Sutra de Angulimala
Sutra de Angulimala
Sutra de Angulimala
Historia de Angulimala.
Del Sutra del Sabio y el Necio
Trad. UPASAKA LOSANG GYATSO.
Historia de Angulimala1.
Esto o una vez: El Iluminado estaba residiendo en la ciudad de Sravasti, en
el monasterio de Jetavana, en el parque de Anathapindika. En ese tiempo,
el Rey Prasenajit tena un ministro que perteneca a la casta ms alta, y que
era muy sabio, inteligente, y extremadamente rico.
Cuando su esposa se qued encinta, y hubieron pasado los meses, naci un
hijo que era incomparablemente hermoso, lindo, y fsicamente perfecto.
Fue llamado un adivino, y cuando examin al nio, con un semblante
sonriente dijo: Este nio est perfectamente dotado con los signos de la
virtud. Ser sabio e inteligente, y sobresaldr por encima de los dems.
Cuando el padre le pregunt al adivino sobre qu nombre ponerle, este le
pregunt si haba sucedido algn hecho inusual durante el nacimiento del
nio. Se le dijo, que aunque la madre era de naturaleza amable, tan pronto
como el nio entr en su vientre, ella se volvi incluso ms amable si cabe.
Ella se regocijaba cuando oa hablar de las virtudes de los dems, y llegaba
a sentirse infeliz cuando escuchaba algo referente a las faltas o maldad de
otros; y ella tena una gran compasin para con los vagabundos indigentes.
El adivino dijo: El nombre del nio tiene que ser el de uno que practique
la virtud. Su nombre ser Angulimala.
Cuando el chico creci, era extraordinariamente fuerte, tan fuerte como un
gran elefante, y poda vencer a mil personas. Poda saltar hacia el cielo tan
alto como vuelan los pjaros; y poda correr tan rpido como un caballo.
Era muy amado por sus padres. En aquel tiempo, haba en el pas un
Brahmn que era docto en las ciencias, y que tena quinientos pupilos que
estudiaban con l. El ministro coloc a su hijo con este Brahmn, y
Angulimala fue capaz de aprender en un solo da lo que los otros
estudiantes aprendan en un ao. El Brahmn alababa a ese chico,
constantemente le mantena a su lado, y lo honraba ms que a ningn otro
de sus estudiantes. La esposa del Brahmn, viendo que era ms hermoso e
inteligente que los dems, se enamor de l; pero como el joven siempre
estaba con el Brahmn, no tena oportunidad de hablar con l.
1
Collar de Dedos.
En aquel tiempo, toda la gente del pas estaba paralizada por el terror
cuando escuchaban el nombre de Angulimala. Las mujeres preadas, e
incluso los animales, con tan solo escuchar el nombre, eran incapaces de
parir debido a su miedo. Cuando una hembra de elefante no poda parir a su
retoo, el Buda le dijo a Angulimala: Angulimala, ve a la madre elefante,
y hblale estas palabras de verdad: No nacido desde el mismo comienzo,
yo no he matado a ningn hombre.
Angulimala objet: Pero Seor, Cmo puedo decir tal cosa, puesto que
yo indudablemente he matado a mucha gente?
El Buda replic: Angulimala, t has nacido de nuevo en el Dharma de los
Santos, y puedes decir eso.
Acto seguido, el monje Angulimala se visti las ropas religiosas, fue a
donde estaba la hembra de elefante, y le dijo lo que el Seor le haba dicho
que dijera.
Entretanto, el Rey Prasenajit y su ejrcito estaban buscando a Angulimala;
y haban llegado al parque de Anathapindika. Al escuchar a un monje bajito
y feo recitando las escrituras en el monasterio con una voz dulce y
melodiosa, el ejrcito se par a escuchar, e incluso los caballos y los
elefantes se pararon, y levantaron sus orejas.
El rey estaba atnito, y pregunt: Por qu han parado los caballos y los
elefantes?
Su squito le contest: Porque el ejrcito, los caballos, y los elefantes
estn disfrutando al escuchar la Buena Palabra.
El rey dijo: Si incluso los animales sienten placer al escuchar el Dharma,
Por qu los humanos no sienten deleite en ello tambin?
Entonces el rey entr en el parque, desmot de su elefante, pos a un lado
sus armas, y fue ante el Buda. El postro su cabeza, junt las palmas de sus
manos, y dijo: Seor, Quin es ese monje con esa voz tan dulce? Yo le
har a l una ofrenda de cuatrocientas monedas de oro.
El Buda dijo: Su Majestad, haga la ofrenda primero, y entonces yo le dir
quien es; porque si usted se lo encuentra primero, no le dar ni una sola
moneda.
