De Nietzsche A Sri Aurobindo

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DE NIETZSCHE

SRI AUROBINDO

Los Conceptos del Hombre y del Superhombre Nietzsche y Sri Aurobindo desarrollaron sus ideas acerca del hombre y del superhombre sobre postulados muy diferentes:En este artculo consideraremos los puntos de mayor separacin entre las concepciones de ambos filsofos. A . CUERPO
VIVIENTE Y

ESPRITU:

Para Nietzsche la estructura ontolgica del hombre es la de ser un cuerpo viviente. Es decir, el cuerpo no es ni el templo, ni el vehculo, ni la prisin del espritu. Ms an, el cuerpo es el ser del hombre, su s mismo ntegro. El alma o espritu son simples epifenmenos de la vida del cuerpo. En el alma el movimiento de la vida se hace pensante. La conciencia, por otro lado, es un fenmeno superfluo, secundario, destinado quiz a extinguirse dejando su lugar a un automatismo ms perfecto. De este modo, para Nietzsche, los fenmenos corporales son mucho ms ricos que los fenmenos espirituales y la vida instintiva, por tanto, aparece como superior a la vida consciente. Para Sri Aurobindo, en cambio, el hombre es un espritu, una conciencia superior a lo que llamamos pensamiento, el cual se manifiesta a travs de los vehculos inferiores de la mente,la vida y el cuerpo. Este espritu que es el hombre se manifiesta en la evolucin terrestre como el alma que est detrs de la manifestacin de la vida, pero es en esencia un ser eterno y trascendente que est, por as decirlo, sobre la manifestacin de la vida. Este ltimo aspecto es, adems, el controlador y armonizador de la persona humana, pues mantiene unidos lo mental,lo vital (emocional) y lo fsico. Segn Sri Aurobindo lo espiritual es un principio radicalmente distinto de lo mental. Lo espiritual es para el filsofo oriental una conciencia esencial que supera el limitado proceso del pensar o del razonar, pues la totalidad de su conocimiento ES UN CONOCIMIENTO DIRECTO. La filosofa occidental, usualmente, ha identificado la mente con la conciencia, pero para Sri Aurobindo, la mente es slo un grado inferior de conciencia. Tenemos, pues aqu dos visiones del hombre esencialmente diferentes. Nietzsche entiende al hombre como un cuerpo viviente cuyo origen hemos de buscar en el mundo animal. Segn l que la divisin del hombre en cuerpo y alma es simplemente una creencia popular sin valor filosfico alguno. Por otro lado, dado que la realidad es para el filsofo alemn un eterno devenir, el individuo humano no tiene existencia real: es slo nuestra razn la que inmoviliza el devenir y nos hace hablar de individuos, los cuales retornarn eternamente como individualidades ilusorias, segn la doctrina nietzscheana del eterno retorno de lo mismo. Esto nos recuerda el concepto de samsara o rueda de la vida hind, con la diferencia que en el mundo nietzscheano no hay liberacin posible sino slo inexorable fatalidad. En la visin aurobindiana, en cambio, el hombre tiene como origen la Divinidad, ms an l ser un fragmento de Divinidad. O ms precisamente ser una individualidad espiritual inmortal. Asimismo, en cuanto ser evolutivo el hombre encarna el grado mental de conciencia, el cual tendr como destino evolutivo la elevacin hacia las cumbres de la

