Epistemología
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DOSSI
Sociologias, Porto Alegre, ano 8, n 15, jan/jun 2006, p.56-87
Introduccin
n general consideramos que el uso a-crtico de metodologas rgidas (como la del mal llamado mtodo cientfico, pues existen las metodologas de las diversas ciencias y no la unidad de mtodo); limita la construccin de conocimiento y que, a la inversa, el pensar abierto y crtico es mucho ms rico. Pero no todo pensar permite la apertura de la razn, por lo que la epistemologa que nos proponemos propugnar, es el uso de la totalidad dialctica (TD), como dispositivo de reduccin de la complejidad de la realidad, en aras de su comprensin.1 Puesto que ella implica una forma de apropiacin de la realidad con base epistemolgica.
* Doctor en Sociologa por la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (UNAM). Investigador del Centro de Estudios de la Universidad de la UNAM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores - SNI ( SEP- CONACYT-MXICO). Mxico. 1 Aqu consideramos que la totalidad dialctica, solo puede devenir de la Epistemologa Dialctica Crtica; esta e una visin cognitiva y una posicin con respecto a los fundamentos de un conocimiento crtico que deviene principalmente de Hegel, Marx, Kosik, Zemelman y Covarrubias y quien suscribe.
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empleado en un sentido ms restringido, referido exclusivamente a los problemas del conocimiento cientfico, tales como las circunstancias histricas, psicolgicas y sociolgicas que llevan a su obtencin y los criterios con los cuales se lo justifica o invalida. La epistemologa es entonces, en alguna forma aunque no slo sea eso, el estudio de las condiciones de produccin y validacin del conocimiento cientfico. Se pueden encontrar incontables obras con sus diversas posiciones y proposiciones de cmo es la mejor manera de hacer ciencia o, llegar al conocimiento cientfico. Tambin existen publicadas una buena porcin de disputas metodolgicas que obviamenteimplican la discusin epistemolgica, por lo que; en este trabajo slo nos ocuparemos de intentar una caracterizacin de una (TD) posible,2 con base en la bsqueda de los sustentos que la configuran. Esto porque la ciencia requiere de la filosofa para sustentar la validez de sus proposiciones y el campo de la filosofa que aborda este problema es la epistemologa. Nadie desconoce que las ciencias sociales en sus orgenes, han tomado las bases epistemolgicas de las ciencias naturales; por ejemplo, es conocida la interpretacin determinista del mundo social que asume el positivismo, precisamente con base en el traslado mecnico del esquema epistemolgico de la fsica newtoniana hoy en decadencia, en la cual la accin de las leyes es ineluctable y objetiva, ausente de toda posibilidad de intervencin subjetiva. Lo cual como se ver, fue un error histrico). Segn Edgar Morn:
En efecto, la ciencia occidental se fund sobre la eliminacin positivista del sujeto a partir de la idea de que los objetos, al existir independientemente del sujeto, podan ser observados y explicados en cuanto
2 Aqu se considera que la totalidad dialctica crtica no se preocupa por ser considerada cientfica en el sentido ortodoxo del trmino (cuya semntica alude al formalismo naturalista o positivista).
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tales. La idea del universo de hechos objetivos, liberados de todo juicio de valor, de toda deformacin subjetiva, gracias al mtodo experimental y a los procedimientos de verificacin (...) Dentro de ese marco de referencia, el sujeto es, o bien el ruido, es decir, la perturbacin, la deformacin, el error, que hace falta eliminar a fin de lograr el conocimiento objetivo, o bien el espejo, simple reflejo del universo objetivo ( 1997: 65).
Es necesario examinar entonces los fundamentos epistemolgicos de las ciencias, y la evolucin que han registrado sus fundamentos, para obtener una mayor claridad en nuestro anlisis. Desde Aristteles, la episteme es el conocimiento verdadero, es conocimiento de lo universal, de lo que existe sin variaciones, de lo que trasciende. Este ha sido el faro orientador de los grandes cientficos de la antigedad que fundamentaron el edificio de la Ciencia. Precisamente se proponan encontrar la piedra angular, que sustentara sobre s misma toda la estructura de la ciencia; lo que de lograrse le dara seguridad y proporcionara estabilidad permanente, ante las turbulencias y dudas que continuamente la amenazaban. Desde entonces, con Herclito,3 surga el pensamiento dialctico en aqulla clebre frase nadie se baa dos veces en el mismo ro.4 Ello implicaba a los elementos que aos ms tarde abriran para siempre el debate sobre los fundamentos del conocimiento: el problema del tiempo (pasado presente futuro), el de la historia como especificidad. El ro en
3 Hacia finales del siglo VI o comienzos del V, Herclito (c. 544 - 484) contradice todo lo anterior afirmando que nada es permanente y no existe armona. Lo que vive, vive por la destruccin de otra cosa. El fuego vive por la muerte del aire. Lo que parece armona es tensin de opuestos. La base del equilibrio es la lucha; la lucha es buena en s puesto que es la fuente de la vida. La arj (principio) ya no es agua o aire o apeiron sino devenir puro, mero fluir. (http://www.antroposmoderno.com/antroarticulo.php?id_articulo=625) 4 Ello plante el problema del tiempo y del movimiento Hasta entonces los filsofos han buscado algo permanente para explicar el mundo en que vivan, a lo que Pitgoras ha aadido el orden y la armona. Pero, mientras los atenienses avanzaban hacia su democracia, el pensamiento griego en general tambin se desarrollaba y ya no resultaba natural aceptar una nica sustancia material como principio de todo. Adems, las explicaciones que daban de la variedad de las cosas, de sus cambios y movimientos, no parecan convincentes. Surgieron as nuevos filsofos que trataron de responder a esas preguntas
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que hoy me bao, no es el mismo de ayer ni, ser el mismo maana. Una multiplicidad de especificidades por cada lapso temporal. Por su parte, Platn formul su teora de los cuatro estados mentales, a saber: Ilusin (eikasia), creencia (pistis), razn (dianoia) y pensamiento puro (episteme), de esta forma, la episteme o epistemologa surge como la explicacin de un estado superior de la abstraccin mental para la elaboracin del conocimiento. Por otra parte, Aristteles, quien buscaba los principios formales del ente y su comprensin, encontramos los orgenes de la epistemologa como teora del conocimiento; es decir, uno de los objetivos originales de la epistemologa es el de encontrar la fundamentacin primaria de los conocimientos, porque, sin presuponer un comienzo desde el cual hay que inferir el desarrollo de la ciencia, no era posible llevar a cabo ninguna inferencia. Entonces la bsqueda de la seguridad del conocimiento fue la preocupacin original de la epistemologa. (Ver Gutirrez: 2002). Las tareas de la epistemologa se han multiplicado con el paso de la historia, ya no solo atiende a esa preocupacin central sino tambin a las implicaciones de la vinculacin entre el sujeto investigador y el objeto de estudio, pero tambin a la justificacin, coherencia, legitimidad y rigor de la cientificidad de un campo determinado del saber; Otras acepciones ms amplias otorgan a la epistemologa el nivel de una metaciencia, que tiene por objeto dictar desde el exterior del proceso de la investigacin, la normatividad general a la que este debe ajustarse para asegurar su cientificidad.
