La Piedra en Bruto
La Piedra en Bruto
La Piedra en Bruto
que llamamos Piedra Bruta y que adorna m columna. Con burla di la vuelta y le dije: " Perdn piedra bruta" con asombro escuch que me contest: " No hay de qu Masn bruto ". Picado, me regres y le dije: Ah! Conque hablas tambin? . " Si, me dijo, hablo y lo ms importante, pienso lo que digo ", pena me da ver que hermanos como t, me tienen en tan poca estima pasan y pasan sin siquiera darme una mirada compasiva o tan solo un gesto amable. Esto me irrita porque me doy cuenta cuan pocos comprenden la grandeza que encierro dentro de mi significacin.
Aqu como me ves, no fui siempre lo que soy; vengo de los picachos, de las alturas; donde poda ver el Sol antes que nadie y de cuando tu vivas en la penumbra, yo an poda disfrutar de sus suaves destellos. Yo aspiraba el aire puro y fresco, y cuando el huracn ruga a ti te causaba espanto: Yo simplemente rea y mi mole enhiesta, firme y segura recortaba con mi perfil perfecto el infinito azul del horizonte. En temporadas las transformaciones atmosfricas depositaban en m sus copos blancos que me hacan parecer ms pura y blanca y al coronar mis sienes me senta orgullosa de recibir la ofrenda del espacio.
Despus las hacia resbalar por m pendiente transformada en cascada clara y cristalina, donde el Sol adornaba su luz Arcoiris. A mi altura solo los Cndores llegaban y era agradable ver a mis plantas como; Arrodilladas ante mi grandeza, la inmensa esmeralda del valle bordada de lentejuelas de mil colores. Los ros, los animales, las flores no hacan ms que poner un marco elegante a mi belleza.
M orgullo lleg a tal extremo a cegarme que me cre invencible, inaccesible, eterna. Pero cun equivocada estaba, un da el universo como queriendo demostrar mi error, desat sobre m sus furias y mand sobre el rayo que con su luz ceg mis ojos y al terrible impacto vol en mil pedazos.
Me precipit en abismo y a medida que rodaba ms pequea me hacia, y rodando y rodando fui descendiendo hasta quedar al fondo del barranco.
Llor de rabia al verme en la infinita impotencia, cuando los elementos deformaron ms y ms en m, otra poca de orgullosa elegancia. As permanec no s cunto tiempo hasta que al igual que otras piedras compaeras mas de infortunio nos transportaron.
Y volvi a renacer en m la esperanza, pens que quizs me pondran en el lugar que por m alcurnia me perteneca. " Ser ahora un monumento " - Pensaba - Con mi concurso simbolizar la justicia y en las manos de un artfice con m cuerpo formar el corazn duro e inflexible de la razn; o quizs la venda que representa la imparcialidad de todos sus juicios.
Tal vez formar parte del monumento a la Patria y eternizar con mi presencia las glorias de un pueblo. Me gustara ser la corona de Laureles que cia la sien del patriota o quizs, porqu no, ser parte integrante del monumento a la madre para que las generaciones venideras vean, que con mi cooperacin, se inmortalice el amor ms puro y ms grande que existe . . . Con que cario acogera la idea de ser el brazo de la madre que envuelve al nio en eterna caricia . . . O los ojos que con dulzura al tierno retoo mira, o las lgrimas que las madres a raudales vierten ante las ingratitudes de los malos hijos . . . Eso habra querido ser, despus de ser grande, seguir sindolo ya que no en tamao si en espritu, en esencia.
Cuntas y cuntas ilusiones me hice, cuntos deseos de altura y grandeza, en cambio aqu me tienes, tan dura y fea como en el barranco, tan grotesca que causo pena y si no me escupen es porque ni de eso tengo forma. No habr algn artfice que me transforme y me d vida? . . . Slo he servido para representarte, para que veas en m tus imperfecciones, tus vicios, y tu ignorancia, soy ahora ejemplo del mal. Y sin embargo, a veces me avergenzo que me comparen con alguno de ustedes.
Poco tienes de verme, yo en cambio he visto tantos y tantos que por aqu entran, que hasta he perdido la cuenta . . . Y me pregunto: Dnde estn ahora tantos Masones que aqu vinieron a jurar fraternidad, lealtad, amor, a esta augusta institucin? . . . A dnde estn tantos masones que aqu se iniciaron? No lo s ni me lo explico . . . slo s que salieron para nunca volver y que andarn por ah diciendo: " Soy Maestro Masn ". Y esto me da pena y lstima, no por la Masonera, sino por ellos que no fueron capaces de ver ms all de sus narices; Porque ilusos creyeron que la masonera es feria de vanidades, cuando que mejor debieron haber luchado por encontrar la inmensa belleza que encierra esta luz y esta verdad . . .
