Patología Periodontal y Cardiovascular

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Enfermedades cardiovasculares, enfermedades periodontales y estilo de vida

C. de Teresa y B. Noguerol

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RESUMEN CONCEPTUAL Los ltimos datos disponibles apoyan la idea de que la relacin entre enfermedades cardiovasculares y periodontitis no debe plantearse slo en el sentido de si estas ltimas pueden favorecer la aparicin de las primeras. El denominado sndrome metablico est detrs de los problemas cardiovasculares y recientemente se ha demostrado su relacin con las periodontitis, por lo que es probable que ambas patologas puedan tener factores etiolgicos comunes, que se relacionan con el estilo de vida. Podemos preguntarnos, en primer lugar, hasta qu punto el control que el paciente haga de sus hbitos de vida puede servir de complemento al tratamiento habitual de ambas patologas. Dentro del estilo de vida, el ejercicio fsico y la alimentacin son los dos factores con mayor capacidad de generar salud y bienestar. La mayor parte de los efectos de ambos se producen a travs de la accin sobre dos tejidos: el muscular y el adiposo, que poseen una actividad funcional so-

bre el sistema cardiovascular y metablico, estando considerados actualmente como verdaderos rganos endocrinos. La repercusin de las acciones promovidas por ambos tejidos es de tal magnitud que la erradicacin del factor de riesgo que tendra mayor repercusin, en la reduccin de la incidencia de las enfermedades cardiovasculares en Espaa, sera la obesidad. Igualmente, se establece la relacin entre la obesidad y la periodontitis. El adipocito es una clula receptora y secretora de numerosas seales, adems de intervenir en la regulacin del metabolismo energtico. El tejido adiposo libera sustancias denominadas genricamente adipoquinas, con actividad metablica, inmunitaria y vascular. De entre ellas destacan la leptina, la adiponectina, el factor de necrosis tumoral (TNF), la interleucina 6 (IL-6), la resistina, el PAI, etc. Los efectos beneficiosos del ejercicio fsico en estos dos campos son antioxidantes y antiinflamatorios. Ambos efectos estn implicados en la fisiopatologa de las cardiopatas y la periodontitis.

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CAPTULO

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V. El paciente cardaco en la consulta odontolgica

INTRODUCCIN

Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en el mundo desarrollado, y probablemente se extendern incluso al tercer mundo a partir de la segunda mitad del siglo XXI. Esta situacin, insostenible tambin desde el punto de vista econmico, hace necesario un nuevo planteamiento de los sistemas de salud, para sustituir el enfoque tradicional del tratamiento de las enfermedades por otro ms preventivo y amplio como el de la promocin de la salud. La razn de la existencia de una estrecha colaboracin entre cardilogos y periodoncistas, motivo de la obra, de la que ste constituye el captulo final, es la importante aportacin de evidencia cientfica reciente sobre la relacin que pueden tener los fenmenos inflamatorios asociados a la periodontitis y los accidentes isqumicos cardiovasculares. Hay otro aspecto an ms novedoso y menos estudiado, aunque la doctrina cientfica derivada del mismo abre un campo prometedor en salud pblica, con incuestionables implicaciones para la cardiologa, pero tambin para la periodoncia. El punto de partida de este nexo es la importancia que el estilo de vida tiene en la etiologa de los accidentes cardiovasculares y cmo, modificndolo, podemos promover nuestra salud cardiovascular. Algunos aspectos de la influencia del estilo de vida, vinculados al conocido como sndrome metablico, pueden tambin estar relacionados con la etiologa de las periodontitis El sndrome metablico se ha definido como la conjuncin de varias enfermedades o factores de riesgo en un mismo individuo que

aumentan la probabilidad de que padezca una enfermedad cardiovascular o diabetes mellitus. Dos aspectos se asocian en l de forma constante: la obesidad y la intolerancia a la glucosa, o incluso la diabetes del adulto. Ambos estn bien documentados en su relacin con la periodontitis. Se sabe que en los diabticos existe una mayor posibilidad de padecer periodontitis y que el control de la diabetes mejora la situacin periodontal. En sentido inverso, se ha comprobado que el control de la infeccin periodontal ayuda al control de la diabetes. Tambin se ha observado que las personas obesas tienden a padecer ms periodontitis. Vemos, pues, que la probabilidad de padecer una periodontitis no est slo relacionada con la predisposicin gentica individual y los hbitos de higiene bucal, sino que determinados aspectos relacionados con el estilo de vida pueden tener una influencia significativa. El tratamiento odontolgico de los pacientes con enfermedades cardiovasculares es una eventualidad que precisa medidas especficas para minimizar los riesgos que para el sistema cardiovascular tiene este tipo de intervenciones. Pero, a la vez, este contacto con el paciente debe aprovecharse para continuar la tarea de concienciacin y educacin del mismo, exponindole la necesidad de adquirir determinados hbitos de vida, como el mejor medio de promocin de su salud. De hecho, los cambios en los estilos de vida en las ltimas dcadas, con la implantacin de patrones de vida ms sedentarios y hbitos alimentarios menos saludables, han trado de la mano un incremento de la prevalencia de las enfermedades crnicas degenerativas, y muy especialmente de las cardiometablicas (hipertensin arterial, obesidad, diabetes, etc.).