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es crtica y reflexiva (de segundo orden). El trabajo de sta ltima es mucho ms profundo. A la vez que construye conocimiento crtico (subversivo del orden social), conlleva una reflexin sobre cmo lo est construyendo.
...el problema no es que se utilicen palabras o nmeros (evidentemente con nmeros no se puede interpretar y con palabras no se puede describir con precisin), sino que el investigador piense o no piense lo que hace: el que reflexiona sobre su accin investigadora se acerca al segundo orden, y el que no lo hace, se acerca al primer orden (Ibez: 1985: XVIII).
Esta mayora de cientficos que trabajan con esa forma de concebir la realidad y la ciencia, en las escuelas universitarias o en los institutos de investigacin se encuentran an hoy al menos en Mxico, pero creemos que en todo el tercer mundo al menos y, se asumen parcelados y en el mejor de los casos sobrepuestos pero sin abandonar la visin parcelaria de la ciencia. Pero este problema ha sido ya considerado tiempo atrs:
Se dice que la especializacin cientfica permite la profundizacin en el conocimiento de pequeas regiones de la realidad. El argumento se apoya en el criterio de productividad cognitiva, pero veamos qu hay detrs de todo esto. Benjamn Farrington, estudioso de la filosofa clsica y de la ciencia y la poltica en el mundo antiguo, reprocha a Darwin su escasa cultura general y su ignorancia de la filosofa de la ciencia, lo cual le impidi percibir con precisin su deuda cientfica y los alcances y limitaciones de sus descubrimientos. Mendel, inspirado en El origen de las especies por seleccin natural de Darwin y contemporneo suyo, descubri las leyes bsicas de la gentica, desconocidas por Darwin (Covarrubias: 1995 b), pp. 56).
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El proceso es claro, se trata de establecer una integracin horizontal de las ciencias pues de lo contrario tendemos al estancamiento. Un ejemplo del problema, lo constituyen los campos altamente interdisciplinarios que no pueden ser comprendidos, ni estudiados, desde una sola ciencia, ni en dos ni en tres; sino que constituyen totalidades complejas que implican una nueva forma de concebir la estructura de las ciencias. Pero lo interdisciplinario tambin tiene sus problemas. Slo para dejarlo apuntado, hago la siguiente pregunta Cmo podrn conciliarse los supuestos de los distintos discursos sustantivos (disciplinarios), en aras de por ejemplo, unificar un mtodo, que se proponga til para el abordaje de un problema que requiere de intervencin interdisciplinaria. Por nuestra parte, ms adelante propondremos a la articulacin transdisciplinaria, con base en la totalidad dialctica. En (Auto) crtica de la ciencia, bilogos, fsicos, qumicos y matemticos, plantean cmo en sus espacios de investigacin se ha llegado a una enorme enajenacin a causa de la fragmentacin cognitiva, producto de la divisin tcnica del trabajo de investigacin. Los cientficos estaban horrorizados del uso militar de sus descubrimientos y de lo poco que entienden de otros mbitos de la realidad. Lo mismo ocurre en las ciencias sociales. Los socilogos por ejemplo, han sido divididos en educativos, rurales, urbanos, de la cultura, del conocimiento, etctera. En donde el socilogo de la educacin nada sabe de sociologa poltica (por que no es su campo). El economista internacional, poco o nada sabe de economa financiera, ya no se diga de filosofa o de ciencia poltica. La ciencia parcializada es cada vez menos capaz de comprender la esencia de los sistemas complejos, por ejemplo, todos los sistemas organizados en forma de red, como las redes neurales, los sistemas financieros y bancarios internacionales, las interrelaciones de la fsica cuntica, las redes sociales, y otras, en las que no existe organizacin piramidal sino horizontal, requieren para su mejor comprensin y anlisis de una nueva visin de la
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realidad cientfica, una nueva visin global y totalizadota. Jess Ibez explica en su perspectiva el por qu de ese problema: En el protocapitalismo, la investigacin emprica se aplica al descubrimiento de nuevos hechos brutos, es adisciplinaria y ametdica; en el capitalismo de produccin y acumulacin la investigacin es disciplinaria y metdica, la continuidad de fondo es sostenida por la continuidad de mtodo. El saber acadmico aparece como discontinuo, distribuido en parcelas disciplinarias, reflejo de la divisin del trabajo: los especialistas de una disciplina tienen la propiedad privada del objeto de esa disciplina, en los dos sentidos del trmino <privada>, privan a los dems sujetos o especialistas del acceso a esa parcela (en la perspectiva de la divisin del trabajo), y privan al objeto de todo resto no contabilizable y/o conmensurable (en la perspectiva de la operacin metodolgica de construccin de un objeto formal o de conocimiento (Ibez: 1985, p. 58). Consideramos que lo expuesto es suficiente para entender por qu nuestro inters en propugnar a la epistemologa dialctica crtica (EDC), como una propuesta de conocimiento enriquecedora en trminos de ofrecer, una forma diferente y potente de apropiacin de lo real. Pues no se cie a la rigidez metodolgica, sino que propugna por una apertura del pensamiento a la realidad, sin ataduras procedimentales; pues otorga al objeto, la cosa misma, toda la apertura mental posible, en aras de apropiarse de todo el desenvolvimiento de dicho objeto, el cual nos conducir al descubrimiento de su lgica. Objeto del que el sujeto con el andamiaje epistemolgico que propondremos, tambin forma parte.
