Literatura Romantica y Gauchesca

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Literatura Romntica y gauchesca

CONTENIDOS CONCEPTUALES
Literatura del romanticismo: Literatura Nacional. Romanticismo en Argentina. Caractersticas. El ideal romntico local. La naturaleza romntica. La cautiva y el matadero. La identidad nacional en el matadero. Sarmiento un escritor de armas tomar. Facundo, radiografa nacional. La identidad nacional como luchan de opuestos. Literatura gauchesca: Poesa gaucha y poesa gauchesca, el gaucho y las circunstancias polticas de mediados del siglo XIX en Argentina. El Martn Fierro: la Ida, la vuelta, diferencias entre las dos partes, recursos usados en el Martn Fierro, diccionario gauchesco, la lengua del gaucho.

CONTENIDOS PROCIDIMENTALES
Comentario de textos. Clasificacin de tipos de textos. Prelectura, lectura y poslectura. Reconocimiento de paratextos. Anlisis de obras literarias de distinto gnero y movimiento. Uso adecuado de la normativa. Reconocimiento de las relaciones entre los textos literarios y el contexto histrico, social y cultural de su produccin y recepcin. Fundamentacin de juicios personales argumentativos.

CONTENIDOS ACTITUDINALES
Respeto: respeto en las diversas situaciones comunicativas orales y actos de habla que deben resolver en la produccin de discursos argumentativos, literarios, periodsticos. Aceptacin: de la diversidad lingstica y rechazo de toda forma de marginacin social, tnica y cultural, manifestada en las producciones escritas y orales. Autonoma: esfuerzo en la bsqueda del mejoramiento e incremento del vocabulario en las producciones orales y escritas. Perseverancia: en las tareas ulicas y extra ulicas manifestadas en la revisin, autocorrecin de la propia produccin, reformulacin de los mensajes, en el cuidado de la legibilidad y diagramacin de los escritos y control ortogrfico de la propia produccin. Responsabilidad: cumplimiento con la tarea en tiempo y forma. Valoracin: por las obras clsica germen de la literatura universal.

BIBLIOGRAFA A CONSULTAR:
- De Luca, Gabriel, (1999), Cap. 2, pag. 19 - 24: Clsica y Moderna, en: Literatura Universal, Santillana, Buenos Aires.
- Galn, Ana Silvia. Indart, Mara Ins. Roggio, Patricia. Safi, Alejandro, 2001, LITERATURA 3 Argentina y latinoamericana y LENGUA Editorial Puertos de Palos Buenos Aires Argentina. - Montes de Faisal, Ailicia Susana. 1997, LITERATURA IBEROAMERICANA Y ARGENTINA. Editorial. kapeluz, Buenos Aires Argentina. - Galn, Ana Silvia. Indart, Mara Ins. Roggio, Patricia. Safi, Alejandro. 2001, LITERATURA 3 Argentina y latinoamericana y LENGUA. Editorial Puertos de Palos, Buenos Aires Argentina. - Mara Imelda Blanco y otros. 1999. LENGUA Y LITERATURA I: Buenos Aires, Editorial Estrada Polimodal. - Gabriel de Luca y otro, 1998, LITERATUA ARGENTINA Y LATINOAMERICANA: Buenos Aires. Editorial Santillana Polimodal. -ANTOLOGA ARGENTINA Y LATINOAMERICANA. 2000, Editorial Santillana, Buenos Aires Argentina.

El ROMANTICISMO El Romanticismo nace en Alemania e Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVIII como movimiento individualista que se opone a la sistematizacin del Neoclasicismo. Luego se expande a Francia, Italia y Espaa. No se registra slo en la literatura, sino tambin en las artes plsticas, en la msica y hasta en las costumbres. Es una nueva actitud frente a la vida. A Hispanoamrica llega al joven Esteban Echeverra que lo introduce formalmente con su obra. Es la primera vez que un movimiento literario triunfa antes en Amrica que en Espaa. Perodos 1 perodo inicial, Romanticismo Social: (1830-1860). Esta generacin est sustentada en el pensamiento del liberalismo que nace con el enciclopedismo del siglo XVIII y con las ideas de libertad y democracia. El escritor est al servicio del esclarecimiento ideolgico de corrientes liberales y de progreso ante el panorama desolador de una sociedad que enfrenta a grandes ncleos humanos, desposedos de definiciones culturales, con los grupos minoritarios ilustrados. Son poetas, novelistas o ensayistas que asumen las responsabilidades polticas de su tiempo y como escritores incorporan a las letras la visin polmica que define al ser nacional. 2 perodo secundario, Romanticismo Sentimental: (1860- 1890). Determina una separacin entre las preocupaciones polticas de la primera y un romanticismo ms puro y sentimental, a travs de obras literarias que intentan conmover al lector e imponer el reinado del mundo subjetivo. Las descripciones estn circunscriptas a categoras espirituales, el paisaje idealizado se sita en un regionalismo que anuncia el triunfo del costumbrismo localista. Los difusores de las nuevas ideas La cosmovisin y las formas del Romanticismo europeo penetraron en Hispanoamrica tempranamente y por distintas vas: Los viajeros: algunos europeos llegaron a Hispanoamrica para recorrerla y describieron sus paisajes como lugares exticos o hicieron un recuento de sus potenciales utilidades; otros llegaron para instalarse (abrir escuelas, talleres de arte, salones de lectura), atrados por los gobiernos de las nuevas repblicas, que favorecan tambin los viajes de formacin y estudio de los criollos. Los principales centros culturales europeos mostraban a los hispanoamericanos el progresivo triunfo del estado burgus moderno y de las nuevas formas artsticas y literarias que acompaaron estas transformaciones. En todos los casos, el viajero fue difusor de la cosmovisin romntica. Los libros: las primeras novelas prerromnticas inglesas y francesas, los poemas de Byron, los textos de Vctor Hugo, en la lengua original o en tempranas traducciones constituan el equipaje ms valioso de los viajeros. Los intelectuales hispanoamericanos adecuaron sus vidas al modelo que estos textos difundan, antes de escribir de acuerdo con la potica romntica. Adems, estos libros formaron nuevos tipos de lectores y pblicos. La misma funcin cumplieron revistas y diarios y el teatro de la poca. Personajes simblicos. El individuo romntico (rebelde, altivo, desdeoso, contrario a las leyes y a los lmites impuestos por autoridades tirnicas, desafiante) se sinti expresado en las figuras de los titanes (mitad dioses, mitad hombres). Personajes favoritos: Prometeo, Lucifer, Can, Don Juan, el bandido, el pirata, el fuera de la ley, el joven sufriente.

CARACTERSTICAS GENERALES DEL ROMANTICISMO 1. Egocentrismo. Exaltacin del yo. 2. Revalorizacin de los sentimientos. Triunfo del sentimiento sobre la razn: por eso son muy apasionados. 3. Deseos de originalidad. 4. Individualismo (manifestado, sobre todo, en la creacin artstica). 5. Tendencia a la melancola, neurosis, suicidio. 6. Evasin de la realidad. Siempre estn disconformes con el presente, por eso prefieren el pasado o el futuro. Evasin hacia los paisajes solitarios (brumosos, otoales, crepusculares, nocturnos) en los que el individuo proyectaba sus sentimientos de melancola, angustia, desesperacin. 7. Bohemia del artista. 8. Gusto por la soledad, la noche, el tema de la muerte y lo misterioso. 9. Nacionalismo. Patriotismo: aman a su patria y sufren por ella y ms cuando deben exiliarse. 10. Historicismo nacional: la temtica nacional vuelve a interesar y la historia nacional se convierte en la proveedora de numerosos temas. 11. Importancia e idealizacin de la figura femenina: aparece la mujer ngel, la herona. 12. Color local: revalorizacin del paisaje nacional, costumbres y tipos humanos. 13. Exotismo: para los europeos lo extico es Egipto, Oriente, Grecia y el norte de frica, para los americanos lo extico es el indio. 14. Fatalistas: nadie puede huir de su propio destino. 15. Bsqueda de la libertad: no slo en su vida, sino tambin en la creacin literaria. 16. Naturaleza: es la prolongacin de los sentimientos del hombre. Paisajes nocturnos, prefieren la noche al da y los lugares ms lgubres. La realidad exterior debe ser imitada, bsqueda de la soledad, preferencia por los campos, los bosques, la montaa y el mar; prioridad de la noche, la luna y las estrellas; gusto por las ruinas y los monumentos histricos locales; el paisaje es solidario con el artista y los protagonistas de las obras; el paisaje provoca estados espirituales (lrica). 17. Subjetivismo y sentimentalismo: Interpretan a la realidad desde su punto de vista. Predominio del yo del artista; prioridad de la inspiracin y el sentimiento sobre la razn; lirismo subjetivo; intercambio entre las almas humanas. El poeta confiesa los desbordes de sus sentimientos y de su fantasa, no controlados por la razn. 18. Amor: El amor y el sufrimiento que genera la imposibilidad de amar es el tema principal. El amor es el sentimiento fundamental del ser humano y la vida; es una forma ms del culto a Dios, y est ennoblecido por la mujer; el amor por sobre los prejuicios e intereses. 19. Muerte: es la posibilidad de concretar lo que no se puede realizar durante la vida. 20. Popularismo: El arte debe representar la individualidad de cada pueblo, slo puede llegarse a lo universal a travs de lo regional, el pueblo es el origen y destinatario de la obra artstica. 21. Religiosidad y cristianismo: aspiracin infinita hacia Dios; asociacin del hombre con Dios (desmo) y de Dios con la naturaleza (pantesmo); creencia en el demonio, Satn y el ngel Cado; gusto por los lugares religiosos; leyendas religiosas. 22. Otros contenidos romnticos: dolorismo, optimismo, ensoacin, visiones, msica, gigantismo, sepulcralismo 23. Ideologa: libertad poltica, democratismo, progresismo, cientificismo, feminismo, revolucin. 24. Actitud libre frente al arte: El romanticismo es la revolucin en la literatura, el artista debe romper con las normas y las reglas clsicas; no hay separacin entre los gneros; puede

