Violencia Sexual Un Fenómeno Oculto en La Experticia Médico Legal

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VIOLENCIA SEXUAL

Rev Obstet Ginecol Venez 2008;68(4):233-239

Violencia sexual. Un fenmeno oculto en la experticia mdico legal


Drs. Alexa Nez, Yaizut Tortolero, Aron Verschuur, Marbella Camacaro, Solangela Mendoza
Medicatura Forense del Estado Aragua

RESUMEN Objetivo: Establecer un perfil socio-epidemiolgico, a travs del formato de la experticia mdico legal, de los casos de violencia sexual. Mtodos: Investigacin documental: exploratoria, descriptiva, proyectiva y transversal. Poblacin y muestra: la totalidad de vctimas que asistieron durante 2004, conformada por 487 vctimas. Ambiente: Medicatura Forense del Estado Aragua. 2004. Resultados: El gnero femenino represent 82,17 % del total de casos. La mayor incidencia fue de adolescentes (12- 18 aos) con 43,74 %; escolares (7- 11 aos) con 22,80 % y preescolares (3- 6 aos) con 17,25 %, representando un total de 83,79 %. En 43,18 % el delito ocurre en el hogar de la vctima; 15,90 % en casa de familiar o conocido y otro 15,90 % en lugares como ancianatos y guarderas. El 23,95 % de los agresores fueron vecinos, 15,63 % padrastros, 9,9 % tos, 8,85 % novios, 6,8 % padres, otros nexos familiares y de personas muy cercanas a la vctima. El 80 % del personal mdico-forense no reporta examen fsico de las vctimas y centra su atencin, en los casos de violencia sexual, en los genitales. Slo al 2,46 % de las vctimas, les fue solicitado por parte del mdico/a forense una evaluacin psiquitrica. Conclusiones: Las vctimas ms afectadas fueron del gnero femenino por ocupar culturalmente una posicin vulnerable en una sociedad patriarcal, el mayor grupo de vctimas fueron menores de edad, incluso vctimas menores de un ao de edad, colocando al Estado Aragua en situacin de alarma, al ser la poblacin infantil la ms vulnerable y afectada y en quienes la violencia sexual puede dejar secuelas psiquitricas, fsicas, emocionales y sociales devastadoras. Palabras clave: Violencia sexual. Abuso sexual. Abuso infantil. Violencia de gnero. SUMMARY Objective: To establish a partner-epidemic profile, through the Medical legal expertise form, of sexual violence cases. Methods: Documental Investigation: exploratory, descriptive, projective and traverse. Population and Sample: The totality of the victims were attended at during 2004. It was conformed by 487 victims. Setting: Forensic Department in Aragua State, 2004 Results: The female gender represented 82.17 % of the total of cases. The highest incidence belonged to teenagers (12-18 years) with 43.74 %; school (7-11 years) with 22.80, and pre-school (3-6 years) with 17.25 %, representing a total of 83.79 %. 43.18 % of crimes happen in the victims home; 15.90 % at relatives home or well-known people (friends), and another 15.90 % in places like old peoples home and children nurseries. 23.95 % of the aggressors were neighbours, 15.63 % stepfathers, 9.9 % uncles, 8.85 % boyfriends, 6.8 % parents, relatives and very close people to the victim. The 80 % of the medical-forensic personnel 80 % does not report the victims physical evaluation, and focuses its attention in cases of sexual violence in the genital organs. Just 2.46 % of the victims was requested a psychiatric evaluation by the physician/coroner (forensic surgeon). Conclusions: the most affected victims were females who culturally occupy a vulnerable position in a patriarchal society, the largest group of victims belonged to teenagers; even, victims under one year of age, placing the Aragua State in a dangerous situation, being the childrens population the most vulnerable and affected one and who sexual violence can leave psychiatric, physical, emotional and social devastating scars. Key words: Sexual violence, Sexual abuse. Childrens abuse. Gender violence.

