La Mirada Interna
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La Mirada Interna I. La Revelacin interior II. Disposicin para comprender III. El sin-sentido IV. La dependencia V. Sospecha del Sentido VI. Sueo y Despertar VII. Presencia de la Fuerza VIII. Control de la Fuerza IX. Existencia del doble o segundo cuerpo X. Evidencia del Sentido XI. El Centro Luminoso XII. La vida como luz en circulacin XIII. Los Principios XIV. La Gua del Camino Interno XV. El gran pasaje de la Fuerza XVI. Transferencia de la Fuerza XVII. Prdida y represin de la Fuerza XVIII. Accin y reaccin de la Fuerza XIX. Los estados internos XX. La Religin interior
LA MIRADA INTERNA - Annimo Es propiedad del autor Derechos reservados para todos los pases Inscripcin No. 40947 Impreso en Chile por Soc. Impr. Camilo Henrquez Ltda. Se termin de imprimir el da 22 de marzo de 1973 en los talleres de la Soc. Impr. Camilo Henrquez Ltada, General Gana 1415 - Santiago de Chile. Copyright Edit. Transmutacin, Santiago de Chile 1973. C:\Documents and Settings\Administrador\Configuracin local\temp\wzcf4a\mirada interna original\La Mirada Interna Annimo.mht
III.- EL SIN-SENTIDO
1. En muchos das descubr esta gran paradoja: aquellos que llevaron el fracaso en su corazn, pudieron alumbrar el ltimo triunfo; aquellos que se sintieron triunfadores, quedaron en el camino como vegetales de vida difusa y apagada. 2. En muchos das llegu yo a la luz desde las obscuridades ms obscuras, guiado no por enseanza, sino por meditacin. As, me dije el primer da: 3. No hay sentido en la vida si todo termina con la muerte. 4. Toda justificacin de las acciones, sean stas despreciables o excelentes, es siempre un nuevo sueo que deja el vaco por delante. 5. Dios es algo no seguro. 6. La fe es tan variable como la razn y el sueo. 7. Lo que uno debe hacer, puede discutirse totalmente y nada viene definitivamente en apoyo de las explicaciones.
8. La responsabilidad del que se compromete con algo, no es mayor que la responsabilidad de aquel que no se compromete. 9. Me muevo segn mis intereses y sto no me convierte en cobarde, pero tampoco en hroe. 10. Mis intereses, no justifican ni desacreditan nada. 11. Mis razones, no son mejores ni peores que las razones de los otros. 12. La crueldad me horroriza, pero no por ello y en s misma, es mejor o peor que la bondad. 13. Lo dicho hoy por m o por otros, no vale maana. 14. Morir no es mejor que vivir o no haber nacido, pero tampoco es peor. 15. Descubr, no por enseanza, sino por experiencia y meditacin, que no hay sentido en la vida si todo termina con la muerte.
IV.- LA DEPENDENCIA
El da segundo: 1. Todo lo que hago, siento y pienso, no depende de m. 2. Soy variable y dependo de la accin del medio. Cuando quiero cambiar al medio o a mi yo, es el medio el que me cambia. Entonces busco la ciudad o la naturaleza o la redencin social o una nueva lucha que justifique mi existencia En cada uno de esos casos, el medio me lleva a decidir por una u otra actitud. De tal manera, mis intereses y el medio, aqu me dejan. 3. Digo entonces que no importa qu o quin decide. Digo en esas ocasiones, que tengo que vivir, ya que estoy en situacin de vivir. Digo todo sto, pero no hay nada que lo justifique. Puedo decidirme o vacilar o permanecer. De todas maneras, Una cosa es mejor que otra provisoriamente, pero no hay mejor ni peor, en definitiva. 4. Si alguien me dice que aquel que no come muere, le responder que as es en efecto y que est obligado a comer aguijoneado por sus necesidades, pero no agregar a sto que su lucha por comer justifica su existencia. Tampoco dir que so sea malo. Dir con sencillez que se trata de un hecho individual o colectivamente necesario para la subsistencia, pero sin sentido en el momento en que se pierde la ltima batalla. Dir adems, que me solidarizo con la lucha del pobre y del Explotado y del perseguido. Dir que me siento realizado con tal identificacin, pero comprender que nada justifica nada.
7. A veces una comunin perfecta con todo me ha extasiado y un amor total me ha sobrepasado. 8. A veces he roto mis ensueos y he visto la realidad de un modo nuevo. 9. A veces he reconocido como visto nuevamente algo que vea por primera vez. 10. Y todo ello me ha dado que pensar. Buena cuenta me doy que sin estas experiencias, no podra haber salido del sin-sentido.