mezclarse la prosa y el verso; cambio en las combinaciones mtricas y estrficas; revalorizacin de la propiedad individual. 25. Gneros preferidos: la poesa, la novela histrica, el drama (mezcla de tragedia y comedia); la leyenda y el cuento. Lengua: independencia idiomtica, empleo de la lengua propia. SIGLO XIX: EL ROMANTICISMO. GUA N 1. 1. Cul es el origen del Romanticismo? Dnde y cundo surge? 2. La primera mitad del siglo XIX fue una poca de crisis, qu datos histricos lo demuestran? 3. Por qu momentos tan controvertidos fueron los que permitieron que surgiera en el pas una literatura con personalidad propia? 4. Por qu Rosas fue la figura que de alguna manera, hizo surgir una literatura nacional de la pluma de Echeverra y de Sarmiento? 5. Por qu Echeverra y Sarmiento fundaron la literatura argentina? 6. Sealen las causas del enfrentamiento entre el interior y Buenos Aires luego de declarada la independencia. 7. Caractericen el gobierno de Rosas. 8. Qu era el Saln Literario? 9. Mencionen autores y obras argentinas destacadas del perodo. FACUNDO: ENTRE LA NARRATIVA Y EL ENSAYO En 1845 apareci en Santiago de Chile, primero como folletn en el peridico El Progreso, y luego en forma de libro, una obra con la que Sarmiento intentaba desprestigiar a Rosas y a los caudillos y a la vez, justificar la causa y el accionar de los exiliados argentinos: Civilizacin y Barbarie. Vida de Juan Facundo Quiroga. La obra est organizada en una Introduccin y tres partes. En la Introduccin, Sarmiento presenta los objetivos de su trabajo: buscar la explicacin de lo que est ocurriendo en el pas a travs de la interpretacin de los hechos del pasado colonial, las caractersticas geogrficas, las costumbres y las tradiciones. Para iniciar puntualmente dicha explicacin convoca a Facundo, un hombre irracional y primitivo, una especie de hroe romntico movido por las pasiones y una firme voluntad. Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte para que, sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas, te levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entraas de un noble pueblo! T posees el secreto, revlanoslo! Diez aos an despus de tu trgica muerte, el hombre de las ciudades y el gaucho de los llanos argentinos al tomar diversos senderos en el desierto, decan. No! No ha muerto! Vive an! l vendr."' Cierto! Facundo no ha muerto est vivo en las tradiciones populares, en la poltica y, revoluciones argentinas, en Rosas, su heredero, su complemento; su alma ha pasado en este otro molde ms acabado, ms perfecto; y lo que en l era slo instinto, iniciacin, tendencia, convirtise, en Rosas, en sistema, efecto y fin ..La naturaleza campestre, colonial y brbara, cambise en esta metamorfosis, en arte, en sistema y en poltica regular capaz de presentarse a faz del mundo, como el modo de ser de un pueblo encarnado en un hombre que ha aspirado a tomar los aires de un genio que domina los acontecimientos, los hombres y las cosas. Domingo Faustino Sarmiento Facundo, Buenos Aires, Kapelusz

Dice al respecto Jorge Luis Borges en el ya citado comentario a la obra: Sarmiento comprendi que para la composicin de su obra no le bastaba un rstico annimo y busc la figura de ms relieve, que pudiera personificar la barbarie. La hall en Facundo, lector sombro de la Biblia, que haba enarbolado el negro pendn de los bucaneros con la calavera, las tibias y la sentencia Religin o Muerte. Rosas no le serva. No era exactamente un caudillo, no haba manejado nunca una lanza y ofreca el notorio inconsciente de no haber muerto. Sarmiento precisaba un fin trgico. Nadie ms apto para el buen ejercicio de su pluma que el predestinado Quiroga, que muri acribillado y apualado en una galera. El destino fue misericordioso con el riojano; le dio una muerte inolvidable y dispuso que la contara Sarmiento. Estructura de la obra La primera parte del Facundo consta de cuatro captulos relacionados: el primero, con el aspecto fsico de la Argentina; el segundo, con los caracteres, costumbres e ideas que esa geografa engendra (el gaucho malo, el cantor, el baqueano, el rastreador), el tercero, con la vida social del gaucho; y el cuarto, con las circunstancias que produjeron la Revolucin de 1810. En ese paisaje, tan parecido al de los desiertos rabes, se asientan personajes caractersticos, similares en algunos casos a los del mundo islmico, como "el gaucho malo": Es un personaje misterioso; mora en la pampa; son su albergue los cardales, vive de perdices y mulitas; y si alguna vez quiere regalarse con una lengua, enlaza una vaca, la voltea solo, la mata, saca su bocado predilecto y abandona lo dems a las aves mortecinas. () Si el acaso lo echa alguna vez de improviso entre las garras de la justicia, acomoda a lo ms espeso de la partida y a merced de cuatro tajadas que con su cuchillo ha abierto en la cara o en el cuerpo de los soldados; se hace paso por entre ellos y tendindose sobre el lomo del caballo para sustraerse a la accin de las balas que lo persiguen, endilga hacia el desierto, hasta que poniendo espacio conveniente entre l y sus perseguidores, refrena su trotn y marcha tranquilamente. () Este hombre divorciado con la sociedad, proscrito por las leyes; este salvaje de color blanco, no es en el fondo un ser ms depravado que los que habitan las poblaciones. La biografa propiamente dicha de Juan Facundo Quiroga ocupa la segunda parte del libro, captulos V a XIII. All Sarmiento desarrolla un relato de la vida del caudillo riojano en el que acenta los caracteres de violencia y audacia de su personalidad, tanto en los hechos privados como en los pblicos. Sus ojos negros, llenos de fuego y sombreados por pobladas cejas, causaban una sensacin involuntaria de terror en aquellos sobre quienes alguna vez llegaban a fijarse, porque Facundo no miraba nunca de frente, y por hbito, por arte; por deseo de hacerse siempre terrible, tena de ordinario la cabeza inclinada y miraba por entre las cejas.() La estructura de su cabeza, revelaba, sin embargo, bajo esa cubierta selvtica, la organizacin privilegiada de los hombres nacidos para mandar (...) la sociedad en que nacen, da a estos caracteres la manera especial de manifestarse sublimes, clsicos; por decirlo as, van al frente de la humanidad civilizada en unas partes; terribles, sanguinarios y malvados son en otras su mancha, su oprobio. Ob.cit. El asesinato de Quiroga en Barranca Yaco y la referencia al castigo de sus atacantes cierra la segunda parte de la obra.

Llega el da, por fin, y la galera se pone en camino. Acompanle, a ms del postilln que va en el tiro, el nio aquel, dos correos que se han reunido por casualidad y el negro; que va a caballo. Llega al punto fatal y dos descargas traspasan la galera por ambos lados; pero sin herir a nadie; los soldados se echan sobre ella con los sables desnudos; y en un momento inutilizan los caballos y descuartizan al postilln, correos y asistente. Quiroga entonces asoma la cabeza, y hace por un momento vacilar a aquella turba. Pregunta por el comandante de la partida, le manda acercarse, y a la cuestin de Quiroga: Qu significa esto?, recibe por toda contestacin un balazo en un ojo que le deja muerto. (..) El gobierno de Buenos Aires dio un aparato solemne a la ejecucin de los asesinos de Juan Facundo Quiroga; la galera ensangrentada y acribillada a balazos estuvo largo tiempo expuesta al examen del pueblo, y el retrato de Quiroga, como la vista del patbulo y de los ajusticiados, fueron litografiados y distribuidos por millares, como tambin extractos del proceso, que se dio a luz en un volumen en folio. La Historia imparcial espera todava datos y revelaciones para sealar con su dedo al instigador de los asesinos. Ob.Cit. La tercera parte, integrada por los captulos XIV y XV contiene una dura condena al gobierno de Rosas, que califica de "unitario" y una exhortacin a la unidad nacional mediante la instalacin de un nuevo orden poltico y social. Uno de los problemas literarios que presenta Facundo es la dificultad de encuadrarlo dentro de un gnero definido. Por un lado, la combinacin de una biografa con una rigurosa exposicin de ideas, lo acerca al ensayo o a la novela histrica; por otro, no faltan en el texto situaciones planteadas y resueltas como escenas teatrales y pasajes en los que Sarmiento se muestra como un maestro de oratoria social y poltica. Esta indefinicin ligada a una combinacin inteligente de recursos de los distintos gneros es caracterstica del Romanticismo al que Sarmiento adhiri ideolgicamente y dedic largas lecturas. SOBRE HROES Y TUMBAS (fragmento) Ernesto Sbato En la novela Sobre hroes y tumbas (1961), del escritor argentino Ernesto Sbato (n.1911) se refiere la historia de un amor atormentado: el de Alejandra Olmos y Martn. La historia se desarrolla en un momento conflictivo de la Argentina: el de los ltimos aos del segundo gobierno de Pern, poca caracterizada por el violento enfrentamiento social entre peronistas y antiperonistas. Al mismo tiempo, la novela recrea el episodio de la muerte de Lavalle, el general unitario responsable del fusilamiento de Dorrego acontecimiento que intensific la lucha entre unitarios y federales. El clima de enfrentamiento entre bandos an pervive en la casa de los Olmos, a travs del recuerdo del bisabuelo Pancho quien ha vivido en su infancia estos sucesos, y la repercusin que han tenido en su familia. Los episodios histricos rescatados conllevan reflexiones sobre la nocin de patria y de nacin, tanto de los personajes histricos evocados como de los protagonistas. La figura de Pern se asimila a la de Rosas, y el clima de violencia entre facciones opositoras muestra una continuidad que marcar la historia argentina. Captulo XIV Alejandra permaneca invisible y Martn se refugiaba en su trabajo y en la compaa de Bruno. Fueron tiempos de tristeza meditativa: todava no haban llegado los das de catica y tenebrosa tristeza. Pareca el nimo adecuado a aquel otoo de Buenos Aires, otoo no slo de hojas secas y de cielos grises y de lloviznas sino tambin de desconcierto, de neblinoso descontento. Todos estaban recelosos de todos, las gentes hablaban lenguajes diferentes, los corazones no latan al mismo tiempo (como sucede en ciertas guerras nacionales, en ciertas glorias colectivas): haba dos naciones en el mismo pas, y esas naciones eran mortales enemigas, se observaban torvamente, estaban resentidas entre s y Martn, que se senta solo,

