PDF Libro Ecosistemas Acuaticos Oscar Sanchez Et Al 2007
PDF Libro Ecosistemas Acuaticos Oscar Sanchez Et Al 2007
PDF Libro Ecosistemas Acuaticos Oscar Sanchez Et Al 2007
Secretara de Medio Ambiente y Recursos Naturales Instituto Nacional de Ecologa U.S. Fish & Wildlife Service Unidos para la Conservacin, A.C.
Universidad Michoacana de San Nicols Hidalgo
Perifrico Sur 5000, col. Insurgentes Cuicuilco, C.P. 04530. Mxico, D.F. www.ine.gob.mx
Coordinacin editorial: Ral Marc del Pont Revisin de estilo: Arturo Snchez y Gndara Formacin: S y G Editores, S.A. de C.V. Diseo de la portada: lvaro Figueroa Foto de la portada: Claudio Contreras Koob
ndice
Organizacin y capital social como factores de conservacin y uso sustentable h de ecosistemas acuticos y humedales Mnica Herzig
Prlogo
esde la desrtica pennsula de Baja California hasta la pennsula de Yucatn, y desde las playas del Pacfico que actan como reas de anidacin para tortugas marinas hasta las montaas que forman la columna vertebral del pas, Mxico tiene algunas de las ms variadas geoformas del planeta, lo que incluye una considerable variacin climtica. Este caleidoscopio de formas terrestres y marinas constituye un patrn que ha resultado perfecto para el desarrollo de humedales de todo tipo, desde pantanos y lagos de montaa, humedales efmeros en sistemas desrticos, humedales hipersalinos de la llanura costera de Baja California, playas de anidacin de tortugas, manglares, arrecifes coralinos hasta humedales en reas crsticas. nase esta variedad de tipos de humedales a la dependencia de las personas respecto del agua y de otros servicios que proveen los propios humedales, y la sucesin de diferentes civilizaciones y pueblos asentados en el pas a travs de milenios, y se tendrn elementos humanos, perspectivas culturales y diversidad biolgica que enmarcan el entramado del pasado, el presente y el futuro de los humedales que hoy disfruta el pas. Este libro ayuda a explicar todo lo que usted necesita saber acerca de los humedales de Mxico, desde su ecologa bsica; por qu y cmo dar seguimiento a sus
cambios; el imperativo de su conservacin y cmo hacerla realidad; las necesidades, formas y medios por los cuales se pueden restaurarse estas zonas; todo ello sin olvidar los aspectos socioeconmicos y de manejo. Respecto de los humedales, como para todos los ecosistemas, Mxico es ciertamente un pas megadiverso, reconocido como poseedor de una extraordinaria riqueza de especies, las cuales son los rasgos visibles de un sistema gentico altamente variado, factores que se combinan formando una compleja textura de ecosistemas de tierra y mar. Esta diversidad demanda una multiplicidad de respuestas para cuidar de los humedales: requiere una responsabilidad comunitaria que va desde el individuo hasta el gobierno, para asegurar que las futuras generaciones de mexicanos (y desde luego la comunidad mundial) puedan beneficiarse de la extraordinaria riqueza que representa la diversidad de ecosistemas de humedal. En 2004, durante el Da Mundial de los Humedales, celebrado el 2 de febrero, tuve el gran placer de acudir a una ceremonia en el estado de Jalisco, que incluy la visita al sitio de la Laguna de Sayula, para anunciar la adicin de 34 nuevos humedales mexicanos a la lista de Humedales de Importancia Internacional, que se sumaron a los 17 hasta entonces existentes. Esa accin visionaria del gobierno, de adicionar el doble de sitios incluyendo todo tipo de humedales, ha
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colocado a Mxico a la vanguardia de la conservacin de estos ecosistemas y ha establecido una marca de excelencia. Desde esa fecha se han agregado 16 sitios ms, con lo que el total para Mxico es ahora de 67; esto lo convierte en un pas con un gran nmero, pero tambin con una gran diversidad de Humedales de Importancia Internacional. Por supuesto, la cantidad de sitios por s misma no es suficiente; el manejo es lo esencial. Deben reconocerse los esfuerzos continuos del gobierno respecto de
la conservacin y restauracin de los humedales. Este libro marca una importante contribucin a los esfuerzos para incrementar la conciencia de la comunidad en relacin con todos los aspectos de la ecologa de humedales. Tambin ayudar a guiar a la comunidad para asegurar que Mxico contine disfrutando de su amplia diversidad de humedales y en consecuencia, de los servicios que proveen a las personas y, desde luego, al planeta. Lalo, disfrtelo, y acte de acuerdo con sus mensajes!
Peter Bridgewater
Presidente del UK Joint Nature Conservation Committee. Secretario General de la Convencin Ramsar, 20032007
Introduccin
No somos seres acuticos. Quiz por este hecho evolutivo con frecuencia olvidamos que dependemos estrechamente de los ecosistemas acuticos; y tambin olvidamos que las capacidades de stos para soportar nuestras presiones tienen lmites reales. Es comn que la sociedad centre su atencin en la riqueza y variedad de las formas de vida propias de ecosistemas terrestres y en la importancia de su conservacin, lo cual suele dejar a los acuticos en un perfil ms bajo. Por fortuna, iniciativas como el Atlas de aguas continentales y diversidad biolgica de Mxico (Arriaga et al., 1998 y 2002) han empezado a contribuir para llenar ese hueco en nuestro pas. El fenmeno histrico de subestimacin de la importancia y la urgencia de revertir los daos que presentan la mayor parte de los ecosistemas acuticos puede obedecer, al menos en parte, a nuestra falla para reconocer que la exigencia de agua limpia en las ciudades no es congruente con el uso y desecho que hacemos de ella, una vez usada, y para admitir que somos responsables de la alteracin de la recarga y depuracin naturales.
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Para la mayora de las personas las experiencias de contacto con la naturaleza en el medio acutico son considerablemente menos frecuentes que aqullas relacionadas con visitas a bosques, selvas, desiertos y otros lugares. Incluso durante recorridos a la vera de arroyos y lagunas es factible que la importancia de stos sea subestimada y la mayora de las formas de vida acuticas ignoradas. La atencin del visitante puede quedar atrapada momentneamente por poderosos espectculos naturales, como el que proveen las aves acuticas al levantar el vuelo, pero raras veces se mantiene suficiente tiempo como para hacerse preguntas sobre la diversidad biolgica y las funciones de los ecosistemas acuticos. As, numerosas plantas sumergidas, emergentes y flotantes y animales acuticos y ribereos como peces, crustceos, anfibios y muchsimos invertebrados, pueden pasar virtualmente inadvertidos debido a sus hbitos poco notorios. En otros casos, el aspecto de algunos organismos puede resultar poco atractivo para el comn de las personas, lo que hace que soslayen el conocimiento de su importancia. Si todo lo anterior ocurre en el caso de los seres macroscpicos, cabe imaginar el desconocimiento y desinters en comunidades de algas microscpicas, de protozoarios y de otros microorganismos acuticos, cuyas abundancias relativas y fluctuaciones a travs del tiempo pueden
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ejercer, sin embargo, efectos muy importantes en las condiciones del medio acutico. A pesar de nuestro uso cotidiano del agua y de la ingente cantidad de discursos sobre su uso razonado, como sociedad tampoco solemos tener muy presentes los procesos hidrolgicos que se relacionan con el aporte del agua que requerimos (fuentes de origen, intermitencia, abundancia o escasez, y sus cualidades qumicas y biolgicas). Usualmente ignoramos que las variaciones de las temperaturas en un cuerpo de agua tienen efectos en el mesoclima y los microclimas locales; no relacionamos los rasgos fsicos de las corrientes con sus caractersticas propias y con la dinmica de los suelos asociados con situaciones ribereas. Asimismo, los signos y sntomas de deterioro de los ambientes acuticos y sus posibilidades reales de conservacin o restauracin, son temas ms o menos confusos en el devenir cotidiano de la sociedad. En contraste con el insuficiente inters que histricamente hemos otorgado a los ecosistemas acuticos es interesante saber cmo, una vez que se han logrado visualizar la complejidad de los ecosistemas acuticos, su amplia variedad y su relevancia, esta percepcin puede cambiar significativamente la perspectiva y actitud de un observador realmente interesado. La transformacin de la actitud personal es una necesidad fundamental, ya que es el principio de potenciales cambios colectivos; pero, por s misma, no ser suficiente para revertir las tendencias de deterioro. En realidad el conocimiento acerca de ecosistemas como arroyos, ros, charcas, pantanos, lagos, lagunas costeras, arrecifes, entre otros, debe integrarse funcionalmente en la sociedad para facilitar la confluencia de esfuerzos y la movilizacin social necesarias para abordar la conservacin y restauracin de estos ecosistemas. Claramente, las presiones de un sistema econmico globalizado basado esencialmente en el abuso de los recursos naturales para abastecer un consumo desmesurado (y no pocas veces injustificable), retrasan la atencin efectiva del deterioro de los ecosistemas, incluidos los acuticos. An as, las sociedades reaccionan con cierta facilidad respecto a temas como la conveniencia, la comodidad, la seguridad y la certeza en la disponibilidad de agua y de los numerosos recursos asociados con sta. Y reaccionan de manera notoria cuando perciben la disminucin de este tipo de bienes y servicios naturales. Hoy,
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muchos fenmenos nos alertan continuamente acerca del deterioro del bienestar. En una amplia variedad de estos temas, destacan los claros indicios de reduccin de la disponibilidad del agua en cantidad y calidad; de incremento de los efectos nocivos de desechos domsticos e industriales vertidos en cantidades que sobrepasan la capacidad de los ecosistemas para degradarlos de inestabilidad meso y microclimtica; de problemas de salud asociados con ello y hasta aquellos vinculados al deterioro pesquero. No cito fuentes aqu pues los diarios de todo el mundo, desde hace dcadas, se ocupan de esto con frecuencia. Es claro que un conocimiento ms completo e integrado acerca de la composicin de especies, de la estructura y la funcin de los ecosistemas, entre ellos los acuticos, es una herramienta fundamental en el trabajo de conservacin y restauracin del entorno natural. La llamada ciencia bsica, las disciplinas de aplicacin basadas en ella, la economa, la educacin y una actitud responsable en la poltica pblica tienen, todas, mucho camino por andar para lograr revertir tendencias de degradacin ambiental que han alcanzado magnitudes descomunales. Un conocimiento ms profundo acerca de los ecosistemas acuticos, acerca de su diversidad, su estado de conservacin y posibilidades de conservacinrestauracin, es una herramienta fundamental para personas que tienen a su cuidado ecosistemas de este tipo, tanto en el gobierno federal, en gobiernos estatales y municipales, en organizaciones de la sociedad civil, en universidades y otras instancias. Aun cuando este volumen se orienta principalmente hacia los ecosistemas acuticos continentales (y ms especficamente los humedales) en este captulo se revisa a grandes rasgos la diversidad de tipos de ecosistemas acuticos, incluidos los marinos, y se comentan algunos de sus aspectos bsicos. Ms adelante se exploran los temas de la escala geogrfica, la fragilidad de esos sistemas, la aceleracin indebida de cambios, los retos actuales y las responsabilidades sociales esenciales para su conservacin.
su enorme diversidad, sus atributos de heterogeneidad y su importancia en distintos aspectos. Los trminos utilizados en distintos estudios y compendios sobre ecosistemas acuticos pueden mostrar tambin cierta variacin sea en la definicin estricta o en el uso por lo que se sugiere al lector, como complemento a la lectura de ste y otros captulos del presente libro, la consulta de una muy recomendable y actualizada obra sobre conceptos y trminos de hidrologa, publicada en espaol por De la Lanza (1996).
Ocanos y mares
Los ocanos y mares son los ecosistemas acuticos ms importantes a escala planetaria, principalmente en funcin de su formidable tamao e influencia en el patrn climtico global, y de su papel en la economa humana en relacin con las actividades pesqueras de gran escala y otras. Paradjicamente son los ecosistemas menos conocidos, especialmente en lo que toca a la ecologa del ocano medio y del ocano profundo. El rasgo ms caracterstico del ambiente marino es su salinidad (en promedio alrededor de 35 ppt 0/00; Kalle, 1971). A pesar de que elementos como el cloro y el sodio se relacionan con el 86% de las sales marinas, el mar no es una simple solucin de cloruro de sodio (NaCl), pues la cantidad de iones positivos (cationes) excede la cantidad de iones negativos (aniones), con lo que el agua marina resulta ligeramente bsica (alcalina), con un pH de 8 a 8.3 (Smith, 1980). Sin embargo, la salinidad puede variar cerca de la superficie debido a las interacciones con el agua de lluvia y el aire; y en las masas de agua mayores bajo la superficie el movimiento de stas, junto con la precipitacin de compuestos insolubles hacia el fondo y otros fenmenos, tambin pueden hacer variar la salinidad. La heterogeneidad del ambiente marino se incrementa debido a las corrientes marinas, cuyo flujo puede determinar estratificacin y entrelazamiento de volmenes de lquido con distintas temperaturas. Asimismo, la presin dentro del mar vara entre 1 atm en la superficie y ms de 1,000 atm en la fosas ocenicas profundas. De hecho, las caractersticas conocidas de los ambientes marinos permiten cierta divisin en categoras, lo que ha facilitado un tanto su entendimiento:
Zona pelgica. Se refiere al cuerpo de agua marino por s mismo. Pueden reconocerse en ella algunas subzonas, de acuerdo con distintos criterios. Por ejemplo, la subzona nertica, nombre que hace referencia a aquellas aguas que cubren la plataforma continental, en tanto que la subzona ocenica es aqulla que incluye al resto de las aguas. En sentido vertical, la zona pelgica tambin puede dividirse en subzonas: la ms superficial es llamada subzona ftica, lo que denota el hecho de que la luz alcanza a llegar a ella. En general, comprende hasta cerca de los 200 m de profundidad (no obstante esta subzona no es uniforme, pues en ella existen gradientes abruptos de iluminacin, de temperatura y de salinidad). A mayores profundidades se puede reconocer la subzona mesopelgica, en la cual la luz es exigua y donde el gradiente trmico es ms suave, y con menores variaciones en el tiempo; en la subzona mesopelgica existe un nivel mnimo de oxgeno y mayores concentraciones de nitratos y fosfatos. A mayor profundidad se halla la zona batipelgica (vase ms abajo). Zona bntica. En general, se refiere, al fondo marino, sitio donde habitan distintas formas de vida que se caracterizan por medrar entre la arena y el cieno del fondo. En estos sitios, mucha de la materia orgnica proviene de la muerte de organismos que habitan en regiones ms superficiales, cuyos restos terminan alcanzando el lecho marino. La profundidad a que se halle el fondo marino hace que las condiciones de temperatura, luz y presin, entre otros factores, puedan ser radicalmente distintas en diferentes partes del ocano, lo que impone severas restricciones a la mayor parte de las formas de vida en aquellos sitios de mayor profundidad. En las profundidades mayores se puede decir que el fondo marino est en contacto con la usualmente llamada subzona batipelgica, en la cual prevalecen la oscuridad, la alta presin hidrosttica y bajas temperaturas (usualmente entre 2 y 3C; Smith, 1980). Estas ltimas son las condiciones caractersticas de los llamados abismos ocenicos. Abismos ocenicos. Este concepto especfico se refiere a fosas de ms de 1,000 m de profundidad ubicadas en la subzona batipelgica. Los avances obtenidos en la exploracin de las fosas ocenicas durante los ltimos 20 aos han mostrado hechos inesperados como que, a grandes profundidades y en total ausenEcosistemas acuticos 13
cia de luz solar, existen comunidades de bacterias, de varios invertebrados y unos cuantos vertebrados, que se desarrollan de manera estable gracias a la energa que proveen surtidores hidrotermales asociados con la actividad volcnica que ocurre bajo la corteza de la Tierra (Jannasch, 1983; Grassle, 1984). En estos inslitos ecosistemas los productores primarios son bacterias muy especiales, capaces de transformar materiales inorgnicos, incluyendo algunos compuestos de azufre, en materiales aprovechables por la vida. La biomasa crece en torno a este proceso que resulta radicalmente distinto al que sustenta el paradigma de la ecologa tradicional (en el cual los productores primarios transforman materia inorgnica en materia orgnica, utilizando la energa solar). Varios tipos de gusanos se alimentan de las bacterias en las ventilas hidrotermales y, a su vez, algunos crustceos depredadores y hasta peces abisales obtienen su alimento en la vecindad de esos surtidores de calor, sin que ninguno de estos seres sea tocado por la luz solar a lo largo de su vida. Esto constituye un apartado adicional de la biodiversidad, bsicamente desconocido hasta hace relativamente poco, pero cuya conservacin es de la mayor importancia puesto que contina aportando evidencia de alto inters respecto al origen y desarrollo de la vida en la Tierra. Aguas pelgicas en general. Probablemente las zonas marinas ms importantes para el hombre son las aguas pelgicas intermedias, debido a que en ellas se desarrollan principalmente las actividades pesqueras martimas. La mayor parte de los peces y otros organismos de gran importancia para el consumo humano son obtenidos de comunidades biolgicas que habitan en extensiones ms o menos superficiales de agua marina pero, hasta el momento y a pesar de distintos esfuerzos, no se conocen suficientemente ni la magnitud de las poblaciones de las especies que se pescan, ni sus relaciones con otras especies y comunidades, ni las fluctuaciones naturales, ni todos los movimientos, ni los determinantes de los procesos de productividad y estabilidad de los ecosistemas que sostienen la pesca (Brill y Lutcavage, 2001). El mar sigue planteando retos de gran envergadura para la investigacin y la conservacin, tanto por su tamao como por su complejidad. Pero llama la atencin que, a pesar de su enorme extensin, el ocano puede estar
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resintiendo ya los efectos de la sobreexplotacin de especies marinas y de la contaminacin por diversos tipos de desechos producidos por la humanidad. La preocupacin por estos hechos ha motivado a la Unin Internacional para la Conservacin de la Naturaleza (UICN por sus siglas en ingls) a cuestionar el extendido mito de que las especies marinas tienen una gran resiliencia a la extincin y que no corren riesgo; esta nueva preocupacin tiene su base en evidencias de deterioro, derivadas principalmente de pesqueras. La circunstancia ha generado un impulso para promover acciones tendientes a conocer mejor los sntomas de degradacin de los ambientes marinos y de las formas de vida que all habitan, sobre todo aqullas que son explotadas para consumo humano (Brutigam, 2003). Las reas pelgicas de los mares que se ubican en el territorio mexicano no son la excepcin a esta situacin conflictiva, agravada por un conocimiento deficiente y un uso muy intenso, situacin en la cual las acciones de conservacin y restauracin resultan muy difciles, empezando por la propia escala geogrfica del problema. Arrecifes. Hacia las costas, quiz la diversidad biolgica marina se vuelve un concepto ms cercano a la experiencia y a la curiosidad humanas. Los arrecifes son formaciones submarinas, principalmente de carbonato de calcio secretado por corales (celenterados), por algas rojas como las del gnero Porolithon, as como por foraminferos y moluscos (Smith, 1980; Barnes y Chalker, 1990). Es bien conocido que los arrecifes albergan una excepcional riqueza biolgica; esto obedece a que, adems de los organismos que secretan carbonatos y forman la estructura del arrecife, la complejidad estructural provee una variedad de microhbitat que alberga a muchos tipos diferentes de organismos. Adems, las especies que forman y habitan arrecifes son distintas en los diferentes mares del mundo, lo que agrega un importante componente a la diversidad global. Estando ubicados a poca profundidad, los arrecifes reciben un recambio frecuente de nutrientes gracias a las mareas y corrientes marinas, as como un buen aprovisionamiento de oxgeno. Todo esto explica porqu los arrecifes estn entre los ecosistemas acuticos ms productivos del mundo. Por otra parte, los arrecifes son ecosistemas muy delicados pues las asociaciones funcionales de orga-
nismos animales y vegetales, las llamadas zooxantelas, se formaron en condiciones prolongadas de relativa estabilidad ambiental en una escala de al menos algunos miles de aos (en algunos casos, hasta millones). Por esta circunstancia resultan sumamente sensibles a alteraciones en las condiciones qumicas del agua, a cambios sbitos de la temperatura y a modificaciones respecto a las especies presentes, ya sea la remocin de las existentes o la introduccin de especies ajenas a ellos. De hecho, cambios aparentemente menores en la salinidad, la temperatura o la iluminacin (el incremento en la radiacin UV, por ejemplo) pueden reducir la existencia de zooxantelas entre 60 y 90%, lo que puede significar la desaparicin de la base formativa del arrecife y, por ende, su muerte (comnmente llamada blanqueado), al rebasarse la resistencia y resiliencia del ecosistema (Glynn, 1996, entre otros). La conservacin de los arrecifes se complica debido al gran atractivo que significan para la industria turstica, lo que implica el incremento de la navegacin recreativa de cabotaje as como la pesca tanto de subsistencia como deportiva e, incluso, la captura y consecuente comercio de especies de inters para los acuarios. Por otro lado, la relativa accesibilidad de los arrecifes y su atractivo han fomentado un mayor inters del pblico y una mayor actividad de investigacin cientfica sobre estos. Lo que hoy sabemos, despus de muchas dcadas de trabajo de investigadores en todo el mundo, puede utilizarse en apoyo de su conservacin y su restauracin. Sin embargo, debe tenerse claro que el incremento de la actividad humana en los arrecifes agrega riesgos innecesarios a la situacin delicada que ya tienen varios de estos ecosistemas. Aguas someras aledaas a los litorales. Aun aquellas reas costeras que no contienen arrecifes albergan ecosistemas acuticos de gran importancia, que proveen diversas especies pesqueras de inters comercial y otras que son bsicas para la subsistencia de las comunidades humanas que all habitan. Ante la dificultad de manipular las condiciones del medio marino para fomentar la produccin y an ms para lograr su eventual restauracin en caso de deterioro la utilizacin de aguas marinas cercanas a los litorales para la pesca, entre otras actividades, slo podr ser sustentable en la medida en que se conozcan mejor los
factores que determinan la presencia, la abundancia y las fluctuaciones naturales de las especies que forman esas comunidades. Asimismo, resulta de mximo inters disponer de un conocimiento claro y funcional sobre el estado, la tendencia y los efectos de las actuales descargas de contaminantes al mar, provenientes de actividades humanas tanto martimas (exploracin, explotacin y transporte de petrleo, entre otras) como terrestres (descarga de drenajes urbanos e industriales). En resumen, considerando nuestra exigua posibilidad de influir en la restauracin del deterioro a la escala de mares y ocanos, la conservacin de estos ecosistemas acuticos requiere, sobre todo, gran mesura en el uso. Ambientes acuticos en la lnea de costa. El encuentro entre el agua marina y la tierra forma ambientes nicos, determinados entre otras cosas por la estructura del terreno. As, existen varios tipos generales como los litorales rocosos, las pozas de marea y las playas arenosas, entre otros. En las costas rocosas habitan formas de vida con distintos grados de tolerancia a la desecacin; las ms tolerantes habitan en la parte ms alta, llamada franja supralitoral (la cual puede pasar perodos largos expuesta al aire en los lapsos que median entre el acceso y el retiro de las mareas mayores). En esta franja existen costras de lquenes y algas verde-azules, estas ltimas protegidas por mucosidad resistente a la desecacin y que, a su vez, son alimento de animales marinos igualmente resistentes a la deshidratacin, como los caracoles del gnero Littorina (Doty, 1957). La zona propiamente litoral es aquella franja de las costas rocosas que es cubierta y descubierta diariamente por las mareas. En ella viven principalmente crustceos muy modificados, los percebes o bellotas de mar (Crustacea: Cirripedia), que se fijan a las rocas entre masas de algas feofceas y rodofceas; tambin hay moluscos bivalvos, equinodermos y briozoarios (Smith, 1980). La parte ms baja de esta franja litoral slo queda descubierta durante los perodos de marea ms baja. La zona sublitoral es el punto de contacto de las costas rocosas con el mar abierto y alberga numerosas formas de vida, especialmente en aquellas reas donde las irregularidades de la roca y las distintas texturas de sta provocan patrones diferenciales de turbulencia, gradientes de oxgeno, de luz y temperatura.
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Asimismo, en las reas costeras rocosas muchas veces quedan huecos (de tamao variable, desde pequeos hasta pozas de varias centenas de metros cuadrados de superficie) donde, al retirarse la marea, se conserva cierta cantidad de agua marina por un cierto lapso. Estos sitios, llamados pozas de marea, contienen un tipo de ambiente peculiar: en los de poca profundidad la temperatura puede llegar a ser muy alta y la evaporacin puede incrementar la salinidad considerablemente; no obstante, si llueve, la precipitacin puede modificar las condiciones de las pozas drsticamente, disminuyendo la salinidad al menos mientras la marea no vuelva a inundar el sitio. Esto hace que las pozas de marea sean sitios inestables en perodos cortos pero que, a pesar de ello, resultan importantes como hbitat temporal de muy diversos organismos (Yonge, 1949). Y tambin estn las playas. Donde las costas estn formadas por arena con pendientes muy suaves, el ir y venir del oleaje determina la amplitud, fsica y ecolgica, del rea disponible para los organismos acuticos presentes. De hecho, a simple vista las playas parecen reas prcticamente desnudas de vida, pero en ellas existen muchas formas de vida superficiales (epifauna) y otras que viven enterradas (infauna), cuya existencia depende de los nutrientes que acarrean las mareas y de otros que llegan desde tierra (Smith, 1980). La naturaleza del material que forma la arena, y el tamao y textura de sta, determinan las caractersticas de estos ambientes acuticos (entre otras, la capacidad de retener el agua) y esto influye en la presencia de formas de vida que pueden sobrevivir all exitosamente. La ubicacin de algunas de esas formas de vida vegetales y animales, en estos puntos de encuentro mar-tierra, est determinada por su tolerancia a la fuerza del oleaje, a los niveles mximo y mnimo de la marea, a la textura de la arena y a otros factores. A su vez, las formas de vida terrestres asociadas con playas martimas estn determinantemente influidas por otros factores, por ejemplo, para algunas plantas, el lmite hasta el cual el agua de lluvia puede ser aprovechada, evitando as la desecacin o la deshidratacin osmtica, o bien, para especies tolerantes a la alta salinidad, la posibilidad de mantenerse fijas en el sustrato, entre muchos ms. Otras formas de vida en las playas son mviles y siguen las fluctuaciones de la lnea de marea, la cual determina
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el aporte de materiales alimenticios; otras, totalmente acuticas, aprovechan las playas para desovar y otras ms, terrestres o voladoras, dependen de los organismos habitantes de las playas para su alimentacin. Estos ambientes playeros, relacionados estrechamente con el agua de mar y la de lluvia, quiz no sean ecosistemas por s mismos en el sentido clsico, pues en ellos ocurre muy poca produccin primaria de biomasa, pero vinculan el ecosistema marino con el terrestre y, en ese aspecto, representan un captulo aparte respecto a la conservacin y a la restauracin. Especialmente son de inters los cambios profundos que a travs del tiempo provocan los procesos de erosin hdrica y otros factores, que modifican el paisaje de playas y costas en general. Autores como Short (2000) se han ocupado de estos temas.
condiciones. Numerosas plantas halfitas de los gneros Spartina, Distichlis, Monanthochlo, Abronia o Atriplex, entre muchas ms (Knapp, 1965, GonzlezMedrano, 1972; Rzedowski, 1978) pueden formar comunidades de marjal salobre. Por otra parte, plantas como los mangles y otras, son capaces de tolerar condiciones de salinidad alta. Adems, la densidad y organizacin espacial de plantas de varias especies de mangle y su caracterstica fisonmica frecuentemente con races adventicias forman un hbitat nico e indispensable para una gran variedad de formas de vida acuticas y terrestres (vase Flores Verdugo, en este volumen). Muchos invertebrados, especialmente moluscos y crustceos, encuentran alimento de especial valor nutritivo en los microorganismos y detritos que proliferan en las aguas de estos escenarios, tan variables como productivos. De hecho, los cambios tan frecuentes y pronunciados, en los factores abiticos y biticos, crean condiciones adecuadas para una alta productividad ecolgica y esto favorece, a su vez, la riqueza de especies animales y vegetales microscpicas y macroscpicas en estos sitios. Slo como ejemplo de las caractersticas especiales de los manglares, se ha calculado que la productividad de hojarasca en ellos puede estar cerca de 2,610 kg (peso seco) ha/ao en Quintana Roo, Mxico (Navarrete y Oliva-Rivera, 2002), mientras que en Australia se ha documentado que la productividad puede llegar a estar entre 10,000 y 14,000 kg de peso seco ha/ao (Hamilton y Snedaker, 1984); esto sita a estos ecosistemas entre los que generan ms biomasa en el mundo. Naturalmente, numerosos vertebrados especialmente aves, tanto migratorias como residentes aprovechan la abundancia de alimento y el refugio que les brindan la vegetacin y las aguas de estuarios, marjales y albuferas. En estos ambientes acuticos, cambiantes en lapsos cortos, la estabilidad a largo plazo depende un tanto paradjicamente de que se mantenga ese patrn de variabilidad de condiciones ambientales, principalmente relacionado con el influjo, la salida y el reflujo de las aguas salinas a cuerpos de aguas dulces, principalmente aquellos que, como se indic ms arriba, se hallan en las desembocaduras de ros. En muchos casos el estudio, la conservacin y la restauracin de manglares, y de otros ecosistemas donde se entremezclan aguas dulces y salinas, se han
visto obstaculizados por la dificultad para definirlos en trminos de su composicin florstica, con respecto a ecosistemas de reas aledaas con los cuales se entremezclan (Jayatissa et al., 2002) y esto es tambin parte de los retos a superar. Por toda la complejidad ecolgica de su funcionamiento los manglares son ecosistemas nicos. Considerando que la distribucin geogrfica de los manglares es sumamente limitada a escala mundial, su conservacin es una responsabilidad que urge atender.
Aguas continentales
Las aguas continentales pueden tener sus masas en dos condiciones generales de desplazamiento: con visible movimiento horizontal y rpido recambio de lquido, o con movimientos lentos, principalmente convectivos y recambio lento. Los cuerpos de agua que se mueven en una direccin ms o menos definida, y en los que el lquido se recambia por el flujo gil, se denominan lticos. En comparacin, los cuerpos de agua cuyo contenido de lquido se mueve bsicamente dentro de la depresin del terreno donde se hallan, y lo hace principalmente con movimientos convectivos con un recambio de aguas ms o menos limitado, se llaman lnticos. Evidentemente, en la naturaleza pueden encontrarse situaciones intermedias entre ambas condiciones, pero la distincin ayuda a comprender mejor la dinmica de los ecosistemas acuticos epicontinentales. En general, pueden reconocerse distintos tipos de ecosistemas, tanto lticos como lnticos, lo cual ha motivado el desarrollo de distintos sistemas de clasificacin; entre los ms difundidos se halla el creado por Cowardin et al. (1979) para los hbitats acuticos en una parte de Norteamrica, mismo que ha sido la base de muchas modificaciones y variantes. Por la mera tendencia del agua a ocupar las depresiones del terreno, los ecosistemas acuticos suelen considerarse mejor delimitados de manera natural que los terrestres. Pero al mismo tiempo, el propio volumen de la masa acutica y su movilidad (o la falta de ella), imponen limitaciones importantes a factores crticos para la existencia continua de las distintas formas de vida acutica que, si cambian sensiblemente, pueden alterar de modo permanente el ecosistema.
Ecosistemas acuticos 17
Entre los factores que confieren al agua sus cualidades estn su densidad y las variaciones de sta con la temperatura, debido a su alto calor especfico (que es la causa de su lento incremento de temperatura y, al mismo tiempo, de su tendencia a enfriarse lentamente). Adems, el agua muestra una sorprendente capacidad para disolver una gran cantidad de elementos y compuestos qumicos (i.e. propiedad de solvente casi universal debido a su carcter de molcula bipolar [H2O, con carga positiva hacia el hidrgeno y carga negativa hacia el oxgeno]). Todo lo anterior es lo que hace del agua un componente y un medio fundamental en el fenmeno de la vida, tanto en el mar como en ros y lagos. A escalas local, regional, subcontinental y continental, existen muchas posibilidades de estructuracin y funcionamiento de los ecosistemas acuticos. El tamao, el movimiento, la evaporacin, la oxigenacin, la presencia de distintas combinaciones de solutos, el tipo de sedimentos presentes y su tasa de depsito, la temperatura del lquido (cuya marcha, a su vez, es determinada por la topografa del vaso, por su profundidad mxima, y por la forma y velocidad en que ingresa y egresa agua en el sistema), son factores que proporcionan en menor o mayor medida, las caractersticas de cada entorno acutico. Un ejemplo simplificado al extremo puede ser la organizacin que muestra un lago, en funcin de su profundidad y de si localmente los patrones de circulacin de agua diarios o estacionales son simples o complejos, como ocurre en reas templadas, donde las variaciones estacionales de temperatura generan capas trmicas ms o menos definidas (epilimnion, mesolimnion e hipolimnion, de la superficie al fondo). La interaccin entre esos factores abiticos determina un cierto arreglo de variables que a su vez condicionan interacciones ms complejas; algunas especies son transportadas por el viento, unas son microscpicas y otras macroscpicas; algunas vegetales, otras animales y otras ms fngicas; unas autctonas y hasta microendmicas, otras incluso alctonas (es decir exticas, e.g. especies ajenas al sitio, a la regin o al pas, introducidas ya sea accidental o deliberadamente), y otras de distribucin muy amplia a escala regional o mundial. La coexistencia de tan gran variedad de factores, biticos y abiticos, forma
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ecosistemas acuticos peculiares en distintas partes del planeta. Por supuesto, cada combinacin local es nica y seguramente irrepetible. Adems, cada ecosistema acutico puede existir en un estrecho margen de circunstancias, por ejemplo, si histricamente se ha mantenido con variaciones y ritmos de cambio suaves, esto podra hacerlo altamente vulnerable a cambios de mayor magnitud, especialmente si estos se produjeran de manera abrupta en el tiempo (como en tiempos cortos como los de una vida humana). Con estos conceptos generales, puede pasarse a una revisin general de los principales ecosistemas acuticos en reas continentales.
Ecosistemas lticos
Arroyos y ros de montaa. La topografa de cada regin, y la ntima relacin entre la fuerza de gravedad de la Tierra y el flujo del agua, determinan la ubicacin y lmites de las llamadas cuencas hidrolgicas superficiales, usualmente formadas por depresiones que, juntas, frecuentemente resultan en estructuras anidadas de mayores dimensiones (Allen y Hoekstra, 1992; Snchez, 2003). Evidentemente el agua captada de la lluvia fluye desde las partes altas de cada cuenca, mediante un proceso que inicia con la retencin inicial del agua en el suelo, favorecida por la vegetacin nativa presente en la cabecera de una cuenca. Aunque puede haber cierto arrastre de materiales del lecho, si existe el colchn de vegetacin en la cabecera de cuenca, la paulatina liberacin de agua por ste y la consolidacin que da a las riberas logra evitar que los torrentes resulten demasiado erosivos. Si se remueve la cubierta vegetal en cabeceras de cuenca, se sumarn al cauce ms materiales del suelo y la cantidad de sedimentos ser mucho mayor al llegar las aguas al pie de monte. En una cuenca tpica los flujos superficiales y eventualmente algunos subterrneos coalescen formando un arroyo en el fondo de cada nanocuenca o microcuenca. Este arreglo se repite de manera anidada en cuencas de dimensiones cada vez mayores formando cauces con mayor tirante de agua y, finalmente, forma las macrocuencas y grandes ros que son de tanta importancia para la vida humana, especialmente
para bebida y aseo, riego, drenaje, y para la industria hidroelctrica. Dicho sea de paso, hasta ahora, estos usos no han logrado merecer el calificativo de ecolgicamente sustentables. Volviendo a las fuentes de los ros, raras veces la superficie de una cabecera de cuenca tiene una superficie uniforme; por el contrario, lo usual es que su relieve sea ms o menos abrupto y la pendiente considerable, por lo cual es frecuente que los arroyos de montaa tengan muchos tramos con flujo turbulento; a diferencia de los ros de planicie, que tienen trechos ms largos con flujos mucho ms laminares. As, las corrientes rpidas de montaa (con velocidad de ms de 50 cm/seg; Nielsen, 1950) propician una alta oxigenacin del agua, que favorece a formas de vida vegetal, animal, fngica y microorgansmica caractersticos, especialmente las comunidades de algas que crecen en los rpidos (tambin llamados rabiones) y los muchos invertebrados estrictamente asociados a torrentes (Nielsen, 1950). Cuando existe cobertura densa de vegetacin nativa en la cabecera de cuenca, la liberacin paulatina del lquido permite que algunos arroyos de montaa tengan un escurrimiento perenne en tanto que, en cabeceras de cuenca que de modo natural son ms ridas, el flujo puede ser intermitente e incluso puede interrumpirse en la temporada de sequa. Un fenmeno parecido, pero ms drstico, ocurre cuando se remueve la vegetacin en las cabeceras de cuenca; esto favorece torrentes de gran fuerza en la poca lluviosa, que se alternan con la interrupcin del flujo y con la evaporacin del agua del suelo de las riberas durante la temporada de sequa, en la mayor parte del cauce. Las temperaturas del agua en esos ambientes lticos pueden variar a lo ancho, profundo y largo de una corriente dada. La estructuracin hidrolgica de un arroyo o ro de montaa resulta un factor muy importante en el modelado de la forma y textura de las paredes y del fondo. Ciertamente, en los arroyos y ros de montaa el vigoroso movimiento del agua arrastra los materiales que desprende, lo cual tiende a modificar la forma, la anchura, la direccin y hasta la ubicacin misma del cauce (Schumm, 1977; Winward, 2000). Este es un fenmeno natural y permanente, que cambia la fisonoma de un sitio en lapsos prolongados (incluso a veces de manera perceptible a la escala
de una vida humana). Estos procesos de cambio se relacionan principalmente con la interaccin entre la velocidad de la masa de agua y la susceptibilidad a la erosin que presente el material que compone el cauce. En los arroyos de montaa perennes de caudal apreciable suele existir una cierta organizacin del flujo, el cual es ms rpido en el centro del cauce que en las paredes del mismo o en la superficie. Los materiales que arrastra un ro erosionan las paredes y el fondo a medida que son lanzados por la corriente central hacia estos. Las paredes del cauce suelen tener mayor concentracin de races sumergidas hacia la parte alta y menor hacia el fondo: con ello, muchos arroyos y ros muestran una erosin diferencial en las paredes, lo cual puede darle al cauce una forma ovalada, visto una vez ms en sentido transversal (Winward, 2000). Esta vigorosa dinmica obliga a buscar maneras adecuadas para dar seguimiento a los cambios en este tipo de entornos y en los ecosistemas que contienen. La vegetacin sumergida emergente y flotante de los arroyos de montaa tiende a ser comparativamente pobre pero, curiosamente, en esas corrientes la productividad primaria es relativamente alta debido al arrastre de nutrientes desde las partes ms elevadas (Nelson y Scott, 1962), y lo es especialmente en los rpidos, donde el crecimiento de algas sobre rocas es notable e, incluso, permite la proliferacin de otras algas microscpicas que incluso viven de manera epfita sobre plantas macroscpicas, formando comunidades biolgicas conocidas como periphyton (Smith, 1980). Distintas especies animales, microscpicas y macroscpicas por igual (protozoarios, insectos, anfibios y peces, entre muchas ms) han logrado adaptarse a estas condiciones especiales, aprovechando la energa que aportan nutrientes orgnicos provenientes tanto de la fotosntesis local como de aportaciones del medio terrestre corriente arriba. Muchas de esas especies animales son estrictamente dependientes de esas condiciones e, incluso, pueden ser endmicas a esos sitios. Las comunidades biticas de ecosistemas acuticos como los ros son delicadas en general; a veces, puede bastar un pequeo cambio en las concentraciones de metales traza (microgramos por litro) para alterar la fisiologa o estado de salud de especies animales locaEcosistemas acuticos 19
les, lo cual sufre una amplificacin de efecto alterando las abundancias relativas de stas hasta afectar todo el ecosistema (Patrick, 1975). Asimismo, la vegetacin de ribera en las corrientes de montaa puede o no ser densa pero, en cualquier caso, forma comunidades cuya composicin florstica suele ser caracterstica y puede incluir taxones endmicos. La usual transparencia del agua en corrientes de montaa depende de muchos factores, destacadamente de la densidad de la vegetacin en la cabecera y corriente arriba, pero en cualquier caso las condiciones hidrolgicas son, fsica, qumica y biolgicamente distintas a las de los ros de planicie baja, que se forman con la afluencia de distintos arroyos de montaa una vez que estos alcanzan el pie de monte. Ros de pie de monte y de planicie. El carcter de un ro de planicie en su inicio proviene, al menos en parte (tanto en lo fisonmico como en lo hidrolgico), de las caractersticas fsicas del flujo y de los atributos qumicos del agua de los distintos arroyos y ros de montaa que lo forman, y que confluyen en el pie de monte. En estos lugares, durante la poca ms seca, las aguas que arriban al ro de planicie son relativamente claras, pero al llegar la poca lluviosa, la turbiedad de los afluentes es mucho mayor debido al arrastre de materiales que se inicia desde las distintas cabeceras de cuenca que confluyen. Todo esto puede determinar las caractersticas de la productividad primaria en el inicio de un ro de planicie. Por otro lado, no hay que perder de vista que en muchas cuencas no solamente la hidrologa superficial es determinante respecto a la cantidad y calidad del agua que llega a un ro u otro cuerpo de agua de planicie; tambin pueden existir mantos freticos, de distintos tamaos y formas, cuyas aguas pueden verterse finalmente a ros de planicie en forma de manantiales, luego de un largo tiempo desde su infiltracin al subsuelo (Maass, 2003). A veces, un mismo manto de agua subterrnea puede aportar lquido a dos o ms cuencas hidrogrficas, adyacentes pero distintas; ste es un factor ms que debe considerarse con todo detalle, al evaluar la dinmica hidrolgica de un ecosistema acutico. El flujo de agua de los ros en reas con pendiente muy ligera es naturalmente ms lento, lo que ocasio20 Los escenarios acuticos
na frecuentemente cursos sinuosos que favorecen la formacin de meandros (curvas exteriores que se aprecian en forma de c o s). Estos meandros, aunque tienen la tendencia a permanecer por tiempos considerables sufren paulatinamente la debilitacin de su estructura, especialmente en las reas donde la corriente se ve forzada a iniciar el giro. Debido a esta fuerza tangencial los meandros pueden llegar a quedar abandonados por el ro, cuando la fuerza de la corriente logra romper el cuello del meandro y literalmente corta camino por all, pendiente abajo (Leet y Judson, 1968). As, la fisonoma de un ro de planicie tambin puede sufrir modificaciones notables que, por su naturaleza, influyen a su vez sobre los procesos abiticos y biticos que ocurren en la masa de agua y en las riberas. Otro de los efectos ms notorios en cuerpos de agua lticos es que, cuando fluyen por pendientes suaves, los detritos recibidos por arrastre desde corriente arriba tienden a sedimentarse ms en el fondo y, por otra parte, esto puede hacer ms probable el desarrollo de comunidades planctnicas. Aunque ya se vio que las aguas, una vez que dejan el pie de monte y se adentran en una planicie suelen disminuir su velocidad, esto puede ser tan variable como lo determine la topografa local, pues a una planicie de muchos kilmetros puede seguir, por ejemplo, un desnivel antes de la siguiente planicie ms abajo. As, por ejemplo, cuando hay cadas de agua entre planicies ubicadas a diferentes altitudes, el nivel de oxgeno disuelto que habra disminuido a medida que el agua hace un suave recorrido por el cauce se incrementar bruscamente al pasar las cascadas. Por otro lado, a distintas altitudes pueden presentarse diferentes componentes de la flora acutica y distintos tipos de vegetacin sumergida, emergente y flotante, con historia biogeogrfica nica y cuya existencia puede estar determinada por las condiciones geomorfolgicas y climticas locales, en cada tramo del ro. Esto puede determinar los tipos de vegetacin que existan (sobre todo en los meandros y remansos de los ros). La fauna acutica en ros de planicie a baja altitud suele ser claramente distinta a la de arroyos de montaa, generalmente con mayor presencia de animales acuticos que se alimentan de
detritos y, tambin en general, con una menor diversidad de especies acuticas de altos requerimientos de oxgeno, transparencia del agua y turbulencia. Pero esto no significa que la importancia de los ros de planicie baja sea menor; por el contrario, estos pueden ser hogar de gran diversidad de especies y el nico hbitat disponible para especies endmicas que han evolucionado en condiciones de particular turbidez, menor oxigenacin y en dependencia mutua con otras especies locales, animales y vegetales. Debe destacarse que, desde la prehistoria, las comunidades humanas se han asentado en las mrgenes de ros importantes de planicie, sobre todo en regiones subtropicales y tropicales (aunque tambin en algunas reas templadas). Esto no es sorprendente, debido a la necesidad de disponer de un abastecimiento permanente de agua de calidad aceptable y de tierras frtiles derivadas de los depsitos de aluvin en las riberas de los meandros. Pero, precisamente por ello, muchos de esos ros han sufrido severas consecuencias derivadas del irrestricto crecimiento de los asentamientos humanos que, a su vez, ha provocado incrementos muy notorios de desechos domsticos (que terminan vertindose justamente a los mismos ros). En adicin a esto, histricamente el desarrollo tecnolgico ha generado actividades agrcolas e industriales que han utilizado cada vez ms intensamente a los ros de planicie, tanto en calidad de fuentes de agua como de drenajes, sin atender a un concepto bsico: un ro quiz puede degradar por largo tiempo algunos desechos domsticos producidos por pequeas comunidades humanas asentadas en sus riberas, pero no puede hacerlo con grandes cantidades de desechos locales muchos de ellos industriales a los cuales se agregan otros desechos vertidos por comunidades humanas ubicadas aguas arriba. Este es un asunto que frecuentemente ha rebasado la resistencia y la resiliencia de los ros, los cuales, por un tiempo, parecan soportar la presin de contaminacin y otros factores sin dar grandes indicios de prdida de biodiversidad hasta que, en algn momento, los indicios de peligro se presentaron en un plazo breve, y slo para dar paso a una degradacin notoria y permanente del sistema. El proceso de degradacin de la calidad de cuerpos de agua es descrito en mayor detalle por Lindig y Zambrano, en este volumen.
Pozas y lagunetas intercaladas en cauces de ros. Estos rasgos del paisaje son ejemplos de situaciones intermedias entre los conceptos de ecosistemas ltico y lntico. En numerosas reas de Mxico los rasgos topogrficos favorecen que un ro, sea de montaa o de planicie, forme vasos naturales en distintos tramos de su curso. Al ingresar a tales vasos, dependiendo de la profundidad y la forma que stos tengan, las aguas cambian de velocidad. Con ello sus dinmicas, al menos trmica y de intercambio gaseoso, tambin se modifican, en parte porque aunque existe cierto flujo neto de agua el volumen contenido en la poza es grande y la mayor parte de ste no logra ser movido. Entre muchas particularidades de estos tipos de entornos acuticos, las caractersticas del fondo pueden ser radicalmente diferentes a las del resto del curso del ro; por ejemplo, el fondo puede ser pedregoso en el lecho del ro y resultar cenagoso en un vaso o poza. Esto tambin tiene efectos en la presencia y distribucin de especies de flora y fauna acuticas estrictas (y tambin de algunas facultativas). Por otra parte, si una poza de este tipo es somera, la temperatura del agua puede llegar a ser alta en las horas de insolacin, pero tambin tiende a enfriarse ms por la noche. As, la marcha diaria y estacional de la temperatura del agua en una poza de ro somera resulta muy variable, en comparacin con una poza profunda, que en general ser ms fra pero con menor variacin trmica. Por otro lado, los vasos profundos intercalados en ros suelen tener una estratificacin trmica mejor definida que las partes del cauce con corriente ms perceptible, lo cual influye en la composicin, estructura y funciones de las comunidades biticas presentes de pozas profundas. Mientras que en los tramos de arroyos o ros que tienen corriente definida, y por ello mejor oxigenacin, predomina la produccin de materia orgnica, en los vasos profundos intercalados predomina la descomposicin (Smith, 1980). En ros cuyo flujo es intermitente, la presencia de pozas profundas provee la nica opcin de supervivencia para muchas especies acuticas durante la sequa, las cuales se concentran en ellas. Esto incluso puede favorecer el encuentro de los sexos de algunos animales acuticos en las pozas, evento que es menos probable en las pocas en que el agua fluye ms intensamente por el cauce.
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Estas pozas naturales, intercaladas en algunos ros, han sido parte del ambiente natural por milenios o plazos an mayores, por lo cual no representan obstculos para los ciclos de vida de las especies nativas. En contraste, la construccin de represas artificiales significa cambios drsticos del entorno; desde topogrficos hasta hidrolgicos. Adems, hay un factor de escala estrechamente asociado con el tamao de las represas; mientras ms grandes, mayores efectos negativos producen en los ecosistemas acuticos aguas abajo. La alteracin del volumen y periodicidad natural de los flujos de agua, las maneras en que se desfogan los excesos de agua, la mecnica hidrulica, el acarreo y desprendimiento de sedimentos y detritos orgnicos, entre otros, son factores que se alteran con la construccin y operacin de represas. Los efectos de estas alteraciones no se limitan al vaso mismo y sus alrededores; por el contrario, aguas abajo los efectos pueden ser tan notorios que toda la personalidad del ro cambia una vez instalada una represa. No solamente suelen producirse daos muy notorios en la apariencia de los ecosistemas acuticos y ribereos, sino que ciclos completos de vida y relaciones trficas pueden cambiar de manera drstica. Algunos langostinos (por ejemplo, los del gnero Macrobrachium) tienen ciclos de vida que requieren el ascenso y descenso a lo largo del cauce de los ros, en distintas pocas del ao; siguiendo el esquema descrito prrafos anteriores, durante la sequa los langostinos de ambos sexos pueden concentrarse en pozas ro arriba y, ms adelante, las hembras bajarn y depositarn los huevos en otras reas (a veces cerca de la desembocadura). A diferencia de las paredes de una poza natural, una cortina vertical de concreto puede ser un obstculo insalvable para el ascenso y el descenso de especies acuticas como stas. A su vez, otras especies no estrictamente acuticas como las nutrias (por ejemplo, Lontra longicaudis) se alimentan con alta preferencia de langostinos, por lo cual la alteracin de los ciclos de estos ltimos por una represa, sin duda afectar negativamente a las poblaciones de nutrias (Gallo, 1989; Snchez, 1992) lo cual no es trivial pues, por ejemplo en Mxico, esta especie de mamfero ribereo se considera amenazada, en la Norma Oficial Mexicana de especies en riesgo (NOM Semarnat-059-2001).
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Como se ve en este ejemplo uno, entre muchos a pesar de las ventajas que puede tener la construccin de represas desde las perspectivas de la agricultura (riego), la generacin de energa hidroelctrica, la recreacin humana y otras actividades, sus costos ecolgicos suelen ser muy altos. Por otra parte, la vida realmente til de las represas suele restringirse a plazos menores a 100 aos, principalmente debido a problemas de azolve y de eutrofizacin de sus aguas. Los costos derivados de la construccin y operacin de represas por daos a comunidades animales y vegetales, a ecosistemas naturales y a opciones para la vida humana, suelen ser mucho mayores en el largo plazo que los beneficios inmediatos. Corrientes subterrneas. Como consecuencia de procesos de mecnica hidrulica iniciados hace millones de aos y aun vigentes, el agua de lluvia ha penetrado en la corteza terrestre y sigue acumulndose en algunos sitios. Esos mantos freticos con frecuencia se encuentran a profundidades considerables, formando lentes de agua que son de la mayor importancia como estabilizadores del terreno, y cuya trascendencia alcanza tambin a la vida humana, pues son las fuentes del agua que se obtiene mediante pozos profundos, especialmente en regiones ridas. Con ello, queda claro que no slo utilizamos el agua de lluvia reciente sino que, con frecuencia, la supervivencia de numerosas comunidades humanas puede depender en parte de la extraccin de agua fsil, que no se repondr en lapsos cortos, sino slo a travs de millones de aos. Biolgicamente hablando, la legendaria pureza de las aguas subterrneas obedece a que muy pocos organismos patgenos son capaces de sobrevivir en esas lentes de lquido encerradas por roca impermeable. Sin embargo, no todas las aguas subterrneas tienen esas caractersticas: sobre todo en terrenos calizos proclives a la infiltracin del agua pluvial y a la erosin hdrica, los ros de superficie estn virtualmente ausentes y son reemplazados por corrientes subterrneas (Bakalowicz, 1999). Estas corrientes se abren paso mediante la erosin progresiva de la roca, favorecida por la fuerza de gravedad que arrastra el agua hacia reas ms bajas, hasta que eventualmente alcanzan el nivel del mar. Esto puede ocurrir por completo de manera subterrnea (o incluso hasta desembocar bajo la superficie marina, como ocurre en varios lugares de la
Pennsula de Yucatn) pero en otros ros subterrneos, a pesar de la constante erosin, pueden permanecer estructuras similares a domos. Eventualmente, cuando estos techos remanentes de la roca erosionada estn muy cerca de la superficie pueden colapsar, dejando entonces paso a la luz solar y a numerosos detritos procedentes de la superficie. Estas circunstancias suelen crear hbitats acuticos muy especiales, los llamados cenotes (dzonot, en lengua maya), en los que la vida tambin se manifiesta profusamente. Algas, invertebrados, vertebrados y muchos otros seres muchos de ellos endmicos pueblan las aguas de esos cenotes, generalmente alcalinas por efecto de la disolucin de la roca caliza. En el curso de la evolucin de sistemas de ros subterrneos, algunas especies marinas han penetrado a estos cursos de aguas dulces. A travs de la permanente transformacin natural de tales cursos de agua subterrnea, en ocasiones se ha llegado a producir el bloqueo secundario de algunas masas de agua, proceso que ha propiciado la especiacin geogrfica al dejar aislado algn grupo de organismos. Este proceso de evolucin en aislamiento ha llegado a casos tan extremos como la existencia de especies de crustceos y peces sin ojos, cuyos parientes ms cercanos habitan sistemas de ros vecinos, o bien, pueden ser descendientes directos de formas marinas (por ejemplo, crustceos) cuyos antecesores quedaron aislados en aguas dulces, en sitios antes comunicados con el mar en las propias desembocaduras de corrientes subterrneas. A fenmenos de este tipo obedece la existencia de muchas formas de vida que hoy resultan microendmicas a cenotes particulares. Algunas de esas especies microendmicas de corrientes subterrneas han continuado su evolucin en ausencia de contacto con la luz solar, producindose en ellas otros cambios radicales respecto a sus ancestros (como ajustes de la secuencia de etapas del desarrollo). La vida en esos cursos y cuerpos de agua subterrneos prospera en ausencia de luz, gracias al aporte de aquellos nutrientes que caen de la superficie, por ejemplo, a travs de los cenotes, y gracias al oxgeno que se genera por el flujo turbulento de agua, en reas de rpidos bajo tierra. Esas especies, como el resto de las microendmicas terrestres y de aguas superficiales, son taxones muy delicados en funcin de su alta especializacin y su
muy reducida rea de distribucin. La desaparicin de cualquiera de esas especies da como resultado un dao irreversible a la biodiversidad.
Ecosistemas lnticos
Cuerpos de agua en cuencas endorreicas. Las cuencas exorreicas son aquellas cuyo vertimiento ocurre hacia otras cuencas, usualmente hasta llegar a algn litoral marino. En contraste, las cuencas endorreicas son aqullas cuyas laderas convergen en un punto central, sin verter a otras ni llegar al mar (Tricart, 1985). As, por ejemplo, en una laguna de cuenca endorreica se renen las aguas captadas por todas las vertientes confluentes, las cuales terminan su flujo superficial justamente en ese cuerpo de agua. Estrictamente hablando, salvo algunas que tienen sumideros evidentemente reconocibles hacia el subsuelo y que generan flujos que pudieran aflorar en otras cuencas vecinas, las lagunas de cuencas endorreicas son buenos ejemplos de ecosistemas lnticos, ya que el aporte de aguas pluviales queda contenido en la cuenca a la que pertenecen. Las cuencas endorreicas, en resumen, son geoformas comparables a ollas, dentro de las cuales las nicas salidas para el agua captada pueden ser la infiltracin en el subsuelo o la evaporacin progresiva hacia la atmsfera. Existen lagunas de cuencas endorreicas amplias y muy pequeas, profundas y someras. El aporte de agua proviene principalmente de la precipitacin pluvial local, aunque en unos cuantos casos tambin pueden recibir aporte de agua presente en el subsuelo (que compensa la evaporacin). En algunos crteres de volcanes existen lagunas mantenidas por el aporte pluvial (llamadas axalapascos en lengua nhuatl) que satisfacen, estrictamente, la definicin de una laguna de cuenca endorreica y cuyo nivel de agua muy difcilmente exceder los bordes del crter. Aun en esos crteres-lago, aparentemente quietos, pueden distinguirse rasgos estructurales que muestran que no se trata de simples recipientes de lquido esttico. En axalapascos profundos pueden reconocerse zonas ms o menos especficas. As, se puede reconocer una zona superficial, a la cual la luz llega sin problema (zona limntica), dentro de la cual, la zona litoral es aqulla en la que el agua es somera y el fondo se halla cerca de la superficie. La zona ms all de donde la
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luz alcanza, se puede denominar zona profundal y en ella ocurren procesos biolgicos muy distintos que en la ms superficial, pudiendo predominar los de tipo anaerbico. En stas y en otros tipos de lagunas las relaciones entre la profundidad y la superficie, la altitud y la posicin geogrfica respecto a otros ambientes, as como el rgimen climtico local, determinan su carcter oligotrfico (con pocos nutrientes), eutrfico (con nutrientes moderados) o hipertrfico (con exceso de nutrientes). Esto nos conduce a buscar algunas explicaciones adicionales acerca de la naturaleza y funcionamiento de los lagos: Lagos en general. En principio los lagos oligotrficos: a) siendo profundos, tienen una superficie pequea en relacin con el volumen de agua contenido, b) en ellos el lquido es claro y de tonalidades azulosas debido a la profundidad, c) los sedimentos del fondo tienen ms materia inorgnica que orgnica y d) el oxgeno se encuentra presente en algn grado en sitios prximos al fondo. En contraste, normalmente los lagos eutrficos tienen: a) siendo someros, una gran superficie de agua en relacin con el volumen, b) lquido con abundancia de nitrgeno y fsforo, lo que estimula el crecimiento de algas y otros vegetales, c) fitoplancton concentrado hacia la superficie, lo que da a las aguas un tono verdoso y frecuentemente turbio, lo cual a su vez restringe el paso de la luz, por lo que la productividad primaria se concentra en una angosta capa superior; y adems, d) detritos orgnicos que se acumulan en el fondo, lo cual contribuye a la abundancia de nutrientes y propicia condiciones anaerbicas en el fondo (Smith, 1980). Adems, la influencia del rgimen local de temperatura (tanto diario como estacional) puede determinar la existencia de otro tipo de zonacin temporal de un lago. En latitudes templadas, sobre todo en el verano, las aguas ms superficiales se calientan con mayor rapidez y alcanzan mayores temperaturas, formando una capa de densidad menor que las aguas ms profundas; a esta capa se le llama epilimnion. Justamente debajo de este epilimnion existe una capa de grosor variable, caracterizada porque su temperatura y densidad varan drsticamente en tramos muy
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pequeos de profundidad (por esta razn tambin se le ha llamado termoclina). Por debajo de la termoclina las aguas tienen menor temperatura y sta resulta ms uniforme, lo cual determina que la densidad sea mayor hacia el fondo; esta ltima zona se llama hipolimnion (Wallace et al., 1984). La zonacin explicada ocurre principalmente en los meses clidos, mientras que en meses ms fros los vientos enfran la superficie y la zonacin se vuelve menos definida, lo cual propicia la mezcla de aguas en una laguna dada, con la consecuente llegada de ms oxgeno al fondo y de sedimentos a las capas superficiales. En algunos casos la entremezcla ocurre una vez al ao (principalmente en primavera) y a esos lagos se les llama monomcticos. Si la entremezcla de aguas ocurre en varias pocas del ciclo anual, los lagos pueden calificarse como polimcticos. Todo este proceso de recirculacin de aguas, gases y materia orgnica, confluye en el mantenimiento a largo plazo de la biodiversidad y, especialmente, de la productividad primaria acutica y de otros importantes procesos ecolgicos en los lagos. En los casos en que la evaporacin del agua pluvial es intensa por ejemplo, en una laguna somera de cuenca endorreica aun cuando no llegara a desecarse la laguna, la salinidad del agua puede llegar a un punto tan alto que varias de las plantas y animales acuticos de las comunidades ecolgicas originales no son capaces de sobrevivir. A lo largo de la historia geolgica, todo ello ha determinado que en sitios con esas circunstancias las especies acuticas que lograron sobrevivir hayan evolucionado como formas ahora capaces de soportar tales condiciones. Adems, como consecuencia de procesos de aislamiento geogrfico, algunas de esas especies de plantas y animales han resultado microendmicas a sus respectivos lagos y cuencas hipersalinas. Por esta razn, las lagunas de cuencas endorreicas son uno ms de los muchos focos de atencin para la conservacin de la biodiversidad en Mxico. Complementando lo antes dicho, hay que sealar que en las playas que se forman en estos ecosistemas acuticos sujetos a gran evaporacin, el suelo puede volverse y permanecer tan salino que incluso las plantas ribereas menos tolerantes tampoco pueden subsistir; entonces, las antiguas playas pueden ser colonizadas por especies vegetales halfitas, principalmente aqullas cuyas semillas son dispersadas por el viento.
Por otro lado, debe tomarse en consideracin que los lagos, como muchos otros ecosistemas dulceacucolas, cambian de manera permanente (de forma o tamao, entre otros aspectos) lo que implica que una depresin endorreica que, primero, da origen a un lago o pantano, ms adelante puede ir rellenando progresivamente su fondo con sedimentos y, con ello, puede cambiar de una situacin oligotrfica a una eutrfica y, eventualmente, si la evaporacin excede al aporte de agua, puede incrementar su salinidad y luego reducir su volumen hasta quedar convertido en una cinega estacionalmente inundable y, finalmente, puede transformarse en algn tipo de ecosistema de pradera o pastizal. Todo ello es parte de la evolucin natural de estos ecosistemas acuticos. En general, puede decirse que los ecosistemas acuticos, como lagos u otros humedales, suelen ser a escala geolgica rasgos efmeros del paisaje que cambian en algunos cientos de miles de aos. Aunque a la escala de una vida humana unos cuantos miles de aos pueden parecernos demasiado, claramente, en la naturaleza muchos cambios ocurren en lapsos largos, por lo que no se justifica en modo alguno favorecer la aceleracin de procesos de eutroficacin, azolve y desecacin, debidos a actividades como la extraccin excesiva de agua de estas cuencas, que se practican en apenas unas decenas o cientos de aos. La continua captacin de partculas de la atmsfera por parte de la superficie de los lagos, brinda un archivo de la historia del paisaje local: la sedimentacin de esas partculas (tierra, polen, contaminantes, entre otros), especialmente en lagos relativamente profundos, permite reconstruir cambios ocurridos en el ambiente local, en ocasiones tan atrs como el origen mismo del cuerpo de agua (Watts y Bradbury, 1982). La capacidad de comprender el significado de ese archivo de capas de sedimento puede permitir algunos pronsticos de utilidad potencial para la conservacin, puesto que revela los distintos estados por los que un lago ha pasado, hasta llegar a su condicin en el presente. Lagos con aporte y vertimiento lento de aguas. La descripcin anotada para lagos en general, permite entender la estructura bsica y algunas funciones de tipos particulares y, en general, es aplicable a aquellos
que reciben aguas de ros y luego la vierten por su borde de menor altitud. Sin embargo, lagos con flujos perceptibles pueden tener patrones un poco distintos debido, precisamente, a que la llegada de agua desde ro arriba y su desage, en la parte ms baja del lago, ocasionan algunos movimientos internos que pueden cambiar la zonacin. En esos tipos de lagos, la posicin de las reas de captura de cauces y de vertimiento puede determinar sus caractersticas y, por ende, la composicin, estructura y funcionamiento de la vida silvestre animal, vegetal, fngica y microorgansmica que lo habita. Por ejemplo, si la llegada de agua al lago es de tipo turbulento (es decir, cuando se recibe en forma de cascadas u otras corrientes rpidas), la oxigenacin ser mayor que si el aporte llega en forma de flujo laminar lento. Por otro lado, la topografa del rea de vertimiento puede favorecer o no que los sedimentos del fondo sean arrastrados hacia la parte final del lecho del lago, de donde nace el ro vertiente abajo. La limnologa de este tipo de lagos puede presentar complejidades especiales que claramente exceden el alcance de este captulo y que, sin embargo, deben considerarse con prioridad para conservar la vida silvestre vegetal y animal que all existe. Humedales en sentido estricto. En la actual acepcin amplia y operativa del trmino humedal caben desde ambientes marinos costeros hasta la ms pequea extensin de cinega en tierra firme. Aunque el tema de lo que es y lo que no es un humedal se ha reconocido como debatible al menos desde hace treinta aos (Sather, 1976), desde el punto de vista ecolgico puede adoptarse una definicin de humedal mucho ms estricta y quiz de mayor utilidad para fines prcticos. Los humedales (wetlands en ingls) se pueden definir como reas en las cuales el nivel del agua est cerca de, justo al, o encima del nivel de la superficie del terreno (Smith, 1980). Aun as, debe reconocerse que existe una amplia variedad de ecosistemas acuticos similares a humedales en sentido estricto, para los cuales aun no se ha logrado desarrollar una clasificacin universalmente aceptable y que, sin embargo, sigue siendo necesario unificar para mejorar el manejo y la conservacin de estos ecosistemas acuticos.
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En ese proceso descriptivo y de clasificacin se han producido algunos eventos relevantes: la Convencin de Ramsar relativa a los ecosistemas acuticos de importancia internacional (llamada as en honor a Ramsar una ciudad de Irn donde se celebr la reunin inicial en 1971 y cuya convencin est en vigor desde 1975, con ms de un centenar de pases afiliados incluyendo a Mxico) define los humedales en su artculo 1 como: extensiones de marismas, pantanos o turberas cubiertas de agua, sean stas de rgimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros. Aun ms, en el artculo 2 de la Convencin Ramsar se agrega que los humedales podrn comprender zonas ribereas o costeras adyacentes, as como las islas o extensiones de agua marina de una profundidad superior a los seis metros en marea baja, cuando se encuentren dentro del humedal. Este tipo de definiciones, no obstante que pueden parecer demasiado amplias y un tanto ambiguas, han perseguido facilitar una administracin ms expedita de la conservacin a escala mundial. Aunque quiz no del todo satisfactorias desde una perspectiva cientfica rigurosa, en un balance general puede decirse que este intento de bsqueda de una definicin general ha hecho una encomiable contribucin a la conservacin. Como ya se han comentado otros tipos de ecosistemas acuticos, tomemos ahora el caso especfico de humedales definidos de manera estricta (reas en las cuales el nivel del agua est cerca de, justo al, o encima del nivel de la superficie del terreno). El carcter somero de estos ecosistemas acuticos hace que su dinmica hidrolgica est sujeta a variaciones muy considerables de temperatura, y que frecuentemente no exista una estratificacin (o que sta no sea fcilmente perceptible). En todo caso, quiz el equivalente del epilimnion sera la nica capa identificable. En estos ecosistemas, que pueden incluso hallarse en las mrgenes de cuerpos de agua permanentes pero que estn fuertemente vinculados a las variaciones del nivel del agua, el aporte tanto de partculas arrastradas por el viento durante la temporada de sequa como de materia orgnica de las plantas y animales acuticos muertos al secarse el terreno, provee los nutrientes que reiniciarn los ciclos en la siguiente fase hmeda.
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En muchos lugares donde los mantos freticos se encuentran cerca de la superficie del terreno, el rgimen de lluvias puede determinar la saturacin permanente, lo que crea condiciones ptimas para la formacin de cinegas poco profundas, que resultan de la mayor importancia como hbitat para numerosas especies silvestres. Estas cinegas tienen parte de su superficie acutica despejada (espejo de agua), lo cual es un atractivo bsico para muchas aves en vuelo durante sus migraciones; adems, la presencia de crustceos, insectos, moluscos y otros invertebrados, as como de gramneas y otras plantas de ribera provee fuentes de alimento de alta calidad para ellas; y, por si fuera poco, otras aves las residentes encuentran en las cinegas masas importantes de vegetacin densa de tular y otras comunidades vegetales, que les aportan cobijo y opciones para anidar en relativa seguridad. Asimismo, una importante diversidad de especies nativas de peces se encuentran asociados con reas de cinegas y otros humedales relativamente poco profundos. Estos tipos de cinegas son los humedales que ms han llamado la atencin de los conservacionistas y tambin de oficinas reguladoras de la caza y pesca deportiva, dado que son sitios favoritos de muchas especies de peces, de patos, gansos y otras aves acuticas, que son de inters para pescadores y cazadores, y que representan una fuente de ingreso econmico para las comunidades humanas asentadas en las riberas. En otros captulos se exploran distintas caractersticas de los humedales, pero por ahora debe adelantarse que hay variables topogrficas, climticas y limnticas que, segn su presencia e interacciones mutuas, determinan que existan distintos tipos de humedales e inclusive condiciones especficas locales. Entre esas variables se hallan el clima y el rgimen hidrolgico superficial, el rgimen hidrolgico subterrneo, el relieve de la depresin donde se halla el humedal, el tipo de roca madre, los suelos adyacentes, la historia geolgica previa, la afinidad geogrfica y diversidad taxonmica de la flora y la fauna locales, los ciclos de nutrientes dentro del cuerpo de agua y la estratificacin y remezcla del lquido en distintas pocas del ao, segn lo determine la marcha de las temperaturas. La lista no se agota con las variables mencionadas, pero da una idea de por qu existe una variedad tan amplia de humedales, de por qu es tan difcil clasificarlos
y, finalmente, de por qu es necesario conocer cada humedal en particular para proponer y efectuar programas de conservacin y restauracin realistas. Como se adelant arriba, la vida silvestre que existe en reas de humedal es tambin diversa. La evolucin de la mayora de las especies de peces ha estado ntimamente ligada a la transformacin geolgica de los cuerpos de agua; por ello no sorprende que esta diversidad de especies cticas sea muy vulnerable en todas partes del mundo a cambios causados por modificaciones humanas a las laderas, a los cauces, a los propios humedales y por la introduccin de especies ajenas de plantas y animales. Slo como un ejemplo de Mxico, la cuenca del ro Lerma-Santiago tiene alto endemismo de peces (el 66% de su ictiofauna), principalmente en relacin con las familias Goodeidae y Atherinidae (Espinosa-Prez et al., 1993). No obstante, es una de las cuencas ms afectadas por contaminacin, lo que afecta a los humedales donde habitan muchas de esas especies (Daz-Pardo, 1993), y que ha causado la desaparicin de algunas de ellas junto con muchas otras especies silvestres (Athie, 1987). Muchos anfibios endmicos de Mxico (varias especies de ajolotes; Ambystoma spp.) son endmicos de humedales particulares y hoy estn en gran riesgo de desaparecer (IUCN, 2006). Un ejemplo que complementa la visin de la importancia de los humedales, ms all del caso de especies endmicas, tiene que ver con las aves migratorias que los visitan anualmente durante el invierno. Sin los humedales, por lo menos 90 especies de aves que dependen de ellos tendran problemas para sobrevivir durante el invierno y no seran capaces de reproducirse al retornar a sus reas de verano en el extremo norte del continente americano (Escalante-Pliego et al., 1993). Charcas de temporal. En muchas regiones de la Tierra existen extensiones relativamente secas con relieve muy suave, en las cuales la precipitacin pluvial no es suficiente para generar y mantener lagos de grandes dimensiones ni permanentes. Pero aun en esos lugares, al menos durante la temporada lluviosa, es frecuente que se formen charcas de mayor o menor extensin. Estas charcas estacionales, que podran parecer poco importantes, constituyen sin embargo hbitat de humedal crticos para numerosos anfibios e invertebrados y, no obstante su corta duracin en el
ciclo anual, tienen caractersticas de productividad primaria muy importantes para numerosas formas de vida silvestre locales. En particular puede decirse que estas charcas de las pocas lluviosas son especialmente importantes para la vida de ciertas plantas, invertebrados y vertebrados de las regiones ridas; muchos de estos organismos tienen ciclos reproductivos y de crecimiento estrechamente ajustados a la corta duracin anual de las charcas (MacKay et al., 1990). En regiones ridas, la conservacin de las charcas de temporal (en ingls, vernal ponds) puede ser de la mayor prioridad para la conservacin de la vida silvestre local. En el trabajo de conservacin ecolgica no deben desdearse estos ambientes acuticos, pues muchas especies microendmicas de anfibios y otros organismos pueden depender estrictamente de ellos. reas ribereas. Claramente, en todos los tipos de ecosistemas acuticos mencionados arriba existe vegetacin que, no siendo acutica, es capaz de tolerar condiciones de saturacin de humedad sin efectos osmticos nocivos sobre sus races; usualmente este tipo de plantas se asientan en las orillas de los cuerpos de agua. En ambientes estacionales la vegetacin riberea (trmino que a veces incluye la llamada vegetacin riparia), es capaz de tolerar el alejamiento temporal de la lmina de agua en la tierra durante la poca ms seca. En los cauces de arroyos es frecuente hallar la llamada lnea verde, que no es otra cosa que la demarcacin del lmite hasta donde llega la vegetacin en la poca de mayor caudal; esta lnea puede estar compuesta por muy distintas especies (arbreas, arbustivas, herbceas y rasantes) segn las regiones, pero en todos los casos su presencia es muy importante, pues amortigua los procesos erosivos que afectan a las riberas (USDI-BLM, 1994; Winward, 2000). Aun cuando el cambio de los cursos de arroyos y ros es inevitable con el tiempo y representa un fenmeno natural, la conservacin de la vegetacin riberea permite mantener el ritmo natural de cambio de esos ambientes, que est ntimamente relacionado con la dinmica del agua; contrariamente, su remocin o alteracin pueden incrementar los procesos erosivos de manera importante. Adems de cumplir numerosas funciones relacionadas con los nutrientes locales, las races de las plantas de ribera contribuyen a mantener el suelo en su lugar; con ello la erosin se mantiene
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a un mnimo y la vida de los lagos, arroyos o ros, no resulta indebidamente acortada por el azolve debido a incrementos del arrastre de partculas del suelo hacia el agua. Adems de los arroyos y ros, en las orillas de muchos lagos tambin existe vegetacin riberea, tanto arbrea como arbustiva, herbcea o rasante. Este hecho debe considerarse como un principio til para tratar de mitigar un poco el azolve de embalses artificiales que, si ya fueron construidos, al menos no debieran convertirse en un sumidero de sedimentos; esto puede evitarse en parte vegetando apropiadamente las mrgenes. Para la vegetacin de las riberas de esos embalses artificiales deben utilizarse exclusivamente plantas nativas de la regin que corresponda, especialmente aqullas que sean bien conocidas como habitantes de riberas en otros cuerpos de agua naturales de la misma localidad o en sitios realmente cercanos. El uso de plantas ajenas al pas o a la regin debe evitarse, puesto que pueden iniciar un foco de expansin indeseable de esas especies vegetales exticas al sitio. Otro tanto puede decirse de la vegetacin acutica y de animales acuticos como peces u otros; por ningn motivo deben introducirse en cuerpos de agua naturales especies exticas al pas o al rea de inters, pues esto implica un alto riesgo de que esas especies invasoras se vuelvan destructivas para la vida silvestre local. Aun peor, a partir de unos cuantos cuerpos de agua, las especies exticas de mayor capacidad invasora pueden infestar otros humedales, lagos o ros, y causar daos irreversibles a la biodiversidad local; basta recordar el caso del lirio acutico, Eichhornia crassipes, cuya presencia ha alterado severamente muchos cuerpos de agua en el mundo.
