Las Abejas Apicultura Quero
Las Abejas Apicultura Quero
Las Abejas Apicultura Quero
apicultura
Ref. 1835.123
Julio 2004
Dirección: Dra. Ana QUERO
Dpto. B.O.S.
LAS ABEJAS Y LA APICULTURA.
Programa.
15 Apiterapia.
D. Pedro Pérez Gómez. Apiterapeuta
Ayudante: Dña. Teresa Almería Arencibia.
INTRODUCCIÓN.
LA ABEJA Y LA COLMENA.
Las abejas son Insectos pertenecientes a la clase de los Himenópteros. El grupo de los Insectos
es muy antiguo ya que fueron los primeros animales en colonizar las tierras emergidas y sus primero
fósiles datan de Devónico, hace 400 millones de años. La gran mayoría de los insectos son animales
solitarios, en los que cada individuo vive para sí mismo, y los miembros de una especie no sienten
ninguna atracción mutua excepto en la época del apareamiento. Después de poner los huevos sobre o
cerca de sus alimentos los padres, por lo general, se desentienden de su prole ya que, generalmente
mueren y no establecen ningún contacto con ellos. No obstante, hay ciertos grupos de insectos cuyas
especies tienen un modo de vida social.
La vida colonial es un fenómeno relativamente reciente en la historia evolutiva de los insectos,
los primero insectos sociales de los que existe registro fósil son las termitas que se sitúan entre el
Jurásico y Cretácico temprano, hace unos 200 millones de años. Otro grupo de insectos sociales es el de
las hormigas, avispas y abejas que aparecieron unos 100 millones de años después, en el Cretácico y se
hicieron dominantes entre los insectos al principio del Terciario, hace sólo 50 a 60 millones de años.
El estudio de las sociedades de insectos han interesado desde siempre al hombre tanto por su
sorprendente nivel de organización, como por su importancia económica, ya sea por la elaboración de
productos útiles para el hombre, como por sus funciones en la regeneración del suelo, termitas, o el
infravalorado efecto de la polinización.
Cuando un apicultor habla de los animales a los que cuida, y a los que le saca rendimiento, suele
referirse de forma colectiva a “sus colmenas”. Este concepto intuitivo de colectividad, al hablar de los
componentes de un apiario, no es más que el resultado lógico del conocimiento de la biología de las
abejas, cuya naturaleza social hace que el individuo, en sí mismo, carezca de valor en favor de la
colectividad.
Las abejas "domésticas", junto con las hormigas, las avispas y las termitas, son de los pocos
Insectos, capaces de sobrevivir a los rigores del invierno. Esto lo consiguen gracias a que han desarrollado
evolutivamente un comportamiento denominado EUSOCIAL.
Para muchos autores las características de los insectos sociales que influyen en sus ventajas
competitivas derivan de la existencia de castas diferentes que permiten la división del trabajo de la
sociedad:
1. Las tareas de forrajeo, alimentación de la reina, cuidado de la descendencia y mantenimiento del
nido son acciones que se realizan simultáneamente por distintos grupos, al contrario que en insectos
solitarios, en los que ocurre secuencialmente.
2. La habilidad de la colonia para movilizar a todas las obreras puede solventar dificultades que serían
serias o imposibles para un insecto solitario, como es la defensa frente a depredadores mayores o
más numerosos, construcción de nidos en condiciones desfavorables.
3. La especialización de funciones asociadas con las castas permite cierto grado de regulación
homeostática, incluyendo el acumulo de reservas de alimento en algunas castas, control de la
temperatura, y otras condiciones microclimáticas dentro del nido.
El comportamiento social hace que una colonia funciones como un superorganismo en el que, tanto en
número de integrantes, como las funciones que realiza, están perfectamente regulados y coordinadas. Las
interacciones sociales y la regulación de la actividad se realiza gracias a la capacidad de comunicación
(transferencia de información) de sus integrantes.
Es importante preguntarse acerca de las ventajas que la vida social otorga a los insectos para
conferirles esa dominancia frente a los de conducta solitaria y analizar cómo evolucionó esta conducta
hacia la sociabilidad.
Aunque los entomólogos limitan lo "social" a un estricto rango de comportamiento cooperativo, la
definición de comportamiento social es muy amplia e incluye a todos los insectos que interaccionan de
alguna forma con otros miembros de su especie. Hay insectos que muestran tendencias que apuntan a
los inicios de la vida social:
- Muchos insectos forman agregaciones temporales no reproductoras constituidas a veces por
grandes números de individuos, pero que no muestran ninguna estructuración interna, ni verdadera
relación de cooperación entre sus integrantes, por lo que no deben ser consideradas verdaderas
sociedades.
Entre los muchos ejemplos tenemos los enjambres de acoplamiento de los Ephemeroptera, los
enjambres migratorios de las langostas, las asociaciones invernales de algunos Coccinellidae (Fig. 1) y la
procesionaria del pino (Fig. 2).
No es tampoco muy correcto considerar como una verdadera sociedad, agrupaciones más simples
de organismos tales como los enjambres de machos cortejadores (zánganos de abejas), o los enjambres
para invernar constituidos por moscas como Pollenia rudis (la mosca enjambradora de los desvanes).
Estos agregados pueden ser inicialmente mantenidos juntos por un mutuo estímulo atractivo, pero si no
interaccionan de otras manera, parece excesivo referirse a ellos con un término reservado para una
agrupación más fuerte.
• Cuidado parental con nidos comunales. Se produce cuando las condiciones para la construcción
del nido no son favorables. Muchos himenópteros subsociales y todos los eusociales comparten nido
aunque las condiciones sean aparentemente favorables.
Las especies de himenópteros aculeados que se adaptaron a la construcción de un nido siguieron dos
tipos de estrategias evolutivas:
Aprovisionamiento del nido en masa. La hembra introduce suficiente cantidad de alimento en el
nido antes del desarrollo larvario y a continuación lo sella.
Aprovisionamiento progresivo del nido. Un paso evolutivo importante. La hembra va surtiendo
del nido según el estado de desarrollo de la larva hasta que completa su desarrollo. Esto supone que la
madre debe estar en contacto con la larva que se encuentra en el nido.
La formación de verdades sociedades solo ocurre en determinados grupos de insectos,
tradicionalmente se consideran eusociales a las abejas, abejorros, avispas eusociales, hormigas y
termitas. Además, existen otros insectos que también, han sido situados en este grupo, aunque no
siempre cumplen las tres normas antes mencionadas. Pero también existen especies de áfidos
(pulgones) (Fig. 9) en los que hay una casta de soldados estériles (formados por algunas ninfas, de
primer o segundo estadio, modificadas que se sacrifican por defender lugares adecuados de alimentación
o a la colonia. Esta casta la que nunca evolucionan a adultos reproductores.
Otro ejemplo es el escarabajo ambrosia, Austroplatypus incompertus, que ha sido denominado
eusocial por el predominio de colonias con una hembra apareada y varias que no lo han sido.
Y por último, están los trips (Thysanoptera), grupo que también presenta haplodiploidía (se
explicará más adelante) y donde algunas especies australianas presentan individuos de ambos sexos
con grandes pinzas, que utilizan para defender al resto del grupo. Estos soldados tienen una fecundidad
reducida, por lo que estas especies podrían ser consideradas eusociales.
Aunque a la eusociabilidad en los insectos está, casi, monopolizado por el Orden Hymenoptera,
no todos los himenópteros han desarrollado una vida social, existIendo familias de vida solitaria y otras
en las que la sociabilidad se presenta en estado inicial de desarrollo. La eusociabilidad está limitada a las
avispas aculeadas y a las especies filogenéticamente descendientes como las hormigas y las abejas,
que corresponden, aproximadamente, al 6% del número total de especies de insectos del mundo.
La clave del éxito en los himenópteros parece ser haplodiploidía o sistema de determinación del
sexo por el cual, los huevos fecundados(y por tanto diploides) originan hembras, mientras que los no
fertilizados (por tanto, haploides), se desarrollan partenogenéticamente y se convierten en machos.
Este desarrollo partenogenético de os huevos no fecundados tiene importantes consecuencias
para la evolución social:
1. Permite a las hembras no apareadas producir hijos
2. La hembra que pone los huevos puede controlar la proporción sexual decidiendo si éstos son
fecundados o no.
3. El sistema hace que el parentesco genético entre parientes cercanos derive en una
vía diferente del sistema diploide. Este hecho ha sido esencial en las explicaciones de la evolución
social en los himenópteros.
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De las tres hipótesis que se han propuesto para explicar y comprender las condiciones que
favorecieron la evolución de la eusociabilidad en los insectos y que inciden en las características del
antecesor y cuáles fueron los pasos que siguió para alcanzarla, la más plausible es la Selección por
parentesco.
Esta teoría podría ser definida como la alteración, en la siguiente generación, de la frecuencia de los
genes de un individuo compartidos por sus parientes a través de acciones que favorecen la
reproducción y supervivencia de dichos familiares. Las obreras consiguen su mayor beneficio
ayudando a su madre que reproduciéndose ellas mismas, ya que, genéticamente son más
semejantes a sus hermanas que a sus propios hijo
Las rutas que han seguido los insectos desde la vida solitaria hasta las verdaderas sociedades, es
decir, qué tipo de ciclo vital es el que puede haber hecho posible que comience la cooperación pudieron
ser de dos tipos.
Ruta Subsocial: el grupo se empieza a formar cuando la madre vive lo suficiente para solaparse son
sus descendientes, de manera que éstos tengan la posibilidad de ayudar a su madre. Si esto ocurre, esta
asociación empezaría a ser primitivamente eusocial. Ésta es la ruta que se cree siguieron las hormigas,
termes, avispas sociales y como mínimo algunos grupos de abejas sociales.
Ruta Semisocial: Comienza cuando en una especie con cuidados parentales, un grupo de individuos
de la misma generación se reúne para comenzar una nueva colonia y unos se convierten en
ayudantes que colaboran para sacar adelante la prole de sus compañeros. Con el tiempo, parte de
estos ayudantes estará presente cuando los miembros de la primera generación sean adultos, de
forma que algunos de ellos también llegarían a ser ayudantes, permitiendo otra vez el solapamiento
de generaciones en la colonia. Esta secuencia ha sido considerada como una posible vía evolutiva
seguida por las abejas.
El beneficio obtenido por el hombre de las abejas tiene dos dimensiones, el directo, por poder
aprovechar los excedentes de miel que las abejas acumulan para el invierno y el indirecto debido al
enorme beneficio que la polinización procura para muchas especies botánicas, sin contar con el manejo
para la producción de materias como el pólen, la cera, el veneno o el propoleos.
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Mutualismo. Se basa en los beneficios en términos de éxito reproductor que obtienen los individuos cuando viven en
grupos frente a los que viven solos, aunque para ello favorezcan a otros miembros de la colonia y tengan que sacrificarse en pro del
resto. Valora las ventajas que tiene vivir en grupo porque con ello se aumenta la reproducción así como la esperanza de vida. Sin
embargo con esta hipótesis no se puede explicar la existencia de una casta estéril de obreras.
Manipulación parental. Explica la existencia de la casta estéril como fruto de la capacidad de la madre (reina) de esterilizar y
esclavizar a sus hijas (obreras). Sin embargo esta teoría se rebate al considerar que si el carácter genético para el comportamiento
dominador se extendiera por las obreras, se conseguiría el efecto contrario.
Cuando hablamos de colmena, nos estamos refiriendo a los dos elementos que la constituy en: el
nido y el enjambre.
♦ El Nido
El nido es el lugar que ocupa el enjambre (abejas), es decir, es la "casa". Proporciona alojamiento
y abrigo, manteniendo un ambiente interno aislado del exterior. Además, sirve como lugar de cría y
almacén donde se acumulan los alimentos y reservas para el invierno.
De manera natural el nido de las abejas suele ser un agujero en viejos árboles, piedras…, las
propias abejas lo acondicionan fabricando los panales de cera que utilizaran tanto para la cría como de
almacén.
El ser humano, para poder trabajar mejor las colonias de abejas y teniendo en cuenta que la
actividad de la sociedad no se ve influida por el tipo de nido en el que se aloje, fabricó nidos artificiales
(comúnmente denominados colmenas). La diferencia de una colmena doméstica con otra silvestre, sólo
está en la forma externa del nido, siendo la organización interna y la población de insectos y su
comportamiento idéntico en ambas.
Para el desarrollo de la vida social, el primer elemento necesario es la existencia de un NIDO, en
donde se aloje la colonia de insectos.
A B
En su interior el nido esta constituido por un conjunto de láminas verticales de cera paralelas,
llamadas panales. En los nidos naturales, son las abejas las que crean estos panales y los pegan a la
parte superior del nido. En las colmenas artificiales, es el ser humano el que le proporciona estos
panales.
Los panales mantienen una separación entre ellos constante, e igual al grosor de dos abejas
(paso de abejas), de forma que las abejas pueden caminar por la superficie de los mismos sin estorbarse.
La naturaleza aislante e impermeable de la cera con la que están fabricados, contribuye al
aislamiento térmico y de la humedad del nido, mientras que el conjunto de panales paralelos, por su
disposición, divide al nido en cámaras de aire, que logran un aislamiento térmico del exterior, y permiten
el mantenimiento de una temperatura constante en el centro (cámara de cría) de 33 a 34º C.
También sirven para acumular los alimentos: néctar y polen para la alimentación de las larvas, o
miel como reserva para el invierno.
La estructura de los panales es compleja; están formados por una doble capa de celdillas
opuestas, de forma de prisma hexagonal cuya base es una pirámide. Las aperturas de los prismas se
abren a ambos lados de cada panal. Estos prismas están ligeramente inclinados, de forma que su
contenido no se vierta cuando estén llenos de néctar.
El perímetro hexagonal de las celdillas, es el que permite la mayor ocupación de superficie del
panal, con el menor gasto de material en la formación de las paredes y formación de estructura más
robusta.
Estructura de un panal
En los panales, el tamaño de las celdillas no es uniforme, resultando algo más amplias las
situadas en el borde inferior del panal, esto tiene gran importancia en la determinación del sexo de los
huevos que en ellas se depositen. Las obreras prepararan celdas grandes o pequeñas dependiendo de la
cantidad de feromona real que está presente en su linfa.
♦ El Enjambre
Un enjambre es la población de insectos (en este caso abejas) que constituyen una sociedad.
Los componentes de esta sociedad están organizados cooperativamente en la obtención del bien común
de la colonia.
En una colonia de abejas nos vamos a poder encontrar con tres tipos de individuos morfológica y
funcionalmente diferenciados que constituyen las castas: obreras, zánganos y reina.
Una casta se puede definir como una “división que se encuentra en los insectos sociales, en la
que los individuos están estructural y fisiológicamente especializados para realizar una función particular”.
La casta trabajadora, está formada por las obreras que son las encargadas de las tareas de
infraestructura y mantenimiento de la colmena.
Todas las células del cuerpo de las abejas hembras presentan en sus núcleos una doble dotación
de cromosomas (2N = 32), que las caracteriza como seres diploides. Durante la gametogénesis
(ovogénesis), los procesos meióticos hacen que sus óvulos sean haploides y contengan sólo 16
cromosomas.
Los machos son haploides (N= 16), es decir sólo tienen una guarnición de cromosomas en sus
células, en su gametogénesis no sufren reducción meiótica por lo que sus espermatozoides tendrán,
como el resto de sus células, 16 cromosomas.
La determinación del sexo se realiza en función del número de cromosomas del individuo, siendo
hembras los diploides y machos los diploides. Es decir, de un huevo normalmente fecundado se originará
una hembra, cuyo destino será ser obrera o reina, dependiendo de la alimentación que reciba; mientras
que los machos nacerán a partir de huevos sin fecundar que, por un proceso particular llamado
Partenogénesis, el individuo se desarrolla siendo haploide. Éste tipo de partenogénesis que origina
machos se llama partenogénesis arrenotóquica.
• OBRERAS
Una colmena suele tener normalmente de 30.000 a 80.000 individuos de los cuales casi su
totalidad son obreras. Las obreras son hembras más pequeñas que la reina y sus aparatos reproductores
se encuentran atrofiados (no son funcionales), sólo en algunos casos de orfandad, las obreras ponen
huevos (que no están fecundados) de los que saldrán zánganos de tamaño más pequeño que los
puestos por la reina.
Desde la puesta del huevo fecundado, una obrera tardará en nacer 21 días. Los huevos
permanecen durante 3 días, a continuación eclosionan y surge la larva ápoda y ciega que será
alimentada con jalea real durante tres días consecutivos. A partir del 3º día, las larvas se alimentan con
una mezcla de polen y miel (pan de abeja) durante otros 3 días más y después, se sella la celdilla
(celdilla operculada) para que sufran la metamorfosis. La abeja cuando nace, es pequeña, peluda,
blancuzca, torpe e inofensiva.
Los insectos en su fase adulta tienen una vi da corta, que se limita a una determinada época del
año, generalmente a la primavera y el verano.
Muchos insectos adultos, como las efémeras, solo viven unas horas, durante las que ni siquiera
se alimentan y generalmente su actividad se reduce a la búsqueda de pareja para la reproducción y la
puesta de los huevos.
Las abejas, en cambio, tienen mayor longevidad que otros insectos, la duración de su vida
depende de factores como el sexo y la actividad desempeñada.
La vida de una obrera tiene una duración variable dependiendo de la época del año en la que
nazca. Las nacidas al final del verano y que pasan el invierno en la colmena pueden vivir de 6 a 8 meses
mientras que las que nacen al final de la primavera y pasan todo el verano de pecoreadoras son de vida
corta y mueren agotadas al cabo de 6 u 8 semanas. Podemos decir que la vida media de las abejas
obreras en general es de 35 días.
A lo largo de su vida, las obreras realizan distintas tareas según su edad, hasta los 21 días no
salen de la colmena (obreras de interior) y realizan diferentes funciones: Limpiadoras, Nodrizas
(comienzan a desarrollar sus glándulas hipofaríngeas productoras de jalea real), Cereras (desarrollan las
glándulas cereras), Almacenadoras, Guardianas y Ventiladoras.
A los 21 días se les atrofian las glándulas cereras por lo que ya salen de la colmena (obreras de
exterior) y se denominan pecoreadoras; son las encargadas de recolectar el néctar, polen y propóleo.
Esta es la tarea más agotadora de todas por las que pasa una obrera.
Estas secuencias no son seguidas por todas las abejas, así como hay abejas que llegan a
pecoreadoras sin haber realizado las actividades anteriores. Algunas, parecen madurar prematuramente,
al igual que otras pueden en determinadas condiciones rejuvenecer.
Las obreras tienen varias características específicas; su tamaño es más pequeño que el de los
demás componentes de la colmena y su abdomen también es más corto. Además, poseen un aparato
bucal muy desarrollado con una lengua muy larga que les permite obtener el néctar que almacenan en el
buche (bolsa en el estomago) para transportarlo a la colmena.
Tienen una visión muy desarrollada ya que la necesitan para la recolección, localización, etc.
En las patas posteriores, poseen una modificación denominada cestillo que les permite
transportar el polen y el propóleo (resina de las plantas). Poseen un cepillo de pelos donde quedan
recogidos los granos de polen, cuando este cepillo esta lleno, pasan el polen a los cestillos y lo
transportan a la colmena.
Una característica muy importante de las obreras es que son la única casta de la colmena que
poseen en su abdomen 4 pares de glándulas cereras, estas, son las encargadas de producir la cera que
se utilizara en la elaboración y arreglo de las celdillas de los panales. En su abdomen, también poseen
glándulas de Nassanoff (en la parte posterior del séptimo terguito del abdomen formando una banda)
encargadas de producir el olor característico de la colonia. Se puede ver a las abejas en la piquera con la
glándula de Nassanoff abierta. Gracias a esta, las abejas de una misma colonia se reconocen unas a
otras.
El ovopositor atrofiado se ha convertido en un aguijón que utilizan como aparato defensivo. Este
tiene forma arponeada por lo que tras clavarlo, y a no ser que pique en un cuerpo adiposo como por
ejemplo el de otra abeja, la obrera muere ya que debido a su forma, el aguijón queda atrapado y desgarra
parte del abdomen de la obrera. Al final del aguijón se puede ver una bolsita blanquecina (vesícula del
veneno) encargada de introducir el veneno mediante movimientos contráctiles. El aguijón se debe quitar
raspando con un objeto afilado (navaja) ya que si lo hacemos con los dedos, introduciremos todo el
veneno al apretarlo.
• ZÁNGANOS
Los zánganos son los machos de la colmena; se desarrollan en celdas más grandes que las
obreras y proceden de huevos sin fecundar (es decir, serían óvulos). Nacen a los 24 días de la puesta, la
celda operculada es fácilmente reconocible ya que es más abultada que la de una obrera.
La época del año y las condiciones climáticas determinan la aparición y el tiempo de vida de los
zánganos que por lo general es de 3 meses.
Están presentes en la colmena desde la primavera hasta el otoño, generalmente el tiempo en que
existen reinas sin fecundar. Cuando el flujo de néctar cesa (el alimento escasea) y no hay necesidad de
fecundar nuevas reinas, los machos son expulsados de la colmena muriendo de frío y hambre en el
exterior de la misma.Las colmenas sin reina o con reinas vírgenes continuaran tolerándolos, incluso
alimentándolos, de manera que la copulación sea todavía posible (aunque lo probable es que sean
fecundadas por zánganos de otras colmenas).
• R EINA
La reina es la única hembra fértil de la colmena. Nace a los 16 días de la puesta del huevo, tras la
eclosión (pasados 3 días), será alimentada durante 6 días con jalea real, esta diferencia de alimentación
es la que determina los cambios anatómicos y morfológicos que la distinguen de los demás miembros de
la colmena. Tras estos 9 días desde la puesta del huevo, se opercula la celda para realizar la
metamorfosis. La celda en la que se desarrolla una reina es especial (más grande y vertical) y se
denomina celda real o realera. Generalmente está situada en los bordes del panal.
La vida de una reina puede tener una duración de 3-5 años, pero generalmente, el descenso de
la puesta tras el tercero, obliga a los apicultores a renovarla. Para determinar la edad de una reina y
ayudar a su localización en la colmena, se suele pintar en el tórax utilizando un código de colores que
son: Blanco, amarillo, rojo, verde y azul. Este año (2004) toca verde.
Desde el nacimiento hasta la entrada en celo pasan de 5 a 10 días, durante los cuales, la reina
elimina con ayuda de las obreras las realeras existentes. Si naciesen 2 reinas a la vez, una pelea a
muerte decidiría quien es la responsable de la colonia.
Entre el décimo y vigésimo día de vida, la reina saldrá de la colmena a realizar vuelos de
orientación y los vuelos de apareamiento. Se aparea con varios zánganos hasta que su espermateca
(bolsa en la que almacena el esperma durante toda su vida) quede completa.
Si el tiempo es desfavorable mientras que la reina está en celo y esta no puede salir a
fecundarse, ya no lo hará nunca quedando zanganera y siendo necesario sustituirla.
A los pocos días (2–5) del apareamiento comienza la puesta (500–2000 huevos diarios en
buenas condiciones) que dependerá de varios factores (edad de la reina, cantidad de abejas existentes
en la colmena, entrada de néctar, espacio disponible).
