Ell Asco de La Medicina Tradicional
Ell Asco de La Medicina Tradicional
Ell Asco de La Medicina Tradicional
Así podemos leer en la revista -Time- del 22/12/1980, que dos años antes una
joven pareja de Massachussets había huido con su hijo de tres años a Méjico,
porque querían obligarles a que su hijo siguiera con quimioterapias.
-Mientras tanto se implicó gente de la alta esfera, que causó gran furor en toda
la República. Y enseguida se produjeron cosas curiosas y poco usuales:
2) De repente, una persona rica y desconocida dio dinero para que el padre del
niño pudiera volar a América, pretendiendo que el niño fuera tratado en la
clínica Mayo. Los padres no tuvieron más remedio que aceptar la oferta, sin
saber que sólo se dio para retirar del juego a la Nueva Medicina y crear la
impresión de que los padres habían desestimado a los profesores con un truco
corrupto, en vez de con argumentos. En realidad la decisión del juez Dr.
Goeppner se basó en la constatación, de que los padres habían tomado
concienzudamente la mejor decisión para su hija. A los padres no se les puede
pedir más.-
El 20/12/91 la madre escribió una carta al Dr. Hamer, en la que le dio las
gracias por su ayuda. Ella dijo:
Al principio la prensa publicó cosas muy positivas sobre el Dr. Hamer, antes de
que los reporteros fueran mandados desde arriba. Dos ejemplos: -Cuando lo
podemos ver -en vivo- nos asombra su tranquilidad y su sensatez, así como la
objetividad de su discurso. Incluso la crítica a la medicina oficial suena objetiva
y nada polémica. Naturalmente los médicos del colegio no opinan lo mismo.-
Cinco semanas más tarde el mismo doctor escribió otra vez en -Bunte-:
-... las cartas de enfermos de cáncer curados guardan especial interés. En los
últimos tiempos he recibido varios de esos informes de pacientes, que afirman
que su salud se la deben al Dr. Geerd Hamer... Con sus conocimientos el Dr.
Hamer también ha turbado la propia comprensión de los médicos de cáncer. Y
por la historia sabemos lo sensibles que son los poderes del gremio si se trata
de sus profesores y de su prestigio. Esto también lo pudo comprobar el Dr.
Hamer con toda su fuerza.-
Erika y Helmut y sus tres hijos Alexander, Olivia y Elisabeth formaban una
familia austriaca completamente normal. El padre Helmut es ingeniero y trabajó
en una empresa de ordenadores. Como querían construir una casa, Erika
trabajó de educadora desde que su hija más pequeña, Elisabeth, cumplió los
cuatro años de edad. Por el día los niños tenían que estar con su abuela.
Olivia, al ser la más sensible era la que más sufría. Se quejaba a menudo de
dolores de estómago, y cuando estos se hicieron más fuertes, decidieron
analizar a Olivia en la clínica de los niños de Viena Neustadt. El diagnostico
resulto ser un tumor (-tumor de Wilms-) de -estadio II- en el riñón derecho, así
como una sombra poco clara (en una radiografía) en el hígado. Enseguida la
ingresaron en el hospital Santa Anna, donde iban a empezar con la
quimioterapia y más tarde la iban a operar, las probabilidades de sobrevivir se
nombraban entre un 70-80%. Los padres quedaron impresionados cuando
vieron a los niños tratados con quimioterapia y cómo sufrían y entonces
decidieron llevarse a Olivia a su casa.
Sin embargo, el Dr. Hamer también vio un segundo conflicto activo en la TAC,
un -conflicto de hambre- con cáncer de hígado. Este surgió, porque la comida
la hacia la abuela, algo que Olivia rehusaba (-¡Vaya un asco de comida!-), a
veces tenían que obligarla a comer. En ese aspecto era muy sensible y solo
quería comer la comida que le preparaba su madre, que era una buena
cocinera. Este conflicto solo se podía resolver, si la madre renunciaba al trabajo
y se quedaba en casa. Los padres estaban totalmente de acuerdo. En la fase
de curación había que contar con sudores nocturnos que pueden ser llamados
de tuberculosis, algo completamente normal, así como una fuerte inflamación
del hígado. A muchos médicos del colegio les hizo gracia este -conflicto de
muerte de hambre-, porque no son capaces de adentrarse en los problemas de
un niño (ni tampoco lo intentan). El Dr. Hamer comenta sobre esto: -
¿Realmente es tan difícil imaginarse que los pensamientos, esperanzas,
deseos o temores de una niña pequeña no se centran en un coche o una casa,
sino en si la madre ya ha vuelto a casa y puede cocinar?-
Los padres estaban muy satisfechos con el diagnostico del Dr. Hamer. No
quería aceptar dinero, así que le compraron algunos libros. Pero de vuelta a
Austria comenzaron las complicaciones.
