Alioth y Metatron
Alioth y Metatron
Alioth y Metatron
Alioth es una estrella blanca de tipo espectral A0p1 108 veces más luminosa
que el Sol. Con una temperatura efectiva de 9400 K, su radio es 4 veces mayor
que el radio solar y su masa es el triple de la del Sol.5 Es una estrella Ap
químicamente peculiar, la más brillante de su clase. Su espectro de luz es
atípico, mostrando ciertos elementos químicos realzados o disminuidos, que
además parecen cambiar con gran regularidad con la rotación de la estrella, en
este caso cada 5 días. Esta variación no se debe a la creación de elementos,
sino a su distribución en la atmósfera de la estrella. Esta distribución está muy
influida por el campo magnético estelar. Algunos elementos se concentran en
distintas regiones de la estrella, entrando y saliendo del campo de visión
conforme la estrella rota. Así, la abundancia de oxígeno es 100.000 mayor en
el ecuador magnético que en los polos magnéticos —que no coinciden con el
ecuador y los polos de la rotación—; el cromo se comporta de forma similar.
Elementos más pesados, como el europio, también muestran grandes
variaciones.5
Clasificada como una estrella variable de tipo Alfa2 Canum Venaticorum, Alioth
exhibe una pequeña variación en su brillo de 0,02 magnitudes. 2 Curiosamente,
tiene uno de los campos magnéticos más débiles entre las estrellas de su
clase, apenas 100 veces mayor que el campo magnético terrestre y 15 veces
más débil que el observado en el prototipo de estas variables, α² Canum
Venaticorum.
DESCRIPCIÓN
El Zohar llama a Metatrón «el Joven», y lo identifica como el ángel que guió al
pueblo de Israel en el desierto, luego del éxodo desde Egipto, y lo describe
como un sacerdote celestial. También se menciona a Metatrón en los
Seudoepígrafos, principalmente en el hebreo Libro de Enoc (también llamado el
Tercer Enoc), en el cual reaparece su título como «el YHWH menor».
Se dice que Metatron ha sido el mismo profeta Enoch que subió al Cielo y se
transformó en un ángel de fuego, con treinta y seis pares de alas, (según varias
fuentes tradicionales) para continuar sus días como un escriba celestial.
Así como Dios tiene muchos nombres también se pensaba que Metatron tenía
muchos nombres: Yahoel, Yofiel y Surya son unos de sus otros nombres.
Sentándose al lado de Dios, Metatron, el ángel del trono con 72 nombres,
evaluaba los hechos buenos y malos de Israel.
Un místico dijo que Metatron lleva las oraciones judías a a través de 900 cielos
a Dios.
Luego de llevada a cabo esta tarea, que muchas veces es delegada en sus
subordinados Gabriel o Miguel, Metatron acoge a los espíritus en el Paraíso y
es particularmente el guía, protector y maestro de los niños prematuramente
muertos o de muy corta edad.
Se cree que los llamados Angeles de la Guarda no son más que delegados de
Metatron en la tierra, dejando él a su cuidado a los niños y adultos hasta el día
de su muerte y posterior juicio o ascenso al cielo.
En alguna literatura judía su nombre se toma como otra forma de Dios, y cerca
de 100 sinónimos han sido encontrados para su nombre –cuyo origen
permanece muy oculto. En algunos libros se lo denomina “Pequeño Adonai” –
quizás igualándolo con la demiurgia gnóstica.
Metatrón parece haber adquirido muchas características del ángel Iaohel, uno
de los ángeles de la Presencia, o sea de uno de los ángeles que se dice se
halla frente a Dios. De Iaohel se dice a veces que es el jefe de los Serafim un
rol nombrado como Serafiel; y de estar a cargo del Coro Celestial.
EL CUBO DE METATRÓN
La fruta de la vida (un componente de la Flor de la Vida, un cuerpo de la
geometría sagrada) está compuesto de trece círculos. Si cada círculo se
considera un "nodo", y se conecta con el siguiente mediante una única línea
recta, un total de setenta y ocho líneas resultan creadas. Así, el cubo de
Metatrón es un cuerpo geométrico directamente obtenido de la "Fruta de la
vida"; dentro de él se pueden encontrar otros cuerpos, como los dos modelos
dimensionales de los cinco sólidos platónicos. En las primeras escrituras
cabalísticas se dice que Metatrón creó este cubo a partir de su propia alma.
Cuando una habitación en forma cúbica está preparada con los ocho triángulos
equiláteros en las ocho esquinas correspondientes, eso significa que al interior
se han formado por lo menos seis pirámides que confluyen al medio.
Seis pirámides de luz que confluyen al medio le dan a ese punto una
característica especial pues en ese punto la energía tan concentrada formará
una esfera de luz. En la figura de abajo debemos notar que las esquinas en
color violeta representan los lugares en donde están instalados los triángulos
en una habitación, y las líneas que forman las pirámides son en realidad
invisibles al ojo normal. Esta figura representa lo que se puede ver a nivel
energético al transformar un simple cuarto en un acelerador cuántico.
Las seis caras del cubo simple fueron reorientadas a través de los ocho
triángulos, invirtiendo el flujo y creando un templo etérico que puede ser muy
útil si se sabe como usarlo como una herramienta de cura y meditación, con
resultados sorprendentes.