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Las medidas dirigidas a modificar esta tendencia deberan buscar, por lo tanto, aumentar el grado de concienciacin de los ciudadanos, y especialmente de los pacientes, sobre su capacidad de gestionar la promocin de su propia salud, a travs de la instauracin de hbitos y estilos de vida saludables. La consulta odontolgica puede ser, en este sentido, una buena plataforma para desarrollar este tipo de programas y actuaciones.

RELACIN DIABETES/OBESIDAD Y PERIODONTITIS

La informacin de que disponemos, coincidente en este punto, establece una relacin causa-efecto entre diabetes y enfermedades periodontales.1-3 La existencia de una diabetes previa es un factor de incremento de extensin y gravedad de la periodontitis. La periodontitis podra afectar a la situacin metablica del paciente diabtico. Aunque la informacin disponible pone de manifiesto una relacin favorecedora, algunos aspectos permanecen poco claros.4 Queda por aclarar el papel favorecedor que el control de la diabetes pueda ejercer sobre el pronstico periodontal, mediante estudios de intervencin controlados a largo plazo, aunque la experiencia clnica est de acuerdo con esta hiptesis. El primer estudio que relacion la obesidad con la periodontitis se realiz en un medio animal y data de 1977.5 Buhlin y cols. establecieron en 2003 la relacin que un ndice de masa corporal elevado (superior a 26 en hombres y a 25 en mujeres) tena con la periodontitis grave en un estudio caso-control con anlisis multivariante.6

Grundy defini en 2004 el sndrome metablico como la coexistencia de algunos factores metablicos, entre los que encuentran la obesidad, la dislipemia, la hipertensin arterial y un estado proinflamatorio o protrombtico.7 Recientemente se ha incorporado un importante nmero de referencias en esta lnea.8-12 La asociacin entre obesidad y enfermedad periodontal es ms pronunciada entre adultos jvenes que en los mayores, al sumarse, con el paso de los aos, factores de confusin relacionados con cambios metablicos. Se sabe que el tejido adiposo se comporta como un rgano secretor de las llamadas adipoquinas. La ms relevante para nosotros quiz sea el factor de necrosis tumoral (TNF-), que es capaz de provocar daos mediados por endotoxina en muchos rganos, incluyendo los tejidos periodontales. Otros factores de inters en este sentido seran el factor activador/inhibidor del plasmingeno y la leptina, sustancia muy vinculada al tejido adiposo, que estimula el sistema inmunitario y facilita la produccin de citoquinas inflamatorias y la fagocitosis de los macrfagos, relacionados con la patogenia de las periodontitis. El hecho de que estas circunstancias englobadas en el sndrome metablico, a caballo entre lo gentico y lo ambiental, estn relacionadas con las tres patologas, accidentes cardiovasculares (ACV), diabetes y periodontitis, y que se puedan establecer circunstancias comunes entre ellas, hace difcil establecer relaciones de causalidad o poder decir si, por ejemplo, la diabetes y la periodontitis o la periodontitis y los ACV se favorecen entre s o son enfermedades que coinciden en un mismo sujeto como manifestacin de alteraciones orgnicas comunes.

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Desde un punto de vista clnico, puede no ser tan relevante establecer esta relacin de causalidad como comprender que estas situaciones analizadas, obesidad, diabetes y periodontitis, se pueden prevenir de forma conjunta introduciendo hbitos saludables que conduzcan a un cambio en el estilo de vida. El modelo de interaccin propuesto por Saito9 se muestra en la figura 15-1.
RIESGO CARDIOVASCULAR Y ESTILOS DE VIDA Concepto de salud y enfermedad en el paciente cardiovascular