En otros sitios se ha dicho que lo que llamamos biodiversidad existe en varias dimensiones de integracin, reconocibles segn la escala (Snchez, 2000). As, en principio, la diversidad gentica de microorganismos, plantas y animales y hongos acuticos se presenta organizada en organismos individuales. Histricamente, la ciencia ha dedicado considerables esfuerzos a agrupar organismos bajo distintos criterios convencionales, en lo que conocemos como especies. Las poblaciones de individuos de distintas especies animales, vegetales, fngicas y microorgansmicas, a la escala de una localidad, forman ensambles funcionales relativamente difusos pero ms o menos reconocibles. Estos ensambles constituyen comunidades naturales variables en su composicin por especies segn la localidad lo cual determina las funciones ecolgicas caractersticas de cada ecosistema. Este concepto implica que, a travs del tiempo, un ecosistema se mantiene en su estado ms estable posible, que es determinado por la presencia de un conjunto de especies particulares (vegetales, animales, fngicas y otras), por la estructuracin espacial de stas y por sus funciones interrelacionadas entre s y con los factores abiticos y sus variaciones naturales. Esto es aplicable por igual a ecosistemas terrestres como acuticos. No obstante, una diferencia fundamental entre la mayora de los ecosistemas terrestres y los acuticos es que en los primeros la biomasa tiende a almacenarse en los cuerpos de las plantas, mientras que en la mayora de los acuticos lo notorio es un activo flujo de materia y energa, sin predominio de acumulacin de biomasa en los organismos vivos fijos en el sustrato. En un nivel de integracin que va ms all de un cuerpo de agua dado, existen otras tendencias. Las variaciones en la composicin bitica de ambientes acuticos a escala regional obedecen, principalmente, a la historia biogeogrfica de las distintas regiones. As, los lagos de montaa, por ejemplo, tienen floras y faunas distintas de las de lagos tropicales, en funcin de la historia geolgica y climatolgica de cada regin las cuales, en lapsos que van desde cientos hasta millones de aos, han actuado determinando finalmente las biotas que han podido existir y desarrollarse localmente hasta su arreglo actual. En otra perspectiva, la diversidad de formas de vida que integran comunidades acuticas tambin se
relaciona con la variedad de atributos fsicos y qumicos de los distintos cuerpos de agua y sus riberas. La heterogeneidad topogrfica dentro del cauce de un arroyo o ro propicia heterogeneidad de hbitat y esto, a su vez, suele correlacionarse con una mayor diversidad biolgica en cada sitio. En regiones como Mxico (ubicadas en un gradiente latitudinal grande y con un intervalo de altitud amplio y complejo) la heterogeneidad ha sido causada por eventos tectnicos y aumentada por fluctuaciones del clima en la historia geolgica; todo ello ha propiciado, en muchos sitios, un fraccionamiento y prolongado aislamiento subsiguiente de biotas antiguas, lo que ha favorecido la llamada especiacin geogrfica. Un resultado actual de todo esto es la existencia de numerosas especies que hoy son endmicas a una sola regin (existen muchas especies acuticas que son microendmicas a un solo arroyo, manantial, o lago endorreico en particular en todo el mundo). Cabe destacar que en Mxico existen muchas especies acuticas microendmicas (de microorganismos, de plantas, hongos, invertebrados y vertebrados); stas constituyen una de las ms altas prioridades para la conservacin de la biodiversidad en el pas, especialmente porque los entornos acuticos de cualquiera de los muchos tipos que se han mencionado han resultado seriamente daados por contaminacin, por alteracin de cauces, por interrupcin del flujo de agua, por acumulacin no natural de sedimentos, por disminucin del oxgeno disuelto, por alteracin de los ciclos hidrolgicos naturales y otros factores. En un nivel de integracin mayor de la biodiversidad existen ciertos atributos que, a escala subcontinental o regional, permiten reconocer distintos ecosistemas acuticos (por ejemplo, grandes grupos como pantanos, marjales, lagunas, ros y estuarios, entre otros). Sin embargo, una vez ms la clasificacin no puede ser un esquema rgido, pues existen muchos tipos de ecosistemas con rasgos intermedios, con su propia composicin bitica general, estructura y funcin. Por ello debe considerarse que, aunque un ecosistema acutico pueda caber dentro de algn tipo general a escala regional o subcontinental, ser necesario estudiarlo y caracterizarlo con un grado de detalle apropiado a la escala del problema que se necesite resolver, pues distintos factores locales pueden
ser determinantes en el aspecto y la dinmica de cada ecosistema acutico en particular. El tema de la escala de los ecosistemas acuticos encuentra extremos en grandes lagos interiores (para no mencionar el ocano) y en las charcas temporales de origen pluvial. Los factores que operan en una y otra escala pueden ser muy distintos (empezando por aquellos que determinan sus rasgos hidrolgicos, de salinidad, de respuesta trmica, de estratificacin, entre muchos ms).
estado, relativa y temporalmente estable pero quiz depauperado en riqueza de especies y de funciones ecosistmicas (vase Hobbs y Norton, 1996). Si el deterioro progresivo contina, se volvern a vencer la resistencia y la resiliencia del nuevo estado estable, haciendo que el ecosistema acutico descienda ms peldaos. Si esto ocurre as, cada vez ser ms difcil retornar el sistema hacia estados similares a alguno de aquellos estables previos con mayor riqueza bitica y de funcionamiento. Naturalmente, dada la fragilidad de muchos ecosistemas acuticos, factores como la extraccin excesiva de agua, el vertimiento de desechos o la introduccin de especies exticas representan un alto riesgo, puesto que las especies locales no han estado expuestas al contacto con esas especies ajenas y pueden resultar depredadas, desplazadas por competencia ecolgica o, incluso, contagiadas con enfermedades que no existan originalmente en el sitio. Aun cuando un ecosistema acutico realmente no est cerrado (puesto que recibe sedimentos y detritos orgnicos y de otros tipos desde el medio terrestre circundante, e intercambio de gases con la atmsfera), es claro que sus lmites volumtricos le permiten solamente una cierta capacidad de dilucin y degradacin de contaminantes. Excedido el lmite, todo ecosistema acutico empezar a deteriorarse, y no siempre con una tasa predecible, sino que debido a los efectos sinrgicos de varias alteraciones, eventualmente se precipitar su destruccin luego de un perodo de aparente resistencia. Obviamente, aunque ecosistemas acuticos de gran tamao suelen ser ms resistentes y resilientes que los de menor volumen, las condiciones locales pueden hacer que un ecosistema delicado, aunque sea de grandes dimensiones, sufra un deterioro irreversible. Estas son algunas de las razones por las cuales los ecosistemas acuticos son verdaderamente frgiles. Ms all de sus procesos hidrolgicos y erosivos, lo que resulta especialmente frgil en los ecosistemas acuticos es su biodiversidad, pues la biota local ha evolucionado durante miles (o hasta millones) de aos conformando comunidades ecolgicas nicas. Ya se explic en prrafos anteriores el origen y fragilidad de las especies acuticas microendmicas. Estas especies son, simplemente, irrecuperables; en el caso de que su
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lago se secara, se contaminara, se alterara por lapsos prolongados o, peor an, si se daara de manera no reversible, estaran perdidas. De todo esto se desprende la preocupacin sentida y expresada por los usuarios del agua (i.e. virtualmente todos los humanos), por muchos cientficos especialistas, por autoridades, por organizaciones civiles y otros actores sociales, respecto al estado lamentable que guardan la mayor parte de las corrientes y cuerpos estacionarios de agua dulce, de ras y estuarios, de puertos martimos y arrecifes, entre otros ecosistemas, y la preocupacin por las acciones insuficientes y por los resultados escasos o nulos respecto a su conservacin. La fragilidad de los ecosistemas acuticos tiene, adems, implicaciones de fragilidad social, pues en casos en los que comunidades rurales ven disminuido su acceso al agua en calidad, cantidad y certeza de su existencia en el futuro, sufrirn problemas de salud y econmicos, que terminan por convertirse en focos de inestabilidad social, cuya justificacin no podra ser ms clara.
Su ritmo natural de cambio es naturalmente lento. Pero en abierto contraste, la mayora de los cambios que la civilizacin humana induce o provoca de modo directo sobre los ecosistemas acuticos, han ocurrido en la escala de apenas dcadas, siglos o milenios. A partir del siglo xx el desarrollo tecnolgico agropecuario e industrial, el formidable incremento de tamao de los asentamientos humanos (de la poblacin humana en general), la enorme cuanta de los desechos que estos generan, y el desdn y abuso con que se han utilizado arroyos, ros, cenotes, lagos y estuarios como fuentes de agua, proveedores de fuerza motriz o como simples drenajes, han causado daos severos en plazos de apenas decenios o aos. Muchas de estas alteraciones probablemente ya no son reversibles. En otros casos, aunque los daos sean tcnicamente reversibles, las condiciones socioeconmicas prevalecientes son tales que no reducirn la presin sobre los ecosistemas acuticos en los plazos corto o mediano. Esto genera ciclos viciosos. Por ejemplo, la inmensa mayora de usuarios industriales de agua eluden la aplicacin de dinero y esfuerzo suficientes para mejorar sus aguas residuales, antes de verterlas de nuevo a cuerpos de agua, aun cuando ellos mismos necesitarn seguir usando agua limpia para sus procesos. Tampoco parece haber importado mucho el cuidado de los cuerpos de agua y sus ecosistemas por razones de bienestar e inters pblico, aun cuando es notorio el dao ambiental y visibles sus consecuencias, sobre todo en las partes bajas de los ros. Otro factor que obstaculiza el cuidado y eventual restauracin de cuerpos de agua, son los conflictos entre sectores de reas limtrofes entre ecosistemas terrestres y acuticos, interesados unos en utilizar los cuerpos de agua y los otros en aprovechar recursos terrestres, lo que redunda en afectaciones a la vocacin natural lacustre o fluvial de algunas reas. Todo ello ha mantenido una gran presin de cambio drstico y ha impedido la restauracin oportuna de cuerpos de agua en Mxico (en ocasiones impide, incluso, la mera mitigacin de algunos efectos del deterioro). La generacin de incentivos reales para fomentar el respeto y la recuperacin de la vocacin natural de terrenos palustres, lacustres, fluviales y ribereos se ha postergado demasiado; se han perdido tiempo y especies acuticas nicas en el mundo.
Desafortunadamente hay un do perverso: el enorme contrapeso que ejercen los intereses econmicos que requieren y favorecen usos dispendiosos del agua, ms el desinters general prevaleciente respecto a la irrecuperable riqueza de ecosistemas acuticos y de formas de vida silvestre estrictamente acuticas. Los efectos de esta sinergia negativa ya representan sin exagerar un tema de vida para la sociedad en el plazo medio (en muchas regiones, incluso ya perceptible a escala de una existencia humana, es decir, en carne propia). De hecho, muchas sociedades indgenas y sus culturas, las cuales se generaron durante milenios de interaccin con los ecosistemas acuticos (Niederberger, 1976; lvarez del Castillo, 1989), se han visto disminuidas severamente hoy da o virtualmente han desaparecido (por ejemplo, la cultura matlatzinca, en el Estado de Mxico, casi se ha extinguido junto con las cinegas que le dieron su modo de vida caracterstico). El proceso de deterioro de las culturas locales contina en otras cinegas de agua dulce de valles intermontanos del Eje Neovolcnico, donde incluso familias nativas con largusima tradicin prehispnica de uso del tule y otras plantas acuticas con valor artesanal, alimenticio o medicinal, y de pesca de charales (entre ellos, especies de Chirostoma), ranas (Rana sp.) acociles (Cambarellus montezumae) y huevos de dpteros o ahuautle y hempteros corxidos o axaycatl (de las especies Ephydra californiana y Corixa femorata, respectivamente, segn Manrique y Manrique, 1988), hoy se han dedicado a trabajar en maquiladoras, estn subempleados o desempleados, o han emigrado a los Estados Unidos de Amrica debido a que los ambientes acuticos ya no les representan una opcin de vida de inters razonable. La calidad y cantidad de las aguas ha disminuido en menos de 60 aos y la cosecha acutica ya no es adecuada (o quiz ya no es tan deseable para los mercados locales, puesto que muchas personas prefieren consumir hamburguesas y otras delicias de la comida rpida del siglo xxi). Un caso concreto de lo anterior es la cabecera del ro Lerma donde la alteracin, histricamente abrupta, de las caractersticas y del ritmo de cambio natural de la mayora de las cinegas caus cambios cualitativos y cuantitativos en el ecosistema y en las comunidades humanas vinculadas a ste (Albores-Zrate, 1995).
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Aun considerando el agua como un simple factor de calidad de vida humana, hay que reconocer que los ritmos de depuracin del agua en la naturaleza tambin son lentos. La demanda humana de agua limpia es creciente y no se trata slo de asegurar la disponibilidad de este lquido en cantidades suficientes. Eso sera demasiado simplista. En realidad lo que se requiere es disponibilidad de agua suficiente y de buena calidad, con miras a su permanencia a largo plazo. No se puede apostar todo nuestro futuro a la tecnologa, suponiendo que podremos disponer de ms agua dulce desalinizando la marina, lo cual no resultara realista por poco rentable. De lo que se trata es de moderar el consumo y de cuidar las maneras en que ste se realiza, para asegurar la devolucin de aguas al menos gris-claro a los cauces y cuencas; se necesita favorecer la disponibilidad de agua de buena calidad en el futuro y, tambin, asegurar que las corrientes y los cuerpos de agua estacionarios conserven sus atributos como ecosistemas funcionales, con ritmos determinados por sus propios procesos ecolgicos y evolutivos. Se trata, igualmente, de que los ecosistemas acuticos hoy saludables continen as, y que en ellos sigan existiendo las especies acuticas nativas de Mxico, especialmente las endmicas y microendmicas. Ya es tiempo de que la sociedad y sus gobiernos reconozcan que no funcionar tratar de ocultar el deterioro de los ecosistemas acuticos inaugurando unas cuantas plantas de tratamiento que usualmente resultan insuficientes y que, adems, la falta de mantenimiento termina por sacarlas de operacin. Tampoco resultar sembrar especies de peces u otros organismos exticos al pas, que son capaces de sobrevivir en aguas de baja calidad y que adems, en muchos casos resultan competidores o depredadores para especies nativas, o vectores de parsitos y enfermedades microbianas por completo ajenas a los ecosistemas naturales locales. Urge restaurar cuanto antes muchsimos ecosistemas acuticos de Mxico, lo cual incluye mucho trabajo para la reduccin o eliminacin de las causas del deterioro, para el mejoramiento de las aguas, la reduccin del abuso de sta en todas sus formas, la restitucin de las funciones ecosistmicas, la eliminacin o reduccin significativa de la presencia de especies
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exticas, la reintroduccin de especies nativas de flora y fauna donde sea necesario, y muchos rubros ms. En ltima instancia, adems de la preocupacin por salvar el patrimonio de biodiversidad acutica en Mxico, se trata de preservar las fuentes de innumerables recursos tiles para el desarrollo humano; incluido el econmico. Se trata de reconocer que la generacin de cambios rpidos y drsticos, (como la conversin de terrenos riparios y la desecacin de lagunas, para dedicar los terrenos as denudados a la agricultura), ser una empresa intil comparada con los beneficios que representa la recuperacin del inters de las comunidades en sus humedales y otros ecosistemas acuticos, lo que sin duda permitir aspirar a una mejor calidad de vida a largo plazo. Se trata de mantener en buenas condiciones la fisonoma, la composicin fisicoqumica, la naturaleza y los ritmos de cambio naturales, la diversidad biolgica nativa (gentica, organsmica, poblacional, de especies y de comunidades) y la funcionalidad de los ecosistemas acuticos de Mxico. Todo ello es prerrequisito para recuperar la disponibilidad permanente, la riqueza y la belleza escnica de las aguas de Mxico.
como ese no siempre se ve respaldado por las acciones reales de los pases. El trnsito del discurso y la firma a los hechos pasa por un entramado social, econmico y poltico muy complejo, que tiende a obstaculizarlo. A veces, bajo el argumento de impulsar el crecimiento econmico nacional, se siguen favoreciendo en la prctica acciones que, segn los protocolos internacionales (y la legislacin nacional), no seran recomendables para la salud de los cuerpos de agua. A riesgo de aumentar la animadversin de algunos economistas hacia las ideas de conservacin biolgica, me parece que es tiempo de reconocer que la economa no puede perseguir un crecimiento perpetuo, como si los recursos no tuvieran lmites. La economa clsica consideraba una trada importante (tierra, trabajo y capital); esto acotaba, al menos en un aspecto, que los recursos naturales son la base de la economa humana y que tienen lmites reales. Con el tiempo, la teora econmica coloc todo el nfasis en el capital y en la fuerza de trabajo, olvidando el componente tierra, lo que alej a sus modelos del entorno natural y sus lmites reales (Costanza et al., 1999). Con ello, los modelos de desarrollo econmico se volvieron mecanicistas, ajustndose cada vez ms a interacciones entre capital y trabajo, con un paradigma de crecimiento basado en el hiperconsumo, modelo que soslay el reconocimiento de la naturaleza de los ecosistemas naturales, de sus procesos, limitaciones y tiempos, y del cual los propios hechos estn demostrando su inviabilidad. Como deca la lcida Ikram Antaki, filsofa siria de finales del siglo xx que vivi en Mxico hasta el final de su vida: tenemos que abandonar la idea tan comn hace 25 aos de que ya hemos encontrado la frmula del verdadero desarrollo (Antaki, 1992). La tecnologa ya ha conocido el sabor de la derrota, al menos en lo que se refiere a su pretensin original de dominar, ordenar y conducir a la naturaleza en funcin de los deseos humanos. Al parecer hoy tenemos a la vista los confines naturales del desarrollo econmico y de maneras cada vez ms dramticas, al menos respecto a los ecosistemas acuticos: en muchos lugares falta el agua, en otros sta no es utilizable debido a contaminacin fecal o industrial, y en varias regiones, debido a la deforestacin entre otros factores, el agua llega en torrentes efmeros, violentos, incontenibles y destructivos para las comunidades humanas. Asimismo, los recursos
biticos propios de cuerpos de agua han disminuido a extremos no pocas veces alarmantes. Una visin realmente responsable debiera considerar que el futuro de una nacin, cualquiera que sta sea, no puede basarse en exigencias o deformidades de la economa global. No puede ser compatible con el mundo natural concebir el crecimiento poblacional slo como factor de aporte de consumidores potenciales, quienes deben ganar poder adquisitivo para comprar lo que dictan mercados masivos. No se puede reducir al ciudadano a una simple unidad ms en el recuento de consumidores que forman los mercados de gran escala, como tampoco se puede producir riqueza econmica sin lmites. En ese esquema globalizado, poco reflexivo acerca del entorno y el largo plazo, la precariedad de vida de muchos es el costo colateral del elevado bienestar de pocos. Debe reflexionarse profundamente y a tiempo, sobre la historia del uso que se ha hecho de los ecosistemas, particularmente los acuticos, y debe producirse un balance crtico y objetivo al respecto. Con base en ese balance y en diagnsticos y pronsticos cientficamente fundados, una sociedad responsable debe proyectar su interaccin con los distintos ecosistemas acuticos, a distintos plazos en el futuro. Pero adems, cualquier diseo que se logre construir para la conservacin de los ecosistemas terrestres y acuticos, debe considerar el estilo de vida que desean los habitantes rurales de cada regin intentando mantener la vocacin natural de cada ecosistema acutico, reintegrando en ella los modos de vida tradicionales y propios de esas comunidades. Debe reconocerse que algunas comunidades rurales autctonas han puesto la muestra, ejerciendo una mayordoma efectiva de sus fuentes de agua y de la biodiversidad acutica a la escala local o de regiones medias. La conciencia de esas comunidades acerca del valor del agua y de sus recursos biticos, costeros, lacustres, fluviales, riparios y otros, como factor esencial para su vida cotidiana, ha sido el motor de la conservacin de varios ecosistemas acuticos. Contrariamente, la injerencia de intereses ajenos a las comunidades y, sobre todo, el aplastamiento de las aspiraciones locales por megaproyectos impulsados por intereses forneos, puede ser un factor que agudice an ms la crtica situacin de los ecosistemas acuticos en Mxico.
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Aun en casos en los que resulte indispensable realizar proyectos de relevancia nacional en ecosistemas acuticos debera intentarse, por todos los medios, que se generen las menores afectaciones posibles en los propios ecosistemas y en el tejido social propio de cada regin. Para un habitante urbano promedio la falta de electricidad hidrogenerada o la falta de agua en su ducha o inodoro resultarn, sin duda, situaciones molestas e incmodas. Para un industrial, la falta de agua corriente para efectuar sus procesos y drenar sus desperdicios podr significar un inconveniente y prdida de ganancias. Pero para un habitante de una cuenca lacustre, ribera de ro o playa, los desechos de esas mismas duchas, inodoros urbanos y desages industriales, le sern entregados a domicilio por los ros aguas abajo y le causarn escasez de bebida limpia, de alimento obtenido de plantas y animales acuticos y riparios; y como un obsequio adicional, el advenimiento de enfermedades diversas. Mxico tambin es el campo, es el entorno natural y sus ecosistemas, terrestres y acuticos, y la gente que histricamente ha dependido de esos ecosistemas directamente para subsistir. Es necesaria una responsabilidad efectiva de la sociedad hacia los ecosistemas acuticos, la cual pasa por la catalogacin y el diagnstico de los principales problemas que estos presentan, pero no debe limitarse a eso; debe pasar a la accin. Nos hemos detenido en conocer, pronosticar y temer el futuro; sabemos los grandes problemas que tienen ros como el Lerma Santiago y sus lagunas asociadas (Antn y Daz-Delgado, 2000), sabemos de los daos a lagunas costeras y hemos comprendido muchos problemas ms, pero no hemos pasado a la accin con suficiencia y efectividad. La conservacin de los cuerpos de agua y los ecosistemas que contienen depende de que las comunidades humanas, agrcolas, urbanas e industriales, reordenen y moderen sus demandas, as como las descargas que hacen sobre los cuerpos de agua, y de que las culturas rurales tradicionales asociadas con los ecosistemas acuticos, encuentren verdaderos estmulos para continuar con su milenario proceso de interaccin con los cuerpos de agua y su biodiversidad. En 2007, la magnitud y la tasa de deterioro de los ecosistemas acuticos de Mxico no solo continan pre34 Los escenarios acuticos
sentes, sino que en algunos casos se han incrementado. Es hora de poner al da la conservacin y restauracin de arroyos, ros, lagos, albuferas, estuarios, deltas, cenotes, costas, arrecifes y mares de Mxico. En el plano de la realidad esto requiere abordar con decisin, valor y eficacia, los retos sociales, econmicos, polticos y cientficos que implica mantener y recuperar la salud de los ambientes acuticos. Si adems de reconocer el mal estado que hoy guarda la mayora de los ecosistemas acuticos en Mxico, sabemos que su recuperacin va a ser lenta por la propia naturaleza de sus procesos geolgicos y ecolgicos, entonces tenemos un doble motivo para empezar a trabajar, en serio y cuanto antes. Los colegas autores de los dems captulos que componen esta obra proveen informacin actualizada en distintas especialidades, principalmente orientada a ensanchar el panorama del lector interesado, pero tambin dirigida a estimular la bsqueda y ensayo de nuevos procedimientos viables para la conservacin y restauracin de ecosistemas acuticos.
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Introduccin
Los ecosistemas acuticos epicontinentales son todas aquellas aguas superficiales que se distribuyen en los continentes. Dentro de los ecosistemas acuticos existen, de manera general, los sistemas lticos (trmino relativo al agua corriente, por ejemplo un arroyo o un ro), y los lnticos (concepto aplicado a las aguas estancadas, como pantanos, estanques, lagos y los humedales, que son cuerpos de agua someros). Estos ecosistemas son estudiados sistemticamente por la limnologa.
Esta clasificacin, esencialmente tipolgica, muestra diferentes grupos de humedales con base en el sistema acutico al que pertenecen, con el objeto de facilitar su identificacin (Tabla 1 y Figura 1). A continuacin se describen los tipos incluidos:
Bordo, embalse, cenote, bolsn, cinaga Lago y laguna Marisma, estero, estuario Laguna costera y baha
Costeros
Marinos
relativamente estancados y son un tanto inestables, con variaciones en el nivel de agua; pueden ser temporales o permanentes, dependiendo del rgimen pluvial. Son depsitos con una profundidad media menor a los 8 metros y de forma cncava. Esta profundidad tiende a provocar una turbiedad que origina una menor transparencia del agua en comparacin con un lago la cual frecuentemente resulta de color
pardo por la presencia de materia orgnica, por el crecimiento de algas y por la presencia de slidos suspendidos. Ros. Son cuerpos de aguas lticas (aguas corrientes) que aun cuando pueden dividirse de varias formas son, en ltima instancia, corrientes de agua continua que desembocan en otra corriente de agua o en el mar. Arroyos. Son torrentes variables de agua, los cuales
pueden ser estacionales o permanentes, mansos o rpidos, pero con volumen de agua menor que los ros. Suelen circular sobre cauces rocosos (autoerosionado) y normalmente contienen aguas fras, saturadas de oxgeno. Bordos. Son obras artificiales de origen humano, construidas con estacas y postes, con el fin de almacenar el agua y utilizarla para irrigacin, entre otros propsitos. Los bordos pueden ser temporales o permanentes y constituyen cuerpos de agua muy abundantes en algunas regiones. Adems, pueden representar recursos potenciales para aprovechamiento pisccola en actividades acucolas. Embalses. Son reservorios artificiales en los que se recogen las aguas de un ro. Estn sujetos a fluctuaciones en el nivel del agua. Cenotes. Son un tipo particular de depsito de agua dulce que, por ejemplo en Mxico, se encuentran en la Pennsula de Yucatn. Son anchos pozos naturales, de contornos ms o menos circulares y paredes regularmente verticales, que se han formado debido al hundimiento reciente del terreno crstico, ocasionado por la frecuente circulacin de las aguas subterrneas que forman profundas grutas, cuyas bvedas se derrumban y dan lugar a estos cuerpos de agua. Petn. Se denomina comnmente petenes a los islotes de vegetacin arbrea que se encuentran inmersos en una matriz de vegetacin baja inundable. En los petenes se presentan variaciones en la elevacin del terreno y por lo tanto en la profundidad de la inundacin y en la duracin de la misma, la cual determina qu asociacin vegetal se manifiesta en cada sitio. Bolsn. Es una cuenca cerrada intermontana, que se caracteriza por su desage centrpeto (funcionalmente son cuencas endorreicas). Estas depresiones frecuentemente han sido excavadas por el viento; algunas contienen en su porcin central gran cantidad de aluviones que han sido arrastrados desde las montaas circundantes, otras presentan piso rocoso cubierto con sal (los llamados bolsones alcalinos). Cinaga. Zonas pantanosas alimentadas por un ojo de agua permanente y suelos permanentemente saturados, con abundante vegetacin riberea y semisumergida. Muchas veces representan las cabeceras de arroyos y pequeos ros, especialmente en zonas ridas
o semiridas (Minckley y Brown, 1982; Hendrickson y Minckley, 1985). En algunos casos pueden tener cierta influencia marina.
Baha. Es una entrada del mar en la costa, de extensin considerable (Cervantes, 1994).
y transformacin de mltiples materiales biolgicos y qumicos. Se les ha denominado los riones de la tierra, debido a su capacidad de filtrar y absorber ciertos contaminantes dentro de los ciclos qumicos e hidrolgicos, as como por ser receptores de aguas naturales o artificiales. De igual forma, se ha determinado que los humedales evitan inundaciones y recargan los mantos acuferos subterrneos; algunos juegan un papel muy importante como hbitat nico que alberga una amplia variedad de flora y fauna silvestres incluyendo aves migratorias y como centros de reproduccin de una gran cantidad de especies de peces, muchos de ellos de importancia comercial. Dada la importancia que representa la conservacin de estas reas, no slo deben ser valoradas bajo un punto de vista biolgico, sino tambin antropolgico, econmico, social y cultural, lo cual fundamenta de una manera integral la necesidad de su conservacin, proteccin, manejo y uso racional.
la designacin de la Reserva de la Biosfera de Ra Lagartos, en Yucatn, como un sitio de Importancia Internacional para la Convencin Ramsar. En 1994 se integraron tres sitios ms: la Reserva de la Biosfera Pantanos de Centla, en Tabasco; la Reserva de Flora y Fauna Cuatrocinegas, Coahuila, y la Regin de Marismas Nacionales, en Sinaloa y Nayarit. Para 2004 ya se haban integrado 60 sitios ms (vase sitios Ramsar Mxico en:http://conanp.gob.mx/sig/ anps/ramsar/ramsar.pdf. Bajo un acuerdo tripartito, firmado por Mxico, Canad y Estados Unidos en 1988, se han emprendido proyectos cooperativos para la proteccin de humedales y aves acuticas en Mxico, a travs del Consejo para la Conservacin de los Humedales de Norteamrica (NAWCC, por sus siglas en ingls). En Estados Unidos de Amrica el NAWCC se estableci por medio del Acta para la Conservacin de Humedales de Amrica del Norte, en 1989, con el fin de recomendar proyectos de conservacin de humedales. El Acta provee la mayor y nica fuente de fondos equitativos federales para proyectos de conservacin de humedales (http://www.fws.gov/ birdhabitat/index.htm). Por otro lado, el Plan de manejo de aves acuticas de Norteamrica tiene como objetivo recuperar las poblaciones de aves acuticas mediante la restauracin y manejo de los ecosistemas de humedales, para la conservacin de la diversidad biolgica en el hemisferio occidental, para integrar la conservacin de la vida silvestre con el desarrollo econmico sustentable y para promover la asociacin de agencias pblicas y privadas, organizaciones e individuos para la conservacin. Dicho Plan, firmado en 1986, reconoci que la recuperacin y la permanencia de las poblaciones de aves acuticas dependen de la restauracin de los humedales y ecosistemas asociados, en toda la regin norteamericana. Tiene la finalidad de conseguir la conservacin de las aves acuticas, manteniendo o mejorando los valores ecolgicos asociados en armona con otras necesidades humanas. Con la actualizacin, ocurrida en 1994, Mxico se convierte en socio en pleno, completando con ello el enfoque de Amrica del Norte para el manejo de las aves acuticas (vase:http://www.fws.gov/birdhabitat/NAWMP/nawmphp.htm).
Red hemisfrica de reservas para aves playeras. Esta red trabaja para conseguir la conservacin internacional de este tipo de aves y de los hbitat de los cuales dependen, reconociendo lugares crticos de reproduccin, puntos de migracin y sitios de invernacin en varios pases. En Mxico, en 1992, dos sitios fueron declarados como Reservas Internacionales bajo el criterio de mantener al menos al 15 % de la poblacin de playeros migrantes en el hemisferio. Ambos sitios se encuentran en la vertiente del ocano Pacfico: El Delta del Ro Colorado, actualmente zona ncleo de la Reserva de Biosfera del Alto Golfo y Delta del Ro Colorado, Baja California-Sonora, y la Regin de Marismas Nacionales, amplia extensin de la planicie costera del estado del Nayarit. Todos estos lugares son, fundamentalmente, humedales que tambin son importantes para las aves acuticas migratorias (vase: http://www.manomet.org/WHSRN/).
los recursos para la conservacin y el conocimiento de los humedales. Desde entonces y hasta la fecha, la prioridad por manejar y conservar estos ecosistemas ha ido en aumento. Sin embargo, esto no ha sido suficiente, ya que requiere de una mayor atencin, de manera decidida, real y sistemtica. En Mxico se utilizan o se han utilizado varias definiciones de humedal. Ducks Unlimited de Mxico A.C. (DUMAC) usa la del USFWS (Carrera y de la Fuente, 2004), la Comisin Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), en su Estudio de pas, basa su sistema de clasificacin de humedales en la del USFWS. La Comisin Nacional de reas Naturales Protegidas (CONANP), que opera como enlace con la Convencin Ramsar, utiliza la definicin de esa Convencin para la inclusin de algunos sitios en la lista de Humedales de importancia internacional. Para efectos administrativos, en Mxico tambin se cuenta con la base de la Ley de Aguas Nacionales, publicada originalmente el 1 de diciembre de 1992 y reformada el 29 de abril de 2004 en el Diario Oficial de la Federacin (DOF, 2004), as como con su Reglamento, publicado el 12 de enero de 1994 en el Diario Oficial de la Federacin (DOF, 1994). La Ley de Aguas Nacionales (y despus su Reglamento, por consecuencia), establece en los artculos 3, fraccin XXX y artculo 2, fraccin XII, respectivamente, la siguiente definicin de humedal:
Tal es el caso de la Ley de Aguas Nacionales cuyo artculo 3 (definiciones), en su fraccin I establece, con base en la Constitucin, lo que son Aguas Nacionales; fundamento para legislar en materia de humedales. Tambin en su artculo 86 bis 1 se indican las atribuciones de la Comisin Nacional del Agua en materia de conservacin de este tipo de reas. Por su parte, en el Reglamento de la Ley de Aguas Nacionales, artculos 23, 78 y 155, se encuentran estipulados aspectos de relevancia para la administracin de las aguas nacionales y en particular de los humedales.
Un diagnstico general
En Mxico, el nivel medio anual de precipitacin es de 777 mm, equivalente a 1 billn 570 mil millones de m3 (Tabla 4). De esta cantidad, 1 billn 120 mil millones se evaporan retornando a la atmsfera, 410 mil millones se escurren superficialmente (Tabla 2) y 40 mil millones se infiltran en el subsuelo para recargar los acuferos. Considerando la superficie continental de nuestro pas, los cuerpos de agua ocupan el 1.42 % del territorio. En la Tabla 3 se observa la proporcin porcentual de los cuerpos de agua. En la Tabla 4 se describe el total de agua disponible, el total de agua utilizada y la correspondiente sin aprovechamiento. Como puede observarse, slo se utiliza una tercera parte del agua superficial y ms de la mitad de la del subsuelo. El resto del agua, aunque
Humedales: las zonas de transicin entre los sistemas acuticos y terrestres que constituyen reas de inundacin temporal o permanente, sujetas o no a la influencia de mareas, como pantanos, cinagas y marismas, cuyos lmites los constituyen el tipo de vegetacin hidrfila de presencia permanente o estacional; las reas en donde el suelo es predominantemente hdrico; y las reas lacustres o de suelos permanentemente hmedos, originadas por la descarga natural de acuferos
En este sentido habra que tomar en cuenta tambin algunas cuestiones relacionadas con los humedales y que se encuentran insertas en estos instrumentos legales.
42 Los escenarios acuticos
Ros Presas Aguas subterrneas Recarga de agua subterrnea Lagos y lagunas Lluvia Total
Fuente: sedesol, 1993.
no es utilizada, sufre una disminucin en su calidad y posee en algunos casos importantes vectores de contaminacin. Cabe destacar que la sobreexplotacin del agua subterrnea, proveniente de la recarga, ha propiciado una severa baja en la disponibilidad del recurso, su alteracin y la tarda recuperacin de los volmenes. Adems, estos recursos hdricos se encuentran distribuidos de modo desigual a lo largo del territorio nacional. Por ejemplo, existen grandes diferencias de una regin a otra respecto a las precipitaciones medias anuales y a los escurrimientos respectivos, segn las regiones del Plan Nacional Hidrulico 1975. En
trminos generales, la precipitacin ocurre durante cuatro o seis meses de temporada lluviosa y una parte importante se concentra en reas poco pobladas. El 82% del volumen de almacenamiento est bajo la cota de los 500 metros sobre el nivel del mar, mientras que el 76 % de la poblacin vive por arriba de ese nivel. La precipitacin ms alta se localiza en la regin del Grijalva-Usumacinta y la ms baja en la regin de Baja California (Tabla 5) (INEGI, 1995). De acuerdo con las distribuciones espaciales de la lluvia y la temperatura, 52.7 % del territorio tiene dficit hdrico (regmenes climticos desrtico, rido y semirido) mientras 47.3 % es subhmedo y h-
Cuerpos de agua Lagos y lagunas Lagos y zonas lagunarias del Golfo Pantanos (Veracruz, Tabasco, Campeche) Presas (Artificiales) Salobre Lagunas, litorales y esteros Total
Fuente: reelaborado a partir de SARH, 1975.
Superficie en ha 210, 000 114, 000 434, 000 481, 000 1, 550, 000 2, 789, 000
Tabla 4. disTribucin del agua por origen y desTino (volmenes 106 m3 ao)
Produccin por lluvia Volmenes 106 m3 ao Flujo a lagos interiores o al mar sin aprovechamiento
1, 570, 000 Prdidas por evaporacin Escurrimiento superficial Recarga de acuferos Disponibilidad total
Fuente: Sedesol, l993.
Agua utilizada
Baja California Noroeste Pacfico Centro Balsas Pacfico Sur Istmo Bravo Golfo Norte Papaloapan Grijalva-Usumacinta Pennsula de Yucatn Cuencas cerradas Norte Lerma Valle de Mxico Costa centro Total
Fuente: sedesol, 1993.
medo. Menos de una tercera parte del escurrimiento superficial ocurre en 75 % del territorio, donde se concentran los mayores ncleos de poblacin, las industrias y las tierras de riego, lo que provoca insuficiencias en las aguas superficiales y subterrneas para el abastecimiento y, a su vez, conduce a la sobreexplotacin de acuferos y obliga a hacer transferencias entre cuencas (Tabla 6) (Sedesol, 1993; INEGI, 1995). La contaminacin, por otra parte, ha reducido el potencial de uso de varios acuferos, ros y cuerpos de agua. Paradjicamente, en el 25 % restante del territorio, la abundancia de agua tambin representa un problema severo. Ah, el drenaje de tierras y el control de las inundaciones son fundamentales para estimular el desarrollo econmico de las comunidades asentadas en esas regiones. En ellas, adems, la principal actividad industrial se relaciona con el petrleo, lo cual ha trado como consecuencia problemas crticos de contaminacin. El potencial hidroelctrico de esta zona no ha sido an totalmente aprovechado.
La extraccin total del agua del pas es, actualmente, de unos 174 mil 106 m3 ao, equivalentes a 43 % del agua renovable (404 mil 651 106 m3 ao), en tanto que el consumo total representa 15 % del agua renovable. La generacin de energa hidroelctrica representa el mayor volumen extrado, 60 %, mientras que la irrigacin usa ms del 80 % del consumo total. Respecto al agua subterrnea, se ha estimado en 17 mil 409 106 m3 el promedio de la recarga anual y en 16 mil 395 106 m3 el de extraccin, as como en 110 mil 350 106 m3 el volumen total de almacenamiento, destacando la regin noroeste del pas por su alto almacenamiento (25.5 % del total) (SARH, 1980).
Extraccin 1, 724 3, 026 276 1, 008 140 2, 150 32 334 184 500 2, 060 2, 386 2, 540 35 16, 395
Recarga 1, 152 2, 059 691 1, 849 159 3, 000 62 606 292 500 1, 360 3, 179 2, 323 177 17, 409
20, 400
110, 350
un humedal, son tres: 1) El suelo. Un humedal tiene un suelo saturado de agua; 2) La vegetacin hidrfila. Presencia de plantas que resisten suelos saturados de agua o, inclusive, cuyo ciclo completo de vida ocurre estando sumergidas; 3) La fauna. Presencia de especies con atributos y conductas tpicamente asociadas con reas acuticas, que ocupan estos sitios durante un lapso importante de su ciclo de vida. El propsito de exponer lo que no es un humedal, es evitar confusiones desde un punto de vista prctico.
Un cuerpo de agua no es un humedal en s mismo. Sin embargo, es un componente con el cual se asocian los humedales entendidos en sentido estricto (vase tambin la discusin en Snchez, en este volumen). En la Figura 2 se observan ecosistemas acuticos donde podemos diferenciar corrientes superficiales, cuerpos de agua y humedales. La Tabla 7 muestra la descripcin de cada humedal. En las figuras 3 y 4 se muestran detalles generales de humedales costeros y continentales.
Un segundo ejemplo se muestra en la Tabla 9. Se trata de la clasificacin de la Convencin Ramsar (Montreux 1990), de la cual Mxico es signatario. Agrupa a los humedales marinos y costeros en un solo esquema e incorpora a su clasificacin ecosistemas artificiales. Para el caso de Mxico, los humedales artificiales se encuentran bajo otro orden administrativo; en esos trminos es importante considerar qu clasificaciones es ms til adoptar.
Riverino
Mareal
Perenial bajo
Perenial alto
Lacustre
Sustrato acutico Costa rocosa Costa no consolidada Humedal emergente Humedal de musgo-lquen Humedal emergente Humedal arbustivo Humedal boscoso Cavernas con corrientes subterrneas Cavernas sin corrientes subterrneas Petenes
Palustre
Cavernoso
Crstico
Tabla 9. clasiFicacin de Tipos de humedal rec. c.4.7 de la conFerencia de las parTes conTraTanTes (monTreux, 1990) convencin ramsar
Marinos y costeros 1. Marinos Aguas marinas poco profundas Lechos marinos Arrecifes de coral Riberas rocosas Playas de arena o guijarrosas 2. Estuarinos Aguas de estuarios Esteros mareales Marismas saladas Manglar, bosque mareal 3. Lacustres-Palustres Lagunas costeras salobres y/o salinas Lagunas costeras de agua dulce Continentales 1. Fluvial Deltas Ros permanentes Ros estacionales e intermitentes Humedales de planicies inundables 2. Lacustre Tierras agrcolas inundadas Lagos de agua dulce permanentes Lagos de agua dulce estacionales e intermitentes Lagos salinos y/o salobres permanentes Lagos salinos estacional e intermitente 3. Palustre Marismas de agua dulce permanentes Marismas de agua dulce estacionales e intermitentes Marismas salinas y/o salobres permanentes Marismas salinas estacionales e intermitentes Turberas Humedales alpinos y/o de tundra Humedales dominados por arbustos Humedales dominados por rboles Fuentes de agua dulce y oasis 4. Geotrmico Humedales geotrmicos Artificiales 1. Acuacultura Estanques para peces 2. Agricultura Estanques agrcolas Tierras regadas 3.Industrial y urbano Salinas Depsitos, diques y presas Fosos de grava, ladrillo, etc. Estaciones depuradoras de agua residuales Canales Arrecifes derivados de conchales Arrecifes
Para efecto de estas comparaciones pueden considerarse las reflexiones provistas por varios especialistas. Por ejemplo, para Ramn Margalef (1983):
El ecosistema se puede considerar como un complejo de comunidades (componentes), ya que cada una est formada por muchas especies y cada especie es un excelente indicador de las propiedades del medio para el estudio comparado y descriptivo de los ecosistemas. A base de la composicin por especies de sus respectivas comunidades,
es muy flexible y puede permitir discriminar hasta el nivel que se desee estudiar. La extensin ocupada por las diferentes comunidades es diferente de acuerdo con las caractersticas de las aguas. Por ejemplo, el fitoplancton est ligado a la presencia de luz, y, en un lago poco profundo, ocupa un espacio relativamente mayor dentro de cualquier columna vertical. En aguas ms profundas, como los ocanos, se dispone de un mayor volumen de agua en el que viven organismos y se realizan procesos independientes de la luz.
Sistemas dulceacucolas (Ecosistemas lacustres) B P 100-300 40.300 2-20 10-50 1-6 30-200
Sistemas salinos (Ecosistemas marinos) B 0.4-1 0.1 2 10 1 0.2-15 200 2, 000 100, 000 P 100 0.2-2 10 3 0.2 50
Ecosistemas terrestres
1,200 0.5-2
300 0.2-6
Bacterias Materia orgnica en partculas Materia orgnica disuelta Carbono inorgnico disuelto
atmsfera
Otro ejemplo; la configuracin de las orillas es el resultado de la interaccin entre la erosin de las olas, la frecuencia en los cambios de nivel, los aportes de sedimentos y el grado de retencin de los mismos por la vegetacin litoral, hasta que forman una especie de talud. La fraccin del fondo de un lago hasta el que lle50 Los escenarios acuticos
ga la luz y donde puede crecer vegetacin condiciona no slo la extensin y relativa importancia de algas y macrfitos bentnicos en la produccin primaria total, sino que tambin define la extensin del lago en la que ningn segmento del reciclado material se realiza en la oscuridad total (Margalef, 1983).
Las cifras expuestas en la Tabla 10 solo orientan un ejemplo ms es la extensin que ocupa el fitobentos en los ocanos que es muy pequea; para las aguas dulces se suponen lagos y aguas corrientes de extensin moderada. Las cifras de materia orgnica y carbono inorgnico disuelto en el mar se refieren a una profundidad media de 4,000 m; que en agua dulce no es posible considerar (Margalef, 1983). Del anlisis de esta Tabla 10 se pueden obtener algunas conclusiones: La superficie de los continentes, por unidad y en promedio, produce cerca de tres veces ms biomasa que los ocanos. Los valores de produccin de biomasa del agua dulce quedan comprendidos entre los valores de los sistemas terrestres y marinos. En aguas dulces, los productores primarios del bentos tienen mayor importancia relativa que en el mar. La biomasa de los animales es proporcionalmente mayor en ecosistemas acuticos que en los terrestres, lo que se debe a la organizacin especial de la comunidad planctnica, con productores primarios de tamao muy pequeo y rpida renovacin. A su vez, la va detrtica es ms importante en los ecosistemas terrestres y tambin en los de agua dulce, por la mayor representacin de los macrfitos en ellos. En cuanto a las bacterias, la atencin que actualmente se les presta no guarda proporcin con su importancia real en los ecosistemas.
Importancia ecolgica de los diversos tipos de ecosistemas acuticos Funciones y valores o servicios ambientales
Cuando nos referimos a las funciones de un humedal, hablamos de los procesos ecolgicos naturales y de su importancia en el balance dinmico, biogeoqumico, de la cuenca o de la zona geogrfica donde se encuentran. Sin embargo, cuando hablamos de valores de un humedal nos referimos a lo que tiene relevancia, es deseable o til para los humanos, desde el punto de vista econmico, cultural, histrico, religioso, educativo, recreativo, esttico o espiritual. De hecho, la razn por la cual se han establecido legislaciones para la proteccin de humedales ha sido el reconocimiento de la importancia de estos valores para la sociedad, como se describe en el ejemplo de la Figura 5. Ms an, estos valores cambian en magnitud dependiendo de la localizacin del humedal, de la disponibilidad y la abundancia de los recursos contenidos en el mismo y de las presiones humanas para utilizarlos. No existe un acuerdo universal entre los especialistas sobre un mtodo nico para la valoracin precisa de los humedales. En la Figura 6 observamos de manera agrupada las funciones y los valores de los humedales. A continuacin se muestran funciones importantes de los humedales, con base en el trabajo de Adamus y Stockwell (1983), que enmarca muchos de los posibles factores a considerar en la valoracin de un humedal. Sin embargo, se advierte que todava falta mucho por desarrollar en los diversos sectores, y por entender respecto de la relacin entre los principios de valoracin y servicios, para las condiciones particulares de Mxico. En las tablas 11 (a, b, c y d), se muestran, mediante agrupacin de factores, las principales funciones, los valores y costos asociados. La Tabla 12 detalla una matriz de valores que representan las zonas hmedas, basada en Canter (1996).
A riesgo de abusar, siguiendo nuevamente a Margalef (1983): Finalmente, la variabilidad de las cifras utilizadas para comparar son lgicas, dentro de los mecanismos comunes que son la base del funcionamiento de la biosfera. Pero, localmente, o por cortos perodos, puede haber fuertes desviaciones de los valores ms frecuentes; casos aislados, como los oasis mantenidos por bacterias quimiotrficas y asociadas con fenmenos hidrotermales en grandes profundidades marinas.
Figura 5. Funciones y servicios ambienTales que desarrollan los ecosisTemas acuTicos y los humedales
de transicin entre situaciones acuticas y terrestres, el fenmeno de estabilidad resulta un fenmeno con mrgenes de variacin muy amplios. Los ecosistemas acuticos y los humedales son ecosistemas que muestran grandes variaciones a lo largo de su vida geolgica. Dadas las caractersticas asociadas con el agua y sus atributos esto los hace ecosistemas muy dinmicos. Sin embargo, a pesar de dicha condicin, son sensibles ante ciertos cambios que hoy da son bsicamente originados por el hombre. Esta situacin no es fortuita, el hombre requiere de agua para su desarrollo pleno y del agua dulce para sobrevivir. De ah que los cambios en los sistemas hidrolgicos se encuentren asociados con el desarrollo humano. Un factor adicional inherente a los ecosistemas y que tiende a oponerse al cambio es la resistencia. Otro es la resiliencia, que le permite al sistema tratar de regresar a un estado anterior dentro de ciertos lmites, luego de una perturbacin (vase Snchez, en este mismo volumen). Estas propiedades se relacionan con la capacidad que posee un ecosistema para absorber stress
52 Los escenarios acuticos
y poder seguir proporcionando beneficios (como lo hara un sumidero para residuos o una fuente de bienes y servicios). Los conocimientos actuales en materia de ecologa sugieren que la resiliencia depende, al menos en parte, de la diversidad de los organismos y de la heterogeneidad de las funciones ecolgicas (CDB, 1996). En el caso especfico de los humedales, las especies y los procesos en los que participan son de amplia plasticidad adaptativa en lapsos cortos (cortos refirindose al tiempo geolgico). Esto determina su amplia variabilidad y los correspondientes ciclos cortos y la latencia de vida, lo que favorece la persistencia de los sistemas de humedales, en la medida de que no se modifiquen sustancialmente tres factores: a) el agua y su comportamiento; b) los suelos y sus propiedades y c) la vegetacin y sus asociaciones. Contrario a la tendencia a la estabilidad se encuentra la irreversibilidad de los ecosistemas, una vez que estos cambian cualitativamente (vase Lindig-Cisneros y Zambrano, en este volumen). Una vez que se ha traspasado cierto umbral especfico, mismo que
Contigidad (vecindad)
Regulacin climtica
Vida silvestre y pesqueras Criaderos de especies comerciales Hbitat de especies raras, endmicas o en peligro de extincin Desarrollo social Historia y arqueologa Educacin e investigacin
Desarrollo econmico Administracin de cuencas Coordinacin inter e intragubernamental Responsabilidades Costos de manejo Financiamiento Donaciones
Necesidades y oportunidades Cultura Receacin Actividades cinegticas Espacios abiertos y valores estticos
Vecindad (Contigidad)
Indicador del potencial del hbitat disponible para especies de flora y fauna y en el caso especfico de humedales, como un sustento de mnimas poblaciones viables Las tierras altas inalteradas o corredores riparios que conectan los humedales promueven los movimientos de organismos y proveen la diversidad gentica Los humedales aislados que se encuentran en pasajes fragmentados tienden a ser degradados con facilidad por plantas exticas o invasoras o calidad de agua disminuida Son reconocidos como reguladores microclimticos y regionales Son zonas de amortiguamiento que representan estos ecosistemas (como los manglares) para efectos de fenmenos como el calentamiento global y el consecuente aumento en el nivel medio del mar
Manejo de cuencas
Proteccin de corredores biolgicos y rutas migratorias Conocimiento de factores de intercambio y promotores de movimiento biolgico Uso de energas alternativas
Regulacin climtica
generalmente resulta desconocido, la prdida de las funciones ecolgicas se vuelve irreversible. Un suceso umbral puede conducir a un cambio irreversible en la resiliencia del ecosistema, y acarrear consecuencias negativas para la capacidad adaptativa de los ecosistemas en transicin y a un aumento de la incertidumbre en cuanto a los efectos ambientales. Ante estos factores la estabilidad de los sistemas de transicin resulta frgil
54 Los escenarios acuticos
Desarrollo econmico
Productividad acutica
Eficientes en convertir la energa solar Produccin de plantas, en biomasa de plantas animales y materia La biomasa de plantas producida por orgnica los humedales forman la base de muchas cadenas alimenticias acuticas y terrestres
Adquisicin y proteccin del hbitat Regulaciones de captura alternativa Manejo de predadores Creacin y uso de facilidades de propagacin (por ejemplo: criaderos) Manejo del hbitat Investigacin sobre factores de productividad Control de contaminantes. Restauracin Usos alternativos de energa. Adecuaciones tecnolgicas Variaciones mercantiles Restriccin de mercados
Tabla 11(c). FacTores del desarrollo social-culTural y recreacin (adamus y sTockwell, 1983)
Funciones Atributos como recreacin, educacin, interpretacin, investigacin, estticas o de espacios y valores histricos y arqueolgicos Herencia/cultural Valores Valores histricos y arqueolgicos. Son de inters por los asentamientos de pueblos indgenas que han sido descubiertos. Las evidencias indican que utilizaron los recursos pesqueros y de conchales Educacin e investigacin. Proveen de oportunidades para la observacin de la naturaleza, la educacin ambiental y el estudio cientfico Necesidades y oportunidades de la comunidad. Estos son criterios importantes. Si se conocen, los deseos de la comunidad deben considerarse en el proceso de seleccin Costos No existe Mantenimiento y registro de permanencia antropolgica
Importacin tecnolgica. Ciencia/educacin No existe Pago de externalidades en el corto plazo Recreacin, ecoturismo y actividades productivas Proteccin de sitios y especies. Vigilancia Ecoturismo Actividades alternativas
Recreacin
Actividades cinegticas. Los humedales sirven como sitios para la caza y la pesca Espacios abiertos y valores estticos. Muchas personas consideran que los humedales poseen gran diversidad y belleza, ya que proveen de espacio abierto para la recreacin y el disfrute visual. Muchos humedales en el mundo han servido de inspiracin para famosas pinturas, produccin literaria y potica
visual y esttica de observarlo como un todo, desde una visin muy superficial y slo en cuanto a lo que nuestra vista alcance a cubrir. La segunda se refiere a aquellas visiones obtenidas mediante instrumentos, que nos permiten desarrollar un mayor alcance para posibilitar la definicin de patrones. En la actualidad se ha pasado de ver al paisaje como el marco esttico de la actividad humana a considerarlo como un recurso. El paisaje como recurso y patrimonio de la humanidad adquiere enorme importancia. Conserva huellas tanto de su origen como de las fuerzas naturales que, a lo largo del tiempo geolgico, concentraron su actividad en l. Histricamente, a travs del paisaje es posible rastrear la identidad de un pueblo, sus costumbres, su economa, entre otros temas. Es tambin un recurso humanstico, lo cual
56 Los escenarios acuticos
hace necesaria su conservacin en algunos lugares y el desarrollo de acciones encaminadas a su recuperacin o a evitar su progresiva degradacin, en otros. El paisaje es tambin un bien cultural, un recurso patrimonial que conviene gestionar racionalmente (Smardon, 1983). El concepto de paisaje puede ser definido desde cuatro enfoques: Esttico. Hace referencia a la combinacin de las formas y colores del territorio y a la representacin artstica del mismo. Ecolgico o geogrfico. Estudio de los sistemas naturales que lo configuran. Interaccin entre las rocas, el agua, el aire, los animales y las plantas. Cultural. Considera al paisaje como un medio na-
Coordinacin intergu- El grado de coordinacin intergubernamental e intragubernabernamental e intramental requerido para un programa de esta naturaleza debe de gubernamental ser evaluado. Si no existen mtodos de coordinacin el xito del proyecto puede verse afectado. El hecho de que existan ms niveles de coordinacin, particularmente entre diferentes jurisdicciones, pueden hacer que un proyecto sea ms efectivo, porque habr ms agencias y divisiones trabajando para alcanzar las mismas metas Responsabilidades Deben ser evaluadas las responsabilidades legales o ambientales del lugar. Se debe investigar la presencia de tanques de reserva subterrneos, desechos txicos, problemas administrativos (de manejo) de las aguas superficiales u otros peligros. Las correcciones de este tipo de peligros pueden resultar costosas
Falta de ejecucin de polticas legislativas y normativas Convenios intersecretariales Manejo intensificado de las reas existentes
El mantenimiento, monitoreo e instrumentacin constituye un costo. Los costos de manejo varan segn el sitio, su tamao, el nivel de uso, las actividades de las tierras aledaas y necesidades de recursos. Deben estimarse todos los costos de manejo y considerarse en la seleccin y posterior administracin del sitio Algunos fondos slo estn disponibles para ciertas actividades en humedales, por lo que la seleccin del sitio debe considerar estos criterios Hay pocas consideraciones. stas deben analizarse a los deseos de los donadores y ser compatibles con los planes de la jurisdiccin del humedal
Financiamiento (fondos)
Donaciones
tural, condicionado y susceptible de modificacin por las actividades socioeconmicas. Globalizador. Conjunto de feno-sistema (formado por los componentes perceptibles) y los cripto-sistemas (formado por componentes no perceptibles).
En el origen y la evolucin del paisaje en los ecosistemas de transicin intervienen factores que influyen en la formacin y su aspecto actual; estos son numerosos y se encuentran relacionados entre s. Lo anterior da como resultado que no haya dos paisajes idnticos; es posible que existan semejanzas entre ellos,
Conceptos fundamentales sobre ecosistemas 57
Funciones Recarga de agua subterrnea Descarga de agua subterrnea Control de la inundacin Estabilizacin para el control de la erosin de la lnea costera Retencin de sedimentos / txicos Retencin de nutrientes Exportador de biomasa Proteccin contra tormentas y vientos Estabilizacin del microclima Transporte de agua Recreativo / turstico Productos Recursos forestales Recursos faunsticos Industria pesquera Recursos para alimento animal Recursos agrcolas Suministro de agua Atributos Diversidad biolgica Singularidad para la cultura o el patrimonio P P P P P P P P C P P C P C P P A C C P A A C P C P A A A P P A A A P C C P C P A C C P P P A P C A P C A P A A P P C P P A A P P P P P A P P C C C C P P P P P P P A A C C C C A P P P C C P A P A P C P P A P P P C C A A A A P C C P P P A P P C P P C A A A A P P A P C A P A V P C V C C V P C P P P P C C
Clave: A) Ausencia o excepcional; P) presente; V) valor comn e importante del tipo de zona hmeda. Fuente: Canter, 1996).
Bosques pantanosos
Manglares
Turberas
Lagos
pero nunca sern iguales. Para entender la estructura del paisaje hay que conocer los agentes que intervienen en el modelado del relieve, as como aquellos que los modifican. La evolucin del relieve suele ser lenta y continua, y en ella intervienen fuerzas constructivas (fuerzas internas de la tierra) y destructivas (procesos de erosin). Las fuerzas que intervinieron en la formacin del paisaje continan activas en la actualidad; el paisaje que contemplamos ahora es una imagen instantnea (una fotografa) dentro del proceso de su evolucin (Smardon, 1983). En un paisaje, los ecosistemas de transicin dentro del mismo, como los ecosistemas acuticos y humedales, tienen elementos naturales como las rocas, las aguas y la vida silvestre, pero existen otros que son artificiales, y representan ecosistemas inducidos (presas, pozas y arrozales). Para mayor explicacin, los componentes del paisaje pueden ser abiticos y biticos: Componentes abiticos: 1. Relieve o modelado fisiogrfico. La superficie del terreno sirve de base o enlace a los componentes restantes. Est formada por el relieve, las formaciones del terreno (depresiones), su disposicin, su naturaleza (por ejemplo, suelos mal drenados), los tipos de rocas y otros componentes. Este factor determina la presencia del siguiente componente y, en consecuencia, su disposicin para alojar distintos tipos de humedales u otros ecosistemas acuticos. El agua. La presencia de agua superficial es esencial para los humedales y otros ecosistemas acuticos, su quietud o movimiento, su sonido, su contraste con el resto de componentes, forman los elementos dominantes en el paisaje, que pueden ser importantes para su caracterizacin y hasta su clasificacin. Las estructuras o elementos artificiales, inducidos o introducidos por intervencin humana. Los diferentes usos del suelo (infraestructura en arrozales), las construcciones (presas y bordos), las estructuras lineales (carreteras y caminos) o superficiales (granjas camaroneras o pozas de sal), son resultado de la accin humana sobre el entorno e influyen en el aspecto del paisaje.
Componentes biticos: 1. Vegetacin. Cuando se describe un paisaje en funcin de la vegetacin se tienen en cuenta los factores de clima, definidos como regiones climticas (por ejemplo, atlntica o mediterrnea) y fisiogrficos (por ejemplo, vegetacin de galera, vegetacin de pantano). Hay tambin agrupaciones vegetales que pueden ser monoespecficas (formadas por una sola especie) o multiespecficas (formadas por varias especies). Las especies vegetales silvestres que, generalmente, establecen agrupaciones con caractersticas estructurales homogneas, reciben el nombre de comunidades, como es el caso de los manglares. Fauna. Es un componente vivo adicional del paisaje (adems de la vegetacin), que puede modificar la percepcin del mismo, ya que los animales presentes son responsables de muchos fenmenos locales, adems de caractersticas organolpticas del paisaje, como los olores (debido a orinas, hormonas y otros) y los sonidos (por ejemplo, trinos). El ser humano. La inmensa mayora de los paisajes conserva huellas del pasado y del presente en su territorio, y est impregnado de historia. El medio natural, como el modificado, ejercen influencias notables sobre los diversos sujetos que los pueblan. Cada grupo humano tiene su propia percepcin del espacio en el que habita. A la percepcin del paisaje se le pueden aadir valores msticos o religiosos, sensoriales y otros. La accin humana ha ido transformando el medio natural al mismo tiempo que continuamente ejerce su adaptacin a las condiciones de ste.
2.
3.
2.
3.
Desde otro ngulo, puede decirse que existen elementos visuales del paisaje. Estos suelen estar determinados por: 1. La forma. sta se define como el volumen o superficie de un objeto, que aparecen determinados tanto por la configuracin que presentan en la superficie del terreno como por el emplazamiento del paisaje.
Conceptos fundamentales sobre ecosistemas 59
2.
3.
El grado de dominancia. ste viene dado por la geometra de los objetos, por su complejidad y orientacin respecto a los planos principales del paisaje, as como por el contraste con su entorno. Lnea. Puede definirse como el camino real o imaginario que percibe el observador cuando existen diferencias bruscas entre los elementos visuales (color, forma, textura). Se peciben como lneas: la silueta de la tierra contra el cielo o lnea del horizonte, la frontera entre zonas de distintas caractersticas visuales (el lmite del bosque), los corredores que seccionen el territorio (cursos de aguas corrientes), por ejemplo. A su vez y en trminos de paisaje, la lnea se caracteriza por: a. La fuerza. Dada por la intensidad, continuidad y unicidad del trazo de la lnea, como por la longitud de ste. b. La complejidad. Queda definida por la variedad de las direcciones que sigue la lnea (por ejemplo, la lnea de horizonte de un terreno
c.
en relieve es ms compleja que la de una llanura). El contraste. Es un factor que resulta de la composicin de lneas de diferente direccin o carcter y se ve incrementado cuando stas separan formas o colores muy diferentes.
Diversidad biolgica
La diversidad biolgica asociada con los humedales y otros ecosistemas acuticos es muy considerable. En trminos generales puede decirse que la biota de Mxico es muy rica debido a que tiene una historia ligada tanto con latitudes septentrionales como meridionales, as como con biota propia del territorio nacional. El Mapa 2 muestra el lmite reconocido entre la biota animal de afinidad nertica y neotropical, as como la regionalizacin del pas, indicada por la distribucin de las especies silvestres, en el caso de los ambientes acuticos relacionada con la presencia de aguas dulces, salobres, marinas y sus respectivas transiciones.
Regin nertica
Caractersticas. Abarca la mayor parte de Norteamrica, incluso las zonas ridas y semiridas de los Estados Unidos y el centro y norte de Mxico, as como las zonas templadas y fras de las sierras Madre Oriental y Occidental, y las sierras volcnicas del centro del pas. Principales ecosistemas. Matorrales desrticos, chaparral, pastizal, matorrales semiridos, bosques templados y matorrales asociados, en el centro y norte de Mxico. Los ecosistemas acuticos son variados, pero en general similares a los de los Estados Unidos de Amrica y Canad.
Regin neotropical
Caractersticas. Comprende las tierras bajas clido hmedas o subhmedas, as como algunas partes altas de las sierras de Chiapas y la Sierra Madre del Sur. Abarca tambin todo el Caribe, Centro y Sudamrica. Principales ecosistemas. Selvas altas y medianas, selvas bajas o bosques y matorrales asociados. Bosques de niebla o mesfilos. Bosques templados y matorrales asociados del sur del pas. Contiene ecosistemas costeros tropicales y vegetacin sabanoide. Los ecosistemas acuticos son ms similares a los de las regiones de Centroamrica y del norte de Amrica del Sur.
el inventario forestal, que realiz la entonces Secretara de Agricultura y Recursos Hidrulicos (SARH) a travs del Instituto de Geografa de la UNAM. Se trata de uno de los ms recientes esfuerzos por conocer de manera global la situacin de los recursos forestales, mediante el uso de la percepcin remota. La vegetacin asociada con los humedales queda de manifiesto en la Tabla 13, la cual muestra la distribucin de diversas asociaciones vegetales relacionadas con ambientes acuticos, por extensin y por estado. El Mapa 1 (Aguas interiores de la Repblica Mexicana) muestra que las cuencas hidrolgicas estn orientadas principalmente de la Meseta Central hacia el Norte. El litoral atlntico de la Repblica Mexicana denota que el mayor flujo de agua dulce ocurre hacia la parte sur del Golfo de Mxico. Por ltimo, el litoral pacfico de la Repblica Mexicana muestra que, aunque es un territorio ms extenso, exhibe pocas aportaciones de agua dulce.
Ecosistemas acuticos de mayor importancia para Mxico y su distribucin geogrfica Distribucin de los hbitats costeros, marinos y dulceacucolas
Existen dos visiones respecto a la distribucin de los humedales. Ambas utilizan a la vegetacin (especies hidrfitas) como un indicador de la presencia de humedales. Ambos estudios derivan del uso de tecnologa de sensores remotos, utilizando imgenes de satlite. En 1990 se realiz el Mapa de humedales de Mxico, el cual establece 32 humedales prioritarios, los diferentes tipos de vegetacin hidrfita y los principales ros en el pas, a una escala de 1:4,000,000. En 1994 se produjo
Baja California Baja California Sur Campeche Colima Chiapas Guerrero Jalisco Michoacn Nayarit Oaxaca Quintana Roo Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Veracruz Yucatn Total
23,285 196,495 3,330 57,382 6,490 3,773 82,847 17,500 27,336 96,159 7,542 51,624 4,135 57,713 85,930 721,554
35,086 51,281 3,465 1,016 2,700 981 445 8,289 271 14,056 29,540 13,050 3,629 163,809
289 1,142 27,307 402 6,429 28,942 1,495 2,811 5,033 4,065 101,845
37,823 74,855 1,259,329 34,261 1,220,142 852,849 238,252 546,200 219,313 1,215,389 1,238,293 174,541 86,719 205,542 76,006 976,409 823,177 6,785,674
* Total general para toda la vegetacin de la Repblica Mexicana. Fuente: SARH, 1994.
en regiones semiridas. En el lado Atlntico su rea de distribucin se extiende desde Tamaulipas a Quintana Roo. En la mayor parte de los casos representa comunidades cuya existencia est determinada por incendios peridicos. Del lado del Pacfico esta comunidad se localiza en lugares cercanos al litoral en Oaxaca y Chiapas, donde se desarrolla sobre suelos profundos de terrenos mal drenados, que se inundan todos los aos. Algunos de los palmares ms conocidos son los formados por Sabal spp. Orbignya guacuyule, Erythea spp., Brahea spp., y Paurotis spp., entre otros taxones. Vegetacin hidrfila. Se le reconoci en una superficie de 1,115,203 hectreas. La constituyen comunidades vegetales que viven en lugares pantanosos e inundables de aguas dulces o salobres poco profundas. Incluye los tipos de vegetacin conocidos
62 Los escenarios acuticos
como popal y tular. Se localiza principalmente en las reas pantanosas de la planicie costera del Golfo de Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas, en pequeas reas al norte de Chiapas y costas de Quintana Roo y Yucatn. Las especies ms frecuentes que forman estos tipos de vegetacin son: en popales, Thalia geniculata, Calathea spp., Heliconia spp., y en tulares, Typha spp., Scirpus spp., Cladium jamaicense, Phragmites communis, Arundo donax y Cyperus spp. Vegetacin halfila. Se le identific una superficie de 3,048,140 hectreas. La constituyen comunidades vegetales arbustivas o herbceas que se desarrollan sobre suelos con alto contenido de sales, en las partes bajas de cuencas cerradas de las zonas ridas y semiridas, as como cerca de las lagunas costeras en
Tamaulipas Baja California Sur Sinaloa Campeche Veracruz Oaxaca Nayarit Quintana Roo Chiapas Baja California Sonora Tabasco Guerrero Colima Jalisco
Fuente: sedesol, 1994.
Lagunas costeras. Mxico cuenta con ms de 11,000 km de litoral a lo largo del Golfo de Mxico, el Mar Caribe y el ocano Pacfico. Sobresalen all ambientes de lagunas, calculndose que existen aproximadamente 130 de estos ecosistemas. Es importante resaltar que tres de los primeros cinco estados (Tamaulipas, Baja California Sur y Campeche) poseen los mayores valores, debido a que poseen las lagunas costeras ms grandes de Mxico (Laguna Madre, Baha Magdalena y Laguna de Trminos, respectivamente). El resto de los estados, como Veracruz y Sinaloa, poseen lagunas costeras de tamao mediano, diseminadas por todo el litoral. Con respecto al resto de los estados, estos mantienen una condicin relativa que abarca poco menos del 50 % de la extensin total de lagunas costeras de Mxico (Tabla 14).
reas de marismas. Son comunes las asociaciones de Atriplex spp., Suaeda spp., Distichlis spp., Salsola spp., Opuntia spp., Frankenia spp., Batis maritima, Abronia maritima y Limonium californicum. Vegetacin de dunas costeras. Superficie reconocida: 131,783 hectreas. Comunidad vegetal que se establece en dunas localizadas a lo largo de las costas. Algunas de las especies que pueden presentarse son el Batis maritima, Abronia maritima, Chrysobalanus icaco, Opuntia dillenii, Coccoloba spp., Bromelia pinguin, y otras arbustivas o arbreas que pueden proceder del continuo de vegetacin. Cabe hacer notar que reas con esta vegetacin en general tienden a ser ocupadas por plantaciones agrcolas de cocoteros. Sabana. Representa un grupo de especies herbceas, usualmente de inters para la ganadera, as como de especies arbreas muy particulares. Existe en suelos que tienen un deficiente drenaje y que son constantemente inundables, lo cual determina su importancia en relacin con humedales interiores o continentales. Obsrvese que la abundancia de estos suelos los limita al S y SE de Mxico.
La angostura (Belisario Domnguez) Nezahualcyotl (Malpaso) El Infiernillo Chicoasn Presidente Alemn (Temascal) Internacional La Amistad Aguamilpa Miguel de la Madrid (Cerro de Oro) Vicente Guerrero (Las Adjuntas) Internacional Falcn Alvaro Obregn (Oviachic) Adolto Lpez Mateos (El Humaya) Lzaro Crdenas (El Palmito) Miguel Hidalgo (El Mahone)
Chiapas Chiapas Michoacn-Guerrero Chiapas Oaxaca Coahuila-EE.UU. Nayarit Oaxaca-Veracruz Tamaulipas Tamaulipas-EE.UU. Sonora Sinaloa Durango Sinaloa
Grijalva Grijalva y La Venta Balsas y Tepalcatepec Grijalva Tonta Bravo Santiago Sto. Domingo Soto la Marina Bravo Yaqui Humaya Nazas Fuerte
AP: Agua potable; CA: Control de avenidas; G: Generacin de energa elctrica: R: Riego. Fuente: SAGARPA. Comisin Nacional del Agua.
de alevines para la produccin pisccola (De la Lanza y Garca, 1995). Las represas, ya sea que se hayan construido con fines de generacin de electricidad o de riego (o ambos), aportan ambientes acuticos adicionales. Algunos representan opciones viables para la vida silvestre y otras implican problemas que exceden con mucho a las ventajas de su presencia. Para dar una idea de la importancia de distintos tipos de presas se ha incluido la Tabla 15, la cual resume las principales presas construidas hasta 1992, as como los usos de las mismas; es importante destacar que la generacin de energa y el control de avenidas son los principales objetivos de este tipo de obras.
Factores a considerar para la generacin y ejecucin de programas de conservacin de ecosistemas acuticos en Mxico
En muchos pases los niveles de prdida de humedales han alcanzado proporciones crticas a nivel nacional. Para el caso de los pases en vas de desarrollo, la prdida de estos ecosistemas est provocando un impacto importante en las comunidades humanas locales que dependen de estos recursos (Frazier, 1996). Para resolver este problema es necesario conocer y analizar las causas precisas de la prdida de los humedales e identificar los medios para enfrentarlas. El actual desarrollo ha generado un acelerado proceso de deterioro en los humedales de Mxico. Las tasas de deforestacin, de relleno, drenado y contaminacin aumentan considerablemente en las zonas hmedas, disminuyendo su cobertura. Este proceso est relacionado con la apertura de nuevas zonas para el establecimiento de actividades agropecuarias, acucolas, tursticas, urbansticas y forestales. La contaminacin es otro factor que incide en las
Principales usos a los que estn sujetos los distintos ecosistemas acuticos de Mxico
Los usos humanos de los ecosistemas acuticos son variados, as como sus problemas y grados de deterioro. Para complementar el panorama sobre la interaccin humana con los humedales se presentan datos adicionales en la Tabla 16.
64 Los escenarios acuticos
Acciones humanas directas: Drenaje para agricultura, silvicultura y control de mosquitos. Dragado y canalizacin de ros para la navegacin y proteccin de inundaciones. Relleno para la eliminacin de residuos slidos, construccin de carreteras, as como para el desarrollo comercial, residencial e industrial. Conversin para acuacultura / cultivo marino. Construccin de diques, presas, malecones, rompeolas para el control de inundaciones, suministro de agua, riego y proteccin de las tormentas. Descargas de plaguicidas, herbicidas, nutrientes de las aguas residuales domsticas y escorrenta y sedimentos agrcolas. Extraccin de las zonas hmedas de turba, carbn, grava, fosfatos y otros materiales. Extraccin de agua subterrnea. Acciones humanas indirectas: Desviacin de sedimentos por presas, canales profundos y otras estructuras. Alteraciones hidrolgicas por canales, carreteras y otras estructuras. Descenso debido a la extraccin de agua subterrnea, petrleo, gas y otros minerales. Causas naturales: Descenso Aumento del nivel del mar Sequa Huracanes y otras tormentas Erosin Efectos biticos
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Clave: A) Ausencia o excepcional; P) presente, pero no la causa mayor de prdida; C) causa comn e importante de degradacin y prdida de la zona hmeda. Fuente: Mannion y Bowlby, 1992, en Canter, 1996. Conceptos fundamentales sobre ecosistemas 65
Bosques pantanosos C A A A A A C A A A A P C P P A A
Lagos
Turberas
reas hmedas, resaltando aqulla generada por la extraccin de petrleo y/o por el uso de plaguicidas dentro de las actividades agrcolas. Aunado a lo anterior, la falta de una conciencia de conservacin y las ingentes necesidades econmicas de las poblaciones asentadas en las inmediaciones de las zonas hmedas, representan un problema que complica las posibles soluciones para frenar el deterioro acelerado de dichas reas. Tres factores parecen ser determinantes para reorientar la conservacin y aprovechamiento de los ecosistemas acuticos, particularmente los humedales en Mxico: El establecimiento de una poltica nacional clara y efectiva, en aras de administrar las zonas hmedas como un recurso sustentable. Reconocer la importancia de los humedales como ecosistemas y su estrecha asociacin con la administracin y el manejo de las cuencas hidrolgicas. Disear y establecer los instrumentos de aplicacin de programas en el mbito estatal, a travs de estrategias coordinadas intersectoriales y pblicas.
Por tales motivos es necesario establecer un programa nacional para la conservacin y manejo de los humedales en Mxico, en el que se contemple: 1. Primera fase, la realizacin de un inventario detallado que incluya la ubicacin, extensin, problemtica y caractersticas generales de todos y cada uno de los humedales en Mxico. Segunda fase, establecimiento de prioridades de conservacin y restauracin, y Tercera fase, instrumentacin de las estrategias resultantes, para el manejo conforme a las necesidades y realidades de nuestro pas.
2. 3.
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El creciente deterioro de los ecosistemas acuticos ha venido demandando el desarrollo de sistemas y mtodos, que permitan conocer su grado de alteracin debido a causas naturales y/o antropognicas. Entre los conceptos y aproximaciones metodolgicas ms recientes se encuentra el de integridad bitica, que conjuga elementos estructurales y funcionales de los ecosistemas acuticos para conocer el estado aproximado de sus procesos ecolgicos y evolutivos. Este concepto se desarroll de manera principal para ecosistemas lticos de agua dulce, que estn entre los ms afectados por las actividades humanas y poco a poco se ha ido incrementando su nivel de aplicacin a otros sistemas acuticos. Este captulo contiene los elementos conceptuales y metodolgicos para el desarrollo de ndices de integridad bitica y algunos ejemplos recientes de su aplicacin en sistemas acuticos, principalmente de carcter ltico, en nuestro pas. Juzgamos conveniente ofrecer en una primera seccin una visin de los distintos sistemas de evaluacin bitica disponibles.
Las siguientes tres secciones exploran aspectos que permiten un mejor entendimiento de los ecosistemas lticos y que complementan y/o validan la informacin obtenida a travs de la aplicacin de los ndices de integridad bitica: la geomorfologa de ros, la determinacin del estado ms probable y la determinacin de la calidad ambiental. En las secciones finales se presentan los fundamentos del diseo de ndices de integridad bitica, mostrando algunos ejemplos de su aplicacin en nuestro pas.