se interrogaba sobre todo: sobre la vida y la muerte, sobre el amor y el absoluto, sobre su pas sobre el destino del hombre en general. Pero ninguna de estas reflexiones era pura, sino que inevitablemente se haca sobre palabras y recuerdos de Alejandra, alrededor de sus ojos grisverdosos, sobre el fondo de su expresin rencorosa y contradictoria. Y de pronto pareca como si ella fuera la patria, no aquella mujer hermosa pero convencional de los grabados simblicos Patria era infancia y madre, era hogar y ternura; y eso no lo haba tenido Martn; y aunque Alejandra era mujer, poda haber esperado en ella, en alguna medida, de alguna manera, el calor y la madre; pero ella era un territorio oscuro y tumultuoso, sacudido por terremotos, barrido por huracanes. Todo se mezclaba en su mente ansiosa y como mareada, y todo giraba vertiginosamente en torno de la figura de Alejandra, hasta cuando pensaba en Pern y en Rosas, pues en aquella muchacha descendiente de unitarios y sin embargo partidaria de los federales, en aquella contradictoria y viviente conclusin de la historia argentina, pareca sintetizarse, ante sus ojos, todo lo que haba de catico y de encontrado, de endemoniado y desgarrado, de equvoco y opaco, entonces lo volva a ver al pobre Lavalle, adentrndose en el territorio silencioso y hostil de la provincia, perplejo y rencoroso, acaso pensando en el misterio del pueblo en largas y pensativas noches de fro, envuelto en su poncho celeste, taciturno, mirando las cambiantes llamas del fogn, quiz oyendo el apagado eco de coplas hostiles en annimos paisanos: Cielito y cielo nublado por la muerte de Dorrego, enltense las provincias, lloren, cantando este cielo. CAPITULO 4 El nacimiento de la literatura argentina Y tambin Bruno, al que se aferraba, al que miraba con anhelante interrogacin, pareca estar carcomido por las dudas, preguntndose perpetuamente sobre el sentido de la existencia en general y sobre el ser y el no ser de aquella oscura regin del mundo en que vivan y sufran: l, Martn, Alejandra, y los millones de habitantes que parecan ambular por Buenos Aires como en un caos, sin que nadie supiese dnde estaba la verdad, sin que nadie creyese firmemente en nada; los viejos, como don Pancho (pensaba Bruno), viviendo en el sueo del pasado, los aventureros haciendo fortuna sin importrseles de nada ni de nadie, los cnicos profesores que se adaptaban al nuevo orden enseando lo que antes haban repudiado, los estudiantes luchando contra Pern y alindose de hecho con hipcritas y aprovechadores defensores de la libertad y los viejos inmigrantes soando -(tambin ellos)con otra realidad, una realidad fantstica y remota. (). Los argentinos somos pesimistas (deca Bruno) porque tenemos grandes reservas de esperanzas y de ilusiones, pues para ser pesimistas hay que previamente haber esperado algo. Este no es un pueblo cnico, aunque est lleno de cnicos y acomodados; es ms bien un pueblo de gente atormentada, que es todo lo contrario, ya que el cnico se aviene a todo y nada le importa. Al argentino le importa todo, por todo se hace mala sangre, se amarga, protesta, siente rencor. El argentino est descontento con todo y consigo mismo, es rencoroso, est lleno de resentimientos, es dramtico y violento. S, la nostalgia del viejo D'Arcangelo -comentaba Bruno, como para s mismo-. Pero es que aqu todo era nostlgico, porque pocos pases deba de haber en el mundo en que ese sentimiento fuese tan reiterado: en los primeros espaoles, porque aoraban su patria lejana, luego, en los indios, porque aoraban su libertad perdida, su propio sentido de la existencia; ms tarde, en los gauchos desplazados por la civilizacin gringa, exiliados en su propia tierra, rememorando la edad de oro de su salvaje independencia; en los viejos patriarcas criollos, como don Pancho, porque sentan que aquel hermoso tiempo de la generosidad y de la cortesa se haba convertido en el tiempo de la mezquindad y de la mentira; y en los inmigrantes, en fin, porque extraaban su viejo terruo, sus costumbres milenarias, sus leyendas, sus navidades, junto al fuego. () Sbato, Ernesto. Sobre hroes y tumbas. Barcelona, Seix Barral, 1981. Actividades:

1. En qu momento histrico se desarrolla la obra? Cmo se describe? (extraer frases) 2. Por qu crees que Sbato retom el enfrentamiento entre unitarios y federales en una novela que transcurre a mediados del siglo XX? 3. Los adjetivos catico, encontrado, endemoniada, desgarrado, equvoco y opaco, empleados en la obra para caracterizar la historia argentina sirven para calificar el momento histrico al que se refieren las obras romnticas? Justifique. 4. De qu manera se presenta, en esta obra, la lucha de opuestos que define la literatura nacional a partir de Echeverra y Sarmiento? 5. Relacionen la manera en que Bruno explica el modo de ser argentino y la manera en que lo hace Sarmiento en Facundo. 6. Qu imagen de la identidad de los argentinos se transmite al lector en estos fragmentos? EL GENERAL QUIROGA VA EN COCHE AL MUERE El madrejn desnudo ya sin una sed de agua y una luna perdida en el fro del alba y el campo muerto de hambre, pobre como una araa. El coche se hamacaba rezongando la altura; un galern enftico, enorme, funerario. Cuatro tapaos con pinta de muerte en la negrura tironeaban seis miedos y un valor desvelado. Junto a los postillones jineteaba un moreno. Ir en coche a la muerte qu cosa ms oronda! El general Quiroga quiso entrar en la sombra llevando seis o siete degollados de escolta. Esa cordobesada bochinchera y ladina (meditaba Quiroga) qu ha de poder con mi alma? Aqu estoy afianzado y metido en la vida como la estaca pampa bien metida en la pampa. Yo, que he sobrevivido a millares de tardes y cuyo nombre pone retemblor en las lanzas, no he de soltar la vida por estos pedregales. muere acaso el pampero, se mueren las espadas? Pero al brillar el da sobre Barranca Yaco hierros que no perdonan arreciaron sobre l: la muerte, que es de todos, arre con el riojano y una de pualadas lo ment a Juan Manuel Ya muerto, ya de pie, ya inmortal, ya fantasma, se present al infierno que Dios le haba marcado, y a sus rdenes iban, rotas y desangradas, las nimas en pena de hombres y de caballos. JORGE LUIS BORGES ANTOLOGA POTICA (1923-1977) ALIANZA EDITORIAL Actividades: 1. Cmo son caracterizados los personajes en el poema? 2. Cmo se describe el paisaje?

3. Cul es el tema? Arme el argumento del mismo en forma de prosa. 4. Extraiga imgenes: visuales, auditivas, tctiles y sinestesias. 5. Compare la visin que tiene Borges hacia Quiroga, con la que desarrolla Sarmiento y exponga semejanzas y diferencias en un cuadro comparativo. EL ROMANTICISMO ARGENTINO El romanticismo argentino lleg al Ro de la Plata por obra de Esteban Echeverra, que fue cronolgicamente, el primer poeta romntico de Amrica. Contrariamente al pseudoclasicismo, el cual, aunque indirectamente da origen francs, responda a influencias directas espaolas, por ejemplo, en la lrica, a las dominantes de Cienfuegos y Quintana, el romanticismo argentino nada debe en su primera poca al espaol y tanto que se le adelante en el tiempo. La aparicin de esta escuela en la Argentina est estrechamente vinculada con la vida de Echeverra, quien trajo la nueva esttica de Francia. Por las mismas circunstancias y por razn del medio poltico en que se desenvolvi nuestro romanticismo se ala con las doctrinas liberales y democrticas que inspiraron la revolucin de Mayo, y por tal motivo es nacionalista en arte y anti-espaol por sus doctrinas, rebelndose contra la tradicin que Espaa representada en la poltica y en la cultura coloniales. ESTEBAN ECHEVERRA El primer poeta romntico de Amrica, naci en Buenos Aires en 1805, de padre vasco y madre portea. Adolescente, estudi en su ciudad natal en el Colegio de Ciencias Morales. En 1823 se emple en una casa comercial, dedicndose a la actividad preferida de la burguesa portea de entonces. Su primera juventud l mismo la compar a "un caballo desbocado", absorbida como estuvo por parrandas suburbanas de guitarra y amoros fciles. En 1825, a los veinte aos, resolvi marcharse a Europa. Lleg a Burdeos a principios de 1826, despus de un accidentado viaje, del cual quedan algunas reminiscencias en sus versos. Radicado en Pars, permaneci en Francia con una escapada a Londres, poco ms de cuatro aos, de febrero de 1826 a mayo de 1830, en que se embarc de regreso al Plata. All estudi un poco de todo: ciencia, filosofa, y literatura, conviviendo con los estudiantes del Barrio Latino, acercndose a los grandes maestros y absorbiendo las novedades polticas y literarias de entonces. El cuadro que le ofreca la patria a su regreso no poda hacer ms triste contraste con el que acababa de abandonar en esa Francia conmovida por las ms nobles inquietudes espirituales. Cado Rivadavia, fusilado Dorrego, vencido Lavalle por Rosas, se abra la poca de la dictadura con el triunfo sobre la cultura de todas las oscuras fuerzas sociales de reaccin y en la calle, de la demagogia plebeya y brbara. Lo que fue Buenos Aires, al poco tiempo, lo pinta mejor que ningn documento la vigorosa narracin realista titulada El Matadero, donde impresiona un cuadro de sangre y barbarie que es a la vez el primer cuento escrito en el pas. En El Angel Cado, largo poema de Echeverra, escrito en Montevideo, en el destierro, hay esta confidencia de manifiesto carcter autobiogrfico, que nos dice cul fue la desilusin del poeta a su regreso: Volvi a su patria, joven todava, llena el alma de bellas ilusiones; la patria de su amor ya no exista, y encontr en lugar suyo horrenda orga de feroces y estpidas pasiones. Sus sueos de idealista, qu se hicieron? Dnde tan pronto, s, dnde se fueron las esperanzas suyas tan vivaces, su aspiracin al bien y a la grandeza, las ambiciones de su mente audaces, tanto afn y labor de su cabeza?

