¿Para Qué Sirve Un Sindicato
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(Baylos versus Hayek) PREGUNTAS Y RESPUESTAS; PALABRAS Y SIGNIFICADOS http://www.youtube.com/watch?v=V4OTADEg3P0 http://www.youtube.com/watch?v=tkmsZnG_KDc&feature=related EL RECONOCIMIENTO DEL SINDICATO Y DE SU CAPACIDAD DE ACTUAR COMO DERECHO FUNDAMENTAL: LA LIBERTAD SINDICAL COMO ELEMENTO DE CIVILIZACIN DEMOCRATICA. En la Justicia Global no hay sitio para la avaricia de las corporaciones. En la gobernanza nacional o global no hay sitio para la opresin de los trabajadores y sus sindicatos. En efecto, el derecho al trabajo, al trabajo decente. Es un derecho humano fundamental, y la libertad sindical. La sindicalizacin y la negociacin colectiva son los derechos que apuntalan y las herramientas que impulsan una globalizacin ms justa () No existe mayor privilegio que trabajar por y con los trabajadores; y los hombres y las mujeres sindicalistas que deciden mantenerse firmes cada da en busca de los derechos. La libertad y la justicia son las personas con las que me siento orgullosa de trabajar. Discurso de investidura de Saran Burrow, secretario general de la CSI, Vancouver, 2011. Ya en los aos sesenta del siglo XX, otros textos de reconocimiento de derechos en el plano internacional han incluido la libertad sindical como un derecho social fundamental. La Organizacin Internacional del Trabajo afirm en la Declaracin de Filadelfia (1944) la universalidad de cuatro principios sociales bsicos que deberan constituir los fundamentos del nuevo orden internacional. Reivindica que el trabajo no es una mercanca y no puede ser tratado como tal; que la libertad de expresin y la libertad de asociacin en especial la sindical- son esenciales para el progreso constante; que la pobreza en cualquier lugar es un peligro para la prosperidad de todos y, en fin, que la lucha para liberar a las personas de la necesidad y de sus carencias debe constituir el centro de los esfuerzos de los poderes pblicos. Los importantes documentos posteriores de la OIT, esa misma presencia central del sindicato y de su capacidad de negociar colectivamente como principio fundamental en la civilizacin del siglo XXI. El elenco de los derechos fundamentales se encuentra, en ocasiones ms acentuado, en las constituciones nacionales europeas de la segunda posguerra mundial tras la derrota de los fascismos Es la Constitucin portuguesa de 1976 y la espaola de 1978- se reconoce el derecho de libertad sindical como derecho democrtico bsico, y sus manifestaciones ms relevantes, como la huelga y la negociacin colectiva, son tambin recogidas como derechos autnomos que son mencionados expresamente adicionndose as al reconocimiento de la libertad sindical. Para ejercitar un derecho se requiere ser libre, pero no se es libre cuando el sujeto se encuentra en una situacin de necesidad, de carencia, de bienes y de rentas. La necesidad proviene de la distribucin desigual del poder econmico, social y poltico por obra de un
sistema que la alimenta. Por eso la Constitucin democrtica parte de la verificacin de la desigualdad material en las relaciones sociales y se propone explcitamente ir eliminndola. REPRESENTACIN Y REPRESENTATIVIDAD COMO EXPLICACIN DE LA ACTUACIN DEL SINDICATO. De un lado el sindicato como pura figura de representacin contractual del inters de los trabajadores como grupo, de otro el sindicato como representante del conjunto de los grupos y de las personas que conforman la mayora de la sociedad, en una suerte de movimiento de representacin social que le convierte en un representante de la ciudadana laboral y social El sindicato representa a los trabajadores que estn afiliados al mismo, pero su actuacin no solo persigue la mejora de condiciones de trabajo y de empleo para sus afiliados, sino para todos los trabajadores. Con ms motivo si en el proyecto sindical se incluye la defensa no solo de los trabajadores en activo, sino de los reiterados del mercado laboral, los expulsados de l temporalmente por estar en paro, quienes todava no han accedido al primer empleo. El Estado Social tiene inters en esta transformacin, porque requiere de sindicatos fuertes no solo como sujetos activos en el proceso de nivelacin social porque asimismo necesita agentes sociales slidamente implantados que regulen conjuntamente con los agentes econmicos el gobierno de las relaciones laborales. EL SINDICATO SE DECLINA EN PLURAL FIGURAS DEL TRABAJO, SUJETOS REPRESENTADOS En qu medida la accin sindical