En cuanto a su morfología, la reina es más grande que los zánganos y obreras y presenta un
abdomen largo y esbelto y unas patas fuertes, lo que la hace fácilmente identificable. Sus ojos
compuestos son los menos desarrollados ya que apenas los va a utilizar a lo largo de su vida. Está
desprovista de las herramientas de trabajo de las obreras (cestillos para la recogida de polen, glándulas
cereras, buche bien desarrollado) y debido a su corta lengua, debe ser alimentada durante toda su vida
con jalea real por ellas. Posee aguijón liso, más largo que el de una obrera y un poco curvado, aunque
sólo lo utiliza en las peleas con otras reinas. La reina, al contrario de las obreras, no muere tras clavar su
aguijón.
La reina también se encarga de mantener a la colonia “unida”, sus glándulas mandibulares
producen una sustancia (feromona) que recogen las obreras y distribuyen por toda la colmena
permitiéndoles saber que la reina está presente. Esta feromona, mantiene unida la colonia, evita la
construcción de realeras e incluso evita que las obreras se vuelvan ponedoras. La secreción de esta
glándula decrece al hacerse vieja la reina, también, cuando en la colmena existe una gran población la
concentración de esta sustancia por abeja disminuye.
BIBLIOGRAFÍA.
INTRODUCCIÓN.
La abeja melífera está conformada sobre el plan general de un insecto, pero lleva una forma de
vida altamente especializada, por lo que está provista de mecanismos y estructuras particulares. Por ello,
su estudio implica prestar atención a su organización fundamental como insecto, pero también considerar
de especial importancia la estructura y las modificaciones de los órganos que le permiten llevar a cabo su
vida y la diferencian de otros insectos.
Por morfología de la abeja entendemos el estudio de su forma corporal y por anatomía el
examen de su constitución interna.
Cualquier animal, para sobrevivir, debe obtener y distribuir a sus tejidos tanto el alimento como el
oxígeno, pero también debe ser capaz de eliminar los residuos y correlacionar las actividades de varios
órganos entre si y con sus propias actividades en condiciones ambientales variables. Por consiguiente,
presentará unos sistemas locomotor, de alimentación y digestión, de distribución de alimentos,
respiratorio, excretor y nervioso determinados. Finalmente, a fin de proveer lo necesario para la
continuidad de la especie, tiene un sistema reproductor característico. Además, casi todo grupo animal
posee una particularidad propia (comer un cierto tipo de alimento, vivir en un medio ambiente especial,
adoptar un sistema de locomoción particular, ser individualista o social, etc.) y según sus hábitos o su
forma de vida se encuentra equipado con mecanismos anatómicos especiales.
Para poder comprender el por qué un animal es de una forma y no de otra, estudiamos su
estructura y funciones; para comprender cómo llegó a ser lo que es deberíamos conocer su evolución.
En este capítulo nos centraremos en las características morfológicas y anatómicas más
sobresalientes de las abejas y su papel en diferentes procesos biológicos decisivos para su
supervivencia.
MORFOLOGÍA DE LA ABEJA
LA CABEZA
En esta parte del cuerpo de la abeja se sitúan
estructuras relacionadas con la visión y el olfato,
fundamentales para la localización del alimento, de la
colmena, de otros congéneres, etc. También residen los
órganos implicados en la captación de alimento y
procesamiento del mismo, así como de la cera, esencial
para el mantenimiento de la estructura física de la
colmena.
La cabeza, vista de frente, tiene forma triangular y
en su vértice inferior se abre la boca, a la que afluyen
tanto glándulas salivales como productoras de la jalea
real. En la parte superior encontramos los ocelos u ojos
simples dispuestos en forma triangular, mientras que,
ocupando gran parte de los laterales de la cabeza, se
sitúan dos grandes ojos compuestos. Finalmente, en la
parte central se localizan un par de antenas.
Las antenas
Las antenas son las estructuras en las que residen los sentidos del tacto y del olfato. Cada una
de ellas está recorrida internamente por un nervio doble que procede directamente del cerebro. La
información procedente del exterior es recogida por pelos táctiles y diferentes estructuras sensoriales que
están recubriéndolas.
Los órganos sensoriales más numerosos de las antenas aparecen en la superficie de las mismas
como discos o placas diminutas, cada una de las cuales tiene una ranura alrededor del borde y está
recubriendo un número grande de células. Estas estructuras se conocen como órganos placa y son los
principales órganos del olfato en la abeja, siendo por tanto capaces de recibir el estímulo de diminutas
partículas de materia suspendidas en el aire. El número de órganos placa situados en las antenas varía
dependiendo de la casta, así en las obreras se pueden encontrar cinco o seis mil, en la reina dos o tres
mil y hasta treinta mil en el caso del zángano.
La reacción al tacto o presión externa es uno de los sentidos más primitivos. Sin embargo, los
insectos adultos tienen poca sensibilidad a la presión debido a la dureza de su cubierta externa. Por eso,
la mayoría de los nervios sensoriales de la piel contactan con células situadas en la base los pelos.
Éstos están delicadamente equilibrados y son accionados fácilmente al tomar contacto con objetos o
corrientes de aire. En consecuencia, un pelo provisto de nervios y sus células del sentido asociadas,
constituye un órgano del tacto. Estos pelos inervados aparecen en diferentes partes del cuerpo y
apéndices, pero son especialmente numerosos en las antenas.
La boca
La boca de las abejas está rodeada por un par de mandíbulas y prolongada por una trompa o
probóscide.
Las mandíbulas son utilizadas para amasar la cera, comer
polen y sujetar a un posible enemigo al que luego clavarán el
aguijón, o realizar cualquier trabajo de la colmena que requiera un
par de instrumentos aptos para agarrar. En las obreras son lisas y
redondeadas, mientras que en las reinas y zánganos presentan
pequeños dientecillos en el borde.
La probóscide o trompa en forma de tubo permite a la
abeja succionar los líquidos. No es un órgano permanente, como
en la mayoría de los insectos chupadores, sino que se improvisa
temporalmente al juntar las partes libres de las maxilas y el labio
para formar un tubo muy eficaz en la ingesta de néctar, miel o
agua. Abrazando la base de la lengua se encuentran un par de
palpo labiales que actúan como órganos del gusto (así como
también lo eran las antenas). Todas estas partes pueden
Las glándulas
En la cabeza vamos a encontrar dos tipos de glándulas:
Salivales: Un par se encuentra en la
cabeza (cefálicas) y otro en el tórax (torácias),
aunque también desemboca en la boca.
Segregan saliva que se mezcla con el néctar o
la miel que está siendo absorbida hacia el
interior de la probóscide, aunque también es
adecuada para solubilizar alimentos sólidos
como el azúcar e incluso para el ablandamiento
de la cera.
Glándulas productoras de jalea real:
Estas glándulas son tanto hipofaríngeas como
mandibulares. La jalea real se formará cuando
las obreras disponen de polen, agua, miel y unas condiciones determinadas de temperatura en la
colmena. Con este fluido alimentarán a la reina, las larvas y los zánganos.
EL TÓRAX
Es la parte central del cuerpo que soporta las patas y las alas. Su
cavidad está ocupada en su mayor parte por la musculatura relacionada con los
apéndices locomotores, así como los músculos que mueven la cabeza y el
abdomen.
Las patas
La principal función de las patas es la locomoción, pero en las abejas, cumplen además otros
papeles extraordinariamente importantes desde el punto de vista ecológico:
Limpieza de ojos y lengua. Realizados por el primer par de patas, revisten gran
importancia, ya que gran parte de la capacidad de detección del alimento y de las relaciones sociales
de las abejas dependerán de una correcta visión. La lengua, como órgano captador del polen, debe
mantenerse también limpio y libre de partículas.
La limpieza de las antenas. Esta se realiza por medio de unas estructuras (espolones)
situadas en el ápice de las tibias del primer par de patas. Consiste en una escotadura semicircular
provista internamente de un peine de pelos que se cierra con una pieza articulada, dejando un
agujero del tamaño de la antena. Esta limpieza es fundamental, ya que como hemos visto, las antenas
cumplen una importante función como órganos del olfato y del tacto.
Recogida y transporte de polen. Teniendo en cuenta que la única casta involucrada en esta
actividad son las obreras, las modificaciones anatómicas que vamos a explicar sólo son aplicables a
éstas, y no a la reina o a los zánganos.
El polen es transportado desde las flores a la colmena en una depresión brillante y rodeada
de pelos (cesto) situada en la cara externa de las tibias del tercer par de patas.
En la cara interna del tarso se sitúa un cepillo de pelos en el que se quedarán retenidos los
granos de polen que la abeja ha recogido con el primer par de patas así como los que se ha limpiado
del tórax con el segundo par de patas.
Una vez que el cepillo de pelos del tarso esté repleto de polen, éste es transferido al cesto
de la pata opuesta. Estos cestos pueden transportar también propódeo, que es una resina que las
abejas obtienen de las plantas.
EL ABDOMEN
Está formado por siete segmentos visibles y encierra numerosos órganos esenciales. Aunque la
larva tiene diez segmentos, en los adultos sólo encontramos nueve, ya que el primero (propodeo), como
ya indicamos, se ha unido al tórax. Los segmentos octavo, noveno y décimo no se aprecian por
encontrarse retraídos debajo del séptimo y haber cambiado de forma y tamaño.
Las estructuras más significativas que encontraremos en el abdomen son:
Cuatro pares de superficies pulidas, ovales y brillantes llamadas espejos y situadas bajo el
abdomen entre los esternitos cuatro y siete. Estas estructuras corresponden a glándulas céreas, las
cuales producen una secreción líquida que se endurece rápidamente en contacto con el aire, dando lugar
a escamas de cera que posteriormente serán moldeadas por la abeja con sus mandíbulas para formar los
panales.
En la parte posterior del séptimo terguito se encuentra una banda pálida por
la que se evapora el producto generado por las glándulas odoríferas o glándulas
de Nassanoff. Su secreción es esencial para el reconocimiento entre los individuos.
En el extremo del abdomen encontraremos una de las estructuras más
características de las abejas, el aparato defensivo. Consta de dos glándulas
productoras de veneno, una vesícula donde éste de almacena y un aguijón, con el
cual es inoculado en la víctima.
El aguijón se encuentra alojado en el interior de una cámara situada en el
extremo del abdomen. En realidad se trata de un ovopositor modificado para la
inyección de veneno en lugar de para la puesta de huevos. De hecho, consta de 3
piezas independientes, el estilete y las lancetas. Éstas últimas se van introduciendo
en la víctima por movimientos alternativos mientras el estilete se desliza entre ellas
hacia adelante. Las lancetas presentan una serie de púas es su lado exterior que
impiden que el aguijón de desprenda una vez que se ha insertado, y por entre ellas
pasará el veneno.
EL APARATO DIGESTIVO
EL APARATO REPRODUCTOR
El aparato reproductor sólo aparece desarrollado en la reina y los zánganos. En las obreras se
encuentra atrofiado y sólo en condiciones extremas se hace funcional para la puesta de huevos. En los
insectos suele incluir estructuras externas e internas, pero en la abeja los órganos que sirven para la
reproducción funcionan casi en su totalidad internamente. El órgano masculino del zángano está ubicado
en un saco grande dentro del abdomen, y sólo se hará visible en tiempo de apareamiento. El aparato de
la hembra, que en otros insectos es usado para poner huevos, se ha convertido en un aguijón.
BIBLIOGRAFÍA
CHAUVIN, R. (1968). Traité de biologie de l´abeille. Masson & Cie Éditeurs, Paris. 547 pp.
JEAN-PROST, P. (1981). Apicultura. Conocimiento de la abeja. Manejo de la colmena. Ediciones Mundi-
Presa, Madrid. 551 pp.
INDRODUCCIÓN
Las abejas, como todos los seres vivos, se perpetúan en el tiempo a través de su descendencia,
a la que transmiten su patrimonio genético de generación en generación.
La reproducción se lleva a cabo sexualmente para las dos castas de hembras (reina y obreras) y
asexual para los machos (zánganos). El desarrollo postembrionario también es diferencial atendiendo al
tipo de casta que se considere.
Pero la conservación y multiplicación de la especie recae de forma muy importante sobre la reina,
la única capaz de generar la descendencia, por lo que en este apartado se analizará en profundidad todo
el ciclo de vida de la misma desde su nacimiento.
Sin embargo el desarrollo y reproducción de las abejas debe ser analizado desde dos
perspectivas:
1- A nivel de individuo con unas características anatómicas y fisiológicas determinadas.
2- A nivel de la colmena entendida como su superorganismo que se reproduce también,
generando nuevos enjambres. En este apartado se interpretará el significado evolutivo y
ecológico que tiene la formación de esos nuevos enjambres.
El hombre ha tenido en cuenta estas particularidades de las abejas y ha tratado de ejercer un
control que le permita actuar sobre las características genéticas de cada colonia para así obtener el
máximo rendimiento y productividad.
En el caso de Apis mellifera los huevos son alargados (15 mm de longitud), redondeados en
sus puntas y levemente convexos. El huevo se deposita en posición vertical en el fondo de la celdilla,
quedando pegado por una secreción mucilaginosa. El segundo día se inclina, y el tercero está totalmente
tumbado en la base de la celdilla. Es en este día cuando nace la pequeña larva.
La larva de Apis mellifera es acéfala, ápoda y de color blanco nacarado. Su principal función es
comer, de hecho tiene un estómago enorme, casi tan largo como el cuerpo. En este estado irá creciendo
poco a poco y sufrirá varias mudas larvarias hasta llegar a llenar por completo la celda.
La Pupa. Una vez operculada la celdilla empieza el hilado del capullo por medio de la secreción
de las glándulas salivales. Al cabo de dos días el capullo está completamente formado y en ese momento
descansará y se producirá la última muda de su vida juvenil. La pupación dura alrededor de 12 días,
durante los cuales sufre la metamorfosis, con destrucción de las estructuras larvarias y formación de los
órganos nuevos del insecto adulto.
LA REINA ADULTA
Cuando una reina virgen surge de su celdilla real, muestra gran actividad y elimina las restantes
celdas reales de desarrollo más atrasado, si las obreras se lo permiten, matando con su aguijón curvado
a sus ocupantes.
En época de enjambrazón las obreras le impiden la destrucción de las realeras, e impiden a su
vez que otras reinas jóvenes salgan de sus celdas alimentándolas a través de las aberturas que han
roído las reinas para escapar de la celda.
En el caso de reemplazo la reina joven a menudo no presta atención a su madre la vieja reina y
las dos viven juntas sin luchar.
Sin embargo cuando una reina virgen se encuentra con otra luchan hasta que una de ellas
muere.
Durante los siguientes días la reina va desarrollando sus músculos y tomando fuerza repeliendo
los continuos at aques de las obreras. Parece ser que este comportamiento agresivo por parte de las
obreras tiene por objeto inducir a la reina su salida del nido para que realice su viaje nupcial. La reina
cada vez se hace más ágil y aumenta su resistencia y en el 5º o 6º día es atraída por la luz, va hacia la
piquera y sale para realizar uno o varios vuelos nupciales o de apareamiento.
La reina tiene que ser fecundada entre el séptimo y décimo día de vida. Si por las condiciones
meteorológicas, la salida se demora, la espermateca pierde su funcionalidad y la reina deviene
zanganera.
EL VUELO NUPCIAL
Una reina virgen a veces, realiza unos pocos vuelos exploratorios desde su colmena antes de
efectuar uno o varios vuelos nupciales. Tanto los vuelos prenupciales como los nupciales se realizan en
el momento más cálido del día cuando los zánganos vuelan libremente (entre las 10:00 y 16:00 horas).
El vuelo de la joven reina es rápido y alto, seleccionándose de esta manera el vigor de los
machos con los que se aparearán. El apareamiento se produce lejos de la colmena, con machos que no
son de su nido, generalmente en el aire, por lo que es difícil de observar.
Los zánganos guiados por su vista (tienen dos grandes ojos coalescentes) y atraídos por la
feromona real, alcanzan a la reina y le introducen su aparato copulador en la cámara del aguijón.
Inmediatamente el zángano deposita un tapón mucoso para impedir que el semen salga de la vagina. La
hembra fuerza a los espermatozoides mediante contracciones musculares hasta la espermateca donde
permanecerán durante el resto de la vida de la hembra.
El apareamiento dura unos pocos segundos y posteriormente se separan, produciéndose el
desprendimiento del aparato genital del macho, que arranca parte de sus vísceras, por lo que el macho
muere.
Los machos pueden producir un volumen de semen de 1mm cúbico (de 5 a 10 millones de
espermatozoides).
El apareamiento de la reina puede no ser único, sucediéndose nuevos apareamientos en el aire
con un ritmo de 10 apareamientos en 10 minutos siempre que la cámara del aguijón esté abierta.
La reina fecundada tarda unos 20 o 30 minutos en regresar a la colmena.
REPOSICIÓN
Cuando una colonia pierde a su reina de forma repentina, desaparece la sustancia real
inhibidora del desarrollo de los ovarios de las obreras y que inhibe también la cría de reinas por parte de
las obreras (ácido 9-hidroxidecenoico, producido por las glándulas mandibulares de la reina). Esta
sustancia se extiende por el cuerpo de la reina y cuando la asean pasa a las obreras más próximas.
Cuando desaparece la inhibición del desarrollo de los ovarios, es cuando aparecen hembras ponedoras.
Las obreras pronto empiezan a criar a una nueva reina de emergencia, modifican una o más
celdas de obreras que contienen huevos ó larvas de hembras jóvenes (menos de 3 días) para formar
celdas de reina de emergencia.
Las cavidades de esta celda de emergencia siempre se extienden hasta la pared del centro del
panal y conservan la base hexagonal (a diferencia de las realeras formadas en el caso de reemplazo u
enjambrazón). Al principio, estas celdas son inundadas de alimento, por lo que las larvas salen flotando y
entran a formar el cuerpo de la nueva celda.
REEMPLAZO (ó suplantación)
Ocurre cuando la reina de la colmena es demasiado vieja o está enferma. Normalmente se
crían en celdas reales especialmente construidas por las obreras y no en celdas de obreras modificadas.
Una reina puede vivir varios años, pero a medida que envejece, su postura va dando lugar a más
zánganos por agotamiento de los espermatozoides de la espermateca. Por esta razón se aconseja
disponer de reinas jóvenes y vigorosas, cambiándolas cada dos años.
Cuando la reina pone un huevo en la celda real, sólo existe la base de la celda, en este
momento se llama “copa de celda real”. Tienen las bases redondeadas y gruesas, estas copas van
siendo agrandadas a medida que crece la larva, por las obreras cereras.
Estas copitas aparecen esporádicamente en las colonias durante el verano, pero con frecuencia
no se ponen huevos en ellas y son destruidas por las obreras.
ENJAMBRAZÓN
Obedece al instinto de reproducción de la especie y está desencadenado por varios factores,
como veremos más adelante. La realera es igual que la anterior, pero en este caso se crean muchas
realeras.
Cuando se crean realeras en el caso de reposición éstas aparecen en gran número, en cualquier
lugar del nido de cría y son formadas a partir de celdas de obrera, siendo menos prominentes. En los
otros dos casos, sustitución y enjambrazón, las realeras se forman en los salientes, bordes laterales y la
parte baja de los panales.
Las abejas exploradoras cambian el baile a uno de aleteo que produce un zumbido y estimula a
gran cantidad de abejas activas que lo repiten. Al cabo de unos minut os un tumulto de abejas están
haciendo este baile y salen guiadas por unas pocas de vuelo rápido que las conducirán al nuevo
emplazamiento.
Las abejas que abandonan la colonia madre pueden ser desde la mitad hasta el 90 % y aunque
en el mismo pueden existir abejas de todas las edades, la mayoría son abejas de 3 a 23 días.
Posteriormente, cuando el primer enjambre ha partido, encabezado por la vieja reina fecundada,
o a veces por una joven reina virgen, a la cual se ha permitido que salga de su celda, las obreras
permiten a una reina virgen emerger y dejar la colmena con un segundo enjambre. En el caso de ciertas
variedades de abejas, y cuando imperan determinadas condiciones, este proceso puede repetirse varias
veces hasta que finalmente las abejas permiten emerger a una reina virgen quien destruye a sus rivales,
realiza el vuelo nupcial y se convierte en la nueva reina de su colonia.
♦ Un incremento importante de la población, lo que hace que las abejas "tocan" a menos feromona
real.
♦ Bloqueo de la reina en unos determinados panales, para efectuar una puesta intensiva, relacionada
con una importante entrada de néctar en la colonia.
♦ Bloqueo mecánico de la reina, que la impide transitar por determinadas zonas de la colonia.
Por tanto, a partir de esta teoría podemos actuar sobre “la enjambrazón" por varias vías:
ü Evitando tener reinas muy envejecidas, lo que por otra parte influye sobre la puesta, ya que ésta
decae también con la edad. Según estimaciones en colonias con reina de 1 año de edad enjambran
el 20%, a la edad de 2 años el 40% y las de más de 2 hasta el 80%. Sin embargo el solo hecho de la
edad de la reina no explica suficientemente la enjambrazón, porque aparte de la variación en el nivel
de secreción de feromona podrían intervenir otros factores como el número de huevos que pone la
reina, y por tanto el número de abejas pecoreadoras en relación con las nodrizas, que como se sabe
va decayendo con la edad.
♦ Desde la puesta del huevo al nacimiento de la abeja obrera transcurren 21 días. Durante otros 21
días la abeja es nodriza, y a partir de esa fecha hasta los 50 días de vida media durante las
épocas de mielada, la abeja es pecoreadora.
♦ En los momentos de mayor ovificación la reina puede llegar a poner hasta 2.000 huevos diarios.
Si se hace una cuenta imaginaria de nacimientos y defunciones en una colmena fuerte, bien
salida de la invernada, con reina fecunda que alcance el máximo de puesta a las cinco o seis semanas
de reanudar la ovificación, puede comprobarse como a las tres semanas de llegar al máximo de puesta el
número de abejas menores de 21 días casi duplica al de pecoreadoras. Este momento coincide con el
inicio del deseo de enjambrar.
A favor de esta teoría esta el hecho de que las abejas que enjambran son precisamente, en su
gran mayoría las pecoreadoras, que abandonan la colonia con la vieja reina, acompañada, muchas veces
de reinas jóvenes, lo que ocasiona el consiguiente perjuicio para la capacidad de producción de miel de
la colonia.
5 Sanitario
Es sabido que en determinadas condiciones sanitarias, o por deficiencias en la colmena o
habitáculo de la colonia, se produce un abandono que aunque no puede ser calificado en puridad como
una enjambrazón, sin embargo ocasiona la perdida de mayor o menor cantidad de abejas, en ocasiones
sin que quede ninguna en la antigua colonia. En otros casos queda un pequeño número de abejas con su
correspondiente reina. La intensidad de este abandono o “pseudoenjambrazón” depende del motivo
sanitario que induce a la colonia a esta huida, que obedece más a un deseo de supervivencia que a un
instinto de multiplicación.
7 Climatológico
La abundancia de néctar es un factor que incide de diversas maneras en la enjambrazón. Pero
además las floraciones “fuera de época”, unidas a temperaturas anormalmente altas para una
determinada temporada, son circunstancias que generan un cierto desconcierto en la colonia e inducen a
la enjambrazón.