La Organizacin Mundial de la Salud (OMS) define la salud como el estado de total bienestar fsico, psquico y social. Esta definicin, un tanto imprecisa, puede llevar a confusin si se transmite la idea de salud como un estado biolgico estable. Muy al contrario, cualquier proceso biolgico es en s mismo activo e inestable, dependiendo su homeostasis del equilibrio entre los estmulos a que se ve

sometido y la capacidad de respuesta y adaptacin que el sistema haya desarrollado. De ah que nosotros podamos intervenir activamente, a travs del control de los estmulos, sobre la homeostasis de muchos de nuestros sistemas, tanto desde el punto de vista mdico, a travs del tratamiento, como desde el personal, a travs del estilo de vida. Siendo as, el concepto de salud y enfermedad se deberan contemplar como distintas fases de un mismo proceso, sobre el que podemos influir activamente, en sentido positivo o negativo, y con mayor o menor xito dependiendo del grado de reversibilidad del deterioro funcional u orgnico que se haya producido en cada sistema. En el caso de la salud cardiovascular, el proceso de aterosclerosis comienza desde edades tempranas y su evolucin depende de mltiples factores genticos y ambientales.13,14 El deterioro de la funcionalidad cardiovascular, desde la alteracin de la funcin endotelial arterial como punto de partida de la aterosclerosis, hasta la alteracin histolgica de una vlvula car-

Obesidad

Periodontitis

Diabetes

Obesidad

Intolerancia a la glucosa

Diabetes

Periodontitis

Figura 15-1. Relacin entre obesidad, diabetes y enfermedad periodontal. Las flechas negras indican relacin establecida. Las flechas verdes indican asociacin basada en datos recientes. La flecha gris de puntos, relacin con informacin insuficiente. Tomado de Saito.9

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daca, responde a un proceso progresivo en el que la aparicin de sntomas y signos depende del grado de reversibilidad del deterioro funcional y orgnico. De hecho, por lo general, la actuacin mdica comienza una vez que los sntomas son patentes, cuando ya existe una alteracin funcional evidente. Y, sin embargo, las intervenciones preventivas, que deben ser la base de la promocin de la salud, siguen sin tener un modelo adecuadamente estructurado de desarrollo. Estas estrategias permitiran concienciar a los pacientes, y a la poblacin en general, de su trascendental papel y responsabilidad en la gestin de su propia salud. Aunque en odontologa existe una mayor tradicin en la elaboracin de mensajes y campaas de prevencin de salud bucodental, y una colaboracin ms estrecha entre mdico y paciente en cuanto al cuidado de su boca, en la salud cardiovascular an se precisa una mayor concienciacin de la poblacin sobre la necesidad de su participacin directa y activa. La adopcin de una serie de hbitos, como principal medida de prevencin y promocin de la salud, convertira a los pacientes en colaboradores imprescindibles de sus cardilogos, asegurando dicho binomio la mejora de la salud cardiovascular.

EFECTOS DEL ESTILO DE VIDA SOBRE LOS FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR

En la fisiopatologa de las enfermedades cardiovasculares se dan mltiples procesos sobre los que se puede actuar preventiva o teraputicamente.15 El estrs oxidativo, el estado hiperadrenrgico, la inflamacin crnica, la hipercoagulabilidad, etc., son objetivos directos del tratamiento farmacolgico. Ahora

bien, hasta qu punto el control que el paciente haga de sus hbitos de vida puede complementar al tratamiento farmacolgico? Dentro del estilo de vida, el ejercicio fsico y la alimentacin son los dos factores con mayor capacidad de generar salud y bienestar. Las evidencias cientficas sobre estos efectos se han multiplicado en los ltimos aos.16, 17 Efectos antioxidantes y antiinflamatorios, reversin de disfunciones inmunolgicas y del sistema nervioso autnomo, mejora del control metablico de lpidos y glcidos, etc., todos ellos estn ligados a la fisiopatologa cardiovascular, y pueden potenciarse a travs de hbitos de vida saludables.18-21 La mayor parte de los efectos debidos al ejercicio fsico y la alimentacin se producen a travs de la accin sobre dos tejidos: el muscular y el adiposo. Ambos poseen una actividad funcional sobre el sistema cardiovascular y metablico, estando considerados actualmente como verdaderos rganos endocrinos. La repercusin de las acciones promovidas por ambos tejidos es de tal magnitud que la erradicacin del factor de riesgo que tendra mayor trascendencia, en lo que se refiere a la reduccin de la incidencia de las enfermedades cardiovasculares en Espaa, sera la obesidad. La total erradicacin de la obesidad en Espaa supondra un descenso del 42% en la incidencia de las enfermedades cardiovasculares, muy por encima de las consecuencias que tendra la eliminacin de la hipertensin arterial (27% menos de enfermedades cardiovasculares) o el tabaquismo (tan slo un 9%).13 La disparidad de estos datos demuestra la complejidad de mecanismos y repercusiones funcionales que subyacen a la obesidad, cuyo origen y reversin pasan por las modificaciones de los tejidos adiposo y muscular.

