Fantasia Entrevista
Fantasia Entrevista
Fantasia Entrevista
ISSN 1666-5945
Luis Baer, Silvina Fabri, Luciana Messina, Cecilia Varela y Lautaro Wallace:
Instituto de Geografía, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.
Resumen
Buzz cree ser un guardián del espacio perdido y atrapado en un planeta extraño dado
que su nave se ha averiado. Como astronauta y miembro del consejo estelar tiene
encomendada una misión destinada a salvar al universo de su destrucción a manos del
malvado emperador Zurg. Por eso, su objetivo principal será reparar su nave o
encontrar una nueva. Buzz piensa que ha tomado contacto con una nueva cultura en la
que ha sido bien recibido, e interpreta el nombre “Andy” grabado en uno de sus pies
como un símbolo de aceptación. Por su parte, Woody, si bien reconoce las
características extraordinarias que Buzz exhibe, insiste en que es tan sólo un juguete
más y, por ello, lo desafía a demostrar lo imposible, que puede volar. Buzz acepta
gustoso el desafío y se lanza desde la baranda de la cama de Andy. Frente a la mirada
atónita de todos los juguetes y luego de una serie de piruetas, Buzz logra volar,
excepto para Woody, quien sostiene que sólo se ha tratado de una “caída con estilo”.
La niña que encuentra a Buzz en el suelo, sin uno de sus brazos, lo (in)viste con un
delantal y un sombrero para incorporarlo en su juego de muñecas; así lo convierte en la
señora Nesby, quien toma el té con María Antonieta y su hermana. En esta situación lo
encuentra Woody e intenta convencerlo de seguir buscando la manera de regresar a
casa. Sin embargo, para Buzz ya nada tiene sentido: “Primero defiendes toda la
galaxia, y de pronto estas tomando una tasa de té con María Antonieta y su hermanita”,
dice con resignación. Un nuevo giro narrativo se produce cuando Buzz le adjudica un
nuevo sentido al significante “Andy” escrito en su pie. Es entonces cuando asume su
condición de juguete y acepta la propuesta de Woody de regresar a casa. Este proyecto
en común promueve una nueva relación entre ellos, pues de aquí en más comienzan a
interactuar como cómplices, al estar embarcados en una misma meta.
2. Subjetividad y fantasía
Las realidades de los personajes principales de Toy Story, Buzz y Woody, se sostienen
sobre fantasías y registros diferentes: mientras el primero está convencido de ser un
astronauta que pertenece a un grupo de guardianes del espacio, el segundo se
reconoce como el juguete favorito del pequeño Andy. Es así como los procesos de
identificación de ambos personajes se sirven de diferentes marcos referenciales. En
esta línea, sostenemos que Woody se constituye como sujeto a partir del deseo de
Andy quien lo reconoce como su juguete preferido. En un plano diferente, la fantasía de
Buzz se sostiene a través de su idealización de la imagen del astronauta en tanto
agente defensor del Bien.
Ahora bien, estos diferentes modos de constitución subjetiva nos conducen a distinguir
conceptualmente dos tipos de procesos de identificación: la identificación imaginaria y
la identificación simbólica. Según Žižek (1992), la relación entre ambas identificaciones
puede resumirse en la preponderancia de la imagen en un caso y de la mirada en el
otro. En este sentido, mientras que en la identificación imaginaria el elemento distintivo
lo constituye la idealización de una imagen del yo que resulta placentera, en la
identificación simbólica resulta determinante el lugar desde el que somos mirados, ya
que esa mirada nos ubica en una determinada posición dentro del entramado simbólico.
Si bien ambas identificaciones interactúan, la identificación simbólica domina a la
identificación imaginaria permitiendo que el sujeto se integre en un campo socio-
simbólico determinado, esto es, que asuma un mandato y ocupe una posición dentro de
la red intersubjetiva de relaciones simbólicas. En palabras de Žižek (1992: 147), “la
identificación imaginaria es la identificación con la imagen en la que nos resultamos
amables, con la imagen que representa ‘lo que nos gustaría ser’, y la identificación
simbólica es la identificación con el lugar desde el que nos observan, desde el que nos
miramos de modo que nos resultamos amables, dignos de amor”.
Retomando el análisis de las posiciones subjetivas de los personajes centrales del film,
consideramos que Buzz, al sentirse cuestionado por Woody en cuanto a su condición de
guardián del espacio, persevera en su identificación con la imagen del astronauta al
intentar demostrar que puede volar y que no es un juguete. Esta identificación se
refuerza cuando el resto de los juguetes aplauden las piruetas de Buzz como si
efectivamente hubiera realizado un vuelo grandioso. En otros términos, su identificación
imaginaria se vio fortalecida por medio de la eficacia simbólica que provocó el
reconocimiento público.
