Yeshua y Mujer Adultera
Yeshua y Mujer Adultera
Yeshua y Mujer Adultera
Yojann/Juan 8:1-11 por: Angel Candelaria El relato de Yahosha y la mujer adltera es uno de varios relatos frecuentemente mal interpretados y manipulados con el propsito de hacer ver que Yahosha aboli la Torah (comnmente traducida como Ley). Sin embargo, el asumir que Yahosha aboli la Torah basndose en su deliberacin respecto a la mujer adltera es un grave error, y denota ignorancia de la Escritura en aquellos que as lo aceptan y ensean. A travs de este breve estudio veremos que, sin lugar a duda, ms que abolir la Torah, Yahosha confirm la correcta interpretacin y aplicacin de la misma. Pero Yahosha se fue al monte de los Olivos. Luego, al amanecer, se present otra vez en el Templo y todo el pueblo acudi a l; entonces se sent y se puso a ensearles. Yojann/Juan 8:1-2 (VIN1) Para comenzar esta discusin, estimo necesario mencionar que, en relacin con el captulo anterior y el siguiente, el mismo rompe la secuencia o lnea de pensamiento que llevaba la narracin. En las secciones anteriores y siguientes a esta historia, la Escritura narra los eventos sucedidos durante la celebracin de Sukkot de ese ao. De hecho, ste relato no se encuentra en algunos de los manuscritos antiguoscomo los textos de la Peshitta y otros Siracosy en otros manuscritos aparece ubicado en otro lugar en la narracin de la historia de Yahosha; algunos lo ubican luego de Luqa/Lucas 21:38, otros luego de Yojann/Juan 7:36, Yojann/Juan 7:52, o incluso Yojann/Juan 21:24. De acuerdo con Papas de Hierpolis, uno de los Padres de la iglesia, este relato tambin apareca en el Evangelio Segn los Hebreos. Ahora bien, asumiendo que la ubicacin del relato sugerida por el libro de Yojann/Juan es la correcta, tal parece que este evento sucede durante la celebracin de Sukkot. En eso los escribas y los fariseos le trajeron una mujer que haban sorprendido en adulterio; y ponindola en medio, le dijeron: 'Rab, a esta mujer la han sorprendido en el mismo acto de adulterio. Ahora bien, en la Torah Mosheh nos mand apedrear a las tales. Y t, qu dices?' Yojann/Juan 8:3-5 (VIN) Es evidente que la Torah condena el adulterio, y sto es fcilmente sustentable por la Escritura. Varias porciones de la Torah, como Devarim/Deuteronomio 22:13-30 y Bamidbar/Nmeros 5:11-31, ofrecen instrucciones especficas sobre como tratar los casos de infidelidad. De acuerdo a los detalles ofrecidos en este relato, tal parece que ste era un caso en el cual la mujer estaba comprometida para casarse al momento de cometer la falta, lo cual la haca merecedora de la pena capital por lapidacin: En el caso de una virgen que est comprometida con un hombre, si un hombre la encuentra en el campo y se acuesta con ella, los sacars a los dos a la puerta de ese poblado y los apedrears hasta morir: a la muchacha porque no pidi ayuda en el poblado, y al hombre porque viol a la esposa de otro hombre. As eliminars el mal de tu medio. Devarim/Deuteronomio 22:23-24 (VIN, nfasis aadido) Sin embargo, la motivacin principal de los escribas y fariseos que trajeron este caso ante Yahosha no era el buscar la justicia de Yahweh, sino fabricar un incidente en el cual pudieran acusarlo ante las autoridades para desacreditarlo:
1 Versin Israelita Nazarena