sobrehumanidad, pues el destino del ser mental es devenir en un ser supramental. Sri Aurobindo acepta la existencia del renacimiento del alma como corolario de su tesis de la existencia de una evolucin de la conciencia, la que exige ms de una vida en la Tierra -escenario evolutivo nico- para alcanzar su perfecta realizacin. Tal concepto es muy lejano al eterno retorno de lo mismo de Nietzsche, pues en ste hay una eterna repeticin del mismo ser, en la concepcin de Aurobindo, por el contrario, existe un infinito crecimiento del mismo ser, el cual es real y no ilusorio, como en el planteamiento de Nietzsche. B.HOMBRE SUPERIOR Y SUPRAHOMBRE: Entre el superhombre de Nietzsche y de Sri Aurobindo, existen, por cierto, diferencias esenciales. En Nietzsche el superhombre aparecer simplemente como un hombre superior al hombre ordinario, como una manifestacin ms poderosa de la voluntad de poder, una expresin saludable y sobreabundante. El origen de este superhombre estar en la fuerza creadora y agresiva de la voluntad de poder que es la verdaderamente importante en el devenir. Tal superhombre expresar, nobleza, pureza de instintos, liviandad, supervitalidad y risa. En Sri Aurobindo, en cambio, el superhombre aparecer con rasgos de un real suprahombre, pues se nos revela como muy distante del hombre ordinario. Este suprahombre manifestar la conciencia supramental, es decir, una conciencia-fuerza, una conciencia que es al mismo tiempo poder. Tal ser es, asimismo, el producto natural de la evolucin terrestre, un florecimiento inevitable de ella, pues es la intencin de Dios y la evolucin necesaria de la naturaleza. La transformacin del hombre en el superhombre est descrita en las obras de Sri Aurobindo en forma bastante precisa. En este ser supramental desaparecern las limitaciones, las deficiencias naturales del hombre, llegando a ser una especie de encarnacin divina sobre la Tierra. Incluso este superhombre podra alcanzar el conocimiento integral de la realidad, en el marco de su poderes, deleite e inmortalidad divinos. Segn Sri Aurobindo personalidades espirituales como RAMA, KRISHNA, CRISTO, SHNKARA, no fueron en su existencia histrica superhombres. El filsofo hind, por cierto, reconoce en estas personalidades un desarrollo espiritual superior, el cual sirvi de gua a la humanidad hacia un destino ms sublime. Estos guas habran sido, adems, los portadores de un mensaje necesario, para ese momento, en orden a elevar la conciencia humana en la espiral evolutiva. Sri Aurobindo piensa,por ejemplo, que con el advenimiento de Rama se habra establecido la conciencia tica en la evolucin humana. Ms precisamente, Rama habra posibilitado el ascenso de la mente vital a la mente pura. Krishna, por su parte, habra establecido la supermente en la evolucin de la Tierra, es decir, el ascenso de la mente pura a la conciencia supermental. Krishna representaba el hombre inmediatamente anterior al superhombre propiamente dicho: el ser supermental, es decir, la plenitud del principio mental. Esto demuestra la estimacin de Sri Aurobindo por las grandes figuras espirituales de antao y el lugar relevante que ellas tienen en su visin evolutiva. Esto, por cierto, contradice totalmente la visin nietzscheana de las cosas. El filsofo alemn ha hecho una crtica severa a los fundadores de religin. Cristo, Buda, Shnkara no son para l figuras cercanas a su concepto de superhombre, al contrario, son personalidades despreciables en la medida en que su evangelio est contra la afirmacin de la vida.

C.DIOS Y EL SUPERHOMBRE: Dios es, sin duda, el punto de mayor distancia entre el concepto nietzscheano y aurobindiano del superhombre. En Nietzsche, como se sabe, la negacin de la existencia de Dios es clara. Indudablemente Nietzsche es un ateo y tal posicin es natural en la nueva cultura que l propicia. Y,qu significar para Nietzsche el nombre Dios? Segn Heidegger lo siguiente: el nombre de Dios y del dios cristiano se emplean en el pensamiento de Nietzsche para designar el mundo sobrenatural. Dios es el nombre para el dominio de las ideas y los ideales. Este dominio de lo sobrenatural se considera desde Platn -mejor dicho: desde la ltima poca griega y desde la interpretacin cristiana de la filosofa platnica- como el verdadero mundo, el mundo real propiamente dicho. Nietzsche, asimismo, manifiesta una repulsa completa del monotesmo, esforzndose en destruir la creencia en Dios, que para l slo es producto de la imaginacin e ilusin de los dbiles. Nietzsche seala: El ms importante de los acontecimientos recientes -el hecho de que Dios ha muerto y la fe en el Dios cristiano ha sido aniquilada -comienza a proyectar sobre Europa sus primeras sombras...Quiz nos encontremos an demasiado aprisionados por las primeras consecuencias de este acontecimiento...que no nos parecen ni tristes ni sombras...En efecto, nosotros, filsofos y espritus libres , al saber que el antiguo Dios ha muerto, nos sentimos iluminados por una nueva aurora...el horizonte nos parece libre de nuevo. En As Habl Zaratustra, Nietzsche entrega su mensaje de la muerte de Dios. En esta obra el filsofo alemn contrapone la muerte de Dios al nacimiento del superhombre. Ciertamente la muerte de toda idealidad, de toda trascendencia ser la condicin de posibilidad del surgimiento de dicho ser, el cual ser completamente fiel a la tierra, pues en l no existir la contradiccin milenaria de cuerpo y alma, de tierra y espritu. En el universo de Nietzsche, por consiguiente, NO PUEDEN COEXISTIR LOS CONCEPTOS DE DIOS Y DE SUPERHOMBRE. En Sri Aurobindo, por otro lado, los conceptos de Dios y superhombre estn NTIMAMENTE CONECTADOS. Y ello porque el superhombre aparece como parte de un plan divino que toma la forma de una evolucin de la conciencia. El superhombre ser el objetivo del proceso evolutivo y, al mismo tiempo, manifestacin buscada por Dios, por el creador. Por el Prof. Renato Alejandro Huerta. Magster en Filosofa y Letras. Docente universitario. Autor de los Libros "Metafsica de la Evolucin Espiritual" Ed. Universitaria, Santiago de Chile, 1995 ,"La Idea de Filosofa en Ortega y Gasset" (1998) y "Sabidura del Amor. Del amor ertico al amor divino", RiL Editores, Santiago de Chile, 1999. Texto: El SUPERHOMBRE Sri Aurobindo Originalmente publicado con el ttulo de 'El Prototipo del Superhombre', Vol. I, No. 9 (Abril de 1915) de la revista Arya La idea del prototipo de un Superhombre ha obtenido recientemente mucha atencin, y ha creado muchas discusiones, algunas de las cuales, no con muy buenos resultados y con una gran cantidad de difamacin y calumnia. El promedio de la humanidad est propensa a resentirse por eso, porque a los hombres se les ha informado o tienen el presentimiento de que ese prototipo es el reclamo/demanda de unos cuantos para ascender a las

