Declaraciones de La IASD

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Declaraciones sobre el Abuso Sexual Infantil Octubre de 1996.

RECOMENDADO, Aprobar la Declaracin sobre Abuso Sexual Infantil, de la siguiente manera: Declaracin sobre Abuso Sexual Infantil El abuso sexual infantil ocurre cuando una persona mayor o ms fuerte que el nio, usa su poder, autoridad o posicin de confianza para involucrar a un nio en una actividad o comportamiento sexual. Cualquier actividad sexual entre un nio y uno de sus padres, hermanos, parientes o padrastro, madrastra o padres adoptivos, es incesto. Los abusadores sexuales son mayormente varones y pueden ser de cualquier edad, nacionalidad, o contexto econmico social. Son generalmente personas casadas y que tienen hijos, un empleo respetable y que probablemente asisten a la iglesia regularmente. Es muy comn que los ofensores nieguen rotundamente su conducta abusiva, que se rehsen a ver sus acciones como un problema y que racionalicen su conducta o traten de echar la culpa a algo o alguien ms. Aunque es verdad que muchos abusadores manifiestan inseguridad y baja estima propia profundamente arraigadas, tales problemas no deben ser nunca aceptados como excusa para abusar sexualmente de un nio. La mayora de las autoridades en la materia coinciden en que el punto en cuestin, en relacin con el abuso sexual infantil, no es tanto un deseo sexual, sino el de poder y control. Cuando Dios cre a la familia humana, comenz con un matrimonio entre un hombre y una mujer sobre la base del amor y la confianza mutuos. Esta relacin es todava vigente para proveer el fundamento de una familia estable y feliz en la que la dignidad, el valor y la integridad de cada miembro de la familia se protejan y sea puesto en alto. Cada nio, sea del sexo masculino o femenino, debe ser corroborado como un regalo de Dios. Se les da a los padres el privilegio y responsabilidad de sostener, proteger y cuidar fsicamente a los hijos que Dios les ha confiado. Los nios deben ser capaces de honrar, respetar y confiar en sus padres sin correr el riesgo de abuso. La Biblia condena el abuso sexual en los trminos ms enrgicos. Considera como un acto de traicin y de abierta violacin de la dignidad de una persona, cualquier intento para confundir, empaar o denigrar los limites personales, generacionales o entre los sexos, a travs de conductas abusivas sexuales. Condena abiertamente los abusos de poder, autoridad y responsabilidad porque los tales apuntan al corazn mismo de los sentimientos ms profundos de las vctimas con respecto a s mismos, a otros y a Dios y destruyen su capacidad para amar y confiar. Jess utiliz un lenguaje muy severo para condenar las acciones de alguien que a travs de palabras o hechos hiciera tropezar a un nio. La comunidad Adventista Cristiana no est inmune al abuso sexual infantil. Creemos que la iglesia tiene la obligacin moral de involucrarse activamente en la prevencin del abuso sexual infantil. Estamos empeados tambin en la labor de ayudar a los

individuos abusados y abusadores, as como a sus familias, en su proceso de curacin y recuperacin y en hacer que los perpetradores, especialmente los profesionales de la iglesia y dirigentes de la misma, sean responsables por mantener una conducta apropiada, acorde con personas que ocupan posiciones de confianza y liderato espiritual. Como iglesia, creemos que nuestra fe nos llama a: 1. Poner en alto los principios cristianos en relacin con las relaciones familiares, en las que se reconozca como derechos ordenados por Dios, el respeto propio, la dignidad y pureza de los nios. 2. Proveer una atmsfera en la que los nios que han sido abusados puedan sentirse seguros al dar parte del abuso sexual sufrido y sentir que tienen alguien que puede escucharlos. 3. Informarse ampliamente acerca del abuso sexual y de su impacto en nuestra propia comunidad de la iglesia. 4. Ayudar a los ministros y dirigentes laicos a reconocer las seales de alerta con respecto al abuso sexual infantil y saber cmo responder apropiadamente cuando se sospecha que existe o cuando el nio informa haber sido abusado sexualmente. 5. Establecer relaciones de referencia efectivas con consejeros profesionales y agencias que atienden casos de asalto sexual, a los cuales debe informarse en forma apropiada y que pueden, a travs de sus recursos profesionales, ayudar a las victimas de abuso sexual y a la familia de las mismas. 6. Crear pautas/reglamentos en los niveles apropiados para ayudar a los dirigentes de la iglesia: a. Esforzarse por dar un trato justo a las personas acusadas de abuso sexual infantil. b. Hacer responsables por sus acciones a los perpetradores de abuso sexual y administrar la disciplina apropiada. 7. Apoyar la educacin y mejor preparacin de las familias y sus miembros al: a. Rectificar ciertas creencias religiosas y culturales comunes que podran ser utilizadas para justificar o encubrir el abuso sexual infantil. b. Formar en cada nio un sentimiento saludable en cuanto a su valor personal, que lo capacite para respetarse a s mismo y a los dems. c. Fomentar una relacin cristiana entre personas del sexo masculino y femenino tanto en el hogar como en la iglesia.

8. Proveer apoyo solicito y un ministerio emancipador en el seno de la comunidad de la iglesia, tanto a los sobrevivientes del abuso como a los abusadores, y permitindoles el acceso a una red de recursos profesionales disponibles en la comunidad. 9. Estimular a ms personas a recibir instruccin como profesionales de asuntos familiares, para facilitar el proceso de curacin y recuperacin de las vctimas de abuso y de los perpetradores. (Las declaraciones anteriores se basan en principios expresados en los pasajes bblicos siguientes: Gnesis 1:26-28; 2:18-25; Levticos 18:20; 2 Samuel 13:1-22; Mateo18:6-9; 1 Corintios 5:1-5; Efesios 6:1- 4; Colosenses 3:18-21; 1 Timoteo 5:5-8.)

Declaraciones sobre la Violencia Familiar Da 17 de octubre de 1996. VOTADO, Aprobar la Declaracin sobre Violencia Familiar, como sigue: Declaracin sobre Violencia Familiar. La violencia familiar es un asalto de cualquier tipo - verbal, fsico, emocional, sexual, o bien, negligencia activa o pasiva - cometido por una persona o personas en contra de otra dentro de la familia, ya sea que tales personas estn casadas, emparentadas, vivan juntas o aparte, o estn divorciadas. Las actuales investigaciones internacionales indican que la violencia familiar es un problema global. Ocurre entre individuos de todas las edades y nacionalidades, en todos los niveles socioeconmicos y en familias de cualquiera de todas las religiones o sin religin alguna. Se ha encontrado que el promedio total de incidencias es similar en las comunidades urbanas, suburbanas y rurales. La violencia familiar se manifiesta en formas diferentes. Por ejemplo, puede tratarse de un ataque fsico en contra del cnyuge. Se consideran tambin como abuso los asaltos emocionales, tales como amenazas verbales, arranques de ira, menosprecio de la otra persona y demandas irreales en cuanto a la perfeccin. Puede adoptar la forma de coercin fsica y violencia en el marco de la relacin marital sexual, o la amenaza de violencia a travs de intimidacin verbal o conductas no verbales. Incluye comportamientos tales como incesto y maltrato o negligencia que dan como resultado lesiones y daos perpetrados en menores de edad y causados por parte de uno de los padres u otro guardin. La violencia en contra de los ancianos puede manifestarse en forma de abuso fsico, psicolgico, sexual, verbal y abuso o negligencia mdicos. La Biblia indica claramente que la marca que distingue a los creyentes cristianos es la calidad de sus relaciones humanas en la iglesia y en la familia. Corresponde ms al espritu de Cristo, el amar y aceptar, el buscar la edificacin y confirmacin o ratificacin de los dems, que el abusar de ellos o denigrarlos. No hay cabida entre los seguidores de Cristo para el control tirnico y el abuso del poder o la autoridad. Motivados por el amor de Cristo, sus discpulos son llamados a mostrar respeto y preocuparse por el bienestar de los dems, a aceptar tanto a hombres como a mujeres como iguales y a reconocer que cada persona tiene derecho al respeto y la dignidad. Al fallar en relacionarse con los dems de esta manera, se viola su condicin de persona y se desvaloriza a los seres humanos creados y redimidos por Dios. El apstol Pablo se refiere a la iglesia como a la familia de la fe que funciona como la familia ms amplia de cada miembro, ofreciendo aceptacin, comprensin y consuelo a todos, especialmente a aquellos que estn lastimados o en desventaja. Las Escrituras presentan a la iglesia como a una familia en la que el crecimiento personal y espiritual es una realidad y en la que los sentimientos de traicin, rechazo y dolor dan lugar a sentimientos de perdn, confianza y plenitud. La Biblia habla tambin de la responsabilidad personal cristiana de proteger el propio cuerpo de la profanacin, siendo que es el templo de Dios. Desafortunadamente, la violencia familiar ocurre en muchos hogares cristianos. Jams podr condonarse. Afecta severamente la vida de todos los implicados y con frecuencia trae como resultados a largo plazo, percepciones distorsionadas de Dios, de la propia persona y de los dems. Creemos que la iglesia tiene una responsabilidad: 1. Prestar ayuda a quienes sufren de violencia familiar y responder a sus necesidades al: a. Escuchar y aceptar a quienes sufren de abuso, amndolos y confirmndolos como personas dignas y valiosas. b. Sealar las injusticias del abuso y hablar en defensa de las vctimas tanto dentro de la comunidad de la fe, como de la sociedad.

c.

Proveer un ministerio servicial y de apoyo a las familias afectadas por la violencia y el abuso, procurando habilitar tanto a las vctimas como a los perpetradores para que tengan acceso a la red de recursos profesionales disponibles en la comunidad.

d. Ofrecer un ministerio de reconciliacin cuando el arrepentimiento del perpetrador hace posible que se contemple el perdn y la restauracin de las relaciones. El arrepentimiento incluye siempre la aceptacin completa de la responsabilidad con respecto a los males cometidos, el estar dispuesto a hacer restitucin en toda forma posible y efectuar cambios en el comportamiento para eliminar el abuso. e. Enfocar la luz del evangelio sobre la naturaleza de la relacin esposo-esposa, padres-hijos y otras relaciones cercanas y habilitar a los individuos y familias para que crezcan en el ideal de Dios al vivir juntos. Precaverse del ostracismo tanto de victimas como de perpetradores dentro de la comunidad de la familia de la iglesia, haciendo siempre responsable a los perpetradores por sus acciones. 2. Fortalecer la vida familiar al: a. Proveer educacin sobre vida familiar que est orientada hacia el elemento de la gracia e incluya una comprensin bblica de la reciprocidad, igualdad y respeto indispensables en las relaciones cristianas. b. Aumentar la comprensin de los factores que contribuyen a la violencia familiar. c. Desarrollar formas de prevenir el abuso y la violencia y su ciclo recurrente frecuentemente observado dentro de las familias y a travs de las generaciones.

d. Rectificar creencias religiosas y culturales que podran ser usadas para justificar u ocultar la violencia familiar. Por ejemplo, aunque Dios ha instruido a los padres que corrijan a sus hijos en forma conducente a su regeneracin, esta responsabilidad no les da licencia para usar medidas disciplinarias punitivas severas. e. Aceptar nuestra responsabilidad moral para estar alertas y responder al abuso perpetrado dentro de las familias de nuestras congregaciones y comunidades y declarar que tal conducta abusiva es una violacin a las normas cristianas adventistas. Cualquier indicacin o informe en relacin con abusos cometidos no debe ser minimizado, sino considerado seriamente. Permanecer como miembros indiferentes e insensibles a tales informes es condonar, perpetuar y posiblemente hacer extensiva la violencia familiar. 3. Si hemos de vivir como hijos de luz, debemos iluminar la oscuridad dondequiera que la violencia familiar se suceda en nuestro medio. Debemos cuidar los unos de los otros, aun cuando sea ms fcil permanecer sin comprometernos. (La declaracin anterior se basa en principios expresados en los pasajes bblicos siguientes: xodo 20:12; Mateo 7:12; 20:25, 26; Marcos 9:33-35; Juan 13:34; Romanos 12: 10,13; 1 Corintios 6:19; Glatas 3:28; Efesios 5:2,3; 6:4; Colosenses 3:12-14; 1 Tesalonicenses 5:5-8.)

