Textos 5
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Siglo XX
ndice
23. Rubn Daro [31] Cancin de otoo en primavera 24. Antonio Machado [32] Campos de Soria [33] Proverbios y cantares 25. Juan Ramn Jimnez [34] Cancin (lamo blanco) [35] El nombre conseguido de los nombres 26. Pedro Salinas [36] El alma tenas 27. Jorge Guilln [37] Ms all 28. Gerardo Diego [38] Romance del Duero 29. Federico Garca Lorca [39] Romance de la luna, luna [40] Ciudad sin sueo 30. Dmaso Alonso [41] Insomnio 31. Vicente Aleixandre [42] Se queran 32. Rafael Alberti [43] Si mi voz muriera en tierra 33. Luis Cernuda [44] Donde habite el olvido 34. Miguel Hernndez [45] Elega 35. Gabriel Celaya [46] La poesa es un arma cargada de futuro 36. Blas de Otero [47] En el principio 37. ngel Gonzlez [48] Para que yo me llame ngel Gonzlez 38. Jos Mara Valverde [49] En el principio 39. Jos ngel Valente [50] Si no creamos un objeto metlico 43 41 40 39 37 35 33 32 30 29 24 26 23 17 16 13 15 8 12 5
40. Jaime Gil de Biedma [51] Intento formular mi experiencia de la guerra 41. Mara Victoria Atencia [52] Placeta de San Marcos 47 45
[31] Cancin de otoo en primavera (Cantos de vida y esperanza, 1905) Juventud, divino tesoro, ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer Plural ha sido la celeste historia de mi corazn. Era una dulce nia, en este mundo de duelo y afliccin. Miraba como el alba pura; sonrea como una flor. Era su cabellera obscura hecha de noche y de dolor. Yo era tmido como un nio. Ella, naturalmente, fue, para mi amor hecho de armio,1 Herodas y Salom...2 Juventud, divino tesoro ya te vas para no volver...! Cuando quiero llorar, no lloro Y a veces lloro sin querer... Y ms consoladora y ms halagadora y expresiva, la otra fue ms sensitiva, cual no pens encontrar jams. Pues a su continua ternura una pasin violenta una. En un peplo3 de gasa pura una bacante4 se envolva... En sus brazos tom mi ensueo y lo arrull como a un beb... Y le mat, triste y pequeo falto de luz, falto de fe... Juventud, divino tesoro, te fuiste para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro Y a veces lloro sin querer... 25 5
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Mamfero de piel muy suave y delicada, muy blanca y confortable en invierno. Herodas (7 a. C.- 39) fue una princesa idumea, casada primero con Herodes Filipo, su to, y despus con el hermano de ste, Herodes Antipas; se le acus de cometer adulterio e incesto. Fue madre de Salom y, segn los relatos evanglicos, particip en la intriga que condujo a la ejecucin por decapitacin de Juan el Bautista. 3 Vestidura exterior, amplia y suelta, sin mangas, que bajaba de los hombros formando cadas en punta por delante, usada por las mujeres en la Grecia antigua. 4 Mujer que celebraba las fiestas bacanales, es decir, mujer ebria y lbrica.
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Otra juzg que era mi boca el estuche de su pasin y que me roera, loca, con sus dientes el corazn poniendo en un amor de exceso la mira de su voluntad, mientras eran abrazo y beso sntesis de la eternidad; y de nuestra carne ligera imaginar siempre un Edn, sin pensar que la Primavera y la carne acaban tambin Juventud, divino tesoro, ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro, y a veces lloro sin querer! Y las dems! En tantos climas, en tantas tierras siempre son, si no pretexto de mis rimas, fantasmas5 de mi corazn. En vano busqu a la princesa que estaba triste de esperar. La vida es dura. Amarga y pesa. Ya no hay princesa que cantar! Mas a pesar del tiempo terco, mi sed de amor no tiene fin; con el cabello gris me acerco a los rosales del jardn... Juventud, divino tesoro, ya te vas para no volver!... Cuando quiero llorar, no lloro Y a veces lloro sin querer... Mas es ma el Alba de oro!
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Fantasa, imaginacin. 7
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el huertecillo, el abejar, los trozos de verde obscuro en que el merino11 pasta, entre plomizos peascales, siembran el sueo alegre de infantil Arcadia.12 En los chopos lejanos del camino, parecen humear las yertas13 ramas como un glauco14 vapor las nuevas hojas y en las quiebras de valles y barrancas blanquean los zarzales florecidos, y brotan las violetas perfumadas. III Es el campo undulado,15 y los caminos ya ocultan los viajeros que cabalgan en pardos borriquillos, ya al fondo de la tarde arrebolada16 elevan las plebeyas17 figurillas, que el lienzo de oro del ocaso manchan. Mas si trepis a un cerro y veis el campo desde los picos donde habita el guila, son tornasoles18 de carmn y acero, llanos plomizos, lomas plateadas, circuidos19 por montes de violeta, con las cumbres de nieve sonrosado. IV Las figuras del campo sobre el cielo! Dos lentos bueyes aran en un alcor,20 cuando el otoo empieza, y entre las negras testas21 doblegadas bajo el pesado yugo, pende un cesto de juncos y retama,22 que es la cuna de un nio; y tras la yunta marcha un hombre que se inclina hacia la tierra, y una mujer que en las abiertas zanjas arroja la semilla.
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Oveja de esta raza que da una lana muy fina. La Arcadia es una regin montaosa griega poblada de bosques y pastos que en la tradicin literaria se asocia con la vida idealizada de pastores que se entregan al amor y a la poesa. 13 Rgidas y sin actividad. 14 Verde claro o grisceo. 15 Transcripcin culta y potica de ondulado. 16 Color rojo provocado por los rayos de sol que atraviesan las nubes. 17 Del pueblo, popular. 18 Cambios o reflejos de luz. 19 Rodeado, cercado. 20 Colina, monte pequeo. 21 Cabeza. 22 Arbusto con muchas ramas delgadas y flexibles.