alturas, de las cuales los muchos no son capaces, y concentrar privilegios morales y espirituales, disfrutando una dominacin y unos poderes e inmunidades, dainos a una dignidad vaga y confusa, y a la libertad de la humanidad. As que, consideran, que el superhombre no es nada ms importante que la glorificacin de un raro y solitario ego que le ha ganado a los otros, en la fuerza de nuestras cualidades humanas comunes. Pero este significado del superhombre, es una parodia intolerante y mezquina. El evangelio de la verdadera humanidad nos presenta a ese superhombre como un ideal magnnimo, misericordioso y noble para la raza humana en desarrollo, y ese significado no debe ser confundido o cambiado por la demanda arrogante de una clase o de algunos individuos. Al hombre, se le ha requerido a hacer lo que ninguna especie ha hecho todava o ha aspirado hacer en la historia de la tierra, el evolucionar conscientemente el mismo en su especie hacia el prximo nivel superior, (el superhombre) que ya casi se adivina, por el desarrollo cclico o gradual del mundo - idea y las inspiraciones fructferas de la Naturaleza. Y cuando eso se imagina y se comprende, no cabe duda que esa idea, llega a ser la semilla ms potente que puede ser sembrada o tirada en la tierra de nuestro crecimiento humano. Nietzsche fue el primero que la tir, el mstico del culto de la Voluntad, el problemtico, el profundo, el casi luminoso Eslavo Helnico (el trmino Helnico implica un amor pagano y sin restricciones en contraste con los Judasmo que implica una austeridad moralista, una manera de vivir menos sensual de la vida) con sus claridades extraas, sus ideas violentas a medias, sus raras intuiciones centelleantes que venan marcadas con el sello de una absoluta verdad y soberana de la luz. Pero Nietzsche fue un apstol que nunca entendi enteramente su propio mensaje. Su estilo proftico era como el de los orculos de Delfos, que convertan la verdad en mentira para satisfacer a sus oyentes y creyentes. Pero no siempre fue as, definitivamente; algunas veces se levant sobre su temperamento personal y su mente individual, su herencia y su medio ambiente Europeo, su repulsin / rebelin contra la idea de Cristo, su guerra en contra de los valores morales actuales de aquel momento, y predic la Palabra como l la haba escuchado, la Verdad como l la haba visto, simple, luminosa, impersonal y por lo tanto imperecedera y sin mancha. Pero en gran parte, este mensaje que haba llegado su odo interno vibrando desde la distancia infinita como la tonada salida de la lira de los Dioses lejanos, lo obtuvo en su esfuerzo para apropiarse y tenerlo cerca de l, mezclndolo con algo turbulento surgido de ideas colaterales que ahogaron las puras notas originales. Especialmente en su concepto del Superhombre l nunca aclar su mente de su confusin preliminar. Porque si esa clase de humano divino es la meta por la cual la raza debe avanzar, la primera dificultad que nosotros tenemos, es decidir cul de los dos diferentes tipos de divinidad es la idea a la cual debemos ser leales. Porque la deidad en nosotros puede confrontarnos con el claro, jubiloso y radiante aspecto de Dios o con la severa y convulsiva visin de un Titn. Nietzsche le canto al Olimpo pero lo presento con el aspecto de Asura. Su preocupacin con la idea de Cristo como el Dios crucificado y sus consecuencias fueron quizs responsables por esta distorsin tanto como su sujecin o dependencia a las ideas imperfectas de los griegos. l nos presento un superhombre que fiera y arrogantemente repele la carga de la tristeza y el servicio, no el que se levanta victorioso sobre la mortalidad y los sufrimientos y asciende vibrante con el himno de triunfo de una humanidad liberada. El perder el vnculo de