Declaracin de Principios sobre Observancia del Sbado - Pautas Noviembre de 1990 En armona con la Biblia y el Espritu de Profeca, el siguiente documento puede servir como pauta, para dar respuestas a ciertas preguntas, las cuales no se oponen de ninguna manera al derecho del individuo de seguir los dictados de su propia conciencia segn sea dirigida por el Espritu Santo. RECOMENDADO, Reconocer el siguiente documento sobre la observancia del sbado: Observancia del Sbado - Pautas Propsito y Perspectiva: El objetivo principal de este documento sobre la observancia del sbado es proporcionar consejo o directivas a los miembros de iglesia que desean una experiencia ms rica, ms significativa en la observancia del sbado. Se espera que ste ofrezca un mpetu a nivel mundial, que conduzca a una autntica reforma en la observancia del sbado. Conscientes del hecho de que la comunidad religiosa mundial enfrenta numerosos problemas en la observancia del sbado, que surgen dentro de un determinado contexto ideolgico y cultural, se ha hecho un esfuerzo por dar consideracin a estas dificultades. No es la intencin de este documento contestar cada pregunta relacionada con la observancia del sbado, sino presentar los principios bblicos y las orientaciones dadas por el Espritu de Profeca que ayuden a los miembros de iglesia en su esfuerzo por seguir la direccin del Seor. Se espera que los consejos dados en este documento sirvan de ayuda, pero la decisin final en cuanto a qu hacer en determinadas circunstancias crticas, debe estar motivada por la fe y la confianza personales en el Seor Jesucristo. El Sbado - Una Salvaguardia de Nuestra Relacin con Dios. El sbado abarca nuestra relacin total con Dios. Es una indicacin de la actuacin de Dios en nuestro favor en el pasado, presente y futuro. El sbado protege la amistad del hombre con Dios y provee el tiempo esencial para el desarrollo de esa relacin. El sbado aclara la relacin entre Dios y la familia humana, porque seala a Dios como el Creador en un tiempo cuando los seres humanos quisieran usurpar la posicin de Dios en el universo. En esta poca de materialismo, el sbado dirige a hombres y a mujeres hacia lo espiritual y lo personal. Las consecuencias de olvidarse del da sbado, y no santificarlo, son serias. Esto llevara a la distorsin y eventual destruccin de la relacin existente entre una persona y Dios. Cuando se observa el sbado, ello es un testimonio del descanso que viene de confiar solamente en Dios como nuestro sustentador, como la base de nuestra salvacin, y como el fundamento de nuestra esperanza en el futuro. Como tal, el sbado es una delicia porque hemos entrado en el reposo de Dios y hemos aceptado la invitacin de confraternizar con El. Cuando Dios nos pide que nos acordemos del da sbado, El lo hace porque quiere que lo recordemos a El. Principios y Teologa de la Observancia del Sbado: Naturaleza y Propsito del Sbado. El origen del sbado se encuentra en la misma creacin, cuando Dios descans de su obra en el da sptimo (Gnesis 1-3). El sbado tiene significado como seal perpetua del pacto entre Dios y su pueblo para que supiesen quin era Aquel que los haba creado (xodo 31:17) y los santificaba (xodo 31:13; Ezequiel 20:12), y conocieran que El era su Seor y Dios (Ezequiel 20:20). La Singularidad del Sbado. El sbado es una ocasin especial para adorar a Dios como Creador y Redentor, y como Seor de la vida con quien la familia humana se reunir en la segunda venida. El mandamiento del sbado est en el centro de la ley moral como sello de la

autoridad divina. Ya que ste es un smbolo de la amante relacin de Dios con sus hijos terrenales, los seres humanos estn en la obligacin de respetar este don en el sentido de que harn todo lo que est en su poder para promover y participar de actividades que les ayuden a establecer e intensificar una relacin duradera con Dios. Por lo tanto, su pueblo se comprometer slo en aquellas actividades dirigidas a Dios y a sus semejantes, y no a aquellas que llevan a la gratificacin e intereses personales. La Universalidad del Sbado. La universalidad del sbado est enraizada en la creacin; por lo tanto, sus privilegios y obligaciones se exigen a todas las naciones, sectores, o clases. (Ver xodo 20:11; 23:12; Deuteronomio 5:13; Isaas 56: 1- 8). La observancia del sbado pertenece a todos los miembros del hogar, incluyendo a los hijos, y se extiende aun al extranjero que habita en medio de ti (xodo 20:10). Tiempo de Duracin del Sbado. Informacin bblica: El sbado comienza al final del sexto da de la semana y dura un da, de tarde a tarde (Gnesis 1; Marcos 1:32). Este tiempo coincide con el tiempo de la puesta del sol. Siendo que es muy difcil lograr una clara demarcacin de la hora exacta de la puesta del sol, la observancia del sbado comenzar al final del da como lo marca la disminucin de la luz. Principios Orientadores para la Observancia del Sbado. A pesar de que la Biblia no trata directamente con muchas de las preguntas especficas que podamos tener en relacin a la observancia del sbado en nuestros das, nos ofrece principios generales que son aplicables hoy (ver xodo 16:29; 20:8-11; 34:21; Isaas 58:13; Nehemas 13:15-22). Este concepto, sin embargo, no es un apoyo para una inactividad total. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento nos invitan a atender las necesidades y aliviar los sufrimientos de los dems, porque el sbado es un buen da para todos, especialmente para los humildes y oprimidos (xodo 23:12; Mateo 12:10-13; Marcos 2:27; Lucas 13:11-17; Juan 9:1-21). La ley prohbe el trabajo secular en el da de reposo del Seor; debe cesar el trabajo con el cual nos ganamos la vida; ninguna labor que tenga por fin el placer mundanal o el provecho es lcita en ese da; pero como Dios abandon su trabajo de creacin y descans el sbado y lo bendijo, el hombre ha de dejar las ocupaciones de su vida diaria, y consagrar esas horas sagradas al descanso sano, al culto y a las obras santas. (El deseado de todas las Gentes, pgina 177). A pesar de realizar buenas obras durante el sbado, stas no deberan oscurecer la principal caracterstica bblica de la observancia del sbado, es decir, descanso (Gnesis 2:1-3). Esto incluye tanto el descanso fsico como el espiritual en Dios (xodo 23:12; Mateo 11:28). El ltimo lleva al observador del sbado a buscar la presencia y la comunin con Dios mediante la adoracin (Isaas 48:13), ya sea en meditacin tranquila (Mateo 12:1-8), o en culto pblico (Jeremas 23:32, 2 Reyes 4:23; 11:4-12; 1 Crnicas 23:30; Isaas 56:1- 8). Su objetivo es reconocer a Dios como Creador y Redentor (Gnesis 2:1-3; Deuteronomio 5:12-15), y para compartirlo con los miembros de la familia y la comunidad (Isaas 56:1-8). El Sbado y la Autoridad de la Palabra de Dios. Elena de White destaca el hecho de que el mandamiento del sbado es nico, porque contiene el sello de la ley de Dios. Este es el nico de los mandamientos que contiene tanto el nombre como el ttulo del Legislador. Declara que es el Creador del cielo y de la tierra, y revela as el derecho que tiene para ser reverenciado y adorado sobre todos los dems. Aparte de este precepto, no hay nada en el Declogo que muestre, qu autoridad fue la que promulg la ley. (Conflicto de los Siglos, pginas 504, 505). El sbado es la seal que muestra al Creador como propietario y autoridad. Una observancia significativa del sbado indica, por lo tanto, que se acepta a Dios como Creador y Propietario y se reconoce su autoridad sobre toda la creacin, incluyndose a uno mismo. La observancia del sbado se basa en la autoridad de la Palabra de Dios. No existe otra razn lgica para ello. Los seres humanos tienen la libertad de entrar en una relacin con el Creador del universo como con un amigo personal. Los observadores del sbado a veces tendrn que enfrentar resistencia debido a su compromiso con Dios de mantener santo el sbado. Para aquellos que no

reconocen a Dios como su Creador, parece arbitrario o inexplicable que alguien deje todo trabajo durante el da sbado meramente por razones religiosas. La observancia significativa del sbado testifica el hecho de que hemos elegido obedecer los mandamientos de Dios. De esta forma reconocemos que nuestra vida la vivimos ahora en obediencia a la Palabra de Dios. El sbado ser una prueba especial al fin del tiempo. El creyente tendr que elegir entre ser fiel a la Palabra de Dios o a la autoridad humana (Apocalipsis 14:7-12). El Hogar y la Vida de Familia en Conexin con el Sbado: Introduccin. La vida de hogar es la piedra fundamental de una adecuada observancia del sbado. Cuando las personas guarden conscientemente el sbado en su hogar y acepten sus responsabilidades como miembros de la familia, slo entonces podr la iglesia mostrar al mundo el gozo y los privilegios del santo da de Dios. Diferentes Clases de Hogares. En el siglo veinte existen diferentes clases de hogares, por ejemplo: el hogar donde est el esposo, la esposa y los hijos; el hogar donde los esposos no tienen hijos; el hogar donde hay un padre o una madre sin su compaero y los hijos (donde por causa de muerte o divorcio, uno de los padres debe actuar en los roles de padre y de madre); el hogar en el cual la persona no se ha casado nunca o donde la muerte o el divorcio lo han dejado solo y no hay hijos involucrados; est tambin el hogar donde slo uno de los padres es miembro de iglesia. Al atender las necesidades y problemas de estos diferentes grupos familiares, debiera entenderse que algunos de los principios y sugerencias enunciadas se pueden aplicar a todos los grupos y que otros son ms especializados. Dos Instituciones Sagradas: El Hogar y el Sbado. En el principio Dios coloc un hombre y una mujer en el Jardn del Edn, el cual sera su hogar. Tambin, En el principio Dios dio a los seres humanos el sbado. Estas dos instituciones: el hogar y el sbado, van juntas. Ambas son dones de Dios, por lo tanto, ambas son sagradas. La ltima enriquece de una forma nica los lazos de la primera. La estrecha comunin en el hogar es un elemento importante. Tambin es un elemento importante del sbado, la comunin con otros seres humanos, pues hace que la familia se acerque ms a Dios y que los miembros se acerquen ms unos a otros. Visto desde esta perspectiva, no se puede subestimar la importancia del sbado para el hogar. Responsabilidades de los Adultos como Maestros. Cuando Dios eligi a Abraham como padre de su pueblo escogido, dijo, Porque yo s que mandar a sus hijos y a su casa despus de s (Gnesis 18:19). Entonces, es claro, que les ha sido entregado a los adultos una enorme responsabilidad en cuanto al bienestar espiritual de sus hijos. Tanto por precepto como por ejemplo, deben stos ofrecer cierta estructura y atmsfera que haga del sbado una delicia y una parte vital de la vida cristiana, de tal manera, que mucho despus que los hijos hayan abandonado el hogar, continen con las costumbres que se les enseara cuando nios. En armona con este mandato, Y las repetirs a tus hijos [(los mandamientos de Dios) (Deuteronomio 6:4-9)], los miembros adultos de la familia deberan ensear a sus hijos a amar a Dios y a guardar sus mandamientos. Les debieran ensear a ser leales a Dios y a seguir sus indicaciones. Los nios deben ser enseados a participar en el culto familiar desde su ms tierna infancia para que el culto en la casa de Dios sea una extensin de una costumbre familiar. Tambin desde la infancia, se debe ensear a los nios la importancia de asistir a la casa de Dios para adorar y estudiar la Biblia. Los adultos en la familia deben dar el ejemplo al asistir a los cultos en sbado, proveyendo el modelo que se ver como importante cuando les toque decidir sobre las cosas que realmente valen en la vida. A medida que crecen y maduran, los nios deben ser enseados por medio de conversaciones, y el estudio de la Biblia, el significado del sbado, la relacin de ste con la vida cristiana, y la perdurable cualidad que posee. Preparacin para el Sbado. S el sbado ha de ser observado en forma adecuada, entonces toda la semana debiera programarse de tal forma que cada miembro est listo para dar la

