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INTRODUCCIÓN
La responsabilidad del Contador Publico respecto a los estados financieros que examina, se
concreta a expresar una opinión sobre los mismos; la empresa es responsable por los hechos
presentados en dichos estados financieros. En forma semejante, ya que el examen del Contador
Publico tiene como finalidad el expresar una opinión, este no puede tomarse como base
específicamente para revelar desfalcos y otras irregularidades similares. Para prevenir y detectar
esta deficiencia depende del control interno de la empresa.
Debido a la responsabilidad que tiene el Contador Publico ante todos los usuarios de estados
financieros, el examen debe llevarse a cabo de forma imparcial. La información y la evidencia que
se obtenga durante el curso del examen deberá ser evaluada honesta y objetivamente. Esta
independencia en la actitud mental es u precepto profesional esencial.
El trabajo debe realizarse con el cuidado y con deligencia profesional, por personas competentes
en los campos de contabilidad y auditoría. Los individuos asignados al trabajo deben estar
supervisados adecuadamente, y los trabajos que ejecutan revisados con apreciación critica en
todos los niveles.
La selección de los procedimientos de Auditoría se basa en una completa evaluación del sistema
de control interno e la empresa para que el Contador Publico pueda determinar las transacciones
que deban examinarse y pueda formarse un juicio sobre la propiedad de los métodos de
contabilidad de la misma.
El Contador Publico necesita tener un conocimiento detallado del sistema de contabilidad y de los
sistemas de control que son relativos, ya que, sin ellos, no puede evaluar adecuadamente la
efectividad del control interno. Las investigaciones que realice acerca del sistema serán de tal
índole que le permita conocer lo que realmente acontece día a día, y no basar su trabajo en un
sistema teórico que no se sigue en la practica.
Una vez identificado el sistema y las medidas de control interno existentes, el Contador Publico
puede determinar los aspectos débiles y fuertes que se tengan, la clase de errores que pueden
ocurrir y si tales casos pudieran ser importantes. Las pruebas apropiadas de los conocimientos y
registros, así como las declaraciones de la empresa proporcionan evidencia y dan respaldo a la
evaluación del control interno. Esta evaluación constituye uno de los aspectos de la Auditoría mas
critico y que exigen mas del Contador Público en cuanto a sus aptitudes profesionales, ya que es
durante esta fase cuando él establece la naturaleza, el alcance y la oportunidad de sus
procedimientos de Auditoría. Sin embargo éstos procedimientos podrán modificarse como
resultado de circunstancias descubiertas posteriormente, durante el transcurso de la Auditoría debe
obtener y evaluar objetivamente evidencia suficiente sobre la cual se ha de basar una opinión.
Cualquier evidencia que luzca contradictoria debe investigarse y aclararse debidamente la
suficiencia y validez de la evidencia deben apoyarse en la naturaleza del concepto que se examina,
la posibilidad de un error significativo y el grado de riesgo que represente.
La opinión de un Contador Publico Independiente sobre los estados financieros de una empresa,
es la mejor indicación de si personas relacionadas o no con dicha empresa puedan confiar con
seguridad en tales estados como base para tomar importantes decisiones. Consecuentemente, el
Contador Publico asume una responsabilidad publica al emitir tal opinión.
Las Normas de Auditoría, como cosa distinta de los procedimientos de auditoria, se refieren, no
solo a las cualidades personales del auditor, sino también al ejercicio de su juicio en el desarrollo
de su examen y la información relativa a él.
Es conveniente aclarar que las normas de auditoría puede decirse que se diferencian de los
procedimientos de auditoría, en cuanto as que los últimos se relacionan con los actos a desarrollar,
mientras que las primeras conciernen a la calidad del desarrollo de tales actos, y a los objetos que
se persiguen en el empleo de los procedimientos llevados a cabo; por lo tanto los procedimientos
son susceptibles a cambios según las circunstancias, mientras que las normas no varían.”
Las normas de auditoría aprobadas y adoptadas por los miembros colegiados de nuestra profesión
en Venezuela, son las siguientes:
COMENTARIOS.