A ustedes los aprendices, los he estado observando; y no creo que tu seas diferente que aquellos y por eso deseo aconsejarte.
Te he visto cuando lees tus buriles, tembloroso, tanto que casi se te doblan las rodillas del miedo. Y te pregunto, Miedo a qu o a quin? Tienes acaso, miedo de ti mismo? , Pero en cambio
cuando escuchas el aplauso de tus hermanos, te vienes a tu puesto ancho y gordo. Te inflas como pavorreal y si pudieras verte como te veo, no eres ms que un pobre monicongo. De reojo te miro en tu puesto y casi revientas de satisfaccin ante las alabanzas. Y eso es muy malo, no debe subrsete a la cabeza lo que tu supones un xito, porque puedes caer en el error de sentirte superior, cuando no eres ms que un insignificante aprendiz.
Y lo seguirs siendo siempre. Sernate y analiza y s prudente en tus actos y humilde en tus afirmaciones, se sincero contigo mismo, para que puedas serlo con los dems y sobre todas las cosas concete a ti mismo. Practica tus teoras, s bueno, caritativo, honrado, estudioso, ayuda a tu logia a tus hermanos, no seas masn de pico, es decir, terico.
La virtud, el honor, la lealtad, no se adquieren macheteando liturgias. Ahora te felicitan porque te dan alientos para seguir adelante, y tus primicias justo es que las festejen, no porque valgan la pena, sino ms bien para darte nimo para seguir luchando, y al estudiar, mejorando.
Tu debes saber que cada da mejoras y que a medida que pase el tiempo ests obligado a superarte. Te has fijado en la inmensa dicha que le causa a una madre cuando su nio de tierna edad, dice sus primeras palabras? No te has puesto a observar cmo festeja y anima a la madre cuando por primera vez el hijo de sus entraas dice BU . . . BU. ? Con qu caricias, con qu mimos se le trata cuando se da cuenta que empieza a germinar el fruto de sus ms caros anhelos. Pero ahora imagnate el efecto que le causara a tu madre que a tu edad lo nico que sabes decir es BU, BU.
Espero que me entiendas lo que digo, que comprendas, no te envanezcas, acepta los aplausos como un aliciente en bien de tu propia superacin, y no te enquistes, escucha bien lo que te digo, no te detengas nunca, cuando te hallas trazado una senda a seguir.
La Masonera es grande, muy grande, a donde slo llegan pocos y a donde la maledicencia y la mediocridad se pierden en el torbellino obscuro de la nada.
Para terminar, quiero pedirte un favor. No me digas Piedra Bruta, soy Piedra en Bruto, que es distinto.
Me dispona a contestar cuando a golpe de mllete o a mi Venerable Maestro que dijo: "SILENCIO HERMANOS MOS ESTAMOS EN LOGIA" . . .
Me qued callado, pero pensando en la infinita verdad que representa esta humilde y fea Piedra en Bruto.
Recibido con firma del QH Pascual De Jess Briones; de autoria del QH Q:. H:. RAUL SANCHEZ SANCHEZ Rectificado por el QH ISSA MOUSSA DARGAM [email protected] www.fraternidad.org.ve
Q:. H:.
EL TRAZADO DE LA PIEDRA EN BRUTO ME LLEGO A LA RAIZ DE "MI PIEDRA EN BRUTO". ES VERDAD QUE EXISTEN HH:. M:. QUE SE PASAN LA VIDA PAVONEANDOSE DE SER MASONES,PERO NUNCA DAN LA MANO A QUIEN LO NECESITA,PARECIERA QUE LA ACACIA NUNCA SEMBRO SUS FINAS RAICES EN SU CORAZON. Q:. H:. GRACIAS POR TU BURILADO. ESCUANTO! Fecha: 26/09/2006 08:48.
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Autor: barbara
espectacular el escrito sobre la piedra bruta... me rei mucho, porque es muy cierto, pero asi como tal vez algunos d nosotros seamos medios sobervios, la piedra en bruto tambien lo es en el relato. se aprende con estas cosas y de verdad que me gusto, la piedra en bruto me hace recordar a mi past master jajajajaj gracias, ha sido un aporte Fecha: 08/05/2007 21:44.
