Revista Comunicación 156

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CENTRO GUMILLA

comunicacin
Estudios venezolanos de comunicacin Cuarto trimestre 2011 N 156

FRACTURAS

Director Marcelino Bisbal Editores adjuntos Jess Mara Aguirre Andrs Caizlez Marcelino Bisbal Consejo editorial Jess Mara Aguirre Marcelino Bisbal Carlos Correa Agrivalca Caneln Andrs Caizlez Gustavo Hernndez Gustavo Carlos Delgado Flores Luis Carlos Daz Honegger Molina Francisco A. Pellegrino Consejo Fundacional Jos Ignacio Rey Jos Martnez-de-Toda Francisco Tremontti Jess Mara Aguirre Marcelino Bisbal Ignacio Ibez Epifanio Labrador Csar Miguel Rondn Colaboradores del presente nmero Iria Puyosa Humberto Valdivieso Sandra Orjuela Fernando Nez Noda William Pea Antonio Pasquali Rafael Quiones Daisy DAmario Orlando Villalobos Finol Raisa Urribarr Ricardo Antela Garrido Luis Cedeo Isoliett Iglesias Leo Ramrez Yorelis Acosta Elsa Cecilia Pia ngel Zambrano Cobo AFP Jos Flix Daz Letras Libres Mariela Matos Alianza para la libertad de expresin Carmen Alicia Di Pasquale Jos Luis Da Silva Mara Alejandra Fajardo Revisin Marlene Garca Asesor Grfico Vctor Hugo Irazbal

Produccin Editorial Bimedia 21 Diseo Editorial Impresin Ex Libris Suscripcin (4 nmeros al ao) Venezuela: Bs.F 90 Suscripcin de apoyo: Bs.F 180 Nmero suelto: Bs.F 25 Forma de pago: En Venezuela Cancelando en nuestras oficinas Depositando, a nombre de: Fundacin Centro Gumilla, en la siguiente cuenta: Banesco Cta. Cte. N 0134-0413-59-413-101041-4 Para suscripciones del exterior contactar a la administracin del Centro Gumilla Centro Gumilla Edificio Centro Valores, local 2, esquina de la Luneta, Altagracia. Apartado 4838 Caracas 1010-A- Venezuela Telfonos: 564.9803 - 564.5871 Fax: 564.7557 Redaccin Comunicacin: [email protected] Redacin SIC: [email protected] Unidad de Documentacin: [email protected] Administracin: [email protected] Depsito Legal pp 197502 DF851 ISSN: 0251-3153 Comunicacin no comparte necesariamente las opiniones vertidas en los artculos firmados que expresan, como es obvio, la opinin de sus autores. Los textos publicados en la seccin de Estudios de la Revista son arbitrados. La revista Comunicacin de la Fundacin Centro Gumilla est indizada en la base de Datos Clase A de la Fundacin Venezolana de promocin del investigador, al igual que en Latindex (Catlogo de revistas) Visite nuestra pgina en la Web: http://www.gumilla.org.ve

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N 156 Estudios venezolanos de comunicacin CENTRO GUMILLA Perspectiva Crtica y Alternativa Integrantes de la Red Iberoamericana de Revistas de Comunicacin y Cultura

PRESENTACIN
AGENDA PBLICA

Fracturas
La realidad en los objetos y los objetos en la realidad. Las abrasiones de Vctor Hugo Irazabal

Humberto Valdivieso..................................................................................................................6
Hackeo de cuentas o Vietnam ciberntico?

Fernando Nez Noda ............................................................................................................10


Con los hackers se pierde ms que una simple clave de acceso

William Pea ............................................................................................................................12 PRE-TEXTOS


Por una democracia de comunicaciones libres, plurales y descentralizadas

Antonio Pasquali ......................................................................................................................16


Mapa de la situacin de los medios privados en Venezuela

Rafael Quiones ......................................................................................................................22


Mediaciones contextuales: un bosquejo de la crisis de la comunicacin en Venezuela y sus implicaciones en la constitucin de las audiencias

Daisy DAmario ........................................................................................................................32 TEMA CENTRAL


Los medios comunitarios en Venezuela: presencia, conictos y retos actuales

Orlando Villalobos Finol ..........................................................................................................38


Redes sociales y medios digitales: alternativa comunicacional en Venezuela?

Raisa Urribarr ..........................................................................................................................46


Sobre el anteproyecto de ley de comunicacin del poder popular

Ricardo Antela Garrido ............................................................................................................54


El rol de los medios de comunicacin masivos en la implementacin de una poltica de promocin de la convivencia y de la prevencin del delito

Luis Cedeo ..............................................................................................................................58


El submundo que se maneja desde un carro

Isoliett Iglesias ..........................................................................................................................64


Los anegados -ensayo fotogrco-

Leo Ramrez..............................................................................................................................70 ESTUDIOS


La risa del ministro Izarra ante las cifras de violencia en Venezuela. Una propuesta de anlisis de discurso

Yorelis Acosta............................................................................................................................78
Venezuela 1999-2009. Retrocesos para la gobernabilidad democrtica y la libertad de prensa

Andrs Caizlez ......................................................................................................................88


Desafos de los medios de comunicacin impresos venezolanos. Transparencia, pluralidad y participacin

Elsa Cecilia Pia / Andrs Caizlez ........................................................................................96


INFORMACIONES VITRINA ENTREVISTA
La relacin entre prensa y poder debe ser conictiva

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ngel Zambrano Cobo ..........................................................................................................116

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Presentacin

Galera de Papel. Augusto Marcano. Bodegones urbanos: Buenos Aires, Argentina. Serie Dispara sin plvora.

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FRACTURAS
o hemos dicho muchas veces, digmoslo una vez ms: el pas est viviendo una situacin-lmite. Para donde miremos, en vez de mejorar en muchos ndices de vida, vamos hacia atrs. Cuando creamos superados ciertos problemas, estos se agravan ms y ms. Desde la polarizacin poltica que vive el pas, la conictualidad en la que se ha tornado el debate poltico y que de seguro se acentuar ms en la medida que nos aproximemos a octubre del ao 2012 debido al proceso electoral, hasta el deterioro creciente de los ms mnimos servicios pblicos Estamos entonces en presencia de un pas que se est cayendo a pedazos y que de seguir por esa va no habr suciente pega loca para empatar los trozos esparcidos por aqu y por all. Para que tengamos una idea de lo que estamos expresando, citemos una esplndida imagen (esplendida por la analoga que ella contiene, pero grave por la descripcin que nos ofrece an en trminos literarios) del venezolano Antonio Lpez Ortega: El pas es una embarcacin de madera que para avanzar quema como combustible su propia madera. Llegar un momento en que no habr embarcacin y caeremos todos al agua, como nufragos de un bote que ya nadie recuerda. Y luego, Lpez Ortega se hace estas preguntas: ser que para recobrar un mnimo de sensatez hace falta acumular ms y ms deterioro? ser que para pensar en trminos realmente pblicos hace falta primero destrozar al pas? De ah el ttulo de esta ltima entrega del ao 2011 de Comunicacin: Fracturas. El ttulo es bien expresivo de cmo estamos viendo al pas no slo en los mbitos de la comunicacin y la cultura, sino en lo que esos vocablos expresan a la hora de simbolizar la Venezuela del presente y cmo esta Venezuela-hoy se nos est escapando de las manos. Porque la cultura es un proceso de produccin simblica y la comunicacin es la expresin-dilogo-convivencia social de ese proceso. En ese sentido, culturalmente y comunicacionalmente el pas y su gente cambi pero no para mejor, sino para peor. No tenemos la certeza si los cambios que se han producido en nuestras vidas constituyen el ltimo eslabn para luego avanzar hacia delante. De lo que s tenemos seguridad es, como apunta Umberto Eco, que hemos ido a pasos de cangrejo; es decir, hacia atrs y que la historia de los pasos hacia atrs no se detienen aqu. Esperemos que eso ltimo no sea cierto. Cules son esas fracturas en la Venezuela del presente? El nmero se nos presenta en tres bloques temticos tratando de dar cuenta de ciertas y determinadas realidades. En primer lugar, los trabajos que conforman la seccin Pre-textos ofrecen un diagnstico acerca de la realidad de los massmedia del presente y la conclusin a la que se llega es que urgentemente requerimos de una genuina democracia en las comunicaciones, libres de cualquier atadura y, sobre todo, plurales y descentralizadas. Por su

parte, el conjunto de ensayos de la seccin Tema Central conforma el segundo bloque: por un lado, una reexin crtica y a la vez de reconocimiento de la presencia de los medios comunitarios y/o alternativos. Se nos habla de los retos actuales de este tercer sector de medios, se analiza el mundo de la comunicacin digital que puede ser una alternativa comunicacional y se hace una lectura crtica acerca del anteproyecto de ley de comunicacin del poder popular; desde otra perspectiva aparece el tema de la inseguridad y el rol que pueden y deben cumplir los medios de comunicacin en apoyo a una poltica de prevencin. Este tema que en todos los estudios de opinin pblica aparece, junto con el desempleo, como un problema grave que afecta a todos, se cierra con un par de crnicas, una sobre el submundo que hoy representan las crceles en Venezuela y que tuvo como colofn los sucesos de El Rodeo y una crnica fotogrca titulada Los anegados como expresin extrema de una realidad. Finalmente, las secciones Estudios y Entrevista nos presentan el ltimo bloque temtico. Los trabajos contenidos all resultan una excelente sntesis de los anteriores aportes. El tema de la gobernabilidad democrtica y la libertad de prensa; la transparencia, pluralidad y participacin de los medios impresos venezolanos y un estudio-investigacin acerca de la comparecencia del ministro de Comunicacin e Informacin Andrs Izarra y del socilogo Roberto Briceo analizando, ante las cmaras de CNN, la violencia y la inseguridad en el pas. No debemos cerrar este nmero sin hacer referencia a la exposicin de nuestro asesor grco y Premio Nacional de Artes Plsticas Vctor Hugo Irazbal: Abrasiones, Lavapuntos. El propio Vctor Hugo expresaba, en relacin a su nuevo trabajo, que Yo quiero convocar los opuestos y ponerlos a convivir, y as lo vimos y lo vivimos desde la revista. Y para cerrar esta Presentacin, recordar al pensador Edward E. Said quien nos ofreca hace un buen tiempo una gran reexin sobre el papel de los intelectuales, sobre la duda como privilegio y en ese sentido queremos traerla a colacin como expresin recordatoria de lo que tenemos y podemos hacer para cerrar las fracturas del presente: Los intelectuales son de su tiempo, estn inmersos en la poltica de masas de las representaciones encarnadas por la industria de la informacin o los medios, y nicamente estn en condiciones de ofrecer resistencia a dichas representaciones poniendo en tela de juicio las imgenes, los discursos ociales y las justicaciones del poder vehiculadas por unos medios cada vez ms poderosos y no slo por los medios, sino tambin por lneas completas de pensamiento que mantienen el statu quo y hacen que los problemas actuales sean contemplados desde una perspectiva aceptable y sancionada , ofreciendo lo que Mills denomina visiones desenmascaradas o alternativas, en las que, por todos los medios a su alcance, el intelectual trata de decir la verdad. Que as sea!

Galera de Papel. Augusto Marcano. Bodegones urbanos: Buenos Aires, Argentina. Serie Dispara sin plvora.

agenda pblica

Galera de Papel. Augusto Marcano. Bodegones urbanos: Buenos Aires, Argentina. Serie Dispara sin plvora.

La realidad en los objetos y los objetos en la realidad. Las abrasiones de Vctor Hugo Irazabal
Humberto Valdivieso 6

Hackeo de cuentas o Vietnam ciberntico?


Fernando Nez Noda
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Con los hackers se pierde ms que una simple clave de acceso


William Pea 12

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agenda pblica

Las abrasiones de Vctor Hugo Irazbal

La realidad en los objetos y los objetos en la realidad


Yo quiero convocar los opuestos y ponerlos a convivir Vctor Hugo Irazbal

El espritu no est en el Yo, sino entre Yo y T Martn Buber

Vctor Hugo Irazbal se nos hizo presente en el mes de julio de este ao con una exposicin titulada Abrasiones, Lavapuntos y una instalacin de carcter efmero elaborada con bras de Chiquichiqui de la Palma Piassaba (Attalea funifera). No son tres cosas distintas y por ello estuvieron unidas en una muestra en la Galera Parenthesis Arte Contemporneo del Centro de Arte Los Galpones.

HUMBERTO VALDIVIESO

l punto es la huella que ha quedado luego de una accin. Es el rastro primero de una voluntad expresiva ejercida sobre una supercie. Donde esta marca aparece hubo un gesto y habr una conexin, o al menos, la promesa de que sta ocurra. El instante donde es producido puede ser el inicio de una repeticin que al volver una y otra vez sobre la materia afectada produce cambios, induce a nuevas lecturas, congura nuevos paisajes. El punto, entonces, es tambin un principio de la abrasin que remite a etapas muy anteriores en el proceso creativo: el pensamiento, la meditacin o el deseo. Lo es, por igual, en los fenmenos de la naturaleza y en los usos humanos: las gotas caen del cielo y van afectando pacientemente a la roca, los dedos de los eles tocan y se deslizan sobre la imagen sagrada provocando nuevas depresiones en el volumen del objeto, la mano del artesano apoya la herramienta sobre el material elegido y la desliza hasta transformarlo, las palabras van horadando discursos anteriores y el tacto del lector desgasta en su roce las pginas de un libro. Todo gesto, no obstante, es una modicacin del espacio y una actualizacin del tiempo. La naturaleza hace su trabajo y nosotros actuamos en l; siempre con la fantasa de querer situarnos aparte cuando, en realidad, no estamos haciendo otra cosa que cumplir el mandato de la existencia: modicar, mutar, actuar. La cultura contempornea le ha otorgado nfasis a los pequeos gestos. Despus de siglos abrumados que tambin fascinados por los grandes discursos, la vida diaria cambiante, simple y com-

pleja, rutinaria ha despertado una curiosidad enorme en los artistas. Salir, convocar, provocar, invadir el mundo fuera de las instituciones se ha hecho indispensable. Nikos Papastergiadis (2008:364) en su ensayo Spatial aesthetics: rethinking the contemporary arma: Artists stretch the boundaries of their practice by dening their context and strategies in paradoxes. Museums without walls. Cities as laboratories. Living archives. Walking narratives. These slogans are now common in the art world. Pareciera que este es un fenmeno propio de las ciudades. Sin embargo, cmo se lo puede entender lejos de la conciencia urbana? cmo un artista sumergido en huellas ancestrales de la naturaleza y de nuestras culturas precolombinas es contemporneo desde esa perspectiva? cul es el lugar y el tiempo de los gestos ancestrales que el artista reclama para un imaginario del presente? Vctor Hugo Irazbal present durante el 2011 una muestra que aborda ciertos puntos de estas preguntas. Ah vimos Abrasiones, Lavapuntos y una instalacin de carcter efmero elaborada con bras de Chiqui-chiqui de la Palma Piassaba (Attalea funifera). No son tres cosas distintas y por ello estuvieron unidas en una muestra en la Galera Parenthesis Arte Contemporneo del Centro de Arte Los Galpones bajo el nombre de la primera. Sin embargo, s eran un sistema complejo, no lineal y por lo tanto asimtrico como ya es costumbre en el artista. Margarita DAmico (1987) en un texto de 1987 para el Papel Literario del diario El Nacional ya haba trazado una ruta interpretativa en este sentido sobre su trabajo:

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Dores habla de la asimetra, la desarmona, la falta de ritmo, los elementos desequilibrantes (no confundir falta de armona con desorden, aclara) que caracterizan el arte actual y los calica como nuevas no-constantes estticas. Dice que eso est bien, es normal, puesto que todo tiende hacia lo asimtrico, comenzando por la constitucin fsica y psquica del hombre, nuestro cerebro dividido en dos hemisferios, la siologa del sistema nervioso, los mecanismos de ideas y conocimientos, los dobles en la mitologa, en n, todo tiende hacia lo asimtrico. Dores sostiene que actualmente, en medio de tantos lenguajes, hay una recuperacin de lo imaginario, lo irracional, los ritos, mitos y magias. El trabajo de VHI encaja perfectamente en las reexiones de Gillo Dores sobre arte contemporneo, comenzando por lo de asimetra.

Sobre la pared blanca la composicin de puntos negros de vinilo y las bras desplegadas en distintas direcciones y densidades elaboraban un sistema complejo. Pero, como toda complejidad pensada con agudeza, es originado a partir de un principio compositivo simple: el punto y la lnea, el nodo y la red

La totalidad de lo asociado en Abrasiones, entonces, tensa muchas disquisiciones vlidas para pugnar con los problemas del arte de este siglo: indenible, sin ubicacin, desproporcionado y a veces tan invisible como cercano a la vida diaria de los seres humanos.

1. Cosmos en red
La bra de chiquichique, abundante en el Amazonas, es una sustancia que ha tomado infinidad de formas en la vida diaria de los habitantes de la selva. Ha producido objetos funcionales y expresiones dis-

cursivas. Desde siempre aliment las funciones de la vida diaria de las culturas precolombinas. Era el techo que cubra la casa de los indios de la etnia Curripaco y los lamentos de las escobas que barran el piso. Tambin el componente de las sogas usadas por los navegantes para conectar el barco con el fondo del mar y con la tierra. Es un material usualmente convertido en contenedor que recibe objetos de arriba cuando es cesta o se posa sobre la cabeza cuando es sombrero. Es una lnea y, a la vez, una multiplicacin. As lo percibimos en el mural efmero realizado por Vctor Hugo Irazbal en la muestra. Ah es un dibujo y una estructura, una red y una galaxia y, sobre todo, un espacio esttico de innitas posibilidades: no comienza y no termina; slo despliega su fuerza expresiva sin darnos seales de un lmite posible. Sobre la pared blanca la composicin de puntos negros de vinilo y las bras desplegadas en distintas direcciones y densidades elaboraban un sistema complejo. Pero, como toda complejidad pensada con agudeza, es originado a partir de un principio compositivo simple: el punto y la lnea, el nodo y la red. Dos elementos capaces de provocar muchas lecturas y rea-

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lidades. Esta estructura del mural une y envuelve. Su gestalt es tanto la del ser humano primitivo como la del contemporneo: un cosmos sin centro y en expansin tanto en el universo que habitamos como en la conciencia que nos habita. Algo aparentemente primitivo. No obstante, tiene su origen en la selva profunda y, sin embargo, pertenece naturalmente a nuestra escala de percepcin en el siglo XXI. Marshall McLuhan aclar con mucha certeza que la conciencia fragmentaria de las culturas primitivas estaba de vuelta entre nosotros desde el inicio de la era elctrica. Lo electrnico y su despliegue prodigioso en la realidad virtual ha acentuado este fenmeno. Entonces, una red, que es tambin un cosmos, se ha convertido en el espacio que reconocemos como nuestra realidad tanto como lo hacan nuestros antepasados. En esa estructura el artista ha sido capaz de volcar la realidad que l ha comprendido. Ah circula toda la experiencia que acumul en la Amazonia mientras creaba su imaginario: un mundo metafrico que promete al observador situarlo ante un sistema visual abierto. El juego compositivo de la trama de bras y puntos de vinilo adquiere, entonces, valor en la prctica simultnea de todas las relaciones que ocurren al estar expuesta: la selva y la tecnologa, la experiencia del artista y la percepcin del espectador, el vinilo y la bra, las historias recordadas en la tradicin y aquellas que suscita. Al igual que ocurre en el Amazonas y en el universo que la astrofsica nos ha develado hasta el momento: no hay en la estructura de la pieza centro alguno. Por eso, nos es dado armar que se trata de una densidad en un transcurso de expansin hacia todos lados. Es, asimismo, un instante condenado a terminar como ocurre con todos los gestos. El mural no est hecho para permanecer y, an as, todo aquello que fue capaz de relacionar en el momento de ser pensado, creado, expuesto y explorado contina por el solo hecho de haber existido.

2. Friccin expresiva
En la abrasin, tanto en su aspecto conceptual como en el tcnico, es por igual importante el resultado y el gesto. Las huellas sobre la supercie no son fenmenos distintos de las fuerzas empleadas en su creacin. El pensamiento, la intencin y el deseo que movilizan un cuerpo a lijar, limar o raspar una materia contra otra con-

tinan, inclusive, en la mirada friccionadora de quien observa el resultado nal. Asimismo, nos es dado armar que podemos valorar en la friccin, con igual estima, los lenguajes restituidos que el proceso creativo ha provocado en la accin: mitos, estticas, polticas, historias ntimas, losofas o voces literarias que vibran a la vez. La friccin expresiva as me atrevo a llamar a todo este proceso en la obra de Irazbal es una conexin mltiple de fuerzas, discursos, materiales y experiencias. La unin es importante, sin embargo, la metfora es lo realmente revelador. Porque aquello que se ha encontrado en la supercie de las piezas no est ah por naturaleza sino por elaboracin. Pero, como muchas obras de arte contemporneo, es un oxmoron tridimensional: est formado por las dos secciones de los cuadros que se extienden a los lados una junto a la otra en su tensa dicotoma entre la luz y la oscuridad, lo grco y la abstraccin, o

bien entre la lnea y el punto y las capas conceptuales y por lo tanto virtuales que son multiplicadas hacia delante y hacia atrs. Por ello, sus relaciones son envolventes. A diferencia de la gramtica lineal de la modernidad aqu tenemos una expansin de la materia que pudisemos llamar csmica y el concepto que conecta la conciencia antigua del mundo precolombino con el zeitgeist postmoderno. Para Vctor Hugo Irazbal la abrasin, conceptualmente, est relacionada con el antagonismo. Pero es que el mundo es as, la vida es as: son las circunstancias que juntan un elemento con otro y los obligan a convivir. En su obra las circunstancias no son una memoria sino un acontecer. Esto quiere decir que el detonante de esa convivencia permanece vibrando en la inestabilidad de los puntos, las manchas, las texturas, los olores y las lneas que alimentan la composicin. Aqu no hay una gramtica y tampoco una casualidad. Lo primero est ausente porque no hay un pensamiento anterior donde el artista reconozca un mandato y un orden absoluto. Pero, tampoco hay casualidad porque lo que ha llegado ah est sostenido por la experiencia del fenmeno esttico. No es el artista como individuo lo que encontramos en las abrasiones, se trata del arte como problema y comunicacin. El cuadro es una tridimensionalidad que expande en capas hacia delante y hacia atrs el sentido de su existencia: dnde comienza? dnde puede terminar? Los lmites hacia ambos lados han de extenderse hasta los tiempos mticos del

dios Amalivaca enseando a los tamanacos el arte de los primeros petroglifos, o bien, hacia el pensamiento complejo contemporneo. De las piedras del Amazonas rozando unas contra otras hacia la pintura de automviles trabajada por el artista en las obras. La abrasin, en este caso, no es una mixtura de opacidades. Es, en realidad, un juego de acoplamientos retricos y conceptuales; tambin de acciones, experiencias y emociones reunidas. La fuerza abrasiva hace transparentes las capas que han sido adjuntadas por el proceso combinado de relaciones aglomeradas unas contra otras. No tienen prevalencia, se yuxtaponen como ocurre cuando encendemos todos los layers de una imagen en los software de edicin grca.

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El trabajo cotidiano de las lavanderas a las orillas del ro es, en s mismo, un acto de transformacin de la materia: de lo seco a lo mojado, de lo sucio a lo limpio y as otras relaciones ms. Un trabajo que conlleva exprimir, estrujar, morticar la materia, golpear la piedra y sumergir en el ro entre otras cosas.

3. Puntos arrastrados en lnea


Qu ocurre en un proceso alqumico que tambin semitico cuando insertamos una materia en su opuesto? C.G. Jung (1982:99) nos dice sobre semejante encuentro que las dualidades signican, en el fondo, s y no, los opuestos incompatibles que, empero, deben mantenerse juntos si el equilibrio de la vida ha de conservarse. Por su parte, el alquimista Hermes Trimegisto, en la Tabla Esmeralda, inicia sus reexiones de la siguiente forma: Lo que est abajo es como lo que est arriba y lo que est arriba es como lo que est abajo, para hacer milagros de una sola cosa (Arola, 2008:51). Unir lo contrario es convocar un principio universal no maniesto a la simplicidad cotidiana de nuestra consciencia y nuestros sentidos. De ah que todo equilibrio sea prodigioso y todo milagro una revelacin inesperada. El artista del siglo XXI que en sus acciones desbordadas hacia todos los espacios y direcciones trabaja con elementos impensables siglos atrs contina preservando ese principio hermtico del alquimista. Vctor Hugo Irazbal no es una excepcin y Lavapuntos nos lo demuestra. El trabajo cotidiano de las lavanderas a las orillas del ro es, en s mismo, un acto de transformacin de la materia: de lo seco a lo mojado, de lo sucio a lo limpio y as otras relaciones ms. Un trabajo que conlleva exprimir, estrujar, morticar la materia, golpear la piedra y sumergir en el ro entre otras cosas. En todo ello el artista reconoce una accin cotidiana que tiene un dejo de ritual y belleza. Su intervencin provoca que todas esas relaciones

quimia, en arte, en una produccin semitica de signicados antes impensados. Insertar la larga tela de puntos en el trabajo de las lavanderas y la cmara para registrar todo lo que ocurre es suciente para que aparezca lo que hoy reconocemos como una obra. De nuevo las relaciones entre la lnea y el punto opuestos que se complementan proponen los signos de ese discurso que es la experiencia esttica. La tela une la tierra y el ro en la labor de las mujeres que la restriegan y la mueven. Tambin en la extensin de su apropiacin metafrica de los espacios al desplegarse en las mesas, las cortinas, los cubrecamas y el colador de caf del rancho junto al ro. Y de ah hasta las aguas baadas por el sol donde las indias la sumergen. Su ondulacin negra de puntos blancos sobre las aguas oscuras genera sobre la lnea del ro burbujas de aire que son, a su vez, puntos. La cmara registra con intencin y propone una mirada que es, tambin, una semiosis de lo que est ocurriendo. Se crea un nuevo signo, aparece una accin que rene elementos dispares para ofrecernos un resultado milagroso: el ro vuelve a ser mito, el trabajo de las mujeres transforma una accin cotidiana en una interpretacin, la cmara elabora la metfora de todo aquello que luego lleg a las manos del espectador en una pequea caja con el video, la tela y el catlogo. Un pequeo laboratorio alqumico para que la accin no se detuviese en el tiempo ni en el espacio. HUMBERTO VALDIVIESO Magster en Comunicacin Social. Investigador del Centro de Investigaciones Humansticas de la UCAB. Profesor del Programa de Postgrado de Comunicacin Social de la UCAB

Referencias
AROLA, R. (2008): Alquimia y religin. Los smbolos hermticos del siglo XVII. Madrid, Espaa: Siruela. DAMICO, M. (1987, noviembre 8): Duraznos al cadmio. En: El Nacional, Papel Literario. JUNG, C.G. (1982): Formaciones de lo inconsciente. Barcelona, Espaa: Paidos. PAPASTERGIADIS, N. (2008): Spatial aesthetics: rethinking the contemporary. En: Antinomies of art and culture. USA: Duke University Press.

que estn ocurriendo ah se conviertan en evento creativo. La interferencia cambia el naturalismo en obra puesto que la voluntad del que conoce, del que mira desde el laboratorio creativo que est en su experiencia vuelven esa naturaleza en al-

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agenda pblica

Hackeo de cuentas o Vietnam ciberntico?


La apropiacin indebida de cuentas de correo y Twitter ha sacudido el ciberespacio venezolano. Aqu un recuento, un entorno y un vistazo a las diversas hiptesis.

FERNANDO NEZ NODA

partir del 31 de agosto pasado empezaron a caer cuentas de Twitter (Ibeyise Pacheco, Eduardo Semtei, Radar de los Barrios, Berenice Gmez la bicha, Julio Csar Pineda, Roco Sanmiguel et al). Han sido usurpadas por annimos que actan para defender la revolucin chavista, segn sus propias palabras. Literalmente robadas de sus creadores y dueos y ahora puestas en contra de esas mismas personas, transfieren al delincuente la administracin de la cuenta. Las alarmas se encendieron, los tuits se multiplicaron. Circularon las palabras hacker, cracker, lamer, pirata informtico y otras. Ha habido hashtags tipo #Hackeca, #AntiHacker, #Venezuelahackeada El vocero ms protagnico, que se hace llamar N33 (suponemos que se trata de una denominacin masnica, que contempla 33 niveles), otorg algunas entrevistas, entre ellas una a El Tiempo de Colombia en la que arm que era Alberto Federico Ravell la joya de la corona, la cuenta ms codiciada. Qu ocurri y an ocurre? la iniciativa perversa de un grupo a destajo? un movimiento endgeno ms amplio relacionado con un canal de TV del Estado? o una conspiracin digital desde el tope del rgimen chavista?

Las guerras del siglo XXI


Ya vena sonando la llamada Guerra de cuarta generacin, un trmino acuado en 1989 por el ejrcito norteamericano, que implica un nuevo tipo de enfrentamiento cuyo contendiente no es necesariamente

un Estado y en el cual los soldados pueden ser civiles. El terrorismo, los conflictos de baja intensidad (como el palestino-israel) y la guerrilla le son comunes. Para muchos, Vietnam es la primera guerra asimtrica contempornea, entre un Estado y un grupo miliciano y de resistencia civil. El 11 de septiembre de 2001 fue otro punto cenital en el enfrentamiento de grupos autonombrados y pases con ejrcitos nacionales. Obviamente, Internet es escenario de una guerra asimtrica, nueva, ideolgica en este caso, global, que est en todas partes y en ninguna. En Wikipedia en ingls se define la cyberwarfare o ciberguerra como hacking motivado polticamente para ejecutar sabotaje o espionaje. Podramos agregar para posicionar un mensaje politico, si las cuentas son difusoras como Twitter o blogs. La ciberguerra, segn defini el Pentgono en 2010, es ya de quinta generacin. Forma nueva de la confrontacin, que compromete uno de los activos ms valiosos del siglo XXI: la informacin digitalizada. El caso ms emblemtico es Anonymous, un grupo inespecfico que apunta sus acciones a corporaciones o estados, pero con una agenda de base, es decir, no centralizada ni muy jerarquizada, no circunscrita a un movimiento nico, movida por una actitud anarquista. Pero la ms telrica y global de las ciberguerras, es la que se estima habr o ya hay entre estados nacionales. Sobre todo: China contra los Estados Unidos. Hace un ao, por primera vez, los Estados Unidos advirtieron pblicamente que los

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chinos tienen una unidad de ciberguerra con expertos civiles y decenas de miles de operarios, que crean virus y perpetran entradas no autorizadas apuntadas a gobiernos y corporaciones occidentales.

Volviendo a la ciberguerra endgena


Pero el asunto se extenda. Recurdese que una cuenta de Twitter tiene una de email asociado. Si se dispone de la direccin de email se puede cambiar la clave, de modo que el asunto involucraba el hackeo de al menos dos cuentas por persona. En todos los casos, correos electrnicos que albergaban aos de trabajo, mensajera y acopio. En el caso de Radar de los Barrios, el robo del correo de Gmail permiti no slo la apropiacin (aunque temporal) de la cuenta Twitter, sino del blog en Blogger que tambin borraron. Ahora cmo ocurrieron los ataques? cmo piensa y acta un hacker? No lo s y tampoco se sabe si fue propiamente un hacker pero, en todo caso, si yo tuviese que ejecutar el trabajo empezara probablemente por no hacerlo solo. Con otras personas puede parecer que el hacker no duerme, produciendo contenido, contestando, hackeando otras cuentas. Es ms intimidatorio. La disparidad en la redaccin del supuesto unabomber digital venezolano (Can Supremo es uno de sus nombres), hace deducir que son varios. Un multibomber pues. Luego de seleccionar una lista de objetivos (opositores al chavismo, con muchos seguidores en Twitter), tratara la mayor cantidad posible de maneras de haquear (prefiero usar la denominacin semi anglicista, en vez del espaolizado jaquear) a estas inadvertidas vctimas. Lo primero es descifrar las claves. Y las fciles primero, porque obviamente son ms rpidas. Nombres propios o de fami-

La disparidad en la redaccin del supuesto unabomber digital venezolano (Can Supremo es uno de sus nombres), hace deducir que son varios. Un multibomber pues.

datos. Lo mismo puede hacerse para captar los datos de correo. Si alguno en el equipo tuviese pericia en programacin, desarrollara una falsa aplicacin asociada a Twitter, de las que parecen trabajar bajo la autorizacin del servicio de microblogging, pero slo apuntan a entrar en el perl y provocar el cambio de clave. Si la vctima es lo sucientemente poco tecnolgica, la induzco a descargar un programa gratuito que prometa hacer cualquier cosa menos su verdadero n: espiar. El spyware lee registros y, si es del tipo keylogger, incluso es capaz de registrar todo lo que se tecle. Hay, como dije, ms de una forma de ejercer el delito informtico.

Terrorismo espontneo u ocial?


La pregunta es hasta dnde est involucrado el ocialismo? Entre las personas que consult hay variadas hiptesis. Un grupo que opera en una ciudad del centro de Venezuela y no es Caracas, es uno. Gente relacionada con Mario Silva y Jorge Amorn, de La Hojilla, es otro. Coordinados por Andrs Izarra, otra. Las versiones ms conspirativas hablan de tcnicos en Cantv y Movilnet, tratando de desencriptar data que pasa por las conexiones ABA. Las ms audaces, de grupos de iranes y chinos trabajando en el Hotel El Conde o en los alrededores de la Plaza Bolvar caraquea. Y los exgenos indican que muchos ataques pudieron provenir del exterior de Venezuela. Mientras ms involucrado est el rgimen, menos mrito tcnico tienen los hackers, y ms grave sera la situacin.

liares, fechas, telfonos. Hay software que prueba combinaciones y permutaciones. Hay muchas otras formas no tecnolgicas de capturar una clave. Como aprendiz de hacker me ira de pesca, pero sin salir de una habitacin. El phishing sucede cuando se logra que un usuario visite un sitio web falso donde deja login y clave. Ocurre mucho con las estafas bancarias. Uno recibe una supuesta noticacin del banco (un movimiento extrao en su cuenta, un mantenimiento en los servidores) y le piden vericar su identidad en una pgina exacta a la del banco, excepto por el URL que casi nadie lee. All el usuario sirve en bandeja de plata sus

FERNANDO NEZ NODA Periodista venezolano. Autor de varios libros sobre el tema de Internet, redes sociales y periodismo digital.

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agenda pblica

Con los hackers se pierde ms que una simple clave de acceso


En Venezuela est de moda el hackeo de cuentas en Internet, sobre todo las que habitan en Twitter, las ms fciles, pues la mayora de los usuarios parece que usan contraseas simples de rpido descubrimiento. Y los que las tienen complicadas, caen ante la tentacin de las pginas o aplicaciones que piden datos para entregar estadsticas sobre su posicin en la red, entre ellas inuencia, penetracin, pero en el fondo lo que buscan es otra cosa.

a lucha poltica en Venezuela cruz hace bastante tiempo las fronteras hacia el mundo digital, pero en esa carrera por proyectar ideologas, pensamientos, crticas y pareceres a travs de plataformas como Twitter, Facebook, correos electrnicos y decenas de medios de comunicacin y expresin online, unos cuantos personajes pblicos del pas, han perdido muchas veces, ante el ataque de hackers, ms que slo una de sus claves de acceso. Y es que en ese mundo de polarizacin, en donde gran parte de los venezolanos estn inmersos, destacan una serie de personalidades que van desde los polticos, hasta los actores, actrices, escritores, periodistas, empresarios, entre otros, que miles de usuarios de las redes de Internet siguen por lo que pueden decir en temas

que les son anes, entre ellos la poltica, de la que nadie puede soslayarse en un pas como Venezuela, pero a los que tambin otros miles quieren defenestrar y jugarles, por lo menos, un mal rato. Y es precisamente en ese punto donde aparecen los hackers, aquellos expertos en computacin, la mayora de ellos con dones especiales en el manejo de herramientas informticas, que penetran en el interior de los equipos o cuentas de quien desean y vulneran, roban informacin y claves de sus sistemas sin mayor problema. En el caso especco de Venezuela, el hackeo de cuentas personales se ha convertido en lo que pudiera decirse una moda en los ltimos tiempos, pero ha estado enfocado mayormente en actividades polticas y en ataques a personajes que

WILLIAM PEA

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En conjunto, los ataques afectaron la lectura en 140 caracteres de ms de un milln de personas que diariamente siguen los pasos de la lista de generadores de matrices de opinin a los que le fueron hackeadas sus cuentas, entre ellos, Roco San Miguel, Leonardo Padrn y Berenice Gmez (la bicha)

de una u otra manera generan y mantienen matrices de opinin fuertes en medio de un intento gubernamental por doblegar la informacin, en todos los frentes, a su favor. En principio, los hackers que atacaban cuentas y pginas en Venezuela, violaban los sistemas de seguridad de estructuras del Gobierno, la mayora de ellos sin mayor proteccin, pero a medida que esos organismos comenzaron a blindarse y la tecnologa invadi parte de sus estructuras web, las miradas invasivas se perdieron en otros puntos y, al parecer, la estrategia reactiva del otrora vulnerable comenz a brindar sus frutos. Hoy, la mayora de los ataques son dirigidos a personalidades que en absoluto comparten la visin de pas del Gobierno actual. Y para muestra, los ataques en masa que desde hace varias semanas recibieron algunos personajes de la poltica en el pas, as como famosos en otras reas pero crticos del Gobierno; todos ellos de una corriente, la de oposicin, y con una base de seguidores considerable en las redes, especialmente Twitter. Y es que, en conjunto, los ataques afectaron la lectura en 140 caracteres de ms de un milln de personas que diariamente siguen los pasos de la lista de generadores de matrices de opinin a los que le fueron hackeadas sus cuentas, entre ellos, Roco San Miguel, Leonardo Padrn, Berenice Gmez (la bicha) y Radar de los Barrios. Pero el trabajo de los hackers, en general, y de un grupo local que se autode-

nomin N33, pro chavista, que pretende lograr su mayor hazaa hackeando la cuenta de Alberto Federico Ravell, ex director de Globovisin, y que dice actuar por cuenta propia y no pertenecer a una estrategia gubernamental para atacar cuentas de personalidades claves que se le oponen al Gobierno nacional, y que cuentan con credibilidad y seguidores a travs de los entornos sociales, no slo implica robar la clave de una cuenta y manipular sus crticas sino alterar toda la vida digital de los afectados y, en ese sentido, estn logrando su objetivo, pues varias de esas cuentas hackeadas en Twitter, por ejemplo, estn suspendidas y los miles de seguidores de esas personas prcticamente perdidos. Y es que en un entorno digital en el que cada da es ms importante difundir informacin a travs de plataformas por Internet, perder esa opcin temporal o permanentemente por cuenta de un hacker va ms all de la frustracin pues, en muchos casos, los usuarios de esas cuentas tienen aliadas varias a una misma clave y, al perder el acceso a la primera, cualquiera que haya tomado su identidad digital puede desaparecerlo de ese mundo sin mayor complicacin. Y no slo eso, sino que el efecto puede alterar su vida diaria, pues la mayora de los usuarios de Internet y de cuentas en plataformas web manejan casi siempre la misma clave para todas sus membresas y, al perder la primera prcticamente las

pierden todas. As pas con algunos de los afectados, expertos en producir informacin pero ignorantes del mundo digital y sus peligros, que no slo tenan claves de acceso por dems sencillas sino que, adems, las tenan ligadas al resto de servicios que disfrutan en Internet, como correo electrnico, entre otros. Pero eso no es todo, pues el inters de muchos de los que estn en el mundo de la web 2.0 por saber su posicin en los entornos sociales, su inuencia, penetracin en las audiencias, entre otros, tambin puede jugar en contra de la privacidad en las redes de los usuarios que permiten que sus cuentas de Twitter o Facebook pasen un ltro para probar una nueva herramienta y, en muchos casos, stas son sencillamente usurpadoras de identidad que comienzan a administrar sus claves y, en cualquier momento, las pueden vender al mejor postor o sencillamente hacer una mala jugada al incauto que les entreg sus claves de acceso. En Venezuela, el hackeo de cuentas apenas comienza y la nica forma de evitar ser una vctima est en cambiar la clave por una extraa, rara, que no combine para nada con los intereses y, lo mejor, sustituirla cada cierto tiempo. De lo contrario, la invasin de la privacidad en cualquier plataforma web, salvo algunas excepciones, est garantizada. WILLIAM PEA Periodista. Especializado en tecnologa. Tiene a su cargo la pgina de tecnologa del diario Tal Cual. Profesor del postgrado en Comunicacin Social de la UCAB.

Galera de Papel. Augusto Marcano. Bodegones urbanos: Buenos Aires, Argentina. Serie Dispara sin plvora.

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Galera de Papel. Augusto Marcano. Bodegones urbanos: Colonia de Sacramento, Uruguay. Serie Dispara sin plvora.

Por una democracia de comunicaciones libres, plurales y descentralizadas


Antonio Pasquali 16

Mapa de la situacin de los medios privados en Venezuela


Rafael Quiones 22

Mediaciones contextuales: un bosquejo de la crisis de la comunicacin en Venezuela y sus implicaciones en la constitucin de las audiencias
Daisy DAmario 30

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Por una democracia de comunicaciones libres, plurales y descentralizadas


Se trata de la intervencin del profesor e investigador Antonio Pasquali en el simposio Descentralizacin y autonomas: la fuerza del futuro, organizado por la Universidad de Carabobo, la Gobernacin del estado, el Colegio de Abogados y la Casa de la Estrella. En sus palabras Pasquali nos ofrece una reexin sobre la descentralizacin en las comunicaciones, la pluralidad de ellas y la democracia. Tres variables amenazadas en los actuales momentos. Para cerrar, el investigador present un minipln de gobierno en comunicaciones con el n de alcanzar una genuina democracia comunicativa.
quez. En la tercera edad se pueden contar sobre los dedos de las manos las certezas decantadas a lo largo de la existencia, ese manojo de principios, creencias y convicciones ya inmodicables e irrenunciables que guan como un deus ex machina todo lo que uno piensa y hace. Lo que dir del parentesco entre comunicacin y descentralizacin se fundamenta en dos de esas ideas-fuerza. La primera la condens en siete palabras, en 1945, el poeta norteamericano Archibald McLeish redactor nal del Acta Constitutiva de la Unesco, en su artculo 1, donde se arma que incumbe a la humanidad el deber, y cito, de salvaguardar la fecunda diversidad de las culturas. Slo la diversidad es fecunda; la uniformidad centralizada y controlada, el igualitarismo, degeneran pronto en incesto y esterilidad. A la diversidad debe pues considerrsele entre las mayores riquezas de la humanidad, a salvaguardar por ser su principio fecundador y reproductor: es entonces deber de todos impedir que se aplanen diversidades y se les obligue compulsivamente a converger hacia alguna entropa nal, en que todo ser indiferenciado indistinguible y amorfo, sometido a un ordenamiento nico, un verdadero n de la historia. Este primer principio me impone cooperar siempre y activamente con quienes salvaguardan un aspecto cualquiera de la diversidad que no atente contra derechos del hombre, y no me cabe la menor duda que descentralizacin y autonoma bien entendidas son excelentes polticas para

e siento muy honrado de participar en el homenaje que se le rinde hoy al expresidente Ramn J. Vels-

ANTONIO PASQUALI

salvaguardar micro-identidades diversas, legtimas estrategias de quien, an deseando cohabitar y formar nacin, persigue convivir en un mundo de diversidades todas respetables, con diferencias por conocer, donde permanezca vigorosa la frtil dialctica de lo dismil y no haya ms iluminados, resentidos o seudomesas imponiendo centralismos absolutistas. La segunda de las certezas que invoco es de origen emprico, viene de una larga observacin de la relacionalidad humana desde el ngulo de la comunicacin, y la sintetizara as: existen profundos y esenciales paralelismos entre el modo de comunicamos y nuestra manera de convivir, de ser animales polticos. Somos entes sociales por la manera como nos comunicamos: todo hegemonismo comunicacional, por ejemplo, genera sociedades cerradas y sometidas, todo pluralismo en comunicaciones, sociedades abiertas entre seres dotados de igual dignidad; todo cambio de patrn en comunicaciones determina cambios socio-polticos. Un viraje de importancia se est produciendo en estos aos a escala mundial: la humanidad ha ingresado a una era caracterizada por el abandono acelerado, tanto en comunicaciones como en poltica, de los esquemas centralistas e irradiantes remplazndolos dondequiera que sea posible por esquemas mallados, multipoint o de red; dicho en poltico, a una era que ya no tolera tiranos eternizados en el poder ni monopolios en comunicaciones, y exige hasta en regiones del mundo que se crean estancadas el advenimiento de regmenes democrticos. Les ruego conservar en memoria hasta el nal estas dos imgenes: por un lado, la de un solo centro que irradia hacia la periferia sin ree-

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jos o retornos, como un astro o como la radiotelevisin, y por otro la de una red como las de pescar, en la que ningn nudo es ms importante que otro y todos se comunican con todos. En sectores vitales del convivir, estamos abandonando aceleradamente las estructuras irradiantes de un solo foco central para remplazarlas con ms democrticas redes: ste es el cambio de patrn de nuestra poca, y el paradigma de ese patrn es Internet. Cuesta un poco entender este cambio epocal en una Venezuela que navega a contracorriente, destruyendo lo poco que haba de red, de autnomo, de federativo, de descentralizado, para retrocedernos a los poderes omnmodos de un irradiante y centralizador rey sol; pero es cuestin de tiempo, la irrefragable y universal tendencia a emigrar a redes acabar tarde o temprano con el ltimo medio de comunicacin y el ltimo gobernante old fashioned, con los ltimos acaparadores del poder poltico y del comunicante, remplazndolos por un convivir mallado, pluralista, descentralizado sin anarquas y respetuoso de las diversidades. El economista Jeremy Rifkin acert en estos aos dos grandes profecas: a) muchas actividades humanas hoy centralizadas se irn rpidamente descentralizando a imagen y semejanza de la red Internet, y b) el nuevo motor del mundo ser la empata, la solidaridad inteligente entre diversos, fundada en una balanceada descentralizacin de poderes, en un vigoroso y ordenado pluralismo. El concepto de smart grid o red inteligente se est imponiendo por doquier: en cosa de decenios, por ejemplo, las gigantescas centrales productoras de energa sern remplazadas por millones de micro-productores ecolgicos que se comprarn o vendern

Les ruego conservar en memoria hasta el nal estas dos imgenes: por un lado, la de un solo centro que irradia hacia la periferia sin reejos o retornos, como un astro o como la radiotelevisin, y por otro la de una red como las de pescar, en la que ningn nudo es ms importante que otro y todos se comunican con todos.

el supervit, y exactamente lo mismo suceder con las gigantescas agencias de prensa de 30 millones de palabras diarias que tanto han hecho para regimentarnos y acabar con la diversidad de opiniones: sern desplazadas por miles de micro generadores independientes de informacin diversicada. Ocho pases dueos de un centenar de parques elicos mar afuera en el Mar del Norte (estn generando 64 mil MW y planean producir 300 mil en 2030, el 28% del consumo de la entera Europa), acaban de decidir la instalacin de 6 mil 200 km. de electroductos submarinos para mallarlo todo y permitir que las elicas con buen viento surtan de energa las zonas donde el viento amain. Wikipedia, al comienzo recibida con cierta condescendencia, hoy con 16 millones de artculos en 270 idiomas y un millardo de visitas al mes, es el flgido ejemplo de lo que qued bautizado como common knowledge, social intelligence o construccin social del saber en red; un usuario baja de la malla un fragmento de saber, otro sube un conocimiento nuevo para uso de la en-

tera humanidad; as es la red, as ser la descentralizacin en la produccin, almacenamiento y transmisin del saber, escuela inclusive, as ser la nueva democracia. Todo esto por obra y gracia de una nueva tecnologa que est felizmente acabando con ochenta aos de radiotelevisin ontolgicamente oligrquica y dictatorial, devolviendo a cada ser humano antes degradado a mudo receptor su plena capacidad de emitir mensajes dirigidos a uno o a millones. Tras ochenta aos de comunicaciones incomunicantes, esta sorprendente hiper-democratizacin o hiperdescentralizacin del emitir y del comunicar, que ha explotado en un uso desmedido de twitter y facebook, ha multiplicado 113 veces la cantidad de saber acumulada por la humanidad! Y es slo la punta del iceberg, se asegura; la humanidad dispone anualmente de mil millardos de horas libres, una parcela mnima de ese tiempo dedicada a una sistemtica construccin colectiva del saber (sin dejar de lado por supuesto el aporte del superdotado y del genio) producir cambios dramticos en el humano devenir y har prcticamente imposibles las dictaduras. He mezclado adrede ejemplos comunicacionales con econmicos y polticos para subrayar el viraje global en las formas del convivir suscitado por nuevos cdigos y tecnologas pluralistas y descentralizadores, un viraje que asegurar a plazo el denitivo asentamiento de la democracia en el mundo, as de sencillo. De haber querido ser ms breves, hubiese bastado recordar los recientes acontecimientos polticos de Egipto, Tnez, Yemen y Siria: ellos pusieron en evidencia la estrecha inherencia entre inter-comunicaciones dialogales, fciles e ilimita-

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das, y exigencias de una sociedad igual de abierta, esto es, democrtica. Esta segunda y doble certeza de un histrico cambio de paradigma en la fenomenologa de los poderes, del centralismo irradiante y autocrtico a su democrtico reparto en malla o red, me impone luchar contra cualquier intento anti-histrico de recrear formas extemporneas de hegemona centralizada, y cooperar siempre y activamente con quienes persiguen descentralizar poderes sin segundas intenciones, dentro de una lgica de la empata, la solidaridad y la democracia.

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Con base en lo anterior, esbocemos un mini-diagnstico de las comunicaciones nacionales por su coeciente de descentralizacin; l nos permitir entrever el escenario de una nueva, ms libre y plural comunicacin social para el da que volvamos a ser un pas democrtico. La historia nacional del impreso es, con alguna excepcin, una historia de liberalismo y pluralismo sucientes. Hubo y hay prensa generalista, especializada, nacional, regional y local, de partidos, confesiones y minoras, bien distribuda en la geografa nacional. De los medios radioelctricos no puede decirse lo mismo; desde su temprana aparicin (fugazmente en 1926, de manera estable desde 1930), y pese a la ley Pocaterra de 1940, abundantemente incumplida, la poltica de concesiones que en ella se calicaba de excepcional se vuelve la regla, institucionalizando una hegemona comercial radiotelevisiva que durante ms de sesenta aos fue propietaria de facto del espectro, impuso ministros de comunicaciones, control votos y Comisiones de Medios en el Congreso, evadi castigos y multas, exigi el engavetamiento de proyectos de cambio como Ratelve, import en exceso programas chatarra, no prest servicios universales por llegar tan solo donde haba oyentes-consumidores, y accedi a que entraran nuevas emisoras al mercado si eran ms de lo mismo. Ese poder hegemnico lleg incluso a congelar por casi una dcada el empleo en Venezuela de la Frecuencia Modulada, e impidi por unos seis aos que ingresaran al mercado aparatos de control remoto de la TV, para que los usuarios no zapearan ni silenciaran los mensajes publicitarios. Sus relaciones con los gobiernos fueron del modelo do ut des: hegemonismo co-

Ese poder hegemnico lleg incluso a congelar por casi una dcada el empleo en Venezuela de la Frecuencia Modulada, e impidi por unos seis aos que ingresaran al mercado aparatos de control remoto de la TV, para que los usuarios no zapearan ni silenciaran los mensajes publicitarios.

municacional a cambio de condescendencia poltica. Hoy da, tras la infausta experiencia chavista en comunicaciones, muchos radio-teledifusores privados de la poca reconocen haberse excedido, y algunos han llegado a armar que, efectivamente, hara falta la existencia de un servicio pblico no-gubernamental. El temprano advenimiento en 1952 de la TV, que durante casi cuatro dcadas se redujo en los hechos al duopolio canal 2/canal 4, fortaleci incluso dicha hegemona por un agigantamiento de la variable econmica: desde los aos 60, Venezuela gura en el pelotn de diez o doce pases del mundo que invierten la gran mayora de su gasto publicitario en televisin; el pasado ao la TV se qued, como siempre, con 71% del mercado, ingresando cerca de dos millardos de dlares. Entre la cada de Prez y el advenimiento de Chvez ese poder hegemnico, envalentonado, hizo literalmente de todo para ridiculizar y demoler el sistema democrtico, y cuando se le hizo evidente que el producto de su campaa era un Chvez de peligrosos proyectos, se volte la casaca, se auto-asign la conduccin poltica del pas y lo condujo a los hechos de abril de 2002. En los comienzos del rgimen chavista, las esperanzas de democratizacin del espectro y de un mejoramiento de la programacin apenas duraron semanas; muy pronto constat el pas que el propsito fundamental del Gobierno era tan mezquino como remplazar la vieja hegemona comercial por una propia de corte poltico, substituyendo cuas de jabones y comida chatarra por cuas de intoxicacin ideolgica, denitivamente ms in-

digestas. Desde 2002 se inici adems un sistemtico acoso a los medios que seguan ejerciendo la libertad de comunicar, el cual ha producido hasta diciembre pasado mil 777 atentados a la libertad de expresin mayoritariamente de origen gubernamental. No recordar aqu hechos recientes y archiconocidos, y con la venia de la sala me adelanto a responder una pregunta que se me formula a menudo: por qu, tras denunciar durante decenios la mala TV comercial, sali usted a defender a RCTV cuando Chvez la clausur? Respuesta: porque la RCTV de 2006 no era la misma de 1980 y mucho menos la de 2002, haba cambiado de registro; el rgimen no toler que ella subiera cerros, que considera feudos propios, con mensajes de disidencia que mantenan en vida el juego democrtico de las opiniones. En aras esta vez de la libertad de comunicar, RCTV se jug con hombra la existencia misma de una empresa que ingresaba 1,2 millardos de dlares anuales. El segundo miembro del duopolio televisivo haba claudicado ante el poder; durante el perezjimenismo ningn medio haba opuesto resistencia a la dictadura. RCTV no claudic, dio la pelea y sent un importantsimo precedente; sent el deber moral de quitarme el sombrero. Pero volvamos al diagnstico para concluirlo. El centralismo hegemnico del rgimen actual en materia de comunicaciones no es hiptesis sino doctrina ocial. Esa hegemona, por suerte, no ha cuajado. Hasta ahora su mejor logro es el de tipo destructivo, con el cierre de RCTV y de 36 emisoras ms, y el constante acoso a los medios que no se han plegado a la ideologa ocial. En el captulo logros propios el rgimen est en plena derrota: ha invertido millardos en agigantar el llamado servicio pblico, imponindole una labor de intoxicacin ideolgica ms pesada que en los pases de la ex Cortina de Hierro, con resultados desastrosos: en 2010, por ejemplo, las seis televisoras chavistas totalizaron una risible sintona del 5,1%; su colosal y brutal abuso de posicin dominante llamado cadenas presidenciales es vivido incluso por muchos chavistas como una violacin de emisora ajena y una incivil y grosera irrupcin en su libre seleccin de programas; vamos ya por 2 mil 150 cadenas en poco ms de nueve aos, a razn de 56 minutos diarios: un caso nico en la historia de la humanidad. El rgimen sabe de tales fracasos y ensaya siempre nuevas vas para saturar el dial con la voz del amo: la arremetida de las prximas semanas es triple e incluye:

1) otro insidioso procedimiento sancionatorio contra Globovisin; 2) la decisin de Cantv de ingresar al mercado de la TV paga pero sin aplicar el principio de neutralidad tambin llamado must carry, el derecho de cualquier solicitante a ser retransmitido; en efecto Cantv ya le neg tal derecho a Globovisin, y anuncia puros contenidos socialistas incluyendo una invasin de TV castrista (primer fruto del cable La Guaira/Siboney); 3) se anuncia como inminente la aprobacin por la mayora ocialista de la Asamblea de una ley de medios comunitarios y alternativos de evidentes propsitos centralizadores: las comunitarias pasaran a ser emisoras del rgimen con potencia de emisin del tipo comercial, seran enteramente nanciadas por el Estado, recibiran 50% del gasto publicitario pblico y un uso del 33% de las frecuencias, con el evidente propsito de lanzar al dial cientos de portavoces de la ideologa gubernamental que desplacen otras tantas emisoras independientes (pronto los alternativos sern ellos pronostic hace poco Chvez). Un poco ms lejos asoma el inmenso peligro de un control de contenidos de la comunicacin electrnica, que ya tiene cobertura legal tras la modicacin de la ley resorte.

