Política Exterior de Venezuela en Tiempos de Hugo Chávez
Política Exterior de Venezuela en Tiempos de Hugo Chávez
Política Exterior de Venezuela en Tiempos de Hugo Chávez
Carlos A. Romero
1.- INTRODUCCIN Este es un trabajo dedicado a analizar los fundamentos y el desarrollo de la poltica exterior de Venezuela desde el ao 1999. Los argumentos que aqu se exponen tienen una intencionalidad fundamentalmente crtica y ponen de manifiesto las dificultades para relacionar los aspectos normativos y los datos empricos de una poltica que se ha proyectado regionalmente y de cierto modo de manera global, a travs de una serie de recursos materiales y simblicos. En principio, una poltica exterior debe reflejar el inters nacional del pas y debe procurar un criterio de seguridad y de proyeccin mundial que sea aceptado por una mayora que aspira a la paz y a la estabilidad en su nacin. En el caso que nos ocupa, nos encontramos ante un modelo poltico que se sustenta en la construccin de una visin del mundo en donde el enfoque amigo-enemigo de la poltica, el uso indiscriminado de la tesis sobre la voluntad de la mayora y el afn de promocionar un paquete ideolgico radical, se han mezclado con tradiciones nacionales como el activismo internacional y el presidencialismo, en una oferta que ha contado con un poderoso verbo y una capacidad de gasto pblico que contempla importantes programas sociales. A nuestro entender, Venezuela atraviesa una situacin revolucionaria, lo que lleva a que la poltica exterior del gobierno del presidente Chvez no sea la misma de los que le precedieron. En efecto, el activismo de Venezuela se observa de manera tridimensional: en el manejo de las relaciones bilaterales, de las relaciones multilaterales y de las relaciones transnacionales. (Egaa 2009; Romero 2006) De ese cambio se desprenden al menos cuatro referencias importantes: el creciente liderazgo del presidente Chvez, lo cual no slo limita la solidez institucional a la diplomacia venezolana sino tambin cuestiona el carcter de la poltica exterior como una poltica de Estado; y un sistema de alianzas que es percibido por sus gobernantes como una red de lealtades, compromisos, afinidades y subordinaciones que se expresan en la idea de la existencia de un campo progresista y de izquierda internacional y que se concreta regionalmente en la Alianza Bolivariana de los Pueblos, la ALBA. A esto hay que agregar la creciente politizacin de la accin exterior de Venezuela, en donde el ejercicio profesional y burocrtico de los diplomticos venezolanos se entiende como una labor comprometida con la causa revolucionaria y la creciente posicin contestataria de Venezuela en los foros internacionales y en las mismas relaciones bilaterales y regionales. Cabe destacar tambin la asociacin en el mbito de las relaciones transnacionales, con grupos, movimientos e iniciativas que se oponen al capitalismo en el mundo. (Romero 2008)
El petrleo ha sido el principal vehculo para la insercin de Venezuela en las relaciones internacionales contemporneas. Este factor ha promovido a su vez una cultura poltica considerada como reguladora de la actividad privada, promotora de la dependencia de la sociedad del Estado y vulnerable ante las oscilaciones de los precios del barril del petrleo. (Carrera Damas 1977, Guerra 2009) Venezuela ha respaldado la accin de los productores de petrleo a travs de la OPEP (la Organizacin de Pases Exportadores de Petrleo), desde la creacin de la organizacin en 1960 y ha mantenido al petrleo como una de las columnas en que se desarrolla su poltica exterior. En la actualidad, el impulso de la exploracin y explotacin de petrleo pesado y extrapesado y de gas natural a futuro, tanto en tierra firme como en mar tiene un impacto profundo en la sociedad venezolana. Al mismo tiempo, cabe destacar el rol que cumple en la implementacin y ejecucin de la poltica exterior, la compaa estatal Petrleos de Venezuela (PDVSA), verdadera bisagra entre los postulados ideolgicos y econmicos del rgimen. Desde luego que en este proceso estamos asistiendo a una operacin de state capture, en donde una cpula en el poder mantiene una serie de limitaciones para la transparencia y la rendicin de cuentas de la gestin gubernamental. Hay una situacin de state capture cuando los beneficios privados de las elites se obtienen por la captacin de los recursos pblicos y su distribucin entre sectores privilegiados, entre ellos los sectores bancarios, industriales y financieros, pblicos y privados y por los sectores ms pobres, por la va de las transferencias directas. (Desai, Olofsga y Yuosef 2003; Tompson 2008; Hellman, Jones y Kaufmann 2000) La conjetura central de este ejercicio descansa en la idea de que la poltica exterior de Venezuela expresa las contradicciones de una lite en el poder que tiene un modelo de hacer poltica y un modelo de desarrollo econmico que busca romper con el pasado y construir una sociedad socialista. El gobierno del presidente Chvez ha promovido la visin estructuralista y anticapitalista de los asuntos internacionales plasmada en las ideas de la rivalidad entre el centro y la periferia, en la lucha antiimperialista, del desarrollo endgeno, del fortalecimiento del Estado como instrumento central de desarrollo y de la profundizacin del Estado socialista y comunal. Para poder estudiar esta poltica, el texto se divide en los siguientes captulos. En el primero de ellos se introduce el tema. En un segundo captulo se observa el contexto internacional actual. En esta direccin, se toman en cuenta algunos aspectos tales como, la insercin mundial y regional de Venezuela, sus etapas, el perfil venezolano en el exterior, la reevaluacin del concepto de inters nacional, la internacionalizacin del caso venezolano y de la compaa energtica estatal, Petrleos de Venezuela (PDVSA), el papel de los organismos multilaterales, de las organizaciones no gubernamentales, de los medios de comunicacin y la poltica de alianzas. En el tercer captulo se analizan cuatro casos hemisfricos especficos. La idea es puntualizar estos casos como ejemplos que concretan unas relaciones bilaterales de Venezuela con algunos pases importantes para el pas.
De igual modo en la cuarta seccin se observan tres casos de relaciones bilaterales especficas en el contexto internacional. En el quinto captulo se presentan un balance y unas proyecciones de una poltica exterior que ha llamado la atencin en la regin y en el mundo y que cuenta con recursos suficientes para sostener sus postulados y fines. 2.- El CONTEXTO INTERNACIONAL, AMRICA LATINA, EL CARIBE Y VENEZUELA. 2.1.- La conformacin de una poltica. A raz de la restauracin de la democracia en el pas en el ao 1959, los gobiernos de Accin Democrtica y de COPEI sostuvieron una diplomacia activa que llev a muchos a pensar que se sobredimensionaba la presencia mundial venezolana, por la actuacin en las Naciones Unidas, por la participacin de Caracas en la creacin y desarrollo de la Organizacin de Pases Exportadores de Petrleo, OPEP, y por el impulso al mecanismo de integracin econmica y comercial conocido como el Acuerdo de la Junta de Cartagena, (hoy denominada como la Comunidad Andina de Naciones). A esto se le debe agregar el acercamiento de Venezuela al Movimiento de Pases no Alineados y la procura de un nuevo orden internacional y de un dilogo Norte-Sur. Esa diplomacia activa desde luego llev a los gobiernos venezolanos a crear una red de contactos con gobiernos y movimientos polticos afines a la causa democrtica, en el marco de una Amrica Latina que tena muchos regmenes de excepcin, grandes corrientes de exilados polticos y enormes dificultades para mantener o recuperar la senda democrtica. Cabe destacar la solidaridad en la dcada de los sesenta con el exilio cubano anticastrista y con los refugiados y exilados que llegaron a Venezuela procedentes de Amrica del Sur y luego de Centroamrica huyendo de las dictaduras militares entre los aos sesenta y ochenta del siglo pasado. Esta posicin llev a recibir unas crticas sobre una presunta injerencia de los gobiernos venezolanos democrticos. De tal modo que el activismo venezolano y la injerencia en los asuntos internos de algunos pases no es algo que se dio repentinamente con el presidente Chvez. Pero hay otro proceso histrico que s es novedoso: la llegada de un gobierno de izquierda al poder en Venezuela en 1999, que ha mantenido el activismo internacional de los gobiernos anteriores, profundizando su presencia mundial y apoyndose en las corrientes radicales de izquierda, marxistas y no marxistas que como un todo se han presentado como un pensamiento diferente a las ideas liberales. Por ello, la consolidacin de la experiencia chavista ha originado una poltica exterior bifrontal, basada en su poder econmico y en su compromiso revolucionario. Ahora bien, el papel que Venezuela ha tratado de jugar en el mbito global no puede ser separado del propio espacio que han tenido la poltica exterior y en general, las relaciones internacionales del pas en el mbito interno. Las alusiones al imperio y las alianzas con Cuba e Irn, ms otras conductas ideolgicas venezolanas en el exterior no son sino el reflejo actual de un proceso paulatino de posicionamiento de la poltica exterior en la agenda domstica y viceversa. Dada la importancia que la poltica exterior ha adquirido en la Venezuela actual, se debe prestar una especial atencin a las respuestas internacionales del Gobierno a una situacin que definen sus propios dirigentes como favorable al impulso de la revolucin mundial. La oposicin, tanto meditica como partidista tambin utiliza el tema internacional para influir
en el debate pblico y sostener una actitud permanente de denuncia sobre lo que se percibe como una diplomacia parcializada y errada en sus planteamientos y objetivos. (Egaa 2009; Romero 2006) A esto hay que agregar la propia gestin gubernamental en materias como el comercio exterior, las inversiones extranjeras, las compras gubernamentales externas, la poltica de alianzas externas y los derechos humanos. (Egaa 2009; Corrales 2006) La poltica exterior de Venezuela se ha orientado hacia una direccin radical en el marco de la promocin del socialismo del siglo XXI, cuestin que se ha acrecentado con ms ahnco desde el ao 2007. Ese ao se conoci un documento del gobierno del presidente Chvez titulado Las lneas generales del Plan de Desarrollo Econmico y Social de la Nacin 20072013. Segn el Plan, se pretende "neutralizar la accin del imperio fortaleciendo la solidaridad y la opinin pblica de los movimientos sociales organizados" y como un objetivo ms general, se establece la creacin de una estrategia mundial "para la movilizacin de masas en apoyo al proceso revolucionario De acuerdo con ese Plan, el Gobierno se plantea "una conduccin multipolar de la poltica mundial" que se basa en "la creacin de nuevos bloques de poder". (Theis 2007; Guerra 2009) 2.2.- El contexto que la recibe. El fortalecimiento de una posicin a favor de un mundo multipolar, el uso de la palanca petrolera y el deslinde con Estados Unidos son las ofertas mundiales de un rgimen y de un lder como Hugo Chvez, quien aprovech a su favor el relajamiento de la estructura internacional a comienzos del Siglo XXI. Cuando hablamos de ese relajamiento nos referimos a la falta de consenso sobre la agenda global y las dificultades para la puesta en prctica de la poltica de seguridad estadounidense y de la lnea antiterrorista y antinarcticos de Washington. A esto hay que agregar la presencia activa de otros poderes mundiales en Amrica Latina, el ocaso del Consenso de Washington y del ALCA, y la ausencia de frmulas estables de articulacin militar, comercial y econmica en los mbitos hemisfrico y mundial. Desde el punto de vista geopoltico, Venezuela ha emprendido una poltica exterior que tiene como uno de sus objetivos fundamentales una poltica de alianzas anti-estadounidense que se define como el instrumento para disminuir la dependencia de Estados Unidos y para impulsar un nuevo mapa geopoltico mundial y un nuevo liderazgo mundial. La votacin de Venezuela en los diversos debates y resoluciones del sistema de Naciones Unidas as lo indican. (Blanco 2002) En el plano regional, el juego diplomtico venezolano ha sido ms variado y menos lineal. Entre 1999 y el ao 2002, se trat de utilizar a la poltica exterior para el sostenimiento del nuevo rgimen y para el apoyo a los movimientos revolucionarios. Entre el ao 2002 y 2004, dadas las circunstancias internas, se dio un repliegue en el activismo internacional del gobierno del presidente Chvez, quien acept la mediacin interna por parte de la Organizacin de Estados Americanos, OEA, el Centro Carter, el PNUD y de un grupo de gobiernos amigos de Venezuela, luego de darse el golpe de Estado en su contra en el ao 2002 y de producirse la huelga petrolera de 2002-2003. A partir del ao 2004 se han retomado las iniciativas internacionales.