deba dirigirse hacia los sujetos cuyo trabajo no se inserta dentro del crculo del trabajo asalariado ha sido una cuestin planteada con fuerza por ciertos movimientos sindicales en Amrica Latina, donde la importancia del sector de la economa que se denomina informal es muy grande. La defensa de sus propios intereses de grupo o de franja les cierra sobre s mismos y les cierra sobre s mismos y les asla del resto de los trabajadores, por lo que es muy frecuente reprocharles su insolidaridad o su corporativismo Los independient workers o solo workers, literalmente anclados a Internet como medio de trabajo, ni su cultura ni su forma de vivir su actividad profesiones les lleva a construir un espacio de solidaridad que les integre en un sindicato con el resto de los trabajadores. Enaltecidos durante todos los aos noenta del siglo XX como una nueva clase virtual triunfante construida en torno a la superioridad productiva de las tecnologas electrnicas y la cibercultura, el colapso del nuevo siglo los arroj a una laboralidad repentina. Estas movilizaciones se conectan con la emersin de movimientos sociales no sindicales, en donde el punto de referencia no es ya el trabajo, sino la crtica de la propia precariedad vital. Un problema muy especial es el que plantean los flujos internacionales de mano de obra y el trabajo de los inmigrantes. Se suele pensar este tema en trminos de concurrencia entre trabajadores, lo que los juristas referimos a un problema de libertad de trabajo y de precio del salario. Es claro que la actuacin de defensa del sindicato, su capacidad de representacin real
de estos trabajadores resulta muy debilitada desde la precariedad doble, laboral y vital, de la que parten los inmigrantes. GLOBALIZACIN Y SINDICATO. DESTERRITORIALIZACIN DEL TRABAJO Y EMPRESA TRANSNACIONAL La empresa evita la regulacin de un Estado determinado al poder fracturar en diversos espacios regulativos el conjunto de las relaciones de trabajo que esta organiza a travs del mundo. Este hecho permite inmunizar sus decisiones frente a cualquier intromisin externa. Desterritorializacin: 1. De la regulacin nacional 2. Deslocalizacin Hay por ltimo una desterritorializacin a la inversa, esta vez del trabajo, que se manifiesta en los flujos migratorios internacionales de ms de doscientos millones de trabajadores. Eso conduce a un cuestionamiento radical del derecho del trabajo y de la accin sindical en los respectivos ordenamientos internos de los pases ms avanzados socialmente. Transnacionalizacin: 1. No sujecin a un pas El sindicato internacional nace con la decidida voluntad de cambiar la globalizacin. Lo seala desde su congreso fundacional en Viena, en 2006, su programa de accin. El sindicato abre tres grandes espacios de actuacin en ese espacio global en el que se mueve para transformar su orientacin. En primer lugar, en el terreno en el que se desenvuelven las grandes instituciones, en segundo lugar contra las recetas del FMI, BM, OMC y en tercer lugar en los grupos informales de la direccin global de la economa por los representantes de los pases industrializados y emergentes, el grupo de los G-20. Las empresas transnacionales son el segundo espacio de accin sindical. Tanto por la capacidad de presionar a la baja a los trabajadores y evitar el libre ejercicio de los derechos de libertad sindical y de negociacin colectiva, su incidencia sobre los Gobiernos para conseguir condiciones de implantacin con reduccin de derechos sociales o el desconocimiento pleno de los derechos de los pueblos indgenas junto con episodios demasiado frecuentes de criminalidad corporativa y los niveles indecentes de retribucin que se adjudican a los altos directivos de estas empresas. Para los juristas esta dimensin nueva de la accin sindical internacional se puede situar en la tendencia a la contractualizacin que busca sustituir la unilateralidad del poder empresarial. El tercer lugar es el de la vigilancia y denuncia de la violacin de los derechos sindicales como derechos humanos fundamentales. LA DIMENSIN EUROPEA DE LA LTIMA GLOBALIZACIN Y LA CES Se constat la necesidad de una accin comn y coordinada contra la mal llamada austeridad. La nica solucin practicable no es refugiarse tras las fronteras de los respectivos ordenamientos internos, sino traspasarlas y exigir ms Europa, es decir, un desarrollo importante de elementos polticos de control democrtico de la fuerza regulativa de los mercados y la puesta en marcha de instrumentos redistributivos profundos.