En el hospital de Sta. Anna querían que volviera Olivia. Aunque al principio los
Pilhar no mencionaron al Dr. Hamer (sólo dijeron, que Olivia tiene tratamiento
médico), sospecharon enseguida de la -Nueva Medicina-. El padre, Helmut fue
citado a una conversación con el profesor O.A. Juergenssen, que en este
asunto juega un papel principal. Amenazó con ir a juicio, si los padres no le
decían el nombre del médico que trató a su hija. Al mismo tiempo intentó
convencerle para practicar la quimioterapia. Las probabilidades de curación
aumentaron a -más de 90%-; en caso de una operación sin quimioterapia a un
40-50%. Sin tratamiento la niña iba a morir en 6-12 meses.
El creyó que en este caso el -derecho bíblico de los padres sobre los hijos- no
contaba para nada (ahora parece que el derecho lo tienen los médicos). A
partir de ese momento los padres fueron sometidos a una presión continua.
-Qué derechos tienen los padres de los hijos que reciben una terapia
oncológica? ¿Por qué tenemos que convencer a las autoridades? ¿Tiene la
medicina del colegio un monopolio sobre la curación?
Si pudieran remitir un 100% de éxito todo estaría claro y no habría ninguna
discusión. Naturalmente se elegiría entonces a la medicina oficial. Pero ese no
es el caso.
En esta discusión Helmut Pilhar decidió contactar con la prensa. Un gran error,
como se descubrió más tarde. El caso causó gran revuelo y en un principio la
opinión pública estuvo a favor de la familia Pilhar. Sin embargo, para la -mafia
del cáncer- la cosa se había convertido en un asunto de prestigio, ya no se
podía permitir que Olivia se curara gracias a la -Nueva Medicina- delante de
todo el mundo. Así que se empezaron a tocar todos los registros, aunque
durara algún tiempo, hasta que el aparato empezara a funcionar. El intento de
buscar en Austria algún médico que tratara a Olivia con la -Nueva Medicina-
fracasó.
Mientras tanto, la -niña de cáncer Olivia-, era el tema número uno en Austria y
pronto también en Alemania. Era mitad de julio y los medios de comunicación
estaban contentos de tener un tema interesante. El debate era acalorado y el
contenido de la prensa cambió de rumbo, en contra de los padres y del Dr.
Hamer. Esto ya lo notó Helmut Pilhar en Alemania. Le invitaron a participar por
teléfono en una discusión de televisión en directo pero no le dejaron hablar.
Pero el papel más lamentable con diferencia lo jugo la revista -Spiegel- y el
-Spiegel-TV-. Un redactor llamado Czogalla mostró interés por Olivia y fue con
su equipo a grabar la pensión Baviera, en la que vivía la familia. Sin embargo,
lo que más tarde se emitió fue una tergiversación de las afirmaciones de Pilhar:
"¡Esa emisión fue terrible! ¡De toda la entrevista solamente se emitió una única
frase, el resto fue deformado de tal forma que me empecé a sentir mal! Erika se
mostró como una madre que tomaba la enfermedad de cáncer de su hija como
algo insignificante. Cuando encima el Dr. Hamer fue presentado como un
charlatán y un tonto, me desmoralicé por completo.
¿Cómo me pude haber equivocado tanto con este equipo? El señor Czogalla
parecía mostrar tanta iniciativa y comprensión por la discusión médica en la
que nos encontrábamos. ¡Pero ahora se hicieron patentes sus verdaderas
intenciones! ¿Por qué un descubridor de ese prestigio puede ser difamado de
tal forma? ¿Por qué no se comprueban de una vez sus afirmaciones? Porque
detrás había algún poder, que no temía a ningún medio para mostrar a la
población como tontos. Esta emisión fue muy polémica, y se crearon
emociones para suprimir el pensamiento de los telespectadores. ¿Por qué se
puede ser tan inhumanamente cruel? ¡Y el espectador soliviantado e imparcial
no sabía siquiera, que en este caso se trataba de su interés personal que
estaba siendo pisoteado en la inmundicia!-
-En el hall del hotel este pseudo-equipo de televisión tampoco se cortó un pelo.