Cuando el rey hizo la ofrenda, el monje fue trado; y el rey, viendo como
era de bajito y de feo, indudablemente se arrepinti de haber dado el
dinero. El rey se arrodill ante el Buda, y dijo: Seor, el cuerpo de este
monje es muy bajo, y l es extremadamente feo. Por qu razn, motivado
por qu buenas acciones en el pasado, ha llegado a tener una voz tan
bonita?
El Buda dijo: Escuche atentamente, Su Majestad, gurdelo bien en su
mente, y yo se lo explicar. En un pasado muy lejano, cuando el Buda
Kashyapa haba venido al mundo a ayudar a los seres, y haba pasado al
Paranirvana; haba un rey llamado Kalibsi, que reuni las reliquias del
Buda. Como la estupa para albergarlas an estaba siendo construida,
cuatro reyes nagas vinieron al rey bajo la forma de hombres, y dijeron:Su
Majestad, la estupa para las reliquias del Buda no debera de ser
construida con tierra, sino con joyas.
El rey replic: Pero yo voy a construir una estupa de veinte yojanas de
alto, con la forma de un cuadrado que se extender cinco yojanas en cada
direccin. Cmo puedo construir con joyas una estupa de semejante
tamao? No, tendr que ser hecha de tierra.
Los cuatro hombres dijeron: Nosotros somos cuatro reyes nagas. Si tu
das tu consentimiento para construir la estupa con joyas, nosotros
aportaremos las joyas.
Al or esto, el rey se alegr grandemente, y dijo: Oh, Reyes Nagas! Si
vosotros dais las joyas, indudablemente ser algo excelente.
Los Reyes Nagas dijeron: En las afueras de la ciudad, encontrars cuatro
grandes manantiales, cada uno de ellos corre en una de las cuatro
direcciones. Si t sacas agua del manantial del Este, y haces ladrillos, los
ladrillos se volvern de azul lapislzuli. Si haces los ladrillos con el agua
del manantial del Sur, se volvern de oro. Del manantial del Oeste, de
plata; y del manantial del Norte, de cristal.
El rey crey esto, y entonces nombr a cuatro supervisores, uno para cada
una de las direcciones; y se comenz a trabajar en la estupa. Tres de los
supervisores trabajaban bien, y completaron el trabajo; pero el cuarto era
perezoso, y no lo hizo. Cuando el rey fue a inspeccionar la estupa, y
encontr el trabajo inconcluso, le dijo al supervisor perezoso: T no te
has esforzado, no has hecho tu trabajo; y sers castigado.
De acuerdo con las palabras del falso rishi, el rey prepar carne y
pescado; y cuando el verdadero rishi apareci, se lo ofreci. Esto
enfureci al rishi, y el rey, viendo su enfado, dijo: Pero gran rishi, Has
olvidado que cuando estuviste ayer aqu me dijiste que preparara esta
comida?
El rishi dijo: Yo no he estado ayer aqu; y t me ests insultando. Debido
a este insulto, Que puedas no comer ms que carne humana durante doce
aos! Y entonces se march.
Algn tiempo despus, el cocinero real, viendo que no haba carne para
que el rey comiera, fue a buscar algo, pero no encontr nada de carne. A
un lado del camino vio el cuerpo de un nio muerto, y pens: Esto
servir.
As que le cort la cabeza, manos, y pies; lav la carne restante, la sazon,
cocin, y sirvi al rey. El rey pens que era la carne ms deliciosa que
nunca haba probado; y le dijo al cocinero: Esta es la mejor carne que
has preparado nunca. Qu es? Aterrorizado, el cocinero se postr ante
l, y dijo: Su Majestad, si promete no castigarme, se lo dir
Cuando el rey le prometi que no habra castigo, el cocinero le cont lo
que haba ocurrido. El rey dijo: A pesar de todo, la carne estaba
excelente. En el futuro, preprame solo esa carne.
El cocinero protest: Pero Rey, esa carne era de un nio que ya estaba
muerto. Dnde encontrar yo esa carne? Entonces el rey le orden
raptar nios; y de acuerdo a las rdenes del rey, el cocinero raptaba nios
por la noche, los mataba, y se los serva al rey al da siguiente.
Pronto surgi en la ciudad una gran alarma y llanto debido a todos los
nios que estaban desapareciendo; y todos los ministros se reunieron en
consejo, y dispusieron vigilancia en los cruces de camino. Esta guardia
cogi al cocinero del rey raptando a un nio, y lo llevaron ante el rey,
diciendo: Su Majestad, muchos de nuestros hijos han estado
desapareciendo. Este es el hombre que los ha matado. Te pedimos que sea
castigado.
