Diálogo 24: "Vamos Patria A Caminar"

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No.

24 Tercera poca Guatemala, 13 de marzo de 2011


Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Sede Acadmica Guatemala, reconocida por el Decreto 96-87 del
Congreso de la Repblica, ratifcado por el Ejecutivo en el instrumento de adhesin de fecha 29 de diciembre de 1987.
Vamos patria
a caminar
Homenaje a Otto Ren Castillo, de la serie Realidades, autor Ramiro Garca
2 No. 22 / marzo 2011
CONSEJO ACADMICO DE FLACSO-GUATEMALA
Virgilio lvarez Aragn- director/Oscar Lpez / Marcel Arvalo/Claudia Donis /Virgilio Reyes
Simona V. Yagenova /Luis Ral Salvad/Edmundo Urrutia
Secretario general de flacso
Francisco Rojas Aravena
San Jos, Costa Rica
La comprensin de la complejidad de los procesos de cambio culturales, sociopo-
lticos y econmicos por los que atraves Guatemala en la segunda mitad del siglo
XX, demanda un esfuerzo multidisciplinario y la participacin de expertos que o
vivieron dichos procesos o se han dedicado a estudiarlos a fondo en cualesquiera
de sus manifestaciones.
Existen varios esfuerzos individuales por conocer a los distintos autores y autoras
que dentro de este contexto de la violencia de Estado se manifestaron en contra del
statu quo y por un cambio revolucionario, haciendo uso de la poltica como parte
central de su obra intelectual e incluso llevando a la praxis revolucionaria sus ideas
de cambio.
En el mundo literario guatemalteco son muchos los ejemplos de poetas, novelis-
tas y dramaturgos comprometidos con la lucha revolucionaria, cuyas obras artsti-
cas y su propia vida son una prueba irrefutable de sus posturas; uno de los mejores
ejemplos es, sin duda, el poeta Otto Ren Castillo.
FLACSO-Guatemala, a 44 aos de la desaparicin fsica de Otto Ren Castillo,
decidi rendirle un homenaje, publicando en su suplemento dilogo varios extrac-
tos de la tesis de graduacin, que sobre el tema de la vida en la poesa de Otto Ren
Castillo, presentara para su graduacin como licenciada en Lengua y Literatura
espaola, la guatemalteca Rita Navarro, quien a sus 26 aos de edad, fue tambin
vctima del terror, al ser brutalmente asesinada en julio de 1980, cuando gobernaba
el general Romeo Lucas Garca.
Para conocer al poeta Castillo es imprescindible adentrarse en la obra La ideolo-
ga y la lrica de la lucha armada, escrita por el doctor Mario Roberto Morales, de
cuyo texto publicamos algunos extractos del tercer captulo. Adems, se ha unido
a este esfuerzo el cineasta Sergio Valds, quien nos facilit valiosa informacin so-
bre nuestro homenajeado, entre ella las imgenes de la primera edicin del poema
Vamos patria a caminar y el cuadro original de la serie Realidades del tambin
asesinado artista de la plstica Ramiro Garca, que hemos utilizado para la portada
de este suplemento.
Presentacin
el tema de la
vida en la Poesa
de otto ren
castillo
E
n 1978, Rita Navarro,
que contaba entonces
con 24 aos de edad,
presenta ante la Facultad de
Humanidades de la Univer-
sidad de San Carlos de Gua-
temala y su Departamento
de Letras, previo a optar el
ttulo de licenciada en Len-
gua y Literatura Espaola, la
tesis El tema de la vida en la
poesa de Otto Ren Castillo
(aproximacin semntica).
Despus de desarrollar los marcos terico e histrico, Navarro, hace una
sntesis biogrfca de Otto Ren, una aproximacin valorativa a su obra, un
breve recuento de la historia de la literatura guatemalteca, para luego entrar
de lleno en el tema de la vida en la poesa del insigne poeta (pg. 31).
Al considerar un valioso aporte terico para el conocimiento de la obra
de Otto Ren Castillo, reproducimos en forma textual un segmento de este
anlisis de Rita Navarro, el cual, a la vez, nos permitir conocer el profundo
anlisis literario de la autora, sacrifcada en el principio de su vida intelectual
por el gobierno oscurantista y criminal de Romeo Lucas Garca.
i. alGUnos concePtos Bsicos*
a. la oBra literaria
Tal como seala Francoise Perus, la literatura se defne a partir del concepto de
prctica, que considera a la actividad de los hombres como un proceso de trans-
formacin permanente de sus condiciones naturales y sociales de existencia.
1
Tres
categoras de prctica diferencia la autora citada: econmicas, polticas, terica y
artstica. En esta ltima categora, caben los procesos dirigidos a trasformar los siste-
mas de ideas, imgenes y representaciones, y operan, pues, a nivel de ideologa. De
suerte que la literatura constituye una forma especfca de prctica en la ideologa.
2

Esta prctica se realiza a travs del lenguaje, al cual concebimos como un instru-
mento socialmente codifcado, que sirve para representar y transmitir experiencias
sociales, provenientes de la realidad objetiva. Esto no signifca considerar al lenguaje
como calco o copia de la realidad, por cuento entr sta y aquel se establece siem-
pre una relacin dialctica plena de tensiones, que revelan justamente la autonoma
relativa del lenguaje; autonoma relativa que es una de las instancias en las que la
prctica literaria puede ubicarse (pinsese sobre todo en el caso de la poesa), aunque
esa misma ubicacin, cuando tiende a convertirse en hegemnica dentro del queha-
cer literario, es ya un fenmeno social que requiere explicacin.
3
Esto conduce a
revalidar el estudio retrico-formal de la literatura, siempre que se inserte dentro de
la estimacin de sta como una prctica social.
B. PecUliaridad de la Poesa
Con base en lo dicho en el apartado anterior, sealamos siguiendo de nuevo a
Francoise Perus que la prctica 1iteraria apunta hacia la confguracin de una re-
presentacin formalizada de la realidad, esto es, a la emisin de un mensaje que no
*Rita Olga Navarro Barberena, El tema de la vida en la poesa de Otto Ren Castillo (aproxi-
macin semntica), Tesis, Universidad de San Carlos de Guatemala, Facultad de Humanida-
des, Departamento de Letras, Guatemala, 1978, pgs. 31-37.
1 Perus, Francoise. Literatura y sociedad en Amrica Latina: el Modernismo (Mxico: Siglo
XXI, 1976) p.28.
