Sobre Ciencia y Masonería
Sobre Ciencia y Masonería
Sobre Ciencia y Masonería
Sobre Ciencia
y Masonería.
por el R:.H:. Alfredo Grande
Edición 2004
Colección CUADERNILLOS
Edita Revista Hiram Abif con el auspicio de LogiaRED
Sobre Ciencia y Masonería
Sobre Ciencia
y Masonería.
por el R:. H:. Alfredo Grande
Sin embargo, su lectura puede ser estímulo necesa- Entendemos por ciencia: un modo de conocimiento
rio para el replanteo de estos temas, tan pertinente que aspira a formular,. Mediante lenguajes riguro-
dentro de la escuela de Sabiduría que es la Masone- sos y apropiados y, en lo posible, como auxilio del
ría. lenguaje temático, leyes por medio de las cuales se
rigen los fenómenos. (Ferrater Mora). El conocimiento
El hombre siempre ha estado y estará en búsqueda científico debe incluir un elemento descriptivo, ser
de la verdad. Desde la respuesta animista, hasta la pasible de comprobación experimental, y tener valor
religiosa y positivista, han sido ecos para la pregunta predictivo.
siempre repetida: “Cómo somos”, “Cómo es el mun-
do que nos rodea”, “Qué es la vida”, “Qué es la muer- Se ha asimilado el conocimiento científico al conoci-
te”. miento objetivo de la realidad, lo cual es totalmente
cierto.
Este trabajo es un aporte a la búsqueda de esa Ver-
dad. Más exactamente, cuáles son los posibles de- Desde el punto de vista operativo, diremos de todos
rroteros por donde debe transitarse para intentar modos que la ciencia es una actividad esencialmen-
encontrarla. Además prevenir sobre aquellos itine- te humana, cuyo objetivo es la búsqueda de un tipo
rarios tentadores, pero que inevitablemente nos lle- particular de conocimiento, para lo cual un respeto
varán lejos de nuestra meta. inclaudicable por la realidad es imprescindible.
La realidad humana es compleja. La ciencia preten- Aún con el riesgo de que se considere mi afirmación
de iluminar solamente un área de la misma; el arte, como “objetivista”, diría que el mundo “ es como es y
por ejemplo, representa otra área igualmente impor- no como somos nosotros”. El verdadero investiga-
tante. No podríamos elegir entre la teoría de la evo- dor científico debe estar, dentro de sus límites, exento
lución, de Darwin y el Guernica, de Picasso, por más de prejuicios y deseos personales.
que en estos cuadros hay mucho de verdad históri-
ca y en el evolucionismo mucho de belleza fo0rmal. No pretendemos que no los tenga. Lo que si es im-
perioso, es que no interfiera ostensiblemente con su
Por ello, las reflexiones de estas páginas se refieren investigación.
a la verdad científica y en los métodos utilizados para
la determinación de conocimientos sobre la realidad Ignoro si Pasteur tenía especial interés en que la
biopsicosocial del hombre. generación espontánea de vida fuera posible. Sin
embargo, su famosos experimentos que demostra-
Sin embargo, al hablar de “verdad científica”, cabe ron que toda forma de vida proviene de una forma
una aclaración. La ciencia no busca hipótesis verda- de vida anterior, destruyeron para siempre la teoría
deras: pretende que sean verosímiles, de valor ope- de ese entonces, profundamente arraigada de la
rativo y refutable. El concepto de “Verdad” con ma- generación espontánea. El ingenio y paciencia de-
yúscula es extraño al pensamiento científico. Este mostrado por Pasteur en esta oportunidad es uno de
más bien está lleno de muchas “verdades” con mi- los capítulos más importantes de la Historia de la
núscula. Ciencia.
Precisamente acá reside su extraordinaria fortaleza. Toda teoría científica debe tener valor explicativo-
El fanatismo por una idea es extraño al pensar cien- causal predictivo.
tífico. Este debe ser lo suficientemente flexible para
poder incluir los nuevos hechos permanentemente En un ensayo Einstein decía “El pensamiento y el
descubiertos. método científico se diferencian de los corrientes en
la mayor precisión de los conceptos y en la más cui-
Este trabajo es parte de una verdad: aquella en la dadosa y sistemática selección del material experi-
cual el autor cree. Pero justo es explicitar que consi- mental, así como en la sobriedad de la lógica”.