Si el medio de subsistencia de la Sociedad formal desaparece es lgico que tambin lo haga sus instituciones. Captulo 2. El Sindicalismo en Espaa. Datos y Notas. La civilizacin triunfante en el siglo XIX era capitalista en lo econmico, liberal en lo poltico y burguesa en lo social. Era preciso que a la percepcin del abuso y de la violencia ejercida sobre ese cuerpo social se aadiera, la conciencia de lo colectivo. En esa contitucin de una subjetividad revolucionaria, el elemento negativo, de rechazo, era ms fuerte que el elemento alternativo ANTICAPITALISTA ANTILIBERAL SOCIALISTA SOCIAL ANTIBURGUESA OBRERA ANTIMILITARISTA ANTIRRELIGIOSA PACIFISTA LAICA, ATEA
Sindicato y partido son dos organizaciones de clase que a partir de ese momento tendrn durante un largo periodo una relacin intensa en donde se reiterar la separacin entre Estado y mercado como dominios preferentes de una y otra. Por el contrario la versin anarquista de esta cuestin exaspera el plano de la economa y niega la accin especfica en el terreno de la poltica, por lo que se gira hacia el sindicato como elemento central en la lucha actual contra el capitalismo y el Estado. El predominio prctico del reformismo socialista y su alianza estratgica con los republicanos, y la oposicin anarquista al camino de las reformas legales para exigir las conquistas por accin directa, en reivindicacin coherente del movimiento autnomo de clase, caracterizaron este largo periodo zigzagueante de nuestra historia. A partir de la Primera Guerra Mundial, con la prdida del internacionalismo y del pacifismo como seas de identidad del movimiento poltico de la clase obrera, se produjeron cambios fundamentales en Europa. Frente a la accin gradual de reforma sobre las condiciones de trabajo salario y jornada- y de ampliacin gradual de derechos polticos y del intervencionismo estatal sobre la relacin de trabajo y sus consecuencias sociales, en especial a travs de un programa de seguros sociales, en ese momento pasa al centro del debate socialista en la fbrica. CONSEJISMO La huella del reformismo social del partido socialista construye no solo el edificio de lo que puede ya llamarse derecho al trabajo, sino que establece un amplio programa de proteccin pblica frente a los riesgos sociales. LA LUCHA CONTRA LA DICTADURA Y LA TRANSICIN DEMOCRTICA Es a finales de aquellos aos cincuenta y el comienzo de la dcada siguiente cuando despega en el rgimen un cierto desarrollismo que origina sustituciones en las elites de gobierno y una cierta apertura a la negociacin salarial de empresa como forma de incentivar la produccin. La cadena de montaje es el ejemplo del crecimiento econmico y se comienza a retribuir en funcin del resultado, por el tiempo de ejecucin del trabajo. La muy limitada posibilidad de negociar colectivamente en la empresa a partir de 1958 no permita desde luego que se discutiera sobre la organizacin del trabajo competencia exclusiva del empresario-, como
todava hoy recitan los textos de algunos convenios colectivos, pero s sobre los resultados de la produccin, la productividad medida salarialmente. El TOP consideraba un crimen asociarse para defender los derechos de los trabajadores. Solo hay que recordar que en 1973 se condena el proceso 1001 a veinte aos de crcel a cada dirigente obrero por organizar un sindicato (seran hoy vituperados como liberados sindicales Marcelino Camacho, Nicols Sartorius y el resto de la direccin de CCOO como entonces lo eran por activistas a sueldo de Mosc?). Por ltimo, para cerrar el ciclo de represin, el poder disciplinario del empresario castigaba los actos de insubordinacin colectiva con el despido. Las tres principales organizaciones sindicales de mbito nacional se presentaron, al estilo italiano, en unidad de accin en el seno de una llamada Coordinadora de Organizaciones Sindicales, en donde estaba CCOO, UGT y USO. La COS se disolvi en 1977. La Constitucin habra de ordenar un sistema de derechos colectivos e individuales que situaban a los sindicatos en un papel poltico y social muy relevante. DATOS SOBRE EL SISTEMA SINDICAL ESPAOL DE NUEVO SOBRE LA REPRESENTACIN Y LA REPRESENTATIVIDAD. La clsica confrontacin entre socialistas y anarquistas que singularizaba al sindicalismo espaol desaparece durante la larga dictadura, de forma que la nica organizacin obrera que tiene