¡Nos persiguieron continuamente! Czogalla volvió a gritarle al Dr. Hamer -
¡Señor Dr. Hamer! ¿Qué va a hacer cuando Olivia muera pasado mañana?-
Por aquel entonces el Dr. Hamer todavía cogía de la mano a Olivia.
Seguramente habría escuchado esos pregones de magia negra de este terrible
periodista.- Acto seguido el Dr. Hamer perdió la paciencia e insultó y condenó
con dureza a Czogalla delante de las cámaras. Tal y como informó el Dr.
Hamer más tarde, Olivia se había quedado blanca y le miró con miedo. En su
ausencia dijo, que esa era la clásica situación para un DHS con conflicto de
muerte. Una semana después realmente se podían ver en las radiografías
manchas en el pulmón. Como siempre, se llamaron -metástasis-. -Cuando más
tarde se emitieron esas escenas, el procedimiento de esas emisoras fue
claramente reconocible. En la pantalla de la televisión no se mostró el cruel
ataque de los periodistas, sino la reacción de enfado del Dr. Hamer. Al
consumidor de televisión que no sabia nada al respecto, le enseñaron
imágenes seleccionadas, acompañadas por palabras polémicas del moderador,
convenciéndoles de una versión de los hechos totalmente errónea. Y en la
totalidad del reportaje nuestro caso no fue ninguna excepción.
El reportaje trajo consigo que incluso empezaran a dudar del procedimiento los
amigos de la familia. En los medios de comunicación se encargaron del lavado
de cerebro de la población con el mensaje: -Olivia va a morir, si no ingresa
pronto en el hospital, los padres están obcecados.- Helmut lo notó en su amigo
Sepp:
-Nosotros estábamos cada vez mas convencidos de que ningún medico oficial,
ninguna autoridad, ningún periodista quería proporcionarle a la niña un
tratamiento óptimo, sino más bien que no podía ser, lo que no debía ser...
Naturalmente, para Olivia los continuos viajes eran una gran carga. El Dr.
Hamer siempre había intentado que sus pacientes estuvieran protegidos y
tranquilos. En su antigua clínica los había envuelto en mantas, los había puesto
en el balcón, a coger aire fresco y les estaban sirviendo continuamente. ¿De
qué otra forma se puede curar un paciente con dolores en los miembros, con
gigantescas hinchazones en el hígado y similares?
Sin embargo, les iba a esperar una desagradable sorpresa tras otra. En primer
lugar no se volvió a mencionar la devolución de la custodia a los padres, que
en Málaga poseía el cónsul Esten, como representante del estado. La
devolución de la custodia por parte del cónsul fue declarada inválida, el apoyo
por parte del presidente de la provincia simplemente no tuvo lugar.
A los padres se les ofreció cuidar a Olivia en el hospital de Tulln (al oeste de
Viena) bajo la supervisión del medico oficial Stangl (aquel, que había jugado
una mala partida) y otro medico, mas, pero sin quimioterapia y con el derecho
de los padres a tomar cualquier medida. Los padres estaban de acuerdo, ya
que en el hospital Olivia podía tener mejores cuidados.
-Nosotros creíamos que por fin habíamos encontrado un lugar, en el que podía
recibir todo lo que habían recibido los pacientes de la Nueva Medicina - un
continuo control medico. Por aquel entonces todavía no sabíamos de la
existencia de una ley médica que prescribe que en hospitales públicos
solamente es posible el tratamiento de la medicina oficial. Fe una de las
muchas trampas, a la que nos guiaron.-
Al día siguiente los padres trajeron a Olivia a Tulln. La madre Erika debía de
estar con Olivia y cocinar para ella, ya que Olivia seguramente iba a rechazar la
comida del hospital. Ella se quedó directamente allí y Helmut se fue a su casa.
Volvió a la mañana siguiente.
-¡Cuando llegué a Tulln casi me da un ataque! Había reporteros por todos los
sitios, el balcón hacia la puerta de Olivia fue flaqueado por la policía, el balcón
se cerró y a través de la ventana pude ver que Olivia tenía puesto un suero.
Corrí por el pasillo central... y me encontré a Erika totalmente destrozada.-
-Entonces vi el alcance del error de haber traído a Olivia hasta aquí. Estaba
fuera de mí. ¿Cómo es posible que nos persigan con tanta crueldad? Furioso,
llamé al Dr. Heinz Zimper. Este me explicó que ya no tenía absolutamente nada
que decir. Entonces empecé a llorar y tuve que sentarme en el jardín para no
caerme. Estaba como paralizado. Nos habían atraído a Austria desde España
con promesas y afirmaciones por escrito. Me convencieron para llevar a Olivia
a Tulln. ¡Yo personalmente la llevé de buena fe a Tulln!