La respuesta de Estados Unidos es contradictoria en cuanto a los cambios internos y externos observados en Venezuela desde los triunfos electorales presidenciales de Hugo Chvez en 1999, 2000 y 2006. De hecho, Venezuela sigue siendo un importante socio comercial de EE.UU. pero ya no es vista por Washington como un pas confiable debido al acercamiento a pases considerados por Washington como difciles, a la falta de un compromiso venezolano de fortalecer la democracia representativa en el pas y en la regin y por intentar de no ser ms un seguro proveedor de petrleo para Washington. (Kelly y Romero 2002; Romero y Corrales 2009) Con la Unin Europea y con otros pases europeos, Venezuela ha mantenido por lo general, un modus vivendi en el cual han prevalecido los negocios y los intereses econmicos por encima de las crticas en relacin a la situacin interna del pas, aunque con algunas diferencias como el sostenido entre el Jefe de Estado espaol y el presidente Chvez en noviembre de 2007 y ahora en el ao 2010, con el asunto judicial llevado por el juez de la Audiencia Nacional espaola Eloy Velasco, por la presunta cooperacin ilcita del gobierno de Venezuela dentro de la investigacin que este magistrado adelanta de una probable colaboracin entre ETA y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En el plano parlamentario europeo y en el plano no gubernamental europeo, se han visto mayores debates y una mayor falta de consenso sobre cmo definir lo que pasa en Venezuela. Estn, por una parte, quienes apoyan al proceso bolivariano (partidos, sindicatos, acadmicos, organizaciones no gubernamentales y medios de comunicacin), observndola como una revolucin en marcha. Por el contrario estn aquellos actores que critican el proceso y que estn en desacuerdo con el Presidente venezolano. Esto incluye a ciudadanos y empresas privadas de esos pases que se han visto afectados por las polticas econmicas del gobierno de Chvez. (Lange 2002; Romero 2009a) En cuanto a las relaciones interamericanas, el gobierno venezolano ha tenido una postura controversial al oponerse a la posicin estadounidense en el seno de la OEA; al papel de ese organismo regional como garante de la democracia en Amrica Latina y el Caribe y a la promocin de la democracia representativa en el seno de las cumbres hemisfricas. De hecho, Caracas ha cuestionado la poltica de proteccin de los derechos humanos del organismo y el papel de las misiones observadoras y de las organizaciones no gubernamentales en los procesos electorales en la regin. La Comisin Interamericana de Derechos Humanos present un informe correspondiente al ao 2009 que evala negativamente al gobierno de Chvez en esa materia. La Comisin denunci que el Gobierno nacional "atenta" contra la democracia y los derechos humanos, pues la intolerancia poltica, la falta de independencia de los poderes del Estado, las restricciones a la libertad de expresin y la protesta pacfica, "limitan seriamente la vigencia" de los derechos en el pas. (OEA-CIDH 2009). El informe provoc una reaccin airada de rechazo del gobierno venezolano, el cual ha amenazado con retirarse definitivamente de la organizacin por considerar que el informe se encuentra prejuiciado e influido para su negativa evaluacin por los as considerados enemigos de Venezuela, especialmente EEUU. Por otro lado, en el marco de la reunin del Grupo de Ro en Playa del Carmen, Mxico, en febrero de 2010, Venezuela logr el encargo de la preparacin inicial de la llamada en forma provisional Comunidad de Estados de Amrica Latina y el Caribe, un proyecto de integracin poltica en el cual Caracas cuenta con la ayuda del gobierno de Brasil y que se entiende como una OEA paralela que tiende a excluir a Canad y a Estados Unidos. Venezuela ha planteado la desaparicin de la OEA como un instrumento poltico regional para darle espacio a ese proyecto de Comunidad.
El gobierno encabezado por el presidente Hugo Chvez ha considerado a la integracin econmica y comercial como un tema especial. La integracin para el gobierno de Venezuela no se limita a plantear una alianza comercial, sino por el contrario, se entiende a la integracin como algo global. Se trata a un mediano plazo de que esa integracin est fundamentada en bases no capitalistas, en el ejercicio de una democracia participativa, en la promocin de una economa que combine la propiedad estatal con propiedades sociales, comunales y cooperativas, y en la regulacin y disminucin de las inversiones extranjeras directas privadas. Es decir, el planteamiento venezolano es anti-capitalista y antiestadounidense. Por lo tanto, la integracin para Venezuela escapa al modelo que se define en la OMC y que bajo el concepto de regionalismo abierto se ha venido planteando en Amrica Latina y el Caribe desde hace dos dcadas. (Romero y Corrales 2009) Es por eso que no debe sorprender que Venezuela proponga el esquema de integracin conocido como la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra Amrica, ALBA (conocido desde 2009 como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra Amrica, Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) que, de suyo, es un planteamiento diferente al ALCA y a los contenidos de los acuerdos comerciales y tratados de libre comercio que Washington est llevando a cabo con varios gobiernos en la regin. Las ideas fundamentales de la ALBA son: la integracin no capitalista de los pueblos en el marco de un modelo diferente al neoliberalismo, la diversificacin comercial, los convenios e inversiones intra-gubernamentales, un sistema de alianzas y de seguridad comn entre gobiernos progresistas y socialistas y la promocin de formas de propiedad alternativa a la propiedad privada. Estas propuestas que se alejan de lo que se promueve en MERCOSUR y en UNASUR. La ALBA es un mecanismo de integracin que ya tiene un banco regional, el Banco de la ALBA y un sistema de pagos, El Sistema nico de Compensacin Regional (Sucre) que se utilizar como unidad de cuenta comn, para realizar transacciones comerciales y como una alternativa al dlar americano. La ALBA lo han suscrito Cuba y Venezuela en 2004, Bolivia en 2004, Nicaragua en 2006, Dominica y Honduras en 2008; Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas y Ecuador en el ao 2009, acompaado de la forma respectiva del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP). El nuevo gobierno de Honduras decidi retirar en el 2010, a su pas de la alianza. (Romero 2008) En cuanto a Venezuela y Cuba, se ha generado una relacin especial favorable entre los dos pases. El presidente Chvez se ha referido a la necesidad de levantar el bloqueo de Estados Unidos al rgimen cubano y ha reiterado en varias ocasiones su posicin contraria a la tesis estadounidense de una supuesta ausencia de democracia interna en la isla. (Lange 2002; Malamud 2009) En Bolivia, el presidente Chvez ha prometido un apoyo poltico-ideolgico y la creacin de la empresa binacional venezolana-boliviana Petroandina con el encargo de buscar petrleo y de eventualmente explotarlo en el norte de Bolivia y en ayudar al proyecto argentino boliviano para la construccin de una planta de separacin de lquido de gas, adems de adquirir el compromiso de crear la Organizacin de Pases Productores y Exportadores de Gas del Sur (Opegasur).
De hecho, Bolivia se ha convertido en un laboratorio para el gobierno de Venezuela, en cuanto a su proyeccin exterior y la aplicacin del paquete ideolgico. Las relaciones de cooperacin de Estado a Estado, el apoyo poltico abierto al gobierno del presidente Evo Morales, la promocin y financiamiento de organizaciones sindicales, indgenas, campesinas e estudiantiles que apoyan al gobierno boliviano y a la alianza de izquierda encabezada por el partido boliviano gobernante MAS, es una prueba de ello. Venezuela ha reiterado de nuevo que asumir (junto con Argentina y Brasil) el costo que significa para el gobierno de Morales que Estados Unidos no haya incluido por segundo ao consecutivo a Bolivia para seguir en el programa de preferencias comerciales para los pases que combaten al narcotrfico denominado ATPDEA The Andean Trade Promotion and Drug Eradication Act. Esto se constituye en un tema controversial en Bolivia, tal como ha pasado en otros pases latinoamericanos. Cabe preguntarse Cul es la causa, cul es el grado y cules son las consecuencias de la creciente presencia venezolana en Bolivia? Ecuador tambin se ha beneficiado de la ayuda de Venezuela y el presidente de ese pas, Rafael Correa ha dicho en diversas ocasiones que acepta el socialismo del siglo XXI de Chvez, aunque mantiene una proyeccin poltica menos radical. (Corrales 2006). Si bien Ecuador es miembro pleno de la ALBA, como lo es Bolivia, su conducta diplomtica y su comercio exterior no estn atados totalmente a Venezuela. Prueba de esto es cmo el gobierno de Venezuela ha redoblado su cooperacin con Ecuador a fin de que Quito no disminuya sus compromisos con la ALBA. Como se sabe, Ecuador ha normalizado sus relaciones con Colombia, fue certificada por Estados Unidos para seguir disfrutando de las ventajas de ATPDEA y con la Unin Europea ha llegado a un acuerdo en la OMC, en relacin a la comercializacin del banano ecuatoriano. Las relaciones de Venezuela con Nicaragua se basan en una cooperacin ideolgica dentro de la ALBA, situacin que favorece al pas centroamericano, en la medida en que este pas recibe un conjunto de ayuda rentista por parte de Venezuela. Esta ayuda es de tipo financiera a travs de la condonacin de la deuda que tena Nicaragua con Venezuela y de los aportes del Banco de Desarrollo Social de Venezuela. Tambin destaca la cooperacin de Venezuela para ampliar la capacidad elctrica de Nicaragua, la ayuda de Caracas en la campaa de alfabetizacin del Gobierno de Managua, el envo de barriles de petrleo venezolanos a un mnimo costo para Nicaragua y el proyecto de instalacin de una refinera petrolera en suelo nicaragense. A esto hay que agregar el potencial econmico de la empresa mixta venezolana-nicaragense, Sociedad Alba de Nicaragua, Albanisa, creada con el aporte de capital de un 51% por PDVSA y un 40% de la empresa estatal nicaragense Petronic la cual ha hecho inversiones fuera del rea energtica, incluyendo algunas en medios de comunicacin social en el pas centroamericano. (Egaa 2009) Por otra parte, el gobierno de Guyana presiona para que Venezuela renuncie a sus aspiraciones a que se le devuelva el territorio Esequibo. Venezuela mantiene una reclamacin reconocida por Gran Bretaa y Guyana sobre esa parte del territorio guyans que segn Venezuela se le despoj en el siglo XIX. Como consecuencia de la firma del Acuerdo de Ginebra en 1966, Caracas permiti la independencia de Guyana de Gran Bretaa, y se le reconoca como vlida su reclamacin. Desde entonces se han dado varios ciclos de negociacin a fin de lograr un arreglo prctico entre los dos pases. (Romero 2006) 2.3.- Los resultados. El gobierno venezolano ha desplegado una importante plataforma de accin internacional que se expresa en tres niveles y que a su vez se relacionan entre s. Para poder analizar esta
plataforma es til tomar el concepto de proyeccin externa, en vez de poltica exterior, para connotar elementos y definiciones de la poltica interna, econmica e ideolgico-cultural. (Surez 2000) En el caso venezolano, destacara en primer lugar, el reacomodo geopoltico de un pas que ha procurado un nuevo tipo de alianzas bilaterales que en forma general se puede definir como el resultado de una poltica anti-occidental, procurando acercarse a potencias alternativas a EE.UU en el contexto multipolar actual. En segundo lugar, Venezuela ha construido una red de cooperacin Sur-Sur en la cual destacan una serie de instrumentos petroleros e ideolgicos a fin de asegurar un papel importante, no slo en la regin latinoamericana y caribea, sino tambin en el Asia y en frica, desplegndose tambin en Estados Unidos y en varios pases de Europa. En tercer trmino, el gobierno del presidente Chvez y los factores polticos que lo apoyan han mantenido y ampliado una solidaridad poltica con organizaciones partidistas, organizaciones sociales, organizaciones no gubernamentales, sectores acadmicos y medios de comunicacin social que simpatizan con la experiencia chavista y que reciben de Caracas un respaldo financiero, logstico e ideolgico. (Egaa 2009) Esta plataforma solidaria se presenta dentro de la orientacin de una poltica exterior de un gobierno revolucionario. Por ello, para ubicar el papel de Venezuela en la poltica internacional, hay que comprender lo que significa la dualidad de la poltica exterior del gobierno del presidente Chvez. Por una parte, Venezuela es un Estado con proyeccin regional e internacional y por la otra, es un Estado revolucionario. Es por ello que la diplomacia venezolana no se agota en los compromisos de Estado en el marco de la diplomacia tradicional, sino los trasciende hacia una dimensin polticaideolgica que se expresa en la solidaridad revolucionaria, lo que a su vez impulsa una inquietud por parte de muchos gobiernos sobre cundo el gobierno del presidente Chvez respeta los mecanismos diplomticos y cuando no. En todo esto juega un papel fundamental la creencia en la superioridad moral e histrica de la causa del socialismo y lo inevitable del choque entre el capitalismo y el socialismo, la profundizacin de la lucha de clases a nivel planetario y la solidaridad con los lderes, partidos y movimientos sociales pro-marxistas y progresistas en todo el mundo. Esto viene de forma mezclada, con el desarrollo de un poder real, dadas las condiciones econmicaspetroleras favorables del pas; de un poder suave, dada la existencia de una importante maquinaria propagandista e ideolgica internacionalista; y de un poder social, dados los programas de cooperacin internacionales desarrollados por Venezuela. (Corrales 2010) Por otra parte, se observa como en algunas relaciones diplomticas y de cooperacin entre Venezuela y otros Estados resalta el tema de la ayuda econmica venezolana, tanto por la capacidad de compra del Estado, lo que origina, en la mayora de los casos, una asimetra en contra de Venezuela en las balanzas comerciales bilaterales, dado el monto de las importaciones venezolanas, como por la cooperacin petrolera a precios subsidiados. Destaca tambin el otorgamiento de prstamos a bajas tasas de inters, las donaciones del gobierno venezolano y de Petrleos de Venezuela (PDVSA) y la generacin de inversiones no retornables. (Romero y Curiel 2009).