Los primeros versos que public en los peridicos del Plata, as como su poemita Elvira, editado en un folleto (1832), despertaron escaso inters, pero en los aos sucesivos fue cobrando ascendiente sobre la juventud portea, a la cual supo comunicar su inquietud civil y literaria, asocindola y convirtindose en su maestro. En 1834 public Los Consuelos; en 1838, las Rimas, volumen de poesas definidamente romnticas, que comprenda tambin el poema La Cautiva el cual fue una revelacin para los lectores argentinos. Mientras tanto concurra al Saln Literario, fundado por Marcos Sastre a mediados de 1837, centro de reunin de la juventud intelectual; y contemporneamente rene Echeverra a treinta y cinco amigos para echar las bases de una especie de logia que se titul la Asociacin de Mayo. En ella ley las Palabras simblicas, que eran la profesin de fe de la nueva generacin, desarrollada luego en el Dogma Socialista, su obra capital en prosa. Pero las ideas democrticas y liberales haban de ser ahogadas en sangre y Echeverra, complicado, adems en la fracasada revolucin del Sur, en 1839, al ao siguiente se vio forzado a fugar a la otra banda. De la Colonia, donde se estableci un tiempo, pas a Montevideo. All residi, enfermo, aislado, amargado, con la salud y el nimo quebrantados en 1851. Falleci en consecuencia de una afeccin al corazn, que le aquej desde la juventud y se manifestaba por continuas y dolorosas crisis que excitaban sus nervios y lo suman en desesperados accesos de melancola. En representacin de los emigrados, sobre su tumba habl Jos Mrmol. Sus restos se han perdido; pero Buenos Aires le ha erigido una estatua en los jardines de Palermo. Sus obras completas, en cinco tomos, fueron reunidas por Juan Mara Gutirrez en el ao 1870. En Montevideo, aunque apartado de la lucha activa durante el memorable sitio, su pluma no estuvo inactiva, porque de esta poca datan sus ensayos ms brillantes sobre diferentes materias estticas, polticas y educativas, sus cartas polmicas contra don Pedro de Angelis, vocero del dictador Rosas, y sus poemas: Avellaneda, El Angel cado, La Insurreccin del Sur, La Guitarra, y otros ms. EL PENSADOR: La funcin de Echeverra con relacin al romanticismo fue la de asentar las bases doctrinarias de la nueva escuela. Sus ideas no representan ninguna novedad en el movimiento esttico universal, porque derivan del prefacio del Cronwel, de Vctor Hugo, y de los romnticos alemanes, conocidos por l a travs de la filosofa espiritualista de Vctor Cousin; pero s eran nuevas en nuestra tierra, donde se haca preciso conquistar la anhelada libertad espiritual, complementaria de la emancipacin poltica. De dos modos: por la independencia de la forma, desatndola de las ligaduras clsicas, y por la del fondo, adaptando la obra literaria a la naturaleza y sociedad americanas. Programa que se cumple en La Cautiva. La sola diferencia entre el primer romanticismo europeo y la doctrina de Echeverra, es que ste atribuye al arte, con los idelogos europeos a quienes segua una funcin social moralizadora, pedaggica. No poda pensar diversamente en un pas donde tanto haba que hacer para civilizarlo y educarlo. Lo mismo debe decirse de las ideas contenidas en el Dogma Socialista y en todos los escritos polticos complementarios. Su programa es democrtico, de no confundirse, por el nombre, con el socialismo obrero e internacional que surge en la segunda mitad del siglo XIX, y es una escuela poltica bien diferente. Aqul naci de la misma tradicin revolucionaria argentina. Est resumido en las quince Palabras simblicas, que ley en la Asociacin de Mayo, y desarrollado en los quince captulos del Dogma. "Nuestro punto de arranque y de reunin ser la democracia -escribe en el captulo XII-. Poltica, filosofa, religin, arte, ciencia, industria, toda labor inteligente y material deber encaminarse a fundar el imperio de la democracia. Poltica que tenga otra mira no la queremos. Filosofa que no coopere a su desarrollo, la desechamos. Religin que no la sancione y la predique, no es la nuestra. Arte que no se anime de su espritu y no sea la expresin de la vida del individuo y de la sociedad, ser infecundo, Industria que no tienda a emancipar las masas y elevarlas a la igualdad, sino a concentrar la riqueza en pocas manos, la abominamos".

Socialista fue llamado el Dogma de la joven generacin, porque expresaba el "credo social" de sta, el cual puede resumirse en estas tres palabras simblicas: "Mayo, progreso y democracia". EL POETA: La vocacin potica de Echeverra se despert en Pars -segn su propia confesin- al influjo de la lectura de Shakespeare, Schiller y especialmente Byron, que le revelaron un nuevo mundo. Pero, ignorante del idioma y de la versificacin castellana, debi empezar por aprenderlos penosamente, durmindose con el libro en la mano. De sus diez mil versos no son muchos los que se salvan por el brillo, el color y la plasticidad. Pero no hay que juzgarlos por ello, sino por las resonancias emocionales que despertaron en su tiempo. Descubri un mundo potico a los argentinos, aunque de segunda mano. Si bien la influencia de los mayores poetas romnticos de Europa se manifiesta en versos, no slo en forma difusa sino en muchas reminiscencias de pormenores, l, siguiendo su ejemplo, rompi con la tradicin seudoclsica que ya fatigaba con su gastada mitologa y su nfasis retrico siempre iguales e inici a sus contemporneos en la poesa del sentimiento, del ensueo, de la confidencia lrica, en la que busca la inspiracin directa en la naturaleza americana, vista con ojos nuevos. En este ltimo aspecto, el ms caracterstico, se destaca su obra La Cautiva, el poema de la pampa y el indio, concebido en una estancia inmediata a Lujn, de propiedad de su hermano mayor, al cual ayud Echeverra en las faenas rurales durante una temporada. Nadie lee ya El Angel Cado, confuso noveln en verso, ni los dems poemas de Echeverra, de los que, sin embargo, pueden extraerse sentidos fragmentos descriptivos como el muy citado de Tucumn, en el poema Avellaneda; pero vive La Cautiva. Su asunto podr parecernos trivial; su forma, desigual y a menudo desmayada; pero al inaugurar con La Cautiva la poesa de la pampa, con cantos merecidamente famosos, como el primero donde describe el desierto, Echeverra iniciaba una revolucin potica de incalculables consecuencias. Por este solo poema, aparte de su apostolado cvico, que lo levanta a la altura de nuestros ms nobles pensadores polticos de la poca de la proscripcin, Esteban Echeverra merece vivir en la memoria de los argentinos.
TRABAJO PRCTICO de LITERATURA EL MATADERO de ESTEBAN ECHEVERRA

1. Investigue los datos del autor. 2. Realice una breve resea sobre, el poltico y militar, Juan Manuel de Rosas. 3. Realice una caracterizacin sobre los ideales romnticos en el Ro de la Plata. El origen del movimiento en Europa. Concepto, ideologas, etc. 4. En qu poca del ao se ubica la accin y por qu esto da lugar a la crtica hacia la Iglesia? 5. Qu es lo que en realidad, se le critica a la Iglesia? 6. Describa el ambiente del matadero. 7. Sealen los personajes que representan los dos grupos en los que se divida la sociedad argentina de la poca. Caractericen ambos grupos (aspecto fsico, vestimenta, modales, sociolecto, etc.) y expliquen la relacin que exista entre ellos. Justifiquen la respuesta con citas textuales. 8. Qu relacin establece Echeverra entre el matadero y los federales? 9. Por qu muere el unitario? 10. De qu manera el texto hace una crtica al gobierno? Justifique su respuesta. 11. Indiquen las caractersticas romnticas que se manifiestan en la obra. Ejemplifiquen con citas textuales. 12. Luego de releer el texto completo compare las caractersticas de Matasiete, con las del "Gaucho malo" de Sarmiento y describa la evolucin del personaje en el compadrito de Borges.

"Llmanle el guacho malo, sin que este epteto le desfavorezca del todo. La justicia lo persigue desde muchos aos; su nombre es temido, pronunciado en voz baja, pero sin odio y casi con respeto... La partida, rara vez lo sigue; matara intilmente sus caballos, porque el que monta el gaucho malo es un parejero pangar tan clebre como su amo. Si el acaso lo echa alguna vez de improviso entre las ganas de la justicia, acomete a lo ms espeso de la partida, y a merced de cuatro tajadas que con su cuchillo ha abierto en la cara o en el cuerpo de los soldados, se hace paso por entre ellos y, tendindose sobre el lomo del caballo para sustraerse a la accin de las balas que lo persiguen, endilga hacia el desierto...

