Boadilla Del Monte. Diciembre 1936.
Boadilla Del Monte. Diciembre 1936.
Boadilla Del Monte. Diciembre 1936.
ANTECEDENTES
Pese a la operacin del da 29 de noviembre, la situacin segua siendo delicada en el flanco izquierdo de las fuerzas que presionaban sobre Madrid. Adems, al oeste del Ventorro del Cano no existan ms organizaciones defensivas nacionales que las situadas en Villaviciosa y Brunete y este vaco lo iba rellenando el enemigo, al acercarse cada vez ms a la carretera de Extremadura, siempre amenazada de corte. Todo ello oblig al mando a plantear una operacin en regla, ambiciosa. El objetivo de sta sera alcanzar la lnea definida por Villanueva de la Caada, Villanueva del Pardillo, vrtice Cumbre, Las Rozas, El Planto, vrtice Barrial, cuesta de las Perdices y cerro del Aguila, haciendo desaparecer la curva o entrante que por esta parte dibujaba el frente. Se trataba, en definitiva, de rebasar la zona de Pozuelo -muy fortificada- por el oeste, siguiendo primeramente el valle del Guadarrama, que se crea estaba poco defendido, para realizar luego un amplio movimiento de conversin hacia la derecha, describiendo un ngulo recto, a fin de desbordar, por elnorte, aquel pueblo y el de Aravaca, cogiendo de flanco sus obras defensivas e inutilizando para el enemigo la carretera de la Corua, a la vez que se empalmaba por el noroeste con las fuerzas aferradas a los edificios de la Ciudad Universitaria. Era sta una accin tpica de desbordamiento de un frente endurecido, por medio de una maniobra relativamente amplia. La idea resultaba ambiciosa y apareca claramente concebida, pero para su realizacin se precisaba disponer de una masa de maniobra considerable.
Una orden de operaciones, fechada el 12 de diciembre, dispona la formacin de tres columnas, mandadas por los coroneles Senz de Buruaga y Monasterio y teniente coronel Barrn, con un total de quince unidades tipo batalln, nueve escuadrones, dos bateras de 65, cinco de 75 y una de 105, dos compaas de carros, cuatro secciones de zapadores y servicios; para la accin de conjunto de la artillera se contaba con tres bateras de 105 y dos de 155. El mando de las fuerzas lo ejerca el general Varela, en dependencia directa del general Orgaz. Los efectivos apenas si rebasaban los 7500 hombres. La operacin estaba proyectada para el da 13, pero la inclemencia del tiempo oblig a retrasarla veinticuatro horas. El da 14 fue tambin de espessima niebla; a la tarde, sin embargo, y para evitar que se anularan los efectos de la sorpresa, se dispuso el avance de la columna de Buruaga sobre Boadilla, a cuyas primeras casas llegaron las vanguardias al caer la noche; ello oblig a suspender el avance. Las de Siro Alonso hicieron una demostracin sobre aquel pueblo, ocupando posiciones al sureste. El 15 amaneci igualmente con visibilidad nula. Haba desaparecido la sorpresa, no era posible la actuacin de la artillera y la jornada transcurri en un forcejeo constante, con fuertes contraataques rojos. Pero el 16 result ser un da completamente despejado, lo que fue aprovechado por las columnas: las de Barrn y Siro Alonso desbordaron Boadilla por el oeste y el este, y la de Buruaga entr en el pueblo. El enemigo confesaba en una orden de esa fecha que algunas unidades suyas se haban retirado sin orden. Su reaccin consisti en embeber en la lucha las dos brigadas internacionales y situar dos compaas de ametralladoras y una unidad de carros en Majadahonda, y un batalln de El Campesino y un batalln de la 4 como reserva. Adems proyect un ataque al sur de Madrid, a cargo de las fuerzas de Lster, Bueno, Prada y Rovira, cuya misin -que no tuvo xito- consista en audearse de Villaverde, Basurero y parte de Carabanchel Bajo; el propsito de ocupar estos objetivos continu en das sucesivos, dando lugar a frecuentes forcejeos.