¿Entonces qué pasa con la gente mal herida en los accidentes de tráfico?
-El punto clave es que es muy probable una mala interpretación con los
limitados conocimientos de la medicina oficial. No hace falta condenar a los
médicos por haber intentado extirparle a mi hija el carcinoma del hígado. Basta
con saber su limitada capacidad de diagnóstico y su falta de seguridad en los
aciertos para huir de ellos como de la peste.-
En este periodo Olivia se encontraba muy mal. Los primeros días tuvo que
mantenerse artificialmente en un sueño profundo y recibir respiración asistida.
Parecía estar muerta, solo los reflejos pupilares indicaban que aun seguía con
vía. Fue alimentada artificialmente y recibió gran cantidad de antibióticos por
infusión. A la semana siguiente se recuperó un poco, aunque seguía
-enchufada- a cables y tubos. Al cabo de dos semanas pudo abandonar la
estación intensiva. Olivia sufrió bastante por los efectos de la quimioterapia y
experimentó fuertes dolores. La mucosa de su boca se infectó a causa del
veneno, le dolía cada vez que masticaba. Para los médicos era otra razón más
para alimentarla artificialmente. Su vientre se hizo más pequeño, ya que la
quimioterapia interrumpió la fase de curación del hígado. Eso se interpretó
como una -reducción del tumor-. En la prensa solamente se dieron noticias de
júbilo para la medicina oficial.
Cuando más tarde Erika Pilhar esperaba su cuarto hijo se podía leer la noticia:
-¿Esta mujer puede seguir teniendo niños?-
-¿Creen de verdad que en general los periodistas son tan infinitamente tontos,
como tuvieron que aparentar en el último medio año? Hace tiempo que se
dieron cuenta, de que la Nueva Medicina es correcta, saben que las 5 leyes de
la naturaleza, que se dejan reproducir todos los días en cualquier caso, tienen
que ser más correctas que 5000 hipótesis de la medicina colegiada. ¡Pero si
alguien escribe esto entonces se le despide!-
Pero las peores calumnias del caso Olivia llegaron - seguro que ya no le
sorprenderá a nadie - del -Spiegel-. En la edición 32/1995 se publica una
polémica que asemeja un linchamiento periodístico. Para explicarlo citaré una
carta de un lector que no se publico en el -Spiegel-, pero sí se pudo leer en el
-raum&zeit- 80/1996 (hemos impreso la carta en la letra normal para destacar
las citas del -Spiegel-):
-Lo que destaca - también para las condiciones del -Spiegel- es la agudeza de
la polémica. No encontramos el usual sermoneo por parte de la posición segura
y establecida, sino un afán tipo religioso. Solo puedo sospechar que alguien se
siente afectado y que teme la -Nueva Medicina- de Hamer más de lo que
aparenta. Sería deseable... en lo que se refiere al carisma de Hamer, que el
reportero sólo pudiera sustraerse de ella con dificultad.
-Hamer refleja hábilmente los puntos débiles de la medicina del estado-, estas
debilidades se confiesan y se disculpan en el mismo momento por ser
inmensas, dado que los médicos se esfuerzan según la interpretación de los
autores. Resulta absolutamente inimaginable, que alguien por sí solo solucione
este gran embrollo. De acuerdo - ¡eso es un poco fuerte! Dado que no se
produce una discusión objetiva (según una opinión tampoco tiene por qué
suceder), se inclinan por desacreditarlo. En este caso es bienvenida como
fuente incluso el periódico -Bild-, que llamó a Hamer un -curandero fanático- -
ellos tienen que saberlo. Un pequeño extracto de los muchos atributos que le
quedan al -Spiegel- para el Dr. Hamer: -un sanador de cáncer enajenado-,
-medico de cáncer nombrado a sí mismo-, -doctor milagroso-, -medico
tronado-, -Gurú del cáncer-, -excéntrico doctor milagroso del tumor-, -Fuego
fatuo, médico con una mirada flameante-, etc.
