El Tratamiento Periodístico Del Sinhogarismo. Entre El Estigma y La Pedagogía Social

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El Tratamiento periodstico del sinhogarismo.

Entre el estigma y la pedagoga social


David Expsito lvarez

RESUMEN El presente trabajo nos acerca al fenmeno del sinhogarismo desde el trato periodstico que recibe. Los medios de comunicacin ejercen una influencia en la creacin de una conciencia colectiva, negativa en este caso sobre el objeto de nuestro estudio, debido al lenguaje que emplean, ya que provocan unos efectos dainos dado el mal uso de trminos y en la proliferacin de falsos mitos, precondicionando actitudes de rechazo y estigmatizando al colectivo de personas sin hogar. Por ello, proponemos una aproximacin conceptual del fenmeno para el posterior anlisis del tratamiento periodstico, bajo una pedagoga social que

visibilice y no distorsione la realidad de las personas sin hogar y, una aproximacin ms all de la dimensin meditica, desde los mbitos poltico, social y profesional.

Palabras clave: sinhogarismo, lenguaje, medios de comunicacin, estigma, empoderamiento.

ABSTRACT This work brings us closer to the phenomenon of homelessness from the journalistic treatment you receive. The media have an influence on the creation of a collective consciousness, negative in this case on the subject of our study because of the language they use, as they cause harmful effects due to the misuse of terms and the proliferation of false myths, precondicionando stigmatizing attitudes of rejection and the group of homeless people. Therefore, we propose a conceptual approach of the phenomenon for the subsequent analysis of press coverage, under a social pedagogy visibilice and does not distort the reality of homelessness and a more than the media size from the political, social and professional.

Key words: homelessness, language, mass media, stigma, empowerment.

ndice

1 Introduccin

2-3

2 Los medios de comunicacin y la creacin de opinin pblica ante el sinhogarismo 4-10

2.1. - Efectos del lenguaje periodstico sobre el fenmeno de las personas sin hogar 2.2. - La interaccin entre el discurso poltico y el discurso periodstico 3 Estrategias desde la comunicacin en favor de la inclusin social de las personas sin hogar 3.1. - Propuestas para un tratamiento periodstico no discriminatorio e integrador 3.2. - Actuaciones dirigidas al empoderamiento de las personas sin hogar desde los mbitos poltico, social y profesional 4 Conclusiones Referencias Anexos 29 30-31 32-46 24-28 22-24 21 15-21 10-15

1. Introduccin El lenguaje es la principal herramienta para organizar nuestra realidad interna, tanto en el plano del pensamiento como en el de los sentimientos. En el campo de la intervencin social, es frecuente que usemos un lenguaje no acorde con nuestras realidades internas, es decir, sin concordancia entre las palabras y los actos. El hecho de asumir una determinada realidad, no comporta, ciertamente, una concordancia entre lenguaje y actuacin. En este caso, los medios de comunicacin, que son la principal fuente de informacin que tiene la sociedad actual, resultan de gran relevancia, ya que son una de las herramientas ms importantes a la hora de influir en el cambio de conductas y en la formacin de opinin pblica.

El siguiente trabajo pretende ser un espacio para la reflexin personal acerca de la necesidad de cambiar el inadecuado uso de determinados trminos a la hora de referirnos a las personas sin hogar, como se aprecia en un sucinto anlisis de los medios. Por otro lado, tiene como propsito profundizar en el anlisis del sinhogarismo partiendo de cmo los medios de comunicacin informan al respecto: primeramente, analizando aquellas carencias que presentan las noticias a la hora de informar sobre las personas sin hogar y, en segundo lugar, aportando una serie de recomendaciones para que no slo se utilice un lenguaje adecuado, sino para reflexionar sobre el tratamiento y contenido de las noticias. En ltimo lugar, se har hincapi

en la importancia que tiene el emplear un lenguaje no discriminatorio, tanto para los colectivos en situacin de vulnerabiidad social y/o exclusin social, como en este caso las personas sin hogar, como para la ciudadana, como ejercicio de reflexin y toma de conciencia. Como estudiantes y

profesionales del sector de la intervencin social, tenemos la urgente necesidad de ser corresponsables de nuestras palabras y actuaciones, as como de procurar que nuestras actuaciones vayan dirigidas a empoderar a la poblacin con la que trabajamos.

Ser un trabajo de ndole conceptual y para una de sus partes los mtodos empleados sern la investigacin en prensa digital sobre las ltimas noticias aparecidas en dos influyentes medios de comunicacin a nivel estatal, y el anlisis de datos, ambas respecto al sinhogarismo. Los criterios de bsqueda para la seleccin de las noticias han sido los siguientes: tomar de referencia los dos medios digitales de noticias y actualidad con ms audiencia, El Pas y El Mundo1, y para acotar la bsqueda, se han elegido las ltimas 4 noticias de cada diario relacionadas con el tema a tratar, expuestas mediante un orden de fecha descendiente desde el 1 de Mayo del 2012. Las noticias estn comprendidas entre los meses de Marzo y Abril.