Facultad de Biologa, Universidad Michoacana de San Nicols Hidalgo. Facultad de Ciencias Naturales, Universidad Autnoma de Quertaro.
*
Adems de estos objetivos principales, los protocolos que se han desarrollado tambin pueden aplicarse para: i) caracterizar la existencia y severidad de daos en los recursos acuticos; ii) ayudar a identificar las fuentes y causas de los daos; iii) evaluar la efectividad de las acciones de control de la contaminacin y restauracin en ambientes acuticos; iv) validar estudios accesibles y acumular valoraciones de impacto; y, v) caracterizar los atributos biticos de las condiciones de referencia, es decir, de hbitat en buen estado de conservacin (Barbour et al., 1999). Estos protocolos parten del principio de que las alteraciones de cualquier tipo en los sistemas acuticos se reflejan en daos sobre la condicin y el funcionamiento de sus comunidades biticas; entre ellos estn la prdida de los taxa sensibles y los cambios en la estructura de las comunidades. El monitoreo biolgico es esencial para evaluaciones de riesgo ecolgico, porque mide las condiciones biolgicas presentes y no slo las qumicas, y se convierte en una fuente significativa de comparacin con las condiciones esperadas en ausencia de los impactos humanos (Gibbson et al., 1999; Barbour et al., 1999). En Mxico las aguas corrientes han sido negativamente impactadas; es difcil encontrar arroyos y ros prstinos en la actualidad. En 1998, la red de medicin de la calidad del agua en cuerpos de agua superficiales inform que 75% de nuestros ros y arroyos presentan algn grado de contaminacin (CNA/SEMARNAP, 1999). Los impactos ms comunes sobre estos ambientes son alteraciones en la forma fsica, cambios en la descarga de agua y la introduccin de materia orgnica, y presencia de sustancias qumicas (Lindegaard, 1995). A la biota que puede tolerar esos impactos se le ha denominado indicadora de alteraciones. Para el monitoreo de la biota en los sistemas acuticos se han diseado distintos ndices; entre los ms comunes estn los ndices de diversidad, los ndices de similitud y los ndices biticos (incluyendo los ndices saprbicos). De los ndices de diversidad, el ms utilizado es el de Shannon y Wienner (H) el cual, para el caso de ambientes acuticos, se ha hallado correlacionado con la calidad del agua en cuanto a la contaminacin orgnica (Tabla I).
72 Evaluacin y seguimiento
Aguas limpias Aguas ligeramente contaminadas Aguas medianamente contaminadas Aguas fuertemente contaminadas
Sin embargo, ste y otros ndices de diversidad, por s mismos, tampoco reflejan la condicin del ecosistema, pues la diversidad no necesariamente covara con la estabilidad del sistema (Calow, 1992). Entre los mtodos que emplean la similitud para el monitoreo se encuentran el ndice de similitud de Sorensen y los diferentes algoritmos que se han desarrollado para el anlisis de grupos de los valores que arroja (cluster), entre los que histricamente se han privilegiado el mtodo jerrquico de Ward y el mtodo de promedio no ponderado (UPGMA). Estos ndices solamente miden la semejanza en los componentes de dos o ms sitios, pero no necesariamente estn relacionados con la causalidad de fenmenos de degradacin u otros. Los ndices biticos, frecuentemente llamados ndices biticos rpidos o protocolos rpidos de biovaloracin, parecen ser los mejores mtodos para evaluar la calidad del ambiente de los sistemas lticos, aunque lo deseable es combinar la medicin de la diversidad con ndices saprbicos y con el uso de organismos indicadores (Dall, 1995). Estos ndices emplean con frecuencia como nivel deseable de identificacin taxonmica la familia y/o el gnero (excepto los ndices saprbicos que requieren del nivel de especie), por lo que exhiben un buen nivel costo-beneficio y son fciles de usar. Adems, permiten no slo detectar la contaminacin orgnica sino tambin otros tipos de contaminacin (Dall, 1995; Barbour et al., 1999). Entre los ms comunes se encuentran: IBI (ndice de Integridad Bitica; S (ndice Saprbico); TBI (ndice
Bitico de Trent); CBS (Calificacin Bitica de Chandler); EBI (ndice Bitico Extendido) y DFI (ndice de Fauna Dans). Generalmente ningn ndice, saprbico o biolgico, puede evaluar la totalidad de los cambios (Fleituch, 1992). Su sensibilidad depender del nivel de contaminacin qumica, por lo que es posible que en sitios donde la contaminacin qumica sea dbil, la biodiversidad estar determinada principalmente por las caractersticas fsicas e histricas del sitio, y los organismos indicadores quiz tendrn que soportar condiciones inhabitables, pero esto no implica que desaparezcan de la comunidad. Es importante mencionar que los mtodos biolgicos se complementan con los obtenidos mediante anlisis qumicos. Las evaluaciones clsicas de la calidad de aguas corrientes incluyen mtodos saprobiolgicos estandarizados que requieren de mucho tiempo y determinaciones taxonmicas muy precisas y, an as, no proveen de informacin precisa sobre la situacin ecolgica y la estructura de las comunidades de estos ambientes. Adems, no permiten discernir entre los efectos antropognicos de la alteracin y los que resultan de la dinmica misma de los ecosistemas (Simic, 1996). Por otro lado, los listados de organismos indicadores dependen del autor y son a veces contradictorios, limitados a ciertas regiones (Europa y Norteamrica), o bien, simplemente no se cuenta con informacin suficiente para otras especies de potencial utilidad. Adems de los mtodos de monitoreo anteriormente sealados, otro ndice usado con xito es el Indice Biologique Global Normalis (IBGN), creado en 1992 por la Asociacin Francesa de Normalizacin (AFNOR, 2003; www.inrp.fr/biogeo/cooper/eau/ html/ibgnsom.htm). Este mtodo mide las diferencias en proporcin entre taxa sensibles y resistentes, en trminos de su composicin, abundancia y diversidad, empleando a los macroinvertebrados como una expresin de la calidad ecolgica.
tos verticales y laterales del agua, la energa, los materiales y los organismos; influyen sobre el carcter de los corredores lticos, incluyendo sus entornos riparios. Asimismo, los cambios de esos factores en el tiempo son especialmente crticos en la comprensin de estos sistemas, de tal manera que para definir a un sistema ltico es necesario considerar estos procesos como tetradimensionales (Figura 1). Los cauces de los sistemas lticos son construidos por procesos geomrficos transversales (erosin), longitudinales (transporte y depositacin de sedimentos), verticales (columna de agua y sustrato) y todos ellos ocurren simultneamente. En su base, estos procesos estn regulados por el poder del agua, fenmeno que resulta de la combinacin de la magnitud del flujo y de la pendiente. En general, se reconocen tres tipos de descargas de agua: la formadora de canal (o dominante), la efectiva y la de mxima ribera (bankfull). De ellas, es la formadora del canal la que provoca procesos geomrficos longitudinales y transversales. Estos fenmenos dependen de la conformacin de la lnea de mxima profundidad o thalweg (camino del valle en alemn), a partir de la cual se disipa la energa que permite la erosin del cauce as como el transporte y depsito de sedimentos. La lnea de mxima profundidad no necesariamente se encuentra en el centro del cauce, sino que modela la sinuosidad del cauce dependiendo de la naturaleza del terreno (Figura 2). Las relaciones entre la disipacin de la energa dentro de los cauces de la corriente y la pendiente provocan la conformacin de las secciones del sistema: estanques, rabiones y escalones. Lo que permite reconocer dos tipos de sistemas longitudinales: 1) Sistemas de rabin-estanque (Figura 3a) y 2) Sistemas de escaln-estanque (Figura 3b). Los tres tipos de descarga determinan la forma final del cauce en conjunto con el pulso de la corriente, que est representado por las variaciones cclicas del caudal. Por ello la estructura del cauce incluye tres lmites: la lnea de mxima ribera (bankfull stage), que es aqulla donde el flujo del agua alcanza su mximo al menos cada dos aos; el otro lmite de la ribera corresponde a la corriente activa; el tercero es el lmite o lnea de la llanura de inundacin, que corresponde al
Integridad bitica de ambientes acuticos 73
74 Evaluacin y seguimiento
punto que la corriente alcanza por lo menos una vez cada cinco aos (Figura 4). Estos lmites se obtuvieron de anlisis de varias dcadas con ms de 35,000 puntos para arroyos y ros de Estados Unidos de Amrica por lo que su aplicabilidad se considera amplia para nuestro pas (Rosgen, 1998). Las relaciones entre estos puntos clave permiten reconocer algunos de los parmetros que afectan la estabilidad de las corrientes: ancho del canal, profundidad del canal, velocidad del flujo, descarga, pendiente, materiales del fondo del canal, entrada de sedimentos y la distribucin del tamao de las partculas del sedimento (Rosgen, 1996; Rosgen y Silvey, 1998). Estas variables no son independientes entre s, sino que interactan en la conformacin del cauce y permiten estimar el tipo de cauce esperado de
acuerdo con su posicin topogrfica y con el relieve del paisaje, a lo que se le conoce como estado ms probable. En 1996, Rosgen, basado en la sinuosidad del cauce, en el movimiento de la corriente y las relaciones del ancho y la profundidad del cauce, en la pendiente y el tipo de sustrato, propuso un modelo de clasificacin de las corrientes para determinar el estado ms probable del sistema (Figura 5). Desde el punto de vista hidrolgico, si una corriente no ha sufrido alteraciones provocadas por el hombre (que suelen ser suficientes para modificar su estado ms probable), los procesos de disipacin de la energa siguen siendo ordenados por las fuerzas geomrficas y, en consecuencia, el ro conserva su resistencia a la alteracin.
Figura 4. visTa Transversal de la ubicacin de los niveles del cauce de un ecosisTema lTico
rea de inundacin
Figura 5. clasiFicacin de los Tipos de cauce conForme su posicin TopogrFica y al relieve del paisaje (Tomado de rosgen, 1996)
Nota: la descripcin de la clasificacin que aqu aparece puede verse en el apndice 3 de este artculo.
Tabla 2. aTribuTos para deTerminar el ndice de calidad de hbiTaT, binns 1979 (Tomado de cuplin, 1985)
Clases Riqueza de especies y composicin Atributos 1. Flujo del agua del arroyo en el ltimo verano 2. Variacin del flujo del agua en el arroyo 3. Temperatura mxima de la corriente en verano 4. Velocidad del agua 5. Turbidez 6. Cobertura 7. Anchura del arroyo 8. Profundidad del arroyo 9. Morfologa del arroyo 10. Susceptibilidad de las riberas a la erosin 11. Sustrato 12. Materia orgnica 13. Deposicin de cieno 1. Nitratos 2. Alcalinidad total 3. Fsforo total 4. Slidos disueltos totales 5. Ion hidrgeno 1. Vegetacin de las riberas del arroyo 2. Abundancia de alimento de peces de la familia Salmonidae 3. Diversidad de alimento para los peces salmnidos 4. Tipo de alimento de los peces
Composicin trfica
la base de 18 parmetros destacados, seleccionados por su importancia relativa para reconocer el grado de contaminacin (Tabla 3). Para facilitar el uso de los resultados del ICA con miras a la toma de decisiones en el manejo de los recursos acuticos, existe una clasificacin de la calidad del agua para usos especficos segn el valor del ndice de Calidad del Agua (CNA/Semarnap, 1999) disponible en la pgina web de la Comisin Nacional del Agua: www.cna.gob.mx. El ICA puede ser un ndice confiable para determinar el grado de contaminacin del agua, sin embargo, su aplicacin requiere de equipo e instalaciones, as como de personal calificado para tomar las muestras y hacer los anlisis de laboratorio. Por ello, los programas de monitoreo usando este procedimiento son caros. Por esta razn se ha extendido
el uso del ndice Simplificado de Calidad del Agua (ISCA) como un protocolo de monitoreo ms simple, y que es el resultado de combinar cinco parmetros: temperatura, oxidabilidad (de la materia orgnica), materias suspendidas, oxgeno disuelto en el agua y conductividad elctrica. En funcin de estos parmetros se establece una clasificacin en la que el ISCA vara entre 0 y 100. Cuanto mayor es el ndice, mejor es la calidad del agua. As pues, un agua para todos los usos debe tener un ISCA superior a 85, en tanto que por debajo de 30 no es apta para ningn uso.
ra del hbitat que disipan energa, como la sinuosidad, los materiales del sustrato y de las riberas, la presencia de puntos de retencin de sedimentos y flujo del agua, condiciones de la vegetacin de las riberas y de la zona riparia y la condicin de la planicie de inundacin. Con el conjunto de estos componentes, Barbour et al. (1999) disearon un sencillo y elegante mtodo para calificar la calidad ambiental visual. El protocolo toma en cuenta diez criterios, que se califican en un tramo representativo de ro, considerando como representativo el equivalente a 40 veces el ancho del cauce. La aplicacin de los criterios de evaluacin se hace con base en la topografa del lugar en estudio. As, este ltimo factor se divide en dos grandes categoras: como de gradiente alto cuando los sitios tienen pendiente de moderada a alta, tpica de zonas de montaa; o como de gradiente bajo en sitios con pendiente suave, propia de valles. Los criterios de evaluacin son: 1. Sustrato disponible para la epifauna. Se refiere a la cantidad y variabilidad de sustratos disponibles para el asentamiento de macroinvertebrados (se califica en ambos gradientes). 2. Embebimiento. Considera a la cantidad de sustratos que se encuentran cubiertos por partculas finas o por algas filamentosas (se califica para el gradiente alto). 3. Caracterizacin del sustrato de los estanques. Califica la heterogeneidad del fondo de los estanques (se califica para el gradiente bajo).
7 Evaluacin y seguimiento
4. Patrones de velocidad/profundidad. Se refiere a la presencia de cuatro patrones de velocidad/ profundidad: suave-somero, suave-profundo, rpido-somero y rpido-profundo (se califica para el gradiente alto). 5. Variabilidad de los estanques. Considera la variabilidad en el tamao y profundidad de los estanques. Con cuatro patrones: estanques pequeos y someros, estanques pequeos y profundos, estanques grandes y someros y estanques grandes y profundos (se califica para el gradiente bajo). 6. Gradiente de sedimentacin. Califica la acumulacin anmala de sedimentos (se califica en ambos gradientes). 7. Estatus del flujo. Considera la forma como la corriente toca las riberas (se califica en ambos gradientes). 8. Alteraciones del canal. Se consideran aquellas evidencias de modificaciones y/o alteraciones en el canal como resultado de obras construidas por el hombre (se califica en ambos gradientes). 9. Frecuencia de rabiones. Se refiere a la frecuencia en la presencia de rabiones en el tramo bajo estudio. Se considera la representacin proporcional entre la distancia promedio entre los rabiones y el ancho del canal (se califica para el gradiente alto). 10. Sinuosidad del canal. Califica la tasa entre la longitud de la lnea de mxima profundidad y la longitud del canal en lnea recta (se califica para el gradiente bajo).
Intervalo 16 - 20 11 - 15 6 - 10 0-5
11. Estabilidad de las riberas. Se refiere a la proporcin que ocupan en el tramo las evidencias de erosin y/o fallas de las riberas. 12. Proteccin vegetal de las riberas. Estima la proporcin de las riberas del cauce que se encuentran con vegetacin riberea nativa. 13. Ancho de la zona de vegetacin riparia. Estima el ancho de la zona de amortiguamiento proporcionado por la vegetacin nativa de la zona riparia en ambas riberas. El protocolo considera cuatro categoras para calificar a cada variable en forma independiente, y la suma total de puntos indica la categora de la calidad ambiental visual del cauce bajo estudio (Tabla 4). La evaluacin visual de la calidad ambiental emplea variables en microescala con respecto al tamao de la seccin de ro que se quiera estudiar, as como la estimacin del embebimiento de los sustratos y otras en macroescala a nivel de cuenca, como ocurre con el tipo de corriente presente. En su conjunto este protocolo es una forma de evaluar las posibilidades de asentamiento de la biota, calificando en forma individual a cada variable, lo que permite estimar aquellas situaciones en las que se encuentre algn grado de degradacin. La Agencia de Proteccin Ambiental de los Estados Unidos de Amrica (EPA) ha puesto a disposicin una gua completa de este protocolo en la pgina www.epa. gov/OWOW/monitoring/techmon.
nantiales crsticos de la huasteca mexicana (PrezMungua, 2004) y que se basa en las variables que mostraron sensibilidad para clasificar a los manantiales: magnitud del flujo, temperatura, conductividad y tamao del manantial. Las variables del ambiente circundante, como las actividades humanas y uso del suelo, no fueron significativas para la elaboracin del ndice de calidad ambiental, debido a que los manantiales seleccionados tenan un alto nivel de conservacin. Las variables de sustrato disponible para la epifauna y de sustrato embebido, representan posibilidades de establecimiento de la biota lo cual afecta considerablemente a la composicin y estructura de las asociaciones (en este caso de colepteros acuticos), por lo que se requiri ponderarlas en el diseo de este ndice. El algoritmo con que se calcul el ndice de Calidad Ambiental (ICAm) es: ICAm = 2 (VF) + VA/2(n 1) Donde: ICAm = ndice de Calidad Ambiental VF = La suma de las variables fsicas (SE + S) VA = La suma de las variables ambientales (TM + MF + TA + C) / 2 (n 1) Variables fsicas: SE = Sustrato embebido S= Sustrato disponible para la epifauna Variables ambientales: TM = Tamao del manantial MF = Magnitud del flujo TA = Temperatura del agua C= Conductividad n= Nmero de variables ambientales consideradas (el denominador 2(n 1) se emple para ajustar las variables La aplicacin de la frmula propuesta a 38 manantiales analizados mostr que sus valores oscilaron entre 2.7 y 15.7. El universo de valores distribuido en categoras, permiti calificar a los sitios con base en una condicin determinada de calidad ambiental, dentro de cuatro categoras en una serie: pobre, marginal, subptima y ptima (Tabla 5).
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de la
huasTeca mexicana
Categora 4 ptimo Y > 14.5
El ndice desarrollado tiene la fortaleza de que puede ser aplicado en las diferentes condiciones de topografa, relieve y magnitud del flujo dentro de la huasteca mexicana, sin embargo, su debilidad radica en que no puede ser usado fuera del contexto regional mencionado. Sin embargo, la metodologa se encuentra disponible para proponer otros ndices similares para otras regiones de nuestro pas. Esta circunstancia es comn cuando se trabaja con ndices detallados, pues el modelo puede ser sensible al contexto y a la regin geogrfica.
reunin de la Real Sociedad de Edimburgo, el doctor Joseph Black, descubridor del dixido de carbono, dio lectura a un documento de James Hutton (Figura 6), en el que aparecen las siguientes palabras: I consider the Earth to be a super-organism and that its proper study should be by physiology. (Considero a la Tierra como un super organismo, cuyo estudio adecuado debiera ser mediante la fisiologa). Parece que sta fue la primera vez que se present formalmente un comentario que haca referencia a la teora del superorganismo. Sin embargo, es comn encontrar en culturas antiguas conceptos que refieren que el planeta est vivo y que son un referente para el desarrollo de la teora de Gaia, presentada en la dcada de los 70. Esta teora propone que nuestro planeta funciona como un organismo que mantiene las condiciones necesarias para su propia supervivencia (Lovelock, 1979). En 1995, Karr propuso que: El debate sobre salud e integridad ecosistmica necesita ir ms all de la validez y credibilidad cientfica, para reconocer el status legal y uso de estos conceptos en manejo y proteccin del ambiente. De esta forma se plantea la necesidad de continuar con el desarrollo de modelos que permitan monitorear a los ecosistemas. En aras de mayor claridad, se propone a los lectores diferenciar claramente entre salud e integridad en los siguientes trminos: Salud. Es un estado definido como preferencial para sitios influenciados por la gente (por ejemplo, los cultivos), donde las acciones efectuadas por el hombre estn dirigidas a la produccin. En este contexto, en tanto se obtengan los resultados esperados por las acciones ejercidas sobre un cultivo, ste es sano. Pero estos sitios no tienen integridad funcional entre sus distintos componentes biticos, pues las especies ah cultivadas en la mayora de los casos no han evolucionado en estos sitios.
Integridad. Se define en trminos de sitios con poca o sin influencia humana, en ellos los organismos son producto de procesos evolutivos y biogeogrficos.
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garantizar que su aplicacin permita contar con datos confiables. Provee datos mltiples en un muestreo. Para que se genere una herramienta prctica, como ptimo, un solo muestreo es suficiente para obtener informacin vlida. Se recomienda que en sistemas lticos el muestreo se haga en la poca de sequa, cuando las condiciones hidrolgicas permiten encontrar las comunidades acuticas ms estables que reflejen mejor las variaciones de origen antropognico. Ofrece resultados rpidos para la toma de decisiones. Atiende a los manejadores de los recursos acuticos, quienes requieren de mtodos efectivos que permitan establecer una manifestacin claramente indicativa de los impactos sobre los ecosistemas acuticos. Produce reportes cientficos de ms fcil acceso al pblico. Los protocolos y sus resultados pueden disearse de forma que puedan aplicarse e
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interpretarse por personas sin estricta formacin cientfica. Utiliza procedimientos ambientalmente benignos. La toma de datos no impacta a las comunidades biticas ni a los procesos del ecosistema que se halla bajo monitoreo. Es multimtrica. Un evento de toma de datos debe proveer varias mediciones. stas son las variables (mtricas) que componen al ndice. Es multivariada. El diseo del ndice debe emplear el poder de la estadstica multivariada. La certidumbre de un ndice es una de sus mayores fortalezas, por lo que su simplicidad no debe poner en riesgo su confiabilidad, lo que se logra a travs del rigor de los anlisis durante su diseo. Tiene enfoque regional. Las debilidades de otros modelos pueden estar relacionadas con la distribucin geogrfica de las especies o con particularidades de los ecosistemas. Por ello un sistema de monitoreo con principios de integridad bitica se disea teniendo en mente que su aplicacin debiera restringirse a regiones en las que sea posible pronosticar una composicin biolgica similar.
En su libro Restoring Life in Running Waters: Better Biological Monitoring (1998) Karr y Chu establecen 37 premisas asociadas con la teora y prctica, en la generacin de ndices multimtricos, de las cuales y para un mejor entendimiento de los elementos de un ndice de integridad bitica, se resaltan las siguientes: Premisa 8. Comprensin de las respuestas biolgicas. El entendimiento de las respuestas biolgicas requiere de mediciones a travs de diferentes grados de influencia humana. Se resalta la necesidad de contar con una medida fidedigna de la variacin provocada por impactos humanos en las respuestas biolgicas y no confundirla con la variacin natural de los atributos biolgicos de las poblaciones. Premisa 9. Atributos biolgicos. Los ndices deben ser sencillos, por lo que deben considerarse slo aquellos atributos biolgicos que proporcionan seales confiables acerca de la condicin biolgica. Esta premisa tiene significado como un nuevo enfoque de
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los indicadores biolgicos, e implica que con stos no se trata de encontrar especies indicadoras sino encontrar atributos en las comunidades biolgicas que permitan reconocer impactos provocados por actividades humanas. Premisa 10. Los anlisis grficos revelan las respuestas biolgicas. El informe grafico de los anlisis estadsticos ayuda, con frecuencia, a mejorar la comprensin sobre los fenmenos bajo estudio. Premisa 12. Integracin de mltiples factores. Los fenmenos en la naturaleza son multidimensionales, por lo mismo su entendimiento tiene su explicacin en anlisis multimtricos. Por esta caracterstica, los ndices proveen informacin integrada. Premisa 23. La apropiada clasificacin de sitios es clave. Los sitios de referencia considerados para el diseo de un ndice de este tipo deben considerar los siguientes aspectos: 1) mostrar una gradacin al menos aparente de los impactos, desde altos grados de degradacin hasta sitios cercanos a la condicin prstina; 2) pertenecer a una misma regin o a un mismo sistema y, dependiendo de la escala de anlisis, es deseable trabajar al menos dentro de una misma cuenca o regin hidrolgica. Premisa 33. Anlisis estadstico multivariado. El poder de la estadstica multivariada frecuentemente provee de un amplio panorama sobre el conocimiento biolgico. Siguiendo estas premisas se pueden generar ndices que utilicen variables (mtricas especficas) que permitan discernir entre sitios con diferentes grados de impacto y, de esta forma, generar estrategias de monitoreo que reconozcan entre sitios con diferentes grados de integridad bitica y que no se confundan con la variacin naturalmente esperable en las comunidades empleadas para el diseo del ndice. De igual forma, un ndice es una herramienta de informacin integrada significativa, que proviene de varias mediciones de atributos biolgicos. Los distintos modelos de monitoreo ambiental han seguido distintas estrategias fundadas en bases ecolgicas y biogeogrficas, que derivan del grado de conocimiento de la biota acutica y su entorno. Las ideas sobre el uso de organismos indicadores se encuentran ampliamente difundidas y han derivado en modelos de monitoreo bajo la perspectiva del Sn-
drome de ecosistemas deprimidos, la que considera que los ecosistemas acuticos afectados muestran los siguientes indicadores de estrs: Alteracin de la estructura de las comunidades biticas a favor de las formas de vida pequeas. Reduccin de la diversidad de especies. Incremento de la dominancia de especies con estrategia reproductiva r. Incremento de la dominancia de especies exticas. Reduccin del nmero de componentes de la secuencia funcional en las cadenas trficas locales. Incremento en la prevalencia del dao. Reduccin de la estabilidad poblacional.
Macroinvertebrados acuticos
En el diseo de ndices para efectos de monitoreo ambiental se ha privilegiado el uso de las comunidades de macroinvertebrados, segn Dall (1995) y Barbour et al. (1999), por las razones siguientes: a. La estructura de la comunidad de macroinvertebrados refleja las condiciones ambientales de la corriente, pues tienen diferentes grados de tolerancia a los contaminantes. b. Las asociaciones de macroinvertebrados son buenas indicadoras de condiciones localizadas porque son aparentes, abundantes y relativamente sedentarias. c. Son fciles de identificar hasta el nivel de familia y pueden ser reconocidas por personas no experimentadas, empleando para ello sistemas visuales (como registros fotogrficos regionales) de identificacin taxonmica. d. Tienen ciclos de vida ms o menos largos, por lo que pueden reflejar cambios ambientales en el corto tiempo. e. Son fciles de colectar y se requiere de poco equipo; adems la colecta se hace con poco personal, lo que vuelve barata la recoleccin de material biolgico. f. El muestreo de asociaciones de macroinvertebrados tiene poco impacto en el detrimento de la biota residente, siempre que se mantenga al mnimo estrictamente indispensable. g. Estas comunidades son una fuente primaria de recursos alimentarios para muchas especies de peces, incluyendo algunas que son comercialmente importantes y otras de uso recreativo, lo que destaca su importancia. h. Son relativamente abundantes en muchas corrientes de primer y segundo orden, en las cuales las asociaciones de peces son limitadas o no existen.
Estos sntomas pueden aparecer en diferentes combinaciones, dependiendo del tipo de dao. Por ejemplo, en la acidificacin de los lagos los ciclos de nutrientes pueden permanecer cerca de los valores de referencia, mientras que las especies ms sensibles desaparecen en el corto plazo. Los principios de integridad bitica prefieren el uso de variables sensibles a los impactos humanos sobre los sistemas acuticos y no enfatizan el uso de especies indicadoras. De esta forma, los protocolos se han desarrollado empleando comunidades del perifiton, macroinvertebrados acuticos, peces y, ms recientemente, comunidades vegetales y aves acuticas.
Perifiton
Estos organismos, al vivir pegados al sustrato, reflejan los cambios ocurridos por alteraciones fsicas, qumicas y biolgicas. Las diatomeas son tiles por su abundancia; la mayora, adems, proporciona mltiples indicadores sensibles a cambios especficos del hbitat. Adicionalmente, estn adaptadas a un amplio intervalo de condiciones ecolgicas y las valencias de tolerancia ambiental se conocen para la mayora de las especies. Tienen la desventaja de requerir de personal experimentado y de expertos en la identificacin de las especies, y de microscopios y otros implementos de laboratorio. Los ndices construidos con base en el perifiton han mostrado ser robustos, pero se recomienda que se acompaen de modelos de monitoreo que incluyan a los macroinvertebrados.
Peces
El empleo de los peces para el monitoreo de los ecosistemas acuticos est muy extendido, debido principalmente a que en general se tiene amplio conocimiento
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de este grupo zoolgico, acumulado sistemticamente desde el siglo xviii y, aunque en Mxico an no se cuenta con un inventario total, se trata del grupo de la biota acutica mejor conocido. La comunidad de peces posee varios atributos que la hacen til como indicador de la integridad bitica: son un componente altamente visible y sensible de los ecosistemas de agua dulce, los peces responden previsiblemente a cambios en los factores abiticos, como la calidad del agua y del hbitat, y a los biticos, como la explotacin del hombre y la adicin de especies. Permiten evaluar tanto la estructura y funcin de la comunidad en los diferentes niveles trficos, incorporando atributos a nivel de poblacin y de la condicin individual. Las mtricas derivadas de las caractersticas comunitarias de este grupo tienen en general un alto poder de discriminacin, ya que son sensibles a varios tipos de degradacin, adems de que las restricciones legales para su colecta son mnimas, exceptuando las especies incluidas en la norma de proteccin (Yoder, 1994, De la Lanza et al., 2000). Entre las desventajas de usar este grupo estn la movilidad y las formas de migracin de los peces en el caso de ros y arroyos.
Vegetacin
La vegetacin riberea estabiliza las riberas en los sistemas acuticos, adems es un filtro importante de
slidos finos que provienen de los taludes del cauce. Es notable que las formas vegetales de las riberas sean principalmente herbceas, pues tienen una biomasa mayor en las races (Figura 7a), las cuales son profusamente ramificadas, lo que confiere mayor estabilidad al suelo del rea riberea (Figura 7b). La proteccin que confieren las herbceas a las riberas no es comparable con la otras formas de vida, pues en el rea riberea la presencia de arbustos y rboles (sobre todo si fueron plantados all) tiende a convertirse en un problema, debido a que los procesos laterales de disipacin de energa derriban a los rboles o forman islas que modifican la estructura del cauce y con ello alteran la disipacin de la energa, y de esta forma alteran los procesos geomrficos laterales y longitudinales que regulan la estructura del cauce (Figura 8). En cambio las herbceas acuticas y subacuticas, adems de la estabilidad que le otorgan a las riberas, son tambin una importante fuente de heterogeneidad ambiental, son fundamentales como sustrato para el establecimiento de la biota acutica, y participan en la produccin de materia y flujos de energa autctona en los sistemas lticos (Figura 9). Tambin se han empleado las asociaciones de plantas acuticas para estimar la integridad bitica de ecosistemas acuticos. Recientemente se present un ndice para arroyos de primer orden en el suroeste de Montana, basado en la vegetacin (Jones, 2005). Este ndice est
Figura 7. izquierda: races de Carex, culTivadas en el vivero de rocky mounTain research sTaTion, FlagsTaFF, arizona, ee.uu. derecha: proTeccin vegeTal de las riberas del arroyo la concha, san luis poTos, mxico
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Figura 8. izquierda: Formacin de una isla en el cauce del arroyo charco azul, san luis poTos, mxico. derecha: reTencin anormal de sedimenTos por el dique Formado por la cada de rboles denTro del cauce del arroyo puerTo garnica, michoacn, mxico
constituido por ocho mtricas sensibles para estimar los impactos provocados por el hombre, entre ellas la cubierta de gramneas y de especies exticas dentro de la zona de inundacin, la relacin entre la cubierta de plantas anuales y bianuales, la cubierta de hidrfitas y la estabilidad de las riberas. La seleccin de las variables se hizo, en este caso, con base en su respuesta al estrs provocado por el pastoreo (Figura 10).
Aves
Los indicadores terrestres pueden ser importantes porque responden directamente a las perturbaciones que frecuentemente preceden a los cambios en las caractersticas fsicas y acuticas en ecosistemas acuticos (Gregory et al., 1991; Bryce y Hughes, 2002). De acuerdo con Block et al. (1986), Morrison (1986)
Figura 9. izquierda: vegeTacin riberea y acuTica en el cauce del arroyo charco azul, san luis poTos, mxico. derecha: vegeTacin acuTica en el ro huichihuayn, san luis poTos, mxico
Figura. 10. izquierda: abrevadero en el ro chiquiTo de morelia, michoacn. derecha: impacTos en las riberas del arroyo el soldado, arizona, ee.uu.
y Cronquist y Brooks (1991), las comunidades de aves pueden ser propuestas como buenos indicadores porque reflejan una amplia variacin ecosistmica que incluye: la calidad del agua, la productividad, la estructura y complejidad de la vegetacin, y la integridad del ecosistema. Las aves acuticas y no acuticas, adems, se muestrean con tcnicas costo-eficientes en reas pequeas y permiten el desarrollo de ndices sensibles al nivel de comunidad.
Comunidades de peces
Inicialmente en el ndice de Integridad Bitica (IIB), Karr (1981) propuso 12 atributos que reflejaban riqueza y composicin de especies, nmero y abundancia de especies indicadoras, organizacin y funcin trfica, comportamiento reproductivo, abundancia de peces y condicin individual. Cada atributo reciba un valor de cinco puntos si tena una condicin similar al esperado para una comunidad de peces caracterstica de un sistema con poca influencia humana, un valor de un punto si tena un valor similar al esperado para una
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comunidad significativamente diferente de la condicin de referencia, y un valor de tres puntos si se encontraba en una condicin intermedia. El valor total del IIB es la suma de los valores de los 12 atributos; con esto se puede clasificar a un sistema dado como el mejor si la suma da 60, o como un ambiente en mal estado si la suma es de hasta 12 puntos (Tabla 6). Cabe sealar que ese ndice se desarroll considerando taxa de peces de latitudes altas en el continente americano (Tabla 7). La flexibilidad del IIB ha permitido su aplicacin mediante modificaciones y adaptaciones a varias regiones ecolgicas de los EE.UU. y otros sitios de Norteamrica, as como en diferentes sistemas acuticos y regiones biogeogrficas tanto en Europa, frica, Canad, Asia, Sudamrica y Australia (Hughes y Oberdorff, 1998). A partir de la propuesta original se han formulado varias versiones del ndice de Integridad Bitica y stas se han incorporado a programas de evaluacin cuantitativa de recursos acuticos en diversos estados de los EE.UU. Algunos se han adecuado a las diferencias en estructura y zoogeografa de las comunidades de peces y a las condiciones propias de los arroyos (Miller et al., 1988). El IIB basado en peces presenta, con respecto a otros ndices, mayores ventajas por sus bases ecolgicas, su sensibilidad a diferentes fuentes de degradacin ambiental, y por producir resultados manejables y reproducibles. Sus desventajas aparecen en el sentido
Tabla 6. caTegoras y mTricas empleadas en la consTruccin del iib original (karr et al., 1987)
Categora Riqueza de especies y composicin 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. Mtricas (variables) Nmero de especies nativas de peces Nmero e identidad de especies de percas (familia Percidae) Nmero e identidad de peces sol (familia Centrarchidae) Nmero e identidad de peces succionadores (familia Catostomidae) Nmero e identidad de especies intolerantes Proporcin de individuos de especies tolerantes Proporcin de individuos omnvoros Proporcin de individuos insectvoros Proporcin de individuos carnvoros Nmero de individuos en la muestra Proporcin de individuos hbridos Proporcin de individuos con enfermedades, tumores, daos o anormalidades en el esqueleto
Composicin trfica
de que requiere una cifra importante de riqueza de especies, abundante informacin bsica y el uso de mtodos subjetivos para la determinacin de algunas mtricas (Faush et al., 1990). El uso y aplicacin del IIB tambin se ha extendido a lagos interiores, donde se ha ensayado la
sensibilidad de 13 atributos de la comunidad de la zona litoral, cinco de los cuales miden la riqueza de especies: nmero de especies nativas, especies de centrrquidos (lobinas), especies de ciprnidos (carpas), especies intolerantes y pequeas especies bnticas; y ocho miden la abundancia relativa: por-
Tabla 7. inTerpreTacin de los valores del iib para peces en arroyos (Tomado de karr, 1981)
Puntuacin 58 60 48 52 Categora (clase) Excelente Bueno Atributos Comparable con la condicin prstina; estn presentes todas las especies de peces regionalmente esperadas. Riqueza especfica por debajo de la esperada se ha perdido la mayora de las especies intolerantes; algunas especies se hallan con abundancias menores a las esperadas y con una distribucin de tallas alterada respecto a la original conocida o de referencia; la estructura trfica muestra algunos sntomas de estrs. Pocas especies estn presentes. Se han perdido las intolerantes; los adultos (clase de mayor edad) de las especies depredadoras son escasos; la estructura trfica est dominada por omnvoros. Dominan las especies hbitat-generalistas y formas tolerantes; hay pocos depredadores; los factores de condicin y tasa de crecimiento estn deprimidos; los hbridos y peces con daos son comunes. Pocos peces estn presentes, la mayora son especies introducidas y formas tolerantes; los hbridos son comunes; los peces con daos, parsitos, aletas daadas y otras anomalas son regulares. En repetidos muestreos no se encuentran peces.
40 44
Medio
28 34
Pobre
12 22
Muy pobre
Sin peces
centaje de especies bnticas del total de individuos capturados, especies intolerantes, especies tolerantes, peces exticos, omnvoros, carnvoros estrictos, desovadores litfilos y especies habitantes de la zona de vegetacin, mediante datos de al menos 15 aos (Jennnings et al., 1998).
ubicar las cuencas hidrogeolgicas de origen crstico (Figura 12). Adems, con la informacin topogrfica se intent pronosticar las reas en las que potencialmente se encontraran manantiales de distinta magnitud de flujo (Figura 13). Es importante conocer bien los protocolos estandarizados de muestreo para el grupo biolgico que se ha elegido como base para disear el ndice. En la construccin del IIBACA las muestras se obtuvieron considerando las propuestas tericas de Spangler (1982) respecto de la distribucin temporal y espacial de los colepteros acuticos. Para ello se hizo uso de la red acutica D de abertura de malla de 300 mm, y 33 cm de abertura mxima del aro (Figura 14). Se obtuvieron los datos de composicin y estructura de las asociaciones con base en los siguientes parmetros: riqueza (S), abundancia (N), ndice de diversidad de Shannon y Wiener (H), ndice de diversidad alfa de la serie logartmica (ALFA), ndice de equitatividad de Pielou (E), ndice de dominancia de Simpson (C), y los ndices de similitud de Jaccard y Czekanovski-Dice-Sorensen (Magurran, 1988 y Southwood, 1978). Posteriormente, para agrupar las semejanzas entre los datos obtenidos, se realiz un anlisis de sitios (cluster), mediante la tcnica de ligamiento promedio noponderado (UPGMA) (McCune y Mefford, 1999). Para reconocer las diferencias en composicin y estructura de las asociaciones as como el efecto que sobre stas tie-
Figura11. izquierda: mananTial agua buena, san luis poTos, muy modiFicado por obras de exTraccin. derecha: mananTial el plTano, querTaro, poco impacTado por las acTividades humanas
Evaluacin y seguimiento
Figura 13. relacin enTre la alTiTud sobre el nivel del mar y la magniTud del Flujo en mananTiales de la huasTeca
nen los parmetros ambientales, se aplic un Anlisis de Componentes Principales (SAS Institute, 1989-1997). Adems se realiz un anlisis de ordenacin mediante la tcnica de anlisis cannico de correspondencia (Decorana), (McCune y Mefford, 1999). Con la finalidad de conocer la estructura trfica de las asociaciones, se parti de categorizar la composicin taxonmica de familias y gneros encontrada en los sitios de muestreo en grupos funcionales, de acuerdo con los criterios de Stehr (1987); Merrit y Cummins (1996); Barbour et al. (1999); Mandaville (2002); Perry (2002); Wood-Pawcatuck Watershed Association (2002); Australian Water Quality Centre (2003); SWCSMH (2003) y WRIA (2003). En trminos generales la huasteca mexicana es muy rica en familias y gneros de colepteros acuticos. Se encontraron 101 gneros comprendidos en 25 familias, de las que el 62.37 % de los gneros es aportado por las familias Dytiscidae (26.73%), Elmidae (18.81%) e Hydrophilidae (16.83%) (P90 Evaluacin y seguimiento
rez-Mungua, 2004). Asimismo, la similitud y las relaciones de sinergia entre los sitios se explican por las diferencias en la composicin y estructura de estas mismas familias. Por esto, en el diseo del ndice se puso nfasis en la presencia de gneros pertenecientes a estas familias. Tambin fue posible determinar que los manantiales son sitios en los que la coleopterofauna est respondiendo a las condiciones de cada manantial particular, por lo que las asociaciones parecen conformarse por procesos de colonizacin aleatoria y de extincin continua selectiva. Con los datos extrados del material biolgico muestreado, se integr una matriz en la que se acomodaron los diferentes taxa ordenados para cada sitio de muestreo por abundancia y por gremios trficos e indicando su valencia de tolerancia. Esta ltima variable es un ndice, cuyos valores se asignan con base en la sensibilidad y tolerancia que muestra la familia (tambin estn calculadas para
gneros y especies) respecto a diferentes alteraciones ambientales, por ejemplo, anoxia, embebimiento del hbitat y otros. Con la informacin reunida fue posible proponer las variables de respuesta al ambiente (llamadas mtricas), mismas que fueron seleccionadas y categorizadas de acuerdo con lo propuesto por Barbour et al (1999); Citizens Environment Watch (2002); Mandaville (2002); Llans (2002); Klemm et al. (2003) y Perry (2002). Vase Tabla 7. Estas variables se definen como sigue:
Riqueza de taxa. Se consider como el nmero de gneros que conforman a las asociaciones de colepteros en los sitios de muestreo. Nmero de gneros de Dytiscidae. Se incluy el nmero de gneros que pertenecen a la familia Dytiscidae, principalmente constituida por organismos depredadores y con atributos variables de tolerancia. Nmero de gneros de Hydrophilidae. Los atributos de los organismos de esta familia la tipifican como tolerante a la contaminacin orgnica.
Tabla 8. caTegoras y variables inicialmenTe propuesTas para la consTruccin del ndice biolgico, que emplea a las asociaciones de colepTeros acuTicos en los mananTiales crsTicos de la huasTeca mexicana.
Categora Variables de respuesta al ambiente Tendencia con la alteracin del ambiente Diminuye Variable Variable Disminuye Disminuye Aumenta Disminuye Variable Variable Disminuye Disminuye Aumenta Disminuye Incrementa Disminuye Aumenta Disminuye Aumenta Variable Disminuye Aumenta Variable Disminuye Disminuye Disminuye
Medidas de riqueza
Medidas de estructura
Medidas de composicin
Medidas de tolerancia
Medidas trficas
Medidas de hbitos
Riqueza de taxa Nmero de gneros de Dytiscidae Nmero de gneros de Hydrophilidae Nmero de gneros de Elmidae Densidad de taxa Abundancia del taxn dominante ndice de Equitatividad de Pielou Abundancia de organismos de Dytiscidae Abundancia de organismos de Hydrophilidae Abundancia de organismos de Elmidae Nmero de taxa sensibles Nmero de taxa tolerantes Proporcin de taxa sensibles Proporcin de taxa tolerantes Abundancia relativa de organismos sensibles Abundancia relativa de organismos tolerantes ndice de Sensibilidad Ponderado Indice de Tolerancia Porcentaje de taxa filtradores Porcentaje de taxa desgarradores Porcentaje de taxa omnvoros y recolectores Porcentaje de abundancia de taxa depredadores Proporcin de abundancia entre taxa raspadores y colectores filtradores Nmero de taxa fijos Porcentaje de taxa fijos
Nmero de gneros de Elmidae. Los gneros encontrados en la huasteca mexicana, en su mayora son poco tolerantes o intolerantes a la contaminacin orgnica. Por otro lado, en su mayora viven prcticamente fijos, lo que hace que la disminucin en la disponibilidad de sustrato por efecto del embebimiento o por alteraciones fsicas, conduzca hacia la extirpacin de estos gneros. Densidad de taxa. Para obtenerla se emplea el valor total de densidad de todos los taxa obtenidos por muestra, mediante la siguiente frmula: D = n i/ m2 Donde: D = Densidad total de los taxa encontrados, expresado en nmero de individuos por metro cuadrado, que fue la unidad muestral. ni = Nmero de individuos del isimo taxn.
Abundancia del taxn dominante. Representa la proporcin del aporte al ndice de dominancia del taxn ms dominante para cada sitio de muestreo. Se estim con la siguiente frmula: Ar = ai/A(100) Donde: Ar = Abundancia relativa del taxn ms dominante ai = El aporte del taxn ms dominante A= El total de la abundancia de todos los taxa
Abundancia de organismos de Hydrophilidae. Se consider como la sumatoria de los individuos que pertenecen a esta familia. Abundancia de organismos de Elmidae. Se consider como la sumatoria de los individuos que pertenecen a esta familia. Medidas de tolerancia. Los valores de tolerancia de los gneros son un reflejo de los modelos adaptativos que ha seguido su evolucin para enfrentar cambios en la calidad del agua, provocados principalmente por contaminacin orgnica. Se espera que los gneros intolerantes sean extirpados en sistemas alterados, son los que Lindegaard (1995) reconoce como indicadores de alteracin. Para obtener los valores de tolerancia, gremios trficos y hbitos se adecuaron los criterios que aportan, Merrit y Cummins (1996); Barbour et al. (1999); Mandaville (2002); Perry (2002); Wood-Pawcatuck Watershed Association (2002); Australian Water Quality Centre (2003); SWCSMH (2003) y WRIA (2003). Los gneros de los que no se tiene informacin, no fueron incluidos en los anlisis. Nmero de taxa sensibles. Con base en los valores conocidos de sensibilidad, se conformaron dos grupos, los que van de 1 a 5 en su calificacin de tolerancia se consideran taxa intolerantes. Nmero de taxa tolerantes. Con base en la calificacin de tolerancia, los taxa que tuvieron valores de 6 a 10 se consideraron en la categora de tolerantes. En estas dos ltimas categoras se emple la riqueza de taxa, para definirlas. Abundancia relativa de organismos sensibles. Se emple la tasa de las abundancias de los organismos que pertenecen a un taxn intolerante, bajo la siguiente frmula: Ars = Sts/A(100) Donde: Ars = Abundancia relativa de organismos que pertenecen a un taxn sensible. Sts = Aporte de abundancia de los taxa sensibles. A = Abundancia total de todos los taxa de las categoras de tolerancia/intolerancia.
ndice de equitatividad de Pielou. Se considera como una medida de uniformidad que relaciona a la mxima diversidad esperada con la observada en un sitio. Esta variable es un reflejo de la distribucin de las abundancias de la especies en una coleccin (Magurran, 1988). Abundancia de organismos de Dytiscidae. Se consider como la sumatoria de los individuos que pertenecen a esta familia.
92 Evaluacin y seguimiento
Abundancia relativa de organismos tolerantes. Se emple la tasa de las abundancias de los organismos que pertenecen a un taxn tolerante, bajo la siguiente frmula: Art = Stt/A(100) Donde: Art= Abundancia relativa de organismos que pertenecen a un taxn tolerante. Stt = Aporte de abundancia de los taxa tolerantes. A = Abundancia total de todos los taxa de las categoras de tolerancia/intolerancia.
ndice de tolerancia. Este ndice se gener como un referente del valor de importancia de los taxa tolerantes en cada sitio y tiende a ser inverso al ISP. Se obtuvo con la siguiente frmula: IT = Donde: IT = ndice de tolerancia. Abri. = Abundancia relativa de los taxa. VT.= Valencia de tolerancia para el i-simo taxn. N. = Nmero de taxa que aportan al valor de tolerancia total. T. = Corresponde al aporte del producto de la abundancia relativa por la valencia de tolerancia de todos los taxa. S[(Abri) (VT)]/NT
ndice de Sensibilidad Ponderado (ISP). Este ndice fue diseado para obtener un valor de sensibilidad para cada sitio. Representa la importancia de las especies intolerantes en trminos de abundancia. Se obtuvo como la suma ponderada de las abundancias de los taxa intolerantes (sensibles), y se ajust a un universo limitado de valores que van de 0 a 2, correspondiendo 0 a la menor sensibilidad (o mayor tolerancia) y 2 representa el mayor grado de sensibilidad (menor intolerancia), empleando la siguiente frmula: ISP = 2. [(Abri) (VT)] + [(Abrt) (VT)]/ (N-1)2
Donde: ISP = Valor del ndice de Sensibilidad Ponderado. Abri = Abundancia relativa de los taxa intolerantes. Abrt = Abundancia relativa de los taxa tolerantes. VT = Valencia de tolerancia para el i-simo taxa. N= Corresponde al aporte del producto de la abundancia relativa por la valencia de tolerancia de todos los taxa.
Porcentaje de taxa filtradores. Representa el porcentaje que ocupan los taxa filtradores. Porcentaje de taxa desgarradores. Son los taxa que fragmentan materia orgnica; representan un valioso indicador de impactos sobre ambientes riparios (Perry, 2002). Porcentaje de taxa omnvoros y recolectores. Representa el porcentaje de taxa generalistas en sus estrategias de alimentacin. Porcentaje de abundancia de taxa depredadores. Puede hacerse restrictivo para excluir a los omnvoros. Proporcin de abundancia entre taxa raspadores y colectores filtradores. Considera el balance entre dos fuentes de alimento; los colectores filtradores pueden indicar un incremento en materia orgnica disponible en el ambiente; los taxa raspadores tienden a decrecer cuando aumentan las poblaciones de algas filamentosas y diatomeas (Perry, 2002). Nmero de taxa fijos. Es el nmero de taxa cuyos modelos adaptativos les permiten vivir fijos al sustrato, que generalmente son rocas o estructuras de plantas acuticas vivas. Porcentaje de taxa fijos. Representa el porcentaje de organismos cuyos modelos adaptativos les permiten vivir pegados a un sustrato sumergido.
Integridad bitica de ambientes acuticos 93
Las matrices de datos resultantes del conjunto de variables inicialmente propuesto fueron sometidas a diferentes anlisis de correlacin, de componentes principales y de ordenacin, para eliminar aqullas que estuvieran fuertemente correlacionadas y que aportaran informacin redundante. Durante el desarrollo de un ndice se debe contar con mtodos que permitan validarlo, por lo que en este caso fue necesario desarrollar un ndice de Calidad Ambiental (ICAM) que, como elemento de contraste (por procedimientos de regresin u otros) permitiera encontrar las variables biolgicas que fueran sensibles a la perturbacin. Durante la seleccin de variables es muy til emplear anlisis de varianza de una sola va (ANOVA), que permiten reconocer en forma individual aquellas variables propuestas que son sensibles al impacto negativo de las actividades humanas. Este paso requiere que previamente se tenga un agrupamiento de los sitios con base en su calidad ambiental. Esto permite seleccionar rpidamente a las variables de mejor respuesta al impacto, adems de encontrar la relacin entre el comportamiento de la variable y el tipo y cuanta de la perturbacin provocada por las actividades humanas. Para reconocer el grado de coherencia entre los ndices de calidad ambiental y de integridad bitica, en este caso se us un anlisis de regresin utilizando el ndice de calidad ambiental como el conjunto de variables independientes, y el ndice de integridad bitica como el conjunto de variables dependientes. Asimismo, se compar el ndice de integridad bitica con los ndices de sensibilidad ponderada y de tolerancia desarrollados. Con base en los anlisis se seleccionaron nicamente ocho variables, que explicaron la mayor parte de la variacin entre los sitios de referencia y que no fueron redundantes: riqueza de taxa (RT), densidad de taxa (DT), nmero de taxa sensibles (TS), porcentaje de taxa de organismos omnvoros y recolectores (% OMN/REC), porcentaje de la abundancia de organismos depredadores (%ATD), proporcin de abundancia entre taxa raspadores y colectores filtradores (TARAS/COL), nmero de taxa fijos (#TF) y porcentaje de taxa fijos (%TF). Un anlisis estadstico (distribucin de percentiles) permiti obtener los intervalos de distri94 Evaluacin y seguimiento
bucin de datos y, con ello, se estandarizaron los valores obtenidos en cuatro categoras. Los criterios de calificacin de las variables corresponden con los puntos extrados de las categoras (Tabla 11). nicamente el porcentaje de taxa omnvoros y recolectores (%OMN/REC) se consider con valores negativos, pues se trata de la nica variable seleccionada que se incrementa con la alteracin del ambiente. Con base en los valores correspondientes a las variables, se calificaron los sitios de referencia (Tabla 9). Con base en los valores correspondientes a las variables, se calificaron los sitios de referencia (Tabla 11). El algoritmo con el cual se calcul el ndice de integridad bitica empleando a las asociaciones de colepteros acuticos (IIBACA) es una suma no ponderada de las variables de respuesta al ambiente, por parte de las asociaciones de colepteros acuticos. Como resultado se propuso la siguiente frmula para obtener el IIBACA. IIBACA = VRA Donde: IIBACA = ndice de Integridad Bitica empleando a las Asociaciones de Colepteros Acuticos. VRA = Sumatoria de las Variables de Respuesta Ambiental (riqueza de taxa, densidad de taxa, nmero de taxa sensibles, porcentaje de taxa de omnvoros/ recolectores, porcentaje de taxa depredadores, proporcin de abundancia entre taxa raspadores y colectores filtradores, el nmero de taxa fijos y el porcentaje de taxa fijos). El algoritmo propuesto tiene un intervalo de 3 a 27 puntos como valores extremos. Con un anlisis de percentiles se obtuvieron las categoras, que se nominaron para referencia (Tabla 10). Estas categoras se aplican a los sitios de referencia, de forma tal que se pueden hacer las clasificaciones grficas como la mostrada en la Figura 15.
Tabla 9. caTegoras y criTerios de caliFicacin de las variables de respuesTa al ambienTe (vra) seleccionadas
para consTruir el ndice de inTegridad biTica con base en las asociaciones de colepTeros acuTicos en mananTiales crsTicos de la huasTeca mexicana. los cdigos de las variables se encuenTran en el TexTo
Criterios para calificar a las variables de respuesta al ambiente en categoras Variable Intervalo 1 Intervalo 2 Intervalo 3 Intervalo 4 Tenedencia de respuesta Decrece Decrece Decrece Aumenta Decrece Decrece Decrece Decrece
1Y2 1Y<7 Y=1 0 Y < 30 0 Y < 2.5 Y=0 Y=0 0 Y < 7.14
2<Y=6 7 Y < 15 2Y<4 30 = Y < 33 2.5 Y < 27.4 0 < Y < 0.5 1Y3 7.14 Y < 50
Y=7 15 Y < 35 4Y<6 33 Y < 50 27.4 Y < 65.2 0.5 Y < 1 Y=4 50 Y < 66.66
Y>7 Y > 35 Y>6 Y > 50 Y > 67.2 Y>1 Y>4 Y > 66.66
Calificaciones de las categoras Variable RT DT TS % OMN/REC % ATD TARAS/COL #TF %TF Categora 1 1 1 1 -1 1 1 1 1 Categora 2 2 2 2 -2 2 2 2 2 Categora 3 3 3 3 -3 3 3 3 3 Categora 4 4 4 4 -4 4 4 4 4
(1998) quienes examinan cambios de distribucin y la reduccin de las comunidades de peces en cuencas especficas. Posteriormente a la investigacin sobre el estado de las comunidades se inicia la utilizacin del IIB para ros y lagos, especialmente de la cuenca del Lerma-Chapala. Lyons et al. (1995) presentan una propuesta de utilizacin del IIB en ros de la zona centro-oeste de Mxico, especficamente de la zona de Jalisco en la Sierra de Manantln y la parte alta del ro Duero. Los valores obtenidos del ndice y las evaluaciones de la integridad bitica, para las 27 localidades, mostraron una alta correlacin positiva con evaluaciones independientes de la calidad
Integridad bitica de ambientes acuticos 95
del hbitat y la calidad del agua. Lyons et al. (1995) argumentaron que el IIB promete ser til para identificar cuencas claves en los ros y arroyos del occidente de Mxico, para la proteccin de comunidades de peces nativos, de especies amenazadas y en peligro de extincin, as como para el monitoreo y evaluacin de la biodiversidad y la integridad de los ecosistemas. Los criterios empleados por Lyons et al. (1995) para calcular el IIB en arroyos y pequeos ros se muestran en la Tabla 11 y han sido consistentes en otras pruebas del ndice. Por ejemplo, Mercado-Silva et al. (2002)
evaluaron los atributos y criterios anteriores en diez cuencas de Mxico Central y concluyeron que esta versin puede ser utilizada sin modificaciones para evaluar la calidad ambiental en ros y arroyos no costeros en cinco subcuencas (Armera, Purificacin, Marabasco, Ameca y Coahuayana). Sin embargo, no resulta del todo recomendable para la cuenca del ro Grande de Morelia. De igual manera, Lyons et al. (2000) desarrollaron un ndice preliminar de integridad bitica para evaluar la condicin de 19 lagos de Mxico central, sobre la base de datos histricos de comunidades de peces. Esta ver-
Figura 15. clasiFicacin de los mananTiales de la huasTeca mexicana de acuerdo con un ndice propio de inTegridad biTica, basado en las asociaciones de colepTeros acuTicos
96 Evaluacin y seguimiento
Tabla 11. criTerios para evaluar los valores de los aTribuTos usados para calcular el iib en arroyos y pequeos ros, (lyons et al., 1995)
Atributo criterios para cada categora rea de cuenca (km 2) 1. Nmero de especies nativas 2. Porcentaje de especies bnticas 3. Nmero de especies de la columna de agua o pelgicas 4. Nmero de especies sensitivas 5. Porcentaje de especies tolerantes 6. Porcentaje de especies exticas 7. Porcentaje de omnvoros 8. Porcentaje de nativos vivparos 9. Nmero de peces por 30 minutos de muestreo 10. Porcentaje de individuos enfermos, deformados, aletas lesionadas, lesiones o tumores Todas >5 5-1 >1 > 400 = 400 Todas > 400 = 400 Todas Todas Todas Todas Todas > 400 = 400 pobre (0) > 4 0-1 <5 <2 0 0 > 90 > 25 > 95 <25 <60 <30 regular (5) 4-6 2-4 5-25 2-4 1-2 1-2 90-10 25-5 95-85 25-75 _______ bueno (10) >6 >4 > 25 >4 >2 >2 < 10 <5 <85 > 75 > 60 >30
sin propone diez atributos que se presentan en la Tabla 12. El ndice se aplic a cuatro lagos: Xochimilco (15 puntos), Cuitzeo (15), Chapala (30) y Ptzcuaro (70), concluyndose que los resultados reflejan claramente el grado de degradacin de estos ecosistemas.
iniciado el diseo de protocolos para monitorear la calidad y la integridad de nuestros ecosistemas acuticos, la opcin es buscar las relaciones entre ndices que midan la calidad ambiental y la integridad bitica a travs de anlisis de correlacin y de regresin. En un primer caso de aplicacin de este enfoque, se muestran los anlisis de regresin y correlacin entre los valores de los ndices de calidad ambiental y de integridad bitica para los manantiales crsticos de referencia en la huasteca mexicana (Figura 16). Los resultados muestran que el ndice de Integridad Bitica con base en las Asociaciones de Colepteros Acuticos (IIBACA), para manantiales crsticos de la huasteca mexicana es un buen estimador de la calidad ambiental de estos ecosistemas acuticos en la regin sealada. En un segundo caso, la validacin de los ndices de integridad bitica basada en peces para ambientes
Integridad bitica de ambientes acuticos 97
2.
Tabla 12. criTerios para evaluar los valores de los aTribuTos del iib en sisTemas lnTicos. ve es el valor esperado para cada aTribuTo en ausencia de gran degradacin humana (lyons et al., 2000)
Atributo criterios para cada categora Pobre (cero puntos ) 1. Nmero total de especies nativas 2. Nmero de especies nativas comunes 3. Nmero de especies nativas de goodeidos 4. Nmero de especies nativas del gnero Chirostoma 5. Numero de especies nativas sensitivas 6. Porcentaje de biomasa de especies tolerantes 7. Porcentaje de biomasa de especies exticas 8. Porcentaje de biomasa de carnvoros nativos 9. Mxima longitud patrn de especies nativas 10. Porcentaje de especies de ectoparsitos exticos en peces nativos < 50 % de ve < 66% de ve < 60 % de ve < 60 % de ve < 40 % de ve > 90 % > 85 % <5% < 50 % de ve > 60 % regular (5 puntos) 50-74 % de ve 66-79 % de ve 60-84 % de ve 60-84 % de ve 40-84 % de ve 90-50 % 85-50 % 5-20 % 50-74% de ve 60-25 % bueno (10 puntos) > 74 % de ve > 79 % de ve > 84 % de ve > 84 % de ve > 84 % de ve < 50 % < 50 % > 20 % > 74 % de ve < 25 %
Figura 16. correlacin enTre un ndice de inTegridad biTica (iibaca) y el de calidad ambienTal (icam) para mananTiales de la huasTeca
9 Evaluacin y seguimiento
lticos y lnticos incluy una correlacin entre estos ndices, un ndice de Calidad del Hbitat y un ndice de calidad del agua para analizar la sensibilidad del ndice de Integridad Bitica. ste result ser una excelente herramienta para el monitoreo de la degradacin ambiental (Tabla 13).
b) En el grupo de proteccin de especies se toma el criterio para poder conservar especies que se encuentren dentro de las categoras de amenazadas, en riesgo y/o en peligro o de hbitat restringido. El IIB provee informacin a fin de detectar hbitats crticos para especies como el caso de los peces Hubbsina turneri, Allotoca zacapuensis, Tetrapleurodon geminis y T. spadicea, especies de requerimientos especficos (por ejemplo T. spadicea que necesita de varios asociados que, a su vez, son especies sensibles a cambios en la calidad del agua (Lyons et al., 1995). Las especies de goodeidos requieren de ecosistemas en condiciones de alta integridad bitica, no toleran concentraciones altas de contaminantes ni cambios en la estructura del hbitat. Los sitios que resulten dentro de la clasificacin como regulares son, en algunos casos, importantes para considerar en el mediano plazo actividades de restauracin y/o rehabilitacin que permitan al menos la continuidad de las especies existentes. La creciente necesidad de tomar decisiones rpidas sobre los sistemas lticos, surgida de las alteraciones y prdida de estos recursos, es la que ha conducido hacia el diseo de sistemas de monitoreo sobre estos ambientes acuticos. Como se expuso con anterioridad, en Mxico slo se ha normalizado el ndice de Calidad del Agua (ICA) que, sin embargo, no reconoce las alteraciones morfolgicas sobre los cauces y que con frecuencia se ve limitado al tratar de explicar la integridad bitica que existe en ellos. Esto se debe a que no necesariamente aguas con excelente calidad significan que los ambientes estn conservados (incluso por sistemas canalizados, fuertemente alterados en ms de un sentido, pueden correr aguas de excelente calidad). En cambio, protocolos de valoracin rpida como los expuestos, orientados a determinar el estado ms probable, la calidad ambiental visual y la integridad bitica, pueden explicar rpidamente el estado de conservacin de los ecosistemas acuticos y, en virtud de su simplicidad de uso (no obstante el considerable esfuerzo y detalle necesarios para su construccin), pueden integrarse en sistemas de monitoreo, teniendo como caractersticas deseables: ser costo-eficientes, vIntegridad bitica de ambientes acuticos 99
Tabla 13.valores cualiTaTivos de calidad del hbiTaT. en el caso de sisTemas lTicos se presenTan los criTerios propuesTos por lyons et al., 1995, para sisTemas lnTicos se propone una escala de aTribuTos generada por medina (2003)
Intervalo
Atributos de calidad hbitat
Sistemas lnticos (Lyons com. pers., 2003; Medina-Nava, 2003) Bueno 7-10 Natural sin modificaciones en su contorno (Lnea de costa). Mantiene su profundidad media. Poco lodosos. Con vegetacin riparia y acutica nativa, sin grandes masas de vegetacin flotante y arraigada. Vegetacin riparia presente. Heterogeneidad de hbitat. Zonas ms extensas en la periferia, con algunas modificaciones debido a obras hidrulicas. Vegetacin riparia slo en manchones. Sedimentos con evidencias de aporte de materia orgnica, (Fuentes no puntuales de contaminacin) lodos, cienos, desarrollo de plantas acuticas, sumergidas, emergentes y arraigadas. Utilizadas para usos domsticos y agrcola-pecuarios. Prdida evidente de profundidad, sin vegetacin riparia y acutica nativa. Extensas reas de vegetacin arraigada y flotante especialmente lirio acutico (Eichhornia crassipes, grandes masas de algas. Excesiva sedimentacin producto de fuentes no puntuales de contaminacin (erosin), con reas someras cenagosas, empantanadas, con olor ftido. Modificaciones evidentes por obras hidrulicas para fines de uso domstico, industrial, agrcola y/o ganadero, que generan cambios en los patrones de corrientes y circulacin. Prdida evidente de estructura del hbitat.
Natural, sin modificaciones en su hidromorfologa. Diversidad en el rango de micro y macrohbitats. Cobertura y refugios para peces. Poco lodoso. Vegetacin riparia bien desarrollada.
Regular 5-6
Algunas modificaciones de canalizacin evidentes. Limitada heterogeneidad del hbitat. Poca cobertura y refugios o aguas profundas. Sedimentacin (lodo) comn. Vegetacin riparia pobremente desarrollada en algunas reas.
Pobre 0-4
Fuertemente modificado por canalizacin u otras modificaciones hidrulicas. Refugios y cobertura para peces ausentes. Poca variacin de la profundidad del agua a lo largo del cause. Vegetacin riparia pobremente desarrollada y extensas reas desnudas, tierra expuesta. Agua en sitios con gran estancamiento o con flujo de excesiva velocidad. Gran cantidad de sedimentos. Excesivo crecimiento de algas o macrofitas.
Calidad del agua. ICA Bueno 7-10 Aguas claras, poca cantidad de slidos suspendidos, pH por lo general cido. Oxgeno disuelto arriba de 5 mg/L, sin evidencias de sustancias o residuos txicos. Agua clara, con pocos slidos suspendidos en el flujo base. Oxgeno disuelto en el da consistentemente arriba de 5 mg/L pero no sobresaturado, y sin evidencias de sustancias txicas como aceites, metales pesados, o pesticidas. Contaminacin no puntual limitada a partes altas en la cuenca.
(Contina)
Tabla 13.valores cualiTaTivos de calidad del hbiTaT. en el caso de sisTemas lTicos se presenTan los criTerios propuesTos por lyons et al., 1995, para sisTemas lnTicos se propone una escala de aTribuTos generada por medina (2003) (Contina)
Calidad del Agua. ICA
Regular 5-6
Con menor valor de transparencia. Oxgeno disuelto algunas veces debajo de 5 mg/L, algunas evidencias de aporte de contaminantes y/o arrastre de slidos. Aguas con menor transparencia (turbias), evidencia de la gran cantidad de slidos y crecimientos algales, clara evidencia de su naturaleza de aguas de desecho (domstico, agrcola y pecuario). Oxgeno disuelto generalmente debajo de 2 mg/L. Olor desagradable en las zonas pantanosas.
Pobre 0-4
Agua moderadamente turbia en el flujo base. Oxgeno disuelto en el da algunas veces debajo de 5 mg/L o sobresaturado, algunas evidencias de sustancias txicas en el agua. Fuentes comunes no puntuales de contaminacin en la parte alta de la cuenca. Agua usualmente turbia. Flujo frecuentemente dominado por irrigacin de aguas de retorno o por aguas con descarga municipal y/o industrial. Oxgeno disuelto frecuentemente debajo de 2.5 mg/L, o sustancias txicas evidentes en concentraciones sustanciales. La mayora de las aguas altas de la cuenca con severos problemas de contaminacin de fuentes no puntuales. Agua frecuentemente con un fuerte olor desagradable.
lidos cientficamente, aportadores de datos mltiples en una estacin de muestreo, oferentes de resultados rpidos para toma de decisiones, fuente bsica para reportes cientficos de fcil acceso al pblico, y dependientes de procedimientos ambientalmente benignos, adems de ser multimtricos, multiparamtricos y regionales. Todo lo anterior hace de ellos herramientas tiles y de fcil aplicacin en la toma de decisiones sobre la conservacin de nuestros recursos acuticos. Al final de este captulo se proveen tablas de referencia y algunos formatos de campo aplicables a tareas relacionadas con el uso de ndices como los descritos (vanse los apndices 3 al 12).
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Apndice 1. Gua de campo para toma de datos para la clasificacin de ros y arroyos
Orden: __________________________________
Seccin: ________________________________
Observaciones: ______________________________________________________________________ Ancho de la Mxima Ribera (AMR) _____________________________________________________ m Pi Profundidad media (P = Pn ): _____________________________________________________ m Tasa ancho/profundidad (T A/ P = AMR ): ________________________________________________ P
Profundidad mxima: _________________________________________________________________ m (mxima distancia entre el nivel de la mxima ribera y el fondo). Ancho del rea de inundacin (AAI): _____________________________________________________ m (distancia mxima de los mrgenes en el nivel del doble de la profundidad mxima) Tasa de confinamiento (T C = AAI ): ____________________________________________________ AMR
Dimetro promedio de las partculas del sedimento (D50): ____________________________________ (Esta informacin viene del anexo 2) h ): _____________________________________________________________ d (Diferencia de nivel de la superficie del agua en una distancia mayor de 30 metros) Pendiente (GP = lc ): _____________________________________________________________ lv (Tasa de la distancia de la longitud del canal entre la longitud del valle) Sinuosidad (S = Tipo de corriente _____________________________
5) Al dividir el ancho de la mxima ribera entre la profundidad media se obtiene la Tasa del ancho/ profundidad (TA/P) T A/ P = AMR P
6) Otro valor, la tasa de confinamiento (TC), se obtiene al dividir el ancho del rea de inundacin entre el ancho de la mxima ribera. Este dato orienta sobre cmo las paredes del cauce confinan a la corriente, lo que tambin se puede interpretar como la manera en que se inunda la zona cuando hay avenidas o crecidas del agua. TC = AAI AMR
7) La determinacin de los materiales del sustrato se hace usualmente con el mtodo de Bunte y Abt (2001), el cual estima el dimetro dominante (D50) de las partculas de origen rocoso del fondo. Esto se logra midiendo en diagonal el dimetro de una partcula que se extraiga al azar del fondo siguiendo los esquemas siguientes: esquemas para guiar la medicin
de las parTculas de sedimenTo de un arroyo
Las partculas se recogen de la siguiente manera: sin ver el fondo, se camina por toda el rea bajo medicin y a cada paso se toma la primera partcula que se toque con los dedos, se registra su dimetro en el formato presentado en el apndice 12 y se miden tres partculas cada vez. En la columna del nmero total, se suman todas las partculas que hayan cado en cada intervalo, en la siguiente columna se anota el porcentaje de cada intervalo; y en la tercera columna se anota el porcentaje acumulado que tiene cada intervalo de tamao. Al llegar al 50% del porcentaje acumulado, se determina este rango como el dimetro dominante en las partculas del sustrato. Esta estimacin tambin nos permite conocer la
Apendices 105
variedad de sustratos disponibles para la epifauna, y con esta tcnica tambin es posible registrar la proporcin en los diferentes tamaos y tipos de sustrato (arenoso, grava, cantos rodados). Para calcular el nmero de repeticiones que es deseable hacer en cada seccin (estanque o rpido) del cauce, se mide la proporcin entre estas secciones en un corte longitudinal de 200 metros de cauce. Por ejemplo, si 150 metros estn ocupados por estanques y 50 por rpidos, en porcentajes esto representa 75% del rea total ocupada por estanques y 25 % por rpidos. Al mismo tiempo este dato permite conocer la tasa de frecuencia de rpidos. Tambin habr que registrar cul es la proporcin del rea que tiene los sustratos cubiertos por sedimentos finos. 8) El gradiente de la pendiente (GP) del cauce se estima colocando dos marcas, en la superficie del agua, separadas por una distancia mayor a 30 metros. De esta forma se registra la diferencia de altura (h) entre las marcas. Al dividir esta diferencia entre la distancia (d), se obtiene el gradiente de la pendiente. Si el resultado se divide entre 100 se obtiene el porcentaje de pendiente. GP = h d
se mide colocando entre al menos dos meandros (punto medio de una curvatura, como se observa en al figura 2) del cauce activo una cuerda marcada en metros. sta deber seguir la parte ms profunda de la corriente; a este tramo se le reconoce como longitud el cauce (LC). Tambin se mide la distancia que separa en lnea recta a los puntos extremos de la medicin. Este dato representa la longitud del valle (LV). Al dividir la longitud del cauce entre la longitud del valle se obtiene el gradiente de sinuosidad. S= LC LV
Para anotar el orden de la corriente se emplea la jerarqua de acuerdo al origen del ro o arroyo: 1er. orden 2 orden 3er orden 4 orden 5 orden 6 orden Si la corriente emana de un manantial Si el ro nace de la unin de dos corrientes de primer orden Si el ro nace de la unin de dos corrientes de segundo orden Si el ro nace de la unin de dos corrientes de tercer orden Si el ro nace de la unin de dos corrientes de cuarto orden Si el ro nace de la unin de dos corrientes de quinto orden
9) La sinuosidad del cauce (S) es un dato relevante para reconocer la calidad fsica del ambiente. sta
Apndice 3. Clave principal de Rosgen para reconocer los tipos mayores de cauce
A Aa+ B Ba C Ca D Da E Ea F Fa G Ga Canal de un solo hilo Canal de hilos mltiples Tasa de ancho/profundidad muy alta (> 40); con muy baja sinuosidad Tasa de ancho/profundidad altamente variable, pero menor de 40; con sinuosidad altamente variable Cauce confinado a moderadamente confinado Cauce suavemente confinado, > 2.2 Tasa de confinamiento < 1.4 Tasa de confinamiento moderada 1.4 2.2; Tasa de ancho /profundidad moderada > 12 y sinuosidad moderada > 1.2 Tasa de ancho/profundidad baja < 12 Tasa de ancho/profundidad moderada a alta > 12; con sinuosidad moderada > 1.2 Baja sinuosidad < 1.2 Sinuosidad moderada > 1.2 Tasa de ancho/profundidad muy baja < 12; muy alta sinuosidad > 1.5 (condicin de mayor estabilidad de los cauces naturales) Tasa de ancho/profundidad moderada a alta >12; sinuosidad moderada a alta > 1.2 3 2 Tipo D Apndice 7 Tipo Da Apndice 8 4 7 5 Tipo B Apndice 5 6 Tipo F Apndice 10 Tipo A Apndice 4 Tipo G Apndice 11 Tipo E Apndice 9 Tipo C Apndice 6
Apndice 4. Clave de Rosgen para reconocer los subtipos de los cauces de tipo a
1 1 2 Pendiente alta > 0.10 Pendiente moderada a suave 0.04 a 0.099 Roca madre en el sustrato Sustrato rocoso Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno Roca madre en el substrato Sustrato rocoso Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno 2 2 A2a+ A1a+ A3a+ A4a+ A5a+ A6a+ A1 A2 A3 A4 A5 A6
Apendices 107
Apndice 5. Clave de Rosgen para reconocer los subtipos de los cauces de tipo b
1 1 1 2 Pendiente 0.04 a 0.099 Pendiente 0.02 a 0.039 Pendiente < 0.02 Roca madre en el sustrato Sustrato rocoso Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno Roca madre en el substrato Sustrato rocoso Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno Roca madre en el substrato Sustrato rocoso Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno 2 2 2 B1a B2a B3a B4a B5a B6a B1 B2 B3 B4 B5 B6 B1c B2c B3c B4c B5c B6c
Apndice 6. Clave de Rosgen para reconocer los subtipos de los cauces de tipo c
1 1 1 2 Pendiente 0.02 a 0.039 Pendiente 0.001 a 0.02 Pendiente < 0.001 Roca madre en el sustrato Sustrato rocoso Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno Roca madre en el substrato Sustrato rocoso Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno Roca madre en el substrato Sustrato rocoso Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno 2 2 2 C1b C2b C3b C4b C5b C6b C1 C2 C3 C4 C5 C6 C1c C2c C3c C4c C5c C6c
Apndice 7. Clave de Rosgen para reconocer los subtipos de los cauces de tipo d
1 1 1 2 Pendiente 0.02 a 0.039 Pendiente 0.001 a 0.02 Pendiente < 0.001 Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno 2 2 2 D3b D4b D5b D6b D3 D4 D5 D6 D4c D5c D6c
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Apndice 8. Clave de Rosgen para reconocer los subtipos de los cauces de tipo da
1 1 1 Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno Da4 Da5 Da6
Apndice 9. Clave de Rosgen para reconocer los subtipos de los cauces de tipo e
1 1 2 Pendiente 0.02 a 0.039 Pendiente < 0.02 Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno 2 2 E3b E4b E5b E6b E3 E4 E5 E6
Apndice 10. Clave de Rosgen para reconocer los subtipos de los cauces de tipo f
1 1 2 Pendiente 0.02 a 0.039 Pendiente < 0.02 Roca madre en el sustrato Sustrato rocoso Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno Roca madre en el substrato Sustrato rocoso Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno 2 2 F1b F2b F3b F4b F5b F6b F1 F2 F3 F4 F5 F6
Apndice 11. Clave de Rosgen para reconocer los subtipos de los cauces de tipo g
1 1 2 Pendiente 0.02 a 0.039 Pendiente < 0.02 Roca madre en el sustrato Sustrato rocoso Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno Roca madre en el substrato Sustrato rocoso Sustrato con guijarros Sustrato con gravas Sustrato arenoso Sustrato arcilloso o con cieno 2 2 G1 G2 G3 G4 G5 G6 G1c G2c G3c G4c G5c G6c
Cieno/Arcilla Muy fina Fina Mediana Gruesa Muy gruesa Muy fina Fina Mediana Gruesa Muy gruesa Pequeos Grandes Pequeas Medianas Muy grandes Lecho rocoso
Apendices 111
Tcnicas para evaluacin y monitoreo del estado de los humedales y otros ecosistemas acuticos
Francisco J. Abarca*
Introduccin
La necesidad de detectar los cambios que ocurren en el medio ambiente, causados de manera natural o por la actividad humana, se ha incrementado drsticamente en los ltimos 50 aos. Con el crecimiento de las fronteras urbanas, agrcola-ganaderas, forestales, pesqueras, mineras e industriales, hemos pasado de una poca en la cual era posible localizar la fuente principal de contaminacin o disturbio en un tiempo razonablemente corto, a una en la que los efectos de cambio pueden sentirse o detectarse a miles de kilmetros de distancia del lugar de origen y con consecuencias significativas a travs de generaciones (calentamiento global, desertificacin, lluvia cida, especies invasoras, entre otros). Las sinergias entre los factores naturales y artificiales, autctonos o externos, o entre los biticos y abiticos, aunadas a los costos cada vez mayores, hacen que los programas de monitoreo ecolgico requieran una mejor planeacin, ejecucin, anlisis, almacenamiento de datos y comunicacin a los usuarios y autoridades de cada pas o regin.