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Entiendo por tal es esfuerzo de reducir todos los con- Es notable, por ejemplo, que muchos ejercicios de
ceptos y relaciones al menor número posible de ellos. meditación, característicos de muchas filosofías
orientales, son en realidad estímulos específicos para
En otras palabras: la ley de gravitación universal, obra el hemisferio cerebral derecho. Producen por lo tan-
del genio de Newton, permite explicar y predecir tan- to, un tipo de conocimiento “global”, cualitativamente
to el comportamiento de un sólido que cae, como el diferente al que se consigue con ls estimulación del
giro de los planetas en sus respectivas órbitas. hemisferio cerebral izquierdo, que es deductivo y
parcelar. De todos modos, es la Razón humana re-
Es por ello que la Ley de gravitación Universal per- sultante de la fabulosa especialización de nuestro
mite reducir innumerables fenómenos a un principio cerebro, quien comanda nuestra función intelectual
general de acción. Es justamente esto, lo que signi- y afectiva.
fica “reducir” todos los conceptos al menor número
de ellos.
III Metodología de la investiga-
Ahora bien: si el hombre es capaz de “Ciencia” debe ción
haber una facultad, especialmente humana, que lo
posibilite. A esta denominamos Razón. En la investigación científica pueden distinguirse dos
contextos: uno denominado de descubrimiento y el
Entendemos por tal la posibilidad de alcanzar cono- otro de justificación o prueba.
cimiento de lo Universal y necesario, de ascender
hasta el reino de las ideas, ya sea como esenciales Recién después de pasar este segundo nivel, pode-
ya como valores, o ambos, (Ferrater Mora) De acuer- mos hablar de conocimientos científicos. Ahora bien:
do con este concepto, la Razón humana incluye el es evidente que el primer contexto, posibilita al de-
intelecto. Por tal entendemos la capacidad de enun- sarrollo del segundo. Y es el primer contexto donde
ciar premisas lógicas y efectuar razonamientos obra especial importancia otra facultad humana, que
inductivos y deductivos. Sin embargo no se limita a el hombre comparte con muchos animales, y que se
él. denomina intuición.
La Razón humana está ligada a la comunicación sim- Por tal entendemos la visión directa inmediata de una
bólica, base del lenguaje humano, y en otras pala- realidad, a la comprensión directa inmediata de una
bras: es la Razón la que nos guía en el descubri- verdad.
miento de una teoría científica, pero también nos
permite apreciar a una obra artística, compararla con Es condición para que haya elementos intermedia-
otras producciones del mismo autor, evaluar su im- rios que se interponga en tal visión directa.
portancia y originalidad, desde ya muchas veces el
impacto efectivo de una obra determinada puede lle- Los caracteres de la intuición son: directa, inmedia-
gar a bloquear totalmente o en forma parcial nuestro ta, completa, adecuada.
pensamiento.
Es evidente que estas características son opuestas
Si al escuchar la Patética de Tchaikowsky nos emo- a las del razonamiento deductivo. Sin embargo, si
cionamos profundamente, es posible que no este- recordamos lo expresado en el párrafo anterior, nada
mos en condiciones de evaluar la técnica musical impide considerar la intuición como una función del
del pianista, ni la justeza de la dirección de la or- razonamiento olístico totalizador del hemisferio ce-
questa. rebral derecho. De todas maneras, y a los efectos
operativos, mantendremos la diferencia entre razón
Pero no solamente una obra de arte puede e intuición.
impactarnos emocionalmente. Cualquiera que haya
leído los pacientes experimentos de Mendel con las Veamos un ejemplo de esto: en una habitación un
arvejillas, que le permitieron formular las leyes de la perro está echado, dormitando apaciblemente. De
herencia genética, no dejará de emocionarse por el pronto se sobresalta y queda en posición de alerta.
tesón y la humildad de este monje. Intuye la presencia del amo. Ruidos apenas percep-
tibles o directamente inaudibles para el oído huma-
Contemplar la bóveda celeste en un planetario, pue- no, un olor característico lo pone sobre aviso. El pe-
de llegar a despertar emociones análogas a la de un rro posee en ese instante de un conocimiento del
cuadro de un pintor famoso. Aún recuerdo la viva que antes carecía.
emoción que sentía al terminar de leer “Los dioses
tienen sed” de Anatole France, pero no fue menor la Si lo verbalizáramos, podríamos decir: “mi amo ha
que experimenté la primera vez que contemplé una llegado”. Sin embargo, resulta claro que este tipo de
colonia de pingüinos en su ordenamiento majestuo- conocimiento no podemos denominarlo científico.
so y pacífico.