Segn varios estudios, son los dos diarios digitales con mayor audiencia en noticias y actualidad, aunque para algunos el primero es El Mundo (estudio segn Estudio General de Medios-EGM) y en otros El Pas (estudio segn la Oficina de Justificacin de la Difusin OJD)
1

2. Los medios de comunicacin y la creacin de opinin pblica ante el sinhogarismo. El estigma, y por consiguiente, la discriminacin que sufren las personas sin hogar, los convierten frente a la sociedad en personas indignas. Ocurre en muchas ocasiones que cuando las personas sin hogar se acercan a determinadas instituciones pblicas (centros de salud, servicios sociales, ayuntamientos, etc.) se les rechaza por su aspecto o forma de comportarse sin tomar en cuenta la situacin social que estn sufriendo o de la que son objeto. La sociedad tambin muestra su lado ms cruel, cuando con frecuencia se culpan a las personas excluidas de su situacin y se les niega ayuda. La discriminacin que sufren les limita el acceso a derechos fundamentales. La tendencia ms preocupante respecto al sinhogarismo es la que conduce a normalizar la situacin de personas durmiendo en la calle, cajeros o puentes, hablando solos, es decir, de alguna manera se ha aceptado que no tienen cura y nadie se preocupa por ellos, por lo que hemos perdido la sensibilidad haca su situacin. Son invisibles.

Fuente: Coleccin Cuadernillos Nadie sin Hogar: n 2

Es, en tal sentido, en el que los medios de comunicacin ejercen una influencia muy relevante en orden a la creacin de una conciencia colectiva sobre el problema. Y ello, porque siendo la funcin primordial del lenguaje la expresin del pensamiento as como la representacin de las experiencias de la mente para comunicar nuestra realidad interna al resto de la humanidad y relacionamos con ella, sita las relaciones entre leguaje, poder y sociedad como un mbito de extrema relevancia para la interpretacin de la realidad (Foucault, passim). As, el poder que tiene el lenguaje radica en su capacidad de influir sobre uno mismo y sobre los dems, suponiendo el principal medio a travs del cual organizamos nuestra realidad interna (pensamientos y sentimientos).

En base a esta idea, para sustentarla con mayor rigor, expondremos dos teoras que nos aproximen a la explicacin de los efectos derivados de los medios de comunicacin como creadores de opinin pblica. Para ello, recurriremos a la teora de la hiptesis del distanciamiento y a la teora de la espiral del silencio.

La denominada hiptesis del distanciamiento, de McQuail y S.Windhal (citados en MUOZ, 1992) sostiene que: cuando se incrementa la circulacin de la informacin a travs de los medios de comunicacin de masas en un sistema social, los segmentos

de poblacin ms instruidos o con un status socioeconmico ms alto, tienden a conseguir dicha informacin de una manera ms amplia que aquellos menos instruidos o con status socioeconmico ms bajo. Esto significa, que el aumento de la informacin, en vez de aproximar, contribuye a incrementar el distanciamiento en el conocimiento (pp289-290).

Para

localizar

los

factores

ms

importantes

que

originan

el

distanciamiento, hablan de cuatro: el status socioeconmico de los pblicos, el nivel educativo, la motivacin y el inters social. En este sentido, Tichenor (segn citado en MUOZ, 1992) afirmaba que las capas ms bajas manifestaban un nivel ms reducido en la adquisicin de conocimientos, especialmente en temas polticos.

Por otro lado, la teora de la espiral del silencio de mano de su propulsora, Noelle-Neumann (segn citado en MUOZ, 1992) nos dice que: cuando el entorno pblico de los medios presiona en la misma direccin (consonancia) sobre una idea, persona o acontecimiento, cuando los individuos tienen miedo a marginarse de la corriente dominante, aquellos que sintonizan con el clima de opinin lo tienen ms fcil para expresar sus puntos de vista. En este sentido, se entender por opinin pblica, el conjunto de aquellas opiniones que

pueden expresarse en la esfera de lo pblico, sin miedo a aislarse y sin coaccin (p-288).

Esto supone que la opinin pblica se convierte en una forma de control social en la que los individuos adaptan su comportamiento a las actitudes predominantes sobre lo que es aceptable y lo que no, al ser una sociedad escasamente dinmica, ms bien paternalista. Existe un factor cultural que incide en la percepcin, y genera una sociedad con escasa movilidad.

