Nic 11 Contratos de Construcción
Nic 11 Contratos de Construcción
Nic 11 Contratos de Construcción
Contratos de Construcción
Esta Norma Internacional de Contabilidad revisada tendrá vigencia para los estados financieros que abarquen
ejercicios que comiencen a partir del 1 de enero de 1995, sustituyendo a la antigua NIC 11, Contabilización de
los Contratos de Construcción, aprobada por el Consejo en 1978.
En mayo de 1999, la NIC 10 (revisada en 1999), Hechos Posteriores a la Fecha del Balance, modificó el párrafo
45. El texto modificado tendrá vigencia cuando entre en vigor la NIC 10 (revisada en 1999), es decir, para los
estados financieros anuales que abarquen ejercicios que comiencen a partir del 1 de enero de 2000.
Índice
Norma Internacional de Contabilidad nº 11 (NIC 11)
Contratos de Construcción
OBJETIVO
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NIC 11
Contratos de Construcción
La parte normativa de este Pronunciamiento, que aparece en letra cursiva negrita, debe ser entendida en el
contexto de las explicaciones y directrices relativas a su aplicación, así como en consonancia con el Prólogo a
las Normas Internacionales de Contabilidad. No se pretende que las Normas Internacionales de Contabilidad
sean de aplicación en el caso de partidas no significativas (véase el párrafo 12 del Prólogo).
Objetivo
El objetivo de esta Norma es prescribir el tratamiento contable de los ingresos ordinarios y los costes
relacionados con los contratos de construcción. Debido a la naturaleza propia de la actividad llevada a cabo en
los contratos de construcción, la fecha en que la actividad del contrato comienza y la fecha en la que termina el
mismo caen, normalmente, en diferentes ejercicios contables, por tanto, la cuestión fundamental al contabilizar
los contratos de construcción es la distribución de los ingresos ordinarios y los costes que cada uno de ellos
genere, entre los ejercicios contables a lo largo de los cuales se ejecuta. Esta Norma utiliza los criterios
establecidos en el Marco Conceptual para la Preparación y Presentación de los Estados Financieros, con el fin de
determinar cuándo se reconocen como ingresos ordinarios y costes en la cuenta de resultados los producidos por
el contrato de construcción. También es una guía práctica sobre la aplicación de tales criterios.
Alcance
1. Esta Norma debe ser aplicada para la contabilización de los contratos de construcción, en los estados
financieros de los contratistas.
2. La presente norma sustituye a la NIC 11, Contabilización de los Contratos de Construcción, aprobada en
1978.
Definiciones
3. Los siguientes términos se usan, en la presente Norma, con el significado que a continuación se
especifica:
Un contrato de precio fijo es un contrato de construcción en el que el contratista acuerda un precio fijo,
o una cantidad fija por unidad de producto, y en algunos casos tales precios están sujetos a cláusulas de
revisión si aumentan los costes.
4. Un contrato de construcción puede acordarse para la fabricación de un solo activo, como un puente, un
edificio, un dique, un oleoducto, una carretera, un barco o un túnel. Un contrato de construcción puede,
asimismo, referirse a la construcción de varios activos que estén íntimamente relacionados entre sí o sean
interdependientes en términos de su diseño, tecnología y función, o bien en relación con su último destino
o utilización; ejemplos de dichos contratos son los de construcción de refinerías u otras instalaciones
complejas especializadas.
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(a) los contratos de prestación de servicios que estén directamente relacionados con la construcción del
activo, por ejemplo los relativos a servicios de gestión del proyecto y arquitectos, así como
(b) los contratos para la demolición o rehabilitación de activos y la restauración del entorno que puede
seguir a la demolición de algunos activos.
6. Las fórmulas que se utilizan en los contratos de construcción son variadas, pero para los propósitos de esta
Norma se clasifican en contratos de precio fijo y contratos de margen sobre el coste. Algunos contratos de
construcción pueden contener características de una y otra modalidad, por ejemplo en el caso de un
contrato de margen sobre el coste con un precio máximo concertado. En tales circunstancias, el contratista
necesita considerar todas las condiciones expuestas en los párrafos 23 y 24, para determinar cómo y
cuándo reconocer en resultados los ingresos ordinarios y costes correspondientes al contrato.