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Bajo una nube de carmn y llama, en el oro fluido y verdinoso del poniente, las sombras se agigantan. V La nieve. En el mesn al campo abierto se ve el hogar donde la lea humea y la olla al hervir borbollonea.23 El cierzo24 corre por el campo yerto, alborotando en blancos torbellinos la nieve silenciosa. La nieve sobre el campo y los caminos, cayendo est como sobre una fosa. Un viejo acurrucado tiembla y tose cerca del fuego; su mechn de lana la vieja hila, y una nia cose verde ribete25 a su estamea grana.26 Padres los viejos son de un arriero27 que camin sobre la blanca tierra, y una noche perdi ruta y sendero, y se enterr en las nieves de la sierra. En torno al fuego hay un lugar vaco y en la frente del viejo, de hosco ceo,28 como un tachn sombro tal el golpe de un hacha sobre un leo. La vieja mira al campo, cual si oyera pasos sobre la nieve. Nadie pasa. Desierta la vecina carretera, desierto el campo en torno de la casa. La nia piensa que en los verdes prados ha de correr con otras doncellitas en los das azules y dorados, cuando crecen las blancas margaritas. VI Soria fra, Soria pura, cabeza de Extremadura,29 con su castillo guerrero arruinado, sobre el Duero; con sus murallas rodas y sus casas denegridas!
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Que hierve con burbujas. Viento del nordeste, de la direccin del Moncayo, que baja fuerte y seco por el valle del Ebro. 25 Cinta con que se adorna la orilla de una prenda. 26 Color granate. 27 Persona que conduca las bestias de carga. 28 Con un gesto poco amable o de enfado en el entrecejo. 29 Soria pura, cabeza de Extremadura: es la leyenda que lleva el escudo de la ciudad que fue durante la Edad Media el territorio lmite que alcanzaban los grandes trashumantes en busca de los pastos del verano y que lindaba con otros reinos medievales.
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Muerta ciudad de seores soldados o cazadores; de portales con escudos de cien linajes hidalgos,30 y de famlicos galgos, de galgos flacos y agudos, que pululan31 por las srdidas32 callejas, y a la medianoche ululan,33 cuando graznan las cornejas! Soria fra! La campana de la Audiencia da la una. Soria, ciudad castellana tan bella! bajo la luna! VII Colinas plateadas, grises alcores, crdenas34 roquedas por donde traza el Duero su curva de ballesta en torno a Soria, obscuros encinares, ariscos pedregales, calvas sierras, caminos blancos y lamos del ro, tardes de Soria, mstica y guerrera, hoy siento por vosotros, en el fondo del corazn, tristeza, tristeza que es amor! Campos de Soria donde parece que las rocas suean, conmigo vais! Colinas plateadas, grises alcores, crdenas roquedas!... VIII He vuelto a ver los lamos dorados, lamos del camino en la ribera del Duero, entre San Polo y San Saturio,35 tras las murallas viejas de Soria barbacana36 hacia Aragn, en castellana tierra. Estos chopos37 del ro, que acompaan con el sonido de sus hojas secas el son del agua, cuando el viento sopla, tienen en sus cortezas
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Nobleza castellana baja de poca medieval. Abundar y moverse por un sitio. 32 Miserables y sucias. 33 Aullar. 34 Rojizas, moradas. 35 Las ermitas de san Polo y san Saturio, ste ltimo patrn de Soria, estn prximas a la ribera del Duero y constituan el camino de paseo habitual de Antonio Machado. 36 Boquete abierto en un muro por donde se disparaba para defender una posicin fortificada. 37 lamos. 11
grabadas iniciales que son nombres de enamorados, cifras que son fechas. lamos del amor que ayer tuvisteis de ruiseores vuestras ramas llenas; lamos que seris maana liras del viento perfumado en primavera; lamos del amor cerca del agua que corre y pasa y suea, lamos de las mrgenes del Duero, conmigo vais, mi corazn os lleva! IX Oh, s! Conmigo vais, campos de Soria, tardes tranquilas, montes de violeta, alamedas del ro, verde sueo del suelo gris y de la parda tierra, agria melancola de la ciudad decrpita.38 Me habis llegado al alma, o acaso estabais en el fondo de ella? Gentes del alto llano numantino39 que a Dios guardis como cristianas viejas, que el sol de Espaa os llene de alegra, de luz y de riqueza!
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Que posee una gran decadencia fsica y espiritual. Aqu se alude a la antigua ciudad celtibrica de Numancia, situada en un cerro a siete quilmetros de Soria. La poblacin resisti durante veinte aos los ataques de las tropas romanas, hasta que, tras ser sometida en el ao 123 a.C. a un implacable asedio de trece meses, sus habitantes prefirieron incendiar la ciudad e inmolarse antes que perder su libertad.
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[33] Proverbios y cantares (Campos de Castilla, 1917) XXIX Caminante, son tus huellas el camino y nada ms; caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrs se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas40 en la mar. XLIV Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar.
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3. Busca informacin sobre la obra en general de Juan Ramn Jimnez. A qu etapa de la obra se puede asociar este poema? Describe esa etapa. Cules son las otras etapas? () 4. Realiza un anlisis de la expresin centrado en los aspectos musicales y estilsticos del poema. () [34] Cancin (lamo blanco) en Belleza (en verso), 1917-1923. Nueva versin ampliada en Cancin, 1936. Arriba canta el pjaro y abajo canta el agua. Arriba y abajo, se me abre el alma. Entre dos melodas, la columna de plata! Hoja, pjaro, estrella; baja flor, raz, agua. Entre dos conmociones, la columna de plata! Y t, tronco ideal, entre mi alma y mi alma!41 Mece a la estrella el pjaro, a la flor mece el agua. Arriba y abajo, me tiembla el alma. 5
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dimensin potica. Con quin le hace contactar la sed de eternidad del poeta? () 6. Explica el sentido de los versos de la estrofa final en relacin al resto del poema. () 7. Algunos estudiosos han querido ver en la poesa de Animal de fondo y, ms tarde, en Dios deseado y deseante una experiencia mstica y, para ello, han recordado a San Juan de la Cruz. Recuerda y explica qu fue el misticismo castellano all en la segunda mitad del siglo XVI y dnde se refleja en el poema objeto de anlisis, El nombre conseguido de los nombres. () 8. El poeta hace uso del verso libre. Qu es? Por qu crees que lo utiliza en el poema? () 9. Infrmate sobre las diferentes etapas de la obra de Juan Ramn Jimnez y comenta a qu etapa pertenece la antologa Dios deseado y deseante (Animal de fondo). Describe esta etapa. () [35] El nombre conseguido de los nombres (Dios deseado y deseante, (Animal de fondo), 1949) Si yo, por ti, he creado un mundo para ti, dios, t tenas seguro que venir a l, y t has venido a l, a m seguro, porque mi mundo todo era mi esperanza. Yo he acumulado mi esperanza en lengua, en nombre hablado, en nombre escrito; a todo yo le haba puesto nombre y t has tomado el puesto de toda esta nombrada. Ahora puedo yo detener ya mi movimiento, como la llama se detiene en ascua roja con resplandor de aire inflamado azul, en el ascua de mi perpetuo estar y ser; ahora yo soy ya mi mar paralizado, el mar que yo deca, mas no duro, paralizado en olas de conciencia en luz y vivas hacia arriba todas, hacia arriba. Todos los nombres que yo puse al universo que por ti me recreaba yo, se me estn convirtiendo en uno y en un dios. El dios que es siempre al fin, el dios creado y recreado y recreado por gracia y sin esfuerzo. El Dios. El nombre conseguido de los nombres. 5
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guardndote el alma pero el alma tuya estaba sin guarda de tapial ni cerca. Te busqu la puerta estrecha del alma, pero no tena, de franca44 que era, entradas tu alma. En dnde empezaba? Acababa, en dnde? Me qued por siempre sentado en las vagas lindes de tu alma.
