Historia de La LIJ
Historia de La LIJ
Historia de La LIJ
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Prof. Adriana FONTANA
LA LITERATURA INFANTIL
Sobre Literatura infantil es mucho lo que se ha escrito, disentido y coincidido, en cuanto a su conceptualizacin, caractersticas y autonoma. Desde detractores como Benedetto Croce que sostena que el arte para los nios no ser verdadero arte, pasando por aquellos que como Jesualdo rechaza la literatura elaborada ex profeso para los nios y a los que pretenden consultar sus caractersticas psquicas y responder a sus exigencias espirituales e intelectuales, hasta aquellos que como Dora Pastoriza de Etchebarne sostienen que Por Literatura infantil considero al grupo de creaciones de los adultos que pueden destinarse a un pblico infantil, sin olvidar las de origen folklrico. Podemos citar, tambin, la definicin elaborada por el III Seminario Taller de Literatura Infanto Juvenil en 1971: Se entiende por Literatura Infantil toda obra concebida o no deliberadamente para los nios, que posea valores ticos y estticos necesarios para satisfacer sus intereses y necesidades. Bajo el rtulo de literatura infantil, se vende, se difunde, circula la ms variada gama de textos que son legitimados por algn sello editorial, por un autor reconocido como clsico, por un ttulo muy popular o por sus profusas ilustraciones, seales estas que evidentemente orientan al pblico consumidor. As, la mayor parte de los adultos creemos saber elegir para los chicos cuentos acordes a su edad partiendo de criterios ajenos a la obra literario como puede ser la mayor o menor cantidad de escritura, las ilustraciones, la sugerencia de la contratapa o el recuerdo de ttulos o autores que nos remiten a nuestra infancia. Hasta el precio influye en la eleccin. En el mejor de los casos, el adulto que selecciona se permite hojear el texto teniendo en cuenta solamente la historia contada y centra su mirada protectora en el mensaje que, segn l, se transmite. Estos criterios resultan inadecuados para la seleccin ya que se alejan de la teora y la prctica literaria. Se debe entender la literatura infantil y juvenil como la convencin a travs de la cual nos estamos refiriendo a un modo de comportamiento posible de la literatura dentro de la cultura. An reconociendo la existencia de un destinatario con caractersticas propias y particulares, esto no atenta contra su calidad literaria; solo determina, a veces, la materialidad del mismo y su soporte textual. Hay que apostar a una literatura que permita una plena situacin comunicativa en la medida que el receptor participe activamente del proceso creativo, apropindose de sus significaciones, disfrutando estticamente la obra literaria. Un poco de historia La literatura para nios ha pasado de ser una gran desconocida en el mundo editorial a acaparar la atencin del mundo del libro, donde es enorme su produccin, el aumento del nmero de premios literarios de LIJ y el volumen de beneficios que genera. Esto se debe en gran parte al asentamiento de la concepcin de la infancia como una etapa del desarrollo humano propia y especfica, es decir, la idea de que los nios no son, ni adultos en pequeo, ni adultos con minusvala, se ha hecho extensiva en la mayora de las sociedades, por lo que la necesidad de desarrollar una literatura dirigida y legible hacia y por dicho pblico se hace cada vez mayor. Cada poca, cada momento histrico, y por supuesto, cada escritor, cada mediador docente posee una concepcin de infancia y de juventud que aparece en el momento de promover la situacin comunicativa o de escribir o seleccionar un texto. La concepcin de infancia o niez, no emerge en las sociedades hasta la llegada de la Edad Moderna y no se generaliza hasta finales del siglo XIX. En la Edad Media no exista una nocin de la infancia como periodo diferenciado y necesitado de obras especficas, por lo que no existe tampoco, propiamente, una literatura infantil. Eso no significa que los menores no tuvieran experiencia literaria, sino que esta no se defina en trminos diferenciados de la experiencia adulta. Dado el acaparamiento del saber y la cultura por parte del clero y otros estamentos, las escasas obras ledas por el pueblo pretendan inculcar valores e impartir dogma, por lo que la figura del libro como vehculo didctico est presente durante toda la Edad Media y parte del Renacimiento. Dentro de los libros ledos por los nios de dicha poca podemos encontrar los bestiarios, abecedarios o silabarios. Se podran incluir en estas
