Esto Es A.A.
Esto Es A.A.
Esto Es A.A.
Quienes somos
Nosotros los A.A. somos hombres y mujeres que hemos llegado a entender y admitir que no podemos controlar el alcohol. Nos hemos dado cuenta de que tenemos que vivir sin la bebida, si hemos de evitar el desastre para nosotros mismos y para la gente mas allegada a nosotros. Somos parte de una hermandad internacional de carcter informal con grupos locales en miles de comunidades, y que en la actualidad tiene miembros en 150 pases. Tenemos un nico objetivo primordial: mantenernos sobrios y ayudar a otros que recurran a nosotros a lograr la sobriedad. No somos reformistas, y no estamos afiliados a ningn grupo, causa o denominacin religiosa. No tenemos ningn deseo de convertir a todo el mundo en abstemios. No reclutamos nuevos miembros, aunque siempre les damos la bienvenida. No imponemos nuestra experiencia con la bebida a otros, pero la compartimos cuando se nos pide. Entre nuestros miembros se pueden encontrar hombres y mujeres de todas las edades y de diversa procedencia social, econmica y cultural. Algunos de nosotros bebamos durante muchos aos antes de darnos cuenta de que no podamos controlar el alcohol. Otros tuvimos la suerte de reconocer ya en nuestra juventud o en las primeras etapas de nuestras carrera de bebedores que la bebida haba llegado a ser algo inmanejable. Las consecuencias de nuestra forma alcohlica de beber tambin han sido muy variadas. Unos cuantos de nosotros nos habamos convertido en vagabundos perdidos antes de acudir a A.A. en busca de ayuda. Algunos habamos perdido nuestras familias, nuestros bienes y nuestra dignidad, Hemos vivido en las calles de los barrios bajos de muchas ciudades. Algunos fuimos hospitalizados y encarcelados incontables veces. Habamos cometido graves ofensas contra la sociedad, nuestras familias, nuestros patrones, y contra nosotros mismos. Otros de entre nosotros no hemos sido hospitalizados ni encarcelados nunca. Ni habamos perdido nuestras familias ni nuestros trabajos a causa de la bebida. No obstante, por fin llegamos a darnos cuenta de que el alcohol nos estaba haciendo difcil
hacer una vida normal. Cuando descubrimos que no podamos vivir sin el alcohol, nosotros tambin buscamos ayuda por medio de A.A. En nuestra comunidad se encuentran miembros de todas las principales religiones del mundo, y muchos lderes religiosos han apoyado nuestro desarrollo. Y hay incluso entre nosotros algunos que se llaman a si mismo ateos o agnsticos. Para hacerse miembro no se exige ninguna creencia ni adherencia a un credo formal. Estamos unidos por nuestro problema comn: el alcohol. Reunindonos, hablando unos con otros, ayudando a otros alcohlicos, juntos, podemos de alguna manera mantenernos sobrios y perder la obsesin por beber que, en otros tiempos, era la fuerza dominante de nuestras vidas. No creemos tener la nica solucin al problema del alcoholismo. Sabemos que el programa de A.A. nos da resultado, y hemos visto que tambin los da a todos los principiantes, casi sin excepcin, que deseen sinceramente dejar la bebida. Por medio de A.A., hemos aprendido algunas cosas acerca del alcoholismo y acerca de nosotros mismos. Nos esforzamos por mantener estas cosas frescas en la mente, porque parecen ser la clave de nuestra sobriedad. Para nosotros, la sobriedad siempre tiene que ser lo primero.
Ahora, al recordarlo, podemos sonrer, pero aquel entonces eran para nosotros experiencias fras y desagradables.