2 Ibid, p. 29.
3 Ibid, pp. 30 y 31.
Homenaje a Otto Ren Castillo de la serie Realidades, autor Ramiro Garca
3
No. 24 / marzo 2011
PROFESORES E INVESTIGADORES EMRITOS
FLACSO-GUATEMALA
Dr. Gabriel Aguilera - Lic. Edgar Balsells Conde - Dr. Santiago Bastos - Dr. Vctor Glvez Borrell -
Dr. Alfredo Guerra Borges - Lic. Mario Anbal Gonzlez - Dr. Jorge Solares
deja de atraer la atencin sobre s mismo
y sobre las condiciones formales de su
emisin.
4
En otras palabras, la elabo-
racin formal, el diseo lingstico, la
estructura de palabras que es el texto li-
terario, merecen estudio especial, a con-
dicin de no pensar que la obra 1iteraria
sea un signifcante que slo remite a s
mismo, a su propia confguracin, y en
el cual desaparecera, por lo tanto, el sig-
nifcado normal de todo mensaje, que es
cierto nivel de la realidad.
5

De manera, pues, que el discurso 1ite-
rario constituye objeto principal de an-
lisis. Pero este anlisis adquiere rasgos
propios en los diversos gneros litera-
rios. No ser lo mismo, por ejemplo,
estudiar la lengua del relato que de la
poesa. En efecto, en sta, el manejo de
la lengua adquiere caractersticas muy
especfcas, que establecen diferencias
radicales con la lengua de otros gneros
literarios. Esta situacin proviene de la
ndole de la obra potica, en la cual las
interioridades del poeta se vuelcan con
fuerza y libertad mayores que en otros
tipos de obra. El poeta acta con menos
control racional que el novelista o el
dramaturgo, se deja llevar mucho por la
emocin, es empujado con fuerza por el
inconsciente o de aqu proviene la rique-
za de fguras literarias propia de la poe-
sa, as como la rica exploracin y apro-
vechamiento de los niveles fonolgico,
semntico y sintctico.
Desde luego, el estudio integral
del texto potico exige analizar es-
tos tres niveles. Sin embargo, acer-
carse a uno de ellos puede servir
para aproximarse, al menos, a la
comprensin del texto. En el caso
del presente trabajo, me he limi-
tado a explorar aspectos del sig-
nifcado, por medio del anlisis
de la manera como Otto Ren
concepta a la vida. S que,
al hacerlo, estoy reduciendo
la obra potica, que es ante
todo emocin y sugestin,
a un nivel racional. Pero
creo que resulta necesario
hacerlo para entender qu
dice el texto y, en algunos
casos, cmo lo dice.
Creo que este tipo de
estudio permite detectar
un componente bsico
en la poesa de Otto
Ren: el predominio de
lo emotivo sobre lo racional, y que, por
otra parte, llegamos de esta manera a
descubrir la correlacin entre la vida y
la obra de Otto Ren. En efecto la vida
de ste aparece dominada no por el fro
clculo sino por la generosa entrega, y
la poesa viene a descubrir que esa en-
trega proviene de dos races bsicas: el
amor a la vida como realidad que deben
compartir todos los humanos, y el amor
a la mujer, sealada como fuerza motriz
y razn de ser.
ii. anlisis

Uno de los temas que aparecen presen-
tes en la poesa de Otto Ren es el de la
vida. Otto Ren confa en la vida, sabe
que sta es la nica capaz de hace que
el hombre y la naturaleza se realicen.
Est consciente de ello. Pero, para que
las cosas surjan y se desarrollen, es ne-
cesario luchar por ellas, para lo cual el
poeta concibe la vida (su vida) como un
proceso de lucha.
Adentrndonos en el tema de la vida,
veremos que el poeta lo relaciona con la
poesa, con la amada, con la lucha, con la
muerte, con el maana, lo que patentiza
que en el poeta existe un arraigo, una fe
ciega en la vida. Tratar de dar una vi-
sin del tema de la vida y de lo que con
l se relaciona.
a. Fe en la vida
El poeta cree en la vida. Se afanza a
ella, con tenacidad y sin doblegarse. Nos
hablar de ella: de cmo l la siente, de
cmo la est viviendo en su patria, en el
exi1io, en su interior.
A Otto Ren se le ha llamado el poeta
de la esperanza y con gran razn, ya que
ella est presente en toda su poesa, a tra-
vs de la afrmacin inclaudicable de la
vida. Por eso el poeta se inyecta de gran
fortaleza y nos dice categricamente:
Nada podr
contra la vida.
Y nada
podr
contra la vida
porque nada
pudo jams
contra la vida. (pp. 34 Y 35)

Sabe que la vida como tal es inevitable.
Advierte el vigor inaplastable del vivir, y
lo hace como una formulacin que debo
subrayar: el poeta habla desde el presen-
te (porque est vivo y cree en la vida),
y seala la vigencia de la vida con base
en el pasado: nada pudo jams/ contra
la vida. Esta afrmacin en el pasado es
prueba de respaldo, comprobable. Pero
se remite tambin al futuro y asoma as
su voto de esperanza: Nada/podr/con-
tra la vida. La fuerza de estos versos
deriva, entonces, de los tiempos verba-
les: un pretrito que es prueba fehaciente
y un futuro que es afrmacin rotunda.
Pero la fuerza potica proviene tambin
del pronombre nada, excluyente de cual-
quier obstculo que pretenda oponerse al
proceso vital.
Ahora bien, el poeta sabe que no pue-
de negarse la historia, ni ignorarse que
quien la hace es el pueblo; sabe que so-
mos producto de ambos y por eso no se
queda en la sola fe en la vida, sino que
mira a sta con sentido colectivo:
4 Ibid, p.38.
5 Ibid.
decidido aPoyo a la ciciG
La instalacin de la Comisin Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG)
de la Organizacin de las Naciones Unidas constituye un hito en la historia de nuestro
pas. La CICIG ha demostrado que la investigacin tcnica y cientfca, junto con la vo-
luntad y la clara decisin de aplicar la ley, pueden determinar e identifcar a los responsa-
bles de los crmenes y juzgarlos, adems de tener un efecto disuasivo al asegurar que los
crmenes cometidos no quedan impunes.
Al emprender la investigacin y resolver casos relevantes de actos ilegales cometidos
por exfuncionarios de gobierno, la CICIG ha sometido a la justicia a personajes centrales
de estructuras de poderes paralelos, enquistadas o no en el Estado. Los procesos judiciales
contra ellos han tocado el sistema nervioso de grupos que venan actuando con total im-
punidad desde hace dcadas, antes y despus de los Acuerdos de Paz. No han tardado, sin
embargo, en reaccionar y tratar de desprestigiar, deslegitimar y crear desconfanza hacia
la Comisin.