8. Cuando un contrato cubre varios activos, la construcción de cada uno de ellos debe tratarse como un
elemento separado cuando:
9. Un grupo de contratos, ya procedan de un cliente o de varios, debe ser tratado como un único contrato
de construcción cuando:
10. Un contrato puede contemplar, a voluntad del cliente, la construcción de un activo adicional a lo
pactado originalmente, o puede ser modificado para incluir la construcción de tal activo. La
construcción de este activo adicional debe tratarse como un contrato separado cuando:
(a) el activo difiere significativamente en términos de diseño, tecnología o función del activo o activos
cubiertos por el contrato original; o
(b) el precio del activo se negocia sin tener como referencia el precio fijado en el contrato original.
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12. Los ingresos ordinarios del contrato se valoran según el valor razonable de la contraprestación recibida o
por recibir. La valoración de los ingresos ordinarios procedentes del contrato estará afectada por diversas
incertidumbres, que dependen del desenlace de hechos futuros. Las estimaciones necesitan, a menudo, ser
revisadas a medida que tales hechos ocurren o se resuelven las incertidumbres. Por tanto, la cuantía de los
ingresos ordinarios del contrato puede aumentar o disminuir de un ejercicio a otro. Por ejemplo:
(a) el contratista y el cliente pueden acordar modificaciones o reclamaciones que aumenten o disminuyan
los ingresos ordinarios del contrato, en un ejercicio posterior a aquél en que el contrato fue
inicialmente pactado;
(b) el importe de ingresos ordinarios acordado en un contrato de precio fijo puede aumentar como
resultado de las cláusulas de revisión de precios;
(c) la cuantía de los ingresos ordinarios procedentes de un contrato puede disminuir como consecuencia
de las penalizaciones por demoras, causadas por el contratista en la realización de la obra; o
(d) cuando un contrato de precio fijo supone una cantidad constante por unidad de obra, los ingresos
ordinarios del contrato aumentan si el número de unidades de obra se modifica al alza.
13. Una modificación es una instrucción del cliente para cambiar el alcance del trabajo que se va a ejecutar
bajo las condiciones del contrato. Una modificación puede llevar a aumentar o disminuir los ingresos
ordinarios procedentes del contrato. Ejemplos de modificaciones son los cambios en la especificación o
diseño del activo, así como los cambios en la duración del contrato. La modificación se incluye en los
ingresos ordinarios del contrato cuando:
(a) es probable que el cliente apruebe el plan modificado, así como la cuantía de los ingresos ordinarios
que surgen de la modificación; y
(b) la cuantía que la modificación supone puede ser valorada con suficiente fiabilidad.
14. Una reclamación es una cantidad que el contratista espera cobrar del cliente o de un tercero como
reembolso de costes no incluidos en el precio del contrato. La reclamación puede surgir, por ejemplo,
cuando el cliente cause retrasos, errores en las especificaciones o el diseño, o bien por causa de disputas
referentes al trabajo incluido en el contrato. La valoración de las cantidades de ingresos ordinarios, que
surgen de las reclamaciones, está sujeta a un alto nivel de incertidumbre y, frecuentemente, depende del
resultado de las pertinentes negociaciones. Por tanto, las reclamaciones se incluirán entre los ingresos
ordinarios del contrato cuando:
(a) las negociaciones han alcanzado un avanzado estado de maduración, de tal manera que es probable
que el cliente acepte la reclamación; y
(b) el importe que es probable que acepte el cliente puede ser valorado con suficiente fiabilidad.
15. Los pagos por incentivos son cantidades adicionales reconocidas al contratista siempre que cumpla o
sobrepase determinados niveles de ejecución en el contrato. Por ejemplo, un contrato puede estipular el
reconocimiento de un incentivo al contratista si termina la obra en un plazo menor al previsto. Los pagos
por incentivos se incluirán entre los ingresos ordinarios procedentes del contrato cuando:
(a) el contrato está suficientemente avanzado, de manera que es probable que los niveles de ejecución se
cumplan o se sobrepasen; y
(b) el importe derivado del pago por incentivos puede ser valorado con suficiente fiabilidad.
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(b) los costes que se relacionen con la actividad de contratación en general y puedan ser imputados al
contrato específico; y
(c) cualquier otro coste que se pueda cargar al cliente, según los términos pactados en el contrato.
17. Los costes que se relacionan directamente con cada contrato específico incluirán:
(a) costes de mano de obra en el lugar de la construcción, comprendiendo también la supervisión que allí
se lleve a cabo;
(b) costes de los materiales usados en la construcción;
(c) depreciación de inmovilizado material usado en la ejecución del contrato;
(d) costes de desplazamiento de los elementos que componen el inmovilizado material desde y hasta la
localización de la obra;
(e) costes de alquiler del inmovilizado material;
(f) costes de diseño y asistencia técnica que estén directamente relacionados con el contrato;
(g) costes estimados de los trabajos de rectificación y garantía, incluyendo los costes esperados de las
garantías; y
(h) reclamaciones de terceros.