bienvenida al santo da del Seor cuando ste llegue. Esto significa que los miembros adultos de la familia harn planes para que las tareas - compra y preparacin de alimentos, ropas listas, y otras necesidades de la vida diaria - estn terminadas antes de la puesta del sol del viernes. El da de reposo debiera ser el eje central alrededor del cual gira toda la semana. Cuando ya llega el viernes y la puesta del sol se acerca, los adultos y los nios debern estar listos para dar la bienvenida al sbado con la mente tranquila, los preparativos terminados y el hogar listo para pasar las prximas 24 horas en comunin con Dios y con nuestros hermanos. Los nios pueden ayudar para que se logre esta preparacin si son responsables de algunos preparativos, lgicamente de acuerdo a su madurez. La forma en que la familia enfoque el comienzo del sbado a la puesta del sol del viernes, y la forma en que utilice esa noche, ser el escenario para la recepcin de las bendiciones que el Seor ha guardado para el da siguiente. Vestimenta Adecuada para el Sbado. Cuando hay nios en el hogar, el sbado por la maana mientras la familia se viste para ir a la iglesia, los adultos deben, por precepto y ejemplo, ensear, a los nios que una de las maneras de honrar a Dios es presentarse en la iglesia con ropa limpia y adecuada de acuerdo a la cultura en la cual viven. La Importancia de la Escuela Sabtica. Cuando los nios no tienen el privilegio de asistir a una escuela adventista, la escuela sabtica se convierte en el medio ms importante para la instruccin religiosa adems del hogar. No puede sobreestimarse el valor de esta hora de estudio de la Biblia. Es por esta razn que los padres debieran asistir a los cultos matutinos del sbado y llevar sus hijos con ellos. Las Actividades de la Familia Durante el Sbado. En la mayora de las culturas, la hora del almuerzo sabtico, cuando la familia est reunida alrededor de la mesa familiar, es el momento culminante de la semana. El espritu de gozo y sagrada comunin que comenz al levantarse y aliment durante los cultos en la iglesia, ahora se intensifica. Al quedar libres de las distracciones seculares, la familia puede conversar, de temas de inters mutuo y mantener el ambiente espiritual del sagrado da. Cuando se comprende que el sbado es sagrado, y existe una relacin amante entre padres e hijos, todos colaborarn para evitar durante las horas sagradas la intrusin de msica secular, radio, programas de TV, peridicos, libros y revistas seculares. En cuanto sea posible, los sbados de tarde debieran pasarse en actividades con la familia: explorando la naturaleza, haciendo visitas misioneras a presidiarios, a enfermos, y a otros que necesitan que se les imparta nimo, y participando de la reunin de jvenes le la iglesia. Cuando los nios son ms grandes, las actividades se ampliarn para abarcar a otros grupos de nios de la misma edad, teniendo siempre en mente la pregunta, me ayudar esta actividad a comprender mejor la verdadera naturaleza y santidad del sbado? Al observar en forma adecuada el sbado, el hogar tendr una influencia perdurable por siempre y por la eternidad. La Observancia del Sbado y las Actividades Recreativas Introduccin. La observancia del sbado incluye tanto el culto como la comunin. La invitacin para gozar ambos es amplia y generosa. El culto sabtico de adoracin est dirigido a Dios y generalmente se realiza en medio de la comunidad de creyentes. Esta misma comunidad ofrece comunin. Tanto el culto como la comunin ofrecen un potencial ilimitado para alabar a Dios y enriquecer nuestra vida como cristianos. Cuando se distorsiona el culto o la comunin, o se abusa de ambos, entonces la alabanza a Dios y el enriquecimiento personal estn amenazados. El sbado, como don de que Dios se entrega a s mismo a nosotros, es un gozo real en el Seor. Tambin es la oportunidad para que los creyentes reconozcan y alcancen todo ese potencial que Dios les da. Es por esto que el sbado es una delicia para los creyentes. Factores Ajenos a la Observancia del Sbado. Fcilmente pueden entrometerse en el sbado elementos ajenos a su espritu. El creyente debe estar siempre alerta a los factores ajenos en su experiencia de adoracin y de comunin que podran menoscabar la comprensin que uno tenga de la santidad del sbado. El sentido de santidad del sbado est particularmente amenazado

por las actividades impropias en la camaradera y actividades errneas. Al contrario de esto, la santidad del sbado es realzada cuando el Creador permanece como el centro del santo da. Un Fenmeno de Condicionamiento Cultural en la Observancia del Sbado. Es importante comprender que los cristianos rinden obediencia a Dios y que, por lo tanto, observan el sbado en el ambiente cultural e histrico del lugar donde viven. Tambin es posible, que tanto la historia como la cultura condicionen y distorsionen falsamente nuestros valores. Apelando a la cultura podramos ser culpables de permitirnos o excusarnos para participar en actividades deportivas o recreativas incompatibles con la santidad del sbado. Por ejemplo, ejercicio fsico intenso y diversas formas de turismo que estn fuera de armona con la verdadera observancia del sbado. Es contrario a una experiencia espiritual cualquier intento por reglamentar la observancia del sbado ms all de los principios bblicos, tal como hacer una lista de prohibiciones sabticas. El cristiano examinar a la luz de los principios su propia experiencia sabtica. El sabe que el propsito fundamental del sbado es fortalecer los lazos de unin con su Dios; por lo tanto, son aceptables todas las actividades guiadas por principios bblicos, que contribuyen a ese fortalecimiento. Nadie puede evaluar correctamente los motivos personales de los otros, por esto, un cristiano debe ser muy cuidadoso y no criticar a sus hermanos que viven en otro contexto cultural diferente al suyo, y realizan actividades recreativas aprobadas por ellos. Durante los viajes, los turistas adventistas debieran hacer todo lo posible para observar el sbado con sus hermanos creyentes en cualquier rea donde se encuentren. Para respetar la santidad del sptimo da, se recomienda que los adventistas eviten usar el da como un feriado utilizndolo para visitar y realizar actividades seculares. Las Iglesias y las Instituciones de la Iglesia Al dar pautas y reglamentos especficos, tanto para la Iglesia como un todo y a sus instituciones, la Iglesia est ofreciendo a la hermandad un ejemplo de la observancia del sbado. Es responsabilidad de los miembros aplicar en sus propias vidas los verdaderos principios de la observancia del sbado. La iglesia puede ayudar ofreciendo principios de observancia del sbado tal como se encuentra en la Biblia y en el Espritu de Profeca, pero no pueden actuar en lugar de la conciencia de los miembros. Iglesias - Papel de la Iglesia y de la Familia en las Actividades del Sbado de Tarde. A los pastores y dirigentes de la iglesia se les ha confiado la responsabilidad de planificar cuidadosamente las actividades para los nios, jvenes, adultos y ancianos, como tambin para las familias y las personas solas. Al planificar, deben enfatizar la importancia de hacer del sbado un da de gozo, de adoracin y descanso. Las actividades de la iglesia debieran complementar, y nunca reemplazar, las actividades de la familia y del hogar. Iglesias - Msica para el Sbado. La msica tiene un impacto poderoso en el nimo y emociones de la persona. Los dirigentes de la iglesia seleccionarn la msica y a los msicos que realcen la atmsfera de adoracin del descanso sabtico y la relacin de la persona con Dios. Los ensayos de coro debieran evitarse cuando existan otras reuniones regularmente establecidas durante la hora en que piensan ensayar. Iglesias - Actividad Misionera en la Comunidad. Aunque los cristianos pueden participar en cierto tipo de trabajo social en beneficio de los alumnos, de los jvenes, y de los pobres de los barrios marginales en las ciudades, pueden todava ejercer una influencia ejemplar y consistente sobre stos, de cmo observar el sbado. Si se participa en una escuela de extensin o en clases especiales para nios y jvenes, pueden elegir temas y clases que sean diferentes de los temas seculares y comunes que dan durante la semana. Podran ofrecer actividades que contribuyan a la cultura espiritual. Las horas de recreo pueden ser reemplazadas por caminatas en el vecindario y en la naturaleza. Paseos por la naturaleza o visitas en terreno que exigen un esfuerzo mnimo, pueden reemplazar a los temas y clases seculares.

Iglesias - Recoleccin. Es costumbre generalizada en la Iglesia Adventista que la recoleccin se realice en otro da que no sea sbado. Donde se practica recolectar en sbado, debiera existir un plan que ofreciese beneficios espirituales a todos los participantes. Iglesias - Recoleccin de Fondos en Sbado. La doctrina de la mayordoma cristiana se encuentra a travs de las Escrituras. El acto de dar tiene un lugar definido durante los cultos. Cuando se hacen llamados para dar fondos, debieran hacerse de tal manera que enfaticen la santidad del culto como del sbado. Iglesias - Casamientos en Sbado. El culto del matrimonio es sagrado y en s mismo no est fuera de la armona con el espritu de observancia del sbado. Sin embargo, la mayora de los casamientos exigen mucho trabajo y en los preparativos para la recepcin es casi inevitable que surja un ambiente secular. Para que el espritu del sbado no se pierda, debera desanimarse la realizacin de casamientos en este da. Iglesias - Funerales en Sbado. En forma general, los adventistas debieran evitar realizar funerales durante el sbado. Es verdad que en ciertos climas y circunstancias, puede ser necesario que se realice sin demora el funeral, a pesar de ser sbado. En esos casos, debieran hacerse los arreglos por adelantado con la empresa fnebre y con los empleados del cementerio, y de esta forma reducir el trabajo y la conmocin durante el sbado. En algunos casos puede realizarse un culto el sbado y dejar el entierro para el da siguiente. Las Instituciones de Salud de la Iglesia Adventista. Las instituciones de salud ofrecen a muchas personas su nica oportunidad de contacto con la Iglesia Adventista. Los hospitales adventistas deben ser mucho ms que meros sistemas que ofrecen cuidados de la salud. Estos tienen la oportunidad nica de ser un testimonio cristiano las 24 horas del da a la comunidad que sirven. Adems tienen el privilegio de presentar por el ejemplo, cada semana, el mensaje del sbado. Cristo nos dio ejemplo al sanar y soltar las ligaduras fsicas de la enfermedad, aun en sbado. Es a este ejemplo al que debemos mirar como nuestra base al establecer y operar las instituciones de salud adventistas. Es por este motivo, que una institucin que ofrece al pblico atencin mdica, debe estar preparada para ministrar las necesidades del enfermo y doliente, sin tomar en cuenta la hora o el da. Este enfoque pone una gran responsabilidad sobre cada institucin para que planifiquen e implementen reglamentos que reflejen el ejemplo de Cristo y se mantengan los principios bblicos de la observancia del sbado enseados por la iglesia adventista. Los administradores tienen una responsabilidad especial de tratar de que todos los departamentos mantengan el verdadero espritu de la observancia del sbado, instituyendo procedimientos adecuados para el sbado y evitar as la laxitud durante su observancia. Se recomiendan los siguientes principios para la aplicacin de la observancia del sbado: 1. Proporcionar cuando sea necesario, con gusto y con alegra, cuidado mdico de emergencia y de elevado nivel de excelencia. Sin embargo, no debieran las instituciones y mdicos adventistas ofrecer el mismo tipo de atencin o servicio clnico durante el sbado como lo hacen durante los das de la semana. 2. No continuar con las actividades de rutina que pueden postergarse. Eso significa, que deben cerrarse todos los servicios y departamentos que no estn relacionados directamente con el paciente y que debe mantenerse una cantidad mnima de personal calificado en otros departamentos para atender emergencias. 3. Postergar diagnsticos y servicios teraputicos electivos. Las decisiones sobre qu es necesario o de emergencia, debieran ser hechas por el mdico que atiende. Si se abusara de este privilegio, la administracin del hospital debiera intervenir y no dejar a los empleados no administrativos la decisin de este tipo de cosas o tener que enfrentar al mdico que atiende. Se pueden evitar malos entendidos, si se deja claro en las reuniones del personal mdico y por intermedio de reglamentos, que slo se realizarn aquellas