Sarmiento, D.F.., Facundo, Colihue, Buenos Aires, 1978,

"Rosendo Jurez el Pegador, era de los que pisaban ms fuerte por Villa Santa Rita. Mozo acreditao para el cuchillo era uno de los hombres de D. Nicols Paredes, que era uno de los hombres de Morel. Saba llegar de lo ms paquete..., en un oscuro, con las prendas de plata; los hombres y los penos lo respeta tan y las chinas tambin; nadie ignoraba que estaba debiendo dos muertes; usaba un chambergo alto, de ala finita, sobre la melena grasienta; la suerte lo mimaba como quien dice. Los mozos de la Villa le copibamos hasta el modo de escupir.
Jorge Luis Borges, Hombre de la esquina rosada (fragmento). Bs. As. Emec. 1974.

Apenas lo entreveo y ya lo pierdo. Ajustado el decente traje negro Y con una chalina como todas, La frente angosta y el bigote ralo, Camina entre la gente de la tarde Ensimismado y sin mirar a nadie. En ana esquina de la calle Piedras Pide una caa brasilera. El hbito. Alguien le grita adis. No le contesta. Hay en los ojos un rencor antiguo. Otra cuadra. Una racha de milonga Le llega desde un patio. Esos changangos Estn siempre amolando la paciencia, Pero al andar se hamaca y no lo sabe. Sube la mano y palpa la firmeza Del pual en la sisa del chaleco. Va a cobrarse una deuda. Falta poco. Unos pasos y el hombre se detiene. En el zagun hay una flor de cardo. Oye el golpe del balde en el aljibe Y una voz que conoce demasiado. Empuja la cancel que an est abierta Como si lo esperaran. Esta noche Tal vez ya lo habrn muerto.

Jorge Luis Borges. Obras Completas. Buenos Aires, Emec, 1974.


13. Compare las actitudes de federales y unitarios en El Matadero, con las que aparecen en La Refalosa de Hilario Ascasubi. Investigue la posicin poltica de este ltimo para deducir la intencin de su obra. 14. LA REFALOSA

Unitario que agarramos lo estiramos: o paradito noms, por atrs, lo amarran los compaeros por supuesto, mazorqueros, y ligao con un maniador doblao, ya queda codo con codo y desnudito ante todo. Salvajn! Aqu empieza su aflicin. Luego despus, a los pieses un sobeo en tres dobleces se le atraca, y queda como una estaca lindamente asigurao, y parao lo tenemos clamoriando; y como medio chanciando lo pinchamos, y lo que grita, cantamos la refalosa y rin rin, sin violn. Pero seguirnos el son en la vaina del lat, que asentamos el cuchillo, y le tanteamos con las uas el cogote. Brinca el salvaje vi/ote que da risa! Cuando algunos en camisa se empiezan a revolcar, y a llorar, que es lo que ms nos divierte; de igual suerte que al Presidente le agrada, y larga la carcajada de alegra al or la musiquera y la broma que le damos al saivaje que amarramos. Finalmente: cuando creemos conveniente, despus que nos divertimos grandemente, decidimos que al salvaje el resuello s le ataje; y a derechas lo agarra uno de los mechas, mientras otro lo sujeta como a potro de las patas, que si se mueve es a gatas. Entretanto, nos clama por cuanto santo tiene el cielo; pero ah noms por consuelo a su queja: abajito de la oreja, con un pual bien templao y afilao, que se llama el quita penas, le atravesamos las venas del pescuezo. Y qu se le hace con eso? larga sangre que es un gusto, y del susto

entra a revolver los ojos. Qu jarana! nos remos de buena gana y muy mucho, de ver que hasta les da chucho; y entonces lo desatamos y soltamos; y lo sabemos parar para verlo refalar en la sangre! basta que le da un calambre y se ca a patalear, y a temblar muy fiero, hasta que se estira el salvaje: y, lo que espira, le sacamos una lonja que apreciamos el sobarla, y de manea gastarla. De ah s le cortan orejas, barba, patilla y cejas; y pelao lo dejamos arrumbao, para que engorde algn chancho, o carancho.
Hilario Ascasubi, Paulino Lucero, Estrada. Buenos Aires.

15. En el Dogma Socialista el concepto que da Echeverra sobre Libertad (una de las
Palabras Simblicas) es el siguiente:

"El libre ejercicio de las facultades individuales no debe causar extorsin ni violencia a los derechos de otro. No hagas a otro lo que no quieras te sea hecho. La libertad humana no tiene otros lmites. No hay libertad donde (el hombre) puede ser vejado e insultado por los sicarios de un poder arbitrario."
"La libertad no se adquiere sino a precio de sangre". Comentar estos conceptos y explicar cmo se reflejan en El Matadero. 15. La Literatura como testimonio de los conflictos humanos. Echeverra en las dos obras testimonia una faceta de la vida del ser humano: el Hombre frente al Hombre. Cules son los conflictos que aparecen en las siguientes obras: * No habr ms penas ni olvidos. Osvaldo Soriano. * Cabecita negra. German Rozenmacher. * Corazonada. Mario Benedetti. * Juan Lpez y John Ward. Jorge Luis Borges. 16. Completen en cuadro con frases extradas del texto para establecer la comparacin.

TORO mirar fiero sus ojos arrojaban miradas encendidas roja y fosfrica mirada

UNITARIO sus ojos de fuego echaban fuego sus pupilas

su boca echaba espuma

brot un torrente de la herida estaba fuera de s de clera

17. Extraer ejemplos de diferentes niveles de lengua utilizados por el autor. 18. Numeren las siguientes partes de El Matadero de acuerdo con el orden en que

aparecen en el texto: ....... Triunfo de Matasiete ...... Descripcin del Matadero ...... Muerte del joven unitario ...... Escacez de carne en Buenos Aires ...... Huida del toro ...... Desjarretamiento del toro ...... Cada del caballo del ingls ...... Lluvias que impiden el acceso de los animales ...... Llegada del joven unitario ...... Degello del nio 19. Releer el texto y buscar ejemplos de cada una de las siguientes tramas. Cul les parece que predomina? Justificar en relacin con el objetivo que persigue el narrador del texto. Narrativa Argumentativo-comentativa Descriptiva Conversacional 20. Releven subjetivemas que permitan dar cuenta de la animalizacin que el narrador hace de los personajes del matadero. 21. Expliquen por qu, de acuerdo con el texto, se origin una guerra intestina entre los estmagos y las conciencias. 22. Citen una zona del relato en la que humanos y animales del matadero aparezcan en el mismo mbito y sin diferenciarse unos de otros. Con qu recurso lingstico logra el narrador esa igualdad? 23. Realice una conclusin personal de la obra.

SIGLO XIX: LA GAUCHESCA. LA LITERATURA GAUCHESCA Y SUS PRECURSORES Su nombre proviene de ser el gaucho protagonista por excelencia de esta manifestacin literaria, tan caractersticamente rioplatense y, ms an, argentina. Libre de toda imitacin extranjera, hunde sus races en la tradicin espaola y extrae, al mismo tiempo, de la propia tierra natal, la savia nutricia que da vida a los personajes, caracterizados por una manera peculiar de pensar, de sentir, de vestir y de hablar, los cuales, enfocados con ptica romntica, responden naturalmente a los modelos propios de esta escuela, sin perder nada de su originalidad ni abdicar de sus lazos ancestrales.

Es una autntica literatura argentina, nacida primero espontneamente en nuestros campos y fijada luego en obras de perdurable valor esttico por hombres de cultura ciudadana, capaces de descubrir la materia excepcional que ofrecan sus principales componentes: Un mbito geogrfico bien definido: la extensin pampeana; Un personaje consustanciado con ese mbito: el gaucho; Unos atributos inseparables del personaje: el caballo, el mate, el cuchillo, el poncho y la guitarra. Un mvil de su conducta: el acendrado amor a la libertad; Una forma propia de expresin: el habla rural; Una situacin conflictiva permanente: la antinomia ciudad-campo, o su equivalente civilizacin versus barbarie. Tras una primera etapa folklrica, surge la literatura gauchesca propiamente dicha con algunos antecedentes cronolgicos como el de Baltasar Maziel- a partir de la obra de Bartolom Hidalgo. Se contina con la de Hilario Ascasubi y culmina gloriosamente con la de Jos Hernndez quien, con su poema Martn fierro, confiere definitiva jerarqua literaria a este tipo de obras y otorga categora lingstica al habla rural. Entre Ascasubi y Hernndez interfiere Estanislao del Campo, con un matiz humorstico muy personal. El tema inspira tambin una poesa en lengua culta, tradicionalista, como la de Rafael Obligado. Asimismo. Hay que distinguir, dentro de la poesa gauchesca, la poesa payadoresca, de comunicacin puramente oral; la gauchesca propiamente dicha, de transmisin escrita, que lleva el gnero a su culminacin, y la poesa nativista, derivada de las anteriores en cuanto a tema y personajes, pero valindose instrumentalmente de la lengua culta. LA POESA PAYADORESCA, MESTER DE GAUCHERA La poesa payadoresca se inscribe en la poesa folklrica por ser oral, pero se diferencia de sta por ser improvisada. Se la considera eslabn entre la poesa folklrica y la gauchesca propiamente dicha. Payar es improvisar. El payador canta o cuenta improvisando sobre temas relacionados con su propia vida o con la comunidad. La sociedad folk a la que l pertenece. Cuando lo haca uno solo, la payada era individual. Pero, a veces, se reunan deliberadamente o por azar, dos payadores mentados y entonces tena lugar la payada de contrapunto o payada dual. Ambos cantores, rodeados por sus respectivos admiradores, comenzaban a improvisar y, por turno y en verso, formulaban preguntas que deban ser contestadas en la misma forma por el rival. No haba lmite de tiempo; la payada poda durar indefinidamente de hecho, duraba varias horas-, pues slo cesaba cuando uno de los contendientes se declaraba vencido. La mejor imitacin de payada dual la encontramos en el contrapunto del moreno con Martn fierro, en el poema homnimo de Jos Hernndez. Puede llegar a darse una payada trial, de la cual hay un ejemplo en el Santos Vega, de Hilario Ascasubi, cuando, adems del famoso payador, intervienen Rufo Tolosa y Rosa, su mujer. Es lcito ver en la poesa payadoresca el origen de la gauchesca. Aunque no se pueda afirmar categricamente, por falta de los materiales necesarios, cmo era esa poesa no escrita, el trabajo paciente de los estudiosos de nuestro folklor ha permitido rastrear ciertos rasgos caractersticos en cuanto a tema, forma, carcter y estilo, Martn Fierro, por ejemplo, hunde sus races en el folklor potico del gaucho: Hernndez comienza su poema con un verso que repite la clsica frmula de iniciacin de los payadores: -Aqu me pongo a cantar.... Tambin pertenecen al folklor cantidad de dichos y refranes que el poeta supo recrear. Se cumple as un proceso de folklorizacin, de proyeccin folklrica, que completa el ciclo iniciado por el pueblo. A su vez, el poema hernandiano acta posteriormente como fuente folklrica en comunidades folk, que incorporaron a su acervo potico pasajes de dicho poema, y muchos de sus refranes al habla cotidiana.

