INtroduccion A La Filosofia Prof Carlo Maurin Part 1
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contenidos desarrollados en este volumen estn de acuerdo a la Reforma Educacional Chilena. El objetivo de la elaboracin de este texto es que el alumno pueda tener ideas claras y ntidas, como peda Descartes, y sea un vehculo de comunicacin y discusin entre los jvenes. La cultura occidental tom la modernidad tan en serio que perdi la dimensin trascendente y se hizo esclava del tiempo mundano, devenir y finitud acotan cada vez ms el que hacer, restndole substancia y horizonte. Ahora las ideas deben ser, adems de claras y ntidas, tiles y por ende de factura urgente. No hay paciencia actualmente para pensar de corte escolstico, y lo pragmtico ha adquirido supremaca sobre lo supuestamente verdadero. Uno de los smbolos claves de esta evolucin es el vocablo vigencia. Estamos por proclamar que lo carente de vigencia tampoco tiene existencia. Difcil es hoy en da exigirle claridad, nitidez, utilidad e inmediatez al discurso que tiene como referencia los derechos humanos, la dimensin de persona, pues son muchas las disciplinas que reclaman la jurisdiccin sobre la materia: la poltica no menor que el derecho, la moral y diversos mbitos de la filosofa. La escolstica acuara la definicin de persona como substancia individual de la naturaleza intelectual. El siglo XX agregar que la conciencia de s presupone la conciencia del otro. Si soy persona, es porque reconozco serlo entre otras personas, si tengo conciencia de actuar es un concierto de agentes, y si s que me motivan determinados intereses, es el entendido que hay otros seres que tambin tienen intereses porque actan, porque fundamentan mi conciencia de ser persona, porque son personas.
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I El hombre es el forjador de su propio destino, la existencia muda de toda almendra esencial, el relativismo que nos dio la fsica y que slo supimos transformar en timidez intelectual y en tibieza moral, todo ello y mucho ms le ha producido a la humanidad una escisin profunda y al parecer definitiva, entre los seres humanos que son competentes y los que no lo son. Ms que siendo, la existencia se plasma pudiendo desde esta perspectiva cobra vigor la definicin de persona como individuo expuesto al universo y abierto al mundo con un plan privado existencial (Garca Bacca). La exposicin del ser humano al universo es un suceso biolgico, la apertura al mundo un desarrollo educacional, el plan existencial es la transformacin de potencialidades en actualidades o, si se prefiere, de deseos en intenciones de accin. De manera que la persona, es el producto de una gestacin una evolucin y una realizacin, y desgastarse o ser cohibido, dando lugar a seres humanos expsitos al universo pero incapaces de hacerse un mundo menos an de plasmar su propia existencia. En sntesis el ser humano de origen y constitucin dual creado con aliento y vida (Gen.2.7). Es cuerpo, alma y razn. Aparece Dios como persona, es decir como ser-en-s.
Ser del ser que se predica lo excelso, ser que amalgama existencia y esencia. As, la persona, de gran importancia en este mundo es como substancia individual de naturaleza intelectual. Es de esperar que la apertura a la ventana del siglo XXI, recobre la paciencia para no perder para siempre la dimensin trascendental y se ample el horizonte del hombre para llegar a lograr la felicidad anhelada, que todo hombre persigue desde siempre. CARLOS MARIN FERNANDEZ
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I.-QUE ES FILOSOFIA. Etimolgicamente, el trmino filosofa viene del griego fileo= amor y sofa = sabidura. (Amor a la sabidura). Desde muy antiguo, los griegos que estudiaban las cosas de la naturaleza y la divinidad se llamaban a s mismos sofos, es decir, sabios; y se cuenta, que habiendo preguntado una vez a Protgoras acerca de su oficio, respondi con gran sencillez que l no era sabio ( sofos) sino amante de la sabidura (filsofo). Aunque este episodio no deja de ser una ancdota no comprobada histricamente, la palabra filosofa como amor a la sabidura ha sido universalmente aceptada por su adecuacin al ms hondo sentido del saber filosfico que est tan lejos de la total ignorancia como de la total sabidura pero que, como veremos ms adelante, se ocupa de los ms altos saberes a los que puede llegar el hombre. Filosofa es amor a la sabidura y quienes procuran tener el saber filosfico son filsofos. Amar a sta es, como deca PLATON, algo intermedio entre poseerla y no poseerla. II.-EL ORIGEN DEL FILOSOFAR. Si el hombre se encuentra inmerso en un puro que hacer material sin tiempo ni lugar para la consideracin profunda y pausada, no es posible que se d en l el filosofar. Para poder interrogarse por las ltimas causas de algo- su primer principio, su ltimo fin, la razn ms profunda de su ser, etc.- se necesita una cierta paz , lo que Aristteles llama ocio ,que posibilite ese ocio activo de la mente que es el pensar con hondura. Por ello, tanto, Platn como Aristteles- el gran filsofo de Estagira (ciudad del norte de Gracia, cuna de Aristteles.)- hablaban de que era preciso un impulso que motivara el hombre a dedicarse a la actividad filosfica. Este impulso lo concretaban estos filsofos en la capacidad de asombro o admiracin.