1. Hay una forma de dirigir y concentrar la Fuerza que circula por el cuerpo. 2. Hay puntos de control en el cuerpo. De ellos depende lo que conocemos como: movimiento, emocin e idea. Cuando la energa acta en esos puntos, se producen las manifestaciones motrices, emotivas e intelectuales. 3. Segn la energa acte ms interna o superficialmente en el cuerpo, surgen el sueo profundo, el semisueo o el estado de despierto Seguramente, las aureolas que rodean el cuerpo o la cabeza de los santos (de los grandes despiertos) en las pinturas de las religiones, aluden a ese fenmeno de la energa, que en ocasiones se manifiesta ms externamente. 4. Hay un punto de control del estar-despierto-verdadero y hay una forma de llevar la Fuerza hasta ese punto. 5. Cuando se lleva la energa hacia ese punto, todos los otros puntos de control se mueven alteradamente. 6. Al ver sto y lanzar la Fuerza a ese punto superior, todo mi cuerpo sinti el impacto de esa energa enorme y ella golpe fuertemente en mi conciencia y ascend de comprensin en comprensin. Pero tambin observ que poda bajar hacia las profundidades de la mente si perda el control de la energa. Record entonces, las leyendas sobre los cielos y los infiernos y vi la lnea divisoria entre ambos estados mentales.
evolucionando luego de la muerte fsica. En los otros casos, a la disolucin del cuerpo corresponde el obscurecimiento de la luz y su transformacin en otras escalas animadas de menor conciencia. Esta aparente declinacin de la luz es compensada por la reproduccin de los seres vivos en su escala y por la ampliacin de posibilidades evolutivas en cada ser. 11. El centro luminoso contina produciendo luz y la creacin sigue desarrollndose. 12. El doble puede consolidarse por su actividad unitiva o al recibir la Fuerza directamente desde el centro luminoso. 13. Estas conclusiones me hicieron reconocer en las oraciones de los pueblos antiguos, el germen de una gran verdad que se obscureci en ritos y prcticas externas, no alcanzando ellos a desarrollar la oracin interna que realizada con perfeccin, pone al hombre en contacto con la fuente luminosa. 14. Finalmente, advert que mis descubrimientos no eran tales, sino que se deban a la revelacin interior a la que accede todo aquel que sin contradicciones busca la luz en su propio corazn.
14. Si persigues un fin, te encadenas. Si todo lo que haces lo realizas como si fuera un fin en s mismo, te liberas. 15. Hars desaparecer tus conflictos cuando los entiendas en su ltima raz, no cuando quieras resolverlos. 16. Cuando perjudicas a los dems quedas encadenado, pero si no perjudicas a otros puedes hacer cuanto quieras con libertad. Cuando tratas a los dems como quieres que te traten, te liberas. 17. No importa en qu bando te hayan puesto los acontecimientos, lo que importa es que comprendas que t no has elegido ningn bando. Sea cualquiera tu posicin, tu opinin o tu bando, all no est la verdad completa, sino el ensueo. La verdad completa y la libertad surgen cuando adviertes que tu posicin, opinin y bando son para ti, ensueos. 18. Cada uno de tus actos crea contradiccin o unin en ti. La contradiccin y la unin se acumulan como se acumulan los actos en la memoria. De esta manera, por tus actos repetidos en una u otra direccin, se har ms fcil un sendero y ms difcil otro. Pero no slo esto, ya que cuenta adems, la importancia o gravedad que tiene cada acto que efectes. Uno o muchos pequeos actos unitivos, no compensan a una gran contradiccin. 19. Cuando encuentres una gran fuerza, alegra y bondad en tu corazn o cuando te sientas libre y sin contradicciones, agradece a tu dios interior como si te agradecieras a ti mismo. Cuando te suceda lo contrario, pdele con fe y ese agradecimiento que acumulaste en tu interior, volver convertido y ampliado en beneficio. Pero no puedes pedir a tu dios si antes no has tomado contacto con l, al despertar la Fuerza y al entregarle alegremente tu bondad. Cuanto mayor sea tu agradecimiento, mayor beneficio volver cuando sea necesario. De este modo sencillo, llegars a experimentar que tu inmortalidad y evolucin dependen del crecimiento de tu dios interior. 20. Jams pidas a tu dios interno algo que se oponga a estos Principios, porque te dar de acuerdo a tu pedido (y tanto ms, si es grande tu fuerza acumulada) y entonces, empezars a encadenarte t mismo. XIV.- LA GUIA DEL CAMINO INTERNO 1. nicamente si has comprendido lo explicado hasta aqu, ests en condiciones de liberar la fuerza. Si no has entendido cabalmente los ltimos puntos que, adems, deberan convertirse en tu manera cotidiana de encarar la vida, conviene que los medites hasta que se te hagan claros y practicables. Si luego de largas y pacientes meditaciones te siguieran resultando obscuros, busca a aquellos que te preceden en el camino para que te ayuden en tu evolucin del modo en que t ayudaras a otros con menos experiencia, si te vinieran en consulta. 2. Ahora sigue con atencin lo que voy a explicarte, ya que se trata del modo de operar, necesario para producir el Gran Pasaje de la Fuerza. 3. Recgete con sencillez en un lugar apartado de todo bullicio y junto a algn otro que te resulte afn y est hermanado contigo en estas verdades. Lee en voz alta repitiendo hasta comprender el significado de esta relacin, conocida como la Gua del Camino Interno. 4. Por el Camino Interno puedes andar obscurecido o luminoso. Atiende a las dos vas que se abren ante ti.