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El adipocito es una clula receptora y secretora de numerosas seales, adems de intervenir en la regulacin del metabolismo energtico. El tejido adiposo libera unas sustancias denominadas genricamente adipoquinas, ya comentadas, con actividad metablica, inmunitaria y vascular (Tabla 15-1).22 De forma similar, el tejido muscular tambin se comporta como un rgano endocrino, liberando una serie de sustancias, denominadas mioquinas por su origen en las fibras musculares, cuya actividad repercute sobre los sistemas metablico, cardiovascular y neuroinmunitario. Algunos de los efectos ms destacados por su actividad sobre el sistema cardiovascular son los antiinflamatorios (mioquinas antiinflamatorias e inflamatorias, como la IL-6, IL-10, TNF, rsTNF, etc.),23,24 los antioxidantes (mejora de la actividad enzimtica antioxidante como la SOD, GPX, catalasa, etc.), los ejercidos sobre la angiognesis (a travs de la accin sobre el endotelio mediado por el NO y la IL-6),15 sobre las respuestas adrenrgicas (aumento de la sensibiTabla 15-1. Sustancias producidas por el tejido adiposo
Leptina Adiponectina Adiposita Prostaglandina E2 xido ntrico IGF-1 cidos grasos TNF- IL-6 PAI-1 Pptido atrial natriurtico

lidad de los receptores beta-2),23,24 etc. Todos estos procesos en conjunto nos muestran la capacidad de producir adaptaciones a diferentes niveles, con influencia sobre la salud cardiovascular y la calidad de vida.
Acciones sobre la fisiopatologa aterosclertica

Para conocer la repercusin del ejercicio fsico y la alimentacin sobre el sistema cardiovascular, diferenciaremos desde un punto de vista didctico tres fases: Una fase inicial de dao endotelial, asintomtica. Una segunda fase, de predominio oxidativo e inflamatorio, destacando la actuacin de las clulas inmunolgicas (monocitos y macrfagos). Una tercera fase trombtica, con una actividad hiperadrenrgica y un predominio de la actividad plaquetaria. El ejercicio y la alimentacin pueden influir positivamente sobre estas tres fases, mediante diferentes mecanismos. Los principales procesos sobre los que se puede influir en la fisiopatologa cardiovascular son la disfuncin endotelial, la funcionalidad miocrdica, los procesos inflamatorios, los procesos oxidativos, y la disfuncin del sistema nervioso autnomo.
Cmo acta el ejercicio fsico

Durante el ejercicio fsico el principal objetivo a cumplir es la satisfaccin de las demandas metablicas y energticas de la musculatura activada. Para tal fin, se incrementa coordinadamente la funcionalidad de todos aquellos rganos y sistemas implicados en dar respuesta al aumento de las demandas musculares.

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Las respuestas que se producen durante el ejercicio podemos diferenciarlas segn que sean respuestas ante estmulos transitorios (o respuestas agudas al ejercicio), o bien respuestas crnicas o adaptaciones estables. Tanto unas como otras tienen la finalidad de revertir las alteraciones que se producen durante el ejercicio, para conseguir reestabilizar la homeostasis de cada sistema alterado.25
Funcin endotelial

El primer proceso patolgico que determina el comienzo de la ateromatosis es el dao del endotelio vascular y de su funcionalidad. El endotelio se comporta como un tejido, con produccin de sustancias que controlan los procesos de vasodilatacin y vasoconstriccin, as como los de agregabilidad plaquetaria ligada al endotelio. El ejercicio fsico restablece la funcionalidad endotelial,26 aumentando la produccin de NO (xido ntrico), que tiene efectos sobre la vasodilatacin arterial, y adems acta como antiagregante plaquetario y como antioxidante.
Funcionalidad miocrdica

bida a efectos sobre la sensibilidad de los receptores. La prctica regular de ejercicio fsico mejora la recaptacin de Ca++ miocrdico, obtenindose una mayor relajacin muscular y, por tanto, una mejor distensibilidad miocrdica. Este proceso contribuye a reducir la demanda de oxgeno miocrdico, siendo ste un factor protector frente a la isquemia. Por otro lado, la contractilidad miocrdica tambin aumenta con la prctica de ejercicio fsico, a travs de su accin sobre el sistema neuromuscular.25
Actividad antiinflamatoria y antioxidante