Particular atencin se debe prestar al impacto del rentismo venezolano el cual ha sido significativo para la proyeccin externa del pas en cuanto a alcance y en magnitud. El tema de la proyeccin del rentismo venezolano en el plano global tiene que ver con la observacin de cmo el gobierno del presidente Chvez controla los ingresos petroleros del Estado, a fin de promover su liderazgo continental y fundamentar su referencia global. El mercado de rentas venezolano (favores, donaciones, traspasos, pagos a terceros, ayuda directa, condonaciones, financiamiento e inversiones sin tasa de retorno, etc.) se traslada al espacio global y es aprovechado por actores que manipulan la ayuda venezolana (renta geopoltica) para capturarla y tener acceso a ella (fundamentalmente las de carcter energtica y financiera) y no por las vas comerciales (intercambio) y econmicas (valor agregado). Esta operacin llamada de rent-seeking (ya estudiada previamente en el contexto del colonialismo y los protectorados europeos) se est convirtiendo en un elemento importante, aunque no el nico, en la concepcin que de la integracin tiene el gobierno de Venezuela (Olson 2000; Corrales 2006; Romero y Curiel 2009). Aunque en el pasado se pueden observar algunos rasgos de rentismo internacional por parte de Venezuela, es en el gobierno de Hugo Chvez cuando esta modalidad se ha extendido, colocando en un papel principal a Petrleos de Venezuela (PDVSA) y en donde las inversiones y aportes de la compaa estatal se corresponden con las estrategias de ampliacin de capacidad de refinacin del petrleo venezolano por parte de la empresa estatal venezolana y con las alianzas relacionadas con el tema energtico. (Romero y Curiel 2009) En este contexto, se tienen los Acuerdos de Cooperacin Petrolera que incluyen las ventas de petrleo con descuento asumidas bajo distintas modalidades. De acuerdo con PDVSA, las ventas de petrleo a pases con acuerdos de cooperacin ascendieron a 203.900 barriles diarios en 2007. Por otra parte, el gobierno del presidente Chvez ha promovido los esquemas de cooperacin petrolera y gasfera y de suministro petrolero, con pautas preferenciales con pases latinoamericanos y caribeos, a travs de los programas: Acuerdo de San Jos (varios pases), Convenio Integral de Cooperacin (Argentina y Cuba), Petrocaribe, Petroandina y Petroamrica (varios pases, en los tres casos) Acuerdo de Cooperacin Energtica de Caracas (Bolivia, Paraguay y Uruguay), y PetroSur (varios pases). (Romero y Curiel 2009) En segundo lugar, se tienen las Donaciones o Aportes Directos que agrupa las transferencias, ayudas en efectivo o en especies que el gobierno venezolano ha realizado a otros pases, ya sea en ejecucin de convenios comerciales o de cooperacin, la condonacin de deudas o la atencin a situaciones puntuales. Dentro de este grupo de expresiones de rentismo se identifican elementos de muy diversa naturaleza que abarcan desde la compra de viviendas, bonos salariales, construccin de autopistas y otras obras de infraestructura, hasta la atencin de temas humanitarios. En un tercer trmino, se observan los Intercambios. Dentro de esta categora se contabilizan los aportes en petrleo hechos por Venezuela que han tenido contraprestacin en bienes y servicios suministrados por los destinatarios, tal como se observa, en parte, en el caso de las relaciones entre Venezuela y Cuba.
En cuarto lugar, se tienen las Operaciones de financiamiento: lo que incluye la compra de ttulos de deuda y otras operaciones que implican la participacin en el financiamiento de otros gobiernos, con una aproximacin poco tradicional en los mercados financieros internacionales, como es el caso de la compra por Caracas de los bonos argentinos. Todos estos mecanismos han gener, desde 1999 hasta 2009, un gasto aproximado de 45.000 millones de dlares americanos por parte de Venezuela y de PDVSA. (Romero y Curiel 2009) En otra perspectiva, otras entidades gubernamentales de Venezuela, el partido de gobierno, PSUV, y las embajadas venezolanas en el exterior han promovido diversos programas de solidaridad que van desde un respaldo poltico y un financiamiento a actividades polticas de simpatizantes, lderes, partidos, organizaciones no gubernamentales y organizaciones de masa, hasta el financiamiento de publicaciones, ctedras, seminarios e investigaciones cientficas. La cooperacin entre revolucionarios est basada tambin en el apoyo a los movimientos radicales en Venezuela, en el continente americano y en todo el mundo, como la Coordinadora Continental Bolivariana, el Movimiento Nacional de Amistad y Solidaridad Venezuela-Cuba, la presencia de jvenes venezolanos y latinoamericanos en cursos de formacin poltica en Cuba, el Plan Esperanza, la Brigada Juvenil Trinacional de la ALBA, el Frente Internacional Francisco de Miranda, el Foro Social Mundial, el Foro de So Paulo, El Foro de Porto Alegre, el Congreso Anfictinico Bolivariano, el movimiento Manos fuera de Venezuela, los Movimientos Sociales de la ALBA y el Movimiento Alternativo de los Pueblos. (Cobo 2008) Tambin destaca la red de apoyo que constituyen ciertas publicaciones en el exterior las cuales se han convertido en objeto de propaganda a favor del rgimen chavista como lo es Le Monde Diplomatique, el activismo a favor de Venezuela de intelectuales de izquierda de fama mundial como Noam Chomsky, las visitas de personalidades del mundo del espectculo progresistas a Venezuela como el actor Sean Penn, la promocin de videos, pelculas, seminarios universitarios y eventos sociales militantes a favor del chavismo, y la constitucin de la llamada Quinta Internacional, una organizacin de carcter mundial patrocinada por Caracas, con el fin de agrupar diversos partidos y movimientos radicales que simpatizan con la causa venezolana. (Cobo 2008) La actuacin de Venezuela en el contexto internacional se ha ido precisando y perfilando en estos diez aos y puede contemplarse de un modo ms especfico a travs de varios estudios de casos, unos de carcter hemisfrico y otros de carcter mundial. 3.- CUATRO CASOS HEMISFRICOS. 3.1.- Las relaciones entre Venezuela y Brasil y Mercosur. 3.1.1.- Hacia una relacin ms compleja. Luego de varias dcadas enmarcadas por una bilateralidad con una accin limitada fundamentalmente a los asuntos fronterizos, Venezuela y Brasil han proyectado unas relaciones estratgicas de complementariedad energtica y de alianza continental bastante importantes. Entre estos proyectos est el de la alianza estratgica energtica, el Banco del Sur, el Gran Gasoducto del Sur, el envo de gas natural licuado (GNL) venezolano a Brasil, el proyecto de transmisin elctrica del sur, la participacin de Petrleos de Venezuela
(PDVSA), de un 40 % en una refinera petrolera en el nordeste de Brasil con una inversin de 4.000 millones de dlares, la posible participacin de Petrobrs de un 40% en el campo Carabobo de la Faja Petrolfera del Orinoco, la construccin de un astillero en Venezuela para armar barcos tipo VLCC de hasta 450.000 toneladas de peso, el proyecto de oleofinas en el Complejo Petroqumico venezolano de Jose, varios proyectos de infraestructura, la presencia de compaas constructoras brasileas en la construccin de obras de infraestructuras en Venezuela, tales como el segundo puente sobre el ro Orinoco, la expansin del Metro de Caracas y la siembra en Venezuela de semillas brasileas de soya. (Bouzas, Ros, Veiga 2007) El intercambio comercial entre Brasil y Venezuela alcanz los 4.091 millones de dlares en 2006. De ese monto, 3.500 millones de dlares corresponden a importaciones de Venezuela y tan slo 691 millones de dlares a exportaciones venezolanas. Para el ao de 2007, las relaciones bilaterales comerciales entre Venezuela y Brasil llegaron a la cifra de 5.069 millones de dlares, notndose una asimetra mayor con respecto a las exportaciones brasileas a Venezuela, las cuales alcanzaron la cifra de 4.723 millones de dlares. Las exportaciones venezolanas a Brasil ese ao alcanzaron tan slo la cifra de 345 millones de dlares, un 7% del total. En el ao 2008, el intercambio comercial entre Venezuela y Brasil lleg a los 5.777 millones de dlares. Las exportaciones venezolanas tuvieron un valor de 630 millones y las importaciones venezolanas un valor de 5.147 millones, lo que refleja un supervit para Brasil de 4.611 millones, dndose as otra asimetra comercial. Durante el ao 2009, el intercambio comercial entre los dos pases lleg a la cifra de 4.252 millones de dlares. Las exportaciones venezolanas estuvieron en el orden de los 647 millones y las importaciones venezolanas desde Brasil significaron 3.605 millones. (Ministrio do Desenvolvimento, Indstria e Comrcio Exterior do Brasil 2008 y 2009) Entre Venezuela y Brasil quedan algunos temas por resolver. Hay algunas diferencias en cuanto a cmo llevar las relaciones hemisfricas, sobre las relaciones bilaterales y regionales con Estados Unidos, sobre el rumbo de MERCOSUR y de UNASUR y en cmo complementar, disear y aprobar la pretensin de cada pas de crear la Organizacin del Tratado del Atlntico Sur (OTAS), el Consejo de Defensa Regional, desde la perspectiva brasilea y/o las Fuerzas Armadas de la ALBA. En realidad, ninguno de los dos gobiernos habla ya de la OTAS, especialmente Brasil. El Consejo de Defensa Suramericano ya se cre y est funcionando y en la ALBA se ha constituido el Comit Permanente de Soberana y Defensa de la ALBA-TCP. Tambin prevalece la idea de resolver los problemas fronterizos en la regin, aumentar la vigilancia y la prevencin de conflictos y de luchar contra el crimen organizado. Del mismo modo, se trata de analizar las dificultades encontradas para debatir los temas de los modelos de desarrollo, el papel regional de Brasil y su proyeccin mundial, las dificultades de la entrada de Venezuela a MERCOSUR y su relacin con el proyecto de la ALBA. A esto se le agregan las diferencias polticas entre ambos gobiernos con respecto al tema de Bolivia, el tratamiento del conflicto colombiano y la deuda cambiaria que Venezuela sostiene con empresas brasileas por un monto de 15.000 millones de dlares americanos. (Rojas Penso 2007) 3.1.2.- El caso de MERCOSUR. En cuanto a la decisin de Venezuela de entrar en el MERCOSUR, lo que salta a la vista son al menos cuatro consecuencias: 1) la decisin estuvo relacionada con la salida de Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones; 2) se entiende que la entrada de Venezuela en MERCOSUR impulsar la diversificacin de la economa venezolana y el rol del sector energtico venezolano ms una diversificacin de los socios comerciales; 3) la decisin fortalece, ms bien, el control estatal de la economa, al no consultarse al sector privado