Los anteriores costes pueden disminuirse en la cuantía de cualquier ingreso eventual que no se haya
incluido entre los ingresos ordinarios del contrato, por ejemplo los ingresos por venta de materiales
sobrantes o la liquidación del inmovilizado material, una vez acabado el contrato.
18. Los costes que pueden ser atribuibles a la actividad de contratación en general y pueden ser imputados a
cada contrato específico, incluyen los siguientes:
(a) seguros;
(b) costes de diseño y asistencia técnica no relacionados directamente con ningún contrato específico; y
(c) costes indirectos de construcción.
Estos costes se distribuyen utilizando métodos sistemáticos y racionales que se aplican de manera uniforme
a todos los costes que tienen similares características. La distribución se basa en el nivel normal de
actividad de construcción. Los costes indirectos de construcción comprenden gastos tales como los de
preparación y procesamiento de la nómina del personal dedicado a la construcción. Los costes que pueden
distribuirse a la actividad de construcción en general, y que pueden ser distribuidos a los contratos
específicos, incluyen también los costes por intereses, siempre que el contratista adopte el tratamiento
alternativo permitido en la NIC 23, Costes por Intereses.
19. Entre los costes que son específicamente atribuibles al cliente, según los términos pactados en el contrato
de construcción, se pueden encontrar algunos costes generales de administración, así como costes de
desarrollo, siempre que el reembolso de los mismos esté especificado en el acuerdo convenido por las
partes.
20. Los costes que no puedan ser atribuidos a la actividad de contratación, o no puedan ser distribuidos a los
contratos específicos, se excluirán de los costes del contrato de construcción. Entre estos costes a excluir se
encuentran:
(a) los costes generales de administración, para los que no se haya especificado ningún tipo de reembolso
en el contrato;
(b) los costes de venta;
(c) los costes de investigación y desarrollo para los que, en el contrato, no se especifica reembolso
alguno; y
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(d) la parte de la cuota de depreciación que corresponde a infrautilización, porque los componentes del
inmovilizado material no han sido utilizados en ningún contrato específico.
21. Los costes del contrato comprenden todos los costes atribuibles al mismo desde la fecha en que éste se
convierte en firme hasta el final de la ejecución de la obra correspondiente. No obstante, los costes que se
relacionan directamente con un contrato, porque se han incurrido en el trámite de negociación del mismo,
pueden ser incluidos como parte de los costes del contrato siempre que puedan ser identificados por
separado y valorados con suficiente fiabilidad, si es probable que el contrato llegue a obtenerse. Cuando los
costes incurridos al obtener un contrato se reconozcan como un gasto del ejercicio en que han sido
incurridos, no podrán ser ya acumulados en el coste del contrato cuando éste se llegue a obtener, en un
ejercicio posterior.
23. En el caso de contratos a precio fijo, el desenlace del contrato de construcción puede ser estimado con
suficiente fiabilidad, siempre que se den las siguientes condiciones:
(a) puedan valorarse razonablemente los ingresos ordinarios totales del contrato;
(b) es probable que la empresa obtenga los beneficios económicos derivados del contrato;
(c) tanto los costes que faltan para la terminación del contrato como el grado de realización, a la fecha
del balance, pueden ser valorados con suficiente fiabilidad; y
(d) los costes atribuibles al contrato pueden ser claramente identificados y valorados con suficiente
fiabilidad, de manera que los costes reales del contrato pueden ser comparados con las
estimaciones previas de los mismos.
24. En el caso de un contrato de margen sobre el coste, el desenlace del contrato de construcción puede ser
estimado con suficiente fiabilidad cuando se cumplen todas y cada una de las siguientes condiciones:
(a) es probable que la empresa obtenga los beneficios económicos derivados del contrato; y
(b) los costes atribuibles al contrato, sean o no específicamente reembolsables, pueden ser claramente
identificados y valorados de forma fiable.
25. El reconocimiento de ingresos ordinarios y costes con referencia al estado de realización del contrato es, a
menudo, denominado método del porcentaje de realización. Según este método, los ingresos ordinarios
derivados del contrato se comparan con los costes del mismo incurridos en la consecución del estado de
realización en que se encuentre, con lo que se revelará el importe de los ingresos ordinarios, de los gastos y
de los resultados que pueden ser atribuidos a la parte del contrato ya ejecutado. Este método suministra
información útil sobre la evolución de la actividad del contrato y el rendimiento derivado del mismo en
cada ejercicio económico.
