El de Conscribendis Epistolis de Juan de Santiago - Xvi

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EL DE CONSCRIBENDIS EPISTOLIS DE JUAN DE SANTIAGO: EDICIN Y ESTUDIO

J. DAVID CASTRO DE CASTRO Universidad Complutense de Madrid

1. INTRODUCCIN Se ha sealado recientemente que durante el periodo humanstico no puede percibirse en Espaa un inters especial por la composicin de manuales acerca del arte epistolar1. Contamos, sin embargo, adems del clebre manual de Vives, con varios trataditos, originales o reelaborados a partir de notas de clase, escritos por espaoles. Algunos de ellos han sido editados o estudiados recientemente. Si restringimos an ms el mbito de estudio, limitndonos a la produccin de miembros de la Compaa de Jess en Espaa, es preciso mencionar el De conscribendis epistolis de Bartolom Bravo2, obra de notable inters y cierta inuencia posterior. Pero no fue ste el nico manual compuesto por un jesuita espaol, pues algunos aos despus de la aparicin de la obra de Bravo el toledano Juan de Santiago compuso un pequeo tratado tambin llamado De conscribendis epistolis, que public en 1595 en Sevilla como apndice de su De arte Rhetorica3. No tenemos noticias de la utilizacin efectiva de este manualito en las clases de la Compaa, lo cual no quiere decir, por supuesto, que no fuera usado.

1 sta es la opinin de . L. Lujn en el captulo El arte epistolar en la Universidad de Valencia en la introduccin a su edicin de la Dilucida conscribendi epistolas ratio (1585) de J. L. Palmireno, en el CD-Rom editado por M. . Garrido Gallardo, Retricas del siglo XVI escritas en latn, Madrid, 2004. 2 Este manual fue editado en Pamplona en 1589 y cont con varias reediciones. M. Nieves Muoz Martn ha estudiado esta obra junto con otros tratados de jesuitas, entre los que se incluye el de Juan de Santiago, en Sobre artes epistolares jesuticas: los tratados de Bartolom Bravo, Juan de Santiago y Bartolom de Alczar, en A. M. Martins Melo (ed.), Actas do Congresso Humanismo Novilatino e Pedagoga, Braga, 1999, pp. 249-366. Tambin sobre Bravo puede verse el trabajo de J. Lawand, La Retrica y la enseanza: el Liber De conscribendis epistolis del jesuita Bartolom Bravo en Helena Beristin (ed.), Lecturas retricas de la sociedad, Mxico, 2002, pp. 98-98, que lamentablemente no hemos podido consultar. 3 El De arte Rhetorica ha sido editado por nosotros y est incluido en el CD-Rom mencionado en nota 1.

KOINS LGOS. Homenaje al profesor Jos Garca Lpez E. Caldern, A. Morales, M. Valverde (eds.), Murcia, 2006, pp. 171-180