Inclusive podrá establecerse un reflejo condiciona-
Es habitual describir un cierto antagonismo entre do, el animal tendrá la misma reacción a la misma
afecto y razón: La famosa antinomia entre hacer co- hora todos los días. Esto, por supuesto, en el caso
sas “con la cabeza” o “con el corazón”. Hoy se sabe de un amo especialmente puntual y metódico.
que esto refleja un conflicto entre dos tipos de razón,
la analítica, que corresponde al funcionamiento del A esta facultad denominamos intuición sensible, ya
hemisferio cerebral izquierdo, y la olística, patrimo- que depende de un registro sensorial para poder ejer-
nio del hemisferio cerebral derecho. cerse.
El científico que busca la verdad, someterá su intui- Y naturalmente, descartando las adulteraciones y
ción a todo el proceso conocido como método expe- fraudes. Sabemos que hay telépatas y clarividentes
rimental. trabajando para los servicios de seguridad de varios
Estados.
Su ratificación o rectificación, le dará recién catego-
ría científica, valor de verdad. Recién podremos con- Nada autoriza, sin embargo, a considerar a estos
tar con un nuevo conocimiento de nuestra realidad. fenómenos como extrasensoriales, antes bien, se
trata de una función diferenciada o cualitativamente
Se cuenta que Linus Pauling, el físico atómico, intuyó de nuestro sensorio.
la existencia de una partícula subatómica llamada
mesón. Pero son tan normales, como por ejemplo, la capa-
cidad de memoria. Su abordaje es mucho más difícil
Según él, dicha partícula no tenía masa, ni carga de pero también más factible. Por lo tanto no se trata de
electricidad. Solamente tenía “momento magnético”. “creer o no creer” en la telepatía.
Sometida esta afirmación a los métodos de compro-
bación y experimentación habituales, pudo determi- Su tratamiento científico impide que sea cuestión de
narse la existencia del hipotético mesón. opinión personal.
Recién entonces este pasó a formar parte de los La primer exigencia para que esto sea posible, es el
conocimientos sobre el Universo subatómico. reconocimiento de la existencia de determinados
hechos. En ciencia, esto se denomina: los datos de
Tres son los planos de conocimientos posibles: el la base empírica. Es posiblemente en este nivel don-
óptico, que refiere a la realidad de las cosas; el de los prejuicios e intereses creados obstaculizan
ontológico, que abarca las teorías que sobre las co- frecuentemente el conocimiento. “Nada es más re-
sas hacemos y finalmente el plano epistemológico, volucionario que la verdad”, dice un conocido ada-
desde donde se teoriza sobre las teorías desarrolla- gio. Esto lo saben demasiado bien muchos gobier-
das en el plano anterior. nos que sistemáticamente omiten o distorsionan da-
tos de la realidad. Recordemos que los datos recogi-
Volviendo al ejemplo de Newton y a la Ley de grave- dos por el censo nacional del año 1970, no fueron
dad de los cuerpos. En el plano óptico: las cosas publicados totalmente.
caen.
Y es precisamente un censo el primer paso para rea-
En el ontológico: una hipótesis, luego teoría, y luego lizar una abordaje científico de la realidad de un país,
ley que explica ese caer: Ley de gravitación univer- en el área que se requiera (salud pública, educación,
sal. vivienda, agua potable).
Y finalmente, el plano epistemológico, desde el cual Si los datos de la realidad se modifican, las conclu-
esa teoría de la gravitación puede ser rectificada, total siones a las que podemos llegar pueden ser absolu-
o parcialmente, ampliada, etc. tamente inútiles. La moderna técnica conocida como
“desinformación” se ocupa especialmente de esto.
Esto puede hacerse desde otra perspectiva teórica, Es muy conocida la frase de que “hay pequeñas
cual sería, por ejemplo, la Teoría de la Relatividad. mentiras y grandes mentiras y estadísticas.
