Manual de Uso de La Fuerza de La Policía Nacional Del Paraguay

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MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

CONTENIDO Pág.

PRESENTACIÓN 3

I. FUNDAMENTACION LEGAL DEL USO FUERZA 5

II.CONCEPTOS FUNDAMENTALES SOBRE EL USO DE LA FUERZA 7


a. Uso de fuerza letal
b. Uso de fuerza no letal
c. Lesiones físicas graves
d. Comportamiento agresivo
e. Comportamiento combativo
f. Control
g. Armas de impacto
h. Técnicas de incapacitación
i. Equipos intermedios
j. Técnicas de conformidad
k. Creer de manera razonable
l. Herramientas mecánicas
m. Técnicas diseñadas para derribar

III. CONTEXTO LEGAL Y CRITERIOS TÉCNICOS PARA


EL USO DE LA FUERZA 8
a. Procedimiento de aprehensión o detención
b. Derechos de personas aprehendidas o detenidas
c. Uso de esposas
d. Registro o inspección
e. Normas legales para la Inspección o registro
f. Uso de criterio
g. Requisitos del uso de la fuerza. Niveles de resistencia
- Actitud negativa
- Desobediencia verbal
- Resistencia pasiva
- Resistencia defensiva
- Agresión activa
- Agresión activa grave
h. Factores que pueden afectar el uso de la fuerza
i. Factores que pueden incrementar el nivel de uso de la fuerza
j. Actos prohibidos como uso de fuerza

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MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

IV. USO DE FUERZA CONTINUA 20


a. Autoridad
b. Presencia policial
c.Instrucciones verbales
d. Técnicas de control sin armas
e. Armas de menor riesgo letal
f. Control sin armas
g. Técnicas intensas de control (Armas de impacto)
h. Desenfunde de la pistola
i. Fuerza letal

V. SUPERVISIÓN DEL USO DE LA FUERZA. INFORMES 23

a. Armas y munición autorizadas (letal y no letal)


b. Disparos de advertencia
c.Portación de armas de fuego (en servicio y fuera de servicio)
d. Solicitud de auxilio médico
e. Reasignación o permiso del servicio
f. Informe sobre el uso de la fuerza
g. Procedimiento de notificación del uso de la fuerza
h. Responsabilidad de los superiores
i. Investigación del uso de la fuerza
j. Condiciones para una investigación
k. Competencia para el manejo de las armas
l. Actualizaciones anuales
m. Auditorías
n. Mantenimiento de expedientes del personal
o. Sistema de control de quejas ciudadanas

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MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

PRESENTACIÓN

El objetivo del presente manual es establecer una doctrina clara sobre el


uso de la fuerza por parte de la Policía Nacional, que permita la formación de
los recursos humanos de la Institución en técnicas y criterios de aplicación de la
fuerza pública basada en consideraciones fundamentales de necesidad,
proporcionalidad, eficacia, profesionalismo y respeto a los derechos humanos.

La fuerza pública aplicada por la Institución Policial no debe carecer de


límites claros y criterios bien definidos que la justifiquen y reglamenten.

Es importante tener presente que en el desempeño de las tareas, el


personal policial, como encargado de hacer cumplir la ley, respetará y protegerá
la dignidad humana, y mantendrá y defenderá los derechos humanos de todas
las personas1.

Una de las características principales de la policía es su capacidad


legítima para el uso de la fuerza, pero ello no significa que todas las tareas
policiales requieren necesariamente su utilización.

La mayoría de las actividades relacionadas con la función policial no


requieren el uso de la fuerza; pero en aquellas que puede ser necesario y lícito
recurrir a cierto grado de fuerza, o amenazar con su uso, para alcanzar un
objetivo policial legítimo, como por ejemplo para aprehensiones, prevención de
delitos y gestión de incidentes de desorden público, su aplicación deberá
realizarse en el marco del respeto a los derechos humanos.

La moderna Constitución que nos hemos dado en 1992, en consonancia


con instrumentos universales y regionales de derechos humanos, contiene
garantías individuales y protecciones a los distintos bienes jurídicos, con la
consagración específica del interés general por sobre el particular. Las leyes
sancionadas en su consecuencia, de un modo todavía general, otorgan
juridicidad a determinados actos del personal destinados a salvaguardar bienes
jurídicos propios o ajenos.

Una cuestión subyacente es la definición de fuerza legítima: el personal


policial debe evaluar rápidamente la naturaleza del peligro y el grado de la
amenaza planteada para elegir la manera más adecuada de abordarlo causando
el mínimo daño posible. La respuesta de la policía debe ser legítima, necesaria y
1Código de Conducta para Funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, Art. 12.

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MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

proporcionada. Los organismos policiales, así como los agentes a título


individual, pueden ser obligados a rendir cuentas de sus actos, y deberán
demostrar que la fuerza empleada fue necesaria y proporcionada, habida
cuenta de la información o inteligencia disponible, que consideraron digna de
crédito.

Se pretende que el personal policial que deba recurrir al legítimo uso de


la fuerza con motivo del servicio encuentre en este manual expresos
parámetros de justificación, de manera a dejar a salvo su responsabilidad en los
casos en que su proceder resulte cuestionado, toda vez que se hubiese
ajustado al mismo.

Para la Policía Nacional resulta necesario contar con el presente manual,


que contiene parámetros escritos sobre las políticas y procedimientos de
actuación policial, determinando las prioridades respecto del rol de la función
policial, los límites de autoridad y el uso de la fuerza. De igual modo,
constituyen criterios importantes para realizar informes correspondientes sobre
el uso de la fuerza, orientados esencialmente a la transparencia de la actuación.

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MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

I. FUNDAMENTACIÓN LEGAL DEL USO DE LA FUERZA

La primera cuestión que corresponde abordar es la necesidad que


tiene la Policía Nacional de contar con una política institucional de uso de
fuerza, como la contenida en el presente manual. Esta política está
conformada por varios componentes, entre ellos, el marco legal
correspondiente, que busca señalar de manera específica el origen o la
fuente de donde emana la facultad legal para el empleo de la fuerza y su
desarrollo.

Las normas legales están orientadas a sentar las bases jurídicas que
permitan a la Policía Nacional, en circunstancias excepcionales, hacer uso de
la fuerza; así como las limitaciones de tal facultad, y suponen el respeto a
los derechos humanos y, particularmente, la no discriminación respecto del
derecho de igualdad al momento de su empleo.

Las regulaciones sobre el uso de fuerza se encuentran contenidas en


el marco jurídico nacional e internacional.