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El tratado de Santiago es muy breve, apenas 10 pginas, frente a las 108 del libellus de Bravo en la edicin de 1601, si bien slo 32 de ellas son de teora, mientras que el resto consiste en ejemplos. Al contrario que la obra de Bravo, que insiste notablemente en la dimensin prctica del aprendizaje y que aporta numerosos materiales y ejemplos para facilitar la labor del alumno, el tratamiento de Santiago posee un carcter eminentemente terico y esquemtico. No obstante, es evidente que, como en el caso de Bravo, los preceptos estn encaminados a impulsar la ejercitacin, especialmente estilstica, de los alumnos4. Aunque en la obra slo se menciona como autor de referencia a Cicern, la presencia del Arpinate es mucho menor en Santiago que en el tratado de Bravo, lo que no es extrao dado el eclecticismo que el primero propugna en lo que a la imitacin se reere5. Por otra parte, el jesuita toledano aporta preceptos slo para la composicin de cartas latinas, con lo cual se diferencia, por ejemplo, del De conscribendis epistolis de Vives, que incluye las cartas en vernculo. Comienza Santiago su tratado proponiendo una denicin de epstola y una clasicacin de las cartas6. La llamativa denicin, cuyos orgenes remotos pueden rastrearse en Cicern (ad Q. fr. 1, 1, 37 y fam. 2, 4, 1), es oratio quae de re aliqua certiorem facit absentem (1, 2)7. Aspectos importantes en esta caracterizacin de la epstola son la utilizacin del trmino oratio y el nfasis en la funcin comunicativa de la carta. En efecto, Santiago dene la epstola como un tipo de oratio8, y no, lo que constituye la prctica ms habitual en la poca (especialmente en la corriente que subraya que el estilo de una carta ha de ser ms o menos tan coloquial como el de una conversacin), como sermo. Con ello subraya, frente a los partidarios de la independencia de la carta respecto a la Retrica, la estrecha relacin del arte epistolar con sta. Tal subordinacin es ya evidente al haber convertido su tratadito epistolar en apndice del manual de Retrica9. Con ello se muestra claramente la posicin del jesuita
4 Muoz Martn, art. cit., p. 350; J. Trueba Lawand, El arte epistolar en el Renacimiento espaol, Madrid, 1996, p. 83. 5 Muoz Martn, art. cit., p. 360. 6 Este procedimiento de denitio y divisio es precisamente el que Santiago, al tratar del mtodo de doctrina ( 94), deende en su Retrica como el ms adecuado para la exposicin de una cuestin. 7 P. Martn Baos, en su reciente libro El arte epistolar en el Renacimiento europeo 1400-1600, Bilbao, 2005, p. 498, considera esta denicin como retorizante. 8 Santiago no es el nico en utilizar este trmino. Ya en artes dictaminis medievales y en humanistas de la primera poca herederos de la doctrina medieval aparece el trmino, pues la carta es la forma por excelencia del discurso, que tiene ahora naturaleza escrita y ya no oral. Encontramos el trmino, por ejemplo, en la Brevis introductio ad dictamen (p. 1) de Iohannes Bonandree (s. XIV), en Paulo Camaldulense y F. Nigro. En cambio, F. J. Bardax distingue explcitamente en su De conscribendis epistolis (Valencia, 1564) entre epistola y oratio (16v). 9 Sin embargo, precisamente el que la obra, en cuanto apndice, posea una cierta independencia respecto a su Retrica parece indicar que la posicin de Santiago no es tan extremada como la de Furio Ceriol, autor que, al igual que el propio Santiago, estaba claramente inuido por el ramismo, y a quien el jesuita copia en muchas partes de su Retrica, cf. Muoz Martn, art. cit., p. 362. Furi considera la carta como mbito propio de la Retrica y censura la publicacin de obras de conscribendis epistolis, Martn Baos, op. cit., p. 398.