No se oper los das 17 y 18, por las dificultades del tiempo, y cuando el da 19 se trat de reanudar el avance, tropezse con una resistencia encarnizada en muchas partes. Los escuadrones de Monasterio ocuparon fcilmente Villanueva de la Caada, pero a partir de aqu el movimiento de aqullos result imposible; ms a su derecha, la progresin, iniciada felizmente, choc luego con enormes dificultades. El mando rojo haba reaccionado, llevando rpidamente a la zona amenazada, adems de las fuerzas antes citadas, la brigada de Nino Nanetti y la llamada brigada de choque, mandada por El Campesino, ms algunos batallones sueltos, carros y blindados, tomando toda clase de medidas para detener el avance nacional. Dos factores influyeron desfavorablemente en contra de los propsitos nacionales: el tiempo, con hielos y nieblas, que destruy los efectos de la posible sorpresa, al obligar a varias suspensiones de la operacin, y la desproporcin de efectivos, a favor del enemigo y encontra de las unidades de Varela, algunas de las cuales haban intervenido por primera vez en un combate. Pareci, pues, necesario incrementar los efectivos propios, a base de gente veterana, y dar a la maniobra una mayor amplitud e impulsin partiendo de que la sorpresa ya no era posible. De esta forma, realizaron las fuerzas una retirada parcial, quedando como puntos avanzados Villanueva de la Caada y Boadilla, y ocupando el adversario , lo das 23 y 24, el terreno abandonado, buscando un contacto que se haba perdido. El 29, los rojos llegaron a las primeras casas de los citados pueblos, donde quedaron detenidos. Operaciones sobre la Carretera de la Corua. (Martinez Bandez)
TESTMONIOS
Por fin, desaparecidos los obstculos naturales que impedan el avance, prosigui la Columna con la Bandera en vanguardia, llegando las guerrillas, en tres asaltos sucesivos, hasta las inmediaciones de Boadilla. En eso, tres carros aparecieron por la izquierda del pueblo, cayendo sobre ellos los legionarios, que pronto se deshicieron de dos, quemndolos y apoderndose del tercero. Explotando este xito, avanzaban de manera impetuosa. Atacaron despus, con granadas de mano, el Palacio del Duque de Sueca, convertido en baluarte por los milicianos. Conquistado el Palacio, se extendieron las Compaas por todo el pueblo, combatiendo duramente hasta las ltimas horas de la tarde momento en el que, con la retirada de los ltimos enemigos, finaliz la lucha. Quedaron en poder de la Bandera sesenta prisioneros y gran cantidad de vveres, armamento y material de guerra. Montados los servicios de vigilancia, se atendieron los heridos abandonados por el enemigo, retirndose al mismo tiempo los cadveres que quedaron sobre el terreno. http://amigosdeltercertercio.com/indice_guerra_civil.htm Lus Mara de Lojendio, en su libro Operaciones militares de la Guerra de Espaa, 1936-1939
Fuera del pueblo quedaba el castillo: una mole imponente en la que resista un resto de tropa de la Guardia Civil roja, parapetada con ventaja en su fortaleza. Fue necesario avanzar al asalto como en las grandes ocasiones. Las fuerzas del Tercio derribaron un trozo del muro del jardn y a pecho descubierto emplazaron sus mquinas. La lucha personal, cuerpo a cuerpo, se generaliz hasta en sus ltimas instancias (). De cual fue la naturaleza del encuentro que all se libr da idea el hecho de que, al ocupar el castillo, de sus habitaciones hubo que retirar un centenar de cadveres enemigos. Buena estampa representativa de los violentos combates de esta poca en el sector de Madrid. http://frentedebatalla-gerion.blogspot. ... -dias.html
XI BRIGADA INTERNACIONAL ( Javier M. Calvo ) La batalla de Boadilla fue una experiencia dursima para los internacionales, que consumieron batallones enteros, tanto en su defensa, como en los posteriores intentos por reconquistar el pueblo. Los ataques y contraataques se sucedieron por todo el sector (Romanillos, Mosquito, encinares en torno a Boadilla), en una lucha cruel y sangrienta. Entre los das 14 y 22 de diciembre de 1936 se sucedieron jornadas terribles. Las fuerzas de choque nacionales (moros y legionarios en su mayora) demostraron una decisin y fuerza que termin superando la resistencia de los republicanos. El britnico Esmond Romilly (que era sobrino de Winston Churchill), combati en la XII Brigada Internacional, en el