En relacin con el mbito de nuestro estudio, constituye un hecho indiscutible que los medios de comunicacin tienen una responsabilidad fundamental en la tarea de contribuir a integrar socialmente a las personas sin hogar. Cuando una realidad resulta incmoda, individual y

colectivamente se tiende a evitarla no mencionndola, en trminos de tab, conforme a la cual lo que no se nombra no existe, o adjudicndole un aparente relativo sinnimo que la suavice y la haga insoportable. Por ello, resulta necesario que la informacin que transmiten se ajuste lo ms posible a la realidad, en aspectos tales como explicar las causas que les llevan a esa situacin de calle, visibilizar las dificultades a las que se enfrentan, denunciar la vulneracin de sus derechos bsicos, difundir aspectos positivos y normalizadotes entre otras proyecciones de igual importancia.

Los medios de comunicacin en pocas ocasiones son la fuente informativa de la noticia, y cuando se habla de las personas sin hogar, se hace de manera peyorativa en la mayora de las ocasiones, mediante un lenguaje inadecuado, obsoleto y equivoco que conduce a la formacin de prejuicios, perpetuando el estigma social sobre las personas sin hogar.

Como primer paso, resulta notorio describir qu manera es la adecuada para referirnos a aquellas personas que viven en un espacio pblico (sin domicilio) o bien pernoctan en un albergue, forzados a pasar el resto del da en un espacio pblico. Para referirse no a los individuos, sino al problema en general, el trmino ms extendido es sinhogarismo, que, fcticamente, es la denominacin tcnica oficial del fenmeno utilizado en el presente. En Europa, el sinhogarimo no se defini ni se reconoci como un problema antes de 1989. El trmino se traduce del trmino ingls homelessness, por la palabra sinhogarismo, ya que se trata de un trmino aceptado en medios acadmicos que permite evitar las distorsiones a que daran lugar otras opciones, como ms tarde veremos.

Personas sin hogar es el trmino ms adecuado. Con sin hogar contemplamos no solo la carencia de una vivienda en la cual desarrollar una vida autnoma, sino tambin la falta de relaciones sociales y familiares y la inexistencia o casi ausencia de componentes necesarios como el emocional,

afectivo, psquico y social para el pleno desarrollo de la dignidad humana. En cambio, cuando hablamos de sin techo, un trmino tambin muy utilizado, solo nos referimos a personas que viven en la calle, lo cual es una realidad, pero se limita tan solo a las carencias materiales, dejando de lado los aspectos personales, que son la clave en la definicin de persona sin hogar. El "hogar" conlleva algo ms que estar cubierto por un techo.

Se da la situacin de que muchas personas sin techo, duermen ocasionalmente en albergues, centros residenciales o pensiones, por lo que dejan de ser sin techo, pero siguen manteniendo su condicin de sin hogar, ya sea temporal o indefinidamente.

En orden al impacto de los medios de comunicacin en la conciencia social y sus posibilidades como impulsores en un cambio de actitud, no podemos eludir la consideracin pesimista de Klapper (1960, p.18) al afirmar que las comunicaciones de masas de tipo persuasivo actan ms frecuentemente como agente de refuerzo que como agente de cambio y que tal dinmica se deriva, en mayor medida, de las normas del grupo, la difusin interpersonal, el liderazgo de opinin o la naturaleza de los medios comerciales de comunicacin (Klapper, 1960, pp.15-51). No obstante, conforta, respecto a la eventual funcin social de los medios, la contraria la posicin de Festinger (1975, pp.117) acerca de que el receptor de la

informacin intentar, en ltimo trmino y con ayuda del consumo de los medios reducir o impedir las contradicciones abiertas y amenazadoras entre sus actitudes, sus principios, su conocimiento y su accin, y construir una conciencia y una congruencia lo ms amplias posibles.

Es, en este contexto, en el que entendemos que resultara ciertamente deseable el trnsito del tpico reforzador de prejuicios, al tratamiento profesional y profundo de la realidad, pues la difusin de la misma impulsara ese afn de congruencia, de comprensin de una realidad social compleja y de corresponsabilidad ante las situaciones adversas.

Evidentemente no proponemos una pedagoga social hoy superada, sino la asimilacin de un nivel de exigencia conceptual propio de una sociedad avanzada.

2.1. Efectos del lenguaje periodstico sobre el fenmeno de las personas sin hogar Dentro de este apartado tiene lugar el tratamiento periodstico sobre el contenido de las noticias en las que las personas sin hogar fueron el epicentro de la misma, teniendo en cuenta nica y exclusivamente las referencias terminolgicas hacia stos. Se ilustra con las ltimas 8 noticias (vea Anexos para mayor informacin) acerca de este fenmeno. Los

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artculos son un medio para justificar el uso terminolgico equvoco por parte de los medios.