sobre la entrada del pas al mecanismo; 4) se fortalece el carcter importador de la economa venezolana y una balanza comercial desfavorable para Venezuela. (Rojas Penso 2007). En sntesis, las relaciones entre Venezuela y Brasil han oscilado entre la cooperacin y la competencia sutil en Amrica Latina y en el mundo. Brasil se proyecta como una potencia mundial, mantiene buenas relaciones con Estados Unidos, fomenta la colaboracin y la coordinacin entre los pases BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y mantiene una posicin negociadora y de poder suave ante la agenda mundial. Venezuela va por otro camino. 3.2.- Las relaciones entre Venezuela y Colombia. Venezuela ha tenido una poltica exterior con Colombia concentrada en las reservas que tiene el gobierno de Chvez sobre la as llamada orientacin pro-estadounidense del gobierno del presidente Uribe. Para Caracas, el apoyo colombiano al ALCA y los TLC, las consecuencias para las relaciones entre los dos pases de la eventual firma del tratado bilateral de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos, la salida de Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones, las diferencias entre los dos gobiernos sobre la violencia en Colombia y el proceso de pacificacin en ese pas no ayudan a establecer una relacin estable y basada en la confianza bilateral. Del mismo modo, la cooperacin militar entre Bogot y Washington; asunto ste que ha tenido su ms estrecho y polmico momento por la reaccin de sus vecinos fronterizos a la decisin colombiana de permitir que EEUU utilice siete instalaciones militares de los granadinos para remplazar las operaciones que realizaba en la base ecuatoriana de Manta, llev a la protesta venezolana. Esto lleg al punto de considerar las actividades de militares estadounidenses en aquel pas como una amenaza grave para su seguridad y estabilidad del gobierno bolivariano. Colombia ha tratado de concentrar las relaciones en el plano econmico-comercial, al procurar de venderle a Venezuela sus bienes y servicios y aspira a resolver el diferendo colombo-.venezolano sobre la delimitacin de reas marinas y submarinas por una va pacfica. Pero, a pesar de la ventaja comparativa del mercado venezolano y la importancia que tienen para Colombia las relaciones comerciales con Venezuela, al gobierno de Uribe le preocupa la intencin de Caracas de reducir ese intercambio por razones polticas y las ambigedades de Venezuela con la guerrilla y con la izquierda legal de ese pas. (Romero 2009b) El hecho que al presidente Chvez se le pidiera en el 2007 que interviniera como mediador en las negociaciones entre el Gobierno de Uribe y las FARC se vio con buenos ojos en Colombia. Dada la situacin de estancamiento de las negociaciones, se apoy la gestin del presidente Chvez, dentro de las dudas de Caracas sobre que el gobierno de Uribe cambiara de posicin (enfrentar militarmente a las FARC y no permitir una zona de distensin), al igual que sobre la conducta de la FARC (pedir un zona de distensin y liberar a dirigentes y miembros de las FARC presos). Esta iniciativa no prosper y ms bien contribuy, (junto con la crisis bilateral de marzo de 2008 a raz de la incursin colombiana a territorio ecuatoriano y la firma del tratado de cooperacin militar entre Colombia y Estados Unidos en 2009), a que las relaciones entre los dos pases se encuentren en una situacin bastante precaria. (Romero 2009b)
La incursin colombiana en territorio ecuatoriano sirvi de vlvula de escape a una serie de tensiones acumuladas entre Venezuela y Colombia que han pasado a tener una agenda ms compleja en donde prevalecen temas relacionados con la singularidad poltica de ambos gobiernos, sobre el tratamiento de sus relaciones con Estados Unidos, sobre sus posiciones acerca de la poltica colombiana y latinoamericana y sobre el estado de la violencia en ese pas. En medio de todo esto, se ha originado un debate en ambas capitales sobre los alcances del Plan Colombia, el trnsito fronterizo de guerrilleros, narcotraficantes y paramilitares, la salida definitiva de Venezuela de la Comunidad Andina y la crtica del gobierno de Venezuela sobre que Colombia firme un tratado de libre comercio, TLC, con Estados Unidos. A esto hay que agregar las simpatas que han manifestado a las FARC personeros del Gobierno venezolano y dirigentes oficialistas venezolanos, la ausencia de una seguridad comn en la frontera entre ambos pases, la falta de una confianza mutua en materia de inteligencia y las reiteradas opiniones del presidente Chvez sobre asuntos internos colombianos. (Romero 2009b) Por ello, las relaciones entre Venezuela y Colombia se proyectan en el marco del contexto de la alianza entre Colombia y Estados Unidos y dentro del choque de dos proyectos ideolgicos antagnicos, lo que ha llevado a la reduccin paulatina del comercio binacional, al aumento del contrabando, a la inseguridad fronteriza y al deterioro de los mecanismos de prevencin de conflictos entre los dos gobiernos. 3.3.- Las relaciones entre Venezuela y Cuba. 3.3.1.- Antecedentes y desarrollo. El recibimiento de Hugo Chvez en diciembre de 1994 en La Habana, las mltiples referencias positivas al socialismo cubano por algunos de los ms radicales de sus seguidores y la conducta favorable de Cuba hacia el nuevo liderazgo venezolano, marcaron el inicio de un nuevo captulo en las relaciones entre Venezuela y Cuba. Esto fue reforzado por el triunfo de Hugo Chvez en las elecciones presidenciales de Venezuela, en diciembre de 1998. A partir de ese momento, las relaciones entre Venezuela y Cuba se pueden dividir en dos etapas. Una de signo fundamentalmente bilateral, transcurre desde la llegada de Hugo Chvez por primera vez a la presidencia de Venezuela en 1999 hasta el ao 2004. Otra va desde el ao 2004 hasta nuestros das, dentro del contexto de la creacin de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de nuestra Amrica, ALBA. (Alzugaray 2009; Domnguez 2004, Surez 2009) Cuba se ha convertido en un aliado fundamental para Venezuela. En este contexto, Cuba y la proyeccin histrica de la Revolucin Cubana han servido de mucho para la actual proyeccin internacional de Venezuela. (Desai 2008; Dasai 2007; Prez-Stable 2006; Goldberg 2007) Bajo una plataforma de cooperacin, comercio e inversin econmica conjunta, las relaciones bilaterales entre Cuba y Venezuela se han fortalecido de manera singular, al punto de que ya se puede hablar de una complementacin econmica entre los dos pases. Cabe destacar el inmenso volumen financiero que acompaa esta experiencia, as como tambin el tipo de cooperacin en donde Venezuela da un aporte sustancial. (Mesa-Lago 2009) (Prez Villanueva 2009)
Para el Gobierno de Hugo Chvez, el nuevo inters venezolano por Cuba es el del acoplamiento y la defensa de dos proyectos polticos y el trabajo cooperativo comn para promover la revolucin latinoamericana y mundial. Se ha tratado entonces de burlar el bloqueo econmico de Cuba por parte de Estados Unidos, de ampliar el suministro de petrleo venezolano a Cuba, de hacer causa comn en el plano internacional y de reactivar el movimiento de izquierda mundial. De igual modo, en ambas capitales se han denunciado las acciones militares estadounidenses en Afganistn y en Irak y la supuesta proteccin del terrorista anticastrista, Lus Posadas Carriles por parte de las autoridades estadounidenses y posteriormente, se ha protestado la detencin de cinco ciudadanos cubanos acusados de espas por la justicia estadounidense. Desde el punto de vista econmico y comercial, esta relacin dio un giro fundamental con la aprobacin de un Convenio Integral de Cooperacin entre Cuba y Venezuela firmado en el mes de octubre de 2000, a fin de promover el intercambio de bienes y servicios en condiciones solidarias. Esto llev a que Venezuela colocara para el ao 2002, 53.000 barriles de petrleo subsidiado en Cuba, que cuenta con precios preferenciales y fijos desde el ao 2005, (27 dlares el barril), incluyendo el costo del flete y de los seguros por cuenta de Venezuela. (Romero 2009c) En el ao 2005, la cuota diaria de petrleo venezolano exportado a Cuba se elev a 97.000 barriles diarios, (44.000 de ellos por la cuota para Cuba del mecanismo de PetroCaribe), lo que significa un 68% del total que consume Cuba, (141 mil barriles diarios), se logr la remodelacin de la refinera petrolera de Cienfuegos, por lo cual se constituy la empresa mixta PDV-Cupet, que procesa y eventualmente re-exporta parte de los barriles diarios que recibe Cuba, firmndose otros acuerdos en materia energtica. En el ao 2008, Venezuela envi en promedio, 115 mil barriles diarios de petrleo y derivados a Cuba. Como contraprestacin, Cuba comenz a trasladar a Venezuela a ms de 13.000 trabajadores cubanos, la mayora de ellos provenientes del sector de la salud, (mdicos, enfermeras y paramdicos), y del sector deportivo, en forma de trueque y desde el ao 2003, en pagos por servicios profesionales. Esto llev a que desde el ao 2003, se d una masiva participacin oficial cubana en las misiones sociales del gobierno de Venezuela, en la cooperacin energtica, en las visitas parlamentarias, en la promocin en el continente de otras misiones sociales que tienen como escenario inicial a Venezuela, como son los casos de Bolivia y Nicaragua, en la bsqueda de una integracin alternativa latinoamericana anti-capitalista, en la lucha antiimperialista mundial y en el impulso del socialismo. (Romero 2008) El trnsito de la experiencia venezolana de una revolucin nacionalista hacia una revolucin socialista permiti un mayor acercamiento entre Venezuela y Cuba. De hecho, se dio una Declaracin Conjunta el 14 de diciembre de 2004 en donde se dice que se aspira a una concertacin de posiciones en la esfera mundial. Ese mismo da se firm la ampliacin y modificacin del Convenio Integral de Cooperacin entre Cuba y Venezuela. (Romero 2009c)
La ampliacin del Convenio permiti afianzar una nueva fase de complementacin econmica que va ms all de la cooperacin petrolera y del intercambio de recursos
humanos, reforzada por el Acuerdo para la Construccin de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra Amrica, ALBA firmado por Cuba y Venezuela en 2004. Esta alianza permite el comercio bilateral entre Cuba y Venezuela con arancel cero, la creacin y diseo de empresas y proyectos como: Constructora ALBA, PDVSA-Cuba S.A., proyecto de la Siderrgica de la ALBA, proyecto de complementacin en la industria azucarera, proyecto de viviendas en Cuba (PetroCasas), proyecto binacional Cuba-Venezuela para el desarrollo endgeno de la produccin agropecuaria de Cienfuegos, proyecto de una empresa mixta de ferrocarriles, proyecto de empresas mixtas en el rea de la tecnologa, acuerdos de financiamiento del comercio exterior de los dos pases a travs del Banco Industrial de Venezuela y el Banco de Comercio Exterior de Venezuela, acuerdos de promocin turstica y de servicios areos y martimos, un proyecto en fase de ejecucin para la construccin de un cable submarino de fibra ptica entre La Guaira (Venezuela) y Siboney (Cuba) de 1.630 kilmetros de longitud, para lo cual se constituy la empresa Telecomunicaciones Gran Caribe, S.A (Telecom Venezuela y Transit de Cuba), con un costo aproximado de 63,4 millones de dlares, a fin de romper el bloqueo tecnolgico que no permite a Cuba conectarse a los cables submarinos actuales, el proyecto de instalacin de una planta elctrica en la provincia de Holgun, la constitucin de una empresa mixta petrolera, VENCUPET, entre la Corporacin Venezolana de Petrleo, filial de Petrleos de Venezuela (PDVSA) y la empresa estatal cubana, Comercial CUPET, para actividades de exploracin petrolera en la Faja Petrolera de Venezuela y el proyecto mixto de construccin de un aeropuerto internacional en San Vicente y las Granadinas. Se trata de un total de 26 empresas mixtas y 190 en la fase final de negociacin. (Romero 2008) En este contexto, las relaciones de intercambio comercial entre Venezuela y Cuba pasaron de 388.2 millones de dlares americanos en 1998, a 464.1 millones en 1999, a 912.4 millones en 2.000, a 2.500 millones en 2005, a 3.206 millones en 2006 y a 7.100 millones en el ao 2007 (cifra cercana al 45,0% del intercambio total de bienes y servicios de la isla). En el ao 2007, el comercio de bienes estuvo cercano a los 2.700 millones de dlares y el de servicios, en 4.400 millones. En el ao 2008, el comercio de bienes entre Cuba y Venezuela estuvo por el orden de unos 5.283 millones de dlares, de cuyo monto, 4.800 fue en materia de exportaciones venezolanas a Cuba y 483 millones en importaciones venezolanas desde Cuba. La ayuda de Caracas a La Habana se calcula para 2008 en unos 9.400 millones de dlares: 5.600 millones de dlares en pagos de servicios profesionales; 2.400 millones en subsidio a las ventas de petrleo venezolano, al ya nombrado precio fijo de 27 dlares y 1.400 millones de dlares en otros proyectos de cooperacin bilateral. Si se agrega el pago de servicios profesionales como parte del intercambio comercial entre los dos pases, este lleg en 2008 a la cifra global de 10.400 millones de dlares, un 32% ms que en 2007. (Romero 2009c) Venezuela es ahora el principal socio comercial de Cuba y exporta a Cuba: petrleo y derivados, calzados, textiles, materiales de construccin, productos plsticos e insumos industriales. Caracas importa de Cuba, asistencia tcnica y medicamentos y financia varios proyectos comunes. En materia de deuda acumulada de Cuba con Venezuela, al cierre del primer semestre de 2009, esta se situaba en unos 4.975 millones de dlares americanos, un 24% del total de las cuentas por cobrar por Petrleos de Venezuela, (PDVSA), en materia de cooperacin petrolera.