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A. NEZ, ET AL INTRODUCCIN

La violencia sexual actualmente representa un problema de salud pblica y una violacin de los derechos humanos, pues tiene un gran impacto en la integridad fsica y psicosocial de las vctimas, con graves repercusiones para la salud de las mismas, tales como: importantes trastornos mentales, embarazos no deseados, infecciones de transmisin sexual, entre otras. La violencia sexual puede ser comparada con un gran tmpano de hielo en medio del ocano, donde la punta que se encuentra a simple vista, representa los casos que son reportados en las instituciones encargadas de los mismos y en los cuales estn basadas las estadsticas. La base de dicho iceberg, sumergida en la profundidad y, de un tamao mucho mayor, equivale a todas las vctimas de esta problemtica que, en silencio se consumen en la sociedad. La violencia sexual y especficamente el delito de violacin, no es un hecho que suceda por casualidad y de vez en cuando, es un acto de sometimiento a partir del poder que otorga, en este caso, el sexo, en forma violenta en las relaciones intergenricas y generacionales, ocurriendo en la mayora de los casos, contra las mujeres y nias/os, siendo estimulado, histricamente, por la cultura e invisibilizado por la misma. Debido a la preocupacin que esta realidad genera en todos los escenarios de la sociedad, tanto internacional como nacional, surge la necesidad de realizar la presente investigacin, siendo justificado este tema en estudio, tanto por su alta frecuencia (mucho mayor que la registrada) como por las consecuencias devastadoras, a corto y a largo plazo, que ocasiona en la vida sexual, afectiva, emocional de las vctimas. La violencia sexual reduce el poder personal y grupal en funcin de habilidades, capacidades, necesidades e intereses, impactando negativamente en la capacidad de las vctimas para evaluar sus opciones de vida y sus posibilidades de elegir, as como en la capacidad de tener control y poder sobre su propia vida y sus recursos. Esta lnea de investigacin se inscribe como uno de los debates prioritarios de la agenda, nacional e internacional, sobre la salud sexual y los derechos reproductivos de las mujeres. Venezuela ha firmado convenios internacionales vinculados con los derechos de las mujeres, entre ellos, podemos mencionar: Convencin para la eliminacin de todas las formas de discriminacin contra la mujer (1979)
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Declaracin sobre la eliminacin de la violencia contra la mujer (1993). Conferencia Internacional sobre Poblacin y Desarrollo Naciones Unidas (1994). Convencin interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. convencin de Belem do Par (1994). IV conferencia regional sobre la integracin de la mujer en el desarrollo econmico y social de Amrica Latina y el Caribe (1994). IV conferencia mundial sobre la mujer. Beijing (1995). Mujer 2000: equidad de gneros, desarrollo y paz para el siglo XXI. Dentro de los acuerdos nacionales que se han materializado para dar cumplimiento a los compromisos asumidos por el Estado Venezolano, encontramos: La ley de igualdad de oportunidades para la mujer (1993). La resolucin 1762 del Ministerio de Educacin (1996). La ley orgnica de proteccin integral del nio y el adolescente (1998). La Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela (1999). El anteproyecto de ley orgnica de salud (2002). Norma oficial para la atencin integral de la salud sexual y reproductiva (2003). Ley orgnica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia (2007). En los actuales momentos la violencia sexual connota un problema prioritario en la agenda de los derechos humanos, la Ley orgnica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia (1), en cuyo texto, en el artculo 15, apartado 6, la violencia sexual se define como: Toda conducta que amenace o vulnere el derecho de la mujer a decidir voluntaria y libremente su sexualidad, comprendiendo sta no slo el acto sexual, sino toda forma de contacto o acceso sexual, genital o no genital, tales como actos lascivos, actos lascivos violentos, acceso carnal violento o la violacin propiamente dicha. Es relevante mencionar que las Sociedades de Obstetricia y Ginecologa han asumido el compromiso de lograr que en cada unos de los pases se reconozca los derechos reproductivos como un derecho humano y se elimine cualquier forma de discriminacin contra la
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mujer, particularmente recomendando que las mujeres vctimas de violencia sexual deban manejarse como una urgencia mdica (2).