Junto a esto es conocido que la climatología acelera o retrasa, e incluso impide el proceso natural
e instintivo de la enjambrazón. Después de un año climatológicamente malo al siguiente las colmenas
enjambran más, aunque no se dispone de una teoría sólida que permita explicar esta situación, el
fenómeno se ha relacionado con la edad de las reinas o con la producción de ferormona.
BIBLIOGRAFIA
Dadant et al. (1975) La colmena y la abeja melífera. Ed. Hemisferio Sur. Montevideo. 936 pp.
Davies, R.G. (1988): Introducción a la entomología. Ed. Mundi-Prensa. Bilbao. 499 pp.
Nieto Nafría, J. M. & M. P. Mier Durante (1985): Tratado de entomología. Ed. Omega. Barcelona. 599 pp.
La biología de las abejas de una colonia cuando ésta es alojada por el hombre en nidos artificiales,
permanece inalterada y su comportamiento es tan primitivo y salvaje como el de sus compañeras que viven
en los bosques en las oquedades delos troncos. Este hecho es la piedra angular en la que se apoya el
desarrollo de la apicultura.
Por ser las colonias permanentes en el tiempo y al depender para su alimentación de la presencia de
flores, la actividad de las abejas, durante la primavera y verano, es frenética, ya que, no solo deben recoger
alimentos para la supervivencia diaria, sino que tienen que acumular excedentes para el invierno. Estas
reservas transformadas en miel son el objetivo de la actividad apícola que busca el hombre.
El conocimiento de la biología de las abejas ha permitido al hombre desarrollar técnicas apícolas
con las que dirigir la actividad de la colmena hacia la fabricación de determinados productos. Por esto es
tan fundamental conocer la biología y actividades de las diferentes castas en los distintos momentos de su
vida, para comprender de forma global el funcionamiento de la colmena.
Si bien la reina pone huevos durante toda su vida, no es sólo una máquina de poner huevos, es una
importante y fundamental pieza en la organización de la colonia, pues regula y coordina la actividad del
resto de los individuos dirigiendo a la colmena químicamente..
1
La feromona real , secretada por sus glándulas mandibulares, ejerce una poderosa atracción sobre
el resto de los miembros de la colonia, siendo muy apreciada por todas las obreras, sobre todo por las
nodrizas, que se precipitan sobre ella para lamerla y así obtener una parte de la misma que se distribuirá por
trofalaxia, entre el resto de los individuos de la colonia.
Esta feromona real que las obreras de la corte ávidamente recogen lamiendo el cuerpo de la
reina, se distribuye por todos los elementos de la colmena por trofalaxia. La feromona atrae
poderosamente a todos los miembros de la colmena dando cohesión al grupo. También actúa sobre las
obreras inhibiendo el desarrollo de los ovarios, por lo que permanecen estériles. En el caso de muerte
de la reina las obreras comienzan a poner huevos, pero la puesta se realiza de manera irregular, ya que
ponen más de un huevo por celda o no lo sitúan en el fondo de la celdilla. Las larvas que se desarrollen
serán machos y la colmena se “vuelve zanganera” y acaba por morir.
La presencia de la feromona real en la linfa de las obreras inhibe de la construcción de celdas
reales. Otro efecto es que actúa modificando el comportamiento de las abejas cereras que,
dependiendo del nivel presente en su linfa, construyen celdas de cría grandes o pequeñas
Cuando al inicio de la primavera existen pocas abejas en la colonia y la cantidad de feromona
real en la linfa de las abejas es elevada, éstas se ocupan de elaborar nuevos panales cuyas celdillas son
de tamaño pequeño, en donde nacerán futuras obreras que fortalecerán la colonia.
En verano, cuando la colmena tiene muchos, la cantidad de feromona real en cada una de las
obreras es proporcionalmente menor, por lo que las cereras comienzan a hacer celdillas de cría grandes,
para machos y a construir celdas reales, preparando a la colmena para el enjambrazón.
Lo mismo pasa cuando la reina envejece y fabrica poca jalea real, en este caso la colmena se prepara para
la sustitución de la reina.
La REINA como madre de la colonia.
La reina, rodeada de su corte de abejas jóvenes, ocupa los panales centrales de la colmena, la
llamada cámara de cría, por donde se mueve activamente en busca de celdillas abiertas y vacías que las
obreras han preparado para recibir y criar larvas. La reina inspecciona las celdas en donde introduce su
desarrollado y afilado abdomen , para depositar un huevo, siguiendo un recorrido elipsoidal. El huevo sale
2
directamente de la vagina, sin utilizar el ovipositor , transformado en aguijón, que utiliza exclusivamente para
el fraticidio.
Desde que la reina regresa a la colmena tras el vuelo nupcial, no deja de poner huevos durante toda
su vida, lo que supone un gran desgaste físico que debe ser suplido con una copiosa alimentación de jalea
real, aunque el ritmo de postura varía a largo del año,, a que está condicionado por alimento y otros factores,
y se detiene al llegar el otoño y durante el invierno, para volver a reiniciarse al principio de la primavera.
La reina es, como elemento reproductor de la colonia, la responsable última del sexo de su
descendencia, aunque, sin embargo, son las obreras quienes elaboran las celdillas grandes o pequeñas y
las obreras cereras prepararan celdas grandes o pequeñas dependiendo de la cantidad de feromona real
que está presente en su linfa.
Como ya se dijo, el tamaño de las celdillas es diferente dependiendo de su situación en el panal,
siendo las centrales pequeñas y las situadas en las regiones periféricas de mayor diámetro.
Cuando la reina introduce su abdomen en las celdillas centrales de pequeño diámetro, la
espermateca se comprime y deja escapar un espermatozoide que fecundará el huevo descendiente por
el oviducto, saliendo el huevo fecundado y por tanto diploide (de 32 cromosomas) que origina un
individuo hembra.
1
La secreción mandibular, el ácido graso 9-oxidecenoico, fue denominada feromona real por Butler en 1954 . Parece ser que existen
varias secreciones que tienen esta mismas propiedades y son las responsables de la organización social de la colonia.
2
También llamado ovopositor y más propiamente oviscapto.
LOS MACHOS.
Constituyen el otro elemento fundamental en la casta reproductora, siendo los individuos de mayor
tamaño de la colmena. También son llamados zánganos, por su falta de participación en la vida laboral
de la colmena, al carecer de cestillas para el polen y tener lengua pequeña. Algunos autores mantienen
que distribuyen comida entre la cria????. De recién nacidos y jóvenes permanecen en la zona de cría
donde son alimentados por las obreras, a las que les piden alimento, posteriormente se alimentan solos de
miel y salen del nido de cría. Se dice que no pertenecen a ninguna colmena, pues son admitidos en todas,
al no poseer la glándula de Nasanov, siendo responsables de la transmisión de enfermedades y parásitos.
Con sus enormes y coalescentes ojos, localizan a las reinas en vuelo y desempeñan el importantísimo
papel de fecundarla, siendo muy atraídos por la feromona real que la reina segrega. Se han visto
enjambres de zánganos volando agregados en determinadas áreas, llamadas apareatorios, a la espera de
la llegada de las reinas. Es posible que tal agregación se produzca por la acción de algún tipo de feromona.
(Gerig, 1972). Los enjambres de machos vuelan hacia todo lo que se mueva rápidamente, abejas,
golondrinas, reina...
Sólo están presentes en la colmena mientras existan reinas que fecundar, al final del otoño se
produce la expulsión de los zánganos de la colonia, en cuyo exterior mueren de frío y hambre. En
ocasiones, las obreras originan verdaderas matanza de los zánganos, cuando estos no quieren marcharse
de la colmena.
BIOLOGIA DE LA CASTA OBRERA
La casta más abundante de la colmena está formada por los miembros más pequeños de la
colonia, las OBRERAS. Una colmena se dice que es fuerte si tiene entre 50.000/60.000 obreras.
Las obreras son hembras (xx) con 16 pares de cromosomas. Se originan y desarrollan en celdillas de
pequeño diámetro donde la reina deposita los huevos, que salen fecundados. Por su escasa alimentación
durante la segunda etapa de su vida larvaria, estas hembras tienen los ovarios atróficos y limitada función
reproductora, si bien pueden llegar a poner huevos partenogenéticos, cuando la colonia está huérfana.
Su nombre –obreras- es debido a que se encargan de todas las funciones de intendencia de la
colonia, siendo éstas muy variadas dependiendo de su edad y estado fisiológico.
La obreras tienen una morfología especial, con órganos adaptados al desepeño de funciones, como
el desarrollado aparato bucal con el que succionan el néctar, que almacenan en el buche, para
transportarlo a la colmena, y en sus patas posteriores muestran unas estructuras rodeadas de rígidas
sedas, las cestillas, con las que sujetan las bolitas de polen en su viaje de retorno a la colmena. Su
ovipositor, como en la reina, también a perdido las funciones propias, transformándose en un aguijón,
órgano vulnerante y barbeado conectado con la glándula del veneno, con el que defienden la colmena y sus
provisiones de los extraños, incluso a costa de su propia vida.
Las actividades de las abejas están reguladas por relojes internos y fisiológicos, que motivan un
determinado comportamiento en un tiempo específico, generalmente un ritmo circadiano, por eso suelen salir
a recoger néctar siempre a la misma hora, hora sincronizada con la secreción de néctar por las flores. Por
eso es muy importante la edad de la abeja ya que a lo largo de la vida de una abeja varía el grado de
desarrollo de sus órganos o glándulas y por lo tanto su estado fisiológico.
Los factores externos que influyen en el comportamiento de las abejas son los que rodean a las mismas,
bien en el interior o en el exterior de la colmena. Las abejas perciben un sin fin de estímulos externos que
desencadenan un determinado comportamiento. Dependiendo del lugar en que se encuentre una
determinada abeja. (físicamente no pueden estar dos abejas en el mismo sitio), los estímulos percibidos no
son ls mismos, y en consecuencia la respuesta tampoco.
Las abejas han desarrollado evolutivamente un comportamiento llamado de patrullaje, que las impulsa a
deambular constantemente por los panales, exponiéndose a los múltiples ambientes y percibiendo estímulos
procedentes, tanto de sus congéneres como del medio.
El resultado de la combinación de estos factores, nos inducen a manifestar que las actividades
realizadas por una abeja son muy mecánicas y predecibles, en su respuesta a estímulos internos y externos ,
siendo opinión de la mayoría de los científicos que su comportamiento está programado genéticamente,
actuando como "pequeños robots" para realizar ciertas actividades que favorecen su supervivencia.
Para la fabricación de la jalea real las abejas nodrizas necesitan alimentarse intensamente de polen, de
donde obtienen las proteínas necesarias, ya que la jalea real no es otra cosa que proteínas de alto valor
nutritivo. Esto influye en la reducción de las reservas de cuerpos grasos de la abeja, lo que a su vez
repercute negativamente en su longevidad, convirtiéndose pronto en abejas estivales de corta vida.
3ª etapa: VARIABLE.
En la tercera semana de vida, las abejas realizan variadas actividades en la colmena, que están menos
relacionadas con la edad y se suceden según su estado fisiológico, pero que pueden ser flexibles y con
vuelta atrás. Se alternan las tareas de limpieza de cadáveres, suciedad, madurando néctar, construcción de
celdas, operculando, o almacenando los productos que las recolectoras traen del campo.
Las abejas mayores, llamadas CERERAS, desarrollan cuatro glándulas situadas en los esternitos del
abdomen que producen una fina película de cera. Esta secreción es recogida por las abejas con sus patas y
amasada con las mandíbulas. Con la cera estirada construyen las celdillas, de forma de prisma hexagonal,
cuya base es una pirámide hexagonal y el eje está un poco inclinado, lo que evita que se caiga su contenido.
Las cereras también operculan las celdas, tanto las que tienen miel madura- donde inyectan una gota de
veneno para su conservación- como las que contienen larvas de más de 6 días que han terminado su
periodo de nutrición y reparan los panales que están rotos.
Varios factores regulan la producción de cera y fabricación de celdillas :
1º- Edad de las abejas . Solo las abejas de entre 12 a 18 días tienen glandulas cereras activas. (Roesh);
2º-Temperatura del ambiente de 33 a 36 grados; Durante la noche, cuando todas las abejas están en el
interior de la colmena, las abejas fabrican más panales.
3º- Alimentación copiosa. Para segregar 1 kilo de cera, se consume de 10 a 12 kilos de miel.
4º- Necesidades de la colonia. Se construyen panales mientras quede espacio libre.
5º- La cantidad feromona real que tienen en su linfa.
La presencia de la feromona real en la linfa de las cereras regula la velocidad de confección de panales, así
como el tipo de celdillas construidas. Se ha comprobado experimentalmente que, cuando existe una reina
fuerte en la colonia, 50 obreras construyen un panal en sólo 6 días. Mientras que si la reina está muerto,
pero aún tienen presencia de feromona real, son precisas 200 abejas para construir el panal. Por último en
caso de colmena huérfana con obreras ponedoras son necesarias 5.000 obreras para la misma tarea.
La concentración elevada de feromona real en la linfa de las obreras cereras inhibe la construcción de
realeras, fabricándose celdillas pequeñas para hembras. Cuando la concentración de feromona real
desciende se construyen celdas de mayor diámetro para machos y se fabrican realeras,.
Se llaman ALMACENERAS a las abejas que están prestas a recoger el néctar que traen en el buche las
abejas pecoreadoras y llevarlo a las celdillas de reservas. Junto con el néctar regurgitado cada abeja aporta
enzimas digestivos que intervendrán en la fermentación del néctar y fabricación de la miel. Esta es la
penúltima tarea de las abejas domésticas (las que están dentro de la casa) , después pasarán a vigilar la
entrada, aunque también pueden aventurarse fuera de la colmena y comienzan vuelos de orientación a la
entrada de la colmena, llamados vuelos de juego.
La última función dentro de la colmena que las abejas realizan es la de la vigilancia y defensa de la
colonia. Sólo a finales de la tercera semana, la bolsa del veneno está repleta del mismo y algunas abejas se
hacen GUARDIANAS. Situándose en la piquera vigilan la entrada para evitar que abejas de otras colonias
o insectos extraños entren en la colmena que pretendan robar la miel.
Las abejas son reconocidas, fundamentalmente, por su olor propio, segregado por la glándula de Nassanof,
por eso, los machos, que carecen de ella, pueden entrar libremente en todas las colonia. Las abejas
pecoreadoras de otra colonia que se equivocan de camino y regresan a colonia ajena cargadas de néctar o
polen, son admitidas por las guardianas.
Son también las abejas de la piquera las que ventilan su glándula de Nassanof, para reclamar a
pecoreadoras extraviadas o a la reina de regreso del vuelo nupcial.
Si bien las abejas aisladas no regulan su temperatura, considerando el conjunto de la colonia
como superorganismo, este puede mantener una cierta independencia térmica del ambiente.
La colmena como superorganismo es capaz de mantener la temperatura del centro del nido entre unos 20
a 35 º C. Para el desarrollo de las larvas es preciso que en la zona de cría mantenga una temperatura casi
constante comprendida entre los 32º y 36 ºC, siendo el óptimo para su desarrollo los 34,8ºC.
En verano, aunque la temperatura exterior sea superior a 40ºC, el centro de la colmena se mantienen de
34 a 35ºC y en el invierno con temperaturas exteriores de -20ºC, en el interior de la colmena no bajan de
20ºC.
Para producir calor durante el invierno las abejas lo obtienen del calor metabólico, con consumo de miel,
haciendo que sus músculos torácicos se contraiga y relajen y mantengan la misma actividad que durante el
vuelo, aunque las alas permanezcan inmóviles (Ciclo de Lambert con consumo de miel)
Además, para evitar la pérdida del calor por disipación del mismo por la superficie, las abejas se apiñan
formando bolas y reduciendo la superficie de enfriamiento.
El racimo invernal presenta dos zonas, una periférica de abejas apiñadas entre sí, y otra central,
donde está la reina. Este último ofrece espacio a las abejas y les permite el movimiento. Cuando la
temperatura externa disminuye más, el racimo se contrae, aumentando la temperatura del núcleo desde
donde se transmite rápidamente el calor a la periferia, gracias a un mayor contacto entre las abejas a
causa de la contracción.
De este conjunto de razones se desprende la norma práctica de no molestar por ningún motivo
a la colonia cuando la temperatura del medio es baja, pues se corre el peligro de romper el equilibrio
existente en el racimo por la disgregación del mismo, con consecuencias fatales para la colonias.
Durante el verano, rebajar la temperatura de la colonia resulta más complejo para las abejas. Así,
cuando en la zona de cría se superan los 36º C, las abejas se colocan de forma que con el movimiento de
las alas, producen corrientes de aire dirigidas (aire acondicionado) y ventilan la colmena rebajando su
temperatura. Para ello, algunas abejas situadas en la entrada, se alinean una tras otra en la piquera y baten
sus alas creando corrientes de aire fresco del exterior que ventilan la colmena y favorecen la evaporación
del néctar. Estas son las VENTILADORAS.
También pueden abandonar el interior de la colmena, saliendo en gran cantidad y quedándose
pegadas a la piquera y colgando de la misma, a lo que se llama hacer la "barba".
Pero cuando la temperatura es excesiva y no baja lo suficiente con estos dos mecanismos, las
abejas traen agua que esparcen y con la que rocían las paredes, o evaporan directamente de su lengua,
para con la evaporación disminuir la temperatura. Hay abejas rociadoras que extienden con su probóscide
pequeñas gotitas de agua, que se evapora.
Se ha visto que cuando la temperatura el nido de cría se eleva, las abejas nodrizas demandan, por
trofalaxia, el contenido del buche de las abejas pecoreadoras, para evaporar su agua. De esta manera, las
pecoreadoras que traigan el néctar más diluido serán, en este caso, seleccionadas en esta demanda y se
incrementará el número de abejas que traigan néctar poco dulce, e incluso agua, lo cual resulta un hecho
muy notable relacionado con el desarrollo social, ya que la abeja rechaza el líquido azucarado
(innatamente apreciado) a favor de las necesidades de la colmena.
El agua en la colmena es necesaria, no solo para la termorregulación, si no también para la
preparación, por las nodrizas, de la papilla de polen y néctar con el que alimentan a las larvas de más de
tres días, el llamado pan de abeja.
Esto nos indica la importancia de situar las colmenas en las proximidades de abrevaderos para las
abejas, que les evita un gran esfuerzo a la hora de localización y acarreo de la misma a la colmena.
La última etapa de las abejas adultas, a la que llegan al cabo de unas 3 semanas, la de recolectoras.
En ella realizan la tarea más agotadora de todas las que una obrera realiza. La recogida del néctar y polen se
realiza en su última fase de la vida. Se les llama PECOREADORAS, y tras un periodo de actividad incesante
suelen morir por agotamiento.
Para darnos cuenta del esfuerzo y desgaste que la pecorea supone, baste con decir que para que una abeja
llene su budhe de néctar, es necesario que visite de 1000 a 1500 flores. La actividad cooeperativva de la
colmena es tal que en la época de cosecha una colmena puede almacenar hasta 1 k de miel al día, lo que
significa que las abejas recolectoras deberán de hacer un promedio de 5 millones de viajes diarios.
Es preciso añadir, que estas secuencias no son seguidas inexorablemente por todas las abejas, así
como que hay abejas que llegan a pecoreadoras sin haber realizado las actividades anteriores. Algunas,
parecen madurar prematuramente, al igual que otras pueden, en determinadas condiciones, rejuvenecer. Se
ha visto en colonias de pequeño tamaño mantenidas artificialmente en las que existía cría y las abejas de 75
días podían alimentar a la cría. ( El 70 % de las abejas viejas tenían las glándulas mamarias activas.
(Milojevic, 1939 en Dadant).
Experimentalmente se acelera la maduración y envejecimiento de la abeja, si la tratamos con
dióxido de carbono durante varios minutos.
INTRODUCCIÓN.
Antiguamente se criaban abejas que se reproducían de modo natural, mediante enjambres, estas
colonias vivían en truébanos, corchos o casiellos, y en algunas partes de Asturias se mataba la colonia
con el fin de obtener la totalidad de la miel y la cera, generalmente en otoño, cuando más contenían.
Después del descubrimiento en 1851 del norteamericano Lorenzo Lorraine LANGSTROTH (1810-1895)
del paso de abeja (las abejas en espacios comprendidos entre 7 y 8 ó 9.5 mm, no colocan cera ni
propóleos pues es la distancia adecuada para desplazarse) y la invención de la colmena movilista (diez
años más tarde era usada en varios sitios de Norteamérica), las colonias son mucho más fuertes y las
posibilidades de intervenir en el desarrollo de la vida de la colonia son mucho mayores de modo que el
apicultor puede favorecer el acopio de miel de las abejas y mantener mejor su estado de salud.
La reproducción de las colmenas se hace de modo artificial, con divisiones, núcleos o introducciones
de reinas criadas previamente y la enjambrazón se considera perjudicial pues merma en casi un 50 % la
producción de miel de la colmena de donde sale el enjambre y en muchas ocasiones, el enjambre obliga
a más trabajos y gastos.
Hay muchos métodos de multiplicación de las colonias de abejas, pero lo fácil y adaptado al territorio
suele ser lo más conveniente, veamos un par de métodos producto de nuestras lecturas y de nuestra
experiencia en la zona central de Asturias a 275 m sobre el nivel del mar.
Reproducción en primavera
En el mes de Mayo es fácil que las colmenas fuertes enjambren; está admitido que un enjambre hace
bajar la cosecha de miel de la colmena madre en un 60%, además algunos enjambres escapan, algunos
de los que capturamos, también se pueden volver a marchar si no los fijamos con un cuadro de pollo,
obtenido de otra colmena.
El buen apicultor evita que sus colmenas enjambren, para ello, a primeros de mes, equilibra las
colmenas de manera que debilita las fuertes y refuerza las débiles o atrasadas. Si tenemos alguna
colmena muy fuerte, le podemos sacar cinco cuadros de pollo y miel con las abejas que lleven para
formar un núcleo que bien podemos llevar a un colmenar distante (más de 4 km.) o bien situarlo en el
lugar de otra colmena del mismo colmenar, pero algo alejada.
Reproducción en otoño
En el mes de Agosto, en el centro de Asturias, hay algo de sequía y esto junto al exceso de calor hace
que las abejas permanezcan en la colmena haciendo “la barba”; de manera que no pecorean hasta que
bajan los calores y llegan las primeras lluvias que harán reverdecer el campo con la floración de “la
seronda”. En este mes, la miel está totalmente madura y las temperaturas son favorables para realizar la
extracción de la miel, además si disponemos de miel fresca podemos anticipar la venta a los turistas y
veraneantes.
Si sacamos la miel a primeros de mes, después de suministrarles el agua de opérculos y de que
hayan limpiado las alzas, podemos proceder a la división de los cuadros de pollo y miel que quedan en el
cuerpo de manera que la mitad vayan al alza que ahora se convertirá en base, y la otra mitad
permanecerán en su base junto con otros cinco o cuatro cuadros estirados procedentes del alza. En uno
de los cuerpos va a estar la reina, el otro cuerpo tendrá que criar una reina de salvación.