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en la discusin, frecuente en poca humanstica, sobre la necesidad o no de incluir el arte epistolar en el mbito de la Retrica10. La carta es, pues, para Santiago un tipo de discurso que entra perfectamente en el terreno propio de la Retrica. Por otra parte, la denicin de Santiago subraya la utilidad de la carta aludiendo explcitamente a su funcin comunicativa: de re aliqua certiorem facit absentem (1, 3). Est tambin presente otro tpico frecuente en las deniciones de epistola, el de la superacin de la ausencia11. No sigue, por tanto, nuestro tratado la lnea de deniciones, ms frecuente en la poca y de larga raigambre clsica, en las que se caracteriza la epstola como una conversacin entre amigos ausentes12. En este ltimo grupo de deniciones cabe adscribir la de Erasmo, al menos en sus obras tempranas, si bien es preciso recordar la larga evolucin doctrinal del roterodamense, que le conducir nalmente a una actitud de rechazo de la limitacin estilstica aparejada a la interpretacin rgida de una denicin de esta naturaleza. La denicin de Santiago indica que el jesuita no est interesado en subrayar de manera especial o exclusiva el carcter coloquial de la epstola. No obstante, no deja de hacer alusin a ste, al rechazar con palabras que recuerdan a Erasmo, en el apartado dedicado a la elocucin, la affectata locutio y defender, en consecuencia, la familiaritas de la expresin. Sin embargo, matiza Santiago, tambin con Erasmo (Libellus I-II)13, que el carcter coloquial no ha de estar reido con la elegancia (ita tamen ut elegans sit sermo, 4, 2627). Adems, introduce el principio de decoro al defender que, en las ocasiones en las que la materia requiera un estilo algo ms alto, sea posible elevarlo para ajustarse as a la situacin. Apoya su planteamiento recordando que en Cicern es posible encontrar cartas escritas en ambos estilos. En consecuencia, en la lnea del Erasmo ms tardo, se acepta el carcter predominantemente coloquial de la carta, pero sin descartar la posibilidad de que el estilo se eleve en funcin de las circunstancias. No menciona Santiago virtudes de la carta frecuentemente estudiadas en otros tratados, como la brevedad o la claridad, ni hace referencia a la facultad que la epstola posee de reejar el carcter del autor. Divide Santiago los tipos de cartas en simple y mixta, clasicacin que obtiene probablemente de Erasmo (Libellus, 181v)14. La epstola simple, que consta de un solo argumento, puede presentar distintas formas que caben en alguno de los tres gneros retricos: demostrativo, deliberativo y judicial. La aceptacin, en la estela erasmiana15,
En la prctica, la enseanza jesutica utilizaba las cartas y su preceptiva en la enseanza de la Retrica, pero tambin en la de diversos niveles de Gramtica. 11 Martn Baos, op. cit., pp. 499-500. 12 No obstante, al tratar el estilo, dice: eiusmodi elocutio formaque dicendi esse debet, qualis cum amico priuato collocutio solet esse (4, 24-25). 13 Nos referimos a su De componendis epistolis libellus (Compluti, Miguel de Egua, 1529). 14 Esta distincin la toma Erasmo de Francesco Niger, como seala J. R. Henderson, Erasmo y el arte epistolar en James J. Murphy (ed.). La elocuencia en el Renacimiento, Madrid, 1999, p. 408. Bravo comienza su Liber de conscribendis Epistolis (Burgis, 1601) con una distincin entre moralis, negotialis y mixta (1r). Lo ms habitual es la distincin entre moralis y negotialis. 15 Erasmo, Libellus (183r). Aade, sin embargo, el humanista holands que existen algunos tipos de cartas que no caben en ninguno de estos tres tipos (183v). El jesuita Bartolom Bravo omite esta triparticin, Trueba Lawand, op. cit., p. 84.
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de esta triparticin supone un alejamiento de las posiciones ramistas16, defendidas en muchos pasajes de su Retrica. No se aade aqu, en cambio, una innovacin de Erasmo en el Opus, el genus familiare, que s est presente en otros manuales hispanos como, por ejemplo, el de Palmireno (21). La epstola mixta, que puede dividirse a su vez en varios tipos diferentes, es una carta que responde a varias misivas o bien incluye una materia variada. Consigna Santiago las posibilidades de ordenacin de las cuestiones tratadas (segn vengan a la mente, orden cronolgico, articial) y algunos ejemplos de frmulas de transicin para pasar de la respuesta a una de ellas al tratamiento de la siguiente. Santiago sostiene que es de gran importancia mantener el orden en las epstolas que respondan a varias cartas. Esta ordenacin coincide casi literalmente con la del Libellus de Erasmo (181v). Santiago mantiene, como muchos de los defensores de una epstola de naturaleza retrica, la divisin de sta en partes, heredada, con ms o menos cambios, de la doctrina medieval17. Las partes de la epstola son, segn Santiago18, cinco. La primera es la salutatio, cuya funcin es preparar al lector y en la que han de constar el nombre del remitente, el nombre del destinatario, la ocupacin y la dignidad de ambos. En ella ha de evitarse la assentatio, como ya recomendaba Erasmo (con ilustres precedentes clsicos) en su Libellus (180r). Menciona Santiago de manera explcita la importancia de la utilizacin adecuada de los eptetos, aportando algunos ejemplos, que espiga, si no nos equivocamos, tambin del Libellus erasmiano. A continuacin va el exordium, cuya funcin consiste en explicar la razn de la carta. Le sigue la narratio, que ha de explicar qu ha sucedido o qu se quiere que suceda. Tras ella encontraremos la conclusio, en la que se consigna lugar y fecha y se desea salud. Finalmente est la superscriptio, que permite indicar el destinatario de la carta. Respecto a la dispositio, se plantea el orden en que es preciso abordar las distintas cuestiones, sealando en primer lugar que es preciso responder antes a las cartas pblicas que a las privadas19. En todo caso preere que se utilice para decidir el orden en que se tratarn las cuestiones el mtodo de prudencia, es decir, la seleccin de la estrategia ms efectiva en cada caso en funcin de las circunstancias, al ms rgido mtodo de doctrina, que privilegia sobre cualquier otro criterio la claridad en la exposicin20. Insiste, por otra parte, Santiago en su planteamiento retorizante al sealar que en la composicin de la epstola simple han de seguirse los preceptos de la inventio, la dispositio y la elocutio retricas.
Martn Baos, op. cit., p. 398. Bartolom Bravo tambin mantiene las partes, y lo hace, como nos recuerda Martn Baos, op. cit, p. 429, por mor de la utilidad y del ejercicio escolar. 18 Muoz Martn, art. cit., p. 362, subraya la correspondencia entre las partes estructurales y funcionales de la carta segn Santiago y las de la epstola clsica, a pesar de que nuestro jesuita confunde en parte marco epistolar y cuerpo de la carta. 19 Erasmo, Libellus (182r): Aut primum publicis, deinde privatis de rebus scribimus, prius quae ad nos, deinde quae ad ipsum spectant. 20 Respecto al mtodo de doctrina y al de prudencia segn Santiago, puede consultarse el libro II de su Retrica, especialmente los pargrafos 93, 125 y 126.
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Una vez acabada la parte terica general, pasa Santiago a la segunda parte del tratado, en la que, por brevedad, limita su tratamiento de los tipos de cartas a tres de ellas y, en concreto, a las ms habituales: la epstola consolatoria, la petitoria y la gratulatoria. A partir de estos ejemplos, nos dice Santiago, el lector podr reconstruir el procedimiento adecuado para los restantes tipos de cartas. El planteamiento es siempre el mismo: Santiago, tras sealar la quaestio de cada tipo de carta, aporta algunas claves sobre la inventio, la dispositio y la elocutio propias de cada una. En la epstola consolatoria la quaestio que se formula es no hay que dolerse por los males. Respecto a la inventio, se seala que todos los argumenta son adecuados para la composicin. Santiago los va recorriendo y pone algunos ejemplos. En lo referente a la dispositio se distinguen dos partes, la consolacin propiamente dicha y el ofrecimiento de ayuda. Dada la gran conmocin emotiva del destinatario, el orden de prudencia ser mucho ms efectivo que el de doctrina. Respecto a la elocutio, Santiago hace un catlogo de los tropos y guras ms frecuentes: metfora y alegora, de entre los primeros; epanalepsis, de las guras de diccin y prolepsis, pretericin, ocupacin y subjecin, de las de pensamiento. La epstola petitoria o comendaticia tiene por quaestio debes hacer lo que te pido o debes ocuparte de esta persona a la que te recomiendo. En el tratamiento de la inventio se sealan las tres partes de cualquier peticin: la legitimidad y honestidad de la peticin, la demostracin de que el destinatario tiene capacidad de satisfacerla y la solicitud en s misma. Es posible hacer uso de todos los argumentos. En lo que toca a la dispositio, se seala la conveniencia de decidir si es ms adecuado utilizar el mtodo de doctrina o el de prudencia. Respecto a la elocutio, es frecuente el uso de la pretericin y la ocupacin, aunque tambin pueden utilizarse otras guras en funcin de las circunstancias. En la epstola gratulatoria la quaestio consiste en el agradecimiento por la obtencin de un favor o benecio. Consta de tres partes: reconocimiento del bien obtenido; elogio de quien lo ha concedido y promesa de alguna contrapartida, como, por ejemplo, un agradecimiento eterno. En el tratamiento de la inventio se seala que es posible utilizar todos los argumentos, aunque destaca entre todos ellos la comparacin. La dispositio se regir por los principios sealados en su tratado de Retrica acerca del mtodo de doctrina y de prudencia. En la elocutio se seala que las guras de lengua son frecuentes, mientras que las de pensamiento lo son mucho menos, salvo la pretericin, el apstrofe y la correccin. Muy apropiado para este tipo de epstola es el uso de la concinnitas y el ritmo. Es interesante sealar que, para ejemplicar, alude a tres discursos de Cicern (el Pro Marcello y dos discursos posteriores a su retorno del exilio). En denitiva, el pequeo tratadito de Santiago pretenda, sin duda, ser una herramienta auxiliar bsica, clara y bien ordenada, destinada a la docencia. Llaman la atencin su extrema brevedad y su carcter casi exclusivamente terico. Un guin, por tanto, que cada profesor expandira y ejemplicara en clase a voluntad. El carcter eclctico de la doctrina de Santiago queda patente por su combinacin de elementos de distinto origen, que conduce a que conceptos ramistas se combinen, por ejemplo, con una clara inuencia del Erasmo del Libellus y con rasgos que, aunque presentes