grupo britnico del Batalln Thelmann. Durante la II Guerra Mundial fue piloto de guerra, muriendo en 1941, cuando su avin fue derribado en combate. Sus experiencias en la guerra civil las recogi en un libro cuyo ttulo es Boadilla (creo que no existe edicin espaola y que, en ingls, es caro y difcil de conseguir). En aquel invierno de 1936, Esmond Romilly tena 18 aos. Tras la prdida de Boadilla, los republicanos se hicieron fuertes en las lomas cubiertas de encinas y pinos que, aun hoy, pueden verse al norte del pueblo, en el Cerro de la Mira. Desde estos bosquecillos partieron diferentes contraataques republicanos para intentar recuperar Boadilla, contraataques que fracasaron, pero que supusieron numerosas bajas para uno y otro ejrcito. En su libro, Romilly da testimonio de aquellos combates, habla del fro y de la niebla (que le hacan pensar que podra estar en Inglaterra"), de las explosiones que descortezaban los troncos de los rboles, nos cuenta como las rfagas de ametralladoras frenaban en seco los ataques de los batallones, dejando el suelo cubierto de muertos y heridos, recuerda el caos de rdenes y consignas, mezclndose las voces en alemn, en italiano, en polaco, en ingls, en espaol entre el tronar de morteros y caones. Un buen ejemplo de la dureza de aquellos combates lo encontramos una de las veces que Romilly nos habla del Batalln Thelmann (formado mayoritariamente por alemanes, aunque tambin contaba con combatientes de otras nacionalidades, como ingleses o espaoles, y del que ya hemos
hablado en otra ocasin). Romilly recuerda como fue el pase de lista del Thelmann despus de uno de los intentos de reconquistar Boadilla del Monte: Walter tom en sus manos la lista de la primera compaa del batalln Thelmann, momentos antes del cambio de guardia de medianoche. Pronunciaba cada nombre y haca una pausa hasta que el silencio se volva insufrible. Oswald y su patrulla de quince hombres faltaban todos; de pronto recordamos aquellos fusiles apuntando hacia abajo en aquella trinchera y los bayonetazos en aquellos cuerpos. El comandante cruzaba sus nombres con la misma palabra: gefallen (cado). De la primera y de la segunda seccin, quince hombres respondieron: hier! (aqu!). Cuarenta y tres no respondieron. Tercera seccin, tres alemanes respondieron hier! Hasta que lleg al grupo ingls: Addley: sin respuesta, sin informacin, gefallen!; Avener: muerto, gefallen!; Brich: sin respuesta, probablemente muerto, gefallen!; Cox: muerto, gefallen! Nosotros sabamos que haban muerto, pero todava no podamos creerlo. Era como si estuvisemos asistiendo a la ltima oportunidad de aquellos hombres de apelar contra una sentencia de muerte que sabamos irrevocable. Gillan: herido; Gough: muerto, gefallen!; Jeans: muerto, gefallen!; Messer: sin respuesta, desaparecido, gefallen! Como vemos, las calles y encinares de Boadilla del Monte se regaron con la sangre de combatientes nacionales e internacionales. Combatientes en su mayora annimos o cuyos nombres permanecen prcticamente olvidados. Jvenes de diferentes nacionalidades que murieron (algunos muy lejos de sus hogares y familias) defendiendo sus ideales en aquel fro invierno del 36.
TRINCHERAS VACAS ( Javier M. Calvo ) Un informe del da 24 de diciembre de 1936 dirigido al Estado Mayor de la Defensa ilustra muy bien cmo es este avance. El documento est firmado por Flix Garizbal, Comisario Poltico que acompaa a las fuerzas republicanas. En l podemos leer: Han avanzado unos 2 o 3 kilmetros hacia Boadilla del Monte encontrando 4 cadveres moros y bastante municin. La municin recogida era nuestra, seguramente la que se abandon cuando la retirada de Boadilla. En una descubierta que hicieron anoche las fuerzas al mando del General Luckas se encontraron que el enemigo no haca resistencia y de esa manera avanzaron los citados kilmetros, llegando a una trinchera que estaba abandonada, con cuatro moros muertos y la municin antes dicha. La documentacin encontrada a los moros dicen que se la enviarn al Estado Mayor. Tambin el Batalln franco-belga ha avanzado y ha encontrado las trincheras sin enemigos, encontrando abundante material y bombas de mano. Lo mismo le ha ocurrido al Campesino, encontrando 15 cadveres moros y la trinchera desalojada. El Batalln que encontr los cuatro cadveres fue el Batalln Prieto y tambin