La CICIG ha frenado y puede poner fn, junto con el Ministerio Pblico, la impunidad
de las elites y los grupos del crimen organizado, herederos de las estructuras contrainsur-
gentes. Tras aos de actuar y resolver confictos al margen y por encima de la ley, con la
complicidad o la omisin de autoridades judiciales, el recurso al sicariato o al uso de la
violencia se convirti en un acto refejo de los grupos de poder.
Si la instalacin de la CICIG fue un acierto, lo es ms el nombramiento de las nuevas
autoridades del Ministerio Pblico (MP), en particular el nombramiento de la nueva Fis-
cal General, pues hace ya muchas dcadas que no era designado en ese puesto una fgura
independiente de los intereses de los grupos de poder. Es por ello necesario impedir que
los cambios derivados de las elecciones vulneren este nombramiento.
Durante el conficto armado interno, la Fiscala General fue cmplice activo o pasivo de
las graves violaciones a los derechos humanos cometidas por las fuerzas contrainsurgentes
y los grupos paralelos. Despus de la frma de la paz, se convirti en un instrumento direc-
to de los grupos de poder que hoy se disputan de manera violenta el gobierno del Estado.
Sin duda, habr medidas y acciones dirigidas a neutralizar a un Ministerio Pblico en cuya
cabeza se encuentra ahora una profesional del Derecho con las credenciales ticas y tcni-
cas para luchar a la par de la CICIG contra ese fagelo que ha azotado a los guatemaltecos
desde hace dcadas: la impunidad.
Las organizaciones sociales y la sociedad en general tenemos el desafo de apoyar la
gestin de la CICIG y a las nuevas autoridades del MP; de ah las recientes expresiones del
movimiento social por la justicia, la seguridad y derechos humanos en apoyo a la CICIG
y de rechazo a las campaas de desprestigio en su contra.
La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Sede Acadmica Guate-
mala apoya decididamente la lucha contra la impunidad, pues coincide con el movimiento
social en que sta es la llave para la primaca del Estado de Derecho.
4 No. 22 / marzo 2011
De historia y pueblo estamos hechos.
Pueblo e historia conducen al futuro.
Nada es ms invencible que la vida su
viento infa nuestras velas.
As triunfarn pueblo, historia y vida;
su viento infa nuestras velas.

Es esta una afrmacin de la vida como
realidad unida al pueblo y a la historia.
Sabe que la vida abrir los horizontes
la vida de
otto ren castillo*
Mario Roberto Morales**
Factores condicionantes
en la Prctica literaria de
otto ren castillo
S
obre el fenmeno revolucio-
nario y la familia Quionez
Castillo, dice Zoila (hermana
de Otto Ren):
Nuestra familia, por ambas ramas
-materna y paterna-, tuvo siempre mi-
litancia poltica antidictatorial. En la
Revolucin Democrtico-Burguesa
de 1,944 que derroc una dictadu-
ra militar de 14 aos participaron
hermanos de nuestra madre y dos de
nuestros hermanos que para ese en-
tonces eran menores de edad. Otto
Ren era todava un nio.
Durante los gobiernos de Arvalo y
rbenz -1,945-54- y en los gobiernos
posteriores,trabajamos los 4 herma-
nos mayores de Otto Ren. Desempe-
amos puestos de regular mportancia
en la aplicacin de las reformas so-
ciales Cdigo de Trabajo y Reforma
Agraria. Tenamos militancia en los
partidos revolucionarios. (Entrevista
de Zoe Anglesey a Zoila Quiones
Castillo, p.1).
De 1,954 a 1,957 Otto per-
manece en El Salvador. Sobre su
estada da cuenta Roque Dalton:
A los 18 aos de edad, junto con
un nutrido grupo de revolucionarios
guatemaltecos se establece en El
(= nuestras velas) cargadas de una gran
esperanza de triunfo (= victoria). Los tres
pares de versos organizan todo un esque-
ma lgico, asumido en palabra potica
y por lo tanto descargado de los rigores
racionales. Pero el cabal desarrollo de un
postulado dialctico es evidente: si nues-
tra realidad se construye de pueblo e his-
toria y, ambos existen en la vida, lgico
resulta concluir que el triunfo ser de los
tres, con lo cual la vida queda despojada
de la sola dimensin individualista. Esta
afrmacin cobra desarrollo ms cabal en
uno de los mejores textos de Otto Ren,
el poema Slo queremos ser humanos.
Al fnal de ste, el poeta defne, frente a
la miseria y la inhumanidad, lo que para
l constituye la dimensin humana: vi-
vir la vida y no morirla. Por su impor-
tancia, este poema debe ser citado por
entero, porque para efectos del presente
estudio manifesta uno de los pilares en
el enfoque del tema de la vida:
Aqu no llor nadie!
Aqu slo queremos ser humanos!
darle paisaje al ciego,
sonatas a los sordos,
corazn al malvado,
esqueleto al viento,
cogulos al hemoflico
y una patada patronal
y un recuerdo que nos llora el pecho.
Salvador, buscando la proximidad a
la patria, que hara ms efcaz la con-
tinuacin de la lucha. Ingresa a la
Universidad despus de un tiempo de
dedicarse a diversos ofcios para ga-
narse la vida: sereno de un parqueo de
automviles, pintor de brocha gorda,
vendedor de libros. Simultneamen-
te escribe con gran intensidad poemas
revolucionarios que pese a ser obras
de primera juventud, llaman la aten-
cin en los crculos culturales de El
Salvador y que, paradjicamente, le
abren las puertas de la gran prensa
salvadorea, sobre todo despus de la
obtencin del Premio Centroameri-
cano de Poesa de la Universidad, en
1,955. Paradjicamente, por la tra-
dicional calidad reaccionaria de aque-
lla prensa y por la calidad militante
ininterrumpida en la vida del poeta.
En efecto, Otto Ren Castillo pas de
inmediato a militar en las flas del PC
Salvadoreo, desarrollando, adems
de una intensa labor proselitista entre
los medios intelectuales, una regular
actividad revolucionaria relacionada
con la lucha del pueblo guatemalteco
que tena en El Salvador, y desde El
Salvador, frentes de trabajo clandesti-
no establecidos.