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en algunos tratados de la poca, recuerdan en gran medida la doctrina sostenida desde poca medieval. 2. TEXTO21 DE CONSCRIBENDIS EPISTOLIS, APPENDIX AD ARTEM RHETORICAE. [1] Epistola est oratio quae de re aliqua certiorem facit absentem. Ea uel simplex est, uel mixta. Simplex in certo orationis genere consistit, id est, simplici argumento constat. Mixta circa uaria orationis genera uersatur. Vnde quae simplex est distribui potest in demonstratiuam, deliberatiuam et iudicialem. Mixta uero in mixtas alias formas. Nam uel una epistola ad multas atque diuersas respondemus, uel res maxime diuersas una epistola complectimur; cuius exempla esse possunt, cum multae Ciceronis epistolae, tum illa ad Q. Fratrem cuius initium est: Ad quartum nonas Iunias, etc. <ad Q. f. 2, 14> [2] [257] In hoc genere aut quidquid in mentem uenit effundemus, aut a tempore rerum ordinem sumemus, aut certe ordinem nos ipsi conngemus. Si ad plures epistolas una respondere sit necesse, ordine id faciemus et huiusmodi transitionibus utemur: Habes de primis literis, de alteris nunc accipe; respondi ad secundas, iam audi de proximis, etc. [3] Iam de partibus epistolae dicamus. Atque illae quinque in universum numerari possunt, uidelicet, salutatio, exordium, narratio, conclusio et superscriptio. Salutatio legentem praeparat constatque nomine scribentis et eius ad quem scribit et utriusque ofcio et dignitate, ut si divus Paulus ad divum Petrum hac ratione scribat: Paulus, doctor gentium, Petro, Ecclesiae principi, salutem in Christo, etc. In exordio causam explicat quae eum ad scribendum impulit, ut: Cum te impense diligam ac ut uicarium Christi colam, rerum quae apud nos geruntur uolui certiorem facere, etc. Iam uero in narratione dicet quid factum sit quidue eri uelit, ut: Ingenti malorum tempestate