El sedentarismo tiene un doble efecto sobre la funcionalidad del miocardio: reduce su distensibilidad y contractilidad. La reduccin de la masa muscular miocrdica, provocada por la disminucin de las actividades fsicas, deteriora la capacidad de relajacin muscular miocrdica, efecto provocado por el descenso en la recaptacin de Ca++, reduciendo, por lo tanto, su funcin de distensibilidad.25 La disminucin de la funcin contrctil (contractilidad) est ligada a la modificacin de la actividad adrenrgica, especialmente de-

El ejercicio fsico provoca un aumento de las reacciones oxidativas al incrementarse el consumo de oxgeno a medida que aumenta la intensidad del esfuerzo. Paralelamente, los procesos catablicos y el dao tisular que acompaan a la actividad fsica provocan un aumento de la actividad inflamatoria. La intensidad de ambos procesos (oxidativos e inflamatorios) determina la magnitud de las respuestas contrarias, tendentes a restablecer la homeostasis metablica muscular. Los efectos beneficiosos del ejercicio fsico en estos dos campos son los siguientes: Adaptaciones antioxidantes. El ejercicio fsico mejora las defensas antioxidantes al incrementar la actividad enzimtica antioxidante. Enzimas como la superxido dismutasa (SOD), la catalasa (CAT) y la glutatin-peroxidasa (GPX) presentan una mayor actividad en los grupos de poblacin ms activos.25,27 Adaptaciones antiinflamatorias. La prctica regular de ejercicio fsico pro-

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voca un aumento de las respuestas antiinflamatorias, centradas en la liberacin de citoquinas antiinflamatorias (IL-1ra, rsTNF, IL-8, IL-10), frente al aumento de las citoquinas inflamatorias liberadas durante la actividad fsica.28,29
Disfuncin del sistema nervioso autnomo

resistencia vascular perifrica (un aumento de la angiognesis que determina un incremento de la capilarizacin muscular).
Dislipemia

El entrenamiento fsico modifica favorablemente el perfil lipdico: Reduccin de los niveles de colesterol total y de triglicridos. Aumento de los niveles de HDL-colesterol. Un efecto trascendental sobre la patofisiologa arteriosclertica es la reduccin de la oxidacin de la LDL, como molcula desencadenante del proceso aterognico.
Diabetes

La atrofia muscular esqueltica y miocrdica, situacin que favorece el sedentarismo, provoca una serie de respuestas contrarreguladoras perifricas, entre las que destaca la hiperestimulacin adrenrgica. El mantenimiento de dicha respuesta produce una disminucin de la sensibilidad de los receptores beta-adrenrgicos, efecto que perpeta el aumento de la activacin de este sistema. El principal efecto del ejercicio sobre el sistema adrenrgico es el aumento de la sensibilidad de los receptores beta-adrenrgicos, reduciendo la necesidad de liberacin de catecolaminas, tanto en reposo como en esfuerzos submximos.30
Efectos sobre los factores de riesgo cardiovascular16-20

El ejercicio fsico y la alimentacin equilibrada son los dos pilares del tratamiento de los pacientes diabticos. Los efectos del ejercicio fsico sobre la patofisiologa diabtica son los siguientes: Disminucin de la adiposidad, lo que reduce indirectamente la resistencia a la insulina. Aumento de la sensibilidad de los receptores de la insulina. Mayor control del metabolismo glucdico (aumento del transportador GLUT-4), ligado al aumento de la masa muscular. Los procesos antioxidantes y antiinflamatorios son la base de los efectos preventivos sobre la resistencia insulnica.31,32

Hipertensin arterial

Las adaptaciones al ejercicio fsico regular consisten en: Una reduccin de la presin arterial sistlica en reposo y en los esfuerzos submximos, debido a la mejora de la funcin endotelial, la disminucin de los procesos oxidativos e inflamatorios, y la reduccin de la hiperestimulacin adrenrgica. Una reduccin de la presin arterial diastlica debido a la disminucin de la