Cuadro 1 Sexo de las vctimas de violencia sexual. Medicatura Forense del Estado Aragua. 2004 Sexo de la vctima Femenino Masculino Total Casos 41 86 487 Porcentaje 82,17 17,82 100

El objetivo es: Establecer un perfil socioepidemiolgico, a travs del formato de la experticia mdico legal, de los casos de violencia sexual registrados en la Medicatura Forense del Estado Aragua durante el ao 2004.
MTODOS

Es una investigacin cuantitativa, documental y descriptiva en el cual el investigador no interviene en la manipulacin de las variables, observando los hechos directamente de la realidad. La poblacin y muestra tomada en este estudio fue la totalidad de 487 vctimas de violencia sexual que asistieron a la Medicatura Forense del Estado Aragua en el ao 2004. El criterio para la seleccin de esta institucin se bas en el hecho de que es la nica Medicatura Forense del Estado Aragua. Tcnicas de recoleccin de datos e instrumento: se utiliz el fichaje, el cual consiste en la revisin de fuentes secundarias. El instrumento utilizado fue la experticia mdico legal de la Medicatura Forense del Estado Aragua.
RESULTADOS

Cuadro 2 Grupos de edades de las vctimas de violencia sexual. Medicatura Forense del Estado Aragua. 2004 Grupos de edades < de 2 aos 3 - 6 aos 7 - 11 aos 12 - 19 aos 20 - 40 aos 41 - 60 aos > 60 aos Total Casos 13 84 111 213 57 6 3 487 Porcentaje 2,69 17,25 22,80 43,74 11,70 1,20 0,60 100

En el Cuadro 1 se aprecia que el gnero femenino es el ms afectado por la violencia sexual, abarcando un 82,17 % del total de casos, y el gnero masculino es representado por un 17,82 %. Se puede observar en el Cuadro 2 que los grupos de edades con mayor incidencia en las vctimas de violencia sexual son las comprendidas por los/ as adolescentes (12- 19 aos) con un 43,74 %, los escolares (7- 11 aos) con 22,80 % y los preescolares (3-6 aos) con 17,25 %, lo que representa en conjunto un total de 83,79 % de vctimas muy jvenes, siendo un resultado alarmante al tratarse de vctimas con edades muy vulnerables, quienes necesitan atencin, afecto y proteccin, y debido a sus edades no pueden distinguir la diferencia entre una relacin de cario y un acercamiento sexual no adecuado. Es relevante destacar que la mayor tendencia porcentual de las vctimas corresponde a nias, ya que el gnero femenino es el ms afectado por este fenmeno social. Es alarmante que de cada 100 vctimas de violencia sexual, 20 son menores de 6 aos, quienes ni siquiera pueden identificar lo que les ocurre y menos
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defenderse, contradiciendo lo que culturalmente se sustenta en relacin con que la violencia sexual ocurre porque el agresor es provocado por la vctima; evidenciar que los/as menores representan un significativo porcentaje de las vctimas, demuestra que este mito ha sustentado una razn para excusar al agresor, pues ningn nio o nia puede considerarse como incitante de este delito. En el Cuadro 3 se observa que el 43,18 % de los casos el delito ocurre dentro del hogar de la misma vctima; en 15,90 % ocurre en casa de un familiar o un conocido y otro 15,90 % en otros lugares como ancianatos y guarderas, lo que suma un 74,98 % evidencia la atrocidad del agresor que se aprovecha de los espacios seguros y de la vulnerabilidad de las vctimas menores. Los datos referidos en este cuadro coinciden con muchos estudios a nivel internacional y adems desmitifican la creencia cultural de que los hechos de violencia sexual ocurren en lugares extraos, calles oscuras, parques solos, viviendas abandonadas. La realidad es que la violencia sexual
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A. NEZ, ET AL Cuadro 3 Lugar especfico del suceso Lugar del suceso Hogar Casa familiar o conocido Va pblica Hotel Otros lugares Total Casos 19 7 6 5 7 44 Porcentaje 43,18 15,90 13,63 11,36 15,90 100 Nexo Vecino Padrastro To Novio Padre Primo Amigo Cuado Abuelo Hermano Hermanastro Taxista Otros Interrogados Total Cuadro 4 Nexo del agresor con las vctimas de violencia sexual Casos 46 30 19 17 13 11 6 5 3 2 2 2 22 14 192 Porcentaje 23,95 15,63 9,90 8,85 6,80 5,73 3,13 2,60 1,60 1,00 1,00 1,00 11,45 7,30 100,00