cirugas, diagnsticos o tratamientos teraputicos que son impostergables dada la condicin del paciente. En el momento de contratar al personal se puede dejar en claro todo esto, y eso ayudar a evitar abusos y malos entendidos. Se debe desalentar o limitar la ciruga electiva o por conveniencia durante el viernes. Hacer que los pacientes estn en el hospital durante los fines de semana les ayuda a evitar que pierdan das de trabajo, sin embargo, esto hace que el primer da post-operativo, usualmente durante el cual se necesita ms cuidado de enfermeras, sea el sbado. 4. Cerrar las oficinas de administracin y contabilidad a la rutina de los negocios. Aunque podra ser necesario ingresar o dar de alta a los pacientes en sbado, se recomienda evitar la entrega de recibos o el cobro de dinero. No debiera ser nunca un motivo de irritacin guardar el sbado, para aquellos que tratan de servir y salvar, sino todo lo contraro, que ste sea un distintivo de que son hijos de la luz (Efesios 5:8; Los Hechos de los Apstoles, pgina 214). 5. Hacer del sbado un da agradable para los pacientes, proveyendo un recuerdo de testimonio cristiano que nunca olvidarn. Es mucho ms fcil conseguir observar significativamente el sbado en instituciones donde predomina personal adventista. Es posible para los empleados creyentes presentar el sbado a una luz adecuada mientras cuidan de los pacientes, y pueden perfectamente bien ser una influencia convincente en las vidas de aquellos que no son de nuestra fe. 6. El cuidado directo del enfermo es una actividad de siete das a la semana. La enfermedad no tiene calendario. Sin embargo, cuando se prepara el horario del personal, las instituciones de salud debieran tomar en cuenta las creencias religiosas sinceras, la observancia y prcticas de cada empleado o posible empleado. La institucin debiera hacer arreglos razonables para tales creencias religiosas a menos que se demuestre que tales arreglos traern problemas en su funcionamiento. Se reconoce que la conciencia del individuo vara en relacin al adecuado empleo del sbado. Ni la iglesia ni sus instituciones pueden actuar como la conciencia de sus empleados. En lugar de esto, debieran hacerse ajustes razonables en beneficio de la conciencia individual. 7. Resistir las presiones para rebajar las normas adventistas. Algunas instituciones han sido presionadas por la comunidad, por el personal mdico, y/o empleados (donde la mayora no es adventista), para abandonar o debilitar los principios de la observancia y prcticas en el sbado y que ste sea tratado como cualquier otro da. En algunos casos, se ha ejercido presin para mantener todos los servicios durante el sbado y disminuirlos el domingo. Debe resistirse con vigor una accin tal. La condescendencia puede provocar un serio anlisis de la relacin de esa institucin con la iglesia. 8. Ensear a los empleados no adventistas los principios practicados por la institucin en relacin con el sbado. Cada empleado no adventista, en el momento de su contrato en una institucin adventista de salud, debiera ser advertido de los principios de la iglesia adventista, especialmente de los reglamentos institucionales que tienen que ver con la observancia del sbado. Aunque los no adventistas no crean como nosotros, debieran de todas formas conocer desde el principio, la forma en que se espera que ellos se ajusten al programa de la institucin, para ayudar a sta a alcanzar sus objetivos. 9. Estimular en los empleados adventistas una actitud de continuo testimonio cristiano. El nico contacto que muchos empleados no adventistas pueden tener con los adventistas, puede ser en la institucin que los emplea. Toda relacin debiera ser, por lo tanto, amistosa, amable y una expresin del amor que ejemplifica la vida y la obra del Gran Mdico. La compasin por el enfermo, la consideracin generosa por sus colegas, una voluntad de servir, una ilimitada lealtad a Dios y a la iglesia pueden ser sabor de vida para vida. Guardar el sbado es un privilegio y un honor tanto como un deber. Nunca debiera ser una carga o una molestia para aquellos que lo guardan o para aquellos que nos rodean.

Trabajo en Sbado en Hospitales no Adventistas. Aunque es esencial en las instituciones mdicas que se realice un mnimo de trabajo todo el tiempo, para poder mantener el bienestar y comodidad de los pacientes, los empleados adventistas que trabajan en instituciones no denominacionales, donde las horas del sbado no alunan de la rutina del deber, estn bajo la obligacin de recordar los principios que reglamentan todas las actividades sabticas. Para evitar situaciones donde nuestros miembros de iglesia podran enfrentar problemas para guardar el sbado, se recomienda que: 1. Cuando los adventistas aceptan empleos en hospitales no adventistas, deben manifestar sus principios de observancia del sbado y solicitar un horario que los libere de trabajo en sbado. 2. Donde los horarios de trabajo y otros factores hagan esto imposible, los adventistas debieran claramente dejar establecidos los deberes que puedan conscientemente realizar el sbado y la frecuencia de los mismos de all en adelante. 3. Donde no se pueda realizar ninguno de los arreglos mencionados arriba, los miembros debieran hacer de su lealtad a los requerimientos de Dios lo mximo y abstenerse del trabajo rutinario. Las Instituciones Educativas Adventistas del Sptimo Da. Los colegios adventistas con internado tienen un papel importante en la formacin de hbitos de observancia del sbado en las futuras generaciones de miembros de iglesia. De la misma forma lo tienen los colegios y universidades al moldear el pensamiento de la clase pastoral profesional. Es, por consiguiente, importante, que tanto la teora como la prctica de cmo aumentar el gozo de las bendiciones sabticas en estas instituciones se acerquen lo mximo posible al ideal. La aplicacin de estos principios incluye: 1. Preparacin adecuada para el sbado. 2. Demarcacin del comienzo y del fin de las horas del sbado. 3. Actividades adecuadas hogar-escuela: cultos, grupos de oracin, y testimonio, etc. 4. Mantener los deberes necesarios a un mnimo, preferiblemente confiarlo a personas que ofrecen servicio voluntario que utilizar a aquellos para quienes hay que pagar ese mismo trabajo durante la semana. 5. Reuniones de culto inspiradoras, preferiblemente aquellas que muestren lo que se espera que caractericen tales servicios en las iglesias que conforman la comunidad escolar. 6. Actividades variadas y adecuadas para los sbados de tarde. 7. Estructuracin del programa semanal, para que el sbado sea un gozo prolongado y el clmax de la semana, en lugar de ser el preludio para las actividades totalmente diferentes del sbado de noche. a. Ventas en el comedor. Las cafeteras de los colegios han sido designadas para servir a los estudiantes y a sus padres visitantes e invitados; no debieran abrirse al pblico durante el sbado. Para evitar transacciones comerciales innecesarias durante las horas sagradas, cada institucin debe establecer formas de pago fuera de las horas sabticas. b. Asistencia del personal docente a reuniones profesionales. En algunos pases, los adventistas tienen el privilegio de asistir a reuniones profesionales para estar al da con el desarrollo de su campo de especializacin. Podra ser una tentacin justificar la asistencia en sbado a esas reuniones, sin embargo, se recomienda que el personal acadmico se rena los sbados con los hermanos de iglesia para la adoracin a Dios, y no asista a las reuniones de sus colegas profesionales.

c.

Estaciones de radio. Las estaciones radiales pueden ser una bendicin en sus comunidades. Para aumentar las bendiciones, la programacin durante las horas del sbado debiera reflejar la filosofa de la iglesia. Si se hacen llamados para levantar fondos durante el sbado, estos debieran hacerse de manera tal que se mantenga la santidad de este da.

d. Viajes de promocin. Para mantener el espritu de total adoracin durante el sbado, los viajes de promocin deben ser planificados de forma que disminuyan los viajes en sbado y ofrezcan un mximo de tiempo para la adoracin con los creyentes. Las horas del sbado no deben usarse para viajar con el fin de ofrecer programas de sbado de noche. e. La observancia del sbado en la formacin de los pastores. Los pastores tienen una gran responsabilidad con su ejemplo personal, pues deben moldear la vida espiritual de la iglesia. Por lo tanto, las instituciones que preparan a los pastores y esposas de pastores, necesitan ayudar a sus estudiantes a formar una saludable filosofa de la observancia del sbado. Una orientacin adecuada recibida en el colegio puede ser instrumental en la experiencia de una genuina renovacin del gozo sabtico en sus propias vidas, tanto como en la vida de su iglesia. f. Exmenes en sbado. Los adventistas del sptimo da que enfrentan exmenes de rigor que son ofrecidos en sbado, en colegios no adventistas, o los profesionales que procuran certificacin del ministerio de educacin, enfrentan un problema especial. Al manejar tales situaciones, recomendamos hacer arreglos para que los exmenes no sean en sbado. La iglesia debiera estimular a sus miembros a una cuidadosa observancia del sbado y cuando sea posible, debiera interceder delante de las autoridades correspondientes para que le permitan presentar los exmenes en otro da, y de esta manera reverenciar el da del Seor.

Empleos Seculares y de Negocios cuando se Relacionan con el Sbado: Declaracin de principio. La visin pblica del sbado incluye una dimensin divina y otra humana (Mateo 12:7). Desde la perspectiva divina el sbado invita al creyente a renovar su compromiso con Dios al desistir del trabajo diario para poder adorar a Dios ms libre y completamente (xodo 20:8-10; 31:15-16; Isaas 58:13-14). Desde la perspectiva humana, el sbado ordena al creyente que celebre el amor creador y redentor de Dios mostrando misericordia y preocupacin hacia los dems (Deuteronomio 5:12-15; Mateo 12:12; Lucas 13:12; Juan 5:17). De esta forma el sbado incluye la cesacin del trabajo secular, con el propsito de honrar a Dios y realizar acciones de amor y bondad hacia su prjimo. Trabajo Esencial y de Emergencia. Para mantener la santidad del sbado, los adventistas deben hacer elecciones sabias en materia de empleo, orientados por una conciencia iluminada por el Espritu Santo. La experiencia ha mostrado que existe un peligro en la eleccin de vocaciones que no permiten adorar al Creador con libertad durante el da sbado. Esto significa que deberan evitarse aquellos empleos que, aunque esenciales para el funcionamiento de una sociedad tecnolgicamente avanzada, pueden ofrecer problemas para la observancia del sbado. Las Escrituras y el Espritu de Profeca son claras en cuanto a nuestros deberes como cristianos hacia nuestros semejantes, aun durante el sbado. En el contexto moderno, muchos que estn empleados en profesiones que involucra la salvacin de la vida y la propiedad, se los llama a atender casos de emergencias. Los arreglos para trabajo regular durante los fines de semana exigirn el uso de las horas del sbado para ganancias adicionales, o aceptar trabajar slo los fines de semana en profesiones de emergencia con el fin de aumentar el presupuesto familiar, estn fuera de armona con los principios de la observancia del sbado dados por Cristo. Es una cosa totalmente diferente atender situaciones de emergencia donde la vida y la seguridad estn en peligro, a ganar el diario vivir por emplearse en ocupaciones rutinarias durante el sbado, las cuales estn siempre acompaadas de actividades comerciales, seculares o rutinarias. (Ver

ayudar a personas en necesidad. Mateo 12:11; Lucas 13:16). Ausentarse de la casa de Dios y ser privado del compaerismo con los hermanos en el sbado, puede enfriar la vida espiritual de la persona. Muchos patrones, en los llamados servicios esenciales, estn dispuestos a buscar arreglos para los observadores del sbado. Donde no se garantice esto, los miembros debieran revisar cuidadosamente los principios bblicos de observancia sabtica a la luz de esa actividad, ambiente, requisitos de trabajo y motivos personales, antes de comprometerse a trabajar en sbado. Debieran preguntar al Seor, como lo hizo Pablo en su viaje a Damasco, Seor, qu quieres que haga? Cuando se tiene esta actitud de fe, estamos convencidos de que Dios guiar a los creyentes a discernir su voluntad y suplir la fuerza y sabidura necesarias para hacer lo que corresponde. Decisiones Morales en Relacin con la Observancia del Sbado. Las instituciones militares, educativas, gubernamentales y otras, muchas veces niegan o cortan los privilegios sabticos. Para prevenir y/o aliviar estas situaciones lamentables, debieran considerarse las siguientes sugerencias: Un dirigente de la iglesia, preferiblemente el de Relaciones Pblicas y el director de Libertad Religiosa, deben ser designados para mantenerse al da de los acontecimientos y situaciones que puedan minar la libertad de culto en el da sbado. De ser necesario, estos encargados se allegarn a las autoridades responsables con el fin de explicarles el impacto desfavorable sobre los adventistas del sptimo da de cualquier medida o legislacin en proyecto. Este curso de accin puede prevenir la sancin de medidas que podran, sin intencin, cortar o negar los privilegios del sbado. Debe estimularse a los miembros adventistas a mantener por fe el principio de la observancia del sbado, sin tener en cuenta las circunstancias, y apoyarse en la seguridad de que Dios honrar su consagracin. Los miembros de iglesia deben ofrecer ayuda espiritual, moral, y si es necesaria, temporal, para ayudar a otros miembros que pasan por problemas por causa del sbado. Tal ayuda servir para fortalecer la consagracin al Seor, no solamente de la persona que est enfrentado el problema del sbado, sino de la iglesia como un todo. Compra de Mercancas y Servicios en Sbado. 1. El sbado est destinado para proporcionar libertad espiritual y alegra a todos (xodo 20:8-11). 2. Como cristianos, debemos ser sostenedores de este derecho humano bsico que ha otorgado el Creador a cada individuo. Como regla general, la compra de mercancas, comidas en restaurantes y el pago de servicios hechos por otros, deben ser evitados, porque no estn en armona con el principio ni con la prctica de la observancia del sbado. 3. Adems, las actividades comerciales recin mencionadas haran que la mente se dirija al secularismo en lugar de detenerse en la santidad del sbado (ver Nehemas 10:31; 13:15). Con una debida planificacin se pueden tomar las debidas precauciones para que no falte nada de lo necesario durante el sbado. Viajes en Sbado. Aunque viajar en sbado pueda ser necesario para poder cumplir con las actividades comprometidas para ese da, uno no debiera permitir que los viajes en sbado se conviertan en una funcin secular; por lo tanto, es necesario hacer los preparativos con anticipacin. Antes del comienzo del sbado deben estar atendidos el combustible del auto y otras necesidades. Deben evitarse viajes por asuntos personales y de negocios. Cuando Debe Tratarse un Problema Especfico de Trabajo. Cuando un miembro de iglesia se encuentra en la necesidad de renunciar a un cargo, o pierde su trabajo por causa de problemas