Como hemos comentado al inicio, el lenguaje utilizado en los medios de comunicacin es fundamental a la hora de crear opinin y generar o romper estereotipos. Significa lo mismo indigente, mendigo, vagabundo, persona sin hogar o sin techo? De las noticias seleccionadas, los trminos que fueron utilizados para referirse a las personas sin hogar fueron: mendigos (en 2 ocasiones), indigentes (en 2 ocasiones), sin techo (en 3 ocasiones) y personas sin hogar (en una ocasin). He aqu la explicacin de cada trmino y el porqu es inexacto:

Indigente: es una generalizacin de una situacin de abandono y falta absoluta de medios. Es excluyente ya que se limita a nombrar las carencias fsicas, sin reparar en las consecuencias personales y sociales que supone la situacin de sin hogar. Mendigo: es inexacto y refuerza un estereotipo, puesto que los datos oficiales ponen de manifiesto que tan solo entre el 10 y el 15% de estas personas ejerce la mendicidad. Vagabundo: se refiere a una situacin de movilidad y de 'deambular de un lado a otro' cuando en realidad estas personas suelen ubicarse en lugares concretos.

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Como se aprecia, los 2 principales medios de comunicacin no asumen la terminologa adecuada. Dejar a un lado los trminos peyorativos como indigente, mendigo o vagabundo que contienen los prejuicios que les ha atribuido la sociedad, y utilizar el trmino persona sin hogar, contribuye, a describir de modo adecuado la realidad del colectivo sin caer en falsos estereotipos.

La manera de representar la realidad de las personas sin hogar por parte los medios de comunicacin mediante sus noticias, aparte de potenciar los estereotipos y los estigmas, entre los que destacan el de la enfermedad y la indigencia, consumo de alcohol y drogas, suciedad, abandono y el de la enfermedad mental, tambin alimentan los falsos mitos, que han acompaado tradicionalmente a estas personas. Segn los datos extrados de la ltima encuesta2 del Instituto Nacional de Estadstica sobre personas sin hogar y, relacionndolos con aquellos estigmas ms

significativos (CRITAS, 2011), destacan 5 contradicciones:

1. [las personas sin hogar] estn en la calle porque quieren Las personas sin hogar viven una media entre 7 y 8 sucesos traumticos que alteran completamente su vida anterior.

Datos extrados de la Encuesta sobre las personas sin hogar realizada por el Instituto Nacional de Estadstica en diciembre de 2005
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2. [las personas sin hogar] sin estudios ni cultura Dos de cada tres personas sin hogar han alcanzado un nivel de educacin secundaria y el 13% tiene estudios universitarios. 3. [las personas sin hogar] todos alcohlicos o drogadictos El 30% de las personas sin hogar se declara abstemia y nunca ha consumido drogas. Con esto, eso de que lo que consiguen gracias a la mendicidad es para alimentar adicciones, en parte, es falso. 4. [las personas sin hogar] vagos y sucios El 11,8% de las personas sin hogar trabaja. Entre los desempleados, la mitad buscan trabajo. Slo entre el 10 y el 15% practica la mendicidad. 5. [las personas sin hogar] tienen muchas ayudas Un alto porcentaje de los recursos se dedican a las necesidades bsicas, y son todava insuficientes las respuestas para la integracin social.

A la hora de emplear esta terminologa, de manera inconsciente, estamos haciendo un juicio de valor sobre la vida de estas personas. Vivir en la calle no responde a una decisin personal, es decir, las personas que duermen en plazas, cajeros, puentes, etc., se ven abocados forzosamente a esta situacin. Las razones del sinhogarismo suelen combinar factores individuales y estructurales. Las explicaciones centradas en las

caractersticas y los comportamientos individuales tienden a resaltar la naturaleza excepcional del problema.

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Prdida Factor Familia y Red Social

Personas Sin Hogar Exclusin Social Vulnerabilidad Integracin Prdida Factor Sociolaboral

Situacin/persona normalizada

Fase de abandono personal y baja motivacin

Fuente: Elaboracin propia, basado en la tres zonas de organizacin o de cohesin social de Robert Castel.

Una de las causas es la sucesin de sucesos vitales estresantes traumticos, como pueden ser el fallecimiento del padre o la madre, separacin o divorcio, prdida de la vivienda por desahucio u otras causas, abandono por sus familiares y amigos, malos tratos, enfermedad, lesin o grave accidente, altos consumos de alcohol y/o drogas en padre o madre, etc. Las personas sin hogar llegan a sumar hasta 14 sucesos o experiencias vitales estresantes a lo largo de su vida. Una persona normalizada tiene 3 o 4 de estos sucesos en el mismo periodo de tiempo. Se trata de un proceso multifactorial.

Sin embargo es necesaria la vinculacin de los microprocesos a los factores estructurales (macroprocesos) entre los que destacan: la

reestructuracin econmica, que contribuye a la vulnerabilidad a problemas

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de vivienda; la reduccin de las prestaciones sociales, reduciendo el apoyo en materia de vivienda; y el cambio socio-demogrfico, que ha expuesto ciertos sectores de la sociedad a un mayor riesgo de no tener vivienda (Doherty, 2005).