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7. Por qu el poeta tiene una postura antirromntica a lo largo de la composicin? () 8. Este poema est publicado en el libro que lleva por ttulo Cntico. Reflexiona sobre este ttulo. () 9. Comenta sucintamente el estilo del poema y el de Cntico en general. () [37] Ms all (Cntico, 1928) I (El alma vuelve al cuerpo, se dirige a los ojos y choca) Luz! Me invade todo mi ser. Asombro! Intacto an, enorme, rodea el tiempo... Ruidos irrumpen. Cmo saltan sobre los amarillos todava no agudos de un sol hecho ternura de rayo alboreado para estancia difusa, mientras van presentndose todas las consistencias que al disponerse en cosas me limitan, me centran! Hubo un caos? Muy lejos de su origen, me brinda por entre hervor de luz frescura en chispas. Da! Una seguridad se extiende, cunde,45 manda. el esplendor aploma46 la insinuada maana. Y la maana pesa, vibra sobre mis ojos, que volvern a ver lo extraordinario: todo. Todo est concentrado por siglos de raz dentro de este minuto, eterno y para m. Y sobre los instantes que pasan de continuo
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voy salvando el presente, eternidad en vilo. Corre la sangre, corre con fatal avidez. a ciegas acumulo destino: quiero ser. Ser, nada ms. Y basta. Es la absoluta dicha. Con la esencia en silencio tanto se identifica! Al azar de las suertes nicas de un tropel surgir entre los siglos, alzarse con el ser, Y a la fuerza fundirse con la sonoridad ms tenaz: s, s, s, la palabra del mar! Todo me comunica, vencedor, hecho mundo, su bro para ser de veras real, en triunfo. Soy, ms: estoy. Respiro. Lo profundo es el aire. La realidad me inventa, soy su leyenda. Salve! II No, no sueo. Vigor de creacin concluye su paraso aqu: penumbra de costumbre. Y este ser implacable que se me impone ahora de nuevo vaguedad resolvindose en forma de variacin de almohada, en blancura de lienzo,47 en mano sobre embozo,48 en el tendido cuerpo que aun recuerda los astros y gravita bien este ser avasallador universal, mantiene
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tambin su plenitud en lo desconocido: un ms all de veras misterio, realsimo. III Ms all! Cerca de veces, muy cerca, familiar alude a unos enigmas. Corteses,49 ah estn. Irreductibles,50 pero largos, anchos, profundos enigmas en sus masas. Yo los toco, los uso. Hacia mi compaa la habitacin converge. Qu de objetos! Nombrados, se allanan a la mente. Enigmas son aqu viven para mi ayuda, amables a travs de cuanto me circunda sin cesar con la mvil trabazn51 de unos vnculos que a cada instante acaban de cerrar su equilibrio. IV El balcn, los cristales, unos libros, la mesa. Nada ms esto? S, maravillas concretas. Material jubiloso convierte en superficie manifiesta a sus tomos tristes, siempre invisibles. Y por un filo escueto,52 o al amor de una curva de asa,53 la energa de plenitud acta. Energa o su gloria! En mi dominio luce
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Educados, formales. Que no se pueden reducir. 51 Juntura o enlace de dos o ms cosas que se unen entre s. 52 Descubierto, libre, despejado. 53 Curva de asa: parte que sobresale del cuerpo de una vasija, de una cesta, de una bandeja, etc., generalmente de forma curva o de anillo, y sirve para asir el objeto a que pertenece.
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sin escndalo dentro de lo tan real, hoy lunes. Y gil, humildemente, la materia apercibe gracia de Aparicin: esto es cal: esto es mimbre.54 V Por aquella pared, bajo un sol que derrama, dora y sombra claros caldeados, la calma soledad vara. Sonredo va el sol por la pared. Gozosa materia en relacin! Y mientras, lo ms alto de un rbol hoja a hoja solendose, dndose, todo actual me enamora. Errante en el verdor un aroma presiento, que me regalar su calidad: lo ajeno, lo tan lejano que es all en s mismo. Ddiva55 de un mundo irremplazable: voy a por l a mi alma. VI Oh perfeccin! Dependo del total ms all, dependo de las cosas. Sin mi son y ya estn Proponiendo un volumen que ni so la mano, feliz de resolver una sorpresa en acto. Dependo en alegra de un cristal de balcn, de ese lustre56 que ofrece lo ansiado a su raptor, y es de veras atmsfera difana de maana,
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un alero, tejados, nubes all, distancias. Suena a orilla de abril el gorjeo esparcido por entre los follajes frgiles. (Hay roco.) Pero el da al fin logra rotundidad humana de edificio y refiere su fuerza mi morada. As va concertando, trayendo lejanas, que al balcn por pases de trnsito deslizan. Nunca separa el cielo. Ese cielo de ahora aire que yo respiro de planeta me colma.