con el sbado y es empleado por la denominacin en un trabajo similar, y debido a la naturaleza del mismo, se exige que el miembro trabaje en sbado, se recomiendan los siguientes pasos: Ofrecer al miembro una cuidadosa explicacin del tipo esencial de trabajo. 1. Asegurar al miembro que slo los aspectos indispensables del nuevo trabajo se realizarn durante el sbado. Los administradores tambin debieran explicar los propsitos religiosos y los objetivos bsicos de la. organizacin que lo ha empleado. 2. Adoptar un horario de rotacin para que el miembro que conscientemente acept trabajar en sbado, pueda con frecuencia, estar en condiciones de realizar una total celebracin del da sbado. Turnos de Trabajo. Cuando un adventista trabaja para un empleador que ofrece distintos turnos de trabajo, ste puede pedirle que trabaje el sbado o parte de l. En tales circunstancias, el miembro que tenga esta situacin puede considerar lo siguiente: 1. Luchar por ser el mejor empleado posible, y un empleado tan valioso que su patrn no pueda prescindir de l. 2. Si el problema contina, puede apelar directamente al patrn y hacer un arreglo en base a su buena voluntad y justicia. 3. Podra sugerirle al patrn arreglos tales como: a. Trabajar en un horario flexible; b. Trabajar los turnos que menos acepta el resto del personal; c. Negociar turnos con otros empleados, o

d. Trabajar los das feriados. 4. Si el patrn se resiste a un arreglo, el miembro debera buscar inmediatamente la ayuda del pastor y del departamento de Relaciones Pblicas y de Libertad Religiosa en los pases donde se realicen este tipo de actividades.

Declaracin de Principios sobre el Aborto RECOMENDADO, Adoptar los Principios de la Iglesia Adventista del Sptimo Da sobre el Aborto, como sigue: Declaracin de Principios de la Iglesia Adventista del Sptimo Da sobre el Aborto. Muchas de las sociedades contemporneas han tenido que afrontar un conflicto sobre la moralidad del aborto (1). Este conflicto ha afectado tambin a gran nmero de cristianos, quienes desean aceptar la responsabilidad de proteger la vida del ser humano que no ha nacido an, y al mismo tiempo preservar la libertad individual de la mujer. La necesidad de orientacin ha llegado a ser evidente, al procurar la iglesia seguir las Escrituras y brindar orientacin moral y al mismo tiempo respetar la conciencia individual. La Iglesia Adventista quiere relacionarse con el tema del aborto de tal manera que le permita revelar su fe en Dios como el Creador y Sustentador de toda vida y reflejar la responsabilidad y la libertad cristianas. A pesar de que existen sinceras diferencias entre los adventistas con respecto al aborto, la siguiente declaracin representa un intento de proporcionar orientaciones sobre ciertos principios y asuntos. Estas orientaciones se basan en amplios principios bblicos que se presentan para su estudio al final del documento. (2) 1. La vida prenatal del ser humano es un don maravilloso de Dios. El ideal de Dios para el ser humano ratifica la santidad de la vida humana creada a la imagen de Dios, y requiere respeto para la vida antes del nacimiento. Sin embargo, las decisiones con relacin a la vida deben hacerse en el contexto de un mundo cado. El aborto nunca es un acto de pocas consecuencias morales. Por lo tanto, la vida prenatal no debe destruirse imprudentemente. El aborto debe practicarse nicamente cuando existan motivos poderosos. 2. El aborto es uno de los dilemas trgicos resultantes de la cada del ser humano. La iglesia debiera ofrecer el ms benevolente apoyo a los que tienen que afrontar personalmente la decisin de un aborto. Las actitudes condenatorias son impropias de los que han aceptado el Evangelio. Como cristianos, estamos comisionados para ser una comunidad de fe llena de ternura y cario, que ayude a los que se encuentran en crisis mientras consideran las alternativas. 3. De forma practica y tangible, la iglesia, como comunidad solcita, debiera dar a conocer su cometido al valor de la vida humana. Este debiera incluir: a. Fortalecer las relaciones familiares. b. Educar a ambos sexos con respecto a los principios cristianos de la sexualidad humana. c. Hacer nfasis en la responsabilidad, tanto del hombre como de la mujer, en la planificacin familiar.

d. Demandar que ambos sean responsables de las consecuencias de conductas inconsistentes con los principios cristianos. e. Crear un clima seguro para las discusiones en proceso de los aspectos morales asociados con el aborto. f. Ofrecer apoyo y ayuda a las mujeres que decidan completar su embarazo, y

g. Animar y ayudar a los padres para que participen en forma responsable en la crianza de sus hijos. La iglesia debera tambin dedicarse a prestar su asistencia para aliviar los factores sociales, econmicos y psicolgicos desafortunados que puedan conducir a un aborto y cuidar en forma redentora a los que sufran las consecuencias de decisiones individuales hechas sobre este asunto. 4. La iglesia no sirve de conciencia a los individuos; pero debiera proporcionar orientacin moral. El aborto por razones de control de la natalidad, seleccin de sexo o conveniencia, no cuenta con el apoyo de la iglesia. Pero a veces las mujeres embarazadas pueden encarar circunstancias excepcionales que presenten dilemas morales, como amenaza para su vida, peligros graves a su salud, graves defectos congnitos cuidadosamente diagnosticados en el feto y embarazos como resultado de actos de violacin o incesto. La decisin final con respecto a la terminacin de un embarazo la debe hacer la mujer embarazada, despus de haber hecho las consultas debidas. Para asesorarla en su decisin, ella debe contar con las informaciones precisas, el conocimiento de los principios bblicos y la direccin del Espritu Santo. Adems, estas decisiones se toman mejor dentro del contexto de las buenas relaciones familiares. 5. Los cristianos reconocen que su responsabilidad ante Dios es de importancia primordial. Ellos buscan el equilibrio entre el ejercicio de su libertad individual y su responsabilidad ante la comunidad de la fe, y la sociedad en general y sus leyes. Ellos hacen sus decisiones basadas en las Escrituras y las leyes de Dios, en vez de las normas de la sociedad. Por lo tanto, cualquier intento por coaccionar a una mujer para que se quede embarazada o ponga fin al embarazo, debiera rechazarse como una violacin de la libertad individual. 6. Debiera proveerse a las instituciones de la iglesia con principios que les permitan desarrollar sus propias normas institucionales, de acuerdo con esta declaracin. No se debe requerir a las personas que tengan objeciones religiosas o ticas en relacin con el aborto, que participen en la realizacin de los mismos. 7. Se debe estimular la participacin de los miembros de iglesia en las consideraciones en proceso sobre su

responsabilidad moral con respecto al aborto a la luz de las enseanzas de las Escrituras.

Notas: 1. De acuerdo con este documento, el aborto se define como cualquier acto que tenga el propsito de poner fin a un embarazo ya establecido. Esto se diferencia del uso de mtodos anticonceptivos, cuyo propsito es evitar el embarazo. El enfoque del documento es sobre el aborto. 2. La perspectiva fundamental de esta declaracin se basa en un profundo estudio de las Escrituras, como se demuestra en el siguiente documento:

Principios Sobre el Punto de Vista Cristiano Acerca de la Vida Humana. Introduccin Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el nico Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado (Juan 17:3). En Cristo tenemos la promesa de la vida eterna; pero siendo la vida humana mortal, los seres humanos tienen que afrontar asuntos difciles en relacin con la vida y la muerte. Los siguientes principios se refieren a la persona como un todo (cuerpo, alma y espritu), un todo indivisible (Gnesis 2:7; 1 Tesalonicenses 5:23). La Vida: El Valioso Don de Dios para Nosotros 1. Dios es la fuente, el Dador y el Sustentador de toda vida (Hechos 17:25,28; Job 33:4; Gnesis 1:30, 2:7; Salmos 36:9; Juan 1:3,4). 2. La vida humana tiene un valor nico en su gnero, porque los seres humanos, aunque cados, son creados a la imagen de Dios (Gnesis 1: 27; Romanos 3:23; 1 Juan 2:2; 1 Juan 3:2; Juan 1:29; 1 Pedro 1: 18, 19). 3. Dios valora la vida humana, no a base de los logros o contribuciones humanas, sino porque somos creacin de Dios y el objeto de su amor redentor (Romanos 5:6,8; Efesios 2:2-6; 1 Timoteo 1:15; Tito 3:4,5; Mateo 5:43,48; Efesios 2:4-9; Juan 1:3, 10:10). La Vida: Nuestra Respuesta al Don de Dios 4. Aunque la vida humana es valiosa, vivirla no es su nico supremo fin. La abnegacin y la devocin a Dios y sus principios debe tener precedencia sobre la vida misma (Apocalipsis 12:11; 1 Corintios 13). 5. Dios demanda proteccin para la vida humana y considera responsable a la humanidad por su destruccin (xodo 20: 13; Apocalipsis 21:8; xodo 23:7; Deuteronomio 24: 16; Proverbios 6:16, l7; Jeremas 7:3-34; Miqueas 6:7; Gnesis 9:5,6).

6. Dios se preocupa especialmente por la proteccin de los dbiles, los indefensos y los oprimidos (Salmo 82:3,4; Santiago 1:27; Miqueas 6:8; Hechos 20:35; Proverbios 24:11, 12; Lucas 1:52-54). 7. El amor cristiano (gape) es la valiosa dedicacin de nuestras vidas a mejorar las vidas de los dems. El amor tambin respeta la dignidad personal y no aprueba la opresin de una persona para apoyar la conducta abusiva de otra (Mateo 16:21; Filipenses 2:1-11; 1 Juan 3:16; 1 Juan 4:8-11; Mateo 22:39; Juan 18:22, 23; 1 Juan 13:34). 8. La comunidad de creyentes est llamada a demostrar el amor cristiano en forma tangible, prctica y substancial. Dios nos llama a restaurar con cario a los quebrantados. (Glatas 6: 1, 2; 1 Juan 3:17,18; Mateo 1:23; Filipenses 2:11; 1 Juan 8:2-11; Romanos 8:1-14; Mateo 7:1,2; 12:20; Isaas 40:42; 62:2-4). La Vida: Nuestra Responsabilidad y Derecho a Decidir 9. Dios da al ser humano la libertad de eleccin, aunque eso conduzca al maltrato y a consecuencias trgicas. Su renuencia a forzar la obediencia humana requiri el sacrificio de su Hijo. El requiere que usemos nuestros dones de acuerdo con su voluntad y finalmente juzgar su mal uso. (Deuteronomio 3:19, 20; Gnesis 3; 1 Pedro 2:24; Romanos 3:5,6; 6:1, 2; Glatas 5:13). 10. Dios nos llama individualmente a tomar decisiones morales y a que investiguemos en las Escrituras los principios bblicos que destacan dichas decisiones (Juan 5:39; Hechos 17:11; 1 Pedro 2:9; Romanos 7:13, 25). 11. Las decisiones sobre la vida humana, desde su comienzo hasta su final, se toman mejor dentro del contexto de buenas relaciones familiares con el apoyo de la comunidad de la fe (xodo 20:12; Efesios 5,6). Las decisiones humanas siempre debieran concentrarse en procurar la voluntad de Dios (Romanos 12:2; Efesios 6:6; Lucas 22:42)