Debemos colocar las colmenas juntas para que se repartan las pecoreadoras, si vemos que van más
a una que a la otra, apartaremos algo a la que recibe más y acercaremos la que recibe menos. Al cabo
de 4 días veremos las realeras. Se sigue alimentando hasta la 1ª semana de Setiembre. A los 40 días de
la operación de división ya se podrá ver si la nueva reina pone obreras, es decir se puede ver si hay pollo
operculado de obreras, de no ser así podemos esperar otra semana y si vemos que la puesta es
zanganera procederemos a unificar olores y a reunir de nuevo las dos colmenas, entonces hemos
fracasado pero no perdemos nada.
En el caso de una apicultura sedentaria (la de la zona oceánica de la costa norte de España), el
éxito depende en gran parte de la elección de los emplazamientos de los apiarios. La vegetación que
exista alrededor de estos emplazamientos debe ser abundante, continua y sobre todo constituida por
plantas arbustivas y herbáceas que den largas y sucesivas floraciones en el tiempo, y a poder ser con
floraciones melíferas que comiencen pronto (eucalipto, brezo morado, endrinos, diente de león, etc.) con
el fin de que las colmenas puedan alcanzar buenas poblaciones antes de la mielada principal de Junio,
pero no debemos olvidar que en muchos lugares la presencia de castaños, artos (zarzamoras) y brezos
nos asegurarán una espléndida cosecha de miel. Estudiar la flora del lugar (en un radio de 1 Km
alrededor del colmenar) es muy importante, permite saber que tipo de miel vamos a obtener y sobre todo,
cuando será la mielada principal, que es el punto de referencia que debemos tener a la hora de planificar
los trabajos del apiario. La cantidad y calidad de la miel que obtengamos dependerá de la climatología, la
sanidad de las abejas, la pericia del apicultor, pero, pero sobre todo de la flora melífera y no de las
características de las abejas o de la perfección con que hagamos nuestro trabajo de apicultores.
El agua , en Asturias, su cercanía no es demasiado importante, a la hora de formar un colmenar, no
obstante, las abejas la buscan en primavera para diluir la miel almacenada, y en verano para enfriar la
temperatura de la colmena. Conviene que el aprovisionamiento de agua, arroyo, charca o abrevadero no
esté lejos (menos de 1 Km) y a poder ser a nivel superior que las colmenas con el fin de evitar que las
abejas cargadas de agua, tengan que ascender y tengan que consumir mucha energía (consumiendo
miel) al remontar la pendiente. Parece que las abejas prefieren agua con algo de materia orgánica. La
presencia de agua en las cercanías es muy conveniente pues supone la presencia de comunidades
vegetales de sitios húmedos, con plantas, como sauces y chopos, que florecen muy temprano y que son
muy visitadas sus flores por las abejas en busca de polen o néctar en los últimos días del invierno,
además, cuando llega la sequía estival florecen muchas especies de las orillas de los ríos y charcas de
modo que no cesa la actividad recolectora de las obreras, que de otro modo se quedarían en la colmena
haciendo la barba en la piquera (ya que si se refugiasen en el interior generarían demasiado calor). Las
piscinas son buenos abrevaderos para las abejas y no es raro escuchar quejas de los propietarios de las
mismas.
Si bien el apicultor no necesita mucho terreno y puede tratar de economizar, siempre se debe pensar
en posible ampliación del apiario y en colocar una caseta donde guardar utensilios.
Los terrenos económicos no siempre son los más convenientes, algunos como las canteras
abandonadas, donde la roca desnuda no produce pastos, si están bien orientados al sur o este y
protegidos de los vientos, suelen ser excelentes, pero, lo barato no siempre es bueno, no es conveniente
instalar el colmenar cerca de una línea de alta tensión, pues las colmenas siempre contienen metal
(techos, clavos, separadores y alambres de sujeción de ceras), y como se ha visto en algunas
experiencias recientes se demuestra que en estas colmenas influidas por las fuertes diferencias de
potencial se percibe un zumbido y una rápida elevación de la temperatura en el nido de cría, allí las
obreras tienen un vuelo rápido cuando caminan, sus alas están separadas, son agresivas entre sí y frente
a la reina, pueden incluso destruir a la cría, con el tiempo cierran las grietas y la piquera con propóleos.
Bajo alta tensión dan mucha menos miel y no pasan bien los inviernos muriendo en primavera.
Los colmenares son molestos a las personas y animales, no tenemos ley autonómica que
obligue a distancias de carreteras o caminos, de propiedades de vecinos y de casas, ni tampoco de
las distancias de otros colmenares. En Asturias, debido al minifundismo, el problema es de muy difícil
solución, se ha elaborado un borrador, las mayores dificultades suelen venir con la apicultura
trashumante, que pueden llegar en la mejor época centenares de colmenas a unos brezales o
castañedos, pero por ahora en Asturias este problema no se da, nuestras mieladas no son tan intensas
como en la parte mediterránea de España y las frecuentes lluvias pueden arruinar el gran esfuerzo del
traslado. Hay algunos problemas en el occidente con los cortines demasiado próximos. Debemos de
Alergia e insectos
Alergia
El término de alergia (allos-ergon, reacción diferente) fue introducido por Von Pirquet en 1.906 para
definir aquella situación en la cual en el organismo se produce una reacción patológica a una serie de
sustancias que para cualquier otro individuo resultarían inocuas.
La atopia puede definirse por la existencia de cifras elevadas en el suero de IgE total, IgE
específica y/o la positividad en las pruebas cutáneas contra alergenos comunes. La atopia puede
expresarse como asma, rinitis y eccema.
En la actualidad está ampliamente aceptado que la atopia constituye una enfermedad genética,
aunque los genes concretos no han sido identificados. Las dificultades vienen dadas por los múltiples
marcadores de atopia y de las enfermedades alérgicas. Por otra parte la atopia, la elevación de la
IgE sérica y el asma no siempre se heredan juntas.
En 1.989 Strachan afirmó que las infecciones en una etapa temprana de la infancia podrían prevenir
la sensibilización, es decir, la estimulación “inmune” repetida por virus pudiera ser útil para prevenir
la alergia, con lo cuál el uso de vacunas y antibióticos en la primera infancia ser ¿¡favorecedor!?. Una
flora intestinal elevada en lactobacilli pudiera ser protectora.
Muchos alergenos en su estado natural a menudo son proteínas solubles con una función enzimática.
Los alergenos provienen de una gran variedad de fuentes y la exposición puede ocurrir por inhalación
ó contacto (pólenes, hongos, artrópodos, epitelios de animales, ocupacionales, etc...), ingestión
(alimentos y medicamentos) ó inyección (veneno de insectos).
Los ácaros pertenecen al subgrupo de los arácnidos dentro del grupo zoológico de los artrópodos
quelicerados. Los ácaros proliferan en zonas cálidas y húmedas, miden menos de 1 Mm., son
huéspedes habituales de las casas, se alimentan de residuos cutáneos y el contenido alergénico se
halla principalmente en las partículas fecales. Es preciso resaltar, que hay evidencia de la existencia
de reactividad cruzada entre la clase de los artrópodos, particularmente entre ácaros, crustáceos e
insectos, así como con otros invertebrados tales como los moluscos y los nemátodos. El denominado
común en la gran mayoría de los casos es la tropomiosina. Las tropomiosinas constituyen un grupo de
proteínas altamente conservadas filogenéticamente, presentes tanto en células del tejido muscular
Se han descrito más de 300 especies de animales capaces de producir alergia en humanos. Son
alergenos potenciales de los animales: el pelo, la caspa, las plumas, la orina y la saliva.
La mayoría de los pólenes con importancia antigénica son trasportados por el aire y proceden de
plantas con flores no olorosas.
Desde la década de los 90 distintos autores empiezan a hablar de los pan-alergenos, proteínas
responsables de alergia a alimentos de origen vegetal, otras sustancias y sensibilización al mismo
tiempo a distintos pólenes.
El 70 % de los alérgicos al polen de abedul refieren alergia alimentos como son las rosáceas
(manzana, melocotón, pera, cereza, albaricoque ciruela), los frutos secos, (avellana, almendra, nuez
del Brasil, cacahuetes), la patata y la zanahoria.
Alergia a himenópteros
Recuerdo histórico
Las primeras referencias de ataque por himenópteros a seres humanos se encuentran en pinturas
rupestres localizadas en el levante español y datan de unos 3.000 años antes de Cristo.
Probablemente la primera descripción mortal se halla en la tumba del faraón Menes, donde se narra
con jeroglíficos su muerte en el año 2.621 antes de Cristo fue debida a la picadura de una gran
avispa.
En 1.765 Debrest describe con detalle una reacción mortal por picadura de una abeja cerca del
párpado. En 1.930 Benson y Semenov publicaron que la inmunoterapia con extracto de cuerpo total
era una opción terapéutica para prevenir las reacciones producidas por picaduras de abejas.
Posteriormente Lessof demostró que transfundiendo suero procedente de apicultores con un alto
título de IgG específica frente a abejas conseguía una protección temporal en los pacientes.
En 1.976 Hunt y col. publicaron un estudio donde se demuestra que la eficacia del tratamiento
inmunoterápico con veneno puro de abeja era netamente superior al realizado con el extracto de
cuerpo total y/o placebo.
Etiología
El grupo zoológico de los artrópodos, que es el más numeroso de todas las especies animales, se sigue
de la clase de los insectos y del orden himenóptera. Los himenópteros suelen picar al sentirse
agredidos salvo la véspula y la abeja asesina. Debajo del orden himenóptera hay 3 superfamilias:
apoidea, vespoidea, myrmicidae,
La superfamilia myrmicidae, son hormigas que producen mordiscos muy dolorosos produciendo un
fuerte picor que puede permanecer varios días, en ocasiones produce necrosis cutáneas locales y
repercusiones generalizadas. En nuestro medio son poco importantes, sólo se han descrito casos
aislados de reacciones alérgicas por la hormiga roja europea (Formica rufa). En USA las más
importantes son las hormigas rojas originarias de Uruguay y Brasil (Solenopsis invicta y S. richteri),
que causan reacciones sistémicas al 2 % de los mordidos.
La subfamilia vespinae es mas frecuente en climas fríos. En España predomina en el norte. Dentro de
esta subfamilia tenemos:
La véspula germánica y vulgaris, habitan preferentemente en el campo en nidos subterráneos
“terrizos” o en cavidades preformadas. Forma colonias grandes de 500 a 5.000 individuos.
Sus picaduras predominan desde finales de agosto hasta el invierno.
La vespa cabro, conocida como avispón. Es más agresiva y menos abundante, habita en sierras
formando colonias en los huecos de los árboles; su tamaño es superior a la media y tiene unos
tonos rojizos característicos.
La Dochilovéspula, de menor importancia en España.
Epidemiología
La prevalencia de sensibilización al veneno de himenópteros se determina mediante los tests
cutáneos o el CAP, varía según la población estudiada:
a.- Así Blanca y col. ha encontrado un 20 % de sensibilizaciones en la población rural.
b.- Otros estudios epidemiológicos realizados en la población general de Australia, Canadá y
USA han encontrado una prevalencia de sensibilizaciones entre el 12 y el 23 %.
c.- Bousquet y col. en una población de apicultores detectaron por RAST una positividad del
36 %.
El 35 % de las personas que son picadas se sensibilizan, esta sensibilización desaparece
espontáneamente en el 30 % a los 2 años y en el 50 % a los 3 años, más frecuentemente en los niños y
en picaduras por véspidos.
b. - Al igual que en otros casos de anafilaxia, no existe una clara preponderancia en los
atópicos. De los que presentan anafilaxias 1/3 son atópicos.
c. - Estudios recientes han comunicado una posible predisposición genética, dada la
presentación familiar de algunos casos.
El cuadro prototipo de reacción fatal es: un varón mayor de 40 años con enfermedades cardio-
respiratorias asociadas, al ser picado en la cabeza, en la 1ª hora y por un sólo himenóptero. El 95%
de los casos fatales se producen por alergia al veneno y el 5% por un efecto tóxico.
El exitus se produce por:
1. - Por afectación de la vía respiratoria, tanto alta como baja, suelen ser picaduras aisladas.
2. - Por afectación multiorgánica, en este caso suelen ser múltiples picaduras.
Patogenia
El veneno de los himenópteros está constituido por enzimas, péptidos y aminas vasoactivas.
Las proteínas son las inmunógenas, mientras que el efecto vasoactivo de los componentes no inmunes
favorece la absorción del veneno.
Las proteínas de alto peso molecular son las alergénicas (fosfolipasa A2 y A1B , hialuronidasa,
alergeno C y antígeno 5).
El alergeno más potente del veneno de abeja es la fosfolipasa A2 , siendo alérgicos a él más del 95%
de los pacientes. Además de por inoculación es un potente alergeno por vía inhalada. Tiene un peso
molecular de 16.000-22.000 daltons, representa el 5-20 % del peso seco del veneno de la abeja.
Actúa hidrolizando los ácidos grasos de los fosfolípidos produciendo liso-fosfolípidos que son
altamente tóxicos.
La fosfolipasa A1B presente en el veneno de los véspidos, tiene un peso molecular 37.000 daltons,
hidroliza los grupos acilos en posición 1 y 2 de los fosfolípidos, liberando lipofosfolípidos que alteran
las funciones de la membrana plasmática.
La hialuronidasa es inmunológicamente igual en el veneno de las abejas y de las avispas. Tiene un peso
molecular de 44.000 daltons, al romper los mucopolisacáridos del tejido conectivo favorece la
penetración del resto de componentes del veneno a las capas más profundas de la piel.
El antígeno 5 tiene una moderada alergenicidad y un peso molecular de 23. 000 daltons. No se
conoce con exactitud su función biológica.
Entre los péptidos tenemos: la mellitina con un peso molecular de 2.800 daltons es un degranulador
directo de los mastocitos, representa el 50-60 % del peso seco del veneno de abeja. También existe
la bombollitina. La inflamación local es debida a la acción de la mellitina y la histamina presente en el
veneno y la liberada “in situ”, con el consiguiente dolor local. La apamina tiene actividad
neurotóxica. Algunos himenópteros tienen adolapina un analgésico.
Además contiene una mezcla de aminas vasoactivas (histamina, dopamina, acetilcolina, feromonas,
NAR y quininas...)
Esta composición de los venenos implica la existencia de reactividad cruzada: Muy débil entre la
familia apidae y vespidae, y es debida a la hialuronidasa. Hoffman1986 Moderada entre la subfamilia
vespinae y polistinae, y es debida al antígeno 5 y la hialuronidasa. Muy fuerte: Por una parte entre
los géneros vespa, dolichovespula y véspula. Blanca1988; por otra entre el género el apis y el bombus.
Inmunopatogenia
En la primera picadura los pacientes predispuestos se sensibilizan. El alergeno a través de su célula
presentadora activa los linfocitos T helper tipo II que emite la IL-4, la cual modula los LB y a través
de las células plasmáticas hiperproducen IgE.
Los anticuerpo IgE a través de su fracción cristalizable se unen a los receptores de alta afinidad
situados en la membrana de los mastocitos y basófilos, y a los receptores de baja afinidad situados
en otras células inflamatorias.
Se han encontrado panalergenos comunes entre el veneno de los himenópteros con el tomate, las
espinacas, el trigo y la miel Aalberse1981. Esto podría explicar las reacciones sistémicas que se
producen al ser picados por primera vez ciertos pacientes por un himenóptero.
También existe una cierta reactividad cruzada por la hialuronidasa presente en arañas y serpientes.
En un 2º contacto el alergeno puentea al menos dos IgEs unidas a los mastocitos y basófilos, lo que
induce la liberación de mediadores preformados (el principal es la histamina) y la formación de novo
de otros mediadores (los principales son los leucotrienos).
También se libera IL-5 y otros factores que actúan sobre las demás células del sistema inflamatorio
(eosinófilos, neutrófilos, monocitos y plaquetas) con liberación de mediadores secundarios
responsables de la prolongación y aumento de la reacción alérgica.
Clínica
La historia clínica es fundamental, pues no hay relación cuantitativa entre los niveles de IgE
específica, tamaño de los tests cutáneos y la gravedad de la reacción.
Las reacciones pueden ser de distintos tipos:
1. - Reacciones habituales
Se produce dolor y prurito en el lugar de la picadura, seguido de una reacción eritemato -edematosa
inferior a 10 ctms que remite en menos de 24 horas, normalmente en pocas horas. En ocasiones se
infecta secundariamente, más frecuentemente con las avispas y las hormigas.
2. - Reacciones con base alérgica
2.1. - Reacción local grande ó extensa
Se produce una inflamación con diámetro superior a 10 cm., persistiendo más de 72 horas, en
ocasiones una semana. Respecto a las reacciones locales extensas, oscila entre el 3 al 17 % los
pacientes que las presentan tras la picadura.
Se constata una sensibilización alérgica en el 65% de las ocasiones. En su génesis podría estar
implicado un mecanismo de hipersensibilidad celular.
Reissman publicó en 1992 en el JACI que los adultos que han sufrido una reacción anafiláctica, al
ser repicados, tienen un 70 % de probabilidad de tener una reacción anafiláctica del mismo tipo. Los
niños que han sufrido una reacción anafiláctica, al ser repicados, tienen un 30% de probabilidad de
tener una reacción anafiláctica del mismo tipo.
Valentine y col. han publicado en el NEJM 1990, que los niños con una reacción sistémica con sólo
afectación cutánea, en una 2ª repicadura sólo se produce una reacción sistémica y de carácter
cutáneo en el 9 % de los casos.
Características:
A.- Síntomas cutáneos en forma de prurito, eritema generalizado y/o urticaria-angioedema.
B.- Síntomas digestivos por el angioedema lingual y faríngeo que se manifiesta por disfagia. La
inflamación de la pared intestinal produce: dolores cólicos, náuseas, vómitos y relajación de
esfínteres. Aparecen en un 1/3 de las reacciones sistémicas.
c.- Síntomas respiratorios Con manifestaciones a nivel del:
Árbol respiratorio superior por el angioedema laríngeo, se manifiesta en forma de
ronquera, disfonía, asfixia alta y estridor.
Árbol respiratorio inferior por la inflamación y el broncoespasmo se manifiesta por
disnea, tos, sibilancias y opresión torácica. En muchas ocasiones también se produce por el polvillo
que se desprende de las alas al revolotear las abejas.
d.- Síntomas cardiovasculares con hipotensión arterial, palpitaciones, palidez y
sudoración. Se producen por la vasodilatación capilar y el aumento de la permeabilidad vascular por la
liberación de: histamina, leucotrienos, prostaglandinas y quininas. El bajo gasto a nivel cerebral
produce mareos, vértigo, confusión, miedo y pérdida de conciencia.
Diagnóstico
Tras realizar la historia clínica se debería poder responder a dos preguntas:
1. - ¿Que tipo de reacción ha tenido?
Normal, local grande, sistémica o de perfil tóxico.
2. - ¿Que himenóptero es el responsable?
Por las indicaciones del paciente (agricultor, etc.), presencia o no del aguijón, por la fecha de la
picadura.
Como pruebas complementarias se realizan tests cutáneos y test de laboratorio, para verificar sí
existe o no sensibilización alérgica a los 3 himenópteros peligrosos en España. Hay que tener en
cuenta el periodo refractario "ventana" que se ha fijado en 1 mes.
Test cutáneos
Se comienza normalmente por la técnica de prick, para descartar un estado de gran sensibilización.
Esta técnica es poco sensible, como indica Miranda, necesitándose concentraciones superiores a 100
mcg / ml.
Sí el prick es negativo se pasa a la vía intradérmica iniciándose normalmente a una concentración de
0.001 mcg/ml subiendo progresivamente la concentración, sí los resultados son negativos a los 20
minutos, en ocasiones, hasta 1 mcg / ml. Esta última concentración suele considerarse como irritante.
Georgitis
ü Por regla general, las abejas y el género véspula se positivizan a una concentración de
0.01-0.1 mcg/ml Graift
ü El veneno de polistes es una mezcla de muchas especies, con menor potencia, se positiviza
a una concentración entre 0.1-1 mcg/ml. Pérez-Estrada
Los tests cutáneos son más sensibles que los tests in vitro, con el inconveniente que indica el estudio
de Lockey, al realizarlos pueden dar reacciones sistémicas en un 2 % de las ocasiones.
Tests de laboratorio
Podemos cuantificar los niveles de IgE específica para las distintas especies, hay inmunocaps para
abeja, véspula, polistes, dolichovespula maculata y arenaria, y para la vespa cabro.
Son útiles en cuadros post-morten y para monitorizar la caída progresiva de la sensibilidad al veneno
durante la IT.
También se puede cuantificar los niveles de IgG específica tanto la 1 como 4.
Urbaneck concretó que la subclase de IgG que aumenta es la IgG4.
Golden y col. observaron que pacientes con altos niveles de IgG al ser repicados presentaban
reacciones sistémicas en el 1.6 %, y, con bajos niveles el 16 %.
Reissman ha encontrado que pacientes con bajos niveles de IgG también están protegidos.
Los niveles de IG4 específica pueden ser útiles en la monitorización de los efectos del tratamiento
con IT. Pudiera ser que niveles superiores a 5 mcg / ml indiquen niveles adecuados de protección.
Tratamiento preventivo
Cuando se sale al campo es conveniente:
1. - No se llevará ropa con colores brillantes, ni estampados floreados, parece que los colores más
seguros son el verde, el marrón y el caqui.
2. - No se pondrá cosméticos ó perfumes de olor intenso.
3. - En los trabajos al aire libre, se llevarán pantalones y camisas de manga larga, guantes y calzado
adecuado. En apicultores son necesarias medidas de protección total.
Agudo
De las reacciones habituales
Se retirará el aguijón para evitar que se libere el veneno. Para el dolor se aplicara frío y analgésicos.
Debe limpiarse adecuadamente para evitar una infección secundaria.
De las reacciones locales extensas
Aparte de lo anterior, estarán indicados anti-H1 por vía oral y corticoides por vía tópica y/o oral a
una dosis de 1-2 mg / kg.
De las reacciones generalizadas
1. - En anafilaxias leves y moderadas el tratamiento anterior puede ser suficiente.
2.- En anafilaxias graves, además del tratamiento anterior y sobre todo cuando la presión sistólica es
inferior a 100 Mm. de Hg, deben ser tratados con 0.5 ml de adrenalina al 1/1000 vía subcutánea, que
podrá repetirse cada 15 minutos. En niños la dosis es de 0.01 mg / Kg. de peso.
En casos muy severos se puede utilizar la vía IM y la IV. Una pauta es ¼ de ampolla en 10 cc de suero
fisiológico a pasar en 5 minutos. Otra pauta es 2 ampollas de adrenalina en 500 cc. de suero
fisiológico a pasar a 20-30 gotas / min.
Sí la picadura es en un miembro, se puede aplicar ¼ de ampolla de adrenalina en las proximidades de
la picadura. También se puede aplicar un torniquete, de dudosa eficacia; que de utilizarse se aflojará
cada 15 minutos.
Están comercializados auto-administradores de adrenalina con forma de bolígrafo (Adrejet abelló)
que facilita su administración.
Tras el tratamiento inicial el paciente debe acudir a un servicio de urgencias para completar el
tratamiento con sueroterapia, B-miméticos, profilaxis antitetánica, etc.