Por todo ello resulta imprescindible contextualizar el fenmeno del sinhogarismo a la hora de informar sobre l, ya que la informacin conlleva inevitablemente la conformacin de una opinin por parte de la persona que la recibe. Por ello, es muy importante la forma en que sta se da, y un primer paso es saber referirse adecuadamente sobre lo que se pretende informar.

2.2. - La interaccin entre el discurso poltico y el discurso periodstico.

A diferencia del punto anterior, este epgrafe analizar ya no slo el tipo de lenguaje empleado, sino el tratamiento y contenido de las noticias (vea Anexos para mayor informacin) a travs del discurso poltico y periodstico. Ya sabemos cmo referirnos adecuadamente a las personas que viven en la calle o pernoctan en albergues o centros residenciales, y ahora resulta necesario ir ms all de una cuestin puramente terminolgica.

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La

clave

entre

ambas

dimensiones

ahonda

en

un

progresivo

debilitamiento del discurso ideolgico, lo cual ha configurado una constatable interaccin entre poltica y periodismo. El poltico sigue a la noticia, construye su discurso sobre la noticia e incluso, verbaliza las convenciones periodsticas sobre el tratamiento de la noticia, evitando disonancias, lo cual repercute en la calidad a la hora de informar. Ello supone un reforzamiento del periodismo, al que se otorga la autoridad dimanante del poder pblico, reforzando su penetracin social.

Dentro del primer aspecto, el poltico es el protagonista. Ya no se trata solo de exigir a nuestros servidores pblicos un lenguaje adecuado, acorde con su funcin y responsabilidad, sino que cuando pblicamente el ex Alcalde de Madrid anuncia que "hay que sacar a los mendigos de la calle" (vea Anexo n3) o bien que "el 50% de los mendigos sufren adicciones o enfermedad mental" (vea Anexo n3), como lo hizo en una entrevista concedida a el diario Pblico el 1 de Mayo del 2011, insinuando que las personas sin hogar son personas incapaces para gobernarse y decidir sobre s mismas y que no tienen un criterio de juicio para decidir si estar en la calle, resulta peligroso. Son declaraciones que vinculan a los ciudadanos que viven en la calle con conceptos como delincuencia, suciedad y lo ms preocupante, seres incapaces de progresar, por lo que la imagen, queda muy trastocada.

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A las personas sin hogar, aquellas cronificadas principalmente, les resulta tremendamente difcil abandonar la calle, por mucho que a la ciudadana le cueste entenderlo. Los ltimos datos extrados del 5 Recuento Nocturno de personas sin hogar, realizado en Febrero de 2008, nos dicen que en la ciudad de Madrid hay 1.790 personas sin hogar (un 78% son hombres y un 51% del total de personas sin hogar son inmigrantes), de los que 1.194 utilizan habitualmente los recursos municipales mientras que los restantes 596, duermen en la calle. Por lo tanto, viendo la cantidad de personas que siguen viviendo en las calles y, las dificultades que presentan para salir de esa extrema situacin a pesar de los recursos que se destinan para ello, como son los equipos de calle del SAMUR SOCIAL o bien los Centros de baja exigencia, parece que no resulta tarea fcil que las personas sin hogar abandonen la calle.

Otro de los aspectos de la poltica trata sobre las medidas que se estn adoptando con aquellas personas que viven en la calle, y en las que viene ocurriendo en varias ciudades de Espaa, de que si se observa una reincidencia por parte de las personas ya informadas que ejercen la mendicidad (vea Anexo n8), supondr una multa. Como ya se ha indicado anteriormente, relacionar personas sin hogar con mendicidad no es del todo apropiado, al igual que tratar de obligar a dichas personas a abandonar la calle sin un trabajo profesional previo. Pero el principal problema radica en la

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solucin que se propone desde la poltica para solucionar el fenmeno del sinhogarismo: presin policial, en lugar de intervencin profesional, y sancin econmica, en lugar de recursos destinados a subsanar y paliar la problemtica. Dado el contexto actual de crisis, resultan alarmantes dichas soluciones, ya que todo parece indica que el volumen de personas sin hogar se incrementar en los prximos aos.

El otro aspecto, el discurso periodstico, ser abordado mediante el anlisis de determinados temas extrados del lenguaje y el propio

tratamiento periodstico. Las personas sin hogar son protagonistas en las informaciones de los medios de comunicacin, pero usualmente tan solo cuando desgraciadamente se da un fallecimiento o cualquier otro suceso trgico.