Si dejas que tu ser se lance hacia regiones obscuras, tu cuerpo gana la batalla y l domina. Entonces brotarn sensaciones y apariencias de espritus, de fuerzas, de recuerdos. Por all se desciende ms y ms. All estn el Odio, la Venganza, la Extraeza, la Posesin, los Celos, el Deseo de Permanecer. Si desciendes an ms, te invadirn la Frustracin, el Resentimiento y todos aquellos ensueos y deseos que han provocado ruina y muerte a la humanidad. No elijas esa senda que est arreglada con seduccin como una trampa. Si en cambio, impulsas a tu ser en direccin luminosa, encontrars resistencia y fatiga a cada paso. Esta fatiga del ascenso tiene culpables: tu vida pesa, tus recuerdos pesan, tus acciones anteriores impiden el ascenso. Esta escalada es difcil por la accin de tu cuerpo, que tiende a dominar. l debe ser observado y tu mente volar hacia espacios luminosos. En los pasos del ascenso, se encuentran regiones extraas de colores puros y de sonidos no conocidos. No huyas de la purificacin que acta como el fuego y que horroriza con sus fantasmas. Rechaza el sobresalto y el descorazonamiento. Rechaza el deseo de huir hacia regiones bajas y seguras. Rechaza el apego a los recuerdos. Queda en libertad interior con indiferencia hacia el ensueo del Paisaje, con resolucin en el ascenso. La luz pura clarea en las cumbres de la gran cadena montaosa y las aguas de los-mil-colores bajan entre melodas irreconocibles hacia mesetas y praderas cristalinas. No temas la presin-de-la-luz que te aleja de su centro cada vez ms fuertemente. Cuando en la gran cadena montaosa encuentres la ciudad escondida, debes conocer la entrada. A ella llegars en el momento en que tu vida sea transformada. Sus enormes murallas estn escritas en figuras, estn escritas en colores, estn sentidas. En esa ciudad se guarda lo hecho y lo por hacer. Pero a tu ojo interno es opaco lo transparente. Los muros te son impenetrables. Toma la Fuerza de la ciudad escondida y vuelve al mundo de la vida densa con tu frente y tus manos luminosas. XV.- EL GRAN PASAJE DE LA FUERZA 1. Si luego de repetir la Gua del Camino Interno, te fuera incomprensible su significado, trata de compartir el clima mental que se trasunta en ella. La preparacin para seguir adelante, se efecta por comprensin del simbolismo o por percepcin de su clima. 2. Compentrate fuertemente de lo que entiendas o, segn el caso, de lo que sientas y entonces imagina una esfera transparente y luminosa que
bajando hacia ti, termina por alojarse en tu corazn. Reconocers al momento que la esfera deja de aparecerse como imagen para transformarse en sensacin dentro de tu pecho. 3. Observa cmo la sensacin de la esfera se expande lentamente desde tu corazn hacia afuera del cuerpo, al tiempo que tu respiracin se hace ms amplia y profunda. 4. Si no cuidas lo que te digo ahora, sers superado por la fuerza y en lugar de controlarla, caers en trance, en una hipnosis tan estpida como aquella que se manifiesta en cualquier medium. 5. Observa mentalmente la posicin que tiene tu cuerpo al mismo tiempo que sientes la expansin de la esfera. No olvides en ningn momento la posicin de tu cuerpo. No trates tampoco de poner tu atencin en la respiracin Deja que ella acte por s sola. 6. Debo repetirte sto, que es importante: tu atencin en tales momentos, debe estar en la sensacin de la esfera que se expande y al mismo tiempo, en la posicin de tu cuerpo. Si no puedes lograr sto, conviene que te detengas hasta irlo logrando con el tiempo. Pero en ningn caso eludas lo que te digo, bajo peligro de ser arrastrado hacia lo crepuscular, hacia lo obscuro, hacia el trance. 7. Si has hecho todo con correccin, pureza interna y sin sobresalto, comenzars a experimentar el gran pasaje de la Fuerza. Tus brazos y piernas han de empezar a electrificarse. Luego, todo el cuerpo recibir ondulaciones progresivas que Tendern a moverlo convulsivamente Debes impedir tal cosa, incorporndote, abriendo bien los ojos y caminando hasta que la Fuerza se diluya. 