Sistema Peninteciario 2
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EL SUBSISTEMA PENITENCIARIO
Alumnos: YovanaGavidia Manuel Gutirrez Mara Rivero Yimi Avariano Carlos Acebedo Edgar Martnez
EL SUBSISTEMA PENITENCIARIO
Con el propsito de ubicar al lector en el manejo de las categoras tericas que se utilizan en el presente estudio, es pertinente hacer una revisin de conceptos relacionados con la temtica analizada en el curso del presente trabajo, que se estarn refiriendo permanentemente en todo el contexto. SISTEMA PENITENCIARIO: consiste en el conjunto de instituciones, normas y procedimientos estratgicos, tcnicos y operativos,
interrelacionados entre s, que tienen como objeto garantizar la eficiente y eficaz prestacin del servicio penitenciario, a fin de dar cumplimiento a la ejecucin de penas y medidas preventivas privativas de libertad, impuestas por la autoridad judicial. Albornoz Berti, define el sistema penitenciario, como el conjunto de normas generales y especficas y establecimientos referidos a las penas en s, al modo de su cumplimiento y el tratamiento de los condenados y procesados. En el caso venezolano tal sistema, estara constituido por la legislacin de la materia, los mtodos para la realizacin, las diferentes dependencias encargadas de la aplicacin, los equipos de trabajo y la infraestructura carcelaria. SUBSISTEMA PENITENCIARIO: forma parte del sistema penal, integrado por el conjunto armnico de todos los modos, factores, condiciones y elementos que se renen para hacer cumplir la pena y facilitar su socializacin, y tienen en comn, la privacin de su libertad,
comprendiendo la aplicacin del rgimen, el tratamiento para su socializacin y el trato (DERECHO Y RAZN, TEORA DEL GARANTISMO PENAL, ZAFFARONI LUIGI). Este rgimen penitenciario comprende el conjunto de normas que regulan, en general, las actividades de los establecimientos en todos sus aspectos: organizacin y funcionamiento, a los que estn sujetos la totalidad de los actores de la Institucin penitenciaria. El rgimen aplicable a los internos, en particular, est regido por la Ley de Ejecucin de la Pena Privativa de la Libertad N 24660 (complementaria
del Cdigo Penal) y los reglamentos que articulan y dinamizan su implementacin, a fin de ajustar su accionar, mientras se encuentren privados de libertad. Su aplicacin resulta diferenciada segn se trate de establecimientos abiertos, perniabiertos o cerrados (ver establecimientos clasificacin) y se basa principalmente en la progresividad (etapas del tratamiento penitenciario) acorde a la evolucin del interno. Se procura, en lo posible, limitar la permanencia en establecimientos cerrados a las primeras fases de la progresividad y un rgimen de evolucin en ese sentido. Este rgimen contempla como mnimo los siguientes aspectos:
tipos de establecimientos, niveles de seguridad, trabajo, educacin, actividades recreativas y culturales, relaciones familiares y sociales, la diagramacin del tiempo diario para el desarrollo armnico del funcionamiento y cumplimiento de las distintas actividades del establecimiento.
Su integracin opera como una estructura dentro de la cual se desarrolla el Programa Individual de Tratamiento y las Normas de Trato, procurando crear un ambiente seguro y favorable para su implementacin. Hay que tomar en cuenta que el sistema es todo un global, esa interdependencia entre los dems sistemas debe ser considerado por los que disean y ejecutan la Poltica Criminal del Estado; su pena de comprometer la eficacia del sistema. Es decir si el Estado, no entiende que esto es un sistema o subsistema interdependientes y no entiende esto no hay ninguna posibilidad de esto, todas las promesas son falsas.