Otto Ren Castillo durante aquel lap-
so atraves la frontera guatemalteco-
salvadorea en varias ocasiones, en
la ms rigurosa clandestinidad, y co-
rriendo riesgos palpables. Desde en-
tonces dej evidenciado su arrojo, su
disposicin a asumir las tareas desde
el punto de vista de la importancia
revolucionaria de las mismas y no
por el peligro personal que pudieran
entraar, esa forma joven y a la vez
sabia de vivir la militancia comunis-
ta como lo que en ningn momento
puede dejar de ser: un combate que
no se detiene nunca. (...) Su actividad
poltica y literaria en El Salvador fue
sumamente importante: desde el seno
del Crculo Literario Universitario fue
un trabajador inagotable en favor de la
unifcacin de criterios de los artistas
y escritores jvenes de aquella poca,
sobre los problemas de la responsabi-
lidad social-revolucionaria del creador
y asimismo un divulgador de los poe-
tas revolucionarios que ms infuyeron
en el punto de partida de lo que luego
se llamar la generacin comprome-
tida (Nazim Hikmet, Miguel Hernn-
dez, Csar Vallejo visto como poeta
comunista, Pablo Neruda, etc. ); des-
de las organizaciones del PC y otras
entidades democrticas, fue un es-
forzado divulgador de las ideas mar-
xistas. Tuvo asimismo una infuencia
importante en numerosas adhesiones
de escritores y artistas salvadoreos
jvenes a las ideas revolucionarias
y a la militancia comunista. Su labor
potica trascenda las fronteras salva-
doreas, volva a Guatemala (donde
obtuvo el Premio Autonoma de la
Universidad en 1,956 y resonaba
en Europa (la FMJD le otorg, desde
Budapest, el Premio Internacional de
Poesa en 1,957). (...) En 1,957, Otto
Ren Castillo regresa a Guatemala,
poniendo fn a su fructfero exilio sal-
vadoreo. Sigue estudios de Derecho
y Ciencias Sociales en la Universidad
de San Carlos donde recibe el premio
Filadelfo Salazar al mejor estu-
diante y obtiene por su aprovecha-
miento una beca para hacer estudios
en la RDA. (Dalton, Informe de una
Injusticia. pp. 9-12).
El premio Autonoma de la Uni-
versidad, lo gana con su poema c-
lebre Vmonos patria a caminar.
Sobre la estada de Otto Ren en
El Salvador, nos cuenta Manlio Ar-
gueta (Entrevista del 13.6.89 en San
Jos, Costa Rica) que l no estuvo
en el grupo de salvadoreos que lle-
garon a Guatemala en 1,953 y, que
conocieron all a Otto. Manlio, nos
informa que l llega a San Salvador,
procedente de San Miguel, a estu-
diar en la Universidad, en 1,955.
Otto ya estaba all y, era amigo de
Roque Dalton. Manlio recuerda que
varios militares guatemaltecos ar-
bencistas exiliados en El Salvador
haban fundado el radioperidico
Radioprensa, que lleg a ser el
radioperidico ms famoso del pas,
fundando una tradicin de prensa
hablada que no exista hasta enton-
ces en El Salvador. En ese peridico
trabajaban Arqueles Morales quien
haba llegado acompaando a su pa-
dre al exilio, Otto Ren y Roque.
Otto Ren pasa despus a ser redac-
tor de planta de La Prensa Grfca,
en donde realiza reportajes grfcos
* Estas lneas son extractos de mi libro La
ideologa y la lrica de la lucha armada
(Guatemala: Editorial Universitaria, 1994),
cuya primera edicin se agot. La segunda
se encuentra en prensas en la Editorial Cul-
tura. Los extractos fueron entresacados del
tercer captulo del libro para esta publicacin
de FLACSO. Las referencias bibliogrfcas
no aparecen consignadas en estos fragmen-
tos. MRM.
** Guatemalteco, nacido en 1947. Escritor,
acadmico y periodista. Premio Nacional de
Literatura Miguel ngel Asturias, 2007.
5
No. 24 / marzo 2011
una hija. Manlio no recuerda nada
ms acerca de este hecho, a no ser
que Carmen fue conocida en El Sal-
vador como la esposa de Otto Ren.
ramos cipotes. La amistad que te-
namos era as, y de bohemia cons-
tante, de irnos sin pagar de las can-
tinas. Otto hablaba del compromiso
poltico. Roque tena ms formacin
literaria que Otto y eso dio origen a
una polmica por carta entre los dos
ya cuando Otto estaba en Alemania,
sobre cmo deba escribirse una poe-
sa para el pueblo: Roque arga que
haba que profundizar en el estudio
de las literaturas. Otto era ms polti-
co. (Argueta).
Manlio recuerda que cuando co-
noce Roque a Otto, aqul ya haba
estado becado por los jesuitas en
Chile y all haba entrado en contac-
to con el marxismo.
De modo que todo el clima de ter-
tulia literaria y de confeccin del
ideario de la Generacin se confor-
m en la bohemia salvadorea. Este
hecho estuvo acentuado, recuerda
Manlio, por el hecho de que Miguel
ngel Asturias a quien Otto consi-
deraba su maestro era funcionario
de la Embajada de Guatemala en
El Salvador y, a la vez, la poetisa
Clementina Surez (cuyas relacio-
nes sentimentales con Asturias han
hecho poca en el pintoresco anec-
dotario de los escritores centroame-
ricanos, segn ella misma las rela-
ta), era funcionaria de la Embajada
de Honduras en El Salvador. Pues
bien, los jvenes poetas comprome-
tidos asistan a tertulias con los dos
maestros, y de esa relacin fue que
Otto y el grupo adoptaron la mxi-
ma asturiana de que el poeta es una
conducta moral.
Roberto Cruz conoci a Otto en
El Salvador; luego estuvieron jun-
tos en Guatemala, en la Facultad de
Derecho, donde fueron compaeros,
y posteriormente en Alemania. El
testimonio de Cruz sobre Otto Ren
tiene la virtud de ser un testimonio
vivo que retrata al poeta en sus ras-
gos y contradicciones ms huma-
nos. Dice:
Cuando lo conoc trabajaba en un
radioperidico y ya haba ganado el
Premio Centroamericano de Poesa
de la Universidad de El Salvador
frmados con su nombre, los cuales
tenan gran proyeccin social; poco
despus es despedido debido a la
gran popularidad que sus incisivos
artculos alcanzaban en los lectores.
Por esta poca Otto Ren y Roque
ganan el certamen de la Universidad
de El Salvador con Dos puos por
la tierra, en donde exaltan las fgu-
ras de dos hroes indios: Atanasio
Tzul y Anastasio Aquino, de Guate-
mala y El Salvador, respectivamen-
te. Como estudiantes y periodistas
que eran, el premio literario les da
gran prestigio local. Las polmi-
cas que ambos sostenan en torno
al compromiso poltico del escritor
y el artista fueron recogidas en la
revista Hoja, dirigida entonces por
Italo Lpez Vallecillos, y esos argu-
mentos constituyeron el ncleo del
ideario de la Generacin Compro-
metida, grupo que en principio estu-
vo formado por Otto Ren Castillo,
Roque Dalton, Roberto Armijo y
otros que fueron abandonando el ca-
mino trazado; despus se haban de
integrar Tirso Canales, Jos Rober-
to Cea y el mismo Manlio Argueta.