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La actitud de ocio activada por el asombro o admiracin slo se da en el hombre ya que, tambin segn el estagirita, es exclusivamente una tendencia natural del hombre hacia el saber, hacia el afn de averiguar el por qu de las cosas. El ocio no hay que interpretarlo como la actitud de no hacer nada; quien no hace nada, nada hace, y tampoco piensa ni reflexiona. La persona ociosa no trabaja ni material ni intelectualmente: no es posible que filosofe. Tampoco puede filosofar quien no procura tener momentos de serenidad para meditar y para contemplar su realidad y la de lo que le rodea, y, de este modo, poder admirarse, asombrarse y preguntarse: quin soy yo ?; muero yo igual que las plantas? ; la rosa que estoy viendo est ms abierta que esta maana, es la misma rosa o es otra?. Este proceso, de un ocio lleno de actividad pensante que conduce a la
admiracin o asombro intelectual ante lo que desconozco y presiento como una serie de realidades escondidas para m y que deseo ir descubriendo, lleva, necesariamente, a formarse una serie de interrogantes y, el pensar para resolverlos, ya que es una manera incipiente de filosofar. Aristteles seala que la admiracin es lo que impulsa a los hombres a filosofar: empezando por admirarse de lo que les sorprenda por extrao, avanzaron poco a poco y se preguntaron por las vicisitudes de la luna y del sol, de los astros y por el origen del universo El admirarse impele a conocer. En la admiracin cobro conciencia de no saber. Busco el saber, pero el saber mismo, no para satisfacer ninguna necesidad comn(Jaspers Karl pp15 .) El filosofar es como un despertar de la vinculacin a las necesidades de la vida. Este despertar tiene lugar mirando desinteresadamente a las cosas, al cielo y al mundo, preguntando qu sea todo ello y de dnde todo ello venga, preguntas cuya respuesta no servira para nada til, sino que resulta satisfactoria por s sola. Una vez que he satisfecho mi asombro y admiracin con el conocimiento de lo que existe, pronto se anuncia la duda. Filosofando me apodero de la duda ,intento hacerla radical, mas, o bien gozndome en la negacin mediante ella, que ya no respeta nada, pero que por su parte tampoco logra dar un paso ms o bien preguntndome dnde estar la certeza que escape a toda duda y resista ante toda crtica honrada.(op.cit.ant. Jaspers. pp16). La duda de Descartes pienso luego existo era para l indudablemente cierta cuando dudaba de todo lo dems, pues ni siquiera el perfecto engao en materia de conocimiento, aquel que quiz ni percibo, puedo engaarme acerca de mi existencia mientras me engao al pensar.