Arizona Game and Fish Department, 2221. West Greenway Road, Phoenix, Arizona 5023. Correo-e: [email protected].
El tema de monitoreo ecolgico ha sido abordado por numerosos autores en diferentes reas geogrficas y con distintos enfoques (Spellberg, 1991; Chapman, 1992; Loeb y Spacie, 1994; Mudrock y MacKnight, 1994; Asociacin Americana de Salud Pblica APHA por sus siglas en ingls 1995; Daz et al., 1995; Lpez y Guzmn, 1995; Shear, 1995; Bain y Stevenson, 1999; De la Lanza, 2000; Environmental Protection Agency EPA por sus siglas en ingls 2002a; Attrill, 2002). En la mayora de los casos, el monitoreo ecolgico se ha concentrado en medir la calidad ambiental en aire y agua. Sin embargo, en materia de humedales, los esfuerzos serios por establecer lineamientos y directrices para programas de monitoreo han sido relativamente recientes (Convencin Ramsar 1995, 1996, 2004 y 2005). Ms an, hasta hace poco se ha cambiado el enfoque de medir meramente la calidad de agua por uno que mida la integridad ecolgica del humedal. El propsito de este captulo es ofrecer de manera prctica una orientacin a los manejadores y administradores de humedales en Mxico sobre el proceso de planeacin e implementacin de programas de monitoreo bsicos. Dada la diversidad en climas, zonas fisiogrficas y condiciones geolgicas que existen en Mxico y que reflejan la variedad y complejidad de los humedales en el pas, no es posible cubrir en
Tcnicas para evaluacin y monitoreo 113
una sola obra todas las variantes y situaciones que pueden presentarse al monitorear estos sistemas. Sin embargo, se espera que las ideas aqu presentadas sean tiles para la reflexin y consideradas para el diseo e implementacin de programas efectivos de monitoreo de humedales en Mxico. Para fines de este captulo, se usa el trmino humedal conforme a la Convencin de Ramsar. La informacin contenida en este documento procede de experiencias propias manejando y evaluando humedales interiores y costeros y tambin se basa en el Manual de conservacin y manejo de los humedales de Mxico, coeditado por F. J. Abarca y M. Herzig (2002).
En una acepcin ms restringida, Shear (1995) menciona que monitoreo es la coleccin, anlisis e interpretacin rutinaria de datos fsicos, qumicos y biolgicos en un sitio definido, a lo largo de un perodo dado y con una frecuencia de muestreo establecido. Por su parte, Roni (2005) lo define como la evaluacin sistemtica de algo, con el propsito de colectar datos para responder a objetivos especficos. Puesto de manera ms sencilla, el monitoreo es determinar qu est cambiando y por qu. En ecologa se usa el trmino monitoreo como sinnimo de las acciones para detectar un cambio en los parmetros fsicos, qumicos o biolgicos. MacDonald et al. (1991) y Roni (2005) definen varios tipos de monitoreo de humedales (Tabla 1). El uso de los trminos inventariado, evaluacin y monitoreo es a veces confuso por la manera en que muchos autores lo utilizan. Por ejemplo, lo que los autores anteriores llaman Monitoreo base, puede tambin llamarse inventariado, o bien Monitoreo del estado o condicin prcticamente es lo mismo que decir evaluacin. Ms an, el monitoreo en un sentido riguroso debe responder a objetivos muy
claros, y frecuentemente puede incluir la formulacin de una hiptesis, por lo que en estos casos las distinciones entre monitoreo e investigacin no son del todo claras.
A este esquema podemos adicionar dos pasos ms, elaboracin de reporte y comunicacin de resultados, los cuales tambin pueden servir para una retroalimentacin que pueda mejorar el proceso de monitoreo. Aunque no aparece de manera explcita, en el esquema anterior el anlisis de resultados incluye el adecuado almacenamiento de las bases de datos producto del monitoreo. En todo momento debe existir un mecanismo y persona encargada del control de calidad, tanto de los protocolos de monitoreo como de la informacin que se incluya en la base de datos. No est de ms resaltar la necesidad de establecer objetivos claros, ya que no hacerlo tendr consecuencias graves en todo el proceso, incluyendo el costo del monitoreo, el protocolo y la cantidad de datos obtenidos. Con frecuencia existe la concepcin errnea de que mientras ms datos se tengan, mejor. Si la cantidad de datos no obedece al propsito y objetivos del monitoreo, entonces su obtencin ser un desperdicio de esfuerzo, tiempo y dinero.
Idealmente, el monitoreo de humedales debe estar enmarcado en un programa interdisciplinario, en el cual se reconozcan las fronteras y limitaciones del tipo de actividades y resultados que los administradores y manejadores de recursos naturales, investigadores y el pblico en general pueden obtener. Dependiendo del tipo de hbitat de que se trate, el monitoreo de humedales debe incluir un equipo de profesionistas en diferentes campos de la ciencia y la gestin como: Limnologa/oceanografa Biologa y ecologa de comunidades vegetales, animales y microorganismos Anlisis fisicoqumicos Computacin, bases de datos y sistemas de informacin geogrfica Estadstica/sociologa/economa Leyes, reglamentos y normas, planes y ordenamientos regionales Manejo integral de cuencas/manejo integral costero Hidrologa/hidrulica/aguas subterrneas Planeacin y comunicacin
1) Longitudinal: aqulla que se considera en direccin ya sea ro abajo o ro arriba. 2) Lateral: aqulla en direccin hacia la planicie de inundacin y tierras arriba. 3) Vertical: aqulla que va desde el subsuelo (manto fretico) hacia las zonas ribereas. 4) Temporal: aqulla que ocurre a lo largo del tiempo, afectando a las tres primeras. Como resultado de las acciones antropognicas, en muchas cuencas varias de estas dimensiones se han perdido o modificado. La conectividad espacial y temporal debe conservarse (o restaurarse) para mantener un sistema saludable y productivo.
agencia de gobierno encargada de coordinar la tarea nacional es el U.S. Fish and Wildlife Service (USFWS) el cual tiene informacin estandarizada por estado que incluye, entre otras cosas, descripcin de los humedales, tipos, funcin, valor, distribucin, forma, jurisdiccin y estado de la conservacin del lugar. El sistema oficial de clasificacin de humedales de los EE.UU. es el desarrollado por Cowardin et al. (1979), que tiene como propsito asignar un tipo de humedal a una categora especfica dentro de un sistema jerrquico, basado en interpretacin de fotografa area y/o de observaciones a nivel de campo. Este sistema incorpora el concepto de aguas profundas a fin de diferenciarlo del concepto humedales. Adems, el grado de consistencia y objetividad alcanzado con este sistema es muy alto, lo cual permite a cualquier persona, con cierta experiencia en este tema, proponer la misma asignacin que un experto en humedales. La ventaja de utilizar este sistema de clasificacin es su aplicacin generalizada en cualquier sistema y su posible regionalizacin de acuerdo con las caractersticas especficas. La desventaja de este sistema es la cantidad de trabajo y costo involucrado y la dificultad del uso prctico de la terminologa para el pblico en general y, en algunos casos, incluso para la parte administrativa encargada del recurso. El sistema de clasificacin de Cowardin et al. (1979) define cinco grandes sistemas (marino, estuarino, fluvial, lacustre y palustre) bajo una estructura jerrquica de acuerdo con las siguientes definiciones: 1. 2. Marino. Ocano abierto sobre la plataforma continental. Estuarino. Ambiente mareal, profundos o someros, con acceso al mar de manera espordica o parcialmente obstruido, y que por lo menos ocasionalmente recibe escurrimientos de agua dulce. Fluvial (riverine). Ambiente contenido dentro de un canal ms o menos profundo, con dos condiciones: la salinidad no debe exceder 0.5 ppm y no incluye humedales dominados por rboles, arbustos o emergentes perennes. Lacustre. Humedal situado en una depresin topogrfica (canal o depresin represada), cuya vegetacin arbrea, arbustiva o de emergentes perennes no cubra ms del 30% del rea, y que
5.
tenga una superficie total mayor a 8 hectreas. Se incluyen en esta categora los menores de 8 ha cuando la parte ms profunda exceda los 2 m (durante el perodo de aguas ms bajas) o cuando exista un litoral activo formado por el oleaje como lmite del humedal. Palustre. Humedal que no recibe la influencia de las mareas, dominado por rboles, arbustos y/o emergentes perennes. Tambin se incluyen en esta categora los humedales que no tienen una cubierta de vegetacin como la descrita, pero que presentan todas las caractersticas siguientes: su rea es menor de 8 ha, la profundidad mayor es menor de 2 m, no tienen un litoral activo formado por el oleaje y su afectacin por el rgimen de mareas no debe producir una salinidad mayor a 0.5 ppm.
3.
De esta categorizacin general se pasa a subsistemas, clases, subclases y tipos. Tambin, es posible determinar los lmites entre uno y otro sistema y describir sus caractersticas en cuanto al tipo de plantas (hidrfitas), sustrato y frecuencia de inundacin, a fin de poderlos diferenciar tipolgicamente. Una vez alcanzado el nivel de tipos, el usuario puede incluir categoras secundarias que describan con mayor precisin el tipo de vegetacin, la qumica del agua, origen (natural o artificial) o algn otro dato de referencia que sea conveniente. De esta manera, este sistema puede llegar a tener ms de 100,000 combinaciones diferentes para describir a los humedales. Es importante entender que este sistema no est diseado para representar las diferencias entre humedales que pueden estar en trminos de su funcin, es decir, como importadores o importadores/exportadores de energa. Esta funcin puede estar asociada a otros indicadores del hbitat como son el tamao y forma de la cuenca, la posicin y condicin con respecto a otros humedales, usos de la tierra, tipos de paisajes alrededor y gradientes ecolgicos (WWF, 1992).
La situacin en Canad
Aunque Canad tiene un gran porcentaje de los humedales del mundo, no existe un inventariado nacional debido al gran tamao que tiene el pas y a
Tcnicas para evaluacin y monitoreo 117
4.
lo inaccesible de muchas reas, sobre todo en el norte. Sin embargo, en el mbito regional y provincial existe gran cantidad de informacin, no as para los territorios. En Canad, las provincias y las organizaciones no gubernamentales son los principales actores para sostener este esfuerzo de inventariado. Canad tiene una muy buena catalogacin de sitios de importancia para las aves acuticas migratorias, y cuenta con un sistema de clasificacin mucho ms simplificado que los EE.UU. El sistema de clasificacin de humedales canadiense contiene tres niveles jerrquicos: 1) clase, 2) forma, y 3) tipo (Warner y Rubec, 1997). Hay cinco clases reconocidas para este sistema; y estn basadas en el desarrollo y origen del humedal: 1. 2. 3. 4. 5. Turbera (bog) Turbera minerotrfica (fen) Pantano (swamp) Marismas/Cinagas (marsh) Aguas someras (shallow waters)
Cada clase se subdivide a su vez en formas (75 en total), las cuales se diferencian con base en la morfologa y los patrones de superficie, el tipo de agua y la naturaleza del suelo mineral o la roca madre subyacentes. Por ltimo, las clases se subdividen en tipos, que se diferencian con base en la estructura de la vegetacin. Pueden encontrarse detalles adicionales acerca de la clasificacin de humedales del Canad en el trabajo del Grupo nacional de trabajo sobre humedales (Nacional Wetlands Working Group, 1988) y en Warner y Rubec (1997). El sistema de Cowardin et al. tiene una aplicacin limitada en Canad, ya que la mayora de los humedales en ese pas son turberas y, de acuerdo con Zoltai (1995), el sistema en los EE.UU. est diseado para humedales que no son predominantemente turberas, de tal manera que 96% de los humedales del Canad corresponderan a la categora de sistemas palustres, dejando poco espacio para la diferenciacin de clases.
La situacin en Mxico
En el caso de Mxico la informacin es altamente fragmentada y no se cuenta an con un inventariado nacional, aunque recientemente se ha iniciado un pro11 Evaluacin y seguimiento
ceso de planeacin para llevar a cabo un inventariado nacional de humedales con la participacin de la Conafor, Conanp, CNA, Conabio, INE, instituciones acadmicas y expertos del pas. A nivel nacional, vale la pena mencionar el esfuerzo que instituciones como el Instituto Mexicano de Tecnologa del Agua (IMTA), diversas gerencias de la misma CNA y, ms recientemente, la CONANP (impulsando fuertemente la designacin de sitios Ramsar en Mxico), han realizado por caracterizar e inventariar los cuerpos de agua interiores y costeros de Mxico (CNA, 1998, 1998b y 2005; De la Lanza, 2002). A nivel regional, Ducks Unlimited de Mxico A.C. (DUMAC) ha realizado una importante labor de liderazgo en las labores de inventario y clasificacin de humedales en varias partes del pas. La primera publicacin de esta serie Inventario y clasificacin de humedales en Mxico: Parte I (Carrera y de la Fuente, 2003) ya est disponible y corresponde al noroeste del pas (www.dumac.org). De igual manera, es importante resaltar los trabajos del Instituto de Ecologa A.C. y Pronatura A.C. en sus captulos Chiapas, Noreste, Noroeste, Yucatn, Veracruz, Conservacin Internacional, ENDESU, Proesteros, y el mismo USFWS para el inventariado de ciertos humedales de importancia internacional y, sobre todo, como sitios de invernacin para aves acuticas migratorias. En muchos casos, estos esfuerzos han sido posibles gracias al apoyo financiero otorgado por el Acta de conservacin de humedales de Norteamrica, (NAWCA por sus siglas en ingls) la cual fue creada en 1989 para dar apoyo al cumplimiento de los objetivos del Plan norteamericano de aves acuticas migratorias (NAWMP por sus siglas en ingls), establecido en 1989 y del cual Mxico es un socio activo desde 1994. Bajo otro esquema, la Red hemisfrica de sitios para aves playeras (WHSRN por sus siglas en ingls) tambin ha contribuido a la caracterizacin de varios humedales importantes en Mxico (www.whsrn.org). En cuestin de programas de monitoreo de ecosistemas acuticos, es importante resaltar el esfuerzo de grupos de trabajo de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, la Universidad Autnoma Metropolitana-Iztapalapa, el Instituto Politcnico Nacional, el Centro de Investigaciones Biolgicas del Noroeste y la propia Comisin Nacional
del Agua, a travs del Instituto Mexicano de Tecnologa del Agua (IMTA) (Daz y Soto, 1995; Lpez y Guzmn, 1995; De la Lanza, 2002). Lot y Novelo (1990) y Olmsted (1993) han aportado los intentos ms serios para sintetizar lo que se conoce de los tipos de humedales mexicanos. Estas publicaciones dejan en claro que la mayor atencin se ha concentrado a lo largo de los humedales costeros. Olmsted (1993) hizo uno de los primeros intentos por utilizar sistema de Cowardin et al. (1979) para los humedales de Mxico. Olmsted (1993) modifica el sistema de Cowardin et al. (1979) para adecuarlo a las condiciones de los humedales del sureste de Mxico. En este caso, los sistemas asociados con cursos fluviales son incluidos en la categora de estuarinos y palustres, argumentando que no existe una descripcin de ros en la literatura disponible que contenga los elementos de Cowardin et al. Sin embargo, para aplicar en Mxico este sistema al nivel de subclases y tipos y particularmente a las condiciones de la Pennsula de Yucatn, ser necesario realizar adecuaciones con base en una informacin ms especfica de los humedales del pas, la cual an no se encuentra disponible. Un aspecto poco desarrollado en Mxico es promover la participacin comunitaria y voluntaria de personas que, sin tener una preparacin profesional pero con un inters muy fuerte por la conservacin del medio ambiente, pueden contribuir a lograr los programas de monitoreo. Tanto en los EE.UU. como en Canad existen redes y programas bien establecidos para diferentes regiones, con metodologas estndar y relativamente sencillas, que el ciudadano comn puede entender y aplicar de manera adecuada. Hay que considerar que el tipo de datos que colecta una persona en estas circunstancias puede tener validez cientfica, siempre y cuando exista la participacin de una persona o grupo con el entrenamiento y educacin adecuados, para asegurar que se sigan los protocolos y que exista un control de calidad durante el proceso. Estas redes de monitoreo voluntario pueden funcionar como un esfuerzo de alerta temprana de la salud del sistema e incrementan el esfuerzo y cobertura de algn programa de monitoreo que, de otra manera, las instituciones acadmicas o dependencias gubernamentales no podran cubrir. Hoy en da existen aparatos de toma
de datos y equipo prctico de anlisis de agua, econmicamente muy accesibles, lo que permite que estos programas sean mucho ms viables que hace 10 20 aos. A largo plazo, los beneficios de la participacin ciudadana se traducen en la aportacin en especie (tiempo de cada persona), que representa miles de pesos, y mantiene el inters por conservar los recursos acuticos de los cuales depende la sociedad.
Consideraciones generales sobre inventariado, evaluacin y monitoreo, recomendadas por la Convencin Ramsar
Desde el ao 2002, el Grupo de Examen Cientfico y Tcnico (GECT) de la Convencin Ramsar ha venido desarrollado importantes recomendaciones y directrices para que los pases miembros puedan entender la relacin, as como la diferencia que existe entre los conceptos y procesos de evaluacin rpida, inventariado, evaluacin y monitoreo. Por lo tanto, aqu se incluyen los aspectos ms relevantes de estas definiciones y recomendaciones, algunas de ellas discutidas durante la Conferencia de las Partes de la Convencin en noviembre del 2005. Para mayor informacin y actualizacin, se recomienda consultar la pgina de Ramsar en internet (www.ramsar.org). Evaluacin rpida: una evaluacin sinptica, que a menudo se lleva a cabo de manera urgente, en el menor tiempo posible, para producir resultados aplicables y fiables, con un propsito definido. Inventario: recoleccin y/o reunin de informacin bsica para la gestin de los humedales, incluido el establecimiento de una base de informacin para actividades de evaluacin y monitoreo especficas. Evaluacin: determinacin del estado de los humedales y de las amenazas que pesan sobre ellos, como base para reunir informacin ms especfica mediante actividades de monitoreo. Monitoreo: reunin de informacin especfica a largo plazo, atendiendo a hiptesis derivadas de actividades de evaluacin, y aplicacin de estos resultados de monitoreo a las actividades de gestin. Para lograr la conservacin y el uso racional de los humedales, en lnea con los compromisos delineados en la Convencin de Ramsar, se necesita:
Tcnicas para evaluacin y monitoreo 119
a) Establecer la ubicacin y las caractersticas ecolgicas de los humedales (inventario de referencia); b) evaluar el estado y las tendencias de los humedales y las amenazas que enfrentan (evaluacin); c) monitorear el estado y las tendencias, incluida la identificacin de disminuciones en las amenazas existentes y la aparicin de nuevas (monitoreo), y d) emprender acciones (tanto in situ como ex situ) para corregir los cambios que provocan o pueden provocar cambios en las caractersticas ecolgicas (manejo). El criterio y el alcance de las actividades de inventario, evaluacin y monitoreo, como componentes separados del proceso de manejo, son sustancialmente diferentes, pero en los proyectos de ejecucin no siempre se los distingue correctamente. Es importante sealar que la informacin necesaria para el inventario y el monitoreo de humedales es diferente. Si bien el inventario de los humedales sienta las bases para guiar la preparacin de una evaluacin y un monitoreo adecuados, la mera repeticin de los inventarios en plazos determinados no necesariamente constituye un monitoreo. Esencialmente, el inventario (de referencia) de humedales se utiliza para reunir informacin que describa las caractersticas ecolgicas de los humedales; la evaluacin considera las presiones y los riesgos conexos de los cambios negativos en las caractersticas ecolgicas; y el monitoreo, que puede incluir tanto estudios como reconocimiento, brinda informacin sobre la cuanta de los cambios. Las tres son actividades de reunin de datos importantes e interactivas, que se deben considerar elementos vinculados de este marco integrado general que, cuando se pone en prctica, permite identificar los rasgos fundamentales de los humedales. Tomadas en conjunto, proporcionan los datos necesarios para formular estrategias e intervenciones normativas y de manejo para mantener el carcter definido del ecosistema de humedales y, por tanto, los servicios de los ecosistemas (Ramsar, 2005). Sin embargo, en la prctica es difcil establecer una distincin entre inventario y evaluacin, y en muchos proyectos y actividades descritas como inventario de
120 Evaluacin y seguimiento
humedales se incluyen tambin elementos propios de la evaluacin del estado en que se encuentran estas reas y las presiones y amenazas de que son objeto. La evaluacin de humedales, as como el inventario y el monitoreo, se pueden llevar a cabo a escalas espaciales distintas, utilizando (diferentes) tcnicas adecuadas para cada uno. Siempre que sea posible, se debe elaborar y realizar un programa integrado del inventario, la evaluacin y el monitoreo, orientados hacia una nica escala (la que resulte apropiada). Esto se podr conseguir cuando se planifique y lleve a cabo un anlisis integrado que englobe los componentes del inventario, la evaluacin y el monitoreo. Sin embargo, estos componentes normalmente se planifican o se abordan de forma separada. La evaluacin se debera realizar a una escala que sea compatible con la escala de la informacin contenida en el inventario de los humedales. El monitoreo posterior tambin debera llevarse a cabo a una escala compatible con la de la evaluacin. Dado que hablamos de una evaluacin y/o monitoreo, se supone que queremos evaluar algn cambio en uno o ms de los siguientes componentes del sistema (Ramsar, 1996): Los atributos de un humedal incluyen: diversidad biolgica as como caractersticas culturales y patrimoniales nicas. Estos atributos pueden conducir a ciertos usos o a la obtencin de productos particulares, pero tambin pueden tener una importancia intrnseca y no cuantificable. Los procesos son cambios o reacciones que tienen lugar de forma natural en los ecosistemas de humedales. Pueden ser fsicos, qumicos o biolgicos. Las funciones son actividades o acciones de mayor nivel, que tienen lugar de forma natural en los humedales como resultado de las interacciones entre la estructura y los procesos del ecosistema. Las funciones abarcan acciones como la regulacin de las crecidas; la retencin de nutrientes, sedimentos y contaminantes; el mantener la cadena trfica; la estabilizacin de orillas y control de la erosin; la proteccin contra las tormentas y la estabilizacin de las condiciones climticas locales, en particular la lluvia y la temperatura.
Los valores son los beneficios percibidos por la sociedad, tanto directos como indirectos, que resultan de las funciones de los humedales. Estos valores incluyen el bienestar humano, la calidad ambiental y el albergar vida silvestre. Los productos generados por los humedales incluyen: recursos de vida silvestre, pesca, recursos forestales, forrajes, recursos agrcolas, y abastecimiento de agua. Estos productos son generados por las interacciones entre los componentes biolgicos, qumicos y fsicos del humedal.
En su Resolucin 6.1, la Convencin Ramsar propone un diagrama descriptivo (Tabla 2) para establecer un programa de monitoreo de un humedal. Este diagrama no es una receta obligatoria para ningn programa de este tipo. Simplemente establece una serie de pasos, en secuencia lgica, que pueden ser utilizados y adaptados por manejadores/administradores y planificadores de humedales, que trabajan junto con los usuarios y manejadores locales, para disear un programa de monitoreo basado en sus circunstancias y necesidades particulares. Bajo este esquema, es necesaria la retroalimentacin, de modo que haga posible la evaluacin de la efectividad del programa de monitoreo para el logro de sus objetivos.
208 estaciones para este ao, de las cuales 85 estaban localizadas en aguas superficiales, 47 en zonas costeras y 76 en aguas subterrneas. Finalmente, la red de referencia (naturaleza geohidrolgica de los acuferos) contaba con 117 sitios (CNA, 2005). Adems de los parmetros fisicoqumicos, la CNA realiz en el 2004 un monitoreo biolgico (ndice de diversidad con organismos bentnicos) en 6 gerencias regionales de la CNA, con un total de 135 muestreos. Como una herramienta para evaluar la calidad del agua, se ha calculado el ndice de Calidad del Agua (ICA). El ICA se calcula a partir de una ponderacin de 18 parmetros fsicoqumicos, entre los que se encuentran la demanda bioqumica de oxgeno (DBO), oxgeno disuelto, coliformes, fosfatos, pH, slidos suspendidos, etc. El ndice toma valores en una escala de 0 a 100% conforme la siguiente clasificacin: ICA mayor a 90: Excelente ICA mayor a 70 y menor o igual a 90: Aceptable ICA mayor a 50 y menor o igual a 70: Contaminada ICA mayor a 20 y menor o igual a 50: Fuertemente contaminada ICA menor o igual a 20: Inaceptable
Para mayor informacin sobre cmo calcular el ICA, se recomienda consultar la pgina web de la CNA (www.cna.gob.mx). Una de las mayores preocupaciones de los gobiernos de todo el mundo es el efecto de eutrofizacin, que es el proceso de acumulacin de nutrientes, sedimentos y material orgnica provenientes de la cuenca hidrolgica, principalmente provocado por acciones humanas sin control. Este proceso involucra cambios fsicos y qumicos en las aguas, por lo cual deben medirse factores fisicoqumicos relevantes. Para entender mejor los parmetros fisicoqumicos comnmente utilizados en la evaluacin de la calidad del agua, describiremos brevemente cules son y su importancia para el ecosistema o su posible efecto en el ser humano. Vale la pena remarcar que esta descripcin bsica est enfocada hacia un programa de monitoreo de calidad de agua y no incluye todos los parmetros que en un momento el manejador de humedales necesitara para desarrollar un monitoreo
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Tabla 2. diagrama descripTivo con los componenTes necesarios para esTablecer un programa de moniToreo de un humedal (ramsar, 2005)
Componente Descripcin del problema Objetivo Hiptesis Mtodos y variables Viabilidad/ efectividad de costos Descripcin del propsito y consideraciones de cada componente Definir claramente el problema sin ambigedades. Indicar el alcance conocido del problema/cuestin y su causa ms probable. Identificar la situacin bsica original o de referencia. Sirve de base para la recopilacin de la informacin. Debe ser posible lograrlo en un plazo razonable. Supuesto que permite comprobar la validez de los objetivos. Sirve de fundamento para el objetivo propuesto y puede ser comprobada. Son especficos, segn el problema que se plantee, y proporcionan la informacin que permite comprobar la hiptesis. Permiten detectar la presencia de cambios y evaluar su importancia. Permiten identificar o aclarar la causa del cambio. Establecer si el monitoreo puede realizarse, o no, de forma peridica y continua. Evaluar los factores que influyen en la labor de muestreo: disponibilidad de personal capacitado; acceso a los lugares de muestreo; disponibilidad y fiabilidad de equipo especializado; medios para analizar e interpretar los datos; utilidad de los datos y la informacin; medios para informar a tiempo. Estudio piloto Muestreo Establecer si los costos para la compilacin y anlisis de datos pueden ser cubiertos por el presupuesto establecido. Tiempo necesario para comprobar y afinar el mtodo y el equipo especializado. Evaluar las necesidades de capacitacin del personal. Confirmar los medios de anlisis e interpretacin de los datos. El personal debe conocer todas las tcnicas de muestreo. Todas las muestras deben estar documentadas: fecha y localizacin; nombre del personal; mtodos de muestreo; equipo utilizado; medios de almacenamiento o transporte; cualquier modificacin de los mtodos. Las muestras deben ser examinadas en un plazo adecuado y todos los datos deben estar documentados: fecha y localizacin; nombres del personal; mtodos de muestreo; equipo utilizado; medios de almacenamiento o transporte; y cualquier cambio en los mtodos. Anlisis El muestreo y el anlisis de los datos deben realizarse con mtodos rigurosos y comprobados cientficamente. Los anlisis deben estar documentados: fecha y lugar (o lmites del rea de muestreo); nombres del personal que realiz los anlisis; mtodos utilizados; equipo utilizado; mtodos de almacenamiento de datos. Informes Interpretar y dar a conocer todos los resultados en un tiempo y con un costo adecuados. El informe debe ser conciso e indicar si los resultados apoyan la hiptesis o no. El informe debe contener recomendaciones sobre medidas para el manejo/gestin, incluyendo nuevo monitoreo.
ms completo, el cual tambin pudiera incluir a las comunidades biolgicas. Para mayor informacin sobre los conceptos, tcnicas, procedimientos e interpretacin de los parmetros fisicoqumicos, se recomienda consultar Chapman (1992), APHA (1995), Bain y Stevenson (1999), De la Lanza (2002) y Luna et al. (2004). Para el caso de los biomonitoreos, Loeb y Spacie (1994), De la Lanza (2000), Attrill (2002) y EPA (2002a, b, c, d, e, f, g, h) y Prez Mungua et al. (en este volumen).
medida que aumenta la temperatura, la solubilidad del oxgeno es menor (Chapman, 1992; APHA, 1995).
Oxgeno disuelto
Muchos autores sealan que la cantidad de oxgeno disuelto es una de la principales caractersticas para definir la salud del ecosistema (APHA, 1995). El oxgeno disuelto es vital para la mayora de los organismos que viven en el agua. Algunas especies, como la trucha arco iris (Onchorhynchus mykiss) nicamente pueden vivir en condiciones de alta concentracin de oxgeno, mientras que otras, como la carpa comn, pueden tolerar concentraciones relativamente bajas o fluctuantes de este elemento. El oxgeno proviene del intercambio con la atmsfera y como producto de la fotosntesis, llevada a cabo por las plantas acuticas y algas. El oxgeno es usado durante la respiracin, incluyendo en ello la de productores, consumidores y descomponedores. Es comn observar variaciones diarias y estacionales en los valores de oxgeno en el agua. El oxgeno se mide en partes por milln (ppm) o su equivalente en miligramos por litro (mg/l) y esto puede hacerse con un oxmetro o fijando una muestra de agua para su posterior determinacin (Chapman y Kimstach, 1992). El crecimiento descontrolado de algas y plantas acuticas y la alta concentracin de materia orgnica pueden afectar negativamente los niveles de oxgeno disuelto en el agua. Cuando estos niveles caen por debajo de 5.0 mg/L, la vida acutica corre riesgo. Al llegar a niveles menores a 2 mg/L los peces y muchos de los invertebrados sufrirn grandes mortalidades, al punto de alcanzar un cuerpo de agua condiciones de virtual anoxia. Debido a la elevada productividad primaria de los humedales costeros, normalmente se manifiesta una sobresaturacin de este gas (Contreras, 2002). Los casos permanentes de anoxia se detectan en lugares o reas aislados de la circulacin general de la laguna o en el fondo de sta (fenmeno ms comn en lagos). La disminucin y/o falta de oxgeno se asocia tambin con reas cercanas a manglares, en donde se presentan intensos procesos de descomposicin de materia orgnica (vase Flores Verdugo et al., en este volumen).
Temperatura
Muchos factores afectan directamente la temperatura del agua, pero entre los principales tenemos la ubicacin geogrfica del cuerpo de agua (en regiones templadas, tropicales o subtropicales) y la estacin del ao. Es de esperarse que un cuerpo de agua localizado en regiones templadas pudiera tener variaciones ms amplias a lo largo del ao que aquellos ubicados en regiones tropicales donde las variaciones de temperatura son ms estrechas. En zonas costeras de Mxico los mximos alcanzan usualmente valores por arriba de los 32 C en el agua. La temperatura promedio de un cuerpo de agua costero presenta un incremento en la medida de su ubicacin hacia el sur del pas (Contreras, 2002). En cuerpos de agua lo suficientemente profundos se presenta una mayor probabilidad de estratificacin de temperaturas durante el verano, llamndosele epilimnion a la capa de agua superior, ms clida que la capa de abajo o hipolimnion, en la cual el agua tiene relativamente poco movimiento. Estas dos capas estn separadas por una zona de transicin llamada metalimnion. Mientras mayor sea la diferencia de temperatura entre las capas, ms difcilmente se pueden mezclar sus aguas. A medida que pasa el ao y ayudados por la accin del viento y la disminucin de la temperatura, estas capas pueden llegar a circular. En algunos lagos, puede presentarse un perodo de estratificacin ms, durante el invierno, aunque en este caso la capa superior ser ms fra que la inferior. La temperatura afecta directamente muchos de los procesos biolgicos y fisicoqumicos, incluyendo a los nutrientes que se encuentran en el agua. En especial, afecta la solubilidad de muchos elementos y principalmente el oxgeno disuelto. En condiciones normales, a
y es la mejor aproximacin del nivel de la DBO. La DBO se mide en ppm o mg/L (Chapman y Kimstach, 1992; APHA, 1995; Bain, 1999). Los valores de DBO5, pueden interpretarse con base en la informacin de la Tabla 3 (CNA, 2005) .
Tabla 3. escala de clasiFicacin de la calidad del agua, con base en la demanda bioqumica de oxgeno (dbo5)
DBO Menor o igual a 3 mg/L Mayor a 3 mg/L y menor o igual a 6 mg/L Mayor de 6 mg/L y menor o igual a 30 mg/L Mayor de 30 mg/L y menor o igual a 120 mg/L Mayor de 120 mg/L Criterio Excelente Buena calidad Aceptable Descripcin No contaminada. Aguas superficiales con bajo contenido de materia orgnica biodegradable. Con indicio de contaminacin. Aguas superficiales con capacidad de autodepuracin o con descargas de aguas residuales tratadas biolgicamente. Aguas superficiales con descargas de aguas residuales crudas, principalmente de origen municipal. Aguas superficiales con fuerte impacto de descargas de aguas residuales crudas municipales y no municipales.
Tabla 4. escala de clasiFicacin de la calidad del agua, con base en la demanda qumica de oxgeno (dqo)
DQO Menor o igual a 10 mg/L Mayor a 10 mg/L y menor o igual a 20 mg/L Mayor de 20 mg/L y menor o igual a 40 mg/L Mayor de 40 mg/L y menor o igual a 200 mg/L Mayor de 200 mg/L Criterio Excelente Buena calidad Aceptable Descripcin No contaminada Aguas superficiales con bajo contenido de materia orgnica biodegradable y no biodegradable Con indicio de contaminacin. Aguas superficiales con capacidad de autodepuracin o con descargas de aguas residuales tratadas biolgicamente Aguas superficiales con descargas de aguas residuales crudas, principalmente de origen municipal Aguas superficiales con fuerte impacto de descargas de aguas residuales crudas municipales y no municipales
es 10 veces mayor que el anterior. Un intervalo de pH de 6.0 a 9.0 parece brindar proteccin a la vida de los peces de agua dulce y a los invertebrados que habitan en el fondo. El impacto medio ambiental ms significativo del pH comprende efectos sinrgicos (Chapman y Kimstach, 1992). La sinergia comprende la combinacin de dos o ms sustancias que producen efectos mayores a su simple adicin. Este proceso es importante en aguas superficiales. El escurrimiento de reas agrcolas, residenciales e industriales puede contener hierro, aluminio, amoniaco, mercurio u otros componentes. El pH del agua puede determinar los efectos txicos, si los hubiere, de estas sustancias. En el caso de sistemas costeros, Conteras (2002) seala que los valores de pH estn dados por el intercambio de CO2 atmosfrico y el agua, el cual genera cido carbnico (H2CO3). La inestabilidad de este compuesto hace que forme sales, las cuales quedan disueltas en el agua como carbonatos (CO3-) y bicarbonatos (HCO3=) asociados a iones de carga positiva (Na+, K+, Ca++). Al existir un mayor nmero de compuestos de carga negativa se provoca que el pH, en el agua de mar, resulte levemente alcalina, presentando un valor promedio de 8.2 (Broecker, 1974). En cambio, el agua de origen continental tiende a valores neutros de 7.0; por lo anterior, se esperara que los registros de pH naturales dentro de una laguna varen en torno a ese ltimo valor.
Las variaciones de pH hacia la alcalinidad (valores mayores de 8.5) se deben principalmente a la actividad de organismos que intervienen en el ciclo del CO2, tales como moluscos y bivalvos que, a su muerte, liberan cantidades significativas de carbonatos. Otra causa es la precipitacin de CaCO3 a partir de suelos calcreos y su resuspensin. En cambio los pH bajos (menores a 7) se localizan ntimamente relacionados con procesos de descomposicin de materia orgnica y liberacin de cidos. La introduccin de sustancias txicas provenientes de la industria generalmente hace bajar los valores de pH. Se han detectado valores bajos, cercanos a 5, frecuentemente asociados a desechos provenientes de actividades industriales. Las reas anxicas, que son el reflejo de extensiones aisladas de la circulacin general de una laguna dada, son detectadas, junto con las de escasos contenidos de oxgeno disuelto, por sus valores bajos en el pH. Las extensiones cubiertas y asociadas a bosques de manglar comnmente reflejan valores bajos, ocasionados principalmente por el contenido de cidos hmicos disueltos en el agua, que provienen precisamente de esta vegetacin. Estos cidos son compuestos de peso molecular muy elevado por lo que su persistencia, an en el ocano, es considerable. Durante la poca lluviosa, la presencia de una coloracin oscura invade grandes extensiones lagunares que son transportadas hacia
Tcnicas para evaluacin y monitoreo 125
el mar por el efecto mareal. De no ocurrir lo anterior, estos cidos tenderan a permanecer dentro de la laguna propiciando la proliferacin de bacterias y el consecuente agotamiento del oxgeno por los procesos de degradacin a que son sometidos in situ (Contreras, 2002).
luz, lo que provoca una disminucin de la actividad fotosinttica en plantas y algas, que trae como consecuencia una baja en la concentracin de oxgeno. La turbidez se mide en unidades nefelomtricas de turbidez (NTU). Para aguas potables, la turbidez no debe de pasar las 5 NTU. El instrumento usado para su medicin es el nefelmetro o turbidmetro, que mide la intensidad de la luz dispersada, a 90 grados, cuando un rayo de luz pasa a travs de una muestra de agua (Chapman y Kimstach, 1992). En cuerpos de agua lticos podemos medir el inverso de la turbidez, o sea la transparencia, utilizando un disco Secchi (es un disco dividido en cuatro cuartos, dos blancos y dos negros) el cual se sumerge en el agua atado a una cuerda. La profundidad a la que el disco se pierde de vista, se usa como medida de la transparencia del cuerpo de agua. De manera ms reciente, para medir transparencia en los cuerpos de agua lticos, se utiliza el llamado tubo de transparencia, un tubo de plstico transparente de aproximadamente un metro de largo y 12 cm de dimetro, con un mini disco de Secchi adherido a un extremo y abierto del otro. La muestra de agua se vaca en el tubo y se deja escapar el agua por una manguera cerca del extremo que contiene el mini disco de Secchi, hasta que aparecen los colores del disco.
Alcalinidad
Es la medida de la capacidad que presenta el agua como neutralizadora de cidos. Esta caracterstica depende de la concentracin de carbonatos, bicarbonatos e hidrxidos, los cuales remueven los iones H+ y disminuyen la acidez del agua, es decir, aumentan el valor del pH. Medir la alcalinidad es importante para determinar la capacidad del agua de neutralizar los contaminantes cidos provenientes de la lluvia o de los desechos municipales e industriales. La alcalinidad total se determina midiendo la cantidad de cido (por ejemplo, cido sulfrico) que se requiere para llevar la muestra de agua a un valor de pH de 4.2. A este valor de pH, los compuestos alcalinos de la muestra de agua se han agotado. La alcalinidad se expresa en miligramos de carbonato clcico equivalente por litro (mg CaCO3/L) (Chapman y Kimstach, 1992).
Turbidez y transparencia
La turbidez (o turbiedad) es una medida del grado en el cual el agua pierde su transparencia debido a la presencia de partculas en suspensin. Las algas, los sedimentos en suspensin (arcillas, limos, partculas de slice) y la materia orgnica en el agua pueden aumentar la turbidez hasta niveles peligrosos para ciertos organismos (Chapman y Kimstach, 1992). La turbidez aumenta con la erosin de las orillas, con el crecimiento excesivo de las algas y con los cambios en el flujo del ro. Tambin crece por la actividad de algunos organismos bentvoros, que resuspenden los sedimentos (Lindig-Cisneros y Zambrano, en este volumen). Las partculas en suspensin dispersan la
126 Evaluacin y seguimiento
Nitratos
El nitrgeno es uno de los elementos ms abundantes. Es tambin uno de los dos nutrientes ms importantes (el otro es el fsforo) para el crecimiento de algas y plantas acuticas. El nitrgeno inorgnico puede existir en estado libre como un gas [N2], o como nitrato [NO3], nitrito [NO2], o amoniaco [NH3+]. El nitrgeno orgnico se encuentra en las protenas y es continuamente reciclado por plantas y animales (Chapman y Kimstach, 1992; Bain, 1999). Muchas sustancias que llegan al agua contienen nitrgeno y actan como nutrientes para la vida vegetal. Las reacciones de los nitratos [NO3] en el agua dulce pueden causar el agotamiento del oxgeno. En tal caso, los organismos acuticos que dependen del suministro de oxgeno en el curso de agua morirn. Las principales rutas de ingreso de nitrgeno a las masas de agua son las aguas residuales de la industria y los municipios, tanques spticos, descargas de corrales de engorda de ganado, residuos animales (incluyendo aves y peces) y descargas de la emisin de gases de vehculos. Las bacterias presentes en el agua rpidamente convierten los nitritos [NO2] en nitratos [NO3]. Para mayor detalle sobre el ciclo del nitrgeno en humedales se recomienda consultar Flores (2002). Los nitratos en el agua potable son medidos ya sea en trminos de la cantidad de nitrgeno presente como de oxgeno. El estndar mximo aceptado para el nitrato en agua potable es de 10 mg/L nitrato-N, o 50 mg/L nitrato-NO3, cuando el oxgeno es medido a la vez que el nitrgeno. A menos que se especifique de otra forma, normalmente los niveles de nitrato se refieren solamente a la cantidad de nitrgeno presente, y el estndar normal, por lo tanto, es de 10 mg/L. En general, los peces empiezan a morir cuando los niveles alcanzan los 90 mg/L de nitratos en el agua. Existe una preocupacin respecto al posible dao a la salud originado por concentraciones altas de nitratos ya que pueden provocar metahemoglobinemia, o la enfermedad de los bebs azules (excesiva conversin de hemoglobina a metahemoglobina, que es incapaz de enlazar y transportar oxgeno). Aunque los niveles de nitratos que afectan a los bebs no son peligrosos para nios mayores y adultos, s indican la posible presencia de otros contaminantes ms peligro-
sos procedentes de las residencias o de la agricultura, tales como bacterias o pesticidas. En ecosistemas costeros, todo parece indicar que las concentraciones normales para el amonio van de 5.0 a 10.00 microgramos-tomo por litro (g-at/L) y de nitratos ms nitritos de < 0.01 a 5.0 g-at/L. El nitrgeno es considerado como el limitante en muchos ecosistemas costeros, debido a que la relacin N:P es usualmente baja (en promedio de 6) (Contreras 2002).
Fosfatos
El fsforo es uno de los elementos clave necesarios para el crecimiento de plantas y animales, y en forma elemental es muy txico. Los fosfatos [PO4] se forman a partir de este elemento. Su presencia puede provenir de la separacin de pesticidas orgnicos que contienen fosfatos. Pueden existir en solucin, como partculas, como fragmentos sueltos, o en los cuerpos de organismos acuticos. El agua de lluvia puede provocar que distintas cantidades de fosfatos se filtren de los suelos agrcolas a los cursos de agua prximos. El fosfato estimular el crecimiento del plancton y de plantas acuticas que proveen alimento para los peces. Este mayor crecimiento puede provocar un aumento en la poblacin de peces y mejorar la calidad general del agua. Sin embargo, si un exceso de fosfato ingresa en el curso de agua, las algas y plantas acuticas crecern demasiado, llegando a saturar el curso de agua y a utilizar grandes cantidades de oxgeno. Para mayor detalle sobre el ciclo del fsforo en humedales se recomienda consultar Flores (2002). A diferencia de lo que sucede en los lagos interiores, donde el fsforo es considerado como el elemento limitante por excelencia, los sistemas costeros son levemente eutrficos debido principalmente a la presencia de cantidades significativas de fsforo (Contreras, 2002). La relacin entre la clorofila a y el fsforo ha sido demostrada (Contreras y Kerekes, 1993). Las eventuales entradas de fsforo deben ser vigiladas estrictamente, aunque todo parece indicar que es el nitrgeno el principal causante de la eutrofizacin en sistemas costeros mexicanos. El valor normal para ortofosfatos (fosfatos inorgnicos) es de < 0.01 a 5.00 g-at/L. Recientemente se ha comprobado que ms
Tcnicas para evaluacin y monitoreo 127
que la cantidad de nitrgeno o fsforo individual, es la relacin entre ellos, conocida como relacin N: P (Redfield et al., 1963), la causante de las peculiaridades de los procesos de productividad primaria y/o eutroficacin (Rhee, 1978).
2.
Clorofila a
Este pigmento es usado para medir la potencialidad productiva del sistema, y tambin como un indicativo de la eutrofizacin (Carlson, 1977; Contreras, 1994), ya que aunque no siempre mantiene correlacin directa con la productividad primaria, s indica la biomasa fitoplanctnica presente, la cual, en la medida en que se desenvuelva bajo condiciones adecuadas, se manifestar en la productividad. La medicin sistemtica de la clorofila a se recomienda ampliamente como un ndice confiable, que permitira una pronta diagnosis de la salud del ecosistema (Contreras, 2002).
a gran escala o de rutina puede ser excesivamente costoso y de manejo un tanto dispendioso. Muestreo automatizado: los equipos de muestreo automtico pueden eliminar errores humanos (inherentes al muestreo manual) y permitir aumentar la frecuencia del muestreo. Sin embargo, el costo puede ser alto dependiendo de la calidad del equipo, la duracin del programa de monitoreo y la diversidad de parmetros fisicoqumicos a medir.
Tambin, existen dos niveles a tomar en cuenta en el tipo de muestreo considerando el balance entre precisin y el presupuesto disponible: Muestreo de nivel I. Usando protocolos relativamente sencillos, donde se tienen limitaciones presupuestales severas por lo que la inversin en equipo ser mnima. Para este nivel se pueden utilizar los llamados kits de evaluacin rpida, en los que los reactivos son premezclados y cualquier persona, con entrenamiento bsico, los puede usar. Estos kits tienen la ventaja de ser accesibles econmicamente, pero no tienen la misma precisin y exactitud que aparatos ms sofisticados. Este nivel de medicin bsica se est aceptando cada da ms como un sistema de monitoreo de deteccin temprana, siempre y cuando se sigan los protocolos establecidos y exista un control de calidad de la informacin. Otra ventaja es que en el proceso pueden participar voluntarios, quienes con mucho inters y mnima preparacin ya han aportado importantes datos a la red de monitoreo, al menos en los EE.UU. y Canad. Muestreo de nivel II. Se efecta usando protocolos estndares de evaluacin de calidad de agua. Para este nivel se requiere una gran inversin en aparatos de precisin y en reactivos. Es adecuado para evaluar calidad de agua que necesite ser cuantificada con la mayor precisin y exactitud, en respuesta a cuestiones normativas o cientficas. En este caso, las personas participantes requieren de mayor capacitacin y, por ello, su nmero puede ser limitado. Los objetivos del muestreo pueden ser ms cuantitativos.
Cmo contestar estas preguntas depende de los objetivos a lograr, del tipo de sistema acutico que se trate y del tiempo y presupuesto disponibles. Los manejadores de recursos naturales deben consultar con expertos sobre el tema y discutir en detalle estos aspectos. Para la realizacin de este tipo de actividades comnmente se tiene que equilibrar entre lo necesario y lo deseable; lo econmicamente viable y lo tcnicamente factible (Luna et al., 2004). Otro aspecto importante es si estas actividades se llevarn a cabo bajo un muestreo manual o automatizado: 1. Muestreo manual: requiere de una mnima inversin en equipo, pero para programas de muestreo
En todas las actividades de evaluacin y monitoreo es imperativo el reconocimiento previo de la zona de estudio, o al menos contar con antecedentes documentales al respecto. En todo caso, es altamente recomendable realizar una valoracin global del rea de inters (muestreo preliminar), para contar con mayor informacin en el momento de efectuar la seleccin de aquellos puntos de mayor utilidad y decidir el protocolo final. Muchas de las metodologas y protocolos de monitoreo de agua que se llevan a cabo en Mxico toman como base en lo establecido por la Comisin Nacional de Agua (CNA), por lo que se hace referencia constante a estos procedimientos con validez oficial vigente. Sin embargo, es importante recordar que estos procedimientos, en su gran mayora, estn enfocados a estudios de aguas residuales y de calidad de agua y no necesariamente a estudios con enfoque ecolgico, por lo que es necesario desarrollar mayores investigaciones en Mxico que describan tambin la integridad ecolgica del ecosistema (vase Prez-Mungua et al., en este volumen). Despus de leer la siguiente seccin sobre la recoleccin y preservacin de muestras de agua, el lector o lectora deber pasar al Apndice A, donde se presenta una serie de tablas a manera de recomendaciones generales para poder tomar una decisin final sobre el tipo de parmetros fisicoqumicos a medir, su frecuencia, el lugar y la profundidad ideal donde se debe de tomar la muestra de agua, intervalos de la concentracin en los valores de varios parmetros bsicos para diferentes cuerpos de agua en Mxico, as como la relacin de parmetros requeridos por las autoridades competentes en materia de contaminacin de agua, aplicado a ros y lagos de nuestro pas.
de parmetros fisicoqumicos y/o biolgicos. Aunque algunos de estos parmetros se midan directamente en el campo, otros deben medirse posteriormente en el laboratorio, por lo que es importante hacer una serie de consideraciones para la toma de muestras de agua (para detalles vase la Tabla A5 del apndice A). 1. Todos los participantes en el muestreo deben tener muy claras sus responsabilidades en la toma, preservacin, transporte y anlisis de cada muestra de agua. Habr que asegurar que se conoce el protocolo adecuado sobre el volumen de agua que la muestra debe contener y si es necesaria su preservacin en condiciones de refrigeracin o por medios qumicos. Esto es de vital importancia para mantener una muestra de agua con las condiciones lo ms cercanas posible a las originales y detener (fijar) los procesos bioqumicos y de descomposicin que ocurren en el agua. Si logramos esto, entonces aseguraremos que los anlisis posteriores tengan la precisin, exactitud y representatividad que necesitamos. Tambin debe asegurarse que todas las muestras estn bien rotuladas, identificadas y fechadas, y correcta y completamente llenos los formularios y libretas de campo. No debe olvidarse hacer un croquis o mapa del sitio de muestreo, para su posterior visita en caso de repeticin. Es necesario revisar las normas oficiales y mtodos estndares aplicables para saber si se necesita una muestra sencilla o una muestra compuesta, para el parmetro que queremos determinar, con base en tipo de cuerpos de agua a evaluar (arroyos, ros, lagos, estanques, aguas normales, aguas contaminadas, entre otros). Una muestra sencilla se toma en un punto o efluente dado, en un tiempo definido. Una muestra compuesta es la combinacin de varias muestras sencillas tomadas en el mismo sitio durante diferentes tiempos, pudiendo variar minutos hasta 24 horas. El uso de muestras compuestas representa un ahorro sustancial en costo y esfuerzo del laboratorio, en comparacin con el anlisis por separado de un gran nmero de muestras y su consecuente clculo de promedios. Cuando se evale algn
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efluente, es necesario determinar el volumen de agua del sistema en ese punto. Habr que asegurarse de tomar las muestras a las profundidades establecidas, si el cuerpo de agua lo amerita. Deber utilizarse el tipo de recipiente adecuado (plstico o vidrio) para la recolecta de agua, con base en las recomendaciones que se hacen al respecto ms adelante en este captulo. Si el protocolo de muestreo indica la toma de agua en puntos mnimos indispensables, se recomienda incluir la(s) entrada(s) y salida(s) de agua. Tambin deben seleccionarse aquellos puntos afluentes que, por su volumen y/o contenido (puntos de disturbio ecolgico o contaminacin), resulten importantes de cuantificar. La medicin de la temperatura, el pH, color, conductividad, turbiedad y oxgeno disuelto debe hacerse en el campo. En la prctica, la conductividad tambin puede determinarse en el laboratorio. Cuando se trate de ros y arroyos, es necesario calcular el flujo de agua, expresado en litros por segundo. Para la estimacin del flujo de agua, se recomienda consultar Wetzel y Likens (2000). Ubicar cada estacin o punto de muestreo, en mapas, de preferencia con base en lecturas de GPS, con ayuda de una descripcin por escrito y la toma de fotografas. En el caso de ros y arroyos, se recomienda tomar una foto mirando ro abajo y otra mirando ro arriba. Debe asegurarse la limpieza de botas, zapatos y equipo despus de terminar las actividades de evaluacin o muestreo. Con esto se evitar estar transportando semillas y organismos indeseables a otros sistemas acuticos. Si el protocolo de muestreo seala la toma de muestras biolgicas (plantas, insectos, peces, entre otros), debe asegurarse de obtener anticipadamente los permisos necesarios y consultar previamente con un investigador sobre los procedimientos y las cantidades adecuadas de ejemplares. Debe tomarse la precaucin de hacer copias (en papel o electrnicas) de los formularios, libretas de campo y bases de datos generados durante la evaluacin y/o monitoreo.
Conclusiones
Un programa de monitoreo bien planeado, ejecutado y comunicado, es indispensable para entender las dinmicas propias del sistema y sus amenazas, y para poder hacer un manejo adecuado de los humedales, tal que asegure la cantidad y calidad de los servicios ecolgicos que ofrecen. En muchos casos, el monitoreo de humedales ha servido para la deteccin temprana de disturbios al sistema que pudieran haber tenido consecuencias graves para la salud humana. Mxico tiene una gran diversidad de humedales, muchos de ellos an no cuentan con la informacin bsica de un inventario o evaluacin, como se discuti anteriormente. Por lo tanto, es muy importante impulsar programas de inventariado, evaluacin y monitoreo a nivel regional y nacional, as como mantener congruencia y retroalimentacin entre sus componentes. Es tambin de sumo inters desarrollar mayor nmero de investigaciones que permitan monitorear integralmente a los humedales de Mxico, considerando los aspectos fisicoqumicos, as como los biolgicos, sociales y econmicos. Desafortunadamente los humedales de Mxico estn siendo destruidos y transformados a una tasa alarmante, por lo que su inventariado, evaluacin y monitoreo es una carrera contra el tiempo. Finalmente, las personas que inicien un programa de monitoreo deben tener muy claros los objetivos del proyecto y consultar con un grupo interdisciplinario de especialistas y personas clave en la comunidad y con voluntarios que estn interesados en los sistemas de humedales objeto del monitoreo. Una vez que los objetivos hayan sido aceptados y entendidos, es importante seleccionar las tcnicas de determinacin de calidad de agua y biomonitoreo, basadas en un anlisis de costobeneficio. Un buen programa de monitoreo lleva tiempo, esfuerzo y requiere de un liderazgo por parte de alguna de las partes involucradas, sin embargo, los beneficios a largo plazo para los humedales y para las comunidades que de ellos dependen, son invaluables.
Agradecimientos
Un profundo agradecimiento al doctor Francisco Contreras, Universidad Autnoma Metropolitana-Unidad Iztapalapa y a la doctora Guadalupe de la Lanza, Ins-
Tabla 5. recomendaciones para el muesTreo y preservacin de muesTras (Tomado de luna et al. 2004 y modiFicado de la apha 1995)
Determinacin Recipiente Volumen mnimo 100 200 100 100 100 Preservacin Almacenamiento mximo 14 d 14 d 6 meses 28 d 28 d
Acidez Alcalinidad Boro Bromuro Carbono orgnico total Cianuro total Cianuro clorable Cloro residual Clorofila Cloruro Color Compuestos orgnicos Sustancias activas al azul de metileno Plaguicidas Fenoles DBO DQO Conductividad Dixido de carbono Dixido de cloro Dureza Fluoruro Fosfato Grasas y aceites Metales en general Cromo VI Cobre, colorimetra Mercurio
P, V P, V P, V P, V P, V
P, V P, V P, V P, V P, V P, V P, V P, V P, V P, V P, V P, V P, V P, V P, V P V (A) V boca ancha, calibrado P(A), V(A) P(A), V(A) P(A), V(A) P(A), V(A)
500 500 500 500 50 500 250 1000 500 500 100 500 100 500 100 300 100 1000 500 300 500 500
Refrigerar Refrigerar No requiere No requiere Anlisis inmediato o refrigerar y agregar H3PO4 o H2SO4 hasta pH < 2 Agregar NaOH hasta pH < 12 refrigerar Agregar 100 mg Na2S2O3/L Anlisis inmediato 30 das en oscuridad No requiere Refrigerar Refrigerar Refrigerar; agregar 1g cido ascrbico/L si hay cloro Refrigerar; agregar H2SO4 hasta pH < 2 Refrigerar Analizarlo refrigerar y agregar H2SO4 hasta pH < 2 Refrigerar Anlisis inmediato Anlisis inmediato Agregar HNO3 hasta pH < 2 No requiere Para fosfato disuelto filtrar inmediatamente; refrigerar Agregar HCl hasta pH < 2, refrigerar Filtrar, agregar HNO3 hasta pH < 2 Refrigerar Agregar HNO3 hasta pH < 2, 4C, refrigerar Agregar HNO3 Hasta pH < 2, 4 C, regrigerar
14 d 0.5 h/ inmediato 30 d 28 d 48 h 48 h 7 das hasta la extraccin 40 das despus de extraer 48 h 28 das 28 d 6 meses 28 d 48 h 28 d 6 meses 24 h 28 d 28 d
Tabla 5. recomendaciones para el muesTreo y preservacin de muesTras (Tomado de luna et al. 2004 y modiFicado de la apha 1995) (contina)
Determinacin Nitrgeno Amoniaco Nitrato Nitrato + nitrito Nitrito Orgnico Kjeldhal Olor Oxgeno disuelto Electrodo Winkler Ozono pH Sabor Salinidad Recipiente Volumen mnimo 500 100 200 500 500 500 Preservacin Almacenamiento mximo 28 d 48 h (28 d para muestras cloradas) 28 d 48 h 28 d -
P, V P, V P, V P, V P, V V
Agregar H2SO4 hasta pH < 2, refrigerar Analizar lo ms pronto posible o refrigerar Agregar H2SO4 hasta pH < 2, refrigerar Analizar lo ms pronto posible o refrigerar Agregar H2SO4 hasta pH < 2, refrigerar Analizar lo ms pronto posible o refrigerar Analizar inmediatamente Puede retrasarse la titulacin despus de la acidificacin Anlisis inmediato Anlisis inmediato Analizar lo ms pronto posible o refrigerar Anlisis de inmediato o usar sello de cera
V V
300 300
8h -
V V, sello de cera
500 240
Nota: P= plstico (polietileno o equivalente); P(A)= plstico enjuagado con HNO3; V= vidrio; V(A)= vidrio enjuagado con HNO3.
tituto de Biologa-UNAM, por permitirme reproducir importante informacin sobre la toma e interpretacin de parmetros fisicoqumicos en aguas interiores y costeras. El doctor Barry Warner de la Universidad de Waterloo y el seor Clayton Rubec del Canadian Wildlife Service, ofrecieron valiosos comentarios y sugerencias. El manuscrito de este captulo mejor gracias a la excelente revisin por parte de scar Snchez, de la maestra Mnica Herzig y de un revisor annimo.
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Apndice A. Tablas de referencia para la seleccin de parmetros fisicoqumicos en diversos cuerpos de agua
Tabla a 1.lisTa de parmeTros bsicos a Tomar, en un comparaTivo enTre diFerenTes cuerpos de agua (de la lanza, 2002)
Ros Temperatura pH Conductividad elctrica Salinidad Oxgeno disuelto Nitratos Nitritos Amonio Calcio Magnesio Sodio* Potasio* Cloruros* Sulfatos* Alcalinidad DQO Slidos suspendidos totales Clorofila a Transparencia (Disco Secchi) Ortofosfatos Fsforo total (no filtrado) X X X X X X X X X X X X X X X Lagos y embalses X X X X X X X X X X X X X X X X X X X Aguas subterrneas X X X X X X X X X X X X X X Zona costera X X X X X X X
X X X X X
X X
Tabla a-2. seleccin de parmeTros para la evaluacin de la calidad de agua en relacin con su uso (no incluye el indusTrial). el nmero de x denoTa la relevancia de cada parmeTro para cada Tipo de sisTema (de la lanza, 2002)
Agricultura Parmetros generales Monitoreo Vida acutica bsico Temperatura Color Olor SST Turbiedad/transparencia Conductividad SDT pH Oxgeno disuelto Dureza Clorofila a Nutrimentos Amonio Nitratos/nitritos Fosforo/fosfatos Materia orgnica COT DQO DBO Sodio Potasio Calcio Magnesio Cloro Sulfatos Otras variables inorgnicas Flor Boro Cianuro Elementos traza Metales pesados Arsnico/selenio Contaminantes orgnicos Grasas e hidrocarburos Solventes orgnicos Fenoles Pesticidas Surfactantes Indicadores microbiolgicos Coliformes fecales Coliformes totales Patgenos XXX XXX XXX XXX XXX XXX XXX X X XX X X XXX X XX X XX XX X X XX XX X X X X X XX XX XXX XX X X X X X X XX X XX X X XX XX XXX X X X XX XX X X X X XXX X X X XX XXX XX Iones mayores X XXX X X X XX XX XXX X X XXX XX X XXX XXX XXX X XX XXX XX X X XX XXX X XX XXX XX y pesca XXX XX XX XXX XX X X X X XX XX XX X Abastecimiento de agua potable Salud y recreacin X XX XX XXX XX X XXX XX X X X Irrigacin Escurrimiento ganadero
Apndices 137
Tabla a 3. proFundidad recomendada para el muesTreo en la evaluacin de la calidad de agua (cna, 1998)
Profundidad total en la estacin de muestreo 1.5 m > 1.5 a 3 m > 3 a 10 m Profundidades > 10 m Para presas Profundidad de muestreo Profundidad media 0.5 m de la superficie y a 0.5 m del fondo 0.5 de la superficie, profundidad media y 0.5 del fondo 0.5 m de la superficie, 10 m de profundidad y 0.5 del fondo. 0.5 de la superficie, 10, 25, 50 m de profundidad y 0.5 m del fondo.
(cna, 1998)
frecuencia Estacional Estacional Mensual Mensual Mensual Mensual Estacional Mensual Mensual
Ros
embalses y lagos
Variable Temperatura
* Temperatura * Conductividad * Ph * Oxgeno disuelto Nitratos * Nitritos * Amonio Calcio Magnesio Sodio Potasio Sulfatos Alcalinidad Dureza * DBO o DQO * STS Clorofila * Transparencia * Ortofosfatos Fosforo total * Coliformes fecales *Detergentes * Fuente: CNA, (199).
Mensual Mensual Mensual Mensual Mensual Mensual Mensual Cuatrimestral Cuatrimestral Cuatrimestral Cuatrimestral Cuatrimestral Cuatrimestral Cuatrimestral Semanal Mensual Mensual Mensual Mensual Mensual Mensual Mensual
Mensual Mensual Mensual Semanal Mensual Semanal Semanal Cuatrimestral Cuatrimestral Cuatrimestral Cuatrimestral Cuatrimestral Cuatrimestral Cuatrimestral Semanal Mensual Mensual Mensual Quincenal Mensual Mensual Mensual
Salinidad Oxgeno disuelto Nitritos Amonio Ortofosfatos Clorofila DQO Coliformes fecales
Tabla a 6. parmeTros adicionales para el esTudio de la calidad de agua, con base en el Tipo de acTividad indusTrial y la Frecuencia con que deben Tomarse los parmeTros (cna, 1998b)
Industria Agricultura Compuesto qumico Herbicidas Fungicidas Insecticidas Plaguicidas Acaricidas Metales pesados Metales pesados Fenoles Hidrocarburos Alifticos Aromticos Policclicos Metales pesados Fenoles Hidrocarburos Alifticos Aromticos Policclicos Hidrocarburos Aceites-grasas Metales pesados Aromticos Alifticos Fenoles Metales pesados Frecuencia Posterior a la aplicacin; en dos estaciones al ao
Farmacutica
Cuatrimestral
Petrolera y petroqumica
Cuatrimestral Estacional
Curtidura
Estacional
Apndices 139
Tabla a-7. inTervalo de la concenTracin en los valores de varios parmeTros bsicos para diFerenTes cuerpos de agua en mxico (de la lanza, 2002)
Parmetros Ros Lagos y embalses < 15 a 32C 6.5 a 9.0 Lagunas y estuarios > 20 a 32C 6.5 a 9.0 ocenica 20 a 30C 7.5 a 8.5
Temperatura < 15 a 32C pH 6.0 a 8.0 Conductividad 40-10,000 mhs Salinidad Oxgeno disuelto 3.0 a > 5.0 mg/L Nitratos ID a < 5 mg/L Nitritos ID a 0.05 mg/L Amonio ID a 0.5 mg/L Ortofosfatos ID a < 1.0 mg/L Dureza 5 a >100 mg/L Alcalinidad 15 a 20 mg/L DQO ID a 10 mg/L Solidos suspendidos totales 1 a 50 mg/L Clorofila a ID a 2.5 ug/L Sulfatos ID a < 400 mg/L Coliformes
0.1 a 10 g/L 0 a 80 g/L 3.0 a > 5.0 mg/L 2.0 a 8.0 mg/L ID a 1.0 mg/L ID a 1.0 mg/L ID a 0.05 mg/L ID a < 0.05 mg/L ID a 0.5 mg/L ID a 0.5 mg/L ID a <0.5 mg/L ID a < 0.2 mg/L 40 a >l00 mg/L ID a >300 mg/L 15 a 20 mg/L >120 mg/L ID a 20 mg/L ID a 20 mg/L > 50 mg/L > 50 mg/L ID a 8.0 ug/L ID a 15 ug/L ID a <400 mg/L <0.5 a 2500 mg/L AUSENCIA
ID a 0.5 mg/L ID a < 0.03 mg/L ID a 0.1 mg/L ID a 0.1 mg/L > 300 mg/L > 120 mg/L ID a 4.0 mg/L < 10 mg/L ID a 2.0 g/L 2500mg/L
Tabla a 8. relacin de parmeTros requeridos por las auToridades compeTenTes en maTeria de conTaminacin de agua, aplicado a ros (luna et al. 2004)
Parmetros (en mg l-1, excepto cuando se especifique de otro modo) para ros Ley Federal de Derechos en Materia de Agua 1998 pm NOM-001 ECOL 1996 Uso en riego agrcola (A) pm pd NOM-001 ECOL 1996 Uso pblico urbano (B) pm pd NOM-001 ECOL 1996 Proteccin de la vida acutica (C) pm pd
Parmetros bsicos Temperatura (oC) (1) pH (unidades) Grasas y aceites (2) Slidos suspendidos totales DB05 Nitrgeno total Materia flotante (3) Fsforo total Slidos sedimentables (mL/L) Arsnico Cadmio CNCR + 2.5 5-10 15 75 75 40 -Ausente 20 1 0.1 0.1 NA 5-10 15 150 150 40 20 1 0.2 0.2 NA 25 200 200 60 30 2 0.4 0.4 40 15 75 75 40 20 1 0.1 0.1 40 25 125 150 60 30 2 0.2 0.2 40 15 40 30 15 5 1 0.1 0.1 40 25 60 60 25 10 2 0.2 0.2
Metales pesados y cianuros totales Cianuros Cobre Cromo Mercurio Nquel Plomo Zinc 1 4 0.5 0.005 2 0.2 10 2 4 1 0.01 2 0.5 10 3 6 1.5 0.02 4 1 20 1 4 0.5 0.005 2 0.2 10 2 6 1 0.01 4 0.4 20 1 4 0.5 0.005 2 0.2 10 2 6 1 0.01 4 0.4 20
Nota: PM= promedio mensual; PD= promedio diario; CNCR = condiciones naturales del cuerpo receptor; (B) y (C) = tipo de cuerpo receptor segn la Ley Federal de Derechos en Materia de Agua - = no es aplicable; (1) = instantneo; (2) = Muestra simple promedio ponderado; (3) = ausente segn el mtodo de prueba definido en la NMX-AA-006. Para determinar la contaminacin por patgenos se tomar como indicador a los coliformes fecales. El lmite mximo permisible para las descargas de aguas residuales vertidas a aguas y bienes nacionales, as como las descargas vertidas a suelo (riego agrcola) es de 1,000 y 2,000 como nmero ms probable (NMP) de coliformes fecales por cada 100 mL para el promedio mensual y diario, respectivamente. Para determinar la concentracin por parsitos se tomar como indicador los huevos de helminto. El lmite mximo permisible para las descargas vertidas a suelo (uso en riego agrcola), es de un huevo de helminto por litro para riego restringido, y de cinco huevos de helminto para riego no restringido, lo cual se llevar a cabo de acuerdo a la tcnica establecida en el anexo de la norma NOM-001-ECOL-1996.
Apndices 141
Tabla a 9. relacin de parmeTros requeridos por las auToridades compeTenTes en maTeria de conTaminacin de agua, aplicado a embalses naTurales y arTiFiciales (luna et al., 2004)
Parmetros (en mg l-1, excepto cuando se especifique de otro modo) para embalses naturales y artificiales LFDMA 1998 NOM-001 1996. Uso en riego agrcola (B) PM PD NOM-001 ECOL 1996. Uso pblico urbano (C) PM PD
PM
Parmetros bsicos Temperatura (oC)(1) pH (unidades) Grasas y aceites(2) Slidos suspendidos totales DB05 Nitrgeno total Materia flotante(3) Slidos sedimentables (mL/L) CNCR + 2.5 5-10 15 75 75 40 1 40 5-10 15 75 75 40 Ausente 1 40 25 125 150 60 2 40 15 40 30 15 1 40 25 60 60 25 2
Metales pesados y cianuros totales Arsnico Cadmio Cianuros Cobre Cromo Mercurio Nquel Plomo Zinc 0.1 0.1 1 4 0.5 0.005 2 0.2 10 0.1 0.1 1 4 0.5 0.005 2 0.2 10 0.2 0.2 2 6 1 0.01 4 0.4 20 0.1 0.1 1 4 0.5 0.005 2 0.2 10 0.2 0.2 2 6 1 0.01 4 0.4 20
Lmites mximos permisibles para contaminantes bsicos, metales pesados y cianuros para embalses naturales y artificiales LFDMA= Ley federal de derechos en materia de agua. Nota: PM= promedio mensual; PD= promedio diario; CNCR = condiciones naturales del cuerpo receptor; (B) y (C) = tipo de cuerpo receptor segn la Ley Federal de Derechos en Materia de Agua = no es aplicable; (1) = instantneo; (2) = muestra simple promedio ponderado; (3) = ausente segn el mtodo de prueba definido en la NMX-AA-006.
Tabla a 10. agrupacin de 39 lagunas cosTeras en mxico, con base en los valores de cloroFila a (conTreras, 2002)
Concentracin de clorofila a Golfo de Mxico 0.0 - 10.0 Madre Tamiahua Tuxpan Mancha Ostin Celestm 10.0 - 20.0 Tampa. 80 Carmen Machona Mecoacn 20.0 - 30.0 Tampa. 90 Camaronera Alvarado Tlalixcoyan Sontecomapan 30.0 - 40.0 Mandinga 40.0 - 50.0 Pueblo Viejo 50.0 - 60.0 Calzadas > 60.0
Pacfico 0.0 - 10.0 Nuxco Chautengo Sup. e Inf. 9 = 25 % 10.0 - 20 Pastora Teculapa Panzacola Campn 8 = 22 % 20.0 - 30.0 Corralero Chacahua Mar Muerto Pereyra 9 = 25 % 30.0 - 40.0 Carretas Bobo 40.0 - 50.0 Chantuto 50.0 - 60.0 Carretas Buenavista > 60.0 Mitla Joya-Buenav.
3=6%
2=5%
3=6%
2=5%
Tabla a 11. inTervalos de algunos parmeTros FundamenTales en la calidad del agua para las 39
lagunas cosTeras mosTradas en la Tabla anTerior que podran considerarse como los normales en esTos ecosisTemas
(conTreras, 2002)
Valores promedio de algunos parmetros en lagunas costeras mexicanas Oxgeno dis. Intervalo de valores No. y % de lagunas 4.00-5.00 17 (43%) N-NH4 <0.01-5.00 22 (56%) N-NO3+NO2 <0.01-5.00 33 (84%) P-PO4 <0.01-5.00 25 (65%) Clor. a 10.00-30.00 17 (47%)
Finalmente, reproducimos en la pgina siguiente la forma propuesta por De la Lanza (2002) que completa la informacin sobre los rasgos biofsicos del sistema para las actividades de evaluacin o monitoreo de los sistemas acuticos.
Apndices 143
Basura
Gris-obscuro Ausente H 2S - +
En el fondo 1
2 2
3 3
Limo 1
Arcilla 1 Subtotal
Vegetacin (25)* Plantas emergentes 1 Plantas suspendidas 1 Fauna (25)* Peces 1 2 3 Insectos 1 2 3 * Raro<25% 1
2 2
3 3
2 2
3 3
Plantas sumenrgidas 1
3 Subtotal
3 Subtotal
Actividades atropognicas que influyen en este punto (15) Urbana Agrcola y pecuaria
Minera
Rural
Ninguna
Subtotal Total
Marco ambiental
Condiciones hidrolgicas del ro Ancho (m): <1 Prof. (m) <0.1 Vel. Est. (m/s): <0.2 Corriente: Anegada Condiciones fsicas del ro El agua cubre el 100% Por ambas mrgenes Las mrgenes de ambos lados Del ro ms expuestas o Clima Lluvia Suelo mrgenes Negro Pendientes mrgenes 180 a 160 Caracterstica ambiental aledaa al punto de muestreo Vegetacin natural Bosque Selva Principales usos del cuerpo de agua Potable Pesquera Otros comentarios Vegetacin impactada Matorral Industria Recreat. 150 a 120 Otra Pastizal Navega Elabor 110 a 90 Hmedo Caf obs. Seco Caf cla. 1-2 0.1-0.5 0.2-0.4 Lenta 3-5 0.5-1.0 0.5-0.8 Turbulenta 6-10 1.0-1.5 >0.8 Muy turbulenta 11-20 1.5-2.0 >20 >2.0
Evidencia del sustrato por alguna de sus mrgenes Poco agua en el cauce no hay flujo Caluroso Rojizo Fro Gris Nublado Verdoso Soleado Otro
Semirida Agrcola
Croquis
Unidad Acadmica Mazatln. Instituto de Ciencias del Mar y Limnologa. Universidad Nacional Autnoma de Mxico. Calz. Joel Montes Camarena s/n. Col. Centro. Mazatln, Sinaloa. C.P. 0040. Correo-e: [email protected]. Centro de Ecologa Pesquera y Oceanografa del Golfo de Mxico (epomex). Universidad Autnoma de Campeche. Av. Agustn Melgar esq. Av. Juan de la Barrera. Campeche, Campeche. C.P. 24030. Facultad de Ciencias del Mar. Universidad Autnoma de Sinaloa. Col. Los Pinitos. Mazatln, Sinaloa. C.P. 2000.