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En conclusin, y por lo que se reere a la radio y la TV de importancia poltica, cultural y econmica an prioritaria en Venezuela, su historia pauta el trnsito de una hegemona a otra, de un centralismo econmico a otro ideolgico, sin tercera va.

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En conclusin, y por lo que se reere a la radio y la TV de importancia poltica, cultural y econmica an prioritaria en Venezuela, su historia pauta el trnsito de una hegemona a otra, de un centralismo econmico a otro ideolgico, sin tercera va. Una de las principales razones del fracaso de la radiotelevisin chavista reside en que sta slo supo copiar el modus operandi del previo modelo comercial cambiando apenas la mercanca ofrecida, sin imaginar siquiera que vender un ser ricos es malo es desesperadamente ms difcil que vender un seductor automvil. Siempre por falta de modelos alternativos, la oposicin tampoco navega en mejores aguas, y no se le ve diseando con nueva mentalidad las Comunicaciones del maana democrtico; varios de sus representantes ms preparados, cuando se les habla por ejemplo de servicio pblico de radiotelevisin, escuchan un poco y terminan preguntando indefectiblemente con qu se come eso. Si fusemos a analizar histricamente los sucesivos planes y promesas de los dirigentes nacionales en perodo electoral,

constataramos que ninguna fuerza poltica organizada lanz jams al debate pblico el tema Comunicaciones. La razn ya la evocamos: nadie se atreva a darle ni con el ptalo de una rosa a un cuarto poder con capacidad de ningunearlos y hundirlos; con este chantaje convive el pas prcticamente desde el nacimiento de la radiotelevisin. El drama poltico y comunicacional que hoy sufrimos nos aproxima al momento de romper tan infausto muro de silencio. En la mayora de los pases de Amrica Latina y el Caribe, las comunicaciones son problemticas a niveles manejables, o no lo son del todo, con tres excepciones: Argentina, Mxico y Venezuela, y me atrevera a decir que slo Venezuela pasar a la historia de las comunicaciones por tres inslitos hechos de naturaleza poltica y mucha relevancia: un black-aut de anunciantes que en 1959 puso de rodilla el mayor peridico del pas, los extraordinarios y complejos acontecimientos mediticos de abril 2002, y el haber dado vida a un big-brother de carne y hueso que obliga a todos sus ciudadanos a escucharlo en cadena una hora diaria. Saquemos de una buena vez la conclusin de todo eso: las Comunicaciones guran entre los protagonistas de la historia patria, ellas son nuestro primer lder de opinin y nuestro verdadero Ministerio de la Cultura Popular; es masoquista y cobarde seguir eludiendo un tema de semejante envergadura. Salir del chavismo debe representar no slo la superacin del militarismo, sino el denitivo abandono de esa estpida poltica del avestruz que mantuvo en vida sistemas de comunicacin acaparados, centralizados, conscados y de baja calidad.

Decamos que el prolongado silencio de la clase poltica ante la hegemona meditica se deba al miedo de ser desaparecidos por sta. Los invito pues, para concluir, a imaginar un entorno meditico nacional sin ese escollo, en el que dicho temor ya no tendra razn de ser porque una poderosa radiotelevisin de servicio pblico y no-gubernamental, una suerte de BBC a la criolla, estara bajo obligacin estatutaria de practicar una poltica de trato igual, la llamada par condicio, con todas las fuerzas polticas, religiones, estamentos, profesiones, minoras e ideologas, sin listas negras como las que siempre hubo. Una radiotelevisin concebida como Servicio Pblico no-gubernamental, una genuina ONG sometida a elevadas normas de calidad: he ah una de las soluciones y la gran dicultad a la vez, porque la parte miope del sector comercial ve en ella un competidor que la obligara a invertir en ms calidad, y los gobiernos una manera de perder su control propagandstico sobre emisoras que siempre han considerado de gobierno. Sera realmente dramtico que la democracia postchavista restaurara ese impasse, mantuviera el statu quo sin insuar vida a aquella comunicacin libre y plural que exige el artculo 58 de la Constitucin. Pidamos pues a la MUD y a todas las fuerzas democrticas del pas que en la presente coyuntura el tema Comunicaciones sea ventilado y discutido pblicamente: la nueva Venezuela necesitar cual oxgeno un entorno comunicacional novedoso, expresin y motor de una nueva democracia, mallado, progresista y tecnolgicamente actualizado. Por las implicaciones sealadas al comienzo entre Comunicaciones y Convivencia o modelo poltico, nos corresponde asegurar al pas, a la libertad venidera, sistemas comunicacionales que en lugar de facilitarle la vida a dictaduras y hegemonas generen anticuerpos y sean manantiales de democracia, lo que requiere el abandono de todos los esquemas centralizados e irradiantes y su remplazo por esquemas mallados, capaces de redistribuir entre entidades perifricas, organismos plurales y ciudadanos el poder de emisin ayer y hoy hegemnicamente acaparado. Atrevmonos a imaginar una nueva democracia entre cuyos pronunciamientos iniciales guren los siguientes: La inmediata supresin de la ley resorte (una jerigonza de estupideces para justicar su artculo 10, que concede al autcrata exigir cadena cuando se le antoje) y asimismo de todas las

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modicaciones del Cdigo Penal, resoluciones, decretos y providencias que atentan contra la libre comunicacin. La inmediata devolucin a sus concesionarios del uso de las frecuencias incautadas y de los bienes que les fueran sustrados. La reduccin de las cadenas presidenciales a los casos de excepcin y conmocin nacional previstos en la Constitucin, y al saludo presidencial de n de ao. El restablecimiento en el mbito de los medios comunitarios-alternativos (hoy preponderantemente chavistas) de una real independencia de todos los poderes y del principio constitucional del pluralismo poltico y cultural. El aseguramiento jurdico (como ya es el caso en Chile, Holanda y prximamente en Costa Rica) de la neutralidad de la Red y de su libertad de contenidos sin censuras previas conforme a la Constitucin, a n de acelerar la conversin del pas en sociedad de la informacin y del conocimiento hoy detenida. La reduccin de las incumbencias de

Conatel a las estrictamente tcnicas, y la creacin de un organismo paralelo que coordine aspectos estructurales y cualitativos de todas las comunicaciones radioelctricas y electrnicas y cree un clima de slido entendimiento y cooperacin entre los servicios de comunicacin pblicos, privados y comunitarios. La creacin sin demoras de un Servicio Pblico Nacional de Radiotelevisin conforme a criterios mundialmente consagrados como son: su universalidad, continuidad, versatilidad y adecuacin, su carcter no-gubernamental y su conduccin por una autoridad independiente. El criterio de versatilidad comprendera: a) la prestacin de servicios diversicados a cada estrato socio-cultural de la poblacin y b) la descentralizacin poltico-territorial del servicio mismo. El servicio pblico emitira en efecto una porcin de programas de cobertura nacional y, durante varias horas del da, otra porcin cuya produccin y emisin sera descentralizada a centros regionales ubicados, pongamos por ejemplo, en Cu-

man, Ciudad Bolvar, Valencia, Maracaibo y Mrida. Grandes y bien equipados centros de produccin y transmisin cubriran desde all con programacin regional su respectiva macro-regin, y en ocasiones al entero pas, asegurando as que una parte de la programacin uya como nunca lo hizo antes, de la periferia al centro. Les dejo este miniplan de gobierno en Comunicaciones para sus reexiones y comentarios. Nota: Intervencin de ANTONIO PASQUALI en el simposio Descentralizacin y autonomas: la fuerza del futuro, UC y Gobernacin Carabobo; Colegio de Abogados y Casa de la Estrella, Valencia, el 06 de julio de 2011.

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Mapa de la situacin de los medios privados en la Venezuela actual


El presente artculo es la presentacin sumaria de un mapa del estado de los medios de comunicacin del sector privado/comercial en la Venezuela de estos ltimos aos. El trabajo abarca la prensa, la televisin y la radio por regin, el nmero de medios y las inversiones captadas por los mismos.

RAFAEL QUIONES

on el pecado original de repetir un lugar comn en la discusin sobre comunicacin en los ltimos aos, la situacin de los medios de comunicacin en Venezuela ha cambiado radicalmente en el ltimo lustro. La entrada de los medios de comunicacin con posiciones polticas claramente denidas tanto desde el mbito del Estado como de los medios privados, dibuj una dinmica en que dichos medios abandonaban el papel pasivo que durante dcadas desempearon como actores polticos en el juego democrtico venezolano y pasaron a un papel abiertamente activo dentro de la actual polarizacin socio-poltica. Este cambio no slo implic modicaciones en el tono y apertura de las lneas editoriales de cada uno de los medios desde su anidad ideolgica, sino igualmente modicaciones en la inversin y cobertura de los diferentes tipos de medio en la esfera privada de las comunicaciones. La polarizacin poltica llev a una postura selectiva, por parte del Estado, sobre cules medios y sus correspondientes editoriales eran el target para que la publicidad ocial, la cual representa un segmento signicativo de la inversin publicitaria que captan los medios privados, pudiese ser trasmitida. De manera parecida, el conicto socio-poltico que experimenta nuestro pas hace selectivo cuales instrumentos de regulacin estatal de los medios se aplica con mayor rigor a determinados medios en contraste a pares que no sufren el mismo acoso por parte del sector ocialista de la sociedad venezo-

lana, notndose procesos de coaccin y desestimulacin productiva desde el Estado en orientacin a determinados medios. Lo anterior nos sirve para introducir al lector en el presente artculo que intenta esbozar un mapa del estado de los medios de comunicacin a nivel global en Venezuela en los ltimos aos. El trabajo abarca la prensa, la televisin y la radio por regin, el nmero de medios cifrados en cada categora y las inversiones captadas por los mismos en los ltimos aos.

1. Televisin
La televisin sigue siendo el medio que capitaliza mayor uso por parte de la poblacin venezolana como tambin de la inversin en materia de publicidad. La seal de los diferentes medios cubre cerca del 97% del territorio nacional y penetra 98% de los hogares del pas (Universal McCann), donde ms de dos tercios de los hogares poseen dos o ms televisores. En seal abierta existen cuatro canales de cobertura nacional: Venevisin, Televn, TVES y Venezolana de Televisin. Igualmente existen dos canales de cobertura nacional limitada: Globovisin y Meridiano Televisin. En contraste, existen cuarenta emisoras regionales que compiten entre s frente a las emisoras nacionales y sus pares por sus segmentos de rating a nivel regional. Desde 2006 las televisoras regionales han buscado agruparse en alianzas estratgicas con sus pares a n de compartir in-

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formacin y programacin en general adems de hacer ms efectiva la rentabilidad por publicidad, de ellos destaca la creacin de un canal por televisin paga Televisin Regional (TVR) que agrupa Global TV, TAM, TRT, TVO y TVS; y la creacin de dos grupos regionales, el Grupo Nacional de Televisin y el Circuito Venezolano de Televisin Nacional (CVTN), el primero compuesto por el Canal 21 (Tchira), NTV Televisin, OMC Televisin, Mira TV, Telellano, Total TV, Trujillo TV y Universal Televisin; mientras que CVTN est conformado por Contac TV, Jerga Visin, Nautavisin, DAT TV, TV Familia, TV Proclamacin, Somos TV, V + TV, Sol Televisin, Olmpica Televisin, Telesol, Atel TV y Telecolor. Para el cuarto trimestre del ao 2009, Conatel estima que haba en el pas 2 millones 165 mil 787 Bs.F abonados a la televisin por suscripcin, implicando un nivel de penetracin por hogar entre 32,09% y 49,6%. Para principios del 2009 existan 51 empresas que prestaban servicios de televisin por suscripcin, siendo las principales aquellas que atienden alrededor del 95% de los suscriptores: Directv (43%), Inter (32%), Net Uno (10%), Supercable (7%) y Movistar TV Digital (3%). El 13 de diciembre de 2006 el canal Telesur anuncia la adquisicin del canal CMT, la cual se hace efectiva desde el 9 de febrero de 2007, cuando ste ltimo desaparece dndole paso al primero. En concesiones, en materia de televisin abierta, para 1998 unas 29 concesiones se haban emitido para la televisin comercial (93,55% del total general) y dos para la televisin pblica (6,45% del total general). Entre 1999 y 2009 se otorgaron, en cifras de Conatel, 38 para medios privados comerciales (48,10% del total general), junto con 37 concesiones en televisin abierta para televisoras comunitarias (46,84% del total general) y cuatro para la televisora de carcter gubernamental (5,06% del total general). En sumatoria, para el 2009 se haban concedido 69 concesiones de televisin abierta a medios privados comerciales, 37 para

La regin centro-occidental del pas cuenta entre sus televisoras a Promar TV como el canal de mayor cobertura y tecnologa de la regin, siendo el canal ocial del equipo de beisbol de los Cardenales de Lara. El canal larense cuenta con uno de los mejores equipos periodsticos de la regin, al igual que los derechos exclusivos para cubrir los actos religiosos relacionados con la procesin de la Divina Pastora.

medios comunitarios y seis para medios gubernamentales. Segn cifras de Conatel, de los 65 concesionarios privados de TV, slo 58% actualizaron sus datos para renovar su concesin frente a 42% que no lo hizo. En materia de concesiones de TV privada, 77% de 198 concesionarios actualiz sus datos para renovar su concesin frente a 23% que no lo hizo. An cuando la proporcin de concesiones (canales) es de 77-23%, la proporcin resulta 58-42% en relacin a los concesionarios, distinguindose adems que existen 65 concesionarios y 198 estaciones. Varios concesionarios tienen mltiples estaciones (repetidoras) y cada una puede presentar situaciones diferentes de permisologa. En cuanto a televisin por suscripcin. Conatel presume que de los operadores por suscripcin, 165 estn habilitados para la distribucin del servicio (aproximadamente 50% del total general) frente

a unos 163 operadores que son presuntos infractores, cerca igualmente de 50% del total general de los operadores. En distribucin geogrca, cabe destacar las principales televisoras regionales dentro del pas. En la regin central, excluyendo los canales de alcance nacional como Venevisin y Venezolana de Televisin, se encuentran NCTV, canal carabobeo con una seal abierta que abarca los estados de Carabobo, Aragua, Cojedes, Falcn, Miranda y algunos lugares de Caracas a travs de la frecuencia 36 UHF y la plantilla de radio operadora como NetUno. Otra planta de la regin es la Televisora Informativa del Centro (TIC) fundada en octubre del 2003, que se ve en Aragua, Carabobo, Cojedes y Gurico a travs de los canales 3 (a travs de las seales Inter y NetUno) y 24 en seal abierta. La Televisora Regional de Venezuela, que comenz sus labores a nales del 2004, transmite en los estados Aragua, Carabobo, Gurico y Cojedes, con una programacin 100% propia. Dat Studios Production and Television, creada en 1999 es otro canal de la regin central del pas a travs de la seal abierta 30 UHF que alcanza todo el territorio nacional va satlite. Para nalizar con la regin central, TVS canal arageo de televisin cuyo principal accionista es la familia Sindoni, cuya seal opera desde 1994, a travs de la seal abierta 60 UHF y los canales 43 y 34 de los servicios de cableoperadoras. La regin centro-occidental del pas cuenta entre sus televisoras a Promar TV como el canal de mayor cobertura y tecnologa de la regin, siendo el canal ocial del equipo de beisbol de los Cardenales de Lara. El canal larense cuenta con uno de los mejores equipos periodsticos de la regin, al igual que los derechos exclusivos para cubrir los actos religiosos relacionados con la procesin de la Divina Pastora. Promar TV tiene presencia a travs de Intercable y Directv por el canal TVR, por lo cual atraviesa las fronteras regionales, siendo por derecho propio el principal canal de la regin Centro-Occidental de Venezuela.

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La televisin zuliana, en contraste, tiene con sus medios una gran variedad en su oferta al televidente regional. Nios Cantores, canal regional, que comienza sus actividades en 1987, y actualmente transmite por el canal 11 de seal abierta, 69 de Intercable y 11 de NetUno. Por su parte, desde 1991, Zuliana de Televisin se transmite en seal abierta del canal 30 UHF a los estados Zulia, Tchira, Mrida, Trujillo y Falcn, con una programacin variada pluralista dentro de los tiempos de polarizacin poltica en que se viven. Para 1995 nace Televisa, que en seal abierta aparece en los canales 7, 9 y 43 VHF para la regin zuliana. Por ltimo, Atel Americana se transmite por el canal 115 de Directv, desde el ao 2003, presumiendo alcanzar a unas 350 ciudades del pas y ms de treinta pases. En los andes, la televisora regional de Telebocon funciona en Trujillo desde 1978, enviando su seal a Trujillo, Barinas, Portuguesa, Cojedes, Apure, parte de la regin fronteriza colombiana y algunos municipios de Mrida, Zulia y Lara. Canal de una organizacin sin nes de lucro que transmite programas eminentemente culturales, se considera la primera escuela de televisin comunitaria del pas. Otro canal destacado de la regin es la Televisora Andina de Mrida (TAM) que opera desde 1982 y llega a 700 mil personas en el estado Mrida gracias a estar aliado a TVR (circuito regional de televisoras que se transmite por va satlite). Como cierre, la Televisora Regional del Tchira funciona desde 1989 en la regin, saliendo en los canales 2 y 6 de seal abierta y por cableoperadoras como Intercable y NetUno, enfocando su programacin en eventos culturales de carcter regional. En los llanos, destaca Telellano, asentado en el estado Barinas y cuya seal se transmite por el canal 41 en seal abierta para los principales municipios del estado desde el ao 2002. En Gurico tiene su sede TV Llano, cuya seal se transmite por el canal 25 de seal abierta as como por el 42 de la operadora Inter en la regin, vindose la seal en todo el estado Gurico. En Apure se encuentra Contac TV, que se ve por seal libre dentro de la capital del estado San Fernando, adems de parte de Gurico, Amazonas y varias zonas de Barinas; en esta ltima por cable. Programacin de corte religioso segn palabras de los directivos de la empresa que aspiran convertirlo en el primer canal cristiano de Venezuela. Otro canal de signicacin es la Televisora Regional de Portuguesa,

En los andes, la televisora regional de Telebocon funciona en Trujillo desde 1978, enviando su seal a Trujillo, Barinas, Portuguesa, Cojedes, Apure, parte de la regin fronteriza colombiana y algunos municipios de Mrida, Zulia y Lara. Canal de una organizacin sin nes de lucro que transmite programas eminentemente culturales, se considera la primera escuela de televisin comunitaria del pas.

En la regin guayanesa, una de sus principales televisoras est en Puerto Ordaz, TV Guayana, que desde 1993 funciona como seal abierta a travs de los canales 12 y 13, llevando su programacin a las principales ciudades de Bolvar, Monagas, Delta Amacuro y Anzotegui. Esta televisora forma parte del grupo que maneja El Correo del Caron, que se constituye como principal proveedor de los titulares informativos de sus programas noticiosos. Por su parte, la televisora regional BolvarVisin se incorpor recientemente al grupo editorial que maneja El Luchador, cuya seal llega principalmente a Puerto Ordaz. Otro medio de tradicin en la regin es Amavisin, canal que se enfoca en contenidos formativos y culturales, cuya sede y funcionamiento reside en Puerto Ayacucho, estado Amazonas, desde el ao 1984.

2. Radio
Denido como medio-individuo, la radio es quizs el medio ms popular en el escenario de medios. Prcticamente no existe un hogar, un vehculo o una persona que no tenga acceso a un amplio abanico de estaciones radiales. Los mensajes crean imgenes mentales en el oyente, lo cual le imprime un alto valor comunicacional. En el pas existen unas seiscientas emisoras la gran mayora comerciales de las cuales, dos terceras partes transmiten en Frecuencia Modulada (FM). Adicionalmente, en los ltimos aos han hecho su aparicin numerosas emisoras comunitarias (aproximadamente 250 operan con autorizacin del Estado y un nmero indeterminado sin ella) cuyas frecuencias de transmisin, en algunos casos, intereren con la de emisoras comerciales. El medio tambin se ha visto afectado por el cierre o limitacin de potencia de transmisin, de unas 35 radioemisoras (Circuito CNB y otras). Medio dinmico y exible, la radio ha incorporado a su programacin las redes sociales Twitter, Facebook, etctera imprimindole un carcter interactivo y actual. Algunas de las caractersticas de la audiencia de la radio reseadas en el informe TGI Venezuela Waves I y II son que 53,1% de la poblacin oye radio regularmente; de esos oyentes observamos 36,4% con edades comprendidas entre los 12 y los 25 aos. De la poblacin total de oyentes, 47,8% son hombres y 52,2% son mujeres; 20% de los oyentes totales pertenecen a los estratos A, B y C, y el res-

que desde el 2005 es la mejor emisora regional del estado Portuguesa, adems de las regiones de Acarigua y Araure. En el mismo estado se sintoniza tambin las seales de Universal Televisin y Regional Acarigua, as como Guanavisin y Tuyavisin. Igualmente, en este estado llega en buena parte de sus regiones la programacin de Proma, canal bandera del estado Lara. En la regin oriental destaca como pionero desde 1989 Telecaribe, canal ocial del equipo de beisbol de la regin Los Bravos, cuya seal, gracias a la presencia de las cableras, llegua a Porlamar, Cuman, Carpano, Puerto La Cruz, Boca de Uchire y Puerto Pritu. Otra alternativa para la regin desde 1992, es la Televisora de Oriente (TVO), canal nororiental del pas cuya seal alcanza al estado Anzotegui (canal 5 y 13), Monagas (canal 32), Sucre y Nueva Esparta (canal 8), Miranda y Gurico. TVO concentra sus principales centros televisivos en Puerto La Cruz y Maturn, est ltimo en el estado Monagas. En 2003 surge Prisma Televisin, al aire por medio del canal 10 UHF/VHF, siendo su punto de cobertura principal la ciudad de Cuman del estado Sucre. En 2008 nace Isla TV, canal del estado Nueva Esparta que transmite a su estado sede, y a los estados Sucre, Delta Amacuro y Anzotegui.

tante 80% a los estratos D y E. Se observa que 54,66% de los radioescuchas oyen radio en casa de 6:00 am a 9:00 am, donde de este grupo 15,76% escucha entre 2:30 y 3 horas de radio. En radio, las diez categoras en que ms se invirti en publicidad en el ao 2009 fueron: 1. Entidades econmicas. 2. Telecomunicaciones. 3. Productos medicinales. 4. Prendas de vestir. 5. Diversin y espectculos. 6. Transporte y turismo. 7. Materiales y maquinarias. 8. Organismos ociales. 9. Vehculos y artculos. 10. Comestibles. La mayora de las cifras disponibles sobre emisoras de radio reejan emisoras monitoreadas por IVP: 30 en Caracas (12 FM, 18 AM), y 24 en el interior (12 en Carabobo-Aragua y 12 en Zulia), dejando unas 546 emisoras sin reportar su inversin publicitaria. Buena parte de las emisoras forman parte o estn agrupadas en circuitos, siendo los principales los que sealamos en el cuadro 1. Otros 32 circuitos ms pequeos, en su conjunto, agrupan a 110 emisoras comerciales (Fuente: Gua Radial de Venezuela). Adicionalmente, otros dos circuitos agrupan a un signicativo grupo de emisoras no comerciales, Radio Fe y Alegra Noticias, con doce emisoras, y la Corporacin Venezolana de Radiodifusin, que agrupa a ms de 85 emisoras (Radio Nacional de Venezuela, YVKE Mundial y Radio del Sur). La Cmara de Radio estableci que la inversin media en radio a nivel nacional, en las 399 emisoras (251 FM y 148 AM) inscritas en la Cmara para el 2009, alcanz un monto aproximado, para ese ao, de Bs.F 600 millones. Se utiliza este valor como referencia para compararlo con los clculos de estimacin de inversin. En materia de actualizacin de datos, 95 de los concesionarios AM privados (53% del total general) actualizaron sus datos frente a 83 concesionarios (47% del total general) que no lo hicieron. En materia de concesiones AM privadas, Conatel registr que 98 concesiones fueron actualizadas para su renovacin (53% del total) frente a 86 concesiones que no lo hicieron (47% del total). En cuanto a concesionarios de FM privados, 281 (65% del total general) s actualiz sus datos para su renovacin, mientras que 150 (35%) no lo hizo en el

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En cuanto a concesiones FM privadas, 318 concesiones s actualizaron sus datos dentro de los parmetros estatales (67% del total general) frente a 154 concesiones (33% del total general) que no actualizaron segn las reglas establecidas por el Estado.

marco de las regulaciones del Estado. En cuanto a concesiones FM privadas, 318 concesiones s actualizaron sus datos dentro de los parmetros estatales (67% del total general) frente a 154 concesiones (33% del total general) que no actualizaron

segn las reglas establecidas por el Estado. En distribucin regional, una zona importante es el centro de Venezuela por reunir la mayor cantidad de empresas del pas en materia de radiodifusin, lo que conlleva el eje Maracay-Valencia (estados Aragua y Carabobo respectivamente). En Aragua es referencia la emisora Show 106.7 FM, mientras que en Carabobo Bonchona 107.1 es una de las emisoras ms escuchadas con msica latina y ritmos venezolanos. Tambin en la misma zona se encuentra Buensima 103.3 (dirigido al pblico entre doce y 35 aos de edad), Max 92.9 y Cosmopolitan 107.9. El circuito Alianza es una alternativa para escuchas de Maracay y Valencia desde el ao 2004 cuando inici operaciones con Radio Ciudad 88.5 FM, actualmente incluyendo las estaciones La Calle (98.9 FM), 98.5 FM en San Juan de los Morros y otras aliadas en Puerto La Cruz, Valencia y Guarenas. Otra seal signicativa es Autntica 107.5 FM, que se mantiene

Cuadro 1
CIRCUITO CIRCUITO KYS CIRCUITO X CNB FM CENTER / FIESTA / LA ROMNTICA PLANETA RUMBERA SISTEMA CON RADIAL TRIPLE F UNIN RADIO / MEGA / ONDA / XITOS OTROS CIRCUITOS RESTO DE LOS OPERADORES Total general CIRCUITO ALFA OMEGA AM CENTER CADENA STEREO RADIO CARACAS RADIO RADIO CONTINENTE RADIO VENEZUELA RED FE Y ALEGRA SATELITAL RUMBOS UNIN RADIO OTROS CIRCUITOS RESTO DE LOS OPERADORES Total general EMISORAS 9 15 10 39 13 23 10 22 40 80 177 438 EMISORAS 7 15 6 5 8 11 4 5 8 26 93 188 PORCENTAJE 2% 4% 2% 9% 3% 5% 2% 5% 9% 18% 41% 100% PORCENTAJE 4% 8% 3% 3% 4% 6% 2% 3% 4% 14% 49% 100%

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integrada a la corporacin RR (grupo multi-meditico regional) desde hace cinco aos. Es la estacin ocial de los Tigres de Aragua cuya seal llega a todo el estado Aragua, adems de zonas de Carabobo y Miranda. Por ltimo, Activa 93.1 FM, su seal llega a los estados Carabobo y Aragua. Tocando la regin centro-occidental del pas, se debe hablar de Radio Minuto tanto FM (eje Barquisimeto-Cabudare y Acarigua-Araure) como AM (todo el estado Lara, Portuguesa y Yaracuy). En frecuencia modulada cabe destacar Sabora 94.1 del circuito nacional FM Center y Lder 94.1, que pertenece a la cadena del mismo nombre. En Falcn existe un cuadro de emisoras en la pennsula de Paraguan, habiendo unas diez emisoras de las que sobresalen por tradicin y cobertura J 98.5 FM, Jet 95.3 FM y la joven Frecuencia Musical 104.1 FM, con un ao de historia. En la banda AM de la regin falconiana, las de mayor tradicin y fortaleza son Ondas de los Mdanos 660, Punto Fijo 940, Paraguan 880 y Caribe 1.150. En la regin zuliana, tomando en cuenta el problema de la gran proliferacin de emisoras ilegales, existe una muy conocida emisora, la de la Organizacin Higuera Miranda. En FM estn las opciones de Sabor 106.5 (programacin tropical latina para todo el pblico), Col 105.9 (que transmite desde la Costa Oriental del Lago), y Sper 93.5 (dirigidas a las regiones occidentales del estado). En la banda AM, el grupo Higuera Miranda cuenta con dos de las empresas ms longevas de la regin: Reloj 1.300, que forma parte del circuito nacional de Deportes de Unin Radio y Popular 700, una de las primeras en la capital zuliana desde el ao 1937. En AM tambin son famosas Perij 540 y Libertad en Cabimas. Al mencionar un gigante como Unin Radio, cabe destacar la emisora Teleuno 97.1 FM que forma parte de la cadena Actualidad; la radio 99.7 FM es parte del circuito La Mega y, completan la parrilla, 89.7 FM (xitos) y 95.5 (Onda). Para nalizar con la regin zuliana, la emisora OK 101.5 FM, Fabulosa Estreo 94.7 FM, Metrpolis 103.9 FM y Power 92.9 FM. En la regin andina, por sus caractersticas montaosas, la radio es muy popular, destacndose en AM emisoras como Tchira 1.000, San Sebastin 960, y Ecos de Torbes, todos de San Cristbal. En la ciudad de Mrida sobresale Mrida 1.490, mientras que en Trujillo tiene fuerte sintona Valera 1.230 y Simpata 1.410. El Circuito Lder es fuerte en la re-

En formato estndar o tabloide existen en el pas unas cien publicaciones peridicas dentro del rubro prensa: 95 diarias y cinco de frecuencia semanal. El peridico de mayor circulacin certicada es el ltimas Noticias, del grupo empresarial Capriles, con un promedio de circulacin cercano a los 200 mil ejemplares.

gin, haciendo coberturas de las Ferias del Sol y San Sebastin, siendo sus estaciones Romance 93.1 FM en Mrida, 99.5 San Cristbal, la Lder 92.3 FM (Mrida), 92.7 FM (San Cristbal), 101.1 FM en el Viga y 94.9 FM en Barquisimeto, junto con Activa 95.3 FM y 103.5 FM en Mrida y 101.3 FM en San Cristbal. En la ciudad de Mrida se escuchan xitos 100.9 FM con 65% de share en los estratos A, B y C de la ciudad. Otra opcin es CDR 98.7 FM, con programas de informacin y opinin. En Trujillo las once emisoras privadas pertenecen al gremio CVIR, siendo las ms destacadas en FM: Superior 88.3, Sper K 94.3, nica 99.9 y Tiempo 91.5 en la regin de Valera. Otras fuertes en la regin son Fascinacin 105.9 en Tchira y Meridea 95.3 FM en Mrida. En oriente, el binomio urbano Barcelona-Puerto La Cruz es donde se concentra la mayor parte de la actividad radial de la zona. Unin Radio como red de emisoras mantiene una representacin para sus emisoras xitos 95.3 FM, Onda 97.3 FM, La Mega 100.3 FM, Deportes 870 AM y Actualidad 640 AM, que llegan a los estados Sucre, Monagas Anzotegui y parte de Nueva Esparta. En Puerto La Cruz, Ultra Stereo 104.9 FM y Plaza 92.7 FM, son un par de estaciones con ms de veinte aos en el aire. La primera forma parte del circuito Rumba, transmitiendo ritmos latinos; la segunda ms enfocada en el tono romntico e ntimo. En Nueva Esparta destaca Sper Streo 98.1 FM orientada al pblico adulto contemporneo, con una

seal que alcanza Nueva Esparta, Sucre, Anzotegui, norte de Monagas e Islas del Caribe, y algunas reas de Miranda y el Distrito Capital. En 2010 continu en funciones News 103.5 FM, pertenecientes al grupo RG, dueos tambin del peridico Nueva Prensa de Oriente, uno de los ms ledos de Puerto La Cruz. Completan el cuadro de emisoras orientales: Solar 101.5 FM, Yes 103.5 FM, Caribe 102.7 FM, Lasser 97.7 FM y Marina 103.7 FM. La regin guayanesa se caracteriza por amplias distancias donde el potencial de transmisin de las emisoras es clave. En la actualidad sigue siendo una referencia en la zona el circuito Rumba, que tiene su casa matriz en Guayana 98.1 FM, en Puerto Ordaz y llega a gran parte del estado Bolvar, sur de Monagas y Delta Amacuro. Rumba est integrada adicionalmente por Barquisimeto 100.1 FM, Maturn 98.9 FM, Margarita 104.3 FM, Puerto La Cruz 104.9 FM y en Caracas, Planeta 105 FM. El Grupo Unin Radio tambin tiene sus seales asociadas en el Sur, con Onda 103.5 FM y Angostura Radio Noticias 1.110 AM. Otra opcin importante es el Circuito Norte-Sur formado por varias emisoras locales con diferentes estilos: Pentagrama 107.3 FM y Radio Sur 700 AM en Ciudad Guayana, Alegre 101.5 en Puerto Ordaz, Candela 101.7 FM en Ciudad Bolvar. Otras seales son Turstica 92.7 FM en Puerto Ordaz y Turstica 92.5 FM en Guasipati.

3. Prensa
En formato estndar o tabloide existen en el pas unas cien publicaciones peridicas dentro del rubro prensa: 95 diarias y cinco de frecuencia semanal. El peridico de mayor circulacin certicada es el ltimas Noticias, del grupo empresarial Capriles, con un promedio de circulacin cercano a los 200 mil ejemplares. Segn el informe TGI Venezuela, Waves I y II, 2009, de lunes a sbado 56,5% de la poblacin es lectora habitual de peridicos, donde 58,1% de los hombres y 56% de las mujeres lee peridico. Igualmente dentro de los estratos socioeconmicos, 76,7% de los estratos A y B leen peridico, el C 59,1%, el D 59,6% y el E 53,28%. Cabe destacar que en el mismo informe el porcentaje de poblacin que lee prensa desciende ligeramente los domingos a 47,17% al igual que otras variables como que 46% de los lectores de peridicos dedica entre treinta minutos y una hora a la prensa, 30% menos de treinta mi-

nutos y 9% ms de una hora. Cabe destacar que 46% tiende a leer dos o ms publicaciones. An cuando la prensa sigue siendo el segundo medio en inversin publicitaria, ha venido perdiendo participacin y, por ende, tiene menos inversin en los ltimos aos. Para 2009, las diez categoras en que ms se invirti en publicidad fueron: 1. Medios de comunicacin. 2. Entidades econmicas. 3. Diversiones y espectculos. 4. Gobierno bolivariano. 5. Telecomunicaciones. 6. Cultura y educacin. 7. Bienes inmuebles. 8. Bebidas. 9. Vehculos y artculos. 10. Artculos del hogar. Los diarios de provincia suelen tener tarifas ms bajas que llegan a veces hasta 50% en contraste a los peridicos principales de circulacin nacional. Para efectos de calcular la inversin total, la tarifa de los 52 diarios de provincia no reportados, se estima un 50% del de los diarios de provincias reportados. Segn esto, la inversin en prensa sera la siguiente para el 2009: 1. Peridicos principales y otros peridicos nacionales (once diarios): Bs.F 800 millones 731 mil 671. 2. Peridicos de provincia y semanarios (89 ttulos): Bs.F 880 millones 327 mil 193. 3. Total inversin en prensa: Bs.F 1.681.058.864. Tomando en cuenta la prensa regional y omitiendo los grandes medios a nivel nacional, comenzamos nuestro periplo con la regin central del pas con sus principales peridicos en la regin de Aragua y Carabobo. El diario El Siglo, con un tiraje de 75 mil ejemplares de lunes a sbado y 100 mil los domingos distribuidos en la regin central, Caracas y otros puntos del pas (especialmente en Gurico). En Aragua tenemos El Periodiquito cuyas reas de distribucin son Caracas, Carabobo, Gurico y Apure, con un tiraje 45 mil ejemplares. El Carabobeo cuya sede est en el estado Carabobo, tiene un tiraje promedio de 65 mil ejemplares que alcanzan toda la regin central y la ciudad de Caracas. Notitarde, segundo peridico de circulacin nacional, tiene presencia en Carabobo, Cojedes, Falcn, Aragua, Miranda, Distrito Capital y Yaracuy, con 84 mil 866 ejemplares. En la regin centro-occidental destacan

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Los llanos, en contraste con otras regiones del pas, si bien cuentan con una gran variedad de peridicos, la cantidad limitada de anunciantes hace que el alcance de stos sea bastante reducida en comparacin a sus pares de otras regiones.

los siguientes medios impresos: El Impulso, con ms de 106 aos de existencia, sigue liderando la circulacin en la regin con 39 mil ejemplares de venta neta todos los das de semana y ms de 68 mil los domingos. Le sigue El Informador, que ha logrado cierto liderazgo en la regin centro-occidental (Lara, Portuguesa, Barinas y Yaracuy) y que para el ao 2010 arrojaba las siguientes cifras: 54 mil ejemplares de ventas de lunes a viernes y 65 mil los nes de semana. El incremento promedio de poco ms de 33 mil ejemplares diarios en 2009 a casi 37 mil en 2010, ha evidenciado el crecimiento de La Prensa Diario de Lara que hoy se distribuye en 95% de todo el estado Lara, cuya lectura se dirige a los estratos C, D y E de la sociedad larense. Igualmente, en el estado Falcn el Diario de la Maana sigue fortaleciendo su lectora, incrementando su circulacin y sus puntos de venta, hasta llegar a 34 mil ejemplares diarios y la incorporacin de una nueva rotativa en el ao 2009. En la regin zuliana, donde las zonas principales de lectora son Maracaibo, San Francisco y la Costa Oriental del Lago, lideran los siguientes elementos de prensa regional: Panorama, diario lder de la regin zuliana que en Maracaibo, en particular, tiene un tiraje de 110 mil ejemplares de lunes a sbado y de 130 mil los domingos, con una distribucin que abarca los estados Zulia, Tchira, Mrida, Trujillo, Lara, Falcn, Barinas, Portuguesa, Cojedes, Yaracuy, Carabobo, Aragua, Miranda y Distrito Capital. El Regional del Zulia, con treinta aos cumplidos es el nico peridico que se edita en la costa Oriental del Lago de Maracaibo, con una circulacin promedio de 64 mil

ejemplares diarios, siendo el segundo diario impreso de la regin, con una importante presencia en los estados Falcn, Lara y Trujillo. La Verdad, otro de los impresos del estado Zulia, tiene una circulacin promedio de 45 mil ejemplares de lunes a sbado y los domingos supera los 60 mil peridicos vendidos. Mi Diario, otro diario zuliano de relevancia, que sin cifras ociales de tiraje, se mantiene con una fuerte presencia en la entidad por medio de suplementos dirigidos a las distintas audiencias del conglomerado poblacional zuliano. Por ltimo, Versin Final que con apenas dos aos en el mercado, se ha hecho de una posicin respetable de la torta de mercado de medios locales: una circulacin diaria de 50 mil ejemplares. En la regin andina, Mrida, Tchira y Trujillo son el epicentro de una poblacin activa que exige mantenerse informada y en constante demanda de ms y mejores medios. Entre los mismos destacan el diario El Tiempo, con 53 aos de existencia y situado en la ciudad de Valera, con un tiraje de 40 mil ejemplares y con una distribucin que cubre todo el estado Trujillo y parte de los estados Zulia, Mrida, Lara y Portuguesa. En la misma onda, Diario Frontera, con 32 aos de existencia, se distribuye en Mrida, el Sur del Lago de Maracaibo, la Panamericana y Caracas, con un tiraje en constante crecimiento. Con casi dos dcadas de trayectoria, el Diario de los Andes diferencia sus productos segn sus pblicos a travs de cuatro ediciones zonicadas: Trujillo, Tchira, Mrida y el Viga-Panamericana, lo que les ha permitido alcanzar los mil 250 puntos de venta. Pico Bolvar es un diario en formato tabloide que en apenas siete aos de circulacin ha logrado cierta guracin en el estado Mrida, conquistando 60% del mercado merideo, con 50% de recordacin de la marca, imprimindose 35 mil ejemplares diarios que se distribuyen en los 25 municipios del estado, as como en sectores fronterizos de Zulia, Tchira y Trujillo, donde el peridico cuenta con corresponsalas. Los llanos, en contraste con otras regiones del pas, si bien cuentan con una gran variedad de peridicos, la cantidad limitada de anunciantes hace que el alcance de stos sea bastante reducida en comparacin a sus pares de otras regiones. La plyade de peridicos regionales tiene entre sus las al diario De Frente y al Diario de los Llanos, este ltimo fundado en el ao 2000 se consigue en Barinas y en algunas zonas de Apure y Tchira. Otro impreso

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de signicacin es La Antena que desde hace 17 aos se publica en San Juan de los Morros y es considerado el primer diario de la regin, atendiendo a Gurico, Apure y Aragua. En el mismo Gurico destacan El Nacionalista, la Prensa del Llano y el Diario de Gurico, mientras que en Cojedes, el ms antiguo de la entidad Las Noticias de Cojedes y La Opinin son los diarios lderes del estado. Desde 2003, el grupo que posee La Antena tambin edita Visin Apurea, publicacin dedicada exclusivamente a los lectores de ese estado, aunque el diario ABC de Apure es el ms antiguo, con 17 aos de existencia. En Apure se leen tambin el Sol de Apure, Pregn regional y El Republicano. En otra zona, en Portuguesa, se anota ltima Hora con 33 aos de vida orientados a los lectores de los estratos medios y altos de la regin, as como el Peridico de Occidente que circula en todo el estado y en partes de Barinas, Lara y Trujillo. Otros peridicos de la regin de Acarigua son El Regional de Acarigua, De Frente y Canta Claro, mientras que en Guanare se produce El Occidente. En oriente los diarios compiten codo a codo por la preferencia de los lectores. Entre ellos y con 52 aos de existencia, el diario El Tiempo mantiene su liderazgo en Anzotegui, con una circulacin de 75 mil ejemplares de lunes a sbado y los domingos de 85 mil ejemplares. Despus de su relanzamiento grco en 2009, el Sol de Margarita consolida su liderazgo en la regin oriental, especcamente en Margarita. Fundado en 1972, el Sol de Maturn es un tabloide en blanco y negro de 48 pginas en un solo cuerpo, que al cierre del 2010 ha incrementando sus ventas en 30%, en zonas no slo del estado Monagas sino tambin de Delta Amacuro. Con problemas en la adquisicin de materias primas, el diario El Norte tiene su fuente de distribucin en Anzotegui y Nueva Esparta con ms de mil 200 puntos de venta en los 21 municipios de Anzotegui y la totalidad de la regin insular. La Nueva Prensa de Oriente ha sabido ganarse a la lectora, sumando al grupo al tabloide Hora Cero el cual ha roto rcord al ser lder de lectura en la zona, imprimindose 45 mil ejemplares diarios en su regin de inuencia. El sur guayans, por tener una serie de complejidades geogrcas que separan en gran medida las poblaciones humanas que en ella habitan, requiere de nuevas estrategias para la produccin y distribucin de noticias impresas en la regin. Cada impreso tiene una serie de reas de inuen-

Meridiano, el peridico deportivo ms antiguo del pas, (...) con cuarenta aos de existencia en el mercado, tiene un promedio de 192 mil ejemplares enfocados en el fantico deportivo venezolano, y 71% del tiraje diario se hace en las regiones del interior del pas

cia que difcilmente llegan a tocar toda la regin guayanesa. Por ejemplo, el diario El Luchador cumpli ms de 105 aos, aumentando con los aos de 32 a 40 sus pginas, con un tiraje diario de 10 mil ejemplares distribuidos por el estado Bolvar y algunas ciudades de Anzotegui, como Soledad y El Tigre, con esfuerzos por aumentar su presencia en el municipio Caron del estado Bolvar. Desde Ciudad Bolvar, El Expreso es un diario que ha logrado un tiraje de 17 mil 500 ejemplares y tiene ms de cuarenta aos de existencia. En el estado Bolvar tambin circula el Correo de Caron con un tiraje actual de 55 mil ejemplares, reconocido como una escuela de comunicacin en la regin. La Nueva Prensa de Guayana, rotativo que cubre los estados Bolvar y Delta Amacuro, cumpli doce aos de labor, con una rotacin de 50 mil ejemplares diarios, siendo muy popular en los estratos D y E, donde se concentra 79% de su lectora. Para nalizar este artculo, haremos un breve recuento de los principales medios impresos a nivel nacional, su tiraje y evolucin en los ltimos aos. El primero en la lista es el diario ltimas Noticias, un peridico que fundamenta su xito en la llegada que tiene entre la poblacin de menores recursos econmicos, con 70% de su circulacin quedndose en Caracas y 30% que se distribuye en el resto del pas, donde el tabloide goza de ediciones especiales dirigidas para los estados Vargas, las zonas arageas de los Valles del Tuy y una cuarta dirigida a las poblaciones de Guarenas y Guatire. Los diarios El Mundo Economa & Negocios y el diario Lder conforman el resto de la oferta, ambos saliendo en formato tabloide. La

cadena Capriles es la responsable de la salida de los tres diarios. ltimas Noticias coloca 145 mil ejemplares en la Gran Caracas y 30 mil en el resto del pas, mientras que El Mundo tiene una produccin diaria entre 10 mil y 12 mil ejemplares; por su parte Lder, especializado en deportes, tiene alrededor de 40 mil ejemplares en circulacin, siendo su base la ciudad capital pero an con buenos nmeros en los andes y en la regin central del pas. Dentro del universo de los impresos, el Bloque de Armas demuestra que pisa fuerte. Es la editora del diario Meridiano, el peridico deportivo ms antiguo del pas que sale en tres versiones: una dirigida a los andes, Zulia, Occidente y Oriente, otra que circula por el centro del pas y una tercera exclusiva para la Gran Caracas. Con cuarenta aos de existencia en el mercado, tiene un promedio de 192 mil ejemplares enfocados en el fantico deportivo venezolano, y 71% del tiraje diario se hace en las regiones del interior del pas. El otro peridico del Bloque que circula en todo el pas es el 2001. Se imprime en formato estndar, con una circulacin de 71.000 ejemplares por da. Un actor importante de la escena meditica es El Universal; con ms de 102 aos de vida se dan todas las reas de periodismo dentro de sus pginas. Si bien su informacin est dedicada a todo el pas, su apuesta fuerte es en la ciudad de Carcas, teniendo un cuerpo exclusivo sobre las problemticas que se originan en la ciudad capital. Luego de Caracas, El Universal tiene una alta cobertura en ciudades como Valencia, Maracay, Barcelona-Puerto La Cruz y Barquisimeto. Para nalizar con los diarios nacionales, no poda faltar uno de los grandes de la prensa de Caracas, El Nacional. Con un enfoque informativo general, el matutino circula principalmente dentro de las fronteras de la ciudad capital; es all que buena parte de sus 83 mil ejemplares de tiraje se comercializan en 4 mil 500 puntos de venta y 272 rutas de comercializacin. Su ncleo de comercio se centra en la ciudad de Caracas, mientras que en la provincia se distribuye cerca de la tercera parte de lo que imprime. Valencia, Maracay, Barquisimeto, Maracaibo, Puerto La Cruz y la zona costera de Miranda son los principales puntos de llegada, aunque no descuida el resto del pas. RAFAEL QUIONES Socilogo de la Universidad Catlica Andrs Bello. Magster en Polticas Pblicas

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de la Universidad Simn Bolivar(USB). Analista de opinin pblica de la empresa Hinterlaces.

Referencias
Comisin Nacional de Telecomunicaciones (2010): Situacin actual de los servicios de radiodifusin sonora, TV abierta y difusin por suscripcin. Gobierno Bolivariano de Venezuela, Ministerio del Poder Popular para las Obras Pblicas y Vivienda. Comit Certicador de Medios Anda Fevap (2010): Inversin Publicitaria en Venezuela 2009. Anda Fevap, Comit Certicador de Medios. Revista Producto (2011): Con nuevos bros. En: revista Producto. Venezuela: Grupo Producto C.A, Edicin 326, Febrero, pp. 48-56.

(2011): Centrados en sus audiencias. En: revista Producto. Venezuela: Grupo Producto C.A, Edicin 326, Febrero, pp. 58-62. (2011): Con orgullo zuliano. En: revista Producto. Venezuela: Grupo Producto C.A, Edicin 326, Febrero, pp. 64-67. (2011): La fuerza de los Andes. En: revista Producto. Venezuela: Grupo Producto C.A, Edicin 326, Febrero, pp. 70-74. (2011): Los llanos de hoy y siempre. En: revista Producto. Venezuela: Grupo Producto C.A, Edicin 326, Febrero, pp. 76-77. (2011): Oriente competitivo. En: revista Producto. Venezuela: Grupo Producto C.A, Edicin 326, Febrero, pp. 78-82. (2011): Unidos para reforzar el Sur. En: revista Producto. Venezuela: Grupo Producto C.A, Edicin 326, Febrero, pp. 84-88. (2011): Papeles de largo alcance. En: revista Producto. Venezuela: Grupo Producto C.A, Edicin 326, Febrero, pp. 90-94.

Galera de Papel. Augusto Marcano. Bodegones urbanos: Colonia de Sacramento, Uruguay. Serie Dispara sin plvora.

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pre-textos

Mediaciones contextuales:
un bosquejo de la crisis de la comunicacin en Venezuela y sus implicaciones en la constitucin de las audiencias
Durante estos ya casi catorce aos del proceso poltico que vive el pas, se han producido cambios objetivos en el campo de la comunicacin y se han intensicado las experiencias y aprendizajes culturales sobre los mass media. Desde esa premisa, la autora nos dice que los pblicos no slo estaran marcados por los muy importantes referentes polticos que operan en la organizacin de buena parte de la vida cotidiana venezolana, sino que el contexto histrico poltico en que ellos se han producido, y su dimensin comunicacional, han otorgado mayores grados de objetivacin y reexividad a su relacin con los medios de comunicacin.