la evolucin moral de la Naturaleza es una falta capital en el apostolado de la superhumanidad; porque solamente fuera de la lnea inevitable de la evolucin puede en el capullo de la humanidad por tanto tiempo puesta a prueba, emerger, madurar y purificarse, a travs del fuego del sufrimiento egosta y altruista. Dios y Titn, Deva y Asura, son en verdad parientes cercanos con sus diferencias; la evolucin no poda haber prescindido de ninguno de ellos. No obstante, ellos residan en polos opuestos de una existencia y naturaleza comn. Uno descendi de la luz y del infinito, satisfecho con el juego; el otro, ascendi de la oscuridad y la vaguedad o lo indefinido, encolerizado por la contienda. Toda la fuerza mayor de Dios se deriva de lo universal y se inclina hacia lo universal. El naci de la armona victoriosa. Sus cualidades se unen como las manos puras y bondadosas enlazndose ellas mismas naturalmente y con delicia del Krishna divino dominando y sosteniendo juntos todos los anillos de la serpiente Kaliya en el pastoral ingenuo de Brindavan. Evolucionar en el sentido de Dios o Divino, es crecer en la intuicin, en la luz, en el goce, en el amor, en la maestra feliz; servir por la ley y por el servicio; ser capaz de ser valiente y raudo e inclusive violento sin herir y abusar, y suave y gentil e inclusive indulgente o benigno de uno mismo sin ser laxo o flojo, o inmoral o dbil; ser uno mismo una unidad completa, brillante y feliz por la simpata con la humanidad y todas su criaturas. Y en el final, eso es evolucionar una gran personalidad impersonal y elevar la simpata en una experiencia constante de la unidad del mundo. Porque as son los Dioses, conscientes siempre de su universalidad y por lo tanto divinos. Ciertamente, el poder est incluido. El ser el hombre divino es regirse a s mismo y regir al mundo, pero no en un sentido externo. Esta es una ley que depende de la afinidad secreta de la unidad que conoce la ley del otro ser y del ser del mundo y ayuda, o si hay la necesidad, lo compele u obliga a realizar sus grandes posibilidades propias, pero por un mandato divino y esencialmente interno. Esto es, tomar todas las cualidades, energas, goces, tristezas, pensamientos, conocimiento y las metas del mundo alrededor de nosotros, en nosotros mismos, y devolverlas enriquecidas y trasmutadas en un comercio y aprovechamiento divino. Tal imperio no necesita una vulgar y ostentosa jaula de oro. Los dioses trabajan frecuentemente velados por la luz o a travs del impulso de la tormenta; ellos no desdean vivir entre los hombres en el aspecto de un pastor o un artesano; ellos no retroceden de la cruz y la corona de espina ni de su evolucin interna o de su visible y superficial fortuna. Porque ellos saben que el ego debe ser crucificado y cmo los hombres consentirn eso, si Dios no les ensea el camino? Tomar todo lo que es esencial en el ser humano y levantarlo a su trmino ms absoluto, de manera que llegue a ser un elemento de luz, goce y poder para uno mismo y para los otros, eso es la divinidad. Esto tambin deber ser la tendencia del superhombre. Pero el Titn no tiene nada de eso; eso es muy grande y sutil para su entendimiento. Sus instintos claman por lo visible, por una maestra tangible y una dominacin sensacional. Cmo se sentir seguro de su imperio a menos que l pueda sentir algo desvalido a sus pies? - y si est agonizante, todava mucho mejor. Qu es aprovechamiento para l, a menos que eso disminuya al explotado? Ser capaz de coaccionar o forzar, exigir, imponer, matar, abiertamente, pblicamente e irresistiblemente, - eso es lo que le llena a l con un sentido de gloria y dominio. Porque l es el hijo de la divisin y el gran florecimiento del Ego. Sentir la limitacin comparativa de otros es necesario para que l pueda imaginarse inconmensurable; porque