A menudo, las personas sin hogar son objeto de noticia a raz de problemas con los vecinos y o bien como un colectivo que se beneficia de los recursos de la Administracin y las organizaciones sociales. Suelen mostrar la perspectiva de los vecinos en caso de problemas entre la comunidad y la persona sin hogar (vea Anexo n2), mayoritariamente bajo un enfoque de rechazo y de incomodidad al convivir con personas sin hogar. Se quejan de la suciedad y de las peleas que provocan estos inquilinos, pero muy pocas veces vemos la otra parte del problema, es decir, las declaraciones de las

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propias personas sin hogar, su visin sobre sus problemas y la forma en que su entorno y comunidad les tratan.

El nmero de fallecimientos de personas sin hogar (muertes que han quedado reflejadas en los medios de comunicacin y resultan por lo tanto contrastable) durante el 2012 (hasta Abril), son de 23 personas. Es un nmero significativo, y aunque las comparaciones son odiosas como la siguiente, ya que ambas cifras son preocupantes y denunciables, las mujeres asesinadas por la violencia machista suman un total de 27 en este mismo ao. Por fortuna, cada vez que un hombre asesina a una mujer, los medios de comunicacin se hacen eco de ello, y lo mismo ocurre con las personas sin hogar, pero existen varios matices. Por un lado los fallecimientos de las personas sin hogar no salen en el principal medio de comunicacin, la televisin, y por otro, cuando se informa (en prensa), el tratamiento alude a un hecho espordico y descontextualizado. Cuando esto ocurre (vea Anexo n5 y n 6), no se ponen de manifiesto las causas y circunstancias que traten de contextualizar lo sucedido, tan solo la noticia gira en torno al fallecimiento, sin ms. La sociedad afortunadamente va entendiendo el porqu de tantas mujeres asesinadas al cabo del ao, y aunque las cifras de fallecidos y fallecidas sean similares, para que eso ocurra con las personas sin hogar, resulta necesario ms presencia y otro tratamiento informativo en los medios. Siendo justos, en una de las noticias (vea Anexo n7), se habla

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sobre las personas sin hogar desde sus rutinas, la realidad de que muchos no quieren ser albergados, sobre determinados aspectos metodolgicos de los profesionales, la escasez de recursos despus del cierrre de la campaa de fro en la Comunidad de Madrid, entre otros aspectos. Se trata de querer explicar que estas personas estn en la calle no porque quieran, y que su situacin no es el resultado de una emergencia y que un dispositivo de emergencia no es una atencin suficiente.

Resulta interesante saber el nmero de personas sin hogar que viven en las calles y las que usan los recursos municipales (vea Anexo n1 y n 4), de cara a la configuracin de programas dirigidos a esta poblacin, y no solo por ello, sino por mostrar que estamos ante un fenmeno social que afecta a miles de personas, principalmente en las urbes y que requiere el abordaje no solo de unas determinadas polticas sociales, sino de la comprensin y corresponsabilidad de la ciudadana, para que sta sepa enfrentarse a este fenmeno en pro de su bienestar y progreso, ya que la sociedad tiende a rechazar y mostrar indiferencia (cuando no desprecio) a las personas sin hogar. Esta actitud incide en su aspecto ms vulnerable, la autoestima, lo que hace que sea ms difcil que se consideren a s mismos con posibilidades de reestablecer sus relaciones sociales, ser aceptadas en sus familias, encontrar un trabajo, etc.

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Podemos concluir que las noticias son verosmiles, pero en ningn caso autnticas, esto es, se trata de expresiones icnicas, en las que falta la presencia, la autenticidad lo convierte en elementos ms propios de una comunidad imaginaria, perpetuando prejuicios (ABRIL, 1997, p. 260).

3. Estrategias desde la comunicacin en favor de la inclusin social de las personas sin hogar

Tras ver de qu manera afecta el trato periodstico sobre el sinhogarismo, bajo un lenguaje errneo y con muchas lagunas en un plano terico, los siguientes epgrafes harn especial hincapi en el tratamiento informativo de las noticias que giren en torno a nuestro tema de estudio, adjuntando una serie de propuestas para que la informacin sea de calidad y, principalmente, no vaya en detrimento del colectivo.

Por otro lado, como profesionales del sector de la intervencin social, resulta necesario abordar el fenmeno del sinhogarismo ms all de una dimensin meditica, principalmente de los mbitos poltico, social y profesional.

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3.1. Propuestas para un tratamiento periodstico no discriminatorio e integrador.

A travs de una serie de propuestas, pretendemos mejorar el trato que los medios de comunicacin deberan dar a la hora de referirse a las personas sin hogar. Para que as sea, un periodista a la hora de informar sobre este colectivo, debiera conocer:

- Objetividad terica de los fenmenos sociales protagonistas de la noticia: se parte de la diversidad de la realidad de las personas sin hogar. Se trata de un colectivo muy heterogneo, pero como se vio en los primeros epgrafes, tiene caractersticas comunes.

- Visibilizacin de temas sociales: no solo informar cuando son noticias negativas, escandalosas, etc. Los medios de comunicacin deberan servir como altavoz de aquellos sectores de la sociedad ms excluidos, y como es este caso, nos encontramos con el colectivo ms prximo a la exclusin social.