Hemos realizado la transcripcin del texto a partir del ejemplar de la BN de Madrid R 28360 de la obra: IOANNIS / IACOBI, SIVE DE SAN- / tiago e Societate Iesu de arte Rhetorica libri / quatuor: in quibus eiusdem artis praecepta / articiosa methodo explicantur ad Elo- / quentiam comparandam. / Ad cuius nem pro appendice additum est brevissimum / opusculum de conscribendis epistolis cum / indice totius operis. (ESCUDO) Hispali excudebat Ioannes Leonius. / Anno. 1595, pp. 256-265. Nos atenemos a los criterios que ya seguimos en la edicin de la Retrica de Santiago, de la que este tratado constituye un apndice, incluida en el CD-Rom coordinado por M. . Garrido Gallardo, Retricas del siglo XVI escritas en latn, Madrid, 2004. Hemos respetado el texto original, manteniendo sus caractersticas, a excepcin de la regularizacin de v/u, que en el original sigue la convencin mecnica de v- inicial y u- en interior de palabra. Hemos modernizado la puntuacin, desarrollado las abreviaturas y mantenido el uso de maysculas y minsculas. Sealamos en cursiva las frases que Santiago propone como ejemplo. Numeramos entre parntesis cuadrados los prrafos y sealamos los nmeros de pgina del original tambin entre parntesis cuadrados, pero en negrita. Corregimos nicamente un par de claras erratas (nonas por novas 1, 7 y fere por ferae 11, 15).