El Contador Publico al ofrecer sus servicios, esta declarando públicamente estar en capacidad para
desempeñar satisfactoriamente las actividades propias de esta profesión. La adquisición de esa
capacidad empieza con la educación formal del Contador Publico y se extiende hasta su posterior
experiencia.
No basta sin embargo, la preparación teórica conducente a la obtención del titulo de Contador
Publico. La Contaduría Publica y el ejercicio de las actividades propias de esta profesión requieren
un bagaje de madurez, de conocimientos y de habilidades que es muy difícil transmitir por la mera
preparación universitaria. Debe pues complementarse tal preparación con la adquirida en la
experiencia practica. Es conveniente que el Contador Publico que se gradúa complemente su
conocimiento mediante un periodo razonable de experiencia.
No es sin embargo, la capacidad profesional una cosa que se adquiere definitivamente, de una vez
y que ya no requiere de ninguna actividad posterior. La vida de los negocios cambia continuamente
y a una velocidad desconcertante; la investigación y el estudio hacen que los conocimientos
técnicos vayan avanzando también a una considerable velocidad. De aquí que sea necesario para
que el Contador Publico conserve su capacidad y calidad profesional, que se mantenga en una
continua revisión de sus conocimientos para estar al corriente de los avances de las disciplinas que
afectan a su actividad, desarrollando el estudio y la investigación paralelamente a todas las demás
actividades y ciencias de nuestro mundo con el objetivo de colocar y mantener la profesión en los
mas altos niveles, para ofrecer el mas optimo servicio a la colectividad.
9. Cuidado y diligencia
El auditor esta obligado a emplear el mayor celo y diligencia en la realización de su examen y la
preparación de su informe.
Ni el Contador Publico, ni ningún profesional, puede ser considerado infalible, ni puede, por tanto,
exigírsele el acierto en todos los casos y la resolución satisfactoria de todos los problemas, sin
embargo, el profesional asume una gran responsabilidad moral y falta gravemente a sus deberes
profesionales si la ineficacia se debe a la carencia
El trabajo de auditoría, como cualquier trabajo profesional, no puede ser realizado sin una
planificación previa. Tiene un objetivo definido: suministrar al auditor elementos de juicio suficientes
y competentes para su opinión; se realiza mediante los procedimientos de auditoría de acuerdo con
las circunstancias y a las condiciones cambiantes que se presenten en cada uno de los negocios;
las características peculiares de la empresa cuyos estados financieros se examina. En tal virtud,
para que un trabajo profesional lleve perspectivas de realizarse con éxito razonable tiene que ser
planeado en el sentido de prever, antes de emprender cada fase del trabajo, cuáles procedimientos
de auditoría van a emplearse, la extensión y la oportunidad en que van a ser utilizados y los
papeles de trabajo en que van a registrarse sus resultados.
Por otra parte, no es posible, ni sería conveniente que la totalidad del trabajo de auditoría sea
realizado personalmente por el propio Contador Público. En la aplicación de los procedimientos de
auditoría existen labores de ejecución que no requieren la capacidad profesional del Contador
Público u que pueden ser desempeñadas por personal asistente de un nivel menor de
conocimientos y experiencia.
Una adecuada utilización de asistentes y una distribución apropiada de las labores entre ellos, es
conveniente para el trabajo de auditoría, y funciona en el sentido más favorable para los intereses
de la propia clientela y del Contador Público, al delegar el Contador Público en sus asistentes
aquellas labores que no necesiten forzosamente de su criterio y capacidad y, por tanto, de la
ejecución personal, está aprovechando al máximo su propia capacidad, liberándose de tareas que
constituían una carga rutinaria excesiva y, por consiguiente, beneficiando al propio cliente, al
quedar libre para estudiar con mayor meticulosidad las decisiones de verdadera importancia y
también al permitir que los costos del trabajo de auditoría no se eleven indebidamente por la
realización de trabajos secundarios a través de personas que requieren una remuneración mayor
que la que el propio trabajo justifica.
El auditor debe efectuar un estudio y evaluación del control interno existente como base para
determinar la extensión de los procedimientos de auditoría que va aplicar.