A fines de 2007, las autoridades cubanas calculaban que en Venezuela haba 39.000 colaboradores de ese pas, 31.000 de ellos en el sector salud, un 75% del total mundial de
los cooperantes internacionales de Cuba cuya cifra total lleg en ese ao a 62.000. Se estima que hay 51.000 colaboradores cubanos en Venezuela en el ao 2010. (Romero, 2008) 3.3.2.- Aspectos estratgicos. En materia estratgica y desde 1999, la conexin entre Venezuela y Cuba viene sustituyendo la histrica relacin entre Venezuela y Estados Unidos. Por otra parte, al pasar Estados Unidos y no Colombia, a ser la primera hiptesis de guerra en los planes de defensa en Venezuela, fue adaptndose una doctrina militar en la que prevalece la amenaza de un eventual ataque simultneo de Estados Unidos a Venezuela y a Cuba, considerado como el de los dos pasos, bajo la posibilidad de una guerra de cuarta generacin de modalidad asimtrica. Desde el ao 1999 hasta el ao 2008 se han dado colaboraciones humanitarias de la Escuadra venezolana a raz de eventos naturales en la isla y varias visitas de delegaciones oficiales y grupos de estudio militares venezolanos a Cuba, a fin de tener intercambios profesionales y recibir instruccin militar. La agregadura militar de Venezuela en Cuba se estableci en el ao de 2007 y desde el ao 2009 existe la Agregadura Militar, Naval y Area cubana y un Grupo de Coordinacin y Enlace de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba en Venezuela, cuyo jefe es el general de brigada Frank Ynez. Hasta ahora no se tiene alguna informacin confiable sobre la existencia de un tratado militar entre los dos pases, ni tampoco alguna compra de material blico entre ellos o de terceros pases, o sobre maniobras militares conjuntas. Por otro lado, queda para la discusin si Venezuela tiene previsto ayudar a Cuba en el caso de una invasin estadounidense, la posibilidad de una cooperacin tripartita entre Cuba, Venezuela e Irn o Rusia, el uso militar de Cuba de una base militar venezolana, la certeza de la presencia de oficiales cubanos dentro de la Fuerza Armada Bolivariana de Venezuela, en las instituciones venezolanas dedicadas a la identificacin de sus ciudadanos, en el registro de sus bienes, en la inteligencia poltica y en la inteligencia militar venezolanas. Pero s se observa, al menos, la adopcin de una cierta iconografa militar de inspiracin cubana, (como es el caso de los nuevos uniformes militares venezolanos y el lema adoptado por la Fuerza Armada de Venezuela, Patria, socialismo o muerte). (Romero 2009c) En abril de 2008, los pases miembros de la ALBA firmaron un Acuerdo para la Implementacin de Programas y Cooperacin en materia de Soberana y Seguridad Alimentaria y un Acuerdo de Solidaridad y Apoyo al Pueblo y al Gobierno de Bolivia. Teniendo en cuenta que Venezuela ha firmado un Acuerdo Complementario al Convenio Bsico de Cooperacin Tcnica entre la Repblica de Bolivia y la Repblica Bolivariana de Venezuela en materia militar, en mayo de 2006, no dej de comentarse que la esfera de accin de la ALBA se estaba ampliando hacia el plano militar. Durante la VII Cumbre de Jefes de Estado y de gobierno de la ALBA realizada en el mes de octubre de 2009, se decidi crear un Consejo de Seguridad de la ALBA conocido e implementado como el Comit Permanente de Soberana y Defensa de la ALBA-TCP y una escuela militar regional de la ALBA.
Ahora bien, lo que comenz como una misin de intercambio de personal militar se ha convertido en una misin estratgica, dentro de la cual se le ha dado desde el mes de enero de 2010, al Comandante de la Revolucin y Ministro de Telecomunicaciones e Informtica
del gobierno de Cuba, Ramiro Valds la co-coordinacin del plan de racionamiento elctrico en Venezuela. Esto forma parte de la profundizacin de la cooperacin entre Venezuela y Cuba que ya se ha convertido de hecho en una complementacin econmica y que ahora pudiera pasar a una "fase militar". 3.3.3.- El futuro. Sobre el futuro de estas relaciones quedan algunas interrogantes por analizar: 1) Hasta qu punto esta cooperacin es sustentable y est condicionada por los ingresos petroleros venezolanos y no por la generacin de unos ingresos cubanos propios?; 2) Cules son los parmetros para medir la eficacia y eficiencia de estos programas de cooperacin y hasta qu punto se da un espacio para la rectificacin de algunas metas e instrumentos que segn algunos analistas han presentado una serie de deficiencias?; 3) Qu tipo de efecto no deseado tiene esta cooperacin para la sociedad cubana, sobre todo en materia de la distribucin del ingreso, en cuanto a la captacin ilegal de recursos y entre quienes tienen y no tienen acceso en Cuba a la cooperacin venezolana?; 4) Hasta que punto, la relacin de Cuba con Venezuela puede afectar a la economa de la isla por no tener efectos multiplicadores internos, por aislarla del resto de los pases que quieren repotenciar las relaciones diplomticas y comerciales con el rgimen cubano y por el peligro que significa anclar otra vez la economa cubana a la existencia y el devenir de un socio privilegiado. (Bayo, 2010) 3.4.- Las relaciones con Estados Unidos. 3.4.1.- Antecedentes y desarrollo. Un escenario regional de seguridad colectiva enfrentado a Estados Unidos sera impensable en las actuales circunstancias. Pero esto es lo que ha venido planteando el gobierno del presidente Chvez. Venezuela ha incursionado en terrenos que suelen ser muy preocupantes para los EE.UU.: las amenazas de un embargo petrolero de Venezuela a EE.UU., el rechazo venezolano a fomentar una cooperacin militar y a participar en los ejercicios militares regionales y bilaterales con Estados Unidos, las proto-alianzas militares extra-regionales a las cuales aspira Venezuela, la compra de armamento ruso, chino y bielorruso. Los supuestos lazos de colaboracin de Venezuela con el terrorismo internacional, de acuerdo con fuentes del Gobierno estadounidense y las expropiaciones de empresas privadas, locales y extranjeras han llamado la atencin de las ms altas esferas de la Casa Blanca, del Congreso estadounidense y de otros actores internos de la sociedad estadounidense. (Romero y Corrales 2009) Es Venezuela un test case para la Administracin Obama? Hasta ahora, el presidente Chvez ha constatado, a la luz de los informes sobre Venezuela que empieza a producir Washington durante estos dos aos del nuevo perodo presidencial y las referencias de algunos funcionarios del gobierno estadounidense, que no hay un cambio sustancial en la agenda de seguridad y defensa hacia la regin y especficamente hacia Venezuela.
Esa agenda est marcada por la lucha contra el narcotrfico y en contra del terrorismo y en la promocin de la democracia representativa, extendiendo la agenda de seguridad a una combinacin de temas duros y blandos, dentro de la perspectiva de detener y retroceder en lo posible el impacto regional de la experiencia chavista.
3.4.2.- Despus de Bush. Conocidos los resultados electorales presidenciales en EE.UU., el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Repblica Bolivariana de Venezuela emiti un comunicado, en donde Caracas felicitaba al nuevo gobierno estadounidense. Pero la primavera entre Washington y Caracas dur poco tiempo. El Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos public durante el mes de febrero de 2009, dos informes. En el apartado sobre Venezuela del informe sobre los derechos humanos, se puntualiza que la politizacin del poder judicial y las amenazas oficiales a la oposicin poltica y los medios de comunicacin caracterizaron la situacin de los derechos humanos durante el ao 2008. (U.S Department of State 2009a). En el informe del ao 2008 sobre la estrategia de control internacional de narcticos del Departamento de Estado, se estima que Venezuela se mantiene como un pas importante de trnsito de drogas con altos niveles de corrupcin y un dbil sistema judicial. El creciente trnsito de drogas a travs del territorio venezolano se facilita por la carencia en Venezuela de una cooperacin internacional anti- narcticos. (U.S Department of State 2009b) Venezuela reaccion a estos informes. El Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores emiti un comunicado en donde se expresa que El gobierno de la Repblica Bolivariana de Venezuela, en defensa de la soberana del pueblo venezolano, rechaza de la forma ms categrica y firme, la publicacin por parte del Departamento de Estado de los Estados Unidos, de un informe en el cual se pretende evaluar el estado general de los derechos humanos en diversos pases del mundo, entre ellos Venezuela.. (Repblica Bolivariana de Venezuela Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores 2009) El presidente Chvez al hacer un comentario sobre esas posiciones del gobierno estadounidense sobre Venezuela dijo, "Obama, encrguese de lo suyo que yo me encargo aqu de lo mo no siga el mismo camino torpe y estpido del anterior gobierno de Estados Unidos.. (Venezolana de Televisin 2009) Posteriormente, el presidente de Brasil, Luiz Incio Lula da Silva, se ofreci para conversar con el presidente Obama sobre la posibilidad de promover un reacomodo en las relaciones entre Washington y Caracas. Sobre este gesto brasileo, el presidente Chvez manifest que En principio nosotros no necesitamos intermediarios para hablar con ningn gobierno en este planeta, porque somos un gobierno adulto, una repblica democrtica e independiente, pero como se trata de Lula y de su buena fe, le dije que le daba luz verde para que hable lo que crea conveniente con el nuevo presidente de EEUU, pero yo le he dicho que no tengo muchas esperanzas de que ese gobierno cambie, no con Venezuela, sino con el mundo entero. (Romero y Corrales 2009) Durante la Quinta Cumbre Hemisfrica realizada en Puerto Espaa, los das 17, 18 y 19 de abril de 2009, se dieron unos encuentros casuales entre el presidente de Estados Unidos y el presidente de Venezuela, manifestndole el presidente Chvez al presidente Obama que quera ser su amigo, en lo que se interpret como un relajamiento de las tensiones entre ambos gobiernos.
Posteriormente, los pases miembros de la OEA llegaron a un acuerdo en el mes de junio de 2009, para revocar la resolucin de 1962 que suspendi a Cuba de la organizacin, en el marco de la XXXIX Asamblea General de la OEA realizada en San Pedro Sula, Honduras. Venezuela y Estados Unidos coincidieron en votar a favor de esa resolucin y se abri un espacio para el retorno de los embajadores de cada pas a sus funciones.
A fines de ese mes de junio de 2009, quedaron sin efecto las medidas que pesaban sobre los embajadores en Caracas y Washington. El embajador venezolano Bernardo lvarez retom posesin de su cargo el 26 de junio de 2009 y el embajador estadounidense regres a Caracas el 1 de julio de 2009 en un ambiente positivo para la buena marcha de las relaciones. Recordemos que a fines de septiembre de 2008, Venezuela declar al embajador estadounidense, Patrick Duddy, persona non grata y le dio un plazo de 72 horas para irse del pas. El gobierno ofreci dos razones. Primero, acus a los EE.UU. de participar en unos supuestos intentos de golpe de Estado y en los preparativos de un supuesto magnicidio al presidente Chvez. Segundo, Caracas justific la expulsin como acto de solidaridad con la expulsin ese mismo mes del embajador estadounidense en Bolivia por parte del presidente Evo Morales. El gobierno de Estados Unidos respondi con la misma moneda, procediendo a declarar persona non grata al embajador venezolano Bernardo lvarez, a quien el presidente Chvez ya haba retirado de su puesto cuando se expuls al embajador Duddy. (Romero y Corrales 2009) Pero esta expectativa se vio afectada por la crisis originada en Honduras, dada la abrupta salida del poder con la activa participacin del ejrcito hondureo, del presidente Manuel Zelaya y por la intencin de Estados Unidos de usar unas instalaciones militares colombianas para las labores de cooperacin militar con ese pas. A partir de ese momento, se ha dado una escalada de enfrentamientos diplomticos entre los dos pases. Por una parte, el Gobierno de Estados Unidos ha descalificado la labor antinarcticos del gobierno de Venezuela y por la otra, el gobierno de Venezuela ha vuelto a retomar las acusaciones en contra del imperio. (Theis 2009) En el mes de octubre de 2009 sali a la luz pblica un informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (U.S. Government Accountability Office, GAO) en donde se estima una falta de cooperacin de Venezuela en la lucha antidrogas con ese pas. Por otra parte, de acuerdo al Departamento de Energa de Estados Unidos, el envo de petrleo y derivados de Venezuela a Estados Unidos se redujo a 1.140.000 barriles de petrleo diarios a fines de 2009, por fallas de Venezuela. Venezuela enva a EE.UU. el 74% de su produccin petrolera exportable, pero los barriles venezolanos significan slo el 9.6% de la importaciones estadounidenses de petrleo. Las exportaciones venezolanas a Estados Unidos estuvieron constituidas en 2009, en un 96% por petrleo crudo y derivados. (Romero y Corrales 2009) Para el ao 2009 el comercio entre los dos pases signific un total de 37.454 millones de dlares, 28.094 millones de exportaciones y 9.360 de importaciones. Esto significa una cada en dlares de un 40% con respecto a el ao 2008, en donde el comercio total entre los dos pases fue de 62.892 millones de dlares, 50.281 en exportaciones y 12.611 en importaciones venezolanas.(Romero y Corrales 2009) El gobierno de Venezuela trata de influir en el desarrollo de la poltica exterior de Washington hacia Amrica Latina y hacia Venezuela sobre la base de dos objetivos: 1) Que el gobierno de Obama no le d un apoyo especial a la oposicin venezolana; 2) que no prospere la poltica de defensa y la alianza con Colombia. Sobre esto ltimo, el gobierno de Venezuela ha denunciado la extensin del Plan Colombia y de la presencia estadounidense en Amrica Latina, a travs de la puesta en prctica de la tesis ideada en el Comando Sur de la Accin Estratgica integrada en donde se pone nfasis en las labores sociales de contrainsurgencia y no en las propiamente militares.