obras algunas de corte clsico, como las fbulas de Esopo, en las que, al existir animales personificados, eran orientadas hacia este pblico. De esta manera, vemos cmo la representacin del nio como sujeto genuino de destinacin del arte ha tenido escasa presencia a lo largo de la historia moderna, Por el contrario, la imagen de la infancia ha estado largamente asociada a una concepcin del nio como sujeto dbil, incompleto, carente de muchas competencias y privado tambin de la capacidad de vivir una autntica experiencia artstica, Por contaminacin con esta concepcin devaluada del nio, la propia literatura que lo tiene por destinatario ha cado muchas veces bajo la sospecha de mala o de menor. A partir de la dcada del 60 y de manera creciente hasta la actualidad, el nio comienza a ser considerado como un receptor esttico diferenciado al que se le brindan espacios capaces de situarlo en la posibilidad de crear y consumir productos artsticos. Si hacemos cronologa, debemos admitir que el cambio en el panorama comienza llegado el siglo XVII. A partir de all, son cada vez ms las obras que versan sobre fantasa, siendo un fiel reflejo de los mitos, leyendas y cuentos, propios de la transmisin oral, que ha ido recopilando el saber de la cultura popular mediante la narracin de estas, por parte de las viejas generaciones a las generaciones infantiles. Ya en el siglo XVIII, se publica una incipiente literatura escrita para nios caracterizada por la pretensin educativa y por el tono moralizante de sus textos. Tal es el caso de la produccin de Madame Beaumont que, inspirndose en peridicos ingleses, crea lo que ella llama magasins (almacenes); por ejemplo, El almacn de los nios publicado en 1757 que incluye el famoso cuento La bella y la bestia. Otro caso de esta literatura infantil inicial que puede considerarse continuadora de los escritos de Perrault son Las veladas del castillo de Mme. Genlis y El amigo de los nios escrito por Armand Berqun, en Francia. En Inglaterra, John Newberry adems de publicar un peridico infantil en 1751, The Lilliputian magazine, abre la primera librera y editorial para nios, La Biblia y el Sol. En ese siglo se publican tambin dos obras que habran de hacer historia en este campo: Robinson Crusoe (1719) de Daniel Defoe y Los viajes de Gulliver (1726) de Jonathan Swift. Estas novelas, como es sabido, no fueron concebidas en principio para el lector nio, teniendo en cuenta que en su construccin se ponen en juego metforas ideolgicas que encubren agudas crticas a las sociedades de su tiempo. Sin embargo, las mltiples adaptaciones que tuvieron sus aventuras fantsticas en escrituras posteriores hicieron ingresar estos textos en el canon tradicional de la literatura para nios. Una vez llegado el siglo XIX con el movimiento romntico, arriba el siglo de oro de la literatura infantil. Son muchos los autores que editan sus obras con una extraordinaria aceptacin entre el pblico ms joven. Son los cuentos (Hans Christian Andersen, Wilhelm y Jacob Grimm y Oscar Wilde en Europa, y Saturnino Calleja y Fernn Caballero en Espaa) y las novelas como Alicia en el pas de las maravillas Lewis Carroll-, La isla del tesoro -Robert L. Stevenson-, El libro de la selva de Rudyard Kipling, Pinoccio Carlo Collodi-, las escritas por Julio Verne o Las aventuras de Tom Sawyer entre otras, las que propiciaron un contexto novedoso para la instauracin de un nuevo genero literario destinado al lector ms joven en el siglo XX, donde la ingente produccin de LIJ coexiste con las obras del gnero adulto. En este siglo, los nios comienzan a visualizarse como pblico y como sujeto de inters de las polticas de Estado a partir del fenmeno de la alfabetizacin y de la democratizacin de la enseanza, cuya primera manifestacin es la sancin, en Francia, de la Ley de Educacin Primaria Gratuita, en 1833. Este mismo movimiento social se desencadena en otros pases, como Inglaterra y Estados Unidos y, luego, en Latinoamrica. En el caso concreto de Argentina, el proceso de alfabetizacin se inicia con las campaas de educacin llevadas a cabo por Sarmiento, proceso que habra de culminar con la sancin de la ley 1420 de Educacin Primaria, Obligatoria y Gratuita. Esta ley, que se aprueba en 1884 es la apuesta de una generacin que pretende la modernizacin del pas, poniendo en manos del Estado funciones que antes tena la Iglesia. La escuela se convierte as en la impulsora de una creciente demanda de textos como instrumentos de la tarea educativa. Los textos para nios que circulan por ella llevarn, entonces, las marcas de la intencionalidad moral y pedaggica por encima de los esttico. Incluso, en algunos momentos histricos el uso poltico de la literatura rebasa lo didctico-moral y se torna una fuente eficaz para generar una constelacin de creencias cuyo fin es el adoctrinamiento ideolgico. Ya a fines de la dcada del 50, se registran instancias interesantes que comienzan a desviar la dinmica de produccin de textos para nios de los mecanismos antes descriptos. El libro de lectura escolar convive con otros textos que circulan por los kioscos en publicaciones baratas y populares