La zona Nertica corresponde a la regin marina que se localiza sobre la plataforma continental dentro de un intervalo de profundidades de 0 a 200 m. En esta regin se lleva a cabo el 80% de la captura pesquera. Su productividad promedio es aproximadamente el triple de la productividad del ocano abierto (Figura 1). Por otro lado, es importante destacar que 70% de las especies de importancia pesquera lo constituyen organismos estuarinos o aquellos que algn perodo de su vida lo transcurren en un ecosistema lagunar estuarino, en su mayora estn asociados a manglares en zonas tropicales y a pantanos de macrfitas emergentes (Spartina spp.) de regiones templadas (McHugh, 1976; Yez-Arancibia, 1978). De la zona Nertica es importante destacar la franja litoral y las zonas de surgencias, que comprenden solamente 10% de esta regin y, sin embargo, poseen los ecosistemas con ms elevada productividad primaria. En esta pequea franja predominan los ecosistemas lagunares-estuarinos (50%), comunidades de corales y macroalgas (25%) y, en una extensin proporcionalmente menor (5%), los pantanos de manglar en los trpicos y los pastizales acuticos (de Spartina alterniflora) de las zonas de mareas de regiones templadas (Figura 1). Las lagunas costeras, estuarios, manglares y humedales dulceacucolas son ampliamente reconocidos como los ecosistemas ms productivos (en referencia a
Ecosistemas acuticos costeros 147
la productividad primaria) de la biosfera (Whittaker y Linkens, 1975; Odum y Heald, 1975). Los ecosistemas de manglar y los estuarios estn vinculados funcionalmente por la influencia de las mareas. La marea remueve la materia orgnica particulada (detritus) de los manglares hacia los cuerpos lagunares adyacentes, incrementando an ms su propia y elevada productividad primaria. Se puede observar que la productividad de los manglares es superior a la de las selvas de reas lluviosas, e incluso similar al ms eficiente de nuestros cultivos tropicales (la caa de azcar). La productividad de los manglares es 20 veces superior a la productividad del mar y llega a ser cinco veces superior a la de las zonas de surgencias (Figura 1). El cultivo de arroz en Japn posee una productividad intermedia entre los estuarios y manglares, sin embargo, requiere de 372 kg de fertilizantes por hectrea y uso intenso de pesticidas. Para mayor comparativo, en Nigeria el rendimiento de arroz es de solamente 2 ton/ha al ao (Flores-Verdugo, 1989).
La alta productividad primaria de los ecosistemas de manglar se debe, principalmente, a la disponibilidad de nutrientes provenientes de los ros y escurrimientos terrestres y al efectivo reciclamiento de estos durante los procesos de mineralizacin microbiana (Mee, 1978; Nixon, 1981). La elevada fertilidad de las lagunas costeras y estuarios mantiene una rica y compleja cadena alimenticia, caracterizada por una elevada produccin pesquera (Day et al., 1973). En algunos casos, parte de esta fertilidad es exportada y contribuye a la riqueza pesquera de la zona costera adyacente (Martusobroto y Naamin, 1977).
23 30
22
17
10
Estuarios 16
Caa 25
? 10 50 25 5 5 15 50 27 22
Trigo 15 3
Selvas tropicales
Cultivos
Productividad primaria en ton peso seco ha-1 ao-1 y extensin proporcional (% barras horizontales) de diferentes ecosistemas acuticos y terrestres de Flores Verdugo et al., 199.
Pastizal
Surgencias 4.5
gradual de agua salina (Pritchard, 1967); es decir, una zona de mezcla de agua marina con agua dulce como la desembocadura de los ros, entre otros. El trmino laguna costera es de tipo geomorfolgico y Lankford (1977) la define como una depresin topogrfica por debajo del nivel medio de las mareas altas, separada del mar por una barrera y comunicada con ste a travs de una o ms bocas efmeras o permanentes. Es decir, existen lagunas costeras que pueden o no tener comportamiento estuarino permanente o estacional, separadas del mar por una barrera de arena o de otro tipo. La circulacin del agua en los cuerpos lagunares puede ser de tres tipos, que se pueden presentar en la misma laguna de manera estacional. Circulacin estuarina. Se presenta en reas donde los aportes por precipitacin pluvial y fluvial son superiores a la evaporacin. En esta situacin, el agua de menor salinidad sale de la laguna hacia el mar por la superficie y el agua de mayor salinidad penetra a la laguna por el fondo. Circulacin antiestuarina. Es tpica de regiones ridas, donde la evaporacin es superior a los aportes pluviales y fluviales. En este caso, al contrario que el anterior, las aguas de menor salinidad salen por el fondo hacia el mar y las aguas marinas entran por la superficie al sistema lagunar. Mezcla. La poca profundidad de algunos cuerpos lagunares (< 1.5 m) permite una eficiente mezcla de la columna de agua, provocada por los vientos, corrientes y flujos de mareas. Consecuentemente, no existe una estratificacin salina ni de temperatura, aunque es posible observar un gradiente en el plano horizontal. De los mencionados, el tercer patrn de circulacin es el dominante en sistemas lagunares-estuarinos de profundidades menores que 2 m, aunque tambin es probable encontrar, por perodos cortos, los tipos estuarino y antiestuarino. Lankford (1977) hace una clasificacin de los diferentes tipos de lagunas costeras presentes en Mxico, de lo que resulta que la mayora son del tipo de deposicin sedimentaria. Las lagunas de deposicin sedimentaria son el producto de un desequilibrio, entre los aportes de sedimentos por los ros y escurrimientos y la erosin por el oleaje y las mareas. La existencia de estas lagunas se debe al aporte neto de sedimentos hacia el litoral y su causa de origen tambin es la causa
de su desaparicin, con lo que finalmente se incorporan como parte del crecimiento de la planicie costera. Es decir, la zona terrestre de planicie costera actual, en algn momento estuvo constituida por manglares, esteros, marismas y lagunas costeras. Estero. El trmino estero no se debe confundir con estuario. El estero se define como un canal de mareas de preferencia mendrico que comunica o comunicaba una laguna costera con el mar, con un ro, con una marisma o con otra laguna costera. Marisma. Corresponde a una llanura de inundacin estacional por aguas marinas con o sin vegetacin halfila (como matorrales de manglar y/o otras halofitas, por ejemplo Salicornia spp. y Batis maritima). No debe confundirse con su traduccin errnea del ingls (marshes). Este ltimo trmino deriva de comunidades acuticas dominadas por una macrfita emergente (Spartina spp.), mientras que marisma (en espaol) deriva de mar. El saltwater marsh corresponde a los ecosistemas de pastos pantanosos (macrfitas acuticas emergentes) de Spartina alterniflora que crecen en las zonas de mareas de regiones templadas y funcionalmente equivalen a los manglares de zonas tropicales, mientras que las marismas (en espaol), corresponden a las llanuras de inundacin estacional en la parte posterior de los manglares. El sinnimo en ingls correspondera a seasonal coastal flood plains.
Cadenas trficas
Los ecosistemas lagunares-estuarinos, manglares y pantanos dulceacucolas, a diferencia de las cuencas ocenicas, se caracterizan por poseer una trama trfica mucho ms compleja. En estos ecosistemas se presentan cadenas trficas conocidas usualmente como del pastoreo y del detritus. Al igual que en el ocano, la cadena del pastoreo la inicia el fitoplancton, con la diferencia de que se presentan otros productores primarios (Figura 2). El fitoplancton es mucho ms productivo en los ecosistemas lagunares-estuarinos, pues dispone de mayor cantidad de nutrientes alctonos, provenientes de los ros, escurrimientos terrestres y manto fretico, y autctonos provenientes del reciclamiento de estos por la degradacin microbiana del detritus. Los otros productores primarios dentro de esta lnea trfica
Ecosistemas acuticos costeros 149
Figura 2: cadenas TrFicas del pasToreo y deTriTus de ecosisTemas lagunares-esTuarinos y manglares. bloque superior = cadena TrFica del deTriTus, bloque inFerior = cadena TrFica del pasToreo, p.m.= pasTo marino, h.T.= halFiTas TerresTres (SaliCornia Spp., BatiS martima), p.d.= panTanos dulceacucolas, mang.= manglares, deT-bacT. = deTriTus y bacTerias, deTv.= deTriTvoros, FiT = FiToplancTon, mal. = macroalgas, mFb = microFiTobenTos, bq = bacTerias quimiosinTTicas, h = herbvoro, c1, c2 y c3 = carnvoros y n = nuTrienTes
son las macroalgas, el microfitobentos, las bacterias fotosintticas y las bacterias quimiosintticas. El resto de la cadena trfica la constituyen los mismos componentes que se observan en el oceno, pero incorpora una mayor participacin por parte de consumidores bentnicos y una rpida reincorporacin de los nutrientes a las capas superiores, como consecuencia de su poca profundidad y el eficiente efecto de mezcla por las corrientes y mareas. Tambin existen organismos que aceleran los procesos de mineralizacin de nutrientes, como diversos invertebrados que construyen galeras o que remueven el fondo, as como los pastos marinos, que llegan a exudar nutrientes hacia la columna de agua. Las bacterias quimiosintticas participan activamente en estos ecosistemas, en particular los mangla150 Conservacin y restauracin
res, debido a que disponen de elementos reducidos que pueden ser oxidados (por el oxgeno presente durante las bajamares) y, as, obtienen la energa que requiere la sntesis de carbohidratos, entre otros procesos. La cadena trfica del detritus la constituyen inicialmente productores primarios como los manglares y pastos marinos, as como fuentes alctonas de carbono constituidas por la materia orgnica acarreada por los ros o los escurrimientos provenientes del detritus de las macrfitas acuticas de pantanos dulceacucolas o de las halfitas terrestres como Salicornia spp. y Batis maritima de las llanuras de inundacin (marismas). Esta cadena del detritus se caracteriza por presentar un componente intermedio, constituido por bacterias asociadas al detritus. Las bacterias pueden degradar la compleja estructura qumica del propio
detritus vegetal (polisacridos, complejos pirrlicos, sustancias hmicas, entre otros) que resultan indigeribles para el siguiente nivel trfico. Consecuentemente, esos procesos requieren de una degradacin microbiana previa que desdoble estos complejos y, aunado a ello, que se presente un incremento en el nitrgeno proteico por la incorporacin de nitrgeno inorgnico y orgnico solubles como biomasa bacteriana (Figura 2). Una vez efectuado cierto grado de degradacin, los compuestos resultantes son consumidos por detritvoros como peces y crustceos. En particular, estos ltimos favorecen la degradacin, al aumentar la superficie especfica del detritus con su accin de trituracin y de limpieza de la capa bacteriana, al pasar por su tracto digestivo. El detritvoro se incorpora al resto de la cadena alimenticia a travs de los consumidores que, en general, son poco especficos respecto a consumir herbvoros o detritvoros. En los ecosistemas de manglar predomina la cadena del detritus, con niveles de degradacin elevados por las condiciones xido-reductoras del sedimento. Sin embargo, existe una acumulacin de detritus refractarios a la degradacin que viene a constituir la turba, componente caracterstico de los suelos pantanosos de manglar. Esta turba puede encontrarse incluso en ambientes actualmente terrestres de la planicie costera, lo que demuestra que en tiempos pasados existi manglar en esas zonas.
No obstante su productividad usualmente alta, los sistemas estuarinos son poco diversos como consecuencia de sus cambios bruscos en temperatura, salinidad, oxgeno y otros factores, por lo que solamente algunas pocas especies de caractersticas metbolicas de rpida adaptacin (como los eurihalinos, euritrmicos, entre otros) pueden soportar a largo plazo estos cambios (Figura 3). Consecuentemente, estos ecosistemas renen las caractersticas para una explotacin comercial por ser altamente productivos y con pocas especies, pero muy abundantes, a diferencia de los ecosistemas dulceacucolas y de los arrecifes de coral, que tambin presentan una produccin secundaria considerable, pero en gran parte dispersa en organismos de distintas especies (una elevada biodiversidad) lo que impide una mayor escala de la actividad pesquera.
Manglares
Los manglares comprenden a los bosques o matorrales de la zona de mareas de regiones costeras tropicales y subtropicales, que tienen la capacidad de crecer en suelos sujetos a la inundacin peridica, y que presentan adaptaciones para tolerar el agua salada y cierto grado de viviparidad (es decir, que no dan un fruto o semilla propiamente dicho, sino un embrin con un grado de desarrollo relativamente avanzado, denominado propgulo). Los manglares son comunidades de halfitas facultativas que pueden crecer a diferentes salinidades, que van desde 0 (dulceacucolas) hasta a hipersalinas (> 40 < 90), pero alcanzan su mximo desarrollo en condiciones salobres (~15). Los manglares, indistintamente de la especie, se caracterizan por estar adaptados a sedimentos ricos en materia orgnica y, por lo tanto, pobres en oxgeno; y usualmente presentan cierto grado de viviparidad (Odum et al., 1982). A nivel mundial, los manglares estn formados por unidades taxonmicas muy diversas, con ms de 50 especies agrupadas en 12 familias aproximadamente (Chapman, 1970). Los manglares son la vegetacin dominante que bordea las lagunas costeras y estuarios. Se estima que del 60% al 75% de las costas de regiones tropicales estn bordeadas por manglares (McGill, 1959).
Ecosistemas acuticos costeros 151
La unidad corresponde literalmente a partes por mil equivalente a gramos de sales disueltas por kilogramo de agua.
1
Ton ha-1 ao -1
1.5 Tulares 1.0 Manglar Ambientes marino Lagunas hipersalinas Lagunas costeras
0.5
0.0 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
biodiversidad vs. salinidad. diagnsTico de la biodiversidad de la Fauna acuTica en relacin con la salinidad. recuadro segmenTado: ambienTe lagunar-esTuarino
Agua dulce Agua marina
Especies dulceacucolas
Especies estuarinas
10
15 20 Salinidad ()
30
35
En Mxico se pueden encontrar cinco especies de mangle: mangle rojo (Rhizophora mangle), mangle blanco (Laguncularia racemosa), mangle negro (Avicennia germinans), mangle botoncillo o botoncahue (Conocarpus erectus), y solamente en Chiapas, Rhizophora harrisonii (Rico-Gray, 1981). Se estima que la extensin cubierta por manglares en el pas es de 6,600 km2 (Blasco, 1988), una extensin superior a la encontrada en la mayora de los pases de Amrica y frica (Flores-Verdugo, 1989). Los manglares estn entre las comunidades que contribuyen con grandes cantidades de materiales orgnicos, en forma de detritus, a las lagunas costeras y estuarios. Este aporte de detritus lo realizan a travs de su defoliacin natural (Heald y Odum, 1970; Bunt, 1982). Este detritus es constantemente removido por las mareas hacia las lagunas. Los ecosistemas de manglar son de vital importancia de varias formas: como hbitat de apoyo a las pesqueras, como zona de amortiguamiento contra inundaciones, como biofiltro, y como refugio de fauna regional y migratoria, en particular aves, entre otros servicios ms. Los manglares en Mxico se distribuyen de forma discontinua a lo largo de sus 10,000 km de litoral, en funcin de las caractersticas climticas, del origen morfotectnico de las costas, del intervalo de mareas y del tamao de la cuenca hidrolgica (Flores-Verdugo et al., 1992). Como consecuencia del viento y del oleaje de las costas, el manglar se localiza principalmente en las reas protegidas (sotavento) de las islas y en pennsulas de barrera arenosa, en los esteros y venas de mareas, as como en islotes y deltas del interior de las lagunas costeras y bahas. Las actividades econmicas de diversos estados costeros se centran principalmente en las actividades agrcolas, la pesca, la ganadera, la minera y, ms recientemente, la acuicultura. La pesca en estas regiones est ntimamente relacionada con los manglares y lagunas costeras. Es una importante actividad que se realiza a todo lo largo de la costa de Mxico, tanto en las lagunas costeras y bahas (pesca riberea) como en la plataforma continental (pesca de altura), siendo la pesca del camarn (Litopennaeus spp.) la captura preferencial por su elevado precio en el mercado nacional e internacional. La mayor parte de las especies de camarn utilizan las lagunas costeras y bahas como
zonas de alimentacin y refugio, desde sus etapas larvarias hasta la de preadultos, para posteriormente salir al mar abierto a desovar. Los manglares, por su elevada productividad, exportan biomasa y nutrientes hacia los cuerpos de agua adyacentes (lagunas costeras, bahas y zona marina adyacente) a travs de los reflujos de marea, aumentando significativamente la fertilidad de estos ecosistemas. Se estima que una hectrea de manglar puede producir anualmente unos 767 kg de pescado y camarn, sin requerir de agroqumicos y sin los riesgos ambientales asociados a estos compuestos (Turner, 1991). Sinaloa, Baja California Sur, Tamaulipas y Veracruz se ubican en el cinturn de huracanes del Pacfico y Atlntico americanos. El 70% de los huracanes que tocan tierra en el Pacfico lo hacen en las costas de Sinaloa y Baja California Sur. Los manglares y marismas, junto con playas y dunas, juegan un papel importante como zonas de amortiguamiento contra las inundaciones y la erosin provocada por los huracanes y tormentas tropicales. Los manglares, marismas y otros humedales actan como esponjas funcionando como vasos reguladores de las inundaciones en poca de lluvias y como aportadores de agua durante el esto. Adicionalmente, los manglares con sus races y la arena de las playas con sus dunas, amortiguan el efecto erosivo del oleaje de tormenta. Contrariamente a lo que suele creerse, construcciones artificiales como muros de contencin y espigones en las playas estimulan la erosin de stas al provocar la reflexin y convergencia del oleaje, as como la desviacin de la corriente litoral, lo que destaca la importancia de la proteccin que ofrecen la vegetacin y la estructura natural de las playas y dunas. Adems, los manglares actan como importantes biofiltros, por lo que son considerados como los riones del medio ambiente; remueven importantes cantidades de nutrientes provenientes de las descargas urbanas y agrcolas, manteniendo de esta forma (con ayuda de la dilucin marina por las mareas), la calidad del agua de diversas lagunas costeras que se utilizan como zonas pesqueras. Tal es el caso de Chiricahueto (Sinaloa) donde los manglares y los tulares (Typha spp.) remueven cantidades importantes de nutrientes provenientes de los drenes agrcolas del valle de Culiacn y Navolato evitando, hasta cierto grado, la
Ecosistemas acuticos costeros 153
eutrofizacin (sobrefertilizacin del agua) de Ensenada del Pabelln, Baha de Altata. En los manglares, tulares y lagunas costeras del occidente de Mxico an existen importantes poblaciones de cocodrilos (Crocodylus acutus) como se puede observar en Chiricahueto (Ensenada del Pabelln, Sinaloa), La Manzanilla (Jalisco) y Cuyutln (Colima). Otro tanto ocurre en diversas regiones del Golfo de Mxico y del Sureste con otra especie de cocodrilo (Crocodylus moreletii) y en la regin costera de Chiapas con el caimn o pululo (Caiman crocodilus), aunque en realidad estas dos ltimas especies son menos tolerantes al agua salobre que C. acutus (scar Snchez, comunicacin personal, 2006). Tambin son el refugio de una gran diversidad de aves acuticas, algunas de ellas migratorias, que utilizan como reas de alimentacin tanto las zonas de manglar y humedales de grandes cuerpos lagunares de Tamaulipas, Veracruz y Tabasco como la cadena de pequeos cuerpos costeros con manglar a lo largo de las costas de Baja California Sur, Sonora y Sinaloa, durante su migracin en el invierno. Algunas aves migran desde Alaska y Canad, y en Marismas Nacionales (sur de Sinaloa y Nayarit) se concentra el 80% de las aves migratorias del corredor migratorio de Pacfico. En Chiricahueto y Baha de Santa Mara-La Reforma se hallan poblaciones de varios cientos de miles de patos golondrinos (Anas acuta) durante el invierno, lo cual ha permitido mantener, al menos hasta la fecha, una actividad cingetica que produce una importante derrama econmica en la regin. En particular, en el noroeste (Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa), por sus caractersticas climticas de ridas a semiridas, los pequeos cuerpos lagunares con manglar son ecosistemas crticos para aves acuticas de la regin, as como para aves migratorias que las utilizan como gasolineras durante su migracin y tambin para diversas especies de fauna acutica y terrestre regional. Estos pequeos humedales funcionalmente equivalen a un oasis costero que mantiene una mayor diversidad y densidad de organismos representativos del desierto, que la que existira en ausencia de ellos. Van der Heiden y Hendricks (1982) enumeran 18 pequeas lagunas costeras en un tramo de 60 km de litoral al norte de Mazatln y todas, excepto una, son de boca efmera y de menos de 1 km2 de extensin. Los
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cocodrilos (C. acutus), as como otros organismos, se establecen en estas lagunas y las utilizan como punto de apoyo que les ha permitido incluso colonizar otros cuerpos lagunares ms retirados, en sus desplazamientos de cabotaje por el mar. Como se mencion anteriormente, los manglares contribuyen a travs de su hojarasca con cantidades importantes de materia orgnica a la cadena trfica del detritus. Existe una correlacin positiva entre la extensin de la zona de mareas (manglares en los trpicos y pastos pantanosos de Spartina sp. en las regiones templadas) y el volumen de captura de peces y camarones en las aguas adyacentes, como se ha observado en Malasia, Filipinas, India, Luisiana y Japn (Figura 4) (Martosubroto y Naamin, 1977; Turner, 1991). Los manglares proveen proteccin a los estados juveniles de peces y crustceos contra los depredadores y les aportan alimento (Noruddin, 1987). Ciertas especies de penidos (camarones) dependen de los manglares durante sus estados juveniles (Macnae, 1974). Es razonable inferir que la captura pesquera declinar en proporcin directa a la destruccin de los manglares. Turner (1977) estima una prdida anual de 767 kg de camarn y peces de importancia comercial por cada hectrea de manglar destruido. Burbridge (1983) argumenta que el valor de los manglares como hbitat de apoyo a pesqueras es ms importante que cualquier otro uso, incluyendo la acuicultura. La elevada produccin heterotrfica de estos ecosistemas tambin ha permitido que las regiones donde existen sean un importante punto de alimentacin y descanso de varios cientos de miles de aves playeras migratorias.
Figura 4. correlacin enTre el volumen de capTura de camarn y la exTensin de los manglares de la zona adyacenTe (marTosubroTo y naamin, 1977)
10 Ton ao-1 x 10 -3
10
30
50
70
90
lagunares-estuarinos y manglares ms importantes se localizan en el Golfo de Mxico (Laguna Madre, Laguna de Trminos); tambin en la parte noroccidental del pas, regin conocida como la planicie costera de Sonora y Sinaloa (incluyendo Nayarit) y en el extremo sur de la costa de Chiapas. En general, los cuerpos lagunares costeros estn bordeados por manglares, pero vale la pena destacar que la region de Teacapn-Agua Brava-Marismas Nacionales y San Blas (sur de Sinaloa-Nayarit), ChantutoTeculapa-Panzacola (Chiapas) y Laguna de Trminos (Campeche), comprende 240,000 ha de manglares y estuarios, lo que corresponde 40-50% de la totalidad de los manglares del pas. Considerando algunas excepciones, se puede decir que los manglares de la costa occidental de Mxico son menos extensos y menos desarrollados que los del Golfo de Mxico. Esto se debe a las caractersticas fisiogrficas y climticas de la costa occidental. La costa del Pacfico, por su origen tectnico (costa de colisin), es ms accidentada, con acantilados y playas cortas bordeadas por montaas y plataforma continental ausente o muy estrecha, en comparacin con la costa del Golfo de Mxico (costa de arrastre) la cual presenta una llanura aluvial y plataforma continental extensas. Respecto al clima,
la costa del Pacfico va de semirida a rida (con precipitaciones anuales menores de 500 mm) con excepcin de Chiapas y el sur de Nayarit, y tambin presenta temperaturas de invierno ms bajas que la costa del Golfo de Mxico. Hacia el noroeste las condiciones desrticas aumentan y el flujo de los ros va disminuyendo, pasando de estacional a irregularmente intermitente y efmero. La costa del Pacfico recibe menos del 20% del volumen total de lluvias en el pas (Flores-Verdugo et al., 1992).
herbvoros y muere en grandes cantidades, quedando como fitodetritus. La materia orgnica que llega a las lagunas costeras o el fitodetritus o en ocasiones detritus de macroalgas entra en proceso de descomposicin microbiana de tipo aerbico y, posteriormente, una vez consumido por respiracin bacteriana el oxgeno, se inician los procesos de descomposicin anaerbica; primero se reducen los nitratos a amonio e incluso a nitrgeno gaseoso y una vez agotados estos se contina con la respiracin anaerbica del sulfato, el cual se transforma a sulfuro y se deposita en el fondo, en un proceso denominado piritizacin. El proceso de reduccin del sulfato en zonas costeras es prcticamente inagotable por ser ste un ion muy abundante en el ambiente marino; en cambio, en ambientes dulceacucolas, una vez agotado este ion o en su ausencia se inicia la metanognesis, es decir, la reduccin del CO2 a metano.
un proceso de oxidacin a nitrato, llevado a cabo por las bacterias nitrificantes. Este proceso de oxidacin es un proceso de quimiosntesis, que utilizan las bacterias para obtener la energa necesaria para la sntesis de sus carbohidratos. El proceso contrario al igual que en la fotosntesis se denomina respiracin (en este caso anaerbica). Ambientes abundantes en materia orgnica y escasos en sales de nitrgeno han permitido la evolucin de plantas capaces de obtener su nitrgeno de fuentes orgnicas, como ocurre con las plantas carnvoras de los humedales dulceacucolas. Estas plantas son fotosintticas, pero capturan insectos que les aportan el nitrgeno necesario para la sntesis de sus protenas.
liberando nitrgeno gaseoso (y CO2). Este proceso es el equivalente, en la respiracin aerbica, al uso del oxgeno como aceptor de electrones, y libera vapor de agua (y CO2). Esta especie de bacteria es el enlace entre el ciclo del azufre con el ciclo del nitrgeno. Las bacterias fotosintticas verdes (Chlorobium spp.) o purpreas (Chromatium spp.) son abundantes en los suelos de manglar, pues all se renen condiciones de elevada concentracin de materia orgnica y poca profundidad. Estas bacterias pueden oxidar el azufre reducido en condiciones anaerbicas. Cuando existe exceso de sulfuros y adecuada iluminacin es posible que las bacterias fotosintticas depositen grandes cantidades de azufre elemental. Este puede ser el origen de algunos depsitos de azufre que se explotan comercialmente. La reduccin asimilatoria del sulfato la realizan todas las plantas y microorganismos, reduciendo al sulfato e incorporndolo como aminocidos tales como la cistena, cistina y metionina. La reduccin desasimilatoria del sulfato viene a ser la respiracin anaerbica, donde el aceptor de electrones es el sulfato, proceso que llevan a cabo bacterias como Desulfovibrio desulfuricans, Clostridium spp. y Desulfotomaculum nigrificans, las cuales son en general hetertrofas y liberan sulfuro. El sulfuro, producido por la reduccin de sulfato y por la descomposicin anaerbica de protenas, es txico para la mayora de los organismos aerbicos incluyendo la vegetacin. El sulfuro producido por Desulfovibrio spp. reacciona con el hierro que se encuentra como fosfato de hierro, lo precipita como sulfuro de hierro y libera el fosfato al agua como fosfato inico, interactuando de esta manera con otros ciclos biogeoqumicos. Los organismos relacionados con el azufre son controlados principalmente por la aereacin y por el pH. Los Thiobacillus spp. requieren potenciales redox altos, pero resisten pH cidos. Las bacterias purpreas tienen un intervalo muy amplio de tolerancia de pH (4.8-10.5). En lodos de sistemas estuarinos se pueden desarrollar complejas comunidades de hetertrofos, fottrofos y quimitrofos. Las zonas de manglares normalmente ricas en materia orgnica y en las cuales existe exposicin al aire durante la marea baja tienen colonias de algas (ej. Navicula spp.) y cianobacterias en la superficie,
Ecosistemas acuticos costeros 157
y debajo de stas estn las bacterias purpreas y verdes sulfurosas, las cuales oxidan el sulfuro u otras formas reducidas de azufre producidos por Desulfovibrio spp. en las partes anarobicas ms profundas del lodo. Las algas, las cianobacterias y las bacterias fotosintticas requieren de luz, pero sus espectros de absorcin son diferentes. Las cianobacterias se desplazan hacia arriba y abajo a travs de las capas de lodo de la zona de mareas.
y en el segundo (respiracin anaerbica) CO2 y sulfuros, amonio, nitrgeno gaseoso, H 2 , metano, ion ferroso, etc.
Factores internos: Son aquellos que de manera directa impactan al ecosistema costero, por un desplazamiento fsico para otro uso de suelo. 1. Desarrollos urbanos, portuarios y tursticos 2. Ampliacin de la frontera agropecuaria y acucola 3. Tala inmoderada A continuacin se detalla cada uno de los fenmenos mencionados.
Factores externos
Azolvamiento. El azolvamiento de las lagunas costeras, manglares, marismas y otros humedales costeros se puede considerar uno de los principales factores de impacto ambiental negativo en estos ecosistemas. Este fenmeno se produce como consecuencia directa de la erosin de los suelos, tanto de la planicie costera como de la cuenca media y alta. La erosin es el producto del uso de tcnicas agrcolas y ganaderas inadecuadas y de la deforestacin. Existen evidencias de sistemas acuticos azolvados a todo lo largo de la costa de Sinaloa. Mediante la evaluacin de istopos de plomo (Pb 210), Ruiz-Fernndez et al. (2005a, en prensa) estim un azolvamiento de una tonelada de sedimentos hectrea-1ao-1 en Ohuira, Topolobampo, hace 125 aos, antes del desarrollo agrcola de Los Mochis, y de 18 toneladas hectrea-1 ao-1 en aos recientes. Esto indica una tasa de azolvamiento 18 veces superior a lo que se podra considerar como azolvamiento natural anterior a la agricultura industrial. Tambin Ruiz-Fernndez et al. (2002) observaron, en la zona de influencia marina del ro Culiacn, una tasa de acumulacin de sedimentos de 8 toneladas hectrea-1 ao-1 (equivalentes a 0.036 cm ao-1) en 1920, que ascendi hasta 163 toneladas hectrea-1ao-1 (0.769 cm ao-1) a principios de la dcada de 1950, y lo atribuyeron a un perodo de extensos desmontes para la agricultura. Posteriormente a esos aos, el azolvamiento se mantuvo dentro de una media de 40 a 50 toneladas hectrea-1 ao-1 (0.369 cm ao-1), es decir, de 5 a 6 veces superior al nivel de 1920. Las tasas de sedimentacin promedio de 100 aos en el Estero de Uras y en los ltimos 75 aos en Chiricahueto (Sinaloa), fueron de 0.08 y 0.31 cm ao-1, respectivamente; de lo que se puede suponer que Chiricahueto tiene un valor elevado por los aportes de sedimentos de los drenes agrcolas del distrito de riego de Culiacn (Ruiz-Fernndez et al., 2005b; en prensa). Arenas y de la Lanza (1980) estimaron una tasa promedio de sedimentacin de 1 cm ao-1 para la laguna de Huizache-Caimanero en los ltimos 50 aos. Cambios en el patrn hidrolgico. Los cambios en el patrn hidrolgico se refieren a la disminucin o desviacin de los aportes de agua dulce proveniente de los ros, arroyos, escurrimientos terrestres y a travs del
manto fretico, as como a la desviacin, disminucin o cambios en el tiempo de residencia de los aportes y flujos de mareas de agua marina. En este sentido, los manglares son particularmente susceptibles. El manglar obtiene su ptimo crecimiento en condiciones estuarinas, es decir, en las zonas de mezcla de agua dulce con salada; asimismo, la productividad de las lagunas costeras es muy superior en condiciones estuarinas que en marinas, lo cual repercute tambin en las pesqueras. La disminucin de los aportes de agua dulce por la construccin de presas y canales afecta tanto en la productividad de las lagunas costeras y pesqueras como en la estructura forestal del manglar y en ocasiones llega a provocar su muerte. La sobrexplotacin de los acuferos afecta tambin a los manglares, pero en particular a los humedales de agua dulce como tulares, comunidades de nenfares (capomos), tintales (palo de Campeche), anonas y otros. Adicionalmente, las presas actan como trampas de sedimentos, lo que tiene repercusiones en las playas como se describe ms adelante. Las carreteras, bordos de estanques de acuacultura o caminos secundarios que desvan, bloquean o reducen los aportes de agua dulce y/o influencia de las mareas, tambin tienen repercusiones negativas en los manglares como ocurri con el rea de Mrmol y, probablemente, con la carretera de Topolobampo-El Mabiri (Sinaloa). Hipersalinidad. La hipersalinidad se presenta de forma natural en diversas marismas, como las que existen en el noroeste de Mxico, y ocurre cuando la tasa de evaporacin del agua es superior a los recambios de agua por mareas, aumentando la salinidad por arriba de la salinidad del mar (35), llegando incluso a cristalizar la sal (> 200), como ocurre en Baha de Ceuta y Huizache-Caimanero. Sin embargo, el azolvamiento, los cambios en el patrn hidrolgico y el clima de la regin son las causas principales que estimulan la hipersalinidad del agua y suelo de los humedales costeros, con su consecuente efecto negativo en los manglares. Este efecto se manifiesta en una prdida en la estructura del manglar como bosque, transformndose en matorral o, incluso, puede ocasionar su muerte. Erosion de playas. Las causas de la erosin de playas en diversos lugares pueden relacionarse con el efecto negativo de las presas y espigones. Las presas,
Ecosistemas acuticos costeros 159
en particular, actan como trampas de sedimentos, evitando el aporte de estos hacia la zona costera y, como consecuencia de ello, las playas y dunas se erosionan. Un ejemplo de esta erosin se puede observar en Boca Cegada (Nayarit), con causas atribuibles a la presa de Aguamilpa. Por otra parte, los espigones comprenden estructuras de rocas o concreto perpendiculares a la playa, construidos con el prposito aparente de retener la arena de la playa o mantener la boca de los puertos y lagunas abiertos. Los espigones mal diseados estimulan la erosin de las playas. El oleaje del mar tiende a erosionar las puntas y rellenar las concavidades de las bahas. El oleaje en los extremos de una baha es ms irregular y erosivo por la convergencia de oleaje que en su parte central (donde ocurre divergencia debido a que el oleaje es ms armnico y suave, por lo que se deposita la arena). La erosin de las playas afecta a los manglares debido a que la arena, al irse erosionando, tambin se desplaza hacia la parte interior de la laguna (barlovento) sofocando as las races de los mangles, como se puede observar, por ejemplo, en la barrera de arena de Lucenilla (Altata, Sinaloa). Adicionalmente, en algunos puntos de la barrera el oleaje puede abrir nuevas bocas o ampliar las bocas existentes, provocando la entrada de oleaje franco hacia el interior de las lagunas, lo cual erosiona el suelo de los manglares y provoca su colapso, como puede observarse en el caso del Castillo de Ensenada del Pabelln (Sinaloa). Eutrofizacin y pesticidas. Los manglares, a diferencia de las lagunas costeras y estuarios, son tolerantes hasta cierto punto a concentraciones elevadas de nutrientes y de materia orgnica (eutrofizacin) provenientes de los drenes agrcolas, descargas de granjas acucolas y descargas urbanas. Las elevadas concentraciones de nutrientes o de materia orgnica en el agua provocan el consumo del oxgeno disuelto por la respiracin bacteriana, as como la liberacin de gases txicos producto de la respiracin anaerbica, lo que causa la muerte de peces y crustceos. Los manglares presentan adaptaciones para sobrevivir en suelos pobres en oxgeno (anxicos), como son las races adventicias (zancos) del manglar rojo o los neumatforos del manglar negro. Estas races modificadas transportan el oxgeno del aire hacia
160 Conservacin y restauracin
las races profundas evitando la asfixia de stas y, adicionalmente, oxidan el sedimento de alrededor de las races evitando el contacto con los gases txicos. Sin embargo, en algunos casos el manglar llega a morir (por ejemplo, Juluapan, Colima) y, aunque el manglar en general quiz sobreviva, no ocurre as con sus funciones ecolgicas como hbitat de apoyo a las pesqueras y otras, limitndose a funcionar solamente como un biodigestor. Otra consecuencia indirecta de la eutrofizacin es el estmulo del crecimiento masivo de algas como la lechuga de mar (Ulva spp.). Estas algas son transportadas por las mareas, llegando a depositarse sobre las plntulas de mangle y provocando que sean desenraizadas al ofrecer mayor resistencia a las corrientes de marea o que sean completamente colapsadas al suelo, provocando su muerte. AgrazHernndez (1999) en un experimento en Uras, Sinaloa, utilizando plntulas de mangle rodeadas por una malla protectora y sin malla, encontr una mortalidad de plntulas del 27% en el primer caso y del 100% en el segundo en aproximadamente 5 meses, ocasionada por la acumulacin de macroalgas. Con respecto a los pesticidas, an se desconoce su efecto en los manglares, sin embargo, se ha encontrado que los taninos, que provienen de la madera de los mangles y son lo que da el caracterstico color rojizo al agua, tienen el efecto de neutralizar la toxicidad de algunos pesticidas. En experimentos en laboratorio, en estanques con pesticidas y camarones, y estanques con pesticidas, camarones y taninos, se encontr una mayor sobrevivencia de los camarones en presencia de taninos que en su ausencia (Gonzlez-Faras, com. pers., 2005).
Factores internos
Desarrollos urbanos, portuarios y tursticos. La invasin hormiga por asentamientos irregulares en los manglares y marismas, que deliberadamente ignoran los consecuentes riesgos de inundaciones de estas zonas en la poca de lluvias, es ampliamente conocida por las autoridades y la poblacin en general. Este fenmeno se presenta en diversas ciudades costeras. El problema incluso aparece en colonias bien establecidas que se asientan en lo que eran llanuras de inundacin temporal (marismas), posteriores a la duna y playa, donde
originalmente existan humedales interdunarios y que frecuentemente se ven afectadas por inundaciones por las aguas pluviales y por el ascenso del nivel del mar. El desplazamiento de manglares para desarrollos tursticos tambin se puede observar en diversas regiones del pas, como en Quintana Roo. Ampliacin de la frontera agropecuaria y acucola. A diferencia de Veracruz y Chiapas, en el noroeste de Mxico se han conservado en gran medida los humedales sin sufrir una transformacin a terrenos agrcolas y ganaderos, debido a la elevada salinidad de los suelos. Por otra parte, la actividad acucola ha afectado principalmente a las marismas y algunas zonas de manglar. Sin embargo, su impacto est ms bien relacionado con el efecto que ejerce el bombeo en la hidrodinmica de la zona acutica adyacente y en las larvas de peces y crustceos, as como el efecto de sus efluentes en la calidad del agua del cuerpo de agua adyacente (Pez-Osuna, 2001; Agraz-Hernndez et al., 2001). Un proceso de degradacin an no evaluado es el efecto de la descarga de aguas hipersalinas de los efluentes camaroncolas en los manglares y otros humedales. Tala inmoderada. Por las condiciones climticas y por la salinidad del suelo del noroeste de Mxico, los manglares del rea son particularmente sensibles a la deforestacin (por su lenta recuperacin a diferencia del sur de Mxico). Sin embargo, el impacto se puede considerar puntual debido a que el uso de la madera de mangle se limita principalmente a construcciones rsticas, postera y lea. En Nayarit esta madera se usa a mayor escala, para construir galerones para el secado de hojas de tabaco. Pueden observarse algunos desmontes de manglar cerca de Topolobampo, Sinaloa, probablemente asociados a planes de ampliacin urbana. Cualquiera que sea la causa, la exposicin del suelo de manglar a los rayos directos del sol puede provocar condiciones de elevada temperatura y salinidad, que acarrea graves consecuencias para la fauna bentnica. Estrategias de manejo y conservacin. La estrategia de manejo y conservacin (EMyC) en una cuenca dada debera enfocarse a la implementacin de programas de restauracin y conservacin de suelos, el uso de tcnicas agrcolas que no expongan el suelo a la erosin y, en terrenos agrcolas con pendiente,
regresar al sistema de terrazas, aumentar los esfuerzos de reforestacin de la cuenca media y alta, estimular la transformacin de suelos de agostadero y agrcolas de temporal a silvcolas, inculcar la explotacin sustentable de los bosques maderables, propiciar el cambio de la ganadera extensiva a sistemas ms controlados y tecnificados y, sobre todo, decretar como reas protegidas a amplias zonas de bosques de selva baja, y de pino y encino, procurando su proteccin efectiva una vez decretadas. El beneficio econmico de la ganadera extensiva es insignificante, comparado con las prdidas de los servicios ambientales de los ecosistemas de bosques (tropicales y de montaa), con sus consecuencias ambientales y econmicas en los ecosistemas costeros y en las pesqueras. En las inmediaciones de las lagunas costeras, marismas y manglares, mantener o restaurar la cubierta vegetal original de las unidades (naturales) terrestres circundantes, as como ubicar de manera estratgica, cuidadosamente ponderada y diferenciada trampas de sedimentos en los arroyos y ros que lo ameriten, resulta una prioridad. Dentro del ecosistema de manglar es importante revitalizar las venas y esteros mediante desazolves bien planificados. Una EMyC implica la legislacin e implementacin de un derecho a una cuota de agua dulce destinada hacia los ecosistemas costeros (ros, humedales dulceacucolas, manglares y lagunas costeras) y la conservacin y restauracin de los cauces naturales de los aportes de agua marina (esteros y venas). Un ejemplo exitoso de restauracin de venas y esteros se realiz en Huizache-Caimanero en la dcada de 1960-1970, cuando fueron desazolvados los esteros que comunicaban a los ros Presidio y Baluarte con la laguna de Huizache-Caimanero, lo que permiti una entrada de mayor volumen de agua dulce, lo cual se reflej en un aumento significativo en la pesca de camarn en la temporada siguiente (R. Bush, comunicacin personal, 2002). Asimismo, deber evitarse la construccin de carreteras o de cualquier tipo de bordo en los humedales o, de ser estos indispensables, habr que dejar el suficiente nmero de pasos de agua o de preferencia colocarlos sobre pilotes. Los pasos de agua deberan permitir el libre paso de los flujos de las mareas y la
Ecosistemas acuticos costeros 161
fauna acutica, por lo que se recomiendan los vados o puentes en lugar de las alcantarillas. Los criterios bsicos de EMyC incluyen evitar continuar con el represamiento de ros y evitar las construcciones sobre la playa, la anteduna y la duna. Los espigones o cualquier tipo de estructuras similares, si se construyen, deben disearse de manera lgica y congruente con los fenmenos naturales, evitando interrumpir o desviar la corriente litoral a mar abierto. Las EMyC se basan en un buen conocimiento de la capacidad real de los manglares para la remocin de los nutrientes sin afectar sus otras funciones ambientales y en evitar rebasar estos lmites. Tambin consideran el tratamiento de las descargas urbanas y rurales mediante el uso de ecotecnologa (humedales seminaturales) y un mayor control en el uso de agroqumicos. Una EMyC comprendera el mantenimiento de estas zonas naturales como vasos reguladores de las inundaciones, as como la garanta de la permanencia de otras funciones ambientales, mediante la declaracin como zonas de reservas ecolgicas con planes de manejo apropiados para esteros urbanos como ecoparques o reservas biolgicas a nivel municipal o estatal. Estos debieran ser administrados por un consejo ciudadano con el apoyo de un fideicomiso, y apoyados con la reubicacin de los asentamientos irregulares en sitios con mayor seguridad, tal como se ha estado realizando en el Estero del Salado en Puerto Vallarta, Jalisco. Los desarrollos tursticos debern limitarse a realizar sus construcciones duras (de concreto y mampostera) en la posduna, manteniendo algunas reas con la vegetacin de duna y utilizando arquitectura suave (mediante construcciones con materiales locales, por ejemplo, palapas) en la duna o anteduna, respetando as la playa. Las marinas y los puertos bien planificados en trminos ambientales pueden incluso traer algunos beneficios a los sistemas lagunares, en particular a los ecosistemas de boca efmera, al mantener una comunicacin permanente con el mar y, por lo tanto, una mayor influencia por mareas. No deben afectar significativamente a los manglares, por lo que debe procurarse construir los canales en las marismas, evitando fragmentar el humedal con carreteras. Las marinas debern ubicar las principales construcciones en los ambientes terrestres
162 Conservacin y restauracin
de la parte posterior de las marismas y comunicarse al cuerpo lagunar principal o estero mediante canales artificiales, respetando a los manglares y efectuando previamente los estudios geohidrolgicos adecuados, para evitar un desvo significativo de los flujos de mareas. Tambin debern delimitar amplios espacios para su conservacin y restauracin, incorporndolos dentro del propio proyecto. La ubicacin de las zonas de conservacin se debe priorizar en funcin de su integridad ambiental, eliminando la cultura del traspatio ambiental donde las zonas de conservacin son marginadas a las partes menos visibles del desarrollo. En Florida se han construido islotes artificiales con manglar para romper con la rigidez urbana de las marinas y como atractivo visual extra, considerando que sirven como refugio de aves, reptiles y crustceos. En particular, se debe evitar la transformacin de la totalidad de la unidad hidrolgica en marinas o puertos, por los consecuentes problemas de calidad ambiental sobre sus playas y agua. Se debe implementar un programa operativo de ordenamiento ecolgico, en el cual queden bien definidas las reas de conservacin, proteccin y desarrollo, y que incluya un esquema de negociacin de las reas con conflicto de intereses, para evitar decisiones sectoriales que pueden obstaculizar la conservacin.
Criterios conceptuales para la visin integral y holstica de manejo, conservacin y restauracin de ecosistemas de manglar, con base en los niveles de complejidad ambiental
La conservacin y uso sustentable de los manglares tiene que enmarcarse en funcin del nivel de afectacin de distintos agentes potenciales de perturbacin. Estos factores, a su vez, corresponden tambin al nivel de organizacin del manglar: 1. El primer nivel comprende al manglar como bosque o matorral de una sola especie (monoespecfico), o de dos o ms especies (multiespecfico). En este caso, el principal impacto es la deforestacin directa o el cambio de uso de suelo. La estrategia de manejo en el caso del bosque es la conservacin, procurando la explotacin sustentable mediante tcnicas silvcolas
2.
con conocimiento de capacidades de carga y la reforestacin con las especies vegetales nativas. En el caso de los matorrales, su conservacin es prioritaria por su difcil recuperacin, dadas las condiciones de estrs ambiental de su hbitat. El cambio de uso de suelo debe evitarse en lo posible y slo limitarse a los casos de inters pblico y que no afecten significativamente al bosque en su extensin (< 10%), as como tampoco en su estructura funcional bsica como ecosistema. El segundo nivel es, precisamente, el manglar como ecosistema, concepto en el cual quedan comprendidos el bosque de manglar, un canal de mareas, los bajos de marea y una zona supralitoral. En el ecosistema de manglar, el bosque de manglar, su mejor desarrollo en trminos de estructura forestal (considerando densidad, altura y rea basal) se encuentra en la zona adyacente a un canal de mareas o laguna costera (manglar de tipo borde). En la parte posterior disminuye su estructura forestal pasando del tipo llamado cuenca a un matorral de menos de 1 m de altura. Por otro lado, los peces y otros organismos acuticos requieren de un refugio con agua permanente durante las mareas bajas; existen bosques de manglar que carecen de un canal de mareas y, por lo tanto, quedan sin las condiciones adecuadas como una zona de refugio y alimentacin de alevines, larvas de moluscos y crustceos, por lo que se justifica claramente la construccin o revitalizacin de canales de mareas. Los bajos de mareas son el hbitat ideal de diversos moluscos y otros invertebrados, que se benefician del detritus del bosque de mangle durante la bajamar, pero que no podran sobrevivir en las condiciones extremas que prevalecen dentro del bosque de manglar (como seran niveles bajos de oxgeno del agua y elevada produccin de gases txicos, producto de la respiracin anaerbica, la desecacin y la exposicin al aire del suelo, entre otros). La zona supralitoral es un importante refugio durante la pleamar de diversos crustceos como los cangrejos moyas (Gecarcinus spp. y Cardisoma spp.), aves y mamferos. Algunas aves y reptiles (cocodrilos) requieren de estos espacios para anidar. Una EMyC viable consiste en mantener la integridad hidrolgica del humedal, evi-
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tando el bloqueo total o parcial de la influencia de mareas y manteniendo libre de obstculos para la circulacin del agua los esteros y venas de mareas. En este sentido deber evitarse la construccin de carreteras o de cualquier tipo de bordo en los humedales o, de ser estos imprescindibles, ser necesario dejar el suficiente nmero de pasos de agua o, de preferencia, ubicarlos sobre pilotes como se seal antes. Los pasos de agua deberan permitir el libre paso de los flujos de mareas y la fauna acutica, por lo que se recomiendan los vados o puentes en lugar de las alcantarillas, como se mencion antes en el texto. El tercer nivel de organizacin es el manglar como componente de una unidad hidrolgica. La unidad hidrolgica comprende al ecosistema de manglar, la laguna costera, la baha o zona marina de baja energa de oleaje, las unidades de paisaje terrestre circundantes, la barrera con su playa y duna, incluyendo la corriente litoral y dos externalidades: la o las bocas al mar y los aportes de agua dulce (y sedimentos) por los ros, por otros escurrimientos terrestres y por el manto fretico. La EMyC consistira en mantener la integridad de las bocas para permitir la comunicacin hidrulica de los flujos de mareas, garantizar los aportes de agua dulce (y sedimentos) para mantener las condiciones marino-estuarinas del sistema, evitando la hipersalinidad (permanente) y conservando una tasa de azolvamiento natural, evitando las estructuras y construcciones que erosionen la playa y las estructuras que desven la corriente litoral, e impidiendo la erosin de las unidades terrestres circundantes. El manglar como unidad de paisaje comprende al manglar como parte de una unidad hidrolgica y los ecosistemas funcionalmente vinculados (los que llamamos al principio ecosistemas siameses, que mantienen conectividad de hbitat). Es decir, ecosistemas que tienen fuertes interconexiones de intercambio de masa y energa y otras funciones, como las migraciones activas de la ictiofauna, y pasivas como las del plancton y el detritus. El caso mencionado anteriormente sobre la relacin del ecosistema marino con las lagunas costeras y manglares, a travs de los reEcosistemas acuticos costeros 163
cursos pesqueros, da un ejemplo de organismos que utilizan ambos ambientes para completar su ciclo de vida. Un ejemplo adicional de interdependencia es la relacin manglar-barrera arenosa previamente descrita. Ejemplos adicionales son la relacin manglar-arrecife de coral, en la que el coral protege al manglar de la erosin por oleaje y el manglar retiene los sedimentos y nutrientes, manteniendo la calidad de agua que requiere el coral, as como la de diversos peces y langostas, gran parte de cuyas vidas transcurre en ambos ecosistemas (Mumby et al., 2005). Es necesario poner nfasis especial en que la acuicultura requiere de una cuidadosa planeacin, que implique diversificarse para anticiparse a sobresaturaciones de mercado (Primavera, 1983) y que evite la intensificacin de la actividad para proteger el precio de los productos obtenidos (Posadas, 1987), todo ello sin sacrificar la autosuficiencia alimentaria por la obtencin de mayores divisas, pero al mismo tiempo sin anteponer el xito econmico sobre el xito alimentario (Primavera, 1991). La evaluacin de los bienes, atributos y servicios ambientales de los ecosistemas de manglar an es motivo de investigacin y, en gran parte, aun es insuficiente, por lo que no debe sorprendernos que por la complejidad de sus interacciones, dentro y fuera del ecosistema, en un futuro cercano encontremos funciones completamente nuevas y de mayor valor ecolgico, as como econmico, social y cultural. Consecuentemente, por su actual importancia y ante el vaco en el conocimiento integral del funcionamiento de los manglares, en especial como componentes de una unidad hidrolgica y como hbitat interconectado con otros ecosistemas, podemos concluir que el mejor uso de los ecosistemas de manglar consiste en su conservacin, eventualmente integrando en ella el uso sustentable de sus recursos naturales.
generacin de informacin para la integracin de este manuscrito, as como la Sra. Victoria Montes, encargada de la mapoteca y quin nos brind informacin estadstica y el material fotogrfico necesario para su anlisis e incorporacin en este trabajo. Tambin deseamos expresar nuestro reconocimiento a la labor de los revisores annimos, cuyos comentarios y observaciones permitieron enriquecer este manuscrito.
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Agradecimientos
Este trabajo fue realizado gracias a la colaboracin de los M. en C. Arturo Nez Pastn, Sergio Rendn Rodrguez y Raquel Briseo-Dueas, quienes participaron en los diversos proyectos que hicieron posible la
164 Conservacin y restauracin
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Conservacin, restauracin y aprovechamiento. Diferentes estrategias de manejo para humedales y otros ecosistemas acuticos
La necesidad de manejar los ecosistemas de manera adecuada para garantizar un aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y la conservacin de la biodiversidad, obliga a incorporar de manera eficiente diversas estrategias. El hecho de que la gran mayora, o incluso la totalidad, de los ecosistemas del planeta se encuentran bajo la influencia humana (Gmez-Pompa y Kaus, 1992) nos obliga a reconsiderar los modelos para el manejo adecuado de los mismos. En este contexto, la conservacin, la restauracin y el aprovechamiento pueden ser estrategias complementarias de manejo. En particular, la restauracin y la conservacin, que se han considerado actividades antagnicas (Young, 2000), en realidad se complementan cuando se trata de manejar paisajes
complejos en donde la actividad humana ha tenido diversos impactos sobre los distintos componentes de estos sistemas. De esta manera, en aquellas reas que muestren niveles altos de degradacin, las medidas de restauracin sern dominantes hasta que se logre recuperar total o parcialmente la estructura y/o las funciones de inters (Hobbs y Norton, 1996); una vez que esto ocurra, se puede implementar una estrategia de manejo con medidas de conservacin o uso sostenible. Desde luego, las medidas de conservacin sern dominantes en sistemas con niveles bajos de perturbacin. En el caso del aprovechamiento, el reto es incorporarlo a las estrategias de manejo de tal manera que sea compatible con las metas de restauracin o conservacin o que, incluso, coadyuve a lograr estas metas dentro de un esquema de manejo sostenible (Lee, 2001).
Laboratorio de Ecologa de Restauracin, Facultad de Biologa, UMSNH, Morelia, Michoacn. Apartado Postal 1, Admn 3, Santa Mara 5091, Morelia, Michoacn, Mxico. Correo-e: [email protected]. Laboratorio de Restauracin Ecolgica, Instituto de Biologa, Universidad Nacional Autonoma de Mxico. Correo-e: [email protected].
sistema hacia estados ms deseables tanto como sea posible; y las medidas de conservacin perseguiran que el sistema se mantenga en estos estados. Se ha propuesto que en el gradiente de degradacin se dan transiciones no lineales, es decir, dinmicas, en las que un cambio pequeo en la causa de un fenmeno puede causar cambios de magnitud muy diferente en el efecto (umbrales en el sentido de Hobbs y Norton, 1996). En estos casos las medidas de restauracin son crticas para tratar de cruzarlos. Sin embargo, la existencia de estas transiciones no lineales implicara que en algunas situaciones los estados degradados sean irreversibles, en cuyo caso el manejo tendra que plantear otras metas, como la creacin de estados alternativos que cumplan con funciones especficas. ste podra ser el caso de la creacin de humedales dominados por tulares (Typha spp.) para intentar retener nutrientes disueltos en el agua de escorrenta (Kadlek y Knight, 1996; Kadlec, 2005), en sitios en donde se ha alterado el rgimen hidrolgico a tal grado que los humedales originales no se puedan restaurar (National Research Council, 2001; Zedler, 2000). La manipulacin de los humedales adyacentes a lagos y lagunas puede cumplir con la doble funcin de restaurar estas comunidades y retener nutrientes para la restauracin de los cuerpos de agua (Yin y Lan, 1995). De esta manera, el nivel de degradacin debe ser el factor ms importante al determinar una estrategia de manejo y el tipo de medidas que sern prioritarias.
Figura 1. relacin enTre el nivel de degradacin y el enFoque de manejo. cuando el nivel de degradacin es bajo las medidas de conservacin sern dominanTes, pero en la medida en que la degradacin hubiera causado mayores daos, las medidas de resTauracin debern Tomar mayor imporTancia, parTicularmenTe en las primeras eTapas de manejo hasTa que se logre conTrolar el FacTor de degradacin, reverTir el dao
y propiciar que el sisTema se redirija hacia una TrayecToria deseable
de la conciencia que est tomando el ser humano para preservar a los ecosistemas, ha generado que muchos gobiernos tomen iniciativas para mejorar las condiciones de los ros y de los lagos. El comn denominador de estas acciones se debe centrar en mejorar las condiciones del sistema acutico, pero a la vez utilizarlo para el bien de la poblacin. Los ros y los lagos estn ligados ntimamente al hombre y, por lo tanto, es muy difcil considerar que se conservarn sin ser utilizados en alguna forma. Por esto, para pensar en la restauracin de los lagos y ros es fundamental utilizar un enfoque sustentable, en el cual las variables econmicas juegan un papel importante. Sin embargo, hay que tener cuidado con la instrumentacin de estrategias basadas en este tipo de enfoques, puesto que pueden dar lugar a problemas peores a los que haba enfrentado el sistema previamente. Por ejemplo, es muy fcil suponer que la acuacultura extensiva es una actividad econmica complementaria viable para los habitantes que rodean un lago en particular. De hecho, la acuacultura extensiva se ha promovido a lo largo del pas desde hace casi cuarenta aos con fundamento en las recomendaciones de la FAO. La acuacultura extensiva se basa fundamentalmente en especies exticas de fcil crecimiento con tecnologas probadas en diversos sitios. Por lo tanto, esta actividad est introduciendo a los lagos especies exticas altamente resistentes, que pueden deteriorar el sistema que las recibe. Adems, en la gran mayora de las ocasiones, la acuacultura extensiva ha probado ser poco redituable en trminos econmicos por lo que, finalmente, los pescadores los supuestos beneficiarios tienen que dedicarse a otras actividades, en busca de mejores oportunidades econmicas, quedando la acuacultura de este tipo a cargo de unas cuantas personas. As, los pescadores no son capaces de controlar a la poblacin de peces, y la especie introducida, cuya presencia se supona inicialmente benfica para la poblacin humana, se convierte en una plaga que reduce an ms la calidad del sistema. Esto es lo que est sucediendo, por ejemplo, en los canales de Xochimilco, Distrito Federal, donde se introdujeron carpas (Cyprinus carpio) y tilapias (Oreochromis sp.); estas especies estn deteriorando a tal grado el sistema que la Delegacin Xochimilco ha tenido que poner en marcha progra-
mas para la reduccin de poblacin de esas especies exticas, con el fin de resguardar la mermada calidad de los canales. Cuando el aprovechamiento se planea de manera adecuada, lo que en el caso de ros, lagos, humedales y otros ecosistemas acuticos puede incluir actividades como la recoleccin de plantas o sus partes, la pesca, la caza o la acuacultura (diseada en un contexto de desarrollo sustentable y evitando el uso de especies depredadoras, de alta competitividad ecolgica y potencialmente invasoras), puede utilizarse como una herramienta de restauracin o de conservacin. El aprovechamiento puede emplearse como una herramienta de restauracin e incluso de conservacin porque, en algunos casos, la remocin de materia orgnica (en particular la vegetal) permite que se dirija al sistema hacia trayectorias deseables (Reeder y Hacker, 2004) o que se conserven atributos como la riqueza de especies (Gusewell y Nedic, 2004). En el caso de la restauracin de lagos, la pesca de especies clave permite manipular las cadenas trficas con fines de restauracin y manejo (Gulati y van Donk, 2002; Wysujack y Mehner, 2002; Hakanson et al., 2003). En otros casos, la estrategia de restauracin puede tener como objetivo la recuperacin de servicios ecosistmicos y, a la vez, la creacin de sistemas productivos. ste es el caso de la rehabilitacin de manglares en partes del delta del ro Mekong en Vietnam (Benthem et al., 1999). En este caso se busca mantener y recuperar los manglares para la proteccin de la lnea costera y, a la vez, para desarrollar pesqueras sostenibles incluyendo granjas camaroncolas. El proyecto pretende crear una zona de proteccin entre el mar y la tierra firme, en donde la restauracin y, en consecuencia, la conservacin, resulta estricta en la franja adyacente al mar, y entre esta franja y tierra firme se contempla una zona de amortiguamiento, en la cual se establezcan parcelas de 5 a 10 hectreas y en donde se planten mangles, en un diseo integrado que, adems, permite la produccin de camarones.
vidad fraudulenta y carente de tica hasta promoverla como la solucin de todos los problemas generados por el uso irracional de los recursos naturales e, incluso, una obligacin moral (Woolley y McGinnis, 2000). En realidad la restauracin ecolgica comprende una serie de actividades bajo contextos muy diversos que, en algunos casos, permite la recuperacin de ecosistemas que son indistinguibles de sistemas naturales y, en otros, slo la recuperacin de algunos atributos o funciones especficas (National Research Council, 2001; Zedler, 2000). Las metas que se alcancen dependen de varios factores, entre los que destaca el nivel de perturbacin del sitio que se busca restaurar as como el de los alrededores; por lo tanto, la restauracin resulta particularmente difcil en sitios en donde la degradacin de ambos es considerable, como en las zonas urbanas (Lindig-Cisneros y Zedler, 2000). Por lo tanto, la recuperacin de las trayectorias ecolgicas en humedales y otros sistemas acuticos depender de qu tan degradado est el sitio a restaurar, as como del nivel de conservacin de los alrededores del mismo. El estado de conservacin de los alrededores es particularmente crtico en el caso de los lagos y lagunas que, por encontrarse en las partes bajas de las cuencas, reciben directamente muchos de los impactos provocados por la degradacin de las cuencas que los alimentan (sedimentacin, alteraciones del rgimen hdrico, aportes de nutrientes, por citar slo los ms importantes). Tambin para los humedales la posicin en el paisaje es de gran importancia, pues de ella dependen no slo el tipo de humedal (National Research Council, 1995), sino los tipos de servicios ecosistmicos que los humedales aportan. Por ejemplo, la biodiversidad se puede beneficiar ms de proyectos de restauracin que se encuentren cerca de hbitat remanentes, mientras que el control de inundaciones ser ms eficiente si se restauran humedales en las planicies de inundacin o, el control de nutrientes ser ms adecuado cuando se restauran humedales ro abajo de tributarios con cargas de nutrientes altas (Zedler, 2003). En trminos del proceso de degradacin, se pueden reconocer varios aspectos que son de gran importancia. De acuerdo con Zedler (1999), existen dos formas que puede tomar el proceso de degradacin de un ambiente natural, que consisten en la prdida de ca170 Conservacin y restauracin
lidad y en la prdida de extensin. Adicionalmente, la intensidad de la degradacin determina, entre otras cosas, el potencial de un sitio dado para recuperar el tipo de comunidad bitica perdida. Considerar la estructura y la funcin es de gran importancia para determinar en qu medida se puede recuperar un ecosistema (Bradshaw, 1984) y el tipo de resultados que se pueden esperar de un proyecto de restauracin. Conforme aumenta el nivel de degradacin, la restauracin se hace ms difcil y las posibilidades de recuperar todos o la mayora de los atributos funcionales y estructurales de un ecosistema se reducen (Figura 2). En algunos casos es posible que, al rehabilitar funciones o atributos estructurales especficos, el sistema se redirija hacia un estado similar al anterior a la degradacin, aunque evidencias obtenidas de esfuerzos de restauracin en sitios muy degradados indican que para lograr esto se requiere de grandes esfuerzos por perodos de tiempo largos, e incluso, es posible que se requiera de un esfuerzo permanente para mantener al sistema en el estado deseado (Lindig-Cisneros et al., 2003). Puede ocurrir que durante el proceso de degradacin se pierdan caractersticas del ecosistema original que resulten imposibles de recuperar; por ejemplo, atributos esenciales del rgimen hdrico (prdida de manantiales o de la relacin escorrenta/flujo subsuperficial), la prdida de las condiciones del suelo (oxidacin de la materia orgnica, compactacin) o la extincin de especies (Zedler, 1999). Cuando se cruzan estos umbrales de degradacin (sensu Hobbs y Norton 1996) que impiden la restauracin del ecosistema original, deben plantearse metas que sean compatibles con las nuevas condiciones del sitio. Los modelos de estados y transiciones que contemplan la existencia de relaciones no lineales o umbrales fueron propuestos originalmente para el manejo de ecosistemas terrestres, en particular de zonas de pastoreo (Westoby et al., 1989), y han sido incorporados a la problemtica de la restauracin ecolgica (Hobbs y Norton ,1996; Yates y Hobbs, 1997), pues permiten contar con un marco conceptual para tratar de mejorar la predictibilidad de los procesos de restauracin. Estos modelos reconocen que existen mltiples estados en un ecosistema y que pueden existir dinmicas no lineales o transiciones (umbrales sensu Hobbs y Norton,
Figura 2. relacin enTre el nivel de degradacin y las meTas que pueden alcanzarse en un proyecTo de resTauracin. a mayor nivel de degradacin, el Tipo de Funciones y la complejidad esTrucTural que se pueden recuperar se reduce, y si se pierden caracTersTicas esenciales duranTe el proceso de degradacin cuya recuperacin sea irreversible, es necesario
planTear meTas que sean compaTibles con las nuevas condiciones del siTio
1996), que pueden dificultar o impedir que se retorne a estados sucesionales avanzados o deseables (ya sea estructural o funcionalmente) desde estados degradados (Figura 3). Estos modelos reconocen que algunos de los estados pueden representar condiciones ajenas a la dinmica natural del ecosistema como consecuencia de la perturbacin humana (por ejemplo, cuando se introducen especies exticas invasoras), e incluso que algunos estados pueden ser irreversibles (Zedler, 2000). Las transiciones entre estados dependen de las condiciones biticas y abiticas que, al modificarse, permiten que el sistema cambie a otro estado estable en trminos de su estructura y funcin. Entre los factores abiticos destaca la variacin climtica interanual, porque puede causar que una estrategia, eficaz bajo ciertas condiciones, se vuelva ineficaz o innecesaria si las condiciones son distintas de un ao a otro (Young et al., 2005; Lindig-Cisneros et al., 2003). Los ecosistemas acuticos son sistemas que tienden a responder de manera muy rpida tanto a las perturbaciones como a los planes de manejo y restauracin. Por lo tanto, la gran ventaja de generar planes de restauracin de los ros y lagos es que los resultados se pueden ver de manera contundente en un plazo relativamente corto. En algunos lagos se pueden visualizar cambios en semanas o incluso en das (por ejemplo, en la disminucin de algas). Los cambios de ms largo plazo como la reduccin de sedimentos, aumento de transparencia, aumento de diversidad en invertebrados o peces, se pueden apreciar en uno o dos aos. Esto se debe a que la gran mayora de las dinmicas en cada uno de los
procesos ecolgicos responden rpidamente. A muchas de las dinmicas involucradas en los procesos de los ros y los lagos se les denomina dinmicas rpido-lento, dinmicas en las que entran en juego variables que responden de manera rpida a un estmulo (por ejemplo, el incremento explosivo de las poblaciones de algas) y otras variables que son ms lentas en reaccionar (por ejemplo, las poblaciones de peces). Al interactuar ambas dentro de un sistema, la respuesta generada puede llegar a ser muy compleja, lo que ha motivado hiptesis que sugieren que los lagos generan respuestas tipo umbral. Las respuestas sugieren que un sistema puede, en apariencia, no estar respondiendo a una perturbacin dada, hasta que se llega a un umbral de perturbacin. Una vez pasado este umbral, el sistema responde rpidamente hacia un estado de deterioro muy grande. Una vez que est deteriorado el sistema es necesario aplicar mucha energa para llevarlo a un estado similar al original, al cual, eventualmente, podra llegar de manera repentina. Un ejemplo claro de respuestas tipo umbral en los lagos son las muertes masivas de peces que se suceden en lagos someros del altiplano mexicano cada poca de secas. Por lo general, estas muertes masivas son de especies exticas, que van aumentando su poblacin durante varios aos sin problemas aparentes, hasta que llegan a una cantidad suficiente como para que en un da de calor se reduzca la concentracin de oxgeno ms all de cierto lmite, generando condiciones de anoxia que ocasionan la sbita muerte de gran parte de la poblacin de peces.
Aplicaciones prcticas 171
Figura 3. los modelos de esTados y Transciones esTablecen que los ecosisTemas se pueden enconTrar en una serie de esTados alTernaTivos (a y b), enTre los que pueden TransiTar o manTenerse si los regmenes de perTurbacin naTural no son alTerados. las acTividades humanas pueden causar perTurbaciones que degradan al sisTema y lo dirigen hacia esTados (c y d), en los cuales se requiere de medidas de resTauracin si se desea regresar al sisTema a los esTados ms deseables. el ecosisTema puede ser perTurbado an ms, causando que se crucen Transiciones no lineales (umbrales, lneas verTicales grises en el diagrama) que impiden que el sisTema se recupere hacia esTados menos degradados; en algunos casos ser posible recuperar algunas de las Funciones o parTe de la esTrucTura (e) pero, en oTros, el dao ser compleTamenTe irreversible (F y g), y bajo esTas circunsTancias es la ingeniera ambienTal la que puede conTrolar y esTo es una expecTaTiva pobre, pero realisTa al menos los daos ms severos (conTaminanTes Txicos por ejemplo)
Este tipo de hiptesis pueden ser muy tiles cuando se intenta instrumentar acciones para la restauracin de un ro o de un lago. Sin embargo, es necesario considerar que es prcticamente imposible regresar a un ro o lago a su estado original prstino.
usos pueden ser incompatibles con las condiciones de perturbacin del sitio. En un extremo, en sitios bien conservados que representan ecosistemas frgiles que deben ser protegidos (ya sea por su rareza, importancia biolgica, la presencia de especies en peligro de extincin o porque su conservacin est contemplada en la legislacin), algunos usos sern completamente incompatibles con la conservacin, particularmente aquellos que impliquen modificaciones que se alejen considerablemente del rgimen natural de perturbacin del sistema y que, por lo tanto, impidan un manejo sostenible del mismo (Lee, 2001). En el otro extremo se encuentran sitios muy degradados, en los que la recuperacin del ecosistema es imposible particularmente si se consideran las dificultades tcnicas y econmicas y que, por lo tanto, sern inadecuados para usos que implican mantener
la integridad del sistema como, por ejemplo, la presencia de especies con requerimientos de hbitat muy especficos (Zedler, 1993; Lindig-Cisneros et al., 2003). Como vimos anteriormente, el nivel de degradacin determina el tipo de medidas que predominarn en cualquier proyecto de manejo. Es por esto que a continuacin se discutirn, por separado, el manejo para la conservacin y el manejo para la restauracin. Sin embargo, no hay que perder de vista que en la prctica se pueden aplicar medidas de conservacin y restauracin de manera simultnea o secuencial. Young (2000) propone que las diferencias fundamentales entre la conservacin y la restauracin radican en que la primera se centra en la preocupacin de detener la amenaza de prdidas permanentes y se ha concentrado en aplicar medidas que garanticen la viabilidad poblacional de las especies; en contraste, la restauracin busca la recuperacin al mediano y largo plazo de los ecosistemas, por lo que se enfoca en aplicar medidas que permitan el establecimiento de comunidades (sobre todo del componente vegetal de las mismas) y el restablecimiento de la dinmica de los ecosistemas.
nejo, entre las que destaca la proteccin, que incluye estrategias ms all del simple resguardo contra la perturbacin humana, pues puede incluir medidas como la aplicacin de fuegos controlados o la reintroduccin de especies. La proteccin es una meta crtica para reas que cumplen con un papel ecolgico fundamental y que son particularmente susceptibles a perturbaciones, como las reas riparias (National Research Council, 2002). Otros tipos de metas son la restauracin, la rehabilitacin, la construccin, la mitigacin y la naturalizacin. Estos tipos de metas se revisarn ms adelante cuando se discuta la planeacin de los proyectos de restauracin, con excepcin de la naturalizacin, que es una alternativa distinta a la restauracin ecolgica, que intenta compatibilizar las influencias humanas a escala de cuencas, al establecer sistemas geomorfolgicos autosostenibles que contengan abundantes y diversas comunidades, que pueden ser fundamentalmente diferentes a las comunidades originales. Este concepto se desarroll para ros en sitios agrcolas que han sufrido modificaciones considerables (Rhoads y Herricks, 1996; Rhoads et al., 1999).
a) Identificar las funciones y el valor de los humedales. b) La integracin de usos que sean compatibles cuando esto sea posible. c) Separacin de los usos que resultan incompatibles. d) Crear una zonificacin y la planeacin ambiental. e) Disear las estrategias sociales, econmicas y de empleo que reduzcan las presiones humanas dainas para el humedal. Entre los usos ms frecuentes que se contemplan con el manejo para la conservacin estn el turismo y otras actividades recreativas, siendo ste el criterio de origen de muchos de los parques naturales del mundo (Packard, 1972). Sin embargo, en el caso del turismo, es necesario tomar en cuenta varios factores entre los que destaca la capacidad del ecosistema para resistir las perturbaciones generadas por los visitantes (AndrsAbelln et al., 2005; Prato, 2001; Klein et al., 1995), pues de otra manera esta actividad aparentemente benigna puede causar daos considerables.
con la diferencia de que la intervencin para dirigir el sistema hacia el estado deseable es prioritaria. Se han propuesto diversas estrategias para planear un proyecto de restauracin, entre las que destacan las de la Sociedad para la Restauracin Ecolgica Internacional (2004), la de Nuzzo y Howell (1990) y la de Hobbs y Harris (2001). De acuerdo con la Sociedad para la Restauracin Ecolgica Internacional, deben tomarse en cuenta varios aspectos cuando se planea un proyecto de restauracin ecolgica (Tabla 1); los cuales se pueden agrupar en tres categoras: planeacin, implementacin y monitoreo (Figura 4). En la etapa de planeacin se incluye el anlisis del sitio. En esta evaluacin se deben considerar los factores fsicos, biolgicos y sociales. Sobre los primeros, es indispensable evaluar el nivel de degradacin en trminos tanto del propio sitio como del paisaje circundante (Palmer et al., 1997). Esto es fundamental porque el nivel de perturbacin limita los alcances del proyecto de restauracin, como se ha discutido con anterioridad, y en el caso del paisaje circundante, su estado de conservacin es determinante, porque influye en procesos como el aporte de nutrientes y sedimentos hacia el sitio que se desea restaurar, en la inmigracin de flora y fauna hacia el sitio (incluyendo especies exticas y especies potencialmente invasoras) y en la escorrenta. En el caso de los ecosistemas acuticos y, particularmente, de los humedales, los aspectos relacionados con el rgimen hdrico como
Tabla 1. aspecTos FundamenTales que se deben considerar al planear un proyecTo de resTauracin de acuerdo con la sociedad para la resTauracin ecolgica inTernacional (2004)
A) B) C) D) E) Una justificacin clara de por qu se requiere de una restauracin. Una descripcin ecolgica del sitio designado para la restauracin. Una descripcin de las metas y objetivos del proyecto de restauracin. Que se elija y se describa al sistema de referencia para la restauracin. Una explicacin de cmo la restauracin que se propone se va a integrar en el paisaje y sus flujos de organismos y materiales. F) Planes, calendarizacin y presupuestos explcitos, las actividades de instrumentacin y postinstrumentacin, as como una estrategia para hacer correcciones durante el proceso. G) Estndares de desempeo bien desarrollados y explcitos, con protocolos de monitoreo a travs de los cuales se evaluar el proyecto. H) Planes para la proteccin y manejo a largo plazo del ecosistema restaurado.
Figura 4. represenTacin esquemTica de los pasos que se recomienda seguir para insTrumenTar un proyecTo de resTauracin ecolgica. el proceso se puede dividir en Tres eTapas: planeacin, insTrumenTacin y moniToreo. la lnea gris represenTa la posibilidad de hacer modiFicaciones duranTe el proceso de resTauracin en caso de que, como resulTado del moniToreo, se llegue a la conclusin de que el sisTema esT siguiendo una TrayecToria no deseada,
por lo que requiere ajusTes
la escorrenta, son de fundamental importancia, pues determinan en buena medida el tipo de ecosistema que se puede restaurar. Los humedales son particularmente sensibles al tipo de aporte de agua (superficial o subsuperficial) y a las caractersticas qumicas de la misma. Cuando el rgimen hdrico ha sido alterado por modificaciones en las cuencas, tales como la deforestacin o la sobreexplotacin de acuferos, en muchas ocasiones es imposible restaurar humedales similares a los que se degradaron o crear humedales ricos en especies nativas. En el caso de la restauracin de ros y lagos hay factores adicionales que deben considerarse al planear un proyecto de restauracin, los cuales se pueden dividir en dos grandes grupos: los factores abiticos (Tabla 2) y los factores biticos. De los factores biticos destaca el fitoplancton, quiz una de las variables que determinan ms el curso de un ro o un lago. Tambin es una de las variables biticas que ms depende de muchas variables abiticas de un sistema y que, a su vez, las modifica con mayor intensidad.