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la dimensin de la epistemologa dialctica crtica; y de la vulgar distincin del simple sentido comn, que supone, aclara lo que es la realidad, distinguindola de lo que es una utopa. Slo en una perspectiva que concibe a la realidad en movimiento, es comprensible el tiempo presente como aqu lo concebimos. En ese sentido, el primer problema que se nos presenta es cmo representar ese movimiento en el presente cuando la realidad est dada, pero a su vez est dndose. La respuesta a esta representacin del movimiento se encuentra en la forma que adquieren ambos momentos en indisoluble vinculacin. En ese vnculo se encuentra la potencialidad que orienta la direccin de un campo de accin entre actores, pero esta no es manifiesta. Sin embargo, es un contenido emergente. Lo que Hegel (1978) llamara el lugar de las transformaciones cualitativas. Lo que para Bloch (1983) sera lo novum. Este ltimo concepto emerge del Filosofo de la Utopa a raz de la bsqueda de la utopa concreta. La utopa tiene un sentido peyorativo solo si se entiende como mera ilusin y deseo de lo ptimo, sin ninguna probabilidad de realizacin y sin ningn motor prctico. Lo que sera la utopa abstracta. La utopa genuina o utopa concreta emerge con base en un ideal abstracto para convertirse en un futuro concreto. Utopa concreta es lo realmente posible en un mundo malo y falso. Este mundo malo y falso es la realidad dada y la utopa concreta es la posibilidad de arribar a ese mundo bueno que estara por darse con base en la prctica concreta, la que puede ser viable conociendo el vnculo entre lo que est dado y lo que est dndose. Si los actores que aspiran a incidir en la realidad pueden rescatar ese vnculo entre lo producido y lo que se est produciendo, pueden con ello incidir en lo que est por darse (futuro). De ah que la diferencia entre la perspectiva presente-pasado y perspectiva presente-futuro radica, en que en la primera hay una realidad producida (un topos) y en la segunda an no deviene la realidad (no es una empiria).
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Topos (el lugar) es el objetivo emprico. Pensar la realidad como un topos, como un dato objetivo o con una perspectiva objetivista, diagnosticarlo y pronosticarlo a partir de la objetividad, es ya, estructuralmente quedarse enraizado en el mismo lugar. Se ha olvidado el futuro porque no sabemos la naturaleza de los datos posibles y no obstante, la discusin cotidiana entre los distintos actores sociales no se da slo sobre el pasado (a excepcin del trabajo acadmico de los historiadores). En este punto surge la pregunta cmo incorporar la dimensin gnoseolgica a la dimensin del futuro? La respuesta est en Bloch. En l, la utopa es un concepto dual. No aqu y ahora (sentido negativo) de la realidad y, por inferencia, si all y despus (sentido positivo). Un negativo al comienzo, una negacin en el proceso y por ello, un posible futuro positivo. Es por eso que el concepto de lo no existente tambin puede ser objeto de conocimiento cientfico. En esta perspectiva a la que nos adherimos, no busca tanto organizar una visin de futuro sino de construirlo, aunque para ello la visin es una cuestin ineludible. Sin embargo, no hay que creer que teniendo un modelo de futuro, con ello lo vamos a construir, pues no todos los proyectos son viables si tomamos en cuenta que en la relacin dialctica sujeto-objeto interviene lo contingente, el azar. Adems se debe tener en cuenta que el sujeto (psicolgico, institucional, ideolgico, religioso, econmico y cultural), el individuo, acta con sus subjetividades en la realidad objetiva.
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hegemnico. Pero un conocimiento no se integra solamente por elementos constitutivos de un solo paradigma sino que contiene referentes que provienen de otros modos de apropiacin. De ah que, entendemos por concepcin ontolgica el conjunto de ideas que los seres humanos tienen respecto al ser y a sus formas de existencia. Sin embargo, dichas ideas pueden encontrarse de manera catica en el pensamiento sin constituirse en discurso lgico o aparecer ordenadas en un sistema racional. Precisamente, el concepto de hegemona tal como lo reelaboraron Ernesto Laclau y Chantal Mouffe permite visualizar el campo de las ciencias sociales y los resultados de sus investigaciones como un espacio privilegiado para la construccin de articulaciones hegemnicas y contra-hegemnicas. Quiere decir, un espacio en donde lo que muchas veces es mostrado como una verdad objetiva legitimada por su carcter cientfico, es en realidad una representacin hegemnica, una construccin histricamente determinada. (Ivanier: 2004). Las concepciones ontolgicas son la base del conocimiento terico. Las diferencias de interpretacin se expresan como discursos tericointerpretativos y como prcticas polticas distintas y a veces contrarias entre los grupos partidarios de cada una de ellas. Los cientficos al igual que todos los seres humanos estn determinados por la sociedad en que viven:
... la conciencia teorizante se integra con referentes de la empiria, la religin, la teora y el arte formando un bloque de pensamiento en el que los referentes tericos establecen la logicidad con que opera la conciencia (Covarrubias: 1995 b), 113).
Todos los discursos estn llenos de mltiples componentes dismiles provenientes de diversos procesos cognoscitivos. De ah que, los referentes sealados por Covarrubias contienen referentes ontolgicos y gnoseolgicos constituyentes de bloques de pensamiento en donde los
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referentes de uno de los modos, es el que predomina y los dems son subordinados. As como existen referentes tericos tambin existen referentes atericos integrados en la conciencia teorizante y esto es inevitable por el carcter histrico-social de la teora y de los tericos. No existen constructos puramente cientficos pues hasta los paradigmas de la ciencia corresponden a las pocas histricas en que fueron elaborados. El cientfico tiene un constructo que si se analiza, muestra las contradicciones y la heterogeneidad de su estructura, siendo varios los problemas: a) el de la presentacin del constructo terico ontolgico; b) el del terico epistemolgico; c) el de la presentacin del discurso sustantivo, d) el de la homogeneidad cientfica de cada uno; e) el de la correspondencia lgica entre las partes; y f) el de la eliminacin de elementos no cientficos (que siempre estn presentes en el sujeto pero que no aparecen en el discurso del cientfico.
Cada forma de la conciencia contiene referentes de modos de apropiacin subalternos sin que ello signifique su identidad: cada una se define por los referentes relevantes que la constituyen y determinan. Toda teora es producto de un despliegue epistemolgico fundado en una concepcin ontolgica existente con anterioridad a su formulacin, que opera en la conciencia como preconcepcin constituida por referentes propios de distintos modos de apropiacin de lo real (Covarrubias: 1995, b;) 113-114.)