Las iniciativas venezolanas en contra de Estados Unidos aspiran a proteger a los pases de la ALBA, a fin de evitar que se repita una situacin como la de Honduras. Con Cuba, Venezuela ha doblado su colaboracin econmica, a fin de presionar para que el gobierno de Ral Castro no ceda frente a EE.UU., en cuanto a la materia comercial y el tema migratorio. En Estados Unidos existen al menos tres grupos que quieren influir en las decisiones del presidente Obama sobre Venezuela. En primer lugar, est el grupo de la seguridad, que desde el Pentgono y a travs de la Secretara de Defensa mantiene una lnea dura en contra del gobierno venezolano, apoyando al gobierno de Colombia en su poltica de seguridad democrtica, advirtiendo sobre las relaciones de Caracas con Tehern, denunciando las supuestas vinculaciones de Venezuela con grupos insurreccionales y en particular con la guerrilla colombiana y alertando sobre las crecientes compras militares de Venezuela. En segundo trmino est un grupo diplomtico, que a travs del Departamento de Estado mantiene la poltica de esperar y ver, en cuanto a mantener las relaciones diplomticas entre los dos pases al menos en un mnimo y sostener el flujo comercial, pero a la vez promoviendo un aislamiento diplomtico de Venezuela en el Hemisferio, a travs de la creacin de alianzas con gobiernos que se alejen del gobierno venezolano, penetrar aliados del presidente Chvez como Ecuador y presionar a Cuba para que deje sus vinculaciones con Venezuela, si La Habana quisiera mantener un dilogo con Washington. Un tercer grupo es partidario de presionar al gobierno de Obama para que trabaje conjuntamente con algunos gobiernos, a fin de reestablecer un dilogo bilateral entre Washington y Caracas. 4.- TRES CASOS NO-HEMISFRICOS. 4.1.- Las relaciones de Venezuela con China. Para el gobierno del presidente Chvez, China es un pas clave para su diversificacin comercial y econmica y para reducir su dependencia del mercado petrolero importador estadounidense. China ha desplazado a Estados Unidos como mercado principal de diversos minerales. La necesidad de materias primas determina en gran medida su poltica exterior. Venezuela ofrece recursos naturales y su diplomacia comercial se orienta a buscar nuevos e importantes socios. En lo que Caracas pens que en un momento poda ser una vinculacin que fuera ms all de lo econmico y comercial, esta se ha convertido en una relacin pragmtica en donde, al menos desde la ptica de Beijing, lo ideolgico no tiene cabida, ni en referencia al tema de la revolucin mundial ni mucho menos en cuanto al tema del pasado maosta chino. As, la Cancillera de ese pas aclar que China y Venezuela mantienen relaciones normales de Estado a Estado. No estn basadas en la ideologa, no estn dirigidas contra una tercera parte y no afectarn a otros pases. (Romero y Corrales 2009; CEPAL, 2009; Theis 2010) El intercambio de acuerdos e iniciativas conjuntas han incluido temas como la energa, la agricultura, la alta tecnologa y la construccin de infraestructuras, con ms de 300 convenios especficos en el marco del Convenio de Cooperacin Econmica y Tcnica firmado desde el ao 2000. El aumento del comercio entre Venezuela y China ha sido muy importante: Venezuela exporta petrleo y derivados y productos frreos. Venezuela importa de China maquinaria, tractores, automviles y artculos de consumo masivo, sobre todo electrodomsticos y electrnicos. En el ao 1999 el intercambio estuvo en los 276 millones. Cinco aos ms tarde, en el ao 2004 estuvo en el orden de los 1.333 millones. En 2008, el volumen de intercambio comercial total entre China y Venezuela ascendi a 9.850 millones de dlares, con un incremento del 68,2% respecto al monto de 2007, el cual estuvo en el
orden de los 5.800 millones. En 2008, el supervit fue favorable a Venezuela por el orden de los 3.441 millones de dlares. Las cifras preliminares del ao 2009 indican que el comercio entre los dos pases lleg a un monto de 11.000 millones de dlares. Venezuela se ha convertido en el cuarto mayor proveedor de petrleo de China y su quinto socio comercial en Amrica Latina (luego de Brasil, Mxico, Chile y Per), contando con un fondo binacional para la promocin del intercambio comercial e inversiones conjuntas de los dos pases, con un capital inicial de 6.000 millones de dlares, que est ahora en el orden de los 12.000 millones de dlares y que pudiera llegar a estar, a fines del ao 2010, en unos 32.0000 millones de dlares americanos; y en parte en su equivalente en yuanes, de los cuales, unos 28.000 millones los aportar China, a travs de un prstamo a largo plazo amparado por el envo a futuro de petrleo venezolano. (Ros 2009) En septiembre de 2009 se dio a conocer un acuerdo entre ambos pases para extraer a fines del ao 2010 y de forma conjunta, un milln de barriles diarios del crudo pesado y extrapesado de la Faja Petrolera del Orinoco. Ahora Venezuela exporta unos 460.000 barriles diarios de petrleo crudo y derivados a China (de los cuales China reexporta unos 98.000 barriles de crudo diarios), pero esta sigue siendo una cantidad pequea en comparacin de los 1.5 billones de barriles de petrleo y derivados que Venezuela exporta a los EE.UU. El acuerdo es para la explotacin en el rea Junn 8 de la Faja Petrolfera del Orinoco y la inversin china prevista en esta operacin asciende a 16.000 millones de dlares en los prximos tres aos. De igual modo, se proyecta que para el ao 2012 la exportacin de barriles diarios y derivados a China pudiera llegar al monto un milln de barriles diarios. (Romero y Corrales 2009) China, adems, construir taladros y plataformas petroleras, ferrocarriles, redes ferroviarias y viviendas. Petrleos de Venezuela, PDVSA, construir tres refineras de petrleo en territorio chino y empresas petroleras chinas participarn en la construccin y explotacin de refineras en la cuenca del Orinoco, con la meta de no slo exportar a China, sino tambin a terceros pases. Asimismo, astilleros chinos construirn para Venezuela tres superpetroleros de doble casco para el transporte del crudo venezolano a China. (Ros 2009) Otras iniciativas bilaterales se centran en las telecomunicaciones. La cooperacin tcnica abarca desde la fibra ptica a la fabricacin de telfonos mviles en Venezuela, pero el hecho ms destacado ha sido la fabricacin, construccin y lanzamiento en octubre de 2008 del primer satlite artificial venezolano, el Venesat I o Simn Bolvar, en virtud de un acuerdo entre ambos gobiernos suscrito en 2005. Est previsto que un segundo satlite sea lanzado en 2013. Beijing acompaa el desarrollo de un parque tecnolgico que permitir a Venezuela la construccin de pequeos satlites y llevar Internet, la telefona mvil y el cable a toda Venezuela. Por otra parte, Vetelca, la empresa estatal de comunicaciones, en cooperacin con la empresa de telecomunicaciones china ZTE, fabrica los celulares C366, a un precio aproximado de 14 dlares por unidad.
Venezuela se ha opuesto en los foros internacionales a la condena a China por la presunta violacin de los derechos humanos en ese pas y ha coincidido en varias ocasiones con Beijing en temas referidos a la cooperacin Sur-Sur, el Movimiento de Pases no Alineados,
la bsqueda de un mundo multipolar, la expansin del uso mundial de monedas alternativas al dlar y su sustitucin como unidad de cuenta mundial. El intercambio de delegaciones militares se produce con cierta regularidad. Caracas ha comprado en China tres radares 3-D JYL para el seguimiento de su espacio areo por un monto de 150 millones de dlares y es probable que adquiera nuevos mdulos a corto plazo. Tambin Venezuela compr 18 cazas de fabricacin china para la instruccin rea, K-8W. (Ros 2009) 4.2.- Las relaciones de Venezuela con Irn. Las relaciones diplomticas entre Venezuela e Irn se establecieron en 1947 y desde la creacin de la OPEP en 1960 estas se desarrollaron fundamentalmente en el marco de la cooperacin poltica orientada a la defensa de los pases exportadores de petrleo. En aquel momento ambos pases se encontraban cercanos a los Estados Unidos en el contexto de la Guerra Fra. (Brun 2008a) Sin embargo, la revolucin islmica de 1979 va a cambiar la situacin de Irn tanto a nivel interno como en lo relativo a sus relaciones con el resto del mundo y en especial con los Estados Unidos. La cada del aliado de Washington, el Sha de Irn, la instauracin de un rgimen teocrtico y el caso de los rehenes estadounidenses de 1979 contribuyeron a crear un ambiente hostil en contra de Irn. Ya en el siglo XXI, concretamente en 2002, el entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush incluy a Irn en lo que denomin el eje del mal, al considerar que este Estado apoya actividades terroristas y desarrolla un programa nuclear al margen de lo establecido por el Organismo Internacional de la Energa Atmica, AIEA. El programa nuclear iran tampoco es aprobado por la mayora de los pases occidentales, que han tratado de frenarlo a travs de negociaciones como las mantenidas por la Comisin Europea y ese pas y de las sanciones establecidas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. (Brun 2008b) Frente a este panorama, Irn ha mantenido su derecho a desarrollar su programa nuclear con fines pacficos y ha recibido el apoyo de pases como Venezuela, Brasil, Cuba y Bolivia. En este marco se estructura una visin del mundo alternativa junto con Irn, razn por la cual se articula un acercamiento progresivo con Venezuela en el plano diplomtico, poltico y comercial, no slo a nivel bilateral sino con algunas proyecciones regionales. El presidente Chvez ha visitado Irn ocho veces; el presidente iran Jatami estuvo en Venezuela cuatro veces y el presidente Ahmadinejad cuatro veces. El cambio en las relaciones entre Venezuela e Irn comenz durante la segunda presidencia de Mohamed Jatami, pero se profundiz a partir del ao 2005, cuando Mahmoud Ahmadinejad fue elegido presidente de ese pas. (Corrales 2010; Malamud y Garca 2007) La crtica al modelo de globalizacin neoliberal, al sistema capitalista, a la estructura internacional unipolar y al papel de los Estados Unidos en el sistema internacional son algunos de los sealamientos que ambos pases han realizado en los distintos encuentros y foros multilaterales en los que participan. Adems del discurso de confrontacin hacia los Estados Unidos, el gobierno venezolano tambin ha criticado a Israel, un pas que ha sido duramente tratado por el presidente Ahmadineyad, tanto en lo referido a su integridad territorial, como en relacin a las dudas
sobre la veracidad del significado del Holocausto del que el pueblo judo fue objeto durante la Segunda Guerra Mundial. (Gratius y Frtig 2009) El 14 de enero de 2009, el gobierno de Venezuela rompi relaciones diplomticas con Israel como respuesta a la ofensiva israel en Gaza y por lo que ya se haba expulsado al embajador de Israel en Venezuela el da 6 de enero de ese ao. Las tensiones del gobierno de Chvez con Israel haban comenzado en firme en 2006, durante la campaa militar de ese pas contra Hezbol en el Lbano. En esa ocasin Venezuela retir su embajador de Israel. (Brun 2008a; Gratius y Frtig 2009) En el marco de la Tercera Cumbre de la OPEP, celebrada en Arabia Saudita en noviembre de 2007, el presidente Chvez mostr su inters en darle a la organizacin un mayor perfil poltico, contando con el apoyo de Irn. Sin embargo, su propuesta no fue acogida por la mayora de los miembros de la organizacin, entre ellos, Arabia Saudita, otro aliado de Estados Unidos en el Medio Oriente (Gratius y Frtig 2009). El gobierno del presidente Chvez ha sondeado la posibilidad desarrollar un programa de energa nuclear desde 2005 y ha pedido a gobiernos como los de Argentina, Brasil, Irn, China, Francia y Rusia su cooperacin. Un acuerdo general se firm con Rusia a fin de explorar una iniciativa conjunta en fusin termonuclear, medidas de seguridad nuclear y el diseo de reactores de investigacin nuclear y plantas de energa nuclear. Venezuela tuvo un reactor de investigacin comprado en 1956 y cerrado en 1994. En 2007 el gobierno de Venezuela comenz un programa de recursos humanos en el rea nuclear y en el uso de tecnologa nuclear, que fue aprobado por la Agencia Internacional de Energa Nuclear [International Atomic Energy Agency (IAEA)]. Venezuela posee uranio y ha firmado con Irn unos acuerdos de cooperacin. (Gerami y Squassoni 2008) En febrero de 2010, el presidente Chvez reiter varias veces el objetivo de Venezuela de desarrollar la energa nuclear con fines pacficos en el pas. El 11 de ese mes dijo: Cuando aqu comencemos a desarrollar nuestra energa nuclear, porque vamos a hacerlo, nos van a poner el ojo, y dirn que Chvez est construyendo la bomba atmica". (Venezolana de Televisin 2010). Venezuela es el nico pas que se ha opuesto varias veces a las resoluciones de la Agencia Internacional para la Energa Atmica (AIEA) que condenaron a Irn en septiembre de 2005, en febrero de 2006 y en 2009 (junto con Cuba y Siria). (Brun 2008b; Romero y Corrales 2009: Brun 2009b) Irn tambin cumple la funcin de ser un socio comercial con poca participacin del sector privado. Venezuela e Irn han firmado alrededor de 270 instrumentos de cooperacin entre memorandos de entendimiento, contratos y acuerdos en reas como energa, educacin y tecnologa, transporte, agricultura, fabricacin de plantas y de autos, en materia de salud, y en la construccin de casas, destacndose la tesis iran de que Venezuela pudiera ser un puente para las relaciones de ese pas con el resto de Amrica Latina. El comercio entre ambos pases pas de US$1.1 millones en 2004 a US$50.7 millones en 2006, US$37.4 millones de importaciones a Venezuela y US$13.3 millones de exportaciones hacia Irn, llevando a que la balanza comercial fuera favorable a Irn. En 2007, el comercio bilateral estuvo en el orden de los 35.8 millones de dlares. En 2008, el volumen comercial lleg a 52.3 millones de dlares, lo que coloc a Venezuela como el quinto socio comercial de Irn en Amrica Latina. Esto da lugar a pensar sobre la distancia que hay entre los planes a desarrollar, la retrica sobre la importancia de las relaciones y el bajo monto comercial entre los dos pases. En 2009, las inversiones acumuladas desde 2006 entre Venezuela e Irn