Arqueles Morales, nos sigue rela-
tando Manlio, no se integra debido
a que era muy joven. El maestro
de todos era el poeta salvadoreo
Oswaldo Escobar Velado.
Dice Manlio que Otto ejerci un
magisterio muy fuerte sobre Roque
Dalton, rastros de lo cual pueden
hallarse en la novela de este ltimo,
Pobrecito poeta que era yo..., en la
que las alusiones a un chapn con
gran ascendente sobre l se referen
a Otto.
Es pues, dice Manlio, Otto Ren
quien orienta a una generacin de
poetas que no haba alcanzado a
ser traumatizada por la matanza de
1,932, grupo ste que adquiere gran
vigencia en El Salvador:
Nos pusimos de moda como quien
dice, porque estbamos planteando
un problema social y poltico por pri-
mera vez en El Salvador. Slo Otto
militaba en el PC. El fue el que sac
a Roque de su educacin jesuita. El
grupo exiga a los escritores viejos
que tomaran posicin. (Argueta).
Otto se cas con una salvadorea
llamada Carmen, con quien tuvo
Flacso-GUatemala ante la
eleccin de maGistrados a la
corte de constitUcionalidad
La eleccin de magistrados a la Corte de Constitucionali-
dad constituye uno de los eventos polticos ms trascenden-
tales por las altas responsabilidades de esa institucin en la
defensa de la institucionalidad democrtica y el orden cons-
titucional.
Por ello, los entes nominadores se vern sometidos a prue-
ba respecto de la idoneidad de sus representantes, quienes
deben poseer comprobadas capacidades acadmicas, inde-
pendencia y solidez en sus criterios constitucionalistas, en
los que cabra destacar los principios de los cuales es porta-
dora la Carta Magna, especialmente los que se relacionan con
los derechos democrticos, humanos y de bienestar social de
todos los ciudadanos. En ese sentido, los candidatos y can-
didatas a magistrados sern observados por sus ejecutorias
profesionales y de funcin pblica, por su honestidad perso-
nal y por su frme criterio, ajeno al trfco de infuencias de
grupos de poder y de presin econmico, poltico y/o social.
La nominacin de una nueva Corte de Constitucionalidad
coincide con las elecciones generales en los organismos Eje-
cutivo y Legislativo, as como en el poder municipal, cuya
relevancia es innegable en el proceso de consolidacin de-
mocrtica electoral. Es muy probable que entre sus primeras
decisiones se someta a su juicio dirimir aspectos fundamen-
tales de dicho proceso eleccionario; por ello es necesario no
perder de vista que su criterio constitucionalista trasciende la
actual coyuntura.
Es en este contexto que nos sumamos a la sana actitud vi-
gilante que ha asumido la sociedad civil que coadyuva al
desarrollo de la democracia y la vigencia del Estado de Derecho.
(1,955). Otto era entonces un joven
delgado, moreno, de mirada profunda,
lleno de dinamismo y entusiasmo. La
nostalgia por la patria no le haba he-
cho perder la alegra. Ms que su xi-
to como poeta me impresion su deci-
sin de impulsar con toda su pasin el
proceso revolucionario del pueblo de
Guatemala. (Cruz, p.3).
(...) Otto Ren volvi a Guatemala en
1,957, en un perodo de efervescencia
poltica. Volva para contribuir a la li-
beracin de su pueblo, a impulsar el
proceso revolucionario. Se incorpor
a la Escuela de Derecho y Ciencias
Sociales de la Universidad de San
Carlos, en la que fuimos compaeros.
Desplegaba una intensa actividad de
organizacin de crculos culturales y
artsticos; impulsaba la organizacin
poltica y escriba poesa.
Con el grupo de estudiantes e inte-
lectuales que haban editado anterior-
mente el semanario revolucionario El
Estudiante, promovi la publicacin
Lanzas y Letras, que tambin lleg a
jugar un papel importante en la vida
poltica y cultural del pas.
La energa y dinamismo de Otto eran
sorprendentes. Como ramos amigos
y yo tena un viejo y deteriorado au-
tomvil Volkswagen, frecuentemente
me peda que lo ayudara con trans-
porte en sus actividades, a veces con
poetas y escritores, otras con militares
que haban vuelto tambin del exilio,
6 No. 22 / marzo 2011
y todava nos quedaba tiempo, de vez
en cuando, para visitar amigas comu-
nes o para tomarnos unos tragos. A
pesar de esto logr obtener el premio
Filadelfo Salazar al mejor estudian-
te... (Cruz, p.5).
(...) Debe haber sido ms o menos a
fnes de 1,958 que Otto Ren obtuvo
una beca para estudiar en la Rep-
blica Democrtica Alemana. (Cruz,
p.6).
En 1,958, Otto marcha hacia Ale-
mania e inicia un nuevo perodo de
su vida. Haba vuelto a Guatemala
en diciembre de 1,957, en donde
haba estudiado Derecho durante un
ao.
Nos indica Cruz que, luego de es-
tudiar alemn por unos meses, Otto
Ren inicia estudios de literatura
alemana (Germanstica) en la Uni-
versidad Karl Marx de Leipzig. En
1,960, nos refere Cruz, Otto se casa
con Brbara Wenzig, una linda e
inteligente muchacha de Leipzig,
con la que tuvo dos hijos: Tecn y
Patrice. Vivan con los padres de
ella, gente muy trabajadora, cul-
ta y cariosa, que acogi con gran
hospitalidad a la media docena de
guatemaltecos que estudibamos en
Alemania (RDA). La familia entera
quera y admiraba a Otto fuera de
todo lmite (Cruz, pp. 6-7).
Este fue el ao del levantamiento
del 13 de noviembre en Guatemala,
y tambin fue un ao crucial para la
naciente revolucin cubana, que ya
inspiraba movimientos revoluciona-
rios en toda Amrica Latina.
En 1,962, se constituye en Berln
un grupo de jvenes alrededor del
cineasta holands Joris Ivens, quien
tena el proyecto de capacitar a j-
venes latinoamericanos en las tcni-
cas del documental cinematogrfco,
con el fn de flmar las luchas revo-
lucionarias de sus pases, pensando
obviamente en las guerrillas, que se
conceptualizaban como la punta de
lanza de los procesos de lucha po-
pular.