DAISY DAMARIO

e acuerdo a una reconstruccin de la radionovela en Venezuela de Lunaidy Bentez, en los aos 40 del siglo pasado hubo una radionovela, Comedia Santa Teresa, que invit por prensa a la boda de los personajes principales como parte de la promocin que la Broadcasting Caracas realizaba del programa. Al parecer, antes del medioda de ese da, en la estacin de radio haban recibido ores, vajillas y manteles de los radioescuchas caraqueos. El pblico, segn el escritor de la radionovela a quien cita la autora, les envi regalos de boda a los novios de la Comedia porque crea en aquello les habamos transmitido un buen mensaje. Si nosotros comparamos esta credulidad y relacin de conanza entre los pblicos y los medios de comunicacin equivalente a las que muestra la reaccin de la gente a la narracin de Orson Welles sobre la invasin de los extraterrestres con las caractersticas que exhibe el pblico venezolano contemporneo, fcilmente nos damos cuenta de que, en menos de un siglo, con medios masivos como la radio y la televisin, ste ha cambiado radicalmente. Entre los mltiples ejemplos que pudieran ser citados se encuentra un agradecimiento realizado a los medios de comunicacin en una entrevista periodstica ocurrida en un reciente conicto penitenciario venezolano, y durante el cual los familiares de la poblacin penal del Rodeo II escenicaron varias protestas que obtuvieron la cobertura de distintos medios nacionales e internacionales, en contra de la intervencin gubernamental en la mencionada crcel. La entrevistada, una de los familiares que funga como vocera de

los privados de libertad que se resistan a ponerse en manos de las autoridades, y observadora de que los acuerdos alcanzados con el Gobierno se cumpliesen para nalizar el conicto, ante las cmaras de televisin y mirando a los periodistas que la rodeaban, deca: estamos muy agradecidos con ustedes, verdad? Porque sin ustedes no hubisemos logrado lo que se logr y ustedes, sin nosotras, tampoco. En un microanlisis de esta intervencin cabe destacar, en primer lugar, la idea de que sin los medios no se hubiese logrado lo que los actores sociales esperaban como un testimonio de un rgimen de visibilidad social, la visibilidad mediada (Thompson) o mediatizada, que hace cada vez ms parte de los acontecimientos sociales y polticos, de la lucha y modos de vida de las personas. Los medios permiten a la accin poltica superar los estrechos lmites de la co-presencia y de la interaccin inmediata entre los individuos para alcanzar al pblico masivo en sus diversas temporalidades: la gente hace protestas, quiere anunciar comunicados o posturas, denunciar situaciones y espera, entonces, a que los medios, sobre todo la televisin, estn all; o que stos transmitan lo que los mismos actores sociales registran con sus propios equipos de comunicacin personales. Muy frecuentemente una manifestacin social no comienza sino hasta que llegan los medios, y tambin frecuentemente los eventos o las declaraciones se interrumpen, terminan ms rpidamente o se cortan abruptamente porque los reporteros quitaron el micrfono y la cmara de la cara de la gente. Incluso los periodistas a menudo hacen el cierre de la noticia, hablando a las cmaras, sin apartarse sucientemente de la escena

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para que el evento transcurra normalmente. La comunicacin meditica impone en buena medida sus propias reglas de produccin y circulacin de mensajes a las prcticas sociales y polticas. A esa presencia cada vez ms indispensable de los medios se reere la seora cuando les agradece a los periodistas: es importante que los medios hayan estado siguiendo el conicto carcelario. En segundo lugar, hay all otra cosa importante: la seora verbaliza frente a las cmaras un agradecimiento a los medios de comunicacin, realiza un reconocimiento de/a ellos; lo que implica formas de conocimiento y reexividad social acerca de su capacidad para incidir en la realidad y hacer que determinadas cosas ocurran. Esta representacin de los medios no ha sido siempre as, en buena medida por la moderna concepcin de autonoma de los acontecimientos humanos y de los sujetos sociales: los medios no eran vistos como factores condicionantes o decisivos ni de su produccin ni de su xito; en parte porque en muchos de los siglos pasados los actores y sus eventos no esperaban ni podan contar con una presencia y cobertura meditica como las del presente y, en parte, porque la existente era concebida, ilustradamente, como la funcin de los medios de comunicacin. La seora, en cambio, tiene conciencia de que los medios inciden en la realidad. Es tambin una forma de creencia muy distinta a la de la audiencia de la radionovela: la cuestin no es ya que lo que transmitan los medios sea verdad o parte de nuestras interacciones reales normales, sino que tienen capacidad para producir acontecimientos. Se trata de una conciencia de su poder. Pero adems de esa especie de conrmacin social de la tesis de la visibilidad mediada y de la posibilidad de que este tipo de visibilidad sea clara para los propios actores sociales y no slo para los investigadores, hay otra cosa: la seora, luego de agradecer a los medios, aade que los medios sin ellas no habran logrado nada tampoco. Esto alude inicialmente para nosotros a dos cosas: a cmo

Las modalidades de distanciamiento, desmiticacin o crtica respecto de las instituciones mediticas y las realidades que stas (re)crean son un producto complejo de mediaciones sociales. As, la constitucin de las audiencias debe verse como atravesada por el conocimiento social que se acumula sobre la base de los intercambios entre receptores y medios de comunicacin

los medios cubrieron las acciones que protagonizaron los familiares de los privados de libertad, lo que implica un conocimiento de las actividades de los medios en trminos comunicacionales, de ser objeto de construccin poltico-meditica: es decir, de ser representados en los medios de una determinada manera, la del descontento, la de la protesta, la de la indignacin social, y que stas son legitimadas, as, mediticamente; y, concomitantemente, alude a que los medios tienen tambin intencionalidades autnomas tras esta construccin meditica, es decir, es un reconocimiento de que los medios tienen sus propios intereses. Ambas cosas implicaran una comprensin social sobre el comportamiento que tienen los medios de comunicacin en diversos planos. Si pensamos que la entrevistada, aunque protagonista de las noticias de los medios, es antes que nada un miembro del gran pblico, cabe preguntarse: cmo ha ocurrido este cambio de la audiencia?

cmo pasamos de una mirada naif del lugar de los medios de comunicacin en nuestras sociedades, de un modo de recepcin conada, a esta mirada, si no crtica, bastante realista de lo que hacen los medios? cmo se desarroll este sentido instrumental de la accin hacia los medios por los sujetos sociales? y, cmo, asentada en un reconocimiento de las propias lgicas de construccin de la realidad en los medios y de sus intereses? Como hemos sostenido en otra parte, hay muchas variables histricas que conuyen en ello. Casi un siglo con medios como la radio y la televisin no pasa en vano. Aunque la idea de autonoma (as sea relativa) de los sujetos de recepcin sea una premisa en la cual se asientan buena parte de los estudios sociocomunicacionales contemporneos, debe reconocerse que se trata de una condicin y capacidad que se construyen socialmente. Las modalidades de distanciamiento, desmiticacin o crtica respecto de las instituciones mediticas y las realidades que stas (re)crean son un producto complejo de mediaciones sociales. As, la constitucin de las audiencias debe verse como atravesada por el conocimiento social que se acumula sobre la base de los intercambios entre receptores y medios de comunicacin, las decepciones y alegras que stos producen, y el lugar que ocupan en nuestros patrones de socializacin y en circunstancias histricas determinadas. Por ello, aunque cuesta comprender el tipo de recepcin comunicacional y las formas de indistincin entre la realidad y la ccin meditica que realizaban nuestros antecesores que seguan la radionovela Comedia Santa Teresa, sabemos que se trata de unas audiencias distintas, que hay una ruptura en la evolucin de los pblicos derivada, entre otras cosas, de la experiencia cultural con los medios de comunicacin masivos. Y estas rupturas, cambios de la subjetividad y de las interacciones sociales, son parte de procesos de ajuste cultural, como los llama Schutz, que pueden ser vistos histricamente: las competencias culturales se desarrollan en el intercambio de signicados y en la evolucin de las es-

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tructuras sociales y comunicacionales, aunque ello no implique que sea para mejor necesariamente. Pero para comprender el nuevo conocimiento social sobre los medios de comunicacin en el caso venezolano, adems de esta progresiva (re)construccin de nuestras pautas culturales en torno a los medios de comunicacin, debe verse el actual contexto en el que la cuestin de los medios de comunicacin ha alcanzado una particular relevancia derivada de su propio lugar en las sociedades contemporneas, y de los cambios acelerados en la estructura comunicacional y en las condiciones culturales y polticas de la recepcin meditica venezolana.

El contexto: crisis de la comunicacin en Venezuela


La actual percepcin venezolana sobre los medios de comunicacin, as como las prcticas de recepcin, periodsticas y comunicacionales en general, estn constituidas o entretejidas por las condiciones y acontecimientos sociales, polticos y comunicacionales que se han sucedido en el pas luego de las elecciones de diciembre de 1998, en las que el presidente Hugo Chvez result electo por primera vez. A partir de all el pas ha vivido un perodo de intensa controversia social de la que los medios de comunicacin han sido, a un mismo tiempo, sujetos y objetos. Esta conictividad poltica suele con frecuencia ser analizada bajo la idea de la polarizacin poltica y, as entendida, servir para describir el comportamiento parcializado de los medios de comunicacin, el rol que ejerceran de hecho como actores polticos y las caractersticas de los pblicos venezolanos. El enorme desencuentro entre las posiciones chavistas y antichavistas habran marcado la actuacin de los medios de comunicacin, as como el consumo y preferencias de la audiencia venezolana, particularmente en materia informativa y de opinin. El concepto de mediacin poltica, como posicionamiento ideolgico, se hace pertinente aqu para dar cuenta de las formas en que se producen y se recepcionan los mensajes mediticos. Sin embargo, el conictivo contexto poltico-comunicacional venezolano puede ser visto ms all de los esquemas que emplean los sujetos sociales para representar la realidad venezolana y producir formas de distincin poltico-comunicacional. Est conformado no slo por las

En el contexto de la llamada antipoltica, de rechazo y desprestigio social de instituciones fundamentales de la poltica moderna venezolana (...) los medios de comunicacin haban logrado un protagonismo y una legitimidad social a lo interno de la sociedad venezolana que son puestas en cuestin por la popularidad social de un lder

ideologas o referentes polticos que operan implcita o explcitamente en los actores comunicacionales, sino ms bien por un complejo de elementos coyunturales, estructurales, discursivos y acontecimentales, que tiene un carcter externo tanto para los medios de comunicacin como para las audiencias y que, sin embargo, acta como una mediacin social fundamental del proceso comunicacional y produce a su vez otras mediaciones, como las de la propia comunicacin/recepcin poltica polarizada. Este contexto puede verse como el de una crisis o transguracin de la comunicacin masiva venezolana que implica, en s misma, una transformacin de las pautas culturales, la constitucin de los pblicos y los modos en que stos conciben a los medios de comunicacin. En este sentido, la crisis de la comunicacin en Venezuela se ha producido por lo menos sobre la base de los siguientes elementos: El primero viene dado por la tensin poltica producto del nacimiento del proyecto poltico que encabeza Chvez en un contexto en el que los medios de comunicacin eran una de las instituciones de mayor reconocimiento y credibilidad social, ante la progresiva prdida de legitimidad que haban sufrido los canales tradicionales de representacin poltica. Es decir, en el contexto de la llamada antipoltica, de rechazo y desprestigio social de instituciones fundamentales de la poltica moderna venezolana y que para algunos autores y lderes de opinin tambin fue

factor clave para la victoria de Chvez en el ao 1998, los medios de comunicacin haban logrado un protagonismo y una legitimidad social a lo interno de la sociedad venezolana que son puestas en cuestin por la popularidad social de un lder en el que, parafraseando a Bisbal, se han cifrado muchas esperanzas.9 Un tipo de liderazgo, cabe acotar, que poco tena que ver con los valores y concepciones de mundo que promovan y sobre los que se asentaban estructuralmente las empresas mediticas venezolanas. El segundo elemento es el discurso gubernamental (y su alta recepcin entre los venezolanos) en contra de los medios de comunicacin privados, y la relacin entre Chvez y los medios. Casi no hace falta decir que ha sido esta relacin una llena de impasses y de ruidos derivados diversamente tanto del comportamiento de los medios de comunicacin, como de las reacciones y expectativas gubernamentales sobre la actuacin de los medios, tanto como de la cobertura que ambas cosas han tenido entre los propios medios de comunicacin, nacionales e internacionales, pblicos y privados. Inclusive ms all del contenido sustantivo de los mismos, no cabe duda que el liderazgo de opinin que ejerce el presidente de Venezuela, su incidencia en la agenda pblica, adems de la capacidad que le es propia a los medios, han incentivado la construccin de discursos sociales en torno a la cuestin comunicacional venezolana. As mismo, el tipo de relacin que se ha establecido entre Chvez y los medios ha supuesto el desarrollo de modalidades de comunicacin meditica presidenciales, y del Gobierno en general, como tambin de parte de los medios privados, que han incidido en la interaccin de la gente con los medios, la radio y la televisin particularmente. Es decir, la circulacin de opiniones y, por tanto, la reexividad social acerca del rol de los medios de comunicacin se ha potenciado al calor de las diversas modalidades del conicto Gobierno-medios de comunicacin. El tercero es el comportamiento desarrollado por los medios de comunicacin privados en coyunturas polticas de nuestra historia reciente, las ms importantes de ellas: la del golpe de Estado de abril de 2002 y la del paro petrolero de nales de ese ao y comienzos de 2003. En ambos momentos histricos la actuacin de los medios en oposicin al Gobierno fue tan central, y cuestionada, que inclusive suelen ser reconocidos hoy como actores fundamentales antes que las propias organi-

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zaciones polticas. Por lo cual, adems de exponer fehacientemente la cuestin de la relacin Gobierno-medios de comunicacin, estas coyunturas permitieron tambin visibilizar la importancia que poseen stos en la construccin de los acontecimientos polticos y su voluntad de intervencin en el espacio poltico, no como mediadores comunicacionales sino como uno de sus actores ms relevantes. Asimismo, abril de 2002 y el paro petrolero se han convertido en incentivos principales para la transformacin de la estructura meditica del pas por parte del Gobierno venezolano, cuya inversin en polticas comunicacionales, viejos y nuevos medios pblicos de alcance nacional e internacional, se justican en gran medida en la experiencia vivida por el Gobierno en ambas coyunturas y en la necesidad de creacin de contrapesos polticocomunicacionales. El cuarto est constituido por la movilizacin de sectores y organizaciones nacionales y trasnacionales alrededor de discursos en torno a los medios de comunicacin en Venezuela. En los ltimos aos han prosperado, efectivamente, posiciones elaboradas desde circuitos de la sociedad civil, comunicacionales, intelectuales y polticos que han tendido a favorecer o a dar razones a las distintas posiciones involucradas en el conicto por lo comunicacional venezolano, en razn de la defensa de valores o ideas como la de libertad de expresin o de responsabilidad social de los medios. En algunos casos, estas diferencias obedecen a una divisin clsica entre liberales y socialistas, derecha e izquierda; en otros a la polarizacin entre chavistas y antichavistas; en otros casos, las opiniones y movilizaciones dependen ms de las coyunturas y temas especcos que estn en el debate pblico. Pero, en general, tal como ha habido una separacin, un hiato profundo entre Gobierno y medios de comunicacin privados, tambin los ha habido entre esos actores pblicos con incidencia en la construccin de matrices de opinin, que tienden bien a criticar la actuacin de los medios privados y la manipulacin meditica, bien a cuestionar el control de los medios de comunicacin por parte del Gobierno. Esta movilizacin resulta tan decisiva que la trascendencia de la cuestin comunicacional venezolana puede ser inclusive medida en el grado de atencin que concita en organizaciones de larga data como la SIP o Reporteros Sin Fronteras, en otras ms recientes como el Foro Social Mundial o la Red Voltaire, as como en el im-

pacto que ha supuesto en la constitucin de otras nuevas organizaciones en Venezuela como Espacio Pblico o el Frente Socialista de Periodistas. Las posturas y movilizaciones de estas organizaciones permiten conocer buena parte de las posiciones comunicacionales-polticas que sostienen diversos sectores de la sociedad venezolana, y en particular actores del campo de la produccin meditica, como periodistas, dueos y directivos de medios, y autoridades pblicas. El quinto es la diversicacin del consumo y la produccin meditica por el auge de la televisin paga e Internet, as como de otras tecnologas de uso personal (telefona mvil, de video y de sonido). Aunque el acceso sea un tema recurrente para pases como Venezuela, es indudable que se ha dado un cambio en la base comunicacional, en la estructura tecnolgica y en los recursos con los cuales los venezolanos cuentan hoy para comunicarse ms all de los medios o modalidades tradicionales de la prensa, la radio y la televisin. Como sealan distintas encuestas, esta diversicacin est suponiendo una dislocacin en los hbitos de consumo de las audiencias: medios como la televisin estn cediendo espacio ante el Internet y los celulares. Y, por otro lado, los cambios en el consumo tambin implican cambios al interior de estos medios, que se convierten cada vez ms en plataformas o marcas multimediticas, y en el desarrollo de la produccin comunicacional en general. Por lo cual, en la medida en que el entretenimiento meditico esto es: el entretenimiento masivo por excelencia, as como los ujos de informacin y opinin, no pasan exclusiva ni centralmente por los medios tradicionales, se transforman tambin de manera decisiva tanto la esfera pblica como la cultura meditica venezolana. Por otro lado, los nuevos medios han sido ampliamente utilizados en los ltimos aos por la sociedad venezolana para participar en el contexto ms amplio de la controversia poltico-comunicacional. Al calor de los acontecimientos polticos venezolanos, dentro de los cuales los temas sobre los medios ocupan uno de los lugares centrales, los sitios web, el blogging y el microblogging, se han convertido en espacios importantsimos para rebatir o apoyar perspectivas polticas de la comunicacin y, aun, instituciones o actores mediticos determinados; de esta manera contribuyen a extender socialmente y a intensicar la disputa por lo comunicacional venezolano.

El sexto elemento es el del nal de la concesin estatal a Radio Caracas Televisin (RCTV) sobre el espectro radioelctrico y la movilizacin social que ello produjo, tanto en contra como a favor de esta medida gubernamental de 2007. Adems de las implicaciones culturales de la salida de uno de los medios comerciales que contaba con mayor tradicin y popularidad nacionales, o precisamente por ellas, la salida de RCTV supuso una mayor visualizacin poltica del tema comunicacional para amplios sectores de los venezolanos; y que puede ser ejemplicada en la conocida contraposicin que se daba (y an se da) entre las frases no renovacin o cierre de este canal en los debates y manifestaciones pblicas en torno a RCTV. La disputa legal/poltica por la adecuada caracterizacin de la accin gubernamental en contra de este canal implic, precisamente, un reconocimiento social acerca de las relaciones entre comunicacin y poltica, el papel del Estado como propietario del espectro radioelctrico y de problemticas asociadas a la historia y funcin de los medios comerciales venezolanos. Y supuso adicionalmente, dada la continuidad de las concesiones de otros canales nacionales como Venevisin y Televen, la intensicacin de la controversia al interior del propio campo de la comunicacin comercial, especialmente de la televisin, en donde inditamente comenz a abordarse cada vez ms el papel que deben desempear los medios venezolanos y las formas de relacin con las autoridades gubernamentales y con lo poltico. Es decir, intensic el debate de las empresas comunicacionales y sus miembros sobre su propia actuacin y en esa misma medida su dimensin de institucin/actor social. El sptimo se reere a los cambios del sistema de medios de comunicacin venezolano, que se han dado tanto por la redistribucin estatal del espectro radioelctrico como por el surgimiento de nuevos medios pblicos, privados, comunitarios y alternativos, as como por la transformacin de las viejas instituciones mediticas. Entre el conjunto de fenmenos que conforman el contexto de la crisis de la comunicacin venezolana, los cambios que se han registrado en la propiedad, organizacin y perles fundamentales de la produccin comunicacional de estos medios, constituyen unos de los ms visibles para el gran pblico en la medida en que (a) buena parte de ellos se han registrado en el espacio audiovisual dada la salida del aire de televisoras y radios comerciales, y la entrada de otras emisoras, (b) ha

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involucrado un signicativo crecimiento de la comunicacin pblica-estatal, con expresiones en prensa, radio, televisin e Internet; y (c) ha implicado el surgimiento de televisoras y radios comunitarias, adems de otras experiencias comunicacionales, que visibilizan en los espacios locales las transformaciones de la comunicacin venezolana. De esta manera, y en conjunto con la introduccin y accesos a nuevos medios y tecnologas, la estructura comunicacional venezolana presenta signicativas diferencias con respecto a la de nales de la dcada de los 90. Estos cambios, particularmente los relativos al auge de los medios comunitarios, sobre todo desde 2002 a partir del Reglamento de radiodifusin sonora y TV abierta comunitarias de servicio pblico, sin nes de lucro, y del auge de los medios pblico-estatales desde 2003, con el surgimiento de la televisora Vive, han llevado aparejados un intenso debate sobre la propiedad y funcin de los medios de comunicacin, su autonoma e intencionalidades polticas. Y, de manera ms importante an respecto de su impacto y percepcin por parte de las audiencias venezolanas, ha supuesto tambin la aparicin de mensajes en los medios masivos, como los anticapitalistas, controversialmente distintos a los que dominan en el espacio de la comunicacin comercial venezolana y del mundo occidental en general. El octavo es el de la aparicin en Venezuela de nuevos gneros audiovisuales que circulan en la televisin y en Internet desde canales nacionales pblicos y privados y otras experiencias de realizacin de contenidos comunicacionales. Aproximadamente desde 2003 se han incrementado los programas y modalidades informativas o de opinin que estn dirigidas a tematizar la cuestin comunicacional misma y a la controversia entre los medios de comunicacin, o que desarrollan algunas estrategias y tcnicas comunicacionales para la denuncia y la confrontacin poltica, y que suponen un cambio en las reglas de construccin, del lenguaje mismo, de los mensajes mediticos. Estos espacios audiovisuales, que se caracterizan por las referencias y anlisis de los medios en competencia, la denuncia acerca del tratamiento que realizan de los hechos noticiosos, la utilizacin y repeticin de imgenes de archivo, as como la intervencin de imgenes en general, evidencia que se trata de contenidos especializados, producidos por y para la guerra comunicacional-poltica y para la lucha por

En la medida en que estos contenidos explcita o visiblemente se acogen a la polarizacin poltica como regla bsica de la produccin comunicacional, sta es tambin una dimensin del nuevo contexto de la comunicacin venezolana ampliamente reconocida por el pblico

la elaboracin o en contra de las matrices de opinin dominantes. En la medida en que estos contenidos explcita o visiblemente se acogen a la polarizacin poltica como regla bsica de la produccin comunicacional, sta es tambin una dimensin del nuevo contexto de la comunicacin venezolana ampliamente reconocida por el pblico, que permite socialmente tanto la clasicacin de los medios y sus pblicos, y determinan en buena medida la percepcin sobre su actuacin. De all la resonancia de programas como La Hojilla del canal pblico VTV, y de los micros informativos como Contacto con la realidad de este mismo canal o Aunque Ud. no lo crea, Ud. lo vio por Globovisin y No hay nada ms peligroso que la verdad de la televisora privada Globovisin. Otras variables del contexto histrico comunicacional que pueden ser aadidas es la del cambio introducido en el campo acadmico y profesional de la comunicacin por los nuevos estudios en comunicacin social de instituciones universitarias recientes como la UBV y en la Misin Sucre, adems de la alta produccin en circuitos intelectuales tradicionales y notradicionales en torno a la cuestin comunicacional venezolana. La conjuncin de estos elementos, a los que cabra sumar otros, como la formacin de profesionales de la comunicacin en nuevas instituciones universitarias pblicas, as como la alta produccin intelectual sobre los medios de comunicacin en circuitos intelectuales tradicionales y no-tradicionales venezolanos, entretejen una realidad comunicacional poltica distinta a la que contase Venezuela en 1998. Y su trascendencia radica adicionalmente

en el grado de publicidad que han alcanzado cada uno de ellos en el propio marco de la controversia sociopoltica; los medios a lo largo de estos aos frecuentemente han sido objeto de atencin, informacin o explicacin pblica, no slo por su disposicin o comportamiento en coyunturas de trascendencia histrica, sino en relacin con aspectos menos reconocibles como las tecnologas comunicacionales e Internet. Es decir, tanto por la intensidad de los cambios como por la signicacin social que han tenido muchos de ellos, la crisis de la comunicacin venezolana ha alcanzado un grado de realidad que impacta los modos en que se relacionan los pblicos con los medios y su percepcin como instituciones comunicacionales y polticas. En este sentido, no resulta extrao que la entrevistada que citramos hace algunas pginas atrs sea consciente del poder de los medios de comunicacin. E implica, tal vez, que es necesario revisar el concepto y tipologas de las mediaciones sociales.

Mediaciones contextuales
Los estudios de comunicacin en Amrica Latina en las ltimas dcadas han brindado valiosos aportes acerca de las mediaciones que tienen lugar en los procesos de recepcin comunicacional, vistas como los lugares desde los cuales los pblicos reciben/interpretan los mensajes de los medios. Ello ha ocurrido como parte de un redescubrimiento de la dimensin microsociolgica de la comunicacin social, en la que la accin de los individuos, de la audiencia, es puesta de relieve como construccin intersubjetiva. Sin embargo, como es cada vez ms reconocido, este (re)descubrimiento ha implicado una suerte de abandono de los componentes histrico-estructurales, o macros, que determinan tambin las relaciones que se establecen entre audiencias y medios. As, en el caso se suele pensar que el principal factor o, podemos decir, la principal mediacin que incide en la relacin de las audiencias venezolanas con los medios es la de la poltica polarizada entre chavistas y antichavistas, entendida como una mediacin de tipo referencial, esto es, como actitudes, recetas, posiciones ideolgicas, que actan en los individuos como bases de sus preferencias, actividades y modalidades de recepcin de los medios en general y venezolanos en particular. Nosotros estamos de acuerdo con

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este anlisis en muy buena medida porque hay un reconocimiento social amplsimo sobre la existencia de una comunicacin social polarizada que aceptan los actores expertos de la comunicacin y que visualizan claramente las audiencias venezolanas y las que participan de ella en particular. No obstante, hay otras mediaciones. Una de las ms claras entre los elementos de contexto que hemos reseado anteriormente es la mediacin tecnolgico-comunicacional, porque los cambios que introducen las tecnologas info-comunicacionales no comprometen nada ms al consumo de los nuevos medios, sino al de los medios tradicionales. La interactividad en general y en tiempo real que les caracteriza, permite o facilita formas de relacin con los medios, y tambin con otras audiencias, que inciden en el campo de la comunicacin misma, en su produccin y recepcin. Y as como el tecnolgico, otros elementos constituyen tambin mediaciones, referentes desde los cuales recepcionar y percibir a los medios de comunicacin. Sin embargo, en el caso venezolano, todos ellos establecen una mediacin ms objetiva o externa representada por el propio contexto poltico-comunicacional, que para nosotros est constituido por la conjuncin de esos diversos elementos y variables que han sufrido y originado transformaciones aceleradas en la ltima dcada. Este tipo de mediacin no es de tipo individual, no corresponde al de las condiciones o referentes intersubjetivos de la recepcin comunicacional, sino que es o se constituye como externa a los receptores y productores comunicacionales en general. Durante este perodo, en un contexto de conicto poltico, se han producido cambios objetivos en el campo de la comunicacin y se han intensicado las experiencias (y aprendizajes) culturales sobre los medios de comunicacin. Los pblicos, pues, no slo estaran marcados por los muy importantes referentes polticos que operan en la organizacin de buena parte de la vida cotidiana venezolana, incluida la produccin y recepcin meditica, sino que el contexto histrico poltico en que ellos se han producido, y su dimensin comunicacional, han otorgado mayores grados de objetivacin y reexividad a su relacin con los medios de comunicacin. DAISY DAMARIO Sociloga de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Profesora de la Escuela de Sociloga de la UCV.

Notas
1 BENTEZ, Lunaidy (1984): La radionovela venezolana: tres momentos y una muerte anunciada?. En: Comunicacin. Estudios Venezolanos de Comunicacin, n 47. Caracas: Centro Gumilla, tercer trimestre, pp. 32 y ss. 2 Alfredo Cortina citado por Lunaidy Bentez, Ibd. 3 Para una cronologa de este conicto puede verse: Marjuli Matheus, Cronologa: 27 das de crisis en El Rodeo. En: ltimas Noticias. Caracas, 13/07/2011. Direccin URL: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/sucesos/cronologia27-dias-de-crisis-en-elrodeo.aspx. 4 Entrevista a vocera de la poblacin penal de El Rodeo II, realizada en ese centro penitenciario del estado Miranda, Venezuela, el 13 de julio de 2011, recin nalizado el conicto. 5 THOMPSON, John B. (2005): La nueva visibilidad. En: Papers: Revista de Sociologa, n 78. Barcelona, pp. 11-29. Direccin URL: http://ddd.uab.es/pub/papers/02102862n78p11.pdf. 6 Aspectos centrales del presente artculo constituyen una sntesis del primer captulo de nuestro trabajo de ascenso Crisis de la comunicacin y mediaciones contextuales (Exploraciones de la percepcin social de los medios de comunicacin en Venezuela). Mimeograado. Caracas, Universidad Central de Venezuela, 2011. 7 BACALAO, Mariana (2009): Venezuela: medios de comunicacin en un contexto polarizado. Ponencia presentada en el 2do. Congreso de Investigadores Venezolanos de la Comunicacin. En sitio web: Investigadores Venezolanos de la Comunicacin (Invecom). Direccin URL: http:// www.invecom.org/eventos/2009/pdf/bacalao_m.pdf. 8 Para una revisin del concepto de mediaciones y las tipologas de las que estamos haciendo uso pueden verse los trabajos de Jess Martn-Barbero, (De los medios a las mediaciones. Barcelona, Gustavo Gili, 1987), de Guillermo Orozco, (entre otros: La audiencia frente a la pantalla. Una exploracin del proceso de recepcin televisiva. En: Dilogos de la Comunicacin, n 30. Lima, junio de 1991. Direccin URL: http://ccdoc.iteso.mx/acervo/cat.aspx?cmn=download&ID=1607&N=1) y, entre otros ms recientes, el de David Gonzlez Hernndez, Los medios de comunicacin y la estructuracin de las audiencias masivas. En: Estudios sobre las Culturas Contemporneas, vol. XV, n 29. Colima, junio 2009, pp. 37-68. Direccin URL: http://www.culturascontemporaneas.com/contenidos/medios_estructuracion_audiencias.pdf. 9 BISBAL, Marcelino (2005): Venezuela y su crisis. El contexto ineludible de los media. En: Concienciactiva21, n 7. Caracas, octubre de 2005, p. 48. Direccin URL: http://www.concienciactiva.org/ConcienciActiva21/conciencia7/0702.pdf. 10 Durante el paro llevado a cabo por la oposicin entre diciembre de 2002 y enero de 2003, en Venezuela, quedaron en evidencia algunos aspectos centrales de esta percepcin que lleva a colocar a los medios en la categora de poderes fcticos En conversaciones que hemos sostenido con tres dirigentes opositores uno de ellos form parte del comando tctico que estuvo al frente del paro, estos conrmaron que esta accin se iba a levantar despus de 48 horas y exclusivamente se

usara como presin momentnea para luego continuar con las negociaciones que estaban en marcha con el Gobierno, bajo la mediacin de la Organizacin de Estados Americanos y el Centro Carter. El punto de vista de los empresarios mediticos ech al traste con la primera estrategia y lanz a la oposicin en la senda del paro por tiempo indenido, con los costos polticos y econmicos que todos conocemos hoy. Otros dos lderes de partidos polticos, cuyas opiniones no eran de apoyo unnime a esta accin, fueron silenciados por los medios. Pero, sin duda alguna, el elemento ms llamativo lo constituy en ese mismo contexto el siguiente hecho: en no pocas ocasiones la Coordinadora Democrtica que aglutina a partidos polticos y organizaciones de la sociedad civil opositores conoci el contenido de mensajes publicitarios una vez que estos estaban al aire, sin que participaran en su concepcin. La cita de Andrs Caizlez puede ser encontrada en los siguientes artculos del mismo autor: Apuntes sobre medios y periodistas en una sociedad polarizada. En: Comunicacin, n 127. Caracas, tercer trimestre 2004, pp. 16-17; en La prensa en el referendo venezolano. En: Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicacin, n 87. Quito, septiembre 2004, pp. 9-10; en Medios y poltica: viejos o nuevos actores?. En: revista: Comunicacin: Estudios venezolanos de comunicacin, n 134. Caracas, segundo trimestre 2006, pp. 43-44; y en Tiempos de revolucin: protagonismo y polarizacin mediticas en Venezuela. En: Punto Cero, vol.14, n 19 Cochabamba, segundo semestre 2009, p. 49. Direccin URL: http://www.revistasbolivianas.org.bo/pdf/rpc/v14n19/v14n19a05.pdf. 11 Se trata de una necesidad ampliamente sostenida por los propios actores gubernamentales para el desarrollo de las polticas comunicacionales; a ttulo de ejemplo: Creo que es una herramienta [] para tratar de mostrar la otra cara de la moneda [Referencia a VTV]. Eso es lo que tenemos para enfrentar la guerra meditica, siendo minora con respecto a los medios privados. [] Si observamos a VTV sola, puede que no pase la prueba de equilibrio. Pero si la colocamos en el conglomerado junto a todos los medios de la derecha, ms bien quedamos cortos con nuestra defensa. Luis Tovas Baciao, Yuri Pimentel: Globovisin no es slo un canal, es parte del latifundio meditico [Entrevista]. En sitio web: Venezolana de Televisin. Caracas, 2 de junio de 2009. Direccin URL: http://www.vtv.gov.ve/art%C3%ADculos/entrevistas/18855. 12 Vase el informe de investigacin de Xavier Bringu Sala y Charo Sdaba Chalezquer (coords.), La generacin interactiva en Iberoamrica. Nios y adolescentes ante las pantallas. Barcelona, Fundacin Telefnica / Ariel, 2008. 13 Vase: Luis Carlos Daz, Los blogs en el proceso electoral venezolano. Ponencia presentada en II Congreso Internacional de Blogs y Periodismo Digital. Citada por Daniel Alonso DE LAS HERAS, Resumen y conclusiones. En el sitio web: Ya.com. Direccin URL: http://personales.ya.com/daniel1987/Resumen%20Conclusiones%20del%20Congreso.pdf. 14 Juan Paullier, La contaminacin poltica en la televisin venezolana. En sitio web: BBC Mundo. Londres, 01/03/2011. Direccin URL: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/03/ 110224_venezuela_television_polarizacion_politica_chavez_jp.shtml.

Galera de Papel. Augusto Marcano. Bodegones urbanos: Colonia de Sacramento, Uruguay. Serie Dispara sin plvora.

tema central

Galera de Papel. Augusto Marcano. Bodegones urbanos: Colonia de Sacramento, Uruguay. Serie Dispara sin plvora.

Los medios comunitarios en Venezuela: presencia, conictos y retos actuales


Orlando Villalobos Finol 38

El rol de los medios de comunicacin masivos en la implementacin de una poltica de promocin de la convivencia y de la prevencin del delito
Luis Cedeo 58

Redes sociales y medios digitales: alternativa comunicacional en Venezuela?


Raisa Urribarr 46

El submundo que se maneja desde un carro


Isoliett Iglesias 64

Sobre el anteproyecto de ley de comunicacin del poder popular


Ricardo Antela Garrido 54

Los anegados ensayo fotogrco


Leo Ramrez 70

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tema central

Galera de Papel. Augusto Marcano. El Lavamanos. Av. San Martn, Caracas, 2010. Serie Dispara sin plvora.

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Los medios comunitarios en Venezuela:


presencia, conictos y retos actuales
En la ltima dcada, en Venezuela se ha hecho visible el crecimiento sostenido de los medios comunitarios en sus diversas expresiones impresas, audiovisuales y digitales. Ya son parte del paisaje y de la realidad comunicacional. Si bien en dcadas anteriores hubo expresiones de lo que se denominaba de distintas maneras: comunicacin comunitaria, alternativa, participativa, horizontal, dialgica, popular y radical, en la actualidad todo eso ha ganado corporeidad y ha dejado de ser slo una propuesta o una posibilidad. Se le entiende y se le valora, cada vez ms, como una opcin diferente en la comunicacin, con contenidos crticos y emancipadores, que vindica o expone nociones populares y ciudadanas; se le reconoce como un espacio diferente a los medios pblicos y privados. El trabajo revisa los antecedentes de la comunicacin comunitaria y/o alternativa, hace precisiones sobre las deniciones tericas que son necesarias y que estn en desarrollo y en debate, discute sobre el uso del espectro radioelctrico y sobre las demandas de este momento, que solicitan la modicacin del marco legal que garantice la presencia y actuacin de los medios comunitarios.

Antecedentes. De la comunicacin dominadora a la democrtica


Los medios comunitarios constituyen una novedad. En los ltimos aos han adquirido notoriedad y se levantan como una opcin favorable para fomentar la identidad y la diversidad cultural, y para dotar de un sentido diferente el esfuerzo comunicacional que se ejecuta. Todo eso en medio de retos y tambin incoherencias y contradicciones que aqu intentaremos resumir. Cuando se revisa la experiencia acumulada se encuentran omisiones, errores y distorsiones que es preciso detectar, ubicar, criticar y corregir, para que esta co-

municacin comunitaria cumpla su cometido y se libre de perversiones. Pero sin duda, un dato cierto es que en Venezuela estos medios han venido ganando presencia, han ido germinando en barrios, urbanizaciones y comunidades y forman parte del inventario de opciones comunicacionales. Lo que se denomina comunicacin comunitaria tiene su origen en los movimientos sociales y polticos de los aos 70 y 80. Desde entonces pueden ubicarse intentos y propuestas que buscaban alimentar y hacer posible la accin comunicacional y periodstica desde la ptica popular y ciudadana. El trmino comunitario se emplea para sealar e identicar diferen-

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tes procesos comunicacionales que se originan y justican por la labor que cumplen las organizaciones populares y, por tanto, no forman parte del mbito de los medios comerciales privados, ni de los medios estatales o gubernamentales, reconociendo desde luego las interconexiones con estos campos. En esas dcadas citadas, el esfuerzo comunitario se concentraba en el medio impreso. El peridico impreso resuma una iniciativa ms estable y permanente, promovida en los barrios por movimientos cristianos de base, la Juventud Obrera Catlica (JOC) que lo haca en fbricas y empresas, y organizaciones populares, en su mayora de inspiracin partidista de izquierda, que promovan sus peridicos en barrios y empresas. El peridico impreso iba ms all de la hoja volante ocasional, espontnea y a veces clandestina, siempre para exponer quejas y demandas sociales, para reejar la vida de la comunidad y para intentar una especie de pedagoga popular y difundir propuestas polticas. Estos peridicos eran impresos en multgrafos e incluso empleando la tcnica de la serigrafa (en batea o bastidor), papel bond, tamao dieciseisavo, en la mayora de los casos. Dos autores que promovieron este tipo de accin fueron Paulo Freire, brasileo, y Mario Kapln, argentino-uruguayo. De Kapln circul ampliamente El comunicador popular (1985), en el que defendi una nocin diferente de comunicacin. En ese texto compara la comunicacin dominadora sustentada en el monlogo, el poder vertical y unidireccional, monopolizada por pocos, con la comunicacin democrtica que propicia el dilogo, el ejercicio comunitario, horizontal, de doble va, participativa, que expone el sentimiento de la mayora. Resume que hay una nocin de comunicacin que la reduce a la transmisin de informacin y que es distinta de la nocin u opcin que se propone una sociedad construida como una comunidad democrtica. Freire fue un crtico radical de la concepcin bancaria de la educacin, que concentra el acto de ensear en el educador y relega al educando o educado; el primero habla, el segundo escucha; el primero supuestamente sabe y el otro slo aprende; el primero es el sujeto y el segundo el objeto. Freire defendi la idea de la participacin como posibilidad educadora y comunicativa para la liberacin del ser humano. Frente al monlogo propone el dilogo, como opcin que hace posible el cambio y la emancipacin.

Ludovico Silva trabaj y demostr la hiptesis de que:


() as como en el taller de la produccin material capitalista se produce como ingrediente especco la plusvala, as tambin en el taller de la produccin espiritual dentro del capitalismo se produce una plusvala ideolgica, cuya nalidad es la de fortalecer y enriquecer el capital ideolgico del capitalismo (Silva, 1975: 190).

Las condiciones que hacen propicia la dominacin encuentran su sustento en el aparato de comunicaciones masivas y en la industria cultural, que difunden los mensajes y valores del capitalismo.

Estos autores, merecen ser mencionados porque se propusieron sistematizar una propuesta que colocaba a la comunicacin popular en un rol principal o protagnico. Levantaron una opcin cuestionadora de los mtodos tradicionales y mostraron una comunicacin distinta, con contenidos crticos, diferentes, retadores. No obstante, el debate es de vieja data. La revisin crtica de la comunicacin encuentra un hito relevante en la investigacin que se adelant desde la Escuela de Frankfurt. En vista del desarrollo que se inauguraba para la comunicacin masiva en la dcada de los aos 30 del siglo pasado, los investigadores del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Frankfurt, en Alemania, acuaron la categora de industria cultural en un intento por describir el fenmeno de los medios masivos. Para esta escuela el pensamiento crtico sobre los medios fue preciso y contundente:
No tienen ya ms necesidad de hacerse pasar por arte. La verdad de que no son ms que negocios les sirve de ideologa () se autodenen como industrias y las cifras publicadas de las rentas de sus directores generales quitan toda duda respecto a la necesidad social de sus productos (Horkheimer y Adorno, 1992: 178).

Esa plusvala ideolgica se genera y se reproduce en los medios masivos, taller espiritual por excelencia que reeja las relaciones materiales de produccin, siguiendo con la metfora de Silva. Dicho de otro modo, las condiciones que hacen propicia la dominacin encuentran su sustento en el aparato de comunicaciones masivas y en la industria cultural, que difunden los mensajes y valores del capitalismo.

La comunicacin comunitaria como espacio con caractersticas propias


En tiempos ms recientes esa otra comunicacin se abre campo, golpe a golpe; verso a verso, segn el poema-cancin de Joan Manuel Serrat. En Europa se le ha reconocido. En un estudio presentado en el Parlamento Europeo (2007) titulado El Estado de los medios comunitarios en la Unin Europea, se advierte sobre la importancia del reconocimiento legal de los medios comunitarios. La investigacin muestra que el reconocimiento de dicho status legal hace posible que las organizaciones de los medios comunitarios se comprometan con las reglas de las autoridades regulatorias, asociarse con otras organizaciones, establecer alianzas, as como tambin contar con anunciantes, lo cual contribuye a su sostenimiento y crecimiento. La Declaracin de Principios de Ginebra de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Informacin (2003), declar la necesidad de fomentar la diversidad de regmenes de propiedad de los medios de comunicacin y la Convencin sobre Diversidad Cultural de la Unesco (2005) establece que los Estados tienen la obligacin y el derecho de adoptar medidas para promover la diversidad de los medios de comunicacin social. Todava hay ms datos que podemos aadir en relacin con los comunitarios. En septiembre de 1986 Francia, en la ley 861067, reconoce los tres sectores a los que denomina como pblico, privado comer-

Estos autores explicaron que se quera justicar la existencia de dicha industria cultural presentndola en trminos tecnolgicos. Pero no se dice que el ambiente en el que la tcnica conquista tanto poder sobre la sociedad es el poder de los econmicamente ms fuertes sobre la sociedad misma. La racionalidad tcnica es hoy la racionalidad del dominio mismo (Horkheimer y Adorno, 1992: 178).

cial y privado asociativo no comercial. Irlanda tambin reconoce estos tres sectores, en la Broadcasting Act de 2001. El Reino Unido reconoce el mbito comunitario a partir de la aprobacin de la Ley de Comunicaciones de 2003. Australia tambin reconoce en su Radiocommunications Act de 1992 los servicios de radiodifusin nacional (estatal), comercial y comunitaria y resalta entre los objetivos de la ley la necesidad de promover la diversidad en los servicios de radiodifusin. En Argentina, la nueva Ley de Servicios de Comunicacin Audiovisual (2009) incluye tres (3) tipos de prestadores: de gestin estatal, gestin privada con nes de lucro y gestin privada sin nes de lucro. Es decir, ubica tres franjas en la actividad radiodifusora. Todava no dice nada de la radio y la televisin comunitaria o no lo dice de manera directa. En cambio, en Uruguay durante el gobierno de Tabar Vsquez, en 2007, se aprob la Ley de Servicio de Radiodifusin Comunitaria que se propone garantizar y promover el servicio de radiodifusin comunitaria, garantizando la administracin democrtica del espectro radioelctrico. En la actualidad, en Uruguay se discute un proyecto de Ley de Comunicacin Audiovisual que reconoce una diversidad de tipos de propiedad de los medios de comunicacin y, en especial, de tres sectores, denidos como comerciales, pblicos y comunitarios. Divide el espectro radioelctrico en tres franjas, en partes iguales. En Bolivia, en julio de 2011, se aprob la Ley General de Telecomunicaciones, Tecnologas de Informacin y Comunicacin que establece en su artculo 10 que la distribucin de frecuencias para el servicio de radiodifusin en frecuencia modulada y televisin analgica, se sujetar a lo siguiente: 1. Estado, hasta el treinta y tres por ciento. 2. Comercial, hasta el treinta y tres por ciento. 3. Social comunitario, hasta el diecisiete por ciento. 4. Pueblos indgena originario campesinos, y las comunidades interculturales y afrobolivianas hasta el diecisiete por ciento. En Venezuela, la comunicacin comunitaria se ha venido desarrollando y ya constituye una referencia necesaria. Radios, televisoras, impresos y cybermedios son parte del paisaje y de la realidad comunicacional. Un buen trecho se ha recorrido y hoy da el aporte del mundo comunicacional comunitario resulta imprescindible para adelantar acciones polticas ciudadanas que se propongan el cambio social y la transformacin del pas.

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En los ltimos aos la denominacin ms comn es la de medios comunitarios y la de comunicacin comunitaria. La denicin de comunicacin alternativa, ms usada en los aos 70 y 80, ha ido quedando en desuso. La clasicacin de populartiene algunos defensores en la actualidad.

El tejido social comunitario


Esta comunicacin comunitaria tambin se le denomina alternativa, participativa, horizontal, dialgica, popular y radical. Todas esas categoras estn implicadas. Depende de las nociones polticas, del lugar, de la comunidad y de las prcticas en desarrollo. La clave de su constitucin est en que es la expresin de las luchas populares por mejores condiciones de vida, por ganar una mayor participacin poltica y social, por superar la comunicacin que quiere vender mercancas y que necesita de consumidores, por hacer posible una accin comunicacional que se exprese en la construccin de ciudadana. Representa opciones diferentes en la comunicacin, con contenidos crticos y emancipadores, y asume las nociones populares y ciudadanas. En los ltimos aos la denominacin ms comn es la de medios comunitarios y la de comunicacin comunitaria. La denicin de comunicacin alternativa, ms usada en los aos 70 y 80, ha ido quedando en desuso. La clasicacin de popular tiene algunos defensores en la actualidad. Las palabras no son neutras, ni permanecen en vano. Cuando se nombra algo se le otorga una categora, una denicin, vinculndolo con los conceptos, los prejuicios y los valores que nos acompaan o nos pertenecen. No es lo mismo decir nio que menor. Nio remite a los derechos del nio, en cambio la palabra menor tiene una connotacin o sesgo jurdico. No es lo mismo decir comunidad que decir socie-

dad. Comunidad remite a lo que se comparte y se vive en comn, de manera prxima. Comunidad hace referencia a intereses comunes, a problemas similares, al intercambio y a la vida y la suerte que se comparte o se convive. Sociedad, en cambio, reere algo ms genrico o distante. Stuart Hall (2003) se reere a las comunidades tnico-culturales como sinnimo de resistencia, de oposicin o alternativa al poder hegemnico de las grandes corporaciones transnacionales; pero tambin donde se produce una identidad como grupo. Bauman (2003) dice que la comunidad es necesaria porque es fuente de seguridad identitaria; es el lugar donde los individuos comparten intereses comunes, bienes simblicos, valores y prcticas similares. Este autor distingue entre comunidad y gueto. La comunidad integra, el gueto desintegra y no es un vivero de sentimientos comunitarios. Para Bauman (2003:67) el gueto es un laboratorio de desintegracin social, de atomizacin y anomia. En Venezuela, la experiencia muestra que la nocin de comunidad se concreta o se materializa en una serie de vnculos y relaciones que dan lugar al tejido social que hace posible el surgimiento de diversas formas de lucha y de organizacin. En el barrio, la comunidad se hace maniesta en consejos comunales, comisiones para gestionar servicios pblicos, grupos y asociaciones de padres y representantes, organizaciones provivienda, grupos religiosos, asociaciones y clubes juveniles, peridicos, radios y televisoras comunitarias, entre otras. Desde la experiencia cristiana, Pedro Trigo (2004: 21) relata que:
() han brotado en nuestros barrios lo que a nivel latinoamericano se conoce con el nombre de Comunidades Eclesiales de Base, que entre nosotros reciben muchos nombres o son frecuentemente una realidad sin nombre o con el nombre genrico, pero que siento que es el que ms les cuadra, de comunidad cristiana o simplemente la comunidad.

Si bien esta es una experiencia especca, sirve como muestra de lo que ocurre en el mundo comunitario. Como resultado de las relaciones que se tejen surgen formas comunitarias u organizaciones sociales que propician la integracin, la identidad, la lealtad, el afecto, que hace posible buscar alternativas frente a los problemas y construir ciudadana. Aade Trigo (2004: 21-22):

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() en estas organizaciones de barrio participan andinos, orientales, barloventeos y personas venidas de otros lugares, y sin dejar de ser lo que eran, van rehaciendo su identidad en la medida en que el encuentro con los dems se va volviendo ms decisivo por el estilo genuinamente democrtico, procesual y libre, y por estar orientado a la vida concreta, genuina y digna.

En Maracaibo resulta til mostrar la historia del barrio Buena Vista, parroquia Cacique Mara. Como cualquier otra comunidad tiene sus orgenes en una invasin de los terrenos de un hato. De modo que primero se improvisaron ranchos precarios hasta que poco a poco fue quedando. Una de sus primeras luchas fue por construir una escuela. Con esa nalidad surgi una primera forma de organizacin. Su meta inmediata era la escuela. Una vez alcanzado ese logro vinieron otras reivindicaciones: las calles, la electricidad, el agua y as sucesivamente. En la actualidad ya es un barrio estable con servicios. Pero es digno de resaltar que en su proceso de consolidacin fue clave que la gente se movilizara y se organizara. Un aporte relevante en toda esa etapa de edicacin del barrio y de construccin lo hizo el peridico El Populacho, un peridico comunitario que circulaba regularmente, cada mes aproximadamente, y permiti que la gente se reconociera, se organizara y viera los frutos de su lucha constante. El Populacho era un dieciseisavo que oscilaba entre 12 y 16 pginas. Inclua publicidad de abastos, ferreteras y hasta una clnica situada en el barrio. Eso permita que su impresin se le encomendara a una empresa. El resultado era un producto con una calidad que superaba la publicacin eventual e improvisada. Su constancia por cerca de cuatro aos fructic y en el barrio surgieron organizaciones que buscaron mejorar las condiciones de vida. Lo interesante o curioso es que veinte aos despus la historia contina. Aquella generacin fue relevada y en la actualidad en Buena Vista siguen las organizaciones populares y la comunicacin comunitaria. All est la sede de Canal Z, un canal comunitario de televisin, habilitado por Conatel, con cobertura para casi toda su parroquia. Estas experiencias evidencian que cuando hay formas de organizacin popular y de comunicacin comunitaria ocurre un proceso de comunitarizacin o de generacin de comunidad. Lo contrario es la

Un aporte relevante en toda esa etapa de edicacin del barrio y de construccin lo hizo el peridico El Populacho, un peridico comunitario que circulaba regularmente, cada mes aproximadamente, y permiti que la gente se reconociera, se organizara y viera los frutos de su lucha constante.

pasividad, la ausencia de participacin y la incomunicacin, todo lo cual redunda en contra de la vida en comunidad, de la puesta en comn. En lugar de comunidad se produce fragmentacin y desintegracin social. En lugar de vivir se sobrevive; se vive una situacin lmite de falta de socializacin, lo cual se traduce en inseguridad, vida precaria y anomia.

Las comunitarias en el escenario


Importantes transformaciones se han producido en el microcosmos de las organizaciones populares en Venezuela. El contraste es necesario. En las dcadas de los aos 70, 80 y principios de los 90, muchas de las iniciativas populares eran canalizadas a travs de AD y COPEI, el bipartidismo que gobern en Venezuela entre 1958 y 1998. Las organizaciones sociales eran inexistentes o apndices de aquellos. Eran domesticadas por va del consenso o reprimidas, si fuera el caso. En ese marco, el asistencialismo o paternalismo del Estado surge y crece; aparece como la forma natural y lgica de esperar del Estado alguna accin benca. El clientelismo es una manera de disfrazar la participacin y generar una cultura de pasividad y de dependencia. Este esquema entrena a la poblacin para la no participacin y el ejercicio no ciudadano. La participacin era gestionada o controlada desde arriba, desde cualquier forma de poder. Imperaba la lgica de la racionalidad instrumental que convierte la participacin en un instrumento para al-

canzar determinados nes. Este es el enfoque liberal de la participacin que se reduce a la democracia representativa. Los cambios sociales y polticos son asumidos desde el discurso de los gobernantes. La iniciativa popular queda borrada. Un ejemplo a la mano, en Venezuela, es el de la creacin de la Comisin Presidencial para la Reforma del Estado (Copre), en 1984, durante el gobierno del presidente Jaime Lusinchi. Se buscaba promover un mejor funcionamiento del Estado pero como accin emprendida desde arriba, sin contenido, ni participacin popular. Desde nales de la dcada del 90, del siglo pasado, han empezado a ocurrir una serie de cambios. Su lectura crtica y diversa de lo que ocurre es necesaria para construir una justa interpretacin. Una serie de cambios han ido ocurriendo. El 15 de diciembre de 1999, se aprueba mediante referndum la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela. Con la Constituyente se recupera el debate sobre los contenidos y signicados de la democracia y de la participacin ciudadana. Se propone una nueva visin que supone la creacin de un Estado con justicia social, democracia participativa y protagnica. En 2002 se aprobaron la Ley de los Consejos Locales de Planicacin Pblica y la Ley de los Consejos Estadales de Planicacin y Coordinacin de Polticas Pblicas. En 2005 se aprob la Ley Orgnica del Poder Pblico Municipal que viene a sustituir la Ley Orgnica de Rgimen Municipal de junio de 1989. Con esta ley se introduce la nocin de contralora social y se establece que la ciudadana puede organizarse en contraloras sociales para ejercer el monitoreo, vigilancia y crtica del gobierno local. En 2006 se aprueba la Ley de los Consejos Comunales. All se dene a estos consejos, en su artculo 2, como:
() instancias de participacin, articulacin e integracin entre las diversas organizaciones comunitarias, grupos sociales y los ciudadanos y ciudadanas, que permiten al pueblo organizado ejercer directamente la gestin de las polticas pblicas y proyectos orientados a responder a las necesidades y aspiraciones de las comunidades en la construccin de una sociedad de equidad y justicia social. (Ley de los Consejos Comunales, 2006)

Estos cambios sociales y polticos han generado un clima diferente, ms propicio

para la participacin. Como consecuencia de ello, en el arqueo meditico realizado a la prensa venezolana (Villalobos y Rosilln, 2010) aparecen un conjunto de organizaciones populares actuales, entre ellas, en primer lugar los consejos comunales y luego las cooperativas, los comits de usuarios de diferentes servicios pblicos, los sindicatos, las fundaciones y un nmero amplio de organizaciones: asociacin de vecinos, asociacin civil, frente, bloque, contralora social, alianza, junta administrativa, red, ONG, activistas, directiva, sociedad, colegio, productores, jvenes, docentes, estudiantes, iglesia, gandoleros y bodegueros. Es signicativa la ausencia en la prensa analizada, de denominaciones legales actuales de participacin en Venezuela como el caso de las mesas tcnicas (de agua, de electricidad, de gas, de vivienda) y los comits de tierra. Este clima de revisin y de cambios tambin se expresa en el campo de los medios comunitarios. Primero porque hay una mayor participacin poltica de la sociedad y un mayor inters por la iniciativa ciudadana, en cualquier predio, y tambin porque nuevas tendencias se han expresado en la comunicacin. Estas nuevas tendencias se pueden resumir en cuatro principales. 1. Se entiende que la comunicacin audiovisual, en cualquiera de sus soportes, resulta una actividad social de inters pblico y en la que deben preservarse los derechos comunicacionales. 2. Se busca garantizar la administracin del espectro radioelctrico de manera democrtica y garantizar la igualdad de oportunidades. Eso conlleva una revisin y una redistribucin de las frecuencias del espectro radioelctrico, para evitar la concentracin de la propiedad de los medios. 3. Se desarrolla la idea de que los medios de comunicacin son formadores de sujetos, de diferentes modos de comprensin de la vida y del mundo y juegan un rol relevante en la construccin de ciudadana, por tanto, tienen la exigencia de mostrar los distintos enfoques y favorecer el debate pleno de las ideas. 4. Se propone generar igualdad de oportunidades en el acceso y uso de las tecnologas de la informacin y comunicacin, mediante acciones dirigidas a superar la brecha digital. De todas ellas, aqu haremos nfasis en la que se reere a la revisin del espectro radioelctrico. Antes se haba aceptado como natural la forma como se conformaba o se reparta. Es decir, haba un predominio casi ab-

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Los medios estn para que el consumismo se consuma a la gente, se la devore. La educacin y la cultura quedan relegadas a segundo plano. Se le consideran espacios aburridos y pesados. El cine, el video y la produccin de programas que expongan una visin autctona y autnoma son casi inexistentes.

soluto de medios privados y una presencia escasa del Estado, que se conformaba con dos canales nacionales de televisin, uno de ellos slo con presencia en la capital del pas. La resultante de eso ha sido una elevada concentracin de la propiedad privada sobre los medios y una concentracin de las audiencias.