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Esto lo decan para probarlo, para tener de qu acusarlo. Pero Yahosha se inclin hacia el suelo y se puso a escribir en la tierra con el dedo. Yojann/Juan 8:6 (VIN) sta situacin era, principalmente, una prueba poltica. Para entender sto, debemos tener en mente que, tras la invasin del imperio romano, los judos perdieron el poder de aplicar la pena de muerte a las personas que as lo merecan, de acuerdo a la Torah. Tenemos dos evidencias de sto. Una de ellas la encontramos en la Torah Oral, y la otra en la misma Escritura: Algo ms de cuarenta aos antes de la destruccin del Templo, el poder de aplicar la pena capital fue quitada de los judos (Tratado Sanhedrn, folio 24) Entonces Pilato les dijo: 'Llvenselo ustedes y jzguenlo segn su ley'. Los [dirigentes] yahuditas le dijeron: 'A nosotros no se nos permite darle muerte a nadie' Juan 18:31 (VIN, nfasis aadido) Teniendo este dato como base, es posible concluir que los fariseos y escribas buscaban motivo para acusar a Yahosha de violar la ley romana. Si Yahosha afirmaba que la mujer mereca la pena de muerte, entonces poda ser acusado ante las autoridades romanas de insubordinacin, ya que los judos haban perdido el derecho de aplicar la pena de muerte. se privilegio estaba reservado para las autoridades romanas; cualquier persona o grupo no romano que fuera sorprendido aplicando la pena de muerte se expona a severas sanciones por violentar la leyes romanas. Por qu Yahosha decide escribir en el suelo? La realidad es que el relato no ofrece una explicacin clara sobre el asunto. Existen varias teoras en cuanto al asunto. Pudiera ser que el hecho de escribir en la tierra fuera una referencia indirecta a la maldicin pronunciada por los sacerdotes cuando un hombre acusaba a una mujer de ser infiel (vea Bamidbar/Nmeros 5:11-31). Como parte de este ritual, la mujer era obligada a beber una mezcla hecha de agua consagrada, tierra del Mishkn/Morada y las maldiciones escritas 2. Si la mujer haba cometido una transgresin, la maldicin entraba en vigor; si era inocente, nada ocurra. Por otro lado, el escribir en tierra pudiera ser una referencia a lo dicho por el profeta Yirmeyahu/Jeremas, lo cual da a pensar que Yahosha estaba escribiendo sus nombres en tierrasmbolo de que sus nombres seran olvidados y borrados en el reino venidero: Esperanza de Yisra'el, O YAHWEH! Todos los que te han abandonado sern avergonzados, aquellos que te dejan sern inscritos en el polvo, porque han abandonado a YAHWEH, la fuente de agua viviente. Yirmeyahu/Jeremas 17:13 (TKIM-DE3, nfasis aadido) En cualquiera de los casos, la implicacin parece ser la misma: Los escribas y fariseos eran como una esposa que fue infiel a Yahweh debido a sus transgresiones. En otras palabras, Yahosha les estaba acusando de lo mismo que ellos acusaban a la mujer adltera. Como insistieron en preguntarle, se enderez y les dijo: 'El de ustedes que est sin pecado sea el primero en arrojarle una piedra'. Y otra vez se inclin hacia abajo y sigui escribiendo en la tierra. Pero cuando lo oyeron, fueron saliendo uno por uno, comenzando por los ms viejos, hasta que qued l solo, y la mujer que estaba en medio. Yojann/Juan 8:7-9 (VIN) Ciertamente, los escribas y fariseos haban perdido su caso, y no porque Yahosha estuviera aboliendo la Torah
2 Segn el comentario de Adam Clarke sobre Bamidbar/Nmeros 5:13, es posible que las maldiciones se escribieran usando una tinta especial usada para este propsito. Esta tinta, al entrar en contacto con el agua, desmereca y se mezclaba con sta, creando una mezcla amarga. 3 Traduccin Kadosh Israelita Mesinica de Estudio
