Análisis Del Narrador de Daisy Miller

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Sebastian Stratan Mster en Estudios Literarios

Breve anlisis del narrador no fidedigno y el discurso narrativo en Daisy Miller

A pesar de que Daisy es el actante principal de la novela, es curioso como el autor no nos concede acceso a sus pensamientos. La herona tiene un lugar privilegiado en las conversaciones y las mentes de los dems personajes pero solo se nos permite or y ver su comportamiento segn estos personajes lo oyen y ven. Sin embargo, porque nunca se le puede seguir sus pensamientos o verla cuando est sola no podemos decir nada sobre ella como sujeto salvo lo que se puede discernir de modo indirecto. El nico personaje cuyos pensamientos podemos seguir es Winterbourne, quien sirve de eje central de la conciencia de la novela. No podemos saber de modo seguro si la intencin de James, absorbindonos enteramente en el punto de vista de Winterbourne, siguiendo su deliberaciones mentales y observando sus deseos y frustraciones en cuanto a Daisy, fue la de hacernos identificar con l. Adems, para una descodificacin de algunos de los conceptos antinmicos (el Nuevo Mundo vs. Viejo Mundo, luz vs oscuridad, etc.) de Daisy Miller, nos ayudarn la teoras de M.M. Bajtn en el campo del discurso dialgico. Para empezar, el narrador de Daisy Miller nos presenta los eventos como verdaderos, o sea, el narrador relata los acontecimientos que tuvieron lugar hace tres o cuatro das a un joven, Winterbourne, con el cual, el narrador no afirma conocer ntimamente pero sobre el cual, posee muchas historias. El mtodo del narrador distante, en primera persona, que est interesado pero no participa, tiene el efecto de marcar toda la historia como chisme. Esta estratgica es irnica ya que la historia misma est basada y trata de un chisme. Adems, en el primer prrafo de la novela, el narrador establece algunos de los que se tratarn a lo largo de historia; estos temas ofrecen el contraste entre lo antiguo y lo nuevo, historia y novedad, movimiento y quietud, en suma, la vitalidad americana y la dignidad europea.

A continuacin, resultara muy interesante notar las seales que revelan una identificacin de James con su joven americano, estudiante de la vida humana. La voz narrativa denuncia una mente cercana a la de Winterbourne, con muchas afinidades comunes, ya que Winterbourne es precisamente el tipo de viajero sofisticado que entendera las observaciones sobre los varios hoteles de Vevey. Esta personalidad annima, el narrador, puede convertirse en una voz muy personal e irrumpir en primera persona (I) de vez en cuando, haciendo una separacin consciente de su sujeto de observacin: No s si se eran las analogas o las diferencias las que ms le importaban al joven americano (...) mirando a su alrededor bastante ausente hacia algunos de los objetos que he mencionado1. La costumbre de hacer comparaciones culturales es algo que tanto el narrador como el protagonista comparten. Porque el narrador de Daisy Miller nos priva de sus comentarios acerca de si Winterbourne se equivoca o no en cuanto a los acontecimientos, pero sobre todo, en cuanto a Daisy, deja a los lectores sacar sus propias conclusiones sobre la herona epnima. No obstante, cuando Winterbourne repudia a Daisy pensando que ya es una una joven a la que un caballero ya no tena que respetar2, compartimos esa conclusin suya? Pues, eso depende, parcialmente, de si podemos percatar la falibilidad de Winterbourne y cun perspicazmente leemos los indicios externos que podran permitirnos una mirada hacia los pensamientos y sentimientos privados de Daisy. En su teora del arte de la ficcin, Henry James distingua el mtodo escnico, con el cual prescinde de los pensamientos y nos presenta la accin, de la subjetividad narratoria utilizndola para ponerse detrs de las acciones de un personaje con el fin de representar sus pensamientos y transformar el lector en cmplice. Mientras James nunca se posiciona detrs de Daisy para ilustrar lo que piensa o siente, a travs de una lectura atenta y con prescindir del punto de vista de Winterbourne, podramos notar que la joven es capaz de sentir ms intensa y complejamente de lo que nos permite la visin de Winterbourne. Aunque la actitud ms frecuente de Daisy es la de indiferencia y de aparente serenidad frente a las convenciones sociales (segn las teoras bajtinianas, su discurso el americano - est en conflicto con el discurso de Winterbourne et al. el discurso europeo), en algunas ocasiones sonroja y se pone plida, su psicologa
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JAMES, Henry. Daisy Miller, Inglaterra, Penguin, 1995. (p. 8) I hardly know whether it was the analogies or the differences that were uppermost in the mind of the young American () looking about him rather idly at some of the graceful objects I have mentioned (traduccin propia) 2 Ibidem. young lady whom a gentleman need no longer be at pains to respect (p.82) (trad. propia).