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LO FELICITO Q:.H:: MUY BUEN TRABAJO SALUDOS CORDIALES DE CHILE. Fecha: 08/05/2007 21:52.
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Reciba Ud. un T:. A:. F:. de este incondicional H:. y a la vez la mas sincera felicitacin por su accin, aclarando lo sucedido con la autoria del trabajo arriba publicado - LA PIEDRA BRUTA O PIEDRA EN BRUTO. que viene a demostrar tus condiciones de un verdadero Masn. Q:.H:.Dario,las pequeas acciones como lo que Ud.acaba de hacer son las que diferencian a un verdadero Masn de un profano y en este sentido debemos dirigir todo nuestro esfuerzo para que nuestra augusta orden albergue en su seno solamente a hombres honstos,dignos,libres y de buenas costumbres Atentamente,su incondicional y obsecuente hermano. Issa K. Moussa D. M:. M:. Fecha: 25/05/2007 05:16.
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felicidades h.. es un hermoso trabajo,deveras que es un trabajo muy sentido y profundo,gracias por compartirlo ap..mas.. Fecha: 25/07/2007 20:11.
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Autor: Ramuder:.
Gracias Q:.H:.por esta plancha , nos recuerda el por que estamos donde estamos y que el aprender es algo que se hace da a da y durante toda nuestra vida, y que lo que vamos aprendiendo tenemos que compartirlo. un t:. A:. gracias Fecha: 03/11/2007 16:59.
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Autor: RIGEL
Q.. H.. DESDE EL ORIENTE DE PACHUCA HIDALHO, MXICO, RECIBE MIS MEJORES DESEOS Y OSCULOS DE PAZ. TU PENSAMIENTO EN VERDAD QUE ME HA HECHO REFLEXIONAR MUCHO Y CON ELLO SLO REFRENDO MI COMPROMISO CONMIGO MISMO DE NO DEJAR MI MARTILLO Y CINCEL. TE AGRADEZCO LA LUZ QUE ME HAS COMPARTIDO Y ME FELICITO POR TAN GRANDIOSO DESBASTADO. Fecha: 15/07/2008 14:58.
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Es una extraordinaria reflexion sobre la piedra en bruto, nada mas quiero agregar que esa piedra en bruto que decora la columna del norte se encuentra alli para recordarnos constantemente que la debemos pulir pero en nosotros mismos sin hacer a larde o presuncion de lo que se carece ya que no se trata de quedar bien con nadie sino con nosotros mismos y principalmente con nuestra familia es cuanto A:. M:. Fecha: 25/09/2008 00:58.
LA PIEDRA BRUTA
Piedra bruta, instrumentos de trabajo como cinceles, martillos, escuadras, compases, los cuales, siendo utilizados con ciencia, inteligencia y virtud, por algn hombre que se encuentre libre de vicios, o con la voluntad de hacerlo aun tenindolos, pero dispuesto a evitarlos, podremos transformar y llegar a formar esa piedra, a una figura cbica de punta.
Este tipo de transformacin es el que mediante buenas acciones en nuestra vida, pensamientos, trabajo interior, descubrimos que no somos hombres perfectos, pero somos perfectibles en todo momento, hacindolo golpe a golpe a esa piedra que comnmente se le ha llamado a esta accin, como devastacin, pero con cierta precisin, con un grado de estudio, con inteligencia y permanencia en este trabajo.
La finalidad de este trabajo, es un verdadero trabajo interno, el conocerse a si mismo, conocer la capacidad interna de cada persona, introducir la semilla de la filosofa moral, para salir de la oscuridad y poder obtener la luz del conocimiento de manera intrnseca, y es as, como de manera inmediata, se vern reflejados los esfuerzos en cada accin realizada y la reaccin del mismo mundo profano el cual podr ser cambiado por hombres disciplinados, con facultades e ideas claras de la verdad.
Comienza esta lectura mencionando una piedra bruta, materiales e instrumentos, los cuales de manera simblica se representa el hombre a si mismo; piedra bruta, es el estado de imperfeccin del individuo, el cual poco a poco, y con el trabajo constante, cual fuera el albail de su propia alma, se ir convirtiendo en la segunda figura.