8. Si en lugar de esa violencia percibes el gran pasaje como simple ondulacin, repara que al poco tiempo empiezan a liberarse todo tipo de emociones confusas y contradictorias, sin tu direccin. Esto ltimo no debe ocurrir Has de impedirlo como en el caso anterior. 9. Si dominas la ondulacin y tus emociones no son ya contradictorias, aunque se manifiesten con vigor, puedes continuar, pero entonces repara en las imgenes, en los recuerdos y fantasas que empezarn a luchar entre s para, atropelladamente, ganar tu conciencia. Debes impedir tal cosa del modo conocido. 10. Si controlas ya tu cuerpo, tus emociones y tus imgenes, entonces puedes dejar que se produzca el gran pasaje de la Fuerza. Comenzars a percibir la Luz y nuevos colores y sonidos, pero que no te poseern sino que sern controlados por ti. Entonces, comprobars cmo tu conciencia se ampla y cmo la Fuerza aumenta en ti ms y ms, realizndose el Contacto con la Fuente-de-Luz. 11. Cuando la experimentacin del gran pasaje se te haga excesiva o intolerable, debes terminar con ese estado imaginando que la esfera se contrae y luego sale de ti hacia las alturas, brillante y transparente como lo fuera al comenzar con todo aquello. Sabes, adems, que existe el otro procedimiento ms drstico, pero slo aconsejado para cuando est por perderse el control. 12. Ahora comprenders por qu te recomend antes de iniciar sto, que te rodearas de algn otro, hermanado contigo en estas verdades. Si alguien experimentara descontrol, es deber del otro sacarlo de ese estado. Mejor ser en todo caso, que trabajen varios y no slo dos en el
gran pasaje de la Fuerza. De otro modo, unos pocos pueden caer en el estpido trance hipntico, cuyo mayor peligro radica en grabar psimas experiencias que luego resultan difciles de erradicar, ocurriendo como ocurren en direccin opuesta a la conciencia de s. Esa conciencia opuesta recibe el nombre de crepuscular, que la revela a la perfeccin. Debes reconocer en el campo de lo crepuscular a la hipnosis, la mediumnidad, la accin de drogas y en general, a todo fenmeno que produce el gran pasaje sobrepasando el control de la conciencia clara y en ascenso. Casi todas las experiencias extrasensoriales y an las de proyeccin del doble, se producen desde lo crepuscular. Desconfa de tales manifestaciones y considralas como las tentaciones que sufrieron los santos en su evolucin, segn cuentan las leyendas. 13. Todas las prcticas mgicas, ascticas o religiosas que alteren los sentidos, van en direccin crepuscular. 14. Ahora bien, si has trabajado observando cuidadosamente lo recomendado, puede suceder no obstante, que no hayas producido el gran pasaje. Eso ser sntoma de que te falta unidad interna. De todas maneras, vuelve sobre sto, hasta que con el tiempo puedas lograrlo. 15. Sea que hayas efectuado o no el gran pasaje, tales trabajos te est permitido realizarlos una sola vez en cada mes, el mismo da y a la misma hora. 16. Termino con sto: a medida que avances, experimentars la Fuerza como algo que crece en ti, que te da unidad y que te liga a otro plano con el que estn conectados tambin otros que como t, construyen para esta vida y para despus de ella. Reconocers algn da la luz y la hermandad de la luz. Reconocers Que esta hermandad tiene su templo no en lugar fsico alguno, Sino en un plano mental del que participan aquellos que trabajan para s y para despertar a todo el gnero humano. 17. Sea como fuere, no debes tomar por cierto algo que no puedes experimentar todava. Bastante perjuicio ha causado a la humanidad la creencia sin experiencia y el dogma que obscureci la sabidura que legaron los grandes instructores. Bastante horror y explotacin ha sido para el mundo, la existencia de castas sacerdotales, que se apoderaron de medias-verdades para imponerse. XVI. TRANSFERENCIA DE LA FUERZA 1. Aquel que tiene la fortuna de haber logrado el gran pasaje y que lo dirige hacia su propia evolucin, tiene obligaciones para con aquellos que estn en el camino, atrs de l. Los que van detrs del ms antiguo, conviene que recaben de l, sabidura y experiencia. 