es premeditada por parte de los agresores y ocurre la mayora de las veces en los sitios donde la vctima no est prevenida, es decir, en aquellos lugares que representan para ella seguridad y confianza, dndole ventaja a los agresores, quienes pueden actuar libremente, con mayor impunidad, porque adems de ser adultos, tenan el dominio del espacio. Se evidencia que en su mayora los agresores son personas cercanas a las vctimas (Cuadro 4), este dato en esta investigacin es alarmante debido a la vulnerabilidad de dichas vctimas que, como se observ en el Cuadro 2, son en un gran porcentaje nias/os y adolescentes, quienes se acostumbran a obedecer a sus padres y personas mayores ms cercanas, al respetarlos y confiar en ellas, corriendo as un mayor riesgo de formar parte de estas estadsticas. Es dramtico observar que 23,95 % de los agresores fueron vecinos, 15,63 % padrastros, 9,9 % tos, 8,85.% novios, 6,8 % padres, adems de diversos nexos familiares como primos, amigos, cuados, abuelos, hermanos, hermanastros, etc. por orden de frecuencia, aparte de otros nexos como padrinos, profesores, amigos, compaeros de clase, es decir, personas muy cercanas a la vctima. La alta incidencia de vecinos (23,95 %) como agresores de vctimas de violencia sexual reportados en esta investigacin se debe a que uno de los espacios ms inmediatos al hogar es el vecindario, es decir, los vecinos pues son con quienes se tienen una cercana geogrfica y social, de las que abusan asombrosamente, al hacerse confiable para las vctimas y su entorno. Asimismo, en el Cuadro 4 en anlisis es significativo el porcentaje de agresores que eran novios (8,85 %), mostrando el riesgo que corren las adolescentes y adultas jvenes que se relacionan con hombres capaces de violentarlas sexualmente, quienes nos estn advertidas para reconocer los signos de peligro de las relaciones con este tipo de agresores.
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El Cuadro 5 refiere un 80 % de casos no reportados por parte de quienes son responsables de la validez de la experticia mdico-legal, dato muy preocupante, pues el examen fsico de las vctimas sugiere el estado de salud fsica de las mismas, adems de ser la base mdico-legal para la tipificacin de los delitos contra las personas, puede servir tambin para reunir evidencia mdico-legal determinante para la resolucin criminalstica, as como aporta datos necesarios para los perfiles socio-epidemiolgicos y/o investigaciones en el rea.
Cuadro 5 Examen fsico de las vctimas de violencia sexual Examen fsico Reportados No reportados Total Casos 97 390 487 Porcentaje 20 80 100

Del total de las vctimas de violencia sexual solo al 2,46 % de las mismas, les fue solicitado por parte del mdico/a forense una evaluacin psiquitrica (Cuadro 6). Dicha evaluacin debe ser realizada por especialistas que se desempean en el Servicio de Psiquiatra Forense del Cuerpo de
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VIOLENCIA SEXUAL Cuadro 6 Solicitud de estudio psiquitrico forense para las vctimas de violencia sexual Solicitudes Realizadas No realizadas Total Casos 12 475 487 Porcentaje 2,46 97,53 100,00

Investigacin Cientfica Penales y Criminalsticas (CICPC) ubicado en Caracas o en Los Teques, para la validez mdicolegal del examen. El hecho de que este servicio se encuentre fuera del Estado Aragua, explica en parte, la escasa solicitud de la evaluacin psiquitrica de las vctimas, porque ellas, deben trasladarse por sus propios medios a las instituciones antes mencionadas.
DISCUSIN