Dichas preconcepciones conllevan ideas acerca de la naturaleza del conocimiento cientfico, y de las formas de existencia de la realidad e intervienen activamente en al formulacin de teoras. Los conocimientos
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(y discursos) nos dice Oliv)se producen a travs de procesos en los que se transforman en ciertos materiales. Estas materias primas estn formadas por los datos empricos, los conceptos y los discursos proporcionados por las prcticas ideolgicas y cientficas. El entramado epistemolgico, sobre todo a travs de la seleccin, influyen en la formacin y en el ordenamiento real de estas materias primas; por ejemplo, en el modo de reunin de los datos empricos, en cules sean los datos que se renan, y cules queden excluidos, de igual manera, en la seleccin exclusin de conceptos. Este entramado, en la medida en que tambin influyen concepciones ontolgicas, somete a los conceptos que ingresan en el discurso sociolgico que se est produciendo, a nuevas relaciones conceptuales que afectan realmente a su significado; es sta una de las formas como el entramado epistemolgico interviene para transformar los conceptos sacados de la materia prima en su paso hacia el discurso sociolgico (Oliv: 1985, 270). Aunque los planteamientos de Oliv se refieren al discurso sociolgico, creemos que son vlidos para todo discurso terico disciplinario. Aunque la realidad es vivida por cada individuo en sociedad, es sta quien constituye la individualidad y la realidad. Esta a su vez, puede ser pensada por diversos modos de apropiacin por distintos individuos, pero la generacin del pensamiento, y de las interpretaciones, sean cuales sean stas, se producen en la sociedad como totalidad. Esto lo consideramos as, pues como seala Covarrubias:
La realidad social es totalidad orgnica, unidad contradictoria deviniente. El devenir se expresa en momentos que el pensamiento denomina etapas y que, como condensaciones especficas de la totalidad, son unidades contradictorias irrepetibles. El desarrollo histrico no es ms que el proceso de transformacin de la realidad hecho pensamiento. La historia al igual que la contradiccin, el movimiento y el cambio, no son
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sujetos en s que dirijan y gobiernen a los seres humanos; son categoras que representan los procesos de la realidad. De esta forma, la historia, el movimiento y la contradiccin no hacen nada; es el hombre concreto quien hace, y cuya actividad se realiza en el movimiento, el cambio, la contradictoriedad y la historia (1995, b), 225, 226).
De manera similar, otro autor seala que:
en toda historia, tanto natural como cultural, que est producindose, acta la ya producida. El hombre es siempre producto y productor de su historia, forma impresa relativamente constante que viviendo se desarrolla. Lo devenido no es algo simplemente pasado, que aparezca frente al sujeto histrico como un objeto extrao a l (Heller: 1983; 21).
As las cosas, la historia es entonces, a la vez, un proceso creado y creador del hombre. Desde la perspectiva dialctica, la cosa es en s cuando es para el hombre; es decir, cuando se ha convertido en objeto de la conciencia, en figura de pensamiento.
Poco o nada nos dice Covarrubiasse puede decir, de la cosa en s fuera de la conciencia. La cognicin de la cosa en s se inicia con la sensacin y, de manera creciente, la conciencia va apropindose de las formas y contenidos del objeto. Lo particular es conocido en la especificidad que es generalidad y lo general en lo concreto que es condensacin de lo total. El conocimiento que llega a la formulacin de conceptos arranca siempre de lo especfico como inmediatez y regresa como conocimiento concreto (1995, 227).
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5. La contradictoriedad de lo real
Los individuos, al ser diferentes unos de otros fsica y mentalmente, al participar en la nica realidad que podemos hacerlo, no obstante lo hacemos de diversas maneras. La heterogeneidad entre individuos, lo es interior en cada uno y en la sociedad como conjunto. No es sta, una pura contradiccin lgica entre individuo y sociedad; se trata de una contradiccin ontolgica que es fuente de la unidad de lo real como un todo, que se reproduce en el individuo, tambin de forma condensadamente contradictoria.
La realidad social como unidad contradictoria se produce y se reproduce en la contradictoriedad como totalidad y en la especificidad como heterogeneidad y multiplicidad. A ello se debe la diversidad existencial entre los seres humanos: a la multiplicidad condensatoria de lo real social en los sujetos. Esta contradictoriedad es una realidad objetiva, existente; i.e., la contradiccin no es un sujeto, una fuerza o un ser ajeno a la materialidad y distinto a ella; la contradictoriedad es relacin entre distintos que se niegan e integran en unidad. Por eso es que la sociedad es la expresin ms enriquecida de ella . La riqueza de la contradictoriedad social se condensa en las clases sociales y en las luchas que entre ellas se entablan mas no se agota ah. Cada clase social se integra por individuos que a la vez pueden ser nuevamente estratificados y que, aun en el nivel ms particular de jerarquizacin sigue predominando la multiplicidad y la heterogeneidad entre ello (Ibidem, 224)
El contexto general en que se desarrollan las interacciones entre los distintos grupos y clases sociales, es el mismo en el que el proceso de constitucin de conciencias a travs de la educacin, pero tambin massmediatico, se realiza por medio del aparato de hegemona cuya mxi-
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ma capacidad y eficiencia la ha alcanzado en la actual globalizacin econmica; y la insercin cotidiana de cada vez ms ciudadanos al uso intensivo de las nuevas tecnologas como la Internet. El flujo acelerado y acrtico de la informacin; se erige en forma predominante de detentacin y ejercicio del poder poltico militar. Cambian las tecnologas, no as las estructuras de control y dominacin. Estas slo se perfeccionan o adecuan, mientras no surja una fuerza capaz de transformarlas. En esa direccin, los modos de apropiarse de lo real son institucionalizados en la organizacin hegemnica, sin escapar casi nada a su esfera de control. No obstante, las concepciones negadoras de la razn instrumental predominante, son generadas tambin en las instituciones.
La contradictoriedad de los referentes generados por los distintos modos de apropiacin no son objeto de tratamiento igual por el aparato de hegemona. El aparato de hegemona difunde determinados referentes con mayor insistencia, mientras que otros son objeto de ocultamiento, deformacin o de una limitada difusin....La homogeneidad de la conciencia y la homogeneidad entre conciencias es imposible (Covarrubias: 1995, 33).