continuidad y arraigo de las histricas es la Unin General de Trabajadores. La CNT tiene una mera existencia testimonial Tambin rene esta condicin la central mayoritaria del sindicalismo del Pas Vasco, ELA/STV (PNV) y LAB (Comisiones Obreras Patriotas) creada en el tardo franquismo. La representatividad sindical se grada en la norma en tres fases. En primer lugar se fija un umbral de acceso a la condicin de sindicato representativo en un sector o territorio determinado si se obtiene un 10% del nmero de representantes elegidos en el mismo la LOLS delimita una posicin jurdica ms fuerte para aquellos sindicatos que hayan obtenido un score electoral del 10% en todos los sectores y territorios del Estado espaol, posicin que denomina mayor representatividad de mbito estatal. Finalmente, se fijan reglas especiales para la mayor representatividad de Comunidad Autnoma, consistentes en un 15% de audiencia electoral y una densidad mnima de representacin basada en la cantidad de al menos mil quinientos delegados. Un segundo dato relevante es la escasa presencia de las candidaturas que no se hallan recogidas o encuadradas en una lista sindical. Los llamados no afiliados no superan el 2% del total de los representantes. Sobre el sistema sindical espaol se pueden distinguir tres categoras afiliados, representacin y tasa de cobertura de la negociacin colectivaEL SINDICALISMO EN LA CRISIS (2010-2012)
El modelo social est muerto Declaraciones de Mario Draghi, presidente del BCE 24-02-2012 Gran parte de los elementos clsicos del sistema sindical espaol y su contexto normativo de referencia resultan plenamente alterados a partir de la crisis econmica de los pases desarrollados que comienza en agosto de 2008 con el crack financiero. (Esos elementos conformaban el marco en el que se desarrollaba la lucha democrtica de clases) En especial de esa periferia europea castigada por los mercados financieros en la negociacin de la deuda soberana a partir de la crisis griega en 2010. La crisis o, mejor, las medidas impuestas desde los organismos reguladores de las finanzas y sus ejecutores europeos-incide de forma muy intensa sobre el modelo social europeo. El presidente del BCE, Mario Draghi, lo afirm de manera abrupta en febrero de 2012: El modelo social europeo est muerto Qu significa esto? Lo que llamamos modelo social europeo es un constructum que se asienta en tres grandes pilares: el Estado Social, la representacin sindical de trabajo y la ciudadana social como condicin de la dignidad humana La determinacin del Estado y de su actividad como social implica un proceso de desmercantilizacin En esta relacin salarial, el Estado garantiza un mnimo de derechos que buscan el establecimiento de unas condiciones dignas de existencia social de los trabajadores y que determinan el marco institucional de regulacin del trabajo. El segundo punto de apoyo es el del sujeto colectivo que se presenta como el portador de un inters y de una voluntad colectiva correspondiente a los trabajadores en su conjunto. Es el sindicato como representacin del trabajo. Lo que significa que no se limita a una funcin de representacin de trabajadores. Es lo que en los aos setenta se teorizar en el rea mediterrnea en la nocin del sindicato como sujeto poltico. Es por ltimo la nocin de ciudadana social siguiendo el conocido ensayo de Marshall Ciudadana y Clase social- el tercer pilar del llamado modelo social europeo. La ciudadana es una posicin poltica que garantiza a los miembros de un Estado determinado el ejercicio de derechos referidos a la situacin social. El trabajo es el fundamento doble y contradictorio de esta situacin. Es la causa que explica, en tanto que trabajo asalariado, la situacin de sujecin no solo laboral, sino social y econmica en la que viven los trabajadores. Y es a la vez el ttulo sobre el cual se sostienen la titularidad y el ejercicio de los derechos sociales. Estos tres elementos no son estticos, porque se desplazan en torno a un eje direccional, la igualdad sustancial como finalidad de la actuacin de los poderes pblicos y del sujeto colectivo que representa el trabajo subordinado. Es el reconocimiento de la desigualdad material, econmica , social y cultural que est en la base del sistema econmico capitalista y que el mbito de la poltica busca, conscientemente, corregir.