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iactamur. Proinde et consiliis tuis et precibus multum indigemus, etc. Conclusio locum et tempus indicat, et bene rursus precatur, ut: Vale. Datis Ephesi calendis Ianuariis. Denique superscriptio designat quis ille sit ad quem mittitur epistola, ut: Ad summum Ecclesiae Ponticem, divum Petrum, etc. [4] Affectata locutio longe abesse debet ab epistolae familiaritate, ideoque eiusmodi elocutio formaque dicendi esse debet, qualis cum amico priuato collocutio solet esse. Vnde Cicero dixit in epistolis: Epistolas quotidianis uerbis texere solemus <fam. 21, 9, 1>, ita tamen ut elegans sit sermo. Quod si de re magni momenti interdum scribere [258] opus sit, licebit altius scribere pro materiae dignitate. Vtriusque styli exempla extant apud Ciceronem in Familiaribus epistolis. [5] In salutatione fugienda est assentatio, sed epithetis honestis utemur, ut, si scribas ad summum Ponticem, dices: Beatissime, sanctissime et benignissime pater, etc. Si ad regem: Inuictissime, potentissime et clementissime, etc. Si ad Senatorem: Grauissime, ornatissime, iustissime. Si ad Theologum: Doctissime. Si ad Oratorem: Eloquentissime. Denique pro ratione personarum ad quas scribis epithetis uteris. Quando una epistola ad res multas respondemus, prius de publicis, deinde de priuatis dicemus. Quae methodo prudentiae potius quam doctrinae relinquenda censeo. [6] De simplici epistola hoc unum pro multis praeceptum esse potest, ut eam secundum artis Rhetoricae praecepta constituamus, nimirum inuentionis, dispositionis et elocutionis. [7] His igitur de conscribendis epistolis breuissime a nobis constitutis, ex omnibus epistolarum generibus tria dumtaxat eligamus, in quibus inuentionem, dispositionem atque elocutionem demonstremus, ut ex illis, tanquam frequentioribus, facile possint reliqua cognosci. Et illa quidem sunt Epistola Consolatoria, Petitoria et Gratulatoria. [259] DE RATIONE SCRIBENDI EPISTOLAS CONSOLATORIAS. [8] QVAESTIO in omni consolatione haec est proposita: Non est tibi dolendum, Serui aut Lentule, propter exilium aut lii mortem, uel propter amissa bona. INVENTIO CONSOLATIONIS. [9] OMNIA argumenta cadunt in consolationem, haec tamen frequentiora sunt: nis, ut spes uitandi incommodi uel boni consequendi; causae efcientes sponte et non sponte, sed hoc accidit alterius culpa aut necessitate aut natura aut fortuna, etc. [10] Item effecta, ut: qui bene consulit Reipublicae consolandus est. Etiam subiecta et adiuncta, quae circunstant. Subiecta, ut qualitas temporis et loci, ut: Temporis locique perturbatio plerosque consolatur. Adiuncta, ut bona de nobis existimatio, iniuria et

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inuidia inimicorum. Comparationes frequentissime cadunt in consolationem, maxime a minori et a pari, ut: mollis foemina hanc feret molestiam, tu uir non eam aequo animo feres? Alii interierunt in hoc bello docti et graues ciues, et tu igitur patienter debes ferre mortem lii. Diuisiones quoque sunt in consolatione frequentes, ut: Aut doles tua causa aut lii; tua non est tibi dolendum, quia grauis et prudens es, neque lii, quia in caelo iam [260] uersatur, igitur dolendum non est tibi. Genus etiam ualet multum ad consolandum, ut: quod omnibus hominibus accidit est patienter ferendum. Quanuis haec consolatio a multis perturbatur. Denitiones, nomina et testimonia non cadunt in consolationem, etc. DE DISPOSITIONE EPISTOLAE CONSOLATORIAE. [11] IN omni consolatione duae fere sunt partes: una qua consolaris afictam personam, altera qua ei tuam polliceris operam. Ordo autem doctrinae minime in consolatione seruatur, quia illius quem consolaris animus est dolore commotus. Atque ita non erit necessarius ordo propositionum syllogismi neque partium epistolae, sed methodo prudentiae omnis dispositio epistolae consolatoriae relinquenda est, etc. DE ELOCVTIONE EPISTOLAE CONSOLATORIAE. [12] EX tropis adhibentur metaphora et allegoria; ex uerborum guris, epanalepsis. Reliquae sunt rarae. Figurae uero sententiarum frequentius adhibentur, quarum frequentissimae sunt prolepsis, praeteritio, occupatio et subiectio. DE RATIONE SCRIBENDI EPISTOLAS PETITORIAS SEV COMMENDATITIAS. [13] [261] QVAESTIO in epistola petitoria siue commendatoria est: debes hoc facere quod a te peto aut hic uir quem tibi commendo debet tibi esse curae. INVENTIO EPISTOLAE PETITORIAE. [14] OMNIS petitio in tres partes diuiditur: prima declaratur legitima causa et honesta quae subest petitioni, secunda ostenditur potestas in eo esse a quo petimus et tertia pollicemur aliquid de nobis aut de eo quem commendamus. [15] Causa legitima et honesta sumi potest ex omnibus fere locis seu argumentis, praecipue a ne: Vt melior sit Reipublicae administratio, debes huic uiro relinquere expectata negotia. Ab effectis, ut: Eius curam habere debes, a quo et tu et ego multa benecia accepimus. A rebus subiectis quae circunstant. Sic a qualitate loci et temporis ducitur honesta petitionis causa, ut: Debes hunc uirum habere charum, quia in eo loco uersatur, ubi tu imperas, et eo tempore petit quo aduersa fortuna praemitur. Ab adiunctis quae insunt et circunstant, ut: Hunc uirum debui tibi commendare, quoniam