6. Esperanza y Utopa
De cara a este aparente insuperable escollo estructural de la sociedad capitalista, recurrimos al pensador de El principio esperanza: Bloch (19541959). Segn el filsofo alemn hay que sustituir la anmnesis5 especulativa y terica por la praxis material e histrica, para inaugurar al ser como proceso, como un ir siendo, para llegar a ser; y viceversa. O sea, el mtodo de la
5 La anmnesis, que significa recuerdo, es en Platn, el proceso mediante el cual la mente alcanza el conocimiento verdadero recordando la visin de las ideas, que el alma experiment en una previa existencia independiente del cuerpo.
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praxis est emparentado con un sistema ontolgico. Y el nombre de esa ontologa abierta es utopa. La utopa genuina o utopa concreta surge cuando un ideal abstracto psicolgicamente deseado se convierte en un futuro concreto, prcticamente realizable; cuando lo ideal y atemporal, pasa a ser lo posible real y el futuro. Posibilidad real y realidad posible.
A causa de Marx, el sujeto, ensalzado por Kant en su autonoma respecto al mundo y a la historia pasa a englobarse dentro de la objetividad de un mundo que es la historia humana en desarrollo (Aguilar: 1977, 27).
Segn Aguilar cualquier lectura topogrfica implica una lectura utpica en el pensamiento de Bloch; la lectura de un hombre irrealizado, negado, nonato, perdido y lejano de s mismo; la lectura de una realidad social inhspita, antisocial, desierta, deshumana tierra pero no Patria. Aqu la verdad es dialctica y, por ello no ideolgica). La fuerza de la dialctica est en que parte y se desarrolla por la fuerza de lo negativo y por la capacidad de negacin de lo negativo; y la utopa del sujeto al interior de la utopa social tiene dicha fuerza, porque la sociedad no es algo dado y perdurable, ni una esencia natural e inmutable, ni creacin alguna obra de dioses, sino producto de la praxis humana y material. Una realidad material y humana no es simplemente lo dado, algo con contextura y lmites definitivos y perceptibles. A la inversa, es <frontera>, que, como su nombre seala, es un <hasta aqu se ha llegado>, y <horizonte>, que es lo <novum> hacia el que tiende. No hay realismo si no se entiende como algo inacabado y en trance de realizacin. Con esa base puede Bloch tachar de tautologa el principio de identidad de la lgica tradicional: No aceptar su proposicin A = A, sino A = a todava no A. (Gonzlez: 1979).
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Supeditado entre el pasado y el futuro, lo <<dado>>, el presente, adquiere una significacin nueva. La relacin entre pasado y presente no es la relacin clsica de un proceso que camina hacia un <<resultado>> en el sentido hegeliano, sino un paradigma de cmo las posibilidades de un presente se van necesariamente haciendo futuro, no en el mero vislumbre subjetivo de algo ignoto, sino la reflexin de la propia estructura de su ser. Quien ignora este movimiento se cierra toda posibilidad de conocimiento de lo real (Gonzles: 1979: 51).
En Bloch la esperanza es el motor de la mediacin entre no ser y llegar a ser. Entre A (lo todava- no-conciente) y su correlato histrico (lo que todava no es), no se encuentra la determinacin de hechos ni la presuncin imaginativa, sino la mediacin, la esperanza. La esperanza, an siendo un movimiento psquico, no queda reducida al mbito psicolgico, y no slo se diferencia de la espera sino que se realiza en un mundo distinto de significaciones. La esperanza blochiana, es primeramente un modo de conciencia, no una figuracin, y slo es pensable, por eso, como concreta, como referida a una realidad y a una especificidad histrica. La esperanza como mediacin no es slo cognitio, modo de conocer, sino mpetus, motivo de la accin. La mediacin entre el sujeto como la posibilidad real de todo lo que se ha hecho de l en su historia y la materia como la posibilidad real de todas las conformaciones latentes en su seno, no es slo la de la conciencia cognoscente, sino sobre todo, la de su prueba o verificacin (ver Gonzlez). En este principio: la esperanza, el ser es, la utopa de s mismo. En donde el ser es la materia y sta, es la utopa de su forma. Es la materia primera o sustrato del mundo que inspira y permea todo el mundo y la historia social, con la fuerza de una universal aspiracin a la patria de la identidad.
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Con ese motivo, la actitud a tomar es la esperanza, no como pasiva, expectativa de algo que en el porvenir podr acaecer sin nosotros, sino como praxis revolucionaria cierta de su xito futuro, como una opcin militante, como algo ya positivo que puede suceder a condicin de desenmascarar, y negar la negatividad de este mundo histrico que es. Por lo pronto, el mundo es hasta aqu, el laboratorio de la salvacin posible. Por ello, la esperanza es, debe ser, aguantadora y rebelde, perspicaz y denodada, testaruda y reflexiva, audaz y concreta, intransigente y analtica. La esperanza en Bloch, es pues, prctica, crtica y revolucionaria. Todo este planteamiento, propone a un sujeto histrico que sea conciente y asuma la negatividad del mundo actual y su complejidad intrnseca. La esperanza, tanto como la formulacin de la utopa concreta, enfrentan sin embargo grandes retos en varios frentes: la hegemona impulsada por las esferas del poder, como homologadora estandarizadora de las conciencias individuales y colectivas; la dificultad del sujeto al arribo de la toma de conciencia (pasar a una conciencia crtica, para poder negar la realidad presente). Con ello, se dara un primer paso, pero es necesario que si se aspira a la estructuracin de una utopa concreta se debe partir de un proyecto. Para ello, el proceso de rearticulacin de su conciencia deber lograr que el modo de apropiacin del mundo sea terico-crtico, para que pueda usar la actitud de la esperanza de manera viable. Para ello, a continuacin proponemos, con base en algunas categoras, una propuesta de descubrimiento de lo real, que apunte por medio de un proyecto, a negar la contradictoriedad del mundo actual.