divulgando una literatura asociada al divertimento y en la que se reconocen nombres de autores consagrados, como es el caso de Horacio Quiroga. Muchos autores, a partir de un concurso literario de cuento infantil organizado por la editorial Guillermo Kraft, fueron especializando su escritura en la literatura infanto-juvenil. Javier Villafae, Mara Granata y Syria Poletti se cuentan entre estos nombres. En la dcada del 60 Mara Elena Walsh inaugura una prctica literaria que resulta pionera en varios sentidos. Se presenta como una escritura despojada de finalidades pragmticas, ya que la apuesta de su proyecto creador estar centrada, fundamentalmente, en captar el gusto y los intereses de sus genuinos destinatarios. Se profesionaliza exclusivamente como autora de literatura para la infancia, es decir, la primera escritora que desarrollar una actividad continua vinculada con este mundo. Inaugura una retrica que luego ser la marca distintiva del gnero, centrada en el trabajo expresivo con la lengua, en las tramas poticas y narrativas basadas en la invencin, en el absurdo y la magia, y en la explotacin del humor con un estilo desenfadado. La creatividad de sus cuentos, poesas y canciones va ms all de las ancdotas y argumentos, para arriesgarse a apostar, como ningn otro escritor antes, por una escritura sustentada en la explotacin del lenguaje en su materialidad sonora, llegando a poner en prctica la ambicin de Barthes de la desintegracin del sentido de la palabra como procedimiento extremo de creacin potica. Todos estos, y seguramente tambin otros procedimientos, vendran a oxigenar una literatura que slo persigue el disfrute y el gusto por la lectura . De esta manera, vemos cmo recin en el siglo XX , con aportes psicopedaggicos y psicoanalticos, se comienza a pensar en los intereses, las necesidades y las capacidades de los nios y la problemtica de los adolescentes. Por primera vez se considera a los destinatarios de la literatura infanto-juvenil como personas con intereses y particularidades propias. Si bien en muchos casos se cometieron excesos que degeneraron en tratamientos burdos y pueriles, tambin hubo aportes significativos que permitieron defender la posibilidad de otras escrituras sin alterar la calidad esttica de las obras. Poco a poco el campo de la LIJ se fue nutriendo de obras y autores que privilegiaron al nio y al adolescente en su crecimiento interior, su bsqueda de identidad y autonoma. Son muchas las obras de renombre por citar de la LIJ, como es el caso de Peter Pan, El Principito, El viento en los sauces, Pippi Calzaslargas o la coleccin de relatos sobre la familia Mumin; en todas ellas destaca una nueva visin que ofrecer al pequeo lector, donde, adems de abordar los temas clsicos como las aventuras o el descubrimiento de nuevos mundos, se tratan la superacin de los miedos, la libertad, las aspiraciones, el mundo de los sueos y los deseos, como actos de rebelda frente al mundo adulto. Como dijimos anteriormente, esta produccin aumenta considerablemente en las dcadas de los 60,70, 80 y 90, con autores como Roald Dahl, Gianni Rodari, Michael Ende, J. J. Semp o Christine Nstlinger entre otros. En este siglo XX, adems, aparecen nuevos formatos de la LIJ gracias a las tcnicas pictricas y la ilustracin de las historias, donde las palabras son acompaadas de imgenes que contextualizan la narracin y aportando nexos de unin a la historia, es la aparicin del libro-lbum o lbum ilustrado, gnero en el que destacan autores como Maurice Sendak, Janosch, Quentin Blake, Leo Lionni o Babette Cole. Ya, en el siglo XXI, la LIJ se encuentra muy consolidada dentro de los pases occidentales, donde las ventas son enormes y la produccin literaria vastsima. La Esttica de la Recepcin De las distintas propuestas tericas , la Esttica de la Recepcin es la que ms se adecua para el tratamiento de la LIJ, ya que permite integrar al sujeto infantil y juvenil en el hecho literario, desde su participacin activa en el proceso lector en calidad de receptor. Se podra definir como la teora que estudia el papel del lector en la literatura, ya que en la actualidad la importancia del lector es tan vital como la del autor. De acuerdo con esta teora, el proceso de recepcin estara condicionado por la relacin entre el texto y el horizonte de experiencias del lector en el momento de la lectura. De este modo, los componentes significativos reales y potenciales contenidos en el texto, proporcionan al lector distintas posibilidades de respuesta y actualizacin del texto. El texto literario, al no tener correlacin exacta con la realidad, motiva al lector a encontrarle sentido a partir de su experiencia particular. As, se abren dos posibilidades: 1. Proyectar sobre el texto sus propias concepciones previas o 2. Disponerse a revisar su concepciones previas. Lo importante es entender la obra literaria como estructura abierta caracterizada por la indeterminacin, ya que permite y hace posible nuevas y continuas interpretaciones.