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La duda se vuelve metdica la fuente del examen crtico de todo conocimiento. De aqu que sin una duda radical, ningn verdadero filosofar. Pero lo decisivo es cmo y dnde se conquista a travs de la duda misma el terreno de la certeza. Jaspers seala diciendo que: Estamos siempre en situaciones. Las situaciones cambian, las ocasiones se suceden. Si stas no se aprovechan, no vuelven ms. Puedo trabajar por hacer que cambie la situacin. Pero hay situaciones por su esencia permanentes, aun cuando se altere su apariencia momentnea y se cubra de un velo su poder sobrecogedor: no puedo menos que morir, ni de padecer, ni de luchar , estoy sometido al ocaso , me hundo inevitablemente en la culpa. Estas las llamamos lmites. Quiere decirse que son situaciones de las que no podemos salir y que no podemos alterar. La conciencia de estas situaciones lmites es despus del asombro y de la duda el origen, ms profundo an, de la filosofa. En la vida corriente huimos frecuentemente ante ellas cerrando los ojos y haciendo como si no existieran. Olvidamos que tenemos que morir, olvidamos nuestro ser culpables y nuestro estar entregados al ocaso. Entonces slo tenemos que habrnoslas con las situaciones concretas, que manejamos a nuestro gusto y a las que reaccionamos actuando segn planes en el mundo, impulsados por nuestros intereses vitales. A las situaciones lmites reaccionamos, en cambio, ya velndolas, ya, cuando nos damos cuenta realmente de ellas, con la desesperacin y con la reconstitucin; Llegamos a ser nosotros mismos en una transformacin de la conciencia de nuestro ser.( op.cit. ant.pp .18,19.)
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III.-LA FILOSOFIA COMO SABIDURIA. Aunque la voz sofa, sabidura, dej de utilizarse casi por completo, no dejan de tener razones quienes empezaron por llamar de esa manera a la filosofa y quienes , aunque espordicamente, le daban ese nombre en la Edad Media. En la antigedad se llamaba sabidura, con palabras de Cicern (poltico pensador y orador romano (106-43 a.de.J.C.) ,a la ciencia de las cosas divinas y humanas y de sus causas. Los filsofos y poetas griegos incluan en la sofa sus conocimientos, habilidades y destrezas. Durante muchos siglos, todo el saber se unificaba en un todo del que, poco a poco, se fueron separando las distintas ciencias.(Pilar Fernndez de Crdova. pp. 18) Sobre el saber filosfico dice Balmes (Filsofo espaol.1810- 1848) en su Historia de la Filosofa: Existe algo. Como lo sabemos? Cules son nuestros medios de percepcin? (...) Qu cosas existentes conocemos? Cul es la naturaleza de ellas? Qu relaciones tienen entre s? Tienen origen? Cul es? Tienen un fin ? Cul es? Estas son cuestiones que se ofrecen a la filosofa (...)(n.365). Existo? Qu soy? De dnde he salido? Cul es mi destino? Quin se atrever a decir que stas son cuestiones de poca importancia y que no merecen nuestra atencin? Si esto no es importante, dnde esta la importancia? Si esto no es digno de ocupar al hombre, dnde se hallar algo que lo sea ( Balmes .n. 367) Donde hay un hombre que piensa sobre un objeto inquiriendo su naturaleza, sus causas, sus relaciones, su origen, su fin, all hay un filsofo. Donde hay dos hombres que se comunican recprocamente sus ideas, que se ilustran o se contradicen, se ponen de acuerdo o disienten, all hay discusin filosfica. (op.cit.ant. N. 371) Las palabras de Balmes nos hacen pensar que, indudablemente, la filosofa an hoy da, tiene algo de sabidura humana que la sita por encima de las otras ciencias, que tiene que ver con la misma naturaleza humana que se siente atrada por las causas y motivos ms recnditos de las verdades acerca de las cuestiones que implican respuestas trascendentes (P.Fernndez . op. cit. pp. 18).