Los aspectos sociales relacionados con la restauracin incluyen el tipo de propiedad del predio (privado, comunal, estatal, entre otros), las expectativas de los propietarios sobre la restauracin, los beneficios esperados, y los usos del sitio una vez concluida la restauracin. Tambin importa ponderar los costos asociados al proceso de restauracin, la duracin del proyecto y los costos relacionados con el mantenimiento posterior, y el tipo de esfuerzo requerido. Considerar los aspectos sociales es fundamental para disear proyectos de restauracin que sean aceptados y que, por lo tanto, tengan posibilidades de cumplir con las metas y objetivos planteados (Pfadenhauer, 2001; Walters, 1997). Un aspecto de particular importancia es lo que Gobster (2001) llama las visiones de la naturaleza, que es la forma en que el pblico percibe un sitio, su utilidad e importancia. Una vez que se han descrito las condiciones ecolgicas y que se han explorado los aspectos sociales relacionados con el sitio que se desea restaurar, se pueden elaborar una serie de opciones de restauraAplicaciones prcticas 175
2. Slidos suspendidos
4. Concentraciones de nutrientes
cin y, a partir de stas, pueden plantearse las metas y objetivos del proyecto para poder pasar a la etapa de implementacin. Las metas pueden consistir en la restauracin, la rehabilitacin, la construccin del ecosistema de inters o la mitigacin por daos causados a ecosistemas naturales. En general, cuando se habla de restauracin, la meta es lograr un sistema con la misma composicin de especies y funcin que el original o uno de referencia, y se limita a aquellos casos en los que se trabaja en un sitio en donde exista tal ecosistema (SER, 2004; Cronk y Fennessy, 2001). En
176 Conservacin y restauracin
el caso de la rehabilitacin, lo que se busca es crear las condiciones adecuadas para que el sistema tenga ciertas funciones especficas; en cierto sentido se le puede considerar como una restauracin parcial o incompleta. En el enfoque de construccin se busca crear humedales en sitios en donde histricamente no los haba; dependiendo del proyecto esto se hace con distintos fines, que pueden incluir desde la creacin de hbitat hasta el tratamiento de aguas residuales o lixiviados txicos con humedales de tratamiento. La mitigacin que puede implicar evitar, minimizar o compensar el dao a travs de la restauracin, la
rehabilitacin o la construccin de humedales se lleva a cabo en casi todos los casos en respuesta a un mandato legal. En la etapa de instrumentacin se llevan a cabo aquellas medidas que permitirn dirigir al sistema hacia el estado deseado, haciendo uso de distintas tcnicas de restauracin adecuadas, que se describen en la siguiente seccin. Durante el proceso de restauracin debe monitorearse el desarrollo del sitio, para evaluar el desempeo en funcin de los objetivos planteados para cada etapa y de las metas que se desea alcanzar al final del proyecto. La importancia del monitoreo se discute con detalle en la seccin Evaluacin de proyectos de manejo y restauracin. Cuando se cuenta con las herramientas de restauracin adecuadas y se conoce con detalle el sistema que se desea restaurar, es posible que durante la implementacin del proyecto se requiera de pocos cambios al plan trazado originalmente. Sin embargo, la experiencia ha demostrado que en muchas ocasiones los proyectos de restauracin se alejan de las metas planteadas (Zedler, 2000; Zedler y Callaway, 1999), o que se carece del conocimiento y las tcnicas para dirigir los sistemas hacia esas mismas metas. En estas circunstancias, la aplicacin de esquemas de restauracin adaptable es una estrategia prometedora para abordar la restauracin ecolgica, como se discutir en la seccin Manejo y restauracin adaptables.
Tcnicas generales de restauracin de humedales y otros cuerpos de agua Tcnicas para la restauracin de humedales
Las tcnicas para la restauracin de humedales se pueden clasificar en dos grandes grupos: aqullas que buscan modificar las causas fsicas de la degradacin (cambios en el rgimen hdrico, sedimentacin, condiciones del sustrato y otros), y las que intervienen sobre los componentes biticos. En trminos generales, el primer factor que se busca controlar, por su importancia, es el rgimen hdrico, pues en muchos casos el dao causado est relacionado con alteracin a la cantidad y calidad del agua que alimenta a los humedales, lo que tiene como consecuencia que se vean afectadas la composicin florstica de los humedales y su calidad
como hbitat para especies animales (lvarez-Cobelas et al., 2001). El rgimen hdrico se puede alterar de manera directa por la construccin de estructuras que impiden el flujo del agua como diques (Portnoy, 1999) u otras obras de infraestructura hidrulica, o indirecta, como ocurre cuando se sobreexplotan acuferos reduciendo el aporte de manantiales, o cuando se deforestan las laderas de las cuencas, alterando la relacin entre la escorrenta y el flujo subsuperficial. Cuando las alteraciones se han llevado a cabo de manera deliberada, en algunos casos es posible revertir el dao y recuperar el rgimen hdrico al eliminar las barreras (NRC, 1992). Sin embargo, en muchos casos es muy difcil revertir las alteraciones (Hunt et al., 1999) o no es posible, particularmente cuando los cambios se deben a factores indirectos, como los descritos anteriormente. Un factor de gran importancia es la calidad del agua. En muchos proyectos de restauracin es fundamental controlar las concentraciones de nutrientes en el agua (Wilcox y Whillans, 1999), en particular cuando se trata de restaurar humedales como los marjales, que dependen de fuentes de agua ricas en calcio y bajas en nitrgeno y fsforo (Cronk y Fennessy, 2001). Un problema adicional es que, en general, se desconocen las condiciones hidrolgicas naturales, lo que dificulta identificar una meta clara para la restauracin. Adems, la variacin que ocurre en perodos de 10, 50, 100 o ms aos (incluyendo eventos como inundaciones catastrficas) puede ser de gran importancia para el funcionamiento y estructura de los humedales (Middleton, 1999; Maul y Cooper, 2000; lvarez-Cobelas y Snchez-Carrillo, 2001). El aporte de sedimentos es otro problema que debe resolverse con las tcnicas de restauracin adecuadas. En muchos casos los cambios en las partes altas de las cuencas causan un incremento considerable en las tasas de erosin, lo que aumenta el aporte de sedimentos en los humedales y, en algunos casos, la sedimentacin puede ser de tal magnitud que los humedales quedan sepultados por varios metros de sedimento (Werner y Zedler, 2002; Callaway y Zedler, 2004). El aporte de sedimentos en los humedales puede reducirse incorporando a la restauracin del humedal la recuperacin o restauracin de las partes altas de las cuencas, a travs de la creacin de una cubierta vegetal preferenAplicaciones prcticas 177
temente con especies nativas del rea. En casos severos de deterioro de las comunidades terrestres asociadas con el humedal, se puede recurrir a la construccin de presas de gaviones u otras estructuras de retencin del suelo, como prembulo a las medidas de revegetacin y otras que sean necesarias. En otras situaciones puede ser necesario lo contrario, quitar las presas que retienen el sedimento o la construccin de playas y dunas protectoras (Wilcox y Whillans, 1999). Una vez que el rgimen hidrolgico ha sido reestablecido en la medida de lo posible, y que los problemas relacionados con la sedimentacin han sido controlados, debe considerarse la microtopografa del sustrato (Larkin et al., en prensa), particularmente si se desea maximizar la riqueza de especies en el humedal restaurado, pues la microtopografa est relacionada con el establecimiento diferencial de muchas especies de hidrfitas (Collins et al., 1982; Titus, 1990; VivianSmith, 1997; Zedler et al., 1999). Esto se debe a que una cantidad de factores varan con la posicin microtopogrfica, como son el potencial de xido-reduccin del sustrato o la temperatura (Ehrenfeld, 1995). Cuando los factores relacionados con el ambiente fsico han sido considerados y corregidos hasta donde es posible, entonces pueden ser manipulados los componentes biticos del sistema. Entre estas manipulaciones destaca el manejo de la vegetacin. Cuando se trabaja en sitios desprovistos de vegetacin, existen varias estrategias que se pueden seguir para lograr que se desarrolle una cubierta vegetal. En un extremo tendramos lo que se ha llamado el autodiseo (Mitsch y Wilson, 1996), que consiste en aprovechar la capacidad de organizacin natural de las comunidades vegetales. Con este mtodo, las plantas se establecen en el sitio de manera espontnea, ya que sus disporas (semillas, rizomas, tallos u otras estructuras) son dispersadas por el viento, el agua o los animales y su supervivencia depende de las condiciones del sitio. El autodiseo tiene sentido en humedales que se ven sometidos naturalmente a regmenes de perturbacin severos como los asociados a muchos ros, en donde los aportes de disporas de las plantas sean abundantes, o bien en donde la composicin florstica final del humedal no sea lo ms importante. En el otro extremo tendramos la estrategia del diseo, en donde se seleccionan todas las especies que se desea contenga el humedal y se
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toman las medidas necesarias para su establecimiento, Sin embargo, este mtodo se ve limitado porque deben conocerse con detalle las caractersticas fisiolgicas y ecolgicas de todas las especies que se desea incluir (Middleton, 1999). En la prctica y bajo la mayora de las condiciones de restauracin, lo ms adecuado es experimentar para aprender cules especies necesitan ser plantadas y cules pueden colonizar por s mismas (Lindig-Cisneros y Zedler, 2002a). Incluso se puede manipular la composicin de especies para reducir el establecimiento de especies invasoras (Lindig-Cisneros y Zedler, 2002b; Lindig-Cisneros y Zedler, 2002c). Las semillas de las plantas que se desean introducir en un humedal bajo restauracin pueden proceder de diversas fuentes: las que arriban de manera espontnea, las que tienen que ser colectadas de plantas en humedales naturales o restaurados, o aqullas que proceden del banco de semillas del suelo de los propios humedales. En este ltimo caso, de acuerdo con Cronk y Fennessy (2001), hay una serie de factores que deben considerarse: a) En los humedales forestales, por lo general las especies arbreas no se encuentran representadas en el banco de semillas; esto es particularmente cierto en manglares, donde la mayora de las especies son vivparas, es decir, que la semilla germina antes de desprenderse del rbol madre (Hogart, 1999). b) Deben hacerse pruebas de germinacin para determinar la cantidad e identidad de las semillas presentes en el banco de semillas del suelo local, para determinar si son una fuente adecuada para los objetivos de la restauracin. c) Es posible utilizar bancos de semillas que sean relictos de humedales degradados, pero debe considerarse que las semillas de muchas especies pierden viabilidad con el paso del tiempo, lo que puede tener como consecuencia que la vegetacin del humedal restaurado sea pobre en especies. Es importante destacar que, en muchas ocasiones, el objetivo de los proyectos de restauracin es crear hbitat para especies animales; en tal caso, la seleccin de la flora depender de las necesidades de hbitat de
los animales que se desean introducir o atraer hacia el nuevo hbitat. Otro factor importante que debe mencionarse es la restauracin de las comunidades microbianas del suelo. Aunque se sabe que diversas especies de micorrizas se encuentran presentes en los humedales an no se han entendido claramente sus funciones y, por ello, no se considera su introduccin de manera tan frecuente como en la restauracin de ecosistemas terrestres. Sin embargo, tiene sentido sembrar los sitios muy perturbados con muestras de suelo de humedales naturales, para permitir que una diversidad de microbios tenga acceso al nuevo sitio.
aos. De hecho, hoy existen asentamientos humanos y produccin agrcola sobre lo que antes de 1950 fue el fondo del lago. El dao no se ha detenido ah. En estos momentos el lago se contrae en un porcentaje alto durante la poca de secas, en particular en las zonas someras del mismo. Esto se debe a que el agua con poco volumen se calienta lo suficiente para evaporarse, mientras que en las zonas con mucho ms volumen la temperatura del agua se mantiene ms homognea y evita una evaporacin tan alta. En poca de secas se observan grandes planicies que favorecen tolvaneras por toda la zona. Problemas similares han sufrido los lagos de Cuitzeo y Chalco, entre otros. De hecho, el gran proyecto de restauracin del lago de Chalco bas sus elementos en la necesidad de regenerar el vaso receptor de la cuenca con el fin de que pudiera capturar agua de nuevo. El xito de esta restauracin se hace evidente en la Ciudad de Mxico, al no haberse vuelto a ver esas nubes de color pardo generadas por las tolvaneras de la regin, y tambin en la reaparicin de las aves migratorias, que ahora ya visitan la regin. Volviendo al caso de Chapala, para evitar la prdida de agua dentro del lago por evaporacin, hay investigadores que sugieren que se represe el lago en las zonas ms someras con el fin de mantener el mayor volumen posible en las partes profundas. Una solucin como esa mejorar la capacidad de retencin del agua, pero puede acarrear modificaciones en la vida de los organismos que viven en el lago. Esto se debe a que los sistemas dulceacucolas mexicanos dependen en gran medida del agua de la poca de lluvias. As, en la poca de secas muchos de los ros y lagos se ven naturalmente reducidos (y algunos hasta desaparecen), mientras que en la poca de lluvias estos ros y lagos se mantienen caudalosos y profundos. Los organismos nativos estn acostumbrados a estos cambios intra anuales, por lo que tratar de generar un sistema que sea homogneo durante todo el ao, an cuando suene ms estable, en realidad puede perjudicar a un gran nmero de poblaciones de invertebrados, peces y anfibios que necesitan de una poca de secas para continuar con sus ciclos de vida (vase tambin el caso de las charcas de temporal en Snchez, en este mismo volumen). En muchas ocasiones se considera que reducir el tamao de un sistema lo vuelve un sistema ms estaAplicaciones prcticas 179
ble. As, se intuye que se puede regular el flujo hdrico durante todo el tiempo y que un lago siempre contar con agua. Sin embargo, esto no necesariamente es lo mejor para muchos organismos nativos por las razones anteriormente expuestas. En conclusin, considerar el rgimen hdrico es fundamental en las prcticas de restauracin de un ro o un lago. El rgimen hdrico debe ajustarse tanto a las necesidades fsicas propias del sistema (como forma, tamao, profundidad, capacidad de evaporacin, oleaje, entre otras), como a las necesidades biticas que stas cubren (por ejemplo, qu tipo de dinmicas generan ms diversidad que otras). Los nutrimentos en la columna de agua En los primeros pasos de tcnicas de restauracin de cuerpos de agua, suelen contemplarse bsicamente factores ligados a la contaminacin. Por lo tanto, la gran mayora de los esfuerzos estn dedicados a disminuir algunos compuestos qumicos disueltos en el agua y cantidades de bacterias patgenas. Las plantas de tratamiento que capturan los compuestos qumicos dainos y las bacterias ms agresivas que los digieren, se volvieron fundamentales para este tipo de restauracin. De esta lnea de restauracin han surgido una gran cantidad de tipos de plantas de tratamiento. La ingeniera hidrulica ha desarrollado desde plantas para industrias y ciudades, que son costosas de construir y mantener, hasta plantas tipo hgalas usted mismo que sirven primordialmente para controlar los desechos de pequeas comunidades rurales. Un ejemplo de la forma en que se ha tratado de atacar el problema de la contaminacin en Mxico es el programa que se llev a cabo durante el sexenio 1994-2000, el cual obligaba a prcticamente todos los municipios de la cuenca del Lerma a poner plantas de tratamiento para sus comunidades ms grandes. Esto se llev a cabo ms o menos y con cierta prontitud, sin embargo, el costo de mantenimiento de las plantas de tratamiento ha vuelto obsoletas a muchas de ellas y, por lo tanto, han dejado de surtir de agua de calidad moderada a lagos tan importantes como Xochimilco (en donde el agua de ms baja calidad es la que est cerca de las mismas plantas de tratamiento) o Ptzcuaro (donde hace algunos aos la
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planta de tratamiento era completamente intil y los desechos del pueblo llegaban directamente al lago). Un paso paralelo para la disminucin de contaminantes ha sido el de tratar de reducir la cantidad de fitoplancton (algas que flotan en el agua y que le dan un color verde). El agua verde puede generar desde problemas de disminucin de la diversidad biolgica y del oxgeno disuelto hasta de salud humana, puesto que existen algas que en grandes cantidades pueden ser txicas (Microcystis). El agua verde es poco agradable a la vista y genera olores ftidos en el agua. Por lo tanto, a pesar de que la mayora de los capitalinos estemos acostumbrados a las aguas verdes del lago de Chapultepec, sus aguas no son ni las ms sanas ni las ms agradables y, sin duda, se puede hacer mucho para mejorarlas. Por ejemplo, puede aumentarse la transparencia del lago al evitar la explosin de algas verdiazules en poca de secas, contando con una franja de plantas sumergidas y emergentes en las orillas no utilizadas y en las islas, e introduciendo especies nativas. Quiz un lago con especies animales nativas (tal vez menos espectaculares) no sera tan atractivo para gran parte del pblico que se entretiene dndole de comer a las carpas de medio metro o ms, que pelean por un mendrugo de pan, pero parte importante de la educacin es comprender que no necesariamente es mejor tener slo especies grandes que especies pequeas y nativas que, incluso, tienen su encanto para tratar de encontrarlas. Para disminuir las probabilidades de tener un lago con agua verdosa turbia, los restauradores buscan reducir uno de los recursos primordiales del fitoplancton: la cantidad de nutrimentos en el agua, en particular el fsforo. Similar a lo que pasa con los fertilizantes en los cultivos, el fsforo en el agua ayuda al fitoplancton a crecer, tornando verde el agua en horas o das. La forma ms prctica de reducir la concentracin de fsforo en el agua es a base de precipitadores. Usar precipitadores fue popular en la dcada de los setenta y a la fecha se sigue recurriendo a ello. Sin embargo, presenta el problema de que el procedimiento debe efectuarse constantemente. Esto se debe a que la precipitacin del fsforo no lo elimina del sistema, sino que slo lo inutiliza, y por tanto, puede reincorporarse al agua en cualquier momento si las condiciones qumicas del agua lo permiten. Por
otra parte, esta tcnica puede no ser adecuada para lagos de gran tamao por los costos. Otro mtodo que se utiliza para mejorar el balance qumico en la columna de agua es el de poner grandes bombas de circulacin para oxigenarla, siguiendo el mismo principio utilizado en los acuarios caseros. Este tipo de soluciones son muy tiles para lagos pequeos de zonas urbanas, pero desde luego no es prctico poner muchas bombas en lagos de gran tamao. La teora ecolgica en la que se basan estas soluciones de restauracin es que las condiciones del medio fsico y los recursos disponibles son los que controlan la cantidad de algas verdes en la columna de agua. Consideran, por lo tanto, que el control de la red trfica va desde la base (los recursos) hacia la punta (los depredadores). A este tipo de conceptos se le llama primordialmente control ascendente, concepto que se revisar ms adelante. La estructura de la red trfica Despus de la generacin de conceptos de restauracin de los ros y lagos a partir de la modificacin de variables abiticas, en los ltimos aos se han generado soluciones con base en enfoques ms integrales. Estos no utilizan nicamente el concepto de control ascendente, sino que sugieren que modificar la estructura de la comunidad tambin puede ser til para restaurar. As como las variables abiticas influyen sobre la posibilidad de sobrevivencia de los organismos, estos tambin son capaces de modificar algunas de las condiciones y recursos en donde se encuentran. Por ejemplo, el tipo y la cantidad de peces, invertebrados o zooplancton pueden alterar variables como la turbidez del agua o la concentracin de nutrientes. Con base en este tipo de conceptos, la cantidad de algas que hay en la columna de agua puede estar controlada por los ltimos peldaos en la pirmide trfica. Las poblaciones del fitoplancton pueden estar controladas por la presin de depredacin del zooplancton. Cuando hay mucho zooplancton, las cantidades de fitoplancton bajan. Para que haya mucho zooplancton debe haber pocos peces zooplanctvoros. Y para que haya pocos peces zooplanctvoros, debe de haber mu-
chos piscvoros. As, para que el agua no permanezca verde, es necesario contar con muchos depredadores de peces pequeos. A este tipo de control se le llama control descendente y a la modificacin de la estructura de la comunidad de peces para mejorar el estado del lago se le ha llamado biomanipulacin. A raz de que surgieron este tipo de conceptos, se instrumentaron programas dirigidos a la erradicacin de especies de peces zooplanctvoros y al fomento de produccin de especies piscvoras. Este tipo de programas se desarroll en gran medida en lagos someros del norte de Europa y de Estados Unidos. Los resultados fueron ambiguos: en algunos casos los programas fueron exitosos, y en otros muchos casos, rotundos fracasos. En consecuencia, los resultados generaron un fuerte debate a finales de los ochenta y principios de los aos noventa del siglo xx, entre las escuelas europeas. El debate se centr en la competencia por ver cul de los controles (ascendente o descendente) funcionaba mejor en los programas de restauracin de un lago somero. Con el paso del tiempo, y a raz de mltiples experiencias en diferentes programas de restauracin, la discusin sobre los dos tipos de controles ha disminuido, dando paso a teoras que abarcan a ambos tipos de controles. En el caso particular de los lagos intertropicales, como los mexicanos, este tipo de mecanismos de control no son tan evidentes puesto que las concentraciones de nutrimentos en lagos mexicanos generan efectos muy diferentes en el crecimiento poblacional del fitoplancton comparados con los que ocurren en lagos templados. Adems, la capacidad de forrajeo del zooplancton en los lagos tropicales aparentemente es mucho menor a la de los templados, por lo que es mucho ms difcil generar agua transparente a raz de la disminucin de zooplanctvoros. Existen otras diferencias, como la temperatura media anual y la precipitacin, que tambin modifican mucho las respuestas de las poblaciones de algas. Por lo tanto, los programas de restauracin en los lagos mexicanos con base en este tipo de teoras deben experimentar una serie de modificaciones fundamentales si se quiere contar con cierto xito. Los restauradores mexicanos cuentan con un campo virgen para la investigacin del mejoramiento de lagos por medio de la modificacin de las redes trficas.
Aplicaciones prcticas 11
Heterogeneidad espacial causada por las plantas Ahora bien, la restauracin de un sistema acutico debe incluir tambin la reduccin de la erosin del sedimento en las orillas del lago o las paredes del ro. La erosin de las paredes de ros y lagos trae consigo graves consecuencias que repercuten en el azolvamiento y, por lo tanto, en la disminucin de la profundidad del cuerpo de agua. Las olas y las corrientes son los actores principales dentro de los factores abiticos que generan erosin de los sistemas. Los ros caudalosos siempre presentarn paredes erosionadas (as como tambin aquellos ros en donde pasan muchos botes de motor que generan olas que chocan perpendicularmente con las paredes). Los canales de Xochimilco, por ejemplo, tienen este tipo de problemas, por lo que las lanchas de motor han sido fuertemente restringidas a actividades indispensables. En algunos ros, adems de restringirse el paso a estas embarcaciones, tambin se ha intentado producir barreras artificiales que disminuyen el efecto de las olas en las paredes. Dentro de los componentes biticos que pueden generar erosin en los cuerpos de agua se encuentran primordialmente los organismos bentvoros (por ejemplo las carpas, que son peces nativos de China e introducidos en casi todos los lagos de Mxico). Estos organismos comen animales, semillas y otras partculas alimenticias depositadas en el fondo, literalmente mordiendo el sedimento. Esto lo afloja y lo hace ms susceptible al efecto de las olas y las corrientes. No es de extraar, por lo tanto, que en lugares donde hay poblaciones grandes de carpas el agua est permanentemente turbia por los sedimentos suspendidos y que vaya perdiendo su profundidad con el tiempo. Es probable que la alta poblacin de carpas en Xochimilco sea una de las causas por las cuales las paredes de las chinampas se estn resquebrajando y, tambin, que su actividad contribuya al color pardo del agua que se aprecia en otros lagos, como el de Ptzcuaro. Una forma de evitar la erosin por esta causa (adems de erradicar a las carpas del sistema donde han sido introducidas) es el fomentar la colonizacin por algunas especies de plantas sumergidas nativas (es decir, que no sean malezas ajenas a la regin o al pas y, por lo tanto, puedan convertirse en plagas). Las
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plantas reducen la capacidad erosiva de las olas hacia las paredes, puesto que funcionan como las estructuras de hormign llamadas matatenas en un malecn, ya que disminuyen la fuerza de las olas y corrientes que generan la erosin. Por lo tanto, las plantas y algas filamentosas sumergidas pueden servir como anclas del sedimento, las cuales evitan que ste se resuspenda (y con l una fuerte cantidad de nutrimentos que antes permanecan capturados en el fondo). Las plantas sumergidas, adems, son el hbitat ideal de muchos peces e invertebrados. Por lo tanto, fomentan la diversidad de un sitio al ofrecer mayor nmero de ambientes utilizables por diferentes especies. De hecho, algunas experiencias de restauracin en humedales ponen mucho nfasis en la recuperacin de las plantas para mejorar el sitio (Weisner y Strand, 2002)
hdrico. Por ejemplo, la laguna Los Peasquitos, que se encuentra localizada en la parte norte del condado de San Diego, California, es un caso interesante. Se cree que la laguna era a principios del siglo pasado un estuario intermareal en el que, a consecuencia de la construccin de una va frrea y una carretera, se alter a tal grado el rgimen hdrico que el sistema ya no poda mantener un canal que lo conectara con el mar. En este sistema, las medidas de restauracin consistieron en crear y mantener una conexin con el mar que logr mejorar la calidad del agua (Zedler, 1996). Otro ejemplo muy bien documentado es el estuario del ro Tijuana, que se localiza en la frontera de los Estados Unidos de Amrica y Mxico, entre las ciudades de Imperial Beach en California y Tijuana en Baja California (ubicado a los 32 34N y 117 7W). En este estuario se ha llevado a cabo un esfuerzo continuo de restauracin guiado por la investigacin, iniciado en 1986. El ro Tijuana alimenta al estuario y la mayor parte de la cuenca del mismo; aproximadamente tres cuartas partes se encuentran en Mxico y el resto en los Estados Unidos, lo que crea una serie de circunstancias complejas desde el punto de vista social. Debido a la alta densidad poblacional, a los suelos inestables y a la agricultura, el estuario del ro Tijuana es y ha sido afectado por una serie de problemas, que incluyen el aporte de aguas negras, contaminantes derivados de la actividad agrcola y sedimentacin (Nordby y Zedler, 1991; Weis et al., 2001; Callaway y Zedler, 2004). El plan de restauracin del estuario contempla una serie de etapas, en un esquema de restauracin adaptable, a travs de las cuales se ir aumentado el rea restaurada y durante las cuales se fomenta el anlisis cientfico, debido a que el estuario es una reserva de investigacin. En este estuario, las medidas de restauracin han incluido la excavacin de canales para reconectar reas degradadas con el flujo de las mareas, la plantacin de especies nativas en las orillas de los canales excavados y, en etapas ms recientes, la remocin de sedimentos para recuperar el nivel original del estuario en algunas zonas donde el sedimento se acumul hasta formar una capa de hasta dos metros de profundidad (Zedler, 2003). De la experiencia sobre la restauracin del estuario del ro Tijuana se ha aprendido lo siguiente:
a) La bondad de la utilizacin de sedimento fino y aditivos del suelo que incorporan materia orgnica, la cual acelera el desarrollo de la vegetacin y las plantaciones ricas en especies, que incrementan la acumulacin de biomasa y la retencin de nitrgeno (Keer y Zedler, 2002). b) Tambin se demostr que la mayora de las especies caractersticas de este tipo de comunidad deben plantarse en sitios de restauracin, para que se encuentren presentes a mediano plazo (Lindig-Cisneros y Zedler, 2002a). c) En estos sistemas, el establecimiento de la vegetacin es sensible al contexto del sitio (microtopografa, distancia al canal, entre otros factores), lo que a su vez afecta a las condiciones ambientales.
mejor reflejen las metas seleccionadas. En algunos proyectos, el monitoreo de la calidad del agua podra ser suficiente si lo que se busca es que el humedal retenga nutrientes y proteja un cuerpo de agua. Si lo que se busca es reducir la eutrofizacin de un lago, puede bastar con la medicin de las concentraciones de clorofila o la turbidez. En otros casos, el monitoreo del desarrollo de la vegetacin o la dinmica de las poblaciones de peces u otros organismos permitira evaluar un proyecto cuyo objetivo sea incrementar el valor del sitio en trminos de diversidad.
Tabla 3. aTribuTos suscepTibles de moniToreo en un proyecTo de resTauracin de humedales de acuerdo con callaway et al. (2001)
Atributos Hidrologa y topografa Variables Rgimen de inundacin Nivel del manto fretico Flujo de agua a travs del humedal Desarrollo de canales Cambios en el nivel del humedal Sedimentacin Temperatura y oxgeno disuelto Salinidad y pH Atenuacin de la luz y turbidez Estratificacin de la columna de agua Concentraciones de nutrientes Contenido de agua (humedad del suelo) Densidad Textura Salinidad y pH Potencial de xido-reduccin Contenido de materia orgnica y de carbono orgnico Nitrgeno y fsforo Tasas de descomposicin Cobertura de la vegetacin por especie Arquitectura de la vegetacin Abundancia de especies particulares (especies raras, amenazadas o invasoras) Biomasa y productividad Identidad de las especies Abundancias, riqueza de especies y diversidad Estructuras poblacionales Tiempos de residencia (para animales que se desplazan, es el tiempo en que ocupan un hbitat determinado)
Calidad de agua
Vegetacin
Fauna
(Zedler y Callaway, 2000). Como consecuencia de lo anterior, las medidas necesarias para llevar al sistema hacia un estado deseable pueden ser diferentes ao con ao o, en el caso de que sean las mismas medidas (como el sembrado directo), la intensidad del esfuerzo tambin puede variar de un ao a otro (Zedler, 1999). Bajo estas circunstancias es que el manejo adaptable de la restauracin se vuelve la estrategia ms eficaz, tanto para generar estrategias como para llegar a las metas deseadas. La restauracin adaptable es un esquema de manejo aplicado a la restauracin, que consiste en la implementacin de una serie de medidas alternativas en distintas reas del sitio bajo restauracin, la evaluacin de sus resultados y la integracin del conocimiento adquirido a etapas subsecuentes del manejo del ecosistema (Christensen et al., 1996; Zedler, 2003).
Agradecimientos
Deseamos agradecer los atinados comentarios de Mnica Herzig y scar Snchez sobre versiones previas del manuscrito. Adicionalmente, R. Lindig agradece el apoyo del Departamento de Botnica de la Universidad de Wisconsin-Madison a travs de un nombramiento honorario que facilit la recopilacin bibliogrfica para este manuscrito.
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Comisin Nacional de reas Naturales Protegidas (CONANP). Camino al Ajusco #200. Col. Jardines en la Montaa. CP 14210. Mxico D.F. Correo-e:[email protected].
Las inversiones totales para la conservacin de la biodiversidad son lamentablemente inadecuadas. El financiamiento global para las reas naturales protegidas y la conservacin de la biodiversidad debe verse incrementado de manera significativa en la mayora de los pases. Una falta de inversiones a largo plazo en conservacin. Se deben establecer y reforzar fuentes confiables de largo plazo para el financiamiento de la conservacin de biodiversidad. Impactos adversos de los flujos financieros privados. Deben abordarse los impactos adversos de estos flujos, por ejemplo, el financiamiento que reciben la agricultura, las extracciones forestales, la minera, el desarrollo de turismo y otras actividades no sustentables. Se estn perdiendo nuevas oportunidades para las empresas ambientales. Deben superarse las limitaciones financieras que entorpecen la capacidad de capitalizar nuevas oportunidades de negocios que contribuyan a la conservacin de la biodiversidad (por ejemplo, ecoturismo, agricultura orgnica, caf de sombra). El capital del planeta esta subvaluado. En particular, deben desarrollarse los mercados que valoran y pagan los servicios crticos que proporcionan los ecosistemas intactos, tales como el
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secuestro de carbono atmosfrico y la proteccin de cuencas. Durante los ltimos aos se han empezado a contar con una gama de mecanismos financieros sustentables para la conservacin que abordan estos factores y que proporcionan, en particular, fuentes confiables, de largo plazo, de financiamiento ampliado para programas de conservacin en el terreno. Estas fuentes de financiamiento a largo plazo complementan las donaciones a corto plazo proporcionadas por fundaciones privadas e individuos adinerados, agencias de asistencia para el desarrollo de diversos gobiernos, ONG y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en ingls). Algunos de estos mecanismos financieros sustentables estn bien probados, tales como: cuotas para el turista usuario, pagos por bioprospeccin, cambio de deuda por naturaleza, fondos fideicomiso para la conservacin, y proyectos de inversin en carbono. Otros se encuentran en sus fases tempranas de desarrollo y evaluacin, los bonos verdes y otros instrumentos actualmente sometidos a escrutinio; esquemas de pago por servicios ambientales (por ejemplo, tarifas por uso de agua); productos de aseguro verde; cuotas por la extraccin de recursos (por ejemplo, por exploracin de gas y petrleo, explotacin forestal, y minera). Todos ellos estn dedicados a la conservacin y ligados con fondos de inversin ambiental que apoyan empresas amigables a la conservacin (vase: http://www.conservationfinance.org).
individuos estn influenciados por valores, emociones, juicios y prejuicios, as como por afinidades culturales y otros condicionamientos, y no simplemente por un preciso clculo de inters propio. En este sentido, no se presupone que los sujetos econmicos actan siempre racionalmente o que estn motivados principalmente por el propio inters o por el placer. El auge actual de la socioeconoma debe mucho, ciertamente, a esa vocacin de paradigma alternativo de la que se ha dotado desde el inicio. Lo que esta nueva perspectiva pretende es reconducir la ciencia econmica al seno del contexto social y moral que la vio nacer, con una formulacin rigurosa de los criterios de racionalidad o coherencia interna en vista de los fines que se persiguen: la justicia, la solidaridad, y la felicidad globales, y no solamente la maximizacin de una utilidad llamada inters propio (www.uv.es/~perezjos/sasece). Es as que, al abordar anlisis socioeconmicos en materia de humedales, no basta con sumergirse en los aspectos econmicos del uso y aprovechamiento de los recursos de humedal. Se requiere un conocimiento igualmente puntual y, a la vez, amplio de las caractersticas sociales y culturales de los ncleos humanos que conviven con estos ecosistemas y hacen uso de los mismos. Pero a diferencia de otros ecosistemas, principalmente los bosques y los pastizales, muchos de los bienes y servicios de los humedales son difciles de cuantificar o de canalizar a travs de mercados econmicos aunque muchos de sus productos son comercializables 1 y es por ello que la gestin de los humedales y su manejo especfico se vuelve una responsabilidad compartida entre el gobierno y los dueos, poseedores o usufructuarios de los terrenos en los que se encuentran asentados los humedales. Pero para que los responsables de elaborar las polticas pblicas puedan disear programas efectivos, eficientes y equitativos de humedales, es menester conocer no slo los mritos econmicos, sino tambin los mritos sociales de elegir entre formas alternativas de uso de los humedales y sus recursos. El desarrollo sustentable, en sus dimensiones social, cultural y econmica, es de cierta manera un
Bienes comercializables (tradable goods) son aquellos que tienen potencial para exportacin o importacin. Ello no impide que este tipo de bienes tambin puedan ser de inters para mercados locales.
1
proceso para mejorar la calidad de vida humana. Este proceso de desarrollo involucra la manipulacin de componentes y procesos naturales y de aquellos de origen antrpico (complejos e interrelacionados), que constituyen, ambos, los ambientes humanos.
de investigacin han empezado a crear y desarrollar lneas de investigacin en estos temas, pero el mosaico es complejo y el grado de avance incipiente, lo que an no permite apreciar una imagen clara de qu son y cmo funcionan los diferentes tipos de humedales en nuestro pas. Tal vez las lagunas costeras y los manglares estn entre los humedales ms y mejor estudiados en Mxico, pero an en estos sistemas existen ciertos vacos de conocimiento. Lo cierto es que en nuestro pas an subsiste un abismo entre el reconocimiento terico de la importancia ecolgica y socioeconmica de los humedales y el hecho de dotarlos, en consonancia, de formas de gestin y proteccin adecuadas. El conocimiento de los riesgos y amenazas que enfrentan los humedales tambin forma parte importante del conocimiento necesario para su valoracin. El factor de escala del deterioro del sistema es de particular relevancia para estos ecosistemas. Y es innegable que los humedales son cuna de conflictos, tema que se aborda con mayor detalle en otra parte de este captulo, los cuales surgen entre las actividades humanas y la imperiosa necesidad de conservar los humedales. Este tipo de fenmenos pueden analizarse en tres rdenes de magnitud: transformacin total, perturbacin severa, y perturbacin puntual, los cuales se describen a continuacin: Transformacin total. Implica la desaparicin o cambio fundamental de las caractersticas del humedal, y puede deberse a muy diversas causas, tales como reclamacin de tierras para expansin agrcola o ganadera, modificacin completa de regmenes hidrulicos, introduccin o transplante de especies invasoras, demanda del espacio en zonas urbanas para infraestructura de vivienda, transporte, industria o recreacin, entre otras. Perturbaciones severas. Son aqullas que originan cambios significativos en las funciones ambientales de los ecosistemas. Pueden ser debidas a canalizaciones, vertido de contaminantes, urbanizaciones, sobreexplotacin de recursos biolgicos, control de inundaciones, represamientos o inundaciones permanentes, remocin de sedimentos o vegetacin, entre otros. Perturbaciones puntuales. Engloban todas las alteraciones anteriormente descritas, pero en este caso producidas en un espacio limitado dentro del humedal.
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Para poder evaluar el efecto de estos tipos de perturbaciones sobre los humedales se requiere definir variables de estado e indicadores de los ecosistemas en diferentes escalas espacio-temporales, asociadas con el monitoreo general de los humedales y con la aplicacin de las polticas de recuperacin de los mismos. Dados los niveles de conocimiento de los humedales en el pas, la eleccin de estas variables e indicadores es compleja, pues son mltiples en su relacin con diferentes niveles de afectacin humana. Con la finalidad de poder cuantificar el efecto de las intervenciones humanas sobre estos ecosistemas de alto valor ecolgico, se est investigando el empleo de indicadores biolgicos que reflejen la diversidad natural de estos ecosistemas. De tal manera que si las tendencias en distintos tipos de humedales son consistentes, se podran definir rangos de valores y lmites considerados normales, deseables o aceptables por la sociedad para referir las perturbaciones de origen antropognico causadas en los humedales. Tambin en el mbito de la planificacin adquieren una importancia relevante los humedales. As, por ejemplo, en las etapas iniciales de un estudio de desarrollo regional, se diagnostican los problemas y las potencialidades de la regin. Una evaluacin de la base de recursos naturales es fundamental para cualquier planificacin del desarrollo y cualquier esfuerzo de formulacin de proyectos. Esto proporciona informacin referencial que ayudar a formular una estrategia y a identificar proyectos para la instrumentacin de la misma. Los estudios para el uso de la tierra, incluyendo el uso y capacidad actual de sta (y considerando en ellos los humedales), son parte de estas evaluaciones y requieren que la informacin sobre recursos y peligros naturales est en forma de mapas. El proceso de planificacin deber identificar todos los supuestos y revelar los conflictos potenciales entre las actividades actuales y las propuestas, de un lado, y los peligros naturales, del otro. La mitigacin de los peligros naturales es uno de los muchos servicios naturales que ofrecen los humedales. Entre los peligros podemos mencionar deslizamientos, huracanes, inundaciones, desertificacin de mesetas (regiones elevadas, pie de monte), zonas costeras o bajas y cercanas a la costa (arrecifes y estuarios). Pero, claro, hay muchos otros aspectos que valorar en materia de humedales.
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sino tambin en cuntos modos y cmo es que son valiosos, y cmo se ven afectados sus valores mediante diferentes formas de manejo. La asignacin de un valor a los ecosistemas puede ser interpretada desde diferentes puntos de vista. Se podra interpretar determinando el flujo presente de beneficios del sistema o bien, analizando el flujo futuro o potencial de beneficios. Se puede interpretar con base en su valor de conservacin en contraposicin con el beneficio de transformarlo a otros usos. Tambin habra que considerar en la ecuacin para quin es valioso el ecosistema. Si respondemos a esta pregunta desde una visin grupal de todos los usuarios interesados, llegaramos a respuestas muy diferentes que si slo partimos de un punto de vista sectorial o individual. En relacin con aspectos de desarrollo de polticas, es posible aplicar cuatro enfoques especficos para valorar un ecosistema: 1. 2. Determinacin del valor del flujo total de beneficios del ecosistema (mide suma total de valores). Determinacin de los beneficios netos de las intervenciones que alteran las condiciones del ecosistema (mide cambios en el flujo de costos y beneficios). Examen de cmo estn distribuidos los costos y beneficios de un ecosistema (mide la equidad en la distribucin de costos y beneficios entre diferentes grupos de usuarios). Identificacin de fuentes potenciales de financiamiento para la conservacin (ayuda a identificar los principales beneficiarios de la conservacin y la magnitud de los beneficios que reciben).
2.
3.
3.
4.
Otra forma de sistematizar el anlisis de la valoracin de los bienes y servicios de los ecosistemas parte de las siguientes tres categoras, relacionadas con los procesos de desarrollo de un pas: 1. El ecosistema tiene valor econmico, social o cultural y, por lo tanto, es considerado importante para actividades de desarrollo actuales. Los elementos econmicos, aquellos que son costeados y participan en mercados financieros, son bien entendidos. El sistema de trueque es menos comprendido, pero no por ello menos
importante en diversos contextos de desarrollo, como las comunidades indgenas. Si bien no son necesariamente cuantificables, los componentes social y cultural tambin pueden ser valiosos en otras formas. La cultura humana y las formas de vida contribuyen a la diversidad y riqueza de la poblacin. Tanto los inmigrantes recientes como las comunidades nativas hacen uso de los bienes y servicios naturales del rea para obtener alimento, remedios tradicionales, instrumentos en ceremonias religiosas, y para proporcionarse una perspectiva histrica. Si bien no se consideran por lo general en la planeacin para el desarrollo, los componentes sociales y culturales pueden tener una importancia mucho mayor de lo que puedan apreciar las personas ajenas a la comunidad. El ecosistema acutico y su entorno pueden tener un valor cientfico y, por lo tanto, ser de importancia para el desarrollo futuro. Los bienes y servicios naturales de este tipo son de inters para aquellos que buscan nuevas tecnologas e informacin con propsitos de desarrollo. Muchos de los esfuerzos por proteger especies amenazadas, ecosistemas representativos, reservas de germoplasma, y reas silvestres para la investigacin y el monitoreo, caen en esta categora. Pueden controlar el funcionamiento de un ecosistema y son, por lo tanto, importantes para contar con un flujo sostenible de un bien o servicio. As, actividades que conducen a la conservacin, proteccin y uso de estos bienes y servicios naturales que se requieren para mantener los atributos de los ecosistemas de valor, tambin son actividades importantes para el desarrollo. Se incluyen a los bienes y servicios naturales de control de erosin e inundaciones, regulacin del clima y amortiguamiento qumico. Su conservacin o proteccin son actividades de desarrollo legtimas y valiosas.
De un par de dcadas a la fecha, se ha trabajado en diversos mtodos para medir los beneficios sociolgicos y econmicos de los humedales. Estos mtodos se muestran prometedores y estn empezando a constatar los rditos de las inversiones en acciones por mantener a los humedales y los beneficios que podran perderse a resultas de su degradacin.
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La valoracin econmica de los beneficios que aportan los humedales puede ayudar a fijar prioridades y asignar recursos para iniciativas de conservacin de sus bienes y servicios. stas y otras tcnicas de valoracin tambin pueden ser usadas para tomar en consideracin los diferentes valores que la sociedad reconoce de los sistemas de humedal y estimular la participacin del pblico en ciertas iniciativas. Por ejemplo, la valoracin puede ayudar a lograr objetivos de conservacin de humedales incorporados en los programas de desarrollo regional o en los programas de manejo de las reas protegidas, y puede ser aplicable a procesos de evaluacin del impacto ambiental. De manera ms especfica, la valoracin puede ayudar a las evaluaciones de este tipo, proporcionando un valor de referencia contra el cual podran ser comparados otros factores econmicos, con la finalidad de determinar el alcance o significacin de los efectos ambientales. Planificadores, tomadores de decisin y conservacionistas, requieren entender mejor la valoracin econmica de los humedales, incluyendo las herramientas y mtodos empleados para evaluar sus caractersticas naturales. De manera resumida, stas caractersticas son: (i) Las funciones. Son actividades o acciones que tienen lugar de forma natural en los humedales como resultado de las interacciones entre la estructura y los procesos del ecosistema. Las funciones abarcan acciones como la regulacin de las crecidas; la retencin de nutrientes, sedimentos y contaminantes; el mantenimiento de la cadena trfica; la estabilizacin de orillas y control de la erosin; la proteccin contra las tormentas; y la estabilizacin de las condiciones climticas locales, en particular la humedad atmosfrica y la temperatura. (ii) Los productos. Generados por los humedales, incluyen recursos de vida silvestre, pesca, recursos forestales, forrajes, recursos agrcolas, y abastecimiento de agua. Estos productos son generados por las interacciones entre los componentes biolgicos, qumicos y fsicos del humedal. (iii) Los atributos. En el humedal incluyen la diversidad biolgica y caractersticas culturales y patrimoniales nicas. Estos atributos pueden conducir a ciertos usos o a la obtencin de productos particu196 El marco socioeconmico
lares, pero tambin pueden tener una importancia intrnseca y no cuantificable (Ramsar, 2004). La Figura 1 presenta un diagrama de la relacin que existe entre las diferentes funciones, usos y valores de los humedales.
Figura 1. relaciones enTre las Funciones, los usos y los valores de los humedales
Caractersticas Por ex. Ubicacin, pendiente, sustrato, geologa, especies presentes, profundidad del agua, pH, oxigeno disuelto, precipitacin, variaciones estacionales Ecologa Economa Ecologa-economa Intefase
Estructuras Biomasa, perfil del suelo sedimentacin, comunidades de flora y fauna, etc.
Procesos Fotosntesis, transpiracin, ciclo de productos bioqumicos, descomposicin, colonizacin, sucesin, etc. Funcionamiento de humedales Usos de los humedales
Bienes Por ex. Agricultura, pesqueras, silvicultura, productos forestales son maderables, agua, recreacin
Servicios Por ex. Control de inundaciones, recarga de aguas subterrneas, recambio de nutrientes, retencin de sustancias txicas Valores de los humedales
Valores del uso directo Anlisis del mercado, perdida de productividad, fijacin del precio hednico, costo del viaje, costo de reemplazo y restauracin, valoracin contingente
Valores del uso directo Valores del uso indirecto Costo de dao, funciones de produccin, fijacin del precio hednico, gastos defensivos, reubicacin, costo de reemplazo y restauracin, valoracin contingente...
Clave:
Fuente: http://www.ramsar.org/features/features_econ_val1_s.htm.
Recreacin, paseos en embarcaciones, observacin de aves, observacin de fauna silvestre, caminatas, pesca deportiva, captura de aves y cacera deportiva cosecha de: hierbas comestibles hierbas medicinales bayas granos peces turba recursos forestales.
Retencin de nutrientes, filtracin de agua, control de inundaciones, proteccin a la lnea de costa, recarga de mantos freticos, apoyo externo al ecosistema, estabilizacin de microclimas, control de erosin control, gastos asociados (por ejemplo, transportacin, guas, equipo, y otros).
Usos potenciales futuros (usos directos e indirectos), valor futuro de la informacin, por ejemplo para la industria farmacutica, la educacin, etc.
beneficios econmicos de los humedales: importantsimos, pero poco presentes en la conciencia pblica. Desafortunadamente, las sociedades actuales slo se percatan de los valores de los humedales (Tabla 2) una vez que estos han desaparecido. Problemas con inundaciones, oportunidades de recreacin prdidas, poblaciones reducidas de peces, crustceos y moluscos, y mayores costos de tratamiento de aguas, representan algunos ejemplos de esos costos que slo son apreciados una vez que el ecosistema se ha visto degradado o destruido. Y en lo general, una vez destruidos, slo pueden ser parcial e imperfectamente reemplazados por la sociedad. Ya que la mayora de las decisiones sobre desarrollo en humedales son irreversibles, tanto en trminos econmicos como fsicos, existen fuertes argumentos para la conservacin de estos sistemas desde un principio, tanto desde una ptica de eficiencia econmica como de equidad intergeneracional. La idea detrs de conferir un valor econmico a algunos de estos beneficios de los humedales antes de llevar a cabo decisiones que alteren a los humedales, es la de reconocer los costos potenciales de antemano,
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colocando a las decisiones relacionadas con los humedales sobre una base econmica ms slida. En Mxico, como ya se indic, la valoracin de los humedales desde sus diferentes puntos de vista es an muy incipiente. Ni desde el punto de vista ecolgico, ni desde el econmico, se cuenta con la informacin necesaria para generar una visin integral de los valores de los humedales. No se cuenta con estudios que analicen la importancia social y cultural de estos ambientes. Esto se debe en gran parte a la falta de un reconocimiento generalizado de los servicios ambientales que proporcionan, pero tambin al hecho de no contar con un nmero suficiente de verdaderos expertos en humedales en el pas. Los estudios e investigaciones con que se cuenta surgen por lo general de reas de especialidad concretas (botnica, ornitologa, geoqumica, microbiologa, hidrologa, por mencionar unas cuantas), ms no existe un ncleo consolidado de verdaderos especialistas en humedales en Mxico que hayan sido capacitados en materia de ecologa, botnica, zoologa, edafologa e hidrologa de organismos o ambientes de humedal y no solamente de ambientes acuticos.
Tabla 2. valores econmicos medios del humedal por Funcin del humedal
Funcin del humedal Dlares por hectrea por ao, 2000 464 374 492 288 214 201 123 45 45 14
Control de inundaciones Pesca recreativa Amenidad/recreacin Filtraje de agua Biodiversidad Hbitat de crianza Cacera recreativa Fuente de agua Materiales Lea (combustible)
Nota: no se hace distincin de estas funciones para regiones o tipos de humedal especficos y debe tenerse en mente que muchas de las funciones son caractersticas de humedales especficos en regiones especficas. Basado en 9 estudios de caso distribudos en todo el mundo, la oferta por parte de los humedales de oportunidades para la recreacin, el control de inundaciones y el amortiguamiento de tormentas son los servicios de humedal ms altamente valorados. Vase que servicios de humedal muy valiosos, como la regulacin del clima y su valor potencial para el turismo, se encuentran entre las funciones que no han sido tomadas en consideracin en el estudio de referencia. El aprovisionamiento de materiales como comida, techumbre, lea para combustible y madera se encuentran entre las funciones de los humedales menos valoradas. Fuente: Schuyt y Brander, 2004: 15.
En aos recientes, y ms por la importancia que Mxico ha empezado a conferir a los temas de conservacin de la diversidad biolgica y al abasto del agua, los humedales lentamente se han colado en el discurso oficial y en los ambientes acadmicos, polticos y sociales. Lamentablemente, a nuestro parecer, muchos hablan de humedales, pero pocos tienen una idea clara de lo que son, cmo funcionan y qu acciones se requieren para su conservacin en el largo plazo. Como ya se dijo, es por lo general cuando el grado de deterioro y la baja en la productividad y extensin del humedal alcanzan niveles alarmantes cuando las comunidades y los responsables de su gestin y conservacin se preocupan y buscan aplicar medidas de emergencia para su rescate, sin tener una base de conocimiento suficiente para emprender esta tarea. Adems, las experiencias recientes en pases como los Pases Bajos, Reino Unido y an en los Estados Unidos de Amrica, parecen indicar que la restauracin de humedales es un asunto a largo plazo y sumamente costoso. Si bien se puede hablar de xitos considerables en la restauracin de pequeas reas de humedal, el uso
extensivo de las tcnicas aplicadas no resulta prctico y para muchos pases es incosteable. Desde el punto de vista social y econmico es irrebatible la importancia de estos ecosistemas, pero las justificaciones econmicas no han sido ampliamente fundamentadas. Se han definido ciertos valores econmicos de algunos de los diferentes tipos de humedales en el pas, como es el caso de los manglares, pero estos distan mucho de ser completos. Es posible determinar, por ejemplo, el valor aproximado de la presencia de los manglares para las pesqueras de zona costera y de alta mar, as como el posible costo de su restauracin, pero qu implica la desaparicin de este tipo de humedal en materia de proteccin civil, de control de microclimas, de preservacin de especies en riesgo, de mantenimiento de la diversidad biolgica, de aporte de materiales y materias primas, de turismo y recreacin, y otros ms? Dnde estn las cifras concretas? Cmo se cuantifican los valores intangibles? En cunto se cotiza la prdida definitiva de un patrimonio natural, cultural, espiritual? Qu necesita el sector ambiental de nuestro pas para poder competir con posibilidades
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de xito ante el poder y la fuerza econmica del sector energtico o de los intereses, tambin econmicos, que manejan otros sectores? De hecho, no todos los valores de los humedales pueden ser cuantificados con facilidad (Tabla 3). Slo los valores de uso de humedales y otras salidas comerciales, como la recreacin, la proteccin contra inundaciones, el amortiguamiento contra tormentas, son fcilmente medibles en trminos monetarios. Empero, la literatura relacionada con la economa ambiental indica que los valores de no uso (valores de opcin y de existencia, por ejemplo) pueden ser significativos y en otros pases ya lo son en trminos de la disposicin que muestren las personas a pagar por mantener en existencia un amplio espectro de recursos ambientales, incluyendo los humedales. Es cierto que se ha alcanzado un cierto avance en la determinacin de mediciones empricas (monetarias) tanto de valores ambientales de uso y de no uso. Al parecer ninguna de las tcnicas empleadas, como mtodos indirectos, costo de transportacin, costeo hedonstico y
valoracin contingente, estn libres de problemas, pero los resultados obtenidos parecen indicar que las personas valoran positivamente al ambiente (ms adelante se ofrecen mayores explicaciones respecto a estos mtodos). Sin embargo, en zonas tropicales los estudios se han visto por lo general restringidos a valoraciones de los usos directos. (Vanse por ejemplo los estudios de Barbier, 1989; Dixon, 1989; y Pearce y Turner, 1990). En las actividades de valoracin econmica, la escala del trabajo es muy importante, porque la tentativa de evaluar separadamente a los ecosistemas, que son muy interdependientes, puede dar lugar a resultados paradjicos de sustituciones poco prudentes de ecosistemas de humedales menos valorados por humedales artificiales (construidos por los seres humanos) de mayor valor. Tal es el caso del sistema de humedales interdunarios del estado de Veracruz, que son altamente interdependientes, y que analizados individualmente parecen de escasa importancia y poco valor, aunque como un conjunto se vuelven relevantes para la hidrologa regional y la biodiversidad. Aunque la Convencin de Ramsar reconoce
el valor de los humedales artificiales, la fragmentacin de la totalidad del sistema de humedales (de una cuenca hidrolgica, por ejemplo) en una serie de humedales ms pequeos y relativamente aislados puede dar lugar a la sobrevaloracin o subvaloracin econmica de una unidad separada en relacin con la totalidad del sistema. De aqu la importancia de procurar realizar la valoracin de humedales en un contexto regional ms amplio, sobre todo cuando se incluyen los aspectos hidrolgicos o a las especies migratorias en el ejercicio de valoracin. Si bien la clasificacin y la terminologa empleada por diversos analistas vara ligeramente, el Valor econmico total (VET) de los humedales (Figura 2) se define en general como el monto total de recursos de los cuales estn dispuestos a desprenderse los usuarios para aumentar la cantidad de servicios provenientes de los humedales. Hay autores que incorporan el valor de opcin bajo el rubro de valores de no uso. El VET se divide en distintos tipos de componentes:
2.
3.
A. Valores de uso
1. Valor de uso directo (VUD). Es determinado por la contribucin que un bien ambiental hace a la produccin o consumo corriente mediante el uso directo del sitio (por ejemplo, recreacin y cosecha de lea). Son los beneficios derivados de los peces, la agricultura, la madera utilizada como combustible, la recreacin, el transporte, la cra de animales silvestres, la turba y la energa, los aceites vegetales, las tinturas, las frutas, por
dar algunos ejemplos. Son los bienes y servicios usados directamente por el ser humano. Incluye usos consuntivos y no consuntivos. Valor de uso indirecto (VUI). Considera los beneficios indirectos derivados de funciones que desempean los humedales, como apoyo a la produccin actual y el consumo, como los manglares que soportan las pesqueras, la retencin de nutrientes, control de inundaciones, proteccin contra las tormentas, recambio del agua subterrnea, apoyo a ecosistemas externos, estabilizacin microclimtica, estabilizacin de la costa, como ejemplos. Valor de opcin (VO). Es el que permite a un particular o a una colectividad obtener beneficios, al garantizar que se contar con un recurso que podr usarse en el futuro. Es la prima que los consumidores estn dispuestos a pagar por un bien subutilizado, simplemente para evitar el riesgo de no tenerlo disponible en el futuro. Esto puede ser considerado en ocasiones como un valor de no uso porque no hay un uso actual del recurso.
B. Valores de no uso
1. Valor del no uso (VNU). Deriva de la conciencia de que se mantiene un recurso (diversidad biolgica, patrimonio cultural, sitio religioso y legado). Los ambientalistas promueven enrgicamente este valor, ya que respaldan el concepto del puro valor intrnseco de la naturaleza. Incluye los valores de opcin, de dotacin o de existencia. El valor de
existencia surge de la satisfaccin de saber meramente que el bien existe, aunque la persona que valora el bien no tenga intencin de usarlo. Parte del motivo puede ser conservarlo para generaciones futuras, en cuyo caso ese elemento de valor es conocido como un valor de dotacin. Estos valores de no uso tambin capturan algunos de los valores de biodiversidad, sociales, de patrimonio y culturales asociados con los recursos naturales. El marco ms apropiado para evaluar el valor econmico general de hbitat tales como manglares es el del Valor econmico total (VET), como se muestra en la Figura 1. Esto est basado en la teora de que los bienes ambientales dan origen a una variedad de bienes y servicios (funciones) econmicos que incluyen valores de uso directo, de uso indirecto y de no uso. Los ltimos tambin son referidos como valores de uso pasivo, que incluyen valores de opcin, existencia y donacin, conforme las definiciones del propio Banco Mundial (Munasinghe, 1993).
Por ejemplo, un factor externo de los fertilizantes es el costo del tratamiento del agua. La mayor parte de los productos y servicios producidos en el planeta estn subsidiados, a menudo sin que el consumidor lo sepa. El hecho de que el productor de frutas que utiliza fertilizantes qumicos no tiene que pagar el costo del tratamiento del agua, necesario para eliminar el exceso de nitratos provocado por el uso de fertilizantes con el fin de obtener agua potable, no refleja el precio real del producto. El hecho de que el agricultor que riega intensivamente sus campos no tiene que pagar por los daos (erosin, contaminacin) que provoca el escurrimiento en las laderas de la cuenca y que por ltimo aumenta la turbidez del agua fluvial, no refleja el precio real del metro cbico de agua que utiliza. En ambos casos, se est subsidiando en gran medida a los fertilizantes qumicos y al agua. Este tipo de subsidio hace que se d poca consideracin a la proteccin ambiental. Y, por supuesto, alguien debe pagar los daos causados. Quin paga? Toda la comunidad, en su carcter de contribuyente, paga por el uso poco racional que los particulares hacen de los bienes comunes. Como quienes adoptan decisiones y los polticos desean ver cifras convincentes antes de tomar medidas que puedan afectar su popularidad, se han elaborado varios mtodos para tratar de cuantificar el valor monetario de los servicios y los bienes prestados por los humedales. La manera ms sencilla de hacerlo es aplicar el mtodo del precio de mercado (la ley de la oferta y la demanda), pero lamentablemente ello no es siempre posible porque simplemente no hay mercado para algunos productos provenientes de los humedales o porque algunos valores de los humedales intrnsecamente no son comercializables. Esos fallos del mercado se producen cuando los propios mercados no reflejan en su totalidad el costo o beneficio social de un bien. Entre los fallos de este tipo, relacionados con estos ecosistemas, se puede mencionar que: 1) muchos humedales prestan servicios que son bienes pblicos; 2) muchos servicios prestados por los humedales se ven afectados por externalidades; y 3) a menudo no estn definidos claramente los derechos de propiedad relacionados con los ecosistemas de humedal y sus servicios. Otra limitacin al mtodo del precio de mercado es que ste no siempre refleja de manera automtica
el valor real de un bien. Hay muchos casos en que la verdadera voluntad de pagar es mucho mayor de lo que el cliente paga en la realidad. King y Mazzota (1999, en www.ecosystemvaluation.org) y Stuip, Baker y Oosterberg (2002) dan una idea de los mtodos de evaluacin cuantitativos empleados ms comunes y de sus limitaciones.
agua (costo del sustituto). El valor del control de las inundaciones se puede estimar a partir del dao que podra causar la inundacin (costo del dao evitado). Se presume que el costo del dao evitado o de los sustitutos es comparable al beneficio original. Pero muchas circunstancias externas pueden hacer cambiar el valor del beneficio original esperado y, en consecuencia, la aplicacin de este mtodo puede dar lugar a subestimaciones o sobreestimaciones. A las compaas de seguro les interesa mucho este mtodo. El mtodo del costo del viaje Recreacin y turismo. Se estima el valor recreativo del sitio a partir de la suma de dinero que gasta la gente en llegar a ese lugar. Este mtodo slo sirve para obtener estimaciones. Es muy fcil obtener una sobreestimacin, porque es posible que el sitio en s mismo no sea el nico motivo por el cual se viaja a la zona (pregunta que es recomendable incluir en cualquier encuesta aplicada al efecto). Tambin es necesario contar con muchos datos cuantitativos para efectuar este tipo de anlisis. El mtodo de la estimacin del precio hednico Incluye algunos aspectos del valor de uso indirecto, del uso futuro y del no uso. Se emplea este mtodo cuando los valores del humedal ejercen influencia en el precio de los bienes que se comercializan. El aire limpio, las grandes superficies de agua o los paisajes con valor esttico aumentan el precio de la vivienda o de la tierra. Este mtodo slo captura la voluntad de la gente de pagar por un beneficio percibido. Si la gente no es consciente del vnculo que existe entre el atributo ambiental y el beneficio para s mismos, el valor no se reflejar en el precio. Este mtodo exige un uso muy intensivo de datos. El mtodo de la valoracin contingente Ha sido el mtodo ms usado para la valoracin de bienes y servicios medioambientales (Mitchell y Carson, 1989) a pesar de la controversia sobre su capacidad para medir con precisin los valores
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econmicos (Kahneman y Knetsch, 1992). Este mtodo se centra en un escenario concreto e intenta obtener informacin acerca de la eleccin de la persona respecto a este escenario. Incluye los valores del turismo y del no uso. En este mtodo se pregunta directamente a la gente cunto est dispuesta a pagar por servicios ambientales concretos. A menudo es la nica manera de estimar el valor del no uso. Tambin se hace referencia a l como mtodo de la preferencia indicada. En las tcnicas aplicadas en la entrevista se puede introducir varias posibles fuentes de sesgo. Tambin es incierto si la gente en realidad est dispuesta a pagar la suma indicada en la entrevista. Es el mtodo de valoracin ms controversial de los no correspondientes al mercado, pero es una de las pocas maneras de asignar un valor monetario al no uso de valores del ecosistema que no involucra compras en el mercado. El mtodo de la eleccin contingente Tambin conocidos como experimentos de eleccin, son una categora de mtodos de preferencias declaradas. Este mtodo involucra a todos los bienes y servicios provenientes de los humedales. Los experimentos de eleccin se basan en encuestas directas a la poblacin relevante en las que los individuos han de elegir una entre un conjunto de alternativas, descritas mediante los niveles de sus caractersticas o atributos. Una de las ventajas de este mtodo es que guarda semejanza con el comportamiento habitual de los individuos, ya que implica elegir una entre un conjunto de opciones disponibles. Los valores se estiman solicitando a la gente que haga concesiones mutuas y comparaciones entre series de servicios del ecosistema o ambientales. No se pregunta directamente la voluntad de pagar, ya que stas se infieren de las concesiones mutuas y comparaciones, que incluyen el atributo del costo. Es un mtodo muy bueno que ayuda a los encargados de adoptar decisiones a categorizar las opciones de poltica. La aplicacin del mtodo no es sencilla y se recomienda la consulta con un especialista (vase el artculo de Hanley, Wright y Adamowicz, 1998).
El mtodo de la transferencia de beneficios Si bien es comnmente conocido con este nombre, sera mejor llamarlo mtodo de equiparacin de beneficios. Aplica para los servicios del ecosistema en general y los usos recreativos en particular. El valor econmico se estima transfiriendo las estimaciones de valores existentes hechas en estudios ya completados en otra localidad o contexto. Se utiliza a menudo cuando es muy costoso realizar una nueva valoracin econmica cabal de un sitio concreto. Slo puede ser tan exacta como el estudio inicial. La extrapolacin es nicamente vlida entre sitios con las mismas caractersticas bsicas. El mtodo de la productividad Aplica para bienes y servicios concretos provenientes de los humedales: agua, suelo, humedad del aire, y otros. Se estima el valor econmico de productos o servicios provenientes de los humedales que contribuyen a la produccin de bienes comercializables. La metodologa es directa y se necesitan pocos datos, pero el mtodo slo funciona con algunos bienes o servicios. Hay muchas tcnicas para estimar el valor econmico de los bienes y servicios ambientales. Se proporciona un resumen en la Tabla 4, que destaca las tcnicas ms relevantes para estos estudios. Ms detalles y orientaciones acerca de cmo y cundo deben ser aplicadas pueden verse en Hufschmidt et al., (1983), Barbier et al. (1996a), Bann (1997) y Bennett y Adamowicz (2001). Para la mayor parte de los nefitos en economa, como yo, la utilizacin de esos mtodos quizs parezca complicada o muy exhaustiva. Pero detrs de la aparente complicacin, hay mucho lugar para aplicar el sentido comn. En la evaluacin ambiental es importante el empleo de la tcnica ms apropiada para valorar cada tipo diferente de bien o servicio. La eleccin de la tcnica de evaluacin generalmente depende en la disponibilidad de recursos, tiempo y datos para el estudio. En particular, es esencial no contar por duplicado los beneficios al contabilizar cualquier tipo de beneficio ms de una vez. Por la naturaleza particularmente compleja de algunos problemas de valoracin de humedales, al enfrentarlos puede ser
Valor basado en precios de mercado (menos costos de produccin) y tomando en cuenta cualquier intervencin gubernamental artificial, tales como impuestos y subsidios. Valor basado en el cambio en calidad y/o cantidad de un bien comercializado y el cambio asociado en tal valor neto de mercado (por ejemplo, la medicin de la funcin de soporte a las pesqueras).
Costos del dao evitado Precio sustituto/suplente Valores esperados Basado en costos Preferencia manifiesta o suplente de mercado (usa informacin basada en mercado para inferir un valor no mercantil) Preferencia estipulada o enfoque construido de mercado (encuestas de cuestionario para preguntar a las personas acerca de su disposicin directa a pagar) Valores de transferencia Transferencia o equiparacin de beneficios (valores) Experimentos selectos Evaluacin contingente Costeo hednico Costo de reemplazo Costo de viaje
El valor de un bien es equivalente al valor de la actividad econmica o de los bienes que protege (por ejemplo, los daos evitados al mantener una funcin de proteccin de costas). El valor de un producto no mercantil est basado en el valor de mercado de un producto alternativo que proporciona beneficios iguales o similares. La valoracin est basada en los ingresos potenciales (menos los costos de produccin potenciales) multiplicado por la probabilidad de ocurrencia. El valor est basado en el costo de reemplazo de la funcin ambiental. El valor puede ser inferido de los costos de transporte/viaje hacia un lugar (por ejemplo, gastos y valor del tiempo invertido); hace uso de un anlisis de regresin. Valoracin de bienes con base en el valor de los componentes individuales (por ejemplo, la prima que representa el paisaje para el precio de la propiedad) que puede ser determinado mediante un anlisis de regresin. Tcnica de encuesta de cuestionario cuidadosamente elaborado y analizado que pregunta a una muestra representativa de individuos cunto estn dispuestos a pagar por prevenir la prdida de, o mejorar un bien o servicio ambiental. Como la anterior, pero involucra preguntar a los entrevistados que elijan su paquete preferido de bienes ambientales a diferentes precios y entonces hace inferencias acerca de un componente especfico. Valora va un anlisis economtrico. La transferencia de valores econmicos estimados en un contexto y localidad para estimar valores en uno similar o en un contexto y localidad diferentes.
necesario asesorarse con distintos economistas ambientales de reputacin slida. No quisiera dejar de asentar que la valoracin econmica y financiera no es una panacea. Hay casos en que: 1) No se debe realizar. Si, por ejemplo, el ecosistema de que se trata es un sitio con especies endmicas muy raras y amenazadas y con pocas posibilidades de beneficiar econmicamente a la poblacin local, es evidente que la valoracin ambiental deber tener precedencia sobre cualquier valoracin econmica. El costo de la prdida de las especies endmicas es mucho mayor que cualquier beneficio derivado de la recoleccin de unos pocos huevos de ave por un breve perodo, antes de que esa especie se extinga. Se aplica en ello una lgica anloga a la de la preservacin de valores religiosos. En algunos pases, estos estn por encima de todos los valores econmicos. 2) No se debe realizar de manera exhaustiva. En la mayor parte de los pases ser difcil encontrar economistas calificados en condiciones de realizar una valoracin econmica a fondo, pero algunos de los mtodos propuestos pueden ser empleados por los que s lo estn. En algunos casos, los beneficios econmicos son tan importantes para tanta gente que una rpida valoracin econmica sera suficiente para permitir que los encargados de adoptar decisiones puedan tomar las medidas del caso. Quizs no sea necesario realizar una valoracin exhaustiva en el caso de la proteccin de un rico ecosistema costero, en que un gran nmero de pescadores se ganan el sustento, comparada con la destruccin de manglares para construir un camino, la cual s requerira ms argumentos y ms contundentes para tomar decisiones. Una valoracin parcial o rpida bien fundamentada, quizs sea suficiente para observar cules son las tendencias o tener un panorama de la situacin, y puede constituir una aportacin valiosa al proceso de adopcin de decisiones. Por supuesto, si quienes toman decisiones no se preocupan por las comunidades, no hay nada que la evaluacin o la falta de ella puedan hacer al respecto.
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la comprensin del funcionamiento del ecosistema segn lo explican los cientficos (enfoque cientfico) y el pragmatismo que necesitan quienes adoptan decisiones para poder cumplir su funcin (enfoque realista). Son quienes usualmente pueden suministrar estimaciones y valores ms o menos objetivos de los beneficios. En Mxico, la Ley General del Equilibrio Ecolgico y Proteccin al Ambiente contempla una serie de instrumentos econmicos a fin de lograr el cumplimiento de la poltica ambiental. sta los define como los mecanismos normativos administrativos de carcter fiscal, financiero o de marcado, mediante los cuales las personas asumen los beneficios y los costos ambientales que generan sus actividades econmicas y se les incentiva para realizar acciones que favorezcan al ambiente. En el caso de Mxico, el instrumento econmico de aplicacin ms comn y tal vez el ms propicio para su aplicacin es el de mercado; este se traduce en el pago de servicios ambientales (Pagiola et al., 2004). El pago de los servicios ambientales para la captura de CO2 e infiltracin es una ecuacin de costos acumulados, los cuales parten de los costos del mantenimiento del bosque y del costo de la oportunidad que desinhibe el cambio del uso o el aprovechamiento ilegal. Por otra parte, los aprovechamientos de captura e infiltracin son vistos, ambos, como un proceso natural pero que implica el mantenimiento de la cubierta vegetal intervenida por el propietario. Los enfoques basados en el mercado han sido pensados para ofrecer un considerable potencial en cuanto a incentivos para la conservacin y el aprovechamiento adecuados de los bosques, as como para crear nuevas fuentes de ingreso para las poblaciones que viven en el campo. En los ltimos aos, el concepto de Pago por servicios ambientales (PSA) ha recibido mucha atencin como herramienta innovadora para financiar inversiones en manejo sostenible de tierras en varios pases de Amrica Latina. Ms que por la dinmica del comercio como tal, estas oportunidades estn fuertemente vinculadas a los acuerdos ambientales que tienen una expresin institucional en los planos global, regional y nacional. El Protocolo de Kioto (con las acciones de instrumentacin conjunta) y las pro-
puestas en materia de conservacin y uso sostenible de biodiversidad, destacan estas nuevas oportunidades en la regin, las cuales estn conduciendo a esquemas novedosos de movilizacin de recursos financieros, a la creacin de iniciativas gubernamentales relevantes, y a la posibilidad de articular dichas oportunidades con la gestin del desarrollo. Al nivel de cuencas hidrogrficas, los servicios hidrolgicos son particularmente relevantes: productores en la parte alta de las cuencas pueden recibir incentivos importantes a travs de compensaciones por cuidar la calidad y cantidad de agua que aprovechen los usuarios en la parte baja de las cuencas. Otros servicios que estn en discusin son la proteccin de la biodiversidad, el almacenamiento de carbn y la proteccin de la belleza del paisaje natural. Sin embargo, quedan importantes desafos por abordar, cmo el monitoreo y la valoracin o valorizacin de los servicios, y la sustentabilidad de los mecanismos de pago (FAO, 2004, en particular el apartado Qu se entiende por incentivo econmico?). Por los diversos servicios que proporcionan los humedales, en particular en procesos ligados al abasto de agua, a su cantidad y calidad, y a la temporalidad, debemos argumentar a favor de la aplicacin de esta herramienta a los ecosistemas de humedal. La Convencin sobre los Humedales promueve la escala de la cuenca fluvial (cuenca hidrolgica) como marco para la gestin de los humedales y, en consecuencia, tambin sugiere que se le utilice para las actividades de valoracin econmica de los humedales. Quedan algunas interrogantes sobre el problema del tamao exacto de la unidad de gestin y muchos se preguntan en qu medida se debe considerar qu parte de una cuenca fluvial es un humedal. En ese caso, un criterio pragmtico complementara particularmente bien el criterio terico inicial de la cuenca fluvial.
este tipo de ambientes. Las ideas que se desarrollan a continuacin tienen que ver con los temas de usos, costumbres y culturas relacionadas con humedales y con la importancia de las perspectivas locales y regionales para el manejo y conservacin de estos ecosistemas y sus recursos.
de beneficios econmicos directos derivados de estas prcticas y, en algunos casos, como en el del ecoturismo o la recreacin mal llevados, incluso generan el deterioro de los humedales. Cualquier actividad que produzca impactos negativos en las caractersticas ecolgicas del humedal, modificando su estructura, su funcionamiento, o excediendo la capacidad de carga a la visitacin humana, conlleva a la alteracin del sistema, reduciendo con ello su valor para estos usos. Mxico requiere desarrollar normas u orientaciones especficas para este tipo de usos en sus humedales y la participacin de las comunidades locales es imprescindible en estos procesos de determinacin de los mejores usos no consuntivos para sus humedales.
De cultura y humedales
La cultura se puede definir de diversas maneras, pero se puede referir al conjunto de los conocimientos que permiten desarrollar un juicio crtico. Es el conjunto de los modos de vida y costumbres, as como de los conocimientos y grado de desarrollo artstico, cientfico, industrial, en una determinada poca, grupo social, entre otros (es.wikipedia.org/wiki/Cultura). La cultura es el reflejo y prefiguracin, en cada momento histrico, de las posibilidades de organizacin de la vida cotidiana; compuesto de la esttica, los sentimientos y las costumbres mediante los cuales una colectividad reacciona ante la vida que le viene dada, objetivamente, por la economa. El trmino, en este sentido, est definido slo en la perspectiva de la creacin de valores, y no en la de su enseanza. Tambin se puede considerar a la cultura como el conjunto de valores, creencias orientadoras, entendimientos y maneras de pensar que son compartidos por los miembros de una
organizacin y que se ensean a los nuevos miembros. La cultura constituye las normas no escritas e informales de una organizacin (web.idrc.ca/es/ev-30231201-1-DO_TOPIC.html) y puede ser definida como un programa de reglas compartidas que gobiernan la conducta de las personas en una comunidad o sociedad, y un conjunto de valores y creencias compartidas por la mayora de los miembros de una comunidad y que son transmitidas de una generacin a otra. Aunque el abordaje del tema humedales est basado generalmente en datos fsicos o biolgicos, la mayora de autores y ejecutores reconocen la importancia de la informacin socioeconmica en la toma de decisiones sobre el uso de la tierra. Sin embargo, en la determinacin de patrones para el uso de la tierra se da menos nfasis a los factores culturales aunque, frecuentemente, son ms importantes que las caractersticas fsicas y, an, que las econmicas y sociales. Las personas que viven y trabajan en un determinado espacio, frecuentemente se concentran en propuestas de estudios sobre los parmetros fsicos o ecolgicos del rea. Estas evaluaciones slo pueden sugerir el potencial de produccin y de prdidas de un uso especfico de la tierra; no pueden dictar una decisin que depende de las caractersticas, incluyendo las culturales, de las poblaciones afectadas.