Tambin la poesa nativista se aproxima a la folklrica, no slo por recordar la figura del payador como lo hace Rafael Obligado en su idealizacin de Santos Vega, el legendario payador de los pagos del Tuy- sino, adems, por inspirarse directamente en la copla popular y repetir formas estrficas, como la dcima. CON LA MISMA VOZ DEL GAUCHO La poesa gauchesca propiamente dicha es aquella escrita por autores conocidos o annimos, casi siempre cultos y urbanos, que lo hacen con la misma voz del gaucho, asumiendo esa personalidad ajena, casi siempre con intenciones polticas antes que literarias, lo cual no impide que se logren frutos de indudable valor artstico. Desde la perspectiva del hombre de campo, dan la visin del mundo que lo rodea y aun del universo todo; ms que imitar, recrean el habla rural en que se expresan los protagonistas. En general, es poesa autobiogrfica, en parte del personaje y en parte del propio autor; poesa dialogada ya con un interlocutor directo, ya con un supuesto auditorio. Alternan los motivos locales con los grandes temas universales: el amor, la vida, la muerte, la amistad, Dios. En los primitivos, predomina la forma pico-narrativa; posteriormente, en los grandes poemas se intercalan amplios pasajes lricos. EL PROTAGONISTA, SU GNESIS Y SU MUNDO Con respecto al gaucho, analizaremos la relacin hombre-medio-circunstancia. Su genealoga se debate entre dos teoras: una, lo presenta como pintoresco producto de un conflicto racial propio del mestizaje de Amrica, con mayor tendencia hacia las formas caballerescas de la civilizacin europea que hacia la barbarie indgena; otra, lo hace descender en lnea directa de algunos espaoles, que, al margen de la organizacin ciudadana colonial, prefirieron la libertad que les ofreca el desierto, donde estaban en permanente situacin de disputa por un mismo terreno con el indio, su primitivo dueo y seor, sin posibilidad de convivencia pacfica entre ellos. Por el contrario, en esa zona de confusin y choque, sirvieron ms de una vez de contencin a la barbarie indgena, en defensa de la poblacin blanca. Entre las dos alternativas citadas, resultan caracterizados por un modo peculiar de vida ms que por una forma tnica, sin perjuicio de que hayan existido, circunstancialmente, casos de mestizaje de resultas de algn maln. Se trata, entonces, de un grupo social cuyo tipo encarna el gaucho; de una clase, no de una raza, cuyos elementos fsicos estn dados por la llanura despoblada y extensa y por el ganado vacuno y caballar, trado por los conquistadores y luego libremente multiplicado, que poda fcilmente ser recogido por quien quisiera. Esa tarea de buscar animales para marcarlos y llevarlos a las estancias, o para carnearlos y comerciar con sus cueros, fue realizada por los gauchos, hbiles jinetes acostumbrados a orientarse en el desierto, recios para soportar las inclemencias del campo abierto, que encontraron all su estilo de vida y su medio de subsistir. As fue surgiendo, marginalmente con respecto a los intereses de la ciudad, del modo europeo y urbano, este otro, el de tierra adentro, regido por leyes naturales, no escritas. Desde la primera mitad del siglo XVII hasta la segunda del XIX, se produjo la formacin de esta clase o proletariado rural, de discutido ms que de discutible origen, nacida en la campaa del litoral y poco a poco olvidada en los planes de las autoridades ciudadanas. Esto provoc en el gaucho, segn algunos autores, antagonismo hacia todo lo urbano, desmentido esto ltimo por el testimonio de argentinos y extranjeros que recorrieron nuestro pas, se internaron en nuestros campos y entraron en contacto directo con su gente. Entre los hombres de la ciudad, el gaucho era el brbaro. La revolucin de 1810 levant aquella barrera, que pareca infranqueable, entre el recinto urbano y la campaa. En ese momento, los hombres civilizados van en busca de esos elementos que consideraban incultos, haciendo un llamado a su pasin por la libertad. Durante las guerras de la independencia, se consigue la participacin, en las primeras campaas libertadoras, de gauchos de la llanura bonaerense y de la Banda Oriental. En esa ocasin, se manifiestan como soldados valientes pero indisciplinados, sumamente eficaces en las tropas de caballera. Este contacto permite apreciar

en ellos rasgos ms que simpticos y pintorescos y hasta virtudes que hacen olvidar los primitivos defectos. As se produce, en la convivencia castrense y en la lucha librada en comn, un primer acercamiento entre estas dos sociedades, hasta entonces mutuamente vueltas de espaldas. Superada la circunstancia histrica, retorna el gaucho a su refugio pampeano. A medida que pasa el tiempo, se va ahondando la tradicional divisin entre los hombres de una misma tierra pero de ambientes opuestos, por no reconocerse el gaucho en una sociedad que desvirtuaba cada vez ms el modelo espaol originario, como consecuencia de la influencia extranjera llegada por el puerto. Ya empieza a ser aqu la clase desplazada o desheredada segn el testimonio de la naciente poesa gauchesca, que se hace eco de su queja dolorida por la ingratitud ciudadana. As en el primero de los tres Dilogos Patriticos, escritos por Bartolom Hidalgo, entre 1820 y 1822, Jacinto Chano rememora junto a su paisano Contreras, los buenos tiempos de la primera patria 1810- y de la segunda 1816De 1830 a 1850, el gobierno de Rosas abre un parntesis favorable para el gaucho. El restaurador, aunque nacido en la culta Buenos Aires, tiene estancias en propiedad, conoce bien la campaa bonaerense y aprecia a los gauchos, que, a su vez, lo respetan y admiran. A partir de 1853, al cambiar totalmente el rumbo de la situacin poltica, la suerte del gaucho sufre tambin un duro revs. El nuevo gobierno de Buenos Aires, progresista y europeizante, se siente trabado y retardado por el elemento rural. Por no someterse a sus exigencias ni adaptarse al ritmo febril que invade las esferas gubernamentales, el gaucho es desplazado primero y finalmente olvidado, hasta convertirse en lo que Hernndez en carta a Zoilo Miguens, de diciembre de 1872- va a definir como esa clase desheredada de nuestro pas GUA N 2. 1. 2. 3. 4. Qu hechos histricos marcan el deterioro de la situacin del gaucho en la Argentina? Relacionen los acontecimientos graves de nuestra historia con las obras de la literatura gauchesca Mencionen obras y autores argentinos destacados de la literatura gauchesca. Por qu las polticas de la poca vieron al gaucho como un signo de atraso, contrario a la civilizacin y al progreso? Por qu consideran que, al mismo tiempo que las polticas de la poca ven al gaucho de esa manera, la literatura intenta reivindicarlo? De qu modo puede la literatura lograr tal reivindicacin? En qu medida puede el gaucho ser smbolo de la identidad nacional? Resuman los acontecimientos polticos relevantes de la segunda mitad del siglo XIX. En qu medida influyeron en la literatura argentina del perodo? Indiquen qu lugar ocupa la figura del gaucho en el proceso de organizacin nacional durante el siglo XIX. Qu relacin existe entre este personaje y la identidad que se busca forjar para la nacin? Por qu la literatura gauchesca surge en el contexto cultural y social del Romanticismo? Sealen dos antecedentes que demuestren el inters artstico por la vida y por las costumbres del gaucho. Cul es la raz de la literatura gauchesca? Determinen los elementos comunes que tienen la poesa tradicional de los payadores y la gauchesca. Cules son sus diferencias? Identifiquen las caractersticas del gaucho que consideren emblemticas para la identidad del ser argentino. Caracterice la lengua gauchesca. Establezca las diferencias entre poesa gaucha y poesa gauchesca. Cul era la situacin del indio y del inmigrante en este perodo?