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Filosofar es una actividad exclusiva del hombre y es indigno del hombre no buscar una ciencia a la que pueda aspirar dice Aristteles en su Metafsica(1,2) pues, contina diciendo el filsofo en su tica a Nicmaco, no debemos limitarnos como algunos pretenden, a los conocimientos y sentimientos exclusivamente humanos, ni reducirnos, por que seamos mortales, a una condicin mortal; es menester, por el contrario que ,en lo que depende de nosotros, superemos los lmites de una condicin moral y nos esforcemos por vivir conforme a lo mejor que en nosotros existe(X,7). Por tanto, el nombre de filosofa como amor y tendencia a la sabidura, guarda ntima relacin con la Sofa- sabidura -. IV.- JUSTIFICACION Y FINALIDAD DE LA FILOSOFIA. Los textos de Aristteles, como el de Balmes, nos sealan que la actitud filosfica existe de hecho y que es propia, inherente al hombre, que filosofa por su misma naturaleza. Pero este saber tiene algn objeto?. Esa justificacin, como dice Pilar Fernndez, hay que mirarla desde dos ngulos de vista, que nos darn dos diversas perspectivas. En primer lugar, algo se justifica cuando, como dice Julin Maras en su Introduccin a la Filosofa, alguien necesita resolver un problema, remover un
obstculo que se le presenta delante y, ese algo, da una respuesta positiva a aquella necesidad. Este ltimo caso, seala Pilar Fernndez, es el de la filosofa que se busca por s misma y no por su utilidad. La Filosofa no ha inventado ni investigar nada que favorezca el progreso del hombre, si ese progreso se toma como un avance en la conquista fsica de la naturaleza para un mejor vivir. Desde este punto de vista, la filosofa es intil. Sin embargo, la utilidad es un valor que no es precisamente el supremo en la jerarqua de los valores. Por tanto, la inutilidad pragmtica de la filosofa no niega en absoluto su justificacin. (op.cit.ant.pp. 19).
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La justificacin de la filosofa hunde sus races ms profundas en el hecho de que la filosofa no es un medio para alcanzar una utilidad, sino que tiene una finalidad por s misma. Esta finalidad pertenece al orden especulativo- el de pensar- no al de lo pragmtico. La filosofa como se dice comnmente, tiene su finalidad en s misma. Lo ms humano que tiene el hombre es la inteligencia que tiene una tendencia a la verdad y la voluntad que tiende al bien que le presenta la inteligencia como tal bien. La filosofa proporciona el conocimiento de la realidad y del bien, y da sentido y direccin a la vida del hombre al colmar su sed de conocer y al mostrarle el camino hacia el bien. El hombre ms elemental que sea filosofa, aunque no sea de una manera sistemtica, rigurosa, cuando se pregunta por las realidades que le rodean y, ms todava , por el significado de su propia realidad. El hombre es naturalmente trascendente, es decir, necesita ir ms all de lo que le muestran sus sentidos y aquietar su tendencia al saber profundo de las cosas y de s mismo. La filosofa da respuestas a esos requerimientos y sita al hombre en el plano humano que le corresponde elevndolo por encima de su vida vegetativa- comer, dormir,crecer,- y de su vida animal - oler, or, tocar-.(op.cit. ant. Fernndez. pp.20.) No es sta la mxima elevacin del hombre, ya que sta es la que lo eleva a la vida sobrenatural por un don gratuito de Dios pero, en el nivel de lo puramente natural, s es la plenitud de su ser hombre.
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V.- OBJETO DE LA FILOSOFIA. En cualquier ciencia cuando nos preguntamos por su objeto, hay que distinguir entre el objeto material y el objeto formal. El objeto material es lo que estudia y el objeto formal es el aspecto bajo el que estudia su objeto material. Por tanto el objeto material de la filosofa est constituido por todas las cosas y su objeto formal, o aspecto bajo el que se estudian todas las cosas, es por sus causas ltimas. Segn Jorge Millas Jimnez seala que el objeto de la filosofa es una experiencia integrada, en el sentido lato que comienza a hacerse dominante con Husserl y actualizado por William James. En sntesis, la Filosofa construye, o mejor quizs, reconstruye, sobre las bases de integracin ingenuamente vivida, la experiencia racionalmente integrada, que es el objeto del saber filosfico .(J.Millas Idea de la Filosofa el Conocimiento Vol. ,1,pp141)