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Dnde extraviarse, dnde? Mi centro es este punto: cualquiera. Tan plenario siempre me aguarda el mundo! 176 Una tranquilidad de afirmacin constante gua a todos los seres, que entre tantos enlaces universales, presos en la jornada eterna bajo el sol quieren ser y a su querer se entregan fatalmente, dichosos con la tierra y el mar de alzarse a lo infinito: un rayo de sol ms. Es la luz del primer vergel, y an fulge aqu, ante mi faz,58 sobre esa flor, en ese jardn. Y con empuje henchido de afluencias amantes se ahnca59 en el sagrado presente perdurable
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toda la creacin, que al despertarse un hombre lanza la soledad a un tumulto60 de acordes.61 200
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Confusin, alboroto. Combinacin armnica de sonidos. 62 El poeta describe aqu la ciudad de Soria y su muralla desdentada, esto es, de almenas rotas. 23
Y entre los santos de piedra63 y los lamos de magia pasas llevando en tus ondas palabras de amor, palabras. Quin pudiera como t, a la vez quieto y en marcha cantar siempre el mismo verso pero con distinta agua. Ro Duero, ro Duero, nadie a estar contigo baja, ya nadie quiere atender tu eterna estrofa olvidada sino los enamorados que preguntan por sus almas y siembran en tus espumas palabras de amor, palabras.
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5. Cmo se produce el enfrentamiento entre el nio y la luna? () 6. A partir de qu palabras se hace alusin al mundo gitano? () 7. Qu estructura mtrica adopta este poema? () 8. El lenguaje es altamente connotativo A qu aluden los versos 10-12 y 1516? Explica las metforas polisn de nardo (v.2) y bronce y sueo, los gitanos (v. 26). () 9. Cmo participan los elementos de la naturaleza en este poema? () 10. Puede, en este poema, acentuarse el dramatismo a travs del uso del diminutivo ()? 11. Desde el punto de vista de la estilstica de las formas verbales, qu toma Lorca del romancero viejo? () 12. No slo abundan las metforas; existen otras figuras poticas como el smbolo. Qu crees que simbolizan los siguientes elementos: el jinete y el caballo, el tambor, el gitano; la fragua, el cielo y el olivar y el rbol; los collares y los anillos? () 13. Est claro que en este poema predomina la funcin esttica o potica del lenguaje, con lo que el poeta pretende llamar la atencin sobre la forma y no sobre el resto de los elementos de la comunicacin. Para ello se vale de una alta densidad de figuras poticas como las metforas y el smbolo, como ya hemos visto, pero tambin la aliteracin, la anfora y el paralelismo, la anttesis, la reduplicacin, el asndeton, el hiprbaton, la personificacin o prosopopeya, el pleonasmo, el epteto y la exclamacin retrica. Identifica un ejemplo para cada unas de esas figuras. () 14. Tal concentracin de recursos, a qu estilo literario del Barroco se acerca y como afecta a esta composicin? () 15. Qu gneros literarios conviven en este poema? () 16. Lorca da un paso ms all con respecto al romancero tradicional. Cules son los aspectos tradicionales que se conservan y en qu consiste la nuevas aportacin? () [39] Romance de la luna, luna (Romancero gitano, 1927) A Conchita Garca Lorca La luna vino a la fragua64 con su polisn65 de nardos.66 El nio la mira, mira. El nio la est mirando. En el aire conmovido mueve la luna sus brazos y ensea, lbrica67 y pura,
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Taller donde se trabajan los metales mediante el uso controlado del fuego. Armazn que, atado en la cintura, llevaban las mujeres para abultar los vestidos por detrs. 66 Planta herbcea de flores blancas y olorosas dispuestas en espiga. 67 Que demuestra lujuria. 25
sus senos68 de duro estao.69 Huye luna, luna, luna. Si vinieran los gitanos, haran con tu corazn collares y anillos blancos. Nio, djame que baile. Cuando vengan los gitanos, te encontrarn sobre el yunque70 con los ojillos cerrados.71 Huye luna, luna, luna, que ya siento sus caballos. Nio djame, no pises mi blancor almidonado.72 El jinete se acercaba tocando el tambor del llano.73 Dentro de la fragua el nio tiene los ojos cerrados. Por el olivar venan, bronce y sueo, los gitanos.74 Las cabezas levantadas y los ojos entornados. Cmo canta la zumaya,75 ay, cmo canta en el rbol! Por el cielo va la luna con un nio de la mano. Dentro de la fragua lloran, dando gritos, los gitanos. El aire la vela, vela.76 El aire la est velando.
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Pechos. Metal brillante como la plata. 70 Pieza de hierro sobre la que se golpean los metales para moldearlos. 71 Esto es, muerto. 72 El almidn es una sustancia que, antiguamente, se empleaba para blanquear y endurecer la ropa. Aqu viene a significar la luz de la luna, el vestido blanco de la luna. 73 El llano es comparado a un tambor al que golpean los cascos del caballo al galopar. 74 Los gitanos, morenos como el bronce, regresan cansados. 75 Autillo, ave rapaz nocturna parecida a la lechuza, tambin conocida como chotacabras. Su canto suele ser anuncio de mal agero. 76 Cuidar con atencin, aunque tambin significa que sopla el viento durante toda la noche.
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Actividades: 1. Qu problema presenta este poema respecto a su comprensin? () 2. Qu impresiones recoge el estado de nimo del poeta de la ciudad de Nueva York y cmo lo expresa? () 3. Tras una lectura ms profunda podemos apreciar como el mundo de los sueos se apodera del poema. Qu atmsfera crea el poema con este mundo onrico? Qu sentimientos expresa el autor? Con quin se solidariza? () 4. Ya hemos apreciado que en la tercera estrofa, el poeta nos ofrece una clave de lo que ha provocado una situacin tan apocalptica y surrealista de una ciudad donde la muerte se ha convertido en su seora. Cul parece el origen de tanto dolor? () 5. Sin embargo, en las estrofas cuarta y quinta se vislumbra una esperanza. En qu consiste esa esperanza (ten en cuenta el valor simblico de los caballos, las mariposas y las rosas (vv. 23-29)? No obstante, y antes de que llegue el da anunciado, qu panorama nos pinta el poeta en la ltima estrofa? () 6. Teniendo en cuenta las respuestas anteriores, delimita la estructura interna de este poema. () 7. Comenta la mtrica y la rima del poema. Extrae la consecuencia del comentario realizado. () 8. Con unas formas externas tan libres, cmo consigue el poeta el ritmo potico? () 9. Para que el poema sea tan hermtico y, a la vez, tan angustioso, qu figuras poticas usa el autor ampliamente? Busca ejemplos. () 10. Realiza un breve comentario que encuentre la relacin entre algunos de los temas-tpicos del Barroco y el poema de Lorca teniendo en cuenta los versos 14-15 y 47-49. () 11. El poema de Federico Garca Lorca pertenece a su etapa surrealista. Busca informacin y define brevemente que caractersticas recoge este movimiento esttico de las vanguardias de la primera mitad del siglo XX. () [40] Ciudad sin sueo [Nocturno de Brooklyn bridge] (Poeta en Nueva York, 1929-1930. Publicado en 1940) No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabaas. Vendrn las iguanas vivas a morder a los hombres que no suean y el que huye con el corazn roto encontrar por las esquinas al increble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros. No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie. No duerme nadie.