Conatel / total de medios habilitados


Estado 1 Amazonas 2 Anzotegui 3 Apure 4 Aragua 5 Barinas 6 Bolvar 7 Carabobo 8 Cojedes 9 Delta Amacuro 10 Distrito Capital 11 Falcn 12 Gurico 13 Lara 14 Mrida 15 Miranda 16 Monagas 17 Nueva Esparta 18 Portuguesa 19 Sucre 20 Tchira 21 Trujillo 22 Vargas 23 Yaracuy 24 Zulia Subtotal Radio 3 16 9 9 4 14 14 1 1 11 5 3 19 21 18 4 12 1 8 12 16 3 14 26 244 TV 1 2 1 5 0 2 1 1 0 2 1 1 1 2 3 0 o 1 1 5 0 1 2 3 36 Total 4 18 10 14 4 16 15 2 1 13 6 3 20 23 21 4 12 2 9 17 16 4 16 29 280

Este reparto o distribucin del espectro radioelctrico se asentaba en la nocin de que los medios estn para llevar entretenimiento pero sobretodo para estimular el consumo, como mecanismo que permite reponer las mercancas que la economa capitalista requiere. Los medios estn para que el consumismo se consuma a la gente, se la devore. La educacin y la cultura quedan relegadas a segundo plano. Se le consideran espacios aburridos y pesados. El cine, el video y la produccin de programas que expongan una visin autctona y autnoma son casi inexistentes. En la ltima dcada se ha venido produciendo una revisin del espectro radioelctrico. Todava la presencia de los privados es mayoritaria y ejercen la mayora, pero ahora hay una serie de medios pblicos o estatales y la novedad es que aparecen los medios comunitarios. Ya forman parte del paisaje comunicacional, aunque todava se les desestime. Algunos de los canales de televisin comunitarios son: en Distrito Capital, Catia TV y TV Caricuao; en Zulia, Quijote TV; en municipio Sucre, Canal Z; en Maracaibo, Fundacomez, en Machiques de Perij; en Amazonas, Ecolgica Cultural Selva; en Anzotegui, Somos Visin, en Guanipa, y TV Puerto, en Puerto la Cruz; en Aragua, TV Limn, Arawakos, Contacto Vecinal TV y Zamora TV; en Mrida, TV Bailadores y Survisin; en Miranda, TV Petare, Guatopo Televisin Comunitaria, y Tele Cimarrn. Los datos de Conatel son insucientes. Se reeren slo a las habilitadas y por tanto, hacen uso del espectro electromagntico cumpliendo con lo establecido en la ley. En el artculo 7 de la Ley de Reforma Parcial de la Ley Orgnica de Telecomunicaciones (2010) se establece que el espectro electromagntico es un bien del dominio pblico de la Repblica Bolivariana de Venezuela, para cuyo uso y explotacin deber contarse con la respectiva concesin, de conformidad con la ley. Esta reforma parcial de la Ley Orgnica de Telecomunicaciones (2010) declara:
() como servicio e inters pblico el establecimiento o explotacin de redes de telecomunicaciones, la prestacin de servicios de telecomunicaciones entre ellos, radio, televisin y produccin nacional audiovisual, para cuyo ejercicio se requerir la obtencin previa de la correspondiente habilitacin administrativa, concesin o permiso.

Fuente: Conatel (abril, 2011)

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El artculo 17 de esa reforma establece que las habilitaciones para el establecimiento y explotacin de redes tendrn un carcter personalsimo, en consecuencia, no podrn cederse o enajenarse, ni adquirir o transmitirse por sucesin, por efecto de los contratos, de la fusin de compaas o por prescripcin. Un recorrido por el paisaje comunicacional venezolano revela que entre las comunitarias la mayora no cuentan con el permiso de Conatel, bien porque no se lo han propuesto, pero principalmente por las trabas burocrticas que coloca Conatel. En los hechos se permite que del espectro electromagntico se haga un uso arbitrario. El estudio de Abreu, Castro, Plumacher y Reyes (2010) revela que en el municipio Maracaibo, del estado Zulia, actan seis radios comunitarias habilitadas por Conatel y 26 no habilitadas. Para la recoleccin de estos datos se utiliz la observacin directa, a travs de la revisin del dial. Este resultado arroja que en Maracaibo existen 32 emisoras comunitarias de las cuales 26, es decir 81%, lo hace por voluntad propia. Si sumamos las que actan con permiso y las que lo hacen a motu proprio podemos vericar la presencia de los medios comunitarios, con una importancia tal que se introduce una modicacin sustancial en el espectro radioelctrico. Este tpico de las habilitaciones es probablemente la mayor debilidad de las comunitarias. Al no contar con la autorizacin del Estado quedan a merced de cualquier decisin que las sanciones o inhabilite. La ley de telecomunicaciones vigente ja un lapso de 45 das continuos para que la Comisin Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) determine si una solicitud cumple o no con los requisitos de forma y de fondo, pero son muchos los medios comunitarios que no reciben una respuesta oportuna. Esto hace que aparezca la inercia y que haya medios que operen asumiendo el riesgo de ser declarados ilegales, en cualquier momento. Este aparente dejar, dejar pasar hace posible que surjan medios que no estn sometidos a las regulaciones establecidas y hagan una comunicacin ms prxima de la actividad mercantil y alejada de los propsitos comunitarios. En ausencia de reglas precisas, se registra una diversidad de medios comunitarios que va desde aquellos comprometidos con la comunidad, interesados en promover valores democrticos y ciudada-

El reglamento apareci en un escenario de politizacin del pas y de dinamismo para las organizaciones populares, despus de la derrota al golpe de Estado del 11 de abril de 2002. Diez aos despus, el balance que puede hacerse de este instrumento legal revela que ha permitido la promocin de la comunicacin comunitaria.

nos, hasta los que buscan refugiarse en este campo pero en verdad responden a otros intereses, que pueden ser comerciales y de proselitismo religioso o partidista.

Nuevas deniciones y precisiones


En Venezuela se promulg el Reglamento de radiodifusin sonora y televisin abierta comunitaria de servicio pblico (2002). All se establece, en su artculo 1:
() los requisitos, las caractersticas, las limitaciones y las obligaciones de los servicios de radiodifusin sonora comunitaria y televisin abierta comunitaria, as como la forma y condiciones de otorgamiento de las habilitaciones administrativas y concesiones.

El reglamento apareci en un escenario de politizacin del pas y de dinamismo para las organizaciones populares, despus de la derrota al golpe de Estado del 11 de abril de 2002. Diez aos despus, el balance que puede hacerse de este instrumento legal revela que ha permitido la promocin de la comunicacin comunitaria. En razn del nuevo momento poltico que comienza desde principios de la dcada y de la oportunidad ofrecida por el reglamento, las comunitarias se han multiplicado. Diez aos despus la situacin se ha modicado sustancialmente en forma cualitativa y cuantitativa. Algunos tpicos requieren nuevas deniciones: las habilita-

ciones y concesiones, la zona de cobertura de las comunitarias, el nanciamiento, la programacin y la participacin de la comunidad. Los cambios que ahora demanda la nueva realidad comunicacional venezolana tienden a expresarse, bsicamente, en dos vertientes; primero: en el inters por la democratizacin del espectro radioelctrico, para ampliar el espacio para las comunitarias y para democratizar la palabra y la comunicacin. Segundo: evaluar, criticar, corregir y mejorar los contenidos que se exponen y difunden a travs de los medios, lo cual tiene plena vigencia tambin para los medios comunitarios. Ese debate incluye, desde luego, a todos los medios para vericar cmo se propicia una subjetividad que en lugar de contribuir a la generacin de ciudadana tiende a propiciar el consumismo. Ambas vertientes o variables son relevantes. La investigacin en comunicacin en Amrica Latina ha puesto de relieve el nudo conictivo que representa la concentracin de la propiedad sobre los medios y desde luego sobre las frecuencias del espectro radioelctrico, lo cual redunda en una concentracin de la audiencia. Por tanto, el problema no es slo el contenido de lo que se ofrece sino tambin el acceso a los canales para transmitir, y sin una democratizacin de ese espacio o espectro no puede alcanzarse una apertura diversa de los medios, canales, mensajes y voceros. La revisin del espectro radioelctrico requiere de una mirada diferente, sujeta al nuevo contexto que se deriva de los cambios tecnolgicos. Atrs quedan 60 aos de utilizacin del sistema analgico de transmisin. Con el uso de la seal digital se tiende hacia un uso ms eciente del espectro radioelctrico. Se amplan los recursos tcnicos disponibles, lo cual se traducir en ms canales y en una mejor calidad. En Venezuela, desde junio de 2011 comenz la transicin hacia el nuevo sistema de Televisin Digital Terrestre (TDT), que adquiri el Gobierno siguiendo el modelo japons, con cambios introducidos por Brasil. Actualmente el mercado se lo disputan los modelos generados en Estados Unidos, Europa, China y Japn. El modelo asumido por Venezuela permite una mayor capacidad de canales, en comparacin con el analgico. Esta es una nueva realidad que est al alcance de la mano y que abre otras posibilidades de uso del espectro radioelctrico, tanto para las comunitarias como

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para el conjunto de los medios audiovisuales. Pero ms all de las especicaciones tcnicas el problema se concentra en los criterios que se adopten para propiciar la democratizacin de la comunicacin. Es decir, la razn tcnica puede estar al servicio de una visin poltica que se proponga superar la concentracin del uso de las opciones que ofrece el espectro radioelctrico. En Venezuela existe una arquitectura legal relacionada con la comunicacin. De tal manera que pueden mencionarse la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisin y Medios Electrnicos aprobada en 2010; Ley de Telecomunicaciones, reformada en 2010; la Ley de Ejercicio del Periodismo, la Ley sobre el Derecho de Autor, aprobada en 1993; y Ley Especial contra los Delitos Informticos. En la Constitucin nacional se incluyen artculos especcos para el mbito de la comunicacin. Es el caso de los artculos 57, que consagra la libertad de expresin, y el 58 que ja el derecho de rplica y de recticacin. Adems, est lo incluido en la Ley Orgnica de Educacin y en la Ley para la Proteccin del Nio y el Adolescente (Lopna). No obstante todas estas garantas y opciones, hace falta una ley que abra paso a los medios comunitarios y que supere el reglamento actual. De all que en este momento se abogue por una ley para los medios comunitarios que incorpore un conjunto de medidas favorables para estos en cuanto a los principios que los sustentan, su nanciamiento, la cobertura, la publicidad y, sobre todo, garantizarse un espacio en el espacio radioelctrico.

se puede participar, haciendo uso de la palabra, por distintas vas; informando, opinando y proponiendo una interpretacin propia, desde la ptica de la comunidad. Es una alternativa, un campo autnomo a los medios privados, pblicos o estatales. Ya tienen una presencia es el escenario comunicacional venezolano en radios y televisoras comunitarias, impresos y medios digitales. Ahora nuevos retos y demandas surgen. Falta un inventario completo sobre su existencia, de las habilitadas y de las que actan por su cuenta, de las tendencias actuales, sobre el uso del espacio electromagntico, de la relacin con la empresa privada y con el Estado; urgen redeniciones sobre la cobertura de los comunitarios, sobre el nanciamiento y la participacin ciudadana. En parte, estas respuestas suponen la creacin de una ley sobre medios comunitarios, pero desde luego no todo se agota en el campo legal. Las precisiones y deniciones ms importantes estn situadas en las nociones polticas que acompaen el ejercicio comunicacional comunitario. Finalmente, en materia de investigacin en este campo, quedan abiertas una serie de lneas que requieren de estudios de casos para mostrar experiencias, avances y debilidades; que contribuyan con la formacin de los promotores, participantes y colaboradores de los medios comunitarios, propiciando redes para favorecer el crecimiento y fortalecimiento de stos. ORLANDO VILLALOBOS FINOL Profesor de la Universidad del Zulia (LUZ). Investigador del Centro de Investigacin de la Comunicacin y la Informacin (CICI) de la Universidad del Zulia

Conclusiones
Aunque no siempre se les reconoce su verdadera importancia, los medios comunitarios constituyen uno de los hechos ms relevantes en el escenario comunicacional actual venezolano. Su presencia, estimulada por la multiplicacin de las organizaciones populares, ampla las opciones y posibilidades del ejercicio poltico y de la participacin ciudadana. As mismo, los derechos comunicacionales consagrados constitucionalmente y que favorecen el proceso de cambio social se hacen efectivos a travs de la comunicacin comunitaria, porque favorece el acceso, el dilogo, la denuncia y el debate pblico. La comunicacin comunitaria favorece la inclusin social en la medida que

bilitados. En: http://www.conatel.gob.ve/#http:// www.conatel.gob.ve/index.php/principal/medioshabilitados. (Colsulta: 2011, abril 30) Declaracin de Principios de Ginebra de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Informacin (2003): Disponible en http://www.itu.int/wsis/ index-es.html.(Consulta: 2011, febrero 27). HALL, Stuart (2003): Questao multicultural. En: Hall, Stuart. Da Dispora, identidades e mediaoes culturais. Belo Horizonte, ed. UFMG/Brasilia, Unesco. HORKHEIMER, Max y ADORNO, Theodor (1992): La industria cultural. En: Daniel Bell et al, Industria cultural y sociedad de masas (p. 177-230). Caracas: Nueva Sociedad. KAPLN, Mario (1985): El comunicador popular. Quito: Ciespal. Reglamento de radiodifusin sonora y televisin abierta comunitaria de servicio pblico (2002): Venezuela, Gaceta Ocial N 37.359. Ley General de Telecomunicaciones, Tecnologas de Informacin y Comunicacin de Bolivia (2011): Disponible en www.lostiempos.com (Consulta: 2011, agosto 11) Ley de los Consejos Comunales (2006): Gaceta Ocial Extraordinaria. N 5806 (extraordinaria), del 10 de abril. Ley Orgnica de Telecomunicaciones (2000): Gaceta Ocial Extraordinaria. N 35.970, del 12 de junio. Ley Orgnica de Telecomunicaciones (2010). Ley de Servicios de Comunicacin Audiovisual de Argentina (2009): Disponible en http:// www.comfer.gov.ar/web/Varios/ley/Proyecto_de_L ey_SCA_27-8.pdf. (Consulta: 2010, octubre 25) TRIGO, Pedro (2004): La cultura del barrio. Caracas: Universidad Catlica Andrs Bello (UCAB). SILVA, Ludovico (1975): La plusvala ideolgica. Caracas: Universidad Central de Venezuela. UNESCO (2005): Convencin sobre la proteccin y la promocin de la diversidad de las expresiones culturales. Disponible en http://www.servindi. org/pdf/ConvenioDiversidadCultural.pdf (Consulta: 2011, enero 29) VILLALOBOS F. Orlando y ROSILLN, Lisbeth (2010): Medios masivos y participacin ciudadana en la Venezuela del siglo XXI. En: Poder meditico en Venezuela. Una reexin necesaria. Argentina: Insumisos. (167-182).

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tema central

Galera de Papel. Augusto Marcano. El Lavamanos. El Paraso, Caracas, 2010. Serie Dispara sin plvora.

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Redes sociales y medios digitales:


alternativa comunicacional en Venezuela?
ratar de despejar la interrogante que plantea este ensayo comienza por precisar algunas de las caractersticas de la comunicacin alternativa. Entre otros aspectos, sta se distingue porque procura fomentar la iniciativa emisora, desatar un proceso de comunicacin participativo, diversicar o descentralizar los medios o canales de comunicacin y, nalmente, por articular orgnicamente un proceso de comunicacin al servicio de una nueva sociedad. (Bisbal, M. en Fuentes Navarro, 1992). Ms concretamente, dicho por Vidal Beneyto (1979), lo alternativo puede encararse desde mltiples ngulos, pero lo que funda su diferencia esencial es su oposicin a lo dominante. O, en palabras de Aguirre Bianchi (1986), alternativos son los sistemas de comunicacin que incorporan nuevos actores y nuevas voces al dilogo colectivo (o pollogo) que ocurre en la sociedad. Podra entenderse como reductora la seleccin de este par de rasgos, entre otros que tambin se pueden vislumbrar, pero se enfatiza en ellos pues sirven para tratar de bosquejar la situacin que se observa en Venezuela.

Lo que la polarizacin se llev


Enraizados en los sucesos que marcaron la historia poltica y las luchas reivindicativas de los sectores populares de las dcadas de los 70 y 80, Venezuela, al igual que otros pases de Amrica Latina, vivi una explosin de medios de comunicacin alternativos. A pesar de las notables

diferencias entre ellos, era posible homologar sus objetivos y nes: ser contraste, hacer oposicin al poder encarnado tanto por el sistema comunicacional privado como por el estatal y, ms all de las discrepancias sobre su politizacin, ser expresin de voceras minoritarias usualmente invisibilizadas. En esa poca, la mayora de estos medios eran impresos y de factura casi artesanal. A principios de 1999 slo dos pequeas estaciones de televisin comunitaria, Telebocon y Rubio TV, tenan licencias para operar sus estaciones, junto con un puado de emisoras de radio ilegales, como Radio Catia Libre de Caracas, que funcionaba desde un vehculo en movimiento para evitar su deteccin. En junio del ao 2000, la Ley Orgnica de Telecomunicaciones (LOT) al reconocer la existencia de las emisoras de radio y TV comunitarias, abre las puertas a su legalizacin y en noviembre del ao siguiente se promulga un reglamento que norma su desempeo. Al calor de los sucesos polticos del momento y gracias a la poltica de hegemona comunicacional del Gobierno, abiertamente expresada por el ministro de Informacin y Comunicacin, durante la primera dcada del siglo XXI los medios alternativos cobran auge y se reconguran: la mayora se convierte en altavoz ocial. Diversos estudios apoyan esta armacin. Rodrguez y Velazco (2009), quienes analizaron el desempeo de cuatro emisoras comunitarias del municipio Guaicaipuro del estado Miranda, concluyeron que sus fundadores se identican

En este ensayo se revisan algunos de los cambios que estn ocurriendo en Venezuela en el campo de la comunicacin alternativa tomando en cuenta elementos polticos y tecnolgicos. Aunque las caractersticas de los medios de comunicacin alternativa son muchas y muy variadas, en este trabajo se hace nfasis en dos de ellas: su carcter contra hegemnico y la apertura que brindan a la expresin plural. Se examinan algunas de las transformaciones ocurridas en el ecosistema meditico gracias a las innovaciones tecnolgicas y se asoma la siguiente hiptesis: habiendo sido cooptados por el Gobierno, en Venezuela los medios alternativos dejaron de cumplir con su rol tradicional; como consecuencia, medios digitales y redes sociales comenzaron a ocupar su lugar y a estar en la mira de la cruzada hegemnica.

RAISA URRIBARR

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abiertamente con el ocialismo lo cual, segn la opinin de la audiencia, inuye sensiblemente en la programacin. Una tesis de grado, referida a la participacin ciudadana en la gestin de las radios comunitarias del estado Tchira, tambin arroja como resultado que existe una tendencia a limitar espacios para aquellas personas que no estn de acuerdo con las polticas del gobierno (Mora, 2010: 145) Una investigacin sobre las radios comunitarias del municipio Maracaibo del estado Zulia, observa igualmente que la programacin transmitida en las emisoras comunitarias revela la presencia de proselitismo poltico, mayormente en apoyo a la gestin del presidente Chvez (Abreu et al, 2010: 27). En Trujillo, un conjunto de estas emisoras conforma una red denida como socialista y revolucionaria que, entre otros mecanismos, se vale de las cadenas para transmitir el programa que conduce semanalmente el gobernador del estado, dirigente del PSUV. Lamentablemente, aunque estos medios representan un circuito de radiodifusin novedosa, se hara necesaria su independencia para merecer el calicativo de alternativos. Como arma Madriz (2010), en Venezuela nunca los movimientos de comunicacin alternativa disfrutaron de tanto apoyo, pero al mismo tiempo nunca antes haban ejercido el rol de ser estaciones repetidoras del discurso ocial. Peor an, sentencia la investigadora: nunca haban estado tan cerca de desaparecer.

En Venezuela nunca los movimientos de comunicacin alternativa disfrutaron de tanto apoyo, pero al mismo tiempo nunca antes haban ejercido el rol de ser estaciones repetidoras del discurso ocial.

tas populares que son las que han llevado el tema a la arena pblica. Aunque con las ocurridas en Moldavia e Irn y, posteriormente, con las manifestaciones que desembocaron en la cada de los dictadores de Tnez y Egipto a principios del 2011, la causalidad entre el uso de los medios digitales y la explosin de los movimientos sociales cobr relevancia, su impacto an no est claro y es objeto de polmica. Como relata el socilogo Manuel Castells, el proceso en Tnez sigui la siguiente pauta:
Un hecho dramtico desborda la indignacin, suscita manifestaciones que reprime la polica y de inmediato las imgenes de represin y los mensajes de protesta se difunden en las redes sociales amplicando el movimiento hasta que los medios de comunicacin no controlados por el Gobierno informan y retransmiten las imgenes y mensajes que cuelgan los manifestantes en YouTube y otras webs. Conforme se difunde la protesta, se activan las redes mviles, los SMS, los twitts y las pginas en Facebook y otras redes, hasta construir un sistema de comunicacin y organizacin sin centro y sin lderes, que funciona con suma ecacia, desbordando censura y represin. (Castells, 2011)

Sin duda, los cambios ocurridos en los sistemas de comunicacin han impactado la esfera poltica. Como ha sealado Fernndez (2011: 39):
Hace ya algunos aos, una importante rma consultora identic una tendencia con implicaciones globales: un adulto tpico vea el doble de TV que su hijo adolescente, y ste a su vez pasaba seis veces ms tiempo en la Red que el padre. Ese indicador, tan simple y a la vez tan poderoso, nos describe un patrn de consumo de la informacin que alterar drsticamente toda la comunicacin que hasta ahora habamos conocido, con implicaciones muy claras en el mundo de la informacin, el mercadeo y la poltica.

Comunicacin, TIC y movimientos sociales


La comunicacin a travs de medios digitales y redes sociales se ha venido convirtiendo en una prctica cotidiana de los cada vez ms numerosos usuarios de tecnologas de informacin y comunicacin (TIC). En estos entornos los temas son mltiples, pero es posible observar uno que en el contexto actual cobra relevancia: la llamada infociudadana, vale decir, la expresin de una identidad poltica virtual que se entrecruza con la que el ciudadano ya posee en los espacios fuera de lnea, pero que expande sus alcances (Puyosa, 2008). Segn Varela (citado por Rojano, 2009), el activismo social o la vocacin de intervenir en la realidad desde la conversacin virtual es uno de los rasgos ms importantes y distintivos de la blogosfera.

Recientes estudios, como los del profesor de la Ponticia Universidad Catlica del Per Nelson Manrique, muestran que el uso de Internet comienza a ser relevante en el mbito poltico latinoamericano. En una encuesta realizada a principios del ao 2011 en la zona metropolitana de Lima se detect que:
(...) 56,2% de los consultados la utiliza para informarse o para formarse una opinin acerca de temas polticos. Usan la red de redes para discutir o para ponerse en contacto con personas que les interesan polticamente un 32,3% de los usuarios, y quienes maniestan haber participado o participar actualmente en campaas polticas, de defensa de los DDHH, ecolgicas o en otro tipo de activismo ascienden a un 16,6%.

La incidencia de los nuevos medios en el campo de la poltica se percibe en diversos mbitos, incluido el de las protes-

Segn el investigador, la de Tnez fue una de una revuelta cogenerada sin estrategia central impulsada por un nuevo sistema de comunicacin construido como mezcla interactiva y multimodal entre televisin, Internet, radio y plataformas de comunicacin mvil. Sin esa nueva forma de comunicacin asegura que permiti la interaccin y expuso al mundo las protestas, la revolucin tunecina no hubiera tenido las mismas caractersticas: su espontaneidad, la ausencia de lderes, el protagonismo de estudiantes y profesionales, junto con los polticos de la oposicin y los sindicatos jugando un papel de apoyo cuando el proceso estaba en marcha. En efecto, aunque no sea posible establecer causalidades entre el impacto real de los nuevos medios en las protestas populares, es innegable que stos constituyen una valiosa herramienta en manos de los ciudadanos que confrontan hegemonas. En contraposicin, tambin hay quienes sostienen, como Morozov (2011), que por s mismo Internet no provee nada cierto, de hecho, como ha resultado obvio, en demasiados contextos es evidente que aumenta el poder de los fuertes y reduce el po-

der de los dbiles. Como ha dicho McLaughlin (2011), los gobiernos pueden censurar, pagar a falsos comentaristas para que redirijan la conversacin hacia donde les interesa, y espiar a los opositores. Esto ltimo constituye la forma de control ms efectiva para los Estados y la ms peligrosa para los activistas, pues cuando arrestan a alguien de forma arbitraria, envan la seal de que el activismo en las redes sociales te puede causar problemas. La ampliacin del acceso a la Internet pone a los regmenes autoritarios en una seria disyuntiva. Por ello algunos gobiernos, interesados en brindar y mantener una fachada democrtica, optan en un primer momento por el acoso y la intimidacin a los dscolos usuarios, pero cuando ya la espiral se desborda, viene el bloqueo. En el caso egipcio, esto fue evidente. Al iniciarse las revueltas, tanto Twitter como Facebook fueron bloqueados y, posteriormente, todos los accesos a la Internet fueron suprimidos. Como consecuencia de estos hechos, el Consejo de Derechos Humanos de la Organizacin de las Naciones Unidas declar el acceso a Internet como un derecho humano. En su reporte al Consejo, el Relator Especial sobre la promocin y proteccin del derecho a la libre opinin y expresin, Frank La Rue, enfatiz que la promocin del uso de Internet deba ser una prioridad para los Estados, pues ste no slo permita a los individuos ejercer su derecho a la libre opinin y expresin, sino tambin otros derechos humanos.

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Aunque estos espacios emergentes parecieran replicar la polarizacin poltica que se produce en los medios tradicionales, tambin es posible descubrir entre ellos discursos no canalizados adecuadamente por el mainstream meditico polarizado.

la comprensin de los problemas de participacin ciudadana y las prcticas polticas emergentes requiere un enfoque que combine una teora de la sociedad en red y una teora del uso de las tecnologas de informacin y comunicacin en las dinmicas de accin ciudadana.

Medios, redes y movimientos sociales en Venezuela


Qu panorama se observa en Venezuela? En principio puede armarse que es posible apreciar dos expresiones: las que ofrecen las ONG y organizaciones sociales que han incorporado a su quehacer las nuevas herramientas y adems brindan capacitacin sobre infociudadana, y una emergente ciberesfera pblica compuesta de voces individuales que opinan, se informan, expresan y comunican a travs de medios digitales y redes sociales. Aunque estos espacios emergentes parecieran replicar la polarizacin poltica que se produce en los medios tradicionales, tambin es posible descubrir entre ellos discursos no canalizados adecuadamente por el mainstream meditico polarizado. Cmo comprender y calicar estas nuevas prcticas? Segn Puyosa (2010: 10):

De acuerdo con esta idea, es necesario entonces anotar que la conguracin de este nuevo entorno-red depende de la participacin de los usuarios, pues ella se da cuando stos, actuando de manera independiente y descentralizada, generan y/u organizan la informacin aprovechando la disponibilidad de aplicaciones y servicios web generalmente gratuitos o de bajo costo (OReilly, 2005). En otras palabras, se necesitan usuarios. Ciudadanos conectados y activos. En este caso, activos polticamente hablando. Segn las cifras ociales de la Comisin Nacional de Telecomunicaciones (Conatel, 2011), en Venezuela el nmero de usuarios de Internet ya sobrepas los diez millones de personas y los estudios de la consultora Tendencias Digitales sealan que la mayora de stos son usuarios de la Web 2.0. La pregunta que sigue es: cmo ha impactado este hecho el entorno meditico y poltico en Venezuela?

Medios emergentes en emergencia


Mientras el Gobierno venezolano avanza en la consolidacin de su poltica de hegemona comunicacional, la cual se ha traducido en el cierre de medios, la reduccin de espacios de opinin poltica en

medios privados y en la multiplicacin de medios estatales y para estatales en un clima de abierta polarizacin poltica que los medios privados tambin contribuyen a atizar9, los medios digitales y las redes sociales, especialmente los blogs, Facebook y Twitter, se han venido convirtiendo en espacios de difusin y deliberacin de asuntos polticos y sociales. Aunque investigaciones como la de Bisbal y Nicodemo (2011) realizada entre jvenes universitarios de Caracas arrojen resultados poco optimistas sobre el uso de las redes sociales, pues la mayora de los entrevistados se conecta para mantenerse comunicado, chismear y entretenerse durante los tiempos de ocio; otras, como la de Puyosa y Delgado (2011), muestran que las relaciones personales y las redes sociales tienen un efecto signicativo en la participacin en los espacios pblicos y en la conformacin de la cultura poltica que pareciera no estar siendo comprendido adecuadamente. Segn estos investigadores, los ltimos eventos electorales realizados en el pas exponen la emergencia de un elector racional y socializador fuertemente interesado por los asuntos pblicos que se caracteriza por disponer de fcil acceso a fuentes de informacin diversas y personalizadas, usar poco los medios masivos, mantener frecuentes conversaciones sobre poltica y ser usuario activo de blogs y redes sociales como Facebook y Twitter. En los primeros das de Internet, la llamada poca 1.0, prevaleci una mirada optimista que postulaba que el acceso a Internet inevitablemente conducira a una mayor democracia. Esta opinin fue reforzada por lo que quiz haya sido el primer ejemplo de insurgencia cvica a travs de Internet durante el intento de golpe de estado sovitico de 1991, cuando todos los medios de comunicacin rusos, excepto los grupos de noticias Usenet, fueron cerrados por las autoridades. Sin embargo, como acotamos, hoy existen fuertes divergencias en torno a la ecacia de Internet como una palanca para la democracia. No slo se cuenta con las advertencias de Mozorov (2011), sino con las de Esfandiari (2010) y Gladwell (2010) quienes adems sealan algo clave: la red, por s sola, no proporciona la organizacin o el compromiso sostenido que son necesarios para lograr cambios. Sobre estas apreciaciones es pertinente destacar que, a pesar del desarrollo tecnolgico, de la transformacin del ecosistema meditico y de la emergencia de un nuevo

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modelo de comunicacin, permanece vigente, y muy acentuada, la nocin de unas prcticas alternativas de comunicacin marcadas por una dinmica binaria (hegemona/contrahegemona) cuando, por el contrario, la Sociedad de la Informacin anima a construir una imagen de pluralismo y diversidad. En esa direccin, destaca Puyosa (2010), pareciera que en Venezuela la web s constituye un calidoscopio donde es posible conseguir redes constituidas para poner a circular informacin y compartir puntos de vista diversos con una intencin argumentativa y deliberativa. Desde 2006, advierte la investigadora, se experimenta en Venezuela con iniciativas en red conguradas por acciones distribuidas de ciudadanos interesados en el fomento de la democracia deliberativa con bases en organizaciones de la sociedad civil. Algunas de las experiencias que se pueden mencionar son: la campaa de blogs para la cobertura de las elecciones presidenciales 2006 (Elecciones en 3D); el grupo de debate en lnea sobre el proyecto de reforma constitucional en 2007 (virtu@lPOLITIK); la video-campaa para promover la participacin ciudadana en las elecciones regionales de noviembre 2008 (Voto Consciente); la campaa virtual-real en rechazo a la calicacin de gasto suntuario para los servicios de Internet en 2009 (Internet Prioritaria); la campaa va Twitter contra la Ley de Delitos Mediticos (#FreemediaVE) y el movimiento ciudadano #todosenred que deende la vigencia del decreto 825 que calica el uso de Internet como prioritario para el desarrollo del pas. Una dcada antes ya esa potencialidad de los medios en lnea se poda entrever. Al menos as lo declara el fundador de una de las iniciativas pioneras, analtica, la primera publicacin venezolana nacida enteramente en lnea: la intencin era establecer una plaza pblica en la red, un espacio para que se pudieran expresar personas e ideas totalmente divergentes (Pealoza, 2006: 41) En la actualidad, en la web social venezolana es posible detectar tendencias de opinin encontradas y a la vez apartadas de las que usualmente conforman la agenda del mainstream meditico bipolar. En el dilogo que se produce en ese entorno, segn Briceo et al (2010), la gente puede contrastar argumentos que ayuden a reforzar sus opiniones o a modicarlas, pero se advierte la conversacin sobre asuntos pblicos no implica moviliza-

En una situacin anmala, el Estado es el prestador dominante del servicio de Internet y a la vez su regulador a travs de Conatel, un ente cuya tutela ha sido conferida discrecionalmente, mediante decretos presidenciales, a diversos ministerios y nalmente a la vicepresidencia de la Repblica.

cin. La razn resulta obvia: quienes encarnan esa divergencia no se encuentran, por ahora, organizados. Pueden considerarse los medios digitales y redes sociales como prcticas de comunicacin alternativa en el siglo XXI venezolano? Aunque el desarrollo de la investigacin que adelantamos exigir la comprobacin emprica de una de sus caractersticas (su apertura a la expresin plural), por lo pronto nos parece que es posible arriesgar una respuesta armativa. Al menos por la reaccin que ha tenido el poder.

Una trgica paradoja


La estatizacin de la Compaa Annima Nacional Telfonos de Venezuela (Cantv) en el ao 2007 y la reforma de algunas leyes como la de Responsabilidad Social en Radio y TV (Resorte) y la LOT, a nales del 2010, le coneren al Estado la posibilidad de coartar la informacin que ofrecen los medios de comunicacin digitales y la que circula a travs de las redes sociales. En una situacin anmala, el Estado es el prestador dominante del servicio de Internet y a la vez su regulador a travs de Conatel, un ente cuya tutela ha sido conferida discrecionalmente, mediante decretos presidenciales, a diversos ministerios y nalmente a la vicepresidencia de la Repblica. Si bien es cierto que entre los aos 2000 y 2011 el Estado venezolano ha desarrollado un conjunto de programas dirigidos a la ampliacin del acceso a la red,

cuya penetracin ha pasado de 3,38 a 36,57 por ciento (Conatel, 2011), es necesario subrayar que la Cantv monopoliza la prestacin del servicio y acapara ms del 90 por ciento del mercado con una velocidad promedio de conexin menor a un megabit por segundo (1Mbps). Como una especie de trgica paradoja, al tiempo que aumentan las conexiones el acceso a la red se precariza y, adems, se revela la intencin de controlar la informacin que circula por medios digitales. Como evidencia de ello pueden mencionarse algunos hechos emblemticos. Aunque no se han registrado casos masivos de bloqueo de Internet, luego de nacionalizada la Cantv en el ao 2007 comenzaron a registrarse incidentes vinculados con informacin polticamente sensible. En enero del ao 2010, en cadena nacional, el Presidente de la Repblica instig a sus partidarios a usar Twitter para contrarrestar a sus opositores; igualmente, medidas de carcter legal se han convertido en formas de coaccin dirigidas a promover la autocensura. El 13 de marzo de 2010, el jefe del Estado, en una declaracin pblica, inst a la Fiscala General de la Repblica a iniciar un procedimiento legal contra el portal Noticiero Digital por la publicacin, en uno de sus foros, de informacin falsa relativa a las muertes del ministro de Obras Pblicas y Vivienda y de un connotado comunicador social del partido de gobierno. En su criterio, tanto como el que dice las informaciones falsas como el que las deja decir y desarrollar, estn cometiendo un delito que es penado con crcel en cualquier pas del mundo. En su defensa, los editores sealaron algo grave que gener no poca suspicacia: los rumores fueron divulgados por dos foristas que se haban registrado minutos antes de publicarlos. Segn ciberactivistas, lo sucedido a Noticiero Digital fue un acto deliberado para generar esa respuesta gubernamental con el n de amedrentar y provocar la autocensura. Como consecuencia de estos hechos, la Fiscal General de la Repblica requiri a la Asamblea Nacional legislar sobre el uso de Internet por parte de los medios de comunicacin social y el poder legislativo emiti una resolucin, publicada en Gaceta Ocial, donde se estableca la creacin de una comisin para investigar y aplicar sanciones. El Ministerio Pblico comision a una scal regional para dirigir una investigacin. Como consecuencia, algunos foros y portales de noticias suspendieron sus sistemas de comentarios.

Posteriormente, tambin durante el ao 2010, el Presidente de la Repblica nuevamente se pronunci en contra de Noticiero Digital. En cadena nacional de Radio y TV lo acus de publicar contenidos, en este caso un artculo de opinin, que incitaban a un golpe de Estado y exigi una investigacin penal. El Ministerio Pblico asign a dos scales para que iniciaran una investigacin. Hasta ahora los resultados de las averiguaciones a Noticiero Digital se desconocen. En julio de ese mismo ao, las autoridades policiales detuvieron a dos personas por estar presuntamente involucradas en la difusin, va Twitter, de falsos rumores dirigidos a desestabilizar el sistema bancario nacional. Fueron imputados por el Ministerio Pblico por la supuesta comisin del delito de difusin de informacin falsa, de acuerdo con lo previsto en la Ley General de Bancos y Otras Instituciones Financieras que contempla penas de prisin de nueve a once aos y un Tribunal de Control acord medidas cautelares. Lo extrao de este caso es que al momento de la detencin, una de estas personas contaba con apenas 32 seguidores y haba enviado 201 mensajes de los cuales slo uno haca referencia a la situacin bancaria. La otra tena dos meses suscrita a Twitter y slo seis seguidores. Las autoridades policiales, despus de practicar experticias, no encontraron elementos de culpabilidad y determinaron que haba habido una equivocacin. El abogado de Nares cuestion a la Fiscala por no haber realizado las diligencias pertinentes que llevaron a su imputacin.

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Posteriormente, tambin durante el ao 2010, el Presidente de la Repblica nuevamente se pronunci en contra de Noticiero Digital. En cadena nacional de Radio y TV lo acus de publicar contenidos, en este caso un artculo de opinin, que incitaban a un golpe de Estado y exigi una investigacin penal.

se ha difundido el maniesto de quienes se atribuyen estas prcticas ilegales y exculpan de toda responsabilidad al Gobierno.19

A modo de conclusin
A lo largo de la primera dcada del siglo XXI, la polarizacin poltica ha ocasionado graves daos a la plataforma de medios de comunicacin pblicos, privados y comunitarios de Venezuela. Este hecho ha generado que algunos ciudadanos, gracias a las posibilidades que brindan las nuevas plataformas de comunicacin, comiencen a explorar otras vas, como medios digitales y redes sociales, para informar, informarse y exponer libremente sus opiniones, percepciones y demandas sobre asuntos polticos y sociales. Considerados una vlvula de escape, una hendija a travs de la cual es posible poner a circular discursos alternos al mainstream meditico, stos pueden ser denidos, ciertamente, como medios alternativos de comunicacin y cumplen, al menos, con dos de las caractersticas que apuntamos inicialmente: ejercen un contrapeso al poder y son expresin de diversidad. Esta ltima tendencia, sin embargo, requiere de comprobacin emprica mediante estudios ms profundos. Para nalizar, es preciso decir que obviamente depende de otros factores, no slo tecnolgicos, el que los ciudadanos puedan alguna vez, como marcan viejas aspiraciones, promover y contribuir con el proceso de gestacin de una sociedad democrtica donde priven la justicia, la paz y la equidad. Los medios de comunicacin, sin embargo, jugarn un rol fundamental. En un siglo marcado por la centralidad que ocupa la Internet, la defensa del libre acceso a sta, como un derecho humano, y de la libertad de expresin en ese entorno constituyen nuevos retos. RAISA URRIBARR Periodista, profesora e investigadora de la Universidad de Los Andes en las reas de comunicacin, educacin y TIC.

Convergencia: el control del contenido y de los soportes


Hasta diciembre del ao 2010 en Venezuela no existan leyes especcas que penalizaran las actividades en lnea, salvo las previstas en la Ley Especial contra los Delitos Informticos relacionadas con la privacidad y la pornografa. Sin embargo, luego de las elecciones parlamentarias de septiembre de 2010, durante un periodo de quince das calicado de emergencia legislativa por parte del Gobierno, previo a la instalacin de una nueva Asamblea Nacional en la que ste carecera de la mayora calicada para legislar o modicar leyes orgnicas, fueron aprobadas las reformas de la ley resorte (a la que se agregan los medios electrnicos, ME) y la LOT.

Es posible sealar varios aspectos cruciales de estas reformas, pero slo mencionaremos los que en nuestro criterio tienen mayor relevancia para este anlisis, pues apuntan a un control que resulta vital: al del soporte de los contenidos. En la primera (resorte-ME) se contempla la responsabilidad social de los proveedores de servicio de Internet y medios electrnicos, vale decir, se legisla sobre el soporte de los datos, lo cual abre paso al establecimiento de mecanismos de censura previa de los contenidos emitidos por terceros; y en la segunda, la LOT, tanto la explotacin de las redes como la prestacin de servicios de telecomunicaciones dejan de ser de inters general y pasan a ser considerados de inters pblico, vale decir, a ser monopolizados por el Estado. En este contexto, la Ley contra Secuestro y Extorsin, que obliga a los prestadores de servicios de telecomunicaciones, bancarios o nancieros, a suministrar datos requeridos por el Ministerio Pblico cuando por razones de necesidad o urgencia les sean solicitadas, genera lgicas reservas. Sobre todo porque en los recientes casos de violacin de cuentas electrnicas y suplantacin de identidades digitales sufridas por un grupo de opositores hechos claramente tipicados como delitos en la Ley Especial contra los Delitos Informticos no ha habido sanciones legales por parte de las autoridades, a pesar de las denuncias interpuestas por los afectados. Por el contrario, por los medios del Estado, como Venezolana de Televisin,

Referencias
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Notas
1 En la hegemona comunicacional va a haber varios niveles: integracin de los sistemas de los medios pblicos, articulacin de un plan estratgico que permita la orientacin de esos medios pblicos; la creacin de un sistema nacional de medios comunitarios y alternativos; el impulso hacia una produccin independiente. (Weffer: 2007, cursivas nuestras) 2 Un ensayo ms completo sobre la reconguracin de los medios alternativos en Venezuela se encuentra en: URRIBARR, R. (2009): De comunitarios a gobunitarios. Los medios alternativos en tiempos de revolucin. En: Bisbal, M. Hegemona y control comunicacional. Caracas: AlfaUCAB. 3 http://www.larepublica.pe/13-09-2011/internety-la-politica Recuperado el 18/09/2011 4 http://bit.ly/ea1cKi 5 Traduccin propia de: All by itself, however, the Internet provides nothing certain. In fact, as has become obvious in too many contexts, it empowers the strong and disempower the weak. (Morozov, E. 2011: 17) 6 http://bit.ly/oTboiw Recuperado el 17/08/2011 7 http://www2.ohchr.org/english/bodies/hrcouncil/docs/17session/A.HRC.17.27_en.pdf Recuperado el 01/09/2011 8 Facebook cuenta con ms de 8.300.000 usuarios, lo que representa un 75% de los usuarios de Internet en el pas y un 30% de la poblacin total. Los de Twitter son 2.300.000, lo que equivale a un 21% de los usuarios y 8% de la poblacin. YouTube cuenta con una penetracin del 77% de los usuarios venezolanos. http://bit.ly/qHdnt2 Recuperado el 08/09/2011 9 Ver el informe de Medianlisis http:// bit.ly/mUaNt8 Recuperado el 01/09/2011 10 Proyecto NURR H-484-09-09-B nanciado por el CDCHTA de la Universidad de Los Andes 11 Los siguientes prrafos estn basados en datos que aporta el Reporte Venezuela 2011 de la organizacin Freedom House. 12 Colegio Nacional de Periodistas: Noticiero Digital: el primer ensayo, 15 de marzo de 2010. http://bit.ly/nwP0BV Recuperado el 17/08/2011 13 Noticiero Digital: Cmo dos foristas recien inscritos se aprovecharon de la libertad de ND y qu hicimos para controlarlos, 16 de agosto de 2011. http://bit.ly/dfopsi Recuperado el 18/08/2011 14 Gaceta Ocial, 18 de marzo de 2010. http:// bit.ly/pCDn1Q Recuperado el 18/08/2011 15 Roberto Carlo Olivares. Los patriotas de las FAN en busca de Lucio Quincio Cincinato. Noticiero 19

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Especializaciones y Maestras
ESPECIALIZACIN EN PUBLICIDAD Una oportunidad para aprender a gestionar los signos y entender que la publicidad es un medio de informacin, por tanto de signicacin. ESPECIALIZACIN Y MAESTRA EN COMUNICACIN ORGANIZACIONAL El espacio idneo para entender que estamos en una sociedad de las organizaciones de all, que requerimos acercarnos a la forma de comunicacin que all se desarrolla. ESPECIALIZACIN Y MAESTRA EN COMUNICACIN PARA EL DESARROLLO SOCIAL El objetivo es orientar el estudio de las comunicaciones para potenciar el desarrollo. Los egresados obtendrn herramientas comunicacionales para auxiliar, asesorar y/o tomar decisiones dentro de este campo de aplicacin. Programas dirigidos a comunicadores sociales y tambin a egresados universitarios que deseen acercarse al mundo de las comunicaciones.
Modalidad para especializaciones y maestras: presencial, dos tardes por semana de 6:00 pm a 10:00pm. Duracin: 4 semestres Lugar: UCAB, Montalbn

Programas de Estudios Avanzados


PERIODISMO Producto de la sinergia entre el diario El Nacional y la direccin de Postgrados en Comunicacin Social
Modalidad: presencial, clases diurnas, dos das a la semana de 8:00 am a 11:30 am. Duracin: 4 trimestres. Lugar: nueva sede del diario El Nacional en Los Cortijos de Lourdes.

COMUNICACIN Y POLITICA Se desarrolla bajo la cooperacin de la Konrad Adenauer Stiftung y el diario El Nacional.
Modalidad: presencial, dos tardes por semana de 6:00 pm a 10:00 pm. Duracin: 3 trimestres. Lugar: nueva sede del diario El Nacional en Los Cortijos de Lourdes.

LIBERTAD DE EXPRESIN Y DERECHO A LA INFORMACIN Se dicta conjuntamente con el centro de Derechos Humanos de la UCAB
Modalidad: Programa presencial y a distancia por Internet. Duracin: 320 horas Lugar: UCAB, Montalbn

Programas de Estudios Tcnicos Avanzados


En medios y comunicacin estratgica. Tambin en convenio con el Nacional, para Tcnicos Superiores Universitarios. Menciones: Publicidad integrada y Gestin de la Comunicacin
Modalidad: Presencial, dos tardes de la semana, de 6:00 pm a 10:00 pm Duracin: Tres trimestres Lugar: UCAB, Montalbn.

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tema central

Sobre el anteproyecto de ley de comunicacin del poder popular


El presente trabajo quiere destacar los principales aspectos del anteproyecto de ley de comunicacin para el poder popular, promovido por la diputada Blanca Eckhout y otros diputados seguidores del presidente Hugo Chvez, y formular algunas observaciones preliminares que permitan adaptarlo a los estndares internacionales, principalmente contenidos en las recomendaciones de la Asociacin Mundial de Radios Comunitarias.
onocido el anteproyecto de ley de comunicacin para el poder popular, quiero destacar sus principales aspectos para formular observaciones que permitan adaptarlo a los estndares internacionales principalmente contenidos en las recomendaciones de la Asociacin Mundial de Radios Comunitarias (Amarc). La Asamblea Nacional est en mora con los medios comunitarios desde el ao 2000, cuando el artculo 200 de la Ley Orgnica de Telecomunicaciones (Lotel) impuso al Estado la obligacin de promover la existencia de estaciones de radio y TV comunitarias de servicio pblico, como medios para la comunicacin y actuacin, plural y transparente, de las comunidades organizadas en su mbito respectivo. Por lo tanto, esta iniciativa legislativa supuestamente impulsada por un grupo de organizaciones de la comunicacin popular, como se hacen llamar, debe aprovecharse para impulsar la sancin de una ley que garantice realmente el acceso democrtico de todas las comunidades y entidades sin nes de lucro a los espacios de comunicacin. Pero el anteproyecto de ley merece al menos las siguientes observaciones: 1. El Anteproyecto incluye en su mbito de aplicacin nicamente a los medios de comunicacin del poder popular, es decir, incluye nicamente a los medios de comunicacin de los consejos comunales y otras formas de organizacin que conguran el Estado comunal y, en consecuencia, no incluye a los medios alternativos y comunitarios, como los llama el anteproyecto, que

El Estado promover la existencia de estaciones de radiodifusin sonora y televisin abierta comunitarias de servicio pblico, sin nes de lucro, como medios para la comunicacin y actuacin, plural y transparente, de las comunidades organizadas en su mbito respectivo Ley Orgnica de Telecomunicaciones, artculo 200

RICARDO ANTELA GARRIDO

al decir de la Exposicin de Motivos no son expresin actual de la Comunicacin para el Poder Popular. Se requiere una ley que incluya a todos los medios comunitarios de servicio pblico sin nes de lucro, como lo exige la Lotel y la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisin y Medios Electrnicos, y no slo a los del llamado poder popular. 2. En lnea con lo anterior, los medios beneciados por el anteproyecto son nicamente los medios fundados por consejos comunales y otras formas de organizacin que conguran el Estado comunal y, de acuerdo con los estndares internacionales propuestos por la Amarc, ms bien debe garantizarse que los medios comunitarios sean gestionados por comunidades y por organizaciones sociales sin nes de lucro de todo tipo (universidades, asociaciones de vecinos u otras entidades comunitarias), que deben participar en la propie-

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Galera de Papel. Augusto Marcano. La cama. Av. Libertador, Caracas, 2008. Serie Dispara sin plvora.

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dad del medio, en su direccin, operacin, nanciamiento y evaluacin. 3. Igualmente, consecuencia de lo sealado en el numeral uno es que el anteproyecto distingue entre los medios comunitarios y los medios del poder popular, y los somete a requisitos diferentes de creacin. Mientras que los medios comunitarios deben cumplir con los requisitos tcnicos de la Ley Orgnica de Telecomunicaciones y su reglamento, y con los legales previstos en el Cdigo Civil (artculo 9), a los medios del poder popular no se les exige cumplir con los requisitos tcnicos de la Lotel, sino que simplemente se constituyen y se registran en la vicepresidencia de la Repblica, y slo as podrn acceder al fondo de nanciamiento administrado por este funcionario (artculos 7 y 8). De este modo, aparte de la discriminacin entre unos y otros medios comunitarios, los medios del poder popular quedarn bajo control de la vicepresidencia de la Repblica. 4. El anteproyecto condiciona el funcionamiento de los medios del poder popular a la construccin del Estado comunal y socialista , que estn integrados por comunicadores bolivarianos, antiimperialistas y socialistas (artculo 4.6 y Exposicin de Motivos), con lo cual se discrimina a los medios comunitarios que no estn alineados con esa ideologa poltica, y se convierte a los medios del poder popular en instrumentos de proselitismo y promocin de la ideologa socialista. Debe exigirse que los medios comunitarios garanticen el acceso y participacin plural de todas las corrientes polticas que conviven en la respectiva comunidad. 5. El anteproyecto establece el objetivo de democratizar el espectro radioelctrico, mediante polticas que ordenen al Estado el otorgamiento del espectro a todos los sectores, dndole prioridad a los medios de comunicacin para el Poder Popular (artculo 4.2, cursivas nuestras), con lo cual los medios del poder popular tendrn hegemona en el espectro radioelctrico sobre el resto de los medios de comunicacin, incluso sobre los medios comunitarios, con dos agravantes: (1) los medios del poder popular no requieren cumplir con los requisitos tcnicos exigidos por la Lotel (artculo 7), y (2) el Gobierno

puede asignar discrecionalmente y sin concursos pblicos las frecuencias en el espectro. Adicionalmente, se le impone a las empresas de televisin por suscripcin que incluyan en su grilla de programacin a los medios del poder popular (artculo 27). Debe exigirse que las frecuencias sean asignadas por una autoridad tcnica independiente del Gobierno, mediante concursos pblicos y transparentes, as como la digitalizacin del espectro, que permitira transmitir por lo menos tres canales digitales en el mismo espectro asignado a un canal analgico. 6. Segn el anteproyecto (artculos 18 y 19), las principales fuentes de nanciamiento de los medios del poder popular sern los aportes anuales especiales que hagan los bancos y dems empresas del Estado, y un fondo especial administrado por el vicepresidente de la Repblica, conformado por una contribucin anual que deben pagar las personas jurdicas dedicadas a la publicidad y los prestadores de servicios de telecomunicacin con nes de lucro (empresas de telefona, medios de comunicacin social, entre otras), equivalente al 2% de su ganancia o utilidad. An ms, los medios impresos del poder popular deben imprimirse gratuitamente en las imprentas del Estado (artculo 26). La principal crtica que esto merece es que: (1) una vez ms, tal como ocurri con la ciencia y tecnologa y recientemente con el deporte, el Estado quiere nanciar una actividad de inters general, no con dinero del presupuesto pblico sino con dinero despojado al sector privado, administrado y asignado discrecionalmente por el vicepresidente, sin contralora social alguna; y (2) Se discrimina a los medios comunitarios toda vez que slo los medios del poder popular registrados en la vicepresidencia, y nicamente ellos, tendrn acceso a estos recursos. 7. Por ltimo, el anteproyecto faculta a los ministerios competentes para que certiquen como comunicador integral a la experiencia y saberes de los ciudadanos dedicados a la comunicacin popular (artculo 14), es decir, de los comunicadores bolivarianos, antiimperialistas y socialistas. De este modo, se discrimina a los ciudadanos con experiencia en otros medios comunitarios de servicio pblico, que al no prestar ser-

vicios en medios del poder popular, o no estar alineados con la ideologa socialista y comunal del poder popular, simplemente carecen del derecho a que su experiencia o saberes sean evaluados o certicados por el rgano competente. El principio de pluralismo en los medios, y especialmente en los medios comunitarios, ha sido un principio predicado y promovido en el contexto de la Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que explcitamente ha sealado:
la capacidad de una emisora de radio comunitaria para contribuir al progreso de la democracia descansa, a la vez, en el respeto del derecho de los individuos y grupos de poblacin a difundir sus opiniones y en el deber que tienen las autoridades de observar los principios democrticos y crear condiciones propicias para la participacin del pblico en general. Este ltimo criterio es el fundamento de los medios de informacin comunitarios, (cursivas nuestras)

En n, es importante que los medios comunitarios y todos los dems sectores interesados se incorporen al debate y propongan ideas que ajusten el anteproyecto a los estndares internacionales de libertad de expresin y que garantice realmente el acceso democrtico de todas las comunidades y entidades sin nes de lucro, no solamente de las socialistas, a los espacios de comunicacin. RICARDO ANTELA Profesor de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de la Universidad Catlica Andrs Bello y en la Facultad de Ciencias Jurdicas de la Universidad Metropolitana.