el no tiene el sentido de la existencia real del infinito, que ninguna circunstancia exterior puede invalidar / abrogar. Contraste, divisin, negacin de la voluntad y la vida de otros son esenciales para su propio desarrollo y afirmacin. El Titn unificar devorando, no armonizando; el debe conquistar, pisotear y atropellar sacando fuera de su existencia lo que no es l mismo, o subordinar de manera que su propia imagen se alce sobre todas las cosas con su sello de dominio sobre todo su ambiente. En la Naturaleza, dado que todo comenz de la divisin y el egosmo, el Titn tiene que venir primero; l est aqu en nosotros como el dios ms antiguo, el primer gobernante del cielo y la tierra del hombre. Entonces llega Dios liberando y armonizando. Aunque la leyenda nos dice que Deva y Asura trabajaron juntos para agitar el ocano de la vida llevando a cabo el plan supremo de la inmortalidad, una vez que la inmortalidad fue ganada, Vishn la guard para Dios y as estaf el trabajador ms violento y fiero. Y esto parece injusto; porque Asura tiene la porcin de la carga ms pesada y menos agradable. El es el que comienza la tarea y la dirige; l va en su camino macheteando, dando forma y plantando: el Dios sigue, enmendando, concluyendo, cosechando. l prepara fieramente, con angustia y en contra de miles de obstculos, la fuerza que nosotros usaremos: el otro disfruta de la victoria y de la delicia. Y por lo tanto, para el gran Dios Shiva, el tormentoso y desdorado Titn le es muy importante y querido Shiva tom por el mismo el fiero, oscuro y agrio veneno que limpi el mar de la vida y dej el nctar para los otros. Pero la eleccin que Shiva hizo con sabidura y amor, los Titanes la hacen desde la oscuridad y la pasin, -- anheloso / deseoso realmente de algo muy diferente fraudulento por su egosmo tormentoso. Por lo tanto, el premio de Vishn nos dice, que a menos que el orgulloso y acrrimo Asura se divinice, el reino y la inmortalidad sern para el Dios divino. Pero, qu es la Superhumanidad sino un cierto absoluto divino y armonioso de todo lo que es esencial en el hombre? El est hecho a la imagen y semejanza de Dios, pero hay una diferencia entre la Realidad divina y su manifestacin humana, y es que todas las cosas que son del uno son ilimitadas, espontneas, absolutas, armoniosas, y cuando son posedas llegan a ser limitadas, relativas, trabajosas, discordantes, deformes, obtenidas por las luchas, guardadas para subordinarlas a la posesin de un individuo o grupo, perdidas por la transitoriedad e inseguridad que trae el no saber usarlas. Pero en esta constante imperfeccin hay siempre una ilusin y una aspiracin hacia la perfeccin. El hombre, limitado anhela / suspira por el infinito; lo relativo es atrado en todas las cosas hacia su absoluto; lo artificial hacia lo natural, se impulsa con una tranquilidad superior, un conocimiento y una naturalidad que debe por siempre ser negada a sus fuerzas inconscientes y sus animales medio conscientes; lleno de discordias, el insiste en la armona; posedo por la Naturaleza y para su esclavitud est convencido que su misin es poseerla y dominarla. Lo que el aspira, es la seal de lo que l puede ser. El tiene que pasar por una especie de transmutacin del metal terrqueo que ahora es y fuera de la humanidad defectuosa hacia un smbolo superior. Porque el Hombre es el trmino de transicin ms grande de la Naturaleza en el cual ella crece consciente de su meta; en l, ella mira desde el animal con sus ojos abiertos hacia su ideal divino. Pero Dios es complejo, El no es simple; y la tentacin del intelecto humano es escoger el camino ms corto y fcil hacia la naturaleza divina profesando exclusivamente uno de sus principios. Conocimiento, Amor o lo que es lo mismo su palabra secreta Delicia, Poder y Unidad son algunos de