revelando emociones que podramos interpretar de muchas maneras, de todos modos, no se deberan ignorar. El autor recurre al mtodo escnico para darnos indicios de cules podran ser sus pensamientos y sentimientos, con el fin de no posicionarse dentro de la conciencia de Daisy y para complicar las explicaciones tan simplistas que el joven americano se forma sobre ella. A continuacin, el narrador de Daisy Miller contribuye al realismo de la novela, definido por el propio James en su ensayo El arte de la ficcin a travs de la creacin de un narrador que acta como un observador de los eventos descritos en la historia y no como un narrador omnisciente quien divulga al lector los pensamientos de los personajes. Ms que concentrar su enfoque en las acciones internas de las mentes de los personajes, James se concentra en los detalles externos, lo que ofrece una perspectiva realstica de los personajes y se deshace de la ingrata tarea de juzgar - desde cualquier punto de vista -, sobre todo moralmente, dejando este privilegio para los lectores. Adems, en su The Art of Fiction3, James declara tambin que la nica razn que justifica la existencia de la novela es que n intenta representar la vida. La novela comienza, despus de una breve descripcin del escenario, con yo (I), como si fuera una anticipacin de su participacin en la trama; sin embargo, el narrador se quedar en la osscuridad. El yo se refiere al personaje desconocido que acta como un narrador omnisciente en primera persona pero una omnisciencia limitada al punto de vista de Winterbourne. A pesar de que ese personaje-narrador es el que narra la historia el yo aparece raras veces hasta el final. Este mecanismo narrativo permite que la novela parezca un informe de un observador no identificado. As pues, el narrador no es una autoridad absoluta porque no tiene conocimiento de todos los pensamientos de los personajes y el lector no puede considerar todas las descripciones finitas. En el intento de ser cuanto ms preciso en describir la vida humana a travs de su mecanismo narrativo, James describe las acciones en vez de interpretarlos, y as, la novela adquiere ms objetividad. En el mismo ensayo, James afirma que el aire de realidad, al que describe cmo la virtud suprema de la novela (refirindose, seguramente, a la verosimilitud del arte ficcional) se puede definir como solidez de la especificacin (p. 6). La especificacin no es, sin embargo, la especificacin de la mente de los personajes sino
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JAMES, Henry. The Art of Fiction. http://virgil.org/dswo/courses/novel/james-fiction.pdf

de sus contornos. La razn por la cual James elige enfocar los detalles externos es porque, segn l, en la vida corriente no son los detalles internos los que se nos permite ver; nadie puede leer u or los pensamientos de otro ser humano, por lo tanto, es mucho ms realstico describir los personajes de la misma manera que la haran las personas corrientes cuando describen a los que encuentran en su camino. Por ejemplo, Cuando se describen los sentimientos de Giovanelli hacia Winterbourne, el narrador declara que Giovanelli, desde el principio, haba tratado a Winterbourne con una cortesa distinguida; escuchaba con aire respetuoso; se rea, puntillosamente a sus humoradas4. Lo que falta aqu, a diferencia del romanticismo, la corriente anterior a realismo, y lo que intenta cambiar, es la exploracin de la mente de Giovanelli. La descripcin est basada en la manera en que Giovanelli acta y habla, y no en lo que piensa. Cualquiera, hasta un observador corriente pudo haber tenido la misma impresin que el narrador transmite al lector. Ahora, hay que interpretar, porque, basar la cortesa en risa puntillosa no quita la posibilidad de falta de sinceridad. As pues, el narrador ya no tiene la autoridad y el privilegio de describir las verdaderas intenciones de Giovanelli en comportarse educadamente con Winterbourne. Adems, cuando el narrador describe el aspecto de Daisy, afirma que le pareca que Daisy nunca estuvo tan guapa 5 (p. 78). El verbo seem(ed) (parecer) es muy importante en cuanto el narrador, porque revela algn tipo de debilidad en la autoridad de su observacin. Aunque es un detalle casi insignificante, esta palabra est utilizada en todo el texto para describir personajes y acontecimientos. Por ejemplo, el narrador dice que Randolph pareca totalmente indiferente aunque a lo largo del relato el nio divulga muchos detalles que solo podan haber sido percibidos por una mente atenta y agil. As, el autor quiere socavar la voz autoritaria de la narracin al ofrecer una perspectiva realista que se limita a la observacin en lugar de visin interna y/u omnisciente. Socavado la autoridad del narrador, James quiere que el lector compense la deficiencia del narrador. Debido a que el narrador no explica la historia, o las intenciones ocultas o pensamientos, el lector tiene que participar activamente en el relato y sacar los detalles a la luz l mismo.