El determinar qué procedimientos de auditoría van a aplicarse en cada caso y el fijar su extensión y
oportunidad depende de varios factores: en primer lugar depende de los objetivos generales de
trabajo de auditoría, que son los de suministrar al Contador Público elementos de juicio suficientes
para apoyar su opinión; depende también de la naturaleza de cada una de las partidas examinadas
y de los principios de contabilidad aplicables a ella, y depende por último de las condiciones
particulares específicas que existen en cada empresa. Las condiciones de la empresa, su forma de
operar, su forma de tramitar interiormente sus asuntos, las actividades de control sobre las
operaciones, sus registros contables y emisión de los estados financieros, son circunstancias
particulares de cada empresa que modifican la naturaleza de las pruebas de auditoría que se van a
realizar y la extensión y oportunidad con que estas pruebas puedan ejecutarse.
De ahí que sea absolutamente necesario que el Contador Público para poder realizar un trabajo
satisfactorio, deba tomar en cuenta esas particularidades de la empresa cuyos estados financieros
están examinando. Sin esos elementos, la planeación, la auditoría y la ejecución de ella serían
cosas que estarían totalmente alejadas de la realidad del negocio examinado y tendría muy pocas
probabilidades de éxito. Por ello es necesario que el Contador Público estudie y evalúe el control
interno de la empresa cuyos estados financieros va a examinar.
La evaluación del control interno tiene como objeto la determinación de la existencia de adecuados
controles, entendiéndose por esto: el ambiente de control, la valoración cualitativa de los riesgos, la
presencia de actividades de control, la información y comunicación constante de las operaciones y
la vigilancia adecuada del cumplimiento de esas actividades.
El propósito de las pruebas de cumplimiento es suministrar una seguridad razonable que los
procedimientos relativos a los procedimientos contables están siendo aplicados tal como fueron
prescritos. Tales pruebas son necesarias si se va a confiar en los procedimientos prescritos para la
determinación de la naturaleza, oportunidad o extensión de las <> de determinadas clases de
transacciones o saldos, como se comenta más a delante. El Contador Público puede decidir no
confiar en los procedimientos prescritos porque haya concluido ya sea (a) que los procedimientos
no son satisfactorios para este objetivo, o (b) que el trabajo requerido en las medidas de control
interno, excede a la reducción que se lograría en las <> en virtud de tal confianza, lo que no se
justifica desde un punto de vista de eficiencia.
La evaluación de los controles contables hechos por el Contador Público, en relación con cada tipo
significativo de transacciones y cuentas de los estados financieros, debe ser una conclusión de si
los procedimientos prescritos son satisfactorios para su objetivo. Los procedimientos de control
interno y su cumplimiento deben considerarse satisfactorios si la revisión del Contador Público y
sus pruebas no revelan ninguna situación que considerare que sea una debilidad importante para
su propósito. Dentro de este contexto, debilidad importante significa una situación en la cual el
Contador Público cree que los procedimientos o el grado de cumplimiento con ellos, no suministra
una razonable seguridad de que errores o irregularidades por cantidades que podrían ser
importantes reflejados en los estados financieros que están siendo auditados, pudieran prevenirse
o detectarse en un periodo razonable por los empleados de la empresa en el curso normal de
ejecución de las funciones que se les asignan.
La evidencia comprobatoria requerida por la tercera norma es obtenida por tipos de procedimientos
de auditoría: (a) pruebas de detalles de las transacciones y saldos y (b) revisión analítica de
razones y tendencias significativas e investigaciones resultantes de fluctuaciones anormales y
partidas cuestionables. Estos procedimientos se describen en esta declaración como <>. El objeto
de estos procedimientos es obtener evidencia acerca de la validez y tratamiento contable
apropiado de las transacciones y saldos o, de otra manera, de errores o irregularidades que
puedan estas allí reflejadas. Aunque este objetivo difiere del de las pruebas de cumplimiento,
ambos objetivos pueden alcanzarse frecuentemente a través de las pruebas de detalles.