los nombres de Dios. Pero aunque ellos son todos divinos, el seguir cualquiera de ellos exclusivamente es invitar, despus de que la primera energa y fuerza se termina, su negacin y partida de nosotros; porque inclusive la unidad, respetada exclusivamente, deja de ser unidad. Sin embargo, este es un error que cometemos continuamente. Es el amor, el templo en el que adoramos? Entonces, le cerramos el portn al Poder. Como los nios del mundo, que por su falta de conocimiento prefieren los placeres materiales que los apartan del fervor de su corazn, al Conocimiento que los llevara a la comprensin. Hacemos un dolo del Poder, y quemaramos todo lo dems a travs del fuego de Moloch ante su melancola y formidable imagen, expulsando el amor con desprecio como una nodriza incompetente o un lacayo desempeando un cargo en la nobleza. O cultivamos el Conocimiento con un severo alejamiento y austeridad por egosmo, encontrando al final que el loto del corazn est embotado, muerto o marchitado y nosotros parados impotentes con nuestra ciencia mientras que los truenos de Rudra chocan y devastan el mundo que nosotros hemos organizado tan bien con nuestra mente clara, victoriosa y eficiente. O corremos detrs de un vago y mecnico cero, de la nada, que la llamamos unidad, y cuando hemos esterilizado nuestras races secretas y secado el pozo de nuestra vida interior, descubrimos, que hemos alcanzado la muerte y no la gran existencia. Y todo esto pasa porque no reconoceremos la complejidad del enigma que debemos de resolver aqu. Es un enigma grandioso y divino, pero no es ningn nudo Gordiano ni es su muy listo Autor, un rey muerto que nos hara sufrir por mofarnos de su intencin cortando nuestra voluntad con la impaciencia fiera de un precipitado conquistador moral. Ninguna de estas contradicciones es ms constante que la del Poder y la del Amor. Tambin ninguna de estas deidades puede ser seguramente descuidada. Qu puede ser ms divino que el Amor? Pero adorado y respetado exclusivamente es impotente para resolver las discordias del mundo. El Avatar adorado del Amor y el santo tierno de todos los santos dejan detrs de ellos un ejemplo divino pero imposible de seguir, una memoria luminosa e imperecedera pero ineficaz. Ellos han aadido un elemento a las potencialidades del corazn, pero la raza no lo puede utilizar eficazmente para la vida, porque no ha sido armonizado con el resto de las cualidades que son esenciales para nuestra perfeccin. Podramos por lo tanto, cambiar de direccin y darnos al Poder con su accin y manos de hierro y su duro y claro intelecto prctico? Los hombres de poder pueden decir que ellos han hecho un trabajo ms tangible por su raza que las almas de Amor, pero es una ventaja vana. Porque ellos ni siquiera han tratado de levantarnos sobre nuestra humanidad imperfecta. Ellos han erigido una forma temporal o han dado un mpetu secular. Un imperio ha sido creado, una edad o siglo organizado, pero el nivel humano no ha sido levantado ni un poco al nivel oculto de un Cesar o de un Napolen. El amor fall porque impacientemente repeli las discordias materiales del mundo o solamente las pisoteo en un xtasis no comn; y el Poder, porque busca solamente organizar y arreglar lo exterior. Las discordias del mundo tienen que ser entendidas, aprovechadas y trasmutadas. El Amor debe llamar al Poder y al Conocimiento en el templo y sentarlos al lado de l en una igualdad unificada, en la Unidad; el Poder debe inclinarse ante el yugo de la Luz y el Amor, antes de que realmente, l pueda hacer algo bueno de la raza. El secreto es la Unidad, una unidad compleja que lo abrace y lo entienda todo. Cuando el corazn lleno de Amor se calma por el Conocimiento en un xtasis tranquilo y vibra con la fuerza, cuando las

fuertes manos del Poder laboran para el mundo con un jbilo y una luz completa y radiante, cuando el cerebro luminoso del Conocimiento acepta y transforma las inspiraciones oscuras del corazn y se presta l mismo a los trabajos de una Voluntad superior, cuando todos estos dioses se unen en un alma sacrificada que vive en la unidad con todo el mundo y acepta todas las cosas para transmutarlas, entonces ah est la condicin necesaria para el hombre trascender integralmente. sta y solamente sta, es la forma divina de la superhumanidad, y no la cultura arrogante, fuerte y deslumbrantemente egosta, que se corona ella misma sobre una humanidad esclavizada. Final del Ensayo: El Superhombre por Sri Aurobindo Publicado en la revista Arya en Agosto de 1915. Ensayo preparado por P.B. Saint - Hillaire en 1962. Traducido al Espaol por la Hortensia De la Torre, y publicado en Acharia en octubre de 1997.

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