SOR JUANA SONETOS - Sabat, Zanetti y Buxó
SOR JUANA SONETOS - Sabat, Zanetti y Buxó
SOR JUANA SONETOS - Sabat, Zanetti y Buxó
Sonetos amorosos de Sor Juana se inscriben en la tradicin de la poesa amorosa occidental, la cual se remonta a la literatura griega. En Homero: estilo pico, con grandiosos temas masculinos y pblicos de la guerra y la poltica. Safo: voz diferente, ms personal e introspectiva, atenta siempre a los afectos ntimos, entre dulces y amargos, angustiados y asociados con los sntomas de una enfermedad; la mujer ocupa el centro de la escena. Anacreonte: canta los gustos del vino, del sexo y la msica. Catulo: reanud la tradicin de Safo con conflictos emocionales que sintetiza en epigramas; dstico elegaco (un hexmetro y un pentmetro). La elega (lamento) gnero ms conocido en la poesa amorosa latina. Tambin Propercio, Tibulo, Ovidio. Literatura verncula de la Edad Media cristiana se desarroll en el s. XII la dicotoma entre la poesa pica o chansons de geste, recitada oralmente para guerreros, y la nueva poesa de los trovadores (amor corts), escrita y cantada para las grandes damas y seores cortesanos. Aunque con marca ovidiana, tiene un nuevo concepto y cdigo del amor aristocrtico: segn este cdigo estilizado y convencional, el poeta masculino, imaginado por lo general como joven sin compromisos y sin grandes recursos, exaltaba y adoraba en secreto a la hermosa dama casada quien en ausencia de su esposa era la duea del castillo, y estaba dotada de suma belleza fsica y de virtudes morales. Impona una disciplina feudal y ennoblecedora del poeta enamorado, quien aprenda a disfrutar positivamente del sufrimiento causado por la distancia social que lo separaba de su dama inaccesible. Paralelos religiosos con la glorificacin del sufrimiento de Cristo crucificado y el culto gtico de la virgen Mara. En la escuela siciliana un culto de la corte, Giacomo da Lentino invent en el s. XIII una nueva cancioncilla o soneto, de catorce versos, divididos en dos cuartetos y dos tercetos de rima diferente: as naci el soneto amoroso. Sonetos juveniles de Dante a Beatriz. Tambin Petrarca en el s. XIV fue creando su cancionero a Laura, combinacin artstica de canciones y sonetos en los cuales el poeta expresa y analiza minuciosamente cada estado de nimo y cada etapa de la historia de su apasionado desarrollo espiritual. Este se impuso en el Renacimiento como corpus ms influyente de la poesa amorosa. Primeros sonetos espaoles pertenecen al s. XV: el Marqus de Santillana traduce e imita sonetos espirituales y amorosos de Dante y Petrarca, al impulso del dolce stil nuovo (pero
no se publicaron). Soneto espaol comienza realmente en pleno Renacimiento con la publicacin en 1543 de Boscn y Garcilaso. El soneto espaol se mantuvo bsicamente fiel a su origen italiano y petrarquista en la forma de rimas, en la estructura sintctica, semntica y de temas, a la par del soneto italiano (influencia mutua). El argumento combina el amor corts con temas y paisajes clsicos y mitolgicos, pero tpicos diversos (religioso, espiritual, amor humano al brutal y escatolgico). Se debe a Herrera la conexin entre lo conciso del epigrama latino, plagado de juegos conceptuales, y el soneto. Los poetas barrocos complicaron con lo paradjico, anttetico, contradictorio (recursos tambin de Sor Juana). De Lentino agrup los catorce versos endecaslabos en dos cuartetos y dos tercetos, excepto que en los sonetos posteriores se cambi el esquema mtrico ABAB:ABAB al de ABBA:ABBA, y en los tercetos se mantuvieron CDE:CDE o CDC:DCD. Siglo de Oro buscaron una definicin del soneto: debe exponer un solo concepto sin que falte ni sobre nada, ruptura principal en sintaxis y argumento suele encontrarse entre el verso octavo y noveno. Los cuartetos deben exponer la materia, despus una pausa antes de los tercetos, que deben resumir, aceptando u oponindose, a lo que se ha dicho en los cuartetos (pero hay variaciones).