2. En muchos casos, los que tienen control de la Fuerza pueden transferirla a quienes, pese a sus esfuerzos, no logran el gran pasaje. Esto se hace en aquellas reuniones en que, en unos y en otros, est ese fuerte y solidario deseo. Entonces, basta con que al manifestarse el gran pasaje, se desplace la Fuerza por haber mantenido contacto entre los que estn en condiciones diferentes. Esta transferencia fue conocida desde antiguo como imposicin de manos. La Fuerza puede, en efecto, transferirse cuando se dispone de su control y te digo que as como el doble puede proyectarse, tambin su energa se manifiesta a distancia
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en los fenmenos que se reconocen como extrasensoriales. No obstante, en su momento, te advert sobre su inconveniencia. La fuerza puede ser transferida a otros y tambin a objetos particularmente adecuados para recibirla y conservarla. Confo en que no te ser difcil entender la funcin que cumplieron los sacramentos en muchas religiones e igualmente, el significado que tuvieron los lugares sagrados y hasta los sacerdotes y pontfices supuestamente cargados con la Fuerza y posteriormente, convertidos en fetiches sin significado profundo. Cuando algunos objetos fueron adorados con fe en los templos y se los rode de ceremonia y rito, seguramente devolvieron a los creyentes la energa acumulada por oracin repetida. Esto, que luego fue supersticin (que an conservan las gentes ignorantes), tuvo como trasfondo la real intuicin de la existencia de la Fuerza y su aptitud para ser transferida. Hablemos ahora del caso en que ya conoces por experiencia la accin de la Fuerza. La produccin del gran pasaje se efecta a lo sumo mensualmente, a fin de que la energa liberada tome su tiempo en reordenarse. As se obtienen los beneficios necesarios, sin manifestar efectos contrarios que puedan llevar al deterioro, por exigencias continuadas, dejadas a la improvisacin. Por otra parte, la circulacin sbita de la Fuerza en el organismo, produce movilizacin de los puntos de control de los que te hablara en su momento. Entonces, poco a poco, comienza a percibirse un cambio profundo y positivo en la actitud general de aquel que lleva estas cosas con prudencia. Todo nuevo gran pasaje es un refuerzo al cambio que se va experimentando. Este ser saludable si cada vez se produce con mayor control y ampliacin de la conciencia. Un efecto opuesto, muestra a las claras que las operaciones deben suspenderse. Supongo que tu caso es el mejor y por tanto, puedo recomendarte ahora que luego del gran pasaje conserves en ti la sensacin fsica de carga y te mantengass en presencia de la Fuerza en tus actividades cotidianas. Puedes, para sto, usar el recurso de no olvidar tu cuerpo al par que te ocupas de otras cosas. Esta suerte de atencin dividida, consolida poco a poco ese nuevo nivel mental que conocemos como conciencia de s o estado de verdadero despertar. Por extrao que te resulte aquello de no olvidar tu cuerpo, debes comprender que en el estado corriente de vigilia, sucede lo contrario. Al olvidar el cuerpo se olvida tambin el propio yo y por tanto, uno se olvida de s mismo, siendo influenciado por los ensueos, los fantaseos y la accin hipntica del mundo que rodea. As, merced al olvido de s misma, la gente es fcil presa de opiniones no demostradas, de creencias, de pareceres, de criterios de autoridad y prestigio y en general, de toda accin propagandstica e irracional. No te sugiero aqu que te separes del mundo cotidiano, sino todo lo contrario, acta en l sin temor ni encerramiento, pero no te olvides de ti mismo.