En estas ideas, a travs de esa transformacin simblica de una piedra, slida y fuerte que refleja nuestra vida y ser, as como lo eterno, es como se deben de convertir nuestros valores, as de fuerte, slida y eterna tambin debe ser nuestra hermandad y fraternidad con los dems y mostrar como en algn da nos convertiremos en una piedra tallada por todos sus lados, somos los obreros del cambio de nuestro estado de imperfeccin para llegar a convertir nuestro ser ntimo, en el templo de la verdad y el conocimiento.
Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz
-Benito Jurez-
LA PIEDRA BRUTA Y LA MORAL DEL APRENDIZ Una reflexin sobre el significado simblico de la Piedra Bruta, sugiere una estrecha relacin con un sistema moral que la Masonera nos ensea en torno a la perfeccin del hombre, en la bsqueda del desarrollo espiritual y hacia las conductas sociales basadas en valores, el respeto, la fraternidad, la humildad, la tolerancia y los derechos del individuo.
Este sistema moral es representado por la piedra rudimentaria, que desde muy temprano, a nivel de aprendiz, nos estimula a un incesante trabajo en torno a las prcticas y doctrinas masnicas, en un vehemente deseo de buscar la Verdad. De ah la estrecha relacin de sentido entre la Piedra y el Cuarto de Reflexin, negro en su apariencia, donde sobresale la antigua frmula alqumica y hermtica V.I.T.R.I.O.L,: "Visita Interior Terrae, Rectificando Invenies Ocultum Lapidem", (Visita al Interior de la Tierra, Rectificando Descubrirs la Piedra Oculta).
Pero la bsqueda de la Verdad o el descubrimiento de un sentido superior de la vida como respuesta a nuestra propia existencia, slo es posible por medio de una profunda indagacin de nuestros sentimientos y la mejor disposicin a un verdadero trabajo interior. Es as cmo el trabajo masnico consiste simblicamente en perfeccionar la existencia humana, a travs de un permanente y sucesivo proceso de transformacin. La "piedra bruta" constituye el smbolo del Aprendiz, la "piedra cbica" simboliza al Compaero y la "piedra cbica en punta" al Maestro, las cuales en su conjunto, simbolizan el motivo central de la superacin permanente y constante en la bsqueda del pensamiento independiente y de la perfeccin.
Esta atribucin de sentido simblico al moldeamiento de la piedra como unidad de toda construccin, se basa en el trabajo realizado por los antiguos masones operativos, verdaderos albailes. Los constructores medievales, que erigieron grandes edificaciones y catedrales gticas, adornaron bellamente a Europa, cuya obra se aprecia hasta nuestros das. Organizados
en una orden con tradiciones iniciticas, basados en el estudio del simbolismo, con un sistema conceptual del hombre, de la vida y del universo, eligieron la piedra como el elemento ms sencillo y comn, para legar la enseanza ms significativa y trascendente: que los hombres son perfectibles.
En las construcciones de Catedrales, la misma comenzaba materialmente cuando la piedra, en su estado ms natural, recin cortada de su veta era retirada de la cantera, para ser sometida al trabajo de pulimento que el picapedrero deba realizar, a fin de hacerla til al plan constructivo a seguir, dndole las debidas dimensiones y formas, adems del necesario pulimento. Ello implicaba una habilidad, un conocimiento, un arte y una forma de vida.
Expresiva de esta percepcin de la existencia humana, el destacado Poeta y Alquimista Medieval, Clovis Hesteau de Nuycement en su "Poema Filosfico de la Verdad de la Fsica Mineral" editado en Pars en 1620, citado por Fulcanelli en el "Misterio de las Catedrales", escribe el siguiente mensaje hermtico:
"Ve por este camino, no por otro, te advierto. Observa solamente las huellas de mi rueda Y para dar a todo un calor igual, No subas ni desciendas al cielo y a la tierra Si demasiado subes, el cielo quemars; Si bajas demasiado, destruirs la tierra. En cambio, si mantienes en medio tu carrera, el avance es seguido y la ruta ms segura".
Los aprendices buscamos y escogemos las piedras que deben ser preparadas para la construccin del templo y debemos empezar a moldearlas y darle forma a golpe de cincel. Ello deber ser continuo y pausado, con inteligencia y disciplina, con paciencia y dedicacin, con una precisa fuerza que, golpe a golpe de cincel, moldee gradualmente las partculas de la piedra hasta desbastarla. Segn sea la resistencia de la piedra, el uso de la fuerza deber estar en equilibrio con el peso y la solidez de las herramientas; el mazo y el cincel.