26. Según el método del porcentaje de realización, los ingresos ordinarios del contrato se reconocen como
tales, en la cuenta de resultados, a lo largo de los ejercicios en los que se lleve a cabo la ejecución del
contrato. Los costes del contrato se reconocerán como gastos del ejercicio en el que se ejecute el trabajo
con el que están relacionados. No obstante, todo exceso esperado de los costes del contrato, sobre los
ingresos ordinarios totales derivados del mismo, se reconocerá como un gasto llevándolo a resultados
inmediatamente, de acuerdo con el párrafo 36.
27. El contratista puede haber incurrido en costes que se relacionen con la actividad futura del contrato. Tales
costes se registran como activos, siempre que sea probable que los mismos sean recuperables en el futuro.
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Estos costes representan cantidades debidas por el cliente y son a menudo clasificados como obra en curso
bajo el contrato.
28. El desenlace de un contrato de construcción podrá únicamente estimarse con fiabilidad si es probable que
la empresa obtenga los beneficios económicos asociados con el mismo. No obstante, cuando surgiese
incertidumbre respecto al cobro de una partida ya incluida en los ingresos ordinarios procedentes del
contrato, e incorporada a la cuenta de resultados, el saldo incobrable o la partida cuya recuperación haya
dejado de ser probable, se reconocerá como un gasto del ejercicio, en lugar de ser tratada como un ajuste
en el importe de los ingresos ordinarios del contrato.
29. La empresa, generalmente es capaz de hacer estimaciones fiables tras negociar un contrato en el que se
establecen:
(a) los derechos de disposición de cada una de las partes contratantes sobre el activo a construir;
(b) la contrapartida a satisfacer; y
(c) la forma y plazos de pago.
Normalmente, también es necesario que la empresa tenga un sistema de presupuestación financiera y de
información interna efectivos. La empresa revisa y, si es necesario, corrige las estimaciones de los ingresos
ordinarios y costes del contrato, a medida que éste se va ejecutando. El hecho de que estas revisiones se
lleven a cabo no indica necesariamente que el desenlace del contrato no pueda estimarse fiablemente.
30. El estado de realización de un contrato puede determinarse de muchas formas. La empresa suele utilizar el
método que mida con mayor fiabilidad el trabajo ejecutado. Dependiendo de la naturaleza del contrato, los
métodos pueden tener en cuenta:
(a) la proporción de los costes del contrato incurridos en el trabajo ya realizado hasta la fecha, en relación
con los costes totales estimados para el contrato;
(b) el examen del trabajo ejecutado; o
(c) la proporción física del contrato total ejecutado ya.
Los anticipos y los pagos recibidos del cliente no reflejan, necesariamente, la proporción del trabajo
ejecutado hasta la fecha.
31. Cuando se determina el estado de realización del contrato por referencia a los costes incurridos hasta la
fecha, sólo se incluyen los costes del contrato que reflejan el trabajo efectivamente ejecutado hasta dicho
momento. Ejemplos de costes del contrato que se excluyen son los siguientes:
(a) costes que se relacionen con la actividad futura derivada del contrato, tales como los costes de
materiales que se hayan entregado en la obra o se hayan dejado en sus proximidades para ser usados
en la misma, que sin embargo no se han instalado, usado o aplicado todavía en la ejecución, salvo si
tales materiales se han fabricado especialmente para el contrato; y
(b) pagos anticipados a los subcontratistas, por causa de los trabajos que éstos ejecutarán bajo el contrato
correspondiente.
32. Cuando el desenlace de un contrato de construcción no pueda ser estimado con suficiente fiabilidad:
(a) los ingresos ordinarios deben ser reconocidos en la cuenta de resultados sólo en la medida en que
sea probable recuperar los costes incurridos por causa del contrato; y
(b) los costes del contrato deben reconocerse como gastos del ejercicio en que se incurren.
Cualquier pérdida esperada por causa del contrato de construcción debe ser reconocida inmediatamente
como un gasto del ejercicio, de acuerdo con el párrafo 36.