Los mdicos forenses reservan la solicitud de este examen slo a quienes ellos consideren ameritarlo y de acuerdo a la gravedad del suceso. Sin embargo, la evaluacin psiquitrica y psicolgica deben realizarse en toda vctima de violencia sexual, ya que todo delito incluido en esta categora puede generar una situacin de crisis inmediata o tarda capaz de romper el equilibrio entre la capacidad interna de adaptacin y el entorno de la vctima, dando como consecuencia un deterioro importante en su calidad de vida. El anlisis de los datos demuestra, una falta de responsabilidad por parte del Estado, porque siendo hoy en da a nivel nacional y mundial decretada la violencia intrafamiliar y sexual un problema de salud pblica, cmo se puede justificar que en el Estado Aragua no exista una dependencia con el profesional psiquiatra o psiclogo adscrito al CICPC autorizado para asistir a las vctimas de violencia sexual. Esta negligencia por parte del Estado, es tan grave que, en estudios realizados en otros pases en relacin a las situaciones que por parte de las instituciones y del Estado desfavorecen la recuperacin fsica y emocional de las vctimas, son categorizadas: segunda violacin. El hecho que en esta investigacin el gnero femenino ocupe el primer lugar de las vctimas coincide con las estadsticas mencionadas en investigaciones realizadas en pases latinoamericanos, por ejemplo el informe especial del Banco Interamericano de Desarrollo 2002 seala que: en
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Mxico el 70 % de las mujeres aseguraron sufrir violencia por parte de su pareja, en Per el 70 % de los delitos denunciados a la polica estn relacionados con casos de mujeres golpeadas por sus maridos, en Colombia ms del 20 % de las mujeres han sido vctimas de abuso fsico y 10 % vctimas de abusos sexuales, y en Nicaragua el 32,8 % de las mujeres entre 14 y 49 aos son vctimas de violencia fsica severa, el 45 % sufre amenazas, insultos o destruccin de sus bienes personales (4). Se puede aseverar que la violacin es un producto inmediato de la instauracin de una sociedad basada en la dominacin de un sexo sobre otro, y apoyada en la consiguiente ideologa que hace de uno de ellos el inferior, dependiente y subsidiario, destinado al servicio y al buen placer del dominador. Repartidos as los roles entre la mujer y el hombre en el patriarcado, la violencia no es ms que la prueba extrema del supuesto derecho del hombre-superior sobre la mujer- inferior, la manera por excelencia de probar y afirmar este derecho: la apropiacin violenta del cuerpo femenino (5). La demostracin de que el grupo ms vulnerable son menores de edad concuerda con lo publicado por la OPS /OMS, cuyo boletn refiere que hasta el 36 % de las nias y el 29 % de los nios han sufrido abusos sexuales y al menos 1 de cada 5 mujeres a nivel mundial ha sufrido abusos fsicos o sexuales en algn momento de su vida (6). Coincidiendo tambin con datos de investigaciones de validez internacional, as, en un trabajo realizado en Rosario, Argentina, predominaba la incidencia de violaciones en los grupos de edades de 7 a 14 y de 15 a 19 aos con 45 y 37 % respectivamente. En Costa Rica, se tiene que 39,6 % de las violaciones ocurren en vctimas que tienen entre 9 y 15 aos de edad. En Colombia, el grupo de mayor incidencia para ser vctima de violacin, en ambos sexos, es de 6 a 15 aos con 69 % y en Brasil, se registr 70 % de los casos de violacin en adolescentes de 14 a 18 aos. Asimismo, en Espaa se estima que la poblacin de mayor riesgo es la que se encuentra entre los 10 y los 29 aos de edad (7). Por ser la violencia sexual una expresin de poder que ejerce el ms fuerte sobre el ms dbil, y siendo el hombre al que se le ha otorgado culturalmente esta posicin de poder, no es extrao observar que la mayora de las vctimas de este tipo de delito sean nias, nios, adolescentes y mujeres, quienes lamentablemente ocupan la posicin ms vulnerable en la estructura social. Con relacin a las graves consecuencias por grupos de edades que acarrea la violencia sexual, se suelen producir distintos sntomas dependiendo