En el orden de prelación jurídica, tenemos en primer lugar a la


Constitución de la República del Paraguay (CRP), que en su artículo 172
establece: “DE LA FUERZA PÚBLICA. La Fuerza Pública está integrada, en forma
exclusiva, por las fuerzas militares y policiales”. Consiguientemente, el artículo 175
dispone: “DE LA POLICÍA NACIONAL. La Policía Nacional es una institución
profesional, no deliberante, obediente, organizada con carácter permanente y en
dependencia jerárquica del órgano del Poder Ejecutivo encargado de la seguridad
interna de la Nación.

Dentro del marco de esta Constitución y de las leyes, tiene la misión de


preservar el orden público legalmente establecido, así como los derechos y la
seguridad de las personas y entidades y de sus bienes; ocuparse de la prevención de
los delitos; ejecutar los mandatos de la autoridad competente y, bajo dirección judicial,
investigar los delitos. La Ley reglamentará su organización y sus atribuciones…..”

En segundo lugar de prelación tenemos los instrumentos internacionales


relacionados con el empleo de fuerza, ratificados por el Estado paraguayo, que fijan
los principios generales y estándares mínimos que debe respetar el uso de la fuerza.

Entre lo que se ha tenido en cuenta para la elaboración del presente manual,


tenemos la Convención Contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o
Degradantes de las Naciones Unidas, ratificada por Ley N° Ley 69/89.

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Asimismo, se han considerado las directrices de Naciones Unidas sobre el Uso


de Fuerza, que constituyen orientaciones universales que describen los estándares
mínimos para el ejercicio de la actividad policial, como son:

a) El Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley2;

b) Principios Básicos Sobre el Empleo de la Fuerza y de las Armas de Fuego.

c) Reglas mínimas para el tratamiento de los Reclusos;

d) Conjunto de Principios para la protección de todas las personas sometidas a


cualquier forma de detención o prisión; y,

e) Reglas de las Naciones Unidas para la protección de los menores privados de


libertad.

Igualmente se ha considerado las recomendaciones del Comité Internacional de la


Cruz Roja (CICR) sobre el uso de la fuerza y de armas de fuego, para adaptar la
legislación interna a las recomendaciones internacionales sobre la protección de los
derechos humanos y el entrenamiento de los recursos humanos encargados de hacer
cumplir la ley.

En el tercer lugar del orden de prelación tenemos las leyes dictadas por el
Congreso Nacional. En ese sentido la Policía Nacional se encuentra regulada por la Ley
222 del año 1993, que en lo referente a su función establecida por la propia
Constitución y específicamente al uso de la fuerza, dispone:

“Artículo 4o. La Policía Nacional, como órgano de seguridad interna del Estado, podrá
hacer uso de la fuerza pública para el cumplimiento de su cometido….”.

“Artículo 145. El personal de la Policía Nacional podrá emplear sus armas cuando fuere
motivado por la exigencia del servicio, luego de realizadas las persuasiones y
prevenciones reglamentarias….”

Y por último, contamos de acuerdo al orden de prelación con las


Disposiciones Jurídicas de menor jerarquía, que constituyen las normas
reglamentarias, obligatorias en el ámbito de la Institución. Estas
reglamentaciones o resoluciones internas tienen como objeto regular sobre
aspectos específicos y adaptarlos al nivel operativo del personal de la Policía
Nacional.
2 Principios Básicos adoptados por el octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del
Delito y Tratamientos de Delincuentes celebrado en la Habana/1990

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En vista a lo expresado con respecto a la regulación normativa sobre el uso


de la fuerza, ésta no debe limitarse a la norma. Debe existir por parte del
Estado y de la Institución Policial, la decisión política de traducir el marco legal
de justificación en orientaciones operativas (Manuales de Procedimientos o de
Uso de Fuerza), e igual importancia tienen el entrenamiento y el equipamiento
de las fuerzas policiales que deben ser tenidos en cuenta como pilares de una
política institucional.

II. CONCEPTOS FUNDAMENTALES SOBRE EL USO DE FUERZA3

a. USO DE LA FUERZA LETAL:

Cualquier uso de fuerza susceptible de causar la muerte o lesiones


graves. Esto incluye, pero no se limita a, conductas como las de:

- disparar un arma en dirección de una persona, aunque no exista la


intención de matar o causar lesiones físicas graves; y

- disparar un arma hacia un vehículo tripulado.

b. USO DE FUERZA NO LETAL:

Todo uso de fuerza diferente de la que se considere letal. Esto incluye


cualquier esfuerzo físico usado para controlar o contener a una persona,
o para vencer la resistencia de alguien.

c. LESIONES FÍSICAS GRAVES:

Cualquier lesión física que provoca un riesgo sustancial de muerte o que


causa una desfiguración personal seria, o que resulta en la pérdida o
disminución de una función u órgano de cualquier parte del cuerpo.

d. COMPORTAMIENTO AGRESIVO:
3 Fuentes:
Ley que regula el uso de la fuerza de los Cuerpos de Seguridad Publica del Distrito Federal –
México.2008
Política de Uso de Fuerza del Departamento de Policía de Dover. 2007.
Política de Uso de Fuerza de Departamento de Policía de Denver.
Montano, Pedro J.”El estatuto del funcionario policial”. Universidad de la Republica del Uruguay.
Martínez Mercado, Fernando;"Uso de la Fuerza", Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana (CESC)
del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile

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Actitud mostrada por un individuo que transmite, con palabra o acto, un


peligro de violencia o resistencia a una autoridad legal o a una tercera
persona sin calificativos.

e. COMPORTAMIENTO COMBATIVO:
Acciones mostradas por un individuo que está activamente combatiendo
a un policía u otra persona.

f. CONTROL:
Medidas físicas utilizadas por el personal policial para vencer la
resistencia, contrarrestar el comportamiento agresivo o combativo, o
evitar la huida mientras se efectúa la aprehensión o detención.

g. ARMAS DE IMPACTO:
Armas diseñadas para establecer el control sobre un adversario por
medio del impacto.

h. TÉCNICAS DE INCAPACITACIÓN:
Métodos de control que sirven para dejar a un individuo temporalmente
deshabilitado. Las técnicas de incapacitación deben utilizarse sin
animosidad, alevosía, ensañamiento o burla.

i. EQUIPOS INTERMEDIOS:
Equipos diseñados para suplir técnicas de control sin armas. Incluye
desde la tonfa, hasta agresivos químicos. Estos equipos no han sido
diseñados para suplir a las armas de fuego y resultan insuficientes para
casos donde la resistencia se da con el uso de fuerza letal.

j. TÉCNICAS DE CONFORMIDAD:
Técnicas que obligan a un sujeto a cumplir las instrucciones legales del
personal policial, a través de la aplicación de presión controlada o suave
en áreas específicas del cuerpo.

k. CREER DE MANERA RAZONABLE:


Hechos o circunstancias que son del conocimiento del personal policial, o
las cuales debería tener en mente.

l. HERRAMIENTAS MECÁNICAS:
Herramientas de tipo mecánico como las esposas, usadas para restringir
el movimiento del sujeto y para facilitar el registro.