Mxico es un pas megadiverso no slo en los aspectos naturales, sino tambin desde el punto de vista de sus culturas. Y hablar de humedales es hablar de agua y de la vida (y las culturas) que se desarrollan en torno a ella. La Tabla 5 muestra algunos de los aspectos culturales que deben jugar un papel relevante en los procesos de valoracin y planificacin para el manejo de los humedales. Ha sido tomado del documento COP8 DOC.15 de la Convencin de Ramsar (2002), que destaca la importancia de valorar los aspectos culturales de los humedales como parte de las acciones necesarias para lograr un manejo sustentable de estos ambientes. La Convencin de Ramsar propone varios principios generales para determinar, preservar y fortalecer los valores culturales de los humedales. Puede que algunos se superpongan, pero esto es inevitable pues los valores culturales se interrelacionan a menudo y requieren un enfoque integrador. Huelga decir que hay una estrecha relacin entre la conservacin de los humedales y los beneficios que stos reportan a la gente. Adems, se ha demostrado una y otra vez que la conservacin de los humedales se correlaciona positivamente con la presencia del uso sostenible. La conservacin hace, pues, necesaria la participacin de los pueblos indgenas y las comunidades locales, y los valores culturales brindan oportunidades excelentes en este sentido.
Vestigios paleontolgicos y arqueolgicos Edificaciones y artefactos de inters histrico Paisajes de inters cultural Produccin y ecosistemas agrarios tradicionales, como arrozales, chinampas, salinas, estuarios explotados Prcticas de ordenacin colectiva de aguas y tierras Prcticas de autogestin, comprendidos derechos y tenencia consuetudinarios Tcnicas tradicionales de aprovechamiento de recursos de los humedales Tradiciones orales Conocimientos tradicionales Aspectos y creencias religiosas, mitologa Artes (msica, cancin, danza, pintura, literatura y cine).
Fuente: Documento COP., DOC.15.Ramsar. 2002. Ecosistemas acuticos y procesos socioeconmicos 209
La Tabla 6 presenta una lista de principios orientadores ligados al tema de valores culturales y humedales. La aplicacin de estos principios orientadores puede ayudar en mucho a la incorporacin de aspectos culturales en una gestin integral de los humedales. Coincidimos, sin embargo, con la apreciacin de Nieto Caraveo (2004) en que no hay una relacin automtica,
mecnica o directa entre conocimiento y/o conciencia/preocupacin ambiental por un lado y conductas o comportamientos ambientales por el otro. Mxico es un pas que se alimenta de races culturales desarrolladas en torno a la vida en los humedales. Por haber estado entre las ms estudiadas, destacamos aqu la cultura olmeca y mexica, como ejemplos prehispnicos. Pero recordemos que el 40% del estado
de Tabasco es un humedal, y debido a las cualidades nicas de estos ecosistemas como soporte de vida, los pantanos siempre han estado habitados. Los mayaschontales ocuparon la regin desde los aos 600 de nuestra era hasta la llegada de los conquistadores en la segunda dcada del siglo xvi. Se convirtieron en sabios conocedores de estos ambientes, explotando su ambiente de humedal a extremos notables. En el rea se han descubierto ms de 250 sitios arqueolgicos chontales, que van desde verdaderas ciudades antiguas hasta los asentamientos temporales. Los habitantes de Centla han desarrollado una sabidura propia en relacin con los pantanos; viven en armona con un entorno que entienden y respetan. Al igual que sus ancestros de hace miles de aos, se dedican a la pesca y la agricultura de acuerdo con los dictados de la naturaleza. Una forma de vida que tuvo sus orgenes en la cultura de los mayas-chontales de Tabasco halla en la Reserva de Biosfera de Pantanos de Centla no slo la continuidad de esas formas de vida: garantiza tambin, de alguna manera, la supervivencia de un ecosistema de humedal frgil y complejo, legado de Mxico a la humanidad.
loga social y capital social implican que hay algn tipo de proceso social involucrado o considerado, un proceso que de hecho no est ah presente. Una definicin de percepcin social sera el proceso mediante el cual alguien infiere los motivos e intenciones de otra persona a partir de la observacin de su conducta y toma una decisin acerca de si las causas de dicha conducta son internas o situacionales. La percepcin social ayuda a las personas a darle sentido al mundo, a organizar rpidamente sus pensamientos, y a mantener una sensacin de control sobre su entorno. Ayuda a las personas a sentirse competentes, expertas y balanceadas, ya que les ayuda a predecir eventos similares a futuro (Lefton et al., 2000, p. 457, www.sasked. gov.sk.ca/docs/social/psych30/Glossary.htm).
Percepcin social y grado de compromiso hacia los ecosistemas acuticos, a escalas local y regional Qu se entiende por percepcin social?
Habra que definir por principio qu se entiende por social. Una bsqueda rpida por el diccionario nos presenta las siguientes acepciones aplicables del trmino: lo relacionado con la sociedad humana y sus miembros; instituciones sociales; evolucin social; fuerzas sociales; legislacin social. Tiene que ver tambin con la vida en comunidad o en grupos organizados (wordnet.princeton.edu/perl/webwn). El adjetivo social implica que el verbo o sustantivo al cual es aplicado el trmino es de alguna manera ms comunicativo, cooperativo, y moderado mediante un contacto con los seres humanos, que si se omitiese el trmino. Esto es, que implica que una sociedad en su conjunto ha jugado algn papel en definir la idea o principio. Por ejemplo, trminos como construccionismo social, realismo social, justicia social, psico-
materia ambiental, el compromiso social no difiere por lo general en sus grandes objetivos: justicia, equidad, superacin, bienestar y armona, entre otros. De manera general se puede plantear que el grado de compromiso social de un pueblo est ligado a su percepcin acerca de sus derechos consuetudinarios. Tambin llamado usos y costumbres, el derecho consuetudinario es una fuente del derecho formal. Concretamente, son normas de convivencia social que se desprenden de hechos que se han producido repetidamente en el tiempo, en un territorio concreto. El derecho consuetudinario tiene fuerza vinculante y se recurre a l cuando no existe ley (o norma jurdica escrita) aplicable a un hecho. Los orgenes del derecho consuetudinario se arraigan en los mismos orgenes de lo que entendemos por sociedad. Sin embargo, la doctrina actual ha logrado identificar dos elementos imprescindibles para que una conducta califique como costumbre y tenga efectos jurdicos: a) Uso repetitivo y generalizado. Slo puede considerarse costumbre un comportamiento realizado por todos los miembros de una comunidad. Se debe tener en cuenta que cuando hablamos de comunidad, lo hacemos en el sentido ms estricto posible, aceptando as la posibilidad de la existencia de comunidades pequeas. Asimismo, esta conducta debe ser una que se repite a travs del tiempo, es decir, que sea parte integrante del comn actuar de una comunidad. Difcilmente se puede considerar costumbre una conducta que no tiene antigedad. Una comunidad puede ponerse de acuerdo en repetir una conducta del da de hoy en adelante, pero eso no la convierte en costumbre, la convierte, si mucho, en una norma obligada. b) Conciencia de obligatoriedad. Todos los miembros de una comunidad deben considerar que la conducta comn a todos ellos tiene una autoridad, de tal manera que no puede obviarse dicha conducta sin que todos consideren que se ha violado un principio que regulaba la vida de la comunidad. En ese sentido, es claro que existen conductas cuyo uso es generalizado y muy repetitivo, pero que no constituyen costumbre en tanto no tienen emparejado el concepto de obligatoriedad. Eso diferencia al derecho de la moral y la religin. Solo
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con la confluencia de estos dos elementos es que podemos considerar que nos encontramos frente a una costumbre como fuente de derecho, es decir: fuente de derechos y deberes. La falta de respeto y reconocimiento a los derechos consuetudinarios de los pueblos trae como consecuencia la desintegracin del sentido de comunidad. Ello a su vez repercute en el sentido de conciencia y de responsabilidad social, afectando el grado de compromiso social que la comunidad est dispuesta a asumir con su entorno y la conservacin de sus recursos naturales. Parte de la sociedad tiene la conviccin de que la falta de conciencia de la propia sociedad, pero sobre todo la desidia oficial, han sido y son las principales causas del deterioro de humedales (y de ecosistemas naturales en general). Pero de hecho hay que entender que esa gran conciencia social esta influida por una gran diversidad de factores que van desde los sociales, econmicos, culturales, demogrficos e institucionales hasta aspectos relacionados, entre otros, con el conocimiento, el grado de conciencia y de percepcin de la capacidad de accin y control, los valores, las emociones, las actitudes (Nieto Caraveo, 2004), Sin un compromiso social claro, bien encausado y articulado, la conservacin de humedales en Mxico enfrenta un futuro incierto y, en particular, esto es ms notorio en el nivel local.
todos aquellos fenmenos, incluyendo conductas, hbitos, diversos tipos de prcticas y otras formas de respuestas posibles ante el entorno social al que hagamos referencia.
enlace relacionado con la presencia de humedales y de sus fuentes de abasto de agua. Abordar desde una perspectiva social aspectos que, por su naturaleza y complejidad debiesen ser tratados desde una ptica regional, no es tarea fcil cuando las colectividades a involucrar en los procesos son muy dismiles, desde cualquier punto de vista, en sus orgenes, caractersticas y comportamientos. Sera de esperar que mientras ms homognea sea la regin sujeta a consideracin, mayor sera el universo de preocupaciones e intereses en comn y que, por ello, menos complejos y conflictivos seran los procesos de negociacin y toma de acuerdos. Mxico, afortunada y desafortunadamente, es un pas rico en contrastes y desigualdades de todo tipo, con regiones muy heterogneas, y es por ello que detectar los posibles puntos para el acuerdo resulta una labor delicada a la que deben dedicar buena parte de sus esfuerzos las instancias encargadas de este tipo de procesos de planificacin y de negociacin. Las sociedades locales que se integran a nivel de regiones para organizar y enriquecer sus posibilidades de desarrollo econmico debern estar en capacidad de evaluar las implicaciones de incorporarse a un desarrollo regional y las consecuencias que puede tener esta apertura en sus formas de vida habitual. El escenario ideal contempla encontrar un balance entre los intereses locales, y las ventajas y demandas de pasar a formar parte de procesos que los llevan ms all de los mbitos de mayor familiaridad. El tema es de particular relevancia en relacin con humedales y los abastos de agua, ya que si bien muchos de ellos subsisten con aportes locales de agua (va escurrimientos, precipitacin o infiltracin), sabemos hoy en da la importancia que tienen fuentes lejanas en dichos aportes de agua al sistema, localizados incluso a muchos cientos de kilmetros. El enfoque regional se vuelve prioritario para la conservacin y permanencia de estos ecosistemas vinculados con el agua. A final de cuentas, lo que se debe lograr es aportar a la reflexin y al conocimiento sobre las posibilidades de un desarrollo desde los espacios locales, que implique un conjunto de innovaciones tanto en la base productiva local como en la construccin de una visin territorial estratgica, donde el uso de los recursos y potenciales internos se equilibra con la apertura a los recursos externos.
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Percepcin econmica y grado de compromiso hacia los ecosistemas acuticos a escalas local y regional
De inicio habra que reconocer dos situaciones: 1) Que el grado de compromiso hacia cualquier cosa u objeto, idea, persona, grupo o institucin, fundamentado generalmente en los hechos, las experiencias, las percepciones, las convicciones, los intereses particulares u otros considerandos, depende fundamentalmente de los beneficios, tangibles o intangibles, que el individuo o la colectividad, cualquiera que sea su naturaleza, perciba como resultantes de su participacin o involucramiento en el proceso ante el cual se haya comprometido de manera cabal (hay que reconocer que hay de compromisos a compromisos!). Esto es, el acuerdo va ligado a una percepcin de la existencia de un valor directo o derivado de la participacin en una accin especfica. Los rditos de adquirir un acuerdo pueden ser de diferente ndole, y van desde la mera satisfaccin personal, pasando por los mbitos cultural, social, poltico, econmico, religioso, entre otros. Se puede plantear que a mayor beneficio esperado, cualquiera que sea su naturaleza, mayor sera tambin el grado de compromiso que se estara en disposicin de asumir. Queda claro que a mayor grado de compromiso, mayor sera tambin la inversin a realizar, ya sea en tiempo, recursos financieros, otros recursos, o capital poltico, por dar algunos ejemplos. 2) Que en nuestro pas el tema de la valoracin amplia y sistemtica de los humedales es, a lo sumo, incipiente. Tenemos conocimiento de algunos esfuerzos aislados, relacionados por ejemplo con las pesqueras, los manglares, el recurso hdrico y las cuencas, pero una valoracin en forma con el mayor nmero de posibles valores an no se ha dado. Y es que el tema de los humedales y su importancia para el bienestar humano es de muy reciente aparicin en la agenda ambiental de Mxico.
Esta aparente falta de conocimiento y reconocimiento de los valores de los humedales permite entender, en parte, la existencia de esa gran laguna en el desarrollo de acciones, proyectos, programas y otras actividades a favor de la proteccin y el uso sostenible de nuestros humedales. Mientras la autoridad no cuente con las bases cientficas y tcnicas que permitan entender el potencial y las limitaciones para el uso de los humedales, la evaluacin socioeconmica de estas reas, entendida como el anlisis de las condiciones sociales, culturales, econmicas y polticas de individuos, grupos, comunidades y organizaciones relacionadas con estos ecosistemas, se mantendr en el terreno de los discursos. Un anlisis de esta ndole debe incluir en forma ideal los siguientes parmetros clave: patrones de uso de recursos caractersticas de los usuarios interesados temas de gnero percepciones de los usuarios interesados organizacin y gestin del sector pblico, de los recursos conocimiento tradicional servicios y facilidades de la comunidad/comunitarios atributos de mercado para usos directos y valores no mercantiles, indirectos y de no uso.
Existen varias tcnicas de evaluacin socioeconmica potencial que pueden ser usadas para obtener la informacin antes mencionada (por ejemplo, para el caso de arrecifes coralinos, Bunce et al., 2000). stas incluyen: fuentes secundarias de datos (por ejemplo, informes y estadsticas) observacin directa consultas (por ejemplo, con expertos e informantes clave) encuestas de cuestionario (estructurados o semiestructurados); entrevistas (individuos y grupos) grupos focales y tcnicas de visualizacin (por ejemplo, mapas, transectos fsicos, lneas de tiempo, transectos histricos, rboles de decisin, jerarquizacin, entre otros).
Conflictos entre las necesidades de usuarios de ecosistemas acuticos y de usuarios de las tierras aledaas
En la mayor parte de los humedales habr conflictos de inters y dificultades para fijar prioridades. La defensa de los intereses de las partes involucradas puede tener repercusiones apreciables en el manejo del sitio e impondr importantes obligaciones a los administradores. Se ha de tomar en consideracin el inters pblico a todos los niveles. Los administradores de humedales deben reconocer que otras personas pueden tener intereses distintos e incluso antagnicos en el sitio. Es esencial que estos intereses se respeten siempre que sea posible, pero esto no ha de menoscabar las caractersticas ecolgicas del sitio. Todo uso del sitio debe cumplir el requisito de compatibilidad con el uso racional y el propsito y los objetivos de la conservacin. La aplicacin de instrumentos tales como la gestin ambiental participativa (GAP) se convierte en una accin fundamental para detectar
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los posibles conflictos entre los usuarios y en una plataforma para dirimirlos lo antes posible. El proceso requiere una clara comprensin de cules son las necesidades, expectativas y capacidades de los usuarios y de las autoridades respecto del uso de los recursos y la conservacin del sitio. Son las estrategias de participacin local las que contribuyen a la instrumentacin de acciones que apoyan la sustentabilidad en el uso y aprovechamiento de los recursos naturales de los humedales. La gestin ambiental participativa mejora la comunicacin e intercambio de informacin, contribuyendo as a la reduccin de conflictos ambientales y favoreciendo la continuidad y sustentabilidad de las acciones de gestin.
imprescindibles para un ciudadano normal o medio. Este anlisis de las necesidades humanas podra servir de base para una definicin absoluta de pobreza. Podramos decir que una persona es pobre si no tiene cubiertas todas sus necesidades primarias (o todas sus necesidades bsicas). El problema que plantea este tipo de definicin es que la lnea que separa los tipos de necesidades est muy borrosa ya que se basa en la opinin de la sociedad, lo que es muy difcil de medir (http://www.eumed.net/cursecon/2/2-1.htm). Son tal vez las necesidades bsicas, las materiales y las primarias las que podramos analizar con mayor facilidad en relacin con los humedales, ya que se ligan con aspectos de supervivencia elemental y, de alguna manera, son ms tangibles y mesurables a diferencia de las sociales, las inmateriales y las secundarias, que llevan implcitas consideraciones de diferentes tipos de valores y que, por lo tanto, son ms subjetivas e intangibles. Tanto los usuarios de los ecosistemas terrestres como de los acuticos tienen necesidades que pueden ser y, de hecho son, resueltas por los recursos naturales presentes en el entorno fsico que los rodea, desde el espacio fsico, as como el aire, la luz, otras fuentes de energa y, sobretodo, el agua. Pero hay necesidades especficas que se resuelven mediante el aprovechamiento de los recursos naturales caractersticos de un ambiente exclusivamente terrestre o exclusivamente acutico. Los humedales tienen caractersticas que con frecuencia los hacen susceptibles de uso por ambos grupos de usuarios y es esta doble posibilidad de aprovechamientos la que genera las fuentes de conflicto tal vez ms frecuentes.
Podemos distinguir entre las necesidades bsicas, que son las que comparten las personas con el resto de los seres vivos y las necesidades sociales, que son las originadas por el momento histrico y el contexto social en que se vive. Vestirse para protegerse del fro o del sol es una necesidad bsica; el que el vestido tenga forma de traje de gala, huipil o enredo, es una necesidad social. A veces se clasifican tambin las necesidades en primarias y secundarias, considerando como necesidades primarias todas las que una sociedad considera
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cosecha, captura o recoleccin, se ajustan a dichas condiciones. En la medida en que se mantengan en un cierto nivel de cantidad y calidad las condicionantes que determinan la productividad del sistema de humedal, podemos presuponer que se mantendrn las poblaciones de plantas y animales que cohabitan en el humedal. De manera burda podemos pensar que las necesidades de los usuarios humanos del humedal deben estar fincadas en el mantenimiento de las caractersticas fsicas y ecolgicas del mismo, que a su vez determinan sus posibles funciones y servicios ambientales y su potencial de uso. Es cuando empiezan a perderse o se tergiversan las prcticas basadas en los conocimientos tradicionales, cuando la demanda excede la capacidad de carga del recurso o recursos apropiados, o cuando procesos locales o externos al sistema local interfieren en forma negativa sobre el funcionamiento habitual del sistema, que se desencadenan eventos que van en detrimento de la capacidad productiva del humedal. Si los usuarios inmediatos de los humedales no tienen voluntad o no pueden ejercer un control sobre las causas de deterioro de los mismos, se detonan procesos de conflicto que pueden alcanzar proporciones tales que parezcan insolubles, tanto para la comunidad como para las autoridades responsables del tema y/o de la resolucin de los mismos. Es por ello que los usuarios de los humedales requieren no slo de conocimientos adecuados (mejores prcticas basadas en conocimientos tradicionales y/o cientficos) para hacer el mejor uso posible de los recursos del propio humedal, sino tambin de programas de zonificacin u ordenamiento del territorio que consideren a los humedales, de instrumentos legales o tradicionales que refuercen los derechos de uso de los recursos de humedal, y de plataformas para incidir en la toma de decisiones y en la gestin de dichos recursos. La meta principal de todos estos requisitos debe ser vista como la mejora del bienestar de la poblacin local mediante el mejor aprovechamiento de los recursos naturales del humedal. Visto en estos trminos, el objetivo prioritario se torna en la maximizacin del beneficio neto a la poblacin y no el maximizar el beneficio de capital, ya que esto ltimo puede conducir al resquebrajamiento de los controles comunales sobre la cosecha y, subsecuentemente, a una sobreexplotacin del recurso.
Finalmente, debemos recalcar la importancia de considerar a los humedales como un tipo de usuarios del agua. No es tema fcil. Lo formal es que todos los usuarios del agua en nuestro pas tengan un interlocutor que abogue por los derechos del usuario. En este caso, quin funge como el abogado o interlocutor de los humedales? No podemos dejar de reconocer que, para mantener las caractersticas ecolgicas de un humedal, es necesario que el agua que se le asigne corresponda lo ms posible al rgimen natural. Las caractersticas ecolgicas de muchos humedales se han adaptado a alteraciones registradas en el rgimen hidrolgico, pero an siguen proporcionando bienes y servicios importantes. Un elemento clave de toda estrategia de conservacin de los humedales consiste en definir las caractersticas ecolgicas que se desea mantener en los humedales ms importantes. Por consiguiente, en toda decisin sobre la asignacin de recursos hdricos es necesario cuantificar las necesidades de agua que es imprescindible satisfacer para que las caractersticas ecolgicas de los humedales no resulten alteradas de manera inaceptable.
rrenos agrcolas o depsito de desechos, por ejemplo) y como va de desalojo de aguas servidas. Muchos de estos usos y destinos, realizados sin consideracin hacia la preservacin de la estructura, funcin3 o servicios ambientales de los humedales, culminan en su desaparicin o degradacin, muchas veces irreversible. En algunos casos estos usos y destinos promueven situaciones o condiciones que a su vez dan pie al desarrollo de efectos secundarios, como pueden ser el cambio en el clima local o regional y el desarrollo de especies invasoras (Tabla 7). En nuestro pas los usuarios de la interfaz aguatierra enfrentan cada da mayores problemas y entran en competencia por los recursos de los humedales, generndose constantemente nuevos focos de conflicto, con serias repercusiones sociales y econmicas.
mundo, ms en unos que en otros, dependiendo de la naturaleza del problema, de la fortaleza de las instituciones, y de la capacidad de informacin y actuacin de la ciudadana (Nieto Caraveo, 2003). Esta misma autora, haciendo una reflexin sobre la publicacin de Bazerman, Moore y Gillespie (1999), menciona cinco barreras que tienen su base en una primera premisa de la oposicin perfecta:4 La pseudosacralidad, es decir, los valores que la gente atribuye a ciertas cosas (paisajes, lugares, recursos, construcciones, entre otros) ms all de explicaciones culturales o simblicas. En estos casos, el problema principal es la discrepancia que hay entre el valor que las partes en conflicto atribuyen a ciertas cosas. El egocentrismo, entendido como el hecho de que la gente hace juicios a partir de su experiencia propia y slo desde su punto de vista. Se trata de la dificultad para obtener una perspectiva amplia y alejada de la sola experiencia propia. El exceso de confianza, en el que incurren quienes creen que por el slo hecho de tener todos los argumentos a favor las cosas ocurrirn lgicamente como deben ser. El optimismo poco realista es la cuarta barrera, y se deriva de una baja capacidad de autocrtica, que genera expectativas falsas en el futuro. Finalmente estn los efectos de dotacin (endowment effects) entendidos como la diferencia que hay entre unos y otros individuos en cuanto a estar dispuestos a asumir los efectos de una accin dada.
Todas estas barreras representan obstculos a la negociacin y se hacen manifiestas en las dife-
a. Modificacin fsica b. Contaminacin de las aguas c. Cambios en el rgimen hdrico d. Explotacin de productos biolgicos e. Introduccin de especies exticas.
Entre las principales funciones de produccin de los humedales se consideran: industria, abasto de agua, alimentacin, construccin, fabricacin y manufactura, materiales, combustible y energa, minerales, recursos medicinales.
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4 La premisa bsica de los opuestos perfectos o del mtico pastel fijo, es decir, la creencia de que los intereses de las partes en conflicto se oponen perfectamente, y de que cualquier ganancia de una parte es una prdida para la otra. Dicho de otra manera, es la idea de que nada de lo que convenga al enemigo es bueno para nuestra parte. Esto lleva al rechazo continuo de cualquier propuesta del enemigo, e inhibe que se puedan descubrir compensaciones beneficiosas para ambos bandos. La cosa se complica sobre todo cuando no son dos, sino varias las partes en conflicto; pero la premisa bsica sigue siendo la misma.
rentes reas de conflicto que surgen en torno al uso de los ecosistemas y sus recursos y servicios ambientales. Hoy en da las principales fuentes de conflicto relacionadas con los humedales estn asociadas con los usos de la tierra y con las demandas de agua. Es por ello que en materia de asignacin de agua a los humedales se requiere aplicar uno de los principios adoptados en Dubln. Mediante estos principios, aprobados por la Conferencia Internacional sobre el Agua y el Medio Ambiente, celebrada en Dubln en 1992, la comunidad internacional confirm, al ms alto nivel poltico, la nocin de que el agua es una parte integrante de los ecosistemas y que se trata de un bien social y econmico cuya utilizacin debe determinarse en funcin de su cantidad y calidad. Con relacin al tema queremos destacar el Principio de equidad en la participacin y en los factores decisorios que afirma: Las diferentes partes interesadas han de participar en igualdad de condiciones en la toma de decisiones sobre la asignacin de los recursos hdricos. Tambin debe haber equidad en los factores que se toman en consideracin en dicho proceso, incluyendo las funciones, los productos y los atributos de los humedales. La toma de decisiones suele ser un proceso complejo en el que es preciso tener en cuenta muchos factores y demandas contrapuestas. Algunos usuarios del agua pueden pensar que se ha concedido menos importancia a sus necesidades que a las de otros. Aunque cabe conceder mayor o menor importancia a las diferentes demandas por razones jurdicas o de poltica, ninguna debe pasarse por alto. En cualquier decisin los aspectos ecolgicos y sociales deben recibir la misma atencin que las consideraciones econmicas. Si se ejecuta un proyecto agrcola en una llanura inundable, puede ocurrir que se inunde el rea del proyecto o bien que se incurra en un gasto excesivo para mitigar los efectos de la inundacin. Por el otro lado, las prcticas agrcolas habituales pueden generar impactos en el humedal, ya sea por fenmenos de erosin o de contaminacin por fertilizantes y biocidas. Esto implica un conflicto. Los conf lictos habituales, por llamarlos de alguna manera, se ven exacerbados por los posibles
impactos del llamado cambio climtico global. Por ejemplo, la permanencia y funcionamiento de las reas protegidas para los humedales puede verse seriamente amenazada por el cambio climtico global, inducido por las actividades del ser humano. Las regiones agrcolas y los pastizales son particularmente sensibles y, por lo tanto, vulnerables al cambio climtico. Mucha de la economa es dependiente de la cantidad y calidad de agua y suelo, factores ambos que se han visto afectados significativamente por cambios climticos en el pasado. Los humedales en estas regiones, que se hallan situadas ecolgicamente en la interfaz tierra-agua, son particularmente vulnerables a los impactos potenciales del cambio climtico. Para finales del siglo, el cambio climtico y sus impactos pueden ser el motor de cambio directo dominante en los servicios de los ecosistemas a nivel mundial. El dao a los ecosistemas se incrementar tanto con el incremento en las tasas de cambio en el clima y el incremento en las cantidades absolutas del cambio. Algunos servicios de los ecosistemas en algunas regiones pueden beneficiarse al inicio de los incrementos en temperatura o precipitacin esperados bajo ciertos escenarios climticos, pero el balance de la evidencia indica que habr un impacto neto perjudicial significativo en los servicios de los ecosistemas a nivel mundial si la temperatura mundial promedio a ras de suelo se incrementa ms de 2oC por encima de los niveles preindustriales o con ms de 0.2oC por dcada. Dada la inercia en el sistema climtico, sern necesarias acciones para facilitar la eventual adaptacin de la biodiversidad y los ecosistemas al cambio climtico para mitigar los impactos negativos. Estos pueden incluir el desarrollo de corredores biolgicos o redes ecolgicas (MEA, 2005), como los que de hecho ya operan a travs de la iniciativa del Corredor Biolgico Mesoamericano o el Sistema Arrecifal Mesoamricano, proyectos que enlazan diversas reas de importancia para la conservacin de la diversidad biolgica y en la cual se encuentran representados muchos ecosistemas de humedal.
Los conflictos constituyen la matriz en la que vivimos; un mundo de incertidumbre incrementada por una falta de informacin tcnica, una gran cantidad de valores, intereses y juicios, y ambientes que se traslapan. Con la denominacin resolucin de conflictos (o conflictologa, la ciencia del conflicto, del cambio, de la crisis) se conoce internacionalmente a la ciencia del conflicto; una a-disciplina5 innovadora que recoge los conocimientos con que cuenta la humanidad para intentar hallar soluciones a uno de sus problemas ancestrales: la conflictividad. Junto con los problemas medioambientales, los conflictos forman parte de los retos con que nace este nuevo siglo. Conflictos que llegan no slo al campo de las relaciones internacionales, sino tambin al mbito diverso del conocimiento y de las relaciones sociales y personales en su sentido ms amplio (Eduard Vinyamata, www.getec.etsit.upm. es/articulos/gproyectos/art2.htm). El conflicto ocurre cuando dos o ms valores, perspectivas u opiniones son contradictorias por naturaleza o no pueden ser reconciliadas o bien como resultado del seguimiento de objetivos incompatibles por diferentes personas o grupos. Algunas poblaciones humanas son reacias a la proteccin de la naturaleza, pues esta ltima es interpretada ms como una restriccin al desarrollo que como una ventaja de futuro. Esta hostilidad ha alcanzado en ocasiones niveles extremos, como por ejemplo, con la caza o captura ilegal de especies en peligro o el fuego intencionado en reas protegidas donde la poblacin local an no acepta la nueva situacin impuesta por la proteccin legal del espacio. Los campos de aplicacin de la resolucin de conflictos abarcan todas las manifestaciones humanas y
La nocin de a-disciplina nos indica el esfuerzo por superar unas divisiones del conocimiento que, si por una parte han resultado tiles, por otra han contribuido a desarrollar intereses gremialistas sobre los que se ha fundamentado, a menudo, la razn de ser de muchos debates aparentemente intelectuales y cientficos, llevado al conocimiento a ignorar las consecuencias de su propia formulacin fragmentada.
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sociales, desde los conflictos con uno mismo hasta conflictos internacionales, pasando por los familiares, comunitarios, laborales y sociales; presididos siempre por alguna de las innumerables expresiones de la violencia; conflictos que siempre tienen un mismo origen, un similar comportamiento, que pueden ser entendidos; que pueden ser, por tanto, susceptibles de encontrar una solucin sin violencia, incluso sin imponer nada, interviniendo ms en el entorno que sobre los autores y actores mismos de tales enfrentamientos. El conflicto constituye una amenaza para nuestra supervivencia como especie, como lo atestiguan las guerras existentes, pero paradjicamente tambin es imprescindible para hacer que la experiencia humana sea soportable. El proceso de abordar y resolver conflictos (personales y colectivos) nos puede ayudar a organizar nuestra vida de modo que adquiera sentido. Por ejemplo, el conflicto tiende a mantener lmites de grupo vlidos, y la estructura de grupo necesaria, y proporciona incentivos para la formacin de alianzas para combatir a las lites de poder. El problema no es que el conflicto exista, sino que no sabemos cmo reaccionar ante l. Es nuestro gran desafo: tiene capacidad para destruirnos, pero tambin para transformarnos y hacernos crecer. Resolver un conflicto no siempre es posible ni deseable. Muchas veces el conflicto surge y puede decirnos algo. La labor del facilitador es tratar de comprender (y ayudar a que otros comprendan) el mensaje que el propio conflicto est transmitiendo. Sin duda, es prioritario contener la violencia que en ocasiones acompaa al conflicto, con el fin de evitar dolor y sufrimiento, pero no debemos olvidar que el conflicto es tambin revelador de mucha violencia oculta. Paradjicamente el mundo necesitar ms conflictos y no menos, porque podra decirse que en la medida en que haya injusticia, los conflictos pueden llamar la atencin sobre las desigualdades y los abusos de poder. Resolver conflictos no quiere decir, por tanto, slo hacer que estos desaparezcan (lo cual no es difcil mediante prcticas represivas), sino probar que somos capaces de transformar la situacin en que se dan y de gestionarla mediante la negociacin y la colaboracin (Fisher y Ury, 1983). Existen muchas maneras de resolver conflictos en forma pacfica y en colaboracin. Lo ideal es que en el
propio colectivo o en la propia comunidad haya algunas personas con formacin e informacin sobre el tema y se hayan creado las estructuras apropiadas para afrontar los conflictos cuando estos surjan. No obstante, en casos que escapen a la capacidad de una comunidad dada, siempre se puede recurrir a la ayuda externa y llamar a un facilitador o mediador, que intervenga para ayudar a las partes a encontrar sus propias soluciones. La planificacin, especialmente la planificacin intersectorial, presenta una inmensa ventaja sobre los esfuerzos improvisados y potencialmente desordenados en la vida real por resolver conflictos ya que, de alguna manera, la planificacin es un juego; y, para jugar el juego, uno debe cooperar. Dentro de este contexto, los individuos que forman parte de un equipo de planificacin tienen un compromiso compartido, con reglas y procedimientos que pueden ser controlados. Las diversas partes (especialistas de sector) operan con un raciocinio similar, pueden ser estimulados a enfocarse en criterios ms que posiciones y, cada uno puede insistir en la objetividad de los criterios de evaluacin. El resultado representa una oportunidad para generar opciones para la resolucin del conflicto que proporcionen una ganancia mutua. Hay que reconocer cules son los posibles factores asociados a la gestin de los humedales, para poder determinar los mbitos en los que reside la posible resolucin del conflicto. Los factores positivos y negativos identificados se pueden clasificar como sigue: i) ii) iii) iv) v) vi) Factores naturales internos Factores internos inducidos por las personas Factores naturales externos Factores externos inducidos por la gente Factores derivados de la legislacin y la tradicin Factores derivados de los conflictos y de los intereses comunes vii) Consideraciones y limitaciones fsicas viii) Factores institucionales.
i)
ii)
iii)
iv)
v)
A continuacin se citan ejemplos positivos y negativos de factores de estas categoras que repercuten en las caractersticas ecolgicas de los humedales (Ramsar, 2004).
vi)
Factores internos naturales. Comprenden la sucesin vegetal natural y las variaciones del nivel del agua causadas por la precipitacin. Factores internos inducidos por el hombre. Comprenden propagacin de especies exticas invasoras, contaminacin in situ y prcticas agropecuarias inapropiadas o sostenibles (vanse mayores orientaciones sobre el manejo de especies exticas invasoras en la Resolucin VIII.18 del Convenio de Ramsar). Factores externos naturales. Comprenden factores originados fuera del humedal, como impactos positivos o adversos del cambio climtico y variaciones de corrientes o del nivel del mar (vanse mayores orientaciones sobre la mitigacin de los impactos del cambio climtico y del aumento del nivel del mar gracias al manejo de los humedales en el examen y los lineamientos aprobados por la COP8 en su Resolucin VIII.3). Factores externos inducidos por el hombre. Comprenden desvos de aguas, evolucin natural del rgimen de los flujos hdricos, regmenes eficaces de asignacin de recursos hdricos, aumento o descenso de la sedimentacin causada por obras pblicas aguas arriba y contaminacin. Factores derivados de la legislacin y la tradicin. Comprenden los derechos y deberes legales y tradicionales de los administradores del sitio. Los deberes legales pueden tener su origen en la legislacin nacional o local o en compromisos internacionales, aunque las normas nacionales y locales sern probablemente el factor ms importante. Las cuestiones culturales y relacionadas con las tradiciones pueden incluir derechos de pastoreo, pesca y explotacin forestal y/o aspectos religiosos (vanse los Lineamientos para establecer y fortalecer la participacin de las comunidades locales y de los pueblos indgenas en el manejo de los humedales, Resolucin VII.8 y los Principios orientadores para tomar en cuenta los valores culturales de los humedales para el manejo efectivo de los sitios, Resolucin VIII.19). Conflictos/intereses comunes. Comprenden la posible oposicin o apoyo de distintos interesados directos, que depender de su opinin
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acerca de si el plan contribuir o no al mantenimiento de sus beneficios o les brindar la ocasin de promover sus intereses. vii) Consideraciones y limitaciones fsicas. Comprenden factores fsicos, como la inaccesibilidad, que pueden afectar al logro de los objetivos de manejo. viii) Factores institucionales. Comprenden cualesquiera limitaciones a la capacidad y potestad de las entidades encargadas de ejecutar el plan y la interrelacin (o la falta de interrelacin) de las entidades u organismos encargados de la conservacin y uso racional de los humedales, as como de las encargadas de otros sectores que afecten directa o indirectamente al humedal en los planos local, regional (subnacional) y nacional. Por lo general son varios los factores que pueden incidir en el grado de afectacin de las caractersticas ecolgicas de los ecosistemas de humedal, as como en el xito o fracaso de acciones de planificacin en los mismos. Como orientacin para la resolucin de conflictos en materia de planificacin de humedales se presenta la Tabla 8 (pgina siguiente) que detalla las principales razones que pueden hacer surgir un conflicto, algunos indicadores de conflicto y cuando el conflicto puede considerarse constructivo o destructivo. Un componente importante de los procesos de negociacin y resolucin de conflictos se relaciona con la disponibilidad de informacin pertinente, relevante y confiable para fundamentar las discusiones. En un contexto de planificacin integral para los humedales tambin se recomienda hacer uso de marcos tcnicos de referencia apropiados, como puede ser el enfoque de sistema para la conservacin de los humedales. Pero todos estos esfuerzos sern menos productivos y giles si no hay un cierto nivel de educacin entre los participantes. De ah tambin la importancia de desarrollar estas capacidades. Finalmente, si el pas no apoya el desarrollo de lneas de investigacin pertinentes, que aborden los temas de conocimiento necesario acerca de las caractersticas, el comportamiento y la susceptibilidad de estos ecosistemas a diferentes formas de aprovechamiento y su vulnerabilidad a diversos tipos de impactos, naturales e inducidos por el hombre, no contar con los datos y cifras para apoyar la toma de
222 El marco socioeconmico
decisiones polticas y tcnicas para asegurar un manejo sustentable de estos ambientes. Hay que traer a colacin nuevamente el concepto de la gestin ambiental participativa, que ofrece muchas ventajas en los procesos de resolucin de conflictos. Algunos aspectos principales a tener en cuenta para la elaboracin y aplicacin de estrategias de gestin ambiental participativa o bien para el fortalecimiento de las ya existentes, son: 1. 2. 3. Educacin y concienciacin ambiental a todos los niveles Capacitacin de todos los implicados Identificacin de la necesidad de destinar fondos especficos para acciones encaminadas a fortalecer la gestin participativa Acceso equitativo a la informacin Aplicacin de mecanismos de participacin a travs de la identificacin de lderes locales o regionales Monitoreo e investigacin participativa sobre el contexto sociocultural y el anlisis integral para la identificacin de prioridades y posibles lneas de accin, y en la deteccin temprana de conflictos.
4. 5. 6.
en general que desea participar en la decisin sobre los usos y destinos de los recursos naturales del pas. Mxico requiere dar a conocer la existencia de sus bancos de datos e informacin a la sociedad en su conjunto, de manera gil y organizada. En particular para el tema de humedales debera crearse una plataforma electrnica con enlaces a los diferentes bancos de informacin y
sistemas de informacin geogrfica que cuentan con material relativo a humedales. Cabra comentar aqu la otra cara de la era de la informacin: la apabullante catarata diaria de informacin trivial que vierten los medios y que no slo es insustancial para el mejoramiento de la sociedad, sino que mal informa y des-educa al pblico, con el
Ecosistemas acuticos y procesos socioeconmicos 223
El enfoque de sistema
La combinacin de los atributos del paisaje y de las vinculaciones entre ellos puede reforzar o restringir los posibles usos del paisaje, incluyendo los humedales. Por lo tanto, los paisajes deben ser considerados y estudiados como sistemas. Una visin de sistemas toma en consideracin una serie ms amplia de atributos y enlaces que lo que normalmente consideran los actuales mtodos de evaluacin del uso de la tierra. El anlisis de bienes, servicios y riesgos que enfrenta un sistema, junto con las necesidades de la poblacin, permite identificar alternativas que normalmente no estn definidas en las evaluaciones del uso de la tierra. Esto es consistente con el propsito de un anlisis de sistemas para la evaluacin del uso de la tierra, el cual implica formular una estrategia que incluya el uso, mejora, y conservacin de los bienes y servicios potenciales de la regin. Puede identificarse un conjunto bsico de eslabones en cualquier ecosistema: terrestre, acutico, o urbano. En todos los casos, estos enlaces tienen que ver con el flujo de materia, energa o informacin entre componentes. Es importante identificar y evaluar los enlaces entre ecosistemas y dentro de ellos. Las caractersticas de un ecosistema lacustre, por ejemplo, dependen de la actividad humana alrededor del lago, incluyendo a las actividades que tienen lugar en los ros que lo alimentan y a las caractersticas qumicas de las precipitaciones que se producen en su cuenca fluvial. Los intercambios de material y energa entre ecosistemas tambin influyen sobre la naturaleza, la oportunidad y la severidad de eventos peligrosos. Como ejemplo podemos citar una lluvia fuerte o la fusin de la nieve y el deshielo a cientos de kilmetros ro arriba, que causa inundaciones importantes ro abajo. Estos son ejemplos de los eslabones entre ecosistemas aparentemente no relacionados. Pero de manera anloga, el enfoque de ecosistema siempre debe ir vinculado con la participacin de las comunidades locales en los procesos de toma de decisiones. Slo en la medida en que las medidas de conservacin sean vistas por las comunidades locales
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como en su beneficio y que sean diseadas en estrecha consulta con stas, podrn los gobiernos y las comunidades involucradas en la conservacin y el desarrollo lograr la meta de un desarrollo sustentable. Con miras a fortalecer la participacin y el apoyo a las comunidades, se requiere reforzar: la movilizacin y fortalecimiento de capacidades locales su insercin en el diseo e instrumentacin de proyectos demostrativos la aplicacin del sistema de monitoreo, entendido como un seguimiento sistemtico y permanente de los resultados de las acciones la identificacin de alternativas econmicas viables el manejo comunitario de cuencas y zonas aledaas.
Necesidades de investigacin
Existen enormes huecos en la informacin disponible para el desarrollo de polticas y la toma de decisiones. Se requieren investigaciones que nos permitan responder preguntas claves tales como: Cunta agua puede ser utilizada para fines agrcolas sin impactar negativamente el sano funcionamiento de los humedales? Qu herramientas y mtodos a su alcance pueden usar los campesinos de pequea escala para hacer ms productiva la agricultura de humedal, sin perjuicio del ecosistema? Qu instituciones y polticas pblicas son necesarias para asegurar la proteccin de otras funciones vitales de los ecosistemas? Si bien en Mxico se han realizado investigaciones en humedales, dichas investigaciones han estado principalmente enfocadas a listados florsticos y faunsticos, cuestiones hidrolgicas, estudios sobre comunidades particulares (por ejemplo, manglares), pero existen aun grandes vacos de informacin en relacin con el estudio de la estructura, funcionamiento, plasticidad, resiliencia, y tolerancia de estos ecosistemas ante los cambios naturales o inducidos por el hombre. A continuacin, y como corolario, se mencionan algunos de los beneficios para la gestin (integral) que se desprenden del mbito de la investigacin en humedales (Tabla 9).
El pas debe destinar mayores recursos a la investigacin sobre estos ecosistemas. Tanto el conacyt como los institutos, centros de investigacin y universidades necesitan asumir como otro compromiso prioritario la investigacin sobre estos temas.
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Organizacin y capital social como factores de conservacin y uso sustentable de ecosistemas acuticos y humedales
Mnica Herzig*
Por su complejidad, una gestin adecuada de los humedales y sus recursos requiere de una cierta organizacin, dentro de y entre los diferentes sectores y usuarios involucrados en la toma de decisiones y la instrumentacin de las mismas. Si bien en nuestro pas es posible encontrar muchas iniciativas a favor de los humedales con un alto grado de organizacin (por ejemplo, en el tema de manejo de cuencas), an se requieren mayores y mejores esfuerzos en el tema.
Comisin Nacional de reas Naturales Protegidas (CONANP). Camino al Ajusco #200. Col. Jardines en la Montaa. CP 14210. Mxico D.F. Correo-e:[email protected].
El capital social puede transformarse, consumirse o reponerse, igual que el capital financiero (www.deres. org.uy/30.0.html). Este capital est constituido por el cmulo de conductas y actitudes de la sociedad, tendientes a favorecer la cohesin y congruencia entre sus miembros, respecto a la bsqueda comn de mejor calidad de vida a travs de las distintas actividades colectivas, incluyendo las econmicas. Es elemento de identificacin comn respecto de las formas de gobierno, de expresin cultural y de conducta social, que hace de la sociedad algo ms que la suma de un grupo de individuos. Sin este capital es imposible concebir un orden social funcional. Y es cuando los procesos de gestin ambiental pasan de ser procesos tcnicos y jurdicos a generar capital social, que se convierten en procesos sociales; es entonces cuando la gestin ambiental se legitima y se puede convertir en un movimiento social que respalde la toma de decisin y el ejercicio de lo pblico. Existen muchas publicaciones especializadas al respecto (por ejemplo, la revista REDES, revista hispana para el anlisis de redes sociales). Sin nimo de profundizar en el tema, referimos al lector al artculo relacionado con el tema a travs de la experiencia de las comunidades forestales en Mxico y la construccin de empresas forestales comunitarias (Bray y Merino, 2004). En Mxico las redes sociales, fundamento del capital social, desempearon una importante funcin en el mundo prehispnico. A pesar de la conquista y los periodos que le sucedieron, en que las redes sociales se vieron fragmentadas e inutilizadas, hoy en da resurgen a la modernidad en los pueblos indgenas y la sociedad civil organizada. Es imprescindible hacer uso del potencial que para la accin en materia de conservacin de humedales representan estos grupos y su capacidad de convocatoria y trabajo.
un sentido de confianza social e interconectividad mutua, que se ve mejorada a lo largo del tiempo mediante interacciones positivas y la colaboracin en intereses compartidos. As, el capital social de una colectividad incluye las instituciones, relaciones, actitudes y valores que gobiernan las interacciones entre las personas y contribuyen al desarrollo social y econmico. Incluye los valores compartidos y las reglas para la conducta social expresadas en las relaciones personales, la confianza y un sentido comn de responsabilidad cvica que hace de una sociedad algo ms que un conjunto de individuos. El capital social est basado en la premisa central de que las redes sociales tienen valor. El capital social tiene cuatro caractersticas: la existencia de redes comunitarias, la participacin cvica (participacin en estas redes comunitarias), la identidad local y sentimiento de solidaridad e igualdad con otros miembros de la comunidad, la existencia de normas de confianza y apoyo y ayuda mutua.
Como se desprende de lo anterior, los procesos de organizacin estn muy estrechamente vinculados al tema del capital social, y en particular al desarrollo de las redes comunitarias. De manera generalizada, podemos afirmar que muchas comunidades rurales y pueblos indgenas son poseedores de un elevado capital social. Igualmente podemos afirmar que por muy diversas razones, en nuestro pas se ha desestimado el valor de este capital social, que se est perdiendo en muchos rincones de Mxico, aunque en ciertas localidades se mantiene firme y sigue prosperando. Si bien muchas de estas redes tienen su origen en afinidades tnicas, en el Mxico actual tambin ha prosperado la creacin de redes que desbordan el mbito comunitario y la identidad local, pero que cumplen con las cuatro caractersticas antes mencionadas. En un mundo globalizado se desarrollan redes globalizadas que se extienden en los espacios nacionales e internacionales. Ambos extremos del espectro de lo que consideramos el capital social (lo local, pasando por lo regional y nacional, hasta lo internacional) repre-
sentan actores importantes para lograr impulsar la gestin sustentable en humedales. El responsable de la administracin de los humedales debe estar familiarizado con las redes comunitarias existentes en el mbito territorial de su competencia y buscar las alianzas requeridas para fundamentar la toma de decisiones y la instrumentacin de acciones a nivel local. Pero tambin debiera ser consciente de la existencia y posibles beneficios que pueden aportar las redes externas interesadas en promover acciones en humedales a nivel local o regional y facilitar, dentro de sus atribuciones y posibilidades, la comunicacin y cooperacin con dichas redes. El manejo integral de cuencas requiere para su desarrollo y mejores logros hacer un mayor uso de redes sociales, que adems estn informadas sobre el tema y que cuenten, en caso necesario, con la capacitacin necesaria para contribuir a los logros de los programas de manejo integral de cuencas. La Tabla 1 presenta un ejemplo de un proceso modelo, propuesto por la Convencin de Ramsar, para determinar la asignacin de recursos hdricos a humedales.
Fuente: Resolucin .1 de la Convencin Ramsar Lineamientos para la asignacin y el manejo de los recursos hdricos a fin de mantener las funciones ecolgicas de los humedales. Organizacin y capital social como factores de conservacin 231
nmico. El punto, como de costumbre, sigue siendo polmico y la frontera entre los incentivos sociales y los econmicos, un tanto difusa. El mecanismo de compensacin puede variar desde un pago peridico directo a los proveedores individuales hasta el establecimiento de un fondo fiduciario manejado por un directorio con participacin de los proveedores, usuarios, sector privado, sociedad civil y el estado. La principal leccin aprendida de estos procesos es que son sensibles a la diversidad cultural, legal, geogrfica, climtica, ecolgica y sociopoltica de cada pas y regin del continente, lo que no permite elaborar una receta infalible para implementar sistemas de pagos por servicios ambientales. Sin embargo, es posible enumerar algunas condiciones bsicas: Identificacin clara del servicio ambiental y del rol del proveedor Involucramiento temprano de los potenciales proveedores del servicio Reconocimiento de derechos de propiedad de facto del proveedor sobre el servicio o los factores que afectan su origen o calidad Planificacin a largo plazo y en etapas diseadas bajo diversos escenarios Disponibilidad de informacin tcnica de base y mecanismos para su diseminacin Objetivos de conservacin y sociales claramente definidos Capacidad institucional mnima para el manejo de la informacin, la administracin financiera y asegurar la participacin de todos los actores sociales involucrados Disposicin de los usuarios para compensar econmicamente a los proveedores Mecanismos financieros y administrativos que aseguren la transparencia de los pagos y su transferencia final Medios fsicos que mantengan un flujo actualizado de informacin entre los usuarios y los proveedores Sistema de monitoreo del desempeo del mecanismo y de la retribucin efectiva del pago mediante la cantidad o calidad del servicio.
Un elemento a tomar en cuenta al momento de proponer un esquema de pago por servicios ambientales, es la verosimilitud de la relacin causa-efecto que sustenta el servicio ambiental. En ausencia de verificacin emprica, es comn que se parta de clichs tales como la reforestacin aumentar la disponibilidad de agua o la reforestacin disminuir el riesgo de inundaciones, entre otras. Es preciso que se evalen cientficamente estas aseveraciones antes de hacerlas pblicas, ya que la credibilidad de un esquema de este tipo es, para los actores locales, su atributo ms preciado. Asimismo, antes de proponer un sistema de este tipo es necesario compararlo con otras alternativas de conservacin y gestin que pudieran ser ms eficientes y costoefectivas. En resumen, los esquemas de pagos por servicios ambientales han pasado de ser una promesa y un concepto terico a una realidad concreta en diversos lugares del continente. En este proceso, hemos aprendido que no hay recetas y que es preciso desarrollar cada esquema ad hoc a las particularidades de cada situacin, manteniendo ciertas caractersticas ya mencionadas previamente. El futuro de los esquemas de pagos por servicios ambientales va a depender en gran medida de que las lecciones aprendidas se continen compartiendo entre las diversas iniciativas y que los procesos emergentes las incorporen en su diseo (wwf-Programa de Agua Dulce). En Mxico, la Comisin Nacional Forestal (Conafor) opera un esquema de pagos por servicios ambientales hidrolgicos. En su primera edicin de este programa, en el ao 2003, el gobierno federal canaliz apoyos por la cantidad de 192 millones de pesos, a 272 propietarios de 127 mil hectreas de bosques templados, selvas y bosque nublado. En su segunda edicin, 2004, los apoyos fueron por 288 millones de pesos para atender 184 mil hectreas de un total solicitado en el periodo 2003-2004 de 800 mil hectreas, provenientes de ms de 800 ejidos, comunidades y predios particulares. El programa de pago por servicios ambientales hidrolgicos ha tomado como referencia las cuencas crticas y acuferos sobreexplotados, as como la relevancia de las fuentes de agua para poblados mayores a
5,000 habitantes que puedan eventualmente tomar la estafeta del pago del servicio ambiental a travs de sus propios gobiernos locales y organismos operadores de agua potable. Con un compromiso de mantener una cobertura de dosel mnima del 80% durante los cinco aos de duracin del convenio, se obtiene un pago anual de $ 300/ha de bosques templados y selvas y de $ 400/ha en el caso de bosque de niebla o mesfilo de montaa. Adems del pago por servicios ambientales, existen varios mecanismos adicionales para financiar la conservacin. Ms o menos probados, con mayores o menores posibilidades de xito, estos mecanismos requieren de una asesora experta para ser puestos en marcha. La Gua de finanzas para la conservacin, producto de la Alianza para Finanzas de la Conservacin representa un esfuerzo innovador para orientar al lector interesado en el tema y sugerimos su consulta para entender el espectro de posibilidades para el financiamiento de la conservacin (http://guide.conservationfinance.org/index.cfm). Tan slo a manera de ejemplo, se presenta a continuacin la lista de los principales instrumentos de financiamiento actualmente disponibles: Mecanismos de finanza para conservacin Donantes bilaterales y multilaterales Fondos empresariales para la biodiversidad Prospeccin de la biodiversidad Proyectos de compensacin de carbono Trueque de deuda por naturaleza Fondos para el medio ambiente Instrumentos fiscales Las fundaciones filantrpicas El Fondo para el medio ambiente global El Financiamiento de zonas marinas protegidas Tarifas de uso turstico Cuotas por extraccin de recursos En Mxico ya se hace uso de muchos de estos instrumentos que, en esencia, buscan proporcionar fuentes confiables de financiamiento a largo plazo para los programas de conservacin en el terreno. Estas fuentes, de alguna manera, son o debieran ser complementarias de los otorgamientos a corto plazo proporcionados por fundaciones privadas, gobiernos
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y agencias, ong y el Fondo Mundial Ambiental (GEF por sus siglas en ingls). Algunos de estos instrumentos han sido ms que probados, por ejemplo las tarifas por el uso turstico y recreativo en reas naturales protegidas, los canjes de deuda por naturaleza, los fondos-fideicomiso y los pagos por servicios ambientales, antes descritos. Otros se encuentran en sus primeras fases de desarrollo y comprobacin en campo, tales como los bonos verdes y las cuotas por extraccin de recursos dedicadas a la conservacin y a los fondos de inversin ambientales dedicados a empresas ambientalmente amigables. Se requiere un mayor esfuerzo en nuestro pas por dar a conocer ms ampliamente este abanico de opciones financieras para la conservacin, as como capacitar a las colectividades, principalmente rurales, en las formas y procedimientos de acceso a estos financiamientos.
Incentivos perversos
Un tema relacionado es el de los incentivos perversos; esto es, incentivos que aceleran la prdida de biodiversidad. Los ejemplos incluyen aquellos subsidios pblicos que apoyan prcticas agrcolas, pesqueras o forestales insostenibles. En la actualidad existen varias iniciativas que buscan desarrollar formas y caminos para remover o mitigar este tipo de incentivos perversos. Las deficiencias de informacin basadas en la economa, distorsiones de mercado, y los subsidios perversos contribuyen a la prdida de muchos humedales (y de muchos otros ecosistemas), y se consideran los principales motores econmicos de prdida y cambio ambiental. De manera global, el subconjunto de subsidios que se consideran ecolgica y econmicamente perversos suma un total de entre 950 mil millones y 1,950 mil millones de dlares cada ao (dependiendo de si se incluyen tambin los subsidios ocultos de los costos externos). Identificar y trabajar en la eliminacin de estas distorsiones contribuira de manera simultnea a reducir las tasas de prdida de hbitat, y a liberar fondos pblicos para inversiones en el uso sustentable de los recursos, ahorrando dinero. Muchos de los bienes generados mediante la biodiversidad son sujetos del comercio internacional, ya sea como materias primas, como mercancas (commodities) o como bienes altamente manufacturados.
Adems, la diversidad biolgica juega un papel importante en la aliteracin o mitigacin de la pobreza y, por ende, en la creacin de la riqueza. Resulta evidente que el mantenimiento de la biodiversidad y el fomento del comercio son interdependientes y, en cierta medida, lo son manteniendo una relacin inversa, lo que dificulta su correcto manejo. Pero hay otras formas de proporcionar un valor econmico a los recursos naturales que, a mi entender, tambin entran dentro de esta ptica de los incentivos perversos, aunque de hecho se plantean como un instrumento de alivio de la pobreza: el pago por servicios ambientales. Uno de los aspectos ms negativos de este nuevo mercado es que en lugar de reconocer los derechos colectivos integrales culturales, econmicos, sociales y polticos de los actores de la biodiversidad pueblos indgenas, campesinos, comunidades pesqueras y otras que por milenios han conservado y ocasionalmente restaurado la biodiversidad los transforman en mercaderes de los recursos y conocimientos, con el agregado de que en un mercado competitivo no todos podrn participar. Se crean as nuevas fuentes de conflictos dentro y entre las comunidades, para ver quines llegarn primero a vender a su nombre los recursos colectivos. Al comienzo los pagos por servicios ambientales son a menudo otorgados como subsidios para un supuesto esquema de manejo sustentable. Cuando estos subsidios se terminan y las comunidades no pueden seguir con determinadas actividades planteadas, de pronto se transforman en depredadores y alguna empresa tiene que hacerse cargo de sus recursos en nombre de la sustentabilidad (vase artculo en extenso de Silvia Ribeiro en La Jornada (1 de octubre de 2003, www. rebelion.org/ecologia/031001trampa.htm).
potencial para satisfacer las necesidades y aspiraciones de las generaciones futuras. Desafortunadamente, la mayora de las veces la mala planificacin, las visiones de corto plazo y los intereses econmicos (relacionados con la enorme escala, con el carcter irreflexivo y con la agresividad de los mercados), prevalecen sobre la conservacin de estos ecosistemas y sobre las leyes y normas que en teora los protegen. Los peligros ms severos conciernen al flujo de energa (funcin del ecosistema) ms que a su almacenamiento (estructura del ecosistema). La estructura y la funcin de los ecosistemas frecuentemente son estudiadas por separado, lo cual no es lo ms deseable. En Mxico, de hecho, la mayora de los estudios estn relacionados con la estructura de los humedales, ms aun, con su composicin. El estudio de las funciones por lo general se ve acotado al campo de la hidrologa y aun ste se ve circunscrito a lagos, ros y represas.
El uso sustentable de los distintos tipos de ecosistemas acuticos Qu se entiende por uso sustentable o sostenible?
Parafraseando la definicin ms usual, el uso sostenible en este caso sera aqul que permitiera el uso de un humedal por los seres humanos de modo tal que produzca el mayor beneficio continuo a las generaciones presentes, manteniendo al mismo tiempo su
de vegetacin de consumo, menos insectos y control de enfermedades tanto de plantas como de animales. Algunos fenmenos naturales pueden ser factores limitantes porque ocurren muy rara vez y a veces nunca la precipitacin inadecuada es un buen ejemplo. Un factor importante para determinar la capacidad de carga de los humedales es el nivel de tolerancia del ecosistema a ciertos impactos. Mediante la determinacin de los umbrales de tolerancia del sistema es posible establecer su tolerancia o resistencia al cambio. El punto en el que se manifiesta su efecto es conocido como umbral. Todo sistema tiene sus limitaciones y, no obstante los mecanismos de atenuacin, los componentes y procesos de un sistema eventualmente fallarn si son exigidos ms all de su umbral. Por ejemplo, los suelos se desplazan no obstante estar cubiertos de vegetacin, si la lluvia es intensa y la pendiente muy fuerte; o pueden permanecer estables aun bajo una creciente presin de pastoreo, hasta que la cubierta de vegetacin sea reducida por debajo del nivel umbral. Para determinar los usos potenciales de los humedales es importante conocer su capacidad de atenuacin. Los ecosistemas se adaptan continuamente al cambio. Esta adaptabilidad es atribuible a diversas caractersticas, tales como diversidad de especies y variabilidad fisiolgica, capacidad de almacenaje y tasas de reciclaje de nutrientes y de otros materiales. La resistencia de un ecosistema a las perturbaciones externas suele ser alta. Los pantanos, represas, llanuras de inundacin y suelos absorben agua y la liberan lentamente, reduciendo as los extremos entre aguas crecidas y bajas. Los bosques, pensando aqu en los manglares y las selvas y bosques inundables, atenan los vientos fuertes y las altas temperaturas, y reducen la desecacin del suelo, la erosin y los derrumbes de pendientes. Los mecanismos de atenuacin son elementos importantes para los planificadores del uso de la tierra que se preocupan en particular por los peligros naturales. La regin del delta del Grijalva-Usumacinta es un excelente ejemplo. Esta enorme rea de pantanos y lagunas absorbe las aguas de inundacin de dichos ros y frena su confluencia con el delta. Si no fuera por esta capacidad de atenuacin, las aguas de inundacin de los ros Grijalva y Usumacinta llegaran a las partes bajas del delta al mismo tiempo y causaran inundaciones catastrficas.
236 El marco socioeconmico
Al igual que son importantes, por un lado, los enlaces entre los atributos fsicos y biticos de un ecosistema, tambin lo son por el otro los factores sociales, culturales y polticos. La construccin de una carretera o la urbanizacin de reas aguas arriba han de tener una influencia importante sobre el peligro de inundaciones en esas cuencas fluviales. La dinmica del ecosistema incluye fenmenos inducidos por los humanos y fenmenos naturales. Los peligros naturales, tales como el exceso o la escasez de agua, pueden ser intensificados por la actividad humana tanto dentro como fuera del sistema en estudio. Desafortunadamente, las actividades externas y los eventos que pueden influir sobre el rea de inters, rara vez son consideradas en las evaluaciones de los usos del suelo. Sin nimo de profundizar en el tema, podemos afirmar que el potencial de uso de cualquier recurso natural est ligado tanto a caractersticas o propiedades intrnsecas del recurso mismo as como con las necesidades e inteligencia del usuario del recurso. As, por un lado, est implicado el nivel de conocimiento que se tiene acerca de las propiedades del recurso y, por el otro, la inventiva del ser humano que descubre en alguna o varias de dichas propiedades elementos de inters para satisfacer alguna necesidad. Est implcita tambin en el potencial de uso del recurso la dificultad o el costo de cualquier ndole que conlleva poder hacer uso del mismo. Su disponibilidad (rareza o abundancia) o accesibilidad, la concentracin, la calidad, el grado de pureza, la magnitud del recurso o de sus componentes, entre otros, facilitan o dificultan las posibilidades de hacer uso del mismo o los mismos. Si el beneficio percibido o la necesidad de uso del recurso son elevados, mayor ser tambin la disposicin de invertir tiempo, dinero y recursos para obtener el beneficio esperado. En relacin con los humedales podemos hablar de usos posibles basados en las caractersticas y propiedades de estos ecosistemas y de la biota que en ellos se encuentra. Si bien en Mxico an no se tiene un sistema de clasificacin de sus humedales, podemos colocarlos en cinco grandes categoras: marinos, costeros, palustres, riparios y lacustres; en otros captulos se analizan con ms detalle estos sistemas (vanse Snchez y tambin Cervantes, en este
volumen). Cada uno de estos tipos, dependiendo de su extensin, su localizacin, su temporalidad, su fauna residente o migratoria, su vegetacin, su grado de alteracin, su vulnerabilidad, y la historia de las comunidades humanas asentadas en el humedal o sus inmediaciones, puede ofrecer diferentes espectros de usos potenciales. En nuestro pas falta todava llevar a cabo un trabajo de sntesis y de investigacin, cuando se requiera, para definir los mejores usos potenciales de cada uno de los tipos de humedal en el territorio y generar las normativas que cada caso requiera o una norma general, segn se estime conveniente. En trminos generales, los beneficios que aportan los humedales se pueden dividir en tres grandes rubros (Tabla 2); por sus funciones, productos y atributos. Desde el punto de vista funcional, los humedales se pueden analizar desde cuatro grandes divisiones: funciones fsicas, qumicas, bioecolgicas y sociales (Tabla 3), En mayor o menor medida, de forma activa
o pasiva, directa o indirecta, el ser humano recibe o aprovecha los beneficios (y perjuicios) que brindan los humedales. Si el anlisis se realiza desde el punto de vista econmico, los humedales nos aportan beneficios de uso directo e indirecto, uso de opcin y de existencia. Para aquellas comunidades humanas, que no hacen uso de ellos, todos los beneficios reconocidos en las tablas anteriores representan el potencial de uso de los humedales. Constituira un pequeo captulo en s describir cules son los usos potenciales de cada uno de los diferentes tipos de humedales presentes en Mxico (vase la Tabla 4, pgina siguiente, que contiene una relacin completa de bienes y productos asociados con humedales). Para nuestro pas es escasa la bibliografa y tambin los estudios conocidos que abordan esta temtica. Es as que los beneficios de uso directo de los humedales resultan los ms fciles de describir. No ocurre as con
Funciones qumicas
Productos
Atributos
los otros tres tipos de beneficios arriba mencionados. De manera pasiva nos beneficiamos de los usos indirectos de los humedales, pero estamos an lejos de hacer un manejo para propiciar o reforzar de manera activa estos usos indirectos. Dado que la supervivencia de un humedal est intrnsecamente ligada a sus abastos de agua, la determinacin de las asignaciones de agua que requiere el
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humedal para su sobrevivencia constituye un primer paso muy importante para valorar sus usos potenciales. A continuacin se presentan varias acciones recomendadas para determinar la asignacin de recursos hdricos a humedales (Tabla 5 pgina siguiente). La globalizacin, aunada a la prdida de muchos de nuestros recursos naturales, empieza a hacernos conscientes de los posibles beneficios de opcin de
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5 6
Llevar a cabo estudios para identificar las preferencias de hbitat (hidrulicas, fisicoqumicas y geomorfolgicas) de especies autctonas representativas en etapas clave de su vida, y la tolerancia de estas especies a los cambios registrados en su hbitat. Llevar a cabo estudios de referencia en los ecosistemas de humedales para los cuales deban determinarse asignaciones de recursos hdricos, a fin de establecer las correspondientes caractersticas ecolgicas, as como sus condiciones hidrolgicas (naturales y actuales), de la calidad del agua (anteriores y actuales) y geomorfolgicas. Disear y aplicar programas de seguimiento ecolgico e hidrolgico adecuados para establecer si las asignaciones de recursos hdricos a ecosistemas de humedales se realizan y si surten los efectos ecolgicos previstos. Identificar ecosistemas de humedales que necesiten un elevado nivel de proteccin (incluyendo los que ya figuran en la Lista de humedales de importancia internacional o han sido propuestos para su inclusin) o estn relacionados ecolgica o hidrolgicamente con sitios Ramsar, y determinar y aplicar prioritariamente las asignaciones de recursos hdricos a estos ecosistemas. Desarrollar o adaptar instrumentos aplicables localmente y someterlos a prueba para determinar su aplicabilidad. Hacer un seguimiento de la aplicacin de los instrumentos y perfeccionarlos segn proceda.
nuestros recursos naturales, y es por el tema del agua que los humedales empiezan a destacar en las agendas ambientales y polticas del pas, pero ello no involucra a otros recursos naturales de los humedales, si bien podramos hacer una excepcin para el tema de la pesquera costera y las aves acuticas migratorias. Si bien podemos afirmar que los pueblos de Mxico han hecho un uso intensivo de los recursos naturales propios de los humedales y que en nuestro pas existe una rica cultura asociada con el agua y sus usos, tambin podemos afirmar que estamos permitiendo que esta riqueza se pierda. La valoracin de nuestros humedales no puede seguir esperando. Como un auxiliar para la toma de decisiones al momento de priorizar los humedales para su uso y conservacin, se presenta la Tabla 6 (pgina siguiente), en el que se identifican algunos factores para realizar un ejercicio de priorizacin en el tema.
rarse como la variable individual ms importante de todas las que regulan la integridad ecolgica de los ecosistemas de humedales fluviales. La construccin de estructuras que entorpecen la circulacin de las aguas y de canales que evacuan aguas de una llanura de inundacin a un ritmo superior al natural, provocan la degradacin de los humedales naturales y, en definitiva, la prdida de los servicios que prestan. El diagrama de la pgina siguiente resume los elementos del proceso general recomendado para la asignacin y el manejo de los recursos hdricos, a fin de mantener las funciones de los ecosistemas de humedal.
A manera de conclusin
All donde haya interacciones, all habr redes. En el espacio de confluencia de los ambientes terrestres con los acuticos se generan interacciones entre la vida microscpica, las plantas y los animales, con la materia inanimada. Se crean redes que se conectan entre s para dar origen a los diferentes tipos de humedales. Como fuente de bienes y servicios, esos ambientes interactan con los seres humanos que hacen uso de ellos. Aqu tambin se forman redes, redes de dependencia, redes de inspiracin. Queremos confiar que el cambio que se requiere en las polticas sociales y econmicas en los aos
Organizacin y capital social como factores de conservacin 239
Tabla 6. algunos FacTores de imporTancia parTa seleccionar y priorizar los humedales para su conservacin
Factor Superficie Naturalidad Representatividad Significacin Especies raras Riqueza Productividad Funciones hidrolgicas Funciones sociales Funciones de transporte Produccin de alimentos Funciones especiales Potencial Prospectos Corredores Funcin cientfica Comentarios Todas las funciones y valores ecolgicos de importancia se incrementan con el tamao del humedal Alteracin mnima de patrones y procesos naturales Sirve como un ejemplo de uno o ms tipos importantes de ecosistema Importancia global relativa: rea importante de este hbitat, tasas de prdida, porcentaje de hbitat protegido, mejores ejemplos protegidos en otra parte? Especies global o regionalmente presentes Soporta muchas especies Produccin de bienes de especies comerciales (pero alta produccin puede reducir la presencia de especies raras y diversidad Reduccin de inundaciones, recarga de mantos acuferos Educacin, turismo, recreacin, otros Contribucin al sistema global de soporte de la vida: produccin de oxgeno, fijacin de nitrgeno, almacenamiento de carbn Cosecha de especies para consumo humano rea de desove o anidacin, parada migratoria Potencial para la restauracin para recuperar valores y funciones perdidas Probabilidad de supervivencia a largo plazo: amenazas a futuro, zonas de amortiguacin, posibilidades de expansin, organizaciones de apoyo, patrocinadores Conexiones existentes con otras reas protegidas o el sitio mismo es un corredor Trabajos publicados sobre el sitio, uso existente por investigadores, estacin de investigacin existente, potencial para investigaciones futuras
venideros no deje nicamente en manos del mercado la construccin de nuestro desarrollo econmico y social. Queremos confiar en el desarrollo de polticas y acciones que trasladen a los actores implicados y a las redes de stos la responsabilidad de organizarse y de aprovechar su capital social. Deseamos que nuestros lectores encuentren en estos textos informacin e ideas que les permitan entender las caractersticas y los problemas que enfrentan los humedales de su inters y que, mediante diagnsticos consensuados y propuestas congruentes e innovadoras, encuentren los mejores caminos para intervenir a favor de las comunidades y sus humedales. Las redes sociales deben ser herramientas para la mejora mediante el uso de los activos sociales preexistentes. Si no existen, hay que promoverlos. Ati240 El marco socioeconmico
zando el ingenio, dirimiendo conflictos, fomentando el conocimiento, valorizando con sentido social y responsabilidad intergeneracional es posible desarrollar nuevas iniciativas que respondan a las necesidades de la sociedad y de su patrimonio natural y cultural.
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Figura 1. proceso general para la asignacin y el manejo de recursos hdricos para manTener
las Funciones de ecosisTemas de humedal
Nacional Entorno normativo Instrumentos jurdicos Marco para la evaluacin de las opciones Concienciacin y participacin de los intereses directos
Plan a nivel de la cuenca 1) Identificacin de humedales afectados por cambios en el rgimen hidrolgico SIG
Instrumentos
Instrumentos de apoyo a las decisiones 2) Evaluacin bienes/servicios proporcionados Sistemas expertos Modelos informticos 3) Fijar metas/objetivos (caractersticas ecolgicas que se deseen mantener) Mtodos de valoracin
4)
Especificar las necesidades de agua para mantener la situacin ecolgica deseada Normas operativas
Lecturas complementarias
Dixon, J.A. y P.B. Sherman. 1990. Economics of Protected Areas: A New Look at Benefits and Costs. Island Press, EE.UU., 221 pp. Dubey, V. 1964. The Definition of Regional Economics. Journal of Regional Science 5(2): 25-29. Fornes, J., J. A. Rodrguez, N. Hernndez y M. R. Llamas. 2000. Possible Solutions to Avoid Conflicts Between Water Resources Development and Wetland Conservation in the La Mancha Hmeda Biosphere Reserve (Spain). Physics and Chemistry of the Earth, Part B: Hydrology, Oceans and Atmosphere, Volume 25, Number 7, pp. 623-627(5). Elsevier, Holanda.
Giuesti. E. V. 1984. Hydrologic Hazards Maps. International Course on Natural Geologic and Hydrologic Risks. U.S. Geological Survey, Denver, Colorado. Gregersen, H. M., J. E. M. Arnold, A. L. Lundgren y A. Contreras-Hermosilla. 1995. Valuing forests: context, issues and guidelines. Forestry Paper 127, FAO, Roma. Keddy, P. A. 2000. Wetlands ecology: principles and conservation. Cambridge University Press, Cambridge, Gran Bretaa. McRae, S. G. y C. P. Burnham. 1981. Land Evaluation. Clarendon Press, Oxford, Inglaterra. Pagiola, S., J. Bishop y N. Landell-Mills (eds.). 2003. La venta de servicios ambientales forestales. semarnat, ine, conafor, Mxico.
Organizacin y capital social como factores de conservacin 241
Introduccin
El marco legal e institucional relacionado con la gestin ambiental,1 responsable de la prevencin, preservacin y proteccin de los humedales y otros ecosistemas acuticos es complejo. En trminos generales la Secretara de Medio Ambiente y Recursos Naturales (semarnat) es la autoridad responsable de establecer los instrumentos de poltica ambiental para proteger y conservar las diversas especies que pueden existir en un ecosistema acutico; mientras que otra institucin, la Comisin Nacional del Agua (cna), es responsable de la gestin de cuerpos de agua en s mismos; y una tercera institucin. Por su parte, la Procuradura Federal de Proteccin al Ambiente (profepa), tiene a su cargo la vigilancia del cumplimiento de la normatividad ambiental. Adems, hay que considerar que en una gran parte de los ecosistemas acuticos y humedales en Mxico tambin existe intervencin de los gobiernos estatales y municipales, en temas clave como el uso del suelo. A esto debemos sumar el hecho de que la legislacin aplicable se compone de ms de 15 leyes (Anexo 1) con sus respectivos reglamentos.
*
Tambin, existen diez secretaras de estado y cuando menos tres organismos desconcentrados ms otros tantos descentralizados, como instituciones gubernamentales que tienen alguna participacin en el tema; esto independientemente de las personas fsicas o morales (universidades, organizaciones de la sociedad civil, etc.) que pudieran relacionarse con la conservacin de humedales y otros ecosistemas acuticos. Comenzaremos por realizar una breve semblanza de las principales instituciones gubernamentales responsables de la gestin ambiental en Mxico, particularmente en materia de humedales, para posteriormente presentar las disposiciones legales ms relevantes sobre el tema.
Coordinador de Programa. Centro Mexicano de Derecho Ambiental A.C. Atlixco 13, col. Condesa, Mxico D.F. Correo-e: [email protected].