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VI.- DEFINICION DE FILOSOFIA. Al encontrarnos con la filosofa, la dificultad inicial que se nos presenta, es la de definirla, ya que hay tantas definiciones de filosofa a travs de los siglos, como
filsofos han existido. La filosofa rene dos caractersticas que pueden parecer difciles de compaginar. Por un lado, la amplitud de su objeto- toda la realidad-; por otro, la profundidad con que desea saber. Hay que unir lo que, en un conocido refrn castellano, parece irreconciliable: el que mucho abarca, poco aprieta. La filosofa abarca y aprieta mucho y esta condicin se tiene que reflejar en la definicin. La generalidad de su objeto- todo lo que es- y la hondura con que la trata- por sus causas ltimas. Diremos que la filosofa es la ciencia que estudia todas las cosas por sus primeros principios y ltimas causas a la luz de la razn. Si analizamos las partes esenciales de la definicin, tenemos que, ciencia es el conocimiento por las causas. Cuando se sabe algo de un modo sistemtico y riguroso se dice que se tiene un conocimiento cierto... El, conocimiento por causas quiere decir que no se queda nada en el saber del objeto estudiado sino que va a aquello de lo cual es efecto el objeto de estudio: a sus causas. Ejemplo, si estudiamos las plantas, al ver el verde de sus hojas, no nos conformaremos con decir que las hojas son verdes solamente, sino que nos preguntaremos por la causa, el por qu, de que sean verdes de sus hojas y nos contestaremos que las hojas de las plantas son verdes porque tienen clorofila. La filosofa es la ciencia- conocimiento por causas- que no se queda en las causas prximas de un hecho, sino que busca las causas ltimas, esto es que no se contenta con lo que nos ofrecen los sentidos, sino ms bien investiga aquellas razones ltimas a las que se llega no slo con la experiencia sino, esencialmente por medio de la inteligencia. Por ltimo decimos, con la luz de la razn, esto significa que no para diferenciar la inteligencia de la experiencia, sino para dejar bien asentado que el camino cognoscitivo de la filosofa es el natural de la razn humana, no el de la fe que es una virtud sobrenatural que nos inclina a creer todo lo que Dios ha revelado y la Iglesia propone.
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El filsofo investiga el conjunto de la realidad en su naturaleza esencial y los principios que hacen posible la verdadera ciencia. Filosofa es el primersimo de los saberes, aqul del cual todos los otros dependen, la ciencia que estudia el ser en cuanto ser y las propiedades que le son inherentes. VII.- LA REFLEXIN ,LA DUDA ,LA CRITICA Y EL DIALOGO EN EL CONOCIMIENTO FILOSFICO. Como hemos dicho anteriormente, que desde la Antigedad se seala como origen del filosofar la admiracin, la extraeza. En efecto, la mera presencia y la ordinaria frecuentacin de las cosas pueden suscitar un inters cognoscitivo que procure descubrir sus modos y comportamientos; pero la radicalizacin de ese inters hasta el punto de convertirse en la postura filosfica slo es posible cuando las cosas, aun las ms habituales y cotidianas, nos admiran y sorprenden, nos persuaden de que as como son podran no ser, de que maneras y atributos podran ser diferentes de como son. En suma, una radical problematizacin, un ponerlo todo en cuestin ( en duda) , es la condicin primera del filosofar. Sin embargo , en la postura ordinaria o no filosfica nos hallamos habituados a las cosas tal como se nos manifiestan; nos parece natural que el mundo , sea como es, lo aceptamos implcitamente y slo nos preocupa especificar sus modos y aspectos en la medida conveniente para orientarnos en l para acomodar nuestra vida a su realidad patente. En la posicin filosfica, en