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m. TÉCNICAS DISEÑADAS PARA DERRIBAR:


Técnicas que tienen como objetivo derribar a un sujeto agresivo o
combativo, con el fin de limitar la resistencia física y facilitar la
instalación de una herramienta mecánica.

III. CONTEXTO LEGAL Y CRITERIOS TÉCNICOS PARA EL USO DE LA


FUERZA:

a. PROCEDIMIENTO DE APREHENSIÓN Y/O DETENCIÓN:

La Libertad es un derecho natural del hombre, por el cual es dueño de


sus actos y de decidir sobre sí mismo, sin estar sujeto a ninguna fuerza o
coacción psicofísica interior o exterior. La Libertad nos permite disponer
de nuestra persona, sin influencias de presiones, amenazas o coacciones
que violenten nuestra decisión. La libertad individual se encuentra
garantizada por la Constitución de la República del Paraguay, que indica
en qué circunstancias y de qué modo una persona puede ser privada de
ella.

Para una aprehensión el policía toma físicamente bajo custodia al


acusado o limita su libertad de movimiento de una manera significativa,
como respuesta a un hecho punible u orden de autoridad competente.
Cualquier uso de la fuerza necesario y razonable puede ser aplicado para
aprehender a alguien, pero siempre en función de la resistencia ofrecida.

Una persona tiene el derecho de saber por qué se le aprehende, detiene


o arresta. Igualmente, a ser informada de sus derechos. Por lo tanto,
cuando una persona es privada de su libertad, debe ser informada
inmediatamente de los siguientes derechos:

- a guardar silencio, o a no declarar contra sí mismo;


- a nombrar a un abogado de su confianza;
- a que el hecho sea informado a sus familiares;
- a que, si no puede pagar un abogado, uno de la Defensa Pública le
asista; y
- a ser informada que puede ejercer estos derechos en cualquier
momento.

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b. DERECHOS CONSTITUCIONALES DE PERSONAS DETENIDAS:

La Constitución en su artículo 12, respecto de la detención y del arresto,


establece lo siguiente: “….Toda persona detenida tiene derecho a:

1. que se le informe, en el momento del hecho, de la causa que lo motiva, de


su derecho a guardar silencio y a ser asistida por un defensor de su
confianza. En el acto de la detención, la autoridad está obligada a exhibir la
orden escrita que la dispuso;
2. que la detención sea inmediatamente comunicada a sus familiares o
personas que el detenido indique;
3. que se le mantenga en libre comunicación, salvo que, excepcionalmente, se
halle establecida en su incomunicación por mandato judicial competente, la
incomunicación no regirá respecto a su defensor, y en ningún caso podrá
exceder del término que prescribe la ley;
4. que disponga de un intérprete, si fuere necesario, y a
5. que sea puesta, en un plazo no mayor de veinticuatro horas, a disposición
del magistrado judicial competente, para que éste disponga cuanto
corresponda en derecho”.

c. USO DE ESPOSAS:
El propósito primordial de esposar a una persona aprehendida o detenida
es mantenerla controlada y minimizar la posibilidad de que la situación
se agrave hasta el punto que requieran medidas más drásticas de
restricción.

Los factores que el personal policial debe considerar para tomar la


decisión de esposar a las personas detenidas incluyen, pero no están
limitados, a:

- la posibilidad de escape de la persona detenida;


- la posibilidad de que el incidente se agrave;
- que constituya un peligro potencial para el personal policial u otras
personas, incluyendo la posibilidad de causarse daño a sí misma; y
- el conocimiento previo de agresividad de la persona aprehendida.

Por lo tanto, cualquier decisión de no esposar a una persona detenida o


aprehendida tiene que basarse en hechos específicos.

d. REGISTRO O INSPECCIÓN:

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La intimidad personal, familiar, y los recintos privados se hallan


garantizados por la Constitución de la República en sus artículos 33 y 34.
El Registro o inspección de una persona, de su casa o su vehículo es una
acción altamente invasiva, por lo que se debe llevar a cabo teniendo
siempre en mente la dignidad y el respeto a la persona afectada.

Sin embargo, la seguridad del personal policial interviniente y de otras


personas es prioritaria. En general, el personal policial puede registrar:

- Con el permiso de la persona4.


- Con una orden de allanamiento.
- Cuando se lleva a cabo una aprehensión.
- A un individuo, cuando el policía tuvo razones para temer por su
seguridad.
- En la escena del crimen.
- Cuando las circunstancias así lo exijan.
- En otras situaciones autorizadas por el Estado y provisiones
constitucionales

El registro o inspección debe ser realizado por un personal policial del


mismo sexo que la persona registrada. Una vez aprehendida y/o
detenida una persona, se puede recurrir a técnicas de inmovilización y
control que impidan lesiones a sí mismas o a terceras personas, o la
destrucción de pruebas, hasta tanto pueda ser registrada por una
persona de su mismo sexo.

La Constitución consagra en su artículo 33, lo siguiente:

“Artículo 33. Del derecho a la intimidad:


La intimidad personal y familiar, así como el respeto a la vida privada, son
inviolables. La conducta de las personas, en tanto no afecte al orden público
establecido en la ley o a los derechos de terceros, estará exenta de la autoridad
pública.
Se garantizan el derecho a la protección de la intimidad, de la dignidad y de
la imagen privada de las personas”.
La privacidad debe ser garantizada y promovida por el personal policial ante
terceros y especialmente ante los medios de comunicación, sin que esto
signifique un conflicto con el derecho a acceder a la información. En

4 Código Procesal Penal, articulo 191

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concordancia con la citada norma constitucional, el Código Procesal Penal


estatuye en su artículo 298 inciso 4) PRINCIPIOS BÁSICOS DE
ACTUACIÓN: “…. 4) no permitir que los detenidos sean presentados a ningún
medio de comunicación social, sin el expreso consentimiento de aquéllos, el
que se otorgará en presencia del defensor, previa consulta, y se hará constar
en las diligencias respectivas…”.