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Hay un muerto en el cementerio ms lejano que se queja tres aos porque tiene un paisaje seco en la rodilla; y el nio que enterraron esta maana lloraba tanto que hubo necesidad de llamar a los perros para que callase. No es sueo la vida.77 Alerta! Alerta! Alerta! Nos caemos por las escaleras para comer la tierra hmeda o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas. Pero no hay olvido, ni sueo: carne viva. Los besos atan las bocas en una maraa de venas recientes y al que le duele su dolor le doler sin descanso y al que teme la muerte la llevar sobre sus hombros.78 Un da Los caballos vivirn en las tabernas y las hormigas furiosas atacarn los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las vacas. Otro da veremos la resurreccin de las mariposas disecadas y an andando por un paisaje de esponjas grises y barcos mudos veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua. Alerta! Alerta! Alerta! A los que guardan todava huellas de zarpa y aguacero, a aquel muchacho que llora porque no sabe la invencin del puente o a aquel muerto que ya no tiene ms que la cabeza y un zapato, hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan, donde espera la dentadura del oso, donde espera la mano momificada del nio y la piel del camello se eriza con un violento escalofro azul.79 No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. No duerme nadie. Pero si alguien cierra los ojos, azotadlo, hijos mos, azotadlo! Haya un panorama de ojos abiertos
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El poeta niega la famosa sentencia del dramaturgo barroco Pedro Caldern de la Barca quien presenta la vida como algo ilusorio y pasajero (ver su obra La vida es sueo), un sueo del que slo despertamos con la muerte y el renacer a la vida eterna. Pero la noche neoyorkina despierta en Lorca unos sentimientos muy distintos a esa vida cristiana: para el poeta, la vida en la gran urbe no es sueo (en el doble sentido de descanso fsico y mental y de ensoacin, ilusin, fantasa), sino un estado permanente de vigilia que se convierte en una maldicin y una pesadilla. Las iguanas y los cocodrilos amenazan a quienes no duermen o huyen con el corazn roto, y los muertos no descansan y continan sufriendo, pues no se renace a otra vida (ver vv. 4-11). 78 Muy afectado por un desengao amoroso, Lorca realiza un viaje a los Estados Unidos en 1929 y proyecta su profundo dolor en la ciudad de Nueva York, que es, para el poeta, smbolo pattico del sufrimiento, una ciudad dominada por la muerte porque de ella ha desaparecido el amor pero donde, paradjicamente, no es posible la muerte y el olvido (ver vv. 17-21). 79 En las dos ltimas estrofas Lorca se refiere probablemente a la resurreccin de los muertos previa al Juicio Final (Apocalipsis 20, 11-15). La metrpoli deshumanizada lorquiana aniquila todo lo que es natural, como el cielo, los astros, las mariposas, el paisaje, las dalias, las vacas, 28
y amargas llagas encendidas. No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie. Ya lo he dicho. No duerme nadie. Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo en las sienes, abrid los escotillones80 para que vea bajo la luna las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.81
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por qu mil millones de cadveres se pudren lentamente en el mundo. Dime, qu huerto quieres abonar con nuestra podredumbre? Temes que se te sequen los grandes rosales del da, las tristes azucenas letales85 de tus noches?86
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Mortal. La invocacin a Dios y la extensin de la podredumbre al mundo entero imprime un tono sombro, existencial y metafsico al poema, cuyo ttulo nos desvela la pesadilla terrible que es la existencia para el poeta. 87 En trminos a menudo irracionales, el poema describe la relacin amorosa de unos amantes cuya identidad no se precisa. 88 Para el poeta, el amor es una fuerza que funde a todos los seres en la naturaleza y une a los contrarios en una pasin destructiva que iguala el placer y el dolor, la vida y la muerte. 89 El lecho que acoge a los amantes es un gran barco que, en su movimiento, simboliza la unin de opuestos que es el amor, la fusin de la noche y la luz.
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Se queran como las flores a las espinas hondas, a esa amorosa gema90 del amarillo nuevo, cuando los rostros giran melanclicamente, giralunas91 que brillan recibiendo aquel beso. Se queran de noche, cuando los perros hondos laten bajo la tierra y los valles se estiran como lomos arcaicos que se sienten repasados: caricia, seda, mano, luna que llega y toca.92 Se queran de amor entre la madrugada, entre las duras piedras cerradas de la noche, duras como los cuerpos helados por las horas, duras como los besos de diente a diente solo.93 Se queran de da, playa que va creciendo, ondas que por los pies acarician los muslos, cuerpos que se levantan de la tierra y flotando...94 Se queran de da, sobre el mar, bajo el cielo. Medioda perfecto, se queran tan ntimos, mar altsimo y joven, intimidad extensa, soledad de lo vivo, horizontes remotos ligados como cuerpos en soledad cantando. Amando. Se queran como la luna lcida, como ese mar redondo que se aplica a ese rostro, dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida, donde los peces rojos van y vienen sin msica.95 Da, noche, ponientes, madrugadas, espacios, ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas, mar o tierra, navo, lecho, pluma, cristal, metal, msica, labio, silencio, vegetal, mundo, quietud, su forma. Se queran, sabedlo.96 30 10
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Yema, capullo de una flor completamente cerrado. Neologismo creado a partir de girasoles y con el que se refiere a los rostros que se iluminan al se besados. 92 El poeta describe la relacin amorosa con imgenes que implican y funden a toda la creacin: personas, animales y naturaleza. As, mientras que los perros hondos aluden a la pasin amorosa, los cuerpos humanos son descritos mediante una animalizacin de la naturaleza: los valles se estiran / como lomos arcaicos. 93 El poeta asocia de nuevo la noche a imgenes negativas. Esa connotacin puede aludir a la impenetrabilidad del inconsciente, que contrasta con las perspectivas que en las estrofas siguientes abre la luz del da. No obstante, esa cualidad de la noche slo es negativa en apariencia, pues la mxima aspiracin del poeta es alcanzar la unidad de todo lo creado. 94 La suspensin del verso parece invitar al lector a que participe de la concepcin telrica del amor del poeta. 95 La luna es un mar redondo y ste, a su vez, el rostro del amante, que se oscurece como un eclipse lunar y por el que nadan los peces rojos de la pasin amorosa. 96 La ruptura de la lgica y el irracionalismo de raz surrealista culminan en la enumeracin catica de sustantivos y adjetivos algunos de ellos dispersos por el poema asociados a la unin de los amantes. La composicin concluye con su motivo reiterado (Se queran) e invocando al lector (sabedlo), quizs para implicarlo.