Tratamiento inmunoterápico
La severidad de la reacción así como el riesgo de nuevas picaduras son de gran valor para planear el
tratamiento inmunoterápico.
El veneno crudo de abeja se obtiene por esti mulación eléctrica. Las abejas aterrizan sobre una
membrana electrificada, tras una descarga eléctrica la abeja pica a través de una membrana y el
veneno es recogido en una placa de cristal. El veneno crudo de las avispas se obtiene por disección
del saco de veneno de cada uno de los insectos.
Kuchler y col. y Dudler y col. han logrado un recombinante de la fosfolipasa A2 a partir de la E.
coli, lo que ha permitido obtener gran cantidad de antígeno.
Soldotova y col. ha conseguido algo similar con la hialuronidasa en E. coli en células infectadas por
baculovirus con las mismas características que la natural.
Lo anterior abre grandes perspectivas para el diagnóstico y tratamiento con estos antígenos.
Durante las primeras semanas de IT la IgE específica aumenta, para disminuir progresivamente
hasta unos niveles significativamente inferiores a los iniciales. La Ig G específica aumenta más
lentamente y tras un lento descenso mantiene, normalmente, unos niveles altos.
¿Dónde? en un Hospital.
¿Quién?, según las directrices de la OMS.
Indicaciones
1. - Pacientes adultos con reacciones sistémicas y alérgicos al veneno demostrado por tests cutáneos
y/o in vitro. Algunos grupos plantean su administración en aquellos que hayan presentado reacciones
anafilácticas con picadura de himenópteros, aunque no tengan IgE específica contra este veneno,
pero que en sucesivas picaduras presentan nuevas anafilaxias.
2. - En niños estará indicada exclusivamente en reacciones sistémicas severas y datos de
sensibilización alérgica positivos. Aunque hay que tener en cuenta el grado de exposición y la actitud
de los padres.
Contraindicaciones
1. - Pacientes con enfermedades inmunológicas o en tratamiento inmunosupresor.
2.- Pacientes con una patología tal que dificulte el tratamiento sí se presenta una reacción sistémica
durante el tratamiento. Pe. tratamiento con B-bloqueantes, cardiopatía isquémica, HTA e
hipertiroidismo.
¿Cómo?
Consiste en administrar el veneno del himenóptero culpable desde concentraciones muy bajas,
mediante una pauta, hasta alcanzar una dosis de mantenimiento.
Esta pauta puede ser rápida, semirrápida, convencional y cluster. Difieren unas de otras en que unas
administran una ó varias dosis en el mismo día y la periodicidad con que se administran (diaria o
semanal). El protocolo rápido de Laurent permite alcanzar la dosis de mantenimiento en 4 días.
La dosis de mantenimiento suele ser de 100 mcg /mes. Aunque hay un estudio de Reissman que con
una dosis de mantenimiento 50 mcg /mes consigue una protección del 98 %. Otros como Bousquet en
apicultores han utilizado 200 mcg/mes como dosis de mantenimiento.
La periodicidad con que se administra esta dosis de mantenimiento normalmente es de 1 mes;
algunos protocolos tras varios años de inmunoterapia alargan este periodo a los 2 meses.
Periodo de administración
Oscila entre 3 a 5 años, siendo aconsejable tener alguna constancia de la eficacia del tratamiento,
tal como una repicadura espontánea o provocada tolerada, método muy fiable para valorar la
efectividad de la IT, no obstante su valor predictivo no es conocido totalmente.
Golden y col. en un reciente estudio indica textualmente “La inmunoterapia con venenos puede ser
suspendida tras 5 años de administración en la práctica totalidad de los pacientes”
Para otros autores la duración tratamiento depende del tipo de anafilaxia que ha tenido (leve,
moderada ó severa) y ayudándonos de pruebas complementarias como:
1. - La negativización de las pruebas cutáneas, para Reissman, es un criterio absoluto para suspender
la inmunoterapia. A los 10 años se negativiza el 50 %.
2. - La negativización aislada de la IgE específica no es suficiente.
3. - También, aunque está en entredicho, la cuantificación de los niveles de IG4.
Eficacia
Cuando exigimos ninguna respuesta, para las avispas es del 91-100 % y para las abejas del 77-88 %.
Cuando consideramos una reacción menor para las avispas es del 97-100 % y para las abejas del 88-
94 %.
Efectos secundarios
La administración de IT produce como media un 10 % de reacciones sistémicas, de estas el 20 % son
severas. Por esta posibilidad es necesario que la inmunoterapia se realice en medio hospitalario.
La mayor parte de dichas reacciones se producen durante el periodo de incremento de dosis, entre
10 y 50 mcg / ml. Los venenos de abeja y las pautas rápidas presentan más efectos secundarios.
Youlten y col. cuantificaron las reacciones sistémicas que precisaron adrenalina:
Frente a veneno de abeja la precisaron el 0.44 %
Frente a veneno de véspidos la precisaron el 0.03 %
Conclusiones
1.- La inmunoterapia con veneno de himenópteros es un tratamiento de probada eficacia.
2.- El tratamiento inmunoterápico tiene unas indicaciones precisas.
3.- El tratamiento inmunoterápico con veneno de himenópteros ocasiona reacciones sistémicas en el
10 % de casos.
Los insectos desde la perspectiva sanitaria tienen una gran relevancia. En primer lugar pueden ser
fuente de enfermedades, como la malaria, la fiebre amarilla, la filariasis, el denge, etc. En segundo
lugar su picadura puede causar problemas ya sea por el efecto tóxico del veneno, produciendo
reacciones cutáneas locales más ó menos extensas, aunque en ocasiones los síntomas tóxicos pueden
producir reacciones generalizadas; o bien desencadenar reacciones alérgicas. Otros insectos
producen las lesiones no por la picadura sino simplemente por contacto, un ejemplo es la
procesionaria del pino.
Clase Arácnidos
Acarina Ácaros, Garrapata
Araneas Arañas
Escorpiones Escorpiones
necrótico no será precoz. La aplicación de suero anti -ofidio se aplicará sólo en casos de
envenenamiento grave.
Los Insectos, como todos los animales, son capaces de percibir su entorno y cambiar su conducta
respondiendo a los cambios ocurridos en el medio. Gracias a esa percepción, los miembros de una colmena han
desarrollado mecanismos de comunicación que les permite una organización funcional y compleja para cooperar
en una tarea común de supervivencia.
El sentido que aquí damos a la comunicación, es la transferencia intraespecífica de estímulos, que
provocan respuestas fisiológicas o de comportamiento en animales receptivos.
La comunicación entre los diferentes componentes, es la clave de la regulación de la vida social.
COMUNICACIÓN EN OSCURIDAD.
La comunicación en un mundo de oscuridad, como es el interior de la colmena, donde la foto- recepción es
imposible, la percepción química junto con la mecánica y térmica se hacen imprescindibles. Las vibraciones,
los roces con otras abejas, loas sustancias glandulares o el olor del néctar de las flores, producen mensajes de
información. Todas estas señales, base de la comunicación social, estimulan a las abejas, alterando su conducta y
son la vía de transferencia de información.
Además, las abejas han desarrollado evolutivamente un comportamiento de movimiento constante y paseo
por todo el nido denominado patrullaje, que les permite recibir información de amplias áreas del nido y de sus
componentes animados e inanimados.
En la comunicación química las feromonas transferidas por el mecanismo llamado trofalaxia son las
responsables del desarrollo de las actividades sociales, se cree que existe al menos una feromona para cada
actividad social, como el veneno, o las sustancias segregadas por las glándulas salivares de las larvas, la de la
glándula de Nassanoff (Nasanov), el veneno, etc, aunque la más importante de todas es la feromona real.
primeros 20 o 30 metros hace un vuelo en zig-zag y con este quiebro se aleja de sus seguidoras, las cuales
regresan a la colmena y esperan allí hasta que la exploradora retorne. Cuando lo hace, emprenden una nueva
excursión con guía parcial hasta el alimento, que repiten varias veces, hasta que alguna de las recolectoras
reclutadas captan el mensaje y se dirige ella sola ala alimento.
Martín Lindauer, discípulo de Frisch, realizó estudios en especies filogenéticamente emparentadas con la
abeja de la miel y vio que en todas las especies del género Apis, las danzas eran patrones motores que contenían
toda la información necesaria sobre la distancia y la dirección de la fuente de comida.
Pero observó que en la especie que se considera más primitiva Apis florea, que tiene los nidos abiertos y
los panales horizontales, la dirección es expresada con referencia al la posición del sol, no realizando
transformación alguna relativa a la gravedad, por lo que Lindauer pensó que ésta sería la forma más primitiva de
danza. (Lo según investigaciones de Dyes (1991), que en su estudio sobre la reconstrucción filogenética de las
danzas de las abejas, concluye que Apis florea ha perdido secundariamente su habilidad de transformación ).
Ninguna de las numerosas especies realiza las danzas de la abeja de la miel, aunque la pecoreadoras
exitosas hacen carreras sobre el panal que excitan a sus compañeras.(Lindauer & Kerr, 1958). Otras especies
emiten pulsaciones vibracionales durante las carreras, que están en relación con la distancia (Each, 1967), como
en las abejas de la miel y con ellas comparten el uso de la trofalaxia.
En conclusión, el ancestro común podría ejecutar carreras excitadas en el panal y realizar vibraciones para
alertar y reclutar compañeras y transmitirles la distancia de la fuente, al tiempo que practicaba trofalaxia que
identificaba el recurso.
Las abejas de la miel (Apis mellifera L.1758), para proporcionar información a sus compañeras utilizan,
además de las vibraciones y sonido, la danza oscilatoria dentro de la colmena y sobre los panales, en la que
representan la sustancia y la dirección utilizando como referencia el sol. En algunos experimentos realizados con el
género Apis, en los que se eliminaron los soportes para poder realizar la danza oscilatoria, las abejas se comunican
por la emisión de sonidos, indicando la distancia relativa a la fuente de alimento.
Con la utilización de colmenas de cristal y entrenando a las abejas para buscar el alimento en
determinados puntos, se logró descifrar el mensaje de los bailes que a continuación resumimos y que hizo
merecedor a Karl von Frisch del premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1973.
Las abejas generan mensajes a base de símbolos muy sencillos y son capaces de traducir una situación
tridimensional (del exterior de la colmena) a otra bidimensional (interior de la colmena) y viceversa.
Cuando una abeja que ha recolectado néctar llega a la colmena con el buche cargado, es recibida por una
o dos abejas más jóvenes, de las domésticas, que recogen el néctar con sus lenguas para llevárselo a una celdilla
de almacenamiento o para distribuirlo entre otras abejas que estén hambrientas.
DANZA CIRCULAR.
La abeja pecoreadora realiza círculos sobre el
panal, para indicar que la fuente de alimento está a menos
de 100 m ( otros autores hablan de menos de 25 metros.)
Las abejas salen y buscan en todas direcciones sin más
instrucciones que la cercanía del alimento.
DANZA EN HOZ
Es ejecutada para distancias comprendidas entre 25
y 100 metros. La danza va cambiando según la distancia
aumenta, de circular a tener forma de 8, hasta que se
convierte en el 8 circular de la danza del coleteo
(zangoleteo) separada por el tramo rectilíneo.
Además del baile, las pecoreadoras exitosas producen una regurgitación del néctar cuyo aroma permite a las
abejas próximas reconocer y aprenden este olor. Posteriormente cuando salgan a buscar más néctar buscarán
las flores que presenten este aroma y no perderán tiempo buscando en otras flores que, aún estando próximas,
no estén produciendo néctar en ese momento.
El baile de la primera pecoreadora puede durar hasta un minuto, luego se van a bailar a otra zona del panal y
estimula a un nuevo grupo de abejas. Después se mueven rápidamente y se dirigen a la piquera, saliendo de
nuevo hacia afuera para seguir con la pecorea.
La información química proporcionada por el aroma del néctar explica la especialización temporal que
existe en la recolección de un tipo de néctar o polen, lo que beneficia también a las plantas que tienen la
oportunidad de la polinización cruzada.
Dependiendo de la abundancia del alimento localizado el entusiasmo de la danzarina es mayor,
estimulando a mayor número de abejas, de forma que cuando la fuente es escasa o se va agotando el
entusiasmo decae y llegan a no producirse danzas, con lo cual se interrumpen los viajes y se deja de visitar
esa zona. Lo mismo pasa en función de la concentración del néctar, cuando éste no es muy dulce tampoco se
producirán las danzas.
En resumen:
1-La frecuencia de las vibraciones de las
alas indica la energía necesaria para
alcanzar el lugar indicado.
2- El zumbido y la longitud del tramo
rectilíneo se suman para indicar la
duración del recorrido.
3-La amplitud y longitud de las
oscilaciones del abdomen indican la
importancia del mensaje.
Alimento hacia el sol. Alimento a la izquierda del sol. Alimento en contra del sol. Alimento a la derecha del sol
Ángulo de 180º. Ángulo de 45 º. Ángulo de 135º. Ángulo de 45º
Si en el trayecto hacia la fuente de alimento existe un obstáculo, tal como una montaña, que no pueden
superar en línea recta, las abejas dan un rodeo cambiando de dirección, sin embargo el baile que realicen en el
interior de la colmena a su llegada, mostrará una trayectoria recta , con el tiempo empleado para conseguir llegar
rodeando el obstáculo.
OTROS MENSAJES
DANZA DE ALARMA
Cuando una sustancia traída por una pecoreadora con el néctar es tóxica, y se distribuye por la colmena,
las abejas se excitan y comienzan una danza en espiral que excita a sus compañeras. Pronto toda a colonia se
encuentra realizando la danza en espiral y se interrumpen todas las tareas de la colonia, entre ellas la de la
pecorea. Con lo que se evita la traída de más sustancia tóxica.
DANZA DE LIMPIEZ A
Realizada por las abejas en demanda de acicalamiento por parte de sus compañeras. Mueven el cuerpo de un
lado a otro y levanta y baja las patas anteriores, como dando patadas a cámara lenta. Esto estimula a las abejas
vecinas a quitar partículas o parásitos que puedan estar sobre la abeja que solicita limpieza. La abeja limpiadora
con sus mandíbulas toca en la base de las alas de la limpiada mientras ésta deja de danzar y extiende sus alas y
dobla su abdomen, facilitando la tarea de la limpieza. Este comportamiento de limpieza parece ser genético,
existiendo razas y estirpes más limpiadoras que otras. Este es un carácter importante a la hora de seleccionar
abejas resistentes a determinados parásitos, como la Varroa destructor.
VUELOS DE ORIENTACIÓN
Las abejas que tienen poco más de una semana de adultas, salen a realizar cortos vuelos por el entorno de la
colmena para conocer la ubicación de la misma con referencia a accidentes geográficos y vegetales del entorno,
tomando puntos de referencia como el sol, y la luz polarizada que de éste procede, los bordes de los bosques,
los curso de los ríos, las carreteras, etc.. Estos vuelos se suelen realizar en las primeras horas de la tarde. Los
vuelos de orientación realizados van ampliando su radio cada vez un poco más, permitiendo el reconocimiento
de la zona y el fortalecimiento y coordinación de los músculos alares. Estos vuelos terminan tan abruptos como
empezaron y no suelen durar más de media hora, distinguiéndose le los vuelos de traída de alimento, porque no
ocurren simultáneamente en todas las colmenas del apiario, y además no hay líneas de vuelo de entrada y salida
definidas.
El néctar se produce en las flores en unas glándulas llamadas nectarios y que suelen estar situadas en
la parte más interna de la flor, bajo el ovario, en la base de los estambres, en el receptáculo, en los
tabiques del ovario, etc. El néctar que segregan puede tener una concentración en azúcares muy
variable, desde muy baja (17 %) hasta muy elevada (algunas plantas tropicales producen un néctar tan
espeso que obligan alas abejas a por agua para poder diluirlo y libarlo). La miel contiene prácticamente
intactos algunos granos de polen, por lo que resultan fácilmente identificables al microscopio óptico (y al
electrónico mejor) y descubre las flores que han sido visitadas por las abejas. Como las regiones
geográficas tienen una flora diferente, la presencia de polen en una miel indica que es natural y la
determinación de los pólenes atestigua la procedencia geográfica y botánica de dicha miel.
Modernamente, las mieles importadas de países con bajos costos salariales, puede ser ultrafiltrada
haciendo desaparecer el polen y luego mezclada con miel europea de modo que puede engañarnos el
resultado del análisis polínico, este tipo de actuación está prohibido. Cuando se adquiere una miel que se
etiqueta con el origen “países diversos”, se puede tratar de una miel de otro país, de varios países
mezclada, o de otros países mezclada con miel española.
En Asturias hay varios tipos de mieles monoflorales y una gran diversidad de mieles multiflorales o
milflores. El consumidor debe elegir la que más le agrada, bien por su tipología o bien de una zona
concreta, conocerla bien y ser fiel a ella.
Las mieles todas granulan o cristalizan, es decir pasado un periodo de tiempo de duración variable,
pasar de estado líquido a sólido, esto no es una alteración, sino un proceso natural y si adquirimos una
miel líquida y vemos que luego se va cristalizando, es garantía de que hemos adquirido una buena miel
de producción artesanal.
La cristalización puede ser acelerada o retardada, siendo el principal factor la temperatura de
almacenamiento (la granulación de la miel se favorece almacenándola a unos 15ºC), pero lo que
determina la velocidad con que se pasa a sólida, el mal llamado cuajado o cristalización, es el origen
botánico, es decir, el tipo de néctares con que ha sido elaborada por las abejas, así la miel de castaño
tarda alrededor de 8 meses en cristalizar, pero la miel de brezo lo hace antes de 1 mes, la miel de falsa
acacia tarda casi un año y la miel de brecina o setembrina (Calluna vulgaris) lo hace de un modo muy
grosero, con gruesos cristales esferoidales que la vuelven granujienta al paladar y con un olor que
recuerda a la carne, debido todo a ello a un elevado contenido proteínico procedente de ese peculiar
néctar.
COMPOSICIÓN DE LA MIEL
La miel es una disolución muy concentrada de azúcares y otras sustancias en el agua, al tener un
origen variado, es decir depende del tipo o tipos de flores que han contribuido con su néctar, es pues
variada y no hay un sólo tipo de miel, pero en términos generales y tras un estudio estadístico su
composición es la siguiente:
AGUA.
Del 17,7 al 18,6 % del total, actividad de agua muy baja aw=0,60, lo que impide el crecimiento
microbiano, a valores de aw=0,60-0,75, ya pueden crecer levaduras y a mayores valores otros tipos de
hongos.
AZÚCARES.
Prácticamente el resto, si se deseca la miel, el 95 a 99% es azúcares, de los que el 80 a 90% son
hexosas, 38% de fructosa y 31% de glucosa, la sacarosa es de tan solo el 1,3% (a pesar de ser el azúcar
predominante en el néctar), también hay disacáridos reductores (7,3% de maltosa).
MINERALES.
Del 0,1 al 0,2 %, el potasio (K) el mayoritario, Cl, S, Na, P, Mg, Mn, Fe, Cu, etc. Cuanto más oscura es
la miel, más abunda en minerales.
VITAMINAS.
Grupo B y C, muy poca, del 0,007 a 3,0 mg/100g.
PRÓTIDOS.
Muy pocos, aminoácidos libres y proteínas que proceden del polen (del 0,04 al 0,26%).
ENZIMAS.
Invertasa que pasa la sacarosa a glucosa y fructosa por hidrólisis. También aparece algo de amilasa.
Proceden de las glándulas salivares de las abejas.
ÁCIDOS ORGÁNICOS.
En cantidad inferior al 0,55, dan aroma y sirven para hacer hostil a la miel para el desarrollo de las
bacterias, destaca el ácido glucónico, pero también hay trazas de acético, fórmico, láctico, cítrico,
butírico, etc. La miel suele tener unos valores de pH cercanos a 3,6, lo que se corresponde con unos 22
meq/Kg.
LOS MIELATOS
Las abejas no sólo cosechan néctar de las flores, sino que también pueden obtenerlo de otras partes de
la planta como son los nectarios extraflorales, que normalmente están diseñados para otros insectos
como la hormiga que por obtener esos jugos azucarados proporcionan defensa de las partes tiernas de la
planta ante los herbívoros; En otros muchos casos las abejas obtienen jugos azucarados que excretan
algunos insectos chupadores parásitos como son los pulgones y las cochinillas que absorben la savia
elaborada mediante una larga trompa expulsando por el ano agua con azúcares, en este caso, las abejas
elaboran con estos jugos una sustancia parecida a la miel que recibe el nombre de mielato o miel de
bosque (este último nombre se utiliza cuando las abejas hacer un producto con miel y mielatos), en
Asturias la producción de mielatos y de miel de bosque es casi nula. La composición de los mielatos y
miel de bosque es diferente pues contiene otros azúcares, estos productos suelen ser mucho más
oscuros o casi negros, pero su sabor es igualmente agradable y aunque de menor precio, no presenta
ningún inconveniente su consumo.
VIRTUDES DE LA MIEL
La miel es un alimento energético natural capaz de pasar con rapidez al torrente sanguíneo, pues la
glucosa es absorbida con rapidez en el aparato digestivo humano. Es también un medicamento capaz de
curar úlceras y heridas y aliviar las infecciones de garganta, el consumo continuado de miel presenta un
efecto ligeramente laxante. Una persona puede comer hasta 500 g de miel al día sin que presente
problema alguno. Las mieles más oscuras son más ricas en minerales que las mieles claras y por tanto
de mayor valor nutritivo. La miel cristalizada “cuajada” es tan buena como la líquida y más fácil de
manejar a la hora de tomar una cucharada con la que endulzar la infusión. La miel no se debe usar tan
sólo como medicamento, pues se emplea en repostería y como condimento, además de comerse
directamente, a las personas de estómago sensible se recomienda diluirlo en el café, té o leche caliente.
EL POLEN
El polen es la única fuente de proteínas con la que se alimentan las abejas, también es el único
suministro que tienen de substancias lipídicas, minerales y vitaminas. La necesidad más imperiosa de
polen está en la alimentación de las larvas hasta que se convierten en imagos y emergen tras la
metamorfosis de las celdillas de cría. Sin polen no pueden criar, si en época primaveral no acopian polen
es una muy mala señal de la salud de la colmena. Las abejas viejas pueden alimentar la cría sin acopiar
polen a expensas de sus reservas corporales, pero eso da para muy poco. Una colonia bien poblada
colecta de las flores 35 Kg. de polen cada año.
El polen se origina en los estambres de las flores, es un polvillo fino de unas 40 a 50 micrómetros (por
término medio) se trata de unas pequeñas esporas donde viajan las células sexuales masculinas de las
plantas con flores.
En Asturias las plantas más poliníferas son el castaño y el eucalipto, el castaño florece en verano y lo
acopian en cantidades que pueden ser excesivas pues al ocupar demasiadas celdillas no quedan libres
para criar las abejas que nacen en otoño y deben pasar el invierno. En la floración del eucalipto,
producida en invierno y primavera, las abejas acopian en ocasiones pelotillas tan grandes que al no caber
en la celdilla se caen al suelo de la colmena, una vez allí no las aprovechan y se limitan a limpiar ese
fondo arrastrándolas fuera de la colmena. Si el polen es excesivo, puede enmohecerse dentro de la
colmena y desarrollarse sobre él algunas especies de hongos, es en esos caso conveniente la
eliminación de esos panales tan llenos.