XVII.- PERDIDA Y REPRESION DE LA FUERZA 1. Las mayores descargas de la Fuerza se producen por actos descontrolados, stos son: la sexualidad excesiva, la imaginacin sin
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freno, la charla desmedida, la curiosidad sin control y la percepcin exagerada (el mirar, or, gustar, etc de manera desbordada e intil). En cuanto a la sexualidad, debes interpretar correctamente sto: tal funcin no debe ser reprimida, porque en ese caso crea efectos mortificantes y contradiccin interna. La sexualidad comienza y concluye en su acto, pero de ninguna manera debe continuar afectando la imaginacin o buscando nuevo objeto de posesin. Se hace evidente que si los estmulos externos o la fantasa exacerban la funcin del sexo, sta resulta excesiva. Est claro que las recomendaciones de castidad y abstinencia tuvieron en su momento relacin con la Fuerza, pero los instructores que pusieron atencin en aquello, de ningn modo lo explicaron de manera represiva, sino sobreelevada. Posteriormente, el control del sexo por una determinada moral social o religiosa, sirvi a designios que nada tenan que ver con la evolucin sino ms bien con lo contrario. La Fuerza se desbord hacia lo crepuscular en las sociedades reprimidas y all se multiplicaron los casos de endemoniados, brujos, sacrlegos y criminales de toda laya que gozaron con el sufrimiento y la destruccin de la vida y la belleza. En algunas tribus y civilizaciones, los criminales estuvieron repartidos entre los que ajusticiaron y los que fueron ajusticiados. En otros casos, se persigui a todo lo que era ciencia y progreso porque se opona a lo irracional, a lo crepuscular y a lo reprimido. En ciertos pueblos primitivos, existe an la represin del sexo, como en otros considerados de civilizacin avanzada. Es evidente que en unos y en otros, el signo destructivo es grande aunque en los dos casos el origen de tal situacin sea distinto. Si me pides ms explicaciones, te dir que en realidad el sexo es en s santo, ya que gracias a su ejercicio la cada de la luz en escalas inferiores (al desintegrarse los cuerpos), es compensada por la reproduccin, que permite el surgimiento de nuevas posibilidades evolutivas. Jams creas las mentiras de los envenenadores de la vida cuando se refieren al sexo como algo despreciable. Por el contrario, hay en l belleza y no en vano est relacionado con los mejores sentimientos del amor. S cuidadoso entonces y considralo como una gran maravilla que debe tratarse con delicadeza, sin convertirlo en fuente de contradiccin o en desintegrador de la energa vital.
XVIII.- ACCION Y REACCION DE LA FUERZA 1. Te expliqu en alguno de los principios: Cuando encuentres una gran Fuerza, alegra y bondad en tu corazn o cuando te sientas libre y sin contradicciones, inmediatamente agradece a tu dios interior, como si te agradecieras a ti mismo 2. Tu dios interior, no es sino esa energa que va tomando unidad en ti por tu trabajo corriente y que va conformando al doble, capaz de acrecentarse con el gran pasaje de la Fuerza y trascender ms all de esta vida. Agradecer, significa concentrar los estados de nimo
positivos en este interior radiante, smil de la esfera transparente que conoces. Esto permite asociar los estados positivos con tal representacin, de modo que a la inversa (en situaciones desfallecientes), al apelar a idntica imgen, sta entregar la carga psquica que le fuera asociada. Como adems, esta energa est elevada por el contacto con la Fuerza, su accin trasciende el simple campo de lo mental personal. 3. Por todo ello, tu dios interno devolver ampliado en beneficio aquello que le pidieras, siempre que antes hubieras tomado contacto con la Fuerza (gran pasaje) y hubieras acumulado en ti, numerosos estados positivos. 4. Para que todo lo anterior te resulte an ms claro, agregar que el no olvidarse del cuerpo, o de s mismo en la vida cotidiana, puede lograrse progresivamente si la atencin al cuerpo es reforzada con esta imgen interna que acabo de mencionarte o por lo menos, con la sensacin de existencia de la fuerza en uno mismo. XIX.- LOS ESTADOS INTERNOS 1. Debes adquirir ahora suficiente percepcin de los distintos estados internos en los que te puedes encontrar. 2. El primer estado, en el que prima el sin-sentido, aqul que mencionamos al comienzo, es conocido como estado de simple y difusa vitalidad. Todo se orienta por las necesidades, pero stas son confundidas a menudo con los deseos y las imgenes contradictorias. All hay obscuridad y la luz de la razn est muy alejada. Se permanece en ese estado vegetando, perdido entre formas no definidas. Desde ese punto propio del sueo profundo, se puede evolucionar slo por dos vas posibles: la va de Muerte o la de Mutacin. 3. La va de la Muerte te pone en presencia de un paisaje catico y obscuro. Los antiguos conocieron ese paisaje y casi siempre lo ubicaron bajo tierra, en las profundidades abismales. Los instructores tambin visitaron ese reino para luego resucitar en niveles luminosos. Por la va de la Muerte se reconoce el estado de vitalidad difusa, muriendo entonces a la vida anterior y ascendiendo hacia otro estado. 4. Llegando a l, se encuentra el refugio de la Regresin. Desde all se abren dos caminos: el del Remordimiento y aquel otro que sirvi para el ascenso, es decir, el camino de la Muerte. Si tomas el primero es porque tu decisin tiende a romper con tu vida pasada. Si regresas por el camino de la Muerte, destruyes tu posibilidad evolutiva y recaes en los abismos de la Vitalidad difusa. 5. Ahora bien, te dije que haba otro sendero para escapar de la Vitalidad, se era el de la Mutacin. Si eliges esa va, es porque quieres emerger de tu penoso estado, pero sin estar dispuesto a abandonar algunos de sus beneficios aparentes. Es pues un falso camino, conocido como Camino de la Mano Izquierda, tomando la palabra izquierda por torcida. Muchos monstruos han salido de las profundidades por ese tortuoso pasadizo. Ellos han querido tomar el cielo por asalto, sin abandonar los infiernos y por tanto, han proyectado en el mundo medio infinita contradiccin.