Notas
1 El Estado comunal y socialista es un modelo de Estado basado en la propiedad social sobre los factores y medios de produccin bsicos y estratgicos, y cuya clula fundamental no es el municipio sino la comuna (artculos 2, 7 y 8 Ley Orgnica del Poder Popular). 2 Se reitera, la clula fundamental del Estado comunal y socialista no es el municipio sino la comuna, y el modelo de Estado se basa en la propiedad social sobre los factores y medios de produccin bsicos y estratgicos (artculos 2, 7 y 8 Ley Orgnica del Poder Popular). 3 www.unesco.org/bpi/pdf/memobpi46_mediapluralism_es.pdf

Nueva publicacin del Centro Gumilla

Estos hombres y mujeres aman la vida y han vencido el miedo, se han atrevido a luchar desde la intemperie, se han unido a otros, trascienden las dicultades de la vida cotidiana porque creen y esperan

Francisco Jos Virtuoso


Adquiralo a partir del mes de diciembre a travs de los nmeros (0212) 564 9803 al (0212) 564 5871

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tema central

El rol de los medios de comunicacin masivos en la implementacin de una poltica de promocin de la convivencia y de la prevencin del delito
El texto nos ofrece una reexin terica, pero ilustrada con ejemplos de nuestro contexto profundamente violento, acerca del papel que pueden y deben cumplir los massmedia y sus profesionales en el diseo y desarrollo de una poltica de prevencin del delito. El autor llega a la conclusin, que bien puede ser una recomendacin, de que debe existir una voluntad por parte de los medios de comunicacin social de ser parte de la solucin y no parte del problema al crear matrices de opinin en favor de una poltica pblica para la promocin de la convivencia como garanta para la prevencin del delito.
a pertinencia de este escrito se desprende de la necesidad de entender cmo los medios de comunicacin social pueden contribuir con el descenso de los ndices de violencia presentes en Venezuela. Trabajos de los ltimos aos en este tema me han llevado a conocer los principales periodistas que cubren la fuente de sucesos que da a da se presenta en los principales peridicos del pas, y el reporte de homicidios y muertes violentas en Caracas y Venezuela. Estos profesionales hacen una labor que va mucho ms all de lo que leen sus lectores, y la noticia muchas veces no acaba con su reportaje. La labor de los periodistas de sucesos en el pas no es fcil. Se dicult a partir de enero de 2004 cuando esperaban, como todos los aos, recibir el cierre del nmero de homicidios de ese ao. Luego de esperar unos meses y no recibir cifras, les lleg la noticia de que la ocina de prensa del Cuerpo de Investigaciones Cientcas Penales y Criminalsticas (Cicpc), no seguira ofreciendo estas cifras a la opinin pblica y cerraba sus operaciones y su oficina. Coincide con esta realidad que entes como el Ministerio de Salud dejara de publicar los reportes epidemiolgicos que tradicionalmente publicaba anualmente, debido al alza de indicadores de malaria y dengue? Esta situacin est hoy en da solventada y el Ministerio de Salud ha regresado a reportar las estadsticas que le competen. Pero no disponemos an de los datos sobre el total de delitos comunes y su caracterizacin por parte del ente oficial del Estado, el Cicpc. Entonces, se puede decir que esto

LUIS CEDEO

responda a una poltica de Estado de ocultar indicadores de gestin que le eran adversos? Lo que es cierto es que los indicadores de criminalidad han aumentado de una forma preocupante y sostenida desde el ao 1999. Las estadsticas del 20042005 mostraron descensos parciales, pero estos datos no fueron ociales. Entonces cmo sabemos esto si ya no existe un ente ocial para proveer estos datos? La informacin busc una salida a travs del Centro para la Paz de la Universidad Central de Venezuela. Este Centro, que opera dentro de la ms importante casa de estudio del pas, aport datos valiosos sobre criminalidad a partir del ao 2004, exclusivamente a travs del informe del Programa Venezolano de Educacin-Accin en Derechos Humanos publicado anualmente el 10 de diciembre de cada ao. En l se presentan cifras, con corte de septiembre en el ao, para una cantidad de indicadores fundamentales para la mediacin de la situacin de criminalidad del pas. Despus de muchos aos en los cuales este centro de investigacin ha reportado sobre la situacin de seguridad a travs del informe de Provea, el Gobierno nacional reaccion y critic a travs de los medios que modera el Estado central los resultados presentados por el Centro para la Paz en el informe de la ONG. Cuando observamos la evolucin de la estadstica de tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes en Venezuela, se puede entender la preocupacin del Estado de no hacer pblicos tan alarmantes nmeros a la prensa. Pero, lamentablemente, la falta de transparencia y ausencia de rendicin de cuentas por parte

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Galera de Papel. Augusto Marcano. La mesa. Boulevard de Sabana Grande, Caracas, 2007. Serie Dispara sin plvora.

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del Estado en este tema, ha generado an ms suspicacia por parte de aquellos que se oponen al gobierno de turno. Por otro lado, los medios empiezan a generar una matriz de opinin donde siembran duda sobre la labor del Estado y magnican la situacin a la luz del silencio que se obtiene de los entes gubernamentales responsables de la seguridad ciudadana.

Cuadro 1. Homicidios por cada 100.000 habitantes en Venezuela 1999-2008

Politizacin del tema de la inseguridad y los medios


La inseguridad, muchas veces lo recalcamos, no distingue colores polticos; la situacin de ser adepto o pertenecer a un partido de gobierno u otro cualquiera, no genera menor posibilidad de ser vctima de un delito. Es aqu donde decimos que la inseguridad es un problema de todos y su solucin debe salir de todos. Pero aun as se ha insistido en politizarlo de dos maneras muy diferentes tanto por opositores como por el Gobierno. Las fuerzas que representan la oposicin al actual Gobierno manifiestan que uno de los grandes fracasos de ste ha sido la lucha contra la inseguridad. Esto parece estar claro con los indicadores de homicidios que muestran que se ha duplicado su tasa ms del doble y triplicado el nmero total de homicidios. Tambin se maniesta en las encuestas de opinin que realizan varias empresas de investigacin de mercado donde se refleja que el principal problema para 44% de los venezolanos es hoy da la inseguridad, as como en las encuestas de victimizacin que ubican este ndice cerca del 40% para el rea metropolitana de Caracas. Esta situacin es la que hace que los opositores tomen el tema como bandera para criticar el desempeo del Gobierno. Algunos medios privados, llamados tambin opositores y, en algunos casos, golpistas se han dedicado a cubrir y registrar con ahnco los sucesos y temas de inseguridad que se presentan en el pas. Sin duda una labor necesaria, pero no es menos cierto que polticos prominentes de la oposicin han sabido cmo sacarle punta a esta debilidad apoyados por los medios que se identican con su tendencia poltica. La situacin ha llevado al Gobierno a tomar una postura perniciosa y disfuncional durante mucho tiempo negando el fenmeno como si no existiese y atribuyndolo a una matriz de opinin creada desde la oposicin para desprestigiar su labor y la del Presidente, que tampoco habla de la inseguridad en el pas. Existe

TASA TOTAL

25 5.968

33 8.022

32 7.960

38 9.617

44 11.342

37 9.719

37 9.964

45 12.257

48 13.156

52 14.584

Fuente del grco 3: Instituto Nacional de Estadstica (INE), Cicpc. Proyeccin 2008 realizada por el autor en base a datos ociales hasta noviembre del 2008.

una asimetra en cuanto a la cobertura de sucesos que se registran en los medios de comunicacin privados y la casi inexistente informacin sobre inseguridad que se presenta en los canales del Estado donde se manifiestan posturas cada vez ms radicalizadas y divorciadas de la realidad. Ninguna de las posturas ayuda al mejoramiento de la situacin de inseguridad que viven los venezolanos. Ambas estrategias son disfuncionales con respecto a las metas que se aspiran lograr, donde en primer plano se ubica la disminucin de los homicidios. El no reconocimiento por parte del Gobierno de un problema tan grave como la inseguridad lo ha puesto en ridculo frente a la opinin pblica nacional e internacional. Los medios de comunicacin del Estado proyectan una realidad idealizada de un pas donde reportar homicidios o noticias sobre criminalidad o cualquier otro tema no es una opcin. Los medios privados que no estn alineados con el Gobierno tienen la constante responsabilidad y deber de reportar lo que ocurre en una Venezuela violenta, donde el ciudadano comn no escapa del auge delictivo; pero proyectar esta realidad no trae soluciones a la problemtica ms all de la denuncia pblica de un fenmeno de conocimiento general.

Los principales lderes y partidos polticos de la oposicin han decidido tomar como bandera la inecacia del Gobierno en el tema de la seguridad y los medios los han acompaado en mayor o menor grado en sus estrategias, dependiendo del estado del entorno poltico. Esto, en definitiva, crea un efecto de desasosiego que embarga a la sociedad en cuanto no se avizoran respuestas contundentes de parte del Gobierno de turno sino incapacidad para afrontar la problemtica. Ciertamente la poblacin no puede esperar un cambio de poder que solucione la situacin planteada. Slo trabajando con los que hoy toman las decisiones podemos emprender el cambio lento pero seguro a una sociedad ms segura.

El rol de los periodistas en la asistencia de las vctimas del crimen


Recientemente fui a una mesa de anlisis en un conocido programa de radio donde se invit a periodistas de los principales medios impresos que cubren la fuente de sucesos para hablar sobre la violencia y la criminalidad en el pas. Estaba yo en calidad de invitado especialista en el tema; ciertamente no soy comunicador social, pero mi contacto con ellos siempre ha

sido una relacin simbitica donde ambas partes nos beneficiamos. Esto se da con principal intensidad en Venezuela, donde los cuerpos de seguridad del Estado dejaron de ser fuente ocial de indicadores de violencia y delito. La continua retroalimentacin de informacin entre los periodistas y especialistas como uno, es lo que ha permitido al venezolano estar informado del principal problema que los afecta: la inseguridad. Pero esta situacin ha complejizado la labor de los periodistas. Las fuentes de informacin ya no estn disponibles con facilidad y muchos de ellos coinciden en las morgues en busca de levantar ese dato elusivo que es cuntas muertes violentas ocurrieron el n de semana? Queda claro que el tener que levantar informacin prcticamente en el lugar de los sucesos les ha hecho el trabajo ms difcil, pero tambin ha desembocado en que estos periodistas desarrollen otro rol: asistir a los familiares de las vctimas. Para los familiares de las vctimas, ms especcamente las de homicidios, frente a altsimos ndices de impunidad (97%)9 y de falta de respuesta por parte de las autoridades, al nico que pueden recurrir y que de hecho se hace presente, es el periodista que cubre la fuente. Los familiares ven como nica alternativa hacer la denuncia a los medios con la esperanza de que su caso no caiga en el olvido al igual que los otros miles que se quedan sin respuesta ao tras ao. Pero el periodista tampoco es ajeno al dolor que presencia da a da, lo cual le ha dado la experiencia y el tacto para abordar a estos familiares no slo para extraerles informacin, sino tambin para fungir como psiclogo improvisado que escucha a las vctimas y les brinda apoyo, en muchos casos expresados en acompaamientos en los cuales el periodista lleva al familiar a diversos espacios para que haga eco de sus denuncias y su bsqueda de justicia. En la mayora de los casos la nica reparacin que llegan a tener es una resea periodstica y un oyente vido en el momento de su prdida. Estas actitudes y acciones de estos periodistas viene a llenar un vaco con respecto a una responsabilidad ineludible del Estado: la atencin a las vctimas.

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El resultado es que tanto los menores como la poblacin en general estn expuestos a contenidos con altos ndices de violencia y sexualidad. Estos elementos se entrelazan en los contenidos ms comunes que presenciamos en los programas seriados o en largometrajes populares.

El rol de los medios en las polticas de seguridad ciudadana


Los medios son un elemento fundamental en el xito o fracaso de las polticas de

convivencia y seguridad ciudadana que puedan llevar adelante los gobiernos estadales y locales. Estos deben servir como apoyo principalmente en dos frentes fundamentales: la disminucin de la violencia y la construccin de ciudadana. En cuanto a la disminucin de la violencia en los medios, primeramente stos se deben circunscribir a lo pautado por Conatel en relacin a los horarios de adultos donde son permitidos los contenidos violentos. La realidad es que los horarios discriminados por pblico son rara vez respetados por la audiencia y queda a una discrecionalidad muy laxa de los padres y representantes si estn presentes. As pues, la llamada ley resorte no tiene mayor efecto o control en la exposicin de los jvenes y la poblacin general a los medios de comunicacin de seal abierta y aquellos que corren a travs de servicios privados de televisin por suscripcin. El resultado es que tanto los menores como la poblacin en general estn expuestos a contenidos con altos ndices de violencia y sexualidad. Estos elementos se entrelazan en los contenidos ms comunes que presenciamos en los programas seriados o en largometrajes populares. En la ltima entrega (cuarta) de la saga de pelculas de Rambo se registran un total de 264 muertes violentas. Pero la violencia no tiene que manifestarse tan explcitamente en pelculas blicas; ttulos como Mi Pequeo Angelito muestran comportamientos violentos hacia personajes de la pelcula que se consideraran de alta violencia interpersonal dentro de una comedia familiar exitosa. Sin ir muy lejos, las comiquitas

de Loony Tunes y Hanna Barbera, de factura norteamericana, con las cuales creci la cohorte de los 60, 70 y 80, contienen altos ndices de violencia; tal es el caso de Tom y Jerry, El Correcaminos y Bugs Bunny. Existen tambin ejemplos latinoamericanos que ejemplificaron la idiosincrasia de nuestros pueblos como El Chavo del 8 donde la violencia intrafamiliar e interlial se hizo cotidiana en nuestras relaciones y hogares. An estamos por ver en la programacin de canales de televisin programas donde presenciemos el milagro del nacimiento de un nio desde el vientre de una madre (a pesar de lo repulsivo que pueda parecer frente a la posibilidad de presenciar la muerte de villanos en una pelcula) y ejemplos de vidas exitosas por las cuales los jvenes de hoy puedan moldear su vida y construirse un proyecto de vida til para la sociedad en que viven en contraposicin de una vida de violencia y muerte. Todas estas tendencias en la programacin han hallado eco con la manifestacin de mayor violencia en los programas actuales, que sin duda han sido estudiados por muchos catedrticos de las ciencias sociales y comunicacionales en la actualidad. El efecto pernicioso se origina en la falta de balance en los contenidos que promueven la paz y la vida, y lo que vemos todos los das: muerte y sexo. Contradictoriamente la actividad sexual tiene su n ulterior en la vida, pero este resultado rara vez se ve en pantalla. En las mejores circunstancias vemos al embarazo, promesa de vida, como una consecuencia de un encuentro sexual adolescente desafortunado. Es sin duda responsabilidad de los medios, a travs de su programacin, privilegiar programas que no enaltezcan comportamientos antisociales ni violentos. La autorregulacin debe incluir los contenidos emitidos a travs de los espacios informativos donde se suelen presentar el mayor nmero de quejas por parte de los usuarios. Los medios de comunicacin privados de corte oposicionista suelen tratar las noticias de sucesos en tono sensacionalista que alarman a algunos y en otros generan protestas por el temor y zozobra generados a la comunidad. El tema se torna complicado cuando se introducen temas como el derecho a la informacin y lo que es adecuado transmitir por las pantallas de los canales de seal abierta en momentos determinantes e histricos como los que se presentaron durante los acontecimientos transcurridos durante el golpe de Estado de 2002 en

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Venezuela. Algunos pueden alegar que estas transmisiones fueron parte del plan golpista en ejecucin, pero nadie puede negar que sean documentos visuales e imgenes en vivo que determinaron, en su momento, el desenlace de un clamor popular que llev a la resolucin institucional de ese conflicto y el restablecimiento del hilo constitucional sin mayores prdidas humanas. Los medios de comunicacin privados alineados con el golpe de Estado y con intenciones claramente opuestas al Gobierno constituido, ulteriormente, mediante su negativa de transmitir la realidad que se viva en muchas zonas populares de Caracas fueron los activadores, mediante el manto de la no informacin, de los grupos y colectivos sociales afectos al Gobierno para que actuaran a favor de la restitucin del Presidente. La violencia anterior al golpe fue, en todo caso, el plato fuerte de esos aciagos das en que murieron muchos venezolanos que quedaron en la memoria colectiva de la sociedad. La reconciliacin y el reconocimiento del otro entre ambos bandos polticos es parte de la recuperacin de la paz y la convivencia que todos buscamos en la resolucin de nuestras diferencias polticas. El otro aspecto central se vincula directamente con la seguridad y la convivencia ciudadana y es la construccin de la ciudadana. La construccin de la ciudadana se puede vincular con la creacin del nuevo hombre socialista que promulga el Gobierno bajo le esquema del socialismo. Y es que el hombre nuevo que se busca dentro del paradigma de la seguridad ciudadana moderna es aquel que cumple con las normas y las leyes presentes en su entorno y su pas. Es muy diferente al arquetipo venezolano del vivo o cmo lo describe Alex Carriles el pcaro venezolano que ha sido el modelo a seguir desde la colonia hasta la actualidad dentro del mbito criollo. Todo aquel que promulga la modalidad del astuto, vivo o sagaz logra obtener el xito y avance social a travs de prebendas con comportamientos y actitudes claramente fuera de norma. Esto es lo que queremos cambiar desde hace mucho en la sociedad venezolana. Se recuerda vagamente en el pasado reciente los esfuerzos que realiz aquel grande de la comunicacin y educacin en el pas como fue Renny Ottolina. A travs de sus programas televisados llevaba mensajes en los cuales educaba a la ciudadana en temas tan novedosos como el respeto a las normas y las seales de

Los medios de comunicacin tienen una tarea central en la creacin de capital social, no slo traducido en identidad comunal, sino a travs de la transmisin de mensajes institucionales donde se pueda buscar la identidad de las comunidades.

trnsito, para los nuevos conductores de aquella dcada de los 70 y cmo tambin deban comportarse las personas en un entorno y una ciudad que iba creciendo al ritmo de los tiempos modernos. Un esfuerzo comunicacional de esa envergadura no se ha presenciado desde aquellos tiempos en que Caracas era modelo de urbanismo y modernidad para Amrica Latina. Sin duda es hora para otro esfuerzo educativo en este tema de ciudad. El tema de la ausencia de capital social surge a raz del deterioro de las relaciones comunitarias y sociales que existan en las principales comunidades que se originaron en los cascos populares y hacen vida hoy en da en la ciudad de Caracas. Este capital social tuvo su origen principalmente en los centros poblados que de alguna forma tomaron arraigo en un espacio geogrfico particular y crearon historia y cultura propia. En esos lugares se origin un capital social espontneo, donde las normas y tradiciones formaron parte del consciente colectivo. Pero muchos centros poblados de la regin capitalina no tuvieron tal historia u organizacin, surgieron espontneamente de la necesidad de espacio para vivienda. Lamentablemente para muchos venezolanos que se establecieron en zonas marginales improvisadas donde dict la ley de la necesidad habitacional, surgieron comunidades sin identidad propia ni asidero cultural que les identicara un n comn o historia comn. Es all donde se origina el principal problema de la identidad y de la creacin de capital social. Los medios de comunicacin tienen una tarea central en la creacin de capital social, no slo traducido en identidad comunal, sino a travs de la transmisin

de mensajes institucionales donde se pueda buscar la identidad de las comunidades. El otro elemento de la construccin del capital social es el incremento de la conanza en las instituciones que realizan la labor de seguridad y justicia. Este tipo de esfuerzo o campaa de medios debe estar orientado a elevar la percepcin que tienen los cuerpos de seguridad del Estado en las comunidades a las cuales sirven, generando mayores niveles de conanza y participacin en busca de elevar la denuncia y el entendimiento de la delincuencia en zonas particulares. La polica actual es percibida como represiva y lejana del ciudadano, imagen que se ha reforzado a la ciudadana a travs de los medios, identificando al polica como delincuente. Si bien algunos funcionarios son corruptos e incurren en irregularidades, no son todos as. La conanza en la institucionalidad de la polica debe ser construida no slo en el cambio del comportamiento del polica bajo un paradigma diferente al represivo, sino a travs de los medios que deben contribuir en el cambio de imagen de los policas que garantizan su seguridad. Son muchos los frentes en que pueden contribuir los medios con las polticas de seguridad y convivencia ciudadana que lleven adelante los organismos competentes; pero ms all de las crticas que puedan desprenderse del desempeo de cualquier iniciativa, debe existir una voluntad por parte de los medios de comunicacin social de ser parte de la solucin y no parte del problema al crear matrices de opinin que puedan generar dudas con respecto a los esfuerzos que se generan desde el Estado central, gobiernos locales o estadales en este tema. LUIS CEDEO Socilogo egresado de la Universidad Catlica Andrs Bello (UCAB). Profesor del Postgrado en Comunicacin Social de la misma Universidad. Magster. Especialista en seguridad ciudadana.

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Referencias
REY, Germn (2005): El Cuerpo del Delito. Bogot: Centro de Comunicacin para Amrica Latina. PROVEA (2008): Situacin de los derechos humanos. Informe anual Programa venezolano de edcuacin-accin en derechos humanos (Provea). Varios autores (2008): Convivencia y Seguridad Ciudadana. Caracas: Ciudad Humana.

Notas
1 http://www.derechos.org.ve 2 Da Internacional de los Derechos Humanos. 3 Instituto Nacional de Estadstica (INE), Cicpc. Proyeccin 2008 realizada por el autor en base a datos oficiales hasta noviembre del 2008. No incluye muertes por enfrentamientos, crmenes pasionales, resistencia a la autoridad, en averiguacin, suicidios en centros penitenciarios o por accidentes de trnsito; todas consideradas bajo estndares internacionales como muertes violentas. Todas ellas sumaran un nmero mayor al presentado en esta estadstica.

4 Consultores 21. Encuesta mnibus. Principales problemas del pas. Septiembre, 2008. 5 Encuesta de Victimizacin por hogares en Caracas. LACSO-Alcalda de Chacao, 2007. 6 Caracterizacin que han dado fuentes del Gobierno a canales como Globovisin, Radio Caracas Televisin y algunos peridicos de circulacin nacional. 7 Venezolana de Televisin, Tves, Vive Tv entre otros medios impresos bajo el control del Gobierno. 8 Frente al silencio gubernamental de transmitir los dramas humanos que se desprenden de los altsimos niveles de inseguridad que sufren los habitantes de las grandes urbes del pas. 9 Ministerio de Interior y Justicia. Memoria y Cuenta 2006. 10 Comisin Nacional de Telecomunicaciones. 11 La Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisin. 12 http://www.boxofcepsychics.com 13 Ttulo original Home Alone (1990) dirigida por Chris Columbus. 14 Los antagonismos arquetpicos como gato y

ratn; ave y coyote presentes entre los personajes de estas caricaturas los llevaban a agredirse de diversas formas que generaban jocosidad entre los televidentes de edad infante. La parodia de esto se puede percibir en las comiquitas sumamente violentas que ven Bart y Lisa Simpson, fanticos de Tommy & Dali, gato y ratn, en Los Simpsons, fenmeno dentro de otra comiquita que se considera hoy da una clara crtica al modelo norteamericano de la familia de clase media. Los Simpsons a su vez se consideran un paralelo de Los Picapiedras o The Flienstones, clsico de Hanna Barbera en versin de los 90 pero con una familia disfuncional respondiendo a los cnones actuales. 15 Largometraje: Juno (2007) dirigida por Jason Reitman. Ganador ese ao de Oscar al mejor guin original. 16 Los canales y medios nacionales que respondan a la legislacin nacional. No los canales de cable que operan fuera de las fronteras nacionales. 17 Comit de Usuarios de los Medios de Comunicacin (Cumeco). rganos regidos por Conatel. 18 CAPRILES, Alex. (2008): La picarda del venezolano. Caracas, Venezuela: Edit. Santillana.

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BUZONES CORREO ELECTRNICO


REDACCION SIC / [email protected] REDACCION COMUNICACION / [email protected] UNIDAD DE DOCUMENTACIN / [email protected] ADMINISTRACION / [email protected]

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tema central

Galera de Papel. Augusto Marcano. La nevera. Av. Francisco de Miranda, Caracas, 2010. Serie Dispara sin plvora.

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El submundo que se maneja desde un carro


l zumbido de las moscas es parte tambin de la rutina de las crceles. Hay muchas. Casi tantas como reclusos. Vuelan, se paran, pican, envenenan enferman. El olor, que es de esos que se queda impregnado en la piel y en la memoria, las alborota, las atrae, las reproduce... No es fcil caminar as por una crcel. Presos que no caben, nubes de moscas enormes y verdes que hay que sacudir en cada paso, olores que reclaman haber comido antes de llegar a los calabozos, barcos de excrementos que pueden caer desde el cielo en cualquier momento, pozos de orine que hay que sortear para no salpicar los zapatos armas, drogas, municiones, comida, perros y hasta ratas. Pero quizs eso sea lo ms duro para un visitante, no para un recluso. Un reo tiene que preocuparse por sobrevivir. Deben aprender a estar en ese submundo que existe atrs de los muros blindados, pues hay un gobierno que debe respetarse y del cual depende su vida. El que no sepa matar aprende a hacerlo, pero siempre con la autorizacin del lder de la crcel. Adentro, esa es una demostracin de valenta y es un ticket para entrar al grupo del pran, es decir, subirse al carro que maneja la crcel. Para sobrevivir, adems de saber apretar un gatillo, tambin hay que aprender a hablar. Existe un diccionario. Las palabras tienen otro signicado. Una equivocacin se paga con la vida.

Los jbaros mayores


Por sobre todas las cosas, lo primero que hay que hacer en un centro de reclusin es conocer y entender el liderazgo que hay adentro. Unos doscientos hombres, en los recintos donde hay ms poder, forman parte del gobierno. En otros el nmero es ms tmido, pero no por eso se deja de tenerle respeto y miedo, mucho miedo. En esas crceles, suele haber ms de un lder que maneja un sector especco. El lder se llama pran, porque es el que ms suena. Es una onomatopeya. Sus hombres de conanza son los luceros que se dividen en luceros de alta y luceros de baja. Dan la vida por su lder. Tienen benecios. Los mismos internos explicaron que los gobiernos nacieron por el abandono del Estado. Aproximadamente desde el ao 2002, esos lderes decidieron organizarse ms, estructurarse mejor y ser mucho ms rigurosos en la organizacin interna. Entre las nuevas funciones incorporaron cobrar una suerte de renta a los internos, la causa, para cubrir gastos importantes. Las excusas fueron varias, pero la que ms se repeta era: se trata de un dinero semanal para comprar implementos de limpieza. Est visto que para eso no se us nunca. Las moscas son testigos. Otras explicaban que era un pago por el derecho a estar en el penal y por gozar de ciertos benecios.

El tema de nuestras prisiones ha sido noticia de primera plana en todos los medios impresos y en los medios radioelctricos ha servido para abrir el respectivo noticiero estelar. No slo fue el caso de El Rodeo, quizs el ms sonado de los ltimos aos, sino la situacin infrahumana en que viven los presos y las condiciones de las crceles. Desde ah la periodista nos ofrece una estupenda, pero a la vez terrible, crnica sobre ese mundo y la manera como los presos se las ingenian para poder sobrevivir.

ISOLIETT IGLESIAS

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En la mayora de las crceles se cobra entre sesenta y doscientos bolvares, incluyendo las cuotas especiales que algunos lderes deciden exigir para gastos extras. El monto que debe pagar cada reo depende del estudio socioeconmico que hace el gobierno a cada recluso. Para ese anlisis, cada lder con sus hombres de ms conanza, toman en cuenta el delito por el cual est preso. Si es uno comn, como el robo genrico o el de celulares, le permiten cancelar el monto mnimo, si entr por delitos como secuestro, extorsin o droga s tienen que pagar ms. La mayora entrega slo sesenta bolvares. Es as como cada crcel puede producir, en promedio al ao, ms de 10 millones de bolvares, unos 2,4 millones de dlares, slo por concepto de causas. Pero adems, cuenta con naturalidad un hombre que fue pran y que hoy no quiere dar su nombre por eso, que el gobierno tambin recibe dinero por los pagos de proteccin personalizada, la venta de alcohol, de droga, por los alquileres de espacios para puestos de telfonos y comida y hasta por lo que se genera de los delitos que se planican y monitorean desde ese penal, como los secuestros exprs y las extorsiones. Hoy varios de los penales, por no decir
uenos das a todos los venezolanos les habla un ex privado de libertad que estuvo dos aos y once meses esperando la preliminar por pasar por un lugar equivocado. Escribo estas lneas por lo mal que estn en este momento los penales... Relato todo lo que viv en ese sitio. Adentro es un negocio. Es una maa grande y productiva que da mucho dinero En Yare I existe un principal que todos lo conocen como el tigre su nombre es Francisco Castillo y est sentenciado a 27 aos de prisin por los delitos de violacin y robo agravado. Este pran lleva dos reas del penal: El Administrativo y la Torre del Malandreo tambin conocida como El Pakistaneo. El tigre tiene a su mando unos pistoleros: luceros de la alta y de la baja. Los luceros de la alta llevan cada piso de las dos reas; los de la baja se encargan de mantener las garitas activas, del aseo, de velar por la poblacin, de vigilar a cada interno de cada piso y otras cosas ms Cada rea est compuesta de esta forma: El Administrativo tiene cuatro pisos, ms el anexo; cada piso tiene tres letras la A, la B y la C.

Hoy varios de los penales, por no decir que todos y vengan ahora a desmentirme, se convirtieron en centros importantes de distribucin de droga. Son jbaros mayores. Eso quiere decir que desde esos centros se distribuye droga al sector donde est enclavado el reclusorio.

cmplices afuera: amigos, esposas, hermanos y hasta madres, explic una fuente del Cicpc. Tambin hay complicidad del personal que trabaja en esas crceles. Segn el polica entrevistado, en algunas investigaciones de extorsin y tambin de secuestro se determin que algunas cuentas de bancos dadas por los reclusos a sus vctimas estaban a nombre de sus mujeres. En otros casos se investiga la presunta participacin de supuestos militares, pues hay pagos que se han dejado en efectivo en la puerta de algunos penales. Todo este dinero se invierte. Se usa para comprar armas que slo estn en poder del gobierno, para sobornar autoridades, para comprar droga que ser revendida, para comprar alcohol y para organizar estas en las que se llega a despilfarrar hasta 150 mil bolvares.

que todos y vengan ahora a desmentirme, se convirtieron en centros importantes de distribucin de droga. Son jbaros mayores. Eso quiere decir que desde esos centros se distribuye droga al sector donde est enclavado el reclusorio. Tambin son centros de extorsiones importantes y torre de control de secuestros, sobre todo exprs. En el tema de los secuestros y extorsiones, como en el resto de los delitos, hay

Los familiares tambin se suben al carro


Entre los familiares tambin hay un gobierno. Hay mujeres que se autodenominan pran. Ellas son las lderes de las protestas y las que organizan a las otras para solidarizarse entre ellas. Reciben rdenes de los lderes de cada crcel.

Las vivencias de un reo de Yare I (El loco)


En cada una de estas letras viven 115 internos, lo que quiere decir que en ese piso hay un total de 345 internos que duermen en el piso o en buguis, que son cuartos pequeos hechos de sbanas En los cuatro pisos del Administrativo hay entonces mil 237 internos. El negocio empieza nada ms para vivir en El Administrativo. Para eso tienes que pagar los domingos una causa de cien bolvares y hay una especial que es la semana del ltimo que son 150. Quiere decir que mensual son 450 bolvares lo que cada familiar tiene que sacar para poder pagar la causa de su preso para que ste pueda vivir all. Si sacamos la cuenta, a este pran, por ese cobro le queda, cada mes, 556 mil 650 bolvares. La Torre del Malandreo o Pakistaneo tambin est bajo el control de el tigre. Este edicio tiene cinco pisos. Cada uno tiene tres letras: la A, la B y la C, menos el piso tres que es donde viven los evanglicos. Aqu la causa es ms barata, se paga cincuenta bolvares semanal por interno. En cada letra de la Torre del Malandreo viven de noventa a cien internos por letra, la vida es ms mala, se duerme en el piso, igual que en El Administrativo, se come mal y no hay bao. Para hacer las necesidades se utilizan barquitos de papel que luego se botan por la ventana se vive el pakistaneo. Si nos ponemos a sacar la cuenta, son trescientos internos por piso. Cada uno paga cincuenta bolvares, si eso lo multiplicamos por trescientos es igual 15 mil bolvares por piso. Eso es igual a 60 mil bolvares semanales porque son cuatro pisos. En un mes se completan 240 mil bolvares. Entre El Administrativo y la Torre del Malandreo, el tigre recibe mensualmente 796 mil 650 bolvares slo por concepto de causas. Hay consecuencias para el interno que se atrasa en el pago de la causa. Te mandan a la iglesia de castigo. Algunos que deben mucho le dan patero, eso

La que se quiera bajar del carro que lo haga de una vez; yo no quiero cagadas aqu arriba. Es mi vida tambin la que est en juego en esta gevonada y la de nuestros familiares all adentro. As gritaba Adriana Nimlin mientras organizaba a las mujeres que con ella trancaron, el jueves 23 de junio, la avenida intercomunal de Guarenas-Guatire para pedir por los derechos humanos de sus hombres presos en El Rodeo II. A esta crcel, como la de El Rodeo I, las tomaron los militares. El viernes 17 de junio, el I se entreg, pero el II no. La situacin de lucha se mantuvo por un mes. En ese momento, Adriana fue la que manej el carro afuera por esos das...

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Para deshacinar las crceles, los tribunales giraron boletas de excarcelacin. Hasta la fecha se conoci de ms de 2 mil internos liberados, sin seguimiento a la causa, sin trabajos, sin oportunidades para estudiar, sin ayuda psicolgica sin nada.

Crisis y nuevo ministerio


Fue un mes de resistencia carcelaria. El 12 de junio comenz la crisis que marc la vida penitenciaria del pas, luego de la demolicin del Retn de Catia, el 16 de marzo de 1997. Un motn, 22 muertos, ms de sesenta heridos. Cinco das ms tarde, el Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia decide tomar Rodeo I y II. Tres mil quinientos militares, entre ellos paracaidistas, llequiere decir que le disparan en la pierna y lo mandan a la fosa donde le cosen la boca para su traslado del penal. Sobre las deudas de comida, drogas, licor y la causa el pran manda a sus luceros para amenazar a los morosos si en dos semanas no consiguen el dinero, secuestran al interno, lo amarran, lo guindan con un mecate por el cuello y llaman a la familia para que consigan la plata, si no, se muere algunos parientes consiguen el dinero, otros no corren con la suerte y los matan a plomo con peine de 32 balas en pistolas con selector a otros los pican, a otros los ponen a correr y les disparan con el FAL. Ya sabemos un poco de lo que pasamos nosotros los detenidos, los privados de libertad adentro de Yare. Hablemos de los negocios del pran y sus contactos. l con toda la plata que nos quita compra armas (pistolas, Fales, fusiles, R-15, escopetas, municiones de todos los calibres, granadas, ries, sub ametralladoras, hasta una .50 con correa de balas, lanza granadas), kilos de cocana, kilos de marihuana, y surte las cantinas que son de l; tambin compra

garon a cercar y a tomar el control de los penales. Ese mismo viernes 17 de junio, Rodeo I se entreg, el II lo hizo un mes despus, luego de negociar. En total, cayeron casi treinta vctimas y ms de ochenta resultaron heridas. Uno de los lderes de El Rodeo II se fug, fue recapturado y recluido en el interior del pas: la Mnima de Tocuyito, en Carabobo.
cajas de whisky etiqueta negra, cajas de ron, vodka, glacial y contrata prostitutas. Pero el gasto ms importante es mensual. A dos funcionarios de alta jerarqua les paga 50 mil bolvares para que autoricen todo lo que el tigre necesite. Ellos se encargan de tener al pran informado de todo lo que pasa hasta en el Ministerio de Interior y Justicia tambin hacen que los muertos que se sacan pasen por debajo de la mesa. Ustedes se preguntarn cmo pasan todas esas armas licores y drogas les explico: en cada poste, alrededor del penal, hay unas cmaras que cada una tiene sesenta metros. A los funcionarios cmplices les notican, a travs de una llamada, que van a pasar licores, droga y armas. Estos seores, al caer la tarde, mandan a apagar las cmaras como treinta minutos para poder pasar todo el licor y la droga por la puerta principal del penal Yare I en horas de la noche. A las 8 pm el pran hace otra llamada para que corten el suministro de luz, que dura treinta minutos, para el ingreso de las armas y municiones por la puerta principal del penal esa rutina dura

Poco ms de cuatro mil reos que permanecan en los penales Rodeo I y II se redujeron a mil 690, distribuidos en los espacios del Rodeo I y del III, que era una nueva estructura, comenzada a construirse en 2007. Los 2 mil 500 reos que estaban en El Rodeo I fueron trasladados a cuatro penales. Tanta era la desorganizacin, que las listas de presos que llegaron a cada crcel fueron completadas cuatro das despus, luego de que una comisin llegara a los recintos penitenciarios y censara a los recin llegados. En medio de la crisis comenzaron las liberaciones nerviosas. Para deshacinar las crceles, los tribunales giraron boletas de excarcelacin. Hasta la fecha se conoci de ms de 2 mil internos liberados, sin seguimiento a la causa, sin trabajos, sin oportunidades para estudiar, sin ayuda psicolgica sin nada. Al resolverse la crisis, se cre el nuevo Ministerio de Servicios Penitenciarios, cuya cabeza es la abogada Iris Varela. A dos meses, casi tres de su nombramiento, an no se sabe hacia dnde va esa nueva cartera. Su primera medida fue la de liberar a ms de 20 mil reclusos, pero no explic ms.
quince minutos. Estos pases de armas no son gratis. Para pasar un FAL se debe pagar 5 mil bolvares, una pistola 2 mil, un bulto de balas de todo calibre 2 mil 500, una granada mil, el kilo de coca mil, el kilo de marihuana quinientos bolvares y as Hay ocasiones que las armas y las municiones se las compran a los mismos funcionarios que trabajan en el penal o a las personas que estn afuera y que son allegadas a ellos. En ese caso el precio de un FAL esta en 18 mil bolvares, una caja de granadas esta en 10 mil bolvares, un bulto de balas de 7.62 que es la del FAL cuesta 5 mil bolvares, igual que la R-15, las pistolas, escopetas y la punto 50. El rea de Los Talleres est controlada por otro pran, se llama Alfonso. Este edicio est separado de las otras dos reas. Los Talleres es 100% malandreo, por eso es que no se la llevan con El Administrativo y La Torre. En Los Talleres viven unos mil 500 internos que pagan una causa semanal de cien bolvares. Es decir que Alfonso gana al mes 600 mil bolvares.

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De humanizacin no hay nada


Desde el 2000, la capacidad de las crceles venezolanas ha crecido, pero no lo suciente. Hasta hoy, da cuenta la organizacin no gubernamental Una ventana a la libertad, hay en el pas 31 centros penitenciarios. La capacidad total alcanza para albergar a unos 14 mil internos, y la poblacin que existe hoy es de al menos 47 mil reclusos. Hasta mayo eran poco ms de 49 mil privados de libertad segn cifras del Consejo Superior Penitenciario, luego de un censo que ellos hicieron. Durante los ltimos trece aos, han pasado por el Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia unos once ministros y 17 viceministros y directores encargados de las crceles. Se anunci un plan de humanizacin carcelaria en 2006 que venca en 2011 y el nico logro visible es la orquesta Sinfnica Penitenciaria, pues an se espera la construccin de diez ciudades penitenciarias prometidas. Slo se concret una. Hay ms procesados que penados en Venezuela. De cada diez reclusos, seis son procesados y cuatro penados. As lo indica el Diagnstico Sociodemogrco de la poblacin penitenciaria que elabor el Consejo Superior Penitenciario. Ese mismo documento expone que 80% de la poblacin privada de libertad est adentro por primera vez y tiene una sola causa. Desde 1999 hasta estos diez meses de 2011, han muerto ms de 4 mil 500 reclusos en los centros penitenciarios del pas. A los privados de libertad no les queda ms que levantar su voz, con una pizca de esperanza: De humanizacin no hay nada. Aqu deberan humanizar primero las condiciones en las que vivimos. Cmo va uno a aprender a tocar un instrumento si no sabes cundo te van a matar o si no has comido o dormido bien Deberan ocuparse primero en darnos comida, educacin, aseo un sitio digno donde vivir. Ayudarnos a ser mejores y no tratarnos como basura, porque eso es lo que somos, basura, si no que lo diga este mosquero. ISOLIETT IGLESIAS Licenciada en Comunicacin Social de la Universidad Catlica Andrs Bello(UCAB). Periodista de sucesos en el diario El Universal.

Glosario
Para manejarse dentro de cualquier crcel venezolana, lo primero que tienen que aprender es el argot para no ganarse un problema sin sentido. Aqu, algunos de los trminos que se deben aprender... Achante: tobos que se usan para sentarse. Aluminio: ollas. Baha: sal. Bquiro: interiores o calzoncillos. Base: testigo de un hecho. Bautizados: son los presos que profesan una religin distinta a la catlica, generalmente son evanglicos. Estos reclusos prestan ayuda a los dems internos, rescatan a los heridos, etctera. (Segn public ltimas Noticias). Bebida: refresco. Bombita: es el trmino que usan para pedir dinero dame una bombita o psame una bombita a cambio de proteccin, drogas u otros favores. (Segn public ltimas Noticias). Bruja: policas, sapos, violadores. Bugui: cuarto o calabozo donde duermen. Cachorro: as le dicen a los nios. Caleta: lugar donde guardan las armas, drogas, dinero, etctera. Puede ser en la pared, el suelo o cualquier otro escondite. (Segn public ltimas Noticias). Caracol: hornilla. Caramelo o Montalbn: azcar. Carranchina: agua sucia o contaminada. Carro: se trata del grupo que manda en la crcel, es decir el pram y sus luceros. La alegora es a la de un vehculo que es manejado por un hombre que es el que lleva el volante. Causa: es el dinero que cada domingo deben pagar los internos como colaboracin por el derecho de ocupar un espacio en el penal. El que no lo cancele est muerto. Se habla de que es un dinero para comprar implementos de limpieza. Chiqui Luki: bien arreglado. Chulos: muertos. Comedora: cuchara para comer. Confu: colchoneta. Fon: telfono. Fresa: nio o nia bonita o sifrinita.

Lrica: conversaciones para arreglar un problema, o rumores que pueden crear un mal entendido. Luceros: son los hombres de conanza del pram. Siguen una cadena de mando. Si el pram sale de la crcel o muere, lo reemplaza el lucero con ms tiempo. A veces, son traicioneros y deciden dar un golpe de estado para ocupar el liderazgo y las ganancias de la crcel o del sector. Maduro: pltano. Mundanos: as llaman a los reos que no son practicantes en ninguna iglesia. (Segn public ltimas Noticias). Negritas: caraotas negras. Potable: agua apta para el consumo. Pran, Pram o Principal: no est claro su origen, pero signica jefe o lder de un pabelln o rea de la crcel. Est descartado que sean siglas. De acuerdo a reclusos, es una onomatopeya. El que ms suena. Que se le quema, que se le quema!: una llamada telefnica. Raz: yuca. Rematado: se reere a los reclusos que ya han sido condenados con sentencia rme por un tribunal de justicia. (Segn public ltimas Noticias). Resbalosa: as le dicen a la mantequilla. Rutina: es el desenvolvimiento del penal y como cada preso debe comportarse. Sapos: chismosos. Sello: las tapas de los recipientes. Texto: un mensaje de texto por celular. Una luz: aviso de problemas. Vaquita: leche. Vatel: aceite. Verdes: efectivos de la Guardia Nacional. Yenci: huevo. Algunas normas bsicas para sobrevivir Ninguno puede estar hediondo en la visita. El bugui tiene que estar limpio. Cuando se llega a visitar, los internos slo ven a su visita, no a la de los dems. Prohibido irtear con las mujeres de otros. No se pueden tropezar. Hay que pagar la causa puntual. Hay que obedecer al pram y respetar a los luceros.

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LOS ANEGADOS
-ensayo fotogrcoSe hacen llamar a s mismos Los Anegados. Son prisioneros que cosen su boca en bsqueda de un traslado a una prisin diferente ya que sus vidas corren peligro en su centro penitenciario actual. Estos prisioneros cosen su boca como parte de una huelga de hambre. Su acto desesperado los protege de bandas rivales que luchan por el control de las celdas, armas y trco de drogas. Si un prisionero cose su boca este mismo no podr ser ultimado, siguiendo un no escrito pero muy seguido cdigo de tica entre prisioneros venezolanos. De acuerdo al Observatorio Venezolano de Prisiones, organizacin no gubernamental dedicada al monitoreo del estado de las prisiones venezolanas, 90% de las prisiones en Venezuela son gobernadas por los mismos internos. Se estima que en el 2010 murieron 352 prisioneros, excediendo en 25% el nmero del 2009. Estas fotos fueron tomadas en la crcel El Rodeo I, a nales de 2010. A mediados de 2011 este centro penitenciario fue sede de enfrentamientos entre internos y la Guardia Nacional que duraron semanas y culmin con ms de 25 internos y un funcionario de la Guardia Nacional muertos, y el desalojo total del centro.

LEO RAMREZ

En la actualidad trabaja como fotgrafo corresponsal de la Agencia Francesa de Prensa y colabora con diferentes ONG. Gan el 3er lugar en el cuadro del LatinAmerica Ao con su proyecto Los Anegados.

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Galera de Papel. Augusto Marcano. La nevera. C.C. San Ignacio, Caracas, 2010. Serie Dispara sin plvora.

estudios

Galera de Papel. Augusto Marcano. La mesa. Av. Francisco de Miranda, San Felipe, 2007. Serie Dispara sin plvora.

La risa del ministro Izarra ante las cifras de violencia en Venezuela. Una propuesta de anlisis de discurso
Yorelis Acosta
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Venezuela 1999-2009. Retrocesos para la gobernabilidad democrtica y la libertad de prensa


Andrs Caizlez
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Transparencia, pluralidad y participacin: desafos de los medios de comunicacin impresos venezolanos


Elsa Cecilia Pia Andrs Caizlez
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estudios

Galera de Papel. Augusto Marcano. Serie Dispara sin plvora.

Abstract This article analyzes from an interactional perspective, part of the interview done by television network CNN in Spanish on 11.08.2010 about the subject of violence and insecurity in Venezuela, from two points of view, one ofcial and one from an expert on the topic. The dialogue is analyzed in terms of the macrotextual and microtextual aspect, according to Chilton and Schaffer (2000) and Bolivar (2002). It is described the chain of subsequent events to the interview, as well as the identication of the strategic functions of political speech.

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Una propuesta de anlisis de discurso

La risa del ministro Izarra ante las cifras de violencia en Venezuela


Introduccin
La violencia-inseguridad es uno de los principales problemas que preocupa y aqueja a los venezolanos. Robos, hurtos, asesinatos, secuestros, entre otros, son historia y noticia en todos los diarios del pas. Segn los datos del Banco Mundial (BM), nos encontramos entre las zonas ms violentas del planeta, con una tasa de homicidio que supera las veinte muertes por cada 100 mil habitantes. Por otra parte, datos recientes de encuestadoras importantes arman que 64% de los encuestados ubican el tema de la inseguridad como la principal preocupacin, seguido del desempleo y los asuntos econmicos (Interlaces, 2010). En Venezuela el tema ha sido abordado por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), ONG de dilatada trayectoria que rene a un grupo importante de investigadores. Precisamente, su director fue invitado a debatir sobre el tema de la inseguridad ante la cadena de televisin CNN en espaol, junto con otros dos venezolanos: el comisario Eliseo Guzmn, director de la polica del estado Miranda y Andrs Izarra, presidente del canal internacional de televisin Telesur y exministro de Telecomunicaciones del actual Gobierno. La entrevista fue transmitida el 11 de agosto de 2010 en horario nocturno. El programa tuvo repercusiones nacionales e internacionales, levantando comentarios y acciones a favor y en contra de los tpicos all expuestos, en especial cuando Izarra rompi en carcajadas ante las explicaciones y cifras de violencia ofrecidas por Roberto Briceo. Por otra parte, a lo interno del debate poltico actual, el tratamiento de la inseguridad y la violencia por parte del Gobierno del presidente Hugo Chvez Fras es controversial debido a sus aciertos o no en el abordaje del tema, la ambigedad para su tratamiento, el tema de la militarizacin y control de las armas en el pas, la ausencia de referencias en sus mltiples alocuciones televisivas y el reconocimiento del tema como un problema cuando ha sido directamente interpelado (Castellanos, 2009; cp. noticias24.com, 05 de febrero de 2009). Las repercusiones de la entrevista fueron tales que el presidente Chvez, se vio obligado a hacer referencia al tema de la inseguridad y tom partido del debate posterior (El Universal, 3 de septiembre de 2010; Agencia Venezolana de Noticias, 16 de agosto de 2010). En resumen, la entrevista llam la atencin por varias razones que justican tambin la importancia del presente trabajo: a. El tema de la violencia y la inseguridad ha sido el gran ausente en las ms de mil 300 horas de cadena nacional a las que hemos sido expuestos los venezolanos. b. Se esperaba la respuesta del Estado a travs de un funcionario de alto nivel,

Se analiza desde una perspectiva interaccional parte de la entrevista realizada por la cadena de televisin CNN en espaol el 11-082010, sobre el tema de la violencia e inseguridad en Venezuela desde dos puntos de vista, uno ocial y otro de un experto en el tema. Se analiza el dilogo en el plano microtextual y el macrotextual, segn Chilton y Schaffer (2000) y Bolvar (2002). Se describe la cadena de eventos subsecuentes a la entrevista, as como la identicacin de las funciones estratgicas del discurso poltico.

YORELIS J. ACOSTA

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presentando informacin sobre el tema. c. Era importante contrastar la informacin ocial con otras partes, en particular ante las mltiples acusaciones al Gobierno de tener vnculos con grupos armados y, en general, conocer las cifras ociales sobre la inseguridad en el pas, las cuales son difciles de obtener segn los expertos. d. Como ya se ha sealado, es un evento pblico de carcter poltico, de inters nacional, que afecta la vida cotidiana en los planos individual, social, econmico, poltico e internacional.

,: ++ :

fuentes tanto nacionales como internacionales sobre los comentarios, opiniones y debates de la citada entrevista.

La propuesta de anlisis
Se basa en el anlisis interaccional del discurso, tomando en cuenta el plano microtextual y macrotextual del discurso (Bolvar, 2002). Segn esta propuesta, el discurso debe entenderse en relacin al intercambio estudiado (el dilogo), pero tambin en relacin con su desarrollo histrico, con atencin a los actores polticos involucrados, al uso del lenguaje utilizado y las consecuencias que producen. Desde esta perspectiva crtica, interesa conocer el uso del lenguaje como prctica discursiva y prctica social. El objetivo principal del presente trabajo es analizar cmo se aborda el tema de la violencia y la inseguridad desde dos puntos de vista distintos; uno, representado por un experto o estudioso del tema y otra, la versin ocial, representada por un funcionario de alto nivel del Gobierno. Adicionalmente, se pretende describir la cadena de eventos donde se enmarca el dilogo seleccionado, sealar las reacciones de tales eventos e identicar las funciones estratgicas del discurso propuestas por Chilton y Schaffer (2000): coercin, resistencia-oposicin-protesta, encubrimiento y legitimacin-deslegitimacin. El corpus del trabajo lo constituye el video encontrado en el dominio de Youtube, tomado el 15 de Septiembre de 2010, al cual se puede acceder en la siguiente direccin: http://www.youtube. com/watch?v=4J7FY_MSqu8. ste est formado por dos segmentos que tienen una duracin de 5:17 minutos el primero y de cinco minutos el segundo. Ambos fueron transcritos. Las intervenciones de los participantes estn sealadas por las iniciales de sus nombres. Adems de la transcripcin del dilogo, se tom en cuenta el juego de cmaras con las tomas

El objetivo principal del presente trabajo es analizar cmo se aborda el tema de la violencia y la inseguridad desde dos puntos de vista distintos; uno, representado por un experto o estudioso del tema y otra, la versin ocial, representada por un funcionario de alto nivel del Gobierno.