cambio, nada nos parece normal y justificado por el mero hecho se su existencia; lo ponemos todo en discusin porque todo se nos aparece de primera intencin discutible y como tal lo mantenemos mientras no nos ofrezca sus razones o justificaciones. Es as que, el primer paso del filosofar consiste en extraarse de lo dado, de lo espontneamente conocido, en una doble significacin de esta palabra extraarse: como extraeza o sorpresa de que las cosas sean y de que sean como son, y como un extraamiento como externo y ajeno a nosotros, como realidad respecto a la cual hemos suprimido todos los lazos que nos ataban a ella y que podemos ver por lo tanto con ojos nuevos y limpios, como si de repente se alzara ante nosotros . El filsofo se extraa, pues, de la realidad para convertirla en problema, suprime su ordinario trato con ella para verla tal como es.(Fco. Romero pp16,17.) Desde otro punto de vista, se dice que la filosofa es saber sin supuestos, esto es, un saber que no reconoce ninguna presuposicin, ninguna base admitida de antemano. Esto la distingue de la ciencia, en la cual se aceptan supuestos
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comprobados. En el saber vulgar, la realidad tal como nos es dada es el supuesto ms general. En el saber cientfico, se presupone la existencia del mundo, la del espacio y el tiempo, la capacidad cognoscitiva de la razn y la validez de los grandes mtodos. La filosofa convierte todo esto en problema, con muy distintas soluciones. El dilogo ha sido con frecuencia una forma de expresin filosfica o cientfico- filosfica; ejemplos al respecto hallamos en Platn, San Agustn, Cicern, Galileo, Berkeley, Hume y, por supuesto, Scrates (a travs de Platn). A veces la forma de dilogo se halla oculta en un aparente discurso continuo. As se ve en Plotino, que se pregunta y se responde a s mismo con frecuencia en forma dialgica. El dilogo filosfico no es una forma literaria entre otras que pudiesen igualmente adoptarse; responde a un modo de pensar esencialmente no dogmtico, esto es, a un modo de pensar que procede dialcticamente. Por eso hay una estrecha relacin entre estructura dialgica y estructura dialctica del pensar. Segn Platn, el que sabe preguntar y responder es el prctico o especialista del dilogo, esto es, el dialctico (Crat. ,390.c.) Platn sostiene que la contemplacin por el alma de la realidad inteligible es efecto del conocimiento del arte del dilogo( Rep. VI. 511. C) ,el cual es distinto, y hasta opuesto, a la controversia sofstica, donde el dilogo es mera disputa y no proceso cognoscitivo. En el proceso dialgica o dialctico hay divisin y generalizacin (Phaed., 266B): el dilogo es un mtodo riguroso de conceptualizacin. Hay que distinguir el dilogo falso (calificado de monlogo) es aquel en el cual los hombres creen que se comunican mutuamente, cuando lo nico que hacen en verdad es alejarse unos de otros. La otra forma de dilogo es el autntico, (implique o no comunicacin por medio de palabras) es aquel en el cual se establece una relacin viva entre personas como personas. La nocin de dilogo ocupa un lugar central en varias direcciones de la hermenutica contempornea. Collingwood haba ya puesto de relieve que un problema no puede resolverse si no se entiende, y no se entiende si no se sabe qu clase de cuestin plantea. La pregunta y la respuesta se hallan de este modo ntimamente vinculadas. Hans-Georg Gadamer- que ha reconocido el precedente de Collongwood de una lgica de la pregunta y la respuesta- trata de desarrollar esta lgica pero sin limitarla a la comprensin del pasado histrico. Pregunta y respuesta
circulan, por as decirlo, dentro del dilogo ( Gerprch) hermenutico y adquieren su sentido dentro de este dilogo. Pero, adems , la llamada respuesta no cierra el crculo, sino que lo abre de nuevo, ya que entender ( comprender) una pregunta es, a su vez otra pregunta. Puede hablarse de una dialctica de la pregunta y la respuesta (Wahrheit und Methode, 2 , edic.,1965, pg 359 ).