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Barco. 32
A
1. Anfora
B
el viento se escapa a sus insomnios [] en brazos de los siglos el amor, ngel terrible / gracia area, penas y dichas [] cielo y tierra Memoria de una piedra sepultada entre ortigas sobre la cual el viento escapa a sus insomnios All, all lejos
2. Paralelismo
3. Quiasmo
4. Reduplicacin
5. Imagen visionaria
Donde mi nombre deje [] donde el deseo no exista donde habite el olvido [] donde el deseo no exista
6. Anttesis
7. Personificacin
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3. Cmo es el lenguaje potico en esta composicin? () 4. El ttulo de este poema est tomado de un verso de una rima de Bcquer trabajada en clase. Localzala y da cuenta de a qu grupo de rimas pertenece. Qu sentido tiene el olvido en este poema de Luis Cernuda frente a la rima de Bcquer? () 5. Con el libro de poemas Donde habite el olvido, Luis Cernuda abre una nueva etapa donde se aleja del surrealismo potico, influjo manifestado la publicacin anterior de Un ro, un amor (1927) y en la manifestacin de su homosexualidad en Los placeres prohibidos (1931). Recuerda la informacin sobre las caractersticas esenciales de este movimiento esttico y literario (ver Ciudad sin sueo, de Federico Garca Lorca) y seala su presencia en el poema de Cernuda. () [44] Donde habite el olvido (Donde habite el olvido, 1933) Donde habite el olvido, en los vastos jardines sin aurora; donde yo slo sea memoria de una piedra sepultada entre ortigas sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. Donde mi nombre deje al cuerpo que designa en brazos de los siglos, donde el deseo no exista. En esa gran regin donde el amor, ngel terrible, no esconda como acero en mi pecho su ala, sonriendo lleno de gracia area mientras crece el tormento.98 10
All donde termine este afn que exige un dueo a imagen suya, sometiendo a otra vida su vida, sin ms horizonte que otros ojos frente a frente. 15 Donde penas y dichas no sean ms que nombres, cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, disuelto en niebla, ausencia, ausencia leve como carne de nio. All, all lejos; Donde habite el olvido.
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La condicin ambivalente del amor que describe Cernuda se refleja en la anttesis de estos versos. 34
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Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compaero del alma, tan temprano.100 Alimentando lluvias, caracolas y rganos mi dolor sin instrumento,101 a las desalentadas amapolas dar tu corazn por alimento. Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento. Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujn brutal te ha derribado. No hay extensin ms grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento ms tu muerte que mi vida. Ando sobre rastrojos de difuntos, y sin calor de nadie y sin consuelo voy de mi corazn a mis asuntos. Temprano levant la muerte el vuelo, temprano madrug la madrugada temprano ests rodando por el suelo. No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada. En mis manos levanto una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes103 sedienta de catstrofes y hambrienta. Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte a dentelladas secas y calientes.
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Ramn Sij, seudnimo del escritor Jos Ramn Marn Gutirrez, fue amigo ntimo de Miguel Hernndez, a quien orient y ayud en sus primeros pasos poticos. Muri en 1935, a los veintids aos de edad. Miguel, que por entonces se haba distanciado de las ideas religiosas y literarias de su amigo, vuelca todo su dolor en esta sincera y profunda elega. 100 El destino del hombre debe ser, para Hernndez, integrarse de nuevo a la naturaleza de la que procede, servir de estircol a la tierra. Hay en estos versos un eco de lo que pronuncia Nemoroso en la gloga I de Garcilaso: Yo hago con mis ojos / crecer, lloviendo, el fruto miserable. 101 El inmenso dolor del poeta le har derramar lgrimas que caern como una lluvia sobre la tierra, se expresar tambin a travs de todos los rganos de su cuerpo y se difundir con el sonido grave de las caracolas. 102 Partes bajas de los tallos de las mies, que quedan al ser segada sta. El trmino se utiliza metafricamente. 103 Sonido agudo, fuerte y desagradable. 36
Quiero minar104 la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera y desamordazarte105 y regresarte. Volvers a mi huerto y a mi higuera: por los altos andamios de las flores pajarear tu alma colmenera de angelicales ceras y labores. Volvers al arrullo106 de las rejas de los enamorados labradores.107 Alegrars la sombra de mis cejas, y tu sangre se irn a cada lado disputando tu novia y las abejas. Tu corazn, ya terciopelo ajado,108 llama a un campo de almendras espumosas mi avariciosa voz de enamorado. A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compaero del alma, compaero. 40 35
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Compartes esta concepcin de la poesa expresada por Celaya o, por el contrario, crees que est superada y es producto de un momento histrico concreto?() 5. El contenido en este poema es muy importante. Pero el cuidado de la expresin tambin. Justifica esta ltima afirmacin con el apoyo del mismo poeta a travs de los versos 33-36 y algo de informacin biogrfica. () 6. Da cuenta del estilo del poema, sobre todo teniendo en cuenta que es un tipo de poesa que se dirige a la mayora. () 7. Da cuenta brevemente de la situacin poltica, social y cultural de Espaa en la dcada de los cincuenta a travs de los versos 10-12 y 21-22. () [46] La poesa es un arma cargada de futuro (Cantos iberos, 1955) Cuando ya nada se espera personalmente exaltante, mas se palpita y se sigue ms ac de la conciencia, fieramente existiendo, ciegamente afirmado, como un pulso que golpea las tinieblas, cuando se miran de frente los vertiginosos ojos claros de la muerte, se dicen las verdades: las brbaras, terribles, amorosas crueldades. Se dicen los poemas que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados, piden ser, piden ritmo, piden ley para aquello que sienten excesivo. Con la velocidad del instinto, con el rayo del prodigio, como mgica evidencia, lo real se nos convierte en lo idntico a s mismo. Poesa para el pobre, poesa necesaria como el pan de cada da, como el aire que exigimos trece veces por minuto, para ser y en tanto somos dar un s que glorifica. Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan decir que somos quien somos, nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno. Estamos tocando el fondo. Maldigo la poesa concebida como un lujo 25 cultural por los neutrales que, lavndose las manos, se desentienden y evaden. Maldigo la poesa de quien no toma partido hasta mancharse. Hago mas las faltas. Siento en m a cuantos sufren y canto respirando. 30 5