Este es el contexto en que se desarrolla un derecho del trabajo basado en las tutelas del trabajo consistentes en la afirmacin de un principio de estabilidad en el empleo y la homogenizacin social a travs del trabajo. Siempre ha existido alguna forma de conflicto entre la ciudadana y el sistema capitalista de clases. Reagan/Thatcher alteraron de forma radical la correlacin de fuerzas entre poltica y mercado. Los criterios de convergencia para lograr la moneda nica se sujetan a unas condiciones muy rgidas, en donde el elemento social no es tenido en cuenta. A partir de la ampliacin a la Europa del Este el proyecto europeo se derechiz. (Directiva Bolkestein, el Libro Verde sobre la modernizacin del derecho del trabajo FLEXIGURIDAD) Baste aqu con recordar las restriccin del derecho de huelga como arma anti-dumping y como respuesta a la deslocalizacin que llevan a cabo las sentencias Laval y Viking, o la eliminacin de la eficacia real de la negociacin colectiva en los sistemas sindicales europeos fundados sobre la autonoma colectiva privada de nuevo en la sentencia Laval respecto al sistema sueco de negociacin colectiva. La crisis hace posible y visible la deslegitimacin de todo un modelo de organizacin social que se remite al neoliberalismo y al llamado consenso de Washington y que tiene su origen en el tour de forc reaganiano-thatcheriano LA DFICIL PRESENCIA DEL SINDICATO EN UNA SOCIEDAD PRESIDIDA POR LA IDEOLOGA NEOLIBERAL En el panorama cultural en el que discurre el pensamiento neoliberal, el sindicato, como organizacin de defensa de los trabajadores es siempre un elemento incoherente con el sistema econmico que solo adquiere presencia institucional gracias a la esfera de la poltica. Es decir, el sindicato es siempre el fruto del clientelismo poltico y del trato privilegiado de los poderes pblicos. En este sentido, liberalismo y fascismo pueden llegar a coincidencias asombrosas. El sindicalismo en efecto se considera por un liberalismo radical como un agente saboteador de la productividad y del a creacin de riqueza, en los Estados Unidos de Amrica de los aos cincuenta y sesenta del siglo XX se generaron medidas creativas y agresivas en el plano del derecho, que permitieron reformular la doctrina de los lmites constitucionales a los poderes del Gobierno, dando pie a una nueva forma de concebir esos lmites frente a un enemigo interior. En su dimensin poltica, la argumentacin neoliberal se repite siempre idntica a s misma. Se presenta bajo el conocido eslogan de menos Estado, ms Mercado. Pero la toponimia de esos conceptos debe leerse, en trminos polticos, como menos democracia, menos derecho, ms desigualdad, ms poder privado sin restricciones. Respecto del sindicato, salen a la luz los prejuicios liberales contra esta figura social. El sindicato es una organizacin inconveniente que obstaculiza el crecimiento y la recuperacin
del excedente empresarial en la crisis mediante su pretensin de sustituir al Estado en el control de la economa y de la empresa La negociacin colectiva de empresa se quiere desconectar del sistema de negociacin dirigido y diseado por los sindicatos (El proceso a la inversa que Suecia en los aos 70) Sobra, por tanto , el dialogo social, que requiere que el sindicato sea considerado un interlocutor con poder real de negociacin colectiva. Al margen de su seguimiento real por los trabajadores del pas, la huelga no consigue nada, porque los elementos centrales de la poltica sobre la crisis no se modificarn. La consecuencia es que los convocantes de las huelgas, los sindicatos, no solo son culpables de emprender una accin contraria a la recuperacin econmica, sino profundamente intil. Es la Constitucin la gran olvidada en el discurso neoliberal. Es posible que a ese pensamiento no le guste que la Constitucin de 1978 se inserte en la tradicin de la constituciones sociales europeas que surgen tras la derrota de los fascismo, y que descuide que este texto fundamental regula tres grandes grupos de derechos en relacin con el trabajo como elemento central de cohesin social y poltica de la sociedad. La empresa no puede ser inmune a los derechos fundamentales ni se puede amparar la arbitrariedad y la violencia que se derive de ese crculo de autoridad y de imposicin sobre las personas que trabajan. Son dos dimensiones que se presentan en trminos de oposicin, negativa la esfera de la poltica intervencionista y anticuada, positiva la esfera de la economa libre y dinmica. (El monstruo amable, R Simone) EL SINDICATO ES FINANCIADO POR EL ESTADO? LA HOSTIIDAD HACIA LOS SINDICALISTAS Y LA OBSESIN NEOLIBERAL CONTRA LOS LIBERADOS SINDICALES La privatizacin de los deseos nos ha convertido en consumidores de soledad negativa. No soportamos un nosotros, un nos formado por otros y otras La privatizacin de las conciencias se basa en una manipulacin ideolgica que convierte en nuestros peores enemigos a los aliados verdaderos de nuestra libertad. Encerrados en miedos y rencores particulares, denigramos a los polticos, a los sindicalistas, a los funcionarios, y nos dejamos llevar por la pendiente que destruye los servicios pblicos, los amparos sociales, la solidaridad. La privatizacin de las conciencias ha permitido que impere la ley del ms fuerte en la calle y en las soledades. Los errores privados de los personajes pblicos se utilizan para desprestigiar lo pblico, en vez de invitarnos a salvaguardar lo pblico de las mezquindades privadas. Luis Garca Montero, Compaeros de Viaje Pblico, 26 de Septiembre de 2010 No es necesario emplear mucho espacio para afirmar que estas afirmaciones no son ciertas. Y no resulta necesario acudir al argumento de la comparacin con otras instituciones sociales de relevancia, como la Iglesia Catlica.