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y obrando en la gracia, como muchos maestros errneamente ensean. Para empezar, Devarim/Deuteronomio 22:24 dice que ambosla mujer y el hombre que cometieron la faltadeben ser apedreados. Sin embargo, dnde estaba el hombre con quien la mujer haba cometido adulterio? En este sencillo detalle ya los escribas y fariseos pierden su caso. Ahora bien, hay otro detalle tcnico aun ms importante, lo cual dictamina el desenlace de este caso. La Torah establece que, en un caso de acusacin con dos o ms testigos, los mismos testigos deben ser los primeros que arrojen la primera piedra en contra del acusado: A una persona se le dar muerte nicamente por el testimonio de dos o ms testigos, no se le debe dar muerte por el testimonio de un slo testigo. Que las manos de los testigos sean las primeras contra l para darle muerte, y despus las manos del resto del pueblo. As eliminars el mal de tu medio. Devarim/Deuteronomio 17:6-7 (VIN, nfasis anadido) Sin embargo, cuando Yahosha alude a sus consciencias, invitando a aquel que est sin pecado sea el primero en arrojarle una piedra Yojann/Juan 8:7 (VIN), nadie se atrevi a condenar a la mujer, pues ellos saban que merecan igual o peor condenacin que ella por sus transgresiones. Por otro lado, aunque sabemos que Yahosha rechazaba muchas de las tradiciones impuestas por el hombre, en ocasiones us algunas de estas tradiciones en contra de ellos mismos. Segn la Halakhah de Qumram encontrada en los Rollos del Mar Muerto, nadie que a sabiendas haya violado una sola palabra de los mandamientos puede ser considerado un testigo confiable en contra de su prjimo hasta tanto sea considerado nuevamente apto para regresar a la comunin plena junto a los dems. (Documento Damascus 4Q270, fragmento 9, columna 10, lneas 2-3). Los acusadores principales, siendo escribas y fariseos, estaban bien relacionados con este principio, por lo que en sus consciencias saban que no eran aptos para servir como testigos confiables. Por lo tanto, si los acusadores principales no se atrevan a iniciar el acto de lapidacin tirando la primera piedra, el castigo que establece la Torah no se poda llevar a cabo, lo cual deja a los escribas y fariseos sin caso alguno en contra de la mujer. Entonces Yahosha se enderez y le pregunt: 'Mujer, dnde estn? Ninguno te ha condenado?' Y ella dijo: 'Ninguno, Maestro'. Entonces Yahosha le dijo: 'Yo tampoco te condeno. Vete y en adelante no peques ms.' Yojann/Juan 8:10-11 (VIN) Ya que no haba caso en contra de la mujer, Yahosha no la condenade todos modos, aquellos que tenan el derecho legal de iniciar la condena se retractaron, por lo que Yahosha no encuentra causa para condenarla. Sin embargo, le dice algo muy importante: Vete y en adelante no peques ms. La Escritura define el pecado como transgresin de la Torah (1 Yojann/Juan 3:4). Por lo tanto, lejos de estar aboliendo la Torah, Yahosha le est ofreciendo a la mujer una nueva oportunidad de rectificar su vida y comenzar a vivir de acuerdo a la Torah. En resumen, el relato de Yahosha y la mujer adltera no est evidenciando un nuevo rgimen de gracia que deja sin efecto la Torah con la venida del Mesas. La realidad es que, desde el Gan den/Jardn del Edn, la gracia siempre ha existido, y ha continuado presente a travs de la historia de Israel hasta el da de hoy. Por el contrario, en vez de abolir la Torah, Yahosha aplica la misma en favor de la mujer que enfrentaba la pena de muerte. Pero luego exhorta a la mujer a no transgredir mas la Torah, confimando as la validez y relevancia de la misma. sto, ms que una evidencia de un rgimen de gracia, es una evidencia de la validez de la Torah, la cual sigue en efecto hasta nuestros das. Por tal razn, estemos firmes en nuestra fe en el Mesas y en la observancia de la Torahno siguiendo tradiciones de hombres que contradicen la Torah, sino siguiendo el ejemplo de nuestro maestro Yahosha el Mesas. Entonces, invalidamos la Torah por la fe? De ninguna manera! Al contrario, confirmamos la Torah. Romiyim/Romanos 3:31 (VIN)