Giovanelli, from the first, had treated Winterbourne with distinguished politeness; he listened with a deferential air to his remarks; he laughed, punctiliously, at his pleasantries (p. 78) (trad. propia). 5 it seemed to him [Winterbourne] that Daisy had never looked so pretty op. cit. (traduccin propia)

No obstante, con la ayuda de otro gran terico de la novela, Bajtn, cuyo enfoque en la polifona y el dialogismo entre los personajes o voces narrativas podra ayudar a entender mejor la dinmica y el trayecto narrativo de la presente obra. Segn la juerga del filsofo ruso, las voces de todos los personajes del libro son una fuerza que llevan a Winterbourne de un extremo a otro. En l se materializan todos los discursos antagnicos de Daisy Miller y se meten en una feroz batalla los unos con los otros desconcertando al joven y complicndole la existencia. Este conflicto de los discursos hace de Winterbourne un campo de batalla. Mientras la seorita Miller representa el discurso americano de la inocencia y pureza ingenua, el discurso europeo del elitismo y las estrictas convenciones sociales est personalizado por las seoras Costello y Walker. Al principio, Winterbourne, el eslabn de los dos mundos, est presentado como un americano europeizado, como uno que ya se ha asimilado el discurso europeo en su ideologa. Cuando Daisy entra en su vida, los provocadores dilogos de la joven americana con las seoras Costello, Walker y el resto de la sociedad europea (aunque indirectos, con Winterbourne como mediador), suscita en Winterbourne un dilogo simultneo de las dos ideologas; y este punto de encuentro crea lo que Bajtn llama el nacimiento de una nueva palabra. El conflicto, segn Hegel, siempre crea progreso y evolucin y es precisamente esto, la evolucin, desde un punto de vista ideolgico, de Winterbourne, el motor de Daisy Miller. A continuacin, Bajtn sostiene que el devenir ideolgicamente de un ser humano es el proceso de asimilar selectivamente las palabras de otro6. Asimismo, James reconoce la importante influencia del discurso y crea un narrador no fidedigno y subjetivo (el narrador cuenta solamente lo que Winterbourne piensa, siente, cree, etc.). Los prejuicios y concepciones fragmentarias de Winterbourne sirven para complicar la llegada del lector a una resolucin acerca de las sentencias que dicta el joven. Al principio de la historia, el narrador nos anuncia que sus descripciones de los hechos son consecuencia de unos discursos anteriores que haba presenciado. En la presentacin de su protagonista, el narrador utiliza tanto las fuentes positivas como las negativas (sus amigos hablan sobre l, sus enemigos hablan7). Por lo tanto, la primera impresin el lector que tiene de Winterbourne no viene de las observaciones originales y objetivas

BAKHTIN, M. M. The Dialogic Imagination: Four Essays. XXXXX (1981). the ideological becoming of a human being is the process of selectively assimilating the words of others 7 JAMES, Henry. cit. his friends spoke of him , his enemies spoke of him (p. 8)

del narrador sino de una reproduccin de discursos anteriores: Algunos le haban dicho que, al fin y al cabo, las chicas americanas son extremadamente inocentes; y otros que le haban dicho que, al fin y al cabo, no lo son.8 As pues, podemos ver la narrativa como una representacin objetiva de los personajes y eventos porque ya no seramos capaces de entender los conflictos dialgicos que existen detrs del discurso, segn el propio Bajtn. Luego, para explicar la influencia del discurso a la hora de analizar el narrador de Daisy Miller, utilizaremos otra idea bajtiniana que sostiene que la gente habla sobre lo que otros hablan y que la mayora de la informacin que recibimos es normalmente comunicada refirindose a otra fuente. Uno no puede menospreciar la importancia del discurso del Otro. En la presente obra, la seora Walker es extremadamente atenta a la tendencia de la gente de reproducir y repetir cualquier discurso y llega a convencerse de que esta transmisin ofrece al discurso una poder muy importante a la hora de influenciar lo que la sociedad dice y cree. Ella considera que el valor e identidad de una persona depende enteramente de lo que dicen los otros sobre esa persona. As, advierte a Daisy: Tienes bastante edad para ser objeto de habladuras9. La seora Walker tambin se queja sobre el hecho de que todo el mundo en el que viven los Miller hablan sobre ella. Hasta Daisy, la cual, normalmente, ignora lo que dicen los otros sobre ella reconoce el poder del discurso. Por ejemplo, cuando Winterbourne le menciona que es calumniada, Daisy le contesta: Imagino que habrs dicho algo!10. Pero Winterbourne es tan afectado ms porque los low-minded menials [plebeyo sin miente] (p. 85) que por la existencia de esas habladuras. El hecho de que Winterbourne da tanta importancia a quin habla sobre ella es otra idea bajtiniana importante sobre el discurso humano en general, el cual observa que nosotros, los seres humanos, no separamos el discurso de la personalidad quien lo pronuncia. El discurso aristocrtico europeo provee la ideologa de partida a Winterbourne a pesar de que es americano. Sus suposiciones iniciales en cuanto a los estndares del decoro de la mujer los haba adquirido mientras su estancia en Ginebra y antagoniza al