El polen fresco es un producto más de la colmena, se obtiene mediante trampas cazapolen y después de
un secado intenso u otro método de conservación, puede ser consumido. El pan de abejas, o polen
fermentado que acumulan en las celdillas de los panales, es de sabor ácido, no se come puesto que las
personas suelen rechazarlo.
EL PROPÓLEOS
El propóleos es un producto recolectado en yemas y ramas jóvenes de árboles (álamo, sauce, pino,
eucalipto, cerezos, guindos, algarrobo, jarilla, acacia, visco, etc.), también en los pecíolos de las hojas, lo
suelen mezclar con cera y lo emplean para tapar grietas. Las abejas lo acopian en días calurosos (con
temperatura superior a 20ºC).
El nombre viene del griego y significa “delante de la ciudad”, pues las abejas lo emplean en otoño para
estrechar las piqueras (entradas de las colmenas), protegiéndose del pillaje. Unas razas de abejas son
más propolizadoras que otras, así la raza caucasiana lo es en demasía. El apicultor no es amigo del
propóleo pues se mancha los guantes, manos y ropa, es difícil de eliminar con el lavado y puede
provocarle alergias en las manos.
El propóleos es una masa redonda, con brillo o irregular con poco brillo, trozos irregulares con brillo,
polvo o granulado, de color negro, , marrón, marrón oscuro, marrón claro, verde oscuro, verde, verde
claro, gris, amarillo, castaño, rojizo, anaranjado. Con todas las combinaciones. El punto de fusión
depende de la temperatura media de la zona, en sitios fríos es más baja y en zonas tórridas es más
elevada (se mantiene duro a 25ºC), en general oscila entre los 60 y los 120ºC, teniendo por media unos
80ºC.
El propóleos es una substancia pegajosa, de color marrón o verde oscuro, de olor resinoso
característico, que se reblandece con el calor y se vuelve quebradizo con el frío.
Las abejas recogen el propóleos de las yemas y heridas de los árboles, sobretodo de los chopos,
también de otras Salicáceas y de los pinos, con él tapan pequeños agujeros de la colmena, reducen
aberturas y fijan los panales, siempre que una rendija mida menos de 6 mm, la propoliza, en ocasiones lo
emplean para momificar animales que han muerto en la colmena y que son incapaces de sacar fuera por
el excesivo peso, caracoles, lagartos, serpientes o ratones.
Algunas pocas abejas, en tiempo caluroso, van a los árboles en busca de gotas de propóleo, lo tren en
las patas posteriores, como si se tratase de polen, tardan de 15 a 60 minutos en conseguir la carga, al
llegar a la colmena, es ayudada por otra abeja de interior a descargar, generalmente lo mezclan algo con
cera; después de descargar, la abeja sale por más, las abejas que consiguen propóleo se dedican a esto
exclusivamente, son pocas, si bailan en el panal, las otras no las siguen, en caso de escasez de néctar,
dejan lo del propóleo y van en busca de néctar.
COMPOSICIÓN
La composición química es compleja, sustancias aromáticas, bálsamos, flavonas y sustancias minerales,
aunque áun es bastante desconocida.
EMPLEO
Tiene actividad antiproteolítica, bactericida y bacteriostática, se atribuye a la presencia de una
hidroxiflavina, la galangina, se le considera también antifúngico, antiinflamatorio y analgésico. Disuelto
en alcohol o formando parte de ungüentos, acelera la cicatrización de las heridas y quemaduras, hace
desaparecer las verrugas y cura algunas afecciones de la piel.
No obstante el contacto prolongado con el propóleo puede provocar en las manos de los apicultores un
eczema atribuido a procesos alérgicos.
COSECHA
El apicultor cosecha el propóleo por raspado de distintas partes de la colmena: piquera, piso, cuadros,
alza, cubrecuadros. Pero ahora se ha extendido el uso de mallas plásticas que se colocan encima del
última alza, bajo el cubrecuadros, una vez tapadas las ranuras con propóleos, se retiran, se meten en un
congelador o nevera y al enfriar, el producto se vuelve frágil y quebradizo mientras que al ser la malla de
plástico elástica, se puede, mediante torceduras y sacudidas, desprender el propóleos de la malla, este
método permite obtenerlo con bastante pureza.
LA CERA
Es una mezcla de sustancias grasas, ésteres o éteres sales, es decir alcohol combinado con ácido
graso, pero ambos de elevado número de átomos de carbono en la cadena.
La cera se funde a 62,5ºC y puede disolverse en aguarrás dando una especie de encáustico. Si la
comiésemos, no podríamos digerirla.
La segregan las glándulas ceríferas de la parte ventral del abdomen de las abejas jóvenes (de 12 a 18
días de edad).
El apicultor vende la cera fundida y luego solidificada, en forma de bloques en ocasiones cilíndricos (el
cerón) tras ser purificada y moldeada en panales con las marcas de las celdillas de obrera, lo cual
requiere un proceso laborioso.
Posteriormente se colocan esas láminas de cera estampada en cuadros de madera y los coloca en las
colmenas con el fin de que las abejas los empleen como panales, pero no siempre los utilizan, ya que
éstas necesitan panales con celdillas, es decir estirados. Las abejas producen abundante cera en época
de abundante néctar, para producir 1 Kg. de cera, necesitan consumir de 10 a 12 Kg. de miel, también
que haya abundantes abejas jóvenes en la colmena (meses de mayo a junio) y que haga calor en la
colmena. El apicultor que desee que le estiren los panales estampados debe colocar 1 o 2 en el centro de
la cámara de cría.
La cera suele tener algo de propóleos y polen en su composición, siendo la más pura la que se obtiene
durante la cosecha de miel, al desopercular las celdillas de los panales de miel (cera de opérculos), así
salen de 1 a 1,5 Kg. de cera por cada 100 Kg. de miel extraída. La otra fuente de cera son los panales
viejos, cada primavera se retirarán al menos 2 de cada colmena y se sustituirán por 2 nuevos, estos
panales viejos se funden y se recupera esa cera oscura. Para fundirlos se suele emplear un cerificador
solar, también unas calderas especiales para ello. Un kilogramo de cera da 13 láminas Langstroth
(láminas de cera estampada de las colmenas más utilizadas en el mundo, también llamadas colmenas
“Perfección”) de 5,5 a 6 mm de espesor.
LA JALEA REAL
La jalea real es una sustancia segregada por las glándulas mandibulares de las abejas obreras jóvenes,
con ella alimentan las larvas de menos de 3 días de edad y también a la reina que es lo único que come
durante toda su vida, de ahí el nombre.
Es muy conocida pues se comercializa sola o mezclada con miel con fines medicinales y como
reconstituyente de los estados de debilidad física o psicológica, alcanzando elevados precios. También
se emplea en cosmética pues es fácilmente absorbida por la piel. Para obtener jalea real debemos abrir
la colmena y sacarla de las celdillas reales, es decir de las celdillas cilíndricas de paredes gruesas donde
las obreras alimentan a larvas que van a convertirse en reinas, allí acumulan pequeñas cantidades de
jalea para que las larvas coman abundantemente, es necesario quitarles (generalmente aspirando con un
tubito) la jalea individualmente a cada celdilla, por lo cual es un proceso laborioso y por ello costoso,
además para que las colmenas produzcan abundante jalea deben de quedar huérfanas, es decir hay que
quitarles la reina, al faltar la reina y no haber puesta de huevos, la colmena se debilita. La jalea real debe
conservarse fría.
El primer factor controlable que decide la producción de la miel es la salud de las colonias; todos
sabemos que las colmenas son susceptibles a un cierto número de plagas y enfermedades, mantener
una colonia sana es imprescindible, pero no es suficiente para alcanzar una cosecha aceptable, para ello
es necesario estar cumpliendo las condiciones adecuadas en el momento oportuno, es decir la colonia
debe tener una sincronización con el período de floración melífera máxima del territorio donde se asienta
el colmenar, por tanto, hay que tener el máximo de población en el momento de la máxima mielada o
aporte de néctar de la vegetación de la zona.
El apicultor debe saber mantener una salud óptima de sus colmenas y debe conocer las fechas
aproximadas de la mielada principal del asentamiento, además debe manejar el colmenar de modo que
las colmenas desarrollen su máxima población en el momento justo de máximo flujo de néctar, no antes
ni tampoco después. Hay que recordar que un buen apicultor sabe reproducir sus colonias de un modo
artificial, pues si solamente se vale de los enjambres, está utilizando reinas viejas y por cada enjambre
que produzca una colmena se merma la cosecha de la misma en un 50%.
La temporada anual del manejo del colmenar comienza en otoño, justo después de la cata o cosecha de
la miel, ya que es entonces cuando comienza a prepararse la temporada siguiente. Las abejas que
nazcan antes del invierno son las que pasarán unos 4 a 6 meses vivas dentro de la colmena y las
primeras en salir a pecorear a fines del invierno, además, serán las que alimenten a las primeras
hermanas del año entrante que a su vez cuidarán de las siguientes generaciones que se van a producir
en cantidad exponencial hasta alcanzar su máximo en el mes de junio (por lo general); por lo tanto, es
necesario empezar bien con unas obreras invernantes sanas y fuertes, bien alimentadas, de salud
impecable, que con sus esfuerzos a fines del invierno decidirán un incremento correcto de la población
con el fin último de tener el mayor número de obreras en la época de mayor flujo de néctar. Estimular el
precoz desarrollo de la población o retardar ese desarrollo va a suponer no cumplir el objetivo de tener la
mayor fuerza de colecta de néctar en el momento oportuno.
Pero, ¿cuál es el momento oportuno?, eso solamente lo sabremos tras un cuidadoso estudio de la flora
local, tanto silvestre como cultivada, conviene saber cuales son las plantas cuyas flores produzcan
mucho néctar asequible para las abejas, debemos saber si en la zona hay eucaliptos, brezos, castaños,
trébol blanco, etc., luego ver tras unos años de observación, cuales son las floraciones locales que
deciden el grueso de la cosecha
Si se tiene interés en dedicarse a la apicultura, aunque sea como pasatiempo, conviene que se ponga en
contacto con alguna asociación de apicultores y que registre sus colmenas en el Principado de Asturias,
obtendrá ventajas (seguro, cursillos, compra en conjunto de materiales apícolas, etc.) y se librará de
muchos inconvenientes. Allí se reúnen los apicultores y los aficionados a esta bella y rentable práctica.
BIBLIOGRAFÍA
DADANT E HIJOS & al. (1.975). La colmena y la abeja melífera. Ed. Hemisferio
Sur. Montevideo. Uruguay.
ESTABISOL, S. A. (1997). Informe de análisis de mieles asturianas, inédito.
HOWES, F. N., (1.953). Plantas Melíferas. Ed. Reverté. Barcelona.
JEAN - PROST, P (1981). Apicultura. Ed Mundi - Prensa. Madrid.
LASTRA MENÉNDEZ J. J. (1988). Flores de interés apícola en Asturias. Magister 6:
199-231. Escuela Universitaria de Magisterio. Oviedo.
LASTRA MENÉNDEZ J. J. (1999). La Apicultura. Asociación de apicultores de
Asturias. Oviedo.
LEDO GONZÀLEZ, Benigno, (1.986). Curso Práctico de Apicultura. Cuadernos de Área
de Ciencias Agrarias 2;320 pp. Ed.: Publicaciones de Estudios Galegos. A Coruña. P.
SINTES PROS, J. (1.987). Las plantas melíferas y la alimentación de las abejas. Ed.
Sintes S.A., Barcelona.
MATERIAL APÍCOLA.
Cuando hablamos de material de apicultura entendemos como tal las herramientas y colmenas
usadas por el apicultor en el trabajo de campo en el colmenar, y las herramientas y maquinaria usadas en
el local de procesado de los productos apícolas.
En el primer caso, el trabajo en el colmenar, a parte de las colmenas las herramientas usadas
son pocas, pues aquí su mejor ayuda es su intuición y serenidad; y en el segundo caso, el
procesamiento de los productos, la inversión en herramientas depende del tamaño de la explotación.
Vamos por tanto a diferenciarlas según su utilidad: en el colmenar o en la envasadora.
LA COLMENA.
La colmena moderna o movilista consta de las siguientes partes: fondo, cámara de cría, alza,
cubridor y techo.
• Fondo. Forma el piso de la colmena. Sus medidas son 515 mm de largo y 380 mm de
ancho.
• Cámara de cría. Es un cajón con el mismo ancho y largo que el fondo, y va colocado
sobre él. Tiene una altura de 240 mm. Dentro de la cámara de cría se disponen diez
bastidores de madera llamados cuadros, colocados en paralelo, dentro de los cuales las
abejas obreras construyen los panales. La cámara de cría es el habitáculo donde la reina
pone los huevos.
• Alza. Tiene las mismas medidas que la cámara de cría, con otros diez panales, y ellos las
abejas obreras guardan la miel. El alza se coloca encima de la cámara de cría cuando
comienza la época de mielada, y se retira a finales de la floración (agosto o septiembre)
con los panales llenos de miel.
• Cubridor o techo. Se coloca encima de la cámara de cría o del alza, si esta está montada
encima de la primera. Cierra la colmena por la parte superior.
• Tejado. Es la única parte de la colmena que es de chapa. Su función es proteger a la
colmena de la lluvia.
HERRAMIENTAS EN EL COLMENAR.
Las herramientas de apoyo para el apicultor en el colmenar son las siguientes:
Estas son las principales y casi únicas herramientas de que dispone el apicultor para su trabajo
en el colmenar. Los apicultores profesionales suelen suprimir el cepillo para retirar los panales con miel, y
emplean técnicas como la colocación de escapes u otros procedimientos más sofisticados, tales como
expulsión de las abejas del alza aplicando a ésta chorros de aire o durmiéndolas con gas carbónico.
Procesamiento de la miel. La maquinaria y herramientas usadas, por el orden que conllevan los
trabajos son las siguientes:
• Cuchillo de desopercular. Es un cuchillo de filo largo que permite cortar el opérculo de cera que
sella los panales de miel.
• Banco de desopercular. Permite apoyar los panales para realizar la acción de desoperculado con
el cuchillo. El banco de desopercular consiste en una cuba rectangular de acero inoxidable
apoyado sobre unas patas de hierro. El operario toma en su mano el cuchillo y apoya el panal en
un caballete del banco, cortando el opérculo. El banco posee un doble fondo con rejilla y un grifo
de guillotina en un extremo, de modo que la miel adherida a los opérculos va filtrándose a través
de esta rejilla hasta el fondo, para ser recogida en un recipiente de acero inoxidable colocado a la
salida del grifo. Sobre la rejilla del banco queda la cera, ya sin la miel que ha pasado filtrada a
través de este fondo enrejado.
• Desoperculadora eléctrica. Usada por los profesionales o por apicultores que tienen más de 100
colmenas. Consta de una carril metálico sobre el que se coloca el cuadro de miel. Sobre este
carril se desliza manualmente el cuadro, pasando entre dos ejes giratorios verticales. Estos ejes
llevan unas cadenas o cuchillas que cortan el opérculo del panal cuando éste pasa entre los ejes.
• Extractor. La extracción de miel se efectúa en una máquina diseñada específicamente para ello
llamada extractor de miel. Básicamente se compone de:
- Un bastidor cilíndrico que soporta los cuadros y gira rápidamente alrededor de su
eje vertical.
- Una cuba para recoger la miel, que encierra el bastidor.
- Un motor o manivela para efectuar el movimiento giratorio angular del bastidor,
generalmente por medio de engranaje.
Todo el material del equipo tiene que ser de acero inoxidable. La miel sale extraída por fuerza
centrífuga, saliendo de la cuba del extractor por un grifo de plástico desmontable, situado en el
fondo y recogiéndose en un cubo de acero inoxidable.
• Madurador o decantador. La maduración o decantación consiste en depositar la miel que va
saliendo del extractor en bidones de acero inoxidable, dejándola reposar durante tres semanas
con el fin de que se produzca una decantación, separando restos de cera de la miel. El trasiego
de miel, del extractor a los bidones de maduración, se hace colocando un recipiente de acero
inoxidable a la salida del extractor, pasándola manualmente a los maduradores. Éstos tienen un
filtro en la parte superior para retener las posibles partículas extrañas, principalmente cera.
En el caso de grandes explotaciones, el trasiego de miel del extractor a los maduradores
se realiza con bombas peristálticas eléctricas.
APICULTURA ECOLÓGICA
INTRODUCCIÓN.
La apicultura ecológica nació en la década de los 80 como una necesidad de crear una
alternativa a la apicultura de explotación extensiva que por aquellos años comenzaba a expansionarse
entre los apicultores profesionales.
Las consecuencias fueron que en todas las regiones del mundo donde se dan condiciones
óptimas para la apicultura, los apicultores entraron en una carrera por conseguir elevadas producciones,
lo que provocó una pérdida de calidad en la miel. A la vez, los mercados mundiales de miel se vieron
inundados de producto, lo que provocó una disminución de los precios. Esto llevó a que los apicultores
profesionales descuidaran aún más sus manejos para rentabilizar sus explotaciones, tratando de
conseguir la misma producción disminuyendo los tiempos de trabajo. Para ello se comenzaron a usar de
manera indiscriminada tratamientos preventivos contra enfermedades, láminas de cera mezcladas con
parafina para ahorrar trabajo a las obreras constructoras de panales, consiguiendo así que éstas se
dedicaran a tareas de recolección, aumentando la producción de la colmena; por parte de algunas casas
comerciales, se llega a ofrecer al apicultor panales artificiales de plástico, y los laboratorios veterinarios
entran en el juego: aparecen insecticidas y antibióticos que se ofrecen al apicultor para que éste
mantenga a sus enjambres en buen estado sanitario. Estos productos son, en muchos casos, necesarios
para evitar o tratar las enfermedades que aparecen en las abejas debido precisamente a los manejos
forzados para evitar a las colmenas a producir más de lo que sería normal.
En los años 90 el círculo vicioso estaba cerrado, igual que en otras ramas de la ganadería y la
agricultura: el apicultor trataba de producir cada vez más para poder rentabilizar su explotación,
vendiendo a precios cada vez más bajos y obligado a tratar sus colmenas todos los años con productos
químicos, con el alto riesgo de contaminar los productos que cosechaba.
La apicultura ecológica trata de crear una alternativa a esa línea de trabajo, recuperando los
manejos tradicionales combinado con técnicas modernas.
Debe partirse de la base de que estamos trabajando con un colmenar perfectamente sano y con
sub-razas adaptadas al entorno en el cual nos encontramos. Así, mediante esta técnica conseguimos lo
siguiente:
• Alimentación auxiliar. Al evitar introducir miel ajena al colmenar, evitamos la entrada de
enfermedades como la loque, cuyas esporas pueden encontrarse en la miel, proveniente de
colmenas de otros apicultores.
• Renovación de ceras. Fundamentalmente se trata de un principio de no contaminación evitando
la parafina presente en las láminas estampadas adquiridas en el comercio, aunque también está
presente una actitud de reciclaje y aprovechamiento de los panales viejos.
• Multiplicación del colmenar. Es quizás la piedra angular de la apicultura ecológica. Seleccionando
los enjambres más sanos y productivos del propio colmenar, nos estamos asegurando
descendencias sanas y adaptadas a las condiciones climatológicas del entorno del colmenar, lo
que implica una mayor resistencia a enfermedades.
ÓRGANOS DE CONTROL.
En España, en cada Comunidad autónoma existe por ley el Consejo Regulador de la Agricultura
Ecológica, organismo descentralizado de las Consejerías de Agricultura con un inspector que se encarga
de las labores de control.
El Consejo Regulador está formado por productores, industrias transformadoras y un
representante de la Administración pública, y tienen las funciones de admisión y control de los socios
(ésta a través del técnico inspector), régimen disciplinario y control de los logotipos que identifican al
producto ecológico.
En el caso de la apicultura, el técnico cursa visitas de inspección en las que comprueba que el
número de colmenas declaradas por el apicultor en la ficha de admisión se corresponden con la que
efectivamente tiene en el campo, que los productos llevan un proceso de recolección y almacenamiento
ecológico y que en los envases aparece debidamente señalizado el logotipo de agricultura ecológica.
LEGISLACIÓN APÍCOLA
Qué pinta, qué papel le incumbe a un Abogado, como es el caso de quien os habla, en un Curso
sobre las abejas ?. Ciertamente nuestro rollo en este asunto, puede parecer meramente residual, pero no lo
es tanto si se tiene en cuenta que el propietario de un enjambre, en cuanto que tal, despliega una actividad
dominical sobre unos animales que agrupados en una colonia constituye una unidad natural, la cual tiene
por soporte una colmena.
Dos conceptos traemos a colación, el de enjambre y colmena, o lo que es lo mismo, contenido y
continente de lo que constituye una actividad apícola llevada a cabo como actividad mercantil, comercial o
de lucro.
Tiene por tanto, la actividad apícola, esa doble vertiente, de la que afecta a la misma como actividad
que se desarrolla en un ámbito de lo privativo, de lo dominical; y de la actividad lucrativa, lo que supone una
normativa, una reglamentación de todos los productos que son consecuencia de esa actividad profesional
(ya lo sea de la miel, el polen, el propóleos, la jalea real, la cera, etc..).
Refiriéndose en primer lugar a ese aspecto que se despliega en un contexto de relaciones
estrictamente privadas, hay que hacer mención al único precepto que el Código Civil nomina cuando alude
al "propietario de un enjambre de abejas", en el Art. 612 del mismo. (leer)
El Código Civil español, aunque de inspiración profundamente romanista, difiere en cuanto al
tratamiento de la propiedad de dicho enjambre.
Nuestro Código, adopta distinta posición al considerar las abejas como animales nullius, cuando el
dueño no las persiga en el plazo de dos días, o interrumpe la persecución dos días consecutivos.
A sensu contrario en el derecho romano, quedaba privado de su propiedad cuando el dueño lo perdía
de vista, o el enjambre se alejaba sin posibilidades de ser recobrado.
De ahí la diferencia entre la naturaleza de animales salvajes frente a la condición de amansados.
Animales domesticados o amansados que no toma en cuenta de la consuetudo revertendi. En el supuesto
de las colmenas salvajes, que no tienen un dueño, frente a las colmena vinculadas a un propietario y
ubicada en un fundo.
También es importante considerar la indemnización que el apicultor debe abonar cuando su
enjambre ocupa el fundo ajeno (cercado o no), y desea recobrarlo.
Si hablamos de un enjambre, o de la colmena y su propietario, debemos de representarnos la
posibilidad de un ius disponendi, y de los negocios que son susceptibles de llevar cabo, por quien ostenta la
condición de dueño de la colmena o colmenar. Y esta forma puede ser susceptibles de compraventa, de la
cesión de su uso y explotación.
Otro aspecto, muy importante, para el propietario, dimana de la responsabilidad contractual o
extracontractual, que puede derivarse como consecuencia de los daños y perjuicios que puedan irrogar las
abejas. Se trata de animales con cierta peligrosidad, por cuyo motivo las colmenas deben de estar ubicadas
en zonas perfectamente señalizadas, fuera de los núcleos de población y guardando determinadas
distancias de carreteras y vías públicas.