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Con un manejo hábil (y habitualmente deshonesto) fuerza (genocidios mediante) pero nunca una ver-
podemos crear tantas “realidades” como se quiera. dad de razón. Por lo tanto podemos afirmar que la
Muchas veces sin necesidad de falsear datos; sim- filosofía nazi representa una aspecto irracional del
plemente omitiendo aquellos que resultan conflicti- hombre: aquél que modifica la realidad de acuerdo a
vos. En esto reside quizás, la principal virtud del es- sus deseos o necesidades.
píritu científico: el respeto insobornable por la reali-
dad tal cual se ofrece a nuestros sentidos. Exactamente lo opuesto de la verdad científica, in-
dependientemente de los deseos y aspiraciones de
Este fue el pecado que la Iglesia no perdonó a Galileo. quien las formula.
Después de todo ¿quién era él para decir que las
cosas eran como las observaba y no como estaban
descriptas en las Sagradas Escrituras? IV Ciencia y Realidad
Sin embargo, por más dudas idealistas que un hom- El hombre es la única especie que intenta y consi-
bre tenga sobre las posibilidades de conocimiento, gue la lenta transformación del mundo. Pretende que
cuando tiene sed tratará de tomar agua. Es por ejem- las leyes de la Naturaleza se detenga ante él. Exter-
plo, sabido que para que un motor a explosión, con- mina las otras especies y aniquila individuos de su
viene echarle nafta. Debemos por lo tanto mantener misma especie.
este respeto por la realidad, si queremos lograr que
funcione. Sin embargo, es capaz de ciencia. Y esta, a lo largo
de la historia de la humanidad, ha permitido que el
En este caso, por realidad entendemos justamente: hombre fuera derrotando a los enemigos que ataca-
características del motor a explosión y el combusti- ban su estadía en la Tierra. No es menos cierto que
ble que permite su funcionamiento. ha creado otros nuevos. Los denominados
ecologistas hacen un justo hincapié en esto. Pero no
Poco le importará a este lo que nosotros sintamos, creemos equivocarnos si afirmamos que muchos de
deseamos o queremos al respecto. Intentemos ha- los problemas suscitados por el extraordinario desa-
cerlo funcionar con naranjada y estaremos esperan- rrollo técnico son debidos más a problemas políticos
do el auxilio mecánico mientras otros circulan. que a insalvables escollos originados por el progre-
so científico.
Y para dicho personaje, los autos funcionan con na-
ranjada. Esta será su verdad pero es una verdad El hombre modifica permanentemente su mundo
personal. externo, tanto natural como cultural. A su vez, este
lo modifica a él. Es agente de cambio que al mismo
Y entramos entonces en el campo de las ideas deli- tiempo debe modificarse para no perder capacidad
rantes, tan parecidas a veces a algunas ideas filo- creativa u operativa.
sóficas y religiosas.
Para esta tarea la ciencia es un auxiliar imprescindi-
La inestimable ventaja que la ciencia posee, es que ble. Algunos ejemplos lo demostrarán. Una de las
gracias al denominado método experimental, deter- controversias más importantes en la historia de la
minará rápidamente la absoluta inutilidad de la na- ciencia fue sobre la naturaleza de la luz. Dos teorías,
ranjada para producir una explosión. la corpuscular y la ondulatoria se disputaron la su-
premacía durante mucho tiempo.
Las verdades científicas tienen valor universal; esto
no significa que sean eternas y absolutas. Implica La segunda postulaba la existencia de un fluido es-
que mientras sean valederas por el desarrollo cientí- pecial, el éter, en el cual estarían inmersas absoluta-
fico-técnico, lo son para todos. Cualquier estudiante mente todas las cosas y a través del cual propagaría
con un sencillo microscopio óptico, comprueba y las ondas luminosas, análogamente a como se pro-
verifica la teoría celular. pagan a través del aire las ondas acústicas.
La filosofía en cambio, no puede tener respuestas Numerosas experiencia fueron demostrando los ar-
tan categóricas. Sobre todo en el plano de las tificioso y forzado de la hipótesis para fundamentar
teorizaciones más abstractos y especialmente en el la existencia del eter. Finalmente, esta teoría se des-
campo de las ideas religiosas. Sin embargo cuando acreditó completamente, reconociéndose la identi-
se sostiene que una raza es superior a otra (la blan- dad estructural entre las hondas eléctricas y lumino-
ca sobre la negra, la aria sobre la semita) nueva- sas, siendo la longitud de onda de las primeras,
mente la ciencia puede auxiliarnos. muchos más grandes que la segunda.