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y realidad. Aqu pretendemos que de ello resulte una propuesta aunque incipiente de conocimiento y, para enfatizarlo, de conocimiento social del presente. En esta perspectiva, el papel del sujeto adquiere una mxima significatividad toda vez que se le considera protagonista de su tiempo histrico. Podemos decir que en la idea de sta proposicin, se concibe que hay un tiempo que deviene constantemente junto con las acciones de la sociedad, por lo cual tenemos que partir de la identificacin del presente. As, en el presente tenemos una conjugacin de lo complejo de las acciones sociales y la dificultad del proceso de conocimiento, por lo que consideramos necesario tener en cuenta los tres elementos antes mencionados, a los que consideramos como elementos interactuantes entre s. Entendemos al tiempo presente, como una medida del acaecer humano del que se desprende lo trascendente del momento del acontecimiento estudiado y orientado hacia la bsqueda de su creciente bienestar, potenciando las posibilidades de la prctica transformadora hacia un futuro posible y deseable. La historia actual o presente, como dimensin temporal, no carece de contenido ni se refiere a un mero parmetro cronolgico, es por el contrario el lugar en que todos los elementos de diversa naturaleza tienen su expresin e interactan; dicha interaccin se presenta en dos niveles: en el tiempo en general y en la actualidad en particular; lo que permite distinguir tiempos concretos con su propia especificidad. El presente como aqu lo concebimos es un proceso dinmico que no cesa, donde fluye un haz de acontecimientos que determinan diversas especificidades. No nos dejamos engaar por la apariencia de la quietud de la actualidad o por la errnea idea de que sobre ella nada podemos. Es verdad que lo actual se aparece como un haz de acontecimientos aislados sin una supuesta relacin de necesidad existencial, pues la actualidad es
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contingente y slo mediante un pensamiento abierto y crtico, es decir cientfico, se pueden desentraar las relaciones posibles de este mar convulso que es el mundo. Esto es importante, porque en el presente se conjugan diversas prcticas de los distintos sujetos, de los diversos grupos y clases sociales en la realidad. La historia hoy, es una arena de encuentro y de fusin de las acciones individuales y colectivas, concientes o inconscientes, organizadas o volitivas. El presente es la historia actual, es donde se vinculan los acontecimientos nuevos y la vivencia de los antiguos como nuevos. Frente a los hechos sucedidos del pasado se levantan los acontecimientos del presente articulando lo nuevo que emerge y lo viejo que no acaba de perecer (Lpez: 1979, 23, 24). Identificar el presente tiene el inters de hacer una proposicin conceptual de aquello que se constituye en objeto de nuestra intencionalidad cognoscitiva, y con los parmetros temporales que nos permitan tener el mayor nmero de elementos extrados de la interaccin emprica y de los datos referenciales que sean consecuentemente integrables con los anteriores, para acceder al conocimiento del objeto en el que estamos inmersos. Objeto que deseamos apropirnoslo con el pensamiento (epistemolgico, dialctico y crtico). La concepcin dialctica parte de la categora de totalidad. La construccin moderna de esta categora se debe principalmente a Hegel. Este realiza por primera vez en la historia de la filosofa, el vnculo de la dialctica del pensamiento con la dialctica de la materia.
Esta nueva filosofa alemana tuvo su culminacin en el sistema hegeliano, en el que por primera vezy esto es su gran mritose expona conceptualmente todo el mundo natural, histrico y espiritual como un proceso, es decir, como algo en constante movimiento, modificacin, transformacin y evolucin, al mismo
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tiempo que se haca el intento de descubrir en ese movimiento y esa evolucin la conexin interna del todo (Engels: 1975, 9).
Sin embargo, la categora de la totalidad corre el riesgo de asumirse en una visin reduccionista que la simplifica a la expresin vulgar de que, el todo es mayor que sus partes, o que todo est en conexin con todo, el investigador social debe tomar distancia de esta forma simplista de asumir la categora de totalidad. Karel Kosik nos proporciona una definicin marxista de la categora de totalidad:
...pero en verdad totalidad no significa todos los hechos. Totalidad significa: realidad como un todo estructurado y dialctico, en el cual puede ser comprendido racionalmente cualquier hecho (clases de hechos, conjunto de hechos). Reunir todos los hechos no significa an conocer la realidad, y todos los hechos (juntos) no constituyen an la totalidad. Los hechos son conocimiento de la realidad si son comprendidos como hechos de un todo dialctico, esto es, si no son tomos inmutables, indivisibles e inderivables, cuya conjuncin constituye la realidad, sino que son concebidos como partes estructurales del todo. Lo concreto o sea la totalidad, no es, por tanto, todos los hechos, el conjunto de ellos, el agrupamiento de todos los aspectos, cosas y relaciones, ya que en este argumento falta an lo esencial: la totalidad y la concrecin. Sin la comprensin de que la realidad es totalidad concreta que se convierte en estructura significativa para cada hecho o conjunto de hechos, el conocimiento de la realidad concreta no pasa de ser algo mstico, o la incognoscible cosa en s... (Kosik, 1968:56).
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Por su parte, en Zemelman: 1987)6, si nuestra interpretacin es correcta, en su proposicin conceptual, sugiere pasar del ya tradicional entendimiento del concepto de totalidad basado en la concepcin de su ubicacin en el nivel ntico al nivel del proceso lgico de conocimiento. El desplazamiento de la problemtica de la totalidad del plano ntico al epistemolgico, equivale a la cuestin bsica de convertir el qu pensar en el cmo pensar sobre la realidad. Este concepto de totalidad que obviamente ya tiene una gran tradicin, ha adquirido una diversidad de sentidos, pero para Zemelman, el considerarlo dentro del nivel epistemolgico tiene su virtud puesto que posee una gran capacidad para enriquecer las estructuras racionales de conexin con la realidad emprica, que permitan transformar la objetividad real en contenidos organizados. Aqu el concepto de totalidad que refiere el autor, sirve para dos fines: primero, enriquecer las estructuras racionales de conexin con la realidad emprica, que lo entendemos como tener una dinmica racional superior a la que tradicionalmente usamos, especialmente en relacin con lo que empricamente se ha sustrado de la realidad; y, segundo, transformar la objetividad real, es decir, lo que podemos entender de lo complejo de una cosa, en contenidos organizados que pensamos que son conceptos que de acuerdo a nuestra lgica nos permiten entender los objetos. Ms adelante enfatiza que la totalidad le interesa en trminos de investigacin, como fundamento epistemolgico para organizar el razonamiento analtico. O sea que la totalidad es un sustento cognoscitivo para organizar la forma de conocer; es decir, es un complejo proceso de conocimiento cuya finalidad es el conocimiento.