Es esta alegora, la que justamente encierra el motivo central de la existencia humana, cuyo escultor es el propio Yo interno de cada uno hacia el logro de la perfeccin, al fortalecimiento del espritu, aprender a disciplinar de manera constructiva todas sus facultades, al conocimiento de uno mismo y de las circunstancias que lo rodean. El logro de la perfeccin, simbolizada en el pulimento de la piedra, consiste en desprenderse de errores, prejuicios, odios, desarmonas e intransigencias, existentes en la vida interna, as como de aquellas derivadas de las relaciones sociales entre los hombres, tales como el "desorden profano", la oscuridad del fanatismo y la barbarie de la intolerancia.
Lograr la trascendencia a un plano ms elevado es cumplir con el elemental compromiso humano de mejorar cada da, en todos los aspectos de su existencia, modelando el carcter y el desarrollo de la personalidad, de acuerdo a valores, como el constante progreso, la pasin por la sabidura, el conocimiento y el repudio de la ignorancia, la virtud, la bsqueda de lo bello como alternativa, as como el amor a s mismo y a los semejantes.
De acuerdo a esta atribucin de sentido simblico de la "piedra bruta", existe potencialmente en cada persona, en su calidad de protagonista primario de la historia humana y de su propia vida, un estado de perfeccin inherente, latente en todas sus formas de expresin, la cual es necesaria reconocer, educar y hacer explcita por medio del trabajo, el estudio y de la obra que masnicamente simboliza el desbastamiento de la piedra informe.
Ahora bien, desde nuestra perspectiva de aprendiz masn, es en la "piedra bruta" donde se representa la fortaleza y la moral del Primer Grado, en la actitud para aprender, del esfuerzo y dedicacin que en ello se ponga. Este es el principio y el fundamento en que descansa todo progreso, toda vez que se efecta reconociendo, asimilando y dominando lo aprendido, a pesar de las circunstancias de la vida y de la sociedad en que nos insertamos, con las respectivas experiencias que se deriven de esta relacin.
En la historia de la humanidad, han existido distintas formas de concebir la idea del perfeccionamiento y la bsqueda de la felicidad, expresado en el cambio cualitativo, por un lado, en sus relaciones con los dems y por otro, desde la perspectiva del crecimiento espiritual personal. As, desde el helenismo, el budismo, el cristianismo, el islamismo, el renacimiento y la denominada modernidad, han significado para la historia humana, distintos niveles y formas de interpretar la realidad social, las relaciones entre los hombres y su concepcin de lo trascendente.
En la sociedad de hoy, caracterizada por distintas crisis estructurales, econmicas, polticas, ideolgicas y humanas, se manifiesta directa o indirectamenta, la prdida de una de las aspiraciones histricas entre los hombres: la bsqueda de la felicidad.
Por el contrario, el conjunto de las crisis han estimulado en la sociedad moderna, el pesimismo, la decadencia de valores, la atraccin por lo efmero, el consumismo y la posesin material, el individualismo, el hedonismo y la ausencia de sentimientos de solidaridad y fraternidad. La sociedad actual nos muestra que el inters del individuo apunta al goce inmediato, al usufructo de lo material como camino de la satisfaccin espiritual y a las relaciones sociales basadas en la vanidad, la arrogancia, la prepotencia del poder y de la abundancia, precipitando al hombre moderno hacia una constante deshumanizacin.
En este contexto, la transformacin interna del Aprendiz Masn, a travs del pulimento simblico de la piedra bruta, debe crear en su conciencia, la necesidad de superar las condiciones de arrastre de su materialidad pasada y actual, producto de la vida profana. El trabajo de transformacin de la piedra bruta, significa simultneamente para el aprendiz, la transformacin de s mismo en su condicin de masn. Simblicamente muere para nacer a una nueva vida. He ah su fortaleza moral, en el descubrimiento de su unidad y esencia interna, en la conciencia de su propio ser y la estimulacin de sentimientos nobles, lo cual implica un doble proceso psquico, en permanente equilibrio:
Por un lado, la capacidad intelectual de razonar, de aprender de la experiencia, de reflexionar en torno a ella e interpretarla, en miras a establecer las formas de interaccin entre la conciencia y lo externo a ella. Por otro, el conocimiento intuitivo, emocional, en otras palabras, el volcamiento al interior de la conciencia. Esta consiste en la faceta espiritual del pensamiento humano, que facilita acceder a un conocimiento superior, a travs de tres etapas, segn el filsofo austriaco Rudolf Steiner, en su "Filosofa de la Libertad", a saber: la preparacin, que desarrolla el sentido interior; la iluminacin que hace brotar la luz espiritual; y la iniciacin, que establece el contacto con las altas realidades del espritu.