Vividura (Unamuno): experiencia emocionante de cada hombre en la historia de su tiempo. Sor Juana: monja del s. XVII recluida en un convento novohispano que escribe poemas de amor. Preocupacin de los editores de Inundacin castlida (1698) (detrs Mara Luisa Gonzaga, marquesa de la Laguna, mecenas de Sor Juana) de desvanecer toda duda acerca del decoro o decencia de tales poemas y justificarlos como productos aceptables en una mujer profesionalmente dedicada, no al cultivo de la filosofa y otras ciencias mundanas, sino de las virtudes de Cristo. Su conocimiento del amor no era experimental sino teolgico, aprendido en los libros, pero tambin confirmado por su perspicaz observacin de las realidades humanas. Menndez y Pelayo y Amado Nervo se negaron a creer que el acento de la emocin lrico hubiera sido resultado de pasatiempos en sociedad o escritos para expresar ajenos afectos. Para Salceda, en muchas ocasiones el tema aparece en forma de expresiones amorosas (del lenguaje del amor) profano. Tambin aparece como objeto de estudio, analizndose con detenimiento sus causas, pasiones que se entrecruzan, circunstancias que lo afectan. Su obra va desde el amor divino hasta el simulacro de amor. Obra de filsofa del amor: Los empeos de una casa aparecen no individuos sujetos al accidente, sino los entes de Palacio, personajes alegricos como el Amor, el Respeto, la Esperanza, figuras abstractas que disputan los favores de la virreina y llegando al extremo de la cortesana y de abstraccin de las relaciones palaciegas. Las experiencias palaciegas de Sor Juana en la corte de los virreyes de Mancera le ofrecieron no las ocasiones concretas del amor, sino el espectculo humano del que extraera la urdimbre de sus simulacros lricos o dramticos. Los poemas de amor mundano son de naturaleza puramente filosfica, especulativa, producto intelectualizado de su contacto con el universo extremadamente codificado, pero no por ello menos real, de los galanteos de palacio, del que la poetisa pudo haberse mantenido como espectadora inteligente y distante. Paz: los galanteos tuvieron carcter ritual ligado a la tradicin del amor corts, es decir, a la ilcita pero consentida relacin entre damas de alcurnia y trovadores que cantan la belleza de sus damas inalcanzables. Intensa erotizacin de la vida social que esas relaciones cortesanas suponen, ceremonias de cotejamiento giran en torno al eje de las relaciones ilcitas entre galanes y damas y constituyen una sublimacin de la pasin ertica. En la sociedad cortesana del s. XVII Y XVIII al sustituir con esas alegoras del de combate de amor los torneos de la sociedad feudal transforma la sociedad en teatro. En
aquellos escenarios particip Sor Juana mientras fue dama de la virreina. Pero el mero contexto de los ritos del palacio no alcanza para explicar las costumbres literarias de Sor Juana. Moda cultural en el s. XVII: las academias literarias que hallan en los palacios reales competencias. Costumbres de la corte de don Juan II: vean en el arte de trovar un nuevo modo de gala y gentileza. El cultivo de la galantera y de la discreta conversacin alcanz su cumbre en el Renacimiento. El cortesano de Baltasar de Castiglione: modelo ideal de comportamiento humano, ejemplificando en la perfecta dama (virtud, hermosura y delicadeza, que tenga noticias de letras, msica y de pintar y que sepa comportarse con dignidad y tino) y el culto caballero (refinamiento, controlada audacia y dedicacin en las armas y en el intelecto) cortesanos, ambos han de poseer nobleza de linaje y gracia natural. Se esfuerce en sus acciones militares y en su servicio a la dama. Da motivo a los debates de amor, que se centran en solicitudes, desasosiego, celos, ausencias, sospechas y lgrimas. Este libro tiene la estructura de un coloquio platnico y es la teora del amor uno de los tpicos discutidos. Tambin en tertulias y reuniones que imitaban estas academias literarias se sometan a debates (su antecedente espaol es la Gaya ciencia). Gran nmero de poetas a partir de 1564 produjo en Espaa el modelo jesutico de la ratio studiorum y el consecuente entusiasmo de todos ellos por medir sus fuerzas en ejercicios prcticos. Amor por la competencia y por la obtencin de fama literaria se acrecent en el reinado de Felipe IV (protector de las artes y del teatro) apenas hubo palacio o casa de noble donde no se reunieran amigos atrados por las letras. Temas predilectos: descripcin de una dama, flores que nacen de la tierra al solo contacto con los pies de la dama, su comparacin con la nieve. Desde 1578 hay noticias de algunos certmenes literarios llevados a cabo en la Nueva Espaa, que en los siglos XVII Y XVIII fueron numerossimos. Esas justas poticas de carcter pblico eran convocadas para la celebracin de una fiesta religiosa (culto de un santo, Inmaculada Concepcin). Cdice de manuscritos de Mxico en 1577 (poesas de autores peninsulares como criollos novohispanos) por la iniciativa de dos pioneros de la poesa novohispana, Guitierre de Cetina y Juan de la Cueva. En la corte mexicana eran ordinarias las reuniones de aquellos tertulios, individuos que, pese a carecer de instruccin formal, con su mucho ingenio suelen hacer muy buen juicio. Admiraban en Sor Juana la variedad de sus noticias, su entendimiento profundo y claro y su discurso frtil. Sobre los penosos dotes del amor y los paradigmas clsicos de la castidad, lascivia y la desdicha, del tpico de la brevedad de la vida. Equivalencia de los temas tratados en esa academia madrilea con los de Sor Juana.