JAMES, Henry. Some people told him that, after all, American girls were exceedingly innocent; and others had told him that, after all, they were not (p19). 9 ----- You are old enough to be talked about (p. 60) 10 -----I should think you would say something (p. 80)

discurso americano, que significa la espontaneidad desenfrenada. La frecuencia de las palabras francesas e italianas en el discurso de Winterbourne es una prueba ms de lo ampliamente europeizado que se ha vuelto. De hecho, Daisy observa que Winterbourne no es como un real American (americano verdadero/autntico) y que su acento es ms bien como el de un alemn hablando ingls. Hasta el mismo Winterbourne reconoce que ha vivido tanto en Ginebra que ha perdido mucho del acento y se ha desacostumbrado del tono americano. Adems, el joven opone el discurso americano al suyo (el europeo) aconsejando a Daisy acabar flirteando porque flirtear es una costumbre mala y no debera hacerlo mientras estaba en Europa. El discurso europeo est en una batalla dialgica con el discurso americano de Daisy, que alardea de una manera que despierta mucha chisme.11 Con relacin a esto, podramos considerar las palabras de Bajtn quien dice que el discurso de alguien nace una nueva palabra, por ejemplo, un cualquier discurso provoca nuestra respuesta si es productivo. Asimismo, Daisy provee el discurso que lanza la sociedad en la que vive en reflexin dialgica, o, como dira Hegel, una relacin dialctica de las dos sociedades. Su discurso tambin ofrece razones para que el joven americano, pero europeizado, se lance en una reevaluacin de su propio discurso. La seorita Miller trae al escenario un curioso discurso, tan fresco que transmite inocencia y abandono caprichoso. Por ejemplo, cuando se refiere a Chateau de Chillon como ese castillo antiguo y llama a los guas those dreadful old men that explain about the pictures and things [aquellos viejos pesados que explicad sobre cuadros y cosas] (p. 54). El lenguaje crudo que utiliza ella contrasta de manera total con la formalidad de Winterbourne. Sin embargo, Daisy adopta temporariamente, en un momento de debilidad, el discurso europeo cuando pregunta a Winterbourne cmo debera proteger su reputacin; pero deja al joven perplejo exclamando por s mismo: Era tan extrao orle hablar sobre su reputacin de ese modo.12 La palabra reputacin, Daisy la presta del discurso europeo y esta es la razn por la cual suena tan extrao dentro del discurso de Daisy. No obstante, no llega a asimilar el discurso europeo sobre la reputacin en su ideologa.

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----- rackets about in a way that makes much talk (p. 45). ----- It seemed so strange to hear her speak that way of her reputation (p. 61).

