticios que le permiten moverse, juntarse, alterarse y dividirse; hay, pues, margen para "hacer" Las resistencias se regulan, sea en lo concerniente a la naturaleza externa, la tribu vecina o los cuerpos de la gente. Contienen lneas de fuerza, matices y progresiones parcialmente sistemticas. La tecnologa, as, produce la divisin del mundo en aquellas dos regiones fundamentales que la vuelven humana: la de aquellos elementos que resisten en todos los casos y la de aquellos elementos que (en un estadio dado de su historia) slo resisten de un cierto modo (Castoriadis, 1968). No necesito ser tan extremo; slo tengo que establecer un mapa general de las resistencias diferenciadas que encuentran los actores (Latour, 1984; Callon y Latour, 1981). 14.CGE es una compaa especializada en electrotecnologa. 15.En lo concerniente ala definicin y uso de la nocin de ingeniera heterognea, ver Law (1989). Ver tambin el caso de los laboratorios Draper estudiados por Mackenzie (1989). 16.Se da aqu una analoga con la teora cientfica. Tal y como Hesse (1974) ha argumentado tan persuasivamente, la descripcin entraa siempre prdida de informacin y simplificacin. Para un desarrollo completo de este argumento, ver Law y Lodge (1984). 17. Sobre la nocin de cajanegrizar como una forma de simplificacin, ver Callon (198la) y Law (1985). 18.Para un detallado estudio emprico de los mecanismos de transformacin de un actor-red, ver Law (1984). 19.Respecto al pragmatismo de Hugues en su uso de la nocin de sistemas, ver la excelente resea de Networks of Power realizada por Barnes (1984). Bibliografa R. Aron (1968) La rvolution introuvable, Fayard, Pars. B. Barnes (1984) Review of "Networks of Power, en: Social Studies of Science, 14:309-314. P. Bourdieu (1979) La distinction, Editions de Minuit, Paris; traduccin castellana: La distincin, Taurus, 1988. P. Bourdieu y A. Darbel (1966) L'Amour de l'art, Editions de Minuit, Paris. P. Bourdieu y J. C. Passeron (1970) La Reproduction, Editions de Minuit, traduccin castellana: La reproduccin, Laia, 1977, Paris. W. Bijker (1989) The Social Construction of Bakelite: Toward a Theory of Invention, en: W. Bijker; T. P.Hughes y T. Pinch (comps.), The Social Construction of Technological Systems, MIT Press, Cambridge (Mass.). W. Bijker y T. Pinch (1984) La construction sociale de faits et d'artefacts: Impratifs stratgiques et mthodologiques pour une approche unifie de l'tude des sciences et de la technique. Comunicacin presentada en L'atelier de recherche (III) sur les problmes stratgiques et mthodologiques en milieu scientifique et technique, marzo 1984, Paris. M. Callon (1981a) Boites noires et operations de traduction, en: Economie et Humanisme 262: 53-59. -(1981b) Pour une sociologie des controverses technologiques, en: Fundamenta Scientae 2: 381-399. -(1986) Some elements of a sociology of translation: Domestication of the scallops and the fishermen of St. Brieuc Bay, en: J. Law (comp.), Power, Action, and Belief A New sociology of Knowledege? Routledge and Kegan Paul, Londres; traduccin castellana: J. Manuel Iranzo, J. Rubn Blanco, Teresa Gonzlez de la Fe, Cristbal Torres y Alberto Cotillo (comps.) Sociologa de la Ciencia y la Tecnologa, CSIC, 1995 Madrid. M. Callon y B. Latour (1981) Unscrewing the big Leviathan: How actors macrostructure reality and how sociologists help them to do so, en: K. Knorr-Cetina y A. Cicourel (comps.), Toward an Integration of Micro and Macro Sociologies, Routledge and Kegan, Londres.

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