La antropología ha demostrado en base a sus pa- Durante muchos siglos se sostuvo que la Tierra era
cientes y extraordinarios hallazgos, que absolutamen- el centro del Universo. Esto estaba de acuerdo tanto
te todos los hombres que ocupan la superficie de la con los datos de los sentidos (era fácil observar a los
Tierra, descienden de la especie homo sapiens, que astros girar alrededor de la Tierra) como el deseo de
apareció aproximadamente hace unos 50 millones los hombres: no dejaba de ser alentador sentir que
de años. uno era el centro de la Creación Divina.
La afirmación de cualquier supremacía racial es fal- Copérnico y Galileo impusieron un orden diferente
sa desde el punto de vista científico. menos satisfactorio pero más real. El famoso (e pur
si mueve) es uno de los desgarradores gritos cuan-
La filosofía nazi podrá aspirar a ser una verdad de do algunos hombres intentaron persuadir a la huma-
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nidad sobre la verdad y el peligro de los prejuicios y emite un sonido que inhibe la agresión de la madre
el dogma. gansa sobre él. Si colocamos a una gansa sorda al
lado del polluelo, este no sobrevivirá a los ataques
La Tradición de Galeno en la Medicina paralizó du- de su ahora enemiga. La base experimental mues-
rante siglos el conocimiento científico. Este médico tra, por lo tanto, la presencia de muchas especies de
que vivió entre el primer y segundo siglo de la era mecanismos de inhibición de la agresión. Estos per-
Cristiana, llegó a tener un predicamento tal, que cual- miten la autodefensa del individuo y especie, pero
quier teoría que lo contradijera era rotulada como impiden la agresión.
“herética”.
En otras palabras: al nacer el polluelo inhibe con sus
Pensemos en el Siglo XVI, cuando Vesalio describe gritos la agresión de la madre hacia +el, que de otro
la verdadera anatomía del cuerpo humano, ya que modo lo mataría. Incluso se observa en las luchas
galeno había disecado cerdos, cosa que omitió acla- por obtener territorio que el derrotado huye mucho
rar y se lo acusó den falsedad por que no estaba de antes de perecer. Hay ceremoniales exhibicionistas
acuerdo con Galeno. en los cuales el animal más grande no necesita pe-
lear, ya que el más pequeño opta por la huida frente
Incluso el mismo Vesalio fue muy cauto el negar la a la inútil contienda.
existencia de los poros interventriculares postulados
por Galeno, limitándose a señalar: “en cuanto a los Poder desarrollar estos mecanismos en la especie
poros interventriculares son muy difíciles de obser- humana tendría un importante valor para impedir la
var en condiciones ordinarias”. existencia del hombre sobre el planeta. Es probable
que muchos descubrimientos científicos puedan no
Rindamos homenaje en Vesalio, al titánico esfuerzo agradarnos. Pero resulta imposible ignorarlos, si pre-
de respetar la realidad sin ofender al poder de la tendemos que el hombre pueda ir cumpliendo gra-
época. dualmente su ideal de progreso.
Cuando Guillermo Harvey, en el siglo XVII describió Cualquier concepción filosófica sobre el hombre que
la circulación de la sangre, se dijo que estaba equi- no incluya los descubrimientos sistematizados por
vocado, porque Galeno lo había descrito en otra for- Charles Darwin en “El origen de las especies”, no
ma. Veamos acá cómo una pretendida verdad cien- puede aspirar seriamente a dar respuestas válidas
tífica deviene dogmática y supersticiosa. sobre “qué es” el hombre.
Porque es precisamente mérito mayor de la ciencia Es posible que la ciencia no deba aspirar a consti-
permanentemente reelaborar y modificar sus hipó- tuirse en un sistema totalizador de pensamiento. Sin
tesis y teorías cuando nuevos hechos, es decir, la embargo, es ella la que aporta los datos a partir de
base empírica, lo exigen. los cuales es posible la construcción de toda
cosmovisión. Desconociendo la base empírica, nos
Es asombroso pensar que en la moderna física ató- acercaremos más a la formalización de un sistema
mica, una teoría tiene una vida media de una sema- delirante, que al de una verdad universal.
na.