se calculan (en cifras preliminares) en unos 6.000 millones de dlares. De aqu se desprende que las inversiones bilaterales son ms importantes en cuanto a montos que las propias cifras del comercio bilateral. (Karmon 2009; Botta 2009; Brun 2009a; Muoz y Sainz 2008) La empresa iran Petropars ha comenzado los estudios de las reservas del bloque 7 de la Faja del Orinoco. Asimismo, los presidentes de ambos pases crearon dos empresas mixtas, la Venezirian Oil Company y la Venezuela-Irn Petroqumica Company. A la par de las coincidencias entre los mandatarios, se ha llevado adelante una intensa cooperacin en mltiples reas y en la futura explotacin del bloque Ayacucho-3 de la Faja Petrolera del Orinoco. En la primera visita de Estado de Ahmadineyad a Venezuela en septiembre de 2006 se firmaron 29 acuerdos bilaterales en sectores como la manufactura de acero, la exploracin de petrleo y la produccin de automviles econmicos, (nos referimos a una segunda fase; la primera fase se haba firmado en tiempos del presidente Jatami), la petroqumica, la salud, la minera y la agricultura, el entrenamiento de trabajadores siderrgicos y la fabricacin de instrumentos quirrgicos, medicamentos y envases plsticos. (Brun 2008a) Asimismo, Irn y Venezuela acordaron la construccin de un complejo petroqumico por un valor de 1.500 millones de dlares, una planta de cemento, una planta automotriz y una fbrica de bicicletas que ya funcionan. Los ltimos acuerdos se han centrado en petroqumica, nanotecnologa, servicios espaciales y biotecnologa. En materia energtica se cre la compaa Venezuelan Iranian Oil & Gas Co. (Veniroc), formada por PDVSA y la empresa iran PETROPARS, para desarrollar operaciones en todo lo relacionado con petrleo y gas en terceros pases (entre otras, construir una refinera en Siria) y en donde las empresas estatales poseen respectivamente el 50% de las acciones cada una. Tambin se ha creado conjuntamente una fbrica de tractores VenIran Tractor y Venirauto que es una compaa mixta de automviles. El representante persa es Aidco, con un 36% de capital accionario y Corpivensa, en representacin del Estado venezolano, posee el resto de las acciones. (Brun 2008a) En abril de 2009 fue inaugurado el fondo binacional Venezuela-Irn, el cual tena un capital de 200 millones de dlares al final del 2009 y 400 millones al empezar el ao 2010. El fondo fortalecer la alianza estratgica de Venezuela con Irn y la cooperacin Sur-Sur. En octubre de 2008 el Tesoro estadounidense sancion al Banco de Desarrollo de Exportaciones de Irn y al Banco Internacional de Desarrollo de Venezuela, filial de la entidad iran en Caracas, con el congelamiento de sus activos en Estados Unidos y la prohibicin a los estadounidenses de cualquier trato con estas entidades. En el mes de abril de 2010, se conoci una inversin venezolana de ms de 76 millones de dlares en una participacin conjunta en un proyecto de desarrollo de un campo gasfero en Irn, el cual sobrepasa el monto de 20 millones permitido por la Ley de Sanciones contra Irn, lo cual pudiera originar una sancin por parte de Washington, en cuanto a vetar la participacin de Venezuela en contratos con el Gobierno estadounidense, dar curso a prstamos mayores a 10 millones de dlares, lo que pudiera llegar hasta el bloqueo de las exportaciones venezolanas a Estados Unidos. El gobierno estadounidense envo una nota a Venezuela a fin de aclarar esa participacin. 4.3.- Las relaciones entre Venezuela y Rusia.
4.3.1.- Antecedentes y desarrollo. Como ha pasado en el caso de Rusia y de otros pases, Venezuela se ha venido convirtiendo en una economa fundamentalmente estatal, nacionalizndose empresas, renacionalizando otras, crendose nuevas corporaciones y fondos de inversin estatales y rechazando de manera significativa tanto la inversin extranjera privada como a la inversin privada local. El peso del sector pblico (un 35% del PIB ahora y proyectado, segn fuentes oficiales, en un 75% para 2013) se observa en el rea energtica (petrleo, gas, electricidad, carbn y otros minerales), pero tambin en otros sectores industriales, comerciales y de servicios. Es un espectro que va desde las empresas de produccin social hasta despachos de comida rpida. (Tompson 2008). En esto tambin hay una similitud entre Venezuela y Rusia: el creciente control accionario del Estado en una compleja red de radio y televisin y otros medios audiovisuales. (Nelson 1993; Mandelbaun 2007; Etzioni 2007; Romero y Corrales 2009) Rusia est regresando a Amrica Latina despus de la llamada por Mosc, "la dcada perdida" de los aos noventa. En el ao 2008, Rusia tuvo un comercio con la regin por el orden de los 15.000 millones de dlares americanos, de los cuales se dieron 6.000 millones de comercio con Brasil (40% del importe total), 400 millones de comercio con Cuba y cerca de 1.000 millones con Venezuela, un total de 967.8 millones de dlares americanos de importaciones de Venezuela desde Rusia y 320.000 dlares de exportaciones venezolanas a Rusia, reflejndose as una asimetra muy grande, siendo casi toda la importacin venezolana, compras militares por parte del Gobierno venezolano. (Bermdez 2009) Desde 1999, el presidente Chvez ha estado en Rusia, ocho veces, y se han firmado ms de 60 instrumentos de cooperacin entre Rusia y Venezuela. Adems de los acuerdos de compra de armas se tienen un acuerdo de cooperacin para el uso pacfico de la energa nuclear, del cual se derivara el compromiso ruso de proporcionar tecnologa nuclear y de construir una central nuclear en Venezuela. Tambin se contempla un acuerdo bilateral ruso-venezolano para explotar la mina de oro "Las Cristinas" y otras minas con menor cantidad de oro y desarrollar otras actividades mineras. Para mediados del mes de septiembre de 2009, Rusia otorg un crdito de 4.000 millones de dlares americanos a Venezuela, parte del cual se utilizar para compras gubernamentales de bienes y servicios de Venezuela a Rusia. Tambin destacan la fundacin del Consejo Empresarial Ruso-Venezolano, la creacin de un fondo binacional de 12.000 millones de dlares que ahora se convirti en un banco binacional, un proyecto para facilitar las transacciones comerciales bilaterales en monedas nacionales, la creacin de una ruta area directa para conectar las dos capitales y la creacin de una empresa mixta entre la empresa rusa, Consorcio Nacional Petrolero (CNP) SRL (formada por Gazprom Neft, empresa gasfera rusa y otras empresas rusas, LUKoil, Rosneft, TNK-BP, OBP y Surgutneftegaz) y la Corporacin Venezolana de Petrleo, a fin de invertir ms de 20.000 millones de dlares para la exploracin y explotacin conjunta del bloque Junn-6 en la Faja petrolfera del Orinoco en una superficie de 447,85 Km. cuadrados y para extraer hasta 450.000 barriles diarios de petrleo crudo extra-pesado para el ao 2017. (La participacin accionaria es, 60% CVP y 40% para CNP SRL). Todos estos convenios son administrados por la Comisin Intergubernamental de Alto Nivel (CIAN) Venezuela-Rusia. Se han producido siete reuniones del CIAN y se ha firmado un memorando para la evaluacin y certificacin de reservas en el bloque Ayacucho 2 en la Faja Petrolera del Orinoco. Este memorando confirma que TNK-BP, una empresa mixta ruso-britnica, asistir a PDVSA en la evaluacin y certificacin de reservas en el bloque. La empresa rusa LUKoil
tambin firm un acuerdo con PDVSA. Tambin se comenta de un posible procesamiento de petrleo ruso en los EE.UU. en las refineras de CITGO. Adems, los representantes de la empresa petrolera-de gas rusa, Consorcio Nacional Petrolero (CNP) SRL firmaron un acuerdo con PDVSA para explorar yacimientos de petrleo y gas en el bloque Ayacucho-3 y en el bloque Carabobo 1, ambos situados en la Faja Petrolera del Orinoco. Cabe mencionar que en el mbito de la cooperacin militar con la ex - Repblica sovitica y aliada de Rusia, Bielorrusia, se negociaron a finales de julio de 2007 con el ministerio de Defensa venezolano con aquel pas, contratos por un monto de ms de mil millones de dlares (Venezuela y Bielorrusia formaron tambin una compaa mixta llamada Petrolera Bielo-Venezolana (PBV) que tiene el derecho explotar por 25 aos un rea de la Faja del Orinoco. Venezuela exporta unos 80.000 barriles diarios a Bielorrusia). 4.3.2.- Aspectos militares. Venezuela ha destinado en los ltimos 9 aos, 15.690 millones de dlares al fortalecimiento del rea militar (personal, equipos, infraestructura, educacin, logstica). En trminos generales, Venezuela pas de ser el 39 importador de armas principal en el mundo en 1999 al puesto No. 9 en 2007 y al puesto No. 8 en 2008. En 2007, Venezuela se convirti en el tercer mayor comprador de armas rusas a nivel mundial, despus de China y la India. (Romero y Corrales 2009) En este contexto, Venezuela est comprando armas rusas y equipo militar a travs de 12 contratos firmados desde 2005 por ms de 5.400 millones de dlares, con la intencin de Venezuela de pagar en efectivo y por partes, 3.200 mil millones de dlares y la suma restante con un crdito otorgado recientemente por Rusia, por el monto de 1.000 millones de dlares y otros de 1.200 millones en el futuro. Entre las armas rusas compradas y por comprar por Venezuela estn: 3 submarinos Varshavianka Clase 3, 24 aviones de combate Sukhoi-30 MK-2, 60 helicpteros de combate, Mi 17 Mi 26, Mi 28N y Mi 35, aviones de transporte Antonov, un nmero indeterminado de bateras antiareas Igla-S-24 y S-125 Pechora 2M y 100.000 fusiles Kalashnikov AK-103. Adems, se construye una fbrica en Venezuela para los fusiles Kalashnikov y de municiones, un centro de reparacin de helicpteros y un centro de entrenamiento para pilotos de aviones militares. Asimismo, se proyecta una compra por Venezuela de un segundo lote de armas rusas sofisticadas, tales como un nmero indeterminado de aviones Sukhoi Su-35, aviones patrulla II-114, los sistemas de defensa antiareos Strela-S-300PMU-2 y Tor-M2E, lanzadera de bocas mltiples para misiles Smerch, lanzas cohetes Buk-M1 y M2, radares Antey, 2.500, vehculos de combate blindados tipo BMP-3 y eventualmente BMP-3S, 90 tanques T-72 y T90, vehculos lanzadores de misiles 5P85SE y lanzaderas de misiles 48N6E2, tres submarinos proyecto-636, uno proyecto submarino-877 y 12 transportes pesados militares Iliushin-76. (Romero y Corrales 2009) En el ao 2008, el presidente Chvez anunci que se efectuaran unos ejercicios navales de Venezuela con Rusia, que se celebraron del 19 al 14 de noviembre de ese ao. Rusia aport dos Tu-160 bombarderos estratgicos (conocido como Blackjack) y bombarderos Tu-95MC, el crucero de propulsin nuclear "Pedro el Grande", sin armas nucleares a bordo, la fragata Almirante Chabanenko y unos buques de apoyo cazadores de submarinos. El Gobierno ruso anunci el 10 de septiembre de 2008, la colocacin por unos das de dos bombarderos
estratgicos rusos Tu-160 en una base area venezolana y su posteriores prcticas de vuelo en el Caribe. (Alandete 2008). La visita del entonces Vice-Presidente de la Repblica Bolivariana de Venezuela, Ramn Carrizalez a Mosc en junio de 2009, dio lugar a la creacin de un banco binacional con un capital fundacional de 4.000 millones de dlares (su objetivo es llegar a 12 mil millones de capital) con la participacin de Rusia en un 51%, algo similar a los bancos binacionales abiertos por Venezuela con Irn y China, as como importantes operaciones de crdito del estilo de los firmados con Japn, Brasil y Qatar. Tambin se firmaron unos proyectos para la exploracin geolgica de petrleo y gas en Venezuela por empresas rusas, la reactivacin de un proyecto de cooperacin nuclear con fines pacficos y la certificacin del crdito de 2.000 millones de dlares ya mencionado para compras militares, especficamente para la financiacin de la venta de los tanques rusos para Venezuela. (Vicepresidencia de la Repblica Bolivariana de Venezuela 2009) Durante el mes de septiembre de 2009, el presidente Chvez visit Rusia por octava vez, ocasin en la cual Venezuela se convirti en el tercer pas del mundo (despus de Rusia y Nicaragua) en reconocer a Abkhasia y Ossetia del Sur, repblicas separatistas de Georgia respaldadas por Mosc. (Venezuela apoy a Rusia durante el conflicto de este pas con Georgia). Por otra parte, la Asamblea Nacional de Venezuela aprob una ley para mantener la confiabilidad de los acuerdos militares con Rusia, a fin de proteger la informacin clasificada, en el marco de la cooperacin tcnico-militar bilateral. En 2008, Rusia propuso construir reactores de potencia nuclear en Venezuela y los dos pases establecieron un grupo de trabajo. Atomstroyexport, la misma compaa que construy la planta nuclear de Bushehr en Irn, confirm su participacin en negociaciones para un acuerdo de cooperacin nuclear con Venezuela. Ese mismo ao, durante la visita del Presidente ruso Dmitry Medvedev a Caracas, se firm un acuerdo marco estableciendo una cooperacin en materia de fusin termonuclear controlada, seguridad de instalaciones nucleares y desarrollo, construccin y puesta fuera de servicio de los reactores experimentales y centrales atmicas. Uno de los elementos consignados en el acuerdo marco Rusia-Venezuela es la asistencia en el desarrollo del uranio. (Schwirtz 2009) El secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia, Nicolai Patrushev, asisti a la VII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la ALBA realizada en Cochabamba, Bolivia en el mes de octubre de 2009, en calidad de observador invitado. (Romero y Corrales 2009) Vladimir Putin, primer ministro de Rusia y ex - presidente de ese pas visit Caracas por casi 24 horas, el 2 y 3 de abril de 2010. El Presidente venezolano y el Primer Ministro de Rusia, suscribieron 31 acuerdos de cooperacin en materias de energa, infraestructura, ciencia y tecnologa, transporte, educacin, cultura e industrias. El repaso de la lista de los acuerdos firmados certifica que la mayora de ellos se firmaron previamente. Por ello, en realidad slo hay dos que destacan: uno se refiere a la firma de un nuevo convenio para la cooperacin nuclear con fines pacficos, que es un tema que el presidente Chvez tiene en su mente desde hace varios aos y que precisa an ms de la colaboracin rusa para su concrecin. Los rusos no queran firmar este acuerdo, pero la presin venezolana de adquirir informacin y tecnologa nuclear hizo que Mosc accediera, a la par que el presidente Chvez est presionando para que la lnea de crdito rusa de 2.200 millones de dlares ya mencionada se abra a fin de comprar ms armamento a Mosc.