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est amicus et doctus et prudens et cuius calamitatis multi miserentur deque illius iniuriis conque[262]runtur. Potestas explicatur fere causis adiuuantibus et exemplo rerum ante gestarum, ut: Cui tot insunt uirtutum praesidia et artium et diuitiarum. Qui alias haec benecia contulit poterit et nunc conferre quod petimus. Pollicemur fere uarios fructus, qui ad locum causarum et effectorum referuntur, ut dignitatem et utilitatem et amicitiam. Quae conrmamus et commendamus ab effectis nostris et eius quem commendamus, ut: Quod gratus ante fuerit in eos, a quibus benecia acceperat, etc. DISPOSITIO EPISTOLAE PETITORIAE. [16] DISPOSITIO argumentorum in epistola petitoria erit et doctrinae et prudentiae pro diuersitate rerum et personarum. ELOCVTIO [17] IN epistola petitoria seu commendatitia adhibentur praeteritio et occupatio. Reliqua in hoc compositionis genere misceri possunt, ut locus et temporis occasio postulabunt. DE RATIONE SCRIBENDI EPISTOLAS GRATVLATORIAS. [18] QVAESTIO in gratiarum actione est: Ago tibi gratias propter benecium collatum. Constat autem gratiarum actio [263] tribus fere partibus: prima contemur benecium acceptum et laudamus, secunda eum laudamus qui benecium contulit et tertia nos pollicemur aliquid, praesertim gratam benecii memoriam et eius qui contulit, etc. INVENTIO EPISTOLAE GRATVLATORIAE. [19] CONFESSIO benecii ex omnibus locis duci potest, maxime uero ex minorum comparatione, qua probes benecium acceptum maius esse reliquis beneciis et quid inter illa et hoc praesens benecium intersit. Amplicabis comparationem ab omnibus fere locis. A ne: Quia benecium non est collatum quaestus gratia. A causa absoluta: Quia collatum est sine aliis praesidiis. A causa efciente sponte: Quia ultro et sponte collatum est. Ab effectis: Quia delectatio ex benecio consecuta est. Laudatur uero persona quae benecium contulit ex omnibus locis, sed praecipue ex illis qui ualent ad benecia conferenda, ut sunt nis, causa absoluta, adiuuans, efciens sponte: Nam benecium collatum necessario, non debet nuncupari benecium. Effecta uoluntatem hominis declarant. Adiuncta etiam quae insunt et circunstant. Laus personae ualde augetur comparatione eorum qui contulerunt [264] benecia. Aliorum quoque testimonia personam commendant. [20] Ad extremum dices te, quanquam aliquid polliceri uelis, nihil tamen posse quod maius benecium sit quam ut possit compensari. Atque ita comparatione quadam exte-

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nuabis potestatem tuam ex quibuscunque locis et argumentis poteris. Voluntatem tuam declarabis et accepti benecii magnitudinem, ut ex hac comparatione grata hominis illius memoria declaretur. [21] Dispositio argumentorum erit secundum ea quae in Rhetorica dicta sunt de methodo doctrinae atque prudentiae. ELOCVTIO EPISTOLAE GRATVLATORIAE. [22] PRIMA, Secunda et Tertia pars multis tropis possunt illustrari, sed minime cum conteris acceptum benecium, nisi cum eius magnitudinem amplicas. Verborum gurae sunt frequentes in hoc genere. Sententiarum uero non sunt perinde frequentes, nisi praeteritio, quae est urbanitatis et laudis plena, et apostrophe et correctio, quae etiam aliquam prae se ferunt urbanitatem. Concinnitas denique in gratulatione magnica et splendida est ad[265]hibenda, quae numerosa oratione uerbisque sonantibus gratum animum declarare uidetur. Huius rei exempla esse possunt tres Ciceronis orationes, duae post reditum ab exilio et tertia pro M. Marcello. FINIS APPENDICIS AD RHETORICAM DE CONSCRIBENDIS EPISTOLIS.

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