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Esta dialctica es un intercambio entre un sujeto que pregunta y un objeto que se desvela o revela al sujeto, pero slo porque el sujeto est, por as decirlo, dispuesto a escuchar lo que el objeto dice. El decir es una relacin de la que el sujeto y el objeto son slo abstracciones. El dilogo resulta ser por ello un acontecimiento; su estructura lingstica es un reflejo de su estructura ontolgica. Continuando con nuestro objetivo, pasaremos a tratar la duda , que significa primariamente vacilacin,irresolucin,perplejidad. Estas significaciones se encuentran ya en el vocablo latino dubitatis. En la dubitatio hay siempre (por los menos) dos proposiciones o tesis entre las cuales la mente se siente fluctuante; va, en efecto, de una a otra sin detenerse. Por este motivo, la duda no significa falta de creencia, sino indecisin con respecto a la creencia. En la duda hay un estado de suspensin del juicio. Puede decirse, pues, que la duda es la actitud propia del escptico, siempre que entendamos a ste en nada, sino como el que pone entre parntesis sus juicios en vista de la imposibilidad en que se halla de decidirse. Dentro de esta significacin general, la duda- o mejor dicho, el estado de duda puede entenderse de varios modos. Estas se reducen a los siguientes: 1) la duda como actitud; 2) la duda como mtodo y 3) la duda como elemento necesario para la fe. La duda como actitud es frecuente entre los escpticos griegos y los renacentistas. Es tambin bastante habitual entre quienes, sin pretender forjar ninguna filosofa, se niegan a adherirse a cualquier creencia firme y especfica o consideran que no hay ninguna proposicin cuya validez pueda ser probada de modo suficiente para engendrar una conviccin completa. La duda como mtodo ha sido empleada por muchos filsofos. Hasta se ha dicho que el mtodo filosfico por excelencia en tanto que la filosofa consiste en poner en claro todo gnero de supuestos - lo cual no puede hacerse sin someterlos a la duda. Sin embargo, solamente en algunos casos se ha adoptado explcitamente la duda como mtodo. Entre ellos sobresalen San Agustn y Descartes: el primero en la proposicin Si fallor, sum, por la que aparece como indudable la existencia del sujeto que yerra; el segundo en la proposicin Cogito ergo sum, por la que queda asegurada la existencia del yo dubitante. En estos ejemplos puede decirse que la duda es un punto de partida, ya que la evidencia (del yo) surge del propio acto del dudar, de la reduccin del pensamiento de la duda al hecho fundamental y aparentemente innegable que alguien piensa al dudar. La duda como elemento necesario a la fe consiste en suponer que la fe autntica no es un mero creer en algo a ojos cerrados, sino un creer acompaado de la duda y en gran medida alimentado por la duda.; Unamuno destaca entre ellos. Segn Unamuno, en efecto, una fe que no vacila no es una fe: es un mero automatismo psicolgico. Por consiguiente, en esta idea de la duda la fe y la duda son inseparables. La capacidad de pensar, reflexionar y an ms una reflexin filosfica, nos ha
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inmediata al estmulo inmediato (que hoy es, ante todo, un estmulo artificial: la propaganda). Pero nadie inventa el pensamiento: pensamos con palabras aprendidas y cargadas de significaciones seculares. Nuestra mente es muy antigua- hasta demasiada antigua-, aunque ella misma la ignore. Toda una larga tradicin revive en cada palabra que se pronuncia. Cmo, entonces, puede desencadenarse un pensamiento creativo? Slo, quiz, tomando conciencia de esa tradicin que nos conduce, para poder criticarla y asumirla o rechazarla. La Historia de la Filosofa muestra que los mayores filsofos hicieron as. El valor de esta historia no consiste, pues, en que lo sea del pasado, sino de las races del presente. Es una arqueologa que nos hace conocer el suelo que pisamos. En otras palabras el sentido es la liberacin del pensamiento hacia el futuro a travs de la indagacin de los primitivos veneros que lo alimentan; naturalmente es una tarea compleja. Nietzsche escribi que nunca un filsofo ha expresado en libros sus opiniones autnticas y ltimas: no se escriben libros precisamente para ocultar lo que escondemos dentro de nosotros? Toda filosofa esconde tambin una filosofa; toda opinin es tambin un escondite; toda palabra, tambin una mscara. Por tanto, nunca se llega hasta el fondo, y toda interpretacin es provisional. Todo librotambin ste- crea una trampa: la de inducir a creer que ya est todo dicho, y como es slo un libro sobre otros libros, nicamente debe encaminar hacia la lectura de estos ltimos, los de los filsofos sobre los que en l se habla. Para una adecuada reflexin filosfica debemos situar la filosofa en su contexto cultural, tener conocimiento del autor (es), que se consideran fundamentales. Comprender su propio pensamiento. Ir a la lectura de la obra (as) fundamentales etc. Ningn filsofo puede sentirse satisfecho al concluir - de momento- su obra. nicamente le cabe formular el deseo de que no haya aadido una mscara ms.