Si reconocemos el papel preponderante del receptor en la literatura, debemos reflexionar acerca de l en la LIJ y de los criterios tanto de produccin como de seleccin de textos literarios que se le destinan. Cada poca tiene su imagen de nio, su idea y su fantasa de lo que es o debera ser un nio que merezca el nombre de tal. Y sus convenciones acerca de cmo hay que tratarlo: su paideia. Montes (1997). En la actualidad coexisten diversas concepciones de infancia. Por un lado, pervive la idea de la infancia como mundo diferente, ideal, de pura emocin y de puro candor y la idea de nio como un ser dbil, en formacin, al que hay que instruir en los valores y normas de la sociedad en que ha de vivir. La infancia ms como valor futuro que como presente. Esta idea ha producido y produce textos que por lo general no podramos llamar literarios, puesto que al concebir al nio como un ser incapaz de leer productivamente, slo se preocupa por transmitir moralejas, con el ms sencillo lenguaje y con la intencin ms clara no slo de ensear sino de proteger. Por otro lado, y contrariamente, est vigente un concepto de nio que se basa en las posibilidades que tiene todo ser humano, que respeta al nio como sujeto pleno, portador de una cultura y poseedor de posibilidades, como un sujeto en formacin pero ubicado en su presente, con sus expectativas y su deseo. Una concepcin de nio entendido como sujeto concreto e histricamente situado no universal y abstracto-, que vive con plenitud su presente. La sociedad heterognea y pluricultural en la que vive determina en l diferentes competencias lingsticas y comunicativas, segn la regin que habita, el estrato socioeconmico al que pertenece, la cultura de la que forma parte. En nuestro pas coexisten escritores cuya produccin evidencia una genuina escritura literaria y otros, en los que predomina una preocupacin por la formacin moral y un marcado didactismo. Pero gran parte de los textos que circulan piensan un receptor que puede establecer con el texto literario una plena situacin comunicativa y lo entienden como capaz de ejercer autnticas prcticas estticas de lectura significativa. Encontramos textos que abordan temticas diversas y asuntos hasta el momento considerados tab en la literatura para chicos: la dictadura militar, el divorcio, las malas palabras y la muerte, son algunos de ellos. Se percibe en ellos un profundo respeto por el lector, el discurso responde a un verdadero tratamiento literario y se proponen complejos desafos desde las diversas formas de narrar. An as, siempre es necesaria una lectura atenta porque no todos los libros son de calidad pareja. Las necesidades editoriales de publicar constantemente para renovar la oferta y mantener el mercado, hacen que no se puedan publicar siempre obras de mxima calidad literaria. La crtica literaria moderna considera esencial el carcter de "literatura" dentro de este tipo de escritos, por lo que hoy se excluye, de la produccin actual los textos bsicamente morales o educativos, aunque todava siguen primando estos conceptos en toda la LIJ dado el contexto educativo en el que se desarrolla su lectura. Esta es una concepcin muy reciente y casi indita en la Historia de la Literatura. Bibliografa consultada: Arpes, M. y Ricaud, N. Literatura infantil argentina. Buenos Aires: La Crujia, 2008.Pizarro, Cristina. En la bsqueda del lector infinito. Buenos Aires: Lugar Editorial, 2008.Seppia, Ofelia y otros. Entre libros y lectores I. Buenos Aires: Lugar Editorial, 2009.Gua de lectura: 1- A partir de la lectura de los apuntes de ctedra, resuelva: a. Extraiga las diferentes conceptualizaciones de literatura infantil (a favor y en contra) b. Qu lean los nios en la Edad Media?Qu los caracterizaba? c. En qu siglo se produce el primer cambio?Por qu? d. Qu obras emblemticas del siglo XVIII se adaptaron para los jvenes? e. Por qu cree que se le llama siglo de oro de la LIJ al siglo XIX? f. Extraiga los nombres de autores y obras que cita el apunte. cules conoce? g. Explique el papel fundamental de Mara E. Walsh en el giro respecto a una nueva concepcin de literatura infantil. Mencione las caractersticas de su estilo. h. Qu se entiende por la Esttica de la Recepcin?qu condiciona el proceso de lectura? i. Cundo surge la concepcin de infancia? Cules son las distintas concepciones de infancia que conviven hasta hoy? j. Qu caractersticas tendra la LIJ para cada concepcin? k. Elabore una lnea de tiempo donde ubique los principales hechos y fechas referidas a la literatura infanto-juvenil. l. Elabore una definicin de literatura infantil a partir de sus propias conclusiones.