La segunda norma no contempla que el Contador Público vaya a depositar confianza completa en
el control interno, al grado de la exclusión de otros procedimientos de auditoría respecto a
cantidades importantes que aparezcan en los estados financieros. Esta interpretación es apropiada
por varias razones. Primero, la tercera norma no está expresada de manera que sugiera una
completa dependencia en el control interno. Las limitaciones inherentes a la efectividad del control
contable son las razones fundamentales en las que se apoya esta interpretación.
La segunda norma sobre organización y ejecución del trabajo reconoce que la extensión de las
pruebas requeridas para constituir suficiente evidencia comprobatoria en los términos de la tercera
norma deben variar inversamente con la confianza que tenga el Contador Público en el control
interno. Estas normas consideradas conjuntamente implican que la combinación de la confianza
que el Contador Público deposita en el control interno y en sus procedimientos de auditoría, debe
suministrar una base razonable para su opinión en todos los casos, aunque la parte de la confianza
que se derive de las fuentes respectivas pueda variar apropiadamente en distintos casos.
Ya sabemos que el objetivo principal que persigue el Contador Publico al aplicar los
procedimientos de auditoria es el de obtener los elementos de juicio indispensables para poder
emitir su opinión sobre los estados financieros. Tales elementos deben representar la evidencia
suficientes y objetivas que demuestren lo razonable de su examen. Por tanto, el trabajo de
auditoría debe suministrar al Contador Publico la base suficiente para respaldar su opinión
profesional.
La evidencia comprobatoria, debe llenar dos condicione: debe ser suficiente y competente. La
evidencia será suficiente cuando, ya sea por los resultados de una sola prueba, o por la
concurrencia de los resultados de varias pruebas diferentes, el Contador Publico y sus asistentes
con la capacidad necesaria, pueden concluir razonablemente de que los hechos que se están
tratando de probar o los criterios cuya razonabilidad se esta juzgando han quedado
satisfactoriamente comprobados.
Además, la evidencia comprobatoria debe ser competente, es decir, debe referirse a aquellos
hechos, circunstancias o criterios que realmente tienen importancia y su relación con lo examinado.
El Contador Publico al hacer su examen de estados financieros y al dar su opinión sobre ellos, esta
haciendo un juicio de equilibrio y evaluación. Los estados financieros presentan, por la selección de
ciertos hechos importantes y por la aplicación de ciertos criterios, una presentación razonable de la
situación de la empresa y de los resultados de sus operaciones, la cual debe ser suficiente para
dar a los interesados la información que necesitan como base para tomar sus decisiones, pero que,
por ningún motivo, es una descripción minuciosa detallada y exhaustiva de todos los elementos
que forman parte de la situación financiera y de los resultados de las operaciones.
La evidencia que obtenga el Contador Publico debe referirse a los hechos importantes de su
examen, estar relacionada con ellos y ser útil como base para la opinión que va a emitir. La simple
acumulación de datos, comprobaciones y elementos que no tienen relación con los objetivos
fundamentales e importantes de la auditoría es, al mismo tiempo, un desperdicio de tiempo y
energía y una demostración de falta de eficacia profesional.
Es cierto que entre los hechos, criterios y elementos que forman parte de los estados financieros,
no todos son de la misma importancia. En la misma forma, entre los procedimientos que puede
utilizar el Contador Publico y las partidas o conceptos a los que puede dirigir su atención, tampoco
son todos de la misma importancia. Existen algunos cuya importancia es decisiva dentro del
aspecto general que los estados financieros dan, o que serian decisivos dentro de la opinión que el
Contador Publico va a rendir; pero hay otros que no afectan sustancialmente ni a los estados ni a la
opinión, aun cuando hubiera dentro de ellos errores.
El Contador Publico debe graduar su examen y la atención que dedique a las partidas conforme a
la importancia relativa de éstas. Una partida tiene importancia relativa cuando un cambio en ella,
en su presentación, en su evaluación, en su descripción o en cualquiera de sus elementos pudiera
modificar la decisión de un lector o analista sobre los estados financieros. Cuando esto no ocurre
se dice que las partidas carecen de importancia relativa.