encontr dentro de la trinchera un manifiesto editado por el Quinto Regimiento que el camarada presenta al Estado Mayor. Al Campesino se le han pasado 4 moros, diciendo que se pasaban por estar hambrientos. Las fuerzas de los Batallones Prieto y Madrid siguen avanzando y han tomado una trinchera que dista del pueblo de Boadilla del Monte unos 400 metros sin encontrar resistencia y encontrando gran nmero de bombas de mano y municin de fusil. Tambin han encontrado en esta ltima trinchera siete cadveres de Guardias Civiles y bastantes cadveres nuestros, seguramente de la retirada que se hizo en Boadilla. Los Batallones Prieto, Madrid, franco-belga y Campesino tienen un completo enlace y siguen avanzando http://frentedebatalla-gerion.blogspot. ... -dias.html
En una de las forzosas retiradas que tuvimos hacia Madrid, en la primera en la que me vi envuelto, me sucedi algo significativo. La artillera, la aviacin, los ataques enemigos se cebaban en nuestros batallones, sin mas armas que fusiles y algn que otro can, que nos volva el alma al cuerpo al orlo de tarde en tarde, Nos retirbamos, por no decir que huamos, en el mas completo desorden. Las encinas de las lomas de Boadilla del Monte temblaban a nuestro paso enloquecido, y algunos troncos se precipitaban degollados bajo la explosin de las granadas.En medio del fragor de la huida, de los cartuchos y de los fusiles que los soldados arrojaban para correr con menor rendimiento, me hiri de arriba abajo este grito: Me dejis solo, compaeros! Una bala rasg por el hombro izquierdo mi chaqueta de pana, que conservar mientras viva, y las explosiones de los morteros me cegaban y me hacan escupir tierra. Me dejis solo, compaeros! Se oan muchos ayes, muchos rumores sordos de cuerpos cayendo para siempre, y aquel grito desesperado, amargo: Me dejis solo, compaeros! A m me faltaba y me sobraba corazn para todo! En aquellos instantes sent que se me desbordaba el pecho, orient mis pasos hacia el grito, y encontr a un herido que sangraba como si su cuerpo fuera una fuente generosa. Me dejis solo, compaeros! Le ce mi pauelo, mis vendas, la mitad de mi ropa. Me dejis solo, compaeros! Le abrac para que no se sintiera ms solo. Pasaban huyendo entre nosotros, sin vernos, sin querer vernos, hombres espantados. El enemigo se oa muy cercano. Me dejis solo, compaeros le ech sobre mis espaldas; el calor de su sangre golpe mi piel como un martillo doloroso. No hay quien te deje solo!, le grit. Me arrastr con l donde quisieron las pocas fuerzas que me quedaban. Cuando ya no pude ms le recost en la tierra, me arrodill a su lado y le repet muchas veces No hay quien te deje solo, compaero! Y ahora, como entonces, me siento en disposicin de no dejar solo en sus desgracias a ningn hombre. Miguel Hernandez.
ITINERARIO Partiendo desde el Arroyo Meaques, nos dirigiremos al Oeste atravesando las posiciones de Retamares hasta el Ventorro del Cano, cruzaremos el frente para entrar en el casco viejo de Boadilla donde nos dejara el tranva. Saldremos por el cementerio direccin Norte, para entrar en el Monte de Boadilla en busca de las huellas de los combates en torno al Arroyo del Nacedero, donde sus afluentes fueron trinchera ante el avance enemigo. Trincheras que fueron caminos, caminos que fueron trincheras. Encinas y metralla, pinos y balas. Pisaremos las que a 400m. del pueblo estaban y estn. Las que fueron defendidas, asaltadas, abandonadas , reconquistadas... Regresaremos bordeando el Palacio por su muro Este, hasta llegar al que fue derribado. Su iglesia, que fue fortaleza. Sus casas viejas. El Convento de la Encarnacin, que nos contar lo que ocurri en este lugar, sus impactos y aspilleras. Fue fortn, lo demuestra su tronera. El Palacio y su conjunto: gallinero, fuente, depsito y estanque reales. Y otra vez el Palacio, su exedra, su fachada, ventanas y rejas. Aqu finalizar la ruta, dando el protagonismo que merece tan importante monumento. Dedicndole tiempo para conocer su historia; el de Las Dos Torres, el del Infante Don Luis, el de Godoy, del Duque de Sueca, de los Rspoli, y de la SGAE. Ahora por fin, desde apenas unos das, gracias a sus guardadores es EL PALACIO DE BOADILLA DEL MONTE;su entorno, piedra, bosque, ladrillo, caminos, arroyos, monumentos, balas, trincheras y metralla, nos esperan. Guillermo Poza Madera.