Asimismo, el artículo 34 de la CRP dispone que: “Todo recinto


privado es inviolable. Sólo podrán ser allanados o clausurados por orden judicial
y con sujeción a la ley. Excepcionalmente podrán serlo, además, en caso de
flagrante delito o para impedir su inminente perpetración, o para evitar daños a
la persona o a la propiedad”.

e. NORMAS LEGALES PARA LA INSPECCIÓN O REGISTRO, SEGÚN


EL CÓDIGO PROCESAL PENAL:
“Artículo 176. INSPECCIÓN DEL LUGAR DEL HECHO. La Policía deberá
custodiar el lugar del hecho y comprobará, mediante la inspección del lugar y
de las cosas, los rastros y otros efectos materiales que sean consecuencia del
hecho punible.
El funcionario policial a cargo de la inspección labrará un acta que
describa detalladamente el estado de las cosas y cuando sea posible, recogerá
y conservará los elementos probatorios útiles, dejando constancia.
El acta será firmada por dos testigos hábiles, en lo posible vecinos del
lugar, que no deberán tener vinculación con la Policía; bajo esas formalidades
podrá ser incorporada al juicio por su lectura”.
“Artículo 179. INSPECCIÓN DE PERSONAS. La Policía podrá realizar la
requisa personal, siempre que haya motivos suficientes que permitan suponer
que una persona oculta entre sus ropas, pertenencias, o lleva adheridas
externamente a su cuerpo, objetos relacionados con el hecho punible.
Antes de proceder a la requisa deberá advertir a la persona acerca de la
sospecha y del objeto buscado, invitándole a exhibir el objeto.
La advertencia y la inspección se realizarán en presencia de dos testigos
hábiles, en lo posible vecinos del lugar, que no deberán tener vinculación con la
Policía; bajo esas formalidades se labrará un acta que podrá ser incorporada al
juicio por su lectura”.
“Artículo 180. PROCEDIMIENTO PARA INSPECCIÓN DE PERSONAS. Las
requisas se practicarán separadamente, respetando el pudor de las personas.
La inspección a una persona será practicada por otra de su mismo sexo.
La inspección se hará constar en acta que firmará el requisado, si así no
lo hace se consignará la causa.

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Artículo 181. INSPECCIÓN DE VEHÍCULOS. La Policía podrá realizar la


requisa de un vehículo, siempre que haya motivos suficientes para suponer que
una persona oculta en él objetos relacionados con un hecho punible. Se
realizará el mismo procedimiento y se cumplirán las mismas formalidades
previstas para la inspección de personas”.
“Artículo 182. INSPECCIONES COLECTIVAS. Cuando la Policía realice
inspecciones de personas o de vehículos, colectivamente, con carácter
preventivo, deberá comunicar al Ministerio Público con seis horas de
anticipación.
Si la inspección colectiva se realiza dentro de una investigación ya
iniciada, se deberá realizar bajo dirección del Ministerio Público.
Si es necesaria la inspección de personas o vehículos determinados, el
procedimiento se regirá según los artículos anteriores”.
“Artículo 183. REGISTRO. Cuando haya motivo suficiente que permita
suponer que en un lugar público existen indicios del hecho punible investigado
o la presencia de alguna persona fugada o sospechosa, si no es necesaria una
orden de allanamiento, la Policía realizará directamente el registro del lugar.
Cuando sea necesario realizar una inspección personal o el registro de
un mueble o compartimento cerrado destinado al uso personal, en lugar
público, regirán análogamente los artículos que regulan el procedimiento de la
inspección de personas o vehículos.
Se invitará a presenciar el registro a quien habite o se encuentre en
posesión del lugar, o cuando esté ausente, a su encargado y, a falta de éste, a
cualquier persona mayor de edad.
Cuando sea posible se conservarán los elementos probatorios útiles”.
“Artículo 184. FORMALIDADES. Del registro se labrará un acta que
describa detalladamente el estado de las personas, lugares, cosas, los rastros y
otros efectos materiales que sean de utilidad para la averiguación de la verdad.
Si el hecho no produjo efectos materiales se describirá el estado actual
de los objetos, procurando consignar el anterior, el modo, tiempo y causa de su
desaparición y alteración, y los medios de prueba de los cuales se obtuvo ese
conocimiento”.
“Artículo 185. FACULTADES COERCITIVAS. A los efectos de realizar el
registro, se podrá ordenar que durante la diligencia no se ausenten las
personas que se hallan en el lugar o que comparezca inmediatamente cualquier
otra.
Los que desobedezcan incurrirán en la responsabilidad de los testigos,
sin perjuicio de ser compelidos por la fuerza policial, según lo previsto por este
código.

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MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

La restricción de la libertad no durará más de seis horas, sin recabar la


orden del juez”.
“Artículo 186. HORARIO. Los registros, con o sin allanamiento, en
lugares cerrados o cercados, aunque sean de acceso público, sólo podrán ser
practicados entre las seis de la mañana y las diez y ocho de la tarde.
Sin embargo, se podrán practicar registros nocturnos;
1) en los lugares de acceso público, abiertos durante la noche y en un
caso grave que no admita demora en la ejecución; y,
2) en los casos en que el juez lo autorice expresamente, por resolución
fundada.
“Artículo 187. ALLANAMIENTO DE RECINTOS PRIVADOS. Cuando el
registro deba efectuarse en un recinto privado particular, sea lugar de
habitación o comercial, o en sus dependencias cerradas, se requerirá siempre
orden de allanamiento escrita y fundada del juez o tribunal”.
“Artículo 188. EXCEPCIONES. Los siguientes casos quedarán
exceptuados de lo dispuesto por el artículo precedente:
1) cuando existan denuncias fundadas sobre personas extrañas que
fueron vistas introduciéndose en un lugar con evidentes indicios de que van a
cometer un hecho punible;
2) cuando el imputado, a quien se persigue para su aprehensión, se
introduzca en una propiedad privada; y,
3) Cuando voces provenientes de un lugar cerrado anuncien que allí se
está cometiendo un hecho punible o desde él se pida socorro”.
“Artículo 189. MANDAMIENTO Y CONTENIDO DE LA ORDEN. Para el
allanamiento, el juez expedirá un mandamiento en el que constará la orden
precisa, conforme a los siguientes requisitos:
1) en el mandamiento se consignará el juez o tribunal que ordena el
allanamiento y la breve identificación del procedimiento;
2) la indicación exacta del lugar o lugares a ser registrados;
3) la autoridad designada para el registro;
4) el motivo preciso del allanamiento, con indicación exacta de los
objetos o personas buscadas y las diligencias a practicar; y,
5) la fecha y la firma del juez.
El mandamiento tendrá una duración de dos semanas, después de las
cuales fenece la autorización, salvo que haya sido expedida por tiempo
determinado en cuyo caso constarán esos datos”.
“Artículo 190. PROCEDIMIENTO Y FORMALIDADES. La orden de
allanamiento será notificada al que habite o se encuentre en posesión del lugar
donde deba efectuarse, entregándole una copia del mandamiento.