Cuando omos hablar de A.A. por primera vez, nos pareci un milagro que una persona que haba sido un bebedor verdaderamente desconsolado, pudiera lograr la clase de sobriedad de la que hablaban los miembros veteranos de A.A. Algunos de nosotros tendamos a cree que nuestro beber era de algn tipo especial, que nuestras experiencias haban sido "distintas", que A.A. poda dar resultados para otra gente, pero para nosotros no podra hacer nada. Otros que no suframos tan graves heridas por nuestro beber, razonbamos que, aunque A.A. les fuese de mucha ayuda a los borrachos perdidos de los barrios bajos, nosotros probablemente podramos tratar el problema por nosotros mismos. Nuestra experiencia en A.A. nos ha enseado dos cosas importantes. En primer lugar, todos los alcohlicos se ven confrontados con los mismos problemas bsicos, ya sea que vayan mendigando para poder comprar una cervecita o trabajen como ejecutivos de alguna empresa grande. Segundo, ahora sabemos que el programa de A.A. de recuperacin da resultados para casi cualquier alcohlico que sinceramente desee que los d, sin importar cules sean sus antecedentes, su procedencia o su costumbre particular de beber.
Naturalmente, la perspectiva de una vida sin alcohol nos pareca aburrida . Temamos que nuestros nuevos amigos de A.A. fuesen fastidiosos o, aun peor, evangelistas fanticos. Nos dimos cuenta de que, en lugar de esto, eran seres humanos, igual que nosotros mismos, pero tenan la virtud especial de comprender nuestro problema de manera compasiva, sin juzgarnos. Empezamos a preguntarnos qu tendramos que hacer para mantenernos sobrios, cuanto nos costara integrarnos en A.A., quien dirigira la organizacin a nivel local y mundial. Pronto descubrimos que en A.A. no se nos impona ninguna obligacin, que a nadie se le exiga seguir ningn rito formal ni ninguna pauta de vida rgida. Nos explicaron adems que A.A. no tiene cuotas ni honorarios; los gastos de alquilar la sala de reunin y de comprar literatura y refrescos se cubren con dinero que se recoge pasando la canasta. Pero ni siquiera se requieren contribuciones de esta ndole para hacerse miembro. Pronto pudimos ver claramente que A.A. tiene slo un mnimo de organizacin y no hay nadie autorizado para dar rdenes. Las disposiciones para las reuniones las hacen los oficiales del grupo, que se turnan regularmente para que los otros puedan servir. Este sistema de "rotacin" es muy popular en A.A.
Mantenerse sobrios.
Cmo, entonces, logramos mantenernos sobrios en esta comunidad informal y tan poco organizada? La respuesta es que, una vez que logramos la sobriedad, tratamos de conservarla observando e imitando las venturosas experiencias de los que nos han procedido en A.A. Su experiencia nos ofrece alguna "herramientas" y guas, las cuales tenemos plena libertad de aceptar o rechazar, segn nos parezca. Puesto que nuestra sobriedad es ahora la cosa ms importante de nuestras vidas, nos parece prudente seguir los ejemplos sugeridos por aquellos que ya han demostrado que el programa de A.A. de recuperacin realmente funciona.
El plan de 24 horas
Por ejemplo no hacemos promesas solemnes, no decimos que no vamos a beber "nunca". En lugar de esto, intentamos seguir lo que llamamos en A.A. el "plan de 24 horas." Nos concentramos en mantenernos sobrios durante 24 horas. Sencillamente, tratamos de pasar los das, uno a uno, sin beber. Si sentimos el deseo de beber, ni cedemos ni nos resistimos. Aplazamos tomar este trago por un da, hasta maana. En lo que concierne al alcohol, tratamos de mantener una forma de pensar honesta y realista. Si nos sentimos tentados a beber - y la tentacin normalmente se desvanece despus de los primeros meses en A.A. - nos preguntamos si, teniendo en cuenta las consecuencias que hemos experimentado en el pasado a causa de la bebida, este trago que nos estamos proponiendo vale realmente la pena. Tenemos presente que somos perfectamente libres de emborracharnos, si as lo queremos; que la decisin de beber es exclusivamente nuestra. Y lo ms importante intentamos enfrentarnos con la realidad de que, sea cual sea el tiempo por el que nos hayamos mantenido sin beber, seremos alcohlicos para siempre y, que sepamos nosotros, los alcohlicos nunca pueden volver a ser bebedores normales o sociales.