Qu quiere decirse con eso? Adems de ello, los sindicatos se configuran como organismos sociales que prestan servicios a sus afiliados y a los trabajadores en general. Un espacio especialmente sensible es el del empleo, la formacin para el empleo y las polticas activas de empleo No son, por consiguiente, formas de financiacin del sindicato, sino formas de financiacin de actividades formativas para el empleo gestionadas por el sindicato. Los Presupuestos Generales del Estado para 2012 han reducido sustancialmente las ayudas para las polticas activas de empleo en esta materia, mientras que se mantienen y se incrementan las bonificaciones a los empresarios para la contratacin. Los servicios jurdicos de asesora y defensa, se trata de servicios que no solo se prestan a los afiliados, y por los que el sindicato percibe ingresos, normalmente de los noafiliados. La ltima playa de la hostilidad antisindical es la de los llamados liberados sindicales, de quienes se afirma que son pagados directamente por el Estado y que viven, por tanto parasitariamente del erario pblico. LA ESTIGMATIZACIN MEDITICA DEL SINDICATO. AGRESIN Y NEGACIN DE LA ACCIN SINDICAL Y EL SIGNIFICADO DE ESTOS DISCURSOS. Como en los casos anteriores, se han desplegado en la opinin pblica a partir de la organizacin de la resistencia sindical frente a las medidas adoptadas frente a la crisis en lo que se ha venido en llamar reformas estructurales del mercado de trabajo, es decir, reforma de la legislacin laboral y de la negociacin colectiva En primer lugar, se pone en duda la funcionalidad de la huelga como forma de tutela y de defensa de los intereses de los trabajadores y trabajadoras de un pas. En un segundo lugar, se acenta la negacin de la accin sindical al sealar que est viciada de proteccionismo. Viene a sealar que la huelga la convocan y la hacen los representantes sindicales, no los trabajadores, y que por consiguiente los intereses de unos y otros son diferentes. Tiene grandes races en nuestro pas, porque se trata de un discurso que entronca con el que desarrollaba el franquismo diferenciando entre los trabajadores y los agitadores sindicales, que naturalmente eran algo distinto y externo a los sanos productores. Al igual que hoy se contraponen liberados sindicales que son pagados por no trabajar y para alterar la armona en las relaciones de trabajo, el franquismo estableca que los agitadores no trabajaban, sino que eran remunerados para que cumplieran sus objetivos subversivos. Agitadores a sueldo de Mosc (ahora a sueldo del Estado) El segundo bloque tiene un origen ms propiamente neoliberal. La consideracin de que la reduccin de los derechos individuales y colectivos de los trabajadores, la degradacin de las garantas sobre el empleo y el recorte del gasto social y de la proteccin de la seguridad social favorece la creacin de empleo y el crecimiento econmico. El tercer bloque pone el nfasis en la obsolescencia de la huelga como forma de presin y su impracticabilidad en un espacio econmico y productivo como el actual.
La diferenciacin entre insiders y outsiders del mercado de trabajo, y la limitacin del rol del sindicato a la defensa de los primeros, est directamente relacionada con estos modelos sindicales y de negociacin colectiva.