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de la etapa de desarrollo en la que se encuentra el menor. Por ejemplo, los nios de preescolar suelen tener pesadillas, trastorno por estrs postraumtico, lesiones fsicas y comportamientos sexuales inapropiados. Los nios en edad escolar, por su parte, suelen presentar efectos como miedo, enfermedades mentales, agresiones, pesadillas, problemas escolares, hiperactividad y regresin (8). Asimismo, las nias y adolescentes con antecedentes de abuso tienen una gran vulnerabilidad sexual que las lleva a tener embarazos no deseados o enfermedades de transmisin sexual/virus de inmunodeficiencia humana (VIH/SIDA) (9). En relacin a que los actos de violencia sexual suceden en los lugares que se suponen son de mayor seguridad para las vctimas porque en su mayora son conocidos, quienes estudian la problemtica expresan que en realidad, la violencia no se limita a las grandes avenidas y los parques solitarios, los callejones oscuros y el transporte pblico. Para muchas personas el lugar ms inseguro es su propia casa. No es que la violencia se genere en el exterior y alcance los hogares; tampoco es que la casa sea un espacio ms donde aquella se presente. Las palabras no siempre logran expresar esta realidad: dentro de la familia la violencia se vive. No se trata de un hecho aislado, ni de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. La violencia familiar es cclica, progresiva y en muchos de los casos mortal (10). Los resultados obtenidos sobre el nexo de la vctima con el agresor coinciden con otras investigaciones, cuando indica que: ms del 70 % de los casos de abuso sexual son perpetrados por personas pertenecientes al entorno familiar de los jvenes o gente de extrema confianza que participan en la educacin, formacin o cuidado de los/as mismos/as (11). Estos datos rompen el mito de creer que los violadores son extraos, enfermos sexuales, sicpatas, sdicos, cuando en realidad la mayora de ellos, son gente que se desenvuelve normalmente dentro del entorno familiar de las vctimas (12). Otro dato importante que dio este trabajo es el de la violencia por parte del novio, al respecto, merece mencionar que: el perodo del noviazgo, en especial en parejas jvenes, es el centro de la reflexin necesaria por lo desasistida que est, social y legalmente, su consideracin, advirtiendo sobre la consideracin de las relaciones de noviazgo como uno de los momentos clave para apuntalar tareas de prevencin (13). El anlisis sobre el nexo de la vctima con el agresor debe contextualizarse con otros resultados obtenidos en este trabajo, as, es importante recordar los datos del
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Cuadro 3 referente al lugar donde sucedi la violencia sexual, el cual report que la mayor incidencia se encuentra representada por lugares conocidos (hogar de la vctima, casas de familiares, vecinos, conocidos), lo cual demuestra el desborde de la violencia en el mbito familiar que no se justifica pero puede corresponderse al sitio seguro que constituye el hogar para actuar de manera inadmisible por la probabilidad de privacidad e impunidad que representa; expresando una vez ms que la violencia sexual es un fenmeno naturalizado en la convivencia cotidiana, que es premeditada y planificada por parte del agresor, representando en esta investigacin un dantesco escenario porque adems de que los agresores son conocidos cercanos, se perpetra en lugares familiares y en su mayora en vctimas menores de edad. En relacin al examen fsico de las vctimas de violencia sexual es relevante traer a este anlisis otros estudios que sealan que el personal mdicoforense no da importancia al examen fsico y centra su atencin, en los casos de violencia sexual, en los genitales, lo que coincide con lo que muchos/as autores/as denominan la doble victimizacin, que en este caso sera la doble violacin de la vctima al tratarse de violencia sexual especficamente. Al slo evaluarse su rea genital, sin prestar atencin a su cuerpo y su psiquis, es ser tratada como objeto sexual y no como persona. Cuando se deja de percibir como humana a la vctima, se la priva de su identidad bsica, deja de ser independiente, diferenciada, capaz de elegir, con derechos y vida propia... Es como si se excluyera de la especie humana y se la redujera a una categora degradada. Se la convierte en vctima no por lo que le hicieron, sino por su pertenencia a esa categora susceptible de recibir maltrato autorizado (14).
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