El rey permaneci en silencio. Cuando esto aconteci tres veces, y el rey
no haba dicho nada, los ministros le dijeron: Su Majestad, nosotros
hemos capturado al criminal y lo hemos trado ante ti; y an as no haces
nada. Cul es la razn de esto?
El rey les dijo: El hombre es inocente. Lo que estaba haciendo eran
rdenes mas.
Ante esto, los ministros se enfurecieron, y salieron para hacer consultas
entre ellos, diciendo: Este rey que ha comido a nuestros nios es un
monstruo. Apoyar a un rey que come carne humana no es correcto. Lo
correcto es eliminarle. Y todos estuvieron de acuerdo en que el rey deba
de ser castigado.
En las afueras de la ciudad haba un estanque de agua clara a donde el rey
iba todos los das a tomar un bao. Un da, mientras se estaba baando,
Los ministros dijeron: Si cae nieve negra sobre este pas, y si una
serpiente venenosa se enrolla en torno a tu cuerpo, te perdonaremos la
vida.
El rey, seguro de que sera matado, se enfureci, y dijo: Hace tiempo,
cuando yo renunci a las cosas del mundo, y me retir a las montaas,
vosotros me forzasteis a volver, y a ascender al trono. Por lo tanto, aqu yo
hago el voto de que si ahora vosotros me matis, yo, en mis vidas futuras,
os volver a encontrar, y entonces os matar.
Su Majestad, fue debido a este voto por lo que toda esta matanza se ha
producido. Angulimala fue ese rey, y la mucha gente que l mat eran
aquellos que en consejo se levantaron contra l. El los ha matado en cada
vida.
El rey cay de rodillas, junt sus manos, y dijo: Seor, puesto que
Angulimala ha matado a tanta gente, Tendr ahora retribucin?
El Buda dijo: Su Majestad, cuando se hace el mal, la retribucin es
inevitable. Incluso ahora, cuando Angulimala est sentado en su aposento,
los fuegos del infierno surgen de los cabellos de su cuerpo.
Entonces, para mostrar la retribucin por las malas acciones, el Buda le
dijo a un monje: Monje, coge la llave, abre la puerta de Angulimala un
momento, y mira dentro.
Cuando el monje hizo esto, la llave se fundi. El monje estaba aterrorizado,
y volvi a toda prisa a donde se encontraba el Buda, y cont lo que haba
sucedido. Entonces el Buda dijo a la gran asamblea: Esto es el fruto del
hacer el mal; y el rey y la asamblea creyeron.
Entonces el Venerable Ananda, le dijo al Buda: Seor, te pido que
expliques a la gran asamblea qu anteriores buenas acciones ha hecho el
monje Angulimala para poder nacer tan fuerte como un poderoso elefante,
tan rpido como un pjaro; y cmo ahora encontr al Seor, y ha sido
liberado de la Ronda de nacimientos.
El Buda dijo: Escucha bien Ananda. Hace mucho tiempo, en tiempos del
Buda Kashyapa, haba un monje que se ocupaba de las tareas de la
Comunidad. Un da, cuando fue a sembrar los campos, cay una fuerte
lluvia tormentosa, y cuando intent coger algo con lo que proteger la
cosecha, fue incapaz de vadear el agua, ni de encontrar nada. Entonces l
hizo un voto: Que en el futuro pueda mi fuerza ser tan grande como la de
mil hombres, y que pueda moverme tan rpido como un pjaro volando.
Que en el futuro pueda yo encontrar al Buda Sakyamuni cuando vuelva a
este mundo, y pueda ser liberado de la Ronda del renacimiento.
Ananda, ese monje que hizo ese voto no era otro sino el monje Angulimala.
Por haber hecho ese voto, por haberse hecho monje y haber observado los
preceptos, y por haber trabajado para la Comunidad, el siempre ha nacido
hermoso y con gran fortaleza. Ahora, habindome encontrado, ha sido
liberado del Ciclo de los nacimientos y muertes.
Entonces Ananda, los monjes, el rey, y la gran asamblea, habiendo
escuchado la exposicin del Buda sobre la ley de retribucin, se esforzaron,
y reflexionaron en la Cuatro Nobles Verdades. Algunos de ellos, llegaron a
Entrar en la Corriente; algunos llegaron a Retornar Una Sola Vez; algunos
llegaron a No Retornar Ms; algunos llegaron a Arhats; algunos generaron
la Mente de la Suprema Iluminacin; algunos entraron en el reino del no
retorno. Algunos dirigieron su cuerpo, habla, y mente hacia la virtud; y
teniendo fe en la palabra del Buda, se regocijaron grandemente.
Esta versin del Jataka de Angulimala, fue tomada del Sutra del Sabio y
el Necio, n 37, una coleccin de Jatakas conservados en chino y
tibetano.