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Cuando esté ausente, se notificará a su encargado o a falta de éste, a


cualquier persona mayor de edad que se halle en el lugar, prefiriéndose a un
familiar del primero. El notificado será invitado a presenciar el registro.
Asimismo, si no encuentra persona alguna en el lugar, o si quien habita la casa
se resiste al ingreso, se hará uso de la fuerza policial para ingresar.
Practicado el registro se consignará en acta su resultado, cuidando que
el lugar quede cerrado y resguardado de otras personas”.
“Artículo 191. ALLANAMIENTO DE LOCALES PÚBLICOS. Las restricciones
establecidas para el allanamiento de domicilios o habitaciones no regirán para
las oficinas administrativas o edificios públicos, templos o lugares religiosos,
establecimientos militares, lugares comerciales de reunión o de esparcimiento,
abiertos al público y que no estén destinados a habitación familiar. En estos
casos se podrá prescindir de la orden de allanamiento con el consentimiento
expreso y libre de las personas a cuyo cargo estén los locales. En caso de
negativa o imposibilidad material de conseguir el consentimiento, se requerirá
la orden de allanamiento y se podrá hacer uso de la fuerza policial para su
cumplimiento.
Quien prestó el consentimiento será invitado a presenciar el registro.
Para el ingreso y registro de oficinas dependientes de un poder del
Estado se necesitará autorización del funcionario competente.
Si durante el desarrollo del procedimiento, quien dio la autorización, la
niega o expresa haberla consentido por coacción, la prueba de la libertad del
consentimiento corresponderá a quien lo alega.
En el acta respectiva se consignarán los requisitos previstos por este
código y el consentimiento otorgado”.
f. USO DE CRITERIO:

Para cumplir con su mandato de hacer respetar la ley, la policía no


necesariamente debe realizar detenciones en cada circunstancia donde
se ha violentado alguna ley, aún cuando esté facultada para hacerlo. Sin
embargo, este poder discrecional no le permite hacer distinción en
función de género, raza, ocupación profesional, nivel socioeconómico o
afiliación política. Se permitirán las distinciones consideradas en la
legislación vigente a favor de grupos vulnerables por su edad o
condición.

g. REQUISITOS DEL USO DE LA FUERZA. NIVELES DE


RESISTENCIA:

El personal policial puede y debe usar la fuerza necesaria para cumplir su


mandato. Sin embargo, un uso excesivo o inapropiado de la fuerza

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puede significar responsabilidad administrativa, civil y/o penal. Por lo


tanto, debe usarse la fuerza sólo cuando sea estrictamente necesaria.

El artículo 4º de la Ley 222/93 Orgánica de la Policía Nacional


autoriza al personal a utilizar la fuerza, que expresa: “La Policía Nacional,
como órgano de seguridad interna del Estado, podrá hacer uso de la fuerza
pública para el cumplimiento de su cometido, y de esa forma cumplir sus
funciones, obligaciones y atribuciones de la Policía”

Cuando éste es el caso, debe usarse siempre el nivel e intensidad


de fuerza que logre el objetivo legal con el menor daño posible, siempre
considerando la gravedad del hecho y las condiciones particulares del
caso.

Siempre que existan las condiciones para hacerlo sin ocasionar


una situación de riesgo inminente para el policía o terceros, debe
anunciarse la intención de usar o incrementar el nivel de fuerza y darse
un tiempo razonable para permitir que la persona disminuya su
resistencia.

Los niveles de fuerza se utilizarán para disminuir o eliminar una


resistencia a la acción policial. Por lo tanto, como regla general no se
puede utilizar ningún nivel de fuerza física contra una persona que no
ofrezca resistencia alguna.

Cuando el policía enfrenta cierta resistencia, debe utilizar un nivel


e intensidad de fuerza apropiado para vencerla. El nivel e intensidad
utilizados deben ser los mínimos posibles y podrán aumentarse en
función del incremento de la resistencia. De igual forma, deberán
disminuir en la medida en que la resistencia disminuya. Este incremento
o disminución no necesariamente debe darse de forma escalonada, pero
siempre se buscará utilizar el menor nivel de fuerza requerido para las
nuevas circunstancias. Por este motivo, el policía debe evaluar
constantemente la resistencia y las circunstancias.

NIVELES DE REISISTENCIA: Los niveles de resistencia que puede


enfrentar el policía de menor a mayor gravedad son:

- Actitud negativa: Puede tratarse de respuestas verbales en contra de


la acción policial. También incluye expresiones no verbales que son
manifestadas mediante la actitud de la persona y su apariencia. Estas

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expresiones no verbales normalmente se presentan mediante el lenguaje


corporal de la persona, lo cual puede influir en la decisión de cómo
acercarse o qué nivel de fuerza utilizar. Estas acciones no verbales
normalmente advierten sobre una posible agresión por parte de la
persona, aun cuando ésta no haya hecho ninguna amenaza verbal.

- Desobediencia verbal: Son respuestas verbales que indican resistencia


de la persona a obedecer alguna orden. Una persona tiene el derecho de
protestar de manera verbal contra la autoridad. Como regla general, las
manifestaciones dirigidas a la autoridad están legalmente autorizadas.
Sin embargo, las amenazas y los insultos no son legales. La respuesta
apropiada a esta situación va a depender de los factores específicos que
se presenten. La decisión para determinar el nivel de fuerza a utilizar
dependerá en parte de la percepción que el policía tenga de la amenaza
y la aparente disposición de la persona por llevarla a cabo. Un factor
adicional que debe considerar el policía es el conocimiento que tenga
sobre su capacidad para manejar la amenaza o insultos que se
presenten.

- Resistencia pasiva: Son acciones físicas que no están orientadas


contra la acción policial. En este nivel el sujeto nunca hace el intento de
dominar físicamente las acciones llevadas a cabo para controlarlo. La
resistencia pasiva es usualmente la postura de relajación o de “peso
muerto” que dificulta el control.

- Resistencia defensiva: Son acciones físicas orientadas contra la acción


policial, pero que no están dirigidas a dañar al policía. En este nivel de
resistencia la persona empuja o jala de manera que no deja que se
establezca un control. Sin embargo, nunca intenta golpear directamente.

- Agresión activa: Es cuando la persona ataca, golpea o usa alguna


técnica que puede resultar en lesiones contra el policía u otras personas.

- Agresión activa grave: Son ataques directos contra el policía o contra


alguna otra persona que pueden causar lesiones graves o la muerte.

h. OTROS FACTORES QUE PUEDEN AFECTAR EL USO DE LA


FUERZA:

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MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

No solamente el nivel de resistencia o amenaza dirigida al personal


policial puede afectar el nivel de fuerza objetivamente razonable, sino
también otros factores. Estos pueden ser, pero no se limitan a:

1. La edad: Los sujetos jóvenes pueden tener más energía y


fuerza. Así también, los policías más antiguos pueden tener menos
energía y fuerza.

2. El género: Un sujeto del sexo masculino generalmente tendrá


más fuerza que otro del sexo femenino.

3. El tamaño: los atributos físicos y el tamaño deben ser


considerados.

4. Nivel de destreza: habilidades conocidas o sospechadas del


sujeto para la lucha. Las habilidades para el uso de la fuerza del personal
también deben ser consideradas.