Otto Ren abandona sus estudios
literarios en Leipzig y se integra al
grupo de cineastas. Cuando llega a
Berln conoce a una hermosa baila-
rina de la que se enamora. Cruz nos
lo narra as:
Otto dej su hogar en Leipzig, y a
su esposa, Brbara, que trabajaba en
Leipzig y cuidaba a sus dos hijos,
muy pequeos an, por diversas ra-
zones no lo poda seguir a esa ciudad
en la que era muy difcil encontrar
facilidades para establecerse en esas
condiciones. Otto y una bailarina de
ballet llamada Karin establecieron una
relacin afectiva muy pasional, que
lesion los vnculos con su familia
de Leipzig, con la que sus amigos y
compaeros tenamos amistad, y trata-
mos de hacerlo recapacitar, ejercien-
do presin en ese sentido. Quiz por
parte de Otto su resistencia a ello era
una forma de romper su vnculo con
Brbara, con la que haba formado una
relacin muy tierna y familiar, que l
tal vez senta que se interpona con su
compromiso y objetivo de lucha, que
era Guatemala. (Cruz, p. 8).
Los jvenes de la Brigada de Ivens
que inicialmente eran de El Salva-
dor, Guatemala, Hait y Venezue-
la vivan en una casa ubicada en
la calle Mendelssohn, a la que hace
referencia un poema amargo de Otto,
se evidencia que volva al pas para
subir a la montaa como cineasta.
Cuenta su hermana Zoila que, estan-
do a punto de subir, lo capturan junto
con Marco Antonio Flores. Otto per-
manece 45 das en la crcel, antes de
viajar a Mxico; Flores es liberado
a las dos semanas. Sobre este hecho
dice Flores:
Una noche (2 de marzo del 65), lle-
gando a la puerta de su casa le pregun-
t por un jeep extrao que estaba en-
frente, no le hizo ningn caso y cuando
entramos nos prensaron. Catearon la
casa, despus pasaron a catear la ma y
nos metieron a la Academia. Parece
que una noche lo metieron a la sala de
torturas, yo me hice el dormido, pero
o cuando le pegaron su par de tranca-
zos. Cuando les dio la gana, lo sacaron
del pas y a m me dieron libre. Pas
en el exilio hasta fnales del 1,966
del Choco. Yo ya tena un pichirilo,
un traste viejo que apenas caminaba,
y l vena con el gesto duro, con la
risa escondida detrs de los lentes ca-
fs, con los secretos guardados detrs
de la solapa. Tuvimos que empujar el
carro porque tena jodida la batera,
una semana despus fue la discusin
en el Chun Kin y no lo volv a ver.
Hasta que lleg Zoila con una lgrima
a punto de salir y el peridico en las
manos:mataron a Otto, ust (Flo-
res, Impacto, 1,977).
Efectivamente, Otto Ren se fue
a la montaa, esta vez como com-
batiente y con tareas polticas asig-
nadas, probablemente en enero de
1,967; porque la discusin en el
Chun Kin de que habla Flores se
refere a lo siguiente:
... lleg Zoila, su hermana, con un
Imparcial en sus manos temblonas,
me mir con unos ojos angustiados y
me dijo mataron a Otto, ust, y me
tendi el peridico. Ninguno de los
dos pareca creerlo.
Sin embargo, tres meses antes yo se
lo haba dicho: Te van a matar, cero-
te, no te vays. Fue en otro caf de
chinos (el Chun Kin creo que se lla-
ma), que queda en la quince calle ya
llegando a la quinta avenida. Estba-
mos frente a una botella virga de Ron
Botrn y un chao min por cabeza, ra-
mos tres, el Choco Rodrguez, Otto y
yo. Intentamos toda la noche, durante
dos o tres botellas, convencerlo, pero
su decisin era irrevocable: tena que
subir a la montaa para ser congruen-
te con l mismo. (Flores, Impacto,
1,977).
En otro lugar, Flores cuenta lo
mismo, aunque esta vez sita la con-
versacin a fnes de noviembre de
1,966.
La ltima vez que lo vi, fue para dis-
cutir su decisin irrevocable de irse al
monte. Nos fuimos al Chun Kin con
el Choco Rodrguez. Fue a fnales de
noviembre del 66. Tratamos de con-
vencerlo de que no se fuera. Le dije
que lo iban a matar pronto. Ya lo s,
contest, pero no podemos seguir ha-
blando babosadas sin asumir nosotros
el compromiso real (si no fueron esas
las palabras textuales la intencin es
exacta). Cuando nos terminamos la
segunda tnica estbamos hablando
de poesa. A los cuatro meses estaba
muerto. Aparentemente nosotros tu-
vimos razn, pero en el fondo l tena
la razn. (Flores, La Semana, 1,973).
Otto Ren y Nora Paiz caen el 19
de marzo de 1,967 en la aldea Los
Achiotes del departamento de Zaca-
pa. Cuenta Zoila que en esa fecha,
ambos salieron del rea de la gue-
que refeja un problema y desgarra-
miento de esos a los que alude Roque
Dalton al referirse a que su fgura no
estuvo exenta de los errores y las de-
bilidades de los jvenes revoluciona-
rios de su poca (Cruz, pp.7-8).
Aunque no viv en la calle Mendels-
sohn y no fui del grupo de cinemato-
grafa, Otto me debe haber incluido
entre los lobos del alma y moralistas
viudos de moral profunda que l dice
que lo acosaron. Eso, unido a que a
veces tratbamos de calmar nuestra
ansiedad y angustia por la lejana de
la patria recurriendo a los tragos, pro-
mova confictos ocasionales entre
nosotros, ms si haba mujeres de por
medio, que en mi caso, motivaron que
al estar ambos de nuevo en Guatema-
la ya no volviramos a vernos. (p.9
Cruz). (Ver el poema en el apndice
correspondiente del captulo IV).
En 1,964, cuando termina sus estu-
dios de cine, Otto vuelve a Guatema-
la y asume la direccin del Teatro de
la Municipalidad capitalina, donde
trabaja con Marco Antonio Flores y
otros. A la vez, participa en labores
clandestinas del PGT. De esta poca,
su hermana Zoila conserva algunas
fotografas interesantes, en las que
(Flores, Diario Impacto, 1,977).