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Canto, y canto, y cantando ms all de mis penas personales, me ensancho.109 Quisiera daros vida, provocar nuevos actos, y calculo por eso con tcnica qu puedo. Me siento un ingeniero del verso y un obrero que trabaja con otros a Espaa en sus aceros. Tal es mi poesa: poesa-herramienta a la vez que latido de lo unnime y ciego. Tal es, arma cargada de futuro expansivo con que te apunto al pecho. No es una poesa gota a gota pensada. No es un bello producto. No es un fruto perfecto.110 Es algo como el aire que todos respiramos y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos. Son palabras que todos repetimos sintiendo como nuestras, y vuelan. Son ms que lo mentado.111 Son lo ms necesario: lo que no tiene nombre. Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos. 45
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Para Celaya, el poeta debe trascender los problemas personales, integrarse en el pueblo y solidarizarse con su sufrimiento, y esa actitud le har ser mejor persona y poeta. 110 Celaya describe el ideal de perfeccin de la poesa pura. 111 Nombrado. 39
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[47] En el principio (Pido la paz y la palabra, 1955) Si he perdido la vida, el tiempo, todo lo que tir, como un anillo, al agua, si he perdido la voz en la maleza, me queda la palabra. Si he sufrido la sed, el hambre, todo lo que era mo y result ser nada, si he segado las sombras en silencio, me queda la palabra. Si abr los labios para ver el rostro puro y terrible de mi patria, si abr los labios hasta desgarrrmelos, me queda la palabra. 5
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Actividades de preparacin:
1. La primera etapa de la poesa de ngel Gonzlez est presidida por el pesimismo y la relacin entre el yo y los otros, como afirma el autor y que se constata en su poema. Contesta: De qu se considera resultado o fruto el poeta? Qu imagen de s mismo nos transmite? () 2. A qu campo semntico pertenece el lxico que emplea? () 3. Qu relacin tiene esta visin desolada de la vida con circunstancias histricas y personales? () 4. Qu nuevo rumbo toma la poesa de ngel Gonzlez con respecto a la poesa social? () [48] Para que yo me llame ngel Gonzlez (spero mundo, 1956) Para que yo me llame ngel Gonzlez, para que mi ser pese sobre el suelo, fue necesario un ancho espacio y un largo tiempo: hombres de todo el mar y toda tierra, frtiles vientres de mujer, y cuerpos y ms cuerpos, fundindose incesantes
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en otro cuerpo nuevo. Solsticios y equinoccios alumbraron con su cambiante luz, su vario cielo,112 el viaje milenario de mi carne trepando por los siglos y los huesos. De su pasaje lento y doloroso de su huida hasta el fin, sobreviviendo naufragios, aferrndose al ltimo suspiro de los muertos,113 yo no soy ms que el resultado, el fruto, lo que queda, podrido, entre los restos; esto que veis aqu, tan slo esto: un escombro tenaz, que se resiste a su ruina, que lucha contra el viento, que avanza por caminos que no llevan a ningn sitio. El xito de todos los fracasos. La enloquecida fuerza del desaliento114
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Ms adelante, el poeta insistir en la importancia del lenguaje pues afirma que sin ste el pensamiento no existe (vv. 29-36). Lo que el poeta comprende en su madurez, cuando es ya un hombre de libros, es que la palabra constituye la esencia de la naturaleza humana y de su percepcin de la realidad y no un entretenimiento o un recurso comunicativo o la envoltura de las ideas que pueden dificultar o arruinar la comprensin (vv. 37-48).
Actividades de preparacin:
1. Qu hecho de su infancia recuerda y por qu es tan trascendente para el poeta. () 2. Ya en su madurez, qu nueva interpretacin le da al episodio y cmo llega a tal interpretacin? () 3. La revelacin que el poeta obtiene en la edad madura le permite contraponer dos concepciones del lenguaje. Con qu imgenes describe el autor su percepcin infantil del lenguaje? En cambio, cmo lo define en su madurez? () 4. En qu se diferencia la poesa de Valverde (aos sesenta) de la poesa social (aos cincuenta)? () 5. Recuerdas alguna experiencia de tu infancia que tuviera un valor de revelacin sobre tu propio yo, es decir, que te permitiera tomar conciencia de ti mismo? () [49] En el principio (Ser de palabra, 1976) De pronto arranca la memoria, sin fondos de origen perdido; muy nio vindome una tarde en el espejo de un armario con doble luz enajenada por el iris de sus biseles,115 decid que aquello lo haba de recordar, y lo aferr,116 y desde ah empieza mi mundo, con un piso destartalado, las vagas personas mayores y los miedos en el pasillo. Aos y aos pasaron luego y al mirar atrs, all estaba la escena en que, hombrecito audaz, desembarqu en m, conquistndome. Hasta que un da, bruscamente, vi que esa estampa inaugural no se fund porque una tarde se hizo mgica en un espejo, sino por un toque, ms leve,
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La luz se descompone en mltiples colores (iris) al reflejarse en los cortes oblicuos de los bordes del espejo (biseles) y parecer que est como fuera de s, loca (enajenada). 116 Aferrar, agarrar con fuerza. 42
pero que era todo mi ser: el haberme puesto a m mismo en el espejo del lenguaje doblando sobre s el hablar, dicindome que lo dira, para siempre vuelto palabra, ma y ya extraa, aquel momento. Pero cuando lo comprend era ya mayor, hombre de libros, y acaso fue porque en alguno le la gran perogrullada: que no hay ms mente que el lenguaje, y pensamos slo al hablar,117 y no queda ms mundo vivo tras las tierras de la palabra. Hasta entonces, nio y muchacho, cre que hablar era un juguete, algo aadido, una herramienta, un ropaje sobre las cosas, un caballo con que correr por el mundo, terrible y rico, o un estorbo en que se aluda a lo lejos, a ideas vagas: ahora, de pronto, lo era todo, igual que el ser de carne y hueso, nuestra racin de realidad, el mismo ser hombre, poco o mucho.
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sentimental, evasiva. Valente, por tanto, funde el concepto combativo de la poesa social, como defenda Celaya, con otro propio de las corrientes poticas que entienden la poesa como algo inefable y trasgresor, como pretendan los surrealistas.