6 Esta aportacin del Doctor Zemelman Merino y otros ms, nos van a permitir plantear el asunto de la construccin apropiacin de objetos de estudio con base en la articulacin como totalidad. A la que yo aado en concepto de transdiciplinariedda (Mass 2002)
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Pero adems de hablar de la totalidad como exigencia epistemolgica del razonamiento analtico, sirve, en otro nivel, para delimitar los campos de observacin, lo que se puede conceptuar como ...una aprehensin que no consiste en una explicacin sino que sirve para definir la base de la teorizacin posible (Zemelman: 1987; 18). Si la apropiacin es la abstraccin sensorio-intelectiva que nos sirve para identificar los objetos con los que nos vinculamos (y de los que formamos parte, con ello, nos dice este autor, podemos aspirar a definir la base para proponer una teora, no slo para explicarnos los objetos de investigacin. De otra manera, aunque no muy diferenciada de la anterior, para este autor, la totalidad:
Es un modo de organizar la apertura hacia la realidad que no se cie a permanecer dentro de determinados lmites tericos, pues se fundamenta en un concepto de lo real como articulacin compleja de procesos y exige que cada uno de estos sea analizado en trminos de sus relaciones con otros (Zemelman: 1987; 19).
Aqu, el concepto de totalidad ya no es un pensamiento sobre el pensamiento, ni una orientacin para delimitar los campos de observacin, sino la apertura del pensamiento ante la realidad, en la cual Zemelman los percibe como que se articulan, de manera compleja. Visto en una perspectiva que incluye esos sentidos del concepto de totalidad, encontramos la siguiente afirmacin del autor:
En la investigacin, propondremos a la aprehensin racional como solucin epistemolgica a la exigencia de la totalidad, cuyo mecanismo metodolgico operativo es la reconstruccin articulada, mediante la cual se pueden determinar las bases para captar la realidad en condiciones de totalidad concreta, sin necesidad de partir del a priori que tenga tal o cual estructura de propiedades. Por eso es que no constituye en s misma una explicacin, sino, ms bien, la
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condicin para el conocimiento de lo real concreto desde toda su complejidad estructural y dinmica (Ibidem; 20).
Podemos entonces decir que para Zemelman, la concepcin de totalidad es una actividad intelectiva con un sentido orientado al proceso cognoscitivo, que sirve de base para la reconstruccin de lo perceptible, ello lo podemos observar en la siguiente aseveracin:
...los elementos o niveles componentes de la totalidad, son teorizables slo en funcin de su relacin posible con el todo. El todo es el que da sentido a las partes en cuanto las incluye; las partes, a su vez, son el movimiento de esa inclusin. Sin embargo, el todo no alude a un todo real sino a una exigencia de totalizar lo fragmentario; no implica al movimiento como realidad sino como construccin que se aprehende en tanto constituyndose y no como ya constituido...lo que se pretende es avanzar en un intento por trasladar la discusin filosfica acerca de la categora de totalidad, al plano epistemolgico, directamente relacionado con la construccin del conocimiento concreto (Zemelman: 1987; 20).
El concepto de totalidad de Zemelman establece toda una serie de potencialidades que pueden incidir en los diversos procesos de la investigacin. As, del recorrido que realiza para identificar los diversos sentidos del concepto, concluye que: 1) Las funciones que cumple la totalidad son: organizar una forma de razonamiento crtico que permita romper o traspasar la apariencia de los fenmenos. Desde la perspectiva de la totalidad, la apariencia es un nivel de la realidad que no est analizado en su articulacin; as como, a contrario sensu, lo real es un nivel de la realidad analizado en su articulacin; y 2) la categora de la totalidad est claramente referida a la idea de movimiento, sin referirse a la estructura dinmica particular que pueda asumir
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el movimiento (que es lo propio de la contradiccin). Por eso, la totalidad contribuye a delimitar el movimiento real para facilitar su explicacin como objeto particular; de ah que se le vincule con la idea de la realidad como exterioridad mutable. Por lo que, sin incurrir necesariamente en afirmaciones acerca de su estructura, cumpla la funcin de una exigencia epistemolgica para construir el conocimiento objetivo. Lo anterior significa distinguir dos aspectos en la discusin sobre la totalidad: a) La totalidad como recurso metodolgico...y b) La totalidad como enfoque epistemolgico de la realidad que exige concebirla como un complejo de niveles con sus propios requerimientos para su captacin racional; y que principalmente son dos: 1) tomar en cuenta la complejidad tiempo espacial de los procesos reales, en forma de no reducir la articulacin a parmetros homogneos, y 2) no identificar la totalidad como una estructura de determinaciones, esto es, con un modelo terico. En suma, la totalidad es la articulacin dinmica de los procesos reales caracterizada por sus dinamismos, ritmos temporales y despliegues espaciales; y esta articulacin puede concretarse en diferentes recortes del desarrollo histrico (Ver Zemelman: 1987: 20) La identificacin de los diversos momentos, niveles aproximaciones e interacciones en el proceso de conocimiento, son las premisas de la propuesta de Zemelman, lo que llega a constituir en s, otro objeto de atencin para el conocimiento; y es innegable que las posibilidades de su implementacin son inmensas, ya que, involucrarse en cualquier proceso de investigacin requiere tener una visin amplia. Ello, se puede desprender de lo que el mismo autor afirma:
...el planteamiento de la totalidad puede considerarse como una alternativa que define una lnea de reflexin
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de grandes potencialidades. Es un procedimiento racional que permite establecer una base de razonamiento que puede servir para sistematizar una reflexin sobre prcticas investigativas ya cristalizadas, pero tambin para desarrollar formas de pensar que no necesariamente sean un reflejo de aqullas (Ibidem: 1987; 61)