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Facultades relacionadas con el medio ambiente Administracin de islas Compilar normas que impongan modalidades a la propiedad privada, dictadas por el inters pblico Poltica de poblacin (salvo colonizacin, asentamientos humanos y turismo) Permisos para comercio, transporte y almacenamiento de armas de fuego, municiones, explosivos agresivos qumicos, artificios y material estratgico Intervenir en el otorgamiento de permisos para expediciones o exploraciones cientficas extranjeras o internacionales en el territorio nacional Vigilancia de zonas marinas del territorio nacional, vas navegables, islas nacionales y zona econmica exclusiva Investigacin oceanogrfica Archivo de informacin oceanogrfica Intervenir en la proteccin y conservacin del medio ambiente marino Planeacin nacional del desarrollo Leyes y disposiciones fiscales y de ingresos de la federacin y del gobierno del DF Determinar criterios y montos de estmulos fiscales Cobrar contribuciones Servicios aduanales y de inspeccin y polica fiscal Programa de gasto pblico federal y proyecto de egresos de la federacin Sistemas nacionales estadsticos y de informacin geogrfica Poltica general de desarrollo social (en particular asentamientos humanos, desarrollo urbano y vivienda) Coordinar la planeacin regional Poltica indigenista Poltica nacional en materia de recursos naturales, as como en materia de ecologa, saneamiento ambiental, agua, regulacin ambiental del desarrollo urbano NOM sobre preservacin y restauracin de la calidad del medio ambiente; sobre los ecosistemas naturales; sobre el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales y de la flora y la fauna silvestre, terrestre y acutica; sobre las descargas de aguas residuales, y en materia minera; sobre materiales peligrosos y residuos slidos y peligrosos ANP Posesin sobre ZFMT y terrenos ganados al mar
Sedena
Art. 29
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Marina
Art. 30
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SHCP
Art. 31
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Sedesol
Art. 32
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Semarnat
Art. 32 BIS
* *
246 El marco jurdico-administrativo
Facultades relacionadas con medio ambiente OET MIA Sistema Nacional de Informacin Ambiental Sistema integrado de contabilidad ambiental y econmica Concertacin de acciones e inversiones Poltica forestal, de caza, aprovechamiento de flora y fauna silvestre y pesca Poltica hidrulica Polticas generales de industria, comercio exterior, interior, abasto y precios Regular, promover y vigilar la comercializacin, distribucin y consumo de los bienes y servicios Poltica de industrializacin, distribucin y consumo de productos agrcolas, ganaderos, forestales, minerales y pesqueros Poltica nacional en materia minera Poltica general de desarrollo rural NOM de sanidad animal y vegetal Acciones de conservacin de suelos agrcolas, pastizales y bosques Promocin de plantaciones forestales Polticas para el desarrollo del transporte y las comunicaciones Cuidar aspectos ecolgicos y los relativos a la planeacin del desarrollo urbano en los derechos de vas federales de comunicacin Poltica agraria Crear nuevos centros de poblacin agrcola
SCT
Art. 36
SRA
Art. 41
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A la luz de la tabla anterior, queda clara la ingente necesidad de contar con una efectiva coordinacin intersecretarial para lograr una adecuada gestin de los ecosistemas acuticos. Pensemos, por ejemplo, en un ecosistema acutico en las costas del Caribe mexicano donde abundan los manglares, as como una enorme variedad de aves, peces, reptiles y otras especies. La zona donde este ecosistema se encuentra sin duda ser de enorme inters por parte de las secretaras de Turismo y la de Comunicaciones y Transportes, tanto para desarrollar proyectos hoteleros como vas de acceso; por lo cual, para los fines de conservacin ser forzosa
una negociacin con Semarnat. Por otro lado, si en dicha zona existen pobladores, y probablemente polticas rurales y agrarias establecidas por Sagarpa y Reforma Agraria, tambin ser necesario compaginar las polticas y programas, a fin de no terminar por desecar el humedal. De la misma forma, si la intencin es fomentar el mercado de servicios ambientales que presta el ecosistema, se requerir del apoyo y fomento de la Secretara de Economa. Como tambin se desprende de la tabla anterior, la Secretara de Medio Ambiente y Recursos Naturales es la principal responsable de establecer las polticas, programas y proyectos para la gestin de todos los
El marco legal e institucional y los humedales 247
ecosistemas del pas, por supuesto incluyendo los acuticos. A continuacin se describe la estructura y funciones de dicha Secretara.
en coordinacin, en su caso, con la Secretara de Agricultura, Ganadera, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentacin. Promover la participacin social y de la comunidad cientfica en la formulacin, aplicacin y vigilancia de la poltica ambiental. Organizar, dirigir y reglamentar los trabajos de hidrologa en cuencas, cauces y lveos de aguas nacionales, tanto superficiales como subterrneos. Administrar, controlar y reglamentar el aprovechamiento de las cuencas hidrulicas, vasos, manantiales y aguas de propiedad nacional, y zonas federales correspondientes. Regular y vigilar la conservacin de las corrientes, lagos y lagunas de jurisdiccin federal, en la proteccin de cuencas alimentadoras y las obras de correccin torrencial. Manejar el sistema hidrolgico del Valle de Mxico. Controlar los ros y dems corrientes y ejecutar las obras de defensa contra inundaciones. Otorgar contratos, concesiones, licencias, permisos, autorizaciones, asignaciones, y reconocer derechos, segn corresponda, en materia de aguas, forestal, ecolgica, explotacin de la flora y fauna silvestres, y sobre playas, zona federal martimo terrestre y terrenos ganados al mar.
Actualmente (2006) la semarnat se compone de tres subsecretaras que son: la de Planeacin y Poltica Ambiental; la de Gestin para la Proteccin Ambiental; y la de Fomento y Normatividad Ambiental. Estas subsecretaras cuentan con el apoyo de 31 delegaciones federales; cuatro rganos desconcentrados: el Instituto Nacional de Ecologa (ine); la Procuradura Federal de Proteccin al Ambiente (profepa); la Comisin Nacional del Agua (cna); y la Comisin Nacional de reas Naturales Protegidas (conanp); y dos rganos descentralizados: la Comisin Nacional Forestal (conafor) y el Instituto Mexicano de Tecnologa del Agua (imta). Adems, la Semarnat trabaja con un rgano intersecretarial, la Comisin Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio). La Tabla 2 resume este punto y la Tabla 3 muestra sus ubicaciones y datos para establecer contacto.
Dir. Gral. de Estad. Amb. Dir. Gral. de Pol. Amb. e Int. Reg. y Sect.
Dir. Gral del Dir. Gral. de Sec. Prim. y Rec. Impacto y Riesgo Nat. Ren. ambiental
Dir. Gral de Dir. Gral. Dir. Gral. de Fomento Amb., de Rec. Mat., Gestin Forestal Urb. y Turstico Inmuebles y Serv. y de Suelos Dir. Gral. de Energa e Ind. Extract. Dir. Gral de Vida Silvestre Dir. Gral. de Zona Fed. Mar., Terr. y Amb. Cost. Dir. Gral. de Gest. de la cal. del Aire y Reg. Emis. de Cont. Delegaciones Federales (31) Comisin Nacional del Agua Procuradura Federal de Prot. al Ambiente Comisin Nal. de reas Nat. Protegidas Instituto Nacional de Ecologa Dir. Gral. de Informt. y Telecom.
de la Semarnat. Funciones principales (artculo 63 del Reglamento Interior de semarnat) Intervenir en la poltica nacional en materia de equilibrio ecolgico y proteccin del medio ambiente. Promover y desarrollar la investigacin cientfica para administrar y promover la conservacin y el aprovechamiento sustentable de la vida silvestre, de especies y ecosistemas prioritarios, as como de las especies migratorias. Promover las tecnologas y formas de uso requeridas para el aprovechamiento sustentable. Formular los estudios de ordenamiento ecolgico del territorio y regulacin ambiental del desarrollo urbano, con la participacin que corresponda a otras dependencias y entidades. Participar en el desarrollo y promocin de instrumentos econmicos. Calcular el Producto Interno Neto Ecolgico.
El marco legal e institucional y los humedales 249
Promover y transferir las tecnologas desarrolladas y los resultados que se obtengan de las investigaciones. Otorgar becas para realizar estudios en el propio Instituto Mexicano de Tecnologa del Agua, as como en instituciones afines nacionales o del extranjero.
Una vez delimitadas las principales atribuciones de las instituciones que mayor relacin mantienen con la gestin de los ecosistemas acuticos; es decir, teniendo mayor claridad sobre quin debe hacer qu, podemos comentar las principales disposiciones legales que aplican en el tema de ecosistemas acuticos.
Vale la pena resaltar que los reglamentos y Normas Oficiales Mexicanas son expedidos por el poder Ejecutivo Federal, sealando cmo es que se implementar la legislacin arriba referida. As las cosas, debemos iniciar por comentar las bases que se establecen en nuestra constitucin para fundamentar la proteccin jurdica de los recursos naturales y un desarrollo sostenido (sustentable), objetivos del derecho ambiental.
Del propio texto constitucional mexicano (artculos 16, 103 y 124), podemos concluir la jerarqua del orden jurdico mexicano; es decir, la legislacin expedida por el poder legislativo, es la siguiente: I. Constitucin federal II. Leyes constitucionales y tratados III. Derecho federal y derecho local (Carpizo, 1999: 442).
252 El marco jurdico-administrativo
ductividad se apoyar e impulsar a las empresas de los sectores social y privado de la economa, sujetndolos a las modalidades que dicte el inters pblico y al uso, en beneficio general, de los recursos productivos, cuidando su conservacin y el medio ambiente. El artculo 27 constitucional, que tiene gran importancia para la regulacin de la conservacin de los recursos naturales. En su prrafo 3 indica que La Nacin tiene el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el inters pblico, y el de regular en beneficio social el aprovechamiento de los elementos naturales susceptibles de apropiacin para cuidar de su conservacin y mejorar las condiciones de vida de la poblacin. En consecuencia, se dictarn las medidas necesarias para preservar y restaurar el equilibrio ecolgico, evitar la destruccin de los elementos naturales y los daos que la propiedad pueda sufrir en perjuicio de la sociedad, as como para ordenar los asentamientos humanos y establecer adecuadas provisiones, usos, reservas y destinos de aguas, tierras y bosques. En el prrafo 4, establece que: Corresponde a la Nacin el dominio directo de todos los recursos naturales de la plataforma continental y los zcalos submarinos de las islas, de todos los minerales o sustancias que constituyan depsitos de naturaleza distinta a los componentes de los terrenos. El siguiente prrafo seala: Son propiedad de la Nacin las aguas del mar territorial (12 millas marinas: 22,224 metros) [segn el artculo 27 de la Ley federal del mar], las aguas marinas interiores, las de lagos y lagunas que se comuniquen con el mar, las de los lagos interiores naturales ligados directamente a corrientes constantes, las de los ros y sus afluentes directos e indirectos desde su inicio hasta su desembocadura en el mar, lagos o lagunas o esteros nacionales; las corrientes constantes cuyo cauce, en todo o en parte, delimite el territorio nacional, o las que crucen la lnea divisoria de la Repblica; las de lagos, lagunas o esteros, y las de los manantiales que broten en playas o en cauces o riberas de aguas nacionales, as como las que se extraigan de las minas. El prrafo 6 seala que el dominio de la Nacin
es inalienable e imprescriptible y la explotacin, el uso o el aprovechamiento de los recursos, por parte de los particulares, slo podr realizarse mediante concesiones otorgadas por el Ejecutivo Federal. Igualmente importante es el prrafo 8, al indicar que la Nacin ejerce su soberana y jurisdiccin tambin en la Zona Econmica Exclusiva (200 millas marinas; es decir, 370,400 metros, a partir de la base en que se mide el Mar Territorial, incluyendo el lecho y subsuelo marinos y las aguas suprayacentes). El artculo 48 constitucional indica: Las islas, los cayos y arrecifes de los mares adyacentes que pertenezcan al territorio nacional, la plataforma continental, los zcalos submarinos de las islas, de los cayos y arrecifes, los mares territoriales, las aguas martimas interiores y el espacio situado sobre el territorio nacional, dependern directamente del gobierno de la Federacin, con excepcin de aquellas islas sobre las que hasta la fecha hayan ejercido jurisdiccin los Estados. El artculo 73 constitucional, Facultades del Congreso. El inciso G de la fraccin XXIX, brinda facultades al Congreso de la Unin para legislar la concurrencia de facultades de los tres rdenes de Gobierno en materia ambiental. El artculo 115 constitucional, se refiere a la posibilidad de los municipios de administrar zonas de reserva ecolgica. En su fraccin V indica: Los municipios, en los trminos de las leyes federales y estatales relativas, estn facultados para formular, aprobar y administrar la zonificacin y planes de desarrollo urbano municipal; participar en la creacin y administracin de sus reservas territoriales y zonas de reservas ecolgicas, as como controlar y vigilar el uso del suelo, para cuyo efecto expedirn los reglamentos y disposiciones administrativos necesarios. El artculo 124 constitucional, sienta las bases del Sistema Federal Mexicano, al sealar: Las facultades que no estn expresamente concedidas por esta Constitucin a los funcionarios federales, se entienden reservadas a los Estados. Artculo 133 Constitucional, establece la jerarqua de la legislacin aplicable en el territorio nacional mexicano, al sealar: Esta Constitucin, las leyes
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del Congreso de la Unin que emanen de ella y todos los Tratados que estn de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la Repblica, con aprobacin del Senado, sern la ley suprema de toda la Unin... Estas disposiciones constitucionales son la base sobre la cual se construye toda la gestin ambiental del pas, puesto que brindan fundamento para imponer limitaciones al desarrollo a travs de modalidades a la propiedad privada, como puede ser un rea natural protegida o las expropiaciones de zonas degradadas. Adems, dejan muy en claro la propiedad originaria de la nacin sobre los recursos naturales y brindan el fundamento para que el Congreso legisle en materia ambiental y para que el Municipio realice actividades con implicaciones ambientales.
Otro de los aspectos importantes de las reformas mencionadas fue establecer un sistema gradual de transferencia de facultades en favor de los gobiernos de los estados y los municipios por parte de la Federacin; la propuesta recoge el mecanismo previsto en el Artculo 116, fraccin VII de la Constitucin, en donde se establece que: La Federacin y los Estados, en los trminos de ley, podrn convenir la asuncin por parte de stos del ejercicio de sus funciones, la ejecucin y operacin de obras y la prestacin de servicios pblicos, cuando el desarrollo econmico y social lo haga necesario. Los Estados estarn facultados para celebrar esos convenios con sus municipios, a efecto de que stos asuman la prestacin de los servicios o la atencin de las funciones mencionadas. De acuerdo con lo anterior, en la medida en que los gobiernos locales desarrollen la capacidad para asumir la responsabilidad del ejercicio de atribuciones en materia ambiental que en principio corresponden a la Federacin, sta podr transferrselas mediante convenios de coordinacin que debern cubrir determinadas condiciones. La Tabla 4 ofrece un resumen sobre este tema. Si bien es cierto que la lgeepa distribuye las competencias concurrentes entre los tres rdenes de gobierno, tambin lo es que la mayora de facultades que implican toma de decisiones generalmente son competencia de la Federacin, limitando en muchas ocasiones las facultades de los gobiernos locales para vigilar, colaborar y coadyuvar con la gestin ambiental.
Planeacin ambiental
Son tres los aspectos ms importantes de este instrumento (artculos 17 y 18 de la LGEEPA):
1.
Los asuntos ambientales deben de estar incorporados dentro del Plan Nacional de Desarrollo. 2. Las actividades que lleven a cabo las distintas entidades y dependencias de la administracin pblica federal debern de incorporar asuntos ambientales. 3.- El Gobierno Federal va a promover la participacin de la sociedad en las acciones ecolgicas (preservacin, restauracin y proteccin de los recursos naturales).
1.
2.
Este instrumento de poltica ambiental es la base para que exista una efectiva coordinacin intersecretarial, sobre temas transversales como el medio ambiente. De esta forma aspectos novedosos como el enorme valor econmico y ambiental de los humedales y otros ecosistemas acuticos, deben ser considerados por otras dependencias pblicas.
3. 4.
El Ordenamiento Ecolgico General del Territorio y el ordenamiento marino le corresponden a la Federacin (semarnat); en estos casos la secretara tiene la obligacin de incorporar a la sociedad para que participe en su elaboracin. Ordenamientos Ecolgicos Regionales. Sern competencia de los gobiernos del Distrito Federal y de los estados. (Art. 20 bis 2 lgeepa). Los ordenamientos ecolgicos regionales pueden ser de dos tipos: a) Para un estado en particular, por ejemplo, slo en el Estado de Chihuahua. b) Un ordenamiento para varios estados. Ordenamiento Ecolgico Local. Es expedido por los municipios. Ordenamiento Ecolgico Marino. La Semarnat, en coordinacin con las dependencias competentes, podr formular, expedir y ejecutar programas de ordenamiento ecolgico que tendrn por objeto establecer lineamientos y previsiones a los cuales debern sujetarse la preservacin, restauracin, proteccin y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales de esa rea o superficies especficas ubicadas en zonas marinas mexicanas, y zonas federales adyacentes.
4. 5.
Contar con OET siempre ser de gran ayuda para el desarrollo armnico de cualquier regin; as el fomento a proyectos tursticos o inmobiliarios se puede realizar en las zonas ms adecuadas para ello, mientras que las zonas prioritarias para la conservacin pueden ser ms fcilmente protegidas.
Instrumentos econmicos15
Con los instrumentos econmicos (artculos 21 al 23 de la LGEEPA) se busca la incorporacin de costos ambientales, a fin de promover un cambio de actitud, ya que se busca la compatibilidad de los intereses econmicos con los ambientales e incentivar a aquellas personas que llevan a cabo acciones en pro de la naturaleza. Son un mecanismo que permite aplicar los principios de poltica ambiental (por ejemplo, el
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Segn el Art. 19 bis de la lgeepa, el ordenamiento ecolgico territorial puede ser: 1) General del territorio; 2) Regional; 3) Local, y 4) Marino.
Atencin de asuntos que afecten el equilibrio ecolgico en el territorio nacional o zonas sujetas a jurisdiccin de la Nacin, originados en el territorio nacional o zonas sujetas a la soberana o jurisdiccin de otros Estados, o en zonas que estn ms all de la jurisdiccin de cualquier Estado (Fracc. III). Atencin de los asuntos que, originados en el territorio nacional o en las zonas sujetas a la soberana o jurisdiccin de la nacin, afecten el equilibrio ecolgico del territorio o de las zonas sujetas a la soberana o jurisdiccin de otros Estados, o en las zonas que estn ms all de la jurisdiccin de cualquier Estado (Fracc. IV). Atencin de asuntos que afecten el equilibro de dos o ms entidades federativas (Fracc. XX). Expedicin de normas oficiales mexicanas y la vigilancia de su cumplimiento (Fracc. V).
Atencin de asuntos que afecten el equilibrio ecolgico o el ambiente de dos o ms municipios (Fracc. XI).
Atencin coordinada con la Federacin en asuntos que afecten el equilibrio ecolgico de dos o ms entidades federativas, cuando as lo consideren conveniente las entidades federativas respectivas (Fracc. XX).
Vigilancia del cumplimiento de las normas oficiales mexicanas, en materias que se refieren las fracciones III, VI y VII del artculo 7 (Fracc. XIII).
Vigilancia del cumplimiento de las normas oficiales mexicanas expedidas por la Federacin, en las materias y supuestos que se refieren las fracciones III, IV, VI y VII del artculo 8 (Fracc. XII).
Regulacin y control de actividades consideradas como altamente riesgosas (Fracc. VI). Regulacin y control de la generacin, manejo y disposicin final de mate256 El marco jurdico-administrativo
Regulacin de actividades que no sean consideradas altamente riesgosas (Fracc IV). Regulacin de sistemas de recoleccin, transporte, almacenamiento, manejo, Aplicacin de disposiciones para prevenir y controlar los efectos sobre el
Participacin en emergencias y contingencias ambientales (Fracc. VII). Establecimiento, regulacin, administracin y vigilancia de reas naturales protegidas de competencia federal (Fracc. VIII).
Participacin en emergencias y contingencias ambientales (Fracc. XII). Establecimiento, regulacin, administracin y vigilancia de las reas naturales protegidas previstas en la legislacin local, con la participacin de los gobiernos municipales (Fracc. V).
Formulacin, aplicacin y evaluacin de programas de Ordenamiento Ecolgico General del Territorio y de los programas de ordenamiento ecolgico marino (Fracc. IX).
Formulacin, aplicacin y ejecucin de programas de ordenamiento ecolgico del territorio regional, con la participacin de los municipios respectivos (Fracc. IX).
Evaluacin del impacto ambiental de las obras o actividades a que se refiere el artculo 28 y expedicin de autorizaciones correspondientes (Fracc. X).
La evaluacin del impacto ambiental de las obras o actividades que no se encuentren expresamente reservadas a la Federacin por la presente Ley y expedicin de autorizaciones correspondientes (Fracc. XVI).
Regulacin de la contaminacin de la atmsfera, proveniente de todo tipo de fuentes emisoras, as como la prevencin y el control en zonas o en caso de fuentes fijas y mviles de jurisdiccin federal (Fracc. XII).
Prevencin y control de la contaminacin atmosfrica generada por fuentes fijas que funcionen como establecimientos industriales, as como por fuentes mviles, que conforme a lo establecido en esta Ley no sean de competencia Federal (Fracc. III).
Regulacin de las actividades relacionadas con la exploracin, explotacin y beneficio de los minerales, sustancias y dems recursos del subsuelo que corresponden a la Nacin (Fracc. XIV).
Prevencin y control de la contaminacin generada por el aprovechamiento de las sustancias no reservadas a la Federacin, que constituyan depsitos de naturaleza similar a los componentes de los terrenos, tales como rocas o productos de su descomposicin que slo puedan utilizarse para la fabricacin de materiales para la construccin u ornamento de obras (Fracc. X). Prevencin y control de la contaminacin generada por la emisin de ruido, vibraciones, energa trmica, lumnica, radiaciones electromagnticas y olores perjudiciales al equilibrio ecolgico o al ambiente, proveniente de fuentes fijas que funcionen como establecimientos industriales, as como, en su caso, de fuentes mviles que conforme Aplicacin de disposiciones jurdicas relativas a la prevencin y control de la contaminacin por ruido, vibraciones, energa trmica, radiaciones electromagnticas y lumnica y olores perjudiciales para el equilibrio ecolgico y el ambiente, proveniente de fuentes fijas que funcionen como establecimientos mercantiles o de servicios, as como la vigilancia del
Regulacin de la prevencin de la contaminacin ambiental originada por ruido, vibraciones, energa trmica, lumnica, radiaciones electromagnticas y olores perjudiciales para el equilibrio ecolgico y el ambiente (Fracc. XV).
Promover la participacin de la sociedad en materia ambiental, de conformidad con lo dispuesto en la LGEEPA (Fracc. XVI). Integracin del Sistema Nacional de Informacin Ambiental y su puesta a disposicin al pblico (Fracc. XVII). Emisin de recomendaciones a autoridades Federales, Estatales y Municipales para promover el cumplimiento de la legislacin ambiental (Fracc. XVIII).
Promover la participacin de la sociedad en materia ambiental de conformidad con lo dispuesto en la LGEEPA (Fracc. XV). Conduccin de la poltica estatal de informacin y difusin en materia ambiental (Fracc. XIV). Emisin de recomendaciones a autoridades competentes en materia ambiental (Fracc. XIX). Formulacin y conduccin de la poltica municipal de informacin y difusin en materia ambiental (Fracc. XIII).
Formulacin, ejecucin y evaluacin del programa estatal de proteccin al ambiente (Fracc. XVIII). Vigilancia y promocin, en el mbito de su competencia, del cumplimiento de la LGEEPA (Fracc. XIX). Las dems que esta Ley u otras disposiciones legales atribuyan a la Federacin (Fracc. XXI). Ejercicio de las funciones que en materia de preservacin del equilibrio ecolgico y proteccin al ambiente les transfiera la Federacin, conforme a lo dispuesto en el artculo 11 de la LGEEPA (Fracc. XVII). Los dems asuntos que les conceda esta Ley u otros ordenamientos en concordancia con ella y que no estn otorgados expresamente a la Federacin (Fracc. XXI).
Formulacin, ejecucin y evaluacin del programa municipal de proteccin al ambiente (Fracc. XV).
Atencin de los dems asuntos que en materia de preservacin del equilibrio ecolgico y proteccin al ambiente les conceda esta Ley u otros ordenamientos en concordancia con ella y que no estn otorgados expresamente a la Federacin o a los Estados (Fracc. XVI).
que contamina paga y el que conserva se beneficia), y deben ser complementados por otros instrumentos de poltica ambiental. Existen tres tipos de instrumentos econmicos que incentivan el cumplimiento de la normatividad ambiental. Estos instrumentos econmicos pueden ser de carcter: Fiscales. Estos estmulos se pueden dar en las reas de investigacin y desarrollo de tecnologas que busquen evitar daos al ambiente; que contribuyan al ahorro de energa y a la utilizacin de fuentes alternativas menos contaminantes; al ahorro y aprovechamiento sustentable del agua y las que tengan que ver con el establecimiento, manejo y vigilancia de las anp. Financieros. Son, entre otros, los crditos, fianzas, seguros, fondos y fideicomisos que busquen acciones en favor de la preservacin del equilibrio ecolgico. Tambin puede ser que estn encaminados a estudios, investigaciones u otros. De mercado. Son los instrumentos que se encuentran relacionados con permisos, licencias, autorizaciones, concesiones, entre otros.
hasta un cierto nivel de especificacin, la mayora de las veces tcnica, con el propsito de que la legislacin ambiental sea efectivamente aplicada. Anteriormente denominadas Normas Tcnicas Ecolgicas, las nom buscan, de acuerdo con el artculo 36 de la lgeepa, garantizar la sustentabilidad de las actividades econmicas; son emitidas por la semarnat a travs de Subsecretara de Fomento y Normatividad Ambiental.4 En la prctica, la Subsecretaria de Fomento y Normatividad Ambiental tiene distintos comits de normalizacin que se renen con el fin de elaborar el proyecto de normas ambientales mexicanas. Al tener listo un proyecto de nom, ste se publica en el dof y se tienen 90 das para consulta pblica (de modo que cualquiera pueda realizar comentarios y presentarlos a la Direccin General de Normatividad; y sta les dar respuesta en el dof). Superada esta etapa, se publica la norma ambiental mexicana correspondiente, ya sea referente al aire, el suelo, el agua, la vida silvestre y el ruido, entre otros aspectos. Los comits estn compuestos por representantes de distintos componentes de la sociedad: acadmicos, usuarios, empresarios, grupos ambientales y funcionarios pblicos, entre ellos. Los comits pueden decidir la pertinencia de formar subcomits tcnicos para explorar temas especficos. En trminos generales, las nom buscan: 1. 2. 3. 4. 5. Establecer lmites mximos permisibles de contaminacin. Que los agentes econmicos puedan reorientar sus procesos productivos. Que se cuente con tecnologa limpia. Que los agentes econmicos incorporen costos ambientales. Promover actividades productivas que sean eficientes y que sean sustentables.
En esta bsqueda de soluciones que permitan alcanzar los objetivos ambientales de la manera ms eficiente, la creacin y/o uso de mercados, como los servicios ambientales, es una de las tendencias ms recientes para la proteccin ambiental. Estos instrumentos, permiten que quienes gozan de mayores ventajas y oportunidades, realicen las acciones de proteccin al ambiente de la forma ms eficaz y con el menor costo.
La Norma Oficial Mexicana de mayor importancia para la gestin y preservacin de los humedales es sin duda la nom-022-semarnat-2003, que establece las especificaciones para la preservacin, conservacin, aprovechamiento sustentable y restauracin de los humedales costeros en zonas de manglar. Existe una gran polmica en torno a esta nom, debido a que
su expedicin fue considerada como un gran avance por las organizaciones conservacionistas, pero ocho meses despus se hicieron reformas a dicha norma, consideradas un enorme retroceso. Con el cambio, la norma que antes protega este importante ecosistema ahora establece una compensacin econmica a cambio de permitir la realizacin de obras y actividades que antes prohiba: el acuerdo que adiciona la especificacin 4.43 a la nom-022-semarnat- 2003 dice: 4.43 La prohibicin de obras y actividades estipuladas en los numerales 4.4 y 4.22 y los lmites establecidos en los numerales 4.14 y 4.16 podrn exceptuarse siempre que en el informe preventivo o en la manifestacin de impacto ambiental, segn sea el caso, se establezcan medidas de compensacin en beneficio de los humedales y se obtenga la autorizacin de cambio de uso de suelo correspondiente. Con esta modificacin, hasta el momento se deja sin efecto el espritu de conservacin que tena originalmente la norma y la semarnat evidencia que est ms interesada en atraer inversiones que en proteger el medio ambiente. Es importante sealar que existe un amplio nmero de nom que pueden vincularse a la gestin de manglares, humedales y otros ecosistemas acuticos, tales como: nom-059-ecol-2001 (Proteccin ambiental-especies nativas de Mxico de flora y fauna silvestres-categoras de riesgo y especificaciones para su inclusin, exclusin o cambio-lista de especies en riesgo.); la nom-061-ecol-1994 (Especificaciones para mitigar los efectos adversos ocasionados en la flora y fauna silvestres por el aprovechamiento forestal) o la nom-126-ecol-2000 (Especificaciones para la realizacin de actividades de colecta cientfica de material biolgico de especies de flora y fauna silvestres y otros recursos biolgicos en el territorio nacional), entre otras.
puedan causar desequilibrio ecolgico, o rebasar los lmites y condiciones establecidos en las disposiciones aplicables para proteger el ambiente y preservar y restaurar los ecosistemas, a fin de evitar o reducir al mnimo sus efectos negativos sobre el ambiente. Para ello, en los casos que as lo determine el Reglamento, quienes pretendan llevar a cabo alguna de las obras o actividades sealadas, requerirn previamente la autorizacin en materia de impacto ambiental de la Secretara. La Evaluacin de Impacto Ambiental constituye una de las figuras jurdicas ms importantes de la legislacin ambiental mexicana y ha sido el centro de los problemas ambientales que ms debate han suscitado dentro de la vida pblica mexicana en los ltimos aos. Si bien es cierto que a travs de este instrumento se han podido mitigar los efectos ambientales de muchas obras u actividades que anteriormente se llevaban a cabo sin un control efectivo, es preciso reconocer que la ley vigente an adolece de graves deficiencias, como la centralizacin en el Gobierno Federal de una gran cantidad de decisiones, la ambigedad en el establecimiento del tipo de obra o actividad que requiere su aplicacin, as como la falta de procedimientos administrativos claros y de mecanismos de participacin social que otorguen transparencia y certidumbre en los procesos de decisin, entre otras. El artculo 28 de la lgeepa seala cules son las obras y actividades que debe evaluar la Federacin en materia de impacto ambiental. Para los efectos de la presente sinopsis, debemos resaltar las siguientes fracciones: V. Aprovechamientos forestales en selvas tropicales y especies de difcil regeneracin. VII. Cambios de uso de suelo de reas forestales, as como en selvas y zonas ridas. IX. Desarrollos inmobiliarios que afecten los ecosistemas costeros. X. Obras y actividades en humedales, manglares, lagunas, ros, lagos y esteros conectados con el mar, as como en sus litorales o zonas federales. XI. Actividades en reas naturales protegidas.
XII. Actividades pesqueras, acucolas o agropecuarias que puedan causar daos a los ecosistemas. XIII. Obras o actividades pblicas que puedan causar desequilibrios ecolgicos graves e irreparables, daos a la salud o a los ecosistemas, o rebasar los lmites y condiciones establecidas en las disposiciones jurdicas relativas a la preservacin del equilibrio ecolgico y la proteccin del ambiente. Para obtener la autorizacin correspondiente en materia de Impacto Ambiental se deben presentar tanto la Manifestacin de Impacto Ambiental (mia), para que toda obra o actividad que pueda causar un desequilibrio ecolgico o dao al ambiente sea sujeta a una evaluacin previa por parte de las autoridades competentes; como el Estudio de Riesgo, la Direccin General de Impacto y Riesgo Ambiental es la encargada de evaluar y resolver la mia; y el estudio de riesgo que se presenta junto con la mia en los casos relativos a actividades consideradas altamente riesgosas por la lgeepa; y las medidas preventivas y correctivas para evitar un posible dao al ambiente. Es importante mencionar que en el procedimiento de Evaluacin de Impacto Ambiental (EIA) se deben tomar en cuenta el Ordenamiento Ecolgico, las Declaratorias de reas Naturales Protegidas, los Criterios Ecolgicos existentes para la proteccin de flora y fauna y las Normas Oficiales Mexicanas. Cuando la obra o actividad se pretenda desarrollar dentro de un rea Natural Protegida, tambin es necesario considerar las normas generales de manejo, Normas Oficiales Mexicanas aplicables y las disposiciones referentes al Sistema Nacional de reas Naturales Protegidas. El artculo 31 de la lgeepa establece que las obras o actividades enumeradas en el artculo 28 requerirn la presentacin de un informe preventivo, y no de una manifestacin ambiental. La diferencia entre la Manifestacin de Impacto Ambiental y el Informe Preventivo es que este ltimo se presenta cuando se considera que el proyecto no va a daar, ni perjudicar el medio ambiente. Se presenta tambin ante la Direccin General de Impacto y Riesgo Ambiental, quien decidir si procede el Informe Preventivo o si se debe
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hacer la Manifestacin de Impacto Ambiental, ya sea en la modalidad particular o regional. La Autorizacin de Impacto Ambiental es otorgada por la semarnat como resultado de la presentacin y evaluacin de un informe preventivo, manifestacin o estudio de impacto ambiental o de riesgo, segn corresponda; cuando previamente a la realizacin de una obra o actividad se cumplan los requisitos establecidos en la Ley para evitar o, en su defecto, minimizar y restaurar o compensar los daos ambientales que las mismas puedan ocasionar. Claramente, los artculos 33 y 35 de la lgeepa establecen que la Secretara no puede dar una autorizacin, que obligue a las autoridades locales a expedir las autorizaciones correspondientes dentro de su mbito de competencia. La resolucin de la Secretara slo se referir a los aspectos ambientales de las obras y actividades de que se trate. De conformidad con el artculo 34 de la lgeepa, cuando la Secretara recibe una mia y la integra al expediente, cualquier persona podr consultarla. Tambin se menciona la posibilidad de que cierta informacin se pueda mantener en reserva. Como promovente se puede solicitar a la Direccin correspondiente que no se ponga al acceso de los particulares, sea porque pudiesen llegar a afectarse derechos de propiedad industrial o bien intereses lcitos de la naturaleza comercial. No todo el documento quedara en reserva, sino slo algunas partes que permanecen reservadas al acceso de los particulares. El mismo artculo 34, en su fraccin segunda, se refiere a la posibilidad de una consulta pblica. La Secretara podr llevar a cabo una consulta pblica la cual, para que se realice, debe ser solicitada por una persona de la comunidad de que se trata. Es importante sealar que existe discrecionalidad por parte de la autoridad para realizar la Consulta Pblica o no. La consulta pblica se deber llevar a cabo tras la publicacin en la Gaceta ecolgica y la publicacin por parte del promovente del proyecto de un extracto del proyecto o la obra en un peridico de amplia circulacin. Cualquier ciudadano puede solicitar a la Secretara que se ponga a su disposicin la mia. La semarnat tiene la obligacin de agregar las opiniones de los particulares dentro del expediente. La Direccin General de Impacto y Riesgo Ambiental
deber integrar en el expediente lo que ha sido vertido en la consulta pblica, y tambin la obligacin de llevar una cronologa del proceso que sigui la consulta pblica, ms observaciones y comentarios del pblico. La Secretara inicia el procedimiento de evaluacin una vez presentada la mia, y ya evaluados lo posibles efectos de dichas obras o actividades, puede resolver: Autorizando la obra o actividad en los trminos sealados en la manifestacin. Autorizando el proyecto a condicin de que se modifique, re-localice o ambas (autorizacin condicionada). Negando la autorizacin y fundamentando dicha negativa.
radas y estn sujetas al rgimen previsto en la lgeepa. Las anp en general tienen por objeto (Anexo 2): Asegurar el equilibrio y continuidad de procesos evolutivos y ecolgicos. Asegurar la preservacin y aprovechamiento sustentable de la biodiversidad del territorio nacional. Proporcionar oportunidades para la investigacin cientfica y el estudio de los ecosistemas y su equilibrio. Aprovechamiento sustentable de los ecosistemas y sus elementos. Aprovechamiento sustentable de la biodiversidad del territorio nacional. Proteger los entornos naturales de zonas, monumentos, vestigios arqueolgicos, histricos, artsticos, zonas tursticas y reas de importancia para la recreacin, cultura e identidad nacional de los pueblos indgenas.
Si el particular desiste de realizar la obra o actividad, deber notificarlo a la autoridad, ya sea durante la evaluacin o ya con la autorizacin. En caso de cambios al proyecto, el particular tambin deber notificar a la autoridad, para que sta le indique si tendr que presentar una nueva mia y, en su caso, en qu modalidad. Antes de que sea aprobada la mia se deben presentar los elementos esenciales para que la autoridad incluya en la Evaluacin de Impacto Ambiental los cambios correspondientes. Vale la pena saber que una autorizacin en materia de impacto ambiental puede ser negada slo por las siguientes causas: Que se contravenga lo establecido por la ley, reglamentos o normas. Que la obra o actividad determinada, pueda propiciar que una o ms especies sean declaradas, amenazadas, afectadas o en peligro de extincin. Que la informacin que se proporciona sea falsa.
Las anp deben ser administradas con base en un Programa de Manejo propio de cada una, el cual debe contener cuando menos: Descripcin de las caractersticas fsicas, biolgicas, sociales y culturales de la anp. Acciones que se van a llevar a cabo a corto, mediano y largo plazo, estableciendo su vinculacin con el plan Nacional de Desarrollo, as como con los programas sectoriales correspondientes. Forma en que se organizar la administracin de la anp (zonacin y otros rasgos). Objetivos que se van a perseguir dentro de las reas naturales protegidas. La referencia a las normas oficiales mexicanas aplicables a las actividades a que est sujeta el rea. Los inventarios biolgicos existentes y los que se prevea realizar. Las reglas de carcter administrativo a las que se sujetarn las actividades dentro del anp.
Desde agosto de 2005, al establecer un rea natural protegida se realiza una divisin y subdivisin en zonas y sus respectivas subzonas, para poder identificar y delimitar adecuadamente las porciones del territorio
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que conforman un anp, y las actividades que en cada una se pueden realizar. De hecho, mediante las declaratorias se pueden establecer una o ms zonas ncleo y de amortiguamiento, segn sea el caso y stas, a su vez, pueden tener una o ms subzonas. La zonificacin se realiza mediante el programa de manejo y de acuerdo con la categora de anp que corresponda (artculo 47 bis de la LGEEPA) (Anexo 2). Una vez que se tenga el programa de manejo, existe la posibilidad de que la semarnat delegue la administracin de las anp a gobiernos de los Estados, municipios o al Distrito Federal, a ejidos, comunidades agrarias, pueblos indgenas, grupos y organizaciones sociales, empresariales y dems personas fsicas o morales interesadas, segn el tipo de anp de que se trate y las regulaciones aplicables. En casos de esta naturaleza se deber realizar un acuerdo de coordinacin para transferir la administracin de la anp. En los parques nacionales podrn establecerse subzonas de proteccin y de uso restringido en sus zonas ncleo; y subzonas de uso tradicional, de uso pblico y de recuperacin en las zonas de amortiguamiento. En los monumentos naturales y en los santuarios se podrn establecer subzonas de proteccin y de uso restringido dentro de sus zonas ncleo; y subzonas de uso pblico y de recuperacin en las zonas de amortiguamiento (artculo 47 bis de la LGEEPA).
La delimitacin de la zona de restauracin. Cules son aquellas acciones necesarias para regenerar o recuperar el sitio. Establecer el uso de suelo y el aprovechamiento de los recursos naturales, la flora y la fauna. Establecer un plazo para las acciones de restauracin ecolgica.
Estas disposiciones son de particular importancia debido a que un gran nmero de humedales se encuentran en un proceso avanzado de degradacin y contaminacin. Situaciones como esta sobran en el pas, pensemos en palpables ejemplos reales, tales como las cuencas Lerma y Cutzamala; los ros Atoyac y Coatzacoalcos; o bien los lagos de Texcoco y Chapala. En todas estas zonas, pensar en el establecimiento de anp no tiene sentido debido al grave deterioro del ecosistema; sin embargo, el establecimiento de una zona de restauracin podra plantearse como una opcin para tratar de recuperar dichos ecosistemas.
Zonas de restauracin
La Semarnat tiene la posibilidad de considerar que ciertas reas sean decretadas como zonas de restauracin (artculos 78 al 78 bis I de la LGEEPA), debido a que presentan procesos de degradacin o desertificacin, o graves desequilibrios ecolgicos para devolverlas al estado en que se encontraban (artculo 78 de la LGEEPA). Es responsabilidad de la semarnat llevar a cabo la formulacin, ejecucin y seguimiento de los programas, promoviendo la participacin de los propietarios, poseedores, organizaciones sociales, pblicas o privadas, pueblos indgenas, gobiernos locales y dems interesados. Son zonas degradadas y desertificadas, a diferencia de las anp que son reas ricas ecolgicamente hablando. En la declaratoria de zona de restauracin se debe establecer:
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Fomento y desarrollo de la investigacin de la fauna y flora silvestre de los materiales genticos. Fomento y trato digno y respetuoso a las especies animales. Desarrollo de actividades productivas alternativas para las comunidades rurales. Conocimiento biolgico tradicional y participacin de las comunidades y pueblos indgenas en la elaboracin de programas de biodiversidad del rea que habitan.
hidrolgico, se deber considerar la proteccin de suelos y reas boscosas y selvticas y el mantenimiento de caudales bsicos de las corrientes de agua, y la capacidad de recarga de los acuferos; y La preservacin y el aprovechamiento sustentable del agua, as como de los ecosistemas acuticos es responsabilidad de sus usuarios, as como de quienes realicen obras o actividades que afecten dichos recursos.
Al referirnos al aprovechamiento sustentable de la vida silvestre, es muy importante tambin considerar la Ley General de Vida Silvestre, cuyo objeto es establecer la concurrencia del Gobierno Federal, de los gobiernos de los estados y de los municipios, relativa a la conservacin y aprovechamiento de la vida silvestre y su hbitat en el territorio mexicano. De igual forma es indispensable aclarar que el aprovechamiento sustentable de los recursos forestales maderables y no maderables y de las especies cuyo medio de vida total sea el agua, ser regulado por las leyes forestal y de pesca, respectivamente, salvo que se trate de especies o poblaciones en riesgo, establecidas por la nom-059-ecol-2001 (Proteccin ambiental-especies nativas de Mxico de flora y fauna silvestres-categoras de riesgo y especificaciones para su inclusin, exclusin o cambio-lista de especies en riesgo).
Estos criterios deben ser considerados en la formulacin e integracin del Programa Nacional Hidrulico; en el otorgamiento de concesiones y permisos; en el establecimiento de zonas reglamentadas, de veda o de reserva; en las suspensiones o revocaciones de permisos, autorizaciones, concesiones o asignaciones otorgados; en las polticas y programas para la proteccin de especies acuticas endmicas, amenazadas, en peligro de extincin o sujetas a proteccin especial; en las concesiones para acuacultura; y en la creacin y administracin de reas o zonas de proteccin pesquera. La Semarnat, en coordinacin con la Secretara de Salud, es responsable de expedir las nom pertinentes y adecuadas para el establecimiento y manejo de zonas de proteccin de ros, manantiales, depsitos y, en general, fuentes de abastecimiento de agua para el servicio de las poblaciones e industrias, y promover el establecimiento de reservas de agua para consumo humano; as como la concertacin de acciones de preservacin y restauracin de los ecosistemas acuticos con los sectores productivos y las comunidades. Asimismo, la Semarnat tiene que realizar las acciones necesarias para evitar, y en su caso controlar, procesos de eutrofizacin, salinizacin y cualquier otro proceso de contaminacin en las aguas nacionales. Adems, debe establecer viveros, criaderos y reservas de especies de flora y fauna acuticas.
acuticos. Existen diferentes formas reconocidas por la Ley para que cualquier persona pueda participar y colaborar con estos fines. Por ejemplo, en el establecimiento, administracin y manejo de las reas naturales protegidas, participarn sus habitantes, propietarios o poseedores, gobiernos locales, pueblos indgenas, y dems organizaciones sociales, pblicas y privadas, para lo cual la Semarnat tiene que suscribir con los interesados los convenios de concertacin o acuerdos de coordinacin necesarios (artculo 47 de la LGEEPA). Cuando un proyecto puede afectar un terreno de un particular o de una comunidad, se tiene el derecho de solicitar a la Semarnat que realice una consulta pblica de informacin (artculo 34 de la LGEEPA). Los propietarios, poseedores, usufructuarios o usuarios de los predios correspondientes, tienen el derecho de ser escuchados antes del establecimiento de reas de proteccin en franjas, riberas de los ros, quebradas, arroyos permanentes, riberas de los lagos y embalses naturales, riberas de los lagos o embalses artificiales construidos por el estado y sus instituciones, reas de recarga y los mantos acuferos (artculo 129 LGDFS). La Semarnat tambin est obligada a promover la participacin de todas las personas y sectores involucrados, en la formulacin y aplicacin de las medidas para la conservacin y aprovechamiento sustentable de la vida silvestre ((artculo 15 de la LGVS), y en la planeacin, diseo, aplicacin y evaluacin de los programas e instrumentos de la poltica forestal (artculos 150 y 151 de la LGDFS);28 en la formulacin, ejecucin y seguimiento de los programas de restauracin (artculo 29 de la LGEEPA).
de un delito est obligada a denunciarlo ante el Ministerio Pblico y, en caso de urgencia, ante cualquier funcionario agente de polica (artculo 116 de la CFPP). Existen varias acciones que son consideradas delitos y que pueden presentarse en humedales y otros ecosistemas acuticos (Anexo 2). De igual manera, toda persona pude denunciar ante la Semarnat , la Profepa o alguna otra autoridad ambiental, todo hecho, acto u omisin que produzca o pueda producir desequilibrio ecolgico al ecosistema o daos a los recursos forestales, o contravenga las leyes, mediante el esquema de la denuncia popular, para lo cual slo hay que aportar los elementos de prueba para sustentar la denuncia, que debe ser turnada a la Profepa (artculos 186 de la LGEEPA y 159 de la LGDFS). Asimismo, cualquier persona fsica o moral puede presentar una denuncia por daos a la vida silvestre ante la profepa, daos a la vida silvestre y su hbitat sin necesidad de demostrar que sufre una afectacin personal y directa (artculo 107 de la LGVS). El responsable de los daos est obligado a repararlos en los trminos del Cdigo Civil (artculo 106 de la LGVS). Adems, hay que considerar que en contra de los actos y resoluciones de la autoridad dictados en los procedimientos administrativos, se puede interponer un recurso de revisin (artculos 35 de la LGDFS y 176 de la LGEEPA). De esta forma es posible quejarse, por ejemplo, cuando alguien est realizando un aprovechamiento forestal sin respetar la normatividad o cuando una autorizacin de impacto ambiental haya sido otorgada de forma indebida, cuando exista un cambio de suelo sin autorizacin o sin opinin tcnica requerida, o cualquier otro acto de autoridad indebido. Slo hasta que se agoten todas las opciones legales, un particular podr recurrir al Juicio de Amparo ante los Tribunales del Poder Judicial de la Federacin, por considerar que se han violado las garantas individuales establecidas en la Constitucin mexicana (artculos 103 y 107 de la Constitucin). La imposicin de las multas se realizar con base en el salario mnimo general diario vigente para el Distrito Federal al momento de cometerse la infraccin y dependen de las circunstancias en que se produzca la infraccin (Anexo 3). Las infracciones a la LGEEPA, a la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable y a la Ley General
de Vida Silvestre, son sancionadas por la Semarnat, tomando en consideracin la gravedad de la infraccin cometida y: Los daos que se hubieren producido o puedan producirse as como el tipo, localizacin y cantidad del recurso daado. El beneficio directamente obtenido. El carcter intencional o no de la accin u omisin. El grado de participacin e intervencin en la preparacin y realizacin de la infraccin. Las condiciones econmicas, sociales y culturales del infractor, y La reincidencia.
Cuando la sancin se determine a travs de las visitas de inspeccin, determinndose que existen daos al ecosistema, se impondr como sancin mnima la ejecucin de las medidas de restauracin. La amonestacin slo ser aplicable a los infractores por primera vez y servir de apoyo para incrementar la sancin econmica a los reincidentes (artculo 167 de la LGDFS). Cuando la gravedad de la infraccin lo amerite, la Semarnat solicitar a las autoridades que los otorgaron, la suspensin, modificacin, revocacin o cancelacin de la concesin, permiso, licencia y en general de todas las autorizaciones otorgadas (artculo 169 de la LGDFS). Es importante destacar que la legislacin seala que se considerarn infractores no slo las personas que hayan participando en su comisin, sino tambin quienes hayan participado en su preparacin (artculo 169 de la LGDFS) o en su encubrimiento (artculo 169 de la LGDFS). En Mxico los delitos ambientales estn sealados en el Cdigo Penal Federal y las penas establecidas oscilan desde seis meses a diez aos de prisin y de cien a veinte mil das de salario mnimo-multa (Anexo 3). Adems, se puede imponer alguna o algunas de las siguientes penas o medidas de seguridad (artculo 421 de la CPF): La realizacin de las acciones necesarias para restablecer las condiciones de los elementos naturales que constituyen los ecosistemas afectados, al
estado en que se encontraban antes de realizarse el delito. La suspensin, modificacin o demolicin de las construcciones, obras o actividades, segn corresponda, que hubieren dado lugar al delito ambiental respectivo. La reincorporacin de los elementos naturales, ejemplares o especies de flora y fauna silvestre, a los hbitat de que fueron sustrados, siempre y cuando su reincorporacin no constituya un peligro al equilibrio ecolgico o dificulte la reproduccin o migracin de especies de flora o fauna silvestre. Inhabilitacin, cuando el autor o partcipe del delito tenga la calidad de servidor pblico, hasta por un tiempo igual al que se le hubiera fijado como pena privativa de libertad, la cual deber correr al momento en que el sentenciado haya cumplido con la prisin o sta se hubiera tenido por cumplida. Los trabajos a favor de la comunidad, consistirn en actividades relacionadas con la proteccin al ambiente o la restauracin de los recursos naturales.
Conclusin
A lo largo de este documento hemos comentado el marco legal bsico, quedando de manifiesto su complejidad, as como el diverso grupo de instituciones gubernamentales responsables de su implementacin. El mundo de la poltica y las leyes, tradicionalmente enfocado a la conducta del ser humano en sociedad, ahora se enfrenta a un concepto nuevo, cuya regulacin es todo un reto: el medio ambiente, los elementos naturales que lo componen, as como sus funciones e interacciones. De hecho, al rbol del mangle no le importa si est incluido en los listados de la nom-059; las aves que anidan en el humedal no se preguntan si son competencia Federal o local; ni los peces saben si ahora son regulados por la sagarpa o por la Semarnat. El hecho es que toda la vida e interaccin del ecosistema acutico contina brindando una enorme cantidad de bienes y servicios ambientales: funcionan como barreras naturales de proteccin ante huracanes,
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contribuyen a mitigar los efectos del cambio climtico, son el hbitat de infinidad de especies, filtran el agua marina, y la lista contina. As las cosas, resulta indispensable contar con suficiente voluntad poltica para brindarle la jerarqua necesaria al tema de la conservacin de hbitat que son crticos (como es el caso de los humedales y otros ecosistemas acuticos), de manera que la diversidad de instrumentos de poltica ambiental sean efectivamente aplicados. Se requiere un verdadero compromiso con el medio ambiente a fin de que, por ejemplo, la Secretara de Economa comprenda y promueva instrumentos econmicos como el pago de servicios ambientales; que las Secretara de Turismo, Comunicaciones y Transportes, semarnat y dems interesados puedan consensar un adecuado Ordenamiento Ecolgico; que los estudios y polticas diseados por el ine o la cna sean valorados y aplicados en coordinacin con las autoridades locales, entre otros muchos aspectos. Es decir, el diseo de leyes, polticas, proyectos e instrumentos para la conservacin deben ser transversales a toda la toma de decisiones en el pas y de forma coordinada en los diversos sectores y niveles del gobierno mexicano.
Subsecretarios, el expedir, en su caso, las normas oficiales mexicanas competencia de las unidades administrativas que les sean adscritas, as como participar y, en su caso, presidir, cuando sean designados para ello, los comits, subcomits y grupos de trabajo en donde se analicen y elaboren las normas oficiales mexicanas que sean competencia de la Secretara, de conformidad con las disposiciones jurdicas aplicables. La Coordinacin General Jurdica segn el artculo 11 fraccin VI del RI de Semarnat tendr entre otras la facultad de: dictaminar jurdicamente los proyectos de normas oficiales mexicanas en el mbito de competencia de la Secretara y gestionar su publicacin en el Diario Oficial de la Federacin.
Bibliografa
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Notas
En la obra Manual de Derecho Ambiental (2000), el doctor Ral Braes define la gestin ambiental como el conjunto de actividades que tienen por objeto el ordenamiento del ambiente. Sus componentes principales son la poltica, el derecho y la administracin ambientales. En consecuencia, la gestin ambiental no slo supone los actos materiales que supone el manejo del medio ambiente, como se suele pensar, sino tambin todo aquello que tiene que ver con dicho manejo. 2 Artculo 32 bis de la Ley Orgnica de la Administracin Pblica Federal, ltima reforma: 11 de noviembre de 2000. 3 El organismo desconcentrado tiene cierta autonoma a la que se le llama tcnica, que significa el otorgamiento de facultades de decisin limitadas y cierta autonoma financiera presupuestaria. (Espinoza Barragn, 196: 141). 4 El artculo 6 fraccin VIII del Reglamento Interior de semarnaT, establece como facultad de los
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Publicacin en el DOF
05-02-1917 (ltima reforma 14-08-2000) 11-06-2002 04-08-1994 (ltima reforma 30-05-2000) 20-01-1988 (ltima reforma 31-12-2001) 03-08-2000 13-12-2002 01-12-1992 25-06-1992 (ltima reforma 08-01-2001) 29-12-1976 (ltima reforma 21-05-2003) 07-12-2001 26-02-1992 18-06-1996 5-01-1994 14-08-31 (ltima reforma 23-08-2005) 18-03-2005 20-05-2004 13-05-2005
Reservas de la Biosfera
reas biogeogrficas relevantes a nivel nacional, representativas de uno o ms ecosistemas no alterados significativamente por la accin del ser humano o que requieran ser preservados o restaurados, en lo cuales habiten especies representativas de la biodiversidad nacional.
Parques Nacionales
Art. 50
Representaciones biogeogrficas, a nivel nacional, de uno o ms ecosistemas con valor escnico, cientfico, educativo, recreativo o histrico o bien por la existencia de flora o fauna, o bien que tengan aptitud para el desarrollo del turismo.
Solo podr permitirse la realizacin de actividades relacionadas con la proteccin de los recursos naturales, el incremento de su flora o fauna. En general, actividades relacionadas con la preservacin de los ecosistemas y sus elementos, con la investigacin, recreacin, turismo y educacin ecolgicas.
Monumentos Naturales
Art. 52
reas que contengan uno o varios elementos naturales, consistentes en lugares u objetos naturales, que por su carcter nico o excepcional, inters esttico, valor histrico o cientfico, se resuelva incorporar a un rgimen de proteccin absoluta. Tales monumentos no tienen la variedad de ecosistemas ni la superficie necesaria para ser incluidas en otras categoras de manejo. Destinadas a la preservacin y proteccin del suelo, cuencas hidrogrficas, aguas y en general, los recursos naturales localizados en terrenos forestales de aptitud preferentemente forestal, siempre que no queden comprendidas en alguna otra categora de las previstas en el artculo 46 de la LGEEPA.
Art. 53
preservacin, proteccin y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales. investigacin, recreacin, turismo y educacin ecolgica.
Santuarios
Art. 55
Zonas caracterizadas por una considerable riqueza de flora o fauna, o por la presencia de especies, subespecies o hbitat de distribucin restringida. reas que determinen las autoridades de los estados o el Distrito Federal, conforme a su legislacin. reas que determinen las autoridades de los estados, el Distrito Federal, o los municipios conforme a su legislacin.
Art. 56
Art. 56
Uso restringido
De uso tradicional
Superficies en donde los recursos naturales han sido aprovechados de manera tradicional y continua, sin ocasionar alteraciones significativas en el ecosistema.
Uso pblico
Atractivos naturales para actividades de recreacin y esparcimiento, en donde es posible mantener concentraciones de visitantes, dependiendo de la capacidad de carga de los ecosistemas.
Asentamientos humanos
Superficies donde se ha llevado a cabo una modificacin sustancial o desaparicin de los ecosistemas originales, debido al desarrollo de asentamientos humanos, previos a la declaratoria del rea protegida. Superficies en las que los recursos naturales han resultado severamente alterados o modificados, y que sern objeto de programas de recuperacin y rehabilitacin.
Recuperacin
Las infracciones sern sancionadas administrativamente por la semarnat, con una o ms de las siguientes sanciones: Amonestacin; Imposicin de multa; Suspensin temporal, parcial o total, de las autorizaciones o de la inscripcin registral o de las actividades de que se trate; Revocacin de la autorizacin o inscripcin registral; Decomiso de las materias primas forestales obtenidas, as como de los instrumentos, maquinaria, equipos y herramientas y de los medios de transporte utilizados para cometer la infraccin; Clausura temporal o definitiva, parcial o total, de las instalaciones, maquinaria y equipos de los centros de almacenamiento y transformacin de materias primas forestales, o de los sitios o instalaciones donde se desarrollen las actividades que den lugar a la infraccin respectiva.
Amonestacin escrita.
Multa.
Suspensin temporal, parcial o total, de las autorizaciones, licencias o permisos que corresponda. Revocacin de las autorizaciones, licencias o permisos correspondientes.
En el caso de reincidencia, el monto de la multa podr ser hasta por dos veces del monto originalmente impuesto.
Decomiso de los ejemplares, partes o derivados de la vida silvestre, as como de los instrumentos directamente relacionados con infracciones a la presente Ley.
Pago de gastos al depositario de ejemplares o bienes que con motivo de un procedimiento administrativo se hubieren erogado.
El equivalente de 20 a 5000 veces de salario mnimo. En el caso de reincidencia, el monto de la multa podr ser hasta por dos veces
Multa por el equivalente de veinte a cincuenta mil das de salario mnimo en el DF al momento de imponer la sancin.
Clausura temporal o definitiva, parcial o total, de las instalaciones en las que se hayan cometido las infracciones cuando: A) Las infracciones generen posibles riesgos o efectos adversos a la salud humana o a la diversidad biolgica o a la sanidad animal, vegetal; B) El infractor no haya cumplido en los plazos y condiciones impuestas, con las medidas de seguridad o de urgente aplicacin ordenadas, o C) Se trate de desobediencia reiterada al cumplimiento de alguna o algunas medidas de seguridad o de urgente aplicacin.
El decomiso de los instrumentos, ejemplares, organismos obtenidos o productos relacionados directamente con las infracciones cometidas;
Prohibicin de la liberacin experimental, de la liberacin en programa piloto o de la comercializacin de OGMs o de los productos que los contengan.
ndice analtico
abismos ocenicos, 13 Abronia, 63 actividad, cinegtica, 154; econmica, subsidio social de la, 202 acuacultura, planeacin de la, 164; extensiva, riesgos de la, 169 adsorcin, 157 agua, extraccin en Mxico, 45; subterrnea en Mxico, 45; verde, 180; y ecosistemas acuticos, aprovechamiento sustentable, 265 aguas continentales, 17; someras, 118 ahuautle, 31 alcalinidad, 126 alerta temprana, 119 algas, 14; y plantas acuticas, reduccin de oxgeno, 123 Allotoca, 99 alteraciones, biota indicadora de, 72; reversibilidad de las, 177 Ambystoma, 27 aminocidos, 157 amonificacin, 156 anlisis cannico de correspondencia, 90 anas, 154 anoxia, 91, 123 ANP (reas naturales protegidas), 263; categoras y zonacin, 270, 273 antiestuarina, circulacin, 149
aprovechamiento sustentable, 169; para el manejo, 168, 173 arrecifes, 14, 40 arroyos, 38; de montaa, 18 Arundo, 62 Atriplex, 63 aves, 85; acuticas y migratorias, 154 Avicennia, 61, 153 axalapascos, 23 axaycatl, 31 azolvamiento, 159 azufre, interacciones, 156, 157 bacterias, 124; patgenas, 180 baha, 40 balance qumico, 180 batipelgica, subzona, 13 Batis, 63, 149 bntica, zona, 13 bentvoros, organismos, 182 biodiversidad de humedales, 151 biofiltro, 153 biogeogrfica, historia, 28 biogeoqumicos, ciclos, 155, 157 biomanipulacin, 179, 181 blanqueado (de arrecifes), 15 bolsn, 39
ndice analtico 27
bombas de circulacin, 181 bordos, 39 Brahea, 62 bromelia, 63 cadenas trficas, 149 Caiman crocodilus, 154 Calathea, 62 Cambarellus, 31 cambios, dinmica de los, 171 capital social, definicin, 229 cardisoma, 163 celenterados, 14 cenotes, 23, 39 centrrquidos, 87 Chirostoma, 31 Chlorobium, 157 Chromatium, 157 Chrysobalanus, 63 cianobacterias, 157 cianofitas, 156 cinaga, 25, 39, 118 ciprnidos, 87 Cladium, 62 clorofila a, 128 cluster, anlisis de, 72 Coccoloba, 63 colepteros acuticos, comunidades de, 88 coloides, 157 columna de agua, mezcla de la, 149 Comisin Nacional de reas Naturales Protegidas (Conanp), 250 Comisin Nacional del Agua (CNA), 250 Comisin Nacional Forestal (Conafor), 251 Comisin Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), 251 componentes, biticos, manipulacin de, 178; principales, anlisis de, 90 conflicto, definicin de, 220 Conocarpus, 61, 153 conservacin, de cuerpos de agua, 32, 40; estrategias para la, 168; organizacin y capital social para la, 230; programas de, 64 Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, 252 contaminantes, disminucin de, 180
2 Conservacin de ecosistemas acuticos en Mxico
control ascendente, 181 coordinacin intersecretarial, 247 Corixa, 31 corriente, estado ms probable de una, 76;, pulso de, 73; subterrneas, 22 costa, lnea de, 15 costeros, ecosistemas acuticos, 39 Crocodylus, 154 cuencas, endorreicas, 23; exorreicas, 23; hidrolgicas, 18; recuperacin de, 177 culturas, lacustres y ribereas, 208 Cyperus, 62 Cyprinus, 169 Czekanovski-Dice-Sorensen, similitud de, 88 DBO, demanda bioqumica de oxgeno, 124 defoliacin natural, 153 degradacin, consecuencias de la, 170; gradiente de, 168; umbrales de, 168 delitos ambientales y sanciones, 284 desarrollos, urbanos, portuarios y tursticos, 160 descargas, tipos de, 73 Desulfotomaculum, 157 Desulfovibrio, 157 detergentes, 158 detritvoros, organismos, 151 detritus, 148; vegetal, 151 disporas, 178 diatomeas, 83 dinmica hidrolgica, 47 Distichlis, 63 diversidad, alfa, 88; biolgica, 60; tnica y cultural, 193 dominancia de Simpson, 88 DQO, demanda qumica de oxgeno, 124 dunas costeras, 63 Dytiscidae, 90 economa global, 33 ecosistemas acuticos, aprovechamiento de, 167; conservacin de, 167; distribucin en Mxico de los, 61; fragilidad de los, 172; integridad de los, 80; marco legal aplicable a su gestin, 269; respuesta de los, 171; restauracin de, 167; salud de los, 80; superficie en Mxico de los, 61; tipologa, 37; uso sustentable de los, 64, 235 ecosistemas terrestres, necesidades de los usuarios, 217 efectos de cambio a distancia, 113
Elmidae, 90 embalses, 39, 63 embebimiento, 78 endmicas, 29 energa hidroelctrica en Mxico, 45 Ephydra, 31 epifauna, 16, 78 epilimnion, 18 equitatividad de Pielou, 88 erosin, 50; amortiguamiento de la, 153; de playas, 159 Erythea, 62 escala, 28 escalones, 73 escorrenta, 175 especies, exticas, 85; inmigracin de, 174 espigones, en playas, 153 estabilidad, de las corrientes, 75; del paisaje, 54; en sistemas de transicin, 51 estadios juveniles, de peces y crustceos, 154 estados y transiciones, modelos de, 172 estanques, 73 estero, 39, 149 estuarina, circulacin, 149 estuarino, 117 estuarios, 16, 39 eutrfico, 24 eutrofizacin, 155, 160 evaluacin, de impacto ambiental, 261; rpida, 119; y monitoreo, 113, 116 exticas, especies, 174 facultativas, plantas halfitas, 151 fertilizantes, 155, 158 Ficus, 61 finanzas para la conservacin, 234 fitodetritus, 156 fitoplactnico, crecimiento, 155 fitoplancton, reduccin del, 180 flora y fauna silvestres, aprovechamiento de, 264 fluvial, 117 foraminferos, 14 fosfatos, 127 fsforo, formas insolubles, 158; inorgnico, 158; interacciones del, 158; orgnico, 158 ftica, subzona, 13 fottrofos, 157
fragilidad, 29 Frankenia, 63 frontera, acucola, 161; agropecuaria, 161 gaviones, presas de, 178 Gecarcinus, 163 geomorfolgica, evolucin, 148 gestin ambiental participativa, 222 gradiente de sedimentacin, 78 gremios trficos, 90 hbitat, calidad del, 76; para especies animales, 178 halfila, vegetacin, 62 heliconia, 62 herbceas, 84 heterogeneidad espacial, 182 heterotrfica, produccin, 151 hidrocarburos, 157 hidrfila, vegetacin, 62 hidrfitas, 85 hidrologa, 148; superficial, 20 hidrotermales, surtidores, 14 hipersalinas, aguas, 151 hipersalinidad, 159 hipertrfico, 24 hipolimnion, 18 historia geolgica, de sistemas acuticos, 88 Hubbsina, hbitats crticos para 99 humedales, 25; autodiseo de, 178; diseo de, 178; anlisis de costos y beneficios de los, 206; aspectos culturales a evaluar de los, 209; atributos de los, 196; beneficios de no uso, 198, 201; beneficios de uso, 198, 201; beneficios no de mercado, 196; bienes y servicios no tangibles, 200; compromiso econmico hacia los, 215; compromiso social hacia los, 211, 214; conflicto de necesidades en los, 215, 218; construccin de, 176; creacin de, 168; cuantificacin de valores de los, 202; de Mxico, diagnstico general, 42, 118; y desarrollo nacional, 195; y desarrollo regional, 194; descripcin, 45; enfoques para su valoracin, 195, 206; escala local y regional a nivel social, 212, 213; evaluacin socioeconmica potencial, 214; externalidades en su valoracin, 202; factores para la gestin de, 221; funciones de los, 196, 197, 237; instrumentos econmicos para conservacin, 207; integridad ecolgica, 114; internalizacin de sus valores, 202; manipulacin de, 168; marco legal
ndice analtico 29
mexicano, 252; necesidades de investigacin, 224; necesidades de los usuarios, 216; ordenamiento y planificacin de los, 235, 239; percepcin econmica de los, 215; percepcin social de los, 211; perturbaciones puntuales, 193; perturbaciones severas, 193; priorizacin para la conservacin de los, 240; procesos de degradacin, 170; productos de los, 196; resolucin de conflictos, 220; servicios ambientales, 51; servicios hidrolgicos de los, 207; sistema de clasificacin de Cowardin et al., 117; tcnicas de valoracin, 205; transferencia de beneficios, 204; transformacin total, 193; umbrales de tolerancia de los, 236; uso consuntivo de bienes, 208; uso no consuntivo de atributos, 208; valor de opcin, 201; valor econmico, 194; valoracin con precios de mercado, 203; valoracin contingente, 203, 204; valoracin econmica total, 202; valoracin integral de los, 193, 194, 237; valoracin por costo de viaje, 203; valoracin por precio hednico, 203; valoracin por preferencia indicada, 204; valoracin regional de los, 201; valores indirectos, 201; valores de los, 51 Hydrophilidae, 90 IBI (ndice de integridad bitica), 72 ICA, ndice de calidad del agua, 76 IIB, en la toma de decisiones, 99; uso en Mxico, 95 IIBACA, ndice de integridad bitica para manantiales, 88 impacto ambiental, en humedales costeros, 158; factores internos y externos, 159, 160 incentivos, econmicos para la conservacin, 231, 232; perversos del deterioro ambiental, 234; sociales para la conservacin, 231, 232 ndices de calidad ambiental visual, 77; de integridad bitica, construccin, 86; biticos rpidos, 72; diseo de, 81; validacin de los, 97 infauna, 16 infracciones y sanciones, 276 Instituto Mexicano de Tecnologa del Agua, IMTA, 251 Instituto Nacional de Ecologa, INE, 249 instrumentos, de poltica ambiental, 254; econmicos, para la conservacin, 255; y normatividad ambiental, 260 integridad bitica, 71; medicin de, 81 integridad bitica, ndices de, 71 interiores, ecosistemas acuticos, 37 inundacin peridica, 151 invasores, especies, 174 inventariado, 116
290 Conservacin de ecosistemas acuticos en Mxico
invertebrados, en ecosistemas acuticos, 181 irreversibilidad, de cambios en humedales, 52 ISCA, ndice simplificado de calidad del agua, 76 ISP, ndice de sensibilidad ponderado, 93 Jaccard, similitud de, 88 justicia ambiental, acceso a la, 266 lacustre, 117 lagos, 24 laguna, 37 lagunas, costeras 16, 39; origen de, en Mxico, 154; y manglares, distribucin en Mxico, 154 Laguncularia, 61, 153 lnticos, cuerpos de agua, 17, 37 Lerma-Santiago, 27 Ley de Aguas Nacionales, 41 Ley General del Equilibrio Ecolgico y la Proteccin al Ambiente, 254; distribucin de competencias en la, 256 limntica, zona, 23 Limonium, 63 Litopennaeus, 153 litoral, zona, 15; aguas del, 15 lixiviados, 157 lticos, cuerpos de agua, 17, 37 macroalgas, 156 macroinvertebrados acuticos, 83 manantiales, ndice de calidad ambiental, 79 manejo; adaptativo, 115; para la conservacin, 173; manejo, prioridades de, 167; y conservacin de ecosistemas costeros, 161 manglar, 17, 61, 151; como ecosistema, 163; como tipo de vegetacin, 162; como unidad de paisaje, 163; rehabilitacin de, 169; unidad hidrolgica, 163 mantos freticos, 20, 22 marco legal e institucional, 245 mareas, 148 mares, 13 marino, 117 marismas, 39, 116, 149; salobres, 16 materia orgnica, 155 meandros, 20 mecnica hidrulica, 22 megadiversidad cultural, 209 mesolimnion, 18
mesopelgica, subzona, 13 metanognesis, 156 mtricas, de impacto, 85; de respuesta al ambiente, 91 micorrizas, en humedales, 179 Microcystis, 180 microendmicas, 29 microtopografa, 178 mineralizacin de nutrientes, 150 monitoreo, atributos susceptibles de, 184; biolgico, 72; de sitios de restauracin, 177; definicin, 112; especialidades que convergen en el, 114; programa de, 115; protocolos de, 115; tipos de, 114; y cuencas hidrolgicas, 116 monomcticos, lagos, 24 muestras de agua, 127 muestreo, nivel i, 127; nivel ii, 127 navicula, 157 NAWCC, North American Wetlands Conservation Council, 41 nertica, regin, 61; subzona, 13 neotropical, regin, 61 nertica, zona, 147 nitratos, 125 nitrificantes, bacterias, 157 niveles trficos, 84 Norma Oficial Mexicana, 260 nutrientes, 155 nutrimentos en la columna de agua, 180 ocanos, 13 oligotrfico, 24 Onchorhynchus, 76, 123 Opuntia, 63 Orbignya, 62 orden jurdico mexicano, jerarquas, 252 ordenacin ecolgica del territorio, 255 rdenes de gobierno, distribucin de competencias, 254 Oreochromis, 169 organismos indicadores, 82 organizacin social, definicin de, 229 oxgeno disuelto, 123 Pachira, 61 pago por servicios ambientales, 207 paisaje, como recurso, 56; componentes del, 59; elementos visuales del, 59
palmar, 61 palustre, 115 pantano, 25, 118 parmetros fisicoqumicos, descripcin, 119; seleccin, 128 participacin social, aspectos jurdicos de la, 265 patrn hidrolgico, cambios en el, 159 Paurotis, 62 peces, 83; comunidades de; 86; muertes masivas de, 171 pelgica, zona, 13 prdida de biodiversidad, factores de la, 191 perifiton, 83 Periphyton, 19 perturbacin, grado de, 167 pesca, de altura, 153; riberea, 153 pesticidas, 160 Petn, 39 pH, potencial de hidrgeno, 124 Phragmites, 62 Pielou, equitatividad de, 88 piritizacin, 156, 157 Plan Nacional Hidrulico, 43 planeacin ambiental, 254 plantas sumergidas, 182 playas, 16 polimcticos, lagos, 24 popal, 62 pozas, de marea, 16; de ros, 21 presas, 63; remocin de, 168 principios de conservacin cultural, 210 Procuradura Federal de Proteccin al Ambiente, Profepa, 250 productividad, animal, 153; de manglares, 148; primaria, 123 profundal, zona, 24 programas de conservacin, 64 propgulo, 151 protocolos de evaluacin, 71 protozoarios, 124 proyectos de manejo, planeacin de los, 172; de restauracin, evaluacin de, 183 pulso, de una corriente, 73 quimiosntesis, 156 quimitrofos, 157
rabiones, 73 Ramsar, Convencin de, 26, 40; recomendaciones, 119 rana, 31 recuperacin, de cuerpos de agua, 30 red d, 88 red trfica, estructura de la, 181 redes sociales, 231 rgimen hdrico, restablecimiento del, 182 represas, 22, 64 resiliencia, 29, 52 resistencia, 29, 52 restauracin, adaptable, 177, 184; alcances y lmites de la, 169; aspectos a considerar para la, 174; aspectos sociales en la, 175; aumento de la heterogeneidad, 179; banco de semillas para la, 178; cantidad del agua y, 179; colecta de plantas para la, 178; costos asociados con la, 175; de cuerpos de agua dulce, 179; estrategias para la, 168; factores abiticos en la, 175; factores biticos en la, 175, 176; metas de la, 171; modificacin de estructura vegetal, 179; modificaciones qumicas, 179; planeacin de proyectos de, 174; plantas de arribo espontneo, 178; proceso de la, 175; tcnicas de, 177; tiempos para la, 170; zonas de, 264 Rhizophora, 153 ribera, lmites de, 73 riberea, zona, 27 riesgo ecolgico, 72 ros, 38; de pie de monte, 20; de planicie, 20; y dimensiones del paisaje, 116 riparia, vegetacin, 27, 79 ritmo, de cambio, 31 sabal, 62 sabana, 63 Salicornia, 149 salinidad, 13 salmo, 76 Salsola, 63 Scirpus, 62 Secchi, disco de, 126 sedimentos, 50; aporte de, 177; suspensin de, 182 selva de galera, 61 Semarnat, 248, 251; rganos descentralizados de la, 250; rganos desconcentrados de la, 249 servicios ecosistmicos, recuperacin de, 169 Shannon y Wiener, ndice de, 72, 88
292 Conservacin de ecosistemas acuticos en Mxico
similitud de Czekanovski-Dice-Sorensen, 88 similitud de Jaccard, 88 sndrome de ecosistemas deprimidos, 82 sinuosidad, de un canal, 78 sistemas, enfoque de, 224 sitio, anlisis de, 174; clasificacin de un, 82 socioeconoma, 192; y conservacin, 192; y humedales, 193 slidos totales disueltos, 126 Sorensen, ndice de, 72 Spartina, 147, 154 Suaeda, 63 sublitoral, zona, 15 suceso umbral, 54 sulfuro, 157 supralitoral, franja, 15 surgencias, 147 sustrato, de estanques, 78 tala inmoderada, 161 taxa, densidad de, 92; sensibles, 92; tolerantes, 92 temperatura, 123 temporal, charcas de, 27 teora econmica, 33 termoclina, 24 Tetrapleurodon, 99 Thalia, 62 Thiobacillus, 157 tipologa, de ecosistemas acuticos, 37 tolerancia, ndice de, 93 transiciones no lineales, 168 transparencia, 126 tratamiento de agua, plantas de, 180 tular, 62 turba, 151 turbera, 116; minerotrfica, 118 turbidez, 126 Typha, 62, 153 UPGMA, tcnica de agrupamientos (cluster), 88 valencia de tolerancia, de especies acuticas, 90 variaciones en humedales, lapsos de las, 177 vasos reguladores, 153 vegetacin, 84 vernal ponds, 27
visin holstica, para conservacin y manejo de manglares, 161 viviparidad, de mangles, 151 wetlands, 25
Perspectivas sobre conservacin de ecosistemas acuticos en Mxico, editado por scar Snchez, Mnica Herzig, Eduardo Peters, Roberto Mrquez-Huitzil y Luis Zambrano se termin de imprimir y encuadernar en los talleres de Impresora y Encuadernadora Progreso, S.A. de C.V. (IEPSA), Calzada de San Lorenzo 244, 09830, Mxico, D.F. durante el mes de septiembre de 2007 Se tiraron 600 ejemplares