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Obesidad Los efectos del ejercicio y la alimentacin sobre el incremento del peso graso, el sobrepeso y la obesidad se basan en los efectos sobre el tejido adiposo y el tejido muscular, tanto desde el punto de vista energtico como funcional, ya que ambos se pueden considerar como verdaderos rganos endocrinos.31,33,34 Estrs En s mismo no constituye de forma aislada un factor de riesgo cardiovascular. Sin embargo, puede desencadenar o potenciar otros factores de riesgo, como la hipertensin arterial, la obesidad o el tabaquismo. El ejercicio provoca algunos efectos que contribuyen a reducir el estrs. La disminucin del tono simptico-adrenrgico, la secrecin de neuropptidos como las endorfinas, la mejora de la autoimagen y el autocontrol fsico, influyen directamente en un mejor control del estrs emocional.
QU DEBE CONTROLAR EL PACIENTE DE SU RIESGO CARDIOVASCULAR

estrs emocional, y en evitar los txicos (alcohol y tabaco). Si bien los dos primeros niveles de actuacin son imprescindibles para controlar la enfermedad y evitar complicaciones, la gestin de los propios hbitos de vida supone una implicacin directa del paciente en el curso de su enfermedad, y por lo tanto en la promocin de su salud, a travs de la adopcin de una serie de medidas diarias que no slo eviten riesgos y complicaciones, sino que ayuden a comprender al paciente que mejorar su salud es algo que est en sus manos. Los cuidados del paciente cardiovascular contienen varios aspectos: el control de sus factores de riesgo, el de su medicacin y, por ltimo, el de sus hbitos de vida (Tablas 15-2 y 15-3).
Tabla 15-2. Cuidados que el paciente cardiovascular debe considerar ante la visita al odontlogo
Controlar sus factores de riesgo: Control de la presin arterial Control de los niveles de colesterol y el perfil lipdico Control de la glucemia Control del peso Control del estrs Controlar el tratamiento farmacolgico Betabloqueantes Anticoagulantes IECA (inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina) Antiarrtmicos Estatinas Antidiabticos ARA Diurticos Vasodilatadores Promover hbitos de vida cardiosaludables

El control que el paciente cardiovascular debe hacer de su enfermedad y de su riesgo cardiovascular cuando acude a la consulta odontolgica se basa en tres niveles de actuacin: El cumplimiento del tratamiento mdico-farmacolgico. La medicin de los factores de riesgo (control de la presin arterial, del peso corporal, de la glucemia, etc.) y la prevencin antibitica. La promocin de un estilo de vida cardiosaludable, que consiste en una alimentacin equilibrada, la prctica regular de ejercicio fsico, el control del

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Tabla 15-3. Mecanismos a travs de los que el ejercicio y la alimentacin pueden influir en la fisiopatologa de la enfermedad arteriosclertica
Mejora de la funcin endotelial Disminucin de la oxidacin LDL Equilibrio del metabolismo graso Reduccin del nivel de inflamacin Equilibrio del sistema nervioso autnomo Reduccin de la trombognesis Disminucin de la resistencia perifrica Mejora de la funcin miocrdica Mayor control del estrs (autoconfianza) Reduccin de la resistencia insulnica. Mayor desarrollo muscular y reduccin del tejido adiposo

taria ms utilizada es el recuento de los alimentos ingeridos en 24 horas. Estos datos se pueden comparar con la ingesta recomendada segn el modelo piramidal, en el que se indican las raciones diarias recomendadas segn cada grupo de alimentos (Fig. 15-2).
2. Haga ejercicio regularmente

RECOMENDACIONES PARA LA GESTIN DE LOS HBITOS DE VIDA

La adquisicin o modificacin de hbitos de vida es un proceso que requiere una fase previa de concienciacin de dicha necesidad, para lo cual es necesario disponer de informacin precisa y cientficamente contrastada, junto con un modelo de actuacin progresivo y bien secuenciado, que facilite este complejo proceso. A continuacin les sugerimos algunos pasos que podran resumir los puntos bsicos de actuacin.
1. El primer paso: analice sus hbitos

La regularidad en el estmulo provocado por el ejercicio fsico es el factor ms determinante del resultado beneficioso final. Los niveles de actividad fsica que se ha demostrado que producen ms efectos beneficiosos sobre el sistema cardiovascular (cuantificando el ejercicio como gasto energtico semanal en kilocaloras) son de 2.000 kcal semanales en ocio activo. Este gasto reduce el riesgo relativo de muerte por cualquier causa en casi un 40% (Fig. 15-3). Una actividad fsica de 2.000 kcal/semana equivale al gasto de caminar 1 hora diaria, a 6 km/h (aproximadamente 300 kcal/da). En la tabla 15-4 se pueden observar los gastos calricos de distintas actividades fsicas.