El sistema comienza por la legislacin misma, por la ley misma, comienza por el proceso de Criminalizacin, comienza cuando el estado define cuales son las conductas que son delictivas y por ende quienes son los delincuentes. Cuando hay una infraccin cual es el primer subsistema que entra en accin es la polica, el 2do subsistema es el judicial y por lo ltimo es cuando el hombre entra a la crcel el Sistema Penitenciario DEFINICIN CONSTITUCIONAL Y LEGAL DE LA POLTICA
PENITENCIARIA: La concepcin del Art 272 constitucional en 1999, resume los principios rectores que deben conducir la poltica penitenciaria del Estado Venezolano; y adems la define en forma general, de manera que en este Pas para el momento, se sabe como debe funcionar el Sistema Penitenciario, y es hacia all donde deben ir todas las acciones de los actores del rea. As tenemos que el artculo 272 de la Constitucin de la Repblica Bolivariana de Venezuela, textualmente seala: El Estado garantizar un sistema penitenciario que asegure la rehabilitacin del interno o interna y el respeto a sus derechos humanos. Para ello, los establecimientos penitenciarios contarn con espacios para el trabajo, el estudio, el deporte y la recreacin; funcionarn bajo la Direccin de penitenciaritas profesionales con credenciales acadmicas universitarias, y se regirn por una administracin descentralizada, a cargo de los gobiernos estatales o municipales, pudiendo ser sometidos a modalidades de privatizacin. En general, se preferir en ellos el rgimen abierto y el carcter de colonias agrcolas penitenciarias. En todo caso, las frmulas de cumplimiento de penas no privativas de la libertad se aplicarn con preferencia a las medidas de naturaleza reclusorio. El Estado crear las instituciones indispensables para la asistencia pos penitenciara que posibilite la reinsercin social del ex interno o ex interna y propiciar la creacin de un ente penitenciario con carcter autnomo y con personal exclusivamente tcnico.
Por otra parte el artculo 184 CRBV establece que la Ley crear mecanismos abiertos y flexibles para que los Estados y Municipios descentralicen y transfieran a las comunidades y grupos vecinales organizados los servicios que stos gestionen previa demostracin de su capacidad para prestarlos, debiendo promover entre otras acciones, segn el numeral 7, la participacin de las comunidades en actividades de acercamiento a los establecimientos penales y de vinculacin de stos con la poblacin. Como puede apreciarse, las normas constitucionales en materia penitenciaria representan un verdadero avance, definen
claramente como debe funcionar el sistema. DEBATE SOBRE LOS CONCEPTOS: REHABILITACIN DEL INTERNO O INTERNA Y REINSERCIN SOCIAL DEL EXINTERNO Y EXINTERNA: Antes de iniciar el tema, es menester recordar que Venezuela, la rehabilitacin del interno as como su reinsercin, son de mandato constitucional como ya lo vimos en el art 272. Esta norma constitucional guarda concordancia con la Ley de Reforma de la Ley de Rgimen Penitenciario, la cual en su artculo 2 expresa: La reinsercin social del penado constituye el objetivo fundamental del perodo de cumplimiento de la pena. Agregamos a esto la Ley de Redencin Judicial de la Pena por el Trabajo y el Estudio, donde se considera que el trabajo y el estudio en reclusin son procedimientos idneos para la rehabilitacin del recluso. En concordancia con ello, al revisar las funciones de la pena consagradas en los Pactos Internacionales, encontramos que el artculo 10, ordinal 3 del Pacto de Derechos Civiles y Polticos establece: el rgimen penitenciario consistir en un tratamiento cuya finalidad esencial ser la reforma y la readaptacin social de los penados y la Convencin Americana artculo 5, ordinal 6: la pena privativa de libertad tendr como finalidad esencial la reforma y la readaptacin social de los condenados. La orientacin constitucional de las penas hacia la rehabilitacin del interno es de vital importancia para la ejecucin de determinadas sanciones penales, quedando de ese modo eliminada la posibilidad de decisiones arbitrarias en cuanto a su funcin, ya que la norma constitucional resulta obviamente superior al resto del ordenamiento