Declaracin de Principios sobre el Cuidado de los Moribundos RECOMENDADO, Adoptar la Declaracin de Principios de la Iglesia Adventista del Sptimo Da Acerca del Cuidado de los Moribundos, como sigue: Declaracin de Principios de la Iglesia Adventista del Sptimo Da Acerca del Cuidado de los Moribundos Para las personas cuyas vidas estn dirigidas por la Biblia, la realidad de la muerte es reconocida como parte de la condicin humana presente, afectada por el pecado (Gnesis 2:17; Romanos 5; Hebreos 9:27). Hay tiempo de nacer y tiempo de morir (Eclesiasts 3:2). Aunque la vida eterna es un don que se concede a todos que aceptan la salvacin por medio de Jesucristo, los cristianos fieles esperan la segunda venida de Jess para la realizacin completa de su inmortalidad (Juan 3:36; Romanos 6:23; 1 Corintios 15:51-54). Mientras esperan el regreso de Jess, es posible que los cristianos quizs sean llamados a cuidar personas moribundas y afrontar personalmente la muerte. El dolor y el sufrimiento aquejan a todo ser humano. Los traumas fsicos, mentales y emocionales son universales. Sin embargo, el sufrimiento humano no tiene mrito o valor expiatorio. La Biblia ensea que ninguna cantidad, o intensidad de sufrimiento humano puede expiar el pecado. El sufrimiento de Jesucristo solo es suficiente. Las Escrituras le dicen a los cristianos que no deben desesperarse en las aflicciones, instndolos a que aprendan a obedecer (Hebreos 5:7-8), a ser pacientes (Santiago 1:2-4), y a sobrellevar las tribulaciones (Romanos 5:3). La Biblia tambin testifica del poder vencedor de Jesucristo (Juan 16:33), y ensea que el ministerio a favor del dolor humano es un importante deber cristiano (Mateo 25:34-40). Este fue el ejemplo y enseanza de Jess (Mateo 9:35; Lucas 10:34-36), y sta es su voluntad para nosotros (Lucas 10:37). Los cristianos miran con anticipacin hacia un nuevo da cuando Dios pondr fin al sufrimiento para siempre (Apocalipsis 21:4). El desarrollo de la medicina moderna ha aumentado la complejidad en lo que respecta a decisiones para el cuidado de una persona moribunda. En tiempos pasados, se poda hacer poco para prolongar la vida humana. Pero el poder de la medicina de hoy para detener la muerte ha generado difciles preguntas morales y ticas. Qu represiones coloca la fe cristiana sobre el uso de semejante poder? Cundo debiera el objetivo de postergar el momento de muerte dar lugar al objetivo de aliviar el dolor poniendo fin a una vida? Quin, apropiadamente, har estas decisiones? Qu lmites, si los hay, debiera el amor cristiano colocar en las acciones designadas para dar fin al sufrimiento humano? Ha llegado a ser cosa comn discutir estas preguntas bajo el ttulo de eutanasia. Existe mucha confusin con respecto a sta expresin. El significado original y literal de ste trmino era muerte tranquila. Ahora, sin embargo, el trmino se usa en dos maneras diferentes. A menudo, eutanasia se refiere a matar por misericordia, o tomar la vida de un paciente intencionalmente para evitar una muerte dolorosa, o para aliviar las cargas de la familia del paciente o de la sociedad. (Esta es la as llamada eutanasia activa). Sin embargo, eutanasia tambin se usa, inapropiadamente segn nuestra manera de pensar, para referirse a la retencin o remocin de intervenciones mdicas que prolongan la vida humana artificialmente, permitiendo as que la persona experimente una muerte natural. (Esta es la as llamada eutanasia pasiva). Los Adventistas del Sptimo Da creemos que permitir que el paciente muera como resultado de haber impedido intervenciones mdicas que solamente prolongan el sufrimiento, y que postergan el momento de la muerte, es moralmente diferente a las acciones que tienen como primera intencin tomar la vida directamente. Los Adventistas del Sptimo Da buscan cmo enfrentar estos problemas ticos al final de la vida de manera que demuestren nuestra fe en Dios como el Creador y Redentor de la vida, revelando cmo la gracia de Dios nos ha facultado para actuar con amor al prjimo. Como adventistas, afirmamos que la vida humana es creacin de Dios, un maravilloso don que debe ser protegido y sostenido (Gnesis 1-2). Tambin afirmamos el maravilloso don de Dios de que la redencin provee vida eterna para todos aquellos que creen (Juan 3:15; 17:3). De esta manera, apoyamos el uso de la medicina moderna para prolongar la vida humana en este mundo. Sin embargo, este

poder debiera usarse en forma compasiva, que revele la gracia de Dios reduciendo el sufrimiento al mnimo. Siendo que tenemos la promesa de Dios de vida eterna en la tierra nueva, los cristianos no necesitan aferrarse ansiosamente a los ltimos vestigios de vida en este mundo. Tampoco es necesario aceptar, u ofrecer todos los tratamientos mdicos posibles que solamente prolongan el proceso de la muerte. A causa de nuestro compromiso de cuidado al ser humano, los adventistas nos preocupamos, al cuidar de los moribundos, de los aspectos fsicos, emocionales y espirituales. Con este propsito ofrecemos los siguientes principios basados en la Biblia: 1. Una persona que se est acercando al final de su vida, y tiene la capacidad de entender, merece conocer la verdad acerca de su condicin, los posibles tratamientos, y posibles resultados. La verdad no se le debe ocultar, sino compartirla con amor cristiano y sensibilidad, tomando en cuenta las circunstancias personales y culturales del paciente (Efesios 4:15). 2. Dios le ha dado a los seres humanos libertad para escoger, y pide que hagan uso de esa libertad en forma responsable. Creemos que esta libertad incluye las decisiones en cuanto a la atencin mdica. Despus de buscar direccin divina, igual que el consejo mdico, y considerar los intereses de aquellos que son afectados por la decisin (Romanos 14:7), una persona capacitada para decidir, determinar si acepta o rechaza la intervencin mdica para prolongar la vida y que solamente posterga el momento de la muerte. Tales personas no deben ser obligadas a someterse a tratamiento mdico que consideren inaceptable. 3. El plan de Dios es que la gente sea nutrida dentro una familia y comunidad de fe. Las decisiones en cuanto a la vida humana se hacen mejor dentro del contexto de una relacin familiar saludable despus de considerar el consejo mdico (Gnesis 2:18; Marcos 10:6-9; xodo 20:12; Efesios 5-6). Cuando una persona moribunda no tiene la capacidad de dar consentimiento o expresar sus preferencias con respecto a la intervencin mdica, esas decisiones las debera tomar una persona escogida por ella misma. Si no se ha escogido a nadie, algn familiar cercano a ese individuo debiera hacer la decisin. Excepto en circunstancias extraordinarias, los profesionales mdicos o legales debieran dejar las decisiones en cuanto a intervenciones mdicas para una persona moribunda a los que estn ms cercanos a ese individuo. Es mejor si los deseos y las decisiones del individuo estn por escrito, y debieran estar de acuerdo con los requerimientos legales que existen. 4. El amor cristiano es prctico y responsable (Romanos 13:8-10); 1 Corintios 13; Santiago 1:27 y 2:14-17). Un amor as no niega la fe ni nos obliga a ofrecer, o a aceptar intervenciones mdicas cuyas cargas exceden los posibles beneficios. Por ejemplo, cuando la atencin mdica solamente preserva la funcin del cuerpo, sin esperanza de que la mente del paciente recobre el conocimiento es intil, y ser, posiblemente de buen juicio, retenerla o suspenderla. De igual manera, tratamientos mdicos para prolongar la vida se pueden omitir o suspender si solamente aaden sufrimiento al paciente, o prolongan el proceso de muerte innecesariamente. Cualquier accin que se tome debiera estar de acuerdo con los mandatos legales. 5. Mientras que el amor cristiano nos pueda conducir a retener o suspender las intervenciones mdicas que solamente aumentan el sufrimiento o prolongan el proceso de muerte, nosotros no practicamos la muerte por misericordia o ayudamos en el suicidio (Gnesis 9:5-6; xodo 20:13 y 23:7). Estamos opuestos a la eutanasia activa, el tomar la vida intencionalmente de una persona que est sufriendo o agonizando. 6. La compasin cristiana requiere que aliviemos al que sufre (Mateo 25:34-40; Lucas 10:2937). Al cuidar de personas moribundas, es un deber cristiano aliviarles su dolor y sufrimiento hasta lo mximo de nuestras posibilidades, siempre que no incluya la eutanasia activa. Cuando se hace claro que la intervencin medica no sanar al paciente, el objetivo principal de atencin se desviar hacia el alivio de su sufrimiento.

7. El principio bblico de justicia dictamina que atencin adicional se debiera prestar a las necesidades de aquellos que son indefensos y dependientes (Salmo 82:3-4; Proverbios 4:11-12; Isaas 1:1-18; Miqueas 6:8; Lucas 1:52-54). Por razn de su condicin vulnerable, se debiera tomar especial cuidado por asegurarse de que las personas que se encuentran sufriendo de enfermedades graves sean tratadas con respeto por su dignidad y sin hacer discriminacin. El cuidado de las personas moribundas deber basarse en sus necesidades espirituales y mdicas y las preferencias que ellos han expresado, en vez de percepciones en cuanto a su mrito social (Santiago 2:1-9). Mientras procuramos poner en efecto estos principios, cobremos esperanza y nimo con el hecho de que Dios contesta las oraciones de sus hijos, y es capaz de obrar milagrosamente por el bienestar de ellos (Salmo 103:1-5; Santiago 5:13-16). Al seguir el ejemplo de Jess, rogamos por la capacidad de aceptar la voluntad de Dios en todas las cosas (Mateo 26:39). Confiamos en que podemos pedir el poder de Dios para auxiliamos al cuidar de las necesidades fsicas y espirituales de aquellos individuos que sufren y estn al borde de la muerte. Sabemos que la gracia de Dios es suficiente para capacitamos al tener que soportar adversidades (Salmos 50:1415). Creemos que la vida eterna es para todos aquellos quines tienen fe en Jess y que est asegurada en el triunfo del amor de Dios.

Cuidado de la Creacin de Dios: Adventismo y el Medio Ambiente RECOMENDADO, Aprobar el documento: Cuidado de la Creacin de Dios - La Iglesia Adventista y el Medio Ambiente, como sigue: Cuidado de la Creacin de Dios - La Iglesia Adventista y el Medio Ambiente. El mundo en que vivimos es un don de amor de Dios el Creador, de Aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas (Apocalipsis 14:7; 11:17,18). Dios coloc a los seres humanos dentro de esta creacin, con la intencin de que se relacionaran con l mismo, con sus congneres y con el mundo que los rodeaba. Por lo tanto, sostenemos que su preservacin y proteccin est estrechamente relacionada con nuestro servicio a Dios. Dios apart el sptimo da, sbado, como un memorial y un recordativo perpetuo de la creacin y la fundacin del mundo. Al observar ese da, los Adventistas del Sptimo Da refuerzan el sentido especial de relacin con el Creador y su creacin. La observancia del sbado destaca la importancia de nuestra integracin con el medio ambiente en general. La decisin humana de desobedecer a Dios rompi el orden original de la creacin, resultando en una extraa desarmona con los propsitos divinos. De ah la contaminacin del aire y las aguas, la expoliacin de los bosques y la fauna silvestre, y la explotacin de los recursos naturales. Debido a que reconocemos que los seres humanos forman parte de la creacin de Dios, nuestra preocupacin por el medio ambiente abarca la salud y el estilo de vida de las personas. Los adventistas promovemos un estilo de vida saludable y rechazamos el uso de substancias como tabaco, alcohol y otras drogas que perjudican el cuerpo y consumen las reservas de la tierra; tambin fomentamos una alimentacin vegetariana sana y sencilla. Estamos comprometidos con una relacin de respeto y colaboracin con todas las personas, reconociendo nuestro origen comn y comprendiendo nuestra dignidad humana como un don del Creador. Puesto que la miseria humana y la degradacin del medio ambiente estn relacionadas, nos empeamos en mejorar la calidad de la vida de todas las personas. Nuestra meta es desarrollar recursos de mantenimiento mientras suplimos las necesidades humanas. El verdadero progreso hacia el cuidado de nuestro medio ambiente natural descansa, tanto en los esfuerzos personales como en la cooperacin. Nosotros aceptamos el desafo de trabajar con el fin de restaurar todos los designios de Dios. Movidos por nuestra fe en Dios, nos dedicamos a promover el sanamiento que se eleva a los niveles personales y ambientales de vidas integradas dedicadas a servir a Dios y a la humanidad. Por medio de este cometido confirmamos nuestra mayordoma de la creacin de Dios y creemos que la completa restauracin slo ser obtenible cuando Dios haga de nuevo todas las cosas.