6. Supongo que ascendiendo por el reino de la Muerte y por tu consciente Remordimiento, has llegado ya a la morada de la Tendencia. En ella no puedes descansar mucho tiempo. Dos delgadas cornisas sostienen tu morada: la Conservacin y la Frustracin. La Conservacin es falsa e inestable. Caminando por ella te ilusionas con la idea de permanencia, pero en realidad desciendes velozmente hacia la Vitalidad que habas superado por la Muerte y el Remordimiento. Mala es tu posicin en la morada de la Tendencia: o te dejas estar y caes o asumes responsablemente el camino de la Frustracin (penoso, pero nico-nofalso). 7. De fracaso en fracaso puedes llegar a la prxima morada, que se llama la morada del Desvo. Cuidado con las dos vas que tienes ahora por delante: o tomas el camino de la Resolucin, que te lleva a la posada de la Generacin o tomas el del Resentimiento, que te hace descender nuevamente hacia el refugio de la Regresin, hacia el refugio del semisueo. All ests plantado ante el dilema: o te decides por el laberinto de la vida consciente y tomas la Resolucin o regresas al laberinto de la vida obscura. Son numerosos los que no habiendo logrado superarse, regresan a los reinos inferiores por el Resentimiento. Desafortunado aqul que llegando penosamente ante el umbral, no pudo franquear la entrada del despertar! 8. Pero t has ascendido por la Resolucin; te encuentras ahora en el primer albergue de reposo conocido como la Generacin. All tienes tres puertas: una se llama Cada, que lleva directamente a la Regresin, otra se llama Intento y la tercera, Degradacin, que te lleva directamente a los abismos, slo que desandando moradas y caminos en este orden: Tendencia, Frustracin, Desvo, Resentimiento, Regresin, Muerte, Vitalidad,. No cabe duda que debes escoger la puerta media. 9. Sube por la escalinata del Intento y llegars a una cpula inestable. Desde all, desplzate por un pasillo estrecho y sinuoso que conocers Como la Volubilidad, hasta llegar a un espacio amplio y vaco como Una plataforma, que lleva el nombre de espacio-abierto-de-la-energa. 10. En ese espacio puedes espantarte por el paisaje desierto e inmenso y por el aterrador silencio de esa noche transfigurada por enormes estrellas inmviles. All, exactamente sobre tu cabeza, vers clavada sobre el firmamento, la insinuante forma de la Luna Negra. All debes esperar a la alborada, paciente y con fe, pues nada malo puede ocurrirte si te mantienes quieto y sin desesperar. 11. Podra suceder en tal situacin, que quisieras por tu propia inventiva, arreglar una salida inmediata de all. Si tal ocurre, podras a tientas encaminarte a cualquier lugar con tal de no esperar el da en silencio y fe, pero debes recordar que todo movimiento all es falso y se llama genricamente: Improvisacin. Si olvidndote de lo que ahora te menciono, comenzaras a improvizar movimientos por tu cuenta, ten la certeza de que seras arrastrado por un torbellino entre senderos y moradas hasta el fondo ms obscuro de la disolucin. 12. Qu difcil debe ser para ti comprender como los estados internos estn encadenados unos a otros! Si vieras qu lgica inflexible tiene la conciencia, advertiras que en estas cosas, quien improvisa a ciegas,
fatalmente comienza por la Degradacin de la enseanza, luego surgen en l los sentimientos de Frustracin, posteriormente en el Resentimiento y por ltimo llega a la Muerte y al mundo de la Vitalidad, en el que todo es olvido de lo que algn da se alcanz a percibir. 13. Si en la explanada alcanzas a percibir el da, surgir ante tus ojos el radiante sol que habr de alumbrarte la realidad objetiva. Entonces vers por primera vez, que en todo lo existente vive un Plan. 14. Es difcil que caigas desde all una vez que el Plan te fuera revelado, salvo que voluntariamente decidieras descender a los reinos inferiores para beneficio de otros, que deben ser instrudos en estas verdades. En tal caso, descenders por el Propsito, hasta la morada de la Inestabilidad y desde all (si se es tu deseo), bajars an por la Fatalidad hasta los niveles que eligieras. 