Tambin seguimos la experiencia de los venturosos "veteranos" en otro aspecto. Normalmente seguimos asistiendo regularmente a las reuniones del grupo de A.A. local, del cual nos hemos hecho miembros. No hay ninguna regla que haga obligatoria esta asistencia. Ni podemos siempre explicar por qu el or las historias e interpretaciones de otros miembros parece darnos nimo. No obstante, la mayora de nosotros creemos que la asistencia a las reuniones y otros contactos informales con nuestros compaeros de A.A. son factores que contribuyen de manera importante al mantenimiento de nuestra sobriedad.
Doce Pasos
Al comienzo de nuestra asociacin con A.A. omos hablar de los "Doce Pasos" de recuperacin del alcoholismo. Aprendimos que estos Pasos representaban un intento por parte de los primeros miembros de dejar constancia por escrito de su progreso desde una forma de beber descontrolada hasta la sobriedad. Descubrimos que un factor clave de este progreso pareca ser la humildad, junto con la dependencia de un Poder Superior a nosotros mismos. Aunque algunos miembros prefieren dar a este Poder el nombre de "Dios", nos decan que eso era una cuestin de interpretacin personal; podamos formarnos un concepto del Poder Superior en los trminos que mas nos convinieran. Ya que el alcohol haba sido sin duda alguna un poder superior a nosotros mismos en nuestros das de bebedores, tenamos que admitir la posibilidad de que no pudiramos manejarlo todo por nosotros mismos, y tenia sentido recurrir a otra parte en busca de ayuda. Segn nos hemos ido desarrollando en A.A., nuestro concepto de un Poder superior ha llegado a ser mas duro. Pero siempre ha sido nuestro concepto personal; nadie nos lo ha impuesto. Finalmente, hemos observado que del Paso Doce y de la experiencia de los miembros veteranos, se desprenda que el trabajo con otros alcohlicos era una forma eficaz de fortalecer nuestra propia sobriedad. Siempre que fuera posible, nos esforzamos por cumplir con la parte que nos corresponda, teniendo presente en todo momento que la otra persona era la nica que poda determinar si era o no era alcohlica. Tambin nos guiamos por la experiencia de los muchos A.A.que han dado un nuevo significado a tres refranes o lemas bastantes trillados: "Lo primero, primero" es uno de los lemas que nos recuerda que, por deseosos que estamos de intentarlo, no podemos hacerlo todo de un golpe, que tenemos estar conscientes de la primordial importancia de nuestra sobriedad en cualquier intento de reconstruir nuestras vidas. Otro viejo refrn que tiene un nuevo significado para los alcohlicos que a menudo son culpables de trabajar frentica y precipitadamente en cualquier cosa que estn haciendo es: "Tmalo con calma". La experiencia ha demostrado que los alcohlicos pueden y deben aprender a andar a paso comedido. "Vive y deja vivir" es el tercer lema, una repetida sugerencia de que los alcohlicos, no importa cuntos aos se hayan mantenido sobrios, no pueden permitirse ser intolerantes con los dems. Los libros y folletos de A.A. tambin son tiles. Poco tiempo despus de ingresar en A.A., la mayora de nosotros tenamos la oportunidad de leer Alcohlicos Annimos, el libro de la experiencia de A.A. en el que los primeros pioneros pusieron por escrito por primera vez sus historias y los principios que crean les haban ayudado a recuperarse. Muchos miembros, sobrios durante largos aos, siguen refirindose a este libro y a varios otros para encontrar ideas e inspiracin. Adems, A.A. publica una revista internacional mensual, el Grapevine de A.A., tanto para los principiantes como para los veteranos. Existen asimismo distintas publicaciones a nivel local. Ya que A.A. es en esencia una manera de vivir, pocos de nosotros hemos podido describir con perfecta exactitud cmo contribuyen precisamente los diversos
elementos del programa de recuperacin a nuestra presente sobriedad. No todos interpretamos ni vivimos el programa de A.A. de la misma forma. No obstante, todos podemos atestiguar que A.A. da resultados para nosotros, mientras que otros intentos de lograr la sobriedad han fracasado. Muchos miembros que llevan ya varios aos sobrios dicen que sencillamente aceptaron el programa "por fe" y que todava no saben completamente cmo A.A. trabaja a su favor. Mientras tanto siguen tratando de pasar su fe a otras personas que conocen muy bien la forma desastrosa en que el alcohol trabaja del alcohlico.