Los actores
En primer lugar, la entrevista fue transmitida por la cadena estadounidense de noticias Cable News Network (CNN) en su versin en espaol. El moderador fue el periodista Carlos Montero. Desde Venezuela participaron: Andrs Izarra, director de Telesur, Roberto Briceo, director del Observatorio Venezolano de Violencia y Eliseo Guzmn, director de la polica del estado Miranda. En vista de que la confrontacin se plante fundamentalmente entre Izarra y Briceo, ser esta la seccin de la entrevista que analizaremos. Durante los seis minutos de entrevista, la intervencin de Guzmn fue breve (tres lneas en la transcripcin del segundo segmento). A continuacin resaltar unos aspectos relevantes en relacin a la formacin y ejercicio profesional de Izarra y Briceo. Andrs Izarra es Licenciado en Comunicacin Social y funcionario de alto nivel del Gobierno desde el ao 2003. Desempe el cargo de Agregado de Prensa de la embajada venezolana en Washington y desde 2004 ha ocupado la direccin del Ministrerio de Comunicacin e Informacin tres veces (2004, 2008 y 2010). Desde el ministerio impuls reformas pendientes al mejorar el canal estatal Venezolana de Televisin, y promovi la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisin (ley resorte). Roberto Briceo Len, Doctor en Sociologa, graduado en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Director del Laboratorio de Ciencias Sociales (Lacso), del Observatorio Venezolano de Violencia y autor de numerosas publicaciones sobre el tema de la violencia en Venezuela y Amrica Latina. Se desempe como profesor titular en la UCV y como jefe de la Ctedra A. Gabaldn del Ministerio de Sanidad. Miembro del Comit Asesor de Investigaciones en Salud (CAIS) de la OPS, y del Comit de Applied Field Research de la Organizacin Mundial de la Salud. PPI nivel IV. Profesor de Criminologa de la Universidad de la Sorbona, Pars. El siguiente actor a tomar en consideracin son los miles de espectadores que presenciaron la entrevista, bien sea en directo o en diferido, a travs de las grabaciones dispuestas a travs de la Internet o

hechas a los entrevistados, donde poda verse el comportamiento de los tres personajes presentes en la entrevista (Izarra, Briceo y Montero). En este caso he ideado una serie de cdigos para sealar algunos detalles lingsticos y paralingsticos en la interaccin de Izarra y Briceo (quienes tuvieron mayor protagonismo en la entrevista); por ende, en la transcripcin incluyo algunos signos que buscan aportar otros elementos al lector sobre el acto del habla. Si bien este tipo de anlisis escapa a los objetivos principales del presente trabajo, los sealo como relevantes para futuros anlisis. Estos son: pausa mnima. pausa apreciablemente mayor. Subrayado: nfasis en la pronunciacin. : entonacin interrogativa. : entonacin exclamativa. Cursiva: son reiteraciones o repeticiones en el habla. MAYSCULAS: tono elevado. (risa): entre parntesis aparecen algunos aspectos paralingsticos y no verbales de la conversacin que se consideran importantes. [ ] : alusin a las tomas de las cmaras de TV. Tambin, se revisaron 52 noticias de fuentes electrnicas que hacan referencia a la entrevista en cuestin, procurando abarcar un espectro amplio y diverso de las

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las reposiciones realizadas por los canales de TV donde, evidentemente, tienen un efecto que revisaremos despus. En resumen, podemos sealar que los actores implicados son Izarra como representante del Gobierno, Briceo como experto en el tema de la violencia, la cadena de televisin CNN, a travs de su periodista Carlos Montero, y los espectadores del debate, tanto en directo como en diferido.

Fotografa N 1. Andrs Izarra y Briceo Len en las pantallas de CNN

Anlisis microtextual: el intercambio


Es necesario partir del antecedente meditico: la cadena CNN trasmiti das antes el documental Los Guardianes de Chvez (el 8 de agosto de 2010), realizado por el productor espaol Jon Sistiaga, quien acompaado por un grupo de periodistas espaoles hacen entrevistas y graban en diferentes lugares de Venezuela, reseando temas sobre la violencia criminal y poltica, la situacin de los hospitales, y la supuesta vinculacin de grupos violentos y armados con el Gobierno como el grupo La Piedrita, Carapaica y las FARC de Colombia, quienes estaran en territorio venezolano realizando actividades subversivas. Posterior a esto, la cadena de TV invita a un grupo de venezolanos para debatir sobre el tema. En los encuentros participaron expertos del rea, polticos de diferentes tendencias y voceros del Gobierno. En el primer debate estaban invitados, Andrs Izarra, Eliseo Guzmn y Roberto Briceo. El segmento de la entrevista analizada la realiz el periodista chileno Carlos Montero el 11 de agosto de 2010. El primer turno de intervencin fue para Izarra, quien responde a la pregunta en Venezuela la violencia y la inseguridad es un problema? Los argumentos de Izarra recurren al encubrimiento y la desviacin del tema, a travs de la deslegitimacin del adversario, que en un primer momento es la cadena CNN, sealando que sta ha entrado en una fase de decadencia, por los recursos audiovisuales utilizados y la orientacin ideolgica de sus dueos. Sin embargo, la respuesta se hace aludiendo a la familiaridad, al llamar al periodista por su nombre y no considerar al pblico espectador.
AI: Carlos buenas noches, primero que nada lamentar la fase en que ha cado la CNN, hemos empezado a experimentar la fase de pornografa periodstica, en un largo declive a que ha venido sufriendo la cadena en los ltimos tiempos, su-

Tomada de: http://www.notiactual.com/teodoro-petkoff-toda-la-hipocresia-del-regimen-brilla-siniestramente-en-eltema-de-la-foto-de-el-nacional/

pongo que debido a la nueva gerencia que ha asumido las riendas de la cadena; han cado ya en manos de la extrema derecha cubana y comienzan a utilizar la pornografa poltica (no se escucha el periodista interrumpe).

Ante el llamado de atencin del periodista y el sealamiento de que Izarra se aleja del asunto que se est tratando, ste contina con la descalicacin procurando hacer un vnculo entre el tema y la cadena de TV, insistiendo en un concepto que intenta ubicar en la entrevista: el de la pornografa periodstica con nes polticos (recurriendo al recurso de diseminacin, es decir, repetir un concepto para que quede en la opinin pblica o mente de los oyentes). Este concepto no tiene ningn asidero conceptual pues, bsicamente, es un recurso argumentativo poltico para introducirlo como elemento de descalicacin.
AI: no, no me estoy alejando del tema. T me ests preguntando en base a un material periodstico que has presentado. Ese es un material periodstico que no puede caracterizarse sino como pornogrco, es un material de pornografa periodstica producto de la decadencia de la cadena en la cual trabajas. Ese es un material cuestionable desde todo punto de vista en cuanto a la informacin que reere, a los recursos que utiliza para magnicar o tergiversar una situacin especca.

Posteriormente, el turno de Briceo Len se caracteriz tambin por utilizar un tono familiar con el conductor del programa al llamarlo por su nombre (acercamiento), por el uso fundamental de la estadstica como recurso argumentativo y comparar las tasas de homicidios entre diferentes pases de America Latina, dando respuesta al tema abordado: la violencia y la inseguridad en Venezuela.
RB: En el ao 1998, cuando el actual Presidente estaba en campaa electoral, tuvimos en el pas 4 mil 550 homicidios, a partir de ese ao aument a 6 mil, a 8 mil. En el ao 2003 lleg a 11 mil 300 homicidios. En el ao 2009 cerramos con ms de 16 mil homicidios. Estas son cifras ociales, estas cifras estn en los archivos del Ministerio, estas son cifras que deben preocupar al Gobierno y que preocupan a todos los venezolanos con independencia del color poltico, con independencia de su postura ideolgica porque se trata de la vida de miles de venezolanos, de miles de seres humanos, muchos de ellos partidarios del propio Presidente, que cada ao mueren por la violencia, por el delito en el pas. Es un problema muy grave en Venezuela.

En su segunda intervencin, respondiendo a una nueva pregunta del periodista que le solicita las bases de tales armaciones, Briceo dice:

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RB: la tasa de 70% viene de una encuesta de victimizacin que realizamos en el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) este ao y la tasa de 200 para Caracas, tambin proviene de la misma encuesta realizada este ao. Ahora, puede resultar una exageracin, pero los datos que tiene el Gobierno en las encuestas que ellos mismos han hecho son todava superiores a lo que nosotros estamos dando. Cuando uno toma los datos ociales y compara con lo que son las distintas ciudades, ve grandes diferencias. Diferencias muy importantes [toma a Izarra], la tasa de homicidios que es la manera como en la ciencia se mide y compara en pases o ciudades, indica que Bogot tiene una tasa de homicidios de 18 [vuelven a tomar a RB]; Caracas, de una manera muy limitada, muy comedida podemos decir que tiene una tasa de 140 [toma a Izarra que empieza a rer y se van haciendo cada vez mas altas las risas, lleva la mano derecha a la cara], es decir, estamos hablando de seis o siete veces ms que Bogot, lo cual es decir bastante, mucho ms que Medelln.

Izarra utiliza el recurso retrico de la pregunta sobre la validez, metodologa y fuentes de la investigacin, pero no presenta la contraparte; es decir, las investigaciones y datos ociales a los que bien puede tener acceso.

Es en esta parte de la entrevista cuando la risa de Izarra sirve de interrupcin o ms bien de ruido, mientras habla Briceo. Es una risa que podra ubicarse en lo que los autores llaman (des)cortesa rompiendo el discurso y la posibilidad de dilogo y puentes en los argumentos expuestos por la otra fuente (Bolvar, 2005; Watts, 2003). Este recurso resulta interesante porque generalmente se ha estudiado la risa como un recurso humorstico o irnico (Plata, 2009; cp. Moreno, 2007), pero en este caso, ante los contundentes y slidos argumentos de Briceo, se interrumpe el discurso y se llena de ruido. Al respecto, Bolvar (2010) sostiene que una de las funciones principales de la interrupcin en la conversacin, en general, es evitar que otra persona transmita sus razonamientos, argumentos u opiniones. La intencin es evitar que el oponente transmita el mensaje completo, considerando tal acto una violacin de la estructura comunicacional. Por tanto sostenemos, que la risa de Izarra tuvo como objetivo interrumpir, sabotear, descalicar y ridiculizar al otro por su falta de argumentos contrastables. Continuando con el anlisis, podemos identicar las funciones estratgicas del discurso siguiendo la propuesta de Chilton y Schaffer (2000), en el cual se busca relacionar las situaciones y procesos pol-

ticos con los tipos de discurso; el ms evidente y ncleo principal de la intervencin de Izarra es la deslegitimacin del adversario, tanto de la cadena de TV como de los datos arrojados por las investigaciones del Observatorio Venezolano de Violencia. Segn los autores antes sealados, la (des)legitimacin es un recurso donde se presentan los otros y sus acciones en trminos negativos. Izarra utiliza el recurso retrico de la pregunta sobre la validez, metodologa y fuentes de la investigacin, pero no presenta la contraparte; es decir, las investigaciones y datos ociales a los que bien puede tener acceso. Finalmente, son tres los argumentos fundamentales de Izarra para responder a la pregunta del periodista: la risa, que sirve como interrupcin, como descortesa, la descalicacin de las contrapartes y el encubrimiento, utilizando la repeticin de otros discursos ociales para eludir tocar el tema de la inseguridad y la violencia. Por otra parte, su intervencin demuestra ignorancia en cuanto a la metodologa utilizada en las ciencias sociales que abordan este tipo de temas y los datos que se usan para la comparacin de indicadores entre pases, uno de ellos las tasas de homicidios sealada por Briceo. Vale sealar que la tasa de homicidios es calculada dividiendo el numero total de homicidios entre el numero total de la poblacin, multiplicndolo luego por 100 mil. Briceo contina con la argumentacin estableciendo algunos puntos de acuerdo entre su postura y la de Izarra. No obstante, cierra su intervencin dejando algunas preguntas que no tienen explicacin desde los argumentos cientcos pre-

sentados por el Gobierno. Durante esta intervencin se produce la interrupcin mayor de Izarra al rerse a carcajadas en tono ms alto, acompaado de una verbalizacin que seala a Dios, caracterizados por pausas y risas y movimientos de la mano derecha sobre la pierna. Ante esta interrupcin, el periodista tambin interrumpe a Izarra, pero esta vez buscando aclarar el motivo de la risa. Izarra insiste en el trato familiar al periodista, ahora de mayor cercana, al incorporar la palabra compadre (aunque la palabra la solemos utilizar en una conversacin cotidiana, no en este ambiente que pretende estar dirigido a un pblico de diferentes nacionalidades), y reitera sus argumentos: el concepto de pornografa periodstica, y los sustantivos: falta de seriedad, irresponsabilidad y ridiculez como criterios para hacer periodismo. Descalica la investigacin del OVV, y expone que los pases con los cuales se compara Venezuela tienen situaciones violentas particulares; sin embargo, su argumento es contradictorio porque lo que dicen las cifras es que Venezuela presenta ndices ms altos de violencia aun cuando se le compara con pases muy violentos. Cierra entonces Izarra con su argumento burlesco.
CM: Sr. Briceo Len, buen punto, vamos a dejarlo que responda Andrs Izarra. Andrs, perdname, no entiendo por qu te causaba gracia lo que estaba diciendo el Sr. Briceo Len [hacen toma de la pantalla con los dos entrevistados y luego slo con Andrs mientras responde] AI: disclpame Carlos, en verdad, es que no puedo si++ que me causa mucha gracia. Primero, la pornografa. Seguiiiimos, a la pornografa periodstica se le suma, bueno la falta de seriedad, la irresponsabilidad y la ridiculez. Esos nmeros de dnde son? de una encuesta que hizo quin? [toma ampliada con los dos entrevistados], con la validez de quin? en base a qu datos? cul es la metodologa? esa es la opinin que t le presentas a tu audiencia? Por eso es que yo vuelvo hablar y no podemos desligarlo, porque t estas pidiendo opinin sobre un reportaje periodstico de la decadencia de tu cadena y en lo que han cado y han tenido que acudir. Van a compararlo con Mxico compadre, MXICO TIENE EL EJERCITO EN LA CALLE con un problema de seguridad, probablemente el mas grave de America Latina. Lo comparas con Co-

lombia, que tiene un conicto armado y que, y que, bueno, muchos de esos ndices que tu muestras sobre seguridad tal vez tengan que ver con esa cantidad de desaparecidos, con esa cantidad de fosas comunes que estn apareciendo en todo el pas, con la represin de los paramilitares, el asesinato institucional, las ejecuciones extrajudiciales, por favor seores++ es que , es que, lo que da es risa, lo que da es risa, yo me muero de la risa de eso.

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Anlisis macrotextual. Alcance inmediato, medio y global


Siguiendo el modelo propuesto por Bolvar (2002) para el anlisis interaccional y crtico de los intercambios verbales, se propone el estudio del evento como proceso social. Esto implica ver el objeto de estudio en su desarrollo histrico, atendiendo a los actores involucrados y en qu momento hacen uso del lenguaje ofensivo y qu consecuencias trae. Una de las primeras consecuencias las encontramos en la Web. Al escribir en Google risa de Izarra CNN encontramos al menos 25 mil 500 entradas que hacen referencia a la entrevista. En stas encontramos referencias al video, que en sus distintas versiones supera las 23 mil reexposiciones, adems de reseas de prensa, respuestas de los involucrados, blogs que comentan la entrevista y, en general, todos los links relacionados con la entrevista analizada. Si bien este trabajo no pretende hacer una evaluacin del trayecto del evento en Internet (segn la propuesta de Possenti, 2008), su bsqueda en la Web reeja el impacto de la entrevista y parte de sus consecuencias. Solamente el video en Youtube tiene ms de 23 mil visitas. Los comentarios y reacciones fueron inmediatos, el ms signicativo fue la publicacin, el viernes 13 de agosto, de una fotografa en primera pgina en el diario El Nacional, uno de los principales diarios de circulacin nacional, tomada en diciembre de 2009 en la morgue de Bello Monte en Caracas, que mostraba unos cadveres en el piso y otros amontonados en camillas producto de un n de semana en la ciudad (ver fotografa N 2). Seguidamente, la Defensora del Pueblo solicit una accin de proteccin contra el diario porque la publicacin de ese tipo de imgenes atentaba contra los derechos de los nios, nias y adolescentes (El Universal, 16 de agosto de 2010). La medida contemplaba que no se pueden difundir:
() imgenes, informaciones y publicidad de cualquier tipo, con contenido de sangre, armas, mensajes de terror, agresin fsica, imgenes que utilicen contenidos de guerra y mensajes sobre muertes y decesos que puedan alterar el bienestar psicolgico de nios, nias y adolescentes (noticialadia.com, 18 de agosto de 2010).

Izarra reitera el uso de discursos previos del Gobierno al sealar como responsable de todos los males del pueblo al capitalismo y la cultura consumista.

El nico argumento a favor de los planes del Gobierno lo introduce Izarra al nal de la entrevista, al sealar de manera general que se est haciendo un gran esfuerzo a nivel social, recurriendo a la superlacin (grandsimo); sin embargo no hay resultados que mostrar porque la respuesta no es inmediata. Aqu se da una serie de reiteraciones de argumentos, tartamudeos, repeticiones de palabras que slo tienen por objeto llenar espacio, ya que no se enuncian los planes del Gobierno y, en todo caso, segn sus palabras, los planes actuales son incompletos porque es necesario hacer otras cosas. Veamos los verbos a futuro: Aqu hay un cambio cultural que hay que hacer, aqu hay un cambio social que hay que hacer. Esto es muy signicativo tomando en cuenta que el presidente Chvez y su gabinete tienen once aos en el ejercicio de poder, en los cuales han habido once ministros de Interior y Justicia (con cambios de planes en cada gestin), a quienen les correspondera el abordaje de este tema, por no decir la toma de decisiones para enfrentar y solucionar la situacin de la violencia. Izarra reitera el uso de discursos previos del Gobierno al sealar como responsable de todos los males del pueblo al capitalismo y la cultura consumista. Esta cohesin en el discurso, en sus argumentos, repetidos en coro por el Presidente y sus voceros, tambin ha sido sealada en los trabajos de Bolvar (2003, 2009).
A.I: Ustedes no pueden comparar esto. En Venezuela se est haciendo un esfuerzo grandsimo a nivel social, y eso va a tener++ la respuesta no es inmediata, por supuesto que no, sera absurdo creerlo, a menos que queremos exterminar a nuestro pueblo, a nuestra gente, a nuestro pueblo que viene envenenada por aos de una cultura consumista, de una cultura capitalista, que reivindica la bebida, el dinero para para para aparentar, para tener objetos, el tener cosas a las poblaciones mas pobres. Aqu hay

un cambio cultural que hay que hacer, aqu hay un cambio social que hay que hacer. CM: Qu hay que hacer? AI: Hacer el tipo de comparaciones que acabamos de escuchar, no causa sino risa, a la pornografa se le suma el ridculo. CM: ahora quiero escuchar otra opinin.

El periodista mantiene su rol al repreguntar, moderar los turnos de intervencin; las interrupciones son corteses porque intentan repreguntar y aclarar los argumentos. Por otra parte, no responde a las palabras de descalicacin de Izarra. En resumen, podemos sealar que la intervencin de Izarra estuvo caracterizada por la perfrasis, es decir, hablar, expresar un concepto repetidas veces, incluso tartamudear y repetir palabras con el objeto de evadir tocar el tema principal de la inseguridad y la violencia, recurriendo a la descalicacin de las partes, la burla y la interrupcin del turno y argumento de su contraparte. Finalmente se puede sealar que las funciones estratgicas de su discurso fueron el encubrimiento y la deslegitimacin del otro, sin legitimar su postura por la falta de referencias a la labor del Gobierno que representa. Muy contrario a las estrategias empleadas por Briceo Len, al responder con datos y trabajos cientcos sobre el tema de la inseguridad. En relacin al uso de las cmaras en el programa, sealado en la transcripcin del discurso, stas se utilizaron para mostrar las respuestas de los entrevistados y para mostrar las imgenes de ambos ante las interrupciones; claramente se evidenci las respuestas de uno, mientras el otro interrumpa con la risa, en algunas ocasiones en alta voz (ver fotografa N 1).

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Conocida esta medida, el diario Tal Cual reprodujo la misma fotografa en primera pgina al da siguiente, por tanto la Defensora del Pueblo, realiz el mismo procedimiento y adems solicit prohibirles a todos los diarios, semanarios y revistas del pas publicar la fotografa de la morgue de Bello Monte. La Fiscala General de la Repblica a travs de la scal Luisa Ortega Daz, tambin tom partido en el asunto, al informar que se abriran investigaciones judiciales a los dueos de los medios por la publicacin de la fotografa y por la denuncia realizada por un grupo de estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (UCV), quienes acusaron a los peridicos de difundir informacin y publicidad no sana y de distorsionar el lenguaje. Sin embargo, en declaraciones dadas a Venezolana de Televisin (VTV) la scal acot que: Sern los scales investigadores los que decidan si corresponde o no un enjuiciamiento (El Universal, 17 de agosto de 2010). Los dueos de los medios implicados argumentaron que la publicacin de la fotografa era una forma de protestar por las burlas de Izarra frente al problema de la inseguridad. El tema por momentos pareci cambiar a otro: el de la libertad de expresin y la censura en los medios, quedando en un segundo plano las manifestaciones vinculadas a la entrevista Izarra-Briceo. Acto seguido, el 18 de agosto, El Nacional, en su primera pgina, public unos cuadros vacos donde se lea la palabra Censurado acompaado del siguiente ttulo: Prohben publicar imgenes y noticias sobre violencia (Ver fotografa N 3). Una nueva arista sigui, en paralelo, al tema de la inseguridad: la censura o regulacin de lo que se publica en los medios. Ante los comentarios negativos, la presin y la ola de crticas tanto a nivel nacional como internacional, se suspendi temporalmente la medida a todos los medios. Esta fue comunicada por el juez de Primera Instancia en Sustanciacin y Mediacin de Proteccin del Nio y el Adolescente. Al respecto Miguel Otero, director de El Nacional coment lo siguiente: En la realidad suceden hechos de violencia a diario y cuando un medio publica eso, resulta que la culpa la tiene el medio (Hora cero, versin digital). Por su parte el director y editor del peridico Tal Cual, en su editorial, public lo siguiente:

Fotografa N 2

Fotografa N 3

Tomada de: http://www.notiactual.com/teodoropetkoff-toda-la-hipocresia-del-regimen-brilla-siniestramente-en-el-tema-de-la-foto-de-el-nacional/

secuestros express, y de los otros, que tienen lugar cada ao; tampoco son las vacunas que las bandas guerrilleras y paramilitares obligan a pagar en la frontera y muchsimo menos lo es el de los incontables arrebatones, que ya ni siquiera se denuncian de tan banales que se han vuelto. Este no es el problema. La cosa es la foto (notiactual.com, 16 de agosto de 2010)

http://noticiaaldia.com/2010/08/asi-sera-la-portadade-el-nacional-de-hoy-miercoles/

El problema es la foto. El problema no es el de los 16 mil homicidios anuales, 95% de los cuales permanecen impunes; el problema no son los 400 y pico de muertos anuales en las crceles; el problema no son los miles de vehculos robados cada ao, ni los centenares de apartamentos asaltados por bandas hamponiles; el problema no son los miles de

Esta accin puede ser ubicada en lo que Chilton y Schaffner (2000) denen como resistencia-oposicin-protesta. Este nuevo actor en la situacin analizada se ubica dentro de los opositores al poder y aparece con una estrategia de resistenciaprotesta y apoyo al otro medio de comunicacin (El Nacional) objeto de la sancin. Por otra parte, los protagonistas de esta entrevista se pasearon por los medios de comunicacin los das siguientes, en especial la TV. En el caso de Roberto Briceo Len particip en varios programas de TV de Globovisin (canal abiertamente opositor al Gobierno) y en entrevistas de prensa calicando la risa de Izarra como una burla hacia el pueblo venezolano y la problemtica de la inseguridad.

Izarra, por su parte, adems de utilizar los portales electrnicos del Gobierno y el canal del Estado a travs de los programas Dando y Dando y La Hojilla, asegur que fu descontextualizada su intervencin en la entrevista que realiz CNN en espaol y precis que no se burl del problema de la delincuencia, sino del periodismo que ejerce dicha cadena internacional (El Nacional, 13 de agosto de 2010). En un intento por legitimar su discurso (Chilton y Schaffner, 2000), segn esta estrategia, el actor intenta explcitamente ofrecer argumentos que sostienen su actuacin y discurso. Sus argumentos fueron los siguientes: 1. Lo que le provoc risa fueron los sealamientos de Roberto Briceo Len respecto al tema de la delincuencia, en donde compar a Venezuela con Mxico por su alto ndice de criminalidad. 2. Denunci que la burguesa aptrida del pas est intentando lincharlo pblicamente porque estamos en un escenario de guerra meditica. 3. Asegur que no est en contra de las denuncias, siempre y cuando no tengan intenciones polticas y sean constructivas. Indicando que el tema de la delincuencia fu tomado como bandera poltica para desacreditar al Gobierno de Hugo Chvez, de cara a las elecciones parlamentarias el 26 de septiembre de 2010. 4. Admiti adems que la delincuencia en el pas es un problema que preocupa al Gobierno. Lo ms importante es atender el problema de la delincuencia y resolverlo... y eso se est haciendo. En la Web, en los portales progobierno como aporrea.com, la mayora apuntaba a sealar que fue correcto rerse en el programa por lo ridculo y por el bigote de Briceo Len. Resulta interesante que ante los comentarios de seguidores proocialistas que censuraban a Izarra, stos eran descalicados por sus pares. Los peridicos y columnistas ocialistas tambin se hicieron eco de estas posturas, al calicar de inefable y canal de la provocacin a CNN.
IZARRA NO SE VACIL A LOS MUERTOS, A LAS VCTIMAS de la

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En la Web, en los portales progobierno como aporrea.com, la mayora apuntaba a sealar que fue correcto rerse en el programa por lo ridculo y por el bigote de Briceo Len. Resulta interesante que ante los comentarios de seguidores proocialistas que censuraban a Izarra, stos eran descalicados por sus pares.

radas en la entrevista de CNN y porque el alcance de la audiencia en ambos programas no es comparable. 2. El anuncio de la publicacin del libro Los guardianes del periodismo pornogrco, en conjunto con el periodista Flix Lpez. Izarra asegur que el libro fue escrito en cuatro das y que denuncia los ataques que la oligarqua internacional lanza contra la Revolucin Bolivariana. (Noticias24. com, 4 de septiembre de 2010).

Reaccin del Presidente en relacin al hecho analizado


Ante la oleada de comentarios suscitados por la entrevista y la medida contra los medios de comunicacin por difundir imgenes violentas, el Presidente tom partido en relacin al tema, y seal que:
() los medios de comunicacin en manos de los capitalistas, de los imperialistas tienen envenenados a millones de personas. Yo s tengo guardianes; el pueblo venezolano, esos son los Guardianes de Chvez, imbciles. (El Universal, 31 de agosto de 2010).

pudor contra Venezuela, como Guzmn y Briceo Len. Quin puede creer que la incidencia delictiva sea mayor en Venezuela que en Mxico, que en naciones centroamericanas como Guatemala, que en los barrios de New York, Los ngeles y Colombia? (Noticia Actual, 16 de agosto de 2010). Tremenda demostracin, tremendas respuestas, les manifestaste a esos mentirosos y denigrantes palangristas, hacedores de programas televisivos y de noticias del ms bajo nivel intelectual, del periodismo grotesco, amarillista y pornogrco y esos antipatriotas, antibolivarianos vendidos a las transnacionales de la falsa informacin y a los diferentes intereses de la oligarqua y la godarria criolla (Aporrea.org, 15 de agosto de 2010).

Otros argumentos del Presidente en relacin a los comentarios suscitados por la entrevista apuntaron a: 1. Sealar que las informaciones sobre la inseguridad en Venezuela responden a una matriz de opinin iniciada durante la transmisin de unos programas en la cadena de noticias CNN en espaol. 2. Un complot internacional:
Todo es parte de un complot, de una campaa internacional que ha tomado espacios importantes en las pantallas, en cadenas internacionales de medios, en los peridicos de Europa, de Estados Unidos y Amrica Latina () Andan desesperados y generan la reaccin de un pueblo que est acostumbrado a sus batallas ante la grosera, el atropello, la manipulacin y la pornografa en canales internacionales. (El Universal, 18 de agosto de 2010).

tragedia de la inseguridad, sino a los denunciantes sin autoridad moral. A quienes estn al servicio de los srdidos intereses de CNN. Los que apelan a todo tipo de falsedades y despotricaban sin

Dos nuevos hechos se suceden en las acciones siguientes de defensa de Izarra: 1. Su intervencin en el programa de TV La Hojilla donde adems de arremeter contra la cadena CNN, present argumentos en defensa de las medidas tomadas por el Gobierno para la lucha contra la inseguridad, mostrando cifras de la inversin en programas sociales que hicieron posible un mayor nmero de personas con acceso al agua potable, atencin en salud, reduccin de la tasa de mortalidad infantil, reduccin de hogares pobres y aumento en el ndice de desarrollo humano. Argumentos tal vez extemporneos, porque esas cifras eran las espe-

3. Negacin de la existencia de la inseguridad: No es verdad que Venezuela sea uno de los pases ms inseguros del mundo ni es verdad que aqu, hoy, haya ms violencia que hace once aos atrs, y dijo que se haba tomado como bandera

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poltica de cara a la elecciones del 26 de septiembre 2010 (El Tiempo, 3 de septiembre 2010). Por otro lado, el tema del documental Los Guardianes de Chvez tambin tuvo respuesta por parte del jefe de Estado. El 16 de septiembre el presidente Chvez jurament a un grupo de mujeres vestidas de rojo en el Teatro Teresa Carreo de Caracas, cuya primera tarea era movilizarse en funcin de las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre del presente ao. Chvez seal:
Estas son mujeres patriotas, ms que guardianas de Chvez quiero que se conviertan en guardianas de la revolucin, de la patria, guardianas de la dignidad, de la revolucin socialista. (Ultimas Noticias, 16 de septiembre de 2010).

En resumen, podemos sealar que al realizar el anlisis macrotextual se descubre la vinculacin del tema de la violencia y la inseguridad con otro de igual envergadura: la libertad de expresin y las restricciones impuestas por el Gobierno a la informacin relacionada con la violencia. El silencio se constituye entonces en una estrategia para referirse o no referirse a los temas que pueden tener un alto costo poltico para el Presidente. Entendemos entonces por qu Izarra se presenta a un programa de TV, donde fue invitado con antelacin, con el solo argumento de la risa y la descalicacin, sin ofrecer ningn tipo de informacin o datos ociales sobre el tema de la violencia en Venezuela y, como hemos sealado en la seccin anterior, se dedica a deslegitimar a los que considera sus adversarios e interrumpe con el simple propsito de que no se conozcan las cifras y los argumentos de las personas que conocen con propiedad el tema.

Conclusiones
En el presente trabajo hemos analizado la interaccin discursiva de dos actores representativos de la sociedad venezolana en torno al tema de la violencia y la inseguridad mediante una entrevista transmitida por CNN en agosto de 2010, donde participaron venezolanos de renombre. Por un lado, un socilogo, acadmico, investigador de las ciencias sociales y director del Observatorio Venezolano de Violencia; y por el otro, un periodista, presidente del canal de TV Telesur y que ha desempeado altos cargos pblicos en el Gobierno del presidente Hugo Chvez.

El anlisis del discurso se ha hecho desde la perspectiva interaccional en dos planos, el microtextual y el macrotextual, siguiendo las propuestas tericas de Chilton y Schaffner (2000) y Bolvar (2002, 2003, 2005). Para ello describimos la cadena de eventos donde se enmarca el dilogo y algunas de las acciones que se desencadenaron a raz de la entrevista, quedando en evidencia la complejidad del tema y su vinculacin con otros aspectos de la vida nacional como la libertad de expresin. Los hechos en relacin con la censura, prohibicin o regulacin de las publicaciones que tocaran el tema de la violencia, se sumaron al debate sobre la violencia y la inseguridad. Nuevos actores surgieron en este nuevo debate los medios de comunicacin nacionales e internacionales que pareci ocultar el boom que tuvo la entrevista de Izarra y Briceo, sustentando una estrategia de resistencia-oposicinresistencia segn el marco conceptual utilizado en este anlisis. Se pone en evidencia que la dinmica de las entrevistas televisivas se vincula con las noticias que se sucedieron posteriormente, ocultando algunas, solapndose o vinculndose con otras. Pero, sin duda, fueron de alto impacto en el acontecer nacional e internacional, as como tambin la realizacin y publicacin del documental Los Guardianes de Chvez. Este video presentaba al mes de ocurrencia del evento analizado, ms de 234 mil reproducciones a travs del portal Youtube. El anlisis microtextual, permiti identicar las funciones estratgicas del discurso de ambos participantes y evaluar la risa de Izarra como una interrupcin intencional del discurso. La funcin principal fue evitar que la otra persona transmitiera sus argumentos y razonamientos en relacin al tema de la inseguridad y la violencia. En consecuencia, la risa de Izarra ante los argumentos de Briceo se evala como una violacin en la estructura de la conversacin (Bolvar, 2010). Este estudio ratica los resultados de otras investigaciones sobre el uso de las interrupciones en la conversacin a lo interno del evento (Bolvar, 2005). En este caso, el uso de la risa como interrupcin gener confusin y cometarios positivos y negativos pero, sin duda, puso en evidencia la ausencia de informacin ocial en relacin al tema de la inseguridad. Los actos siguientes, trataron de llenar ese vaco. El encubrimiento a travs del silencio, la descalicacin de los otros con posturas diferentes al Gobierno, el intento de

controlar la cantidad y la calidad de la informacin que se difunde forman parte de la poltica de Estado para ocultar el tema de la inseguridad y la violencia que aqueja a Venezuela. Sin embargo, el papel de los medios, la participacin de los diferentes actores sociales y polticos y la dicultad de establecer regulaciones en Internet ponen una barrera a tales pretensiones. YORELIS ACOSTA Psicloga clnico, especialista en Intervencin Psicosocial, Magster en Psicologa Social, naliza el Doctorado en Ciencias Polticas UCV. Investigadora del Instituto de Estudios Polticos en las reas de violencia, conicto y protesta poltica (UCV). Profesora de Psicologa, Escuela de Comunicacin Social UCAB

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estudios

Galera de Papel. Augusto Marcano. Serie Dispara sin plvora.

Abstract This text builds a relationship between democratic governance, social media en press freedom to review the media-political context of Venezuela in the decade 1999-2009. During this period Hugo Chvez's gorvernment implemented a communicational hegemony policy which seems to contradict with various international agencies standards, yielding as a result -over that period- a decreasing democratic governance and press freedom.

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Venezuela 1999-2009
Retrocesos para la gobernabilidad democrtica y la libertad de prensa
Introduccin
Durante el gobierno de Hugo Chvez, en Venezuela el rol de los medios de comunicacin ha pasado a un lugar privilegiado en el debate pblico. Desde el discurso ocial se cuestiona el rol poltico en los medios privados, cuando stos ejercen la crtica, pero de forma simultnea se potencia lo que se ha denominado la hegemona comunicacional del Estado, que justamente lleva al terreno de los medios la accin poltica y gubernamental. En un primer momento se ha revisado el nuevo escenario poltico contemporneo, a partir de la irrupcin y preponderancia de los medios masivos. La poltica, en denitiva, pasa a constituirse desde lo meditico. De esa forma, los medios de comunicacin masivos aparecen como lugares privilegiados para la accin poltica contempornea. Para el anlisis de la gobernabilidad se hizo uso de ndices reconocidos como el del Banco Mundial, ya que este organismo multilateral presenta una aproximacin completa. Para evaluar la libertad de prensa se tomaron como referencia los ndices de las organizaciones no gubernamentales Freedom House y Reporteros Sin Fronteras. de las agendas, en particular destaca la agenda setting en lo que Herbert Koeneke (1999) apunta como la negociacin de lo noticioso:
las relaciones complementarias aunque ambivalentes entre gobernantes democrticos y medios de comunicacin reejan una dinmica que ha sido caracterizada en una investigacin reciente como la negociacin de lo noticioso. (p. 23)

1. Comunicacin para la gobernabilidad


El papel comunicacional, en un contexto de gobernabilidad democrtica, est estrechamente vinculado a la construccin

En tal proceso conuyen al menos tres agendas, la pblica hecha a partir de demandas ciudadanas, la estrictamente meditica y una tercera de carcter gubernamental, con lo cual se establece una trada de inuencias recprocas entre medios, ciudadanos y gobernantes, que es la base de la democracia moderna (Koeneke, 1999: 24). Se comparte el punto de vista de relativizar el rol de los medios en el contexto poltico. No son los medios de comunicacin los todopoderosos ni infalibles, que segn la teora crtica de la comunicacin, podan inuir unilateralmente sobre la ciudadana y el gobierno. Ellos forman parte, ms bien, de un tejido institucional que, en las democracias, contribuye a forjar la opinin pblica, la cual, a su vez, tiene una clara incidencia sobre la gobernabilidad de un pas (Koeneke, 1999: 24). Pero no puede perderse de vista que en el rol de perros guardianes, en un sistema democrtico con contrapesos al poder ejecutivo, los medios tambin han puesto lmites al ejercicio poltico y gubernamen-

Este texto teje una relacin entre gobernabilidad democrtica, medios de comunicacin y libertad de prensa, para revisar el contexto poltico-meditico de Venezuela en la dcada 1999-2009. Durante este perodo el gobierno de Hugo Chvez implement una poltica de hegemona comunicacional, la cual parece estar en contradiccin con los estndares de diversos organismos internacionales, arrojando como resultado en el perodo sealado una menguante gobernabilidad democrtica y libertad de prensa.

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tal. Desde ese punto de vista, los partidos polticos ya no tienen la exclusividad en la conguracin de los programas que interesan a la ciudadana, y tambin est sometida al escrutinio pblico la eleccin de sus candidatos. Para Tomassini hay una clara contraposicin entre la opinin pblica y los partidos polticos, lo cual tiene como consecuencia que los medios acotan el margen de accin del poder ejecutivo en la medida en que tienen una inuencia determinante en la confeccin de la agenda pblica, y por ende, de los programas gubernativos (Tomassini, 1996: 19).

Segn la investigadora Silvia Cabrera (2010), en materia de medios audiovisuales en Venezuela se ha producido una metamorfosis de un sistema mixto-inautntico a uno de corte mixto autoritario.

2. Venezuela: la hegemona comunicacional


Es necesario revisar el uso que ha hecho el presidente Hugo Chvez del espacio de medios privados y estatales, con hechos y cifras sin precedentes en la historia democrtica del pas. Desde el discurso ocial se cuestiona tal rol poltico en los medios privados, pero de forma simultnea se potencia lo que denomin el entonces ministro Andrs Izarra, en enero de 2007, como la hegemona comunicacional del Estado, que justamente lleva al terreno de los medios la accin poltica y gubernamental (Weffer, 2007). El nmero de medios televisivos administrados por el Gobierno aument signicativamente entre 2002 y 2009. De una sola seal, Venezolana de Televisin, se pas a siete: Venezolana de Televisin, TVES, Vive, ANTV, vila TV y Telesur (con dos seales, una nacional y otra internacional). El Estado maneja tres circuitos radiales con carcter nacional (Radio Nacional de Venezuela, YVKE Mundial y Rumbos) y ms de 250 emisoras comunitarias, la mayora de las cuales son meras repetidoras de la lnea ocialista (Petkoff, 2010, pg. 1). A todo ello se suman tres diarios nanciados por los fondos pblicos: Vea, El Correo del Orinoco y Ciudad CCS. A juicio de Teodoro Petkoff (2010), editor del diario Tal Cual, la estrategia de establecer una hegemona comunicacional tiene dos vertientes, por un lado establecer un desmesurado aparato comunicacional del Estado, que es manejado discrecionalmente por el presidente Chvez, junto con otra lnea de aplastar a los medios independientes (p. 1). Apoyndonos en un texto de Marcelino Bisbal, se hace un recuento sucinto de las principales tendencias que en materia de poltica comunicacional ha llevado adelante el gobierno del presidente Chvez en el lapso 1999-2009, que vistas en conjunto pueden darnos otra perspectiva: s se est en Venezuela en presencia de polticas pblicas de comunicacin, pero que justamente tienen por nalidad coadyuvar en el n que sostuvo Andrs Izarra, el n es construir la hegemona comunicacional. Se trata de una decena de acciones sostenidas en el tiempo:
Uso indiscriminado de las cadenas por parte del Presidente; menciones denigrantes o intimidatorias contra periodistas y propietarios de medios; agresiones contra reporteros y camargrafos; ataques directos contra instalaciones de medios; uso de recursos administrativos como medidas de presin; desatencin de las medidas cautelares a favor de comunicadores emanadas de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos; retiro de la publicidad ocial a aquellos medios que son crticos con el Gobierno; falta de acceso a la informacin pblica; sesgo informativo en los medios del Estado (Bisbal, 2006, pg. 63).

lucin bolivariana que encabeza Hugo Chvez. Un estudio realizado en el ao 2004 por el investigador Bernardino Herrera del Instituto de Investigaciones de la Comunicacin de la Universidad Central de Venezuela (Ininco-UCV), comprob que ms del 70 por ciento de un da de programacin regular de VTV, la principal seal estatal, estaba formada por informacin-opinin sesgada, propaganda partidista-gubernamental y la repeticin de las alocuciones presidenciales (Caizlez, 2008a: 69). Entretanto, al cumplirse un mes de la aparicin de TVES, el canal ocial que sustituy a RCTV en la seal del canal 2 de la televisin abierta con la promesa de que se establecera una televisora de servicio pblico, un anlisis de dos das de programacin demostraba que se haba sumado un nuevo espacio para el modelo comunicacional del Gobierno:
El gobierno nacional utiliza este canal con la nalidad de propagar su doctrina poltica a travs de los informativos, promociones y propaganda de instituciones pblicas. Estas propagandas, que se repiten incesantemente durante toda la programacin, persiguen fomentar el adoctrinamiento poltico de la poblacin, adems de exacerbar el culto a la personalidad de Chvez (Hernndez, 2007: 28).

Segn la investigadora Silvia Cabrera (2010), en materia de medios audiovisuales en Venezuela se ha producido una metamorfosis de un sistema mixto-inautntico a uno de corte mixto autoritario. De acuerdo con diversos monitoreos de medios, los canales ociales han tenido un evidente sesgo poltico que incluso podra catalogarse de discriminacin poltica, siendo que pese a ser bienes del Estado, y por tanto pblicos, invisibilizan a una parte de la sociedad venezolana por no comulgar sta con el proyecto de la revo-

Pero ms all de la consolidacin de un aparato meditico estatal, sin precedentes en la historia democrtica de Venezuela, el presidente Chvez gobierna desde la dimensin meditica. Segn las cifras recogidas por Reporteros Sin Fronteras, entre el 2 de febrero de 1999 y el 31 de diciembre de 2008, el presidente Chvez habl en cadena nacional de radio y televisin durante mil 179 horas, lo cual equivale a 49 das ininterrumpidos de intervenciones (Reporteros sin Fronteras, 2009a). En dicha suma no estn incluidas las horas que ha salido al aire el programa Al, Presidente, pero se estima un nmero similar que las cadenas, aunque slo se transmite por la red ocial de medios. Durante sus alocuciones televisadas el Presidente no slo hace anuncios, sino que toma decisiones espontneas de Gobierno, cambia su tren ministerial, reprende a sus colaboradores, delinea las estrategias polticas de su partido, adoctrina a sus seguidores, etctera. Es necesario volver sobre la advertencia de un experto en materia de comunicacin poltica: no se debe abusar de las cadenas polticas pues el pblico se cansa y pueden termi-

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nar siendo contraproducentes (Izurieta, 2005: 206).

Figura 1. Indicadores de gobernabilidad democrtica en Venezuela 1998-2009, segn el Banco Mundial (elaboracin propia).
Los seis indicadores se miden en una escala que va de -2,5 a 2,5; los valores ms altos corresponden a los resultados de una mejor gobernabilidad.

3. Una gobernabilidad menguante


Para hacer una valoracin panormica de la gobernabilidad durante el gobierno de Hugo Chvez se apel a los indicadores y evaluaciones de entidades reconocidas en el campo acadmico. Se parti de la premisa que debido a su trayectoria difcilmente puede descalicrseles. De esa forma se escogi el sistema de indicadores del Banco Mundial, porque adems de ser una entidad ampliamente reconocida, su evaluacin anual de la gobernabilidad democrtica a nivel global tiene data histrica, lo cual permiti construir comparaciones sobre la evolucin de la gobernabilidad en Venezuela, durante el gobierno de Hugo Chvez. Se revisaron los datos de cada ao en el sitio web del Banco Mundial, y luego de ser procesados se pudo completar una informacin que permite una lectura de conjunto. El Banco Mundial ha establecido una serie de categoras para consolidar un indicador de gobernabilidad, que apunta en la direccin de lo planteado por Koeneke (2005) en relacin a la gobernabilidad plena, como un conjunto de diversos factores, en un entramado de relaciones entre gobernantes y gobernados. (Banco Mundial, 2010a). La gura 1 graca con claridad una situacin de gobernabilidad menguante durante los aos en que Hugo Chvez ha ejercido el poder en Venezuela. Las distintas categoras exhiben un resultado negativo, incluso desde el inicio del Gobierno en 1999. Debe recordarse, por otro lado, que la etapa nal del segundo mandato de Rafael Caldera tuvo igualmente una gobernabilidad dbil por diversas razones, incluso algunas que ayudan a explicar el triunfo electoral de Chvez en 1999, que por razones de espacio no se pueden desarrollar aqu pero que pueden consultarse en los textos de Molina (2000) y Parker (2001). Pese a que el perodo de Chvez se inici desde un contexto sociopoltico de dbil gobernabilidad, resulta llamativo que a partir de su mandato el pas haya retrocedido en todos los aspectos que son objeto de anlisis por parte del Banco Mundial. Tal repliegue tuvo lugar justamente en momentos estelares en los cuales el mandatario result relegitimado en las urnas (aos 2000, 2004 y 2006). El respaldo popular, sin duda un componente

Voz y rendicin de cuentas: mide el grado en que los ciudadanos del pas pueden participar en la eleccin de su gobierno, as como la libertad de expresin, la libertad de asociacin y la libertad de prensa. Estabilidad poltica y ausencia de violencia: mide la percepcin de la probabilidad de que el gobierno sea desestabilizado o derrocado por medios inconstitucionales o violentos, incluye la violencia en el pas y el terrorismo. Efectividad gubernamental: mide la calidad de los servicios pblicos, la calidad de la administracin pblica y el grado de su independencia ante presiones polticas; la calidad de la formulacin de polticas e implementacin, y la credibilidad del compromiso del gobierno con esas polticas. Calidad regulatoria: mide la capacidad del gobierno para formular y aplicar polticas y leyes acertadas que permitan y promuevan el desarrollo del sector privado. Estado de derecho: mide el grado en que los agentes confan y acatan las normas de la sociedad, en particular, la calidad de la ejecucin de contratos, la polica y los tribunales; as como delincuencia y la violencia. Control de la corrupcin: mide el grado en que el poder pblico se ejerce para obtener benecios personales, incluyendo las formas pequea y a gran escala de la corrupcin, as como la captura del Estado por minoras selectas e intereses privados. (Banco Mundial, 2010)

bsico de cualquier modelo democrtico, no implica de forma automtica mayor gobernabilidad, cuando se complejiza esta categora tal como hace el Banco Mundial al incluirle una serie de categoras que ya se han descrito. Resulta importante el apoyo popular a las decisiones que emanen de un gobierno, pero al mismo tiempo ste gobierno debe actuar de forma eciente y transparente en la gestin de las polticas pblicas para poder alcanzar niveles ptimos de gobernabilidad democrtica. Esto no es lo que ha sucedido en Venezuela, pues tanto en el discurso como en la accin gubernamental se ha enfatizado el valor del respaldo popular, mientras que se han soslayado asuntos cruciales como una gestin eciente de los proyectos y recursos pblicos, junto a una rendicin de cuentas efectivamente transparente.

4.Retroceso en la libertad de expresin


A partir de lo sealado con anterioridad, en relacin con el balance de lo ocurrido en Venezuela en la compleja relacin entre medios y Gobierno, se puede sealar que durante la presidencia de Hugo Chvez no han existido polticas pblicas orientadas al campo de la comunicacin. Se han implementado desde el Ejecutivo, en el lapso 1999-2009, un conjunto de acciones y decisiones ociales que no le han dado respuesta a problemas concretos de los ciudadanos, sino que han tenido por nalidad crear un cerco legal-institucional para restringir la libertad de expresin, con impacto directo sobre el trabajo de medios y periodistas. Dichas decisiones, por otro lado, tampoco han sido un espacio de discusin democrtica y plural, ni

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han estado precedidas por una genuina consulta ciudadana. El Estado ha asumido sus decisiones de forma unilateral para sancionar a los medios privados de comunicacin, tampoco ha desarrollado un plan coherente para hacer de los medios estatales unos espacios de servicio pblico, y al mismo tiempo ha usado de forma discrecional el espectro radioelctrico (un bien de todos, segn la Unesco) con el mecanismo de las cadenas presidenciales. El signo de esta dcada de gobierno de Hugo Chvez parece ser la hegemona comunicacional ocial. La gura 2, elaborada a partir de las diferentes aristas que plantea Marcelino Bisbal (2006) como dimensiones que caracterizan a la hegemona comunicacional, muestran una operacin sostenida y desde diferentes mbitos por parte del gobierno de Hugo Chvez para cercar y restringir la labor de medios y periodistas en Venezuela. Al verlas en su conjunto, tales tendencias evidencian una accin mantenida en el tiempo por parte de diferentes dependencias ociales, a lo cual se suma un recurrente discurso pblico por parte del Presidente que enjuicia a los comunicadores. Si se analizan las implicaciones, por ejemplo, del retroceso en materia de Estado de derecho reejado en los indicadores del Banco Mundial, en relacin con la libertad de expresin y el derecho a la informacin en Venezuela, podr entenderse cmo ha crecido la posibilidad de que el Poder Ejecutivo intervenga en el mundo meditico ante la ausencia de contrapesos institucionales, especcamente el Poder Judicial. El caso del cese de la seal abierta del canal RCTV en 2007, evidenci la forma en que el mximo tribunal del pas, el TSJ, al no gozar de independencia, termin allanando no slo una decisin discriminatoria para castigar la lnea crtica de este medio, sino que tambin aval la toma de equipos e instalaciones que pertenecan a este canal, para que comenzara a operar la seal ocial de TVES. Se trat de una suerte de prstamo forzoso sin que mediara una indemnizacin o compensacin, mientras que los diferentes recursos introducidos por el medio sencillamente fueron desatendidos o respondidos de forma extempornea (Caizlez, 2008b). La evaluacin que hacen reconocidas entidades como Freedom House, con su ndice de libertad de prensa en el mundo, o Reporteros sin Fronteras, con su ranking anual en la materia, evidencian de forma coincidente lo ya sealado en relacin al impacto negativo que tiene sobre

Figura 2. Mapa conceptual de las principales tendencias de la hegemona meditica en Venezuela (elaboracin propia)
Principales tendencias de la hegemona meditica en Venezuela
EN EL DISCURSO EN LO LEGAL EN LOS MEDIOS EN LO ECONMICO

EN EL EJERCICIO

Figura 3. Libertad de Prensa en Venezuela 2002-2010, segn Freedom House (elaboracin propia).

el sistema de medios y el periodismo, y por tanto sobre la democracia venezolana, esta poltica de instaurar una hegemona comunicacional por parte del gobierno de Hugo Chvez.

En el caso de la figura 3, se hace evidente una ruptura en el lapso 20022003. La agudizacin de la confrontacin poltica tuvo en los medios a protagonistas de primera fila, con las implica-

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ciones de diversa ndole que ello gener. Sin embargo, en este caso la valoracin que hace Freedom House, con larga data en la construccin de indicadores sobre libertades y derechos humanos, apunta a evidenciar la falta de libertades plenas para el ejercicio del periodismo y del derecho ciudadano a expresarse e informarse. En una dimensin temporal puede establecerse una relacin entre esta ruptura, con un impacto negativo obviamente, y el inicio de acciones gubernamentales ms sistemticas en materia de medios y comunicacin. La crisis del perodo 2002-2003 puso en evidencia, segn la lectura gubernamental, una debilidad meditica ocial (Bisbal, 2006), ante lo cual se inician una serie de acciones que posteriormente se condensarn bajo la idea de la hegemona comunicacional, ya reseada en pginas precedentes. Reporteros Sin Fronteras utiliza para obtener los resultados de su clasicacin (el caso particular de Venezuela se muestra en la gura 4) un cuestionario con los principales criterios que permiten evaluar la libertad de prensa (atentados directos a periodistas o a medios de comunicacin, grado de impunidad, entre otros). El anlisis de RSF sobre la situacin del pas, como puede verse en la gura 4, evidencia un punto de quiebre notable en el ao 2007, que se relaciona con el cese de la seal abierta de RCTV. No puede obviarse que la decisin de no renovar la concesin a este medio, en castigo a su lnea editorial crtica (Correa, 2007), la anunci el presidente Chvez a pocas semanas de su reeleccin en diciembre de 2006, en un momento estelar de su gobierno, debido al significativo nmero de votos que obtuvo para un nuevo perodo presidencial de seis aos. Es evidente que el gobierno de Hugo Chvez ha tenido xito en crear un entramado jurdico para controlar la accin de los medios privados que le son crticos, y al mismo tiempo ha consolidado un aparato meditico ocial signicativo, especialmente si se compara con la situacin de los gobiernos anteriores en Venezuela. Sin embargo, la hegemona comunicacional ha tenido serios problemas para conectarse de forma masiva con la audiencia venezolana, y eso tal vez ayude a explicar el recurrente uso de las cadenas nacionales de radio y televisin, que es un mecanismo coercitivo para obligar a escuchar o ver un mensaje. La gura 5 muestra las preferencias de la audiencia de Venezuela en relacin con la televisin. Se usaron los datos correspondientes a los aos 2006 y

Figura 4. Venezuela en la clasicacin mundial de la libertad de prensa 2002- 2010, segn Reporteros Sin Fronteras (elaboracin propia).

Posicin de Venezuela Nmero de pases incluidos en la clasicacin

Figura 5. Preferencias de canal de la audiencia venezolana durante 2006 y 2008 (elaboracin propia).
Los datos hacen referencia al share, es decir la cuota o porcentaje de audiencia de un programa de radio o de televisin (Fuente: AGB 2006 y 2008)

2008 con el n de evidenciar no slo la baja audiencia de los medios televisivos del Estado, sino que tambin permite hacer una lectura de lo ocurrido despus del cese del canal RCTV en la seal abierta de TV en el pas. Hasta el ao 2006 RCTV tena el primer lugar de preferencia (28 por ciento del Share, contra 27 por ciento de Venevisin). Resulta llamativo que la seal ocial que ocup el lugar de RCTV, el canal TVES, pese a contar con la misma red de

transmisin de la televisora que sali del aire, lo cual le garantizaba una cobertura nacional, apenas alcanzara dos por ciento en 2008. Los principales canales privados de cobertura nacional, Venevisin y Televn, subieron siete y dos puntos respectivamente en el ao 2008, lo cual puede interpretarse como una captura de audiencia tras el cese de RCTV. La baja sintona de TVES, por otro lado, evidencia un claro fracaso en la poltica comunicacional ocial, que si bien logra hacerse de la seal

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ms antigua del pas, la poblacin no sigue su programacin de forma masiva. Otro dato importante tiene que ver con el auge de la televisin por suscripcin en Venezuela, justamente como un efecto de la salida de RCTV de la televisin abierta el 27 de mayo de 2007, y su posterior incorporacin a la televisin paga a nes de ese mismo ao. Hay un salto signicativo de preferencia entre el 2006 y 2008, pues se pasa de 9 a 24 por ciento. En el ao 2008 el Estado contaba con la administracin de dos seales de carcter nacional, TVES y VTV, en las que se haba realizado una importante inversin para su equipamiento y programacin, sin embargo, al sumar la audiencia de ambas sta apenas alcanzaba siete por ciento. La baja sintona, sin duda, atenta contra la efectividad de los mensajes del modelo comunicacional del gobierno de Hugo Chvez. Entretanto, dentro de la categora otros deben contarse un conjunto de seales de otros medios gubernamentales con una audiencia mnima, tales como Vive TV, vila TV, Telesur (seal nacional) y Asamblea Nacional TV, junto a medios de carcter regional como son los casos de TRT (Tchira), TAM (Mrida), Promar (Lara) y TVO (Anzotegui), entre otras. La baja audiencia es generalizada para los medios ociales, y ello puede estar relacionado con aspectos mencionados en este trabajo, como son una excesiva ideologizacin, escasas producciones de calidad y una transmisin incesante de las alocuciones del presidente Chvez, las cuales incluso se repiten durante las horas de la madrugada en las seales ociales de televisin.