Sobre el tema nuclear el presidente venezolano dijo que: "Hemos conversado el tema y estamos dispuestos a comenzar a elaborar el primer proyecto para una central de energa nuclear obviamente con fines pacficos. (El Nacional, 2010) Entre los acuerdos firmados, estn un Memorando entre los ministerios de Energa Elctrica de ambas pases para la cooperacin en materia energtica, en especial en lo relativo a planificacin e ingeniera y una Acta de intencin para permitir al Consorcio Nacional Petrolero ruso (CNP-SRL) y tal como se observ previamente, una participacin en el desarrollo de otros bloques petroleros venezolanos. En particular, se dio la firma de un Acuerdo entre el Ministerio de Energa y Petrleo y el Consorcio Nacional Petrolero para la construccin de Petromiranda y la explotacin conjunta del bloque Junn 6, al tiempo que se reiter incorporar al ya mencionado Consorcio Nacional Petrolero ruso en el plan de desarrollo de los bloques Ayacucho 2, Ayacucho 3 y Junn 3, adems del ya nombrado Junn 6, para ampliar su presencia en Venezuela. La celebracin de la VII reunin intergubernamental entre los dos pases y la visita del premier ruso a Caracas, dieron pie para que se hablara bilateralmente de la posibilidad de una compra de Venezuela de dos hidroaviones rusos modelo Beriev Be-200. Se seal adems el inters ruso en venderle a Venezuela lanchas patrulleras Mirazh, lanchas de desembarco Murena-E y sistemas mviles de artillera costera capaces de abatir buques a distancias de hasta 130 kilmetros, ms de 50 aviones de fabricacin rusa, -An 148 (de pasajeros) y un avin Be 200- (anfibio-multifuncional). En este contexto, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, al regresar de Caracas dijo que Venezuela aspira a concretar una compra de armamentos y de material blico ruso por el orden de los 5.000 millones de dlares. Ciertamente, Venezuela es un mercado muy lucrativo para las armas y la tecnologa militar rusa y para el aprovechamiento a largo plazo de las materias primas energticas venezolanas. (Agencia RIA Novosti 2010) 5.- CONCLUSIONES Y PROYECCIONES. En Amrica Latina y el Caribe se ha demostrado recientemente lo difcil que es lograr un consenso sobre lo que debe ser una respuesta a los cambios globales. Se entiende que la globalizacin implica un debate entre quienes creen en el modelo liberal y quienes lo rechazan, ya sea de forma moderada o de manera radical. Los dirigentes venezolanos respondieron con unos aportes controversiales a este debate. De plantear un modelo de populismo civil entre 1958 y 1989, se pretendi entre 1989 y 1993 aplicar las medidas del Consenso de Washington, sin tomar en cuenta las caractersticas de una sociedad rentista. Luego de ese fracaso y el de la restauracin del populismo civil entre 1994-1999, se ha querido imponer entre 1999 y 2010 y en una forma gradual, una receta estatista, personalista y radical. El surgimiento y la densidad de estas propuestas se relacionan con las tendencias mundiales actuales que conducen a la creciente regulacin de la economa. La crisis econmica debido a la contraccin generalizada de la demanda agregada, la falta del crdito y las subidas de aranceles y subsidios nacionales, as como la aparicin de nuevas barreras no arancelarias y medidas antidumping, refuerzan esas tendencias, al igual que la creciente seguritizacin de las agendas de poltica exterior. A su vez, y de manera paradjica, las expectativas sobre la
concrecin de un mundo multipolar posibilitan una mayor independencia en el juego diplomtico y comercial. Es pertinente sealar que la confrontacin poltica derivada de la propia crisis de legitimidad en la poltica venezolana en estos ltimos treinta aos y la aspiracin de implantar en Venezuela la propuesta de la democracia participativa, protagnica y comunal tiende ms a buscar, por parte del poder poltico, el control sobre la sociedad. De hecho, esto se ha venido dando a travs de promover una educacin poltica dada por la va de la imposicin ideolgica doctrinaria de carcter autoritaria y no por el camino de la persuasin y la deliberacin. A su vez, se querido promover un capitalismo estatal y regulador, junto con otras formas de interaccin econmica locales y de orientacin comunal que hasta hora han disminuido con creces la iniciativa privada. Las posibilidades de xito de la poltica exterior de Venezuela de hoy estn dadas en parte, por el contexto internacional y tambin por las especificidades de una nacin que no solamente se encuentra en una situacin revolucionaria, en el marco de un proyecto con una aspiracin hegemnica, sino que tambin es el pas con la mayor reserva petrolera del globo. Venezuela cuenta actualmente con reservas probadas de 142.300 millones de barriles y se prev elevar esta cifra hasta los 377.300 millones de barriles, dado que unas reservas alrededor de 235.000 millones de barriles estn por certificarse en la Faja Petrolera del Orinoco. La configuracin de una nueva identidad internacional para Venezuela se ha desplazado por medio de tres elementos que se mezclan. Por un lado, la poltica exterior de Venezuela forma parte fundamental del proyecto bolivariano y del socialismo del siglo XXI. De hecho, la diplomacia bolivariana se ha manejado-muchas veces- de igual manera que los asuntos domsticos. En segundo trmino, el gobierno del presidente Chvez ha promocionado su proyecto poltico en un plano regional, junto con los pases miembros de la ALBA. De igual manera, Caracas ha procurado establecer alianzas con pases claves en la estructura internacional actual, con el propsito de impulsar una plataforma comn anti-estadounidense y anti-liberal. Esto se ha complementado, en tercer lugar, con mltiples compromisos con organizaciones, grupos sociales y personalidades que han hecho de Caracas, la nueva Meca revolucionaria. La afinidad en la procedencia y la valorizacin de lo propio -como identidad global- han creado lazos estables entre socios. Pero esto a su vez, plantea muchas interrogantes. En el plano internacional no est claro ni que Venezuela tenga la posibilidad de ser un importante jugador mundial ni mucho menos que sus alianzas en ese nivel sean duraderas. Por otro lado puede observarse como muchos de los proyectos promovidos por el gobierno del presidente Chvez para la integracin regional y el fomento de las relaciones bilaterales se han quedado en una fase inicial de formulacin. Venezuela mantiene y sigue ofreciendo su tesis del socialismo del siglo XXI y un paquete ideolgico que tiene como bases unas concepciones distintas de lo que significa para la mayora en la regin la democracia, el desarrollo y la poltica exterior, a la vez que genera una controversia sobre los alcances de las mltiples injerencias de Caracas en los asuntos internos de muchos pases. De hecho, el planteamiento de un bolivarianismo regional y de un antiimperialismo mundial sirve de apoyo para un discurso anti-liberal en contra de la hegemona estadounidense, a fin
de mermar su poder. Esta propuesta venezolana significa un reto para los pases miembros de la CAN y del MERCOSUR y en especial para Brasil. Para finalizar, no podemos cerrar este recorrido por la actual poltica exterior de Venezuela sin hacer mencin a algunos escenarios en forma de conjetura: 1) Que tanto la poltica interna como la poltica exterior de Venezuela sigan por el camino trazado desde 1999: situacin revolucionaria, socialismo del siglo XXI, poder comunal, promocin el paquete ideolgico, alianzas internacionales anti-capitalistas, una poltica exterior radical y anti-estadounidense y una tentacin de exportar la revolucin. 2) Que el gobierno de Hugo Chvez reduzca el perfil ideolgico de su poltica exterior a favor de una conducta ms pragmtica, por el hecho mismo de las limitaciones para concretar los actuales fines y objetivos de la poltica exterior de Venezuela, lo que significara una cooperacin y unos incentivos de la comunidad internacional con Venezuela para promover una oposicin ms fuerte y un dilogo con el Gobierno. 3) Que la conjuncin de un ambiente domstico hostil y un ambiente externo contrario obligue a Venezuela a cambiar su perfil internacional, lo que significara un apoyo abierto de la comunidad internacional para un esfuerzo de reconstruccin poltica diferente al ofrecido y buscado por Caracas en los ltimos aos. En cualquiera de los escenarios presentados, los gobiernos y otros actores internacionales deben estar pendientes, tanto en la regin como en el mundo en general, de la actuacin de un pas pequeo con una poltica exterior bifrontal activa e internacionalizada, que est desarrollando una transicin dual no convencional (hacia menos democracia y menos mercado) con una propuesta ideolgica radical-bolivariana, con la tentacin de exportar la revolucin y con una reserva energtica de gran consideracin. Esto se est dando en medio de vecinos que crecen, una estabilidad regional, precios altos de las materias primas y un comercio mundial en aumento. Debera discutirse ms, en futuras investigaciones, sobre cules son los verdaderos objetivos de esa poltica: si es para consolidar en el poder una lite cvica-militar; qu actores participan en el proceso de toma de decisiones, el presidente Chvez, el partido de gobierno, la tecno-estructura o el sector militar y con qu instrumentos se cuenta para ejecutar esa poltica. Instrumentos que provienen del hard power (militares y energticos), del soft power (ideolgicos) o del social power (cooperacin y ayudas). Este artculo fue concebido como un estudio de la poltica exterior de Venezuela desde el ao 1999. Se pens como la oportunidad para aunar una reflexin y unas conjeturas sobre un caso que ha llamado la atencin en el continente y en el mundo. A ese respecto, se ha tratado de plantear dos cuestiones generales: 1) La poltica exterior expresa un orden poltico diferente al que prevaleci en la reciente historia democrtica de Venezuela; 2) Quienes conducen esa poltica aspiran a cambiar el mundo. La historia dir cunto se logr y a qu costo para alcanzar esos objetivos.
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