Pieza Oscura Enrique Lihn
Pieza Oscura Enrique Lihn
Pieza Oscura Enrique Lihn
POEMAS
LA PIEZA OSCURA
1955-1962
L
@ Enrique Lihn, 1963
Inscripci6n NO 27.085.
1955-1962
E D I T O R I A L U N I V E R S I T A R I A , S. A.
I C E
CURA -15
-29
N EL JARDIN - 32
NA -33
C MATRIMONIO - 38
40
41
)E LA CASA -47
-53
I JORCE ELLI’OTT
A mis padres.
L A P I 1Z Z A O S C U R A
[26
“Son palabras, palabras” creo oirle a la tierra
que, como siempre tiene la raz6n, coge y muele
su presa en un silencio qut5 desvela a las viboras.
271
Envejecemos con BUS criaturas
en el desierto que las guarda vivas
para un dia feliz no venidero;
y muere, ante nosotros, la extranjera
en una soledad que nos ahoga.
Las hojas nada dicen que no est6 claro en las hojas. Nada dice la
memoria
que no sea recuerdo; s610 la fiebre habla de lo que en ella habla
con una voz distinta, cada vez. S610 la fiebre
es diferente a1 ser de lo que dice.
Y alli afuera no hay nadie
311
EL BOSQUE EN EL JARDIN
E36
No hay m6s extraiio que uno. Es la apariencia de otro quien termin6
por frecuentarnos,
por aceptar finalmente una invitaci6n reiterada.
Me pareci6 ver a mi sombra cuando le abri la puerta, justo en el
momento en que ibamos a salir.
La funci6n habia comenzado. “Adelante. Adelante”.
“Te estibamos esperando”, dije yo y ella dijo: “No reconozco a 10s
ingratos”
con un curioso temblor en la voz.
,
RECUERDOS D E MATRIMONIO
E40
ZOOLOGIC0
Los rostros son trampas en que caen 10s rostros y el coraz6n tiene
la palabra:
“Olvida -dice- olvida, olvida. Que 10s muertos entierren a sus
muertos.
,
iDe d6nde viene esta floracihn, este verdor, sino de tu necesidad
de revivir?
Ni siquiera recuerdas a nadie. Todos 10s fantasmas son iguales.
iD6nde se dice herido quien no siente dolor? ~ Q u kes la historia
de un hombre comparada con la historia del hombre?
Eres el hombre, ahora, el individuo, un ciudadano, un joven sin
problemas que pasea con una muchacha haeta altas horas
de la tarde.
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iQu4 es tu pequeiia historia comparada con tu historia?
Aqui tienes la vida bajo su Gnica forma: el momento que vives, el
dia de maiiana.
En todo lo demis te engaiia la memoria, s610 la tierra recuerda a
lo vivo.
Las nuevas hojas de este irbol recuerdan a las antiguas hojas,
no obstante mira c6mo.
\
JONAS
/
451
10s frigiles dedos torpemente criepados. Otra cosa, de nuevo, y e
nada tiene que ver. Recuerdo algo asi c0mo.. .
no, no era m i s que eso. Una ocurrencia, lo mismo da. Ya no s6 a
d6nde voy otra vez.
Asisteme seiior en tu abandono.
LOS AMICOS DE LA CASA
47 ]
/
como si el aliento fuera ceniza p la carne el erial en que se
recalienta,
a1 calor de las piedras, un guiso sangriento.
La liltima cena de la tribu cuando todo es arena
-la noche misma- en la extensicin de l a noche
y el viento seca un paraiso disperso:
el a l f o r f h y la escanda silvestre.
Imposible distinguir entre el sudor p las ligrimas
que se disputan doe bocas resecas.
511
\
Es hora de ir a1 mas a capturar sus pijaros /
‘Antonio Maehado.
Es todo lo que pude saber
de tu pais.
Per0 no te lo reprocho; ni yo
misma me habria
contestado mis cartas
escritas para ocultarme mi
verdadera situaci6n. Hasta
que sobrevino la calma
y el engaiio cubri6 a la
tempestad. Dias amables,
te dirk, lo fueran o no en
realidad, qu'e me
importaba eso.
Lo importante era creer que sc
creia en algo. Nada del
otro mundo cuando no se
est5 en Bste.
Asi me reconcilik por una
temporada con el mundo,
sin ofrecerle, ahora
ninguna garantia.
Un pacto de buena voluntad
corporal entre almas
solit arias :
Una soluci6n de emergencia
para un problema
insoluble. InGtilmente
perfecta
hasta en la aceptaci6n de su
inutilidad; nos
despedimos como buenos
amigos
que no esperan encontrarse de
nuevo deseindolo.
Comprenderis: una
persona mayor
de esas que se retiran, en
cualquier caso, a tiempo.
Y la tempestad fue el 6nico
anuncio de si misma.
T.S. Eliot.
Y el sol para 10s falsos veraneantes. Un sol “delgado, enfermo y sin
f amilia”.s
Podris apagar 10s cigarrillos en el suelo, dibujar con 10s dedos
mojados de ceniza
rostros de mirmol falso, exhumar a tus muertos.
Que no has cambiado nada -te dijeron- y te pareci6 razonable.
Halagador primero, es decir, razonable
y luego una ducha de agua fria: aiios aparte se trataba de ti.
T6 que no sabes si en el fondo has cambiado como no se sabe en
sueiios qui& de 10s otros es uno
-10s ojos viven en la ignorancia de si mismos y 10s espejos doblan
esta ceguera penetrante-
que terminaris por alzarte de hombros frente a tu propia imagen,
abatida
has vuelto en ti como una sombra a su sitio bajo la luz cenital,
despuhs de todo, recuperando
la multiplicidad de 10s sentidos y el sentido de lo real.
La misma de siempre, per0 de otra manera, con naturalidad
y tranquil0 domini0 de tu sombra, visible
desde todos 10s ingulos como bella columna
que nos abre 10s brazos.
Este poema est6 escrito en varias voces. Hablan el narrador y dos mujeres. En
cursiva 10s parlamentos de Raquel.