El Gobierno adelanta un cerco para limitar la labor de medios y periodistas cuando stos ejercen la crtica, y encuentra en el sistema de justicia decisiones que le avalan, tcita o directamente.

una merma en la credibilidad gubernamental. Sin duda se trata de un cuadro complejo en Venezuela, pero gracias al cual se ha reejado la estrecha relacin entre una gobernabilidad plena y un clima de libertades para la prensa. Gobernabilidad y medios de comunicacin estn estrechamente relacionados. Ambas dimensiones terminan siendo pilares para fortalecer un sistema democrtico. La debilidad de tales dimensiones tambin implica una merma democrtica. ANDRS CAIZLEZ Investigador del Centro de Investigacin de la Comunicacin de la Universidad Catlica Andrs Bello. Miembro del Consejo de Redaccin de Comunicacin.

Referencias
cicio de la expresin y pensamiento. El caso del cese de la seal abierta de RCTV puede resultar emblemtico de cmo se relacionan libertad de expresin y Estado de derecho. Se ha detallado este caso en particular porque evidencia el impacto negativo que puede tener un Estado de derecho disminuido, con un Poder Judicial que no acta con independencia ante casos restrictivos para la libertad de expresin. Puede concluirse que esa realidad est presente en la Venezuela gobernada por Hugo Chvez. El Gobierno adelanta un cerco para limitar la labor de medios y periodistas cuando stos ejercen la crtica, y encuentra en el sistema de justicia decisiones que le avalan, tcita o directamente. Finalmente, en Venezuela se ha puesto en prctica la llamada hegemona comunicacional, que es la propuesta gubernamental en materia de medios y libertad de expresin. Este plan tiene dos lneas de accin; por un lado, como se ha dicho, se busca cercar la crtica pblica con un mayor control sobre los medios privados, especialmente radioelctricos; mientras que por el otro lado se registra un abultamiento notable del aparato meditico ocial que termina cumpliendo una labor propagandstica. Debe sealarse, sin embargo, que al contrastar con los datos de audiencia televisiva, por ejemplo, esta hegemona comunicacional ha tenido efectividad en establecer un control sobre los medios, pero ha fracasado en el manejo de la audiencia. Esta contradiccin puede estar relacionada con un contexto sociopoltico en el cual decrece la gobernabilidad democrtica y por tanto tambin hay
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Conclusiones
Del conjunto de indicadores del Banco Mundial que han sido reseados ampliamente en las pginas anteriores parece pertinente resaltar el referido al Estado de derecho, ya que se est no slo ante una categora analtica por parte del organismo multilateral, sino que este concepto es consustancial con la democracia moderna. En particular es notoria la relacin entre una mengua en el Estado de derecho y un clima menos favorable para el ejercicio de la crtica pblica. La ausencia de un sistema judicial que acte de forma independiente termina impactando negativamente pues los afectados por decisiones del Poder Ejecutivo no encuentran instancias para apelar o defenderse del Gobierno. Todo ello menoscaba un libre ejer-

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Notas
1 El Banco Mundial utiliza la categora gobernanza. En esta investigacin hemos equiparado la gobernanza con gobernabilidad democrtica. La fuente en este caso es Banco Mundial (2010b).

Galera de Papel. Augusto Marcano. Mercadeando. Mercado de Coche, Caracas. Serie Dispara sin plvora.

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estudios

Galera de Papel. Augusto Marcano. Mercadeando. Mercado de Coche, Caracas. Serie Dispara sin plvora.

Abstract Given the political polarization in the country, social media are no exception to this situation, to the point where we can talk about media bias. In that sense Asociacin Civil Medianlisis conducted a research on a range of print media to measure: transparency, citizen participation and plurality of information sources. The survey results tell us about the few mechanisms for print media auditability in Venezuela, the existence of single-source journalism and a shy integration of citizen participation mechanisms, that in most cases require the domain of electronic resources.

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Transparencia, pluralidad y participacin

Desafos de los medios de comunicacin impresos venezolanos


n en situacin de prolongada y polarizada crisis poltica como la que se vive en Venezuela, y que afecta a los medios de comunicacin social, stos deben contribuir con la promocin y el fortalecimiento de la democracia, asumiendo de manera responsable sus funciones. De acuerdo con Manuel Alejandro Guerrero (2008), el deber de los medios de comunicacin para con la democracia obedece al cumplimiento de tres funciones:
1) Proveer a la ciudadana con informacin suciente para que sta sea capaz de fundamentar sus elecciones, opiniones y decisiones acerca de los asuntos pblicos, () (mediante) recursos educativos, informativos y formativos (); 2) Ser arena de debates abierta en donde, en principio, las ms variadas ideas tienen oportunidad de verse reejadas y en donde ninguna posicin se puede imponer a priori a otra sin mediar un debate; 3) Vigilar a favor de la ciudadana al desvelar los abusos cometidos por la autoridad y los actos de corrupcin. En pocas palabras, los medios se constituyen en lo que ya Edmund Burke denominaba un cuarto poder protector de los derechos ciudadanos y componente de los pesos y contrapesos del poder. (p. 17-18)

Para que estas funciones se cumplan plenamente es necesario que se den varias condiciones, entre ellas el profesionalismo de los periodistas, entendido ste como el resultado de una combinacin entre una serie de acciones que respeta el periodista a la hora de obtener y presentar informacin con las condiciones institucionales que le permiten desempearse con autonoma y libertad (Guerrero, 2008, p. 38). Los elementos que caracterizan el periodismo profesional, segn Guerrero (2008), estn divididos en tres tipos: 1) Los relativos al contexto: leyes que garanticen el derecho a la informacin y que permitan al periodista ejercer con libertad, con penas de tipo civil para sus faltas; 2) Los relativos a la organizacin: respeto a la libertad del periodista para investigar, cubrir y presentar la informacin, existencia de espacios en los medios que deendan al lector o a su audiencia y el derecho de rplica; y 3) Los relativos a la formacin y desempeo del periodista: formacin y habilidades adquiridas, as como apego a actitudes ticas a la hora de obtener y presentar informacin (responsabilidad, vericacin de datos y proteccin de fuentes). Partiendo de estas ideas nos preguntamos: puede el periodismo venezolano actual catalogarse como profesional? La

Ante el clima de polarizacin poltica que vive el pas los medios de comunicacin no escapan a esa situacin, al punto que podemos hablar de una polarizacin meditica. En ese sentido la Asociacin Civil Medianlisis llev a cabo una investigacin sobre un conjunto de medios impresos para medir: transparencia, participacin ciudadana y pluralidad de fuentes informativas. Los resultados del estudio nos hablan de los escasos mecanismos de auditabilidad de los medios impresos en Venezuela, de la existencia de periodismo de fuente nica y de una tmida incorporacin de mecanismos de participacin ciudadana, que en la mayora de los casos requieren del dominio de recursos electrnicos.

ELSA CECILIA PIA ANDRS CAIZLEZ

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respuesta nos la asoma una investigacin adelantada por la Asociacin Civil Medianlisis, que revis la actuacin de los medios de comunicacin impresos del pas en los aspectos relacionados con la organizacin (medios) y el desempeo de los periodistas: transparencia, participacin ciudadana y pluralidad de fuentes informativas. Las pautas metodolgicas fueron las siguientes: se seleccionaron intencionalmente trece peridicos de seis estados del pas: El Tiempo, El Norte (Anzotegui), Correo del Caron, Nueva Prensa de Guayana (Bolvar), Notitarde, El Carabobeo (Carabobo), El Nacional, Correo del Orinoco, ltimas Noticias (Caracas), El Informador, El Impulso (Lara), La Nacin y Diario de Los Andes (Tchira). Sin embargo, por dicultades tcnicas, no se examin Nueva Prensa de Guayana ni Diario de Los Andes, quedando conformada la muestra por los otros once medios, especcamente sus ejemplares del 17 al 23 de enero de 2011. Los resultados del estudio nos hablan de los escasos mecanismos de auditabilidad de los medios impresos en Venezuela, de la existencia de periodismo de fuente nica y de una tmida incorporacin de mecanismos de participacin ciudadana, que en la mayora de los casos requieren del dominio de recursos electrnicos.

Respecto a las lneas editoriales, stas generalmente no se sealan de forma expresa, sino entre lneas en la descripcin empresarial y misin y visin institucionales. En todos los casos se entrevist a representantes de cada medio para contrastar la informacin recopilada, encontrando inconsistencias en varios casos
estudiar y tramitar las demandas de los lectores, pero adems ofrecer elementos para afrontar la crisis de los peridicos. Mientras el primer asunto crece en la medida en que se aumenta la participacin de la sociedad (es decir, en la medida en que los lectores son ms ciudadanos), el segundo tiene hoy una vigencia enorme. Los medios de comunicacin se estn redeniendo a partir de las transformaciones de las sociedades, lo que signica modicaciones de lo pblico, aumento desmesurado de la oferta informativa, relacin entre tecnologas y vida cotidiana, cambios en la agenda temtica que le interesa a la gente, variaciones en las rutinas y prcticas de lectura, competencia con otros lenguajes, etctera, aunque con frecuencia la crisis se vive en los modos de representacin de la realidad que hacen los medios, en las formas de construccin de la agenda. (disponible en: http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:itw FOCBgvaUJ:www.saladeprensa.org/art4 26.htm+importancia+de+los+defensores+del+lector&cd=3&hl=es&ct=clnk&g l=ve).

Medios opacos
Para evaluar la transparencia de los medios de comunicacin impresos se revisaron sus mecanismos de auditabilidad: existencia de un defensor del lector, reconocimiento de errores, publicacin de rplicas y desmentidos, y divulgacin de su tiraje, lnea editorial y programas de responsabilidad social en sus ediciones impresas y/o sitios web. En general, los medios de comunicacin impresos son opacos, especialmente los editados en el interior del pas. Apenas dos medios tienen un defensor del lector: El Nacional (Ronald Nava) y ltimas Noticias (Jess Cova), ambos editados en la capital. Adems, durante el periodo analizado, slo Notitarde public rplicas (tres) y ltimas Noticias fe de erratas, en un espacio especialmente dedicado para ello: Nos pelamos. El defensor del lector, segn explica Germn Rey (2003), es un ocio en construccin. Sin embargo, desde sus comienzos ha tenido como funcin:

Respecto a las lneas editoriales, stas generalmente no se sealan de forma expresa, sino entre lneas en la descripcin empresarial y misin y visin institucionales. En todos los casos se entrevist a representantes de cada medio para contrastar la informacin recopilada, encontrando inconsistencias en varios casos. Por ejemplo, Correo del Orinoco slo apunta en su sitio web que es La artillera del pensamiento. Peridico con

noticias de Venezuela y el mundo. Creado por Bolvar en 1818 reeditado por Chvez en 2009. (http://www.correodelorinoco. gob.ve/). Por su parte, Carlos Ortiz, coordinador del Suplemento Dominical de ese diario, nos indic que no es un peridico pro-ocialista, sino ms bien un peridico que apoya el proceso bolivariano, y su contribucin es hacer visible las obras y gestiones del Gobierno. Del lado opuesto, El Nacional expresa en su portal web que C.A. Editora El Nacional es la primera empresa editorial del pas que pone a la disposicin de sus lectores la ms diversa y plural oferta informativa, educativa y de entretenimiento (http://www.el-nacional.com/www/site/ p_contenido.php?q=m/6/213/nodo/1591/L a%20Empresa). Sin embargo, Argenis Martnez, vicepresidente editorial, resume la lnea editorial del diario como equilibrado y crtico con el Gobierno. Con relacin al tiraje, los medios impresos no suelen certicarlo. De los once medios examinados, apenas dos ltimas Noticias y Notitarde cuentan con el aval del Comit Certicador de la Asociacin Nacional de Anunciantes (ANDA) y la Federacin Venezolana de Agencias de Publicidad (Fevap) para el ao 2010. El Impulso y El Nacional hicieron lo propio en 2009. De los diarios que no certicaron su tiraje en 2010, apenas dos informan sobre este aspecto en sus versiones digitales: El Carabobeo y El Impulso (venta neta dominical). El resto de los peridicos no hace mencin sobre el particular, por lo que debimos entrevistar a representantes de cada medio para que ofrecieran dicha informacin. En la tabla 1 veremos el tiraje de cada diario, segn una fuente interna, as como las cifras sealadas en la pgina web y el Comit Certicador Anda-Fevap. En el caso de los programas de responsabilidad social de la empresa que est detrs de cada medio, en general, existe muy poca informacin pblica al respecto. De acuerdo con representantes internos de cada diario, de los once impresos slo dos no tienen planes de trabajo de este tenor, hacia lo externo: Correo del Caron y Correo del Orinoco. ste ltimo argument que no perteneca a una empresa, que era una fundacin dependiente del Ministerio de Comunicacin e Informacin. Sin embargo, no toda la informacin suministrada por los entrevistados se encuentra presente en las versiones digitales de cada medio. De las nueve empresas de

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medios que dijeron tener programas de responsabilidad social, apenas tres divulgan parcialmente su labor. El resto no hace ni siquiera mencin al respecto. En general, los programas de responsabilidad social de estas empresas mediticas se enfocan en asuntos educativos y culturales. Sin embargo, algunos medios realizan actividades desvinculadas del quehacer periodstico. Por ejemplo, El Impulso le da mantenimiento a una plaza pblica en Lara, El Informador realiza jornadas de vacunacin, El Tiempo organiza una caminata ecolgica y La Nacin apoya una fundacin que ayuda a los nios internados en el piso diez del Hospital Central de San Cristbal.

Tabla 1: Tiraje de los diario venezolanos


DIARIO
El Tiempo

TIRAJE
75 mil ejemplares promedio mensual diario. (Mara Alejandra Mrquez, presidenta). 22 mil ejemplares diarios de sbados a jueves y 25 mil los viernes. (Carlos Santoyo, editor). 45 mil ejemplares diarios de lunes a sbado y 55 mil los domingos. (David Natera, director y dueo). 80 mil ejemplares diarios de lunes a sbado y 100 mil los domingos. (Mara Ferraro, gerente de Relaciones Institucionales). Entre 60 mil y 65 mil ejemplares diarios de lunes a sbado y 80 mil ejemplares los domingos. (Sandra Pirella, coordinadora de Pauta). Entre 25 mil y 30 mil ejemplares diarios de lunes a sbado y entre 35 mil y 40 mil los domingos. (Carlos Ortiz, coordinador del Suplemento Dominical). Entre 80 mil y 90 mil ejemplares diarios de lunes a sbado y 240 mil los domingos. (Argenis Martnez, vicepresidente editorial).

PG. WEB
Sin informacin.

CC ANDA-FEVAP
No est certicado.

El Norte

Sin informacin.

No est certicado.

Correo del Caron

Sin informacin.

No est certicado.

Notitarde

88.074 ejemplares diarios promedio.

Participacin tecnolgica
En un segundo orden de ideas encontramos la participacin ciudadana. Jos Miguel Labrn (2005), parafraseando al periodista Davies Merritt, padre del concepto de civic journalism, seala que el periodismo pblico o cvico, concebido como la participacin ciudadana en los rganos de difusin masiva para la reconstruccin de la esfera pblica y la elaboracin de una agenda noticiosa comn, permite que los medios:
trasciendan la visin limitada de contar noticias hacia una misin ms amplia de ayudar a que la vida pblica funcione bien, y acta basndose en ese imperativo. Cuando la vida pblica funciona bien, tiene lugar un verdadero proceso deliberativo que se conduce a soluciones potenciales.
El Carabobeo

80.957 ejemplares promedio de lunes a domingo (enerodiciembre 2010). No est certicado.

65 mil de lunes a sbado y 85 mil los domingos.

Correo del Orinoco

Sin informacin.

No est certicado.

El Nacional

Sin informacin.

65.109 ejemplares promedio de lunes a domingo (enerodiciembre 2009). 203.843 ejemplares promedio de lunes a domingo (enerodiciembre 2010). 38.887 ejemplares promedio de lunes a domingo (enerodiciembre 2009). No est certicado.

ltimas Noticias 204 mil ejemplares diarios de lunes a sbado y 354 mil los domingos. (Danisbel Gmez, jefe de Participacin Ciudadana). El Impulso 60 mil ejemplares diarios de lunes a viernes y 80 mil ejemplares los domingos. (Luz Falcn, coordinadora de Comunicacin Corporativa). 54 mil ejemplares diarios de lunes a sbado y 65 mil los domingos. (Mara Manganelo, gerente de Mercadeo). Entre 25 mil y 28 mil ejemplares diarios de lunes a viernes y 30.000 los domingos. (Omaira Labrador, jefe de Redaccin).

210 mil ejemplares promedio mensual diario. 63.877 ejemplares de venta neta los domingos

La investigadora Charlotte Grimes, tambin citada por Labrn (2005), apunta algunas de las modalidades que ha asumido el periodismo pblico:
El Informador

Sin informacin.

1. El patrocinio de foros, encuestas, debates pblicos, encuentros entre los vecinos y ejercicios cvicos, como paneles de ciudadanos, en pos de la solucin de temas especcos como controversias del desarrollo o de la economa local. 2. El uso de coordinadores comunitarios, un nuevo tipo de reportero que media entre el periodista y los vecindarios (). 3. Establecer la cobertura medial mediante un nuevo concepto de pauta, la agenda ciudadana, que se construye por medio de encuestas, entrevistas en pro-

La Nacin

Sin informacin.

No est certicado.

Fuente: Medianlisis

fundidad, paneles y otros mtodos de investigacin cientca. 4. La incorporacin de personas reales y de sus puntos de vista en las noticias, como parte de ellas y no como meros re-

ferentes detrs de los expertos, los candidatos o cualquier otro actor tpicamente relevante. 5. Establecimiento de alianzas estratgicas entre los medios para compartir his-

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torias, perspectivas de cobertura de noticias, incluso reporteros para determinadas campaas. 6. Interpelar al pblico lector a la formacin de grupos al interior de sus propias comunidades para resolver los propios problemas de la ciudadana. Esto conlleva la formacin de lderes ciudadanos.

En el caso particular de los medios impresos venezolanos, Medianlisis encontr que de los once diarios revisados, ocho tienen algn mecanismo para que los lectores se expresen sobre el medio o alguna situacin de la realidad (votacin en encuesta, opinin, entre otros); seis incluyen espacios para la denuncia y cinco para el periodismo ciudadano. En general, los medios revisados tienen entre uno y cuatro espacios de participacin ciudadana. No obstante, ltimas Noticias sum siete, siendo el diario con ms mecanismo de este tipo. Slo El Norte y La Nacin no tuvieron ninguna seccin de esta ndole. Una de las particularidades de la participacin ciudadana en los diarios analizados es que en muchos casos requiere del manejo de recursos tecnolgicos, como celulares e Internet, y en otros del pago de un costo monetario (envo de mensajes de texto va celulares). Adems, exige formalidades que limitan la participacin. Por ejemplo. Cartas al Editor de El Carabobeo exige que:
las cartas deben tener ms de 10 lneas. Traer nombre, rma del remitente, cdula de identidad y nmero telefnico (no se aceptan celulares). El Carabobeo se reserva el derecho de publicacin, as como el de sintetizar su contenido si lo considera conveniente. No devuelve originales ni se suministrar ningn tipo de informacin al respecto.

Con relacin al alcance de las informaciones, stas fueron mayoritariamente nacionales (43%), seguido por las estadales (22%), las locales (15%) e internacionales (13%). Las menos frecuentes fueron las regionales (2%), es decir, las de inters en la regin a la cual pertenece el estado

necesario ingresar al sitio web: www.elcarabobeno.com y buscar la seccin correspondiente.

Voces ociales y masculinas


Pero los ciudadanos no slo deben estar presentes en los medios en los espacios especialmente dedicados para su participacin, sino tambin en las informaciones. En este sentido, Medianlisis revis la pluralidad de fuentes informativas en los diarios seleccionados, as como algunas otras caractersticas del tratamiento periodstico: rea de cobertura informativa, alcance de las informaciones, gnero periodstico y autora. Se revisaron todas las informaciones con llamado en primera plana durante la semana monitoreada, partiendo de la premisa de que sta es la vitrina del peridico, su mejor oferta informativa. En total fueron 963 unidades redaccionales distribuidas de siguiente forma: 82 de El Tiempo; 75 de El Norte; 112 de Correo del Caron; 65 de Notitarde; 77 de El Carabobeo; 106 de El Nacional; 59 de ltimas Noticias; 65 de Correo del Orinoco; 119 de El Impulso; 109 de El Informador, y 94 de La Nacin. Respecto a las reas de cobertura informativa, las ms importantes dada su presencia en las primeras planas de los diarios analizados fueron poltica (19%), ciudad (14%) y deportes (13%). Del lado contrario, las menos frecuentes fueron regiones (2%), opinin (3%) y salud (3%). Los casos atpicos en este aspecto fueron El Nacional, que privilegi las infor-

El material debe enviarse a travs de [email protected]. Para participar en esta seccin es necesario, al menos, tener acceso a Internet y saber utilizarlo, contar con un correo electrnico, disponer de un escner (para escanear la carta con rma) y tener un nmero telefnico jo. La dicultad ms importante de que se impongan estas exigencias es que no existan mecanismos alternos para la participacin fuera del mbito digital. Por ejemplo, para acceder al otro espacio del que dispone ese mismo diario, Dmelo t, es

maciones de economa (con un promedio de cuatro informaciones al da); Notitarde y El Carabobeo, que dieron a sucesos / judiciales un peso similar al de poltica; La Nacin, que tuvo en segundo orden de prioridades a internacionales (ms de dos informaciones al da, en promedio), y Correo del Caron que dio ms espacio a la opinin. Con relacin al alcance de las informaciones, stas fueron mayoritariamente nacionales (43%), seguido por las estadales (22%), las locales (15%) e internacionales (13%). Las menos frecuentes fueron las regionales (2%), es decir, las de inters en la regin a la cual pertenece el estado (andina, llanera, centro-occidental, oriental, etctera), y las mixtas (4%), cuyo alcance pudiera ser de dos o ms tipos. Slo El Informador privilegi las informaciones estadales sobre las nacionales en su primera plana. De acuerdo con el gnero periodstico, las unidades redaccionales analizadas fueron en su mayora noticias (58%) y reseas (23%), ambos de carcter contingente. Del lado opuesto estuvieron las propuestas de largo aliento, como las entrevistas (1%), crnicas (2%) y reportajes (4%). El porcentaje restante corresponde a artculos de opinin (2%) y breves (4%). Durante la semana de anlisis, slo El Impulso promocion un editorial en la primera plana. La autora de las unidades redaccionales, por su parte, correspondi predominantemente a los reporteros (69%) y las agencias (12%). Sin embargo, se encontraron UR apcrifas (8%), siendo los diarios con ms notas sin rma La Nacin, El Nacional y El Carabobeo. El total de fuentes periodsticas contabilizado fue 2 mil 717, siendo la mayora del tipo vivas (61%), seguido por los hechos (22%), las documentales (11%) y otras (6%). El promedio de fuentes por diario fue 247, estando por encima: El Nacional (404), El Impulso (326) y El Tiempo (322), y por debajo: Notitarde (116), El Carabobeo (179), El Norte (185) y La Nacin (189). Las fuentes primarias, por su parte, fueron mayoritariamente vivas (65%), seguidas por los hechos (19%), las documentales (9%) y otras (4%). El porcentaje restante correspondi a los artculos de opinin (2%), a los cuales se les consider como un caso especial y por ello en una categora distinta, y a las informaciones sin ninguna fuente (1%).

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En el caso de las fuentes secundarias, la situacin fue la misma: la mayora de las fuentes fueron vivas (31%), seguidas por los hechos (21%) y las documentales (6%). Un tercio de las informaciones analizadas (320 UR) tuvo una sola fuente. Los diarios que presentaron ms casos de periodismo de fuente nica fueron: El Impulso (39 UR), La Nacin (39 UR) y El Carabobeo (38 UR), y los que menos: El Tiempo (15 UR) y ltimas Noticias (16 UR). Sobre este aspecto cabe destacar que la cantidad de fuentes y su autoridad son los dos indicadores que nos hablan de la conabilidad de las informaciones, de acuerdo con los estndares de calidad periodstica creados por el Foro de Periodismo Argentino (2007). En el caso particular de este parmetro, el objetivo es observar el pluralismo de las UR. Volviendo al estudio de Medianlisis, al revisar las fuentes vivas por tipo de actor (sin considerar las UR de internacionales), se encontr que stas fueron mayoritariamente funcionarios (33%), seguidos de lejos por los ciudadanos afectados (12%). Del lado opuesto, las menos consultadas correspondieron a las categoras: productor agropecuario (0,07%), representante de encuestadora (0,07%), representante de cooperativa (0,13%), trabajadores informales (0,20%), representante de organizaciones internacionales (0,46%), militantes polticos (0,46%) y representante de Iglesia (0,72%). En ningn peridico se registr la voz de un espectador/pblico, ni de un fantico deportivo. En la tabla 2 mostramos el top 10 de los actores con mayor presencia en la muestra analizada. Con relacin al sexo de las fuentes vivas, la relacin entre hombres y mujeres fue muy desigual, a favor de los primeros. De acuerdo con los resultados obtenidos, 76% de las voces recogidas por la prensa fueron de sexo masculino. Al cruzar las variables sexo y tipo de actor, se observ que en ambos grupos la mayora de las fuentes vivas correspondi a las categoras: funcionarios y ciudadanos afectados. Sin embargo, el tercer lugar entre los hombres lo ocup profesionales/tcnicos y entre las mujeres, otro. Vale destacar que los nicos actores que fueron predominantemente mujeres fueron artistas, familiares de ciudadano afectado y transente. La desproporcin por gnero (a favor de los hombres) fue ms pronunciada en

Tabla 2: Top 10 de fuentes vivas


POSICIN 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Fuente: Medianlisis

TIPO DE ACTOR Funcionario Ciudadano afectado Otro Profesional / Tcnico Autoridad universitaria Representante de sindicato Poltico Representante de colectivo / movimiento / c. comunal Representante de gremio empresarial Representante de ONG / Asociacin civil

CANTIDAD DE FUENTES VIVAS 498 187 94 72 63 57 53 49 49 47

las categoras: acadmico (17-5), deportista (45-1), manager/coach (28-0), poltico (46-7), representante de sindicato (5416), representante de gremio empresarial (48-12) y representante de Iglesia (11-1). Respecto a la liacin poltica de las fuentes vivas en las UR de poltica, la situacin fue la siguiente: 51% de las voces era favorable a la oposicin y 37% al oficialismo. En 8% de los casos no se pudo determinar una afinidad partidista particular y en 4% esta categora no aplicaba, dado el carcter del actor. Los diarios ms equilibrados en este sentido fueron: El Informador, La Nacin y ltimas Noticias.

dad, animada por la tica profesional, adquiere la categora de necesidad urgente e inaplazable. (p. 9-10)

Tarea pendiente
El periodismo venezolano, de acuerdo con los resultados antes descritos, ha comenzado a trabajar en lo que hemos asumido como la agenda periodstica contempornea: desarrollar polticas de transparencia, facilitar la participacin ciudadana y construir una agenda informativa plural. Sin embargo, an son muchas las asignaturas pendientes. Ahora ms que nunca, los medios de comunicacin del pas deben cobrar conciencia de que su aporte especco con la democracia es hacer periodismo equilibrado, plural y transparente. Tal y como lo seala Javier Daro Restrepo en el prefacio del libro Periodismo de calidad: debates y desafos (Amado, 2007):
la fuerza o debilidad de la democracia en nuestros pases tienen una relacin directa con la calidad del periodismo, es forzoso entender que la cali-

El tiempo en el cual la prensa estaba cerrada sobre s misma ya pas, y justamente el fortalecimiento de una ciudadana crtica asunto en el cual los medios han contribuido tiene como correlato mayores exigencias de transparencia para todos los actores que intervienen y modelan la vida pblica de una sociedad democrtica. En este sentido, un primer desafo para los medios impresos es crear mecanismos de auditabilidad explcitos, como el defensor del lector o los consejos de lectores, que permitan una suerte de dilogo entre el pblico y quienes laboran y dirigen los medios de comunicacin, as como ofrecer elementos para afrontar la crisis de los peridicos, tal y como lo seala Rey (2003). El segundo desafo est relacionado con la propia prctica periodstica, superar el uso extendido de la noticia como gnero, la alta frecuencia de informaciones de fuente nica, el uso mayoritario de fuentes vivas, la escasa diversidad de fuentes informativas (especialmente ciudadanas) en ciertas reas de cobertura y el desequilibrio de las fuentes vivas segn su liacin poltica. La necesidad de apelar de forma ms recurrente a trabajos de largo aliento y planicacin del propio medio, como los reportajes y las entrevistas, no slo es un reto para los impresos venezolanos, sino del mundo entero, dado el acceso que tiene la ciudadana a mayores fuentes informativas.

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Por otra parte, para una efectiva contribucin de la prensa con el debate democrtico de la sociedad necesitamos medios ms plurales y con diversidad de fuentes, lo que en trminos prcticos signica reducir a su mnima expresin el periodismo de fuente nica y ampliar la cantidad y calidad de las fuentes que se consultan, contrastando o complementando las voces con documentos y hechos. Asumir estos principios como norma permitir a los medios mejorar la calidad de su cobertura, especialmente en el rea poltica, donde la mayora de los medios tendi a darle ms espacio a voces de una tendencia poltica particular. Otro reto para los medios en especial para los periodistas es asumir una mayor conciencia de gnero. Si bien la prensa de alguna manera reeja la realidad: los puestos de poder y de vocera institucional estn a cargo de hombres, es necesario que los reporteros conciban su trabajo diario como una oportunidad de incluir la mirada femenina de la realidad, visibilizar los logros de la mujer. Los medios venezolanos tambin tienen el deber de desarrollar herramientas de periodismo ciudadano, cvico o pblico, que como ya vimos no es otra cosa que abrir canales para que los propios ciudadanos hagan y difundan informaciones y

concebir a los medios como espacio para la agenda ciudadana. Todos estos desafos se orientan hacia una nueva tendencia mundial: el periodismo, adems de proporcionar e interpretar informacin, debe asumir el objetivo adicional de ayudar a que los ciudadanos se reconecten con la vida pblica (Labrn, 2005) pues, de no hacerlo, su contribucin con la democracia estara incompleta. ELSA CECILIA PIA Licenciada en Comunicacin Social de la UCAB. Tiene experiencia en la elaboracin de informes de situacin en derechos humanos, tras colaborar con varias organizaciones de la sociedad civil. Actualmente es la directora ejecutiva de Medianlisis, Comunicacin para el Desarrollo. ANDRS CAIZLEZ Investigador del Centro de Investigacin de la Comunicacin de la Universidad Catlica Andrs Bello. Miembro del Consejo de Redaccin de Comunicacin.

Referencias
AMADO, A. (editora) (2007): Periodismo de calidad: debates y desafos. Foro de Periodismo Argentino. Argentina: La Cruja Ediciones.

GUERRERO, M. (2008): Medios de Comunicacin y la funcin de transparencia [versin digital]. En: Cuadernos de Transparencia 11. Instituto Federal de Acceso a la Informacin Pblica (IFAI). Mxico. LABRN, J. (2005): Periodismo Cvico. Una alternativa en desarrollo para un periodismo participativo. La experiencia de la Universidad Mayor Sede Regional Temuco. En: Revista F@ro. Ao 1. Nmero 2. Departamento de Ciencias de la Comunicacin y de la Informacin de la Universidad de Playa Ancha, Valparaso, Chile. Versin digital disponible en: http://web.upla.cl/revistafaro/n2/02_labrin2.htm [Consultado el 22/09/2011, 1:30pm]. PIA, E. (Coordinadora) (2011): Contribucin de los medios de comunicacin impresos a la democracia en Venezuela, a partir de la pluralidad de fuentes informativas, la participacin ciudadana y el media accountability. En: Medianlisis. Versin digital disponible en: http://issuu.com/cic-ucab/docs/informe_medianalisis_versi_n_web?mode=embed& layout= https%3A%2F%2Ffanyv88.com%3A443%2Fhttp%2Fskin.issuu.com%2Fv%2Fdark% 2Flayout.xml&showFlipBtn=true&AID=1075232 9&PID=3662453&SID=skim725X767059Xeaff5c 7d1d96b0f777757f106a324854. [Consultado el 18 de septiembre de 2011, a las 10:03am]. REY, G. (2003): El defensor del lector: un ocio en construccin. En: Sala de Prensa 53. Ao V, Vol. 2. Disponible en: http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:itwFOCBgvaUJ:www.saladeprensa.org/art426.htm+importancia+de+los+defensores+del+lector&cd=3&hl=e s&ct=clnk&gl=ve [Consultado el 21 de septiembre de 2011, a las 2:48pm].

Galera de Papel. Augusto Marcano. Mercadeando. Montevideo, Uruguay, 2010. Serie Dispara sin plvora.

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La lucha contra el ACTA: una cuestin de dignidad, libertad y soberana


CTA son las siglas de Anti-Counterfeiting trade agreement (Tratado de comercio contra la falsicacin), un tratado multilateral de comercio cuyo ttulo se reere a falsicaciones en bienes fsicos como zapatos o medicamentos, pero que sustancialmente trata de la regulacin de Internet y las tecnologas de informacin. Se ha venido negociando casi en secreto entre los gobiernos de los pases ms poderosos, con el objetivo de imponer un marco legal injusto y opresivo en el mbito de la propiedad intelectual, vulnerando derechos y garantas individuales, obstaculizando la innovacin y el acceso al conocimiento. Este tratado comenz a negociarse a nes del ao 2007 por Estados Unidos, la Comisin Europea, Suiza y Japn. Ms tarde se unieron Australia, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Mxico, Jordania, Marruecos, Singapur, los Emiratos rabes Unidos y Canad. Las negociaciones se han adelantado en un marco de absoluta condencialidad; los comits que participan han reconocido que estn negociando este tratado, pero se han negado a mostrar documentacin sobre las reglas que se estn proponiendo. Todo lo que se conoce sobre esta materia se ha dado principalmente a travs de ltraciones en medios de comunicacin. El ACTA lesiona los derechos e intereses de los usuarios y usuarias de Internet que comparten archivos en redes P2P, a los enfermos que consumen medicamentos genricos de bajo costo, a los artistas que realizan remezclas a partir de msica o videos, a los estudiantes que aprovechan los usos justos de las obras mientras aprenden, a los blogueros que levantan material periodstico de los medios y, en general, a todas las personas u organizaciones que se benecian del libre ujo del conocimiento sin monopolios ni restricciones, y que se vern sometidos a un sistema de vigilancia permanente de todo lo que hacen en la Red. Esta iniciativa global benecia fundamentalmente a poderosas industrias multinacionales de contenido que pretenden

mantener su modelo de concentracin y explotacin monoplica sobre los bienes culturales a cualquier precio; las telefnicas, que persiguen la eliminacin de la neutralidad de Internet, para transformarlo en un servicio semejante a los pay per view para lo cual se hace necesario controlar y limitar la libertad de circulacin de la informacin y los aparatos de poder de los estados que, so pretexto de la lucha contra la piratera y el terrorismo, podrn utilizar las mismas herramientas que se utilizaran tanto para perseguir a usuarios que comparten archivos por P2P, como para vigilar, espiar y controlar disidentes polticos. Sobre ste ltimo punto, no hay que olvidar que en Colombia se han vivido graves episodios recientes en contra de sectores de oposicin, periodistas y magistrados de altas cortes. En nuestro pas ya estamos en riesgo de que este tratado se inocule en nuestro sistema jurdico, a travs de la iniciativa recientemente presentada por el ministro del Interior y de Justicia al Congreso para la regulacin de la responsabilidad por las infracciones al derecho de autor y los derechos conexos en Internet. Este proyecto de ley sigue de manera obsecuente los lineamientos establecidos por los Estados Unidos para

la aprobacin del TLC y las orientaciones generales del ACTA, razones por las cuales no consideramos adecuado que la propuesta se denomine Ley Lleras. Es claro que esta iniciativa pese a que fue radicada por el alto funcionario, es altamente probable que haya sido redactada en el bur de ejecutivos de multinacionales extranjeras. Resulta adems particularmente llamativo que la propuesta haya salido del despacho del ministro del Interior y Justicia, cuando existe un Ministerio de tecnologas para la informacin y las comunicaciones http://www.mintic.gov.co/. Cabe entonces preguntarse acerca de las verdaderas motivaciones e intereses para la aprobacin de este proyecto en el Congreso por parte de la cartera que maneja los asuntos polticos del Gobierno nacional. Es una responsabilidad de la ciudadana en general, organizaciones, plataformas y redes sociales, colectivos y medios de comunicacin alternativa, estudiantes, acadmicos e internautas, pronunciarse y expresar rechazo en contra de este proyecto cuyo contenido es altamente lesivo para los intereses generales, en benecio de lites multinacionales. El rechazo a los principios contemplados en el ACTA es cuestin de libertad, prevalencia de los derechos individuales, dignidad y soberana. Como arma Blas Garzn, historiador y activista espaol, miembro del colectivo Tracantes de Sueos: Entendemos el conocimiento como una produccin social. Cercarlo o cerrarlo a travs de los derechos de autor es perjudicial de cara al aprovechamiento que podemos hacer del desarrollo tecnolgico en el mbito digital, que nos permite poner en circulacin, y al servicio comn, todo ese conocimiento. Tomado de: www.parcomun.org

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a violencia contra periodistas en Mxico y el uso del sistema judicial contra los medios, como en Ecuador y Venezuela, son los grandes desafos para la libertad de expresin en Amrica Latina, arm la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Comit para la Proteccin de los Periodistas (CPJ) el 21 de junio del presente ao. La regin ha experimentado avances importantes en los ltimos aos en cuanto a la libertad de prensa, pero siguen existiendo grandes desafos, estim la relatora para la libertad de expresin de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Catalina Botero. Especialmente preocupante es la violencia extrema contra periodistas seguida de una situacin de impunidad inaceptable, particularmente en Mxico y Honduras, dijo Botero, durante un debate en el centro de anlisis Dilogo Interamericano.

Grandes desafos para la libertad de expresin en Amrica Latina

Autocensura tras violencia mexicana


Los ataques a periodistas en Mxico, que han tenido como consecuencia una autocensura en los medios cada vez mayor, hace que en vastas regiones del pas los reporteros dejen de cubrir noticias criminales, explic Carlos Laura, coordinador para las Amricas del CPJ. Esto provoca una verdadera crisis nacional que est afectando el derecho humano bsico de los mexicanos garantizado en la Constitucin, que es la libertad de expresin y el acceso a la informacin, seal Laura. Un periodista, su esposa y su hijo de 21 aos fueron asesinados el pasado lunes por un comando armado en Veracruz, este de Mxico, lo que elev a tres los comunicadores asesinados este ao. Mxico es el pas de Amrica ms peligroso para la prensa, segn la ONG y la ONU, cuyo relator para la libertad de expresin contabiliza, en la ltima dcada, 66 periodistas asesinados y doce desaparecidos. La impunidad es casi una garanta en la mayora de los casos de asesinatos de periodistas, supera el 85%, dijo Laura. La estabilidad poltica va a depender de la capacidad que tenga la prensa para poder trabajar en libertad, agreg. Botero pidi al gobierno de Felipe Caldern agilizar la puesta en funcionamiento de un sistema de proteccin de periodistas y trasladar a la justicia federal, que cuenta con

mayor proteccin y recursos que la estatal, los casos de violencia contra reporteros. Otro de los retos en Amrica Latina es el uso del marco jurdico contra los medios por parte de los gobiernos, una situacin que se evidencia con fuerza en Ecuador y Venezuela, sealaron. El gobierno de Rafael Correa ha usado el proceso penal para procesar a quien ha hecho comentarios crticos al gobierno, dijo la relatora de la CIDH, ente de la Organizacin de Estados Americanos (OEA). Es un gobierno cada vez ms intolerante y acta utilizando diversos recursos contra sus crticos, coincidi Laura.

diputados opositores, pero seal que ya ha tenido un dilogo muy uido con congresistas tanto ocialistas como de la oposicin.

Confrontacin legal en Venezuela


En Venezuela, hay un ambiente de confrontacin, con un marco jurdico restrictivo y un Estado decidido a aplicar ese marco contra la prensa, lo que resulta en limitaciones serias e importantes a la libertad de expresin, dijo Botero; adems agreg que Hemos intentado acercarnos a las autoridades de Venezuela a travs de distintos mecanismos. La CIDH viene solicitando sin xito desde hace casi una dcada al gobierno de Hugo Chvez que le permita el envo de una misin para evaluar sobre el terreno la situacin de los derechos humanos. Venezuela niega tal posibilidad alegando que su secretario ejecutivo, Santiago Cantn, reconoci al breve gobierno de facto instaurado durante el golpe de Estado de abril de 2002. AFP

Ecuador polarizado
El enfrentamiento en Ecuador entre la prensa privada y el gobierno se ha intensicado en los ltimos meses, cuando el Congreso reanud los debates sobre un proyecto de ley de prensa que opositores y gremios periodsticos rechazan alegando que podra dar pie a censura previa. Botero se mostr dispuesta a participar en esas discusiones, tal y como lo solicitaron

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l pueblo mexicano y en general el mundo hispanoamericano celebra el centenario del nacimiento del actor Mario Moreno, Cantinas. Su aporte a la cultura universal en los mbitos de la cinematografa y del humorismo resulta extraordinario y constituye una de las ms acabadas expresiones del arte, del genio y del talento popular latinoamericano. Sus pelculas forman parte del patrimonio espiritual del siglo XX, en el cual la humanidad enfrent grandes adversidades y el arte se constituy en una respuesta de liberacin del hombre y de reivindicacin de sus derechos ante el totalitarismo amenazante y destructor. Adems de su gracia, su ingenuidad y su forma peculiar de expresarse en apariencia contradictoria, abigarrada e incoherente, sus parlamentos fueron crticos y reexivos frente la sociedad, como parte de una postura necesaria para abordar sus vicios e injusticias y procurar mejorar la condicin humana. Cantinas represent entre sus personajes ministros, candidatos, diplomticos, funcionarios y a todos les dot de humanismo, signicacin y dignidad. Es por ello que nadie mejor que l para cuestionar a los polticos latinoamericanos en sus limitaciones e intereses. Nadie caracteriz mejor ese modo insustancial en el hablar, similar a algunos polticos, y a quienes imitaba as: Bueno, pero vamos no a generalizar, verdad? Es cuestin de que... Bueno, claro, desde luego, ya que estamos en poltica yo creo, y adems estoy seguro, usted estar de acuerdo o no, y en esta forma mejor.... Las faltas de incapaces funcionarios merecieron su cuestionamiento como en aquel extraordinario dilogo en la pelcula Patrullero 777 entre l y un detenido que reclamaba abusos y atropellos y a quien le otorg la razn: ...sus derechos valen, sus derechos valen...; qu frase, qu frase..., ojal as sean todos los doctorados...; ...hombres como l hacen falta para el desarrollo de nuestros pueblos, porque si adems de dar mordidas y solapar corrupciones denunciramos las inmoralidades y exigiramos nuestros derechos, otro gallo nos cantara.... En lo que respecta al discurso poltico, insincero y manipulador, result muy ilustrativo el debate entre Cantinas y Don Prsculo, cuando este expresaba: ...Y al votar ustedes por m no es precisamente a mi persona a quien eligen, sino un partido de tradicin que por su costumbre de gobernar, posee la experiencia de las necesidades del

CANTINFLAS

y su mensaje a los polticos


pueblo, sin la cual iramos al ms pavoroso de los fracasos..., a lo cual Cantinas respondi: Yo, contrariamente a lo que dijo cierto sujeto que no quiero pronunciar su nombre pero que lo estoy viendo, no represento ningn partido y no represento a ningn partido porque me represento yo solito, que como dice el dicho: ms vale solo que mal acompaado... Y este joven, este mismo, que entre parntesis es el que les habla... a pesar de ser tan pollo..., tengo ganas de hacer justicia y darle al pueblo lo que el pueblo necesita.... (Si yo fuera Diputado). Con respecto a la difana expresin ante el pueblo, apuntaba: Por eso, aunque mi lenguaje no sea orido porque no lo he regado con la demagogia de falsas promesas... qu palabras, eh... mi lenguaje es sincero, mi lenguaje es claro y claro

esulta verdaderamente sorprendente lo escuetas que fueron las celebraciones por lo que hubiera sido el cumpleaos nmero cien de Mario Moreno, Cantinflas. No es que hayan pasado desapercibidas, pero fueron casi mecnicas, desprovistas de cualquier mpetu conmemorativo. Casi por obligacin se habrn develado placas, habrn resonado minutos de aplausos en los teatros y habr quien se haya echado dos o tres de sus pelculas en televisin. Asimismo se publicaron artculos, se mont la exposicin en el Paseo de la Reforma y se tuitearon cientos de frases del cmico. Casi por obligacin. Ante el recuerdo de la muchedumbre volcada en las calles por su cortejo fnebre en 1993, sin embargo, la asistencia de poco ms de cien personas a la misa por sus cien aos parece incluso ofensiva. Hasta las voces crticas peleaban con su propia sombra. Este aniversario no tuvo siquiera un dejo de nostalgia colectiva, nada semejante a un ritual en el cual acudiramos a los ancestros para renovar la comunidad. Y es que Cantinas ya no representa a los marchantes de este mercado de lgrimas. Digo, si es que alguna vez los represent. De entrada sera absurdo considerarlo un cono del nacionalismo antigubernamental, aunque fuera solo para decir que nunca lo fue. Luego, ya tampoco se le puede ver como un agente normalizador. En el Mxico del mejor tiempo de Mario Moreno, sus enredos verbales ofrecan armas de resistencia para los desposedos, por usar la vieja nomenclatura antropolgica. Pero ese Mxico ya no existe. Ya no vivimos en un Mxico donde los pobres son pobres y felices a mucha honra. Nadie compra la fantasa liberal de que alguien vela por el desarrollo generacional de los desposedos. Antes de la tradicin est el narco o el hampa comn y corriente. Antes de salirse con la suya con la facilidad del habla est el ser enterrado con un centenar de guatemaltecos y salvadoreos desconocidos en las afueras de un puto pueblo perdido de Tamaulipas. En este Mxico -aunque mezcle sagrados conos- Pepe el Toro nunca fue inocente. Nos pas lo que a Cantinas en Puerta Joven: fuimos por el mariachi para cantar Las maanitas y acabamos cantando Las golondrinas. Cada quien su propio Cantinas, supongo, es lo que nos queda, acaso ms valioso que lo de otro modo jams pudo haber sido. Dentro de esta extraa penumbra democrtica, dice mi amiga, Cantinas es lo nico que hace a mi padre rer a carcajadas. Ah est el detalle.

LETRAS LIBRES. AGOSTO, 2011

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TV de seal abierta vs. TV por suscripcin

A
que tengo que responder a las esperanzas de este conglomerado.... De la misma manera, en la pelcula Su Excelencia, dej un admirable testimonio sobre su oposicin a la Guerra Fra caracterizando a un embajador que se dirigi a la Asamblea de Naciones de la siguiente forma: ...es el grave error de los Colorados, el querer imponer por la fuerza sus ideas y su sistema poltico y econmico, hablan de libertades humanas, pero yo les pregunto: existen esas libertades en sus propios pases? Dicen defender los derechos del Proletariado pero sus propios obreros no tienen siquiera el derecho elemental de la huelga, hablan de la cultura universal al alcance de las masas pero encarcelan a sus escritores porque se atreven a decir la verdad, hablan de la libre determinacin de los pueblos y sin embargo hace aos que oprimen una serie de naciones sin permitirles que se den la forma de gobierno que ms les convenga.... Y a los otros deca: Y ahora, mis queridos colegas Verdes, ustedes qu dijeron?: ya vot por nosotros, no?, pues no, jvenes, y no votar por ustedes porque ustedes tambin tienen mucha culpa de lo que pasa en el mundo, ustedes tambin son medio soberbios, como que si el mundo fueran ustedes y los dems tienen una importancia muy relativa, y aunque hablan de paz, de democracia y de cosas muy bonitas, a veces tambin pretenden imponer su voluntad por la fuerza, por la fuerza del dinero.... El mensaje ejemplarizante de Cantinas sigue an vigente. Constituye una leccin de honestidad, simplicidad y lealtad an necesaria, an indispensable para interpretar rectamente el deber de los polticos y el derecho de los pueblos para alcanzar su bienestar y su progreso. JOS FLIX DAZ BERMDEZ EL UNIVERSAL

medida que el concepto de televisin por suscripcin fue conectando con los hogares venezolanos, los servicios de seal abierta comenzaron a perder inters en los televidentes y los canales responsables de la programacin de stos no entendieron el valor de un fenmeno que les arrebataba audiencia y que hoy da apenas deja de estar presente en 23% de los hogares, quizs un nmero que, hasta ahora, no tiene el servicio en casa porque no puede cubrir los costos mensuales. Un estudio elaborado por DirecTV, reeja el impulso del concepto en el pas y destaca que la televisin por suscripcin ha logrado penetrar en ms del 37% de los hogares de forma legal, pero tambin describe el problema de la piratera del servicio, que alcanza a un poco ms de 1,7 millones de hogares, poco ms del 27% del total de hogares que existen en el pas, que estn disfrutando de sus servicios sin pagar por ello y que elevan la penetracin a poco ms del 66% del total de hogares con televisin. Y es que a pesar de los esfuerzos de los proveedores de servicios por evitar la piratera, sta cada da es ms ingeniosa y aunque el concepto de la digitalizacin de las redes, desarrollado en las zonas de mayor densidad poblacional, ha logrado expandirse para disminuir la piratera, las conexiones ilegales, por el contrario, se han incrementado en los ltimos tiempos, sobre todo en la provincia del pas. A pesar de ello, en Venezuela existen poco ms de 2,5 millones de hogares con TV por suscripcin legal, repartidos en 1,2 millones conectados va satlite y poco ms de 1,36 millones con servicios va cable, nmero que abre un abanico de posibilidades a los actores actuales y a los que estn por entrar, entre ellos la estatal Cantv, para poder sumar a los servicios no slo a los ilegales, que son muchos, sino a ese poco ms del 10% de la poblacin, los ms humildes, que an no cuentan siquiera con televisin para formar parte de las estadsticas en el pas. En sntesis, en Venezuela existen poco ms de 4,3 millones de hogares conectados a TV por suscripcin, entre piratas y legales, cerca de 1,5 millones de hogares slo con servicios de seal abierta y poco ms de 700 mil hogares que no cuentan con televisin para disfrutar de ninguno de los dos servicios. Es decir que, entre hogares slo con TV abierta y hogares sin televisin, hay una oportunidad

de negocios para los proveedores de servicios de ms de 2,2 millones de hogares (35%), aplicando estrategias de captacin inteligentes y con mensualidades atractivas para millones que no pueden pagar una parrilla de 100 canales y, si a ellos se suman 1,7 millones de usuarios que disfrutan del servicio sin pagar, piratas o conectados a proveedores ilegales que cobran menos por el servicio, las oportunidades se extienden a ms del 60% de los hogares que hay en el pas. Eso s, la televisin de seal abierta se enfrenta a un proceso de mayor prdida de televidentes, pues adems de que diariamente se suman nuevos clientes a los servicios de TV paga, la programacin es cada da menos atractiva. A ello se suma la promesa de entrada de la estatal Cantv al juego con ofertas realmente bajas para los usuarios, que podra impulsar una migracin mayor, sobre todo de aquellos potenciales que viven en zonas que no son abarcadas por servicios de cable y que ven en la opcin satelital de la estatal, no slo una oportunidad para tener TV por suscripcin en casa, sino tambin ms barata que lo ofertado por los proveedores privados. WILLIAM PEA

LIDERAZGO SATELITAL
Los servicios de televisin por suscripcin satelital encontraron espacio en miles de hogares que no tienen alcance a las ofertas va cable por lo difcil del acceso y, en esa lnea, DirecTV logr posicionarse como lder de la industria con ms de un milln 100 mil hogares, 44% de participacin de mercado, seguida de Inter, el proveedor que integra servicios de telefona e Internet como valor agregado en una parte de su red y que alcanza un total de 635 mil clientes, es decir 27% de la torta. A ellas, lderes en sus respectivos segmentos, las secundan NetUno con 5% de participacin, Supercable con 4% y Movistar, que tiene un par de aos con el servicio y que ha logrado amasar 3% del total de suscriptores. Con la llegada de Cantv, esperada para este mes, el panorama se presenta interesante, pues la estatal no slo ofrecer TV por satlite, sino tambin el primer servicio de Televisin IP en el pas, estimado para ser lanzado en diciembre prximo.

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STEVE JOBS
Simplicacin de la complejidad
Enfoque y simplicidad: esos han sido mis mantras
Steve Jobs

l pasado 6 de octubre muri Steve Jobs uno de los fundadores de la reconocida marca Apple a los 56 aos de edad. Este creativo y visionario de la tecnologa se haba retirado hacia nales de agosto de la compaa por encontrarse enfermo de cncer de pncreas desde el 2004. Sus palabras fueron: siempre he dicho que si alguna vez llegaba el da en que ya no pudiese cumplir con mis funciones y expectativas como CEO de Apple, yo sera el primero en hacerlo saber. Por desgracia, ese da ha llegado. Esta enfermedad no lo detuvo para seguir trabajando hasta sus ltimos das, ms bien lo impuls y le dio fuerzas para continuar lo que estaba realizando. En palabras del mismo Jobs (2005) para el discurso de graduacin de la Universidad de Stanford: Acordarse de que vas a morir es la mejor manera de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya ests desnudo, no hay razn para que no sigas a tu corazn. Tu tiempo es limitado, no lo desperdicies.