Diversidad de tpicos, varios metros, idiomas y estilos. Sonetos burlescos. Todos sus poemas de amor profano se ajustan a dos cnones culturales vigentes en su tiempo: modelo neoplatnico del amor y el inflexible razonamiento escolstico. Hay dos tipos de amor, segn este proceda de los sentidos (nace del influjo imperioso de los astros, que remiten a creencias populares acerca de la influencia que ejercen los cuerpos celestes sobre el comportamiento humano slo para adecentar la referencia a los violentos e irracionales atractivos del sexo) o del entendimiento (eleccin racional del amante). Sor Juana conforme a la dialctica escolstica subyace la teora neoplatnica del amor basada en una teora del alma que es tambin una teora del conocimiento. Bembo dio una definicin del amor que hicieron los antiguos sabios: amor es deseo de gozar de lo que es hermoso y porque el deseo nunca apetece sino lo que conoce, es necesario que el conocimiento sea primero que el deseo, el cual naturalmente ama el bien, pero s mismo es ciego y no lo ve. Para superar esa limitacin natural, hay en el alma tres maneras de conocer: por el sentido (nace el apetito, comn a las bestias, slo conoce las cosas sensibles,), por la razn y por el entendimiento (nace la voluntad, hombre puede participar con los ngeles, slo tiene ojos para la contemplacin de las cosas inteligibles, cuando predomina sobre los apetitos sensuales, la voluntad se inclina hacia los bienes del espritu). Posesin carnal de la amada estaba condenada de antemano a una imposible culminacin (eso engendra slo sufrimiento y progresiva autodestruccin del amante). Es pura contemplacin intelectual del objeto amado.
yeme con los ojos Desplazamiento en la poesa de Sor Juana Ins de la Cruz- Zanetti
Confluencias configuran lazos entre distintos temas y gneros poticos elegidos por Sor Juana, anudando una red que vuelve a inquietudes tales como saber, amar, decir, conjugadas con una potica de la mirada barroca, subjetiva, individual, volcada en los laberintos de la escritura. En retratos y poesa amorosa el centro del poema es la escritura, nacida en la soledad y en la ausencia, mediadora ilusoria, movida por el anhelo de comprender, auxiliada por la abstraccin, acceder a la contemplacin. Romance 6. En los retratos la mediacin suele duplicarse al presentar la escritura un personaje ya trascordado
en pintura. Soneto 145: el sujeto lrico se desplaza por las reflexiones provocadas por un retrato que no describe, modo extremo de expresar la fugacidad de la belleza humana, cuya perduracin no logra el arte, sometidos ambos a la destruccin del tiempo. Rasgo de Sor Juana: supresin de la referencia directa a los elementos referidos, que se expresan a partir de la mirada de quien contempla y en imaginado dilogo con un t, aqu el lector, mediado por la escritura. El espacio se vaca de objetos y sujetos, que son ausencia en muchos casos. En otros, conjuncin de retrato con poesa amorosa el poema se concentra en la contemplacin de la retratada (mayora de veces Mara Luisa Gonzaga, su mecenas). Romance 61: se detiene en la belleza del personaje, compitiendo con la pintura. Inicia con la metfora de la escritura celestial, nica que puede trazar la imagen de ella, y luego se refiere a su rstica escritura. Despliega un universo metafrico con referencias mitolgicas, jurdicas, geogrficas. El retrato sigue la estructura clsica: sustentada en slida arquitectura, encolumnada por minerales preciosos. Notable empleo de los procedimientos poticos del barroco (oxmoros, hiprbatos o bimembraciones) otorga al cuerpo un movimiento intenso, vehemencias de un escorzo, acompaado por las esdrjulas iniciales, tambin en los desplazamientos geogrficos conjugado en metforas