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33. A menudo, durante las primeras fases de ejecución de un contrato, no puede estimarse con suficiente
fiabilidad el desenlace final del mismo. No obstante, puede ser probable que la empresa llegue a recuperar
los costes incurridos en esta etapa. Por tanto, los ingresos ordinarios del contrato serán reconocidos en la
cuenta de resultados sólo en la proporción que supongan, sobre el total, los costes incurridos que se esperen
recuperar. Cuando el desenlace final del contrato no se pueda estimar con suficiente fiabilidad, la empresa
se abstendrá de reconocer beneficio alguno. No obstante, incluso cuando el desenlace final no pueda ser
conocido con suficiente fiabilidad, puede ser probable que los costes totales del contrato vayan a exceder a
los ingresos ordinarios totales. En tal caso, cualquier exceso de los costes totales sobre los ingresos
ordinarios totales del contrato, se llevará inmediatamente a los resultados del ejercicio, de acuerdo con el
párrafo 36.
34. Los costes del contrato que no sean de probable recuperación se llevan a resultados del ejercicio
inmediatamente. Ejemplos de circunstancias en las que sea improbable dicha recuperación, donde los
costes del contrato pueden requerir su cargo inmediato a resultados, se dan en aquellos contratos donde:
(a) no se puede forzar plenamente su cumplimiento, esto es, que su validez está seriamente cuestionada;
(b) la realización está sujeta al desenlace de una sentencia o un acto legislativo pendiente;
(c) están implicados derechos de propiedad que serán probablemente anulados o expropiados;
(d) el cliente es incapaz de asumir sus obligaciones; o
(e) el contratista es incapaz de cumplir el contrato, o las obligaciones que se derivan del mismo.
35. Cuando desaparezcan las incertidumbres, que impedían estimar con suficiente fiabilidad el desenlace
del contrato, los ingresos ordinarios y los gastos asociados con el contrato de construcción deben pasar
a ser reconocidos en la cuenta de resultados de acuerdo con el párrafo 22, en lugar de hacerlo según lo
establecido en el párrafo 32.
Información a revelar
39. La empresa debe revelar, en sus estados financieros, información sobre:
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(a) el importe de los ingresos ordinarios del contrato reconocidos como tales en el ejercicio;
(b) los métodos utilizados para determinar la parte de ingreso ordinario del contrato reconocido como
tal en el ejercicio; y
(c) los métodos usados para determinar el grado de realización del contrato en curso.
40. La empresa debe revelar, para los contratos en curso en la fecha de cierre, cada una de las siguientes
informaciones:
41. Las retenciones son cantidades procedentes de las certificaciones hechas a los clientes, que no se recuperan
hasta la satisfacción de las condiciones especificadas en el contrato para su cobro, o bien hasta que los
defectos de la obra han sido rectificados. Las certificaciones son las cantidades facturadas por el trabajo
ejecutado bajo el contrato, hayan sido pagadas por el cliente o no. Los anticipos son las cantidades
recibidas por el contratista antes de que el trabajo haya sido ejecutado.
(a) los activos que representen cantidades, en términos brutos, debidas por los clientes por causa de
contratos de construcción; y
(b) los pasivos que representen cantidades, en términos brutos, debidas a los clientes por causa de
estos mismos contratos.
43. La cantidad bruta debida por los clientes, por causa de los contratos, es la diferencia entre:
(a) los costes incurridos más las ganancias reconocidas en la cuenta de resultados; y
(b) la suma de las pérdidas reconocidas en la cuenta de resultados y las certificaciones realizadas y
facturadas
para el conjunto de contratos en curso, en los cuales, los costes incurridos más las ganancias reconocidas
(menos las correspondientes pérdidas reconocidas) excedan a los importes de las certificaciones de obra
realizadas y facturadas.
44. La cantidad bruta debida a los clientes, por causa de los contratos, es la diferencia entre:
(a) los costes incurridos más las ganancias reconocidas en la cuenta de resultados; y
(b) la suma de las pérdidas reconocidas en la cuenta de resultados y las certificaciones realizadas
para el conjunto de contratos en curso, en los cuales, las certificaciones de obra realizadas y facturadas
excedan a los costes incurridos más las ganancias reconocidas (menos las correspondientes pérdidas
reconocidas).
45. La empresa informará, acerca de cualquier activo contingente o pasivo contingente, de acuerdo con la NIC
37, Provisiones, Activos Contingentes y Pasivos Contingentes. Los activos y pasivos de tipo contingente
pueden surgir de circunstancias tales como los costes derivados de garantías, reclamaciones, multas u otras
pérdidas eventuales.
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Fecha de vigencia
46. Esta Norma Internacional de Contabilidad tendrá vigencia para los estados financieros que abarquen
ejercicios que comiencen a partir del 1 de enero de 1995.
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