5. Varios sujetos: El personal policial se encontrará en gran


desventaja al enfrentarse con varios sujetos, especialmente si ofrecen
resistencia.

i. FACTORES QUE PUEDEN INCREMENTAR EL NIVEL DE USO DE LA


FUERZA:

1. Conocimientos especiales: Información que el policía tenga


sobre el sujeto, tal como sus antecedentes, inclinación a usar armas o
conocimientos de artes marciales o boxeo.

2. Heridas o cansancio: Cuando el policía se encuentra


lastimado o exhausto durante una confrontación.

3. Cercanía al arma del policía: Intentos de desarmar a un


policía son considerados como ataques letales.

4. Armas/opciones disponibles: El sujeto puede poseer armas,


o tenerlas disponibles cerca o en el área. Los policías pueden tener un
uso limitado de herramientas de fuerza u opciones tácticas seguras.

j. ACTOS PROHIBIDOS COMO USO DE LA FUERZA:

18
MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

Los siguientes actos se encuentran prohibidos por constituir un uso


inadecuado de la fuerza:

1. Controlar a una persona con la aplicación de técnicas de


defensa personal que restrinjan la respiración o la irrigación de sangre al
cerebro.

2. Colocar a una persona esposada en una posición que restrinja


su respiración.

3. Realizar disparos de advertencia.

4. Disparar hacia una multitud, salvo en algunos casos autorizados


para los grupos especiales con entrenamiento específico.

5. Disparar desde o hacia vehículos en movimiento, excepto en los


casos en que, de no hacerlo, sea evidente que el personal interviniente
o terceros inocentes resultarán gravemente heridos y no haya otra
alternativa para evitarlo.

6. Disparar hacia un objetivo no muy definido a través de


ventanas, puertas, paredes u otros obstáculos.

7. Disparar a un presunto responsable cuando otros niveles de


fuerza están disponibles y resultarían efectivos.

8. Disparar cuando hay un riesgo inminente para terceros.

9. Disparar para controlar a personas que solamente se


encuentran causando daños a objetos materiales.

10. Disparar para detener a personas cuyas acciones solamente


pueden producir heridas o daños a ellas mismas.

11. Disparar a personas que únicamente están cometiendo faltas


administrativas.

12. Desenfundar, exhibir o manipular un arma de fuego a menos


que su uso potencial en la situación sea apropiado, o si las circunstancias

19
MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

claramente requieren el uso del arma para controlar una situación


peligrosa.

13. Disparar para sacrificar un animal si no hay una situación de


emergencia que represente riesgos para el policía o terceros.

IV. USO DE LA FUERZA CONTINUA:

Las áreas siguientes son las varias facetas del uso de la fuerza de las
que dispone el personal de la Policía Nacional:

a. AUTORIDAD:
Ocasionalmente el personal policial debe emplear la fuerza a fin de hacer
cumplir la ley, protegerse a sí mismo o proteger a otros. La autoridad del
personal policial para usar la fuerza, legalmente conferida pero
restringida, sólo permite al policía utilizar el mínimo nivel de fuerza
necesaria para lograr objetivos lícitos.

b. PRESENCIA POLICIAL:
Durante el servicio, el policía uniformado siempre deberá ser identificado
como tal, para lo cual debe llevar puesto su uniforme reglamentario. En
el bolsillo de la camisa, claramente visible y fácilmente legible, llevará su
nombre. El policía debe portar siempre su identificación oficial que lo
acredite como miembro de la Policía Nacional.

Asimismo, todo equipamiento asignado al personal policial debe contar


con una identificación que lo vincule con la pieza de equipamiento (por
ejemplo: radios, esposas, bastón, gas y armas). El vehículo de policía
debe estar rotulado con un número de identificación único altamente
visible, que permita, a través de los controles administrativos
correspondientes, vincular a la unidad policial respectiva.

c. INSTRUCCIONES VERBALES:
Las instrucciones verbales se deben dar de una manera concisa y
fácilmente entendible para el presunto responsable. Debe darse el
tiempo razonable para que el sujeto cumpla con las instrucciones
verbales, a menos que ya estén ocurriendo hechos de violencia u otras
circunstancias que sobrepasen el uso de las instrucciones verbales
simples. El uso de instrucciones verbales formuladas de forma
considerada y una conducta correcta por parte del policía a menudo

20
MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

pueden calmar y distender una situación de confrontación, mientras que


un lenguaje imprudente, descortés o reprensible puede intensificar una
situación y hacer que se requiera un mayor uso de fuerza. Un tono duro
y severo indica una posición autoritaria que frecuentemente es inflexible
y pocas veces receptiva, mientras que un tono suave indica paciencia y
un sentido de escucha.

d. TÉCNICA DE CONTROL SIN ARMAS:


El uso de técnicas de control sin armas consiste en técnicas de agarre
que no implican golpear al presunto responsable al que hay que
controlar, y en las cuales el riesgo de una lesión es mínimo.

e. ARMAS DE MENOR RIESGO LETAL- AGENTE QUÍMICO-:


El uso de un agente químico, como el gas o el spray pimienta, puede
llegar a ser necesario cuando el personal policial razonablemente cree
que otras opciones de fuerza serían inapropiadas o inefectivas para
controlar a presuntos responsables resistentes o combativos, así como
para reducir las posibilidades de lesiones físicas de los individuos
involucrados.

El gas lacrimógeno o el spray pimienta no se debe usar en contra de


presunto responsables que se manifiestan pacíficamente. En estos casos,
se puede usar solamente cuando sea autorizado como parte de una
estrategia de control de multitudes.

Los policías son responsables del monitoreo y la descontaminación de


todos los individuos que han sido afectados con el gas lacrimógeno o el
spray pimienta utilizado, incluyendo terceros.

Todo personal policial especializado debe ser entrenado en el


reconocimiento y el tratamiento de posibles efectos secundarios.

Los siguientes procedimientos se deben llevar a cabo cada vez que un


individuo haya estado expuesto a gas lacrimógeno o a spray pimienta:

- Alejar a la persona del área de exposición y colocarla al aire fresco.


- Si la persona muestra problemas respiratorios, habrá que pedir
enseguida atención médica.
- Nunca se debe dejar desatendido a un individuo afectado por el gas
lacrimógeno o el spray pimienta hasta que los efectos hayan disminuido

21
MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

completamente y la persona indique que se ha recuperado


completamente.
- En caso de una lesión severa, se tiene que transportar a la persona a un
hospital cercano para una evaluación o un tratamiento adecuado. Una
vigilancia atenta de la persona afectada por el gas revelará cualquier
efecto secundario que podría requerir una intervención médica.