Por otro lado, sus adversarios establecidos están en contra: -El especialista de
cáncer con mas experiencia de Austria-, -caballero blanco de la medicina
oficial-, -un especialista de cáncer infantil muy experimentado-, -el adecuado-,
-pediatra con estudios oncológicos-, -la primera dirección en Austria para niños
enfermos de cáncer-, el -prestigioso especialista de cáncer de Kassel- y sus
métodos son las -bendiciones del arte de curación establecido-, -la marcha
triunfal de los venenos de las células- con -posibilidades de curación bastante
rentables- (en los tumores de Wilms), -lo médicamente necesario-, -tubos que
pueden salvar la vida-, -tratamiento de primera necesidad-, -posición científica-,
-médicos y enfermeros que trabajan con un gran riesgo-. Todo eso son
palabras mayores, que aquí se han conferido sin estar comprobadas. Tampoco
están comprobados los atributos de la -Nueva Medicina-, es decir, los -caminos
errados hacia lo irracional-, -tesis de cáncer obtusas-, -escritos crespos-,
-simples promesas de curación-, -tonterías de Hamer-, -fracasos esperados-,
-sistema de ilusión cerrado-.
-El odio del Spiegel contra el Dr. Hamer es sólo un ejemplo de la creación de
opiniones de los llamados noticiarios. Entretanto, el Spiegel personaliza el más
complaciente periodismo del poder dominante, camuflado por noticiarios.-
Lo que siguió
Después de haber cambiado correspondientemente la opinión publica, empezó
a atacar el sindicato. Siempre se volvió a intentar internar a los padres en un
psiquiátrico (sobre todo a Helmut). Dado que las leyes austriacas no permiten
una psiquiatrización obligatoria y los dos ni siquiera fueron a las -charlas-, se
crearon -dictámenes lejanos- del material de televisión sobre los Pilhar, pero
con ello no se consiguió nada.
En 1996, Erika y Helmut Pilhar, que hasta ahora no habían tenido nada que ver
con la justicia, fueron presentados ante el tribunal por rapto y tortura de Olivia y
condenados cada uno a ocho meses de cárcel con libertad condicional. La
sentencia fue confirmada en última instancia en 1997. Pero es ahora, tras
acabar los hechos, cuando los padres recibieron toda el acta de la enfermedad
de su hija. El hospital cobró para este servicio de los Pilhar 1.500.
El proceso muestra con claridad que no existe una libre elección de la terapia,
si se ven involucrados menores de edad. Esto se contradice con los derechos
básicos, pero da igual, porque el sistema tiene que asegurarse. Los padres
Pilhar no solamente han creado su propia opinión al respecto sobre lo que
puede ser mejor para su hija, sino que además se negaron a conceder la
custodia de su hija a una institución anónima, de la que no se fiaban por una
buena razón. Helmut escribió: -Vivimos en una época, en la que metemos a
nuestros niños en la guardería, porque molestan. Si se ponen enfermos los
metemos en los hospitales. Nos deshacemos de ellos y dejamos la
responsabilidad a las instituciones. Y estas son reclamadas por el estado. El
estado reclama este desplazamiento de la responsabilidad, reclama la
-irresponsabilidad- del pueblo.-
Olivia pudo regresar a su casa medio año después, aunque tenía que seguir
yendo al hospital para someterse a quimioterapia - durante dos años. Su
pasaporte fue requisado y a los padres se le prohibió cambiar de domicilio.
Olivia se ve afectada por lo que le sucedió: cada noche tiene pesadillas por los
sucesos del hospital y depende más de la madre. De lo que debería. Come
poco y su peso esta por debajo de la media. El riñón restante también parece
estar dañado, al igual que el riñón secundario. El hígado, cuya curación se vio
interrumpido por la quimioterapia, amenaza con volverse cirrótico. Pero el
órgano más afectado es el corazón, dado que el veneno se inyectó
directamente del cartílago al corazón. A pesar de ello el estado de su corazón
no se controla médicamente desde hace 10 meses, para no proporcionar datos
que puedan documentar las consecuencias de la quimioterapia.
¿Por qué tuvo que ser precisamente Olivia, la victima de las campañas de los
medios de comunicación contra la -Nueva Medicina-? La respuesta parece algo
cruel, pero es evidente:
Helmut Pilhar, que durante los tiempos difíciles tuvo que dejar su trabajo, para
tener tiempo para su hija y todas las adversidades, ya no encontró trabajo.
Desde hace un año y medio ya no recibe dinero del paro ni apoyo social. La
situación de la familia es precaria y viven de donativos y regalos de amigos. A
pesar de todas las dificultades la familia sigue estando convencida del efecto
de la -Nueva Medicina-. Con sus publicaciones intentan animar a la gente, para
que la muerte por quimioterapia se acabe de una vez por todas. La madre,
Erika escribió como epígrafe del diario de Helmut:
-Algo así no debe repetirse nunca más. ¡Una familia no debe sufrir nunca más
un dolor semejante