Actividades de preparacin:
1. Qu finalidad le atribuye Valente a la poesa en El poema? () 2. Por qu afirma que el poema debe tener pas aceradas y ser odioso al tacto? () 3. Qu otras funciones, desligadas de la realidad histrica, le corresponden al poema segn Valente? () 4. Busca un verso en el que el poeta afirme que la poesa debe contener el odio. Cul crees que puede ser el motivo por el que el autor vincula poesa con odio? 5. Uno de los temas del texto es el silencio. A qu otro tema va unido? 6. Desde el punto del estilo, cmo crees que se consigue sugerir la idea de silencio (vaco)? [50] El poema (El inocente, 1970) Si no creamos un objeto metlico de dura luz, de pas aceradas, de crueles aristas, donde el que va a vendernos, a entregarnos, de pronto reconozca o presencie metdica su muerte, cundo podremos poseer la tierra. Si no depositamos a mitad del vaco un objeto incruento118 capaz de percutir119 en la noche terrible como un pecho sin trmino, si en el centro no est invulnerable120 el odio, tentacular, enorme, no visible, cundo podremos poseer la tierra. Y si no est el amor petrificado y el residuo del fuego no pudiera hacerlo arder, correr desde s mismo, como semen o lava, para arrasar el mundo, para entra como un ro de vengativa luz por las puertas vedadas,121 cundo podremos poseer la tierra. Si no creamos un objeto duro, resistente a la vista, odioso al tacto,
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Que no derrama sangre. Golpear. 120 Que no puede ser herido ni daado. 121 Prohibidas. 44
incmodo al oficio del injusto, interpuesto entre el llanto y la palabra, entre el brazo del ngel y el cuerpo de la vctima, entre el hombre y su rostro, entre el nombre del dios y su vaco, entre el filo y su espada, entre la muerte y su naciente sombra, cundo podremos poseer la tierra. cundo podremos poseer la tierra. cundo podremos poseer la tierra.
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Actividades de preparacin:
1. Qu idea de la guerra se forma de nio el poeta y cmo intenta justificarla de adulto? () 2. En su opinin, qu le pueden reprochar sus conocidos al leer el poema? Frente a los reproches, cul es su respuesta? Cmo interpretas los ltimos versos? () 3. Con qu recursos expresivos consigue el autor el tono coloquial? Incluye los ejemplos, mediante citas, necesarios. () 4. El texto, en palabras del propio autor, lleva implcito un sentido general, parecido a una moraleja. Cul crees que sera la enseanza o requisitoria que contiene? [51] Intento formular mi experiencia de la guerra (Moralidades, 1966) Fueron, posiblemente, los aos ms felices de mi vida, y no es extrao, puesto que a fin de cuentas no tena los diez. Las vctimas ms tristes de la guerra los nios son, se dice. Pero tambin es cierto que es una bestia el nio: si le perdona la brutalidad 5
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de los mayores, l sabe aprovecharla, y vive ms que nadie en ese mundo demasiado simple, tan parecido al suyo. Para empezar, la guerra fue conocer los pramos122 con viento, los sembrados de la gleba123 pegajosa y las tardes de azul, celestes y algo plidas, con los montes de nieve sonrosada a lo lejos. Mi amor por los inviernos mesetarios es una consecuencia de que hubiera en Espaa casi un milln de muertos.124 A salvo en los pinares pinares de la Mesa, del Rosal, del Jinete!, el miedo y el desorden de los primeros das eran algo borroso, con esa irrealidad de los momentos demasiado intensos. Y Segovia pareca remota como una gran ciudad, era ya casi el frente o por lo menos un lugar heroico, un sitio con tenientes de brazo en cabestrillo125 que nos emocionaba visitar: la guerra quedaba all al alcance de los nios tal y como la quieren. A la vuelta, de paso por el puente Us, Buscbamos la arena removida donde estaban, sabamos, los cinco fusilados. Luego la lluvia los desenterr, los llev ro abajo. Y me acuerdo tambin de una excursin a Coca, que era el pueblo de al lado, una de esas maanas que la luz es an, en el aire, relmpago de escarcha, pero que anuncian ya la primavera. Mi recuerdo, muy vago, es slo una imagen, una ntida imagen de felicidad retratada en un cielo hacia el que se apresura la torre de la iglesia, entre un nimbo126 de pjaros. Y los mismos discursos, los gritos, las canciones eran como promesas de otro tiempo mejor,
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Terreno sin cultivar, inhspito y fro. Tierra. 124 El poeta se refiere a los inviernos de Castilla, pues pas los tres aos de la guerra civil espaola (1936-1939) en el pueblo segoviano de Nava de la Asuncin, donde su familia tena diversas propiedades. 125 Brazo sujeto por una banda o aparato al hombre debido a una herida, en este caso, de guerra. 126 Crculo. 46
nos ofrecan un billete de vuelta al siglo diez y seis. Qu nio no lo acepta?127 Cuando por fin volvimos a Barcelona, me qued unos meses la nostalgia de aquello, pero me acostumbr. Quien me conoce ahora dir que mi experiencia nada tiene que ver con mis ideas, y es verdad. Mis ideas de la guerra cambiaron despus, mucho despus de que hubiera empezado la postguerra.
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Actividades de preparacin:
1. Qu experiencia nos transmite la poetisa en su composicin? 2. Quin fue san Sebastin y cmo se representa? Explica el sentido del siguiente verso: el rugido de bronce que la piedra sostiene (v. 6). 3. Qu diferencias encuentras entre lo temtico y lo estilstico entre este poema y los del realismo social? () 4. Cmo son los versos? 5. Comenta la temporalidad en el poema. 6. Placeta de San Marcos puede ser calificado justamente de poema culturalista. Por qu? [52] Placeta de San Marcos (El coleccionista, 1979) Amrrate, alma ma; sujtate a este mrmol, Sebastin de su tronco, con cuantas cintas pueda ofrecerte en Venecia la lluvia que te empapa.
El franquismo prometa devolverle a Espaa la grandeza imperial que tuvo en el siglo XVI, y las hazaas y conquistas de las tropas espaolas en esa poca podan seducir a cualquier nio como el poeta. Su experiencia de la guerra, por tanto, fue la de un tiempo heroico vivido en un hermoso entorno que le dej una ntida imagen de felicidad. 47
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Amrrate a este palo, alma Ulises, y escucha desde donde la plaza proclama su equilibrio el rugido de bronce que la piedra sostiene.
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