Al mismo tiempo, el Contador Publico debe adecuar sus procedimientos de acuerdo con el riesgo
relativo de error que corre en cada uno de los grupos sometidos a su examen. Ya hemos dicho que
es prácticamente imposible adquirir la certeza absoluta sobre los hechos y criterios que se esta
examinando. Sin embargo, las diferencias encontradas en el examen o el grado de comprobación
varían de acuerdo con la naturaleza de las partidas.
La determinación sobre si se han requerido los <> requiere el ejercicio de un buen juicio de parte
del Contador Publico, así como un conocimiento profundo acerca de cuales son los principios que
han sido generalmente aceptados, aunque algunos de estos hayan sido muy poco utilizados. Un
principio de contabilidad puede tener un uso limitado y aun ser de aceptación general.
En adición al hecho que un principio de contabilidad puede estar generalmente aceptado, a pesar
que no se haya aplicado regularmente, es necesario también tomar en consideración que un
mismo principio puede ser aplicado de manera distinta por diferentes empresas. Por eso el hecho
que una empresa siga un procedimiento de contabilidad peculiar en sus operaciones no la
descalifica para que se pueda reconocer que esta actuando de acuerdo con los principios de
contabilidad de aceptación general, siempre y cuando el principio que dicho procedimiento trata de
implementar sea uno generalmente aceptado.
El Contador Publico por tanto debe verificar si los principios de contabilidad aplicados en el periodo
bajo revisión son semejantes a aquellos aplicados en el periodo anterior. Cuando se haya llevado a
cabo un cambio en la aplicación de los principios de contabilidad durante el año o los años acerca
de los cuales el Contador Publico esta informando el tratamiento del cambio debe ser considerado
de acuerdo a lo señalado en la norma aplicable.
A menos que el Contador Publico haga una declaración expresa en contrario, se considerara que
él estima que las revisiones informativas incluidas en los estado financieros son razonablemente
adecuadas.
El Contador Publico debe efectuar una revisión de las transacciones y eventos subsecuentes,
ocurridos desde la fecha de los Estados Financieros hasta la fecha del informe y entrega del mismo
al cliente, a fin de determina su efecto sobre los estados financieros examinados.
Si se omiten en los estado financieros aspectos que el Contador Publico considera requieren ser
señalados, debe incluir estos aspectos en su informe y salvar adecuadamente su opinión.
16.Expresión de opinión
El dictamen debe contener la expresión de una opinión en relación con los estados financieros,
tomados en conjunto, o una declaración de que dicha opinión no puede ser expresada, en cuyo
caso deben indicarse las razones por las cuales se expresa dicha opinión.
El objetivo del examen de los estados financieros por un Contador Publico es la expresión de una
opinión respecto a tales estados. El dictamen de auditoría es el medio por el cual el Contador
Publico expresa su opinion de los estados financieros objeto de su examen.
El examen con esta finalidad debe efectuarse en base a normas de auditoría, aplicándose los
procedimientos de auditoría que se consideren necesarios según las circunstancias. Una vez
realizado el examen el Contador Publico deberá; emitir una opinión sin salvedades, expresar una
opinión con salvedades, emitir una opinión adversa, o abstenerse de emitir su opinión.
Opinión sin salvedades: El Contador Publico deberá emitir una opinión sin salvedades cuando no
tiene limitación alguna en su trabajo, y encuentra que los estados financieros han sido preparados
de conformidad con principios de contabilidad de aceptación general, y que dichos principios son
aplicados sobre bases uniformes con las del año anterior.
Opinión con salvedades: Una opinión con salvedades debe emitirse cuando existen excepciones o
salvedades importantes, pero no a tal grado que se considere una opinión adversa o abstención de
opinión sobre los estados financieros tomados en conjunto. Se deberá procurar presentar las
excepciones en forma tal que su alcance, significado e implicaciones queden claramente
expresados.
