Ciegos
Ciegos
Ciegos
Leyenda Hind (Se lo escuch a una compaera de universidad. Recogida en la India Jalal Al-din Rumi. Existen diferentes versiones en la red.)
Haba una vez tres sabios. Y eran muy sabios. Aunque los tres eran ciegos. Como no podan ver, se haban acostumbrado a conocer las cosas con slo tocarlas. Usaban sus manos para darse cuenta del tamao, de la calidad y de la calidez de cuanto se pona a su alcance. Sucedi que un circo lleg al pueblo donde vivan los tres sabios que eran ciegos. Entre las cosas maravillosas que llegaron con el circo, vena un gran elefante blanco. Y era tan extraordinario este animal que toda la gente no haca ms que hablar de l. Los tres sabios que eran ciegos quisieron tambin ellos conocer al elefante. Se hicieron conducir hasta el lugar donde estaba y pidieron permiso para poder tocarlo. Como el animal era muy manso, no hubo ningn inconveniente para que lo hicieran. El primero de los tres estir sus manos y toc a la bestia en la cabeza. Sinti bajo sus dedos las enormes orejas y luego los dos tremendos colmillos de marfil que sobresalan de la pequea boca. Qued tan admirado de lo que haba conocido que inmediatamente fue a contarles a los otros dos lo que haba aprendido. Les dijo: - El elefante es como un tronco, cubierto a ambos lados por dos frazadas, y del cual salen dos grandes lanzas fras y duras. Pero resulta que cuando le toc el turno al segundo sabio, sus manos tocaron al animal en la panza. Trataron de rodear su cuerpo, pero ste era tan alto que no alcanzaba a abarcarlo con los dos brazos abiertos. Luego de mucho palpar, decidi tambin l contar lo que haba aprendido. Les dijo: - El elefante se parece a un tambor colocado sobre cuatro gruesas patas, y est forrado de cuero con pelo para afuera. Entonces fue el tercer sabio, y agarr el animal justo por la cola. se colg de ella y comenz a hamacarse como hacen los chicos con una soga. Como esto le gustaba a la bestia, estuvo largo rato divirtindose en medio de la risa de todos. Cuando dej el juego, comentaba lo que saba. Tambin l dijo: - Yo s muy bien lo que es un elefante. Es una cuerda fuerte y gruesa, que tiene un pincel en la punta. Sirve para hamacarse. Resulta que cuando volvieron a casa y comenzaron a charlar entre ellos lo que haban descubierto sobre el elefante no se podan poner de acuerdo. Cada uno estaba plenamente seguro de lo que conoca. Y adems tena la certeza de que slo haba un elefante y de que los tres estaban hablando de lo mismo, pero lo que decan pareca imposible de concordar. Tanto charlaron y discutieron que casi se pelearon. Pero al fin de cuentas, como eran los tres muy sabios, decidieron hacerse ayudar, y fueron a preguntar a otro sabio que haba tenido la oportunidad de ver al elefante con sus propios ojos.
Y entonces descubrieron que cada uno de ellos tena razn. Una parte de la razn. Pero que conocan del elefante solamente la parte que haban tocado. Y le creyeron al que lo haba visto y les hablaba del elefante entero.