Sin embargo, para acceder a un conocimiento espiritual o superior, el aprendiz deber asimilar y experimentar en su conciencia, el sentimiento de la enseanza simblica del pulimento de la piedra bruta, es decir, la devocin, la vida interior y la calma interior. Slo de esta forma llegan a
aflorar en la conciencia del aprendiz, los valores de fraternidad, de caridad y de tolerancia, los cuales nos har ms dignos de nuestra condicin de masones.
Por ltimo, mientras ms nos acerquemos a nuestro ideal de perfeccin, seremos ms humanos y, paulatinamente, iluminndonos con la luz de nuestros hermanos para desbastar con certeros golpes la piedra bruta, algn da seremos piedras cbicas, trascendiendo a planos superiores, para satisfaccin de nuestros propios retos, para beneficio de la humanidad y para la gloria de la augusta institucin Masnica, como escultores de nuestros propios templos y destinos. EL BUCLE DE LA PIEDRA BRUTA. MASONERIA MIXTA La construccin, tanto en lo operativo como en lo especulativo, es un proceso que requiere un orden, una sucesin de pasos, una evolucin progresiva.
Es por ello fundamental para el aprendiz masn ser consciente de que su aportacin al edificio social es an una meta a largo plazo, una meta a la cual no podr aspirar hasta que no haya concluido un profundo periodo de aprendizaje y silencio.
La edificacin no puede llevarse a cabo sobre una base inestable, sobre un soporte que ponga en peligro el equilibrio del templo. Los cimientos deben ser fijados con firmeza, empleando para ello materiales capaces de soportar el peso del conjunto, capaces de elevar el plano a una tercera dimensin.
Los materiales no siempre son vlidos; hay piedras demasiado daadas por la erosin, hay piedras demasiado grandes y demasiado pequeas, hay piedras punzantes que pueden daar a los obreros y ralentizar la construccin del templo.
Por ello, para asegurar el desarrollo de los trabajos, todos los materiales han de pasar una serie de aplomaciones, una serie de pruebas que demuestren su validez, su resistencia, su perfectibilidad.
El resultado de las aplomaciones, con su carcter democrtico, es decisivo a la hora de seleccionar o descartar una piedra. Sin embargo, el hecho de que un material haya sido aceptado no implica que est listo para la construccin del templo; al contrario, todo el material que se obtiene de la tierra est lleno de impurezas, su apariencia es geomtricamente irregular, tosca, imperfecta.
Esto no debe preocupar al obrero a la hora de trabajar con la materia prima; l es capaz de convertir los metales en oro, de domesticar a las bestias, de volver perfecto todo aquello que en un principio no lo sea por su naturaleza. Solo necesita esfuerzo y perseverancia. Solo necesita sus tiles de trabajo.
El constructor es capaz de transmutar los elementos con sus manos. Es un mago, un alquimista; l conoce los secretos del Arte, domina la tcnica, comprende las matemticas.
El constructor ha sido iluminado por la razn, ha sido instruido para el correcto uso de las herramientas.
La piedra bruta, por tanto, es un elemento de gran importancia para los masones, pues solo a partir de ella y del trabajo constante sobre cada una de sus asperezas podr llegar a realizarse el ideal consensuado de una comunidad heterognea.
Cuando de repente alguien te reconoce como maestro resulta que, paradjicamente, t sigues empuando un cincel. Y es entonces cuando vuelves a guardar silencio, cuando comprendes que un ttulo no es representativo si an hay imperfecciones que combatir.
El desarrollo masnico es un bucle infinito, es un trabajo en apariencia rutinario como el de Ssifo, y sin embargo no hay nada ms apasionante que el compromiso con uno mismo, con un trabajo libre y dinmico que va desde el medioda hasta la medianoche y trae como aliciente, al terminar la jornada, el salario de la paz mental.