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MARTN FIERRO Trabajo Prctico: 1. Biografa del autor. 2. Estructura de la obra. 3. Argumento general de las dos partes del libro. 4. Caractersticas de la poesa gauchesca. 5. Con qu objetivos Fierro va a cantar su relato? En qu estrofas lo establece? (Extraer ejemplos) 6. En el canto 1 propone una serie de argumentos con los que justifica una situacin personal y social. De qu situacin se trata y con qu argumentos la defiende? Citen algunas zonas del poema en las que Fierro exponga su oposicin a los pareceres contrarios. 7. Relean los tres primeros cantos y establezcan el lugar de cada uno en la estructura narrativa del poema: en qu se diferencian los dos primeros del tercero? 8. En qu situacin legal se encuentra Fierro en el presente de su relato? Cundo y por qu arriba a esa situacin? Fundamenten la respuesta con citas. 9. Qu relacin propone el poema entre vino y canto? Por qu? 10. Quin recluta a Fierro para la frontera? Con qu motivos? Citen canto y estrofas. 11. Cules eran, de acuerdo con Fierro, las condiciones de vida en el fortn? 12. Qu opiniones tiene Fierro sobre los inmigrantes y los indios? Justifiquen histricamente esas opiniones. 13. Cundo decide hacerse malo? Por qu? 14. En qu circunstancias se produce el encuentro entre Fierro y Cruz? 15. Quin es este personaje? Cules son las penas que expone en su intervencin? 16. Expliquen los sentidos de la siguiente estrofa: Pero ponga su esperanza en el Dios que lo form; y aqu me despido yo, que he relatao a mi modo males que conocen todos pero que naides cont. 17. En el canto 15 se da la voz a otro nuevo personaje, de quin se trata? qu caractersticas tiene? 18. En el canto 29 la voz del relato es, nuevamente, otra. Cmo justificaran este nuevo ingreso? 19. Extraigan cinco fragmentos del poema en los que se propongan reflexiones de tipo poltico y social. 20. Identifiquen diez refranes y discutan entre todos sobre sus posibles significados. 21. Qu tipos de enseanzas ofreca el viejo Vizcacha al segundo hijo de Fierro? Qu opinin les merecen estas sentencias? Por qu es posible sostener que esas enseanzas son justificables en el contexto en el que Vizcacha las propone? 22. De la tradicin que ha generado la lectura de Martn Fierro, suele citarse con frecuencia el Canto 32. En ste, Fierro enumera una serie de consejos para sus propios hijos y el de Cruz. Lean el canto y escriban para cada estrofa una breve oracin unimembre que exprese el contenido de cada uno. PRODUCCIN: 23. Escriban un texto de opinin teniendo en cuenta estos aspectos: a. Quines pueden penar como Fierro en la actualidad: los desocupados, los jubilados, los docentes, los jvenes, los policas?

b. Expresen algunas de las ideas anteriores en un texto en que tome la voz alguno
de estos sectores (podra ser en sextinas) y exponga sus penas. No se trata de que reproduzcan el habla gaucha, sino de que expresen las resonancias del Martn Fierro en la sociedad actual. 27. Como corolario de la obra, Fierro da consejos a sus hijos, teniendo en cuenta toda su experiencia. Detalle qu opina sobre los siguientes temas y ejemplifique con una estrofa: amistad trabajo vejez vicios - violencia Complete el siguiente cuadro de oposiciones: POESA GAUCHA *Annima *Espontnea y natural. *Habla local: dialectos y particularidades. *No es reconocida ni se le concede estatuto cultural. *Pblico: sector rural y zonas urbanas. *Oral 24. En los cantos II, IV y V describe la estada en la frontera. Despus de leerlos coloque en el cuadro los caracteres que les atribuye a cada uno de los siguientes tipos. INDIO GRINGO AUTORIDAD POESA GAUCHESCA

29. Lea los cantos IX, X, XI y XII y complete el siguiente cuadro: MARTN FIERRO Semejanzas CRUZ

Oposiciones

30. Realice un cuadro comparativo entre la visin del gaucho que tienen: Borges, Sarmiento y Hernndez. La vida del campo, pues, ha desenvuelto en el gaucho, las facultades fsicas, sin ninguna de las de la inteligencia... la mujer se encarga de todas las faenas domsticas y fabriles; el hombre queda desocupado, sin goces, sin ideas, sin atenciones forzosas; el hogar domstico le fastidia, lo expele... salen, pues, los varones sin saber fijamente adnde. Una vuelta a los ganados, una visita a una cra o a la querencia de un caballo predilecto, invierte una pequea parte del da; el resto lo absorbe una reunin en una venta o pulpera... juega a las pualadas, como jugara a los dados; tan profundamente entran estos hbitos pendencieros en la vida

ntima del gaucho argentino, que las costumbres han creado sentimientos de honor y una esgrima que garantiza la vida... Costumbres de este gnero requieren medios vigorosos de represin, y para reprimir desalmados se necesitan jueces ms desalmados an... Sin ninguna instruccin, como sin necesidades, es feliz en medio de su pobreza y de sus privaciones, que no son tales, para el que nunca conoci mayores gozos, ni extendi ms alto sus deseos... Sarmiento, Facundo EL GAUCHO Hijo de algn confn de la llanura abierta, elemental, casi secreta, tiraba el firme lazo que sujeta al firme toro de cerviz oscura. Se bati con el indio y con el godo, muri en reyertas de baraja y taba; dio su vida a la patria, que ignoraba, y as perdiendo, fue perdiendo todo. Dios le quedaba lejos. Profesaron la antigua fue del hierro y el coraje que no consiente, suplica. Por esa fe murieron y mataron. En los azares de las montoneras muri por el color de una divisa. Fue el que no pidi nada, ni siguiera la gloria que es estrpito y ceniza.

Hoy es polvo de tiempo y de planeta; Fue el hombre gris oscuro en la paisanada nombres no quedan, pero el nombre dura./penumbra del galpn suea y matea Fue tantos otros y hoy es una quieta mientras en el orienta ya clarea pieza que mueve la literatura. la luz de la desierta madrugada. Fue el matrero, el sargento y la partida. Nunca dijo Soy gaucho. Fue su suerte Fue el que cruz la heroica cordillera. no imaginar la suerte de los otros. Fue el soldado de Urquiza o de Rivera, No menos ignorante que nosotros, lo mismo da. Fue el que mat a Laprida./no menos solitario entre la muerte. JORGE LUIS BORGES, en El oro de los tigres. 31.Cmo justifica Fierro en el canto XI la muerte del moreno y del gaucho matrero? Despus de leer los cantos XII al XIX complete el siguiente cuadro: MARTN FIERRO PENURIAS HIJO MAYOR HIJO SEGUNDO

QUEJAS

ELEMENTOS COMUNES

32. Qu relacin existe entre el Texto de Borges: Biografa de Tadeo Isidoro Cruz y la obra de Jos Hernndez? EL FIN Jorge Luis Borges

Recabarren, tendido, entreabri los ojos y vio el oblicuo cielo raso de junco. De la otra pieza le llegaba un rasgueo de guitarra, una suerte de pobrsimo laberinto que se enredaba y desataba infinitamente... Recobr poco a poco la realidad, las cosas cotidianas que ya no cambiara nunca por otras. Mir, sin lstima su gran cuerpo intil, el poncho de lana ordinaria que le envolva las piernas. Afuera, ms all de los barrotes de la ventana, se dilataban la llanura y la tarde; haba dormido, pero an quedaba mucha luz en el cielo. Con el brazo izquierdo tante, hasta dar con un cencerro de bronce que haba al pie del catre. Una o dos veces lo agit; del otro lado de la puerta seguan llegndole los modestos acordes. El ejecutor era un negro que haba aparecido una noche con pretensiones de cantor y que haba desafiado a otro forastero a una larga payada de contrapunto. Vencido, segua frecuentando la pulpera, como a la espera de alguien. Se pasaba las horas con la guitarra, pero no haba vuelto a cantar; acaso la derrota lo haba amargado. La gente ya se haba acostumbrado a ese hombre inofensivo. Recabarren, patrn de la pulpera, no olvidara ese contrapunto; al da siguiente, al acomodar unos tercios de yerba, se le haba muerto bruscamente el lado derecho y haba perdido el habla. A fuerza de apiadarnos de las desdichas de los hroes de las novelas concluimos apiadndonos con exceso de las desdichas propias: no as el sufrido Recabarren, que acept la parlisis como antes haba aceptado el rigor y las soledades de Amrica. Habituado a vivir en el presente, como los animales, ahora miraba el cielo y pensaba que el cero rojo de la luna era seal de lluvia. Un chico de rasgos aindiados (hijo suyo, tal vez) entreabri la puerta. Recabarren le pregunt con los ojos si haba algn parroquiano. El chico, taciturno, le dijo por seas que no: el negro no contaba. El hombre postrado se qued solo; su mano izquierda jug un rato con el cencerro, como si ejerciera un poder. La llanura, bajo el ltimo sol, era casi abstracta, como vista en un sueo. Un punto se agit en el horizonte y creci hasta ser un jinete, que vena, o pareca venir, a la casa. Recabarren, vio el chambergo, el largo poncho oscuro, el caballo moro, pero no la cara del hombre, que por fin, sujet el galope y vino acercndose al trotecito. A unas doscientas varas dobl. Recabarren no lo vio ms pero lo oy chistar, apearse, atar el caballo al palenque y entrar con paso firme en la pulpera. Sin alzar los ojos del instrumento, donde pareca buscar algo, el negro dijo con dulzura: - Ya saba yo, seor, que poda contar con usted. El otro con voz spera, replic: - Y yo con vos, moreno. Una porcin de das te hice esperar, pero aqu he venido. Hubo un silencio. Al fin, el negro respondi: - Me estoy acostumbrando a esperar. He esperado siete aos. El otro replic sin apuro: - Mas de siete aos pas yo sin ver a mis hijos. Los encontr ese da y no quise mostrarme como un hombre que anda a las pualadas. - Ya me hice cargo dijo el negro-. Espero que los dej con salud. El forastero, que se haba sentado en el mostrador, se ri de buena gana. Pidi una caa y la palade sin concluirla. - Les di buenos consejos declar-, que nunca estn de ms y no cuestan nada. Les dije, entre otras cosas, que el hombre no debe derramar la sangre del hombre. Un lento acorde precedi la respuesta del negro: - Hizo bien. As no se parecern a nosotros. - Por lo menos a m dijo el forastero y aadi como si pensara en voz alta-. Mi destino ha querido que yo matara y ahora, otra vez, me pone el cuchillo en la mano. El negro, como si no lo oyera, observ: - Con el otoo se van acortando los das. - Con la luz que queda me basta replic el otro, ponindose de pie. Se cuadr ante el negro y le dijo como cansado: - Dej en paz la guitarra, que hoy te espera otra clase de contrapunto. Los dos se encaminaron a la puerta. El negro, al salir, murmur: - Tal vez en ste me vaya tan mal como en el primero.