Desde esta perspectiva, podríamos decir que en Buzz, al estar cautivado por la imagen
del astronauta, predomina una alienación imaginaria que expresa una total ausencia de
distancia dialéctica entre “lo que cree ser” y “lo que es”, una omisión de la pregunta por
la propia posición subjetiva dentro del entramado simbólico del que forma parte. En
este sentido, Žižek (1992: 76) señala que “la definición lacaniana de un loco es alguien
que cree en su identidad inmediata con él mismo, alguien que no es capaz de una
distancia mediada dialécticamente hacia él mismo como un rey que cree que es rey,
que toma su ser como una propiedad inmediata y no como un mandato simbólico que le
ha impuesto una red de relaciones intersubjetivas de las que él forma parte”. Así las
cosas, Buzz sostiene momentáneamente el sentido de realidad a través de una fantasía
que ilustra el abismo entre la imagen con la cual se identifica y su lugar efectivo en la
red intersubjetiva de las “relaciones jugueteriles”. En este sentido, la ausencia de la
pregunta que problematiza el orden simbólico (¿quién soy yo para el Otro?), sustenta la
creencia de ser un astronauta en su mismidad, es decir, más allá del reconocimiento
público en cuanto tal.
3. Entrevista y fantasía
Creemos así que la importancia del relato en el proceso de investigación no tiene como
finalidad adentrarse en un supuesto “yo auténtico” de la persona entrevistada, sino
echar luz sobre la identidad que él mismo se atribuye, los procesos a través de los
cuales se la ha construido y los factores que han intervenido en su formación y, por
extensión, su desarrollo a lo largo del curso de su existencia.
BESSE, Juan (2000) “Tres conceptos para los dilemas de Jano. El semblante, la posición
y la disposición del investigador en la práctica de evaluación de políticas mediante
estrategias cualitativas” en Cora Escolar (comp.) Topografías de la investigación.
Métodos, espacios y prácticas profesionales, Eudeba, Buenos Aires.
BOURDIEU, Pierre, et. al. (1973) El oficio de sociólogo, Siglo XXI, México, 1997.
GRUNER, Eduardo (1998) “El retorno de la teoría crítica de la cultura: una introducción
alegórica a Jameson y Žižek” en Estudios culturales. Reflexiones sobre el
multiculturalismo, Paidós, Buenos Aires.
LACAN, Jaques (1995) Seminario 7. La ética del psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós,
[1986][1959/60].
Filmografía
En relación con esta oposición, Lacan sostiene que “cuando se habla de los subjetivo, e
incluso cuando aquí lo cuestionamos, siempre permanece en la mente el espejismo de
que lo subjetivo se opone a lo objetivo, que está del lado del que habla, y que por lo
mismo está del lado de las ilusiones: o por que deforma o porque contiene lo objetivo.
La dimensión hasta ahora eludida de la comprensión del freudismo, es que lo subjetivo
no está del lado del que habla”.
En palabras de Žižek, la fantasía es “un argumento que llena el espacio vacío de una
imposibilidad fundamental, una pantalla que disimula un vacío” (Žižek, 1992:172).
En cuento a la eficacia simbólica, Lévi-Srauss (1968: 152) señala que, “no hay razones,
pues, para dudar de la eficiencia de ciertas prácticas mágicas. Pero al mismo tiempo se
observa que la eficacia de la magia implica la creencia en la magia, y que ésta se
presenta en tres aspectos complementarios: en primer lugar, la creencia del hechicero
en la eficacia de sus técnicas; luego la del enfermo que aquél cuida o de la víctima que
persigue, en el poder del hechicero mismo; finalmente, la confianza y las exigencias de
la opinión colectiva, que forman a cada instante una especie de campo de gravitación
en cuyo seno se definen y se sitúan las relaciones entre el brujo y aquellos que él
hechiza”. Asimismo, en Bourdieu (1999:71), la eficacia simbólica es asociada más bien
a un poder vinculado a la facultad del convencimiento que reviste el discurso. En
palabras del autor, “el poder simbólico como poder de constituir lo dado por la
enunciación, de hacer ver y de hacer creer, de crear o transformar la visión del mundo
y, por ello, la acción sobre el mundo, por lo tanto el mundo”.
Nos referimos concretamente a las réplicas de Buzz Lightyear en las góndolas de una
gran juguetería sumado a las inscripciones del país donde fue fabricado y del Nombre
del dueño a quien pertenece.
Este enfoque se distancia de cualquier abordaje del sujeto concebido como pura
individualidad empírica, e interpela los procesos de identificación que lo constituyen
como tal. En tanto que el lenguaje y el orden socio-simbólico preexisten al sujeto, su
advenimiento constituiría un efecto de la marca del significante en lo vivo del cuerpo.
En este sentido, la disposición refiere a una actitud de predisposición para revisar los
supuestos personales de carácter teórico-político. Es esta reflexividad la que permite el
desplazamiento del investigador de su posición, y lo dispone al planteo de nuevas
preguntas y problemas, es decir, a abrir el campo problemático. La vinculación entre
estos conceptos no es directa, no podemos sostener que “desde una posición
dispongo”, sino que, en palabras de Besse (2000: 166), “la posición misma se
construye trabajosamente en concomitancia con la disposición a jaquear las
representaciones a partir de las cuales selecciono los conceptos, que a su vez me
permiten formular un problema de investigación y sustentar una postura teórico-
metodológica pasible de materializarse en una estrategia de producción de
conocimientos”.