Declaracin de principios sobre el Sida - Pautas Da 17 de octubre de 1996. VOTADO, Aprobar el documento, La Iglesia Adventista del Sptimo Da y la Epidemia del SIDA Pautas, de la manera siguiente: La Iglesia Adventista del Sptimo Da y la Epidemia del SIDA - Pautas Planteamiento: La epidemia global del SIDA ejerce un impacto profundo sobre la misin mundial evanglica de la Iglesia Adventista del Sptimo Da. Los dirigentes de la iglesia son llamados a responder mediante iniciativas en el mbito de la educacin, la prevencin y el servicio a la comunidad y a travs de actos personales de benevolencia hacia las personas y familias implicadas en la crisis. El SIDA no respeta lmites nacionales, feligresa, sexo, estado civil, educacin, ingresos o posicin en la vida. En muchos pases est diezmando la poblacin y reclamando la vida de miembros adventistas y otros individuos. Todas las personas, especialmente los jvenes que crecen ahora en una era de laxitud moral, necesitan que se les enseen los principios bblicos con relacin a la sexualidad y el propsito divino de que la intimidad sexual se experimente dentro de la proteccin del pacto matrimonial. Los dirigentes de la iglesia deben proveerles a los miembros informacin verosmil, presentada en su propio lenguaje y acorde con su propia cultura. Se llama a la iglesia a constituirse en una voz tanto proftica como misericordiosa: los labios y manos de Dios al llevar el ministerio de Cristo a la comunidad. El tratar de extender la misin global de la iglesia a todas las razas y pueblos, trae a la feligresa a muchos que fueron infectados por el virus del SIDA antes de unirse a la iglesia, o que se ven afectados por tener familiares que tienen SIDA. La epidemia es de tal magnitud que ninguna familia quedar ultimadamente sin afectarse. Muchos reciben la infeccin independientemente de alguna accin de su parte. Es inapropiado juzgar al respecto, siendo que se desconoce con seguridad la fuente de la infeccin. Muchos han experimentado vergenza, temor y agona, cuando alguno de sus familiares sufre y muere de SIDA, sintindose muchas veces compelidos a guardar el secreto con respecto a su dolorosa situacin. As como Cristo vino a ofrecer sanidad a un mundo sufriente, as tambin los miembros adventistas son comisionados para cuidar en forma compasiva de aquellos que sufren y son afectados por el virus del SIDA. Los miembros pueden cuidar y prestar servicios a tales enfermos, tanto en el hogar como en las instituciones al cuidado de la salud, si se les instruye en la forma apropiada de hacerlo. Recomendaciones: La Iglesia Adventista del Sptimo Da reconoce su responsabilidad cristiana de responder a la crisis global con respecto a la enfermedad del SIDA y sus efectos devastadores sobre la humanidad y desea responder en mltiples formas, que incluyen: 1. Hacer extensivas las enseanzas y ministerio de curacin de Cristo, quien sin prejuicio alguno sirvi a todos los necesitados, empendose en esfuerzos para reducir el riesgo de que las personas contraigan SIDA y prestando sus servicios en forma compasiva y sin juzgar a todas las personas afectadas, cuando un individuo sufre de SIDA. 2. Designar una persona en cada divisin, juntamente con el personal y recursos financieros que puedan destinarse para responder a los desafos del SIDA a travs de iniciativas apropiadas y esfuerzos cooperativos con otras entidades de la comunidad o del pas en cuestin. 3. Desarrollar y administrar programas de educacin con respecto al SIDA, usando cuando sea apropiado el material (HIV/AIDS Guide). Los programas debern adaptarse al contexto de las necesidades culturales e idiomticas y estar dirigidos a los: a. Pastores: A travs de cursos de educacin continua y reuniones ministeriales, designadas para habilitar a los pastores para tratar con miembros afectados por la

crisis del SIDA. Los pastores necesitan informacin en cuanto a prevencin, un ministerio compasivo y funciones eclesiales prcticas, tales como la conduccin de un servicio funeral en favor de una persona afectada por el SIDA. b. Maestros: Educacin continua e instruccin durante su desempeo, con nfasis en comunicar valores espirituales y el desarrollo de habilidades entre los jvenes para que puedan enfrentar las presiones sexuales. c. Miembros de la iglesia: A travs de sermones, lecciones de Escuela Sabtica, asesora premarital y actividades de fortalecimiento del matrimonio, seminarios con respecto al SIDA y aspectos curriculares que provean informacin sobre la sexualidad en general y el SIDA en particular.

d. Comunidades: Al reconocer la oportunidad para testificar por Cristo y servir a la comunidad en general, proveyendo proyectos misioneros apropiados y participando en esfuerzos cooperativos. 4. Proteger y fortalecer el matrimonio al: a. Poner en alto el ideal de abstinencia con respecto a la actividad sexual premarital. b. Apoyar el requisito de la prueba (HIV) para ambos futuros cnyuges, como parte de la preparacin que la iglesia aconseja para el matrimonio. c. Poner en alto el ideal de Dios en cuanto a la fidelidad en el matrimonio.

d. Recomendar medidas protectoras contra enfermedades transmitidas sexualmente, incluyendo HIV. 5. Transmitir intencionalmente valores cristianos a la nueva generacin, reconociendo que los valores sexuales de cada individuo se establecen en la juventud. Debe darse prioridad a proveer informacin exacta, un foro para la discusin abierta y nfasis en la dimensin moral de las decisiones con respecto a la sexualidad. ________________________________________________ Provisto por el Departamento de Salud y Temperancia, Asociacin General de los Adventistas del Sptimo Da, en cooperacin con los miembros de la Comisin de Estudio del SIDA de la Asociacin General.

Ministerio Infantil Da 17 de Octubre de 1996. POR CUANTO, Siendo que el Ministerio Infantil es el nuevo departamento creado para dar ms y mejor atencin a los nios, es necesario que exista una interrelacin entre este ministerio y otros departamentos que tambin cumplen responsabilidades con los nios entre las edades de 0 - 12 aos. Los departamentos entre los cuales se har un trabajo ms especfico se encuentran: 1. Departamento de Escuela Sabtica - A fin de colaborar con la escuela sabtica, el Ministerio Infantil se encargar de realizar la capacitacin trimestral de los maestros de los departamentos de nios. Dicha capacitacin se har utilizando los libros de ayudas para programas y folletos que produce la escuela sabtica. Este trabajo en equipo fortalecer el crecimiento espiritual de la niez quien es el punto de inters de ambos departamentos. 2. Departamento de Jvenes - El Ministerio Infantil se unir con los directores de Aventureros y Conquistadores para motivar e incentivar a los nios que no pertenecen a los clubes a fin de que se afilien a los mismos. De igual forma se apoyarn aquellos programas especiales que se implementen en favor de la niez. 3. Departamento de Educacin - Se unirn los esfuerzos para promover y enfatizar la importancia de enviar los nios a nuestras escuelas adventistas. Ambos departamentos crearn diversas estrategias para facilitar por lo menos la educacin primaria adventista a los nios de las iglesias. 4. Ministerio Familiar - Ambos departamentos se unirn para proveer orientacin y ayuda a los padres contribuyendo de esta forma a la creacin de un mejor ambiente familiar donde los nios crezcan y se desarrollen. 5. Ministerio Femenino - Los grupos de accin del Ministerio Femenino que trabajan en favor de los nios se unirn a Ministerio Infantil para planear e implementar programas para la niez.

Control de la natalidad: Declaracin de Consenso Adventista Octubre de 1999. RECOMENDADO, Aprobar el documento: Control de la Natalidad: Declaracin de Consenso Adventista. La tecnologa cientfica actual permite un control mayor de la fertilidad y reproduccin humanas, de lo que antes era posible. Esta tecnologa hace posible la relacin sexual disminuyendo en gran medida la expectativa de embarazo y nacimiento de bebs. Las parejas cristianas casadas poseen un potencial de control de la fertilidad que ha dado lugar a muchas preguntas con sus amplias implicaciones religiosas, mdicas, sociales y polticas. Hay oportunidades y beneficios como resultado de las nuevas medidas, as como tambin desafos e inconvenientes. Deben tomarse en consideracin varias cuestiones morales. Los cristianos, quienes finalmente deben tomar su propia decisin personal con respecto a este asunto, deben recibir informacin a fin de que puedan tomar decisiones sabias basadas en principios bblicos. Entre los puntos que deben considerarse se encuentra la interrogante con respecto a lo apropiado de la intervencin del hombre en el proceso biolgico natural de la reproduccin humana. Si es apropiada alguna medida de intervencin, entonces deben considerarse otras cuestiones adicionales con respecto al qu, cundo y cmo. Otras preocupaciones relacionadas con lo anterior, incluyen: Probable incremento de inmoralidad sexual que la disponibilidad y uso de los mtodos de control de la natalidad podra promover. Consecuencias relacionadas con el dominio de un gnero, en relacin con privilegios y prerrogativas sexuales tanto de hombres como de mujeres. Consecuencias sociales, incluyendo el derecho de una sociedad a usurpar la libertad personal en beneficio de toda la sociedad y la carga del apoyo econmico y educacional en favor de quienes estn en desventaja. Consecuencias en el rea de la mayordoma en relacin con el crecimiento de la poblacin y el uso de los recursos naturales.

Debe enunciarse una declaracin de consideraciones morales dentro del amplio marco de las enseanzas bblicas con respecto a sexualidad, matrimonio, paternidad y el valor de los hijos, adems de una comprensin clara de la interconexin de tales elementos. Teniendo en cuenta la diversidad de opinin dentro de la Iglesia, se establecen los siguientes principios bblicos para educar y servir de gua en la toma de decisiones. 1. Mayordoma responsable. Dios cre al ser humano a su propia imagen, varn y hembra, con la capacidad de pensar y tomar decisiones (Isaas 1:18; Josu 24:15; Deuteronomio 30:15-20). Dios le dio a los seres humanos dominio sobre la tierra (Gnesis 1:26, 28). Este dominio requera la supervisin y el cuidado de la naturaleza. La mayordoma cristiana requiere tambin la toma de responsabilidades en relacin con la procreacin humana. La sexualidad, como uno de los aspectos de la naturaleza humana sobre el cual la persona ejerce mayordoma, debe expresarse en armona con la voluntad de Dios (xodo 20:14; Gnesis 39:9; Levtico 20:10-21; 1 Corintios 6: 12-20). 2. Propsito procreador. La perpetuacin de la familia humana es uno de los propsitos de Dios para la sexualidad humana (Gnesis 1:28). Aun cuando se pueda inferir que la intencin de la relacin matrimonial sea para generar progenie, las Escrituras nunca presentan la procreacin como una obligacin de cada pareja a fin de agradar a Dios. Sin embargo, la revelacin divina le da un gran valor a los hijos y expresa el gozo que se encuentra en la paternidad (Mateo 19:14; Salmo 127:3). El procrear y criar a los hijos les ayuda a los padres a comprender a Dios y a desarrollar compasin, espritu de servicio, humildad y abnegacin (Salmo 103:13; Lucas 11:13).

3. Propsito unificador. En el matrimonio, la sexualidad cumple una funcin de unificacin, ordenada por Dios y distinguible del propsito procreador (Gnesis 2:24). El propsito de la relacin sexual en el matrimonio incluye gozo, placer y deleite (Eclesiasts 9:9; Proverbio 5:18,19; Cantares 4:16-5:1). La intencin de Dios es que las parejas puedan tener comunin sexual habitual aparte del propsito procreador (1 Corintios 7:3-5) y una comunin que forje fuertes vnculos y proteja al cnyuge de una relacin inapropiada con alguien aparte de su pareja (Proverbio 5:15,20). Dentro del diseo divino, la intimidad sexual no tiene el solo propsito de la concepcin. Las Escrituras no prohben a las parejas casadas disfrutar de los deleites de las relaciones conyugales mientras se toman medidas para prevenir un embarazo. 4. Libertad de eleccin. En la creacin y nuevamente a travs de la redencin de Cristo, Dios le ha dado a los seres humanos la libertad de eleccin y les pide que usen esa libertad en forma responsable (Glatas 5:1,13). En el plan divino, el esposo y la esposa constituyen una unidad familiar peculiar, en la que ambos tienen la libertad y la responsabilidad de participar al tomar determinaciones en relacin con su familia (Gnesis. 2:24). Las parejas matrimoniales deben prestarse consideracin mutua al tomar decisiones con respecto al control de la natalidad y estar dispuestas a considerar las necesidades del cnyuge, as como la propia (Filipenses 2:4). Para aquellos que desean tener hijos, la eleccin procreadora no es ilimitada. Hay varios factores que deben contribuir a la decisin, incluyendo la habilidad de proveer para las necesidades de los hijos (1Timoteo 5:8); la salud fsica, emocional y espiritual de la madre y de otros que cuidan de los hijos (3 Juan 2; 1 Corintios 6:19; Filipenses 2:4; Efesios 5:25); las circunstancias sociales y polticas en las que nacen los hijos (Mateo 24:19); la calidad de vida y los recursos globales disponibles. Somos mayordomos de la creacin de Dios y por lo tanto debemos mirar ms all de nuestra propia felicidad y deseos y tomar en cuenta las necesidades de los dems (Filipenses 2:4). 5. Mtodos apropiados de control de la natalidad. La decisin moral acerca de la eleccin y el uso de varios agentes de control de la natalidad parte de una comprensin de sus probables efectos en la salud fsica y emocional, la manera en que operan los diferentes agentes y el gasto financiero implicado. Una variedad de mtodos de control de la natalidad incluyendo mtodos de bloqueo, espermicidas y esterilizacin, evitan la concepcin y son moralmente aceptables. Algunos otros mtodos de control de la natalidad [algunos ejemplos actuales de esos mtodos incluyen los dispositivos intrauterinos (DIU), pldoras hormonales (incluyendo la "pldora de la maana despus"), inyecciones o implantes. Las preguntas con respecto a esos mtodos deben ser dirigidas a un mdico profesional] podran evitar la liberacin del vulo (ovulacin), podran evitar la unin del vulo con el espermatozoide (fertilizacin) o podran evitar la fijacin del vulo ya fertilizado (implantacin). Dada la inseguridad con respecto a la forma como funcionaran en determinado caso, las personas que creen que la vida humana sujeta a proteccin comienza con la fertilizacin, podran tener recelos morales. Sin embargo, siendo que la mayora de los vulos fertilizados fallan generalmente en implantarse o se pierden despus de la implantacin, aun cuando no se usen mtodos de control de natalidad, los mtodos hormonales de control de natalidad y los mtodos DIU, que representan un proceso similar, pueden considerarse moralmente aceptables. El aborto, la terminacin intencional de un embarazo establecido, no es moralmente aceptable para propsitos de control de la natalidad. 6. Uso inadecuado de control de natalidad. Aun cuando el aumento de la habilidad para controlar la fertilidad y proteger contra las enfermedades trasmitidas sexualmente, sea til para muchos matrimonios, el control de la natalidad puede usarse indebidamente. Por ejemplo, aquellas personas que sostendran relaciones sexuales antes y fuera del matrimonio, podran ms fcilmente permitirse tales actividades por la disponibilidad de mtodos de control de natalidad. El uso de tales mtodos para proteger las relaciones sexuales fuera del matrimonio puede tal vez reducir los riesgos de contraer enfermedades transmitidas sexualmente, o bien proteger del embarazo. Sin embargo, las relaciones