Estos productos se han caracterizado por un diseo basado en la simplicidad, el orden y la estructura que forma parte de los productos Apple y de su comunicacin con todo aquel que se relacione con ellos. A su vez, se ha convertido en una posibilidad esttica del siglo XXI: til, bello, funcional, simple, especco, eciente, cercano, de fcil movilizacin y acceso, seductor. Para Steve Jobs el disear no es slo cmo se ve, es tambin cmo funciona. Asimismo, cambi la manera de administrar la msica va internet y potenci la telefona celular a lo largo de los aos. Como dice el mismo Jobs (2010): no hemos sido los primeros, pero seremos los mejores.

Steven Paul Jobs


Steven Paul Jobs, nombre que sus padres adoptivos le dieron, es el hijo biolgico de Joanne Schieble y Abdulfattah Jandali. Naci el 24 de febrero de 1955 en San Francisco y posteriormente fue entregado en adopcin a Clara y Paul Jobs. En 1961 la familia se muda a Mountain View en California, sitio que para ese entonces estaba convirtindose en un centro importante dentro del rea de la electrnica y la tecnologa. Jobs desde pequeo estuvo interesado en la electrnica y en la realizacin de diversos objetos que elaboraba con su padre en el taller que este tena. En 1972 termin la secundaria y se inscribi en la Universidad Reed College en Portland Oregn. En este lugar conoci a Laurenne Powell con quien

Simplicidad en la comunicacin
Steve Jobs, autor intelectual de los productos Apple como el iPod, iPhone, iPad, iTunes, iCloud, entre otros, tambin estuvo a cargo del estudio de animacin Pixar. Estudio que luego vendi a Disney. Jobs ha transformado las computadoras haciendo que el uso de estos objetos personales no slo se limitara a las ocinas, sino que se llevara a los hogares tambin. De esta forma, los productos se han convertido para los seres humanos en lo que McLuhan llam extensiones de nuestro cuerpo.

se cas en 1991 y tuvieron tres hijos: Reed, Erin y Eve. Ah estuvo durante dos aos y no logr terminar sus estudios por carecer de sucientes recursos econmicos. Luego de dejar la universidad decidi visitar la India para adentrarse en los estudios de las religiones orientales. En 1976, Jobs construye su primera computadora llamada Apple con Steve Wozniak, compaero con el que tambin realizar juegos de computadora y con quien trabajar por un tiempo para la compaa Hewlett-Packard (HP). Posteriormente, ambos fundan la compaa Apple con la presentacin de la Apple I como primer producto. Wozniak se encargaba de todo lo que tena que ver con la ingeniera de los productos tecnolgicos y Jobs era quien estaba a cargo de las ideas conceptuales de stos. Steve Jobs ser recordado por su innovacin, por cambiar nuestra escala de percepcin y la forma de representacin de la tecnologa, por abrir nuestra comprensin y expandir nuestro modo de relacin y de comunicacin con la realidad y el mundo que nos rodea. Y lo ms importante, simplic aquello que era una complejidad en la tecnologa del momento adems de exponenciarla. En palabras de Jobs (1998) en una entrevista con la revista Business Week lo simple puede ser ms difcil que lo complejo. Tienes que trabajar duro para aclarar tus ideas. Para hacer que lo que pienses sea simple. Pero, al nal, vale la pena porque una vez que lo tienes, puedes mover montaas. MARIELA MATOS

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Alianza por la Libertad de Expresin rechaza medida y multa arbitraria contra Globovisin

a Alianza por la Libertad de Expresin rechaza la imposicin por parte de Conatel de una multa de 9 millones 300 mil Bolvares Fuertes (equivalente a ms de 2 millones de Dlares) al canal de noticias Globovisin, por considerar que dicha sancin pecuniaria reviste carcter de arbitrario, desproporcionado y por ser una sancin a un medio por su lnea editorial, la cual resulta inadmisible en una sociedad democrtica y podra ocasionar el quiebre econmico del canal. La Alianza reitera su exigencia al Estado venezolano para que desista de su poltica restrictiva de las libertades y asuma responsablemente las obligaciones internacionales consagradas en la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela (CRBV). El 18.10.2011 se notic a la televisora venezolana Globovisin una decisin administrativa de la Comisin Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) que incluye una sancin pecuniaria, por un presunto fomento de la zozobra en la ciudadana, alteracin al orden pblico o el incumplimiento del ordenamiento jurdico vigente; instigacin al odio y a la intolerancia por razones polticas; y a incitar, promover y/o hacer apologa al delito; segn lo previsto en el Artculo 27 de la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisin y Medios Electrnicos. La sancin fue impuesta de acuerdo con lo establecido en el Artculo 29 de la mencionada ley, la cual es equivalente al 7,5% de los ingresos brutos obtenidos en el ao scal 2010, los cuales ascienden a 9.300.000 Bolvares Fuertes, que equivalen a $2.162.790 dlares estadounidenses. Los argumentos para los presuntos ilcitos cometidos se remontan a una serie de programas, emisiones y avances transmitidos por el canal Globovisin los das 16, 17, 18 y 19 de junio de 2011 en relacin a los sucesos que estaban ocurriendo en ese momento en los centros penitenciarios Rodeo I y Rodeo II, en los cuales haba una situacin irregular que origin diversos enfrentamientos entre los reclusos y el personal de seguridad. Los familiares de los detenidos, ubicados en las inmediaciones del penal, reclamaban informacin a las autoridades ante la incertidumbre de lo que se estaba registrando en

el interior de los centros penitenciarios. En algunas oportunidades los familiares y periodistas fueron dispersados por la actuacin de las fuerzas de seguridad mediante el uso de gases lacrimgenos y chorros de agua, mientras los mismos hacan eco de su preocupacin por los tiroteos, agresiones y muertes ocurridas en el interior del penal. En primer lugar, debe acotarse que el conjunto de los tipos sancionatorios establecidos en la Ley de Responsabilidad Social en Radio Televisin y Medios Electrnicos, especcamente en su artculo 27 posee un alcance muy amplio y cuenta con una denicin imprecisa. En este sentido ha establecido la Relatora Especial para la Libertad de Expresin de la Comisin Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en referencia a los tipos sancionatorios de la mencionada ley, que estas conductas son extremadamente difciles de denir, lo que deja a las personas en la incertidumbre sobre cul es el alcance de su derecho a la libertad de expresin y cules son las ideas o informaciones que no pueden ser emitidas por ningn medio de comunicacin abierto, y adems otorgan a las autoridades administrativas encargadas de aplicarlas una discrecionalidad incompatible con la plena vigencia del derecho a la libertad de pensamiento y de expresin.

En segundo lugar sealamos que del conjunto de tipos sancionatorios utilizados en este procedimiento slo son admisibles en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, para la aplicacin de responsabilidades ulteriores, los relativos a la alteracin del orden pblico entendido como una deliberada actuacin que pueda afectar la institucionalidad democrtica. De acuerdo con la CIDH, para que pueda establecerse la incitacin a la violencia o la alteracin al orden pblico a travs de una comunicacin, es necesario que se demuestre no solo la incitacin a la violencia, sino tambin una clara intencin para ello as como la probabilidad de xito. En este sentido se ha armado que las garantas constitucionales de la libre expresin y la libertad de prensa no permiten al Estado prohibir o proscribir la defensa del uso de la fuerza o de la violacin de la ley excepto en los casos en que esa defensa est orientada a incitar o producir una accin ilegtima inminente y pueda incitar a dicha accin o producir dicha accin. En este caso la institucionalidad democrtica se afect, no por la informacin transmitida, sino por la omisin deliberada de los funcionarios en atender los problemas penitenciarios y la complicidad de algunos en la corrupcin violenta que permita el trco de armas, drogas y el descontrol carcelario.

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En tercer lugar, es importante considerar la proporcionalidad de las sanciones que podran aplicarse como responsabilidad posterior, las cuales deben establecerse tomando en cuenta el dao que se procura evitar. De esta manera ha establecido la CIDH que entre los factores que se deben considerar estn los peligros que plantean las expresiones en el contexto de la situacin (guerra, combate al terrorismo, etc.); los cargos de las personas que formulan las expresiones (militares, personal de inteligencia, funcionarios, ciudadanos particulares, etc.) y el nivel de inuencia que puedan tener en la sociedad; la gravedad de la sancin en relacin con el tipo de dao causado o que podra ser causado, la utilidad de la informacin para el pblico y el tipo de medio de difusin utilizado. Es importante resaltar que tambin en palabras de la CIDH, un periodista o tercero que meramente transmite declaraciones de otra parte no debera estar sujeto a sanciones excepto en circunstancias muy restringidas. Adems, las declaraciones que implican al gobierno en actos irregulares merecen un alto nivel de proteccin dado que el escrutinio pblico del accionar del gobierno es uno de los valores democrticos ms importantes. En la providencia administrativa con el que se inicia el procedimiento contra Globovisin los testimonios de los familiares solicitan expresamente la actuacin del Estado y expresan demandas legtimas en una sociedad democrtica: informacin acerca de sus familiares, el desplazamiento de la Guardia Nacional y atencin a los problemas penitenciarios entre otros. Este tipo de expresiones son absolutamente legtimas y necesarias en una sociedad democrtica porque estimulan el debate y escrutinio sobre la actuacin de las autoridades. El papel de los medios de comunicacin y los periodistas es proporcionar a la sociedad la informacin acerca de los hechos y las demandas de quienes puedan sentirse afectados. Las declaraciones sobre la actuacin de funcionarios y relativas a posibles violaciones de derechos humanos tienen una mayor proteccin porque el escrutinio de lo pblico es uno de los valores democrticos ms importantes. Un periodista o medio que transmite declaraciones no debera estar sujeto a sanciones.

La aplicacin es arbitraria y responde a otros intereses asociados a doblegar la perspectiva editorial de canal Globovisin, que es un medio crtico e independiente del gobierno nacional. Ello afecta la previsibilidad de una responsabilidad legal para quienes ejercen la libertad de expresin en radio, televisin y medios electrnicos. La sancin es desproporcionada y no est orientada a la reparacin de un presunto dao. Por el contrario su aplicacin afecta negativamente la libertad de expresin en el pas, al procurar intimidar genricamente a quienes se expresan en los medios radioelctricos. No existen evidencias de dao alguno en la cobertura de Globovisin y se afectan negativamente las garantas para el ejercicio del derecho a la libertad de expresin en Venezuela. Una tipicacin genrica e imprecisa, una aplicacin arbitraria e interesada por un rgano dependiente del ejecutivo nacional y una desproporcionada multa conguran un atropello al derecho humano a la libertad de expresin. Este caso afecta sustancialmente a quienes trabajan en este medio de comunicacin, a sus audiencias, a los que participan en sus distintos programas, a la poblacin necesitada de canales de denuncia y tiene un impacto en el conjunto de la sociedad al contribuir a la autocensura y silenciamiento de la crtica haca la gestin gubernamental. Todo ello en un contexto de un prximo evento electoral lo que pretende reducir el vigor del debate pblico en los medios de comunicacin. La Alianza por la Libertad de Expresin: 1. Rechaza esta medida de carcter arbitrario que procura castigar a los medios crticos y reduce la informacin a todas las personas. 2. Exige al Estado venezolano la revocatoria de esa medida por su carcter restrictivo y violatorio de la CRBV y los tratados internacionales de DDHH, as como el ajuste de la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisin y Medios Electrnicos a la Constitucin y a los estndares internacionales de derechos humanos. 3. Exige al Estado venezolano que se garantice la independencia e imparcialidad de Conatel y del Directorio de Responsabilidad Social como ente regulador de las telecomunicaciones en Venezuela de manera que las

decisiones que sean tomadas se ajusten a los estndares internacionales de derechos humanos y sean aplicadas con equidad. 4. Pide a las organizaciones de DDHH y dedicadas a la libertad de expresin que contribuyan a sensibilizar a las sociedades y gobiernos del mundo acerca del carcter de esta medida, sus implicaciones y el debilitamiento de las garantas para el ejercicio de este derecho en Venezuela. 5. Pide a la sociedad venezolana mantener la defensa de la libertad de expresin y solidarizarse activamente con los medios que la ejercen a pesar de las consecuencias.

EN CARACAS, 19 DE OCTUBRE DE 2011 LOS MIEMBROS DE LA ALIANZA QUE SUSCRIBEN ESTE COMUNICADO: Centro de Derechos Humanos de la UCAB, Centro de Investigaciones de la Comunicacin de la UCAB, Crculo de Reporteros Grcos de Venezuela, Coalicin Proacceso, Colegio Nacional de Periodistas (CNP), Comit por una Radiotelevisin de Servicio Pblico, Comunicacin y Asociados, Espacio Pblico, Expresin Libre, Grupo de Investigacin Ser, Instituto de Investigaciones de la Comunicacin de la Universidad Central de Venezuela, Instituto Prensa y Sociedad, Centro de Investigaciones de la Comunicacin de la Universidad Catlica Andrs Bello (UCAB), Programa de Postgrado en Comunicacin Social de la UCAB, Revista Comunicacin del Centro Gumilla. Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, Tiziana Polesel, directora de la Escuela de Comunicacin Social de la UCAB.

Notas
1 CIDH. Informe Anual 2010. Informe de la Relatora Especial para la Libertad de Expresin. OEA/Ser.L/V/II. Doc. 5. 7 marzo 2011, p.516. 2 CIDH. Informe sobre Terrorismo y Derechos Humanos. OEA/Ser.L/V/II.116 Doc. 5 rev. 1 corr. 22 octubre 2002, p. 322 3 CIDH. Informe sobre Terrorismo y Derechos Humanos. OEA/Ser.L/V/II.116 Doc. 5 rev. 1 corr. 22 oc-

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COMUNICACIN Y POLTICA

omunicacin Poltica en Latinoamrica: Gestin, Campaas y TICs, constituye la segunda apuesta a nivel de libros del Grupo DIRCOM, que desde la Repblica Argentina ha emprendido un proyecto editorial que se aproxima al centenar de Revista DIRCOM, con presencia en varios pases de Latinoamrica. Como es habitual, el editor Juan Jos Larrea, ha convocado a algunas de las mejores plumas del continente en lengua castellana (once argentinos, tres colombianos, un costarricense, dos ecuatorianos, cuatro mexicanos, un uruguayo, dos venezolanos) como portuguesa (un brasileo), as como a reconocidos expertos espaoles (dos), para que a partir de experiencias y vivencias concretas, expusiesen sus conocimientos sobre la comunicacin poltica en la realidad de sus pases. El gran valor de esta publicacin es plantear los retos y desafos de la comunicacin poltica, desde la visin del contexto poltico, econmico, social y cultural de Latinoamrica y Espaa, donde la comunicacin no se puede realizar a partir de las frmulas elaboradas para sociedades que se desenvuelven en escenarios distintos, pues no produce los resultados esperados.
asta hace pocos aos la mayor parte de los estudios comparados sobre Iberoamrica eran publicados en Espaa, bajo la coordinacin de varias fundaciones. ltimamente hemos visto orecer algunos ttulos procedentes de universidades y centros latinoamericanos de investigacin. Aunque no gozan de la alta difusin de los anteriores ttulos, tienen un indudable inters acadmico, ya que sus perspectivas gozan de una autonoma crtica respecto a las empresas y los gobiernos, que pocas veces se reejan en otros estudios de carcter ms administrativo, como dira Lazarsfeld. Este es el caso del estudio comparado Sistemas informativos en Amrica Latina, que recoge la situacin del periodismo y los medios de comunicacin en ocho pases de la regin: Chile, Colombia, Ecuador, Brasil, Mxico, Ar-

COMPILADO POR AUGUSTO ERBIN, CON PRLOGO DE DANIEL IVOSKUS COMUNICACIN POLTICA EN LATINOAMRICA: GESTIN, CAMPAAS Y TICS EDITADO POR JUAN JOS LARREA, GRUPO DIRCOM, BUENOS AIRES, 2010, 375 PP.

Es a partir de all que se puede entender cmo se asume el reto de combinar la visin terica y prctica de la comunicacin poltica, a partir de tres ejes: El primero, es la gestin de la comunicacin poltica de los DIRCOM en las administraciones pblicas y dems organismos gubernamentales que deben llevar sus mensajes a los distintos pblicos con los cuales se relacionan como los ciudadanos que son los principales destinatarios de la gestin poltica, otras entidades pblicas, los partidos polticos y las organizaciones no gubernamentales. El segundo es el desarrollo de la comunicacin en las campaas polticas que lleva a establecer a los expertos estrategias para comunicar los programas electorales, planicar la difusin de los mensajes, desarrollar las tcticas para comunicarse con los electo-

res y recibir sus comentarios, propuestas y sugerencias, para brindarle una respuesta adecuada a las autnticas aspiraciones de esos electores. El tercero es la utilizacin de las tecnologas de la informacin y las comunicaciones TIC, que han permitido transitar del tradicional discurso en el mitin, la comparecencia en un medio audiovisual o la entrevista en la prensa, a la Web de primera generacin, para llegar actualmente a la Web 2.0, as como el uso de las redes sociales: Facebook, Twitter o los SMS. Todas estas modalidades fomentan una comunicacin ms directa, bidireccional, en tiempo real, con la posibilidad efectiva de recepcin de lo que piensan, opinan o consideran los interlocutores, aunque sin olvidar la brecha tecnolgica o digital que constituye una limitante en nuestro contexto social. Sin duda, se puede considerar que el libro constituye un importante aporte para conocer cmo se est realizando la comunicacin poltica en nuestro entorno y, desde all, entender las coincidencias y divergencias que permiten estudiar y elaborar modelos propios de comunicacin poltica en Latinoamrica. SANDRA ORJUELA CRDOBA

La situacin del periodismo y la comunicacin en Amrica Latina


ALFREDO GARCA LUARTE EDITOR SISTEMAS INFORMATIVOS EN AMRICA LATINA. UNIVERSIDAD CATLICA DE LA SMA. CONCEPCIN, CHILE. CHILE, 2009

gentina, Venezuela y Per. Por parte de Venezuela particip la profesora Mara Eugenia Pea de Arias, investigadora de la Universidad Montevila. En la bsqueda de patrones comunes, a partir de una contextualizacin poltico-social, se consideran las siguientes dimensiones: el desarrollo de la actividad periodstica, el ejercicio del periodismo, las organizaciones gremiales, los controles a la labor informativa de los medios de comunicacin, el acceso y propiedad de los medios prensa escrita, radiodifusin, televisin. Hay que reconocer el gran mrito de haber materializado con la cooperacin de ocho uni-

versidades los diagnsticos de los respectivos pases, que pueden permitir superar las barreras del ejercicio periodstico y del derecho a la informacin. Como limitacin del estudio sealaramos la falta de unas conclusiones con los resultados comparados y la ausencia de referencias al periodismo digital. Este estudio se suma as a otro publicado recientemente Prcticas y Travesas de Comunicacin en Amrica Latina, por el Centro Gumilla de Caracas (www.gumilla.org), enriqueciendo el conocimiento integral de la regin, que busca una creciente integracin.

JESS MARA AGUIRRE

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SOBRE ARTE Y ESTTICA


SANDRA PINARDI LA IDEA MODERNA DE OBRA DE ARTE. SU CONSOLIDACIN Y SU CLAUSURA EQUINOCCIO. COLECCIN INDAGA EQUINOCCIO, USB. VENEZUELA, 2010 n un momento en el que el arte como fenmeno y la esttica como disciplina, son comprendidos como mbitos insucientes para ordenar la produccin y la comprensin de las expresiones en la cultura globalizada, este libro se presenta como una orientacin clave, que bien podra nutrir algunas revisiones en disciplinas e instituciones vinculadas al mbito cultural. El propio ttulo plantea el agotamiento de los enfoques que tratan la produccin simblica (o de signicados) actual nicamente como obra de arte, puesto que adems de un origen demasiado prximo, que indica un anacronismo en las clasicaciones de eventos anteriores a la modernidad como tales, muestra el agotamiento de su exclusivo campo de comprensin y produccin. Rozando el sentido del ttulo podramos decir que la idea de obra de arte tiene un origen y un n, y que es ahora cuando poseemos la distancia necesaria para interrumpir la continuidad y la inercia histricas, enfocando nuestra mirada en sus lmites y sus alcances comprensivos. En la lectura temprana que he podido alcanzar para esta resea, me sale al encuentro una idea atractiva, presentada por su prudente autora como una sospecha. As, en las primeras pginas de una introduccin distendida, que sabe cumplido el rigor de las persistentes maneras escolsticas de la academia (se trata de su trabajo de Doctorado en Filosofa de la USB), nos dice Pinardi: en el mbito esttico en las obras de arte al igual que en el pensamiento losco que intenta comprenderlas se estructura y expresa una forma actual y efectiva de pensamiento crtico que pone en duda y le pone lmites [a] la idea totalizadora y omnicomprensiva de la razn que se consolida en la Ilustracin. Produciendo lo que Pinardi llama una racionalidad diversa. Este planteamiento de la autora nos recuerda, ms personalmente, que la propia

Slo para ilustrar en algo esta complicada elaboracin terica de la modernidad, y a los nes de proyectar la importancia de la tesis de Pinardi, diremos que, a partir de la Crtica del juicio, los juicios sintticos a priori no son ya exclusivos de la ciencia y la matemtica, sino que tambin estn presentes en los juicios de gusto.

Crtica del juicio (obra fundamental de la esttica moderna) fue a la Crtica de la razn pura (esfuerzo losco que consolida la produccin de conocimiento cientco), un molesto adefesio que perturbaba la integridad de los lmites construidos, muy cuidadosamente, mediante la postulacin de los juicios sintticos a priori. Este tipo de juicio fue detectado por Kant como el presente en las proposiciones de la ciencia y las matemticas, y considerado como el garante del avance en las explicaciones universales. Slo para ilustrar en algo esta complicada elaboracin terica de la modernidad, y a los nes de proyectar la importancia de la tesis de Pinardi, diremos que, a partir de la Crtica del juicio, los juicios sintticos a priori no son ya exclusivos de la ciencia y la matemtica, sino que tambin estn presentes en los juicios de gusto. Por lo tanto estos juicios son compartidos por el campo de expresin de lo que es estrictamente universal (como las leyes cientcas) y por el campo de la expresin que busca afanosamente la concertacin racional. En otras palabras, los juicios conables estn igualmente presentes, adems de la ciencia, en los actos comunicativos, en esa racionalidad diversa de la que habla Pinardi. De all, tal vez, la actualidad de la esttica y el arte como estructura o fundamento

del pensamiento crtico, en el cual se sustenta la propia crtica de la modernidad. Es decir, que la revisin de Pinardi, al tiempo que presenta lcidamente la incapacidad o los lmites de la esttica y el arte como campos privilegiados y exclusivos de la teora y la produccin de la signicacin contempornea, tambin expone, como posibilidad, que el legado crtico de la esttica (la analtica del arte), sustente nuestra visin moderada o crtica de la ilusin omnicomprensora racional moderna. De modo que, al producir la comunicabilidad o la intersubjetividad o lo que Pinardi subraya como un ndice de ccin, de narracin, de metfora queda diversicado el campo de la creacin relevante. El mtodo escogido y sealado como pretensin por la autora, es la genealoga. Y la genealoga, expuesta por su ms conocido iniciador, a saber F. Nietzsche, es el camino por el cual revelamos el surgimiento de las situaciones (ideas, valores, certezas), congurando as un pasado de manera distinta y hasta opuesta a las continuidades construidas por la visin de la historia como ciencia. La genealoga seala los surgimientos y con ello destruye el olvido que rigidiza el trayecto con el cual se construye una continuidad escenogrca e ilusoria. La genealoga de la idea de obra de arte, sera entonces, la

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movilizacin de su propia estructura histrica que slo mediante un acto de olvido de su origen moderno, ha podido servir para sealar la entera representacin de la humanidad conocida (excavada, restaurada, custodiada o domesticada en enormes recintos decimonnicos llamados museos), como esttica y artstica. El manejo de la esttica y del arte, mediante el ejercicio genealgico, posibilita su reubicacin su revaloracin como una frontera de lo inteligible, hacia la consideracin de las diferencias, los opuestos, las sombras y los mrgenes de lo humano, dado en la representacin y expuestos descarnadamente en nuestras consideraciones y sistemas de representacin actuales. El aporte de este texto se extiende a diversos planos. Es as que junto a esta seductora sospecha de la autora en torno a la disposicin crtica de la actualidad, se muestran algunas rutas por las que el arte ha transitado en el siglo XX y algunos problemas que aborda o que lo abordan. Desde la Ilustracin hasta el Romanticismo. Y se anuncia una ilusin, un deseo: que el arte pueda recuperar su capacidad de ser el polo de la signicacin, su campo de accin singular, el lugar efectivo eciente en el tejido social, en los mbitos activos de la experiencia y de la vida para los hombres. Mientras se cumple ese deseo, en el frtil espacio de la desilusin trabajan algunas nuevas disciplinas que ven como fuente ineludible de la produccin, distribucin y consumo de la signicacin, al mbito de la comunicacin. Sin que ello implique una sustitucin de la produccin especcamente artstica, sino la emisin descentrada de discursos plenos de sentido y otorgadores de experiencia poltica, social, sensible que giran en la globalizacin. De all que el debate implicado en la lectura de este libro, sea propuesto como pertinente para el estudio, la comprensin y el alcance del tambin difuso fenmeno de la comunicacin. CARMEN ALICIA DI PASQUALE

Para entender la pluralidad lingstica


VARIOS AUTORES ATLAS SOCIOLINGSTICO DE PUEBLOS INDGENAS EN AMRICA LATINA (TOMOS 1 Y 2) AECID, FUNPROEIB, UNICEF BOLIVIA, 2009.

as presiones impuestas por las dinmicas de la globalizacin han ido convocando cada vez ms a buscar factores de integracin a travs de mecanismos de homogeneizacin cultural. En sentido contrario se aducen las razones de la prdida de las riquezas multiculturales, entre las que destaca la pluralidad lingstica. La sensibilidad hacia el otro y el sentido de la glocalizacin que busca respetar la diversidad cultural, han hecho que las nuevas constituciones de los pases latinoamericanos resalten el carcter multinacional y pluricultural de nuestros estados. En este sentido el aporte del Atlas sociolingstico es sumamente relevante tanto por sus implicaciones sociopolticas como culturales, especialmente para el campo de la educacin y de los medios de difusin. Segn nos reere Bernt Aasen, Director Regional de Unicef para Amrica Latina, la iniciativa de elaborar un atlas sociolingstico pareca al comienzo una tarea fcil, ya que se trataba de recopilar, revisar y actualizar informacin ya existente: mapas etno y socio-lingsiticos, datos demogrcos y estudios especcos, con una mirada que trascendiese el mbito de los espacios territoriales nacionales, por la existencia de muchos pueblos transfronterizos. Pero a las dicultades propias de un trabajo ambicioso, que incluye informacin de 21 pases, inclusive algunos del Caribe, se aadi el entusiasmo de los colaboradores que decidieron ampliar las informaciones con aspectos socio-polticos e histricos. Entre los aspectos innovadores respecto a trabajos similares cabe destacar los siguientes: Se reere a pueblos y no slo a lenguas indgenas, lo cual permite tambin la inclusin de aquellos pueblos que ya no hablan su lengua originaria. Se registran en

total 522 pueblos y 420 lenguas indgenas en uso. Se estructura en grandes reas geoculturales con caractersticas ambientales comunes. Pone de relieve a los pueblos indgenas presentes en varios pases. De hecho, 103 lenguas indgenas son habladas en dos o ms pases, siendo el quechua un caso especial por abarcar siete pases. Incorpora el aspecto educativo, especialmente en relacin a la educacin intercultural y bilinge, con una mirada crtica actual. El trabajo consta de un atlas en DVD y de un material impreso. El primero contiene datos demogrcos procedente de centros nacionales, listas de pueblos y lenguas por pas e informacin sobre el marco legal de cada uno de los pases. El material impreso contiene un anlisis de la informacin haciendo referencia tambin a aspectos sociopolticos e histricos. Como jesuitas nos enorgullece la participacin de Xavier Alb del Cipca (Bolivia) y Bartomeu Meli del Centro de Estudios Paraguayos Antonio Guash, entre los autores, siguiendo la gran tradicin indigenista de la Compaa de Jess. JESS MARA AGUIRRE

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La cultura juvenil en las universidades de AUSJAL E


l Proyecto Monitor de Cultura Juvenil de la Asociacin de Universidades Conadas a la Compaa de Jess en Amrcia Latina (Ausjal) surgi en la ciudad de Lima en el ao 2005 como una iniciativa de la Red de Homlogos de Educacin, raticada por los rectores en la XIV Asamblea de Rectores realizada en la ciudad de Crdova ese mismo ao. De esta manera, surgi la propuesta de crear una red de trabajo para desarrollar esta lnea de investigacin en cultura juvenil, cuyo primer proyecto agrup a universidades de diferentes pases que durante cuatro aos intercambiaron informacin a travs de seminarios tcnicos, comunicacin electrnica y audio-conferencias, deniendo las dimensiones a medir y los aspectos a contemplar en cada una de estas dimensiones, la construccin y validacin del instrumento a utilizar, el tipo de anlisis de resultados del estudio denitivo y la elaboracin del informe contemplando las recomendaciones ajustadas a cada universidad y a los resultados obtenidos. La investigacin se desarroll en tres niveles: prcticas, creencias y aspiraciones. La intencin de indagar sobre las actividades que comnmente realizan los jvenes (prcticas), las ideas y concepciones que tienen sobre algunos aspectos de la sociedad y el mundo (creencias) y las metas futuras que se plantean (aspiraciones) no fue concebida como un mero proceso exploratorio-descriptivo, sino como una manera de obtener informacin conable para fortalecer la formacin integral de los jvenes a la luz del Proyecto Educativo Comn de la Compaa de Jess. Se tomaron las siguientes dimensiones: artstica, hbitos y propsito de estudio, salud, sexualidad, trabajo, familia, motivacin poltica, uso de Internet y trascendencia, con la intencin de contar con la mayor informacin posible sobre los jvenes entrevistados. La investigacin arroja importantes resultados, muchos de los cuales no pueden ser resumidos en pocas lneas, y por ello destacaremos slo algunos puntos que pueden ser de inters para nuestra comunidad.

VARIOS AUTORES LA CULTURA JUVENIL EN LAS UNIVERSIDADES DE AUSJAL AUSJAL, CARACAS 2011

En la dimensin artstica, tenemos que la mayora de los estudiantes no lee obras literarias, pero s aspira cultivarse mediante la lectura. Se presentan ms como espectadores o consumidores de las manifestaciones artsticas que como promotores o creadores de las mismas. As mismo, llama la atencin que un importante nmero de estudiantes tiene grandes aspiraciones en relacin a ser profesionales en las artes y organizar actividades artsticas dentro de la universidad, sin embargo, no forman parte de agrupaciones artsticas ya sea dentro de la universidad o fuera de ella. Para los jvenes encuestados, la familia, en la prctica, representa un apoyo importante desde el punto de vista econmico. Las creencias y aspiraciones apuntan a un joven que valora la familia desde el punto de vista cognitivo-afectivo, no obstante busca autonoma e independencia econmica. En relacin a los estudios, los alumnos utilizan el trabajo en equipo y el uso de medios de comunicacin social en la misma proporcin como hbitos de estudio, siendo un poco menos de la mitad los que lo hacen siempre o frecuentemente. Los jvenes consideran que trabajar en grupo es ms productivo que hacerlo individualmente y que los medios de comunicacin son indispensables para mantenerse informados con nes acadmicos. En cuanto a la jerarqua de los propsitos en las prcticas y aspiraciones, los alumnos maniestan que estudian y desean estudiar para ser especialistas en un rea de conocimiento, ascender socialmente y luego para servir a la sociedad, siendo estas motivaciones consideradas como complementarias. Cuando se pregunta sobre temas polticos las respuestas dadas reejan bajas prcticas en el indicador de conversar sobre temas polticos con amigos y compaeros en distinto grado y muy bajas en los indicadores: asistir a eventos organizados en la universidad re-

feridos a temas polticos, econmicos y sociales, participacin en eventos o movilizaciones pblicas. La participacin es casi nula en cuanto a la membresa en partidos polticos. Esto contrasta con las creencias favorables hacia cada uno de los indicadores evaluados. En cuanto a las aspiraciones, estas tienden a ser ms bajas que las creencias, pero ms altas que las prcticas, especcamente en las conversaciones con otros y la participacin en eventos. De la misma manera se aprecia que la mayora de los universitarios no se plantea como meta la participacin en rganos de cogobierno universitario y slo un pequeo porcentaje aspira pertenecer a un partido poltico. En el caso de la dimensin salud, sobresale que un gran porcentaje de los estudiantes expresa no consumir droga, y un poco ms de la mitad cuida su salud psicolgica descansando lo suciente. Se presentan menos prcticas en cuanto al ejercicio y muy poca en cuanto al uso del condn. En los temas de sexualidad tenemos que un poco menos del 30% no responde los reactivos correspondientes a las prcticas, siendo la edad promedio de inicio de las relaciones sexuales los 17 aos. Los estudiantes presentan mayores prcticas de las relaciones sexuales motivados primero por afecto, luego por placer y muy pocos motivados por reconocimiento del otro. Cuando se revisan las respuestas sobre la dimensin trabajo, tenemos que aquellos que laboran lo hacen principalmente porque a travs de su trabajo adquieren habilidades y destrezas. Como motivaciones secundarias aparecen la realizacin personal, por el sueldo y la vocacin de servicio. As mismo, consideran que el trabajo permite adquirir conocimiento. En las respuestas sobre trascendencia, la mayora indic que la bsqueda de sentido a la vida y crecimiento interior personal es posible con la asistencia de los otros, los cuales resultan un factor invalorable en la constitucin y formacin del individuo singular. Por ltimo, para el uso social de Internet, se tiene que un poco ms de la mitad de los estudiantes usa Internet para relacionarse con otros, tienen altas creencias favorables en este sentido y un poco ms de la mitad aspira a usar esta herramienta para vincularse con los dems. JOS LUIS DA SILVA

Vitrina web
Survival in the Digital Age https://onorobot.org/ Usuario Twitter: @ONOrobot

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IRIA PUYOSA

s un sitio desarrollado por Tactical Tech para educar a los activistas en derechos humanos y causas sociales en como lidiar con los riesgos del uso de tecnologas de informacin bajo presiones y ataques por parte de gobiernos autoritarios o represivos. Survival in the Digital Age ofrece respuestas a los asuntos crticos de privacidad, libertad de expresin y acceso a la informacin. El sitio intenta no slo dar gua sobre el uso de plataformas web sociales, telefona celular y correo electrnico para fortalecer el activismo, sino tambin sobre medidas para la proteccin de los activistas y de su trabajo frente a persecuciones, espionaje gubernamental y amenzas corporativas. Survival in the Digital Age ofrece herramientas de proteccin que no requieren conocimientos especializados de computacin y permiten aumentar la seguridad de los activistas.

Asociacin Mundial de Radios Comunitarias (Amarc)

http://alc.amarc.org/index.php?p=home&l=ES Usuario Twitter: @AMARCnews

l portal de la seccin latinoamericana de Amarc, organizacin no gubernamental internacional del movimiento de la radio comunitaria, presenta recursos y noticias sobre los avances en el trabajo a travs de los medios comunitarios y las tecnologas de informacin para apoyar el acceso popular a las comunicaciones y amplicar las voces de los excluidos y marginados. El portal incluye informacin sobre: a) polticas para medios comunitarios y derechos a la comunicacin a nivel regional e internacional; b) buenas prcticas en las actividades de los medios comunitarios; c) comunicacin para la accin social sobre VIH-SIDA, salud, medio ambiente, cambio climtico, migraciones, anti-racismo, seguridad alimentaria, agua, salubridad, derechos de nios y nias; d) comunicacin para la prevencion, mitigacin y respuesta a desastres humanitarios y emergencias, por causas naturales o producto de la actividad humana; e) seguridad personal de los periodistas en el ejercicio de su trabajo.

DIRSI http://www.dirsi.net/ Usuario Twitter: @DIRSI

IRSI es una red de profesionales e instituciones especializados en polticas e investigacin sobre tecnologas de informacin en Amrica Latina. Realiza investigaciones y difunde informes sobre poltica, regulacin y gobernanza de las TIC en Amrica Latina. Su nfasis es en universalizacin del acceso a Intenert con banda ancha y la Asequibilidad de la telefona mvil. Agrupa a investigadores de Per, Mxico, Argentina, Colombia, Chile, Brasil, USA y otros pases del continente. A travs de la pgina web es posible suscribirse a su boletn electrnico.

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Entrevista

Galera de Papel. Augusto Marcano. Mercadeando. Montevideo, Uruguay, 2010. Serie Dispara sin plvora.

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La relacin entre prensa y poder debe ser conictiva

elincuente, narcotracante, agresor de campesinos y maoso robatierras. As llamaban los medios ociales nicaragenses a Carlos Fernando Chamorro despus de que ste presentara, en junio de 2008, una investigacin periodstica sobre un caso de corrupcin del gobierno de Daniel Ortega. All no pararon las cosas. Pocos meses despus, en octubre del mismo ao, las autoridades allanaron la sede del Centro de Investigaciones de la Comunicacin presidido por Chamorro. Se llevaron documentos y fotocopias de la organizacin no gubernamental para probar las sospechas de triangulacin y lavado de dinero que amenazaban con encarcelar al periodista por un mnimo de cinco aos. Los mismos medios ociales que lo culpaban de agredir a campesinos se referan al dinero obtenido por la ONG a travs de un fondo extranjero como El fondo satnico y Los fondos del mal. Todo form parte, dice hoy el periodista que dirige el programa televisivo Esta Semana, el semanario Condencial y el programa de radio Onda Local, de una campaa de intimidacin que llevaba el gobierno de Ortega contra algunos medios de comunicacin y ONG. El hijo de Pedro Joaqun Chamorro periodista antisomocista asesinado en 1978 y Violeta Chamorro ex presidenta nicaragense aclara que esa campaa no fue aislada. Se trata, dice, de una estrategia para coartar la libertad de prensa que se est dando en Nicaragua y el resto del continente. El pasado mes de junio, Chamorro estuvo en Caracas invitado por el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) para asistir a la presentacin ocial de la Red de Periodistas de Investigacin de Venezuela.

Cul es el estado de salud de la libertad de expresin en Amrica Latina? Hay dos tendencias preocupantes. Una es la que tiene que ver con la eliminacin fsica de periodistas. Creo que es lo primero que hay que decir porque es gravsimo lo que est pasando en Mxico, Honduras, Guatemala y otros pases donde periodistas son asesinados o desaparecidos. Es algo sumamente grave. La otra tendencia no tiene que ver con represin fsica sino ms bien con la intimidacin institucional de parte de gobiernos que recurren a todo tipo de articios para limitar el ejercicio de la libertad de prensa, sean instrumentos legales, presiones econmicas o campaas de intimidacin. Hay distintos gobiernos en Amrica Latina que van en esa direccin. Es el de Venezuela uno de ellos? S. De alguna manera el gobierno del presidente Chvez ha marcado algunas de las pautas de lo que otros pases como Nicaragua, Bolivia, Argentina y Ecuador estn haciendo. Fue el caso de la suspensin de la licencia de operaciones a RCTV o el establecimiento de leyes limitantes del ejercicio de la profesin. Y mientras en toda Amrica Latina la tendencia apunta a la despenalizacin del desacato, entiendo que en Venezuela se han venido agravando cargas penales tratando de darles protecciones especiales a los funcionarios pblicos frente al escrutinio de la prensa. Con motivo del Da del Periodista, celebrado el pasado 27 de junio, la periodista y diputada Desire Santos Amaral declar que los periodistas han

El periodista nicaragense Carlos Fernando Chamorro, presidente del Centro de Investigacin de la Comunicacin( Cinco, en Nicaragua) y ganador del Premio Mara Moors Cabott otorgado por la Universidad de Columbia, considera que en su pas y el resto del continente varios gobiernos intentan limitar la libertad de expresin. Deende la independencia de los medios y la necesidad de que stos lleven a cabo un periodismo con consecuencias polticas

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hecho un uso irresponsable de los medios como una herramienta para desestabilizar, crear zozobra, conspirar y provocar violencia. Qu opina de estas acusaciones? No quisiera hablar de la interioridad venezolana porque no me gusta opinar de cosas de las que no estoy totalmente informado. Preero hablar en un sentido ms general: creo que hay una actitud paranoica de la clase poltica de querer atribuirle a la prensa la responsabilidad por todos los males del sistema poltico. Antes de atribuirle a la prensa un poder omnipotente que tiene la capacidad de derrocar gobiernos, yo creo que lo que la clase poltica debera ver es el potencial democrtico de los medios. Hay una actitud excesivamente defensiva y paranoica de querer atribuirle a la prensa conspiraciones en vez de aceptar como algo natural que en una sociedad democrtica debe debatirse abiertamente sobre las visiones distintas y contrapuestas que siempre van a existir. Cul debe ser la relacin entre el periodismo y el poder? Nuestra relacin con el poder poltico es conictiva por naturaleza y as debe ser porque tenemos funciones contradictorias. A los polticos les toca tomar decisiones y rendir cuentas por lo que hacen y a nosotros nos toca vigilar el poder y las formas en que ellos toman decisiones. Pero los gobiernos, dice, confunden esta relacin de conictividad. S, algunos gobiernos no han entendido esta conictividad y piensan que entre ellos y la prensa hay una relacin de enemigos, una relacin de guerra. Cuando un gobierno identica que los medios no son un adversario con el que debe administrar una tensin sino un enemigo, los trata como en un campo de batalla para intentar eliminarlos. Ya sea presionndolos fsica, legal o econmicamente o estigmatizndolos y criminalizndolos. Si la prensa acepta ese rol subordinado, eso tiene consecuencias graves para la democracia. La nica salida posible a ese conicto es una prensa que resista, que no se amedrente ante la intimidacin, que pueda ser fuerte econmicamente y que pueda tener races en la sociedad para resistir un embate de esa magnitud. Yo creo que eso es lo que est ocurriendo en Amrica Latina. Hay una prensa combativa que est resistiendo la intimidacin de los gobiernos y hay una sociedad civil que siente que la libertad de prensa es un derecho y

de fraude. Tampoco hay conanza en la contralora y todas las instituciones del Estado han perdido autonoma y estn subordinadas al partido de gobierno. Cuando eso ocurre en una sociedad, la prensa se convierte en la ltima reserva democrtica. Hay una necesidad de los ciudadanos de recurrir a la prensa ya sea para denunciar lo que no pueden presentar en un juzgado o para investigar casos de corrupcin. Los medios se convierten en una vlvula de escape y su papel es mucho mayor en circunstancias como stas.

En el momento en que nosotros nos convertimos en activistas dejamos de cumplir con nuestra funcin ms amplia que la sociedad nos va a demandar: sembrar valores y tratar de incidir en un cambio en la sociedad.

Dnde se traza la lnea entre ser una vlvula de escape y convertirse en un actor poltico? La prensa no puede sustituir a los partidos polticos, ni a los jueces, ni a los congresos ni a los contralores. Necesitamos que esas instituciones funcionen y que haya estado de derecho para que se le puedan establecer lmites al poder. Ahora, cmo puede un medio trazar esta raya cuando el gobierno lo ataca y las instituciones no funcionan? cmo no caer en el activismo poltico y no convertirse en la oposicin? Eso es sumamente difcil y slo se puede resolver da a da y caso a caso tomando las decisiones editoriales necesarias para aportar informacin conable y no convertirse en un sustituto del liderazgo poltico al que se est sealando como incapaz. En el momento en que nosotros nos convertimos en activistas dejamos de cumplir con nuestra funcin ms amplia que la sociedad nos va a demandar: sembrar valores y tratar de incidir en un cambio en la sociedad. Este tipo de periodismo es un periodismo poltico. No es neutral ni asptico. Es un periodismo que tiene consecuencias polticas. Periodismo poltico mas no partidista, correcto? Exactamente. sa es una distincin clarsima que hay que hacer. Es poltico porque tenemos un compromiso con la democracia y nuestra responsabilidad va ms all de informar por informar. En sociedades como las nuestras, que son desiguales, donde hay muchsima corrupcin y poderes que no rinden cuentas, el papel de la prensa no puede ser slo informar. Es tambin construir valores, ciudadana y democracia sin alinearse con partidos polticos, grupos de presin o poderes econmicos. Entonces las distancias no se deben marcar nicamente con el gobierno y los partidos que le hacen oposicin?

no lo est cediendo. Por lo menos en Nicaragua es as.

Al recibir el Premio Mara Moors Cabot usted arm que en algunos pases latinoamericanos se promueven golpes a la institucionalidad democrtica desde el mismo gobierno y que, por ello, el periodismo independiente se convierte en la ltima reserva democrtica de la sociedad. Yo digo esto a partir de lo que est pasando en mi pas. En Nicaragua la justicia est completamente partidizada y corrupta. Incluso el tribunal electoral, que hace veinte aos se convirti en nuestra institucin ms creble, ahora es sinnimo

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Hegemona con ayuda venezolana

Los medios no deben solamente hacer periodismo investigativo frente a los poderes pblicos sino tambin frente a los privados. Tenemos una larga tradicin en Amrica Latina, ya de ms de tres dcadas, de una prensa combativa frente a lo pblico. Pero el periodismo de investigacin frente a los poderes privados est en paales. Estos poderes tienen mucha fuerza y mucho poder al interior de nuestros medios y hay que ser honestos y modestos en reconocer que en eso tenemos una gran deuda con nuestros lectores.

Los medios no deben solamente hacer periodismo investigativo frente a los poderes pblicos sino tambin frente a los privados.

as cuentas que saca Chamorro indican que son alrededor de 400 millones de dlares los que recibe anualmente Nicaragua de parte de Venezuela por el convenio de cooperacin que ambos pases rmaron en 2007. Pero eso es lo de menos. El detalle est, segn el periodista, en que este fondo ha sido privatizado y ya no pasa por manos del Estado sino que va directamente a empresas dirigidas por la familia de Daniel Ortega. Ese prstamo petrolero ya no va al presupuesto de la repblica ni a un fondo estatal sino a dos empresas llamadas Caruna y Almanisa, explica Chamorro. Por eso es que se administra de manera completamente discrecional y no tiene escrutinio ni scalizacin. Una parte se usa para nanciar programas de gobierno fuera del presupuesto, otra para nanciar actividades polticas del partido de gobierno y la ltima para nanciar negocios. Entre esos negocios gura la compra del canal 8, el tercero que ha adquirido este gobierno sin pagar el costo poltico de cerrar un medio de comunicacin. Y todo se nancia con los fondos venezolanos.

Cul debe ser la funcin del periodista en sociedades polarizadas como la nicaragense y la venezolana? Tratar de hacer buen periodismo, y eso es algo bien difcil. Entiendo que Venezuela es una sociedad polarizada al igual que Nicaragua, donde el poder trata de estigmatizar a la prensa y se trata de establecer la existencia de una prensa ocial que se autodenomina revolucionaria y una prensa independiente que el poder llama oligarca y enemiga. Independientemente de los adjetivos, tenemos la responsabilidad de hacer buen periodismo: producir informacin conable que pueda ser til para la sociedad.
NGEL ZAMBRANO COBO Licenciado en Comunicacin Social de la Universidad Catlica Andrs Bello. Fotgrafo. Colabora habitualmente, con trabajos especiales, en el diario El Nacional y la revista Producto.

galera de papel

Foto: Marcel del Castillo

Foto: Marcel del Castillo

Augusto Marcano Disparar sin plvora


ugusto Marcano, su cmara, su moto y su equipo de trabajo inscriben espacios relacionales de un momento. Su obra se despliega y cumple en la calle. Imaginando, armando y recabando situaciones que dejan ver la vida en un instante. Su produccin artstica se contamina con el mundo real y sus problemas. Busca formas de comunicacin dentro de un contexto y un entorno que definen niveles de antagonismo. Respira la fotografa a travs de la esfera pblica, el objeto y el performance. En su serie Dispara sin Plvora, nos deja ver la huella de sus rpidas y sorpresivas acciones al tomar una avenida, un mercado, una plaza y la gente que transita por estos espacios. Sin negociacin alguna incorpora estos elementos como parte de un registro construido de manera efmera a partir de la hibridacin de diversos lenguajes y tcnicas artsticas. Extraemos de una entrevista que le realizara el artista y curador Alberto Asprino, cuatro respuestas de este joven creador sobre la propuesta Dispara sin Plvora. Alberto Asprino: En tus composiciones fotogrficas la estructura formal se siente fresca, sencilla. Sus elementos se posan sensiblemente sobre el cuerpo matrico, se mimetizan cual acentos poticos. Qu representan para ti esas intervenciones que has enmarcado en la serie Dispara sin Plvora? Augusto Marcano: Dispara sin Plvora surge como concepto en el 2006, como un discurso en contra de la violencia, pero tambin como una protesta frente a la prdida de espacios que tienen los artistas en la ciudad. En los ltimos aos han pasado dos fenmenos: por un lado los artistas se han refugiado en sus talleres y por otro lado las instituciones se han desvinculado de los espacios que las rodean. El arte contemporneo se ha encapsulado en s mismo, y con miedo, ha pretendido crear una abstraccin de la realidad desde el ideal intelectual, una burbuja que no penetra en la sociedad por miedo a ser incomprendida. Romper ambas barreras impregnadas de prejuicios es lo que a mi parecer es el siguiente paso de los artistas de nuestra generacin. Cuando tomo las calles como laboratorio con estas composiciones y objetos sencillos intento craquelar las paredes de ambas realidades generando una imagen potica que despierta una reaccin en los transentes annimos. AA: En tu obra se amerita de una puesta en escena espacial. Cunto tiene de clculo ese trabajo? AM: En trminos de produccin es muy sencillo, slo necesito una moto (cuando la hay), una capucha, un casco, una cmara fotogrfica, una cmara de video, un pana y un objeto cotidiano. Todo esto lo coloco tipo lista, pues as lo siento, no hay un trasfondo, ni un guin, sino simples objetos que me sirven para abordar la calle. Busco enfrentarme a lo desconocido, ver esos espacios por primera vez y la reaccin de los transentes cuando se enfrentan a este personaje que les quiebra su cotidianidad. AA: Tu personaje de Dispara sin Plvora destaca una personalidad oscura, se esconde detrs de un pasamontaa, contrasta enormemente con los bodegones urbanos, que por ms realistas que sean, tienen algo de accesibles como imagen.

AM: El personaje encapuchado lo uso por el anonimato y porque creo que es un escudo frente a la posibilidad de que me intenten robar la cmara. Lo presento agresivo para que genere un tipo de temor y desconcierto, pero en el fondo es alguien noble, como esos personajes de los cmics que son perversos y obscuros pero que en el fondo son dulces e incomprendidos. AA: Retratas o te retratas? AM: A medida que retrato lo que ocurre con los objetos en el entorno urbano, siento que se retrata una sociedad, se describe a partir de esos pequeos detalles ocultos de la ciudad. Sin llegar a ser una fotografa documental, se genera un cierto tipo de documento que cuenta la historia de un tiempo especfico.
AUGUSTO MARCANO, Cuman,1979. Reside y trabaja en Caracas, Distrito Capital. Realiza estudios en el Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plsticas Armando Revern, 2000-2008, Caracas; en The Chelsea Collage of Art and Design, Londres, Inglaterra, 2002-2003; y en la Escuela de Artes Visuales Cristbal Rojas, Caracas, 1999. En su trayectoria artstica, iniciada en 1998, ha experimentado con la escultura, la instalacin, la pintura, la grfica, la fotografa y el performance. Desde hace cuatro aos ha centrado su indagacin plstica en el proyecto Dispara sin Plvora, propuesta en la que fusiona diversos medios a partir de acciones realizadas en espacios urbanos en los cuales descontextualiza objetos de la intimidad llevndolos a la esfera pblica. Ha realizado exposiciones colectivas e individuales y acciones performticas a nivel nacional e internacional. Entre sus participaciones colectivas ms recientes se mencionan: Saln Super Cable Jvenes con FIA, Centro Cultural BOD-Corp Banca, Caracas, siendo reconocido con una Mencin de Honor. Chek In, Espacio de Arte, Hotel Altamira Suites. Caracas, 2011. Zona Libre, Arte Emergente, Galera Universitaria Braulio Salazar, edo. Carabobo. X Velada de Santa Luca, Maracaibo, estado Zulia, 2010. Sus ltimas exposiciones individuales fueron: Variaciones en la Galera de Arte Fotogrfico: GAF- Mrida, 2011. T_RRITORIO URBANO en la galera Arte Achorros, Centro de Arte Los Galpones, 2011.
Foto: Marcel del Castillo

Realiza los performances: Bodegones Urbanos, Espacio de Creadores Articultores, Buenos Aires, Argentina, 2011 y Mercadeando en el mercado de la Merced, D.F Mxico. Sus video-performances han sido presentados en el 2011 en la Galera Espacio MAD. Espacio de arte Los Galpones I Love CCS ahora an ms, en Caracas 444, Buen Provecho la Carlota y en el evento Por el medio de la calle con la Galera Espacio MAD y su colectivo de video-arte. Blogg: www.augustomarcano.wordpress.com

La realidad en los objetos y los objetos en la realidad. Las abrasiones de Vctor Hugo Irazabal Hackeo de cuentas o Vietnam ciberntico? Con los hackers se pierde ms que una simple clave de acceso Por una democracia de comunicaciones libres, plurales y descentralizadas Mapa de la situacin de los medios privados en Venezuela Mediaciones contextuales: un bosquejo de la crisis de la comunicacin en Venezuela y sus implicaciones en la constitucin de las audiencias Los medios comunitarios en Venezuela: presencia, conflictos y retos actuales Redes sociales y medios digitales: alternativa comunicacional en Venezuela?

Sobre el anteproyecto de ley de comunicacin del poder popular El rol de los medios de comunicacin masivos en la implementacin de una poltica de promocin de la convivencia y de la prevencin del delito El submundo que se maneja desde un carro Los anegados ensayo fotogrfico La risa del ministro Izarra ante las cifras de violencia en Venezuela. Una propuesta de anlisis de discurso Venezuela 1999-2009. Retrocesos para la gobernabilidad democrtica y la libertad de prensa Desafos de los medios de comunicacin impresos venezolanos. Transparencia, pluralidad y participacin La relacin entre prensa y poder debe ser conflictiva Entrevista a Carlos Fernando Chamorro

Galera de Papel. Augusto Marcano. Bodegn urbano. Mercado de Coche, Caracas. En portada: La Ofrenda. Teotihuacn, Mxico, 2011.

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