jurdico penal venezolano. Como critica siempre se ha planteado en primer lugar, desde el punto de vista terico, en las ltimas dcadas se ha desarrollado una matriz de pensamiento que se opone a la resocializacin poniendo en tela de juicio la funcin reeducativa y socialmente readaptadora de la pena privativa de libertad. Segn Pavarini el mayor problema de la resocializacin se encuentra en la institucin misma en la cual se cumple el tratamiento, que es precisamente, la prisin. Esta presenta dos aspectos fundamentales que la hacen contradictoria: por un lado, al individuo se le asla para ser resocializado, aun cuando no se puede educar para la libertad estando en prisin. Por otro lado, es al interior del penal donde aumentan los grados de violencia, ya que las prisiones son los grmenes de procesos crimingenos. Por su parte, Baratta (1986:194) seala que los centros de detencin ejercen efectos contrarios a la reeducacin y a la reinsercin del condenado, y desfavorables a un cambio integral en la poblacin criminal. En segundo lugar, que de alguna manera todas las investigaciones coinciden en que resulta imposible educar para la libertad, quitando la libertad; y demuestran a su vez los efectos negativos de la vida en prisin, de los procesos de estigmatizacin y prisionizacin y del desarrollo de las culturas criminales, que tienen un efecto remarginalizante en los sujetos que dificulta aun ms sus condiciones de reinsercin social. Pese a ese cuestionamiento y a los resultados empricos sobre la disfuncionalidad y poca efectividad de la funcin resocializadora de la pena, desde finales del siglo XIX se construy toda una legislacin que tiene como base la pena privativa de libertad como instrumento idneo para controlar, es decir, toda una legislacin que encauz mecanismos rigurosos para imponer la forma prisin, influenciada por el desarrollo del pensamiento criminolgico positivista, el cual se caracteriza por la introduccin de los fines utilitarios de prevencin especial mediante la funcin resocializadora de la pena que sera alcanzada a travs del tratamiento. Cabe pensar que las fundadas crticas sobre los efectos perjudiciales y los costos sociales consiguientes a la pena privativa de
libertad, as como el anlisis crtico al que las ideas de resocializacin, rehabilitacin o reinsercin social han sido sometidas, lleven a incrementar el rigor lgico a la hora de indagar sobre la pertinencia de haber incluido esta funcin de la pena en la Constitucin Nacional. Por otra parte, se encuentran otras dificultades dentro del propio sistema penitenciario que son prcticamente insalvables, ya que en muchos casos la reeducacin y reinsercin social, quedan necesariamente supeditados a finalidades puramente de custodia o de seguridad. Las relaciones entre tratamiento y rgimen penitenciario deben estar coordinadas en base al principio de subordinacin del rgimen de tratamiento acorde con el sistema de individualizacin cientfica. Sin embargo, en la prctica de la actividad penitenciaria esta relacin no siempre resulta ser tan difana, invirtindose las prioridades y privando el fin de la retencin y custodia sobre el del tratamiento individualizado, siendo el rgimen disciplinario el principal, como bien lo sealan los informes sobre situacin de derechos humanos en el pas, las medidas de pre libertad y otros beneficios de cumplimiento de penas estn supeditadas a los niveles de adaptabilidad de los reclusos, que se traducen en el sometimiento a la disciplina y control carcelarios (PROVEA, Ob.cit: 340). INSTRUMENTOS EXINTERNO (A): Venezuela ha suscrito y ratificado una serie de tratados internacionales que contienen las formas que debe seguir el Estado con relacin al trato de las personas privadas de libertad. Recordemos que "los instrumentos de derechos humanos de carcter no contractual incluyen, adems de las declaraciones, otros instrumentos denominados reglas mnimas, INTERNACIONALES Y LA REINSERCION DEL
principios bsicos, recomendaciones, o cdigos de conducta. La obligatoriedad de tales instrumentos no depende de su nombre sino de otra serie de factores (ratificacin de los tratados por los Estados). Instrumentos Internacionales relacionados con los Derechos de las personas privadas de su libertad:
Reglas Mnimas para el tratamiento de los Reclusos Principios bsicos para el tratamiento de los Reclusos Conjunto de Principios para la proteccin de todas las Personas sometidas a cualquier tipo de detencin o Prisin. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos. Convencin Americana sobre Derechos Humanos. En los Instrumentos Internacionales que protegen el Derecho a estudiar en nuestro trabajo encontramos las Reglas mnimas para el tratamiento de los reclusos, adoptadas por el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevencin del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra en 1955. Este valioso y prolijo documento de las Naciones Unidas establece toda una serie de regulaciones y normas que deben ser atendidas por los Estados miembros e incorporadas en sus respectivas legislaciones, para brindar una amplia y eficaz proteccin a las personas detenidas por cualquier motivo en todo tipo de