Los cuestionarios sobre el recuento diario de actividades fsicas y de alimentos sirven de punto de partida para la modificacin de los hbitos inadecuados, y adems facilitan la toma de conciencia sobre nuestros hbitos reales. Algunos cuestionarios, como el IPAQ (International Physical Activity Questionnaire, www.ipaq.com), son muy tiles para este objetivo. La cuantificacin de la ingesta alimen-

Figura 15-2. Recomendaciones alimentarias a travs de un modelo piramidal. Pirmide de la Estrategia NAOS de la AESAN del Ministerio de Sanidad y Consumo.

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Reduccin riesgo mortalidad (%)

60 1 hora 40 20

cos, pescado), son los que presentan mayores efectos cardiosaludables.


4. Conozca sus respuestas ante el estrs

1.000

2.000 (kcal)

Figura 15-3. Reduccin del riesgo de mortalidad en relacin a las Kcal gastadas en actividad fsica semanalmente (2.000 kcal/semana equivale a caminar 1 hora/da a 6 km/h). Paffembarger y cols. 1986.

3. Procure que su alimentacin sea variada, de modo que incluya alimentos de todos los grupos

Una alimentacin equilibrada debe incluir alimentos de todos los grupos (cereales, lcteos, frutas, verduras y hortalizas, carnes y pescados, legumbres, etc.) en las cantidades adecuadas. Estas cantidades se cuantifican como raciones. Los alimentos ricos en antioxidantes (frutas y verduras) y en fibra (legumbres, frutas, cereales), as como en grasas monoinsaturadas (aceite de oliva) y poliinsaturadas (frutos se-

El primer paso para controlar el estrs emocional y sus efectos es conocer las propias respuestas ante las situaciones de estrs, y tomar conciencia de las situaciones en que respondemos de forma estresada. Al igual que con las comidas y actividades fsicas, registrar las situaciones de estrs y las respuestas que nos producen (temblor, bloqueo de pensamiento, morderse las uas, menor capacidad para tomar decisiones, etc.) es el mtodo ms utilizado para aprender tcnicas especficas de autocontrol emocional.
5. Para iniciarse en el ejercicio, comience por conocerse a s mismo

El ejercicio fsico supone movimiento (Fig. 15-4). Los beneficios del ejercicio se observan tanto en la esfera fsica como en la psquica. Por ello, para que el ejercicio sea absolutamente saludable es necesario moverse,

Generacin de energa
Gasto de energa

t
Ejercicio Recuperacin

Generacin de energa

Gasto de energa

Figura 15-4. Mecanismos de actuacin del ejercicio fsico. Durante el ejercicio se gasta energa y se alteran la funcin de la mayora de los sistemas. Durante la recuperacin se restablece el equilibrio en los sistemas e incluso llega a mejorar su funcin segn se suceden los das de entrenamiento.

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Tabla 15-4. Gasto calrico de distintas actividades y deportes


Actividad Bicicleta montaa Bicicleta paseo (< 16 km/h) Bicicleta (general) Bicicleta (esfuerzo ligero: 16-19 km/h) Bicicleta (esfuerzo medio: 19-22,5 km/h) Bicicleta (esfuerzo intenso: 22,5-24 km/h) Gimnasio (Health Club) en general Gimnasio (calistnicos fuertes) Calistnicos suaves Circuit training (incluyendo algunos de aerbic) Mquina de esqu Mquina de step (escaleras) Estiramientos/Yoga Aerbic acutico/ calistnicos Baile (ballet, o moderno: twist) Baile (flamenco, general, griego) Baile: aerbic Aerbic: step Caminar con el perro Caminar de paseo Caminar moderadamente rpido (4,5 km/h) Caminar rpido (6,0 km/h) Caminar en cuesta Caminar bajando escaleras Caminar subiendo escaleras Caminar sobre hierba Nadar espalda Nadar braza Nadar crawl (moderado) Nadar crawl (rpido) Nadar mariposa Nadar, placer o recreo Actividades acuticas (correr en piscina) Correr en general Correr (8 km/h) Correr (11 km/h) Correr (14 km/h) Correr (16 km/h) kcal/min = MET 3,5 peso (kg)/200 MET (3,5 mL/kg/min) 8,5 4,0 8,0 6,0 8,0 10,0 5,5 8,0 3,5 8,0 7,0 9,0 2,5 4,0 4,8 4,5 6,5 8,5 3,0 2,5 3,3 5,0 7,0-9,0 3,0 8,0 5,0 7,0 10,0 8,0 11,0 11,0 6,0 8,0 7,0 8,0 11,5 15,0 16,0 Para 70 kg de peso (kcal/min) 10,2 4,8 9,6 7,2 9,6 12,0 6,6 9,6 4,2 9,6 8,4 10,8 3,0 4,8 5,7 5,4 7,8 10, 2 3,6 3,0 3,9 6,0 8,4 10,8 3,6 9,6 6,0 8,4 12,0 9,6 13,2 13,2 7,2 9,6 8,4 9,6 13,8 18,0 19,2