Una vez en Mxico, Otto es nom-
brado representante de Guatemala
ante el Festival Mundial de la Juven-
tud y los Estudiantes, a celebrarse en
Argelia. Dice Zoila al respecto que:
Las organizaciones revolucionarias
guatemaltecas lo nombraron repre-
sentante de Guatemala ante el Comit
Organizador del Festival Mundial de
la Juventud a celebrarse en Argelia
en donde presenci la cada de Ben-
Bella. Recorri Alemania, Hungra,
Checoeslovaquia, Chipre y algunos
pases ms. (Anglesey-Quionez,
p.10. En adelante, este dato aparecer
slo como Quionez).
Otto viaja entonces a La Habana y
se entrevista con Luis Turcios Lima,
en ocasin de la conferencia de la
OLAS en enero de 1,966 (Turcios
morira el 2 de octubre de ese mis-
mo ao). En Cuba se junta con Nora
Paiz, militante revolucionaria, con
quien ingresa a Guatemala en no-
viembre de 1,966, ms o menos un
mes despus de la muerte de Turcios.
Recuerda Flores sobre esto, que:
En noviembre de ese ao me avisaron
hoy viene Otto, and tralo a la casa
7
No. 24 / marzo 2011
rrilla en busca de alimentos. Un
campesino que les dio de comer los
denunci y el ejrcito empez a aco-
sarlos; ambos huyen, Nora es herida,
Otto regresa a ayudarla y es herido
tambin; luego los llevan a la base
militar de Zacapa, en donde son tor-
turados junto a 13 campesinos ms,
que haban sido capturados por co-
laborar con la guerrilla. El relato de
Zoila sobre esto es dramtico. Dice:
La versin de la forma criminal en
que Otto Ren fue torturado y asesi-
nado la dio el monstruo que vestido
de uniforme y ostentando el grado de
capitn del ejrcito nacional, dirigi
la tortura e interrogatorio. Aunque
Otto Ren no portaba su documento
de identidad (en la montaa y en la
lucha clandestina usaba el seudni-
mo Miguel, quiz en memoria de
Miguel Hernndez, el gran poeta es-
paol, a quien le escribiera unos poe-
mas) se identifc como Otto Ren
Castillo.
Aj!, con que vos sos el poeta
que dice que los coroneles se orinan
en los muros de la patria... Conque
vos sos el que se quedar ciego para
que la patria vea... As que vos te
quedars sin voz para que Guatemala
cante... Pues se te hizo cabrn, por-
que todo eso es lo que realmente te va
a pasar a vos, y no en versitos sino en
la pura realidad.
Con una gillette asegurada en una
varita de bamb, atado de pies y ma-
nos, le cortaban la cara a cada frase
que le decan (basndose en el poema
Vamos Patria a caminar). Le gi-
llettearon los ojos, la boca, las me-
jillas, los brazos y el cuello. Se supo
en Guatemala que este ombre -sin h-,
se ufanaba contando su hazaa.
A los 13 campesinos colaboradores
de la guerrilla que haban capturado
das antes, a Otto Ren y a Nora, les
fracturaron las piernas en las tortu-
ras, y contaba este chacal-militar que
tuvieron que fusilarlos sentados.
(Quionez, p. 17).
Zoila cuenta que recurri a nue-
ve abogados que le indic Huberto
Alvarado Secretario General del
PGT para que la acompaaran a
Zacapa y que ninguno de ellos ac-
cedi a hacerlo. Se entrevist con
Csar Montes, entonces Coman-
dante en Jefe de las FAR, quien
estaba en la capital, y l le dio unos
300 quetzales para que fuera a Zaca-
pa y le trajera informacin sobre lo
ocurrido. El nico amigo que acepta
acompaarla es Marco Antonio Flo-
res, y viajan a Zacapa. Sin embar-
go, no pudieron recobrar el cadver.
Zoila entonces se puso en contacto
con la madre de Nora Paiz, que ha-
ba llegado desde Mxico, y juntas
van de nuevo a Zacapa, esta vez con
mejor suerte, si es que puede llamr-
sele as a la horrible experiencia que
Zoila relata:
Yo reclam la exhumacin del ca-
dver, para identifcarlo. Despus de
una riesgosa y amarga situacin logr
la autorizacin. Entonces invit a la
mam de Nora Paiz a que fuera tam-
bin ella a la montaa a reconocer los
restos de Nora. Acept y fuimos jun-
tas. Cuando bamos para el lugar, casi
10 kilmetros montaa adentro, nos
dijeron los soldados que nos acompa-
aban que al pie de un Matilisguate
(rbol frondoso) los haban fusilado
sentados porque no podan mantener-
se en pie... luego les echaron gasolina
y los quemaron... Abrieron un hoyo y
los enterraron a todos juntos y revuel-
tos. Quines?, preguntamos. No-
sotros no, otros soldados lo hicieron,
respondieron.
Efectivamente, cuando llegamos al
lugar una quebrada seca en verano,
ro en invierno, con unas grandes pe-
as que trae la correntada nos sea-
laron el rbol que en su tronco tena
los impactos de las balas y sus ramas
quemadas como consecuencia del in-
cendio de cuerpos humanos. Cuando
se cav el hoyo, a un escaso metro de
profundidad, empezaron a aparecer
pedazos de extremidades: piernas,
brazos a medio quemar con el unifor-
me verde olivo pegado a la piel; esta-
ban totalmente irreconocibles.
La madre de Nora recogi unos za-
patos que por la forma y el nmero
reconoci que eran de Nora. Pedazos
de cuero cabelludo, rubio, como el de
ella, con sangre coagulada y restos de
masa enceflica an.
Volvimos a ponerlos a todos en su
lugar y emprendimos el regreso con
el corazn sangrante, la ira en todo el
cuerpo y la conciencia y la moral muy
alta, recogiendo el ejemplo de heros-
mo que nos haban dejado nuestros
seres queridos. (Quionez, p. 17).
Cuenta Zoila que al volver de Za-
capa, vio a Csar Montes en el Ce-
rrito del Carmen de la capital, con
su chofer. Poco despus le devolvi
el dinero que le haba facilitado y
se dirigi a casa de Marco Antonio
Flores, a quien le cont todo lo ocu-
rrido. Por todo esto dice Zoila no
es exacta la aseveracin de Flores
cuando afrma que:
Los capturaron (a l y a la Norita
Paiz, otra mi gran amiga y otros cua-
tes) y los llevaron a la base. Durante
cuatro das les llovi verga parejo,

Del 1 al 4 de mayo los doctores Daniel Villafuerte y Jess Sols, del Centro de Estudios Superiores de
Mxico y Centroamrica de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, Mxico, realizaron una
visita a FLACSO-Guatemala, con el objetivo de estrechar lazos interinstitucionales y conocer la din-
mica de la Encuesta sobre migracin en la frontera sur de Mxico (EMIF SUR), as como del programa
acadmico del rea de estudios de pobreza y migracin. El Dr. Villafuerte es actualmente coordinador
de la red Migraciones internacionales, frontera y seguridad en el sur de Mxico.