de la mirada de quien contempla el retrato, basadas entre el mineral inerte y la vida vegetal, lo fro y lo clido, inocencia y deseo. Belleza de la condesa se convierte en un espectculo que muestra la diversidad del mundo. Romance 19: dos lneas fundamentales: por un lado, la temeridad y el delito definen el ascenso (caro), osada de alcanzar esa deidad; por otro lado, la contemplacin fecunda, la adoracin. La fruicin acompaa las descripciones del cuerpo de la retratada, dar al poema la permanencia de una joya como en su retrato condensado: referencias lujosas de la belleza fsica a la espiritual, pureza del blanco, destellos del blanco. Bajo la tradicin del amor corts, acentuados en el pie quebrado El cetro de Amor se ve. Poema casi sin verbos, construidos con formas nominales, enumeracin descriptiva. Recelo (motivo barroco) compromete la mirada (de un sujeto atento al engao que entraan sentidos psicolgicos, sociales y ontolgicos de la apariencia). Romance 51: desplazamiento buscado y deseado de la fama que lleva lejos sus escritos y quiebra la clausura de su celda de monja. Quejas y reclamos de la voz femenina del romance 4, desobedecer el mandato de fingir un amor que es apariencia (con dualidades, encabalgamientos, violentas anttesis y oxmoros). Anlisis lgico y reflexin razonadora sostienen la demanda del sujeto lrico, en escena el
enigma de la eleccin amorosa. Redondilla 84, cercano a la tradicin petrarquista. Desde el inicio plantea la inefabilidad del sentimiento amoroso, cuyo sentido interroga apoyada en el no saber, sino en el sentir. Desplazamientos de la mirada, de la razn o de la introspeccin en la comunicacin de las palabras, siempre insuficientes porque no consiguen afianzar la unin. Tampoco disuelve el recelo los fluidos corporales (llanto, sangre). La voz y la escritura Buen nmero de textos poticos ponen en primer plano la escritura del poema, ntimamente ligada a la mirada, y siempre acentuando la soledad tanto como la bsqueda del dilogo. Despliegan un movimiento que sortea distancias, sea para borronear la ausencia del amado o para introducirse en la cotidianeidad mexicana, vedada por el convento. La escritura fabula el dilogo en el reclamo o el ruego (romance 5, romance 6: se funden la voz y la letra, eco de la pasin, borroneada por el llanto y la impaciencia). Soledad extrema cambia en dos ejemplos: Dimensin del paisaje planetario de la noche de Primero sueo acenta la soledad de la empresa de conocimiento, intensos movimientos simblicos estrechan lazos entre espacio y tiempo, ascensos y cadas, ordenados por el sujeto que enuncia el poema; lira 211: estrofas de seis versos de endecaslabos con heptaslabos, con una rima que destaca a los dos pareados, atenta al modelo renacentista de Fray Luis de Len para traducir a Horacio, Sor Juana consigue un texto de refinada sonoridad, rimas en inicio y final del verso, paralelismos entre estrofas y versos, reclamo del sujeto lrico, convertir el llanto en ofrenda del amado. La escritura es eco lanzado al viento, que desvanece. Imagen de Dafne. Lgrimas alimentan el arroyo. Se adensa en gemido. Sujeto ensombrece por el paisaje y lo dramatizan con expresiones antitticas que se construyen con anforas. Elipsis y parfrasis de matriz gongorina de motivos tradicionales. La mirada se vuelve al cielo claro, proyeccin de la claridad del alma, pronta a ensombrecerse. Sujeto lrico se entrega a la fantasa del reencuentro con interrogativas anafricas, refinadas hiprboles ahora se vuelven llamado esperanzado (ya no reclamos). Retrica del llanto. Muy pocas veces, quizs slo aqu, fantasa y sentimiento se funden para diluir la soledad, que preside su trabajo intelectual y su escritura para celebrar la dicha de la unin.