No mención explícita en el Reglamento de Actividades, Incómodas, Insalubres y Molestas, lo que
no obsta a que las diferentes normativas de las distintas Comunidades Autónomas, establezcan
por la que se aprueban las normas de ayudas a la apicultura en el marco del Programa Nacional Apícola del
año 1999 (leer y comentar).
Otra Resolución de dicha Consejería de 9 de Junio de 1999, establece una prima de polinización a
titulares de explotaciones apícolas (leer).
Digamos también que la actividad comercial de la apicultura ejercida con una proyección mercantil y
con ánimo de lucro, se puede llevar a cabo por personas físicas o bien al amparo y por una persona jurídica,
poniéndose de manifiesto que ésta actividad, bajo una forma societaria, encuentra a medio de formas
concretas de Sociedad, ya lo sean como Cooperativas Agrarias o como Sociedades Anónimas Laborales, el
ropaje jurídico adecuado, bien para limitar la responsabilidad, bien para obtener ayudas
económicas o subvenciones y demás beneficios fiscales, con los que aligerar la carga y el coste económico
que la actividad empresarial comporta (explicar).
Una vez que el apicultor tiene acreditada la naturaleza de tal al inscribirse en dicho Registro, le
resulta exigible el cumplir con toda esa normativa que es inherente al despliegue de su giro y tráfico
mercantil o comercial. Y de ésta guisa, ya nos encontramos con la ubicación de sus colmenas y cuantas
obligaciones habrá de cumplir, como en el cumplimiento de las exigencias de todo cuanto es consecuencia
de obligada observancia en la extracción y manipulación de los productos y rendimientos del colmenar, ya
lo sea fundamentalmente de la miel, el polen, la jalea real, la cera, el propóleos y los venenos de las abejas.
La miel se define como "el producto alimenticio azucarado, íntegro (ni alterado ni adulterado)
producido por las abejas melíferas a partir del néctar de las flores y de las secreciones procedentes de
partes vivas de las plantas o que se encuentran sobre ellas, que las abejas liban, transforman y combinan
con sustancias específicas propias y almacenan y dejar madurar en los panales de las colmenas. (Orden
del 5 de agosto de 1983)
Por lo tanto las abejas hay que situarlas dentro del pasto apícola (flora y ciclo de floración) del que
extraen el néctar, el cual por su origen botánico, puede proceder de un medio monofloral o multifloral, por
cuyo motivo la miel tendría esta procedencia. Por ello, la mielada procede de secreciones producidas por
las flores de las plantas o de los pulgones que se encuentran sobre ellas, estas son la miel de flores y la
miel de mielato.
Desde el punto de vista de la presentación y proceso de obtención, se habla de miel en panales,
decantada o escurrida, centrifugada, prensada y cremosa.
Si atendemos al destino de la miel, la misma puede ser para el consumo directo y para uso
industrial (industria farmacéutica y pastelería).
No obstante tener las mieles escasas diferencias cualitativas en su composición (azúcares, agua,
vitaminas, nitrógeno, minerales, enzimas, ácidos orgánicos y sustancias aromáticas), existen diferentes
mieles que tienen unas características diferenciables debidas principalmente a su procedencia y
elaboración y ello ha dado lugar a que surjan las DENOMINACIONES DE ORIGEN, por ello un Real Decreto
1573 de 1985, de 1 de Agosto, regula las Denominaciones genéricas y específicas. Surgiendo la obligación
de elaborar un Reglamento que defina los productos amparados, delimitando sus caracteres, métodos de
producción o elaboración, sistemas de control o calidad y cualesquiera otros requisitos necesarios para
garantizar la especificidad y calidad de las mismas.
En cuanto a las diferentes denominaciones de origen de las mieles, podemos señalar: la Miel de
Villuercas-Ibores (Cáceres), Miel de Galicia, Miel Parca Q (Cataluña), Miel de Azahar (Murcia), Miel de
Aragón y Label (País Vasco), Miel de la Alcarria (Cuenca y Guadalajara).
Y en lo que respecta a las acciones que se deben llevar a cabo para que la miel conserve sus
características, comprenden la elección de un equipo adecuado para su extracción, así como de su
almacenamiento, manipulación y venta. Con respecto a todo ello, existen normas que velan por las
condiciones higiénico-sanitarias del producto, su envasado, etiquetado, presentación y publicidad. A este
respecto, señalamos que existe un Real Decreto 1122/ 1988 de 23 de septiembre por el que se aprueba la
norma general sobre el particular (BOE 4-10-88).
Consecuencia de lo dicho, son la existencia de normas y usos, lo que exige que la empresa que se
dedique a tales menesteres deberá adoptar una guía de buenas prácticas de higiene con locales y equipos
para desorpeculado, extracción, decantación y el almacenamiento post-extracción, que debe ser en
condiciones controladas.
Las industrias que se dedican al envasado, transformación y almacenamiento de la miel, contarán
con el preceptivo número de Registro Sanitario, debiendo quedar sometidas a los controles de la inspección
comercial y sanitaria, cumpliendo la normativa en cuanto clasificación, almacenamiento, fundido, filtrado,
homogeneización, pasteurización, envases y personal de trabajo, el cual deberá observar las normas de
higiene y poseer carné de manipulador de alimentos.
También nos cumple manifestar que existen productos derivados de la miel, como son
el vino de la miel o hidromiel y los dulces y todo lo relacionado con la repostería elaborado a partir de la
miel. Estando todos estos derivados sometidos al control sanitario y comercial.
EL POLEN. La miel siempre contiene un cierto número de granos de polen y esporas de diversas
procedencias. El contenido polínico de la miel puede estudiarse mediante análisis cualtitativo y cuantitativo.
Ello permite identificar los tipos polínicos de la miel y la proporción en que se encuentran. Los caracteres
palinológicos permiten verificar la polaridad, simetría, forma, tamaño, espirodermis y sistema abertural del
grano de polen. El análisis microscópico sigue siendo el método para determinar el origen geográfico y para
el control de la correcta de certificación de origen.
Cuando exista un diagnóstico positivo el Servicio de Ganadería impedirá cualquier trashumancia, y podrá
llevar a cabo el sacrificio de la colmena e incluso de la explotación. Si ello fuere así, se estudiará el baremo
de indemnización.
Para el movimiento y trashumancia de las colmenas se requiere el correspondiente certificado oficial
veterinario apícola y la Guía de Origen y Sanidad, así como el certificado expedido por un Laboratorio
Oficial, de resultado negativo de las pruebas de varroasis.
Para luchar contra las enfermedades que afectan a las colmenas se crearon Agrupaciones de
Defensa Sanitaria, para la prevención y tratamiento de la citada patología, así como en el caso de loque,
nosomiasis, acariasis y hongos.
Directiva 92/65, del Consejo de 13 de Julio, por la que se establece las condiciones de policía
sanitaria aplicables a los intercambios y a las importaciones en la comunidad de abejas. El contenido de
dicha Directiva ha sido transpuesto al derecho interno, en España, a medio de diversas normativas.
Reglamento (CE) 1221/1997, del Consejo, de 25 de Junio que establece normas generales de aplicación de
las medidas destinadas a mejor la producción y comercialización de la miel; y el reglamento (CE)
2300/1997, de la Comisión, de 20 de Noviembre, establece las disposiciones del anterior Reglamento.
Normas en España
Real Decreto 209/2002, de 22 de Febrero (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación), por el que se
establecen normas de ordenación de las explotaciones apícolas. (BOE 3-3-2002, nº 62).
PLANTAS MELÍFERAS EN
ASTURIAS.
IMPORTANCIA DE LAS ABEJAS PARA LAS
PLANTAS
Se definen como plantas melíferas aquellas que tienen interés para las abejas
por recolectar en ellas néctar pero, por extensión, también se incluyen todas las que
estos insectos utilizan para la recogida de polen, mielada y propóleos, pudiéndose
observarse con cierta frecuencia la preferencia que las abejas tienen por unas u otras.
Por ello también se denomina flora apícola al conjunto de especies vegetales que
natural o artificialmente producen y/o segregan sustancias o elementos que las abejas
recolectan para su provecho, es decir néctar, polen, propóleo o mielada. Según estos
criterios las plantas nectaríferas son todas aquellas de las cuales las abejas obtienen
sólo néctar. Sin embargo no es suficiente que una planta segregue néctar para
considerarla nectarífera, sino que es preciso que lo produzca y segregue en
abundancia, que sea rico en materias azucaradas y que la abeja lo pueda alcanzar sin
gran dificultad con su lengüeta. Por otra parte se definen como plantas poliníferas
aquellas de las cuales las abejas obtienen solamente polen. Se consideran plantas
nectar-poliníferas aquellas de las cuales las abejas obtienen tanto néctar como
polen.
exina está constituida por una sustancia muy resistente, denominada esporopolenina,
que en apariencia deriva parcialmente del tapete. La intina, por su parte, está
compuesta de celulosa y pectina. Al igual que las esporas, los granos de polen varían
considerablemente en forma y tamaño. Su diámetro puede oscilar entre menos de 20
nanómetros hasta más de 250 nanómetros. También responden a distintos tipos en
relación con el número y la disposición de las abert uras germinativas, a través de las
cuales se desarrolla el tubo polínico. Casi todas las familias, muchos géneros y gran
número de especies de angiospermas pueden diferenciarse en base a caracteres de
los granos de polen, como son el tamaño, el número de aberturas y la ornamentación.
Por otro lado, debido a la naturaleza química de la exina, que la hace muy resistente,
los granos de polen están muy bien representados en el registro fósil vegetal, lo que
los convierte en unos buenos indicadores de los tipos de vegetación y de clima que
dominaron en el pasado. Los granos de polen, cuando se liberan, tienen dos o tres
núcleos, a diferencia de las esporas, que tienen sólo uno. Además, las esporas
germinan a partir de una sutura central, mientras que los granos de polen lo hacen a
través de aberturas, que pueden ser alargadas (surcos germinativos o colpos),
redondeadas (poros ), o bien mixtas, compuestas de colpo y poro (colpoporos). Por
esta razón, no suele presentar dificultad distinguir un grano de polen de una espora en
los registros fósiles.
De todas las plantas que componen nuestra flora, pocas rivalizan en belleza y
variedad de colorido y forma con las orquidáceas, familia botánica que pertenece a la
P lantas melíferas en Asturias. Importancia de las abejas para las plantas. T.E. Díaz González 92
pág.
como sus olores; éstos últimos son, sin duda alguna, el principal factor de atracción y
diferenciación de Ophrys; dichos olores son emitidos por la planta y, si bien no tienen
la misma composición que las feromonas de los insectos, cumplen idéntica función:
estimular el comportamiento sexual de los individuos masculinos. Este conjunto de
señales olfativas, visuales y táctiles, provoca en los insectos masculinos intentos de
acoplamiento con las flores, que se conoce como pseudocopulaciones. Por estas
razones lo más llamativo de las flores del género Ophrys es su labelo (desprovisto de
espolón) entero o lobulado, provisto de una pilosidad densa y corta, y una zona
brillante, generalmente glabra (la mancha o espéculo) con simetría bilateral; esta
estructura labelar recuerda al cuerpo de un insecto; por otra parte el nombre genérico
Ophrys (del griego ophis, ofidio), alude a las serpientes, ya que el conjunto del casco –
formado por los sépalos- y el labelo bífido y péndulo de algunas especies evocan la
cabeza y lengua de un ofidio. La posición del insecto polinizante sobre el labelo
durante la pseudocópula permite distinguir dos tipos de Ophrys; uno de ellos está
constituido por las especies en las que el insecto arranca las polinios con el abdomen
(polinización abdominal del grupo Pseudophrys), mientras que otro lo forman las
especies en las que el insecto se lleva las polinios con la cabeza (polinización cefálica
del grupo Euophrys). En éste último grupo, derivado del anterior, el cambio de posición
del polinizante sobre el labelo le ha inducido a una serie de modificaciones para
facilitar la pseudocópula y para imitar la morfología del himenóptero; pétalos vellosos
asemejando las antenas, labelo velloso en bandas imitando el abdomen, glabro en la
base (cabeza, tórax, etc).
Mediterráneo Ic Io
(1) Al norte y al sur de las zonas latitudinales ecuatorial y eutropical (23ºN & 23ºS), si
la localidad se halla a más de 200 m de altitud, hay que calcular teóricamente los
valores térmicos a tal altura incrementando T en 0.6º, M en 0.5º, e It o Itc en 13
uni dades, por cada 100 m que se supere dicha altitud; si está situada al norte del
paralelo 48º N o al sur del 51º S, hay que calcular los valores teóricos de la
temperatura media anual y de la temperatura positiva anual incrementando T en 0.4º y
Tp en 12 uni dades, por cada 100 m que exceda dicha altitud.
It Indice de termicidad. Es la suma en décimas de grado de T (temperatura media anual), m (temperatura media de
las mínimas del mes más frío) y M (temperatura media de las máximas del mes más frío). It es, por lo tanto, un
índice que pondera la intensidad del frío, factor limitante para muchas plantas y comunidades vegetales. La
correlación entre los valores de este índice y la vegetación es bastante satisfactoria en los climas cálidos y
templados. En los fríos con valores de It o Itc inferiores a 120, resulta más significativo y preciso el empleo del valor
de la temperatura positiva anual (Tp). It = (T + m + M) 10.
Itc Indice de termicidad compensado. El índice de termicidad compensado (Itc) trata de equilibrar en zonas
extratropicales de la Tierra (al norte y al sur del paralelo 26 N y S, respectivamente) el "exceso" de frío o de
templanza que acaece durante la estación fría en los territorios de clima continental acusado o en los
hiperoceánicos, de modo que los valores del índice de termicidad (It) puedan compararse entre sí. Si el índice de
P lantas melíferas en Asturias. Importancia de las abejas para las plantas. T.E. Díaz González 96
pág.
continentalidad simple (Ic) está comprendido entre 11 y 18, el valor del Itc se considera igual al del It, es decir no se
modifica (It = Itc). Por el contrario, si el índice de continentalidad no alcanza o supera los valores mencionados, hay
que compensar el índice de termicidad adicionando o sustrayendo una cifra denominada valor de compensación (C).
Itc = It ± C.
65% en Mayo y un 58% en julio). Por el contrario son los meses de Diciembre y
Noviembre los que menos flores melíferas presentan (un 2 y 3% respectivamente del
total de la flora melífera de Asturias).
250
213
200 180
160
150
120
101
100
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LAS ABEJAS Y LA APICULTURA EN ASTURIAS. 105
Patología apícola.
D. Jesús Llorente
Dr. Veterinario
Subdirección General de Sanidad Animal
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
INTRODUCCIÓN
La superfamilia de himenópteros Apoidea a la que pertenecen las abejas, tiene sus ancestros hace unos
230-300 millones de años en el periodo Pérmico-Jurásico, y sus primeros fósiles se encuentran en
ámbar, resina fósil de la zona del Báltico.
El hombre ha conseguido establecer un vínculo directo y de mutuo beneficio con algunas especies entre
las que destaca la familia Apidae.
En los primeros tiempos, el hombre conseguía la miel de enjambres salvajes y al hacerse sedentario y
establecerse en núcleos de población más permanentes, las colmenas fueron construidas con materiales
que abundaban en las zonas de asentamiento: troncos de árboles, barro cocido, etc.
Como otros seres vivos, también las abejas padecen distintas enfermedades causadas por bacterias,
virus, hongos, parásitos. Se apunta en este sentido la posibilidad de la existencia de enfermedades
provocadas por el virus de la parálisis crónica y de la ascosferosis en el periodo Cretácico; de la cría
sacciforme en el Mioceno y los ancestros de Varroa destructor y Braula coeca en el Pleistoceno.
De igual forma la existencia y el tratamiento de algunas de las enfermedades de las abejas son
descritas por autores griegos y romanos.
En época más reciente Shirach descubrió en 1771 la enfermedad que denominó “Faux couvain”, que bien
pudiera tratarse de la Loque y Dzierzon en 1882 reconoció la existencia de dos tipos de Loques de las
abejas: benigna y curable de larvas no operculadas (Loque europea) y maligna e incurable de larvas
operculadas (Loque americana).
Las investigaciones microbiológicas en la patología apícola fueron iniciadas por Cheshire y Cheyne y la
creencia común era que las abejas estaban afectadas por una amplia gama de infecciones muy graves,
si bien es verdad que el temor va más allá de la realidad.
Sin embargo es necesario insistir en la importancia que tiene el estudio de las enfermedades de las
abejas, pues si tenemos en cuenta que la colonia representa una sociedad perfectamente organizada, los
factores negativos que provocan alteraciones y enfermedades pueden hacer perder la familia, y con ello
el elemento esencial de la explotación.
LOQUE AMERICANA
ETIOLOGIA
El agente patógeno productor de la enfermedad es el Paenibacillus larvae (White, 1906). Forma bacilar,
ligeramente arriñonada
Los esporos, elementos ovoides, brillantes y refringentes, colorean sólo en su parte periférica y son
capaces de sobrevivir 30 años en un medio ambiente natural.
PATOGENIA
Las larvas se infectan al ingerir alimento contaminado con esporos de P.
larvae, que son patógenos para la cría pero no para la abeja adulta.
El contagio entre las distintas colmenas puede realizarse por medio de pillaje, errores de orientación
(deriva), alimentos contaminados, trashumancia, manejo descuidado del apicultor, etc.
SINTOMATOLOGIA
Al comienzo de la enfermedad el debilitamiento de la colonia es bastante lento. En estado avanzado, es
perceptible un olor característico a cola de carpintero, aun antes de abrir la colmena.
La cría que presenta un aspecto irregular, salteada o en «mosaico» adquiere una tonalidad parecida al
marfil, corno el café con leche después y por último marrón, transformándose en una masa viscosa y
filante.
DIAGNOSTICO
Rápido o de campo.- La prueba de campo se lleva a cabo mezclando el material sospechoso con leche
en polvo descremada y caliente que se coagulará en menos de un minuto si el material es positivo a P.
larvae, adquiriendo un aspecto opalescente, para después disolverse todo coágulo en 15 minutos.
Laboratorial.- En el diagnóstico laboratorial propiamente dicho se realiza una maceración de las larvas
sospechosas de padecer la enfermedad, con agua destilada, para una posterior extensión y teñido por
Gram o Giemsa.
Diferencial.- Es preciso realizar un diagnóstico diferencial con Loque euro pea, cría sacciforme y cría
enfriada.
TRATAMIENTO
Cuando la enfermedad ha sido diagnosticada, debe tratarse farmacológicamente a todas las colonias del
colmenar. El Sulfatiazol sódico y la Oxitetraciclina son eficaces contra el P. larvae
ASCOSFEROSIS
ETIOLOGÍA
Se produce, esta enfermedad, por el hongo Ascosphaera apis, que pertenece al Orden Ascospherales,
Familia Ascosphaeraceae.
PATOGENIA
Las larvas contraen la enfermedad al ingerir los esporos del hongo con el
alimento. No es posible que se manifiesten los síntomas característicos si el
hongo se reproduce en la superficie de la larva, aunque tenga capacidad para ello.
Los micelios invaden el cuerpo, atraviesan las membranas intersegmentarias llegando a la superficie de
la larva, transformando a ésta en una momia de color blanquecino, que con posterioridad adquiere un
aspecto negruzco debido a la formación de cuerpos fructíferos, ascocistos.
La cría afectada muere poco antes o después de ser operculada, adquiriendo al principio una
consistencia algodonosa y finalmente se desecan.
EPIZOOTIOLOGÍA
La enfermedad se manifiesta, fundamentalmente, tras la operculación de las celdillas, pues antes las
abejas limpiadoras detectan a las larvas enfermas y las eliminan.
La transmisión entre colmenas se produce por el pillaje, los errores de vuelo (deriva) y por la acción del
propio apicultor que por un manejo erróneo o por no tomar las precauciones necesarias transmite la
enfermedad.
SINTOMATOLOGIA
La A. apis aparece en principio sobre cría de zángano, para extenderse posteriormente a cría de obreras,
aunque no es una regla que se cumpla estrictamente.
DIAGNÓSTICO
Clínico.- Los síntomas que presenta la enfermedad son muy claros y la presencia de momias, tanto en
los cuadros de las colmenas afectadas como en las cercanías de la piquera por el trabajo realizado por
las abejas limpiadoras, nos demuestran la presencia de “cría encalada”.
TRATAMIENTO
En la actualidad no existe ningún tratamiento realmente eficaz contra las micosis de las abejas, pues si
bien se han ensayado multitud de agentes antifúngicos, todos han dado resultados aleatorios, cuando no
repulsivos para las abejas o nocivos para ellas o sus crías.
NOSEMOSIS
ETIOLOGIA
Nosema apis, agente parasitario que produce la Nosemosis, pertenece al grupo de los Protozoarios,
clase Esporozoarios, orden Cnidosporidios, suborden Microsporidios y familia Nosematidae.
PATOGENIA.
El contagio se produce por pillaje, deriva, errores de manejo, transacciones comerciales, etc
SINTOMATOLOGÏA
A veces se presenta una agitación anormal de la colonia durante el invierno y una falta de dinamismo en
primavera, con la presencia de abejas arrastrándose por el suelo en los alrededores de las colmenas.
El apicultor evidencia en la colonia afectada una neta despoblación, a pesar de tener la cría sana, lo que
puede llevar consigo un enfriamiento del «pollo», al no estar cubierto de abejas.
DIAGNOSTICO
Clínico.- La nosemosis no presenta síntomas patognomónicos; tan sólo nos orientan parcialmente a
establecer el diagnóstico y, por tanto, es necesario recurrir a un análisis laboratorial.
Diferencial.- No deben confundirse los esporos de N. apis con levaduras y hongos que se tiñen con los
colorantes utilizados.
Hay que señalar que los quistes de Malpighamoeba mellificae (amebosis) son circulares y con un
diámetro un poco inferior al eje longitudinal de los esporos.
TRATAMIENTO
Para el tratamiento curativo de la Nosemosis se utiliza como producto activo la fumagilina, Es una sal
soluble con poder antibiótico, que actúa sobre la forma vegetativa de N.apis.
Deben realizarse cinco tratamientos, a intervalo de una semana, utilizando como excipiente jarabe. La
dosis es de un gramo de producto comercial por litro de jarabe.
ACARAPISOSIS
ETIOLOGIA.
A. woodi pertenece al tipo Artropoda, clase Arachnida, orden Acarina, familia Tarsonemidae y es
parásito específico de la abeja de miel.
EPIZOOTIOLOGÍA
La transmisión de la enfermedad en un colmenar se realiza por la deriva, el pillaje y los errores de manejo
del apicultor; entre colmenares distantes, por la enjambrazón natural, por la trashumancia no controlada y
por las transacciones comerciales.
SINTOMATOLOGÍA.
Un consumo prematuro de las reservas corporales provoca una repleción excesiva en la ampolla rectal
de las abejas parasitadas, que presentan un abdomen dilatado, lo que puede dar como resultado una
disenterí a.