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experiencia, para dar paso a una visin que, concibiendo al mundo como un universo de la mayor complejidad, pueda descubrir lo especfico concreto de las conexiones determinantes del hecho real. Para ello se esbozan los mecanismos metodolgicos para la construccin del objeto como reconstruccin articulada e histrica; aprehendiendo su especificidad con base en la articulacin transdisciplinaria para el descubrimiento de las conexiones determinantes del objeto, con otras dimensiones de lo real. La articulacin transdisciplinaria, quiere decir, pensar al objeto ms all de los lmites a que puede circunscribirlo cualquier discurso sustantivo (disciplinario). No obstante, recomienda usar las categoras y conceptos con carcter abierto. Por ejemplo, la categora modo de produccin de Marx est abierta y sirve para captar cualquier modo de produccin; pero hasta que el sujeto cognoscente se enfrenta con un pensamiento abierto al modo de produccin concreto (objeto de estudio), y despus de pensarlo en trminos de totalidad, es que puede decir el tipo de modo que es y no antes. En el estudio de Marx, El Capital, encuentra que dicho modo es un modo de produccin capitalista. Pero este ltimo adjetivo, solo aparece en Marx, una vez que ha descubierto la lgica interna de su objeto, el ser del Capital. De lo anterior nos previene Zemelman, al decir que no hay que asignarle determinaciones a priori al objeto nuevo que queremos construir o, con Covarrubias, el objeto que nos queremos apropiar. No podramos decir por ejemplo, que vamos a estudiar el modo de produccin capitalista en los artesanos de Mitla, Oaxaca, porque lo ms probable sea, que dicho modo de produccin no sea capitalista sino de sobrevivencia; es decir, no creemos que dicho modo de producir, renan las caractersticas definitorias de ser capitalista, pues no parece posible que dichos artesanos generen plusvalor. Es a esto a lo que nos referimos con Zemelman, al control de
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los condicionantes tericos, pues el adjetivo capitalista, recoge el anlisis de Marx, al que llega despus de un profundo y documentado anlisis, resultado de descubrir o develar la logicidad del objeto modo de produccin (este existe en la realidad en los talleres de la produccin industrial; pero tambin existe en el pensamiento, como categora de anlisis. En el caso de los artesanos de Mitla, lo ms probable, de hacerse una investigacin, es que se llegara a la conclusin de que es un modo de produccin de autosubsistencia. Una normativa ms retomada de Zemelman, es el control de la experiencia. No pensar que por haber abordado objetos similares en el pasado, podemos asignarle caractersticas parecidas al nuevo objeto. En una ancdota que escribe Karl R. Popper en su autobiografa, cuando decidi dejar de trabajar para el famoso Psiclogo Adler, en la que relata que, en menos de cinco minutos diagnostic a un paciente; a lo que Popper protest preguntando Cmo puede usted estar tan seguro? A lo que Adler contest: por mi experiencia de mil casos. Probablemente el Doctor tena razn, al fundar su diagnstico, pero si lo que pretendemos es una propuesta seria, no podemos caer en una simplicidad de ese tipo slo por sobre-confiar en nuestra experiencia. En la perspectiva dialctica crtica, las especificidades temporales de los objetos son de vital importancia, pues en muchos de los casos, se trata de los momentos de inicio de una prctica de determinados sujetos histrico concretos. En esta visin, la volicin poltica es una premisa de las ms importantes de la construccin-apropiacin del conocimiento. Con respecto al control de los condicionantes ideolgicos, creemos que se debe distinguir la lgica del objeto (su ser) de nuestros deseos de futuro (deber ser). El deseo de futuro deber ser tratado de otra forma. Cmo? Convirtiendo a la ideologa en objeto de estudio, en problema a dilucidar, no como marco explicativo del objeto. El deseo de futuro tambin es posible de convertirlo en objeto de estudio, para lo cual es
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necesario construir un proyecto, a sabiendas que, en el movimiento de lo real se encuentra la contingencia. Esta es tambin es parte constitutiva de aqulla, al igual que la complejidad, el conflicto y el caos de la sociedad, como realidad. Aqu consideramos que un proyecto de futuro, no se detiene tanto en teorizar un deber ser, como a practicar una actitud con Bloch, prctica, crtica y transformadora en donde el proyecto sirve de gua para la accin. Lo que planteamos como transdisciplinario es eso. Construir el conocimiento por articulacin de niveles multidimensionales de lo real, y al hecho de relevar el descubrimiento de la lgica del objeto, no slo para explicarlo, sino para teorizar, o para actuar sobre l. Metodolgicamente pues, queremos relevar la cosa, el objeto, por encima de cualesquier lmite impuesto por tal o cual estructura terica preestablecida, pero sin desechar a priori las posibilidades de captacin de lo real de las categoras y conceptos de constructos tericos ya construidos. Estos son en sntesis los elementos constitutitos de una propuesta, para la construccin (pero tambin para la teorizacin de objetos socioeducativos), que no se limiten a explicaciones simplistas con base en la prueba de una o dos hiptesis (mtodo hipottico deductivo), pues partimos de que la realidad est, ms en espera de ser teorizada e incidida, que esperando simplemente ser explicada.
Conclusiones
Se considera haber mostrado cmo la totalidad dialctica crtica, con base en la epistemologa dialctica crtica puede ser un importantsimo dispositivo que ya se utiliza para la apropiacin del conocimiento de lo real. Para ello, se expusieron algunas de las limitaciones del conocimiento disciplinario porque fragmenta a la realidad, supeditndola a sus lmites
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tericos; pues las teoras son aproximaciones conceptuales de lo real. Por ello, al exponer nuestros conceptos de realidad, presente y utopa, mostramos lo limitado del proceso hipottico deductivo con base en los discursos disciplinarios; con esas bases, es que propusimos un pensamiento ms abierto y no sujeto a delimitados alcances tericos, a travs de controlar las predeterminaciones ideolgicas, tericas y de la experiencia, as como los ruidos que causan los referentes atoricos en el momento de apropiarse del conocimiento de lo real. Es decir, para producir conocimiento cientfico.
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Resumen
El trabajo parte de mostrar las limitaciones de los discursos sustantivos disciplinarios. Enseguida se expone la complejidad los conceptos de realidad, presente y utopa , para con ello, discutir cmo ocurre la produccin de conocimiento cientfico, pero alertando al lector, sobre sus lmites frente a la contradictoriedad de lo real. Frente a las contingencias imprevistas que siempre se presentan en dicho proceso, se exponen las categoras de Esperanza y Utopa, para finalmente proponer una apropiacin del conocimiento, como conocimiento cientfico a travs de una articulacin transdisciplinaria, que garantice la apropiacin de la complejidad de lo real, como totalidad. Palabras-clave: Epistemologa, totalidad, dialctica, conocimiento cientfico, contradiccin, utopa, esperanza, articulacin, presente, realidad y transdiciplinaria.
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This works starts by showing the limitations of disciplinary substantive discourses. Then it presents the complexity of the concepts of reality, present, and utopia, in order to discuss how production of scientific knowledge takes place, but warning the reader about its limits in face of the complexity of the real. Given the unpredictable contingencies that always emerge in that process, the categories of Hope and utopia are presented in order to finally put forward appropriation of knowledge as scientific knowledge through disciplinary articulation that guarantees the appropriation of the real as a totality. Key words: epistemology, totality, dialectics, scientific knowledge, contradiction, utopia, hope, articulation, present, reality, and transdisciplinar.