- Corregir la connotacin negativa que acompaa a determinador trminos: luchar contra los estereotipos y la discriminacin. No generar opiniones en la poblacin equvocas.

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- Uso de la palabra persona acompaada de su correspondiente situacin: ya sean sin hogar, enfermos mentales o discapacitados, ante todo son personas, y eso hay que recalcarlo. Por otro lado, a la hora de referirse a las personas, no est bien hacerlo con siglas (por ejemplo: P.S.H),

- Uso de trminos neutros para evitar estigma: evitar palabras como "padece", "sufre", "aquejar", en de favor de presenta, tiene,

manifiesta. Aquellos trminos son ofensivos, inexactos e ignorantes.

- Incluir datos personales en caso de haber entrevistas: nombre, edad, origen, profesin, sentimientos, ideas (siempre con autorizacin), y no referirse a estas personas nicamente por el colectivo al que pertenecen.

- Que tomen la palabra: en pocas ocasiones hay entrevistas con las personas sin hogar, testimonio de su realidad, de darle el poder de que relate sus hechos, su visin de su situacin. Incluso, sera positivo conocer el testimonio de los voluntarios y/o profesionales, para que nos acercaran an ms a la realidad sobre la que se va a informar. Los medios de comunicacin deben tener en cuenta los procesos de exclusin y la vulneracin de derechos cotidiana que sufren las personas sin hogar, permitiendo que sean stos quienes expliquen su situacin.

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- No perder la sensibilidad y el inters por la realidad de las personas que viven en la calle. Visibilizar la realidad de stos.

- Crear mensajes positivos que luchen contra la discriminacin y el estigma social. Hay que utilizar un lenguaje que no sea peyorativo, ya no slo por un afn de lenguaje inclusivo, sino para entender, asumir y exponer las caractersticas que representen esa realidad. Es una manera a titulo individual de trasladar a la sociedad otra perspectiva del fenmeno por muy pequea que sea la escala de influencia, mediante el lenguaje.

En definitiva, ms presin a los medios de comunicacin para que apliquen un periodismo social y no sigan las reglas de los polticos o bien no copien las informaciones elaboradas por las agencias de noticias, sin revisar el vocabulario utilizado, cometiendo errores importantes en muchos casos.

3.2. Actuaciones dirigidas al empoderamiento de las personas sin hogar desde los mbitos poltico, social y profesional.

Tras un repaso de cmo los medios de comunicacin deberan informar, es conveniente no centrar solo el foco en un mbito meditico. Por supuesto que los medios tienen su parte de responsabilidad en el proceso de inclusin y/o exclusin de las personas sin hogar, difcil de cuantificar, pero

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lo tiene, como medio que genera opinin pblica, y como se ha demostrado, de una manera cuanto menos cuestionable. Pero existen otros 3 mbitos de igual o mayor responsabilidad, como lo son el mbito poltico, social y profesional. Desde cada uno de ellos, se trazarn unas lneas que a nuestro entender, allanaran el proceso de inclusin social de las personas sin hogar. En alguno de ellos habra que hacer ms incidencia y en otros plantearselo como un espacio por definir y desarrollar.

mbito

poltico:

Las

Administraciones

Pblicas

han

de

comprometerse en luchar contra el sinhogarismo, partiendo de polticas de prevencin, favoreciendo la insercin sociolaboral y el acceso a la vivienda para que las personas sin hogar recuperen su autonoma personal, garantizando la integracin social de las personas sin hogar, con programas que vayan ms all de recursos asistenciales (techo, ropa, abrigo, comida).

Un dato significativo lo facilita la Organizacin de Naciones Unidas, la cual estima que 100 millones de personas3 viven sin un hogar en el mundo. De estos, en Europa hay 3 millones, siendo el Reino Unido uno de los pases con el mayor nmero de personas sin hogar. Ante esta situacin, resulta necesario un abordaje poltico, y para ello, Critas Espaa, la Federacin de
3

Datos de 2005, bajo los siguientes criterios: aquel que duerme al aire libre, el que lo hace en la vivienda de un amigo, familiar o en algn inmueble al que accede y ocupa de forma ilegal (okupa) y el que duerme en un albergue/centro residencial.

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Asociaciones de Centros para la Integracin y Ayuda a Marginados (FACIAM) y la Federacin de entidades de apoyo a las Personas Sin Hogar (FEPSH) iniciaron la Campaa de las Personas Sin Hogar Nadie sin Hogar 2010-

2015, que junto con la Federacin Europea de Organizaciones Nacionales que trabajan con Personas Sin Hogar (FEANTSA), llevan a cabo el lema Acabar con el sinhogarimo es posible. El objetivo es erradicar el sinhogarimo para 2015, y no solo que nadie viva en las calle, sino que nadie viva en un alojamiento de emergencia o temporal por un periodo superior al necesario y que aquellos que abandonen una institucin (hospital,

residencia, prisin), que no se queden sin alternativa de alojamiento. Para ello, resulta necesario seguir destinando recursos econmicos, materiales y profesionales, para un abordaje integral.