circunstancias de tiempo y lugar. Por lo general, en Amrica Latina dichas reglas han sido incorporadas en las legislaciones penales o a las reglamentaciones penitenciarias (como en nuestro caso), aunque, asimismo en forma general, son constantemente violadas en la mayora de los pases, bastando como prueba de ello la lectura de los informes anuales de los principales organismos que actan en defensa de los derechos humanos. Los principales obstculos para la aplicacin efectiva de stas reglas mnimas en nuestro pas son, entre otros, su ignorancia o su insuficiente difusin, la constante sobrepoblacin de los centros penitenciarios, las deficiencias fsicas de tales establecimientos, la carencia de un personal penitenciario calificado y la ausencia de un presupuesto adecuado. En cuanto a los esfuerzos realizados para mejorar su aplicacin, son escasos, breves y dispersos, y suelen proceder, no tanto de las instituciones estatales (las cuales manifiestan poco inters por el sector penitenciario), como de algunos organismos no
gubernamentales
(grupos
religiosos,
comits
interesados
en
la
proteccin y promocin de los derechos humanos). El objeto de tales reglas no es de describir en forma detallada un sistema penitenciario modelo, sino nicamente establecer, inspirndose en conceptos generalmente admitidos en nuestro tiempo y en los elementos esenciales de los sistemas contemporneos ms adecuados, los principios y las reglas de una buena organizacin penitenciaria y de la prctica relativa al tratamiento de los reclusos. Asimismo, con respecto a la forma de incorporar a los reos a la sociedad, tal instrumento internacional manifiesta que: El fin y la justificacin de las penas y medidas privativas de libertad son, en definitiva, proteger a la sociedad contra el crimen. Slo se alcanzar este fin si se aprovecha el perodo de privacin de libertad para lograr, en lo posible, que el delincuente una vez liberado no solamente quiera respetar la ley y proveer a sus necesidades, sino tambin que sea capaz de hacerlo Que para lograr este propsito debe: El rgimen penitenciario emplear, tratando de aplicarlos conforme a las necesidades del tratamiento individual de los delincuentes, todos los medios curativos, educativos, morales, espirituales y de otra naturaleza, y todas las formas de asistencia de que puede disponer. Es conveniente que, antes del trmino de la ejecucin de una pena o medida, se adopten los medios necesarios para asegurar al recluso un retorno progresivo a la vida en sociedad. Este propsito puede alcanzarse, segn los casos, con un rgimen preparatorio para la liberacin, organizado dentro del mismo establecimiento o en otra institucin apropiada, o mediante una liberacin condicional, bajo una vigilancia que no deber ser confiada a la polica, sino que comprender una asistencia social eficaz.
Del mismo modo el Estado tiene deber de dar a conocer que la reinsercin a la sociedad no termina con la liberacin del recluso. Se deber disponer, por consiguiente, de los servicios de organismos gubernamentales o privados capaces de prestar al recluso puesto en libertad una ayuda pos penitenciaria eficaz que tienda a disminuir los prejuicios hacia l y le permitan readaptarse a la comunidad. Con respecto al trabajo existen unas reglas mnimas especiales: Con relacin al trabajo el numeral 71 y 72 enmarcan los siguientes puntos: 1) El trabajo penitenciario no deber tener carcter aflictivo. 2) Todos los condenados sern sometidos a la obligacin de trabajar habida cuenta de su aptitud fsica y mental, segn la determine el mdico. 3) Se proporcionar a los reclusos un trabajo productivo, suficiente para ocuparlos durante la duracin normal de una jornada de trabajo. 4) En la medida de lo posible, ese trabajo deber contribuir por su naturaleza a mantener o aumentar la capacidad del recluso para ganar honradamente su vida despus de su liberacin. 5) Se dar formacin profesional en algn oficio til a los reclusos que estn en condiciones de aprovecharla, particularmente a los jvenes. 6) Dentro de los lmites compatibles con una seleccin profesional racional y con las exigencias de la administracin y la disciplina penitenciarias, los reclusos podrn escoger la clase de trabajo que deseen realizar. 7) La organizacin y los mtodos de trabajo penitenciario debern asemejarse lo ms posible a los que se aplican a un trabajo similar fuera del establecimiento, a fin de preparar a los reclusos para las condiciones normales del trabajo libre. Acerca de la ayuda que brinda el Estado u otras instituciones que funcionan en pro de la reinsercin social est una disposicin que dice:
"Los servicios y organismos, oficiales o no, que ayudan a los reclusos puestos en libertad a reintegrarse en la sociedad, proporcionarn a los liberados, en la medida de lo posible, los documentos y papeles de identidad necesarios, alojamiento, trabajo, vestidos convenientes y apropiados para el clima y la estacin, as como los medios necesarios para que lleguen a su destino y puedan subsistir durante el perodo que siga inmediatamente a su liberacin." PRINCIPIO DE LA RESOCIALIZACION DE LA PENA No hay libertad cuando algunas veces permiten las leyes que en ciertos acontecimientos el hombre deje de ser persona y se repute como cosa (..) ste descubrimiento es el secreto mgico que cambia los ciudadanos en animales de servicio; que en mano del fuerte es la cadena que liga las acciones de los incautos y los desvalidos. Este es la razn por la que en algunos gobiernos que tienen toda la apariencia de libertad est la tirana escondida o se introduce en cualquier ngulo desde el legislador. CESARE BECCARIA, De los delitos y las penas, Captulo 20. El modelo procurado pretende prima facie una efectiva judicializacin de la pena desde el servicio de defensa pblica pretendiendo un seguimiento continuo de las prcticas penitenciarias excediendo postular dicha judicializacin slo sobre los cambios cualitativos de la pena. Entonces, a fin de no trabajar sobre puras ficciones y de recrear el sistema de garantas sobre las reglas del funcionamiento real de la institucin penitenciaria la intencin que procuro es que por intermedio de un discurso autnomo de la Defensa Pblica trascendamos el hbitos judicial para permitir quebrantar su dependencia externa que la mayora de los magistrados tiene con la administracin judicial y de sta forma concientizar la violencia de las prcticas judiciales y de la anomia social que plasma su discurso. Entendemos que respecto a los mecanismos crticos a la resocializacin no ha reparado en el juicio de validez de la norma como modo de salvaguardar su vigencia acorde a una coherencia sistemtica de principios jushumanistas que modelan la pena acorde al principio de
mnima afectacin. El pretendido juicio de validez de la norma de reinsercin requiere concebir la norma como prctica con finalidades polticas transcurridas en el marco de interacciones institucionales (mbito judicial y penitenciario) dentro de un mismo campo de accin (violencia estatal). De sta forma la validez de la norma rompiendo con el modelo kelseniano se constituye como categora distinta de las de vigencia y efectividad (normatividad y realidad) con el objeto de remover dichas antinomias. Respecto a la resocializacin de la pena y su manera de ser interpretada en Venezuela podemos citar una jurisprudencia emanada del TSJ: Entendemos pues que el Principio Resocializador de la pena peor sin violar la libertad personal, es decir cuando pensamos en penas enseguida pensamos en crcel, en vez de las medidas alternativas, pensamos en pena pero de una manera diferente de castigar, pensamos en pena y en la utilidad del derecho penal sin la necesidad de la crcel, debe pensarse en pena sin violar la libertad personal, en principio la libertad de conciencia y la autonoma de la razn. Mal podemos socializar una persona sustrayndolo del medio donde ella se realiza. Debe procurarse que el sujeto no empeore sus condiciones sociales, es decir, la crcel debe dar al sujeto condiciones mejores a aquellos por los cuales delinqui. Considera quin aqu decide, que este artculo 507 de la Ley de reforma Parcial del Cdigo Orgnico Procesal Penal, es una norma de poltica criminal que devuelve el derecho efectivo que tiene todo penado, una vez cumplidos los requisitos exigidos por la ley, a que se le redima su pena como estmulo al trabajo, al estudio y principalmente a la reinsercin, desde su inicio y no a la mitad del cumplimiento de la pena como lo preceptuaba la citada norma, porque sabemos que las cargas de la desidia y desatencin de polticas carcelarias por parte del Estado data de muchos aos atrs, pese a los grandes y valiosos esfuerzos y a la voluntad poltica del hoy Gobierno Bolivariano de crear una nueva crcel con el cumplimiento de las condiciones optimas para la convivencia intramuros, mientras esperamos esa positiva solucin del Estado a mediano plazo, se alargan las esperanzas para los penados que viven da
a da esas consecuencias ajenas a su voluntad, De que se les otorgue los respectivos Beneficios como formulas alternativas de cumplimiento de pena. Precisamente esa es la realidad social a que se debe el juez de Ejecucin al aplicar el fin ltimo del Derecho La JUSTICIA SOCIAL tan anhelada por todos, debe atenderse entonces a la solucin pronta del problema y optar por la aplicacin de la Redencin de la Pena por el trabajo, en razn de los principios de Igualdad, Progresividad,
resocializacin, humanizacin de las penas y en especial de los Derechos Humanos del hombre consagrados universalmente por los Tratados Internacionales suscritos y ratificados por Venezuela.