sexuales fuera del matrimonio son tanto peligrosas como inmorales, independientemente de que tales riesgos disminuyan o no. 7. Un enfoque redentor. La disponibilidad de mtodos de control de la natalidad hacen de la educacin acerca de la sexualidad y la moralidad, un imperativo. Debe dedicarse menos esfuerzo en condenar y ms en enfoques educativos y redentores a fin de permitirle a cada individuo ser persuadido por los insondables mviles del Espritu Santo.

Declaracin de la posicin adventista en relacin con la homosexualidad Octubre de 1999 RECOMENDADO, Adoptar la Declaracin de la Posicin Adventista en Relacin con la Homosexualidad, como sigue: Declaracin de la posicin adventista en relacin con la homosexualidad La Iglesia Adventista del Sptimo Da reconoce que cada ser humano es valioso a la vista de Dios, y buscamos ministrar en favor de todos los hombres y mujeres en el espritu de Jess. Creemos tambin que por la gracia de Dios y a travs del estmulo brindado por la comunidad de la fe, una persona puede vivir en armona con los principios de la Palabra de Dios. Los adventistas del sptimo da creen que las relaciones sexuales ntimas son apropiadas solamente dentro de la relacin entre un hombre y una mujer. Ese fue el diseo establecido por Dios en la creacin. Las Escrituras declaran: "Por tanto, dejar el hombre a su padre y a su madre, y allegarse ha a su mujer, y sern una sola carne" (Gnesis 2:24). A travs de las Escrituras se afirma este patrn heterosexual. La Biblia no deja espacio para las actividades o relaciones homosexuales. Estn prohibidos los actos sexuales fuera del crculo del matrimonio heterosexual (Levtico 20:7-21; Romanos 1:24-27; 1 Corintios 6:9-11). Jesucristo reafirm el intento divino de la creacin: "Y l respondiendo les dijo: No habis ledo que el que los hizo al principio, varn y mujer los hizo?" Y dijo: "Por tanto, el hombre dejar padre y madre, y se unir a su mujer, y sern dos en una carne. As que, no son ya ms dos, sino una carne". (Mateo 19:4,6). Por estas razones, los adventistas se oponen a las prcticas y relaciones homosexuales. Los adventistas del sptimo da se esfuerzan por seguir las instrucciones y el ejemplo de Jess. El reafirm la dignidad de todos los seres humanos y se acerc compasivamente a las personas y familias que sufran las consecuencias del pecado. Ofreci su ministerio de servicio y dirigi palabras de solaz a personas que luchaban con el pecado, al mismo tiempo que estableca la diferencia entre su amor por los pecadores y sus claras enseanzas con respecto a hbitos pecaminosos.

na Filosofa Adventista del Sptimo Da acerca de la Msica (Este documento fue aprobado por la Junta Ejecutiva de la Asociacin General de la IASD en el Concilio Anual, en Silver Spring, Maryland, el 13 de octubre de 2004) Una Filosofa Adventista del Sptimo Da acerca de la Msica Dios ha entretejido la msica en la trama misma de su creacin. Leemos que cuando hizo todas las cosas alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios (Job 38:7). El libro de Apocalipsis describe el cielo como un lugar de alabanza incesante, que resuena en cnticos de adoracin a Dios y al Cordero por parte de todos (Apocalipsis 4:9-11; 5:9-13; 7:1012; 12:10-12; 14:1-3; 15:2-4; 19:1-8). Debido a que Dios hizo al ser humano a su imagen, compartimos el amor y el aprecio por la msica con todos los seres creados. De hecho, la msica puede tocarnos y conmovernos con un poder que va ms all de las palabras o cualquier otro tipo de comunicacin (1). La mejor msica, la ms pura, eleva nuestro ser hasta la misma presencia de Dios, donde los ngeles y los seres no cados lo adoran con cnticos. Pero el pecado ha lanzado una plaga sobre la creacin. La imagen divina ha sido desfigurada y casi borrada; en todos los aspectos, este mundo y los dones de Dios nos llegan con una mezcla del bien y del mal. La msica no es moral ni espiritualmente neutra. Puede elevarnos hasta la experiencia humana ms sublime o puede ser usada por el prncipe del mal para rebajarnos y degradarnos, para despertar sensualidad, pasiones, desesperacin, ira y odio. La mensajera de Seor, Elena G. de White, continuamente nos anima a elevar nuestra perspectiva en cuanto a la msica. Ella nos dice: Cuando no se abusa de la msica, esta es una gran bendicin; pero mal empleada, es una terrible maldicin (El hogar cristiano, pgina 371) (2). Debidamente empleada, es un precioso don de Dios, destinado a elevar los pensamientos hacia temas ms nobles, y a inspirar y levantar el alma (La educacin, pgina 167). En cuanto al poder del canto, ella escribe: Es uno de los medios ms eficaces para grabar en el corazn la verdad espiritual. Cun a menudo la memoria recuerda alguna palabra de Dios al alma oprimida y a punto de desesperar, (mediante el tema olvidado de algn canto de la infancia), y entonces las tentaciones pierden su poder, la vida adquiere nuevo significado y nuevo propsito y se imparte valor y alegra a otras almas [] Como parte del servicio religioso, el canto no es menos importante que la oracin. En realidad, ms de un canto es una oracin [] Al conducirnos nuestro Redentor al umbral de lo infinito, inundado con la gloria de Dios, podremos comprender los temas de alabanzas y accin de gracias del coro celestial que rodea el trono, y al despertarse el eco del canto de los ngeles en nuestros hogares terrenales, los corazones sern acercados ms a los cantores celestiales. La comunin con el cielo empieza en la tierra. Aqu aprendemos la clave de su alabanza. (La educacin, pgina 169).

Como Adventistas del Sptimo Da, creemos y predicamos que Jess pronto vendra otra vez. En nuestra proclamacin mundial de los mensajes de los tres ngeles de Apocalipsis 14:6-12 llamamos a todos los pueblos para aceptar el evangelio eterno, alabar a Dios el Creador y prepararse para encontrar a nuestro Seor en su pronto regreso. Desafiamos a todos a elegir lo bueno y no lo malo, para que renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestacin gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo (Tito 2:12,13). Creemos que el evangelio afecta a todos los aspectos de la vida. Por eso, sostenemos que, dado el vasto potencial de la msica para el bien o para el mal, no podemos ser indiferentes ante ella. Aunque percibimos que los gustos en msica varan en gran manera de un individuo a otro, creemos que la Biblia y los escritos de Elena G. de White sugieren principios que pueden moldear nuestras elecciones. Msica Sacra (tambin llamada msica religiosa) es una expresin que se usa en este documento para designar a la msica que se centraliza en Dios, y en temas bblicos y cristianos. En la mayora de los casos, es msica compuesta para ser utilizada en los cultos, en las reuniones de evangelizacin, o en la devocin personal, y puede ser msica vocal e instrumental. Sin embargo, no toda msica considerada sacra/religiosa puede ser aceptable para un Adventista del Sptimo Da. La msica sacra no debe evocar asociaciones seculares o invitar a la conformidad con normas mundanas de pensamiento o comportamiento. Msica secular es la msica compuesta para ambientes ajenos al servicio de culto o de devocin personal. Apela a los asuntos comunes de la vida y a las emociones bsicas del ser humano. Proviene de nuestro ser interior y expresa la reaccin del espritu humano ante la vida, al amor y el mundo en el que el Seor nos ha colocado. Puede elevar o degradar moralmente al ser humano. Aunque no est destinada a alabar a Dios, puede tener un lugar legtimo en la vida del cristiano. En su seleccin debe seguirse los principios presentados en este documento. Principios para guiar al cristiano La msica con la que se deleita el cristiano deber ser dirigida por los siguientes principios: 1. Toda la msica que el cristiano escuche, interprete o componga, ya sea sacra o secular, glorificar a Dios: Si pues comis o bebis, o hacis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31). Este es el principio bblico fundamental. Cualquier cosa que no pueda satisfacer esta norma elevada debilitar nuestra experiencia con el Seor. 2. Toda la msica que el cristiano escuche, interprete o componga, ya sea sacra o secular, debe ser lo ms noble y lo mejor: Por lo dems hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo

lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad (Filipenses 4:8). Como seguidores de Jesucristo que esperamos y anhelamos unirnos a los coros celestiales, consideramos la vida en esta tierra como una preparacin para, y un anticipo de, la vida por venir. De estos dos fundamentos (glorificar a Dios en todas las cosas, y elegir lo ms noble y lo mejor) dependen los dems principios los dems principios que se presentan a continuacin para la seleccin musical. 3. La msica debe caracterizarse por ser calidad, equilibrada, apropiada y autntica. Fomentar nuestra sensibilidad espiritual, psicolgica y social, y nuestro crecimiento intelectual. 4. Apelar tanto al intelecto como a las emociones y tendr un efecto positivo sobre el cuerpo. 5. La msica revelar creatividad y estar compuesta con melodas de calidad. Cuando utiliza armona, esta debe ser usada de una forma interesante y artstica, con ritmos que la complementen. 6. La msica vocal emplear letras que estimulen positivamente nuestras habilidades intelectuales as como nuestras emociones y nuestra fuerza de voluntad. Las buenas letras son creativas, ricas en contenido y de buena composicin. Se concentran en lo positivo y reflejan valores morales; educan y elevan, y se corresponden con una teologa bblica slida. 7. Los elementos musicales y literarios deben obrar armoniosamente unidos para influir sobre el pensamiento y la conducta, en concordancia con los valores bblicos. 8. La msica debe mantener un equilibrio prudente de los elementos espirituales, intelectuales y emocionales. 9. Debemos reconocer y aceptar la contribucin de distintas culturas en la adoracin a Dios. Las formas y los instrumentos musicales varan en gran manera dentro de la familia Adventista del Sptimo Da mundial, y la msica proveniente de una cultura puede sonar extraa para alguien de cultura diferente.

Referencias: 1. Es uno de los medios ms eficaces para grabar en el corazn la verdad espiritual (La educacin, p. 168). 2. Ella tambin dice que justamente antes de la terminacin del tiempo de gracia [] habr vocero acompaado de tambores, msica y danza. El juicio de algunos seres racionales quedar confundido de tal manera que no podrn confiar en l para realizar decisiones correctas. Y a esto consideran como la actuacin del Espritu Santo. El Espritu

Santo nunca se manifiesta en esa forma, mediante ese ruido desconcertante. Esto constituye una invencin de Satans para ocultar sus ingeniosos mtodos destinados a tornar ineficaz la pura, sincera, elevadora, ennoblecedora y santificadora verdad para este tiempo (Mensajes selectos, t.2, pgina 41).

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