Por otro lado es palpable que todava hoy existe una importante dificultad para articular servicios de atencin a personas sin hogar con profesionales suficientes para realizar una atencin adaptada a las

necesidades concretas de las personas (deterioro vital, falta de motivacin, problemticas de adicciones y/o salud mental). Existe un marcado carcter asistencialista de la atencin a las personas sin hogar.

- mbito social: La sociedad debe ser un actor importante a contribuir en la integracin social de las personas sin hogar. Ha de superar la actitud

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de indiferencia y desprecio, fruto del desconocimiento. Son un factor importante para que las personas sin hogar recuperen su autonoma y se integren en la sociedad como ciudadanos de pleno derecho. Para eso, es indispensable que reconozcamos las barreras que cada da todos

construimos frente a estas personas y tratemos de eliminarlas. Desde este mbito, planteamos dos interesantes propuestas:

- Uso de las TICS: Acercar la sociedad a las personas sin hogar y viceversa. Las personas sin hogar no slo se encuentran en situacin de extrema pobreza, sino que adems padecen una fuerte desvinculacin familiar y social, careciendo de redes para la comunicacin, ms all de las relaciones instrumentales que puedan generar entre personas que

compartan una misma o parecida situacin (compaeros de albergue, de parquet, etc.). Un uso adecuado uso de las Tecnologas de la Informacin y Comunicacin (TICs) podra suponer un elemento relevante en los procesos de inclusin, dada la gran relevancia de la tecnologa en la vida diaria de los individuos de esta sociedad. Abrir espacios de reflexin y dilogo entre las personas sin hogar (supervisado por los voluntarios y profesionales) y la sociedad en su conjunto, que permita establecer redes para el intercambio de experiencias y para el aprendizaje mutuo. Una aproximacin digital, que le sirva a la ciudadana para conocer la realidad de las personas sin hogar y a stas como una va de estmulo y de creacin de redes sociales.

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Trabajo

comunitario:

creando

espacios

de

participacin

interrelacin bidireccional entre la comunidad y las personas sin hogar, desde las instituciones que trabajen con este colectivo, realizando campaas de sensibilizacin, dirigidas a la ciudadana, para evitar actitudes de rechazo hacia las personas sin hogar y facilitando informacin a pie de calle a la poblacin en general de los factores que intervienen en el sinhogarismo.

Estas seran algunas claves en las que podra girar una intervencin comunitaria, que a travs de los voluntarios y profesionales llevaran a la calle la realidad de este fenmeno, tratando de generar actitudes solidarias y de participacin.

- mbito profesional: No podemos eludir nuestras responsabilidades ticas como profesionales de la intervencin social, entendidas siempre como parte de la demanda social y ejercicio profesional. No podemos seguir dejando que calen determinados trminos y/o estereotipos a travs del lenguaje, ya que el lenguaje no es neutro o inocente. Por otro lado resulta necesaria la reflexin y el rigor cientfico, acercarse desde la teora al colectivo con el que trabajamos, toma de conciencia, escribir y producir ms para tener ms calado, etc. Se debe ir ms all de ofrecer una atencin

asistencialista, en busca de un espacio para su intimidad, sus bienes, su formacin de una identidad en un entorno, su acceso a derechos sociales ms all de la pura subsistencia.

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4. Conclusin

El objetivo que planteamos es la importancia del lenguaje en el tratamiento informativo de los colectivos en situacin de vulnerabilidad y/o exclusin social por parte de los medios de comunicacin, en nuestro caso concreto, las personas sin hogar, como uno ms de los pasos necesarios para luchar contra su exclusin, mediante un lenguaje acorde a su realidad y que contemple los aspectos tericos, las caractersticas, dificultades y potencialidades del colectivo, y no slo las carencias, ya que los medios de comunicacin tienen una gran responsabilidad en la imagen pblica de las personas sin hogar a travs del lenguaje que utilizan.

A da de hoy, se sigue usando un lenguaje que invisibiliza, distorsiona y discrimina. Por el contrario, un tratamiento igualitario en el discurso meditico puede contribuir, no solo a visibilizar al colectivo, sino a acelerar sus procesos de integracin social. Resulta necesario que el lenguaje periodstico cambie e informe con calidad, todo ello enfocado no solo en

beneficio del colectivo, sino tambin en la toma de conciencia de la sociedad, en pro de una sociedad ms sensible y concienciada sobre los procesos de exclusin social, de cara a la igualdad de oportunidades, todo ello apoyado paralelamente por un abordaje poltico, social y profesional.

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