DIAGNOSTICO
Clínico - La constatación de los síntomas indicados anteriormente no permiten asegurar que una colonia
está parasitada por Acarapis woodi, si bien las abejas que pasan el invierno infestadas, y después del
período de latencia, presentan unos síntomas claros y el diagnóstico es más fácil.
PRONÓSTICO.
La Acarapisosis es una enfermedad muy grave y puede ocasionar importantes pérdidas en colonias de
abejas, fundamentalmente a la salida del invierno e inicios de primavera.
En los últimos años, el tratamiento de forma sistemática contra V. destructor con acaricidas de acción
sistémica o por gas ha disminuido de forma importante la presentación de esta enfermedad.
TRATAMIENTO
En todos los casos, el tratamiento debe ir dirigido a los ácaros adultos, ya que las larvas y las formas
inmaduras son menos afectados por los acaricidas, debido a su inmovilidad. Los huevos no son
afectados por los tratamientos.
Hay que diferenciar los tratamientos líquidos de los gaseosos. Entre los primeros tenemos el Salicilato de
metilo, que desprende vapores a temperaturas de 18º - 20º C. Es necesario realizar tres tratamientos con
intervalos de 10 días, utilizando para ello un sistema que asegure una lenta evaporación. Los resultados
son aleatorios.
El mentol debe estar colocado en la parte superior de la colmena y en dosis de 50 g de producto por
colonia, repitiendo el tratamiento tres veces a intervalos de tres semanas.
Los tratamientos gaseosos tienen la limitación de su utilización con temperaturas muy bajas, que
disgregaría la “piña” de abejas. El producto Folbex VA se presenta en tiras fumígenas de Bromopropilato,
como principio activo.
El tratamiento completo comporta la utilización, cada siete días, de una tira por
colmena, siendo necesario repetir el tratamiento siete - ocho veces.
VARROOSIS
ETIOLOGIA
EPIZOOTIOLOGÍA
Las principales causas de la expansión de la Varroa son: el pillaje, la deriva, el ir y venir de los zánganos,
las manipulaciones descuidadas del apicultor y la trashumancia no controlada de las colmenas, a lo que
hay que añadir la no detección precoz de la enfermedad.
SINTOMATOLOGIA
La presencia en invierno de varroas en la “piña invernal” hace que el consumo de alimentos aumente
considerablemente, lo mismo que el calor producido por las abejas, lo que puede provocar un
largamiento del periodo de puesta de la reina.
DIAGNÓSTICO
Debido al período prelatente que presenta esta enfermedad, es preciso realizar un diagnóstico precoz.
Con una infestación moderadamente alta de varroas, numerosas abejas presentan graves
malformaciones en su organismo: alas atrofiadas, abdomen reducido, talla pequeña, ausencia de
antenas, etc.
Farmacológico.- El diagnóstico se puede llevar a cabo por métodos químicos, utilizando moléculas
acaricidas, que fuerzan la caída de los parásitos.
Laboratorial.- Un método que nos permite, incluso, obtener el grado de infestación, consiste en tomar
una muestra de abejas, entre 500 y 1.000, e introducirla en una solución de alcohol al 25%. Después de
una breve agitación, dos minutos, se retiran las abejas y las varroas se han desprendido de sus
hospedadores. El método es válido cuando la colonia no tiene cría.
Diferencial.- Es preciso hacer un diagnóstico diferencial con el «piojo» de las abejas (Braula coeca), que
puede confundirse con varroa.
La posible llegada de Tropilaelaps clareae. Nos obliga a estar muy atentos en el diagnóstico diferencial.
TRATAMIENTO
Cuando el diagnóstico revela la presencia del ác aro varroa en el colmenar, es preciso tomar medidas
terapéuticas de forma inmediata, no solamente para bajar la tasa de infestación de las colonias, sino
también para limitar su extensión.
Aerosol.- Un aerosol es una suspensión en la atmósfera de pequeñas gotas (0,5-5 µm de diámetro) que
se electrizan en superficie, con el fin de evitar reagrupamiento, lo que
permite una larga permanencia en el medio.
.El acaricida hoy día más utilizado por este sistema tiene como materia
activa el Amitraz,.
Bromopropilato (Folbex Va).- Es uno de los productos utilizados en la fumigación. La sustancia activa
actúa sobre el parásito cuando la tira fumígena se quema en el interior de la colmena.
Pulverización.- Por este procedimiento el acaricida se diluye en agua, aceites o alcohol, aplicándose a la
colmena por medio de un pulverizador, que proyecta las pequeñas gotas formadas, sobre los cuadros y
las paredes internas de la colmena.
Evaporación.- Es la acción de pasar una molécula del estado líquido al estado gaseoso.
Acido fórmico. - Es un ácido orgánico, que actúa sobre el ácaro por medio de los gases que se producen
en su evaporación. El ácido fórmico en estado puro (98 por ciento) se vaporiza en el interior de la
colmena.
Contacto.- Fluvalinato (Apistan). La molécula activa que impregna el soporte (tiras de PVC), actúa por
contacto, por lo que hay que colocar el producto (dos tiras por colmena) entre los «pasos de abejas»
Métodos sistémicos. Por estas técnicas las abejas ingieren la molécula química, que se difunde por el
cuerpo a través de la hemolinfa. El parásito al nutrirse de esta hemolinfa, es afectado por el producto
acaricida.
Coumafos (Perizin).- Emulsión en agua de un producto organofosforado, que se proporciona a las abejas,
distribuyéndola regularmente en los panales ocupados por las mismas.
AETHINOSIS.
ETIOLOGÍA.
EPIZOOTIOLOGÍA
DIAGNÓSTICO.
Clínico.- Las formas adultas y larvas son fáciles de ver en los panales y
en el fondo de la colmena atacada. Cuando se abre una colmena
afectada se detecta un fuerte olor a miel fermentada.
TRATAMIENTO.
TROPILAELAPSOSIS
ETIOLOGIA
Tropilaelaps clareae, el ácaro causante de la enfermedad es poco conocido y ello puede ser un gran
problema al desconocer el mejor método para su control.
EPIZOOTIOLOGÍA.
Las principales causas de la expansión de la Tropilaelapsosis son: el pillaje, la deriva, las transacciones
comerciales, la enjambrazón natural, el ir y venir de los zánganos, las manipulaciones descuidadas del
apicultor y la trashumancia no controlada de las colmenas.
SINTOMATOLOGIA.
La investigación y bibliografía sobre esta parasitosis es muy escasa y sólo se refieren al control con
productos ya utilizados en la Varroosis.
Parece lógico pensar que si el ácaro desarrolla gran parte de su vida en el interior de las celdillas con
cría y las parasita, los síntomas de las abejas cuando nacen serán similares a las provocadas por V.
destructor: abdomen acortado, alas atrofiadas y otras malformaciones anatómicas.
DIAGNÓSTICO.
En estos momentos la enfermedad no ha sido diagnosticada en Europa por lo que es muy importante
realizar diagnósticos precoces cuando se conozca su existencia.
Diferencial.- Es preciso hacer un diagnóstico diferencial con Varroa destructor existiendo, no obstante
diferencias con la forma del cuerpo.
Desconocemos como se comportará el ácaro Tropilaelaps clareae con los tratamientos aplicados a
Varroa destructor, si bien entendemos que al ser también ácaro los productos utilizados en la actualidad
y las formas de actuación tendrán su validez.
Hay que hacer constar que los acaricidas de acción puntual tienen menor efectividad en el control de este
ácaro que en el caso de V. destructor. Ello se debe al escaso tiempo que T. Clareae está sobre las
abejas adultas.
GALLERIOSIS
ETIOLOGIA
Las polillas de la cera pertenecen al Orden de los Lepidópteros, familia de los Pyrálidos y se distinguen
dos especies:
Galleria mellonella, polilla mayor o falsa tiña. Las hembras son mariposas de hábitos nocturnos, de color
gris, tienen una longitud comprendida entre 8 y 17 mm y una envergadura alar que varia entre 14 y 38
mm.
PATOGENIA
SINTOMATOLOGÍA.
Las abejas adultas no muestran síntoma alguno, pues no son afectadas por las polillas. Sin embargo, sí
lo son el material de explotación (cuadros, cajas) almacenado, así como aquellas colmenas que por
causas ajenas al parásito, tienen poca población.
El material afectado presenta un aspecto inconfundible con los daños ocasionados por las polillas de la
cera.
DIAGNOSTICO
Clínico.- La presencia de polillas adultas, larvas en distinto estado de desarrollo, ninfas, deyecciones,
cuadros destruidos, son signos evidentes para el diagnóstico sin ningún género de dudas de este
enemigo de las abejas.
Diferencial.- El diagnóstico diferencial relativo a distinguir una u otra polilla, se realiza por el tamaño de
los adultos y por la disposición, galerías rectas y cría tubular, de los daños ocasionados, siendo mucho
más frecuente y más peligrosa G. mellonella que A. grisella.
TRATAMIENTO
Sulfuro de carbono.- Es eficaz, aunque no destruye los huevos de la polilla. La dosis de aplicación es de
100 gramos por metro cúbico en cámara de desinfección. Su uso debe ser restrictivo, pues es inflamable
en estado líquido; el gas que produce es explosivo y sus emanaciones tóxicas para el hombre. Al no ser
ovicida hay que repetir el tratamiento cada cierto tiempo.
Anhídrido sulfuroso. - Gas que se desprende en la combustión del azufre. Se eliminan adultos y larvas,
pero no es ovicida, por lo que hay que repetir el tratamiento cada tres semanas. La dosis a utilizar es la
de 100 g por metro cúbico. Tiene el inconveniente de su acción corrosiva sobre las partes metálicas de
las colmenas.
Dibromuro de metilo.- Es uno de los productos más activos para la lucha contra las polillas de cera. No es
ovicida. La dosis a emplear es la de 60 g por metro cúbico en cámara de desinfección. Este producto
presenta cierta toxicidad para el hombre.
Paradiclorobenceno.-- Se utiliza también en la lucha contra la polilla. La dosis es de 100 g por metro
cúbico. Repetir el tratamiento cada cuatro semanas, pues no es ovicida. Es un producto inofensivo para
el hombre.
Es necesario señalar que cualquiera que sea el producto de conservación utilizado, es preciso airear los
cuadros durante al menos 48 horas, antes de introducirlos nuevamente en la colmena. Además se
pueden utilizar tratamientos no químicos. Ninguno de los estadíos de la polilla sobrevive a temperaturas
mayores de 46 ºC durante 80 minutos.
Este tratamiento es eficaz, siempre y cuando tengamos mucho cuidado de que la temperatura no
sobrepase los 45 ºC. ya que si no la cera comenzaría a fundirse.
Tratamiento similar puede ser realizado con bajas temperaturas, incluso se pueden tratar así los panales
llenos de miel y polen, lo que no se puede hacer con calor. Es suficiente con tres horas a –12 ºC. de
exposición para destruir las polillas
INTRODUCCIÓN
ADVERTENCIA MUY IMPORTANTE: El veneno de abeja en mayor medida y los otros productos de la
colmena pueden producir reacciones alérgicas en algunas personas. La información aquí contenida está
realizada tan sólo con propósitos educativos y no debe de ser interpretada o usada para auto diagnosis o
auto terapia. Y siempre practicada por un médico o un apiterapeuta cualificado. Una prueba de alergia
previa a la utilización del veneno de la abeja es imprescindible.
Dicho de una manera sencilla, y según la definición del Dr. Stefan Stangaciu en su Curso de
Apiterapia por Internet, “la APITERAPIA es el uso de los productos de la colmena, miel, polen, pan de
abejas, jalea real, cera, larvas de zángano, propóleo y veneno, para prevenir, curar o recuperar a una
persona o animal de una o más situaciones de enfermedad”.
Es decir que el veneno de abeja o apitoxina es solamente uno de los elementos que se utilizan en
Apiterapia.
a) La Miel
El producto de la colmena más conocido es la miel. Sus propiedades alimenticias son conocidas
de antiguo. Además de ser un buen edulcorante, es un carbohidrato de alto valor energético (3,3 cal/g),
rico en azúcares, ácidos naturales, minerales, proteínas y aminoácidos, enzimas y otras sustancias, que
se incorpora al torrente sanguíneo en 15 minutos. El azúcar tarda de dos a cuatro horas en ser
metabolizado. Además, según el Dr. Moisés Asís y otros terapeutas, la miel no produce caries, ya que su
contenido en sacarosa es muy bajo y, además, se disuelve muy rápidamente en la boca.
Su uso terapéutico popular más conocido es para las afecciones de la garganta, gripes y catarros
en general. Suele utilizarse disuelta en leche templada.
No hace muchos años entraba en la composición de jarabes y otras medicinas.
También tiene propiedades antihemorrágicas, lo que la hace especialmente útil en unión con la
picadura de abeja para compensar su efecto hemorrágico.
No es tan conocida, aunque no por ello menos importante, su utilización en la curación de heridas
y quemaduras, en aplicación tópica, por sus propiedades antibacterianas. La miel tiene un pH
relativamente bajo, pequeñas cantidades de agua, grasas y proteínas, y una alta osmolaridad, lo que
significa pobres condiciones de vida para las bacterias. Y los bioflavonoides presentes en la miel son
directamente antibacterianos.
Su presencia continua en la cocina casera la convierte en un elemento terapéutico de rápida
utilización en los accidentes domésticos.
Para su uso en Apiterapia la miel debe de estar completamente madura, no estar mezclada con
mieles de otras procedencias y no poseer impurezas, ni estar filtrada, para no perder ninguno de los
elementos que contiene la miel, especialmente los restos de polen y pan de abejas. Además es
deseable que provenga de la zona en la que vive el paciente, sobretodo en los casos de alergia al polen.
b) El polen
El polen lo recolectan las abejas de las flores masculinas y lo transportan en forma de pequeñas
bolitas. Es el alimento proteico de la colmena, y el apicultor lo recolecta a la entrada de la misma.
La mejor manera de consumir el polen para su uso terapéutico es fresco. No obstante el polen
seco tiene también muchas propiedades.
Las principales propiedades del polen tienen que ver con su gran riqueza en nutrientes:
aminoácidos, carbohidratos, vitaminas, enzimas, etc.
Como dice el Dr. Hugo Aguirre en su libro Bienestar y Salud por las Abejas: “Los aminoácidos
son imprescindibles para el organismo, sólo con ellos el hígado puede formar proteínas y luego generar
tejidos, producir secreciones glandulares o compuestos necesarios para el funcionamiento de todo el
cuerpo, como son las hormonas, las enzimas, las defensas orgánicas, los anticoagulantes, etc.”
Según diversos estudios, el polen es muy eficaz en problemas prostáticos.
c) El Pan de Abejas
d) La Jalea Real
La Jalea Real quizá sea el elemento apiterapeútico del que más se ha oído hablar últimamente. Sus
asombrosas propiedades la han puesto en primera línea entre los productos dietéticos para superar el
estrés y la fatiga.
Basta con saber que las abejas, alimentadas con miel, viven entre 25 y 30 días en época de
recolección y la Reina, alimentada solamente con Jalea Real, puede vivir hasta 6 años, para comprender
que estamos ante un producto excepcional de la Naturaleza.
Entre otras muchas propiedades, la Jalea Real estimula el crecimiento y aumenta el nivel de
cortisol en la sangre, lo que explica su acción sobre las enfermedades como la artritis o la fatiga crónica.
De esta manera se convierte en un buen aliado de la terapia con veneno de abeja.
e) La Cera
La Cera se usó hasta tiempos recientes como el componente de las velas y tuvo una gran
importancia industrial, pues era la fuente de iluminación más usada.
También se la ha usado, desde los egipcios, como el ingrediente principal de las pomadas y de
algunos perfumes sólidos.
En Apiterapia se puede usar en esta forma de pomada por sus propiedades cicatrizantes y
antiinflamatorias y como “goma de mascar”, directamente del panal, por su contenido en miel, polen y
propóleo.
Más conocido como Apilarnil, nombre comercial utilizado en Rumania por su descubridor, se le
conoce como la “Viagra” natural, lo que ya nos habla de algunas de sus propiedades. Aunque se puede
comer directamente de la colmena, la preparación comercial viene liofilizada y en cápsulas.
El Apilarnil es principalmente un extracto de larvas de zánganos que contiene también pequeñas
cantidades de jalea real, pan de abejas, miel y propóleos.
Por su origen, es, en Apiterapia, un elemento fortalecedor masculino. Según el Dr. Stefan
Stangaciu, además, “aumenta la capacidad del sistema inmunológico y estimula la hipófisis y las
suprarrenales”.
2 – EL PROPÓLEO
Capítulo aparte merece el Propóleo. Las abejas lo obtienen de las yemas de los árboles y lo
transforman con las secreciones de sus glándulas mandibulares. Es un elemento de la colmena con
tantas propiedades, que, en breve, lo veremos en múltiples preparaciones naturales.
Es quizá el producto de la colmena más estudiado desde el punto de vista farmacológico, aunque
aún poco conocido por el público en general.
Tiene más de 300 componentes descubiertos y se han detectado en él más de 50 flavonoides.
Su nombre “propolis”, el defensor de la ciudad, nos indica su principal propiedad: defendernos de
los ataques exteriores.
Su preparación más frecuente para usos terapéuticos es disuelto en alcohol de 70º. En el caso de
utilizarlo en combinación con el veneno de abeja, debe de consumirse puro o triturado en cápsulas o, si
se encuentra, disuelto en agua (algo complicado de realizar). En la terapia con veneno de abejas no es
conveniente usar alcohol, porque contrarresta su efecto terapéutico.
Su uso en pomadas es muy conocido y utilizado en muchos países: Rumania, Cuba, Alemania,
Inglaterra y Estados Unidos.
Menos conocido, pero no por ello menos útil, es su uso en forma de supositorios o en forma de
talco de propóleos.
En el II Congreso Alemán de Apiterapia (marzo de 2003), el Dr. Ortwin Faff de Alemania,
presentó una investigación realizada en su país, en la que se comprobó la inhibición de la replicación del
virus del SIDA con propóleo, lo que le convierte en un elemento a tener en cuenta en la lucha contra esta
enfermedad en países con pocos recursos económicos.
Durante siglos se ha utilizado la picadura de abeja, es decir su veneno, sin saber su composición
exacta. Por sus efectos antirreumáticos se supuso que tenía ácido fórmico, ya que algunos pueblos
indígenas utilizan las hormigas con el mismo fin, aunque su efecto terapeútico no es tan poderoso como
el del Veneno de Abeja. Pero, en 1.921, Theodor Merl demostró, mediante cuidadosos experimentos
químicos, que el Veneno de Abeja no contiene ni siquiera una pequeña cantidad de ácido fórmico. A
pesar de ello, algunos autores siguen nombrándolo como uno de sus componentes, según el Dr. Bodog
F. Beck.
El Veneno de Abeja tiene mucha agua (88 % de su peso) y estos son algunos de sus
componentes más conocidos:
Melitina:
• Es el responsable del dolor y el picor en el veneno de abeja.
• Tiene poderosas propiedades bactericidas y citotóxicas.
• Produce los síntomas de inflamación a través de liberación de histamina.
• Estimula la pituitaria para liberar ACTH, que estimula las glándulas suprarrenales para producir
cortisona, responsable de la respuesta del cuerpo para la autocuración.
• Es 100 veces más potente como antiinflamatorio que la hidrocortisona en pruebas realizadas en
ratas con artritis (Nature, Nov. 1.974).
• Constituye el 50 % de la apitoxina (peso seco).
Apamina:
• Actúa sobre el sistema nervioso central.
• Refuerza la transmisión sináptica a largo plazo.
• Acorta la duración del potencial de actuación de un nervio.
Hialuronidasa:
• Disuelve el ácido hialurónico que conecta las células, haciendo así más permeable el tejido o el
espacio extracelular. Esto facilita el transporte de las sustancias curativas y a la eliminación de
los desechos o de las sustancias tóxicas del área dañada.
Dopamina (neurotransmisor):
• Es un neurotransmisor que aumenta la actividad motriz. Es deficiente en pacientes con Parkinson
y excesiva en pacientes sicóticos tratados con medicamentos neurolépticos. La Dopamina junto
con la Serotonina y otras catecolaminas están implicadas como factores en las depresiones.
Adolapina:
En primer lugar, se realiza una prueba de alergia, muy sencilla de hacer con una rejilla que
impide que el aguijón se quede en la piel. Sin esta prueba no se debe iniciar ninguna terapia con abejas.
Es muy conveniente el uso previo, y durante el tratamiento, de los otros productos de la colmena,
que protegen a la persona de los efectos negativos del veneno de abeja.
Después de esta prueba y una picadura, se espera una semana para ver los efectos que se
pueden producir (inflamación, enrojecimiento, fiebre, etc.) que no se corresponden con una reacción
alérgica o el shock anafiláctico, pero que sí pueden condicionar la rapidez y la intensidad de las
aplicaciones.
La observación, en la colmena, de que las abejas, cuando no están irritadas, pican principalmente
en puntos de acupuntura, me llevó a dejarlas “elegir” los lugares en dónde clavan el aguijón.
Mi hipótesis de trabajo es que las abejas perciben las descargas energéticas de los puntos de
acupuntura “irritados” y se defienden de esta agresión clavando su aguijón.
Basándome en esto, llevo a las abejas con una pinza a lo largo del meridiano de acupuntura a
una distancia de aproximadamente 2 mm. de la piel. Cuando la abeja pasa por el lugar afectado, pica.
Esto hace que la curación sea mucho más eficaz.
Si es necesario, se puede acudir a la colmena, con la protección adecuada, y permitir que
algunas abejas piquen en los lugares que ellas detectan.
Este sistema se utilizó desde la antigüedad por parte de los apicultores o de sus familiares, que
acudían a la colmena, cuando sufrían algún dolor articular. En la actualidad muchos apicultores
desconocen esta propiedad y apenas la utilizan.
Una vez realizada la picadura, se observa la forma del “volcan” que se produce alrededor y las
formas de la coloración. Estas nos dan información sobre la tensión muscular de la zona. Lo que nos
ofrece un diagnóstico más acertado del problema y la forma de continuar con la terapia.
Habitualmente, se realiza una sesión por semana, para permitir que el propio organismo continúe
la curación.
Entre la segunda y la quinta sesión puede producirse la llamada “Crisis Curativa” que, a veces, se
confunde con una reacción alérgica y que es la forma que tiene nuestro organismo de curar. Se puede
manifestar en forma de fiebre, diarrea o dolores parecidos a los que se tienen en una situación gripal. El
uso de los otros productos de la colmena reduce normalmente estos efectos.
Contraindicaciones
De todos los productos de la colmena, el veneno es, potencialmente, el más peligroso y, por
tanto, se deben de tomar las precauciones necesarias: prueba de alergia, número reducido de picaduras
al principio y aplicación por parte de un terapeuta adecuadamente formado.
Además, el uso del veneno de abeja está contraindicado en las siguientes situaciones:
Enfermedades cardiovasculares, diabetes insulinodependiente, tuberculosis, enfermedades
venéreas, insuficiencia de las glándulas suprarrenales, insuficiencia renal, glaucoma, embarazo, durante
la menstruación, niños menores de 12 años, inmediatamente antes o después de las comidas, el uso de
algunos medicamentos.
BIBLIOGRAFIA UTILIZADA
PÁGINAS WEB