Tanto la seora Walker como la seora Costello pronuncian un discurso muy cruel sobre Daisy. La seora Walker parece ser la dama de Ginebra, la personificacin del discurso europeo sobre el decoro, reputacin y tradicin. Como respuesta a las crticas de la seora Walker, Daisy dice: Creo que no quiero saber lo que quieres decir, rechazando categricamente el discurso, y por tanto, la ideologa de la seora Walker. Y cuando Winterbourne, durante el primer encuentro con Daisy en Italia, reprocha algo acerca de su comportamiento, ella seala la rigidez y la formalidad del discurso de Winterbourne, pero la seora Walker trata de defenderle porque tienen el mismo tipo de discurso. Mientras Daisy define el discurso de Winterborne como absurdamente pasado de moda, la seora Walker lo considera correcto y natural. Ambos Winterbourne y la seora Walker dicen a Daisy que debera dejar de retozar en pblico pero ella les responde que prefiere ser indecorosa que escucharles a ellos. La frustracin de Daisy por culpa de la imposicin imperiosa de los discursos de Winterborne y de la seora Walker se parece a la reaccin de Bajtin hacia el discurso autoritario. El discurso autoritario exige que lo reconozcamos, que nos hagamos con l13 Cuando Winterborne insiste en acompaar a Daisy, esta dice: Nunca he permitido a un caballero que me mande14. De nuevo, mandar significa dominar, ordenar o imponer un precepto (RAE), no admitir el dilogo. Al igual que Bajtn, cuando cita la dogma religiosa como ejemplo del discurso autoritativo, Daisy rechaza el sermn (p. 69) de Winterbourne. A continuacin, cuando Daisy castiga a Winterbourne por no haberle ofrecido t, ste explica: Te he ofrecido consejos (p. 70). As que, ella considera que el consejo es una forma de discurso autoritario, dice: Prefiero el t poco cargado! (p. 70). Mientras que la seora Walker sigue siendo inflexible y autoritaria, Winterbourne empieza a sentir la superioridad del discurso de Daisy en su lucha interna. Empieza a dudar la autoridad del discurso europeo y dice a la seora Walker: Imagino que usted y yo hemos vivido demasiado en Ginebra!. El joven adopta el discurso de su nuevo objeto de infatuacin en contra de la rigidez diciendo, otra vez a la seora Walker: Pienso que es una lstima hacer tanto alboroto acerca de esto. [la conducta de Daisy] (p. 58). El discurso de la seora Walker tiene el efecto ms adverso en Winterbourne. Ahora, Winterbourne empieza a favorecer el discurso de Daisy en
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BAJTN, M. M. The Dialogic Imagination: Four Essays. JAMES, Henry. Daisy Miller. I have never allowed a gentleman to dictate to me (p. 56).

contra de su discurso anterior, el europeo, llamndola pobre seorita Miller que tiene que vivir en las cnicas calles de Roma (p. 75). En esta situacin, Winterbourne ya no define a Daisy como una salvaje degenerada, sino como una joven desdeada pero inocente, que tiene que llevar sus das dentro de un mundo que la define, injusta y errneamente, con la ayuda de un discurso cnico. Como consecuencia del discurso puro y honesto de Daisy sobre la inocencia femenina, Winterbourne lamenta haber vivido demasiado en el extranjero (p. 88) y asimilado demasiadas costumbres europeas en su ideologa. James alude al hecho de que el discurso de Daisy ha suscitado un dilogo interno, el cual, ha creado la posibilidad para Winterbourne de renacer como americano. No obstante, la ltima frase de la novela menciona que Winterbourne sigue interesado en una dama extranjera muy inteligente, probablemente la dama con la cual estaba perdiendo el tiempo al principio de la historia, segn sus enemigos. Otra vez, James quiere obtener ms objetividad aumentando la falta de autoridad del narrador, probablemente para estimula el lector a participar tambin en la creacin de la historia (segn las teoras contemporneas de Barthes en el campo de la autoridad efectiva del autor) porque al principio, el narrador menciona que el recin llegado a Vevey, de hecho, no tiene enemigos. En su ensayo, James seala que el arte vive de la discusin, el experimento, la curiosidad, la variedad y la tentativa, en el intercambio de opiniones y la comparacin de puntos de vista15. James pide al lector que trabaje con el texto. Tambin afirma que un escritor debera "escribir desde su experiencia y slo la experiencia () Intenta ser una de las personas sobre las cuales no se pierde nada (p. 5) 16. En el contexto de Daisy Miller, el narrador es una de esas personas: ningn evento, ningn momento o detalle se le pierde al narrador porque lo describe detalladamente. James pide al lector llevarse estos detalles externos para formular opiniones y llenar los huecos producidos por la narracin. Po consiguiente, el narrador acta como un testigo de los eventos de la historia ms que como un autor omnisciente quien informa al lector sobre las intenciones reales y pensamientos de los personajes. De este modo, la novela es sumamente realstica y demuestra cmo la tcnica de James establece una nueva manera
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JAMES, Henry. The Art of Fiction art lives upon discussion, upon experiment, upon curiosity, upon variety and attempt, upon the exchange of views and the comparison of standpoints. Op cit., p. 2. (trad. propia) 16 JAMES, Henry. The Art of Fiction . write from experience and experience only [...] Try to be one of the people on whom nothing is lost!

de hacer literatura, con la cual, supuestamente, crea una tradicin continuada por los modernistas.

Bibliografa
BAKHTIN, M. M. The Dialogic Imagination: Four Essays. 1981. JAMES, Henry. Daisy Miller. Londres: Penguin, 1995. . The Art of Fiction. s.f. Wellek, R y A. Warren. Theory of Literature. Londres: Penguin, 1970. 10

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