LA PIEDRA BRUTA
Una de las principales simbologas de la mas.: radica en el ideal de perfeccionamiento delhombre mediante las enseanzas y la filosofa masnica como forma de intervenir en elmejoramiento de la sociedad donde l se desempea e integra.Nada mejor para un masn (del ingls: albail constructor) que la alegora de una PIEDRA BRUTApara identificar al hombre con todos sus defectos e imperfecciones. Recordando las pocas quelos masones realizaban actividades propias de su nombre (es decir cuando era una masoneraoperativa), una piedra recin extrada de la cantera, generalmente llena de aristas, eraimpropia para ser utilizada de inmediato en una construccin y deba ser emparejada y llevadaa una forma cbica, trabajo que cumplan los aprendices de la obra.Atento a este trabajo arduo, los obreros eran provedos de un cincel y un mazo para comenzar adesbastar la piedra, sirvindose posteriormente de una escuadra para ir controlando laperfeccin del formato.De la misma manera, entonces, el masn actual (ya en una etapa especulativa, no operativa),ha tomado esta alegora para identificar la tarea permanente que debemos tener en reconocerque somos los hombres piedras brutas con imperfecciones como las son el egosmo, la envidia,la especulacin, la maledicencia, la carencia
de valores, etc.Es trabajo del masn, ir reconociendo y retirando esas imperfecciones de su vida, utilizandolas herramientas que le provee la masonera. El cincel ser la intuicin y el mazo la voluntad.(Ver plancha sobre Usando el mazo y el cincel). Ambas herramientas, necesitan,indudablemente, la aplicacin de la razn, del raciocinio, de la inteligencia, para saber culesson y cmo minimizar o hacer desaparecer esas imperfecciones con que venimos adornados los hombres a la vida en sociedad.El trabajo de desbastar la piedra es total y enteramente personalizado. Con la ayuda de losconocimientos, de las ideas, de los fundamentos filosficos que la masonera nos entrega, sernuestra decisin, nuestro empuje, nuestro compromiso, nuestro entusiasmo, lo que nos hagadesarrollar esta tarea lenta pero permanente de ir mejorndonos.La masonera nos est diciendo que la sociedad toda es un gran edificio a construir entre loshombres y que si somos piedras imperfectas nunca llegaremos a formar parte conveniente yajustada de una de sus paredes. Por supuesto, y antes que nada, tambin la masonera nos estdiciendo que debemos construir los pilares y paredes firmes para nuestro propio edificiopersonal, para nuestro templo interior donde reside nuestra personalidad.Pronto comprenderemos los beneficios de haber desbastado o retirado determinadaimperfeccin de nosotros. Eso nos dar nimos para obrar en la sociedad que nos rodea (desdenuestra familia en primer trmino) y ayudar o influir para que otros (an en la vida profana)sigan la misma idea de perfeccionarse y ajustar, lo mejor posible, cuando alguien nos necesitepara erigir el gran edificio de la sociedad.Se adjunta para lectura: Plancha Usando el mazo y el cincel.
Trazando una planchaUsando el mazo y el cincel.No existe resultado sin que medie un esfuerzo. As, los masones no podemos pretender llegara pulir la piedra bruta sino despus de un tedioso proceso donde la parte principal sea elesfuerzo.Pero no debemos considerar al esfuerzo como nico ingrediente en la tarea demanejar el mazo con que golpearemos el cincel, desbastando la piedraRecuerdo haber ledo que en cierta oportunidad un alumno le pregunt al famoso pintory escultor Miguel Angel, con relacin a una impresionante escultura: Maestro cmo hace para lograr una obra de arte de un trozo de mrmol? Muy simple, hijo. Le quito lo que le sobra respondi el artista-Hay, detrs de todo esto, grandes enseanzas. Una obra terminada requiere mucho msque el esfuerzo de golpear y golpear la piedra. Si no tenemos en la mente una idea previa yclara de adnde queremos llegar y qu buscamos en definitiva, el esfuerzo podra resultarnosintil o acaso mal dirigido, llevndonos a un resultado que no es el que precisamentedesebamos. Y he aqu que cuando la obra est culminada, ya no habr forma de volver atrspara corregir errores y slo tendremos una obra defectuosa.Recuerdo que mi abuelo Pedro, que tena como hobby la carpintera, siempre insista:
Cuando trates la madera, hazlo con la herramienta adecuada. No golpees con un formn. Paraeso tienes el martillo. Tampoco te apresures a usar el formn; despus que hayas sacado untrozo a la madera, ya no se puede pegar Piensa dos veces qu cosa vas a hacer Hoy da, cuando recin comienzo a desbastar la piedra bruta, pienso en estas cosas y veoque no es fcil la tarea. Puedo llegar ms rpido al final. Pero si me apresuro llegar aconcretar la real obra que quiero?En la simbologa masnica el mazo y el cincel suplantan el martillo y el formn de miabuelo y comienzo a ver detrs de estas herramientas el gran complejo de las capacidades delhombre. Capacidades que, aplicadas al trabajo, dosifican el esfuerzo para hacerlo productivo.Como en el caso de Miguel Angel, para que el resultado de desbastar la piedra brutallegue a convertirse en algo armnico, bello y casi perfecto, la fuerza aplicada sobre el mazodebe tener, ms que nada, una intencin. Una intencin guiada por la voluntad, afirmada por elcarcter, pautada por la imaginacin, alimentada por la pasin, sustentada por la tenacidad,conduciendo la fuerza una y otra vez con esmero, armona y equilibrio.Y toda absolutamente toda la tarea, vigilando la precisin del golpe sobre el cincel, lafortaleza de la mano izquierda sostenindolo y llevndolo hacia el lugar preciso, pues de ellodepende la concentracin de la energa. Es aqu donde reitero mi conviccin de quedesbastar la piedra es harto difcil: todo lo antedicho slo para dar cada uno de losgolpes!Trato de aprender de esta simbologa. Estoy penetrando insensiblemente en un mundode aprendizaje donde cada smbolo, cada alegora, tiene mucho ms que ensearme que lo quesu forma o su representacin grfica supone. Debe ser como un libro que ledo en la niez, en laadolescencia y en la madurez, cada vez nos parece un libro nuevo, con diferentes enseanzassegn cada etapa en que lo leamos o segn el estado de nimo con que lo abordemos.Hoy da, por ejemplo, creo ver en el mazo el acto complejo de direccionar nuestravoluntad para cambiar las cosas. Por antonomasia, los hombres entendemos que es la fuerza laque debemos usar para cambiar situaciones. Ejemplos tenemos a cada paso de nuestra historiacomo sociedad. Por suerte, hay gente que tiene la facultad de comprender que tiene diferentestipos de fuerzas: una fuerza incontrolada o bruta que es la que primero aflora comoconsecuencia del fluir de la adrenalina a nuestro torrente sanguneo y cuando nuestra voluntaddispone ejecutar una accin.Hay otra fuerza controlada o digamos reflexiva que se aplica mediando unareflexin, pasando por una instancia de control de la intensidad, de la intencionalidad y de lasconsecuencias de usar esa fuerza.
El cincel , por su lado, si bien es la herramienta de que se vale el hacedor para dirigir lafuerza del mazo hacia un punto especfico, no tiene menos importancia que ste. No es unelemento pasivo. Ms bien lo veo como una herramienta de la parte intuitiva, creadora denuestro espritu, el que se sirve de la mano izquierda para llevarlo hacia el lugar exacto dondedescargar la fuerza el mazo.Aqu es donde ambas fuerzas se combinan, llegando juntas a actuar sobre la piedra.Podr ser una mano izquierda sosteniendo fuerte el cincel con una mano derecha
descargandoun golpe fuerte y seco. As tambin podr ser una mano izquierda sosteniendo apenas entre losdedos el cincel con una mano derecha accionando suave y delicadamente para que el cincelretoque pequeas asperezas o imperfecciones.
Llevado esto al plano de la realidad y no de la simbologa, creo que an antes de dar unsolo golpe, es decir, antes de tratar de cambiar algo en nosotros, necesitamos un celoso estudiointrospectivo. De otra manera, no tendramos idea de cul imperfeccin quitar o en qu sectorde la piedra comenzar a actuar. Todos los hombres son distintos. No puede haber un plano o unareceta para llegar al deseado final de la perfeccin; as que cada trabajo deber ser personal ydestinado a uno mismoSiguiendo el consejo que nos diera Miguel Angel hace cientos de aos, tengamos primerouna idea de la obra a la que queremos llegar.
Mantengmosla viva dentro de nuestraimaginacin y mediante nuestras capacidades creativas, vayamos seleccionado qu material esel que sobra y cun profundos, fuertes y precisos debern ser nuestros golpes para quitar loinnecesario a esa obra que se esconde all. Pero siempre cuidando al extremo, como lo hace unexperto tallador de diamantes: una faceta de ms o de menos y la joya brillar diferentecuando cuelgue en el pecho de su orgullosa dueaRen BorettoJulio 1999