La violencia sexual es un problema de salud pblica en la cual las vctimas ms afectadas fueron del gnero femenino por ocupar culturalmente una posicin vulnerable en medio de una sociedad patriarcal, llamando profundamente la atencin en este trabajo que las vctimas fueron adolescentes, escolares y preescolares, encontrndose incluso casos de denuncia en los cuales la vctima fue menor de un ao de edad, lo cual coloca al Estado Aragua en una situacin de alarma, al ser la poblacin infantil la ms vulnerable y afectada y en quienes la violencia sexual puede dejar secuelas psiquitricas, fsicas, emocionales y sociales devastadoras.
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Dado los resultados es vlido proponer las siguientes recomendaciones:

- Capacitacin y sensibilizacin del personal mdico que labora en la medicatura, en cuanto a la violencia sexual, maltrato y abuso infantil y violencia domstica, con una perspectiva de gnero, para mejorar la atencin a las vctimas de estos tipos de delitos. - Sugerir la apertura de una consulta psiquitrica dentro del Estado Aragua con psiquiatras y psiclogos expertos en la atencin de las vctimas de violencia sexual y otros tipos de violencia. - Adiestrar personal que incluya agentes comunitarios, lderes sociales, miembros/as de las fuerzas policiales, mdicos/as, legistas, personal del sector salud, educacin y de los medios de comunicacin social (15). - Plantear la realizacin de un protocolo de atencin para las vctimas de violencia sexual dentro de la Medicatura Forense, utilizndose como base la Norma oficial para la atencin integral en salud sexual y reproductiva (16) para as unificar criterios y minimizar el riesgo a incumplir algunas actuaciones mdicas indispensables. - Luchar por la reforma del marco jurdico venezolano, que permita la proteccin de las personas ms vulnerables de la sociedad, basado en una visin de equidad de gnero, donde se respeten los derechos humanos, sexuales y reproductivos, especialmente de mujeres, nias, nios y adolescentes.
REFERENCIAS 1. Ley Orgnica sobre el Derecho de las mujeres a una vida libre de violencia. 2007.

2. Zapata L. Repercusiones de la violencia basada en el gnero sobre el embarazo. Rev Obstet Ginecol Venez. 2006;66:21-28. 3. Stracuzzi S, Pestana F. Metodologa de la investigacin cuantitativa. Editorial de la Universidad Pedaggica Experimental Libertador. Caracas, Venezuela. 2003:80. 4. Informe Especial del Banco Interamericano de Desarrollo. 2002. 5. Comesaa G. Mujer, poder y violencia. Maracaibo: Editorial de la Universidad del Zulia; 1991:126. 6. Organizacin Panamericana de la Salud/ Organizacin Mundial de la Salud. Repercusin de la Violencia en la Salud de las Poblaciones Americanas. Washington D.C. 2003. 7. Lencioni L J. Los delitos sexuales. Mxico: Editorial Trillas Mxico D.F; 2002:44. 8. Marshall W. Agresores sexuales. Estudios sobre violencia. Barcelona: Editorial Ariel; 2001:24. 9. Zapata L. II Taller Latinoamericano de DSR. Rev Obstet Ginecol Venez. 2006:218,224,240. 10. Torres M. La violencia en casa. Buenos Aires: Editorial Paids; 2001:17. 11. Ferreira G. La mujer maltratada. Buenos Aires: Editorial Sudamericana. Aires. 1989:236. 12. Camacaro M, Gonzlez M. Violacin. Arrancndole ecos al silencio. Rev FACES. Universidad de Carabobo. 1991:79-94. 13. lvarez O. La violencia en el noviazgo la invisibilidad del inicio del abuso emocional en la pareja. Rev Venez Estudio de la mujer. 2002;7:95-116. 14. Ferreira G. Hombre violentos mujeres maltratadas. Buenos Aires: Editorial Sudamericana. 1992:195. 15. Taller de violencia de gnero para el Per y Regin andina. Rev Obstet Ginecol Venez. 2003;63:165-168. 16. Norma Oficial para la Atencin Integral en Salud Sexual y Reproductiva. Ministerio de Salud y Desarrollo Social. Repblica Bolivariana de Venezuela. 2003.

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