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pero tambin sentirse. Aprender a controlar el propio cuerpo y a disfrutar de la actividad fsica que practiquemos es un elemento bsico para adherirnos a un plan de vida ms activo. Frecuentemente, prescribimos el ejercicio por ser una actividad que consume caloras. Sin embargo, como hemos podido ver, hacer ejercicio es mucho ms que quemar caloras, pues incluye tambin la placentera y consciente sensacin de disfrutar de nuestro cuerpo. La implicacin del cerebro en todo este proceso es probablemente el factor ms importante para poder adoptar este hbito tan saludable. De ah la importancia de comenzar con ejercicios fciles con los que aprendamos a controlar nuestros movimientos (por ejemplo, ejercicios de equilibrio) y a ser conscientes de nuestras sensaciones mientras nos movemos, como sucede por ejemplo cuando hacemos ejercicios de flexibilidad y estiramiento.
6. Distribuya adecuadamente la ingesta de la energa a lo largo del da

de las fluctuaciones de nuestras respuestas ante las situaciones de estrs. Este tipo de control tiene una repercusin directa sobre la sensacin de vulnerabilidad ante los agentes externos que nos pueden agredir. Estos efectos mejoran la autoconfianza y la autoimagen, potenciando la capacidad de control durante las situaciones estresantes.
8. Mejore sus cualidades fsicas (flexibilidad, fuerza y resistencia)

Para que la prctica de ejercicio fsico produzca realmente efectos beneficiosos, es necesario desarrollar todas las cualidades fsicas. Cada una de ellas produce unos efectos beneficiosos para la salud, que son distintos pero complementarios entre s. De hecho, aunque la resistencia es la que ms efectos produce (antioxidantes, metablicos, cardiovasculares, etc.), la fuerza, la flexibilidad y la coordinacin tambin generan adaptaciones muy saludables.
9. Cuide la ingesta de hidratos de carbono complejos y de fibra

La distribucin de la energa diaria ingerida es uno de los factores ms importantes para evitar algunas respuestas hormonales que promueven el almacenamiento de energa. Las respuestas insulnicas provocadas por la disminucin del nmero de comidas, y la sensacin de hambre ligada a la hipoglucemia, son respuestas que pueden evitarse siempre que la distribucin de la ingesta calrica a lo largo del da evite situaciones de ayuno relativo. Por ello, la recomendacin de realizar cinco comidas al da parece que es la que produce efectos ms saludables.
7. Aprenda a relajarse

La reduccin de la ingesta de hidratos de carbono y de fibra es una de las principales modificaciones nutricionales que se han producido en las ltimas dcadas. El consumo de legumbres, cereales, frutas, arroz, patatas, etc., aporta fibra, hidratos de carbono complejos, vitaminas, etc., todos ellos muy beneficiosos para la salud cardiovascular, por sus efectos sobre el perfil lipdico, las respuestas de la presin arterial y la produccin de energa.
10. Disfrute de sus hbitos de vida: slo as sern saludables

El entrenamiento en tcnicas de autocontrol emocional permite reducir la magnitud

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V. El paciente cardaco en la consulta odontolgica

MEDIDAS RECOMENDADAS ANTES DE LA VISITA AL ODONTLOGO

Los das anteriores evite el ejercicio extenuante. Cuide su alimentacin, reduciendo la grasa, moderando el consumo de proCONCLUSIONES
El sndrome metablico, estrechamente vinculado con la obesidad, est relacionado con la etiologa de las enfermedades cardiovasculares y las periodontitis. El tejido graso se comporta como un rgano endocrino secretor de sustancias, llamadas adipoquinas, relacionadas con la cardiopata isqumica y las periodontitis.

tenas y aumentando el de hidratos de carbono complejos. Mantenga una adecuada hidratacin. Controle sus respuestas ante el estrs, centrndose en sus propias sensaciones. Procure tener un descanso y sueo reparadores. Evite el consumo de alcohol y de tabaco.

El estilo de vida, a travs de la alimentacin y el ejercicio fsico, repercute directamente sobre los mecanismos patognicos asociados a ambas enfermedades. El ejercicio fsico tiene efectos demostrados antioxidantes y antiinflamatorios que pueden evitar estos problemas.

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15. Enfermedades cardiovasculares, enfermedades periodontales y estilo de vida

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