Opinión adversa: El Contador Publico deberá expresar una opinión adversa cuando, como
consecuencia de su examen, encuentra que los estados financieros que pretenden presentar la
situación financiera, los resultados de operaciones y los cambios en la posición financiera de
acuerdo con principios de contabilidad de aceptación general, y no lo presentan de acuerdo con
dichos principios, y las excepciones son a tal grado importantes que la expresión de una opinión
con salvedades no seria adecuada. Este tipo de opinión debe incluir una explicación de todas las
razones que la originaron.
Abstención de opinión: El Contador Publico deberá abstenerse de emitir una opinión cuando no ha
obtenido una evidencia comprobatoria suficiente y competente como para formarse una opinión en
cuanto la presentación razonable de los estados financieros tomados en conjunto. La necesidad de
una abstención de opinión se hace presente cuando hay limitaciones importantes en el alcance del
examen por la existencia de asuntos no resueltos o por incertidumbre que influyan en la vida
misma del negocio. Al abstenerse de emitir una opinión se deben indicar claramente las razones o
motivos que dieron origen a la abstención.
Incertidumbres: en los casos en que así lo requiera el dictamen del Contador Publico, contendrá
párrafos de incertidumbre, originados por situaciones sobre los cuales no se tiene la certeza de que
pudieran ocurrir.
17. Aclaración de su relación con los estados financieros y la responsabilidad asumida respecto a
ellos.
En todos los casos en que el nombre de un Contador Publico quede asociado con algunos estados
financieros, el Contador Publico debe expresar, de manera clara e inequívoca, la naturaleza de su
relación con dichos estados financieros. Si se ha realizado algún examen de ellos, el Contador
Publico debe manifestar, de modo expreso y claro, el carácter de su examen, su alcance y grado
de responsabilidad que, como consecuencia él asume.
Aun cuando la auditoría de estados financieros con vista a dictaminar sobre ellos, forma una parte
importante, quizás la mas importante del trabajo profesional del Contador Publico, no es la única
actividad que éste realiza en el desempeño de sus labores profesionales. No es raro que el
Contador Publico preste otra clase de servicios, diferentes de la auditoría para efectos de informe,
cuya consecuencia sea que, en una u otra forma, su nombre aparezca asociado a ciertos estados
financieros o información financiera. Entre estos servicios profesionales se pueden citar la
preparación de estados financieros de carácter general o para fines especiales, sin realizar
auditoría de ellos; la interpretación de estados financieros; las revisiones o auditorias parciales de
partidas que, estando dentro de los estados financieros, no forman su totalidad, y otros
semejantes.
Por otro lado, como la auditoría con vistas a la formulación de un dictamen es la actividad principal
de un Contador Publico y su función esta generalmente asociada a esta actividad, es importante
que el publico reciba la impresión siempre que vea el nombre de Contador Publico permita que su
nombre quede asociado, expresa o implícitamente, a unos estados financieros o información
financiera, sin que haya una explicación clara y expresa del tipo de esa relación y de la
responsabilidad que el Contador Publico asume con respecto a los estados financieros o
información financiera.
18. Si algún aspecto no es tratado por las normas mencionadas en el párrafo anterior, en segundo
lugar y de maneras supletoria, los contadores públicos venezolanos deberán guiarse por las
normas internacionales de auditoría (NIAs) promulgadas por la Federación Internacional de
Contadores Públicos (IFAC), a través de sus comités respectivos.
20. En cuarto lugar y de acuerdo con el mismo criterio de supletoriedad, se aplicaran las normas
emitidas por el American Institute of Certified Public Accounts (AIPA) conocidas como SAS y
finalmente por las normas de auditoría emitidas en países latinoamericanos con características
económicas similar a la de Venezuela.
VIGENCIA Y APROBACIÓN
21. La presente norma de auditoría aprobada para su publicación y divulgación por el Directorio
Nacional Ampliado de la Federación de Colegios de Contadores Públicos de Venezuela celebrada
en San Cristóbal, estado Táchira el 19 de mayo de 2001 previa su consideración y aprobación por
el Directorio de la Federación de Colegios de Contadores Públicos de Venezuela y el proceso de
auscultación por su Comité Permanente de Normas y Procedimientos de auditoría y deroga la
Publicación Técnica N° 1 de septiembre de 1974.