Durante la visita se frm un convenio de colaboracin para viabilizar actividades acadmicas,
entre ellas, apoyo a la investigacin, participacin en seminarios en las instituciones miembros de la red
y organizacin de un seminario regional en Guatemala, as como posibilidades de realizar seminarios
internos en Guatemala, por un monto de 150 mil pesos. Durante su estancia los colegas tuvieron la
oportunidad de reunirse con el director de FLACSO-Guatemala, y con miembros del rea. Asimismo,
pudieron realizar una gira a las fronteras de La Hachadura, Agua Caliente y La Mesilla, donde conocie-
ron la dinmica de la EMIF SUR.

Impacto econmico de las transferencias
condicionadas
FLACSO-Guatemala, tras haber ganado el concurso convocado por el PNUD para estudiar el impacto
econmico local, regional y nacional de las transferencias monetarias condicionadas, impulsadas por
el programa Mi familia progresa, dio inicio a la consultora cuyos resultados se espera obtener en mayo
de este ao. El estudio se basar en una muestra representativa, mediante un procedimiento de con-
glomerados multietpico, sobre la intervencin de las transferencias hacia septiembre de 2010, cuando
el programa tena una cobertura de 187 municipios y 571,570 mil familias. La dotacin de subsidios a
familias en situacin de extrema pobreza y pobreza iniciada en 2008 ha generado que las benefciarias
dispongan de dinero el cual, segn las primeras apreciaciones, destinan al consumo de alimentos,
medicinas y vestuario, entre otros. Segn las primeras observaciones, los das de entrega de las trans-
ferencias generan dinmicas de compra y venta en las cercanas de los lugares, algunas veces, incluso
con das de mercado adicionales a los ya establecidos, y/o con ventas, vendedores y proveedores que
llegan de otros lugares. Estas dinmicas impactan directamente las economas locales, pero tambin
trascienden a las economas departamentales, regionales y nacionales, tal y como se podr conocer
tras la investigacin en curso.

Taller sobre pobreza organizado por
CLACSO-CROP-FLACSO
se celebra en Guatemala

El 7 de marzo dio inicio el Taller de capacitacin en estudios sobre pobreza para jvenes investiga-
dores/as de Centroamrica y El Caribe. El taller abrir el espacio de intercambio, anlisis y debate
respecto de la investigacin y las metodologas de investigacin social de la pobreza, la exclusin y
la desigualdad, as como de las polticas pblicas, los programas sociales, la educacin y la salud,
refriendo experiencias y estudios concretos en Amrica Latina. Entre los docentes estn Alberto Ci-
madamore (Argentina), Mayra Espina Prieto (Cuba), Laura Tavares (Brasil), Paula Boniolo (Argentina)
Jos Miranda, Vicente Quino y Oscar A. Lpez (Guatemala). Entre los estudiantes hay representantes
de Guatemala, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Honduras, Panam, Repblica Dominicana y Nicaragua,
los cuales fueron seleccionados en un concurso abierto para el efecto.
Se frma convenio de cooperacin en el
tema migratorio
8 No. 22 / marzo 2011
Publicacin mensual de flacso-Guatemala
Director: Dr. Virgilio lvarez Aragn/Coordinacin y diagramacin: Lic. Hugo de Len P.
Tel. PBX (502) 24147444 Fax: (502) 24147440 Correo electrnico: [email protected] Pgina web: http://www.facso.edu.gt
Las ideas expresadas en esta publicacin no son necesariamente
compartidas por FLACSO-Guatemala
30 mil ejemplares
despus los mataron a palos y des-
pus los quemaron. Cuando fuimos
con Zoila a desenterrar los cadveres,
haban once petates que envolvan
sus respectivas cenizas. Cul de to-
dos era Otto? Quien sabe. (Impacto,
1,977).
En ese viaje no iba Flores, quien
acompa a Zoila slo la primera
vez.
Otto haba nacido en Quetzalte-
nango en 1,936, aunque algunos
afrman que naci en 1,934; y a los
17 aos de edad public sus prime-
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ros poemas en suplementos y diarios
juveniles (Palencia, Alero No.3, p.
32).
La obra potica de Otto Ren que-
d dispersa, pero hubo intentos de
reunirla en libros. En 1,964, la AEU
public unos sonetos libres con el
ttulo Tecn Umn, que no tuvieron
mucha fortuna. En 1,965, las Edicio-
nes Vanguardia publicaron un volu-
men de sus poemas titulado Vmonos
Patria a caminar, en el que el poema
del mismo nombre y que haba ga-
nado el premio Autonoma en 1,956,
sirve de eje. (Palencia). Finalmente,
en 1,975, la Editorial Universitaria
Centroamericana edita con el ttu-
lo de Informe de una injusticia, una
antologa extensa que Alfonso Chase
prepar gracias a que Zoila le pro-
porcion todo el material potico que
haba podido reunir de Otto Ren,
sobre todo los poemas que l mismo
le haba hecho llegar peridicamen-
te desde la montaa hasta la capital
de Guatemala. Quedan an poemas
dispersos. En la revista Alero No.3,
ya citada, hay uno titulado Mensaje
para Argelia, escrito originalmente
en alemn y traducido por Gabriel
Aguilera. En esa misma revista se
encuentra el ilustrativo trabajo de
scar Arturo Palencia, sobre Otto
Ren Castillo y Roberto Obregn,
que hemos utilizado nosotros para
reconstruir sus trayectorias. La reu-
nin potica ms orgnica que se
tiene es la antologa de Chase, cuya
segunda edicin apareci en San
Jos, Costa Rica en 1,982, y es esa
la que utilizamos para este estudio.
De nuevo a la venta el libro cuyo reto principal radica en
intentar comprender las violencias desbordadas en este
pas. Editores Julin Lpez Garca, Santiago Bastos y
Manuela Camus. Una coedicin de FLACSO-Guatema-
la y la Universidad de Cordoba, Espaa. Q 200.00
Muy pronto presentacin y venta de un libro cla-
ve para entender la situacin social del departa-
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Presentacin del cuadro en homenaje a Otto Ren Castillo, original de
Ramiro Garca Dvila y la participacin de Mario Roberto Morales, el
cantautor Alejandro Arriaza y la proyeccin de un video elaborado por
copaeros de Otto Ren
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