CONCLUSIONES En conclusin la realizacin de este trabajo, signific una revisin en el tiempo, tanto de la problemtica que ha vivido el sector penitenciario los ltimos veinte aos, como de las actuaciones de autoridades
involucradas en el acontecer diario del sistema y toda una serie de alternativas que de diferentes maneras han pretendido atender el asunto. Indudablemente son mltiples las variables que intervienen y se interrelacionan para generar este fenmeno. Su prevalencia se debe no slo a la incapacidad de la Administracin Penitenciaria para dar respuesta a los pormenores, desviaciones y eventualidades que da a da se presentan; adems, existe una gran cantidad de aspectos y decisiones que corresponden a diferentes mbitos de la Administracin Pblica, desde la Presidencia de la Repblica, la Asamblea Nacional, y dems Despachos de autoridad y poder, que deberan responder a una poltica de Estado. La superacin de la problemtica, indudablemente requiere antes que todo de voluntad poltica. El Sistema Penitenciario adolece de elementos esenciales para el funcionamiento. La asignacin presupuestaria es incongruente con el grado de las necesidades. Las instalaciones de reclusin se encuentran profundamente deterioradas, y el hacinamiento supera el 35 % de la capacidad instalada, con relacin a la totalidad de las instalaciones del Sistema, porque al analizar las instituciones caso por caso, se localizan centros donde el hacinamiento supera hasta el doscientos por ciento la capacidad instalada. Los recursos humanos son insuficientes para atender la poblacin reclusa tanto para la seguridad como para el tratamiento. La capacitacin de los recursos humanos, la supervisin y el control son sumamente deficitarios. El desastre que caracteriza hoy al sector penitenciario, viene ocurriendo desde hace ms de 30 aos, sera irresponsable adjudicarlo a la gestin del gobierno actual. Se han tomado algunas medidas para dar respuesta, destacndose avances en lo legislativo; sin embargo, se han creado
muchas expectativas, y hay quienes afirman que el gobierno ha podido hacer ms por los presos. El drama de las crceles traspasa las barreras de los recintos penitenciarios, detrs de cada preso hay una familia, en la medida que facilitemos programas apropiados para la rehabilitacin, estaremos contribuyendo con el mejoramiento de las condiciones de vida de esas familias, de la seguridad y la sociedad en general. La sociedad moderna requiere de la tecnificacin y profesionalizacin de toda persona que ejerza funciones en la Administracin Pblica, por tal razn el sector penitenciario debe ser transformado, convirtiendo sus instituciones hacia la excelencia y la calidad, para lograr as la misin de rehabilitacin que les ha sido asignada, de no lograrse esto, tendramos que coincidir con los planteamientos de abolicin de la crcel como medio de resocializacin. La violacin de los Derechos Humanos de la poblacin reclusa no puede ocultarse, priva la necesidad que las instituciones que tienen
competencia sobre la garanta y defensa de los Derechos Humanos, asuman responsablemente su rol para evitar que se siga comprometiendo la responsabilidad del Estado Venezolano por el incumplimiento de su deber. Se impone la necesidad de colocar la problemtica en manos de un equipo profesional que disponga de suficientes herramientas terico prcticas para que asuma un proceso de reingeniera del Sistema Penitenciario, para ello el Estado tiene que brindarles el apoyo indispensable que les permita hacer los cambios que a que debe conducirse. El cambio que el sistema requiere debe sustentarse en nuevos y modernos paradigmas, los vicios e intereses del pasado deben ser superados y esto constituye una tarea bastante difcil pero debe instrumentarse, ya que no puede olvidarse que los individuos recluidos estn en los centros por periodos determinados de tiempo; pero en algn momento vuelven a sus comunidades de origen, por lo que la
. INTRODUCION La realizacin de este trabajo tiene como finalidad conocer ha cerca del subsistema penitenciario, el sistema penitenciario sus conceptos, su definicin constitucional y legal de la poltica penenticiaria. La rehabilitacin del interno o interna, los instrumentos internacionales y reinsercin del ex interno o ex interna, los principios de la resocializacin de la pena, las normativas constitucionales para el funcionamiento del sistema peninteciario venezolano, la restructuracin del sector
penitenciario. La participacin del Ministerio Pblico, los derechos humanos de los privados en libertad.