15. Pero quin habla de bajar, cuando ha consolidado de modo permanente la conciencia de s, el estado de despierto que ya no se pierde. Quin habla de bajar, cuando se roza el nivel de conciencia creador! 16. No debo hablar ms de estas verdades, porque ellas, sin experiencia, slo sirven para trasladar al campo de lo imaginario lo efectivamente realizable. 17. Que te sirva lo dicho hasta aqu, a ti que vienes desde el lejano sinsentido. 18. Si lo explicado no te fuera til, qu podras objetar o poner por encima de esta enseanza, si de todas maneras, nada tiene fundamento y razn para tu estado de existencia, prximo a la imgen de un espejo, al sonido de un eco, a la sombra de una sombra. 19. Por lo contrario, algrate si ha descendido al mundo de las tinieblas un cabo luminoso. Algrate!, pero recuerda bien que hemos trado la verdadera palabra de redencin que dice: Slo t puedes redimirte XX.- LA RELIGION INTERIOR 1. Repara en mis consideraciones. En ellas no habrs de intur sino alegricos fenmenos y paisajes del mundo externo, pero tambin descripciones reales (no alegricas) del mundo mental. 2. Tampoco debes creer que los lugares por donde pasas en tu andar, sean los que roza el doble en su separacin del cuerpo fsico. Semejante confusin hizo a menudo obscurecer a profundas enseanzas religiosas y as hasta hoy, se cree que cielos. infiernos, ngeles, demonios, monstruos, castillos encantados, selvas, ciudades remotas y dems, tienen realidad visible para los iluminados. El mismo prejuicio (pero con interpretacin inversa), ha hecho presa en los escpticos sin sabidura, que han tomado esas cosas por ilusiones o alucinaciones padecidas por mentes afiebradas. 3. Debo repetirte entonces, que en todo sto debes comprender que se trata de estados mentales simbolizados por objetos, supuestamente existentes en s mismos. Esto no excluye, sin embargo, que la mente y sobre todo el doble con sus atributos, acte en el mundo fsico. 4. Considera conmigo como de gran importancia, estos tres puntos: primeramente, los Principios. Su exmen y observancia producirn en ti una nueva forma de vivir. En segundo lugar, la Gua del Camino Interno, que meditada con frecuencia, te impedir equivocar la direccin en tu
desarrollo. Por ltimo, el trabajo con la Fuerza, clave del despertaradquirido-de-modo-permanente y de la inmortalidad. 5. Estos tres puntos son pilares sobre los que descansa el maravilloso templo de la Religin Interior. Templo existente en todo ser humano, tantas veces rozado en infatigables bsquedas milenarias, tantas veces presentido en pocas de fe; y tantas veces olvidado en pocas de derrumbe. 6. Todas las religiones y por cierto tambin la religin del atesmo, tienen dos caminos. El camino del Fanatismo (o de la Conservacin), lleva a los abismos. El camino del ascenso, lleva al templo de la Religin Interior. 7. Cuando se habl de las ciudades de los dioses adonde quisieron arribar numerosos hroes de distintos pueblos; cuando se habl de parasos en que dioses y hombres convivieron en original naturaleza transfigurada; cuando se habl de cadas y de diluvios, se dijo gran verdad. 8. Luego los redentores trajeron la Palabra y llegaron a nosotros en doble naturaleza (humana y divina), para restablecer aquella nostlgica unidad perdida. 9. Vuela ya de regreso a las estrellas el hroe de esta edad. Vuela a travs de dimensiones antes ignoradas. Vuela sin duda, hacia el templo escondido de la Ciudad de Dios. 10. T, yo y todos nuestros hermanos, divisamos abiertas de par en par, las puertas del templo de la Religin Interior.