Tan pronto como sea posible después del uso de gas lacrimógeno, el
personal policial debe informar a su superior inmediato y, si fuera
necesario, requerir cualquier asistencia adicional. Asimismo, el personal
policial debe seguir los procedimientos de acuerdo con las normas de la
Institución con respecto del uso de la fuerza.

f. CONTROL SIN ARMAS:


El control sin armas consiste en el empleo de técnicas de control que
implican golpear al presunto responsable al que hay que controlar, y en
las cuales el riesgo de lesión se intensifica, aunque no implican un
instrumento de golpe como un bastón.

g. TÉCNICAS INTENSAS DE CONTROL (ARMAS DE IMPACTO):


Una tonfa solamente se debe usar cuando el personal policial
razonablemente cree que un menor grado de fuerza sería insuficiente
para controlar la situación.

Nunca debe golpear con ella la cabeza de una persona, salvo cuando tal
acción sea justificada por el uso de la fuerza letal.

h. DESENFUNDE DE LA PISTOLA:
El personal policial podrá desenfundar su pistola ante una amenaza real,
actual o inminente o percibida, a fin de permitir al personal prepararse
para una situación potencial de fuerza letal. En la mayoría de los casos
en los cuales se desenfunda un arma, la amenaza posterior no requiere
su uso. No obstante, el mero acto de desenfundar un arma causa
consternación y preocupación entre el público, por lo que es clasificado
como uso de la fuerza y debe tratarse como tal.

i. FUERZA LETAL:
El personal policial puede verse obligado a usar la fuerza letal para
protegerse a sí mismo o a otras personas cuando creen de manera
razonable, basados en los hechos y circunstancias acontecidos, que se
trata de una amenaza de muerte inminente o de una lesión física severa.

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MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

El personal policial puede usar la fuerza letal para llevar a cabo una
detención o para evitar la huida de un presunto responsable, siempre y
cuando exista una probabilidad alta de que el presunto responsable
represente una amenaza significativa e inmediata de muerte o de lesión
física severa para el policía u otros en caso de no ser detenido sin
demora.

Artículo 145 de la Ley 222/93 establece que.- El personal de la Policía Nacional


podrá emplear sus armas cuando fuere motivado por la exigencia del servicio,
luego de realizadas las persuasiones y prevenciones reglamentarias.

Artículo 146.- El uso indebido de las armas dará lugar al proceso administrativo
pertinente.

Artículo 147.- El personal de la Policía Nacional que en actos de servicio o con


ocasión de él, hiciere uso de sus armas en forma reglamentaria, estará exento de
responsabilidad penal, civil y administrativa, sin perjuicio de la investigación
correspondiente.

Artículo 148.- El personal de la Policía Nacional, que se encontrare sujeto a


investigación administrativa o judicial por razón del uso de sus armas en actos de
servicio o con ocasión de él, no será pasible de medidas preventivas,
administrativas, ni judiciales, mientras no se expida sentencia condenatoria. Salvo
que en los primeros procedimientos realizados resultare evidente que el uso del
arma fue abusivo, indebido e innecesario o que del diagnóstico practicado por un
médico psiquiatra designado por el juez interviniente resultare que el procesado
sufre de serias alteraciones mentales que lo vuelven peligroso para la sociedad.

V. SUPERVISIÓN DEL USO DE LA FUERZA

a. ARMAS Y MUNICIONES AUTORIZADAS (LETAL Y NO LETAL):


El personal policial portará el arma con sus municiones que hayan sido
autorizados por el titular de la dependencia operativa al que pertenece.

Para portar el arma, el personal debe haber recibido previamente el


entrenamiento correspondiente y mantener vigente la certificación de
competencia para su uso.

El armamento se deberá portar en la forma autorizada, utilizándose sólo


el equipo o los accesorios autorizados. Están prohibidas las
modificaciones a las armas o a las municiones.

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MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

Los Jefes de dependencias respectivas o responsables de un grupo


operativo deberán conocer y verificar el armamento que porta el
personal a su cargo.

El personal policial no podrá recibir destino o continuar desempeñándose


en un grupo operativo que utiliza armamento para el cual no está
entrenado.

b. DISPAROS DE ADVERTENCIA:
Los disparos de advertencia son potencialmente letales para terceros,
por lo que resultan inapropiados para cualquier nivel de resistencia. Por
lo tanto, su uso no está permitido bajo ninguna circunstancia.

c. PORTACIÓN DE ARMAS DE FUEGO EN SERVICIO Y FUERA DE


SERVICIO:
El personal policial portará su arma reglamentaria en los servicios
operativos; también podrá portarla cuando se encuentra fuera de servicio
o vestido de civil; conforme a las disposiciones del artículo 12 de la Ley
Orgánica Policial y el artículo 16 Del Reglamento de Armas, aprobado por
Resolución N° 63/96 de la Comandancia de la Policía Nacional.

d. SOLICITUD DE AUXILIO MÉDICO:


Siempre que el personal policial haya utilizado cualquier tipo o nivel de
fuerza y la persona resulte herida o manifieste sentirse mal, el
interviniente deberá asegurar que se le proporcione, sin demora,
atención médica al afectado. Si la logística institucional o algún personal
se encuentra capacitado para ello, puede iniciar la atención hasta el
límite de sus capacidades técnicas y en tanto llega la ayuda
especializada. El Jefe de Dependencia o superior inmediato deberá ser
informado inmediatamente de los hechos.

En circunstancias en que las lesiones pudieran ser graves y no haya


ayuda especializada que pueda llegar al lugar a tiempo, se deberá
trasladar al herido hacia los centros médicos más cercanos.

e. REASIGNACIÓN O PERMISO DEL SERVICIO:


El personal policial que haya utilizado la fuerza hasta el punto de causar
lesiones graves o la muerte de una persona, estará a lo dispuesto al
Procedimiento Institucional. La responsabilidad por el bienestar psíquico
del mismo será de su superior directo.

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MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

f. INFORME SOBRE EL USO DE LA FUERZA:


Cada vez que un personal policial usa la fuerza (letal o no letal), o cada
vez que desenfunda un arma de fuego con intención de utilizarla, deberá
informar inmediatamente a su superior, así como entregar un informe
escrito sobre el uso de la fuerza.

El informe incluye cualquier caso en el cual el personal policial dispare un


arma de fuego (por accidente o intencionalmente), a excepción de los
casos de entrenamiento en el uso de armas de fuego.

g. PROCEDIMIENTO DE NOTIFICACIÓN DEL USO DE LA


FUERZA:
Una vez notificado el uso de la fuerza, el procedimiento será conforme a
lo siguiente:

1. Cuando por el uso de la fuerza resulten personas gravemente heridas


o que pierdan la vida, el superior debe comunicar el hecho a través
de la cadena de mando y trasladarse al lugar para realizar una
evaluación sobre las circunstancias del mismo, a fin de poder realizar
las observaciones en el parte correspondiente.

2. El policía involucrado debe preparar el Informe correspondiente


inmediatamente terminado el acto.