El otro contest con seriedad: En el primero no te fue mal. Lo que pas es que andabas ganoso de llegar al segundo. Se alejaron un trecho de las casas, caminando a la par. Un lugar de la llanura era igual a otro y la luna resplandeca. De pronto se miraron, se detuvieron y el forastero se quit las espuelas. Ya estaban con el poncho en el antebrazo, cuando el negro dijo: - Una cosa quiero pedirle antes que nos trabemos. Que en este encuentro ponga todo su coraje y toda su maa, como en aquel otro de hace siete aos, cuando mat a mi hermano. Acaso por primera vez en su dilogo, Martn Fierro oy el odio. Su sangre se sinti como un acicate. Se entreveraron y el acero filoso ray y marc la cara del negro. Hay una hora de la tarde en que la llanura est por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos pero es intraducible como una msica... Desde su catre, Recabarren vio el fin. Una embestida y el negro recul, perdi pie, amag un hachazo a la cara y se tendi en una pualada profunda, que penetr en el vientre. Despus vino otra que el pulpero no alcanz a precisar y Fierro no se levant. Inmvil, el negro pareca vigilar su agona laboriosa. Limpi el facn ensangrentado en el pasto y volvi a las casas con lentitud, sin mirar para atrs. Cumplida su tarea de justiciero, ahora era nadie. Mejor dicho era el otro: no tena destino sobre la tierra y haba matado a un hombre. JORGE LUIS BORGES Actividades: 1. Quin narra el cuento de Borges? 2. Qu caractersticas tiene el narrador? 3. En qu momento y por qu el narrador les cede la palabra a los personajes? 4. En el final del cuento Biografa de Tadeo Isidoro Cruz, tambin de Borges, el autor dice: Comprendi que un destino no es mejor que otro, pero que todo hombre debe acatar el que lleva adentro. Comprendi que las jinetas y el uniforme ya lo estorbaban. Comprendi su ntimo destino de lobo, no de perro gregario; comprendi que el otro era l. Comparen este pasaje con el desenlace de El finy busquen, en el poema de Hernndez, las referencias al destino. Escriban las conclusiones de tal comparacin en un prrafo de al menos cinco renglones. 5. Cules son los personajes que aparecen en el relato? 6. Ubique los lugares que utiliza el narrador para situar las circunstancias? 7. Explique la frase final: ...Mejor dicho, era el otro: no tena destino sobre la tierra y haba matado a un hombre. 8. Sealen qu tiempos verbales predominan en la narracin. 9. Encierren los conectores que aparecen en la narracin. 10. BIOGRAFA DE TADEO ISIDORO CRUZ - (1829-1874) Im Looking fir the face I had Before the world was made. YEATS, The Winding Stair El seis de febrero de 1829, los montoneros que, hostigados ya por Lavalle, marchaban desde el Sur para incorporarse a las divisiones de Lpez, hicieron alto en una estancia cuyo nombre ignoraban, a tres o cuatro leguas del Pergamino: hacia el alba, uno de los hombres tuvo una pesadilla tenaz: en la penumbra del galpn, el confuso grito despert a la mujer que dorma con l. Nadie sabe lo que so, pues al otro da, a las cuatro, los montoneros fueron desbaratados por la caballera de Surez y la persecucin dur nueve leguas, hasta los pajonales ya lbregos, y el hombre pereci en una zanja, partido el crneo por un sable de las guerras del Per y del Brasil. La mujer se llamaba Isidora Cruz; el hijo que tuvo recibi el nombre de Tadeo Isidoro. Mi propsito no es repetir su historia. De los das y noches que la componen, slo me interesa una noche; del resto, no referir sino lo indispensable para que esa noche se entienda.

La aventura consta en un libro insigne; es decir, en un libro cuya materia puede ser todo para todos (I Corintios 9:22), pues es capaz de casi inagotables repeticiones, versiones, perversiones. Quienes han comentado, y no son muchos, la historia de Tadeo Isidoro, destacan el influjo de la llanura sobre su formacin, pero gauchos idnticos a l, nacieron y murieron en las selvticas riberas del Paran y en las cuchillas orientales. Vivi, eso s, en un mundo de barbarie montona. Cuando, en 1874, muri de una viruela negra, no haba visto jams una montaa ni un pico de gas ni un molino. Tampoco una ciudad. En 1849, fue a Buenos Aires con una tropa del establecimiento de Francisco Xavier Acevedo; los troperos entraron en la ciudad para vaciar el cinto: Cruz, receloso, no sali de una fonda en el vecindario de los corrales. Pas ah muchos das, taciturno, durmiendo en la tierra, mateando, levantndose al alba y recogindose a la oracin. Comprendi (ms all de las palabras y an del entendimiento) que nada tena que ver con l la ciudad. Uno de los peones, borracho, se burl de l. Cruz no le replic, pero en las noches del regreso, junto al fogn, el otro menudeaba las burlas, y entonces, Cruz (que antes no haba demostrado rencor, ni siquiera disgusto) lo tendi de una pualada. Prfugo, hubo de guarecerse en un fachinal: noches despus, el grito de un chaj le advirti que lo haba cercado la polica. Prob el cuchillo en una mata; para que no le estorbaran en la de a pie, se quit las espuelas. Prefiri pelear a entregarse. Fue herido en el antebrazo, en el hombro, en la mano izquierda; malhiri a los ms bravos de la partida; cuando la sangre le corri entre los dedos, pele con ms coraje que nunca; hacia el alba, mareado por la prdida de sangre, lo desarmaron. El ejrcito, entonces, desempeaba una funcin penal; Cruz fue destinado a un fortn de la frontera Norte. Como soldado raso, particip en las guerras civiles; a veces combati por su provincia natal, a veces en contra. El veintitrs de enero de 1856, en las Lagunas de Cardoso, fue uno de los treinta cristianos que, al mando del sargento mayor Eusebio Laprida, pelearon contra doscientos indios. En esa accin recibi una herida de lanza. En su oscura y valerosa historia abundan los hiatos. Hacia 1868, lo sabemos de nuevo en el Pergamino: casado o amancebado, padre de un hijo, dueo de una fraccin de campo. En 1869 fue nombrado sargento de la polica rural. Haba corregido el pasado; en aquel tiempo debi de considerarse feliz, aunque profundamente no lo era. (Lo esperaba, secreta en el porvenir, una lcida noche fundamental: la noche en que por fin vio su propia cara, la noche en que por fin escuch su nombre. Bien entendida, esa noche agota su historia; mejor dicho, un instante de esa noche, un acto de esa noche, porque los actos son nuestro smbolo). Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quin es. Cuntase que Alejandro de Macedonia, vio reflejado su futuro de hierro en la fabulosa historia de Aquiles; Carlos XII de Suecia, en la de Alejandro. A Tadeo Isidoro Cruz, que no saba leer, ese conocimiento no le fue revelado en un libro; se vio a s mismo en un entrevero y un hombre. Los hechos ocurrieron as: En los ltimos das del mes de junio de 1870 recibi la orden de apresar a un malevo, que deba dos muertes a la justicia. Era ste un desertor de las fuerzas que en la frontera Sur mandaba el coronel Benito Machado; en una borrachera, haba asesinado a un moreno en un lupanar; en otra, a un vecino del partido de Rojas; el informe agregaba que proceda de la Laguna Colorada. En ese lugar, haca cuarenta aos, habanse congregado los montoneros para la desventura que dio sus carnes a los pjaros y a los perros; de ah sali Manuel Mesa, que fue ejecutado en la plaza de la Victoria, mientras los tambores sonaban para que no se oyera su ira; de ah, el desconocido que engendr a Cruz y que pereci en una zanja, partido el crneo por un sable de las batallas del Per y del Brasil. Cruz haba olvidado el nombre del lugar; con leve pero inexplicable inquietud lo reconoci... El criminal, acosado por los soldados, urdi a caballo un largo laberinto de idas y de venidas; stos, sin embargo, lo acorralaron la noche del doce de julio. Se haba guarecido en un pajonal. La tiniebla era casi indescifrable; Cruz y los suyos, cautelosos y a pie, avanzaron hacia las matas en cuya hondura trmula acechaba o dorma el hombre secreto. Grit un chaj; Tadeo Isidoro Cruz tuvo la impresin de haber vivido ya ese momento. El criminal sali de la guarida para pelearlos. Cruz lo entrevi, terrible; la crecida melena y la barba gris parecan comerle la cara. Un motivo notorio me veda referir la pelea. Bsteme recordar que el desertor malhiri o mat a varios de los hombres de Cruz. ste, mientras combata en la oscuridad (mientras su cuerpo combata en la oscuridad), empez a

comprender. Comprendi que un destino no es mejor que otro, pero que todo hombre debe acatar el que lleva adentro. Comprendi que las jinetas y el uniforme ya le estorbaban. Comprendi su ntimo destino de lobo, no de perro gregario; comprendi que el otro era l. Amaneca en la desaforada llanura; Cruz arroj por tierra el quepis, grit que no iba a consentir el delito de que se matara a un valiente y se puso a pelear contra los soldados, junto al desertor Martn Fierro. J.L. BORGES, El Aleph / Alianza Editorial. Barcelona. 1998 Actividades: 1. Qu funcin cumple el primer prrafo del relato para con la biografa de Tadeo Isidoro Cruz? 2. El narrador alude solapadamente a un texto en el que consta otra versin biogrfica del personaje. Qu comentarios despierta en el narrador ese texto? 3. Qu sostiene el narrador respecto de los comentadores anteriores sobre la vida de Cruz? Se muestra a favor o en contra de lo que estos registraban? 4. El narrador relaciona explcitamente su concepcin del destino humano con su modo sinttico, sumario de narrar la vida de Cruz. Sealen el pasaje en que lo hace. 5. El final del relato, resulta inesperado o previsible? Fundamente. 6. El final del relato, es coherente con lo que el narrador apunt sobre el destino humano? Fundamente.

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