3. Cuando no resultaren personas lesionadas, el personal policial


involucrado será concentrado en la dependencia para preparar el
Informe correspondiente y ser sometido a la prueba de rigor.

El personal policial en servicio o fuera de él, que presencie el uso de la


fuerza en forma inapropiada, innecesaria, irracional o excesiva, por parte
de otro policía, debe informar inmediatamente a su superior inmediato.

Se deberá asegurar o hacer lo posible para que cualquier persona que ha


sido lastimada con armas o alegue haberlo sido, reciba auxilio médico.

h. RESPONSABILIDAD DE LOS SUPERIORES:


En cualquier caso los Jefes de Dependencias o superiores jerárquicos son
responsables de que todas las disposiciones legales y administrativas se

25
MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

cumplan en los casos de uso de fuerza. El superior deberá hacer constar


cualquier observación pertinente. El Informe respectivo incluirá los
detalles sobre el tipo e intensidad de la fuerza utilizada, las condiciones
que hicieron necesario su uso y los efectos de su uso.

El comando institucional adoptará las medidas necesarias para que no se


imponga ninguna sanción penal o disciplinaria contra el personal policial
que, en cumplimiento del código de conducta pertinente y de principios
básicos de actuación policial, se nieguen a ejecutar una orden de
emplear la fuerza o armas de fuego en forma ilegal, o denuncien ese
empleo por otro personal.

El personal policial no podrá alegar obediencia de órdenes superiores si


tenían conocimiento de que la orden de emplear la fuerza o armas de
fuego, a raíz de la cual se ha ocasionado la muerte o heridas graves a
una persona, era manifiestamente ilícita y tuvieron una oportunidad
razonable de negarse a cumplirla. De cualquier modo, también serán
responsables los superiores que dieron las órdenes ilícitas.

También se adoptarán las medidas necesarias para que los funcionarios


superiores asuman la debida responsabilidad cuando tengan
conocimiento, o debieran haberlo tenido, de que los funcionarios a sus
órdenes recurren, o han recurrido, al uso ilícito de la fuerza y de armas
de fuego, y no adopten todas las medidas a su disposición para impedir,
eliminar o denunciar ese uso.

i. INVESTIGACIÓN DEL USO DE LA FUERZA:


La Policía Nacional a través de sus órganos de control interno, como el
Departamento de Asuntos Internos y la Dirección de Justicia Policial,
investigará los casos en que se cuestione el uso de la fuerza y que
ameriten una investigación.

j. CONDICIONES PARA UNA INVESTIGACIÓN:


La Ley Orgánica Policial legisla en su artículo 146, que el uso indebido de
las armas dará lugar al proceso administrativo pertinente.

Por otro lado dispone en su artículo 147, que el personal de la Policía


Nacional que en actos de servicio o con ocasión de él, hiciere uso de sus
armas en forma reglamentaria, estará exento de responsabilidad penal,
civil y administrativa, sin perjuicio de la investigación correspondiente.

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MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

El organismo encargado para la instrucción de sumarios administrativos


dentro de la Policía Nacional es la Dirección de Justicia Policial según lo
establecido en el artículo 164 del mismo cuerpo legal, que dispone que la
Dirección de Justicia Policial es el organismo que tiene por misión
administrar justicia en los delitos y faltas policiales, de conformidad a
Leyes y reglamentos que lo rigen.

Previo al sumario administrativo, el Departamento de Asuntos Internos


podrá realizar una investigación, para determinar si existe
responsabilidad administrativa, y especialmente cuando:

- Una persona resulte gravemente herida o pierda la vida a


consecuencia de un enfrentamiento con el personal policial.

- Exista una denuncia ciudadana de abuso en el uso de la fuerza.

- Se identifique un reporte de reincidencia en el uso de fuerza del


personal policial o un grupo operativo.

Estas investigaciones tienen por objeto determinar la responsabilidad


administrativa del policía respecto de las regulaciones internas y, por lo
tanto, son independientes de las investigaciones para determinar la
responsabilidad penal o civil que realicen otras autoridades competentes.

El personal policial tiene la obligación de cooperar en aquellas


investigaciones y de responder con toda la honestidad y de forma
adecuada las preguntas hechas hacia su persona.

k. COMPETENCIA PARA EL MANEJO DE LAS ARMAS:


El entrenamiento para el manejo de armas es obligatorio para todo el
personal, tanto para los nuevos incorporados o para los que, por motivo
de nuevo destino, deben utilizar otro tipo de armas. El objetivo es
asegurar la competencia de todo el personal en el manejo del
armamento asignado.

Es obligación del personal policial conocer a profundidad la política de


uso de fuerza de la Policía Nacional, establecido en el presente manual.

La Institución Policial deberá establecer una estructura para la


certificación del personal para el empleo de arma de fuego. Una vez

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MANUAL DE USO DE LA FUERZA DE LA POLICÍA NACIONAL

establecida, el personal será sometido al proceso de certificación en


forma obligatoria.

l. ACTUALIZACIONES ANUALES:
Cada año, las Jefaturas de las Dependencias Operativas y de los órganos
de Investigación interna (Asuntos Internos y Justicia Policial), deberán
preparar un resumen estadístico de todos los incidentes de uso de fuerza
reportados por el personal policial, así como los denunciados por
ciudadanos ante autoridades judiciales, de derechos humanos o de la
Institución. El resumen integrará también los resultados de las
investigaciones correspondientes.

Los patrones identificados en el análisis de esta información servirán de


base para la revisión del manual de uso de fuerza; el diseño del
entrenamiento para el uso de la fuerza; las reglas de certificación para
cada tipo de armamento; y las armas reglamentarias de la Institución.

m. AUDITORÍAS:
Deben contemplarse revisiones constantes por parte del órgano interno de
control y la posibilidad del acceso a esta información a los organismos
nacionales e internacionales, sin perjuicio de los órganos establecidos; con
el objeto de verificar que están siendo implementadas y se siguen todas
las disposiciones para la administración del uso de fuerza dentro de la
Institución.

n. MANTENIMIENTO DE EXPEDIENTES DEL PERSONAL:


El Departamento de Personal deberá organizar un archivo de los
expedientes del personal investigado por uso de la fuerza. El acceso a
estos expedientes debe estar documentado, limitándolo a la Dirección de
la Justicia Policial, el personal de asuntos internos y el interesado. El
expediente debe contener todos los datos administrativos del personal, así
como un historial de sanciones disciplinarias e incidentes relevantes en
materia de uso de la fuerza.

o. SISTEMA DE CONTROL DE QUEJAS CIUDADANAS:


Toda queja debe ser registrada, investigada, resuelta y guardada en el
archivo permanente en el Departamento de Personal. Las quejas que
refieran un mal uso de la fuerza deberán registrarse en un formato
predeterminado que permita aportar los datos necesarios para la
investigación y el resumen estadístico correspondiente.

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